11.04.2013 Views

Eduardo César Werneck - Instituto de Ensino e Pesquisa de Cruzeiro

Eduardo César Werneck - Instituto de Ensino e Pesquisa de Cruzeiro

Eduardo César Werneck - Instituto de Ensino e Pesquisa de Cruzeiro

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Ortodoncia:<br />

Una técnica al alcance <strong>de</strong> todos<br />

<strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong><br />

Primera Edición Española<br />

Con 759 ilustraciones<br />

Traducción: Profesor José Rafael A. Báez Flórez<br />

2005<br />

Editora I.E.P.C.<br />

iii


<strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong><br />

Especialista en Ortodoncia<br />

Maestría en Ortodoncia<br />

Postgraduado (MBA) en Gerencia <strong>de</strong> Salud<br />

Título Honorífico: Comenda Mérito em Ortodontia “Arthur do Prado Dantas”<br />

Director <strong>de</strong>l "I.E.P.C. – <strong>Instituto</strong> <strong>de</strong> <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong> <strong>de</strong> <strong>Cruzeiro</strong>"<br />

Derechos exclusivos para la lengua Española<br />

2009<br />

Editora I.E.P.C.<br />

Av. Nesralla Rubez, 1324.<br />

<strong>Cruzeiro</strong> – S.P. – CEP 12.710-070.<br />

Tel: (12) 3144 – 4255<br />

http://www.iepc.org.br<br />

E-mail: drwerneck@uol.com.br<br />

Reservados todos los <strong>de</strong>rechos. Está prohibida la duplicación o reproducción <strong>de</strong> este<br />

volumen, en parte o en su totalidad, por cualquier forma o medio (electrónico, mecánico,<br />

grabación, fotocopia, distribución en la WEB, u otros), sin permiso expreso <strong>de</strong> la Editora.<br />

iv


Nota <strong>de</strong>l Autor<br />

A fin <strong>de</strong> presentar un trabajo que pueda ser utilizado por el Ortodoncista, en<br />

su fase inicial <strong>de</strong> aprendizaje, realizamos este libro con base en nuestra experiencia<br />

clínica registrada bibliográficamente.<br />

Debe quedar bien claro, que no será apenas con este ejemplar que se<br />

conseguirá alcanzar la plenitud <strong>de</strong>l conocimiento en Ortodoncia, al contrario, un<br />

largo camino se vislumbra al frente <strong>de</strong> aquellos que resuelven aventurarse en los<br />

estudios <strong>de</strong>l arte y ciencia <strong>de</strong> Angle.<br />

Conscientes, por tanto <strong>de</strong> la enorme responsabilidad que nos espera en<br />

a<strong>de</strong>lante, no se olvi<strong>de</strong> que a cada frase, cada párrafo, y cada capítulo escrito en este<br />

libro, en verdad se trata, <strong>de</strong> una gran síntesis <strong>de</strong> muchos años <strong>de</strong> Ortodoncia en la<br />

práctica clínica, <strong>de</strong> los Cursos impartidos, y, sobre todo, <strong>de</strong> las innumeras veces que<br />

tuvimos dudas, y con humildad tuvimos que volver a los viejos libros guía, para en<br />

ellos sí, aclarar mejor nuestras i<strong>de</strong>as.<br />

<strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong><br />

v


In Solidum<br />

Yo podría, y <strong>de</strong>bería agra<strong>de</strong>cer a muchas personas, pero ciertamente<br />

quedaría <strong>de</strong>biendo y olvidando el nombre <strong>de</strong> muchas, que a lo largo <strong>de</strong> todos estos años,<br />

colaboraron <strong>de</strong> una forma, u otra, para que esta obra pudiese existir. Sin embargo para no<br />

errar, diré apenas lo siguiente: fueron necesarios nueve meses para que mi madre, Doña<br />

Olga me engendrase, y <strong>de</strong>spués veintiocho años, para que en conjunto con mi padre, Don<br />

José, me hubiesen formado e instruido. Para entonces conocer mi esposa, Doña Maria<br />

Inês, y en conjunto, llevar ocho años, para realizar nuestra mayor obra en la vida, nuestro<br />

<strong>Eduardo</strong>; y ahora, solo por él, puedo enten<strong>de</strong>r que, todo habrá valido la pena, sí Dios<br />

continua bendiciendo nuestro trabajo, que es importante, pero jamás único, que es gran<strong>de</strong><br />

aunque nunca todopo<strong>de</strong>roso; este ejemplo es un legado para nuestro hijo <strong>Eduardo</strong>, pues<br />

todo aquello que realizamos, recuer<strong>de</strong>, siempre será muy poco en el Universo <strong>de</strong> Nuestro<br />

Señor.<br />

“Porque si supiese cuan difícil sería,<br />

Ciertamente....<br />

Lo haría <strong>de</strong> nuevo...”<br />

<strong>Cruzeiro</strong>, 7 <strong>de</strong> Octubre <strong>de</strong> 2004<br />

<strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong> da Silva<br />

vi


Agra<strong>de</strong>cimientos<br />

A lo largo <strong>de</strong> mi vida profesional encontré muchas puertas... algunas abiertas, otras<br />

cerradas... pero, lo que realmente importa son las personas que pudieron o que quisieron<br />

abrirlas para mí...<br />

Así comienzo por agra<strong>de</strong>cer al Dr. José Teixeira Ervilha, quien realmente <strong>de</strong> hecho me<br />

mostró que existía una posibilidad <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la Odontología para colocarme, iniciándome en<br />

la práctica <strong>de</strong> la Ortodoncia...<br />

Al colega Dr. Geraldo Arthur Tibúrcio, porque permitió con su generosidad los medios<br />

necesarios, para que el inicio <strong>de</strong> mi trayectoria fuese posible, mi eterna gratitud...<br />

Al Profesor Norberto dos Santos Martins, quien <strong>de</strong> hecho me abrió el campo <strong>de</strong> la<br />

Ortodoncia como ciencia e inspiración <strong>de</strong> vida...<br />

A la Profesora Sonia Flaquer Martins, por el cariño y confianza que siempre <strong>de</strong>positó<br />

en mi, allá al inicio, cuando la Ortodoncia para mi, aun era apenas un Typodont...<br />

Al colega Dr. Celestino Pru<strong>de</strong>nte Nóbrega, a quien <strong>de</strong>bo mi primer Typodont, y como<br />

viejo conocido <strong>de</strong> las sillas escolares, todo pareció un poco más fácil...<br />

Al amigo Dr. Irio Cavalieri, amigo... hermano... consejero... y eterno incentivador en los<br />

mas duros y difíciles momentos...<br />

Al Profesor Flavio Vellini Ferreira, pues cuando <strong>de</strong>cidí hacer mi Maestría, él mismo me<br />

abrió las puertas <strong>de</strong> su Institución, acogiéndome con profesionalismo y mucho cariño...<br />

Al Profesor Flavio Augusto Cotrim-Ferreira, un ejemplo que me gusta admirar y<br />

seguir, en la Ortodoncia y en la vida, como ciencia y oficio...<br />

A mi equipo, funcionarios, colegas, alumnos y compañeros, porque ningún trabajo<br />

como este es realizado por una persona apenas...<br />

A los innúmeros gran<strong>de</strong>s ortodoncistas que antes <strong>de</strong> mi, posibilitaron mi sueño, Angle...<br />

Tweed... Broadbent... Andrews... Ricketts.... Roth... Alexan<strong>de</strong>r... Interlandi...<br />

Finalmente, al Dr. Jairo Corrêa, nuestro eterno Don Quijote, y que Dios le <strong>de</strong> muchas<br />

fuerzas para continuar en su eterna lucha...<br />

<strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong> da Silva.<br />

vii


Existen manifestaciones que <strong>de</strong>finen el hombre capaz <strong>de</strong> escribir todo sobre la ciencia y el arte<br />

que abrazó.<br />

PRÓLOGO<br />

“¡El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> cada uno está en el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> hacer<br />

Son seres humanos que siguen caminos importantes, sirviendo con capacidad, sabiduría,<br />

conocimiento profundo, ética y dignidad los buenos pronósticos <strong>de</strong> la vida, con realce en el<br />

campo <strong>de</strong> la salud que apunta al bienestar físico, mental y social <strong>de</strong>l individuo.<br />

Hacer el prólogo <strong>de</strong>l libro “Ortodoncia: una técnica al alcance <strong>de</strong> todos”, <strong>de</strong> autoría <strong>de</strong>l<br />

Profesor <strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong>, sin duda y sin contestación esboza el mayor objetivo al<br />

reconocer lo editado.<br />

El libro abre un nuevo espacio para aquellos que inician o, ya ejercen la respetada<br />

especialidad, que Celsius – 25 años a. C. – ya practicaba con censo <strong>de</strong> responsabilidad.<br />

Todos tomarán conocimiento por la amplitud <strong>de</strong> la referida obra, <strong>de</strong> cinco capítulos don<strong>de</strong> las<br />

síntesis y los protocolos <strong>de</strong> acción, alzan suceso pleno y absoluto en los trabajos <strong>de</strong> corrección<br />

<strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong>nto – maxilo – facial.<br />

Siempre <strong>de</strong> ojo en lo mejor, no <strong>de</strong>jó, aun, el Profesor <strong>Eduardo</strong> <strong>César</strong> <strong>Werneck</strong>, como citó en su<br />

“nota <strong>de</strong>l autor”, <strong>de</strong> divulgar sus andanzas por las veredas <strong>de</strong> sus enseñazas y <strong>de</strong> su clínica<br />

siempre excelente. Resaltó que al encontrar dudas, con humildad volvió a los viejos libros guía,<br />

aclarando así i<strong>de</strong>as aplicadas en el libro.<br />

Creo que la literatura especializada quedó enriquecida y lo po<strong>de</strong>mos ver en el trecho: “Es<br />

inútil <strong>de</strong>cirle a un río para parar <strong>de</strong> correr. La mejor cosa es apren<strong>de</strong>r a navegar en la<br />

dirección <strong>de</strong> su curso”.<br />

algo, algo bueno!”<br />

El libro “Ortodoncia: una técnica al alcance <strong>de</strong> todos”, tiene óptimo curso. Basta seguirlo.<br />

Doctor<br />

Jairo Corrêa<br />

Doutor Presi<strong>de</strong>nte da SP<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Sociedad Paulista <strong>de</strong> Odontología - SPO<br />

viii


SUMÁRIO<br />

CAPÍTULO 1 – El Aparato........................... 01<br />

CAPÍTULO 2 – El Proceso <strong>de</strong> Diagnóstico... 123<br />

CAPÍTULO 3 – Las Maloclusiones Convencionales... 263<br />

CAPÍTULO 4 – Las Cuestiones Especiales... 427<br />

CAPÍTULO 5 – Los Problemas.................... 509<br />

CAPÍTULO 6 – Referencia Bibliográfica... 535<br />

ix


CAPÍTULO<br />

El Aparato<br />

1


2<br />

Al comenzar en la práctica <strong>de</strong> la Ortodoncia, nuestra especialidad pasaba por un momento <strong>de</strong><br />

transición, en que los viejos conocimientos oriundos <strong>de</strong> Angle y aún <strong>de</strong> Tweed, comenzaban a<br />

experimentar fuertes influencias, principalmente <strong>de</strong> la evolución incomparable <strong>de</strong> los últimos años,<br />

entre ellos: Los brackets con programación <strong>de</strong> torque, la relevancia <strong>de</strong>l perfil en el proceso <strong>de</strong><br />

diagnóstico, principalmente, <strong>de</strong> la función, que pasó a tener <strong>de</strong>staque, con el "viejo" articulador<br />

<strong>de</strong>jando <strong>de</strong> ser una referencia restricta a aquellos profesionales que trabajaban en la rehabilitación<br />

protética.<br />

No es que Angle o Tweed, estuviesen ultrapasados, al contrario, sus informaciones comenzaban<br />

a sufrir reformulaciones y correcciones, en el sentido <strong>de</strong> una mayor padronización <strong>de</strong> la mecánica, con<br />

la finalidad <strong>de</strong> disminuir la posibilidad <strong>de</strong> errores en la ejecución <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, sin<br />

olvidar el valor <strong>de</strong> cada uno <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l proceso evolutivo.<br />

Así también, algunos postulados pasaron a tener sus puntos cuestionados, con algunos<br />

ortodoncistas, presentando nuevas alternativas en la formulación <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> diagnóstico, al final los<br />

tiempos mo<strong>de</strong>rnos traían una fuerte carga <strong>de</strong> preocupación con el perfil final, producto <strong>de</strong> los<br />

tratamientos ortodóncicos.<br />

Habiéndome formado por esta época, <strong>de</strong>cidí realizar inicialmente una Ortodoncia que incluyese<br />

los antiguos conceptos, inclusive porque, no me sentía al principio en condiciones <strong>de</strong> cuestionarlos, o<br />

aún <strong>de</strong> discutir <strong>de</strong>terminadas teorías pero si en busca <strong>de</strong> un i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> Ortodoncia, que no tuviese el fin en<br />

sí mismo, pero si, en la solución <strong>de</strong> los problemas que normalmente enfrentaba día a día en mi<br />

consultorio; pasé a tratar mis pacientes usando una mezcla <strong>de</strong> conceptos <strong>de</strong> Tweed, sumado a<br />

informaciones <strong>de</strong> Andrews, más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> Roth, para finalmente, me <strong>de</strong>cidir por una interpretación <strong>de</strong><br />

la Ortodoncia bajo la óptica <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r.<br />

Hoy, sin embargo, percibo que no existe una técnica i<strong>de</strong>al, al contrario, lo que existe es la<br />

solución más simple para cada caso; es así que veo que no existe la verdad única, pero sí el buen censo,<br />

para que los diversos problemas enfrentados por el ortodoncista, puedan tener una fórmula aplicable<br />

clínicamente; <strong>de</strong> costo preferencialmente bajo, que traiga resultados satisfactorios, en un tiempo<br />

razonable.<br />

Introducción<br />

O sea, un accesorio pue<strong>de</strong> tener mil conceptos <strong>de</strong> última generación implícitos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

fabricación, pero, ¿Cuál <strong>de</strong> esos fundamentos se <strong>de</strong>be poner en práctica y en que momento?, será una<br />

tarea para nuestro conocimiento, que siempre dictará las normas y los protocolos <strong>de</strong> acción, en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un plano <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico que pueda ser exitoso.


Por el hecho <strong>de</strong> no usar dobleces <strong>de</strong> primer, segundo y tercer or<strong>de</strong>n, El Aparato<br />

Vari-Simplex, simplifica el protocolo <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico, en la confección <strong>de</strong> los<br />

arcos, pues al contrario, estas propieda<strong>de</strong>s están incluidas en los propios brackets; el<br />

conjunto <strong>de</strong> informaciones enunciado por Alexan<strong>de</strong>r.<br />

Se trata entonces <strong>de</strong> una filosofía <strong>de</strong> tratamiento hecha para producir excelentes<br />

resultados <strong>de</strong> manera simple y organizada, don<strong>de</strong> algunos conceptos tradicionales son<br />

superados.<br />

Así una filosofía menos extraccionista será buscada, principalmente cuando la<br />

discrepancia <strong>de</strong> longitud <strong>de</strong> la arcada inicial no sea severa, nunca evi<strong>de</strong>ntemente a<br />

cualquier costo y siempre respetando los límites biológicos, don<strong>de</strong> la posición final <strong>de</strong> los<br />

dientes <strong>de</strong>berá respetar una angulación compatible, con el periodoncio <strong>de</strong> sustentación <strong>de</strong>l<br />

órgano <strong>de</strong>ntario, sin exponerlo más allá <strong>de</strong>l límite tolerable, para que la reinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />

posición no ocurra una vez finalizado el tratamiento.<br />

Otro concepto importante, será el <strong>de</strong> trabajar con brackets <strong>de</strong> “slot” .018’’, pues a<br />

partir <strong>de</strong> ahí podremos trabajar con fuerzas más leves, apareciendo entre otras ventajas, un<br />

menor <strong>de</strong>sconforto para el paciente, llevando a un menor tiempo <strong>de</strong> tratamiento, con<br />

consecuencias menos drásticas, ya sean para el periodoncio <strong>de</strong> inserción, ya sea, para el<br />

periodoncio <strong>de</strong> protección <strong>de</strong> las piezas <strong>de</strong>ntarias.<br />

Entre tanto, sí trabajamos con brackets <strong>de</strong> “slots” menores, don<strong>de</strong> alambres <strong>de</strong><br />

menor calibre son utilizados, también no <strong>de</strong>bemos olvidar, que las fuerzas normalmente<br />

empleadas en el tratamiento ortodóncico, ni siempre son aquellas que biológicamente<br />

serían las i<strong>de</strong>ales, habiendo así fuerte ten<strong>de</strong>ncia, para implementar ángulos <strong>de</strong> inclinación<br />

que podrían tener difícil resolución, con consecuencias in<strong>de</strong>seables para la evolución <strong>de</strong> la<br />

mecánica ortodóncica.<br />

Esta inclinación, ya antes citada, será mejor abordada más a<strong>de</strong>lante, comportándose<br />

como una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s cuestiones a ser administradas en nuestra técnica, principalmente<br />

porque trabajamos con movimientos <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento, bien sea en el distanciamiento <strong>de</strong> los<br />

caninos superiores, bien sea en la retracción incisal, cuando tal efecto también podrá ser<br />

observado.<br />

El Aparato Vari-Simplex<br />

3


4<br />

También nos gustaría <strong>de</strong>stacar en la técnica el principio “Driftodontics”, que se<br />

apoya en el dinamismo <strong>de</strong> la mandíbula, don<strong>de</strong> los dientes anteriores tien<strong>de</strong>n a emigrar<br />

distalmente, con la presencia <strong>de</strong> espacio, en cuanto el movimiento <strong>de</strong> los dientes posteriores<br />

es medial, normalmente muy pequeño, siendo insignificante clínicamente durante la fase<br />

<strong>de</strong> nivelamiento, pudiendo <strong>de</strong> esta forma implementar este concepto en los casos <strong>de</strong><br />

apiñamiento, don<strong>de</strong> las exodoncias hagan parte <strong>de</strong>l protocolo <strong>de</strong> tratamiento y en los<br />

pacientes cuyo conjunto muscular labio / lengua estén en buenas condiciones <strong>de</strong> tonicidad.<br />

