Mayo 2004 - ANE Madrid
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UN 75 ANIVERSARIO<br />
EN el mes de <strong>Mayo</strong> es una hermosa<br />
costumbre honrar a<br />
nuestra Madre la Virgen con<br />
alegres romerías y emotivas sabatinas.<br />
Como se está celebrando este<br />
año el setenta y cinco aniversario de<br />
la Coronación de la Virgen de<br />
Guadalupe no está de más recordar<br />
el origen de esta imagen que, hoy<br />
como ayer, es un tesoro escondido<br />
entre las sierras de Guadalupe y to<br />
23<br />
do un símbolo en Extremadura y<br />
en los países de habla hispana.<br />
Los inicios de esta invención,<br />
que se nos narra en manuscritos<br />
que aún se conservan, está rodeada<br />
de prodigios que guardan un<br />
cierto paralelismo con los de su<br />
homónima mejicana.<br />
Un pastor cacereño, llamado<br />
Gil Cordero, encontró muerta una<br />
de sus vacas extraviada. Cuando<br />
se disponía a desollarla para recuperar<br />
su piel, la vaca se levantó<br />
y, en ese instante, recibió la aparición<br />
de la Virgen María. Ella le<br />
comunicó dónde se encontraba escondida<br />
su imagen, al tiempo que<br />
le pedía que transmitiese a los clérigos<br />
de Cáceres esa noticia y el<br />
deseo de que se levantase un templo<br />
en el lugar mencionado.<br />
Como prueba para que los clérigos<br />
creyesen al pastor se produjo la<br />
resurrección del hijo que éste había<br />
dejado enfermo al salir de su casa y<br />
que, muerto en su ausencia, recuperó<br />
la vida en el momento en que la aparición<br />
tenía lugar. Avisados los clérigos<br />
y otras personas, se procedió a<br />
cavar en el lugar indicado por Gil<br />
Cordero, y allí apareció un sarcófago<br />
marmóreo con la imagen de la<br />
Virgen María y ciertas escrituras que<br />
garantizaban su autenticidad. Las escrituras<br />
no se conservan, pero sí parte<br />
del sarcófago: concretamente, la