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alimentos funcionales. probióticos - Instituto Danone

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“El principio es la mitad<br />

del todo”<br />

(Pitágoras)


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 91<br />

1136-4815/05/91-100<br />

ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Copyright © 2005 INSTITUTO DANONE Vol. 12, N.º 3, pp. 91-100, 2005<br />

Evaluación del pardeamiento no enzimático en<br />

<strong>alimentos</strong> derivados de cereales<br />

A. Cardelle-Cobas, M. Villamiel<br />

INSTITUTO DE FERMENTACIONES INDUSTRIALES (CSIC). MADRID<br />

RESUMEN ABSTRACT<br />

Las galletas, crackers y cereales para desayuno pueden<br />

elaborarse mediante procesos convencionales o mediante<br />

extrusión, siendo esta última la principal opción a<br />

nivel industrial. En general, las condiciones que se emplean<br />

en los procesos convencionales suelen ser más<br />

enérgicas que las utilizadas durante la extrusión. Durante<br />

la aplicación de estos tratamientos y, debido a las altas<br />

temperaturas empleadas, junto con los bajos porcentajes<br />

de humedad, pueden llegar a producirse diferentes reacciones<br />

químicas como, por ejemplo, el pardeamiento no<br />

enzimático que engloba la reacción de Maillard y la caramelización.<br />

Los cambios químicos que tienen lugar durante<br />

los procesos tecnológicos utilizados en este tipo de <strong>alimentos</strong>,<br />

contribuyen, en cierto modo, a sus características<br />

organolépticas pero, a la vez, pueden provocar una disminución<br />

del valor nutritivo de estos <strong>alimentos</strong> por la participación<br />

de la lisina en la reacción de Maillard. Con el fin de<br />

evaluar el avance de estas reacciones, existen indicadores<br />

químicos que pueden resultar de gran ayuda en el control<br />

de los procesos de elaboración. En este trabajo se ha llevado<br />

a cabo una amplia revisión sobre la utilidad de la determinación<br />

de lisina disponible, furosina, hidroximetilfurfural,<br />

color, fluorescencia, acrilamida y maltulosa como<br />

indicadores del pardeamiento no enzimático en <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales.<br />

Palabras clave: Pardeamiento no enzimático. Lisina disponible.<br />

Furosina. Hidroximetilfurfural. Color. Fluorescencia.<br />

Acrilamida. Maltulosa.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Los productos derivados de cereales, tales como<br />

las galletas, las crackers y los cereales para desayuno,<br />

constituyen unos <strong>alimentos</strong> fundamentales en la<br />

dieta humana, tanto por su alto contenido en nutrientes,<br />

como por su importante aporte de energía,<br />

Cookies, crackers and breakfast cereals can be manufactured<br />

by means of traditional processes or by extrusion<br />

cooking, the latter being a well-established industrial<br />

technology. In general terms, more intense processing<br />

conditions are applied during conventional treatment as<br />

compared to extrusion process. During these technological<br />

treatments, due to the elevated temperatures and low<br />

moisture conditions used, different chemical reactions can<br />

take place. Non-enzymatic browning includes Maillard reaction<br />

and caramelization. The chemical changes that take<br />

place during the technological process used in the elaboration<br />

of cookies, crackers and breakfast cereals,<br />

contribute, in some extent, to their typical organoleptic<br />

characteristics. However, a decrease in the nutritive value<br />

can be observed due to the participation of lysine in the<br />

Maillard reaction. Chemical indicators are available to assess<br />

the extent of these reactions, allowing the possibility<br />

of optimising the processing conditions. In this paper, a<br />

revision has been made on the usefulness of available lysine,<br />

furosine, hydroxymethylfurfural, color, fluorescence,<br />

acrylamide and maltulose as indicators of non-enzymatic<br />

browning in cereal-based foods.<br />

Key words: Non-enzymatic browning. Available lysine.<br />

Furosine. Hydroxymethylfurfural. Color. Fluorescence.<br />

Acrylamide. Maltulose.<br />

especialmente en niños, quienes de forma mayoritaria,<br />

desayunan diariamente con este tipo de productos.<br />

En concreto, los cereales para desayuno se han<br />

convertido en una de las opciones más fáciles de<br />

consumir, y gozan de gran aceptación entre la población<br />

infantil y juvenil, reemplazando a otros <strong>alimentos</strong><br />

habitualmente consumidos en el desayuno<br />

como el pan o los productos de bollería.<br />

91


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 92<br />

A. CARDELLE-COBAS Y M. VILLAMIEL ALIM. NUTRI. SALUD<br />

La elaboración de galletas, crackers y cereales<br />

para desayuno comprende una serie de etapas entre<br />

las que cabe destacar la cocción, que puede llevarse<br />

a cabo de un modo tradicional o bien mediante extrusión<br />

(Fig. 1). En el procedimiento tradicional, se<br />

utilizan los granos enteros de los cereales que se<br />

mezclan con el resto de los ingredientes, sin embargo,<br />

en el caso de la extrusión, se pueden utilizar harinas<br />

que se mezclan en seco con el resto de los ingredientes<br />

(1).<br />

En general, durante los procedimientos convencionales,<br />

se pueden aplicar temperaturas superiores<br />

a 200 °C durante varios minutos, condiciones más<br />

drásticas que las que se emplean en los procesos de<br />

extrusión (2-4). Hoy en día, la cocción mediante extrusión<br />

es ya una tecnología industrial establecida,<br />

con numerosas aplicaciones gracias, no sólo al menor<br />

deterioro que ocasiona en los nutrientes, sino<br />

también a los efectos beneficiosos que tiene sobre<br />

las propiedades <strong>funcionales</strong> y la textura de diversos<br />

<strong>alimentos</strong> (5). Además, durante el proceso de extrusión,<br />

se invierte menos tiempo ya que la fabricación<br />

es en continuo y no por lotes, como sucede en el<br />

método tradicional, se abaratan los costes y se mejora<br />

la presencia del producto final, sin olvidar un menor<br />

requerimiento del espacio y una menor contaminación<br />

medioambiental (3,4).<br />

Fig. 1.<br />

92<br />

Adición de<br />

granos enteros<br />

de cereal Adición de agua,<br />

azúcar sal, malta<br />

a)<br />

b)<br />

*<br />

Cocción con<br />

agitación<br />

Inyección de vapor<br />

(15-18 psi, 30-120 min)<br />

Adición de<br />

harina(s)<br />

Adición de<br />

cereal<br />

*<br />

Mezclado en<br />

seco<br />

Azúcar, sal,<br />

saborizantes,<br />

colorantes<br />

Inyección de vapor<br />

4 min<br />

Adición de agua<br />

Secado<br />

(121 °C, 1 hora)<br />

Atemperado<br />

(25 °C, 2-8 horas)<br />

Extrusión<br />

(104 °C, 2.410 kPa)<br />

*<br />

*<br />

La cocción en este tipo de tratamiento puede tener<br />

lugar a elevadas temperaturas (hasta 250 °C),<br />

tiempos de residencia relativamente cortos (normalmente<br />

1-2 min), altas presiones (hasta 25<br />

MPa), intensas fuerzas de fricción conseguidas mediante<br />

la acción de uno o dos tornillos rotatorios<br />

(100 rpm) y condiciones de humedad bajas (inferiores<br />

al 30%).<br />

Una vez llevada a cabo la cocción, bien por el método<br />

tradicional o bien mediante extrusión, el alimento<br />

pasa por una serie de etapas comunes con la<br />

excepción del secado, ya que por extrusión se obtienen<br />

menores porcentajes de humedad y se puede<br />

pasar al tostado directamente (1,4).<br />

Durante la aplicación de estos tratamientos y debido<br />

a las altas temperaturas empleadas, junto con<br />

los bajos porcentajes de humedad, pueden llegar a<br />

producirse diferentes reacciones químicas como, por<br />

ejemplo, el pardeamiento no enzimático. El pardeamiento<br />

no enzimático engloba una serie de reacciones<br />

entre las que se encuentran la reacción de Maillard<br />

y la caramelización. En ambas, los productos<br />

resultantes están intensamente influenciados por la<br />

composición del alimento, la temperatura, la actividad<br />

del agua y el pH, pudiendo, incluso, tener lugar<br />

de forma simultánea (6).<br />

Pulverizado con disoluciones<br />

de azúcar, minerales y vitaminas<br />

*<br />

Tostado<br />

(274-329 °C, 90s) Revestimiento<br />

Enfriado<br />

Envasado<br />

Distribución


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 93<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 EVALUACIÓN DEL PARDEAMIENTO NO ENZIMÁTICO EN ALIMENTOS DERIVADOS DE CEREALES<br />

La reacción de Maillard, como es sabido, se produce<br />

entre un grupo aldehído o cetona proveniente<br />

de azúcares reductores como la glucosa, la fructosa,<br />

la lactosa o la maltosa y un grupo amino libre de un<br />

aminoácido o una proteína, siendo, por lo general,<br />

el grupo ε-amino de la lisina. La reacción está favorecida<br />

en <strong>alimentos</strong> con un elevado contenido en<br />

proteína y carbohidratos reductores. Está, además,<br />

intensamente influenciada por la temperatura, el<br />

tiempo de reacción, la actividad del agua (0,3-0,7) y<br />

valores de pH en el intervalo 4-7. Esta reacción ocurre<br />

lentamente a bajas temperaturas y con mayor facilidad<br />

en <strong>alimentos</strong> deshidratados (7,8).<br />

La caramelización, en cambio, depende de la degradación<br />

directa de los carbohidratos causada por<br />

el calor y necesita condiciones más drásticas que la<br />

reacción de Maillard, viéndose, pues, favorecida a<br />

temperaturas superiores a 120 °C, valores de pH inferiores<br />

a 3 o superiores a 9 y muy bajos contenidos<br />

en humedad (9). Muchos de los productos formados<br />

son similares a los obtenidos en la reacción de Maillard.<br />

Otras reacciones químicas también pueden llegar<br />

a producirse durante la elaboración de los <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales, afectando en mayor o menor<br />

grado al pardeamiento no enzimático. Así, por<br />

ejemplo, tanto el almidón como los azúcares no reductores<br />

como la sacarosa, se hidrolizan dando lugar<br />

a azúcares reductores que posteriormente pueden<br />

acabar implicándose en la reacción de Maillard<br />

(10,11). Noguchi y cols. (12) observaron en una<br />

mezcla de galletas severamente procesadas que un<br />

10% de las moléculas iniciales de sacarosa fueron hidrolizadas<br />

en glucosa y fructosa para posteriormente<br />

participar en la reacción de Maillard.<br />

Los cambios químicos que tienen lugar durante<br />

los procesos tecnológicos utilizados en este tipo de<br />

<strong>alimentos</strong> a base de cereales, contribuyen, en cierto<br />

modo, a sus características organolépticas, puesto<br />

que se producen una serie de compuestos que son<br />

los responsables del sabor, aroma y color característicos<br />

de estos productos. Sin embargo, como consecuencia<br />

de la participación de la lisina en la reacción<br />

de Maillard, se puede producir un importante deterioro<br />

de la calidad del producto, viéndose alterado su<br />

valor nutritivo (13,14).<br />

La lisina es uno de los aminoácidos esenciales para<br />

el hombre y, además, el más reactivo de los aminoácidos<br />

enlazado a proteínas debido a su grupo εamino<br />

libre. La lisina es un aminoácido limitante en<br />

los cereales y tanto su cantidad como su biodisponibilidad<br />

son los principales criterios que definen la calidad<br />

nutritiva de los mismos (15). Dado que esta deficiencia<br />

puede verse perjudicada por las reacciones<br />

de pardeamiento no enzimático que ocurren durante<br />

la elaboración de <strong>alimentos</strong> derivados de cereales,<br />

debe adoptarse un compromiso donde los objetivos<br />

del tratamiento térmico se alcancen con una mínima<br />

disminución en la calidad nutricional. Con este propósito,<br />

los indicadores químicos del tratamiento térmico<br />

en <strong>alimentos</strong> son de gran ayuda en el control<br />

de procesos, ofreciéndonos la posibilidad de optimizar<br />

las condiciones de tratamiento. Así, en el caso<br />

del pardeamiento no enzimático existen numerosos<br />

indicadores que nos permiten evaluar el grado en el<br />

que se produce dicha reacción en los <strong>alimentos</strong> derivados<br />

de cereales.<br />

LISINA DISPONIBLE<br />

La determinación de la lisina disponible se ha utilizado<br />

para evaluar el efecto del calentamiento en los<br />

siguientes productos derivados de cereales: pasta<br />

(16,17), pan (18,19), cereales infantiles (20) y galletas<br />

(21,22).<br />

Desde que la cocción por extrusión se estableció<br />

como una técnica industrial en la elaboración de <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales, varios han sido los autores<br />

que han estudiado el efecto de la composición<br />

inicial de la mezcla empleada y de las diferentes condiciones<br />

de procesado sobre la pérdida de lisina en diferentes<br />

productos extrusionados. Noguchi y cols. (12),<br />

en muestras de galletas enriquecidas en proteína, encontraron<br />

que la pérdida de lisina es significativa (hasta<br />

un 40% del valor inicial) cuando la extrusión se lleva<br />

a cabo a elevadas temperaturas (190-210 °C) y<br />

con un bajo contenido en agua (13%). Cuando el contenido<br />

en agua se incrementa hasta el 18%, la pérdida<br />

de lisina es mucho menos pronunciada o apenas<br />

apreciable. Esto se debe al hecho de que el grado de<br />

evolución de la reacción de pardeamiento disminuye<br />

al aumentar el contenido en humedad, exceptuando<br />

valores muy bajos de contenido en agua, ya que la viscosidad<br />

de la mezcla es alta y la difusión se convierte<br />

en la etapa limitante.<br />

Noguchi y cols. (12) estudiaron también, en esas<br />

mismas muestras, el efecto de la disminución del pH<br />

sobre la pérdida de lisina. Observaron que dichas<br />

pérdidas aumentaban a valores bajos de pH debido<br />

a que la fuerte acidificación incrementaba notablemente<br />

la hidrólisis del almidón o de la sacarosa y,<br />

consecuentemente, la formación de carbohidratos<br />

reductores. Bjorck y cols. (23) propusieron que la<br />

formación de carbohidratos reductores a partir de la<br />

hidrólisis del almidón es una de las principales causas<br />

de pérdida de lisina en harinas de trigo sometidas<br />

a extrusión.<br />

Bjorck y cols. (24) midieron el efecto de la cocción<br />

por extrusión en la lisina disponible de galletas<br />

enriquecidas en proteínas sometidas a extrusión y<br />

encontraron una disminución en la cantidad de lisina<br />

de alrededor de un 11%, estando, además, su pérdida<br />

influenciada negativamente por el incremento en<br />

93


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 94<br />

A. CARDELLE-COBAS Y M. VILLAMIEL ALIM. NUTRI. SALUD<br />

la temperatura (hasta los 144 °C el contenido en lisina<br />

disponible no cambia pero decrece entre un 20-<br />

30% alrededor de los 150 °C) y positivamente por<br />

incrementos del contenido de humedad en la mezcla<br />

de ingredientes.<br />

Una disminución importante del contenido de lisina<br />

disponible (40,9-69,2%) en copos de cereales fue<br />

observada por McAuley y cols. (13), atribuyendo sus<br />

resultados a la alta temperatura alcanzada durante la<br />

etapa de tostado.<br />

En general, se ha visto que la extrusión de los <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales parece causar pérdidas<br />