Este factor es esencial para el suceso en la ejecución <strong>de</strong> este concepto, por tanto<br />

jamás <strong>de</strong>berá ser utilizado, cuando la musculatura labial este fuertemente hipotónica,<br />

hecho común en pacientes con biprotrusión, o aún, pacientes portadores <strong>de</strong> respiración<br />

bucal.<br />

En la maxila al contrario, la perdida <strong>de</strong> anclaje es consi<strong>de</strong>rable (en un tópico más<br />

a<strong>de</strong>lante estaremos profundizando sobre nuestro concepto <strong>de</strong> anclaje superior); <strong>de</strong> esta<br />

forma el tratamiento ortodóncico, cuando realizado con exodoncias también en los arcos<br />

inferiores, podrá presentar en su protocolo un diferencial <strong>de</strong> tiempo entre el comienzo <strong>de</strong>l<br />

tratamiento <strong>de</strong>l arco superior en relación al arco inferior (Fig. 1.1; 1.2; 1.3; 1.4).<br />

Figura 1.2 – Vista intrabucal<br />

Izquierda, don<strong>de</strong> se observa el apiñamiento<br />

antero inferior, con el segundo premolar<br />

Inferior con fuerte inclinación medial.<br />

Figura 1.1 – Vista frontal


El inicio <strong>de</strong>l tratamiento podrá ser postergado, en el arco inferior en la mayoría <strong>de</strong><br />

los casos, principalmente en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II, porque el canino superior en<br />

estas maloclusiones, ocluye con el canino inferior en posición muy <strong>de</strong>sfavorable, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> eso, no es incomún en estos pacientes encontrar una relación <strong>de</strong> mordida profunda<br />

clínica, lo que podría inviabilizar el correcto posicionamiento <strong>de</strong> los brackets inferiores.<br />

Así por el concepto Driftodontics, extraeremos también en el arco inferior, aún no<br />

estando el mismo incluido en el tratamiento activo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio, pues <strong>de</strong> esta forma<br />

tendremos una mejoría significativa <strong>de</strong>l nivelamiento <strong>de</strong>l arco inferior por la migración<br />

distal <strong>de</strong> los dientes anteriores que ocuparán el espacio <strong>de</strong> la exodoncia, teniendo como<br />

apoyo para este movimiento la acción fisiológica <strong>de</strong> la musculatura labial y lingual, que<br />

<strong>de</strong>berán presentar un tono muscular <strong>de</strong> normalidad.<br />

El nivelamiento <strong>de</strong>l arco inferior ocurre aunque aún no este habiendo una secuencia<br />

<strong>de</strong> arcos <strong>de</strong> nivelamiento, siendo <strong>de</strong> extrema relevancia este hecho, porque disminuye los<br />

inconvenientes observados en el tratamiento ortodóncico convencional tales como,<br />

reabsorción radicular, y los problemas relacionados a la falta <strong>de</strong> higiene durante este<br />

mismo tratamiento ortodóncico.<br />

Figura 1.3 - Vista frontal con el<br />

tratamiento ya iniciado, con el<br />

alambre .016” <strong>de</strong> nitinol instalado.<br />

Figura 1.4 – Vista intrabucal izquierda,<br />

don<strong>de</strong> a pesar <strong>de</strong> las exodoncias ya<br />

haber sido realizadas hace 12 meses, la<br />

perdida <strong>de</strong> anclaje en la arcada inferior<br />

no impidió la mejoría <strong>de</strong>l nivelamiento<br />

<strong>de</strong> la misma.<br />

5


6<br />

Otro concepto <strong>de</strong> la técnica, hace relación con la posición vertical <strong>de</strong> los incisivos<br />

inferiores en el hueso basal, siendo que la vestibularización siempre esperada en la fase <strong>de</strong>l<br />

nivelamiento, podrá ser minimizada por el torque lingual que está incluido en los brackets (<br />

<strong>de</strong> - 5,0 0 en el área <strong>de</strong> los incisivos inferiores, y <strong>de</strong> – 7,0 0 en los caninos inferiores),<br />

controlando <strong>de</strong> esta forma el movimiento <strong>de</strong> vestibularización <strong>de</strong> los dientes anteriores,<br />

hecho esperado, caso ocurra una larga fase <strong>de</strong> nivelamiento con alambres redondos,<br />

principalmente si llevamos en cuenta, que muy difícilmente aplicaremos alambres con<br />

'dobleces omega' para el control <strong>de</strong>l perímetro en el momento <strong>de</strong>l nivelamiento.<br />

En la Disciplina Vari-Simplex (DVS), son combinados brackets geminados, con los<br />

<strong>de</strong> Lang e <strong>de</strong> Lewis (ambos con una aleta única <strong>de</strong> amarre), y todos presentando torques<br />

específicos <strong>de</strong> la técnica, diferenciándose también <strong>de</strong> otras técnicas por el pequeño número<br />

<strong>de</strong> arcos usados en cada caso, pues originalmente en la técnica <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r se usan tres<br />

grupos <strong>de</strong> arcos durante el tratamiento, siendo que nosotros podremos modificar este<br />

protocolo, <strong>de</strong> acuerdo con la necesidad <strong>de</strong> cada caso.<br />

De esta forma una secuencia posible seria:<br />

.016 “<strong>de</strong> nitinol (Figura 1.5); 016” x .022” <strong>de</strong> acero (Figura 1.6);<br />

.017” x .025” <strong>de</strong> nitinol (Figura 1.7); o, <strong>de</strong> .017” x .025” <strong>de</strong> acero, para todo el<br />

tratamiento ortodóncico correctivo.<br />

.<br />

Figura 1.5 - Alambre .016” nitinol<br />

Empleado en fase inicial <strong>de</strong><br />

Nivelamiento en paciente adulto,<br />

Tratado con cuatro exodoncias.<br />

Figura 1.6 – Arco Superior: con aplicación <strong>de</strong><br />

alambre .016” x .022”, con el cual realizamos la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos superiores, cuya<br />

finalidad será la mejoría en el control <strong>de</strong> la<br />

inclinación proyectada <strong>de</strong> los arcos.


Figura 1.7 – Arco Superior: Alambre .017” x<br />

.025” <strong>de</strong> nitinol aplicado con el fin <strong>de</strong> corregir la<br />

Inclinación alcanzada durante la retracción <strong>de</strong><br />

los caninos, ya haciendo los torques iniciales,<br />

buscando la futura retracción incisal.<br />

No obstante <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> sobremordida, sea la misma constatada<br />

antes <strong>de</strong> iniciada la fase <strong>de</strong> nivelamiento, o, por consecuencia <strong>de</strong> la retracción <strong>de</strong> los<br />

caninos superiores con fuerzas pesadas, en los casos en que estén programadas<br />

exodoncias, podremos hacer una pequeña alteración en este protocolo básico.<br />

Aún en las fases iniciales <strong>de</strong>l nivelamiento, si no conseguimos alcanzar el objetivo<br />

<strong>de</strong> corregir la mordida profunda, no tendremos siquiera condiciones <strong>de</strong> preparar y pegar<br />

los brackets en los dientes inferiores, y mucho menos, iniciar el nivelamiento inferior.<br />

En este caso para tratar esta cuestión, podremos alterar la secuencia básica <strong>de</strong> los<br />

alambres, aplicando los otros tipos, que serían, .016’’ y /o .018’’ <strong>de</strong> acero,<br />

introduciendo, como nuestro aporte, una discreta curva <strong>de</strong> Spee, substituyendo<br />

respectivamente .016” <strong>de</strong> nitinol y /o .0,16” x .022”.<br />

Cabe también resaltar, que aún hayamos <strong>de</strong>scrito la utilización <strong>de</strong> algunos grupos <strong>de</strong><br />

arcos para la evolución básica <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, siempre el buen censo y la<br />

necesidad individual <strong>de</strong> cada caso son los que dictarán las normas y secuencias racionales<br />

<strong>de</strong> utilización <strong>de</strong> los alambres <strong>de</strong> nivelamiento, al final si sabemos que los arcos redondos<br />

<strong>de</strong> nitinol posibilitan una mayor vestibularización <strong>de</strong> los dientes anteriores en la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento, ¿no será que <strong>de</strong>bemos tener una atención especial para los casos <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III? ¿Cuándo el control <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> los dientes antero-<br />

inferiores, será esencial para el suceso <strong>de</strong>l caso a ser tratado?<br />

O aún, ¿Que ocurriría en una maloclusión tratada con cuatro exodoncias, sino<br />

controlamos los torques <strong>de</strong> los dientes anteriores superiores e inferiores? Exactamente por<br />

esto, ¿Cuál seria la posibilidad <strong>de</strong> realizar retracciones anteriores (incisales) con éxito?<br />

7


8<br />

Finalmente, en relación al montaje <strong>de</strong> los brackets, <strong>de</strong>bemos resaltar que en esta<br />

técnica será utilizada como referencia para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l "x", la corona <strong>de</strong>l<br />

premolar correspondiente al arco en que preten<strong>de</strong>mos actuar, <strong>de</strong> esta forma para el arco<br />

superior utilizaremos principalmente el primer premolar superior.<br />

El "x" <strong>de</strong>terminado para premolares (que en verdad representa el punto correcto en<br />

la corona clínica, en sentido cérvico incisal, por don<strong>de</strong> pasarán los alambres <strong>de</strong><br />

nivelamiento) será utilizado como referencia para <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l "x" <strong>de</strong> los otros<br />

grupos <strong>de</strong>ntales, siendo que para los incisivos centrales (Figura 1.8; 1.9) tendremos el<br />

mismo "x" <strong>de</strong> los premolares, el <strong>de</strong> los incisivos laterales (x - 0,5 mm), el <strong>de</strong> los caninos (x<br />

+ 0,5 mm - Figuras 1.10; 1.11) y <strong>de</strong> los molares (x – 0,5 mm).<br />

Figura 1.8 – Brackets Geminados <strong>de</strong> incisivos<br />

centrales superiores visto frontalmente.<br />

Figura 1.10 – Soporte<br />

<strong>de</strong> canino instalado<br />

visto frontalmente,<br />

compruébase que la<br />

punta <strong>de</strong> cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong>be<br />

coincidir con el centro<br />

<strong>de</strong>l soporte.<br />

Figura 1.11 –<br />

Soporte <strong>de</strong><br />

canino instalado<br />

visto<br />

oclusalmente,<br />

para conferir la<br />

posición <strong>de</strong>l<br />

mismo en sentido<br />

mesio distal.<br />

Figura 1.9 – Brackets <strong>de</strong><br />

incisivos centrales ya<br />

instalados vistos<br />

oclusalmente, con el<br />

objetivo <strong>de</strong> conferir la<br />

posición <strong>de</strong> los mismos en<br />

el sentido mesio distal.


9<br />

Con referencia a la posición <strong>de</strong> los brackets <strong>de</strong> los dientes inferiores, tomaremos<br />

como referencia el premolar inferior; a partir <strong>de</strong> la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l "x" <strong>de</strong>l premolar<br />

inferior, utilizaremos esta referencia para <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong>l "x" <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más grupos<br />

<strong>de</strong>ntarios, siendo que para los incisivos inferiores tendremos (x – 0,5 mm), para los caninos<br />

(x + 0,5 mm) y para los molares (x – 0,5 mm).<br />

OBSERVACIÓN: Sin embargo en los casos <strong>de</strong> mordidas abiertas anteriores, o aún,<br />

<strong>de</strong> mordidas profundas, podremos modificar la posición <strong>de</strong> los dientes anteriores (incisivos)<br />

en 0,5 mm en sentido cervical (en las mordidas abiertas anteriores), o, <strong>de</strong> 0,5 mm en<br />

sentido incisal (en los casos <strong>de</strong> mordida profunda) para que podamos, ya en la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento, establecer una primera acometida frente a las maloclusiones que estemos<br />

tratando.<br />

Normalmente en nuestra técnica trabajaremos con el anclaje intra-bucal, con la<br />

barra palatina funcionando como parte <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> UNIDAD DE ANCLAJE<br />

POSTERIOR, actuando como refuerzo en los casos <strong>de</strong> Ortodoncia fija, don<strong>de</strong> esté<br />

programado un tratamiento con exodoncias.<br />

De esta forma, para una mejor compresión <strong>de</strong> estos conceptos sobre el valor, tipos e<br />

indicaciones <strong>de</strong> los procedimientos <strong>de</strong> anclaje, estaremos discutiendo varias formas <strong>de</strong><br />

anclaje, que sean <strong>de</strong> la naturaleza intrabucal, o aún, <strong>de</strong> naturaleza extrabucal que puedan<br />

ser utilizados.<br />

ANCLAJE INTRA Y EXTRABUCAL<br />

La Utilización <strong>de</strong> los Aparatos Extrabucales<br />

Los aparatos extrabucales son dispositivos que se apoyan fuera <strong>de</strong> la cavidad bucal,<br />

constituidos por un casquete o tala cervical, <strong>de</strong> un arco facial soldado que transmite la<br />

fuerza elástica, según la orientación <strong>de</strong> la tracción.


10<br />

Los apoyos extrabucales pue<strong>de</strong>n ser: cervical (tracción baja Ex. Klöhen – Figura<br />

1.12), intermedia y alta (high-pull) (Figuras 1.13; 1.14).<br />

El arco facial que posee un arco interno, será utilizado para la aplicación <strong>de</strong> las<br />

fuerzas en los molares superiores (90 % <strong>de</strong> los casos), en premolares superiores (muy<br />

raramente), en los incisivos superiores (aparatos tipo Schudy), en los caninos y en los<br />

molares inferiores (prácticamente <strong>de</strong>scartados clínicamente)..<br />

Figura 1.12 – Aparato<br />

extrabucal con<br />

Baja tracción.<br />

Figura 1.13 – Aparato<br />

extrabucal (IHG) <strong>de</strong> tracción<br />

média alta visto<br />

frontalmente.<br />

Figura 1.14 – Aparato<br />

extrabucal (IHG)<br />

De tracción media alta,<br />

visto lateralmente.


APLICACIONES DE LAS FUERZAS EXTRABUCALES<br />

La utilización <strong>de</strong> las fuerzas extrabucales durante el tratamiento ortodóncico en<br />

principio servirán:<br />

Para alterar el proceso <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l complejo maxilofacial; siendo necesaria<br />

<strong>de</strong> esta forma, la organización <strong>de</strong> las mismas durante el período activo <strong>de</strong><br />

crecimiento <strong>de</strong>l paciente. Cuando estas fuerzas son aplicadas sobre los dientes, el<br />

mismo, sobre el conjunto <strong>de</strong> dientes + maxila, permiten modificaciones esqueléticas,<br />

alterando el crecimiento <strong>de</strong> la maxila; mudando el eje facial <strong>de</strong> crecimiento<br />

mandibular, con consecuente rotación mandibular en sentido horario o antíhorario;<br />

pudiendo finalmente alterar los planos: palatal y oclusal funcional;<br />

Durante el tratamiento ortodóncico, bien sea en pacientes en fase <strong>de</strong> crecimiento,<br />

bien sea en la fase adulta, cuando se <strong>de</strong>sea el movimiento distal <strong>de</strong> los molares<br />

superiores; o aún, la intrusión o extrusión <strong>de</strong>ntaria <strong>de</strong> las piezas postero - superiores.<br />

O aún, como recurso <strong>de</strong> anclaje, en los casos <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico fijo, cuando<br />

se <strong>de</strong>sea un movimiento mesial mínimo <strong>de</strong>l segmento posterior, manteniéndolos en<br />

posición en la medida <strong>de</strong> lo posible, en los casos <strong>de</strong> exodoncia.<br />

No obstante se <strong>de</strong>be resaltar que en nuestra forma <strong>de</strong> tratamiento, esta última<br />

posibilidad para la aplicación <strong>de</strong> los aparatos extrabucales no correspon<strong>de</strong> a la forma<br />

convencional <strong>de</strong> abordaje <strong>de</strong>l CONCEPTO DE ANCLAJE.<br />

Nuestra preocupación se reviste <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que pacientes tratados<br />

ortodonticamente con exodoncias, para una posible compensación <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>nto alveolar<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> crecimiento, solamente ocurre en pacientes adultos, sin la posibilidad, por<br />

tanto, <strong>de</strong> utilización <strong>de</strong>l plano <strong>de</strong> crecimiento con la finalidad <strong>de</strong> buscar alteraciones<br />

permanentes en el rostro.<br />

Siendo así trataremos pacientes con el recurso <strong>de</strong> las exodoncias, auxiliado por<br />

medio <strong>de</strong> dispositivos mecánicos que refuercen la unidad <strong>de</strong> anclaje posterior.<br />

De esta forma, la excelente cooperación <strong>de</strong>l paciente, necesaria en estos casos,<br />

ciertamente sería catastrófica si estuviera basada en dispositivos <strong>de</strong> aplicación removible,<br />

pues el mismo acarrearía implicaciones in<strong>de</strong>seables caso no fuese correctamente utilizado.<br />

11


12<br />

BIOMECÁNICA DE LOS MOVIMIENTOS DENTÁRIOS<br />

Como los aparatos extrabucales (AEBs) serán utilizados, en diferentes patrones faciales,<br />

será importante consi<strong>de</strong>rar:<br />

Al final, podremos producir una translación pura, o translación con rotación; don<strong>de</strong><br />

estaremos teniendo cuidado para observar en que padrones faciales las mismas estarán<br />

ocurriendo, porque ciertamente tendremos que dar una <strong>de</strong>terminada atención para un<br />

paciente braquifacial, que ciertamente será diferente <strong>de</strong> aquello que preten<strong>de</strong>mos para un<br />

paciente mesofacial, lo mismo, para un paciente dolicofacial.<br />

Siendo posible corregir una mordida <strong>de</strong>ntaria cruzada, o<br />

aún, si no tuviéramos el <strong>de</strong>bido cuidado promoveremos el cruzamiento posterior siempre<br />

esperado en las distalizaciones molares.<br />

1. Intensidad <strong>de</strong> la fuerza aplicada,<br />

2. Punto <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> la misma<br />

<strong>de</strong>nto alveolar, o aún, con respuestas <strong>de</strong> naturaleza esqueletal.<br />

3. Dirección <strong>de</strong> las fuerzas aplicadas;<br />

Las fuerzas extrabucales podrán producir los siguientes movimientos:<br />

Plano transversal<br />

Plano vertical<br />

Plano sagital<br />

Movimientos <strong>de</strong> intrusión o extrusión <strong>de</strong>l complejo<br />

Producir translación o rotación <strong>de</strong>ntaria esquelética<br />

<strong>de</strong> la maxila, con consecuente repercusión en la posición mandibular final, <strong>de</strong> forma<br />

indirecta, cuando la mandíbula pue<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciar una rotación horaria, o, antíhoraria.<br />

Finalmente, cada uno <strong>de</strong> estos movimientos podrá ser verificado, en conjunto o<br />

aislados, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la necesidad para el tratamiento ortodóncico implementado.


