Formato PDF - Seminario Menor Santo Tomás de Villanueva (Toledo)
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Antífonas y oraciones <strong>de</strong> los domingos<br />
<strong>de</strong>l Tiempo Ordinario<br />
Domingo I<br />
Oración<br />
Muéstrate propicio, Señor, a los <strong>de</strong>seos y plegarias <strong>de</strong> tu pueblo; danos luz para<br />
conocer tu voluntad y la fuerza necesaria para cumplirla. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Domingo II<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Éste es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, que quita el pecado <strong>de</strong>l mundo. Aleluya.<br />
Año B: Fueron los discípulos, vieron dón<strong>de</strong> vivía Jesús y se quedaron con él aquel<br />
día.<br />
Año C: Había una boda en Caná <strong>de</strong> Galilea, y Jesús estaba allí, junto con María, su<br />
madre.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: El Espíritu bajó <strong>de</strong>l cielo como una paloma y se posó sobre Jesús.<br />
Año B: “Maestro, ¿dón<strong>de</strong> vives?” Jesús les dijo: “Venid y lo veréis.”<br />
Año C: Jesús, a petición <strong>de</strong> María, su madre, cambió el agua en el vino <strong>de</strong> la nueva<br />
alianza.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente<br />
la oración <strong>de</strong> tu pueblo y haz que los días <strong>de</strong> nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Juan, testigo <strong>de</strong> la luz, dijo: “Jesús es el Hijo <strong>de</strong> Dios.”<br />
Año B: Andrés dijo a Simón: “Hemos encontrado al Mesías.” Y lo llevó a Jesús.<br />
Año C: En Caná <strong>de</strong> Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció<br />
la fe <strong>de</strong> sus discípulos en él.<br />
Domingo III<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús proclamaba el Evangelio <strong>de</strong>l reino y curaba las enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l<br />
pueblo.
Año B: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino <strong>de</strong> Dios”, dice el Señor.<br />
Año C: Jesús entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en<br />
pie para hacer la lectura <strong>de</strong>l libro <strong>de</strong>l Profeta.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: “Convertíos, porque está cerca el reino <strong>de</strong> los cielos”, dice el Señor.<br />
Año B: “Convertíos y creed en el Evangelio”, dice el Señor.<br />
Año C: El Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí, me ha enviado para anunciar el<br />
Evangelio a los pobres.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, ayúdanos a llevar una vida según tu voluntad, para que<br />
podamos dar en abundancia frutos <strong>de</strong> buenas obras en nombre <strong>de</strong> tu Hijo predilecto.<br />
Que vive y reina contigo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Inmediatamente los discípulos <strong>de</strong>jaron las re<strong>de</strong>s y siguieron a Jesús.<br />
Año B: “Venid conmigo –dice el Señor-, y os haré pescadores <strong>de</strong> hombres.”<br />
Año C: Hoy se cumple esta Escritura que acabáis <strong>de</strong> oír.<br />
Domingo IV<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus<br />
discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles.<br />
Año B: Se quedaron asombrados <strong>de</strong> la doctrina <strong>de</strong> Jesús, porque enseñaba con<br />
autoridad.<br />
Año C: Todos se admiraban <strong>de</strong> las palabras que salían <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong> Dios.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Dichosos los limpios <strong>de</strong> corazón, porque ellos verán a Dios.<br />
Año B: Jesús Nazareno, el <strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Dios, ha visitado y redimido a su pueblo.<br />
Año C: Jesús, hablando en Nazaret, don<strong>de</strong> se había criado, dijo: “Ningún profeta es<br />
bien mirado en su tierra.”<br />
Oración<br />
Señor, concé<strong>de</strong>nos amarte con todo el corazón y que nuestro amor se extienda<br />
también a todos los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
Año B: La fama <strong>de</strong> Jesús se extendió por toda Galilea, y todos glorificaban a Dios.<br />
Año C: Querían matar a Jesús, pero él se abrió paso entre ellos y se alejaba.<br />
Domingo V<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Sed como la luz que alumbra a todos los <strong>de</strong> casa.<br />
Año B: Al anochecer, cuando se puso el sol, llevaron todos los enfermos y<br />
en<strong>de</strong>moniados a Jesús, y él los curó.<br />
Año C: La gente se agolpaba alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> Jesús para oír la palabra <strong>de</strong> Dios.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Vosotros sois la luz <strong>de</strong>l mundo; alumbre vuestra luz a los hombres, para que<br />
vean vuestras buenas obras y <strong>de</strong>n gloria a vuestro Padre que está en el cielo.<br />
Año B: Se levantó Jesús <strong>de</strong> madrugada, se marchó el <strong>de</strong>scampado y allí se puso a<br />
orar.<br />
Año C: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada;<br />
pero, por tu palabra, echaré las re<strong>de</strong>s.<br />
Oración<br />
Vela, Señor, con amor continuo sobre tu familia; protégela y <strong>de</strong>fién<strong>de</strong>la siempre, ya<br />
que sólo en ti ha puesto su esperanza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Vosotros, mis discípulos, sois la sal <strong>de</strong> la tierra y la luz <strong>de</strong>l mundo.<br />
Año B: Para eso he salido, para traer a todos el mensaje <strong>de</strong> la salvación.<br />
Año C: “Apártate <strong>de</strong> mí, Señor, que soy un pecador.” “No temas, Simón Pedro,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora serás pescador <strong>de</strong> hombres.”<br />
Domingo VI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino <strong>de</strong> los<br />
cielos.<br />
Año B: Jesús extendió la mano y tocó al leproso, e inmediatamente quedó limpio.
Año C: Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino <strong>de</strong> Dios. Dichosos los que<br />
ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Si, cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas <strong>de</strong> que tu<br />
hermano tiene quejas contra ti, <strong>de</strong>ja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a<br />
reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.<br />
Año B: “Señor, si quieres, pue<strong>de</strong>s limpiarme.” Jesús dijo. “Quiero: queda limpio.”<br />
Año C: Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.<br />
Oración<br />
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sencillos <strong>de</strong> corazón,<br />
concé<strong>de</strong>nos vivir por tu gracia <strong>de</strong> tal manera que merezcamos tenerte siempre con<br />
nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Quien cumpla y enseñe la ley será gran<strong>de</strong> en el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Año B: El leproso curado empezó a divulgar las maravillas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Año C: Dichosos vosotros, cuando proscriban vuestro nombre como infame, por<br />
causa <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong>l hombre. Alegraos ese día y saltad <strong>de</strong> gozo: porque vuestra<br />
recompensa será gran<strong>de</strong> en el cielo.<br />
Domingo VII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Rezad por los que os persiguen, así seréis hijos <strong>de</strong> vuestro Padre que está en<br />
el cielo”, dice el Señor.<br />
Año B: Llevaron a Jesús un paralítico; viendo la fe que tenían, dijo: “Hijo, tus<br />
pecados quedan perdonados.”<br />
Año C: A los que me escucháis os digo: “Amad a vuestros enemigos, haced el bien a<br />
los que los odian.”<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Dios, vuestro Padre, hace salir su sol sobre malos y buenos.<br />
Año B: El Hijo <strong>de</strong>l hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados.<br />
Aleluya.<br />
Año C: “Tratad a los <strong>de</strong>más como queréis que ellos os traten”, dice el Señor.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, conce<strong>de</strong> a tu pueblo que la meditación asidua <strong>de</strong> tu<br />
doctrina le enseñe a cumplir, <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> obra, lo que a ti te complace. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto.<br />
Año B: Cogió el paralítico la camilla don<strong>de</strong> estaba tendido, dando gloria a Dios.<br />
Todos, al verlo, daban gloria a Dios.<br />
Año C: “No juzguéis, y no os juzgarán; porque os van a juzgar como juzguéis<br />
vosotros”, dice el Señor.<br />
Domingo VIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Sobre todo buscad el reino <strong>de</strong> Dios y su justicia; lo <strong>de</strong>más se os dará por<br />
añadidura. Aleluya.<br />
Año B: Nadie echa vino nuevo en odres viejos; a vino nuevo, odres nuevos.<br />
Año C: Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su<br />
aprendizaje, será como su maestro.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: No podéis servir a Dios y al dinero; Dios es el único Señor.<br />
Año B: Cristo, Esposo y Señor <strong>de</strong> la Iglesia, quédate siempre con nosotros.<br />
Año C: No hay árbol sano que dé fruto dañado, ni árbol dañado que dé fruto sano.<br />
Oración<br />
Concé<strong>de</strong>nos tu ayuda, Señor, para que el mundo progrese, según tus <strong>de</strong>signios, gocen<br />
las naciones <strong>de</strong> una paz estable y tu Iglesia se alegre <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r servirte con una entrega<br />
confiada y pacífica. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Dios Padre, que alimenta a los pájaros <strong>de</strong>l cielo y hace crecer los lirios <strong>de</strong>l<br />
campo, ¿no hará mucho más por vosotros, sus hijos?<br />
Año B: En los días <strong>de</strong> tristeza, mientras el Esposo está lejos, no perdáis la esperanza:<br />
Cristo volverá.<br />
Año C: El que es bueno, <strong>de</strong> la bondad que atesora en su corazón saca el bien.<br />
Domingo IX<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: No todo el que me dice: “Señor, Señor” entrará en el reino <strong>de</strong> los cielos, sino<br />
el que cumple la voluntad <strong>de</strong> mi Padre que está en el cielo.<br />
Año B: El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado.
Año C: Jesús, a ruegos <strong>de</strong> los ancianos, se fue a casa <strong>de</strong>l centurión para curar a su<br />
criado.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: “El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica –dice el Señor-<br />
se parece a aquel hombre necio que edificó su casa sobre arena.”<br />
Año B: ¿No es lo más apropiado para un sábado hacer lo bueno y salvarle la vida a<br />
un hombre?<br />
Año C: Señor, no soy yo quién para que entres bajo mi techo; dilo <strong>de</strong> palabra, y mi<br />
criado quedará sano.<br />
Oración<br />
Señor, nos acogemos confiadamente a tu provi<strong>de</strong>ncia, que nunca se equivoca, y te<br />
suplicamos que apartes <strong>de</strong> nosotros todo mal y nos concedas aquellos beneficios que<br />
pue<strong>de</strong>n ayudarnos para la vida presente y la futura. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Juan, testigo <strong>de</strong> la luz, dijo: “Jesús es el Hijo <strong>de</strong> Dios.”<br />
Año B: Andrés dijo a Simón: “Hemos encontrado al Mesías.” Y lo llevó a Jesús.<br />
Año C: En Caná <strong>de</strong> Galilea, Jesús comenzó sus signos, manifestó su gloria, y creció<br />
la fe <strong>de</strong> sus discípulos en él.<br />
Domingo X<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús, al pasar, dijo a Mateo, el publicano: “Sígueme.” Él se levantó y lo<br />
siguió.<br />
Año B: “Una familia dividida no pue<strong>de</strong> subsistir”, dice el Señor.<br />
Año C: A la entrada <strong>de</strong> Naín, Jesús consoló a una madre viuda, diciéndole: “No<br />
llores.”<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Muchos publicanos y pecadores se sentaron a la mesa con Jesús.<br />
Año B: Todo se les podrá perdonar a los hombres, pero el que blasfema contra el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong> no tendrá perdón jamás.<br />
Año C: Se acercó Jesús al ataúd y dijo: ¡“Muchacho, levántate!” Y se lo entregó a su<br />
madre.<br />
Oración<br />
Oh Dios, fuente <strong>de</strong> todo bien, escucha sin cesar nuestras súplicas y concé<strong>de</strong>nos,<br />
inspirados por ti, pensar lo que es recto y cumplirlo con tu ayuda. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Misericordia quiero y no sacrificios: que no he venido a llamar a los justos,<br />
sino a los pecadores.<br />
Año B: El que cumple la voluntad <strong>de</strong> Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi<br />
madre.<br />
Año C: Un gran Profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo.<br />
Domingo XI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús, al ver a las gentes, se compa<strong>de</strong>cía <strong>de</strong> ellas, porque estaban extenuadas<br />
y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor.<br />
Año B: Jesús anunciaba el reino <strong>de</strong> Dios con muchas parábolas.<br />
Año C: Una mujer pecadora se puso a regar los pies <strong>de</strong> Jesús con sus lágrimas y se<br />
los ungía con perfume.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Señor, manda trabajadores a tu mies.<br />
Año B: El reino <strong>de</strong> Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él<br />
duerme <strong>de</strong> noche y se levanta <strong>de</strong> mañana; la semilla germina y va creciendo.<br />
Año C: Mujer, tus muchos pecados están perdonados, porque tienes mucho amor.<br />
Oración<br />
Oh Dios, fuerza <strong>de</strong> los que en ti esperan, escucha nuestras súplicas y, pues el hombre<br />
es frágil y sin ti nada pue<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> tu gracia para guardar tus<br />
mandamientos y agradarte con nuestras acciones y <strong>de</strong>seos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Id y proclamad el Evangelio <strong>de</strong>l reino. Lo que habéis recibido gratis, dadlo<br />
gratis. Aleluya.<br />
Año B: El reino <strong>de</strong> los cielos se parece a un grano <strong>de</strong> mostaza: al sembrarlo en la<br />
tierra, es la semilla más pequeña, pero <strong>de</strong>spués brota y se hace más alta que las <strong>de</strong>más<br />
hortalizas.<br />
Año C: Jesús dijo a la mujer: “Tu fe te ha salvado, vete en paz.”
Domingo XII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Si uno se pone <strong>de</strong> mi parte ante los hombres, yo también me pondré <strong>de</strong> su<br />
parte ante mi Padre.<br />
Año B: Se levantó un fuerte huracán, y Jesús estaba dormido. Los discípulos lo<br />
<strong>de</strong>spertaron, diciéndole: “¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!”<br />
Año C: El Señor preguntó: “Vosotros, ¿quién <strong>de</strong>cís que soy yo?” “El Mesías <strong>de</strong><br />
Dios”<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: “Lo que escuchéis al oído, pregonadlo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la azotea”, dice el Señor.<br />
Año B: El Señor se puso en pie, increpó al viento y al lago, y vino una gran calma.<br />
Año C: El Hijo <strong>de</strong>l hombre tiene que pa<strong>de</strong>cer mucho, ser <strong>de</strong>sechado, ser ejecutado y<br />
resucitar al tercer día.<br />
Oración<br />
Concé<strong>de</strong>nos vivir siempre, Señor, en el amor y respeto a tu santo nombre, porque<br />
jamás <strong>de</strong>jas <strong>de</strong> dirigir a quienes estableces en el sólido fundamento <strong>de</strong> tu amor. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pue<strong>de</strong>n matar el alma.<br />
Año B: Los discípulos se <strong>de</strong>cían unos a otros: “¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento<br />
y las aguas le obe<strong>de</strong>cen!”<br />
Año C: El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y se<br />
venga conmigo.<br />
Domingo XIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que<br />
me ha enviado”, dice el Señor.<br />
Año B: Una mujer enferma tocó el manto <strong>de</strong> Jesús, e inmediatamente notó que su<br />
cuerpo estaba curado.<br />
Año C: Jesús tomó la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> ir a Jerusalén, para sufrir allí la pasión.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: “El que no coge su crus y me sigue no es digno <strong>de</strong> mí”, dice el Señor.
Año B: Jesús se volvió y, al ver a la mujer, le dijo: “¡Ánimo, hija!, tu fe te ha<br />
curado.” Aleluya.<br />
Año C: Las zorras tienen madriguera y los pájaros nido, pero el Hijo <strong>de</strong>l hombre no<br />
tiene don<strong>de</strong> reclinar la cabeza.<br />
Oración<br />
Padre <strong>de</strong> bondad, que por la gracia <strong>de</strong> la adopción nos has hecho hijos <strong>de</strong> la luz,<br />
concé<strong>de</strong>nos vivir fuera <strong>de</strong> las tinieblas <strong>de</strong>l error y permanecer siempre en el esplendor<br />
<strong>de</strong> la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El que encuentre su vida la per<strong>de</strong>rá, y el que pierda su vida por mí la<br />
encontrará.<br />
Año B: Entró Jesús en la casa y les dijo: “La niña no está muerta, está dormida.” La<br />
cogió <strong>de</strong> la mano y le dijo: “Niña, levántate.”<br />
Año C: El que echa la mano al arado y sigue mirando atrás no vale para el reino <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
Domingo XIV<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Cargad con mi yugo y apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí, que soy manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón.<br />
Año B: Jesús recorría los pueblos <strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor enseñando.<br />
Año C: La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño <strong>de</strong> la mies<br />
que man<strong>de</strong> obreros a su mies.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Te doy gracias, Padre, Señor <strong>de</strong> cielo y tierra, porque has escondido estas<br />
cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla.<br />
Año B: La multitud que oía a Jesús se preguntaba asombrada: “¿De dón<strong>de</strong> saca todo<br />
esto? ¿No es éste el carpintero, el hijo <strong>de</strong> María?”<br />
Año C: Cuando entréis en una casa, <strong>de</strong>cid: “Paz.” Y <strong>de</strong>scansará sobre ella vuestra<br />
paz.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que por medio <strong>de</strong> la humillación <strong>de</strong> tu Hijo levantaste a la humanidad<br />
caída, conce<strong>de</strong> a tus fieles la verda<strong>de</strong>ra alegría, para que quienes han sido librados <strong>de</strong> la<br />
esclavitud <strong>de</strong>l pecado alcancen también la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Mi yugo es lleva<strong>de</strong>ro y mi carga ligera”, dice el Señor.<br />
Año B: Jesús vino a su casa, y los suyos no lo recibieron. Pero a cuantos lo<br />
recibieron, les da po<strong>de</strong>r para ser hijos <strong>de</strong> Dios.
Año C: Los discípulos volvieron muy contentos y dijeron: “Señor, hasta los<br />
<strong>de</strong>monios se nos someten.” Jesús les contestó: “Estad alegres porque vuestros nombres<br />
están inscritos en el cielo.”<br />
Domingo XV<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús se subió a una barca y habló mucho rato en parábolas a la gente que<br />
había acudido a él.<br />
Año B: Jesús llamó a los Doce y los fue enviando <strong>de</strong> dos en dos a predicar la<br />
conversión.<br />
Año C: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal <strong>de</strong> la ley?” Jesús dijo: “Amarás<br />
al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.” Aleluya.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: La semilla es la palabra <strong>de</strong> Dios, el sembrador es Cristo; todo el que lo<br />
escucha vivirá para siempre.<br />
Año B: Los discípulos salieron a predicar la conversión, ungían con aceite a muchos<br />
enfermos y los curaban.<br />
Año C: El buen samaritano se acercó a un hombre medio muerto, le dio lástima, y le<br />
vendó las heridas.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que muestras la luz <strong>de</strong> tu verdad a los que andan extraviados para que<br />
puedan volver al buen camino, conce<strong>de</strong> a todos los cristianos rechazar lo que es indigno<br />
<strong>de</strong> este nombre y cumplir cuanto en él se significa. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús dijo a sus discípulos: “A vosotros se os ha concedido conocer los<br />
secretos <strong>de</strong>l reino.”<br />
Año B: Los discípulos, sin llevar pan, ni alforja, ni dinero, predicaban la conversión.<br />
Año C: Cuida <strong>de</strong> tu prójimo y, cuando yo vuelva, te pagaré lo que hayas gastado en<br />
él.<br />
Domingo XVI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Abriré mi boca, diciendo parábolas, anunciaré lo secreto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fundación<br />
<strong>de</strong>l mundo.<br />
Año B: Jesús dice: “Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a <strong>de</strong>scansar un poco.”<br />
Año C: Entró Jesús en una al<strong>de</strong>a, y Marta lo recibió en su casa y lo servía.
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: El reino <strong>de</strong> los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres<br />
medidas <strong>de</strong> harina, y basta para que todo fermente.<br />
Año B: Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían<br />
hecho y enseñado.<br />
Año C: Una hermana <strong>de</strong> Marta, llamada María, sentada a los pies <strong>de</strong>l Señor,<br />
escuchaba su palabra.<br />
Oración<br />
Muéstrate propicio con tus hijos, Señor, y multiplica sobre ellos los dones <strong>de</strong> tu<br />
gracia, para que, encendidos <strong>de</strong> fe, esperanza y caridad, perseveren fielmente en el<br />
cumplimiento <strong>de</strong> tu ley. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Al fin <strong>de</strong>l tiempo, el Hijo <strong>de</strong>l hombre separará el trigo <strong>de</strong> la cizaña. Entonces<br />
los justos brillarán como el sol en el reino <strong>de</strong> su Padre.<br />
Año B: Jesús vio una multitud y le dio lástima <strong>de</strong> ellos, porque andaban como ovejas<br />
sin pastor.<br />
Año C: María ha escogido la mejor parte, y no se la quitarán.<br />
Domingo XVII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Un escriba que entien<strong>de</strong> <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos es como un padre <strong>de</strong> familia<br />
que va sacando <strong>de</strong>l arca lo nuevo y lo antiguo.<br />
Año B: Jesús, al ver que acudía mucha gente, dijo a Felipe: “¿Con qué compraremos<br />
panes para que coman éstos?”<br />
Año C: Estaba Jesús orando en cierto lugar; cuando terminó, uno <strong>de</strong> sus discípulos le<br />
dijo: “Señor, enséñanos a orar.”<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: El reino <strong>de</strong> los cielos se parece a la red que echan en el mar. Cuando está<br />
llena, la arrastran a la orilla y separan a los malos <strong>de</strong> los buenos.<br />
Año B: Un muchacho ofreció cinco panes <strong>de</strong> cebada y un par <strong>de</strong> peces. Jesús dijo la<br />
acción <strong>de</strong> gracias y los repartió, todo lo que quisieron.<br />
Año C: Si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto<br />
más vuestro Padre celestial dará el Espíritu <strong>Santo</strong> a los que se lo pi<strong>de</strong>n?<br />
Oración<br />
Oh Dios, protector <strong>de</strong> los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; multiplica<br />
sobre nosotros los signos <strong>de</strong> tu misericordia, para que, bajo tu guía provi<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong> tal<br />
modo nos sirvamos <strong>de</strong> los bienes pasajeros, que podamos adherirnos a los eternos. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El reino <strong>de</strong> los cielos se parece a un comerciante en perlas finas que, al<br />
encontrar una <strong>de</strong> gran valor, se va a ven<strong>de</strong>r todo lo que tiene y la compra.<br />
Año B: La gente, al ver el signo que Jesús había hecho, <strong>de</strong>cía: “Éste sí que es el<br />
Profeta que tenía que venir al mundo.”<br />
Año C: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. Aleluya.<br />
Domingo XVIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Venid, comprad <strong>de</strong> bal<strong>de</strong> y comed un pan que da hartura para siempre.<br />
Año B: Dios hizo llover maná para el pueblo, y les dio pan <strong>de</strong>l cielo. Aleluya.<br />
Año C: Guardaos <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong> codicia; aunque uno an<strong>de</strong> sobrado, su vida no<br />
<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> sus bienes.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Jesús multiplicó los panes, y comieron todos hasta quedar satisfechos.<br />
Año B: Yo soy el pan <strong>de</strong> la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree<br />
en mí, nunca pasará sed.<br />
Año C: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes <strong>de</strong> allá arriba.<br />
Aleluya.<br />
Oración<br />
Ven, Señor, en ayuda <strong>de</strong> tus hijos, <strong>de</strong>rrama tu bondad inagotable sobre los que te<br />
suplican y renueva y protege la obra <strong>de</strong> tus manos a favor <strong>de</strong> los que te alaban como<br />
creador y como guía. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Como había mucha gente y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos<br />
y les dijo: “Me da lástima <strong>de</strong> esta gente.”<br />
Año B: Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura<br />
para la vida eterna.<br />
Año C: Hermanos, si queréis ser verda<strong>de</strong>ramente ricos, amad las verda<strong>de</strong>ras<br />
riquezas.<br />
Domingo XIX<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús subió al monte a solas para orar y, llegada la noche, estaba allí solo.
Año B: Con la fuerza <strong>de</strong> aquel alimento, caminó durante cuarenta días y cuarenta<br />
noches hasta el monte <strong>de</strong> Dios.<br />
Año C: Estad en vela, como los que aguardan a que su Señor vuelva <strong>de</strong> la boda.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: De madrugada, se acercó Jesús a los discípulos, andando sobre el agua, y les<br />
dijo: “¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!”<br />
Año B: El pan que yo daré es mi carne para la vida <strong>de</strong>l mundo.<br />
Año C: “Don<strong>de</strong> está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”, dice el<br />
Señor.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, a quien po<strong>de</strong>mos llamar Padre, aumenta en nuestros<br />
corazones el espíritu filial, para que merezcamos alcanzar la herencia prometida. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Señor, mándame ir hacia ti andando sobre el agua.” Jesús extendió la mano,<br />
lo agarró y le dijo: “¡Qué poca fe! ¿Por qué has dudado?”<br />
Año B: Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Aleluya.<br />
Año C: Dichosos los criados a quienes el Señor, al llegar, los encuentre en vela; los<br />
hará sentar a la mesa y los irá sirviendo.<br />
Domingo XX<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Mi casa es casa <strong>de</strong> oración, y así la llamarán todos los pueblos; los traeré a<br />
mi casa y los alegraré.<br />
Año B: Venid a comer <strong>de</strong> mi pan y a beber el vino que he mezclado; seguid el<br />
camino <strong>de</strong> la pru<strong>de</strong>ncia.<br />
Año C: El aspecto <strong>de</strong>l cielo sabéis interpretarlo, ¿y los signos <strong>de</strong> los tiempos no sois<br />
capaces?<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Dios nos encerró a todos en la rebeldía, para tener misericordia <strong>de</strong> todos.<br />
Año B: El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él.<br />
Año C: Jesús quiso pasar por un bautismo y beber el cáliz <strong>de</strong> la pasión.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has preparado bienes inefables para los que te aman, infun<strong>de</strong> tu amor<br />
en nuestros corazones, para que, amándote en todo y sobre todas las cosas, consigamos<br />
alcanzar tus promesas, que superan todo <strong>de</strong>seo. Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Mujer, qué gran<strong>de</strong> es tu fe: que se cumpla lo que <strong>de</strong>seas.<br />
Año B: Yo soy el pan vivo que ha bajado <strong>de</strong>l cielo; el que coma <strong>de</strong> este pan vivirá<br />
para siempre. Aleluya.<br />
Año C: He venido a pren<strong>de</strong>r fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya ardiendo!<br />
Domingo XXI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Colgaré <strong>de</strong>l hombro <strong>de</strong> mi siervo la llave <strong>de</strong> mi casa; lo que él abra nadie lo<br />
cerrará, lo que él cierre nadie lo abrirá.<br />
Año B: El Hijo <strong>de</strong>l hombre ha subido a don<strong>de</strong> estaba antes. Él es quien da vida al<br />
mundo.<br />
Año C: “Yo vendré para reunir a las naciones <strong>de</strong> toda lengua: vendrán para ver mi<br />
gloria”, dice el Señor.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: “Tú eres el Mesías, el Hijo <strong>de</strong> Dios vivo.” “¡Dichoso tú, Simón, hijo <strong>de</strong><br />
Jonás!”<br />
Año B: El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve <strong>de</strong> nada. Las palabras que os he<br />
dicho son espíritu y vida.<br />
Año C: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha –dice el Señor-; es la puerta <strong>de</strong> la<br />
vida.”<br />
Oración<br />
Oh Dios, que unes los corazones <strong>de</strong> tus fieles en un mismo <strong>de</strong>seo, inspira a tu pueblo<br />
el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio <strong>de</strong> las<br />
vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mundo, nuestros corazones estén firmes en la verda<strong>de</strong>ra alegría. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: A ti, Simón Pedro, te daré las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos; lo que ates en la<br />
tierra quedará atado en el cielo, y lo que <strong>de</strong>sates en la tierra quedará <strong>de</strong>satado en el<br />
cielo.<br />
Año B: Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras <strong>de</strong> vida eterna; nosotros<br />
creemos y sabemos que tú eres el <strong>Santo</strong> consagrado por Dios. Aleluya.<br />
Año C: Vendrán muchos <strong>de</strong> Oriente y Occi<strong>de</strong>nte y se sentarán a la mesa con<br />
Abrahán, Isaac y Jacob en el reino <strong>de</strong> los cielos.
Domingo XXII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El Hijo <strong>de</strong>l hombre vendrá con la gloria <strong>de</strong> su Padre, y entonces pagará a<br />
cada uno según su conducta.<br />
Año B: Cumplid los mandatos <strong>de</strong>l Señor, porque ellos son vuestra sabiduría y vuestra<br />
inteligencia a los ojos <strong>de</strong> los pueblos.<br />
Año C: Hazte pequeño en las gran<strong>de</strong>zas humanas, y alcanzarás el favor <strong>de</strong> Dios,<br />
porque él revela sus secretos a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Presentad vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es<br />
vuestro culto razonable.<br />
Año B: Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz <strong>de</strong> salvaros.<br />
Año C: Cuando <strong>de</strong>s un banquete, invita a los pobres que no pue<strong>de</strong>n pagarte; te<br />
pagarán cuando resuciten los justos.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, <strong>de</strong> quien proce<strong>de</strong> todo bien, siembra en nuestros corazones el<br />
amor <strong>de</strong> tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes el bien en<br />
nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?<br />
Año B: Escuchad y enten<strong>de</strong>d la tradición que os ha dado el Señor.<br />
Año C: Cuando te convi<strong>de</strong>n a una boda, vete a sentarte en el último puesto, para que,<br />
cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba.” Entonces quedarás<br />
muy bien ante todos los comensales. Aleluya.<br />
Domingo XXIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Si tu hermano peca, reprén<strong>de</strong>lo a solas entre los dos. Si te hace caso, has<br />
salvado a tu hermano.<br />
Año B: Los oídos <strong>de</strong>l sordo se abrirán y la lengua <strong>de</strong>l mudo cantará: Dios viene en<br />
persona y os salvará. Aleluya.<br />
Año C: Señor, ¿quién conocerá tu <strong>de</strong>signio, si tú no le das la sabiduría, enviando tu<br />
<strong>Santo</strong> Espíritu <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo?
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: A nadie le <strong>de</strong>báis nada, más que amor; porque el que ama tiene cumplido el<br />
resto <strong>de</strong> la ley.<br />
Año B: Abre, Señor, nuestro corazón para que comprendamos tus palabras, abre<br />
nuestros labios, y proclamaremos tu alabanza.<br />
Año C: Dice el Señor: “El que no renuncia a todos sus bienes no pue<strong>de</strong> ser discípulo<br />
mío.”<br />
Oración<br />
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos<br />
siempre con amor <strong>de</strong> padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la<br />
libertad verda<strong>de</strong>ra y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Don<strong>de</strong> dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio <strong>de</strong><br />
ellos”, dice el Señor.<br />
Año B: Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos. Aleluya.<br />
Año C: “Quien no lleve su cruz <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> mí no pue<strong>de</strong> ser discípulo mío”, dice el<br />
Señor.<br />
Domingo XXIV<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Recuerda la alianza <strong>de</strong>l Señor, y perdona el error.<br />
Año B: Dios me libre <strong>de</strong> gloriarme si no es en la cruz <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
Año C: Deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido,<br />
estaba perdido y lo hemos encontrado.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: El Padre <strong>de</strong>l cielo os perdonará, si cada cual perdona <strong>de</strong> corazón a su<br />
hermano.<br />
Año B: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su<br />
cruz y me siga.<br />
Año C: Podéis fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al<br />
mundo para salvar a los pecadores. Aleluya.<br />
Oración<br />
Oh Dios, creador y dueño <strong>de</strong> todas las cosas, míranos y, para que sintamos el efecto<br />
<strong>de</strong> tu amor, concé<strong>de</strong>nos servirte <strong>de</strong> todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Jesús dijo a Pedro: “No te digo que perdones hasta siete veces, sino hasta<br />
setenta veces siete.”<br />
Año B: “El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará”, dice el Señor.<br />
Año C: Os digo que habrá más alegría entre los ángeles <strong>de</strong> Dios por un solo pecador<br />
que se convierta.<br />
Domingo XXV<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Dice el Señor: “Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más<br />
altos que los vuestros, mis planes, que vuestros planes.”<br />
Año B: El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí y al que me<br />
ha enviado.<br />
Año C: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en<br />
las moradas eternas.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: El propietario salió al amanecer a contratar jornaleros para su viña.<br />
Año B: El Hijo <strong>de</strong>l hombre tenía que morir y resucitar para salvar al mundo.<br />
Año C: Sed <strong>de</strong> fiar en lo menudo, y Dios os confiará lo que vale <strong>de</strong> veras.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has puesto la plenitud <strong>de</strong> la ley en el amor a ti y al prójimo, concé<strong>de</strong>nos<br />
cumplir tus mandamientos para llegar así a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo <strong>de</strong>bido.<br />
Año B: “El primero entre vosotros será vuestro servidor –dice el Señor-, pues el que<br />
se humilla será enaltecido.” Aleluya.<br />
Año C: Ningún siervo pue<strong>de</strong> servir a dos amos; no podéis servir a Dios y al dinero.<br />
Domingo XXVI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Si el malvado se convierte <strong>de</strong> la maldad que hizo, y practica el <strong>de</strong>recho y la<br />
justicia, él mismo salva su vida”, dice el Señor.<br />
Año B: ¡Ojalá todo el pueblo <strong>de</strong>l Señor fuera profeta y recibiera el Espíritu <strong>de</strong>l<br />
Señor!
Año C: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un<br />
muerto.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Todo el que hace la voluntad <strong>de</strong>l Padre es verda<strong>de</strong>ro hijo <strong>de</strong> Dios. Aleluya.<br />
Año B: “El que no está contra nosotros está a favor nuestro”, dice el Señor.<br />
Año C: Dichosos los pobres en el espíritu, porque <strong>de</strong> ellos es el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que manifiestas especialmente tu po<strong>de</strong>r con el perdón y la misericordia,<br />
<strong>de</strong>rrama incesantemente sobre nosotros tu gracia, para que, <strong>de</strong>seando lo que nos<br />
prometes, consigamos los bienes <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: No todo el que me dice: “Señor, Señor”, sino el que cumple la voluntad <strong>de</strong><br />
mi Padre entrará en el reino <strong>de</strong> los cielos. Aleluya.<br />
Año B: “El que os dé a beber un vaso <strong>de</strong> agua, porque seguís al Mesías, os aseguro<br />
que no se quedará sin recompensa”, dice el Señor.<br />
Año C: Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males.<br />
Domingo XXVII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: La viña <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> los ejércitos es la casa <strong>de</strong> Israel. Aleluya.<br />
Año B: El hombre se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne. Es éste un gran<br />
misterio: y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia.<br />
Año C: El injusto tiene el alma hinchada, pero el justo vivirá por su fe.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos es ahora la piedra angular <strong>de</strong> la casa<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
Año B: El que no acepte el reino <strong>de</strong> Dios como un niño no entrará en la casa <strong>de</strong> mi<br />
Padre.<br />
Año C: Guarda este precioso <strong>de</strong>pósito con la ayuda <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> que habita en<br />
nosotros.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que con amor generoso <strong>de</strong>sbordas <strong>de</strong>l méritos y <strong>de</strong>seos<br />
<strong>de</strong> los que te suplican, <strong>de</strong>rrama sobre nosotros tu misericordia, para que libres nuestra<br />
conciencia <strong>de</strong> toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Hará morir <strong>de</strong> mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros<br />
labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos.<br />
Año B: Dejad que los niños se acerquen a mí; <strong>de</strong> los que son como ellos es el reino<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
Año C: Decid: “Somos unos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que<br />
hacer.”<br />
Domingo XXVIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El Señor <strong>de</strong> los ejércitos prepara para todos los pueblos un festín. Aleluya.<br />
Año B: ¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino <strong>de</strong> Dios!<br />
Año C: ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios? Levántate,<br />
vete: tu fe te ha salvado.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Id a los cruces <strong>de</strong> los caminos y, a todos los que encontréis, convidadlos a la<br />
boda.<br />
Año B: Invoqué, y vino a mí el espíritu <strong>de</strong> sabiduría. Con ella me vinieron todos los<br />
bienes juntos y riquezas incontables.<br />
Año C: Si perseveramos con Cristo, reinaremos con él; si somos infieles, él<br />
permanece fiel.<br />
Oración<br />
Te pedimos, Señor, que tu gracia continuamente nos preceda y acompañe, <strong>de</strong> manera<br />
que estemos dispuestos a obrar siempre el bien. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora <strong>de</strong>l<br />
banquete, mandó un criado a avisar a los convidados: “Venid, que ya está preparado.”<br />
Aleluya.<br />
Año B: Vosotros, los que lo habéis <strong>de</strong>jado todo y me habéis seguido, recibiréis cien<br />
veces más, y heredaréis la vida eterna.<br />
Año C: Uno <strong>de</strong> los leprosos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a<br />
gran<strong>de</strong>s gritos. Aleluya.<br />
Domingo XXIX<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: De oriente a occi<strong>de</strong>nte no hay otro Dios fuera <strong>de</strong> mí. Yo soy el Señor, y no<br />
hay otro.
Año B: “El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con<br />
que yo me voy a bautizar”, dice el Señor.<br />
Año C: Moisés sostuvo en alto las manos, orando, hasta la puesta <strong>de</strong>l sol.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino <strong>de</strong> Dios<br />
conforme a la verdad. Aleluya.<br />
Año B: El que quiera ser gran<strong>de</strong> entre vosotros sea vuestro servidor; y el que quiera<br />
ser primero sea esclavo <strong>de</strong> todos.<br />
Año C: Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan día y noche.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, te pedimos entregarnos a ti con fi<strong>de</strong>lidad y servirte con<br />
sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Pagadle al César lo que es <strong>de</strong>l César y a Dios lo que es <strong>de</strong> Dios. Aleluya.<br />
Año B: El Hijo <strong>de</strong>l hombre no ha venido al mundo para que le sirvan, sino para<br />
servir y dar su vida en rescate por todos.<br />
Año C: Cuando venga el Hijo <strong>de</strong>l hombre, ¿encontrará fe en la tierra?<br />
Domingo XXX<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El amor no lleva cuentas <strong>de</strong>l mal; amar es cumplir la ley entera.<br />
Año B: El Señor ha salvado a su pueblo: ciegos y cojos retornan por un camino llano<br />
en que no tropezarán.<br />
Año C: El Señor escucha las súplicas <strong>de</strong>l oprimido; los gritos <strong>de</strong>l pobre atraviesan las<br />
nubes hasta alcanzar a Dios.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.<br />
Año B: “Hijo <strong>de</strong> David, ten compasión <strong>de</strong> mí.” “¿Qué quieres que haga por ti?”<br />
“Maestro, que pueda ver.”<br />
Año C: El publicano se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo<br />
se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios!, ten compasión <strong>de</strong> este pecador.”<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, aumenta nuestra fe, esperanza y caridad, y, para<br />
conseguir tus promesas, concé<strong>de</strong>nos amar tus preceptos. Por nuestro Señor Jesucristo.
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal <strong>de</strong> la ley?” Jesús le dijo:<br />
“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón.” Aleluya.<br />
Año B: Jesús dijo al ciego: “Anda, tu fe te ha curado.” Y, al momento, recobró la<br />
vista y lo seguía.<br />
Año C: El publicano bajó a su casa justificado, porque todo el que se enaltece será<br />
humillado, y el que se humilla será enaltecido.<br />
Domingo XXXI<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: El que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.<br />
Año B: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo<br />
el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo<br />
quedarán en tu memoria.<br />
Año C: Tú, Señor, amas a todos los seres y no odias nada <strong>de</strong> lo que has hecho, para<br />
que se conviertan y crean en ti, Dios nuestro.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Uno solo es vuestro Padre, el Dios <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Año B: Amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y<br />
sacrificios.<br />
Año C: Zaqueo recibió muy contento a Jesús en su casa: Hoy ha sido la salvación <strong>de</strong><br />
esta casa. Aleluya.<br />
Oración<br />
Señor <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> misericordia, que has querido hacer digno y agradable por favor<br />
tuyo el servicio <strong>de</strong> tus fieles, concé<strong>de</strong>nos caminar sin tropiezos hacia los bienes que nos<br />
prometes. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Uno solo es vuestro maestro, que está en los cielos: Cristo, el Señor.<br />
Año B: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón. Amarás a tu prójimo como a<br />
ti mismo. No hay mandamiento mayor que éstos.<br />
Año C: El Hijo el hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido.<br />
Domingo XXXII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Aunque el Esposo tar<strong>de</strong>, velad, porque no sabéis el día ni la hora.
Año B: La viuda echó para el Señor todo lo que tenía, y no le faltó lo necesario para<br />
vivir.<br />
Año C: Vale la pena morir a manos <strong>de</strong> los hombres cuando se espera que Dios<br />
mismo nos resucitará para la vida.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Resucitaremos para salir al encuentro <strong>de</strong>l Señor, y así estaremos siempre con<br />
él.<br />
Año B: Con la fuerza <strong>de</strong> Dios, somos los afligidos siempre alegres, los pobretones<br />
que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen.<br />
Año C: Los que sean juzgados dignos <strong>de</strong> la vida futura son hijos <strong>de</strong> Dios, porque<br />
participan en la resurrección.<br />
Oración<br />
Dios omnipotente y misericordioso, aparta <strong>de</strong> nosotros todos los males, para que,<br />
bien dispuesto nuestro cuerpo y nuestro espíritu, podamos libremente cumplir tu<br />
voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: A medianoche se oyó una voz: “¡Que llega el Esposo, salid a recibirlo!”<br />
Año B: Aquella pobre viuda echó más que nadie, pues echó todo lo que tenía para<br />
vivir.<br />
Año C: Dios no es Dios <strong>de</strong> muertos, sino <strong>de</strong> vivos, porque para él todos están vivos.<br />
Aleluya.<br />
Domingo XXXIII<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: “Al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene se le quitará hasta<br />
lo que tiene”, dice el Señor.<br />
Año B: El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán.<br />
Año C: “A los que honran mi nombre los iluminará un sol <strong>de</strong> justicia”, dice el Señor.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant:<br />
Año A: Nosotros somos hijos <strong>de</strong> la luz e hijos <strong>de</strong>l día, por eso hemos <strong>de</strong> estar<br />
vigilantes, esperando la venida <strong>de</strong>l Señor.<br />
Año B: Los sabios brillarán como el fulgor <strong>de</strong>l firmamento por toda la eternidad.<br />
Año C: Os perseguirán por causa <strong>de</strong> mi nombre: así tendréis ocasión <strong>de</strong> dar<br />
testimonio; yo os daré palabras y sabiduría a las que no podrán hacer frente ningún<br />
adversario vuestro.
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, concé<strong>de</strong>nos vivir siempre alegres en tu servicio, porque en<br />
servirte a ti, creador <strong>de</strong> todo bien, consiste el gozo pleno y verda<strong>de</strong>ro. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant:<br />
Año A: Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco,<br />
pasa al banquete <strong>de</strong> tu Señor.<br />
Año B: Verán venir al Hijo <strong>de</strong>l hombre sobre las nubes con gran po<strong>de</strong>r y majestad.<br />
Año C: “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”, dice el Señor.
HIMNO<br />
Domingo XXXIV<br />
JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO<br />
I Vísperas<br />
Oh Príncipe absoluto <strong>de</strong> los siglos,<br />
oh Jesucristo, Rey <strong>de</strong> las naciones:<br />
te confesamos árbitro supremo<br />
<strong>de</strong> las mentes y <strong>de</strong> los corazones.<br />
Oh Jesucristo, Príncipe pacífico,<br />
somete a los espíritus rebel<strong>de</strong>s,<br />
y haz que encuentren rumbo los perdidos,<br />
y que en un solo aprisco se congreguen.<br />
Para eso pen<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una cruz sangrienta<br />
y abres en ella tus divinos brazos;<br />
para eso muestras en tu pecho herido<br />
tu ardiente corazón atravesado.<br />
Glorificado seas, Jesucristo,<br />
que repartes los cetros <strong>de</strong> la tierra;<br />
y que contigo y con tu eterno Padre<br />
glorificado el Paráclito sea. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Será llamado Rey <strong>de</strong> paz, y su trono se mantendrá firme por toda la eternidad.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Será llamado Rey <strong>de</strong> paz, y su trono se mantendrá firme por toda la eternidad.
Ant. 2. Su reino será eterno, y todos los soberanos lo temerán y se le someterán.<br />
Alabad al Señor, todas las naciones,<br />
aclamadlo, todos los pueblos:<br />
Salmo 116<br />
Firme es su misericordia con nosotros,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad dura por siempre.<br />
Ant. Su reino será eterno, y todos los soberanos lo temerán y se le someterán.<br />
Ant. 3. A Cristo le ha sido dado po<strong>de</strong>r real y dominio: todos los pueblos, naciones y<br />
lenguas lo respetarán para siempre.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. A Cristo le ha sido dado po<strong>de</strong>r real y dominio: todos los pueblos, naciones y<br />
lenguas lo respetarán para siempre.<br />
LECTURA BREVE Cf. Ef 1, 20-23<br />
Dios resucitó a Cristo <strong>de</strong> entre los muertos y lo sentó a su <strong>de</strong>recha en el cielo, por<br />
encima <strong>de</strong> todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima <strong>de</strong> todo nombre<br />
conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo<br />
dio a la Iglesia, como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud <strong>de</strong>l que lo acaba<br />
todo en todos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tuyos son, Señor, la gran<strong>de</strong>za y el po<strong>de</strong>r. *Tú eres rey y soberano <strong>de</strong> todo. Tuyos.<br />
V. Tú eres Señor <strong>de</strong>l universo. * Tú eres rey. Gloria al Padre. Tuyos.<br />
Magníficat, ant. El Señor Dios le dará el trono <strong>de</strong> David, su padre, reinará sobre la<br />
casa <strong>de</strong> Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a Cristo Rey, que es anterior a todo, y en quien todo se mantiene<br />
unido, y pidamos:<br />
Venga a nosotros tu reino, Señor.<br />
Cristo, rey y pastor nuestro, congrega a tus ovejas <strong>de</strong> entre los pueblos<br />
-y apaciéntalas en ricos pastizales y en fértiles <strong>de</strong>hesas.<br />
Guía y salvador nuestro, reúne a todos los hombres en un solo pueblo; cura a los<br />
enfermos, busca a los que se han perdido, guarda a los fuertes,<br />
-llama a los alejados, recoge a los <strong>de</strong>scarriados, alienta a los <strong>de</strong>sanimados.<br />
Juez eterno, cuando <strong>de</strong>vuelvas a Dios Padre tu reino, ponnos a tu <strong>de</strong>recha<br />
-y haz que here<strong>de</strong>mos el reino preparado para nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l mundo.<br />
Príncipe <strong>de</strong> la paz, quebranta las armas <strong>de</strong> la guerra<br />
-y anuncia la paz a las naciones<br />
Here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> las naciones, haz entrar a la humanidad, con todo lo bueno que tiene, en el<br />
reino <strong>de</strong> tu Iglesia, que el Padre ha puesto en tus manos,<br />
-para que todos, unidos en el Espíritu <strong>Santo</strong>, te reconozcamos como cabeza nuestra.<br />
Cristo, primogénito <strong>de</strong> entre los muertos y el primer resucitado <strong>de</strong> entre ellos,<br />
-admite a los difuntos en la gloria <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy<br />
amado, Rey <strong>de</strong>l universo, haz que toda la creación, liberada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong>l pecado,<br />
sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Oh Jesucristo, Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> todos,<br />
que antes <strong>de</strong> que la luz resplan<strong>de</strong>ciera,<br />
naciste <strong>de</strong> tu Padre soberano<br />
con gloria semejante a la paterna.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Tú que eres luz y resplandor <strong>de</strong>l Padre<br />
y perpetua esperanza <strong>de</strong> los hombres,<br />
escucha las palabras que tus siervos<br />
elevan hasta ti <strong>de</strong> todo el orbe.<br />
La tierra, el mar, el cielo y cuanto existe<br />
bajo la muchedumbre <strong>de</strong> sus astros<br />
rin<strong>de</strong>n tributo con un canto nuevo<br />
a quien la nueva salvación nos trajo.<br />
Y nosotros, los hombres, los que fuimos<br />
lavados con tu sangre sacratísima,<br />
celebramos también, con nuestros cantos<br />
y nuestras alabanzas, tu venida.<br />
Gloria sea al divino Jesucristo,<br />
que nació <strong>de</strong> tan puro y casto seno,<br />
y gloria igual al Padre y al Espíritu<br />
por infinitos e infinitos tiempos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Mirad el varón que se llama Germen; se sentará en su trono para reinar y<br />
anunciará la paz a las naciones.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Se mostrará gran<strong>de</strong> hasta los confines <strong>de</strong> la tierra; y éste será nuestra paz.<br />
Ant. 3. El Señor le dio po<strong>de</strong>r real y dominio: todos los pueblos, naciones y lenguas lo<br />
respetarán.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 15-16<br />
Realizando la verdad en el amor, hagamos crecer todas las cosas hacia él, que es la<br />
cabeza: Cristo, <strong>de</strong>l cual todo el cuerpo, bien ajustado y unido a través <strong>de</strong> todo el<br />
complejo <strong>de</strong> junturas que lo nutren, actuando a la medida <strong>de</strong> cada parte, se procura el<br />
crecimiento <strong>de</strong>l cuerpo, para construcción <strong>de</strong> sí mismo en el amor.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tus santos, Señor, *Confiesen la gloria <strong>de</strong> tu reino. Tus santos.<br />
V. Y proclamen tu po<strong>de</strong>r. * Confiesen. Gloria al Padre. Tus santos.
Benedictus, ant. El primogénito <strong>de</strong> entre los muertos y príncipe <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> la<br />
tierra nos ha convertido en un reino para Dios, su Padre. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a Cristo Rey, que es anterior a todo, y en quien todo se mantiene<br />
unido, y pidamos:<br />
Venga a nosotros tu reino, Señor.<br />
Cristo salvador, tú que eres nuestro Dios y Señor, nuestro rey y pastor,<br />
-conduce a tu pueblo hacia los pastos <strong>de</strong> vida.<br />
Buen Pastor, que diste tu vida por las ovejas,<br />
-guíanos, y nada nos faltará.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que has sido establecido rey sobre toda la tierra,<br />
-haz que sean recapituladas en ti todas las cosas.<br />
Rey <strong>de</strong>l universo, que viniste al mundo para ser testigo <strong>de</strong> la verdad,<br />
-haz que todos los hombres reconozcan tu absoluta primacía.<br />
Mo<strong>de</strong>lo y Maestro nuestro, que nos has trasladado a tu reino,<br />
-haznos hoy santos, sin mancha y sin reproche en tu presencia.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy<br />
amado, Rey <strong>de</strong>l universo, haz que toda la creación, liberada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong>l pecado,<br />
sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I <strong>de</strong>l Salterio<br />
Tercia<br />
Ant. El Señor nos gobierna, el Señor nos da leyes, el Señor es nuestro rey, él es<br />
nuestra salvación.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 12-13<br />
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir la herencia <strong>de</strong>l<br />
pueblo santo en la luz. Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas, y nos ha trasladado<br />
al reino <strong>de</strong> su Hijo querido.<br />
V. El Señor se sienta como rey eterno.<br />
R. El Señor bendice a su pueblo con la paz.<br />
Sexta<br />
Ant. Brotarán aguas <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> Jerusalén, y el Señor reinará sobre todo el orbe.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 16b-18<br />
Todo fue creado por él y para él. Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él. Él es<br />
también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia. Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre<br />
los muertos, y así es el primero en todo.<br />
R. Tocad para nuestro rey, tocad.<br />
V. Porque es el rey <strong>de</strong>l mundo.<br />
Nona<br />
Ant. Se dilatará su principado, con una paz sin límites.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 19-20<br />
En él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él quiso reconciliar consigo<br />
todos los seres: los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra, haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
R. Aclamad al rey y Señor.<br />
V. Que llega para regir la tierra.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Oh Príncipe absoluto <strong>de</strong> los siglos,<br />
oh Jesucristo, Rey <strong>de</strong> las naciones:<br />
te confesamos árbitro supremo<br />
<strong>de</strong> las mentes y <strong>de</strong> los corazones.<br />
Oh Jesucristo, Príncipe pacífico,<br />
somete a los espíritus rebel<strong>de</strong>s,<br />
y haz que encuentren rumbo los perdidos,<br />
y que en un solo aprisco se congreguen.<br />
Para eso pen<strong>de</strong>s <strong>de</strong> una cruz sangrienta<br />
y abres en ella tus divinos brazos;<br />
para eso muestras en tu pecho herido<br />
tu ardiente corazón atravesado.<br />
Glorificado seas, Jesucristo,<br />
que repartes los cetros <strong>de</strong> la tierra;<br />
y que contigo y con tu eterno Padre<br />
glorificado el Paráclito sea. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Se sentará para siempre sobre el trono <strong>de</strong> David y sobre su reino. Aleluya.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Se sentará para siempre sobre el trono <strong>de</strong> David y sobre su reino. Aleluya.<br />
Ant. 2. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Salmo 144, 1-13
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;<br />
ben<strong>de</strong>ciré tu nombre por siempre jamás.<br />
Día tras día te ben<strong>de</strong>ciré<br />
y alabaré tu nombre por siempre jamás.<br />
Gran<strong>de</strong> es el Señor, merece toda alabanza,<br />
es incalculable su gran<strong>de</strong>za;<br />
una generación pon<strong>de</strong>ra tus obras a la otra,<br />
y le cuenta tus hazañas.<br />
Alaban ellos la gloria <strong>de</strong> tu majestad,<br />
y yo repito tus maravillas;<br />
encarecen ellos tus temibles proezas,<br />
y yo narro tus gran<strong>de</strong>s acciones;<br />
difun<strong>de</strong>n la memoria <strong>de</strong> tu inmensa bondad,<br />
y aclaman tus victorias.<br />
El Señor es clemente y misericordioso,<br />
lento a la cólera y rico en piedad;<br />
el Señor es bueno con todos,<br />
es cariñoso con todas sus criaturas.<br />
Que todas tus criaturas te <strong>de</strong>n gracias, Señor,<br />
que te bendigan tus fieles;<br />
que proclamen la gloria <strong>de</strong> tu reinado,<br />
que hablen <strong>de</strong> tus hazañas;<br />
explicando tus hazañas a los hombres,<br />
la gloria y majestad <strong>de</strong> tu reinado.<br />
Tu reinado es un reinado perpetuo,<br />
tu gobierno va <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Tu reinado es un reinado perpetuo, tu gobierno va <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. 3. En la capa y en el muslo lleva escrito un título: “Rey <strong>de</strong> reyes y Señor <strong>de</strong><br />
señores.” A él correspon<strong>de</strong>n la gloria y el po<strong>de</strong>r por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. En la capa y en el muslo lleva escrito un título: “Rey <strong>de</strong> reyes y Señor <strong>de</strong><br />
señores.” A él correspon<strong>de</strong>n la gloria y el po<strong>de</strong>r por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 25-28<br />
Cristo tiene que reinar hasta que Dios haga <strong>de</strong> sus enemigos estrado <strong>de</strong> sus pies. El<br />
último enemigo aniquilado será la muerte. Porque Dios ha sometido todo bajo sus pies.<br />
Pero, al <strong>de</strong>cir que lo ha sometido todo, es evi<strong>de</strong>nte que excluye al que le ha sometido<br />
todo. Y, cuando todo esté sometido, entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que<br />
se lo había sometido todo. Y así Dios lo será todo para todos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tu trono, oh Dios, *Permanece para siempre. Tu trono.<br />
V. Cetro <strong>de</strong> rectitud es tu cetro real. * Permanece. Gloria al Padre. Tu trono.<br />
Magníficat, ant. “Se me ha dado pleno po<strong>de</strong>r en el cielo y en la tierra”, dice el Señor.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a Cristo Rey, que es anterior a todo, y en quien todo se mantiene<br />
unido, y pidamos:<br />
Venga a nosotros tu reino, Señor.<br />
Cristo, rey y pastor nuestro, congrega a tus ovejas <strong>de</strong> entre los pueblos<br />
-y apaciéntalas en ricos pastizales y en fértiles <strong>de</strong>hesas.<br />
Guía y salvador nuestro, reúne a todos los hombres en un solo pueblo; cura a los<br />
enfermos, busca a los que se han perdido, guarda a los fuertes,<br />
-llama a los alejados, recoge a los <strong>de</strong>scarriados, alienta a los <strong>de</strong>sanimados.<br />
Juez eterno, cuando <strong>de</strong>vuelvas a Dios Padre tu reino, ponnos a tu <strong>de</strong>recha<br />
-y haz que here<strong>de</strong>mos el reino preparado para nosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l mundo.<br />
Príncipe <strong>de</strong> la paz, quebranta las armas <strong>de</strong> la guerra<br />
-y anuncia la paz a las naciones<br />
Here<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> las naciones, haz entrar a la humanidad, con todo lo bueno que tiene, en el<br />
reino <strong>de</strong> tu Iglesia, que el Padre ha puesto en tus manos,<br />
-para que todos, unidos en el Espíritu <strong>Santo</strong>, te reconozcamos como cabeza nuestra.<br />
Cristo, primogénito <strong>de</strong> entre los muertos y el primer resucitado <strong>de</strong> entre ellos,<br />
-admite a los difuntos en la gloria <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que quisiste fundar todas las cosas en tu Hijo muy<br />
amado, Rey <strong>de</strong>l universo, haz que toda la creación, liberada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong>l pecado,<br />
sirva a tu majestad y te glorifique sin fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Jueves <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Pentecostés<br />
JESUCRISTO, SUMO Y ETERNO SACERDOTE<br />
Fiesta<br />
Cantan tu gloria, Cristo sacerdote,<br />
los cielos y la tierra:<br />
a ti que por amor te hiciste hombre<br />
y al Padre como víctima te ofrendas.<br />
Tu sacrificio nos abrió las puertas,<br />
<strong>de</strong> par en par, <strong>de</strong>l cielo;<br />
ante el trono <strong>de</strong> Dios, es elocuente<br />
tu holocausto en la cruz y tu silencio.<br />
Todos los sacrificios <strong>de</strong> los hombres<br />
quedaron abolidos:<br />
todos eran figuras que anunciaban<br />
al Sacerdote eterno, Jesucristo.<br />
No te basta el morir, que quieres darnos<br />
alimento <strong>de</strong> vida:<br />
quedarte con nosotros y ofrecerte<br />
sobre el altar: hacerte eucaristía.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Clavado en cruz, nos miras, te miramos,<br />
crece el amor, la entrega.<br />
Al Padre, en el Espíritu contigo,<br />
eleva nuestro canto y nuestra ofrenda. Amén.<br />
Ant. 1. El Padre, por la sangre <strong>de</strong> la cruz <strong>de</strong> Cristo, hizo la paz con todos los seres <strong>de</strong>l<br />
cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Todo fue creado por Cristo y para Cristo.<br />
Ant. 3. Todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia, como cabeza, sobre todo; ella<br />
es su cuerpo.<br />
LECTURA BREVE Hb 10, 5-10<br />
Cuando Cristo entró en el mundo, dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero<br />
me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces<br />
yo dije lo que está escrito en el libro: ‘Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.’”<br />
Primero dice: “No quieres ni aceptas sacrificios ni ofrendas, holocaustos ni víctimas<br />
expiatorias”, que se ofrecen según la ley. Después aña<strong>de</strong>: “Aquí estoy yo para hacer tu<br />
voluntad.” Niega lo primero, para afirmar lo segundo. Y conforme a esa voluntad todos<br />
quedamos santificados por la oblación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Jesucristo, hecha una vez para<br />
siempre.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Aquí estoy *Para hacer tu voluntad. Aquí estoy.<br />
V. Llevo tu ley en las entrañas. *Para hacer tu voluntad. Gloria al Padre. Aquí estoy.<br />
Benedictus, ant. Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea que tú me has<br />
enviado.<br />
PRECES<br />
En el comienzo <strong>de</strong> este día, alabemos a Jesucristo, fuente <strong>de</strong> salvación eterna para todos<br />
los hombres, y pidámosle con humildad:<br />
Señor, óyenos.<br />
Jesús, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo,<br />
-guíanos hacia la luz <strong>de</strong> tu verdad.<br />
Cristo, Palabra <strong>de</strong> Dios, que estás junto al Padre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre y por siempre,<br />
-consagra a tu Iglesia en la unidad.<br />
Jesús, ungido por el Padre con la fuerza <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-consagra a tu Iglesia en la santidad.<br />
Cristo, sumo sacerdote <strong>de</strong>l nuevo Testamento,<br />
-comunica a los sacerdotes tu santidad, para gloria <strong>de</strong>l Padre.<br />
Cristo, sabiduría <strong>de</strong> Dios, paz y reconciliación nuestra,<br />
-haz que nos mantengamos todos unánimes y concor<strong>de</strong>s en tu Iglesia.<br />
Cristo, sacerdote eterno, glorificador <strong>de</strong>l Padre,<br />
-haz que sepamos ofrecernos contigo, para alabanza <strong>de</strong> la gloria eterna.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que para gloria tuya y salvación <strong>de</strong>l género humano constituiste a tu Hijo<br />
único sumo y eterno sacerdote, conce<strong>de</strong> a quienes él eligió para ministros y<br />
dispensadores <strong>de</strong> tus misterios la gracia <strong>de</strong> ser fieles en el cumplimiento <strong>de</strong>l ministerio<br />
recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong>l jueves correspondiente.<br />
Tercia<br />
Ant. Por Cristo todos po<strong>de</strong>mos acercarnos al Padre con un mismo Espíritu.<br />
LECTURA BREVE Hb 7, 26-27<br />
Tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha,<br />
separado <strong>de</strong> los pecadores y encumbrado sobre el cielo. Él no necesita ofrecer<br />
sacrificios cada día –como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios<br />
pecados, <strong>de</strong>spués por los <strong>de</strong>l pueblo-, porque Jesucristo, Señor nuestro, lo hizo <strong>de</strong> una<br />
vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.<br />
V. Estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo.<br />
R. Para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo.<br />
Sexta<br />
Ant. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y profetas, y el mismo<br />
Cristo Jesús es la piedra angular.<br />
LECTURA BREVE 1P 2, 4-5<br />
Acercándoos al Señor, la piedra viva <strong>de</strong>sechada por los hombres, pero escogida y<br />
preciosa ante Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la construcción <strong>de</strong>l<br />
templo <strong>de</strong>l Espíritu, formando un sacerdocio sagrado, para ofrecer sacrificios<br />
espirituales que Dios acepta por Jesucristo.<br />
V. Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proce<strong>de</strong>d según él.<br />
R. Arraigados en él, <strong>de</strong>jaos construir y edificar en la fe.<br />
Nona<br />
Ant. A cada uno <strong>de</strong> nosotros se le ha dado la gracia según la medida <strong>de</strong>l don <strong>de</strong><br />
Cristo, para la edificación <strong>de</strong> su cuerpo, que es la Iglesia.<br />
LECTURA BREVE 1P 2, 9-10<br />
Vosotros sois una raza elegida, un sacerdocio real, una nación consagrada, un pueblo<br />
adquirido por Dios para proclamar las hazañas <strong>de</strong>l que os llamó a salir <strong>de</strong> la tiniebla y a<br />
entrar en su luz maravillosa. Antes erais “no pueblo”, ahora sois “pueblo <strong>de</strong> Dios”; antes<br />
erais “no compa<strong>de</strong>cidos”, ahora sois “compa<strong>de</strong>cidos”.<br />
V. Que la paz <strong>de</strong> Cristo actúe <strong>de</strong> árbitro en vuestro corazón.<br />
R. A ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
A ti, sumo y eterno Sacerdote<br />
<strong>de</strong> la nueva alianza,<br />
se ofrecen nuestros votos y se elevan<br />
los corazones en acción <strong>de</strong> gracias.<br />
II Vísperas<br />
Des<strong>de</strong> el seno <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong>scendiste<br />
al <strong>de</strong> la Virgen Madre;<br />
te haces pobre, y así nos enriqueces;<br />
tu obediencia, <strong>de</strong> esclavos libres hace.<br />
Tú eres el Ungido, Jesucristo,<br />
el Sacerdote único;<br />
tiene su fin en ti la ley antigua,<br />
por ti la ley <strong>de</strong> gracia viene al mundo.<br />
Al <strong>de</strong>rramar tu sangre por nosotros,<br />
tu amor complace al Padre;<br />
siendo la hostia <strong>de</strong> tu sacrificio,<br />
hijos <strong>de</strong> Dios y hermanos tú nos haces.<br />
Para alcanzar la salvación eterna,<br />
día a día se ofrece<br />
tu sacrificio, mientras, junto al Padre,<br />
sin cesar por nosotros interce<strong>de</strong>s.<br />
A ti, Cristo pontífice, la gloria<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos;<br />
tú que vives y reinas y te ofreces<br />
al Padre en el amor <strong>de</strong>l <strong>Santo</strong> Espíritu. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: “Tú eres sacerdote eterno.”<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: “Tú eres sacerdote eterno.”<br />
Ant. 2. Dios, rico en misericordia, nos ha hecho vivir con Cristo.<br />
Salmo 110<br />
Doy gracias al Señor <strong>de</strong> todo corazón,<br />
en compañía <strong>de</strong> los rectos, en la asamblea.<br />
Gran<strong>de</strong>s son las obras <strong>de</strong>l Señor,<br />
dignas <strong>de</strong> estudio para los que las aman.<br />
Esplendor y belleza son su obra,<br />
su generosidad dura por siempre;<br />
ha hecho maravillas memorables,<br />
el Señor es piadoso y clemente.<br />
Él da alimento a sus fieles;<br />
recordando siempre su alianza;<br />
mostró a su pueblo la fuerza <strong>de</strong> su obrar,<br />
dándoles la heredad <strong>de</strong> los gentiles.<br />
Justicia y verdad son las obras <strong>de</strong> sus manos,<br />
todos sus preceptos merecen confianza:<br />
son estables para siempre jamás,<br />
se han <strong>de</strong> cumplir con verdad y rectitud.<br />
Envió la re<strong>de</strong>nción a su pueblo,<br />
ratificó para siempre su alianza,<br />
su nombre es sagrado y temible.<br />
Primicia <strong>de</strong> la sabiduría es el temor <strong>de</strong>l Señor,<br />
tienen buen juicio los que lo practican;<br />
la alabanza <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Ant. Dios, rico en misericordia, nos ha hecho vivir con Cristo.<br />
Ant. 3. Cristo es imagen <strong>de</strong> Dios invisible, primogénito <strong>de</strong> toda criatura.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Cristo es imagen <strong>de</strong> Dios invisible, primogénito <strong>de</strong> toda criatura.<br />
LECTURA BREVE Hb 10, 19-23<br />
Hermanos, teniendo entrada libre al santuario, en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> Jesús,<br />
contando con el camino nuevo y vivo que él ha inaugurado para nosotros a través <strong>de</strong> la<br />
cortina, o sea, <strong>de</strong> su carne, y teniendo un gran sacerdote al frente <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Dios,<br />
acerquémonos con corazón sincero y llenos <strong>de</strong> fe, con el corazón purificado <strong>de</strong> mala<br />
conciencia y con el cuerpo lavado en agua pura. Mantengámonos firmes en la esperanza<br />
que profesamos, porque es fiel quien hizo la promesa.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Estamos en paz con Dios, *Por medio <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Estamos.<br />
V. Y nos gloriamos, apoyados en la esperanza <strong>de</strong> alcanzar la gloria <strong>de</strong> Dios. *Por<br />
medio <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Gloria al Padre. Estamos.<br />
Magníficat, ant. Padre, te ruego por ellos, que son tuyos, y por ellos me consagro yo,<br />
para que también se consagren ellos en la verdad.<br />
PRECES<br />
Dirijámonos confiadamente a Cristo, nuestro sumo sacerdote, y presentémosle nuestros<br />
<strong>de</strong>seos y peticiones, diciendo con humildad:<br />
Escúchanos, Señor, te suplicamos con fe.<br />
Cristo, tú que eres la Palabra <strong>de</strong>l Padre,<br />
-pon en nuestros labios lo que hemos <strong>de</strong> pedir.<br />
Cristo sacerdote, tú que eres el pan <strong>de</strong> vida,<br />
-haz que los que tú has elegido vivan el don <strong>de</strong> su sacerdocio, consumando en ti su<br />
propia oblación.<br />
Cristo glorioso, que vives siempre para interce<strong>de</strong>r ante el Padre en favor nuestro,<br />
-haz que seamos fieles en la oración por tu Iglesia.<br />
Cristo Señor, que fuiste enviado por el Padre,<br />
-haz que todos encuentren en ti la vida y el camino <strong>de</strong>l reino.<br />
Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, que con tu muerte venciste a la muerte,<br />
-haz que la oblación final <strong>de</strong> nuestros difuntos los lleve al gozo eterno <strong>de</strong> la gloria.<br />
Padre nuestro.
Oración<br />
Oh Dios, que para gloria tuya y salvación <strong>de</strong>l género humano constituiste a tu Hijo<br />
único sumo y eterno sacerdote, conce<strong>de</strong> a quienes él eligió para ministros y<br />
dispensadores <strong>de</strong> tus misterios la gracia <strong>de</strong> ser fieles en el cumplimiento <strong>de</strong>l ministerio<br />
recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
SOLEMNIDADES DEL SEÑOR<br />
DURANTE EL TIEMPO ORDINARIO<br />
¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,<br />
la Iglesia nos sumerge en tu misterio;<br />
te confesamos y te ben<strong>de</strong>cimos,<br />
Señor, Dios nuestro.<br />
Como un río en el mar <strong>de</strong> tu gran<strong>de</strong>za,<br />
el tiempo <strong>de</strong>semboca en hoy eterno,<br />
lo pequeño se anega en lo infinito,<br />
Señor, Dios nuestro.<br />
Oh Palabra <strong>de</strong>l Padre, te escuchamos;<br />
oh Padre, mira el rostro <strong>de</strong> tu Verbo;<br />
oh Espíritu <strong>de</strong> amor, ven a nosotros;<br />
Señor, Dios nuestro.<br />
¡Dios mío, Trinidad a quien adoro!,<br />
haced <strong>de</strong> nuestras almas vuestro cielo,<br />
llevadnos al hogar don<strong>de</strong> tú habitas,<br />
Señor, Dios nuestro.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu:<br />
Fuente <strong>de</strong> gozo pleno y verda<strong>de</strong>ro,<br />
al Creador <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra,<br />
Señor, Dios nuestro. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Domingo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Pentecostés<br />
LA SANTÍSIMA TRINIDAD<br />
Solemnidad<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Gloria a ti, Trinidad igual, Divinidad única, antes <strong>de</strong> todos los siglos, ahora y<br />
siempre.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Gloria a ti, Trinidad igual, Divinidad única, antes <strong>de</strong> todos los siglos, ahora y<br />
siempre.<br />
Ant. 2. Bendita sea la santa Trinidad e indivisible Unidad; proclamamos que ha<br />
tenido misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Bendita sea la santa Trinidad e indivisible Unidad; proclamamos que ha tenido<br />
misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
Ant. 3. Gloria y honor a Dios en la unidad <strong>de</strong> la Trinidad: al Padre, al Hijo y al<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>, por los siglos.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Gloria y honor a Dios en la unidad <strong>de</strong> la Trinidad: al Padre, al Hijo y al Espíritu<br />
<strong>Santo</strong>, por los siglos.<br />
LECTURA BREVE Rm 11, 33-36<br />
¡Qué abismo <strong>de</strong> generosidad <strong>de</strong> sabiduría y <strong>de</strong> conocimiento, el <strong>de</strong> Dios! ¡Qué<br />
insondables sus <strong>de</strong>cisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la mente <strong>de</strong>l<br />
Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le <strong>de</strong>vuelva? Él<br />
es el origen, guía y meta <strong>de</strong>l universo. A él la gloria por los siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu <strong>Santo</strong>, *Ensalcémoslo por los<br />
siglos. Bendigamos.<br />
V. Al único Dios honor y gloria. *Ensalcémoslo por los siglos. Gloria al Padre.<br />
Bendigamos.<br />
Magníficat, ant. Gracias a ti, oh Dios, gracias a ti, verda<strong>de</strong>ra y una Trinidad, una y<br />
suprema Divinidad, una y santa Unidad.<br />
PRECES<br />
El Padre, al dar vida por el Espíritu <strong>Santo</strong> a la carne <strong>de</strong> Cristo, su Hijo, la hizo fuente <strong>de</strong><br />
vida para nosotros. Elevemos, pues, al Dios uno y trino nuestro canto <strong>de</strong> alabanza:<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.
Padre, Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, envía en nombre <strong>de</strong> tu Hijo el Espíritu <strong>Santo</strong><br />
Defensor sobre la iglesia,<br />
-para que la mantenga en la unidad <strong>de</strong> la caridad y <strong>de</strong> la verdad plena.<br />
Manda, Señor, trabajadores a tu mies, para que hagan discípulos <strong>de</strong> todos los pueblos,<br />
bautizándolos en el nombre <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong>l Hijo y <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-y les <strong>de</strong>n firmeza en la fe.<br />
Ayuda, Señor, a todos los perseguidos por causa <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-ya que él prometió que tú les darías el Espíritu <strong>de</strong> la verdad para que hablara por<br />
ellos.<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que todos los hombres reconozcan que tú, con el Verbo y el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>, eres uno,<br />
-para que crean, esperen y amen al Dios único.<br />
Padre <strong>de</strong> todos los que viven, haz que los difuntos tengan parte en tu gloria,<br />
-en la que tu Hijo y el Espíritu <strong>Santo</strong> reinan contigo en íntima y eterna unión.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que has enviado al mundo la Palabra <strong>de</strong> la verdad y el<br />
Espíritu <strong>de</strong> la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio,<br />
concé<strong>de</strong>nos profesar la fe verda<strong>de</strong>ra, conocer la gloria <strong>de</strong> la eterna Trinidad y adorar su<br />
Unidad todopo<strong>de</strong>rosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
El Dios uno y trino,<br />
misterio <strong>de</strong> amor,<br />
habita en los cielos<br />
y en mi corazón.<br />
Dios escondido en el misterio,<br />
como la luz que apaga estrellas;<br />
Dios que te ocultas a los sabios,<br />
y a los pequeños te rebelas.<br />
No es soledad, es compañía,<br />
es un hogar tu vida eterna,<br />
es el amor que se <strong>de</strong>sborda<br />
<strong>de</strong> un mar inmenso sin riberas.<br />
Padre <strong>de</strong> todos, siempre joven,<br />
al Hijo amado eterno engendras,<br />
y el <strong>Santo</strong> Espíritu proce<strong>de</strong><br />
como el Amor que a los dos sella.<br />
Padre, en tu gracia y tu ternura,<br />
la paz, el gozo y la belleza,<br />
danos ser hijos en el Hijo<br />
y hermanos todos en tu Iglesia.<br />
Al Padre, al Hijo y al Espíritu,<br />
acor<strong>de</strong> melodía eterna,<br />
honor y gloria por los siglos<br />
canten los cielos y la tierra.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. A ti el honor y el imperio, a ti la gloria y el po<strong>de</strong>r, a ti la alabanza y la<br />
aclamación por los siglos <strong>de</strong> los siglos, oh santa Trinidad.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Todas tus criaturas, oh Trinidad santa, justamente te alaban, te adoran y te<br />
glorifican.<br />
Ant. 3. Él es el origen, guía y meta <strong>de</strong>l universo. A él la gloria por los siglos.<br />
LECTURA BREVE 1Co 12, 4-6<br />
Hay diversidad <strong>de</strong> dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad <strong>de</strong> ministerios,<br />
pero un mismo Señor; y hay diversidad <strong>de</strong> funciones, pero un mismo Dios que obra<br />
todo en todos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A ti la alabanza y la gloria, *Oh santa Trinidad. A ti la alabanza.<br />
V. A ti la acción <strong>de</strong> gracias por los siglos <strong>de</strong> los siglos. *Oh santa Trinidad. Gloria al<br />
Padre. A ti la alabanza.
Benedictus, ant. Bendita sea, ahora y por siempre, y por todos los siglos, la santa y<br />
única Trinidad, que ha creado y gobierna todas las cosas.<br />
PRECES<br />
Llenos <strong>de</strong> alegría, adoremos y glorifiquemos al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>:<br />
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Padre santo, a nosotros, que no sabemos pedir lo que nos conviene, dígnate darnos el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-para que venga en ayuda <strong>de</strong> nuestra <strong>de</strong>bilidad e interceda por nosotros según tú.<br />
Hijo <strong>de</strong> Dios, que pediste al Padre que diera a tu Iglesia el Defensor,<br />
-haz que el Espíritu <strong>de</strong> la verdad esté siempre con nosotros.<br />
Ven, Espíritu <strong>Santo</strong>, y comunícanos tus frutos: el amor, la alegría, la paz, la<br />
comprensión, la servicialidad, la bondad,<br />
-la lealtad, la amabilidad, el dominio <strong>de</strong> sí, la sobriedad, la castidad.<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que enviaste a nuestros corazones el Espíritu <strong>de</strong> tu Hijo, que<br />
clama: “¡Abba, Padre!”,<br />
-haz que nos <strong>de</strong>jemos llevar por el Espíritu, para que seamos here<strong>de</strong>ros tuyos y<br />
cohere<strong>de</strong>ros con Cristo.<br />
Cristo, que enviaste el Defensor, que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Padre, para que diera testimonio <strong>de</strong> ti,<br />
-haz que también nosotros <strong>de</strong>mos testimonio <strong>de</strong> ti ante los hombres.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que has enviado al mundo la Palabra <strong>de</strong> la verdad y el<br />
Espíritu <strong>de</strong> la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio,<br />
concé<strong>de</strong>nos profesar la fe verda<strong>de</strong>ra, conocer la gloria <strong>de</strong> la eterna Trinidad y adorar su<br />
Unidad todopo<strong>de</strong>rosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. Te invocamos, te alabamos, te adoramos, oh santa Trinidad.<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 21-22<br />
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha<br />
ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el<br />
Espíritu.<br />
V. Entrad por sus puertas con acción <strong>de</strong> gracias.<br />
R. Dad gloria a Dios Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Sexta<br />
Ant. Oh santa Trinidad, tú eres nuestra esperanza, nuestra salvación y nuestro honor.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4. 5-6<br />
Envió Dios a su Hijo para que recibiéramos el ser hijos por adopción. Como sois<br />
hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu <strong>de</strong> su Hijo, que clama: “¡Abba!”,<br />
Padre.<br />
V. Oh Trinidad santa, bendita y gloriosa.<br />
R. Padre, Hijo y Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Nona<br />
Ant. Confesamos que eres inmutable en el ser, en el existir y en el enten<strong>de</strong>r.<br />
LECTURA BREVE Ap 7, 12<br />
La alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción <strong>de</strong> gracias y el honor y el po<strong>de</strong>r y la<br />
fuerza son <strong>de</strong> nuestro Dios, por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
V. Bendito eres, Señor, en la bóveda <strong>de</strong>l cielo.<br />
R. A ti honor y alabanza por los siglos.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las I Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Oh verda<strong>de</strong>ra y eterna Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Oh verda<strong>de</strong>ra y eterna Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Ant. 2. Líbranos, sálvanos, vivifícanos, oh santa Trinidad.<br />
Salmo 113 A<br />
Cuando Israel salió <strong>de</strong> Egipto,<br />
los hijos <strong>de</strong> Jacob <strong>de</strong> un pueblo balbuciente,<br />
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.<br />
El mar, al verlos, huyó,<br />
el Jordán se echó atrás;<br />
los montes saltaron como carneros;<br />
las colinas, como cor<strong>de</strong>ros.<br />
¿Qué te pasa, mar, que huyes,<br />
y a ti, Jordán que te echas atrás?<br />
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;<br />
colinas, que saltáis como cor<strong>de</strong>ros?<br />
En presencia <strong>de</strong>l Señor se estremece la tierra,<br />
en presencia <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
que transforma las peñas en estanques,<br />
el pe<strong>de</strong>rnal en manantiales <strong>de</strong> agua.<br />
Ant. Líbranos, sálvanos, vivifícanos, oh santa Trinidad.
Ant. 3. <strong>Santo</strong>, <strong>Santo</strong>, <strong>Santo</strong> es el Señor, soberano <strong>de</strong> todo, el que era y es y viene.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. <strong>Santo</strong>, <strong>Santo</strong>, <strong>Santo</strong> es el Señor, soberano <strong>de</strong> todo, el que era y es y viene.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 3-6<br />
Esforzaos en mantener la unidad <strong>de</strong>l Espíritu con el vínculo <strong>de</strong> la paz. Un solo<br />
cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza <strong>de</strong> la vocación a la que habéis<br />
sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre <strong>de</strong> todo, que lo<br />
trascien<strong>de</strong> todo, y lo penetra todo, y lo inva<strong>de</strong> todo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu <strong>Santo</strong>, *Ensalcémoslo por los<br />
siglos. Bendigamos.<br />
V. Al único Dios honor y gloria. *Ensalcémoslo por los siglos. Gloria al Padre.<br />
Bendigamos.<br />
Magníficat, ant. A ti, Dios Padre no engendrado, a ti, Hijo único, a ti, Espíritu <strong>Santo</strong><br />
Defensor, santa e indivisible Trinidad, te confesamos con el corazón y con la boca, te<br />
alabamos y te ben<strong>de</strong>cimos; a ti la gloria por los siglos.<br />
PRECES<br />
El Padre, al dar vida por el Espíritu <strong>Santo</strong> a la carne <strong>de</strong> Cristo, su Hijo, la hizo fuente <strong>de</strong><br />
vida para nosotros. Elevemos, pues, al Dios uno y trino nuestro canto <strong>de</strong> alabanza:<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.
Padre, Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, envía en nombre <strong>de</strong> tu Hijo el Espíritu <strong>Santo</strong><br />
Defensor sobre la iglesia,<br />
-para que la mantenga en la unidad <strong>de</strong> la caridad y <strong>de</strong> la verdad plena.<br />
Manda, Señor, trabajadores a tu mies, para que hagan discípulos <strong>de</strong> todos los pueblos,<br />
bautizándolos en el nombre <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong>l Hijo y <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-y les <strong>de</strong>n firmeza en la fe.<br />
Ayuda, Señor, a todos los perseguidos por causa <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-ya que él prometió que tú les darías el Espíritu <strong>de</strong> la verdad para que hablara por<br />
ellos.<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que todos los hombres reconozcan que tú, con el Verbo y el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong>, eres uno,<br />
-para que crean, esperen y amen al Dios único.<br />
Padre <strong>de</strong> todos los que viven, haz que los difuntos tengan parte en tu gloria,<br />
-en la que tu Hijo y el Espíritu <strong>Santo</strong> reinan contigo en íntima y eterna unión.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que has enviado al mundo la Palabra <strong>de</strong> la verdad y el<br />
Espíritu <strong>de</strong> la santificación para revelar a los hombres tu admirable misterio,<br />
concé<strong>de</strong>nos profesar la fe verda<strong>de</strong>ra, conocer la gloria <strong>de</strong> la eterna Trinidad y adorar su<br />
Unidad todopo<strong>de</strong>rosa. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Domingo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Santísima Trinidad<br />
EL SANTÍSIMO CUERPO Y SANGRE DE CRISTO<br />
Solemnidad<br />
I Vísperas<br />
Cantemos al Amor <strong>de</strong> los amores,<br />
cantemos al Señor.<br />
¡Dios está aquí! Venid, adoradores;<br />
adoremos a Cristo Re<strong>de</strong>ntor.<br />
¡Gloria a Cristo Jesús! Cielos y tierra,<br />
ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
¡Honor y gloria a ti, Rey <strong>de</strong> la gloria;<br />
amor por siempre a ti, Dios <strong>de</strong>l amor!<br />
¡Oh Luz <strong>de</strong> nuestras almas! ¡Oh Rey <strong>de</strong> las victorias!<br />
¡Oh Vida <strong>de</strong> la vida y Amor <strong>de</strong> todo amor!<br />
¡A ti, Señor, cantamos, oh Dios <strong>de</strong> nuestras glorias;<br />
tu nombre ben<strong>de</strong>cimos, oh Cristo Re<strong>de</strong>ntor!<br />
¿Quién como tú, Dios nuestro? Tú reinas y tú imperas;<br />
aquí te siente al alma; la fe te adora aquí.<br />
¡Señor <strong>de</strong> los ejércitos, bendice nuestras ban<strong>de</strong>ras!<br />
¡Amor <strong>de</strong> los que triunfan, condúcelos a ti! Amén.<br />
Que la lengua humana<br />
cante este misterio:<br />
la preciosa sangre<br />
y el precioso cuerpo.<br />
Quien nació <strong>de</strong> Virgen<br />
Rey <strong>de</strong>l universo,<br />
por salvar al mundo,<br />
dio su sangre en precio.<br />
Se entregó a nosotros,<br />
se nos dio naciendo<br />
<strong>de</strong> una casta Virgen;<br />
y, acabado el tiempo,<br />
tras haber sembrado<br />
la palabra al pueblo,<br />
coronó su obra<br />
con prodigio excelso.<br />
Fue en la última cena<br />
-ágape fraterno-,<br />
tras comer la Pascua<br />
I<br />
II
según mandamiento,<br />
con sus propias manos<br />
repartió su cuerpo,<br />
lo entregó a los Doce<br />
para su alimento.<br />
La Palabra es carne<br />
y hace carne y cuerpo<br />
con palabra suya<br />
lo que fue pan nuestro.<br />
Hace sangre el vino,<br />
y, aunque no enten<strong>de</strong>mos,<br />
basta fe, si existe<br />
corazón sincero.<br />
Adorad postrados<br />
este Sacramento.<br />
Cesa el viejo rito;<br />
se establece el nuevo.<br />
Dudan los sentidos<br />
y el entendimiento:<br />
que la fe lo supla<br />
con asentimiento.<br />
Himnos <strong>de</strong> alabanza,<br />
bendición y obsequio;<br />
por igual la gloria<br />
y el po<strong>de</strong>r y el reino<br />
al eterno Padre<br />
con el Hijo eterno<br />
y el divino Espíritu<br />
que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> ellos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. El Señor, piadoso y clemente, da alimento a sus fieles en recuerdo <strong>de</strong> sus<br />
maravillas.<br />
Salmo 110<br />
Doy gracias al Señor <strong>de</strong> todo corazón,<br />
en compañía <strong>de</strong> los rectos, en la asamblea.<br />
Gran<strong>de</strong>s son las obras <strong>de</strong>l Señor,<br />
dignas <strong>de</strong> estudio para los que las aman.<br />
Esplendor y belleza son su obra,<br />
su generosidad dura por siempre;<br />
ha hecho maravillas memorables,<br />
el Señor es piadoso y clemente.<br />
Él da alimento a sus fieles;<br />
recordando siempre su alianza;<br />
mostró a su pueblo la fuerza <strong>de</strong> su obrar,<br />
dándoles la heredad <strong>de</strong> los gentiles.
Justicia y verdad son las obras <strong>de</strong> sus manos,<br />
todos sus preceptos merecen confianza:<br />
son estables para siempre jamás,<br />
se han <strong>de</strong> cumplir con verdad y rectitud.<br />
Envió la re<strong>de</strong>nción a su pueblo,<br />
ratificó para siempre su alianza,<br />
su nombre es sagrado y temible.<br />
Primicia <strong>de</strong> la sabiduría es el temor <strong>de</strong>l Señor,<br />
tienen buen juicio los que lo practican;<br />
la alabanza <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Ant. El Señor, piadoso y clemente, da alimento a sus fieles en recuerdo <strong>de</strong> sus<br />
maravillas.<br />
Ant. 2. El Señor ha puesto paz en las fronteras <strong>de</strong> la Iglesia y nos sacia con flor <strong>de</strong><br />
harina.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. El Señor ha puesto paz en las fronteras <strong>de</strong> la Iglesia y nos sacia con flor <strong>de</strong><br />
harina.<br />
Ant. 3. Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan <strong>de</strong>l cielo, sino que es mi<br />
Padre el que os da el verda<strong>de</strong>ro pan <strong>de</strong>l cielo. Aleluya.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,<br />
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,<br />
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan <strong>de</strong>l cielo, sino que es mi Padre<br />
el que os da el verda<strong>de</strong>ro pan <strong>de</strong>l cielo. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE 1Co 10, 16-17<br />
El cáliz <strong>de</strong> la bendición que ben<strong>de</strong>cimos, ¿no es comunión con la sangre <strong>de</strong> Cristo? Y<br />
el pan que partimos, ¿no es comunión con el cuerpo <strong>de</strong> Cristo? El pan es uno, y así<br />
nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque comemos todos <strong>de</strong>l<br />
mismo pan.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Les dio pan <strong>de</strong>l cielo. *Aleluya, aleluya. Les dio.<br />
V. El hombre comió pan <strong>de</strong> ángeles. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Les dio.<br />
Magníficat, ant. ¡Qué bueno es, Señor, tu espíritu! Para <strong>de</strong>mostrar a tus hijos tu<br />
ternura, les has dado un pan <strong>de</strong>licioso bajado <strong>de</strong>l cielo, que colma <strong>de</strong> bienes a los<br />
hambrientos, y <strong>de</strong>ja vacíos a los ricos hastiados.<br />
PRECES<br />
Cristo nos invita a todos a su cena, en la cual entrega su cuerpo y su sangre para la vida<br />
<strong>de</strong>l mundo. Digámosle:<br />
Cristo, pan celestial, danos la vida eterna.<br />
Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, que mandaste celebrar la cena eucarística en memoria tuya,<br />
-enriquece a tu Iglesia con la constante celebración <strong>de</strong> tus misterios.<br />
Cristo, sacerdote único <strong>de</strong>l Altísimo, que encomendaste a los sacerdotes ofrecer tu<br />
sacramento,<br />
-haz que su vida sea fiel reflejo <strong>de</strong> lo que celebran sacramentalmente.
Cristo, maná <strong>de</strong>l cielo, que haces que formemos un solo cuerpo todos los que comemos<br />
<strong>de</strong>l mismo pan,<br />
-refuerza la paz y la armonía <strong>de</strong> todos los que creemos en ti.<br />
Cristo, médico celestial, que por medio <strong>de</strong> tu pan nos das un remedio <strong>de</strong> inmortalidad y<br />
una prenda <strong>de</strong> resurrección,<br />
-<strong>de</strong>vuelve la salud a los enfermos y la esperanza viva a los pecadores.<br />
Cristo, rey veni<strong>de</strong>ro, que mandaste celebrar tus misterios para proclamar tu muerte hasta<br />
que vuelvas,<br />
-haz que participen <strong>de</strong> tu resurrección todos los que han muerto en ti.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos <strong>de</strong>jaste el memorial <strong>de</strong> tu pasión, te<br />
pedimos nos concedas venerar <strong>de</strong> tal modo los sagrados misterios <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu<br />
sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción. Tú<br />
que vives y reinas.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
I<br />
Altar <strong>de</strong> Dios: el centro <strong>de</strong> la vida<br />
con el Señor en medio <strong>de</strong> su pueblo,<br />
mesa <strong>de</strong>l pan que a todos nos convida<br />
a reunirnos en un mundo nuevo.<br />
Altar <strong>de</strong> Dios: la fuente <strong>de</strong> aguas vivas<br />
para saciar la sed <strong>de</strong>l universo:<br />
“Que todos sean uno” en Jesucristo,<br />
la oración <strong>de</strong>l Señor, su testamento.<br />
Pueblo <strong>de</strong> Dios, escucha su palabra,<br />
que está el Señor presente entre los hombres;<br />
pueblo <strong>de</strong> Dios, camino <strong>de</strong> la patria,<br />
convoca a la unidad a las naciones.<br />
Venid a la asamblea, <strong>de</strong> Dios es la llamada,<br />
que nadie que<strong>de</strong> fuera, <strong>de</strong> todos es la casa.<br />
Miembros <strong>de</strong> Cristo fieles, y <strong>de</strong> su amor testigos,<br />
pueblo <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> paz, sediento y peregrino.<br />
Pueblo <strong>de</strong> Dios, escucha su palabra,<br />
que está el Señor presente entre los hombres;<br />
pueblo <strong>de</strong> Dios, camino <strong>de</strong> la patria,<br />
convoca a la unidad a las naciones.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
Oveja perdida, ven<br />
sobre mis hombros, que hoy<br />
no sólo tu pastor soy,<br />
sino tu pasto también.<br />
Por <strong>de</strong>scubrirte mejor<br />
cuando balabas perdida,<br />
<strong>de</strong>jé en un árbol la vida<br />
don<strong>de</strong> me subió el amor;<br />
si prenda quieres mayor,<br />
mis obras hoy te la <strong>de</strong>n.<br />
Pasto, al fin, hoy tuyo hecho,<br />
¿cuál dará mayor asombro,<br />
o el traerte yo en el hombro<br />
o el traerme tú en el pecho?<br />
Prendas son <strong>de</strong> amor estrecho<br />
que aun los más ciegos las ven.<br />
II<br />
Ant. 1. Con manjar <strong>de</strong> ángeles alimentaste a tu pueblo, proporcionándole pan <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
el cielo. Aleluya.
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Sacerdotes consagrados ofrecen a Dios incienso y pan. Aleluya.<br />
Ant. 3. Al que salga vencedor le daré maná escondido y un nombre nuevo. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ml 1, 11<br />
Del oriente al poniente es gran<strong>de</strong> entre las naciones mi nombre; en todo lugar<br />
ofrecerán incienso y sacrificio a mi nombre, una ofrenda pura, porque es gran<strong>de</strong> mi<br />
nombre entre las naciones –dice el Señor <strong>de</strong> los ejércitos-.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sacas pan <strong>de</strong> los campos. *Aleluya, aleluya. Sacas.<br />
V. Y vino que alegra el corazón <strong>de</strong>l hombre. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre.<br />
Sacas.<br />
Benedictus, ant. Yo soy el pan vivo que ha bajado <strong>de</strong>l cielo; el que coma <strong>de</strong> este pan<br />
vivirá para siempre. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Imploremos, hermanos, a Jesucristo, que es el pan <strong>de</strong> la vida, diciéndole jubilosos:<br />
Dichoso el que coma en el banquete <strong>de</strong> tu reino, Señor.<br />
Cristo, sacerdote <strong>de</strong> la alianza nueva y eterna, que en el ara <strong>de</strong> la cruz ofreciste al Padre<br />
el sacrificio perfecto,<br />
-enséñanos a ofrecerlo junto contigo.<br />
Cristo, altísimo rey <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> justicia, que consagraste el pan y el vino como signo <strong>de</strong><br />
tu propia oblación,<br />
-haz que sepamos ofrecernos junto contigo.<br />
Cristo, verda<strong>de</strong>ro adorador <strong>de</strong>l Padre, cuya ofrenda pura ofrece la Iglesia <strong>de</strong>l oriente al<br />
poniente,<br />
-junta en la unidad <strong>de</strong> tu cuerpo a los que alimentas con un mismo pan.<br />
Cristo, maná bajado <strong>de</strong>l cielo, que nutres a la Iglesia con tu cuerpo y sangre,<br />
-haz que caminemos con la fuerza <strong>de</strong> este alimento.<br />
Cristo, huésped invisible <strong>de</strong> nuestro convite, que estás a la puerta llamando,<br />
-ven a nosotros, para que podamos comer juntos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos <strong>de</strong>jaste el memorial <strong>de</strong> tu pasión, te<br />
pedimos nos concedas venerar <strong>de</strong> tal modo los sagrados misterios <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu<br />
sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción. Tú<br />
que vives y reinas.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. He <strong>de</strong>seado enormemente comer esta comida pascual con vosotros, antes <strong>de</strong><br />
pa<strong>de</strong>cer. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Sb 16, 20<br />
A tu pueblo, Señor, lo alimentaste con manjar <strong>de</strong> ángeles, proporcionándole<br />
gratuitamente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, pan a punto, <strong>de</strong> mil sabores, a gusto <strong>de</strong> todos.<br />
V. Me acercaré al altar <strong>de</strong> Dios. Aleluya.<br />
R. Recibiré a Cristo, que es mi alegría. Aleluya.<br />
Sexta<br />
Ant. Durante la cena, Jesús cogió pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus<br />
discípulos. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Pr 9, 1-2<br />
La sabiduría se ha construido su casa plantando siete columnas, ha preparado el<br />
banquete, mezclado el vino y puesto la mesa.<br />
V. Le diste pan <strong>de</strong>l cielo. Aleluya.<br />
R. Que contiene en sí todo <strong>de</strong>leite. Aleluya.<br />
Nona<br />
Ant. Reconocieron al Señor Jesús al partir el pan. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Hch 2, 42.47<br />
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza <strong>de</strong> los apóstoles, en la vida<br />
común, en la fracción <strong>de</strong>l pan y en las oraciones, alabando a Dios; eran bien vistos <strong>de</strong><br />
todo el pueblo.<br />
V. Quédate con nosotros, Señor. Aleluya.<br />
R. Porque atar<strong>de</strong>ce. Aleluya.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las I Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Cristo, el Señor, sacerdote eterno, según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c, ofreció pan y<br />
vino.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Cristo, el Señor, sacerdote eterno, según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c, ofreció pan y<br />
vino.<br />
Ant. 2. Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación y ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza.<br />
Salmo 115<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación y ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza.<br />
Ant. 3. Señor, tú eres el camino, la verdad y la vida <strong>de</strong>l mundo.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Señor, tú eres el camino, la verdad y la vida <strong>de</strong>l mundo.<br />
LECTURA BREVE 1Co 11, 23-25<br />
Yo he recibido una tradición, que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Señor y que a mi vez os he<br />
transmitido: Que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y,<br />
pronunciando la acción <strong>de</strong> gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo, que se entrega<br />
por vosotros. Haced esto en memoria mía.” Lo mismo hizo con el cáliz, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
cenar, diciendo: “Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada<br />
vez que lo bebáis, en memoria mía.”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Les dio pan <strong>de</strong>l cielo. *Aleluya, aleluya. Les dio.<br />
V. El hombre comió pan <strong>de</strong> ángeles. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Les dio.
Magníficat, ant. ¡Oh sagrado banquete, en que Cristo es nuestra comida, se celebra el<br />
memorial <strong>de</strong> su pasión, el alma se llena <strong>de</strong> gracia y se nos da la prenda <strong>de</strong> la gloria<br />
futura! Aleluya.<br />
PRECES<br />
Cristo nos invita a todos a su cena, en la cual entrega su cuerpo y su sangre para la vida<br />
<strong>de</strong>l mundo. Digámosle:<br />
Cristo, pan celestial, danos la vida eterna.<br />
Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, que mandaste celebrar la cena eucarística en memoria tuya,<br />
-enriquece a tu Iglesia con la constante celebración <strong>de</strong> tus misterios.<br />
Cristo, sacerdote único <strong>de</strong>l Altísimo, que encomendaste a los sacerdotes ofrecer tu<br />
sacramento,<br />
-haz que su vida sea fiel reflejo <strong>de</strong> lo que celebran sacramentalmente.<br />
Cristo, maná <strong>de</strong>l cielo, que haces que formemos un solo cuerpo todos los que comemos<br />
<strong>de</strong>l mismo pan,<br />
-refuerza la paz y la armonía <strong>de</strong> todos los que creemos en ti.<br />
Cristo, médico celestial, que por medio <strong>de</strong> tu pan nos das un remedio <strong>de</strong> inmortalidad y<br />
una prenda <strong>de</strong> resurrección,<br />
-<strong>de</strong>vuelve la salud a los enfermos y la esperanza viva a los pecadores.<br />
Cristo, rey veni<strong>de</strong>ro, que mandaste celebrar tus misterios para proclamar tu muerte hasta<br />
que vuelvas,<br />
-haz que participen <strong>de</strong> tu resurrección todos los que han muerto en ti.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en este sacramento admirable nos <strong>de</strong>jaste el memorial <strong>de</strong> tu pasión, te<br />
pedimos nos concedas venerar <strong>de</strong> tal modo los sagrados misterios <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu<br />
sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción. Tú<br />
que vives y reinas.
HIMNO<br />
Viernes posterior al segundo domingo<br />
<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> Pentecostés<br />
EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS<br />
Solemnidad<br />
Mi Cristo, tú no tienes<br />
la lóbrega mirada <strong>de</strong> la muerte.<br />
Tus ojos no se cierran:<br />
son agua limpia don<strong>de</strong> puedo verme.<br />
Mi Cristo, tú no pue<strong>de</strong>s<br />
cicatrizar la llaga <strong>de</strong>l costado:<br />
un corazón tras ella<br />
noches y días me estará esperando.<br />
Mi Cristo, tú conoces<br />
la intimidad oculta <strong>de</strong> mi vida.<br />
Tú sabes mis secretos:<br />
te los voy confesando día a día.<br />
Mi Cristo, tú aleteas<br />
con los brazos unidos al ma<strong>de</strong>ro.<br />
¡Oh valor que convida<br />
a levantarse puro sobre el suelo!<br />
I Vísperas<br />
Mi Cristo, tú sonríes<br />
cuando te hieren, sordas, las espinas.<br />
Si mi cabeza hierve,<br />
haz, Señor, que te mire y te sonría.<br />
Mi Cristo, tú que esperas<br />
mi último beso darte ante la tumba.<br />
También mi joven beso<br />
<strong>de</strong>scansa en ti <strong>de</strong> la incesante lucha. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Con amor eterno nos ha amado Dios; por eso, al ser elevado sobre la tierra,<br />
nos ha atraído hacia su corazón, compa<strong>de</strong>ciéndose <strong>de</strong> nosotros.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Con amor eterno nos ha amado Dios; por eso, al ser elevado sobre la tierra, nos<br />
ha atraído hacia su corazón, compa<strong>de</strong>ciéndose <strong>de</strong> nosotros.<br />
Ant. 2. Apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí, que soy manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón, y encontraréis vuestro<br />
<strong>de</strong>scanso.<br />
Salmo 145<br />
Alaba, alma mía, al Señor:<br />
alabaré al Señor mientras viva,<br />
tañeré para mi Dios mientras exista.<br />
No confiéis en los príncipes,<br />
seres <strong>de</strong> polvo que no pue<strong>de</strong>n salvar;<br />
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,<br />
ese día perecen sus planes.<br />
Dichoso a quien auxilia el Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
el que espera en el Señor, su Dios,<br />
que hizo el cielo y la tierra,<br />
el mar y cuanto hay en él;<br />
que mantiene su fi<strong>de</strong>lidad perpetuamente,<br />
que hace justicia a los oprimidos,<br />
que da pan a los hambrientos.<br />
El Señor liberta a los cautivos,<br />
el Señor abre los ojos al ciego,<br />
el Señor en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan,<br />
el Señor ama a los justos.<br />
El Señor guarda a los peregrinos,<br />
sustenta al huérfano y a la viuda<br />
y trastorna el camino <strong>de</strong> los malvados.<br />
El Señor reina eternamente,<br />
tu Dios, Sión, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí, que soy manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón, y encontraréis vuestro<br />
<strong>de</strong>scanso.
Ant. 3. Yo soy el buen Pastor, que apaciento mis ovejas y doy mi vida por ellas.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Yo soy el buen Pastor, que apaciento mis ovejas y doy mi vida por ellas.<br />
LECTURA BREVE Ef 5, 25b-27<br />
Cristo amó a su Iglesia. Él se entregó a sí mismo por ella, para consagrarla,<br />
purificándola con el baño <strong>de</strong>l agua y la palabra, y para colocarla ante sí gloriosa, la<br />
Iglesia, sin mancha ni arruga ni nada semejante, sino santa e inmaculada.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo nos amó y nos ha librado *Por su sangre. Cristo.<br />
V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes <strong>de</strong> Dios, su Padre. *Por su<br />
sangre. Gloria al Padre. Cristo.<br />
Magníficat, ant. He venido a pren<strong>de</strong>r fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya<br />
ardiendo!<br />
PRECES<br />
Invoquemos, hermanos, a Jesús, que es nuestro <strong>de</strong>scanso, y pidámosle:<br />
Rey amantísimo, ten piedad <strong>de</strong> nosotros.<br />
Jesús, <strong>de</strong> tu corazón traspasado por la lanza salió sangre y agua, dando así nacimiento a<br />
tu esposa, la Iglesia;<br />
-haz que sea santa e inmaculada.<br />
Jesús, templo sagrado <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong>struido por los hombres y levantado <strong>de</strong> nuevo por el<br />
Padre,<br />
-haz que la Iglesia sea verda<strong>de</strong>ra morada <strong>de</strong>l Altísimo.<br />
Jesús, rey y centro <strong>de</strong> todos los corazones, que nos amas con amor eterno y nos atraes<br />
hacia ti, compa<strong>de</strong>cido <strong>de</strong> nosotros,<br />
-renueva tu alianza con los hombres.
Jesús, paz y reconciliación nuestra, que hiciste las paces entre los hombres, uniéndolos<br />
en un solo hombre nuevo, y mediante la cruz diste muerte al odio,<br />
-haz que podamos acercarnos al Padre.<br />
Jesús, vida y resurrección nuestra, alivio <strong>de</strong> los que están agobiados, en quien<br />
encontramos nuestro <strong>de</strong>scanso,<br />
- atrae hacia ti a los pecadores.<br />
Jesús, que, por el gran amor con que nos amaste, te sometiste incluso a la muerte <strong>de</strong><br />
cruz,<br />
-resucita a todos los que han muerto en paz contigo.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, al celebrar la solemnidad <strong>de</strong>l Corazón <strong>de</strong> tu Hijo unigénito,<br />
recordamos los beneficios <strong>de</strong> su amor para con nosotros; concé<strong>de</strong>nos recibir <strong>de</strong> esta<br />
fuente divina una inagotable abundancia <strong>de</strong> gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hoy, para rondar la puerta<br />
<strong>de</strong> vuestro santo costado,<br />
Señor, un alma ha llegado<br />
<strong>de</strong> amores <strong>de</strong> un muerto muerta.<br />
Asomad el corazón,<br />
Cristo, a esa dulce ventana,<br />
oiréis <strong>de</strong> mi voz humana<br />
una divina canción.<br />
Muerto estáis, por eso os pido<br />
el corazón <strong>de</strong>scubierto,<br />
para perdonar <strong>de</strong>spierto,<br />
para castigar dormido.<br />
Si <strong>de</strong>cís que está velando<br />
cuando vos estáis durmiendo,<br />
¿quién duda que estáis oyendo<br />
a quien os canta llorando?<br />
Y, aunque él se duerma, Señor,<br />
el amor vive <strong>de</strong>spierto;<br />
que no es el amor el muerto,<br />
¡vos sois el muerto <strong>de</strong> amor!<br />
Que, si la lanza, mi Dios,<br />
el corazón pudo herir,<br />
no pudo el amor morir,<br />
que es tan vida como vos.<br />
Anduve <strong>de</strong> puerta en puerta<br />
cuando a vos no me atreví;<br />
pero en ninguna pedí<br />
que la hallase tan abierta.<br />
Pues, como abierto os he visto,<br />
a Dios quise entrar por vos:<br />
que nadie se atreve a Dios<br />
sin poner <strong>de</strong>lante a Cristo.<br />
Y aun éste, lleno <strong>de</strong> heridas,<br />
porque sienta el Padre eterno<br />
que os cuestan, Cor<strong>de</strong>ro tierno,<br />
tanta sangre nuestras vidas.<br />
Gloria al Padre omnipotente,<br />
gloria al Hijo re<strong>de</strong>ntor,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>:<br />
tres Personas, sólo un Dios. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Jesús, en pie, gritaba: “El que tenga sed, que venga a mí y beba.”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.
Ant. 2. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré.<br />
Ant. 3. Hijo, dame tu corazón, y tus ojos guar<strong>de</strong>n mis caminos.<br />
LECTURA BREVE Jr 31, 33<br />
Así será la alianza que haré con ellos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aquellos días –oráculo <strong>de</strong>l Señor-:<br />
Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán<br />
mi pueblo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cargad con mi yugo *Y apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí. Cargad.<br />
V. Que soy manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón. *Y apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí. Gloria al Padre.<br />
Cargad.<br />
Benedictus, ant. Por su entrañable misericordia, nos ha visitado Dios y ha redimido a<br />
su pueblo. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Invoquemos, hermanos, a Jesús, que es manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón, y pidámosle:<br />
Rey amantísimo, ten piedad <strong>de</strong> nosotros.<br />
Jesús, en quien habita toda la plenitud <strong>de</strong> la divinidad,<br />
-haz que participemos <strong>de</strong>l mismo ser <strong>de</strong> Dios.<br />
Jesús, en quien están encerrados todos los tesoros <strong>de</strong>l saber y el conocer,<br />
-haznos conocer, mediante la Iglesia, la multiforme sabiduría <strong>de</strong> Dios.<br />
Jesús, hijo amado y predilecto <strong>de</strong>l Padre,<br />
-haz que escuchemos siempre tus palabras.<br />
Jesús, <strong>de</strong> cuya plenitud todos hemos recibido,<br />
-danos con abundancia la gracia y la verdad <strong>de</strong>l Padre.<br />
Jesús, fuente <strong>de</strong> vida y santidad,<br />
-haznos santos e irreprochables por el amor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, al celebrar la solemnidad <strong>de</strong>l Corazón <strong>de</strong> tu Hijo unigénito,<br />
recordamos los beneficios <strong>de</strong> su amor para con nosotros; concé<strong>de</strong>nos recibir <strong>de</strong> esta<br />
fuente divina una inagotable abundancia <strong>de</strong> gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. Pueblo mío, ¿qué te hice o en qué te molesté? Respón<strong>de</strong>me.<br />
LECTURA BREVE Jr 31, 2-4<br />
Así dice el Señor: “Halló gracia en el <strong>de</strong>sierto el pueblo escapado <strong>de</strong> la espada;<br />
camina Israel a su <strong>de</strong>scanso, el Señor se le apareció <strong>de</strong> lejos. Con amor eterno te amé,<br />
por eso, prolongué mi misericordia. Todavía te construiré, y serás reconstruido.”<br />
V. Sacaréis aguas con gozo.<br />
R. De las fuentes <strong>de</strong>l Salvador.<br />
Sexta<br />
Ant. Se me rompe el corazón en el pecho, se me dislocan todos los huesos.<br />
LECTURA BREVE Jr 32, 40<br />
Haré con ellos alianza eterna, y no cesaré <strong>de</strong> hacerles bien. Pondré en sus corazones<br />
mi temor, para que no se aparten <strong>de</strong> mí.<br />
V. Espero compasión, y no la hay.<br />
R. Consoladores, y no los encuentro.<br />
Nona<br />
Ant. Uno <strong>de</strong> los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre<br />
y agua.<br />
LECTURA BREVE Rm 5, 8-9<br />
La prueba <strong>de</strong> que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores,<br />
murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre,<br />
seremos por él salvos <strong>de</strong>l castigo!<br />
V. Fue traspasado por nuestras rebeliones.<br />
R. Sus cicatrices nos curaron.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las I Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Somete, Señor, a tus enemigos con tu yugo lleva<strong>de</strong>ro.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Somete, Señor, a tus enemigos con tu yugo lleva<strong>de</strong>ro.<br />
Ant. 2. El Señor es piadoso y clemente, él da alimento a sus fieles.<br />
Salmo 110<br />
Doy gracias al Señor <strong>de</strong> todo corazón,<br />
en compañía <strong>de</strong> los rectos, en la asamblea.<br />
Gran<strong>de</strong>s son las obras <strong>de</strong>l Señor,<br />
dignas <strong>de</strong> estudio para los que las aman.<br />
Esplendor y belleza son su obra,<br />
su generosidad dura por siempre;<br />
ha hecho maravillas memorables,<br />
el Señor es piadoso y clemente.<br />
Él da alimento a sus fieles;<br />
recordando siempre su alianza;<br />
mostró a su pueblo la fuerza <strong>de</strong> su obrar,<br />
dándoles la heredad <strong>de</strong> los gentiles.<br />
Justicia y verdad son las obras <strong>de</strong> sus manos,<br />
todos sus preceptos merecen confianza:<br />
son estables para siempre jamás,<br />
se han <strong>de</strong> cumplir con verdad y rectitud.
Envió la re<strong>de</strong>nción a su pueblo,<br />
ratificó para siempre su alianza,<br />
su nombre es sagrado y temible.<br />
Primicia <strong>de</strong> la sabiduría es el temor <strong>de</strong>l Señor,<br />
tienen buen juicio los que lo practican;<br />
la alabanza <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Ant. El Señor es piadoso y clemente, él da alimento a sus fieles.<br />
Ant. 3. Éste es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, que quita el pecado <strong>de</strong>l mundo.<br />
Cántico Fpl. 2,6-11<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Éste es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, que quita el pecado <strong>de</strong>l mundo.<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 4-7<br />
Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros<br />
muertos por los pecados, nos ha hecho vivir con Cristo –por pura gracia estáis salvadosnos<br />
ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las<br />
eda<strong>de</strong>s futuras la inmensa riqueza <strong>de</strong> su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo<br />
Jesús.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo nos amó y nos ha librado *Por su sangre. Cristo.<br />
V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes <strong>de</strong> Dios, su Padre. *Por su<br />
sangre. Gloria al Padre. Cristo.<br />
Magníficat, ant. Nos acogió el Señor en su seno y en su corazón, acordándose <strong>de</strong> la<br />
misericordia. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Invoquemos, hermanos, a Jesús, que es nuestro <strong>de</strong>scanso, y pidámosle:<br />
Rey amantísimo, ten piedad <strong>de</strong> nosotros.
Jesús, <strong>de</strong> tu corazón traspasado por la lanza salió sangre y agua, dando así nacimiento a<br />
tu esposa, la Iglesia;<br />
-haz que sea santa e inmaculada.<br />
Jesús, templo sagrado <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong>struido por los hombres y levantado <strong>de</strong> nuevo por el<br />
Padre,<br />
-haz que la Iglesia sea verda<strong>de</strong>ra morada <strong>de</strong>l Altísimo.<br />
Jesús, rey y centro <strong>de</strong> todos los corazones, que nos amas con amor eterno y nos atraes<br />
hacia ti, compa<strong>de</strong>cido <strong>de</strong> nosotros,<br />
-renueva tu alianza con los hombres.<br />
Jesús, paz y reconciliación nuestra, que hiciste las paces entre los hombres, uniéndolos<br />
en un solo hombre nuevo, y mediante la cruz diste muerte al odio,<br />
-haz que podamos acercarnos al Padre.<br />
Jesús, vida y resurrección nuestra, alivio <strong>de</strong> los que están agobiados, en quien<br />
encontramos nuestro <strong>de</strong>scanso,<br />
- atrae hacia ti a los pecadores.<br />
Jesús, que, por el gran amor con que nos amaste, te sometiste incluso a la muerte <strong>de</strong><br />
cruz,<br />
-resucita a todos los que han muerto en paz contigo.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, al celebrar la solemnidad <strong>de</strong>l Corazón <strong>de</strong> tu Hijo unigénito,<br />
recordamos los beneficios <strong>de</strong> su amor para con nosotros; concé<strong>de</strong>nos recibir <strong>de</strong> esta<br />
fuente divina una inagotable abundancia <strong>de</strong> gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Como una ofrenda <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>,<br />
elevamos nuestra oración;<br />
con el alzar <strong>de</strong> nuestras manos,<br />
levantamos el corazón.<br />
Al <strong>de</strong>clinar la luz <strong>de</strong>l día,<br />
que recibimos como don,<br />
con las alas <strong>de</strong> la plegaria,<br />
levantamos el corazón.<br />
Haz que la senda <strong>de</strong> la vida<br />
la recorramos con amor<br />
y, a cada paso <strong>de</strong>l camino,<br />
levantemos el corazón.<br />
Cuando sembramos <strong>de</strong> esperanza,<br />
cuando regamos con dolor,<br />
con las gavillas en las manos,<br />
levantemos el corazón.<br />
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,<br />
gloria a Dios Hijo Salvador,<br />
gloria al Espíritu divino:<br />
tres Personas y un solo Dios. Amén.<br />
SALMODIA<br />
SALTERIO<br />
SEMANA I<br />
DOMINGO<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.<br />
Salmo 140, 1-9<br />
Oración ante el peligro<br />
Señor, te estoy llamando, ven <strong>de</strong>prisa,<br />
escucha mi voz cuando te llamo.<br />
Suba mi oración como incienso en tu presencia,<br />
el alzar <strong>de</strong> mis manos como ofrenda <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>.<br />
Coloca, Señor, una guardia en mi boca<br />
un centinela a la puerta <strong>de</strong> mis labios:<br />
no <strong>de</strong>jes inclinarse mi corazón a la maldad,<br />
a cometer crímenes y <strong>de</strong>litos;<br />
Por manos <strong>de</strong>l ángel subió a la<br />
presencia <strong>de</strong> Dios el humo <strong>de</strong> los<br />
perfumes, junto con las oraciones<br />
<strong>de</strong> los santos (Ap 8,4)
ni que con los hombres malvados<br />
participe en banquetes.<br />
Que el justo me golpee, que el bueno me reprenda,<br />
pero que el ungüento <strong>de</strong>l impío no perfume mi cabeza;<br />
yo seguiré rezando en sus <strong>de</strong>sgracias.<br />
Sus jefes cayeron <strong>de</strong>speñados,<br />
aunque escucharon mis palabras amables;<br />
como una piedra <strong>de</strong> molino, rota por tierra,<br />
están esparcidos nuestros huesos a la boca <strong>de</strong> la tumba.<br />
Señor, mis ojos están vueltos a ti,<br />
en ti me refugio, no me <strong>de</strong>jes in<strong>de</strong>fenso;<br />
guárdame <strong>de</strong>l lazo que me han tendido,<br />
<strong>de</strong> la trampa <strong>de</strong> los malhechores.<br />
Gloria al Padre al Hijo y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Como era en el principio, ahora y siempre,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant. Suba mi oración, Señor, como incienso en tu presencia.<br />
Ant. 2. Tú eres mi refugio y mi lote, Señor, en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Salmo 141<br />
Tú eres mi refugio<br />
Todo lo que <strong>de</strong>scribe el salmo<br />
se realizó en el Señor durante su<br />
pasión (San Hilario)<br />
A voz en grito clamo al Señor,<br />
a voz en grito suplico al Señor;<br />
<strong>de</strong>sahogo ante él mis afanes,<br />
expongo ante él mi angustia,<br />
mientras me va faltando el aliento.<br />
Pero tú conoces mis sen<strong>de</strong>ros,<br />
y que en el camino por don<strong>de</strong> avanzo<br />
me ha escondido una trampa.<br />
Mira a la <strong>de</strong>recha, fíjate:<br />
nadie me hace caso;<br />
no tengo a don<strong>de</strong> huir,<br />
nadie mira por mi vida.<br />
A ti grito, Señor;<br />
te digo: "Tú eres mi refugio<br />
y mi heredad en el país <strong>de</strong> la vida."<br />
Atien<strong>de</strong> a mis clamores,<br />
que estoy agotado;<br />
líbrame <strong>de</strong> mis perseguidores,<br />
que son más fuertes que yo.<br />
Sácame <strong>de</strong> la prisión,<br />
y daré gracias a tu nombre:
me ro<strong>de</strong>arán los justos<br />
cuando me <strong>de</strong>vuelvas tu favor.<br />
Ant. Tú eres mi refugio y mi lote, Señor, en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Ant. 3. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, siervo <strong>de</strong> Dios, en su misterio pascual<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
LECTURA BREVE Rm 11, 33 -36<br />
¡Qué abismo <strong>de</strong> generosidad, <strong>de</strong> sabiduría y <strong>de</strong> conocimiento <strong>de</strong>l <strong>de</strong> Dios! ¡Qué<br />
insondables son sus <strong>de</strong>cisiones y qué irrastreables sus caminos! ¿Quién conoció la<br />
mente <strong>de</strong>l Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le ha dado primero, para que él le<br />
<strong>de</strong>vuelva? Él es origen, guía y meta <strong>de</strong>l universo. A él la gloria por los siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cuántas son *Tus obras, Señor. Cuántas.<br />
V. Y todas las hiciste con sabiduría. *Tus obras, Señor. Gloria al Padre. Cuántas.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos a Dios, Padre, Hijo, y Espíritu <strong>Santo</strong>, y supliquémosle diciendo:<br />
Escucha a tu pueblo, Señor.<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, haz que abun<strong>de</strong> en la tierra la justicia<br />
-y que tu pueblo se alegre en la paz.<br />
Que todos los pueblos entren a formar parte en tu reino,<br />
-y obtengan así la salvación.
Que los esposos cumplan tu voluntad, vivan en concordia<br />
-y sean siempre fieles a su mutuo amor.<br />
Recompensa, Señor, a nuestros bienhechores<br />
-y concé<strong>de</strong>les la vida eterna.<br />
Acoge con amor a los que han muerto víctimas <strong>de</strong>l odio, <strong>de</strong> la violencia o <strong>de</strong> la guerra<br />
-y dales el <strong>de</strong>scanso eterno.<br />
Movidos por el Espíritu <strong>Santo</strong>, dirijamos al Padre la oración que nos enseñó el Señor:<br />
Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo<br />
HIMNO<br />
Es domingo; una luz nueva<br />
resucita la mañana<br />
con su mirada inocente,<br />
llena <strong>de</strong> gozo y <strong>de</strong> gracia.<br />
Es domingo; la alegría<br />
<strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong> la Pascua<br />
es la noticia que llega<br />
siempre y que nunca se gasta.<br />
Es domingo; la pureza<br />
no sólo la tierra baña,<br />
que ha penetrado en la vida<br />
por las ventanas <strong>de</strong>l alma.<br />
Es domingo; la presencia<br />
<strong>de</strong> Cristo llena la casa:<br />
la Iglesia, misterio y fiesta,<br />
por él y en él convocada.<br />
Es domingo; “éste es el día<br />
que hizo el Señor”, es la Pascua,<br />
día <strong>de</strong> la creación<br />
nueva y siempre renovada.<br />
Es domingo; <strong>de</strong> su hoguera<br />
brilla toda la semana<br />
y vence oscuras tinieblas<br />
en jornadas <strong>de</strong> esperanza.<br />
Es domingo; un canto nuevo<br />
toda la tierra le canta<br />
al Padre, al Hijo, al Espíritu,<br />
único Dios que nos salva. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s
SALMODIA<br />
Ant. 1. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya.<br />
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo,<br />
mi alma está sedienta <strong>de</strong> ti;<br />
mi carne tiene ansias <strong>de</strong> ti,<br />
como tierra reseca, agostada, sin agua.<br />
¡Cómo te contemplaba en el santuario<br />
viendo tu fuerza y tu gloria!<br />
Tu gracia vale más que la vida,<br />
te alabarán mis labios.<br />
Salmo 62, 2-9<br />
El alma sedienta <strong>de</strong> Dios<br />
Toda mi vida te ben<strong>de</strong>ciré<br />
y alzaré las manos invocándote.<br />
Me saciaré como <strong>de</strong> enjundia y <strong>de</strong> manteca, y<br />
mis labios te alabarán jubilosos.<br />
Madruga por Dios todo el que<br />
rechaza las obras <strong>de</strong> las tinieblas.<br />
En el lecho me acuerdo <strong>de</strong> ti<br />
y velando medito en ti,<br />
porque fuiste mi auxilio,<br />
y a las sombras <strong>de</strong> tus alas canto con júbilo;<br />
mi alma está unida a ti,<br />
y tu diestra me sostiene.<br />
Ant. Por ti madrugo, Dios mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Aleluya.<br />
Ant. 2. En medio <strong>de</strong> las llamas, los tres jóvenes, unánimes, cantaban: "Bendito sea el<br />
Señor". Aleluya.<br />
Cántico Dn 3,57-88. 56<br />
Toda la creación alabe al Señor<br />
Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Ángeles <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
cielos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Aguas <strong>de</strong>l espacio, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
ejércitos <strong>de</strong>l Señor ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Sol y luna, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
astros <strong>de</strong>l cielo, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Lluvia y rocío, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
vientos todos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Alabad al Señor, sus siervos<br />
todos (Ap 19, 5)
Fuego y calor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
fríos y heladas, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Rocíos y nevadas ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
témpanos y hielos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Escarchas y nieve, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
noche y día, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Luz y tinieblas, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
rayos y nubes, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Bendiga la tierra al Señor,<br />
ensálcelo con himnos por los siglos.<br />
Montes y cumbres, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.<br />
Manantiales, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
mares y ríos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Cetáceos y peces, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
aves <strong>de</strong>l cielo, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Fieras y ganados, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos<br />
Hijos <strong>de</strong> los hombres, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
bendiga Israel al Señor.<br />
Sacerdotes <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
siervos <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Almas y espíritus justos, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
santos y humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corazón, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Ananías, Azarías y Misael, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
ensalcémoslo con himnos por los siglos.<br />
Bendito el Señor en la bóveda <strong>de</strong>l cielo,<br />
alabado y glorioso y ensalzadlo, por los siglos.<br />
Ant. En medio <strong>de</strong> las llamas, los tres jóvenes unánimes, cantaban: "Bendito sea el<br />
Señor". Aleluya.<br />
Ant. 3. Que los hijos <strong>de</strong> Sión se alegren por su Rey. Aleluya.<br />
Salmo 149<br />
Alegría <strong>de</strong> los santos<br />
Cantad al Señor un cántico nuevo,<br />
resuene su alabanza en la asamblea <strong>de</strong> los fieles;<br />
que se alegre Israel por su Creador,<br />
los hijos <strong>de</strong> Sión por su rey.<br />
Los hijos <strong>de</strong> la Iglesia, nuevo<br />
pueblo <strong>de</strong> Dios, se alegran en su<br />
Rey, Cristo, el Señor (Hesiquio)
Alabad su nombre con danzas,<br />
cantadle con tambores y cítaras;<br />
porque el Señor ama a su pueblo<br />
y adorna con la victoria a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Que los fieles festejen su gloria<br />
y canten jubilosos en filas:<br />
con vítores a Dios en la boca<br />
y espadas <strong>de</strong> dos filos en las manos:<br />
Para tomar venganza <strong>de</strong> los pueblos<br />
y aplicar el castigo a las naciones,<br />
sujetando a los reyes con argollas,<br />
a los nobles con esposas <strong>de</strong> hierro.<br />
Ejecutar la sentencia dictada<br />
es un honor para todos sus fieles.<br />
Ant. Que los hijos <strong>de</strong> Sión se alegren por su Rey. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ap 7,10-12<br />
¡La salvación es <strong>de</strong> nuestro Dios, que está sentado en el trono, y <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro! La<br />
alabanza y la gloria y la sabiduría y la acción <strong>de</strong> gracias y el honor y el po<strong>de</strong>r y la fuerza<br />
son <strong>de</strong> nuestro Dios, por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Cristo.<br />
V. Tú que estás sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l Padre. *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Gloria al<br />
Padre. Cristo.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos al Señor Jesús, luz que alumbra a todo hombre y Sol <strong>de</strong> justicia que no<br />
conoce el ocaso, y digámosle:<br />
¡Oh Señor, vida y salvación nuestra!<br />
Creador <strong>de</strong>l universo, al darte gracias por el nuevo día que ahora empieza,<br />
-te pedimos que el recuerdo <strong>de</strong> tu santa resurrección sea nuestro gozo durante este<br />
domingo.<br />
Que tu Espíritu <strong>Santo</strong> nos enseñe a cumplir tu voluntad,<br />
-y que tu sabiduría dirija hoy todas nuestras acciones.<br />
Que al celebrar la eucaristía <strong>de</strong> este domingo tu palabra nos llene <strong>de</strong> gozo,<br />
-y que la participación en tu banquete crecer nuestra esperanza.
Que seamos contemplar las maravillas que tu generosidad nos conce<strong>de</strong>,<br />
-y vivamos durante todo el día en acción <strong>de</strong> gracias.<br />
Digamos ahora, todos juntos, la oración que nos enseñó el mismo Señor: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
A nuestros corazones<br />
la hora <strong>de</strong>l Espíritu ha llegado,<br />
la hora <strong>de</strong> los dones<br />
y <strong>de</strong>l apostolado:<br />
lenguas <strong>de</strong> fuego y viento huracanado.<br />
Oh Espíritu, <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>,<br />
orando está la Iglesia que te espera;<br />
visítanos y encien<strong>de</strong>,<br />
como la vez primera,<br />
los corazones en la misma hoguera.<br />
La fuerza y el consuelo,<br />
el río <strong>de</strong> la gracia y <strong>de</strong> la vida<br />
<strong>de</strong>rrama <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo;<br />
la tierra envejecida<br />
renovará su faz rever<strong>de</strong>cida.<br />
Gloria a Dios, uno y trino:<br />
al Padre creador, al Hijo amado,<br />
y Espíritu divino<br />
que nos ha regalado;<br />
alabanza y honor le sea dado. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Mejor es refugiarse en el Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Salmo 117<br />
Himno <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?<br />
I<br />
Jesús es la piedra que <strong>de</strong>sechasteis<br />
vosotros, los arquitectos, y que se ha<br />
convertido en piedra angular (Hch 4, 11)
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Ant. Mejor es refugiarse en el Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Ant. 2. El Señor es mi fuerza y mi energía. Aleluya.<br />
II<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Ant. El Señor es mi fuerza y mi energía. Aleluya.<br />
Ant. 3. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste. Aleluya.<br />
III<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.<br />
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.<br />
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.<br />
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste. Aleluya.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Jn 4, 16<br />
Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es<br />
amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.<br />
V. Inclina, oh Dios, mi corazón a tus preceptos.<br />
R. Dame vida con tu palabra.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Ga 6, 7b-8<br />
Lo que uno siembre, eso cosechará. El que siembra para la carne, <strong>de</strong> ella cosechará<br />
corrupción; el que siembra para el espíritu, <strong>de</strong>l Espíritu cosechará vida eterna.<br />
V. Tu palabra, Señor, es eterna.<br />
R. Tu fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> generación en generación.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Ga 6, 9-10<br />
No nos cansemos <strong>de</strong> hacer el bien, que, si no <strong>de</strong>smayamos, a su tiempo<br />
cosecharemos. En una palabra: mientras tenemos ocasión, trabajemos por el bien <strong>de</strong><br />
todos, especialmente por el <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> la fe.<br />
V. Te invoco <strong>de</strong> todo corazón, respón<strong>de</strong>me, Señor.<br />
R. Y guardaré tus leyes.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Quédate con nosotros;<br />
la noche está cayendo.<br />
¿Cómo te encontraremos<br />
al <strong>de</strong>clinar el día,<br />
si tu camino no es nuestro camino?<br />
Detente con nosotros;<br />
la mesa está servida,<br />
caliente el pan y envejecido el vino.<br />
¿Cómo sabremos que eres<br />
un hombre entre los hombres,<br />
si no compartes nuestra mesa humil<strong>de</strong>?<br />
Repártenos tu cuerpo,<br />
y el gozo irá alejando<br />
la oscuridad que pesa sobre el hombre.<br />
Vimos romper el día<br />
sobre tu hermoso rostro,<br />
y al sol abrirse paso por tu frente.<br />
Que el viento <strong>de</strong> la noche<br />
no apague el fuego vivo<br />
que nos <strong>de</strong>jó tu paso en la mañana.<br />
Arroja en nuestras manos,<br />
tendidas en tu busca,<br />
las ascuas encendidas <strong>de</strong>l Espíritu;<br />
y limpia, en lo más hondo<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong>l hombre,<br />
tu imagen empañada por la culpa.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su cetro, reinará eternamente.<br />
Aleluya.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
El Mesías, Rey y Sacerdote<br />
Cristo tiene que reinar hasta<br />
que Dios haga <strong>de</strong> sus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> sus pies (1Co 15, 25)<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su cetro, y reinará eternamente.<br />
Aleluya.<br />
Ant. 2. En presencia <strong>de</strong>l Señor se estremece la tierra. Aleluya.<br />
Salmo 113 A<br />
Israel librado <strong>de</strong> Egipto: las maravillas <strong>de</strong>l Éxodo<br />
Reconoced que también vosotros,<br />
los que renunciasteis al mundo, habéis<br />
salido <strong>de</strong> Egipto (S. Agustín)<br />
Cuando Israel salió <strong>de</strong> Egipto,<br />
los hijos <strong>de</strong> Jacob <strong>de</strong> un pueblo balbuciente,<br />
Judá fue su santuario, Israel fue su dominio.<br />
El mar, al verlos, huyó,<br />
el Jordán se echó atrás;<br />
los montes saltaron como carneros;<br />
las colinas, como cor<strong>de</strong>ros.<br />
¿Qué te pasa, mar, que huyes,<br />
y a ti, Jordán que te echas atrás?<br />
¿Y a vosotros, montes, que saltáis como carneros;<br />
colinas, que saltáis como cor<strong>de</strong>ros?<br />
En presencia <strong>de</strong>l Señor se estremece la tierra,<br />
en presencia <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
que transforma las peñas en estanques,<br />
el pe<strong>de</strong>rnal en manantiales <strong>de</strong> agua.<br />
Ant. En presencia <strong>de</strong>l Señor se estremece la tierra. Aleluya.<br />
Ant. 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Las bodas <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ap 21, 2-3. 22. 27<br />
¡Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, Padre <strong>de</strong> misericordia y Dios<br />
<strong>de</strong>l consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas, hasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r nosotros alentar<br />
a los <strong>de</strong>más en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendito eres, Señor, *En la bóveda <strong>de</strong>l cielo. Bendito.<br />
V. Digno <strong>de</strong> gloria y alabanza por los siglos. *En la bóveda <strong>de</strong>l cielo. Gloria al<br />
Padre. Bendito.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza <strong>de</strong> la Iglesia, y digámosle confiadamente:<br />
Venga a nosotros tu reino, Señor.<br />
Señor, haz <strong>de</strong> tu Iglesia instrumento <strong>de</strong> concordia y unidad entre los hombres<br />
-y signo <strong>de</strong> salvación para todos los pueblos.<br />
Protege, con tu brazo po<strong>de</strong>roso, al Papa y a todos los obispos,<br />
-y concé<strong>de</strong>les trabajar en unidad, amor y paz.<br />
A los cristianos concé<strong>de</strong>nos vivir íntimamente unidos a ti, nuestra cabeza,<br />
-y que <strong>de</strong>mos testimonio en nuestras vidas <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> tu reino.<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, al mundo el don <strong>de</strong> la paz<br />
-y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.
Otorga a los que han muerto, una resurrección gloriosa<br />
-y haz que gocemos un día, con ellos, <strong>de</strong> la felicidad eterna.<br />
Terminemos nuestra oración con las palabras <strong>de</strong>l Señor: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Mis ojos, mis pobres ojos<br />
que acaban <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar<br />
los hiciste para ver,<br />
no sólo para llorar.<br />
Haz que sepa adivinar<br />
entre las sombras la luz,<br />
que nunca me ciegue el mal<br />
ni olvi<strong>de</strong> que existes tú.<br />
Que, cuando llegue el dolor,<br />
que yo sé que llegará,<br />
no se me enturbie el amor,<br />
ni se me nuble la paz.<br />
Sostén ahora mi fe,<br />
pues, cuando llegue a tu hogar,<br />
con mis ojos te veré<br />
y mi llanto cesará. Amén.<br />
SALMODIA<br />
LUNES DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.<br />
Salmo 5, 2-10. 12-13<br />
Oración <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong> un justo perseguido<br />
Se alegrarán eternamente los<br />
que acogieron al Verbo en su<br />
interior. El Verbo habita en ellos<br />
Señor, escucha mis palabras,<br />
atien<strong>de</strong> a mis gemidos,<br />
haz caso <strong>de</strong> mis gritos <strong>de</strong> auxilios,<br />
Rey mío y Dios mío.<br />
A ti te suplico, Señor;<br />
por la mañana escucharás, mi voz,<br />
por la mañana te expongo mi causa,<br />
y me quedo aguardando.<br />
Tú no eres un Dios que ame la maldad,<br />
ni el malvado es tu huésped,<br />
ni el arrogante se mantiene en tu presencia.<br />
Detestas a los malhechores,<br />
<strong>de</strong>struyes a los mentirosos;<br />
al hombre sanguinario y traicionero<br />
lo aborrece el Señor.
Pero yo, por tu gran bondad,<br />
entraré en tu casa,<br />
me postraré ante tu templo santo<br />
con toda reverencia.<br />
Señor, guíame con tu justicia,<br />
porque tengo enemigos;<br />
alláname tu camino.<br />
En su boca no hay sinceridad,<br />
su corazón es perverso;<br />
su garganta es un sepulcro abierto,<br />
mientras halagan con la lengua.<br />
Que se alegren los que se acogen a ti,<br />
con júbilo eterno;<br />
protégelos, para que se llenen <strong>de</strong> gozo<br />
los que aman tu nombre.<br />
Porque tú, Señor, bendices al justo,<br />
y como un escudo lo ro<strong>de</strong>a tu favor.<br />
Ant. A ti te suplico, Señor; por la mañana escucharás mi voz.<br />
Ant. 2. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.<br />
Cántico 1Cro 29,10-13<br />
Sólo a Dios honor y gloria<br />
Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong><br />
nuestro Señor Jesucristo (Ef 1, 3)<br />
Bendito eres, Señor,<br />
Dios <strong>de</strong> nuestro padre Israel,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Tuyos son, Señor, la gran<strong>de</strong>za y el po<strong>de</strong>r,<br />
la gloria, el esplendor, la majestad,<br />
porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra,<br />
tú eres rey y soberano <strong>de</strong> todo.<br />
De ti viene la riqueza y la gloria,<br />
tú eres Señor <strong>de</strong>l universo,<br />
en tu mano está el po<strong>de</strong>r y la fuerza,<br />
tú engran<strong>de</strong>ces y confortas a todos.<br />
Por eso, Dios nuestro,<br />
nosotros te damos gracias,<br />
alabando tu nombre glorioso.<br />
Ant. Alabamos, Dios nuestro, tu nombre glorioso.
Ant. 3. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.<br />
Salmo 28<br />
Manifestación <strong>de</strong> Dios en la tempestad<br />
Hijos <strong>de</strong> Dios, aclamad al Señor,<br />
aclamad la gloria y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Señor,<br />
aclamad la gloria <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
postraos ante el Señor en el atrio sagrado<br />
La voz <strong>de</strong>l Señor sobre las aguas,<br />
el Dios <strong>de</strong> la gloria ha tronado,<br />
el Señor sobre las aguas potenciales.<br />
La voz <strong>de</strong>l Señor es potente,<br />
la voz <strong>de</strong>l Señor es magnífica,<br />
la voz <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong>scuaja los cedros,<br />
el Señor <strong>de</strong>scuaja los cedros <strong>de</strong> Líbano.<br />
Hace brincar al Líbano como un novillo,<br />
al Sarión como a una cría <strong>de</strong> búfalo.<br />
La voz <strong>de</strong>l Señor lanza llamas <strong>de</strong> fuego,<br />
la voz <strong>de</strong> Señor sacu<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sierto,<br />
el Señor sacu<strong>de</strong> el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> Cadés.<br />
La voz <strong>de</strong>l Señor retuerce los robles,<br />
el Señor <strong>de</strong>scorteza las selvas.<br />
En su templo un grito unánime: “¡Gloria!”<br />
El trono <strong>de</strong>l Señor está encima <strong>de</strong>l aguacero,<br />
el Señor se sienta como rey eterno.<br />
El Señor da fuerza a su pueblo,<br />
el Señor bendice a su pueblo con la paz.<br />
Ant. Postraos ante el Señor en el atrio sagrado.<br />
Vino una voz <strong>de</strong>l cielo que<br />
<strong>de</strong>cía: “Este es mi Hijo, el amado,<br />
mi predilecto” (Mt 3, 17)<br />
LECTURA BREVE 2Ts 3, 10b-13<br />
El que no trabaja, que no coma. Porque nos hemos enterado <strong>de</strong> que algunos viven sin<br />
trabajar, muy ocupados en no hacer nada. Pues a ésos les mandamos y recomendamos,<br />
por el Señor Jesucristo, que trabajen con tranquilidad para ganarse el pan. Por vuestra<br />
parte, hermanos, no os canséis <strong>de</strong> hacer el bien.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendito sea el Señor *Ahora y por siempre. Bendito.<br />
V. El único que hace maravillas. *Ahora y por siempre. Gloria al Padre. Bendito.<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.
PRECES<br />
Proclamemos la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> Cristo, lleno <strong>de</strong> gracia y <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, y acudamos a<br />
él diciendo:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, tu Espíritu.<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, un día lleno <strong>de</strong> paz, <strong>de</strong> alegría y <strong>de</strong> inocencia,<br />
-para que, llegados a la noche, con gozo y limpios <strong>de</strong> pecado, podamos alabarte<br />
nuevamente.<br />
Que baje hoy a nosotros tu bondad,<br />
-y haga prósperas las obras <strong>de</strong> nuestras manos.<br />
Muéstranos tu rostro propicio y danos tu paz,<br />
-para que durante todo el día sintamos cómo tu mano nos protege.<br />
Mira con bondad a cuantos se han encomendado a nuestras oraciones<br />
-y enriquécelos con clase <strong>de</strong> bienes <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong>l alma.<br />
Terminemos nuestra oración con la plegaria que nos enseñó el Señor: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, que tu gracia inspire, sostenga y acompañe nuestras obras, para que nuestro<br />
trabajo comience en ti, como en su fuente, y tienda siempre a ti, como a su fin. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
Nada te turbe,<br />
nada te espante,<br />
todo se pasa,<br />
Dios no se muda;<br />
la paciencia<br />
todo lo alcanza;<br />
quien a Dios tiene<br />
nada le falta:<br />
sólo Dios basta.<br />
Gloria a Dios Padre,<br />
gloria a Dios Hijo,<br />
igual por siempre<br />
gloria al Espíritu. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. La ley <strong>de</strong>l Señor alegra el corazón y da luz a los ojos.
