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Gobiernos de todo el mundo están elaborando políticas y leyes nacionales en materia deresiduos-e para hacer frente al creciente número de aparatos eléctricos y electrónicosque alcanza el final de su vida útil. En esas políticas se establecen planes o cursos deacción y se indica, con carácter no vinculante, aquello que las sociedades, institucioneso empresas pueden lograr. Las leyes se promulgan a escala nacional o municipal y suaplicación incumbe a los organismos reguladores. En los reglamentos se especifica elmodo en que los organismos reguladores aplican las leyes.No obstante, incluso en países en los que se promulgan políticas jurídicamente vinculantes,la aplicación de las mismas sigue siendo fundamental. En la Unión Europea, por ejemplo,la gama de residuos-e recogidos se paragona con los productos comercializados y oscilaentre el 12% en Malta, el 26% en Chipre, el 56% en Suecia, el 58% tanto en Polonia comoen Austria y el 61% en Hungría. Solo Estonia (82%) y Bulgaria (79%) superan el objetivojurídicamente vinculante del 65%, establecido de consuno en la Unión Europea (datos deSCYCLE, no publicados).44%2014población amparada porleyes, políticas oreglamentos61 paísesamparados por leyes,políticas o reglamentos66%2017 2019población amparada porleyes, políticas oreglamentos67 paísesamparados por leyes,políticas o reglamentos71%población amparada porleyes, políticas oreglamentos78 paísesamparados por leyes,políticas o reglamentosEn octubre de 2019, 78 países contaban con una ley, una política o un reglamento aplicablea los residuos-e. En consecuencia, el 71% de la población mundial se hallaba al amparode uno de estos instrumentos, lo que supone un aumento del 5% con respecto al 66%registrado en 2017. No obstante, la tasa de cobertura puede llevar a engaño, pues da laimpresión de que queda poco por hacer en cuanto a la reglamentación de la gestión de losresiduos-e: en muchos países, las políticas son estrategias meramente programáticas, esdecir, desprovistas de un carácter jurídicamente vinculante. Por ejemplo, en el conjuntode África y Asia, 19 países disponen de leyes en materia de residuos-e jurídicamentevinculantes, 5 países disponen de políticas sobre residuos-e y leyes no vinculantes, y 31países disponen de políticas en fase de desarrollo (GSMA, 2020).El hecho de disponer del mejor marco político o reglamentario del mundo no significanada, a menos que este prevea metas factibles y se aplique de forma efectiva.Lamentablemente, esas circunstancias no concurren con frecuencia y los sistemasglobales de gestión de los residuos-e de muchos países no cuentan con la financiaciónadecuada, si es que reciben alguna.Desde la publicación del Observatorio mundial de los residuos electrónicos 2017, losencargados de la formulación de políticas de diversas economías industrializadas yemergentes han seguido centrando gran parte de su labor normativa y legislativa enla elaboración de planes de financiación y sensibilización en favor de la participacióntanto del sector privado como de los consumidores particulares. En este caso, elobjetivo es elevar las tasas de recogida y reciclado y generar los ingresos necesariospara sufragar los costes de tratamiento. La mayoría de los instrumentos legislativos secentra en la recuperación de recursos a través del reciclaje y la adopción de medidas quecontrarresten la contaminación ambiental y las repercusiones en la salud de las personasde los aparatos que han alcanzado el final de su vida útil. Hasta la fecha, las iniciativas dereducción de los residuos-e y de reparación y reutilización sustantivas de los AEE hantenido un alcance limitado.Desde la publicación del Observatorio mundial de los residuos electrónicos 2017, cadavez más políticas, leyes y reglamentos derivados en materia de residuos-e abordanaspectos de diseño y producción más sofisticados y dejan de centrarse en los aspectosestrictamente curativos de la gestión de los residuos. Las consideraciones que antecedenestán en consonancia con las crecientes iniciativas políticas mundiales en pro de unaeconomía circular. Asimismo, en respuesta a las previsiones más recientes en cuanto alaumento de los residuos-e en 2050 y 2100 (Parajuly et al., 2019), incluida la posibilidadde que el volumen de residuos-e que se genera anualmente se multiplique por más de dosen los próximos 30 años, es necesario reconsiderar los enfoques actuales o, al menos,aplicar con firmeza las leyes y los reglamentos vigentes.Capítulo 6. Legislación y movimiento transfronterizo de residuos-e51