EFECTOS ESPERADOS DE LOS APARATOS<br />

Dependiendo <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> las fuerzas aplicadas y <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong>l paciente a ser tratado,<br />

podremos observar niveles <strong>de</strong> respuesta <strong>de</strong>nto alveolares, o esqueléticas.<br />

A nivel <strong>de</strong>ntario podremos tener inclinación distal, translación distal (Figura 1.15), y<br />

aún la intrusión o extrusión.<br />

Figura 1.16 – Vista frontal, previa al<br />

tratamiento, don<strong>de</strong> se percibe<br />

incompetencia muscular con falta <strong>de</strong><br />

cierre labial y apariencia <strong>de</strong> extrusión<br />

incisal.<br />

EXTRABUCALES (AEBs)<br />

Figura 1.15 – Abertura <strong>de</strong> diastema<br />

entre el primer molar permanente y el<br />

segundo molar <strong>de</strong>cíduo, en un ejemplo<br />

<strong>de</strong> acción <strong>de</strong>nto-alveolar <strong>de</strong>l aparato<br />

extrabucal, en que se preten<strong>de</strong> ganar<br />

espacio.<br />

Figura 1.17 – Vista lateral Previa al<br />

tratamiento mostrando la excesiva<br />

rotación mandibular.<br />

13


14<br />

Figura 1.18 – Foto intrabucal: vista<br />

En relación a la maxila, en una acción ortopédica <strong>de</strong>l AEB, tendremos retroceso <strong>de</strong>l<br />

punto A, influenciando en la convexidad facial, actuando sobre el ángulo <strong>de</strong> profundidad<br />

maxilar; con la consecuente modificación también <strong>de</strong>l plano palatino y aún, sobre el<br />

movimiento sagital <strong>de</strong> la maxila que podrá ser alterado (Figuras 1.16; 1.17; 1.18; 1.19;<br />

1.20; 1.21).<br />

lateral previa al tratamiento.<br />

Figura 1.20 – Vista frontal<br />

postratamiento observando la alteración<br />

producida con el AEB, permitiendo una<br />

disminución <strong>de</strong> la AFAI, y consecuente<br />

posibilidad <strong>de</strong> cierre labial.<br />

En la mandíbula, conforme a la orientación <strong>de</strong> fuerzas, tendremos rotación horaria<br />

(aumento <strong>de</strong> la altura facial inferior), o, antíhoraria <strong>de</strong> la misma (pudiendo producir la<br />

disminución <strong>de</strong> la altura facial inferior).<br />

Figura 1.19 – Foto intrabucal:<br />

vista lateral post-tratamiento.<br />

Figura 1.21 – Visión lateral<br />

postratamiento, don<strong>de</strong> se observa el<br />

aumento <strong>de</strong>l ángulo quijada -cuello,<br />

como respuesta a la intrusión posterior<br />

maxilar.


Se trata <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> fuerzas extrabucales combinadas, con el intuito <strong>de</strong> actuar<br />

sobre ambas bases apicales simultáneamente: maxila y mandíbula (Figuras 1.22; 1.23;<br />

1.24; 1.25).<br />

efectos:<br />

APARATOS EXTRABUCALES CONJUGADOS<br />

De esta forma podremos alterar la convexidad facial, por la sumatoria <strong>de</strong> dos<br />

1. La retrusión maxilar por la acción <strong>de</strong>l vector <strong>de</strong> fuerzas horizontales <strong>de</strong> naturaleza<br />

ortopédica en la maxila,<br />

2. Por el consecuente movimiento esperado <strong>de</strong> la mandíbula en sentido antíhorario.<br />

La rotación antíhoraria <strong>de</strong> la mandíbula ocurre por la intrusión <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>nto<br />

alveolar supra - posterior, don<strong>de</strong> serán observadas: disminución <strong>de</strong>l plano mandibular y<br />

alteración <strong>de</strong>l plano palatal por la rotación maxilar en sentido horario.<br />

Figura 1.22 – Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong> clase II,<br />

cuya etiología está basada en protrusión maxilar, e<br />

retrusión mandibular resultante <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l<br />

crecimiento diferencial entre ambas bases apicales.<br />

Figura 1.23 – Splint<br />

maxilar, o aparato <strong>de</strong><br />

Thurrow.<br />

15


16<br />

Figura 1.24 – Foto intrabucal <strong>de</strong><br />

un splint maxilar posicionado<br />

en vista lateral directa.<br />

Figura 1.25 – Foto intrabucal<br />

<strong>de</strong> un splint maxilar<br />

posicionado<br />

En vista lateral izquierda.<br />

Figura 1.26 –<br />

Telerradiografia <strong>de</strong><br />

paciente tratado con<br />

Splint Maxilar, antes<br />

<strong>de</strong> iniciada la terapia.


Cuando se emplea el concepto <strong>de</strong> fuerzas asimétricas, en Ortodoncia, tenemos el<br />

presupuesto que presupone respuestas diferenciadas para un lado <strong>de</strong> la arcada en relación<br />

al otro.<br />

Figura 1.27 – Telerradiografía <strong>de</strong><br />

paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la terapia con<br />

Splint Maxilar.<br />

La acción asimétrica podrá ser <strong>de</strong> naturaleza ortopédica, u, ortodóncica, no obstante,<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l complejo maxilofacial, ciertamente la aplicación <strong>de</strong><br />

fuerzas pesadas diferenciadas, podrán resultar en el tratamiento <strong>de</strong> asimetrías <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la maxila.<br />

FUERZAS EXTRABUCALES ASIMÉTRICAS<br />

Este hecho tendrá gran<strong>de</strong> relevancia, pues una asimetría facial podrá tener reflejos<br />

no tan solo para la función, sino también para el perfil final <strong>de</strong>l paciente<br />

ortodoncicamente tratado.<br />

Para conseguirse el objetivo <strong>de</strong> fuerzas extrabucales asimétricas, <strong>de</strong>l lado en que se<br />

<strong>de</strong>sea mayor fuerza colocaremos un ramo externo más corto (Figura 1.28); en cuanto <strong>de</strong>l<br />

lado opuesto, en el cual se <strong>de</strong>sea menor fuerza sobre la región molar, el ramo externo <strong>de</strong>l<br />

AEB estará alargado (Figura 1.29).<br />

17


18<br />

Figura 1.28 - Vista lateral izquierda,<br />

don<strong>de</strong> se observa el AEB con el brazo<br />

externo terminando en la región <strong>de</strong>l<br />

Los autores han distinguido como fuerzas "leves", una variación entre 180 a 300<br />

gramos, efectivamente, DE CADA LADO; y fuerzas "pesadas", una variación arriba <strong>de</strong><br />

450 gramas.<br />

ángulo <strong>de</strong> ojo.<br />

Moyers prefiere iniciar la aplicación <strong>de</strong> fuerzas extrabucales en <strong>de</strong>ntición mixta, en<br />

el momento en que el segundo molar llega al nivel <strong>de</strong>l cuello <strong>de</strong>l primer molar.<br />

Tenemos por hábito iniciar con fuerzas leves, que son mejor toleradas al inicio, para<br />

en seguida, gradualmente, aumentar esta fuerza hasta el total en que esté indicado para el<br />

tratamiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado paciente.<br />

Figura 1.29 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> un<br />

paciente con AEB, con el brazo externo<br />

<strong>de</strong>l aparato más alargado en relación al<br />

lado izquierdo.<br />

INTENSIDAD Y DURACIÓN DE LAS FUERZAS EXTRABUCALES<br />

Debemos siempre recordar que si necesitamos un efecto ortodóncico, las fuerzas<br />

extrabucales <strong>de</strong>ben ser <strong>de</strong> menor grado (entre 180 a 200 gramos en caso <strong>de</strong> ser utilizadas<br />

como anclaje, lo que normalmente no ocurre en nuestra propuesta <strong>de</strong> trabajo; y <strong>de</strong> 250 a<br />

350 gramas en el caso <strong>de</strong> distalizaciones <strong>de</strong> molares), pues estas son utilizadas por un<br />

período mayor <strong>de</strong> horas durante el día (<strong>de</strong> 14 a 16 horas diarias).


19<br />

Entre tanto, si es necesario un efecto ortopédico, primero certifíquese <strong>de</strong> que el<br />

paciente está en la fase activa <strong>de</strong> crecimiento, luego indique una fuerza mayor (a partir <strong>de</strong><br />

450 gramos, siendo que en media son utilizadas fuerzas entre 500 a 600 gramos), por un<br />

período más corto <strong>de</strong> horas durante el día (en torno <strong>de</strong> 12 horas).<br />

BARRA PALATINA<br />

Se Trata <strong>de</strong> un componente muy presente en los<br />

tratamientos ortodóncicos en nuestra técnica, constituyéndose en un arco que cruza el<br />

paladar, principalmente en la región <strong>de</strong> los molares (Figura – 1.30), convirtiéndose en un<br />

dispositivo bastante eficiente para el anclaje.<br />

Andrews establece que los molares superiores <strong>de</strong>ben hacer tres puntos <strong>de</strong> contacto<br />

con el antagonista.<br />

APARATOS INTRABUCALES<br />

Figura 1.30 - Barra<br />

Palatina<br />

Corrección <strong>de</strong> las rotaciones molares:<br />

Para confirmar la posición <strong>de</strong>l molar, en oclusión i<strong>de</strong>al, las superficies vestibulares<br />

<strong>de</strong>l primer molar superior <strong>de</strong>berán estar paralelas entre si.<br />

Estabilización y Anclaje:<br />

Una vez corregida la posición <strong>de</strong>l molar superior, el arco transpalatino sirve como<br />

anclaje, soportando el movimiento <strong>de</strong> los molares en sentido mesial, principalmente cuando


20<br />

se preten<strong>de</strong> utilizar elásticos <strong>de</strong> retracción, bien sea en el movimiento <strong>de</strong> los caninos, o<br />

aún, en la fase <strong>de</strong> retracción incisal, pues en estos casos acostumbramos utilizar los<br />

elásticos corrientes, como auxilio en una mecánica <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento para el control <strong>de</strong> la<br />

unidad <strong>de</strong> anclaje posterior.<br />

También pue<strong>de</strong> servir como anclaje en los casos <strong>de</strong> exodoncia. En casos don<strong>de</strong> sea<br />

necesario anclaje máximo, algunos autores indican la necesidad <strong>de</strong> utilizarla<br />

conjuntamente con fuerza extrabucal.<br />

Se sugiere esta técnica, a pesar <strong>de</strong> la resistencia natural, a un procedimiento clínico<br />

que podrá ser utilizado en larga escala, con las dificulta<strong>de</strong>s inherentes a la indicación <strong>de</strong><br />

aparatos extrabucales y principalmente en relación al grado <strong>de</strong> cooperación que será<br />

exigido <strong>de</strong> los pacientes, ya que envuelve un número elevado <strong>de</strong> horas, para que los<br />

instrumentos ayu<strong>de</strong>n a ejecutar la acción.<br />

Pue<strong>de</strong> aún, servir como mantenedor <strong>de</strong> espacio bilateral, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la perdida<br />

prematura <strong>de</strong> un segundo molar <strong>de</strong>cíduo superior.<br />

Indicaciones y Contraindicaciones:<br />

usada tanto en la <strong>de</strong>ntición mixta como en la permanente, incluyendo los casos <strong>de</strong><br />

extracción o no extracción;<br />

utilizados conjuntamente con fuerza extrabucal;<br />

utilizado como mantenedor <strong>de</strong>l espacio, así que se substituye el segundo molar<br />

<strong>de</strong>cíduo por el segundo premolar permanente;<br />

estando contraindicada en los casos <strong>de</strong> clase II tratada con las extracciones <strong>de</strong> los<br />

premolares durante la fase <strong>de</strong> cierre <strong>de</strong>l espacio, cuando <strong>de</strong>seada la perdida <strong>de</strong><br />

anclaje.<br />

Construcción <strong>de</strong> la Barra Palatina:<br />

Adaptar las bandas <strong>de</strong> los molares, y a seguir, mo<strong>de</strong>lar la arcada superior con las<br />

bandas en posición.<br />

Después <strong>de</strong> adaptar las bandas en los mol<strong>de</strong>s <strong>de</strong> alginato y obtener el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> yeso,<br />

será efectivado el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la arcada con las bandas en posición.


21<br />

Construir la barra palatina con alambre 0,9 mm <strong>de</strong> acero, haciéndolo tocarse con<br />

las bandas, enseguida, soldarlo a las mismas (Figuras 1.31; 1.32; 1.33; 1.34; 1.35).<br />

la boca.<br />

Para la activación <strong>de</strong> la barra palatina habrá siempre la necesidad <strong>de</strong> removerla <strong>de</strong><br />

1.31 – Inicio <strong>de</strong> la adaptación <strong>de</strong> la<br />

barra palatina.<br />

Figura 1.34 – Inserción <strong>de</strong>l fun<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />

soldadura <strong>de</strong> plata.<br />

1.32 – Construcción <strong>de</strong> la barra palatina:<br />

adaptación <strong>de</strong>l alambre a la banda <strong>de</strong>l molar<br />

superior <strong>de</strong>recho.<br />

1.33 – Construcción <strong>de</strong> la barra palatina:<br />

adaptación <strong>de</strong>l otro segmento <strong>de</strong>l alambre a la<br />

banda <strong>de</strong>l molar superior izquierdo.<br />

Figura 1.35 – Barra palatina soldada a<br />

las bandas <strong>de</strong> los molares antes <strong>de</strong>l<br />

pulimento final.


22<br />

El problema clínico más común, podrá ser una ligera irritación en la mucosa<br />

adyacente, al local <strong>de</strong> la barra palatina, que <strong>de</strong>be ser siempre aliviada para que no<br />

haya futura necrosis <strong>de</strong> la región.<br />

BARRA LINGUAL<br />

Es un arco flexible <strong>de</strong> alambre 0,9 mm <strong>de</strong> acero soldado a las bandas <strong>de</strong> los<br />

molares, apoyadas sobre las fases linguales, en la región <strong>de</strong>l cíngulo, <strong>de</strong> los dientes<br />

inferiores (Figura 1.36), pudiendo o no presentar asas <strong>de</strong> compensación para facilitar<br />

la activación <strong>de</strong> la misma.<br />

Figura 1.36 – Barra Lingual<br />

Indicaciones:<br />

En nuestro concepto <strong>de</strong> trabajo, la barra lingual normalmente es más utilizada<br />

como mantenedor <strong>de</strong> espacio, el arco <strong>de</strong> contención final; muy raramente, como anclaje en<br />

la fase activa <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico en casos con exodoncia planeada.<br />

Este hecho se <strong>de</strong>be al concepto <strong>de</strong>l “Driftodontics”, ahora aplicado en el arco<br />

inferior; no obstante, la barra lingual pue<strong>de</strong> aumentar el anclaje <strong>de</strong> los molares inferiores,<br />

principalmente en los casos don<strong>de</strong> sea necesario, a todo costo, evitar la perdida <strong>de</strong> anclaje.<br />

También permite una pequeña expansión lateral o, igualmente, una contracción<br />

<strong>de</strong> los molares cruzados transversalmente a la activación <strong>de</strong> la misma; pudiendo soportar<br />

tracción elástica intermaxilar controlada en los casos <strong>de</strong> clase II.


23<br />

Estando totalmente contraindicados en los casos don<strong>de</strong> sea necesaria la<br />

pérdida <strong>de</strong> anclaje.<br />

Para la construcción <strong>de</strong> la barra lingual, los procedimientos <strong>de</strong> laboratorio serán<br />

semejantes a los ejecutados en la confección <strong>de</strong> la barra palatina.<br />

BOTÓN DE NANCE<br />

Estando plenamente indicada como recurso <strong>de</strong> anclaje en pacientes con padron<br />

braquifacial, o aún, para la rotación mesio vestibular <strong>de</strong> los molares superiores, pudiendo<br />

también provocar pequeñas expansiones por activación.<br />

Es totalmente contraindicada en los casos <strong>de</strong> exodoncia, en la fase <strong>de</strong> retracción<br />

incisal <strong>de</strong>bido a la resina existente en la región anterior <strong>de</strong> este aparato, que al tocarse con<br />

la mucosa <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> las arrugas palatinas, en fuerte presión podrá provocar la<br />

necrosis <strong>de</strong> esta región, lo que seria altamente in<strong>de</strong>seable (Figura 1.37).<br />

Figura 1.37 – Botón <strong>de</strong> Nance, en<br />

fase <strong>de</strong> laboratorio, antes <strong>de</strong>l<br />

pulimento final.<br />

UTILIZACIÓN DE LAS FUERZAS ELÁSTICAS<br />

Son excelentes auxiliares en el tratamiento <strong>de</strong> anomalías <strong>de</strong>ntales o<br />

cefalométricas, pudiendo entonces presentarse como intra o extrabucales.<br />

No obstante no se <strong>de</strong>be olvidar que los mismos pier<strong>de</strong>n bastante <strong>de</strong> su efectividad,<br />

principalmente cuando en contacto con el medio bucal, bien sea por las características <strong>de</strong>


24<br />

la constitución química <strong>de</strong> la saliva, o aún, por la propia alteración <strong>de</strong> temperatura<br />

observada en el medio bucal.<br />

Por esto su fuerza jamás será constante, también por el hecho <strong>de</strong> su actuación estar<br />

Directamente unida a la cooperación <strong>de</strong> nuestros pacientes, que <strong>de</strong>berán utilizarlos <strong>de</strong> la<br />

manera correcta, sea en la <strong>de</strong>bida posición, o aún, en el tiempo correctamente indicado<br />

por el ortodoncista.<br />

Para un mejor entendimiento subdividiremos las diversas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

implementación <strong>de</strong> las fuerzas elásticas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l concepto <strong>de</strong> utilización en la forma<br />

intrabucal.<br />

Son elásticos intermaxilares oblicuos, apoyados sobre los 1 ros o 2 dos molares inferiores,<br />

y aplicados <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la técnica, en caninos o incisivos laterales superiores (Figura<br />

1.38).<br />

Pue<strong>de</strong>n promover fuerzas entre 160 a 190 gramos (con esta variación, in<strong>de</strong>pendiente<br />