La ley <strong>de</strong>l Señor es perfecta<br />
y es <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong>l alma;<br />
el precepto <strong>de</strong>l Señor es fiel<br />
e instruye al ignorante.<br />
Los mandatos <strong>de</strong>l Señor son rectos<br />
y alegran el corazón;<br />
la norma <strong>de</strong>l Señor es límpida<br />
y da luz a los ojos.<br />
Salmo 18 B<br />
Himno a Dios, autor <strong>de</strong> la ley<br />
La voluntad <strong>de</strong>l Señor es pura<br />
y eternamente estable;<br />
los mandamientos <strong>de</strong>l Señor son verda<strong>de</strong>ros<br />
y enteramente justos.<br />
Más preciosos que el oro,<br />
más que le oro fino;<br />
más dulces que la miel<br />
<strong>de</strong> un panal que <strong>de</strong>stila.<br />
Aunque tu siervo vigila<br />
para guardarlos con cuidado,<br />
¿quién conoce sus faltas?<br />
Absuélveme <strong>de</strong> lo que se me oculta.<br />
Preserva a tu siervo <strong>de</strong> la arrogancia,<br />
para que no me domine:<br />
así quedaré libre e inocente<br />
<strong>de</strong>l gran pecado.<br />
Sed perfectos como vuestro<br />
Padre celestial es perfecto (Mt 5, 48)<br />
Que te agra<strong>de</strong>n las palabras <strong>de</strong> mi boca,<br />
y llegue a tu presencia el meditar <strong>de</strong> mi corazón,<br />
Señor, roca mía, re<strong>de</strong>ntor mío.<br />
Ant. La ley <strong>de</strong>l Señor alegra el corazón y da luz a los ojos.<br />
Ant. 2. Se levantará el Señor para juzgar a los pueblos con justicia.<br />
Salmo 7<br />
Oración <strong>de</strong>l justo calumniado<br />
Mirad que el juez está ya a la<br />
puerta (St 5, 9)<br />
I<br />
Señor, Dios mío, a ti me acojo,<br />
líbrame <strong>de</strong> mis perseguidores y sálvame,<br />
que no me atrapen como leones<br />
y me <strong>de</strong>sgarren sin remedio.<br />
Señor, Dios mío: si soy culpable,<br />
si hay crímenes en mis manos,
si he causado daño a mi amigo,<br />
si he protegido a un opresor injusto,<br />
que el enemigo me persiga y me alcance,<br />
que me pisotee vivo por tierra,<br />
apretando mi vientre contra el polvo.<br />
Levántate, Señor, con tu ira,<br />
álzate con furor contra mis adversarios,<br />
acu<strong>de</strong>, Dios mío, a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rme<br />
en el juicio que has convocado.<br />
Que te ro<strong>de</strong>e la asamblea <strong>de</strong> las naciones,<br />
y pon tu asiento en lo más alto <strong>de</strong> ella.<br />
El Señor es juez <strong>de</strong> los pueblos.<br />
Júzgame, Señor, según mi justicia,<br />
según la inocencia que hay en mí.<br />
Cese la maldad <strong>de</strong> los culpables,<br />
y apoya tú al inocente,<br />
tú que son<strong>de</strong>as el corazón y las entrañas,<br />
tú el Dios justo.<br />
Ant. Se levantará el Señor para juzgar a los pueblos con justicia.<br />
Ant. 3. Dios es un juez que salva a los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
II<br />
Mi escudo es Dios,<br />
que salva a los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
Dios es un juez justo,<br />
Dios amenaza cada día:<br />
si no se convierten, afilará su espada,<br />
tensará el arco y apuntará.<br />
Apunta sus armas mortíferas,<br />
prepara sus flechas incendiarias.<br />
y da a luz el engaño.<br />
Cavó y ahondó una fosa,<br />
caiga en la fosa que hizo;<br />
recaiga su maldad sobre su cabeza,<br />
baje su violencia sobre su cráneo.<br />
Yo daré gracias al Señor por su justicia,<br />
tañendo para el nombre <strong>de</strong>l Señor Altísimo.<br />
Ant. Dios es un juez que salva a los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 13, 8. 10<br />
A nadie le <strong>de</strong>báis nada, más que amor; porque el que ama tiene cumplido el resto <strong>de</strong><br />
la ley. Uno que ama a su prójimo no le hace daño; por eso amar es cumplir la ley entera.<br />
V. No rechaces a tu siervo, que tú eres mi auxilio.<br />
R. No me abandones, Dios <strong>de</strong> mi salvación.<br />
Oración
Oh Dios, Padre lleno <strong>de</strong> bondad, tú has querido que los hombres trabajáramos <strong>de</strong> tal<br />
forma que, cooperando unos con otros, alcanzáramos éxitos cada vez más logrados;<br />
ayúdanos, pues, a vivir en medio <strong>de</strong> nuestros trabajos sintiéndonos siempre hijos tuyos y<br />
hermanos <strong>de</strong> todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE St 1, 19-20. 26<br />
Sed todos prontos para escuchar, lentos para la hablar y lentos para la ira. Porque la<br />
ira <strong>de</strong>l hombre no produce la justicia que Dios quiere. Hay quien se cree religioso y no<br />
tiene a raya su lengua; pero se engaña, su religión es vacía.<br />
R. Bendigo al Señor en todo momento.<br />
V. Su alabanza está siempre en mi boca.<br />
Oración<br />
Señor, tú eres el dueño <strong>de</strong> la viña y <strong>de</strong> los sembrados, tú el que repartes las tareas y<br />
distribuyes el justo salario a los trabajadores; ayúdanos a soportar el peso <strong>de</strong>l día y el<br />
calor <strong>de</strong> la jornada sin quejarnos nunca <strong>de</strong> tus planes. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 17-19<br />
Tomad en serio vuestro proce<strong>de</strong>r en esta vida. Ya sabéis con qué os rescataron: no<br />
con bienes efímeros, con oro o plata, sino a precio <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> Cristo, el Cor<strong>de</strong>ro sin<br />
<strong>de</strong>fecto ni mancha.<br />
R. Sálvame, Señor, ten misericordia <strong>de</strong> mí.<br />
V. En la asamblea ben<strong>de</strong>ciré al Señor.<br />
Oración<br />
Tú nos has convocado, Señor, en tu presencia en aquella misma hora en que los<br />
apóstoles subían al templo para la oración <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>; concé<strong>de</strong>nos que las súplicas que<br />
ahora te dirigimos en nombre <strong>de</strong> Jesús, tu Hijo, alcancen la salvación a cuantos invocan<br />
este nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Hora <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>,<br />
fin <strong>de</strong> las labores.<br />
Amo <strong>de</strong> las viñas,<br />
paga los trabajos <strong>de</strong> tus viñadores.<br />
Al romper el día,<br />
nos apalabraste.<br />
Cuidamos tu viña<br />
<strong>de</strong>l alba a la tar<strong>de</strong>.<br />
Ahora que nos pagas,<br />
nos lo das <strong>de</strong> bal<strong>de</strong>,<br />
que a jornal <strong>de</strong> gloria<br />
no hay trabajo gran<strong>de</strong>.<br />
Das al vespertino<br />
lo que al mañanero.<br />
Son tuyas las horas<br />
y tuyo el viñedo.<br />
A lo que sembramos<br />
dale crecimiento.<br />
Tú que eres la viña,<br />
cuida los sarmientos.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. El Señor se complace en el pobre.<br />
Salmo 10<br />
El Señor, esperanza <strong>de</strong>l justo<br />
Al Señor me acojo, ¿por qué me <strong>de</strong>cís:<br />
"Escapa como un pájaro al monte,<br />
porque los malvados tensan el arco,<br />
ajustan las saetas a la cuerda,<br />
para disparar en la sombra contra los buenos?<br />
Cuándo faltan los cimientos,<br />
¿qué podrá hacer el justo?"<br />
Pero el Señor está en su templo santo,<br />
el Señor tiene su trono en el cielo;<br />
sus ojos están observando,<br />
sus pupilas examinan a los hombres.<br />
El Señor examina a inocentes y culpables,<br />
y al que ama la violencia, él lo odia.<br />
Hará llover sobre los malvados ascuas y azufre,<br />
les tocará en suerte un viento huracanado.<br />
Dichosos los que tienen<br />
hambre y sed <strong>de</strong> la justicia, porque<br />
ellos quedarán saciados (Mt 5, 6)
Porque el Señor es justo y ama la justicia:<br />
los buenos verán su rostro.<br />
Ant. El Señor se complace en el pobre.<br />
Ant. 2. Dichosos los limpios <strong>de</strong> corazón, porque ellos verán a Dios.<br />
Salmo 14<br />
¿Quién es el justo ante el Señor?<br />
Os habéis acercado al monte Sión,<br />
ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo (Hb 12, 22)<br />
Señor, ¿quién pue<strong>de</strong> hospedarse en tu tienda<br />
y habitar en tu monte santo?<br />
El que proce<strong>de</strong> honradamente<br />
y practica la justicia,<br />
el que tiene intenciones leales<br />
y no calumnia con su lengua,<br />
el que no hace mal a su prójimo<br />
ni difama al vecino,<br />
el que consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>spreciable al impío<br />
y honra a los que temen al Señor,<br />
el que no retracta lo que juró<br />
aun en daño propio,<br />
el que no presta dinero a usura<br />
ni acepta soborno contra el inocente.<br />
El que así obra nunca fallará.<br />
Ant. Dichosos los limpios <strong>de</strong> corazón, porque ellos verán a Dios"<br />
Ant. 3. Dios nos ha <strong>de</strong>stinado en la persona <strong>de</strong> Cristo a ser sus hijos.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
El Dios salvador<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Dios nos ha <strong>de</strong>stinado en la persona <strong>de</strong> Cristo a ser sus hijos.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 9b-11<br />
Conseguid un conocimiento perfecto <strong>de</strong> la voluntad <strong>de</strong> Dios, con toda sabiduría e<br />
inteligencia espiritual. De esta manera vuestra conducta será digna <strong>de</strong>l Señor,<br />
agradándole en todo; fructificaréis en toda clase <strong>de</strong> obras buenas y aumentará vuestro<br />
conocimiento <strong>de</strong> Dios. El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su gloria os dará fuerza para soportar todo con<br />
paciencia y magnanimidad, con alegría.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sáname, Señor, *Porque he pecado contra ti. Sáname.<br />
V. Yo dije: Señor, ten misericordia. *Porque he pecado contra ti. Gloria al Padre.<br />
Sáname.<br />
Magníficat, ant. Proclama mi alma la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor, porque Dios ha mirado mi<br />
humillación.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a Dios, nuestro Padre, que recordando siempre su santa alianza, no cesa<br />
<strong>de</strong> ben<strong>de</strong>cirnos, y digámosle con ánimo confiado:<br />
Favorece a tu pueblo Señor.<br />
Salva a tu pueblo, Señor,<br />
-y bendice a tu heredad.<br />
Congrega en la unidad a todos los cristianos,<br />
-para que el mundo crea en Cristo, tu enviado.<br />
Derrama tu gracia sobre nuestros familiares y amigos:<br />
-que difundan en todas partes la fragancia <strong>de</strong> Cristo.<br />
Muestra tu amor a los agonizantes:<br />
-que puedan contemplar tu salvación.<br />
Ten piedad <strong>de</strong> los que han muerto<br />
-y acógelos en el <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> Cristo.<br />
Terminemos nuestra oración con las palabras que nos enseñó el Señor: Padre nuestro.
Oración<br />
Nuestro humil<strong>de</strong> servicio, Señor, proclame tu gran<strong>de</strong>za, y ya que por nuestra<br />
salvación te dignaste mirar la humillación <strong>de</strong> la Virgen María, te rogamos nos<br />
enaltezcas llevándonos a la plenitud <strong>de</strong> la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
En esta luz <strong>de</strong>l nuevo día<br />
que me conce<strong>de</strong>s, oh Señor,<br />
dame mi parte <strong>de</strong> alegría<br />
y haz que consiga ser mejor.<br />
Dichoso yo, si al fin <strong>de</strong>l día<br />
un odio menos llevo en mí,<br />
si una luz más mis pasos guía<br />
y si un error más yo extinguí.<br />
Que cada tumbo en el sen<strong>de</strong>ro<br />
me vaya haciendo conocer<br />
cada pedrusco traicionero<br />
que mi ojo ruin no supo ver.<br />
Que ame a los seres este día,<br />
que a todo trance ame la luz,<br />
que ame mi gozo y mi agonía,<br />
que ame el amor y ame la cruz. Amén.<br />
SALMODIA<br />
MARTES DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. El hombre <strong>de</strong> manos inocentes y puro corazón subirá al monte <strong>de</strong>l Señor.<br />
Del Señor es la tierra y cuanto la llena,<br />
el orbe y todos sus habitantes:<br />
él la fundó sobre los mares,<br />
él la afianzó sobre los ríos.<br />
¿Quién pue<strong>de</strong> subir al monte <strong>de</strong>l Señor?<br />
¿Quién pue<strong>de</strong> estar en el recinto sacro?<br />
El hombre <strong>de</strong> manos inocentes<br />
y puro corazón,<br />
que no confía en los ídolos<br />
ni jura contra el prójimo en falso.<br />
Ése recibirá la bendición <strong>de</strong>l Señor,<br />
le hará justicia el Dios <strong>de</strong> salvación.<br />
Éste es el grupo que busca al Señor,<br />
que viene a tu presencia, Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Salmo 23<br />
Entrada solemne <strong>de</strong> Dios en su templo<br />
Las puertas <strong>de</strong>l cielo se abren<br />
ante Cristo que, como hombre,<br />
sube al cielo (S. Ireneo)
¡Portones!, alzad los dinteles,<br />
que se alcen las antiguas compuertas:<br />
va a entrar el Rey <strong>de</strong> la gloria.<br />
¿Quién es ese rey <strong>de</strong> la gloria?<br />
El Señor, héroe valeroso,<br />
el Señor, héroe <strong>de</strong> la guerra.<br />
¡Portones! alzad los dinteles,<br />
que se alcen las antiguas compuertas:<br />
va a entrar el rey <strong>de</strong> la gloria.<br />
¿Quién es ese Rey <strong>de</strong> la gloria?<br />
El Señor, Dios <strong>de</strong> los ejércitos.<br />
Él es el Rey <strong>de</strong> la gloria.<br />
Ant. El hombre <strong>de</strong> manos inocentes y puro corazón subirá al monte <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 2. Ensalzad con vuestras obras al Rey <strong>de</strong> los siglos.<br />
Cántico Tb 13, 2-8<br />
Dios castiga y salva<br />
Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong><br />
nuestro Señor Jesucristo, que en su<br />
gran misericordia nos ha hecho<br />
nacer <strong>de</strong> nuevo para una esperanza<br />
viva (1P 1, 3)<br />
Bendito sea Dios, que vive eternamente,<br />
y cuyo reino dura por los siglos:<br />
él azota y se compa<strong>de</strong>ce,<br />
hun<strong>de</strong> hasta el abismo y saca <strong>de</strong> él,<br />
y no hay quien escape <strong>de</strong> su mano.<br />
Dadle gracias, israelitas, antes los gentiles,<br />
porque él nos dispersó entre ellos.<br />
Proclamad allí su gran<strong>de</strong>za,<br />
ensalzadlo ante todos los vivientes:<br />
que él es nuestro Dios y Señor,<br />
nuestro Padre por todos los siglos.<br />
Él nos azota por nuestros <strong>de</strong>litos,<br />
pero se compa<strong>de</strong>cerá <strong>de</strong> nuevo,<br />
y os congregará <strong>de</strong> entre las naciones<br />
por don<strong>de</strong> estáis dispersados.<br />
Si volvéis a él <strong>de</strong> todo corazón<br />
y con toda el alma,<br />
siendo sinceros con él,<br />
él volverá a vosotros<br />
y no os ocultará su rostro.<br />
Veréis lo que hará con vosotros,<br />
le daréis gracias a boca llena,<br />
ben<strong>de</strong>ciréis al Señor <strong>de</strong> la justicia<br />
y ensalzaréis al rey <strong>de</strong> los siglos.
Yo le doy gracias en mi cautiverio,<br />
anuncio su gran<strong>de</strong>za y su po<strong>de</strong>r<br />
a un pueblo pecador<br />
Convertíos, pecadores,<br />
orad rectamente en su presencia:<br />
quizás os mostrará benevolencia<br />
y tendrá compasión.<br />
Ensalzaré a mi Dios, al rey <strong>de</strong>l cielo,<br />
y me alegraré <strong>de</strong> su gran<strong>de</strong>za.<br />
Que todos alaben al Señor<br />
y le <strong>de</strong>n gracias en Jerusalén.<br />
Ant. Ensalzad con vuestras obras al Rey <strong>de</strong> los siglos.<br />
Ant.3. El Señor merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos.<br />
Salmo 32<br />
Himno al po<strong>de</strong>r y a la provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios<br />
Por medio <strong>de</strong> la Palabra se hizo<br />
todo (Jn 1, 3)<br />
Aclamad, justos, al Señor,<br />
que merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos.<br />
Dad gracias al Señor con la cítara,<br />
tocad en su honor el arpa <strong>de</strong> diez cuerdas;<br />
cantadle un cántico nuevo,<br />
acompañando los vítores con bordones:<br />
que la palabra <strong>de</strong>l Señor es sincera,<br />
y todas sus acciones son leales,<br />
él ama la justicia y el <strong>de</strong>recho,<br />
y su misericordia llena la tierra.<br />
La palabra <strong>de</strong>l Señor hizo el cielo;<br />
el aliento <strong>de</strong> su boca, sus ejércitos;<br />
encierra en un odre las aguas marinas,<br />
mete en un <strong>de</strong>pósito el océano.<br />
Tema al Señor la tierra entera,<br />
tiemblen ante él los habitantes <strong>de</strong>l orbe:<br />
porque él lo dijo y existió,<br />
él lo mandó, y surgió.<br />
El Señor <strong>de</strong>shace los planes <strong>de</strong> las naciones,<br />
frustra los proyectos <strong>de</strong> los pueblos;<br />
pero el plan <strong>de</strong>l Señor subsiste por siempre,<br />
los proyectos <strong>de</strong> su corazón, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor,<br />
el pueblo que él se escogió como heredad.<br />
El Señor mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo,<br />
se fija en todos los hombres;<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su morada observa
a todos los habitantes <strong>de</strong> la tierra:<br />
él mo<strong>de</strong>ló cada corazón,<br />
y compren<strong>de</strong> todas sus acciones.<br />
No vence el rey por su gran ejército,<br />
no escapa el soldado por su mucha fuerza,<br />
nada valen sus caballos para la victoria,<br />
ni por su gran ejército se salva.<br />
Los ojos <strong>de</strong>l Señor están puestos en sus fieles,<br />
en los que esperan en su misericordia,<br />
para librar sus vidas <strong>de</strong> la muerte<br />
y reanimarlos en tiempo <strong>de</strong> hambre.<br />
Nosotros aguardamos al Señor:<br />
él es nuestro auxilio y escudo;<br />
con él se alegra nuestro corazón,<br />
en su santo nombre confiamos.<br />
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,<br />
como lo esperamos <strong>de</strong> ti.<br />
Ant. El Señor merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos.<br />
LECTURA BREVE Rm 13, 11b. 12-13a<br />
Ya es hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertaros <strong>de</strong>l sueño. La noche está avanzada, el día se echa encima:<br />
<strong>de</strong>jemos las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las tinieblas y pertrechémonos con las armas <strong>de</strong> la luz.<br />
Conduzcámonos como en pleno día, con dignidad.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios mío, peña mía, *Refugio mío, Dios mío.<br />
V. Mi alcázar, mi libertador. *Refugio mío, Dios mío. Gloria al Padre. Dios mío.<br />
Benedictus, ant. El Señor nos suscitó una fuerza <strong>de</strong> salvación, según lo había<br />
predicho por boca <strong>de</strong> sus profetas.<br />
PRECES<br />
Ya que hemos sido llamados a participar <strong>de</strong> una vocación celestial, bendigamos por ello<br />
a Jesús, el sumo sacerdote <strong>de</strong> la fe que profesamos, y supliquémosle, diciendo:<br />
Escúchanos, Señor.<br />
Señor Jesús, que por el bautismo has hecho <strong>de</strong> nosotros un sacerdocio real,<br />
-haz que nuestra vida sea un continuo sacrificio <strong>de</strong> alabanza.<br />
Ayúdanos, Señor, a guardar tus mandatos<br />
-para que con la fuerza <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> nosotros permanezcamos en ti y tú en<br />
nosotros.<br />
Danos tu sabiduría eterna<br />
-para que nos asista en nuestros trabajos.
Concé<strong>de</strong>nos ser la alegría <strong>de</strong> cuantos nos ro<strong>de</strong>an<br />
-y fuente <strong>de</strong> esperanza para los <strong>de</strong>caídos.<br />
Como hijos que somos <strong>de</strong> Dios, dirijámonos a nuestro Padre con la oración que<br />
Cristo nos enseñó: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas matinales y, con la luz <strong>de</strong> tu misericordia, alumbra<br />
la oscuridad <strong>de</strong> nuestro corazón: que los que hemos sido iluminados por tu claridad no<br />
an<strong>de</strong>mos nunca tras las obras <strong>de</strong> las tinieblas. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
No es lo que está roto, no,<br />
el agua que el vaso tiene;<br />
lo que está roto es el vaso,<br />
y el agua al suelo se vierte.<br />
No es lo que está roto, no,<br />
la luz que sujeta el día;<br />
lo que está roto es su tiempo,<br />
y en la sombra se <strong>de</strong>sliza.<br />
No es lo que está roto, no,<br />
la caja <strong>de</strong>l pensamiento;<br />
lo que está roto es la i<strong>de</strong>a<br />
que la lleva a lo soberbio.<br />
No es lo que está roto Dios<br />
ni el campo que él ha creado;<br />
lo que está roto es el hombre<br />
que no ve a Dios en su campo.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Dichoso el que camina en la voluntad <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 118, 1-8<br />
I (Aleph)<br />
Meditación sobre la palabra <strong>de</strong> Dios revelada en la ley
Dichoso el que, con vida intachable,<br />
camina en la voluntad <strong>de</strong>l Señor;<br />
dichoso el que, guardando sus preceptos,<br />
lo busca <strong>de</strong> todo corazón;<br />
el que, sin cometer iniquidad,<br />
anda por sus sen<strong>de</strong>ros.<br />
Tú promulgas tus <strong>de</strong>cretos<br />
para que se observen exactamente.<br />
Ojalá esté firme mi camino,<br />
para cumplir tus consignas;<br />
entonces no sentiré vergüenza<br />
al mirar tus mandatos.<br />
En esto consiste el amor <strong>de</strong><br />
Dios: en que guar<strong>de</strong>mos sus<br />
mandamientos (1Jn 5, 3)<br />
Te alabaré con sincero corazón<br />
cuando aprenda tus justos mandamientos.<br />
Quiero guardar tus leyes exactamente,<br />
tú, no me abandones.<br />
Ant. Dichoso el que camina en la voluntad <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 2. Se alegra mi corazón con tu auxilio.<br />
Salmo 12<br />
Súplica <strong>de</strong>l justo que confía en el Señor<br />
Que el Dios <strong>de</strong> la esperanza colme<br />
vuestra fe <strong>de</strong> alegría (Rm 15, 13)<br />
¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?<br />
¿Hasta cuándo me escon<strong>de</strong>rás tu rostro?<br />
¿Hasta cuándo he <strong>de</strong> estar preocupado,<br />
con el corazón apenado todo el día?<br />
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?<br />
Atien<strong>de</strong> y respón<strong>de</strong>me, Señor, Dios mío;<br />
da luz a mis ojos<br />
para que no me duerma en la muerte,<br />
para que no diga mi enemigo: “Le he podido”,<br />
ni se alegre mi adversario <strong>de</strong> mi fracaso.<br />
Porque yo confío en tu misericordia:<br />
alegra mi corazón con tu auxilio,<br />
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.<br />
Ant. Se alegra mi corazón con tu auxilio.<br />
Ant. 3. Dios nos encerró a todos en el pecado para tener misericordia <strong>de</strong> todos.<br />
Salmo 13<br />
Corrupción y necedad <strong>de</strong>l impío<br />
Si creció el pecado, más<br />
<strong>de</strong>sbordante fue la gracia (Rm 5, 20)
Dice el necio para sí:<br />
“No hay Dios.”<br />
Se han corrompido cometiendo execraciones,<br />
no hay quien obre bien.<br />
El Señor observa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo<br />
a los hijos <strong>de</strong> Adán,<br />
para ver si hay alguno sensato<br />
que busque a Dios.<br />
Todos se extravían<br />
igualmente obstinados,<br />
no hay uno que obre bien,<br />
ni uno solo.<br />
-Pero ¿no apren<strong>de</strong>rán los malhechores,<br />
que <strong>de</strong>voran a mi pueblo como pan<br />
y no invocan al Señor?<br />
Pues temblarán <strong>de</strong> espanto,<br />
porque Dios está con los justos.<br />
Podéis burlaros <strong>de</strong> los planes <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svalido,<br />
pero el Señor es su refugio.<br />
¡Ojalá venga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sión<br />
la salvación <strong>de</strong> Israel!<br />
Cuando el Señor cambie la suerte <strong>de</strong> su pueblo,<br />
se alegrará Jacob y gozará Israel.<br />
Ant. Dios nos encerró a todos en el pecado para tener misericordia <strong>de</strong> todos.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Jr 17, 7-8<br />
Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza. Será un árbol<br />
plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el estío no lo<br />
sentirá, su hoja estará ver<strong>de</strong>; en año <strong>de</strong> sequía no se inquieta, no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> dar fruto.<br />
V. El Señor no niega sus bienes a los <strong>de</strong> conducta intachable.<br />
R. ¡Señor <strong>de</strong> los ejércitos, dichoso el hombre que confía en ti!<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste a tu Espíritu Defensor a<br />
los apóstoles, <strong>de</strong>rrama sobre también sobre nosotros este Espíritu <strong>de</strong> amor, para que,<br />
ante los hombres, <strong>de</strong>mos siempre fiel testimonio <strong>de</strong> aquel amor que has querido que<br />
fuera el distintivo <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina por los siglos <strong>de</strong> los<br />
siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Pr 3, 13-15
Dichoso el que encuentra sabiduría, el que alcanza inteligencia: adquirirla vale más<br />
que la plata, y su renta más que el oro; es más valiosa que las perlas, ni se le comparan<br />
las joyas.<br />
V. Te gusta un corazón sincero.<br />
R. En mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan <strong>de</strong> salvar a todas las naciones, danos tu gracia,<br />
para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu <strong>de</strong>signio <strong>de</strong><br />
amor y salvación universal. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Jb 5, 17-18<br />
Dichoso el hombre a quien corrige Dios: no rechaces el escarmiento <strong>de</strong>l<br />
Todopo<strong>de</strong>roso, porque él hiere y venda la herida, golpea y cura con su mano.<br />
V. Trata con misericordia a tu siervo, Señor.<br />
R. Enséñame tus leyes.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que enviaste un ángel al centurión Cornelio, para que le revelara el camino<br />
<strong>de</strong> la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia,<br />
podamos llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Libra mis ojos <strong>de</strong> la muerte;<br />
dales la luz que es su <strong>de</strong>stino.<br />
Yo, como el ciego <strong>de</strong>l camino,<br />
pido un milagro para verte.<br />
Haz <strong>de</strong> esta piedra <strong>de</strong> mis manos<br />
una herramienta constructiva;<br />
cura su fiebre posesiva<br />
y ábrela al bien <strong>de</strong> mis hermanos.<br />
Que yo comprenda, Señor mío,<br />
al que se queja y retroce<strong>de</strong>;<br />
que el corazón no se me que<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sentendidamente frío.<br />
Guarda mi fe <strong>de</strong>l enemigo<br />
(¡tantos me dicen que estás muerto!...)<br />
Tú que conoces el <strong>de</strong>sierto,<br />
dame tu mano y ven conmigo. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. El Señor da la victoria a su Ungido.<br />
Salmo 19<br />
Oración por la victoria <strong>de</strong>l rey<br />
Cuantos invoquen el nombre<br />
<strong>de</strong>l Señor se salvarán (Hch 2, 21)<br />
Que te escuche el Señor el día <strong>de</strong>l peligro,<br />
que te sostenga el nombre <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Jacob;<br />
que te envíe auxilio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el santuario,<br />
que te apoye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el monte Sión.<br />
Que se acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> todas tus ofrendas,<br />
que le agra<strong>de</strong>n tus sacrificios;<br />
que cumpla el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> tu corazón,<br />
que dé éxitos a todos tus planes.<br />
Que podamos celebrar tu victoria<br />
y en el nombre <strong>de</strong> nuestro Dios alzar estandartes;<br />
que el Señor te conceda todo lo que pi<strong>de</strong>s.<br />
Ahora reconozco que el Señor<br />
da la victoria a su Ungido,<br />
que lo ha escuchado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su <strong>Santo</strong> cielo,<br />
con los prodigios <strong>de</strong> su mano victoriosa.<br />
Unos confían en sus carros,<br />
otros en su caballería;
nosotros invocamos el nombre<br />
<strong>de</strong>l Señor, Dios nuestro.<br />
Ellos cayeron <strong>de</strong>rribados,<br />
nosotros nos mantenemos en pie.<br />
Señor, da la victoria al rey<br />
y escúchanos cuando te invocamos.<br />
Ant. El Señor da la victoria a su Ungido.<br />
Ant. 2. Al son <strong>de</strong> instrumentos cantaremos tu po<strong>de</strong>r.<br />
Salmo 20, 2-8. 14<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la victoria <strong>de</strong>l rey<br />
El Señor resucitado recibió la<br />
vida, años que se prolongan sin<br />
término (S. Ireneo)<br />
Señor, el rey se alegra por tu fuerza,<br />
¡y cuánto goza con tu victoria!<br />
Le has concedido el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> su corazón,<br />
no le has negado lo que pedían sus labios.<br />
Te a<strong>de</strong>lantaste a ben<strong>de</strong>cirlo con el éxito,<br />
y has puesto en su cabeza una corona <strong>de</strong> oro fino.<br />
Te pidió vida, y se la has concedido,<br />
años que se prolongan sin término.<br />
Tu victoria ha engran<strong>de</strong>cido su fama,<br />
lo has vestido <strong>de</strong> honor y majestad.<br />
Le conce<strong>de</strong>s bendiciones incesantes,<br />
lo colmas <strong>de</strong> gozo en tu presencia;<br />
porque el rey confía en el Señor,<br />
y con la gracia <strong>de</strong>l Altísimo no fracasará.<br />
Levántate, Señor, con tu fuerza,<br />
y al son <strong>de</strong> instrumentos cantaremos tu po<strong>de</strong>r.<br />
Ant. Al son <strong>de</strong> instrumentos cantaremos tu po<strong>de</strong>r.<br />
Ant. 3. Has hecho <strong>de</strong> nosotros, Señor, un reino <strong>de</strong> sacerdotes para nuestro Dios.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Himno <strong>de</strong> los redimidos<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Has hecho <strong>de</strong> nosotros, Señor, un reino <strong>de</strong> sacerdotes para nuestro Dios.<br />
LECTURA BREVE 1Jn 3, 1a. 2<br />
Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos <strong>de</strong> Dios, pues ¡lo somos!<br />
Queridos, ahora somos hijos <strong>de</strong> Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos.<br />
Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual<br />
es.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tu palabra, Señor, es eterna, *Más estable que el cielo. Tu palabra.<br />
V. Tu fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> generación en generación. *Más estable que el cielo. Gloria al<br />
Padre. Tu palabra.<br />
Magníficat, ant. Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.<br />
PRECES<br />
Alabemos a Cristo, que mora en medio <strong>de</strong> nosotros, el pueblo adquirido por él, y<br />
supliquémosle diciendo:<br />
Por el honor <strong>de</strong> tu nombre, escúchanos, Señor.<br />
Dueño y Señor <strong>de</strong> los pueblos, acu<strong>de</strong> en ayuda <strong>de</strong> todas las naciones y <strong>de</strong> los que las<br />
gobiernan:<br />
-que todos los hombres sean fieles a tu voluntad y trabajen por el bien y la paz.<br />
Tú que hiciste cautiva nuestra cautividad,<br />
-<strong>de</strong>vuelve la libertad <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios a todos aquellos hermanos nuestros que<br />
sufren esclavitud en el cuerpo o en el espíritu.<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, a los jóvenes la realización <strong>de</strong> sus esperanzas<br />
-y que sepan respon<strong>de</strong>r a tus llamadas en el transcurso <strong>de</strong> su vida.<br />
Que los niños imiten tu ejemplo<br />
-y crezcan siempre en sabiduría y gracia.<br />
Acoge a los difuntos en tu reino,<br />
-don<strong>de</strong> también nosotros esperamos reinar un día contigo.<br />
Con el gozo <strong>de</strong> sabernos hijos <strong>de</strong> Dios, acudamos a nuestro Padre: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Te damos gracias, Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, porque has permitido que llegáramos a<br />
esta noche; te pedimos quieras aceptar con agrado el alzar <strong>de</strong> nuestras manos como<br />
ofrenda <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Buenos días, Señor, a ti el primero<br />
encuentra la mirada<br />
<strong>de</strong>l corazón, apenas nace el día:<br />
tú eres la luz y el sol <strong>de</strong> mi jornada.<br />
Buenos días, Señor, contigo quiero<br />
andar por la vereda:<br />
tú, mi camino, mi verdad, mi vida;<br />
tú, la esperanza firme que me queda.<br />
MIÉRCOLES DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Buenos días, Señor, a ti te busco,<br />
levanto a ti las manos<br />
y el corazón, al <strong>de</strong>spertar la aurora:<br />
quiero encontrarte siempre en mis hermanos.<br />
Buenos días, Señor resucitado,<br />
que traes la alegría<br />
al corazón que va por tus caminos,<br />
¡vencedor <strong>de</strong> tu muerte y <strong>de</strong> la mía!<br />
Gloria al Padre <strong>de</strong> todos, gloria al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>;<br />
como era en el principio, ahora y siempre,<br />
por los siglos te alabe nuestro canto. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.<br />
Salmo 35<br />
Depravación <strong>de</strong>l malvado y bondad <strong>de</strong> Dios<br />
El que me sigue no camina en<br />
tinieblas, sino que tendrá la luz <strong>de</strong><br />
la vida (Jn 8, 12)<br />
El malvado escucha en su interior<br />
un oráculo <strong>de</strong>l pecado:<br />
"No tengo miedo a Dios,<br />
ni en su presencia."<br />
Porque se hace la ilusión <strong>de</strong> que su culpa<br />
no será <strong>de</strong>scubierta ni aborrecida.<br />
Las palabras <strong>de</strong> su boca son maldad y traición,<br />
renuncia a ser sensato y a obrar bien;<br />
acostado medita el crimen,<br />
se obstina en el mal camino,<br />
no rechaza la maldad.
Señor, tu misericordia llega al cielo,<br />
tu fi<strong>de</strong>lidad hasta las nubes,<br />
tu justicia hasta las altas cordilleras,<br />
tus sentencias son como el océano inmenso.<br />
Tú socorres a los hombres y animales;<br />
¡que inapreciable es tu misericordia, oh Dios!,<br />
los humanos se acogen a la sombra <strong>de</strong> tus alas;<br />
se nutren <strong>de</strong> lo sabroso <strong>de</strong> tu casa,<br />
les das <strong>de</strong> beber <strong>de</strong>l torrente <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>licias,<br />
porque en ti está la fuente viva,<br />
y tu luz nos hace ver la luz.<br />
Prolongas tu misericordia con los que te reconocen,<br />
tu justicia con los rectos <strong>de</strong> corazón;<br />
que no me pisotee el pie <strong>de</strong>l soberbio,<br />
que no me eche afuera la mano <strong>de</strong>l malvado.<br />
Han fracasado los malhechores;<br />
<strong>de</strong>rribados, no se pue<strong>de</strong> levantar.<br />
Ant. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.<br />
Ant. 2. Señor, tú eres gran<strong>de</strong>, tu fuerza es invencible.<br />
Cántico Jdt 16, 1-2. 13-15<br />
Dios, creador <strong>de</strong>l mundo y protector <strong>de</strong> su pueblo<br />
Entonaron un cántico nuevo<br />
(Ap 5, 9)<br />
¡Alabad a mi Dios con tambores,<br />
elevad cantos al Señor con cítaras,<br />
ofrecedle los acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong> un salmo <strong>de</strong> alabanza,<br />
ensalzad e invocad su nombre!<br />
Porque el Señor es un Dios quebrantador <strong>de</strong> guerras,<br />
su nombre es el Señor.<br />
Cantaré a mi Dios un cántico nuevo:<br />
Señor, tú eres gran<strong>de</strong> y glorioso,<br />
admirable en tu fuerza, invencible.<br />
Que te sirva toda la creación,<br />
porque tú lo mandaste y existió;<br />
enviaste tu aliento y la construiste,<br />
nada pue<strong>de</strong> resistir a tu voz.<br />
Sacudirán las olas los cimientos <strong>de</strong> los montes,<br />
las peñas en tu presencia se <strong>de</strong>rretirán como cera,<br />
pero tú serás propicio a tus fieles.<br />
Ant. Señor, tú eres gran<strong>de</strong>, tu fuerza es invencible.<br />
Ant. 3. Aclamad a Dios con gritos <strong>de</strong> júbilo.<br />
Salmo 46<br />
El Señor es rey <strong>de</strong> todas las cosas
Pueblos todos, batid palmas,<br />
aclamad a Dios con gritos <strong>de</strong> júbilo;<br />
porque el Señor es sublime y terrible,<br />
emperador <strong>de</strong> toda la tierra.<br />
Él nos somete los pueblos<br />
y nos sojuzga las naciones;<br />
él nos escogió como heredad suya:<br />
gloria <strong>de</strong> Jacob, su amado.<br />
Dios ascien<strong>de</strong> entre aclamaciones;<br />
el Señor, al son <strong>de</strong> trompetas;<br />
tocad para Dios, tocad,<br />
tocad para nuestro Rey, tocad.<br />
Porque Dios es el rey <strong>de</strong>l mundo:<br />
tocad con maestría.<br />
Dios reina sobre las naciones,<br />
Dios se sienta en su trono sagrado.<br />
Los príncipes <strong>de</strong> los gentiles se reúnen<br />
con el pueblo <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Abraham;<br />
porque <strong>de</strong> Dios son los gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra,<br />
y él es excelso.<br />
Ant. Aclamad a Dios con gritos <strong>de</strong> júbilo.<br />
Está sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l<br />
Padre, y su reino no tendrá fin<br />
LECTURA BREVE Tb 4,14-15a. 16ab. 19<br />
Ten cuidado, hijo, en todo lo que haces, y pórtate siempre con educación. No hagas a<br />
otro lo que a ti no te agrada. Da tu pan al hambriento y tu ropa al <strong>de</strong>snudo. Da <strong>de</strong><br />
limosna todo lo que sobre. Bendice al Señor en todo momento, y pí<strong>de</strong>le que allane tus<br />
caminos y que te dé éxito en tus empresas y proyectos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Inclina, Señor, *Mi corazón a tus preceptos. Inclina.<br />
V. Dame vida con tu palabra. *Mi corazón a tus preceptos. Gloria al Padre. Inclina.<br />
Benedictus, ant. Ten misericordia <strong>de</strong> nosotros, Señor, y recuerda tu santa alianza.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a Cristo con alabanzas continuas, porque no se <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ña <strong>de</strong> llamar<br />
hermanos a los que santifica con su gracia. Por tanto, supliquémosle:<br />
Santifica a tus hermanos, Señor.<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, que con el corazón puro consagremos el principio <strong>de</strong> este día en<br />
honor a tu resurrección,<br />
-y que santifiquemos el día entero con trabajos que sean <strong>de</strong> tu agrado.
Tú que, para que aumente nuestra alegría y se afiance nuestra salvación, nos das este<br />
nuevo día, signo <strong>de</strong> tu amor,<br />
-renuévanos hoy y siempre para gloria <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Haz que sepamos <strong>de</strong>scubrirte a ti en todos nuestros hermanos,<br />
-sobre todo en los que sufren y en los pobres.<br />
Haz que durante este día estemos en paz con todo el mundo,<br />
-y que a nadie <strong>de</strong>volvamos mal por mal.<br />
Tal como nos enseñó el Señor, terminemos nuestra oración, diciendo: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios salvador nuestro, danos tu ayuda, para que siempre <strong>de</strong>seemos las obras<br />
<strong>de</strong> la luz y realicemos la verdad: así, los que <strong>de</strong> ti hemos nacido como hijos <strong>de</strong> la luz,<br />
seremos tus testigos ante los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
Sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amor<br />
la libertad germina,<br />
sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />
van creciéndole alas.<br />
Des<strong>de</strong> el cimiento mismo<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong>spierto,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fuente clara<br />
<strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s últimas.<br />
Ver al hombre y al mundo<br />
con la mirada limpia<br />
y el corazón cercano,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el solar <strong>de</strong>l alma.<br />
Tarea y aventura:<br />
entregarme <strong>de</strong>l todo,<br />
ofrecer lo que llevo,<br />
gozo y misericordia.<br />
Aceite <strong>de</strong>rramado<br />
para que el carro rue<strong>de</strong><br />
sin quejas egoístas,<br />
chirriando <strong>de</strong>sajustes.<br />
Soñar, amar, servir,<br />
y esperar que me llames,<br />
tú, Señor, que me miras,<br />
tú que sabes mi nombre.<br />
Hora intermedia
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes.<br />
Salmo 118, 9-16<br />
II (Beth)<br />
¿Cómo podrá un joven andar honestamente?<br />
Cumpliendo tus palabras.<br />
Te busco <strong>de</strong> todo corazón,<br />
no consientas que me <strong>de</strong>svíe <strong>de</strong> tus mandamientos.<br />
En mi corazón escondo tus consignas,<br />
así no pecaré contra ti.<br />
Bendito eres, Señor,<br />
enséñame tus leyes.<br />
Mis labios van enumerando<br />
los mandamientos <strong>de</strong> tu boca;<br />
mi alegría es el camino <strong>de</strong> tus preceptos,<br />
más que todas las riquezas.<br />
Medito tus <strong>de</strong>cretos,<br />
y me fijo en tus sendas;<br />
tu voluntad es mi <strong>de</strong>licia,<br />
no olvidaré tus palabras.<br />
Ant. Bendito eres, Señor, enséñame tus leyes.<br />
Ant. 2. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, Señor.<br />
Salmo 16<br />
Dios, esperanza <strong>de</strong>l inocente perseguido<br />
En los días <strong>de</strong> su vida mortal<br />
presentó oraciones y súplicas, y<br />
fue escuchado (Hb 5, 7)<br />
Señor, escucha mi apelación,<br />
atien<strong>de</strong> a mis clamores,<br />
presta oído a mi súplica,<br />
que en mis labios no hay engaño:<br />
emane <strong>de</strong> ti la sentencia,<br />
miren tus ojos la rectitud.<br />
Aunque son<strong>de</strong>es mi corazón,<br />
visitándolo <strong>de</strong> noche,<br />
aunque me pruebes al fuego,<br />
no encontrarás malicia en mí.<br />
Mi boca no ha faltado<br />
como suelen los hombres;<br />
según tus mandatos, yo me he mantenido<br />
I
en la senda establecida.<br />
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,<br />
y no vacilaron mis pasos.<br />
Yo te invoco porque tú me respon<strong>de</strong>s, Dios mío;<br />
inclina el oído y escucha mis palabras.<br />
Muestra las maravillas <strong>de</strong> tu misericordia,<br />
tú que salvas <strong>de</strong> los adversarios<br />
a quien se refugia a tu <strong>de</strong>recha.<br />
Guárdame como a las niñas <strong>de</strong> tus ojos,<br />
a la sombra <strong>de</strong> tus alas escón<strong>de</strong>me<br />
<strong>de</strong> los malvados que me asaltan,<br />
<strong>de</strong>l enemigo mortal que me cerca.<br />
Ant. Mis pies estuvieron firmes en tus caminos, Señor.<br />
Ant. 3. Levántate, Señor y líbrame.<br />
II<br />
Han cerrado sus entrañas<br />
y hablan con boca arrogante;<br />
ya me ro<strong>de</strong>an sus pasos,<br />
se hacen guiños para <strong>de</strong>rribarme,<br />
como un león ávido <strong>de</strong> presa,<br />
como un cachorro agazapado en su escondrijo.<br />
Levántate, Señor, hazle frente, doblégalo,<br />
que tu espada me libre <strong>de</strong>l malvado,<br />
y tu mano, Señor, <strong>de</strong> los mortales;<br />
mortales <strong>de</strong> este mundo: sea su lote esta vida;<br />
<strong>de</strong> tu <strong>de</strong>spensa les llenarás el vientre,<br />
se saciarán sus hijos<br />
y <strong>de</strong>jarán a sus pequeños lo que sobra.<br />
Pero yo con mi apelación vengo a tu presencia,<br />
y al <strong>de</strong>spertar me saciaré <strong>de</strong> tu semblante.<br />
Ant. Levántate, Señor y líbrame.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 13-14<br />
Estad interiormente preparados para la acción, controlándoos bien, a la expectativa<br />
<strong>de</strong>l don que os va a traer la revelación <strong>de</strong> Jesucristo. Como hijos obedientes, no os<br />
amoldéis más a los <strong>de</strong>seos que teníais antes, en los días <strong>de</strong> vuestra ignorancia.<br />
V. Señor, enséñame tus caminos.<br />
R. Instrúyeme en tus sendas.<br />
Oración<br />
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> prometido, para que<br />
congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos a ser, en medio <strong>de</strong>l<br />
mundo, fermento <strong>de</strong> unidad y <strong>de</strong> paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1P 15-16<br />
El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda vuestra<br />
conducta, porque dice la Escritura: “Seréis santos, porque yo soy santo.”<br />
V. Que tus sacerdotes se vistan <strong>de</strong> gala.<br />
R. Que tus fieles vitoreen.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y lleno <strong>de</strong> amor, que, a la mitad <strong>de</strong> nuestra jornada, conce<strong>de</strong>s un<br />
<strong>de</strong>scanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado,<br />
remedia nuestras <strong>de</strong>ficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por<br />
Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE St 4, 7-8a. 10<br />
Someteos a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá <strong>de</strong> vosotros. Acercaos a Dios,<br />
y Dios se acercará a vosotros. Humillaos ante el Señor, que él os levantará.<br />
V. Los ojos <strong>de</strong>l Señor están puestos en sus fieles.<br />
R. En los que esperan en su misericordia.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, por la salvación <strong>de</strong> los hombres, extendiste tus brazos en la<br />
cruz, haz que todas nuestras acciones te sean agradables y sirvan para manifestar al<br />
mundo tu re<strong>de</strong>nción. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Amo, Señor, tus sendas, y me es suave la carga<br />
(la llevaron tus hombros) que en mis hombros pusiste;<br />
pero a veces encuentro que la jornada es larga,<br />
que el cielo ante mis ojos <strong>de</strong> tinieblas se viste,<br />
que el agua <strong>de</strong>l camino es amarga…, es amarga,<br />
que se enfría este ardiente corazón que me diste;<br />
y una sombría y honda <strong>de</strong>solación me embarga,<br />
y siento el alma triste hasta la muerte triste…<br />
El espíritu débil y la carne cobar<strong>de</strong>,<br />
lo mismo que el cansado labriego, por la tar<strong>de</strong>,<br />
<strong>de</strong> la dura fatiga quisiera reposar…<br />
Mas entonces me miras…, y se llena <strong>de</strong> estrellas,<br />
Señor, la oscura noche; y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> tus huellas,<br />
con la cruz que llevaste, me es dulce caminar.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? †<br />
El Señor es mi luz y mi salvación,<br />
¿a quién temeré?<br />
†El Señor es la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> mi vida,<br />
¿quién me hará temblar?<br />
Cuando me asaltan los malvados<br />
para <strong>de</strong>vorar mi carne,<br />
ellos, enemigos y adversarios,<br />
tropiezan y caen.<br />
Si un ejército acampa contra mí,<br />
mi corazón no tiembla;<br />
si me <strong>de</strong>claran la guerra,<br />
me siento tranquilo.<br />
Una cosa pido al Señor,<br />
eso buscaré:<br />
habitar en la casa <strong>de</strong> Señor<br />
por los días <strong>de</strong> mi vida;<br />
gozar <strong>de</strong> la dulzura <strong>de</strong>l Señor<br />
contemplando su templo.<br />
Salmo 26<br />
Confianza ante el peligro<br />
I<br />
Ésta es la morada <strong>de</strong> Dios con<br />
los hombres (Ap 21, 3)
Él me protegerá en su tienda<br />
el día <strong>de</strong>l peligro;<br />
me escon<strong>de</strong>rá en lo escondido <strong>de</strong> su morada,<br />
me alzará sobre la roca;<br />
y así levantaré la cabeza<br />
sobre el enemigo que me cerca;<br />
en su tienda sacrificaré<br />
sacrificios <strong>de</strong> aclamación:<br />
cantaré y tocaré para el Señor<br />
Ant. El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?<br />
Ant. 2. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.<br />
II<br />
Algunos, poniéndose en pie,<br />
daban testimonio contra Jesús (Mc<br />
14, 57)<br />
Escúchame, Señor, que te llamo;<br />
ten piedad, respón<strong>de</strong>me.<br />
Oigo en mi corazón: "Buscad mi rostro".<br />
Tu rostro buscaré, Señor,<br />
no me escondas tu rostro.<br />
No rechaces con ira a tu siervo,<br />
que tú eres mi auxilio;<br />
no me <strong>de</strong>seches, no me abandones,<br />
Dios <strong>de</strong> mi salvación.<br />
Si mi padre y mi madre me abandonan,<br />
el Señor me recogerá.<br />
Señor, enséñame tu camino,<br />
guíame por la senda llana,<br />
porque tengo enemigos.<br />
No me entregues a la saña <strong>de</strong> mi adversario,<br />
porque se levantan contra mí testigos falsos,<br />
que respiran violencia.<br />
Espero gozar <strong>de</strong> la dicha <strong>de</strong>l Señor<br />
en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Espera en el Señor, sé valiente,<br />
ten ánimo, espera en el Señor.<br />
Ant. Tu rostro buscaré Señor, no me escondas tu rostro.<br />
Ant. 3. Él es el primogénito <strong>de</strong> toda criatura, es el primero en todo.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Himno a Cristo, primogénito <strong>de</strong> toda criatura<br />
y primer resucitado <strong>de</strong> entre los muertos
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Él es el primogénito <strong>de</strong> toda criatura, es el primero en todo.<br />
LECTURA BREVE St 1, 22. 25<br />
Llevad a la práctica la ley y no os limitéis a escucharla, engañándoos a vosotros<br />
mismos. El que se concentra en la ley perfecta, la <strong>de</strong> la libertad, y es constante, no para<br />
oír y olvidarse, sino para ponerla por obra, éste será dichoso al practicarla.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sálvame, Señor, *Y ten misericordia <strong>de</strong> mí. Sálvame.<br />
V. No arrebates mi alma con los pecadores. *Y ten misericordia <strong>de</strong> mí. Gloria al<br />
Padre. Sálvame.<br />
Magníficat ant. El Po<strong>de</strong>roso ha hecho obras gran<strong>de</strong>s por mí: su nombre es santo.<br />
PRECES<br />
Que en todo sea glorificado el nombre <strong>de</strong>l Señor, que atien<strong>de</strong> a su pueblo elegido con<br />
infinito amor. A él suba nuestra oración:<br />
Muestra, Señor, tu caridad.<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia:<br />
-guárdala <strong>de</strong> todo mal y haz que crezca en tu amor.
Que todos los pueblos, Señor, te reconozcan como el único Dios verda<strong>de</strong>ro,<br />
-y a Jesucristo como el Salvador que tú has enviado.<br />
A nuestros parientes y bienhechores concé<strong>de</strong>les tus bienes,<br />
-y que tu bondad les dé la vida eterna.<br />
Te pedimos, Señor, por los trabajadores que sufren:<br />
-alivia sus dificulta<strong>de</strong>s, y haz que todos los hombres reconozcan su dignidad.<br />
En tu misericordia, acoge a los que hoy han muerto<br />
-y dales posesión <strong>de</strong> tu reino.<br />
Unidos fraternalmente, como hermanos <strong>de</strong> una misma familia, invoquemos a nuestro<br />
Padre común: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el día y durante la noche; tú<br />
eres inmutable, danos siempre firmeza a los que vivimos sujetos a la sucesión <strong>de</strong> los<br />
tiempos y las horas. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Comienzan los relojes<br />
a maquinar sus prisas;<br />
y miramos el mundo.<br />
Comienza un nuevo día.<br />
Comienzan las preguntas,<br />
la intensidad, la vida;<br />
se cruzan los horarios.<br />
Qué red, qué algarabía.<br />
Mas tú, Señor, ahora<br />
eres calma infinita.<br />
Todo el tiempo está en ti<br />
como en una gavilla.<br />
Rezamos, te alabamos,<br />
porque existes, avisas;<br />
porque anoche en el aire<br />
tus astros se movían.<br />
Y ahora toda luz<br />
se posó en nuestra orilla. Amén.<br />
SALMODIA<br />
JUEVES DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Despertad, cítara y arpa; <strong>de</strong>spertaré a la aurora.<br />
Salmo 56<br />
Oración matutina <strong>de</strong> un afligido<br />
Este salmo canta la pasión <strong>de</strong>l<br />
Señor (S. Agustín)<br />
Misericordia, Dios mío, misericordia,<br />
que mi alma se refugia en ti;<br />
me refugio a la sombra <strong>de</strong> tus alas<br />
mientras pasa la calamidad.<br />
Invoco al Dios altísimo,<br />
al Dios que hace tanto por mí:<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo me enviará la salvación,<br />
confundirá a los que ansían matarme,<br />
enviará su gracia y su lealtad.<br />
Estoy echado entre leones<br />
<strong>de</strong>voradores <strong>de</strong> hombres;<br />
sus dientes son lanzas y flechas,<br />
su lengua es una espada afilada.
Elévate sobre el cielo, Dios mío,<br />
y llene la tierra tu gloria.<br />
Han tendido una red a mis pasos<br />
para que sucumbiera;<br />
me han cavado <strong>de</strong>lante una fosa,<br />
pero han caído en ella.<br />
Mi corazón está firme, Dios mío,<br />
mi corazón está firme.<br />
Voy a cantar y a tocar:<br />
<strong>de</strong>spierta, gloria mía;<br />
<strong>de</strong>spertad, cítara y arpa;<br />
<strong>de</strong>spertaré a la aurora.<br />
Te daré gracias ante los pueblos, Señor;<br />
tocaré para ti ante las naciones:<br />
por tu bondad, que es más gran<strong>de</strong> que los cielos;<br />
por tu fi<strong>de</strong>lidad, que alcanza a las nubes.<br />
Elévate sobre el cielo, Dios mío,<br />
y llene la tierra tu gloria.<br />
Ant. Despertad, cítara y arpa; <strong>de</strong>spertaré a la aurora.<br />
Ant. 2. "Mi pueblo se saciará <strong>de</strong> mis bienes", dice el Señor.<br />
Cántico Jr 31,10-14<br />
Felicidad <strong>de</strong>l pueblo redimido<br />
Jesús iba a morir… para reunir<br />
a los hijos <strong>de</strong> Dios dispersos (Jn<br />
11, 51. 52)<br />
Escuchad, pueblos, la palabra <strong>de</strong>l Señor,<br />
anunciadla en las islas remotas:<br />
"El que dispersó a Israel lo reunirá,<br />
lo guardará como un pastor a su rebaño;<br />
porque el Señor redimió a Jacob,<br />
lo rescató <strong>de</strong> una mano más fuerte."<br />
Vendrán con aclamaciones a la altura <strong>de</strong> Sión,<br />
afluirán hacia los bienes <strong>de</strong>l Señor:<br />
hacia el trigo y el vino y el aceite,<br />
a los rebaños <strong>de</strong> ovejas y <strong>de</strong> vacas;<br />
su alma será como un huerto regado,<br />
y no volverán a <strong>de</strong>sfallecer.<br />
Entonces se alegrará la doncella en la danza,<br />
gozará los jóvenes y los viejos;<br />
convertiré su tristeza en gozo,<br />
los alegraré y aliviaré sus penas;<br />
alimentaré a los sacerdotes con enjundia,<br />
y mi pueblo se saciará <strong>de</strong> mis bienes.<br />
Ant. "Mi pueblo se saciará <strong>de</strong> mis bienes", dice el Señor.
Ant. 3. Gran<strong>de</strong> es el Señor y muy digno <strong>de</strong> alabanza en la ciudad <strong>de</strong> nuestro Dios. †<br />
Salmo 47<br />
Himno a la gloria <strong>de</strong> Dios en Jerusalén<br />
Me transportó en éxtasis a un<br />
monte altísimo, y me enseñó la<br />
ciudad santa, Jerusalén (Ap 21, 10)<br />
Gran<strong>de</strong> es el Señor y muy digno <strong>de</strong> alabanza<br />
en la ciudad <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
† su monte santo, altura hermosa,<br />
alegría <strong>de</strong> toda la tierra:<br />
el monte Sión, vértice <strong>de</strong>l cielo,<br />
ciudad <strong>de</strong>l gran rey;<br />
entre sus palacios,<br />
Dios <strong>de</strong>scuella como un alcázar.<br />
Mirad: los reyes se aliaron<br />
para atacarla juntos;<br />
pero, al verla, quedaron aterrados<br />
y huyeron <strong>de</strong>spavoridos;<br />
allí los agarró un temblor<br />
y dolores como <strong>de</strong> parto;<br />
como un viento <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto,<br />
que <strong>de</strong>stroza las naves <strong>de</strong> Tarsis.<br />
Lo que habíamos oído lo hemos visto<br />
en la ciudad <strong>de</strong> Señor <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
en la ciudad <strong>de</strong> nuestro Dios:<br />
que Dios la ha fundado para siempre.<br />
¡Oh Dios!, meditamos tu misericordia<br />
en medio <strong>de</strong> tu templo:<br />
como tu renombre, oh Dios, tu alabanza<br />
llega al confín <strong>de</strong> la tierra;<br />
tu diestra está llena <strong>de</strong> justicia:<br />
el monte Sión se alegra,<br />
las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Judá se gozan<br />
con tus sentencias.<br />
Dad la vuelta en torno a Sión,<br />
contando sus torreones;<br />
fijaos baluartes,<br />
observad sus palacios,<br />
para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cirle a la próxima generación:<br />
"Este es el Señor, nuestro Dios".<br />
Él nos guiará por siempre jamás.<br />
Ant. Gran<strong>de</strong> es el Señor y muy digno <strong>de</strong> alabanza en la ciudad <strong>de</strong> nuestro Dios.
LECTURA BREVE Is 66, 1-2<br />
Así dice el Señor: "El cielo es mi trono, y la tierra, el estrado <strong>de</strong> mis pies: ¿Qué<br />
templo podréis construirme o qué lugar para mi <strong>de</strong>scanso? Todo esto lo hicieron mis<br />
manos, todo es mío –oráculo <strong>de</strong>l Señor-. En ése pondré mis ojos: en el humil<strong>de</strong> y el<br />
abatido que se estremece ante mis palabras".<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te invoco <strong>de</strong> todo corazón, *Respón<strong>de</strong>me, Señor. Te invoco.<br />
V. Guardaré tus leyes. *Respón<strong>de</strong>me, Señor. Gloria al Padre. Te invoco.<br />
Benedictus, ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará <strong>de</strong> nuestros enemigos.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a Cristo que nos ha dado la luz <strong>de</strong>l día y supliquémosle diciendo:<br />
Bendícenos y santifícanos, Señor.<br />
Tú que te entregaste como víctima por nuestros pecados,<br />
-acepta los <strong>de</strong>seos y proyectos <strong>de</strong> este día.<br />
Tú que nos alegras con la claridad <strong>de</strong>l nuevo día,<br />
-sé tú mismo el lucero brillante <strong>de</strong> nuestros corazones.<br />
Haz que seamos bondadosos y comprensivos con los que nos ro<strong>de</strong>an,<br />
-para que logremos así ser imágenes <strong>de</strong> tu bondad.<br />
En la mañana haznos escuchar tu gracia,<br />
-y que tu gozo sea hoy nuestra fortaleza.<br />
Fieles a la recomendación <strong>de</strong>l Salvador, digamos con filial confianza: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, humil<strong>de</strong>mente acudimos a ti al empezar el día, a media<br />
jornada y al atar<strong>de</strong>cer, para pedirte que, alejando <strong>de</strong> nosotros las tinieblas <strong>de</strong>l pecado,<br />
nos hagas alcanzar la luz verda<strong>de</strong>ra que es Cristo. Que vive y reina contigo.
HIMNO<br />
El trabajo nos urge,<br />
nos concentra y astilla.<br />
Poco a poco, la muerte<br />
nos hiere y purifica.<br />
Señor <strong>de</strong>l universo,<br />
con el hombre te alías.<br />
En nuestra actividad,<br />
tu fuerza cómo vibra.<br />
Señor <strong>de</strong> los minutos,<br />
intensa compañía.<br />
Gracias por los instantes<br />
que lo eterno nos hilan.<br />
Gracias por esta pausa<br />
contigo en la fatiga.<br />
Contigo hay alegría. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Ábreme los ojos, Señor, y contemplaré las maravillas <strong>de</strong> tu voluntad.<br />
Salmo 118, 17-24<br />
III (Ghimel)<br />
Haz bien a tu siervo: viviré<br />
y cumpliré tus palabras;<br />
ábreme los ojos, y contemplaré<br />
las maravillas <strong>de</strong> tu voluntad;<br />
soy un forastero en la tierra:<br />
no me ocultes tus promesas.<br />
Mi alma se consume, <strong>de</strong>seando<br />
continuamente tus mandamientos;<br />
repren<strong>de</strong>s a los soberbios,<br />
malditos los que se apartan <strong>de</strong> tus mandatos.<br />
Aleja <strong>de</strong> mí las afrentas y el <strong>de</strong>sprecio,<br />
porque observo tus preceptos;<br />
aunque los nobles se sienten a murmurar <strong>de</strong> mí,<br />
tu siervo medita tus leyes;<br />
tus preceptos son mi <strong>de</strong>licia,<br />
tus <strong>de</strong>cretos son mis consejeros.<br />
Ant. Ábreme los ojos, Señor, y contemplaré las maravillas <strong>de</strong> tu voluntad.
Ant. 2. Haz, Señor, que camine con lealtad.<br />
Salmo 24<br />
Oración por toda clase <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s<br />
A ti, Señor, levanto mi alma;<br />
Dios mío, en ti confío,<br />
no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>fraudado,<br />
que no triunfen <strong>de</strong> mí mis enemigos;<br />
pues los que esperan en ti no quedan <strong>de</strong>fraudados,<br />
mientras que el fracaso malogra a los traidores.<br />
Señor, enséñame tus caminos,<br />
instrúyeme en tus sendas:<br />
haz que camine con lealtad;<br />
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,<br />
y todo el día te estoy esperando.<br />
Recuerda, Señor, que tu ternura<br />
y tu misericordia son eternas;<br />
no te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los pecados<br />
ni <strong>de</strong> las malda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mi juventud;<br />
acuérdate <strong>de</strong> mí con misericordia,<br />
por tu bondad, Señor.<br />
El Señor es bueno y es recto,<br />
y enseña el camino a los pecadores;<br />
hace caminar a los humil<strong>de</strong>s con<br />
rectitud, enseña su camino a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Las sendas <strong>de</strong>l Señor son misericordia y lealtad<br />
para los que guardan su alianza y sus mandatos.<br />
Por el honor <strong>de</strong> tu nombre, Señor,<br />
perdona mis culpas, que son muchas.<br />
Ant. Haz, Señor, que camine con lealtad.<br />
Ant. 3. Mírame, oh Dios, y líbrame, que estoy solo y afligido.<br />
II<br />
¿Hay alguien que tema al Señor?<br />
Él le enseñará el camino escogido:<br />
su alma vivirá feliz,<br />
su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia poseerá la tierra.<br />
El Señor se confía con sus fieles<br />
y les da a conocer su alianza.<br />
Tengo los ojos puestos en el Señor,<br />
porque él saca mis pies <strong>de</strong> la red.<br />
Mírame, oh Dios, y ten piedad <strong>de</strong> mí,<br />
que estoy solo y afligido.<br />
I<br />
La esperanza no <strong>de</strong>frauda (Rm 5, 5)
Ensancha mi corazón oprimido<br />
y sácame <strong>de</strong> mis tribulaciones.<br />
Mira mis trabajos y mis penas<br />
y perdona todos mis pecados;<br />
mira cuántos son mis enemigos,<br />
que me <strong>de</strong>testan con odio cruel.<br />
Guarda mi vida y líbrame,<br />
no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>fraudado <strong>de</strong> haber acudido a ti.<br />
La inocencia y la rectitud me protegerán,<br />
porque espero en ti.<br />
Salva, oh Dios, a Israel<br />
<strong>de</strong> todos sus peligros.<br />
Ant. Mírame, oh Dios, y líbrame, que estoy solo y afligido.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Am 4, 13<br />
El Señor formó las montañas, creó el viento, <strong>de</strong>scubre al hombre su pensamiento,<br />
hace la aurora y el crepúsculo y camina sobre el dorso <strong>de</strong> la tierra; se llama el Señor,<br />
Dios <strong>de</strong> los ejércitos.<br />
V. Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
R. Ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Oración<br />
Señor, tú que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> sobre los apóstoles,<br />
reunidos en oración, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros tener parte en los dones <strong>de</strong> este<br />
Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Am 5, 8<br />
El Señor creó las Pléya<strong>de</strong>s y Orión, convierte las sombras en aurora, el día en noche<br />
oscura; convoca las aguas <strong>de</strong>l mar y las <strong>de</strong>rrama sobre la superficie <strong>de</strong> la tierra; se llama<br />
El Señor.<br />
V. Honor y majestad lo prece<strong>de</strong>n.<br />
R. Fuerza y esplendor están en su templo.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, ante ti no existe ni la oscuridad ni las tinieblas; haz,<br />
pues, brillar sobre nosotros la claridad <strong>de</strong> tu luz, para que, guardando tus preceptos,<br />
caminemos fielmente por tus sendas con el corazón ensanchado. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Am 9, 6<br />
El Señor construye en el cielo su escalinata y cimenta su bóveda sobre la tierra;<br />
convoca las aguas <strong>de</strong>l mar y las <strong>de</strong>rrama sobre la superficie <strong>de</strong> la tierra; se llama El<br />
Señor.<br />
V. El cielo proclama la gloria <strong>de</strong> Dios.<br />
R. El firmamento pregona la obra <strong>de</strong> sus manos.<br />
Oración<br />
Contempla, Señor, a tu familia en oración y haz que, imitando los ejemplos <strong>de</strong><br />
paciencia <strong>de</strong> tu Hijo, no <strong>de</strong>caiga nunca ante la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Este es el tiempo en que llegas,<br />
Esposo, tan <strong>de</strong> repente,<br />
que invitas a los que velan<br />
y olvidas a los que duermen.<br />
Salen cantando a tu encuentro<br />
doncellas con ramos ver<strong>de</strong>s<br />
y lámparas que guardaron<br />
copioso y claro el aceite.<br />
¡Cómo golpean las necias<br />
las puertas <strong>de</strong> tu banquete!<br />
¡Y cómo lloran a oscuras<br />
los ojos que no han <strong>de</strong> verte!<br />
Mira que estamos alerta,<br />
Esposo, por si vinieres,<br />
y está el corazón velando,<br />
mientras los ojos se duermen.<br />
Danos un puesto a tu mesa,<br />
Amor que a la noche vienes,<br />
antes que la noche acabe<br />
y que la puerta se cierre. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre.<br />
Salmo 29<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la curación<br />
<strong>de</strong> un enfermo en peligro <strong>de</strong> muerte<br />
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado<br />
y no has <strong>de</strong>jado que mis enemigos se rían <strong>de</strong> mí.<br />
Señor, Dios mío, te grité,<br />
y tú me sanaste.<br />
Señor sacaste mi vida <strong>de</strong>l abismo,<br />
me hiciste revivir cuando bajaba a la fosa.<br />
Tañed para el Señor, fieles suyos,<br />
dad gracias a su nombre santo;<br />
su cólera dura un instante;<br />
su bondad, <strong>de</strong> por vida;<br />
al atar<strong>de</strong>cer nos visita el llanto,<br />
por la mañana, el júbilo.<br />
Cristo, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su gloriosa<br />
resurrección, da gracias al Padre<br />
(Casiodoro)
Yo pensaba muy seguro:<br />
"No vacilaré jamás".<br />
Tu bondad Señor, me aseguraba<br />
el honor y la fuerza;<br />
pero escondiste tu rostro,<br />
y quedé <strong>de</strong>sconcertado.<br />
A ti, Señor, llamé,<br />
supliqué a mí Dios:<br />
"¿Qué ganas con mi muerte,<br />
con que yo baje a la fosa?<br />
¿Te va a dar gracias el polvo,<br />
o va a proclamar tu lealtad?<br />
Escucha, Señor, y ten piedad <strong>de</strong> mí;<br />
Señor, socórreme."<br />
Cambiaste mi luto en danzas,<br />
me <strong>de</strong>sataste el sayal y me has vestido <strong>de</strong> fiesta;<br />
te cantará mi alma sin callarse.<br />
Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre.<br />
Ant. Señor, Dios mío, a ti grité, y tú me sanaste; te daré gracias por siempre.<br />
Ant. 2. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el <strong>de</strong>lito.<br />
Salmo 31<br />
Acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong> un pecador perdonado<br />
David llama dichoso al hombre a<br />
quien Dios otorga la justificación<br />
prescindiendo <strong>de</strong> sus obras (Rm 4, 6)<br />
Dichoso el que está absuelto <strong>de</strong> su culpa,<br />
a quien le han sepultado su pecado;<br />
dichoso el hombre a quien el Señor<br />
no le apunta el <strong>de</strong>lito.<br />
Mientras callé se consumían mis huesos,<br />
rugiendo todo el día,<br />
porque día y noche tu mano<br />
pesaba sobre mí;<br />
mi savia se me había vuelto un fruto seco.<br />
Había pecado, lo reconocí,<br />
no te encubrí mi <strong>de</strong>lito,<br />
propuse: "Confesaré al Señor mi culpa",<br />
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado.<br />
Por eso, que todo fiel te suplique<br />
en el momento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sgracia:<br />
la crecida <strong>de</strong> las aguas caudalosas<br />
no lo alcanzará.<br />
Tú eres mi refugio, me libras <strong>de</strong>l peligro,<br />
me ro<strong>de</strong>as <strong>de</strong> cantos <strong>de</strong> liberación.
Te instruiré y te enseñaré el camino que has <strong>de</strong> seguir,<br />
fijaré en ti mis ojos.<br />
No seáis irracionales como caballos y mulos,<br />
cuyo brío hay que domar con freno y brida;<br />
si no, no pue<strong>de</strong>s acercarte.<br />
Los malvados sufren muchas penas;<br />
al que confía en el Señor,<br />
la misericordia lo ro<strong>de</strong>a.<br />
Alegraos, justos, y gozad con el Señor;<br />
aclamadlo, los <strong>de</strong> corazón sincero.<br />
Ant. Dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el <strong>de</strong>lito.<br />
Ant. 3. El Señor le dio el po<strong>de</strong>r, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
El juicio <strong>de</strong> Dios<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,<br />
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,<br />
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,<br />
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. El Señor le dio el po<strong>de</strong>r, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.<br />
LECTURA BREVE 1Pe 1, 6-9<br />
Alegraos <strong>de</strong> ello, aunque <strong>de</strong> momento tengáis que sufrir un poco, en pruebas<br />
diversas: así la comprobación vuestra fe –<strong>de</strong> más precio que el oro, que, aunque<br />
perece<strong>de</strong>ro, lo aquilatan a fuego-, llegará a ser alabanza y gloria y honor cuando se<br />
manifieste Jesucristo. No habéis visto a Jesucristo, y lo amáis; no lo veis, y creéis en él;
y os alegráis con un gozo inefable y transfigurado, alcanzando así la meta <strong>de</strong> vuestra fe:<br />
vuestra propia salvación.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
V. El Señor nos alimentó *Con flor <strong>de</strong> harina. El Señor.<br />
R. Nos sació con miel silvestre. *Con flor <strong>de</strong> harina. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant. El Señor <strong>de</strong>rriba <strong>de</strong>l trono a los po<strong>de</strong>rosos y enaltece a los humil<strong>de</strong>s.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, nuestro refugio y nuestra fortaleza, y digámosle:<br />
Escucha, Señor, nuestra oración.<br />
Dios <strong>de</strong> amor que has hecho alianza con tu pueblo,<br />
-haz que recor<strong>de</strong>mos siempre tus maravillas.<br />
Que los sacerdotes, Señor, crezcan en la caridad<br />
-y que los fieles vivan en la unidad <strong>de</strong>l Espíritu con el vínculo <strong>de</strong> la paz.<br />
Haz que siempre edifiquemos la ciudad terrena unidos a ti,<br />
-no sea que en vano se cansen los que la construyen.<br />
Manda, Señor, trabajadores a tu mies,<br />
-para que tu nombre sea conocido en el mundo<br />
A nuestros familiares y bienhechores difuntos dales un lugar entre los santos<br />
-y haz que nosotros un día nos encontremos con ellos en tu reino.<br />
Ya que por Jesucristo hemos legado a ser hijos <strong>de</strong> Dios, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir:<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Tú, Señor, que iluminas la noche y haces que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las tinieblas amanezca<br />
nuevamente la luz, haz que, durante la noche que ahora empieza, nos veamos exentos <strong>de</strong><br />
toda culpa y que, al clarear el nuevo día, podamos reunirnos otra vez en tu presencia,<br />
para darte gracias nuevamente. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
VIERNES DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Así: te necesito<br />
<strong>de</strong> carne y hueso.<br />
Te atisba el alma en el ciclón <strong>de</strong> estrellas,<br />
tumulto y sinfonía <strong>de</strong> los cielos;<br />
y, a zaga <strong>de</strong>l arcano <strong>de</strong> la vida,<br />
perfora el caos y sojuzga el tiempo,<br />
y da contigo, Padre <strong>de</strong> las causas,<br />
Motor primero.<br />
Mas el frío conturba en los abismos,<br />
y en los días <strong>de</strong> Dios amaga el vértigo.<br />
¡Y un fuego vivo necesita el alma<br />
y un asi<strong>de</strong>ro!<br />
Hombre quisiste hacerme, no <strong>de</strong>snuda<br />
inmaterialidad <strong>de</strong> pensamiento.<br />
Soy una encarnación diminutiva;<br />
el arte, resplandor que toma cuerpo:<br />
la palabra es la carne <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>a:<br />
¡encarnación es todo el universo!<br />
¡Y el que puso esta ley en nuestra nada<br />
hizo carne su verbo!<br />
Así: tangible, humano,<br />
fraterno.<br />
Ungir tus pies, que buscan mi camino,<br />
sentir tus manos en mis ojos ciegos,<br />
hundirme, como Juan, en tu regazo,<br />
y –Judas sin traición- darte mi beso.<br />
Carne soy, y <strong>de</strong> carne te quiero.<br />
¡Caridad que viniste a mi indigencia,<br />
qué bien sabes hablar en mi dialecto!<br />
Así, sufriente, corporal, amigo,<br />
¡cómo te entiendo!<br />
¡Dulce locura <strong>de</strong> misericordia:<br />
los dos <strong>de</strong> carne y hueso!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.<br />
Salmo 50<br />
Misericordia, Dios mío
Misericordia, Dios mío por tu bondad;<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava <strong>de</strong>l todo mi <strong>de</strong>lito,<br />
limpia mi pecado.<br />
Pues yo reconozco mi culpa,<br />
tengo siempre presente mi pecado:<br />
contra ti, contra ti solo pequé,<br />
cometí la maldad que aborreces.<br />
En la sentencia tendrás razón,<br />
en el juicio resultarás inocente.<br />
Mira, que en la culpa nací,<br />
pecador me concibió mi madre.<br />
Te gusta un corazón sincero,<br />
y en mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;<br />
lávame: quedaré más blanco que la nieve.<br />
Hazme oír el gozo y la alegría,<br />
que se alegren los huesos quebrantados.<br />
Aparta <strong>de</strong> mi pecado tu vista,<br />
borra en mí toda culpa.<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu.<br />
Devuélveme la alegría <strong>de</strong> tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong> la sangre, oh Dios,<br />
Dios, Salvador mío,<br />
y cantará mi lengua tu justicia.<br />
Señor, me abrirás los labios,<br />
y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los sacrificios no te satisfacen;<br />
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.<br />
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;<br />
un corazón quebrantado y humillado,<br />
tú no lo <strong>de</strong>sprecias.<br />
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,<br />
reconstruye las murallas <strong>de</strong> Jerusalén:<br />
entonces aceptarás los sacrificios rituales,<br />
ofrendas y holocaustos,<br />
sobre tu altar se inmolarán novillos.<br />
Renovaos en la mente y en el<br />
espíritu y vestíos <strong>de</strong> la nueva<br />
condición humana (Ef 4, 23-24)
Ant. Aceptarás los sacrificios, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar, Señor.<br />
Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe <strong>de</strong> Israel.<br />
Cántico Is 45,15-25<br />
Que los pueblos todos se conviertan al Señor<br />
Es verdad: tú eres un Dios escondido,<br />
el Dios <strong>de</strong> Israel, el Salvador.<br />
Se avergüenzan y se sonrojan todos por igual,<br />
se van avergonzados los fabricantes <strong>de</strong> ídolos;<br />
mientras el señor salva a Israel<br />
con una salvación perpetua,<br />
para que no se avergüencen ni se sonrojen nunca jamás.<br />
Así dice el Señor, creador <strong>de</strong>l cielo<br />
- él es Dios -,<br />
él mo<strong>de</strong>ló la tierra,<br />
la fabricó y la afianzó;<br />
no la creó vacía,<br />
sino que la formó habitable:<br />
"Yo soy el Señor y no hay otro."<br />
No te hablé a escondidas,<br />
en un país tenebroso,<br />
no dije a la estirpe <strong>de</strong> Jacob:<br />
"Buscadme en el vacío."<br />
Yo soy el Señor que pronuncia sentencia<br />
y <strong>de</strong>clara lo que es justo.<br />
Reuníos, venid, acercaos juntos,<br />
supervivientes <strong>de</strong> las naciones.<br />
No discurren los que llevan su ídolo <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra,<br />
y rezan a un dios que no pue<strong>de</strong> salvar.<br />
Declarad, aducid pruebas,<br />
que <strong>de</strong>liberen juntos:<br />
¿Quién anunció esto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo,<br />
quién lo predijo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces?<br />
¿No fui yo, el Señor?<br />
- No hay otro Dios fuera <strong>de</strong> mí –.<br />
Yo soy un Dios justo y salvador,<br />
y no hay ninguno más.<br />
Volveos hacia mí para salvaros,<br />
confines <strong>de</strong> la tierra,<br />
pues yo soy Dios y no hay otro.<br />
Yo juro por mi nombre,<br />
<strong>de</strong> mi boca sale una sentencia,<br />
una palabra irrevocable:<br />
"Ante mí se doblará toda rodilla,<br />
Al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla<br />
se doble (Flp 2, 10)
por mí jurará toda lengua",<br />
dirán: "Sólo el Señor<br />
tiene la justicia y el po<strong>de</strong>r.”<br />
A él vendrán avergonzados<br />
los que se enar<strong>de</strong>cían contra él;<br />
con el Señor triunfará y se gloriará<br />
la estirpe <strong>de</strong> Israel.<br />
Ant. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe <strong>de</strong> Israel.<br />
Ant. 3. Entrad en la presencia <strong>de</strong>l Señor con aclamaciones.<br />
Salmo 99<br />
Alegría <strong>de</strong> los que entran en el templo<br />
El Señor manda que los<br />
redimidos entonen un himno <strong>de</strong><br />
victoria (S. Atanasio)<br />
Aclama al Señor, tierra entera,<br />
servid al Señor con alegría,<br />
entrad en su presencia con vítores.<br />
Sabed que el Señor es Dios:<br />
que él nos hizo y somos suyos,<br />
su pueblo y ovejas <strong>de</strong> su rebaño.<br />
Entrad por sus puertas con acción <strong>de</strong> gracias,<br />
por sus atrios con himnos,<br />
dándole gracias y bendiciendo su nombre:<br />
"El Señor es bueno,<br />
su misericordia es eterna,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad por todas las eda<strong>de</strong>s."<br />
Ant. Entrad en la presencia <strong>de</strong>l Señor con aclamaciones.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 29-32<br />
Malas palabras no salgan <strong>de</strong> vuestra boca; lo que digáis sea bueno, constructivo y<br />
oportuno, así hará bien a los que lo oyen. No pongáis triste al Espíritu <strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Dios<br />
con que él os ha marcado para el día <strong>de</strong> la liberación final. Desterrad <strong>de</strong> vosotros la<br />
amargura, la ira, los enfados e insultos y toda la maldad. Sed buenos, comprensivos,<br />
perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En la mañana *Hazme escuchar tu gracia. En la mañana.<br />
V. Indícame el camino que he <strong>de</strong> seguir. *Hazme escuchar tu gracia. Gloria al Padre.<br />
En la mañana.<br />
Benedictus, ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.
PRECES<br />
Adoremos a Cristo, que salvó al mundo con su cruz, y supliquémosle diciendo:<br />
Señor, ten misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
Oh Cristo, que con tu claridad eres nuestro sol y nuestro día,<br />
-haz que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amanecer, <strong>de</strong>saparezca <strong>de</strong> nosotros todo sentimiento malo.<br />
Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras,<br />
-a fin <strong>de</strong> que nuestro día sea agradable ante tus ojos.<br />
Aparta <strong>de</strong> nuestros pecados tu vista,<br />
-y borra en nosotros toda culpa.<br />
Por tu cruz y tu resurrección,<br />
-llénanos <strong>de</strong>l gozo <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Ya que somos hijos <strong>de</strong> Dios, oremos a nuestro Padre como Cristo nos enseñó: Padre<br />
nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has iluminado las tinieblas <strong>de</strong> nuestra ignorancia con la luz <strong>de</strong> tu<br />
Palabra: acrecienta en nosotros la fe que tú mismo nos has dado; que ninguna tentación<br />
pueda nunca <strong>de</strong>struir el ardor <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la caridad que tu gracia ha encendido en<br />
nuestro espíritu. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
Ando por mi camino, pasajero,<br />
y a veces creo que voy sin compañía,<br />
hasta que siento el paso que me guía,<br />
al compás <strong>de</strong> mi andar, <strong>de</strong> otro viajero.<br />
No lo veo, pero está. Si voy ligero,<br />
él apresura el paso; se diría<br />
que quiere ir a mi lado todo el día,<br />
invisible y seguro el compañero.<br />
Al llegar a terreno solitario,<br />
él me presta valor para que siga,<br />
y, si <strong>de</strong>scanso, junto a mí reposa.<br />
Y, cuando hay que subir monte (Calvario<br />
lo llama él), siento en su mano amiga,<br />
que me ayuda, una llaga dolorosa.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Hora intermedia
SALMODIA<br />
Ant. 1. Correré por el camino <strong>de</strong> tus mandatos cuando me ensanches el corazón.<br />
Mi alma está pegada al polvo:<br />
reanímame con tus palabras;<br />
te expliqué mi camino, y me escuchaste:<br />
enséñame tus leyes;<br />
instrúyeme en el camino <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>cretos,<br />
y meditaré tus maravillas.<br />
Mi alma llora <strong>de</strong> tristeza,<br />
consuélame con tus promesas;<br />
apártame <strong>de</strong>l camino falso,<br />
y dame la gracia <strong>de</strong> tu voluntad;<br />
escogí el camino verda<strong>de</strong>ro,<br />
<strong>de</strong>seé tus mandamientos.<br />
Salmo 118, 25-32<br />
IV (Daleth)<br />
Me apegué a tus preceptos,<br />
Señor, no me <strong>de</strong>frau<strong>de</strong>s;<br />
correré por el camino <strong>de</strong> tus mandatos<br />
cuando me ensanches el corazón.<br />
Ant. Correré por el camino <strong>de</strong> tus mandatos cuando me ensanches el corazón.<br />
Ant. 2. Confiando en el Señor, no me he <strong>de</strong>sviado.<br />
Salmo 25<br />
Oración confiada <strong>de</strong>l inocente<br />
Dios nos eligió en la persona<br />
<strong>de</strong> Cristo para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor<br />
(Ef 1, 4)<br />
Hazme justicia, Señor, que camino en la inocencia;<br />
confiando en el Señor, no me he <strong>de</strong>sviado.<br />
Escrútame, Señor, ponme a prueba,<br />
son<strong>de</strong>a mis entrañas y mi corazón,<br />
porque tengo ante los ojos tu bondad,<br />
y camino en tu verdad.<br />
No me siento con gente falsa,<br />
no me junto con mentirosos;<br />
<strong>de</strong>testo las bandas <strong>de</strong> malhechores,<br />
no tomo asiento con los impíos.<br />
Lavo en la inocencia mis manos,<br />
y ro<strong>de</strong>o tu altar, Señor,<br />
proclamando tu alabanza,<br />
enumerando tus maravillas.
Señor, yo amo la belleza <strong>de</strong> tu casa,<br />
el lugar don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong> tu gloria.<br />
No arrebates mi alma con los pecadores,<br />
ni mi vida con los sanguinarios,<br />
que en su izquierda llevan infamias,<br />
y su <strong>de</strong>recha está llena <strong>de</strong> sobornos.<br />
Yo, en cambio, camino en la integridad;<br />
sálvame, ten misericordia <strong>de</strong> mí.<br />
Mi pie se mantiene en el camino llano;<br />
en la asamblea ben<strong>de</strong>ciré al Señor.<br />
Ant. Confiando en el Señor, no me he <strong>de</strong>sviado.<br />
Ant. 3. En el Señor confía mi corazón, él me socorrió.<br />
Salmo 27, 1-3. 6-9<br />
Súplica y acción <strong>de</strong> gracias<br />
Padre, te doy gracias porque<br />
me has escuchado (Jn 11, 41)<br />
A ti, Señor, te invoco;<br />
Roca mía, no seas sordo a mi voz;<br />
que, si no me escuchas, seré igual<br />
que los que bajan a la fosa.<br />
Escucha mi voz suplicante<br />
cuando te pido auxilio,<br />
cuando alzo las manos<br />
hacia tu santuario.<br />
No me arrebates con los malvados<br />
ni con los malhechores,<br />
que hablan <strong>de</strong> paz con el prójimo,<br />
pero llevan la maldad en el corazón.<br />
Bendito el Señor, que escuchó<br />
mi voz suplicante;<br />
el Señor es mi fuerza y mi escudo:<br />
en él confía mi corazón;<br />
me socorrió, y mi corazón se alegra<br />
y le canta agra<strong>de</strong>cido.<br />
El Señor es fuerza para su pueblo,<br />
apoyo y salvación para su Ungido.<br />
Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,<br />
sé su pastor y llévalos siempre.<br />
Ant. En el Señor confía mi corazón, él me socorrió.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Flp 2, 2b-4
Manteneos unánimes y concor<strong>de</strong>s, con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis<br />
por rivalidad ni por ostentación, <strong>de</strong>jaos guiar por la humildad y consi<strong>de</strong>rad siempre<br />
superiores a los <strong>de</strong>más. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el<br />
interés <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más.<br />
V. Las sendas <strong>de</strong>l Señor son misericordia y lealtad.<br />
R. Para los que guardan su alianza y sus mandatos.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> tercia fuiste llevado al suplicio <strong>de</strong> la cruz por la<br />
salvación <strong>de</strong>l mundo, ayúdanos a llorar los pecados <strong>de</strong> la vida pasada y a evitar las faltas<br />
en lo porvenir. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 2Co 13, 4<br />
Es verdad que Cristo fue crucificado por su <strong>de</strong>bilidad, pero vive ahora por la fuerza<br />
<strong>de</strong> Dios. Nosotros compartimos su <strong>de</strong>bilidad, pero por la fuerza <strong>de</strong> Dios compartiremos<br />
su vida para vuestro bien.<br />
V. Mi alma está pegada al polvo.<br />
R. Reanímame, Señor, con tus palabras.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> sexta subiste a la cruz por nuestra salvación,<br />
mientras las tinieblas envolvían al mundo, concé<strong>de</strong>nos que tu luz nos ilumine siempre,<br />
para que, guiados por ella, podamos alcanzar la vida eterna. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Col 3, 12-13<br />
Como elegidos <strong>de</strong> Dios, santos y amados, vestíos <strong>de</strong> la misericordia entrañable,<br />
bondad, humildad, dulzura, comprensión. Sobrellevaos mutuamente y perdonaos,<br />
cuando alaguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo<br />
mismo.<br />
V. El Señor es compasivo y misericordioso.<br />
R. Lento a la ira y rico en clemencia.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, colgado en la cruz, diste al ladrón arrepentido el reino eterno,<br />
míranos a nosotros, que, como él, confesamos nuestras culpas, y concé<strong>de</strong>nos po<strong>de</strong>r<br />
entrar también, como él, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, en el paraíso. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
En esta tar<strong>de</strong>, Cristo <strong>de</strong>l Calvario,<br />
vine a rogarte por mi carne enferma;<br />
pero, al verte, mis ojos van y vienen<br />
<strong>de</strong> tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.<br />
¿Cómo quejarme <strong>de</strong> mis pies cansados,<br />
cuando veo los tuyos <strong>de</strong>strozados?<br />
¿Cómo mostrarte mis manos vacías,<br />
cuando las tuyas están llenas <strong>de</strong> heridas?<br />
¿Cómo explicarte a ti mi soledad,<br />
cuando en la cruz alzado y solo estás?<br />
¿Cómo explicarte que no tengo amor,<br />
cuando tienes rasgado el corazón?<br />
Ahora ya no me acuerdo <strong>de</strong> nada,<br />
huyeron <strong>de</strong> mí todas mis dolencias.<br />
El ímpetu <strong>de</strong>l ruego que traía<br />
se me ahoga en la boca pedigüeña.<br />
Y sólo pido no pedirte nada,<br />
estar aquí, junto a tu imagen muerta,<br />
ir aprendiendo que el dolor es sólo,<br />
la llave santa <strong>de</strong> tu santa puerta. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant.1. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.<br />
Salmo 40<br />
Oración <strong>de</strong> un enfermo<br />
Dichoso el que cuida <strong>de</strong>l pobre y <strong>de</strong>svalido;<br />
en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor.<br />
El Señor lo guarda y lo conserva en vida,<br />
para que sea dichoso en la tierra,<br />
y no la entrega a la saña sus enemigos.<br />
El Señor lo sostendrá en el lecho <strong>de</strong>l dolor,<br />
calmará los dolores <strong>de</strong> su enfermedad.<br />
Yo dije: "Señor, ten misericordia,<br />
sáname porque he pecado contra ti."<br />
Mis enemigos me <strong>de</strong>sean lo peor:<br />
"A ver si se muere, y se acaba su apellido."<br />
Uno <strong>de</strong> vosotros me va a<br />
entregar; uno que está comiendo<br />
conmigo (Mc 14, 18)
El que viene a verme habla con fingimiento,<br />
disimula su mala intención,<br />
y, cuando sale afuera, la dice.<br />
Mis adversarios se reúnen a murmurar contra mí,<br />
hacen cálculos siniestros:<br />
"Pa<strong>de</strong>ce un mal sin remedio,<br />
se acostó para no levantarse".<br />
Incluso mi amigo, <strong>de</strong> quien yo me fiaba,<br />
que compartía mi pan,<br />
es el primero en traicionarme.<br />
Pero tú, Señor, apiádate <strong>de</strong> mí,<br />
haz que pueda levantarme,<br />
para que yo les dé su merecido.<br />
En esto conozco que me amas:<br />
en que mi enemigo no triunfa <strong>de</strong> mí.<br />
A mí, en cambio, me conservas la salud,<br />
me mantienes siempre en tu presencia.<br />
Bendito el Señor, Dios <strong>de</strong> Israel,<br />
ahora y por siempre. Amén, amén.<br />
Ant. Sáname, Señor, porque he pecado contra ti.<br />
Ant. 2. El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong><br />
Jacob.<br />
Salmo 45<br />
Dios, refugio y fortaleza <strong>de</strong> su pueblo<br />
Le pondrá por nombre<br />
Emmanuel, que significa, “Dioscon-nosotros”<br />
(Mt 1, 23)<br />
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,<br />
po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong>fensor en el peligro.<br />
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra<br />
y los montes se <strong>de</strong>splomen en el mar.<br />
Que hiervan y bramen sus olas,<br />
que sacudan a los montes con su furia:<br />
El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
El correr <strong>de</strong> las acequias alegra la ciudad <strong>de</strong> Dios,<br />
el Altísimo consagra su morada.<br />
Teniendo a Dios en medio, no vacila;<br />
Dios la socorre al <strong>de</strong>spuntar la aurora.<br />
Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;<br />
pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.
El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Venid a ver las obras <strong>de</strong>l señor,<br />
las maravillas que hace en la tierra:<br />
Pone fin a la guerra hasta el extremo <strong>de</strong>l orbe,<br />
rompe los arcos, quiebra las lanzas,<br />
pren<strong>de</strong> fuego a los escudos.<br />
"Rendíos, reconoced que yo soy Dios:<br />
más alto que los pueblos, más alto que la tierra."<br />
El señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Ant. El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros, nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.<br />
Cántico Ap 15,3-4<br />
Himno <strong>de</strong> adoración<br />
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.<br />
LECTURA BREVE Rm 15,1-3<br />
Nosotros, los robustos, <strong>de</strong>bemos cargar con los achaques <strong>de</strong> en<strong>de</strong>bles, y no buscar lo<br />
que nos agrada. Procuremos cada uno dar satisfacción al prójimo en lo bueno, mirando a<br />
lo constructivo. Tampoco Cristo buscó su propia satisfacción; al contrario, como dice la<br />
Escritura: “Las afrentas con que te afrentaban cayeron sobre mí.”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo nos amó y nos ha librado *Por su sangre. Cristo.<br />
V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes <strong>de</strong> Dios. *Por su sangre. Gloria<br />
al Padre. Cristo.<br />
Magníficat, ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose <strong>de</strong> su<br />
misericordia.
PRECES<br />
Bendigamos a Dios que mira propicio los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> los necesitados y a los hambrientos<br />
los colma <strong>de</strong> bienes; digámosle confiados:<br />
Muéstranos, Señor, tu misericordia<br />
Señor, Padre lleno <strong>de</strong> amor, te pedimos por todos los miembros <strong>de</strong> la iglesia que sufren:<br />
-acuérdate que, por ellos, Cristo, cabeza <strong>de</strong> la Iglesia, ofreció en la cruz el verda<strong>de</strong>ro<br />
sacrificio vespertino.<br />
Libra a los encarcelados, ilumina a los que viven en tinieblas, sé la ayuda <strong>de</strong> las viudas<br />
y <strong>de</strong> los huérfanos<br />
-y haz que todos nos preocupemos <strong>de</strong> los que sufren.<br />
Conce<strong>de</strong> a tus hijos la fuerza necesaria<br />
-para resistir las tentaciones <strong>de</strong>l Maligno.<br />
Acu<strong>de</strong> en nuestro auxilio, Señor, cuando llegue la hora <strong>de</strong> nuestra muerte:<br />
-que seamos fieles hasta el fin y <strong>de</strong>jemos este mundo en tu paz.<br />
Conduce a los difuntos a la luz don<strong>de</strong> tú habitas,<br />
-para que puedan contemplarte eternamente.<br />
Fieles a la recomendación <strong>de</strong>l Salvador, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Te pedimos, Señor, que los que hemos sido aleccionados con los ejemplos <strong>de</strong> la<br />
pasión <strong>de</strong> tu Hijo estemos siempre dispuestos a cargar con su yugo lleva<strong>de</strong>ro y con su<br />
carga ligera. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Gracias, Señor, por la aurora;<br />
gracias por el nuevo día;<br />
gracias por la Eucaristía;<br />
gracias por nuestra Señora.<br />
Y gracias por cada hora<br />
<strong>de</strong> nuestro andar peregrino.<br />
Gracias por el don divino<br />
<strong>de</strong> tu paz y <strong>de</strong> tu amor,<br />
la alegría y el dolor,<br />
al compartir tu camino.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
SÁBADO DE LA SEMANA I<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio.<br />
Salmo 118, 145-152<br />
XIX (Coph)<br />
Te invoco <strong>de</strong> todo corazón;<br />
respón<strong>de</strong>me, Señor, y guardaré tus leyes;<br />
a ti grito: sálvame,<br />
y cumpliré tus <strong>de</strong>cretos;<br />
me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio,<br />
esperando tus palabras.<br />
Mis ojos se a<strong>de</strong>lantan a las vigilias,<br />
meditando tu promesa;<br />
escucha mi voz por tu misericordia,<br />
con tus mandamientos dame vida;<br />
ya se acercan mis inicuos perseguidores,<br />
están lejos <strong>de</strong> tu voluntad.<br />
Tú Señor, estás cerca,<br />
y todos tus mandatos son estables;<br />
hace tiempo comprendí que tus preceptos<br />
los fundaste para siempre.<br />
Ant. Me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio.<br />
Ant. 2. Mi fuerza y mi po<strong>de</strong>r es el Señor, él fue mi salvación.<br />
Cántico Ex 15,1-4. 8-13. 17-18<br />
Himno a Dios, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria <strong>de</strong>l mar Rojo
Cantaré al Señor, sublime es su victoria,<br />
caballos y carros ha arrojado en el mar.<br />
Mi fuerza y mi po<strong>de</strong>r es el Señor,<br />
él fue mi salvación.<br />
Él es mi Dios: yo lo alabaré;<br />
el Dios <strong>de</strong> mis padres: yo lo ensalzaré.<br />
El Señor es un guerrero,<br />
su nombre es "El Señor".<br />
Los carros <strong>de</strong>l faraón los lanzó al mar,<br />
ahogó en el mar Rojo a sus mejores capitanes.<br />
Al soplo <strong>de</strong> tu nariz, se amontonaron las aguas,<br />
las corrientes se alzaron como un dique,<br />
las olas se cuajaron en el mar.<br />
Decía el enemigo: "Los perseguiré y alcanzaré,<br />
repartiré el botín, se saciará mi codicia,<br />
empuñaré la espada, los agarrará mi mano."<br />
Pero sopló tu aliento y los cubrió el mar,<br />
se hundieron como plomo en las aguas formidables.<br />
¿Quién como tú, Señor, entre los dioses?<br />
¿Quién como tú, terrible entre los santos,<br />
temible por tus proezas, autor <strong>de</strong> maravillas?<br />
Extendiste tu diestra: se los tragó la tierra;<br />
guiaste con misericordia a tu pueblo rescatado,<br />
los llevaste con tu po<strong>de</strong>r hasta tu santa morada.<br />
Los que habían vencido a la fiera<br />
cantaban el cántico <strong>de</strong> Moisés, el<br />
siervo <strong>de</strong> Dios (Ap 15, 2-3)<br />
Los introduces y los plantas en el monte <strong>de</strong> tu heredad,<br />
lugar <strong>de</strong>l que hiciste tu trono, Señor;<br />
santuario, Señor, que fundaron tus manos.<br />
El Señor reina por siempre jamás.<br />
Ant. Mi fuerza y mi po<strong>de</strong>r es el Señor, él fue mi salvación.<br />
Ant. 3. Alabad al Señor, todas las naciones. †<br />
Salmo 116<br />
Invitación universal a la alabanza divina<br />
Los gentiles alaban a Dios por<br />
su misericordia (cf. Rm 15, 9)<br />
Alabad al Señor, todas las naciones,<br />
† aclamadlo, todos los pueblos:<br />
Firme es su misericordia con nosotros,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad dura por siempre.<br />
Ant. Alabad al Señor, todas las naciones.
LECTURA BREVE 2P 1, 10-11<br />
Hermanos, poned cada vez más ahínco en ir ratificando vuestro llamamiento y<br />
elección. Si lo hacéis así, no fallaréis nunca; y os abrirán <strong>de</strong> par en par las puertas <strong>de</strong>l<br />
reino eterno <strong>de</strong> nuestro Señor y Salvador Jesucristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A ti grito, Señor: *Tú eres mi refugio. A ti grito.<br />
V. Y mi lote en el país <strong>de</strong> la vida. *Tú eres mi refugio. Gloria al Padre. A ti grito.<br />
Benedictus, ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tinieblas y en sombra <strong>de</strong> muerte.<br />
PRECES<br />
Bendigamos a Cristo, que, para ser ante Dios el sumo sacerdote compasivo y fiel, quiso<br />
parecerse en todo a sus hermanos, y supliquémosle diciendo:<br />
Muéstranos, Señor, los tesoros <strong>de</strong> tu amor<br />
Señor, Sol <strong>de</strong> justicia, que nos iluminaste en el bautismo,<br />
-te consagramos este nuevo día.<br />
Que sepamos ben<strong>de</strong>cirte en cada unos <strong>de</strong> los momentos <strong>de</strong> nuestra jornada<br />
-y glorifiquemos tu nombre con cada una <strong>de</strong> nuestras acciones.<br />
Tú que tuviste por madre a María, siempre dócil a tu palabra,<br />
-encamina hoy nuestros pasos, para que obremos también, como ella, según tu<br />
voluntad.<br />
Haz que, mientras vivimos aún en este mundo que pasa, anhelemos la vida eterna,<br />
-y por la fe, la esperanza y el amor, gustemos ya anticipadamente las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong> tu<br />
reino.<br />
Con la misma confianza que tienen los hijos con su padre, acudamos nosotros a<br />
nuestro Dios, diciéndole: Padre nuestro...<br />
Oración<br />
Te pedimos, Señor, que la claridad <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> tu Hijo ilumine las<br />
dificulta<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestra vida; que no temamos ante la oscuridad <strong>de</strong> la muerte y podamos<br />
llegar un día a la luz que no tiene fin. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Otra vez –te conozco- me has llamado.<br />
Y no es la hora, no; pero me avisas.<br />
De nuevo traen tus celestiales brisas<br />
claros mensajes al acantilado<br />
<strong>de</strong>l corazón, que, sordo a tu cuidado,<br />
fortalezas <strong>de</strong> tierra eleva, en prisas<br />
<strong>de</strong> la sangre se mueve, en in<strong>de</strong>cisas<br />
torres, arenas, se recrea, alzado.<br />
Y tú llamas y llamas, y me hieres,<br />
y te pregunto aún, Señor, qué quieres,<br />
qué alto vienes a dar a mi jornada.<br />
Perdóname, si no te tengo <strong>de</strong>ntro,<br />
si no sé amar nuestro mortal encuentro,<br />
si no estoy preparado a tu llegada.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Guíame, Señor, por la senda <strong>de</strong> tus mandatos.<br />
Muéstrame, Señor, el camino <strong>de</strong> tus leyes,<br />
y lo seguiré puntualmente;<br />
enséñame a cumplir tu voluntad<br />
y a guardarla <strong>de</strong> todo corazón;<br />
guíame por la senda <strong>de</strong> tus mandatos,<br />
porque ella es mi gozo.<br />
Inclina mi corazón a tus preceptos,<br />
y no al interés;<br />
aparta mis ojos <strong>de</strong> las vanida<strong>de</strong>s,<br />
dame vida con tu palabra;<br />
cumple a tu siervo la promesa<br />
que hiciste a tus fieles.<br />
Salmo 118, 33-40<br />
V (He)<br />
Aparta <strong>de</strong> mí la afrenta que temo,<br />
porque tus mandamientos son amables;<br />
mira cómo ansío tus <strong>de</strong>cretos:<br />
dame vida con tu justicia.<br />
Ant. Guíame, Señor, por la senda <strong>de</strong> tus mandatos.
Ant. 2. Los que buscan al Señor no carecen <strong>de</strong> nada.<br />
Salmo 33<br />
El Señor, salvación <strong>de</strong> los justos<br />
Bendigo al Señor en todo momento,<br />
su alabanza está siempre en mi boca;<br />
mi alma se gloría en el Señor:<br />
que los humil<strong>de</strong>s lo escuchen y se alegren.<br />
Proclamad conmigo la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor,<br />
ensalcemos juntos su nombre.<br />
Yo consulté al Señor, y me respondió,<br />
me libró <strong>de</strong> todas mis ansias.<br />
Contempladlo y quedaréis radiantes,<br />
vuestro rostro no se avergonzará.<br />
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha<br />
y lo salva <strong>de</strong> sus angustias.<br />
El ángel <strong>de</strong>l Señor acampa<br />
en torno a sus fieles y los protege.<br />
Gustad y ved qué bueno es el Señor,<br />
dichoso el que se acoge a él.<br />
Todos sus santos, temed al Señor,<br />
porque nada les falta a los que le temen;<br />
los ricos empobrecen y pasan hambre,<br />
los que buscan al Señor no carecen <strong>de</strong> nada.<br />
Ant. Los que buscan al Señor no carecen <strong>de</strong> nada.<br />
Ant. 3. Busca la paz y corre tras ella.<br />
II<br />
Venid, hijos, escuchadme:<br />
os instruiré en el temor <strong>de</strong>l Señor;<br />
¿hay alguien que ame la vida<br />
y <strong>de</strong>see días <strong>de</strong> prosperidad?<br />
Guarda tu lengua <strong>de</strong>l mal,<br />
tus labios <strong>de</strong> la falsedad;<br />
apártate <strong>de</strong>l mal, obra el bien,<br />
busca la paz y corre tras ella.<br />
Los ojos <strong>de</strong>l Señor miran a los justos,<br />
sus oídos escuchan sus gritos;<br />
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,<br />
para borrar <strong>de</strong> la tierra su memoria.<br />
Cuando uno grita, el Señor lo escucha<br />
y lo libra <strong>de</strong> sus angustias;<br />
I<br />
Habéis saboreado lo bueno que<br />
es el Señor (1P 2, 3)
el Señor está cerca <strong>de</strong> los atribulados,<br />
salva a los abatidos.<br />
Aunque el justo sufra muchos males,<br />
<strong>de</strong> todos lo libra <strong>de</strong>l Señor;<br />
él cuida <strong>de</strong> todos sus huesos,<br />
y ni uno solo se quebrará.<br />
La maldad da muerte al malvado,<br />
y los que odian al justo serán castigados.<br />
El Señor redime a sus siervos,<br />
no será castigado quien se acoge a él.<br />
Ant. Busca la paz y corre tras ella.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1R 8, 60-61<br />
Sabrán todas las naciones <strong>de</strong>l mundo que el Señor es el Dios verda<strong>de</strong>ro, y no hay<br />
otro; y vuestro corazón será totalmente <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios, siguiendo sus preceptos<br />
y guardando sus mandamientos, como hacéis hoy.<br />
V. Señor, enséñame tus caminos.<br />
R. Haz que camine con lealtad.<br />
Oración<br />
Señor Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, infún<strong>de</strong>nos la luz <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, para que,<br />
libres <strong>de</strong> toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Jesucristo,<br />
nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Jr 17, 9-19<br />
Nada más falso y enfermo que el corazón: ¿quién lo enten<strong>de</strong>rá? Yo, el Señor, penetro<br />
el corazón, son<strong>de</strong>o las entrañas, para dar al hombre según su conducta, según el fruto <strong>de</strong><br />
sus acciones.<br />
V. Absuélveme, Señor, <strong>de</strong> lo que se me oculta.<br />
R. Preserva a tu siervo <strong>de</strong> la arrogancia.<br />
Oración<br />
Señor, fuego ardiente <strong>de</strong> amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te amemos a ti<br />
sobre todas las cosas y a nuestro prójimo por amor tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Sb 7, 27a; 8, 1<br />
La sabiduría <strong>de</strong> Dios, siendo una sola, todo lo pue<strong>de</strong>; sin cambiar en nada, renueva el<br />
universo. Alcanza con vigor <strong>de</strong> extremo a extremo y gobierna el universo con acierto.<br />
V. ¡Qué magníficas son tus obras, Señor!<br />
R. ¡Qué profundos tus <strong>de</strong>signios!
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia <strong>de</strong> tu paz, para que, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberte servido durante toda nuestra<br />
vida, podamos presentarnos a ti sin temor alguno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
SEMANA II<br />
DOMINGO<br />
I Vísperas<br />
¡Luz que te entregas!,<br />
¡luz que te niegas!,<br />
a tu busca va el pueblo <strong>de</strong> noche:<br />
alumbra su senda.<br />
Dios <strong>de</strong> la luz, presencia ardiente<br />
sin meridiano ni frontera:<br />
vuelves la noche mediodía,<br />
ciegas al sol con tu <strong>de</strong>recha.<br />
Como columna <strong>de</strong> la aurora,<br />
iba en la noche tu gran<strong>de</strong>za;<br />
te vio el <strong>de</strong>sierto, y <strong>de</strong>stellaron<br />
luz <strong>de</strong> tu gloria las arenas.<br />
Cerró la noche sobre Egipto<br />
como cilicio <strong>de</strong> tinieblas;<br />
para tu pueblo amanecías<br />
bajo los techos <strong>de</strong> las tiendas.<br />
Eres la Luz, pero en tu rayo<br />
lanzas el día o la tiniebla:<br />
ciegas los ojos <strong>de</strong>l soberbio,<br />
curas al pobre su ceguera.<br />
Cristo Jesús, tú que trajiste<br />
fuego a la entraña <strong>de</strong> la tierra,<br />
guarda encendida nuestra lámpara<br />
hasta la aurora <strong>de</strong> tu vuelta.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor. Aleluya.<br />
Lámpara es tu palabra para mis pasos,<br />
luz en mi sen<strong>de</strong>ro;<br />
lo juro y lo cumpliré:<br />
guardaré tus justos mandamientos;<br />
Salmo 118, 105-112<br />
XIV (Nun)<br />
Himno a la ley divina<br />
Éste es mi mandamiento: que<br />
os améis unos a otros (Jn 15, 12)
¡estoy tan afligido!<br />
Señor, dame vida según tu promesa.<br />
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,<br />
enséñame tus mandatos;<br />
mi vida está siempre en peligro,<br />
pero no olvido tu voluntad;<br />
los malvados me tendieron un lazo,<br />
pero no me <strong>de</strong>svié <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Tus preceptos son mi herencia perpetua,<br />
la alegría <strong>de</strong> mi corazón;<br />
inclina mi corazón a cumplir tus leyes,<br />
siempre y cabalmente.<br />
Ant. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor. Aleluya.<br />
Ant. 2. Me saciarás <strong>de</strong> gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.<br />
Salmo 15<br />
El Señor es el lote <strong>de</strong> mi heredad<br />
Dios resucitó a Jesús<br />
rompiendo las ataduras <strong>de</strong> la<br />
muerte (Hch 2, 24)<br />
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;<br />
yo digo al Señor: " Tú eres mi bien."<br />
Los dioses y señores <strong>de</strong> la tierra<br />
no me satisfacen.<br />
Multiplican las estatuas<br />
<strong>de</strong> dioses extraños;<br />
no <strong>de</strong>rramaré sus libaciones con mis manos,<br />
ni tomaré sus nombres en mis labios.<br />
El Señor es el lote <strong>de</strong> mi heredad y mi copa;<br />
mi suerte está en tu mano:<br />
me ha tocado un lote hermoso,<br />
me encanta mi heredad.<br />
Ben<strong>de</strong>ciré al Señor, que aconseja,<br />
hasta <strong>de</strong> noche me instruye internamente.<br />
Tengo siempre presente al Señor,<br />
con él a mi <strong>de</strong>recha no vacilaré.<br />
Por eso se me alegra el corazón,<br />
se gozan mis entrañas,<br />
y mi carne <strong>de</strong>scansa serena.<br />
Porque no me entregarás a la muerte,<br />
ni <strong>de</strong>jarás a tu fiel conocer la corrupción.<br />
Me enseñarás el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la vida,<br />
me saciará <strong>de</strong> gozo en tu presencia,<br />
<strong>de</strong> alegría perpetua a tu <strong>de</strong>recha.<br />
Ant. Me saciarás <strong>de</strong> gozo en tu presencia, Señor. Aleluya.
Ant. 3. Al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, siervo <strong>de</strong> Dios, en su misterio pascual<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 2b-6a<br />
Os <strong>de</strong>seamos la gracia y la paz <strong>de</strong> Dios, nuestro Padre. En nuestras oraciones damos<br />
siempre gracias por vosotros a Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nos<br />
enteramos <strong>de</strong> vuestra fe en Cristo Jesús y <strong>de</strong>l amor que tenéis a todos los santos. Os<br />
anima a esto la esperanza <strong>de</strong> lo que Dios os tiene reservado en los cielos, que ya<br />
conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el Evangelio, la palabra, el<br />
mensaje <strong>de</strong> la verdad. Éste se sigue propagando y va dando fruto en el mundo entero,<br />
como ha ocurrido entre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. De la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso, *Alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor. De la<br />
salida.<br />
V. Su gloria sobre los cielos. *Alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. De<br />
la salida.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Demos gracias al Señor, que ayuda y protege al pueblo que se ha escogido como<br />
heredad, y, recordando su amor para con nosotros, supliquémosle, diciendo:<br />
Escúchanos, Señor, que confiamos en ti.
Padre lleno <strong>de</strong> amor, te pedimos por el papa N. y por nuestro obispo N.;<br />
-protégelos con tu fuerza y santifícalos con tu gracia.<br />
Que los enfermos vean en sus dolores una participación <strong>de</strong> la pasión <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-para que así tengan también parte en su consuelo.<br />
Mira con piedad a los que no tienen techo don<strong>de</strong> cobijarse<br />
-y haz que encuentren pronto el hogar que <strong>de</strong>sean.<br />
Dígnate dar y conservar los frutos <strong>de</strong> la tierra,<br />
-para que a nadie falte el pan <strong>de</strong> cada día.<br />
(o bien:<br />
Guarda, Señor, <strong>de</strong> todo mal a nuestro país,<br />
-para que goce siempre <strong>de</strong> paz y prosperidad.)<br />
Ten, Señor, piedad <strong>de</strong> los difuntos<br />
-y ábreles la puerta <strong>de</strong> tu mansión eterna.<br />
Movidos por el Espíritu <strong>Santo</strong>, dirijamos al Padre la oración que nos enseñó el Señor:<br />
Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Somos el pueblo <strong>de</strong> la Pascua,<br />
Aleluya es nuestra canción,<br />
Cristo nos trae la alegría;<br />
levantemos el corazón.<br />
El Señor ha vencido al mundo,<br />
muerto en la cruz por nuestro amor,<br />
resucitado <strong>de</strong> la muerte<br />
y <strong>de</strong> la muerte vencedor.<br />
Él ha venido a hacernos libres<br />
con libertad <strong>de</strong> hijos <strong>de</strong> Dios,<br />
él <strong>de</strong>sata nuestras ca<strong>de</strong>nas;<br />
alegraos en el Señor.<br />
Sin conocerle muchos siguen<br />
rutas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sesperación,<br />
no han escuchado la noticia<br />
<strong>de</strong> Jesucristo Re<strong>de</strong>ntor.<br />
Misioneros <strong>de</strong> la alegría,<br />
<strong>de</strong> la esperanza y <strong>de</strong>l amor,<br />
mensajeros <strong>de</strong>l Evangelio,<br />
somos testigos <strong>de</strong>l Señor.<br />
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,<br />
gloria a Dios Hijo Salvador,<br />
gloria al Espíritu divino:<br />
tres Personas y un solo Dios. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor. Aleluya.<br />
Salmo 117<br />
Himno <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria<br />
Jesús es la piedra que <strong>de</strong>sechasteis<br />
vosotros, los arquitectos, y que se ha<br />
convertido en piedra angular (Hch 4, 11)<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?<br />
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.<br />
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.<br />
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.<br />
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor. Aleluya.<br />
Ant. 2. Cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya.<br />
Cántico Dn 3, 52-57<br />
Que la creación entera alabe al Señor<br />
¡Bendito el Creador por siempre!<br />
(Rm 1, 25)<br />
Bendito eres, Señor, Dios <strong>de</strong> nuestros padres:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito tu nombre, santo y glorioso:<br />
a él gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres en el templo <strong>de</strong> tu santa gloria:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres sobre el trono <strong>de</strong> tu reino:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines<br />
son<strong>de</strong>as los abismos:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres en la bóveda <strong>de</strong>l cielo:<br />
a ti honor y alabanza por los siglos.<br />
Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Ant. Cantemos un himno al Señor, nuestro Dios. Aleluya.<br />
Ant. 3. Alabad al Señor por su inmensa gran<strong>de</strong>za. Aleluya.<br />
Salmo 150<br />
Alabad al Señor<br />
Salmodiad con el espíritu,<br />
salmodiad con toda vuestra mente,<br />
es <strong>de</strong>cir, glorificad a Dios con el<br />
cuerpo y con el alma (Hesiquio)<br />
Alabad al Señor en su templo,<br />
alabadlo en su fuerte firmamento.<br />
Alabadlo por sus obras magníficas,<br />
alabadlo por su inmensa gran<strong>de</strong>za.
Alabadlo tocando trompetas,<br />
alabadlo con arpas y cítaras,<br />
alabadlo con tambores y danzas,<br />
alabadlo con trompas y flautas,<br />
alabadlo con platillos sonoros,<br />
alabadlo con platillos vibrantes.<br />
Todo ser que alienta, alabe al Señor.<br />
Ant. Alabad al Señor por su inmensa gran<strong>de</strong>za. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ez 36, 25-27<br />
Derramaré sobre vosotros un agua pura que os purificará: <strong>de</strong> todas vuestras<br />
inmundicias e idolatrías os he <strong>de</strong> purificar; y os daré un corazón nuevo, y os infundiré<br />
un espíritu nuevo; arrancaré <strong>de</strong> vuestra carne el corazón <strong>de</strong> piedra, y os daré un corazón<br />
<strong>de</strong> carne. Os infundiré mi espíritu, y haré que caminéis según mis preceptos, y que<br />
guardéis y cumpláis mis mandatos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te damos gracias, oh Dios, *Invocando tu nombre. Te damos gracias.<br />
V. Contando tus maravillas. *Invocando tu nombre. Gloria al Padre. Te damos<br />
gracias.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a nuestro Salvador, que ha venido al mundo para ser “Dios-connosotros”,<br />
y digámosle confiadamente:<br />
Cristo, Rey <strong>de</strong> la gloria, sé nuestra luz y nuestro gozo.<br />
Señor Jesús, Sol que nace <strong>de</strong> lo alto y primicia <strong>de</strong> la resurrección futura,<br />
-haz que, siguiéndote a ti, no vivamos nunca en sombra <strong>de</strong> muerte, sino que<br />
tengamos siempre la luz <strong>de</strong> la vida.<br />
Que sepamos <strong>de</strong>scubrir, Señor, cómo todas las criaturas están llenas <strong>de</strong> tus perfecciones,<br />
-para que así, en todas ellas, sepamos contemplarte a ti.<br />
No permitas, Señor, que hoy nos <strong>de</strong>jemos vencer por el mal,<br />
-antes danos fuerza para que venzamos al mal a fuerza <strong>de</strong> bien.<br />
Tú que, al ser bautizado en el Jordán, fuiste ungido con el Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-asístenos durante este día, para que actuemos movidos por este mismo Espíritu <strong>de</strong><br />
santidad.<br />
Por Jesús nos llamamos y somos hijos <strong>de</strong> Dios; por ello, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre<br />
nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
El mundo brilla <strong>de</strong> alegría.<br />
Se renueva la faz <strong>de</strong> la tierra.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Ésta es la hora<br />
en que rompe el Espíritu<br />
el techo <strong>de</strong> la tierra,<br />
y una lengua <strong>de</strong> fuego innumerable<br />
purifica, renueva, encien<strong>de</strong>, alegra<br />
las entrañas <strong>de</strong>l mundo.<br />
Ésta es la fuerza que pone en pie a la Iglesia<br />
en medio <strong>de</strong> las plazas<br />
y levanta testigos en el pueblo,<br />
para hablar con palabras como espadas<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los jueces.<br />
Llama profunda,<br />
que escrutas e iluminas<br />
el corazón <strong>de</strong>l hombre:<br />
restablece la fe con tu noticia,<br />
y el amor ponga en vela la esperanza,<br />
hasta que el Señor vuelva.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. En ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar el Señor. Aleluya.<br />
El Señor es mi pastor, nada me falta:<br />
en ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar;<br />
Me conduce hacia fuentes tranquilas<br />
y repara mis fuerzas;<br />
me guía por el sen<strong>de</strong>ro justo,<br />
por el honor <strong>de</strong> su nombre.<br />
Aunque camine por cañadas oscuras,<br />
nada temo, porque tú vas conmigo:<br />
tu vara y tu cayado me sosiegan.<br />
Preparas una mesa ante mí,<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
enfrente <strong>de</strong> mis enemigos;<br />
Salmo 22<br />
El buen pastor<br />
El Cor<strong>de</strong>ro será su pastor, y los<br />
conducirá hacia fuentes <strong>de</strong> aguas vivas<br />
(Ap 7, 17)
me unges la cabeza con perfume,<br />
y mi copa rebosa.<br />
Tu bondad y tu misericordia me acompañan<br />
todos los días <strong>de</strong> mi vida,<br />
y habitaré en la casa <strong>de</strong>l Señor<br />
por años sin término.<br />
Ant. En ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar el Señor. Aleluya.<br />
Ant. 2. Gran<strong>de</strong> es en Israel la fama <strong>de</strong>l Señor. Aleluya.<br />
Salmo 75<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la victoria<br />
Verán al Hijo <strong>de</strong>l hombre venir<br />
sobre las nubes (Mt 24, 30)<br />
I<br />
Dios se manifiesta en Judá,<br />
su fama es gran<strong>de</strong> en Israel;<br />
su tabernáculo está en Jerusalén,<br />
su morada en Sión:<br />
allí quebró los relámpagos <strong>de</strong>l arco,<br />
el escudo, la espada y la guerra.<br />
Tú eres <strong>de</strong>slumbrante, magnífico,<br />
con montones <strong>de</strong> botín conquistados.<br />
Los valientes duermen su sueño,<br />
y a los guerreros no les respon<strong>de</strong>n sus brazos.<br />
Con un bramido, oh Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
inmovilizaste carros y caballos.<br />
Ant. Gran<strong>de</strong> es en Israel la fama <strong>de</strong>l Señor. Aleluya.<br />
Ant. 3. La tierra teme sobrecogida, cuando Dios se pone en pie para juzgar. Aleluya.<br />
II<br />
Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti<br />
al ímpetu <strong>de</strong> tu ira?<br />
Des<strong>de</strong> el cielo proclamas la sentencia:<br />
la tierra teme sobrecogida,<br />
cuando Dios se pone en pie para juzgar,<br />
para salvar a los humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra.<br />
La cólera humana tendrá que alabarte,<br />
los que sobrevivan al castigo te ro<strong>de</strong>arán.<br />
Haced votos al Señor y cumplidlos,<br />
y traigan los vasallos tributo al Temible:<br />
él <strong>de</strong>ja sin aliento a los príncipes,<br />
y es temible para los reyes <strong>de</strong>l orbe.<br />
Ant. La tierra teme sobrecogida, cuando Dios se pone en pie para juzgar. Aleluya.
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 5, 1-2. 5<br />
Ya que hemos recibido la justificación por la fe, estamos en paz con Dios, por medio<br />
<strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en<br />
que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza <strong>de</strong> alcanzar la gloria <strong>de</strong> Dios. Y<br />
la esperanza no <strong>de</strong>frauda, porque el amor <strong>de</strong> Dios ha sido <strong>de</strong>rramado en nuestros<br />
corazones con el Espíritu <strong>Santo</strong> que se nos ha dado.<br />
V. Cantaré eternamente las misericordias <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Anunciaré tu fi<strong>de</strong>lidad por todas las eda<strong>de</strong>s.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 26<br />
El Espíritu viene en ayuda <strong>de</strong> nuestra <strong>de</strong>bilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo<br />
que nos conviene, pero el Espíritu mismo interce<strong>de</strong> por nosotros con gemidos inefables.<br />
V. Que llegue mi clamor a tu presencia, Señor.<br />
R. Con tus palabras dame inteligencia.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 21-22<br />
Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha<br />
ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el<br />
Espíritu.<br />
V. El Señor es mi luz y mi salvación.<br />
R. El Señor es la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> mi vida.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Nos dijeron <strong>de</strong> noche<br />
que estabas muerto,<br />
y la fe estuvo en vela<br />
junto a tu cuerpo.<br />
La noche entera<br />
la pasamos queriendo<br />
mover la piedra<br />
Con la vuelta <strong>de</strong>l sol<br />
volverá a ver la tierra<br />
la gloria <strong>de</strong>l Señor.<br />
No supieron contarlo<br />
los centinelas:<br />
nadie supo la hora<br />
ni la manera.<br />
Antes <strong>de</strong>l día,<br />
se cubrieron <strong>de</strong> gloria<br />
tus cinco heridas.<br />
Con la vuelta <strong>de</strong>l sol<br />
volverá a ver la tierra<br />
la gloria <strong>de</strong>l Señor.<br />
Si los cinco sentidos<br />
buscan el sueño,<br />
que la fe tenga el suyo<br />
vivo y <strong>de</strong>spierto.<br />
La fe velando,<br />
para verte <strong>de</strong> noche<br />
resucitando.<br />
SALMODIA<br />
Con la vuelta <strong>de</strong>l sol<br />
volverá a ver la tierra<br />
la gloria <strong>de</strong>l Señor.<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Cristo, sacerdote eterno, según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c. Aleluya.<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
El Mesías, Rey y Sacerdote<br />
Cristo tiene que reinar hasta<br />
que Dios haga <strong>de</strong> sus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> sus pies (1Co 15, 25)
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Cristo, sacerdote eterno, según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c. Aleluya.<br />
Ant. 2. Nuestro Dios está en el cielo, y lo que quiere lo hace. Aleluya.<br />
Salmo 113 B<br />
Himno al Dios verda<strong>de</strong>ro<br />
Abandonando los ídolos, os<br />
volvisteis a Dios, para servir al<br />
Dios vivo y verda<strong>de</strong>ro (1Ts 1, 9)<br />
No a nosotros, Señor, no a nosotros,<br />
sino a tu nombre da la gloria,<br />
por tu bondad, por tu lealtad.<br />
¿Por qué han <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir las naciones:<br />
“Dón<strong>de</strong> está su Dios”?<br />
Nuestro Dios está en el cielo,<br />
lo que quiere lo hace.<br />
Sus ídolos, en cambio, son plata y oro,<br />
hechura <strong>de</strong> manos humanas:<br />
tienen boca, y no hablan;<br />
tienen ojos, y no ven;<br />
tienen orejas, y no oyen;<br />
tienen nariz, y no huelen;<br />
tienen manos, y no tocan;<br />
tienen pies, y no andan;<br />
no tiene voz su garganta:<br />
que sean igual los que los hacen,<br />
cuantos confían en ellos.<br />
Israel confía en el Señor:<br />
él es su auxilio y su escudo.<br />
La casa <strong>de</strong> Aarón confía en el Señor:<br />
él es su auxilio y su escudo.
Los fieles <strong>de</strong>l Señor confían en el Señor:<br />
él es su auxilio y su escudo.<br />
Que el Señor se acuer<strong>de</strong> <strong>de</strong> nosotros y nos bendiga,<br />
bendiga a la casa <strong>de</strong> Israel,<br />
bendiga a la casa <strong>de</strong> Aarón;<br />
bendiga a los fieles <strong>de</strong>l Señor,<br />
pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
Que el Señor os acreciente,<br />
a vosotros y a vuestros hijos;<br />
benditos seáis <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo el cielo y la tierra.<br />
El cielo pertenece al Señor,<br />
la tierra se la ha dado a los hombres.<br />
Los muertos ya no alaban al Señor,<br />
ni los que bajan al silencio.<br />
Nosotros, sí, ben<strong>de</strong>ciremos al Señor<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. Nuestro Dios está en el cielo, y lo que quiere lo hace. Aleluya.<br />
Ant. 3. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y gran<strong>de</strong>s. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Las bodas <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y gran<strong>de</strong>s. Aleluya.
LECTURA BREVE 2Ts 2, 13-14<br />
Debemos dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos amados por el Señor,<br />
porque Dios os escogió como primicias para salvaros, consagrándoos con el Espíritu y<br />
dándoos fe en la verdad. Por eso os llamó por medio <strong>de</strong>l Evangelio que predicamos,<br />
para que sea vuestra la gloria <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Nuestro Señor, *Es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso. Nuestro Señor.<br />
V. Su sabiduría no tiene medida. * Es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso. Gloria al Padre. Nuestro<br />
Señor.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Adoremos a Cristo, Señor nuestro y cabeza <strong>de</strong> la Iglesia, y digámosle confiadamente:<br />
Venga a nosotros tu reino, Señor.<br />
Señor, haz <strong>de</strong> tu Iglesia instrumento <strong>de</strong> concordia y unidad entre los hombres<br />
-y signo <strong>de</strong> salvación para todos los pueblos.<br />
Protege, con tu brazo po<strong>de</strong>roso, al Papa y a todos los obispos,<br />
-y concé<strong>de</strong>les trabajar en unidad, amor y paz.<br />
A los cristianos concé<strong>de</strong>nos vivir íntimamente unidos a ti, nuestra cabeza,<br />
-y que <strong>de</strong>mos testimonio en nuestras vidas <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> tu reino.<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, al mundo el don <strong>de</strong> la paz<br />
-y haz que en todos los pueblos reine la justicia y el bienestar.<br />
Otorga a los que han muerto, una resurrección gloriosa<br />
-y haz que gocemos un día, con ellos, <strong>de</strong> la felicidad eterna.<br />
Terminemos nuestra oración con las palabras <strong>de</strong>l Señor: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
LUNES DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Hoy que sé que mi vida es un <strong>de</strong>sierto,<br />
en el que nunca nacerá una flor,<br />
vengo a pedirte, Cristo jardinero,<br />
por el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Parar que nunca la amargura sea<br />
en mi vida más fuerte que el amor,<br />
pon, Señor, una fuente <strong>de</strong> alegría<br />
en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Para que nunca ahoguen los fracasos<br />
mis ansias <strong>de</strong> seguir siempre tu voz,<br />
pon, Señor, una fuente <strong>de</strong> esperanza<br />
en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Para que nunca busque recompensa<br />
al dar mi mano o al pedir perdón,<br />
pon, Señor, una fuente <strong>de</strong> amor puro<br />
en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Para que nunca me busque a mí cuando te busco<br />
y no sea egoísta mi oración,<br />
pon tu cuerpo, Señor, y tu palabra,<br />
en el <strong>de</strong>sierto <strong>de</strong> mi corazón. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. ¿Cuándo entraré a ver el rostro <strong>de</strong> Dios?<br />
Salmo 41<br />
Deseo <strong>de</strong>l Señor y ansias <strong>de</strong> contemplar el templo<br />
El que tenga sed, y quiera, que<br />
venga a beber el agua viva (Ap 22, 17)<br />
Como busca la cierva<br />
corrientes <strong>de</strong> agua,<br />
así mi alma te busca a ti,<br />
Dios mío;<br />
tiene sed <strong>de</strong> Dios,<br />
<strong>de</strong>l Dios vivo:<br />
¿cuándo entraré a ver<br />
el rostro <strong>de</strong> mi Dios?<br />
Las lágrimas son mi pan<br />
noche y día,<br />
mientras todo el día me repiten:<br />
"¿Dón<strong>de</strong> está tu Dios?"
Recuerdo otros tiempos,<br />
y <strong>de</strong>sahogo mi alma conmigo:<br />
cómo marchaba a la cabeza <strong>de</strong>l grupo,<br />
hacia la casa <strong>de</strong> Dios,<br />
entre cantos <strong>de</strong> júbilo y alabanza,<br />
en el bullicio <strong>de</strong> la fiesta.<br />
¿Por qué te acongojas, alma mía,<br />
por qué te me turbas?<br />
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:<br />
"Salud <strong>de</strong> mi rostro, Dios mío".<br />
Cuando mi alma se acongoja,<br />
te recuerdo,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Jordán y el Hermón<br />
y el Monte <strong>Menor</strong>.<br />
Una sima grita a otra sima<br />
con voz <strong>de</strong> cascadas:<br />
tus torrentes y tus olas<br />
me han arrollado.<br />
De día el Señor<br />
me hará misericordia,<br />
<strong>de</strong> noche cantaré la alabanza<br />
<strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> mi vida.<br />
Diré a Dios: “Roca mía,<br />
¿por qué me olvidas?<br />
¿Por qué voy andando, sombrío,<br />
hostigado por mi enemigo?”<br />
Se me rompen los huesos<br />
por las burlas <strong>de</strong>l adversario;<br />
todo el día me preguntan:<br />
"¿Dón<strong>de</strong> está tu Dios?"<br />
¿Por qué te acongojas, alma mía,<br />
por qué te me turbas?<br />
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:<br />
"Salud <strong>de</strong> mi rostro, Dios mío".<br />
Ant. ¿Cuándo entraré a ver el rostro <strong>de</strong> Dios?<br />
Ant. 2. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.<br />
Cántico Si 36,1-7.13-16<br />
Súplica a favor <strong>de</strong> la ciudad santa <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Ésta es la vida eterna: que te<br />
conozcan a ti, único Dios verda<strong>de</strong>ro,<br />
y a tu enviado, Jesucristo (Jn 17, 3)<br />
Sálvanos, Dios <strong>de</strong>l universo,<br />
infun<strong>de</strong> tu terror a todas las naciones;<br />
amenaza con tu mano al pueblo extranjero,<br />
para que sienta tu po<strong>de</strong>r.
Como les mostraste tu santidad al castigarnos,<br />
muéstranos así tu gloria castigándolos a ellos:<br />
para que sepan, como nosotros lo sabemos,<br />
que no hay Dios fuera <strong>de</strong> ti.<br />
Renueva los prodigios, repite los portentos,<br />
exalta tu mano, robustece tu brazo.<br />
Reúne a todas las tribus <strong>de</strong> Jacob<br />
y dales su heredad como antiguamente.<br />
Ten compasión <strong>de</strong>l pueblo que lleva tu nombre,<br />
<strong>de</strong> Israel, a quien nombraste tu primogénito;<br />
ten compasión <strong>de</strong> tu ciudad santa,<br />
<strong>de</strong> Jerusalén, lugar <strong>de</strong> tu reposo.<br />
Llena a Sión <strong>de</strong> tu majestad,<br />
y al templo, <strong>de</strong> tu gloria.<br />
Ant. Muéstranos, Señor, tu gloria y tu compasión.<br />
Ant. 3. Bendito eres, Señor, en la bóveda <strong>de</strong>l cielo.<br />
Salmo 18 A<br />
Alabanza al Dios creador <strong>de</strong>l universo<br />
Nos visitará el sol que nace <strong>de</strong> lo<br />
alto, para guiar nuestros pasos por el<br />
camino <strong>de</strong> la paz (Lc 1, 78. 79)<br />
El cielo proclama la gloria <strong>de</strong> Dios,<br />
el firmamento pregona la obra <strong>de</strong> sus manos:<br />
el día al día le pasa el mensaje,<br />
la noche a la noche se lo susurra.<br />
Sin que hablen, sin que pronuncien,<br />
sin que resuene su voz,<br />
a toda la tierra alcanza su pregón<br />
y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Allí le ha puesto su tienda al sol:<br />
él sale como el esposo <strong>de</strong> su alcoba,<br />
contento como un héroe, a recorrer su camino.<br />
Asoma por un extremo <strong>de</strong>l cielo,<br />
y su órbita llega al otro extremo:<br />
nada se libra <strong>de</strong> su calor.<br />
Ant. Bendito eres, Señor, en la bóveda <strong>de</strong>l cielo.<br />
LECTURA BREVE Jr 15,16<br />
Cuando encontraba palabras tuyas, las <strong>de</strong>voraba; tus palabras eran mi gozo y la<br />
alegría <strong>de</strong> mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor, Dios <strong>de</strong> los<br />
ejércitos.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Aclamad, justos, al Señor, *Que merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos. Aclamad.<br />
V. Cantadle un cántico nuevo. *Que merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos. Gloria al<br />
Padre. Aclamad.<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, porque ha visitado y redimido.<br />
PRECES<br />
Nuestro salvador ha hecho <strong>de</strong> nosotros un pueblo <strong>de</strong> reyes y sacerdotes, para que<br />
ofrezcamos sacrificios que Dios acepta. Invoquémosle, pues, diciendo:<br />
Consérvanos, Señor, en tu servicio<br />
Señor Jesús, sacerdote eterno, que has querido que tu pueblo participara <strong>de</strong> tu<br />
sacerdocio,<br />
-haz que ofrezcamos siempre sacrificios espirituales, agradables al Dios.<br />
Danos, Señor, la abundancia <strong>de</strong> los frutos <strong>de</strong>l Espíritu:<br />
-la comprensión, la servicialidad, la amabilidad.<br />
Haz que aprendamos a amarte y lleguemos a poseerte a ti, que eres el mismo amor,<br />
-y que sepamos obrar siempre lo recto, para que también nuestras acciones te<br />
glorifiquen.<br />
Haz que busquemos siempre el bien <strong>de</strong> nuestros hermanos<br />
-y los ayu<strong>de</strong>mos a progresar en su salvación.<br />
Con el gozo que nos da el sabernos hijos <strong>de</strong> Dios, digamos con confianza: Padre<br />
nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, que nos has hecho llegar al comienzo <strong>de</strong> este día,<br />
sálvanos hoy con tu po<strong>de</strong>r, para que no caigamos en ningún pecado, sino que nuestras<br />
palabras, pensamientos y acciones sigan el camino <strong>de</strong> tus mandatos. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?<br />
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,<br />
que a mi puerta, cubierto <strong>de</strong> rocío,<br />
pasas las noches <strong>de</strong>l invierno oscuras?<br />
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,<br />
pues no te abrí!; ¡qué extraño <strong>de</strong>svarío,<br />
si <strong>de</strong> mi ingratitud el hielo frío<br />
secó las llagas <strong>de</strong> tus plantas puras!<br />
¡Cuántas veces el ángel me <strong>de</strong>cía.<br />
“Alma, asómate ahora a la ventana,<br />
verás con cuánto amor llamar porfía”!<br />
¡Y cuántas, hermosura soberana:<br />
“Mañana le abriremos”, respondía,<br />
para lo mismo respon<strong>de</strong>r mañana!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Dichosos los que escuchan la palabra <strong>de</strong> Dios y la cumplen.<br />
Salmo 118, 41-48<br />
VI (Vau)<br />
Señor, que me alcance tu favor,<br />
tu salvación según tu promesa:<br />
así respon<strong>de</strong>ré a los que me injurian,<br />
que confío en tu palabra;<br />
no quites <strong>de</strong> mi boca las palabras sinceras,<br />
porque yo espero en tus mandamientos.<br />
Cumpliré sin cesar tu voluntad,<br />
por siempre jamás;<br />
andaré por un camino ancho,<br />
buscando tus <strong>de</strong>cretos;<br />
comentaré tus preceptos ante los reyes,<br />
y no me avergonzaré.<br />
Serán mi <strong>de</strong>licia tus mandatos,<br />
que tanto amo;<br />
levantaré mis manos hacia ti<br />
recitando tus mandatos.<br />
Ant. Dichosos los que escuchan la palabra <strong>de</strong> Dios y la cumplen.
Ant. 2. Mi alimento es hacer la voluntad <strong>de</strong>l Padre.<br />
Yo esperaba con ansia al Señor;<br />
él se inclinó y escuchó mi grito:<br />
me levantó <strong>de</strong> la fosa fatal,<br />
<strong>de</strong> la charca fangosa;<br />
afianzó mis pies sobre roca,<br />
y aseguró mis pasos;<br />
me puso en la boca un cántico nuevo,<br />
un himno a nuestro Dios.<br />
Muchos, al verlo, quedaron sobrecogidos<br />
y confiaron en el Señor.<br />
Dichoso el hombre que ha puesto<br />
su confianza en el Señor,<br />
y no acu<strong>de</strong> a los idólatras,<br />
que se extravían con engaños.<br />
Cuántas maravillas has hecho,<br />
Señor, Dios mío,<br />
cuántos planes a favor nuestro;<br />
nadie se te pue<strong>de</strong> comparar.<br />
Intento proclamarlas, <strong>de</strong>cirlas,<br />
pero superan todo número.<br />
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,<br />
y, en cambio, me abriste el oído;<br />
no pi<strong>de</strong>s sacrificio expiatorio,<br />
entonces yo digo: “Aquí estoy<br />
-como está escrito en mi libro-<br />
para hacer tu voluntad.”<br />
Salmo 39, 2-14. 17-18<br />
Acción <strong>de</strong> gracias y petición <strong>de</strong> auxilio<br />
Dios mío, lo quiero,<br />
y llevo tu ley en las entrañas.<br />
Ant. Mi alimento es hacer la voluntad <strong>de</strong>l Padre.<br />
Ant. 3. Yo soy pobre, pero el Señor se cuida <strong>de</strong> mí.<br />
II<br />
He proclamado tu salvación<br />
ante la gran asamblea;<br />
no he cerrado los labios:<br />
Señor, tú lo sabes.<br />
No me he guardado en el pecho tu <strong>de</strong>fensa,<br />
he contado tu fi<strong>de</strong>lidad y tu salvación,<br />
I<br />
Tú no quieres sacrificios ni<br />
ofrendas, pero me has preparado<br />
un cuerpo (Hb 10, 5)
no he negado tu misericordia y tu lealtad<br />
ante la gran asamblea.<br />
Tú, Señor, no me cierres tus entrañas,<br />
que tu misericordia y tu lealtad<br />
me guar<strong>de</strong>n siempre,<br />
porque me cercan <strong>de</strong>sgracias sin cuento.<br />
Se me echan encima mis culpas,<br />
y no puedo huir;<br />
son más que los pelos <strong>de</strong> mi cabeza,<br />
y me falta valor.<br />
Señor, dígnate librarme;<br />
Señor, date prisa en socorrerme.<br />
Alégrense y gocen contigo<br />
todos los que te buscan;<br />
digan siempre: “Gran<strong>de</strong> es el Señor”<br />
los que <strong>de</strong>sean tu salvación.<br />
Yo soy pobre y <strong>de</strong>sgraciado,<br />
pero el Señor se cuida <strong>de</strong> mí;<br />
tú eres mi auxilio y mi liberación:<br />
Dios mío, no tar<strong>de</strong>s.<br />
Ant. Yo soy pobre, pero el Señor se cuida <strong>de</strong> mí.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Jr 31, 33<br />
Así será la alianza que haré con ellos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aquellos días –oráculo <strong>de</strong>l Señor-:<br />
Meteré mi ley en su pecho, la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán<br />
mi pueblo.<br />
V. Oh Dios, crea en mí un corazón puro.<br />
R. No me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, Padre lleno <strong>de</strong> bondad, tú has querido que los hombres trabajáramos <strong>de</strong> tal<br />
forma que, cooperando unos con otros, alcanzáramos éxitos cada vez más logrados;<br />
ayúdanos, pues, a vivir en medio <strong>de</strong> nuestros trabajos sintiéndonos siempre hijos tuyos y<br />
hermanos <strong>de</strong> todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Jr 32, 40<br />
Haré con ellos alianza eterna, y no cesaré <strong>de</strong> hacerles bien. Pondré en sus corazones<br />
mi temor, para que no se aparten <strong>de</strong> mí.<br />
R. De Dios viene mi salvación y mi gloria.<br />
V. Él es mi refugio.
Oración<br />
Señor, tú eres el dueño <strong>de</strong> la viña y <strong>de</strong> los sembrados, tú el que repartes las tareas y<br />
distribuyes el justo salario a los trabajadores; ayúdanos a soportar el peso <strong>de</strong>l día y el<br />
calor <strong>de</strong> la jornada sin quejarnos nunca <strong>de</strong> tus planes. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Ez 34, 31<br />
Vosotros sois mis ovejas, ovejas <strong>de</strong> mi rebaño, y yo soy vuestro Dios –oráculo <strong>de</strong>l<br />
Señor-.<br />
R. El Señor es mi pastor, nada me falta.<br />
V. En ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar.<br />
Oración<br />
Tú nos has convocado, Señor, en tu presencia en aquella misma hora en que los<br />
apóstoles subían al templo para la oración <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>; concé<strong>de</strong>nos que las súplicas que<br />
ahora te dirigimos en nombre <strong>de</strong> Jesús, tu Hijo, alcancen la salvación a cuantos invocan<br />
este nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Ahora que la noche es tan pura,<br />
y que no hay nadie más que tú,<br />
dime quién eres.<br />
Vísperas<br />
Dime quién eres y por qué me visitas,<br />
por qué bajas a mí que estoy tan necesitado<br />
y por qué te separas <strong>de</strong> mí sin <strong>de</strong>cirme tu nombre.<br />
Dime quién eres tú que andas sobre la nieve;<br />
tú que, al tocar las estrellas, las haces pali<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> hermosura;<br />
tú que mueves el mundo tan suavemente,<br />
que parece que se me va a <strong>de</strong>rramar el corazón.<br />
Dime quién eres; ilumina quién eres;<br />
dime quién soy también, y por qué la tristeza <strong>de</strong> ser hombre;<br />
dímelo ahora que alzo hacia ti mi corazón,<br />
tú que andas sobre la nieve.<br />
Dímelo ahora que tiembla todo mi ser en libertad,<br />
ahora que brota mi vida y te llamo como nunca.<br />
Sostenme entre tus manos; sostenme en mi tristeza,<br />
tú que andas sobre la nieve.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Eres el más bello <strong>de</strong> los hombres; en tus labios se <strong>de</strong>rrama la gracia.<br />
Salmo 44<br />
Las nupcias <strong>de</strong>l Rey<br />
¡Que llega el Esposo, salid a<br />
recibirlo! (Mt 25, 6)<br />
Me brota <strong>de</strong>l corazón un poema bello,<br />
recito mis versos a un rey;<br />
mi lengua es ágil pluma <strong>de</strong> escribano.<br />
Eres el más bello <strong>de</strong> los hombres,<br />
en tus labios se <strong>de</strong>rrama la gracia,<br />
el Señor te bendice eternamente.<br />
Cíñete al flanco la espada, valiente:<br />
es tu gala y tu orgullo;<br />
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,<br />
tu diestra te enseñe a realizar proezas.<br />
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rin<strong>de</strong>n,<br />
se acobardan los enemigos <strong>de</strong>l rey.<br />
I
Tu trono ¡oh Dios! Permanece para siempre;<br />
cetro <strong>de</strong> rectitud es tu cetro real;<br />
has amado la justicia y odiado la impiedad:<br />
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido<br />
con aceite <strong>de</strong> júbilo<br />
entre todos tus compañeros.<br />
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los palacios <strong>de</strong> marfiles te <strong>de</strong>leitan las arpas.<br />
Hijas <strong>de</strong> reyes salen a tu encuentro,<br />
<strong>de</strong> pie a tu <strong>de</strong>recha está la reina<br />
enjoyada con oro <strong>de</strong> Ofir.<br />
Ant. Eres el más bello <strong>de</strong> los hombres; en tus labios se <strong>de</strong>rrama la gracia.<br />
Ant. 2. ¡Que llega el Esposo, salid a recibirlo!<br />
II<br />
Escucha, hija, mira: inclina el oído,<br />
olvida tu pueblo y la casa paterna:<br />
prendado está el rey <strong>de</strong> tu belleza,<br />
póstrate ante él, que él es tu Señor.<br />
La ciudad <strong>de</strong> Tiro viene con regalos,<br />
los pueblos más ricos buscan tu favor.<br />
Ya entra la princesa, bellísima,<br />
vestida <strong>de</strong> perlas y brocados;<br />
la llevan ante el rey, con séquito <strong>de</strong> vírgenes,<br />
la siguen sus compañeras:<br />
las traen entre alegría y algazara,<br />
van entrando en el palacio real.<br />
"A cambio <strong>de</strong> tus padres tendrás hijos,<br />
que nombrarás príncipes por toda la tierra,"<br />
Quiero hacer memorable tu nombre<br />
por generaciones y generaciones,<br />
y los pueblos te alabarán<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Ant. ¡Que llega el Esposo, salid a recibirlo!<br />
Ant. 3. Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en<br />
Cristo.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
El Dios salvador<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en Cristo.<br />
LECTURA BREVE 1Ts 2,13<br />
No cesamos <strong>de</strong> dar gracias a Dios, porque al recibir la palabra <strong>de</strong> Dios, que os<br />
predicamos, la acogisteis no como palabra <strong>de</strong> hombre, sino, cual es en verdad, como<br />
palabra <strong>de</strong> Dios, que permanece operante en vosotros los creyentes.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Suba mi oración *Hasta ti, Señor. Suba.<br />
V. Como incienso en tu presencia *Hasta ti, Señor. Gloria al Padre. Suba.<br />
Magníficat, ant. Proclame siempre mi alma tu gran<strong>de</strong>za, oh Dios mío.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos a Cristo, que ama a la Iglesia y le da alimento y calor, y digámosle<br />
suplicantes:<br />
Atien<strong>de</strong>, Señor, los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Señor Jesús, haz que todos los hombres se salven<br />
-y lleguen al conocimiento <strong>de</strong> la verdad.<br />
Guarda con tu protección al papa N. y a nuestro obispo N.,<br />
-ayúdalos con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu brazo<br />
Ten compasión <strong>de</strong> los que buscan trabajo<br />
-y haz que consigan un empleo digno y estable
Sé, Señor, refugio <strong>de</strong>l oprimido<br />
-y su ayuda en los momentos <strong>de</strong> peligro.<br />
Te pedimos por el eterno <strong>de</strong>scanso <strong>de</strong> los que durante su vida ejercieron el ministerio<br />
para el bien <strong>de</strong> tu Iglesia:<br />
-que también te celebren eternamente en tu reino<br />
Fieles a la recomendación <strong>de</strong>l Salvador, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que has querido asistirnos en el trabajo que nosotros, tus<br />
pobres siervos, hemos realizado hoy; al llegar al término <strong>de</strong> este día, acoge nuestra<br />
ofrenda <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, en la que te damos gracias por todos los beneficios que <strong>de</strong> ti hemos<br />
recibido. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Porque, Señor, yo te he visto<br />
y quiero volverte a ver,<br />
quiero creer.<br />
Te vi, sí, cuando era niño<br />
y en agua me bauticé,<br />
y, limpio <strong>de</strong> culpa vieja,<br />
sin velos te pu<strong>de</strong> ver.<br />
Devuélveme aquellas puras<br />
transparencias <strong>de</strong> aire fiel,<br />
<strong>de</strong>vuélveme aquellas niñas<br />
<strong>de</strong> aquellos ojos <strong>de</strong> ayer.<br />
Están mis ojos cansados<br />
<strong>de</strong> tanto ver luz sin ver;<br />
por la oscuridad <strong>de</strong>l mundo,<br />
voy como un ciego que ve.<br />
Tú que diste vista al ciego<br />
y a Nico<strong>de</strong>mo también,<br />
filtra en mis secas pupilas<br />
dos gotas frescas <strong>de</strong> fe.<br />
SALMODIA<br />
MARTES DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.<br />
Salmo 42<br />
Deseo <strong>de</strong>l templo<br />
Hazme justicia, oh Dios, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> mi causa<br />
contra gente sin piedad,<br />
sálvame <strong>de</strong>l hombre traidor y malvado.<br />
Tú eres mi Dios y protector,<br />
¿por qué me rechazas,<br />
¿por qué voy andando sombrío,<br />
hostigado por mi enemigo?<br />
Envía tu luz y tu verdad:<br />
que ellas me guíen<br />
y me conduzcan hasta tu monte <strong>Santo</strong>,<br />
hasta tu morada.<br />
Que yo me acerque al altar <strong>de</strong> Dios,<br />
al Dios <strong>de</strong> mi alegría;<br />
Yo he venido al mundo como<br />
luz (Jn 12, 46)
que té <strong>de</strong> gracias al son <strong>de</strong> la cítara,<br />
Dios, Dios mío.<br />
¿Por qué te acongojas, alma mía,<br />
por qué te me turbas?<br />
Espera en Dios, que volverás a alabarlo:<br />
"Salud <strong>de</strong> mi rostro, Dios mío".<br />
Ant. Envíame, Señor, tu luz y tu verdad.<br />
Ant. 2. Protégenos, Señor, todos los días <strong>de</strong> nuestra vida.<br />
Cántico Is 38,10-14. 17-20<br />
Angustias <strong>de</strong> un moribundo y alegría <strong>de</strong> la curación<br />
Yo soy el que vive; estaba<br />
muerto, y tengo las llaves <strong>de</strong> la<br />
muerte (Ap 1, 18)<br />
Yo pensé: "En medio <strong>de</strong> mis días<br />
tengo que marchar hacia las puertas <strong>de</strong>l abismo;<br />
me privan <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> mis años."<br />
Yo pensé: "Ya no veré más al Señor<br />
en la tierra <strong>de</strong> los vivos,<br />
ya no miraré a los hombres<br />
entre los habitantes <strong>de</strong>l mundo.<br />
Levantan y enrollan mi vida<br />
como una tienda <strong>de</strong> pastores.<br />
Como un tejedor, <strong>de</strong>vanaba yo mi vida,<br />
y me cortan la trama."<br />
Día y noche me estás acabando,<br />
sollozo hasta el amanecer.<br />
Me quiebras los huesos como un león,<br />
día y noche me estás acabando.<br />
Estoy piando como una golondrina,<br />
gimo como una paloma.<br />
Mis ojos mirando al cielo se consumen:<br />
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí!<br />
Me has curado, me has hecho revivir,<br />
la amargura se me volvió paz<br />
cuando tuviste mi alma ante la tumba vacía<br />
y volviste la espalda a todos mis pecados.<br />
El abismo no te da gracias,<br />
ni la muerte te alaba,<br />
ni esperan en tu fi<strong>de</strong>lidad<br />
los que bajan a la fosa.<br />
Los vivos, los vivos son quienes te alaban:<br />
como yo ahora.<br />
El padre enseña a sus hijos tu fi<strong>de</strong>lidad.
Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas<br />
todos nuestros días en la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. Protégenos, Señor, todos los días <strong>de</strong> nuestra vida.<br />
Ant. 3. Oh Dios, tú mereces un himno en Sión. †<br />
Salmo 64<br />
Solemne acción <strong>de</strong> gracias<br />
Cuando se habla <strong>de</strong> Sión <strong>de</strong>be<br />
enten<strong>de</strong>rse la ciudad eterna<br />
(Orígenes)<br />
Oh Dios, tu mereces un himno en Sión,<br />
† y a ti se te cumplen los votos,<br />
porque tú escuchas las suplicas.<br />
A ti acu<strong>de</strong> todo mortal<br />
a causa <strong>de</strong> sus culpas;<br />
nuestros <strong>de</strong>litos nos abruman,<br />
pero tú los perdonas.<br />
Dichoso el que tú eliges y acercas<br />
para que viva en tus atrios:<br />
que nos saciemos <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> tu casa,<br />
<strong>de</strong> los dones sagrados <strong>de</strong> tu templo.<br />
Con portentos <strong>de</strong> justicia nos respon<strong>de</strong>s,<br />
Dios, salvador nuestro;<br />
tú, esperanza <strong>de</strong>l confín <strong>de</strong> la tierra<br />
y <strong>de</strong>l océano remoto;<br />
tú, que afianzas los montes con tu fuerza,<br />
ceñido <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r;<br />
tú, que reprimes el estruendo <strong>de</strong>l mar,<br />
el estruendo <strong>de</strong> las olas<br />
y el tumulto <strong>de</strong> los pueblos.<br />
Los habitantes <strong>de</strong>l extremo <strong>de</strong>l orbe<br />
se sobrecogen ante tus signos,<br />
y a las puertas <strong>de</strong> la aurora y <strong>de</strong>l ocaso<br />
los llenas <strong>de</strong> júbilo.<br />
Tú cuidas <strong>de</strong> la tierra, la riegas<br />
y la enriqueces sin medida;<br />
la acequia <strong>de</strong> Dios va llena <strong>de</strong> agua,<br />
preparas los trigales;<br />
riegas los surcos, igualas los terrones,<br />
tu llovizna los <strong>de</strong>ja mullidos,<br />
bendices sus brotes;<br />
coronas el año con tus bienes,<br />
tus carriles rezuman abundancia;<br />
rezuman los pastos <strong>de</strong>l páramo,<br />
y las colinas se orlan <strong>de</strong> alegría;<br />
las pra<strong>de</strong>ras se cubran <strong>de</strong> rebaños,
y los valles se visten <strong>de</strong> mieses,<br />
que aclaman y cantan.<br />
Ant. Oh Dios, tú mereces un himno en Sión.<br />
LECTURA BREVE 1Ts 5, 4-5<br />
Vosotros, hermanos, no vivís en tinieblas, para que ese día no os sorprenda como un<br />
ladrón, porque todos sois hijos <strong>de</strong> la luz e hijos <strong>de</strong>l día; no lo sois <strong>de</strong> la noche ni <strong>de</strong> las<br />
tinieblas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Señor, escucha mi voz, *He esperado en tus palabras. Señor.<br />
V. Me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio. *He esperado en tus palabras. Gloria al<br />
Padre. Señor.<br />
Benedictus, ant. De la mano <strong>de</strong> todos los que nos odian, sálvanos, Señor.<br />
PRECES<br />
Bendigamos a nuestro Salvador, que, con su resurrección, ha iluminado al mundo, y<br />
digámosle suplicantes:<br />
Haz, Señor, que caminemos por tu senda.<br />
Señor Jesús, al consagrar nuestra oración matinal a la memoria <strong>de</strong> tu santa resurrección,<br />
-te pedimos que la esperanza <strong>de</strong> participar en tu gloria ilumine todo nuestro día.<br />
Te ofrecemos, Señor, los <strong>de</strong>seos y proyectos <strong>de</strong> nuestra jornada:<br />
-dígnate aceptarlos y ben<strong>de</strong>cirlos como primicias <strong>de</strong> nuestro día.<br />
Concé<strong>de</strong>nos crecer hoy en tu amor,<br />
-a fin <strong>de</strong> que todo sirva para nuestro bien y el <strong>de</strong> nuestros hermanos.<br />
Haz, Señor, que el ejemplo <strong>de</strong> nuestra vida resplan<strong>de</strong>zca como una luz ante los<br />
hombres,<br />
-para que todos <strong>de</strong>n gloria al Padre que está en los cielos.<br />
Porque <strong>de</strong>seamos que la luz <strong>de</strong> Cristo alumbre a todos los hombres, pidamos al Padre<br />
que su reino llegue a nosotros: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, luz verda<strong>de</strong>ra que alumbras a todo hombre y le muestras el camino<br />
<strong>de</strong> la salvación, concé<strong>de</strong>nos la abundancia <strong>de</strong> tu fuerza, para que preparemos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />
ti caminos <strong>de</strong> justicia y <strong>de</strong> paz. Tú que vives y reinas.
HIMNO<br />
Tu po<strong>de</strong>r multiplica<br />
la eficacia <strong>de</strong>l hombre,<br />
y crece cada día, entre sus manos,<br />
la obra <strong>de</strong> tus manos.<br />
Hora intermedia<br />
Nos señalaste un trozo <strong>de</strong> la viña<br />
y nos dijiste: “Venid y trabajad.”<br />
Nos mostraste una mesa vacía<br />
y nos dijiste: “Llenadla <strong>de</strong> pan.”<br />
Nos presentaste un campo <strong>de</strong> batalla<br />
y nos dijiste: “Construid la paz.”<br />
Nos sacaste al <strong>de</strong>sierto con el alba<br />
y nos dijiste: “Levantad la ciudad.”<br />
Pusiste una herramienta en nuestras manos<br />
y nos dijiste: “Es tiempo <strong>de</strong> crear.”<br />
Escucha a mediodía el rumor <strong>de</strong>l trabajo<br />
con que el hombre se afana en tu heredad.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Por los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. En tierra extranjera guardé tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Salmo 118, 49-56<br />
VII (Zain)<br />
Recuerda la palabra que diste a tu siervo,<br />
<strong>de</strong> la que hiciste mi esperanza;<br />
éste es mi consuelo en la aflicción:<br />
que tu promesa me da vida;<br />
los insolentes me insultan sin parar,<br />
pero yo no me aparto <strong>de</strong> tus mandatos.<br />
Recordando tus antiguos mandamientos,<br />
Señor, quedé consolado;<br />
sentí indignación ante los malvados,<br />
que abandonan tu voluntad;<br />
tus leyes eran mi canción<br />
en tierra extranjera.<br />
De noche pronuncio tu nombre,<br />
Señor, y, velando, tus preceptos;<br />
esto es lo que a mí me toca:<br />
guardar tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Ant. En tierra extranjera guardé tus <strong>de</strong>cretos.
Ant. 2. El Señor cambiará la suerte <strong>de</strong> su pueblo, y nosotros gozaremos.<br />
Salmo 52<br />
Necedad <strong>de</strong> los pecadores<br />
Dice el necio para sí:<br />
“No hay Dios.”<br />
Se han corrompido cometiendo execraciones,<br />
no hay quien obre bien.<br />
Dios observa <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo<br />
a los hijos <strong>de</strong> Adán,<br />
para ver si hay alguno sensato<br />
que busque a Dios.<br />
Todos se extravían<br />
igualmente obstinados,<br />
no hay quien obre bien,<br />
ni uno solo.<br />
Pero, ¿no apren<strong>de</strong>rán los malhechores<br />
que <strong>de</strong>voran a mi pueblo como pan<br />
y no invocan al Señor?<br />
Pues temblarán <strong>de</strong> espanto,<br />
porque Dios esparce los huesos <strong>de</strong>l agresor,<br />
y serán <strong>de</strong>rrotados,<br />
porque Dios los rechaza.<br />
Todos pecaron y todos están<br />
privados <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Dios (Rm 3, 23)<br />
¡Ojalá venga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sión<br />
la salvación <strong>de</strong> Israel!<br />
Cuando el Señor cambie la suerte <strong>de</strong> su pueblo,<br />
se alegrará Jacob y gozará Israel.<br />
Ant. El Señor cambiará la suerte <strong>de</strong> su pueblo, y nosotros gozaremos.<br />
Ant. 3. Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida.<br />
Salmo 53, 3-6. 8-9<br />
Petición <strong>de</strong> auxilio<br />
El profeta pi<strong>de</strong> verse libre <strong>de</strong><br />
sus enemigos por el nombre <strong>de</strong>l<br />
Señor (Casiano)<br />
Oh Dios, sálvame por tu nombre,<br />
sal por mí con tu po<strong>de</strong>r.<br />
Oh Dios, escucha mi súplica,<br />
atien<strong>de</strong> a mis palabras;<br />
porque unos insolentes se alzan contra mí,<br />
y hombres violentos me persiguen a muerte,<br />
sin tener presente a Dios.<br />
Pero Dios es mi auxilio,<br />
el Señor sostiene mi vida.
Te ofreceré un sacrificio voluntario,<br />
dando gracias a tu nombre, que es bueno;<br />
porque me libraste <strong>de</strong>l peligro,<br />
y he visto la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis enemigos.<br />
Ant. Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Co 12, 4-6<br />
Hay diversidad <strong>de</strong> dones, pero un mismo Espíritu; hay diversidad <strong>de</strong> ministerios,<br />
pero un mismo Señor; y hay diversidad <strong>de</strong> funciones, pero un mismo Dios que obra<br />
todo en todos.<br />
V. La salvación están ya cerca <strong>de</strong> los fieles <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Y la gloria habitará en nuestra tierra.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste a tu Espíritu Defensor a<br />
los apóstoles, <strong>de</strong>rrama sobre también sobre nosotros este Espíritu <strong>de</strong> amor, para que,<br />
ante los hombres, <strong>de</strong>mos siempre fiel testimonio <strong>de</strong> aquel amor que has querido que<br />
fuera el distintivo <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina por los siglos <strong>de</strong> los<br />
siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1Co 12, 12-13<br />
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros <strong>de</strong>l<br />
cuerpo, a pesar <strong>de</strong> ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Todos<br />
nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo<br />
Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido <strong>de</strong> un solo Espíritu.<br />
V. Padre santo, guárdanos en tu nombre.<br />
R. Para que seamos completamente uno.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan <strong>de</strong> salvar a todas las naciones, danos tu gracia,<br />
para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu <strong>de</strong>signio <strong>de</strong><br />
amor y salvación universal. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 1Co 12, 24b. 25-26<br />
Dios organizó los miembros <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> modo que no haya divisiones en el cuerpo,<br />
porque todos los miembros por igual se preocupan unos <strong>de</strong> otros. Cuando un miembro<br />
sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.<br />
V. Señor, Dios nuestro, reúnenos <strong>de</strong> entre los gentiles.<br />
R. Daremos gracias a tu santo nombre.
Oración<br />
Oh Dios, que enviaste un ángel al centurión Cornelio, para que le revelara el camino<br />
<strong>de</strong> la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia,<br />
podamos llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
HIMNO<br />
La noche no interrumpe<br />
tu historia con el hombre;<br />
la noche es tiempo <strong>de</strong> salvación.<br />
Vísperas<br />
De noche <strong>de</strong>scendía tu escala misteriosa<br />
hasta la misma piedra don<strong>de</strong> Jacob dormía.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
De noche celebrabas la Pascua con tu pueblo,<br />
mientras en las tinieblas volaba el exterminio.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
Abrahán contaba tribus <strong>de</strong> estrellas cada noche,<br />
<strong>de</strong> noche prolongabas la voz <strong>de</strong> la promesa.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
De noche, por tres veces, oyó Samuel su nombre,<br />
<strong>de</strong> noche eran los sueños tu lengua más profunda.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
De noche, en un pesebre, nacía tu Palabra;<br />
<strong>de</strong> noche lo anunciaron el ángel y la estrella.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
La noche fue testigo <strong>de</strong> Cristo en el sepulcro;<br />
la noche vio la gloria <strong>de</strong> su resurrección.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación.<br />
De noche esperaremos tu vuelta repentina,<br />
y encontrarás a punto la luz <strong>de</strong> nuestra lámpara.<br />
La noche es tiempo<br />
<strong>de</strong> salvación. Amén.
SALMODIA<br />
Ant. 1. No podéis servir a Dios y al dinero.<br />
Salmo 48<br />
Vanidad <strong>de</strong> las riquezas<br />
Oíd esto, todas las naciones,<br />
escuchadlo, habitantes <strong>de</strong>l orbe:<br />
plebeyos y nobles, ricos y pobres;<br />
mi boca hablará sabiamente,<br />
y serán muy sensatas mis reflexiones;<br />
prestaré oído al proverbio<br />
y propondré mi problema al son <strong>de</strong> la cítara.<br />
¿Por qué habré <strong>de</strong> temer los días aciagos,<br />
cuando me cerquen y acechen los malvados,<br />
que confían en su opulencia<br />
y se jactan <strong>de</strong> sus inmensas riquezas,<br />
si nadie pue<strong>de</strong> salvarse<br />
ni dar a Dios un rescate?<br />
Es tan caro el rescate <strong>de</strong> la vida,<br />
que nunca les bastará<br />
para vivir perpetuamente<br />
sin bajar a la fosa.<br />
Mira: los sabios mueren,<br />
lo mismo que perecen los ignorantes y necios,<br />
y legan sus riquezas a extraños.<br />
El sepulcro es su morada perpetua<br />
y su casa <strong>de</strong> edad en edad,<br />
aunque hayan dado nombre a países.<br />
El hombre no perdura en la opulencia,<br />
sino que perece como los animales.<br />
Ant. No podéis servir a Dios y al dinero.<br />
Ant. 2. "Atesorad tesoros en el cielo" dice el Señor.<br />
II<br />
Éste es el camino <strong>de</strong> los confiados,<br />
el <strong>de</strong>stino <strong>de</strong> los hombres satisfechos:<br />
son un rebaño para el abismo,<br />
la muerte es su pastor,<br />
y bajan <strong>de</strong>rechos a la tumba;<br />
se <strong>de</strong>svanece su figura,<br />
y el abismo es su casa.<br />
I<br />
Difícilmente entrará un rico en<br />
el reino <strong>de</strong> los cielos (Mt 19, 23)
Pero a mí, Dios me salva,<br />
me saca <strong>de</strong> las garras <strong>de</strong>l abismo<br />
y me lleva consigo.<br />
No te preocupes si se enriquece un hombre<br />
y aumenta el fasto <strong>de</strong> su casa:<br />
cuando muera, no se llevará nada,<br />
su fasto no bajará con él.<br />
Aunque en vida se felicitaba:<br />
"Pon<strong>de</strong>ran lo bien que lo pasas",<br />
irá a reunirse con sus antepasados,<br />
que no verán nunca la luz.<br />
El hombre rico e inconsciente<br />
es como un animal que perece.<br />
Ant. "Atesorad tesoros en el cielo" dice el Señor.<br />
Ant. 3. Digno es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado <strong>de</strong> recibir el honor y la gloria.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Himno <strong>de</strong> los redimidos<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Digno es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado <strong>de</strong> recibir el honor y la gloria.<br />
LECTURA BREVE Rm 3, 23-25a<br />
Todos pecaron y todos están privados <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Dios, y son justificados<br />
gratuitamente por su gracia, mediante la re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong> Cristo Jesús, a quien Dios<br />
constituyó sacrificio <strong>de</strong> propiciación mediante la fe en su sangre. Así quería Dios<br />
<strong>de</strong>mostrar que no fue injusto.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Me saciarás <strong>de</strong> gozo*En tu presencia. Me saciarás.<br />
V. De alegría perpetua a tu <strong>de</strong>recha. * En tu presencia. Gloria al Padre. Me saciarás.
Magníficat, ant. Haz con nosotros, Señor, obras gran<strong>de</strong>s, porque eres po<strong>de</strong>roso, y tu<br />
nombre es santo.<br />
PRECES<br />
Alabemos a Cristo, pastor y guardián <strong>de</strong> nuestras vidas, que vela siempre con amor por<br />
su pueblo, y, poniendo en él nuestra esperanza, digámosle suplicantes:<br />
Protege, Señor, a tu pueblo.<br />
Pastor eterno, protege a nuestro obispo N.<br />
-y a todos los pastores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Mira con bondad a los que sufren persecución<br />
-y líbralos <strong>de</strong> todas sus angustias.<br />
Compadécete <strong>de</strong> los pobres y necesitados<br />
-y da pan a los hambrientos.<br />
Ilumina a los cuerpos legislativos <strong>de</strong> las naciones,<br />
-para que en todo legislen con sabiduría y equidad.<br />
No olvi<strong>de</strong>s, Señor, a los difuntos redimidos por tu sangre<br />
-y admítelos en el festín <strong>de</strong> las bodas eternas.<br />
Unidos fraternalmente como hermanos <strong>de</strong> una misma familia, invoquemos al Padre<br />
común <strong>de</strong> todos: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, Señor <strong>de</strong>l día y <strong>de</strong> la noche, humil<strong>de</strong>mente te pedimos<br />
que la luz <strong>de</strong> Cristo, verda<strong>de</strong>ro sol <strong>de</strong> justicia, ilumine siempre nuestras vidas, para que<br />
así merezcamos gozar un día <strong>de</strong> aquella luz en la que tú habitas eternamente. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Estate, Señor, conmigo<br />
siempre, sin jamás partirte,<br />
y, cuando <strong>de</strong>cidas irte,<br />
llévame, Señor, contigo;<br />
porque el pensar que te irás<br />
me causa un terrible miedo<br />
<strong>de</strong> si yo sin ti me quedo,<br />
<strong>de</strong> si tú sin mi te vas.<br />
Llévame en tu compañía,<br />
don<strong>de</strong> tú vayas, Jesús,<br />
porque bien sé que eres tú<br />
la vida <strong>de</strong>l alma mía;<br />
si tú vida no me das,<br />
yo sé que vivir no puedo,<br />
ni sin yo si ti me quedo,<br />
ni si tú sin mí te vas.<br />
Por eso, más que a la muerte,<br />
temo, Señor, tu partida<br />
y quiero per<strong>de</strong>r la vida<br />
mil veces más que per<strong>de</strong>rte;<br />
pues la inmortal que tú das<br />
sé que alcanzarla no puedo<br />
cuando yo sin ti me quedo,<br />
cuando tú sin mí te vas. Amén.<br />
SALMODIA<br />
MIERCOLES DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es tan gran<strong>de</strong> como nuestro<br />
Dios?<br />
Salmo 76<br />
Recuerdo <strong>de</strong>l pasado glorioso <strong>de</strong> Israel<br />
Nos aprietan por todos lados,<br />
pero no nos aplastan (2Co 4, 8)<br />
Alzo mi voz a Dios gritando,<br />
alzo mi voz a Dios para que me oiga.<br />
En mi angustia te busco, Señor mío;<br />
<strong>de</strong> noche extiendo las manos sin <strong>de</strong>scanso,<br />
y mi alma rehúsa el consuelo.<br />
Cuando me acuerdo <strong>de</strong> Dios, gimo,<br />
y meditando me siento <strong>de</strong>sfallecer.
Sujetas los párpados <strong>de</strong> mis ojos,<br />
y la agitación no me <strong>de</strong>ja hablar.<br />
Repaso los días antiguos,<br />
recuerdo los años remotos;<br />
<strong>de</strong> noche lo pienso en mis a<strong>de</strong>ntros,<br />
y meditándolo me pregunto:<br />
“¿Es que el Señor nos rechaza para siempre<br />
y ya no volverá a favorecernos?<br />
¿Se ha agotado ya su misericordia,<br />
se ha terminado para siempre su promesa?<br />
¿Es que Dios se ha olvidado <strong>de</strong> su bondad,<br />
o la cólera cierra sus entrañas?”<br />
Y me digo: “¡Qué pena la mía!<br />
¡Se ha cambiado la diestra <strong>de</strong>l Altísimo!”<br />
Recuerdo las proezas <strong>de</strong>l Señor;<br />
sí recuerdo tus antiguos portentos,<br />
medito todas tus obras<br />
y consi<strong>de</strong>ro tus hazañas.<br />
Dios mío, tus caminos son santos:<br />
¿qué dios es gran<strong>de</strong> como nuestro Dios?<br />
Tú, oh Dios, haciendo maravillas,<br />
mostraste tu po<strong>de</strong>r a los pueblos;<br />
con tu brazo rescataste a tu pueblo,<br />
a los hijos <strong>de</strong> Jacob y <strong>de</strong> José.<br />
Te vio el mar, oh Dios,<br />
te vio el mar y tembló,<br />
las olas se estremecieron.<br />
Las nubes <strong>de</strong>scargaban sus aguas,<br />
retumbaban los nubarrones,<br />
tus saetas zigzagueaban.<br />
Rodaba el estruendo <strong>de</strong> tu trueno,<br />
los relámpagos <strong>de</strong>slumbraban el orbe,<br />
la tierra retembló estremecida.<br />
Tú te abriste camino por las aguas,<br />
un vado por las aguas caudalosas,<br />
y no quedaba rastro <strong>de</strong> tus huellas:<br />
mientras guiabas a tu pueblo, como a un rebaño,<br />
por la mano <strong>de</strong> Moisés y <strong>de</strong> Aarón.<br />
Ant. Dios mío, tus caminos son santos: ¿qué dios es tan gran<strong>de</strong> como nuestro Dios?<br />
Ant. 2. Mi corazón se regocija por el Señor, que humilla y enaltece.<br />
Cántico 1S 2,1-10<br />
Alegría <strong>de</strong> los humil<strong>de</strong>s en Dios
Mi corazón se regocija por el Señor,<br />
mi po<strong>de</strong>r se exalta por Dios;<br />
mi boca se ríe <strong>de</strong> mis enemigos,<br />
porque gozo con tu salvación.<br />
No hay santo como el Señor,<br />
no hay roca como nuestro Dios.<br />
No multipliquéis discursos altivos,<br />
no echéis por la boca arrogancias,<br />
porque el Señor es un Dios que sabe;<br />
él es quién pesa las acciones.<br />
Se rompen los arcos <strong>de</strong> los valientes,<br />
mientras los cobar<strong>de</strong>s se ciñen <strong>de</strong> valor;<br />
los hartos se contratan por el pan,<br />
mientras los hambrientos engordan;<br />
la mujer estéril da a luz siete hijos,<br />
mientras la madre <strong>de</strong> muchos queda baldía.<br />
El Señor da la muerte y la vida,<br />
hun<strong>de</strong> en el abismo y levanta;<br />
da la pobreza y la riqueza,<br />
humilla y enaltece.<br />
Él levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para hacer que se siente entre príncipes<br />
y que here<strong>de</strong> un trono <strong>de</strong> gloria;<br />
pues <strong>de</strong>l Señor son los pilares <strong>de</strong> la tierra,<br />
y sobre ellos afianzó el orbe.<br />
El guarda los pasos <strong>de</strong> sus amigos,<br />
mientras los malvados perecen en las tinieblas,<br />
porque el hombre no triunfa por su fuerza.<br />
Derriba <strong>de</strong>l trono a los<br />
po<strong>de</strong>rosos y enaltece a los<br />
humil<strong>de</strong>s; a los hambrientos los<br />
colma <strong>de</strong> bienes (Lc 1, 52-53)<br />
El Señor <strong>de</strong>sbarata a sus contrarios,<br />
el Altísimo truena <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo,<br />
el Señor juzga hasta el confín <strong>de</strong> la tierra.<br />
Él da fuerza a su Rey,<br />
exalta el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su Ungido.<br />
Ant. Mi corazón se regocija por el Señor, que humilla y enaltece.<br />
Ant. 3. El Señor reina, la tierra goza. †<br />
Salmo 96<br />
Gloria <strong>de</strong>l Señor, rey <strong>de</strong> justicia<br />
Este salmo canta la salvación<br />
<strong>de</strong> todos los pueblos (S. Atanasio)<br />
El Señor reina, la tierra goza,<br />
† se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo ro<strong>de</strong>an,<br />
justicia y <strong>de</strong>recho sostienen su trono.<br />
Delante <strong>de</strong> él avanza fuego,<br />
abrasando en torno a los enemigos;<br />
sus relámpagos <strong>de</strong>slumbran el orbe,<br />
y, viéndolos, la tierra se estremece.<br />
Los montes se <strong>de</strong>rriten como cera<br />
ante el dueño <strong>de</strong> toda la tierra;<br />
los cielos pregonan su justicia,<br />
y todos los pueblos contemplan su gloria.<br />
Los que adoran estatuas se sonrojan,<br />
los que ponen su orgullo en los ídolos;<br />
ante él se postran todos los dioses.<br />
Lo oye Sión, y se alegra,<br />
se regocijan las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Judá<br />
por tus sentencias, Señor;<br />
porque tú eres, Señor,<br />
altísimo sobre toda la tierra,<br />
encumbrado sobre todos los dioses.<br />
El Señor ama al que aborrece el mal,<br />
protege la vida <strong>de</strong> sus fieles<br />
y los libra <strong>de</strong> los malvados.<br />
Amanece la luz para el justo,<br />
y la alegría para los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
Alegraos, justos, con el Señor,<br />
celebrad su santo nombre.<br />
Ant. El Señor reina, la tierra goza.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 35. 37<br />
¿Quién podrá apartarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la<br />
persecución?, ¿el hambre?, ¿la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z?, ¿el peligro?, ¿la espada? En todo esto<br />
vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendigo al Señor *En todo momento. Bendigo.<br />
V. Su alabanza está siempre en mi boca. *En todo momento. Gloria al Padre.<br />
Bendigo.<br />
Benedictus, ant. Sirvamos con santidad al Señor, todos nuestros días.<br />
PRECES<br />
Oremos al Señor Jesucristo, que prometió estar con su Iglesia todos los días, hasta el fin<br />
<strong>de</strong>l mundo, y digámosle confiados:<br />
Quédate con nosotros, Señor.
Quédate con nosotros, Señor, durante todo el día;<br />
-que el sol <strong>de</strong> tu gracia nunca <strong>de</strong>cline en nuestras vidas.<br />
Te consagramos este día como oblación agradable a tus ojos,<br />
-y proponemos no hacer ni aprobar nada <strong>de</strong>fectuoso.<br />
Que en todas nuestras palabras y acciones seamos hoy luz <strong>de</strong>l mundo y sal <strong>de</strong> la tierra<br />
-para cuantos nos contemplen.<br />
Que la gracia <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> habite en nuestros corazones y resplan<strong>de</strong>zca en nuestras<br />
obras,<br />
-para que así permanezcamos en tu amor y en tu alabanza.<br />
Terminemos nuestra oración diciendo juntos las palabras <strong>de</strong>l Señor y pidiendo al<br />
Padre que nos libres <strong>de</strong> todo mal: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Envía, Señor, a nuestros corazones la abundancia <strong>de</strong> tu luz, para que, avanzando<br />
siempre por el camino <strong>de</strong> tus mandatos, nos veamos libres <strong>de</strong> todo error. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Te está cantando el martillo,<br />
y rueda en tu honor la rueda.<br />
Pue<strong>de</strong> que la luz no pueda<br />
librar <strong>de</strong>l humo su brillo.<br />
¡Qué sudoroso y sencillo<br />
te pones a mediodía,<br />
Dios en la dura porfía<br />
<strong>de</strong> estar sin pausa creando,<br />
y verte necesitando<br />
<strong>de</strong>l hombre más cada día!<br />
Quien diga que Dios ha muerto<br />
que salga a la luz y vea<br />
si el mundo es o no tarea<br />
<strong>de</strong> un Dios que sigue <strong>de</strong>spierto.<br />
Ya no es su sitio el <strong>de</strong>sierto<br />
ni en la montaña se escon<strong>de</strong>;<br />
<strong>de</strong>cid, si preguntan dón<strong>de</strong>,<br />
que Dios está –sin mortajaen<br />
don<strong>de</strong> un hombre trabaja<br />
y un corazón le respon<strong>de</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. He examinado mi camino, para en<strong>de</strong>rezar mis pies a tus preceptos.<br />
Salmo 118, 57-64<br />
VIII (Heth)<br />
Mi porción es el Señor;<br />
he resuelto guardar tus palabras;<br />
<strong>de</strong> todo corazón busco tu favor:<br />
ten piedad <strong>de</strong> mí, según tu promesa;<br />
he examinado mi camino,<br />
para en<strong>de</strong>rezar mis pies a tus preceptos.<br />
Con diligencia, sin tardanza,<br />
observo tus mandatos;<br />
los lazos <strong>de</strong> los malvados me envuelven,<br />
pero no olvido tu voluntad;<br />
a media noche me levanto para darte gracias<br />
por tus justos mandamientos.<br />
Me junto con tus fieles,<br />
que guardan tus <strong>de</strong>cretos;<br />
Señor, <strong>de</strong> tu bondad está llena la tierra;<br />
enséñame tus leyes.<br />
Ant. He examinado mi camino, para en<strong>de</strong>rezar mis pies a tus preceptos.
Ant. 2. Me asalta el temor y el terror; hazme caso y respón<strong>de</strong>me, Señor.<br />
Dios mío, escucha mi oración,<br />
no te cierres a mi súplica;<br />
hazme caso y respón<strong>de</strong>me,<br />
me agitan mis ansieda<strong>de</strong>s.<br />
Me turba la voz <strong>de</strong>l enemigo,<br />
los gritos <strong>de</strong>l malvado:<br />
<strong>de</strong>scargan sobre mí calamida<strong>de</strong>s<br />
y me atacan con furia.<br />
Se me retuercen <strong>de</strong>ntro las entrañas,<br />
me sobrecoge un pavor mortal,<br />
me asalta el temor y el terror,<br />
me cubre el espanto,<br />
y pienso: “¡Quién me diera alas <strong>de</strong> paloma<br />
para volar y posarme!<br />
Emigraría lejos,<br />
habitaría en el <strong>de</strong>sierto,<br />
Salmo 54, 2-15. 17-24<br />
Oración ante la traición <strong>de</strong> un amigo<br />
me pondría en seguida a salvo <strong>de</strong> la tormenta,<br />
<strong>de</strong>l huracán que <strong>de</strong>vora, Señor;<br />
<strong>de</strong>l torrente <strong>de</strong> sus lenguas.”<br />
Violencia y discordia veo en la ciudad:<br />
día y noche hacen la ronda<br />
sobre sus murallas;<br />
en su recinto, crimen e injusticia;<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella, calamida<strong>de</strong>s;<br />
no se apartan <strong>de</strong> su plaza<br />
la crueldad y el engaño.<br />
Ant. Me asalta el temor y el terror; hazme caso y respón<strong>de</strong>me, Señor.<br />
Ant. 3. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.<br />
II<br />
Si mi enemigo me injuriase,<br />
lo aguantaría;<br />
si mi adversario se alzase contra mí,<br />
me escon<strong>de</strong>ría <strong>de</strong> él;<br />
pero eres tú, mi compañero,<br />
mi amigo y confi<strong>de</strong>nte,<br />
a quien me unía una dulce intimidad:<br />
juntos íbamos entre el bullicio<br />
por la casa <strong>de</strong> Dios.<br />
I<br />
Jesús empezó a sentir terror y<br />
angustia (Mc 14, 33)
Pero yo invoco a Dios,<br />
y el Señor me salva:<br />
por la tar<strong>de</strong>, en la mañana, al mediodía,<br />
me quejo gimiendo.<br />
Dios escucha mi voz:<br />
su paz rescata mi alma<br />
<strong>de</strong> la guerra que me hacen,<br />
porque son muchos contra mí.<br />
Dios me escucha, los humilla<br />
el que reina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre,<br />
porque no quieren enmendarse<br />
ni temen a Dios.<br />
Levantan la mano contra su aliado,<br />
violando los pactos;<br />
su boca es más blanda que la manteca,<br />
pero <strong>de</strong>sean la guerra;<br />
sus palabras son más suaves que el aceite,<br />
pero son puñales.<br />
Encomienda a Dios tus afanes,<br />
que él te sustentará;<br />
no permitirá jamás<br />
que el justo caiga.<br />
Tú, Dios mío, los harás bajar a ellos<br />
a la fosa profunda.<br />
los traidores y sanguinarios<br />
no cumplirán ni la mitad <strong>de</strong> sus años.<br />
Pero yo confío en ti.<br />
Ant. Yo invoco a Dios, y el Señor me salva.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Dt 1, 16-17a<br />
Di a vuestros jueces las siguientes normas: “Escuchad y resolved según justicia los<br />
pleitos <strong>de</strong> vuestros hermanos, entre sí o con emigrantes. No seáis parciales en la<br />
sentencia, oíd por igual a pequeños y gran<strong>de</strong>s, no os <strong>de</strong>jéis intimidar por nadie, que la<br />
sentencia es <strong>de</strong> Dios.”<br />
V. El Señor es justo y ama la justicia.<br />
R. Los buenos verán su rostro.<br />
Oración<br />
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> prometido, para que<br />
congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos a ser, en medio <strong>de</strong>l<br />
mundo, fermento <strong>de</strong> unidad y <strong>de</strong> paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sexta<br />
LECTURA BREVE Is 55, 8-9<br />
Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos –oráculo<br />
<strong>de</strong>l Señor-. Como el cielo es más alto que la tierra, mis caminos son más altos que los<br />
vuestros, mis planes, que vuestros planes.<br />
V. Señor <strong>de</strong> los ejércitos, ¿quién como tú?<br />
R. El po<strong>de</strong>r y la fi<strong>de</strong>lidad te ro<strong>de</strong>an.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y lleno <strong>de</strong> amor, que, a la mitad <strong>de</strong> nuestra jornada, conce<strong>de</strong>s un<br />
<strong>de</strong>scanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado,<br />
remedia nuestras <strong>de</strong>ficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por<br />
Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 1S 16, 7b<br />
Dios no ve como los hombres, que ven la apariencia; el Señor ve el corazón.<br />
V. Señor, sondéame y conoce mi corazón.<br />
R. Guíame por el camino eterno.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, por la salvación <strong>de</strong> los hombres, extendiste tus brazos en la<br />
cruz, haz que todas nuestras acciones te sean agradables y sirvan para manifestar al<br />
mundo tu re<strong>de</strong>nción. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Padre: has <strong>de</strong> oír<br />
este <strong>de</strong>cir<br />
que se me abre en los labios como flor.<br />
Te llamaré<br />
Padre, porque<br />
la palabra me sabe a más amor.<br />
Tuyo me sé,<br />
pues me miré<br />
en mi carne prendido tu fulgor.<br />
Me has <strong>de</strong> ayudar<br />
a caminar,<br />
sin <strong>de</strong>shojar mi rosa <strong>de</strong> esplendor.<br />
Por cuanto soy<br />
gracias te doy:<br />
por el puro milagro <strong>de</strong> vivir.<br />
Y por el ver<br />
la tar<strong>de</strong> ar<strong>de</strong>r,<br />
por el encantamiento <strong>de</strong> existir.<br />
Y para ir,<br />
Padre, hacia ti,<br />
dame tu mano suave y tu amistad.<br />
Pues te diré:<br />
solo no sé<br />
ir rectamente hacia tu claridad.<br />
Tras el vivir,<br />
dame el dormir<br />
con los que aquí anudaste a mi querer.<br />
Dame, Señor,<br />
hondo soñar.<br />
¡Hogar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti nos has <strong>de</strong> hacer! Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa <strong>de</strong> nuestro Salvador.<br />
Salmo 61<br />
La paz en Dios<br />
Que el Dios <strong>de</strong> la esperanza<br />
colme vuestra fe <strong>de</strong> paz (Rm 15, 13)<br />
Sólo en Dios <strong>de</strong>scansa mi alma,<br />
porque <strong>de</strong> él viene mi salvación;<br />
sólo él es mi roca y mi salvación,<br />
mi alcázar: no vacilaré.
¿Hasta cuándo arremeteréis contra un hombre<br />
todos juntos, para <strong>de</strong>rribarlo<br />
como a una pared que ce<strong>de</strong><br />
o a una tapia ruinosa?<br />
Sólo piensan en <strong>de</strong>rribarme <strong>de</strong> mi altura,<br />
y se complacen en la mentira:<br />
con la boca bendicen,<br />
con el corazón maldicen.<br />
Descansa sólo en Dios, alma mía,<br />
porque él es mi esperanza;<br />
sólo él es mi roca y mi salvación,<br />
mi alcázar: no vacilaré.<br />
De Dios viene mi salvación y mi gloria,<br />
él es mi roca firme,<br />
Dios es mi refugio.<br />
Pueblo suyo, confiad en él,<br />
<strong>de</strong>sahogad ante él vuestro corazón,<br />
que Dios es nuestro refugio.<br />
Los hombres no son más que un soplo,<br />
los nobles son apariencia:<br />
todos juntos en la balanza subirían<br />
más leves que un soplo.<br />
No confiéis en la opresión,<br />
no pongáis ilusiones en el robo;<br />
y aunque crezcan vuestras riquezas,<br />
no les <strong>de</strong>is el corazón.<br />
Dios ha dicho una cosa,<br />
y dos cosas que he escuchado:<br />
"Que Dios tiene el po<strong>de</strong>r<br />
y el Señor tiene la gracia;<br />
que tú pagas a cada uno<br />
según sus obras."<br />
Ant. Aguardamos la alegre esperanza, la aparición gloriosa <strong>de</strong> nuestro Salvador.<br />
Ant. 2. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.<br />
Salmo 66<br />
Que todos los pueblos alaben al Señor<br />
Sabed que la salvación <strong>de</strong> Dios<br />
se envía a los gentiles (Hch 28, 28)<br />
El Señor tenga piedad y nos bendiga,<br />
ilumine su rostro sobre nosotros;<br />
conozca la tierra tus caminos,<br />
todos los pueblos tu salvación.<br />
Oh Dios, que te alaben los pueblos,<br />
que todos los pueblos te alaben.
Que canten <strong>de</strong> alegría las naciones,<br />
porque riges el mundo con justicia,<br />
riges los pueblos con rectitud<br />
y gobiernas las naciones <strong>de</strong> la tierra.<br />
Oh Dios, que te alaben los pueblos,<br />
que todos los pueblos te alaben.<br />
La tierra ha dado su fruto,<br />
nos bendice el Señor, nuestro Dios.<br />
Que Dios nos bendiga; que le teman<br />
hasta los confines <strong>de</strong>l orbe.<br />
Ant. Que Dios ilumine su rostro sobre nosotros y nos bendiga.<br />
Ant. 3. Por medio <strong>de</strong> él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en él.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Himno a Cristo, primogénito <strong>de</strong> toda criatura<br />
y primer resucitado <strong>de</strong> entre los muertos<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Por medio <strong>de</strong> él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en él.<br />
LECTURA BREVE 1P 5,5b-7<br />
Tened sentimientos <strong>de</strong> humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios,<br />
para dar su gracia a los humil<strong>de</strong>s. Inclinaos, pues, bajo la mano po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> Dios, para<br />
que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en él todo vuestro agobio, porque él se interesa<br />
por vosotros.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Guárdanos, Señor, *Como a las niñas <strong>de</strong> tus ojos. Guárdanos.<br />
V. A la sombra <strong>de</strong> tus alas escón<strong>de</strong>nos. * Como a las niñas <strong>de</strong> tus ojos. Gloria al<br />
Padre. Guárdanos.<br />
Magníficat, ant. Haz, Señor, proezas con tu brazo: dispersa a los soberbios y enaltece<br />
a los humil<strong>de</strong>s.<br />
PRECES<br />
Aclamemos, hermanos, a Dios, nuestro salvador, que se complace en enriquecernos con<br />
sus dones, y digámosle con fe:<br />
Multiplica la gracia y la paz, Señor.<br />
Dios eterno, mil años en tu presencia son como un ayer que pasó;<br />
-ayúdanos a recordar siempre que nuestra vida es como una hierba que florece por la<br />
mañana, y por la tar<strong>de</strong> se seca.<br />
Alimenta a tu pueblo con el maná, para que no perezca <strong>de</strong> hambre,<br />
-y dale el agua viva, para que nunca más tenga sed.<br />
Que tus fieles busquen los bienes <strong>de</strong> arriba y aspiren a ellos,<br />
-y te glorifiquen también con su trabajo y su <strong>de</strong>scanso.<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, buen tiempo a las cosechas,<br />
-para que la tierra dé fruto abundante.<br />
(o bien:<br />
Líbranos, Señor <strong>de</strong> todo peligro,<br />
-y bendice nuestros hogares [nuestra comunidad].)<br />
Que los difuntos puedan contemplar tu faz,<br />
-y que nosotros tengamos un día parte en su felicidad.<br />
Confiemos nuestras súplicas a Dios, nuestro Padre, terminando esta oración con las<br />
palabras que el Señor nos enseñó: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, tu nombre es santo, y tu misericordia llega a tus fieles <strong>de</strong> generación en<br />
generación; atien<strong>de</strong>, pues, las súplicas <strong>de</strong> tu pueblo y haz que pueda proclamar<br />
eternamente tu gran<strong>de</strong>za. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
JUEVES DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Alfarero <strong>de</strong>l hombre, mano trabajadora<br />
que, <strong>de</strong> los hondos limos iniciales,<br />
convocas a los pájaros a la primera aurora,<br />
al pasto, los primeros animales.<br />
De mañana te busco, hecho <strong>de</strong> luz concreta,<br />
<strong>de</strong> espacio puro y tierra amanecida.<br />
De mañana te encuentro, Vigor, Origen, Meta<br />
<strong>de</strong> los sonoros ríos <strong>de</strong> la vida.<br />
El árbol toma cuerpo, y el agua melodía;<br />
tus manos son recientes en la rosa;<br />
se espesa la abundancia <strong>de</strong>l mundo a mediodía,<br />
y estás <strong>de</strong> corazón en cada cosa.<br />
No hay brisa, si no alientas, monte, si no estás <strong>de</strong>ntro,<br />
ni soledad en que no te hagas fuerte.<br />
Todo es presencia y gracia. Vivir es este encuentro:<br />
Tú, por la luz, el hombre, por la muerte.<br />
¡Que se acabe el pecado! ¡Mira que es <strong>de</strong>s<strong>de</strong>cirte<br />
<strong>de</strong>jar tanta hermosura en tanta guerra!<br />
Que el hombre no te obligue, Señor, a arrepentirte<br />
<strong>de</strong> haberle dado un día las llaves <strong>de</strong> la tierra. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Despierta tu po<strong>de</strong>r, Señor, y ven a salvarnos.<br />
Salmo 79<br />
Ven, Señor, a visitar tu viña<br />
Pastor <strong>de</strong> Israel, escucha,<br />
tú que guías a José como a un rebaño;<br />
tú que te sientas sobre querubines, resplan<strong>de</strong>ce<br />
ante Efraím, Benjamín y Manasés;<br />
<strong>de</strong>spierta tu po<strong>de</strong>r y ven a salvarnos.<br />
Oh Dios, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Señor, Dios <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
¿hasta cuándo estarás airado<br />
mientras tu pueblo te suplica?<br />
Les diste a comer llanto,<br />
a beber lágrimas a tragos;<br />
Ven, Señor Jesús (Ap 22, 20)
nos entregaste a las contiendas <strong>de</strong> nuestros vecinos,<br />
nuestros enemigos se burlan <strong>de</strong> nosotros.<br />
Dios <strong>de</strong> los ejércitos, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Sacaste una vid <strong>de</strong> Egipto,<br />
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;<br />
le preparaste el terreno, y echó raíces<br />
hasta llenar el país;<br />
su sombra cubría las montañas,<br />
y sus pámpanos, los cedros altísimos;<br />
extendió sus sarmientos hasta el mar,<br />
y sus brotes hasta el Gran Río.<br />
¿Por qué has <strong>de</strong>rribado su cerca<br />
para que la saqueen los viandantes,<br />
la pisoteen los jabalíes<br />
y se la coman las alimañas?<br />
Dios <strong>de</strong> los ejércitos, vuélvete:<br />
mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, fíjate,<br />
ven a visitar tu viña,<br />
la cepa que tu diestra plantó,<br />
y que tú hiciste vigorosa.<br />
La han talado y le han prendido fuego;<br />
con un bramido hazlos perecer.<br />
Que tu mano proteja a tu escogido,<br />
al hombre que tú fortaleciste.<br />
No nos alejaremos <strong>de</strong> ti:<br />
danos vida, para que invoquemos tu nombre.<br />
Señor Dios <strong>de</strong> los ejércitos, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Ant. Despierta tu po<strong>de</strong>r, Señor, y ven a salvarnos.<br />
Ant. 2. Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas.<br />
Cántico Is 12,1-6<br />
Acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong>l pueblo salvado<br />
El que tenga sed, que venga a<br />
mí, y que beba (Jn 7, 37)<br />
Te doy, gracias, Señor,<br />
porque estabas airado contra mí,<br />
pero ha cesado tu ira<br />
y me has consolado.<br />
Él es mi Dios y Salvador:<br />
confiaré y no temeré,<br />
porque mi fuerza y mi po<strong>de</strong>r es el Señor,<br />
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo<br />
<strong>de</strong> las fuentes <strong>de</strong> la salvación.<br />
Aquel día, diréis:<br />
“Dad gracias al Señor,<br />
invocad su nombre,<br />
contad a los pueblos sus hazañas,<br />
proclamad que su nombre es excelso.<br />
Tañed para el Señor, que hizo proezas;<br />
anunciadlas a toda la tierra;<br />
gritad jubilosos, habitantes <strong>de</strong> Sión:<br />
‘Qué gran<strong>de</strong> es en medio <strong>de</strong> ti<br />
el <strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Israel.’”<br />
Ant. Anunciad a toda la tierra que el Señor hizo proezas.<br />
Ant. 3. Aclamad a Dios, nuestra fuerza. †<br />
Salmo 80<br />
Solemne renovación <strong>de</strong> la alianza<br />
Que ninguno <strong>de</strong> vosotros tenga un<br />
corazón malo e incrédulo (Hb 3, 12)<br />
Aclamad a Dios, nuestra fuerza:<br />
† dad vítores al Dios <strong>de</strong> Jacob:<br />
acompañad, tocad los pan<strong>de</strong>ros,<br />
las cítaras templadas y las arpas;<br />
tocad las trompetas por la luna nueva,<br />
por la luna llena, que es nuestra fiesta.<br />
Porque es una ley <strong>de</strong> Israel,<br />
un precepto <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
una norma establecida para José<br />
al salir <strong>de</strong> Egipto.<br />
Oigo un lenguaje <strong>de</strong>sconocido:<br />
“Retiré sus hombros <strong>de</strong> la carga,<br />
y sus manos <strong>de</strong>jaron la espuerta.<br />
Clamaste en la aflicción, y te libré,<br />
te respondí oculto entre los truenos,<br />
te puse a prueba junto a la fuente <strong>de</strong> Meribá.<br />
Escucha, pueblo mío, doy testimonio contra ti;<br />
¡ojalá me escuchases, Israel!<br />
No tendrás un Dios extraño,<br />
no adorarás un dios extranjero;<br />
yo soy el Señor Dios, tuyo,<br />
que te saqué <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> Egipto;<br />
abre la boca que te la llene.”<br />
Pero mi pueblo no escuchó mi voz,<br />
Israel no quiso obe<strong>de</strong>cer:
los entregué a su corazón obstinado,<br />
para que anduviesen según sus antojos.<br />
¡Ojalá me escuchase mi pueblo<br />
y caminase Israel por mi camino!:<br />
en un momento humillaría a sus enemigos<br />
y volvería mi mano contra sus adversarios;<br />
los que aborrecen al Señor te adularían,<br />
y su suerte quedaría fijada;<br />
te alimentaría con flor <strong>de</strong> harina,<br />
te saciaría con miel silvestre.<br />
Ant. Aclamad a Dios, nuestra fuerza.<br />
LECTURA BREVE Rm 14, 17-19<br />
No reina Dios por lo que uno come o bebe, sino por la justicia, la paz y la alegría<br />
que da el Espíritu <strong>Santo</strong>; y el que sirve así a Cristo agrada a Dios, y lo aprueban los<br />
hombres. En resumen: esmerémonos en lo que favorece la paz y construye la vida<br />
común.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Velando *Medito en ti, Señor. Velando.<br />
V. Porque fuiste mi auxilio. * Medito en ti, Señor. Gloria al Padre. Velando.<br />
Benedictus, ant. Anuncia a tu pueblo, Señor, la salvación, y perdónanos nuestros<br />
pecados.<br />
PRECES<br />
Bendito sea Dios, nuestro Padre, que mira siempre con amor a sus hijos y nunca<br />
<strong>de</strong>satien<strong>de</strong> sus súplicas; digámosle con humildad:<br />
Ilumina nuestros ojos, Señor.<br />
Te damos gracias, Señor, porque nos has alumbrado con la luz <strong>de</strong> Jesucristo;<br />
-que esta claridad ilumine hoy nuestros actos.<br />
Que tu sabiduría nos guíe en nuestra jornada;<br />
-así andaremos en una vida nueva.<br />
Que tu amor nos haga superar con fortaleza las adversida<strong>de</strong>s,<br />
-para que te sirvamos con generosidad <strong>de</strong> espíritu.<br />
Dirige y santifica nuestros pensamientos, palabras y obras en este día<br />
-y danos un espíritu dócil a tus inspiraciones.<br />
Dirijamos ahora, todos juntos, nuestra oración al Padre y digámosle: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Humil<strong>de</strong>mente te pedimos a ti, Señor, que eres la luz verda<strong>de</strong>ra y la fuente misma <strong>de</strong><br />
toda luz, que, meditando fielmente tu ley, vivamos siempre en tu claridad. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Fuerza tenaz, firmeza <strong>de</strong> las cosas,<br />
inmóvil en ti mismo;<br />
origen <strong>de</strong> la luz, eje <strong>de</strong>l mundo<br />
y norma <strong>de</strong> su giro.<br />
Concé<strong>de</strong>nos tu luz en una tar<strong>de</strong><br />
sin muerte ni castigo,<br />
la luz que se prolonga tras la muerte<br />
y dura por los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Más estimo yo los preceptos <strong>de</strong> tu boca, Señor, que miles <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> oro<br />
y plata.<br />
Salmo 118, 65-72<br />
IX (Teth)<br />
Has dado bienes a tu siervo,<br />
Señor, con tus palabras;<br />
enséñame a gustar y a compren<strong>de</strong>r,<br />
porque me fío <strong>de</strong> tus mandatos;<br />
antes <strong>de</strong> sufrir, yo andaba extraviado,<br />
pero ahora me ajusto a tu promesa.<br />
Tú eres bueno y haces el bien;<br />
instrúyeme en tus leyes;<br />
los insolentes ur<strong>de</strong>n engaños contra mí,<br />
pero yo custodio tus leyes;<br />
tienen el corazón espeso como grasa,<br />
pero mi <strong>de</strong>licia es tu voluntad.<br />
Me estuvo bien el sufrir,<br />
así aprendí tus mandamientos;<br />
más estimo yo los preceptos <strong>de</strong> tu boca<br />
que miles <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> oro y plata.<br />
Ant. Más estimo yo los preceptos <strong>de</strong> tu boca, Señor, que miles <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> oro y<br />
plata.<br />
Ant. 2. En Dios confío y no temo lo que pueda hacerme un mortal.<br />
Salmo 55, 2-7b. 9-14<br />
Confianza en la palabra <strong>de</strong> Dios<br />
En este salmo aparece Cristo en su<br />
pasión (S. Jerónimo)<br />
Misericordia, Dios mío, que me hostigan,<br />
me atacan y me acosan todo el día;<br />
todo el día me hostigan mis enemigos,<br />
me atacan en masa.
Levántame en el día terrible,<br />
yo confío en ti.<br />
En Dios, cuya promesa alabo,<br />
en Dios confío y no temo:<br />
¿qué podrá hacerme un mortal?<br />
Todos los días discuten y planean<br />
pensando sólo en mi daño;<br />
buscan un sitio para espiarme,<br />
acechan mis pasos y atentan contra mi vida.<br />
Anota en tu libro mi vida errante,<br />
recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío.<br />
En Dios, cuya promesa alabo,<br />
en el Señor, cuya promesa alabo,<br />
en Dios confío y no temo;<br />
¿qué podrá hacerme un hombre?<br />
Te <strong>de</strong>bo, Dios mío, los votos que hice,<br />
los cumpliré con acción <strong>de</strong> gracias;<br />
porque libraste mi alma <strong>de</strong> la muerte,<br />
mis pies <strong>de</strong> la caída;<br />
para que camine en presencia <strong>de</strong> Dios<br />
a la luz <strong>de</strong> la vida.<br />
Ant. En Dios confío y no temo lo que pueda hacerme un mortal.<br />
Ant. 3. Tu bondad, Señor, es más gran<strong>de</strong> que los cielos.<br />
Salmo 56<br />
Oración matutina <strong>de</strong> un afligido<br />
Este salmo canta la pasión <strong>de</strong>l<br />
Señor (S. Agustín)<br />
Misericordia, Dios mío, misericordia,<br />
que mi alma se refugia en ti,<br />
me refugio a la sombra <strong>de</strong> tus alas<br />
mientras pasa la calamidad.<br />
Invoco al Dios altísimo,<br />
al Dios que hace tanto por mí:<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo me enviará la salvación,<br />
confundirá a los que ansían matarme,<br />
enviará su gracia y su lealtad.<br />
Estoy echado entre leones<br />
<strong>de</strong>voradores <strong>de</strong> hombres;<br />
sus dientes son lanzas y flechas,<br />
su lengua es una espada afilada.<br />
Elévate sobre el cielo, Dios mío,<br />
y llene la tierra tu gloria.<br />
Han tendido una red a mis pasos<br />
para que sucumbiera;
me han cavado <strong>de</strong>lante una fosa,<br />
pero han caído en ella.<br />
Mi corazón está firme, Dios mío,<br />
mi corazón está firme.<br />
Voy a cantar y a tocar:<br />
<strong>de</strong>spierta, gloria mía;<br />
<strong>de</strong>spertad, cítara y arpa;<br />
<strong>de</strong>spertaré a la aurora.<br />
Te daré gracias ante los pueblos, Señor;<br />
tocaré para ti ante las naciones:<br />
por tu bondad, que es más gran<strong>de</strong> que los cielos;<br />
por tu fi<strong>de</strong>lidad, que alcanza a las nubes.<br />
Elévate sobre el cielo, Dios mío,<br />
y llene la tierra tu gloria.<br />
Ant. Tu bondad, Señor, es más gran<strong>de</strong> que los cielos.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Ga 5, 13-14<br />
Hermanos, vuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche la<br />
carne; al contrario, sed esclavos unos <strong>de</strong> otros por amor. Porque toda la ley se concentra<br />
en esta frase: “Amarás al prójimo como a ti mimo.”<br />
V. Correré, Señor, por el camino <strong>de</strong> tus mandatos.<br />
R. Cuando me ensanches el corazón.<br />
Oración<br />
Señor, tú que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> sobre los apóstoles,<br />
reunidos en oración, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros tener parte en los dones <strong>de</strong> este<br />
Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Ga 5, 16-17<br />
Andad según el Espíritu y no realicéis los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> la carne; pues la carne <strong>de</strong>sea<br />
contra el espíritu, y el espíritu contra la carne. Hay entre ellos un antagonismo tal que no<br />
hacéis lo que quisierais.<br />
V. Tú eres bueno, Señor, y haces el bien.<br />
R. Instrúyeme en tus leyes.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, ante ti no existe ni la oscuridad ni las tinieblas; haz,<br />
pues, brillar sobre nosotros la claridad <strong>de</strong> tu luz, para que, guardando tus preceptos,<br />
caminemos fielmente por tus sendas con el corazón ensanchado. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Ga 5, 22-23a. 25<br />
El fruto <strong>de</strong>l Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad,<br />
lealtad, amabilidad, domino <strong>de</strong> sí. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el<br />
Espíritu.<br />
V. Indícame, Señor, el camino que he <strong>de</strong> seguir.<br />
R. Tu espíritu, que es bueno, me guíe por tierra llana.<br />
Oración<br />
Contempla, Señor, a tu familia en oración y haz que, imitando los ejemplos <strong>de</strong><br />
paciencia <strong>de</strong> tu Hijo, no <strong>de</strong>caiga nunca ante la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Tras el temblor opaco <strong>de</strong> las lágrimas,<br />
no estoy yo solo.<br />
Tras el profundo velo <strong>de</strong> mi sangre,<br />
no estoy yo solo.<br />
Tras la primera música <strong>de</strong>l día,<br />
no estoy yo solo.<br />
Tras la postrera luz <strong>de</strong> las montañas,<br />
no estoy yo solo.<br />
Tras el estéril gozo <strong>de</strong> las horas,<br />
no estoy yo solo.<br />
Tras el augurio helado <strong>de</strong>l espejo,<br />
no estoy yo solo.<br />
No estoy yo solo; me acompaña, en vela,<br />
la pura eternidad <strong>de</strong> cuanto amo.<br />
Vivimos junto a Dios eternamente.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Te hago luz <strong>de</strong> las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin <strong>de</strong> la<br />
tierra.<br />
Salmo 7<br />
Po<strong>de</strong>r real <strong>de</strong>l Mesías<br />
Abriendo sus cofres, le<br />
ofrecieron regalos: oro, incienso<br />
y mirra (Mt 2, 11)<br />
Dios mío, confía tu juicio al rey,<br />
tu justicia al hijo <strong>de</strong> reyes,<br />
para que rija a tu pueblo con justicia,<br />
a tus humil<strong>de</strong>s con rectitud.<br />
Que los montes traigan paz,<br />
y los collados justicia;<br />
que él <strong>de</strong>fienda a los humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l pueblo,<br />
socorra a los hijos <strong>de</strong>l pobre<br />
y quebrante al explotador.<br />
Que dure tanto como el sol,<br />
como la luna, <strong>de</strong> edad en edad;<br />
que baje como lluvia al césped,<br />
como llovizna que empapa la tierra.<br />
I
Que en sus días florezca la justicia<br />
y la paz hasta que falte la luna;<br />
que domine <strong>de</strong> mar a mar,<br />
<strong>de</strong>l Gran Río al confín <strong>de</strong> la tierra.<br />
Que en su presencia se inclinen sus rivales;<br />
que sus enemigos muerdan el polvo;<br />
que los reyes <strong>de</strong> Tarsis y <strong>de</strong> las islas<br />
le paguen tributo.<br />
Que los reyes <strong>de</strong> Saba y <strong>de</strong> Arabia<br />
le ofrezcan sus dones;<br />
que se postren ante él todos los reyes,<br />
y que todos los pueblos le sirvan.<br />
Ant. Te hago luz <strong>de</strong> las naciones, para que seas mi salvación hasta el fin <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. 2. Socorrerá el Señor a los hijos <strong>de</strong>l pobre; rescatará sus vidas <strong>de</strong> la violencia.<br />
II<br />
Él librará al pobre que clamaba,<br />
al afligido que no tenía protector;<br />
él se apiadará <strong>de</strong>l pobre y <strong>de</strong>l indigente,<br />
y salvará la vida <strong>de</strong> los pobres;<br />
él rescatará sus vidas <strong>de</strong> la violencia,<br />
su sangre será preciosa a sus ojos.<br />
Que viva y que le traigan el oro <strong>de</strong> Saba;<br />
que recen por él continuamente<br />
y lo bendigan todo el día.<br />
Que haya trigo abundante en los campos,<br />
y susurre en lo alto <strong>de</strong> los montes;<br />
que <strong>de</strong>n fruto como el Líbano,<br />
y broten las espigas como hierba <strong>de</strong>l campo.<br />
Que su nombre sea eterno,<br />
y su fama como el sol;<br />
que él sea la bendición <strong>de</strong> todos los pueblos,<br />
y lo proclamen dichoso todas las razas <strong>de</strong> la tierra.<br />
Bendito sea el Señor, Dios <strong>de</strong> Israel,<br />
el único que hace maravillas;<br />
bendito por siempre su nombre glorioso;<br />
que su gloria llene la tierra.<br />
¡Amén, amén!<br />
Ant. Socorrerá el Señor a los hijos <strong>de</strong>l pobre; rescatará sus vidas <strong>de</strong> la violencia.<br />
Ant. 3. Ahora se estableció la salud y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
El juicio <strong>de</strong> Dios<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,<br />
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,<br />
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. Ahora se estableció la salud y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
LECTURA BREVE 1P 1,22-23<br />
Ahora que estáis purificados por vuestra obediencia a la verdad y habéis llegado a<br />
quereros sinceramente como hermanos, amaos unos a otros <strong>de</strong> corazón en intensamente.<br />
Mirad que habéis vuelto a nacer, y no <strong>de</strong> una semilla mortal, sino <strong>de</strong> una inmortal, por<br />
medio <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios viva y dura<strong>de</strong>ra.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
V. El Señor es mi pastor, *Nada me falta. El Señor.<br />
R. En ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar. * Nada me falta. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant. A los hambrientos <strong>de</strong> justicia, el Señor los sacia y colma <strong>de</strong> bienes.<br />
PRECES<br />
Elevemos nuestros corazones agra<strong>de</strong>cidos a nuestro Dios y Salvador, que ha ben<strong>de</strong>cido<br />
a su pueblo con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y, digámosle con fe:<br />
Bendice a tu pueblo, Señor.<br />
Dios todo po<strong>de</strong>roso y lleno <strong>de</strong> misericordia, protege al papa N. y a nuestro obispo N.,<br />
-a los que tú mismo has elegido para guiar a la Iglesia.<br />
Protege, Señor, a nuestros pueblos y ciuda<strong>de</strong>s<br />
-y aleja <strong>de</strong> ellos todo mal.
Multiplica, como renuevos <strong>de</strong> olivo alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> tu mesa, hijos que se consagren a tu<br />
reino,<br />
-siguiendo a Jesucristo en pobreza, castidad y obediencia.<br />
Conserva el propósito <strong>de</strong> las que han consagrado a ti su virginidad,<br />
-para que sigan al Cor<strong>de</strong>ro divino adon<strong>de</strong>quiera que vaya.<br />
Haz que los difuntos <strong>de</strong>scansen en tu paz eterna<br />
-y que se afiance nuestra unión con ellos por la comunión <strong>de</strong> los santos.<br />
Ya que por Jesucristo hemos llegado a ser hijos <strong>de</strong> Dios, acudamos confiadamente a<br />
nuestro Padre: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Al ofrecerte, Señor, nuestra alabanza vespertina, te pedimos humil<strong>de</strong>mente que,<br />
meditando tu ley día y noche, consigamos un día la luz y el premio <strong>de</strong> la vida eterna.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
VIERNES DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Por el dolor creyente que brota <strong>de</strong>l pecado;<br />
por haberte querido <strong>de</strong> todo corazón;<br />
por haberte, Dios mío, tantas veces negado,<br />
tantas veces pedido, <strong>de</strong> rodillas, perdón.<br />
Por haberte perdido; por haberte encontrado.<br />
Porque es como un <strong>de</strong>sierto nevado mi oración;<br />
porque es como la hiedra sobre un árbol cortado<br />
el recuerdo que brota cargado <strong>de</strong> ilusión.<br />
Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,<br />
primero amargamente, lleno <strong>de</strong> flor <strong>de</strong>spués,<br />
y que a mi viejo tronco poco a poco me enlace,<br />
y que mi vieja sombra se <strong>de</strong>rrame a tus pies.<br />
¡Porque es como la rama don<strong>de</strong> la savia nace,<br />
mi corazón, Dios mío, sueña que tú lo ves! Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo <strong>de</strong>sprecias, Señor.<br />
Salmo 50<br />
Misericordia, Dios mío<br />
Misericordia, Dios mío por tu bondad;<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava <strong>de</strong>l todo mi <strong>de</strong>lito,<br />
limpia mi pecado.<br />
Pues yo reconozco mi culpa,<br />
tengo siempre presente mi pecado:<br />
contra ti, contra ti solo pequé,<br />
cometí la maldad que aborreces.<br />
En la sentencia tendrás razón,<br />
en el juicio resultarás inocente.<br />
Mira, que en la culpa nací,<br />
pecador me concibió mi madre.<br />
Te gusta un corazón sincero,<br />
y en mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;<br />
lávame: quedaré más blanco que la nieve.<br />
Renovaos en la mente y en el<br />
espíritu y vestíos <strong>de</strong> la nueva<br />
condición humana (Ef 4, 23-24)
Hazme oír el gozo y la alegría,<br />
que se alegren los huesos quebrantados.<br />
Aparta <strong>de</strong> mi pecado tu vista,<br />
borra en mí toda culpa.<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu.<br />
Devuélveme la alegría <strong>de</strong> tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong> la sangre, oh Dios,<br />
Dios, Salvador mío,<br />
y cantará mi lengua tu justicia.<br />
Señor, me abrirás los labios,<br />
y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los sacrificios no te satisfacen;<br />
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.<br />
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;<br />
un corazón quebrantado y humillado,<br />
tú no lo <strong>de</strong>sprecias.<br />
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,<br />
reconstruye las murallas <strong>de</strong> Jerusalén:<br />
entonces aceptarás los sacrificios rituales,<br />
ofrendas y holocaustos,<br />
sobre tu altar se inmolarán novillos.<br />
Ant. Un corazón quebrantado y humillado, tú no lo <strong>de</strong>sprecias, Señor.<br />
Ant. 2. En tu juicio, Señor, acuérdate <strong>de</strong> la misericordia.<br />
Cántico Ha 3, 2-4. 13a. 15-19<br />
Juicio <strong>de</strong> Dios<br />
Levantaos, alzad la cabeza: se<br />
acerca vuestra liberación (Lc 21, 28)<br />
Señor, he oído tu fama,<br />
me ha impresionado tu obra.<br />
En medio <strong>de</strong> los años, realízala;<br />
en medio <strong>de</strong> los años, manifiéstala;<br />
en el terremoto, acuérdate <strong>de</strong> la misericordia.<br />
El Señor viene <strong>de</strong> Temán;<br />
el <strong>Santo</strong>, <strong>de</strong>l monte Farán:<br />
su resplandor eclipsa el cielo,<br />
la tierra se llena <strong>de</strong> su alabanza;<br />
su brillo es como el día,<br />
su mano <strong>de</strong>stella velando su po<strong>de</strong>r.
Sales a salvar a tu pueblo,<br />
a salvar a tu ungido;<br />
pisas el mar con tus caballos,<br />
revolviendo las aguas <strong>de</strong>l océano.<br />
Lo escuché y temblaron mis entrañas,<br />
al oírlo, se estremecieron mis labios;<br />
me entró un escalofrío por los huesos,<br />
vacilaban mis piernas al andar;<br />
gimo ante el día <strong>de</strong> angustia<br />
que sobreviene al pueblo que nos oprime.<br />
Aunque la higuera no echa yemas<br />
y las viñas no tienen fruto,<br />
aunque el olivo olvida su aceituna<br />
y los campos no dan cosechas,<br />
aunque se acaban las ovejas <strong>de</strong>l redil<br />
y no quedan vacas en el establo,<br />
yo exultaré con el Señor,<br />
me gloriaré en Dios, mi Salvador.<br />
El Señor soberano es mi fuerza,<br />
él me da piernas <strong>de</strong> gacela<br />
y me hace caminar por las alturas.<br />
Ant. En Tu juicio, Señor, acuérdate <strong>de</strong> la misericordia.<br />
Ant. 3. Glorifica al Señor, Jerusalén. †<br />
Salmo 147<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la restauración <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Ven acá, voy a mostrarte a la<br />
novia, a la esposa <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro (Ap<br />
21, 9)<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
† alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.
Ant. Glorifica al Señor, Jerusalén.<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 13 -16<br />
Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre <strong>de</strong> Cristo, estáis cerca los que<br />
antes estabais lejos. Él es nuestra paz. Él ha hecho <strong>de</strong> los dos pueblos una sola cosa,<br />
<strong>de</strong>rribando con su carne el muro que los separaba: el odio. Él ha abolido la ley con sus<br />
mandamientos y reglas, haciendo las paces, para crear con los dos, en él, un solo<br />
hombre nuevo. Reconcilió con Dios a los dos pueblos, uniéndolos en un solo cuerpo<br />
mediante la cruz, dando muerte, en él, al odio.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Invoco al Dios Altísimo, *Al Dios que hace tanto por mí. Invoco.<br />
V. Des<strong>de</strong> el cielo me enviará la salvación. * Al Dios que hace tanto por mí. Gloria al<br />
Padre. Invoco.<br />
Benedictus, ant. Por la entrañable misericordia <strong>de</strong> nuestro Dios, nos visitará el Sol<br />
que nace <strong>de</strong> lo alto.<br />
PRECES<br />
Adoremos a Cristo que, en virtud <strong>de</strong>l Espíritu eterno, se ofreció a Dios como sacrificio<br />
sin mancha, para purificar nuestra conciencia <strong>de</strong> las obras muertas, y digámosle con<br />
fe:<br />
Nuestra paz, Señor, es cumplir tu voluntad.<br />
Tú que nos has dado la luz <strong>de</strong>l nuevo día,<br />
-concé<strong>de</strong>nos también caminar por sendas <strong>de</strong> vida nueva.<br />
Tú que todo lo has creado con tu po<strong>de</strong>r, y con tu provi<strong>de</strong>ncia lo conservas todo,<br />
-ayúdanos a <strong>de</strong>scubrirte presente en todas tus criaturas.<br />
Tú que has sellado con tu sangre un pacto nuevo y eterno,<br />
-haz que, obe<strong>de</strong>ciendo siempre tus mandatos, pertenezcamos fieles a esta alianza.<br />
Tú que, colgado en la cruz, quisiste que <strong>de</strong> tu costado manara agua con la sangre,<br />
-purifica con esta agua nuestros pecados y alegra con este manantial a la ciudad <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
Ya que Dios nos he adoptado como hijos, oremos al Padre como enseñó el Señor:<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, te pedimos nos concedas que, <strong>de</strong>l mismo modo que<br />
hemos cantado tus alabanzas en esta celebración matutina, así las podamos cantar<br />
también plenamente, con la asamblea <strong>de</strong> tus santos, por toda la eternidad. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
El trabajo, Señor, <strong>de</strong> cada día<br />
nos sea por tu amor santificado,<br />
convierte su dolor en alegría<br />
<strong>de</strong> amor, que para dar tú nos has dado.<br />
Paciente y larga es nuestra tarea<br />
en la noche oscura <strong>de</strong>l amor que espera;<br />
dulce huésped <strong>de</strong>l alma, al que flaquea<br />
dale tu luz, tu fuerza que aligera.<br />
En el alto gozoso <strong>de</strong>l camino,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a Dios, que nos conce<strong>de</strong><br />
la esperanza sin fin <strong>de</strong>l don divino;<br />
todo lo pue<strong>de</strong> en él quien nada pue<strong>de</strong>. Amén<br />
Sólo para Nona:<br />
Se cubrieron <strong>de</strong> luto los montes<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
El Señor rasgó el velo <strong>de</strong>l templo<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Dieron gritos las piedras en duelo<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Y Jesús inclinó la cabeza<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Hora <strong>de</strong> gracia,<br />
en que Dios da su paz a la tierra<br />
por la sangre <strong>de</strong> Cristo.<br />
Levantaron sus ojos los pueblos<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Contemplaron al que traspasaron<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Del costado manó sangre y agua<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Quien lo vio es el que da testimonio<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Hora <strong>de</strong> gracia,<br />
en que Dios da su paz a la tierra<br />
por la sangre <strong>de</strong> Cristo. Amén.<br />
I<br />
II
SALMODIA<br />
Ant. 1. Que tu bondad me consuele según tu promesa.<br />
Salmo 118, 73-80<br />
X (Iod)<br />
Tus manos me hicieron y me formaron:<br />
instrúyeme para que aprenda tus mandatos;<br />
tus fieles verán con alegría<br />
que he esperado en tu palabra;<br />
reconozco, Señor que tus mandamientos son justos,<br />
que con razón me hiciste sufrir.<br />
Que tu bondad me consuele,<br />
según la promesa hecha a tu siervo;<br />
cuando me alcance tu compasión, viviré,<br />
y mis <strong>de</strong>licias serán tu voluntad;<br />
que se avergüencen los insolentes <strong>de</strong>l daño que me hacen;<br />
yo meditaré tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Vuelvan a mí tus fieles<br />
que hacen caso <strong>de</strong> tus preceptos;<br />
sea mi corazón perfecto en tus leyes,<br />
así no quedaré avergonzado.<br />
Ant. Que tu bondad me consuele según tu promesa.<br />
Ant. 2. Protégeme <strong>de</strong> mis agresores, Dios mío.<br />
Salmo 58, 2-5. 10-11. 17-18<br />
Oración pidiendo la protección <strong>de</strong> Dios<br />
contra los enemigos<br />
Estas súplicas expresan la<br />
confianza <strong>de</strong>l Salvador en su Padre<br />
(Eusebio <strong>de</strong> Cesarea)<br />
Líbrame <strong>de</strong> mi enemigo, Dios mío;<br />
protégeme <strong>de</strong> mis agresores,<br />
líbrame <strong>de</strong> los malhechores,<br />
sálvame <strong>de</strong> los hombres sanguinarios.<br />
Mira que me están acechando,<br />
y me acosan los po<strong>de</strong>rosos:<br />
sin que yo haya pecado ni faltado, Señor,<br />
sin culpa mía, avanzan para acometerme.<br />
Despierta, ven a mi encuentro, mira:<br />
tú, el Señor <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
el Dios <strong>de</strong> Israel.<br />
Estoy velando contigo, fuerza mía,<br />
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar;<br />
que tu favor se a<strong>de</strong>lante, oh Dios,<br />
y me haga ver la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong>l enemigo.
Pero yo cantaré tu fuerza,<br />
por la mañana aclamaré tu misericordia;<br />
porque has sido mi alcázar<br />
y mi refugio en el peligro.<br />
Y tocaré en tu honor, fuerza mía,<br />
porque tú, oh Dios, eres mi alcázar.<br />
Ant. Protégeme <strong>de</strong> mis agresores, Dios mío.<br />
Ant. 3. Dichoso el hombre a quien corrige Dios; él hiere y venda la herida.<br />
Salmo 59<br />
Oración <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una calamidad<br />
En el mundo tendréis luchas;<br />
pero tened valor: Yo he vencido al<br />
mundo (Jn 16, 33)<br />
Oh Dios, nos rechazaste y rompiste nuestras filas;<br />
estabas airado, pero restáuranos.<br />
Has sacudido y agrietado el país:<br />
repara sus grietas, que se <strong>de</strong>smorona.<br />
Hiciste sufrir un <strong>de</strong>sastre a tu pueblo,<br />
dándole a beber un vino <strong>de</strong> vértigo;<br />
diste a tus fieles la señal <strong>de</strong> <strong>de</strong>sbandada,<br />
haciéndolos huir <strong>de</strong> los arcos.<br />
Para que se salven tus predilectos,<br />
que tu mano salvadora nos responda.<br />
Dios habló en su santuario:<br />
“Triunfante ocuparé Siquén,<br />
parcelaré el valle <strong>de</strong> Sucot;<br />
mío es Galaad, mío Manasés,<br />
Efraín es yelmo <strong>de</strong> mi cabeza,<br />
Judá es mi cetro;<br />
Moab una jofaina para lavarme;<br />
sobre Edom echo mi sandalia,<br />
sobre Filistea canto victoria.”<br />
Pero, ¿quién me guiará a la plaza fuerte,<br />
quién me conducirá a Edom,<br />
si tú, oh Dios, nos has rechazado<br />
y no sales ya con nuestras tropas?<br />
Auxílianos contra el enemigo,<br />
que la ayuda <strong>de</strong>l hombre es inútil.<br />
Con Dios haremos proezas,<br />
él pisoteará a nuestros enemigos.<br />
Ant. Dichoso el hombre a quien corrige Dios; él hiere y venda la herida.
Tercia<br />
LECTURA BREVE Dt 1, 31b<br />
El Señor, tu Dios, te ha llevado como a un hijo por todo el camino.<br />
V. Sostenme, Señor, con tu promesa, y viviré.<br />
R. Que no que<strong>de</strong> frustrada mi esperanza.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> tercia fuiste llevado al suplicio <strong>de</strong> la cruz por la<br />
salvación <strong>de</strong>l mundo, ayúdanos a llorar los pecados <strong>de</strong> la vida pasada y a evitar las faltas<br />
en lo porvenir. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Ba 4, 28-29<br />
Si un día os empeñasteis en alejaros <strong>de</strong> Dios, volveos a buscarlo con redoblado<br />
empeño. El que os mandó las <strong>de</strong>sgracias os mandará el gozo eterno <strong>de</strong> vuestra<br />
salvación.<br />
V. Del Señor viene la misericordia.<br />
R. Y la re<strong>de</strong>nción copiosa.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> sexta subiste a la cruz por nuestra salvación,<br />
mientras las tinieblas envolvían al mundo, concé<strong>de</strong>nos que tu luz nos ilumine siempre,<br />
para que, guiados por ella, podamos alcanzar la vida eterna. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Sb 1, 13-15<br />
Dios no hizo la muerte ni goza <strong>de</strong>struyendo a los vivientes. Todo lo creó para que<br />
subsistiera; las criaturas <strong>de</strong>l mundo son saludables: no hay en ellas veneno <strong>de</strong> muerte, ni<br />
el abismo impera en la tierra. Porque la justicia es inmortal.<br />
V. Arrancó el Señor mi alma <strong>de</strong> la muerte.<br />
R. Caminaré en su presencia en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, colgado en la cruz, diste al ladrón arrepentido el reino eterno,<br />
míranos a nosotros, que, como él, confesamos nuestras culpas, y concé<strong>de</strong>nos po<strong>de</strong>r<br />
entrar también, como él, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, en el paraíso. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
El dolor extendido por tu cuerpo,<br />
sometida tu alma como un lago,<br />
vas a morir y mueres por nosotros<br />
ante el Padre que acepta perdonándonos.<br />
Cristo, gracias aún, gracias, que aún duele<br />
tu agonía en el mundo, en tus hermanos.<br />
Que hay hambre, ese resumen <strong>de</strong> injusticias;<br />
que hay hombre en el que estás crucificado.<br />
Gracias por tu palabra que está viva,<br />
y aquí la van diciendo nuestros labios;<br />
gracias porque eres Dios y hablas a Dios<br />
<strong>de</strong> nuestras soleda<strong>de</strong>s, nuestros bandos.<br />
Que no existan verdugos, que no insistan;<br />
rezas hoy con nosotros que rezamos.<br />
Porque existen las víctimas, el llanto. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Arranca, Señor, mi alma <strong>de</strong> la muerte, mis pies <strong>de</strong> la caída.<br />
Salmo 114<br />
Acción <strong>de</strong> gracias<br />
Hay que pasar mucho para entrar<br />
en el reino <strong>de</strong> Dios (Hch 14, 22)<br />
Amo al Señor, porque escucha<br />
mi voz suplicante,<br />
porque inclina su oído hacia mí<br />
el día que lo invoco.<br />
Me envolvían re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> muerte,<br />
me alcanzaron los lazos <strong>de</strong>l abismo,<br />
caí en tristeza y angustia.<br />
Invoqué el nombre <strong>de</strong>l Señor:<br />
"Señor, salva mi vida."<br />
El Señor es benigno y justo,<br />
nuestro Dios es compasivo;<br />
el Señor guarda a los sencillos:<br />
estando yo sin fuerzas me salvó.<br />
Alma mía, recobra tu calma,<br />
que el Señor fue bueno contigo:<br />
arrancó mi vida <strong>de</strong> la muerte,<br />
mis pies <strong>de</strong> la caída.<br />
Caminaré en presencia <strong>de</strong>l Señor<br />
en el país <strong>de</strong> la vida.
Ant. Arranca, Señor, mi alma <strong>de</strong> la muerte, mis pies <strong>de</strong> la caída.<br />
Ant. 2. El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor, que hizo el cielo y la tierra.<br />
Levanto mis ojos a los montes:<br />
¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> me vendrá el auxilio?<br />
El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo el cielo y la tierra.<br />
No permitirá que resbale tu pie,<br />
tu guardián no duerme;<br />
no duerme ni reposa<br />
el guardián <strong>de</strong> Israel.<br />
El Señor te guarda a su sombra,<br />
está a tu <strong>de</strong>recha;<br />
<strong>de</strong> día el sol no te hará daño,<br />
ni la luna <strong>de</strong> noche.<br />
Salmo 120<br />
El guardián <strong>de</strong>l pueblo<br />
El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal,<br />
él guarda tu alma;<br />
el Señor guarda tus entradas y salidas,<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor, que hizo el cielo y la tierra.<br />
Ant. 3. Justos y verda<strong>de</strong>ros son tus caminos, ¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
Cántico Ap 15,3-4<br />
Himno <strong>de</strong> adoración<br />
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Justos y verda<strong>de</strong>ros son tus caminos, ¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
Ya no pasarán hambre ni sed,<br />
no les hará daño el sol ni el<br />
bochorno (Ap 7, 16)<br />
LECTURA BREVE 1Co 2,7-10a<br />
Enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, pre<strong>de</strong>stinada por Dios antes<br />
<strong>de</strong> los siglos para nuestra gloria. Ninguno <strong>de</strong> los príncipes <strong>de</strong> este mundo la ha<br />
conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor <strong>de</strong> la
gloria. Sino, como está escrito: “Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre pue<strong>de</strong> pensar<br />
lo que Dios ha preparado para los que lo aman.” Y Dios nos lo ha revelado por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo murió por los pecados, *Para conducirnos a Dios. Cristo.<br />
V. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue <strong>de</strong>vuelto a la<br />
vida. *Para conducirnos a Dios. Gloria al Padre. Cristo.<br />
Magníficat ant. Acuérdate <strong>de</strong> tu misericordia, Señor, como lo habías prometido a<br />
nuestros padres.<br />
PRECES<br />
Bendigamos ahora al Señor Jesús, que en su vida mortal escuchó siempre con bondad<br />
las súplicas <strong>de</strong> los que acudían a él y con amor secaba las lágrimas <strong>de</strong> los que<br />
lloraban, y digámosle también nosotros:<br />
Señor, ten piedad <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Señor Jesucristo, tú que consolaste a los tristes y <strong>de</strong>primidos,<br />
-pon ahora tus ojos en las lágrimas <strong>de</strong> los pobres.<br />
Escucha los gemidos <strong>de</strong> los agonizantes<br />
-y envíales tus ángeles para que los alivien y conforten.<br />
Que los emigrantes sientan tu provi<strong>de</strong>ncia en el <strong>de</strong>stierro,<br />
-que puedan regresar a su patria y que un día alcancen también la eterna.<br />
Que los pecadores se ablan<strong>de</strong>n a tu amor<br />
-y se reconcilien contigo y con tu Iglesia.<br />
Perdona las faltas <strong>de</strong> los que han muerto<br />
-y dales la plenitud <strong>de</strong> tu salvación.<br />
Con el gozo que nos da el saber que somos hijos <strong>de</strong> Dios, digamos con plena<br />
confianza: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que, <strong>de</strong> una manera admirable, has manifestado tu sabiduría escondida, con<br />
el escándalo <strong>de</strong> la cruz, concé<strong>de</strong>nos contemplar con tal plenitud <strong>de</strong> fe la gloria <strong>de</strong> la<br />
pasión <strong>de</strong> tu Hijo que siempre nos gloriemos confiadamente en la cruz <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
Que vive y reina contigo.
HIMNO<br />
Padre nuestro,<br />
Padre <strong>de</strong> todos,<br />
líbrame <strong>de</strong>l orgullo<br />
<strong>de</strong> estar solo.<br />
No vengo a la soledad<br />
cuando vengo a la oración,<br />
pues sé que, estando contigo,<br />
con mis hermanos estoy;<br />
y sé que, estando con ellos,<br />
tú estás en medio, Señor.<br />
No he venido a refugiarme<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tu torreón,<br />
como quien huye a un exilio<br />
<strong>de</strong> aristocracia interior.<br />
Pues vine huyendo <strong>de</strong>l ruido,<br />
pero <strong>de</strong> los hombres no.<br />
Allí don<strong>de</strong> va un cristiano<br />
no hay soledad, sino amor,<br />
pues lleva toda la Iglesia<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su corazón.<br />
Y dice siempre “nosotros”,<br />
incluso si dice “yo”.<br />
SALMODIA<br />
SABADO DE LA SEMANA II<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y <strong>de</strong> noche tu fi<strong>de</strong>lidad.<br />
Salmo 91<br />
Alabanza <strong>de</strong>l Dios creador<br />
Este salmo canta las maravillas<br />
realizadas en Cristo (S. Atanasio)<br />
Es bueno dar gracias al Señor<br />
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,<br />
proclamar por la mañana tu misericordia<br />
y <strong>de</strong> noche tu fi<strong>de</strong>lidad,<br />
con arpas <strong>de</strong> diez cuerdas y laú<strong>de</strong>s,<br />
sobre arpegios <strong>de</strong> cítaras.<br />
Tus acciones, Señor, son mi alegría,<br />
y mi júbilo, las obras <strong>de</strong> tus manos.<br />
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,<br />
qué profundos tus <strong>de</strong>signios!
El ignorante no los entien<strong>de</strong><br />
ni el necio se da cuenta.<br />
Aunque germinen como hierba los malvados<br />
y florezcan los malhechores,<br />
serán <strong>de</strong>struidos para siempre.<br />
Tú, en cambio, Señor,<br />
eres excelso por los siglos.<br />
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,<br />
los malhechores serán dispersados;<br />
pero a mí me das la fuerza <strong>de</strong> un búfalo<br />
y me unges con aceite nuevo.<br />
Mis ojos no temerán a mis enemigos,<br />
mis oídos escucharán su <strong>de</strong>rrota.<br />
El justo crecerá como una palmera,<br />
se alzará como un cedro <strong>de</strong>l Líbano:<br />
plantado en la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
crecerá en los atrios <strong>de</strong> nuestro Dios;<br />
en la vejez seguirá dando fruto<br />
y estará lozano y frondoso,<br />
para proclamar que el Señor es justo,<br />
que en mi Roca no existe la maldad.<br />
Ant. Por la mañana proclamamos, Señor, tu misericordia y <strong>de</strong> noche tu fi<strong>de</strong>lidad.<br />
Ant. 2. Dad gloria a nuestro Dios.<br />
Cántico Dt 32,1-12<br />
Beneficios <strong>de</strong> Dios para con su pueblo<br />
¡Cuántas veces he querido<br />
reunir a tus hijos como la clueca<br />
reúne a sus pollitos bajo las alas!<br />
(Mt 23, 37)<br />
Escuchad, cielos, y hablaré;<br />
oye, tierra, los dichos <strong>de</strong> mi boca;<br />
<strong>de</strong>scienda como lluvia mi doctrina,<br />
<strong>de</strong>stile como rocío mi palabra;<br />
como llovizna sobre la hierba,<br />
como orvallo sobre el césped.<br />
Voy a proclamar el nombre <strong>de</strong>l Señor:<br />
dad gloria a nuestro Dios.<br />
Él es la Roca, sus obras son perfectas,<br />
sus caminos son justos,<br />
es un Dios fiel, sin maldad;<br />
es justo y recto.<br />
Hijos <strong>de</strong>generados, se portaron mal con él,<br />
generación malvada y pervertida.<br />
¿Así le pagas al Señor,<br />
pueblo necio e insensato?
¿No es él tu padre y tu creador,<br />
el que te hizo y te constituyó?<br />
Acuérdate <strong>de</strong> los días remotos,<br />
consi<strong>de</strong>ra las eda<strong>de</strong>s pretéritas,<br />
pregunta a tu padre y te lo contará,<br />
a tus ancianos y te lo dirán:<br />
Cuando el Altísimo daba a cada pueblo su heredad<br />
y distribuía a los hijos <strong>de</strong> Adán,<br />
trazando las fronteras <strong>de</strong> las naciones,<br />
según el número <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios,<br />
la porción <strong>de</strong>l Señor fue su pueblo,<br />
Jacob fue el lote <strong>de</strong> su heredad.<br />
Lo encontró en una tierra <strong>de</strong>sierta,<br />
en una soledad poblada <strong>de</strong> aullidos:<br />
lo ro<strong>de</strong>ó cuidando <strong>de</strong> él,<br />
lo guardó como a las niñas <strong>de</strong> sus ojos.<br />
Como el águila incita a su nidada,<br />
revolando sobre los polluelos,<br />
así extendió sus alas, los tomó<br />
y los llevó sobre sus plumas.<br />
El Señor solo los condujo,<br />
no hubo dioses extraños con él.<br />
Ant. Dad gloria a nuestro Dios.<br />
Ant. 3. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!<br />
Salmo 8<br />
Majestad <strong>de</strong>l Señor y dignidad <strong>de</strong>l hombre<br />
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.<br />
De la boca <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> pecho<br />
has sacado una alabanza contra tus enemigos,<br />
para reprimir al adversario y al rebel<strong>de</strong>.<br />
Cuando contemplo el cielo, obra <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>dos,<br />
la luna y las estrellas que has creado,<br />
¿qué es el hombre, para que te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> él,<br />
el ser humano, para darle po<strong>de</strong>r?<br />
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,<br />
lo coronaste <strong>de</strong> gloria y dignidad,<br />
le diste el mando sobre las obras <strong>de</strong> tus manos,<br />
todo lo sometiste bajo sus pies:<br />
Todo lo puso bajo sus pies, y lo<br />
dio a la Iglesia, como cabeza, sobre<br />
todo (Ef 1, 22)
ebaños <strong>de</strong> ovejas y toros,<br />
y hasta las bestias <strong>de</strong>l campo,<br />
las aves <strong>de</strong>l cielo, los peces <strong>de</strong>l mar,<br />
que trazan sendas por el mar.<br />
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Ant. ¡Qué admirable es tu nombre, Señor, en toda la tierra!<br />
LECTURA BREVE Rm 12, 14-16a<br />
Ben<strong>de</strong>cid a los que os persiguen; ben<strong>de</strong>cid, sí, no maldigáis. Con los que ríen, estad<br />
alegres; con los que lloran, llorad. Tened igualdad <strong>de</strong> trato unos con otros: no tengáis<br />
gran<strong>de</strong>s pretensiones, sino poneos al nivel <strong>de</strong> la gente humil<strong>de</strong>.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te aclamarán *Mis labios, Señor. Te aclamarán.<br />
V. Mi lengua recitará tu auxilio. * Mis labios, Señor. Gloria al Padre. Te aclamarán.<br />
Benedictus, ant. Guía nuestros pasos, Señor, por el camino <strong>de</strong> la paz.<br />
PRECES<br />
Celebremos la sabiduría y la bondad <strong>de</strong> Cristo, que ha querido ser amado y servido en<br />
los hermanos, especialmente en los que sufren, y supliquémosle insistentemente,<br />
diciendo:<br />
Haznos perfectos en la caridad, Señor.<br />
Al recordar esta mañana tu santa resurrección,<br />
-te pedimos, Señor, que extiendas los beneficios <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción a todos los hombres.<br />
Que todo el día <strong>de</strong> hoy sepamos dar buen testimonio <strong>de</strong>l nombre cristiano<br />
-y ofrezcamos nuestra jornada como un culto espiritual agradable al Padre.<br />
Enséñanos, Señor, a <strong>de</strong>scubrir tu imagen en todos los hombres<br />
-y a servirte a ti en cada uno <strong>de</strong> ellos.<br />
Oh Cristo, vid verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> la que nosotros somos sarmientos,<br />
-haz que permanezcamos en ti y <strong>de</strong>mos fruto abundante, para que con ello reciba<br />
gloria Dios Padre.<br />
Con la confianza que nos da nuestra fe, acudamos ahora al Padre, diciendo como<br />
Cristo nos enseñó: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Que nuestra voz, Señor, nuestro espíritu y toda nuestra vida sean una continua<br />
alabanza en tu honor; y, pues toda nuestra existencia es puro don <strong>de</strong> tu liberalidad, que<br />
también cada una <strong>de</strong> nuestras acciones te esté plenamente <strong>de</strong>dicada. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
Este mundo <strong>de</strong>l hombre, en que él se afana<br />
tras la felicidad que tanto ansía,<br />
tú lo vistes, Señor, <strong>de</strong> luz temprana<br />
y <strong>de</strong> radiante sol al mediodía.<br />
Así el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu presencia encierra<br />
el secreto más hondo <strong>de</strong> esta vida;<br />
un nuevo cielo y una nueva tierra<br />
colmarán nuestro anhelo sin medida.<br />
Po<strong>de</strong>roso Señor <strong>de</strong> nuestra historia,<br />
no tar<strong>de</strong>s en venir gloriosamente;<br />
tu luz resplan<strong>de</strong>ciente y tu victoria<br />
inun<strong>de</strong>n nuestra vida eternamente. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”, dice el Señor.<br />
Salmo 118, 81-88<br />
XI (Caph)<br />
Me consumo ansiando tu salvación,<br />
y espero en tu palabra;<br />
mis ojos se consumen ansiando tus promesas,<br />
mientras digo: “¿Cuándo me consolarás?”<br />
Estoy como un odre puesto al humo,<br />
pero no olvido tus leyes.<br />
¿Cuántos serán los días <strong>de</strong> tu siervo?<br />
¿Cuándo harás justicia <strong>de</strong> mis perseguidores?<br />
Me han cavado fosas los insolentes,<br />
ignorando tu voluntad;<br />
todos tus mandatos son leales,<br />
sin razón me persiguen, protégeme.<br />
Casi dieron conmigo en la tumba,<br />
pero yo no abandoné tus <strong>de</strong>cretos;<br />
por tu bondad dame vida,<br />
para que observe los preceptos <strong>de</strong> tu boca.<br />
Ant. “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán”, dice el Señor.<br />
Ant. 2. Tú eres, Señor, mi refugio y mi bastión contra el enemigo.<br />
Salmo 60<br />
Oración <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sterrado<br />
Oración <strong>de</strong>l justo que espera la<br />
vida eterna (S. Hilario)
Dios mío, escucha mi clamor,<br />
atien<strong>de</strong> a mi súplica;<br />
te invoco <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el confín <strong>de</strong> la tierra<br />
con el corazón abatido:<br />
llévame a una roca inaccesible,<br />
porque tú eres mi refugio<br />
y mi bastión contra el enemigo.<br />
Habitaré siempre en tu morada,<br />
refugiado al amparo <strong>de</strong> tus alas;<br />
porque tú, oh Dios, escucharás mis votos<br />
y me darás la heredad <strong>de</strong> los que veneran tu nombre.<br />
Aña<strong>de</strong> días a los días <strong>de</strong>l rey,<br />
que sus años alcancen varias generaciones;<br />
que reine siempre en presencia <strong>de</strong> Dios,<br />
que tu gracia y tu lealtad le hagan guardia.<br />
Yo tañeré siempre en tu honor,<br />
e iré cumpliendo mis votos día tras día.<br />
Ant. Tú eres, Señor, mi refugio y mi bastión contra el enemigo.<br />
Ant. 3. Protege mi vida, Señor, <strong>de</strong>l terrible enemigo.<br />
Salmo 63<br />
Súplica contra los enemigos<br />
Este salmo se aplica especialmente<br />
a la pasión <strong>de</strong>l Señor (S. Agustín)<br />
Escucha, oh Dios, la voz <strong>de</strong> mi lamento,<br />
protege mi vida <strong>de</strong>l terrible enemigo;<br />
escón<strong>de</strong>me <strong>de</strong> la conjura <strong>de</strong> los perversos<br />
y <strong>de</strong>l motín <strong>de</strong> los malhechores:<br />
afilan sus lenguas como espadas<br />
y disparan como flechas palabras venenosas,<br />
para herir a escondidas al inocente,<br />
para herirlo por sorpresa y sin riesgo.<br />
Se animan al <strong>de</strong>lito,<br />
calculan cómo escon<strong>de</strong>r trampas,<br />
y dicen: “¿Quién lo <strong>de</strong>scubrirá?”<br />
Inventan malda<strong>de</strong>s y ocultan sus invenciones,<br />
porque su mente y su corazón no tienen fondo.<br />
Pero Dios los acribilla a flechazos,<br />
por sorpresa los cubre <strong>de</strong> heridas;<br />
su misma lengua los lleva a la ruina,<br />
y los que lo ven menean la cabeza.<br />
Todo el mundo se atemoriza,<br />
proclama la obra <strong>de</strong> Dios<br />
y medita sus acciones.
El justo se alegra con el Señor,<br />
se refugia en él,<br />
y se felicitan los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
Ant. Protege mi vida, Señor, <strong>de</strong>l terrible enemigo.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Dt 8, 5b-6<br />
El Señor, tu Dios, te ha educado, como un padre educa a su hijo, para que guar<strong>de</strong>s los<br />
preceptos <strong>de</strong>l Señor, tu Dios, sigas sus caminos y lo temas.<br />
V. La voluntad <strong>de</strong>l Señor es pura y eternamente estable.<br />
R. Los mandamientos <strong>de</strong>l Señor son verda<strong>de</strong>ros y enteramente justos.<br />
Oración<br />
Señor Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, infún<strong>de</strong>nos la luz <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, para que,<br />
libres <strong>de</strong> toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Jesucristo,<br />
nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1R 2, 2b-3<br />
¡Ánimo, sé un hombre! Guarda las consignas <strong>de</strong>l Señor, tu Dios, caminando por sus<br />
sendas, guardando sus preceptos, mandatos, <strong>de</strong>cretos y normas, para que tengas éxito en<br />
todas tus empresas.<br />
V. Guíame, Señor, por la senda <strong>de</strong> tus mandatos.<br />
R. Porque ella es mi gozo.<br />
Oración<br />
Señor, fuego ardiente <strong>de</strong> amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te amemos a ti<br />
sobre todas las cosas y a nuestro prójimo por amor tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Jr 6, 16<br />
Paraos en los caminos a mirar, preguntad por la vieja senda: “¿Cuál es el buen<br />
camino?”; seguidlo, y hallaréis reposo.<br />
V. Tus preceptos son mi herencia perpetua.<br />
R. La alegría <strong>de</strong> mi corazón.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia <strong>de</strong> tu paz, para que, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberte servido durante toda nuestra<br />
vida, podamos presentarnos a ti sin temor alguno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Acuérdate <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
resucitado <strong>de</strong> entre los muertos.<br />
Él es nuestra salvación,<br />
nuestra gloria para siempre.<br />
Si con él morimos, viviremos con él;<br />
si con él sufrimos, reinaremos con él.<br />
En él nuestras penas, en él nuestro gozo;<br />
en él la esperanza, en él nuestro amor.<br />
En él toda gracia, en él nuestra paz;<br />
en él nuestra gloria, en él la salvación.<br />
SALMODIA<br />
SEMANA III<br />
DOMINGO<br />
I Vísperas<br />
Ant. 1. De la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 112<br />
Alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor<br />
Derriba <strong>de</strong>l trono a los po<strong>de</strong>rosos<br />
y enaltece a los humil<strong>de</strong>s (Lc 1, 52)<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. De la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 2. Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación, invocando el nombre <strong>de</strong>l Señor.
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Salmo 115<br />
Acción <strong>de</strong> gracias en el templo<br />
Por medio <strong>de</strong> Jesús ofrezcamos<br />
continuamente a Dios un sacrificio<br />
<strong>de</strong> alabanza (Hb 13, 15)<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación, invocando el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, siervo <strong>de</strong> Dios, en su misterio pascual<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. El Señor Jesús se rebajó, y por eso Dios lo levantó por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
LECTURA BREVE Hb 13, 20 - 21<br />
Que el Dios <strong>de</strong> la paz, que hizo subir <strong>de</strong> entre los muertos al gran Pastor <strong>de</strong> las<br />
ovejas, nuestro Señor Jesús, en virtud la sangre <strong>de</strong> la alianza eterna, os ponga a punto en<br />
todo bien, para que cumpláis su voluntad. Él realizará en nosotros lo que es <strong>de</strong> su<br />
agrado, por medio <strong>de</strong> Jesucristo; a él la gloria por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cuántas son *Tus obras, Señor. Cuántas.<br />
V. Y todas las hiciste con sabiduría. *Tus obras, Señor. Gloria al Padre. Cuántas.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Recordando la bondad <strong>de</strong> Cristo, que se compa<strong>de</strong>ció <strong>de</strong>l pueblo hambriento y obró en<br />
favor suyo los prodigios <strong>de</strong> su amor, digámosle con fe:<br />
Muéstranos, Señor, tu amor.<br />
Reconocemos, Señor, que todos los beneficios que hoy hemos recibido proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> tu<br />
bondad;<br />
-haz que no tornen a ti vacíos, sino que <strong>de</strong>n fruto, con un corazón noble <strong>de</strong> nuestra<br />
parte.<br />
Oh Cristo, luz y salvación <strong>de</strong> todos los pueblos, protege a los que dan testimonio <strong>de</strong> ti<br />
en el mundo,<br />
-encien<strong>de</strong> en ellos el fuego <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Haz, Señor, que todos los hombres respeten la dignidad <strong>de</strong> sus hermanos,<br />
-y que todos juntos edifiquemos un mundo cada vez más humano.<br />
A ti, que eres el médico <strong>de</strong> las almas y <strong>de</strong> los cuerpos,<br />
-te pedimos que alivies a los enfermos y <strong>de</strong>s la paz a los agonizantes, visitándolos<br />
con tu bondad.<br />
Dígnate agregar a los difuntos al número <strong>de</strong> tus escogidos,<br />
-cuyos nombres están escritos en el libro <strong>de</strong> la vida.<br />
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos <strong>de</strong> Dios; por eso nos atrevemos a<br />
<strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo
HIMNO<br />
Cristo,<br />
alegría <strong>de</strong>l mundo,<br />
resplandor <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong>l Padre.<br />
¡Bendita la mañana<br />
que anuncia tu esplendor al universo!<br />
En el día primero,<br />
tu resurrección alegraba<br />
el corazón <strong>de</strong>l Padre,<br />
En el día primero,<br />
vio que todas las cosas eran buenas<br />
porque participaban <strong>de</strong> tu gloria.<br />
La mañana celebra<br />
tu resurrección y se alegra<br />
con claridad <strong>de</strong> Pascua.<br />
Se levanta la tierra<br />
como un joven discípulo en tu busca,<br />
sabiendo que el sepulcro está vacío.<br />
En la clara mañana,<br />
tu sagrada luz se difun<strong>de</strong><br />
como una gracia nueva.<br />
Que nosotros vivamos<br />
como hijos <strong>de</strong> luz y no pequemos<br />
contra la claridad <strong>de</strong> tu presencia.<br />
SALMODIA<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. El Señor es admirable en el cielo. Aleluya.<br />
Salmo 92<br />
Gloria al Dios creador<br />
Reina el Señor, nuestro Dios, dueño<br />
<strong>de</strong> todo, alegrémonos y gocemos y<br />
démosle gracias (Ap 19, 6. 7)<br />
El Señor reina vestido <strong>de</strong> majestad,<br />
el Señor, vestido y ceñido <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r:<br />
así está firme el orbe y no vacila.<br />
Tu trono está firme <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre,<br />
y tú eres eterno.<br />
Levantan los ríos, Señor,<br />
levantan los ríos su voz,<br />
levantan los ríos su fragor;
pero más que la voz <strong>de</strong> aguas caudalosas,<br />
más potente que el oleaje <strong>de</strong>l mar,<br />
más potente en el cielo es el Señor.<br />
Tus mandatos son fieles y seguros;<br />
la santidad es el adorno <strong>de</strong> tu casa,<br />
Señor, por días sin término.<br />
Ant. El Señor es admirable en el cielo. Aleluya.<br />
Ant. 2. Eres alabado, Señor, y ensalzado por los siglos. Aleluya.<br />
Cántico Dn 3,57-88. 56<br />
Toda la creación alabe al Señor<br />
Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Ángeles <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
cielos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Aguas <strong>de</strong>l espacio, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
ejércitos <strong>de</strong>l Señor ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Sol y luna, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
astros <strong>de</strong>l cielo, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Lluvia y rocío, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
vientos todos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Fuego y calor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
fríos y heladas, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Rocíos y nevadas ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
témpanos y hielos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Escarchas y nieve, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
noche y día, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Luz y tinieblas, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
rayos y nubes, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Bendiga la tierra al Señor,<br />
ensálcelo con himnos por los siglos.<br />
Montes y cumbres, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.<br />
Manantiales, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
mares y ríos, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Cetáceos y peces, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
aves <strong>de</strong>l cielo, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Fieras y ganados, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos<br />
Alabad al Señor, sus siervos<br />
todos (Ap 19, 5)
Hijos <strong>de</strong> los hombres, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
bendiga Israel al Señor.<br />
Sacerdotes <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
siervos <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Almas y espíritus justos, ben<strong>de</strong>cid al Señor;<br />
santos y humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corazón, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Ananías, Azarías y Misael, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Bendigamos al Padre y al Hijo con el Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
ensalcémoslo con himnos por los siglos.<br />
Bendito el Señor en la bóveda <strong>de</strong>l cielo,<br />
alabado y glorioso y ensalzadlo, por los siglos.<br />
Ant. Eres alabado, Señor, y ensalzado por los siglos. Aleluya.<br />
Ant. 3. Alabad al Señor en el cielo. Aleluya. †<br />
Alabad al Señor en el cielo,<br />
† alabad al Señor en lo alto.<br />
Alabadlo todos sus ángeles;<br />
alabadlo todos su ejércitos.<br />
Alabadlo, sol y luna;<br />
alabadlo, estrellas lucientes.<br />
Alabadlo, espacios celestes<br />
y aguas que cuelgan en el cielo.<br />
Alaben el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
porque él lo mandó, y existieron.<br />
Les dio consistencia perpetua<br />
y una ley que no pasará.<br />
Alabad al Señor en la tierra;<br />
cetáceos y abismos <strong>de</strong>l mar,<br />
Salmo 148<br />
Alabanza <strong>de</strong>l Dios creador<br />
rayos, granizo, nieve y bruma,<br />
viento huracanado que cumple sus ór<strong>de</strong>nes,<br />
montes y todas las sierras,<br />
árboles frutales y cedros,<br />
fieras y animales domésticos,<br />
reptiles y pájaros que vuelan.<br />
Reyes y pueblos <strong>de</strong>l orbe,<br />
príncipes y jefes <strong>de</strong>l mundo,<br />
Al que se sienta en el trono y al<br />
Cor<strong>de</strong>ro la alabanza, el honor, la<br />
gloria y el po<strong>de</strong>r por los siglos <strong>de</strong><br />
los siglos (Ap 5, 13)
los jóvenes y también las doncellas,<br />
los viejos junto con los niños,<br />
alaben el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
el único nombre sublime.<br />
Su majestad sobre el cielo y la tierra;<br />
él acrece el vigor <strong>de</strong> su pueblo.<br />
Alabanza <strong>de</strong> todos sus fieles,<br />
<strong>de</strong> Israel, su pueblo escogido.<br />
Ant. Alabad al Señor en el cielo. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ez 37,12b -14<br />
Así dice el Señor: “Yo mismo abriré vuestros sepulcros, y os haré salir <strong>de</strong> vuestros<br />
sepulcros, pueblo mío, y os traeré a la tierra <strong>de</strong> Israel. Y cuando abra vuestros sepulcros<br />
y os saque <strong>de</strong> vuestros sepulcros, pueblo mío, sabréis que soy el Señor. Os infundiré mi<br />
espíritu, y viviréis; os colocaré en vuestra tierra, y sabréis que yo, el Señor, lo digo y lo<br />
hago.” Oráculo <strong>de</strong>l Señor.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Cristo.<br />
V. Tú que estás sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l Padre. *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Gloria al<br />
Padre. Cristo.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios Padre, que, por mediación <strong>de</strong> su Hijo, envió el Espíritu <strong>Santo</strong>, para<br />
que con su luz santísima penetrara las almas <strong>de</strong> sus fieles, y digámosle:<br />
Ilumina, Señor, a tu pueblo.<br />
Te ben<strong>de</strong>cimos, Señor, a ti que eres nuestra luz,<br />
-y te pedimos que este domingo que ahora comenzamos transcurra todo él<br />
consagrado a tu alabanza.<br />
Tú que, por la resurrección <strong>de</strong> tu Hijo, quisiste iluminar el mundo,<br />
-haz que tu Iglesia difunda entre todos los hombres la alegría pascual.<br />
Tú que, por el Espíritu <strong>de</strong> la verdad, adoctrinaste a los discípulos <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-envía este mismo Espíritu a tu Iglesia, para que permanezca siempre fiel a ti.<br />
Tú que eres luz para todos los hombres, acuérdate <strong>de</strong> los que viven aún en las tinieblas<br />
-y abre los ojos <strong>de</strong> su mente para que te reconozcan a ti, único Dios verda<strong>de</strong>ro.<br />
Por Jesús hemos sido hechos hijos <strong>de</strong> Dios; por esto, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre<br />
nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
A la gloria <strong>de</strong> Dios se alzan las torres,<br />
a su gloria los álamos,<br />
a su gloria los cielos,<br />
y las aguas <strong>de</strong>scansan a su gloria.<br />
El tiempo se recoge;<br />
<strong>de</strong>sarrolla lo eterno sus entrañas;<br />
se lavan los cuidados y congojas<br />
en las aguas inmobles,<br />
en los inmobles álamos,<br />
en las torres pintadas en el cielo,<br />
mar <strong>de</strong> altos mundos.<br />
El reposo reposa en la hermosura<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> Dios, que así nos abre<br />
tesoros <strong>de</strong> su gloria.<br />
Nada <strong>de</strong>seo,<br />
mi voluntad <strong>de</strong>scansa,<br />
mi voluntad reclina<br />
<strong>de</strong> Dios en el regazo su cabeza<br />
y duerme y sueña…<br />
Sueña en <strong>de</strong>scanso<br />
toda aquesta visión <strong>de</strong> alta hermosura.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Mejor es refugiarse en el Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Salmo 117<br />
Himno <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.<br />
I<br />
Jesús es la piedra que <strong>de</strong>sechasteis<br />
vosotros, los arquitectos, y que se ha<br />
convertido en piedra angular (Hch 4, 11)
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?<br />
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Ant. Mejor es refugiarse en el Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Ant. 2. El Señor es mi fuerza y mi energía. Aleluya.<br />
II<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Ant. El Señor es mi fuerza y mi energía. Aleluya.<br />
Ant. 3. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste. Aleluya.<br />
III<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.<br />
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.<br />
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.<br />
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste. Aleluya.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 15-16<br />
Habéis recibido, no un espíritu <strong>de</strong> esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu<br />
<strong>de</strong> hijos adoptivos, que nos hace gritar: “¡Abba!” (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu<br />
dan un testimonio concor<strong>de</strong>: que somos hijos <strong>de</strong> Dios.<br />
V. En ti, Señor, está la fuente viva.<br />
R. Y tu luz nos hace ver la luz<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 22-23<br />
Sabemos que hasta hoy la creación entera está gimiendo toda ella con dolores <strong>de</strong><br />
parto. Y no sólo eso; también nosotros, que poseemos las primicias <strong>de</strong>l Espíritu,<br />
gemimos en nuestro interior, aguardando la hora <strong>de</strong> ser hijos <strong>de</strong> Dios, la re<strong>de</strong>nción <strong>de</strong><br />
nuestro cuerpo.<br />
V. Bendice, alma mía, al Señor.<br />
R. Él rescata tu vida <strong>de</strong> la fosa.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 2Tm 1, 9<br />
Dios nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tiempo inmemorial, dispuso darnos su gracia, por medio <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
V. El Señor los condujo seguros, sin alarmas.<br />
R. Los hizo entrar por las santas fronteras.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
¿Qué ves en la noche,<br />
dinos centinela?<br />
Dios como un almendro<br />
con la flor <strong>de</strong>spierta;<br />
Dios que nunca duerme<br />
busca quien no duerma,<br />
y entre las diez vírgenes<br />
sólo hay cinco en vela.<br />
¿Qué ves en la noche,<br />
dinos centinela?<br />
Gallos vigilantes<br />
que la noche alertan.<br />
Quien negó tres veces<br />
otras tres confiesa,<br />
y pregona el llanto<br />
lo que el miedo niega.<br />
¿Qué ves en la noche,<br />
dinos centinela?<br />
Muerto le bajaban<br />
a la tumba nueva.<br />
Nunca tan a<strong>de</strong>ntro<br />
tuvo al sol la tierra.<br />
Daba el monte gritos,<br />
piedra contra piedra.<br />
¿Qué ves en la noche,<br />
dinos centinela?<br />
Vi los cielos nuevos<br />
y la tierra nueva.<br />
Cristo entre los vivos,<br />
y la muerte muerta.<br />
Dios en las criaturas,<br />
¡y eran todas buenas! Amén.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant. 1. Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor: "Siéntate a mi <strong>de</strong>recha." Aleluya. †<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
El Mesías, Rey y Sacerdote<br />
Cristo tiene que reinar hasta<br />
que Dios haga <strong>de</strong> sus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> sus pies (1Co 15, 25)
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
† y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor: "Siéntate a mi <strong>de</strong>recha." Aleluya.<br />
Ant. 2. El Señor, piadoso y clemente, ha hecho maravillas memorables. Aleluya.<br />
Salmo 110<br />
Gran<strong>de</strong>s son las obras <strong>de</strong>l Señor<br />
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus<br />
obras, Señor, Dios omnipotente<br />
(Ap 15, 3)<br />
Doy gracias al Señor <strong>de</strong> todo corazón,<br />
en compañía <strong>de</strong> los rectos, en la asamblea.<br />
Gran<strong>de</strong>s son las obras <strong>de</strong>l Señor,<br />
dignas <strong>de</strong> estudio para los que las aman.<br />
Esplendor y belleza son su obra,<br />
su generosidad dura por siempre;<br />
ha hecho maravillas memorables,<br />
el Señor es piadoso y clemente.<br />
Él da alimento a sus fieles;<br />
recordando siempre su alianza;<br />
mostró a su pueblo la fuerza <strong>de</strong> su obrar,<br />
dándoles la heredad <strong>de</strong> los gentiles.<br />
Justicia y verdad son las obras <strong>de</strong> sus manos,<br />
todos sus preceptos merecen confianza:<br />
son estables para siempre jamás,<br />
se han <strong>de</strong> cumplir con verdad y rectitud.<br />
Envió la re<strong>de</strong>nción a su pueblo,<br />
ratificó para siempre su alianza,<br />
su nombre es sagrado y temible.
Primicia <strong>de</strong> la sabiduría es el temor <strong>de</strong>l Señor,<br />
tienen buen juicio los que lo practican;<br />
la alabanza <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Ant. El Señor, piadoso y clemente, ha hecho maravillas memorables. Aleluya.<br />
Ant. 3. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Las bodas <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 3 - 5<br />
Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por<br />
la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo <strong>de</strong> entre los muertos, nos ha hecho nacer <strong>de</strong> nuevo para una<br />
esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperece<strong>de</strong>ra, que os está<br />
reservada en el cielo. La fuerza <strong>de</strong> Dios os custodia en la fe para la salvación que<br />
aguarda a manifestarse en el momento final.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendito eres, Señor, *En la bóveda <strong>de</strong>l cielo. Bendito.<br />
V. Digno <strong>de</strong> gloria y alabanza por los siglos. *En la bóveda <strong>de</strong>l cielo. Gloria al<br />
Padre. Bendito.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, nuestro Padre, que maravillosamente creó el mundo, lo redimió <strong>de</strong><br />
forma más admirable aún y no cesa <strong>de</strong> conservarlo con amor, y digámosle con<br />
alegría:<br />
Renueva, Señor, las maravillas <strong>de</strong> tu amor.<br />
Te damos gracias, Señor, porque, a través <strong>de</strong>l mundo, nos has revelado tu po<strong>de</strong>r y tu<br />
gloria;<br />
-haz que sepamos ver tu provi<strong>de</strong>ncia en los avatares <strong>de</strong>l mundo.<br />
Tú que por la victoria <strong>de</strong> tu Hijo en la cruz, anunciaste la paz al mundo,<br />
-líbranos <strong>de</strong> toda <strong>de</strong>sesperación y <strong>de</strong> todo temor.<br />
A todos los que aman la justicia y trabajan por conseguirla,<br />
-concé<strong>de</strong>les que cooperen, con sinceridad y concordia, en la edificación <strong>de</strong> un mundo<br />
mejor.<br />
Ayuda a los oprimidos, consuela a los afligidos, libra a los cautivos, da pan a los<br />
hambrientos, fortalece a los débiles,<br />
-para que en todos se manifieste el triunfo <strong>de</strong> la cruz.<br />
Tú que, al tercer día, resucitaste gloriosamente a tu Hijo <strong>de</strong>l sepulcro,<br />
-haz que nuestros hermanos difuntos lleguen también a la plenitud <strong>de</strong> la vida.<br />
Concluyamos nuestra súplica con la oración que el mismo Señor nos enseñó: Padre<br />
nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Llenando el mundo, el sol abre<br />
la mañana más y más.<br />
La luz transcurre ahora<br />
aún más pura volverá.<br />
Descansa el peso <strong>de</strong>l mundo<br />
en alada suavidad,<br />
teje la santa armonía<br />
<strong>de</strong>l tiempo en la eternidad.<br />
Vivir, vivir como siempre;<br />
vivir en siempre, y amar,<br />
traspasado por el tiempo,<br />
las cosas en su verdad.<br />
Una luz única fluye,<br />
siempre esta luz fluirá<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> al aroma <strong>de</strong>l árbol<br />
<strong>de</strong> la encendida bondad.<br />
Todo en rotación diurna<br />
<strong>de</strong>scansa en su más allá,<br />
espera, susurra, tiembla,<br />
duerme y parece velar,<br />
mientras el peso <strong>de</strong>l mundo<br />
tira <strong>de</strong>l cuerpo y lo va<br />
enterrando dulcemente<br />
entre un <strong>de</strong>spués y un jamás.<br />
Gloria al Padre omnipotente,<br />
gloria al Hijo, que él nos da,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
en tiempo y eternidad. Amén.<br />
SALMODIA<br />
LUNES DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.<br />
Salmo 83<br />
Añoranza <strong>de</strong>l templo<br />
¡Qué <strong>de</strong>seables son tus moradas,<br />
Señor <strong>de</strong> los ejércitos!<br />
Mi alma se consume y anhela<br />
los atrios <strong>de</strong>l Señor,<br />
Aquí no tenemos ciudad<br />
permanente, sino que andamos en<br />
busca <strong>de</strong> la futura (Hb 13, 14)
mi corazón y mi carne<br />
retozan por el Dios vivo.<br />
Hasta el gorrión ha encontrado una casa;<br />
la golondrina, un nido<br />
don<strong>de</strong> colocar sus polluelos:<br />
tus altares, Señor <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
Rey mío y Dios mío.<br />
Dichosos los que viven en tu casa,<br />
alabándote siempre.<br />
Dichosos los que encuentran en ti su fuerza<br />
al preparar su peregrinación:<br />
cuando atraviesan áridos valles,<br />
los convierten en oasis,<br />
como si la lluvia temprana<br />
los cubriera <strong>de</strong> bendiciones;<br />
caminan <strong>de</strong> baluarte en baluarte<br />
hasta ver a Dios en Sión.<br />
Señor <strong>de</strong> los ejércitos, escucha mi súplica;<br />
atién<strong>de</strong>me, Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,<br />
mira el rostro <strong>de</strong> tu Ungido.<br />
Vale más un día en tus atrios<br />
que mil en mi casa,<br />
y prefiero el umbral <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Dios<br />
a vivir con los malvados.<br />
Porque el Señor es sol y escudo,<br />
él da la gracia y la gloria,<br />
el Señor no niega sus bienes<br />
a los <strong>de</strong> conducta intachable.<br />
¡Señor <strong>de</strong> los ejércitos, dichoso el hombre<br />
que confía en ti!<br />
Ant. Dichosos los que viven en tu casa, Señor.<br />
Ant. 2. Venid, subamos al monte <strong>de</strong>l Señor.<br />
Cántico Is 2,2-5<br />
El monte <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor<br />
en la cima <strong>de</strong> los montes<br />
Vendrán todas las naciones y se<br />
postrarán en tu acatamiento (Ap 15, 4)<br />
Al final <strong>de</strong> los días estará firme<br />
el monte <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en la cima <strong>de</strong> los montes,<br />
encumbrado sobre las montañas.<br />
Hacia él confluirán los gentiles,<br />
caminarán pueblos numerosos.
Dirán: "Venid, subamos al monte <strong>de</strong>l Señor,<br />
a la casa <strong>de</strong>l Dios <strong>de</strong> Jacob:<br />
él nos instruirá en sus caminos<br />
y marcharemos por sus sendas;<br />
porque <strong>de</strong> Sión saldrá la ley,<br />
<strong>de</strong> Jerusalén, la palabra <strong>de</strong>l Señor."<br />
Será el árbitro <strong>de</strong> las naciones,<br />
el juez <strong>de</strong> pueblos numerosos.<br />
De las espadas forjarán arados,<br />
<strong>de</strong> las lanzas, poda<strong>de</strong>ras.<br />
No alzará la espada pueblo contra pueblo,<br />
no se adiestrarán para la guerra.<br />
Casa <strong>de</strong> Jacob, ven,<br />
caminemos a la luz <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. Venid, subamos al monte <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. Cantad al Señor, ben<strong>de</strong>cid su nombre.<br />
Salmo 95<br />
El Señor, rey y juez <strong>de</strong>l mundo<br />
Cantaban un cántico nuevo<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono, en presencia <strong>de</strong>l<br />
Cor<strong>de</strong>ro (cf. Ap 14, 3)<br />
Cantad al Señor un cántico nuevo,<br />
cantad al Señor, toda la tierra;<br />
cantad al Señor, ben<strong>de</strong>cid su nombre,<br />
proclamad día tras día su victoria.<br />
Contad a los pueblos su gloria,<br />
sus maravillas a todas las naciones;<br />
porque es gran<strong>de</strong> el Señor, y muy digno <strong>de</strong> alabanza,<br />
más temible que todo los dioses.<br />
Pues los dioses <strong>de</strong> los gentiles son apariencia,<br />
mientras que el Señor ha hecho el cielo;<br />
honor y majestad lo prece<strong>de</strong>n,<br />
fuerza y esplendor están en su templo.<br />
Familias <strong>de</strong> los pueblos, aclamad al Señor,<br />
aclamad la gloria y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Señor,<br />
aclamad la gloria <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
entrad en sus atrios trayéndole ofrendas.<br />
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,<br />
tiemble en su presencia la tierra toda;<br />
<strong>de</strong>cid a los pueblos: "El Señor es rey,<br />
él afianzó el orbe, y no se moverá;<br />
él gobierna a los pueblos rectamente."
Alégrese el cielo, goce la tierra,<br />
retumbe el mar y cuanto lo llena;<br />
vitoreen los campos y cuanto hay en ellos,<br />
aclamen los árboles <strong>de</strong>l bosque,<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor, que ya llega,<br />
ya llega a regir la tierra:<br />
regirá el orbe con justicia<br />
y los pueblos con fi<strong>de</strong>lidad.<br />
Ant. Cantad al Señor, ben<strong>de</strong>cid su nombre.<br />
LECTURA BREVE St 2, 12 -13<br />
Hablad y actuad como quienes van a ser juzgados por una ley <strong>de</strong> libertad, porque el<br />
juicio será sin misericordia para el que no practicó la misericordia. La misericordia se<br />
ríe <strong>de</strong>l juicio.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendito sea el Señor *Ahora y por siempre. Bendito.<br />
V. El único que hace maravillas. *Ahora y por siempre. Gloria al Padre. Bendito.<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, Dios nuestro.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, que puso en el mundo a los hombres para que trabajasen concor<strong>de</strong>s<br />
para su gloria, y pidamos con insistencia:<br />
Haz que te glorifiquemos, Señor.<br />
Te ben<strong>de</strong>cimos, Señor, creador <strong>de</strong>l universo,<br />
-porque has conservado nuestra vida hasta el día <strong>de</strong> hoy.<br />
Míranos benigno, Señor, ahora que vamos a comenzar nuestra labor cotidiana;<br />
-haz que, obrando conforme a tu voluntad, cooperemos en tu obra.<br />
Que nuestro trabajo <strong>de</strong> hoy sea provechoso para nuestros hermanos,<br />
-y así todos juntos edifiquemos un mundo grato a tus ojos.<br />
A nosotros y a todos los que hoy entrarán en contacto con nosotros,<br />
-concé<strong>de</strong>nos el gozo y la paz.<br />
Llenos <strong>de</strong> alegría por nuestra condición <strong>de</strong> hijos <strong>de</strong> Dios, digamos confiadamente:<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor Dios, rey <strong>de</strong> cielos y tierra, dirige y santifica en este día nuestros cuerpos y<br />
nuestros corazones, nuestros sentidos, palabras y acciones, según tu ley y tus mandatos;<br />
para que, con tu auxilio, alcancemos la salvación ahora y por siempre. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Nada te turbe,<br />
nada te espante,<br />
todo se pasa,<br />
Dios no se muda;<br />
la paciencia<br />
todo lo alcanza;<br />
quien a Dios tiene<br />
nada le falta:<br />
sólo Dios basta.<br />
Gloria a Dios Padre,<br />
gloria a Dios Hijo,<br />
igual por siempre<br />
gloria al Espíritu. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Yo consulto, Señor, tus leyes, pues con ellas me diste vida.<br />
Salmo 118, 89-96<br />
XII (Lamed)<br />
Contemplación <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios en la ley<br />
Os doy un mandamiento nuevo:<br />
que os améis unos a otros igual que<br />
yo os he amado (Jn 13, 34)<br />
Tu palabra, Señor, es eterna,<br />
más estable que el cielo;<br />
tu fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> generación en generación,<br />
igual que fundaste la tierra y permanece;<br />
por tu mandamiento subsisten hasta hoy,<br />
porque todo está a tu servicio.<br />
Si tu voluntad no fuera mi <strong>de</strong>licia,<br />
ya habría perecido en mi <strong>de</strong>sgracia;<br />
jamás olvidaré tus <strong>de</strong>cretos,<br />
pues con ellos me diste vida;<br />
soy tuyo, sálvame,<br />
que yo consulto tus leyes.<br />
Los malvados me esperaban para per<strong>de</strong>rme,<br />
pero yo meditaba tus preceptos;<br />
he visto el límite <strong>de</strong> todo lo perfecto:<br />
tu mandato se dilata sin término.<br />
Ant. Yo consulto, Señor, tus leyes, pues con ellas me diste vida.
Ant. 2. Tú, Señor, fuiste mi esperanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud.<br />
Salmo 70<br />
Tú, Señor, fuiste mi esperanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud.<br />
A ti, Señor, me acojo:<br />
no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>rrotado para siempre;<br />
tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo,<br />
inclina a mí tu oído, y sálvame.<br />
Sé tú mi roca <strong>de</strong> refugio,<br />
el alcázar don<strong>de</strong> me salve,<br />
porque mi peña y mi alcázar eres tú.<br />
Dios mío, líbrame <strong>de</strong> la mano perversa,<br />
<strong>de</strong>l puño criminal y violento;<br />
porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza<br />
y mi confianza, Señor, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud.<br />
En el vientre materno ya me apoyaba en ti,<br />
en el seno materno tú me sostenías,<br />
siempre he confiado en ti.<br />
Muchos me miraban como a un milagro,<br />
porque tú eres mi fuerte refugio.<br />
Llena estaba mi boca <strong>de</strong> tu alabanza<br />
y <strong>de</strong> tu gloria, todo el día.<br />
No me rechaces ahora en la vejez,<br />
me van faltando las fuerzas, no me abandones;<br />
porque mis enemigos hablan <strong>de</strong> mí,<br />
los que acechan mi vida celebran consejo;<br />
dicen: “Dios lo ha abandonado;<br />
perseguidlo, agarradlo, que nadie lo <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>.”<br />
Dios mío, no te que<strong>de</strong>s a distancia;<br />
Dios mío, ven aprisa a socorrerme.<br />
Que fracasen y se pierdan<br />
los que atentan contra mi vida,<br />
que<strong>de</strong>n cubiertos <strong>de</strong> oprobio y vergüenza<br />
los que buscan mi daño.<br />
Ant. Tú, Señor, fuiste mi esperanza <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud.<br />
Ant. 3. En la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío.<br />
II<br />
Yo, en cambio, seguiré esperando,<br />
redoblaré tus alabanzas;<br />
mi boca contará tu auxilio,<br />
y todo el día tu salvación.<br />
I<br />
Que la esperanza os tenga<br />
alegres; estad firmes en la<br />
tribulación (Rm 12, 12)
Contaré tus proezas, Señor mío,<br />
narraré tu victoria, tuya entera.<br />
Dios mío, me instruiste <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud,<br />
y hasta hoy relato tus maravillas<br />
ahora, en la vejez y las canas,<br />
no me abandones, Dios mío,<br />
hasta que <strong>de</strong>scriba tu brazo<br />
a la nueva generación,<br />
tus proezas y tus victorias excelsas,<br />
las hazañas que realizaste:<br />
Dios mío, ¿quién como tú?<br />
Me hiciste pasar por peligros,<br />
muchos y graves:<br />
<strong>de</strong> nuevo me darás la vida,<br />
me harás subir <strong>de</strong> lo hondo <strong>de</strong> la tierra;<br />
acrecerás mi dignidad,<br />
<strong>de</strong> nuevo me consolarás;<br />
y yo te daré gracias, Dios mío,<br />
con el arpa, por tu lealtad;<br />
tocaré para ti la cítara,<br />
<strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Israel; te aclamarán mis labios, Señor,<br />
mi alma, que tú redimiste;<br />
y mi lengua todo el día<br />
recitará tu auxilio,<br />
porque quedaron <strong>de</strong>rrotados y afrentados<br />
los que buscaban mi daño.<br />
Ant. En la vejez y las canas, no me abandones, Dios mío.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 2Co 13, 11<br />
Alegraos, enmendaos, animaos; tened un mismo sentir y vivid en paz. Y el Dios <strong>de</strong>l<br />
amor y <strong>de</strong> la paz estará con vosotros.<br />
V. Los ojos <strong>de</strong>l Señor miran a los justos.<br />
R. Sus oídos escuchan sus gritos.<br />
Oración<br />
Oh Dios, Padre lleno <strong>de</strong> bondad, tú has querido que los hombres trabajáramos <strong>de</strong> tal<br />
forma que, cooperando unos con otros, alcanzáramos éxitos cada vez más logrados;<br />
ayúdanos, pues, a vivir en medio <strong>de</strong> nuestros trabajos sintiéndonos siempre hijos tuyos y<br />
hermanos <strong>de</strong> todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Sexta<br />
LECTURA BREVE Rm 6, 22<br />
Ahora, emancipados <strong>de</strong>l pecado y hechos esclavos <strong>de</strong> Dios, producís frutos que<br />
llevan a la santidad y acaban en vida eterna.<br />
R. Tú, Señor, vas a <strong>de</strong>volvernos la vida.<br />
V. Para que tu pueblo se alegre contigo.<br />
Oración<br />
Señor, tú eres el dueño <strong>de</strong> la viña y <strong>de</strong> los sembrados, tú el que repartes las tareas y<br />
distribuyes el justo salario a los trabajadores; ayúdanos a soportar el peso <strong>de</strong>l día y el<br />
calor <strong>de</strong> la jornada sin quejarnos nunca <strong>de</strong> tus planes. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Col 1, 21-22<br />
Antes estabais vosotros alejados <strong>de</strong> Dios y erais enemigos suyos por la mentalidad<br />
que engendraban vuestras malas acciones; ahora, en cambio, gracias a la muerte que<br />
Cristo sufrió en su cuerpo <strong>de</strong> carne, Dios os ha reconciliado para haceros santos, sin<br />
mancha y sin reproche en su presencia.<br />
R. Tañed para el Señor, fieles suyos.<br />
V. Dad gracias a su nombre santo.<br />
Oración<br />
Tú nos has convocado, Señor, en tu presencia en aquella misma hora en que los<br />
apóstoles subían al templo para la oración <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>; concé<strong>de</strong>nos que las súplicas que<br />
ahora te dirigimos en nombre <strong>de</strong> Jesús, tu Hijo, alcancen la salvación a cuantos invocan<br />
este nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Muchas veces, Señor, a la hora décima<br />
-sobremesa en sosiego-,<br />
recuerdo que, a esa hora, a Juan y a Andrés<br />
les saliste al encuentro.<br />
Ansiosos caminaron tras <strong>de</strong> ti…<br />
“¿Qué buscáis…?” Les miraste. Hubo silencio.<br />
El cielo <strong>de</strong> las cuatro <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong><br />
halló en las aguas <strong>de</strong>l Jordán su espejo,<br />
y el río se hizo más azul <strong>de</strong> pronto,<br />
¡el río se hizo cielo!<br />
“Rabí –hablaron los dos-, ¿en dón<strong>de</strong> moras?”<br />
“Venid y lo veréis.” Fueron, y vieron…<br />
“Señor, ¿en dón<strong>de</strong> vives?”<br />
“Ven y verás.” Y yo sigo y siento<br />
que estás… ¡en todas partes!,<br />
¡y que es tan fácil ser tu compañero!<br />
Al sol <strong>de</strong> la hora décima, lo mismo<br />
que a Juan y a Andrés –es Juan quien da fe <strong>de</strong> ello-,<br />
lo mismo, cada vez que yo te busque,<br />
Señor, ¡sal a mi encuentro!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.<br />
Salmo 122<br />
El Señor, esperanza <strong>de</strong>l pueblo<br />
Dos ciegos… se pusieron a<br />
gritar: “¡Ten compasión <strong>de</strong> nosotros,<br />
Señor, Hijo <strong>de</strong> David!” (Mt 20, 30)<br />
A ti levanto mis ojos,<br />
a ti que habitas en el cielo.<br />
Como están los ojos <strong>de</strong> los esclavos<br />
fijos en las manos <strong>de</strong> sus señores,<br />
como están los ojos <strong>de</strong> la esclava<br />
fijos en las manos <strong>de</strong> su señora,<br />
así están nuestros ojos<br />
en el Señor, Dios nuestro,<br />
esperando su misericordia.<br />
Misericordia, Señor, misericordia,<br />
que estamos saciados <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprecios;<br />
nuestra alma está saciada
<strong>de</strong>l sarcasmo <strong>de</strong> los satisfechos,<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> los orgullosos.<br />
Ant. Nuestros ojos están fijos en el Señor, esperando su misericordia.<br />
Ant. 2. Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor, que hizo el cielo y la tierra.<br />
Salmo 123<br />
Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor<br />
Dijo el Señor a Pablo: “No<br />
temas…, que yo estoy contigo”<br />
(Hch 18, 9.10)<br />
Si el Señor no hubiera estado <strong>de</strong> nuestra parte<br />
-que lo diga Israel-,<br />
si el Señor no hubiera estado <strong>de</strong> nuestra parte,<br />
cuando nos asaltaban los hombres,<br />
nos habrían tragado vivos:<br />
tanto ardía su ira contra nosotros.<br />
Nos habrán arrollado las aguas,<br />
llegándonos el torrente hasta el cuello;<br />
nos habrían llegado hasta el cuello<br />
las aguas espumantes.<br />
Bendito el Señor, que no nos entregó<br />
en presa a sus dientes;<br />
hemos salvado la vida como un pájaro<br />
<strong>de</strong> la trampa <strong>de</strong>l cazador:<br />
la trampa se rompió, y escapamos.<br />
Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo cielo y la tierra.<br />
Ant. Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor, que hizo el cielo y la tierra.<br />
Ant. 3. Dios nos ha <strong>de</strong>stinado en la persona <strong>de</strong> Cristo a ser sus hijos.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
El Dios salvador<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Dios nos ha <strong>de</strong>stinado en la persona <strong>de</strong> Cristo a ser sus hijos.<br />
LECTURA BREVE St 4, 11-12<br />
Dejad <strong>de</strong> <strong>de</strong>nigraros unos a otros, hermanos. Quien <strong>de</strong>nigra a su hermano o juzga a<br />
su hermano <strong>de</strong>nigra a la ley y juzga a la ley; y, si juzgas a la ley, ya no la estás<br />
cumpliendo, eres su juez. Uno solo es legislador y juez: el que pue<strong>de</strong> salvar y <strong>de</strong>struir.<br />
¿Quién eres tú para juzgar al prójimo?<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sáname, Señor, *Porque he pecado contra ti. Sáname.<br />
V. Yo dije: Señor, ten misericordia. *Porque he pecado contra ti. Gloria al Padre.<br />
Sáname.<br />
Magníficat, ant. Proclama mi alma la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor, porque Dios ha mirado mi<br />
humillación.<br />
PRECES<br />
Ya que Cristo quiere que todos los hombres se salven, pidamos confiadamente por toda<br />
la humanidad, diciendo:<br />
Atrae a todos hacia ti, Señor.<br />
Te ben<strong>de</strong>cimos, Señor, que por tu sangre preciosa, nos has redimido <strong>de</strong> la esclavitud;<br />
-haz que participemos en la gloriosa libertad <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios.<br />
Ayuda con tu gracia a nuestro obispo N. y a todos los obispos <strong>de</strong> la Iglesia,<br />
-para que, con gozo y fervor, administren tus misterios.<br />
Que todos los que consagran su vida a la investigación <strong>de</strong> la verdad la hallen<br />
-y, hallándola, se esfuercen en buscarla con mayor plenitud.<br />
Atien<strong>de</strong>, Señor, a los huérfanos, a las viudas, a los que viven abandonados;<br />
-para que te sientan cercano y se entreguen más a ti.<br />
Acoge a nuestros hermanos difuntos en la ciudad santa <strong>de</strong> la Jerusalén celestial,<br />
-don<strong>de</strong> tú, con el Padre y el Espíritu <strong>Santo</strong>, lo serás todo para todos.
