SALA BAÑO 230-AGOSTO

La normativa medioambiental está cambiando
de forma intensa, en un proceso que se va a
acelerar de ahora a 2026. Además, todo ello
llega en paralelo a una sensibilidad social
creciente en materia de sostenibilidad. Y los
competidores van a tratar de arañar terreno
capitalizando esta tendencia.
ANDIMAC # NUEVA LEY DE RESIDUOS
Con la entrada en vigor de la ley
7/22 de 8 de abril de residuos
y suelos contaminados para una
economía circular, comenzó
un proceso para reducir al
mínimo los efectos negativos
de la generación y gestión de
los residuos en la salud humana y el medio
ambiente.
¿Y en qué afecta esta ley a los
productores y distribuidores de muebles y
componentes del universo del baño?
Una de las principales novedades, y en la
que nos centramos hoy, es en la ampliación
de la Responsabilidad Ampliada del
Productor (RAP), es decir, la normativa por la
que los productores (¡ojo! Un distribuidor de
materiales también puede ser considerado
productor) deben asumir la responsabilidad
de gestionar los residuos que pueden
generar nuestros productos.
Según la nueva ley, ahora los productos
deben diseñarse de forma que se reduzca su
impacto ambiental, pero debemos ampliar la
visión no solo al producto en sí (por ejemplo,
un lavabo, un sanitario o una grifería), sino
a todo lo que le acompaña, es decir, sus
envases y embalajes (caja, protector de
plástico…). En definitiva, con esta ley se tiene
en cuenta todo el ciclo de vida del producto.
Por tanto, una buena práctica
de cumplimiento y apuesta por la
competitividad es integrar en el control
de gestión esta visión completa de los
materiales y de sus residuos futuros, para
que sean tratados de la forma adecuada,
con el fin de que su impacto en el medio
ambiente sea mínimo o incluso nulo.
Además, cabe estudiar cómo establecer
sistemas de depósito, devolución y retorno
(SDDR) que garanticen la devolución de
los envases reutilizables y del producto
sustituido para su reutilización o del residuo
para su tratamiento, con el fin de reducir
considerablemente el impacto en la huella
de carbono y que su impacto en el medio
ambiente sea mínimo o incluso nulo.
Estas novedades en la gestión de los
envases y embalajes están ya aprobadas y en
vigor. De hecho, los productores de estos
envases ya tienen que apuntarse este año
en el registro integrado industrial y declarar
los envases puestos en el mercado en 2021
y 2022.
Pero, además, la Ley 7/2022 prevé otras
áreas de gestión de residuos para las que
debemos estar preparados, ya que nos
afectan directamente. Se trata de la gestión
de los voluminosos (como pueden ser los
muebles de baño), y los textiles (toallas,
cortinas de ducha, material textil y calzado
para profesionales, etcétera).
En estos dos casos (textiles y
voluminosos), está aún pendiente su
regulación a través de Reales decretos, que
se espera para 2024.
Respecto a los RCD o Residuos de
Construcción y Demolición, se espera
en 2024 una directiva europea que lleve
los RCD a la responsabilidad ampliada
del productor, y que se deberá trasponer
al ordenamiento jurídico español,
previsiblemente entre 2025 y 2026.
Es el momento de actuar
Nos encontramos por tanto en un
escenario muy complejo, ante el que
ya no es una opción no hacer nada.
Es responsabilidad de cada empresa
productora o distribuidora avanzar hacia la
sostenibilidad, ya no solo para cumplir con la
normativa y evitar sanciones; detrás también
hay una motivación reputacional importante
y una creciente palanca comercial, en
especial para mercados orientados al valor
añadido tanto en mercado profesional como
de usuario final.
Además, a partir de 2025, las empresas
van a verse perjudicadas en sus necesidades
financieras, de riesgo, acceso a determinados
proyectos, etcétera, si no son capaces
de satisfacer determinados criterios de
cumplimiento y buenas prácticas en materia
de sostenibilidad.
Por este motivo, desde Andimac ofrecimos
ya en 2022 a las empresas asociadas una
guía de buenas prácticas en la gestión de
los residuos propios que lanzaremos de
nuevo tras el verano. Y, ahora, acabamos
de lanzar un Sello de Compromiso con
la Sostenibilidad y la Economía Circular,
para ayudar a las empresas de distribución
y comercialización de materiales para la
edificación y rehabilitación en el buen hacer
en esta materia.
Y es que los distribuidores también tienen
su rol en la nueva Responsabilidad Ampliada
del Productor y aparecen como agente
en el Real Decreto de envases; y como
apuntábamos más arriba, no solo tenemos
que evitar sanciones, sino que debemos
ocuparnos de la gestión de residuos
bajo un método común que asegure una
correcta gestión de la información, medible,
comparable y por tanto creíble.
Podemos tener un rol mucho más potente,
pudiendo colaborar en los circuitos que se
establezcan de recogida selectiva. Debemos
poner en valor nuestros puntos fuertes,
como por ejemplo los aspectos ligados a la
logística y servicios a profesionales. De aquí
pueden surgir rentabilidades externas que,
por otra parte, competidores con recursos
económicos y humanos suficientes podrán
satisfacer de manera individual.
Y, por todo ello, debemos ponernos las
pilas desde ya. Llevamos muchos años
hablando de sostenibilidad y economía
circular como algo abstracto y complicado,
pero eso que veíamos tan lejano ya ha
llegado a nuestras empresas.
Desde Andimac
hemos creado
el Sello de
Compromiso con
la Sostenibilidad
y la Economía
Circular.
¡Más información,
aquí!
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