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JANAS S'INCANTU-ES

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Sabrina Barlini

Janas

s’incantu

ilustraciones

Alessandra Murgia


Citas en este libro por:

Grazia Deledda

Sergio Atzeni

Maria Carta

Nadie podía verlas,

a menos que no lo decidieran

ellas mismas ...

Aparecìan así, de nada,

de repente ...



Janas s’incantu

ISBN 978-88-86167-18-5

© 2019 ALFA EDITRICE

Diciembre 2019 - Todos los derechos reservados

Este libro es un proyecto de

Via Mercadante, 1 - 09045 Quartu S. Elena (CA)

E-mail: alfaeditrice@gmail.com

www.alfaeditrice.it

www.janas-lab.eu

www.librojanasincantu.eu

Sabrina Barlini

Janas

s’incantu

Anuncio de Cultura Lab 2018

Fondo Europeo de Desarrollo Regional - POR-FESR 2014/2020

Región Autónoma de Cerdeña

Regione Autonoma della Sardegna

Departamento de Educacion

Patrimonio Cultural, Información, Entretenimiento y Deporte

Dirección General

de Patrimonio Cultural, Información, Entretenimiento y Deporte

Servicio Patrimonio Cultural, Publicaciones e Información.

ilustraciones

Alessandra Murgia

en colaboración con el

Municipio de Sorradile

proyecto y diseño gráfico Walter Murtinu - Cagliari

prensa Nuove Grafiche Puddu - Ortacesus (CA)



Por los sueños se mueven los seres humanos y la vida de todas las comunidades está gobernada

por la imaginación. Es suficiente ver una ciudad sembrada de edificios, estatuas, muros, balcones,

para comprender que el sueño interviene en cada uno de nosotros y que la imaginación genera

nuestras palabras, nuestros actos. Así es como sabemos cómo se originan las formas y los seres

y crecemos al pensar ciertos pensamientos y no otros. Somos como minerales, plantas, animales,

dentro de una semilla está encerrado un sueño y lo modelamos segùn la imagen de nuestros

arquetipos, como lo hace la rosa, desde el brote hasta las hojas verdes, hasta los pétalos maduros.

Pensad en la imaginación como un istmo entre la vida y la extinción y pensad en el poder

de los cuentos orales sobre las Janas en Cerdeña que duran desde el Prenurágico hasta hoy.

Estamos hablando de milenios de originalidad cultural que ni siquiera la exterioridad de la escritura

ha extinguido: hemos mantenido los significados internos de nuestro contar cara a cara y faci

y pari, no obstante todo. Hay muchas leyendas que hablan de las Janas, en toda Cerdeña, porque

sus domus, es decir sus hogares, están en todas partes. De las diferentes versiones te das cuenta

de cómo las palabras en las narraciones, bajo el peso de la historia, han dado diferentes direcciones

a estas presencias, sin embargo, cada historia tiene características descriptivas comunes.

Podemos escuchar que les enseñaron a las mujeres las artes y oficios, que tenían el don de profecía,

que tejían con telares de oro, que cultivaban el trigo, que tenían una relación especial con la tierra

que amaban y respetaban, que eran luminiscentes y de piel blanca y no podían estar bajo la luz del sol.

Fueron las creadoras de Su Pani Finu y Maestras de Su Ballu Tundu, nuestra danza sagrada

tradicional. Eran tiempos en que el mundo no conocía ni la malicia ni la codicia, y las Janas

de Monte Manai, cerca de Macomer, bajaban a Sa Rocchitta en los dìas de fiesta para bailar

con la gente del pueblo. En Tonara, las Janas eran hombres y mujeres, en Sos Furrigheddos

o Coronas las llamaban indios, nanos, irribios. En Tortolì, las Janas tenían tetas largas para

amamantar a las criaturas que llevaban en la espalda, pero lo que se transmite no siempre

es suficiente para presentar los aspectos más sutiles del conocimiento.

Por eso las Janas salen por la noche para traernos la luz mientras soñamos, porque ninguna luz

puede penetrar nuestro cuerpo desde el exterior, y asì ellas nos permiten de proyectar imágenes

en la mente: ¿qué evocaciones provocan las Janas dentro del cuerpo sutil soñador de nosotros

humanos? ¿Y por qué huyeron?

