decoramos o instituto

LAS SONRISAS YA NO SON SINCERAS
Las sonrisas ya no son sinceras, miradas perdidas. Mi alma se desvanece, su amor me
esquiva y su calor se pierde entre el frío, fusiona sentimientos, ahora perdidos en la nada. El
olvido es cada vez más fuerte que el recuerdo, sus besos se van borrando en mi memoria;
tiempo perdido llevado por la decepción, y sólo
me queda dolor. Ilusiones que se escapan, es-
peranza enterrada en una equivocación, en pen-
sar en el éxito. Un sueño, un simple sueño
irrealizable. ¿Por qué cuando parece que todo
va genial, se tuercen las cosas?, ¿Por qué no
puedo vivir pensando que él también me ama?
Pasan los días y de manera monótona se repi-
te la misma situación, alegre de puertas ha-
cia afuera, pero al llegar a casa me apoyo en
una pared, desesperada y sin fuerzas termi-
no en el suelo derramando las mismas lágri-
mas de esta mañana, las mismas de ayer …
lágrimas de compasión, compasión de mí
porque ya no tengo ganas de seguir luchando, porque ya me cansé de esperar. Me adentro en
la más profunda indiferencia por seguir con vida. ¿De qué me sirve vivir, si nadie vive
conmigo? ¿De qué sirve sentir, si nadie a mi alrededor siente?
Ya nada me preocupa, no temo a nada y no me escondo de la muerte; ya no me importa
lo que pase, porque nada me rodea, porque estoy sola en medio de un desierto.
Anónimo