Carmilla libro Au
La historia nos presenta a Laura, una joven aislada junto con su padre en un castillo de Estiria. Sueña con tener una verdadera amistad y compartir con ella sus desvelos y alegrías. Una noche de luna llena, un misterioso carruaje llega al castillo, y tras varias vicisitudes, el cabeza de familia ofrece hospedaje a la más pequeña de los integrantes del mismo, mientras que los demás misteriosos ocupantes deben continuar su apresurado viaje. Laura es feliz junto con su nueva amiga Carmilla durante los días posteriores, hasta que una noche tiene una pesadilla tan vívida que despierta sobresaltada y con un fuerte dolor en el cuello. A partir de ese día, su salud se va debilitando y, paralelamente, su queridísima amiga muestra cambios en su personalidad y desaparece misteriosamente durante largos periodos de tiempo a lo largo día...
La historia nos presenta a Laura, una joven aislada
junto con su padre en un castillo de Estiria.
Sueña con tener una verdadera amistad y compartir
con ella sus desvelos y alegrías.
Una noche de luna llena, un misterioso carruaje llega
al castillo, y tras varias vicisitudes, el cabeza de familia
ofrece hospedaje a la más pequeña de los integrantes
del mismo, mientras que los demás misteriosos ocupantes
deben continuar su apresurado viaje.
Laura es feliz junto con su nueva amiga Carmilla durante
los días posteriores, hasta que una noche tiene una
pesadilla tan vívida que despierta sobresaltada y con
un fuerte dolor en el cuello.
A partir de ese día, su salud se va debilitando y,
paralelamente, su queridísima amiga muestra cambios
en su personalidad y desaparece misteriosamente
durante largos periodos de tiempo a lo largo día...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CARMILLA
estuvieran fuera del alcance de nuestros oídos. Observé cómo
que había tenido cuando hablaba unos momentos antes. Me
sorprendió mucho que mi padre no pareciera haber notado
el cambio. Me dio una curiosidad insaciable por saber
qué era lo que ella le estaba diciendo, prácticamente pegada a
su oído. Lo decía, además, con tanta intensidad, y tan rápido.
Estuvieron ocupados así durante dos minutos, o tres cuando
mucho. Terminada la conversación, ella se volteó y dando
unos cortos pasos llegó a donde yacía su hija en brazos de madame
Perrodon. Se arrodilló a su lado por un momento y le
susurró algo al oído, que madame suponía era una bendición.
Luego, de prisa, le plantó un beso en la frente e inmediatamente
se levantó, entró en el coche, la portezuela se cerró,
dos lacayos de elegantes atuendos subieron a ocupar sus puestos
en la parte de atrás, los jinetes acompañantes espolearon
sus bestias, los postillones soltaron latigazos, los caballos corcoveaban
antes de arrancar a un medio galope que amenazaba
con convertirse pronto en un galope veloz y el coche partió en
estampida con los dos jinetes auxiliares siguiendo por detrás al
mismo acelerado ritmo de todos.
14