Las fadas, como dicen en Logudoro, se encuentran entre la gente común, son similares, son mágicas

y buenas, pero se transforman para defenderse. Y de hecho en los cuentos fue así: al arrancar

un botón del corpiño de una Jana que bailaba despreocupada, se entendió que la malicia y la codicia

habían entrado tambièn entre la gente de Cerdeña, aunque mucho más tarde que entre otras

poblaciones. Por eso se fueron las Janas. ¿Y a nosotros qué nos pasó? ¿Quién contribuyó a la pérdida

de nuestros códigos culturales? La iglesia ha reemplazado las referencias religiosas y culturales

ha impuesto un juicio constante sobre todas las leyes de la naturaleza, como lo ha hecho con

los pueblos precolombinos e incluso africanos a los que ha obligado a cambiarles el nombre.

Estos eventos no pueden olvidarse porque el daño aún llega a nuestra educación escolar,

donde la historia y la cultura de la isla no se estudian, el idioma no se practica.

Narrando aún y practicando, estamos aquí para dar ejemplo de una vida que no trate la naturaleza

como un enemigo de ofender y doblegar, para mostrar un modelo de vida armónico sin competencia:

somos herederos de los nuraghi y de las hadas y para nosotros el sincretismo religioso tiene

una resonancia desagradable. Es necesario dar la bienvenida al conocimiento sin miedos

supersticiosos, en fondo las Janas, eran mujercitas aladas y ligeras que practicaban la “madrelinealidad”,

la figura de la Madre Tierra que todo dá y todo toma, sin avaricia y sin malicia.

Así que abandónaros, ligeras y ligeros, a escuchar las Janas S’Incantu, y continúad a contar

a las nuevas generaciones cómo somos fieles, en el presente y en el futuro, a las respiraciones

de la Prehistoria.

Bettina Diana Pitzurra



Escondites encantados

llenos de sueños y de poesía

Allí viven las hadas.

Vestidas de leyendas y de belleza,

a veces de mentiras...

...En silencio nos acompañan.

El perfume de la magia

las llevan adentro de los recuerdos

y vuelan como plumas

como pensamientos en el viento.

(de la poesìa Domus de Janas de Mirella De Cortes)



La Grande Madre, una noche,

se miraba reflejada en las aguas

de un arroyo y pensaba:

Me gustaría ser pequeña y ligera

como una mosca, laboriosa

como una abeja y silenciosa

como una mariposa, para vivir entre

mis hijos y comprenderlos segùn

como los hice, en el bien y en el mal.



La Diosa jugaba con el agua

transparente, recogiéndola con las manos

y haciéndola caer nuevamente

en pequeñas gotas en el arroyo.



Pero justo mientras expresaba

ese deseo, las gotas fueron cruzadas

por la luz azul de la gran luna,

una luna inmensa, que invadìa el cielo,

y se llenaron de todo ese polvo

que las estrellas habían dejado caer

a la tierra para complacer

la noche de la Diosa.



Fue entonces cuando ocurriò esa maravilla.

Mientras el cuerpo de la Grande Madre

se disolvìa en agua, esas gotas tomaban

la forma de pequeñas hadas con alas

hechas de tierra, agua

y piezas del universo. Las Janas.

(hadas)



Las pequeñas diosas se mezclaron

entre los hombres viviendo en la tierra

de Cerdeña durante muchos siglos.

Pero era suficiente que lo quiesieran

y, en cualquier momento, todas juntas,

podìan volver a ser un cuerpo solo.

El cuerpo de la Diosa.



Nadie podía verlas, a menos que

no lo decidieran ellas mismas.

Se mostraban solo a personas especiales.

Aparecìan así, de nada, de repente.

En una roca, en un columpio que colgaba

en la rama de un arbol, en la orilla

de un arroyo, en el medio de un rebañjo,

en las fiestas del pueblo o en el círculo

de Su Ballu Tundu,

el tìpico baile de la isla.