de lisina que no exceden a las pérdidas provocadas<br />

por otros métodos de procesado (11). Para<br />

mantener las pérdidas de lisina en niveles de entre<br />

un 10 y un 15% y evitar así daños nutricionales importantes,<br />

es necesario evitar, a su vez, el empleo de<br />

temperaturas superiores a 180 °C, contenidos de<br />

humedad por debajo del 15% (especialmente si es<br />

necesaria una posterior etapa de secado) y excesiva<br />

presencia de azúcares reductores (5). Phillips (25) sugirió<br />

que es más probable la reacción de Maillard en<br />

“snacks” expandidos, en los que la calidad nutricional<br />

no es un factor importante a considerar, que en<br />

otro tipo de <strong>alimentos</strong> extrusionados con contenidos<br />

más elevados de humedad, siempre y cuando las<br />

condiciones de procesado sean controladas.<br />

Otra consideración importante para mantener las<br />

pérdidas de lisina en los niveles adecuados es evitar,<br />

como ya se ha indicado en párrafos anteriores, la<br />

presencia de azúcares reductores durante la extrusión.<br />

Tanto las pérdidas de lisina como el grado de<br />

pardeamiento son más intensos cuando carbohidratos<br />

tales como la glucosa, la fructosa o la lactosa son<br />

adicionados a la mezcla de <strong>alimentos</strong> por encima de<br />

un 2-5% (26). Singh y cols. (22) y Awasthi y Yadav<br />

(27) encontraron también, en la elaboración tradicional<br />

de galletas, grandes pérdidas de lisina y pardeamiento<br />

cuando se añadían suero o leche desnatada<br />

a la mezcla inicial.<br />

Horvatic y Guterman (28), en un estudio comparativo<br />

sobre el contenido de lisina disponible durante<br />

la producción industrial de cereales en copos de trigo,<br />

centeno, cebada y avena, encontraron que cada<br />

una de las etapas del procesado influye en la calidad<br />

del producto final. También se encontraron con un<br />

decrecimiento importante de la lisina disponible en<br />

copos de centeno y avena, mientras que se observó<br />

una menor influencia en el caso de los copos de cebada<br />

y trigo, indicando que el decrecimiento de la<br />

disponibilidad de lisina es mayor en cereales con un<br />

mayor contenido de lisina disponible.<br />

Horvatic y Eres (29) investigaron los cambios en el<br />

contenido de lisina disponible durante la producción<br />

industrial de galletas dietéticas. La preparación de la<br />

masa apenas afectó al contenido de lisina disponible.<br />

Sin embargo, después del horneado, se vio una pérdida<br />

en el contenido de lisina de entre 27-47% en las<br />

94<br />

galletas estudiadas. La pérdida de lisina disponible fue<br />

relacionada directamente con los parámetros tecnológicos,<br />

principalmente con las condiciones de temperatura<br />

y tiempo de horneado.<br />

La influencia de las condiciones de almacenamiento<br />

en las pérdidas de lisina en galletas enriquecidas<br />

en proteína fue estudiada por Noguchi y<br />

cols. (12), observando que dichas pérdidas se incrementaban<br />

cuando las muestras eran almacenadas<br />

a temperatura ambiente por largos periodos<br />

de tiempo. Hozoba y cols. (30) estimaron, por medidas<br />

de la cantidad de lisina, la calidad nutricional<br />

de galletas y crackers almacenadas durante cuatro<br />

meses en el laboratorio manteniendo unas condiciones<br />

de 20 °C y 62% de humedad relativa. A<br />

pesar de que se detectó un ligero decrecimiento<br />

en el nivel de lisina, este no fue significativo. Sin<br />

embargo, estos autores sugirieron que la degradación<br />

de la lisina podría continuar con la prolongación<br />

del almacenamiento.<br />

FUROSINA<br />

Los 2-furoilmetil aminoácidos se obtienen por hidrólisis<br />

ácida de los compuestos de Amadori, formados<br />

en las primeras etapas de la reacción de Maillard.<br />

Así, los compuestos de Amadori derivados de<br />

la maltosa, lactosa y glucosa con lisina dan lugar a la<br />

furosina (ε-N-2-furoilmetil-lisina) y a otro producto<br />

de ciclación llamado piridosina, liberándose además<br />

lisina.<br />

Durante las fases iniciales del calentamiento de<br />

los <strong>alimentos</strong>, el incremento de furosina es lineal,<br />

pero en etapas avanzadas de la reacción de Maillard,<br />

el contenido de furosina disminuye (31). Esto hace<br />

que sea un indicador útil para controlar el daño térmico<br />

sufrido por el alimento durante las primeras<br />

etapas de la reacción de Maillard, siendo menos<br />

apropiado para <strong>alimentos</strong> sometidos a tratamientos<br />

severos o almacenados en condiciones adversas en<br />

los que la reacción se encuentra muy avanzada (32).<br />

La determinación de furosina se ha empleado para<br />

la evaluación de la pérdida de lisina en malta (33),<br />

pasta (34,35), cereales para bebés (36,37), galletas<br />

para bebés (38) y pan (19,39). Otros 2-furoilmetil<br />

derivados como el correspondiente al GABA, han sido<br />

sugeridos como indicadores del grado de la reacción<br />

de Maillard en productos vegetales (40-42).<br />

En galletas, crackers y cereales para desayuno<br />

comerciales las etapas iniciales de la reacción de<br />

Maillard se han evaluado mediante la determinación<br />

de furosina (43). Estos autores encontraron<br />

furosina en todas las muestras analizadas mostrando<br />

una gran variación. Dado que se han detectado


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 95<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 EVALUACIÓN DEL PARDEAMIENTO NO ENZIMÁTICO EN ALIMENTOS DERIVADOS DE CEREALES<br />