<strong>de</strong>l comportamiento bucal <strong>de</strong>l paciente, si abierta o cerrada), siendo que en media<br />

encontramos intensidad <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong> 170 gramos, o sea, fuerzas puramente <strong>de</strong>ntarias, sin<br />

ninguna posibilidad <strong>de</strong> actuación ortopédica.<br />

No se espera, en ningún momento, por tanto en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II con<br />

características cefalométricas respuestas ortopédicas por la actuación <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong><br />

clase II.<br />

ELÁSTICOS INTERMAXILARES CON ACCIÓN<br />

DE CLASE II


Figura 1.38 – Elástico <strong>de</strong><br />

Clase II, con la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

los vectores <strong>de</strong> disipación <strong>de</strong><br />

fuerzas en la arcada inferior<br />

(en trazado rojo) y en la<br />

arcada superior (en<br />

puntillado amarillo).<br />

Figura 1.39 – Diagrama <strong>de</strong> los vectores<br />

<strong>de</strong> fuerzas disipadas en la acción <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase II.<br />

Presenta dos vectores verticales:<br />

1. Un primer vector vertical, actuante en la mandíbula en la región molar (b);<br />

2. Un segundo vector vertical en la maxila, en su región anterior (c).<br />

También presenta dos vectores horizontales siendo:<br />

1. El primer vector, mesializante en el arco inferior, produciendo vestibularización<br />

incisal (Figura 1.38), vector (a);<br />

2. El segundo vector, distalizante en el arco superior, siendo este el vector <strong>de</strong> fuerza<br />

más esperado, y que será esencial en el cierre <strong>de</strong> los diastemas resultantes <strong>de</strong> las<br />

exodoncias, auxiliando en el control <strong>de</strong> la perdida <strong>de</strong> anclaje, y obtención <strong>de</strong> la<br />

llave <strong>de</strong> los caninos en clase I (Figura 1.39), vector (d).<br />

25


26<br />

Los elásticos a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la extrusión en la región <strong>de</strong> los molares también<br />

acostumbran promover el cruzamiento <strong>de</strong> los mismos, en la práctica, lo que<br />

observamos es una acción tridimensional, con componentes antero - posteriores,<br />

transversales y verticales actuando simultáneamente.<br />

Exactamente por esto, acostumbramos implementar la utilización <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase II cuando estamos en condiciones <strong>de</strong> aplicar arcos rectangulares<br />

bien ajustados en las arcadas, principalmente en el arco inferior (Figuras 1.40 y 1.41).<br />

Figura 1.40 – Vista frontal <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II, en el momento <strong>de</strong> la retracción<br />

incisal, en conjunto con el elástico corriente, puestos en los arcos superior e inferior,<br />

los alambres <strong>de</strong> calibre 0,17” x 0,25” (calibre <strong>de</strong> los últimos alambres <strong>de</strong> nuestra<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, el uso prolongado, asociado a las fuerzas pesadas, raramente <strong>de</strong>berá<br />

estar indicado por la posibilidad real <strong>de</strong> producir la reabsorción radicular <strong>de</strong> los dientes<br />

envueltos con esta terapia.<br />

técnica).<br />

Figura 1.41 – Elástico <strong>de</strong> clase II en vista lateral,<br />

durante la retracción incisal, con la aplicación <strong>de</strong>l<br />

mismo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer molar inferior, hasta el incisivo<br />

lateral superior, con el cuidado <strong>de</strong> ser utilizados, tanto<br />

en el arco superior, como en el arco inferior, el alambre<br />

.017” x .025”.<br />

Así, en la utilización <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II, <strong>de</strong>berán ser respetados


Rigurosamente los criterios biológicos, con uso restricto:<br />

A las maloclusiones <strong>de</strong> clase II, con indicación <strong>de</strong> exodoncia, don<strong>de</strong> será<br />

realizado la opción <strong>de</strong> su utilización, como accesorio auxiliar al cerrar espacios y<br />

control <strong>de</strong> anclaje. Sin embargo, el tiempo <strong>de</strong> actuación con estos dispositivos no<br />

<strong>de</strong>berá ser <strong>de</strong>masiado (nunca ultrapasando seis meses <strong>de</strong> utilización). O mucho<br />

peor, si los mismos son utilizados para realizar un tratamiento complementar con la<br />

esperanza <strong>de</strong> evitar las necesarias exodoncias, pues en nuestra técnica, los mismos<br />

serán aplicados contra los incisivos laterales, lo que podrá resultar en una <strong>de</strong>sastrosa<br />

reabsorción radicular en la región, sino se respeta el tiempo <strong>de</strong> uso;<br />

asimétrico.<br />

Tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media, <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>ntaria, en uso<br />

GRÁFICO 1 – DISPOSICIÓN Y EFECTOS DE LOS ELÁSTICOS DE CLASE II<br />

Como regla general:<br />

los elásticos <strong>de</strong>ben ser cambiados diariamente,<br />

<strong>de</strong>biendo ser usados los elásticos <strong>de</strong> calibre 3/16,<br />

removidos para las comidas,<br />

siendo utilizados por un mayor período posible, alertando inclusive al paciente,<br />

sobre la necesidad <strong>de</strong> dormir con los elásticos en posición.<br />

Estando seriamente contraindicados para individuos portadores <strong>de</strong> maloclusiones<br />

verticales severas, principalmente aquellos que poseen mordida abierta<br />

cefalométrica, asociada a la mordida abierta clínica.<br />

27


28<br />

Como en la situación anterior en relación a los elásticos <strong>de</strong> clase II, los elásticos <strong>de</strong><br />

clase III también tienen un padron <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong> forma oblicua, sin embargo son<br />

aplicados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los 1 eros molares superiores hasta los incisivos laterales o los caninos<br />

inferiores (Figura 1.42).<br />

Provocan un movimiento <strong>de</strong> extrusión y <strong>de</strong> inclinación lingual <strong>de</strong> los incisivos<br />

inferiores, con toda la arcada inferior, tendiendo a un movimiento <strong>de</strong>ntario en masa.<br />

Presenta aún, un otro conjunto <strong>de</strong> vectores <strong>de</strong> fuerzas unidas a su acción en la<br />

maxila, que producirán:<br />

los movimientos <strong>de</strong> mesialización <strong>de</strong> los segmentos posteriores superiores,<br />

e <strong>de</strong> extrusión molar.<br />

Su indicación estará unida a la:<br />

a) Translación distal <strong>de</strong>l segmento incisal superior en los casos <strong>de</strong> exodoncia, en el<br />

momento <strong>de</strong> la retracción incisal;<br />

b) Movimiento mesial <strong>de</strong> la arcada inferior, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> que hayan sido realizados o<br />

no exodoncias inferiores;<br />

c) Para auxilio en la corrección <strong>de</strong> la línea mediana;<br />

d) Para abrir la mordida;<br />

e) Para auxiliar con la torsión anterior;<br />

f) Para extrusión molar.<br />

g) Como adjunto en la preservación <strong>de</strong>l anclaje molar.<br />

ELÁSTICOS DE CLASE III<br />

Figura 1.42 - Elástico <strong>de</strong> Clase III.


Estando normalmente indicados, en casos don<strong>de</strong> se pretenda:<br />

la perdida <strong>de</strong> anclaje, principalmente en los casos <strong>de</strong> mordidas abiertas clínicas,<br />

o aún, como importantes auxiliares en el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong>ntarias<br />

<strong>de</strong> clase III, o esquelética, cuando podrán auxiliar en el control <strong>de</strong> la vestibularización<br />

<strong>de</strong> los incisivos inferiores en las fases iniciales <strong>de</strong>l nivelamiento.<br />

GRÁFICO 2 – DISPOSICIÓN Y EFECTOS DE LOS ELÁSTICOS DE CLASE III<br />

Dependiendo <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> aplicación podrán ser <strong>de</strong>sarrolladas fuerzas <strong>de</strong> hasta 160<br />

gramos en media, no presentando, por tanto, en ningún momento cualquier respuesta<br />

ortopédica para su actuación.<br />

Los elásticos <strong>de</strong> clase III <strong>de</strong>ben:<br />

ser utilizados con calibre 3/16,<br />

con cambios diarios,<br />

<strong>de</strong>biendo ser removidos para las comidas,<br />

y con utilización máxima posible.<br />

Sus efectos <strong>de</strong>ntales están <strong>de</strong>mostrados en el gráfico 2.<br />

Desvió <strong>de</strong> la Línea Media<br />

Una buena línea media maxilar correcta siempre es importante para la buena<br />

estética facial, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciar la existencia, en este contexto, <strong>de</strong> un óptimo<br />

relacionamiento entre las bases apicales, maxila y mandíbula.<br />

29


30<br />

Las alternativas <strong>de</strong> tratamiento en estos casos estarán basadas sobre dos<br />

posibilida<strong>de</strong>s, o se promueve una discreta camuflaje en los casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media <strong>de</strong>ntaria, o, tendremos una solución quirúrgica en los casos esqueléticos.<br />

Figura 1.43 – Desvió <strong>de</strong> la línea<br />

media, <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>nto-alveolar,<br />

observada durante la fase <strong>de</strong>l acierto<br />

<strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> los caninos.<br />

El tratamiento, la mayoría <strong>de</strong> las veces, en los casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong>ntales (Figura<br />

1.43), será realizado con la aplicación <strong>de</strong> terapia con elásticos intermaxilares asimétricos, o<br />

sea, elásticos <strong>de</strong> clase II <strong>de</strong> un lado (Figura 1.44, 1.45) y <strong>de</strong> clase III <strong>de</strong>l lado opuesto.<br />

Figura 1.44 – Elástico <strong>de</strong> clase II,<br />

aplicado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 1 er molar inferior hasta<br />

el incisivo lateral superior.<br />

Figura 1.45 – Elástico <strong>de</strong> clase II,<br />

aplicado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el 1 er molar inferior hasta<br />

el incisivo lateral superior, con el<br />

paciente en el momento <strong>de</strong> abertura<br />

bucal máxima.<br />

Los elásticos <strong>de</strong> clase II, o, los elásticos <strong>de</strong> clase III pue<strong>de</strong>n ser utilizados en los casos<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media, <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>ntaria, cuando constatada al inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, o aún, para el tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media provocados por


31<br />

fuerzas asimétricas no <strong>de</strong>seables, pero que ocurrieron durante el tratamiento ortodóncico<br />

principalmente en la fase <strong>de</strong> retracción incisal.<br />

Con este fin, será importante <strong>de</strong>finir cual arcada está presentando <strong>de</strong>svío, si la maxila<br />

o la mandíbula, y a partir <strong>de</strong> esta constatación <strong>de</strong>finir la estrategia terapéutica.<br />

De esta forma si el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media esta relacionado a la maxila, utilizaremos<br />

los elásticos <strong>de</strong> clase II para el tratamiento <strong>de</strong> los mismos, y si el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media, esta relacionado al arco mandibular, en este caso serán utilizados los elásticos <strong>de</strong><br />

clase III.<br />

La norma <strong>de</strong> utilización <strong>de</strong> estos elásticos con el objetivo <strong>de</strong> tratar el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media <strong>de</strong>berá obe<strong>de</strong>cer a un riguroso protocolo, estando plenamente contraindicado en la<br />

fase <strong>de</strong> nivelamiento. En ella, al contrario, sólo realizaremos este tratamiento cuando estén<br />

presentes en las arcadas los alambres rectangulares.<br />

En relación al lado en que <strong>de</strong>berán ser aplicados los elásticos, estarán en directa<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío observado, y <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la magnitud <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío, y <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong><br />

tratamiento para el mismo. Pudiendo entonces, ser transferidos a la aplicación <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase II <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l incisivo lateral superior para el canino (Figuras 1.46<br />

e 1.47).<br />

Figura 1.46 – Elástico <strong>de</strong> clase II,<br />

aplicado en canino superior.<br />

Figura 1.47 – Elástico <strong>de</strong> clase II,<br />

aplicado en canino superior, con<br />

el paciente en el momento <strong>de</strong><br />

abertura bucal máxima.


32<br />

En los casos con exodoncia, aprovechando la posibilidad <strong>de</strong> espacio presente,<br />

procuraremos tratar el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media, siempre durante la fase <strong>de</strong> retracción<br />

incisal, utilizando los elásticos asimétricos (Figura 1.48), pudiendo los mismos ser<br />

aplicados <strong>de</strong> forma unilateral o bilateral, para el tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea<br />

media (Figura 1.49).<br />

Figura 1.48 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente, don<strong>de</strong> están siendo<br />

aplicados elásticos <strong>de</strong> forma<br />

asimétrica, siendo <strong>de</strong> clase II<br />

el <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, y <strong>de</strong> clase<br />

III el <strong>de</strong>l lado izquierdo.<br />

En algunos casos aún podremos utilizar, los elásticos cruzados anteriores (calibre<br />

3/16), adicionados a los elásticos asimétricos, para el tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea<br />

media, no obstante estos elásticos cruzados, generalmente son indicados por un número<br />

menor <strong>de</strong> horas, y preferencialmente por la noche para que haya una mejor cooperación<br />

<strong>de</strong>l paciente (Figuras 1.50; 1.51; 1.52).<br />

Figura 1.50 – Elástico anterior<br />

cruzado, aplicado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el diente 12<br />

hasta el diente 32.<br />

Figura 1.49 – Vista<br />

frontal <strong>de</strong> paciente, sin<br />

los elásticos<br />

asimétricos.


Figura 1.52 – Elástico cruzado<br />

anterior en vista lateral <strong>de</strong>recha.<br />

El mayor cuidado <strong>de</strong>berá ser con la evaluación, así que constatado el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la<br />

línea media en la fase <strong>de</strong> retracción, si existe un perfecto nivelamiento <strong>de</strong> las arcadas, y <strong>de</strong><br />

forma semejante en ambos lados, pues un mal nivelamiento ciertamente podrá ser el factor<br />

etiológico <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nador <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media en la fase <strong>de</strong> retracción anterior<br />

(Figura 1.53).<br />

Figura 1.53 – Alteración <strong>de</strong> la<br />

línea media durante la fase <strong>de</strong><br />

retracción anterior.<br />

En los casos sin exodoncia, por la dificultad en tratar los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> línea media por<br />

la falta <strong>de</strong> espacio, procuraremos tratar el paciente, siguiendo todo el protocolo <strong>de</strong> la<br />

técnica, hasta llegar a los alambres rectangulares en ambos arcos.<br />

Figura 1.51 – Elástico cruzado<br />

anterior, con el paciente en abertura<br />

bucal.<br />

Solamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> abordar el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media y habiendo constatado el<br />

<strong>de</strong>svío, en el arco sesgado aplicaremos un alambre más flexible (normalmente redondo <strong>de</strong><br />

calibre .018”); en el arco contrario al <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media, que nosotros <strong>de</strong>nominamos<br />

33


34<br />

<strong>de</strong> ''arco <strong>de</strong> anclaje", mantendremos el alambre rectangular en posición (Figuras 1.54;<br />

1.55; 1.56; 1.57).<br />

Figura 1.54 – Desvío <strong>de</strong> la<br />

línea media superior, en<br />

relación a la espina nasal<br />

anterior, <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>nto-<br />

alveolar.<br />

Figura 1.55 – Tratamiento <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media, <strong>de</strong><br />

naturaleza <strong>de</strong>nto-alveolar,<br />

don<strong>de</strong> no fueron realizadas<br />

exodoncias con la finalidad <strong>de</strong><br />

obtención <strong>de</strong> espacio para el<br />

canino.<br />

Figura 1.56 – Canino superior<br />

izquierdo en supra-oclusión,<br />

<strong>de</strong>terminando el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media, para este lado.


Figura 1.57 – Desvío <strong>de</strong> la<br />

línea media superior siendo<br />

abordado, con la utilización<br />

<strong>de</strong> elástico <strong>de</strong> clase II,<br />

aplicado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer<br />

molar inferior hasta el<br />

incisivo lateral superior.<br />

.<br />

El cuidado en estos casos <strong>de</strong>be ser redoblado, pues estaremos muy próximos <strong>de</strong><br />

efectos in<strong>de</strong>seables, para el caso <strong>de</strong> los elásticos intermaxilares, notadamente por el arco<br />

redondo instalado, <strong>de</strong> esta forma evaluaremos el tratamiento <strong>de</strong> estos pacientes<br />

semanalmente, y cuando tratado el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media, suspen<strong>de</strong>remos los elásticos,<br />

retomando el tratamiento convencional.<br />

El <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media <strong>de</strong>be ser siempre un factor a ser observado, con<br />

respecto a la cualidad <strong>de</strong>l tratamiento implementado, pero más importante que el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong><br />

la línea media, será la llave <strong>de</strong> la oclusión en caninos <strong>de</strong> clase I. De esta forma, si este<br />

factor es observado y aún así, constatamos un <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media, esta cuestión no<br />

<strong>de</strong>berá ser un factor <strong>de</strong> preocupación, siendo importante alertar el paciente, pues el mismo<br />

pue<strong>de</strong> estar presentando discrepancia <strong>de</strong> Bolton (Figura 1.58; 1.59; 1.60; 161; 162).<br />

Figura 1.58 – Maloclusión <strong>de</strong> clase<br />

II <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>nto-alveolar<br />

unilateral en paciente adulto joven.<br />

35


36<br />

Figura 1.60 – Vista intrabucal <strong>de</strong>l lado<br />

izquierdo, evi<strong>de</strong>nciando el relacionamiento<br />

<strong>de</strong> clase I <strong>de</strong> los molares y <strong>de</strong> los<br />

premolares.<br />

Figura 1.62 – Foto intrabucal post-<br />

tratamiento evi<strong>de</strong>nciando el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong><br />

la línea media superior.<br />

Figura 1.59 – Vista intra-bucal<br />

<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, evi<strong>de</strong>nciando la<br />

excelente intercuspidación.<br />

Figura 1.61 – Vista intrabucal <strong>de</strong>l<br />

lado izquierdo post-tratamiento,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el relacionamiento <strong>de</strong><br />

clase I <strong>de</strong> los caninos.


