1er Comunicado del Rector

llamamos “universidad”, vivamos la gratitud con la satisfacción de comprobar que la ciencia y
le técnica sólo son grandes cuando están al servicio de la persona. Démosle impulso a lo que ya
hacemos a favor de otros, y articulemos nuevas formas de impactar a favor de quienes han sido
vulnerados.
2. No caminemos solos. Quizá pudiéramos ir de forma aislada desarrollando proyectos y haciendo
propuestas innovadoras, pero lo haríamos muy despacio y descontextualizados si lo hacemos solo
por nuestra cuenta. Por ello debemos aliarnos, no sólo se trata de vinculación, sino de verdaderas
alianzas que hagan de cualquier acción un detonador de impactos en beneficio de la educación
de nuestros estudiantes, pero siempre pensando que son nuestro semillero de transformación
social. Por eso aprovecho para agradecer a los empleadores, organismos y amigos que han hecho
alianza con nosotros para avanzar más rápido y más seguros en lo que hacemos, y por tanto con
más calidad.
3. Vayamos conectados directamente a piso con la realidad. No somos expertos en todo ni lograremos
serlo en un mundo tan cambiante. Pero saber tomar el pulso de la sociedad nos favorece en la
toma de decisiones como educadores, nos hace abrir los ojos y los oídos para saber qué se requiere
en la formación profesional. Para ello les exhorto a capitalizar nuestros procesos de investigación,
que la ciencia nos permita llegar a tiempo y de forma precisa, avancemos en la consolidación de
esta función sustantiva de la universidad, como una fortaleza que nos conecta con lo que es y nos
indica los posibles “cómos”, reiterando que por vocación nos sentimos primeramente atraídos por
favorece la investigación que favorezca el bien ser y el bien vivir en nuestra casa común.
4. Hagamos vida nuestra identidad lasallista a través de la innovación. Desde el inicio de nuestra
historia como familia de La Salle, lo que ha caracterizado nuestra trascendencia es el carácter
innovador de la propuesta educativa. La innovación y el emprendimiento son ya parte de nuestros
genes institucionales. Nuestro estilo no es el de innovar y emprender para alargar las brechas
sociales, sino para disminuirlas. Hoy puedo decir que contamos con las herramientas para seguir
trabajando por las causas raíz de la pobreza con un enfoque innovador y con espíritu de fraternidad
que promueve la lucha por la injusticia, aquella que es producto de la fabrica de pobreza en la
posmodernidad.
Termino mi intervención con una última invitación: “Permanezcamos unidos”. Es nuestro lema, pero
también quiero que sea siempre un reto. Convencidos de que lo que está unido va a permanecer a
pesar de que los vientos puedan no ser siempre favorables. Nuestra familia está en franco crecimiento,
y se requiere como en toda familia cercanía y complicidad para la misión, en otras palabras se necesita
espíritu fraterno que nos impulse a hacer de nuestra institución un espacio que genera estructuras
de salvación, que nuestros pasillos, jardines y edificios, pero sobre todo nuestras miradas, nuestras
actitudes y modos sean los de aquel que no vino a ser servido sino a servir. Seamos una antesala de
la eternidad.
Que nuestra actitud siempre crítica y propositiva nos caracterice como los profetas del optimismo:
Que sea fortuna lo que sintamos, y seamos felices con lo que tenemos, reconozcamos las bendiciones
que están en nuestro poder, que cada día despertemos y agradezcamos, pues todos los días son
perfectos, uno decide cómo verlos… sabiendo que en la medida en que nos lo propongamos todo
estará “bien al cien”…
Universidad La Salle Saltillo 45