cantidades considerables de furosina en leche deshidratada<br />

(44), parte de la furosina encontrada en<br />

productos derivados de cereales que contenían leche<br />

en polvo, podría estar ya presente en dicho ingrediente.<br />

Además de la furosina, Rada-Mendoza y cols. (43)<br />

encontraron el derivado 2-furoilmetil correspondiente<br />

al GABA en muestras de crackers y cereales para<br />

desayuno, sin embargo no lo detectaron en las<br />

muestras de galletas. La presencia de este compuesto<br />

en cereales para desayuno y crackers fue atribuída<br />

a la cantidad de GABA libre presente en el arroz<br />

y el maíz utilizados en su elaboración. La presencia<br />

de cantidades considerables de GABA libre en<br />

cereales ya había sido previamente observada (45).<br />

Las cantidades variables de leche deshidratada utilizadas<br />

en la elaboración de productos derivados de<br />

cereales y los diferentes niveles de GABA libre en<br />

cereales no procesados parecen ser desventajas para<br />

el uso de la furosina y del 2-furoilmetil-GABA como<br />

indicadores para diferenciar entre los productos<br />

derivados de cereales. Sin embargo, en la industria<br />

del cereal, donde se conoce exactamente la composición<br />

de los productos, las medidas del 2-furoilmetil-<br />

GABA y de la furosina formadas, podrían ser utilizadas<br />

como indicadores de las condiciones de<br />

procesado durante la elaboración de los productos<br />

derivados de cereales.<br />

HIDROXIMETILFURFURAL<br />

El hidroximetilfurfural se forma por degradación<br />

de las hexosas, siendo también un producto intermedio<br />

de la reacción de Maillard (9). El hidroximetilfurfural<br />

es un indicador clásico del pardeamiento en<br />

<strong>alimentos</strong> diversos tales como la leche (46,47), los<br />

zumos (48) y la miel (49,50). En <strong>alimentos</strong> derivados<br />

de cereales, el hidroximetilfurfural se ha detectado<br />

en productos tales como pasta seca (51,52), cereales<br />

infantiles (8,53), cereales para desayuno (54) y<br />

pan tostado (19,39).<br />

En un estudio acerca del efecto de varios azúcares<br />

en la calidad de galletas horneadas se detectó furfural,<br />

en galletas elaboradas con pentosas, e hidroximetilfurfural,<br />

en galletas elaboradas con hexosas (55). El hidroximetilfurfural<br />

también se ha encontrado en sistemas<br />

modelo de galletas horneados a 150 °C durante<br />

10 min (56,57).<br />

García-Villanova y cols. (54) propusieron la determinación<br />

de hidroximetilfurfural en el control del calentamiento<br />

de cereales para desayuno, así como en<br />

otros derivados de cereales. Birlouez-Aragón y cols.<br />

(58) detectaron hidroximetilfurfural en muestras de<br />

cereales para desayuno (“cornflakes”) comerciales,<br />

en muestras procesadas utilizando cocción en modo<br />

tradicional y en un sistema modelo de trigo, avena y<br />

arroz con dos niveles diferentes de azúcares y sometido<br />

a extrusión. El hidroximetilfurfural se formó durante<br />

la elaboración de los “cornflakes”, sin embargo,<br />

sólo se detectaron trazas en el material sin<br />

tratar. La formación del hidroximetilfurfural durante<br />

el proceso de extrusión se incrementaba proporcionalmente<br />

al aumento de la concentración de azúcar.<br />

Entre todas las muestras analizadas, el mayor contenido<br />

en hidroximetilfurfural fue encontrado en las<br />

muestras comerciales.<br />

COLOR<br />

El color es una característica importante de los<br />

productos derivados de cereales y, junto con la textura<br />

y el aroma, contribuye a su aceptación por parte<br />

del consumidor. La formación de color durante el<br />

procesado y conservación de los <strong>alimentos</strong> puede<br />

ser debida, entre otras causas, a la reacción de Maillard<br />

y a la caramelización (59). Los parámetros cinéticos<br />

de estas reacciones son extremadamente<br />

complejos, en consecuencia, la cinética de la formación<br />

de color es siempre estudiada globalmente, sin<br />

centrarse en los mecanismos de reacción individuales<br />

(60).<br />

En las etapas iniciales de la reacción de Maillard,<br />

no hay producción de color; en la intermedia, se forman<br />

colores amarillos muy suaves. Muchos de los<br />

olores y sabores son generados durante el horneado,<br />

en etapas intermedias de la reacción, siendo el<br />

olor a tostado y el sabor amargo los predominantes;<br />

en la etapa final, se forman los pigmentos oscuros o<br />

pardos denominados melanoidinas.<br />

La formación de pigmentos pardos es indeseable<br />

en ciertos <strong>alimentos</strong> tales como leche, zumos de frutas<br />

y tomates, entre otros (61), siendo deseable en la<br />

elaboración de galletas, crackers y otros productos<br />

derivados de cereales. La formación de color se ha<br />

estudiado en <strong>alimentos</strong> derivados de cereales tales<br />

como los cereales para bebés (62), el pan (19) y las<br />

galletas con (63) y sin gluten (64).<br />

Bjorck y cols. (23) estudiaron la formación de<br />

color en harinas de trigo sometidas a extrusión y<br />

encontraron una correlación entre los valores de<br />

reflectancia y el contenido en lisina. McAuley y<br />

cols. (13) observaron que los valores Hunter "L"<br />

estaban relacionados positivamente con la lisina<br />

disponible en harinas de trigo y diferentes tipos de<br />

cereales de desayuno comerciales (copos tostados,<br />

tostados y extrusionados e inflados y extrusionados).<br />

El color depende tanto de las características físicoquímicas<br />

de la masa cruda (contenido en humedad,<br />

azúcares reductores y aminoácidos y pH) como de<br />

95


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 96<br />

A. CARDELLE-COBAS Y M. VILLAMIEL ALIM. NUTRI. SALUD<br />

las condiciones de operación durante el procesado y<br />

el almacenamiento (6,9,23). Durante el horneado<br />

industrial de galletas, el efecto del tiempo en el desarrollo<br />

del color y en otros parámetros tales como volumen,<br />

estructura y peso fueron estudiados por Piazza<br />

y Masi (65). Bernussi y cols. (66) investigaron los<br />

efectos del horneado en microondas sobre el gradiente<br />

de humedad y la calidad global de galletas y,<br />

observaron que el color no difería significativamente<br />

del obtenido utilizando procesos tradicionales.<br />

Broyard y cols. (67) llevaron a cabo un estudio sobre<br />

la cinética de formación de color durante el horneado<br />

de crackers en horno eléctrico. Estos autores<br />

observaron que el oscurecimiento comenzaba cuando<br />

el producto alcanzaba un valor crítico de temperatura<br />

situado entre 105-115 °C. Fue así desarrollado<br />

un modelo cinético con el fin de predecir la<br />

variación en el color de la superficie de las crackers<br />

utilizando la temperatura del producto y la variación<br />

en el contenido de humedad durante el horneado.<br />

Esta variación parece seguir una cinética de primer<br />

orden influenciada por esos dos parámetros. El desarrollo<br />

de color ha sido también incluido, junto con<br />

otros parámetros (temperatura, pérdida de agua,<br />

etc.), en un modelo matemático que simulaba el funcionamiento<br />

de una planta industrial productora de<br />

galletas en continuo (68).<br />

Gallagher y cols. (69) observaron un desarrollo diferente<br />

del color en la producción de galletas bajas<br />

en azúcar y grasas dependiendo de las cantidades de<br />

azúcar y proteínas presentes.<br />

En un estudio sobre los efectos de la humedad del<br />

horno sobre los <strong>alimentos</strong> (pan, bizcochos y galletas)<br />

horneados en hornos de convección, Xue y cols.<br />

(70) observaron que el incremento de la humedad<br />

del horno da lugar a la obtención de productos de<br />

color más claro y menor firmeza.<br />

La elaboración de cereales para desayuno puede<br />

comenzar con la cocción de los granos de cereal<br />

enteros en un dispositivo a presión. Durante esta<br />

operación, los granos absorben calor y humedad,<br />

sufriendo diferentes reacciones químicas (pardeamiento)<br />

y cambios fisicoquímicos. Se piensa que la<br />

etapa de cocción tiene una influencia clave sobre<br />

propiedades del producto elaborado, tales como<br />

color, sabor y textura. Horrobin y cols. (71) estudiaron<br />

el desarrollo del color en el interior y en la<br />

superficie durante el calentamiento a vapor de granos<br />

de trigo, obteniendo resultados que indicaban<br />

una posible relación entre el desarrollo de color y<br />

la humedad durante el proceso de cocción.<br />

Además de considerar el desarrollo del pardeamiento<br />

en las características organolépticas de estos<br />

productos, es también importante tener en cuenta<br />

que los pigmentos pardos formados pueden presentar<br />

cierta actividad biológica. Así, Bressa y cols. (72)<br />

observaron una considerable capacidad antioxidante<br />

96<br />

en galletas durante los primeros 20-30 min de cocción<br />

(cuando el pardeamiento tiene lugar). Los granos<br />

enteros de cereales de desayuno pueden ser una<br />

importante fuente de antioxidantes (73). Borreli y<br />

cols. (74) estudiaron en pan y galletas la formación<br />

de compuestos coloreados y examinaron la actividad<br />

antioxidante y los posibles efectos citotóxicos de los<br />

productos formados.<br />

FLUORESCENCIA<br />

Durante las etapas avanzadas del pardeamiento no<br />

enzimático, se producen también compuestos con<br />

fluorescencia. Recientemente, algunos métodos analíticos<br />

basados en medidas de fluorescencia se han empleado<br />

para evaluar el grado de avance de esta reacción.<br />

Por ejemplo, el FAST (Fluorescence of<br />

Advanced Maillard products and Soluble Tryptophan),<br />

método propuesto por Birlouez-Aragón y cols.<br />

(75), está basado en la determinación del máximo de<br />

emisión de fluorescencia cuando se excita a 330-350<br />

nm que corresponde a estructuras moleculares formadas<br />

entre los azúcares reductores y los residuos de lisina<br />

de las proteínas. Esta fluorescencia depende del tratamiento<br />

térmico y está relacionada con las pérdidas<br />

del valor nutritivo de las proteínas. Este método, primeramente<br />

validado en muestras de leche, ha sido empleado<br />

también en otros <strong>alimentos</strong> modificados por la<br />

reacción de Maillard, como es el caso de los cereales<br />

para desayuno. Birlouez-Aragon y cols. (58) estudiaron<br />

la correlación entre el índice FAST, la pérdida de lisina<br />

y la formación de hidroximetilfurfural en cereales para<br />

desayuno durante su elaboración por extrusión y en<br />

muestras comerciales. El índice FAST estuvo acorde<br />

con la formación de hidroximetilfurfural. Estos autores<br />

también encontraron que la relación entre el índice<br />

FAST y la pérdida de lisina indicaba que, para varios<br />

tratamientos inductores del bloqueo de lisina superior<br />

al 30%, la pérdida de este aminoácido es más lenta<br />

que el incremento del índice FAST. Así, el método<br />

fluorimétrico FAST parece ser una alternativa interesante<br />

en la evaluación del daño nutricional en una gran<br />

variedad de productos derivados de cereales sometidos<br />

a tratamiento térmico.<br />

ACRILAMIDA<br />

La acrilamida es un compuesto que no se agrega<br />

a los <strong>alimentos</strong> sino que se puede originar por la<br />

interacción entre los azúcares reductores y algunos<br />

aminoácidos específicos durante ciertos procesos de<br />

calentamiento. La acrilamida siempre ha estado presente,<br />

de una forma u otra desde que se comenzaron a<br />

cocinar los <strong>alimentos</strong>, pero fue identificada, por prime-


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 97<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 EVALUACIÓN DEL PARDEAMIENTO NO ENZIMÁTICO EN ALIMENTOS DERIVADOS DE CEREALES<br />

ra vez, en el año 2002 por un grupo de científicos suecos<br />

(76) que detectaron trazas de este compuesto en<br />

algunos <strong>alimentos</strong> horneados y fritos. La acrilamida<br />

fue reconocida en 1994 por la Agencia Internacional<br />

para la Investigación del Cáncer de la Organización<br />

Mundial de la Salud (OMS), como "un posible carcinógeno<br />

para el ser humano". En 2002, la Administración<br />

Nacional Alimentaria de Suecia divulgó un informe<br />

sobre la presencia de acrilamida en <strong>alimentos</strong> de<br />

consumo habitual (77).<br />

La acrilamida se forma al interaccionar los grupos<br />

carbonilos de azúcares, como la glucosa o la fructosa,<br />

con ciertos aminoácidos tales como asparagina vía reacción<br />

de Maillard (78,79). Dado que la asparagina es<br />

uno de los aminoácidos esenciales más importantes en<br />

cereales la posible formación de acrilamida en <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales ha de ser considerada. Por el<br />

momento, se ha comprobado su presencia en aquellos<br />

<strong>alimentos</strong> que incorporan cereales o almidones en su<br />

base. El pan y las galletas, dentro de los primeros, son<br />

los más susceptibles a la formación de acrilamida. El<br />

intervalo óptimo de temperatura para la formación de<br />

acrilamida parece encontrarse entre los 160-180 °C,<br />

valor empleado durante el horneado y la fritura industrial,<br />

pero no se descarta la posibilidad de encontrar<br />

acrilamida en productos caseros, ya que parece ser<br />

que la formación de este compuesto se ve favorecida a<br />

OH<br />

HO<br />

HO<br />

Fig. 2.<br />

OH<br />

HO<br />

HO<br />

OH<br />

OH<br />

H<br />

H<br />

HO<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

O<br />

H<br />

H<br />

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HO<br />

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O<br />

O<br />

H<br />

H<br />

O<br />

O<br />

H<br />

H OH<br />

OH<br />

H<br />

OH<br />

OH<br />

OH<br />

partir de los 100 °C y se acelera a partir de los 140 °C<br />

(80). Ello implica que pueden detectarse proporciones<br />

variables de esta sustancia en una amplia gama de<br />

snacks, como en buena parte de los populares fritos y<br />

horneados, además de en cereales tostados. Cantidades<br />

variables de acrilamida se han encontrado en <strong>alimentos</strong><br />

derivados de cereales, tales como pan, galletas,<br />

crackers y cereales para desayuno (81-87).<br />

Estudios posteriores a la alarma desatada a raíz de hacerse<br />

públicos los posibles efectos cancerígenos de la<br />

acrilamida en el ser humano, han puesto de manifiesto<br />

que no aumenta el riesgo de padecer cáncer entre las<br />

personas que consumen altos niveles de productos ricos<br />

en dicha sustancia. Sí está comprobado que la acrilamida<br />

provoca el desarrollo de cáncer en animales de experimentación,<br />

pero hasta el momento no se ha demostrado<br />

que actúe de la misma forma en humanos (88). Pese<br />

a esto, la OMS recomienda que el consumo máximo<br />

diario de esa sustancia no supere el medio miligramo.<br />

OH<br />

HO<br />

MALTULOSA<br />

Junto a la reacción de Maillard, la isomerización<br />

de carbohidratos reductores puede tener lugar durante<br />

el procesado de galletas, crackers y cereales<br />

HO<br />

HO<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

HO<br />

H<br />

H<br />

H<br />

H<br />

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H<br />

OH<br />

CO<br />

H<br />

H<br />

H<br />

OH<br />

HH<br />

H<br />

OH<br />

O<br />

β-Piranosa β- C CH OH<br />

2OH<br />

H<br />

α-<br />

β-β-Furanosa HO<br />

OH<br />

OH<br />

HO<br />

HO<br />

H<br />

H<br />

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H<br />

O<br />

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CH2OH OH<br />

HO<br />

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H<br />

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OH<br />

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HO<br />

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H H H<br />

H<br />

OH<br />

OH<br />

Piranosa<br />

H<br />

H<br />

α Furanosa<br />

O<br />

O<br />

O<br />

O<br />

H OH<br />

H<br />

H<br />

OH<br />

OH<br />

97


03. ALEJANDRA CARDELLE 2/11/05 08:35 Página 98<br />

A. CARDELLE-COBAS Y M. VILLAMIEL ALIM. NUTRI. SALUD<br />

para desayuno. La maltulosa, disacárido reductor<br />

cuya fórmula es 4-O-α-D-glucopiranosil-D-fructosa,<br />

es un producto de la epimerización de la maltosa<br />

(Fig. 2).<br />

Identificada por primera vez en 1952 como producto<br />

de la acción de la α-amilasa de la saliva sobre<br />

el glucógeno del hígado (89), ha sido encontrada en<br />

pequeñas cantidades en <strong>alimentos</strong> de origen natural<br />

como la miel (90) y productos procesados como la<br />

cerveza (91), entre otros. Respecto a <strong>alimentos</strong> elaborados<br />

con cereales, se ha encontrado en corteza<br />

de pan (92), y su presencia ha sido relacionada con<br />

el proceso de cocción de la masa panaria, que se realiza<br />

a temperaturas superiores a los 200 °C. La formación<br />

de maltulosa también se ha visto durante el<br />

calentamiento de disoluciones de maltodextrinas a<br />

altas temperaturas (180 °C) (93). García Baños y<br />

cols. (94,95) detectaron maltulosa en fórmulas enterales<br />

comerciales y propusieron la relación maltosa/maltulosa<br />

como un indicador del calentamiento y<br />

del almacenamiento de dichos productos.<br />

En galletas, crackers y cereales para desayuno,<br />

Rada-Mendoza y cols. (43) detectaron maltulosa<br />

(desde trazas a 842 mg/100 g) en todas las muestras<br />

comerciales analizadas. La formación de maltulosa<br />

depende principalmente del contenido inicial<br />

de maltosa, del pH y de la intensidad del tratamiento<br />

térmico durante el procesado. Como las galletas,<br />

las crackers y los cereales para desayuno pueden<br />

contener cantidades variables de maltosa, la utilidad<br />

de la maltulosa como indicador del tratamiento tér-<br />

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98<br />

mico podría ser cuestionable. Estudios previos sobre<br />

la formación de maltulosa durante el calentamiento<br />

de fórmulas enterales (95) indicaron que la relación<br />

maltosa/maltulosa fue similar en muestras sometidas<br />

al mismo tratamiento con contenido diferente<br />

de maltosa. Por lo tanto, la relación maltosa/maltulosa<br />

es un parámetro adecuado en la comparación<br />

de muestras con diferente contenido inicial de maltosa.<br />

Como la isomerización de la maltosa aumenta<br />

con el pH, sólo en muestras con pH similar, las diferencias<br />

en la relación pueden ser debidas a las diferentes<br />

condiciones de procesado. Los resultados<br />

mostrados por Rada-Mendoza y cols. (43) parecen<br />

indicar que la relación maltosa/maltulosa permite<br />

diferenciar la intensidad de tratamiento térmico dentro<br />

de un mismo tipo de productos y puede, así, servir<br />

como un indicador de su elaboración●<br />

CORRESPONDENCIA:<br />

Mar Villamiel<br />

<strong>Instituto</strong> de Fermentaciones Industriales (CSIC)<br />

C/Juan de la Cierva, 3<br />

28006 Madrid<br />

Fax 34-1-5644853<br />

e-mail:mvillamiel@ifi.csic.es<br />

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F. MURIANA 2/11/05 08:39 Página 101<br />

1136-4815/05/101-107<br />

ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Copyright © 2005 INSTITUTO DANONE Vol. 12, N.º 3, pp. 101-107, 2005<br />

Papel de los ácidos grasos omega-3 en la<br />

carcinogénesis<br />

F. J. G. Muriana<br />

NUTRICIÓN CELULAR Y MOLECULAR. INSTITUTO DE LA GRASA. CONSEJO SUPERIOR DE<br />

INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS. SEVILLA<br />

RESUMEN ABSTRACT<br />

Las grasas son los macronutrientes con mayor valor<br />

energético y una fuente de ácidos grasos esenciales, entre<br />

los cuales se encuentran los ácidos grasos omega-3. Aunque<br />

el término “ácidos grasos omega-3” engloba a todos<br />

los ácidos grasos con un doble enlace en el carbono omega-3,<br />

son los ácidos grasos omega-3 poliinsaturados de<br />

cadena larga, como el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico<br />

(DHA), los que realmente tienen un papel<br />

relevante en la prevención del cáncer. Estos ácidos grasos<br />

omega-3 se encuentran preferentemente en <strong>alimentos</strong><br />

(pescados) de origen marino.<br />

El aumento del consumo de <strong>alimentos</strong> que contienen<br />

ácidos grasos omega-3 (EPA y DHA) constituye un objetivo<br />

nutricional para toda la población. Sin embargo, este<br />

objetivo es particularmente importante en la patología del<br />

cáncer, puesto que diversos estudios indican una situación<br />

de marcada deficiencia de EPA y DHA en los fosfolípidos<br />

plasmáticos y en las membranas de leucocitos de personas<br />

con cáncer.<br />

Palabras clave: Grasas. Ácidos grasos omega-3. Ácido<br />

eicosapentaenoico. Ácido docosahexaenoico. Cáncer.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