Adoctrinados por el mismo Señor, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, tú que con razón eres llamado luz in<strong>de</strong>ficiente, ilumina nuestro espíritu, en<br />
esta hora vespertina, y dígnate perdonar benignamente nuestras faltas. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
Señor, el día empieza. Como siempre,<br />
postrados a tus pies, la luz <strong>de</strong>l día<br />
queremos esperar. Eres la fuerza<br />
que tenemos los débiles, nosotros.<br />
Padre nuestro,<br />
que en los cielos estás,<br />
SALMODIA<br />
MARTES DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Salmo 84<br />
Nuestra salvación está cerca<br />
Dios bendijo a nuestra tierra<br />
cuando le envió el Salvador<br />
(Orígenes)<br />
Señor, has sido bueno con tu tierra,<br />
has restaurado la suerte <strong>de</strong> Jacob,<br />
has perdonado la culpa <strong>de</strong> tu pueblo,<br />
has sepultado todos sus pecados,<br />
has reprimido tu cólera,<br />
has frenado el incendio <strong>de</strong> tu ira.<br />
Restáuranos, Dios, salvador nuestro;<br />
cesa en tu rencor contra nosotros.<br />
¿Vas a estar siempre enojado,<br />
o a prolongar tu ira <strong>de</strong> edad en edad?<br />
¿No vas a <strong>de</strong>volvernos la vida,<br />
para que tu pueblo se alegre contigo?<br />
Muéstranos, Señor, tu misericordia<br />
y danos tu salvación.<br />
Voy a escuchar lo que dice el Señor:<br />
"Dios anuncia la paz<br />
a su pueblo y a sus amigos<br />
y a los que se convierten <strong>de</strong> corazón."<br />
La salvación está ya cerca <strong>de</strong> sus fieles,<br />
y la gloria habitará en nuestra tierra;<br />
la misericordia y la fi<strong>de</strong>lidad se encuentran,<br />
la justicia y la paz se besan;<br />
la fi<strong>de</strong>lidad brota <strong>de</strong> la tierra,<br />
y la justicia mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo;<br />
el Señor nos dará la lluvia,<br />
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,<br />
la salvación seguirá sus pasos.<br />
Ant. Señor, has sido bueno con tu tierra, has perdonado la culpa <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Ant. 2. Mi alma te ansía <strong>de</strong> noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.<br />
Cántico Is 26, 1-4. 7-9. 12<br />
Himno <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria sobre el enemigo<br />
La muralla <strong>de</strong> la ciudad tenía<br />
doce basamentos (cf. Ap 21, 14)<br />
Tenemos una ciudad fuerte,<br />
ha puesto para salvarla murallas y baluartes:<br />
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,<br />
que observa la lealtad;<br />
su ánimo está firme y mantiene la paz,<br />
porque confía en ti.<br />
Confiad siempre en el Señor,<br />
porque el Señor es la Roca perpetua.<br />
La senda <strong>de</strong>l justo es recta.<br />
Tú allanas el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>l justo;<br />
en la senda <strong>de</strong> tus juicios, Señor, te esperamos,<br />
ansiando tu nombre y tu recuerdo.<br />
Mi alma te ansía <strong>de</strong> noche,<br />
mi espíritu en mi interior madruga por ti,<br />
porque tus juicios son luz <strong>de</strong> la tierra,<br />
y apren<strong>de</strong>n justicia los habitantes <strong>de</strong>l orbe.<br />
Señor, tú nos darás la paz,<br />
porque todas nuestras empresas<br />
nos las realizas tú.<br />
Ant. Mi alma te ansía <strong>de</strong> noche, Señor; mi espíritu madruga por ti.<br />
Ant. 3. Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.<br />
El Señor tenga piedad y nos bendiga,<br />
ilumine su rostro sobre nosotros;<br />
conozca la tierra tus caminos,<br />
todos los pueblos tu salvación.<br />
Oh Dios, que te alaben los pueblos,<br />
que todos los pueblos te alaben.<br />
Que canten <strong>de</strong> alegría las naciones,<br />
porque riges el mundo con justicia,<br />
riges los pueblos con rectitud<br />
y gobiernas las naciones <strong>de</strong> la tierra.<br />
Salmo 66<br />
Que todos los pueblos alaben al Señor<br />
Sabed que la salvación <strong>de</strong> Dios<br />
se envía a los gentiles (Hch 28, 28)
Oh Dios, que te alaben los pueblos,<br />
que todos los pueblos te alaben.<br />
La tierra ha dado su fruto,<br />
nos bendice el Señor, nuestro Dios.<br />
Que Dios nos bendiga; que le teman<br />
hasta los confines <strong>de</strong>l orbe.<br />
Ant. Ilumina, Señor, tu rostro sobre nosotros.<br />
LECTURA BREVE 1Jn 4, 14 -15<br />
Nosotros hemos visto y damos testimonio <strong>de</strong> que el Padre envió a su Hijo para ser<br />
Salvador <strong>de</strong>l mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo <strong>de</strong> Dios, Dios permanece en<br />
él, y él en Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios mío, peña mía, *Refugio mío, Dios mío.<br />
V. Mi alcázar, mi libertador. *Refugio mío, Dios mío. Gloria al Padre. Dios mío.<br />
Benedictus, ant. El Señor nos suscitó una fuerza <strong>de</strong> salvación, según lo había<br />
predicho por boca <strong>de</strong> sus profetas.<br />
PRECES<br />
Adoremos a Cristo, que con su sangre ha adquirido el pueblo <strong>de</strong> la nueva alianza, y<br />
digámosle suplicantes:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Rey y re<strong>de</strong>ntor nuestro, escucha la alabanza que te dirige tu Iglesia en el comienzo <strong>de</strong><br />
este día,<br />
-y haz que no <strong>de</strong>je nunca <strong>de</strong> glorificar tu majestad.<br />
Que nunca, Señor, que<strong>de</strong>mos confundidos<br />
-los que en ti ponemos nuestra fe y nuestra esperanza.<br />
Mira compasivo nuestra <strong>de</strong>bilidad y ven en ayuda nuestra,<br />
-ya que sin ti no po<strong>de</strong>mos hacer nada.<br />
Acuérdate <strong>de</strong> los pobres y <strong>de</strong>svalidos;<br />
-que el día que hoy empieza les traiga solaz y alegría.<br />
Ya que <strong>de</strong>seamos que la luz <strong>de</strong> Cristo ilumine a todos los hombres, pidamos al Padre<br />
que a todos llegue el reino <strong>de</strong> su Hijo: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, <strong>de</strong> quien dimana la bondad y hermosura <strong>de</strong> todo lo creado, haz<br />
que comencemos este día con ánimo alegre, y que realicemos nuestras obras movidos<br />
por el amor a ti y a los hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
No es lo que está roto, no,<br />
el agua que el vaso tiene;<br />
lo que está roto es el vaso,<br />
y el agua al suelo se vierte.<br />
No es lo que está roto, no,<br />
la luz que sujeta el día;<br />
lo que está roto es su tiempo,<br />
y en la sombra se <strong>de</strong>sliza.<br />
No es lo que está roto, no,<br />
la caja <strong>de</strong>l pensamiento;<br />
lo que está roto es la i<strong>de</strong>a<br />
que la lleva a lo soberbio.<br />
No es lo que está roto Dios<br />
ni el campo que él ha creado;<br />
lo que está roto es el hombre<br />
que no ve a Dios en su campo.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Amar es cumplir la ley entera.<br />
Hora intermedia<br />
Salmo 118, 97-104<br />
XII (Mem)<br />
¡Cuánto amo tu voluntad!:<br />
todo el día la estoy meditando;<br />
tu mandato me hace más sabio que mis enemigos,<br />
siempre me acompaña;<br />
soy más docto que todos mis maestros,<br />
porque medito tus preceptos.<br />
Soy más sagaz que los ancianos,<br />
porque cumplo tus leyes;<br />
aparto mi pie <strong>de</strong> toda senda mala,<br />
para guardar tu palabra;<br />
no me aparto <strong>de</strong> tus mandamientos,<br />
porque tú me has instruido.<br />
¡Qué dulce al paladar tu promesa:<br />
más que miel en la boca!<br />
Consi<strong>de</strong>ro tus <strong>de</strong>cretos,<br />
y odio el camino <strong>de</strong> la mentira.
Ant. Amar es cumplir la ley entera.<br />
Ant. 2. Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> la comunidad que adquiriste <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo.<br />
Salmo 73<br />
Lamentación ante el templo <strong>de</strong>vastado<br />
¿Por qué, oh Dios, nos tienes siempre abandonados,<br />
y está ardiendo tu cólera contra las ovejas <strong>de</strong> tu rebaño?<br />
Acuérdate <strong>de</strong> la comunidad que adquiriste <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo,<br />
<strong>de</strong> la tribu que rescataste para posesión tuya,<br />
<strong>de</strong>l monte Sión don<strong>de</strong> pusiste tu morada.<br />
Dirige tus pasos a estas ruinas sin remedio;<br />
el enemigo ha arrasado <strong>de</strong>l todo el santuario.<br />
Rugían los agresores en medio <strong>de</strong> tu asamblea,<br />
levantaron sus propios estandartes.<br />
En la entrada superior<br />
abatieron a hachazos el entramado;<br />
<strong>de</strong>spués, con martillos y mazas,<br />
<strong>de</strong>strozaron todas las esculturas.<br />
Prendieron fuego a tu santuario,<br />
<strong>de</strong>rribaron y profanaron la morada <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Pensaban: “Acabaremos con ellos”,<br />
e incendiaron todos los templos <strong>de</strong>l país.<br />
Ya no vemos nuestros signos, ni hay profeta:<br />
nadie entre nosotros sabe hasta cuándo.<br />
¿Hasta cuándo, Dios mío, nos va a afrentar el enemigo?<br />
¿No cesará <strong>de</strong> <strong>de</strong>spreciar tu nombre el adversario?<br />
¿Por qué retraes tu mano izquierda<br />
y tienes tu <strong>de</strong>recha escondida en el pecho?<br />
I<br />
No tengáis miedo <strong>de</strong> los que matan<br />
el cuerpo (Mt 10, 28)<br />
Pero tú, Dios mío, eres rey <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre,<br />
tú ganaste la victoria en medio <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> la comunidad que adquiriste <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antiguo.<br />
Ant. 3. Levántate, Señor, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> tu causa.<br />
II<br />
Tú hendiste con fuerza el mar,<br />
rompiste la cabeza <strong>de</strong>l dragón marino;<br />
tú aplastaste la cabeza <strong>de</strong>l Leviatán,<br />
se la echaste en pasto a las bestias <strong>de</strong>l mar;<br />
tú alumbraste manantiales y torrentes,<br />
tú secaste ríos inagotables.<br />
Tuyo es el día, tuya la noche,<br />
tú colocaste la luna y el sol;
tú plantaste los lin<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>l orbe,<br />
tú formaste el verano y el invierno.<br />
Tenlo en cuenta, Señor, que el enemigo te ultraja,<br />
que un pueblo insensato <strong>de</strong>sprecia tu nombre;<br />
no entregues a los buitres la vida <strong>de</strong> tu tórtola,<br />
ni olvi<strong>de</strong>s sin remedio la vida <strong>de</strong> tus pobres.<br />
Piensa en tu alianza: que los rincones <strong>de</strong>l país<br />
están llenos <strong>de</strong> violencias.<br />
Que el humil<strong>de</strong> no se marche <strong>de</strong>fraudado,<br />
que pobres y afligidos alaben tu nombre.<br />
Levántate, oh Dios, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> mi causa:<br />
recuerda los ultrajes continuos <strong>de</strong>l insensato;<br />
no olvi<strong>de</strong>s las voces <strong>de</strong> tus enemigos,<br />
el tumulto creciente <strong>de</strong> los rebel<strong>de</strong>s contra ti.<br />
Ant. Levántate, Señor, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> tu causa.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Jr 22,3<br />
Practicad la justicia y el <strong>de</strong>recho, librad al oprimido <strong>de</strong>l opresor, no explotéis al<br />
emigrante, al huérfano y a la viuda, no <strong>de</strong>rraméis sangre inocente.<br />
V. El Señor juzgará el orbe con justicia.<br />
R. Y regirá las naciones con rectitud.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste a tu Espíritu Defensor a<br />
los apóstoles, <strong>de</strong>rrama sobre también sobre nosotros este Espíritu <strong>de</strong> amor, para que,<br />
ante los hombres, <strong>de</strong>mos siempre fiel testimonio <strong>de</strong> aquel amor que has querido que<br />
fuera el distintivo <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina por los siglos <strong>de</strong> los<br />
siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Dt 15, 7-8<br />
Si hay entre los tuyos un pobre, un hermano tuyo, en una ciudad tuya, en esa tierra<br />
que va a darte el Señor, tu Dios, no endurezcas el corazón ni te cierres la mano a tu<br />
hermano pobre. Ábrele la mano y préstale a la medida <strong>de</strong> su necesidad.<br />
V. Señor, tú escuchas los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> los humil<strong>de</strong>s.<br />
R. Les prestas oído y los animas.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan <strong>de</strong> salvar a todas las naciones, danos tu gracia,<br />
para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu <strong>de</strong>signio <strong>de</strong><br />
amor y salvación universal. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Pr 22, 22-23<br />
No explotes al pobre, porque es pobre, no atropelles al <strong>de</strong>sgraciado en el tribunal;<br />
porque el Señor <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rá su causa y <strong>de</strong>spojará <strong>de</strong> la vida a los que lo <strong>de</strong>spojaban.<br />
V. El Señor librará al pobre que clamaba.<br />
R. Y salvará la vida <strong>de</strong> los pobres.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que enviaste un ángel al centurión Cornelio, para que le revelara el camino<br />
<strong>de</strong> la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia,<br />
podamos llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
HIMNO<br />
Estoy, Señor, en la ribera sola<br />
<strong>de</strong>l infinito afán. Un niño grita<br />
entre las olas, contra el viento yermo:<br />
A través <strong>de</strong> la nada,<br />
van mis caminos<br />
hacia el dolor más alto<br />
pidiendo asilo.<br />
La espuma me sostiene,<br />
y el ver<strong>de</strong> frío<br />
<strong>de</strong> las olas me lleva,<br />
pidiendo asilo.<br />
Hacia el amor más alto<br />
que hay en mí mismo,<br />
la esperanza me arrastra,<br />
pidiendo asilo.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. El Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo.<br />
Salmo 124<br />
El Señor vela por su pueblo
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:<br />
no tiembla, está asentado para siempre.<br />
Jerusalén está ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> montañas,<br />
y el Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo<br />
ahora y por siempre.<br />
No pesará el cetro <strong>de</strong> los malvados<br />
sobre el lote <strong>de</strong> los justos,<br />
no sea que los justos extiendan<br />
su mano a la maldad.<br />
Señor, conce<strong>de</strong> bienes a los buenos,<br />
a los sinceros <strong>de</strong> corazón;<br />
y a los que se <strong>de</strong>svían por sendas tortuosas,<br />
que los rechace el Señor con los malhechores.<br />
¡Paz a Israel!<br />
Ant. El Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo.<br />
Paz sobre el Israel <strong>de</strong> Dios<br />
(Ga 6, 16)<br />
Ant. 2. Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Salmo 130<br />
Abandono confiado en los brazos <strong>de</strong> Dios<br />
Apren<strong>de</strong>d <strong>de</strong> mí, que soy manso<br />
y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón (Mt 11, 29)<br />
Señor, mi corazón no es ambicioso,<br />
ni mis ojos altaneros;<br />
no pretendo gran<strong>de</strong>zas<br />
que superan mi capacidad;<br />
sino que acallo y mo<strong>de</strong>ro mis <strong>de</strong>seos,<br />
como un niño en brazos <strong>de</strong> su madre.<br />
Espere Israel en el Señor<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. Si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Ant. 3. Has hecho <strong>de</strong> nosotros, Señor, un reino <strong>de</strong> sacerdotes para nuestro Dios.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Himno <strong>de</strong> los redimidos<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Has hecho <strong>de</strong> nosotros, Señor, un reino <strong>de</strong> sacerdotes para nuestro Dios.<br />
LECTURA BREVE Rm 12, 9 -12<br />
Que vuestra caridad no sea una farsa; aborreced lo malo y aplicaos a lo bueno. Como<br />
buenos hermanos, sed cariñosos unos con otros, estimando a los <strong>de</strong>más más que a uno<br />
mismo. En la actividad, no seáis <strong>de</strong>scuidados; en el espíritu, manteneos ardientes.<br />
Servid constantemente al Señor. Que la esperanza os tenga alegres; estad firmes en la<br />
tribulación, sed asiduos en la oración.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tu palabra, Señor, es eterna, *Más estable que el cielo. Tu palabra.<br />
V. Tu fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> generación en generación. *Más estable que el cielo. Gloria al<br />
Padre. Tu palabra.<br />
Magníficat, ant. Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, que ha infundido la esperanza en nuestros corazones, y digámosle:<br />
Tú eres la esperanza <strong>de</strong> tu pueblo, Señor.<br />
Te damos gracias, Señor, porque, en Cristo, hemos sido enriquecidos en todo:<br />
- en el hablar y en el saber.<br />
En tus manos, Señor, están el corazón y la mente <strong>de</strong> los que gobiernan;<br />
-dales, pues, acierto en sus <strong>de</strong>cisiones, para que te sean gratos en su pensar y obrar.<br />
Tú que conce<strong>de</strong>s a los artistas inspiración para plasmar la belleza que <strong>de</strong> ti proce<strong>de</strong>,<br />
-haz que con sus obras aumente el gozo y la esperanza <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que no permites que la prueba supere nuestras fuerzas,<br />
-da fortaleza a los débiles, levanta a los caídos.<br />
Tú que, por boca <strong>de</strong> tu Hijo, nos has prometido la resurrección en el último día,<br />
-no te olvi<strong>de</strong>s para siempre <strong>de</strong> los que ya han sido <strong>de</strong>spojados <strong>de</strong> su cuerpo mortal.<br />
Unidos fraternalmente como hermanos <strong>de</strong> una misma familia, invoquemos al Padre<br />
común: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Nuestra oración vespertina suba hasta ti, Padre <strong>de</strong> clemencia, y <strong>de</strong>scienda sobre<br />
nosotros tu bendición; así, con tu ayuda, seremos salvados ahora y por siempre. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
HIMNO<br />
Siempre es hora <strong>de</strong> la gracia,<br />
¡<strong>de</strong>spierte el alma dormida!<br />
Los cangilones <strong>de</strong>l sueño<br />
van hurtando el agua viva<br />
en la noria <strong>de</strong> las horas,<br />
<strong>de</strong> las noches y los días.<br />
Peldaños <strong>de</strong> eternidad<br />
me ofrece el tiempo en su huida,<br />
si, ascendiendo paso a paso,<br />
lleno mis manos vacías.<br />
Sólo el tiempo se redime,<br />
quitándole su malicia.<br />
Como una sombra se esfuman<br />
<strong>de</strong>l hombre vano los días,<br />
pero uno solo ante Dios<br />
cuenta mil años <strong>de</strong> espigas.<br />
“Tus años no morirán”,<br />
leo en la Sagrada Biblia:<br />
lo bueno y noble perdura<br />
eternizado en la dicha.<br />
Sembraré, mientras es tiempo,<br />
aunque me cueste fatigas.<br />
Al Padre, al Hijo, al Espíritu<br />
alabe toda mi vida:<br />
el rosario <strong>de</strong> las horas,<br />
<strong>de</strong> las noches y los días. Amén.<br />
SALMODIA<br />
MIERCOLES DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Alegra el alma <strong>de</strong> tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor.<br />
Salmo 85<br />
Oración <strong>de</strong> un pobre ante las adversida<strong>de</strong>s<br />
Bendito sea Dios, que nos alienta<br />
en nuestras luchas (2Co 1, 3-4)<br />
Inclina tu oído, Señor; escúchame,<br />
que soy un pobre <strong>de</strong>samparado;<br />
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;<br />
salva a tu siervo, que confía en ti.<br />
Tú eres mi Dios, piedad <strong>de</strong> mí, Señor,<br />
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma <strong>de</strong> tu siervo,<br />
pues levanto mi alma hacia ti;<br />
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,<br />
rico en misericordia con los que te invocan.<br />
Señor, escucha mi oración,<br />
atien<strong>de</strong> a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
En el día <strong>de</strong>l peligro te llamo,<br />
y tú me escuchas.<br />
No tienes igual entre los dioses, Señor,<br />
ni hay obras como las tuyas.<br />
Todos los pueblos vendrán<br />
a postrarse en tu presencia, Señor;<br />
ben<strong>de</strong>cirán tu nombre:<br />
"Gran<strong>de</strong> eres tú, y haces maravillas;<br />
tú eres el único Dios."<br />
Enséñame, Señor, tu camino,<br />
para que siga tu verdad;<br />
mantén mi corazón entero<br />
en el temor <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Te alabaré <strong>de</strong> todo corazón, Dios mío;<br />
daré gloria a tu nombre por siempre,<br />
por tu gran piedad para conmigo,<br />
porque me salvaste <strong>de</strong>l abismo profundo.<br />
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,<br />
una banda <strong>de</strong> insolentes atenta contra mi vida,<br />
sin tenerte en cuenta a ti.<br />
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,<br />
lento a la cólera, rico en piedad y leal,<br />
mírame, ten compasión <strong>de</strong> mí.<br />
Da fuerza a tu siervo,<br />
salva al hijo <strong>de</strong> tu esclava,<br />
dame una señal propicia,<br />
que la vean mis adversarios y se avergüencen,<br />
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.<br />
Ant. Alegra el alma <strong>de</strong> tu siervo, pues levanto mi alma hacia ti, Señor.<br />
Ant. 2. Dichoso el hombre que camina por sendas <strong>de</strong> justicia y habla con rectitud.<br />
Cántico Is 33,13-16<br />
Dios juzgará con justicia<br />
La promesa vale para vosotros<br />
y para vuestros hijos y para todos<br />
lo que están lejos (Hch 2, 39)<br />
Los lejanos, escuchad lo que he hecho;<br />
los cercanos, reconoced mi fuerza.
Temen en Sión los pecadores,<br />
y un temblor agarra a los perversos:<br />
"¿Quién <strong>de</strong> nosotros habitará un fuego <strong>de</strong>vorador,<br />
quién <strong>de</strong> nosotros habitará una hoguera perpetua?"<br />
El que proce<strong>de</strong> con justicia y habla con rectitud<br />
y rehúsa el lucro <strong>de</strong> la opresión,<br />
el que acu<strong>de</strong> la mano rechazando el soborno<br />
y tapa su oído a propuestas sanguinarias,<br />
el que cierra los ojos para no ver la maldad:<br />
ése habitará en lo alto,<br />
tendrá su alcázar en un picacho rocoso,<br />
con abasto <strong>de</strong> pan y provisión <strong>de</strong> agua.<br />
Ant. Dichoso el hombre que camina por sendas <strong>de</strong> justicia y habla con rectitud.<br />
Ant. 3. Aclamad al Rey y Señor.<br />
Salmo 97<br />
El Señor, juez vencedor<br />
Este salmo canta la primera<br />
venida <strong>de</strong>l Señor y la conversión<br />
<strong>de</strong> las naciones (S. Atanasio)<br />
Cantad al Señor un cántico nuevo,<br />
porque ha hecho maravillas:<br />
su diestra le ha dado la victoria,<br />
su santo brazo.<br />
El Señor da a conocer su victoria,<br />
revela a las naciones su justicia:<br />
se acordó <strong>de</strong> su misericordia y su fi<strong>de</strong>lidad<br />
en favor <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Israel.<br />
Los confines <strong>de</strong> la tierra han contemplado<br />
la victoria <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
Aclama al Señor, tierra entera,<br />
gritad, vitoread, tocad:<br />
tañed la cítara para el Señor,<br />
suenen los instrumentos:<br />
con clarines y al son <strong>de</strong> trompetas,<br />
aclamad al Rey y Señor.<br />
Retumbe el mar y cuanto contiene,<br />
la tierra y cuantos la habitan;<br />
aplaudan los ríos, aclamen los montes<br />
al Señor, que llega para regir la tierra.<br />
Regirá el orbe con justicia<br />
y los pueblos con rectitud.<br />
Ant. Aclamad al Rey y Señor.
LECTURA BREVE Jb 1, 21; 2, 10b<br />
Desnudo salí <strong>de</strong>l vientre <strong>de</strong> mi madre, y <strong>de</strong>snudo volveré a él. El Señor me lo dio, el<br />
Señor me lo quitó, bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor. Si aceptamos <strong>de</strong> Dios los bienes,<br />
¿no vamos a aceptar los males?<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Inclina, Señor, *Mi corazón a tus preceptos. Inclina.<br />
V. Dame vida con tu palabra. *Mi corazón a tus preceptos. Gloria al Padre. Inclina.<br />
Benedictus, ant. Ten misericordia <strong>de</strong> nosotros, Señor, y recuerda tu santa alianza.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, que se entregó a sí mismo por la Iglesia, y le da alimento y calor,<br />
diciendo:<br />
Mira, Señor, a tu Iglesia.<br />
Bendito seas, Señor, Pastor <strong>de</strong> la Iglesia, que nos vuelves a dar hoy la luz y la vida;<br />
-haz que sepamos agra<strong>de</strong>certe este magnífico don.<br />
Mira con amor a tu grey, que has congregado en tu nombre;<br />
-haz que no se pierda ni uno solo <strong>de</strong> los que el Padre te ha dado.<br />
Guía a tu Iglesia por el camino <strong>de</strong> tus mandatos,<br />
-y haz que el Espíritu <strong>Santo</strong> la conserve en la fi<strong>de</strong>lidad.<br />
Que tus fieles, Señor, cobren nueva vida participando en la mesa <strong>de</strong> tu pan y tu palabra,<br />
-para que, con la fuerza <strong>de</strong> este alimento, te sigan con alegría.<br />
Concluyamos nuestra oración diciendo juntos las palabras <strong>de</strong> Jesús, nuestro Maestro:<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, infun<strong>de</strong> en nuestras almas la claridad <strong>de</strong> tu luz, y, pues con tu sabiduría nos<br />
has creado y con tu provi<strong>de</strong>ncia nos gobiernas, haz que nuestro vivir y nuestro obrar<br />
estén <strong>de</strong>l todo consagradas a ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
HIMNO<br />
Sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el amor<br />
la libertad germina,<br />
sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />
van creciéndole alas.<br />
Des<strong>de</strong> el cimiento mismo<br />
<strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong>spierto,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fuente clara<br />
<strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s últimas.<br />
Ver al hombre y al mundo<br />
con la mirada limpia<br />
y el corazón cercano,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el solar <strong>de</strong>l alma.<br />
Tarea y aventura:<br />
entregarme <strong>de</strong>l todo,<br />
ofrecer lo que llevo,<br />
gozo y misericordia.<br />
Aceite <strong>de</strong>rramado<br />
para que el carro rue<strong>de</strong><br />
sin quejas egoístas,<br />
chirriando <strong>de</strong>sajustes.<br />
Soñar, amar, servir,<br />
y esperar que me llames,<br />
tú, Señor, que me miras,<br />
tú que sabes mi nombre.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. “El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz <strong>de</strong> la vida”,<br />
dice el Señor.<br />
Salmo 118, 105-112<br />
XIV (Nun)<br />
Himno a la ley divina<br />
Lámpara es tu palabra para mis pasos,<br />
luz en mi sen<strong>de</strong>ro;<br />
lo juro y lo cumpliré:<br />
guardaré tus justos mandamientos;<br />
¡estoy tan afligido!<br />
Señor, dame vida según tu promesa.<br />
Acepta, Señor, los votos que pronuncio,<br />
enséñame tus mandatos;
mi vida está siempre en peligro,<br />
pero no olvido tu voluntad;<br />
los malvados me tendieron un lazo,<br />
pero no me <strong>de</strong>svié <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Tus preceptos son mi herencia perpetua,<br />
la alegría <strong>de</strong> mi corazón;<br />
inclina mi corazón a cumplir tus leyes,<br />
siempre y cabalmente.<br />
Ant. “El que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz <strong>de</strong> la vida”, dice<br />
el Señor.<br />
Ant. 2. Yo soy pobre y <strong>de</strong>sgraciado: Dios mío, socórreme.<br />
Salmo 69<br />
Dios mío, ven en mi auxilio<br />
¡Señor, sálvanos, que nos<br />
hundimos! (Mt 8, 25)<br />
Dios mío, dígnate librarme;<br />
Señor, date prisa en socorrerme.<br />
Sufran una <strong>de</strong>rrota ignominiosa<br />
los que me persiguen a muerte;<br />
vuelvan la espalda afrentados<br />
los que traman mi daño;<br />
que se retiren avergonzados<br />
los que se ríen <strong>de</strong> mí.<br />
Alégrense y gocen contigo<br />
todos los que te buscan;<br />
y digan siempre: “Dios es gran<strong>de</strong>”,<br />
los que <strong>de</strong>sean tu salvación.<br />
Yo soy pobre y <strong>de</strong>sgraciado:<br />
Dios mío, socórreme,<br />
que tú eres mi auxilio y mi liberación.<br />
¡Señor, no tar<strong>de</strong>s!<br />
Ant. Yo soy pobre y <strong>de</strong>sgraciado: Dios mío, socórreme.<br />
Ant. 3. Dios no juzgará por apariencias, sino con justicia y rectitud.<br />
Salmo 74<br />
El Señor, juez supremo<br />
Derriba <strong>de</strong>l trono a los<br />
po<strong>de</strong>rosos y enaltece a los<br />
humil<strong>de</strong>s (Lc 1, 52)<br />
Te damos gracias, oh Dios, te damos gracias,<br />
invocando tu nombre, contando tus maravillas.<br />
“Cuando elija la ocasión,<br />
yo juzgaré rectamente.<br />
Aunque tiemble la tierra con sus habitantes,<br />
yo he afianzado sus columnas.”
Digo a los jactanciosos: “No jactaros”;<br />
a los malvados: “No alcéis la testuz,<br />
no alcéis la testuz contra el cielo,<br />
no digáis insolencias contra la Roca.”<br />
Ni <strong>de</strong>l oriente ni <strong>de</strong>l occi<strong>de</strong>nte,<br />
ni <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto ni <strong>de</strong> los montes,<br />
sólo Dios gobierna:<br />
a uno humilla, a otro ensalza.<br />
El Señor tiene una copa en la mano<br />
un vaso lleno <strong>de</strong> vino drogado:<br />
lo da a beber hasta las heces<br />
a todos los malvados <strong>de</strong> la tierra.<br />
Pero yo siempre proclamaré tu gran<strong>de</strong>za,<br />
y tañeré para el Dios <strong>de</strong> Jacob:<br />
<strong>de</strong>rribaré el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los malvados,<br />
y se alzará el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l justo.<br />
Ant. Dios no juzgará por apariencias, sino con justicia y rectitud.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Co 13, 4-7<br />
El amor es paciente, afable; no tiene envidia; no presume ni se engríe; no es mal<br />
educado ni egoísta; no se irrita, no lleva cuentas <strong>de</strong>l mal; no se alegra <strong>de</strong> la injusticia,<br />
sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites,<br />
aguanta sin límites.<br />
V. Alégrense y gocen contigo todos los que te buscan<br />
R. Digan siempre: “Gran<strong>de</strong> es el Señor.”<br />
Oración<br />
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> prometido, para que<br />
congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos a ser, en medio <strong>de</strong>l<br />
mundo, fermento <strong>de</strong> unidad y <strong>de</strong> paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1Co 13, 8-9. 13<br />
El amor no pasa nunca. ¿El don <strong>de</strong> profecía?, se acabará. ¿El don <strong>de</strong> lenguas?,<br />
enmu<strong>de</strong>cerá. ¿El saber?, se acabará. Porque limitado es nuestro saber y limitada es<br />
nuestra profecía; en una palabra: quedan la fe, la esperanza, el amor: estas tres. La más<br />
gran<strong>de</strong> es el amor.<br />
V. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros.<br />
R. Como lo esperamos <strong>de</strong> ti.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y lleno <strong>de</strong> amor, que, a la mitad <strong>de</strong> nuestra jornada, conce<strong>de</strong>s un<br />
<strong>de</strong>scanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado,<br />
remedia nuestras <strong>de</strong>ficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por<br />
Jesucristo, nuestro Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Col 33, 14-15<br />
Procurad el amor, que es el ceñidor <strong>de</strong> la unidad consumada. Que la paz <strong>de</strong> Cristo<br />
actúe <strong>de</strong> árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y<br />
sed agra<strong>de</strong>cidos.<br />
V. Los sufridos poseen la tierra.<br />
R. Y disfrutan <strong>de</strong> paz abundante.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, por la salvación <strong>de</strong> los hombres, extendiste tus brazos en la<br />
cruz, haz que todas nuestras acciones te sean agradables y sirvan para manifestar al<br />
mundo tu re<strong>de</strong>nción. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Ignorando mi vida,<br />
golpeado por la luz <strong>de</strong> las estrellas,<br />
como un ciego que extien<strong>de</strong>,<br />
al caminar, las manos en la sombra,<br />
todo yo, Cristo mío,<br />
todo mi corazón, sin mengua, entero,<br />
virginal y encendido, se reclina<br />
en la futura vida, como el árbol<br />
en la savia se apoya, que le nutre<br />
y le enflora y ver<strong>de</strong>a.<br />
Todo mi corazón, ascua <strong>de</strong> hombre,<br />
inútil sin tu amor, sin ti vacío,<br />
en la noche te busca;<br />
le siento que te busca, como un ciego<br />
que extien<strong>de</strong>, al caminar, las manos llenas<br />
<strong>de</strong> anchura y <strong>de</strong> alegría.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.<br />
Cuando el Señor cambió la suerte <strong>de</strong> Sión,<br />
nos parecía soñar:<br />
la boca se nos llenaba <strong>de</strong> risas,<br />
la lengua <strong>de</strong> cantares.<br />
Hasta los gentiles <strong>de</strong>cían:<br />
"El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con ellos."<br />
El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros,<br />
y estamos alegres.<br />
Que el Señor cambie nuestra suerte,<br />
como los torrentes <strong>de</strong>l Negueb.<br />
Los que sembraban con lágrimas<br />
cosechan entre cantares.<br />
Salmo 125<br />
Dios, alegría y esperanza nuestra<br />
Al ir, iba llorando,<br />
llevando la semilla;<br />
al volver, vuelve cantando,<br />
trayendo sus gavillas.<br />
Ant. Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.<br />
Si sois compañeros en el sufrir,<br />
también lo sois en el buen ánimo<br />
(2Co 1, 7)
Ant. 2. Que el Señor nos construya la casa y nos guar<strong>de</strong> la ciudad.<br />
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Salmo 126<br />
El esfuerzo humano es inútil sin Dios<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. Que el Señor nos construya la casa y nos guar<strong>de</strong> la ciudad.<br />
Ant. 3. Él es el primogénito <strong>de</strong> toda criatura, es el primero en todo.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Himno a Cristo, primogénito <strong>de</strong> toda criatura<br />
y primer resucitado <strong>de</strong> entre los muertos<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Sois edificio <strong>de</strong> Dios (1Co 3, 9)
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Él es el primogénito <strong>de</strong> toda criatura, es el primero en todo.<br />
LECTURA BREVE Ef 3,29-21<br />
A Dios, que pue<strong>de</strong> hacer mucho más sin comparación <strong>de</strong> lo que pedimos o<br />
concebimos, con ese po<strong>de</strong>r que actúa entre nosotros, a él la gloria <strong>de</strong> la Iglesia y <strong>de</strong><br />
Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sálvame, Señor, *Y ten misericordia <strong>de</strong> mí. Sálvame.<br />
V. No arrebates mi alma con los pecadores. *Y ten misericordia <strong>de</strong> mí. Gloria al<br />
Padre. Sálvame.<br />
Magníficat ant. El Po<strong>de</strong>roso ha hecho obras gran<strong>de</strong>s por mí: su nombre es santo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, que envió a su Hijo como salvador y mo<strong>de</strong>lo supremo <strong>de</strong> su pueblo,<br />
diciendo:<br />
Que tu pueblo te alabe, Señor.<br />
Te damos gracias, Señor, porque nos has escogido como primicias para la salvación;<br />
-haz que sepamos correspon<strong>de</strong>r, y así hagamos nuestra la gloria <strong>de</strong> nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Haz que todos los que confiesan tu santo nombre sean concor<strong>de</strong>s en la verdad<br />
-y vivan unidos por la caridad.<br />
Creador <strong>de</strong>l universo, cuyo Hijo, al venir a este mundo, quiso trabajar con sus propias<br />
manos,<br />
-acuérdate <strong>de</strong> los trabajadores, que ganan el pan con el sudor <strong>de</strong> su frente.<br />
Acuérdate, también, <strong>de</strong> todos los que viven entregados al servicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más;<br />
-que no se <strong>de</strong>jen vencer por el <strong>de</strong>sánimo ante la incomprensión <strong>de</strong> los hombres.<br />
Ten piedad <strong>de</strong> nuestros hermanos difuntos<br />
-y líbralos <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Maligno.<br />
Llenos <strong>de</strong> fe, invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la oración que Jesús nos<br />
enseñó: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Llegue a sus oídos, Señor, la voz suplicante <strong>de</strong> tu Iglesia a fin <strong>de</strong> que, conseguido el<br />
perdón <strong>de</strong> nuestros pecados, con tu ayuda podamos <strong>de</strong>dicarnos a tu servicio y con tu<br />
protección vivamos confiados. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Autor <strong>de</strong>l cielo y el suelo,<br />
que, por <strong>de</strong>jarlas más claras,<br />
las gran<strong>de</strong>s aguas separas,<br />
pones un límite al hielo.<br />
Tú que das cauce al riachuelo<br />
y alzas la nube a la altura,<br />
tú que en cristal <strong>de</strong> frescura<br />
sueltas las aguas <strong>de</strong>l río<br />
sobre las tierras <strong>de</strong> estío,<br />
sanando su quemadura,<br />
danos tu gracias, piadoso,<br />
para que el viejo pecado<br />
no lleve al hombre engañado<br />
a sucumbir a su acoso.<br />
Hazle en la fe luminoso,<br />
alegre en la austeridad,<br />
y hágale tu claridad<br />
salir <strong>de</strong> sus vanida<strong>de</strong>s;<br />
dale, Verdad <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s,<br />
el amor a tu verdad. Amén<br />
SALMODIA<br />
JUEVES DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad <strong>de</strong> Dios!<br />
Salmo 86<br />
Himno a Jerusalén, madre <strong>de</strong> todos los pueblos<br />
Él la ha cimentado sobre el monte santo;<br />
y el Señor prefiere las puertas <strong>de</strong> Sión<br />
a todas las moradas <strong>de</strong> Jacob.<br />
¡Qué pregón tan glorioso para ti,<br />
ciudad <strong>de</strong> Dios!<br />
“Contaré a Egipto y a Babilonia<br />
entre mis fieles;<br />
filisteos, tirios y etíopes<br />
han nacido allí.”<br />
Se dirá <strong>de</strong> Sión: “Uno por uno<br />
todos han nacido en ella;<br />
el Altísimo en persona la ha fundado.”<br />
El Señor escribirá en el registro <strong>de</strong> los pueblos:<br />
“Éste ha nacido allí.”<br />
La Jerusalén <strong>de</strong> arriba es libre;<br />
ésa es nuestra madre (Ga 4, 26)
Y cantarán mientras danzan:<br />
“Todas mis fuentes están en ti.”<br />
Ant. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad <strong>de</strong> Dios!<br />
Ant. 2. El Señor llega con po<strong>de</strong>r, y su recompensa lo prece<strong>de</strong>.<br />
Cántico Is 40, 10-17<br />
El buen pastor es el Dios altísimo y sapientísimo<br />
Mira, llego en seguida y traigo<br />
conmigo mi salario (Ap 22, 12)<br />
Mirad, el Señor Dios llega con po<strong>de</strong>r,<br />
y su brazo manda.<br />
Mirad, viene con él su salario,<br />
y su recompensa lo prece<strong>de</strong>.<br />
Como un pastor que apacienta el rebaño,<br />
su brazo lo reúne,<br />
toma en brazos los cor<strong>de</strong>ros<br />
y hace recostar a las madres.<br />
¿Quién ha medido a puñados el mar<br />
o mensurado a palmos el cielo,<br />
o a cuartillos el polvo <strong>de</strong> la tierra?<br />
¿Quién ha pesado en la balanza los montes<br />
y en la báscula las colinas?<br />
¿Quién ha medido el aliento <strong>de</strong>l Señor?<br />
¿Quién le ha sugerido su proyecto?<br />
¿Con quién se aconsejó para enten<strong>de</strong>rlo,<br />
para que le enseñara el camino exacto,<br />
para que le enseñara el saber<br />
y le sugiriese el método inteligente?<br />
Mirad, las naciones son gotas <strong>de</strong> un cubo<br />
y valen lo que el polvillo <strong>de</strong> balanza.<br />
Mirad, las islas pesan lo que un grano,<br />
el Líbano no basta para leña,<br />
sus fieras no bastan para el holocausto.<br />
En su presencia, las naciones todas<br />
como si no existieran,<br />
valen para él nada y vacío.<br />
Ant. El Señor llega con po<strong>de</strong>r, y su recompensa lo prece<strong>de</strong>.<br />
Ant. 3. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado <strong>de</strong> sus pies.<br />
Salmo 98<br />
<strong>Santo</strong> es el Señor, nuestro Dios<br />
Tú, Señor, que estás sentado<br />
sobre querubines, restauraste el<br />
mundo caído, cuando te hiciste<br />
semejante a nosotros (S. Atanasio)
El Señor reina, tiemblen las naciones;<br />
sentado sobre querubines, vacile la tierra.<br />
El Señor es gran<strong>de</strong> en Sión,<br />
encumbrado sobre todos los pueblos.<br />
Reconozcan tu nombre, gran<strong>de</strong> y terrible:<br />
Él es <strong>Santo</strong>.<br />
Reinas con po<strong>de</strong>r y amas la justicia,<br />
tú has establecido la rectitud;<br />
tú administras la justicia y el <strong>de</strong>recho,<br />
tú actúas en Jacob.<br />
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;<br />
postraos ante el estrado <strong>de</strong> sus pies:<br />
Él es <strong>Santo</strong>.<br />
Moisés y Aarón con sus sacerdotes,<br />
Samuel con los que invocan su nombre,<br />
invocaban al Señor, y él respondía.<br />
Dios les hablaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la columna <strong>de</strong> nube;<br />
oyeron sus mandatos y la ley que les dio.<br />
Señor, Dios nuestro, tú les respondías,<br />
tú eras para ellos un Dios <strong>de</strong> perdón<br />
y un Dios vengador <strong>de</strong> sus malda<strong>de</strong>s.<br />
Ensalzad al Señor, Dios nuestro;<br />
postraos ante su monte santo:<br />
<strong>Santo</strong> es el Señor, nuestro Dios.<br />
Ant. Ensalzad al Señor, Dios nuestro, postraos ante el estrado <strong>de</strong> sus pies.<br />
LECTURA BREVE 1P 4, 10-11<br />
Que cada uno, con el don que ha recibido, se ponga al servicio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más, como<br />
buenos administradores <strong>de</strong> la múltiple gracia <strong>de</strong> Dios. El que se toma la palabra, que<br />
hable palabra <strong>de</strong> Dios. El que se <strong>de</strong>dica al servicio, que lo haga en virtud <strong>de</strong>l encargo<br />
recibido <strong>de</strong> Dios. Así, Dios será glorificado en todo, por medio <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te invoco <strong>de</strong> todo corazón, *Respón<strong>de</strong>me, Señor. Te invoco.<br />
V. Guardaré tus leyes. *Respón<strong>de</strong>me, Señor. Gloria al Padre. Te invoco.<br />
Benedictus, ant. Sirvamos al Señor con santidad y nos librará <strong>de</strong> nuestros enemigos.<br />
PRECES<br />
Demos gracias al Señor, que dirige y guía con amor a su pueblo, y digámosle:<br />
Gloria a ti, Señor, por los siglos.<br />
Padre clementísimo, te alabamos por tu amor,<br />
-porque <strong>de</strong> manera admirable nos creaste, y más admirablemente aún nos redimiste.
Al comenzar este nuevo día, pon en nuestros corazones el anhelo <strong>de</strong> servirte,<br />
-para que te glorifiquemos en todos nuestros pensamientos y acciones.<br />
Purifica nuestros corazones <strong>de</strong> todo mal <strong>de</strong>seo,<br />
-y haz que estemos siempre atentos a tu voluntad.<br />
Danos un corazón abierto a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
-para que a nadie falte la ayuda <strong>de</strong> nuestro amor.<br />
Acudamos ahora a nuestro Padre celestial, diciendo: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno: a los pueblos que viven en tinieblas y en sombra <strong>de</strong><br />
muerte, ilumínalos con tu luz, ya que con ella nos ha visitado el Sol que nace <strong>de</strong> lo alto,<br />
Jesucristo, nuestro Señor. Que vive y reina contigo.
HIMNO<br />
El trabajo nos urge,<br />
nos concentra y astilla.<br />
Poco a poco, la muerte<br />
nos hiere y purifica.<br />
Señor <strong>de</strong>l universo,<br />
con el hombre te alías.<br />
En nuestra actividad,<br />
tu fuerza cómo vibra.<br />
Señor <strong>de</strong> los minutos,<br />
intensa compañía.<br />
Gracias por los instantes<br />
que lo eterno nos hilan.<br />
Gracias por esta pausa<br />
contigo en la fatiga.<br />
Contigo hay alegría. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Sostenme, Señor, con tu promesa, y viviré.<br />
Salmo 118, 113-120<br />
XV (Samech)<br />
Detesto a los inconstantes<br />
y amo tu voluntad;<br />
tú eres mi refugio y mi escudo,<br />
yo espero en tu palabra;<br />
apartaos <strong>de</strong> mí, los perversos,<br />
y cumpliré tus mandatos, Dios mío.<br />
Sostenme con tu promesa, y viviré,<br />
que no que<strong>de</strong> frustrada mi esperanza;<br />
dame apoyo, y estaré a salvo,<br />
me fijaré en tus leyes sin cesar;<br />
<strong>de</strong>sprecias a los que se <strong>de</strong>svían <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>cretos,<br />
sus proyectos son engaño.<br />
Tienes por escoria a los malvados,<br />
por eso amo tus preceptos;<br />
mi carne se estremece con tu temor,<br />
y respeto tus mandamientos.<br />
Ant. Sostenme, Señor, con tu promesa, y viviré.
Ant. 2. Socórrenos, Dios, salvador nuestro, y perdona nuestros pecados.<br />
Salmo 78, 1-5. 8-11. 13<br />
Lamentación ante la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Dios mío, los gentiles han entrado en tu heredad,<br />
han profanado tu santo templo,<br />
han reducido Jerusalén a ruinas.<br />
Echaron los cadáveres <strong>de</strong> tus siervos<br />
en pasto a las aves <strong>de</strong>l cielo,<br />
y la carne <strong>de</strong> tus fieles<br />
a las fieras <strong>de</strong> la tierra.<br />
Derramaron su sangre como agua<br />
en torno a Jerusalén,<br />
y nadie la enterraba.<br />
Fuimos el escarnio <strong>de</strong> nuestros vecinos,<br />
la irrisión y burla <strong>de</strong> los que nos ro<strong>de</strong>an.<br />
¿Hasta cuándo, Señor?<br />
¿Vas a estar siempre enojado?<br />
¿Ar<strong>de</strong>rá como fuego tu cólera?<br />
No recuer<strong>de</strong>s contra nosotros<br />
las culpas <strong>de</strong> nuestros padres;<br />
que tu compasión nos alcance pronto,<br />
pues estamos agotados.<br />
Socórrenos, Dios, salvador nuestro,<br />
por el honor <strong>de</strong> tu nombre;<br />
líbranos y perdona nuestros pecados<br />
a causa <strong>de</strong> tu nombre.<br />
¿Por qué han <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir los gentiles:<br />
“Dón<strong>de</strong> está su Dios”?<br />
Que a nuestra vista conozcan los gentiles la venganza<br />
<strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> tus siervos <strong>de</strong>rramada.<br />
Llegue a tu presencia el gemido <strong>de</strong>l cautivo:<br />
con tu brazo po<strong>de</strong>roso, salva a los con<strong>de</strong>nados a muerte.<br />
¡Si al menos tú comprendieras…<br />
lo que conduce a la paz! (Lc 19, 42)<br />
Mientras, nosotros, pueblo tuyo,<br />
ovejas <strong>de</strong> tu rebaño,<br />
te daremos gracias siempre,<br />
contaremos tus alabanzas<br />
<strong>de</strong> generación en generación.<br />
Ant. Socórrenos, Dios, salvador nuestro, y perdona nuestros pecados.
Ant. 3. Dios <strong>de</strong> los ejércitos, mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo y ven a visitar tu viña.<br />
Salmo 79<br />
Ven, Señor, a visitar tu viña<br />
Pastor <strong>de</strong> Israel, escucha,<br />
tú que guías a José como a un rebaño;<br />
tú que te sientas sobre querubines, resplan<strong>de</strong>ce<br />
ante Efraím, Benjamín y Manasés;<br />
<strong>de</strong>spierta tu po<strong>de</strong>r y ven a salvarnos.<br />
Oh Dios, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Señor, Dios <strong>de</strong> los ejércitos,<br />
¿hasta cuándo estarás airado<br />
mientras tu pueblo te suplica?<br />
Les diste a comer llanto,<br />
a beber lágrimas a tragos;<br />
nos entregaste a las contiendas <strong>de</strong> nuestros vecinos,<br />
nuestros enemigos se burlan <strong>de</strong> nosotros.<br />
Dios <strong>de</strong> los ejércitos, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Sacaste una vid <strong>de</strong> Egipto,<br />
expulsaste a los gentiles, y la trasplantaste;<br />
le preparaste el terreno, y echó raíces<br />
hasta llenar el país;<br />
su sombra cubría las montañas,<br />
y sus pámpanos, los cedros altísimos;<br />
extendió sus sarmientos hasta el mar,<br />
y sus brotes hasta el Gran Río.<br />
¿Por qué has <strong>de</strong>rribado su cerca<br />
para que la saqueen los viandantes,<br />
la pisoteen los jabalíes<br />
y se la coman las alimañas?<br />
Dios <strong>de</strong> los ejércitos, vuélvete:<br />
mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo, fíjate,<br />
ven a visitar tu viña,<br />
la cepa que tu diestra plantó,<br />
y que tú hiciste vigorosa.<br />
La han talado y le han prendido fuego;<br />
con un bramido hazlos perecer.<br />
Que tu mano proteja a tu escogido,<br />
al hombre que tú fortaleciste.<br />
No nos alejaremos <strong>de</strong> ti:<br />
danos vida, para que invoquemos tu nombre.<br />
Ven, Señor Jesús (Ap 22, 20)
Señor Dios <strong>de</strong> los ejércitos, restáuranos,<br />
que brille tu rostro y nos salve.<br />
Ant. Dios <strong>de</strong> los ejércitos, mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo y ven a visitar tu viña.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Sb 19, 22<br />
En todo, Señor, enalteciste y glorificaste a tu pueblo, y nunca y en ningún lugar<br />
<strong>de</strong>jaste <strong>de</strong> mirar por él y socorrerlo.<br />
V. Tú, oh Dios, haciendo maravillas.<br />
R. Mostraste tu po<strong>de</strong>r a los pueblos.<br />
Oración<br />
Señor, tú que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> sobre los apóstoles,<br />
reunidos en oración, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros tener parte en los dones <strong>de</strong> este<br />
Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Dt 4, 7<br />
¿Hay alguna nación tan gran<strong>de</strong> que tenga los dioses tan cerca como lo está el Señor<br />
Dios <strong>de</strong> nosotros, siempre que lo invocamos?<br />
V. Cerca está el Señor <strong>de</strong> los que lo invocan.<br />
R. Escucha sus gritos, y los salva.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, ante ti no existe ni la oscuridad ni las tinieblas; haz,<br />
pues, brillar sobre nosotros la claridad <strong>de</strong> tu luz, para que, guardando tus preceptos,<br />
caminemos fielmente por tus sendas con el corazón ensanchado. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Est 10, 9<br />
Nuestra nación, los que gritaban a Dios y se salvaron, es Israel. El Señor salvó a su<br />
pueblo, el Señor nos sacó <strong>de</strong> todos estos males. Dios ha hecho signos y prodigios<br />
portentosos, como no ha hecho entre los gentiles.<br />
V. Te doy gracias, Señor, porque me escuchaste.<br />
R. Y fuiste mi salvación.<br />
Oración<br />
Contempla, Señor, a tu familia en oración y haz que, imitando los ejemplos <strong>de</strong><br />
paciencia <strong>de</strong> tu Hijo, no <strong>de</strong>caiga nunca ante la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Éste es el día <strong>de</strong>l Señor.<br />
Este es el tiempo <strong>de</strong> la misericordia.<br />
Delante <strong>de</strong> tus ojos<br />
ya no enrojeceremos<br />
a causa <strong>de</strong>l antiguo<br />
pecado <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Arrancarás <strong>de</strong> cuajo<br />
el corazón soberbio<br />
y harás un pueblo humil<strong>de</strong><br />
<strong>de</strong> corazón sincero.<br />
En medio <strong>de</strong> las gentes,<br />
nos guardas como un resto<br />
para cantar tus obras<br />
y a<strong>de</strong>lantar tu reino.<br />
Seremos raza nueva<br />
para los cielos nuevos;<br />
sacerdotal estirpe,<br />
según tu Primogénito.<br />
Caerán los opresores<br />
y exultarán los siervos;<br />
los hijos <strong>de</strong>l oprobio<br />
serán tus here<strong>de</strong>ros.<br />
Señalarás entonces<br />
el día <strong>de</strong>l regreso<br />
para los que comían<br />
su pan en el <strong>de</strong>stierro.<br />
¡Exulten mis entrañas!<br />
¡Alégrese mi pueblo!<br />
Porque el Señor, que es justo,<br />
revoca sus <strong>de</strong>cretos:<br />
La salvación se anuncia<br />
don<strong>de</strong> acechó el infierno,<br />
porque el Señor habita<br />
en medio <strong>de</strong> su pueblo.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Que tus fieles, Señor, vitoreen al entrar en tu morada.<br />
Salmo 131<br />
Promesas a la casa <strong>de</strong> David<br />
El Señor Dios le dará el trono<br />
<strong>de</strong> David, su padre (Lc 1, 32)
Señor, tenle en cuenta a David<br />
todos sus afanes:<br />
cómo juró al Señor<br />
e hizo voto al Fuerte <strong>de</strong> Jacob:<br />
"No entraré bajo el techo <strong>de</strong> mi casa,<br />
no subiré al lecho <strong>de</strong> mi <strong>de</strong>scanso,<br />
no daré sueño a mis ojos,<br />
ni reposo a mis párpados,<br />
hasta que encuentre un lugar para el Señor,<br />
una morada para el Fuerte <strong>de</strong> Jacob."<br />
Oímos que estaba en Efrata,<br />
la encontramos en el Soto <strong>de</strong> Jaar:<br />
entremos en su morada,<br />
postrémonos ante el estrado <strong>de</strong> sus pies.<br />
Levántate, Señor, ven a tu mansión,<br />
ven con el arca <strong>de</strong> tu po<strong>de</strong>r:<br />
que tus sacerdotes se vistan <strong>de</strong> gala,<br />
que tus fieles vitoreen.<br />
Por amor a tu siervo David,<br />
no niegues audiencia a tu Ungido.<br />
Ant. Que tus fieles, Señor, vitoreen al entrar en tu morada.<br />
Ant. 2. El Señor ha elegido a Sión, ha <strong>de</strong>seado vivir en ella.<br />
II<br />
El Señor ha jurado a David<br />
una promesa que no retractará:<br />
"A uno <strong>de</strong> tu linaje<br />
pondré sobre tu trono.<br />
Si tus hijos guardan mi alianza<br />
y los mandatos que les enseño,<br />
también sus hijos, por siempre,<br />
se sentarán sobre tu trono."<br />
Porque el Señor ha elegido a Sión,<br />
ha <strong>de</strong>seado vivir en ella:<br />
"Ésta es mi mansión por siempre,<br />
aquí viviré, porque la <strong>de</strong>seo.<br />
Ben<strong>de</strong>ciré sus provisiones,<br />
a sus pobres los saciaré <strong>de</strong> pan;<br />
vestiré a sus sacerdotes <strong>de</strong> gala,<br />
y sus fieles aclamarán con vítores.<br />
Haré germinar el vigor <strong>de</strong> David,<br />
enciendo una lámpara para mi Ungido.<br />
A sus enemigos los vestiré <strong>de</strong> ignominia,<br />
sobre él brillará mi dia<strong>de</strong>ma."<br />
Ant. El Señor ha elegido a Sión, ha <strong>de</strong>seado vivir en ella.<br />
I
Ant. 3. El Señor le dio el po<strong>de</strong>r, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,<br />
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
El juicio <strong>de</strong> Dios<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,<br />
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,<br />
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. El Señor le dio el po<strong>de</strong>r, el honor y el reino, y todos los pueblos le servirán.<br />
LECTURA BREVE 1P 3, 8-9<br />
Procurad todos tener un mismo pensar y un mismo sentir: con afecto fraternal, con<br />
ternura, con humildad. No <strong>de</strong>volváis mal por mal o insulto por insulto; al contrario,<br />
respon<strong>de</strong>d con una bendición, porque para esto habéis sido llamados: para heredar una<br />
bendición.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
V. El Señor nos alimentó *Con flor <strong>de</strong> harina. El Señor.<br />
R. Nos sació con miel silvestre. *Con flor <strong>de</strong> harina. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant. El Señor <strong>de</strong>rriba <strong>de</strong>l trono a los po<strong>de</strong>rosos y enaltece a los humil<strong>de</strong>s.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, pastor, protector y ayuda <strong>de</strong> su pueblo, diciendo:<br />
Señor, refugio nuestro, escúchanos.
Bendito seas, Señor, que nos has llamado a tu santa Iglesia;<br />
-consérvanos siempre en ella.<br />
Tú que has encomendado al papa N. la preocupación por todas las Iglesias,<br />
-concé<strong>de</strong>le una fe inquebrantable, una esperanza viva y una caridad solícita.<br />
Da a los pecadores la conversión, a los que caen, fortaleza,<br />
-y conce<strong>de</strong> a todos la penitencia y la salvación.<br />
Tú que quisiste habitar en un país extranjero,<br />
-acuérdate <strong>de</strong> los que viven lejos <strong>de</strong> su familia y <strong>de</strong> su patria.<br />
A todos los difuntos que esperaron en ti,<br />
-concé<strong>de</strong>les el <strong>de</strong>scanso eterno.<br />
Ya que por Jesucristo somos hijos <strong>de</strong> Dios, oremos con plena confianza a Dios,<br />
nuestro Padre: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, te damos gracias por día que termina e imploramos tu clemencia<br />
para que nos perdones benignamente todas las faltas que, por la fragilidad <strong>de</strong> la<br />
condición humana, hemos cometido en este día. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
La noche, el caos, el terror,<br />
cuanto a las sombras pertenece<br />
siente que el alba <strong>de</strong> oro crece<br />
y anda ya próximo el Señor.<br />
El Señor, con lanza luminosa,<br />
rompe la noche y abre el día;<br />
bajo su alegre travesía,<br />
vuelve el color a cada cosa.<br />
El hombre estrena claridad<br />
<strong>de</strong> corazón, cada mañana;<br />
se hace la gracia más cercana<br />
y es más sencilla la verdad.<br />
¡Puro milagro <strong>de</strong> la aurora!<br />
Tiempo <strong>de</strong> gozo y eficacia:<br />
Dios con el hombre, todo gracia<br />
bajo la luz madrugadora.<br />
¡Oh la conciencia sin malicia!<br />
¡La carne, al fin, gloriosa y fuerte!<br />
Cristo <strong>de</strong> pie sobre la muerte,<br />
y el sol gritando la noticia.<br />
Guárdanos tú, Señor <strong>de</strong>l alba,<br />
puros, austeros, entregados;<br />
hijos <strong>de</strong> luz resucitados<br />
en la Palabra que nos salva.<br />
Nuestros sentidos, nuestra vida,<br />
cuanto oscurece la conciencia<br />
vuelva a ser pura transparencia<br />
bajo la luz recién nacida. Amén.<br />
SALMODIA<br />
VIERNES DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia <strong>de</strong> mí.<br />
Salmo 50<br />
Misericordia, Dios mío<br />
Renovaos en la mente y en el<br />
espíritu y vestíos <strong>de</strong> la nueva<br />
condición humana (Ef 4, 23-24)<br />
Misericordia, Dios mío por tu bondad;<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava <strong>de</strong>l todo mi <strong>de</strong>lito,<br />
limpia mi pecado.
Pues yo reconozco mi culpa,<br />
tengo siempre presente mi pecado:<br />
contra ti, contra ti solo pequé,<br />
cometí la maldad que aborreces.<br />
En la sentencia tendrás razón,<br />
en el juicio resultarás inocente.<br />
Mira, que en la culpa nací,<br />
pecador me concibió mi madre.<br />
Te gusta un corazón sincero,<br />
y en mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;<br />
lávame: quedaré más blanco que la nieve.<br />
Hazme oír el gozo y la alegría,<br />
que se alegren los huesos quebrantados.<br />
Aparta <strong>de</strong> mi pecado tu vista,<br />
borra en mí toda culpa.<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu.<br />
Devuélveme la alegría <strong>de</strong> tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong> la sangre, oh Dios,<br />
Dios, Salvador mío,<br />
y cantará mi lengua tu justicia.<br />
Señor, me abrirás los labios,<br />
y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los sacrificios no te satisfacen;<br />
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.<br />
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;<br />
un corazón quebrantado y humillado,<br />
tú no lo <strong>de</strong>sprecias.<br />
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,<br />
reconstruye las murallas <strong>de</strong> Jerusalén:<br />
entonces aceptarás los sacrificios rituales,<br />
ofrendas y holocaustos,<br />
sobre tu altar se inmolarán novillos.<br />
Ant. Contra ti, contra ti solo pequé, Señor; ten misericordia <strong>de</strong> mí.<br />
Ant. 2. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.<br />
Cántico Jr 14,17-21<br />
Lamentación <strong>de</strong>l pueblo<br />
en tiempo <strong>de</strong> hambre y <strong>de</strong> guerra
Mis ojos se <strong>de</strong>shacen en lágrimas,<br />
día y noche no cesan:<br />
por la terrible <strong>de</strong>sgracia <strong>de</strong> la doncella <strong>de</strong> mi pueblo,<br />
una herida <strong>de</strong> fuertes dolores.<br />
Salgo al campo: muertos a espada;<br />
entro en la ciudad, <strong>de</strong>sfallecidos <strong>de</strong> hambre;<br />
tanto el profeta como el sacerdote<br />
vagan sin sentido por el país.<br />
¿Por qué has rechazado <strong>de</strong>l todo a Judá?<br />
¿Tiene asco tu garganta <strong>de</strong> Sión?<br />
¿Por qué nos has herido sin remedio?<br />
Se espera la paz, y no hay bienestar,<br />
al tiempo <strong>de</strong> la cura suce<strong>de</strong> la turbación.<br />
Señor, reconocemos nuestra impiedad,<br />
la culpa <strong>de</strong> nuestros padres,<br />
porque pecamos contra ti.<br />
Está cerca el reino <strong>de</strong> Dios:<br />
convertíos y creed en el Evangelio<br />
(Mc 1, 15)<br />
No nos rechaces, por tu nombre,<br />
no <strong>de</strong>sprestigies tu trono glorioso;<br />
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.<br />
Ant. Reconocemos, Señor, nuestra impiedad; hemos pecado contra ti.<br />
Ant. 3. El Señor es Dios, y nosotros somos su pueblo y ovejas <strong>de</strong> su rebaño.<br />
Salmo 99<br />
Alegría <strong>de</strong> los que entran en el templo<br />
El Señor manda que los<br />
redimidos entonen un himno <strong>de</strong><br />
victoria (S. Atanasio)<br />
Aclama al Señor, tierra entera,<br />
servid al Señor con alegría,<br />
entrad en su presencia con vítores.<br />
Sabed que el Señor es Dios:<br />
que él nos hizo y somos suyos,<br />
su pueblo y ovejas <strong>de</strong> su rebaño.<br />
Entrad por sus puertas con acción <strong>de</strong> gracias,<br />
por sus atrios con himnos,<br />
dándole gracias y bendiciendo su nombre:<br />
"El Señor es bueno,<br />
su misericordia es eterna,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad por todas las eda<strong>de</strong>s."<br />
Ant. El Señor es Dios, y nosotros somos su pueblo y ovejas <strong>de</strong> su rebaño.
LECTURA BREVE 2Cor 12, 9b -10<br />
Muy a gusto presumo <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, porque así residirá en mí la fuerza <strong>de</strong><br />
Cristo. Por eso vivo contento en medio <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong> los insultos, las<br />
privaciones, las persecuciones y las dificulta<strong>de</strong>s sufridas por Cristo. Porque cuando soy<br />
débil, entonces soy fuerte.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En la mañana *Hazme escuchar tu gracia. En la mañana.<br />
V. Indícame el camino que he <strong>de</strong> seguir. *Hazme escuchar tu gracia. Gloria al Padre.<br />
En la mañana.<br />
Benedictus, ant. El Señor ha visitado y redimido a su pueblo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, que nació, murió y resucitó por su pueblo, diciendo confiados:<br />
Salva, Señor, a los que redimiste con tu sangre.<br />
Te ben<strong>de</strong>cimos, Señor, a ti que por nosotros aceptaste el suplicio <strong>de</strong> la cruz<br />
-y nos redimiste con tu preciosa sangre.<br />
Tú que prometiste a los que en ti creyeran un agua que salta hasta la vida eterna,<br />
-<strong>de</strong>rrama tu Espíritu sobre todos los hombres.<br />
Tú que enviaste a los discípulos a predicar el Evangelio,<br />
-ayúdalos, para que extiendan la victoria <strong>de</strong> la cruz.<br />
A los enfermos y a todos los que has asociado a los sufrimientos <strong>de</strong> tu pasión,<br />
-concé<strong>de</strong>les fortaleza y paciencia.<br />
Llenos <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> Jesucristo, acudamos a nuestro Padre común, diciendo: Padre<br />
nuestro.<br />
Oración<br />
Ilumina, Señor, nuestros corazones y fortalece nuestras volunta<strong>de</strong>s, para que sigamos<br />
siempre el camino <strong>de</strong> tus mandatos, reconociéndote como nuestro guía y maestro. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
Ando por mi camino, pasajero,<br />
y a veces creo que voy sin compañía,<br />
hasta que siento el paso que me guía,<br />
al compás <strong>de</strong> mi andar, <strong>de</strong> otro viajero.<br />
No lo veo, pero está. Si voy ligero,<br />
él apresura el paso; se diría<br />
que quiere ir a mi lado todo el día,<br />
invisible y seguro el compañero.<br />
Al llegar a terreno solitario,<br />
él me presta valor para que siga,<br />
y, si <strong>de</strong>scanso, junto a mí reposa.<br />
Y, cuando hay que subir monte (Calvario<br />
lo llama él), siento en su mano amiga,<br />
que me ayuda, una llaga dolorosa.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Lo vimos <strong>de</strong>spreciado, como un hombre <strong>de</strong> dolores, acostumbrado a<br />
sufrimientos.<br />
Salmo 21<br />
A media tar<strong>de</strong>, Jesús gritó: “Elí,<br />
Elí, lamá sabaktaní” (Mt 27, 46)<br />
I<br />
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?,<br />
a pesar <strong>de</strong> mis gritos, mi oración no te alcanza.<br />
Dios mío, <strong>de</strong> día te grito, y no respon<strong>de</strong>s;<br />
<strong>de</strong> noche, y no me haces caso;<br />
aunque tú habitas en el santuario,<br />
esperanza <strong>de</strong> Israel.<br />
En ti confiaban nuestros padres;<br />
confiaban, y los ponías a salvo;<br />
a ti gritaban, y quedaban libres;<br />
en ti confiaban, y no los <strong>de</strong>fraudaste.<br />
Pero yo soy un gusano, no un hombre,<br />
vergüenza <strong>de</strong> la gente, <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong>l pueblo;<br />
al verme, se burlan <strong>de</strong> mí,<br />
hacen visajes, menean la cabeza:<br />
“Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;<br />
que lo libre, si tanto lo quiere.”
Tú eres quien me sacó <strong>de</strong>l vientre,<br />
me tenías confiado en los pechos <strong>de</strong> mi madre;<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el seno pasé a tus manos,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre materno tú eres mi Dios.<br />
No te que<strong>de</strong>s lejos, que el peligro está cerca<br />
y nadie me socorre.<br />
Ant. Lo vimos <strong>de</strong>spreciado, como un hombre <strong>de</strong> dolores, acostumbrado a<br />
sufrimientos.<br />
Ant. 2. Se repartieron las ropas <strong>de</strong> Jesús, echándolas a suerte.<br />
II<br />
Me acorrala un tropel <strong>de</strong> novillos,<br />
me cercan toros <strong>de</strong> Basán;<br />
abren contra mí las fauces<br />
leones que <strong>de</strong>scuartizan y rugen.<br />
Estoy como agua <strong>de</strong>rramada,<br />
tengo los huesos <strong>de</strong>scoyuntados;<br />
mi corazón, como cera,<br />
se <strong>de</strong>rrite en mis entrañas;<br />
mi garganta está seca como una teja,<br />
la lengua se me pega al paladar;<br />
me aprietas contra el polvo <strong>de</strong> la muerte.<br />
Me acorrala una jauría <strong>de</strong> mastines,<br />
me cerca una banda <strong>de</strong> malhechores;<br />
me taladran las manos y los pies,<br />
puedo contar mis huesos.<br />
Ellos me miran triunfantes,<br />
se reparten mi ropa,<br />
echan a suerte mi túnica.<br />
Pero tú, Señor, no te que<strong>de</strong>s lejos;<br />
fuerza mía, ven corriendo a ayudarme.<br />
Líbrame a mí <strong>de</strong> la espada,<br />
y a mi única vida, <strong>de</strong> la garra <strong>de</strong>l mastín;<br />
sálvame <strong>de</strong> las fauces <strong>de</strong>l león;<br />
a este pobre, <strong>de</strong> los cuernos <strong>de</strong>l búfalo.<br />
Contaré tu fama a mis hermanos,<br />
en medio <strong>de</strong> la asamblea te alabaré.<br />
Ant. Se repartieron las ropas <strong>de</strong> Jesús, echándolas a suerte.<br />
Ant. 3. En la presencia <strong>de</strong>l Señor se postrarán las familias <strong>de</strong> los pueblos.<br />
III<br />
Fieles <strong>de</strong>l Señor, alabadlo;<br />
linaje <strong>de</strong> Jacob, glorificadlo;<br />
temedlo, linaje <strong>de</strong> Israel.<br />
Porque no ha sentido <strong>de</strong>sprecio ni repugnancia<br />
hacia el pobre <strong>de</strong>sgraciado;
no le ha escondido su rostro:<br />
cuando pidió auxilio, le escuchó.<br />
Él es mi alabanza en la gran asamblea,<br />
cumpliré mis votos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Los <strong>de</strong>svalidos comerán hasta saciarse,<br />
alabarán al Señor los que lo buscan:<br />
viva su corazón por siempre.<br />
Lo recordarán y volverán al Señor<br />
hasta <strong>de</strong> los confines <strong>de</strong>l orbe;<br />
en su presencia se postrarán<br />
las familias <strong>de</strong> los pueblos.<br />
Porque <strong>de</strong>l Señor es el reino,<br />
él gobierna a los pueblos.<br />
Ante él se postrarán las cenizas <strong>de</strong> la tumba,<br />
ante él se inclinarán los que bajan al polvo.<br />
Me hará vivir para él, mi <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia le servirá,<br />
hablarán <strong>de</strong>l Señor a la generación futura,<br />
contarán su justicia al pueblo que ha <strong>de</strong> nacer:<br />
todo lo que hizo el Señor.<br />
Ant. En la presencia <strong>de</strong>l Señor se postrarán las familias <strong>de</strong> los pueblos.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 1, 16b.17<br />
El Evangelio es la fuerza <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> Dios para todo el que cree. Porque en él se<br />
revela la justicia salvadora <strong>de</strong> Dios para los que creen, en virtud <strong>de</strong> su fe, como dice la<br />
Escritura: “El justo vivirá por su fe.”<br />
V. Con Dios se alegra nuestro corazón.<br />
R. En su santo nombre confiamos.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> tercia fuiste llevado al suplicio <strong>de</strong> la cruz por la<br />
salvación <strong>de</strong>l mundo, ayúdanos a llorar los pecados <strong>de</strong> la vida pasada y a evitar las faltas<br />
en lo porvenir. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Rm 3, 21-22a<br />
Ahora la justicia <strong>de</strong> Dios, atestiguada por la ley y los profetas, se ha manifestado<br />
in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la ley. Por la fe en Jesucristo viene la justicia <strong>de</strong> Dios a todos los<br />
que creen, sin distinción alguna.<br />
V. Los mandatos <strong>de</strong>l Señor son rectos y alegran el corazón.<br />
R. La norma <strong>de</strong>l Señor es límpida y da luz a los ojos.
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> sexta subiste a la cruz por nuestra salvación,<br />
mientras las tinieblas envolvían al mundo, concé<strong>de</strong>nos que tu luz nos ilumine siempre,<br />
para que, guiados por ella, podamos alcanzar la vida eterna. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 8-9<br />
Estáis salvados por la gracia y mediante la fe. Y no se <strong>de</strong>be a vosotros, sino que es un<br />
don <strong>de</strong> Dios; y tampoco se <strong>de</strong>be a las obras, para que nadie pueda presumir.<br />
V. Conozca la tierra tus caminos, Señor.<br />
R. Todos los pueblos tu salvación.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, colgado en la cruz, diste al ladrón arrepentido el reino eterno,<br />
míranos a nosotros, que, como él, confesamos nuestras culpas, y concé<strong>de</strong>nos po<strong>de</strong>r<br />
entrar también, como él, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, en el paraíso. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
¿Quién es este que viene,<br />
recién atar<strong>de</strong>cido,<br />
cubierto con su sangre<br />
como varón que pisa los racimos?<br />
Éste es Cristo, el Señor,<br />
convocado a la muerte,<br />
glorificado en la resurrección.<br />
¿Quién es este que vuelve,<br />
glorioso y malherido,<br />
y, a precio <strong>de</strong> su muerte,<br />
compra la paz y libra a los cautivos?<br />
Éste es Cristo, el Señor,<br />
convocado a la muerte,<br />
glorificado en la resurrección.<br />
Se durmió con los muertos,<br />
y reina entre los vivos;<br />
no le venció la fosa,<br />
porque el Señor sostuvo a su Elegido.<br />
Éste es Cristo, el Señor,<br />
convocado a la muerte,<br />
glorificado en la resurrección.<br />
Vísperas<br />
Anunciad a los pueblos<br />
qué habéis visto y oído;<br />
aclamad al que viene<br />
como la paz, bajo un clamor <strong>de</strong> olivos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. El Señor es gran<strong>de</strong>, nuestro dueño más que todos los dioses.<br />
Salmo 134<br />
Himno a Dios, realizador <strong>de</strong> maravillas<br />
Vosotros sois… un pueblo adquirido<br />
por Dios para proclamar las hazañas <strong>de</strong>l<br />
que os llamó a salir <strong>de</strong> la tiniebla y a<br />
entrar en su luz maravillosa (1P 2, 9)<br />
Alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabadlo, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
que estáis en la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en los atrios <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
Alabad al Señor porque es bueno,<br />
tañed para su nombre, que es amable.<br />
I
Porque él se escogió a Jacob,<br />
a Israel en posesión suya.<br />
Yo sé que el Señor es gran<strong>de</strong>,<br />
nuestro dueño más que todos los dioses.<br />
El Señor todo lo que quiere lo hace:<br />
en el cielo y en la tierra,<br />
en los mares y en los océanos.<br />
Hace subir las nubes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el horizonte,<br />
con los relámpagos <strong>de</strong>sata la lluvia,<br />
suelta a los vientos <strong>de</strong> sus silos.<br />
Él hirió a los primogénitos <strong>de</strong> Egipto,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hombres hasta los animales.<br />
Envió signos y prodigios<br />
–en medio <strong>de</strong> ti, Egipto–<br />
contra el Faraón, y sus ministros.<br />
Hirió <strong>de</strong> muerte a pueblos numerosos,<br />
mató a reyes po<strong>de</strong>rosos:<br />
a Sijón, rey <strong>de</strong> los amorreos;<br />
a Hog, rey <strong>de</strong> Basán,<br />
y a todos los reyes <strong>de</strong> Canaán.<br />
Y dio su tierra en heredad,<br />
en heredad a Israel, su pueblo.<br />
Ant. El Señor es gran<strong>de</strong>, nuestro dueño más que todos los dioses.<br />
Ant. 2. Casa <strong>de</strong> Israel, ben<strong>de</strong>cid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.<br />
II<br />
Señor, tu nombre es eterno;<br />
Señor, tu recuerdo <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Porque el Señor gobierna a su pueblo<br />
y se complace <strong>de</strong> sus siervos.<br />
Los ídolos <strong>de</strong> los gentiles son oro y plata,<br />
hechura <strong>de</strong> manos humanas:<br />
tienen boca y no hablan,<br />
tienen ojos y no ven,<br />
tienen orejas y no oyen,<br />
no hay aliento en sus bocas.<br />
Sean lo mismo los que los hacen,<br />
cuantos confían en ellos.<br />
Casa <strong>de</strong> Israel, bendice al Señor;<br />
casa <strong>de</strong> Aarón, bendice al Señor;<br />
casa <strong>de</strong> Leví, bendice al Señor;<br />
fieles <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Bendito en Sión el Señor,<br />
que habita en Jerusalén.<br />
Ant. Casa <strong>de</strong> Israel, ben<strong>de</strong>cid al Señor; tañed para su nombre, que es amable.
Ant. 3. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.<br />
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
Cántico Ap 15,3-4<br />
Himno <strong>de</strong> adoración<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Vendrán todas las naciones y se postrarán en tu acatamiento, Señor.<br />
LECTURA BREVE St 1, 2 - 4<br />
Hermanos míos: Teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase<br />
<strong>de</strong> pruebas. Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la<br />
constancia llega hasta el final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo nos amó y nos ha librado *Por su sangre. Cristo.<br />
V. Nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes <strong>de</strong> Dios. *Por su sangre. Gloria<br />
al Padre. Cristo.<br />
Magníficat, ant. El Señor nos auxilia a nosotros, sus siervos, acordándose <strong>de</strong> su<br />
misericordia.<br />
PRECES<br />
Invoquemos al Señor Jesús, a quien el Padre entregó por nuestros pecados y lo resucitó<br />
para nuestra justificación, diciendo:<br />
Señor, ten piedad <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas, perdona los pecados <strong>de</strong> los que se confiesan<br />
culpables,<br />
-y en tu bondad, otórganos el perdón y la paz.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong>l Apóstol, nos has enseñado que, i creció el pecado, más<br />
<strong>de</strong>sbordante fue la gracia,<br />
-perdona con largueza nuestros muchos pecados.<br />
Hemos pecado mucho, Señor, pero confiamos en tu misericordia infinita;<br />
-vuélvete a nosotros, para que podamos convertirnos a ti.<br />
Salva a tu pueblo <strong>de</strong> sus pecados, Señor,<br />
-y sé benévolo con nosotros.
Tú que abriste las puertas <strong>de</strong>l paraíso al ladrón arrepentido, que te reconoció como<br />
salvador,<br />
-ábrelas también para nuestros difuntos.<br />
Reconociendo que nuestra fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios,<br />
digamos confiadamente: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Padre santo, que quisiste que Cristo, tu Hijo, fuese el precio <strong>de</strong> nuestro<br />
rescate, haz que vivamos <strong>de</strong> tal manera que, tomando parte en sus pa<strong>de</strong>cimientos, nos<br />
gocemos también en la revelación <strong>de</strong> su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Al filo <strong>de</strong> los gallos,<br />
viene la aurora;<br />
los temores se alejan<br />
como las sombras.<br />
¡Dios, Padre nuestro,<br />
en tu nombre dormimos<br />
y amanecemos!<br />
Como luz nos visitas,<br />
Rey <strong>de</strong> los hombres,<br />
como amor que vigila<br />
siempre <strong>de</strong> noche;<br />
cuando el que duerme,<br />
bajo el signo <strong>de</strong>l sueño,<br />
prueba la muerte.<br />
Del sueño <strong>de</strong>l pecado<br />
nos resucitas,<br />
y es señal <strong>de</strong> tu gracia<br />
la luz amiga.<br />
¡Dios que nos velas!<br />
Tú nos sacas por gracia<br />
<strong>de</strong> las tinieblas.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
gloria al Espíritu,<br />
al que es paz, luz y vida,<br />
al Uno y Trino;<br />
gloria a su nombre<br />
y al misterio divino<br />
que nos lo escon<strong>de</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
SABADO DE LA SEMANA III<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.<br />
Salmo 118, 145-152<br />
XIX (Coph)<br />
Te invoco <strong>de</strong> todo corazón:<br />
respón<strong>de</strong>me Señor, y guardaré tus leyes;<br />
a ti grito: sálvame,<br />
y cumpliré tus <strong>de</strong>cretos;<br />
me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio,<br />
esperando tus palabras.
Mis ojos se a<strong>de</strong>lantan a las vigilias,<br />
meditando tu promesa;<br />
escucha mi voz por tu misericordia,<br />
con tus mandamientos dame vida;<br />
ya se acercan mis inicuos perseguidores,<br />
están lejos <strong>de</strong> tu voluntad.<br />
Tú, Señor, estás cerca,<br />
y todos tus mandatos son estables;<br />
hace tiempo comprendí que tus preceptos<br />
los fundaste para siempre.<br />
Ant. Tú, Señor, estás cerca, y todos tus mandatos son estables.<br />
Ant. 2. Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.<br />
Cántico Sb 9,1-6. 9-11<br />
Dame, Señor, la sabiduría<br />
Os daré palabras y sabiduría a las<br />
que no podrá hacer frente… ningún<br />
adversario vuestro (Lc 21, 15)<br />
Dios <strong>de</strong> los padres y Señor <strong>de</strong> la misericordia,<br />
que con tu palabra hiciste todas las cosas,<br />
y con tu sabiduría formaste al hombre,<br />
para que dominase sobre tus criaturas,<br />
y para regir el mundo con santidad y justicia,<br />
y para administrar justicia con rectitud <strong>de</strong> corazón.<br />
Dame la sabiduría asistente <strong>de</strong> tu trono<br />
y no me excluyas <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> tus siervos,<br />
porque siervo tuyo soy, hijo <strong>de</strong> tu sierva,<br />
hombre débil y <strong>de</strong> pocos años,<br />
<strong>de</strong>masiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.<br />
Pues aunque uno sea perfecto<br />
entre los hijos <strong>de</strong> los hombres,<br />
sin la sabiduría, que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti,<br />
será estimado en nada.<br />
Contigo está la sabiduría, conocedora <strong>de</strong> sus obras,<br />
que te asistió cuando hacías el mundo,<br />
y que sabe lo que es grato a tus ojos<br />
y lo que es recto según tus preceptos.<br />
Mándala <strong>de</strong> tus santos cielos,<br />
y <strong>de</strong> tu trono <strong>de</strong> gloria envíala,<br />
para que me asista en mis trabajos<br />
y venga yo a saber lo que te es grato.<br />
Porque ella conoce y entien<strong>de</strong> todas las cosas,<br />
y me guiará pru<strong>de</strong>ntemente en mis obras,<br />
y me guardará en su esplendor.<br />
Ant. Mándame tu sabiduría, Señor, para que me asista en mis trabajos.
Ant. 3. La fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Alabad al Señor, todas las naciones,<br />
aclamadlo, todos los pueblos:<br />
Salmo 116<br />
Invitación universal a la alabanza divina<br />
Firme es su misericordia con nosotros,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad dura por siempre.<br />
Ant. La fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong>l Señor dura por siempre.<br />
Los gentiles alaban a Dios por<br />
su misericordia (cf. Rm 15, 9)<br />
LECTURA BREVE Flp 2, 14 -15<br />
Cualquier cosa que hagáis, sea sin protestas ni discusiones: así seréis irreprochables y<br />
límpidos, hijos <strong>de</strong> Dios sin tacha, en medio <strong>de</strong> una gente torcida y <strong>de</strong>pravada, entre la<br />
cual brilláis como lumbreras <strong>de</strong>l mundo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A ti grito, Señor: *Tú eres mi refugio. A ti grito.<br />
V. Y mi lote en el país <strong>de</strong> la vida. *Tú eres mi refugio. Gloria al Padre. A ti grito.<br />
Benedictus, ant. Ilumina, Señor, a los que viven en tinieblas y en sombra <strong>de</strong> muerte.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, que colocó a María, madre <strong>de</strong> Cristo, por encima <strong>de</strong> todas las<br />
criaturas celestiales y terrenas, diciendo con filial confianza:<br />
Contempla, Señor, a la Madre <strong>de</strong> tu Hijo y escúchanos.<br />
Padre <strong>de</strong> misericordia, te damos gracias porque nos has dado a María como madre y<br />
ejemplo;<br />
-santifícanos por su intercesión.<br />
Tú que hiciste que María meditara tus palabras, guardándolas en su corazón, y fuera<br />
siempre fi<strong>de</strong>lísima hija tuya,<br />
-por tu intercesión haz que también nosotros seamos, <strong>de</strong> verdad, siervos y discípulos<br />
<strong>de</strong> tu Hijo.<br />
Tú que quisiste que María concibiera por obra <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-por intercesión <strong>de</strong> María, otórganos los frutos <strong>de</strong> este mismo Espíritu.<br />
Tú que diste fuerza a María para permanecer junto a la cruz, y la llenaste <strong>de</strong> alegría con<br />
la resurrección <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-por intercesión <strong>de</strong> María, confórtanos en la tribulación y reanima nuestra esperanza.<br />
Concluyamos nuestras súplicas con la oración que el mismo Señor nos enseñó: Padre<br />
nuestro.
Oración<br />
Oh Dios, fuente y origen <strong>de</strong> nuestra salvación, haz que, mientras dure nuestra vida<br />
aquí en la tierra, te alabemos incesantemente y podamos así participar un día en la<br />
alabanza eterna <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
Otra vez –te conozco- me has llamado.<br />
Y no es la hora, no; pero me avisas.<br />
De nuevo traen tus celestiales brisas<br />
claros mensajes al acantilado<br />
<strong>de</strong>l corazón, que, sordo a tu cuidado,<br />
fortalezas <strong>de</strong> tierra eleva, en prisas<br />
<strong>de</strong> la sangre se mueve, en in<strong>de</strong>cisas<br />
torres, arenas, se recrea, alzado.<br />
Y tú llamas y llamas, y me hieres,<br />
y te pregunto aún, Señor, qué quieres,<br />
qué alto vienes a dar a mi jornada.<br />
Perdóname, si no te tengo <strong>de</strong>ntro,<br />
si no sé amar nuestro mortal encuentro,<br />
si no estoy preparado a tu llegada.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. Da fianza, Señor, a favor <strong>de</strong> tu siervo.<br />
Salmo 118, 121-128<br />
XVI (Ain)<br />
Practico la justicia y el <strong>de</strong>recho,<br />
no me entregues a mis opresores;<br />
da fianza a favor <strong>de</strong> tu siervo,<br />
que no me opriman los insolentes;<br />
mis ojos se consumen aguardando<br />
tu salvación y tu promesa <strong>de</strong> justicia.<br />
Trata con misericordia a tu siervo,<br />
enséñame tus leyes;<br />
yo soy tu siervo: dame inteligencia,<br />
y conoceré tus preceptos;<br />
es hora <strong>de</strong> que actúes, Señor;<br />
han quebrantado tu voluntad.
Yo amo tus mandatos<br />
más que el oro purísimo;<br />
por eso aprecio tus <strong>de</strong>cretos<br />
y <strong>de</strong>testo el camino <strong>de</strong> la mentira.<br />
Ant. Da fianza, Señor, a favor <strong>de</strong> tu siervo.<br />
Ant. 2. Contemplad al Señor, y quedaréis radiantes.<br />
Salmo 33<br />
El Señor, salvación <strong>de</strong> los justos<br />
Habéis saboreado lo bueno que<br />
es el Señor (1P 2, 3)<br />
I<br />
Bendigo al Señor en todo momento,<br />
su alabanza está siempre en mi boca;<br />
mi alma se gloría en el Señor:<br />
que los humil<strong>de</strong>s lo escuchen y se alegren.<br />
Proclamad conmigo la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor,<br />
ensalcemos juntos su nombre.<br />
Yo consulté al Señor, y me respondió,<br />
me libró <strong>de</strong> todas mis ansias.<br />
Contempladlo y quedaréis radiantes,<br />
vuestro rostro no se avergonzará.<br />
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha<br />
y lo salva <strong>de</strong> sus angustias.<br />
El ángel <strong>de</strong>l Señor acampa<br />
en torno a sus fieles y los protege.<br />
Gustad y ved qué bueno es el Señor,<br />
dichoso el que se acoge a él.<br />
Todos sus santos, temed al Señor,<br />
porque nada les falta a los que le temen;<br />
los ricos empobrecen y pasan hambre,<br />
los que buscan al Señor no carecen <strong>de</strong> nada.<br />
Ant. Contemplad al Señor, y quedaréis radiantes.<br />
Ant. 3. El Señor está cerca <strong>de</strong> los atribulados.<br />
II<br />
Venid, hijos, escuchadme:<br />
os instruiré en el temor <strong>de</strong>l Señor;<br />
¿hay alguien que ame la vida<br />
y <strong>de</strong>see días <strong>de</strong> prosperidad?<br />
Guarda tu lengua <strong>de</strong>l mal,<br />
tus labios <strong>de</strong> la falsedad;
apártate <strong>de</strong>l mal, obra el bien,<br />
busca la paz y corre tras ella.<br />
Los ojos <strong>de</strong>l Señor miran a los justos,<br />
sus oídos escuchan sus gritos;<br />
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,<br />
para borrar <strong>de</strong> la tierra su memoria.<br />
Cuando uno grita, el Señor lo escucha<br />
y lo libra <strong>de</strong> sus angustias;<br />
el Señor está cerca <strong>de</strong> los atribulados,<br />
salva a los abatidos.<br />
Aunque el justo sufra muchos males,<br />
<strong>de</strong> todos lo libra <strong>de</strong>l Señor;<br />
él cuida <strong>de</strong> todos sus huesos,<br />
y ni uno solo se quebrará.<br />
La maldad da muerte al malvado,<br />
y los que odian al justo serán castigados.<br />
El Señor redime a sus siervos,<br />
no será castigado quien se acoge a él.<br />
Ant. El Señor está cerca <strong>de</strong> los atribulados.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1S 15, 22<br />
¿Quiere el Señor sacrificios y holocaustos, o quiere que obe<strong>de</strong>zcan al Señor?<br />
Obe<strong>de</strong>cer vale más que un sacrificio; ser dócil, más que la grasa <strong>de</strong> carneros.<br />
V. El que me ofrece acción <strong>de</strong> gracias, ése me honra.<br />
R. Al que sigue buen camino le haré ver la salvación <strong>de</strong> Dios.<br />
Oración<br />
Señor Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, infún<strong>de</strong>nos la luz <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, para que,<br />
libres <strong>de</strong> toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Jesucristo,<br />
nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Ga 5, 26; 6, 2<br />
No seamos vanidosos, provocándonos unos a otros, envidiándonos unos a otros.<br />
Arrimad todos el hombro a las cargas <strong>de</strong> los otros, que con eso cumpliréis la ley <strong>de</strong><br />
Cristo.<br />
V. Ved qué dulzura, qué <strong>de</strong>licia, convivir los hermanos unidos.<br />
R. Allí manda el Señor la bendición.<br />
Oración<br />
Señor, fuego ardiente <strong>de</strong> amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te amemos a ti<br />
sobre todas las cosas y a nuestro prójimo por amor tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Mi 6, 8<br />
Hombre, ya te han explicado lo que está bien, lo que el Señor <strong>de</strong>sea <strong>de</strong> ti: que<br />
<strong>de</strong>fiendas el <strong>de</strong>recho y ames la lealtad, y que seas humil<strong>de</strong> con tu Dios.<br />
V. Mi alegría es el camino <strong>de</strong> tus preceptos.<br />
R. Señor, no olvidaré tus palabras.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia <strong>de</strong> tu paz, para que, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberte servido durante toda nuestra<br />
vida, podamos presentarnos a ti sin temor alguno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
SEMANA IV<br />
DOMINGO<br />
I Vísperas<br />
No sé <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> brota la tristeza que tengo.<br />
Mi dolor se arrodilla, como el tronco <strong>de</strong> un sauce,<br />
sobre el agua <strong>de</strong>l tiempo, por don<strong>de</strong> voy y vengo,<br />
casi fuera <strong>de</strong> madre, <strong>de</strong>rramado en el cauce.<br />
Lo mejor <strong>de</strong> mi vida es el dolor. Tú sabes<br />
cómo soy; tú levantas esta carne que es mía;<br />
tú, esta luz que sonrosa las alas <strong>de</strong> las aves;<br />
tú, esta noble tristeza que llaman alegría.<br />
Tú me diste la gracia para vivir contigo;<br />
tú me diste las nubes como el amor humano;<br />
y, al principio <strong>de</strong>l tiempo, tú me ofreciste el trigo,<br />
con la primera alondra que nació <strong>de</strong> tu mano.<br />
Como el último rezo <strong>de</strong> un niño que se duerme<br />
y, con la voz nublada <strong>de</strong> sueño y <strong>de</strong> pureza,<br />
se vuelve hacia el silencio, yo quisiera volverme<br />
hacia ti, y en tus manos <strong>de</strong>smayar mi cabeza.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Desead la paz a Jerusalén.<br />
Salmo 121<br />
La ciudad santa <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Os habéis acercado al monte<br />
Sión, ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo,<br />
Jerusalén <strong>de</strong>l cielo (Hb 12, 22)<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Desead la paz a Jerusalén.<br />
Ant. 2. Des<strong>de</strong> la aurora hasta la noche, mi alma aguarda al Señor.<br />
Salmo 129<br />
Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor<br />
Él salvará a su pueblo <strong>de</strong> los<br />
pecados (Mt 1, 21)<br />
Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor;<br />
Señor, escucha mi voz;<br />
estén tus oídos atentos<br />
a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor,<br />
¿quién podrá resistir?<br />
Pero <strong>de</strong> ti proce<strong>de</strong> el perdón,<br />
y así infun<strong>de</strong>s respeto.<br />
Mi alma espera en el Señor,<br />
espera en su palabra;<br />
mi alma aguarda al Señor,<br />
más que el centinela la aurora.<br />
Aguar<strong>de</strong> Israel al Señor,<br />
como el centinela la aurora;<br />
porque <strong>de</strong>l Señor viene la misericordia,<br />
la re<strong>de</strong>nción copiosa;<br />
y él redimirá a Israel<br />
<strong>de</strong> todos sus <strong>de</strong>litos.<br />
Ant. Des<strong>de</strong> la aurora hasta la noche, mi alma aguarda al Señor.<br />
Ant. 3. Al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, siervo <strong>de</strong> Dios, en su misterio pascual<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble en el cielo y en la tierra. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE 2P 1, 19-21<br />
Esto nos confirma la palabra <strong>de</strong> los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención,<br />
como a lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que <strong>de</strong>spunte el día, y el lucero<br />
nazca en vuestros corazones. Ante todo, tened presente que ninguna predicción <strong>de</strong> la<br />
Escritura está a merced <strong>de</strong> interpretaciones personales; porque ninguna predicción<br />
antigua aconteció por <strong>de</strong>signio humano; hombres como eran, hablaron <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> Dios,<br />
movidos por el Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. De la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso, *Alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor. De la<br />
salida.<br />
V. Su gloria sobre los cielos. *Alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. De<br />
la salida.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, alegría <strong>de</strong> cuantos se refugian en él, y digámosle:<br />
Míranos y escúchanos, Señor.<br />
Testigo fiel y primogénito <strong>de</strong> entre los muertos, que nos has librado <strong>de</strong> nuestros pecados<br />
por tu sangre,<br />
-no permitas que olvi<strong>de</strong>mos nunca tus beneficios.<br />
Haz que aquellos a quienes elegiste como mensajeros <strong>de</strong> tu Evangelio<br />
-sean siempre fieles y celosos administradores <strong>de</strong> los misterios <strong>de</strong>l reino.<br />
Rey <strong>de</strong> la paz, conce<strong>de</strong> abundantemente tu Espíritu a los que gobiernan las naciones,<br />
-para que cui<strong>de</strong>n con interés a los pobres y postergados.<br />
Sé ayuda para cuantos son víctimas <strong>de</strong> cualquier segregación por causa <strong>de</strong> su raza,<br />
color, condición social, lengua o religión,<br />
-y haz que todos reconozcan su dignidad y respeten sus <strong>de</strong>rechos.<br />
A los que han muerto en tu amor, dales también parte en tu felicidad,<br />
-con María y con todos tus santos.<br />
Porque Jesús ha resucitado, todos somos hijos <strong>de</strong> Dios; por eso nos atrevemos a<br />
<strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
En el nombre <strong>de</strong>l Padre, <strong>de</strong>l Hijo y <strong>de</strong>l Espíritu,<br />
salimos <strong>de</strong> la noche y estrenamos la aurora;<br />
saludamos el gozo <strong>de</strong> la luz que nos llega<br />
resucitada y resucitadora.<br />
Tu mano acerca el fuego a la tierra sombría,<br />
y el rostro <strong>de</strong> las cosas se alegra en tu presencia;<br />
silabeas el alba igual que una palabra;<br />
tú pronuncias el mar como sentencia.<br />
Regresa, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sueño, el hombre a su memoria,<br />
acu<strong>de</strong> a su trabajo, madruga a sus dolores;<br />
le confías la tierra, y a la tar<strong>de</strong> la encuentras<br />
rica <strong>de</strong> pan y amarga <strong>de</strong> sudores.<br />
Y tú te regocijas, oh Dios, y tú prolongas<br />
en sus pequeñas manos tus manos po<strong>de</strong>rosas;<br />
y estáis <strong>de</strong> cuerpo entero los dos así creando,<br />
los dos así velando por las cosas.<br />
¡Bendita la mañana que trae la noticia<br />
<strong>de</strong> tu presencia joven, en gloria y po<strong>de</strong>río,<br />
la serena certeza con que el día proclama<br />
que el sepulcro <strong>de</strong> Cristo está vacío! Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Salmo 117<br />
Himno <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> gracias <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la victoria<br />
Jesús es la piedra que <strong>de</strong>sechasteis<br />
vosotros, los arquitectos, y que se ha<br />
convertido en piedra angular (Hch 4, 11)<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.<br />
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.<br />
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.<br />
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia. Aleluya.<br />
Ant. 2. Aleluya. Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor. Aleluya.<br />
Cántico Dn 3, 52-57<br />
Que la creación entera alabe al Señor<br />
¡Bendito el Creador por siempre!<br />
(Rm 1, 25)<br />
Bendito eres, Señor, Dios <strong>de</strong> nuestros padres:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito tu nombre, santo y glorioso:<br />
a él gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres en el templo <strong>de</strong> tu santa gloria:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres sobre el trono <strong>de</strong> tu reino:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines<br />
son<strong>de</strong>as los abismos:<br />
a ti gloria y alabanza por los siglos.<br />
Bendito eres en la bóveda <strong>de</strong>l cielo:<br />
a ti honor y alabanza por los siglos.<br />
Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
ensalzadlo con himnos por los siglos.<br />
Ant. Aleluya. Criaturas todas <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor. Aleluya.<br />
Ant. 3. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.<br />
Salmo 150<br />
Alabad al Señor<br />
Salmodiad con el espíritu,<br />
salmodiad con toda vuestra mente,<br />
es <strong>de</strong>cir, glorificad a Dios con el<br />
cuerpo y con el alma (Hesiquio)<br />
Alabad al Señor en su templo,<br />
alabadlo en su fuerte firmamento.<br />
Alabadlo por sus obras magníficas,<br />
alabadlo por su inmensa gran<strong>de</strong>za.<br />
Alabadlo tocando trompetas,<br />
alabadlo con arpas y cítaras,<br />
alabadlo con tambores y danzas,<br />
alabadlo con trompas y flautas,
alabadlo con platillos sonoros,<br />
alabadlo con platillos vibrantes.<br />
Todo ser que alienta, alabe al Señor.<br />
Ant. Todo ser que alienta, alabe al Señor. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE 2Tm 2, 8. 11-13<br />
Haz memoria <strong>de</strong> Jesucristo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, nacido <strong>de</strong>l linaje <strong>de</strong><br />
David. Es doctrina segura: Si morimos con él, viviremos con él. Si perseveramos,<br />
reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos negará. Si somos infieles, él<br />
permanece fiel, porque no pue<strong>de</strong> negarse a sí mismo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te damos gracias, oh Dios, *Invocando tu nombre. Te damos gracias.<br />
V. Contando tus maravillas. *Invocando tu nombre. Gloria al Padre. Te damos<br />
gracias.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.<br />
PRECES<br />
Dios nos ama y sabe lo que nos hace falta; aclamemos, pues, su po<strong>de</strong>r y su bondad,<br />
abriendo, gozosos, nuestros corazones a la alabanza:<br />
Te alabamos, Señor, y confiamos en ti.<br />
Te ben<strong>de</strong>cimos, Dios todopo<strong>de</strong>roso, Rey <strong>de</strong>l universo, porque a nosotros, injustos y<br />
pecadores, nos has llamado al conocimiento <strong>de</strong> la verdad;<br />
-haz que te sirvamos con santidad y justicia.<br />
Vuélvete hacia nosotros, oh Dios, tú que has querido abrirnos la puerta <strong>de</strong> tu<br />
misericordia,<br />
-y haz que nunca nos apartemos <strong>de</strong>l camino que lleva a la vida.<br />
Ya que hoy celebramos la resurrección <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> tu amor,<br />
-haz que este día transcurra lleno <strong>de</strong> gozo espiritual.<br />
Da, Señor, a tus fieles el espíritu <strong>de</strong> oración y <strong>de</strong> alabanza,<br />
-para que en toda ocasión te <strong>de</strong>mos gracias.<br />
Movidos ahora todos por el mismo Espíritu que nos da Cristo resucitado, acudamos a<br />
Dios, <strong>de</strong> quien somos verda<strong>de</strong>ros hijos, diciendo: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Dame, Señor, la firme voluntad,<br />
compañera y sostén <strong>de</strong> la virtud;<br />
la que sabe en el golfo hallar quietud<br />
y, en medio <strong>de</strong> las sombras, claridad;<br />
la que trueca en tesón la veleidad,<br />
y el ocio en perennal solicitud,<br />
y las ásperas fiebres en salud,<br />
y los torpes engaños en verdad.<br />
Y así conseguirá mi corazón<br />
que los favores que a tu amor <strong>de</strong>bí<br />
le ofrezcan algún fruto en galardón…<br />
Y aún tú, Señor, conseguirás así<br />
que no llegue a romper mi confusión<br />
la imagen tuya que pusiste en mí.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. El que come este pan vivirá para siempre. Aleluya.<br />
Salmo 22<br />
El buen pastor<br />
El Cor<strong>de</strong>ro será su pastor, y los<br />
conducirá hacia fuentes <strong>de</strong> aguas vivas<br />
(Ap 7, 17)<br />
El Señor es mi pastor, nada me falta:<br />
en ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar;<br />
Me conduce hacia fuentes tranquilas<br />
y repara mis fuerzas;<br />
me guía por el sen<strong>de</strong>ro justo,<br />
por el honor <strong>de</strong> su nombre.<br />
Aunque camine por cañadas oscuras,<br />
nada temo, porque tú vas conmigo:<br />
tu vara y tu cayado me sosiegan.<br />
Preparas una mesa ante mí,<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
enfrente <strong>de</strong> mis enemigos;<br />
me unges la cabeza con perfume,<br />
y mi copa rebosa.<br />
Tu bondad y tu misericordia me acompañan<br />
todos los días <strong>de</strong> mi vida,
y habitaré en la casa <strong>de</strong>l Señor<br />
por años sin término.<br />
Ant. El que come este pan vivirá para siempre. Aleluya.<br />
Ant. 2. Vendrá el Señor, para que en sus santos se manifiesten su gloria y sus<br />
maravillas. Aleluya.<br />
Salmo 75<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la victoria<br />
Verán al Hijo <strong>de</strong>l hombre venir<br />
sobre las nubes (Mt 24, 30)<br />
I<br />
Dios se manifiesta en Judá,<br />
su fama es gran<strong>de</strong> en Israel;<br />
su tabernáculo está en Jerusalén,<br />
su morada en Sión:<br />
allí quebró los relámpagos <strong>de</strong>l arco,<br />
el escudo, la espada y la guerra.<br />
Tú eres <strong>de</strong>slumbrante, magnífico,<br />
con montones <strong>de</strong> botín conquistados.<br />
Los valientes duermen su sueño,<br />
y a los guerreros no les respon<strong>de</strong>n sus brazos.<br />
Con un bramido, oh Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
inmovilizaste carros y caballos.<br />
Ant. Vendrá el Señor, para que en sus santos se manifiesten su gloria y sus<br />
maravillas. Aleluya.<br />
Ant. 3. Haced votos y traed tributo al Señor, vuestro Dios. Aleluya.<br />
II<br />
Tú eres terrible: ¿quién resiste frente a ti<br />
al ímpetu <strong>de</strong> tu ira?<br />
Des<strong>de</strong> el cielo proclamas la sentencia:<br />
la tierra teme sobrecogida,<br />
cuando Dios se pone en pie para juzgar,<br />
para salvar a los humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la tierra.<br />
La cólera humana tendrá que alabarte,<br />
los que sobrevivan al castigo te ro<strong>de</strong>arán.<br />
Haced votos al Señor y cumplidlos,<br />
y traigan los vasallos tributo al Temible:<br />
él <strong>de</strong>ja sin aliento a los príncipes,<br />
y es temible para los reyes <strong>de</strong>l orbe.<br />
Ant. Haced votos y traed tributo al Señor, vuestro Dios. Aleluya.
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Co 6, 19-20<br />
¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>? Él habita en vosotros<br />
porque lo habéis recibido <strong>de</strong> Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado<br />
pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!<br />
V. Mi alma se consume y anhela los atrios <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Dt 10, 12<br />
¿Qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus<br />
caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.<br />
V. Señor, ¿quién pue<strong>de</strong> hospedarse en tu tienda?<br />
R. El que proce<strong>de</strong> honradamente y tiene intenciones leales.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Ct 8, 6b-7a<br />
Es fuerte el amor como la muerte, es cruel la pasión como el abismo; es centella <strong>de</strong><br />
fuego, llamarada divina; las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los<br />
ríos.<br />
V. Yo te amo, Señor, tú eres mi fortaleza.<br />
R. Escudo mío, mi fuerza salvadora.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
Cuando la muerte sea vencida<br />
y estemos libres en el reino,<br />
cuando la nueva tierra nazca<br />
en la gloria <strong>de</strong>l nuevo cielo,<br />
cuando tengamos la alegría<br />
con un seguro entendimiento<br />
y el aire sea como una luz<br />
para las almas y los cuerpos,<br />
entonces, sólo entonces,<br />
estaremos contentos.<br />
Cuando veamos cara a cara<br />
lo que hemos visto en un espejo<br />
y sepamos que la bondad<br />
y la belleza están <strong>de</strong> acuerdo,<br />
cuando, al mirar lo que quisimos,<br />
lo veamos claro y perfecto<br />
y sepamos que ha <strong>de</strong> durar,<br />
sin pasión, sin aburrimiento,<br />
entonces, sólo entonces,<br />
estaremos contentos.<br />
Cuando vivamos en la plena<br />
satisfacción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>seos,<br />
cuando el Rey nos ame y nos mire,<br />
para que nosotros le amemos,<br />
y podamos hablar con él<br />
sin palabras, cuando gocemos<br />
<strong>de</strong> la compañía feliz<br />
<strong>de</strong> los que aquí tuvimos lejos,<br />
entonces, sólo entonces,<br />
estaremos contentos.<br />
Cuando un suspiro <strong>de</strong> alegría<br />
nos llene, sin cesar, el pecho,<br />
entonces –siempre, siempre-, entonces<br />
seremos bien lo que seremos.<br />
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,<br />
gloria a Dios Hijo, que es su Verbo,<br />
gloria al Espíritu divino,<br />
gloria en la tierra y en el cielo. Amén.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Yo mismo te engendré, entre esplendores sagrados, antes <strong>de</strong> la aurora.<br />
Aleluya.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
El Mesías, Rey y Sacerdote
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
Cristo tiene que reinar hasta<br />
que Dios haga <strong>de</strong> sus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> sus pies (1Co 15, 25)<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Yo mismo te engendré, entre esplendores sagrados, antes <strong>de</strong> la aurora. Aleluya.<br />
Ant. 2. Dichosos los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> la justicia, porque ellos quedarán<br />
saciados.<br />
Salmo 111<br />
Felicidad <strong>de</strong>l justo<br />
Caminad como hijos <strong>de</strong> la luz:<br />
toda bondad, justicia y verdad son<br />
fruto <strong>de</strong> la luz (Ef 5, 8-9)<br />
Dichoso quien teme al Señor<br />
y ama <strong>de</strong> corazón sus mandatos.<br />
Su linaje será po<strong>de</strong>roso en la tierra,<br />
la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l justo será bendita.<br />
En su casa habrá riquezas y abundancia,<br />
su caridad es constante, sin falta.<br />
En las tinieblas brilla como una luz<br />
el que es justo, clemente y compasivo.<br />
Dichoso el que se apiada y presta,<br />
y administra rectamente sus asuntos.<br />
El justo jamás vacilará,<br />
su recuerdo será perpetuo.<br />
No temerá las malas noticias,<br />
su corazón está firme en el Señor.<br />
Su corazón está seguro, sin temor,<br />
hasta que vea <strong>de</strong>rrotados a sus enemigos.
Reparte limosna a los pobres;<br />
su caridad es constante, sin falta,<br />
y alzará la frente con dignidad.<br />
El malvado, al verlo, se irritará,<br />
rechinará los dientes hasta consumirse.<br />
La ambición <strong>de</strong>l malvado fracasará.<br />
Ant. Dichosos los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> la justicia, porque ellos quedarán<br />
saciados.<br />
Ant. 3. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y gran<strong>de</strong>s. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Las bodas <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Alabad al Señor, sus siervos todos, pequeños y gran<strong>de</strong>s. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Hb 12, 22-24<br />
Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo, Jerusalén <strong>de</strong>l cielo,<br />
a millares <strong>de</strong> ángeles en fiesta, a la asamblea <strong>de</strong> los primogénitos inscritos en el cielo, a<br />
Dios, juez <strong>de</strong> todos, a las almas <strong>de</strong> los justos que han llegado a su <strong>de</strong>stino y al Mediador<br />
<strong>de</strong> la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora <strong>de</strong> una sangre que habla mejor<br />
que la <strong>de</strong> Abel.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Nuestro Señor, *Es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso. Nuestro Señor.<br />
V. Su sabiduría no tiene medida. * Es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso. Gloria al Padre. Nuestro<br />
Señor.<br />
La antífona para el cántico evangélico como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
PRECES<br />
Alegrándonos en el Señor, <strong>de</strong> quien viene todo don, digámosle:<br />
Escucha, Señor, nuestra oración.<br />
Padre y Señor <strong>de</strong> todos, que enviaste a t Hijo al mundo para que tu nombre fuese<br />
glorificado, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> sale el sol hasta el ocaso,<br />
-fortalece el testimonio <strong>de</strong> tu Iglesia entre los pueblos.<br />
Haznos dóciles a la predicación <strong>de</strong> los apóstoles,<br />
-y sumisos a la verdad <strong>de</strong> nuestra fe.<br />
Tú que amas a los justos,<br />
-haz justicia a los oprimidos.<br />
Liberta a los cautivos, abre los ojos a los ciegos,<br />
-en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan, guarda a los peregrinos.<br />
Haz que los que duermen ya el sueño <strong>de</strong> la paz<br />
-lleguen, por tu Hijo, a la santa resurrección.<br />
Unidos entre nosotros y con Jesucristo, y dispuestos a perdonarnos siempre unos a<br />
otros, dirijamos al Padre nuestra súplica confiada: Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong>l tiempo.
HIMNO<br />
LUNES DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Crece la luz bajo tu hermosa mano,<br />
Padre celeste, y suben<br />
los hombres matutinos al encuentro<br />
<strong>de</strong> Cristo Primogénito.<br />
Él hizo amanecer en tu presencia<br />
y enalteció la aurora<br />
cuando no estaba el hombre sobre el mundo<br />
para po<strong>de</strong>r cantarla.<br />
Él es principio y fin <strong>de</strong>l universo,<br />
y el tiempo, en su caída,<br />
se acoge al que es la fuerza <strong>de</strong> las cosas<br />
y en él rejuvenece.<br />
Él es la luz profunda, el soplo vivo<br />
que hace posible el mundo<br />
y anima, en nuestros labios jubilosos,<br />
el himno que cantamos.<br />
He aquí la nueva luz que ascien<strong>de</strong> y busca<br />
su cuerpo misterioso;<br />
he aquí, en el ancho sol <strong>de</strong> la mañana,<br />
el signo <strong>de</strong> su gloria.<br />
Y tú que nos lo entregas cada día,<br />
revélanos al Hijo,<br />
potencia <strong>de</strong> tu diestra y Primogénito<br />
<strong>de</strong> toda criatura. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Por la mañana, sácianos <strong>de</strong> tu misericordia, Señor.<br />
Salmo 89<br />
Baje a nosotros la bondad <strong>de</strong>l Señor<br />
Para el Señor un día es como<br />
mil años, y mil años como un día<br />
(2P 3, 8)<br />
Señor, tú has sido nuestro refugio<br />
<strong>de</strong> generación en generación.<br />
Antes que naciesen los montes<br />
o fuera engendrado el orbe <strong>de</strong> la tierra,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre y por siempre tú eres Dios.<br />
Tú reduces el hombre a polvo,<br />
diciendo: "Retornad, hijos <strong>de</strong> Adán."
Mil años en tu presencia<br />
son un ayer, que pasó;<br />
una vigilia nocturna.<br />
Los siembras año por año,<br />
como hierba que se renueva:<br />
que florece y se renueva por la mañana,<br />
y por la tar<strong>de</strong> la siegan y se seca.<br />
¡Cómo nos ha consumido tu cólera<br />
y nos ha trastornado tu indignación!<br />
Pusiste nuestras culpas ante ti,<br />
nuestros secretos ante la luz <strong>de</strong> tu mirada:<br />
y todos nuestros días pasaron bajo tu cólera,<br />
y nuestros años se acabaron como un suspiro.<br />
Aunque uno viva setenta años,<br />
y el más robusto hasta ochenta,<br />
la mayor parte son fatiga inútil,<br />
porque pasan aprisa y vuelan.<br />
¿Quién conoce la vehemencia tu ira,<br />
quién ha sentido el peso <strong>de</strong> tu cólera?<br />
Enséñanos a calcular nuestros años,<br />
para que adquiramos un corazón sensato.<br />
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?<br />
Ten compasión <strong>de</strong> tus siervos;<br />
por la mañana sácianos <strong>de</strong> tu misericordia,<br />
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.<br />
Danos alegría, por los días en que nos afligiste,<br />
por los años en que sufrimos <strong>de</strong>sdichas.<br />
Que tus siervos vean tu acción,<br />
y sus hijos tu gloria.<br />
Baje a nosotros la bondad <strong>de</strong>l Señor<br />
y haga prósperas las obras <strong>de</strong> nuestras manos.<br />
Ant. Por la mañana, sácianos <strong>de</strong> tu misericordia, Señor.<br />
Ant. 2. Llegue hasta el confín <strong>de</strong> la tierra la alabanza <strong>de</strong>l Señor.<br />
Cántico Is 42, 10-16<br />
Cántico nuevo al Dios vencedor y salvador<br />
Cantan un cántico nuevo <strong>de</strong>lante<br />
<strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> Dios (cf. Ap 14, 3)<br />
Cantad al Señor un cántico nuevo,<br />
llegue su alabanza hasta el confín <strong>de</strong> la tierra;<br />
muja el mar y lo que contiene,<br />
las islas y sus habitantes;<br />
alégrese el <strong>de</strong>sierto con sus tiendas,<br />
los cercados que habita Cadar,<br />
exulten los habitantes <strong>de</strong> Petra,
clamen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cumbre <strong>de</strong> las montañas;<br />
<strong>de</strong>n gloria al Señor,<br />
anuncien su alabanza en las costas.<br />
El Señor sale como un héroe,<br />
excita su ardor como un guerrero,<br />
lanza el alarido,<br />
mostrándose valiente frente al enemigo.<br />
"Des<strong>de</strong> antiguo guardé silencio,<br />
me callaba, aguantaba;<br />
como parturienta, grito,<br />
ja<strong>de</strong>o y resuello.<br />
Agostaré montes y collados,<br />
secaré toda su hierba,<br />
convertiré los ríos en yermo,<br />
<strong>de</strong>secaré los estanques;<br />
conduciré a los ciegos<br />
por el camino que no conocen,<br />
los guiaré por sen<strong>de</strong>ros que ignoran;<br />
Ante ellos convertiré la tiniebla en luz,<br />
lo escabroso en llano".<br />
Ant. Llegue hasta el confín <strong>de</strong> la tierra la alabanza <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. Alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor, los que estáis en la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 134, 1-12<br />
Himno a Dios, realizador <strong>de</strong> maravillas<br />
Vosotros sois… un pueblo adquirido<br />
por Dios para proclamar las hazañas <strong>de</strong>l<br />
que os llamó a salir <strong>de</strong> la tiniebla y a<br />
entrar en su luz maravillosa (1P 2, 9)<br />
Alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabadlo, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
que estáis en la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en los atrios <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
Alabad al Señor porque es bueno,<br />
tañed para su nombre, que es amable.<br />
Porque él se escogió a Jacob,<br />
a Israel en posesión suya.<br />
Yo sé que el Señor es gran<strong>de</strong>,<br />
nuestro dueño más que todos los dioses.<br />
El Señor todo lo que quiere lo hace:<br />
en el cielo y en la tierra,<br />
en los mares y en los océanos.<br />
Hace subir las nubes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el horizonte,<br />
con los relámpagos <strong>de</strong>sata la lluvia,<br />
suelta a los vientos <strong>de</strong> sus silos.
Él hirió a los primogénitos <strong>de</strong> Egipto,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los hombres hasta los animales.<br />
Envió signos y prodigios<br />
–en medio <strong>de</strong> ti, Egipto–<br />
contra el Faraón, y sus ministros.<br />
Hirió <strong>de</strong> muerte a pueblos numerosos,<br />
mató a reyes po<strong>de</strong>rosos:<br />
a Sijón, rey <strong>de</strong> los amorreos;<br />
a Hog, rey <strong>de</strong> Basán,<br />
y a todos los reyes <strong>de</strong> Canaán.<br />
Y dio su tierra en heredad,<br />
en heredad a Israel, su pueblo.<br />
Ant. Alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor, los que estáis en la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
LECTURA BREVE Jdt 8, 21b-23<br />
Recordad cómo fueron probados nuestros padres para ver si verda<strong>de</strong>ramente servían<br />
a su Dios. Recordad cómo fue probado Abrahán, nuestro padre; y, purificado por<br />
muchas tribulaciones, llegó a ser amigo <strong>de</strong> Dios. Del mismo modo, Isaac, Jacob, Moisés<br />
y todos los que agradaron a Dios, le permanecieron fieles en medio <strong>de</strong> muchos<br />
pa<strong>de</strong>cimientos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Aclamad, justos, al Señor, *Que merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos. Aclamad.<br />
V. Cantadle un cántico nuevo. *Que merece la alabanza <strong>de</strong> los buenos. Gloria al<br />
Padre. Aclamad.<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, porque ha visitado y redimido.<br />
PRECES<br />
Ya que Cristo escucha y salva a cuantos en él se refugian, acudamos a él, diciendo:<br />
Te alabamos, Señor, esperamos en ti.<br />
Te damos gracias, Señor, por el gran amor con que nos amaste;<br />
-continúa mostrándote con nosotros rico en misericordia.<br />
Tú que, con el Padre, sigues actuando siempre en el mundo,<br />
-renueva todas las cosas con la fuerza <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Abre nuestros ojos y los <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
-para que podamos contemplar hoy tus maravillas.<br />
Ya que nos llamas hoy a tu servicio,<br />
-haz que seamos buenos administradores <strong>de</strong> tu múltiple gracia a favor <strong>de</strong> nuestros<br />
hermanos.<br />
Acudamos a Dios Padre, tal como nos enseñó Jesucristo: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor Dios, que encomendaste al hombre la guarda y el cultivo <strong>de</strong> la tierra, y creaste<br />
la luz <strong>de</strong>l sol en su servicio, concé<strong>de</strong>nos hoy que, con tu luz, trabajemos sin <strong>de</strong>sfallecer<br />
para tu gloria y para el bien <strong>de</strong> nuestro prójimo. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?<br />
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,<br />
que a mi puerta, cubierto <strong>de</strong> rocío,<br />
pasas las noches <strong>de</strong>l invierno oscuras?<br />
¡Oh, cuánto fueron mis entrañas duras,<br />
pues no te abrí!; ¡qué extraño <strong>de</strong>svarío,<br />
si <strong>de</strong> mi ingratitud el hielo frío<br />
secó las llagas <strong>de</strong> tus plantas puras!<br />
¡Cuántas veces el ángel me <strong>de</strong>cía.<br />
“Alma, asómate ahora a la ventana,<br />
verás con cuánto amor llamar porfía”!<br />
¡Y cuántas, hermosura soberana:<br />
“Mañana le abriremos”, respondía,<br />
para lo mismo respon<strong>de</strong>r mañana!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Asegura, Señor, mis pasos con tu promesa.<br />
Salmo 118, 129-136<br />
XVII (Phe)<br />
Meditación <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios en su ley<br />
Amar es cumplir la ley entera<br />
(Rm 13, 10)<br />
Tus preceptos son admirables,<br />
por eso los guarda mi alma;<br />
la explicación <strong>de</strong> tus palabras ilumina,<br />
da inteligencia a los ignorantes;<br />
abro la boca y respiro,<br />
ansiando tus mandamientos.<br />
Vuélvete a mí y ten misericordia,<br />
como es tu norma con los que aman tu nombre,<br />
asegura mis pasos con tu promesa,<br />
que ninguna maldad me domine;<br />
líbrame <strong>de</strong> la opresión <strong>de</strong> los hombres,<br />
y guardaré tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Haz brillar tu rostro sobre tu siervo,<br />
enséñame tus leyes;<br />
arroyos <strong>de</strong> lágrimas bajan <strong>de</strong> mis ojos<br />
por los que no cumplen tu voluntad.<br />
Ant. Asegura, Señor, mis pasos con tu promesa.
Ant. 2. Uno solo es legislador y juez; ¿quién eres tú para juzgar a tu prójimo?<br />
Dios se levanta en la asamblea divina;<br />
ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> ángeles, juzga:<br />
“¿Hasta cuándo daréis sentencia injusta,<br />
poniéndoos <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l culpable?<br />
Proteged al <strong>de</strong>svalido y al huérfano,<br />
haced justicia al humil<strong>de</strong> y al necesitado,<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>d al pobre y al indigente,<br />
sacándolos <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong>l culpable.”<br />
Salmo 81<br />
Invectivas contra los jueces inicuos<br />
Ellos, ignorantes e insensatos, caminan a oscuras,<br />
mientras vacilan los cimientos <strong>de</strong>l orbe.<br />
Yo <strong>de</strong>claro: “Aunque seáis dioses,<br />
e hijos <strong>de</strong>l Altísimo todos,<br />
moriréis como cualquier hombre,<br />
caeréis, príncipes, como uno <strong>de</strong> tantos.”<br />
Levántate, oh Dios, y juzga la tierra,<br />
porque tú eres el dueño <strong>de</strong> todos los pueblos.<br />
No juzguéis antes <strong>de</strong> tiempo:<br />
<strong>de</strong>jad que venga el Señor (1Co 4, 5)<br />
Ant. Uno solo es legislador y juez; ¿quién eres tú para juzgar a tu prójimo?<br />
Ant. 3. Llamé al Señor, y él me respondió.<br />
En mi aflicción llamé al Señor,<br />
y él me respondió.<br />
Líbrame, Señor, <strong>de</strong> los labios mentirosos,<br />
<strong>de</strong> la lengua traidora.<br />
¿Qué te va a dar o a mandarte Dios,<br />
lengua traidora?<br />
Flechas <strong>de</strong> arquero,<br />
afiladas con ascua <strong>de</strong> retama.<br />
¡Ay <strong>de</strong> mí, <strong>de</strong>sterrado en Masac,<br />
acampado en Cadar!<br />
Demasiado llevo viviendo<br />
con los que odian la paz;<br />
cuando yo digo: “Paz”,<br />
ellos dicen: “Guerra”.<br />
Ant. Llamé al Señor, y él me respondió.<br />
Salmo 119<br />
Deseo <strong>de</strong> la paz<br />
Estad firmes en la tribulación, sed<br />
asiduos en la oración (Rm 12, 12)
Tercia<br />
LECTURA BREVE Lv 20, 26<br />
Sed para mí santos, porque yo, el Señor, soy santo, y os he separado <strong>de</strong> entre los<br />
pueblos para que seáis míos.<br />
V. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor.<br />
R. El pueblo que él se escogió como heredad.<br />
Oración<br />
Oh Dios, Padre lleno <strong>de</strong> bondad, tú has querido que los hombres trabajáramos <strong>de</strong> tal<br />
forma que, cooperando unos con otros, alcanzáramos éxitos cada vez más logrados;<br />
ayúdanos, pues, a vivir en medio <strong>de</strong> nuestros trabajos sintiéndonos siempre hijos tuyos y<br />
hermanos <strong>de</strong> todos los hombres. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Sb 15, 1.3<br />
Tú, Dios nuestro, eres bueno y fiel, tienes mucha paciencia y gobiernas el universo<br />
con misericordia. Conocerte a ti es justicia perfecta, y acatar tu po<strong>de</strong>r es la raíz <strong>de</strong> la<br />
inmortalidad.<br />
R. Tú, Señor, Dios clemente y misericordioso.<br />
V. Lento a la cólera, rico en piedad y leal.<br />
Oración<br />
Señor, tú eres el dueño <strong>de</strong> la viña y <strong>de</strong> los sembrados, tú el que repartes las tareas y<br />
distribuyes el justo salario a los trabajadores; ayúdanos a soportar el peso <strong>de</strong>l día y el<br />
calor <strong>de</strong> la jornada sin quejarnos nunca <strong>de</strong> tus planes. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Ba 4, 21-22<br />
¡Ánimo, hijos! Gritad a Dios para que os libre <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r enemigo. Yo espero que el<br />
Eterno os salvará, el <strong>Santo</strong> ya me llena <strong>de</strong> alegría, porque muy pronto el Eterno, vuestro<br />
Salvador, tendrá misericordia <strong>de</strong> vosotros.<br />
R. Recuerda, Señor, tu ternura.<br />
V. Y tu misericordia, que son eternas.<br />
Oración<br />
Tú nos has convocado, Señor, en tu presencia en aquella misma hora en que los<br />
apóstoles subían al templo para la oración <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>; concé<strong>de</strong>nos que las súplicas que<br />
ahora te dirigimos en nombre <strong>de</strong> Jesús, tu Hijo, alcancen la salvación a cuantos invocan<br />
este nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Y dijo el Señor Dios en el principio:<br />
“¡Que sea la luz!” Y fue la luz primera.<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Vísperas<br />
Y dijo Dios: “¡Que exista el firmamento!”<br />
Y el cielo abrió su bóveda perfecta.<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y dijo Dios: “¡Que existan los océanos,<br />
y emerjan los cimientos <strong>de</strong> la tierra!”<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y dijo Dios: “¡Que brote hierba ver<strong>de</strong>,<br />
y el campo dé semillas y cosechas!”<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y dijo Dios: “¡Que el cielo se ilumine,<br />
y nazca el sol, la luna y las estrellas!”<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y dijo Dios: “¡Que bulla el mar <strong>de</strong> peces;<br />
<strong>de</strong> pájaros, el aire <strong>de</strong>l planeta!”<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y dijo Dios: “¡Hagamos hoy al hombre,<br />
a semejanza nuestra, a imagen nuestra!”<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya!<br />
Y <strong>de</strong>scansó el Señor el día séptimo.<br />
Y el hombre continúa su tarea.<br />
Y vio el Señor<br />
que las cosas eran buenas.<br />
¡Aleluya! Amén.
SALMODIA<br />
Ant. 1. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Dad gracias al Dios <strong>de</strong> los dioses:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Dad gracias al Señor <strong>de</strong> los señores:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Sólo él hizo gran<strong>de</strong>s maravillas:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él hizo sabiamente los cielos:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él afianzó sobre las aguas la tierra:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él hizo lumbreras gigantes:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
El sol que gobierna el día:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Salmo 135<br />
Himno pascual<br />
I<br />
Alabar a Dios es narrar sus<br />
maravillas (Casiodoro)<br />
La luna que gobierna la noche:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Dad gracias al Señor, porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. 2. Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.<br />
II<br />
Él hirió a Egipto en sus primogénitos:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Y sacó a Israel <strong>de</strong> aquel país:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Con mano po<strong>de</strong>rosa, con brazo extendido:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él dividió en dos partes el mar Rojo:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Y condujo por en medio a Israel:<br />
porque es eterna su misericordia.
Arrojó en el mar Rojo al Faraón:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Guió por el <strong>de</strong>sierto a su pueblo:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él hirió a reyes famosos:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Dio muerte a reyes po<strong>de</strong>rosos:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
A Sijón, rey <strong>de</strong> los amorreos:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Y a Hog, rey <strong>de</strong> Basán:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Les dio su tierra en heredad:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
En heredad a Israel su siervo:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
En nuestra humillación, se acordó <strong>de</strong> nosotros:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Y nos libró <strong>de</strong> nuestros opresores:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Él da alimento a todo viviente:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Dad gracias al Dios <strong>de</strong>l cielo:<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras, Señor, Dios omnipotente.<br />
Ant. 3. Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en<br />
Cristo.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
El Dios salvador<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Cuando llegó el momento culminante, Dios recapituló todas las cosas en Cristo.<br />
LECTURA BREVE 1Tes 3, 12- 13<br />
Que el Señor os colme y os haga rebosar <strong>de</strong> amor mutuo y <strong>de</strong> amor con todos, lo<br />
mismo que nosotros os amamos. Y que así os fortalezca internamente, para que, cuando<br />
Jesús, nuestro Señor, vuelva acompañado <strong>de</strong> todos sus santos, os presentéis santos e<br />
irreprensibles ante Dios, nuestro Padre.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Suba mi oración *Hasta ti, Señor. Suba.<br />
V. Como incienso en tu presencia *Hasta ti, Señor. Gloria al Padre. Suba.<br />
Magníficat, ant. Proclame siempre mi alma tu gran<strong>de</strong>za, oh Dios mío.<br />
PRECES<br />
Llenos <strong>de</strong> confianza en Jesús, que no abandona nunca a los que se acogen a él,<br />
invoquémoslo, diciendo:<br />
Escúchanos, Dios nuestro.<br />
Señor Jesucristo, tú que eres nuestra luz, ilumina a tu Iglesia,<br />
-para que predique a los paganos el gran misterio que veneramos, manifestado en la<br />
carne.<br />
Guarda a los sacerdotes y ministros <strong>de</strong> la Iglesia,<br />
-y haz que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> predicar a otros, sean hallados fieles, ellos también, en tu<br />
servicio.<br />
Tú que, por tu sangre, diste la paz al mundo,<br />
-aparta <strong>de</strong> nosotros el pecado <strong>de</strong> discordia y el azote <strong>de</strong> la guerra.<br />
Ayuda, Señor, a los que uniste con la gracia <strong>de</strong>l matrimonio,<br />
-para que su unión sea efectivamente signo <strong>de</strong>l misterio <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Conce<strong>de</strong>, por tu misericordia, a todos los difuntos el perdón <strong>de</strong> sus faltas,<br />
-para que sean contados entre tus santos.
Unidos a Jesucristo, supliquemos ahora al Padre con la oración <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios:<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Quédate con nosotros, Señor Jesús, porque atar<strong>de</strong>ce; sé nuestro compañero <strong>de</strong><br />
camino, levanta nuestros corazones, reanima nuestra débil esperanza; así, nosotros,<br />
junto con nuestros hermanos, podremos reconocerte en las Escrituras y en la fracción<br />
<strong>de</strong>l pan. Tú que vives y reinas.
HIMNO<br />
MARTES DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Señor <strong>de</strong> nuestras horas, Origen, Padre, Dueño,<br />
que, con el sueño, alivias y, en la tregua <strong>de</strong> un sueño,<br />
tu escala tien<strong>de</strong>s a Jacob:<br />
al filo <strong>de</strong> los gallos, en guardia labradora,<br />
<strong>de</strong>spiertan en los montes los fuegos <strong>de</strong> la aurora,<br />
y <strong>de</strong> tus manos sube el sol.<br />
Incendia el cielo en sombras el astro matutino,<br />
y el que pecó en tinieblas recobra su camino<br />
en la inocencia <strong>de</strong> la luz.<br />
Convoca brazo y remo la voz <strong>de</strong> la marea,<br />
y llora Pedro, el duro patrón <strong>de</strong> Galilea,<br />
cimiento y roca <strong>de</strong> Jesús.<br />
El gallo nos increpa; su canto al sol dispara,<br />
<strong>de</strong>svela al soñoliento, y al que pecó lo encara<br />
con el fulgor <strong>de</strong> la verdad;<br />
a su gozosa alerta, la vida se hace fuerte,<br />
renace la esperanza, da un paso atrás la muerte,<br />
y el mundo sabe a pan y a hogar.<br />
Del seno <strong>de</strong> la tierra, convocas a tu Ungido,<br />
y el universo entero, recién amanecido,<br />
encuentra en Cristo su esplendor.<br />
Él es la piedra viva don<strong>de</strong> se asienta el mundo,<br />
la imagen que lo or<strong>de</strong>na, su impulso más profundo<br />
hacia la nueva creación.<br />
Por él, en cuya sangre se lavan los pecados,<br />
estamos a tus ojos recién resucitados<br />
y plenos en su plenitud.<br />
Y, con el gozo nuevo <strong>de</strong> la criatura nueva,<br />
al par que el sol naciente, nuestra oración se eleva<br />
en nombre <strong>de</strong>l Señor Jesús. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.<br />
Salmo 100<br />
Propósitos <strong>de</strong> un príncipe justo<br />
Si me amáis, guardaréis mis<br />
mandamientos (Jn 14, 15)<br />
Voy a cantar la bondad y la justicia,<br />
para ti es mi música, Señor;
voy a explicar el camino perfecto:<br />
¿Cuándo vendrás a mí?<br />
Andaré con rectitud <strong>de</strong> corazón<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mi casa;<br />
no pondré mis ojos<br />
en intenciones viles.<br />
Aborrezco al que obra mal,<br />
no se juntará conmigo;<br />
lejos <strong>de</strong> mí el corazón torcido,<br />
no aprobaré al malvado.<br />
Al que en secreto difama a su prójimo<br />
lo haré callar;<br />
ojos engreídos, corazones arrogantes<br />
no los soportaré.<br />
Pongo mis ojos en los que son leales,<br />
ellos vivirán conmigo;<br />
el que sigue un camino perfecto,<br />
ése me servirá.<br />
No habitará en mi casa<br />
quien comete frau<strong>de</strong>s;<br />
el que dice mentiras<br />
no durará en mi presencia.<br />
Cada mañana haré callar<br />
a los hombres malvados,<br />
para excluir <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong>l Señor<br />
a todos los malhechores.<br />
Ant. Para ti es mi música, Señor; voy a explicar el camino perfecto.<br />
Ant. 2. No apartes <strong>de</strong> nosotros su misericordia, Señor.<br />
Cántico Dn 3, 26-29. 34-41<br />
Oración <strong>de</strong> Azarías en el horno<br />
Arrepentíos y convertíos, para<br />
que se borren vuestros pecados<br />
(Hch 3, 19)<br />
Bendito eres, Señor, Dios <strong>de</strong> nuestros padres,<br />
digno <strong>de</strong> alabanza y glorioso es tu nombre.<br />
Porque eres justo en cuanto has hecho con nosotros<br />
y todas tus obras son verdad,<br />
y rectos tus caminos,<br />
y justos todos tus juicios.<br />
Porque hemos pecado y cometido iniquidad<br />
apartándonos <strong>de</strong> ti, y en todo hemos <strong>de</strong>linquido.<br />
Por el honor <strong>de</strong> tu nombre,<br />
no nos <strong>de</strong>sampares para siempre,<br />
no rompas tu alianza,<br />
no apartes <strong>de</strong> nosotros tu misericordia.
Por Abrahán, tu amigo;<br />
por Isaac, tu siervo;<br />
por Israel, tu consagrado;<br />
a quienes prometiste<br />
multiplicar su <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia<br />
como las estrellas <strong>de</strong>l cielo,<br />
como la arena <strong>de</strong> las playas marinas.<br />
Pero ahora, Señor, somos el más pequeño<br />
<strong>de</strong> todos los pueblos;<br />
hoy estamos humillados por toda la tierra<br />
a causa <strong>de</strong> nuestros pecados.<br />
En este momento no tenemos príncipes,<br />
ni profetas, ni jefes;<br />
ni holocausto, ni sacrificios,<br />
ni ofrendas, ni incienso;<br />
ni un sitio don<strong>de</strong> ofrecerte primicias,<br />
para alcanzar misericordia.<br />
Por eso, acepta nuestro corazón contrito<br />
y nuestro espíritu humil<strong>de</strong>,<br />
como un holocausto <strong>de</strong> carneros y toros<br />
o una multitud <strong>de</strong> cor<strong>de</strong>ros cebados.<br />
Que éste sea hoy nuestro sacrificio,<br />
y que sea agradable en tu presencia:<br />
porque los que en confían<br />
no quedan <strong>de</strong>fraudados.<br />
Ahora te seguimos <strong>de</strong> todo corazón,<br />
te respetamos y buscamos tu rostro.<br />
Ant. No apartes <strong>de</strong> nosotros su misericordia, Señor.<br />
Ant. 3. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.<br />
Salmo 143, 1-10<br />
Oración por la victoria y la paz<br />
Todo lo puedo en aquel<br />
que me conforta (Flp 4, 13)<br />
Bendito el Señor, mi Roca,<br />
que adiestra mis manos para el combate,<br />
mis <strong>de</strong>dos para la pelea;<br />
mi bienhechor, mi alcázar,<br />
baluarte don<strong>de</strong> me pongo a salvo,<br />
mi escudo y mi refugio,<br />
que me somete los pueblos.<br />
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;<br />
¿qué los hijos <strong>de</strong> Adán para que pienses en ellos?<br />
El hombre es igual que un soplo;<br />
sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>;<br />
toca los montes, y echarán humo;<br />
fulmina el rayo y dispérsalos;<br />
dispara tus saetas y <strong>de</strong>sbarátalos.<br />
Extien<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba:<br />
<strong>de</strong>fién<strong>de</strong>me, líbrame <strong>de</strong> las aguas caudalosas,<br />
<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los extranjeros,<br />
cuya boca dice falseda<strong>de</strong>s,<br />
cuya diestra jura en falso.<br />
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,<br />
tocaré para ti el arpa <strong>de</strong> diez cuerdas:<br />
para ti que das la victoria a los reyes,<br />
y salvas a David, tu siervo.<br />
Ant. Te cantaré, Dios mío, un cántico nuevo.<br />
LECTURA BREVE Is 55, 1<br />
Oíd, sedientos todos, acudid por agua, también los que no tenéis dinero: venid,<br />
comprad trigo, comed sin pagar vino y leche <strong>de</strong> bal<strong>de</strong>.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Señor, escucha mi voz, *He esperado en tus palabras. Señor.<br />
V. Me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio. *He esperado en tus palabras. Gloria al<br />
Padre. Señor.<br />
Benedictus, ant. De la mano <strong>de</strong> todos los que nos odian, sálvanos, Señor.<br />
PRECES<br />
Dios nos otorga el gozo <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r alabarlo en este comienzo <strong>de</strong>l día, reavivando con ello<br />
nuestra esperanza. Invoquémosle, pues, diciendo:<br />
Escúchanos, Señor, por la gloria <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Dios y Padre <strong>de</strong> nuestro Salvador Jesucristo, te damos gracias porque, por mediación <strong>de</strong><br />
tu Hijo,<br />
-nos has dado la sabiduría y la inmortalidad.<br />
Concé<strong>de</strong>nos un corazón humil<strong>de</strong>,<br />
-para que seamos sumisos unos a otros con respeto cristiano.<br />
Derrama tu Espíritu en nosotros, tus siervos,<br />
-para que nuestra caridad fraterna no sea una farsa.<br />
Tú que has dispuesto que el hombre dominara el mundo con su esfuerzo,<br />
-haz que nuestro trabajo te glorifique y santifique a nuestros hermanos.<br />
Ya que Dios nos muestra siempre su amor <strong>de</strong> Padre, velando amorosamente por<br />
nosotros, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Aumenta, Señor, nuestra fe, para que la alabanza que sale <strong>de</strong> nuestros labios vaya<br />
siempre acompañada <strong>de</strong> frutos <strong>de</strong> vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Tu po<strong>de</strong>r multiplica<br />
la eficacia <strong>de</strong>l hombre,<br />
y crece cada día, entre sus manos,<br />
la obra <strong>de</strong> tus manos.<br />
Hora intermedia<br />
Nos señalaste un trozo <strong>de</strong> la viña<br />
y nos dijiste: “Venid y trabajad.”<br />
Nos mostraste una mesa vacía<br />
y nos dijiste: “Llenadla <strong>de</strong> pan.”<br />
Nos presentaste un campo <strong>de</strong> batalla<br />
y nos dijiste: “Construid la paz.”<br />
Nos sacaste al <strong>de</strong>sierto con el alba<br />
y nos dijiste: “Levantad la ciudad.”<br />
Pusiste una herramienta en nuestras manos<br />
y nos dijiste: “Es tiempo <strong>de</strong> crear.”<br />
Escucha a mediodía el rumor <strong>de</strong>l trabajo<br />
con que el hombre se afana en tu heredad.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Por los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica.<br />
Salmo 118, 137-144<br />
XVIII (Sa<strong>de</strong>)<br />
Señor, tú eres justo,<br />
tus mandamientos son rectos;<br />
has prescrito leyes justas<br />
sumamente estables;<br />
me consume el celo,<br />
porque mis enemigos olvidan tus palabras.<br />
Tu promesa es acrisolada,<br />
y tu siervo la ama;<br />
soy pequeño y <strong>de</strong>spreciable,<br />
pero no olvido tus <strong>de</strong>cretos;<br />
tu justicia es justicia eterna,<br />
tu voluntad es verda<strong>de</strong>ra.<br />
Me asaltan angustias y aprietos,<br />
tus mandatos son mi <strong>de</strong>licia;<br />
la justicia <strong>de</strong> tus preceptos es eterna,<br />
dame inteligencia, y tendré vida.<br />
Ant. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica.
Ant. 2. Llegue, Señor, hasta ti mi súplica.<br />
Señor, Dios mío, <strong>de</strong> día te pido auxilio,<br />
<strong>de</strong> noche grito en tu presencia;<br />
llegue hasta ti mi súplica,<br />
inclina tu oído a mi clamor.<br />
Salmo 87<br />
Oración <strong>de</strong> un hombre gravemente enfermo<br />
Porque mi alma está colmada <strong>de</strong> <strong>de</strong>sdichas,<br />
y mi vida está al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l abismo;<br />
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,<br />
soy como un inválido.<br />
Tengo mi cama entre los muertos,<br />
como los caídos que yacen en el sepulcro,<br />
<strong>de</strong> los cuales ya no guardas memoria,<br />
porque fueron arrancados <strong>de</strong> tu mano.<br />
Me has colocado en lo hondo <strong>de</strong> la fosa,<br />
en las tinieblas <strong>de</strong>l fondo;<br />
tu cólera pesa sobre mí,<br />
me echas encima todas tus olas.<br />
Ant. Llegue, Señor, hasta ti mi súplica.<br />
Ant. 3. Te pido auxilio, Señor, no me escondas tu rostro.<br />
II<br />
Has alejado <strong>de</strong> mí a mis conocidos,<br />
me has hecho repugnante para ellos:<br />
encerrado, no puedo salir,<br />
y los ojos se me nublan <strong>de</strong> pesar.<br />
Todo el día te estoy invocando,<br />
tendiendo las manos hacia ti.<br />
¿Harás tú maravillas por los muertos?<br />
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?<br />
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,<br />
o tu fi<strong>de</strong>lidad en el reino <strong>de</strong> la muerte?<br />
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,<br />
o tu justicia en el país <strong>de</strong>l olvido?<br />
Pero yo te pido auxilio,<br />
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.<br />
¿Por qué, Señor, me rechazas<br />
y me escon<strong>de</strong>s tu rostro?<br />
Des<strong>de</strong> niño fui <strong>de</strong>sgraciado y enfermo,<br />
me doblo bajo el peso <strong>de</strong> tus terrores,<br />
I<br />
Esta es vuestra hora: la <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
las tinieblas (Lc 22, 53)
pasó sobre mí tu incendio,<br />
tus espantos me han consumido:<br />
me ro<strong>de</strong>an como las aguas todo el día,<br />
me envuelven todos a una;<br />
alejaste <strong>de</strong> mí amigos y compañeros:<br />
mi compañía son las tinieblas.<br />
Ant. Te pido auxilio, Señor, no me escondas tu rostro.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Jn 3, 17-18<br />
Si uno tiene <strong>de</strong> qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas,<br />
¿cómo va a estar en él el amor <strong>de</strong> Dios? Hijos míos, no amemos <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> boca,<br />
sino <strong>de</strong> verdad y con obras.<br />
V. Dichoso el que se apiada y presta.<br />
R. Su recuerdo será perpetuo.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste a tu Espíritu Defensor a<br />
los apóstoles, <strong>de</strong>rrama sobre también sobre nosotros este Espíritu <strong>de</strong> amor, para que,<br />
ante los hombres, <strong>de</strong>mos siempre fiel testimonio <strong>de</strong> aquel amor que has querido que<br />
fuera el distintivo <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina por los siglos <strong>de</strong> los<br />
siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Dt 30, 11.14<br />
El precepto que yo te mando hoy no es cosa que te exceda, ni inalcanzable; el<br />
mandamiento está muy cerca <strong>de</strong> ti: en tu corazón y en tu boca. Cúmplelo.<br />
V. Lámpara es tu palabra para mis pasos, Señor.<br />
R. Luz en mi sen<strong>de</strong>ro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que revelaste a Pedro tu plan <strong>de</strong> salvar a todas las naciones, danos tu gracia,<br />
para que todas nuestras acciones sean agradables a tus ojos y útiles a tu <strong>de</strong>signio <strong>de</strong><br />
amor y salvación universal. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Is 55, 10-11<br />
Como bajan la lluvia y la nieve <strong>de</strong>l cielo, y no vuelven allá sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> empapar<br />
la tierra, <strong>de</strong> fecundarla y hacerla germinar, para que dé semilla al sembrador y pan al<br />
que come, así será mi palabra, que sale <strong>de</strong> mi boca: no volverá a mí vacía, sino que hará<br />
mi voluntad y cumplirá mi encargo.
