Revista " Este de Madrid" (1991-2011) - Archivo de Arganda del Rey ...

ROMPIENDO MOLDES
El cacheo policial
Ante los numerosos cacheos que realizan las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado, y la confusión existente sobre su legalidad
o no del mismo , este artículo va dirigido a precisar una serie
de cuestiones. En primer lugar es incuestionable la legalidad del
cacheo policial y así viene recogido en la Ley 1/1992 sobre Protección
Ciudadana y en el artículo 282 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal. Ahora bien al afectar dicho cacheo a derechos fundamentales
reconocidos en la Constitución como es el derecho a la
dignidad de la persona y a la integridad física y moral y el derecho a
la intimidad personal, habrá que precisar y concretar los requisitos
y formas para ejecutar un cacheo legalmente. El Tribunal Supremo
se ha pronunciado sobre los cacheos y registros realizados por
parte de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, estableciendo
los requisitos necesarios para garantizar la legalidad
del registro personal mediante cacheo externo, así establece: “El
derecho a la integridad física no está afectado por el cacheo. La mínima
intervención corporal que el cacheo supone excluye toda
idea de riesgo para la integridad física del interesado. En cuanto al
derecho a la intimidad, queda preservado si se cumplen tres condiciones:
que el cacheo se realice por alguien del mismo sexo ....,
que según la intensidad y alcance corporal del cacheo se haga en sitio
reservado; y que se eviten posturas o situaciones degradantes o
humillantes”.
Dicho lo anterior me voy a referir específicamente al Registro
corporal, esto es la la investigación corporal que realizan la Fuerzas
y Cuerpos de Seguridad del Estado y que va encaminada a encontrar
objetos, sustancias, etc escondidos en el cuerpo de alguien, ya
sea en la superficie del mismo, o en zonas más íntimas.
En este último caso es indudable que cualquier Registro en esas
zonas más íntimas supone una intromisión en la intimidad de la
persona que, en algunos casos, según el método empleado pueden
afectar a su derecho a un trato no degradante. Ahora bien existen
circunstancias en la que se pueden realizar cacheos corporales
para detectar objetos o sustancias escondidos.
La doctrina jurisprudencial ha establecido que está totalmente
prohibido realizar cacheos arbitrarios, por lo que para determinar
la legalidad y validez del cacheo, deben cumplirse los siguientes requisitos:
1º.- Fundadas sospechas parar realizar el cacheo. ( Es decir que
el agente actuante tenga sospechas fundadas que la persona objeto
de cacheo pueda portar objetos os substancias escondidos). 2º.-
Identidad de sexo del agente con la persona objeto de cacheo. 3º.-
Realizarlo en lugar reservado o apartado ( si se realiza en la vía pública,
tras un seto por ejemplo, donde se preserve la intimidad y no
a la vista de otras personas), y sin que exista un trato que pudiera
ser considerado inhumano o degradante hacia la persona cacheada.
La practica de cualquier otro tipo de registro corporal no externo,
como puede ser un cacheo integral o al desnudo de la persona, suponen
una intromisión en el derecho a la intimidad de ésta, que
exige el consentimiento expreso y explícito del interesado.
En mi opinión y visto lo anterior, para determinar si el legal el
cacheo deberíamos determinar que consideramos como “Fundadas
sospechas para realizar el cacheo”, ya que ello dependerá del
agente actuante y del “modus operandi” de la persona objeto de
cacheo. Aquí surge la problemática ya que aunque molesto en prevención
de actividades delictivas y aunque molesto todos somos
susceptibles de ser cacheados en cualquier momento, si para el
agente actuante existieran esas sospechas fundadas. No obstante
ello tampoco supone dar carta
de legalidad a actuaciones desproporcionadas
y arbitrarias que
se producen, en raras ocasiones
por algunos agentes, al amparo
de la prevención de actividades
delictivas y en aras a la seguridad
de la colectividad.
ANA MARÍA
MARTÍN
BERMÚDEZ
(Abogada)