Las causas por las que una célula normal se transforma<br />

y pierde el control de su crecimiento dependen<br />

de diversos factores de riesgo (hereditarios, físicos, biológicos<br />

y químicos) que, si persisten en el tiempo y son<br />

de suficiente intensidad, aumentan la probabilidad de<br />

desarrollo del cáncer (Fig. 1). La dieta es un factor de<br />

naturaleza química que conlleva implícita la paradoja<br />

de ser imprescindible para la supervivencia y de ser a<br />

su vez la causante de un inexorable deterioro celular.<br />

Fats are macronutrients of high energy value and a<br />

major source of essential fatty acids that include omega-3<br />

fatty acids. While “omega-3 fatty acids” refer to fatty acids<br />

with a double bond on omega-3 carbon, only omega-3<br />

long-chain polyunsaturated fatty acids, named eicosapentaenoic<br />

acid (EPA) and docosahexaenoic acid (DHA), have<br />

healthy effects in cancer. These omega-3 fatty acids are<br />

typically found in fatty cold-water fish and fish oils.<br />

One of the main nutritional objectives for general population<br />

is to increase the intake of foods containing<br />

omega-3 fatty acids (EPA and DHA). However, it is of major<br />

importance for cancer pathology, because the existence<br />

of studies indicating a clear deficiency of EPA and<br />

DHA in plasma phospholipids and leukocyte membranes<br />

of patients with cancer.<br />

Key words: Fats. Omega-3 fatty acids. Eicosapentaenoic<br />

acid. Docosahexaenoic acid. Cancer.<br />

La producción de energía en forma de ATP por las células<br />

a partir de los nutrientes genera productos durante<br />

el metabolismo que son nocivos. Esta apreciación<br />

doblega el lenguaje dialéctico de <strong>alimentos</strong> saludables,<br />

por lo que sería más exacto utilizar los términos de <strong>alimentos</strong><br />

más o menos perjudiciales para la salud (e incluso<br />

para la enfermedad). En este sentido, los ácidos<br />

grasos poliinsaturados de cadena larga pertenecientes<br />

a la familia omega-3 (Tabla I) constituyen un conjunto<br />

de macronutrientes que tienen la dualidad de ser poco<br />

perjudiciales para la salud y muy perjudiciales para la<br />

enfermedad neoplásica (1).<br />

101


F. MURIANA 2/11/05 08:39 Página 102<br />

F. J. G. MURIANA ALIM. NUTRI. SALUD<br />

TABLA I<br />

ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS OMEGA-3<br />

Y SU SIMILITUD ESTRUCTURAL CON LOS ÁCIDOS<br />

GRASOS POLIINSATURADOS OMEGA-6<br />

Nombre Número Número Símbolo<br />

del ácido graso de átomos de dobles<br />

de carbono enlaces<br />

α-Linolénico 18 3 18:3ω-3 (α-LNA)<br />

Eicosapentaenoico 20 5 20:5ω-3 (EPA)<br />

Docosahexaenoico 22 6 22:6ω-3 (DHA)<br />

Linoleico 18 2 18:2ω-6 (LA)<br />

γ-Linolénico 18 3 18:3ω-6 (GLA)<br />

Dihomo- γ-linolénico 20 3 20:3ω-6 (DGLA)<br />

Araquidónico 20 4 20:4ω-6 (AA)<br />

Los ácidos eicosapentaenoico (EPA, 20:5ω-3) y<br />

docosahexaenoico (DHA, 22:6ω-3) son más activos<br />

en la prevención del cáncer que el ácido α-linolénico<br />

(α-LNA, 18:3ω-3). Cuando ingerimos α-LNA, una<br />

parte se utiliza por nuestras células para sintetizar<br />

EPA y DHA, pero la ingesta de <strong>alimentos</strong> que ya<br />

contienen EPA y DHA acelera notablemente su biodisponibilidad<br />

y utilización metabólica. En términos<br />

conceptuales, EPA y DHA deben considerarse ácidos<br />

grasos esenciales.<br />

102<br />

Susceptibilidad<br />

genética<br />

Estilo de vida<br />

de alto riesgo<br />

FACTORES FÍSICOS<br />

FACTORES BIOLÓGICOS<br />

FACTORES QUÍMICOS<br />

DIETA<br />

INAPROPIADA<br />

SALUD<br />

TIEMPO<br />

Genes<br />

protectores<br />

Estilo de vida<br />

SALUDABLE<br />

DIETA<br />

APROPIADA<br />

EJERCICIO<br />

FÍSICO<br />

ENFERMEDAD:<br />

CÁNCER<br />

Fig. 1. Modelo conceptual (péndulo) indicando el impacto de<br />

factores de riesgo en el cáncer.<br />

EPA Y DHA EN EL CÁNCER<br />

La concentración de ácidos grasos omega-3 y la<br />

relación ácidos grasos omega-3/ácidos grasos omega-6<br />

son anormalmente bajas en personas afectadas<br />

con cáncer (2), especialmente en aquellas con menor<br />

índice de masa corporal y tras la quimioterapia.<br />

Estudios clínicos en fase I han determinado que la<br />

dosis máxima tolerable diaria de ácidos grasos omega-3<br />

es aproximadamente 0,2 g por kg de peso corporal<br />

(una persona con 70 kg de peso puede consumir<br />

diariamente hasta 15 g de ácidos grasos<br />

omega-3: 52% EPA y 34% DHA) (3). La tabla II expresa<br />

el contenido aproximado de grasa total y de<br />

ácidos grasos omega-3 en distintas especies de pescado<br />

y aceites de pescado.<br />

TABLA II<br />

CONTENIDO (G/100 G) DE ÁCIDOS GRASOS OMEGA-<br />

3 EN DISTINTAS ESPECIES DE PESCADO, ACEITES<br />

DE PESCADO Y OTROS ALIMENTOS<br />

Grasa total α-LNA EPA DHA<br />

Pescado<br />

Arenque del pacífico 18,5 0,3 1,0 1,6<br />

Caballa del atlántico 16,0 0,3 0,9 1,6<br />

Merluza de Alaska 15,3 0,1 0,7 0,7<br />

Sardina 14,8 0,2 1,2 1,8<br />

Salmón del atlántico 12,0 0,2 0,6 1,2<br />

Sardineta 11,0 0,1 0,9 1,4<br />

Trucha (arco iris) 9,6 0,1 0,5 1,1<br />

Atún 9,0 0,7 0,1 0,3<br />

Lamprea 7,1 0,1 0,2 0,2<br />

Anchoa 4,8 Tr 0,5 0,9<br />

Anjova 4,3 Tr 0,3 0,5<br />

Esturión del atlántico 4,0 0,1 1,0 0,5<br />

Pez espada 4,0 0,2 0,1 0,1<br />

Aceite de pescado<br />

Salmón 99,9 1,1 13,0 18,2<br />

Hígado de bacalao 99,9 0,9 6,9 11,0<br />

Arenque 99,9 0,8 6,3 4,2<br />

Frutos secos<br />

Almendras 55,8 0,3<br />

Cacahuetes 46,0 0,4<br />

Nueces 68,5 7,5<br />

Aceite vegetal<br />

Germen de trigo 99,9 5,3<br />

Soja 99,9 7,3<br />

Canola (colza) 99,9 9,6<br />

Tr. traza (≤ 0,005 g/100 g).


F. MURIANA 2/11/05 08:39 Página 103<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 PAPEL DE LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 EN LA CARCINOGÉNESIS<br />

Las células cancerígenas captan las lipoproteínas<br />

que transportan en sangre los ácidos grasos<br />

omega-3. La presencia de DHA en las membranas<br />

de células leucémicas aumenta la sensibilidad antigénica<br />

de anticuerpos contra moléculas (cadena alfa)<br />

del complejo de histocompatibilidad mayor de la<br />

clase I (MHC I), CD8 y CD90 (Thy-1) (4), reduce su<br />

deformabilidad y dificulta la migración transendotelial<br />

(5). Un efecto similar se produce en células de<br />

linfoma histiocítico con EPA, aumentando la granulosidad<br />

de la superficie celular (6). Cuando la<br />

membrana citoplasmática de células humanas de<br />

adenocarcinoma de colon (CX-1) se enriquecen en<br />

DHA, se reduce drásticamente su capacidad de adhesión<br />

a células endoteliales (7). Todos estos factores<br />

dinámicos pueden alterar la movilidad de las células<br />

cancerígenas por los vasos linfáticos y<br />

sanguíneos, su capacidad para crecer en una nueva<br />

localización y, por tanto, pueden reducir el riesgo<br />

de tumores secundarios por metástasis.<br />

Se han propuesto diversos mecanismos celulares/moleculares,<br />

a través de los cuales los ácidos<br />

grasos omega-3 (EPA y DHA) afectan a la carcinogénesis<br />

(Tabla III) (8).<br />

TABLA III<br />

CÓMO EPA Y DHA PUEDEN AFECTAR A LA<br />

CARCINOGÉNESIS<br />

Inhibiendo la biosíntesis del ácido araquidónico (COX-2)<br />

Modificando la actividad de factores de transcripción, la expresión génica<br />

y rutas de señalización intracelular:<br />

PPAR<br />

NF-κB<br />

Oncogén ras y PKC<br />

ODC<br />

FAS<br />

Esfingomielinasa<br />

NO e iNOS<br />

Modificando el metabolismo de los estrógenos<br />

Modificando la producción de los radicales libres y especies reactivas<br />

de oxígeno<br />

COX-2: ciclooxigenasa-2; PPAR: receptores activados por proliferadores<br />

peroxisomales; NF-κB: factor kappaB de transcripción<br />

nuclear; PKC: proteínas quinasas C; ODC: ornitina descarboxilasa;<br />

FAS: ácido graso sintasa; NO: óxido nítrico; iNOS: forma inducible<br />

de la óxido nítrico sintasa.<br />

Los compuestos eicosanoides son biológicamente<br />

muy activos, regulando las respuestas inmune e inflamatoria,<br />

la agregación plaquetaria, el crecimiento<br />

y la diferenciación celular. La secuencia en la producción<br />

de compuestos eicosanoides comienza con<br />

las reacciones metabólicas asociadas a la biosíntesis<br />

de ácidos grasos: (i) desaturación (∆5-desaturasa); (ii)<br />

elongación; y (iii) desaturación (∆6-desaturasa), y la<br />

acción de oxidasas, como la ciclooxigenasa-2 (COX-<br />

2) (9). La proporción cualitativa y cuantitativa de<br />

compuestos eicosanoides depende de la naturaleza y<br />

biodisponibilidad de los ácidos grasos precursores<br />

(omega-6 y omega-3) en las membranas celulares<br />

(Tabla I y Fig. 2) y el tipo de célula. La mayor presencia<br />

de AA determina una mayor producción de<br />

prostanoides de la serie 2 y leucotrienos de la serie<br />

4, con 2 y 4 dobles enlaces, respectivamente. La<br />

prostaglandina E2 (PGE2), leucotrieno B4 (LTB4), tromboxano A2 (TXA2) y ácido 12-hidroxieicosatetraenoico<br />

(12-HETE) tienen efectos pro-carcinogénicos,<br />

entre otros. Por el contrario, los ácidos grasos<br />

omega-3 pueden reducir el riesgo de cáncer al inhibir<br />

competitivamente los procesos anabólicos y catabólicos<br />

de AA (10). Conviene mencionar en este<br />

sentido que la potencia de EPA y DHA es 5 veces<br />

mayor que la de α-LNA. Por otra parte, COX-2 limita<br />

las rutas que conducen a la apoptosis (promueve<br />

la supervivencia del tumor) y cataliza la conversión<br />

de pro-carcinógenos en carcinógenos, y de xenobióticos<br />

en mutágenos. Numerosos estudios epidemiológicos<br />

asocian un menor riesgo de cáncer colorrectal<br />

con la ingesta de inhibidores de COX-2 (11).<br />

Estudios recientes con células humanas de cáncer de<br />

colon (HCA-7) indican que la combinación a dosis<br />

subtóxicas de inhibidores de COX-2 (celecoxib, 50-<br />

100 µM) y DHA (75 µM) reduce (50-85%) de manera<br />

sinérgica el metabolismo de AA y la producción<br />

de prostanoides de la serie 2 (12).<br />

Los ácidos grasos omega-3 son capaces de afectar<br />

la actividad de segundos mensajeros en rutas de<br />

señalización intracelular y procesos transcripcionales<br />

y postranscripcionales relacionados con el control<br />

del crecimiento celular, de la diferenciación,<br />

apoptosis, angiogénesis y metástasis. Uno de los<br />

principales factores de transcripción regulados por<br />

ácidos grasos es la familia de los receptores activados<br />

por proliferadores peroxisomales (PPAR). De<br />

entre los distintos miembros de la familia de los<br />

PPAR, la actividad de la isoforma PPARγ inhibe la<br />

proliferación de fibroblastos durante la diferenciación<br />

del tejido adiposo (13) y de células humanas<br />

cancerígenas (14). EPA, y no el resto de agonistas<br />

de PPAR, puede aumentar la expresión/estabilidad<br />

del mRNA de PPARγ1 en adipocitos (15), indicando<br />

que EPA puede participar en la regulación in vivo<br />

de PPARγ en otros tejidos humanos, probablemente<br />

mediante la interconexión con las rutas de<br />

señalización del receptor de estrógenos (16).<br />

EPA también modula la actividad del factor de<br />

transcripción NF-κB (factor nuclear-κB) (17,18), implicado<br />

en la expresión génica de citoquinas, adhesión<br />

celular, activación del ciclo celular, apoptosis y<br />

carcinogénesis (19).<br />

Los ácidos grasos omega-3 disminuyen (DHA) la<br />

activación del oncogén ras en colonocitos (20) y<br />

103


F. MURIANA 2/11/05 08:39 Página 104<br />

F. J. G. MURIANA ALIM. NUTRI. SALUD<br />

aumentan (EPA y DHA) la expresión de isoenzimas<br />

de PKC (PKC-δ, PKC-λ y PKC-ζ) con funciones supresoras<br />

de tumores en el modelo experimental de<br />

animales con cáncer de colon inducido con azoximetano<br />

(21). Este efecto anticancerígeno de los<br />

ácidos grasos omega-3 también se observa en células<br />

epiteliales de colon, al disminuir la translocación<br />

de PKC-β2 (promotor de la carcinogénesis)<br />

(22). Estos resultados concuerdan con el efecto<br />

protector de los ácidos grasos omega-3 en el cáncer<br />

de colon en humanos (23).<br />

La concentración de ornitina descarboxilasa<br />

(ODC), primera enzima en la biosíntesis de poliaminas,<br />

es anormalmente alta en células cancerígenas<br />

(24). DHA reduce la expresión del mRNA de<br />

ODC en células humanas de cáncer de próstata,<br />

probablemente mediante un aumento de la proteína<br />

c-jun que inhibe la transactivación del receptor<br />

de andrógenos (25).<br />

La enzima ácido graso sintasa (FAS) regula la<br />

biosíntesis de novo de ácidos grasos. Se ha descrito<br />

la hiperactividad y sobreexpresión de FAS (antígeno-519<br />

oncogénico) en algunos carcinomas de<br />

mama particularmente agresivos (26). Estudios realizados<br />

en células humanas SK-Br3 de cáncer de<br />

mama, donde FAS constituye el 28% en peso del<br />

total de proteínas citosólicas, demuestran que α-<br />

LNA y DHA pueden reducir hasta un 60 y 37%,<br />

respectivamente, la expresión de FAS mediante un<br />

mecanismo peroxidativo (27).<br />

DHA aumenta la concentración intracelular de<br />

ceramida, presumiblemente por la translocación y<br />

activación de la esfingomielinasa, en células humanas<br />

leucémicas (Jurkat) (28). El mecanismo implica<br />

la inhibición de la actividad quinasa dependiente de<br />

104<br />

18:2ω-6<br />

LA<br />

18:ω-3<br />

α-LNA<br />

18:3ω-6 GLA<br />

Eicosanoides<br />

serie 1<br />

20:3ω-6<br />

DGLA<br />

18:4 ω-3 20:4 ω-3<br />

20:4ω-6<br />

AA<br />

20:5ω-3<br />

EPA<br />

22:6ω-3<br />

DHA<br />

Fig. 2. Los ácidos grasos omega-3 interfieren en el metabolismo de los ácidos grasos omega-6.<br />

Eicosanoides series 3 y 5<br />

Eicosanoides series 2 y 4<br />

ciclinas cdk-2 y la estimulación de las proteínas fosfatasas<br />

PP1 y PP2A. Se reduce la fosforilación (hipofosforilación)<br />

de la proteína retinoblastoma (pRb),<br />

un supresor de tumores. Estudios recientes han demostrado<br />

que DHA induce apoptosis mediante el<br />

aumento de la expresión de inhibidores de cdk-2:<br />

p21WAF1/CIP1 y p27 (Kip1) (29).<br />

El óxido nítrico (NO) y las especies reactivas nitrogenadas<br />

tienen efectos mutagénicos (30), al inducir<br />

reacciones de nitración, nitrosación y desaminación<br />

en las bases del DNA (31). La patología inflamatoria<br />

es común en diversos tipos de cáncer y es significativo<br />

que algunos adenomas y adenocarcinomas humanos<br />

tengan una actividad y/o expresión anormalmente<br />

alta de la forma inducible de la óxido nítrico<br />

sintasa (iNOS) (32). Los efectos anticancerígenos de<br />

los ácidos grasos omega-3 (DHA) se relacionan con<br />

su capacidad para reducir la expresión de iNOS y<br />

genes proinflamatorios (IFNs), y la producción de<br />

NO, cGMP e isoformas de NF-κB en células humanas<br />

(Caco-2) de cáncer de colon (29).<br />

Los estrógenos inducen la proliferación en células<br />

sensibles a estrógenos, y altas concentraciones de<br />

estrógenos pueden aumentar el riesgo de cáncer de<br />

mama y otros tipos de cáncer (próstata y colon) dependientes<br />

de hormonas (33-35). Se ha descrito que<br />

EPA reduce la actividad de la enzima aromatasa<br />

P450 (convierte los esteroides de 19 átomos de carbono<br />

en estrógenos) (36).<br />

Los radicales libres y las especies reactivas de<br />

oxígeno se producen durante el metabolismo celular<br />

y conducen a la formación de hidroperóxidos a<br />

partir de la oxidación de los ácidos grasos insaturados.<br />

Los productos finales pueden generar aductos<br />

de DNA con propiedades pro-mutagénicas (37).