Cuerpos disminuidos y delgados, hadas tímidas

y trabajadoras que vivían en el campo y en el bosque

en casitas de piedra, las Domus de Janas,

que excavaban con manos desnudas, con las uñas,

en las rocas. Algunas eran muy pequeñitas,

otras más grandes, donde las Janas se reunìan

y tejìan a la luz de la luna con sus telares

de oro cuyo sonido llenaba bosques y paisajes

y, que junto con el canto de los grillos

y de las cigarras, producìan armonías capaces

de alcanzar las vibraciones de las estrellas,

participantes de las eternas sinfonías celestiales.

Este era el sonido de los telares.

En una época en que todo era divino.

Todo tan lleno de universo.



Las Janas hilaban y tejìan

con manos expertas

fusionando las formas terrenales

con las geometrías de las estrellas

de las que estaban en parte hechas.

Agua y Estrellas. Estrellas y Agua,

capaces de fluir y no detenerse sobre

las cosas o estancarse

y quedarse sòlo a mirar.



Tejìan bailando sobre sus telares, entrelazando

alegría y despreocupaciòn, pero, de repente,

si les molestaban malos pensamientos humanos,

podían convertirse en oscuras aguas negras,

universos sin mas estrellas, capaces de convertir

en piedra a cualquier ser que atrevìera mirarlas.

Entonces, tenìan que cantarselas ellas mismas

las estrellas para poderlas sentir resonar

nuevamente adentro.

Las Janas cantaban e hilaban.

Hilaban y cantaban las estrellas.



A menudo, las Janas regalaban

esos tesoros a las personas especiales

de corazón puro y generoso. Eso tambièn,

ellas los materializaban asì, de nada,

cerca de un hongo, debajo de un árbol,

en una cueva. Luego, por la noche,

se acercaban a las camas de las personas

especiales y, mientras dormían, zumbaban

durante horas en sus oídos, para explicarles

donde encontrar esos regalos que habìan

realizado justo para ellos

y con sus propias manos.



Ropa tejida con fino Bisso dorado

y regaladas por las Castañeras, alfombras

plateadas, hechas de hilos mojados de lagrimas

de luna, coloreadas con polvo de tierra

y de granada, chales de hilo mezclados

a roja púrpura y polvo de estrellas.

Pan. Pan tan bueno, que solo las manos

de hadas podían haber amasado.

Higos, miel, nueces frescas o dulces

cuyo sabor, decían, era màs bueno

que el néctar bebido por los dioses.

Pequeños objetos hechos de plumas,

madera, musgo y conchas, que podían

contener todo el misterio del universo,

y en el que se podían escuchar las sinfonías

de los astros y de las estrellas.



Sus regalos no tenían precio.

No era posible calcular un coste porque,

entrelazando cada hilo y cada trama,

ellas tejìan piezas de sus almas.

¿Y quien puede dar un precio al alma?

Por su puesto, se podía decir que los regalos

de las Janas realmente estaban hechos con todo

el alma, y que no era solo una forma de decir.



“Hubo hombres y mujeres poderosos

que hubieran dado cualquier cosa

para obtener el regalo de una Jana

pero hasta donde llega la memoria,

nadie se recuerda que hayan recibido

tan solo uno.”



Los niños, sin embargo, sì que eran

excepciones. Ellos podìan verlas, siempre y

en todas partes. Y a menudo los tomaban

por locos.

“Oi Frantziscu,

¿con quién estás hablando?

“Con la hada”.

“Sì bueno, con la hada…

quizas hayas tomado demasiado sol.

Vamos, vamos, que te echo un poco

de agua fresca en esa cabeza loca!”

“Pero... yo....”

“Ven para acà, te dije!”



Iban asì las cosas en nuestra isla,

donde el sol nunca ha faltado

y, cada vez pasaba el calor y en algún

lugar siempre había un Frantziscu loco

a quien nadie creía y que de las Janas

se recordaba también cuando

se hacìa grande, pero por su puesto

no lo iba contando a nadie.



Cuando llegaba un bebe’ en una casa

las Janas se acercaban enseguida

a la cuna y sabìan decir si hubiese tenido

buena o mala suerte.

Había algo de divino en ellas.

Por eso eran amadas pero también temidas

como todos los dioses.



