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HECHOS
Según los datos aportados por la Policía sobre el incendio del nº 20 del Paseo de La Habana, a escasos
metros del estadio Santiago Bernabéu, el fuego pudo ser provocado. La policía basó sus pesquisas en
un dato concluyente: se han hallado reactivos en la primera planta del edificio. Esta hipótesis de que el
incendio no fue accidental se ve reforzada por una grabación realizada la madrugada del fuego desde
una oficina de La Caixa, situada frente al bloque siniestrado. En las imágenes se puede ver a tres
personas que entran en el edificio. Tres minutos después, el mismo grupo abandona el portal con prisas.
Poco después se desatan las llamas, como indica una grabación tomada por unas cámaras de seguridad
de La Caixa.
En un principio, se consideró que el fuego fue fruto del mal funcionamiento del cuadro de la luz del
edificio: Parecía el típico fuego de madrugada. Un incendio que se descubre de manera tardía, que va
avanzando silenciosa pero muy rápidamente. La dotación de efectivos fue de 67 hombres y 17 coches,
dedicada sobre todo al salvamento de los inquilinos del edificio porque más daño humano hizo el humo
que las mismas llamas porque, por temor al fuego, la gente salió hacia los huecos de las escaleras y ahí
murieron atacadas por los humos tóxicos y la falta de oxígeno. Si los inquilinos del inmueble no
hubieran salido de sus casas y se hubieran asomado a la terraza, se habrían salvado.
El aviso de fuego fue recibido por los Bomberos hacia las 3.35 de la madrugada y por la magnitud de
las llamas el siniestro se originó una hora antes del aviso o incluso más. Debido a que las paredes del
vestíbulo estaban revestidas con madera, al igual que los rellanos de las escaleras, el fuego se propagó
con gran rapidez por la caja de escalera de los pisos exteriores, produciéndose lo que se conoce como
efecto chimenea, que provocó que las llamas ascendieran a gran celeridad.