Mente Intangible

En ese orden de ideas, se debe tener en cuenta que el
uso de colores específicos va más allá de un gusto. La
elección de cada color representa una experiencia, la
cual puede ser un momento de infancia con conexión
a lo vivido. Es entonces cuando se menciona que los
colores no tienen un significado, son las conexiones las
que le dan el significado y el cual permiten percibirlo
de cierta manera. Asimismo, abarcar la regla de la
psicología de la percepción, la cual indica que “solo
vemos lo que sabemos”. (Heller, 2008) Inclusive sabiendo que
la elección es individual según el artista, cada color
genera un efecto universal, llevando a las personas a
relacionar los colores con las emociones.
El color es más que un fenómeno óptico y que un medio
técnico. Los teóricos de los colores distinguen entre
colores primarios- rojo, amarillo y azul-, colores
secundarios – verde, anaranjado y violeta- y mezclas
subordínales, como rosa, gris o marrón. También
discuten sobre si el blanco y negro son verdaderos
colores, y generalmente ignoran el dorado y el
plateado- aunque, en un sentido psicológico, cada uno
de estos trece colores es un color independiente que no
puede sustituirse por ningún otro, y todos presentan la
misma importancia
(Heller, 2008)
De esta manera, la autora Even Heller realizó
un estudio sobre la percepción del color en
las personas para su libro “Psicología del
color”, donde mostró las diferentes
perspectivas que dan los colores, así como
las conexiones que tienen con los
sentimientos. En efecto, ella evidencia que
pueden ser percibidos dependiendo de las
experiencias vividas por cada uno. A
partir de este empecé a analizar el uso del
pigmento de cada pieza, así como lo que
está representando. Para el desarrollo de
“Mente Intangible” el uso del color fue el
elemento principal, ya que, son estos los que
le dan una interpretación a lo que siento. Es
así como la elección de cada uno de los
colores representa lo siguiente:
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