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OBJETO 02 SILLAS DE OFICINA La cabina del Nuevo Discovery no salió de una hoja de papel en blanco, sino de un despacho vacío, en el que el ingeniero Rory Manning colocó siete sillas de oficina. “El Discovery anterior tenía una cabina increíblemente versátil”, recuerda Dave Hird, compañero de Rory. “Pero para encontrar la mejor solución no puedes limitarte a mejorar lo presente. Hay que dejar a un lado las soluciones conocidas y empezar a experimentar. Y eso es algo que no puede hacerse en abstracto. A veces viene bien alguna ayuda extra, como las sillas”. La cabina que terminaron diseñando Rory y su equipo es un pequeño prodigio de versatilidad, ya que consiguieron sentar a siete adultos en un vehículo de menos de cinco metros de largo, con prácticos compartimentos y conexiones USB en cada fila, complementos imprescindibles para las familias conectadas de hoy. Funcionalidad y versatilidad siempre han sido fundamentales en la fórmula del Discovery. Pero Rory, inconformista, planteó además la posibilidad de configurar los asientos al gusto de cada conductor desde una app para smartphone, pulsando un botón o tocando un icono en la pantalla táctil, sin necesidad de subir al vehículo y ajustarlo todo a mano. De sus elucubraciones nacería el revolucionario sistema Intelligent Seat Fold del Nuevo Discovery, una solución que Rory, Dave y el resto del equipo diseñaron con la inestimable ayuda de unas sillas de oficina, que les sirvieron para imaginar cómo podrían los usuarios configurar los asientos en el mínimo número de pasos posible. “Este es mi trabajo”, afirma Dave. “Mi misión es adaptar esta primera idea para incorporarla al vehículo definitivo”. Sin embargo, las hipótesis de Dave no terminan aquí: ¿y si en el asiento que queremos abatir hay algún objeto o una persona sentada? ¿Y si para configurar los asientos como queremos hay que moverlos todos a la vez? ¿Cómo podemos organizar la compleja coreografía necesaria para mover las tres filas al mismo tiempo? “Por eso decimos que es un sistema inteligente”, explica Dave. “Antes de diseñar algo así tenemos que decidir qué queremos, sin ponernos límites”. El resultado de este revolucionario planteamiento es una cabina igual de revolucionaria, aunque algunos ingenieros tuvieron que pagar un precio: quedarse sin silla durante un tiempo. Sin embargo, a la luz de los resultados, seguro que todos coinciden en que mereció la pena. 43