Mayo 2012 - Oveja Negra

música
CULTURA
HIP HOP
Y de pronto, como un fantasma, apareció
Tupac Shakur en el escenario. Para sorpresa
de los espectadores, el mítico rapero asesinado
en 1996 en Las Vegas resucitó en la forma de
un holograma en el festival Coachella, junto
a sus amigos Dr. Dre y Snoop Dogg. Con el
torso desnudo y tatuado y su clásico pantalón
blanco debajo de los calzoncillos, 2pac empezó
diciendo: “You know who the fuck is here!”. El
público, enardecido, salió de su asombro cuando,
con una furia de ultratumba, Tupac retumbó el
auditorio: “What’s up, Coachella?”.
Esa misma ira es la que lleva el hip hop en sus
entrañas. Desde sus orígenes, en el Bronx,
en Queens, en Brooklyn, en la marginalidad
de Nueva York, el hip hop nace como una
voz de protesta. En 1960, The Last Poets, The
Five Percent Nation y The Islam Nation fueron
grupos de músicos y poetas que reivindicaban
el movimiento afroamericano —afectado por el
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Por Jonathan Diez
maltrato laboral y el racismo— en la lucha por
los derechos civiles de Estados Unidos. Con
rimas políticamente agrias y ritmos tensos, estos
colectivos se dedicaron, en pie de lucha, a crear
conciencia de la raza afroamericana. Muchas
voces reconocen a The Last Poets como uno de
los gérmenes del verdadero hip hop: el que grita,
el que protesta, el que desafía al estatus quo.
La historia del hip hop sufre distintas e
interesantes evoluciones en el tiempo. Una
de las más importantes divisiones ocurre en
década del 70. Por un lado, influenciados por
la música disco, destacan DJ como Pete Jones,
Eddie Cheeba y Love Bug Starski. Por el otro
sobresalen Grandmaster Flash y The Sugarhill
Gang, relevantes grupos por el sofisticado nivel
de combinación de rimas que propusieron. De
estos últimos se dice que la canción “Raper’s
delight”, que dura casi 15 minutos, es una de
las primeras del género por la versificación de