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Todo este trabajo fue posible gracias a que desde
joven tuvo la oportunidad de asistir a la Casa de la
Cultura Oaxaqueña y trasladarse al estado de Querétaro,
donde se relacionó con un grupo de artistas
entre ellos, pintores, músicos, escritores y poetas,
quienes se convirtieron en maestros y amigos. A su
regreso a Oaxaca continuó llevando a cabo actividades
aisladas de pintura, serigrafía y trabajos sencillos
en madera, lo que le permitió obtener algunos premios.
En los últimos años, retomó con mayor seriedad
las disciplinas y comenzó impartir a niñas, niños,
adolescentes y adultos, talleres de pintura, cerámica
y elaboración de lámparas de papel, siendo invitado
por diferentes dependencias e instituciones. Esto le
permitió llenarse de energía, retroalimentarse y establecer
su propio taller, en donde la cerámica intervenida
fue la técnica que le permitió exponer sus piezas
en varios lugares de la capital, algunas comunidades,
la Ciudad de México y que las esculturas fueran apreciadas
por personas de otros países.
Su mayor fuente de inspiración y quién influyó de
manera determinante en su vida fue su hermano Óscar
Martínez Galindo, un apasionado de la naturaleza
y del arte prehispánico; así como el artista queretano
Julio Castillo, con quien disfrutó de muchas aventuras
y aprendizajes artísticos que lo han llevado a recorrer
un extenso camino por el arte, compartiendo sus
saberes con personas interesadas en éste, principalmente
con jóvenes.
Asimismo, su estudio se ha convertido gracias a
esfuerzo, dedicación y empeño en la cuna de historias,
enseñanzas y de sus más características creaciones,
los Xacos. Estas esculturas son personajes elaborados
con barro que pasan un proceso de cocimiento,
para después ser intervenidos con materiales diversos,
ideas y colores característicos, inspirados en la
cultura oaxaqueña.
La palabra Xaco, según cuenta el artista Daniel
Martínez Galindo, se genera en una conversación con
el compositor y músico queretano Juan Carreón que
al cuestionarlo por el nombre de sus personajes y al
no encontrar respuesta de su parte; le sugirió nombrarlos
Xacos. Este nombre fue considerado apropiacreció
en un ambiente lleno
de inspiración y creatividad