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Con casi cincuenta años de vivir en
una de las colonias de Polanco, la líder
vecinal describe la cotidianidad que
padece un vecino en una de las zonas
más caras para vivir.
En esta privilegiada área de la capital
mexicana, asegura, los departamentos
son grandes y los comparten
hasta cuatro personas, cada una de
las cuales tiene coche y perros. Por
supuesto, no hay suficientes cajones
para guardar los vehículos y los propietarios
se niegan a pagar estacionamientos.
“En Polanco los estacionamientos
están vacíos y las calles atascadas
y ya te digo, los muy ricos que tienen
coches de lujo tienen guardaespaldas,
choferes, guaruras, que están encima
de la banqueta, en doble o triple fila,
comiendo pepitas, algunos hacen sus
necesidades mientras esperan a sus
lujosos patrones y esto es un verdadero
caos”, describe.
Por todo lo anterior, dice, los parquímetros
son la única manera de
mejorar la anarquía del lugar pues en
muchas calles casi no se puede caminar
en las banquetas y es muy difícil
cruzar las aceras.
Por eso el actual polígono de parquímetros,
anunciado con bombo y
platillo, a todas luces resulta insuficiente.
Margarita Iglesias responsabiliza
a las autoridades de la Seduvi,
así como al jefe delegacional en
Miguel Hidalgo, Demetrio Sodi de
la Tijera, del caos que impera en la
zona, mismo que sigue poniendo
en jaque la calidad de vida de los
vecinos.
Asimismo, denuncia a un grupo
de vecinos que han manejado el
tema de los parquímetros en beneficio
propio y no como un problema
de la comunidad.
“El delegado tiene muy poco de
político y también tiene muy poco
interés por administrar la colonia;
yo en lo personal, y en representación
de los vecinos, le he
invitado equis número de veces
a dar un recorrido por la colonia
y el señor jamás lo ha realizado”,
dice.
Y agrega: “los vecinos deseamos
que se pongan en toda la zona, es
decir, por qué buscar un polígono,
eso es un estribillo entre una camarilla
de vecinos que se confrontan por
intereses políticos permanentemente
con el delegado”.