F. MURIANA 2/11/05 08:39 Página 105<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 PAPEL DE LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA-3 EN LA CARCINOGÉNESIS<br />

Generalmente, la eventual auto-oxidación de los<br />

ácidos grasos depende del número de dobles enlaces<br />

en la molécula, aumentando cuanto mayor es<br />

el número. EPA y DHA tienen 5 y 6 dobles enlaces,<br />

respectivamente, por lo tanto cabe asumir que<br />

son muy sensibles a la auto-oxidación, de hecho lo<br />

son. Sin embargo, los ácidos grasos omega-3, y no<br />

otros ácidos grasos poliinsaturados, estimulan la<br />

transcripción de genes que codifican enzimas antioxidantes<br />

(glutatión S-transferasas y superóxido<br />

dismutasa dependiente de manganeso) (38). No<br />

obstante, aun en el supuesto de una producción superior<br />

a lo normal de radicales libres y especies reactivas<br />

de oxígeno por los ácidos grasos omega-3,<br />

es importante recordar que las células normales tienen<br />

“intactos” sus sistemas de defensa antioxidante<br />

(glutatión peroxidasas, superóxido dismutasas,<br />

catalasa, etc.), a diferencia de las células cancerígenas<br />

(39).<br />

Con el precedente de los efectos anticancerígenos<br />

de los ácidos grasos conjugados del ácido linoleico<br />

(CLA), se ha observado que los isómeros posicionales<br />

y geométricos de DHA (CDHA) pueden<br />

suprimir con mayor efectividad que DHA la capacidad<br />

proliferativa in vitro e in vivo de células humanas<br />

de cáncer de mama (40).<br />

Un aspecto muy interesante de los ácidos grasos<br />

omega-3 es su capacidad de potenciar la citotoxicidad<br />

de fármacos utilizados en el tratamiento del cáncer<br />

(41). Esto ocurre con el paclitaxel y la cerulenina en el<br />

cáncer de mama, la doxorrubicina en la leucemia, glioblastoma,<br />

carcinoma bronquial y cáncer de mama, la<br />

cisplatina en la metástasis en pulmón, la genisteína en<br />

el cáncer de mama y la vincristina en el carcinoma de<br />

cuello de útero. Estos ácidos grasos aumentan la captación<br />

de estos fármacos citotóxicos por las células<br />

cancerígenas y actúan superando la resistencia de dichas<br />

células al tratamiento de la quimioterapia (41,42).<br />

Se ha explorado, con resultados positivos, el uso clínico<br />

de DHA unido covalentemente a la posición C2’ de<br />

la molécula de paclitaxel (43). La administración conjunta<br />

de ácidos grasos omega-3 y 5-fluorouracilo (5-<br />

FU) potencia el efecto pro-apoptótico del 5-FU y bloquea<br />

el ciclo celular en la fase S de células humanas de<br />

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de una mayor eficacia en la quimioterapia del cáncer<br />

de mama cuando el tejido adiposo de la mama afectada<br />

tiene mayor concentración de ácidos grasos omega-3<br />

(ácido docosapentaenoico, 22:5ω-3 y DHA) (45).<br />

La anorexia-caquexia es un síndrome que se manifiesta<br />

en aproximadamente el 50% de los pacientes<br />

con cáncer e implica un acortamiento de la supervivencia.<br />

Consiste en la pérdida masiva de peso corporal.<br />

Sus causas se atribuyen a la producción de factores<br />

depresores del apetito que producen las propias células<br />

cancerígenas y las del sistema inmune en respuesta<br />

a una inflamación continuada, e intervienen factores<br />

hormonales que ejercen efectos anabólicos (46). La ingesta<br />

de ácidos grasos omega-3 (32 g de proteínas y<br />

2,2 g de EPA) durante ocho semanas en pacientes<br />

con cáncer de páncreas avanzado reduce (92%) la pérdida<br />

de peso respecto al inicio del estudio (3,3<br />

kg/mes), mejorando notablemente la calidad de vida<br />

de estos pacientes (47). También se ha descrito que<br />

EPA puede reducir el gasto energético total (48) y atenuar<br />

la acción del factor inductor de la proteolisis (PIF)<br />

en un modelo experimental de caquexia (49). Los estudios<br />

clínicos en fase II confirman esta efectividad de los<br />

ácidos grasos omega-3, aunque indican la conveniencia<br />

de aplicar la intervención dietética en los estadios<br />

iniciales de la caquexia (e incluso antes de sus manifestaciones<br />

clínicas) para aumentar las posibilidades de<br />

éxito (50)●<br />

CORRESPONDENCIA:<br />

F. J. G. Muriana<br />

Nutrición Celular y Molecular<br />

Departamento de Caracterización y Calidad de Alimentos<br />

<strong>Instituto</strong> de la Grasa (CSIC).<br />

Avda. Padre García Tejero, 4<br />

41012 Sevilla<br />

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inhibited by tumoricidal alpha-linolenic and gamma-linolenic<br />

fatty acids: a novel mechanism by which dietary fat<br />

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05. M. MARTINEZ 2/11/05 09:09 Página 108<br />

1136-4815/05/108-112<br />

ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Copyright © 2005 INSTITUTO DANONE Vol. 12, N.º 3, pp. 108-112, 2005<br />

La enfermedad cardiovascular es una de las principales<br />

causas de morbimortalidad en el mundo desarrollado.<br />

Por ello, la identificación de los condicionantes<br />

o factores de riesgo que determinan su<br />

aparición y desarrollo ha sido y es uno de los objetivos<br />

principales de las ciencias biomédicas. Entre estos<br />

factores de riesgo se sabe que los factores metabólicos<br />

son especialmente cruciales en el desarrollo<br />

de la enfermedad coronaria.<br />

108<br />

Efecto de los hábitos dietéticos sobre los factores de<br />

riesgo asociados al síndrome metabólico<br />

M. Martínez Sesmero, F. J. Sánchez-Muniz 1<br />

SERVICIO DE FARMACIA HOSPITALARIA. HOSPITAL VIRGEN DE LA SALUD. TOLEDO<br />

1 DEPARTAMENTO DE NUTRICIÓN. FACULTAD DE FARMACIA. UCM. MADRID<br />

RESUMEN ABSTRACT<br />

El síndrome metabólico (SM) se caracteriza por un<br />

conjunto de alteraciones tales como: obesidad central, dislipemia<br />

aterogénica, incremento de presión arterial, resistencia<br />

a la insulina o intolerancia a la glucosa, así como un<br />

estado protrombótico y proinflamatorio. Los pacientes<br />

con SM tienen un elevado riesgo de sufrir un infarto agudo<br />

de miocardio, otras patología relacionadas con la placa<br />

ateromatosa (v.g., accidente cerebrovascular y enfermedad<br />

vascular periférica) y diabetes tipo 2.<br />

Existe una predisposición genética para sufrir SM, pero<br />

hay que tener en cuenta los factores ambientales que pueden<br />

promover la obesidad, la hipertensión y la resistencia<br />

a la insulina. Ejemplos de estos factores son la actividad física<br />

reducida y una dieta rica en grasas saturadas y sal.<br />

La presente revisión describe las diferentes definiciones<br />

de SM, su diagnóstico, su prevalencia y evalúa la literatura<br />

médica disponible que versa sobre SM y hábitos dietéticos<br />

a través de una búsqueda en MEDLINE y PREMEDLINE<br />

(entre 2000 y 2005, palabras clave: “síndrome metabólico”<br />

y “hábitos dietéticos”).<br />

Palabras clave: Síndrome metabólico X. Hábitos dietéticos.<br />

Dieta mediterránea.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

The metabolic syndrome (MS) is characterized by a<br />

group of metabolic risk factors such as: central obesity,<br />

atherogenic dyslipidemia, raised blood pressure (130/85<br />

mmHg or higher), insulin resistance or glucose intolerance,<br />

prothrombotic state and proinflammatory state.<br />

People with MS are at increased risk of coronary heart<br />

disease, other diseases related to plaque buildups in artery<br />

walls (e.g., stroke and peripheral vascular disease) and<br />

type 2 diabetes.<br />

Some people are genetically predisposed to MS, but<br />

there are environmental factors that may promote obesity,<br />

hypertension and insulin resistance. Examples of environmental<br />

changes that may contribute to the MS include a<br />

marked reduction in physical activity and diet rich in saturated<br />

fat and salt.<br />

The current review describes MS definition´s, diagnostic,<br />

prevalence and asses the best evidence based medicine<br />

literature that links MS and food habits performing a<br />

MEDLINE and PREMEDLINE search (between 2000 and<br />

2005, key words: “metabolic syndrome” and “food<br />

habits”).<br />

Key words: Metabolic syndrome X. Food habits.<br />

Mediterranean diet.<br />

En los últimos años se ha podido constatar un<br />

aumento de la prevalencia de obesidad, diabetes y<br />

factores de riesgo asociados a la obesidad (1). En<br />

1988, Reaven (2) propuso que la resistencia a la<br />

insulina (RI) juega un papel fundamental en la etiología<br />

de la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión<br />

y la enfermedad de las arterias coronarias. La interrelación<br />

de estos factores, junto con otros aspectos<br />

tales como inflamación y alteraciones de la hemostasia<br />

y fibrinolisis (3) nos conducen a la<br />

definición de lo que se conoce hoy día como síndrome<br />

metabólico (SM).


05. M. MARTINEZ 2/11/05 09:09 Página 109<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 EFECTO DE LOS HÁBITOS DIETÉTICOS SOBRE LOS FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS AL SM<br />

Los importancia de conocer más a fondo el conjunto<br />

de factores relacionados con el SM se fundamenta,<br />

principalmente, y como se dijo al inicio, en la<br />

elevada morbimortalidad imputable a la enfermedad<br />

cardiovascular; en el caso concreto de los pacientes<br />

con SM existe un riesgo 1,5-3 veces mayor de sufrir<br />

un episodio agudo de enfermedad de las arterias coronarias<br />

y de accidente cerebrovascular (4-6).<br />

Por último, y centrando el objeto de esta revisión y<br />

la relación dieta-SM, diversos estudios han confirmado<br />

la influencia del estilo de vida y los hábitos dietéticos en<br />

los factores de riesgo cardiovascular (7-8) y en particular<br />

en la enfermedad de las arterias coronarias (9-10).<br />

DEFINICIÓN Y DIAGNÓSTICO<br />

El SM –conocido también como síndrome plurimetabólico,<br />

síndrome de resistencia a la insulina o síndrome<br />

X– es una entidad clínica controvertida que aparece,<br />

con amplias variaciones fenotípicas, en personas<br />

con una predisposición endógena, determinada genéticamente<br />

y condicionada por factores ambientales. Se<br />

caracteriza por la presencia de insulinoresistencia e hiperinsulinismo<br />

compensador asociados a trastornos<br />

del metabolismo hidrocarbonado, cifras elevadas de<br />

presión arterial, alteraciones lipídicas (hipertrigliceridemia,<br />

descenso del cHDL, presencia de LDL tipo B, aumento<br />

de ácidos grasos libres y lipemia postprandial) y<br />

obesidad (11), con un incremento de la morbimortalidad<br />

de origen ateroesclerótico.<br />

Clínicamente, la RI se define como la incompetencia<br />

de una determinada concentración de insulina para<br />

conseguir el control de la glucosa (12). Es una anormalidad<br />

celular compleja que implica fundamentalmente<br />

al tejido adiposo, al hígado y al músculo esquelético.<br />

Además de la susceptibilidad genética precisa de la<br />

presencia de otros factores ambientales:<br />

—Obesidad central o abdominal.<br />

—Sedentarismo.<br />

—Dieta hipercalórica rica en grasas y carbohidratos.<br />

—Tabaquismo.<br />

Otros factores relacionados con la RI y el SM son:<br />

—Hiperuricemia o gota.<br />

—Hipercoagulabilidad y defectos de la fibrinolisis.<br />

—Hiperleptinemia o resistencia a la leptina.<br />

Y también: homocisteína (papel controvertido en<br />

la RI), leucocitosis, elevación de la VSG, PAI-1 elevado,<br />

hiperandrogenismo, hígado graso, cálculos biliares,<br />

osteoporosis, acantosis nigricans, síndrome<br />

del ovario poliquístico.<br />

Múltiples evidencias demuestran la mayor probabilidad<br />

de desarrollar diabetes mellitus en los pacientes<br />

que presentan un SM.<br />

No existe una definición consensuada internacionalmente,<br />

sin embargo, desde un punto de vista<br />

práctico y eminentemente clínico los parámetros<br />

más extendidos para identificar el SM son los propuestos,<br />

de manera simplificada, por el NCEP ATP-<br />

III (13) (Tabla I).<br />

TABLA I<br />

Hombres Mujeres<br />

Obesidad abdominal<br />

(perímetro cintura)<br />

> 102 cm > 88 cm<br />

Triglicéridos ≥ 150 mg/dl ≥ 150 mg/dl<br />

cHDL < 40 mg/dl < 50 mg/dl<br />

Presión arterial ≥ 130 /≥ 85 mmHg ≥ 130/≥ 85 mmHg<br />

Glucemia en ayunas ≥ 110 mg/dl ≥ 110 mg/d<br />

El diagnóstico se establece cuando están presentes<br />

tres o más de los determinantes de riesgo antes<br />

mencionados.<br />

Otros organismos internacionales, sin embargo,<br />

aun adoptando criterios similares, incorporan modificaciones<br />

particulares. La OMS (14) incluye como<br />

criterio necesario la diabetes, la tolerancia anormal a<br />

la glucosa o la RI y añade el índice cintura-cadera, la<br />

microalbuminuria; el grupo europeo EGIR (15), sin<br />

embargo, varía las cifras de triglicéridos -> 180<br />

mg/dl-, incluye el perímetro abdominal -> 94 en varones<br />

y 80 en mujeres- y agrega también la resistencia<br />

a la insulina o hiperinsulinemia en ayunas superior<br />

al percentil 75. Recientemente, la American<br />

Heart Association (AHA) junto con el National<br />

Heart, Lung and Blood Institute (16) en un documento<br />

sobre SM no optan por una determinada<br />

elección de parámetros definitorios.<br />

PREVALENCIA<br />

Las comparaciones de los datos de prevalencia publicados<br />

son difíciles, debido a la diversidad de criterios<br />

en la definición de SM (17). A pesar de ello, muchos<br />

estudios comparan prevalencias utilizando diferentes<br />

criterios. Este es el caso de la revisión publicada por<br />

Cameron y cols. (18), en la que se incluyen estudios<br />

con diferente diseño, diferente país de origen de los<br />

datos, diferente selección de la muestra, edad, sexo y<br />

estructura de la población. En la figura 1, adaptada de<br />

Cameron y cols. (18), se reflejan las distintas prevalencias<br />

de 15 países según criterios NCEP ATP-III.<br />

A pesar de las discrepancias de diseño entre estos<br />

estudios, se pueden observar ciertas diferencias entre<br />

grupos etarios (mayor prevalencia a mayor edad), sexo<br />

(desde el 8-24% en hombres hasta el 7-43% en<br />

mujeres) y origen étnico (en EE.UU. es menor la prevalencia<br />

en blancos de origen no hispano comparado<br />

con hispano-mejicanos), entre otros.<br />

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M. MARTÍNEZ SESMERO Y F. J. SÁNCHEZ-MUNIZ ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Prevalencia (%)<br />