Todo era fiesta y alegría en la temporada

en la que las Janas vivìan en la tierra,

los cantos resonaban en los campos

y en los valles y el baile unìa a todos,

seres humanos y hadados.

Se encontraban en los corrales, en los jardines,

en las plazas y todo se convirtìa

en una excusa para bailar.

Se celebraba la cosecha del trigo,

se invocaba la lluvia, se alejaba el mal.

“Il ballo era magia, il ballo girava”

(El baile era magia, el baile giraba).

Era el ritmo de tantos corazones

que latían al unísono en el gran circulo

que acogìa a todos.



Hasta que todo permaneció

en la armonía de las cosas,

con la idea del hacer bien,

de hacer lo justo y con sentido,

las Janas vivieron al lado

de los sardos sin problemas.

Todo fluìa como el agua libre.

Mundos que se acercaban sin molestarse,

los unos al lado de las otras,

compensàndose en silencio.

Los sardos habían construido

también inmensas construcciones

de piedra, los “Nuraghi”,

donde a las Janas, por la noche,

les encantaba reunirse

para bailar debajo de la luna.

Y todo parecía

realmente perfecto.



Pero llegò el día, en que los hombres

las hirieron hasta tal punto que decidieron

irse para siempre.

Se dice que un día, durante una fiesta,

un hombre había arrancado un botón de oro

del corpiño de una Jana y que ella había

leído en sus ojos toda la avaricia y la maldad

que hasta ese momento ningúna de ellas había

visto en algùn ser humano. Otros dicen

que le había hecho aun mucho más daño.

¿Pero quién sabe realmente cómo fue?



Por supuesto, robar un botón dorado

de una diosa no fue una gran idea.

Y cuando las Janas desaparecieron,

la humanidad se quedó sola, y tambièn

la imaginación y la fantasía desvanecieron

con ellas. La poesía se quedò

en un regalo para pocos, por cierto

de todos aquellos que de niños tuvieron

la suerte de encontrar a una Jana

y que no se esforzaban en en alguna

manera de creer en ellas.



Alguien dice que a veces regresan,

en secreto, cuando sienten que demasiada

gente ha dejado de soñar.

Ellas, entonces, se olvidan inmediatamente

de todo el mal recibido y vuelven entre

nosotros para recoger las piezas

de nuestros sueños rotos. Llenan bolsas

enormes y se las llevan. Vuelven a juntar

las piezas una por una y las dejan caer

de nuevo sobre la tierra para hacernos

soñar nuevamente.



Otros, sin embargo, cuentan que de vez

en quando, en la noche, vuelven porque

necesitan las lágrimas de la luna que

pueden encontrar solo aquì, en la tierra.

Las lágrimas de luna no represantan más

que rocìo para los humanos, pero las Janas

creen que algunas noches, cuando pasan

cosas muy malas o alguien se encuentra

muy mal, la Luna, que no puede darse

la vuelta hacia el otro lado, no pueda evitar

de llorar y contener sus lágrimas. Y todas

esas lágrimas no se pueden desperdiciar.



Las Janas

las recogen en pequeños frasquitos

que luego utilizan para lavar

sus delicadas pieles blancas,

que no pueden ver el sol,

y para mojar los hilos con los que tejen

las únicas telas capaces de reflejar el brillo

plateado de la luna. Se cuenta, que cuando

las recogen canten esta rima:

Lágrimas de Luna...



Lágrimas de Luna

las llamàmos nosotras hadas

en hojas y ramas al amanecer

recogemos lágrimas

que la luna llora

cada vez que alguien sufre,

y la esperanza se hace

más pequeña

cada vez que se olvidan

ser piezas del universo

los hombres se caen

en el polvo de un abismo

sin más estrellas.

Lágrimas de Luna

para nuestras pieles blancas

Lágrimas de Luna

para mojar la lana y hacer

tesoros de tejidos fines

solo en la Tierra llueven

lágrimas de Luna

y a la tierra regresamos

nosotras hadas para recoger

las làgrimas

que la Luna llora.



Por lo que haya pasado, una cosa es cierta,

desde entonces nunca se ha vuelto a ver

una Jana en la tierra y hay quien piensa

que hayan regresado a ese Universo,

del que en parte estaban hechas,

y que nos estèn mirando desde allí

con la esperanza de tiempos

mejores para volver.