V. El Señor envía su mensaje a la tierra.<br />
R. Y su palabra corre veloz.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que enviaste un ángel al centurión Cornelio, para que le revelara el camino<br />
<strong>de</strong> la salvación, ayúdanos a trabajar cada día con mayor entrega en la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, para que, junto con todos nuestros hermanos, incorporados a tu Iglesia,<br />
podamos llegar a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Atar<strong>de</strong>ce, anochece, el alma cesa<br />
<strong>de</strong> agitarse en el mundo<br />
como una mariposa sacudida.<br />
La sombra fugitiva ya se escon<strong>de</strong>.<br />
Un temblor vagabundo<br />
en la penumbra <strong>de</strong>ja su fatiga.<br />
Y rezamos, muy juntos,<br />
hacia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un gozo sostenido,<br />
Señor, por tu profundo<br />
ser insomne que existe y nos cimienta.<br />
Señor, gracias, que es tuyo<br />
el universo aún; y cada hombre<br />
hijo es, aunque errabundo,<br />
al final <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, fatigado,<br />
se marche hacia lo oscuro<br />
<strong>de</strong> sí mismo; Señor, te damos gracias<br />
por este ocaso último.<br />
Por este rezo súbito. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Si me olvido <strong>de</strong> ti, Jerusalén, que se me paralice la mano <strong>de</strong>recha.<br />
Salmo 136, 1-6<br />
Junto a los canales <strong>de</strong> Babilonia<br />
Este <strong>de</strong>stierro y esclavitud material<br />
hay que tomarlo como símbolo <strong>de</strong> la<br />
esclavitud espiritual (S. Hilario)<br />
Junto a los canales <strong>de</strong> Babilonia<br />
nos sentamos a llorar con nostalgia <strong>de</strong> Sión;<br />
en los sauces <strong>de</strong> sus orillas<br />
colgábamos nuestras cítaras.<br />
Allí los que nos <strong>de</strong>portaron<br />
nos invitaban a cantar;<br />
nuestros opresores, a divertirlos:<br />
“Cantadnos un cantar <strong>de</strong> Sión.”<br />
¡Cómo cantar un cántico <strong>de</strong>l Señor<br />
en tierra extranjera!<br />
Si me olvido <strong>de</strong> ti, Jerusalén,<br />
que se me paralice la mano <strong>de</strong>recha;<br />
que se me pegue la lengua al paladar<br />
si no me acuerdo <strong>de</strong> ti,
si no pongo a Jerusalén<br />
en la cumbre <strong>de</strong> mis alegrías.<br />
Ant. Si me olvido <strong>de</strong> ti, Jerusalén, que se me paralice la mano <strong>de</strong>recha.<br />
Ant. 2. Te doy gracias, Señor, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los ángeles.<br />
Salmo 137<br />
Acción <strong>de</strong> gracias<br />
Los reyes <strong>de</strong> la tierra<br />
llevarán a la ciudad santa su<br />
esplendor (cf. Ap 21, 24)<br />
Te doy gracias, Señor, <strong>de</strong> todo corazón:<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los ángeles tañeré para ti,<br />
me postraré hacia tu santuario,<br />
daré gracias a tu nombre:<br />
por tu misericordia y tu lealtad,<br />
porque tu promesa supera a tu fama;<br />
cuando te invoqué, me escuchaste,<br />
acreciste el valor en mi alma.<br />
Que te <strong>de</strong>n gracias, Señor, los reyes <strong>de</strong> la tierra,<br />
al escuchar el oráculo <strong>de</strong> tu boca;<br />
canten los caminos <strong>de</strong>l Señor,<br />
porque la gloria <strong>de</strong>l Señor es gran<strong>de</strong>.<br />
El Señor es sublime, se fija en el humil<strong>de</strong>,<br />
y <strong>de</strong> lejos conoce al soberbio.<br />
Cuando camino entre peligros,<br />
me conservas la vida;<br />
extien<strong>de</strong>s tu brazo contra la ira <strong>de</strong> mi enemigo,<br />
y tu <strong>de</strong>recha me salva.<br />
El Señor completará sus favores conmigo:<br />
Señor, tu misericordia es eterna,<br />
no abandones la obra <strong>de</strong> tus manos.<br />
Ant. Te doy gracias, Señor, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los ángeles.<br />
Ant. 3. Digno es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado <strong>de</strong> recibir el honor y la gloria.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Himno <strong>de</strong> los redimidos<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Digno es el Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado <strong>de</strong> recibir el honor y la gloria.<br />
LECTURA BREVE Col 3, 16<br />
La palabra <strong>de</strong> Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros<br />
con toda sabiduría; corregíos mutuamente. Cantad a Dios, dadle gracias <strong>de</strong> corazón, con<br />
salmos, himnos y cánticos inspirados.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Me saciarás <strong>de</strong> gozo*En tu presencia. Me saciarás.<br />
V. De alegría perpetua a tu <strong>de</strong>recha. * En tu presencia. Gloria al Padre. Me saciarás.<br />
Magníficat, ant. Haz con nosotros, Señor, obras gran<strong>de</strong>s, porque eres po<strong>de</strong>roso, y tu<br />
nombre es santo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, que da fuerza y po<strong>de</strong>r a su pueblo, diciendo:<br />
Señor, escúchanos.<br />
Cristo, fortaleza nuestra, que nos has llamado a la luz <strong>de</strong> tu verdad,<br />
-conce<strong>de</strong> a todos tus fieles fi<strong>de</strong>lidad y constancia.<br />
Haz, Señor, que los que gobiernan el mundo lo hagan conforme a tu querer,<br />
-y que sus <strong>de</strong>cisiones vayan encaminadas a la consecución <strong>de</strong> la paz.<br />
Tú, que, con cinco panes, saciaste a la multitud,<br />
-enséñanos a socorrer con nuestros bienes a los hambrientos.<br />
Que los que tienen en su mano los <strong>de</strong>stinos <strong>de</strong> los pueblos no cui<strong>de</strong>n sólo <strong>de</strong>l bienestar<br />
<strong>de</strong> su nación,<br />
-sino que piensen también en los otros pueblos.<br />
Cuando vengas aquel día, para que en tus santos se manifieste tu gloria,<br />
-da a nuestros hermanos difuntos la resurrección y la vida feliz.<br />
Todos juntos, en familia, repitamos las palabras que nos enseñó Jesús y oremos al<br />
Padre: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Puestos en oración ante ti, Señor, imploramos tu clemencia y te pedimos que los<br />
sentimientos <strong>de</strong> nuestro corazón concuer<strong>de</strong>n siempre con las palabras <strong>de</strong> nuestra boca.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
MIERCOLES DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Omnipotente, Altísimo, bondadoso Señor,<br />
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;<br />
tan solo Tú eres digno <strong>de</strong> toda bendición,<br />
y nunca es digno el hombre <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong> ti mención.<br />
Loado seas por toda criatura, mi Señor,<br />
y en especial loado por el hermano sol,<br />
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,<br />
y lleva por los cielos noticia <strong>de</strong> su autor.<br />
Y por la hermana luna, <strong>de</strong> blanca luz menor,<br />
y las estrellas claras que tu po<strong>de</strong>r creó,<br />
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,<br />
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por la hermana agua, preciosa en su candor,<br />
que es útil, casta, humil<strong>de</strong>: ¡loado, mi Señor!<br />
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,<br />
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por la hermana tierra, que es toda bendición,<br />
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión<br />
las hierbas y los frutos y flores <strong>de</strong> color,<br />
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor<br />
los males corporales y la tribulación:<br />
¡felices los que sufren en paz con el dolor,<br />
porque les llega el tiempo <strong>de</strong> la consolación!<br />
Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!<br />
Ningún viviente escapa <strong>de</strong> su persecución;<br />
¡ay si en pecado grave sorpren<strong>de</strong> al pecador!<br />
¡Dichosos los que cumplen la voluntad <strong>de</strong> Dios!<br />
¡No probarán la muerte <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>nación!<br />
Servidle con ternura y humil<strong>de</strong> corazón.<br />
Agra<strong>de</strong>ced sus dones, cantad su creación.<br />
Las criaturas todas, load a mi Señor.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Dios mío, mi corazón está firme. †<br />
Salmo 107<br />
Alabanza al Señor y petición <strong>de</strong> auxilio<br />
Porque Cristo se ha elevado<br />
sobre el cielo, su gloria se anuncia<br />
sobre toda la tierra (Arnobio)
Dios mío, mi corazón está firme,<br />
† para ti cantaré y tocaré, gloria mía.<br />
Despertad cítara y arpa;<br />
<strong>de</strong>spertaré a la aurora.<br />
Te daré gracias ante los pueblos, Señor;<br />
tocaré para ti ante las naciones:<br />
por tu bondad, que es más gran<strong>de</strong> que los cielos;<br />
por tu fi<strong>de</strong>lidad, que alcanza a las nubes.<br />
Elévate sobre el cielo, Dios mío,<br />
y llene la tierra tu gloria;<br />
para que se salven tus predilectos,<br />
que tu mano salvadora nos responda.<br />
Dios habló en su santuario:<br />
"Triunfante, ocuparé Siquén,<br />
parcelaré el valle <strong>de</strong> Sucot;<br />
mío es Galaad, mío Manasés,<br />
Efraím es yelmo <strong>de</strong> mi cabeza,<br />
Judá es mi cetro;<br />
Moab, una jofaina para lavarme;<br />
sobre Edom echo mi sandalia,<br />
sobre Filistea canto victoria".<br />
Pero, ¿quién me guiará a la plaza fuerte,<br />
quién me conducirá a Edom,<br />
si tú, oh Dios, nos has rechazado<br />
y no sales ya con nuestras tropas?<br />
Auxílianos contra el enemigo,<br />
que la ayuda <strong>de</strong>l hombre es inútil.<br />
Con Dios haremos proezas,<br />
él pisoteará a nuestros enemigos.<br />
Ant. Dios mío, mi corazón está firme.<br />
Ant. 2. El Señor me ha revestido <strong>de</strong> gala y <strong>de</strong> triunfo.<br />
Cántico Is 61, 10- 62, 5<br />
Alegría <strong>de</strong>l profeta ante la nueva Jerusalén<br />
Vi la ciudad santa, la nueva<br />
Jerusalén…, arreglada como una<br />
novia que se adorna para su esposo<br />
(cf. Ap 21, 2)<br />
Desbordo <strong>de</strong> gozo en el Señor,<br />
y me alegro con mi Dios:<br />
porque me ha vestido un traje <strong>de</strong> gala<br />
y me ha envuelto en un manto <strong>de</strong> triunfo,<br />
como novio que se pone la corona,<br />
o novia que se adorna con sus joyas.<br />
Como el suelo echa sus brotes,<br />
como un jardín hace brotar sus semillas,
así el Señor hará brotar la justicia<br />
y los himnos ante todos los pueblos.<br />
Por amor <strong>de</strong> Sión no callaré,<br />
por amor <strong>de</strong> Jerusalén no <strong>de</strong>scansaré,<br />
hasta que rompa la aurora <strong>de</strong> su justicia,<br />
y su salvación llamee cono antorcha.<br />
Los pueblos verán tu justicia,<br />
y los reyes, tu gloria;<br />
te pondrán un nombre nuevo,<br />
pronunciado por la boca <strong>de</strong>l Señor.<br />
Serás corona fúlgida en la mano <strong>de</strong>l Señor<br />
y dia<strong>de</strong>ma real en la palma <strong>de</strong> tu Dios.<br />
Ya no te llamarán "Abandonada",<br />
ni a tu tierra, "Devastada";<br />
a ti te llamarán "Mi favorita",<br />
y a tu tierra, "Desposada",<br />
porque el Señor te prefiere a ti,<br />
y tu tierra tendrá marido.<br />
Como un joven se casa con su novia,<br />
así te <strong>de</strong>sposa el que te construyó;<br />
la alegría que encuentra el marido con su esposa,<br />
la encontrará tu Dios contigo.<br />
Ant. El Señor me ha revestido <strong>de</strong> gala y <strong>de</strong> triunfo.<br />
Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.<br />
Salmo 145<br />
Felicidad <strong>de</strong> los que esperan en Dios<br />
Alabemos al Señor mientras<br />
vivimos, es <strong>de</strong>cir, con nuestras<br />
obras (Arnobio)<br />
Alaba, alma mía, al Señor:<br />
alabaré al Señor mientras viva,<br />
tañeré para mi Dios mientras exista.<br />
No confiéis en los príncipes,<br />
seres <strong>de</strong> polvo que no pue<strong>de</strong>n salvar;<br />
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,<br />
ese día perecen sus planes.<br />
Dichoso a quien auxilia el Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
el que espera en el Señor, su Dios,<br />
que hizo el cielo y la tierra,<br />
el mar y cuanto hay en él;<br />
que mantiene su fi<strong>de</strong>lidad perpetuamente,<br />
que hace justicia a los oprimidos,<br />
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos,<br />
el Señor abre los ojos al ciego,<br />
el Señor en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan,<br />
el Señor ama a los justos.<br />
El Señor guarda a los peregrinos,<br />
sustenta al huérfano y a la viuda<br />
y trastorna el camino <strong>de</strong> los malvados.<br />
El Señor reina eternamente,<br />
tu Dios, Sión, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Alabaré al Señor mientras viva.<br />
LECTURA BREVE Dt 4, 39-40a<br />
Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es el único Dios, allá arriba en el<br />
cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro. Guarda los preceptos y mandamientos que<br />
yo te prescribo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Bendigo al Señor *En todo momento. Bendigo.<br />
V. Su alabanza está siempre en mi boca. *En todo momento. Gloria al Padre.<br />
Bendigo.<br />
Benedictus, ant. Sirvamos con santidad al Señor, todos nuestros días.<br />
PRECES<br />
Cristo, reflejo <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong>l Padre, nos ilumina con su palabra; acudamos, pues, a él,<br />
diciendo:<br />
Rey <strong>de</strong> la gloria, escúchanos.<br />
Bendito seas, Señor, que iniciaste y completas nuestra fe,<br />
-porque nos llamaste a salir <strong>de</strong> la tiniebla y a entrar en tu luz maravillosa.<br />
Tú que abriste los ojos <strong>de</strong> los ciegos y diste oído a los sordos,<br />
-ayuda también nuestra falta <strong>de</strong> fe.<br />
Haz, Señor, que permanezcamos siempre en tu amor,<br />
-y que este amor nos guar<strong>de</strong> fraternalmente unidos.<br />
Ayúdanos para que resistamos en la tentación, aguantemos en la tribulación<br />
-y te <strong>de</strong>mos gracias en la prosperidad.<br />
Dejemos que el Espíritu <strong>de</strong> Dios, que ha sido <strong>de</strong>rramado en nuestros corazones, se<br />
una a nuestro espíritu, para clamar. Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Recuerda, Señor, tu santa alianza, consagrada con el nuevo sacramento <strong>de</strong> la sangre<br />
<strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, para que tu pueblo obtenga el perdón <strong>de</strong> sus pecados y un aumento<br />
constante <strong>de</strong> salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Te está cantando el martillo,<br />
y rueda en tu honor la rueda.<br />
Pue<strong>de</strong> que la luz no pueda<br />
librar <strong>de</strong>l humo su brillo.<br />
¡Qué sudoroso y sencillo<br />
te pones a mediodía,<br />
Dios en la dura porfía<br />
<strong>de</strong> estar sin pausa creando,<br />
y verte necesitando<br />
<strong>de</strong>l hombre más cada día!<br />
Quien diga que Dios ha muerto<br />
que salga a la luz y vea<br />
si el mundo es o no tarea<br />
<strong>de</strong> un Dios que sigue <strong>de</strong>spierto.<br />
Ya no es su sitio el <strong>de</strong>sierto<br />
ni en la montaña se escon<strong>de</strong>;<br />
<strong>de</strong>cid, si preguntan dón<strong>de</strong>,<br />
que Dios está –sin mortajaen<br />
don<strong>de</strong> un hombre trabaja<br />
y un corazón le respon<strong>de</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. A ti grito, Señor, esperando tus palabras.<br />
Salmo 118, 145-152<br />
XIX (Coph)<br />
Te invoco <strong>de</strong> todo corazón:<br />
respón<strong>de</strong>me Señor, y guardaré tus leyes;<br />
a ti grito: sálvame,<br />
y cumpliré tus <strong>de</strong>cretos;<br />
me a<strong>de</strong>lanto a la aurora pidiendo auxilio,<br />
esperando tus palabras.<br />
Mis ojos se a<strong>de</strong>lantan a las vigilias,<br />
meditando tu promesa;<br />
escucha mi voz por tu misericordia,<br />
con tus mandamientos dame vida;<br />
ya se acercan mis inicuos perseguidores,<br />
están lejos <strong>de</strong> tu voluntad.<br />
Tú, Señor, estás cerca,<br />
y todos tus mandatos son estables;<br />
hace tiempo comprendí que tus preceptos<br />
los fundaste para siempre.<br />
Ant. A ti grito, Señor, esperando tus palabras.
Ant. 2. Sabe el Señor que los pensamientos <strong>de</strong>l hombre son insustanciales.<br />
Salmo 93<br />
Invocación a la justicia <strong>de</strong> Dios contra los opresores<br />
Dios <strong>de</strong> la venganza, Señor,<br />
Dios <strong>de</strong> la venganza, resplan<strong>de</strong>ce.<br />
Levántate, juzga la tierra,<br />
paga su merecido a los soberbios.<br />
¿Hasta cuándo, Señor, los culpables,<br />
hasta cuándo triunfarán los culpables?<br />
Discursean profiriendo insolencias,<br />
se jactan los malhechores;<br />
trituran, Señor, a tu pueblo,<br />
oprimen a tu heredad;<br />
asesinan a viudas y forasteros,<br />
<strong>de</strong>güellan a los huérfanos,<br />
y comentan: “Dios no lo ve,<br />
el Dios <strong>de</strong> Jacob no se entera.”<br />
Enteraos, los más necios <strong>de</strong>l pueblo,<br />
ignorantes, ¿cuándo discurriréis?<br />
El que plantó el oído, ¿no va a oír?;<br />
el que formó el ojo, ¿no va a ver?;<br />
I<br />
El Señor venga todo esto…, Dios<br />
no nos ha llamado a una vida impura<br />
sino sagrada (cf. 1Ts 4, 6-7)<br />
el que educa a los pueblos, ¿no va a castigar?;<br />
el que instruye al hombre, ¿no va a saber?<br />
Sabe el Señor que los pensamientos <strong>de</strong>l hombre<br />
son insustanciales.<br />
Ant. Sabe el Señor que los pensamientos <strong>de</strong>l hombre son insustanciales.<br />
Ant. 3. El Señor será mi alcázar y mi roca <strong>de</strong> refugio.<br />
II<br />
Dichoso el hombre a quien tú educas,<br />
al que enseñas tu ley,<br />
dándole <strong>de</strong>scanso tras los años duros,<br />
mientras al malvado le cavan una fosa.<br />
Porque el Señor no rechaza a su pueblo,<br />
ni abandona su heredad:<br />
el justo obtendrá su <strong>de</strong>recho,<br />
y un porvenir los rectos <strong>de</strong> corazón.<br />
¿Quién se pone a mi favor contra los perversos,<br />
quién se coloca a mi lado frente a los malhechores?<br />
Si el Señor no me hubiera auxiliado,<br />
ya estaría yo habitando en el silencio.
Cuando me parece que voy a tropezar,<br />
tu misericordia, Señor, me sostiene;<br />
cuando se multiplican mis preocupaciones,<br />
tus consuelos son mi <strong>de</strong>licia.<br />
¿Podrá aliarse contigo un tribunal inicuo<br />
que dicta injusticias en nombre <strong>de</strong> la ley?<br />
Aunque atenten contra la vida <strong>de</strong>l justo<br />
y con<strong>de</strong>nen a muerte al inocente,<br />
el Señor será mi alcázar,<br />
Dios será mi roca <strong>de</strong> refugio.<br />
Él les pagará su iniquidad,<br />
los <strong>de</strong>struirá por sus malda<strong>de</strong>s,<br />
los <strong>de</strong>struirá el Señor, nuestro Dios.<br />
Ant. El Señor será mi alcázar y mi roca <strong>de</strong> refugio.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Co 10, 24.31<br />
Que nadie busque su propio interés, sino el ajeno. De todas formas, cuando comáis o<br />
bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria <strong>de</strong> Dios.<br />
V. Es bueno dar gracias al Señor.<br />
R. Y tocar para tu nombre, oh Altísimo.<br />
Oración<br />
Señor, Padre santo, Dios fiel, que enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> prometido, para que<br />
congregara a los hombres que el pecado había disgregado, ayúdanos a ser, en medio <strong>de</strong>l<br />
mundo, fermento <strong>de</strong> unidad y <strong>de</strong> paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Col 3, 17<br />
Todo lo que <strong>de</strong> palabra o <strong>de</strong> obra realicéis, sea todo en nombre <strong>de</strong>l Señor Jesús,<br />
dando gracias a Dios Padre por medio <strong>de</strong> él.<br />
V. Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza.<br />
R. Invocando tu nombre, Señor.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y lleno <strong>de</strong> amor, que, a la mitad <strong>de</strong> nuestra jornada, conce<strong>de</strong>s un<br />
<strong>de</strong>scanso a nuestra fatiga, contempla complacido el trabajo que hoy hemos empezado,<br />
remedia nuestras <strong>de</strong>ficiencias y haz que nuestras obras te sean agradables. Por<br />
Jesucristo, nuestro Señor.
Nona<br />
LECTURA BREVE Col 3, 23-24<br />
Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los<br />
hombres: sabiendo que recibiréis <strong>de</strong>l Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo<br />
Señor.<br />
V. El Señor es el lote <strong>de</strong> mi heredad y mi copa.<br />
R. Mi suerte está en tu mano.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, por la salvación <strong>de</strong> los hombres, extendiste tus brazos en la<br />
cruz, haz que todas nuestras acciones te sean agradables y sirvan para manifestar al<br />
mundo tu re<strong>de</strong>nción. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Todo en estado <strong>de</strong> oración parece.<br />
La santidad, que empapa todo el aire,<br />
rebosa <strong>de</strong> los cielos como <strong>de</strong> ánfora,<br />
y se filtra en las venas <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo.<br />
Todo sube en afán contemplativo,<br />
como a través <strong>de</strong> transparencia angélica,<br />
y lo más puro que hay en mí <strong>de</strong>spierta,<br />
sorbido por vorágine <strong>de</strong> altura.<br />
Tiene alas la tar<strong>de</strong>, unción y llama.<br />
Todo yo en la plegaria he naufragado;<br />
se levantan mis manos como lámparas;<br />
por el silencio, el corazón respira.<br />
Vísperas<br />
Se ha encendido el crepúsculo en mi frente,<br />
y la lumbre <strong>de</strong> Dios transe mi carne.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Señor, tu saber me sobrepasa.<br />
Salmo 138, 1-18. 23-24<br />
Dios está en todas partes y lo ve todo<br />
¿Quién conoció la mente <strong>de</strong>l<br />
Señor? ¿Quién fue su consejero?<br />
(Rm 11, 34)<br />
Señor, tú me son<strong>de</strong>as y me conoces;<br />
me conoces cuando me siento o me levanto,<br />
<strong>de</strong> lejos penetras mis pensamientos;<br />
distingues mi camino y mi <strong>de</strong>scanso,<br />
todas mis sendas te son familiares.<br />
No ha llegado la palabra a mi lengua,<br />
y ya, Señor, te la sabes toda.<br />
Me estrechas <strong>de</strong>trás y <strong>de</strong>lante,<br />
me cubres con tu palma.<br />
Tanto saber me sobrepasa,<br />
es sublime, y no lo abarco.<br />
¿Adón<strong>de</strong> iré lejos <strong>de</strong> tu aliento,<br />
adón<strong>de</strong> escaparé <strong>de</strong> tu mirada?<br />
Si escalo el cielo, allí estás tú;<br />
si me acuesto en el abismo, allí te encuentro;<br />
I
si vuelo hasta el margen <strong>de</strong> la aurora,<br />
si emigro hasta el confín <strong>de</strong>l mar,<br />
allí me alcanzará tu izquierda,<br />
me agarrará tu <strong>de</strong>recha.<br />
Si digo: "Que al menos la tiniebla me encubra,<br />
que la luz se haga noche en torno a mí",<br />
ni la tiniebla es oscura para ti,<br />
la noche es clara como el día.<br />
Ant. Señor, tu saber me sobrepasa.<br />
Ant. 2. Yo, el Señor, penetro el corazón, son<strong>de</strong>o las entrañas, para dar al hombre<br />
según su conducta.<br />
II<br />
Tú has creado mis entrañas,<br />
me has tejido en el seno materno.<br />
Te doy gracias,<br />
porque me has escogido portentosamente,<br />
porque son admirables tus obras;<br />
conocías hasta el fondo <strong>de</strong> mi alma,<br />
no <strong>de</strong>sconocías mis huesos.<br />
Cuando, en lo oculto, me iba formando,<br />
y entretejiendo en lo profundo <strong>de</strong> la tierra,<br />
tus ojos veían mis acciones,<br />
se escribían todas en tu libro;<br />
calculados estaban mis días<br />
antes que llegase el primero.<br />
¡Qué incomparables encuentro tus <strong>de</strong>signios,<br />
Dios mío, qué inmenso es su conjunto!<br />
Si me pongo a contarlos, son más que arena;<br />
si los doy por terminados, aún me quedas tú.<br />
Señor, sondéame y conoce mi corazón,<br />
ponme a prueba y conoce mis sentimientos,<br />
mira si mi camino se <strong>de</strong>svía,<br />
guíame por el camino eterno.<br />
Ant. Yo, el Señor, penetro el corazón, son<strong>de</strong>o las entrañas, para dar al hombre según<br />
su conducta.<br />
Ant. 3. Por medio <strong>de</strong> él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en él.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Himno a Cristo, primogénito <strong>de</strong> toda criatura<br />
y primer resucitado <strong>de</strong> entre los muertos<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Por medio <strong>de</strong> él fueron creadas todas las cosas, y todo se mantiene en él.<br />
LECTURA BREVE 1Jn 2, 3-6<br />
En esto sabemos que conocemos a Cristo: en que guardamos sus mandamientos.<br />
Quien dice: “Yo lo conozco”, y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la<br />
verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor <strong>de</strong> Dios ha<br />
llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que<br />
permanece en él <strong>de</strong>be vivir como vivió él.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Guárdanos, Señor, *Como a las niñas <strong>de</strong> tus ojos. Guárdanos.<br />
V. A la sombra <strong>de</strong> tus alas escón<strong>de</strong>nos. * Como a las niñas <strong>de</strong> tus ojos. Gloria al<br />
Padre. Guárdanos.<br />
Magníficat, ant. Haz, Señor, proezas con tu brazo: dispersa a los soberbios y enaltece<br />
a los humil<strong>de</strong>s.<br />
PRECES<br />
Aclamemos, alegres, al Padre, cuya bondad para con su pueblo es más gran<strong>de</strong> que los<br />
cielos, y digámosle:<br />
Alégrense todos los que esperan en ti, Señor<br />
Acuérdate, Señor, que enviaste a tu Hijo al mundo, no para con<strong>de</strong>narlo, sino para<br />
salvarlo;<br />
-haz que su muerte gloriosa nos traiga la salvación.<br />
Tú que constituiste a tus sacerdotes ministros <strong>de</strong> Cristo y dispensadores <strong>de</strong> tus misterios,<br />
-concé<strong>de</strong>les un corazón leal, ciencia y caridad.
Haz que los que has llamado a la castidad perfecta por el reino <strong>de</strong> los cielos<br />
-sigan con fi<strong>de</strong>lidad a tu Hijo.<br />
Tú que, en el principio, creaste hombre y mujer,<br />
-guarda a todas las familias unidas en el verda<strong>de</strong>ro amor.<br />
Tú que enviaste a Jesucristo al mundo para salvar a los pecadores,<br />
-conce<strong>de</strong> a todos los difuntos el perdón <strong>de</strong> sus faltas.<br />
Movidos por el Espíritu <strong>Santo</strong> y llenos <strong>de</strong> su amor, dirijamos al Padre nuestra<br />
oración: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu misericordia y, ya que a los hambrientos los colmas <strong>de</strong><br />
bienes celestiales, socorre nuestra indigencia con la abundancia <strong>de</strong> tus riquezas. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
JUEVES DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
¡Nacidos <strong>de</strong> la luz!, ¡hijos <strong>de</strong>l día!<br />
Vamos hacia el Señor <strong>de</strong> la mañana;<br />
su claridad disipa nuestras sombras<br />
y llena el corazón <strong>de</strong> regocijo.<br />
Que nuestro Dios, el Padre <strong>de</strong> la gloria,<br />
limpie la oscuridad <strong>de</strong> nuestros ojos<br />
y nos revele, al fin, cuál es la herencia<br />
que nos legó en el Hijo Primogénito.<br />
¡Honor y gloria a Dios, Padre celeste,<br />
por medio <strong>de</strong> su Hijo Jesucristo<br />
y el don <strong>de</strong> toda luz, el <strong>Santo</strong> Espíritu,<br />
que vive por los siglos <strong>de</strong> los siglos! Amén<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. En la mañana, Señor, hazme escuchar tu gracia.<br />
Salmo 142, 1-11<br />
Lamentación y súplica ante la angustia<br />
El hombre no se justifica por<br />
cumplir la ley, sino por creer en<br />
Cristo Jesús (Ga 2, 16)<br />
Señor, escucha mi oración;<br />
tú, que eres fiel, atien<strong>de</strong> a mi súplica;<br />
tú, que eres justo, escúchame.<br />
No llames a juicio a tu siervo,<br />
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.<br />
El enemigo me persigue a muerte,<br />
empuja mi vida al sepulcro,<br />
me confina a las tinieblas<br />
como a los muertos ya olvidados.<br />
Mi aliento <strong>de</strong>sfallece,<br />
mi corazón <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí está yerto.<br />
Recuerdo los tiempos antiguos,<br />
medito todas tus acciones,<br />
consi<strong>de</strong>ro las obras <strong>de</strong> tus manos<br />
y extiendo mis brazos hacia ti:<br />
tengo sed ti como tierra reseca.<br />
Escúchame enseguida, Señor,<br />
que me falta el aliento.<br />
No me escondas tu rostro,<br />
igual que a los que bajan a la fosa.
En la mañana hazme escuchar tu gracia,<br />
ya que confío en ti.<br />
Indícame el camino que he <strong>de</strong> seguir,<br />
pues levanto mi alma a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong>l enemigo, Señor,<br />
que me refugio en ti.<br />
Enséñame a cumplir tu voluntad,<br />
ya que tú eres mi Dios.<br />
Tu espíritu, que es bueno,<br />
me guíe por tierra llana.<br />
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;<br />
por tu clemencia, sácame <strong>de</strong> la angustia.<br />
Ant. En la mañana, Señor, hazme escuchar tu gracia.<br />
Ant. 2. El Señor hará <strong>de</strong>rivar hacia Jerusalén, como un río, la paz.<br />
Cántico Is 66,10-14a<br />
Consuelo y gozo para la ciudad santa<br />
La Jerusalén <strong>de</strong> arriba es libre;<br />
ésa es nuestra madre (Ga 4, 26)<br />
Festejad a Jerusalén, gozad con ella,<br />
todos los que la amáis,<br />
alegraos <strong>de</strong> su alegría,<br />
los que por ella llevasteis luto;<br />
mamaréis a sus pechos<br />
y os saciaréis <strong>de</strong> sus consuelos,<br />
y apuraréis las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong> sus<br />
ubres abundantes.<br />
Porque así dice el Señor:<br />
"Yo haré <strong>de</strong>rivar hacia ella,<br />
como un río, la paz,<br />
como un torrente en crecida,<br />
las riquezas <strong>de</strong> las naciones.<br />
Llevarán en brazos a sus criaturas<br />
y sobre las rodillas las acariciarán;<br />
como a un niño a quien su madre consuela,<br />
así os consolaré yo,<br />
y en Jerusalén seréis consolados.<br />
Al verlo se alegrará vuestro corazón,<br />
y vuestros huesos florecerán como un prado."<br />
Ant. El Señor hará <strong>de</strong>rivar hacia Jerusalén, como un río, la paz.<br />
Ant. 3. Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.<br />
Salmo 146<br />
Po<strong>de</strong>r y bondad <strong>de</strong> Dios<br />
A ti, oh Dios, te alabamos; a ti,<br />
Señor, te reconocemos
Alabad al Señor que la música es buena;<br />
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.<br />
El Señor reconstruye Jerusalén,<br />
reúne a los <strong>de</strong>portados <strong>de</strong> Israel;<br />
él sana los corazones <strong>de</strong>strozados,<br />
venda sus heridas.<br />
Cuenta el número <strong>de</strong> las estrellas,<br />
a cada una la llama por su nombre.<br />
Nuestro Señor es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso,<br />
su sabiduría no tiene medida.<br />
El Señor sostiene a los humil<strong>de</strong>s,<br />
humilla hasta el polvo a los malvados.<br />
Entonad la acción <strong>de</strong> gracias al Señor,<br />
tocad la cítara para nuestro Dios,<br />
que cubre el cielo <strong>de</strong> nubes,<br />
preparando la lluvia para la tierra;<br />
que hace brotar hierba en los montes,<br />
para los que sirven al hombre;<br />
que da su alimento al ganado,<br />
y a las crías <strong>de</strong> cuervo que graznan.<br />
No aprecia el vigor <strong>de</strong> los caballos,<br />
no estima los jarretes <strong>de</strong>l hombre:<br />
el Señor aprecia a sus fieles,<br />
que confían en su misericordia.<br />
Ant. Nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.<br />
LECTURA BREVE Rm 8,18-21<br />
Los sufrimientos <strong>de</strong> ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos <strong>de</strong>scubrirá.<br />
Porque la creación, expectante, está aguardando la plena manifestación <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong><br />
Dios; ella fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por uno que la sometió;<br />
pero fue con la esperanza <strong>de</strong> que la creación misma se vería liberada <strong>de</strong> la esclavitud <strong>de</strong><br />
la corrupción, para entrar en la libertad gloriosa <strong>de</strong> los hijos <strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Velando *Medito en ti, Señor. Velando.<br />
V. Porque fuiste mi auxilio. * Medito en ti, Señor. Gloria al Padre. Velando.<br />
Benedictus, ant. Anuncia a tu pueblo, Señor, la salvación, y perdónanos nuestros<br />
pecados.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, <strong>de</strong> quien viene la salvación para su pueblo, diciendo:<br />
Escúchanos, Señor.
Bendito seas, Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, porque, en tu gran misericordia,<br />
nos has hecho nacer <strong>de</strong> nuevo para una esperanza viva,<br />
-por la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo <strong>de</strong> entre los muertos.<br />
Tú que en Cristo, renovaste al hombre, creado a imagen tuya,<br />
-haz que seamos imagen <strong>de</strong> tu Hijo.<br />
Derrama en nuestros corazones, lastimados por el odio y la envidia,<br />
-tu Espíritu <strong>de</strong> amor.<br />
Conce<strong>de</strong> hoy trabajo a quienes lo buscan, pan a los hambrientos, alegría a los tristes,<br />
-a todos la gracia y la salvación.<br />
Por Jesús hemos sido hechos hijos <strong>de</strong> Dios; por esto, nos atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre<br />
nuestro.<br />
Oración<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, que nos sea siempre anunciada la salvación, para que, libres <strong>de</strong><br />
temor, arrancados <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los enemigos, te sirvamos fielmente con santidad y<br />
justicia todos nuestros días. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Fuerza tenaz, firmeza <strong>de</strong> las cosas,<br />
inmóvil en ti mismo;<br />
origen <strong>de</strong> la luz, eje <strong>de</strong>l mundo<br />
y norma <strong>de</strong> su giro.<br />
Concé<strong>de</strong>nos tu luz en una tar<strong>de</strong><br />
sin muerte ni castigo,<br />
la luz que se prolonga tras la muerte<br />
y dura por los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Ant. 1. “Si me amáis, guardaréis mis mandatos”, dice el Señor.<br />
Salmo 118, 153-160<br />
XX (Res)<br />
Mira mi abatimiento y líbrame,<br />
porque no olvido tu voluntad;<br />
<strong>de</strong>fien<strong>de</strong> mi causa y rescátame,<br />
con tu promesa dame vida;<br />
la justicia está lejos <strong>de</strong> los malvados<br />
que no buscan tus leyes.<br />
Gran<strong>de</strong> es tu ternura, Señor,<br />
con tus mandamientos dame vida;<br />
muchos son los enemigos que me persiguen,<br />
pero yo no me aparto <strong>de</strong> tus preceptos;<br />
viendo a los renegados, sentía asco,<br />
porque no guardan tus mandatos.<br />
Ant. “Si me amáis, guardaréis mis mandatos”, dice el Señor.<br />
Ant. 2. Que el Señor te bendiga, y veas la paz todos los días <strong>de</strong> tu vida.<br />
Salmo 127<br />
Paz doméstica en el hogar <strong>de</strong>l justo<br />
“Que el Señor te bendiga <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Sión”, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su Iglesia<br />
(Arnobio)<br />
Dichoso el que teme al Señor<br />
y sigue sus caminos.<br />
Comerás <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong> tu trabajo,<br />
serás dichoso, te irá bien;<br />
tu mujer, como parra fecunda,<br />
en medio <strong>de</strong> tu casa,<br />
tus hijos, como renuevos <strong>de</strong> olivo,<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> tu mesa:
ésta es la bendición <strong>de</strong>l hombre<br />
que teme al Señor.<br />
Que el Señor te bendiga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sión,<br />
que veas la prosperidad <strong>de</strong> Jerusalén<br />
todos los días <strong>de</strong> tu vida;<br />
que veas a los hijos <strong>de</strong> tus hijos.<br />
¡Paz a Israel!<br />
Ant. Que el Señor te bendiga, y veas la paz todos los días <strong>de</strong> tu vida.<br />
Ant. 3. El Señor peleará a tu favor.<br />
Salmo 128<br />
Esperanza <strong>de</strong> un pueblo oprimido<br />
La Iglesia habla <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos que tiene que tolerar<br />
(S. Agustín)<br />
¡Cuánta guerra me han hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud<br />
-que lo diga Israel-,<br />
cuánta guerra me han hecho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi juventud,<br />
pero no pudieron conmigo!<br />
En mis espaldas metieron el arado<br />
y alargaron los surcos.<br />
Pero el Señor, que es justo,<br />
rompió las coyundas <strong>de</strong> los malvados.<br />
Retrocedan avergonzados,<br />
los que odian a Sión;<br />
sean como la hierba <strong>de</strong>l tejado,<br />
que se seca y nadie la siega;<br />
que no llena la mano <strong>de</strong>l segador<br />
ni la brazada <strong>de</strong>l que agavilla;<br />
ni le dicen los que pasan:<br />
“Que el Señor te bendiga.”<br />
Os ben<strong>de</strong>cimos en el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. El Señor peleará a tu favor.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE 1Jn 3, 23-24<br />
Éste es el mandamiento <strong>de</strong> Dios: que creamos en el nombre <strong>de</strong> su Hijo, Jesucristo, y<br />
que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos<br />
permanece en Dios y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el<br />
Espíritu que nos dio.<br />
V. Apoya tú al inocente, Señor.<br />
R. Tú que son<strong>de</strong>as el corazón y las entrañas.
Oración<br />
Señor, tú que a la hora <strong>de</strong> tercia enviaste el Espíritu <strong>Santo</strong> sobre los apóstoles,<br />
reunidos en oración, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros tener parte en los dones <strong>de</strong> este<br />
Espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Sb 1, 1-2<br />
Amad la justicia, los que regís la tierra, pensad correctamente <strong>de</strong>l Señor y buscadlo<br />
con corazón entero. Lo encuentran los que no exigen pruebas, y se revela a los que no<br />
<strong>de</strong>sconfían.<br />
V. Confía en el Señor y haz el bien.<br />
R. Habita en tu tierra y practica la lealtad.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, ante ti no existe ni la oscuridad ni las tinieblas; haz,<br />
pues, brillar sobre nosotros la claridad <strong>de</strong> tu luz, para que, guardando tus preceptos,<br />
caminemos fielmente por tus sendas con el corazón ensanchado. Por Jesucristo, nuestro<br />
Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Hb 12, 1b-2<br />
Quitémonos lo que nos estorba y el pecado que nos ata, y corramos en la carrera que<br />
nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que,<br />
renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, <strong>de</strong>spreciando la ignominia, y ahora está<br />
sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l trono <strong>de</strong> Dios.<br />
V. Mi alma espera en el Señor.<br />
R. Espera en tu palabra.<br />
Oración<br />
Contempla, Señor, a tu familia en oración y haz que, imitando los ejemplos <strong>de</strong><br />
paciencia <strong>de</strong> tu Hijo, no <strong>de</strong>caiga nunca ante la adversidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Porque anochece ya,<br />
porque es tar<strong>de</strong>, Dios mío,<br />
porque temo per<strong>de</strong>r<br />
las huellas <strong>de</strong>l camino,<br />
no me <strong>de</strong>jes tan solo<br />
y quédate conmigo.<br />
Porque he sido rebel<strong>de</strong><br />
y he buscado el peligro<br />
y escudriñé curioso<br />
las cumbres y el abismo,<br />
perdóname, Señor,<br />
y quédate conmigo.<br />
Porque ardo en sed <strong>de</strong> ti<br />
y en hambre <strong>de</strong> tu trigo,<br />
ven, siéntate a mi mesa,<br />
bendice el pan y el vino.<br />
¡Qué aprisa cae la tar<strong>de</strong>!<br />
¡Quédate al fin conmigo! Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Tú eres, Señor, mi bienhechor, mi refugio don<strong>de</strong> me pongo a salvo.<br />
Salmo 143<br />
Oración por la victoria y la paz<br />
Su brazo se adiestró en la pelea<br />
cuando venció al mundo; dijo, en<br />
efecto: “Yo he vencido al mundo”<br />
(S. Hilario)<br />
Bendito el Señor, mi Roca,<br />
que adiestra mis manos para el combate,<br />
mis <strong>de</strong>dos para la pelea;<br />
mi bienhechor, mi alcázar,<br />
baluarte don<strong>de</strong> me pongo a salvo,<br />
mi escudo y mi refugio,<br />
que me somete los pueblos.<br />
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;<br />
¿qué los hijos <strong>de</strong> Adán para que pienses en ellos?<br />
El hombre es igual que un soplo;<br />
sus días, una sombra que pasa.<br />
Señor, inclina tu cielo y <strong>de</strong>scien<strong>de</strong>;<br />
toca los montes, y echarán humo;<br />
I
fulmina el rayo y dispérsalos;<br />
dispara tus saetas y <strong>de</strong>sbarátalos.<br />
Extien<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba:<br />
<strong>de</strong>fién<strong>de</strong>me, líbrame <strong>de</strong> las aguas caudalosas,<br />
<strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> los extranjeros,<br />
cuya boca dice falseda<strong>de</strong>s,<br />
cuya diestra jura en falso.<br />
Ant. Tú eres, Señor, mi bienhechor, mi refugio don<strong>de</strong> me pongo a salvo.<br />
Ant. 2. Dichoso el pueblo cuyo Dios es el señor.<br />
II<br />
Dios mío, te cantaré un cántico nuevo,<br />
tocaré para ti el arpa <strong>de</strong> diez cuerdas:<br />
para ti que das la victoria a los reyes,<br />
y salvas a David, tu siervo.<br />
Defién<strong>de</strong>me <strong>de</strong> la espada cruel,<br />
sálvame <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> extranjeros,<br />
cuya boca dice falseda<strong>de</strong>s,<br />
cuya diestra jura en falso.<br />
Sean nuestros hijos un plantío,<br />
crecidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su adolescencia;<br />
nuestras hijas sean columnas talladas,<br />
estructura <strong>de</strong> un templo.<br />
Que nuestros silos estén repletos<br />
<strong>de</strong> frutos <strong>de</strong> toda especie;<br />
que nuestros rebaños a millares<br />
se multipliquen en las pra<strong>de</strong>ras,<br />
y nuestros bueyes vengan cargados;<br />
que no haya brechas ni aberturas,<br />
ni alarma en nuestras plazas.<br />
Dichoso el pueblo que esto tiene,<br />
dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.<br />
Ant. Dichoso el pueblo cuyo Dios es el señor.<br />
Ant. 3. Ahora se estableció la salud y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
El juicio <strong>de</strong> Dios<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,<br />
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,<br />
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. Ahora se estableció la salud y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
LECTURA BREVE Cf. Col 1,23<br />
Permaneced cimentados y estables en la fe, e inamovibles en la esperanza <strong>de</strong>l<br />
Evangelio que escuchasteis. Es el mismo que se proclama en la creación entera bajo el<br />
cielo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
V. El Señor es mi pastor, *Nada me falta. El Señor.<br />
R. En ver<strong>de</strong>s pra<strong>de</strong>ras me hace recostar. * Nada me falta. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant. A los hambrientos <strong>de</strong> justicia, el Señor los sacia y colma <strong>de</strong> bienes.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, luz <strong>de</strong>l mundo y alegría <strong>de</strong> todo ser viviente, y digámosle<br />
confiados:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, la salud y la paz.<br />
Luz in<strong>de</strong>ficiente y Palabra eterna <strong>de</strong>l Padre, que has venido a salvar a todos los<br />
hombres,<br />
-ilumina a los catecúmenos <strong>de</strong> la Iglesia con la luz <strong>de</strong> tu verdad.<br />
No lleves cuenta <strong>de</strong> nuestros <strong>de</strong>litos, Señor,<br />
-pues <strong>de</strong> ti prece<strong>de</strong> el perdón.<br />
Señor, que has querido que la inteligencia <strong>de</strong>l hombre investigara los secretos <strong>de</strong> la<br />
naturaleza,<br />
-haz que la ciencia y las artes contribuyan a tu gloria y al bienestar <strong>de</strong> todos los<br />
hombres.<br />
Protege, Señor, a los que se han consagrado en el mundo al servicio <strong>de</strong> sus hermanos;<br />
-que, con libertad <strong>de</strong> espíritu y sin <strong>de</strong>sánimos, puedan realizar su i<strong>de</strong>al.<br />
Señor, tú que abres y nadie cierra,<br />
-lleva a tu luz a los que han muerto con la esperanza <strong>de</strong> la resurrección.
Porque todos nos sabemos hermanos, hijos <strong>de</strong> un mismo Dios, confiadamente nos<br />
atrevemos a <strong>de</strong>cir: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Acoge benigno, Señor, nuestra súplica vespertina y haz que, siguiendo las huellas <strong>de</strong><br />
tu Hijo, fructifiquemos con perseverancia en buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Eres la luz y siembras clarida<strong>de</strong>s;<br />
abres los anchos cielos, que sostiene<br />
como columna el brazo <strong>de</strong> tu Padre.<br />
Arrebatada en rojos torbellinos,<br />
el alba apaga estrellas lejanísimas;<br />
la tierra se estremece <strong>de</strong> rocío.<br />
Mientras la noche ce<strong>de</strong> y se disuelve,<br />
la estrella matinal, signo <strong>de</strong> Cristo,<br />
levanta el nuevo día y lo establece.<br />
Eres la luz total, día <strong>de</strong>l día,<br />
el Uno en todo, el Trino todo en Uno:<br />
¡gloria a tu misteriosa teofanía! Amén.<br />
SALMODIA<br />
VIERNES DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu<br />
firme.<br />
Salmo 50<br />
Misericordia, Dios mío<br />
Renovaos en la mente y en el<br />
espíritu y vestíos <strong>de</strong> la nueva<br />
condición humana (Ef 4, 23-24)<br />
Misericordia, Dios mío por tu bondad;<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava <strong>de</strong>l todo mi <strong>de</strong>lito,<br />
limpia mi pecado.<br />
Pues yo reconozco mi culpa,<br />
tengo siempre presente mi pecado:<br />
contra ti, contra ti solo pequé,<br />
cometí la maldad que aborreces.<br />
En la sentencia tendrás razón,<br />
en el juicio resultarás inocente.<br />
Mira, que en la culpa nací,<br />
pecador me concibió mi madre.<br />
Te gusta un corazón sincero,<br />
y en mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;<br />
lávame: quedaré más blanco que la nieve.<br />
Hazme oír el gozo y la alegría,<br />
que se alegren los huesos quebrantados.
Aparta <strong>de</strong> mi pecado tu vista,<br />
borra en mí toda culpa.<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu.<br />
Devuélveme la alegría <strong>de</strong> tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong> la sangre, oh Dios,<br />
Dios, Salvador mío,<br />
y cantará mi lengua tu justicia.<br />
Señor, me abrirás los labios,<br />
y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los sacrificios no te satisfacen;<br />
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.<br />
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;<br />
un corazón quebrantado y humillado,<br />
tú no lo <strong>de</strong>sprecias.<br />
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,<br />
reconstruye las murallas <strong>de</strong> Jerusalén:<br />
entonces aceptarás los sacrificios rituales,<br />
ofrendas y holocaustos,<br />
sobre tu altar se inmolarán novillos.<br />
Ant. Oh Dios, crea en mí un corazón puro, renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme.<br />
Ant. 2. Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos.<br />
Cántico Tb 13, 8-11. 13-14b. 15-16b<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la liberación <strong>de</strong>l pueblo<br />
Me enseñó la ciudad santa,<br />
Jerusalén, que traía la gloria <strong>de</strong><br />
Dios (Ap 21, 10. 11)<br />
Que todos alaben al Señor<br />
y le <strong>de</strong>n gracias en Jerusalén.<br />
Jerusalén, ciudad santa,<br />
él te castigó por las obras <strong>de</strong> tus hijos,<br />
pero volverá a apiadarse <strong>de</strong>l pueblo justo.<br />
Da gracias al Señor como es <strong>de</strong>bido<br />
y bendice al rey <strong>de</strong> los siglos,<br />
para que su templo<br />
sea reconstruido con júbilo,<br />
para que él alegre en ti<br />
a todos los <strong>de</strong>sterrados,<br />
y ame en ti a todos los <strong>de</strong>sgraciados,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
Una luz esplen<strong>de</strong>nte iluminará<br />
a todas las regiones <strong>de</strong> la tierra.<br />
Vendrán a ti <strong>de</strong> lejos muchos pueblos,<br />
y los habitantes <strong>de</strong>l confín <strong>de</strong> la tierra<br />
vendrán a visitar al Señor, tu Dios,<br />
con ofrendas para el rey <strong>de</strong>l cielo.<br />
Generaciones sin fin<br />
cantarán vítores en tu recinto,<br />
y el nombre <strong>de</strong> la elegida<br />
durará para siempre.<br />
Saldrás entonces con júbilo<br />
al encuentro <strong>de</strong>l pueblo justo,<br />
porque todos se reunirán<br />
para ben<strong>de</strong>cir al Señor <strong>de</strong>l mundo.<br />
Dichosos los que te aman,<br />
dichosos los que te <strong>de</strong>sean la paz.<br />
Bendice, alma mía, al Señor,<br />
al rey soberano,<br />
porque Jerusalén será reconstruida,<br />
y, allí, su templo para siempre.<br />
Ant. Alégrate, Jerusalén, porque en ti se reunirán todos los pueblos.<br />
Ant. 3. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.<br />
Salmo 147<br />
Acción <strong>de</strong> gracias por la restauración <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Ven acá, voy a mostrarte a la<br />
novia, a la esposa <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro (Ap<br />
21, 9)<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.
Ant. Sión, alaba a tu Dios, que envía su mensaje a la tierra.<br />
LECTURA BREVE Gal 2, 19b- 20<br />
Estoy crucificado con Cristo; vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí. Y,<br />
mientras vivo en esta carne, vivo <strong>de</strong> la fe en el Hijo <strong>de</strong> Dios, que me amó hasta<br />
entregarse por mí.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Invoco al Dios Altísimo, *Al Dios que hace tanto por mí. Invoco.<br />
V. Des<strong>de</strong> el cielo me enviará la salvación. * Al Dios que hace tanto por mí. Gloria al<br />
Padre. Invoco.<br />
Benedictus, ant. Por la entrañable misericordia <strong>de</strong> nuestro Dios, nos visitará el Sol<br />
que nace <strong>de</strong> lo alto.<br />
PRECES<br />
Confiados en Dios, que cuida con solicitud <strong>de</strong> todos los que ha creado y redimido con la<br />
sangre <strong>de</strong> su Hijo, invoquémosle diciendo:<br />
Escucha, Señor, y ten piedad.<br />
Dios misericordioso, asegura nuestros pasos en el camino <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra santidad,<br />
-y haz que busquemos siempre todo lo que es verda<strong>de</strong>ro, justo y amable.<br />
Por el honor <strong>de</strong> tu nombre, no nos <strong>de</strong>sampares para siempre,<br />
-no rompas tu alianza, Señor.<br />
Acepta nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humil<strong>de</strong>,<br />
-porque los que en ti confían no quedan <strong>de</strong>fraudados.<br />
Tú que has querido que participáramos en la misión profética <strong>de</strong> Cristo,<br />
-haz que proclamemos ante el mundo tus hazañas.<br />
Dirijámonos al Padre con las mismas palabras que nos enseñó el Señor: Padre<br />
nuestro.<br />
Oración<br />
Te pedimos, Señor, tu gracia abundante, para que nos ayu<strong>de</strong> a seguir el camino <strong>de</strong> tus<br />
mandatos, y así gocemos <strong>de</strong> tu consuelo en esta vida y alcancemos la felicidad eterna.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
El trabajo, Señor, <strong>de</strong> cada día<br />
nos sea por tu amor santificado,<br />
convierte su dolor en alegría<br />
<strong>de</strong> amor, que para dar tú nos has dado.<br />
Paciente y larga es nuestra tarea<br />
en la noche oscura <strong>de</strong>l amor que espera;<br />
dulce huésped <strong>de</strong>l alma, al que flaquea<br />
dale tu luz, tu fuerza que aligera.<br />
En el alto gozoso <strong>de</strong>l camino,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a Dios, que nos conce<strong>de</strong><br />
la esperanza sin fin <strong>de</strong>l don divino;<br />
todo lo pue<strong>de</strong> en él quien nada pue<strong>de</strong>. Amén<br />
Sólo para Nona:<br />
Se cubrieron <strong>de</strong> luto los montes<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
El Señor rasgó el velo <strong>de</strong>l templo<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Dieron gritos las piedras en duelo<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Y Jesús inclinó la cabeza<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Hora <strong>de</strong> gracia,<br />
en que Dios da su paz a la tierra<br />
por la sangre <strong>de</strong> Cristo.<br />
Levantaron sus ojos los pueblos<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Contemplaron al que traspasaron<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Del costado manó sangre y agua<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Quien lo vio es el que da testimonio<br />
a la hora <strong>de</strong> nona.<br />
Hora <strong>de</strong> gracia,<br />
en que Dios da su paz a la tierra<br />
por la sangre <strong>de</strong> Cristo. Amén.<br />
I<br />
II
SALMODIA<br />
Ant. 1. Mucha paz tienen, Señor, los que aman tus leyes.<br />
Los nobles me perseguían sin motivo,<br />
pero mi corazón respetaba tus palabras;<br />
yo me alegraba con tu promesa,<br />
como el que encuentra un rico botín;<br />
<strong>de</strong>testo y aborrezco la mentira,<br />
y amo tu voluntad.<br />
Salmo 118, 161-168<br />
XXI (Sin)<br />
Siete veces al día te alabo<br />
por tus justos mandamientos;<br />
mucha paz tienen los que aman tus leyes,<br />
y nada los hace tropezar;<br />
aguardo tu salvación, Señor,<br />
y cumplo tus mandatos.<br />
Mi alma guarda tus preceptos<br />
y los ama intensamente;<br />
guardo tus <strong>de</strong>cretos,<br />
y tú tienes presentes mis caminos.<br />
Ant. Mucha paz tienen, Señor, los que aman tus leyes.<br />
Ant. 2. En el grupo <strong>de</strong> los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo.<br />
Salmo 132<br />
Felicidad <strong>de</strong> la concordia fraterna<br />
Amémonos unos a otros, ya<br />
que el amor es <strong>de</strong> Dios (1Jn 4, 7)<br />
Ved qué dulzura, qué <strong>de</strong>licia,<br />
convivir los hermanos unidos.<br />
Es ungüento precioso en la cabeza,<br />
que va bajando por la barba,<br />
que baja por la barba <strong>de</strong> Aarón,<br />
hasta la franja <strong>de</strong> su ornamento.<br />
Es rocío <strong>de</strong>l Hermón, que va bajando<br />
sobre el monte Sión.<br />
Porque allí manda el Señor la bendición:<br />
la vida para siempre.<br />
Ant. En el grupo <strong>de</strong> los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo.<br />
Ant. 3. Defién<strong>de</strong>me <strong>de</strong> la mano perversa, Señor Dios, mi fuerte salvador.<br />
Salmo 139, 2-9. 13-14<br />
Tú eres mi refugio<br />
El Hijo <strong>de</strong>l hombre va a ser<br />
entregado en manos <strong>de</strong> los<br />
pecadores (Mt 26, 45)
Líbrame, Señor, <strong>de</strong>l malvado,<br />
guárdame <strong>de</strong>l hombre violento:<br />
que planean malda<strong>de</strong>s en su corazón<br />
y todo el día provocan contiendas;<br />
afilan sus lenguas como serpientes,<br />
con veneno <strong>de</strong> víboras en los labios.<br />
Defién<strong>de</strong>me, Señor, <strong>de</strong> la mano perversa,<br />
guárdame <strong>de</strong> los hombres violentos,<br />
que preparan zancadillas a mis pasos.<br />
Los soberbios me escon<strong>de</strong>n trampas;<br />
los perversos me tien<strong>de</strong>n una red<br />
y por el camino me colocan lazos.<br />
Pero yo digo al Señor: “Tú eres mi Dios”;<br />
Señor, atien<strong>de</strong> a mis gritos <strong>de</strong> socorro;<br />
Señor Dios, mi fuerte salvador,<br />
que cubres mi cabeza el día <strong>de</strong> la batalla.<br />
Señor, no le concedas sus <strong>de</strong>seos al malvado,<br />
no <strong>de</strong>s éxito a sus proyectos.<br />
Yo sé que el Señor hace justicia al afligido<br />
y <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l pobre.<br />
Los justos alabarán tu nombre,<br />
los honrados habitarán en tu presencia.<br />
Ant. Defién<strong>de</strong>me <strong>de</strong> la mano perversa, Señor Dios, mi fuerte salvador.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 12, 17a. 19b-21<br />
No <strong>de</strong>volváis a nadie mal por mal; porque dice el Señor en la Escritura: “Mía es la<br />
venganza, yo daré lo merecido.” En vez <strong>de</strong> eso, si tu enemigo tiene hambre, dale <strong>de</strong><br />
comer; si tiene sed, dale <strong>de</strong> beber: así le sacarás los colores a la cara. No te <strong>de</strong>jes vencer<br />
por el mal, vence al mal a fuerza <strong>de</strong> bien.<br />
V. La misericordia <strong>de</strong>l Señor dura siempre.<br />
R. Su justicia para los que guardan la alianza.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> tercia fuiste llevado al suplicio <strong>de</strong> la cruz por la<br />
salvación <strong>de</strong>l mundo, ayúdanos a llorar los pecados <strong>de</strong> la vida pasada y a evitar las faltas<br />
en lo porvenir. Tú que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1Jn 3, 16<br />
En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También<br />
nosotros hemos <strong>de</strong> dar nuestra vida por los hermanos.<br />
V. Dad gracias al Señor porque es bueno.<br />
R. Porque es eterna su misericordia.
Oración<br />
Señor Jesucristo, que a la hora <strong>de</strong> sexta subiste a la cruz por nuestra salvación,<br />
mientras las tinieblas envolvían al mundo, concé<strong>de</strong>nos que tu luz nos ilumine siempre,<br />
para que, guiados por ella, podamos alcanzar la vida eterna. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 1Jn 4, 9-11<br />
En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su<br />
Hijo único, para que vivamos por medio <strong>de</strong> él. En esto consiste el amor: no en que<br />
nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como<br />
víctima <strong>de</strong> propiciación por nuestros pecados. Queridos, si Dios nos amó <strong>de</strong> esta<br />
manera, también nosotros <strong>de</strong>bemos amarnos unos a otros.<br />
V. Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo.<br />
R. Mira el rostro <strong>de</strong> tu Ungido.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que, colgado en la cruz, diste al ladrón arrepentido el reino eterno,<br />
míranos a nosotros, que, como él, confesamos nuestras culpas, y concé<strong>de</strong>nos po<strong>de</strong>r<br />
entrar también, como él, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la muerte, en el paraíso. Tú que vives y reinas por<br />
los siglos <strong>de</strong> los siglos.
HIMNO<br />
Te damos gracias, Señor,<br />
porque has <strong>de</strong>puesto la ira<br />
y has <strong>de</strong>tenido ante el pueblo<br />
la mano que lo castiga.<br />
Tú eres el Dios que nos salva,<br />
la luz que nos ilumina,<br />
la mano que nos sostiene,<br />
el techo que nos cobija.<br />
Y sacaremos con gozo<br />
<strong>de</strong>l manantial <strong>de</strong> la Vida<br />
las aguas que dan al hombre<br />
la fuerza que resucita.<br />
Entonces proclamaremos:<br />
“¡Cantadle con alegría!<br />
¡El nombre <strong>de</strong> Dios es gran<strong>de</strong>;<br />
su caridad, infinita!<br />
¡Que alabe al Señor la tierra!<br />
Cantadle sus maravillas.<br />
¡Qué gran<strong>de</strong>, en medio <strong>de</strong>l pueblo,<br />
el Dios que nos justifica!” Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Día tras día, te ben<strong>de</strong>ciré, Señor, y narraré tus maravillas.<br />
Salmo 144<br />
Himno a la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> Dios<br />
Tú, Señor, el que eras y eres, el<br />
<strong>Santo</strong>, eres justo (Ap 16, 5)<br />
I<br />
Te ensalzaré, Dios mío, mi rey;<br />
ben<strong>de</strong>ciré tu nombre por siempre jamás.<br />
Día tras día te ben<strong>de</strong>ciré<br />
y alabaré tu nombre por siempre jamás.<br />
Gran<strong>de</strong> es el Señor, merece toda alabanza,<br />
es incalculable su gran<strong>de</strong>za;<br />
una generación pon<strong>de</strong>ra tus obras a la otra,<br />
y le cuenta tus hazañas.<br />
Alaban ellos la gloria <strong>de</strong> tu majestad,<br />
y yo repito tus maravillas;<br />
encarecen ellos tus temibles proezas,<br />
y yo narro tus gran<strong>de</strong>s acciones;
difun<strong>de</strong>n la memoria <strong>de</strong> tu inmensa bondad,<br />
y aclaman tus victorias.<br />
El Señor es clemente y misericordioso,<br />
lento a la cólera y rico en piedad;<br />
el Señor es bueno con todos,<br />
es cariñoso con todas sus criaturas.<br />
Que todas tus criaturas te <strong>de</strong>n gracias, Señor,<br />
que te bendigan tus fieles;<br />
que proclamen la gloria <strong>de</strong> tu reinado,<br />
que hablen <strong>de</strong> tus hazañas;<br />
explicando tus hazañas a los hombres,<br />
la gloria y majestad <strong>de</strong> tu reinado.<br />
Tu reinado es un reinado perpetuo,<br />
tu gobierno va <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Día tras día, te ben<strong>de</strong>ciré, Señor, y narraré tus maravillas.<br />
Ant. 2. Los ojos <strong>de</strong> todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca <strong>de</strong> los que te<br />
invocan.<br />
II<br />
El Señor es fiel a sus palabras,<br />
bondadoso en todas sus acciones.<br />
El Señor sostiene a los que van a caer,<br />
en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan.<br />
Los ojos <strong>de</strong> todos te están aguardando,<br />
tú les das la comida a su tiempo;<br />
abres tú la mano,<br />
y sacias <strong>de</strong> favores a todo viviente.<br />
El Señor es justo en todos sus caminos,<br />
es bondadoso en todas sus acciones;<br />
cerca está el Señor <strong>de</strong> los que lo invocan,<br />
<strong>de</strong> los que los invocan sinceramente.<br />
Satisface los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> sus fieles,<br />
escucha sus gritos, y los salva.<br />
El Señor guarda a los que lo aman,<br />
pero <strong>de</strong>struye a los malvados.<br />
Pronuncie mi boca la alabanza <strong>de</strong>l Señor,<br />
todo viviente bendiga su santo nombre<br />
por siempre jamás.<br />
Ant. Los ojos <strong>de</strong> todos te están aguardando, Señor; tú estás cerca <strong>de</strong> los que te<br />
invocan.<br />
Ant. 3. Justos y verda<strong>de</strong>ros son tus caminos, ¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
Cántico Ap 15,3-4<br />
Himno <strong>de</strong> adoración
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Justos y verda<strong>de</strong>ros son tus caminos, ¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
LECTURA BREVE Rm 8,1-2<br />
Ahora no pesa con<strong>de</strong>na alguna sobre los que están unidos a Cristo Jesús, pues, por la<br />
unión con Cristo Jesús, la ley <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> vida me ha librado <strong>de</strong> la ley <strong>de</strong>l pecado y<br />
<strong>de</strong> la muerte.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo murió por los pecados, *Para conducirnos a Dios. Cristo.<br />
V. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue <strong>de</strong>vuelto a la<br />
vida. *Para conducirnos a Dios. Gloria al Padre. Cristo.<br />
Magníficat ant. Acuérdate <strong>de</strong> tu misericordia, Señor, como lo habías prometido a<br />
nuestros padres.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre, diciendo:<br />
Señor, ten piedad.<br />
Señor Jesucristo, consuelo <strong>de</strong> los humil<strong>de</strong>s,<br />
-dígnate sostener con tu gracia nuestra fragilidad, siempre inclinada al pecado.<br />
Que los que por nuestra <strong>de</strong>bilidad estamos inclinados al mal<br />
-por tu misericordia obtengamos el perdón.<br />
Señor, a quien ofen<strong>de</strong> el pecado y aplaca la penitencia,<br />
-aparta <strong>de</strong> nosotros el azote <strong>de</strong> tu ira, merecido por nuestros pecados.<br />
Tú que perdonaste a la mujer arrepentida y cargaste sobre los hombros la oveja<br />
<strong>de</strong>scarriada,<br />
-no apartes <strong>de</strong> nosotros tu misericordia.<br />
Tú que por nosotros aceptaste el suplicio <strong>de</strong> la cruz,<br />
-abre las puertas <strong>de</strong>l cielo a todos los difuntos que en ti confiaron.<br />
Siguiendo las enseñanzas <strong>de</strong> Jesucristo, digamos al Padre celestial: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios omnipotente y eterno, que quisiste que tu Hijo sufriese por la salvación <strong>de</strong><br />
todos, haz que, inflamados en tu amor, sepamos ofrecernos a ti como hostia viva. Por<br />
nuestro Señor, Jesucristo.
HIMNO<br />
SABADO DE LA SEMANA IV<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Bello es el rostro <strong>de</strong> la luz, abierto<br />
sobre el silencio <strong>de</strong> la tierra; bello<br />
hasta cansar mi corazón, Dios mío.<br />
Un pájaro remueve la espesura<br />
y luego, lento, en el azul se eleva,<br />
y el canto le sostiene y pacifica.<br />
Así mi voluntad, así mis ojos<br />
se levantan a ti; dame temprano<br />
la potestad <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el día.<br />
Despiértame, Señor, cada mañana,<br />
hasta que aprenda a amanecer, Dios mío,<br />
en la gran luz <strong>de</strong> la misericordia. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu<br />
misericordia.<br />
Salmo 91<br />
Alabanza <strong>de</strong>l Dios creador<br />
Este salmo canta las maravillas<br />
realizadas en Cristo (S. Atanasio)<br />
Es bueno dar gracias al Señor<br />
y tocar para tu nombre, oh Altísimo,<br />
proclamar por la mañana tu misericordia<br />
y <strong>de</strong> noche tu fi<strong>de</strong>lidad,<br />
con arpas <strong>de</strong> diez cuerdas y laú<strong>de</strong>s,<br />
sobre arpegios <strong>de</strong> cítaras.<br />
Tus acciones, Señor, son mi alegría,<br />
y mi júbilo, las obras <strong>de</strong> tus manos.<br />
¡Qué magníficas son tus obras, Señor,<br />
qué profundos tus <strong>de</strong>signios!<br />
El ignorante no los entien<strong>de</strong><br />
ni el necio se da cuenta.<br />
Aunque germinen como hierba los malvados<br />
y florezcan los malhechores,<br />
serán <strong>de</strong>struidos para siempre.<br />
Tú, en cambio, Señor,<br />
eres excelso por los siglos.<br />
Porque tus enemigos, Señor, perecerán,<br />
los malhechores serán dispersados;
pero a mí me das la fuerza <strong>de</strong> un búfalo<br />
y me unges con aceite nuevo.<br />
Mis ojos no temerán a mis enemigos,<br />
mis oídos escucharán su <strong>de</strong>rrota.<br />
El justo crecerá como una palmera,<br />
se alzará como un cedro <strong>de</strong>l Líbano:<br />
plantado en la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
crecerá en los atrios <strong>de</strong> nuestro Dios;<br />
en la vejez seguirá dando fruto<br />
y estará lozano y frondoso,<br />
para proclamar que el Señor es justo,<br />
que en mi Roca no existe la maldad.<br />
Ant. Es bueno tocar para tu nombre, oh Altísimo, y proclamar por la mañana tu<br />
misericordia.<br />
Ant. 2. Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo.<br />
Cántico Ez 36, 24-28<br />
Dios renovará a su pueblo<br />
Ellos serán su pueblo, y Dios estará<br />
con ellos y será su Dios (Ap 21, 3)<br />
Os recogeré <strong>de</strong> entre las naciones,<br />
os reuniré <strong>de</strong> todos los países,<br />
y os llevaré a vuestra tierra.<br />
Derramaré sobre vosotros un agua pura<br />
que os purificará:<br />
<strong>de</strong> todas vuestras inmundicias e idolatrías<br />
os he <strong>de</strong> purificar;<br />
y os daré un corazón nuevo,<br />
y os infundiré un espíritu nuevo;<br />
arrancaré <strong>de</strong> vuestra carne el corazón <strong>de</strong> piedra,<br />
y os daré un corazón <strong>de</strong> carne.<br />
Os infundiré mi espíritu,<br />
y haré que caminéis según mis preceptos,<br />
y que guardéis y cumpláis mis mandatos.<br />
Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres.<br />
Vosotros seréis mi pueblo,<br />
y yo seré vuestro Dios.<br />
Ant. Os daré un corazón nuevo, y os infundiré un espíritu nuevo.<br />
Ant. 3. De la boca <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> pecho, Señor, has sacado tu alabanza.<br />
Salmo 8<br />
Majestad <strong>de</strong>l Señor y dignidad <strong>de</strong>l hombre<br />
Todo lo puso bajo sus pies, y lo<br />
dio a la Iglesia, como cabeza, sobre<br />
todo (Ef 1, 22)
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.<br />
De la boca <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> pecho<br />
has sacado una alabanza contra tus enemigos,<br />
para reprimir al adversario y al rebel<strong>de</strong>.<br />
Cuando contemplo el cielo, obra <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>dos,<br />
la luna y las estrellas que has creado,<br />
¿qué es el hombre, para que te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> él,<br />
el ser humano, para darle po<strong>de</strong>r?<br />
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,<br />
lo coronaste <strong>de</strong> gloria y dignidad,<br />
le diste el mando sobre las obras <strong>de</strong> tus manos,<br />
todo lo sometiste bajo sus pies:<br />
rebaños <strong>de</strong> ovejas y toros,<br />
y hasta las bestias <strong>de</strong>l campo,<br />
las aves <strong>de</strong>l cielo, los peces <strong>de</strong>l mar,<br />
que trazan sendas por el mar.<br />
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Ant. De la boca <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> pecho, Señor, has sacado tu alabanza.<br />
LECTURA BREVE 2P 3, 13-15a<br />
Nosotros, confiando en la promesa <strong>de</strong>l Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra<br />
nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos<br />
acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e<br />
irreprochables. Consi<strong>de</strong>rad que la paciencia <strong>de</strong> Dios es nuestra salvación.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te aclamarán *Mis labios, Señor. Te aclamarán.<br />
V. Mi lengua recitará tu auxilio. * Mis labios, Señor. Gloria al Padre. Te aclamarán.<br />
Benedictus, ant. Guía nuestros pasos, Señor, por el camino <strong>de</strong> la paz.<br />
PRECES<br />
Adoremos a Dios, que por su Hijo ha dado vida y esperanza al mundo, y supliquémosle,<br />
diciendo:<br />
Escúchanos, Señor.<br />
Señor, Padre <strong>de</strong> todos, que nos has hecho llegar al comienzo <strong>de</strong> este día,<br />
-haz que toda nuestra vida, unida a la <strong>de</strong> Cristo, sea alabanza <strong>de</strong> tu gloria.
Que vivamos siempre arraigados en la fe, esperanza y caridad<br />
-que tú mismo has infundido en nuestras almas.<br />
Haz que nuestros ojos estén siempre levantados hacia ti,<br />
-para que respondamos con presteza a tus llamadas.<br />
Defién<strong>de</strong>nos <strong>de</strong> los engaños y seducciones <strong>de</strong>l mal,<br />
-y preserva nuestros pasos <strong>de</strong> todo pecado.<br />
Contentos por sabernos hijos <strong>de</strong> Dios, digamos a nuestro Padre: Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios omnipotente y eterno, luz resplan<strong>de</strong>ciente y día sin ocaso, al volver a comenzar<br />
un nuevo día, te pedimos que nos visites con el esplendor <strong>de</strong> tu luz y disipes así las<br />
tinieblas <strong>de</strong> nuestros pecados. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Hora intermedia<br />
Este mundo <strong>de</strong>l hombre, en que él se afana<br />
tras la felicidad que tanto ansía,<br />
tú lo vistes, Señor, <strong>de</strong> luz temprana<br />
y <strong>de</strong> radiante sol al mediodía.<br />
Así el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu presencia encierra<br />
el secreto más hondo <strong>de</strong> esta vida;<br />
un nuevo cielo y una nueva tierra<br />
colmarán nuestro anhelo sin medida.<br />
Po<strong>de</strong>roso Señor <strong>de</strong> nuestra historia,<br />
no tar<strong>de</strong>s en venir gloriosamente;<br />
tu luz resplan<strong>de</strong>ciente y tu victoria<br />
inun<strong>de</strong>n nuestra vida eternamente. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Que tu mano, Señor, me auxilie, ya que prefiero tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Salmo 118, 169-176<br />
XXII (Tau)<br />
Que llegue mi clamor a tu presencia,<br />
Señor, con tus palabras dame inteligencia;<br />
que mi súplica entre en tu presencia,<br />
líbrame según tu promesa;<br />
<strong>de</strong> mis labios brota la alabanza,<br />
porque me enseñaste tus leyes.<br />
Mi lengua canta tu fi<strong>de</strong>lidad,<br />
porque todos tus preceptos son justos;<br />
que tu mano me auxilie,<br />
ya que prefiero tus <strong>de</strong>cretos;<br />
ansío tu salvación, Señor;<br />
tu voluntad es mi <strong>de</strong>licia.<br />
Que mi alma viva para alabarte,<br />
que tus mandamientos me auxilien;<br />
me extravié como oveja perdida:<br />
busca a tu siervo, que no olvida tus mandatos.<br />
Ant. Que tu mano, Señor, me auxilie, ya que prefiero tus <strong>de</strong>cretos.<br />
Ant. 2. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre.<br />
Salmo 44<br />
Las nupcias <strong>de</strong>l Rey<br />
¡Que llega el Esposo, salid a<br />
recibirlo! (Mt 25, 6)<br />
I
Me brota <strong>de</strong>l corazón un poema bello,<br />
recito mis versos a un rey;<br />
mi lengua es ágil pluma <strong>de</strong> escribano.<br />
Eres el más bello <strong>de</strong> los hombres,<br />
en tus labios se <strong>de</strong>rrama la gracia,<br />
el Señor te bendice eternamente.<br />
Cíñete al flanco la espada, valiente:<br />
es tu gala y tu orgullo;<br />
cabalga victorioso por la verdad y la justicia,<br />
tu diestra te enseñe a realizar proezas.<br />
Tus flechas son agudas, los pueblos se te rin<strong>de</strong>n,<br />
se acobardan los enemigos <strong>de</strong>l rey.<br />
Tu trono ¡oh Dios! Permanece para siempre;<br />
cetro <strong>de</strong> rectitud es tu cetro real;<br />
has amado la justicia y odiado la impiedad:<br />
por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido<br />
con aceite <strong>de</strong> júbilo<br />
entre todos tus compañeros.<br />
A mirra, áloe y acacia huelen tus vestidos,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los palacios <strong>de</strong> marfiles te <strong>de</strong>leitan las arpas.<br />
Hijas <strong>de</strong> reyes salen a tu encuentro,<br />
<strong>de</strong> pie a tu <strong>de</strong>recha está la reina<br />
enjoyada con oro <strong>de</strong> Ofir.<br />
Ant. Tu trono, oh Dios, permanece para siempre.<br />
Ant. 3. Vi la nueva Jerusalén, arreglada como una novia que se adorna para su<br />
esposo.<br />
II<br />
Escucha, hija, mira: inclina el oído,<br />
olvida tu pueblo y la casa paterna:<br />
prendado está el rey <strong>de</strong> tu belleza,<br />
póstrate ante él, que él es tu Señor.<br />
La ciudad <strong>de</strong> Tiro viene con regalos,<br />
los pueblos más ricos buscan tu favor.<br />
Ya entra la princesa, bellísima,<br />
vestida <strong>de</strong> perlas y brocados;<br />
la llevan ante el rey, con séquito <strong>de</strong> vírgenes,<br />
la siguen sus compañeras:<br />
las traen entre alegría y algazara,<br />
van entrando en el palacio real.<br />
"A cambio <strong>de</strong> tus padres tendrás hijos,<br />
que nombrarás príncipes por toda la tierra,"<br />
Quiero hacer memorable tu nombre<br />
por generaciones y generaciones,<br />
y los pueblos te alabarán<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos.
Ant. Vi la nueva Jerusalén, arreglada como una novia que se adorna para su esposo.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Dn 6, 27b-28<br />
Nuestro Dios es el Dios vivo que permanece siempre. Su reino no será <strong>de</strong>struido, su<br />
imperio dura hasta el fin. Él salva y libra, hace signos y prodigios en el cielo y en la<br />
tierra.<br />
V. Rendíos, reconoced que yo soy Dios.<br />
R. Más alto que los pueblos, más alto que la tierra.<br />
Oración<br />
Señor Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, infún<strong>de</strong>nos la luz <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, para que,<br />
libres <strong>de</strong> toda adversidad, podamos alegrarnos siempre en tu alabanza. Por Jesucristo,<br />
nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Rm 15, 5-7<br />
Que Dios, fuente <strong>de</strong> toda paciencia y consuelo, os conceda estar <strong>de</strong> acuerdo entre<br />
vosotros, según Jesucristo, para que unánimes, a una voz, alabéis al Dios y Padre <strong>de</strong><br />
nuestro Señor Jesucristo. En una palabra, acogeos mutuamente, como Cristo os acogió<br />
para gloria <strong>de</strong> Dios.<br />
V. El Señor ama a su pueblo.<br />
R. Y adorna con la victoria a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Oración<br />
Señor, fuego ardiente <strong>de</strong> amor eterno, haz que, inflamados en tu amor, te amemos a ti<br />
sobre todas las cosas y a nuestro prójimo por amor tuyo. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Flp 4, 8. 9b<br />
Hermanos, todo lo que es verda<strong>de</strong>ro, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que<br />
es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y el Dios <strong>de</strong> la paz estará con vosotros.<br />
V. Te ensalzaré, Dios mío, mi rey.<br />
R. Ben<strong>de</strong>ciré tu nombre por siempre jamás.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestra oración y danos la abundancia <strong>de</strong> tu paz, para que, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberte servido durante toda nuestra<br />
vida, podamos presentarnos a ti sin temor alguno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN<br />
PARA ANTES DEL DESCANSO NOCTURNO<br />
COMPLETAS<br />
Común para todos los días<br />
V. Dios mío, ven en mi auxilio.<br />
R. Señor, date prisa en socorrerme.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Como era en el principio, ahora y<br />
siempre, por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén. Aleluya.<br />
EXAMEN DE CONCIENCIA<br />
En este momento es oportuno hacer examen <strong>de</strong> conciencia o revisión <strong>de</strong> la jornada, que en la<br />
celebración comunitaria pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse como en el acto penitencial <strong>de</strong> la misa:<br />
El que presi<strong>de</strong> dice:<br />
Hermanos: llegados al fin <strong>de</strong> esta jornada que Dios nos ha concedido, reconozcamos<br />
humil<strong>de</strong>mente nuestros pecados.<br />
Después se prosigue con una <strong>de</strong> las fórmulas siguientes:<br />
Primera fórmula:<br />
Yo confieso ante Dios todopo<strong>de</strong>roso<br />
y ante vosotros, hermanos,<br />
que he pecado mucho<br />
<strong>de</strong> pensamiento, palabra, obra y omisión.<br />
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.<br />
Por eso ruego a santa María, siempre Virgen,<br />
a los ángeles, a los santos<br />
y a vosotros, hermanos,<br />
que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.<br />
Segunda fórmula:<br />
V. Señor, ten misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
R. Porque hemos pecado contra ti<br />
V. Muéstranos, Señor, tu misericordia.<br />
R. Y danos tu salvación.<br />
Tercera fórmula:<br />
V. Tú que has sido enviado a sanar los corazones afligidos: Señor, ten piedad.<br />
R. Señor, ten piedad.<br />
V. Tú que has venido a llamar a los pecadores: Cristo, ten piedad.<br />
R. Cristo, ten piedad.<br />
V. Tú que estás sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l Padre para interce<strong>de</strong>r por nosotros: Señor,<br />
ten piedad.<br />
R. Señor, ten piedad.
Después <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las fórmulas:<br />
V. Dios todopo<strong>de</strong>roso tenga misericordia <strong>de</strong> nosotros, perdone nuestros pecados y<br />
nos lleve a la vida eterna.<br />
R. Amén.<br />
Hasta aquí, todos los días igual.<br />
HIMNO<br />
SÁBADO<br />
DESPUÉS DE LAS PRIMERAS VÍSPERAS<br />
DEL DOMINGO Y DE LAS SOLEMNIDADES<br />
El sueño, hermano <strong>de</strong> la muerte,<br />
a su <strong>de</strong>scanso nos convida;<br />
guárdanos tú, Señor, <strong>de</strong> suerte<br />
que <strong>de</strong>spertemos a la vida.<br />
Tu amor nos guía y nos repren<strong>de</strong><br />
y por nosotros se <strong>de</strong>svela,<br />
<strong>de</strong>l enemigo nos <strong>de</strong>fien<strong>de</strong><br />
y, mientras dormimos, nos vela.<br />
Te ofrecemos, humil<strong>de</strong>mente,<br />
dolor, trabajo y alegría;<br />
nuestra plegaria balbuciente:<br />
“Gracias, Señor, por este día.”<br />
Recibe, Padre, la alabanza<br />
<strong>de</strong>l corazón que en ti confía<br />
y alimenta nuestra esperanza<br />
<strong>de</strong> amanecer a tu gran Día.<br />
Gloria a Dios Padre, que nos hizo,<br />
gloria a Dios Hijo Salvador,<br />
gloria al Espíritu divino:<br />
tres Personas y un solo Dios. Amén<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Ten piedad <strong>de</strong> mí, Señor, y escucha mi oración.<br />
Salmo 4<br />
Acción <strong>de</strong> gracias<br />
El Señor hizo maravillas al<br />
resucitar a Jesucristo <strong>de</strong> entre los<br />
muertos (S. Agustín)<br />
Escúchame cuando te invoco, Dios, <strong>de</strong>fensor mío;<br />
tú que en el aprieto me diste anchura,<br />
ten piedad <strong>de</strong> mí y escucha mi oración.<br />
Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor,<br />
amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,<br />
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.<br />
Temblad y no pequéis,<br />
reflexionad en el silencio <strong>de</strong> vuestro lecho;<br />
ofreced sacrificios legítimos<br />
y confiad en el Señor.<br />
Hay muchos que dicen: “¿Quién nos hará ver la dicha,<br />
si la luz <strong>de</strong> tu rostro ha huido <strong>de</strong> nosotros?”<br />
Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría<br />
que si abundara en trigo y en vino.<br />
En paz me acuesto y en seguida me duermo,<br />
porque tú solo, Señor, me haces vivir tranquilo.<br />
Ant. Ten piedad <strong>de</strong> mí, Señor, y escucha mi oración.<br />
Ant. 2. Durante la noche, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
Salmo 133<br />
Oración vespertina en el templo<br />
Alabad al Señor, sus siervos<br />
todos, los que le teméis, pequeños<br />
y gran<strong>de</strong>s (Ap 19, 5)<br />
Y hora ben<strong>de</strong>cid al Señor,<br />
los siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
los que pasáis la noche<br />
en la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Levantad las manos hacia el santuario<br />
y ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
El Señor te bendiga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sión,<br />
el que hizo cielo y tierra.<br />
Ant. Durante la noche, ben<strong>de</strong>cid al Señor.<br />
LECTURA BREVE Dt 6, 4-7<br />
Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios,<br />
con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te<br />
digo quedarán en tu memoria, se las repetirás a tus hijos y hablarás <strong>de</strong> ellas estando en<br />
casa y yendo <strong>de</strong> camino, acostado y levantado.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A tus manos, Señor, *Encomiendo mi espíritu. A tus manos.<br />
V. Tú, el Dios leal, nos librarás. *Encomiendo mi espíritu. Gloria al Padre. A tus<br />
manos.<br />
CÁNTICO EVANGÉLICO<br />
Ant. Sálvanos, Señor, <strong>de</strong>spiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos<br />
con Cristo y <strong>de</strong>scansemos en paz.
Ahora, Señor, según tu promesa,<br />
pue<strong>de</strong>s <strong>de</strong>jar a tu siervo irse en paz.<br />
Nunc dimitis Lc 2, 29, 32<br />
Cristo, luz <strong>de</strong> las naciones y gloria <strong>de</strong> Israel<br />
Porque mis ojos han visto a tu Salvador,<br />
a quien has presentado a todos los pueblos:<br />
luz para alumbrar a las naciones<br />
y gloria <strong>de</strong> tu pueblo Israel.<br />
Gloria al Padre…<br />
Ant. Sálvanos, Señor, <strong>de</strong>spiertos, protégenos mientras dormimos, para que velemos<br />
con Cristo y <strong>de</strong>scansemos en paz.<br />
Oración<br />
Guárdanos, Señor, durante esta noche y haz que mañana, ya al clarear el nuevo día,<br />
la celebración <strong>de</strong>l domingo nos llene con la alegría <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> tu Hijo. Que<br />
vive y reina por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
Después <strong>de</strong> las I Vísperas <strong>de</strong> las solemnida<strong>de</strong>s que no coincidan en domingo:<br />
Visita, Señor, esta habitación: aleja <strong>de</strong> ella las insidias <strong>de</strong>l enemigo; que tus santos<br />
ángeles habiten en ella y nos guar<strong>de</strong>n en paz, y que tu bendición permanezca siempre<br />
con nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
DOMINGO<br />
DESPUÉS DE LAS SEGUNDAS VÍSPERAS<br />
DEL DOMINGO Y DE LAS SOLEMNIDADES<br />
Gracias, porque al fin <strong>de</strong>l día<br />
po<strong>de</strong>mos agra<strong>de</strong>certe<br />
los méritos <strong>de</strong> tu muerte,<br />
y el pan <strong>de</strong> la eucaristía,<br />
la plenitud <strong>de</strong> alegría<br />
<strong>de</strong> haber vivido tu alianza,<br />
la fe, el amor, la esperanza<br />
y esta bondad en tu empeño<br />
<strong>de</strong> convertir nuestro sueño<br />
en una humil<strong>de</strong> alabanza.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Nos cubren las tinieblas<br />
con su intangible velo;<br />
nos acosa la noche con sus ojos,<br />
y reza el pensamiento.<br />
Los astros en tus bóvedas,<br />
Señor <strong>de</strong>l universo,<br />
vigilarán lo oscuro,<br />
vigilarán el sueño.<br />
Nosotros dormiremos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
I<br />
II<br />
Ant. Al amparo <strong>de</strong>l Altísimo no temo el espanto nocturno.<br />
Salmo 90<br />
A la sombra <strong>de</strong>l Omnipotente<br />
Os he dado potestad para<br />
pisotear serpientes y escorpiones<br />
(Lc 10, 19)<br />
Tú que habitas al amparo <strong>de</strong>l Altísimo,<br />
que vives a la sombra <strong>de</strong>l Omnipotente,<br />
di al Señor: “Refugio mío, alcázar mío,<br />
Dios mío, confío en ti.”<br />
Él te librará <strong>de</strong> la red <strong>de</strong>l cazador,<br />
<strong>de</strong> la peste funesta.
Te cubrirá con sus plumas,<br />
bajo sus alas te refugiarás:<br />
su brazo es escudo y armadura.<br />
No temerás el espanto nocturno,<br />
ni la flecha que vuela <strong>de</strong> día,<br />
ni la peste que se <strong>de</strong>sliza en las tinieblas,<br />
ni la epi<strong>de</strong>mia que <strong>de</strong>vasta a mediodía.<br />
Caerán a tu izquierda mil,<br />
diez mil a tu <strong>de</strong>recha;<br />
a ti no te alcanzará.<br />
Nada más mirar con tus ojos,<br />
verás la paga <strong>de</strong> los malvados,<br />
porque hiciste <strong>de</strong>l Señor tu refugio,<br />
tomaste al Altísimo por <strong>de</strong>fensa.<br />
No se te acercará la <strong>de</strong>sgracia,<br />
ni la plaga llegará hasta tu tienda,<br />
porque a sus ángeles ha dado ór<strong>de</strong>nes<br />
para que te guar<strong>de</strong>n en tus caminos;<br />
te llevarán en sus palmas,<br />
para que tu pie no tropiece en la piedra;<br />
caminarás sobre áspi<strong>de</strong>s y víboras,<br />
pisotearás leones y dragones.<br />
“Se puso junto a mí: lo libraré;<br />
lo protegeré porque conoce mi nombre,<br />
me invocará y lo escucharé.<br />
Con él estaré en la tribulación,<br />
lo <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>ré, lo glorificaré,<br />
lo saciaré <strong>de</strong> largos días<br />
y le haré ver mi salvación.”<br />
Ant. Al amparo <strong>de</strong>l Altísimo no temo el espanto nocturno.<br />
LECTURA BREVE Ap 22, 4-5<br />
Verán al Señor cara a cara y llevarán su nombre en la frente. Ya no habrá más noche,<br />
ni necesitarán luz <strong>de</strong> lámpara o <strong>de</strong>l sol, porque el Señor Dios irradiará luz sobre ellos, y<br />
reinarán por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Humil<strong>de</strong>mente te pedimos, Señor, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber celebrado en este día los<br />
misterios <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> tu Hijo, sin temor alguno, <strong>de</strong>scansemos en tu paz y<br />
mañana nos levantemos alegres para cantar nuevamente tus alabanzas. Por Jesucristo,<br />
nuestro Señor.
Después <strong>de</strong> las II Vísperas <strong>de</strong> las solemnida<strong>de</strong>s que no coincidan en domingo:<br />
Visita, Señor, esta habitación: aleja <strong>de</strong> ella las insidias <strong>de</strong>l enemigo; que tus santos<br />
ángeles habiten en ella y nos guar<strong>de</strong>n en paz, y que tu bendición permanezca siempre<br />
con nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
De la vida en la arena<br />
me llevas <strong>de</strong> la mano<br />
al puerto más cercano,<br />
al agua más serena.<br />
El corazón se llena,<br />
Señor, <strong>de</strong> tu ternura;<br />
y es la noche más pura<br />
y la ruta más bella<br />
porque tú estás en ella,<br />
sea clara u oscura.<br />
La noche misteriosa<br />
acerca a lo escondido;<br />
el sueño es el olvido<br />
don<strong>de</strong> la paz se posa.<br />
Y esa paz es la rosa<br />
<strong>de</strong> los vientos. Velero,<br />
inquieto marinero,<br />
ya mi timón preparo<br />
-tú el mar y el cielo clarohacia<br />
el alba que espero.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
LUNES<br />
Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.<br />
Salmo 85<br />
Oración <strong>de</strong> un pobre ante las adversida<strong>de</strong>s<br />
Bendito sea Dios, que nos alienta<br />
en nuestras luchas (2Co 1, 3-4)<br />
Inclina tu oído, Señor; escúchame,<br />
que soy un pobre <strong>de</strong>samparado;<br />
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;<br />
salva a tu siervo, que confía en ti.<br />
Tú eres mi Dios, piedad <strong>de</strong> mí, Señor,<br />
que a ti te estoy llamando todo el día;<br />
alegra el alma <strong>de</strong> tu siervo,<br />
pues levanto mi alma hacia ti;<br />
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,<br />
rico en misericordia con los que te invocan.<br />
Señor, escucha mi oración,<br />
atien<strong>de</strong> a la voz <strong>de</strong> mi súplica.
En el día <strong>de</strong>l peligro te llamo,<br />
y tú me escuchas.<br />
No tienes igual entre los dioses, Señor,<br />
ni hay obras como las tuyas.<br />
Todos los pueblos vendrán<br />
a postrarse en tu presencia, Señor;<br />
ben<strong>de</strong>cirán tu nombre:<br />
"Gran<strong>de</strong> eres tú, y haces maravillas;<br />
tú eres el único Dios."<br />
Enséñame, Señor, tu camino,<br />
para que siga tu verdad;<br />
mantén mi corazón entero<br />
en el temor <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Te alabaré <strong>de</strong> todo corazón, Dios mío;<br />
daré gloria a tu nombre por siempre,<br />
por tu gran piedad para conmigo,<br />
porque me salvaste <strong>de</strong>l abismo profundo.<br />
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,<br />
una banda <strong>de</strong> insolentes atenta contra mi vida,<br />
sin tenerte en cuenta a ti.<br />
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,<br />
lento a la cólera, rico en piedad y leal,<br />
mírame, ten compasión <strong>de</strong> mí.<br />
Da fuerza a tu siervo,<br />
salva al hijo <strong>de</strong> tu esclava,<br />
dame una señal propicia,<br />
que la vean mis adversarios y se avergüencen,<br />
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.<br />
Ant. Tú, Señor, eres clemente y rico en misericordia.<br />
LECTURA BREVE 1Ts 5, 9-10<br />
Dios nos ha <strong>de</strong>stinado a obtener la salvación por medio <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo;<br />
él murió por nosotros, para que, <strong>de</strong>spiertos o dormidos, vivamos con él.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, a nuestros cuerpos fatigados el <strong>de</strong>scanso necesario, y haz que la<br />
simiente <strong>de</strong>l reino, que con nuestro trabajo hemos sembrado hoy, crezca y germine para<br />
la cosecha <strong>de</strong> la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
Tiembla el frío <strong>de</strong> los astros,<br />
y el silencio <strong>de</strong> los montes<br />
duerme sin fin. (Sólo el agua<br />
<strong>de</strong> mi corazón se oye.)<br />
Su dulce latir, ¡tan <strong>de</strong>ntro!,<br />
calladamente respon<strong>de</strong><br />
a la soledad inmensa<br />
<strong>de</strong> algo que late en la noche.<br />
Somos tuyos, tuyos, tuyos;<br />
somos, Señor, ese insomne<br />
temblor <strong>de</strong>l agua nocturna,<br />
más limpia <strong>de</strong>spués que corre.<br />
¡Agua en reposo viviente,<br />
que vuelve a ser pura y joven<br />
con una esperanza! (Sólo<br />
en mi alma sonar se oye.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
MARTES<br />
Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.<br />
Salmo 142, 1-11<br />
Lamentación y súplica ante la angustia<br />
El hombre no se justifica por<br />
cumplir la ley, sino por creer en<br />
Cristo Jesús (Ga 2, 16)<br />
Señor, escucha mi oración;<br />
tú, que eres fiel, atien<strong>de</strong> a mi súplica;<br />
tú, que eres justo, escúchame.<br />
No llames a juicio a tu siervo,<br />
pues ningún hombre vivo es inocente frente a ti.<br />
El enemigo me persigue a muerte,<br />
empuja mi vida al sepulcro,<br />
me confina a las tinieblas<br />
como a los muertos ya olvidados.<br />
Mi aliento <strong>de</strong>sfallece,<br />
mi corazón <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí está yerto.<br />
Recuerdo los tiempos antiguos,<br />
medito todas tus acciones,<br />
consi<strong>de</strong>ro las obras <strong>de</strong> tus manos
y extiendo mis brazos hacia ti:<br />
tengo sed ti como tierra reseca.<br />
Escúchame enseguida, Señor,<br />
que me falta el aliento.<br />
No me escondas tu rostro,<br />
igual que a los que bajan a la fosa.<br />
En la mañana hazme escuchar tu gracia,<br />
ya que confío en ti.<br />
Indícame el camino que he <strong>de</strong> seguir,<br />
pues levanto mi alma a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong>l enemigo, Señor,<br />
que me refugio en ti.<br />
Enséñame a cumplir tu voluntad,<br />
ya que tú eres mi Dios.<br />
Tu espíritu, que es bueno,<br />
me guíe por tierra llana.<br />
Por tu nombre, Señor, consérvame vivo;<br />
por tu clemencia, sácame <strong>de</strong> la angustia.<br />
Ant. No me escondas tu rostro, ya que confío en ti.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 8-9<br />
Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda<br />
buscando a quien <strong>de</strong>vorar; resistidle firmes en la fe.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Ilumina, Señor, nuestra noche y concé<strong>de</strong>nos un <strong>de</strong>scanso tranquilo; que mañana nos<br />
levantemos en tu nombre y podamos contemplar, con salud y gozo, el clarear <strong>de</strong>l nuevo<br />
día. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
Tras las cimas más altas,<br />
todas las noches<br />
mi corazón te sueña,<br />
no te conoce.<br />
¿Entre qué manos, dime,<br />
duerme la noche,<br />
la música en la brisa,<br />
mi amor en dón<strong>de</strong>?<br />
¿La infancia <strong>de</strong> mis ojos<br />
y el leve roce<br />
<strong>de</strong> la sangre en mis venas,<br />
Señor, en dón<strong>de</strong>?<br />
Lo mismo que las nubes,<br />
y más veloces,<br />
¿las horas <strong>de</strong> mi infancia,<br />
Señor, en dón<strong>de</strong>?<br />
Tras las cimas más altas,<br />
todas las noches<br />
mi corazón te sueña,<br />
no te conoce.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
SALMODIA<br />
MIÉRCOLES<br />
Ant. 1. Sé tú, Señor, la roca <strong>de</strong> mi refugio, un baluarte don<strong>de</strong> me salve.<br />
Salmo 30<br />
Súplica confiada <strong>de</strong> un afligido<br />
Padre, a tus manos encomiendo<br />
mi espíritu (Lc 23, 46)<br />
A ti, Señor, me acojo:<br />
no que<strong>de</strong> yo nunca <strong>de</strong>fraudado;<br />
tú, que eres justo, ponme a salvo,<br />
inclina tu oído hacia mí;<br />
ven aprisa a librarme,<br />
sé la roca <strong>de</strong> mi refugio,<br />
un baluarte don<strong>de</strong> me salve,<br />
tú que eres mi roca y mi baluarte;<br />
por tu nombre dirígeme y guíame:<br />
sácame <strong>de</strong> la red que me han tendido,<br />
porque tú eres mi amparo.
A tus manos encomiendo mi espíritu:<br />
tú, el Dios leal, me librarás.<br />
Ant. Sé tú, Señor, la roca <strong>de</strong> mi refugio, un baluarte don<strong>de</strong> me salve.<br />
Ant. 2. Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor. †<br />
Salmo 129<br />
Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor<br />
Él salvará a su pueblo <strong>de</strong> los<br />
pecados (Mt 1, 21)<br />
Des<strong>de</strong> lo hon<strong>de</strong> a ti grito, Señor;<br />
† Señor, escucha mi voz;<br />
estén tus oídos atentos<br />
a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor,<br />
¿quién podrá resistir?<br />
Pero <strong>de</strong> ti proce<strong>de</strong> el perdón,<br />
y así infun<strong>de</strong>s respeto.<br />
Mi alma espera en el Señor,<br />
espera en su palabra;<br />
mi alma aguarda al Señor,<br />
más que el centinela la aurora.<br />
Aguar<strong>de</strong> Israel al Señor,<br />
como el centinela la aurora;<br />
porque <strong>de</strong>l Señor viene la misericordia,<br />
la re<strong>de</strong>nción copiosa;<br />
y él redimirá a Israel<br />
<strong>de</strong> todos sus <strong>de</strong>litos.<br />
Ant. Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 26-27<br />
No lleguéis a pecar; que la puesta <strong>de</strong>l sol no os sorprenda en vuestro enojo. No <strong>de</strong>jéis<br />
resquicio al diablo.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Señor Jesucristo, que eres manso y humil<strong>de</strong> <strong>de</strong> corazón y ofreces a los que vienen a ti<br />
un yugo lleva<strong>de</strong>ro y una carga ligera, dígnate, pues, aceptar los <strong>de</strong>seos y las acciones <strong>de</strong>l<br />
día que hemos terminado; que podamos <strong>de</strong>scansar durante la noche para que así,<br />
renovado nuestro cuerpo y nuestro espíritu, perseveremos constantes en tu servicio. Tú<br />
que vives y reinas por los siglos <strong>de</strong> los siglos.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
Como el niño que no sabe dormirse<br />
sin cogerse a la mano <strong>de</strong> su madre,<br />
así mi corazón viene a ponerse<br />
sobre tus manos al caer la tar<strong>de</strong>.<br />
Como el niño que sabe que alguien vela<br />
su sueño <strong>de</strong> inocencia y esperanza,<br />
así <strong>de</strong>scansará mi alma segura,<br />
sabiendo que eres tú quien nos aguarda.<br />
Tú endulzarás mi última amargura,<br />
tú aliviarás el último cansancio,<br />
tú cuidarás los sueños <strong>de</strong> la noche,<br />
tú borrarás las huellas <strong>de</strong> mi llanto.<br />
Tú nos darás mañana nuevamente<br />
la antorcha <strong>de</strong> la luz y la alegría,<br />
y, por las horas que te traigo muertas,<br />
tú me darás una mañana viva. Amén.<br />
SALMODIA<br />
JUEVES<br />
Ant. Mi carne <strong>de</strong>scansa serena.<br />
Salmo 15<br />
El Señor es el lote <strong>de</strong> mi heredad<br />
Dios resucitó a Jesús rompiendo<br />
las ataduras <strong>de</strong> la muerte (Hch 2, 24)<br />
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;<br />
yo digo al Señor: " Tú eres mi bien."<br />
Los dioses y señores <strong>de</strong> la tierra<br />
no me satisfacen.<br />
Multiplican las estatuas<br />
<strong>de</strong> dioses extraños;<br />
no <strong>de</strong>rramaré sus libaciones con mis manos,<br />
ni tomaré sus nombres en mis labios.<br />
El Señor es el lote <strong>de</strong> mi heredad y mi copa;<br />
mi suerte está en tu mano:<br />
me ha tocado un lote hermoso,<br />
me encanta mi heredad.<br />
Ben<strong>de</strong>ciré al Señor, que aconseja,<br />
hasta <strong>de</strong> noche me instruye internamente.<br />
Tengo siempre presente al Señor,<br />
con él a mi <strong>de</strong>recha no vacilaré.<br />
Por eso se me alegra el corazón,<br />
se gozan mis entrañas,
y mi carne <strong>de</strong>scansa serena.<br />
Porque no me entregarás a la muerte,<br />
ni <strong>de</strong>jarás a tu fiel conocer la corrupción.<br />
Me enseñarás el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> la vida,<br />
me saciará <strong>de</strong> gozo en tu presencia,<br />
<strong>de</strong> alegría perpetua a tu <strong>de</strong>recha.<br />
Ant. Mi carne <strong>de</strong>scansa serena.<br />
LECTURA BREVE 1Ts 5, 23<br />
Que el mismo Dios <strong>de</strong> la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu,<br />
alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, concé<strong>de</strong>nos un <strong>de</strong>scanso tranquilo que restaure nuestras fuerzas,<br />
<strong>de</strong>sgastadas ahora por el trabajo <strong>de</strong>l día, así, fortalecidos con tu ayuda, te serviremos<br />
siempre con todo nuestro cuerpo y nuestro espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
HIMNO<br />
Antes <strong>de</strong> cerrar los ojos,<br />
los labios y el corazón,<br />
al final <strong>de</strong> la jornada,<br />
¡buenas noches!, Padre Dios.<br />
Gracias por todas las gracias<br />
que nos ha dado tu amor;<br />
si muchas son nuestras <strong>de</strong>udas,<br />
infinito es tu perdón.<br />
Mañana te serviremos,<br />
en tu presencia, mejor.<br />
A la sombra <strong>de</strong> tus alas,<br />
Padre nuestro, abríganos.<br />
Quédate junto a nosotros<br />
y danos tu bendición.<br />
Antes <strong>de</strong> cerrar los ojos,<br />
los labios y el corazón,<br />
al final <strong>de</strong> la jornada,<br />
¡buenas noches!, Padre Dios.<br />
Gloria al Padre omnipotente,<br />
gloria al Hijo Re<strong>de</strong>ntor,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>:<br />
tres Personas, sólo un Dios. Amén.<br />
SALMODIA<br />
VIERNES<br />
Ant. Señor, Dios mío, <strong>de</strong> día te pido auxilio, <strong>de</strong> noche grito en tu presencia. †<br />
Oración <strong>de</strong> un hombre gravemente enfermo<br />
Esta es vuestra hora: la <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
las tinieblas (Lc 22, 53)<br />
Señor, Dios mío, <strong>de</strong> día te pido auxilio,<br />
<strong>de</strong> noche grito en tu presencia;<br />
† llegue hasta ti mi súplica,<br />
inclina tu oído a mi clamor.<br />
Porque mi alma está colmada <strong>de</strong> <strong>de</strong>sdichas,<br />
y mi vida está al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l abismo;<br />
ya me cuentan con los que bajan a la fosa,<br />
soy como un inválido.<br />
Tengo mi cama entre los muertos,<br />
como los caídos que yacen en el sepulcro,<br />
<strong>de</strong> los cuales ya no guardas memoria,<br />
porque fueron arrancados <strong>de</strong> tu mano.<br />
Me has colocado en lo hondo <strong>de</strong> la fosa,<br />
en las tinieblas <strong>de</strong>l fondo;
tu cólera pesa sobre mí,<br />
me echas encima todas tus olas.<br />
Has alejado <strong>de</strong> mí a mis conocidos,<br />
me has hecho repugnante para ellos:<br />
encerrado, no puedo salir,<br />
y los ojos se me nublan <strong>de</strong> pesar.<br />
Todo el día te estoy invocando,<br />
tendiendo las manos hacia ti.<br />
¿Harás tú maravillas por los muertos?<br />
¿Se alzarán las sombras para darte gracias?<br />
¿Se anuncia en el sepulcro tu misericordia,<br />
o tu fi<strong>de</strong>lidad en el reino <strong>de</strong> la muerte?<br />
¿Se conocen tus maravillas en la tiniebla,<br />
o tu justicia en el país <strong>de</strong>l olvido?<br />
Pero yo te pido auxilio,<br />
por la mañana irá a tu encuentro mi súplica.<br />
¿Por qué, Señor, me rechazas<br />
y me escon<strong>de</strong>s tu rostro?<br />
Des<strong>de</strong> niño fui <strong>de</strong>sgraciado y enfermo,<br />
me doblo bajo el peso <strong>de</strong> tus terrores,<br />
pasó sobre mí tu incendio,<br />
tus espantos me han consumido:<br />
me ro<strong>de</strong>an como las aguas todo el día,<br />
me envuelven todos a una;<br />
alejaste <strong>de</strong> mí amigos y compañeros:<br />
mi compañía son las tinieblas.<br />
Ant. Señor, Dios mío, <strong>de</strong> día te pido auxilio, <strong>de</strong> noche grito en tu presencia.<br />
LECTURA BREVE Jr 14, 9<br />
Tú estás en medio <strong>de</strong> nosotros, Señor; tu nombre ha sido invocado sobre nosotros: no<br />
nos abandones, Señor, Dios nuestro.<br />
El responsorio breve y el cántico evangélico con su antífona como las Completas <strong>de</strong>l sábado.<br />
Oración<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso: ya que con nuestro <strong>de</strong>scanso vamos a imitar a tu Hijo que<br />
reposó en el sepulcro, te pedimos que, al levantarnos mañana, le imitemos también<br />
resucitando a una vida nueva. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
CONCLUSIÓN<br />
El Señor todopo<strong>de</strong>roso nos conceda una noche tranquila y una muerte santa.<br />
R. Amén.<br />
Antífona final a la Santísima Virgen María, al final <strong>de</strong> Completas.
Antífonas finales a la Santísima Virgen María<br />
I<br />
Dios te salve, Reina y Madre <strong>de</strong> misericordia,<br />
vida, dulzura y esperanza nuestra;<br />
Dios te salve.<br />
A ti llamamos los <strong>de</strong>sterrados hijos <strong>de</strong> Eva;<br />
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,<br />
en este valle <strong>de</strong> lágrimas.<br />
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,<br />
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,<br />
y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este <strong>de</strong>stierro,<br />
muéstranos a Jesús, fruto bendito <strong>de</strong> tu vientre.<br />
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!<br />
Madre <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor, virgen fecunda,<br />
puerta <strong>de</strong>l cielo siempre abierta,<br />
estrella <strong>de</strong>l mar,<br />
ven a librar al pueblo que tropieza<br />
y quiere levantarse.<br />
Ante la admiración <strong>de</strong> cielo y tierra,<br />
engendraste a tu santo Creador,<br />
y permaneces siempre virgen.<br />
Recibe el saludo <strong>de</strong>l ángel Gabriel,<br />
y ten piedad <strong>de</strong> nosotros, pecadores.<br />
Salve, Reina <strong>de</strong> los cielos<br />
y Señora <strong>de</strong> los ángeles;<br />
salve, raíz; salve, puerta,<br />
que dio paso a nuestra luz.<br />
Alégrate, virgen gloriosa,<br />
entre todas, la más bella,<br />
salve, oh hermosa doncella,<br />
ruega a Cristo por nosotros.<br />
II<br />
III<br />
IV<br />
Bajo tu protección nos acogemos,<br />
santa Madre <strong>de</strong> Dios;<br />
no <strong>de</strong>seches las súplicas<br />
que te dirigimos en nuestras necesida<strong>de</strong>s;<br />
antes bien, líbranos siempre <strong>de</strong> todo peligro,<br />
oh Virgen gloriosa y bendita.
SALMODIA COMPLEMENTARIA<br />
PARA TERCIA, SEXTA Y NONA<br />
Serie I (Tercia)<br />
Ant.1. Llamé al Señor, y él me respondió.<br />
En mi aflicción llamé al Señor,<br />
y él me respondió.<br />
Líbrame, Señor, <strong>de</strong> los labios mentirosos,<br />
<strong>de</strong> la lengua traidora.<br />
¿Qué te va a dar o a mandarte Dios,<br />
lengua traidora?<br />
Flechas <strong>de</strong> arquero,<br />
afiladas con ascua <strong>de</strong> retama.<br />
Salmo 119<br />
Deseo <strong>de</strong> la paz<br />
¡Ay <strong>de</strong> mí, <strong>de</strong>sterrado en Masac,<br />
acampado en Cadar!<br />
Demasiado llevo viviendo<br />
con los que odian la paz;<br />
cuando yo digo: “Paz”,<br />
ellos dicen: “Guerra”.<br />
Ant. Llamé al Señor, y él me respondió.<br />
Ant. 2. El Señor guar<strong>de</strong> tus entradas y salidas.<br />
Salmo 120<br />
El guardián <strong>de</strong>l pueblo<br />
Levanto mis ojos a los montes:<br />
¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> me vendrá el auxilio?<br />
El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo el cielo y la tierra.<br />
No permitirá que resbale tu pie,<br />
tu guardián no duerme;<br />
no duerme ni reposa<br />
el guardián <strong>de</strong> Israel.<br />
El Señor te guarda a su sombra,<br />
está a tu <strong>de</strong>recha;<br />
<strong>de</strong> día el sol no te hará daño,<br />
ni la luna <strong>de</strong> noche.<br />
Estad firmes en la tribulación, sed<br />
asiduos en la oración (Rm 12, 12)<br />
Ya no pasarán hambre ni sed,<br />
no les hará daño el sol ni el<br />
bochorno (Ap 7, 16)
El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal,<br />
él guarda tu alma;<br />
el Señor guarda tus entradas y salidas,<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. El Señor guar<strong>de</strong> tus entradas y salidas.<br />
Ant. 3. Me he alegrado por lo que me dijeron.<br />
Salmo 121<br />
La ciudad santa <strong>de</strong> Jerusalén<br />
Os habéis acercado al monte<br />
Sión, ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo,<br />
Jerusalén <strong>de</strong>l cielo (Hb 12, 22)<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Me he alegrado por lo que me dijeron.<br />
Serie II (Sexta)<br />
Ant. 1. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
Salmo 122<br />
El Señor, esperanza <strong>de</strong>l pueblo<br />
A ti levanto mis ojos,<br />
a ti que habitas en el cielo.<br />
Dos ciegos… se pusieron a<br />
gritar: “¡Ten compasión <strong>de</strong> nosotros,<br />
Señor, Hijo <strong>de</strong> David!” (Mt 20, 30)
Como están los ojos <strong>de</strong> los esclavos<br />
fijos en las manos <strong>de</strong> sus señores,<br />
como están los ojos <strong>de</strong> la esclava<br />
fijos en las manos <strong>de</strong> su señora,<br />
así están nuestros ojos<br />
en el Señor, Dios nuestro,<br />
esperando su misericordia.<br />
Misericordia, Señor, misericordia,<br />
que estamos saciados <strong>de</strong> <strong>de</strong>sprecios;<br />
nuestra alma está saciada<br />
<strong>de</strong>l sarcasmo <strong>de</strong> los satisfechos,<br />
<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sprecio <strong>de</strong> los orgullosos.<br />
Ant. Tú que habitas en el cielo, ten misericordia <strong>de</strong> nosotros.<br />
Ant. 2. Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 123<br />
Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor<br />
Dijo el Señor a Pablo: “No<br />
temas…, que yo estoy contigo”<br />
(Hch 18, 9.10)<br />
Si el Señor no hubiera estado <strong>de</strong> nuestra parte<br />
-que lo diga Israel-,<br />
si el Señor no hubiera estado <strong>de</strong> nuestra parte,<br />
cuando nos asaltaban los hombres,<br />
nos habrían tragado vivos:<br />
tanto ardía su ira contra nosotros.<br />
Nos habrán arrollado las aguas,<br />
llegándonos el torrente hasta el cuello;<br />
nos habrían llegado hasta el cuello<br />
las aguas espumantes.<br />
Bendito el Señor, que no nos entregó<br />
en presa a sus dientes;<br />
hemos salvado la vida como un pájaro<br />
<strong>de</strong> la trampa <strong>de</strong>l cazador:<br />
la trampa se rompió, y escapamos.<br />
Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo cielo y la tierra.<br />
Ant. Nuestro auxilio es el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. El Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo ahora y por siempre.<br />
Salmo 124<br />
El Señor vela por su pueblo<br />
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:<br />
no tiembla, está asentado para siempre.<br />
Paz sobre el Israel <strong>de</strong> Dios<br />
(Ga 6, 16)
Jerusalén está ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> montañas,<br />
y el Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo<br />
ahora y por siempre.<br />
No pesará el cetro <strong>de</strong> los malvados<br />
sobre el lote <strong>de</strong> los justos,<br />
no sea que los justos extiendan<br />
su mano a la maldad.<br />
Señor, conce<strong>de</strong> bienes a los buenos,<br />
a los sinceros <strong>de</strong> corazón;<br />
y a los que se <strong>de</strong>svían por sendas tortuosas,<br />
que los rechace el Señor con los malhechores.<br />
¡Paz a Israel!<br />
Ant. El Señor ro<strong>de</strong>a a su pueblo ahora y por siempre.<br />
Serie III (Nona)<br />
Ant. 1. El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros, y estamos alegres.<br />
Salmo 125<br />
Dios, alegría y esperanza nuestra<br />
Cuando el Señor cambió la suerte <strong>de</strong> Sión,<br />
nos parecía soñar:<br />
la boca se nos llenaba <strong>de</strong> risas,<br />
la lengua <strong>de</strong> cantares.<br />
Hasta los gentiles <strong>de</strong>cían:<br />
"El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con ellos."<br />
El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros,<br />
y estamos alegres.<br />
Que el Señor cambie nuestra suerte,<br />
como los torrentes <strong>de</strong>l Negueb.<br />
Los que sembraban con lágrimas<br />
cosechan entre cantares.<br />
Si sois compañeros en el sufrir,<br />
también lo sois en el buen ánimo<br />
(2Co 1, 7)<br />
Al ir, iba llorando,<br />
llevando la semilla;<br />
al volver, vuelve cantando,<br />
trayendo sus gavillas.<br />
Ant. El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros, y estamos alegres.<br />
Ant. 2. El Señor nos construya la casa y nos guar<strong>de</strong> la ciudad.<br />
Salmo 126<br />
El esfuerzo humano es inútil sin Dios<br />
Sois edificio <strong>de</strong> Dios (1Co 3, 9)
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. El Señor nos construya la casa y nos guar<strong>de</strong> la ciudad.<br />
Ant. 3. Dichoso el que teme al Señor. †<br />
Salmo 127<br />
Paz doméstica en el hogar <strong>de</strong>l justo<br />
“Que el Señor te bendiga <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
Sión”, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su Iglesia<br />
(Arnobio)<br />
Dichoso el que teme al Señor<br />
† y sigue sus caminos.<br />
Comerás <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong> tu trabajo,<br />
serás dichoso, te irá bien;<br />
tu mujer, como parra fecunda,<br />
en medio <strong>de</strong> tu casa,<br />
tus hijos, como renuevos <strong>de</strong> olivo,<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> tu mesa:<br />
ésta es la bendición <strong>de</strong>l hombre<br />
que teme al Señor.<br />
Que el Señor te bendiga <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Sión,<br />
que veas la prosperidad <strong>de</strong> Jerusalén<br />
todos los días <strong>de</strong> tu vida;<br />
que veas a los hijos <strong>de</strong> tus hijos.<br />
¡Paz a Israel!<br />
Ant. Dichoso el que teme al Señor.
PROPIO DE LOS SANTOS<br />
ENERO<br />
17 <strong>de</strong> enero<br />
SAN ANTONIO, ABAD<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santos varones: para los religiosos (ver común religiosos)<br />
Oración<br />
Señor y Dios nuestro, que llamaste al <strong>de</strong>sierto a san Antonio, abad, para que te<br />
sirviera con una vida santa, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que sepamos negarnos a<br />
nosotros mismos para amarte a ti siempre sobre todas las cosas. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> vírgenes.<br />
21 <strong>de</strong> enero<br />
SANTA INÉS, VIRGEN Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Mi Señor Jesucristo ha puesto en mi <strong>de</strong>do el anillo nupcial y ha colocado<br />
sobre mi cabeza la corona <strong>de</strong> esposa.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Estoy <strong>de</strong>sposada con aquel a quien sirven los ángeles y cuya belleza admiran<br />
el sol y la luna.<br />
Ant. 3. Alegraos conmigo y felicitadme, porque he obtenido un trono resplan<strong>de</strong>ciente<br />
en la asamblea <strong>de</strong> los santos.<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5<br />
¡Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, Padre <strong>de</strong> misericordia y Dios<br />
<strong>de</strong>l consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r nosotros alentar a<br />
los <strong>de</strong>más en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos <strong>de</strong><br />
Dios. Si los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en<br />
proporción nuestro ánimo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios la socorre *Al <strong>de</strong>spuntar la aurora. Dios.<br />
V. Teniendo a Dios en medio, no vacila. *Al <strong>de</strong>spuntar la aurora. Gloria al Padre.<br />
Dios.<br />
Benedictus, ant. Al que <strong>de</strong>seé, ya lo veo; al que esperaba, ya lo poseo; estoy unida en<br />
el cielo con aquel que amé ardientemente en la tierra.
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que eliges a los débiles para confundir a los fuertes <strong>de</strong><br />
este mundo, concé<strong>de</strong>nos a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tu mártir santa Inés, imitar<br />
la firmeza <strong>de</strong> su fe. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Esta virgen cristiana no temió las amenazas ni se <strong>de</strong>jó seducir con halagos.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
Ant. 2. A él solo guardo fi<strong>de</strong>lidad; a él solo me entrego con todo mi ser.<br />
Ant. 3. Te bendigo, Padre <strong>de</strong> mi Señor Jesucristo, porque has dado a tu sierva la<br />
victoria por medio <strong>de</strong> tu Hijo.<br />
LECTURA BREVE 1P 4, 13-14<br />
Queridos hermanos, estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo,<br />
para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo. Si os ultrajan por el nombre<br />
<strong>de</strong> Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu <strong>de</strong> la gloria, el Espíritu <strong>de</strong> Dios, reposa<br />
sobre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. Dios.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. *Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. Dios.<br />
Magníficat, ant. Santa Inés, con las manos extendidas, oraba: “Padre santo, imploro<br />
tu ayuda; siempre te he amado, te he buscado, te he <strong>de</strong>seado, y ahora vengo a ti.”<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
23 <strong>de</strong> enero<br />
SAN ILDEFONSO, OBISPO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, que hiciste a san Il<strong>de</strong>fonso insigne <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> la virginidad <strong>de</strong><br />
María, conce<strong>de</strong> a los que creemos en este privilegio <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> tu Hijo sentirnos<br />
amparados por su po<strong>de</strong>rosa y materna intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo.
24 <strong>de</strong> enero<br />
SAN FRANCISCO DE SALES,<br />
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú has querido que el santo obispo Francisco <strong>de</strong> Sales se<br />
entregara a todos generosamente para la salvación <strong>de</strong> los hombres; concé<strong>de</strong>nos, a<br />
ejemplo suyo, manifestar la dulzura <strong>de</strong> tu amor en el servicio a nuestros hermanos. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
25 <strong>de</strong> enero<br />
LA CONVERSIÓN DEL APÓSTOL SAN PABLO<br />
Fiesta<br />
¿Cómo has logrado, Señor,<br />
este cambio nunca visto:<br />
<strong>de</strong> Saulo, el perseguidor,<br />
en Pablo, heraldo <strong>de</strong> Cristo?<br />
Pablo muele en su molino<br />
el antiguo Testamento,<br />
Cristo le sale al camino,<br />
le arrastra en su seguimiento.<br />
Siempre la Iglesia recibe,<br />
como un eco <strong>de</strong>l Señor,<br />
las cartas que Pablo escribe,<br />
dictadas por el amor.<br />
Infatigable viajero,<br />
recorres la tierra entera,<br />
apóstol y misionero<br />
hasta el fin <strong>de</strong> tu carrera.<br />
Como un flecha bruñida,<br />
vas a la meta, <strong>de</strong> suerte<br />
que sólo Cristo es tu vida,<br />
y una ganancia la muerte.<br />
Descúbrenos la victoria<br />
<strong>de</strong> Jesús crucificado,<br />
para compartir la gloria<br />
<strong>de</strong>l Señor resucitado. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s
Ant. 1. Sé <strong>de</strong> quién me he fiado y estoy firmemente persuadido <strong>de</strong> que el justo Juez<br />
tiene po<strong>de</strong>r para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Te basta mi gracia, Pablo; la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad.<br />
Ant. 3. La gracia <strong>de</strong> Dios no se ha frustrado en mí, su gracia trabaja siempre<br />
conmigo.<br />
LECTURA BREVE Hch 26, 16b-18<br />
Me he aparecido a ti precisamente para elegirte como servidor, como testigo <strong>de</strong> que<br />
me has visto ahora y <strong>de</strong> lo que te revele en a<strong>de</strong>lante. Te salvaré <strong>de</strong> tu pueblo y <strong>de</strong> los<br />
gentiles, a quienes te envío para que les abras los ojos, y se vuelvan <strong>de</strong> las tinieblas a la<br />
luz y <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> Satanás a Dios; para que, creyendo en mí, obtengan el perdón <strong>de</strong><br />
los pecados y parte en la herencia <strong>de</strong> los consagrados.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Tú eres un instrumento elegido, *Apóstol san Pablo. Tú eres.<br />
V. Anunciador <strong>de</strong> la verdad por el mundo entero. *Apóstol san Pablo. Gloria al<br />
Padre. Tú eres.<br />
Benedictus, ant. Celebremos la conversión <strong>de</strong>l apóstol san Pablo, que <strong>de</strong> perseguidor<br />
pasó a ser un instrumento elegido.<br />
PRECES<br />
Queridos hermanos, habiendo recibido <strong>de</strong> los apóstoles la herencia <strong>de</strong> los elegidos,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a nuestro Padre por todos sus dones, diciendo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu sangre, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual nos alimentamos y vivimos:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu palabra, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual se nos comunica la luz y el gozo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por tu Iglesia santa, edificada sobre el fundamento <strong>de</strong> los apóstoles,<br />
-por la cual nos integramos en la unidad:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la purificación <strong>de</strong>l bautismo y <strong>de</strong> la penitencia, confiada a los apóstoles,<br />
-con la cual quedamos limpios <strong>de</strong> todos los pecados:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación <strong>de</strong>l<br />
apóstol san Pablo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti,<br />
siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos <strong>de</strong> tu verdad. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
Ant. Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino,<br />
me ha enviado para que recobres la vista y te llenes <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 1, 12-13a<br />
Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió <strong>de</strong> mí y me<br />
confió este ministerio. Eso que yo antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente.<br />
Pero Dios tuvo compasión <strong>de</strong> mí.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
Sexta<br />
Ant. En el viaje, cerca ya <strong>de</strong> Damasco, hacia mediodía, <strong>de</strong> repente una gran luz <strong>de</strong>l<br />
cielo envolvió a Saulo con su resplandor.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 1, 14-15<br />
El Señor <strong>de</strong>rrochó su gracia en mí, dándome la fe y el amor en Cristo Jesús. Podéis<br />
fiaros y aceptar sin reserva lo que os digo: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a<br />
los pecadores, y yo soy el primero.<br />
V. Señor, tú eres mi lámpara.<br />
R. Dios mío, tú alumbras mis tinieblas.<br />
Nona<br />
Ant. Dijo el Señor a Saulo: “Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues.”<br />
LECTURA BREVE 1Tm 1, 16<br />
Dios se compa<strong>de</strong>ció <strong>de</strong> mí: para que en mí, el primero, mostrara Cristo Jesús toda su<br />
paciencia, y pudiera ser mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> todos los que creerán en él y tendrán vida eterna.<br />
V. Daré gloria a tu nombre por siempre, Señor.<br />
R. Por tu gran piedad para conmigo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Con presunción <strong>de</strong> bélico soldado,<br />
galán sale y feroz Pablo atrevido,<br />
que, si ahora en la cuenta no ha caído,<br />
caerá muy presto <strong>de</strong>l primer estado.<br />
¿A dón<strong>de</strong> Pablo, <strong>de</strong> soberbia armado,<br />
para quedar con una voz vencido?<br />
Seguid las letras, ¿dón<strong>de</strong> vais perdido?,<br />
que habéis <strong>de</strong> ser doctor <strong>de</strong>l mayor grado.<br />
Aunque valor vuestra persona encierra,<br />
no es bien que nadie contra Dios presuma,<br />
que dará con los ojos por tierra.<br />
La Iglesia espera vuestra docta suma;<br />
mirad que no sois vos para la guerra;<br />
<strong>de</strong>jad las armas, y tomad la pluma.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant.1. Muy a gusto presumo <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, porque así residirá en mí la fuerza<br />
<strong>de</strong> Cristo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Yo planté, Apolo regó, pero fue Dios quien hizo crecer.<br />
Ant. 3. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir; yo he <strong>de</strong> gloriarme en la<br />
cruz <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 9-10<br />
Yo soy el menor <strong>de</strong> los apóstoles y no soy digno <strong>de</strong> llamarme apóstol, porque he<br />
perseguido a la Iglesia <strong>de</strong> Dios. Pero por la gracia <strong>de</strong> Dios soy lo que soy, y su gracia no<br />
se ha frustrado en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Aunque no he sido<br />
yo, sino la gracia <strong>de</strong> Dios conmigo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te alabaré, Señor, *De todo corazón. Te alabaré.<br />
V. Daré gloria a tu nombre entre los gentiles. *De todo corazón. Gloria al Padre. Te<br />
alabaré.<br />
Magníficat, ant. Apóstol san Pablo, anunciador <strong>de</strong> la verdad y maestro <strong>de</strong> los<br />
gentiles, interce<strong>de</strong> por nosotros ante Dios, que te ha elegido.<br />
PRECES<br />
Hermanos, edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo<br />
santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, se manifestara en<br />
primer lugar a los apóstoles,<br />
-haz que también nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación <strong>de</strong>l<br />
apóstol san Pablo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti,<br />
siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos <strong>de</strong> tu verdad. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
26 <strong>de</strong> enero<br />
SAN TIMOTEO Y SAN TITO, OBISPOS<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Proclama la palabra, insiste a tiempo y a <strong>de</strong>stiempo, repren<strong>de</strong>,<br />
reprocha, exhorta, con toda paciencia y <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> instruir.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que hiciste brillar con virtu<strong>de</strong>s apostólicas a los santos Timoteo y Tito,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> vivir en este mundo en justicia y<br />
santidad, merezcamos llegar al reino <strong>de</strong> los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Llevemos una vida honrada y religiosa, aguardando la dicha que<br />
esperamos: la aparición <strong>de</strong>l Señor.
28 <strong>de</strong> enero<br />
SANTO TOMÁS DE AQUINO,<br />
PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, por cuyo amor santo <strong>Tomás</strong> estudió, oró<br />
asiduamente y trabajó.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que hiciste <strong>de</strong> santo <strong>Tomás</strong> <strong>de</strong> Aquino un varón preclaro por su anhelo <strong>de</strong><br />
santidad y por su <strong>de</strong>dicación a las ciencias sagradas, concé<strong>de</strong>nos enten<strong>de</strong>r lo que él<br />
enseñó e imitar el ejemplo que nos <strong>de</strong>jó en su vida. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dios le concedió una sabiduría extraordinaria; él la aprendió sin<br />
malicia y la repartió sin envidia.<br />
29 <strong>de</strong> enero<br />
SAN JUAN BOSCO, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores, para un presbítero, o <strong>de</strong> santos varones, para los educadores.<br />
Oración<br />
Señor, tú que has suscitado en san Juan Bosco un padre y un maestro para la<br />
juventud, danos también a nosotros un celo infatigable y un amor ardiente, que nos<br />
impulse a entregarnos al bien <strong>de</strong> los hermanos y a servirte a ti en ellos con fi<strong>de</strong>lidad. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
FEBRERO<br />
2 <strong>de</strong> febrero<br />
LA PRESENTACIÓN DEL SEÑOR<br />
Fiesta<br />
I Vísperas<br />
(Cuando esta fiesta coinci<strong>de</strong> con un domingo)<br />
Ant.1. Sus padres llevaron a Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor.<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Salmo 112<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Sus padres llevaron a Jesús a Jerusalén, para presentarlo al Señor.<br />
Ant. 2. Adorna tu morada, Sión, para recibir al Mesías rey.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Adorna tu morada, Sión, para recibir al Mesías rey.<br />
Ant. 3. Dichoso eres, Simeón, hombre justo, porque has recibido a Cristo, el Señor,<br />
libertador <strong>de</strong> su pueblo.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Dichoso eres, Simeón, hombre justo, porque has recibido a Cristo, el Señor,<br />
libertador <strong>de</strong> su pueblo.<br />
LECTURA BREVE Hb 10, 5-7<br />
Cuando Cristo entró en el mundo, dijo: “Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, pero<br />
me has preparado un cuerpo; no aceptas holocaustos ni víctimas expiatorias. Entonces<br />
yo dije lo que está escrito en el libro: ‘Aquí estoy, oh Dios, para hacer tu voluntad.’”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor ha dado a conocer *A su Salvador. El Señor.<br />
V. A quien ha presentado ante todos los pueblos. *A su Salvador. Gloria al Padre. El<br />
Señor.<br />
Magníficat, ant. El anciano llevaba al niño, el niño guiaba al anciano. La Virgen lo<br />
dio a luz, y permaneció virgen <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l parto; adoró al mismo que engendró.<br />
PRECES<br />
Adoremos a nuestro Salvador, que hoy fue presentado en el templo, y supliquémosle:<br />
Que nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.<br />
Cristo Salvador, que eres luz para alumbrar a las naciones,<br />
-ilumina a los que no te conocen, para que crean en ti, Dios verda<strong>de</strong>ro.
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que eres gloria <strong>de</strong> tu pueblo Israel,<br />
-haz que tu Iglesia brille entre las naciones.<br />
Jesús, <strong>de</strong>seado <strong>de</strong> todos los pueblos, a quien los ojos <strong>de</strong>l justo Simeón vieron como<br />
Salvador,<br />
-haz que tu salvación llegue a todos los hombres.<br />
Señor, en cuya presentación fue anunciada a María, tu madre, una espada <strong>de</strong> dolor,<br />
-fortalece a los que sufren tribulación por causa <strong>de</strong> tu servicio.<br />
Cristo, felicidad <strong>de</strong> los santos, a quien Simeón pudo ver antes <strong>de</strong> morir, como era su<br />
ardiente <strong>de</strong>seo,<br />
-muéstrate a los difuntos que anhelan tu visión.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, te rogamos humil<strong>de</strong>mente que, así como tu Hijo<br />
unigénito, revestido <strong>de</strong> nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos<br />
concedas, <strong>de</strong> igual modo, a nosotros la gracia <strong>de</strong> ser presentados <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti con el<br />
alma limpia. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
Iglesia santa, esposa bella,<br />
sal al encuentro <strong>de</strong>l Señor,<br />
adorna y limpia tu morada<br />
y recibe a tu Salvador.<br />
Abre tus brazos a María,<br />
Virgen Madre <strong>de</strong>l Re<strong>de</strong>ntor,<br />
puerta <strong>de</strong>l cielo siempre abierta<br />
por la que vino al mundo Dios.<br />
¿A quién sostienes en tus manos,<br />
dinos, anciano Simeón,<br />
por qué te sientes tan alegre?<br />
“Porque ya he visto al Salvador.<br />
Este Niño será ban<strong>de</strong>ra<br />
y signo <strong>de</strong> contradicción,<br />
con su muerte, traerá la vida,<br />
por la cruz, la resurrección.”<br />
La Virgen Madre ofrece al Niño<br />
como una hostia para Dios;<br />
la espada <strong>de</strong> la profecía<br />
atraviesa su corazón.<br />
Honor y gloria al Padre eterno,<br />
al Hijo eterno que engendró,<br />
y que, por obra <strong>de</strong>l Espíritu,<br />
<strong>de</strong> la Virgen Madre nació. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s
Ant. 1. Simeón, hombre justo y piadoso, aguardaba el consuelo <strong>de</strong> Israel, y el<br />
Espíritu <strong>Santo</strong> moraba en él.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Simeón tomó al niño en brazos, dio gracias y bendijo a Dios.<br />
Ant. 3. Luz para alumbrar a las naciones y gloria <strong>de</strong> tu pueblo Israel.<br />
LECTURA BREVE Ml 3, 1<br />
Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto<br />
entrará en el santuario el Señor, a quien vosotros buscáis, el mensajero <strong>de</strong> la alianza que<br />
vosotros <strong>de</strong>seáis.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Postraos ante el Señor *En el atrio sagrado. Postraos.<br />
V. Aclamad la gloria y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l Señor. *En el atrio sagrado. Gloria al Padre.<br />
Postraos.<br />
Benedictus, ant. Cuando entraban con el niño Jesús sus padres, Simeón lo tomó en<br />
brazos y bendijo a Dios.<br />
PRECES<br />
Adoremos a nuestro Salvador, que hoy fue presentado en el templo, y supliquémosle:<br />
Que nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.<br />
Cristo Jesús, tú que, según mandaba la ley, quisiste ser presentado al Padre en el templo,<br />
-enséñanos a ofrecernos contigo en el sacrificio <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Consuelo <strong>de</strong> Israel, a cuyo encuentro salió el justo Simeón en el templo,<br />
-haz que también nosotros salgamos a tu encuentro en la persona <strong>de</strong> nuestros<br />
hermanos.<br />
Esperado <strong>de</strong> las naciones, <strong>de</strong> quien la profetisa Ana hablaba a todos los que aguardaban<br />
la liberación <strong>de</strong> Israel,<br />
-enséñanos a habla <strong>de</strong>bidamente <strong>de</strong> ti a todos.<br />
Piedra angular <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Dios, que estás puesto como una ban<strong>de</strong>ra discutida,<br />
-haz que los hombres, por la fe y la caridad, se levanten en ti.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, te rogamos humil<strong>de</strong>mente que, así como tu Hijo<br />
unigénito, revestido <strong>de</strong> nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos<br />
concedas, <strong>de</strong> igual modo, a nosotros la gracia <strong>de</strong> ser presentados <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti con el<br />
alma limpia. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Is 8, 14<br />
El Señor será piedra <strong>de</strong> tropiezo y roca <strong>de</strong> precipicio para las dos casas <strong>de</strong> Israel, será<br />
lazo y trampa para los habitantes <strong>de</strong> Jerusalén.<br />
V. El Señor se acordó <strong>de</strong> su misericordia.<br />
R. Y <strong>de</strong> su fi<strong>de</strong>lidad en favor <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Israel.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE Is 42, 13<br />
El Señor sale como un héroe, excita su ardor como un guerrero, lanza el alarido,<br />
mostrándose valiente frente al enemigo.<br />
V. Los confines <strong>de</strong> la tierra han contemplado la salvación <strong>de</strong> nuestro Dios.<br />
R. Aclama al Señor, tierra entera.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Is 12, 5-6<br />
Tañed para el Señor, que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra; gritad jubilosos,<br />
habitantes <strong>de</strong> Sión: “Qué gran<strong>de</strong> es en medio <strong>de</strong> ti el <strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Israel.”<br />
V. La misericordia y la fi<strong>de</strong>lidad se encuentran.<br />
R. La justicia y la paz se besan.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
SALMODIA<br />
De una Virgen hermosa<br />
celos tiene el sol,<br />
porque vio en sus brazos<br />
otro Sol mayor.<br />
Cuando <strong>de</strong>l oriente<br />
salió el sol dorado,<br />
y otro Sol helado<br />
miró tan ardiente,<br />
quitó <strong>de</strong> la frente<br />
la corona bella,<br />
y a los pies <strong>de</strong> la Estrella<br />
su lumbre adoró,<br />
porque vio en sus brazos<br />
otro Sol mayor.<br />
“Hermosa María<br />
-dice el sol, vencido-,<br />
<strong>de</strong> vos ha nacido<br />
el Sol que podía<br />
dar al mundo el día<br />
que ha <strong>de</strong>seado.”<br />
Esto dijo, humillado,<br />
a María el sol,<br />
porque vio en sus brazos<br />
otro Sol mayor.<br />
Al Padre y al Hijo<br />
gloria y bendición,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong><br />
por los siglos honor. Amén.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Simeón había recibido un oráculo <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>: que no vería la muerte<br />
antes <strong>de</strong> ver al Mesías <strong>de</strong>l Señor.<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Simeón había recibido un oráculo <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>: que no vería la muerte<br />
antes <strong>de</strong> ver al Mesías <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 2. Ofrecieron por él al Señor un par <strong>de</strong> tórtolas o dos pichones.<br />
Salmo 129<br />
Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor;<br />
Señor, escucha mi voz;<br />
estén tus oídos atentos<br />
a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor,<br />
¿quién podrá resistir?<br />
Pero <strong>de</strong> ti proce<strong>de</strong> el perdón,<br />
y así infun<strong>de</strong>s respeto.<br />
Mi alma espera en el Señor,<br />
espera en su palabra;<br />
mi alma aguarda al Señor,<br />
más que el centinela la aurora.<br />
Aguar<strong>de</strong> Israel al Señor,<br />
como el centinela la aurora;<br />
porque <strong>de</strong>l Señor viene la misericordia,<br />
la re<strong>de</strong>nción copiosa;<br />
y él redimirá a Israel<br />
<strong>de</strong> todos sus <strong>de</strong>litos.<br />
Ant. Ofrecieron por él al Señor un par <strong>de</strong> tórtolas o dos pichones.<br />
Ant. 3. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los<br />
pueblos.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos.<br />
LECTURA BREVE Hb 4, 15-16<br />
No tenemos un sumo sacerdote incapaz <strong>de</strong> compa<strong>de</strong>cerse <strong>de</strong> nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s,<br />
sino que ha sido probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado. Por<br />
eso, acerquémonos con seguridad al trono <strong>de</strong> la gracia, para alcanzar misericordia y<br />
encontrar gracia que nos auxilie oportunamente.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor ha dado a conocer *A su Salvador. El Señor.<br />
V. A quien ha presentado ante todos los pueblos. *A su Salvador. Gloria al Padre. El<br />
Señor.<br />
Magníficat, ant. Hoy la bienaventurada Virgen María presentó al niño Jesús en el<br />
templo, y Simeón, lleno <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, lo tomó en brazos y bendijo a Dios.<br />
PRECES<br />
Adoremos a nuestro Salvador, que hoy fue presentado en el templo, y supliquémosle:<br />
Que nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.<br />
Cristo Salvador, que eres luz para alumbrar a las naciones,<br />
-ilumina a los que no te conocen, para que crean en ti, Dios verda<strong>de</strong>ro.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que eres gloria <strong>de</strong> tu pueblo Israel,<br />
-haz que tu Iglesia brille entre las naciones.<br />
Jesús, <strong>de</strong>seado <strong>de</strong> todos los pueblos, a quien los ojos <strong>de</strong>l justo Simeón vieron como<br />
Salvador,<br />
-haz que tu salvación llegue a todos los hombres.<br />
Señor, en cuya presentación fue anunciada a María, tu madre, una espada <strong>de</strong> dolor,<br />
-fortalece a los que sufren tribulación por causa <strong>de</strong> tu servicio.
Cristo, felicidad <strong>de</strong> los santos, a quien Simeón pudo ver antes <strong>de</strong> morir, como era su<br />
ardiente <strong>de</strong>seo,<br />
-muéstrate a los difuntos que anhelan tu visión.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, te rogamos humil<strong>de</strong>mente que, así como tu Hijo<br />
unigénito, revestido <strong>de</strong> nuestra humanidad, ha sido presentado hoy en el templo, nos<br />
concedas, <strong>de</strong> igual modo, a nosotros la gracia <strong>de</strong> ser presentados <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ti con el<br />
alma limpia. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> vírgenes.<br />
5 <strong>de</strong> febrero<br />
SANTA ÁGUEDA, VIRGEN Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Águeda iba a la cárcel contenta y gloriándose <strong>de</strong> ello, como invitada<br />
a las bodas; y encomendaba a Dios con súplicas su combate.<br />
Oración<br />
Te rogamos, Señor, que la virgen santa Águeda nos alcance tu perdón, pues ella fue<br />
agradable a tus ojos por la fortaleza que mostró en su martirio y por el mérito <strong>de</strong> su<br />
castidad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Señor, Jesucristo, maestro bueno, te doy gracias porque me ayudaste<br />
a vencer los tormentos <strong>de</strong> los verdugos, haz, Señor, que llegue felizmente a la gloria<br />
imperece<strong>de</strong>ra.<br />
6 <strong>de</strong> febrero<br />
SAN PABLO MIKI Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> varios mártires.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Oración<br />
Oh Dios, fortaleza <strong>de</strong> todos los santos, que has llamado a san Pablo Miki y a sus<br />
compañeros a la vida eterna por medio <strong>de</strong> la cruz, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión,<br />
mantener con vigor, hasta la muerte, la fe que profesamos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> vírgenes.<br />
10 <strong>de</strong> febrero<br />
SANTA ESCOLÁSTICA, VIRGEN<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Ésta es la virgen pru<strong>de</strong>nte que, unida a Cristo, resplan<strong>de</strong>ce como el<br />
sol en el reino celestial.<br />
Oración<br />
Te rogamos, Señor, al celebrar la fiesta <strong>de</strong> santa Escolástica, virgen, que, imitando su<br />
ejemplo, te sirvamos con un corazón puro, y alcancemos así los saludables efectos <strong>de</strong> tu<br />
amor. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
HIMNO<br />
11 <strong>de</strong> febrero<br />
NUESTRA SEÑORA DE LOURDES<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
La pureza es en ti, Virgen <strong>de</strong>l Gave,<br />
un pie <strong>de</strong>snudo con la rosa <strong>de</strong> oro<br />
sobre la nieve <strong>de</strong> febrero, suave<br />
como un pisar <strong>de</strong> tórtola.<br />
La pureza es en ti, Virgen <strong>de</strong>l Gave,<br />
un ceñidor azul, que, en gesto <strong>de</strong> ave,<br />
vuela sobre la nieve <strong>de</strong> la túnica.<br />
La pureza es en ti, Virgen <strong>de</strong>l Gave,<br />
tu saludo cortés, tus manos juntas,<br />
tu zureo en las rocas.<br />
La pureza es en ti, Virgen <strong>de</strong>l Gave,<br />
un abrirse <strong>de</strong> brazos, como inmensa<br />
azucena <strong>de</strong> luz, transfigurada,<br />
que nos dice: “Yo soy la Inmaculada.”<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Benedictus, ant. Aurora luminosa <strong>de</strong> salvación, <strong>de</strong> ti, Virgen María, ha nacido el sol<br />
<strong>de</strong> justicia, que nos ha visitado <strong>de</strong> lo alto.<br />
Oración<br />
Dios <strong>de</strong> misericordia, remedia con el amparo <strong>de</strong>l cielo nuestro <strong>de</strong>svalimiento, para<br />
que, cuantos celebramos la memoria <strong>de</strong> la inmaculada Virgen María, Madre <strong>de</strong> Dios,<br />
podamos, por su intercesión, vernos libres <strong>de</strong> nuestros pecados. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está contigo; bendita tú<br />
entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
14 <strong>de</strong> febrero<br />
SAN CIRILO, MONJE, Y SAN METODIO, OBISPO,<br />
PATRONOS DE EUROPA<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Sirvieron al Señor con santidad y justicia todos sus días.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que iluminaste los pueblos eslavos mediante los trabajos apostólicos <strong>de</strong> los<br />
santos hermanos Cirilo y Metodio, concé<strong>de</strong>nos la gracia <strong>de</strong> aceptar tu palabra y <strong>de</strong><br />
llegar a formar un pueblo unido en la confesión y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra fe. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> pastores. La<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Éstos son hombres santos, amigos <strong>de</strong> Dios, pregoneros insignes <strong>de</strong> la<br />
verdad divina.