Los elásticos utilizados para el tratamiento <strong>de</strong> estas cuestiones normalmente<br />

son los <strong>de</strong> calibre 3/16, siendo aplicados <strong>de</strong> forma ininterrumpida hasta que se<br />

observe el tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media, siempre con mucha atención<br />

para los cuidados inherentes a los efectos esperados, y a veces in<strong>de</strong>seables, por la<br />

aplicación <strong>de</strong> las fuerzas elásticas.<br />

En los casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>svíos esqueléticos, cuando encontramos una fuerte rotación<br />

horizontal <strong>de</strong>l hueso basal, la solución <strong>de</strong>berá ser quirúrgica (Figura 1.63; 1.64).<br />

Figura 1.63 – Foto intrabucal<br />

en vista frontal, <strong>de</strong> paciente<br />

adulto, antes <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico, en<br />

que se observa un <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la<br />

línea media anterior <strong>de</strong><br />

naturaleza esqueletal.<br />

Figura 1.64 – Desvío <strong>de</strong><br />

la línea media en<br />

paciente adulto, <strong>de</strong><br />

naturaleza esqueletal,<br />

durante el tratamiento<br />

ortodóncico.<br />

37


38<br />

ELÁSTICOS ANTERIORES VERTICALES<br />

Utilizados para el cierre <strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores en pacientes adultos,<br />

constituyéndose en un excelente método para el alargamiento o extrusión <strong>de</strong> los dientes<br />

envueltos en esta maloclusión (Figura 1.65; 1.66), sin embargo, jamás serán eficaces para<br />

el control <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo vertical posterior.<br />

Los elásticos normalmente utilizados para este fin son los <strong>de</strong>l calibre 3/16, y la técnica<br />

correcta <strong>de</strong> utilización será más profundizada en el capítulo 3.<br />

GRÁFICO 3 – DISPOSICIÓN DE LOS ELÁSTICOS VERTICALES<br />

Figura 1.65 – Elásticos<br />

verticales, aplicados sobre los<br />

incisivos para tratamiento <strong>de</strong><br />

la mordida anterior abierta.


Pue<strong>de</strong>n ser utilizados en la región anterior <strong>de</strong> la arcada, como adjunto para la<br />

corrección <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media conforme ya <strong>de</strong>scribimos anteriormente, o, en la<br />

región posterior para el tratamiento <strong>de</strong> mordidas <strong>de</strong>ntales individuales cruzadas (Figuras<br />

1.67; 1.68).<br />

ELÁSTICOS CRUZADOS<br />

La utilización, no obstante, en las mordidas <strong>de</strong>ntales individuales cruzadas, acarrean<br />

respuestas fuertemente extrusivas, <strong>de</strong>biendo estar contraindicados para pacientes adultos<br />

<strong>de</strong> padron dolicofacial, que presenten mordida abierta anterior clínica.<br />

Figura 1.67 – Vista frontal durante el<br />

tratamiento ortodóncico, con los elásticos<br />

posteriores cruzados aplicados, con el objetivo<br />

<strong>de</strong> mejorar la angulación <strong>de</strong> los molares.<br />

Figura 1.66 – Acción en<br />

abertura bucal<br />

39<br />

Figura 1.68 – Vista lateral don<strong>de</strong> se observa<br />

la aplicación <strong>de</strong>l elástico posterior cruzado,<br />

en el paciente con máxima abertura bucal.


40<br />

GRÁFICO 4 – DISPOSICIÓN DE LOS ELÁSTICOS CRUZADOS<br />

El tratamiento ortodóncico convencional normalmente, <strong>de</strong> forma didáctica se<br />

subdivi<strong>de</strong> en tres gran<strong>de</strong>s fases que son:<br />

(En acción anterior)<br />

Nivelamiento: primera etapa<br />

LA NIVELAMIENTO (incluidos en esta fase la nivelamiento <strong>de</strong> los dientes<br />

propiamente dicha, más el alineamiento <strong>de</strong> los mismos);<br />

LA CORRECCIÓN DE LA RELACIÓN DE CANINOS (en los casos <strong>de</strong><br />

exodoncia con la necesidad <strong>de</strong>l cierre posterior <strong>de</strong> espacios),<br />

LA FINALIZACIÓN (intercuspidación, contención y ajustes oclusivos).<br />

En los casos don<strong>de</strong> están programadas, la planeación <strong>de</strong> exodoncias, como<br />

procedimiento necesario, para ganar espacio con la finalidad <strong>de</strong> poner correctamente todos<br />

los dientes en la arcada, ó, para la corrección <strong>de</strong> las maloclusiones clínicas <strong>de</strong> clase II<br />

observadas, una <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s cuestiones a ser verificada, es el control <strong>de</strong>l ANCLAJE.<br />

De esta forma a partir <strong>de</strong> un estudio realizado para evaluarse la perdida <strong>de</strong> anclaje<br />

molar en los casos <strong>de</strong> distalización <strong>de</strong> los caninos superiores, evolucionamos para una<br />

alternativa <strong>de</strong> anclaje, que <strong>de</strong> no ser conceptualmente anclaje máximo, ciertamente<br />

podríamos <strong>de</strong>nominarlo <strong>de</strong> ANCLAJE POSIBLEMENTE MÁXIMO.


UNIDADE DE ANCLAJE POSTERIOR INDIVIDUALIZADA<br />

Sabemos por la evaluación cefalométrica (Figura 1.69) que existe perdida <strong>de</strong> anclaje<br />

molar durante el tratamiento ortodóncico, en los casos con exodoncia, <strong>de</strong>cidimos presentar<br />

una propuesta <strong>de</strong> trabajo don<strong>de</strong> a través <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> dispositivos mecánicos y<br />

funcionales, tendríamos al menos condiciones <strong>de</strong> disminuir esta cuestión, para que los<br />

espacios originarios <strong>de</strong> exodoncias pudiesen ser plenamente aprovechados no sólo para la<br />

correcta posición <strong>de</strong> los dientes a lo largo <strong>de</strong> la arcada, sino también, para la compensación<br />

<strong>de</strong> las maloclusiones esqueléticas verticales e antero-posteriores existentes.<br />

En el Capítulo 2, trataremos <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> diagnóstico en Ortodoncia,<br />

<strong>de</strong>scribiremos con mayor profundidad el análisis <strong>de</strong> la perdida <strong>de</strong> anclaje molar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

la retracción <strong>de</strong> los caninos superiores en los casos <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico en adultos<br />

con exodoncia <strong>de</strong> los premolares.<br />

Figura 1.69 – Trazado Cefalométrico<br />

<strong>de</strong> <strong>Werneck</strong> para evaluación <strong>de</strong><br />

anclaje molar:<br />

horizontal linear – a través <strong>de</strong> las<br />

líneas 6-PTV; C-PF; C-ENA; C-A,<br />

vertical linear – a través <strong>de</strong> las<br />

líneas C-PP; C-PF,<br />

horizontal y vertical angular – a<br />

través PF-CN),<br />

grado <strong>de</strong> distalización <strong>de</strong> los<br />

caninos (3-PTV), y <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong><br />

caninos (3@).<br />

Sin embargo, la necesidad <strong>de</strong> exodoncia para la solución <strong>de</strong> diferentes problemas<br />

ortodóncicos presentes, requiere un análisis más crítico sobre la necesidad <strong>de</strong> anclar los<br />

primeros molares superiores, ya que si no tenemos este cuidado, ciertamente luego en la<br />

41


42<br />

fase inicial <strong>de</strong> nivelamiento y siendo que la mesialización <strong>de</strong> los molares superiores es un<br />

factor biológicamente fisiológico, tendremos enormes problemas para conseguir: la<br />

corrección ortodóncica final, y la conclusión <strong>de</strong>l caso tratado en situación <strong>de</strong> clase I <strong>de</strong> los<br />

caninos y <strong>de</strong> los molares.<br />

De esta forma nuestro concepto <strong>de</strong> anclaje incluye algunas orientaciones <strong>de</strong><br />

naturaleza mecánica (la barra palatina) y otras funcionales (la subdivisión <strong>de</strong>l movimiento<br />

<strong>de</strong> retracción anterior y el refuerzo <strong>de</strong>l anclaje posterior).<br />

El anclaje mecánico realizado con el auxilio <strong>de</strong> la barra palatina fija y cimentada en<br />

los primeros molares superiores, ciertamente no es el mejor medio <strong>de</strong> fijar los dientes<br />

posteriores, aun mismo <strong>de</strong> forma relativa, será la única forma <strong>de</strong> establecer algún<br />

dispositivo fijo, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la cooperación <strong>de</strong>l paciente, pudiendo permanecer por<br />

toda la fase activa <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico principalmente, en la retracción <strong>de</strong> caninos<br />

y <strong>de</strong> incisivos.<br />

Algunos autores relatan que el anclaje podría ser absoluto y mucho más eficiente<br />

cuando realizado con el auxilio <strong>de</strong> los aparatos extrabucales, y <strong>de</strong>jamos claro que,<br />

concordamos con esta afirmación, lo que nos parece ciertamente engañoso es imaginar que<br />

todos los pacientes harían el uso correcto <strong>de</strong> este dispositivo durante todo el tiempo<br />

necesario al tratamiento ortodóncico, al final si eso no suce<strong>de</strong>, estaríamos tercerizando a<br />

nuestros pacientes buena parte <strong>de</strong>l suceso, o, <strong>de</strong>l insuceso <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico.<br />

Por tanto, el aparato extrabucal será un excelente aparato, principalmente cuando<br />

racionalmente utilizado en una fase <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l individuo, para alterar las posiciones<br />

maxilares y <strong>de</strong> forma indirecta actuar sobre el posicionamiento mandibular.<br />

Otra forma relatada hace relación con el aparato <strong>de</strong> Nance, ya que el mismo es un<br />

aparato <strong>de</strong> soporte muco-<strong>de</strong>ntario, se hace evi<strong>de</strong>nte su inoperancia durante la fase <strong>de</strong><br />

retracción incisal, porque podría implicar no tan solamente en <strong>de</strong>sconforto para el<br />

paciente, más ciertamente en lesiones en la mucosa <strong>de</strong>l paladar.<br />

El anclaje con mini-implantes parece ser un buen camino, pero aun necesitamos<br />

estudios longitudinales, y mayores informaciones para que podamos utilizarlo <strong>de</strong> forma<br />

más rutinera, sin llevar en consi<strong>de</strong>ración que los costos <strong>de</strong> los mismos <strong>de</strong>berán estar más al<br />

alcance <strong>de</strong> todos.<br />

De esta forma, tendremos utilizado el recurso <strong>de</strong> la barra palatina (Figura 1.70),<br />

como factor accesorio <strong>de</strong> anclaje en la unidad posterior, y sabiendo <strong>de</strong> sus eventuales


43<br />

<strong>de</strong>ficiencias, añadimos otras informaciones adicionales <strong>de</strong> naturaleza funcional, que<br />

apuntan para un suceso mayor en el control y preservación <strong>de</strong>l anclaje.<br />

Figura 1.70 – Barra palatina puesta en<br />

paciente tratado con exodoncia <strong>de</strong> los<br />

premolares superiores.<br />

Estos “dispositivos” <strong>de</strong> naturaleza funcional a los cuales daremos la mayor<br />

responsabilidad, serán: la subdivisión <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> retracción, y el refuerzo <strong>de</strong> la<br />

unidad <strong>de</strong> anclaje posterior.<br />

La subdivisión <strong>de</strong>l movimiento se caracteriza por la retracción <strong>de</strong> los caninos, aun en<br />

la fase <strong>de</strong> nivelamiento, con alambre <strong>de</strong> calibre rectangular (.016” x .022” <strong>de</strong> acero T.<br />

Flex), con la finalidad <strong>de</strong> colocar el diente <strong>de</strong> raíz más larga en su posición final luego al<br />

inicio <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico (Figura 1.71).<br />

Figura 1.71 – Retracción <strong>de</strong>l canino<br />

superior <strong>de</strong>recho, realizada sobre<br />

alambre rectangular .016” x .022”,<br />

por medio <strong>de</strong> elásticos en ca<strong>de</strong>na.<br />

El cuidado con este movimiento <strong>de</strong>berá ser redoblado porque existe siempre el riesgo<br />

<strong>de</strong> producir <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l arco (Figura 1.72), con la esperada inclinación <strong>de</strong> la corona <strong>de</strong><br />

los caninos en sentido distal, lo que implicaría perdida <strong>de</strong> contacto en la región <strong>de</strong> los<br />

caninos y premolares, y al mismo tiempo en la instalación, o aun, agravamiento <strong>de</strong> la<br />

sobremordida anterior, efecto este, altamente in<strong>de</strong>seable.


44<br />

Figura 1.72 – Retracción <strong>de</strong> los<br />

Otro punto <strong>de</strong> atención en este movimiento <strong>de</strong> los caninos, hace relación con el nivel<br />

<strong>de</strong> las fuerzas aplicadas porque, si las mismas estuvieren muy encima <strong>de</strong> la capacidad <strong>de</strong><br />

asimilación <strong>de</strong> estas fuerzas por el periodonto, nosotros aun estimularemos la rotación <strong>de</strong><br />

los caninos (Figura 1.73; 1.74).<br />

Para que esto no ocurra es imperativo que el nivel <strong>de</strong> fuerzas sea controlado al<br />

máximo, con las visitas <strong>de</strong> manutención teniendo espaciamiento periódico entre 3 y 4<br />

semanas, dando el tiempo necesario para que el máximo nivel <strong>de</strong> fuerzas pueda ser<br />

disipado, antes <strong>de</strong> la nueva reactivación <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> distalización <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores.<br />

caninos concluida, don<strong>de</strong> se<br />

observa la divergencia <strong>de</strong> las<br />

raíces entre el canino superior y el<br />

segundo premolar.<br />

Figura 1.73 – Vista <strong>de</strong> la medición<br />

<strong>de</strong> la fuerza consumida por el<br />

elástico usual.<br />

Figura 1.74 – Tensiómetro mostrando<br />

la fuerza aplicada (250 g).


45<br />

Observando los problemas potenciales, la retracción <strong>de</strong> los caninos superiores se<br />

pue<strong>de</strong> constituir en una alternativa segura para la consolidación <strong>de</strong> la UNIDAD DE<br />

ANCLAJE POSTERIOR, pues el refuerzo <strong>de</strong> esta con la adición <strong>de</strong> más dientes,<br />

ciertamente implicaría en dos cuestiones <strong>de</strong> extrema relevancia:<br />

(1) La formación <strong>de</strong> un bloque <strong>de</strong> dientes en el segmento posterior, <strong>de</strong>l cual<br />

estarían participando, los primeros molares + los caninos superiores (Figura 1.75),<br />

dientes que se caracterizan por un alto valor <strong>de</strong> anclaje. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, el segmento<br />

posterior <strong>de</strong> un lado estaría unido al <strong>de</strong>l otro lado por medio <strong>de</strong> la barra palatina fija.<br />

Figura 1.75 – Unidad <strong>de</strong> Anclaje<br />

Posterior, constituida por el primer<br />

molar superior + el segundo premolar +<br />

el canino, <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, unido al<br />

segmento posterior <strong>de</strong>l lado izquierdo por<br />

la barra palatina fija.<br />

(2) La disminución <strong>de</strong> la fuerza en el momento <strong>de</strong> la retracción incisal (Figura<br />

1.76), por el hecho <strong>de</strong> los incisivos superiores no dificultaren fuertemente en su trayecto<br />

<strong>de</strong> distalización, aun consi<strong>de</strong>rando que este movimiento no se constituya en un<br />

Figura 1.76 – Vista <strong>de</strong>l<br />

movimiento <strong>de</strong> retracción incisal,<br />

con el conjunto <strong>de</strong> fuerzas<br />

utilizadas con esta intención en<br />

nuestra técnica (flecha roja).<br />

movimiento fisiológico.


46<br />

En casi todos los pacientes, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la maloclusión, normalmente se<br />

observa algún <strong>de</strong>sajuste <strong>de</strong> espacio relacionado, provocando un mal alineamiento (Figura<br />

1.77).<br />

PROBLEMAS CON EL NIVELAMIENTO<br />

Podremos también encontrar <strong>de</strong>sniveles, observables en mordida profunda (Figura<br />

1.78), o, en mordida abierta anterior (Figura 1.79), y en una curva inferior <strong>de</strong> Spee, que<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la maloclusión asociada, podrá ser severa o aun ausente.<br />

Figura 1.78 – Mordida Clínica<br />

Profunda<br />

Figura 1.77 – Apiñamiento severo superior e inferior<br />

Figura 1.79 – Mordida anterior abierta<br />

Aun podremos encontrar las arcadas <strong>de</strong>ntales con problemas transversales, bien sea<br />

la atresia <strong>de</strong>nto-alveolar (Figura 1.80), o con una atresia esquelética, implicando en estos<br />

casos en la presencia <strong>de</strong> mordida posterior cruzada (Figuras 1.81; 1.82; 1.83).


Figura 1.81 – Mordida<br />

cruzada posterior: vista<br />

frontal intrabucal <strong>de</strong><br />

paciente adulto joven.<br />

Figura 1.80 –<br />

Atresia Maxilar<br />

tratada con<br />

cuadrihélix.<br />

Figura 1.83 – Mordida<br />

cruzada: vista lateral<br />

izquierda.<br />

Finalmente, los dientes aun podrán estar ausentes (por agenesia o por exodoncias<br />

precoces) (Figuras 1.84; 1.85; 1.86); impactados (Figura 1.87), o aun, con diastemas<br />

anteriores (Figuras 1.88 y 1.89) y con gira-versión.<br />

Figura 1.82 – Mordida<br />

cruzada: vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

Figura 1.84 – Agenesia dos incisivos laterais<br />

superiores<br />

47


48<br />

Figura 1.85 – Radiografía panorámica exhibiendo la<br />

falta <strong>de</strong> los incisivos laterales superiores, así como, <strong>de</strong><br />

los primeros premolares izquierdos <strong>de</strong> ambas arcadas.<br />

Figura 1.87 – Radiografía Panorámica<br />

evi<strong>de</strong>nciando el canino superior izquierdo incluso<br />

impactado.<br />

Figura 1.86 – Radiografía Panorámica <strong>de</strong>l mismo<br />

paciente dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la primera panorámica,<br />

don<strong>de</strong> constatamos, ausencia <strong>de</strong> los elementos<br />

<strong>de</strong>ntarios: 12; 22; 24 e 34.<br />

Figura 1.88 – Vista frontal: presencia <strong>de</strong> diastema<br />

inter - incisal, e inserción <strong>de</strong> freno labial en<br />

paciente adulto.