Fig. 1.<br />

La prevalencia en España oscila entre el 19,3 (criterios<br />

OMS) y el 15,5% (criterios EGIR). Se considera<br />

que en población general puede existir una predisposición<br />

a la RI del 40%. El SM afecta al 42% de<br />

las mujeres y el 64% de los varones con intolerancia<br />

a la glucosa y al 78% de las mujeres y el 84% de los<br />

varones con DM2 (19).<br />

Una gran cantidad de factores dietéticos, tales como<br />

altas ingestas de ácidos grasos saturados (20-22), bajas<br />

ingestas de ácidos grasos omega-3 (23,24) y varios<br />

componentes de los <strong>alimentos</strong> vegetales (25-27), están<br />

relacionados con el desarrollo de enfermedad cardiovascular.<br />

Por otro lado, el hábito tabáquico, la inactividad<br />

física y el consumo elevado de alcohol se han asociado<br />

a un mayor riesgo de obesidad central y otros<br />

trastornos metabólicos (28). Sin embargo, existen po-<br />

110<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

India > 20<br />

Irán > 20<br />

Mujeres<br />

Hombres<br />

Omán > 20<br />

Finlandia 42-60<br />

Irlanda 50-69<br />

HÁBITOS DIETÉTICOS Y SÍNDROME<br />

METABÓLICO<br />

Escocia 45-64<br />

Turquía > 31<br />

Australia > 24<br />

País/edad (años)<br />

Francia 30-64<br />

EE.UU. (americanos nativos) 45-49<br />

EE.UU. (americanos filipinos) 50-69<br />

EE.UU. > 19<br />

EE.UU. 30-79<br />

EE.UU. (blancos no hispanos) 30-79<br />

EE.UU. (americanos mexicanos) 30-79<br />

cos estudios que relacionen de forma global los hábitos<br />

alimenticios y los desencadenantes primarios del SM.<br />

Para explorar las pruebas científicas disponibles<br />

acerca de la relación entre los hábitos dietéticos y los<br />

factores de riesgo asociados a SM se realizó una<br />

búsqueda en MEDLINE y PREMEDLINE cruzando<br />

con el operador booleano “and” los vocablos del<br />

MeSH (medical subjects headings) “Metabolic<br />

Syndrome” y “Food habits”. Asimismo, se utilizó<br />

una limitación de fechas (desde el 2000 hasta el<br />

2005). Se obtuvieron 21 citas bibliográficas, de las<br />

cuales se consideraron relevantes por su metodología<br />

únicamente 3 de ellas (1 estudio de cohortes<br />

prospectivo, 2 estudios de corte transversal).<br />

En el estudio de Wirfalt y cols. (29) (de cohortes<br />

prospectivo) participaron 2.040 hombres (46-73<br />

años) y 2.959 mujeres (45-73 años). El método de<br />

evaluación dietética fue la entrevista por un experto<br />

y la cumplimentación de un cuestionario validado.<br />

Los hábitos alimenticios se agruparon en seis cate-


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Vol. 12, N.º 3, 2005 EFECTO DE LOS HÁBITOS DIETÉTICOS SOBRE LOS FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS AL SM<br />

gorías: comida y bebida en exceso, pan y fibra, bajo<br />

contenido en grasa y alto en fibra, pan blanco, grasa<br />

láctea y, por último, dulces y pasteles.<br />

A través de regresión logística se evalúan las diferentes<br />

asociaciones entre los distintos componentes<br />

del SM según criterios EGIR (presión arterial, obesidad<br />

central, hiperinsulinemia, hiperglucemia y dislipemia)<br />

con todos los hábitos dietéticos definidos, incluyendo<br />

además el hábito tabáquico, hábito alcohólico, actividad<br />

física (en el trabajo y en tiempo de ocio).<br />

Los resultados del estudio establecen relaciones, no<br />

explicadas por nutrientes específicos, entre hábitos alimenticios<br />

e hiperglucemia y obesidad central en hombres,<br />

e hiperinsulinemia en mujeres. Los hábitos dietéticos<br />

con alto contenido en pan rico en fibra<br />

proporcionan efectos protectores, mientras que los hábitos<br />

ricos en pan refinado o en queso, pasteles y bebidas<br />

alcohólicas incrementan el riesgo de varios componentes<br />

del SM (principalmente la hiperglucemia).<br />

Por otro lado, en las mujeres en cuyo hábito dietético<br />

existe una alta proporción de energía derivada de grasa<br />

láctea se encontraron beneficios en la insulinemia.<br />

En el estudio de Panagiotakos y cols. (30) (de corte<br />

transversal) se incluyó a 2.282 personas (1.128 hombres,<br />

1.154 mujeres) y se les realizó un cuestionario<br />

para evaluar los hábitos dietéticos y el estilo de vida. Se<br />

identificó a los individuos que se ajustaban a la definición<br />

de dieta mediterránea según Trichopolau (31). Esta<br />

dieta es pobre en grasa saturada y rica en grasa monoinsaturada<br />

(principalmente proveniente del aceite de<br />

oliva), con una alta proporción de hidratos de carbono<br />

complejos (legumbres) y de fibra (principalmente de vegetales<br />

y frutas). Los resultados evidenciaron que los<br />

sujetos compatibles con SM según criterios de la<br />

NCEP ATP-III (el 19,8% del total) eran los que menos<br />

se ajustaban al patrón de dieta mediterránea, tenían<br />

mayor edad, una menor actividad física y menos nivel<br />

educativo. Tras realizar una regresión logística multivariante,<br />

el OR para la dieta mediterránea era de 0,81.<br />

Asimismo, la combinación de dieta mediterránea y<br />

cualquier nivel de actividad física proporcionaba valores<br />

de OR favorables (0,65; 95% IC, 0,51-0,82).<br />

Los autores abundan en las posibles causas que explican<br />

por qué la dieta mediterránea reduce el riesgo<br />

cardiovascular (reducción de niveles de colesterol y de<br />

presión arterial fundamentalmente), pero admiten la limitación<br />

que supone el diseño del estudio para establecer<br />

las relaciones causales verdaderas.<br />

El estudio de Zhu y cols. (32) (de corte transversal)<br />

examina cómo diversos estilos de vida y sus combinaciones<br />

inciden en el riesgo se sufrir SM (según criterios<br />

NCEP ATP-III). Se incluyen en el estudio<br />

11.239 sujetos (5.415 hombre y 5.824 mujeres) representativos<br />

de la base de datos “Third National<br />

Health and Nutrition Examination Survey” (NHA-<br />

NES III). Los resultados de este estudio establecen<br />

una prevalencia de SM mayor en hombres que en<br />

mujeres (23,0 vs. 21,9% p < 0,05).<br />

En este trabajo se relaciona la ingesta de carbohidratos<br />

y grasa con el riesgo de sufrir SM. La categorización<br />

de la ingesta energética de estos macronutrientes<br />

se realiza según el departamento de salud de<br />

EE.UU. de América (33) (para carbohidratos: bajo <<br />

40%, medio 40-60%, alto > 60%; para grasas: bajo <<br />

30%, medio 30-40%, alto > 40%). La regresión logística<br />

determinó que una ingesta baja o moderada de<br />

carbohidratos comparada con una alta ingesta se asociaba<br />

con un OR un 50% menor para SM en hombres.<br />

Una limitación de este estudio es que no discrimina<br />

el tipo de hidrato de carbono (simple o complejo).<br />

Una ingesta alta de grasa, comparada con una ingesta<br />

baja, se asociaba con un riesgo menor de tener<br />

SM en hombres (OR = 0,44; IC 95% 0,21-<br />

0,91) y mujeres (OR = 0,58; IC 95% 0,41-0,81).<br />

En un análisis multivariante posterior se pudo comprobar<br />

cómo los sujetos que tenían cierto grado de actividad<br />

física, con una ingesta de carbohidratos baja o<br />

moderada (en el caso de los hombres) y un consumo<br />

bajo o moderado de alcohol (en el caso de las mujeres),<br />

y eran no fumadores, el OR para SM se reducía considerablemente<br />

a valores cercanos a 0,50 (para hombres<br />

y mujeres). Si a esto unimos que el BMI (body<br />

mass index) esté en el rango de la normalidad, la reducción<br />

del riesgo de padecer SM se incrementa en<br />

torno al 85% en hombres y en un 94% en mujeres.<br />

Por último, al igual que en el estudio de Panagiotakos<br />

y cols., existen los problemas derivados de la<br />

metodología empleada (estudio de corte transversal);<br />

por ello, no se deben establecer o inferir relaciones<br />

causales partiendo de estos resultados.<br />

CONCLUSIONES<br />

Es importante que las personas afectadas por el<br />

SM favorezcan un estilo de vida saludable, evitando<br />

el sedentarismo y el estrés, abandonando el tabaco o<br />

disminuyendo su consumo y haciendo de la actividad<br />

física algo divertido y placentero.<br />

Se recomendará una dieta cardiosaludable y equilibrada<br />

como la utilizada para la prevención y tratamiento<br />

de la arteriosclerosis, de tipo mediterráneo<br />

(basada en el consumo preferente de cereales, vegetales<br />

y aceite de oliva, y la ingestión moderada de vino).<br />

Se deben identificar posibles fallos nutricionales<br />

a través de una encuesta dietética y proponer, personalizadamente,<br />

un aporte calórico adecuado a la<br />

edad y la actividad física desarrollada●<br />

CORRESPONDENCIA:<br />

Manuel Martínez<br />

Servicio de Farmacia<br />

Hospital Virgen de la Salud<br />

Avda. de Barber, 30<br />

45004 Toledo<br />

e-mail: jmanuelms@sescam.jccm.es<br />

111


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M. MARTÍNEZ SESMERO Y F. J. SÁNCHEZ-MUNIZ ALIM. NUTRI. SALUD<br />

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SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 113<br />

1136-4815/05/113-118<br />

ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Copyright © 2005 INSTITUTO DANONE Vol. 12, N.º 3, pp. 113-118, 2005<br />

Presencia de ocratoxina A en vinos y derivados de uva<br />

S. Marín, N. Bellí, A. J. Ramos, V. Sanchis<br />

DEPARTAMENTO DE TECNOLOGÍA DE ALIMENTOS. CERTA-UTPV. ETSEA. UNIVERSIDAD DE<br />

LLEIDA<br />

RESUMEN ABSTRACT<br />

La ocratoxina A (OTA) es una micotoxina conocida<br />

desde el año 1965 y asociada comúnmente a la contaminación<br />

fúngica en cereales. Sin embargo, en los últimos<br />

años, la detección de la presencia de esta micotoxina en<br />

vino y derivados de uva ha provocado un interés creciente<br />

en lo concerniente a la OTA, el estudio de su origen en dichos<br />

<strong>alimentos</strong> y la reducción del riesgo derivado del consumo<br />

en humanos. Esta revisión recoge los niveles de incidencia,<br />

a partir de los cuales se evalúa el riesgo que<br />

supone el consumo de derivados de uva, detalla la fuente<br />

de contaminación y apunta la dirección de las posibles<br />

medidas preventivas.<br />

Palabras clave: Ocratoxina A. Uva. Riesgo. Aspergillus<br />

carbonarius.<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La uva es el fruto de la vid (Vitis vinifera), una<br />