HIMNO<br />
22 <strong>de</strong> febrero<br />
LA CÁTEDRA DEL APÓSTOL SAN PEDRO<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Cristo te llama, Pedro, y tú le sigues;<br />
<strong>de</strong>jas tu barca, pescador <strong>de</strong> hombre;<br />
roca y cimiento <strong>de</strong> la santa Iglesia<br />
Cristo te hace.<br />
Él te pregunta: “¿Me amas más que éstos?”;<br />
tú le respon<strong>de</strong>s: “Sabes que te quiero.”<br />
Él te encomienda todo su rebaño;<br />
tú lo apacientas.<br />
Tienes las llaves, atas y <strong>de</strong>satas;<br />
fiel al Maestro, amas más que niegas;<br />
llegas a Roma, con tu magisterio;<br />
mueres por Cristo.<br />
Des<strong>de</strong> tu cielo, mira a nuestra tierra,<br />
guía los pasos <strong>de</strong> tus sucesores<br />
que en el primado <strong>de</strong>l amor, sirviendo,<br />
rigen la Iglesia.<br />
Gloria a Dios Padre, creador <strong>de</strong>l mundo,<br />
gloria a Dios Hijo, re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> todos,<br />
gloria al Espíritu, que nos santifica:<br />
Dios Uno y Trino. Amén.<br />
Ant. 1. Dijo el Señor a Simón: “No temas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora serás pescador <strong>de</strong> hombres.”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Tú eres el Mesías, el Hijo <strong>de</strong> Dios vivo. ¡Dichoso tú, Simón Pedro!<br />
Ant. 3. Dijo el Señor a Pedro: “Te daré las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos.”<br />
LECTURA BREVE Hch 15, 7b-9<br />
Dios me escogió para que los gentiles oyeran <strong>de</strong> mi boca el mensaje <strong>de</strong>l Evangelio, y<br />
creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu<br />
<strong>Santo</strong> igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado<br />
sus corazones con la fe.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los nombrarás príncipes *Sobre toda la tierra. Los nombrarás.<br />
V. Harán memorable tu nombre, Señor. *Sobre toda la tierra. Gloria al Padre. Los<br />
nombrarás.
Benedictus, ant. Dijo el Señor a Simón Pedro: “Yo he pedido por ti, para que tu fe no<br />
se apague. Y tú, cuando te recobres, da firmeza a tus hermanos.”<br />
PRECES<br />
Queridos hermanos, habiendo recibido <strong>de</strong> los apóstoles la herencia <strong>de</strong> los elegidos,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a nuestro Padre por todos sus dones, diciendo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu sangre, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual nos alimentamos y vivimos:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu palabra, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual se nos comunica la luz y el gozo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por tu Iglesia santa, edificada sobre el fundamento <strong>de</strong> los apóstoles,<br />
-por la cual nos integramos en la unidad:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la purificación <strong>de</strong>l bautismo y <strong>de</strong> la penitencia, confiada a los apóstoles,<br />
-con la cual quedamos limpios <strong>de</strong> todos los pecados:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, no permitas que seamos perturbados por ningún peligro, tú que<br />
nos has afianzado sobre la roca <strong>de</strong> la fe apostólica. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente, con la antífona <strong>de</strong>l tiempo.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Is 22, 22<br />
Colgaré <strong>de</strong> su hombro la llave <strong>de</strong>l palacio <strong>de</strong> David: lo que él abra nadie lo cerrará, lo<br />
que él cierre nadie lo abrirá.<br />
V. A toda la tierra alcanza su pregón.<br />
R. Y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 1-2a<br />
A los presbíteros, yo, presbítero como ellos, testigo <strong>de</strong> los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y<br />
partícipe <strong>de</strong> la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed pastores <strong>de</strong>l rebaño <strong>de</strong> Dios.<br />
V. Guardaron los preceptos <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Las normas y mandatos que les or<strong>de</strong>nó.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE 2P 1, 16<br />
Cuando os dimos a conocer el po<strong>de</strong>r y la última venida <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares <strong>de</strong><br />
su gran<strong>de</strong>za.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Tu barca <strong>de</strong> pescador,<br />
que llegó <strong>de</strong> Roma al puerto,<br />
va siguiendo el rumbo cierto<br />
que le trazara el Señor.<br />
La va llevando el amor<br />
siempre a nuevas singladuras.<br />
En las borrascas oscuras,<br />
para que a Cristo sea fiel,<br />
Simón Pedro, el timonel,<br />
vela <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las alturas.<br />
Si toda la Iglesia oraba<br />
por ti, ahora tú por ella,<br />
que eres su roca y su estrella.<br />
Cuando se tambaleaba<br />
tu fe, sobre el mar, te daba<br />
Cristo fuerza con sus manos<br />
-a la Iglesia, que te imploratu<br />
presencia guiadora<br />
y confirma a tus hermanos.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Vísperas<br />
Ant.1. “Pedro, ¿me quieres?” “Señor, tú sabes que te quiero.” “Apacienta mis<br />
ovejas.”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Pedro estaba en la cárcel bien custodiado, y la Iglesia oraba insistentemente a<br />
Dios por él.<br />
Ant. 3. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 3-5<br />
Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, que en su gran misericordia, por<br />
la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo <strong>de</strong> entre los muertos, nos ha hecho nacer <strong>de</strong> nuevo para una<br />
esperanza viva, para una herencia incorruptible, pura, imperece<strong>de</strong>ra, que os está<br />
reservada en el cielo. La fuerza <strong>de</strong> Dios os custodia en la fe para la salvación que<br />
aguarda a manifestarse en el momento final.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. Tú eres el pastor <strong>de</strong> las ovejas, príncipe <strong>de</strong> los apóstoles; te han sido<br />
entregadas las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos.
PRECES<br />
Hermanos, edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo<br />
santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, se manifestara en<br />
primer lugar a los apóstoles,<br />
-haz que también nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.<br />
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, no permitas que seamos perturbados por ningún peligro, tú que<br />
nos has afianzado sobre la roca <strong>de</strong> la fe apostólica. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> pastores.<br />
23 <strong>de</strong> febrero<br />
SAN POLICARPO, OBISPO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Hace ochenta y seis años que sirvo a Jesucristo, y <strong>de</strong> él sólo he<br />
recibido bienes; ¿cómo puedo mal<strong>de</strong>cir a mi Rey y Salvador?<br />
Oración<br />
Dios <strong>de</strong> todas las criaturas, que te has dignado agregar a san Policarpo, tu obispo, al<br />
número <strong>de</strong> los mártires, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, participar con él en la pasión <strong>de</strong><br />
Cristo, y resucitar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, te bendigo porque me has hecho digno <strong>de</strong><br />
ser contado entre el número <strong>de</strong> tus mártires y <strong>de</strong> participar <strong>de</strong>l cáliz <strong>de</strong> Cristo.
Del Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
MARZO<br />
4 <strong>de</strong> marzo<br />
SAN CASIMIRO<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, sabemos que servirte es reinar; por eso te pedimos nos concedas,<br />
por intercesión <strong>de</strong> san Casimiro, vivir sometidos a tu voluntad en santidad y justicia. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> varios mártires.<br />
7 <strong>de</strong> marzo<br />
SANTA PERPETUA Y SANTA FELICIDAD,<br />
MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Señor, tus santas mártires Perpetua y Felicidad, a instancias <strong>de</strong> tu amor, pudieron<br />
resistir al que las perseguía y superar el suplicio <strong>de</strong> la muerte; concé<strong>de</strong>nos, por su<br />
intercesión, crecer constantemente en nuestro amor a ti. Por nuestro Señor Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
MAYO<br />
14 <strong>de</strong> mayo<br />
SAN MATÍAS, APÓSTOL<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Hace falta que uno se asocie a nosotros como testigo <strong>de</strong> la<br />
resurrección <strong>de</strong> Jesús, uno <strong>de</strong> los que nos acompañaron mientras convivió con nosotros<br />
el Señor Jesús.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que quisiste agregar a san Matías al colegio <strong>de</strong> los apóstoles, concé<strong>de</strong>nos,<br />
por sus ruegos, que podamos alegrarnos <strong>de</strong> tu predilección al ser contados entre tus<br />
elegidos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he<br />
elegido y os he <strong>de</strong>stinado para que vayáis y <strong>de</strong>is fruto, y vuestro fruto dure.<br />
Del Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
15 <strong>de</strong> mayo<br />
SAN ISIDRO, LABRADOR<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez <strong>de</strong> san Isidro, labrador, nos<br />
<strong>de</strong>jaste un ejemplo <strong>de</strong> vida escondida en ti, con Cristo, concé<strong>de</strong>nos que el trabajo <strong>de</strong><br />
cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria <strong>de</strong> alabanza a tu<br />
nombre. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
26 <strong>de</strong> mayo<br />
SAN FELIPE NERI, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores, o <strong>de</strong> santos varones.<br />
Oración<br />
Señor Dios, que no cesas <strong>de</strong> enaltecer a tus siervos con la gloria <strong>de</strong> la santidad,<br />
concé<strong>de</strong>nos que el Espíritu <strong>Santo</strong> nos encienda con aquel mismo fuego con que abrasó<br />
el corazón <strong>de</strong> san Felipe Neri. Por nuestro Señor Jesucristo.
31 <strong>de</strong> mayo<br />
LA VISITACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen, excepto lo siguiente.<br />
HIMNO<br />
Y salta el pequeño Juan<br />
en el seno <strong>de</strong> Isabel.<br />
Duerme en el tuyo Jesús.<br />
Todos se salvan por él.<br />
Cuando el ángel se alejó,<br />
María salió al camino.<br />
Dios ya estaba entre los hombres.<br />
¿Cómo tenerle escondido?<br />
Ya la semilla <strong>de</strong> Dios<br />
crecía en su blando seno.<br />
Y un apóstol no es apóstol<br />
si no es también mensajero.<br />
Llevaba a Dios en su entraña<br />
como una preeucaristía.<br />
¡Ah, qué procesión <strong>de</strong>l Corpus<br />
la que se inició aquel día!<br />
Y, al saludar a su prima,<br />
Juan en el seno saltó.<br />
Que Jesús tenía prisa<br />
<strong>de</strong> empezar su salvación.<br />
Des<strong>de</strong> entonces, quien te mira<br />
siente el corazón saltar.<br />
Sigue salvando, Señora,<br />
a quien te logre encontrar.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo <strong>de</strong> Judá.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. En cuanto Isabel oyó el saludo <strong>de</strong> María, saltó la criatura en su vientre y se<br />
llenó Isabel <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Ant. 3. Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se<br />
cumplirá.<br />
LECTURA BREVE Jl 2, 27 – 3, 1<br />
Sabréis que yo estoy en medio <strong>de</strong> Israel, el Señor, vuestro Dios, el Único, y mi<br />
pueblo no será confundido jamás. Después <strong>de</strong> eso, <strong>de</strong>rramaré mi Espíritu sobre toda<br />
carne: profetizarán vuestros hijos e hijas.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. El Señor.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. *Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Benedictus, ant. Cuando Isabel oyó el saludo <strong>de</strong> María, dijo a voz en grito: “¿Quién<br />
soy yo para me visite la madre <strong>de</strong> mi Señor?”<br />
PRECES<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Oh Sol <strong>de</strong> justicia, a quien la Virgen inmaculada precedía cual aurora luciente,<br />
-haz que vivamos siempre iluminados por la claridad <strong>de</strong> tu presencia.<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, imitar a María, tu madre, que escogió la mejor parte,<br />
-buscando el alimento que perdura hasta la vida eterna.<br />
Salvador <strong>de</strong>l mundo, que, con la eficacia <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción, preservaste a tu Madre <strong>de</strong> toda<br />
mancha <strong>de</strong> pecado,<br />
-líbranos a nosotros <strong>de</strong> toda culpa.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que hiciste <strong>de</strong> la Virgen María tabernáculo purísimo <strong>de</strong> tu presencia y<br />
sagrario <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-haz también <strong>de</strong> nosotros templos <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú que inspiraste a la Virgen María, cuando llevaba en su seno a<br />
tu Hijo, el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> visitar a su prima Isabel, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, dóciles al<br />
soplo <strong>de</strong>l Espíritu, podamos, con María, cantar tus maravillas durante toda nuestra vida.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Jdt 13, 18-19<br />
Que el Altísimo te bendiga, hija, más que a todas las mujeres <strong>de</strong> la tierra. Bendito el<br />
Señor, creador <strong>de</strong>l cielo y tierra, que en<strong>de</strong>rezó tu golpe contra la cabeza <strong>de</strong>l general<br />
enemigo. Los que recuer<strong>de</strong>n esta hazaña <strong>de</strong> Dios, jamás per<strong>de</strong>rán la confianza que tú<br />
inspiras.<br />
Sexta<br />
V. Dichosos los que escuchan la palabra <strong>de</strong> Dios.<br />
R. Y la cumplen.<br />
LECTURA BREVE Tb 12, 6<br />
Ben<strong>de</strong>cid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha hecho,<br />
para que todos canten himnos en su honor.
V. Dichoso el vientre <strong>de</strong> María, la Virgen.<br />
Nona<br />
R. Que llevó al Hijo <strong>de</strong>l eterno Padre.<br />
LECTURA BREVE Sb 7, 27-28<br />
La sabiduría, siendo una sola, todo lo pue<strong>de</strong>; sin cambiar en nada, renueva el<br />
universo, y, entrando en las almas buenas <strong>de</strong> cada generación, va haciendo amigos <strong>de</strong><br />
Dios y profetas; pues Dios ama sólo a quien convive con la sabiduría.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres.<br />
R. Y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
Ant.1. María entró en casa <strong>de</strong> Zacarías y saludó a Isabel.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó <strong>de</strong> alegría en mi<br />
vientre.<br />
Ant. 3. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 5b-7<br />
Tened sentimientos <strong>de</strong> humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios,<br />
pero da su gracia a los humil<strong>de</strong>s. Inclinaos, pues, bajo la mano po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> Dios, para<br />
que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en él todo vuestro agobio, que él se interesa por<br />
vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.<br />
Magníficat, ant. Me felicitarán todas las generaciones, porque Dios ha mirado la<br />
humillación <strong>de</strong> su esclava.<br />
PRECES<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Que la llena <strong>de</strong> gracia interceda por nosotros.<br />
O bien:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.
Tú que nos diste a María por madre, conce<strong>de</strong>, por su mediación, salud a los enfermos,<br />
consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,<br />
-y a todos abundancia <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz.<br />
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,<br />
-y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la madre <strong>de</strong> misericordia,<br />
-haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.<br />
Tú que encomendaste a María la misión <strong>de</strong> madre <strong>de</strong> familia en el hogar <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong><br />
José,<br />
-haz que, por su intercesión, todas las madre fomenten en sus hogares el amor y la<br />
santidad.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú que has instruido a todos los pueblos con la predicación <strong>de</strong>l<br />
apóstol san Pablo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su conversión caminar hacia ti,<br />
siguiendo su ejemplo, y ser ante el mundo testigos <strong>de</strong> tu verdad. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
JUNIO<br />
1 <strong>de</strong> junio<br />
SAN JUSTINO, MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. En toda oblación alabamos al Creador <strong>de</strong>l universo por medio <strong>de</strong><br />
Jesucristo, su Hijo, y <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Oración<br />
Señor, tú que has enseñado a san Justino a encontrar en la locura <strong>de</strong> la cruz la<br />
incomparable sabiduría <strong>de</strong> Cristo, concé<strong>de</strong>nos, por intercesión <strong>de</strong> tu mártir, la gracia <strong>de</strong><br />
alejar los errores que nos cercan y <strong>de</strong> mantenernos firmes en la fe. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. El fuego se apo<strong>de</strong>ró inmediatamente <strong>de</strong> mi alma, y me invadió el<br />
amor <strong>de</strong> los profetas y <strong>de</strong> hombres que son amigos <strong>de</strong> Cristo.<br />
3 <strong>de</strong> junio<br />
SAN CARLOS LUANGA Y COMPAÑEROS,<br />
MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> varios mártires.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú haces que la sangre <strong>de</strong> los mártires se convierta en semilla <strong>de</strong><br />
nuevos cristianos; concé<strong>de</strong>nos que el campo <strong>de</strong> tu Iglesia, fecundo por la sangre <strong>de</strong> san<br />
Carlos Luanga y <strong>de</strong> sus compañeros, produzca continuamente, para gloria tuya,<br />
abundante cosecha <strong>de</strong> cristianos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
5 <strong>de</strong> junio<br />
SAN BONIFACIO, OBISPO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Del Común un mártir o <strong>de</strong> pastores.<br />
Oración<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, la intercesión <strong>de</strong> tu mártir san Bonifacio, para que podamos<br />
<strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r con valentía y confirmar con nuestras obras la fe que él enseñó con su palabra<br />
y rubricó en el martirio con su sangre. Por nuestro Señor Jesucristo.
11 <strong>de</strong> junio<br />
SAN BERNABÉ, APÓSTOL<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 1-2a. 3-4<br />
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y<br />
en el que estáis fundados, y que os está salvando. Porque lo primero que yo os transmití,<br />
tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las<br />
Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contaron las alabanzas <strong>de</strong>l Señor *Y su po<strong>de</strong>r. Contaron.<br />
V. Y las maravillas que realizó. *Y su po<strong>de</strong>r. Gloria al Padre. Contaron.<br />
Benedictus, ant. Bernabé salió para Tarso, en busca <strong>de</strong> Saulo; lo encontró y se lo<br />
llevó a Antioquía, fueron huéspe<strong>de</strong>s <strong>de</strong> aquella Iglesia e instruyeron a muchos.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a nuestro Salvador, que, al <strong>de</strong>struir la muerte, iluminó la vida por medio<br />
<strong>de</strong>l Evangelio, y digámosle humil<strong>de</strong>mente:<br />
Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> doctores santos y eximios, has hecho resplan<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> modo<br />
admirable a tu Iglesia,<br />
-haz que los cristianos se alegren siempre <strong>de</strong> ese resplandor.<br />
Tú que, cuando los santos pastores te suplicaban, como Moisés, perdonaste los pecados<br />
<strong>de</strong>l pueblo,<br />
-santifica, por su intercesión, a tu Iglesia con una purificación continua.<br />
Tú que, en medio <strong>de</strong> los fieles, consagraste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los<br />
dirigiste,<br />
-llena <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> a todos los que rigen a tu pueblo.<br />
Tú que fuiste el lote y la heredad <strong>de</strong> los santos pastores,<br />
-no permitas que ninguno <strong>de</strong> los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado <strong>de</strong><br />
ti.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, tú mandaste que san Bernabé, varón lleno <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>, fuera<br />
<strong>de</strong>signado para llevar a las naciones tu mensaje <strong>de</strong> salvación; concé<strong>de</strong>nos, te rogamos,<br />
que el Evangelio <strong>de</strong> Cristo, que él anunció con tanta firmeza, sea siempre proclamado<br />
en la Iglesia con fi<strong>de</strong>lidad, <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> obra. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
LECTURA BREVE Rm 1, 16-17<br />
Yo no me avergüenzo <strong>de</strong>l Evangelio: es la fuerza <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> Dios para todo el<br />
que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la<br />
justicia salvadora <strong>de</strong> Dios para los que creen, en virtud <strong>de</strong> su fe, como dice la Escritura:<br />
“El justo vivirá por su fe.”<br />
V. A toda la tierra alcanza su pregón.<br />
R. Y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1Ts 2, 2b-4<br />
Tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio <strong>de</strong> Dios en<br />
medio <strong>de</strong> fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía <strong>de</strong> error o <strong>de</strong> motivos<br />
turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el<br />
Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios.<br />
Nona<br />
V. Guardaron los preceptos <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Las normas y mandatos que les or<strong>de</strong>nó.<br />
LECTURA BREVE 2Tm 1, 8-9<br />
Toma parte en los duros trabajos <strong>de</strong>l Evangelio, según la fuerza <strong>de</strong> Dios. Él nos salvó<br />
y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque dispuso darnos su<br />
gracia, por medio <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
LECTURA BREVE Col 1, 3-6a<br />
Vísperas<br />
En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro<br />
Señor Jesucristo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nos enteramos <strong>de</strong> vuestra fe en Cristo Jesús y <strong>de</strong>l amor que<br />
tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza <strong>de</strong> lo que Dios os tiene reservado<br />
en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el<br />
Evangelio, la palabra, el mensaje <strong>de</strong> la verdad. Éste se sigue propagando y va dando<br />
fruto en el mundo entero, como ha ocurrido entre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que<br />
les contaron los signos y prodigios que habían hecho entre los gentiles con la ayuda <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, Padre <strong>de</strong> los astros, que nos ha llamado a la fe verda<strong>de</strong>ra por medio<br />
<strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> su Hijo, y oremos por su pueblo santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que resucitaste <strong>de</strong> entre los muertos a tu Hijo, el gran pastor <strong>de</strong> las ovejas,<br />
-haz que nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.<br />
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, tú mandaste que san Bernabé, varón lleno <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>, fuera<br />
<strong>de</strong>signado para llevar a las naciones tu mensaje <strong>de</strong> salvación; concé<strong>de</strong>nos, te rogamos,<br />
que el Evangelio <strong>de</strong> Cristo, que él anunció con tanta firmeza, sea siempre proclamado<br />
en la Iglesia con fi<strong>de</strong>lidad, <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> obra. Por nuestro Señor Jesucristo.
13 <strong>de</strong> junio<br />
SAN ANTONIO DE PADUA,<br />
PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores (para un presbítero), o <strong>de</strong> santos varones (para los religiosos).<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, tú que has dado a tu pueblo en la persona <strong>de</strong> san<br />
Antonio <strong>de</strong> Padua un predicador insigne y un intercesor po<strong>de</strong>roso, concé<strong>de</strong>nos seguir<br />
fielmente los principios <strong>de</strong> la vida cristiana, para que merezcamos tenerte como<br />
protector en todas las adversida<strong>de</strong>s. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
21 <strong>de</strong> junio<br />
SAN LUIS GONZAGA, RELIGIOSO<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Señor Dios, dispensador <strong>de</strong> los dones celestiales, que has querido juntar en san Luis<br />
Gonzaga una admirable inocencia <strong>de</strong> vida y un austero espíritu <strong>de</strong> penitencia,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, si no hemos sabido imitarle en su vida inocente,<br />
sigamos fielmente sus ejemplos en la penitencia. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
24 <strong>de</strong> junio<br />
LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA<br />
Solemnidad<br />
Profeta <strong>de</strong> soleda<strong>de</strong>s,<br />
labio hiciste <strong>de</strong> tus iras,<br />
para fustigar mentiras<br />
y para gritar verda<strong>de</strong>s.<br />
Des<strong>de</strong> el vientre escogido,<br />
fuiste tú el pregonero,<br />
para anunciar al mundo<br />
la presencia <strong>de</strong>l Verbo.<br />
El <strong>de</strong>sierto encendido<br />
fue tu ardiente maestro,<br />
para allanar montañas<br />
y encen<strong>de</strong>r los sen<strong>de</strong>ros.<br />
Cuerpo <strong>de</strong> duro roble,<br />
alma azul <strong>de</strong> silencio;<br />
miel silvestre <strong>de</strong> rocas<br />
y un jubón <strong>de</strong> camello.<br />
No fuiste, Juan, la caña<br />
tronchada por el viento;<br />
sí la palabra ardiente<br />
tu palabra <strong>de</strong> acero.<br />
En el Jordán lavaste<br />
al más puro Cor<strong>de</strong>ro,<br />
que apacienta entre lirios<br />
y duerme en los almendros.<br />
En tu figura hirsuta<br />
se esperanzó tu pueblo:<br />
para una raza nueva<br />
abriste cielos nuevos.<br />
Sacudiste el azote<br />
ante el po<strong>de</strong>r soberbio;<br />
y, ante el Sol que nacía,<br />
se apagó tu lucero.<br />
Por fin, en un banquete<br />
y en el placer <strong>de</strong> un ebrio,<br />
el vino <strong>de</strong> tu sangre<br />
santificó el <strong>de</strong>sierto.<br />
Profeta <strong>de</strong> soleda<strong>de</strong>s,<br />
labio hiciste <strong>de</strong> tus iras,<br />
para fustigar mentiras<br />
y para gritar verda<strong>de</strong>s. Amén.<br />
I Vísperas
Ant.1. Isabel, esposa <strong>de</strong> Zacarías, dio a luz a un gran hombre: Juan Bautista, el<br />
precursor <strong>de</strong>l Señor.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
Ant. 2. Juan, el precursor <strong>de</strong>l Señor, nació <strong>de</strong>l vientre <strong>de</strong> una anciana y estéril.<br />
Ant. 3. No ha nacido <strong>de</strong> mujer uno más gran<strong>de</strong> que Juan, el Bautista.<br />
LECTURA BREVE Hch 13, 23-25<br />
Según lo prometido, Dios sacó <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> David un salvador para Israel:<br />
Jesús. Antes <strong>de</strong> que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo <strong>de</strong> conversión; y,<br />
cuando estaba para acabar su vida, <strong>de</strong>cía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />
mí a quien no merezco <strong>de</strong>satarle las sandalias.”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Preparad el camino <strong>de</strong>l Señor, *Allanad sus sen<strong>de</strong>ros. Preparad.<br />
V. Tras <strong>de</strong> mí viene un hombre que existía antes que yo. *Allanad sus sen<strong>de</strong>ros.<br />
Gloria al Padre. Preparad.<br />
Magníficat, ant. Habiendo entrado Zacarías en el santuario <strong>de</strong>l Señor, se le apareció<br />
el ángel Gabriel, <strong>de</strong> pie a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l altar <strong>de</strong>l incienso.<br />
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres<br />
la venida <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo, y digámosle:<br />
Guía, Señor, nuestros pasos por el camino <strong>de</strong> la paz.<br />
Tú que llamaste a Juan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre <strong>de</strong> su madre para preparar los caminos <strong>de</strong> tu<br />
Hijo,<br />
-ayúdanos a ir tras el Señor con la misma fi<strong>de</strong>lidad con que Juan fue <strong>de</strong>lante suyo.<br />
Así como concediste al Bautista po<strong>de</strong>r reconocer al Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, haz que tu Iglesia<br />
lo señale<br />
-y que los hombres <strong>de</strong> nuestra época lo reconozcan.<br />
Tú que dispusiste que tu profeta menguara y que Cristo creciera,<br />
-enséñanos a ce<strong>de</strong>r ante los otros para que tú te manifiestes.<br />
Tú que, con el martirio <strong>de</strong> Juan, quisiste reivindicar la justicia,<br />
-haz que <strong>de</strong>mos, sin cansarnos, testimonio <strong>de</strong> tu verdad.<br />
Acuérdate <strong>de</strong> todos los que han salido ya <strong>de</strong> este mundo;<br />
-dales entrada en el lugar <strong>de</strong> la luz y <strong>de</strong> la paz.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a tu familia caminar por la senda <strong>de</strong> la salvación, para<br />
que, siguiendo la voz <strong>de</strong> san Juan, el precursor, pueda llegar con alegría al Salvador que<br />
él anunciaba, nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo.
HIMNO<br />
Niño que, antes <strong>de</strong> nacer,<br />
reconoce a su Señor<br />
y da saltos <strong>de</strong> placer<br />
bien pue<strong>de</strong> llegar a ser<br />
su profeta y precursor.<br />
Su nombre será san Juan,<br />
su morada, los <strong>de</strong>siertos;<br />
langostas serán su pan;<br />
sobre el agua <strong>de</strong>l Jordán,<br />
verá los cielos abiertos.<br />
Otros le vieron lejano<br />
y le anunciaron primero;<br />
Juan le ve ya tan cercano<br />
que va extendiendo su mano<br />
y señalando al Cor<strong>de</strong>ro.<br />
Está llegando la hora,<br />
ocaso <strong>de</strong> un Testamento,<br />
pero <strong>de</strong>l nuevo la aurora,<br />
con la gracia triunfadora<br />
<strong>de</strong> Juan en el nacimiento.<br />
La ley vieja en él fenece,<br />
la <strong>de</strong> gracia en él apunta;<br />
<strong>de</strong> don<strong>de</strong> claro parece<br />
que en este niño amanece<br />
libertad y gracia junta.<br />
Claro espejo es el Jordán,<br />
<strong>de</strong>spués que los dos se han visto<br />
y abrazos <strong>de</strong> paz se dan:<br />
resplan<strong>de</strong>ce Cristo en Juan,<br />
y Juan reverbera en Cristo.<br />
Juan a Jesús bautizaba,<br />
el cielo entero se abría,<br />
la voz <strong>de</strong>l Padre sonaba,<br />
la Paloma se posaba<br />
en gloriosa teofanía.<br />
Nunca se podrá acallar<br />
la voz que habló en el <strong>de</strong>sierto,<br />
aunque le hayan <strong>de</strong> cortar<br />
la cabeza; estará muerto,<br />
mas no <strong>de</strong>jará <strong>de</strong> hablar.<br />
Gloria al Padre muy amado,<br />
gloria al Hijo Salvador,<br />
que nos libra <strong>de</strong>l pecado,<br />
Lau<strong>de</strong>s
y gloria al que él ha enviado,<br />
al Espíritu <strong>de</strong> Amor. Amén.<br />
Ant. 1. Le pondrán por nombre Juan, y muchos se alegrarán <strong>de</strong> su nacimiento.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Irá <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor, con el espíritu y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Elías, preparando para el<br />
Señor un pueblo bien dispuesto.<br />
Ant. 3. A ti, niño, te llamarán profeta <strong>de</strong>l Altísimo, porque irás <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor a<br />
preparar sus caminos.<br />
LECTURA BREVE Ml 3, 23-24<br />
Mirad: os enviaré al profeta Elías antes <strong>de</strong> que llegue el día <strong>de</strong>l Señor, gran<strong>de</strong> y<br />
terrible. Convertirá el corazón <strong>de</strong> los padres hacia los hijos, y el corazón <strong>de</strong> los hijos<br />
hacia los padres, para que no tenga que venir yo a <strong>de</strong>struir la tierra.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Será gran<strong>de</strong> a los ojos <strong>de</strong>l Señor *Y se llenará <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong>. Será gran<strong>de</strong>.<br />
V. Irá <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor, preparándole un pueblo bien dispuesto. *Y se llenará <strong>de</strong><br />
Espíritu <strong>Santo</strong>. Gloria al Padre. Será gran<strong>de</strong>.<br />
Benedictus, ant. A Zacarías se le soltó la boca y profetizó, diciendo: “Bendito sea el<br />
Dios <strong>de</strong> Israel.”<br />
PRECES<br />
Acudamos confiadamente a Cristo, que envió a su precursor Juan <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él a<br />
preparar sus caminos, y digámosle:<br />
Visítanos, Sol que naces <strong>de</strong> lo alto.<br />
Tú que hiciste que Juan saltara <strong>de</strong> gozo en el vientre <strong>de</strong> Isabel,<br />
-haz que nos alegremos siempre <strong>de</strong> tu venida a este mundo.<br />
Tú que, por las palabras y obras <strong>de</strong>l Bautista, nos has señalado el camino <strong>de</strong> la<br />
penitencia,<br />
-convierte nuestros corazones a la observancia <strong>de</strong> los mandamientos <strong>de</strong> tu reino.<br />
Tú que quisiste ser anunciado por boca <strong>de</strong> hombre,<br />
-envía al mundo entero heraldos <strong>de</strong> tu Evangelio.<br />
Tú que quisiste ser bautizado por Juan en el Jordán, para que se cumpliera así todo lo<br />
que Dios quería,<br />
-haz que nos esforcemos sinceramente en el cumplimiento pleno <strong>de</strong> la voluntad<br />
divina.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un<br />
pueblo bien dispuesto, conce<strong>de</strong> a tu familia el don <strong>de</strong> la alegría espiritual y dirige la<br />
voluntad <strong>de</strong> tus hijos por el camino <strong>de</strong> la salvación y <strong>de</strong> la paz. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. Será gran<strong>de</strong> a los ojos <strong>de</strong>l Señor; se llenará <strong>de</strong> Espíritu <strong>Santo</strong> ya en el vientre<br />
materno.<br />
LECTURA BREVE Is 49, 1<br />
Escuchadme, islas; aten<strong>de</strong>d, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me<br />
llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.<br />
V. He contemplado al Espíritu que bajaba y se posaba sobre él.<br />
R. Éste es el que bautiza con Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Sexta<br />
Ant. En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó <strong>de</strong> alegría en mi vientre.<br />
Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Cf. Is 49, 5-6<br />
Habla el Señor, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre me formó siervo suyo: “Te hago luz <strong>de</strong> las<br />
naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín <strong>de</strong> la tierra.”<br />
V. Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó.<br />
R. En las entrañas maternas, y pronunció mi nombre.<br />
Nona<br />
Ant. Este niño será gran<strong>de</strong> a los ojos <strong>de</strong>l Señor, porque su mano está con él.<br />
LECTURA BREVE Is 49, 7b<br />
Te verán los reyes, y se alzarán; los príncipes, y se postrarán; porque el Señor es fiel,<br />
porque el <strong>Santo</strong> <strong>de</strong> Israel te ha elegido.<br />
V. Mira: yo pongo mis palabras en tu boca.<br />
R. Te establezco sobre pueblos y reyes.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las I vísperas.<br />
II Vísperas<br />
Ant. 1. Surgió un hombre enviado por Dios, que llamaba Juan.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
Ant. 2. Éste vino para dar testimonio <strong>de</strong> la verdad.<br />
Ant. 3. Juan era la lámpara que ardía y brillaba.<br />
LECTURA BREVE Hch 13, 23-25<br />
Según lo prometido, Dios sacó <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> David un salvador para Israel:<br />
Jesús. Antes <strong>de</strong> que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo <strong>de</strong> conversión; y,<br />
cuando estaba para acabar su vida, <strong>de</strong>cía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />
mí a quien no merezco <strong>de</strong>satarle las sandalias.”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Preparad el camino <strong>de</strong>l Señor, *Allanad sus sen<strong>de</strong>ros. Preparad.<br />
V. Tras <strong>de</strong> mí viene un hombre que existía antes que yo. *Allanad sus sen<strong>de</strong>ros.<br />
Gloria al Padre. Preparad.<br />
Magníficat, ant. El niño que nos ha nacido es más que profeta; <strong>de</strong> él dice el Salvador:<br />
“No ha nacido <strong>de</strong> mujer uno más gran<strong>de</strong> que Juan, el Bautista.”<br />
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres<br />
la venida <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo, y digámosle:<br />
Guía, Señor, nuestros pasos por el camino <strong>de</strong> la paz.<br />
Tú que llamaste a Juan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre <strong>de</strong> su madre para preparar los caminos <strong>de</strong> tu<br />
Hijo,<br />
-ayúdanos a ir tras el Señor con la misma fi<strong>de</strong>lidad con que Juan fue <strong>de</strong>lante suyo.<br />
Así como concediste al Bautista po<strong>de</strong>r reconocer al Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, haz que tu Iglesia<br />
lo señale<br />
-y que los hombres <strong>de</strong> nuestra época lo reconozcan.<br />
Tú que dispusiste que tu profeta menguara y que Cristo creciera,<br />
-enséñanos a ce<strong>de</strong>r ante los otros para que tú te manifiestes.<br />
Tú que, con el martirio <strong>de</strong> Juan, quisiste reivindicar la justicia,<br />
-haz que <strong>de</strong>mos, sin cansarnos, testimonio <strong>de</strong> tu verdad.<br />
Acuérdate <strong>de</strong> todos los que han salido ya <strong>de</strong> este mundo;<br />
-dales entrada en el lugar <strong>de</strong> la luz y <strong>de</strong> la paz.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que suscitaste a san Juan Bautista para que preparase a Cristo, el Señor, un<br />
pueblo bien dispuesto, conce<strong>de</strong> a tu familia el don <strong>de</strong> la alegría espiritual y dirige la<br />
voluntad <strong>de</strong> tus hijos por el camino <strong>de</strong> la salvación y <strong>de</strong> la paz. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
28 <strong>de</strong> junio<br />
SAN IRENEO, OBISPO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> pastores (para un obispo).<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. San Ireneo, haciendo honor a su nombre, fue hombre pacífico en su<br />
vida y en sus intenciones, y luchó ardientemente en favor <strong>de</strong> la paz <strong>de</strong> las Iglesias.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que otorgaste a tu obispo san Ireneo la gracia <strong>de</strong> mantener<br />
incólume la doctrina y la paz <strong>de</strong> la Iglesia, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, renovarnos<br />
en fe y en caridad y trabajar sin <strong>de</strong>scanso por la concordia y la unidad entre los<br />
hombres. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
29 <strong>de</strong> junio<br />
SAN PEDRO Y SAN PABLO, APÓSTOLES<br />
Solemnidad<br />
I Vísperas<br />
La eterna luz que alumbra el santo triunfo<br />
<strong>de</strong> estos dos Príncipes <strong>de</strong> los apóstoles<br />
es la misma que muestra en este día<br />
el rumbo <strong>de</strong> los astros a los hombres.<br />
Hoy llegan a la gloria estos benditos<br />
Padres <strong>de</strong> Roma y jueces <strong>de</strong> los pueblos,<br />
el Maestro <strong>de</strong>l mundo, por la espada,<br />
y, por la cruz, el celestial Portero.<br />
Dichosa tú, que fuiste consagrada,<br />
oh Roma, con la sangre <strong>de</strong> estos Príncipes,<br />
y que, vestida con tan regia púrpura,<br />
exce<strong>de</strong>s en nobleza a cuanto existe.<br />
Honra, po<strong>de</strong>r y sempiterna gloria<br />
sean al Padre, al Hijo y al Espíritu,<br />
que en unidad gobiernan toda cosa,<br />
por infinitos e infinitos siglos. Amén.<br />
Ant.1. “Tú eres el Mesías, el Hijo <strong>de</strong> Dios vivo.” “¡Dichoso tú, Simón, hijo <strong>de</strong><br />
Jonás!”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.<br />
Ant. 3. Tú eres un instrumento elegido, apóstol san Pablo, anunciador <strong>de</strong> la verdad<br />
por el mundo entero.
LECTURA BREVE Rm 1, 1-2. 7<br />
Pablo, siervo <strong>de</strong> Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, escogido para anunciar el<br />
Evangelio <strong>de</strong> Dios. Este Evangelio, prometido ya por sus profetas en las Escrituras<br />
santas, se refiere a su Hijo. A todos los <strong>de</strong> Roma, a quienes Dios ama y ha llamado a<br />
formar parte <strong>de</strong> los santos, os <strong>de</strong>seo la gracia y la paz <strong>de</strong> Dios, nuestro Padre, y <strong>de</strong>l<br />
Señor Jesucristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los apóstoles anunciaban la palabra <strong>de</strong> Dios *Con valentía. Los apóstoles.<br />
V. Y daban testimonio <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo. *Con valentía. Gloria al<br />
Padre. Los apóstoles.<br />
Magníficat, ant. Estos gloriosos apóstoles, que se amaron tanto en la vida, tampoco<br />
se separaron en la muerte.<br />
PRECES<br />
Llenos <strong>de</strong> alegría, invoquemos confiadamente a Cristo, que edificó su Iglesia sobre el<br />
cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y profetas, y digámosle:<br />
Señor, ven en ayuda <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Tú que llamaste a Simón, que era pescador, para hacerlo pescador <strong>de</strong> hombres,<br />
-continúa eligiendo obreros que trabajen en la salvación <strong>de</strong>l mundo.<br />
Tú que increpaste a la tempestad marítima para que no se hundiera la barca <strong>de</strong> los<br />
discípulos,<br />
-protege <strong>de</strong> toda perturbación a tu Iglesia y fortalece al sucesor <strong>de</strong> Pedro.<br />
Tú que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> resucitado, reuniste a tu grey dispersa en torno a Pedro,<br />
-congrega, buen Pastor, a todo tu pueblo, para que forme un solo rebaño.<br />
Tú que enviaste al apóstol Pablo a evangelizar a los gentiles,<br />
-haz que el mensaje <strong>de</strong> salvación sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que confiaste a tu Iglesia las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos,<br />
-abre las puertas <strong>de</strong>l cielo a todos los que, cuando vivían, confiaron en tu<br />
misericordia.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú que entregaste a la Iglesia las primicias <strong>de</strong> tu obra <strong>de</strong><br />
salvación, mediante el ministerio apostólico <strong>de</strong> san Pedro y san Pablo, concé<strong>de</strong>nos, por<br />
su intercesión y sus méritos, los auxilios necesarios para nuestra salvación. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Cuando el gallo, tres veces<br />
negaste a tu Maestro;<br />
y él tres veces te dijo:<br />
“¿Me amas más que éstos?”<br />
Se te puso muy triste<br />
tu llanto y tu silencio:<br />
pero la Voz te habló<br />
<strong>de</strong> apacentar cor<strong>de</strong>ros.<br />
Tu pecado quemante<br />
se convirtió en incendio,<br />
y abriste tus dos brazos<br />
al ma<strong>de</strong>ro sangriento.<br />
La cabeza hacia abajo<br />
y el corazón al cielo:<br />
porque, cuando aquel gallo,<br />
negaste a tu Maestro. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Sé <strong>de</strong> quién me he fiado y estoy firmemente persuadido <strong>de</strong> que el justo Juez<br />
tiene po<strong>de</strong>r para asegurar hasta el último día el encargo que me dio.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. La gracia <strong>de</strong> Dios no se ha frustrado en mí, su gracia trabaja siempre<br />
conmigo.<br />
Ant. 3. He combatido bien mi combate, he corrido hasta la meta, he mantenido la fe.<br />
LECTURA BREVE 1P 4, 13-14<br />
Queridos hermanos, estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo,<br />
para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo. Si os ultrajan por el nombre<br />
<strong>de</strong> Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu <strong>de</strong> la gloria, el Espíritu <strong>de</strong> Dios, reposa<br />
sobre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Entregaron sus vidas *Por el nombre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Entregaron.<br />
V. Iban contentos <strong>de</strong> haber merecido aquel ultraje. *Por el nombre <strong>de</strong> nuestro Señor<br />
Jesucristo. Gloria al Padre. Entregaron.<br />
Benedictus, ant. Dijo Simón Pedro: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes<br />
palabras <strong>de</strong> vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el <strong>Santo</strong> consagrado<br />
por Dios.” Aleluya.
PRECES<br />
Llenos <strong>de</strong> alegría, invoquemos confiadamente a Cristo, que edificó su Iglesia sobre el<br />
cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y profetas, y digámosle:<br />
Señor, colma <strong>de</strong> bienes a tu Iglesia.<br />
Tú que pediste por Pedro, para que su fe no se apagara,<br />
-da firmeza a la fe <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Tú que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> resucitado, te apareciste a Simón Pedro y te manifestaste a Saulo,<br />
-ilumina nuestras mentes para que reconozcamos que vives para siempre.<br />
Tú que escogiste al apóstol Pablo para dar a conocer tu nombre a los pueblos paganos,<br />
-haznos auténticos pregoneros <strong>de</strong> tu Evangelio.<br />
Tú que perdonaste misericordiosamente las negaciones <strong>de</strong> Pedro,<br />
-perdónanos todas nuestras culpas.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, tú que nos llenas <strong>de</strong> santa alegría en la celebración <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> san Pedro y<br />
san Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas <strong>de</strong> aquellos que<br />
fueron fundamento <strong>de</strong> nuestra fe cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. Todavía estaba hablando Pedro, cuando cayó el Espíritu <strong>Santo</strong> sobre todos los<br />
que escuchaban sus palabras, y hablaban en lenguas extrañas y proclamaban la gran<strong>de</strong>za<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
LECTURA BREVE Hch 15, 7b-9<br />
Dios me escogió para que los gentiles oyeran <strong>de</strong> mi boca el mensaje <strong>de</strong>l Evangelio, y<br />
creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, mostró su aprobación dándoles el Espíritu<br />
<strong>Santo</strong> igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado<br />
sus corazones con la fe.<br />
V. A toda la tierra alcanza su pregón.<br />
R. Y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Sexta<br />
Ant. Hacia el mediodía, subió Pedro a la azotea a orar.<br />
LECTURA BREVE Ga 1, 15-16a. 17b-18a<br />
Cuando Dios, que me escogió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el seno <strong>de</strong> mi madre y me llamó por su gracia,<br />
se dignó revelar a su Hijo en mí, para que yo lo anunciara a los gentiles, me fui a<br />
Arabia, y <strong>de</strong>spués volví a Damasco. Más tar<strong>de</strong>, pasados tres años, subí a Jerusalén para<br />
conocer a Cefas.<br />
V. Guardaron los preceptos <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Las normas y mandatos que les or<strong>de</strong>nó.<br />
Nona<br />
Ant. Pedro y Juan subían al templo, a la oración <strong>de</strong> media tar<strong>de</strong>.<br />
LECTURA BREVE 2Co 4, 13-14<br />
Teniendo el mismo espíritu <strong>de</strong> fe, según lo que está escrito: “Creí, por eso hablé”,<br />
también nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor<br />
Jesús también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
San Pedro y san Pablo, unidos<br />
por un martirio <strong>de</strong> amor,<br />
en la fe comprometidos,<br />
llevadnos hasta el Señor.<br />
II Vísperas<br />
El Señor te dijo: “Simón, tú eres Piedra,<br />
sobre este cimiento fundaré mi Iglesia:<br />
la roca perenne, la nave ligera.<br />
No podrá el infierno jamás contra ella.<br />
Te daré las llaves para abrir la puerta.”<br />
Vicario <strong>de</strong> Cristo, timón <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Pablo, tu palabra, como una saeta,<br />
llevó el Evangelio por toda la tierra.<br />
Doctor <strong>de</strong> las gentes, vas sembrando Iglesias;<br />
leemos tus cartas en las asambleas,<br />
y siempre <strong>de</strong> Cristo nos hablas en ellas;<br />
la cruz es tu gloria, tu vida y tu ciencia.<br />
San Pedro y san Pablo: en la Roma eterna<br />
quedasteis sembrados cual trigo en la tierra;<br />
sobre los sepulcros, espigas, cosechas,<br />
con riego <strong>de</strong> sangre plantasteis la Iglesia.<br />
San Pedro y san Pablo, columnas señeras,<br />
testigos <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong> sus promesas.<br />
Ant. 1. Yo he pedido por ti, Pedro, para que tu fe no se apague. Y tú, cuando te<br />
recobres, da firmeza a tus hermanos.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Muy a gusto presumo <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s, porque así residirá en mí la fuerza<br />
<strong>de</strong> Cristo.<br />
Ant. 3. Tú eres el pastor <strong>de</strong> las ovejas, Príncipe <strong>de</strong> los apóstoles; te han sido<br />
entregadas las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 3-5. 8<br />
Lo primero que yo os transmití, tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo<br />
murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al<br />
tercer día, según las Escrituras; que se le apareció a Cefas y más tar<strong>de</strong> a los Doce; por<br />
último se me apareció también a mí.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los apóstoles anunciaban la palabra <strong>de</strong> Dios *Con valentía. Los apóstoles.<br />
V. Y daban testimonio <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo. *Con valentía. Gloria al<br />
Padre. Los apóstoles.<br />
Magníficat, ant. Pedro, el apóstol, y Pablo, el maestro <strong>de</strong> los gentiles, nos enseñaron<br />
tu ley, Señor.
PRECES<br />
Llenos <strong>de</strong> alegría, invoquemos confiadamente a Cristo, que edificó su Iglesia sobre el<br />
cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y profetas, y digámosle:<br />
Señor, ven en ayuda <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Tú que llamaste a Simón, que era pescador, para hacerlo pescador <strong>de</strong> hombres,<br />
-continúa eligiendo obreros que trabajen en la salvación <strong>de</strong>l mundo.<br />
Tú que increpaste a la tempestad marítima para que no se hundiera la barca <strong>de</strong> los<br />
discípulos,<br />
-protege <strong>de</strong> toda perturbación a tu Iglesia y fortalece al sucesor <strong>de</strong> Pedro.<br />
Tú que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> resucitado, reuniste a tu grey dispersa en torno a Pedro,<br />
-congrega, buen Pastor, a todo tu pueblo, para que forme un solo rebaño.<br />
Tú que enviaste al apóstol Pablo a evangelizar a los gentiles,<br />
-haz que el mensaje <strong>de</strong> salvación sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que confiaste a tu Iglesia las llaves <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> los cielos,<br />
-abre las puertas <strong>de</strong>l cielo a todos los que, cuando vivían, confiaron en tu<br />
misericordia.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, tú que nos llenas <strong>de</strong> santa alegría en la celebración <strong>de</strong> la fiesta <strong>de</strong> san Pedro y<br />
san Pablo, haz que tu Iglesia se mantenga siempre fiel a las enseñanzas <strong>de</strong> aquellos que<br />
fueron fundamento <strong>de</strong> nuestra fe cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> apóstoles, excepto lo siguiente:<br />
JULIO<br />
3 <strong>de</strong> julio<br />
SANTO TOMÁS, APÓSTOL<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. <strong>Tomás</strong> dijo: “Señor, no sabemos a dón<strong>de</strong> vas, ¿cómo po<strong>de</strong>mos saber el<br />
camino?” Jesús le respon<strong>de</strong>: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida.”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. <strong>Tomás</strong>, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los<br />
otros discípulos le <strong>de</strong>cían: “Hemos visto al Señor.” Aleluya.<br />
Ant. 3. Mete tu mano y mira el agujero <strong>de</strong> los clavos; y no seas incrédulo, sino<br />
creyente. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22<br />
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos <strong>de</strong> los santos y<br />
miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Dios. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y<br />
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda<br />
ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él<br />
también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada <strong>de</strong> Dios, por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los nombrarás príncipes *Sobre toda la tierra. Los nombrarás.<br />
V. Harán memorable tu nombre, Señor. *Sobre toda la tierra. Gloria al Padre. Los<br />
nombrarás.<br />
Benedictus, ant. ¿Porque me has visto, <strong>Tomás</strong>, has creído? Dichosos los que crean<br />
sin haber visto.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, concé<strong>de</strong>nos celebrar con alegría la fiesta <strong>de</strong> tu apóstol santo<br />
<strong>Tomás</strong>; que él nos ayu<strong>de</strong> con su protección, para que tengamos en nosotros vida<br />
abundante por la fe en Jesucristo, tu Hijo, a quien tu apóstol reconoció como su Señor y<br />
su Dios. Que vive y reina contigo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.
Vísperas<br />
Las antífonas como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> Apóstoles.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 11-13<br />
Cristo ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a<br />
otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento <strong>de</strong> los santos, en función <strong>de</strong> su<br />
ministerio, y para la edificación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo; hasta que lleguemos todos a la<br />
unidad en la fe y en el conocimiento <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, al hombre perfecto, a la medida<br />
<strong>de</strong> Cristo en su plenitud.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. He metido el <strong>de</strong>do en el agujero <strong>de</strong> los clavos, y la mano en su<br />
costado, y dije: “¡Señor mío y Dios mío!”<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, concé<strong>de</strong>nos celebrar con alegría la fiesta <strong>de</strong> tu apóstol santo<br />
<strong>Tomás</strong>; que él nos ayu<strong>de</strong> con su protección, para que tengamos en nosotros vida<br />
abundante por la fe en Jesucristo, tu Hijo, a quien tu apóstol reconoció como su Señor y<br />
su Dios. Que vive y reina contigo.<br />
11 <strong>de</strong> julio<br />
SAN BENITO, ABAD,<br />
PATRÓN DE EUROPA<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> santos varones.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Hubo un hombre venerable por su vida, san Benito; él, como indica<br />
su nombre, fue bendito por la gracia divina.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que hiciste <strong>de</strong>l abad san Benito un esclarecido maestro en la<br />
escuela <strong>de</strong>l divino servicio, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, prefiriendo tu amor a<br />
todas las cosas, avancemos por la senda <strong>de</strong> tus mandamientos con libertad <strong>de</strong> corazón.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santos varones; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Ése recibió la bendición <strong>de</strong>l Señor, le hizo justicia el Dios <strong>de</strong><br />
salvación, porque ése es el grupo que busca al Señor.
15 <strong>de</strong> julio<br />
SAN BUENAVENTURA,<br />
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a cuantos hoy celebramos la fiesta <strong>de</strong> tu obispo san<br />
Buenaventura la gracia <strong>de</strong> aprovechar su admirable doctrina e imitar los ejemplos <strong>de</strong> su<br />
ardiente caridad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
HIMNO<br />
16 <strong>de</strong> julio<br />
NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
¿Quién eres tú, mujer, que, aunque rendida<br />
al parecer, al parecer postrada,<br />
no estás sino en los cielos, ensalzada,<br />
no estás sino en la tierra preferida?<br />
Pero, ¿qué mucho, si <strong>de</strong>l sol vestida,<br />
qué mucho, si <strong>de</strong> estrellas coronada,<br />
vienes <strong>de</strong> tantas luces ilustrada,<br />
vienes <strong>de</strong> tantos rayos guarnecida?<br />
Cielo y tierra parece que, a primores,<br />
se compitieron con igual <strong>de</strong>svelo,<br />
mezcladas sus estrellas y sus flores;<br />
para que en ti tuviesen tierra y cielo,<br />
con no sé qué lejanos resplandores<br />
<strong>de</strong> flor <strong>de</strong>l Sol plantada en el Carmelo.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Benedictus, ant. Deseé la sabiduría con toda el alma, y creció como racimo que<br />
madura.<br />
Oración<br />
Te suplicamos, Señor, que la po<strong>de</strong>rosa intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, en su<br />
advocación <strong>de</strong>l monte Carmelo, nos ayu<strong>de</strong> y nos haga llegar hasta Cristo, monte <strong>de</strong><br />
salvación. Que vive y reina contigo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. María escuchaba la palabra <strong>de</strong> Dios y la cumplía, meditándola en su<br />
corazón.
22 <strong>de</strong> julio<br />
SANTA MARÍA MAGDALENA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santas mujeres, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Al levantarse la aurora<br />
con la luz pascual <strong>de</strong> Cristo,<br />
la Iglesia madrugadora<br />
te pregunta: “¿A quién has visto?”<br />
“¿Por qué lloras en el huerto?<br />
¿A quién buscas?” “A mi amado.<br />
Buscando al que estaba muerto,<br />
lo encontré resucitado.<br />
Me quedé sola buscando,<br />
alas me daba el amor,<br />
y, cuando estaba llorando,<br />
vino a mi encuentro el Señor.<br />
Vi a Jesús resucitado,<br />
creí que era el jardinero;<br />
por mi nombre me ha llamado,<br />
no le conocí primero.<br />
Él me libró <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio,<br />
yo le seguí hasta la cruz,<br />
y di el primer testimonio<br />
<strong>de</strong> la Pascua <strong>de</strong> Jesús.”<br />
Haznos, santa Magdalena,<br />
audaces en el amor,<br />
irradiar la luz serena<br />
<strong>de</strong> la Pascua <strong>de</strong>l Señor.<br />
Gloria al Padre omnipotente,<br />
gloria al Hijo re<strong>de</strong>ntor,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>:<br />
tres Personas, sólo un Dios. Amén.<br />
Ant. 1. El primer día <strong>de</strong> la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer,<br />
cuando aún estaba oscuro.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Mi corazón ar<strong>de</strong>; <strong>de</strong>seo ver a mi Señor; lo busco y no sé dón<strong>de</strong> lo han puesto.<br />
Aleluya.<br />
Ant. 3. María, mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos <strong>de</strong><br />
blanco, sentados. Aleluya.
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2<br />
Os exhorto, hermanos, por la misericordia <strong>de</strong> Dios, a presentar vuestros cuerpos<br />
como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os<br />
ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación <strong>de</strong> la mente, para que sepáis<br />
discernir lo que es voluntad <strong>de</strong> Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. María, no llores más, *El Señor ha resucitado <strong>de</strong> entre los muertos. María.<br />
V. Ve a mis hermanos y diles: * El Señor ha resucitado <strong>de</strong> entre los muertos. Gloria<br />
al Padre. María.<br />
Benedictus, ant. Jesús, resucitado al amanecer <strong>de</strong>l primer día <strong>de</strong> la semana, se<br />
apareció primero a María Magdalena, <strong>de</strong> la que había echado siete <strong>de</strong>monios.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santas mujeres, o <strong>de</strong> feria.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu Unigénito, confió, antes que a nadie, a María<br />
Magdalena la misión <strong>de</strong> anunciar a los suyos la alegría pascual; concé<strong>de</strong>nos a nosotros,<br />
por la intercesión y el ejemplo <strong>de</strong> aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a<br />
Cristo resucitado y verle un día glorioso en el reino <strong>de</strong> los cielos. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
“¿Qué viste en el huerto?<br />
Dinos, Magdalena.”<br />
“Vacío el sepulcro,<br />
sudarios y vendas.<br />
Ángeles testigos,<br />
movida la piedra.<br />
Vi al Resucitado,<br />
soy su mensajera.<br />
Hoy ha renacido<br />
todo con su vuelta.<br />
Es el primer día,<br />
la creación nueva,<br />
nuevo paraíso<br />
<strong>de</strong> nupcias eternas.<br />
Amando buscaba,<br />
lloraba la ausencia.”<br />
“¡María!” “¡Maestro!”<br />
(La Esposa es la Iglesia.)<br />
“Dile a mis hermanos:<br />
‘Id a Galilea.’”<br />
Haz que caminemos<br />
<strong>de</strong>l amor la senda,<br />
Vísperas
y, con nuestros himnos,<br />
el cielo y la tierra<br />
al Dios uno y Trino<br />
canten gloria eterna. Amén.<br />
Ant. 1. Jesús le dice a María: “Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santas mujeres.<br />
Ant. 2. Se han llevado a mi Señor y no sé dón<strong>de</strong> lo han puesto.<br />
Ant. 3. Jesús le dice: “¡María!” Ella se vuelve y le dice: “¡Rabboni!”, que significa:<br />
“¡Maestro!”<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 28-30<br />
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado<br />
conforme a su <strong>de</strong>signio. A los que había escogido, Dios los pre<strong>de</strong>stinó a ser imagen <strong>de</strong><br />
su Hijo, para que él fuera el primogénito <strong>de</strong> muchos hermanos. A los que pre<strong>de</strong>stinó, los<br />
llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. María, no llores más, *El Señor ha resucitado <strong>de</strong> entre los muertos. María.<br />
V. Ve a mis hermanos y diles: *El Señor ha resucitado <strong>de</strong> entre los muertos. Gloria al<br />
Padre. María.<br />
Magníficat, ant. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: “He visto al<br />
Señor.” Aleluya.<br />
PRECES, <strong>de</strong> Vísperas <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santas mujeres, o <strong>de</strong> feria.<br />
La oración como el Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Pues que siempre tan amado<br />
fuiste <strong>de</strong> nuestro Señor,<br />
Santiago, apóstol sagrado,<br />
sé hoy nuestro protector.<br />
Si con tu padre y con Juan<br />
pescabas en Galilea,<br />
Cristo cambió tu tarea<br />
por el misionero afán.<br />
A ser <strong>de</strong> su apostolado<br />
pasas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pescador:<br />
Por el hervor <strong>de</strong>l gran celo<br />
que tu corazón quemaba,<br />
cuando Cristo predicaba<br />
aquí su reino <strong>de</strong>l cielo,<br />
“Hijo <strong>de</strong>l trueno” llamado<br />
fuiste por el Salvador.<br />
Al ser por Cristo elegido,<br />
por él fuiste consolado,<br />
viéndole transfigurado,<br />
<strong>de</strong> nieve y <strong>de</strong> sol vestido<br />
y por el Padre aclamado<br />
en la cumbre <strong>de</strong>l Tabor.<br />
Cuando el primero a su lado<br />
en el reino quieres ser,<br />
Cristo te invita a beber<br />
su cáliz acibarado;<br />
y tú, el primero, has sellado<br />
con tu martirio el amor.<br />
En Ju<strong>de</strong>a y Samaría<br />
al principio predicaste,<br />
<strong>de</strong>spués a España llegaste,<br />
el Espíritu por guía,<br />
y la verdad has plantado<br />
don<strong>de</strong> reinaba el error.<br />
25 <strong>de</strong> julio<br />
SANTIAGO APÓSTOL,<br />
PATRONO DE ESPAÑA<br />
Solemnidad<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. El Señor llamó a Santiago y lo hizo su compañero, para enviarlo a predicar.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se transfiguró<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.
Ant. 3. Tú fuiste, Santiago, el primero, entre los apóstoles, que <strong>de</strong>rramaste tu sangre<br />
para fecundar la Iglesia. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE 1Co 4, 15<br />
Tendréis mil tutores en Cristo, pero padres no tenéis muchos; por medio <strong>de</strong>l<br />
Evangelio soy yo quien os ha engendrado para Cristo Jesús.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En esto conocerán todos *Que sois mis discípulos. En esto.<br />
V. En que os amáis unos a otros. *Que sois mis discípulos. Gloria al Padre. En esto.<br />
Magníficat, ant. Astro brillante <strong>de</strong> España, apóstol Santiago, tu cuerpo <strong>de</strong>scansa en la<br />
paz, tu gloria pervive entre nosotros. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, y pidámosle que, por intercesión <strong>de</strong>l apóstol<br />
Santiago, proteja a nuestra nación y bendiga a todos los hombres; digamos:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu pueblo.<br />
Padre santo, tú que dispusiste que nuestra nación fuera protegida por el apóstol<br />
Santiago,<br />
-conce<strong>de</strong> a cuantos en ella moran ser fieles a su mensaje evangélico.<br />
Padre santo, bendice a la Conferencia episcopal <strong>de</strong> nuestra nación y <strong>de</strong>rrama tu Espíritu<br />
sobre nuestros obispos,<br />
-para que con celo propaguen el mensaje apostólico.<br />
Padre santo, haz que nuestros gobernantes y cuantos les asisten<br />
-gobiernen con rectitud y trabajen para el bien <strong>de</strong> todos.<br />
Padre santo, <strong>de</strong>rrama tu Espíritu sobre nuestro pueblo,<br />
-para que todos vivamos en mutua comprensión y cumplamos con lealtad nuestros<br />
<strong>de</strong>beres cívicos.<br />
Padre santo, tú quisiste que el apóstol Santiago fuera el primero, entre los apóstoles, en<br />
gozar <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> tu Hijo resucitado,<br />
-conce<strong>de</strong> a nuestros difuntos participar en esta misma gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que consagraste los primeros trabajos <strong>de</strong> los apóstoles<br />
con la sangre <strong>de</strong> Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su<br />
patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final <strong>de</strong> los tiempos. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Al celebrar tu memoria,<br />
santo Apóstol peregrino,<br />
guíanos por el camino<br />
al Pórtico <strong>de</strong> la gloria.<br />
Camino <strong>de</strong> Compostela,<br />
va un romero caminando<br />
y es el camino <strong>de</strong> estrellas<br />
polvareda <strong>de</strong> sus pasos.<br />
En el pecho las vieiras,<br />
y alto bordón en la mano,<br />
sembrando por la vereda<br />
las canciones y los salmos.<br />
Llévale, romerico,<br />
llévale a Santiago,<br />
llévale, romerico,<br />
llévale un abrazo.<br />
Llegó al corazón <strong>de</strong> España<br />
por el monte y por el llano:<br />
en los anchos horizontes<br />
cielo y tierra se abrazaron.<br />
Sube hasta el monte <strong>de</strong>l Gozo<br />
y allí, <strong>de</strong> hinojos postrado,<br />
las altas torres <strong>de</strong> ensueño<br />
casi toca con las manos.<br />
Llévale, romerico,<br />
llévale a Santiago,<br />
llévale, romerico,<br />
llévale un abrazo.<br />
Romeros, sólo romeros,<br />
dile que peregrinamos<br />
con la mirada en el cielo<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la aurora al ocaso.<br />
Camino <strong>de</strong> Compostela,<br />
todos los hombres, hermanos,<br />
construyendo un mundo nuevo<br />
en el amor cimentado.<br />
Llévale, romerico,<br />
llévale a Santiago,<br />
llévale, romerico,<br />
llévale un abrazo.<br />
Ven, Santiago, con nosotros,<br />
que tu bordón es un báculo,<br />
el cayado <strong>de</strong>l pastor<br />
para guiar el rebaño.<br />
Lau<strong>de</strong>s
¡<strong>Santo</strong> apóstol peregrino,<br />
llévanos tú <strong>de</strong> la mano<br />
para ir contigo hasta Cristo,<br />
Santiago, el Mayor, Santiago!<br />
Llévale, romerico,<br />
llévale a Santiago,<br />
llévale, romerico,<br />
llévale un abrazo.<br />
Ant. 1. Pasando Jesús, vio a Santiago, hijo <strong>de</strong> Zebe<strong>de</strong>o, y a Juan, su hermano, y los<br />
llamó.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Inmediatamente <strong>de</strong>jaron la barca y a su padre, y lo siguieron.<br />
Ant. 3. El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y os bautizaréis con el bautismo con<br />
que yo me voy a bautizar.<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22<br />
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos <strong>de</strong> los santos y<br />
miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Dios. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y<br />
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda<br />
ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él<br />
también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada <strong>de</strong> Dios, por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los nombrarás príncipes *Sobre toda la tierra. Los nombrarás.<br />
V. Harán memorable tu nombre, Señor. *Sobre toda la tierra. Gloria al Padre. Los<br />
nombrarás.<br />
Benedictus, ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los<br />
llevó aparte a una montaña alta y se transfiguró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a nuestro Padre que está en los cielos, porque, por medio <strong>de</strong>l apóstol<br />
Santiago, nos ha llamado al conocimiento <strong>de</strong> la verdad, y supliquémosle, diciendo:<br />
Salva, Señor, a nuestro pueblo.<br />
Te alabamos, Señor, porque, por medio <strong>de</strong> los apóstoles, iluminas nuestra vida con tu<br />
Evangelio;<br />
-haznos siempre dóciles a este mensaje.<br />
Te alabamos, Señor, porque has querido que el mensaje apostólico llegase hasta nuestra<br />
patria;<br />
-haz que España siempre sea fiel a la doctrina recibida <strong>de</strong> tus enviados.<br />
Te alabamos, Señor, porque, por medio <strong>de</strong> los obispos, continúas la presencia apostólica<br />
entre nosotros;<br />
-haz que nuestros obispos sean totalmente fieles a su misión <strong>de</strong> servir tu palabra.
Te alabamos, Señor, porque has querido que la predicación apostólica arraigara en<br />
nuestro suelo patrio;<br />
-haz que en España esta fe se dilate y se purifique sin cesar.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que consagraste los primeros trabajos <strong>de</strong> los apóstoles<br />
con la sangre <strong>de</strong> Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su<br />
patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final <strong>de</strong> los tiempos. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
HIMNO, como en las I vísperas.<br />
II Vísperas<br />
Ant. 1. Jesús se llevó aparte a Pedro, a Santiago y a Juan y empezó a sentir terror y<br />
angustia.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Entonces les dijo: “Velad y orad, para no caer en tentación.”<br />
Ant. 3. El rey Hero<strong>de</strong>s se puso a perseguir a algunos miembros <strong>de</strong> la Iglesia e hizo<br />
pasar a cuchillo a Santiago, hermano <strong>de</strong> Juan.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 11-13<br />
Cristo ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a<br />
otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento <strong>de</strong> los santos, en función <strong>de</strong> su<br />
ministerio, y para la edificación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo; hasta que lleguemos todos a la<br />
unidad en la fe y en el conocimiento <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, al hombre perfecto, a la medida<br />
<strong>de</strong> Cristo en su plenitud.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. ¡Oh glorioso apóstol Santiago, elegido entre los primeros! Tú fuiste<br />
el primero, entre los apóstoles, en beber el cáliz <strong>de</strong>l Señor. ¡Oh feliz pueblo <strong>de</strong> España,<br />
protegido por un tal patrono! Por ti el Po<strong>de</strong>roso ha hecho obras gran<strong>de</strong>s. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a Dios, nuestro Padre, y pidámosle que, por intercesión <strong>de</strong>l apóstol<br />
Santiago, proteja a nuestra nación y bendiga a todos los hombres; digamos:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu pueblo.
Padre santo, tú que dispusiste que nuestra nación fuera protegida por el apóstol<br />
Santiago,<br />
-conce<strong>de</strong> a cuantos en ella moran ser fieles a su mensaje evangélico.<br />
Padre santo, bendice a la Conferencia episcopal <strong>de</strong> nuestra nación y <strong>de</strong>rrama tu Espíritu<br />
sobre nuestros obispos,<br />
-para que con celo propaguen el mensaje apostólico.<br />
Padre santo, haz que nuestros gobernantes y cuantos les asisten<br />
-gobiernen con rectitud y trabajen para el bien <strong>de</strong> todos.<br />
Padre santo, <strong>de</strong>rrama tu Espíritu sobre nuestro pueblo,<br />
-para que todos vivamos en mutua comprensión y cumplamos con lealtad nuestros<br />
<strong>de</strong>beres cívicos.<br />
Padre santo, tú quisiste que el apóstol Santiago fuera el primero, entre los apóstoles, en<br />
gozar <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> tu Hijo resucitado,<br />
-conce<strong>de</strong> a nuestros difuntos participar en esta misma gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que consagraste los primeros trabajos <strong>de</strong> los apóstoles<br />
con la sangre <strong>de</strong> Santiago, haz que, por su martirio, sea fortalecida tu Iglesia y, por su<br />
patrocinio, España se mantenga fiel a Cristo hasta el final <strong>de</strong> los tiempos. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santos varones, excepto lo siguiente:<br />
LECTURA BREVE Is 55, 3<br />
26 <strong>de</strong> julio<br />
SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA,<br />
PADRES DE LA VIRGEN MARÍA<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Inclinad el oído, venid a mí: escuchadme, y viviréis. Sellaré con vosotros alianza<br />
perpetua, la promesa que aseguré a David.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Por su entrañable misericordia, *Nos ha visitado el Señor. Por su entrañable.<br />
V. De la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> David sacó un salvador: Jesucristo. *Nos ha visitado el<br />
Señor. Gloria al Padre. Por su entrañable.<br />
Benedictus, ant. Bendito sea el Señor, Dios <strong>de</strong> Israel, porque nos ha suscitado una<br />
fuerza <strong>de</strong> salvación en la casa <strong>de</strong> David, su siervo.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santos varones, o <strong>de</strong> feria.<br />
Oración<br />
Señor, Dios <strong>de</strong> nuestros padres, tú concediste a san Joaquín y a santa Ana la gracia<br />
<strong>de</strong> traer a este mundo a la Madre <strong>de</strong> tu Hijo; concé<strong>de</strong>nos, por la plegaria <strong>de</strong> estos santos,<br />
la salvación que has prometido a tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA BREVE Rm 9, 4-5<br />
Vísperas<br />
Los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Israel fueron adoptados como hijos, tienen la presencia <strong>de</strong><br />
Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, <strong>de</strong> quienes,<br />
según la carne, nació el Mesías, el que está por encima <strong>de</strong> todo: Dios bendito por los<br />
siglos. Amén.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Auxilia a Israel, su siervo, *Acordándose <strong>de</strong> su misericordia. Auxilia.<br />
V. Como lo había prometido a nuestros padres. *Acordándose <strong>de</strong> su misericordia.<br />
Gloria al Padre. Auxilia.<br />
Magníficat, ant. La muy noble <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Jesé ha producido un hermoso<br />
renuevo, <strong>de</strong>l cual ha brotado un vástago lleno <strong>de</strong> suave fragancia.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santos varones, o <strong>de</strong> feria.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
29 <strong>de</strong> julio<br />
SANTA MARTA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santas mujeres.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Dijo Marta a Jesús: “Tú eres el Mesías, el Hijo <strong>de</strong> Dios, el que tenía<br />
que venir al mundo.”<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, tu Hijo aceptó la hospitalidad <strong>de</strong> santa Marta y se albergó en su<br />
casa; concé<strong>de</strong>nos, por intercesión <strong>de</strong> esta santa mujer, servir fielmente a Cristo en<br />
nuestros hermanos y ser recibidos, como premio, en tu casa <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Jesús amaba a Marta, a su hermana y a su hermano Lázaro.
31 <strong>de</strong> julio<br />
SAN IGNACIO DE LOYOLA, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores (para un presbítero) o <strong>de</strong> santos varones (para los religiosos).<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. ¡Ojalá pueda conocer a Cristo, y la fuerza <strong>de</strong> su resurrección, y la<br />
comunión con sus pa<strong>de</strong>cimientos!<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que has suscitado en tu Iglesia a san Ignacio <strong>de</strong> Loyola para<br />
exten<strong>de</strong>r la gloria <strong>de</strong> tu nombre, concé<strong>de</strong>nos que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> combatir en la tierra, bajo<br />
su protección y siguiendo su ejemplo, merezcamos compartir con él la gloria <strong>de</strong>l cielo.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su<br />
vida?
AGOSTO<br />
1 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN ALFONSO MARÍA DE LIGORIO,<br />
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que suscitas continuamente en tu Iglesia nuevos ejemplos <strong>de</strong> santidad,<br />
concé<strong>de</strong>nos la gracia <strong>de</strong> imitar en el celo apostólico a tu obispo san Alfonso María <strong>de</strong><br />
Ligorio, para que podamos compartir en el cielo su misma recompensa. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
4 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN JUAN MARÍA VIANNEY, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Dios <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y misericordia, que hiciste admirable a san Juan María Vianney por su<br />
celo pastoral, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión y su ejemplo, ganar para Cristo a nuestros<br />
hermanos y alcanzar, juntamente con ellos, los premios <strong>de</strong> la vida eterna. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
HIMNO, como en las II Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
6 <strong>de</strong> agosto<br />
LA TRANSFIGURACIÓN DEL SEÑOR<br />
Fiesta<br />
I Vísperas<br />
(Cuando esta fiesta coinci<strong>de</strong> con un domingo)<br />
Ant.1. Jesús tomó consigo a sus discípulos y subió a lo alto <strong>de</strong> la montaña, y se<br />
transfiguró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
Salmo 112
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Jesús tomó consigo a sus discípulos y subió a lo alto <strong>de</strong> la montaña, y se<br />
transfiguró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.<br />
Ant. 2. Se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús.<br />
Salmo 116<br />
Alabad al Señor, todas las naciones,<br />
aclamadlo, todos los pueblos:<br />
Firme es su misericordia con nosotros,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad dura por siempre.<br />
Ant. Se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús.<br />
Ant. 3. Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra<br />
para Moisés y otra para Elías.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Señor, ¡qué bien se está aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para<br />
Moisés y otra para Elías.
LECTURA BREVE Flp 3, 20-21<br />
Nosotros somos ciudadanos <strong>de</strong>l cielo, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> aguardamos un Salvador: el Señor<br />
Jesucristo. Él transformará nuestra condición humil<strong>de</strong>, según el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> su condición<br />
gloriosa, con esa energía que posee para sometérselo todo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Apareciste glorioso en presencia <strong>de</strong>l Señor. *Aleluya, aleluya. Apareciste.<br />
V. Él te ha vestido <strong>de</strong> majestad. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Apareciste.<br />
Magníficat, ant. Cristo Jesús, reflejo <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong>l Padre e impronta <strong>de</strong> su ser,<br />
sostiene el universo con su palabra po<strong>de</strong>rosa y, habiendo realizado la purificación <strong>de</strong> los<br />
pecados, en una montaña alta ha manifestado hoy su gloria.<br />
PRECES<br />
Dirijámonos confiados a nuestro Salvador, maravillosamente transfigurado en la<br />
montaña, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus discípulos, y digámosle:<br />
¡Dios nuestro, alumbra nuestras tinieblas!<br />
A ti, Cristo, que, transfigurado, revelaste la resurrección a tus discípulos antes <strong>de</strong> la<br />
pasión, te rogamos por tu Iglesia santa, que sufre y trabaja en el mundo,<br />
-para que, en la tribulación, siempre se transfigure con el gozo <strong>de</strong> tu victoria.<br />
A ti, Cristo, que tomaste a Pedro, a Santiago y a Juan, y te los llevaste aparte a una<br />
montaña alta, te pedimos por el papa N. y los obispos,<br />
-para que sirvan a tu pueblo en la esperanza <strong>de</strong> la resurrección.<br />
A ti, Cristo, que en la montaña irradiaste el esplendor <strong>de</strong> tu rostro sobre Moisés y Elías,<br />
te pedimos por los judíos, el pueblo antaño por ti elegido,<br />
-a fin <strong>de</strong> que consigan llegar a la plenitud <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción.<br />
A ti, Cristo, que iluminaste la tierra cuando la gloria <strong>de</strong>l Creador amaneció sobre ti, te<br />
pedimos por los hombres <strong>de</strong> buena voluntad,<br />
-a fin <strong>de</strong> que caminen al resplandor <strong>de</strong> tu luz.<br />
A ti, Cristo, que transformarás nuestro cuerpo humil<strong>de</strong> según el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> tu cuerpo<br />
glorioso, te pedimos por nuestros hermanos difuntos,<br />
-para que entren en tu gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración <strong>de</strong> tu Unigénito confirmaste los misterios<br />
<strong>de</strong> la fe con el testimonio <strong>de</strong> los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra<br />
perfecta adopción como hijos tuyos, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, escuchando siempre<br />
la palabra <strong>de</strong> tu Hijo, el predilecto, seamos un día cohere<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> su gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Transfigúrame,<br />
Señor, transfigúrame.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Quiero ser tu vidriera,<br />
tu alta vidriera azul, morada y amarilla.<br />
Quiero ser mi figura, sí, mi historia,<br />
pero <strong>de</strong> ti en tu gloria traspasado.<br />
Transfigúrame,<br />
Señor, transfigúrame.<br />
Mas no a mí solo,<br />
purifica también a todos los hijos <strong>de</strong> tu Padre<br />
que te rezan conmigo o te rezaron,<br />
o que acaso ni una madre tuvieron<br />
que les guiara a balbucir el Padrenuestro.<br />
Transfigúranos,<br />
Señor, transfigúranos.<br />
Si acaso no te saben, o te dudan<br />
o te blasfeman, límpiales el rostro<br />
como a ti la Verónica;<br />
<strong>de</strong>scórreles las <strong>de</strong>nsas cataratas <strong>de</strong> sus ojos,<br />
que te vean, Señor, como te veo.<br />
Transfigúralos,<br />
Señor, transfigúralos.<br />
Que todos puedan, en la misma nube<br />
que a ti te envuelve, <strong>de</strong>spojarse <strong>de</strong>l mal y revestirse<br />
<strong>de</strong> su figura vieja y en ti transfigurada.<br />
Y a mí, con todos ellos, transfigúrame.<br />
Transfigúranos,<br />
Señor, transfigúranos.<br />
Ant. 1. Hoy el rostro <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo resplan<strong>de</strong>ció en la montaña como el<br />
sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la nieve.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Hoy el Señor se transfiguró y fue testimoniado por la voz <strong>de</strong>l Padre; se<br />
aparecieron radiantes Moisés y Elías, y hablaban con Jesús <strong>de</strong> su muerte, que iba a<br />
consumar.<br />
Ant. 3. La ley se dio por medio <strong>de</strong> Moisés, y la profecía por medio <strong>de</strong> Elías, los<br />
cuales fueron vistos hablando con el Señor, resplan<strong>de</strong>cientes en la montaña.<br />
LECTURA BREVE Ap 21, 10. 23<br />
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa,<br />
Jerusalén, que bajaba <strong>de</strong>l cielo, enviada por Dios. La ciudad no necesita sol ni luna que<br />
la alumbre, porque la gloria <strong>de</strong> Dios la ilumina, y lámpara es el Cor<strong>de</strong>ro.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Lo coronaste <strong>de</strong> gloria y dignidad, Señor. *Aleluya, aleluya. Lo coronaste.<br />
V. Le diste el mando sobre las obras <strong>de</strong> tus manos. *Aleluya, aleluya. Gloria al<br />
Padre. Lo coronaste.<br />
Benedictus, ant. Una voz, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la nube, <strong>de</strong>cía: “Éste es mi Hijo, el amado, mi<br />
predilecto. Escuchadlo.” Aleluya.<br />
PRECES<br />
Dirijámonos confiados al Padre, que maravillosamente transfiguró a Jesucristo, nuestro<br />
Salvador, en la montaña, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus discípulos, y digámosle:<br />
Tu luz, Señor, nos haga ver la luz.<br />
Padre clementísimo, que transfiguraste a tu Hijo amado y te manifestaste a ti mismo en<br />
la nube luminosa,<br />
-haz que oigamos con fiel disposición la palabra <strong>de</strong> Cristo.<br />
Oh Dios, que nutriste <strong>de</strong> lo sabroso <strong>de</strong> tu casa a los discípulos elegidos y les diste a<br />
beber <strong>de</strong>l torrente <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>licias,<br />
-otórganos que encontremos en el cuerpo <strong>de</strong> Cristo el manantial <strong>de</strong> nuestra vida.<br />
Oh Dios, que hiciste que brillara la luz <strong>de</strong>l seno <strong>de</strong> la tiniebla y has brillado en nuestros<br />
corazones para que contemplemos tu gloria, reflejada en Cristo Jesús,<br />
-fomenta en nosotros el espíritu <strong>de</strong> contemplación <strong>de</strong> tu Hijo amado.<br />
Oh Dios, que nos llamaste a una vida santa por tu gracia, que ahora se ha manifestado al<br />
aparecer nuestro Salvador Jesucristo,<br />
-saca a la luz entre los hombres la vida inmortal, por medio <strong>de</strong>l Evangelio.<br />
Padre amantísimo, que nos has tenido un amor tan gran<strong>de</strong> que nos llamamos hijos <strong>de</strong><br />
Dios, y lo somos verda<strong>de</strong>ramente,<br />
-concé<strong>de</strong>nos que, cuando Cristo se manifieste, nos hagamos semejantes a él.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración <strong>de</strong> tu Unigénito confirmaste los misterios<br />
<strong>de</strong> la fe con el testimonio <strong>de</strong> los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra<br />
perfecta adopción como hijos tuyos, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, escuchando siempre<br />
la palabra <strong>de</strong> tu Hijo, el predilecto, seamos un día cohere<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> su gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
Los salmos, <strong>de</strong>l día correspondiente.<br />
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Jesús apareció transfigurado entre Moisés y Elías, para recibir el testimonio <strong>de</strong><br />
la ley y los profetas.<br />
LECTURA BREVE Ex 19, 8b-9<br />
Moisés comunicó al Señor la respuesta <strong>de</strong>l pueblo, y el Señor le dijo: “Voy a<br />
acercarme a ti en una nube espesa, para que el pueblo pueda escuchar lo que te digo, y<br />
te crea en a<strong>de</strong>lante.”<br />
V. Eres el más bello <strong>de</strong> los hombres.<br />
R. En tus labios se <strong>de</strong>rrama la gracia.<br />
Sexta<br />
Ant. El Señor Dios, nuestro salvador, sacó a la luz la vida inmortal por medio <strong>de</strong>l<br />
Evangelio.<br />
LECTURA BREVE Ex 33, 9. 11<br />
Cuando Moisés entraba en la “tienda <strong>de</strong>l encuentro”, la columna <strong>de</strong> nube bajaba y se<br />
quedaba a la entrada <strong>de</strong> la tienda, mientras él hablaba con el Señor, y el Señor hablaba<br />
con Moisés. El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un<br />
amigo.<br />
V. Contemplad al Señor, y quedaréis radiantes.<br />
R. Vuestro rostro no se avergonzará.<br />
Nona<br />
Ant. Al oír los discípulos la voz <strong>de</strong>l Padre, cayeron <strong>de</strong> bruces, llenos <strong>de</strong> espanto.<br />
LECTURA BREVE 2Co 3, 18<br />
Nosotros todos, que llevamos la cara <strong>de</strong>scubierta, reflejamos la gloria <strong>de</strong>l Señor y nos<br />
vamos transformando en su imagen con resplandor creciente; así es como actúa el<br />
Señor, que es Espíritu.<br />
V. En ti, Señor, está la fuente viva.<br />
R. Y tu luz nos hace ver la luz.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
SALMODIA<br />
Véante mis ojos,<br />
dulce Jesús bueno;<br />
véante mis ojos,<br />
muérame yo luego.<br />
Vea quien quisiere<br />
rosas y jazmines,<br />
que, si yo te viere,<br />
veré mil jardines;<br />
flor <strong>de</strong> serafines,<br />
Jesús Nazareno,<br />
véante mis ojos,<br />
muérame yo luego.<br />
No quiero contento,<br />
mi Jesús ausente,<br />
pues todo es tormento<br />
a quien esto siente;<br />
sólo me sustente<br />
tu amor y <strong>de</strong>seo,<br />
véante mis ojos,<br />
muérame yo luego.<br />
Gloria, gloria al Padre,<br />
gloria, gloria al Hijo,<br />
gloria para siempre<br />
igual al Espíritu.<br />
Gloria <strong>de</strong> la tierra<br />
suba hasta los cielos.<br />
Véante mis ojos,<br />
muérame yo luego. Amén.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó<br />
aparte a una montaña alta y se transfiguró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó<br />
aparte a una montaña alta y se transfiguró <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> ellos.<br />
Ant. 2. Una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la nube <strong>de</strong>cía:<br />
“Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.”<br />
Salmo 120<br />
Levanto mis ojos a los montes:<br />
¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> me vendrá el auxilio?<br />
El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo el cielo y la tierra.<br />
No permitirá que resbale tu pie,<br />
tu guardián no duerme;<br />
no duerme ni reposa<br />
el guardián <strong>de</strong> Israel.<br />
El Señor te guarda a su sombra,<br />
está a tu <strong>de</strong>recha;<br />
<strong>de</strong> día el sol no te hará daño,<br />
ni la luna <strong>de</strong> noche.<br />
El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal,<br />
él guarda tu alma;<br />
el Señor guarda tus entradas y salidas,<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. Una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la nube <strong>de</strong>cía:<br />
“Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto.”<br />
Ant. 3. Cuando bajaban <strong>de</strong> la montaña, Jesús les mandó: “No contéis a nadie la<br />
visión hasta que el Hijo <strong>de</strong>l hombre resucite <strong>de</strong> entre los muertos.” Aleluya.<br />
Cántico Cf. 1Tm 3, 16<br />
R. Alabad al Señor, todas las naciones.<br />
Cristo, manifestado en la carne,<br />
justificado en el Espíritu.<br />
R. Alabad al Señor, todas las naciones.<br />
Cristo, contemplado por los ángeles,<br />
predicado a los paganos.<br />
R. Alabad al Señor, todas las naciones.<br />
Cristo, creído en el mundo,<br />
llevado a la gloria.
R. Alabad al Señor, todas las naciones.<br />
Ant. Cuando bajaban <strong>de</strong> la montaña, Jesús les mandó: “No contéis a nadie la visión<br />
hasta que el Hijo <strong>de</strong>l hombre resucite <strong>de</strong> entre los muertos.” Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 16-17<br />
El mismo Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concor<strong>de</strong>: que somos hijos <strong>de</strong><br />
Dios; y, si somos hijos, también here<strong>de</strong>ros; here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> Dios y cohere<strong>de</strong>ros con Cristo,<br />
ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Honor y majestad lo prece<strong>de</strong>n. *Aleluya, aleluya. Honor.<br />
V. Fuerza y esplendor están en su templo. *Aleluya, aleluya. Gloria al Padre. Honor.<br />
Magníficat, ant. Al oír la voz, los discípulos cayeron <strong>de</strong> bruces, llenos <strong>de</strong> espanto.<br />
Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: “Levantaos, no temáis.” Aleluya.<br />
PRECES<br />
Dirijámonos confiados a nuestro Salvador, maravillosamente transfigurado en la<br />
montaña, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus discípulos, y digámosle:<br />
¡Dios nuestro, alumbra nuestras tinieblas!<br />
A ti, Cristo, que, transfigurado, revelaste la resurrección a tus discípulos antes <strong>de</strong> la<br />
pasión, te rogamos por tu Iglesia santa, que sufre y trabaja en el mundo,<br />
-para que, en la tribulación, siempre se transfigure con el gozo <strong>de</strong> tu victoria.<br />
A ti, Cristo, que tomaste a Pedro, a Santiago y a Juan, y te los llevaste aparte a una<br />
montaña alta, te pedimos por el papa N. y los obispos,<br />
-para que sirvan a tu pueblo en la esperanza <strong>de</strong> la resurrección.<br />
A ti, Cristo, que en la montaña irradiaste el esplendor <strong>de</strong> tu rostro sobre Moisés y Elías,<br />
te pedimos por los judíos, el pueblo antaño por ti elegido,<br />
-a fin <strong>de</strong> que consigan llegar a la plenitud <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción.<br />
A ti, Cristo, que iluminaste la tierra cuando la gloria <strong>de</strong>l Creador amaneció sobre ti, te<br />
pedimos por los hombres <strong>de</strong> buena voluntad,<br />
-a fin <strong>de</strong> que caminen al resplandor <strong>de</strong> tu luz.<br />
A ti, Cristo, que transformarás nuestro cuerpo humil<strong>de</strong> según el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> tu cuerpo<br />
glorioso, te pedimos por nuestros hermanos difuntos,<br />
-para que entren en tu gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en la gloriosa transfiguración <strong>de</strong> tu Unigénito confirmaste los misterios<br />
<strong>de</strong> la fe con el testimonio <strong>de</strong> los profetas, y prefiguraste maravillosamente nuestra<br />
perfecta adopción como hijos tuyos, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, escuchando siempre<br />
la palabra <strong>de</strong> tu Hijo, el predilecto, seamos un día cohere<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> su gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
8 <strong>de</strong> agosto<br />
SANTO DOMINGO DE GUZMÁN, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores (para presbíteros) o <strong>de</strong> santos varones (para los religiosos)<br />
Oración<br />
Te pedimos, Señor, que santo Domingo <strong>de</strong> Guzmán, insigne predicador <strong>de</strong> tu<br />
palabra, ayu<strong>de</strong> a tu Iglesia con sus enseñanzas y sus méritos, e interceda también con<br />
bondad por nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> mártir, excepto lo siguiente:<br />
10 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN LORENZO, DIÁCONO Y MÁRTIR<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Mi alma está unida a ti, porque mi cuerpo ha sido quemado por ti, Dios mío.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. El Señor ha enviado a su ángel y me ha librado <strong>de</strong>l fuego, y no me he<br />
quemado.<br />
Ant. 3. San Lorenzo oraba, diciendo: “Te doy gracias, Señor, porque me abres las<br />
puertas <strong>de</strong> tu reino.”<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5<br />
¡Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, Padre <strong>de</strong> misericordia y Dios<br />
<strong>de</strong>l consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r nosotros alentar a<br />
los <strong>de</strong>más en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos <strong>de</strong><br />
Dios. Si los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en<br />
proporción nuestro ánimo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor es mi fuerza *Y mi energía. El Señor.<br />
V. Él es mi salvación. *Y mi energía. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Benedictus, ant. ¿Porque me has visto, <strong>Tomás</strong>, has creído? Dichosos los que crean<br />
sin haber visto.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, encendido en tu amor, san Lorenzo se mantuvo fiel a tu servicio<br />
y alcanzó la gloria en el martirio; concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, amar lo que él amó y<br />
practicar sinceramente lo que nos enseñó. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.
Vísperas<br />
Ant. 1. Lorenzo sufrió el martirio y confesó el nombre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
Ant. 2. San Lorenzo exclamó: “Soy <strong>de</strong>l todo dichoso, porque he merecido ser hostia<br />
<strong>de</strong> Cristo.”<br />
Ant. 3. Te doy gracias, Señor Jesucristo, porque me abres las puertas <strong>de</strong> tu reino.<br />
LECTURA BREVE 1P 4, 13-14<br />
Estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo, para que, cuando se<br />
manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo. Si os ultrajan por el nombre <strong>de</strong> Cristo, dichosos<br />
vosotros, porque el Espíritu <strong>de</strong> la gloria, el Espíritu <strong>de</strong> Dios, reposa sobre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, *Pero nos has dado respiro. Oh Dios.<br />
V. Nos refinaste como refinan la plata. *Pero nos has dado respiro. Gloria al Padre.<br />
Oh Dios.<br />
Magníficat, ant. San Lorenzo dijo: “Mi noche no tiene oscuridad, todo resplan<strong>de</strong>ce<br />
en la luz.”<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
11 <strong>de</strong> agosto<br />
SANTA CLARA, VIRGEN<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> vírgenes, o <strong>de</strong> santas mujeres (para los religiosos)<br />
Oración<br />
Oh Dios, que infundiste en santa Clara un profundo amor a la pobreza evangélica,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, siguiendo a Cristo en la pobreza <strong>de</strong> espíritu,<br />
merezcamos llegar a contemplarte en tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
14 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN MAXIMILIANO MARÍA KOLBE,<br />
PRESBÍTERO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> pastores (para un presbítero)<br />
Benedictus, ant. Cristo será glorificado en mi cuerpo, sea por mi vida o por mi<br />
muerte. Para mí la vida es Cristo, y una ganancia el morir.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que al mártir san Maximiliano María Kolbe, apóstol <strong>de</strong> la Inmaculada, le<br />
llenaste <strong>de</strong> celo por las almas y <strong>de</strong> amor al prójimo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión,<br />
trabajar generosamente por tu gloria en el servicio <strong>de</strong> los hombres y tener el valor <strong>de</strong><br />
asemejarnos a tu Hijo, incluso hasta en la muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
15 <strong>de</strong> agosto<br />
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA<br />
Solemnidad<br />
Albricias, Señora,<br />
reina soberana,<br />
que ha llegado el logro<br />
<strong>de</strong> vuestra esperanza.<br />
Albricias, que tienen<br />
término las ansias<br />
que os causa la ausencia<br />
<strong>de</strong>l Hijo que os ama.<br />
Albricias, que al cielo<br />
para siempre os llama<br />
el que en cielo y tierra<br />
os llenó <strong>de</strong> gracia.<br />
¡Dichosa la muerte<br />
que tal vida os causa!<br />
¡Dichosa la suerte<br />
final <strong>de</strong> quien ama!<br />
¡Oh quién os siguiera<br />
con veloces alas!<br />
¡Quién entre tus manos<br />
la gloria alcanzara!<br />
Para que seamos<br />
dignos <strong>de</strong> tu casa,<br />
hágase en nosotros<br />
también su palabra. Amén.<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Cristo ascendió a los cielos y preparó un trono eterno a su Madre inmaculada.<br />
Aleluya.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Vírgen.<br />
Ant. 2. Por Eva se cerraron a los hombres las puertas <strong>de</strong>l paraíso, y por María Virgen<br />
se han vuelto a abrir a todos. Aleluya.<br />
Ant. 3. La Virgen María ha sido elevada sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles; venid todos,<br />
ensalcemos a Cristo Rey, cuyo reino es eterno.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 30<br />
A los que pre<strong>de</strong>stinó, los llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los<br />
glorificó.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. María ha sido llevada al cielo, *Se alegran los ángeles. María.<br />
V. Bendicen con alabanzas al Señor. *Se alegran los ángeles. Gloria al Padre. María.
Magníficat, ant. Me felicitarán todas las generaciones, porque el Po<strong>de</strong>roso ha hecho<br />
obras gran<strong>de</strong>s por mí. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Oh Dios, admirable siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen<br />
María participara en cuerpo y alma <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
-haz que todos tus hijos <strong>de</strong>seen esta misma gloria y caminen hacia ella.<br />
Tú que nos diste a María por madre, conce<strong>de</strong>, por su mediación, salud a los enfermos,<br />
consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,<br />
-y a todos abundancia <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la llena <strong>de</strong> gracia,<br />
-conce<strong>de</strong> la abundancia <strong>de</strong> tu gracia a todos los hombres.<br />
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,<br />
-y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Porque te has complacido, Señor, en la humildad <strong>de</strong> tu sierva, la Virgen María, has<br />
querido elevarla a la dignidad <strong>de</strong> Madre <strong>de</strong> tu Hijo y la has coronado en este día <strong>de</strong><br />
gloria y esplendor; por su intercesión, te pedimos que a cuantos has salvado por el<br />
misterio <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción nos concedas también el premio <strong>de</strong> tu gloria. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
¿A dón<strong>de</strong> va, cuando se va, la llama?<br />
¿A dón<strong>de</strong> va, cuando se va, la rosa?<br />
¿Qué regazo, qué esfera <strong>de</strong>leitosa,<br />
qué amor <strong>de</strong> Padre la alza y la reclama?<br />
Esta vez como aquella, aunque distinto;<br />
el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.<br />
Hoy va la Madre al Hijo, va <strong>de</strong>recha<br />
al Uno y Trino, al trono en su recinto.<br />
Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,<br />
profundiza en columna que no cesa,<br />
se nos va, se nos pier<strong>de</strong>, pincelada<br />
<strong>de</strong> espuma azul en el azul sorpresa.<br />
No se nos pier<strong>de</strong>, no; se va y se queda.<br />
Coronada <strong>de</strong> cielos, tierra añora<br />
y baja en <strong>de</strong>scensión <strong>de</strong> Mediadora,<br />
rampa <strong>de</strong> amor, dulcísima vereda.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Hoy sube al cielo María,<br />
que Cristo, en honra <strong>de</strong>l suelo,<br />
traslada la casa al cielo,<br />
don<strong>de</strong> en la tierra vivía.<br />
Levantad al cielo el vuelo,<br />
<strong>de</strong> Dios lo fuisteis, y Dios,<br />
por no estar en él sin vos,<br />
traslada la casa al cielo.<br />
Amor con divino modo<br />
os trasplanta, bella flor,<br />
y, porque prendáis mejor,<br />
os llevan con tierra y todo.<br />
A su Hija abraza el Padre,<br />
a su Madre, el Re<strong>de</strong>ntor,<br />
y a su Esposa coronada<br />
<strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> Amor. Amén.<br />
I<br />
II<br />
Ant. 1. Dichosa eres, María, porque <strong>de</strong> ti vino la salvación <strong>de</strong>l mundo; ahora vives ya<br />
en la gloria <strong>de</strong>l Señor.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.
Ant. 2. La Virgen María ha sido glorificada sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles; alégrense<br />
todos los fieles y bendigan al Señor.<br />
Ant. 3. El Señor ha glorificado tu nombre <strong>de</strong> tal modo, que tu alabanza está siempre<br />
en la boca <strong>de</strong> todos.<br />
LECTURA BREVE Cf. Is 61, 10<br />
Desbordo <strong>de</strong> gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un<br />
traje <strong>de</strong> gala y me ha envuelto en un manto <strong>de</strong> triunfo, como novia que se adorna con<br />
sus joyas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. La Virgen María *Ascien<strong>de</strong> hoy al cielo. La Virgen.<br />
V. Y triunfa con Cristo para siempre. *Ascien<strong>de</strong> hoy al cielo. Gloria al Padre. La<br />
Virgen.<br />
Benedictus, ant. Es bella y hermosa la hija <strong>de</strong> Jerusalén; subió al cielo<br />
resplan<strong>de</strong>ciente, como la aurora cuando amanece.<br />
PRECES<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Verbo eterno <strong>de</strong>l Padre, que enseñaste a María a escoger la mejor parte,<br />
-ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que hiciste <strong>de</strong> la Virgen María tabernáculo purísimo <strong>de</strong> tu presencia y<br />
sagrario <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-haz también <strong>de</strong> nosotros templos <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Rey <strong>de</strong> reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre,<br />
-haz que aspiremos siempre a los bienes <strong>de</strong>l cielo.<br />
Señor <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, que has colocado a tu <strong>de</strong>recha a María reina,<br />
-danos un día el gozo <strong>de</strong> tener parte en la gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la<br />
inmaculada Virgen María, Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, aspirando<br />
siempre a las realida<strong>de</strong>s divinas, lleguemos a participar con ella <strong>de</strong> su misma gloria en el<br />
cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. Creciste como cedro <strong>de</strong>l Líbano y como ciprés <strong>de</strong>l monte Sión, santa Madre <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
LECTURA BREVE Jdt 13, 17-18b<br />
Todos quedaron asombrados y, postrándose en adoración a Dios, dijeron a una voz:<br />
“Bendito eres, Dios nuestro, que has aniquilado hoy a los enemigos <strong>de</strong> tu pueblo.” Y<br />
Ozías dijo a Judit: “Que el Altísimo te bendiga, hija, más que a todas las mujeres <strong>de</strong> la<br />
tierra.”<br />
V. María ha sido llevada al cielo, se alegran los ángeles.<br />
R. Bendicen con alabanzas al Señor.<br />
Sexta<br />
Ant. Te alabamos, María, reina <strong>de</strong>l cielo, porque <strong>de</strong> ti ha salido el Sol <strong>de</strong> justicia.<br />
LECTURA BREVE Ap 12, 1<br />
Apareció una figura portentosa en el cielo: Una mujer vestida <strong>de</strong> sol, la luna por<br />
pe<strong>de</strong>stal, coronada con doce estrellas.<br />
V. La santa Madre <strong>de</strong> Dios ha sido elevada.<br />
R. Sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles, al reino celestial.<br />
Nona<br />
Ant. La santa Madre <strong>de</strong> Dios ha sido elevada sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles, al reino<br />
celestial.<br />
LECTURA BREVE 2Co 5, 1<br />
Es cosa que ya sabemos: Si se <strong>de</strong>struye este nuestro tabernáculo terreno, tenemos un<br />
sólido edificio construido por Dios, una casa que no ha sido levantada por mano <strong>de</strong><br />
hombre y que tiene una duración eterna en los cielos.<br />
V. La Virgen María ha sido elevada al cielo.<br />
R. Don<strong>de</strong> el Rey <strong>de</strong> reyes tiene su trono <strong>de</strong> estrellas.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Al cielo vais, Señora,<br />
y allá os reciben con alegre canto.<br />
¡Oh quién pudiera ahora<br />
asirse a vuestro manto<br />
para subir con vos al monte santo!<br />
De ángeles sois llevada,<br />
<strong>de</strong> quien servida sois <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cuna,<br />
<strong>de</strong> estrellas coronada:<br />
¡Tal Reina habrá ninguna,<br />
pues os calza los pies la blanca luna!<br />
Volved los blandos ojos,<br />
ave preciosa, sola humil<strong>de</strong> y nueva,<br />
a este valle <strong>de</strong> abrojos,<br />
que tales flores lleva,<br />
do suspirando están los hijos <strong>de</strong> Eva.<br />
Que, si con clara vista<br />
miráis las tristes almas <strong>de</strong> este suelo,<br />
con propiedad no vista,<br />
las subiréis <strong>de</strong> un vuelo,<br />
como piedra <strong>de</strong> imán al cielo, al cielo.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
Ant. 1. María ha sido llevada al cielo, se alegran los ángeles, bendicen con alabanzas<br />
al Señor.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. La Virgen María ha sido elevada al cielo, don<strong>de</strong> el Rey <strong>de</strong> reyes tiene su<br />
trono <strong>de</strong> estrellas.<br />
Ant. 3. Tú eres la mujer a quien Dios ha ben<strong>de</strong>cido, y por ti hemos recibido el fruto<br />
<strong>de</strong> la vida.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 22-23<br />
Si por Adán murieron todos, por Cristo todos volverán a la vida. Pero cada uno en su<br />
puesto: primero Cristo, como primicia; <strong>de</strong>spués, cuando él vuelva, todos los que son <strong>de</strong><br />
Cristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. La Virgen María ha sido ensalzada *Sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles. La Virgen.<br />
V. Bendito el Señor que la ensalzó. *Sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles. Gloria al Padre.<br />
La Virgen.
Magníficat, ant. Hoy la Virgen María sube a los cielos; alegraos, porque reina con<br />
Cristo para siempre.<br />
PRECES<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Oh Dios, admirable siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen<br />
María participara en cuerpo y alma <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
-haz que todos tus hijos <strong>de</strong>seen esta misma gloria y caminen hacia ella.<br />
Tú que nos diste a María por madre, conce<strong>de</strong>, por su mediación, salud a los enfermos,<br />
consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,<br />
-y a todos abundancia <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la llena <strong>de</strong> gracia,<br />
-conce<strong>de</strong> la abundancia <strong>de</strong> tu gracia a todos los hombres.<br />
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,<br />
-y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la<br />
inmaculada Virgen María, Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, que, aspirando<br />
siempre a las realida<strong>de</strong>s divinas, lleguemos a participar con ella <strong>de</strong> su misma gloria en el<br />
cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
19 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN EZEQUIEL MORENO DÍAZ, OBISPO<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Oh Dios, que nos ofreces en san Ezequiel, obispo, un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad al<br />
Evangelio y <strong>de</strong> pastor según el Corazón <strong>de</strong> tu Hijo; concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que,<br />
viviendo con alegría nuestro testimonio cristiano, estemos plenamente dirigidos a ti y<br />
consagrados al servicio <strong>de</strong> tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
20 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN BERNARDO,<br />
ABAD Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia, o <strong>de</strong> santos varones (para los religiosos)<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. San Bernardo, cuya alma fue iluminada con los resplandores <strong>de</strong>l<br />
Verbo eterno, irradió por toda la Iglesia la luz <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la doctrina.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, tú hiciste <strong>de</strong>l abad san Bernardo, inflamado en el celo <strong>de</strong> tu<br />
casa, una lámpara ardiente y luminosa en medio <strong>de</strong> tu Iglesia; concé<strong>de</strong>nos, por su<br />
intercesión, participar <strong>de</strong> su ferviente espíritu y caminar siempre como hijos <strong>de</strong> la luz.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. San Bernardo, doctor melífluo, amigo <strong>de</strong>l Esposo, pregonero<br />
admirable <strong>de</strong> la Virgen María, <strong>de</strong>stacó en Claraval como pastor insigne.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
21 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN PÍO X, PAPA<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que, para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la fe católica e instaurar todas las cosas en<br />
Cristo, colmaste al papa san Pío <strong>de</strong> sabiduría divina y fortaleza apostólica, concé<strong>de</strong>nos<br />
que, siguiendo su ejemplo y su doctrina, podamos alcanzar la recompensa eterna. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
22 <strong>de</strong> agosto<br />
SANTA MARÍA VIRGEN, REINA<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Santa María, siempre Virgen, Reina <strong>de</strong>l mundo, tú engendraste a<br />
Cristo, el Señor, Salvador universal.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre <strong>de</strong> tu<br />
Unigénito, concé<strong>de</strong>nos que, protegidos por su intercesión, alcancemos la gloria <strong>de</strong> tus<br />
hijos en el reino <strong>de</strong> los cielos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dichosa tú, Virgen María, que has creído lo que te ha dicho el<br />
Señor; reinas con Cristo para siempre.<br />
Del Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
24 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN BARTOLOMÉ, APÓSTOL<br />
Fiesta<br />
Oración<br />
Afianza, Señor, en nosotros aquella fe con la que san Bartolomé, tu apóstol, se<br />
entregó sinceramente a Cristo, y haz que, por sus ruegos, tu Iglesia se presente ante el<br />
mundo como sacramento universal <strong>de</strong> salvación para todos los hombres. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
26 <strong>de</strong> agosto<br />
SANTA TERESA DE JESÚS JORNET E IBARS,<br />
VIRGEN<br />
Patrona <strong>de</strong> la ancianidad<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> vírgenes, o <strong>de</strong> santas mujeres: para las que se han consagrado a una actividad caritativa.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi<br />
amor.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has guiado a la virgen santa Teresa a la perfecta caridad en el cuidado<br />
<strong>de</strong> los ancianos, concé<strong>de</strong>nos, a ejemplo suyo, servir a Cristo en el prójimo, para ser<br />
testimonios <strong>de</strong> su amor. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> santas mujeres.<br />
27 <strong>de</strong> agosto<br />
SANTA MÓNICA<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. La escuchaste, Señor, y no <strong>de</strong>spreciaste sus lágrimas abundantes,<br />
que regaron la tierra cuando oraba.<br />
Oración<br />
Oh Dios, consuelo <strong>de</strong> los que lloran, que acogiste piadosamente las lágrimas <strong>de</strong> santa<br />
Mónica impetrando la conversión <strong>de</strong> su hijo Agustín, concé<strong>de</strong>nos, por intercesión <strong>de</strong><br />
madre e hijo, la gracia <strong>de</strong> llorar nuestros pecados y alcanzar tu misericordia y tu perdón.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Mónica, vivificada por la gracia <strong>de</strong> Cristo, mientras estuvo en este<br />
mundo vivió <strong>de</strong> tal manera, que su fe y sus costumbres fueron una perfecta alabanza al<br />
nombre <strong>de</strong> Dios.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
28 <strong>de</strong> agosto<br />
SAN AGUSTÍN,<br />
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. De ti proviene, Señor, la atracción a tu alabanza, porque nos has<br />
hecho para ti, y nuestro corazón no halla sosiego hasta que <strong>de</strong>scanse en ti.<br />
Oración<br />
Renueva, Señor, en tu Iglesia, el espíritu que infundiste en tu obispo san Agustín,<br />
para que, penetrados <strong>de</strong> ese mismo espíritu, tengamos sed <strong>de</strong> ti, fuente <strong>de</strong> la sabiduría, y<br />
te busquemos como el único amor verda<strong>de</strong>ro. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. ¡Tar<strong>de</strong> te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tar<strong>de</strong> te amé! Me<br />
llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sor<strong>de</strong>ra.
HIMNO<br />
29 <strong>de</strong> agosto<br />
EL MARTIRIO DE SAN JUAN BAUTISTA<br />
Memoria<br />
Pastor que, sin ser pastor,<br />
al buen Cor<strong>de</strong>ro nos muestras,<br />
precursor que, sin ser luz,<br />
nos dices por dón<strong>de</strong> llega,<br />
enséñanos a enseñar<br />
la fe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la pobreza.<br />
Tú que traes un bautismo<br />
que es poco más que apariencia<br />
y al que el Cor<strong>de</strong>ro más puro<br />
baja buscando pureza,<br />
enséñame a difundir<br />
amor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi tibieza.<br />
Tú que sientes como yo<br />
que la ignorancia no llega<br />
ni a conocer al Señor<br />
ni a <strong>de</strong>satar sus correas,<br />
enséñame a propagar<br />
la fe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi torpeza.<br />
Tú que sabes que no fuiste<br />
la Palabra verda<strong>de</strong>ra<br />
y que sólo eras la voz<br />
que en el <strong>de</strong>sierto vocea,<br />
enséñame, Juan, a ser<br />
profeta sin ser profeta. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. El Señor extendió la mano y me tocó la boca, y me nombró profeta <strong>de</strong> los<br />
gentiles.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Hero<strong>de</strong>s respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo<br />
<strong>de</strong>fendía.<br />
Ant. 3. Hero<strong>de</strong>s escuchaba con gusto a Juan, y, cuando lo escuchaba, quedaba<br />
<strong>de</strong>sconcertado.<br />
LECTURA BREVE Is 49, 1b-2<br />
Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció<br />
mi nombre. Hizo <strong>de</strong> mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra <strong>de</strong> su mano;<br />
me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, *Y él ha dado testimonio <strong>de</strong> la verdad.<br />
Vosotros.
V. Juan era la lámpara que ardía y brillaba. *Y él ha dado testimonio <strong>de</strong> la verdad.<br />
Gloria al Padre. Vosotros.<br />
Benedictus, ant. El amigo <strong>de</strong>l esposo, que lo asiste y lo oye, se alegra con la voz <strong>de</strong>l<br />
esposo; pues esta alegría mía está colmada.<br />
PRECES<br />
Acudamos confiadamente a Cristo, que envió a su precursor Juan <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él a<br />
preparar sus caminos, y digámosle:<br />
Visítanos, Sol que naces <strong>de</strong> lo alto.<br />
Tú que hiciste que Juan saltara <strong>de</strong> gozo en el vientre <strong>de</strong> Isabel,<br />
-haz que nos alegremos siempre <strong>de</strong> tu venida a este mundo.<br />
Tú que, por las palabras y obras <strong>de</strong>l Bautista, nos has señalado el camino <strong>de</strong> la<br />
penitencia,<br />
-convierte nuestros corazones a la observancia <strong>de</strong> los mandamientos <strong>de</strong> tu reino.<br />
Tú que quisiste ser anunciado por boca <strong>de</strong> hombre,<br />
-envía al mundo entero heraldos <strong>de</strong> tu Evangelio.<br />
Tú que quisiste ser bautizado por Juan en el Jordán, para que se cumpliera así todo lo<br />
que Dios quería,<br />
-haz que nos esforcemos sinceramente en el cumplimiento pleno <strong>de</strong> la voluntad<br />
divina.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, tú has querido que san Juan Bautista fuese el precursor <strong>de</strong>l<br />
nacimiento y <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> tu Hijo; concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, así como él<br />
murió mártir <strong>de</strong> la verdad y la justicia, luchemos nosotros valerosamente por la<br />
confesión <strong>de</strong> nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. “No les tengas miedo, que yo estoy contigo”, dice el Señor.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> un mártir.<br />
Ant. 2. Hero<strong>de</strong>s mandó a un verdugo que <strong>de</strong>capitase a Juan en la cárcel.<br />
Ant. 3. Los discípulos <strong>de</strong> Juan fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.<br />
LECTURA BREVE Hch 13, 23-25<br />
Según lo prometido, Dios sacó <strong>de</strong> la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> David un salvador para Israel:<br />
Jesús. Antes <strong>de</strong> que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo <strong>de</strong> conversión; y,<br />
cuando estaba para acabar su vida, <strong>de</strong>cía: “Yo no soy quien pensáis; viene uno <strong>de</strong>trás <strong>de</strong><br />
mí a quien no merezco <strong>de</strong>satarle las sandalias.”<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El amigo <strong>de</strong>l esposo se alegra *Con la voz <strong>de</strong>l esposo. El amigo.<br />
V. Esta alegría mía está colmada. *Con la voz <strong>de</strong>l esposo. Gloria al Padre. El amigo.<br />
Magníficat, ant. Yo no soy el Mesías, sino que me han enviado <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> él. Él tiene<br />
que crecer, y yo tengo que menguar.<br />
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, que eligió a Juan Bautista para anunciar a los hombres<br />
la venida <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Cristo, y digámosle:<br />
Guía, Señor, nuestros pasos por el camino <strong>de</strong> la paz.<br />
Tú que llamaste a Juan <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre <strong>de</strong> su madre para preparar los caminos <strong>de</strong> tu<br />
Hijo,<br />
-ayúdanos a ir tras el Señor con la misma fi<strong>de</strong>lidad con que Juan fue <strong>de</strong>lante suyo.<br />
Así como concediste al Bautista po<strong>de</strong>r reconocer al Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios, haz que tu Iglesia<br />
lo señale<br />
-y que los hombres <strong>de</strong> nuestra época lo reconozcan.<br />
Tú que dispusiste que tu profeta menguara y que Cristo creciera,<br />
-enséñanos a ce<strong>de</strong>r ante los otros para que tú te manifiestes.<br />
Tú que, con el martirio <strong>de</strong> Juan, quisiste reivindicar la justicia,<br />
-haz que <strong>de</strong>mos, sin cansarnos, testimonio <strong>de</strong> tu verdad.<br />
Acuérdate <strong>de</strong> todos los que han salido ya <strong>de</strong> este mundo;<br />
-dales entrada en el lugar <strong>de</strong> la luz y <strong>de</strong> la paz.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, tú has querido que san Juan Bautista fuese el precursor <strong>de</strong>l<br />
nacimiento y <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> tu Hijo; concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que, así como él<br />
murió mártir <strong>de</strong> la verdad y la justicia, luchemos nosotros valerosamente por la<br />
confesión <strong>de</strong> nuestra fe. Por nuestro Señor Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> pastores y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
SEPTIEMBRE<br />
3 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN GREGORIO MAGNO,<br />
PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Gregorio, pastor eximio, nos <strong>de</strong>jó un mo<strong>de</strong>lo y una regla <strong>de</strong> vida<br />
pastoral.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que cuidas a tu pueblo con misericordia y lo gobiernas con amor, conce<strong>de</strong><br />
el don <strong>de</strong> sabiduría, por intercesión <strong>de</strong>l papa san Gregorio Magno, a quienes confiaste la<br />
misión <strong>de</strong>l gobierno en tu Iglesia, para que el progreso <strong>de</strong> los fieles sea el gozo eterno <strong>de</strong><br />
sus pastores. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. San Gregorio traducía en obras lo que enseñaba en sus sermones;<br />
por eso, fue un ejemplo vivo <strong>de</strong> doctrina espiritual.<br />
HIMNO<br />
8 <strong>de</strong> septiembre<br />
LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA<br />
Fiesta<br />
Hoy nace una clara estrella,<br />
tan divina y celestial,<br />
que, con ser estrella, es tal,<br />
que el mismo Sol nace <strong>de</strong> ella.<br />
De Ana y <strong>de</strong> Joaquín, oriente<br />
<strong>de</strong> aquella estrella divina,<br />
sale su luz clara y digna<br />
<strong>de</strong> ser pura eternamente:<br />
el alba más clara y bella<br />
no le pue<strong>de</strong> ser igual,<br />
que, con ser estrella, es tal,<br />
que el mismo sol nace <strong>de</strong> ella.<br />
No le iguala lumbre alguna<br />
<strong>de</strong> cuantas bordan el cielo,<br />
porque es el humil<strong>de</strong> suelo<br />
<strong>de</strong> sus pies la blanca luna:<br />
nace en el suelo tan bella<br />
y con luz tan celestial,<br />
Lau<strong>de</strong>s
que, con ser estrella, es tal,<br />
que el mismo Sol nace <strong>de</strong> ella.<br />
Gloria al Padre, y gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant. 1. Hoy es el nacimiento <strong>de</strong> la gloriosa Virgen María, <strong>de</strong>scendiente <strong>de</strong> Abrahán,<br />
<strong>de</strong> la tribu <strong>de</strong> Judá y <strong>de</strong> la noble estirpe <strong>de</strong> David.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Cuando nació la santísima Virgen, el mundo se iluminó; ¡dichosa estirpe, raíz<br />
santa, bendito su fruto!<br />
Ant. 3. Celebremos con gozo el nacimiento <strong>de</strong> santa María, para que interceda por<br />
nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.<br />
LECTURA BREVE Is 11, 1-3a<br />
Brotará un renuevo <strong>de</strong>l tronco <strong>de</strong> Jesé, y <strong>de</strong> su raíz florecerá un vástago. Sobre él se<br />
posará el espíritu <strong>de</strong>l Señor: espíritu <strong>de</strong> pru<strong>de</strong>ncia y sabiduría, espíritu <strong>de</strong> consejo y<br />
valentía, espíritu <strong>de</strong> ciencia y temor <strong>de</strong>l Señor. Le inspirará el temor <strong>de</strong>l Señor.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. El Señor.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. *Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Benedictus, ant. Tu nacimiento, Virgen Madre <strong>de</strong> Dios, anunció la alegría a todo el<br />
mundo. De ti nació el sol <strong>de</strong> la justicia, Cristo, nuestro Dios, que, borrando la maldición,<br />
nos trajo la bendición, y, triunfando <strong>de</strong> la muerte, nos dio la vida eterna.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Oración<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, a tus hijos el don <strong>de</strong> tu gracia, para que cuantos hemos recibido las<br />
primicias <strong>de</strong> la salvación por la maternidad <strong>de</strong> la Virgen María consigamos aumento <strong>de</strong><br />
paz en la fiesta <strong>de</strong> su nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
Ant. Hoy es el nacimiento <strong>de</strong> santa María Virgen, cuya vida ilustre da esplendor a<br />
todas las Iglesias.<br />
LECTURA BREVE Ct 6, 10<br />
¿Quién es esa que se asoma como el alba, hermosa como la luna y límpida como el<br />
sol, terrible como escuadrón a ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>splegadas?<br />
V. Dichosos los que escuchan la palabra <strong>de</strong> Dios.<br />
R. Y la cumplen.<br />
Sexta<br />
Ant. María, <strong>de</strong> estirpe real, resplan<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> gloria. De corazón le pedimos<br />
<strong>de</strong>votamente que nos ayu<strong>de</strong> con sus súplicas.<br />
LECTURA BREVE Jdt 13, 18-19<br />
Bendito el Señor, creador <strong>de</strong>l cielo y tierra, que en<strong>de</strong>rezó tu golpe contra la cabeza<br />
<strong>de</strong>l general enemigo. Los que recuer<strong>de</strong>n esta hazaña <strong>de</strong> Dios, jamás per<strong>de</strong>rán la<br />
confianza que tú inspiras.<br />
V. Dichoso el vientre <strong>de</strong> María, la Virgen.<br />
R. Que llevó al Hijo <strong>de</strong>l eterno Padre.<br />
Nona<br />
Ant. Cantemos <strong>de</strong> todo corazón la gloria <strong>de</strong> Cristo, en esta festividad <strong>de</strong> María,<br />
excelsa Madre <strong>de</strong> Dios.<br />
LECTURA BREVE Ap 21, 3<br />
Ésta es la morada <strong>de</strong> Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su<br />
pueblo, y Dios estará con ellos.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres.<br />
R. Y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Canten hoy, pues nacéis vos,<br />
los ángeles, gran Señora,<br />
y ensáyense, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora,<br />
para cuando nazca Dios.<br />
Canten hoy, pues a ver vienen<br />
nacida su Reina bella,<br />
que el fruto que esperan <strong>de</strong> ella<br />
es por quien la gracia tienen.<br />
Digan, gran Señora, <strong>de</strong> vos,<br />
que habéis <strong>de</strong> ser su Señora,<br />
y ensáyense, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora,<br />
para cuando nazca Dios.<br />
Pues <strong>de</strong> aquí a catorce años,<br />
que en buena hora cumpláis,<br />
verán el bien que nos dais,<br />
remedio <strong>de</strong> tantos daños.<br />
Canten y digan, por vos,<br />
que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hoy tienen Señora,<br />
y ensáyense, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora,<br />
para cuando nazca Dios.<br />
Y nosotros, que esperamos<br />
que llegue pronto Belén,<br />
prepararemos también<br />
el corazón y las manos.<br />
Vete sembrando, Señora,<br />
<strong>de</strong> paz nuestro corazón,<br />
y ensayemos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ahora,<br />
para cuando nazca Dios. Amén.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Del tronco <strong>de</strong> Jesé ha brotado la Virgen María, en cuyo tálamo ha entrado el<br />
Espíritu <strong>de</strong>l Altísimo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. Hoy es el nacimiento <strong>de</strong> santa María Virgen, en cuya belleza y humildad Dios<br />
se ha complacido.<br />
Ant. 3. Bendita y venerable eres tú, Virgen María, Madre <strong>de</strong> Dios, cuyo nacimiento<br />
celebramos; interce<strong>de</strong> por nosotros ante el Señor.<br />
LECTURA BREVE Rm 9, 4-5<br />
Los <strong>de</strong>scendientes <strong>de</strong> Israel fueron adoptados como hijos, tienen la presencia <strong>de</strong><br />
Dios, la alianza, la ley, el culto y las promesas. Suyos son los patriarcas, <strong>de</strong> quienes,<br />
según la carne, nació el Mesías, el que está por encima <strong>de</strong> todo: Dios bendito por los<br />
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.<br />
Magníficat, ant. Celebremos el nacimiento santo <strong>de</strong> la gloriosa Virgen María; el<br />
Señor miró su humildad, y por el anuncio <strong>de</strong>l ángel concibió al Re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong>l mundo.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Oración<br />
Conce<strong>de</strong>, Señor, a tus hijos el don <strong>de</strong> tu gracia, para que cuantos hemos recibido las<br />
primicias <strong>de</strong> la salvación por la maternidad <strong>de</strong> la Virgen María consigamos aumento <strong>de</strong><br />
paz en la fiesta <strong>de</strong> su nacimiento. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
9 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN PEDRO CLAVER, PRESBÍTERO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores, o <strong>de</strong> santos varones, para los que se han consagrado a una actividad caritativa.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que con el fin <strong>de</strong> llevar el Evangelio a los esclavos negros, has dotado a san<br />
Pedro Claver <strong>de</strong> admirable amor y paciencia, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión y ejemplo,<br />
que, superadas todas las discriminaciones raciales, amemos a todos los hombres con<br />
sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
13 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN JUAN CRISÓSTOMO,<br />
OBISPO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores, o <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Oh Dios, fortaleza <strong>de</strong> los que esperan en ti, que has hecho brillar en la Iglesia a san<br />
Juan Crisóstomo por su admirable elocuencia y su capacidad <strong>de</strong> sacrificio, te pedimos<br />
que, instruidos por sus enseñanzas, nos llene <strong>de</strong> fuerza el ejemplo <strong>de</strong> su valerosa<br />
paciencia. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas.<br />
SALMODIA<br />
14 <strong>de</strong> septiembre<br />
LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ<br />
Fiesta<br />
I Vísperas<br />
(Cuando esta fiesta coinci<strong>de</strong> con un domingo)<br />
Ant.1. El Crucificado resucitó <strong>de</strong> entre los muertos y nos redimió. Aleluya.<br />
Salmo 146<br />
Alabad al Señor que la música es buena;<br />
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.<br />
El Señor reconstruye Jerusalén,<br />
reúne a los <strong>de</strong>portados <strong>de</strong> Israel;<br />
él sana los corazones <strong>de</strong>strozados,<br />
venda sus heridas.<br />
Cuenta el número <strong>de</strong> las estrellas,<br />
a cada una la llama por su nombre.<br />
Nuestro Señor es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso,<br />
su sabiduría no tiene medida.<br />
El Señor sostiene a los humil<strong>de</strong>s,<br />
humilla hasta el polvo a los malvados.<br />
Entonad la acción <strong>de</strong> gracias al Señor,<br />
tocad la cítara para nuestro Dios,<br />
que cubre el cielo <strong>de</strong> nubes,<br />
preparando la lluvia para la tierra;<br />
que hace brotar hierba en los montes,<br />
para los que sirven al hombre;<br />
que da su alimento al ganado,<br />
y a las crías <strong>de</strong> cuervo que graznan.<br />
No aprecia el vigor <strong>de</strong> los caballos,<br />
no estima los jarretes <strong>de</strong>l hombre:<br />
el Señor aprecia a sus fieles,<br />
que confían en su misericordia.<br />
Ant. El Crucificado resucitó <strong>de</strong> entre los muertos y nos redimió. Aleluya.<br />
Ant. 2. En medio <strong>de</strong> la ciudad santa <strong>de</strong> Jerusalén está el árbol <strong>de</strong> la vida, y las hojas<br />
<strong>de</strong>l árbol sirven <strong>de</strong> medicina a las naciones. Aleluya.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. En medio <strong>de</strong> la ciudad santa <strong>de</strong> Jerusalén está el árbol <strong>de</strong> la vida, y las hojas <strong>de</strong>l<br />
árbol sirven <strong>de</strong> medicina a las naciones. Aleluya.<br />
Ant. 3. Nosotros hemos <strong>de</strong> gloriarnos en la cruz <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
Cántico Flp 2,6-11<br />
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Nosotros hemos <strong>de</strong> gloriarnos en la cruz <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
LECTURA BREVE 1Co 1, 23-24<br />
Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;<br />
pero, para los llamados –judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza <strong>de</strong> Dios y sabiduría<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Esta señal brillará en el cielo *Cuando venga al Señor. Esta señal.<br />
V. Alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación. *Cuando venga al Señor. Gloria al<br />
Padre. Esta señal.<br />
Magníficat, ant. Era necesario que el Mesías pa<strong>de</strong>ciera y resucitara <strong>de</strong> entre los<br />
muertos para entrar en su gloria.
PRECES<br />
Invoquemos a nuestro Re<strong>de</strong>ntor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle:<br />
Por tu cruz, llévanos a tu reino.<br />
Cristo, tú que te <strong>de</strong>spojaste <strong>de</strong> tu rango y tomaste la condición <strong>de</strong> esclavo, pasando por<br />
uno <strong>de</strong> tantos,<br />
-haz que los miembros <strong>de</strong> la Iglesia imitemos tu humildad.<br />
Cristo, tú que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte, y una muerte <strong>de</strong> cruz,<br />
-otórganos, a tus siervos, sumisión y paciencia.<br />
Cristo, tú que fuiste levantado sobre todo por Dios, que te concedió el “Nombre-sobretodo-nombre”,<br />
-conce<strong>de</strong> a tus fieles la perseverancia hasta el fin.<br />
Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo,<br />
-infun<strong>de</strong> la caridad en los hombres, para que te adoren en la paz.<br />
Cristo, a quien toda lengua proclamará Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre,<br />
-recibe a nuestros hermanos difuntos en el reino <strong>de</strong> la felicidad eterna.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación <strong>de</strong> todos los hombres por<br />
medio <strong>de</strong> tu Hijo, muerto en la cruz, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, a quienes hemos conocido<br />
en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!<br />
Jamás el bosque dio mejor tributo<br />
en hoja, en flor y en fruto.<br />
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol don<strong>de</strong> la Vida empieza<br />
con un peso tan dulce en su corteza!<br />
Vinagre y sed la boca, apenas gime;<br />
y, al golpe <strong>de</strong> los clavos y la lanza,<br />
un mar <strong>de</strong> sangre fluye, inunda, avanza<br />
por tierra, mar y cielo, y los redime.<br />
Ablándate, ma<strong>de</strong>ro, tronco abrupto<br />
<strong>de</strong> duro corazón y fibra inerte;<br />
doblégate a este peso y esta muerte<br />
que cuelga <strong>de</strong> tus ramas como un fruto.<br />
Tú, solo entre los árboles, crecido<br />
para ten<strong>de</strong>r a Cristo en tu regazo;<br />
tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo<br />
<strong>de</strong> Dios con los verdugos <strong>de</strong>l Ungido.<br />
Al Dios <strong>de</strong> los <strong>de</strong>signios <strong>de</strong> la historia,<br />
que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;<br />
al que en la cruz <strong>de</strong>vuelve la esperanza<br />
<strong>de</strong> toda salvación, honor y gloria. Amén.<br />
Ant. 1. Murió en la santa cruz el que venció al infierno. Ceñido <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r, resucitó al<br />
tercer día.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. ¡Cómo brilla la cruz, <strong>de</strong> la que colgó Dios en carne humana y en la que, con<br />
su sangre, lavó nuestras heridas!<br />
Ant. 3. Resplan<strong>de</strong>ce la santa cruz, por la que el mundo recobra la salvación. ¡Oh cruz<br />
que vences!, ¡cruz que reinas!, ¡cruz que nos limpias <strong>de</strong> todo pecado! Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Hb 2, 9b-10<br />
Vemos a Jesús coronado <strong>de</strong> gloria y honor por su pasión y muerte. Así, por la gracia<br />
<strong>de</strong> Dios, ha pa<strong>de</strong>cido la muerte para bien <strong>de</strong> todos. Dios, para quien y por quien existe<br />
todo, juzgó conveniente, para llevar a una multitud <strong>de</strong> hijos a la gloria, perfeccionar y<br />
consagrar con sufrimientos al guía <strong>de</strong> su salvación.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te adoramos, oh Cristo, *Y te ben<strong>de</strong>cimos. Te adoramos.<br />
V. Porque con tu cruz has redimido el mundo. *Y te ben<strong>de</strong>cimos. Gloria al Padre. Te<br />
adoramos.<br />
Benedictus, ant. Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y<br />
glorificamos; por el ma<strong>de</strong>ro ha venido la alegría al mundo entero.
PRECES<br />
Invoquemos a nuestro Re<strong>de</strong>ntor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle:<br />
Por tu cruz, sálvanos, Señor.<br />
Hijo <strong>de</strong> Dios, que, por la señal <strong>de</strong> la serpiente <strong>de</strong> bronce, sanaste al pueblo <strong>de</strong> Israel,<br />
-protégenos hoy <strong>de</strong> la mor<strong>de</strong>dura <strong>de</strong>l pecado.<br />
Hijo <strong>de</strong>l hombre, que fuiste elevado en la cruz, como Moisés elevó la serpiente en el<br />
<strong>de</strong>sierto,<br />
-elévanos a la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Hijo unigénito <strong>de</strong>l Padre, que fuiste dado al mundo para que todo el que crea en ti no<br />
perezca,<br />
-conce<strong>de</strong> la vida eterna a los que buscamos tu rostro.<br />
Hijo amado <strong>de</strong>l Padre, que has sido enviado al mundo, no para con<strong>de</strong>narlo, sino para<br />
que se salve por ti,<br />
-da la fe a nuestros parientes para que no perezcan.<br />
Hijo eterno <strong>de</strong>l Padre, que viniste a pren<strong>de</strong>r fuego en el mundo y <strong>de</strong>seaste intensamente<br />
que estuviera ya ardiendo,<br />
-haz que realicemos la verdad y nos acerquemos así a la luz.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación <strong>de</strong> todos los hombres por<br />
medio <strong>de</strong> tu Hijo, muerto en la cruz, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, a quienes hemos conocido<br />
en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
Ant. Cristo re<strong>de</strong>ntor, sálvanos por la fuerza <strong>de</strong> la cruz; tú que salvaste a Pedro en el<br />
mar, ten compasión <strong>de</strong> nosotros.<br />
LECTURA BREVE Hb 5, 7-9<br />
Cristo, en los días <strong>de</strong> su vida mortal, a gritos y con lágrimas, presentó oraciones y<br />
súplicas al que podía salvarlo <strong>de</strong> la muerte, cuando en su angustia fue escuchado. Él, a<br />
pesar <strong>de</strong> ser Hijo, aprendió, sufriendo, a obe<strong>de</strong>cer. Y, llevado a la consumación, se ha<br />
convertido para todos los que le obe<strong>de</strong>cen en autor <strong>de</strong> salvación eterna.<br />
V. Te adoramos, oh Cristo, y te ben<strong>de</strong>cimos.<br />
R. Porque con tu cruz has redimido el mundo.<br />
Sexta<br />
Ant. Salvador <strong>de</strong>l mundo, sálvanos; tú que con tu cruz y tu sangre nos redimiste,<br />
socórrenos, Dios nuestro.<br />
LECTURA BREVE Ef 1, 7-8<br />
Por Cristo, por su sangre, hemos recibido la re<strong>de</strong>nción, el perdón <strong>de</strong> los pecados. El<br />
tesoro <strong>de</strong> su gracia ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros.<br />
V. Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor.<br />
R. Que toquen para tu nombre, Señor.<br />
Nona<br />
Ant. Por tu cruz sálvanos, Cristo re<strong>de</strong>ntor, que, muriendo, <strong>de</strong>struiste nuestra muerte<br />
y, resucitando, restauraste la vida.<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 18-19<br />
Os rescataron <strong>de</strong> ese proce<strong>de</strong>r inútil recibido <strong>de</strong> vuestros padres, no con bienes<br />
efímeros, con oro o plata, sino a precio <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong> Cristo, el Cor<strong>de</strong>ro sin <strong>de</strong>fecto ni<br />
mancha.<br />
V. Esta señal <strong>de</strong> la cruz brillará en el cielo.<br />
R. Cuando venga el Señor para juzgar.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
SALMODIA<br />
En la cruz está la vida<br />
y el consuelo,<br />
y ella sola es el camino<br />
para el cielo.<br />
En la cruz está el Señor<br />
<strong>de</strong> cielo y tierra,<br />
y el gozar <strong>de</strong> mucha paz,<br />
aunque haya guerra;<br />
todos los males <strong>de</strong>stierra<br />
en este suelo,<br />
y ella sola es el camino<br />
para el cielo.<br />
Es una oliva preciosa<br />
la santa cruz,<br />
que, con su aceite, nos unta<br />
y nos da luz.<br />
Hermano, toma la cruz,<br />
con gran consuelo,<br />
que ella sola es camino<br />
para el cielo.<br />
El alma que a Dios está<br />
toda rendida,<br />
y muy <strong>de</strong> veras <strong>de</strong>l mundo<br />
<strong>de</strong>sasida,<br />
la cruz le es árbol <strong>de</strong> vida<br />
y <strong>de</strong> consuelo,<br />
y un camino <strong>de</strong>leitoso<br />
para el cielo.<br />
Después que se puso en cruz<br />
el Salvador,<br />
en la cruz está la gloria<br />
y el amor,<br />
y en el pa<strong>de</strong>cer dolor<br />
vida y consuelo,<br />
y el camino más seguro<br />
para el cielo.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. ¡Oh gran obra <strong>de</strong>l amor! La muerte murió cuando en el árbol murió la Vida.<br />
Salmo 109, 1-5. 7
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. ¡Oh gran obra <strong>de</strong>l amor! La muerte murió cuando en el árbol murió la Vida.<br />
Ant. 2. Adoramos tu cruz, Señor, recordamos tu gloriosa pasión; ten compasión <strong>de</strong><br />
nosotros, tú que moriste por nosotros.<br />
Salmo 115<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Adoramos tu cruz, Señor, recordamos tu gloriosa pasión; ten compasión <strong>de</strong><br />
nosotros, tú que moriste por nosotros.
Ant. 3. Te adoramos, oh Cristo, y te ben<strong>de</strong>cimos, porque con tu cruz has redimido el<br />
mundo.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Te adoramos, oh Cristo, y te ben<strong>de</strong>cimos, porque con tu cruz has redimido el<br />
mundo.<br />
LECTURA BREVE 1Co 1, 23-24<br />
Predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles;<br />
pero, para los llamados –judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza <strong>de</strong> Dios y sabiduría<br />
<strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Oh cruz gloriosa, *En ti ha triunfado el Rey <strong>de</strong> los ángeles. Oh cruz.<br />
V. Y con su sangre ha lavado nuestras heridas. *En ti ha triunfado el Rey <strong>de</strong> los<br />
ángeles. Gloria al Padre. Oh cruz.<br />
Magníficat, ant. ¡Oh victoria <strong>de</strong> la cruz y admirable signo! Haz que alcancemos el<br />
triunfo en el cielo.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a nuestro Re<strong>de</strong>ntor, que nos ha redimido por su cruz, y digámosle:<br />
Por tu cruz, llévanos a tu reino.<br />
Cristo, tú que te <strong>de</strong>spojaste <strong>de</strong> tu rango y tomaste la condición <strong>de</strong> esclavo, pasando por<br />
uno <strong>de</strong> tantos,<br />
-haz que los miembros <strong>de</strong> la Iglesia imitemos tu humildad.<br />
Cristo, tú que te rebajaste hasta someterte incluso a la muerte, y una muerte <strong>de</strong> cruz,<br />
-otórganos, a tus siervos, sumisión y paciencia.<br />
Cristo, tú que fuiste levantado sobre todo por Dios, que te concedió el “Nombre-sobretodo-nombre”,<br />
-conce<strong>de</strong> a tus fieles la perseverancia hasta el fin.
Cristo, a cuyo nombre se dobla toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el abismo,<br />
-infun<strong>de</strong> la caridad en los hombres, para que te adoren en la paz.<br />
Cristo, a quien toda lengua proclamará Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre,<br />
-recibe a nuestros hermanos difuntos en el reino <strong>de</strong> la felicidad eterna.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido realizar la salvación <strong>de</strong> todos los hombres por<br />
medio <strong>de</strong> tu Hijo, muerto en la cruz, concé<strong>de</strong>nos, te rogamos, a quienes hemos conocido<br />
en la tierra este misterio, alcanzar en el cielo los premios <strong>de</strong> la re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
15 <strong>de</strong> septiembre<br />
NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DE LOS DOLORES<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
La Madre piadosa estaba<br />
junto a la cruz y lloraba<br />
mientras el Hijo pendía;<br />
cuya alma, triste y llorosa,<br />
traspasada y dolorosa,<br />
fiero cuchillo tenía.<br />
¡Oh cuán triste y cuán aflicta<br />
se vio la Madre bendita,<br />
<strong>de</strong> tantos tormentos llena!<br />
Cuando triste contemplaba<br />
y dolorosa miraba<br />
<strong>de</strong>l Hijo amado la pena.<br />
Y ¿cuál hombre no llorara,<br />
si a la Madre contemplara<br />
<strong>de</strong> Cristo, en tanto dolor?<br />
¿Y quién no se entristeciera,<br />
Madre piadosa, si os viera<br />
sujeta a tanto rigor?<br />
Por los pecados <strong>de</strong>l mundo,<br />
vio a Jesús en tan profundo<br />
tormento la dulce Madre.<br />
Vio morir al Hijo amado,<br />
que rindió <strong>de</strong>samparado<br />
el espíritu a su Padre.<br />
¡Oh dulce fuente <strong>de</strong> amor!,<br />
hazme sentir tu dolor<br />
para que llore contigo.<br />
Lau<strong>de</strong>s
Y que, por mi Cristo amado,<br />
mi corazón abrasado<br />
más viva en él que conmigo.<br />
Y, porque a amarle me anime,<br />
en mi corazón imprime<br />
las llagas que tuvo en sí.<br />
Y <strong>de</strong> tu Hijo, Señora,<br />
divi<strong>de</strong> conmigo ahora<br />
las que pa<strong>de</strong>ció por mí.<br />
Hazme contigo llorar<br />
y <strong>de</strong> veras lastimar<br />
<strong>de</strong> sus penas mientras vivo;<br />
porque acompañar <strong>de</strong>seo<br />
en la cruz, don<strong>de</strong> le veo,<br />
tu corazón compasivo.<br />
¡Virgen <strong>de</strong> vírgenes santas!,<br />
llore ya con ansias tantas,<br />
que el llanto dulce me sea;<br />
porque su pasión y muerte<br />
tenga en mi alma, <strong>de</strong> suerte<br />
que siempre sus penas vea.<br />
Haz que su cruz me enamore<br />
y que en ella viva y more<br />
<strong>de</strong> mi fe y amor indicio;<br />
porque me inflame y encienda,<br />
y contigo me <strong>de</strong>fienda<br />
en el día <strong>de</strong>l juicio.<br />
Haz que me ampare la muerte<br />
<strong>de</strong> Cristo, cuando en tan fuerte<br />
trance vida y alma estén;<br />
porque, cuando que<strong>de</strong> en calma<br />
el cuerpo, vaya mi alma<br />
a su eterna gloria. Amén.<br />
Ant. 1. Mi alma está unida a ti, Señor Jesús.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Estemos alegres cuando compartimos los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo.<br />
Ant. 3. Quiso Dios reconciliar consigo todos los seres por la sangre <strong>de</strong> Cristo.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 24-25<br />
Ahora me alegro <strong>de</strong> sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores <strong>de</strong><br />
Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, <strong>de</strong> la cual Dios me ha nombrado<br />
ministro, asignándome la tarea <strong>de</strong> anunciaros a vosotros su mensaje completo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Por ti, Virgen María, *Obtenemos la salvación. Por ti.<br />
V. De las llagas <strong>de</strong> Cristo. *Obtenemos la salvación. Gloria al Padre. Por ti.
Benedictus, ant. Alégrate, Madre dolorosa, porque, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantos sufrimientos,<br />
gozas ya <strong>de</strong> la gloria celestial, sentada junto al Hijo como reina <strong>de</strong>l universo.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Oración<br />
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores <strong>de</strong> tu Hijo al pie <strong>de</strong> la<br />
cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión <strong>de</strong> Cristo, merezca participar<br />
<strong>de</strong> su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO<br />
¡Ay dolor, dolor, dolor,<br />
por mi Hijo y mi Señor!<br />
Yo soy aquella María<br />
<strong>de</strong>l linaje <strong>de</strong> David:<br />
¡Oíd, hermanos, oíd<br />
la gran <strong>de</strong>sventura mía!<br />
A mí me dijo Gabriel<br />
que el Señor era conmigo,<br />
y me <strong>de</strong>jó sin abrigo<br />
más amarga que la hiel.<br />
Díjome que era bendita<br />
entre todas las nacidas,<br />
y soy <strong>de</strong> las doloridas<br />
la más triste y afligida.<br />
Decid, hombres que corréis<br />
por la vía mundanal,<br />
<strong>de</strong>cidme si visto habéis<br />
igual dolor que mi mal.<br />
Y vosotras que tenéis<br />
padres, hijos y maridos,<br />
ayudadme con gemidos,<br />
si es que mejor no podéis.<br />
Llore conmigo la gente,<br />
alegres y atribulados,<br />
por lavar cuyos pecados<br />
mataron al Inocente.<br />
¡Mataron a mi Señor,<br />
mi re<strong>de</strong>ntor verda<strong>de</strong>ro!<br />
¡Cuitada!, ¿cómo no muero<br />
con tan extremo dolor?<br />
Señora, santa María,<br />
déjame llorar contigo,<br />
pues muere Dios y mi amigo,<br />
y muerta está mi alegría.<br />
Y, pues os <strong>de</strong>jan sin Hijo,<br />
<strong>de</strong>jadme ser hijo vuestro.<br />
Vísperas
¡Tendréis mucho más que amar,<br />
aunque os amen mucho menos!<br />
Ant. 1. Cristo es nuestra paz, y por su cruz nos reconcilió con Dios.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. Acerquémonos a la ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo y al Mediador <strong>de</strong> la nueva alianza,<br />
Jesús.<br />
Ant. 3. Por la sangre <strong>de</strong> Cristo hemos recibido la re<strong>de</strong>nción.<br />
LECTURA BREVE 2Tm 2, 10-12a<br />
Lo aguanto todo por los elegidos, para que ellos también alcancen la salvación,<br />
lograda por Cristo Jesús, con la gloria eterna. Es doctrina segura: Si morimos con él,<br />
viviremos con él. Si perseveramos, reinaremos con él<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Estaba santa María, Reina <strong>de</strong>l cielo y Señora <strong>de</strong>l mundo, *Junto a la cruz <strong>de</strong>l<br />
Señor. Estaba.<br />
V. Feliz ella que, sin morir, mereció la palma <strong>de</strong>l martirio. *Junto a la cruz <strong>de</strong>l Señor.<br />
Gloria al Padre. Estaba.<br />
Magníficat, ant. Jesús, al ver junto a la cruz a su madre y cerca al discípulo que tanto<br />
quería, dijo a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego, dijo al discípulo: “Ahí<br />
tienes a tu madre.”<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Oración<br />
Señor, tú has querido que la Madre compartiera los dolores <strong>de</strong> tu Hijo al pie <strong>de</strong> la<br />
cruz; haz que la Iglesia, asociándose con María a la pasión <strong>de</strong> Cristo, merezca participar<br />
<strong>de</strong> su resurrección. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
16 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN CORNELIO, PAPA, Y SAN CIPRIANO, OBISPO,<br />
MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> varios mártires, o <strong>de</strong> pastores.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Oh muerte preciosa, que compra la inmortalidad al precio <strong>de</strong> su<br />
sangre.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has puesto al frente <strong>de</strong> tu pueblo, como abnegados pastores y mártires<br />
intrépidos, a los santos Cipriano y Cornelio, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, fortaleza <strong>de</strong><br />
ánimo y <strong>de</strong> fe para trabajar con empeño por la unidad <strong>de</strong> tu Iglesia. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Oh dichosa Iglesia nuestra, ennoblecida por la gloriosa sangre <strong>de</strong> los<br />
mártires <strong>de</strong> Cristo.
