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CORREOCartas del más acáNotas de amorlocura & muerteBienvenidamisteriosaUn sábado de julio de 2006fui a visitar a dos amigosmíos, Bill y Ruth, quienesacababan de mudarse a unacasa de los años 30 en RushGreen, un barrio del suburbiolondinense de Romford.Estaban construyendo unaampliación, así que habíaagujeros de taladro en lasparedes, tablas sin clavar enel piso y bolsas de cementopor todas partes. Entré en elliving. Aunque aún no estabaterminado, me di cuentade que iba a quedar precio-ESCRIBÍ Y GANÁEn cada edición elegimosla Carta del Mes. Esta vez,el ganador es Horacio Perézque se lleva una ordende compra de Burger Kingpor $1000 y una suscripcióna la revista.¡Que la disfrutes Sergio!Carta del mesNo podía dormir porque pensaba que mi vecinoestaba haciendo una fiesta, la música sonabamuy alto. La música no paraba y cambiabaa cada rato. Me levanté para ir a tocara su casa, para reclamarle que por favor hiciera silencio;me di cuenta que no era mi vecino el de la música sinoque era una radio de mi casa que se encendía y apagaba,también que cambiaba de música por sí misma. Me acerquéextrañado al aparato para apagarlo pero el sonido sehizo cada vez más fuerte y más alto, mientras cambiabala música rápidamente también. Cuando conseguí desconectarla radio, sentí que alguien estaba detrás de mí,tocó mis hombros y que iba a morir; porque realmentetodo parecía una escena de una película de terror, gritélo más fuerte que pude pero no sucedió nada. Volví aenchufar la radio, y la música comenzó a sonar nuevamente.Este sonido no paró en toda la noche, cambiandode música y subiendo y bajando el volumen. Al díasiguiente, mi madre me dijo que la radio estaba rota yque ella en ningún momento había escuchado nada. sensaciónuna y otra vez.Horacio Peréz, Bahía Blancaso. Era verano, pero penséen lo linda que estaría lacasa cuando la adornaran enNavidad.Miré hacia el hall, que estabaa mi izquierda, y vi a unamujer caminando hacia mí.Llevaba en las manos unaLa casa había sido deuna señora mayor yafallecida5fuente con unpavo enorme.Tenía la cabezaun pocoagachada,como si me estuviera ofreciendohumildemente aquelmanjar en señal de bienvenida.Sin embargo, parecíasalida de los años 60: llevabapuesto un minivestidode poliéster, sombra de ojosnegra, y el pelo, también negro,recogido y con un moñoalto. Lo más extraño era quesus piernas se desdibujabanpor debajo de las rodillas.No dije ni una palabra, ymis amigos no parecían advertirsu presencia. Segundosdespués, la mujer desapareció.Pensé que lo habíaimaginado, pero, cuanto másreflexionaba en eso, tantomás me convencía de queno era así.Tiempo después,un día en que estábamos enun bar, le conté a Ruth loque había vistoen su casay le describí ala mujer. Ellame dijo que lacasa había sido de una señoramayor ya fallecida. Miamiga había encontrado enel desván una caja con fotosde los años 60 de personasque posaban junto a un autoMorris Minor. Un día despuésme mostró las fotos deesas personas, y vi que unade ellas era idéntica a la mujerde la fuente.No he vueltoa la casa de mis amigos, peroellos me contaron que su perroa veces ladra en direcciónde las escaleras cuandono hay nadie subiéndolas nibajándolas.Siempre me ha gustadocreer que existe un mundoen el que habitan los espíritus,pero esta experienciame convenció de que es así.En una oportunidad conocí auna médium y le conté quehabía visto un fantasma. Alfinal, ella dijo:—Has sido bendecida.Estoy contenta de haber vistoal fantasma de esa mujer.De verdad, muy contenta.Un sábado de julio de 2006fui a visitar a dos amigosmíos, Bill y Ruth, quienesacababan de mudarse a unacasa de los años 30 en RushGreen, un barrio del suburbiolondinense de Romford.Estaban construyendo unaampliación, así que habíaagujeros de taladro en lasparedes, tablas sin clavar enel piso y bolsas de cementopor todas partes. Entré en elliving. Aunque aún no estabaterminado, me di cuentade que iba a quedar precioso.Era verano, pero penséen lo linda que estaría lacasa cuando la adornaran enNavidad.CONTACTOArgentinaCorreo Columbarium. Av H. Irigoyen9843. Lomas de Zamora, BuenosAires. CP 1834.Mail cartasdelmas@columbarium.com.arTeléfono: (5411) 4242 6666Atención: No se realizan envíosde los premios de la Carta delMes, salvo para los ganadorescuyos domicilios de entrega seencuentren a más de 300 km dela ciudad de Bs As. Los premiosdeberán ser retirados por nuestrasoficinas en día y horarioacordado.