03.04.2013 Views

Los volcanes del Parque Nacional del Teide - digital-csic Digital CSIC

Los volcanes del Parque Nacional del Teide - digital-csic Digital CSIC

Los volcanes del Parque Nacional del Teide - digital-csic Digital CSIC

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

12.4.2. LLUVIA DE PIROCLASTOS<br />

<strong>Los</strong> <strong>volcanes</strong> <strong>del</strong> <strong>Parque</strong> <strong>Nacional</strong> <strong>del</strong> <strong>Teide</strong><br />

Están asociados en el volcanismo reciente de Tenerife a erupciones estrombolianas (erupciones<br />

con explosiones rítmicas de baja energía). Son fundamentalmente de dos tipos, dependiendo<br />

de que la erupción sea basáltica o diferenciada (fonolítica).<br />

En las erupciones basálticas la boca eruptiva arroja al aire fragmentos de lava que se acumulan<br />

formando un cono volcánico típico (Chinyero, Mña. Samara, etc.). <strong>Los</strong> fragmentos de<br />

mayor tamaño (escorias y bombas volcánicas) pueden alcanzar unos cientos de metros de altura<br />

y, con trayectoria balística, esparcirse unos centenares de metros alrededor <strong>del</strong> volcán. Tienen el<br />

interior incandescente (1000-1200 oC) y son peligrosos. Casi con seguridad provocan incendios<br />

forestales si caen en el bosque.<br />

<strong>Los</strong> fragmentos más finos (el lapilli o picón) se dispersa en forma de elipse en función de la<br />

dirección y fuerza <strong>del</strong> viento. No son peligrosos para las personas ni pueden provocar incendios<br />

(están fríos al caer por su menor tamaño y mayor permanencia en el aire), pero pueden acumularse<br />

cortando carreteras, derrumbando techos, taponando barrancos y conducciones abiertas, etc.<br />

El caso de las erupciones fonolíticas, la explosividad es algo mayor. <strong>Los</strong> fragmentos (escorias,<br />

bombas y pómez) forman asimismo un cono volcánico (Mña. Blanca, Mña. Majúa, etc.),<br />

pero se dispersan mucho más (ver Figs, 12.10 y 12.11). La lluvia de pómez puede recubrir con<br />

capas de varios centímetros zonas amplias de la isla, también en elipses controladas en su geometría<br />

por la fuerza y dirección <strong>del</strong> viento (ABLAY ET AL., 1995). En contrapartida, tienen una<br />

menor temperatura de salida, aunque suficiente para provocar incendios los fragmentos mayores<br />

en las inmediaciones de la boca eruptiva. Su escaso peso hace que sean fácilmente arrastradas<br />

por el agua de lluvia, acumulándose en barrancos y crestas en forma inestable, y taponando con-<br />

N<br />

C-821<br />

60<br />

Espesor de la capa<br />

de pómez (en cms.)<br />

<br />

300<br />

200<br />

30<br />

60<br />

100<br />

El Portillo<br />

Dirección dominante<br />

<strong>del</strong> viento durante<br />

la erupción<br />

10<br />

1 km<br />

Fig. 12.10. Área de dispersión y espesor de la lluvia de pómez en<br />

la erupción de Mña. Blanca (en ABLAY ET AL., 1995).<br />

373

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!