Del Común <strong>de</strong> varios mártires.<br />
20 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN ANDRÉS KIM TEAGON, PRESBÍTERO,<br />
Y SAN PABLO CHONG HASANG<br />
Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Oh Dios, creador y salvador <strong>de</strong> todos los hombres, que en Corea, <strong>de</strong> modo admirable,<br />
llamaste a la fe católica a un pueblo <strong>de</strong> adopción y lo acrecentaste por la gloriosa<br />
profesión <strong>de</strong> fe <strong>de</strong> los santos mártires Andrés, Pablo y sus compañeros, concé<strong>de</strong>nos, por<br />
su ejemplo e intercesión, perseverar también nosotros hasta la muerte en el<br />
cumplimiento <strong>de</strong> tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
21 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN MATEO, APÓSTOL Y EVANGELISTA<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> apóstoles, excepto lo siguiente:<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador <strong>de</strong> los<br />
impuestos, y le dijo: “Sígueme.” Él se levantó y lo siguió.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para<br />
convertirlo <strong>de</strong> publicano en apóstol, concé<strong>de</strong>nos que, fortalecidos con su ejemplo y su<br />
intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con fi<strong>de</strong>lidad. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. “Misericordia quiero y no sacrificios –dice el Señor-: que no he<br />
venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.”
HIMNO<br />
29 <strong>de</strong> septiembre<br />
SANTOS ARCÁNGELES<br />
MIGUEL, GABRIEL Y RAFAEL<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Miguel, Gabriel, Rafael,<br />
los espíritus señeros<br />
y arcángeles mensajeros<br />
<strong>de</strong> Dios, que estáis junto a él.<br />
A vuestro lado se siente<br />
alas <strong>de</strong> fiel protección,<br />
incienso <strong>de</strong> la oración<br />
y el corazón obediente.<br />
“¿Quién como Dios?” es la enseña,<br />
es el grito <strong>de</strong> Miguel,<br />
y el orgullo <strong>de</strong> Luzbel<br />
al abismo se <strong>de</strong>speña.<br />
Gabriel trae la embajada<br />
divina, y le lleva al Padre<br />
el “sí” <strong>de</strong> la Virgen Madre,<br />
<strong>de</strong>l Sol <strong>de</strong> Cristo alborada.<br />
Por la ruta verda<strong>de</strong>ra<br />
Rafael nos encamina<br />
y nos da la medicina<br />
que cura nuestra ceguera.<br />
Dios que nos diste a los ángeles<br />
por guías y mensajeros<br />
danos el ser compañeros<br />
<strong>de</strong>l cielo <strong>de</strong> tus arcángeles. Amén.<br />
Ant. 1. Alabemos al Señor, a quien alaban los ángeles, y los querubines y serafines<br />
proclaman tres veces santo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Ángeles <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor eternamente.<br />
Ant. 3. Los ángeles en el cielo te aclaman, Señor santo, diciendo a una sola voz: “Oh<br />
Dios, tú mereces un himno.”<br />
LECTURA BREVE Gn 28, 12-13a<br />
Tuvo Jacob un sueño: Una escalinata apoyada en la tierra con la cima tocaba el cielo.<br />
Ángeles <strong>de</strong> Dios subían y bajaban por ella. El Señor estaba en pie sobre ella y dijo: “Yo<br />
soy el Señor, el Dios <strong>de</strong> tu padre Abrahán y el Dios <strong>de</strong> Isaac.”
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Un ángel se puso *Junto al altar <strong>de</strong>l templo. Un ángel.<br />
V. Con un incensario <strong>de</strong> oro en su mano. *Junto al altar <strong>de</strong>l templo. Gloria al Padre.<br />
Un ángel.<br />
Benedictus, ant. Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles <strong>de</strong> Dios subir y<br />
bajar sobre el Hijo <strong>de</strong>l hombre.<br />
PRECES<br />
Confesemos, queridos hermanos, al Señor, a quien asisten millares <strong>de</strong> ángeles, y<br />
aclamémosle gozosos:<br />
Ben<strong>de</strong>cid al Señor, ángeles suyos.<br />
Oh Dios, que a tus ángeles has dado ór<strong>de</strong>nes para que nos guar<strong>de</strong>n en nuestros caminos,<br />
-condúcenos hoy sin tropiezo por tus sendas.<br />
Padre, cuyo rostro están siempre viendo nuestros ángeles en el cielo,<br />
-haz que busquemos continuamente tu rostro.<br />
Oh Dios, cuyos hijos serán como ángeles <strong>de</strong>l cielo,<br />
-danos la castidad <strong>de</strong>l corazón y <strong>de</strong>l cuerpo.<br />
Oh Dios, envía a Miguel, príncipe supremo, en auxilio <strong>de</strong> tu pueblo,<br />
-a fin <strong>de</strong> que lo <strong>de</strong>fienda en las batallas contra Satanás y sus ángeles.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios <strong>de</strong> los ángeles y los<br />
hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos<br />
que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
Ant. Miguel, uno <strong>de</strong> los príncipes supremos, vino en mi auxilio.<br />
LECTURA BREVE Dn 12, 1<br />
En el tiempo aquel, se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa <strong>de</strong> tu pueblo: serán<br />
tiempos difíciles, como no los ha habido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que hubo naciones hasta ahora. Entonces<br />
se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro.<br />
V. Enviará el Señor a sus ángeles con trompetas sonoras.<br />
R. Y reunirán a sus elegidos <strong>de</strong> los cuatro vientos.<br />
Sexta<br />
Ant. Gabriel, a quien había visto en la visión, llegó volando hasta mí y me habló.<br />
LECTURA BREVE Dn 9, 22-23<br />
El ángel Gabriel me habló así: “Daniel, acabo <strong>de</strong> salir para explicarte el sentido. Al<br />
principio <strong>de</strong> tus súplicas, se pronunció una sentencia, y yo he venido para<br />
comunicártela, porque eres un predilecto. ¡Entien<strong>de</strong> la palabra, compren<strong>de</strong> la visión!”<br />
V. Ben<strong>de</strong>cid al Señor, ejércitos suyos.<br />
R. Servidores que cumplís sus <strong>de</strong>seos.<br />
Nona<br />
Ant. El ángel Rafael fue enviado a Tobit y a Sara para curarlos.<br />
LECTURA BREVE Tb 12, 15. 18. 20b<br />
Yo soy Rafael, uno <strong>de</strong> los siete ángeles que están al servicio <strong>de</strong> Dios y tienen acceso<br />
ante el Señor <strong>de</strong> la gloria. Mi presencia entre vosotros no se ha <strong>de</strong>bido a mí, sino a la<br />
voluntad <strong>de</strong> Dios. Ben<strong>de</strong>cidlo siempre y cantadle himnos. Yo subo ahora al que me<br />
envió. Vosotros escribid todo lo que os ha ocurrido.<br />
V. A sus ángeles Dios ha dado ór<strong>de</strong>nes.<br />
R. Para que te guar<strong>de</strong>n en tus caminos.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Ensalzaste tu majestad sobre los cielos, Rey <strong>de</strong> los ángeles.<br />
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Salmo 8<br />
Ensalzaste tu majestad sobre los cielos.<br />
De la boca <strong>de</strong> los niños <strong>de</strong> pecho<br />
has sacado una alabanza contra tus enemigos,<br />
para reprimir al adversario y al rebel<strong>de</strong>.<br />
Cuando contemplo el cielo, obra <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>dos,<br />
la luna y las estrellas que has creado,<br />
¿qué es el hombre, para que te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> él,<br />
el ser humano, para darle po<strong>de</strong>r?<br />
Lo hiciste poco inferior a los ángeles,<br />
lo coronaste <strong>de</strong> gloria y dignidad,<br />
le diste el mando sobre las obras <strong>de</strong> tus manos,<br />
todo lo sometiste bajo sus pies:<br />
rebaños <strong>de</strong> ovejas y toros,<br />
y hasta las bestias <strong>de</strong>l campo,<br />
las aves <strong>de</strong>l cielo, los peces <strong>de</strong>l mar,<br />
que trazan sendas por el mar.<br />
Señor, dueño nuestro,<br />
¡qué admirable es tu nombre<br />
en toda la tierra!<br />
Ant. Ensalzaste tu majestad sobre los cielos, Rey <strong>de</strong> los ángeles.<br />
Ant. 2. Delante <strong>de</strong> los ángeles, tañeré para ti, Dios mío.<br />
Salmo 137<br />
Te doy gracias, Señor, <strong>de</strong> todo corazón:<br />
<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los ángeles tañeré para ti,<br />
me postraré hacia tu santuario,<br />
daré gracias a tu nombre:<br />
por tu misericordia y tu lealtad,<br />
porque tu promesa supera a tu fama;<br />
cuando te invoqué, me escuchaste,<br />
acreciste el valor en mi alma.<br />
Que te <strong>de</strong>n gracias, Señor, los reyes <strong>de</strong> la tierra,<br />
al escuchar el oráculo <strong>de</strong> tu boca;<br />
canten los caminos <strong>de</strong>l Señor,<br />
porque la gloria <strong>de</strong>l Señor es gran<strong>de</strong>.
El Señor es sublime, se fija en el humil<strong>de</strong>,<br />
y <strong>de</strong> lejos conoce al soberbio.<br />
Cuando camino entre peligros,<br />
me conservas la vida;<br />
extien<strong>de</strong>s tu brazo contra la ira <strong>de</strong> mi enemigo,<br />
y tu <strong>de</strong>recha me salva.<br />
El Señor completará sus favores conmigo:<br />
Señor, tu misericordia es eterna,<br />
no abandones la obra <strong>de</strong> tus manos.<br />
Ant. Delante <strong>de</strong> los ángeles, tañeré para ti, Dios mío.<br />
Ant. 3. Vi <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono a un Cor<strong>de</strong>ro en pie; se notaba que lo habían <strong>de</strong>gollado.<br />
Y escuché la voz <strong>de</strong> muchos ángeles alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l trono.<br />
Cántico Col 1, 12-20<br />
Damos gracias a Dios Padre,<br />
que nos ha hecho capaces <strong>de</strong> compartir<br />
la herencia <strong>de</strong>l pueblo santo en la luz.<br />
Él nos ha sacado <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> las tinieblas<br />
y nos ha trasladado al reino <strong>de</strong> su Hijo querido,<br />
por cuya sangre hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
Él es imagen <strong>de</strong> Dios invisible,<br />
primogénito <strong>de</strong> toda criatura;<br />
porque por medio <strong>de</strong> él<br />
fueron creadas todas las cosas:<br />
celestes y terrestres, visibles e invisibles,<br />
Tronos, Dominaciones, Principados, Potesta<strong>de</strong>s;<br />
todo fue creado por él y para él.<br />
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.<br />
Él es también la cabeza <strong>de</strong>l cuerpo: <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Él es el principio, el primogénito <strong>de</strong> entre los muertos,<br />
y así es el primero en todo.<br />
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.<br />
Y por él quiso Dios reconciliar consigo todos los seres:<br />
los <strong>de</strong>l cielo y los <strong>de</strong> la tierra,<br />
haciendo la paz por la sangre <strong>de</strong> su cruz.<br />
Ant. Vi <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono a un Cor<strong>de</strong>ro en pie; se notaba que lo habían <strong>de</strong>gollado. Y<br />
escuché la voz <strong>de</strong> muchos ángeles alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l trono.<br />
LECTURA BREVE Ap 1, 4b-5. 6b<br />
Gracia y paz a vosotros <strong>de</strong> parte <strong>de</strong>l que es y era y viene, y <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los siete<br />
espíritus que están ante su trono, y <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito<br />
<strong>de</strong> entre los muertos, el príncipe <strong>de</strong> los reyes <strong>de</strong> la tierra. Aquel que nos amó nos ha<br />
librado <strong>de</strong> nuestros pecados por su sangre. A él la gloria y el po<strong>de</strong>r.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Subió el humo <strong>de</strong> los perfumes *A la presencia <strong>de</strong>l Señor. Subió.<br />
V. Por manos <strong>de</strong>l ángel. *A la presencia <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Subió.<br />
Magníficat, ant. El ángel Gabriel habló a María, diciendo: “Concebirás en tu vientre<br />
y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.”<br />
PRECES<br />
Pidamos al Señor que, como los ángeles, po<strong>de</strong>rosos ejecutores <strong>de</strong> sus ór<strong>de</strong>nes, seamos<br />
siempre prontos a la voz <strong>de</strong> su palabra. Implorémosle, diciendo:<br />
Te rogamos, óyenos.<br />
Para que por manos <strong>de</strong> los ángeles suban a tu presencia nuestras oraciones<br />
-como el humo <strong>de</strong> los perfumes,<br />
te rogamos, óyenos.<br />
Para que nuestras ofrendas sean llevadas a tu presencia,<br />
-hasta el altar <strong>de</strong>l cielo, por manos <strong>de</strong> tu ángel,<br />
te rogamos, óyenos.<br />
Para que, con la legión <strong>de</strong>l ejército celestial, podamos proclamar la gloria a Dios en el<br />
cielo,<br />
-y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor,<br />
te rogamos, óyenos.<br />
Para que, al fin <strong>de</strong> nuestra vida, los ángeles nos reciban<br />
-y nos lleven a la patria <strong>de</strong>l paraíso,<br />
te rogamos, óyenos.<br />
Para que san Miguel, el aban<strong>de</strong>rado, introduzca en la luz sagrada<br />
-las almas <strong>de</strong> los fieles difuntos,<br />
te rogamos, óyenos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que con admirable sabiduría distribuyes los ministerios <strong>de</strong> los ángeles y los<br />
hombres, te pedimos que nuestra vida esté siempre protegida en la tierra por aquellos<br />
que te asisten continuamente en el cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
30 <strong>de</strong> septiembre<br />
SAN JERÓNIMO,<br />
PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Oh Dios, tú que concediste a san Jerónimo una estima tierna y viva por la sagrada<br />
Escritura, haz que tu pueblo se alimente <strong>de</strong> tu palabra con mayor abundancia y<br />
encuentre en ella la fuente <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra vida. Por nuestro Señor Jesucristo.
OCTUBRE<br />
1 <strong>de</strong> octubre<br />
SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS,<br />
VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> vírgenes o <strong>de</strong> santas mujeres (para los religiosos), o <strong>de</strong> doctores.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Os digo que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino<br />
<strong>de</strong> los cielos.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que has preparado tu reino para los humil<strong>de</strong>s y los sencillos, concé<strong>de</strong>nos la<br />
gracia <strong>de</strong> seguir confiadamente el camino <strong>de</strong> santa Teresa <strong>de</strong>l Niño Jesús, para que nos<br />
sea revelada, por su intercesión, tu gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Estad alegres y contentos, porque vuestros nombres están inscritos<br />
en el cielo.<br />
HIMNO<br />
Ángel santo <strong>de</strong> la guarda,<br />
compañero <strong>de</strong> mi vida,<br />
tú que nunca me abandonas,<br />
ni <strong>de</strong> noche ni <strong>de</strong> día.<br />
Aunque espíritu invisible,<br />
sé que te hallas a mi lado,<br />
escuchas mis oraciones<br />
y cuentas todos mis pasos.<br />
En las sombras <strong>de</strong> la noche,<br />
me <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l <strong>de</strong>monio,<br />
tendiendo sobre mi pecho<br />
tus alas <strong>de</strong> nácar y oro.<br />
Ángel <strong>de</strong> Dios, que yo escuche<br />
tu mensaje y que lo siga,<br />
que vaya siempre contigo<br />
hacia Dios, que me lo envía.<br />
Testigo <strong>de</strong> lo invisible,<br />
presencia <strong>de</strong>l cielo amiga,<br />
2 <strong>de</strong> octubre<br />
SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s
gracias por tu fiel custodia,<br />
gracias por tu compañía.<br />
En presencia <strong>de</strong> los ángeles,<br />
suba al cielo nuestro canto:<br />
gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
Ant. 1. El Señor enviará su ángel contigo y dirigirá tu camino.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Bendito sea Dios, que envió un ángel a salvar a sus siervos que confiaron en<br />
él.<br />
Ant. 3. Ángeles y todos sus ejércitos, alabad al Señor.<br />
LECTURA BREVE Ex 23, 20-21a<br />
Voy a enviarte un ángel por <strong>de</strong>lante, para que te cui<strong>de</strong> en el camino y te lleve al lugar<br />
que he preparado. Respétalo y obedécelo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Delante <strong>de</strong> los ángeles *Tañeré para ti. Delante.<br />
V. Daré gracias a tu nombre. *Tañeré para ti. Gloria al Padre. Delante.<br />
Benedictus, ant. Todos ellos son espíritus en servicio activo, que se envían en ayuda<br />
<strong>de</strong> los que han <strong>de</strong> heredar la salvación.<br />
PRECES<br />
Confesemos, queridos hermanos, al Señor, a quien asisten millares <strong>de</strong> ángeles, y<br />
pidámosle que esos ministros gloriosos nos ayu<strong>de</strong>n en el peregrinar <strong>de</strong> nuestra vida:<br />
Ben<strong>de</strong>cid al Señor, ángeles suyos.<br />
Oh Dios, que a tus ángeles has dado ór<strong>de</strong>nes para que nos guar<strong>de</strong>n en nuestros caminos,<br />
-condúcenos hoy sin tropiezo por tus sendas.<br />
Padre, cuyo rostro están siempre viendo nuestros ángeles en el cielo,<br />
-haz que busquemos continuamente tu rostro.<br />
Oh Dios, cuyos hijos serán como ángeles <strong>de</strong>l cielo,<br />
-danos la castidad <strong>de</strong>l corazón y <strong>de</strong>l cuerpo.<br />
Oh Dios, envía a Miguel, príncipe supremo, en auxilio <strong>de</strong> tu pueblo,<br />
-a fin <strong>de</strong> que lo <strong>de</strong>fienda en las batallas contra Satanás y sus ángeles.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en tu provi<strong>de</strong>ncia amorosa te has dignado enviar para nuestra custodia<br />
a tus santos ángeles, concé<strong>de</strong>nos, atento a nuestras súplicas, vernos siempre <strong>de</strong>fendidos<br />
por su protección y gozar eternamente <strong>de</strong> su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
LECTURA BREVE Hch 5, 17-20<br />
El sumo sacerdote y los <strong>de</strong> su partido –la secta <strong>de</strong> los saduceos-, llenos <strong>de</strong> envidia,<br />
mandaron pren<strong>de</strong>r a los apóstoles y meterlos en la cárcel común. Pero, por la noche, el<br />
ángel <strong>de</strong>l Señor les abrió las puertas <strong>de</strong> la celda y los sacó fuera, diciéndoles: “Id al<br />
templo y explicadle allí al pueblo íntegramente este modo <strong>de</strong> vida.”<br />
Sexta<br />
V. Delante <strong>de</strong> los ángeles tañeré para ti, Dios mío.<br />
R. Me postraré hacia tu santuario, daré gracias a tu nombre.<br />
LECTURA BREVE Hch 12, 7<br />
Se presentó el ángel <strong>de</strong>l Señor, y se iluminó la celda. Tocó a Pedro en el hombro, lo<br />
<strong>de</strong>spertó y le dijo: “Date prisa, levántate.” Las ca<strong>de</strong>nas se le cayeron <strong>de</strong> las manos.<br />
V. El Señor ha enviado a su ángel.<br />
R. Para librarme <strong>de</strong> las manos <strong>de</strong> Hero<strong>de</strong>s.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Hch 10, 3-5<br />
A eso <strong>de</strong> la media tar<strong>de</strong>, Cornelio tuvo una visión: vio claramente al ángel <strong>de</strong> Dios<br />
que entraba en su cuarto y lo llamaba: “¡Cornelio!” Él se quedó mirándolo y le preguntó<br />
asustado: “¿Qué quieres, Señor?” Le contestó el ángel: “Tus oraciones y tus limosnas<br />
han llegado hasta Dios y las tiene presentes. Ahora manda a alguien a Jafa en busca <strong>de</strong><br />
un tal Simón Pedro.”<br />
V. Por manos <strong>de</strong>l ángel subió a la presencia <strong>de</strong> Dios el humo <strong>de</strong> los perfumes.<br />
R. Junto con las oraciones <strong>de</strong> los santos.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. El ángel <strong>de</strong>l Señor acampa en torno a sus fieles y los protege.<br />
Salmo 33<br />
Bendigo al Señor en todo momento,<br />
su alabanza está siempre en mi boca;<br />
mi alma se gloría en el Señor:<br />
que los humil<strong>de</strong>s lo escuchen y se alegren.<br />
Proclamad conmigo la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor,<br />
ensalcemos juntos su nombre.<br />
Yo consulté al Señor, y me respondió,<br />
me libró <strong>de</strong> todas mis ansias.<br />
Contempladlo y quedaréis radiantes,<br />
vuestro rostro no se avergonzará.<br />
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha<br />
y lo salva <strong>de</strong> sus angustias.<br />
El ángel <strong>de</strong>l Señor acampa<br />
en torno a sus fieles y los protege.<br />
Gustad y ved qué bueno es el Señor,<br />
dichoso el que se acoge a él.<br />
Todos sus santos, temed al Señor,<br />
porque nada les falta a los que le temen;<br />
los ricos empobrecen y pasan hambre,<br />
los que buscan al Señor no carecen <strong>de</strong> nada.<br />
Ant. El ángel <strong>de</strong>l Señor acampa en torno a sus fieles y los protege.<br />
Ant. 2. Vive el Señor, que su ángel me ha guardado.<br />
II<br />
Venid, hijos, escuchadme:<br />
os instruiré en el temor <strong>de</strong>l Señor;<br />
¿hay alguien que ame la vida<br />
y <strong>de</strong>see días <strong>de</strong> prosperidad?<br />
Guarda tu lengua <strong>de</strong>l mal,<br />
tus labios <strong>de</strong> la falsedad;<br />
apártate <strong>de</strong>l mal, obra el bien,<br />
busca la paz y corre tras ella.<br />
Los ojos <strong>de</strong>l Señor miran a los justos,<br />
sus oídos escuchan sus gritos;<br />
pero el Señor se enfrenta con los malhechores,<br />
para borrar <strong>de</strong> la tierra su memoria.<br />
Cuando uno grita, el Señor lo escucha<br />
y lo libra <strong>de</strong> sus angustias;<br />
I
el Señor está cerca <strong>de</strong> los atribulados,<br />
salva a los abatidos.<br />
Aunque el justo sufra muchos males,<br />
<strong>de</strong> todos lo libra <strong>de</strong>l Señor;<br />
él cuida <strong>de</strong> todos sus huesos,<br />
y ni uno solo se quebrará.<br />
La maldad da muerte al malvado,<br />
y los que odian al justo serán castigados.<br />
El Señor redime a sus siervos,<br />
no será castigado quien se acoge a él.<br />
Ant. Vive el Señor, que su ángel me ha guardado.<br />
Ant. 3. Ben<strong>de</strong>cid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha<br />
hecho.<br />
Cántico Ap 11, 17-18; 12 10b-12a<br />
Gracias te damos, Señor Dios omnipotente,<br />
el que eres y el que eras,<br />
porque has asumido el gran po<strong>de</strong>r<br />
y comenzaste a reinar.<br />
Se encolerizaron las gentes,<br />
llegó tu cólera,<br />
y el tiempo <strong>de</strong> que sean juzgados los muertos,<br />
y <strong>de</strong> dar el galardón a tus siervos, los profetas,<br />
y a los santos y a los que temen tu nombre,<br />
y a los pequeños y a los gran<strong>de</strong>s,<br />
y <strong>de</strong> arruinar a los que arruinaron la tierra.<br />
Ahora se estableció la salud y el po<strong>de</strong>río,<br />
y el reinado <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
y la potestad <strong>de</strong> su Cristo;<br />
porque fue precipitado<br />
el acusador <strong>de</strong> nuestros hermanos,<br />
el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche.<br />
Ellos le vencieron en virtud <strong>de</strong> la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro<br />
y por la palabra <strong>de</strong>l testimonio que dieron,<br />
y no amaron tanto su vida que temieran la muerte.<br />
Por esto, estad alegres, cielos,<br />
y los que moráis en sus tiendas.<br />
Ant. Ben<strong>de</strong>cid a Dios y proclamad ante todos los vivientes los beneficios que os ha<br />
hecho.<br />
LECTURA BREVE Ap 8, 3-4<br />
Vino un ángel con un incensario <strong>de</strong> oro, y se puso junto al altar. Le entregaron<br />
muchos perfumes, para que aromatizara las oraciones <strong>de</strong> todos los santos sobre el altar<br />
<strong>de</strong> oro situado <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono. Y por manos <strong>de</strong>l ángel subió a la presencia <strong>de</strong> Dios el<br />
humo <strong>de</strong> los perfumes, junto con las oraciones <strong>de</strong> los santos.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A sus ángeles *Dios ha dado ór<strong>de</strong>nes. A sus ángeles.<br />
V. Para que te guar<strong>de</strong>n en tus caminos. *Dios ha dado ór<strong>de</strong>nes. Gloria al Padre. A<br />
sus ángeles.<br />
Magníficat, ant. Sus ángeles están viendo siempre el rostro <strong>de</strong> mi Padre celestial.<br />
PRECES<br />
Pidamos al Señor que, como los ángeles, po<strong>de</strong>rosos ejecutores <strong>de</strong> sus ór<strong>de</strong>nes, seamos<br />
siempre prontos a la voz <strong>de</strong> su palabra. Démosle gracias, diciendo:<br />
Con los ángeles, cantamos el himno <strong>de</strong> tu gloria.<br />
Oh Dios, que has constituido a los ángeles mensajeros <strong>de</strong> tus maravillas,<br />
-haz que, con su ayuda, también nosotros comuniquemos a los hombres tus proezas.<br />
Señor Altísimo, a quien los ángeles proclaman santo sin cesar,<br />
-haz que en la Iglesia resuene para ti la alabanza perenne.<br />
Tú que a tus ángeles has dado ór<strong>de</strong>nes para que guar<strong>de</strong>n a tus siervos en sus caminos,<br />
-haz que todos los que viajan vuelvan con paz y alegría a sus hogares.<br />
Tú que mandaste a tus ángeles anunciar la paz a los hombres,<br />
-haz que sugieran siempre a los gobernantes y a sus pueblos proyectos <strong>de</strong> paz.<br />
Cuando envíes a tus ángeles a reunir a tus elegidos <strong>de</strong> los cuatro vientos,<br />
-haz que todos tus hijos sean contados entre los elegidos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que en tu provi<strong>de</strong>ncia amorosa te has dignado enviar para nuestra custodia<br />
a tus santos ángeles, concé<strong>de</strong>nos, atento a nuestras súplicas, vernos siempre <strong>de</strong>fendidos<br />
por su protección y gozar eternamente <strong>de</strong> su compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
Del Común <strong>de</strong> santos varones, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
4 <strong>de</strong> octubre<br />
SAN FRANCISCO DE ASÍS<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Omnipotente, Altísimo, bondadoso Señor,<br />
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;<br />
tan solo Tú eres digno <strong>de</strong> toda bendición,<br />
y nunca es digno el hombre <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong> ti mención.<br />
Loado seas por toda criatura, mi Señor,<br />
y en especial loado por el hermano sol,<br />
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,<br />
y lleva por los cielos noticia <strong>de</strong> su autor.<br />
Y por la hermana luna, <strong>de</strong> blanca luz menor,<br />
y las estrellas claras que tu po<strong>de</strong>r creó,<br />
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,<br />
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por la hermana agua, preciosa en su candor,<br />
que es útil, casta, humil<strong>de</strong>: ¡loado, mi Señor!<br />
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,<br />
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por la hermana tierra, que es toda bendición,<br />
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión<br />
las hierbas y los frutos y flores <strong>de</strong> color,<br />
y nos sustenta y rige: ¡loado, mi Señor!<br />
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor<br />
los males corporales y la tribulación:<br />
¡felices los que sufren en paz con el dolor,<br />
porque les llega el tiempo <strong>de</strong> la consolación!<br />
Y por la hermana muerte: ¡loado, mi Señor!<br />
Ningún viviente escapa <strong>de</strong> su persecución;<br />
¡ay si en pecado grave sorpren<strong>de</strong> al pecador!<br />
¡Dichosos los que cumplen la voluntad <strong>de</strong> Dios!<br />
¡No probarán la muerte <strong>de</strong> la con<strong>de</strong>nación!<br />
Servidle con ternura y humil<strong>de</strong> corazón.<br />
Agra<strong>de</strong>ced sus dones, cantad su creación.<br />
Las criaturas todas, load a mi Señor.<br />
Benedictus, ant. Francisco, pobre y humil<strong>de</strong>, entra rico en el cielo y es honrado con<br />
himnos celestiales.<br />
Oración
Dios todopo<strong>de</strong>roso, que otorgaste a san Francisco <strong>de</strong> Asís la gracia <strong>de</strong> asemejarse a<br />
Cristo por la humildad y la pobreza, concé<strong>de</strong>nos caminar tras sus huellas, para que<br />
podamos seguir a tu Hijo y entregarnos a ti con amor jubiloso. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dios me libre <strong>de</strong> gloriarme si no es en la cruz <strong>de</strong> nuestro Señor<br />
Jesucristo; porque yo llevo en mi cuerpo las marcas <strong>de</strong> Jesús.<br />
HIMNO<br />
5 <strong>de</strong> octubre<br />
TÉMPORAS<br />
DE ACCIÓN DE GRACIAS Y DE PETICIÓN<br />
(El día 6, cuando el 5 cae en domingo)<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Gracias, Señor, por esta agua que llega<br />
<strong>de</strong>l aire hasta los campos, hasta el bosque y el huerto;<br />
gracias por tu palabra que riega este <strong>de</strong>sierto<br />
<strong>de</strong>l alma, prometiendo las horas <strong>de</strong> la siega.<br />
Gracias por tanta gracia, tanta cuidada entrega,<br />
por el sol que calienta este corazón yerto;<br />
gracias por estas flores primeras que han abierto<br />
ojos <strong>de</strong> luz a tanta claridad honda y ciega.<br />
Gracias porque te he visto latiendo en los bancales,<br />
favoreciendo, urdiendo los tiernos esponsales<br />
<strong>de</strong>l verdor con la tierra, la rosa con la rama.<br />
Gracias porque me enseñas a ser en lo que era,<br />
al olvidar mis estiajes en esta primavera;<br />
gracias porque es llegado el tiempo <strong>de</strong>l que ama. Amén.<br />
Ant. 1. Señor, me abrirás los labios, y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Con el Señor triunfará y se gloriará la estirpe <strong>de</strong> Israel.<br />
Ant. 3. Entrad por las puertas <strong>de</strong>l Señor, dándole gracias y bendiciendo su nombre.<br />
LECTURA BREVE Si 50, 24-26<br />
Ben<strong>de</strong>cid al Dios <strong>de</strong>l universo, que ha hecho maravillas en la tierra, que cría al<br />
hombre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el vientre materno y lo forma a su voluntad. Él os conceda un corazón<br />
sabio y que reine la paz entre vosotros, en Israel, por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Que su<br />
misericordia sea fiel con nosotros, y en nuestros días nos rescate.<br />
RESPONSORIO BREVE
R. Dios nuestro, nosotros te damos gracias, *Alabando tu nombre glorioso. Dios<br />
nuestro<br />
V. De ti viene la riqueza y la gloria. *Alabando tu nombre glorioso. Gloria al Padre.<br />
Dios nuestro.<br />
Benedictus, ant. Cantad a Dios, dadle gracias <strong>de</strong> corazón, con salmos, himnos y<br />
cánticos inspirados.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a Dios, que nos ha colmado <strong>de</strong> sus beneficios, y, pidiéndole que continúe<br />
haciendo prósperas las obras <strong>de</strong> nuestras manos, digámosle:<br />
Escúchanos, Señor.<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, reempren<strong>de</strong>r con ánimo nuestras tareas, para que, llegados al fin <strong>de</strong><br />
nuestros trabajos,<br />
-podamos darte gracias nuevamente.<br />
Muéstranos tu rostro propicio y danos tu paz,<br />
-para que, durante todo el año, sintamos cómo tu mano nos protege.<br />
Danos tu sabiduría eterna, para que permanezca con nosotros<br />
-y nos asista en nuestros trabajos durante todo el año.<br />
Vela, Señor, sobre nuestros pensamientos, palabras y obras,<br />
-a fin <strong>de</strong> que en este año obremos según te es grato.<br />
Aparta <strong>de</strong> nuestros pecados tu vista<br />
-y borra en nosotros toda culpa.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Padre <strong>de</strong> bondad, que, con amor y sabiduría, quisiste someter la tierra al dominio <strong>de</strong>l<br />
hombre, para que <strong>de</strong> ella sacara su sustento y en ella contemplara tu gran<strong>de</strong>za y tu<br />
provi<strong>de</strong>ncia, te damos gracias por los dones que <strong>de</strong> ti hemos recibido y te pedimos nos<br />
concedas emplearlos en alabanza tuya y en bien <strong>de</strong> nuestros hermanos. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 2, 4<br />
¿Es que <strong>de</strong>sprecias el tesoro <strong>de</strong> la bondad, tolerancia y paciencia <strong>de</strong> Dios, al no<br />
reconocer que esa bondad es para empujarte a la conversión?<br />
V. Te gusta un corazón sincero, Señor.<br />
R. En mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Oración
Nos sentimos culpables, Señor, y confesamos ante ti nuestros pecados; ten<br />
misericordia <strong>de</strong> nosotros y danos la abundancia <strong>de</strong> tu paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 2Co 9, 10-11<br />
El que proporciona semilla para sembrar y pan para comer os proporcionará y<br />
aumentará la semilla, y multiplicará la cosecha <strong>de</strong> vuestra justicia. Siempre seréis ricos<br />
para ser generosos, y así, por medio nuestro, se dará gracias a Dios.<br />
V. Coronas el año con tus bienes, Señor.<br />
R. Tus carriles rezuman abundancia.<br />
Oración<br />
Oh Dios, tú has querido que el estudio y el trabajo <strong>de</strong>l hombre perfeccionaran cada<br />
día el universo que has creado; te pedimos que nuestro trabajo y afanes resulten siempre<br />
provechosos a la familia humana y contribuyan al cumplimiento <strong>de</strong> tus <strong>de</strong>signios sobre<br />
el mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.<br />
Nona<br />
LECTURA BREVE Col 3, 16b-17<br />
Cantad a Dios, dadle gracias <strong>de</strong> corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.<br />
Y, todo lo que <strong>de</strong> palabra o <strong>de</strong> obra realicéis, sea todo en nombre <strong>de</strong>l Señor Jesús,<br />
dando gracias a Dios Padre por medio <strong>de</strong> él.<br />
V. Dad gracias al Señor porque es bueno.<br />
R. Porque es eterna su misericordia.<br />
Oración<br />
Señor Dios, Padre lleno <strong>de</strong> amor, que diste a nuestros padres <strong>de</strong> Israel una tierra<br />
buena y fértil, para que en ella encontraran <strong>de</strong>scanso y bienestar, y, con el mismo amor,<br />
nos das a nosotros fuerza para dominar la creación y sacar <strong>de</strong> ella nuestro progreso y<br />
nuestro sustento, al darte gracias por todas tus maravillas, te pedimos que tu luz nos<br />
haga <strong>de</strong>scubrir siempre que has sido tú, y no nuestro po<strong>de</strong>r, quien nos ha dado fuerza<br />
para crear las riquezas <strong>de</strong> la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.
HIMNO<br />
Te damos gracias, Señor,<br />
porque has <strong>de</strong>puesto la ira<br />
y has <strong>de</strong>tenido ante el pueblo<br />
la mano que lo castiga.<br />
Tú eres el Dios que nos salva,<br />
la luz que nos ilumina,<br />
la mano que nos sostiene,<br />
el techo que nos cobija.<br />
Y sacaremos con gozo<br />
<strong>de</strong>l manantial <strong>de</strong> la Vida<br />
las aguas que dan al hombre<br />
la fuerza que resucita.<br />
Entonces proclamaremos:<br />
“¡Cantadle con alegría!<br />
¡El nombre <strong>de</strong> Dios es gran<strong>de</strong>;<br />
su caridad, infinita!<br />
¡Que alabe al Señor la tierra!<br />
Cantadle sus maravillas.<br />
¡Qué gran<strong>de</strong>, en medio <strong>de</strong>l pueblo,<br />
el Dios que nos justifica!” Amén.<br />
SALMODIA<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. En ti confío, Señor, no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>fraudado.<br />
Salmo 24, 1-11<br />
A ti, Señor, levanto mi alma;<br />
Dios mío, en ti confío,<br />
no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>fraudado,<br />
que no triunfen <strong>de</strong> mí mis enemigos;<br />
pues los que esperan en ti no quedan <strong>de</strong>fraudados,<br />
mientras que el fracaso malogra a los traidores.<br />
Señor, enséñame tus caminos,<br />
instrúyeme en tus sendas:<br />
haz que camine con lealtad;<br />
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador,<br />
y todo el día te estoy esperando.<br />
Recuerda, Señor, que tu ternura<br />
y tu misericordia son eternas;<br />
no te acuer<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los pecados<br />
ni <strong>de</strong> las malda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mi juventud;<br />
acuérdate <strong>de</strong> mí con misericordia,<br />
por tu bondad, Señor.
El Señor es bueno y es recto,<br />
y enseña el camino a los pecadores;<br />
hace caminar a los humil<strong>de</strong>s con<br />
rectitud, enseña su camino a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Las sendas <strong>de</strong>l Señor son misericordia y lealtad<br />
para los que guardan su alianza y sus mandatos.<br />
Por el honor <strong>de</strong> tu nombre, Señor,<br />
perdona mis culpas, que son muchas.<br />
Ant. En ti confío, Señor, no que<strong>de</strong> yo <strong>de</strong>fraudado.<br />
Ant. 2. Escucha, Señor, mi voz suplicante.<br />
Salmo 27, 1-3. 6-9<br />
A ti, Señor, te invoco;<br />
Roca mía, no seas sordo a mi voz;<br />
que, si no me escuchas, seré igual<br />
que los que bajan a la fosa.<br />
Escucha mi voz suplicante<br />
cuando te pido auxilio,<br />
cuando alzo las manos<br />
hacia tu santuario.<br />
No me arrebates con los malvados<br />
ni con los malhechores,<br />
que hablan <strong>de</strong> paz con el prójimo,<br />
pero llevan la maldad en el corazón.<br />
Bendito el Señor, que escuchó<br />
mi voz suplicante;<br />
el Señor es mi fuerza y mi escudo:<br />
en él confía mi corazón;<br />
me socorrió, y mi corazón se alegra<br />
y le canta agra<strong>de</strong>cido.<br />
El Señor es fuerza para su pueblo,<br />
apoyo y salvación para su Ungido.<br />
Salva a tu pueblo y bendice tu heredad,<br />
sé su pastor y llévalos siempre.<br />
Ant. Escucha, Señor, mi voz suplicante.<br />
Ant. 3. Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan. Aleluya.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE St 5, 16b-18<br />
Mucho pue<strong>de</strong> hacer la oración intensa <strong>de</strong>l justo. Elías, que era un hombre <strong>de</strong> la<br />
misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió<br />
sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo <strong>de</strong>rramó<br />
lluvia y la tierra produjo sus frutos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Yo te invoco *Porque tú me respon<strong>de</strong>s. Yo te invoco.<br />
V. Inclina el oído y escucha mis palabras. *Porque tú me respon<strong>de</strong>s. Gloria al Padre.<br />
Yo te invoco.<br />
Magníficat, ant. “Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad, y se os abrirá”,<br />
dice el Señor.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Cristo, en quien confían los que conocen su nombre, y digámosle:<br />
Señor, ten piedad.<br />
Señor Jesucristo, consuelo <strong>de</strong> los humil<strong>de</strong>s,<br />
-dígnate asistir con tu gracia los trabajos <strong>de</strong>l nuevo año.<br />
Que los que por nuestra <strong>de</strong>bilidad nos sentimos sin ánimos,<br />
-con tu fuerza nos veamos eficaces.<br />
Tú que has venido a salvar al mundo,<br />
-ilumina con tu luz a todos los hombres.<br />
Tú que has querido que la inteligencia <strong>de</strong>l hombre investigara los secretos <strong>de</strong> la<br />
naturaleza,
-haz que la ciencia y las artes contribuyan a tu gloria y al bienestar <strong>de</strong> todos los<br />
hombres.<br />
Tú que viniste al mundo para salvar a los pecadores,<br />
-conce<strong>de</strong> a los que han muerto el perdón <strong>de</strong> sus culpas.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que con amor generoso <strong>de</strong>sbordas los méritos y las<br />
esperanzas <strong>de</strong> cuantos a ti acu<strong>de</strong>n, sacia tú los <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> nuestro corazón y danos<br />
también aquellos bienes que superan el conocer <strong>de</strong>l hombre, pero que tú has preparado<br />
para los que te aman. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
7 <strong>de</strong> octubre<br />
NUESTRA SEÑORA, LA VIRGEN DEL ROSARIO<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
Rezar el santo Rosario<br />
no sólo es hacer memoria<br />
<strong>de</strong>l gozo, el dolor, la gloria,<br />
<strong>de</strong> Nazaret al Calvario.<br />
Es el fiel itinerario<br />
<strong>de</strong> una realidad vivida,<br />
y quedará entretejida,<br />
siguiendo al Cristo gozoso,<br />
crucificado y glorioso,<br />
en el Rosario, la vida.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. De María nació Jesús, llamado Cristo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Contigo, Madre, ben<strong>de</strong>cimos al Señor, que al morir nos entregó a ti como<br />
hijos.<br />
Ant. 3. La Virgen María ha sido ensalzada sobre los coros <strong>de</strong> los ángeles y coronada<br />
con doce estrellas.<br />
LECTURA BREVE Cf. Is 61, 10<br />
Desbordo <strong>de</strong> gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un<br />
traje <strong>de</strong> gala y me ha envuelto en un manto <strong>de</strong> triunfo, como novia que se adorna con<br />
sus joyas.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.<br />
Benedictus, ant. Todos ellos son espíritus en servicio activo, que se envían en ayuda<br />
<strong>de</strong> los que han <strong>de</strong> heredar la salvación.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Oración<br />
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio <strong>de</strong>l ángel, hemos<br />
conocido la encarnación <strong>de</strong> tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con<br />
la intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, a la gloria <strong>de</strong> la resurrección. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
Ant. 1. El ángel Gabriel anunció a María, y concibió <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. Junto a la cruz <strong>de</strong> Jesús estaba su madre.<br />
Ant. 3. Alégrate, Virgen Madre: Cristo ha resucitado <strong>de</strong>l sepulcro. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5<br />
Cuando se cumplió en tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido <strong>de</strong> una mujer, nacido<br />
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos<br />
por adopción.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.<br />
Magníficat, ant. María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.<br />
PRECES, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
12 <strong>de</strong> octubre<br />
NUESTRA SEÑORA DEL PILAR<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Santa María <strong>de</strong>l Pilar, escucha<br />
nuestra plegaria, al celebrar tu fiesta,<br />
Madre <strong>de</strong> Dios y Madre <strong>de</strong> los hombres,<br />
Reina y Señora.<br />
Tú, la alegría y el honor <strong>de</strong>l pueblo,<br />
eres dulzura y esperanza nuestra:<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> tu trono, miras, guardas, velas,<br />
Madre <strong>de</strong> España.<br />
Árbol <strong>de</strong> vida, que nos diste a Cristo,<br />
fruto bendito <strong>de</strong> tu seno virgen,<br />
ven con nosotros hasta que lleguemos<br />
contigo al puerto.<br />
Gloria a Dios Padre, creador <strong>de</strong>l mundo,<br />
gloria a Dios Hijo, re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> todos,<br />
gloria al Espíritu que nos santifica:<br />
al Trino y Uno. Amén.<br />
Ant. 1. Tú eres la gloria <strong>de</strong> Jerusalén; tú, la alegría <strong>de</strong> Israel; tú, el orgullo <strong>de</strong> nuestra<br />
raza.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Bendito eres, Señor, en el templo <strong>de</strong> tu santa gloria.<br />
Ant. 3. Sobre el santo Pilar, Señora, guías y proteges a tu pueblo.<br />
LECTURA BREVE 2Cro 7, 15-16<br />
Mantendré los ojos abiertos y los oídos atentos a las súplicas que se hagan en este<br />
lugar. Elijo y consagro este templo para que esté en él mi nombre eternamente. Mi<br />
corazón y mis ojos estarán siempre en él.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Ella es la Virgen Santa, luz hermosa, claro día; *Cantemos himnos <strong>de</strong> honor y <strong>de</strong><br />
alabanza. Ella es.<br />
V. Ella escogió esta tierra para estar siempre con nosotros. *Cantemos himnos <strong>de</strong><br />
honor y <strong>de</strong> alabanza. Gloria al Padre. Ella es.<br />
Benedictus, ant. Dichosa eres, santa Virgen María: <strong>de</strong> ti salió el Sol <strong>de</strong> justicia,<br />
Cristo, nuestro Señor.
PRECES<br />
Hermanos: En estas primeras horas <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>l Pilar, alabemos a Dios e invoquemos su<br />
misericordia; ofrezcamos al Señor nuestras obras y digamos todos:<br />
Escúchanos, Señor.<br />
Tú elegiste a la Virgen María como santa morada para tu Hijo;<br />
-haz <strong>de</strong> nosotros el templo <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Padre <strong>de</strong> sabiduría, a ejemplo <strong>de</strong> María, que guardaba en su corazón los gestos y las<br />
palabras <strong>de</strong> Jesús,<br />
-concé<strong>de</strong>nos saber guardar tu palabra en un corazón puro.<br />
Rey <strong>de</strong> reyes y dueño <strong>de</strong>l mundo, que has glorificado a María en su cuerpo y en su<br />
alma,<br />
-inclina nuestros <strong>de</strong>seos hacia lar realida<strong>de</strong>s eternas.<br />
Tú nos has dado en la Virgen María una madre;<br />
-haz que, <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> obra, vivamos como verda<strong>de</strong>ros hijos suyos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que en la gloriosa Madre <strong>de</strong> tu Hijo has concedido un<br />
amparo celestial a cuantos la invocan con la secular advocación <strong>de</strong>l Pilar, concé<strong>de</strong>nos,<br />
por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora Intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María<br />
Virgen; la oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Esa columna, sobre la que posa<br />
leve sus plantas tu pequeña imagen,<br />
sube hasta el cielo: puente, escala, guía<br />
<strong>de</strong> peregrinos.<br />
Cantan tus glorias las generaciones,<br />
todas te llaman bienaventurada,<br />
la roca firme, junto al Ebro enhiesta,<br />
gastan a besos.<br />
Abre tus brazos virginales, Madre,<br />
vuelve tus ojos misericordiosos,<br />
tien<strong>de</strong> tu manto, que nos acogemos<br />
bajo tu amparo.<br />
Gloria a Dios Padre, creador <strong>de</strong>l mundo,<br />
gloria a Dios Hijo, re<strong>de</strong>ntor <strong>de</strong> todos,<br />
gloria al Espíritu que nos santifica:<br />
al Trino y Uno. Amén.<br />
Ant. 1. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> santa María Virgen.<br />
Ant. 2. Aquí está la esclava <strong>de</strong>l Señor; hágase en mí según tu palabra.<br />
Ant. 3. Me felicitarán todas las generaciones.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4-7<br />
Cuando se cumplió en tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido <strong>de</strong> una mujer, nacido<br />
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos<br />
por adopción. Como sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu <strong>de</strong> su Hijo<br />
que clama: “¡Abba! Padre.” Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres<br />
también here<strong>de</strong>ro por voluntad <strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Pilar nos presi<strong>de</strong> <strong>de</strong> día y <strong>de</strong> noche; *En él tenemos nuestra fortaleza y<br />
esperanza. El Pilar.<br />
V. Él es nuestro guía y nuestro amparo. *En él tenemos nuestra fortaleza y<br />
esperanza. Gloria al Padre. El Pilar.<br />
Magníficat, ant. María <strong>de</strong>l Pilar, guía para el camino, columna para la esperanza, luz<br />
para la vida.<br />
PRECES<br />
Por intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, imploremos la misericordia <strong>de</strong> Dios, diciendo:<br />
Virgen <strong>de</strong>l Pilar, interce<strong>de</strong> por nosotros.<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a tu Iglesia la unidad,<br />
-la paz y la perseverancia en una plegaria común con María.<br />
Tú que has hecho <strong>de</strong> María madre <strong>de</strong> la Iglesia,<br />
-haz que todos los gobernantes colaboren en el progreso espiritual y material <strong>de</strong> tu<br />
pueblo santo.<br />
Tú que has hecho a María la madre <strong>de</strong> la gracia y <strong>de</strong> la misericordia,<br />
-da a todos los afligidos el alivio y el consuelo <strong>de</strong> su amor maternal.<br />
Tú que has coronado a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-conce<strong>de</strong> que todos los difuntos compartan la alegría <strong>de</strong> los santos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que en la gloriosa Madre <strong>de</strong> tu Hijo has concedido un<br />
amparo celestial a cuantos la invocan con la secular advocación <strong>de</strong>l Pilar, concé<strong>de</strong>nos,<br />
por su intercesión, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.
15 <strong>de</strong> octubre<br />
SANTA TERESA DE JESÚS,<br />
VIRGEN Y DOCTORA DE LA IGLESIA<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> vírgenes, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
Vuestra soy, para vos nací:<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Soberana Majestad,<br />
eterna Sabiduría,<br />
Bondad buena al alma mía;<br />
Dios, Alteza, un Ser, Bondad:<br />
La gran vileza mirad,<br />
que hoy os canta amor así:<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Vuestra soy, pues me criasteis;<br />
vuestra, pues me redimisteis;<br />
vuestra, pues que me sufristeis;<br />
vuestra, pues que me llamasteis;<br />
vuestra, pues que me esperasteis;<br />
vuestra, pues no me perdí;<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Veis aquí mi corazón,<br />
yo le pongo en vuestra palma:<br />
mi cuerpo, mi vida y alma,<br />
mis entrañas y afición.<br />
Dulce Esposo y Re<strong>de</strong>nción,<br />
pues por vuestra me ofrecí:<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Dadme muerte, dadme vida,<br />
dad salud o enfermedad,<br />
honra o <strong>de</strong>shonra me dad,<br />
dadme guerra o fuerza cumplida,<br />
que a todo digo que sí:<br />
¿Qué queréis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Dadme riqueza o pobreza,<br />
dad consuelo o <strong>de</strong>sconsuelo,<br />
dadme alegría o tristeza,<br />
dadme infierno o dadme cielo,<br />
vida dulce, sol sin velo,<br />
pues <strong>de</strong>l todo me rendí:<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Si queréis que esté holgando,<br />
quiero por amor holgar;<br />
Lau<strong>de</strong>s
si me mandáis trabajar,<br />
morir quiero trabajando:<br />
<strong>de</strong>cid dón<strong>de</strong>, cómo y cuándo,<br />
<strong>de</strong>cid, dulce Amor, <strong>de</strong>cid:<br />
¿Qué mandáis hacer <strong>de</strong> mí?<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong><br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant. 1. Se sació en ti el alma <strong>de</strong> tu esposa y se alegró <strong>de</strong> las cosas que le dijeron.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Cantadle por el éxito <strong>de</strong> su trabajo; que sus obras la alaben en la plaza.<br />
Ant. 3. Ésta es la virgen sensata, una <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> las pru<strong>de</strong>ntes.<br />
LECTURA BREVE Sb 7, 7-8<br />
Supliqué y se me concedió la pru<strong>de</strong>ncia; invoqué, y vino a mí el espíritu <strong>de</strong> sabiduría.<br />
La preferí a los cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Oigo en mi corazón: *Buscad mi rostro. Oigo.<br />
V. Tu rostro buscaré, Señor. * Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.<br />
Benedictus, ant. Ésta es la virgen pru<strong>de</strong>nte que, unida a Cristo, resplan<strong>de</strong>ce como el<br />
sol en el reino celestial.<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, que por tu Espíritu has suscitado a santa Teresa <strong>de</strong> Jesús, para<br />
mostrar a tu Iglesia el camino <strong>de</strong> la perfección, concé<strong>de</strong>nos vivir <strong>de</strong> su doctrina y<br />
encien<strong>de</strong> en nosotros el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora Intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> vírgenes; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
HIMNO<br />
Vivo sin vivir en mí,<br />
y, tan alta vida espero,<br />
que muero porque no muero.<br />
Vivo ya fuera <strong>de</strong> mí,<br />
<strong>de</strong>spués que muero <strong>de</strong> amor,<br />
porque vivo en el Señor,<br />
que me quiso para sí.<br />
Cuando el corazón le di,<br />
puso en él este letrero:<br />
“Que muero porque no muero.”<br />
Vísperas
SALMODIA<br />
Esta divina prisión<br />
<strong>de</strong>l amor en que yo vivo<br />
ha hecho a Dios mi cautivo,<br />
y libre mi corazón.<br />
Y causa en mí tal pasión<br />
ver a Dios mi prisionero,<br />
que muero porque no muero.<br />
¡Ay, qué larga es esta vida!,<br />
¡qué duros estos <strong>de</strong>stierros!,<br />
¡esta cárcel, estos hierros,<br />
en que el alma está metida!<br />
Sólo esperar la salida<br />
me causa dolor tan fiero,<br />
que muero porque no muero.<br />
Mira que el amor es fuerte;<br />
vida, no me seas molesta;<br />
mira que sólo te resta,<br />
para ganarte, per<strong>de</strong>rte.<br />
Venga ya la dulce muerte,<br />
venga el morir muy ligero,<br />
que muero porque no muero.<br />
Aquella vida <strong>de</strong> arriba,<br />
que es la vida verda<strong>de</strong>ra,<br />
hasta que esta vida muera,<br />
no se goza estando viva.<br />
Muerte, no me seas esquiva;<br />
viva muriendo primero,<br />
que muero porque no muero.<br />
Vida, ¿qué puedo yo darle<br />
a mi Dios que vive en mí,<br />
si no es per<strong>de</strong>rte a ti,<br />
para mejor a Él gozarle?<br />
Quiero muriendo alcanzarle,<br />
pues a Él solo es al que quiero:<br />
Que muero porque no muero.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong><br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant. 1. Muchachas <strong>de</strong> Jerusalén, <strong>de</strong>cid a mi amado que estoy enferma <strong>de</strong> amor.<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Salmo 121
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Muchachas <strong>de</strong> Jerusalén, <strong>de</strong>cid a mi amado que estoy enferma <strong>de</strong> amor.<br />
Ant. 2. Mi amado es mío, y yo soy suya, <strong>de</strong>l pastor <strong>de</strong> azucenas.<br />
Salmo 126<br />
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. Mi amado es mío, y yo soy suya, <strong>de</strong>l pastor <strong>de</strong> azucenas.<br />
Ant. 3. Alegrémonos y gocemos y <strong>de</strong>mos gracias a Dios, porque llegó la boda <strong>de</strong>l<br />
Cor<strong>de</strong>ro.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Alegrémonos y gocemos y <strong>de</strong>mos gracias a Dios, porque llegó la boda <strong>de</strong>l<br />
Cor<strong>de</strong>ro.<br />
LECTURA BREVE St 3, 17-18<br />
La sabiduría que viene <strong>de</strong> arriba ante todo es pura y, a<strong>de</strong>más, es amante <strong>de</strong> la paz,<br />
comprensiva, dócil, llena <strong>de</strong> misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que<br />
procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En la asamblea *Le da la palabra. En la asamblea.<br />
V. La llena <strong>de</strong> espíritu, sabiduría e inteligencia. *Le da la palabra. Gloria al Padre.<br />
En la asamblea.<br />
Magníficat, ant. Quien cumpla y enseñe mi ley será gran<strong>de</strong> en el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, que por tu Espíritu has suscitado a santa Teresa <strong>de</strong> Jesús, para<br />
mostrar a tu Iglesia el camino <strong>de</strong> la perfección, concé<strong>de</strong>nos vivir <strong>de</strong> su doctrina y<br />
encien<strong>de</strong> en nosotros el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> la verda<strong>de</strong>ra santidad. Por nuestro Señor Jesucristo.
17 <strong>de</strong> octubre<br />
SAN IGNACIO DE ANTIOQUÍA, OBISPO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> pastores: para un obispo.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Todo mi <strong>de</strong>seo y mi voluntad están puestos en aquel que por<br />
nosotros murió y resucitó.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, tú has querido que el testimonio <strong>de</strong> tus mártires<br />
glorificara a toda la Iglesia, cuerpo <strong>de</strong> Cristo; concé<strong>de</strong>nos que, así como el martirio que<br />
ahora conmemoramos fue para san Ignacio <strong>de</strong> Antioquía causa <strong>de</strong> gloria eterna, nos<br />
merezca también a nosotros tu protección constante. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Lo que <strong>de</strong>seo es el pan <strong>de</strong> Dios, que es la carne <strong>de</strong> Jesucristo, <strong>de</strong> la<br />
<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> David, y la bebida <strong>de</strong> su sangre, que es la caridad incorruptible.<br />
Del Común <strong>de</strong> apóstoles, excepto lo siguiente:<br />
18 <strong>de</strong> octubre<br />
SAN LUCAS, EVANGELISTA<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Los santos evangelistas indagaron la sabiduría <strong>de</strong> sus pre<strong>de</strong>cesores y<br />
confirmaron su relato con oráculos <strong>de</strong> los profetas.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Por la fe en la verdad, Dios nos llamó por medio <strong>de</strong>l Evangelio, para que sea<br />
nuestra la gloria <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo.<br />
Ant. 3. Muchos alabarán su inteligencia, que no perecerá jamás.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 1-2a. 3-4<br />
Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os proclamé y que vosotros aceptasteis, y<br />
en el que estáis fundados, y que os está salvando. Porque lo primero que yo os transmití,<br />
tal como lo había recibido, fue esto: que Cristo murió por nuestros pecados, según las<br />
Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contaron las alabanzas <strong>de</strong>l Señor, *Y su po<strong>de</strong>r. Contaron.<br />
V. Y las maravillas que realizó. *Y su po<strong>de</strong>r. Gloria al Padre. Contaron.
Benedictus, ant. San Lucas, al darnos su evangelio, nos anunció el Sol que nace <strong>de</strong> lo<br />
alto, Cristo, nuestro Señor.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a nuestro Salvador, que, al <strong>de</strong>struir la muerte, iluminó la vida por medio<br />
<strong>de</strong>l Evangelio, y digámosle humil<strong>de</strong>mente:<br />
Confirma a tu Iglesia en la fe y en la caridad.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> doctores santos y eximios, has hecho resplan<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> modo<br />
admirable a tu Iglesia,<br />
-haz que los cristianos se alegren siempre <strong>de</strong> ese resplandor.<br />
Tú que, cuando los santos pastores te suplicaban, como Moisés, perdonaste los pecados<br />
<strong>de</strong>l pueblo,<br />
-santifica, por su intercesión, a tu Iglesia con una purificación continua.<br />
Tú que, en medio <strong>de</strong> los fieles, consagraste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los<br />
dirigiste,<br />
-llena <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> a todos los que rigen a tu pueblo.<br />
Tú que fuiste el lote y la heredad <strong>de</strong> los santos pastores,<br />
-no permitas que ninguno <strong>de</strong> los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado <strong>de</strong><br />
ti.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su<br />
predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, conce<strong>de</strong>, a cuantos se glorían en Cristo,<br />
vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la<br />
salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente.<br />
Tercia<br />
LECTURA BREVE Rm 1, 16-17<br />
Yo no me avergüenzo <strong>de</strong>l Evangelio: es la fuerza <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> Dios para todo el<br />
que cree, primero para el judío, pero también para el griego. Porque en él se revela la<br />
justicia salvadora <strong>de</strong> Dios para los que creen, en virtud <strong>de</strong> su fe, como dice la Escritura:<br />
“El justo vivirá por su fe.”<br />
V. A toda la tierra alcanza su pregón.<br />
R. Y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Sexta<br />
LECTURA BREVE 1Ts 2, 2b-4<br />
Tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios- para predicaros el Evangelio <strong>de</strong> Dios en<br />
medio <strong>de</strong> fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía <strong>de</strong> error o <strong>de</strong> motivos
turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el<br />
Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios.<br />
Nona<br />
V. Guardaron los preceptos <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Las normas y mandatos que les or<strong>de</strong>nó.<br />
LECTURA BREVE 2Tm 1, 8b-9<br />
Toma parte en los duros trabajos <strong>de</strong>l Evangelio, según la fuerza <strong>de</strong> Dios. Él nos salvó<br />
y nos llamó a una vida santa, no por nuestros méritos, sino porque dispuso darnos su<br />
gracia, por medio <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. Soy ministro <strong>de</strong>l Evangelio por la gracia que Dios me dio.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también <strong>de</strong> sus bienes.<br />
Ant. 3. A mí se me ha dado esta gracia: anunciar a los gentiles la riqueza insondable<br />
que es Cristo.<br />
LECTURA BREVE Col 1, 3-6a<br />
En nuestras oraciones damos siempre gracias por vosotros a Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro<br />
Señor Jesucristo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que nos enteramos <strong>de</strong> vuestra fe en Cristo Jesús y <strong>de</strong>l amor que<br />
tenéis a todos los santos. Os anima a esto la esperanza <strong>de</strong> lo que Dios os tiene reservado<br />
en los cielos, que ya conocisteis cuando llegó hasta vosotros por primera vez el<br />
Evangelio, la palabra, el mensaje <strong>de</strong> la verdad. Éste se sigue propagando y va dando<br />
fruto en el mundo entero.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. Dichoso evangelista san Lucas, que resplan<strong>de</strong>ce en toda la Iglesia<br />
por haber <strong>de</strong>stacado en sus escritos la misericordia <strong>de</strong> Dios.<br />
PRECES<br />
Invoquemos a Dios, Padre <strong>de</strong> los astros, que nos ha llamado a la fe verda<strong>de</strong>ra por medio<br />
<strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> su Hijo, y oremos por su pueblo santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que resucitaste <strong>de</strong> entre los muertos a tu Hijo, el gran pastor <strong>de</strong> las ovejas,<br />
-haz que nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Señor y Dios nuestro, que elegiste a san Lucas para que nos revelara, con su<br />
predicación y sus escritos, tu amor a los pobres, conce<strong>de</strong>, a cuantos se glorían en Cristo,<br />
vivir con un mismo corazón y un mismo espíritu y atraer a todos los hombres a la<br />
salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
28 <strong>de</strong> octubre<br />
SAN SIMÓN Y SAN JUDAS, APÓSTOLES<br />
Fiesta<br />
Oración<br />
Señor Dios nuestro, que nos llevaste al conocimiento <strong>de</strong> tu nombre por la predicación<br />
<strong>de</strong> los apóstoles, te rogamos que, por intercesión <strong>de</strong> san Simón y san Judas, tu Iglesia<br />
siga siempre creciendo con la conversión incesante <strong>de</strong> los pueblos. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
NOVIEMBRE<br />
1 <strong>de</strong> noviembre<br />
TODOS LOS SANTOS<br />
Solemnidad<br />
I Vísperas<br />
Cuando contemplo el cielo<br />
<strong>de</strong> innumerables luces adornado,<br />
y miro hacia el suelo<br />
<strong>de</strong> noche ro<strong>de</strong>ado,<br />
en sueño y en olvido sepultado;<br />
el amor y la pena<br />
<strong>de</strong>spiertan en mi pecho un ansia ardiente;<br />
<strong>de</strong>spi<strong>de</strong>n larga vena<br />
los ojos hechos fuente,<br />
hasta que digo al fin con voz doliente:<br />
“Morada <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>za,<br />
templo <strong>de</strong> claridad y hermosura,<br />
el alma que a tu alteza<br />
nació, ¿qué <strong>de</strong>sventura<br />
la tiene en esta cárcel baja, oscura?<br />
¿Qué mortal <strong>de</strong>satino<br />
<strong>de</strong> la verdad aleja así el sentido,<br />
que, <strong>de</strong> tu bien divino<br />
olvidado, perdido,<br />
sigue la vana sombra, el bien fingido?”<br />
El hombre está entregado<br />
al sueño <strong>de</strong> su suerte no cuidando,<br />
y, con paso callado,<br />
el cielo vueltas dando<br />
las horas <strong>de</strong>l vivir le va hurtando.<br />
¡Oh, <strong>de</strong>spertad, mortales,<br />
mirad con atención en vuestro daño!<br />
¿Las almas inmortales,<br />
hechas a bien tamaño,<br />
podrán vivir <strong>de</strong> sombras y <strong>de</strong> engaño?<br />
¡Ay!, levantad los ojos<br />
a aquesta celestial eterna esfera;<br />
burlaréis los antojos<br />
<strong>de</strong> aquesa lisonjera<br />
vida, con cuanto teme y cuanto espera.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.
SALMODIA<br />
Ant.1. Una luz sin ocaso iluminará a tus santos, Señor, y la eternidad los esclarecerá.<br />
Aleluya.<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Salmo 112<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Una luz sin ocaso iluminará a tus santos, Señor, y la eternidad los esclarecerá.<br />
Aleluya.<br />
Ant. 2. Jerusalén, ciudad <strong>de</strong> Dios, te alegrarás en tus hijos, porque todos serán<br />
ben<strong>de</strong>cidos y se congregarán junto al Señor.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.
Ant. Jerusalén, ciudad <strong>de</strong> Dios, te alegrarás en tus hijos, porque todos serán<br />
ben<strong>de</strong>cidos y se congregarán junto al Señor.<br />
Ant. 3. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, y<br />
sus voces llenaban toda la tierra. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, y sus<br />
voces llenaban toda la tierra. Aleluya.<br />
LECTURA BREVE Hb 12, 22-24<br />
Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad <strong>de</strong>l Dios vivo, Jerusalén <strong>de</strong>l cielo,<br />
a millares <strong>de</strong> ángeles en fiesta, a la asamblea <strong>de</strong> los primogénitos inscritos en el cielo, a<br />
Dios, juez <strong>de</strong> todos, a las almas <strong>de</strong> los justos que han llegado a su <strong>de</strong>stino y al Mediador<br />
<strong>de</strong> la nueva alianza, Jesús, y a la aspersión purificadora <strong>de</strong> una sangre que habla mejor<br />
que la <strong>de</strong> Abel.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrense los justos *En la presencia <strong>de</strong> Dios. Alégrense.<br />
V. Y rebosen <strong>de</strong> alegría. *En la presencia <strong>de</strong> Dios. Gloria al Padre. Alégrense.<br />
Magníficat, ant. A ti te ensalza el glorioso coro <strong>de</strong> los apóstoles, la multitud<br />
admirable <strong>de</strong> los profetas, el blanco ejército <strong>de</strong> los mártires; todos los santos y elegidos<br />
te proclaman a una sola voz, santa Trinidad, único Dios.
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, corona <strong>de</strong> todos los santos, y digámosle:<br />
Sálvanos, Señor, por la intercesión <strong>de</strong> los santos.<br />
Dios sapientísimo, que por medio <strong>de</strong> Cristo has constituido a los apóstoles fundamento<br />
<strong>de</strong> tu Iglesia,<br />
-conserva a tus fieles en la doctrina que ellos enseñaron.<br />
Tú que has dado a los mártires la fortaleza <strong>de</strong>l testimonio, hasta <strong>de</strong>rramar su sangre,<br />
-haz <strong>de</strong> los cristianos testigos fieles <strong>de</strong> tu Hijo.<br />
Tú que has dado a las santas vírgenes el don insigne <strong>de</strong> imitar a Cristo virgen,<br />
-haz que reconozcan la virginidad a ti consagrada como una señal particular <strong>de</strong> los<br />
bienes celestiales.<br />
Tú que manifiestas ene todos los santos tu presencia, tu rostro y tu palabra,<br />
-otorga a tus fieles sentirse más cerca <strong>de</strong> ti por su imitación.<br />
Conce<strong>de</strong> a los difuntos vivir por siempre en compañía <strong>de</strong> la bienaventurada Virgen<br />
María, <strong>de</strong> san José y <strong>de</strong> todos los santos,<br />
-y otórganos a nosotros, por su intercesión, esa misma compañía.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los<br />
méritos <strong>de</strong> todos los santos, concé<strong>de</strong>nos, por esta multitud <strong>de</strong> intercesores, la <strong>de</strong>seada<br />
abundancia <strong>de</strong> tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Patriarcas que fuisteis la semilla<br />
<strong>de</strong>l árbol <strong>de</strong> la fe en siglos remotos,<br />
al vencedor divino <strong>de</strong> la muerte,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Profetas que rasgasteis inspirados<br />
<strong>de</strong>l porvenir el velo misterioso,<br />
al que sacó la luz <strong>de</strong> las tinieblas,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Almas cándidas, santos Inocentes,<br />
que aumentáis <strong>de</strong> los ángeles el coro,<br />
al que llamó a los niños a su lado,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Apóstoles que echasteis en el mundo<br />
<strong>de</strong> la Iglesia el cimiento po<strong>de</strong>roso,<br />
al que es <strong>de</strong> la verdad <strong>de</strong>positario,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Mártires que ganasteis vuestra palma<br />
en la arena <strong>de</strong>l circo, en sangre rojo,<br />
al que os dio fortaleza en los combates,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Vírgenes, semejantes a azucenas<br />
que el verano vistió <strong>de</strong> nieve y oro,<br />
al que es fuente <strong>de</strong> vida y hermosura,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Monjes que <strong>de</strong> la vida en el combate<br />
pedisteis paz al claustro silencioso,<br />
al que es iris <strong>de</strong> calma en las tormentas,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Doctores cuyas plumas nos legaron<br />
<strong>de</strong> virtud y saber rico tesoro,<br />
al que es caudal <strong>de</strong> ciencia inextinguible,<br />
rogadle por nosotros.<br />
Soldados <strong>de</strong>l ejército <strong>de</strong> Cristo,<br />
santas y santos todos,<br />
rogadle que perdone nuestras culpas<br />
a aquel que vive y reina entre nosotros. Amén.<br />
Ant. 1. Los santos tienen su morada en el reino <strong>de</strong> Dios, y allí han encontrado<br />
<strong>de</strong>scanso eterno. Aleluya.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. <strong>Santo</strong>s <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor eternamente.<br />
Ant. 3. Alabanza <strong>de</strong> todos sus fieles, <strong>de</strong> Israel, su pueblo escogido. Es un honor para<br />
todos sus fieles.
LECTURA BREVE Ef 1, 17-18<br />
El Dios <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, el Padre <strong>de</strong> la gloria, os dé espíritu <strong>de</strong> sabiduría<br />
y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos <strong>de</strong> vuestro corazón, para que comprendáis<br />
cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza <strong>de</strong> gloria que da en herencia a los<br />
santos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alegraos, justos, *Y gozad con el Señor. Alegraos.<br />
V. Aclamadlo los <strong>de</strong> corazón sincero. *Y gozad con el Señor. Gloria al Padre.<br />
Alegraos.<br />
Benedictus, ant. Los justos brillarán como el sol en el reino <strong>de</strong> su Padre. Aleluya.<br />
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, corona <strong>de</strong> todos los santos, y digámosle:<br />
Sálvanos, Señor, por la intercesión <strong>de</strong> los santos.<br />
Dios, fuente <strong>de</strong> santidad, que has hecho brillar en tus santos las maravillas <strong>de</strong> tu gracia<br />
multiforme,<br />
-concé<strong>de</strong>nos celebrar tu gran<strong>de</strong>za en ellos.<br />
Dios provi<strong>de</strong>ntísimo y eterno, que nos has hecho ver en tus santos las imágenes más<br />
acabadas <strong>de</strong> tu Hijo,<br />
-haz que, por ellos, nos sintamos más eficazmente movidos a la unión con Cristo.<br />
Rey <strong>de</strong> los cielos, tú que nos estimulas a <strong>de</strong>sear la ciudad futura, por medio <strong>de</strong> los fieles<br />
seguidores <strong>de</strong> Cristo,<br />
-haz que aprendamos <strong>de</strong> ellos el camino más seguro <strong>de</strong> alcanzarla.<br />
Oh Dios, tú que, por el sacrificio <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> tu Hijo, nos unes más íntimamente a los<br />
moradores <strong>de</strong>l cielo,<br />
-aumenta nuestra <strong>de</strong>voción, para que vivamos más <strong>de</strong> acuerdo con las exigencias <strong>de</strong><br />
su culto.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los<br />
méritos <strong>de</strong> todos los santos, concé<strong>de</strong>nos, por esta multitud <strong>de</strong> intercesores, la <strong>de</strong>seada<br />
abundancia <strong>de</strong> tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.
Hora intermedia<br />
Salmodia complementaria. Si cae en domingo, salmos <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Tercia<br />
Ant. El Señor consuela a Sión; allí habrá gozo y alegría, con acción <strong>de</strong> gracias al son<br />
<strong>de</strong> instrumentos.<br />
LECTURA BREVE Is 65, 18-19<br />
Habrá gozo y alegría perpetua por lo que voy a crear. Mirad: voy a transformar a<br />
Jerusalén en alegría, y a su pueblo en gozo; me alegraré <strong>de</strong> Jerusalén y me gozaré <strong>de</strong> mi<br />
pueblo, y ya no se oirán en ella gemidos ni llantos.<br />
V. Estad alegres y contentos, santos todos.<br />
R. Porque vuestra recompensa es gran<strong>de</strong> en el cielo.<br />
Sexta<br />
Ant. Los pueblos cuentan la sabiduría <strong>de</strong> los santos, y toda la Iglesia anuncia su<br />
alabanza.<br />
LECTURA BREVE 1P 1, 15-16<br />
El que os llamó es santo; como él, sed también vosotros santos en toda vuestra<br />
conducta, porque dice la Escritura: “Seréis santos, porque yo soy santo.”<br />
V. Alegraos, justos, con el Señor.<br />
R. Celebrad su santo nombre.<br />
Nona<br />
Ant. Los santos, por medio <strong>de</strong> la fe, subyugaron reinos, practicaron la justicia,<br />
obtuvieron promesas.<br />
LECTURA BREVE Ap 21, 10-11: 22, 3b-4<br />
El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa,<br />
Jerusalén, que bajaba <strong>de</strong>l cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria <strong>de</strong> Dios. Allí<br />
estarán el trono <strong>de</strong> Dios y el <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, y sus siervos le prestarán servicio, lo verán<br />
cara a cara y llevarán su nombre en la frente.<br />
V. Los justos alabarán tu nombre, Señor.<br />
R. Los honrados habitarán en tu presencia.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO, como en las I vísperas.<br />
II Vísperas<br />
Ant. 1. Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, <strong>de</strong> todos los pueblos,<br />
<strong>de</strong> pie <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono.<br />
Oráculo <strong>de</strong>l Señor a mi Señor:<br />
"Siéntate a mi <strong>de</strong>recha,<br />
y haré <strong>de</strong> tus enemigos<br />
estrado <strong>de</strong> tus pies".<br />
Des<strong>de</strong> Sión exten<strong>de</strong>rá el Señor<br />
el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tu cetro:<br />
somete en la batalla a tus enemigos.<br />
Salmo 109, 1-5. 7<br />
"Eres príncipe <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> tu nacimiento,<br />
entre esplendores sagrados;<br />
yo mismo te engendré, como rocío,<br />
antes <strong>de</strong> la aurora".<br />
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente:<br />
"Tú eres sacerdote eterno<br />
según el rito <strong>de</strong> Melquise<strong>de</strong>c".<br />
El Señor a tu <strong>de</strong>recha, el día <strong>de</strong> su ira,<br />
quebrantará a los reyes.<br />
En su camino beberá <strong>de</strong>l torrente,<br />
por eso levantará la cabeza.<br />
Ant. Vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, <strong>de</strong> todos los pueblos, <strong>de</strong><br />
pie <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l trono.<br />
Ant. 2. Dios los puso a prueba, y los halló dignos <strong>de</strong> sí; por eso recibirán la noble<br />
corona <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 115<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Dios los puso a prueba, y los halló dignos <strong>de</strong> sí; por eso recibirán la noble<br />
corona <strong>de</strong> manos <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. Con tu sangre nos compraste, Señor Dios, hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua,<br />
pueblo y nación, y has hecho <strong>de</strong> nosotros un reino para nuestro Dios.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Con tu sangre nos compraste, Señor Dios, hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo<br />
y nación, y has hecho <strong>de</strong> nosotros un reino para nuestro Dios.<br />
LECTURA BREVE 2Co 6, 16b; 17, 1<br />
Nosotros somos templos <strong>de</strong>l Dios vivo; así lo dijo él: “Habitaré y caminaré con ellos;<br />
seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” Estas promesas tenemos, queridos hermanos; por<br />
eso, limpiemos toda suciedad <strong>de</strong> cuerpo o <strong>de</strong> espíritu, para ir completando nuestra<br />
consagración en el temor <strong>de</strong> Dios.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. <strong>Santo</strong>s y justos, *Alegraos en el Señor. <strong>Santo</strong>s.<br />
V. Dios se os escogió como heredad. * Alegraos en el Señor. Gloria al Padre. <strong>Santo</strong>s.<br />
Magníficat, ant. ¡Qué glorioso es el reino don<strong>de</strong> todos los santos gozan con Cristo!;<br />
vestidos con vestiduras blancas, siguen al Cor<strong>de</strong>ro adon<strong>de</strong>quiera que vaya.<br />
PRECES<br />
Invoquemos con alegría a Dios, corona <strong>de</strong> todos los santos, y digámosle:<br />
Sálvanos, Señor, por la intercesión <strong>de</strong> los santos.
Dios sapientísimo, que por medio <strong>de</strong> Cristo has constituido a los apóstoles fundamento<br />
<strong>de</strong> tu Iglesia,<br />
-conserva a tus fieles en la doctrina que ellos enseñaron.<br />
Tú que has dado a los mártires la fortaleza <strong>de</strong>l testimonio, hasta <strong>de</strong>rramar su sangre,<br />
-haz <strong>de</strong> los cristianos testigos fieles <strong>de</strong> tu Hijo.<br />
Tú que has dado a las santas vírgenes el don insigne <strong>de</strong> imitar a Cristo virgen,<br />
-haz que reconozcan la virginidad a ti consagrada como una señal particular <strong>de</strong> los<br />
bienes celestiales.<br />
Tú que manifiestas ene todos los santos tu presencia, tu rostro y tu palabra,<br />
-otorga a tus fieles sentirse más cerca <strong>de</strong> ti por su imitación.<br />
Conce<strong>de</strong> a los difuntos vivir por siempre en compañía <strong>de</strong> la bienaventurada Virgen<br />
María, <strong>de</strong> san José y <strong>de</strong> todos los santos,<br />
-y otórganos a nosotros, por su intercesión, esa misma compañía.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que nos has otorgado celebrar en una misma fiesta los<br />
méritos <strong>de</strong> todos los santos, concé<strong>de</strong>nos, por esta multitud <strong>de</strong> intercesores, la <strong>de</strong>seada<br />
abundancia <strong>de</strong> tu misericordia y tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
2 <strong>de</strong> noviembre<br />
CONMEMORACIÓN<br />
DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS<br />
Cuando el día 2 <strong>de</strong> noviembre cae en domingo, aunque la misa se celebra <strong>de</strong> la Conmemoración <strong>de</strong><br />
todos los fieles difuntos, se dice el Oficio <strong>de</strong>l domingo y no el <strong>de</strong> difuntos. Sin embargo, las Lau<strong>de</strong>s y<br />
Vísperas, con participación <strong>de</strong>l pueblo, pue<strong>de</strong>n celebrarse <strong>de</strong> la Conmemoración <strong>de</strong> todos los fieles<br />
difuntos.<br />
Todo como en el Oficio <strong>de</strong> difuntos, excepto lo siguiente:<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas, para que, al confesar la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
tu Hijo, se afiance también nuestra esperanza <strong>de</strong> que todos tus hijos resucitarán. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores.<br />
4 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN CARLOS BORROMEO, OBISPO<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo,<br />
para que tu Iglesia se renueve sin cesar y, transformada en imagen <strong>de</strong> Cristo, pueda<br />
presentar ante el mundo el verda<strong>de</strong>ro rostro <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.
9 <strong>de</strong> noviembre<br />
LA DEDICACIÓN DE LA BASÍLICA DE LETRÁN<br />
Fiesta<br />
Del Común <strong>de</strong> la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> una iglesia.<br />
Cuando esta fiesta coinci<strong>de</strong> con un domingo, tiene I Vísperas.<br />
La oración, <strong>de</strong>l Común.<br />
Hora intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong>l día correspondiente. Lo <strong>de</strong>más, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> la <strong>de</strong>dicación <strong>de</strong> una<br />
iglesia.<br />
10 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN LEÓN MAGNO,<br />
PAPA Y DOCTOR DE LA IGLESIA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> pastores: para un papa, y <strong>de</strong> doctores <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. San Pedro, manteniéndose en la firmeza <strong>de</strong> piedra que recibió, no<br />
suelta el timón <strong>de</strong> la Iglesia.<br />
Oración<br />
Oh Dios, tú que no permites que el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>l infierno <strong>de</strong>rrote a tu Iglesia, fundada<br />
sobre la firmeza <strong>de</strong> la roca apostólica, concé<strong>de</strong>le, por los ruegos <strong>de</strong>l papa san León<br />
Magno, permanecer siempre firme en la verdad, para que goce <strong>de</strong> una paz dura<strong>de</strong>ra. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. En toda la Iglesia, Pedro afirma cada día: “Tú eres el Mesías, el Hijo<br />
<strong>de</strong> Dios vivo.”<br />
11 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN MARTÍN DE TOURS, OBISPO<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Martín, sacerdote <strong>de</strong> Dios, te han sido abiertos el cielo y el reino <strong>de</strong> mi Padre.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Con los ojos y las manos continuamente levantados al cielo, no cejaba en la<br />
oración. Aleluya.<br />
Ant. 3. Martín, lleno <strong>de</strong> alegría, fue recibido en el seno <strong>de</strong> Abrahán; Martín, pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, entró en el cielo, cargado <strong>de</strong> riquezas.<br />
LECTURA BREVE Hb 13, 7-8
Acordaos <strong>de</strong> vuestros dirigentes que os anunciaron la palabra <strong>de</strong> Dios; fijaos en el<br />
<strong>de</strong>senlace <strong>de</strong> su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, *He colocado centinelas. Sobre.<br />
V. Ni <strong>de</strong> día ni <strong>de</strong> noche <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> anunciar el nombre <strong>de</strong>l Señor. * He colocado<br />
centinelas. Gloria al Padre. Sobre.<br />
Benedictus, ant. ¡Oh varón dichoso, cuya alma posee ya el paraíso! Por ello, se<br />
alegran los ángeles, se regocijan los arcángeles; y el coro <strong>de</strong> los santos y la multitud <strong>de</strong><br />
las vírgenes lo aclaman, diciendo. “Quédate con nosotros para siempre.”<br />
Oración<br />
Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y la muerte <strong>de</strong> tu obispo san Martín <strong>de</strong><br />
Tours, renueva en nuestros corazones las maravillas <strong>de</strong> tu gracia, para que ni la vida ni<br />
la muerte puedan apartarnos <strong>de</strong> tu amor. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Ant. 1. ¡Oh varón digno <strong>de</strong> toda alabanza, nunca <strong>de</strong>rrotado por las fatigas ni vencido<br />
por la tumba, que no tembló ante la muerte ni rechazó la vida!<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> pastores.<br />
Ant. 2. Señor, si aún soy necesario a tu pueblo, no rehúyo el trabajo; hágase tu<br />
voluntad.<br />
Ant. 3. El obispo san Martín partió <strong>de</strong> este mundo, y ahora vive glorioso con Cristo,<br />
como gloria <strong>de</strong> los sacerdotes.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 1-4<br />
A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y partícipe <strong>de</strong> la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed<br />
pastores <strong>de</strong>l rebaño <strong>de</strong> Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza,<br />
sino <strong>de</strong> buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad;<br />
no como déspotas sobre la heredad <strong>de</strong> Dios, sino convirtiéndonos en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l<br />
rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona <strong>de</strong> gloria que no se<br />
marchita.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Éste es el que ama a sus hermanos, *El que ora mucho por su pueblo. Éste.<br />
V. El que entregó su vida por sus hermanos. *El que ora mucho por su pueblo. Gloria<br />
al Padre. Éste.<br />
Magníficat, ant. ¡Oh bienaventurado pontífice, que amaste con todo tu corazón a<br />
Cristo rey y no temiste los po<strong>de</strong>res <strong>de</strong> este mundo! ¡Oh alma santísima, que, sin haber<br />
sido separada <strong>de</strong> tu cuerpo por la espada <strong>de</strong>l perseguidor, has merecido, sin embargo, la<br />
palma <strong>de</strong>l martirio!<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
12 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN JOSAFAT, OBISPO Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> pastores: para un obispo.<br />
Oración<br />
Aviva, Señor, en tu Iglesia, el Espíritu que impulsó a san Josafat, obispo y mártir, a<br />
dar la vida por su rebaño, y concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que ese mismo Espíritu nos<br />
dé fuerza a nosotros para entregar la vida por nuestros hermanos. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
17 <strong>de</strong> noviembre<br />
SANTA ISABEL DE HUNGRÍA<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santas mujeres: para los que se han consagrado a una actividad caritativa.<br />
Oración<br />
Oh Dios, que concediste a santa Isabel <strong>de</strong> Hungría la gracia <strong>de</strong> reconocer y venerar<br />
en los pobres a tu Hijo Jesucristo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, servir con amor<br />
infatigable a los humil<strong>de</strong>s y a los atribulados. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
21 <strong>de</strong> noviembre<br />
LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN<br />
Memoria<br />
Del Común <strong>de</strong> santa María Virgen, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
La niña María<br />
-¡qué gracia en su vuelo!-,<br />
paloma <strong>de</strong>l cielo,<br />
al templo subía<br />
y a Dios ofrecía<br />
el más puro don:<br />
sagrario y mansión<br />
por él consagrada<br />
y a él reservada<br />
es su corazón.<br />
¡Oh blanca azucena!,<br />
la Sabiduría<br />
su trono te hacía,<br />
dorada patena,<br />
<strong>de</strong> la gracia llena,<br />
llena <strong>de</strong> hermosura.<br />
Tu luz, Virgen pura,<br />
niña inmaculada,<br />
Lau<strong>de</strong>s
asgue en alborada<br />
nuestra noche oscura.<br />
Tu presentación,<br />
princesa María,<br />
<strong>de</strong> paz y alegría<br />
llena el corazón.<br />
De Dios posesión<br />
y casa habitada,<br />
eres la morada<br />
<strong>de</strong> la Trinidad.<br />
A su Majestad<br />
la gloria sea dada. Amén.<br />
Benedictus, ant. Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el<br />
Señor se cumplirá. Aleluya.<br />
Oración<br />
Te rogamos, Señor, que a cuantos hoy honramos la gloriosa memoria <strong>de</strong> la santísima<br />
Virgen María, nos concedas, por su intercesión, participar, como ella, <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong><br />
tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
HIMNO, como en las Lau<strong>de</strong>s.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dichosa eres, María, siempre Virgen, templo <strong>de</strong>l Señor, santuario<br />
<strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>; tú sola, sin comparación, agradaste a nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> un mártir, o <strong>de</strong> vírgenes.<br />
22 <strong>de</strong> noviembre<br />
SANTA CECILIA, VIRGEN Y MÁRTIR<br />
Memoria<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. Cuando apuntaba el día, Cecilia exclamó: “Ánimo, soldados <strong>de</strong><br />
Cristo, <strong>de</strong>jad las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las tinieblas y pertrechaos con las armas <strong>de</strong> la luz.”<br />
Oración<br />
Acoge nuestras súplicas, Señor, y, por intercesión <strong>de</strong> santa Cecilia, dígnate<br />
escucharnos con bondad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Vísperas<br />
Magníficat, ant. La virgen santa Cecilia llevaba siempre sobre su corazón el<br />
Evangelio <strong>de</strong> Cristo, y no cesaba, ni <strong>de</strong> día ni <strong>de</strong> noche, <strong>de</strong> orar y hablar con Dios.
Del Común <strong>de</strong> varios mártires.<br />
24 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN ANDRÉS DUNGLAG, PRESBÍTERO,<br />
Y COMPAÑEROS, MÁRTIRES<br />
Memoria<br />
Oración<br />
Oh Dios, fuente y origen <strong>de</strong> toda paternidad, tú hiciste que los santos mártires Andrés<br />
y sus compañeros fueran fieles a la cruz <strong>de</strong> Cristo, con una fi<strong>de</strong>lidad que llegó hasta el<br />
<strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> su sangre; concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, que difundamos tu amor<br />
entre nuestros hermanos y que nos llamemos y seamos <strong>de</strong> verdad hijos tuyos. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Del Común <strong>de</strong> apóstoles, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO<br />
Hoy <strong>de</strong>l tirano la furia<br />
vence Andrés en los tormentos,<br />
con aspa los aspavientos,<br />
y con paciencia la injuria.<br />
Halla en los tormentos gloria,<br />
vida en la muerte y dolor,<br />
en las afrentas honor,<br />
y en ser vencido victoria.<br />
El valor <strong>de</strong>l pecho fuerte<br />
alto y peregrino es,<br />
porque sólo teme Andrés<br />
el dilatarse la muerte.<br />
Por quien se doma la furia<br />
<strong>de</strong> los tiranos intentos,<br />
con aspa los aspavientos,<br />
y con paciencia la injuria. Amén.<br />
30 <strong>de</strong> noviembre<br />
SAN ANDRÉS, APÓSTOL<br />
Fiesta<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Ant. 1. Andrés, hermano <strong>de</strong> Simón Pedro, era uno <strong>de</strong> los dos que siguieron al Señor.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. El Señor amó a Andrés como a un perfume <strong>de</strong> olor agradable.<br />
Ant. 3. Andrés dijo a su hermano Simón: “Hemos encontrado al Mesías”; y lo llevó a<br />
Jesús.
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22<br />
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos <strong>de</strong> los santos y<br />
miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Dios. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y<br />
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda<br />
ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él<br />
también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada <strong>de</strong> Dios, por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los nombrarás príncipes *Sobre toda la tierra. Los nombrarás.<br />
V. Harán memorable tu nombre, Señor. *Sobre toda la tierra. Gloria al Padre. Los<br />
nombrarás.<br />
Benedictus, ant. Oh cruz, ten a bien abrazar a aquel que fue discípulo <strong>de</strong> quien en ti<br />
estuvo clavado, Cristo, mi maestro.<br />
PRECES<br />
Queridos hermanos, habiendo recibido <strong>de</strong> los apóstoles la herencia <strong>de</strong> los elegidos,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a nuestro Padre por todos sus dones, diciendo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu sangre, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual nos alimentamos y vivimos:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu palabra, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual se nos comunica la luz y el gozo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por tu Iglesia santa, edificada sobre el fundamento <strong>de</strong> los apóstoles,<br />
-por la cual nos integramos en la unidad:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la purificación <strong>de</strong>l bautismo y <strong>de</strong> la penitencia, confiada a los apóstoles,<br />
-con la cual quedamos limpios <strong>de</strong> todos los pecados:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Protégenos, Señor, con la constante intercesión <strong>de</strong>l apóstol san Andrés, a quien<br />
escogiste para ser predicador y pastor <strong>de</strong> tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Hora Intermedia<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong> la feria correspondiente. La lectura breve, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles; la<br />
oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
HIMNO<br />
En conocer a Jesús<br />
tú fuiste, Andrés, el primero,<br />
Juan te señaló al Cor<strong>de</strong>ro,<br />
tú le seguiste a la cruz.<br />
Vísperas
Como un reguero <strong>de</strong> luz,<br />
a Cristo evangelizando,<br />
tu vida se fue sembrando,<br />
para cosechar <strong>de</strong>spués<br />
gavillas <strong>de</strong> rica mies,<br />
nuevas Iglesias fundando.<br />
De Cristo amigo cercano,<br />
predicas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tu cruz.<br />
“Queremos ver a Jesús”,<br />
llévanos tú <strong>de</strong> la mano,<br />
como llevaste a tu hermano<br />
<strong>de</strong> sangre y <strong>de</strong> santidad,<br />
conduce en la caridad<br />
a las Iglesias <strong>de</strong> oriente,<br />
llévalas hasta la fuente<br />
por caminos <strong>de</strong> unidad.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Ant. 1. El Señor vio a Pedro y a Andrés, y los llamó.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l Común <strong>de</strong> apóstoles.<br />
Ant. 2. Dice el Señor: “Venid y seguidme, y os haré pecadores <strong>de</strong> hombres.”<br />
Ant. 3. Dejaron las re<strong>de</strong>s y siguieron al Señor.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 11-13<br />
Cristo ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a<br />
otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento <strong>de</strong> los santos, en función <strong>de</strong> su<br />
ministerio, y para la edificación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo; hasta que lleguemos todos a la<br />
unidad en la fe y en el conocimiento <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, al hombre perfecto, a la medida<br />
<strong>de</strong> Cristo en su plenitud.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. Andrés, siervo <strong>de</strong> Cristo, digno apóstol <strong>de</strong> Dios, hermano <strong>de</strong> Pedro y<br />
compañero suyo en el martirio.<br />
PRECES<br />
Hermanos, edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo<br />
santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, se manifestara en<br />
primer lugar a los apóstoles,<br />
-haz que también nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Protégenos, Señor, con la constante intercesión <strong>de</strong>l apóstol san Andrés, a quien<br />
escogiste para ser predicador y pastor <strong>de</strong> tu Iglesia. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
OFICIOS COMUNES<br />
DE LA DEDICACIÓN DE UNA IGLESIA<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. En las plazas <strong>de</strong> Jerusalén reina la alegría, y en sus villas resuena el canto <strong>de</strong><br />
gozo: “Aleluya.”<br />
Salmo 146<br />
Alabad al Señor que la música es buena;<br />
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.<br />
El Señor reconstruye Jerusalén,<br />
reúne a los <strong>de</strong>portados <strong>de</strong> Israel;<br />
él sana los corazones <strong>de</strong>strozados,<br />
venda sus heridas.<br />
Cuenta el número <strong>de</strong> las estrellas,<br />
a cada una la llama por su nombre.<br />
Nuestro Señor es gran<strong>de</strong> y po<strong>de</strong>roso,<br />
su sabiduría no tiene medida.<br />
El Señor sostiene a los humil<strong>de</strong>s,<br />
humilla hasta el polvo a los malvados.<br />
Entonad la acción <strong>de</strong> gracias al Señor,<br />
tocad la cítara para nuestro Dios,<br />
que cubre el cielo <strong>de</strong> nubes,<br />
preparando la lluvia para la tierra;<br />
que hace brotar hierba en los montes,<br />
para los que sirven al hombre;<br />
que da su alimento al ganado,<br />
y a las crías <strong>de</strong> cuervo que graznan.<br />
No aprecia el vigor <strong>de</strong> los caballos,<br />
no estima los jarretes <strong>de</strong>l hombre:<br />
el Señor aprecia a sus fieles,<br />
que confían en su misericordia.<br />
Ant. En las plazas <strong>de</strong> Jerusalén reina la alegría, y en sus villas resuena el canto <strong>de</strong><br />
gozo: “Aleluya.”<br />
Ant. 2. El Señor ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. El Señor ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti.<br />
Ant. 3. En la ciudad <strong>de</strong> Dios se alegra la muchedumbre <strong>de</strong> los santos, y los ángeles<br />
cantan himnos <strong>de</strong> júbilo ante el trono <strong>de</strong> Dios. Aleluya.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. En la ciudad <strong>de</strong> Dios se alegra la muchedumbre <strong>de</strong> los santos, y los ángeles<br />
cantan himnos <strong>de</strong> júbilo ante el trono <strong>de</strong> Dios. Aleluya.
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22<br />
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois conciudadanos <strong>de</strong> los santos y<br />
miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Dios. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y<br />
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda<br />
ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él<br />
también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada <strong>de</strong> Dios, por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. La santidad, Señor, *Es el adorno <strong>de</strong> tu casa. La santidad.<br />
V. Por días sin término. * Es el adorno <strong>de</strong> tu casa. Gloria al Padre. La santidad.<br />
Magníficat, ant. Gozad con Jerusalén, todos los que la amáis, y alegraos <strong>de</strong> su<br />
alegría.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a nuestro Salvador, que dio su vida para reunir a los hijos <strong>de</strong> Dios<br />
dispersos, y digámosle:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Señor Jesús, que cimentaste tu casa en la roca,<br />
-confirma y robustece la fe y la esperanza <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Señor Jesús, <strong>de</strong> cuyo costado salió sangre y agua,<br />
-renueva a tu Iglesia con los sacramentos <strong>de</strong> la nueva y eterna alianza.<br />
Señor Jesús, que estás en medio <strong>de</strong> los que se reúnen en tu nombre,<br />
-atien<strong>de</strong> la oración unánime <strong>de</strong> tu Iglesia congregada.<br />
Señor Jesús, que con el Padre vienes y hace morada en los que te aman,<br />
-perfecciona a tu Iglesia por la caridad.<br />
Señor Jesús, que no echas fuera a ninguno <strong>de</strong> los que vienen a ti,<br />
-acoge a todos los difuntos en la mansión <strong>de</strong>l Padre.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
En la misma iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Señor, tú que nos haces revivir cada año el día <strong>de</strong> la consagración <strong>de</strong> esta iglesia,<br />
escucha las plegarias <strong>de</strong> tu pueblo, y haz que en este lugar se te ofrezca siempre un<br />
servicio digno y así tus fieles obtengan los frutos <strong>de</strong> una plena re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Fuera <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Señor, tú que edificas el templo <strong>de</strong> tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica<br />
en tu Iglesia los dones <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, a fin <strong>de</strong> que tu pueblo crezca siempre para<br />
edificación <strong>de</strong> la Jerusalén celeste. Por nuestro Señor Jesucristo.
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido que tu pueblo se llamara Iglesia, haz que,<br />
reunida en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, guiada por ti, alcance el reino que le<br />
has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Piedra angular y fundamento es Cristo<br />
<strong>de</strong>l templo espiritual que al Padre alaba,<br />
en comunión <strong>de</strong> amor con el Espíritu<br />
viviente, en lo más íntimo <strong>de</strong>l alma.<br />
Piedras vivas son todos los cristianos,<br />
ciudad, reino <strong>de</strong> Dios edificándose,<br />
entre sonoros cánticos <strong>de</strong> júbilo,<br />
al Rey <strong>de</strong>l universo, templo santo.<br />
El cosmos <strong>de</strong> alegría se estremece<br />
en latido vital <strong>de</strong> nueva savia,<br />
al pregustar el gozo y la alegría<br />
<strong>de</strong> un cielo y una tierra renovados.<br />
Cantad, hijos <strong>de</strong> Dios, a<strong>de</strong>lantados,<br />
Cristo total, humanidad salvada,<br />
en la que Dios en todos será todo,<br />
comunión viva en plenitud colmada.<br />
Demos gracias al Padre, que nos llama<br />
a ser sus hijos en el Hijo amado,<br />
abramos nuestro espíritu al Espíritu,<br />
adoremos a Dios que a todos salva. Amén.<br />
Ant. 1. Mi casa se llama casa <strong>de</strong> oración.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Bendito eres, Señor, en el templo <strong>de</strong> tu santa gloria.<br />
Ant. 3. Cantad al Señor en la asamblea <strong>de</strong> los fieles.<br />
LECTURA BREVE Is 56, 7<br />
Los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa <strong>de</strong> oración, aceptaré sobre mi<br />
altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa <strong>de</strong> oración, y así la llamarán<br />
todos los pueblos.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Cristo.<br />
V. Tú que estás sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l Padre. *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Gloria al<br />
Padre. Cristo.<br />
Benedictus, ant. “Zaqueo, baja en seguida; porque hoy tengo que alojarme en tu<br />
casa.” Él bajó en seguida y lo recibió muy contento. “Hoy Dios ha dado la salvación a<br />
esta casa.” Aleluya.<br />
PRECES<br />
Como piedras vivas, edificadas sobre Cristo, la piedra escogida, oremos al Padre<br />
todopo<strong>de</strong>roso por su Iglesia amada y confesemos nuestra fe en ella, diciendo:<br />
Ésta es la casa <strong>de</strong> Dios y la puerta <strong>de</strong>l cielo.
Padre <strong>de</strong>l cielo, tú que eres el labrador, guarda, purifica y acrecienta tu viña,<br />
-haciendo que sus sarmientos llenen toda la tierra.<br />
Pastor eterno, protege y acrecienta tu rebaño,<br />
-y haz que todas las ovejas se reúnan en un solo redil bajo un solo pastor, Jesucristo,<br />
tu Hijo.<br />
Sembrador todopo<strong>de</strong>roso, siembra la palabra en tu campo,<br />
-y haz que dé frutos <strong>de</strong>l ciento por uno para la vida eterna.<br />
Arquitecto pru<strong>de</strong>nte, santifica tu familia, que es la Iglesia,<br />
-y haz que aparezca ante el mundo como ciudad celestial, nueva Jerusalén y esposa<br />
sin tacha.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
En la misma iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Señor, tú que nos haces revivir cada año el día <strong>de</strong> la consagración <strong>de</strong> esta iglesia,<br />
escucha las plegarias <strong>de</strong> tu pueblo, y haz que en este lugar se te ofrezca siempre un<br />
servicio digno y así tus fieles obtengan los frutos <strong>de</strong> una plena re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Fuera <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Señor, tú que edificas el templo <strong>de</strong> tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica<br />
en tu Iglesia los dones <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, a fin <strong>de</strong> que tu pueblo crezca siempre para<br />
edificación <strong>de</strong> la Jerusalén celeste. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido que tu pueblo se llamara Iglesia, haz que,<br />
reunida en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, guiada por ti, alcance el reino que le<br />
has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. El templo <strong>de</strong>l Señor es santo, es campo <strong>de</strong> Dios, es edificación <strong>de</strong> Dios.<br />
LECTURA BREVE 1Co 3, 16-17<br />
¿No sabéis que sois templo <strong>de</strong> Dios y que el Espíritu <strong>de</strong> Dios habita en vosotros? Si<br />
alguno <strong>de</strong>struye el templo <strong>de</strong> Dios, Dios lo <strong>de</strong>struirá a él; porque el templo <strong>de</strong> Dios es<br />
santo: ese templo sois vosotros.<br />
V. Señor, yo amo la belleza <strong>de</strong> tu casa.<br />
R. El lugar don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong> tu gloria.<br />
Sexta<br />
Ant. La santidad es el adorno <strong>de</strong> tu casa, Señor, por días sin término.<br />
LECTURA BREVE 2Co 6, 16<br />
Nosotros somos templo <strong>de</strong>l Dios vivo; así lo dijo él: “Habitaré y caminaré con ellos;<br />
seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.”<br />
V. Desead la paz a Jerusalén.<br />
R. Vivan seguros los que te aman.<br />
Nona<br />
Ant. Ésta es la casa <strong>de</strong>l Señor, construida sólidamente sobre roca firme.<br />
LECTURA BREVE Jr 7, 2b. 4-5a. 7a<br />
¡Escuchad la palabra <strong>de</strong>l Señor, los que entráis por estas puertas para adorar al Señor!<br />
No os creáis seguros con palabras engañosas, repitiendo: “Es el templo <strong>de</strong>l Señor, el<br />
templo <strong>de</strong>l Señor, el templo <strong>de</strong>l Señor.” Si enmendáis vuestra conducta y vuestras<br />
acciones, entonces habitaré con vosotros en este lugar.<br />
V. Entrad por las puertas <strong>de</strong>l Señor con acción <strong>de</strong> gracias.<br />
R. Por sus atrios con himnos.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Nueva Jerusalén y ciudad santa,<br />
nuevo Israel, nueva morada<br />
<strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong> Dios en Cristo edificada,<br />
Iglesia santa.<br />
Esposa engalanada, con Cristo <strong>de</strong>sposada<br />
por obra <strong>de</strong>l Espíritu en sólida alianza,<br />
divino hogar, fuego <strong>de</strong> Dios que al mundo inflama.<br />
Iglesia santa.<br />
Edén <strong>de</strong> Dios y nuevo paraíso,<br />
don<strong>de</strong> el nuevo Adán recrea a sus hermanos,<br />
don<strong>de</strong> el “no” <strong>de</strong>l pecador, por pura gracia,<br />
el “sí” eterno <strong>de</strong> amor <strong>de</strong> Dios alcanza,<br />
Iglesia santa.<br />
Adoremos a Dios omnipotente y a su Espíritu,<br />
que en el Hijo Jesús, Señor constituido,<br />
<strong>de</strong>l hombre que ha caído raza <strong>de</strong> Dios levanta,<br />
Iglesia santa. Amén<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. El Altísimo consagra su morada; teniendo a Dios en medio <strong>de</strong> ella, no vacila.<br />
Salmo 45<br />
Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza,<br />
po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong>fensor en el peligro.<br />
Por eso no tememos aunque tiemble la tierra<br />
y los montes se <strong>de</strong>splomen en el mar.<br />
Que hiervan y bramen sus olas,<br />
que sacudan a los montes con su furia:<br />
El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
El correr <strong>de</strong> las acequias alegra la ciudad <strong>de</strong> Dios,<br />
el Altísimo consagra su morada.<br />
Teniendo a Dios en medio, no vacila;<br />
Dios la socorre al <strong>de</strong>spuntar la aurora.<br />
Los pueblos se amotinan, los reyes se rebelan;<br />
pero él lanza su trueno, y se tambalea la tierra.<br />
El Señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Venid a ver las obras <strong>de</strong>l señor,<br />
las maravillas que hace en la tierra:
Pone fin a la guerra hasta el extremo <strong>de</strong>l orbe,<br />
rompe los arcos, quiebra las lanzas,<br />
pren<strong>de</strong> fuego a los escudos.<br />
"Rendíos, reconoced que yo soy Dios:<br />
más alto que los pueblos, más alto que la tierra."<br />
El señor <strong>de</strong> los ejércitos está con nosotros,<br />
nuestro alcázar es el Dios <strong>de</strong> Jacob.<br />
Ant. El Altísimo consagra su morada; teniendo a Dios en medio <strong>de</strong> ella, no vacila.<br />
Ant. 2. Vamos alegres a la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Salmo 121<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Vamos alegres a la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. 3. Alabad a Dios, todos sus santos.<br />
Cántico Ap. 19,1-2. 5-7<br />
Aleluya.<br />
La salvación y la gloria y el po<strong>de</strong>r son <strong>de</strong> nuestro Dios,<br />
(R. Aleluya.)<br />
porque sus juicios son verda<strong>de</strong>ros y justos.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Alabad al Señor sus siervos todos,<br />
(R. Aleluya.)<br />
los que les teméis, pequeños y gran<strong>de</strong>s.<br />
R. Aleluya, (aleluya)
Aleluya.<br />
Porque reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo,<br />
(R. Aleluya.)<br />
Alegrémonos y gocemos y démosle gracias.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Aleluya.<br />
Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
(R. Aleluya.)<br />
su esposa se ha embellecido.<br />
R. Aleluya, (aleluya)<br />
Ant. Alabad a Dios, todos sus santos.<br />
LECTURA BREVE Ap 21, 2-3. 22. 27<br />
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que <strong>de</strong>scendía <strong>de</strong>l cielo, enviada por Dios,<br />
arreglada como una novia que se adorna para su esposo. Y escuché una voz potente que<br />
<strong>de</strong>cía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el trono: “Ésta es la morada <strong>de</strong> Dios con los hombres: acampará entre ellos.<br />
Ellos serán s pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios.” Santuario no vi ninguno,<br />
porque es su santuario el Señor Dios todopo<strong>de</strong>roso y el Cor<strong>de</strong>ro. Nunca entrará en ella<br />
nada impuro, ni idólatras ni impostores; sólo entrarán los inscritos en el libro <strong>de</strong> la vida<br />
que tiene el Cor<strong>de</strong>ro.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dichosos, Señor, los que viven *En tu casa. Dichosos.<br />
V. Alabándote siempre. * En tu casa. Gloria al Padre. Dichosos.<br />
Magníficat, ant. Santificó el Señor su tabernáculo, porque ésta es la casa <strong>de</strong> Dios,<br />
don<strong>de</strong> se invoca su nombre, <strong>de</strong>l cual está escrito: “Mi nombre habitará allí”, dice el<br />
Señor.<br />
PRECES<br />
Oremos, hermanos, a nuestro Salvador, que dio su vida para reunir a los hijos <strong>de</strong> Dios<br />
dispersos, y digámosle:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Señor Jesús, que cimentaste tu casa en la roca,<br />
-confirma y robustece la fe y la esperanza <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Señor Jesús, <strong>de</strong> cuyo costado salió sangre y agua,<br />
-renueva a tu Iglesia con los sacramentos <strong>de</strong> la nueva y eterna alianza.<br />
Señor Jesús, que estás en medio <strong>de</strong> los que se reúnen en tu nombre,<br />
-atien<strong>de</strong> la oración unánime <strong>de</strong> tu Iglesia congregada.<br />
Señor Jesús, que con el Padre vienes y hace morada en los que te aman,<br />
-perfecciona a tu Iglesia por la caridad.<br />
Señor Jesús, que no echas fuera a ninguno <strong>de</strong> los que vienen a ti,<br />
-acoge a todos los difuntos en la mansión <strong>de</strong>l Padre.<br />
Padre nuestro.
En la misma iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Oración<br />
Señor, tú que nos haces revivir cada año el día <strong>de</strong> la consagración <strong>de</strong> esta iglesia,<br />
escucha las plegarias <strong>de</strong> tu pueblo, y haz que en este lugar se te ofrezca siempre un<br />
servicio digno y así tus fieles obtengan los frutos <strong>de</strong> una plena re<strong>de</strong>nción. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
Fuera <strong>de</strong> la iglesia <strong>de</strong>dicada:<br />
Señor, tú que edificas el templo <strong>de</strong> tu gloria con piedras vivas y elegidas, multiplica<br />
en tu Iglesia los dones <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>, a fin <strong>de</strong> que tu pueblo crezca siempre para<br />
edificación <strong>de</strong> la Jerusalén celeste. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido que tu pueblo se llamara Iglesia, haz que,<br />
reunida en tu nombre, te venere, te ame, te siga y, guiada por ti, alcance el reino que le<br />
has prometido. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE SANTA MARÍA VIRGEN<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al Creador <strong>de</strong>l universo.<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Salmo 112<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Dichosa eres, Virgen María, que llevaste en tu seno al Creador <strong>de</strong>l universo.<br />
Ant. 2. Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Engendraste al que te creó y permanecerás virgen para siempre.<br />
Ant. 3. Tú eres la mujer a quien Dios ha ben<strong>de</strong>cido, y por ti hemos recibido el fruto<br />
<strong>de</strong> la vida.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Tú eres la mujer a quien Dios ha ben<strong>de</strong>cido, y por ti hemos recibido el fruto <strong>de</strong><br />
la vida.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5<br />
Cuando se cumplió en tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido <strong>de</strong> una mujer, nacido<br />
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos<br />
por adopción.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Después <strong>de</strong>l parto, *Oh Virgen, has permanecido inviolada. Después.<br />
V. Madre <strong>de</strong> Dios, interce<strong>de</strong> por nosotros. * Oh Virgen, has permanecido inviolada.<br />
Gloria al Padre. Después.
Magníficat, ant. El Señor ha mirado mi humillación, y el Po<strong>de</strong>roso ha hecho obras<br />
gran<strong>de</strong>s por mí.<br />
O bien: Me felicitarán todas las generaciones, porque Dios ha mirado la humillación<br />
<strong>de</strong> su esclava.<br />
PRECES<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Que la llena <strong>de</strong> gracia interceda por nosotros.<br />
O bien:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Oh Dios, admirable siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen<br />
María participara en cuerpo y alma <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
-haz que todos tus hijos <strong>de</strong>seen esta misma gloria y caminen hacia ella.<br />
Tú que nos diste a María por madre, conce<strong>de</strong>, por su mediación, salud a los enfermos,<br />
consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,<br />
-y a todos abundancia <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la llena <strong>de</strong> gracia,<br />
-conce<strong>de</strong> la abundancia <strong>de</strong> tu gracia a todos los hombres.<br />
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,<br />
-y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
O bien estas otras:<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Que la llena <strong>de</strong> gracia interceda por nosotros.<br />
O bien:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la madre <strong>de</strong> misericordia,<br />
-haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.<br />
Tú que encomendaste a María la misión <strong>de</strong> madre <strong>de</strong> familia en el hogar <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong><br />
José,<br />
-haz que, por su intercesión, todas las madres fomenten en sus hogares el amor y la<br />
santidad.<br />
Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie <strong>de</strong> la cruz y la llenaste <strong>de</strong> gozo en la<br />
resurrección <strong>de</strong> su Hijo,<br />
-levanta y robustece la esperanza <strong>de</strong> los <strong>de</strong>caídos.<br />
Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel,<br />
-por su intercesión, haz <strong>de</strong> nosotros siervos fieles y discípulos dóciles <strong>de</strong> tu Hijo.
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> alma y<br />
cuerpo, y, por la intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, líbranos <strong>de</strong> las tristezas <strong>de</strong> este<br />
mundo y concé<strong>de</strong>nos las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Perdona, Señor, los pecados <strong>de</strong> tus fieles y, ya que nuestros actos no pue<strong>de</strong>n<br />
complacerte, sálvanos por intercesión <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.<br />
Que vive y reina contigo.<br />
O bien:<br />
Dios <strong>de</strong> misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la<br />
Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, vernos libres <strong>de</strong> todas nuestras culpas.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> la Virgen<br />
María, para que nos veamos libres <strong>de</strong> todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, por intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy<br />
celebramos, hacernos dignos <strong>de</strong> participar, como ella, <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong> tu gracia. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a los fieles, que se alegran bajo la protección <strong>de</strong> la<br />
Virgen María, verse libres, por su intercesión, <strong>de</strong> todos los males <strong>de</strong> este mundo y<br />
alcanzar las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Quién podrá tanto alabarte<br />
según es tu merecer;<br />
quién sabrá tan bien loarte<br />
que no le falte saber;<br />
pues que para nos valer<br />
tanto vales,<br />
da remedio a nuestros males.<br />
¡Oh Madre <strong>de</strong> Dios y hombre!<br />
¡Oh concierto <strong>de</strong> concordia!<br />
Tú que tienes por renombre<br />
Madre <strong>de</strong> misericordia;<br />
pues para quitar discordia<br />
tanto vales,<br />
da remedio a nuestros males.<br />
Tú que estabas ya criada<br />
cuando el mundo se crió;<br />
tú que estabas muy guardada<br />
para quien <strong>de</strong> ti nació;<br />
pues por ti nos conoció,<br />
si nos vales,<br />
fenecerán nuestros males.<br />
Tú que eres flor <strong>de</strong> las flores,<br />
tú que <strong>de</strong>l cielo eres puerta,<br />
tú que eres olor <strong>de</strong> olores,<br />
tú que das gloria muy cierta;<br />
si <strong>de</strong> la muerte muy muerta<br />
no nos vales,<br />
no hay remedio a nuestros males. Amén.<br />
Lucero <strong>de</strong>l alba,<br />
luz <strong>de</strong> mi alma,<br />
santa María.<br />
Virgen y Madre,<br />
hija <strong>de</strong>l Padre,<br />
santa María.<br />
Flor <strong>de</strong>l Espíritu,<br />
Madre <strong>de</strong>l Hijo,<br />
santa María.<br />
Amor maternal<br />
<strong>de</strong>l Cristo total,<br />
santa María. Amén.<br />
I<br />
II
Ant. 1. Dichosa eres, María, porque <strong>de</strong> ti vino la salvación <strong>de</strong>l mundo; tú que ahora<br />
vives ya en la gloria <strong>de</strong>l Señor, interce<strong>de</strong> por nosotros ante tu Hijo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Tú eres la gloria <strong>de</strong> Jerusalén; tú, la alegría <strong>de</strong> Israel; tú, el orgullo <strong>de</strong> nuestra<br />
raza.<br />
Ant. 3. ¡Alégrate, Virgen María! Tú llevaste en el seno a Cristo, el Salvador.<br />
LECTURA BREVE Cf. Is 61, 10<br />
Desbordo <strong>de</strong> gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un<br />
traje <strong>de</strong> gala y me ha envuelto en un manto <strong>de</strong> triunfo, como novia que se adorna con<br />
sus joyas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. El Señor.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. * Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Benedictus, ant. Por Eva se cerraron a los hombres las puertas <strong>de</strong>l paraíso, y por<br />
María Virgen se han vuelto a abrir a todos.<br />
PRECES<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Oh Sol <strong>de</strong> justicia, a quien la Virgen inmaculada precedía cual aurora luciente,<br />
-haz que vivamos siempre iluminados por la claridad <strong>de</strong> tu presencia.<br />
Verbo eterno <strong>de</strong>l Padre, que elegiste a María como arca incorruptible <strong>de</strong> tu morada,<br />
-líbranos <strong>de</strong> la corrupción <strong>de</strong>l pecado.<br />
Salvador nuestro, que quisiste que tu madre estuviera junto a tu cruz,<br />
-por su intercesión, concé<strong>de</strong>nos compartir con alegría tus pa<strong>de</strong>cimientos.<br />
Jesús, que, colgado en la cruz, diste María a Juan como madre,<br />
-haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.<br />
O bien estas otras:<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Salvador <strong>de</strong>l mundo, que, con la eficacia <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción, preservaste a tu Madre <strong>de</strong> toda<br />
mancha <strong>de</strong> pecado,<br />
-líbranos a nosotros <strong>de</strong> toda culpa.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que hiciste <strong>de</strong> la Virgen María tabernáculo purísimo <strong>de</strong> tu presencia y<br />
sagrario <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-haz también <strong>de</strong> nosotros templos <strong>de</strong> tu Espíritu.
Verbo eterno <strong>de</strong>l Padre, que enseñaste a María a escoger la mejor parte,<br />
-ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.<br />
Rey <strong>de</strong> reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre,<br />
-haz que aspiremos siempre a los bienes <strong>de</strong>l cielo.<br />
Señor <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, que has colocado a tu <strong>de</strong>recha a María reina,<br />
-danos un día el gozo <strong>de</strong> tener parte en la gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> alma y<br />
cuerpo, y, por la intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, líbranos <strong>de</strong> las tristezas <strong>de</strong> este<br />
mundo y concé<strong>de</strong>nos las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Perdona, Señor, los pecados <strong>de</strong> tus fieles y, ya que nuestros actos no pue<strong>de</strong>n<br />
complacerte, sálvanos por intercesión <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.<br />
Que vive y reina contigo.<br />
O bien:<br />
Dios <strong>de</strong> misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la<br />
Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, vernos libres <strong>de</strong> todas nuestras culpas.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> la Virgen<br />
María, para que nos veamos libres <strong>de</strong> todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, por intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy<br />
celebramos, hacernos dignos <strong>de</strong> participar, como ella, <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong> tu gracia. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a los fieles, que se alegran bajo la protección <strong>de</strong> la<br />
Virgen María, verse libres, por su intercesión, <strong>de</strong> todos los males <strong>de</strong> este mundo y<br />
alcanzar las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Todos se <strong>de</strong>dicaban a la oración en común, con María, la madre <strong>de</strong> Jesús<br />
LECTURA BREVE So 3, 14. 15b<br />
Regocíjate, hija <strong>de</strong> Sión; grita <strong>de</strong> júbilo, Israel; alégrate y gózate <strong>de</strong> todo corazón,<br />
Jerusalén. El Señor será el rey <strong>de</strong> Israel, en medio <strong>de</strong> ti.<br />
V. Dichosos los que escuchan la palabra <strong>de</strong> Dios.<br />
R. Y la cumplen.<br />
Sexta<br />
Ant. Dijo la madre <strong>de</strong> Jesús: “Haced lo que él os diga.”<br />
LECTURA BREVE Za 9, 9a<br />
Alégrate, hija <strong>de</strong> Sión; canta, hija <strong>de</strong> Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y<br />
victorioso.<br />
V. Dichoso el vientre <strong>de</strong> María, la Virgen.<br />
R. Que llevó al Hijo <strong>de</strong>l eterno Padre.<br />
Nona<br />
Ant. Dijo el Señor a su madre: “Mujer, ahí tienes a tu hijo.” Luego, al discípulo:<br />
“Ahí tienes a tu madre.”<br />
LECTURA BREVE Jdt 13, 18-19<br />
Que el Altísimo te bendiga, hija, más que a todas las mujeres <strong>de</strong> la tierra. Bendito el<br />
Señor, creador <strong>de</strong>l cielo y tierra, que en<strong>de</strong>rezó tu golpe contra la cabeza <strong>de</strong>l general<br />
enemigo. Los que recuer<strong>de</strong>n esta hazaña <strong>de</strong> Dios jamás per<strong>de</strong>rán la confianza que tú<br />
inspiras.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres.<br />
R. Y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Todos te <strong>de</strong>ben servir,<br />
Virgen y Madre <strong>de</strong> Dios,<br />
que siempre ruegas por nos<br />
y tú nos haces vivir.<br />
Tanta fue tu perfección<br />
y <strong>de</strong> tanto merecer,<br />
que <strong>de</strong> ti quiso nacer<br />
quien fue nuestra re<strong>de</strong>nción.<br />
El tesoro divinal<br />
en tu vientre se encerró,<br />
tan precioso, que libró<br />
todo el linaje humanal.<br />
Tú sellaste nuestra fe<br />
con el sello <strong>de</strong> la cruz,<br />
tú pariste nuestra luz,<br />
Dios <strong>de</strong> ti nacido fue.<br />
¡Oh clara virginidad,<br />
fuente <strong>de</strong> toda virtud!,<br />
no ceses <strong>de</strong> dar salud<br />
a toda la cristiandad. Amén.<br />
SALMODIA<br />
II Vísperas<br />
Ant.1. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está contigo.<br />
Salmo 121<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está contigo.<br />
Ant. 2. Aquí está la esclava <strong>de</strong>l Señor; hágase en mí según tu palabra.<br />
Salmo 126<br />
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. Aquí está la esclava <strong>de</strong>l Señor; hágase en mí según tu palabra.<br />
Ant. 3. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5<br />
Cuando se cumplió en tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido <strong>de</strong> una mujer, nacido<br />
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos<br />
por adopción.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.<br />
Magníficat, ant. Dichosa tú, María, que has creído, porque lo que te ha dicho el<br />
Señor se cumplirá.<br />
PRECES<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Que la llena <strong>de</strong> gracia interceda por nosotros.<br />
O bien:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Oh Dios, admirable siempre en tus obras, que has querido que la inmaculada Virgen<br />
María participara en cuerpo y alma <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
-haz que todos tus hijos <strong>de</strong>seen esta misma gloria y caminen hacia ella.<br />
Tú que nos diste a María por madre, conce<strong>de</strong>, por su mediación, salud a los enfermos,<br />
consuelo a los tristes, perdón a los pecadores,<br />
-y a todos abundancia <strong>de</strong> salud y <strong>de</strong> paz.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la llena <strong>de</strong> gracia,<br />
-conce<strong>de</strong> la abundancia <strong>de</strong> tu gracia a todos los hombres.<br />
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,<br />
-y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la madre <strong>de</strong><br />
Jesús.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.
O bien estas otras:<br />
Proclamemos las gran<strong>de</strong>zas <strong>de</strong> Dios, Padre todopo<strong>de</strong>roso, que quiso que todas las<br />
generaciones felicitaran a María, la madre <strong>de</strong> su Hijo, y supliquémosle, diciendo:<br />
Que la llena <strong>de</strong> gracia interceda por nosotros.<br />
O bien:<br />
Mira a la llena <strong>de</strong> gracia y escúchanos.<br />
Tú que hiciste <strong>de</strong> María la madre <strong>de</strong> misericordia,<br />
-haz que los que viven en peligro o están tentados sientan su protección maternal.<br />
Tú que encomendaste a María la misión <strong>de</strong> madre <strong>de</strong> familia en el hogar <strong>de</strong> Jesús y <strong>de</strong><br />
José,<br />
-haz que, por su intercesión, todas las madres fomenten en sus hogares el amor y la<br />
santidad.<br />
Tú que fortaleciste a María cuando estaba al pie <strong>de</strong> la cruz y la llenaste <strong>de</strong> gozo en la<br />
resurrección <strong>de</strong> su Hijo,<br />
-levanta y robustece la esperanza <strong>de</strong> los <strong>de</strong>caídos.<br />
Tú que hiciste que María meditara tus palabras en su corazón y fuera tu esclava fiel,<br />
-por su intercesión, haz <strong>de</strong> nosotros siervos fieles y discípulos dóciles <strong>de</strong> tu Hijo.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong>l cielo,<br />
-haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos los santos, la felicidad <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> alma y<br />
cuerpo, y, por la intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, líbranos <strong>de</strong> las tristezas <strong>de</strong> este<br />
mundo y concé<strong>de</strong>nos las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Perdona, Señor, los pecados <strong>de</strong> tus fieles y, ya que nuestros actos no pue<strong>de</strong>n<br />
complacerte, sálvanos por intercesión <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.<br />
Que vive y reina contigo.<br />
O bien:<br />
Dios <strong>de</strong> misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la<br />
Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, vernos libres <strong>de</strong> todas nuestras culpas.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> la Virgen<br />
María, para que nos veamos libres <strong>de</strong> todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, por intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy<br />
celebramos, hacernos dignos <strong>de</strong> participar, como ella, <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong> tu gracia. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a los fieles, que se alegran bajo la protección <strong>de</strong> la<br />
Virgen María, verse libres, por su intercesión, <strong>de</strong> todos los males <strong>de</strong> este mundo y<br />
alcanzar las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
DE SANTA MARÍA EN SÁBADO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Salve, Madre; en la tierra <strong>de</strong> tus amores,<br />
te saludan los cantos que alza el amor.<br />
Reina <strong>de</strong> nuestras almas, flor <strong>de</strong> las flores,<br />
muestra aquí <strong>de</strong> tu gloria los resplandores,<br />
que en el cielo tan sólo te aman mejor.<br />
Virgen santa, Virgen pura,<br />
vida, esperanza y dulzura<br />
<strong>de</strong>l alma que en ti confía;<br />
Madre <strong>de</strong> Dios, Madre mía,<br />
mientras mi vida alentare<br />
todo mi amor para ti;<br />
mas si mi amor te olvidare…,<br />
Madre mía, Madre mía,<br />
aunque mi amor te olvidare,<br />
tú no te olvi<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mí.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
Quiero seguirte a ti, flor <strong>de</strong> las flores,<br />
siempre <strong>de</strong>cir cantar <strong>de</strong> tus loores;<br />
no me partir <strong>de</strong> te servir,<br />
mejor <strong>de</strong> las mejores.<br />
Gran confianza tengo yo en ti, Señora,<br />
mi esperanza está en ti, hora tras hora;<br />
<strong>de</strong> tribulanza, sin tardanza<br />
venme a librar ahora.<br />
Estrella <strong>de</strong>l mar, puerto <strong>de</strong> belleza<br />
<strong>de</strong> todo mi dolor y mi tristeza<br />
venme a librar y confortar,<br />
Señora <strong>de</strong> la alteza.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo,<br />
y al Espíritu <strong>Santo</strong>. Amén.<br />
Tú eres toda hermosa,<br />
¡oh Madre <strong>de</strong>l Señor!;<br />
tú eres <strong>de</strong> Dios gloria,<br />
la obra <strong>de</strong> su amor.<br />
I<br />
II<br />
III
¡Oh rosa sin espinas!,<br />
¡oh vaso <strong>de</strong> elección!;<br />
<strong>de</strong> ti nació la vida,<br />
por ti nos vino Dios.<br />
Sellada fuente pura<br />
<strong>de</strong> gracia y <strong>de</strong> piedad,<br />
bendita cual ninguna,<br />
sin culpa original.<br />
Infun<strong>de</strong> en nuestro pecho<br />
la fuerza <strong>de</strong> tu amor,<br />
feliz Madre <strong>de</strong>l Verbo,<br />
custodia <strong>de</strong>l Señor. Amén.<br />
Las antífonas y los salmos, <strong>de</strong>l sábado correspondiente.<br />
LECTURA BREVE Ga 4, 4-5<br />
Cuando se cumplió en tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido <strong>de</strong> una mujer, nacido<br />
bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos el ser hijos<br />
por adopción.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Después <strong>de</strong>l parto, *Oh Virgen, has permanecido inviolada. Después.<br />
V. Madre <strong>de</strong> Dios, interce<strong>de</strong> por nosotros. * Oh Virgen, has permanecido inviolada.<br />
Gloria al Padre. Después.<br />
O bien:<br />
LECTURA BREVE Cf. Is 61, 10<br />
Desbordo <strong>de</strong> gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un<br />
traje <strong>de</strong> gala y me ha envuelto en un manto <strong>de</strong> triunfo, como novia que se adorna con<br />
sus joyas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. El Señor.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. * Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. El Señor.<br />
O bien:<br />
LECTURA BREVE Ap 12, 1<br />
Apareció una figura portentosa en el cielo. Una mujer vestida <strong>de</strong> sol, la luna por<br />
pe<strong>de</strong>stal, coronada con doce estrellas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, *El Señor está contigo. Alégrate.<br />
V. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto <strong>de</strong> tu vientre. *El Señor está<br />
contigo. Gloria al Padre. Alégrate.
Para el cántico <strong>de</strong>l Benedictus se toma una <strong>de</strong> las siguientes antífonas:<br />
1. Celebremos con <strong>de</strong>voción el recuerdo <strong>de</strong> la bienaventurada Virgen María, para que<br />
interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.<br />
2. El Altísimo te ha ben<strong>de</strong>cido, Virgen María, más que a todas las mujeres <strong>de</strong> la<br />
tierra.<br />
3. Por ti, Virgen inmaculada, hemos recobrado la vida que habíamos perdido, ya que<br />
diste a luz para el mundo al Salvador que habías recibido <strong>de</strong>l cielo.<br />
4. Alégrate, María, llena <strong>de</strong> gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las<br />
mujeres. Aleluya.<br />
5. No sé con qué alabanzas ensalzarte, oh santa e inmaculada virginidad <strong>de</strong> María,<br />
pues por ti hemos recibido a nuestro Re<strong>de</strong>ntor, Jesucristo, Señor nuestro.<br />
6. Tú eres la gloria <strong>de</strong> Jerusalén; tú, la alegría <strong>de</strong> Israel; tú, el orgullo <strong>de</strong> nuestra raza.<br />
PRECES<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Oh Sol <strong>de</strong> justicia, a quien la Virgen inmaculada precedía cual aurora luciente,<br />
-haz que vivamos siempre iluminados por la claridad <strong>de</strong> tu presencia.<br />
Verbo eterno <strong>de</strong>l Padre, que elegiste a María como arca incorruptible <strong>de</strong> tu morada,<br />
-líbranos <strong>de</strong> la corrupción <strong>de</strong>l pecado.<br />
Salvador nuestro, que quisiste que tu madre estuviera junto a tu cruz,<br />
-por su intercesión, concé<strong>de</strong>nos compartir con alegría tus pa<strong>de</strong>cimientos.<br />
Jesús, que, colgado en la cruz, diste María a Juan como madre,<br />
-haz que nosotros vivamos también como hijos suyos.<br />
O bien estas otras:<br />
Elevemos nuestras súplicas al Salvador, que quiso nacer <strong>de</strong> María Virgen, y digámosle:<br />
Que tu Madre, Señor, interceda por nosotros.<br />
Salvador <strong>de</strong>l mundo, que, con la eficacia <strong>de</strong> tu re<strong>de</strong>nción, preservaste a tu Madre <strong>de</strong> toda<br />
mancha <strong>de</strong> pecado,<br />
-líbranos a nosotros <strong>de</strong> toda culpa.<br />
Re<strong>de</strong>ntor nuestro, que hiciste <strong>de</strong> la Virgen María tabernáculo purísimo <strong>de</strong> tu presencia y<br />
sagrario <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
-haz también <strong>de</strong> nosotros templos <strong>de</strong> tu Espíritu.<br />
Verbo eterno <strong>de</strong>l Padre, que enseñaste a María a escoger la mejor parte,<br />
-ayúdanos a imitarla y a buscar el alimento que perdura hasta la vida eterna.<br />
Rey <strong>de</strong> reyes, que elevaste contigo al cielo en cuerpo y alma a tu Madre,<br />
-haz que aspiremos siempre a los bienes <strong>de</strong>l cielo.<br />
Señor <strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, que has colocado a tu <strong>de</strong>recha a María reina,<br />
-danos un día el gozo <strong>de</strong> tener parte en la gloria.
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Te pedimos, Señor, que nosotros, tus siervos, gocemos siempre <strong>de</strong> salud <strong>de</strong> alma y<br />
cuerpo, y, por la intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, líbranos <strong>de</strong> las tristezas <strong>de</strong> este<br />
mundo y concé<strong>de</strong>nos las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Perdona, Señor, los pecados <strong>de</strong> tus fieles y, ya que nuestros actos no pue<strong>de</strong>n<br />
complacerte, sálvanos por intercesión <strong>de</strong> la Madre <strong>de</strong> tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo.<br />
Que vive y reina contigo.<br />
O bien:<br />
Dios <strong>de</strong> misericordia, fortalece nuestra débil condición y, al recordar en este día a la<br />
Madre <strong>de</strong> tu Hijo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, vernos libres <strong>de</strong> todas nuestras culpas.<br />
Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Te rogamos, Señor, que venga en nuestra ayuda la intercesión po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong> la Virgen<br />
María, para que nos veamos libres <strong>de</strong> todo peligro y podamos vivir en tu paz. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Señor, por intercesión <strong>de</strong> la Virgen María, cuya gloriosa memoria hoy<br />
celebramos, hacernos dignos <strong>de</strong> participar, como ella, <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong> tu gracia. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, conce<strong>de</strong> a los fieles, que se alegran bajo la protección <strong>de</strong> la<br />
Virgen María, verse libres, por su intercesión, <strong>de</strong> todos los males <strong>de</strong> este mundo y<br />
alcanzar las alegrías <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE APÓSTOLES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Llamó Jesús a sus discípulos, escogió doce entre ellos y les dio el nombre <strong>de</strong><br />
apóstoles.<br />
Alabad al Señor, todas las naciones,<br />
aclamadlo, todos los pueblos:<br />
Salmo 116<br />
Firme es su misericordia con nosotros,<br />
su fi<strong>de</strong>lidad dura por siempre.<br />
Ant. Llamó Jesús a sus discípulos, escogió doce entre ellos y les dio el nombre <strong>de</strong><br />
apóstoles.<br />
Ant. 2. Dejaron las re<strong>de</strong>s y siguieron al Señor, su re<strong>de</strong>ntor.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Dejaron las re<strong>de</strong>s y siguieron al Señor, su re<strong>de</strong>ntor.<br />
Ant. 3. Vosotros sois mis amigos, porque permanecisteis en mi amor.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Vosotros sois mis amigos, porque permanecisteis en mi amor.<br />
LECTURA BREVE Hch 2, 42-45<br />
Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza <strong>de</strong> los apóstoles, en la vida<br />
común, en la fracción <strong>de</strong>l pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado<br />
por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes<br />
vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo<br />
repartían entre todos, según la necesidad <strong>de</strong> cada uno.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En esto conocerán todos *Que sois mis discípulos. En esto.<br />
V. En que os amáis unos a otros. *Que sois mis discípulos. Gloria al Padre. En esto.<br />
Magníficat, ant. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he<br />
elegido; y os he <strong>de</strong>stinado para que vayáis y <strong>de</strong>is fruto, y vuestro fruto dure.<br />
PRECES<br />
Hermanos, edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo<br />
santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.
Padre santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, se manifestara en<br />
primer lugar a los apóstoles,<br />
-haz que también nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.<br />
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong> los santos.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Vosotros que escuchasteis la llamada<br />
<strong>de</strong> viva voz que Cristo os dirigía,<br />
abrid nuestro vivir y nuestra alma<br />
al mensaje <strong>de</strong> amor que él nos envía.<br />
Vosotros que invitados al banquete<br />
gustasteis el sabor <strong>de</strong>l nuevo vino,<br />
llenad el vaso, <strong>de</strong>l amor que ofrece,<br />
al sediento <strong>de</strong> Dios en su camino.<br />
Vosotros que tuvisteis tan gran suerte<br />
<strong>de</strong> verle dar a muertos nueva vida,<br />
no <strong>de</strong>jéis que el pecado y que la muerte<br />
nos priven <strong>de</strong> la vida recibida.<br />
Vosotros que lo visteis ya glorioso,<br />
hecho Señor <strong>de</strong> gloria sempiterna,<br />
haced que nuestro amor conozca el gozo<br />
<strong>de</strong> vivir junto a él la vida eterna. Amén.<br />
Ant. 1. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Nadie tiene amor más gran<strong>de</strong> que el que da la vida por sus amigos.<br />
Ant. 3. “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”, dice el Señor.<br />
LECTURA BREVE Ef 2, 19-22<br />
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino que sois ciudadanos <strong>de</strong> los santos y<br />
miembros <strong>de</strong> la familia <strong>de</strong> Dios. Estáis edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles y<br />
profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda<br />
ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él<br />
también vosotros os vais integrando en la construcción, para ser morada <strong>de</strong> Dios, por el<br />
Espíritu.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Cristo.<br />
V. Tú que estás sentado a la <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l Padre. *Ten piedad <strong>de</strong> nosotros. Gloria al<br />
Padre. Cristo.<br />
Benedictus, ant. El muro <strong>de</strong> la ciudad tenía doce cimientos que llevaban doce<br />
nombres: los nombres <strong>de</strong> los apóstoles <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro; y su lámpara es el Cor<strong>de</strong>ro.
PRECES<br />
Queridos hermanos, habiendo recibido <strong>de</strong> los apóstoles la herencia <strong>de</strong> los elegidos,<br />
<strong>de</strong>mos gracias a nuestro Padre por todos sus dones, diciendo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu cuerpo y <strong>de</strong> tu sangre, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual nos alimentamos y vivimos:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la mesa <strong>de</strong> tu palabra, que nos transmitieron los apóstoles,<br />
-con la cual se nos comunica la luz y el gozo:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por tu Iglesia santa, edificada sobre el fundamento <strong>de</strong> los apóstoles,<br />
-por la cual nos integramos en la unidad:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Por la purificación <strong>de</strong>l bautismo y <strong>de</strong> la penitencia, confiada a los apóstoles,<br />
-con la cual quedamos limpios <strong>de</strong> todos los pecados:<br />
El coro <strong>de</strong> los apóstoles te ensalza, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong> los santos.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Id y proclamad el Evangelio <strong>de</strong>l reino: gratis habéis recibido, dad gratis.<br />
LECTURA BREVE 2Co 5, 19b-20<br />
Dios nos ha confiado la palabra <strong>de</strong> la reconciliación. Por eso, nosotros actuamos<br />
como enviados <strong>de</strong> Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En<br />
nombre <strong>de</strong> Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios.<br />
V. A toda la tierra alcanza su pregón.<br />
R. Y hasta los límites <strong>de</strong>l orbe su lenguaje.<br />
Sexta<br />
Ant. Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin <strong>de</strong>l mundo.<br />
LECTURA BREVE Hch 5, 12a. 14<br />
Los apóstoles hacían muchos signos y prodigios en medio <strong>de</strong>l pueblo, y crecía el<br />
número <strong>de</strong> los creyentes, hombres y mujeres, que se adherían al Señor.<br />
V. Guardaron los preceptos <strong>de</strong>l Señor.<br />
R. Las normas y mandatos que les or<strong>de</strong>nó.<br />
Nona<br />
Ant. Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas.<br />
LECTURA BREVE Hch 5, 41-42<br />
Los apóstoles salieron <strong>de</strong>l Sanedrín contentos <strong>de</strong> haber merecido aquel ultraje por el<br />
nombre <strong>de</strong> Jesús. Ningún día <strong>de</strong>jaban <strong>de</strong> enseñar, en el templo y por las casas,<br />
anunciando el Evangelio <strong>de</strong> Jesucristo.<br />
V. Estad alegres, dice el Señor.<br />
R. Porque vuestros nombres están inscritos en el cielo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Benditos son los pies <strong>de</strong> los que llegan<br />
para anunciar la paz que el mundo espera,<br />
apóstoles <strong>de</strong> Dios que Cristo envía,<br />
voceros <strong>de</strong> su voz, grito <strong>de</strong>l Verbo.<br />
De pie en la encrucijada <strong>de</strong>l camino<br />
<strong>de</strong>l hombre peregrino y <strong>de</strong> los pueblos,<br />
es el fuego <strong>de</strong> Dios el que los lleva<br />
como cristos vivientes a su encuentro.<br />
Abrid, pueblos, la puerta a su llamada,<br />
la verdad y el amor son don que llevan;<br />
no temáis, pecadores, acogedlos,<br />
el perdón y la paz serán su gesto.<br />
Gracias, Señor, que el pan <strong>de</strong> tu palabra<br />
nos llega por tu amor, pan verda<strong>de</strong>ro;<br />
gracias, Señor, que el pan <strong>de</strong> vida nueva<br />
nos llega por tu amor, partido y tierno. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1.Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas.<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Salmo 115<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas.