planta cuyo origen se sitúa en la zona de Oriente<br />

Próximo, pero que hoy en día se encuentra extendida<br />

en muchas regiones de clima mediterráneo cálido,<br />

dado que esta planta precisa de un clima bondadoso<br />

para poder vivir adecuadamente.<br />

De la uva, cuando se deja fermentar, se produce<br />

el vino, una bebida que gozó de gran tradición en todos<br />

los pueblos de la antigüedad. Se ha valorado la<br />

importancia de la uva fermentada o vino en el tratamiento<br />

del colesterol. La presencia en esta bebida<br />

de alcohol y fenoles contribuye a disminuir el colesterol,<br />

mejorar la circulación y prevenir el infarto de<br />

miocardio. Un consumo moderado de vino puede<br />

Ochratoxin A (OTA) was first identified in 1965,<br />

and it is a common known contaminant in cereals as a result<br />

of fungal contamination. In the last few years, however,<br />

OTA has been detected in wine and other grape derivatives.<br />

This has resulted in an increased interest<br />

concerning the study of its origin in these substrates, and<br />

the risk involved in human consumption of these foods.<br />

The present review summarises the incidence levels reported<br />

by several researchers, assesses the resulting risk,<br />

gives details in the origin of the OTA contamination, and<br />

points out the direction of the preventive actions to be implemented.<br />

Key words: Ochratoxin A. Grape. Risk. Aspergillus carbonarius.<br />

favorecer la circulación, pero incluso el consumo de<br />

uva roja sin pelar puede aportar la misma propiedad<br />

sin necesidad de ingerir alcohol, que en un uso prolongado<br />

y abundante resulta perjudicial para la salud<br />

(Martínez, 2005).<br />

En el mundo se elaboran anualmente unos 264<br />

millones de hectolitros de vino. Francia e Italia son<br />

grandes potencias vitivinícolas de la UE, con producciones<br />

que rondan los 54 millones de hectolitros<br />

en ambos casos. En tercer lugar aparece España<br />

(22 millones de hectolitros) y por debajo de<br />

esta se sitúan Alemania (11,5 millones de hectolitros),<br />

Portugal (3,6 millones), Grecia (3,5 millones)<br />

y Austria (2,3 millones). La producción total de los<br />

15 países miembros de la UE es de unos 163 millones<br />

de hectolitros. Las estadísticas ponen de<br />

manifiesto que el consumo medio de vino por per-<br />

113


SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 114<br />

S. MARÍN ET AL. ALIM. NUTRI. SALUD<br />

sona en Europa se encuentra en 29,3 l/año,<br />

mientras que en algunos países dicha cifra llega a<br />

superar los 50 l/año (Sáinz, 2001).<br />

Desafortunadamente, en los últimos años diversas<br />

investigaciones científicas han apuntado la<br />

presencia de ocratoxina A en vinos de diferentes<br />

orígenes. El presente artículo pretende analizar las<br />

causas de dicha presencia y evaluar el riesgo que<br />

puede implicar.<br />

LA OCRATOXINA A<br />

Las micotoxinas son metabolitos secundarios<br />

tóxicos producidos por hongos capaces de crecer<br />

en gran variedad de sustratos bajo las más diversas<br />

condiciones ambientales, contaminando con frecuencia<br />

<strong>alimentos</strong>, y provocando respuestas tóxicas<br />

en humanos y animales. Las ocratoxinas son<br />

micotoxinas producidas por diferentes especies de<br />

los géneros Aspergillus y Penicillium, que crecen<br />

de forma natural en diversos productos vegetales,<br />

en la propia planta y durante su almacenamiento y<br />

transporte bajo determinadas condiciones de humedad<br />

y/o temperatura. Dentro de las ocratoxinas,<br />

la ocratoxina A (OTA), descubierta en 1965<br />

como producto de una cepa de A. ochraceus (van<br />

der Merwe y cols., 1965), es la más tóxica. Desde<br />

el punto de vista estructural, la OTA es un derivado<br />

clorado de la isocumarina con un grupo amida<br />

unido a la fenilalanina.<br />

La OTA está siendo intensamente estudiada actualmente<br />

y está regulada en sus contenidos máximos<br />

en determinados <strong>alimentos</strong>. Se le han descrito<br />

propiedades carcinogénicas, nefrotóxicas, teratogénicas<br />

e inmunotóxicas y posiblemente neurotóxicas,<br />

y se la ha asociado a la nefropatía porcina tras una<br />

exposición a piensos contaminados (Krogh, 1976).<br />

Sobre la base de algunas analogías en la patología<br />

existe una posible asociación con la nefropatía endémica<br />

en seres humanos, pero hasta la fecha las<br />

pruebas aportadas siguen sin ser concluyentes (Plestina,<br />

1996) y por ello es considerada como un posible<br />

agente cancerígeno humano (grupo 2B) por la<br />

Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer<br />

(1993).<br />

Esta micotoxina se ha encontrado en cereales, cacao,<br />

cerveza, vino, frutos secos, especias y café (Majerus<br />

y cols., 1993), en distintas cantidades dependientes<br />

del tipo de alimento. También se ha<br />

encontrado OTA en productos de origen animal, como<br />

en carne de cerdo y en sus vísceras, siempre<br />

procedentes de animales que se han contaminado a<br />

través de su alimentación (Kuiper-Goodman y Scott,<br />

1989).<br />

114<br />

Por otro lado, la presencia de OTA en muestras<br />

de sangre humana ha sido constatada de forma habitual<br />

en toda una serie de investigaciones realizadas<br />

en distintos países. En los estudios más actuales,<br />

y quizá debido al uso de técnicas analíticas con<br />

límites de detección muy bajos, se detectan altos<br />

porcentajes de muestras contaminadas aunque a<br />

niveles bajos (Burdaspal y Legarda, 1998, Jiménez<br />

y cols., 1998).<br />

PRESENCIA DE OTA EN VINOS<br />

Desde 1996 se viene estudiando la contaminación<br />

por OTA en zumos de uva y vinos (Zimmerli y<br />

Dick, 1996). La presencia de esta toxina en los vinos<br />

ha suscitado un interés creciente en los últimos<br />

años. De ello deriva la aparición de numerosos estudios<br />

que detectan OTA en estas bebidas a distintas<br />

concentraciones (Tabla I) (modificada de Bellí y cols.,<br />

2002). Aproximadamente un 45% del total de los<br />

vinos blancos analizados contiene OTA con concentraciones<br />

que oscilan entre 0,011-0,535 µg/l (máx.<br />

1,2 µg/l), un 66% de las muestras de vino rosado<br />

(0,025-1,348 µg/l; máx. 2,4 µg/l), un 71% de los<br />

vinos tintos (0,039-1,802 µg/l; máx. 7,6 µg/l) y entre<br />

un 60-100% de los vinos especiales (0,010-3,8<br />

µg/l; máx. 15,3 µg/l).<br />

TABLA I<br />

RESULTADOS DE ESTUDIOS PUBLICADOS (1996-<br />

2001) SOBRE LA PRESENCIA DE OTA EN VINOS,<br />

MOSTOS Y ZUMOS DE UVA (extraído de Bellí y cols., 2002)<br />

Tipo Incidencia Rango medias Concentración<br />

(%) (µg/l) máxima (µg/l)<br />

Blancos 45 0,001-0,535 1,2<br />

Rosados 66 0,025-1,348 2,4<br />

Tintos 71 0,039-1,802 7,6<br />

Vinificaciones especiales 60-100 0,010-3,800 15,3<br />

Pese a que se puede detectar OTA en el vino, las<br />

concentraciones encontradas siempre han sido ínfimas,<br />

aunque no debemos descartar que esta toxina<br />

puede llegar a representar un problema para la economía<br />

de Europa, que representa el 40% del viñedo<br />

mundial, con 2,8 millones de hectáreas, y que supone<br />

el 75% de la producción vinícola mundial (Sáinz,<br />

2001).


SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 115<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 PRESENCIA DE OCRATOXINA A EN VINOS Y DERIVADOS DE UVA<br />

EVALUACIÓN DEL RIESGO POR OTA EN<br />

VINO<br />

En 1994, la Comisión Europea estableció un<br />

grupo de cooperación científica (SCOOP Task<br />

3.2.2.) para proporcionar datos sobre la exposición<br />

alimentaria a la OTA en la Unión Europea.<br />

Trece Estados miembros colaboraron en esta encuesta,<br />

constituyendo el estudio más reciente y<br />

completo que actualmente se dispone. Ocho países<br />

estimaron las ingestas sobre la base de los datos<br />

nacionales de consumo; estas oscilaban de 0,7<br />

a 4,6 ng/kg peso corporal/día, con una media de<br />

1,8 ng/kg peso corporal/día. Debido a su largo<br />

periodo de vida en la sangre humana, unos 35<br />

días, los niveles plasmáticos constituyen un biomarcador<br />

útil de ingesta para varios días y partiendo<br />

de estos datos, cinco países estimaron unas ingestas<br />

entre 0,2-2,4 ng/kg peso corporal/día<br />

(media de 0,9 ng/kg peso corporal/día) (Comisión<br />

Europea, 1996).<br />

En la tabla II aparecen las aportaciones estimadas<br />

de OTA debidas al consumo de <strong>alimentos</strong> contaminados<br />

derivadas de datos de consumo europeos<br />

(FAO/OMS/PNUMA, 1999). Los cereales son los<br />

principales <strong>alimentos</strong> que contribuyen a la exposición<br />

alimentaria, mientras que el vino tinto puede<br />

ser una fuente de ingesta importante sólo en caso de<br />

gran consumo. La fuerte contaminación de algunos<br />

productos, como uvas pasas y especias, da a entender<br />

que durante la producción y el almacenamiento<br />

pueden darse condiciones poco idóneas con posibilidad<br />

de mejora.<br />

TABLA II<br />

Sería prudente reducir todo lo posible la exposición<br />

a la OTA y garantizar que las exposiciones se<br />

sitúen más cerca del límite inferior de las ingestas<br />

diarias tolerables, calculadas en 1,2-14 ng/kg de peso<br />

corporal por día. Pese a todo, el riesgo para la salud<br />

humana de un individuo en condiciones normales<br />

es ínfimo debido a que las concentraciones<br />

encontradas de esta toxina en <strong>alimentos</strong> son muy<br />

bajas. El problema estribaría en los individuos inmunodeprimidos,<br />

para los cuales el riesgo puede verse<br />

aumentado.<br />

Por su complejidad, no se dispone de estudios de<br />

toxicidad de la micotoxina a largo plazo, y esta podría<br />

verse aumentada debido a otras sustancias de la<br />

dieta que pueden potenciar su efecto (Bellí y cols.,<br />

2003).<br />

LEGISLACIÓN<br />

Los niveles máximos tolerables de las micotoxinas<br />

en los <strong>alimentos</strong> son difíciles de definir. No<br />

obstante, cada día existen más países que presentan<br />

leyes o recomendaciones para regular este<br />

problema. En su último estudio, la FAO compiló<br />

información a escala mundial sobre las concentraciones<br />

máximas tolerables de micotoxinas en <strong>alimentos</strong><br />

y piensos mostrando que 77 países disponen<br />

ya de leyes o regulaciones, aunque no son<br />

uniformes en cuanto a los <strong>alimentos</strong> que deben<br />

ser controlados, ni engloban el mismo tipo o número<br />

de micotoxinas. Nueve países cuentan con<br />

INGESTA DE OTA (CUADRO ADAPTADO DE LA TERCERA CONFERENCIA INTERNACIONAL MIXTA<br />

FAO/OMS/PNUMA, 1999)<br />

Alimento Concentración media Consumo Ingesta diaria de OTA % de ingesta total<br />

de OTA (µg/kg) (g/día) (ng/kg peso corporal*)<br />

Cereales 0,50 226 1,90 54<br />

Vino tinto 0,19 171 0,54 15<br />

Café 0,90 29 0,43 12<br />

Cerveza 0,07 234 0,27 7,6<br />

Carne de cerdo 0,10 76 0,13 3,7<br />

Uvas pasas 2,80 2,3 0,11 3,1<br />

Especias 11,00 0,05 0,09 2,6<br />

Aves de corral 0,03 53 0,03 0,9<br />

Legumbres 0,10 12 0,02 0,6<br />

Zumo de uva 1,00 50** 0,8** 19**<br />

*Se supone un peso corporal de 60 kg.<br />

**No se dispone de datos fiables sobre el consumo; no se ha tenido en cuenta en la cifra total de ingesta.<br />

115


SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 116<br />

S. MARÍN ET AL. ALIM. NUTRI. SALUD<br />

legislación específica para la OTA con unos límites<br />

que van de 5 a 50 mg/kg aplicados a cereales<br />

concretos, a algunos <strong>alimentos</strong> o a todos los <strong>alimentos</strong><br />