Pero alomejor, si realmente lo quisiéramos,

si lo desearìamos todos juntos, como cuando

se cae una estrella, podría ser suficiente

para permitirles que regresen. Y, quien sabe,

tal vez podrìa volver tambièn esa temporada

en la que nosotros sardos “Passavamo

sulla terra leggeri” (pasabamos

sobre la tierra lìgeros) bailàbamos en

círculo y cantàbamos las estrellas, y nadie

dudaba en creer que en nuestra isla aun

vivían seres misteriosos.

En esa temporada, en la que éramos

“ginestre d’oro giallo che spiovono

sui sentieri rocciosi come grandi lampade

accese” (retamas de oro amarillo que sobresalen

en los senderos rocosos como grandes lámparas

encendidas), como querer robar las palabras

de nuestros grandes poetas. Palabras de poesía.

Piezas de alma. Regalos de Janas.



Muchas historias se cuentan

sobre las Janas. Lo bueno

es que si la historia cuenta

la verdad, los cuentos

no la necesitan para nada.

Es así porque se ha contado

y hecho, desde el principio

de los tiempos, y la mayoría

de las veces ni siquiera sabemos

quién empezò, pero esto no

es muy importante. Lo importante

es seguir contando, inventar

nuevos cuentos, pero sobre todo

recordar siempre quienes

somos y de dónde

venimos.



Las Domus de Janas

Le Domus de Janas “S’Incantu”, Putifigari (Ss)

Durante la època de San Miguel de Ozieri (4000 - 3300 a.C.) hubo una gran difusión

del fenómeno del hipogeismo: esta palabra de origen griega, signifìca “dentro de la tierra”,

e indica todas aquellas estructuras que han sido excavadas en la piedra como nuestras

Domus de Janas. Su nombre, en el idioma sardo, signifìca “casas de las janas”, es decir,

de las pequeñas mujeres aladas similares a las hadas que, según las leyendas populares,

vivían en estas cuevas. Las Domus de Janas son tumbas funerarias que se encuentran

a menudo en grupo, formando una necrópolis (palabra derivada del griego y que signìfica

“ciudad de los muertos”). Hoy en día hay más de 3500 de ellas en toda la isla. A veces,

estàn hechas de tan solo una habitación, ¡mientras otras superan hasta diez celdas

en la misma tumba!. Las paredes, el techo y los suelos de las domus de janas, casì siempre

estaban pintados de rojo, amarillo, azul y naranja. En el interior hay pinturas, grabados

o relieves que representan símbolos como cuernos de ganado, círculos y espirales.

No solo: ¡muchas de ellas tienen la misma forma y tamaño que las cabañas de los vivos,

con techos y puertas! Los arqueólogos han descubierto en el interior los esqueletos

de los muertos, acompañados de objetos funerarios, que consistían en objetos ornamentales,

puntas de flecha de obsidiana, jarrones de tierra, pero también tejidos de artefactos como

telares y torteras. La presencia de estos objetos nos dice que los hombres que vivieron

en este período creían en la vida despues de la muerte. Las Domus de Janas no eran solo

lugares de entierro sino verdaderos santuarios donde los habitantes del pueblo solían ir

a rezar a sus seres queridos y llevar a cabo ritos propiciatorios.

Nicola Dessì

fotografia • Marco Secchi - Associazione “Archaic Sardinia”



Le Domus de Janas di Prunittu

La necrópolis de Prunittu se encuentra en el territorio de Sorradile y se puede llegar muy

fácilmente (a pie, en bicicleta o en automóvil) a lo largo de un camino asfaltado, desde el que

se puede admirar un espléndido panorama del lago Omodeo.

Hace màs o menos unos cuarenta años, los arqueólogos exploraron los campos de Prunittu

y Araccono a lo largo y a lo ancho (Prunittu y Araccono son los nombres que los Sorradilesi

dieron hace mucho tiempo a esta parte de su territorio), tomaron fotografías y dibujos,

y luego, con mucho entusiasmo, estudiaron y reflexionaron sobre las “huellas” recogidas.

