Listín Diario 20-09-2022
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SANTO DOMINGO, RD. MARTES, <strong>20</strong> DE SEPTIEMBRE DE <strong>20</strong>22<br />
11<br />
La República<br />
Enfoque<br />
ANGEL LOCKWARD<br />
Santo Domingo, RD<br />
Como un estado<br />
de guerra<br />
civil de<br />
baja intensidad<br />
ha calificado<br />
el Presidente Luis Abinader<br />
la situación en Haití,<br />
un Estado fallido que no ha<br />
logrado sobreponerse a la<br />
caída de la dictadura Duvalier<br />
hace 36 años, desde<br />
cuándo – golpes de Estado<br />
e inestabilidad – ha sido la<br />
norma hasta caer en forma<br />
absoluta, en la situación actual<br />
de ingobernabilidad.<br />
En medio de un agotamiento<br />
hemisférico sobre<br />
el tema haitiano, luego de<br />
inversiones millonarias –<br />
multilaterales de ONU y<br />
de bilaterales - durante décadas,<br />
que no han logrado<br />
ni siquiera atenuar los<br />
problemas más graves - el<br />
Presidente dominicano ha<br />
indicado esta semana en<br />
Washington – certeramente<br />
- que esa situación es una<br />
amenaza a la seguridad nacional.<br />
No debemos olvidar que<br />
Haití, es el hermano siamés<br />
del que política y militarmente<br />
nos separamos en<br />
1844 por nuestras profundas<br />
diferencias culturales<br />
de origen, empero de quien<br />
jamás podremos hacerlo<br />
geográficamente, además<br />
de ser un importante socio<br />
Haití y la seguridad<br />
nacional dominicana<br />
HAITÍ ES EL<br />
HERMANO SIAMÉS<br />
DEL QUE POLÍTICA<br />
Y MILITARMENTE<br />
NOS SEPARAMOS EN<br />
1844<br />
comercial y, que fruto de los<br />
cambios económicos y sociales<br />
del siglo XX en ambos estados,<br />
tanto durante la dictadura<br />
de Trujillo (1930-61),<br />
como en ocasión de su caída,<br />
exceptuando un pequeño<br />
periodo (1961-86) – fruto de<br />
una clase política más madura<br />
y de un empresariado más<br />
comprometido - logramos<br />
adelantarnos bastante en el<br />
camino del desarrollo creciendo<br />
– en promedio (1966-<br />
<strong>20</strong>21) más de un 5.5% durante<br />
46 años, mientras que<br />
ellos empobrecieron más cada<br />
año.<br />
Los “amigos de Haití” – Venezuela,<br />
Francia, Canadá y<br />
USA - están cansados de intentar<br />
ayudarlos y desilusionados<br />
porque allí, todo,<br />
menos lo correcto, se ha intentado<br />
sin resultados. Ninguna<br />
nación desea, ni siquiera,<br />
facilitar soldados para una<br />
pacificación que es requisito<br />
previo a cualquier plan de<br />
recuperación y, desde luego,<br />
nadie se anima a seguir votando<br />
dinero en ese hoyo negro<br />
de desorden y miseria.<br />
Estar de este lado de la<br />
frontera, como país, ya es un<br />
riesgo de seguridad pues, debiendo<br />
vernos como amigos<br />
y aliados, nuestra prosperidad<br />
relativa nos convierte en<br />
un peligro y la historia, nos<br />
confirma como un enemigo:<br />
esa no es una realidad que<br />
podamos cambiar, nuestros<br />
últimos gobiernos, todos, Hipólito,<br />
Leonel y Danilo, hicieron<br />
de todo para mejorar<br />
nuestras relaciones y convertirnos<br />
en un hermano cercano<br />
y colaborador en sus frecuentes<br />
desgracias, naturales<br />
y políticas; el resultado ha sido<br />
más odio.<br />
Las relaciones binacionales<br />
durante el siglo pasado<br />
estuvieron determinadas<br />
por la invasión norteamericana<br />
a ambas repúblicas, Haití<br />
(1915) y República Dominicana<br />
(1916), luego por la<br />
impronta de Trujillo con el<br />
“Corte” y su influencia en los<br />
gobiernos haitianos y, cuando<br />
tras su muerte se instaura<br />
la democracia, por la crisis diplomática<br />
de abril de 1963,<br />
entre Bosch y Duvalier, tras la<br />
irrupción en la Embajada dominicana<br />
en Puerto Príncipe<br />
de Ton Tons Macoute y, luego<br />
de la Guerra de Abril de<br />
1966, por la figura pálida pero<br />
firme de Joaquín Balaguer<br />
quien mantuvo una relación<br />
cordial con la dinastía gobernante<br />
en aquel lado.<br />
La llegada al poder 1991<br />
de Jean Bertrain Aristide, ex<br />
sacerdote que había estudiado<br />
acá, exhibiendo un anti<br />
dominicanismo xenófobo,<br />
exacerbó los ánimos y eso, no<br />
mejoró con su destitución en<br />
1993, sino hasta que llegó a<br />
la Presidencia Rene Preval,<br />
único espacio de cierto consenso:<br />
el primero todavía con<br />
algo de influencia, está retirado,<br />
el segundo, falleció y sin<br />
lideres a la vista, Puerto Príncipe<br />