Figura 1.89 – Radiografía panorámica <strong>de</strong>l mismo<br />

paciente don<strong>de</strong> también se constata la ausencia <strong>de</strong> los<br />

De esta forma en la primera fase <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico fijo, en la fase <strong>de</strong><br />

Nivelamiento, <strong>de</strong>beremos corregir todas las cuestiones básicas, <strong>de</strong>ntarias o <strong>de</strong>nto-<br />

alveolares, y también <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la gravedad <strong>de</strong>l caso iniciar un primer abordaje en<br />

aquellos casos en que se evi<strong>de</strong>ncian problemas estructurales.<br />

Normalmente en esta fase, dos tipos <strong>de</strong> alambres podrán ser utilizados, <strong>de</strong>pendiendo<br />

<strong>de</strong> la naturaleza <strong>de</strong> la maloclusión tratada.<br />

De esta forma, sí estamos frente a un tipo <strong>de</strong> problema, don<strong>de</strong> es necesario el control<br />

<strong>de</strong>l torque sobre los dientes anteriores, principalmente los incisivos, será esencial aplicar el<br />

alambre rectangular .016” x .022” lo más temprano posible en la fase <strong>de</strong> nivelamiento<br />

(Figuras 1.90; 1.91).<br />

En los casos <strong>de</strong> maloclusiones <strong>de</strong> clase III, la aplicación <strong>de</strong> alambres rectangulares<br />

en la arcada inferior será fundamental para la preservación <strong>de</strong> la angulación <strong>de</strong> los dientes<br />

<strong>de</strong> este segmento <strong>de</strong> la arcada, para que sea posible un tratamiento reparador para este tipo<br />

<strong>de</strong> problema.<br />

incisivos laterales superiores.<br />

CALIBRE DE LOS ALAMBRES Y SUS INDICACIONES<br />

Figura 1.90 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> un paciente adulto con<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, antes <strong>de</strong><br />

iniciar el tratamiento ortodóncico.<br />

49


50<br />

No obstante, en condiciones especiales y en la presencia <strong>de</strong> apiñamiento severo<br />

anterior, el alambre <strong>de</strong> nitinol .016” podrá ser utilizado, entre tanto cabe resaltar, que sí el<br />

mismo es extremadamente elástico, permitiendo a través <strong>de</strong> la flexibilidad existente en este<br />

tipo <strong>de</strong> alambre, la adición <strong>de</strong> un número mayor <strong>de</strong> dientes; también <strong>de</strong> hecho, si la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento con los mismos, no es <strong>de</strong>bidamente planeada, podrá resultar en una<br />

vestibularización anterior no controlada, que ciertamente traerá enormes problemas en la<br />

fase <strong>de</strong> retracción anterior (Figura 1.92; 1.93).<br />

Figura 1.93 – Vista lateral intrabucal<br />

izquierda, don<strong>de</strong> se observa el mismo<br />

problema citado en la figura anterior.<br />

Por otro lado, <strong>de</strong> haber preocupación por trabajar con fuerzas leves, es importante<br />

recordar que si usamos el alambre .016” x .022” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el comienzo <strong>de</strong>l tratamiento, no<br />

significa que todos los dientes estarán envueltos en este mismo evento (Figura 1.94; 1.95).<br />

.<br />

Figura 1.92 – Vista lateral intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> se observa el alambre <strong>de</strong><br />

nitinol .016” en el arco inferior,<br />

<strong>de</strong>terminando una acentuada<br />

vestibularización <strong>de</strong> los incisivos<br />

inferiores con el mismo, dificultando la<br />

fase <strong>de</strong> retracción anterior.


Figura 1.94 – Vista frontal<br />

Figura 1.95 – Vista frontal en fase <strong>de</strong> nivelamiento,<br />

pretratamiento, don<strong>de</strong> se<br />

cuidando para no aplicar el alambre rectangular<br />

.<br />

observa un fuerte <strong>de</strong>snivel.<br />

( .016” x .022”) en todos los dientes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio<br />

(principalmente el canino superior).<br />

Aun, al haber un fuerte apiñamiento, será necesario, antes, buscar espacio suficiente<br />

para la mejor posición posible <strong>de</strong> todos los dientes (Figuras 1.96; 1.97).<br />

Figura 1.96 – Vista lateral intrabucal<br />

pretratamiento, don<strong>de</strong> se constata la<br />

falta <strong>de</strong> espacio en la región <strong>de</strong> los<br />

caninos e incisivos laterales,<br />

imposibilitando el montaje total <strong>de</strong>l<br />

aparato <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio.<br />

Figura 1.97 – Vista lateral intrabucal<br />

izquierda, ya con la abertura <strong>de</strong>l<br />

espacio suficiente para incluirse el<br />

diente 22 en el tratamiento<br />

ortodóncico; busca <strong>de</strong> espacio para la<br />

inclusión <strong>de</strong>l diente 32.<br />

51


52<br />

Al comenzar nuestra práctica clínica llegamos a incluir la utilización <strong>de</strong> los<br />

alambres <strong>de</strong> nitinol más flexibles en las fases iniciales <strong>de</strong> nivelamiento, a fin <strong>de</strong> alcanzar<br />

el mayor número posible <strong>de</strong> dientes en este período.<br />

Así el alambre .014” <strong>de</strong> nitinol redondo (Figura 1.98), llego a ser utilizado en<br />

larga escala, pero luego percibimos una serie <strong>de</strong> inconvenientes en la aplicación <strong>de</strong> los<br />

mismos.<br />

Esperábamos con este primer alambre <strong>de</strong> nivelamiento, por su propia capacidad<br />

correctiva y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión, mo<strong>de</strong>rar los mayores <strong>de</strong>sniveles y <strong>de</strong>salineamientos<br />

iniciales.<br />

CUIDADOS EN LA FASE DE NIVELAMIENTO<br />

Figura 1.98 – El alambre<br />

.014”<strong>de</strong> nitinol siendo utilizado<br />

como el primer alambre <strong>de</strong> la<br />

fase <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

Entre tanto, ya que el alambre .014” <strong>de</strong> nitinol presenta una "flexibilidad", cuando<br />

los mismos son aplicados en apiñamientos severos, luego observamos efectos in<strong>de</strong>seables<br />

(Figura 1.99; 1.100), cuando tratamos la falta <strong>de</strong> espacio asociada a las maloclusiones <strong>de</strong><br />

mordida abierta, o, <strong>de</strong> mordida profunda.<br />

Figura 1.99 – Vista frontal intrabucal:<br />

nótese el <strong>de</strong>snivel <strong>de</strong>l diente 13,<br />

asociado a la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mordida<br />

abierta anterior en la región incisal,<br />

hecho que clínicamente acompañaba<br />

el resultado cefalométrico <strong>de</strong> la misma<br />

paciente.


En los casos <strong>de</strong> mordida abierta anterior, se <strong>de</strong>berá tener cuidado al escoger los<br />

dientes que irán a participar <strong>de</strong> la fase inicial <strong>de</strong> nivelamiento, pues como vemos en la<br />

Figura 1.100, la inclusión <strong>de</strong>l diente 13, en una paciente que presentaba una relación<br />

cefalométrica favorable para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la mordida abierta anterior (padrón<br />

dolicofacial); conjugado a una situación clínica <strong>de</strong> gran <strong>de</strong>snivel, el conjunto <strong>de</strong> estas dos<br />

cuestiones ocasionó la abertura <strong>de</strong> la mordida en la región anterior.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, como hubo en el arco inferior una larga fase <strong>de</strong> nivelamiento con<br />

alambres redondos, los mismos no controlaron la angulación incisal llevando el paciente a<br />

una situación <strong>de</strong> topo-a-topo.<br />

Evi<strong>de</strong>ntemente esta cuestión podrá ser suficientemente tratada, sin embargo, es<br />

innegable el grado <strong>de</strong> dificultad que fue incluido en la resolución <strong>de</strong> este problema (Figura<br />

1.101).<br />

Figura 1.100 – Vista frontal<br />

intrabucal en la fase <strong>de</strong> nivelamiento,<br />

con la presencia <strong>de</strong>l alambre .016” x<br />

.022”, en el arco superior, y el alambre<br />

.014”<strong>de</strong> nitinol en el arco inferior.<br />

Figura 1.101 – Vista frontal<br />

intrabucal, postratamiento, ya con<br />

la mordida anterior abierta<br />

corregida, bien como la situación<br />

<strong>de</strong> apiñamiento inicial y, el <strong>de</strong>svío<br />

<strong>de</strong> la línea media antes existente.<br />

En los casos <strong>de</strong> mordida profunda será <strong>de</strong> extrema relevancia introducir cuanto<br />

antes posible, el arco inferior en el protocolo <strong>de</strong>l tratamiento, entre tanto, <strong>de</strong>berán ser<br />

promovidas condiciones para que esto sea posible.<br />

53


54<br />

Así en los casos con exodoncias, son primordiales el control <strong>de</strong>l torque en la<br />

región anterior, y más aun, el control máximo <strong>de</strong> anclaje <strong>de</strong>l segmento posterior (Figura<br />

1.102; 1.103; 1.104; 1.105).<br />

Figura 1.102 – Vista frontal<br />

intrabucal pretratamiento, don<strong>de</strong><br />

se ve una acentuada sobremordida.<br />

Figura 1.104 – Vista frontal<br />

intrabucal, don<strong>de</strong> se ve el instrumento<br />

inferior ya montado, lo que favorece el<br />

tratamiento efectivo <strong>de</strong> la mordida<br />

profunda clínicamente instalada.<br />

No obstante dos factores podrán ser asociados al tratamiento <strong>de</strong> las mordidas<br />

abiertas anteriores, o, <strong>de</strong> las mordidas profundas:<br />

Primero, la alteración <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> los brackets,<br />

Segundo, la aplicación <strong>de</strong> alambres especiales:<br />

Figura 1.103 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> una maloclusión <strong>de</strong> clase II,<br />

división 2.<br />

Figura 1.105 – Vista lateral<br />

intrabucal <strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> vemos<br />

en la arcada superior el alambre<br />

.017” x .025” <strong>de</strong> acero, ya<br />

adaptado a fin <strong>de</strong> implementar la<br />

curva <strong>de</strong> Spee en el mismo.


1. Con curva <strong>de</strong> Spee (en los casos <strong>de</strong> mordida profunda),<br />

2. Alambres con pliegues <strong>de</strong> extrusión en los casos <strong>de</strong> mordida anterior abierta.<br />

La alteración <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> adhesión, ha sido largamente utilizada en nuestra<br />

experiencia clínica en la posición <strong>de</strong> los incisivos superiores e inferiores.<br />

En mordidas abiertas anteriores comúnmente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir el "x", utilizando<br />

como referencia los premolares, alteraremos en 0,5 mm en la dirección más cervical, lo que<br />

favorece el cierre <strong>de</strong> la mordida abierta anterior (Figura 1.106; 1.107).<br />

En el capítulo 3, <strong>de</strong>scribiremos con mayor <strong>de</strong>talle nuestra forma <strong>de</strong> intervención<br />

frente a estos tipos <strong>de</strong> maloclusiones, sin embargo, la alteración <strong>de</strong> la adhesión ciertamente<br />

favorece el encaminamiento <strong>de</strong> la cuestión, en busca <strong>de</strong> una mejor solución.<br />

Figura 1.106 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

portador <strong>de</strong> mordida anterior abierta.<br />

Ya con referencia a los arcos especiales, en el capítulo III, don<strong>de</strong> trataremos <strong>de</strong> las<br />

maloclusiones <strong>de</strong> clase III, estaremos abordando con mayores <strong>de</strong>talles, el arco <strong>de</strong><br />

vestibularización, que es uno <strong>de</strong> los arcos especiales utilizados en nuestra técnica.<br />

No obstante para el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas profundas la forma más<br />

convencional seria la utilización <strong>de</strong> arcos con curva <strong>de</strong> Spee, en alambres <strong>de</strong> acero, bien<br />

55<br />

Figura 1.107 – Vista frontal <strong>de</strong>l paciente con la<br />

mordida anterior abierta, en tratamiento, don<strong>de</strong><br />

se observan los brackets <strong>de</strong> la región incisal<br />

superior, ya con la modificación <strong>de</strong> la posición.


56<br />

sea redondo (pudiendo ser .016”, o, .018”), o bien sea, el alambre .017” x .025” (Figura<br />

1.108; 1.109)<br />

Figura 1.109 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

arco superior con curva <strong>de</strong> Spee ya<br />

instalado.<br />

El alambre <strong>de</strong> calibre .016” (Figuras 1.110 y 1.111), podrá ser aplicado en fases<br />

iniciales <strong>de</strong>l nivelamiento <strong>de</strong>pendiendo: <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> apiñamiento encontrado, y<br />

principalmente, <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>salineamiento verificado.<br />

Su aplicación podrá ocurrir en condiciones especiales, siempre con la atención al<br />

hecho <strong>de</strong>l mismo permitir una mayor vestibularización, lo que en la mayoría <strong>de</strong> las veces<br />

no seria favorable, aun más, en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II tratadas con exodoncia <strong>de</strong> los<br />

premolares superiores, o aun mismo, en las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, por el potencial <strong>de</strong><br />

estos alambres promueven una acentuada vestibularización que podría ser catastrófica<br />

para una buena evolución <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Figura 1.108 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

arco superior con curva <strong>de</strong> Spee<br />

El alambre .016”: la relevancia <strong>de</strong> su aplicación en el<br />

nivelamiento.


57<br />

Entretanto, si por ventura el paciente presentar mordida profunda <strong>de</strong> naturaleza<br />

esqueletal, con implicaciones clínicas, utilizaremos el alambre .016” <strong>de</strong> acero, pues con<br />

este alambre podrá ser posible adaptar una curva <strong>de</strong> Spee, con la finalidad <strong>de</strong> favorecer la<br />

vestibularización inicial <strong>de</strong> los dientes anteriores superiores, y a través <strong>de</strong> la cual será<br />

posible disminuir la misma sobremordida, aumentando la sobresaliencia, y con este<br />

procedimiento permitimos espacio suficiente para el montaje <strong>de</strong>l instrumento en el arco<br />

inferior en una fase subsecuente.<br />

Figura 1.110 – Vista frontal <strong>de</strong> mordida profunda<br />

en paciente con maloclusión <strong>de</strong> clase II.<br />

Con todo, sino estuviésemos frente a las condiciones anteriormente citadas, y<br />

<strong>de</strong>seásemos un alambre que presentase mayor po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión con la finalidad <strong>de</strong><br />

alcanzar dientes acentuadamente fuera <strong>de</strong>l alineamiento, el alambre .016” <strong>de</strong> nitinol podría<br />

ser aplicado (Figura 1.112).<br />

Otras aplicaciones para el alambre <strong>de</strong> .016”, serían los casos tratados con exodoncia,<br />

ya que en nuestra técnica, realizamos la retracción completa <strong>de</strong> los caninos superiores<br />

durante la fase <strong>de</strong> nivelamiento, siendo normalmente necesarios en torno <strong>de</strong> cuatro meses<br />

para la completa translación <strong>de</strong> los mismos.<br />

Figura 1.111 – Alambre 0.16” <strong>de</strong> acero con<br />

curva <strong>de</strong> Spee aplicado en mordida profunda.<br />

.


58<br />

Las fuerzas <strong>de</strong>berán ser <strong>de</strong> pequeña magnitud para que no causemos un<br />

movimiento solamente <strong>de</strong> corona, pero si <strong>de</strong> cuerpo en esta translación <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores (Figura 1.113; 1.114; 1.115; 1.116).<br />

Figura 1.112 – Alambre .016” <strong>de</strong><br />

nitinol: instalado con el objetivo <strong>de</strong><br />

alinear mejor el diente 42.<br />

En busca <strong>de</strong> un movimiento más rápido y con menor rozamiento, el alambre .016”<br />

<strong>de</strong> nitinol podrá ser utilizado, para el <strong>de</strong>slizamiento inicial <strong>de</strong> los caninos superiores, pero<br />

siempre atentos a una probable <strong>de</strong>flexión, y en la constatación <strong>de</strong>l menor indicio <strong>de</strong> ella,<br />

el movimiento <strong>de</strong> retracción <strong>de</strong>berá ser realizado con el alambre .016” x .022”.<br />

Figura 1.114 – Inicio <strong>de</strong> la retracción <strong>de</strong><br />

canino realizada con elástico corriente sobre<br />

alambre .016” <strong>de</strong> nitinol presente en la arcada<br />

superior.<br />

Figura 1.113 – Vista lateral <strong>de</strong> caso don<strong>de</strong> será<br />

realizada la exodoncia <strong>de</strong> los primeros premolares,<br />

con posterior retracción <strong>de</strong> los caninos.


Figura 1.115 – Finalizando la retracción <strong>de</strong>l<br />

canino superior, con elástico corriente sobre<br />

La activación <strong>de</strong>l lace-back, o, el cambio <strong>de</strong>l elástico corriente <strong>de</strong>be ocurrir <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> tres a cuatro semanas, para que un movimiento <strong>de</strong>l cuerpo pueda ser observado, pues<br />

como afirmamos anteriormente fuerzas en torno <strong>de</strong> 250 a 300 gr. son disipadas al inicio <strong>de</strong><br />

este movimiento.<br />

Por cuenta <strong>de</strong> estos niveles <strong>de</strong> fuerzas será esperada alguna rotación, seguida <strong>de</strong><br />

inclinación <strong>de</strong> la corona.<br />

Sin embargo, como la fuerza elástica promueve una retracción constante, y aun,<br />

como ocurrirá la perdida <strong>de</strong> buena parte <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> elasticidad <strong>de</strong>l mismo, por la acción<br />

<strong>de</strong> la saliva, o también, por las alteraciones <strong>de</strong> la temperatura bucal; lo que se comprueba,<br />

es que la fuerza elástica mantendrá el diente con su corona ligeramente inclinada y rotada.<br />

A partir <strong>de</strong> este momento tendremos el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los alambres aplicados,<br />

que por el hecho <strong>de</strong> poseer una "memoria", la misma actuará, produciendo la<br />

verticalización <strong>de</strong> la raíz <strong>de</strong>l diente movido y evi<strong>de</strong>ntemente permitiendo al canino superior<br />

ocupar una nueva posición más distal, haciendo contacto con el segundo premolar<br />

superior.<br />

alambre trenzado .016” x .022”.<br />

Figura 1.116 – Retracción <strong>de</strong>l canino terminada, ya<br />

con alambre .017” x .025” <strong>de</strong> nitinol instalado, y el<br />

segmento molar / premolar / canino conjugado con<br />

frenillo metálico .008”.<br />

59


60<br />

El Alambre .016” x .022”: su relevancia en nuestra<br />

técnica<br />

Cuando dada la retracción <strong>de</strong> los caninos superiores, el alambre .016” x .022” <strong>de</strong><br />

acero trenzado Twist-Flex (Figura 1.117; 1.118) <strong>de</strong>berá ser aplicado, pues con el mismo<br />

conseguiremos una mejor verticalización <strong>de</strong> los caninos superiores, justamente por el<br />

hecho <strong>de</strong> ser un alambre rectangular, que aunque flexible, por el rozamiento que el mismo<br />

provoca en el movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento, no será observada la in<strong>de</strong>seable <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong><br />

los arcos, tan problemática en caso <strong>de</strong> ocurrir en esta fase.<br />

Figura 1.117 – Vista lateral, mostrando la<br />

retracción <strong>de</strong>l canino superior con el alambre<br />

.016”, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos observar que el mismo no<br />

establece gran<strong>de</strong> rozamiento durante su<br />

<strong>de</strong>slizamiento a lo largo <strong>de</strong>l alambre.<br />

Figura 1.119 – Vista lateral con el canino superior<br />

ya distalizado, y conjugado al 2º premolar y 1º<br />

molar superior, con todos los dientes amarrados al<br />

alambre <strong>de</strong> calibre rectangular .016” x .022” por<br />

medio <strong>de</strong> frenillos metálicos.<br />

Figura 1.118 – Vista lateral, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos<br />

observar el alambre .016” x .022”, que establece un<br />

mayor rozamiento con el encaje <strong>de</strong>l bracket <strong>de</strong>l<br />

canino, hecho este <strong>de</strong> gran relevancia, con el<br />

objetivo <strong>de</strong> no permitir una severa <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l<br />

arco superior, que pue<strong>de</strong> acarrear un aumento <strong>de</strong> la<br />

sobremordida anterior.


