12.03.2019

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Editorial
Huánuco, martes 12
de marzo de 2019
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Vaso de Leche
A propósito del pleito sobre la dirigencia en el comité
central del Programa del Vaso de Leche en la jurisdicción de la
Municipalidad de Huánuco, hay un tema que debe ser atendido
con prioridad en este particular.
Como bien sabemos el PVL fue creado para atender con
prioridad a niños entre 0 - 6 años de edad, madres gestantes y
en periodo de lactancia, brindándoles “un vaso de leche”. No
obstante, no cualquiera recibe eso a menos que sea considerado
pobre extremo; al menos ese es el plan.
Sin embargo, un problema conocido en el manejo del programa
es la focalización, en el que deben intervenir con ahínco
los alcaldes. La focalización para priorizar una mejor asignación
del gasto, ya sea por área geográfica o por individuos u hogares;
es decir, quién debe tener y quién no.
En muchas partes, no está focalizado debidamente, lo que
ocasiona filtraciones y pérdidas de millones de soles. En otras
palabras, hay un grupo de “beneficiari @s” que hace trampa
y, con ello, perjudican a quienes realmente deben recibir las
raciones.
En todo el país, son cerca de un millón de hogares alcanzados
por el programa, en teoría a cargo de las municipalidades,
pero, en la práctica, administrado por madres de familia desde
hace 36 años, algunas incluso ni tienen esa condición. Respecto
al presupuesto, hablamos de un monto anual que bordea los 400
millones de soles, que deberían estar exclusivamente dirigidos
a mejorar el nivel nutricional de sectores vulnerables: niños 0
- 13 años, madres gestantes, tercera edad y personas con TBC
en pobreza y pobreza extrema, pero lamentablemente las estadísticas
revelan que del total de beneficiarios, tan solo un 9.7%
es pobre extremo, un 30.7% es pobre y, un 59.6% no es pobre.
La focalización de beneficiarios está mal hecha. Allí hay una
tarea para los alcaldes.
EL LENTE
CAOS VEHICULAR EN CALLES DE HUÁNUCO
Así lucen casi todo el día las céntricas calles de la ciudad de Huánuco. Cuadras
enteras usadas como playas de estacionamiento, lo que empeora el caos vehicular
por la desmedida presencia de unidades. Urge la modificación de la inequívoca
Ordenanza 012 y aprobar las nuevas normas municipales para reordenar todo esto.
DOXA URBANA
Dra. Sabrina
Morales (*)
Anemia en las gestantes:
la raíz del problema
Poner el tema de la anemia en agenda ya
es significativo, pues los indicadores de
salud, especialmente los que se refieren
a las poblaciones más vulnerables, expresan el
verdadero nivel de desarrollo de una nación.
Sin embargo, se habla siempre de “combatir
la anemia”, sin aterrizar esta buena intención
en un verdadero programa que logre buenos
resultados.
Sin duda, uno de los grupos poblacionales
más vulnerables es el de las madres gestantes,
cuya condición hace que tener anemia marque
la diferencia en calidad de vida y, más aún,
entre la vida y la muerte.
Seamos claros. La anemia no es una enfermedad,
sino un síndrome que se puede corregir.
Con esta diferencia, hay que entender que
estamos ante una problemática que afecta a
gran parte de la población gestante. Tres de
diez mujeres gestantes tienen anemia (ENDES
2017). Esto conlleva a que cualquier complicación
del embarazo o del parto podría ser una
causa de muerte. Además, el recién nacido de
una madre con anemia tiene mayor riesgo de
nacer con malformaciones, limitaciones o dificultades
en su desarrollo físico e intelectual.
En el Perú, por muchos años, la hemorragia
ha sido la primera causa de mortalidad materna,
y sigue siendo un desafío por vencer. Si
una mujer con anemia sufre una hemorragia
en el parto, el rango de acción se reduciría,
por lo que podría haber menos posibilidad de
salvarle la vida. Además, las gestantes que presentan
anemia tienen mayor riesgo de padecer
preeclampsia, infección urinaria, amenaza de
aborto o parto prematuro.
Y la solución realmente sostenible radica
en brindar información oportuna y adecuada
para la prevención de escenarios adversos
desde antes de la gestación.
A veces, las consultas de control de la gestación
resultan cortas para aclarar las dudas
de las pacientes, por eso la psicoprofilaxis
obstétrica es muy importante: este es el momento
en el que el médico puede guiar a la gestante
para tener una alimentación adecuada.
También es importante prevenir la anemia
antes de la concepción. En el momento en el
que una mujer decide ser madre debe prepararse,
con la ayuda de un especialista, para
concebir con un peso adecuado, tomando
ácido fólico tres meses antes de la concepción,
tener una vida y una alimentación sana.
Si queremos combatir la anemia, hay que
actuar sobre la raíz del problema y es aquí
donde es muy importante tomar medidas, mediante
una estrategia informativo-educativa
en salud que debe ser permanente.
Combatir la anemia con una buena planificación
nos dará la posibilidad de ser una sociedad
con mejores oportunidades de desarrollo.
(*) Directora de la Escuela l de Obstetricia
de la Universidad Wiener
Editado e impreso por:
Imprenta Editorial LS & JB SAC
Jr. Bolivar n.° 519 – Huánuco
Teléfono (062) 285413
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