y el resto de esa nación,<br />
es territorio del caos bajo el<br />
control de las bandas armadas<br />
fruto de la pésima decisión<br />
de disolver el Ejercito en<br />
1996, única institución haitiana<br />
existente desde 1804.<br />
Esa “Caldera del Diablo” para<br />
citar un título conocido que<br />
da idea de la situación, constituye<br />
ciertamente, un peligro a<br />
la seguridad nacional, primero,<br />
porque en el Gobierno dominicano<br />
no existe ningún<br />
servicio de inteligencia que<br />
provea información confiable<br />
sobre la situación y su evolución.<br />
Segundo, porque allí no<br />
quedan embajadores que negocien<br />
entre las partes en conflicto,<br />
de hecho, no hay partes<br />
en conflicto político pues no<br />
quedan dirigentes que sirvan<br />
LAS RELACIONES<br />
BINACIONALES<br />
DURANTE EL<br />
SIGLO PASADO<br />
ESTUVIERON<br />
DETERMINADAS POR<br />
LA INVASIÓN DE LOS<br />
ESTADOS UNIDOS<br />
de interlocutores, es una guerra<br />
fratricida – desordenada y<br />
caótica - de todos en contra de<br />
todos en medio de anarquía y<br />
la miseria más extrema, sin solución<br />
a la vista.<br />
En el marco de esa realidad<br />
dantesca terrible cualquier<br />
error político del Gobierno<br />
de este lado puede<br />
tener efectos terribles, a corto<br />
y mediano plazo; en Haití,<br />
con una clase política extremadamente<br />
fragmentada,<br />
contaminada con las bandas<br />
de secuestradores y narcotraficantes,<br />
de influencia territorialmente<br />
muy limitada, uno<br />
de los pocos temas que une a<br />
algunos, es el anti-dominicanismo.<br />
Muchos creemos que<br />
Claude Josep, ex primer Ministro,<br />
igual que los líderes<br />
de bandas haitianas, no merecen<br />
visitar nuestro país –<br />
que siempre ha sido la tierra<br />
del asilo de todos los haitianos,<br />
políticos, empresarios<br />
y simples braceros -, él lleva<br />
a diario una campaña injusta<br />
y despiadada nuestra contra,<br />
pero quizás no hacía falta<br />
una disposición presidencial,<br />
bastaba una instrucción a los<br />
consulados y oficinas de migración:<br />
Lo correcto se hace<br />
con sabiduría, no con inteligencia,<br />
pues le hemos dado<br />
a un enemigo gratuito no sólo<br />
una bandera de lucha, sino<br />
que le hemos colocado al<br />
frente de una turba, pequeña,<br />
pero compacta con un tema<br />
que une a un sector haitiano,<br />
en momentos en que<br />
como dijo nuestro Presidente,<br />
existe un riesgo de seguridad<br />
nacional.<br />
No está en el espacio de lo<br />
inimaginable que un día cualquiera<br />
grupos con decenas de<br />
miles de haitianos hambrientos,<br />
desesperados, con ancianos,<br />
mujeres y niños, dirigidos,<br />
marchen a la frontera, desarmados,<br />
buscando cruzar al lado<br />
verde de la isla poniendo<br />
en la obligación de intervenir<br />
– para preservar el territorio<br />
como es su deber - a nuestros<br />
soldados: No creo que el Ministerio<br />
de Defensa tenga un previsto<br />
un plan de contingencia<br />
para algo así.<br />
Si el lector no cree esta posibilidad<br />
de afectación de nuestra<br />
seguridad nacional, debería<br />
bastar con mirar las noticias de<br />
13 los mil haitianos que desde<br />
México, a miles de kilómetros<br />
de distancia, intentaron cruzar<br />
la frontera con Estados<br />
Unidos en donde durante<br />
días acamparon: Las imágenes<br />
de la policía fronteriza<br />
dispersándolos a caballo<br />
con látigos recorrieron<br />
el mundo y forzaron al Gobierno<br />
norteamericano a<br />
una disculpa ¡Imagínense<br />
si sucede acá!<br />
Con más de dos millones<br />
de haitianos en nuestro territorio,<br />
dispersos sin localización,<br />
ubicados en decenas<br />
de bateyes, barriadas y ghetos<br />
basta un altercado entre<br />
un nacional haitiano y uno<br />
dominicano – incluso provocado<br />
intencionalmente – para<br />
encender la mecha de un<br />
desorden civil difícil de controlar<br />
en todo el país para el<br />
que desde luego, el Ministerio<br />
de Interior y Policía, no<br />
tiene un plan de contingencia:<br />
Si les parece exagerado<br />
ruego que lean sobre “la noche<br />
de los cuchillos”, cuando,<br />
en 1804, en una sola noche<br />
en todo Haití, en busca de su<br />
espacio político, los haitianos<br />
mataron en menos de doce<br />
horas a los 25 mil blancos<br />
en que descansaba la colonia<br />
más rica de Francia, que desde<br />
entonces se llama República<br />
de Haití, la más pobre<br />
de América.