61<br />

Con este alambre adaptado, y con el canino realizando punto <strong>de</strong> contacto con el 2º<br />

premolar, en este momento o conjugamos con el frenillo metálico, <strong>de</strong> tal forma que<br />

tendremos un segmento posterior formado por los dientes superiores canino - 2º premolar -<br />

1º molar, siendo que este alambre <strong>de</strong>berá quedar ahora en posición, con los frenillos<br />

metálicos individuales (Figura 1.119).<br />

En los casos don<strong>de</strong> fue constatada una <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos <strong>de</strong>bido a la retracción<br />

<strong>de</strong> los caninos, o en los casos don<strong>de</strong> este constatada una mordida profunda ya instalada al<br />

inicio <strong>de</strong>l tratamiento (principalmente si el paciente es <strong>de</strong>l tipo braquifacial), estará<br />

indicada la colocación <strong>de</strong> alambres especiales, bien sea el alambre .016”, o el alambre<br />

.018” <strong>de</strong> acero para proseguir en el tratamiento, cuando en los mismos será posible la<br />

implementación <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee (Figura 1.120; 1.121; 1.122).<br />

Figura 1.120 – Mordida Profunda inicial<br />

Figura 1.121 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente en la<br />

fase <strong>de</strong> nivelamiento con alambre <strong>de</strong> acero<br />

.016”.<br />

Figura 1.122 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente en la fase <strong>de</strong> nivelamiento<br />

con alambre <strong>de</strong> acero .018”.


62<br />

Por tanto:<br />

El uso <strong>de</strong> fuerzas leves en la fase <strong>de</strong> nivelamiento es esencial para que el movimiento<br />

ortodóncico pueda ocurrir por reabsorción frontal.<br />

El concepto <strong>de</strong> fuerza leve, no está necesariamente ligado a los alambres más<br />

flexibles, pero si a la frecuencia <strong>de</strong> activación <strong>de</strong> las fuerzas durante el tratamiento<br />

ortodóncico, y principalmente al número <strong>de</strong> dientes incluidos en el mismo, porque<br />

ciertamente al adicionar el mayor número posible <strong>de</strong> elementos <strong>de</strong>ntarios en busca <strong>de</strong> la<br />

alineación y nivelamiento, si estos movimientos fueren <strong>de</strong> gran magnitud, con certeza<br />

estaremos frente a fuerzas pesadas.<br />

Un <strong>de</strong>talle muy importante, si preten<strong>de</strong> buscar el alineamiento <strong>de</strong>ntario, bien sea<br />

para corregir rotaciones o apiñamientos, será <strong>de</strong> extrema importancia disponer espacios<br />

para estos movimientos <strong>de</strong>ntarios (Figura 1.123; 1.124).<br />

Figura 1.123 - Vista oclusal <strong>de</strong>l arco<br />

inferior <strong>de</strong> un paciente en tratamiento,<br />

don<strong>de</strong> ya se dispuso el espacio<br />

necesario para la inclusión <strong>de</strong>l diente<br />

42 en el arco <strong>de</strong> alineamiento; en este<br />

momento el espacio está siendo<br />

mantenido por un resorte o muelle<br />

cerrado <strong>de</strong> nitinol, en cuanto el diente<br />

esté siendo alineado.<br />

Figura 1.124 – Vista oclusal <strong>de</strong>l<br />

mismo paciente con el diente 42, ya<br />

en mejor ejercicio <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

.


Habiendo concluido el proceso <strong>de</strong> nivelamiento <strong>de</strong> las arcadas, en los casos con<br />

exodoncia <strong>de</strong> los premolares, y ya con los caninos superiores conjugados a los premolares y<br />

molares, el próximo paso en el protocolo <strong>de</strong> tratamiento será el cierre <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> las<br />

exodoncias.<br />

Con este objetivo algunos factores <strong>de</strong>berán estar presentes, para que el cierre <strong>de</strong> los<br />

espacios ocurra a su término con los caninos superiores en relación a la clase I con los<br />

caninos inferiores.<br />

Retracción Incisal<br />

De esta forma enumeramos algunas condiciones que consi<strong>de</strong>ramos esenciales y que son<br />

(Figura 1.125):<br />

El perfecto nivelamiento <strong>de</strong> los arcos, tanto superior como inferior,<br />

principalmente, cuando se <strong>de</strong>sea el movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento para el cierre <strong>de</strong> los<br />

espacios <strong>de</strong> las exodoncias. Este perfecto nivelamiento, caso no este presente, será una<br />

<strong>de</strong> las primeras causas <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media que ocurre en este momento <strong>de</strong>l<br />

tratamiento (Figura 1.126).<br />

Figura 1.125 – Vista lateral <strong>de</strong> una paciente<br />

tratada con exodoncia <strong>de</strong> los premolares<br />

superiores, en el momento <strong>de</strong> la retracción<br />

superior incisal, con todos los recursos<br />

utilizados en nuestra técnica, ya instalados.<br />

63<br />

Figura 1.126 – Vista frontal, cuando ya po<strong>de</strong>mos<br />

notar el inicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> un <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la<br />

línea media, por cuenta <strong>de</strong> las fuerzas elásticas que<br />

no están comportándose clínicamente <strong>de</strong> forma<br />

simétrica.


64<br />

Otra cuestión relevante es la presencia en ambas arcadas, <strong>de</strong> alambres rígidos,<br />

siendo que en nuestra técnica son utilizados los alambres <strong>de</strong> calibre .017” x .025”<br />

(Figura 1.126), que podrán ser <strong>de</strong> nitinol o <strong>de</strong> acero, resistentes a la <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los<br />

arcos. De esta forma si es constatada la <strong>de</strong>flexión durante la utilización <strong>de</strong> los<br />

alambres <strong>de</strong> nitinol, estará indicado el cambio <strong>de</strong> estos alambres por los <strong>de</strong> acero, para<br />

que en los mismos puedan inclusive ser inseridas las curvas <strong>de</strong> Spee.<br />

El tercer factor a ser observado trata <strong>de</strong> los dispositivos <strong>de</strong> retracción.<br />

Anteriormente ya utilizamos alzas <strong>de</strong> retracción, sin embargo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> algunos años<br />

<strong>de</strong>cidimos optar por los elásticos <strong>de</strong> retracción para que los mismos pudiesen estimular<br />

un movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento en la fase <strong>de</strong> retracción. El mayor cuidado <strong>de</strong>berá ser<br />

no provocar la <strong>de</strong>flexión en los arcos <strong>de</strong> retracción visto que, estos elásticos podrán<br />

producir fuerzas medias en torno <strong>de</strong> 300 gr. Normalmente son aplicados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

caninos superiores <strong>de</strong> un lado, que en este momento hacen parte <strong>de</strong> los segmentos<br />

posteriores <strong>de</strong> la arcada, hasta los caninos superiores <strong>de</strong>l otro lado <strong>de</strong> la arcada<br />

(Figura 1.124). Deberán ser substituidos a cada sesión (<strong>de</strong> tres a cuatro semanas <strong>de</strong><br />

intervalo entre las mismas). Ya en la presencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos, las fuerzas<br />

<strong>de</strong>berán ser suspensas hasta que se consiga el tratamiento total <strong>de</strong> esta cuestión<br />

Figura 1.127 – Vista lateral <strong>de</strong> una<br />

paciente adulta, en la cual fue utilizado<br />

el elástico corriente con la finalidad <strong>de</strong><br />

producir el cierre <strong>de</strong> espacios oriundos<br />

da exodoncia <strong>de</strong>l premolar superior,<br />

siendo observada una <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los<br />

arcos en la posición <strong>de</strong>l premolar,<br />

caracterizada por la ausencia <strong>de</strong><br />

intercuspidación entre los mismos<br />

(superior e inferior).<br />

(Figura 1.125; 1.126).


Figura 1.128 – Vista lateral <strong>de</strong> la misma<br />

paciente, en cuyo momento fue finalizada<br />

la utilización <strong>de</strong> los elásticos corrientes,<br />

habiendo sido aplicados elásticos <strong>de</strong><br />

intercuspidación <strong>de</strong> calibre 3/16 en la<br />

región <strong>de</strong> los premolares (superior e<br />

inferior), con el auxilio <strong>de</strong> frenillos<br />

Kobayashi.<br />

Otro punto relevante se refiere a la utilización <strong>de</strong> los elásticos intermaxilares<br />

(Figura 1.126), que, como ya vimos anteriormente, se hacen necesarios para preservar al<br />

máximo el anclaje posterior. Sin embargo, si sirve <strong>de</strong> ayuda en este ítem, no po<strong>de</strong>mos<br />

olvidar, que los mismos, presentan indicaciones específicas y contraindicaciones,<br />

<strong>de</strong>biendo haber mucho cuidado en su utilización. Por tanto, aunque en nuestra técnica<br />

la utilización <strong>de</strong> los elásticos intermaxilares (<strong>de</strong> clase II o <strong>de</strong> clase III),<br />

preferencialmente sean aplicados sobre los molares e incisivos laterales, con la intención<br />

<strong>de</strong> acentuarse el efecto <strong>de</strong>l vector horizontal <strong>de</strong> distalización, en <strong>de</strong>terminados casos<br />

podremos utilizar los elásticos <strong>de</strong> clase II “cortos”, don<strong>de</strong> a través <strong>de</strong> los mismos se<br />

observarán los efectos <strong>de</strong> los vectores verticales (Figura 1.129; 1.130).<br />

Figura 1.129 – Vista intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente adulto con<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II, antes <strong>de</strong><br />

iniciado el tratamiento ortodóncico.<br />

65


66<br />

Figura 1.130 – Vista intrabucal lateral<br />

<strong>de</strong>recha <strong>de</strong> una paciente don<strong>de</strong> fue<br />

utilizado el elástico <strong>de</strong> clase II “corto”,<br />

aplicado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el segundo premolar<br />

inferior hasta el incisivo lateral superior.<br />

La utilización <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II “cortos”, presenta la ventaja <strong>de</strong> actuar en la<br />

finalización <strong>de</strong> los casos, bien sea con o sin exodoncia, don<strong>de</strong> observaremos el vector<br />

horizontal <strong>de</strong> distalización, acrecido <strong>de</strong> los vectores verticales que pue<strong>de</strong>n ayudar en la<br />

intercuspidación (Figura 1.131).<br />

Este protocolo se hace necesario porque las fuerzas elásticas intermaxilares<br />

(principalmente los elásticos <strong>de</strong> clase II), que actuarán durante el cierre <strong>de</strong> los espacios<br />

existentes entre el incisivo lateral y el canino, servirán para el control y preservación <strong>de</strong>l<br />

anclaje.<br />

En tanto las fuerzas elásticas también pue<strong>de</strong>n promover la <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos <strong>de</strong><br />

esta forma, como normalmente actuamos con niveles <strong>de</strong> magnitud <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong> anclaje<br />

posterior, <strong>de</strong> media en torno <strong>de</strong> 300 a 400 gr., los arcos rectangulares aplicados en este<br />

momento en el tratamiento ortodóncico son incuestionablemente obligatorios.<br />

Figura 1.131 – Vista intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> observamos la<br />

aplicación <strong>de</strong>l elástico <strong>de</strong> clase II<br />

“corto”, <strong>de</strong>l segundo premolar al<br />

incisivo lateral superior, con el<br />

cuidado <strong>de</strong> estar siempre vigilantes<br />

para que no ocurra la versión <strong>de</strong><br />

rotación <strong>de</strong>l segundo premolar<br />

inferior.


67<br />

La utilización <strong>de</strong> los arcos rectangulares se vuelve obligatoria porque los elásticos<br />

<strong>de</strong> clase II y clase III provocan movimientos in<strong>de</strong>seables tanto para los dientes posteriores,<br />

como para los dientes anteriores; siendo que al comprobar dos vectores <strong>de</strong> fuerzas<br />

actuando, en el caso <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II, el primer vector, horizontal provoca:<br />

(1) movimiento mesializante <strong>de</strong> los dientes posteriores inferiores pudiendo acarrear<br />

la vestibularización <strong>de</strong> los dientes anteriores;<br />

(2) movimiento distalizante <strong>de</strong>l bloque anterior superior (movimiento esperado en las<br />

retracciones incisales).<br />

Un segundo vector vertical provoca dos movimientos altamente in<strong>de</strong>seables en la<br />

mayoría <strong>de</strong> los casos seria:<br />

movimiento;<br />

(1) La extrusión <strong>de</strong> los dientes posteriores notadamente <strong>de</strong> los molares, y un otro<br />

(2) Extrusivo en la arcada anterior superior que implicaría en graves problemas,<br />

pues llevaría el paciente a exhibir un aumento en la sobremordida durante la retracción<br />

dificultando el proceso <strong>de</strong> retracción.<br />

Ya con referencia a los elásticos <strong>de</strong> clase III, por su forma <strong>de</strong> utilización tendríamos<br />

también dos vectores importantes, siendo el primero el vector horizontal que provoca:<br />

(1) perdida <strong>de</strong> anclaje posterior superior (hecho este esperado en la actuación <strong>de</strong><br />

estas fuerzas elásticas);<br />

(2) lingualización <strong>de</strong> los dientes anteriores inferiores (relevante en los casos <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III);<br />

Y un segundo vector vertical, que permitiría:<br />

(1) La extrusión molar superior,<br />

(2) extrusión <strong>de</strong> los dientes anteriores inferiores.<br />

De esta forma, por todos estos efectos, la mayoría in<strong>de</strong>seables, se vuelve obligatorio<br />

el uso <strong>de</strong> alambres <strong>de</strong> calibre mayor, y más específicamente, que controlen el torque <strong>de</strong> los<br />

dientes a lo largo <strong>de</strong>l arco para que tengamos en la utilización <strong>de</strong> las fuerzas elásticas, los<br />

efectos favorables que ayudarían en la retracción anterior.


68<br />

Cabe aun subrayar que la utilización <strong>de</strong> estos elásticos (clase II o III), la verdad<br />

correspon<strong>de</strong> a las alternativas necesarias, pero accesorios durante la retracción, pues la<br />

verda<strong>de</strong>ra retracción anterior es in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> la perdida <strong>de</strong> anclaje,<br />

solamente será verificada por la actuación <strong>de</strong> las fuerzas elásticas distendidas por los<br />

elásticos corrientes, uniendo el canino <strong>de</strong> un lado <strong>de</strong> la arcada, hasta el canino<br />

contralateral.<br />

El mecanismo <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong> estos elásticos corrientes provoca el movimiento <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>slizamiento <strong>de</strong>l arco posibilitando la retracción anterior, y consecuentemente, el cierre <strong>de</strong><br />

los espacios existentes entre los incisivos laterales y los caninos, y para esto el alambre<br />

rectangular podrá ser en principio el alambre <strong>de</strong> nitinol.<br />

No obstante, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> algunas condiciones:<br />

Cuando en la presencia <strong>de</strong> mordidas profundas esqueléticas asociadas a las mordidas<br />

clínicas profundas (Figura 1.132);<br />

O en casos, don<strong>de</strong> se observa <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos, <strong>de</strong>bido a los niveles <strong>de</strong> magnitud<br />

<strong>de</strong> fuerzas empleadas (Figura 1.133);<br />

O aun, cuando no se constata más sobresaliencia necesaria para la evolución <strong>de</strong>l<br />

proceso <strong>de</strong> retracción incisal (Figura 1.134);<br />

Figura 1.132 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente<br />

braquifacial, con mordida profunda clínica,<br />

don<strong>de</strong> fue necesaria la implementación <strong>de</strong> la<br />

curva <strong>de</strong> Spee en el arco superior, para<br />

proseguirse con la retracción incisal.


En este caso será necesaria la implementación <strong>de</strong> alambres rectangulares <strong>de</strong> acero,<br />

en los cuales podrán ser aplicados o no curvas <strong>de</strong> Spee, para seguir con nuestra mecánica<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento, y el consecuente cierre <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> las exodoncias.<br />

Las activaciones o cambios <strong>de</strong> estos elásticos corrientes <strong>de</strong>ben ocurrir a cada tres o<br />

cuatro semanas, con los elásticos <strong>de</strong> clase II, utilizados en la hipótesis <strong>de</strong> una retracción<br />

incisal <strong>de</strong>seada con el mayor control posible <strong>de</strong> anclaje.<br />

Ya los elásticos <strong>de</strong> clase III <strong>de</strong>berán ser utilizados con la hipótesis inversa, cuando se<br />

<strong>de</strong>sea una mayor perdida <strong>de</strong> anclaje, principalmente en los casos, don<strong>de</strong> haya mordida<br />

abierta anterior, sobre los cuales, conviene subrayar que no estará presente ningún tipo <strong>de</strong><br />

anclaje fijo.<br />

En tanto, normalmente no utilizamos los elásticos <strong>de</strong> clase III, porque acostumbran<br />

promover una fuerte <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos, que podrá inviabilizar la continuidad <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico, especialmente por los clínicos sin gran experiencia (Figura<br />

1.135).<br />

Figura 1.133 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

intrabucal <strong>de</strong> paciente con tratamiento<br />

69<br />

ortodóncico en la fase <strong>de</strong> retracción incisal,<br />

don<strong>de</strong> se observa una discreta <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong><br />

los arcos superior e inferior, ocasionado<br />

por la acción <strong>de</strong> las fuerzas elásticas <strong>de</strong><br />

retracción anterior con elásticos corrientes<br />

+ elásticos <strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 1.134 – Vista intrabucal lateral<br />

<strong>de</strong>recha don<strong>de</strong> se percibe la ausencia <strong>de</strong><br />

espacio entre los incisivos superiores e<br />

inferiores, quedando por tanto<br />

imposibilitado el proseguimiento <strong>de</strong> la<br />

retracción incisal.


