Revista_SeptiembreOctubre_Digital

Compartir el pan. El pastor George compra pan al
por mayor para compartir con los miembros más
vulnerables de su comunidad.
ingresos de la noche a la mañana.
“Debido a que soy pastor, puedo moverme
más libremente por la ciudad, así puedo
mantener a las familias necesitadas. La
necesidad no es solo material. Mucha
gente está cansada y asustada, así que oro
con ellos. Visito a algunos enfermos y los
consuelo”.
Mantenerse en contacto es fundamental
para muchas de las congregaciones de
George, porque alrededor del 30 % son
creyentes de origen musulmán que han
sido separados de su familia o de la red
de apoyo habitual debido a su decisión
de seguir a Cristo. George ha encontrado
formas de convertirse en “familia” para
aquellos que han perdido la suya.
“Le dimos a la gente comida y
cupones de detergente para lavar”.
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La iglesia online
Al igual que para muchos de nosotros
en todo el mundo, esto ha supuesto que
la asistencia a la iglesia fuese online
durante el confinamiento. “Tratamos de
mantenernos en contacto”, explica George.
“Creé un grupo de WhatsApp. Todos
oran y comparten sus pensamientos y
sentimientos. Muchos fueron reconfortados
al saber que la iglesia se preocupaba por
ellos”.
Mourad* gestiona el trabajo de Puertas
Abiertas a través de iglesias colaboradoras
locales en Siria, y está entusiasmado con
la posibilidad de incrementar el número de
iglesias que puedan convertirse en Centros
de Esperanza. Es una manera crucial para
que la iglesia cumpla su papel de ofrecer
luz en la oscuridad.
Continúa la historia en la página 11