Catálogo XII del Premio Internacional de Grabado y Vino Pedro Vivanco. 2018

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PRESENTACIÓN
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Mónica Yoldi López
Carlos Ramírez de la Concepción (Zorromono), ganador del XII Premio Internacional
de Grabado y Vino Pedro Vivanco con Osiris, presenta un trabajo cargado de lirismo
que nos remite al mejor Anselm Kiefer; a las obras en las que el artista alemán
emplea diversos materiales que mezcla según aquello que necesite transmitir. Osiris
es un grabado pero trasciende los límites de la técnica, pues la impresión se fija en
papel y en una tela con volumen. El grabado de Carlos Ramírez de la Concepción
(Zorromono) demuestra que cualquier medio expresivo, en este caso el grabado,
tiene el fin de comunicar, de ser el vehículo a través del cual trasladar una serie de
intenciones y de inquietudes, un posicionamiento propio frente a determinadas
cuestiones que el artista requiera plantear. Osiris nos transporta, por un momento,
al campo, a la tierra, al trabajo realizado con las manos. Con su obra, Carlos Ramírez
de la Concepción (Zorromono) parece recoger el testigo de Robert Rauschemberg
cuando lleva a cabo Bed (1955) o sus Combines paintings en las que mezcla objetos
encontrados con pintura, y donde el soporte, en muchas ocasiones, es un elemento
extraído de la vida cotidiana. Del mismo modo procede Carlos Ramírez de la
Concepción (Zorromono), haciendo que el grabado sobrepase sus fronteras y supere
el papel como único soporte y las dos dimensiones como espacio expresivo. Osiris
muestra una intervención en la que el grabado parece ser un trasunto de la frase
en la que Robert Rauschemberg afirmaba que “la pintura se refiere tanto al arte
como a la vida…Trato de actuar en esa brecha entre los dos” ¹. En el caso de Carlos
Ramírez de la Concepción (Zorromono), podríamos adaptar las palabras del artista
norteamericano y decir que el grabado se refiere tanto al arte como a la vida…Tratando
de actuar en esa brecha entre los dos. Sentencia que sería extrapolable a cada uno de
los grabados presentados a concurso. Germán Aparicio, segundo premio con RCM
134, nos sorprende con la presencia imponente y en primer plano de unas uvas en
blanco y negro con alto contraste, un exquisito aguafuerte que demuestra un gran
dominio de la técnica y del encuadre. Gadea García, mención de honor, presenta
Lágrima de graciano, un bello grabado que nos hace remembrar los mejores trabajos
de Wols. Rafael Gómez mención de honor con Fragmento vid, convierte la cepa en un
XII PREMIO INTERNACIONAL DE GRABADO Y VINO PEDRO VIVANCO