Navidad 2017

38 FAMILIA Navidad 2017
Familia Melo-Pérez
“Sin Dios, este proyecto familiar
sencillamente sería imposible”
Fotos: Tabosky
Hace 19 años, Hamlet Amado Sánchez
Melo y Yeny Pérez decidieron darse el sí
para iniciar un proyecto de matrimonio
que hoy disfrutan a plenitud como la familia
Sánchez-Pérez, la que ha procreado
a cuatro hijos frutos del amor: Liam
Amado, de 14 años; Gabriella Amada,
de 12; Hamlet Amado, de 10; y Gabriel
Amado, de 7 años.
Hamlet Melo es diputado de la República,
representante de la provincia La
Altagracia por el Partido de la Liberación
Dominicana (PLD), y Yeny es egresada
de la Universidad Iberoamericana
(Unibe), con el título de Administración
de Empresas Turísticas y Hoteleras, con
concentración en Dirección de Empresas
Turísticas, Sostenibilidad y Gestión
de la Calidad, en el CETT, de Barcelona,
España.
“Ya son 19 años desde que dijimos sí a
esta travesía, donde nos hemos apoyado
mutuamente, hemos crecido, nos hemos
caído pero juntos nos levantamos,
hemos aprendido a ceder, a convivir
con nuestras fortalezas y debilidades”,
expresan.
Cifran como algunos de los mejores
momentos de su vida matrimonial, el
nacimiento de sus hijos, de lo cual expresan
que cada uno ha marcado una
etapa con diferentes matices en sus vidas
y en la de sus familiares.
Como toda familia, han tenido que
atravesar situaciones apremiantes, de
las cuales, con amor y fortaleza han podido
superar. Es el caso de en el inicio
de su vida matrimonial haber perdido
los primeros tres embarazos. “Fueron
procesos que marcaron, nos unieron y
sacaron a flote nuestra fragilidad humana
y la grandeza de Dios. En otro
momento nuestro hijo Hamlet Amado,
a sus tres meses de edad atravesó un
episodio muy crítico de salud al adquirir
una bacteria en la piel de su rostro,
fueron momentos muy angustiosos que
sin el favor de Dios y sin nuestra perseverancia
y fe no hubiéramos podido
superar”, expresan.
Agradecen a Dios la fortuna de estar
sanos y poder abrazarse, jugar, reír y
hacer cosas pequeñas pero significativas
que los unen cada día, “pero nuestros
momentos más enriquecedores es
cuando oramos en la mesa todos juntos,
y al dormir agradecemos por cada pequeño
detalle que Dios ha tenido con
nosotros”.