Los arqueólogos han descubierto que la necrópolis se

compone de 15 Domus de Janas (= entierros, tumbas): esto

significa que aquellos que deseen realizar un emocionante

paseo en los tiempos que fueron, podrán encontrar 15

entradas diferentes (excavadas en la roca), que conducen a

una domus diferente. Un grupo de estas Domus de Janas se

puede identificar muy fácilmente: es suficiente mirar hacia

arriba para ver una pared de roca rojiza llena de “agujeros”,

grandes y pequeños, de forma rectangular, que observando

bien, parecen ojos que nos miran desde lejos.

Otras domus, sin embargo, se encuentran justo encima

de esta cara de roca pero están tan escondidas por la espesa

vegetación que es muy difícil encontrarlas. Las Domus de

Janas de Prunittu-Araccono están formadas, en su mayor

parte, por seis células (o habitaciones), talladas en la roca y

comunicantes entre sí: en un pasado lejano algunas personas, sin saber que se trataban

de antiguos entierros, creían que eran laberintos peligrosos de los que era difícil salir

y recomendaban que los niños se mantuvieran alejados.

Los arqueólogos, sin embargo, nos tranquilizan: ¡no hay nada que temer! Estas

“casas” talladas en la roca (que hoy para nosotros son monumentos arqueológicos) fueron

hechas por los hombres que vivieron a lo largo de las orillas del río Tirso hace unos 5000

años para convertirlos en su propio cementerio. Hace mil años, o tal vez incluso más (!),

los habitantes de Nurozo, un pequeño pueblo nacido alrededor de la iglesia de San Nicola

(ubicada cerca de Prunittu), decidieron usar la domus para enterrar a sus seres queridos

fallecidos, continuando con la tradición que comenzó en la lejana Edad del Neolítico,

la edad en que se utilizó la obsidiana en Cerdeña, la famosa piedra negra afilada como

un cristal. Hasta hace unos cien años, los pastores que

pasaban la mayor parte de su tiempo en el campo con sus

rebaños de ovejas, usaban las Domus de Janas como refugio

seguro y cómodo en frente al calor del verano y las heladas

del invierno para ellos y su ganado.

No podían imaginar que Prunittu-Araccono fuera un lugar rico

en historia, un sitio de gran interés para los arqueólogos,

¡un paso importante para las muchas personas que disfrutan

viajar en el pasado!

Y la historia continúa ...

Pierangela Defrassu

Le Domus de Janas di Prunittu a Sorradile, en provincia de Oristano.

fotografia • Simone Riggio



En este libro se ha utilizado la fuente de escritura

EasyReading ha sido creada con un enfoque

a la metodològìa de proyecto del Design para

todos, por lo cual se concibe la diversidad no como

un problema sino como un “valor” facilitador.

Investigaciones científicas independientes

certifican que EasyReading es una herramienta

válida compensatoria para lectores con dislexia y

al mismo tiempo una fuente facilitadora para todos

los tipos de lectores.

Según la mayoría de las estimaciones la dislexia

reciente afecta hoy al menos al 10%

de la población mundial, o aprox. 700 millones

de personas. Por lo cual se explica la razón

de tal esfuerzo en dar vida a un caracter

de escritura que pueda ser para todos.

La fuente de escritura EasyReading ha recibido

por la Asociación Italiana de Dislexia (AID)

una opinión positiva para sus especificaciones

características gráficas que son útiles para facilitar

la lectura a quienes presenten problemas

de dislexia.

Gracias a su diseño innovador, ha obtenido

el otorgamiento de incentivos del Ministerio

del Desarrollo Económico a través de la Fundación

Valore Italia – Exposición del Made in Italy

permanente y del Design Italiano.

notas biográficas

Sabrina Barlini

Nace en Carbonia (Cerdeña). En el 1986 empieza

sus estudios como actriz en el contexto del teatro

contemporáneo en una escuela regional,

se perfecciona a través de cursos de artistas

nacionales e internacionales.

Trabaja en la compañía “Cada Die Teatro”

de Cagliari 1989/1995; funda en Carbonia

el “Teatro del Sottosuolo” y supervisiona

su dirección 1995/2014; actualmente es directora

artística de “Le Voci di Astarte”.

