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C ine con mensaje<br />
T<br />
ras la Segunda<br />
Guerra Mundial<br />
se dio un florecimiento<br />
del cine en países que habían<br />
sido devastados por<br />
la guerra. El neorrealismo<br />
italiano o el cine japonés<br />
de los años 50 son buena<br />
muestra de ello. Historias<br />
sencillas, tiernas que<br />
buscan tocar el corazón<br />
al mismo tiempo que reflexionar<br />
sobre las cosas<br />
más cotidianas y al mismo<br />
tiempo más importantes<br />
de la vida.<br />
Este es el caso de la<br />
película japonesa Buenos<br />
días de Yasujirô Ozu<br />
(Cuentos de Tokio). Una<br />
película que en tono<br />
de comedia analiza las<br />
relaciones personales<br />
y como vivimos de un<br />
modo vacuo y superficial.<br />
Los protagonistas de la historia son dos hermanos que van a casa de los<br />
vecinos para ver los combates de sumo. Cuando sus padres se lo prohíben,<br />
piden que les compren una televisión y ante la negativa del padre que cree<br />
que la televisión idiotiza, deciden declararse en huelga de silencio hasta que<br />
les compren una.<br />
El argumento que esgrimen los niños no deja de tener su lógica, les dicen<br />
que en la tele solo se escuchan tonterías, cuando ellos no hacen más que<br />
escuchar tonterías por parte de unos adultos que solo saben llevar charlas<br />
convencionales e insustanciales, que no expresan lo que verdaderamente<br />
sienten. En palabras de los niños los adultos no dicen mas que cosas como<br />
“Buenos días, buenas tardes” y otras “estupideces” semejantes.<br />
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