Copépodos Harpacticoida asociados con crustáceos decápodos
Copépodos Harpacticoida asociados con crustáceos decápodos
Copépodos Harpacticoida asociados con crustáceos decápodos
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Pacífico este previo a este trabajo. Existe un<br />
enorme potencial para este tipo de asociación<br />
en la subregión tropical (México hasta<br />
el norte de Perú), donde abundan las especies<br />
de Diogenidae, Paguridae, Majidae (s.l.),<br />
Pilumnidae, Grapsidae y Gecarcinidae (véase<br />
Hendrickx 1995, Hendrickx & Harvey 1999;<br />
Ayón-Parente & Hendrickx 2010). Aún en las<br />
zonas de ventilas hidrotermales de esta región,<br />
que cuentan <strong>con</strong> algunos de los puntos más<br />
explorados a nivel planetario, no se ha detectado<br />
la presencia de <strong>Harpacticoida</strong> <strong>asociados</strong><br />
<strong>con</strong> algún grupo de invertebrados. De hecho,<br />
son muy pocos los registros de este orden de<br />
copépodos disponibles para este tipo de ecosistema<br />
(Boxshall & Halsey 2004).<br />
Los pocos esfuerzos realizados para en<strong>con</strong>trar<br />
especimenes de Cancrincolidae dentro de<br />
la cavidad branquial de cangrejos originarias<br />
del Pacífico este no han dado resultados. Es<br />
posible que <strong>con</strong> un mayor esfuerzo de recolección<br />
y <strong>con</strong> la revisión de un abanico más<br />
amplio de especies se pudiera en<strong>con</strong>trar una<br />
mayor riqueza de copépodos <strong>asociados</strong> <strong>con</strong><br />
<strong>crustáceos</strong> <strong>decápodos</strong> en la región, como lo<br />
indica el descubrimiento de dos especies de<br />
Robustunguis en dos huéspedes (i.e., Pilumnus<br />
townsendi Rathbun, 1923 y Daira americana<br />
Stimpson, 1860) en la costa oeste de México<br />
(Cuadro 1), que representa el primer registro<br />
de este género y de copépodos <strong>asociados</strong> <strong>con</strong><br />
Brachyura para todo el Pacífico este. La presencia<br />
de Robustunguis en el caparazón de estas<br />
especies de braquiuros no es de sorprender,<br />
pues ambas poseen numerosas setas distribuidas<br />
en el caparazón. Además, R. ungulatus<br />
era <strong>con</strong>ocido de una especie de Pilumnus del<br />
Atlántico oeste y la segunda especie, R. minor,<br />
procede probablemente de otra especie de<br />
Pilumnus o de un género afín en la costa este<br />
de África (Cuadro 1). En el Pacífico mexicano<br />
se encuentran nueve especies de Pilumnus, y<br />
no seria sorpresivo que otras de éstas hagan<br />
el papel de hospederos para alguna especie<br />
de este género de harpacticoido. De igual<br />
manera, el examen minucioso de las cavidades<br />
branquiales de especimenes de los cangrejos<br />
terrestres o anfibios presentes en el<br />
Pacífico mexicano (e.g., Cardisoma crassum<br />
Smith, 1870, Gecarcinus quadratus de Saussure,<br />
1870, Goniopsis pulchra (Lockington, 1876),<br />
Sesarma sulcatum Smith, 1870) podría revelar<br />
la presencia de especies de Cancrincolidae<br />
<strong>asociados</strong>. Finalmente, el Pacífico este alberga<br />
una rica fauna de Majoidea (cangrejos arañas),<br />
muchos de éstos <strong>con</strong> el caparazón provisto<br />
de numerosas setas (e.g., Collodes, Eucinetops,<br />
Pitho, Notolopas) o cubierto de vellosidades<br />
(e.g., Neodoclea, Macrocoeloma) donde podrían<br />
alojarse algunos inquilinos permanentes. No<br />
hay representantes de los Mictyridae en el<br />
Pacífico este, pero su hábitat está ocupado por<br />
el género Uca, extremadamente diversificado<br />
a lo largo de las costas americanas y particularmente<br />
en América central (Crane 1975).<br />
Aún <strong>con</strong>siderando que existe una fuerte variación<br />
entre las especies, el género Uca puede<br />
presentar una pilosidad relativamente abundante<br />
en el caparazón, en los pereiópodos y<br />
en la región pterigostomiana (por debajo de<br />
las órbitas y en ambos lados de los apéndices<br />
bucales). Esta última región es de particular<br />
interés, pues parece jugar un papel en los procesos<br />
respiratorios y de enfriamiento de los<br />
cangrejos mediante el reciclaje del agua de las<br />
branquias (Crane 1975).<br />
Al igual que en el caso de los Anomura y<br />
Brachyura, no existe registros previos de una<br />
asociación entre los copépodos Harpactidoidea<br />
y las “langostas” (s.l.). No hay representantes<br />
de los Homaridae en el Pacífico este. En cambio,<br />
hay especies de Palinuridae (las langostas espinosas)<br />
y de los Scyllaridae, y una especie marina<br />
de Astacidea. Sin embargo, ninguna de estas<br />
especies ha sido analizada debidamente en búsqueda<br />
de copépodos <strong>asociados</strong>. Tampoco existen<br />
registros de asociaciones <strong>con</strong> copépodos en<br />
el caso de las especies de Astacidea de aguas<br />
dulces, a pesar de que este grupo está fuertemente<br />
representado en las aguas <strong>con</strong>tinentales<br />
de México y del <strong>con</strong>tinente americano.<br />
Es importante recordar que la recolección<br />
de copépodos <strong>asociados</strong> <strong>con</strong> organismos<br />
macrobentónicos requiere adoptar una metodología<br />
muy estricta y minuciosa <strong>con</strong> el fin de<br />
no dañar los especimenes y garantizar que la<br />
muestra no esta <strong>con</strong>taminada por copépodos<br />
de vida libre. En efecto, el sedimento en el cual<br />
viven o sobre el cual se apoyan la mayoría de<br />
<strong>Harpacticoida</strong> <strong>asociados</strong> <strong>con</strong> <strong>crustáceos</strong>…<br />
Ciencia y Mar 2010, XIV (41): 3-30<br />
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