(van Egmond y Dekker, 1995).<br />

Para evitar la presencia de estas micotoxinas, el<br />

grupo de expertos de contaminantes agrícolas de<br />

la Comisión Europea está estudiando la fijación de<br />

límites máximos de OTA y los métodos de muestreo<br />

y de análisis. Según el Reglamento (CE) nº<br />

472/2002 de la Comisión, de 12 de marzo de<br />

2002, que modifica el Reglamento (CE) nº<br />

466/2001 por el que se fija el contenido máximo<br />

de determinados contaminantes en los productos<br />

alimenticios, se establece el contenido máximo de<br />

OTA (mg/kg o ppb) en algunos <strong>alimentos</strong>. Entre<br />

ellos se fija un límite máximo de OTA en uvas pasas<br />

de 10 µg/kg. La propuesta de modificación del<br />

Reglamento 466/2001 aprobada en octubre de<br />

2004 por el Comité Permanente de la Cadena Alimentaria<br />

y de Sanidad Animal de la Unión Europea,<br />

contempla un límite máximo para vino y bebidas<br />

derivadas de vino y/o mosto de uva, y para<br />

zumo de uva, y otras bebidas que lo tengan como<br />

ingrediente de 2 µg/l.<br />

MEDIDAS PREVENTIVAS. ¿CUÁL ES EL<br />

ORIGEN DE LA OTA PRESENTE EN<br />

VINOS?<br />

Aunque puede ser justificable la introducción de límites<br />

máximos para los <strong>alimentos</strong> que son la fuente<br />

principal de exposición, la mejor forma de asegurar<br />

la protección de la salud humana es la aplicación de<br />

medidas preventivas para reducir al máximo la acumulación<br />

de OTA en los <strong>alimentos</strong> susceptibles de<br />

contaminación por esta micotoxina. El primer punto<br />

a abordar es pues la búsqueda del origen de la contaminación.<br />

El proyecto de investigación ‘Risk assessment<br />

and integrated ochratoxin A (OTA) management<br />

in grape and wine (QLK1-CT-2001-<br />

01761)’ financiado por la Unión Europea, en vigor<br />

desde 2001, ha dado respuesta a dicho<br />

interrogante. Durante cuatro campañas vitivinícolas<br />

(2001-2004) se han llevado a cabo minuciosos<br />

muestreos en toda Europa de la uva destinada a vinificación,<br />

desde su cuajado hasta el momento de<br />

la vendimia, con el fin de determinar las especies<br />

fúngicas contaminantes y su potencialidad como<br />

productoras de OTA.<br />

Las cepas con capacidad para producir OTA<br />

encontradas fueron cepas de Aspergillus pertenecientes<br />

a la sección Nigri y a la sección Circumdati.<br />

La mayoría de géneros empiezan a colonizar la<br />

116<br />

Fig. 1. Número de cepas de Aspergillus pertenecientes a las<br />

secciones (■) Nigri y (■) Circumdati, aisladas de uvas españolas<br />

durante el (❑) 2001 y (■) 2002. Los periodos del muestreo<br />

fueron: 1) formación del grano; 2) un mes después de la formación<br />

del grano; 3) envero; y 4) justo antes de la cosecha.<br />

uva en los primeros estadios aumentando su infestación<br />

conforme avanza el desarrollo del fruto y<br />

llegando a infestar la totalidad de los granos en la<br />

fase final, próxima a la recolección. En general, se<br />

produce un aumento en el número de cepas potencialmente<br />

ocratoxigénicas conforme se acerca<br />

la época de cosecha, siendo el número de Aspergillus<br />

pertenecientes a la sección Nigri mucho<br />

mayor que los de la sección Circumdati (Fig. 1).<br />

Varios autores han propuesto agrupar las especies<br />

pertenecientes a la sección Nigri según criterios<br />

morfológicos y culturales (Kozakiewicz, 1989). En<br />

este proyecto se dividen las especies pertenecientes<br />

a la sección Nigri según si son uniseriadas o biseriadas.<br />

Dentro de las últimas destaca A. carbonarius<br />

por presentar algunas particularidades, y el<br />

resto queda englobado en lo que se conoce por<br />

agregado A. niger.<br />

De los resultados de los muestreos de uva de los<br />

años 2001-2004 se concluye que dentro de esta<br />

sección A. carbonarius es menos común que las especies<br />

del agregado A. niger o los uniseriados (Tabla<br />

III), aunque el número de cepas productoras de<br />

OTA no sea proporcional a las aisladas, pues al analizar<br />

la capacidad productora de OTA de estas cepas,<br />

se ve que ningún Aspergillus uniseriado produce<br />

toxina y el agregado A. niger sólo<br />

ocasionalmente y en bajas concentraciones; por<br />

otro lado, la mayoría de cepas aisladas de A. carbonarius<br />

son capaces de producir OTA, en concentraciones<br />

variables. En consecuencia, A. carbonarius


SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 117<br />

Vol. 12, N.º 3, 2005 PRESENCIA DE OCRATOXINA A EN VINOS Y DERIVADOS DE UVA<br />

es probablemente la principal fuente de OTA en el<br />

zumo de uva, mostos, así como en el vino.<br />

TABLA III<br />

NÚMERO DE CEPAS AISLADAS DE UVA ESPAÑOLA Y<br />

PORCENTAJE DE CEPAS PRODUCTORAS DE OTA DE<br />

A. SECCIONES NIGRI Y CIRCUMDATI EN EL AÑO<br />

2002<br />

Sección Número de % cepas productoras<br />

cepas aisladas de OTA<br />

A. sección Nigri Uniseriados 45 0<br />

Agregado A. niger 181 2<br />

A. carbonarius 17 82<br />

A. sección Circumdati 23 26<br />

El siguiente paso consiste en abordar el problema<br />

desde dos vertientes:<br />

—Estudiar las condiciones culturales (técnicas de<br />

cultivo, aplicación de abonos, fungicidas, etc.) y climáticas<br />

(temperatura, humedad relativa, precipitación,<br />

etc.) que favorecen/disminuyen la proliferación<br />

de A. carbonarius en campo.<br />

—Estudiar el impacto del proceso enológico sobre<br />

la concentración final de OTA en vinos producidos<br />

a partir de mostos contaminados.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

1. Bellí N, Marín S, Ramos AJ, Sanchis V. Primera aproximación<br />

al control de la Ocratoxina A en vinos – estudios<br />

micológicos. En: Impacto da Contaminaçao Fúngica sobre<br />

a Competitividade de Vinhos. Ocratoxina A. Oporto:<br />

Micoteca da Universidade do Minho, 2003. p. 29-52.<br />

2. Bellí N, Marín S, Sanchis V, Ramos AJ. Review: Ochratoxin<br />

A (OTA) in wines, musts and grape juices: occurrence,<br />

regulations and methods of analysis. Food Science Technology<br />

International 2002; 8: 325-35.<br />

3. Burdaspal PA, Legarda TM. Datos sobre la presencia de<br />

OTA en plasma humano en España. Alimentaria 1998;<br />

292: 103-9.<br />

4. Comisión Europea. Assessment of dietary intake of ochratoxin<br />

A by the population in EU member States. Working<br />

document in support of a SCF risk assessment of<br />

ochratoxin A. SCOOP task 3.2.2. Task coordinator: Denmark.<br />

EUR Report, 1996.<br />

Ambos aspectos son objeto de investigación<br />

dentro del proyecto mencionado anteriormente. A<br />

partir de los resultados del mismo podrán elaborarse<br />

en breve una serie de recomendaciones a seguir<br />

por los productores implicados en el sector vitivinícola.<br />

AGRADECIMIENTOS<br />

Los autores agradecen el apoyo económico del<br />

MEC a través del proyecto de investigación<br />

AGL2004-07549-C05-01●<br />

CORRESPONDENCIA:<br />

Sonia Marín<br />

Departamento de Tecnología de Alimentos<br />

ETSEA. Universidad de Lleida.<br />

Avda. Rovira Roure, 191.<br />

25198 Lleida<br />

Fax: 973 702 596<br />

e-mail: smarin@tecal.udl.es<br />

5. Comisión Europea. Opinion of the scientific committee<br />

on food on ocratoxin A. Reports of the Scientific Committee<br />

for Food, 1998.<br />

6. FAO/OMS/PNUMA. 3ª conferencia internacional mixta<br />

FAO/OMS/PNUMA sobre micotoxinas. Túnez, 3-6 Marzo<br />

de 1999.<br />

7. International Agency for Research on Cancer (IARC). Some<br />

Naturally Occurring Substances: Food Items and<br />

Constituents, Heterocyclic Aromatic Amines and Mycotoxins<br />

1993, vol. 56. Lyon, France: World Health Organization.<br />

8. Jiménez AM, López de Cerain A, González-Peñas E, Bello<br />

J, Betbeder AM, Creppy EE. Exposure to ochratoxin A<br />

in Europe: comparison with a region of northern Spain.<br />

Journal of Toxicology –Toxins Reviews 1998; 17: 479-<br />

91.<br />

9. Kozakiewicz Z. Aspergillus species on stored products.<br />

117


SONIA MARIN 2/11/05 09:08 Página 118<br />

S. MARÍN ET AL. ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Mycological Papers 1989; 161: 1-188.<br />

10. Krogh P. Epidemiology of mycotoxic porcine nephropathy.<br />

Nordisk Veternaermedicin 1976; 28: 452-8.<br />

11. Kuiper-Goodman T, Scott PM. Risk assessment of the mycotoxin<br />

ochratoxin A. Biomedical Environmental Science<br />

1989; 2: 179-248.<br />

12. Majerus P, Cutka I, Dreyer A, El-Dessouki S, Eyrich W,<br />

Reusch H, et al. The ochratoxin A contamination situation<br />

of foods of plant origin. Deutsche Lebensmittel-Rundschau<br />

1993; 89: 112-4.<br />

13. Martínez V. El mundo de las plantas: uva, dieta desintoxicante<br />

[en línea]. [Consultado: 28 enero 2005]. Disponible<br />

en: http://www.botanical-online.com/uvas.htm.<br />

118<br />

14. Plestina R. Nephrotoxicity of ochratoxin A. Food Additives<br />

and Contaminants 1996; 13: 49-50.<br />

15. Sáinz H. La actitud de los consumidores ante los vinos<br />

con Denominación de Origen. Distribución y Consumo,<br />

diciembre de 2000-enero de 2001, 131-46.<br />

16. Van der Merwe KJ, Steyn PS, Fourie L, Scott DB, Theron<br />

JJ. Ochratoxin A, a toxic metabolite produced by Aspergillus<br />

ochraceus. Wilh. Nature 1965; 205: 1112-3.<br />

17. Van Egmond HP, Dekker WH. Worldwide regulations of<br />

mycotoxins in 1994. Natural Toxins 1995; 3: 332-6.<br />

18. Zimmerli B, Dick R. Ochratoxin A in table wines and grape-juice:<br />

occurrence and risk assessment. Food Additives<br />

and Contaminants 1996; 13: 655-68.


07. PREMIO DANONE 2/11/05 09:12 Página 119<br />

1136-4815/05/119<br />

ALIMENTACION, NUTRICION Y SALUD ALIM. NUTRI. SALUD<br />

Copyright © 2005 INSTITUTO DANONE Vol. 12, N.º 3, pp. 119, 2005<br />

CONCESIÓN DEL 5º PREMIO INTERNACIONAL<br />

DANONE DE NUTRICIÓN<br />

El 19 de septiembre, con ocasión de la 18ª edición del Congreso<br />

Internacional de Nutrición celebrado en Durban (Sudáfrica),<br />

se celebró la solemne entrega del 5º Premio Internacional<br />

<strong>Danone</strong> de Nutrición al científico inglés David J. P. Barker.<br />

El Profesor Barker ha centrado sus investigaciones sobre la<br />

relación entre la mala alimentación de la madre durante la gestación<br />

y la obesidad, los problemas respiratorios, el cáncer de<br />

pecho, de ovario y de próstata, así como ciertos desórdenes<br />

mentales como la esquizofrenia del futuro hijo.<br />

El científico británico inició sus investigaciones en este campo<br />

tras observar que las enfermedades cardiovasculares, en los años<br />

80, eran la principal causa de muerte en personas delgadas, no<br />

fumadoras y con un bajo índice de colesterol; es decir, personas<br />

que no pertenecían al grupo de riesgo de esta enfermedad. Tomando<br />

este hecho como base, el profesor ha acabado concluyendo<br />

que un bajo peso al nacer incrementa el riesgo de desarrollar<br />

enfermedades crónicas a lo largo de la vida adulta.<br />

Esta relación entre una nutrición adecuada y el desarrollo de<br />

enfermedades crónicas obliga a definir una serie de políticas de<br />

prevención por parte de la Sanidad Pública. Barker afirma que<br />

estas políticas deberían estar focalizadas en la nutrición de las<br />

mujeres desde la niñez hasta que se convierten en madres, básicamente<br />

para combatir la excesiva delgadez y sobrepeso, y<br />

facilitarles el acceso a dietas completas y equilibradas.<br />

El científico británico inició sus investigaciones en este campo<br />

tras observar que las enfermedades cardiovasculares, en los años<br />

80, eran la principal causa de muerte en personas delgadas, no<br />

fumadoras y con bajo índice de colesterol, es decir, personas que<br />

no pertenecían al grupo de riesgo de esta enfermedad. Tomando<br />

este hecho como base, el profesor Barker ha acabado concluyendo<br />

que un bajo peso al nacer incrementa el riesgo de desarrollar<br />

enfermedades crónicas a lo largo de la vida adulta.<br />

PREMIO INTERNACIONAL DANONE DE NUTRICIÓN<br />

El Premio Internacional <strong>Danone</strong> de Nutrición es una iniciativa<br />

del <strong>Instituto</strong> Internacional <strong>Danone</strong> y cuenta con el apoyo de<br />

Profesor Barker.<br />

la Fundación de Investigación Médica Francesa (Fondation Recherche<br />

Médicale).<br />

El galardón tiene como objetivo reconocer y alentar la innovación<br />

en la investigación nutricional y destacar, por lo tanto,<br />

la importancia de la nutrición y sus consecuencias en todos los<br />

campos de la salud.<br />

El premio, de carácter bianual, está dotado con 120.000<br />

euros, a compartir al 50% entre el ganador y una institución de<br />

investigación, escogida por el propio galardonado.<br />

Prof. Manuel Serrano Ríos<br />

Presidente del <strong>Instituto</strong> <strong>Danone</strong><br />

119


08. PAGINA WORKSOP 2/11/05 09:15 Página 120<br />

Workshop dirigido a: licenciados, diplomados o estudiantes con interés<br />

en actualizar sus conocimientos en el campo de la Nutrición, la Alimentación<br />

y la Salud. En una única jornada con dos sesiones de mañana divididas<br />

en diferentes ponencias y una mesa redonda por la tarde.<br />

Fecha: 14 de diciembre de 2005<br />

Lugar: Real Academia de Medicina de Granada (Salón de actos)<br />

Avda. de Madrid, 11 - 18012 Granada<br />

Organiza: INSTITUTO DANONE<br />

En el novedoso panorama de la Alimentación y la Nutrición, la funcionalidad<br />

de los <strong>alimentos</strong> es un concepto atractivo que invita a investigar sobre<br />

los nutrientes y su potencialidad con fines saludables. Los <strong>alimentos</strong> <strong>funcionales</strong><br />

están en continua evolución y los científicos trabajan en las<br />

diferentes disciplinas básicas, las nuevas tecnologías que convergen en la<br />

Nutrición. Es por ello que el INSTITUTO DANONE organiza este workshop<br />

que pretende aportar los más recientes hallazgos relevantes en este campo<br />

de la ciencia, al tiempo que ayudar a despejar algunas dudas referentes a<br />

la alimentación funcional y su impacto sobre la salud y la enfermeciad<br />

Información adicional:<br />

Manuel Sarrias<br />

INSTITUTO DANONE. C/ Buenos Aires, 21 - 08029 Barcelona<br />

Tel.: 932 912 357 (manuel.sarrias@danone.com)<br />

Organización:<br />

120<br />

Presidente:<br />

Dr. Manuel Serrano Ríos<br />

Secretario:<br />

Dr. José A. Mateos<br />

Comité Organizador:<br />

Dra. Manuela Juárez<br />

Dr. Abel Mariné<br />

Comité Científico:<br />

Dña. Isabel Ávila<br />

Dr. Manuel Bueno<br />

Dr. José Cabo<br />

Dr. Rafael Carmena<br />

Dña. Pilar Cervera<br />

Dr. Mario Foz<br />

Dña. Consuelo López<br />

Dr. José Manuel Ribera<br />

Dra. Ana Sastre<br />

Coordinador:<br />

D. Manuel Sarrias<br />

WORKSHOP:<br />

ALIMENTOS FUNCIONALES.<br />

PROBIÓTICOS<br />

14 de diciembre de 2005<br />

Real Academia de Medicina de Granada<br />

Inscripción gratuita<br />

Mañana:<br />

PROGRAMA<br />

10:00-10:40. Dr. Andreu Palou<br />

Nuevas tendencias en seguridad y calidad alimentaria<br />

10:40-11:20. Dr. Francisco Guarner<br />

Funciones de la microflora intestinal<br />

11:20-11:50. Pausa<br />

11:50-12:20. Dr. Daniel Ramón<br />

Alimentos <strong>probióticos</strong>: aspectos microbiológicos y tecnológicos<br />

12:20-13:00. Dra. Carmen Vidal<br />

Prebióticos<br />

13:00-13:40. Dra. Amalia Lafuente<br />

Estudios clínicos de componentes y <strong>alimentos</strong> <strong>funcionales</strong><br />

13:40-14:00. Coloquio<br />

14:00-16:00. Pausa para comida<br />

Tarde:<br />

Mesa redonda: PROBIÓTICOS Y SALUD<br />

Moderador: Dr. José Mataix<br />

16:00-16:30. Dra. Ascensión Marcos<br />

La actuación de las leches fermentadas sobre el sistema inmune<br />

16:30-17:00. Dr. Alfredo Corell<br />

Yogur fresco versus yogur pasteurizado<br />

17:00-17:30. Pausa<br />

17:30-18:00. Dr. Lluís Serra<br />

Alimentos <strong>funcionales</strong> en nutrición comunitaria. Aplicaciones<br />

durante el puerperio y la lactancia<br />

18:00-18:30. Dr. Alfredo Martínez<br />

Intolerancia a la lactosa y yogur<br />

18:30-19:00. Final de jornada

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