Con el festival “Carbonia a Teatro” 1998/2009

inaugura el Anfiteatro de Monte Sirai y se apasiona

a los sitios antiguos, nace asì el circuito “Teatri

di Pietra Le Voci di Astarte” (2009/2012), concebido

y dirigido por ella para los sitios arqueológicos

del Sulcis Iglesiente, y los proyectos más

recientes atentos a la valorizaciòn de la cultura

de identidad y el idioma sardo. Desde muy joven

le encanta escribir y esta pasión encuentra

expresión gracias al teatro a través de los textos

de los espectáculos que dirige hacia adultos y

niños. Desde siempre se siente atraída

por las figuras mágicas que animan las historias

populares de Cerdeña.

Alessandra Murgia

Ha nacido en Cagliari, es profesora licenciada

en Lenguas y Literaturas Extranjeras.

Desde muy joven cultiva su pasión por el dibujo.

Utiliza principalmente lápices de colores

y la técnica mixta, y prefiere la vena humorística

y de cuento de hadas. En 1992 fue seleccionada

en la Exposición de Ilustradores de la Feria

del Libro para Niños de Bolonia. En 1993 participó

en la Bienal Internacional de Ilustraciones

de Teherán, en 1998 y en 2000 estuvo en el stand

de la Región de Cerdeña en la Feria del Libro

Infantil de Bolonia. A seguir, las ilustraciones

de “Il primo Natale di Pillo” Nicola Milano

Editore; dibuja uno de los mosaicos del “Juego

de la Oca” del proyecto “Nati per leggere” (2001);

Participa en varias exposiciones colectivas

y está presente en el catálogo “Fotografi

e illustratori in Sardegna”, Carlo Delfino

Editore. Ilustra el libro infantil “Facciamo

l’Italia”, ediciones Palabanda y los cuentos

de “Animali e Altre Bestie di Sardegna”, textos

de Patrizia Boi, publicados en “Tottus in Pari”.

Bettina Diana Pitzurra

Ha nacido en Cagliari, se ha licenciado

en la escuela secundaria clásica “G. Manno”

en Alghero y en literatura y filosofía en Cagliari.

Después de ayudar en el Departamento de Historia

del Teatro y las Artes Escénicas de la Universidad

de la ciudad, se dedica a enseñar primero

en las escuelas intermedias y luego

en los Institutos de Educación Superior.

Tras una larga experiencia en las escuelas

del norte de Italia en los años 80, regresa

a Cerdeña y en Cagliari funda el centro

artístico AKROPOLIS.

Colabora con numerosos festivales y eventos

culturales especializados en la historia

y la cultura de Cerdeña, un tema que actualmente

imparte en el Instituto Agrícola “G. Dessì”

de Villaputzu-Muravera en Sarrabus, gracias

a su enseñanza gratuita.



Nicola Dessi

Pierangela Defrassu

Isabel Citro

María Benítez Ramírez

Ha nacido en Carbonia, se ha licenciado

Ha nacido en Oristano, se ha licenciada

Traductora e intérprete de alemàn, español

(Las Palmas de Gran Canaria, 1971) es en la

en Arqueología prehistórica y protohistórica,

en Literatura Clásica y especializado

e italiano. Ha nacido en Frankfurt (Alemania)

actualidad profesora doctorada de Lengua

y en la Escuela de Especialización en Patrimonio

en Arqueología en la Universidad de Cagliari,

de madre andaluza y padre campano (Sur Italia).

y Literatura Españolas en el Bachillerato

Arqueológico de la Facultad de Letras y Filosofía

ha participado como colaborador

Despues de los estudios, trabaja durante unos

Nacional así como Internacional en el Colegio

de la Universidad de Cagliari. Especializado

de la Superintendencia Arqueológica

años, como corresponsal extranjera en gigantes

Bilingüe ARENAS SUR de dicha ciudad. Su

en arqueología prehistórica y civilización

en numerosas campañas de excavación

químicos internacionales. A lo poco más de veinte

campo de actuación es el enfoque de la

nurágica, ha realizado y participado

en diferentes centros de Cerdeña.