Ant. 2. Yo estoy en medio <strong>de</strong> vosotros como el que sirve.<br />
Cuando el Señor cambió la suerte <strong>de</strong> Sión,<br />
nos parecía soñar:<br />
la boca se nos llenaba <strong>de</strong> risas,<br />
la lengua <strong>de</strong> cantares.<br />
Hasta los gentiles <strong>de</strong>cían:<br />
"El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con ellos."<br />
El Señor ha estado gran<strong>de</strong> con nosotros,<br />
y estamos alegres.<br />
Que el Señor cambie nuestra suerte,<br />
como los torrentes <strong>de</strong>l Negueb.<br />
Los que sembraban con lágrimas<br />
cosechan entre cantares.<br />
Salmo 125<br />
Al ir, iba llorando,<br />
llevando la semilla;<br />
al volver, vuelve cantando,<br />
trayendo sus gavillas.<br />
Ant. Yo estoy en medio <strong>de</strong> vosotros como el que sirve.<br />
Ant. 3. Ya no os llamo siervos, a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he<br />
oído a mi Padre, os lo he dado a conocer.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Ya no os llamo siervos, a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído<br />
a mi Padre, os lo he dado a conocer.<br />
LECTURA BREVE Ef 4, 11-13<br />
Cristo ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a<br />
otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento <strong>de</strong> los santos, en función <strong>de</strong> su<br />
ministerio, y para la edificación <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> Cristo; hasta que lleguemos todos a la<br />
unidad en la fe y en el conocimiento <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios, al hombre perfecto, a la medida<br />
<strong>de</strong> Cristo en su plenitud.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Contad a los pueblos *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Contad.<br />
V. Sus maravillas a todas las naciones. *La gloria <strong>de</strong>l Señor. Gloria al Padre. Contad.<br />
Magníficat, ant. Cuando llegue la renovación, y el Hijo <strong>de</strong>l hombre se siente en el<br />
trono <strong>de</strong> su gloria, os sentaréis también vosotros en doce tronos para regir a las doce<br />
tribus <strong>de</strong> Israel.<br />
PRECES<br />
Hermanos, edificados sobre el cimiento <strong>de</strong> los apóstoles, oremos al Padre por su pueblo<br />
santo, diciendo:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Padre santo, que quisiste que tu Hijo, resucitado <strong>de</strong> entre los muertos, se manifestara en<br />
primer lugar a los apóstoles,<br />
-haz que también nosotros seamos testigos <strong>de</strong> Cristo hasta los confines <strong>de</strong>l mundo.<br />
Padre santo, que enviaste a tu Hijo al mundo para dar la Buena Noticia a los pobres,<br />
-haz que el Evangelio sea proclamado a toda la creación.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo a sembrar la semilla <strong>de</strong> la palabra,<br />
-danos también a nosotros sembrar tu semilla con nuestro trabajo, para que, alegres,<br />
<strong>de</strong>mos fruto con nuestra perseverancia.<br />
Tú que enviaste a tu Hijo para que reconciliara el mundo contigo,<br />
-haz que también nosotros cooperemos a la reconciliación <strong>de</strong> los hombres.<br />
Tú que has sentado a tu Hijo a tu <strong>de</strong>recha, en el cielo,<br />
-admite a los difuntos en tu reino <strong>de</strong> felicidad.<br />
Padre nuestro.<br />
La oración como en el Propio <strong>de</strong> los santos.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE MÁRTIRES<br />
PARA VARIOS MÁRTIRES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Muchos tormentos sufrieron los santos antes <strong>de</strong> alcanzar la palma <strong>de</strong>l martirio.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?<br />
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
Salmo 117<br />
I
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Ant. Muchos tormentos sufrieron los santos antes <strong>de</strong> alcanzar la palma <strong>de</strong>l martirio.<br />
Ant. 2. Los santos han llegado al reino con la palma <strong>de</strong>l martirio, y <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong><br />
Dios han recibido una corona <strong>de</strong> gloria.<br />
II<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.<br />
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.<br />
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.<br />
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.<br />
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. Los santos han llegado al reino con la palma <strong>de</strong>l martirio, y <strong>de</strong> la mano <strong>de</strong> Dios<br />
han recibido una corona <strong>de</strong> gloria.<br />
Ant. 3. Los mártires murieron por Cristo, pero ahora viven eternamente.<br />
Cántico Cf. 1P 2, 21b-24<br />
Cristo pa<strong>de</strong>ció por nosotros,<br />
<strong>de</strong>jándonos un ejemplo<br />
para que sigamos sus huellas.<br />
Él no cometió pecado<br />
ni encontraron engaño en su boca;
cuando lo insultaban,<br />
no <strong>de</strong>volvía el insulto;<br />
en su pasión no profería amenazas;<br />
al contrario,<br />
se ponía en manos <strong>de</strong>l que juzga justamente.<br />
Cargado con nuestros pecados, subió al leño,<br />
para que, muertos al pecado,<br />
vivamos para la justicia.<br />
Sus heridas nos han curado.<br />
Ant. Los mártires murieron por Cristo, pero ahora viven eternamente.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 35. 37-39<br />
¿Quién podrá apartarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la<br />
persecución?, ¿el hambre?, ¿la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z?, ¿el peligro?, ¿la espada? En todo esto<br />
vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido <strong>de</strong> que ni<br />
muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura,<br />
ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios manifestado en<br />
Cristo Jesús, Señor nuestro.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. La vida <strong>de</strong> los santos está *En las manos <strong>de</strong> Dios. La vida.<br />
V. Y no los tocará el tormento. *En las manos <strong>de</strong> Dios. Gloria al Padre. La vida.<br />
Magníficat, ant. El reino <strong>de</strong> los cielos pertenece a aquellos que, venciendo al mundo,<br />
lavaron sus vestidos en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro y alcanzaron los premios eternos.<br />
PRECES<br />
A la misma hora en que el Rey <strong>de</strong> los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la<br />
entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen <strong>de</strong> todo<br />
martirio,<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque no cesas <strong>de</strong> llamar a los pecadores arrepentidos para los premios <strong>de</strong> tu reino:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque has dado a la Iglesia, como sacrificio, la sangre <strong>de</strong> la alianza nueva y eterna,<br />
<strong>de</strong>rramada para el perdón <strong>de</strong> los pecados:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora<br />
termina:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Padre nuestro.
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que concediste a los mártires N. y N. la gracia <strong>de</strong> morir<br />
por Cristo, ayúdanos en nuestra <strong>de</strong>bilidad para que, así como ellos no dudaron en morir<br />
por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión <strong>de</strong> tu nombre. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Que la oración <strong>de</strong> tus mártires N. y N. nos valga, Señor, en tu presencia, y nos dé la<br />
fortaleza necesaria para confesar con firmeza tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para vírgenes mártires:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> las santas N. y N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para santas mujeres mártires:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tus mártires santas N. y N. nos concedas<br />
el don <strong>de</strong> fortaleza con el que ellas salieron vencedoras en el martirio. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO<br />
Éstos que van vestidos<br />
<strong>de</strong> blancas vestiduras,<br />
¿quiénes son, y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> han venido?<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Todos éstos que ciñen llameantes laureles<br />
han venido <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong> la tribulación.<br />
Todos éstos lavaron sus vestidos <strong>de</strong> boda<br />
en los ríos <strong>de</strong> sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> Dios.<br />
Éstos que van vestidos<br />
<strong>de</strong> blancas vestiduras,<br />
¿quiénes son, y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> han venido?<br />
Son las gentes con hambre que jamás tendrán hambre,<br />
los sedientos que nunca sentirán ya la sed.<br />
Los abreva el Cor<strong>de</strong>ro con el agua <strong>de</strong> vida;<br />
los asume en su muerte; resucitan con él.<br />
Éstos que van vestidos<br />
<strong>de</strong> blancas vestiduras,<br />
¿quiénes son, y <strong>de</strong> dón<strong>de</strong> han venido?<br />
Han venido <strong>de</strong>l llanto para ser consolados;<br />
han salido <strong>de</strong>l fuego y han buscado el frescor.<br />
El Señor les enjuga con sus manos las lágrimas,<br />
con sus manos les guarda contra el fuego <strong>de</strong>l sol.<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu <strong>Santo</strong>.<br />
Por los siglos. Amén.<br />
Testigos <strong>de</strong> amor<br />
<strong>de</strong> Cristo Señor,<br />
mártires santos.<br />
Rosales en flor,<br />
<strong>de</strong> Cristo el olor,<br />
mártires santos.<br />
Palabras en luz<br />
<strong>de</strong> Cristo Jesús,<br />
mártires santos.<br />
Corona inmortal<br />
<strong>de</strong> Cristo total,<br />
mártires santos. Amén.<br />
Ant. 1. En medio <strong>de</strong> sus tormentos, los mártires <strong>de</strong> Cristo contemplaban la gloria <strong>de</strong>l<br />
reino y <strong>de</strong>cían: “Ayúdanos, Señor.”<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
I<br />
II
Ant. 2. Almas y espíritus justos, cantad un himno a Dios. Aleluya.<br />
Ant. 3. Mártires <strong>de</strong>l Señor, alabad al Señor en el cielo.<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5<br />
¡Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, Padre <strong>de</strong> misericordia y Dios<br />
<strong>de</strong>l consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r nosotros alentar a<br />
los <strong>de</strong>más en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos <strong>de</strong><br />
Dios. Si los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en<br />
proporción nuestro ánimo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Los justos *Viven eternamente. Los justos.<br />
V. Reciben <strong>de</strong> Dios su recompensa. * Viven eternamente. Gloria al Padre. Los justos.<br />
Benedictus, ant. Dichosos los perseguidos por causa <strong>de</strong> la justicia, pues <strong>de</strong> ellos es el<br />
reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
PRECES<br />
Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a<br />
los santos mártires que murieron a causa <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios, aclamémoslo,<br />
diciendo:<br />
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que entregaron libremente su vida como<br />
testimonio <strong>de</strong> la fe,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, la verda<strong>de</strong>ra libertad <strong>de</strong> espíritu.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que proclamaron la fe hasta <strong>de</strong>rramar su<br />
sangre,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, la integridad y la constancia <strong>de</strong> la fe.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que soportando la cruz, siguieron tus pasos,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, soportar con generosidad las contrarieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que lavaron su manto en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, vencer las obras <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> la carne.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que concediste a los mártires N. y N. la gracia <strong>de</strong> morir<br />
por Cristo, ayúdanos en nuestra <strong>de</strong>bilidad para que, así como ellos no dudaron en morir<br />
por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión <strong>de</strong> tu nombre. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Que la oración <strong>de</strong> tus mártires N. y N. nos valga, Señor, en tu presencia, y nos dé la<br />
fortaleza necesaria para confesar con firmeza tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para vírgenes mártires:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> las santas N. y N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para santas mujeres mártires:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tus mártires santas N. y N. nos concedas<br />
el don <strong>de</strong> fortaleza con el que ellas salieron vencedoras en el martirio. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. El Señor les dio la victoria en la dura batalla, para que supieran que la sabiduría<br />
es más fuerte que nada.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 10-11<br />
Tras un breve pa<strong>de</strong>cer, el mismo Dios <strong>de</strong> toda gracia, que os ha llamado en Cristo a<br />
su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el po<strong>de</strong>r por los<br />
siglos. Amén.<br />
V. Los santos esperan en el Señor.<br />
R. Serán fuertes y no fallarán.<br />
Sexta<br />
Ant. El Señor los coronó con una dia<strong>de</strong>ma <strong>de</strong> justicia y les dio un nombre <strong>de</strong> gloria.<br />
LECTURA BREVE Cf. Hb 11, 33<br />
Los santos, por medio <strong>de</strong> la fe en Cristo, nuestro Señor, subyugaron reinos,<br />
practicaron la justicia, obtuvieron promesas.<br />
V. Vuestra tristeza.<br />
R. Se convertirá en alegría.<br />
Nona<br />
Ant. Al ir, iban llorando, llevando la semilla.<br />
LECTURA BREVE Sb 3, 1-2a. 3b<br />
La vida <strong>de</strong> los justos están en manos <strong>de</strong> Dios y no los tocará el tormento. La gente<br />
insensata pensaba que morían, pero ellos están en paz.<br />
V. Al volver vuelven cantando.<br />
R. Trayendo sus gavillas.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Espíritus sublimes, ¡oh mártires gloriosos!,<br />
felices moradores <strong>de</strong> la inmortal Sión,<br />
rogad por los que luchan en las batallas recias,<br />
que alcancen la victoria y eterno galardón.<br />
¡Oh mártires gloriosos <strong>de</strong> rojas vestiduras,<br />
que brillan con eternos fulgores ante Dios!<br />
Con vuestro riego crezca la semilla,<br />
y el campo <strong>de</strong> las mieses se cubra ya en sazón. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Los cuerpos <strong>de</strong> los santos fueron sepultados en paz, y su fama vive por<br />
generaciones.<br />
Salmo 114<br />
Amo al Señor, porque escucha<br />
mi voz suplicante,<br />
porque inclina su oído hacia mí<br />
el día que lo invoco.<br />
Me envolvían re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> muerte,<br />
me alcanzaron los lazos <strong>de</strong>l abismo,<br />
caí en tristeza y angustia.<br />
Invoqué el nombre <strong>de</strong>l Señor:<br />
"Señor, salva mi vida."<br />
El Señor es benigno y justo,<br />
nuestro Dios es compasivo;<br />
el Señor guarda a los sencillos:<br />
estando yo sin fuerzas me salvó.<br />
Alma mía, recobra tu calma,<br />
que el Señor fue bueno contigo:<br />
arrancó mi vida <strong>de</strong> la muerte,<br />
mis pies <strong>de</strong> la caída.<br />
Caminaré en presencia <strong>de</strong>l Señor<br />
en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Ant. Los cuerpos <strong>de</strong> los santos fueron sepultados en paz, y su fama vive por<br />
generaciones.<br />
Ant. 2. Yo estoy en medio <strong>de</strong> vosotros como el que sirve.<br />
Salmo 115<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. Yo estoy en medio <strong>de</strong> vosotros como el que sirve.<br />
Ant. 3. Éstos son aquellos santos que entregaron sus cuerpos para ser fieles a la<br />
alianza <strong>de</strong> Dios y han lavado sus mantos en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. Éstos son aquellos santos que entregaron sus cuerpos para ser fieles a la alianza<br />
<strong>de</strong> Dios y han lavado sus mantos en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro.<br />
LECTURA BREVE 1P 4, 13-14<br />
Queridos hermanos, estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo,<br />
para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo. Si os ultrajan por el nombre<br />
<strong>de</strong> Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu <strong>de</strong> la gloria, el Espíritu <strong>de</strong> Dios, reposa<br />
sobre vosotros.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Alegraos, justos, *Y gozad con el Señor. Alegraos.<br />
V. Aclamadlo, los <strong>de</strong> corazón sincero. *Y gozad con el Señor. Gloria al Padre.<br />
Alegraos.<br />
Magníficat, ant. Se alegran en el cielo los santos que siguieron las huellas <strong>de</strong> Cristo,<br />
y porque le amaron hasta <strong>de</strong>rramar su sangre reinan con el Señor eternamente.<br />
PRECES<br />
A la misma hora en que el Rey <strong>de</strong> los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la<br />
entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen <strong>de</strong> todo<br />
martirio,<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque no cesas <strong>de</strong> llamar a los pecadores arrepentidos para los premios <strong>de</strong> tu reino:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque hoy hemos ofrecido la sangre <strong>de</strong> la alianza nueva y eterna, <strong>de</strong>rramada para el<br />
perdón <strong>de</strong> los pecados:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora<br />
termina:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que concediste a los mártires N. y N. la gracia <strong>de</strong> morir<br />
por Cristo, ayúdanos en nuestra <strong>de</strong>bilidad para que, así como ellos no dudaron en morir<br />
por ti, así también nosotros nos mantengamos fuertes en la confesión <strong>de</strong> tu nombre. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Que la oración <strong>de</strong> tus mártires N. y N. nos valga, Señor, en tu presencia, y nos dé la<br />
fortaleza necesaria para confesar con firmeza tu verdad. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para vírgenes mártires:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> las santas N. y N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para santas mujeres mártires:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tus mártires santas N. y N. nos concedas<br />
el don <strong>de</strong> fortaleza con el que ellas salieron vencedoras en el martirio. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
PARA UN MÁRTIR<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Si alguno <strong>de</strong>clara por mí ante los hombres, también el Hijo <strong>de</strong>l hombre<br />
<strong>de</strong>clarará por él ante mi Padre.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Israel:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Diga la casa <strong>de</strong> Aarón:<br />
eterna es su misericordia.<br />
Digan los fieles <strong>de</strong>l Señor:<br />
eterna es su misericordia.<br />
En el peligro grité al Señor,<br />
y me escuchó, poniéndome a salvo.<br />
El Señor está conmigo: no temo;<br />
¿qué podrá hacerme el hombre?<br />
El Señor está conmigo y me auxilia,<br />
veré la <strong>de</strong>rrota <strong>de</strong> mis adversarios.<br />
Mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los hombres,<br />
mejor es refugiarse en el Señor<br />
que fiarse <strong>de</strong> los jefes.<br />
Todos los pueblos me ro<strong>de</strong>aban,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban cerrando el cerco,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé;<br />
me ro<strong>de</strong>aban como avispas,<br />
ardiendo como fuego en las zarzas,<br />
en el nombre <strong>de</strong>l Señor los rechacé.<br />
Empujaban y empujaban para <strong>de</strong>rribarme,<br />
pero el Señor me ayudó;<br />
el Señor es mi fuerza y mi energía,<br />
él es mi salvación.<br />
Escuchad: hay cantos <strong>de</strong> victoria<br />
en las tiendas <strong>de</strong> los justos:<br />
“La diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa,<br />
Salmo 117<br />
I
la diestra <strong>de</strong>l Señor es excelsa,<br />
la diestra <strong>de</strong>l Señor es po<strong>de</strong>rosa.”<br />
No he <strong>de</strong> morir, viviré<br />
para contar las hazañas <strong>de</strong>l Señor.<br />
Me castigó el Señor, me castigó el Señor,<br />
pero no me entregó a la muerte.<br />
Ant. Si alguno <strong>de</strong>clara por mí ante los hombres, también el Hijo <strong>de</strong>l hombre<br />
<strong>de</strong>clarará por él ante mi Padre.<br />
Ant. 2. “El que me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz <strong>de</strong> la<br />
vida”, dice el Señor.<br />
II<br />
Abridme las puertas <strong>de</strong>l triunfo,<br />
y entraré para dar gracias al Señor.<br />
-Ésta es la puerta <strong>de</strong>l Señor:<br />
los vencedores entrarán por ella.<br />
-Te doy gracias porque me escuchaste<br />
y fuiste mi salvación.<br />
La piedra que <strong>de</strong>secharon los arquitectos<br />
es ahora la piedra angular.<br />
Es el Señor quien lo ha hecho,<br />
ha sido un milagro patente.<br />
Éste es el día en que actuó el Señor:<br />
sea nuestra alegría y nuestro gozo.<br />
Señor, danos la salvación;<br />
Señor, danos prosperidad.<br />
-Bendito el que viene en nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
os ben<strong>de</strong>cimos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor;<br />
el Señor es Dios, él nos ilumina.<br />
-Or<strong>de</strong>nad una procesión con ramos<br />
hasta los ángulos <strong>de</strong>l altar.<br />
Tú eres mi Dios, te doy gracias;<br />
Dios mío, yo te ensalzo.<br />
Dad gracias al Señor porque es bueno,<br />
porque es eterna su misericordia.<br />
Ant. “El que me sigue no camina en las tinieblas, sino que tendrá la luz <strong>de</strong> la vida”,<br />
dice el Señor.<br />
Ant. 3. Si los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo rebosan sobre nosotros, también por Cristo<br />
rebosa nuestro consuelo.<br />
Cántico Cf. 1P 2, 21b-24<br />
Cristo pa<strong>de</strong>ció por nosotros,<br />
<strong>de</strong>jándonos un ejemplo<br />
para que sigamos sus huellas.
Él no cometió pecado<br />
ni encontraron engaño en su boca;<br />
cuando lo insultaban,<br />
no <strong>de</strong>volvía el insulto;<br />
en su pasión no profería amenazas;<br />
al contrario,<br />
se ponía en manos <strong>de</strong>l que juzga justamente.<br />
Cargado con nuestros pecados, subió al leño,<br />
para que, muertos al pecado,<br />
vivamos para la justicia.<br />
Sus heridas nos han curado.<br />
Ant. Los mártires murieron por Cristo, pero ahora viven eternamente.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 35. 37-39<br />
¿Quién podrá apartarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Cristo?: ¿la aflicción?, ¿la angustia?, ¿la<br />
persecución?, ¿el hambre?, ¿la <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z?, ¿el peligro?, ¿la espada? En todo esto<br />
vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado. Pues estoy convencido <strong>de</strong> que ni<br />
muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura,<br />
ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios manifestado en<br />
Cristo Jesús, Señor nuestro.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
Para un mártir:<br />
R. Lo coronaste *De gloria y dignidad, Señor. Lo coronaste.<br />
V. Le diste el mando sobre las obras <strong>de</strong> tus manos. * De gloria y dignidad, Señor.<br />
Gloria al Padre. Lo coronaste.<br />
Para una mártir<br />
R. El Señor la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. El Señor.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. * Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para un mártir: Este santo combatió hasta la muerte por ser fiel al Señor, sin temer<br />
las amenazas <strong>de</strong> los enemigos; estaba cimentado sobre roca firme.<br />
Para una mártir: Se ciñó la cintura con firmeza y <strong>de</strong>splegó la fuerza <strong>de</strong> sus brazos;<br />
por ello, no se apagará nunca su lámpara.<br />
PRECES<br />
A la misma hora en que el Rey <strong>de</strong> los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la<br />
entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen <strong>de</strong> todo<br />
martirio,<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque no cesas <strong>de</strong> llamar a los pecadores arrepentidos para los premios <strong>de</strong> tu reino:<br />
Te glorificamos, Señor.
Porque has dado a la Iglesia, como sacrificio, la sangre <strong>de</strong> la alianza nueva y eterna,<br />
<strong>de</strong>rramada para el perdón <strong>de</strong> los pecados:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora<br />
termina:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios <strong>de</strong> todo po<strong>de</strong>r y misericordia, que infundiste tu fuerza a san N. para que pudiera<br />
soportar el dolor <strong>de</strong>l martirio, conce<strong>de</strong> a los que hoy celebramos su victoria vivir<br />
<strong>de</strong>fendidos <strong>de</strong> los engaños <strong>de</strong>l enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que concediste al mártir san N. pelear el combate <strong>de</strong> la fe hasta<br />
<strong>de</strong>rramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a soportar por tu amor la<br />
adversidad, y a caminar con valentía hacia ti, fuente <strong>de</strong> toda vida. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Para una virgen mártir:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> santa N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una santa mujer mártir:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tu mártir santa N. nos concedas el don<br />
<strong>de</strong> fortaleza con el que ella salió vencedora en el martirio. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
“Quien entrega su vida por amor<br />
la gana para siempre”,<br />
dice el Señor.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Aquí el bautismo proclama<br />
su voz <strong>de</strong> gloria y <strong>de</strong> muerte.<br />
Aquí la unción se hace fuerte<br />
contra el cuchillo y la llama.<br />
Mirad cómo se <strong>de</strong>rrama mi sangre por cada herida.<br />
Si Cristo fue mi comida,<br />
<strong>de</strong>jadme ser pan y vino<br />
en el lagar y el molino<br />
don<strong>de</strong> me arrancan la vida. Amén.<br />
Ant. 1. Te alabarán mis labios, Señor, porque tu gracia vale más que la vida.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Mártires <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor por los siglos.<br />
Ant. 3. “Al vencedor lo pondré <strong>de</strong> columna en mi santuario”, dice el Señor.<br />
LECTURA BREVE 2Co 1, 3-5<br />
¡Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo, Padre <strong>de</strong> misericordia y Dios<br />
<strong>de</strong>l consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r nosotros alentar a<br />
los <strong>de</strong>más en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos <strong>de</strong><br />
Dios. Si los sufrimientos <strong>de</strong> Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en<br />
proporción nuestro ánimo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor es mi fuerza *Y mi energía. El Señor.<br />
V. Él es mi salvación. * Y mi energía. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Benedictus, ant. El que se aborrece a sí mismo en este mundo se guardará para la<br />
vida eterna.<br />
PRECES<br />
Celebremos, amados hermanos, a nuestro Salvador, el testigo fiel, y, al recordar hoy a<br />
los santos mártires que murieron a causa <strong>de</strong> la palabra <strong>de</strong> Dios, aclamémoslo,<br />
diciendo:<br />
Nos has comprado, Señor, con tu sangre.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que entregaron libremente su vida como<br />
testimonio <strong>de</strong> la fe,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, la verda<strong>de</strong>ra libertad <strong>de</strong> espíritu.
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que proclamaron la fe hasta <strong>de</strong>rramar su<br />
sangre,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, la integridad y la constancia <strong>de</strong> la fe.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que soportando la cruz, siguieron tus pasos,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, soportar con generosidad las contrarieda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la vida.<br />
Por la intercesión <strong>de</strong> los santos mártires, que lavaron su manto en la sangre <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, vencer las obras <strong>de</strong>l mundo y <strong>de</strong> la carne.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios <strong>de</strong> todo po<strong>de</strong>r y misericordia, que infundiste tu fuerza a san N. para que pudiera<br />
soportar el dolor <strong>de</strong>l martirio, conce<strong>de</strong> a los que hoy celebramos su victoria vivir<br />
<strong>de</strong>fendidos <strong>de</strong> los engaños <strong>de</strong>l enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que concediste al mártir san N. pelear el combate <strong>de</strong> la fe hasta<br />
<strong>de</strong>rramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a soportar por tu amor la<br />
adversidad, y a caminar con valentía hacia ti, fuente <strong>de</strong> toda vida. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
Para una virgen mártir:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> santa N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una santa mujer mártir:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tu mártir santa N. nos concedas el don<br />
<strong>de</strong> fortaleza con el que ella salió vencedora en el martirio. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. El Señor le dio la victoria en la dura batalla, para que supiera que la sabiduría es<br />
más fuerte que nada.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 10-11<br />
Tras un breve pa<strong>de</strong>cer, el mismo Dios <strong>de</strong> toda gracia, que os ha llamado en Cristo a<br />
su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el po<strong>de</strong>r por los<br />
siglos. Amén.<br />
V. Los santos esperan en el Señor.<br />
R. Serán fuertes y no fallarán.<br />
Sexta<br />
Ant. El Señor lo (la) coronó con una dia<strong>de</strong>ma <strong>de</strong> justicia y le dio un nombre <strong>de</strong><br />
gloria.<br />
LECTURA BREVE St 1, 12<br />
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la<br />
corona <strong>de</strong> la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman.<br />
V. En Dios confío y no temo.<br />
R. ¿Qué podrá hacerme un mortal?<br />
Nona<br />
Ant. Al ir, iban llorando, llevando la semilla.<br />
LECTURA BREVE Sb 3, 1-2a. 3b<br />
La vida <strong>de</strong> los justos están en manos <strong>de</strong> Dios y no los tocará el tormento. La gente<br />
insensata pensaba que morían, pero ellos están en paz.<br />
V. Al volver vuelven cantando.<br />
R. Trayendo sus gavillas.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Palabra <strong>de</strong>l Señor ya rubricada<br />
es la vida <strong>de</strong>l mártir, ofrecida<br />
como una prueba fiel <strong>de</strong> que la espada<br />
no pue<strong>de</strong> ya truncar la fe vivida.<br />
II Vísperas<br />
Fuente <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> luz es su memoria,<br />
coraje para el justo en la batalla<br />
<strong>de</strong>l bien, <strong>de</strong> la verdad, siempre victoria<br />
que, en vida y muerte, el justo en Cristo halla.<br />
Martirio es el dolor <strong>de</strong> cada día,<br />
si en Cristo y con amor es aceptado,<br />
fuego lento <strong>de</strong> amor que, en la alegría<br />
<strong>de</strong> servir al Señor, es consumado.<br />
Concé<strong>de</strong>nos, oh Padre, sin medida,<br />
y tú, Señor Jesús crucificado,<br />
el fuego <strong>de</strong>l Espíritu <strong>de</strong> vida<br />
para vivir el don que nos has dado. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y se<br />
venga conmigo.<br />
Salmo 114<br />
Amo al Señor, porque escucha<br />
mi voz suplicante,<br />
porque inclina su oído hacia mí<br />
el día que lo invoco.<br />
Me envolvían re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> muerte,<br />
me alcanzaron los lazos <strong>de</strong>l abismo,<br />
caí en tristeza y angustia.<br />
Invoqué el nombre <strong>de</strong>l Señor:<br />
"Señor, salva mi vida."<br />
El Señor es benigno y justo,<br />
nuestro Dios es compasivo;<br />
el Señor guarda a los sencillos:<br />
estando yo sin fuerzas me salvó.<br />
Alma mía, recobra tu calma,<br />
que el Señor fue bueno contigo:<br />
arrancó mi vida <strong>de</strong> la muerte,<br />
mis pies <strong>de</strong> la caída.<br />
Caminaré en presencia <strong>de</strong>l Señor<br />
en el país <strong>de</strong> la vida.<br />
Ant. El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz y se venga<br />
conmigo.
Ant. 2. A quien me sirva, mi Padre <strong>de</strong>l cielo lo premiará.<br />
Tenía fe, aun cuando dije:<br />
" ¡Qué <strong>de</strong>sgraciado soy!".<br />
Yo <strong>de</strong>cía en mi apuro:<br />
"Los hombres son unos mentirosos".<br />
¿Cómo pagaré al Señor<br />
todo el bien que me ha hecho?<br />
Alzaré la copa <strong>de</strong> la salvación,<br />
invocando su nombre.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo.<br />
Mucho le cuesta al Señor<br />
la muerte <strong>de</strong> sus fieles.<br />
Señor, yo soy tu siervo,<br />
siervo tuyo, hijo <strong>de</strong> tu esclava:<br />
rompiste mis ca<strong>de</strong>nas.<br />
Salmo 115<br />
Te ofreceré un sacrificio <strong>de</strong> alabanza,<br />
invocando tu nombre, Señor.<br />
Cumpliré al Señor mis votos<br />
en presencia <strong>de</strong> todo el pueblo,<br />
en el atrio <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong>l Señor,<br />
en medio <strong>de</strong> ti, Jerusalén.<br />
Ant. A quien me sirva, mi Padre <strong>de</strong>l cielo lo premiará.<br />
Ant. 3. El que pierda su vida por mí la encontrará para siempre.<br />
Cántico Ap 4,11; 5, 9-10. 12<br />
Eres digno, Señor Dios nuestro,<br />
<strong>de</strong> recibir la gloria, el honor y el po<strong>de</strong>r,<br />
porque tú has creado el universo;<br />
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.<br />
Eres digno <strong>de</strong> tomar el libro y abrir sus sellos,<br />
porque fuiste <strong>de</strong>gollado<br />
y con tu sangre compraste para Dios<br />
hombres <strong>de</strong> toda raza, lengua, pueblo y nación;<br />
y has hecho <strong>de</strong> ellos para nuestro Dios<br />
un reino <strong>de</strong> sacerdotes,<br />
y reinan sobre la tierra.<br />
Digno es el cor<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>gollado<br />
<strong>de</strong> recibir el po<strong>de</strong>r, la riqueza y la sabiduría,<br />
la fuerza y el honor, la gloria y la alabanza.<br />
Ant. El que pierda su vida por mí la encontrará para siempre.
LECTURA BREVE 1P 4, 13-14<br />
Queridos hermanos, estad alegres cuando compartís los pa<strong>de</strong>cimientos <strong>de</strong> Cristo,<br />
para que, cuando se manifieste su gloria, reboséis <strong>de</strong> gozo. Si os ultrajan por el nombre<br />
<strong>de</strong> Cristo, dichosos vosotros, porque el Espíritu <strong>de</strong> la gloria, el Espíritu <strong>de</strong> Dios, reposa<br />
sobre vosotros.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Oh Dios, nos pusiste a prueba, *Pero nos has dado respiro. Oh Dios.<br />
V. Nos refinaste como refinan la plata. * Pero nos has dado respiro. Gloria al Padre.<br />
Oh Dios.<br />
Magníficat, ant. Los santos tienen su morada en el reino <strong>de</strong> Dios, y allí han<br />
encontrado <strong>de</strong>scanso eterno.<br />
PRECES<br />
A la misma hora en que el Rey <strong>de</strong> los mártires ofreció su vida, en la última cena, y la<br />
entregó en la cruz, démosle gracias, diciendo:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque nos amaste hasta el extremo, Salvador nuestro, principio y origen <strong>de</strong> todo<br />
martirio,<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque no cesas <strong>de</strong> llamar a los pecadores arrepentidos para los premios <strong>de</strong> tu reino:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque hoy hemos ofrecido la sangre <strong>de</strong> la alianza nueva y eterna, <strong>de</strong>rramada para el<br />
perdón <strong>de</strong> los pecados:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque, con tu gracia, nos has dado perseverancia en la fe durante el día que ahora<br />
termina:<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Porque has asociado a tu muerte a nuestros hermanos difuntos.<br />
Te glorificamos, Señor.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Dios <strong>de</strong> todo po<strong>de</strong>r y misericordia, que infundiste tu fuerza a san N. para que pudiera<br />
soportar el dolor <strong>de</strong>l martirio, conce<strong>de</strong> a los que hoy celebramos su victoria vivir<br />
<strong>de</strong>fendidos <strong>de</strong> los engaños <strong>de</strong>l enemigo bajo tu protección amorosa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, que concediste al mártir san N. pelear el combate <strong>de</strong> la fe hasta<br />
<strong>de</strong>rramar su sangre, te rogamos que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a soportar por tu amor la<br />
adversidad, y a caminar con valentía hacia ti, fuente <strong>de</strong> toda vida. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.
Para una virgen mártir:<br />
Padre nuestro <strong>de</strong>l cielo, que hoy nos alegras con la fiesta anual <strong>de</strong> santa N.,<br />
concé<strong>de</strong>nos la ayuda <strong>de</strong> sus méritos a los que hemos sido iluminados con el ejemplo <strong>de</strong><br />
su virginidad y <strong>de</strong> su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una santa mujer mártir:<br />
Padre todopo<strong>de</strong>roso, por gracia tuya la fuerza se realiza en la <strong>de</strong>bilidad; por esto te<br />
pedimos que a cuantos celebramos el triunfo <strong>de</strong> tu mártir santa N. nos concedas el don<br />
<strong>de</strong> fortaleza con el que ella salió vencedora en el martirio. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE PASTORES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacienten con ciencia y<br />
doctrina.<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Salmo 112<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Os daré pastores conforme a mi corazón, que os apacienten con ciencia y<br />
doctrina.<br />
Ant. 2. Yo mismo apacentaré mis ovejas; buscaré a las perdidas y haré volver a las<br />
<strong>de</strong>scarriadas.<br />
Salmo 145<br />
Alaba, alma mía, al Señor:<br />
alabaré al Señor mientras viva,<br />
tañeré para mi Dios mientras exista.<br />
No confiéis en los príncipes,<br />
seres <strong>de</strong> polvo que no pue<strong>de</strong>n salvar;<br />
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,<br />
ese día perecen sus planes.<br />
Dichoso a quien auxilia el Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
el que espera en el Señor, su Dios,<br />
que hizo el cielo y la tierra,<br />
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fi<strong>de</strong>lidad perpetuamente,<br />
que hace justicia a los oprimidos,<br />
que da pan a los hambrientos.<br />
El Señor liberta a los cautivos,<br />
el Señor abre los ojos al ciego,<br />
el Señor en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan,<br />
el Señor ama a los justos.<br />
El Señor guarda a los peregrinos,<br />
sustenta al huérfano y a la viuda<br />
y trastorna el camino <strong>de</strong> los malvados.<br />
El Señor reina eternamente,<br />
tu Dios, Sión, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Yo mismo apacentaré mis ovejas; buscaré a las perdidas y haré volver a las<br />
<strong>de</strong>scarriadas.<br />
Ant. 3. El buen pastor da su vida por las ovejas.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. El buen pastor da su vida por las ovejas.
LECTURA BREVE 1P 5, 1-4<br />
A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y partícipe <strong>de</strong> la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed<br />
pastores <strong>de</strong>l rebaño <strong>de</strong> Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza,<br />
sino <strong>de</strong> buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad;<br />
no como déspotas sobre la heredad <strong>de</strong> Dios, sino convirtiéndonos en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l<br />
rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona <strong>de</strong> gloria que no se<br />
marchita.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sacerdotes <strong>de</strong>l Señor, *Ben<strong>de</strong>cid al Señor. Sacerdotes.<br />
V. <strong>Santo</strong>s y humil<strong>de</strong>s <strong>de</strong> corazón, alabad a Dios. * Ben<strong>de</strong>cid al Señor. Gloria al<br />
Padre. Sacerdotes.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para un papa u obispo: Sacerdote Altísimo, mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s, pastor bueno <strong>de</strong>l<br />
pueblo, tú agradaste al Señor.<br />
Para un presbítero: Me he hecho todo a todos, para salvarlos a todos.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice a favor <strong>de</strong> los hombres, en lo que se refiere<br />
a Dios, y supliquémosle humil<strong>de</strong>mente, diciendo:<br />
Salva a tu pueblo, Señor.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> pastores santos y eximios, has hecho resplan<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> modo<br />
admirable a tu Iglesia,<br />
-haz que los cristianos se alegren siempre <strong>de</strong> ese resplandor.<br />
Tú que, cuando los santos pastores te suplicaban, como Moisés, perdonaste los pecados<br />
<strong>de</strong>l pueblo,<br />
-santifica, por su intercesión, a tu Iglesia con una purificación continua.<br />
Tú que, en medio <strong>de</strong> los fieles, consagraste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los<br />
dirigiste,<br />
-llena <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> a todos los que rigen a tu pueblo.<br />
Tú que fuiste el lote y la heredad <strong>de</strong> los santos pastores,<br />
-no permitas que ninguno <strong>de</strong> los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado <strong>de</strong><br />
ti.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> los pastores <strong>de</strong> la Iglesia, das la vida eterna a tus ovejas para que<br />
nadie las arrebate <strong>de</strong> tu mano,<br />
-salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Para un papa:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que pusiste al papa san N. al frente <strong>de</strong> tu pueblo, para<br />
que con su ejemplo y su palabra lo ayudara a crecer en santidad, protege, por su
intercesión, a los pastores <strong>de</strong> la Iglesia y al rebaño que les has confiado, para que<br />
siempre caminen por las sendas <strong>de</strong> la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un obispo:<br />
Señor, tú que has querido contar en el número <strong>de</strong> los santos pastores a tu siervo san<br />
N., y lo has hecho brillar por el fuego <strong>de</strong> la caridad y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una fe que vence al<br />
mundo, haz que, por su intercesión, perseveremos en la fe y en el amor, y merezcamos<br />
así participar <strong>de</strong> la gloria con que lo coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un fundador <strong>de</strong> una Iglesia:<br />
Señor, tú que por la predicación <strong>de</strong> tu (obispo) san N. llamaste a nuestros padres a la<br />
luz <strong>de</strong>l Evangelio, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, crecer continuamente en la gracia y<br />
en el conocimiento <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un pastor:<br />
Señor, luz <strong>de</strong> tu pueblo y pastor <strong>de</strong> los hombres, que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Iglesia, has<br />
confiado a (tu obispo) san N. la misión <strong>de</strong> apacentar a tu pueblo con su predicación y <strong>de</strong><br />
iluminarlo con su vida y su ejemplo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, guardar íntegro el<br />
don <strong>de</strong> la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó su ejemplo. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que infundiste en (tu obispo) san N. espíritu <strong>de</strong> verdad y <strong>de</strong><br />
amor para apacentar a tu pueblo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su memoria crecer en<br />
santidad, imitando su ejemplo, y recibir el auxilio <strong>de</strong> su intercesión po<strong>de</strong>rosa. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un misionero:<br />
Dios y Señor nuestro, que por tu amor hacia los hombre has querido que san N.<br />
anunciara a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, concé<strong>de</strong>nos, por su<br />
intercesión, crecer en el conocimiento <strong>de</strong> tu misterio y vivir siempre según el Evangelio,<br />
dando fruto abundante <strong>de</strong> buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Cristo, cabeza, rey <strong>de</strong> los pastores,<br />
el pueblo entero, madrugando a fiesta,<br />
canta a la gloria <strong>de</strong> tu sacerdote<br />
himnos sagrados.<br />
Con abundancia <strong>de</strong> sagrado crisma,<br />
la unción profunda <strong>de</strong> tu <strong>Santo</strong> Espíritu<br />
le armó guerrero y le nombró en la Iglesia<br />
jefe <strong>de</strong>l pueblo.<br />
Él fue pastor y forma <strong>de</strong>l rebaño,<br />
luz para el ciego, báculo <strong>de</strong>l pobre,<br />
padre común, presencia provi<strong>de</strong>nte,<br />
todo <strong>de</strong> todos.<br />
Tú que coronas sus merecimientos,<br />
danos la gracia <strong>de</strong> imitar su vida,<br />
y al fin, sumisos a su magisterio,<br />
danos su gloria. Amén.<br />
Ant. 1. Vosotros sois la luz <strong>de</strong>l mundo. No se pue<strong>de</strong> ocultar una ciudad puesta en lo<br />
alto <strong>de</strong> un monte.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y<br />
<strong>de</strong>n gloria a vuestro Padre.<br />
Ant. 3. La palabra <strong>de</strong> Dios es viva y eficaz, más tajante que espada <strong>de</strong> doble filo.<br />
LECTURA BREVE Hb 13, 7-9a<br />
Acordaos <strong>de</strong> vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra <strong>de</strong> Dios; fijaos en el<br />
<strong>de</strong>senlace <strong>de</strong> su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre. No os<br />
<strong>de</strong>jéis arrastrar por doctrinas complicadas y extrañas.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Sobre tus murallas, Jerusalén, *He colocado centinelas. Sobre.<br />
V. Ni <strong>de</strong> día ni <strong>de</strong> noche <strong>de</strong>jarán <strong>de</strong> anunciar el nombre <strong>de</strong>l Señor. * He colocado<br />
centinelas. Gloria al Padre. Sobre.<br />
Benedictus, ant. No seréis vosotros los que habléis, el Espíritu <strong>de</strong> vuestro Padre<br />
hablará por vosotros.<br />
PRECES<br />
Demos gracias a Cristo, el buen Pastor que entregó la vida por sus ovejas, y<br />
supliquémosle, diciendo:<br />
Apacienta a tu pueblo, Señor.<br />
Señor Jesucristo, que en los santos pastores nos has revelado tu misericordia y tu amor,<br />
-haz que por ellos continúe llegando a nosotros tu acción misericordiosa.
Señor Jesucristo, que a través <strong>de</strong> los santos pastores sigues siendo el único pastor <strong>de</strong> tu<br />
pueblo,<br />
-no <strong>de</strong>jes <strong>de</strong> guiarnos siempre por medio <strong>de</strong> ellos.<br />
Señor Jesucristo, que por medio <strong>de</strong> los santos pastores eres el médico <strong>de</strong> los cuerpos y<br />
<strong>de</strong> las almas,<br />
-haz que nunca falten a tu Iglesia los ministros que nos guíen por las sendas <strong>de</strong> una<br />
vida santa.<br />
Señor Jesucristo, que has adoctrinado a tu Iglesia con la pru<strong>de</strong>ncia y el amor <strong>de</strong> los<br />
santos,<br />
-haz que, guiados por nuestros pastores, progresemos en la santidad.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Para un papa:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que pusiste al papa san N. al frente <strong>de</strong> tu pueblo, para<br />
que con su ejemplo y su palabra lo ayudara a crecer en santidad, protege, por su<br />
intercesión, a los pastores <strong>de</strong> la Iglesia y al rebaño que les has confiado, para que<br />
siempre caminen por las sendas <strong>de</strong> la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un obispo:<br />
Señor, tú que has querido contar en el número <strong>de</strong> los santos pastores a tu siervo san<br />
N., y lo has hecho brillar por el fuego <strong>de</strong> la caridad y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una fe que vence al<br />
mundo, haz que, por su intercesión, perseveremos en la fe y en el amor, y merezcamos<br />
así participar <strong>de</strong> la gloria con que lo coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un fundador <strong>de</strong> una Iglesia:<br />
Señor, tú que por la predicación <strong>de</strong> tu (obispo) san N. llamaste a nuestros padres a la<br />
luz <strong>de</strong>l Evangelio, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, crecer continuamente en la gracia y<br />
en el conocimiento <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un pastor:<br />
Señor, luz <strong>de</strong> tu pueblo y pastor <strong>de</strong> los hombres, que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Iglesia, has<br />
confiado a (tu obispo) san N. la misión <strong>de</strong> apacentar a tu pueblo con su predicación y <strong>de</strong><br />
iluminarlo con su vida y su ejemplo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, guardar íntegro el<br />
don <strong>de</strong> la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó su ejemplo. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que infundiste en (tu obispo) san N. espíritu <strong>de</strong> verdad y <strong>de</strong><br />
amor para apacentar a tu pueblo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su memoria crecer en<br />
santidad, imitando su ejemplo, y recibir el auxilio <strong>de</strong> su intercesión po<strong>de</strong>rosa. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un misionero:<br />
Dios y Señor nuestro, que por tu amor hacia los hombre has querido que san N.<br />
anunciara a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, concé<strong>de</strong>nos, por su<br />
intercesión, crecer en el conocimiento <strong>de</strong> tu misterio y vivir siempre según el Evangelio,<br />
dando fruto abundante <strong>de</strong> buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Padre, como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 4, 16<br />
Cuídate tú y cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que<br />
te escuchan.<br />
V. Escogió el Señor a su siervo.<br />
R. Para pastorear a Jacob, su heredad.<br />
Sexta<br />
Ant. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me<br />
ha enviado.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 1, 12<br />
Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió <strong>de</strong> mí y me<br />
confió este ministerio.<br />
V. No me avergüenzo <strong>de</strong>l Evangelio.<br />
R. Que es una fuerza <strong>de</strong> Dios para la salvación.<br />
Nona<br />
Ant. Nosotros somos colaboradores <strong>de</strong> Dios, y vosotros, campo <strong>de</strong> Dios, edificio <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 3, 13<br />
Los que se hayan distinguido en el servicio progresarán y tendrán libertad para<br />
exponer la fe en Cristo Jesús.<br />
V. Si el Señor no construye la casa.<br />
R. En vano se cansan los albañiles.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Cantemos al Señor con alegría,<br />
unidos a la voz <strong>de</strong>l pastor santo;<br />
<strong>de</strong>mos gracias a Dios, que es luz y guía,<br />
solícito pastor <strong>de</strong> su rebaño.<br />
Es su voz y su amor el que nos llama<br />
en la voz <strong>de</strong>l pastor que él ha elegido,<br />
es su amor infinito el que nos ama<br />
en la entrega y amor <strong>de</strong> este otro cristo.<br />
Conociendo en la fe su fiel presencia,<br />
hambrientos <strong>de</strong> verdad y luz divina,<br />
sigamos al pastor que es provi<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> pastos abundantes que son vida.<br />
Apacienta, Señor, guarda a tus hijos,<br />
manda siempre a tu mies trabajadores;<br />
cada aurora, a la puerta <strong>de</strong>l aprisco,<br />
nos aguar<strong>de</strong> al amor <strong>de</strong> tus pastores. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Soy ministro <strong>de</strong>l Evangelio por el don <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> Dios.<br />
Salmo 14<br />
Señor, ¿quién pue<strong>de</strong> hospedarse en tu tienda<br />
y habitar en tu monte santo?<br />
El que proce<strong>de</strong> honradamente<br />
y practica la justicia,<br />
el que tiene intenciones leales<br />
y no calumnia con su lengua,<br />
el que no hace mal a su prójimo<br />
ni difama al vecino,<br />
el que consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>spreciable al impío<br />
y honra a los que temen al Señor,<br />
el que no retracta lo que juró<br />
aun en daño propio,<br />
el que no presta dinero a usura<br />
ni acepta soborno contra el inocente.<br />
El que así obra nunca fallará.<br />
Ant. Soy ministro <strong>de</strong>l Evangelio por el don <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong> Dios.<br />
Ant. 2. Éste es el criado fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente <strong>de</strong> su<br />
servidumbre.<br />
Salmo 111
Dichoso quien teme al Señor<br />
y ama <strong>de</strong> corazón sus mandatos.<br />
Su linaje será po<strong>de</strong>roso en la tierra,<br />
la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l justo será bendita.<br />
En su casa habrá riquezas y abundancia,<br />
su caridad es constante, sin falta.<br />
En las tinieblas brilla como una luz<br />
el que es justo, clemente y compasivo.<br />
Dichoso el que se apiada y presta,<br />
y administra rectamente sus asuntos.<br />
El justo jamás vacilará,<br />
su recuerdo será perpetuo.<br />
No temerá las malas noticias,<br />
su corazón está firme en el Señor.<br />
Su corazón está seguro, sin temor,<br />
hasta que vea <strong>de</strong>rrotados a sus enemigos.<br />
Reparte limosna a los pobres;<br />
su caridad es constante, sin falta,<br />
y alzará la frente con dignidad.<br />
El malvado, al verlo, se irritará,<br />
rechinará los dientes hasta consumirse.<br />
La ambición <strong>de</strong>l malvado fracasará.<br />
Ant. Éste es el criado fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente <strong>de</strong> su<br />
servidumbre.<br />
Ant. 3. Mis ovejas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.<br />
Cántico Ap 15,3-4<br />
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Mis ovejas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño, un solo Pastor.<br />
LECTURA BREVE 1P 5, 1-4<br />
A los presbíteros en esa comunidad, yo, presbítero como ellos, testigo <strong>de</strong> los<br />
sufrimientos <strong>de</strong> Cristo y partícipe <strong>de</strong> la gloria que va a manifestarse, os exhorto: Sed<br />
pastores <strong>de</strong>l rebaño <strong>de</strong> Dios que tenéis a vuestro cargo, gobernándolo no a la fuerza,<br />
sino <strong>de</strong> buena gana, como Dios quiere; no por sórdida ganancia, sino con generosidad;<br />
no como déspotas sobre la heredad <strong>de</strong> Dios, sino convirtiéndonos en mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l<br />
rebaño. Y cuando aparezca el supremo Pastor, recibiréis la corona <strong>de</strong> gloria que no se<br />
marchita.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Éste es el que ama a sus hermanos, *El que ora mucho por su pueblo. Éste.<br />
V. El que entregó su vida por sus hermanos. *El que ora mucho por su pueblo. Gloria<br />
al Padre. Éste.<br />
Magníficat, ant. Éste es el criado fiel y solícito a quien el amo ha puesto al frente <strong>de</strong><br />
su servidumbre para que les reparta la ración a sus horas.<br />
O bien: Te doy gracias, Cristo, pastor bueno, porque has querido glorificarme; te<br />
suplico que las ovejas que pusiste a mi cuidado participen conmigo eternamente <strong>de</strong> tu<br />
gloria.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos a Cristo, constituido pontífice a favor <strong>de</strong> los hombres, en lo que se refiere<br />
a Dios, y supliquémosle humil<strong>de</strong>mente, diciendo:<br />
Salva a tu pueblo, Señor.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> pastores santos y eximios, has hecho resplan<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> modo<br />
admirable a tu Iglesia,<br />
-haz que los cristianos se alegren siempre <strong>de</strong> ese resplandor.<br />
Tú que, cuando los santos pastores te suplicaban, como Moisés, perdonaste los pecados<br />
<strong>de</strong>l pueblo,<br />
-santifica, por su intercesión, a tu Iglesia con una purificación continua.<br />
Tú que, en medio <strong>de</strong> los fieles, consagraste a los santos pastores y, por tu Espíritu, los<br />
dirigiste,<br />
-llena <strong>de</strong>l Espíritu <strong>Santo</strong> a todos los que rigen a tu pueblo.<br />
Tú que fuiste el lote y la heredad <strong>de</strong> los santos pastores,<br />
-no permitas que ninguno <strong>de</strong> los que fueron adquiridos por tu sangre esté alejado <strong>de</strong><br />
ti.<br />
Tú que, por medio <strong>de</strong> los pastores <strong>de</strong> la Iglesia, das la vida eterna a tus ovejas para que<br />
nadie las arrebate <strong>de</strong> tu mano,<br />
-salva a los difuntos, por quienes entregaste tu vida.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Para un papa:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, que pusiste al papa san N. al frente <strong>de</strong> tu pueblo, para<br />
que con su ejemplo y su palabra lo ayudara a crecer en santidad, protege, por su<br />
intercesión, a los pastores <strong>de</strong> la Iglesia y al rebaño que les has confiado, para que<br />
siempre caminen por las sendas <strong>de</strong> la salvación. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un obispo:<br />
Señor, tú que has querido contar en el número <strong>de</strong> los santos pastores a tu siervo san<br />
N., y lo has hecho brillar por el fuego <strong>de</strong> la caridad y el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una fe que vence al<br />
mundo, haz que, por su intercesión, perseveremos en la fe y en el amor, y merezcamos<br />
así participar <strong>de</strong> la gloria con que lo coronaste. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para un fundador <strong>de</strong> una Iglesia:<br />
Señor, tú que por la predicación <strong>de</strong> tu (obispo) san N. llamaste a nuestros padres a la<br />
luz <strong>de</strong>l Evangelio, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, crecer continuamente en la gracia y<br />
en el conocimiento <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un pastor:<br />
Señor, luz <strong>de</strong> tu pueblo y pastor <strong>de</strong> los hombres, que, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Iglesia, has<br />
confiado a (tu obispo) san N. la misión <strong>de</strong> apacentar a tu pueblo con su predicación y <strong>de</strong><br />
iluminarlo con su vida y su ejemplo, concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, guardar íntegro el<br />
don <strong>de</strong> la fe que nos legó su palabra y seguir el camino que nos marcó su ejemplo. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Señor, Dios nuestro, que infundiste en (tu obispo) san N. espíritu <strong>de</strong> verdad y <strong>de</strong><br />
amor para apacentar a tu pueblo, conce<strong>de</strong> a cuantos celebramos su memoria crecer en<br />
santidad, imitando su ejemplo, y recibir el auxilio <strong>de</strong> su intercesión po<strong>de</strong>rosa. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un misionero:<br />
Dios y Señor nuestro, que por tu amor hacia los hombre has querido que san N.<br />
anunciara a los gentiles la riqueza insondable que es Cristo, concé<strong>de</strong>nos, por su<br />
intercesión, crecer en el conocimiento <strong>de</strong> tu misterio y vivir siempre según el Evangelio,<br />
dando fruto abundante <strong>de</strong> buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
DE DOCTORES DE LA IGLESIA<br />
Todo como en el Común <strong>de</strong> pastores, excepto lo siguiente:<br />
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
LECTURA BREVE St 3, 17-18<br />
I Vísperas<br />
La sabiduría que viene <strong>de</strong> arriba ante todo es pura y, a<strong>de</strong>más, es amante <strong>de</strong> la paz,<br />
comprensiva, dócil, llena <strong>de</strong> misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que<br />
procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. La boca <strong>de</strong>l justo *Expone la sabiduría. La boca.<br />
V. Su lengua explica el <strong>de</strong>recho. * Expone la sabiduría. Gloria al Padre. La boca.<br />
Magníficat, ant. Quien cumpla y enseñe mi ley será gran<strong>de</strong> en el reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, la siguiente:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido infundir en san N. tu admirable doctrina,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, permanecer siempre fieles a esa misma doctrina, y<br />
mo<strong>de</strong>lar conforme a ella nuestra propia conducta. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Experiencia <strong>de</strong> Dios fue vuestra ciencia,<br />
su Espíritu veraz os dio a beberla<br />
en la revelación, que es su presencia<br />
en velos <strong>de</strong> palabra siempre nueva.<br />
Abristeis el camino para hallarla<br />
a todo el que <strong>de</strong> Dios hambre tenía,<br />
palabra <strong>de</strong>l Señor que, al contemplarla,<br />
encien<strong>de</strong> nuestras luces que iluminan.<br />
Saber <strong>de</strong> Dios en vida convertido<br />
es la virtud <strong>de</strong>l justo, que, a su tiempo,<br />
si Dios le dio la luz, fue lo <strong>de</strong>bido<br />
que fuera su verdad, su pensamiento.<br />
En nuestro corazón <strong>de</strong> criaturas,<br />
nos encendió la luz para escon<strong>de</strong>rla,<br />
que poco pue<strong>de</strong> andar quien anda a oscuras<br />
por sendas <strong>de</strong> verdad sin po<strong>de</strong>r verla.<br />
Demos gracias a Dios humil<strong>de</strong>mente<br />
y al Hijo, su Verdad que a todos guía,<br />
<strong>de</strong>jemos que su Luz, faro esplen<strong>de</strong>nte,<br />
nos guíe por el mar <strong>de</strong> nuestra vida. Amén.<br />
LECTURA BREVE Sb 7, 13-14<br />
Aprendí la sabiduría sin malicia, la reparto sin envidia y no me guardo sus riquezas.<br />
Porque es un tesoro inagotable para los hombres: los que la adquieren se atraen la<br />
amistad <strong>de</strong> Dios, porque el don <strong>de</strong> su enseñanza los recomienda.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Que todos los pueblos proclamen *La sabiduría <strong>de</strong> los santos. Que todos.<br />
V. Y que la asamblea pregone su alabanza. * La sabiduría <strong>de</strong> los santos. Gloria al<br />
Padre. Que todos.<br />
Benedictus, ant. Los sabios brillarán con esplendor <strong>de</strong> cielo, y los que enseñan la<br />
justicia a las multitu<strong>de</strong>s serán como estrellas por toda la eternidad.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, la siguiente:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido infundir en san N. tu admirable doctrina,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, permanecer siempre fieles a esa misma doctrina, y<br />
mo<strong>de</strong>lar conforme a ella nuestra propia conducta. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Padre, como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 4, 16<br />
Cuídate tú y cuida la enseñanza; sé constante; si lo haces, te salvarás a ti y a los que<br />
te escuchan.<br />
V. Escogió el Señor a su siervo.<br />
R. Para pastorear a Jacob, su heredad.<br />
Sexta<br />
Ant. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me<br />
ha enviado.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 1, 12<br />
Doy gracias a Cristo Jesús, nuestro Señor, que me hizo capaz, se fió <strong>de</strong> mí y me<br />
confió este ministerio.<br />
V. No me avergüenzo <strong>de</strong>l Evangelio.<br />
R. Que es una fuerza <strong>de</strong> Dios para la salvación.<br />
Nona<br />
Ant. Nosotros somos colaboradores <strong>de</strong> Dios, y vosotros, campo <strong>de</strong> Dios, edificio <strong>de</strong><br />
Dios.<br />
LECTURA BREVE 1Tm 3, 13<br />
Los que se hayan distinguido en el servicio progresarán y tendrán libertad para<br />
exponer la fe en Cristo Jesús.<br />
V. Si el Señor no construye la casa.<br />
R. En vano se cansan los albañiles.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Verbo <strong>de</strong> Dios, eterna luz divina,<br />
fuente eternal <strong>de</strong> toda verdad pura,<br />
gloria <strong>de</strong> Dios que el cosmos ilumina,<br />
antorcha toda luz en noche oscura.<br />
Palabra eternamente pronunciada<br />
en la mente <strong>de</strong>l Padre sin principio,<br />
que en el tiempo a los hombres nos fue dada,<br />
<strong>de</strong> la Virgen María, hecha Hijo.<br />
Las tinieblas <strong>de</strong> la muerte y <strong>de</strong> pecado<br />
en que yacía el hombre, así vencido,<br />
su verdad y su luz han disipado,<br />
con su vida y su muerte ha redimido.<br />
No <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> brillar, faros divinos,<br />
con <strong>de</strong>stellos <strong>de</strong> luz que Dios envía,<br />
proclamad la verdad en los caminos<br />
<strong>de</strong> los hombres y pueblos, sed su guía. Amén.<br />
LECTURA BREVE St 3, 17-18<br />
La sabiduría que viene <strong>de</strong> arriba ante todo es pura y, a<strong>de</strong>más, es amante <strong>de</strong> la paz,<br />
comprensiva, dócil, llena <strong>de</strong> misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que<br />
procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. En la asamblea *Le da la palabra. En la asamblea.<br />
V. Lo llena <strong>de</strong> espíritu, sabiduría e inteligencia. * Le da la palabra. Gloria al Padre.<br />
En la asamblea.<br />
Magníficat, ant. Oh doctor admirable, luz <strong>de</strong> la Iglesia santa, bienaventurado N., fiel<br />
cumplidor <strong>de</strong> la ley, ruega por nosotros al Hijo <strong>de</strong> Dios.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, la siguiente:<br />
Señor, Dios nuestro, que has querido infundir en san N. tu admirable doctrina,<br />
concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, permanecer siempre fieles a esa misma doctrina, y<br />
mo<strong>de</strong>lar conforme a ella nuestra propia conducta. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE VÍRGENES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Venid, hijas, contemplad al Señor, y quedaréis radiantes.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Venid, hijas, contemplad al Señor, y quedaréis radiantes.<br />
Ant. 2. Ahora te seguimos <strong>de</strong> todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro,<br />
Señor; no nos <strong>de</strong>frau<strong>de</strong>s.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;<br />
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Ahora te seguimos <strong>de</strong> todo corazón, te respetamos y buscamos tu rostro, Señor;<br />
no nos <strong>de</strong>frau<strong>de</strong>s.<br />
Ant. 3. Alegraos, vírgenes <strong>de</strong> Cristo, y gozad <strong>de</strong> vuestro <strong>de</strong>sposorio divino, que ya no<br />
tendrá fin.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Alegraos, vírgenes <strong>de</strong> Cristo, y gozad <strong>de</strong> vuestro <strong>de</strong>sposorio divino, que ya no<br />
tendrá fin.<br />
LECTURA BREVE 1Co 7, 32.34<br />
El soltero se preocupa <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>l Señor, buscando contentar al Señor; la<br />
mujer sin marido y la soltera se preocupan <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>l Señor, consagrándose a<br />
ellos en cuerpo y alma.
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Mi porción es el Señor, *Dice mi alma. Mi porción.<br />
V. Bueno es el Señor para el alma que lo busca. * Dice mi alma. Gloria al Padre. Mi<br />
porción.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para una virgen mártir: Mirad, la virgen esforzada sigue ya al Cor<strong>de</strong>ro que fue<br />
crucificado por nosotros; también ella, como el Señor, ha sido víctima pura, una hostia<br />
inmaculada.<br />
Para una virgen: Al llegar el Esposo, la virgen pru<strong>de</strong>nte entró con la lámpara<br />
encendida al banquete <strong>de</strong> bodas <strong>de</strong> su Señor.<br />
Para varias vírgenes: Vírgenes pru<strong>de</strong>ntes, preparad vuestras lámparas: mirad, el<br />
Esposo viene; salid a su encuentro.<br />
PRECES<br />
Alabemos con gozo a Cristo, que elogió a los que permanecen vírgenes a causa <strong>de</strong>l<br />
reino <strong>de</strong> los cielos, y supliquémosle, diciendo:<br />
Jesús, rey <strong>de</strong> las vírgenes, escúchanos.<br />
Oh Cristo, que como esposo amante colocaste junto a ti a la Iglesia, sin mancha ni<br />
arruga,<br />
-haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.<br />
Oh Cristo, a cuyo encuentro salieron las vírgenes santas con sus lámparas encendidas,<br />
-no permitas que falte nunca el óleo <strong>de</strong> la fi<strong>de</strong>lidad en las lámparas <strong>de</strong> las vírgenes<br />
que se han consagrado a ti.<br />
Señor Jesucristo, a quien la Iglesia virgen ha guardado siempre fi<strong>de</strong>lidad intacta y pura,<br />
-conce<strong>de</strong> a todos los cristianos la integridad y la pureza <strong>de</strong> la fe.<br />
Tú que conce<strong>de</strong>s hoy a tu pueblo alegrarse por la festividad <strong>de</strong> santa N., virgen,<br />
-concé<strong>de</strong>le también gozar siempre <strong>de</strong> su valiosa intercesión.<br />
Tú que recibiste en el banquete <strong>de</strong> tus bodas a las vírgenes santas,<br />
-admite benigno a los difuntos en el convite festivo <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor, tú que te complaces en habitar en los limpios <strong>de</strong> corazón, concé<strong>de</strong>nos, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa N., virgen, vivir, por tu gracia, <strong>de</strong> tal manera que merezcamos<br />
tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Escucha, Señor, nuestras plegarias, para que cuantos <strong>de</strong>votamente recordamos las<br />
virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tu virgen santa N. permanezcamos en tu amor y crezcamos en él hasta la<br />
muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para varias vírgenes:<br />
Manifiesta, Dios nuestro, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> tu amor hacia nosotros, para que, así como<br />
hoy nos alegramos al celebrar la fiesta <strong>de</strong> tus santas N. y N., podamos igualmente<br />
disfrutar en la gloria <strong>de</strong> su eterna compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Nos apremia el amor, vírgenes santas;<br />
vosotras, que seguisteis su camino,<br />
guiadnos por las sendas <strong>de</strong> las almas<br />
que hicieron <strong>de</strong> su amar, amor divino.<br />
Esperasteis en vela a vuestro Esposo<br />
en la noche fugaz <strong>de</strong> vuestra vida,<br />
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo<br />
fue contemplar su gloria sin medida.<br />
Vuestra fe y vuestro amor fue fuego ardiente<br />
que mantuvo la llama en la tardanza,<br />
vuestra antorcha encendida asiduamente<br />
ha colmado <strong>de</strong> luz vuestra esperanza.<br />
Pues gozáis ya las nupcias que el Cor<strong>de</strong>ro<br />
con la Iglesia <strong>de</strong> Dios ha celebrado,<br />
no <strong>de</strong>jéis que se apague nuestro fuego<br />
en la pereza y sueño <strong>de</strong>l pecado.<br />
Demos gracias a Dios y, humil<strong>de</strong>mente,<br />
pidamos al Señor que su llamada<br />
nos encuentre en vigilia permanente,<br />
<strong>de</strong>spiertos en la fe y en veste blanca. Amén.<br />
Ant. 1. Libremente confieso a Cristo; <strong>de</strong> Cristo está sedienta mi alma; <strong>de</strong>seo estar por<br />
siempre con Cristo.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Vírgenes <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor; el que sembró en vosotras el <strong>de</strong>seo <strong>de</strong><br />
la virginidad ha coronado ya su obra.<br />
Ant. 3. Que los santos se alegren en la gloria, pues han conseguido una brillante<br />
victoria sobre la carne y la sangre.<br />
LECTURA BREVE Ct 8, 7<br />
Las aguas torrenciales no podrán apagar el amor, ni anegarlo los ríos. Si alguien<br />
quisiera comprar el amor con todas las riquezas <strong>de</strong> su casa, se haría <strong>de</strong>spreciable.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Oigo en mi corazón: *Buscad mi rostro. Oigo.<br />
V. Tu rostro buscaré, Señor. * Buscad mi rostro. Gloria al Padre. Oigo.<br />
Benedictus, ant.:<br />
Para una virgen mártir: Dichosa la virgen que, negándose a sí misma y cargando con<br />
su cruz, imitó al Señor, esposo <strong>de</strong> las vírgenes y rey <strong>de</strong> los mártires.
Para una virgen: Ésta es la virgen pru<strong>de</strong>nte que, unida a Cristo, resplan<strong>de</strong>ce como el<br />
sol en el reino celestial.<br />
Para varias vírgenes: Vírgenes <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor eternamente.<br />
PRECES<br />
Glorifiquemos a Cristo, esposo y corona <strong>de</strong> las vírgenes, y supliquémosle, diciendo:<br />
Jesús, corona <strong>de</strong> las vírgenes, escúchanos.<br />
Oh Cristo, a quien las vírgenes amaron como a su único esposo,<br />
-concé<strong>de</strong>nos que nada nos aparte <strong>de</strong> tu amor.<br />
Tú que coronaste a María como reina <strong>de</strong> las vírgenes,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, por su intercesión, servirte siempre con pureza <strong>de</strong> corazón.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las santas vírgenes, que te sirvieron siempre con fi<strong>de</strong>lidad, para<br />
alcanzar la santidad <strong>de</strong> cuerpo y alma,<br />
-ayúdanos, Señor, a que los bienes <strong>de</strong> este mundo que pasa no nos separen <strong>de</strong> tu<br />
amor eterno.<br />
Señor Jesús, esposo que has <strong>de</strong> venir y a quien las vírgenes pru<strong>de</strong>ntes esperaban,<br />
-concé<strong>de</strong>nos vivir en vela, esperando tu retorno glorioso.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> santa N., que fue virgen sensata y una <strong>de</strong> las pru<strong>de</strong>ntes,<br />
-concé<strong>de</strong>nos, Señor, la verda<strong>de</strong>ra sabiduría y la pureza <strong>de</strong> costumbres.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor, tú que te complaces en habitar en los limpios <strong>de</strong> corazón, concé<strong>de</strong>nos, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa N., virgen, vivir, por tu gracia, <strong>de</strong> tal manera que merezcamos<br />
tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Escucha, Señor, nuestras plegarias, para que cuantos <strong>de</strong>votamente recordamos las<br />
virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tu virgen santa N. permanezcamos en tu amor y crezcamos en él hasta la<br />
muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varias vírgenes:<br />
Manifiesta, Dios nuestro, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> tu amor hacia nosotros, para que, así como<br />
hoy nos alegramos al celebrar la fiesta <strong>de</strong> tus santas N. y N., podamos igualmente<br />
disfrutar en la gloria <strong>de</strong> su eterna compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Para mí lo bueno es estar junto a Dios y hacer <strong>de</strong>l Señor mi refugio.<br />
LECTURA BREVE Sb 8, 21<br />
Me di cuenta <strong>de</strong> que sólo me ganaría la continencia si Dios me la otorgaba, y saber el<br />
origen <strong>de</strong> esta dádiva suponía ya un buen sentido.<br />
V. Ésta es la virgen sensata.<br />
R. Que el Señor encontró velando.<br />
Sexta<br />
Ant. Sostenme, Señor, con tu promesa y viviré; que no que<strong>de</strong> frustrada mi esperanza.<br />
LECTURA BREVE 1Co 7, 25<br />
Respecto al celibato no tengo ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l Señor, sino que doy mi parecer como<br />
hombre <strong>de</strong> fiar que soy, por la misericordia <strong>de</strong>l Señor.<br />
V. Ésta es la virgen sensata.<br />
R. Una <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> las pru<strong>de</strong>ntes.<br />
Nona<br />
Ant. Qué hermosa y resplan<strong>de</strong>ciente es la generación casta.<br />
LECTURA BREVE Ap 19, 6b-7<br />
Reina el Señor, nuestro Dios, dueño <strong>de</strong> todo, alegrémonos y gocemos y démosle<br />
gracias. Llegó la boda <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, su esposa se ha embellecido.<br />
V. Encontré el amor <strong>de</strong> mi alma.<br />
R. Lo abracé, y ya no lo soltaré.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Dichosa tú, que, entre todas,<br />
fuiste por Dios sorprendida<br />
con tu lámpara encendida<br />
para el banquete <strong>de</strong> bodas.<br />
Con el abrazo inocente<br />
<strong>de</strong> un hondo pacto amoroso,<br />
vienes a unirte al Esposo<br />
por virgen y por pru<strong>de</strong>nte.<br />
Enséñanos a vivir;<br />
ayú<strong>de</strong>nos tu oración;<br />
danos en la tentación<br />
la gracia <strong>de</strong> resistir.<br />
Honor a la Trinidad<br />
por esta limpia victoria.<br />
Y gloria por esta gloria<br />
que alegra la cristiandad. Amén.<br />
II Vísperas<br />
La gracia <strong>de</strong> mujer es toda Gracia,<br />
lirios <strong>de</strong> Dios <strong>de</strong> eterna primavera,<br />
vosotras sois mujer sin la falacia<br />
<strong>de</strong> encantos <strong>de</strong> virtud perece<strong>de</strong>ra.<br />
Bella la creación que dio a estas flores<br />
su cáliz virginal y el dulce encanto<br />
<strong>de</strong> amor <strong>de</strong>l Señor <strong>de</strong> sus amores,<br />
eterna melodía <strong>de</strong> su canto.<br />
Llamó el divino Amor a vuestra puerta,<br />
el corazón <strong>de</strong> par en par abristeis,<br />
si gran<strong>de</strong> fue la siembra en vuestra huerta,<br />
frondosa es la cosecha que le disteis.<br />
Demos gracias a Dios por las estrellas<br />
que brillan en la noche <strong>de</strong> la vida,<br />
es la luz <strong>de</strong> la fe que fulge en ellas<br />
con amor y esperanza sin medida. Amén.<br />
SALMODIA<br />
I<br />
II<br />
Ant.1. Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo; a ti vengo con mi lámpara<br />
encendida.<br />
Salmo 121<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Quiero ser solamente tuya, oh Cristo esposo; a ti vengo con mi lámpara<br />
encendida.<br />
Ant. 2. Dichosos los limpios <strong>de</strong> corazón, porque ellos verán a Dios.<br />
Salmo 126<br />
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. Dichosos los limpios <strong>de</strong> corazón, porque ellos verán a Dios.<br />
Ant. 3. Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Mi alma se siente firme, está cimentada en Cristo, el Señor.<br />
LECTURA BREVE 1Co 7, 32.34<br />
El soltero se preocupa <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>l Señor, buscando contentar al Señor; la<br />
mujer sin marido y la soltera se preocupan <strong>de</strong> los asuntos <strong>de</strong>l Señor, consagrándose a<br />
ellos en cuerpo y alma.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Llevan ante el rey al séquito <strong>de</strong> vírgenes; *Las traen entre alegría. Llevan.<br />
V. Y van entrando en el palacio real. * Las traen entre alegría. Gloria al Padre.<br />
Llevan.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para una virgen mártir: En una sola víctima celebramos un doble triunfo: la gloria <strong>de</strong><br />
la virginidad y la victoria sobre la muerte; permaneció virgen y obtuvo la palma <strong>de</strong>l<br />
martirio.<br />
Para una virgen: Ven, esposa <strong>de</strong> Cristo, recibe la corona eterna que el Señor te tiene<br />
preparada.<br />
Para varias vírgenes: Éste es el grupo que busca al Señor, que viene a la presencia <strong>de</strong><br />
nuestro Dios.
PRECES<br />
Alabemos con gozo a Cristo, que elogió a los que permanecen vírgenes a causa <strong>de</strong>l<br />
reino <strong>de</strong> los cielos, y supliquémosle, diciendo:<br />
Jesús, rey <strong>de</strong> las vírgenes, escúchanos.<br />
Oh Cristo, que como esposo amante colocaste junto a ti a la Iglesia, sin mancha ni<br />
arruga,<br />
-haz que esta Iglesia sea siempre santa e inmaculada.<br />
Oh Cristo, a cuyo encuentro salieron las vírgenes santas con sus lámparas encendidas,<br />
-no permitas que falte nunca el óleo <strong>de</strong> la fi<strong>de</strong>lidad en las lámparas <strong>de</strong> las vírgenes<br />
que se han consagrado a ti.<br />
Señor Jesucristo, a quien la Iglesia virgen ha guardado siempre fi<strong>de</strong>lidad intacta y pura,<br />
-conce<strong>de</strong> a todos los cristianos la integridad y la pureza <strong>de</strong> la fe.<br />
Tú que conce<strong>de</strong>s hoy a tu pueblo alegrarse por la festividad <strong>de</strong> santa N., virgen,<br />
-concé<strong>de</strong>le también gozar siempre <strong>de</strong> su valiosa intercesión.<br />
Tú que recibiste en el banquete <strong>de</strong> tus bodas a las vírgenes santas,<br />
-admite benigno a los difuntos en el convite festivo <strong>de</strong> tu reino.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor, tú que te complaces en habitar en los limpios <strong>de</strong> corazón, concé<strong>de</strong>nos, por<br />
intercesión <strong>de</strong> santa N., virgen, vivir, por tu gracia, <strong>de</strong> tal manera que merezcamos<br />
tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Escucha, Señor, nuestras plegarias, para que cuantos <strong>de</strong>votamente recordamos las<br />
virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tu virgen santa N. permanezcamos en tu amor y crezcamos en él hasta la<br />
muerte. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varias vírgenes:<br />
Manifiesta, Dios nuestro, la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> tu amor hacia nosotros, para que, así como<br />
hoy nos alegramos al celebrar la fiesta <strong>de</strong> tus santas N. y N., podamos igualmente<br />
disfrutar en la gloria <strong>de</strong> su eterna compañía. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE SANTOS VARONES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Alabad a nuestro Dios, todos sus santos.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Alabad a nuestro Dios, todos sus santos.<br />
Ant. 2. Dichosos los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> la justicia, porque ellos quedarán<br />
saciados.<br />
Salmo 145<br />
Alaba, alma mía, al Señor:<br />
alabaré al Señor mientras viva,<br />
tañeré para mi Dios mientras exista.<br />
No confiéis en los príncipes,<br />
seres <strong>de</strong> polvo que no pue<strong>de</strong>n salvar;<br />
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,<br />
ese día perecen sus planes.<br />
Dichoso a quien auxilia el Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
el que espera en el Señor, su Dios,<br />
que hizo el cielo y la tierra,<br />
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fi<strong>de</strong>lidad perpetuamente,<br />
que hace justicia a los oprimidos,<br />
que da pan a los hambrientos.<br />
El Señor liberta a los cautivos,<br />
el Señor abre los ojos al ciego,<br />
el Señor en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan,<br />
el Señor ama a los justos.<br />
El Señor guarda a los peregrinos,<br />
sustenta al huérfano y a la viuda<br />
y trastorna el camino <strong>de</strong> los malvados.<br />
El Señor reina eternamente,<br />
tu Dios, Sión, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Dichosos los que tienen hambre y sed <strong>de</strong> la justicia, porque ellos quedarán<br />
saciados.<br />
Ant. 3. Bendito sea Dios, que nos ha elegido para ser santos e inmaculados en el<br />
amor.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. Bendito sea Dios, que nos ha elegido para ser santos e inmaculados en el amor.
LECTURA BREVE Flp 3, 7-8<br />
Todo lo que para mí era ganancia lo consi<strong>de</strong>ré pérdida comparado con Cristo; más<br />
aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> Cristo<br />
Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal <strong>de</strong> ganar a Cristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor lo amó *Y lo enalteció. El Señor.<br />
V. Lo revistió con vestidura <strong>de</strong> gloria. * Y lo enalteció. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para un santo: Lo asemejaré a un hombre pru<strong>de</strong>nte que edificó su casa sobre roca.<br />
Para varios santos: Los ojos <strong>de</strong>l Señor están puestos en sus fieles, en los que esperan<br />
en su misericordia.<br />
PRECES<br />
Pidamos a Dios Padre, fuente <strong>de</strong> toda santidad, que, con la intercesión y el ejemplo <strong>de</strong><br />
los santos, nos impulse a una vida santa, y digamos:<br />
Haznos santos, Señor, porque tú eres santo.<br />
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,<br />
-haz que la Iglesia santa, extendida por los confines <strong>de</strong> la tierra, cante tus gran<strong>de</strong>zas.<br />
Padre santo, que <strong>de</strong>seas que vivamos <strong>de</strong> una manera digna, buscando siempre tu<br />
beneplácito,<br />
-ayúdanos a dar fruto <strong>de</strong> buenas obras.<br />
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio <strong>de</strong> Cristo,<br />
-guárdanos en tu nombre, para que todos seamos uno.<br />
Padre santo, que nos convocas al banquete <strong>de</strong> tu reino,<br />
-haz que, comiendo el pan que ha bajado <strong>de</strong>l cielo, alcancemos la perfección <strong>de</strong>l<br />
amor.<br />
Padre santo, perdona a los pecadores sus <strong>de</strong>litos,<br />
-y admite a los difuntos en tu reino, para que puedan contemplar tu rostro.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie pue<strong>de</strong> serlo<br />
sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión <strong>de</strong> san N., nos ayu<strong>de</strong>s a<br />
vivir <strong>de</strong> tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados <strong>de</strong> tu gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Dios todopo<strong>de</strong>roso, que el ejemplo <strong>de</strong> los santos nos estimule a una<br />
vida más perfecta, para que al celebrar la memoria <strong>de</strong> san N. lo sepamos imitar en las<br />
obras. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para varios santos:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, tú has querido darnos una prueba suprema <strong>de</strong> tu amor en<br />
la glorificación <strong>de</strong> tus santos, concé<strong>de</strong>nos ahora que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a su<br />
ejemplo nos mueva a imitar fielmente a tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un religioso:<br />
Señor, tú otorgaste a san N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> este santo, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un santo que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> san N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un educador:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Cantemos nuestra fe y, al confesarla,<br />
unidas nuestras voces <strong>de</strong> creyentes,<br />
pidamos al Señor que, al proclamarla,<br />
inun<strong>de</strong> con su luz a nuestras mentes.<br />
El gozo <strong>de</strong> creer sea alegría<br />
<strong>de</strong> servir al Señor, y su Palabra<br />
simiente en crecimiento día a día,<br />
que al don <strong>de</strong> su verdad el mundo abra.<br />
Clara es la fe y oscuro su camino<br />
<strong>de</strong> gracia y libertad en puro encuentro,<br />
si crees que Jesús es Dios que vino,<br />
no está lejos <strong>de</strong> ti, sino muy <strong>de</strong>ntro.<br />
Legión es la asamblea <strong>de</strong> los santos,<br />
que en el Señor Jesús puso confianza,<br />
sus frutos <strong>de</strong> justicia fueron tantos<br />
que vieron ya colmada su esperanza.<br />
Demos gracias a Dios, que es nuestra roca,<br />
sigamos a Jesús con entereza,<br />
si nuestra fe vacila, si ella es poca,<br />
su Espíritu <strong>de</strong> amor nos dará fuerza. Amén.<br />
Ant. 1. El Señor les concedió una gloria eterna, y su nombre no será nunca olvidado.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. Siervos <strong>de</strong>l Señor, ben<strong>de</strong>cid al Señor eternamente.<br />
Ant. 3. Que los santos festejen su gloria y canten jubilosos en filas.<br />
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2<br />
Os exhorto, hermanos, por la misericordia <strong>de</strong> Dios, a presentar vuestros cuerpos<br />
como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os<br />
ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación <strong>de</strong> la mente, para que sepáis<br />
discernir lo que es voluntad <strong>de</strong> Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
Para un santo:<br />
R. Lleva en el corazón *La ley <strong>de</strong> su Dios. Lleva.<br />
V. Y sus pasos no vacilan. *La ley <strong>de</strong> su Dios. Gloria al Padre. Lleva.<br />
Para varios santos:<br />
R. Los justos se alegran *En la presencia <strong>de</strong> Dios. Los justos.<br />
V. Rebosando <strong>de</strong> alegría. * En la presencia <strong>de</strong> Dios. Gloria al Padre. Los justos.
Benedictus, ant.:<br />
Para un santo: El que obra la verdad va a la luz para que que<strong>de</strong> <strong>de</strong> manifiesto que sus<br />
obras están hechas según Dios.<br />
Para varios santos: Dichosos los que trabajan por la paz; dichosos los limpios <strong>de</strong><br />
corazón, porque ellos verán a Dios.<br />
PRECES<br />
Adoremos, hermanos, a Cristo, el Dios santo, y, pidiéndole que nos enseñe a servirle<br />
con santidad y justicia en su presencia todos nuestros días, aclamémoslo, diciendo:<br />
Tú solo eres santo, Señor.<br />
Señor Jesús, probado en todo exactamente como nosotros, menos en el pecado,<br />
-compadécete <strong>de</strong> nuestras <strong>de</strong>bilida<strong>de</strong>s.<br />
Señor Jesús, que a todos nos llamas a la perfección <strong>de</strong>l amor,<br />
-danos el progresar por caminos <strong>de</strong> santidad.<br />
Señor Jesús, que quieres que seamos la sal <strong>de</strong> la tierra y la luz <strong>de</strong>l mundo,<br />
-ilumina nuestras vidas con tu propia luz.<br />
Señor Jesús, que viniste al mundo para servir, y no para que te sirvieran,<br />
-haz que sepamos servirte a ti y a nuestros hermanos con humildad.<br />
Señor Jesús, reflejo <strong>de</strong> la gloria <strong>de</strong>l Padre e impronta <strong>de</strong> su ser,<br />
-haz que en la gloria contemplemos tu rostro.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie pue<strong>de</strong> serlo<br />
sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión <strong>de</strong> san N., nos ayu<strong>de</strong>s a<br />
vivir <strong>de</strong> tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados <strong>de</strong> tu gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Dios todopo<strong>de</strong>roso, que el ejemplo <strong>de</strong> los santos nos estimule a una<br />
vida más perfecta, para que al celebrar la memoria <strong>de</strong> san N. lo sepamos imitar en las<br />
obras. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varios santos:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, tú has querido darnos una prueba suprema <strong>de</strong> tu amor en<br />
la glorificación <strong>de</strong> tus santos, concé<strong>de</strong>nos ahora que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a su<br />
ejemplo nos mueva a imitar fielmente a tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un religioso:<br />
Señor, tú otorgaste a san N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> este santo, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.
Para un santo que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> san N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un educador:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Quien guarda la palabra <strong>de</strong> Cristo ha llegado ciertamente a la plenitud <strong>de</strong>l amor.<br />
LECTURA BREVE Ga 6, 7b-8<br />
Lo que uno siembre, eso cosechará. El que siembra para la carne, <strong>de</strong> ella cosechará<br />
corrupción; el que siembra para el espíritu, <strong>de</strong>l Espíritu cosechará vida eterna.<br />
V. El Señor hace caminar a los humil<strong>de</strong>s con rectitud.<br />
R. Enseña su camino a los humil<strong>de</strong>s.<br />
Sexta<br />
Ant. El que cumple la voluntad <strong>de</strong> mi Padre que está en el cielo, éste entrará en el<br />
reino <strong>de</strong> los cielos.<br />
LECTURA BREVE 1Co 9, 26-27a<br />
Yo corro, pero no al azar; boxeo, pero no contra el aire; mis golpes van a mi cuerpo y<br />
lo tengo a mi servicio.<br />
V. Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor.<br />
R. Al que enseñas tu ley.<br />
Nona<br />
Ant. Nadie vio, Señor, fuera <strong>de</strong> ti, lo que has preparado para los que te aman.<br />
LECTURA BREVE Flp 4, 8. 9b<br />
Hermanos, todo lo que es verda<strong>de</strong>ro, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que<br />
es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y el Dios <strong>de</strong> la paz estará con vosotros.<br />
V. Que se alegren los que se acogen a ti.<br />
R. Que se llenen <strong>de</strong> gozo los que aman tu nombre.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Cuando, Señor, el día ya <strong>de</strong>clina,<br />
quedaos con el hombre, que la noche<br />
<strong>de</strong>l tiempo y <strong>de</strong> la lucha en que camina<br />
turba su corazón con su reproche.<br />
Disipad nuestras dudas, hombres santos,<br />
que, en el alto glorioso <strong>de</strong>l camino,<br />
ya <strong>de</strong>jasteis atrás temores tantos<br />
<strong>de</strong> per<strong>de</strong>r vuestra fe en el don divino.<br />
Perdonad nuestros miedos, seguidores<br />
<strong>de</strong>l camino en la fe que os fue ofrecido,<br />
hacednos, con vosotros, confesores<br />
<strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong>l amor que habéis vivido.<br />
Que tu amor, Padre santo, haga fuerte<br />
nuestro amor, nuestra fe en tu Hijo amado,<br />
que la hora suprema <strong>de</strong> la muerte<br />
sea encuentro en la luz, don consumado. Amén.<br />
Para un santo religioso:<br />
Dichosos los que oísteis la llamada<br />
al pleno seguimiento <strong>de</strong>l Maestro,<br />
dichosos cuando puso su mirada<br />
y os quiso para amigo y compañero.<br />
Dichosos si abrazasteis la pobreza<br />
para llenar <strong>de</strong> Dios vuestras alforjas,<br />
para servirle a él con fortaleza,<br />
con gozo y con amor a todas horas.<br />
Dichosos mensajeros <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s,<br />
marchando por caminos <strong>de</strong> la tierra,<br />
predicando bondad contra malda<strong>de</strong>s,<br />
pregonando la paz contra las guerras.<br />
Dichosos, <strong>de</strong>l perdón dispensadores,<br />
dichosos, <strong>de</strong> los tristes el consuelo,<br />
dichosos, <strong>de</strong> los hombres servidores,<br />
dichosos, here<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> los cielos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Fue hallado intachable y perfecto; su gloria será eterna.<br />
Salmo 14<br />
Señor, ¿quién pue<strong>de</strong> hospedarse en tu tienda<br />
y habitar en tu monte santo?<br />
I<br />
II
El que proce<strong>de</strong> honradamente<br />
y practica la justicia,<br />
el que tiene intenciones leales<br />
y no calumnia con su lengua,<br />
el que no hace mal a su prójimo<br />
ni difama al vecino,<br />
el que consi<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>spreciable al impío<br />
y honra a los que temen al Señor,<br />
el que no retracta lo que juró<br />
aun en daño propio,<br />
el que no presta dinero a usura<br />
ni acepta soborno contra el inocente.<br />
El que así obra nunca fallará.<br />
Ant. Fue hallado intachable y perfecto; su gloria será eterna.<br />
Ant. 2. El Señor protege a sus santos y les muestra su amor y su misericordia.<br />
Dichoso quien teme al Señor<br />
y ama <strong>de</strong> corazón sus mandatos.<br />
Su linaje será po<strong>de</strong>roso en la tierra,<br />
la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l justo será bendita.<br />
En su casa habrá riquezas y abundancia,<br />
su caridad es constante, sin falta.<br />
En las tinieblas brilla como una luz<br />
el que es justo, clemente y compasivo.<br />
Dichoso el que se apiada y presta,<br />
y administra rectamente sus asuntos.<br />
El justo jamás vacilará,<br />
su recuerdo será perpetuo.<br />
Salmo 111<br />
No temerá las malas noticias,<br />
su corazón está firme en el Señor.<br />
Su corazón está seguro, sin temor,<br />
hasta que vea <strong>de</strong>rrotados a sus enemigos.<br />
Reparte limosna a los pobres;<br />
su caridad es constante, sin falta,<br />
y alzará la frente con dignidad.<br />
El malvado, al verlo, se irritará,<br />
rechinará los dientes hasta consumirse.<br />
La ambición <strong>de</strong>l malvado fracasará.<br />
Ant. El Señor protege a sus santos y les muestra su amor y su misericordia.<br />
Ant. 3. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, y<br />
sus voces llenaban toda la tierra.<br />
Cántico Ap 15,3-4
Gran<strong>de</strong>s y maravillosas son tus obras,<br />
Señor, Dios omnipotente,<br />
justos y verda<strong>de</strong>ros tus caminos,<br />
¡oh Rey <strong>de</strong> los siglos!<br />
¿Quién no temerá, Señor,<br />
y glorificará tu nombre?<br />
Porque tú solo eres santo,<br />
porque vendrán todas las naciones<br />
y se postrarán en tu acatamiento,<br />
porque tus juicios se hicieron manifiestos.<br />
Ant. Los santos cantaban un cántico nuevo ante el trono <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l Cor<strong>de</strong>ro, y sus<br />
voces llenaban toda la tierra.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 28-30<br />
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado<br />
conforme a su <strong>de</strong>signio. A los que había escogido, Dios los pre<strong>de</strong>stinó a ser imagen <strong>de</strong><br />
su Hijo, para que él fuera el primogénito <strong>de</strong> muchos hermanos. A los que pre<strong>de</strong>stinó, los<br />
llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. El Señor es justo *Y ama la justicia. El Señor.<br />
V. Los buenos verán su rostro. * Y ama la justicia. Gloria al Padre. El Señor.<br />
Magníficat, ant.:<br />
Para un santo: Siervo bueno y fiel, pasa al banquete <strong>de</strong> tu Señor.<br />
Para varios santos: Se mantuvieron fieles hasta la muerte y recibieron <strong>de</strong>l Señor la<br />
corona <strong>de</strong> la vida.<br />
PRECES<br />
Pidamos a Dios Padre, fuente <strong>de</strong> toda santidad, que, con la intercesión y el ejemplo <strong>de</strong><br />
los santos, nos impulse a una vida santa, y digamos:<br />
Haznos santos, Señor, porque tú eres santo.<br />
Padre santo, que has querido que nos llamemos y seamos hijos tuyos,<br />
-haz que la Iglesia santa, extendida por los confines <strong>de</strong> la tierra, cante tus gran<strong>de</strong>zas.<br />
Padre santo, que <strong>de</strong>seas que vivamos <strong>de</strong> una manera digna, buscando siempre tu<br />
beneplácito,<br />
-ayúdanos a dar fruto <strong>de</strong> buenas obras.<br />
Padre santo, que nos reconciliaste contigo por medio <strong>de</strong> Cristo,<br />
-guárdanos en tu nombre, para que todos seamos uno.<br />
Padre santo, que nos convocas al banquete <strong>de</strong> tu reino,<br />
-haz que, comiendo el pan que ha bajado <strong>de</strong>l cielo, alcancemos la perfección <strong>de</strong>l<br />
amor.
Padre santo, perdona a los pecadores sus <strong>de</strong>litos,<br />
-y admite a los difuntos en tu reino, para que puedan contemplar tu rostro.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Proclamamos, Señor, que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie pue<strong>de</strong> serlo<br />
sin tu gracia; por eso te pedimos que, mediante la intercesión <strong>de</strong> san N., nos ayu<strong>de</strong>s a<br />
vivir <strong>de</strong> tal forma en el mundo, que nunca nos veamos privados <strong>de</strong> tu gloria. Por nuestro<br />
Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Concé<strong>de</strong>nos, Dios todopo<strong>de</strong>roso, que el ejemplo <strong>de</strong> los santos nos estimule a una<br />
vida más perfecta, para que al celebrar la memoria <strong>de</strong> san N. lo sepamos imitar en las<br />
obras. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varios santos:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso y eterno, tú has querido darnos una prueba suprema <strong>de</strong> tu amor en<br />
la glorificación <strong>de</strong> tus santos, concé<strong>de</strong>nos ahora que su intercesión nos ayu<strong>de</strong> a su<br />
ejemplo nos mueva a imitar fielmente a tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un religioso:<br />
Señor, tú otorgaste a san N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> este santo, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un santo que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> san N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para un educador:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO, como en las II Vísperas<br />
SALMODIA<br />
DE SANTAS MUJERES<br />
I Vísperas<br />
Ant.1. Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor, que ha hecho por mí prodigios <strong>de</strong><br />
misericordia.<br />
Salmo 112<br />
Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor,<br />
alabad el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor,<br />
ahora y por siempre:<br />
<strong>de</strong> la salida <strong>de</strong>l sol hasta su ocaso,<br />
alabado sea el nombre <strong>de</strong>l Señor.<br />
El Señor se eleva sobre todos los pueblos,<br />
su gloria sobre los cielos.<br />
¿Quién como el Señor Dios nuestro,<br />
que se eleva en su trono<br />
y se abaja para mirar<br />
al cielo y a la tierra?<br />
Levanta <strong>de</strong>l polvo al <strong>de</strong>svalido,<br />
alza <strong>de</strong> la basura al pobre,<br />
para sentarlo con los príncipes,<br />
los príncipes <strong>de</strong> su pueblo;<br />
a la estéril le da un puesto en la casa,<br />
como madre feliz <strong>de</strong> hijos.<br />
Ant. Bendito sea el nombre <strong>de</strong>l Señor, que ha hecho por mí prodigios <strong>de</strong><br />
misericordia.<br />
Ant. 2. Glorifica al Señor, Jerusalén, que ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti.<br />
Salmo 147<br />
Glorifica al Señor Jerusalén;<br />
alaba a tu Dios, Sión:<br />
que ha reforzado los cerrojos <strong>de</strong> tus puertas,<br />
y ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti;<br />
ha puesto paz en tus fronteras,<br />
te sacia con flor <strong>de</strong> harina.<br />
Él envía su mensaje a la tierra,<br />
y su palabra corre veloz;<br />
manda la nieve como lana,<br />
esparce la escarcha como ceniza;<br />
hace caer el hielo como migajas<br />
y con el frío congela las aguas;
envía una or<strong>de</strong>n, y se <strong>de</strong>rriten;<br />
sopla su aliento, y corren.<br />
Anuncia su palabra a Jacob,<br />
sus <strong>de</strong>cretos y mandatos a Israel;<br />
con ninguna nación obró así,<br />
ni les dio a conocer sus mandatos.<br />
Ant. Glorifica al Señor, Jerusalén, que ha ben<strong>de</strong>cido a tus hijos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ti.<br />
Ant. 3. El Señor te prefiere a ti, y tu Dios encontrará la alegría contigo.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.<br />
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. El Señor te prefiere a ti, y tu Dios encontrará la alegría contigo.<br />
LECTURA BREVE Flp 3, 7-8<br />
Todo lo que para mí era ganancia lo consi<strong>de</strong>ré pérdida comparado con Cristo; más<br />
aún, todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia <strong>de</strong>l conocimiento <strong>de</strong> Cristo<br />
Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal <strong>de</strong> ganar a Cristo.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Me gozaré y alegraré *En tu misericordia. Me gozaré.<br />
V. Porque has mirado mi aflicción. * En tu misericordia. Gloria al Padre. Me gozaré.
Magníficat, ant.:<br />
Para una santa: Cantadle por el éxito <strong>de</strong> su trabajo; que sus obras la alaben en la<br />
plaza.<br />
Para varias santas: Gloriaos <strong>de</strong> su nombre santo; que se alegren los que buscan al<br />
Señor.<br />
PRECES<br />
Supliquemos a Dios en bien <strong>de</strong> su Iglesia, por intercesión <strong>de</strong> las santas mujeres, y<br />
digámosle:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las mártires, que con la fuerza <strong>de</strong>l espíritu superaron la muerte <strong>de</strong>l<br />
cuerpo,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia ser fuerte en la tentación.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las esposas, que por medio <strong>de</strong>l santo matrimonio crecieron en la<br />
gracia,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia la fecundidad apostólica.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las viudas, que por la hospitalidad y la oración superaron su soledad y<br />
se santificaron,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia que muestre al mundo el misterio <strong>de</strong> tu caridad.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las madres, que engendraron sus hijos no sólo para la vida <strong>de</strong>l<br />
mundo, sino también para el reino <strong>de</strong> los cielos,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia que transmita la vida <strong>de</strong>l espíritu y la salvación a todo el<br />
género humano.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> todas las santas mujeres, que han sido ya admitidas a contemplar la<br />
belleza <strong>de</strong> tu rostro,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a los difuntos <strong>de</strong> la Iglesia gozar también eternamente <strong>de</strong> tu<br />
presencia.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta <strong>de</strong> santa N., conce<strong>de</strong> a los que<br />
celebramos su memoria imitar también los ejemplos <strong>de</strong> su vida santa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Derrama, Señor, sobre nosotros el espíritu <strong>de</strong> tu sabiduría y amor con que llenaste a<br />
tu hija santa N., para que, a imitación suya, te obe<strong>de</strong>zcamos siempre con sencillez y te<br />
agra<strong>de</strong>mos con nuestra fe y nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varias santas:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, la admirable vida <strong>de</strong> tus santas N. y N. nos da a todos ejemplo<br />
saludable; concé<strong>de</strong>nos ahora que su po<strong>de</strong>rosa intercesión nos obtenga también las<br />
ayudas <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para una religiosa:<br />
Señor, tú otorgaste a santa N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> esta santa, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para una santa que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> santa N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una educadora:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a santa N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Dichosas sois vosotras que guardasteis<br />
con amor maternal en vuestro seno<br />
la palabra <strong>de</strong>l Hijo que engendrasteis<br />
en la vida <strong>de</strong> fe y <strong>de</strong> amor pleno.<br />
Dichosas sois vosotras que en la vida<br />
hicisteis <strong>de</strong> la fe vuestra entereza,<br />
vuestra gracia en la Gracia fue asumida,<br />
maravilla <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong> belleza.<br />
Dichosas sois vosotras que supisteis<br />
ser hijas <strong>de</strong>l amor que Dios os daba,<br />
y así, en la fe, <strong>de</strong> muchos, madres fuisteis,<br />
fecunda plenitud que nunca acaba.<br />
No <strong>de</strong>jéis <strong>de</strong> ser madres en la gloria<br />
<strong>de</strong> los hombres que luchan con anhelo,<br />
ante Dios vuestro amor haga memoria<br />
<strong>de</strong> los hijos que esperan ir al cielo. Amén.<br />
Ant. 1. Mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene.<br />
Los salmos y el cántico, <strong>de</strong>l domingo <strong>de</strong> la semana I.<br />
Ant. 2. El Señor te ha dado su fuerza; por ello serás bendita para siempre.<br />
Ant. 3. Tu misericordia, Señor, es mi gozo y mi alegría.<br />
LECTURA BREVE Rm 12, 1-2<br />
Os exhorto, hermanos, por la misericordia <strong>de</strong> Dios, a presentar vuestros cuerpos<br />
como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable. Y no os<br />
ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación <strong>de</strong> la mente, para que sepáis<br />
discernir lo que es voluntad <strong>de</strong> Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios la socorre *Al <strong>de</strong>spuntar la aurora. Dios.<br />
V. Teniendo a Dios en medio, no vacila. * Al <strong>de</strong>spuntar la aurora. Gloria al Padre.<br />
Dios.<br />
Benedictus, ant. El reino <strong>de</strong> los cielos se parece a un comerciante en perlas finas,<br />
que, al encontrar una <strong>de</strong> gran valor, se va a ven<strong>de</strong>r todo lo que tiene y la compra.<br />
PRECES<br />
Unidos, hermanos, a las mujeres santas, aclamemos a nuestro Salvador, y<br />
supliquémosle, diciendo:<br />
Ven, Señor Jesús.
Señor Jesús, que perdonaste a la mujer pecadora sus muchos pecados, porque tenía<br />
mucho amor,<br />
-perdónanos también a nosotros, pues hemos pecado mucho.<br />
Señor Jesús, a quien servían en el camino las piadosas mujeres,<br />
-concé<strong>de</strong>nos que sigamos sus pasos.<br />
Señor Jesús, Maestro bueno, a quien María escuchaba y Marta servía,<br />
-concé<strong>de</strong>nos servirte siempre con fe y amor.<br />
Señor Jesús, que llamaste hermano, hermana y madre a todos los que cumplen tu<br />
voluntad,<br />
-haz que todos nosotros la cumplamos siempre <strong>de</strong> palabra y <strong>de</strong> obra.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta <strong>de</strong> santa N., conce<strong>de</strong> a los que<br />
celebramos su memoria imitar también los ejemplos <strong>de</strong> su vida santa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Derrama, Señor, sobre nosotros el espíritu <strong>de</strong> tu sabiduría y amor con que llenaste a<br />
tu hija santa N., para que, a imitación suya, te obe<strong>de</strong>zcamos siempre con sencillez y te<br />
agra<strong>de</strong>mos con nuestra fe y nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varias santas:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, la admirable vida <strong>de</strong> tus santas N. y N. nos da a todos ejemplo<br />
saludable; concé<strong>de</strong>nos ahora que su po<strong>de</strong>rosa intercesión nos obtenga también las<br />
ayudas <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una religiosa:<br />
Señor, tú otorgaste a santa N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> esta santa, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para una santa que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> santa N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una educadora:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a santa N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
Tercia<br />
Hora intermedia<br />
Ant. Sobre mis siervos y siervas <strong>de</strong>rramaré mi Espíritu<br />
LECTURA BREVE Ga 6, 7b-8<br />
Lo que uno siembre, eso cosechará. El que siembra para la carne, <strong>de</strong> ella cosechará<br />
corrupción; el que siembra para el espíritu, <strong>de</strong>l Espíritu cosechará vida eterna.<br />
V. Dichosos los que con vida intachable.<br />
R. Caminan en la voluntad <strong>de</strong>l Señor.<br />
Sexta<br />
Ant. Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo.<br />
LECTURA BREVE 1Co 9, 26-27a<br />
Yo corro, pero no al azar; boxeo, pero no contra el aire; mis golpes van a mi cuerpo y<br />
lo tengo a mi servicio.<br />
V. Encontré al amor <strong>de</strong> mi alma.<br />
R. Lo abracé, y ya no lo soltaré.<br />
Nona<br />
Ant. Mi amado es para mí, y yo para él.<br />
LECTURA BREVE Flp 4, 8. 9b<br />
Hermanos, todo lo que es verda<strong>de</strong>ro, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que<br />
es virtud o mérito, tenedlo en cuenta. Y el Dios <strong>de</strong> la paz estará con vosotros.<br />
V. Para ti es mi música, Señor.<br />
R. Voy a explicar el camino perfecto.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
II Vísperas<br />
Finísimo fue el lino con que ella<br />
fue tejiendo, a lo largo <strong>de</strong> su vida,<br />
esa historia <strong>de</strong> amor que la hace bella<br />
a los ojos <strong>de</strong> Dios y ben<strong>de</strong>cida.<br />
Supo trenzar con tino los amores<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra, y santamente<br />
hizo altar <strong>de</strong>l telar <strong>de</strong> sus labores,<br />
oración <strong>de</strong>sgranada lentamente.<br />
Flor virgen, florecida en amor santo,<br />
llenó el hogar <strong>de</strong> paz y joven vida,<br />
su dulce fortaleza fue su encanto,<br />
la fuerza <strong>de</strong> su amor la fe vivida.<br />
Una escuela <strong>de</strong> fe fue su regazo,<br />
todos fueron dichosos a su vera,<br />
su muerte en el Señor fue un tierno abrazo,<br />
su vida será eterna primavera.<br />
SALMODIA<br />
Ant.1. Tu sierva, Señor, se regocijó con tu salvación.<br />
Salmo 121<br />
¡Qué alegría cuando me dijeron:<br />
"Vamos a la casa <strong>de</strong>l Señor"!<br />
Ya están pisando nuestros pies<br />
tus umbrales, Jerusalén.<br />
Jerusalén está fundada<br />
como ciudad bien compacta.<br />
Allá suben las tribus,<br />
las tribus <strong>de</strong>l Señor,<br />
según la costumbre <strong>de</strong> Israel,<br />
a celebrar el nombre <strong>de</strong>l Señor;<br />
en ella están los tribunales <strong>de</strong> justicia,<br />
en el palacio <strong>de</strong> David.<br />
Desead la paz a Jerusalén:<br />
"Vivan seguros los que te aman,<br />
haya paz <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tus muros,<br />
seguridad en tus palacios."<br />
Por mis hermanos y compañeros,<br />
voy a <strong>de</strong>cir: "La paz contigo."<br />
Por la casa <strong>de</strong>l Señor, nuestro Dios,<br />
te <strong>de</strong>seo todo bien.<br />
Ant. Tu sierva, Señor, se regocijó con tu salvación.
Ant. 2. Como está sólido el fundamento sobre la roca, así estuvo la voluntad <strong>de</strong> Dios<br />
en el corazón <strong>de</strong> la mujer santa.<br />
Si el Señor no construye la casa,<br />
en vano se cansan los albañiles;<br />
si el Señor no guarda la ciudad,<br />
en vano vigilan los centinelas.<br />
Salmo 126<br />
Es inútil que madruguéis,<br />
que veléis hasta muy tar<strong>de</strong>,<br />
que comáis el pan <strong>de</strong> vuestros sudores:<br />
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!<br />
La herencia que da el Señor son los hijos;<br />
su salario, el fruto <strong>de</strong>l vientre:<br />
son saetas en mano <strong>de</strong> un guerrero<br />
los hijos <strong>de</strong> la juventud.<br />
Dichoso el hombre que llena<br />
con ellas su aljaba:<br />
no quedará <strong>de</strong>rrotado cuando litigue<br />
con su adversario en la plaza.<br />
Ant. Como está sólido el fundamento sobre la roca, así estuvo la voluntad <strong>de</strong> Dios en<br />
el corazón <strong>de</strong> la mujer santa.<br />
Ant. 3. El Señor le ha dado su fuerza; por ello será bendita eternamente.<br />
Cántico Ef 1, 3-10<br />
Bendito sea Dios,<br />
Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo,<br />
que nos ha ben<strong>de</strong>cido en la persona <strong>de</strong> Cristo<br />
con toda clase <strong>de</strong> bienes espirituales y celestiales.<br />
Él nos eligió en la persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
antes <strong>de</strong> crear el mundo,<br />
para que fuésemos santos<br />
e irreprochables ante él por el amor.<br />
Él nos ha <strong>de</strong>stinado en persona <strong>de</strong> Cristo,<br />
por pura iniciativa suya,<br />
a ser sus hijos,<br />
para que la gloria <strong>de</strong> su gracia,<br />
que tan generosamente nos ha concedido<br />
en su querido Hijo,<br />
redun<strong>de</strong> en alabanza suya.<br />
Por este Hijo, por su sangre,<br />
hemos recibido la re<strong>de</strong>nción,<br />
el perdón <strong>de</strong> los pecados.<br />
El tesoro <strong>de</strong> su gracia, sabiduría y pru<strong>de</strong>ncia<br />
ha sido un <strong>de</strong>rroche para con nosotros,<br />
dándonos a conocer el misterio <strong>de</strong> su voluntad.
Este es el plan<br />
que había proyectado realizar por Cristo<br />
cuando llegase el momento culminante:<br />
recapitular en Cristo todas las cosas<br />
<strong>de</strong>l cielo y <strong>de</strong> la tierra.<br />
Ant. El Señor le ha dado su fuerza; por ello será bendita eternamente.<br />
LECTURA BREVE Rm 8, 28-30<br />
Sabemos que a los que aman a Dios todo les sirve para el bien: a los que ha llamado<br />
conforme a su <strong>de</strong>signio. A los que había escogido, Dios los pre<strong>de</strong>stinó a ser imagen <strong>de</strong><br />
su Hijo, para que él fuera el primogénito <strong>de</strong> muchos hermanos. A los que pre<strong>de</strong>stinó, los<br />
llamó; a los que llamó, los justificó; a los que justificó, los glorificó.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Dios la eligió *Y la pre<strong>de</strong>stinó. Dios.<br />
V. La hizo morar en su templo santo. * Y la pre<strong>de</strong>stinó. Gloria al Padre. Dios.<br />
Magníficat, ant. Mi corazón se regocija por el Señor; mi corazón se ensancha, porque<br />
gozo con tu salvación.<br />
PRECES<br />
Supliquemos a Dios en bien <strong>de</strong> su Iglesia, por intercesión <strong>de</strong> las santas mujeres, y<br />
digámosle:<br />
Acuérdate, Señor, <strong>de</strong> tu Iglesia.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las mártires, que con la fuerza <strong>de</strong>l espíritu superaron la muerte <strong>de</strong>l<br />
cuerpo,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia ser fuerte en la tentación.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las esposas, que por medio <strong>de</strong>l santo matrimonio crecieron en la<br />
gracia,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia la fecundidad apostólica.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las viudas, que por la hospitalidad y la oración superaron su soledad y<br />
se santificaron,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia que muestre al mundo el misterio <strong>de</strong> tu caridad.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> las madres, que engendraron sus hijos no sólo para la vida <strong>de</strong>l<br />
mundo, sino también para el reino <strong>de</strong> los cielos,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a tu Iglesia que transmita la vida <strong>de</strong>l espíritu y la salvación a todo el<br />
género humano.<br />
Por intercesión <strong>de</strong> todas las santas mujeres, que han sido ya admitidas a contemplar la<br />
belleza <strong>de</strong> tu rostro,<br />
-conce<strong>de</strong>, Señor, a los difuntos <strong>de</strong> la Iglesia gozar también eternamente <strong>de</strong> tu<br />
presencia.<br />
Padre nuestro.
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor Dios, que cada año nos alegras con la fiesta <strong>de</strong> santa N., conce<strong>de</strong> a los que<br />
celebramos su memoria imitar también los ejemplos <strong>de</strong> su vida santa. Por nuestro Señor<br />
Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Derrama, Señor, sobre nosotros el espíritu <strong>de</strong> tu sabiduría y amor con que llenaste a<br />
tu hija santa N., para que, a imitación suya, te obe<strong>de</strong>zcamos siempre con sencillez y te<br />
agra<strong>de</strong>mos con nuestra fe y nuestras buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varias santas:<br />
Dios todopo<strong>de</strong>roso, la admirable vida <strong>de</strong> tus santas N. y N. nos da a todos ejemplo<br />
saludable; concé<strong>de</strong>nos ahora que su po<strong>de</strong>rosa intercesión nos obtenga también las<br />
ayudas <strong>de</strong>l cielo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una religiosa:<br />
Señor, tú otorgaste a santa N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo pobre y<br />
humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> esta santa, la gracia <strong>de</strong> vivir<br />
fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la perfección que tú nos has<br />
propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para una santa que se ha consagrado a una actividad caritativa:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> santa N., podamos ser un<br />
día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para una educadora:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a santa N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.
PARA LOS RELIGIOSOS<br />
Todo como en el Común <strong>de</strong> santos varones, o <strong>de</strong> santas mujeres, excepto lo siguiente.<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant.:<br />
“El que no renuncia a todos sus bienes no pue<strong>de</strong> ser discípulo mío”, dice el Señor.<br />
O bien, para un religioso: Ése recibirá la bendición <strong>de</strong>l Señor, le hará justicia el Dios<br />
<strong>de</strong> salvación, porque éste es el grupo que busca al Señor.<br />
O bien, para una religiosa: El Señor la <strong>de</strong>sposó para siempre, en la fi<strong>de</strong>lidad y en el<br />
amor.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant.:<br />
“El que cumple la voluntad <strong>de</strong> mi Padre, ése es mi hermano y mi hermana y mi<br />
madre”, dice el Señor.<br />
O bien: Mi porción es el Señor; bueno es el Señor para el alma que lo busca.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, una <strong>de</strong> las siguientes:<br />
Señor, tú que otorgaste a san (santa) N. la gracia <strong>de</strong> imitar con fi<strong>de</strong>lidad a Cristo<br />
pobre y humil<strong>de</strong>, concé<strong>de</strong>nos también a nosotros, por intercesión <strong>de</strong> este santo (esta<br />
santa), la gracia <strong>de</strong> vivir fielmente nuestra vocación, para que así tendamos a la<br />
perfección que tú nos has propuesto en la persona <strong>de</strong> tu Hijo. Que vive y reina contigo.<br />
Para un abad:<br />
Señor, tú que has querido <strong>de</strong>jarnos en san N., abad, un claro testimonio <strong>de</strong> perfección<br />
evangélica, concé<strong>de</strong>nos por su intercesión, abrazar <strong>de</strong> corazón las realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l cielo en<br />
medio <strong>de</strong> las vicisitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> este mundo. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant.:<br />
Vosotros, los que lo habéis <strong>de</strong>jado todo y me habéis seguido, recibiréis cien veces<br />
más, y heredaréis la vida eterna.<br />
O bien: En don<strong>de</strong> se reúnen los hermanos para glorificar a Dios, allí el Señor<br />
ben<strong>de</strong>cirá a su pueblo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
PARA LOS QUE SE HAN CONSAGRADO<br />
A UNA ACTIVIDAD CARITATIVA<br />
Todo como en el Común <strong>de</strong> santos varones, o <strong>de</strong> santas mujeres, excepto lo siguiente.<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dichoso quien se apiada <strong>de</strong> los pobres, porque quien imita al Señor<br />
ama la misericordia.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos será que os<br />
amáis unos a otros.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, la siguiente:<br />
Señor, Dios todopo<strong>de</strong>roso, tú nos has revelado que toda la ley se compendia en el<br />
amor a ti y al prójimo; concé<strong>de</strong>nos que, imitando la caridad <strong>de</strong> san (santa) N., podamos<br />
ser un día contados entre los elegidos <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant. Os aseguro que lo que hicisteis con uno <strong>de</strong> éstos, mis humil<strong>de</strong>s<br />
hermanos, conmigo lo hicisteis. Venid, benditos <strong>de</strong> mi Padre, heredad el reino<br />
preparado para vosotros <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l mundo.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
PARA LOS EDUCADORES<br />
Todo como en el Común <strong>de</strong> santos varones, o <strong>de</strong> santas mujeres, excepto lo siguiente.<br />
I Vísperas<br />
Magníficat, ant. Guarda, hijo mío, los consejos <strong>de</strong> tu padre, no rechaces las<br />
instrucciones <strong>de</strong> tu madre; llévalos siempre atados en tu corazón.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Benedictus, ant. El que se compa<strong>de</strong>ce <strong>de</strong> su prójimo educa, enseña y guía como<br />
pastor a su rebaño.<br />
Oración<br />
Se dice la oración propia o, en su <strong>de</strong>fecto, la siguiente:<br />
Señor, tú elegiste entre tus fieles a san (santa) N. para que mostrara a sus hermanos el<br />
camino que conduce a ti; concé<strong>de</strong>nos que su ejemplo nos ayu<strong>de</strong> a seguir a Jesucristo,<br />
nuestro Maestro, para que un día logremos alcanzar, junto con nuestros hermanos, la<br />
gloria <strong>de</strong> tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
II Vísperas<br />
Magníficat, ant. Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; <strong>de</strong> los que<br />
son como ellos es el reino <strong>de</strong> Dios.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Salen <strong>de</strong> la ciudad en larga hilera<br />
los amigos <strong>de</strong>l hombre, entristecidos,<br />
llevan al joven muerto en la litera,<br />
su madre lo acompaña entre gemidos.<br />
Lazos <strong>de</strong> muerte a todos nos alcanzan,<br />
las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l abismo nos envuelven,<br />
pueblos enteros lentamente avanzan,<br />
y todos los que van ya nunca vuelven.<br />
Alza tu voz, Jesús resucitado;<br />
<strong>de</strong>tente, caravana <strong>de</strong> la muerte,<br />
mira al Señor Jesús, él ha pagado<br />
el precio <strong>de</strong>l rescate <strong>de</strong> tu suerte.<br />
OFICIO DE DIFUNTOS<br />
Lau<strong>de</strong>s<br />
Lora, Raquel, <strong>de</strong> gozo y alegría,<br />
tus hijos vivirán eternamente.<br />
Danos, Señor, llegar a tu gran día,<br />
que <strong>de</strong> ansia <strong>de</strong> vivir el alma muere. Amén.<br />
Déjame, Señor, así;<br />
déjame que en ti me muera,<br />
mientras la brisa en la era<br />
dora el tamo que yo fui.<br />
Déjame que dé <strong>de</strong> mí<br />
el grano limpio, y que fuera<br />
en un montón, toda entera,<br />
caiga el alma para ti.<br />
Déjame, cristal, infancia,<br />
tar<strong>de</strong> seca, sol violento,<br />
crujir <strong>de</strong> trigo en sazón.<br />
Coge, Señor, mi abundancia,<br />
mientras se queda en el viento<br />
el olor <strong>de</strong>l corazón.<br />
Gloria al Padre, gloria al Hijo,<br />
gloria al Espíritu <strong>Santo</strong>,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Ant. 1. Se alegrarán en el Señor los huesos quebrantados.<br />
I<br />
II<br />
Salmo 50
Misericordia, Dios mío por tu bondad;<br />
por tu inmensa compasión borra mi culpa;<br />
lava <strong>de</strong>l todo mi <strong>de</strong>lito,<br />
limpia mi pecado.<br />
Pues yo reconozco mi culpa,<br />
tengo siempre presente mi pecado:<br />
contra ti, contra ti solo pequé,<br />
cometí la maldad que aborreces.<br />
En la sentencia tendrás razón,<br />
en el juicio resultarás inocente.<br />
Mira, que en la culpa nací,<br />
pecador me concibió mi madre.<br />
Te gusta un corazón sincero,<br />
y en mi interior me inculcas sabiduría.<br />
Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;<br />
lávame: quedaré más blanco que la nieve.<br />
Hazme oír el gozo y la alegría,<br />
que se alegren los huesos quebrantados.<br />
Aparta <strong>de</strong> mi pecado tu vista,<br />
borra en mí toda culpa.<br />
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,<br />
renuévame por <strong>de</strong>ntro con espíritu firme;<br />
no me arrojes lejos <strong>de</strong> tu rostro,<br />
no me quites tu santo espíritu.<br />
Devuélveme la alegría <strong>de</strong> tu salvación,<br />
afiánzame con espíritu generoso:<br />
enseñaré a los malvados tus caminos,<br />
los pecadores volverán a ti.<br />
Líbrame <strong>de</strong> la sangre, oh Dios,<br />
Dios, Salvador mío,<br />
y cantará mi lengua tu justicia.<br />
Señor, me abrirás los labios,<br />
y mi boca proclamará tu alabanza.<br />
Los sacrificios no te satisfacen;<br />
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.<br />
Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;<br />
un corazón quebrantado y humillado,<br />
tú no lo <strong>de</strong>sprecias.<br />
Señor, por tu bondad, favorece a Sión,<br />
reconstruye las murallas <strong>de</strong> Jerusalén:<br />
entonces aceptarás los sacrificios rituales,<br />
ofrendas y holocaustos,<br />
sobre tu altar se inmolarán novillos.<br />
Ant. Se alegrarán en el Señor los huesos quebrantados.<br />
Ant. 2. Líbrame, Señor, <strong>de</strong> las puertas <strong>de</strong>l abismo.
Cántico Is 38, 10-14. 17-20<br />
Yo pensé: “En medio <strong>de</strong> mis días<br />
tengo que marchar hacia las puertas <strong>de</strong>l abismo;<br />
me privan <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> mis años.”<br />
Yo pensé: “Ya no veré más al Señor<br />
en la tierra <strong>de</strong> los vivos,<br />
ya no miraré a los hombres<br />
entre los habitantes <strong>de</strong>l mundo.<br />
Levantan y enrollan mi vida<br />
como una tienda <strong>de</strong> pastores.<br />
Como un tejedor, <strong>de</strong>vanaba yo mi vida,<br />
y me cortan la trama.”<br />
Día y noche me estás acabando,<br />
sollozo hasta el amanecer.<br />
Me quiebras los huesos como un león,<br />
día y noche me estás acabando.<br />
Estoy piando como una golondrina,<br />
gimo como una paloma.<br />
Mis ojos mirando al cielo se consumen:<br />
¡Señor, que me oprimen, sal fiador por mí!<br />
Me has curado, me has hecho revivir,<br />
la amargura se me volvió paz<br />
cuando <strong>de</strong>tuviste mi alma ante la tumba vacía<br />
y volviste la espalda a todos mis pecados.<br />
El abismo no te da gracias,<br />
ni la muerte te alaba,<br />
ni esperan en tu fi<strong>de</strong>lidad<br />
los que bajan a la fosa.<br />
Los vivos, los vivos son quienes te alaban:<br />
como yo ahora.<br />
El padre enseña a sus hijos tu fi<strong>de</strong>lidad.<br />
Sálvame, Señor, y tocaremos nuestras arpas<br />
todos nuestros días en la casa <strong>de</strong>l Señor.<br />
Ant. Líbrame, Señor, <strong>de</strong> las puertas <strong>de</strong>l abismo.<br />
Ant. 3. Alabaré al Señor mientras viva.<br />
Salmo 145<br />
Alaba, alma mía, al Señor:<br />
alabaré al Señor mientras viva,<br />
tañeré para mi Dios mientras exista.<br />
No confiéis en los príncipes,<br />
seres <strong>de</strong> polvo que no pue<strong>de</strong>n salvar;<br />
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,<br />
ese día perecen sus planes.
Dichoso a quien auxilia el Dios <strong>de</strong> Jacob,<br />
el que espera en el Señor, su Dios,<br />
que hizo el cielo y la tierra,<br />
el mar y cuanto hay en él;<br />
que mantiene su fi<strong>de</strong>lidad perpetuamente,<br />
que hace justicia a los oprimidos,<br />
que da pan a los hambrientos.<br />
El Señor liberta a los cautivos,<br />
el Señor abre los ojos al ciego,<br />
el Señor en<strong>de</strong>reza a los que ya se doblan,<br />
el Señor ama a los justos.<br />
El Señor guarda a los peregrinos,<br />
sustenta al huérfano y a la viuda<br />
y trastorna el camino <strong>de</strong> los malvados.<br />
El Señor reina eternamente,<br />
tu Dios, Sión, <strong>de</strong> edad en edad.<br />
Ant. Alabaré al Señor mientras viva.<br />
O bien:<br />
Ant. 3. Todo ser que alienta alabe al Señor.<br />
Salmo 150<br />
Alabad al Señor en su templo,<br />
alabadlo en su fuerte firmamento.<br />
Alabadlo por sus obras magníficas,<br />
alabadlo por su inmensa gran<strong>de</strong>za.<br />
Alabadlo tocando trompetas,<br />
alabadlo con arpas y cítaras,<br />
alabadlo con tambores y danzas,<br />
alabadlo con trompas y flautas,<br />
alabadlo con platillos sonoros,<br />
alabadlo con platillos vibrantes.<br />
Todo ser que alienta, alabe al Señor.<br />
Ant. Todo ser que alienta alabe al Señor.<br />
LECTURA BREVE 1Ts 4, 14<br />
Creemos que Jesús ha muerto y resucitado; <strong>de</strong>l mismo modo, a los que han muerto,<br />
Dios, por medio <strong>de</strong> Jesús, los llevará con él.<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. Te ensalzaré, Señor, *Porque me has librado. Te ensalzaré.<br />
V. Cambiaste mi luto en danza. * Porque me has librado. Gloria al Padre. Te<br />
ensalzaré.
Benedictus, ant. Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque haya<br />
muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre.<br />
PRECES<br />
Oremos a Dios Padre todopo<strong>de</strong>roso, que ha resucitado a Jesucristo <strong>de</strong> entre los muertos<br />
y vivificará también nuestros cuerpos mortales, y digámosle:<br />
Señor, danos la vida en Cristo.<br />
Padre santo, ya que por el bautismo hemos sido sepultados con Cristo en la muerte y<br />
con él hemos resucitado,<br />
-haz que <strong>de</strong> tal forma an<strong>de</strong>mos en vida nueva, que aún <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> nuestra muerte<br />
vivamos para siempre con Cristo.<br />
Padre provi<strong>de</strong>nte, que nos has dado el pan vivo bajado <strong>de</strong>l cielo, para que lo comamos<br />
santamente,<br />
-haz que al comerlo tengamos vida eterna y resucitemos en el último día.<br />
Oh Señor, que enviaste un ángel para que confortara a tu Hijo en la agonía <strong>de</strong><br />
Getsemaní,<br />
-dígnate consolarnos en nuestro tránsito con la dulzura <strong>de</strong> tu esperanza.<br />
Tú que libraste a los tres jóvenes <strong>de</strong>l fuego ardiente,<br />
-libra también las almas <strong>de</strong> los difuntos <strong>de</strong>l castigo que sufren por sus pecados.<br />
Dios y Señor <strong>de</strong> vivos y <strong>de</strong> muertos, que resucitaste a Cristo <strong>de</strong>l sepulcro,<br />
-resucita también a los difuntos, y a nosotros danos un lugar junto a ellos en tu gloria.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas, para que, al confesar la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
tu Hijo, se afiance también la esperanza <strong>de</strong> que nuestro hermano N. resucitará. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Oh Dios, gloria <strong>de</strong> los fieles y vida <strong>de</strong> los justos, nosotros, los redimidos por la<br />
muerte y resurrección <strong>de</strong> tu Hijo, te pedimos que acojas con bondad a tu siervo N., y<br />
pues creyó en la resurrección futura, merezca alcanzar los gozos <strong>de</strong> la eterna<br />
bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Presta oídos, Señor, a las oraciones con que imploramos tu misericordia a favor <strong>de</strong><br />
nuestro hermano N.; tú que lo hiciste miembro <strong>de</strong> la Iglesia durante su vida mortal,<br />
llévalo contigo a la patria <strong>de</strong> la luz, para que ahora participe también <strong>de</strong> la ciudadanía <strong>de</strong><br />
los santos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varios difuntos:<br />
Oh Dios, que resucitaste a tu Hijo para que, venciendo la muerte, entrara en tu reino,<br />
conce<strong>de</strong> a tus hijos (N. y N.) difuntos que, superada su condición mortal, puedan<br />
contemplarte para siempre como su Creador y Salvador. Por nuestro Señor Jesucristo.
Para los hermanos, parientes y bienhechores:<br />
Oh Dios, que conce<strong>de</strong>s el perdón <strong>de</strong> los pecados y quieres la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, por intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, y <strong>de</strong> todos los santos, conce<strong>de</strong> a<br />
nuestros hermanos, parientes y bienhechores que ha salido ya <strong>de</strong> este mundo alcanzar la<br />
eterna bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo.
HIMNO<br />
Dejad que el grano se muera<br />
y venga el tiempo oportuno:<br />
dará cien granos por uno<br />
la espiga <strong>de</strong> primavera.<br />
Mirad que es dulce la espera<br />
cuando los signos son ciertos;<br />
tened los ojos abiertos<br />
y el corazón consolado:<br />
si Cristo ha resucitado,<br />
¡resucitarán los muertos! Amén.<br />
Camino <strong>de</strong>l sepulcro, preguntábamos:<br />
“¿Quién moverá la piedra?”<br />
Pero tú,<br />
como el agua viva,<br />
manas <strong>de</strong> la piedra;<br />
como el fuego nuevo,<br />
brotas <strong>de</strong> la piedra;<br />
como ciudad fuerte,<br />
creces en la piedra.<br />
¡Oh Cristo, piedra viva!<br />
Tu muerte es tu fuerza.<br />
A ti se acogen todos los que duermen;<br />
en tu <strong>de</strong>scanso habitan,<br />
bajo tu piedra esperan. Amén.<br />
SALMODIA<br />
Hora intermedia<br />
Antífona<br />
Tercia: Vuélvete, Señor, liberta mi alma.<br />
Sexta: Sana, Señor, mi alma, porque he pecado contra ti.<br />
Nona: Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu po<strong>de</strong>r.<br />
Salmo 69<br />
Dios mío, dígnate librarme;<br />
Señor, date prisa en socorrerme.<br />
Sufran una <strong>de</strong>rrota ignominiosa<br />
los que me persiguen a muerte;<br />
vuelvan la espalda afrentados<br />
los que traman mi daño;<br />
que se retiren avergonzados<br />
los que se ríen <strong>de</strong> mí.<br />
I<br />
II
Alégrense y gocen contigo<br />
todos los que te buscan;<br />
y digan siempre: “Dios es gran<strong>de</strong>”,<br />
los que <strong>de</strong>sean tu salvación.<br />
Yo soy pobre y <strong>de</strong>sgraciado:<br />
Dios mío, socórreme,<br />
que tú eres mi auxilio y mi liberación.<br />
¡Señor, no tar<strong>de</strong>s!<br />
Señor, has sido bueno con tu tierra,<br />
has restaurado la suerte <strong>de</strong> Jacob,<br />
has perdonado la culpa <strong>de</strong> tu pueblo,<br />
has sepultado todos sus pecados,<br />
has reprimido tu cólera,<br />
has frenado el incendio <strong>de</strong> tu ira.<br />
Restáuranos, Dios, salvador nuestro;<br />
cesa en tu rencor contra nosotros.<br />
¿Vas a estar siempre enojado,<br />
o a prolongar tu ira <strong>de</strong> edad en edad?<br />
¿No vas a <strong>de</strong>volvernos la vida,<br />
para que tu pueblo se alegre contigo?<br />
Muéstranos, Señor, tu misericordia<br />
y danos tu salvación.<br />
Voy a escuchar lo que dice el Señor:<br />
"Dios anuncia la paz<br />
a su pueblo y a sus amigos<br />
y a los que se convierten <strong>de</strong> corazón."<br />
Salmo 84<br />
La salvación está ya cerca <strong>de</strong> sus fieles,<br />
y la gloria habitará en nuestra tierra;<br />
la misericordia y la fi<strong>de</strong>lidad se encuentran,<br />
la justicia y la paz se besan;<br />
la fi<strong>de</strong>lidad brota <strong>de</strong> la tierra,<br />
y la justicia mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo;<br />
el Señor nos dará la lluvia,<br />
y nuestra tierra dará su fruto.<br />
La justicia marchará ante él,<br />
la salvación seguirá sus pasos.<br />
Inclina tu oído, Señor; escúchame,<br />
que soy un pobre <strong>de</strong>samparado;<br />
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;<br />
salva a tu siervo, que confía en ti.<br />
Tú eres mi Dios, piedad <strong>de</strong> mí, Señor,<br />
que a ti te estoy llamando todo el día;<br />
Salmo 85
alegra el alma <strong>de</strong> tu siervo,<br />
pues levanto mi alma hacia ti;<br />
porque tú, Señor, eres bueno y clemente,<br />
rico en misericordia con los que te invocan.<br />
Señor, escucha mi oración,<br />
atien<strong>de</strong> a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
En el día <strong>de</strong>l peligro te llamo,<br />
y tú me escuchas.<br />
No tienes igual entre los dioses, Señor,<br />
ni hay obras como las tuyas.<br />
Todos los pueblos vendrán<br />
a postrarse en tu presencia, Señor;<br />
ben<strong>de</strong>cirán tu nombre:<br />
"Gran<strong>de</strong> eres tú, y haces maravillas;<br />
tú eres el único Dios."<br />
Enséñame, Señor, tu camino,<br />
para que siga tu verdad;<br />
mantén mi corazón entero<br />
en el temor <strong>de</strong> tu nombre.<br />
Te alabaré <strong>de</strong> todo corazón, Dios mío;<br />
daré gloria a tu nombre por siempre,<br />
por tu gran piedad para conmigo,<br />
porque me salvaste <strong>de</strong>l abismo profundo.<br />
Dios mío, unos soberbios se levantan contra mí,<br />
una banda <strong>de</strong> insolentes atenta contra mi vida,<br />
sin tenerte en cuenta a ti.<br />
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,<br />
lento a la cólera, rico en piedad y leal,<br />
mírame, ten compasión <strong>de</strong> mí.<br />
Da fuerza a tu siervo,<br />
salva al hijo <strong>de</strong> tu esclava,<br />
dame una señal propicia,<br />
que la vean mis adversarios y se avergüencen,<br />
porque tú, Señor, me ayudas y consuelas.<br />
Tercia<br />
Ant. Vuélvete, Señor, liberta mi alma.<br />
LECTURA BREVE Jb 19, 25-26<br />
Yo sé que está vivo mi Re<strong>de</strong>ntor, y que al final se alzará sobre el polvo: <strong>de</strong>spués que<br />
me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios.<br />
O bien: 2M 7, 9a<br />
Cuando hayamos muerto por su ley, el rey <strong>de</strong>l universo nos resucitará para la vida<br />
nueva.
V. ¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas?<br />
R. Espera en Dios, que volverás a alabarlo.<br />
Sexta<br />
Ant. Sana, Señor, mi alma, porque he pecado contra ti.<br />
LECTURA BREVE Sb 1, 13-14a. 15<br />
Dios no hizo la muerte ni goza <strong>de</strong>struyendo a los vivientes. Todo lo que creó para<br />
que subsistiera; porque la justicia es inmortal.<br />
V. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo.<br />
R. Porque tú, Señor, vas conmigo.<br />
Nona<br />
Ant. Oh Dios, sálvame por tu nombre, sal por mí con tu po<strong>de</strong>r.<br />
LECTURA BREVE Is 25, 8<br />
Aniquilará Dios la muerte para siempre. El Señor Dios enjugará las lágrimas <strong>de</strong><br />
todos los rostros, y el oprobio <strong>de</strong> su pueblo lo alejará <strong>de</strong> todo el país. –Lo ha dicho el<br />
Señor-.<br />
V. Escucha, Señor, mis súplicas.<br />
R. A ti acu<strong>de</strong> todo mortal.<br />
La oración como en Lau<strong>de</strong>s.
HIMNO<br />
Vísperas<br />
Tú, Señor, que asumiste la existencia,<br />
la lucha y el dolor que el hombre vive,<br />
no <strong>de</strong>jes sin la luz <strong>de</strong> tu presencia<br />
la noche <strong>de</strong> la muerte que lo aflige.<br />
Te rebajaste, Cristo, hasta la muerte,<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz, por amor nuestro;<br />
así te exaltó el Padre, al acogerte,<br />
sobre todo po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> tierra y cielo.<br />
Para ascen<strong>de</strong>r <strong>de</strong>spués gloriosamente,<br />
bajaste sepultado a los abismos;<br />
fue el amor <strong>de</strong>l Señor omnipotente<br />
más fuerte que la muerte y que su sino.<br />
Primicia <strong>de</strong> los muertos, tu victoria<br />
es la fe y la esperanza <strong>de</strong>l creyente,<br />
el secreto final <strong>de</strong> nuestra historia,<br />
abierta a nueva vida para siempre.<br />
Cuando la noche llegue y sea el día<br />
<strong>de</strong> pasar <strong>de</strong> este mundo a nuestro Padre,<br />
concé<strong>de</strong>nos la paz y la alegría<br />
<strong>de</strong> un encuentro feliz que nunca acabe. Amén.<br />
II<br />
¡Líbrame <strong>de</strong> esta carne <strong>de</strong>l pecado<br />
<strong>de</strong> la que siento en alas <strong>de</strong>sasirme,<br />
Señor, que, en una cruz, por redimirme,<br />
diste todo en la llaga <strong>de</strong>l costado!<br />
¿Y volaré, para volver atado<br />
a mi antigua enemiga?; ¿andaré firme<br />
el día que otra vez vuelva a vestirme<br />
<strong>de</strong> la túnica inútil <strong>de</strong>l pasado?<br />
Vivo en la fe, y el alma no se atreve<br />
a pedir verte sólo en lo inefable,<br />
sólo en aliento y en blancor <strong>de</strong> nieve.<br />
¡Otra vez lo corpóreo, lo palpable!<br />
¡Que mi segunda carne sea leve!<br />
¡Dame, Señor, la vida perdurable!<br />
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu,<br />
por los siglos <strong>de</strong> los siglos. Amén.<br />
I
SALMODIA<br />
Ant.1. El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal, él guarda tu alma.<br />
Levanto mis ojos a los montes:<br />
¿<strong>de</strong> dón<strong>de</strong> me vendrá el auxilio?<br />
El auxilio me viene <strong>de</strong>l Señor,<br />
que hizo el cielo y la tierra.<br />
No permitirá que resbale tu pie,<br />
tu guardián no duerme;<br />
no duerme ni reposa<br />
el guardián <strong>de</strong> Israel.<br />
El Señor te guarda a su sombra,<br />
está a tu <strong>de</strong>recha;<br />
<strong>de</strong> día el sol no te hará daño,<br />
ni la luna <strong>de</strong> noche.<br />
Salmo 120<br />
El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal,<br />
él guarda tu alma;<br />
el Señor guarda tus entradas y salidas,<br />
ahora y por siempre.<br />
Ant. El Señor te guarda <strong>de</strong> todo mal, él guarda tu alma.<br />
Ant. 2. Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor, ¿quién podrá resistir?<br />
Salmo 129<br />
Des<strong>de</strong> lo hondo a ti grito, Señor;<br />
Señor, escucha mi voz;<br />
estén tus oídos atentos<br />
a la voz <strong>de</strong> mi súplica.<br />
Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor,<br />
¿quién podrá resistir?<br />
Pero <strong>de</strong> ti proce<strong>de</strong> el perdón,<br />
y así infun<strong>de</strong>s respeto.<br />
Mi alma espera en el Señor,<br />
espera en su palabra;<br />
mi alma aguarda al Señor,<br />
más que el centinela la aurora.<br />
Aguar<strong>de</strong> Israel al Señor,<br />
como el centinela la aurora;<br />
porque <strong>de</strong>l Señor viene la misericordia,<br />
la re<strong>de</strong>nción copiosa;<br />
y él redimirá a Israel<br />
<strong>de</strong> todos sus <strong>de</strong>litos.<br />
Ant. Si llevas cuenta <strong>de</strong> los <strong>de</strong>litos, Señor, ¿quién podrá resistir?<br />
Ant. 3. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el<br />
Hijo da vida a los que quiere.
Cristo, a pesar <strong>de</strong> su condición divina,<br />
no hizo alar<strong>de</strong> <strong>de</strong> su categoría <strong>de</strong> Dios;<br />
al contrario, se <strong>de</strong>spojó <strong>de</strong> su rango<br />
y tomó la condición <strong>de</strong> esclavo,<br />
pasando por uno <strong>de</strong> tantos.<br />
Cántico Fpl. 2,6-11<br />
Y así, actuando como un hombre cualquiera,<br />
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte<br />
y una muerte <strong>de</strong> cruz.<br />
Por eso Dios lo levantó sobre todo<br />
y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre";<br />
<strong>de</strong> modo que al nombre <strong>de</strong> Jesús toda rodilla se doble<br />
en el cielo, en la tierra, en el abismo,<br />
y toda lengua proclame:<br />
Jesucristo es Señor, para gloria <strong>de</strong> Dios Padre.<br />
Ant. Lo mismo que el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo<br />
da vida a los que quiere.<br />
LECTURA BREVE 1Co 15, 55-57<br />
¿Dón<strong>de</strong> está, muerte, tu victoria? ¿Dón<strong>de</strong> está, muerte, tu aguijón? El aguijón <strong>de</strong> la<br />
muerte es el pecado, y la fuerza <strong>de</strong>l pecado es la ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos da<br />
la victoria por nuestro Señor Jesucristo!<br />
RESPONSORIO BREVE<br />
R. A ti, Señor, me acojo: *No que<strong>de</strong> nunca yo <strong>de</strong>fraudado. A ti.<br />
V. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. * No que<strong>de</strong> nunca yo <strong>de</strong>fraudado.<br />
Gloria al Padre. A ti.<br />
Oh bien:<br />
R. En tu misericordia, Señor, *Concé<strong>de</strong>les el <strong>de</strong>scanso eterno. En tu misericordia.<br />
V. Tú que has <strong>de</strong> venir a juzgar a vivos y muertos. * Concé<strong>de</strong>les el <strong>de</strong>scanso eterno.<br />
Gloria al Padre. En tu misericordia.<br />
Magníficat, ant. Todos los que el Padre me ha entregado vendrán a mí; y al que<br />
venga a mí no lo echaré fuera.<br />
PRECES<br />
Oremos al Señor Jesús, que transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como<br />
el suyo, y digámosle:<br />
Tú, Señor, eres nuestra vida y nuestra resurrección.<br />
Oh Cristo, Hijo <strong>de</strong> Dios vivo, que resucitaste <strong>de</strong> entre los muertos a tu amigo Lázaro,<br />
-lleva a una resurrección <strong>de</strong> vida a los difuntos que rescataste con tu sangre preciosa.
Oh Cristo, consolador <strong>de</strong> los afligidos, que, ante el dolor <strong>de</strong> los que lloraban la muerte<br />
<strong>de</strong> Lázaro, <strong>de</strong>l joven <strong>de</strong> Naín y <strong>de</strong> la hija <strong>de</strong> Jairo, acudiste compasivo a enjugar sus<br />
lágrimas,<br />
-consuela también ahora a los que lloran la muerte <strong>de</strong> sus seres queridos.<br />
Oh Cristo salvador, <strong>de</strong>struye en nuestro cuerpo mortal el dominio <strong>de</strong>l pecado por el que<br />
merecimos la muerte,<br />
-para que obtengamos en ti la vida eterna.<br />
Oh Cristo re<strong>de</strong>ntor, mira benignamente a los que, por no conocerte, viven sin esperanza,<br />
-para que crean también ellos en la resurrección <strong>de</strong> los muertos y en la vida <strong>de</strong>l<br />
mundo futuro.<br />
Tú que, al dar la vista al ciego <strong>de</strong> nacimiento, hiciste que pudiera mirarte,<br />
-<strong>de</strong>scubre tu rostro a los difuntos que todavía carecen <strong>de</strong> tu resplandor.<br />
Tú, Señor, que permites que nuestra morada corpórea sea <strong>de</strong>struida,<br />
-concé<strong>de</strong>nos una morada eterna en los cielos.<br />
Padre nuestro.<br />
Oración<br />
Escucha, Señor, nuestras súplicas, para que, al confesar la resurrección <strong>de</strong> Jesucristo,<br />
tu Hijo, se afiance también la esperanza <strong>de</strong> que nuestro hermano N. resucitará. Por<br />
nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Oh Dios, gloria <strong>de</strong> los fieles y vida <strong>de</strong> los justos, nosotros, los redimidos por la<br />
muerte y resurrección <strong>de</strong> tu Hijo, te pedimos que acojas con bondad a tu siervo N., y<br />
pues creyó en la resurrección futura, merezca alcanzar los gozos <strong>de</strong> la eterna<br />
bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
O bien:<br />
Presta oídos, Señor, a las oraciones con que imploramos tu misericordia a favor <strong>de</strong><br />
nuestro hermano N.; tú que lo hiciste miembro <strong>de</strong> la Iglesia durante su vida mortal,<br />
llévalo contigo a la patria <strong>de</strong> la luz, para que ahora participe también <strong>de</strong> la ciudadanía <strong>de</strong><br />
los santos. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para varios difuntos:<br />
Oh Dios, que resucitaste a tu Hijo para que, venciendo la muerte, entrara en tu reino,<br />
conce<strong>de</strong> a tus hijos (N. y N.) difuntos que, superada su condición mortal, puedan<br />
contemplarte para siempre como su Creador y Salvador. Por nuestro Señor Jesucristo.<br />
Para los hermanos, parientes y bienhechores:<br />
Oh Dios, que conce<strong>de</strong>s el perdón <strong>de</strong> los pecados y quieres la salvación <strong>de</strong> los<br />
hombres, por intercesión <strong>de</strong> santa María, la Virgen, y <strong>de</strong> todos los santos, conce<strong>de</strong> a<br />
nuestros hermanos, parientes y bienhechores que ha salido ya <strong>de</strong> este mundo alcanzar la<br />
eterna bienaventuranza. Por nuestro Señor Jesucristo.