años, se muda a Salerno (Italia), y trabaja en varias

Literatura española y universal en los niveles

en excavaciones arqueológicas en Italia

Se trata de la verificación del interés

compañías como intérprete y traductora.

de enseñanza superior así como la didáctica

y en el extranjero, publicando diversos

arqueológico para apoyar la planificación

Desde el año 2000 vive en Cerdeña.

del Español como Lengua Extranjera. Su

artículos científicos y populares. Trabaja para

de obras públicas. También se dedica

De profesional independiente, se relaciona

amplia experiencia en este sector le ha

acercar una gran audiencia a la historia antigua

a enseñar lo antiguo para adultos y, sobre

como corresponsal extranjera y colabora

llevado a ser traductora de varios libros

de Cerdeña, por lo tanto, durante años ha estado

todo, para niños y jóvenes con la creación

en la organización de eventos culturales entre

escritos por experto en acupuntura Pedro

tratando con la difusión arqueológica a

y animación de talleres que promueven

Cagliari, Sassari, Porto Torres y Alghero.

Fleitas González. Igualmente es especialista

organismos públicos y privados, televisión, radio,

el interés en la arqueología y la historia

En 2006 se muda a Santa Teresa Gallura.

en el estudio de la Toponimia de la isla de

escuelas y bibliotecas que realizan programas

de Cerdeña. Profundamente vinculada

Trabaja durante varias temporadas en la oficina

Lanzarote y cuya investigación supuso su

y talleres. También opera en el sector del turismo

al territorio de Sorradile (donde pasó

municipal de turismo y en la recepciòn de hoteles.

investidura como Licenciada en Filología

arqueológico. Escribe libros populares,

su infancia), asume la responsabilidad

Se encarga de la traducciòn al italiano del libro

Hispánica.

recientemente ha publicado un texto sobre

de la exposición arqueológica “Su Monte”

bilingüe italiano-alemán “Tiscali, “del escritor-

prehistoria dedicado a los niños “La Preistoria

conectada al santuario nurágico homónimo

escultor Hasso Neuman. Actualmente, se dedìca

della Sardegna: dal Paleolitico all’età del Rame”.

que domina las orillas del lago Omodeo.

a la secretaría organizativa para eventos culturales

y artísticos, coopera en la gestión de la actividad

cinematogràfica del pueblo y realiza

traducciones juradas en español y alemán.



Filosofía del labor y agradecimientos

Esta historia nació para contar a los niños las Janas, y los sitios antiguos donde viven

en la imaginación colectiva de un pueblo, asì como yo me las he imagìnado muchas veces cuando

me he encontrado en la Domus de Janas, lugares encantados de nuestra tierra donde todo es tan

visionario, los gigantescos granitos, el trabajo de aquellos que cavaron estas rocas, que uno

no se sorprendería de nada, como les sucede a los niños, y agradezco a Alessandra Murgia por traducir

en muy bellas imágenes estas fantasías mías. Pero también me gustaría ofrecer un punto de partida

para la reflexión sobre el tema de la lengua sarda, nuestra historia, aspectos culturales y de

identidad y, en este sentido, agradezco a Elisabetta Pitzurra por su conmovedor prefacio.

La cuestión del idioma no ha sido fácil, al final optamos por las dos macro variantes más utilizadas

en Cerdeña, las que hacen posible que todos los sardos se entiendan de norte a sur, teniendo en cuenta

los antecedentes culturales y lingüísticos de los traductores y de la escritora.

Así que en la versión campidanesa se escucharàn las influencias del sulcitano, mientras que en

el logudorese encontraremos algunas influencias del Marghine o mejor del dualchese.

Agradezco a Guido Cadoni y Antonella Licheri por haberme apoyado y ayudado en este difícil “labor”,

creyendo en ello de la misma manera, y los arqueólogos Nicola Dessì y Pierangela Defrassu

por su contribución histórica. El idioma, junto con la historia, representa la identidad de un pueblo,

por lo que también es importante seguir hablarlo y hablar sobre él. Agradezco a todo el equipo que

ha trabajado en este proyecto y a todas las organizaciones que lo han apoyado.

Sabrina Barlini

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