70<br />

En los casos programados con cuatro exodoncias (premolares superiores e<br />

inferiores), la retracción incisal será iniciada preferencialmente en el arco superior,<br />

solamente no aconteciendo <strong>de</strong> esta forma por la ausencia <strong>de</strong> espacio (en los casos <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase I, o <strong>de</strong> biprotrusión, este hecho podrá ser verificado).<br />

Teniendo cuidado <strong>de</strong> alternar, ora retracción inferior, ora retracción superior, para<br />

que no sea creada una gran sobresaliencia durante este proceso, y principalmente, para<br />

que podamos tener un control eficaz <strong>de</strong> la sobremordida (Figura 1.136).<br />

Figura 1.136 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente tratado con cuatro exodoncias <strong>de</strong><br />

los primeros premolares.<br />

Figura 1.135 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

don<strong>de</strong> observamos la aplicación <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase III, que promovió una<br />

acentuada <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> los arcos<br />

superior e inferior, inclusive don<strong>de</strong> ya se<br />

nota la ausencia <strong>de</strong> intercuspidación <strong>de</strong>l<br />

área premolar.<br />

Pudiendo ser necesario en <strong>de</strong>terminado momento el torque vestibular anterior para<br />

que tengamos condiciones <strong>de</strong> proseguir con la retracción, o aun, el aumento <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong><br />

Spee en los arcos rectangulares para que la sobremordida pueda ser controlada, pues el<br />

mecanismo <strong>de</strong> retracción anterior por la técnica <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento predispone la arcada


71<br />

anterior a realizar el aumento <strong>de</strong> sobremordida, que implicaría en una enorme dificultad<br />

para el fin <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Arcos I<strong>de</strong>ales y Torsión Incisal<br />

En la Disciplina Vari-Simpex (DVS), los torques i<strong>de</strong>ales fueron proyectados a partir<br />

<strong>de</strong> las torsiones medias <strong>de</strong> los arcos rectangulares <strong>de</strong> 50 casos concluidos, que presentaban<br />

oclusión i<strong>de</strong>al, con el sistema <strong>de</strong>sarrollado para que tuviese una maximización <strong>de</strong> sus<br />

objetivos cuando aplicados sobre alambres rectangulares <strong>de</strong> acero .017” x .025” contra<br />

“slots” <strong>de</strong> brackets con calibre .018”.<br />

De esta forma los torques aplicados en la DVS exhiben tres grados negativos,<br />

principalmente porque en esta técnica en casos <strong>de</strong> exodoncia <strong>de</strong> los premolares, el canino<br />

superior es retraído primero, constituyéndose inclusive, en protocolo <strong>de</strong> referencia <strong>de</strong> la<br />

técnica en la fase <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

También son aplicados torques negativos (linguales) <strong>de</strong> cinco grados en los incisivos<br />

inferiores, y finalmente, en los molares serán aplicados torques cero; siendo que en<br />

conjunto podremos observar un torque progresivo lingual en el arco inferior, al contrario<br />

<strong>de</strong>l arco superior, don<strong>de</strong> esta característica se vuelve menos evi<strong>de</strong>nte.<br />

Con la mayoría <strong>de</strong> los actuales brackets ortodóncicos presentando prescripción <strong>de</strong><br />

torques (Figura 1.137; 1.138), embutidas en su construcción, lo que minimiza sobremanera<br />

el trabajo <strong>de</strong>l ortodoncista, en tanto siempre existirá una discrepancia entre el torque<br />

colocado en el “slot” <strong>de</strong>l bracket, y aquel necesario para cada caso individualizado, pues<br />

innumeras serán las variaciones implicadas, porque la torsión presente en estos “slots” no<br />

lleva en cuenta la edad <strong>de</strong>l paciente, ángulo nasolabial, tipo facial, angulación<br />

preexistente, mecánica con o sin exodoncia.


72<br />

Figura 1.138 – Paciente adulto en vista<br />

frontal intrabucal, en fase <strong>de</strong> finalización,<br />

con los brackets inferiores ya removidos.<br />

Sabemos que ninguna fuerza efectiva <strong>de</strong> torque es producida cuando un alambre<br />

redondo es colocado en un arco, por el hecho <strong>de</strong> no haber en este momento una arista, o,<br />

ángulo <strong>de</strong>l alambre para entrar en contacto con los “slots” <strong>de</strong> los brackets.<br />

Ya que ningún alambre rectangular con dimensiones bien menores realizará un<br />

torque efectivo, porque no se encaja perfectamente en los “slots” <strong>de</strong> los brackets; siendo<br />

posible producir un torque significativa, más allá <strong>de</strong> las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l caso tratado, y<br />

muchas veces, actuando como torque resistente a movimientos in<strong>de</strong>seables, y mucho<br />

menos, como torque efectivo.<br />

También <strong>de</strong>berá ser llevado en cuenta si el alambre no estuviere bien ajustado, el<br />

torque efectivo podrá disminuir con el pasar <strong>de</strong> los días, lo que nos lleva a reflexionar sobre<br />

la necesidad <strong>de</strong> frenillos metálicos en esta fase <strong>de</strong>l tratamiento, estando <strong>de</strong>scartada la<br />

utilización <strong>de</strong> los frenillos elásticos porque los mismos pue<strong>de</strong>n per<strong>de</strong>r la elasticidad con el<br />

pasar <strong>de</strong> los días, por la acción <strong>de</strong> diferentes factores existentes en el medio bucal, tales<br />

como, diferencias <strong>de</strong> la temperatura y el PH <strong>de</strong> la saliva.<br />

Figura 1.137 – Paciente adulto en<br />

vista frontal intrabucal, antes <strong>de</strong><br />

iniciado el tratamiento ortodóncico.<br />

De don<strong>de</strong> concluimos que aunque el alambre trenzado .016” x .022” pueda tener<br />

alguna acción <strong>de</strong> torque, será con el alambre .017” x .025” en “slot” .018”, que tendremos


73<br />

los torques efectivos implementados durante el tratamiento ortodóncico (Figuras 1.139;<br />

1.140 y 1.141).<br />

Figura 1.140 - Treinta días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l torque<br />

aplicado en el segmento <strong>de</strong>l segundo premolar<br />

inferior, don<strong>de</strong> se observa inclusive la abertura <strong>de</strong><br />

diastema en sentido mesial, concluyéndose que el<br />

paciente no estaba estable en aquella posición<br />

anterior y probablemente con divergencia en las<br />

raíces.<br />

Figura 1.139 – Vista lateral izquierda con evi<strong>de</strong>ncia<br />

para la región <strong>de</strong>l segundo premolar inferior, don<strong>de</strong><br />

se constata la necesidad <strong>de</strong> torque vestibular, para<br />

mejorar la intercuspidación <strong>de</strong>l caso presentado.<br />

Figura 1.141 – Seis meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada la<br />

fase <strong>de</strong> torque, con el caso ya finalizado, y<br />

presentando buena intercuspidación.<br />

Esta constatación parte <strong>de</strong>l hecho conocido relativo al alambre T. Flex o aun al<br />

TMA .016” x .022”, pues presentan rigi<strong>de</strong>z aproximadamente 40% menor que la <strong>de</strong>l<br />

alambre rectangular .017” x .025”, con el primero siendo más utilizado como arco <strong>de</strong><br />

nivelamiento (retracción <strong>de</strong> los caninos, por ejemplo), cuando observamos indicios <strong>de</strong>


74<br />

divergencia <strong>de</strong> coronas en relación a la <strong>de</strong>l premolar durante el movimiento <strong>de</strong> retracción<br />

<strong>de</strong> los caninos.<br />

Ya el alambre .017” x .025” <strong>de</strong>be ser utilizado como arco final en todos los casos en<br />

nuestra técnica, siendo importante que el arco final permanezca en la boca por lo menos<br />

cinco meses; con este período consi<strong>de</strong>rable siendo necesario para que todos los vectores <strong>de</strong><br />

las fuerzas presentes en los “slots” <strong>de</strong> los brackets sean completadas.<br />

Otro factor a ser citado, es que los alambres <strong>de</strong> acero necesitan <strong>de</strong>l tratamiento<br />

térmico, que tendrá la finalidad <strong>de</strong> mantener las características impresas en el arco<br />

rectangular, pues el acero inoxidable parece tener "memoria" y cuando trabaja<br />

térmicamente, este procedimiento realizado provocará un reor<strong>de</strong>namiento molecular.<br />

Este tratamiento térmico que popularmente <strong>de</strong>nominamos <strong>de</strong> “revenido”<br />

(acastañamiento), <strong>de</strong>berá ocurrir cuantas veces fueren necesarias, principalmente <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> cada maniobra efectiva por parte <strong>de</strong>l ortodoncista sobre el arco rectangular o redondo<br />

<strong>de</strong> acero.<br />

Contención y Recidiva<br />

La contención comienza cuando el tratamiento activo está completo.<br />

En maloclusión <strong>de</strong>ntaria se acepta que la posición mala <strong>de</strong> los mismos sea en realidad<br />

un estado <strong>de</strong> equilibrio relativo al panorama funcional, y neuromuscular que los envuelve,<br />

pudiendo el tratamiento ortodóncico no ser una garantía <strong>de</strong> conseguir un nuevo estado <strong>de</strong><br />

equilibrio.<br />

La etiología relacionada, dicen los autores, también pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> naturaleza<br />

multifactorial, <strong>de</strong> esta forma en el estudio <strong>de</strong> la etiología, <strong>de</strong>beremos siempre evaluar:<br />

Los hábitos causales, porque los mismos pue<strong>de</strong>n participar en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la<br />

maloclusión, actuando por una <strong>de</strong>terminada época <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l paciente;<br />

Las presiones musculares persistentes, pues al conseguir una nueva posición <strong>de</strong> los<br />

dientes, <strong>de</strong>bemos buscar un equilibrio muscular previo al tratamiento;


Los casos insuficientemente tratados <strong>de</strong>ben ser siempre consi<strong>de</strong>rados, pues no fue<br />

consolidada la oclusión normal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento, en la relación <strong>de</strong> los<br />

molares, y principalmente, la <strong>de</strong> los caninos en ambos lados;<br />

El crecimiento adverso <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento, principalmente en los casos <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, pue<strong>de</strong> comprometer el pronóstico <strong>de</strong>l tratamiento, siendo<br />

más <strong>de</strong>sfavorable, en los pacientes con crecimiento mandibular que presente un<br />

componente <strong>de</strong> tipo vertical;<br />

También po<strong>de</strong>mos encontrar recidiva en los pacientes con maloclusión <strong>de</strong> clase II<br />

con el aparecimiento <strong>de</strong>l apiñamiento en la región antero inferior, especialmente en<br />

los casos en que son terminados en la clase I, con sobremordida pequeña;<br />

El no paralelismo <strong>de</strong> las raíces también pue<strong>de</strong> ser acrecido, principalmente entre los<br />

premolares y los caninos en los casos <strong>de</strong> exodoncia, porque si esto no es conseguido,<br />

podremos tener abertura <strong>de</strong> diastema en el local <strong>de</strong> la extracción;<br />

el propio ligamento periodontal, por sus características <strong>de</strong> elasticidad,<br />

principalmente las fibras <strong>de</strong>l grupo intra alveolar, responsables por la recidiva en los<br />

casos con rotación horizontal;<br />

Y finalmente, una última causa, aunque bastante controvertida, se refiere a la<br />

erupción <strong>de</strong> los terceros molares.<br />

75


76<br />

PRINCÍPIOS DE LA CONTENCIÓN<br />

No <strong>de</strong>ben ser modificadas, especialmente en la arcada inferior (Figura 1.142).<br />

Debemos siempre recordar, que la distancia intercanina no varia, en cuanto<br />

que la distancia intermolar disminuye habitualmente en los casos <strong>de</strong> exodoncias,<br />

<strong>de</strong>bido al movimiento mesial <strong>de</strong> estos dientes durante el tratamiento ortodóncico.<br />

La contención <strong>de</strong> un caso <strong>de</strong> <strong>de</strong>glución anormal no podrá ser consi<strong>de</strong>rada<br />

como concluida sino <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>saparecimiento total <strong>de</strong> los hábitos viciosos<br />

(Figura 1.143).<br />

Distancias intercanina e intermolar<br />

Figura 1.142 – Vista oclusal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo inferior,<br />

para evi<strong>de</strong>nciar que la distancia intercanina<br />

inferior, <strong>de</strong>bería ser consi<strong>de</strong>rada inmutable.<br />

Etiología <strong>de</strong> la maloclusión<br />

Figura 1.143 – Vista lateral <strong>de</strong> una lengua<br />

con tono muscular anormal, habiendo<br />

sido uno <strong>de</strong> los factores etiológicos en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la mordida abierta anterior<br />

en paciente joven.


Regraduación <strong>de</strong> la oclusión<br />

Es clásico <strong>de</strong>cir que la recidiva es proporcional a la regraduación <strong>de</strong> la<br />

oclusión.<br />

De esta forma algunos procedimientos pue<strong>de</strong>n ser realizados tales como, la<br />

gingivectomía en los casos con rotación horizontal, (aunque personalmente no<br />

<strong>de</strong>fiendo este procedimiento como necesario), en relación a la busca <strong>de</strong>l paralelismo<br />

<strong>de</strong> las raíces <strong>de</strong> los dientes vecinos, en los casos <strong>de</strong> extracción <strong>de</strong>berá ser obligatoria.<br />

Es un factor importante, influenciando la velocidad <strong>de</strong> reorganización <strong>de</strong>l<br />

periodonto.<br />

Edad<br />

Oclusión<br />

La oclusión es el factor más po<strong>de</strong>roso para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la estabilidad<br />

<strong>de</strong> una nueva posición, <strong>de</strong> esta forma <strong>de</strong>berá ser buscada una coinci<strong>de</strong>ncia entre la<br />

relación céntrica y la oclusión céntrica al final <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Posición <strong>de</strong>l incisivo inferior<br />

El incisivo inferior <strong>de</strong>be estar siempre perpendicular al hueso basal.<br />

77


78<br />

Crecimiento<br />

Las maloclusiones corregidas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> crecimiento, presentan<br />

una condición <strong>de</strong> mayor estabilidad <strong>de</strong> los movimientos ortodóncicos realizados con<br />

la consecuente disminución <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> recidiva.<br />

Finalmente la contención <strong>de</strong>be ser:<br />

a) Tan corta como posible;<br />

b) <strong>de</strong>biendo durar, al menos la mitad <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong>l tratamiento activo;<br />

c) mantenida hasta que el problema <strong>de</strong> los terceros molares sea resuelto;<br />

d) tan larga cuanto permitir el paciente;<br />

e) el instrumento <strong>de</strong> contención <strong>de</strong>be permitir un movimiento <strong>de</strong>ntario en todas<br />

Fija 3 - 3:<br />

Las direcciones, excepto en aquella en la que el diente fue dislocado.<br />

Instrumentos <strong>de</strong> contención<br />

Generalmente <strong>de</strong> canino para canino inferior, fijadas por lingual y realizadas con<br />

alambres <strong>de</strong> acero (Figura 1.144).<br />

Figura 1.144 – Contención fija<br />

inferior <strong>de</strong>l tipo 3---3 pegada.


2- Instrumento <strong>de</strong> Hawley:<br />

Con ligera modificación en relación al instrumento tradicional <strong>de</strong> Hawley, pues el<br />

alambre en este nuevo diseño pasa por la distal <strong>de</strong>l segundo molar superior (Figuras 1.145;<br />

1.146; 1.147; 1.148; 1.149).<br />

Figura 1.145 –Vista oclusal <strong>de</strong> Arco <strong>de</strong> Hawley<br />

modificado.<br />

Figura 1.146 – Vista lateral <strong>de</strong> Arco <strong>de</strong> Hawley<br />

modificado.<br />

Figura 1.147 – Vista frontal <strong>de</strong> Arco <strong>de</strong> Hawley.<br />

79


80<br />

Figura 1.148 – Vista lateral izquierda<br />

TIEMPO DE UTILIZACIÓN<br />

Los primeros seis meses con uso diurno, siendo removido el instrumento apenas para<br />

higienización, pasando el paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este tiempo a utilizarlo por más seis meses en<br />

el período nocturno.<br />

Figura 1.149 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

Terminado este período, el instrumento pue<strong>de</strong> ser removido, aunque el paciente <strong>de</strong>be<br />

ser observado, y no habiendo ningún comienzo <strong>de</strong> recidiva, las consultas podrán ser<br />

marcadas más espaciadamente, hasta que el mismo pueda ser suspenso <strong>de</strong>finitivamente.<br />

No obstante es muy relevante observar que ningún tratamiento ortodóncico pue<strong>de</strong> ser<br />

consi<strong>de</strong>rado concluido, hasta que sean realizados los ajustes oclusionales.


CONCLUSIÓN<br />

Recordamos que ningún tratamiento ortodóncico es consi<strong>de</strong>rado <strong>de</strong>finitivo, pues el<br />

paciente sufrirá las alteraciones subsiguientes <strong>de</strong> la madurez normal y, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso,<br />

alteraciones advenidas <strong>de</strong> futuros tratamientos odontológicos, principalmente los<br />

restauradores, podrán influir y mucho sobre la estabilidad <strong>de</strong> los casos tratados.<br />

Por tanto me gustaría concluir diciendo, buena suerte, y recuer<strong>de</strong>, la Ortodoncia es la<br />

ciencia <strong>de</strong>l buen censo y <strong>de</strong> la responsabilidad.<br />

81


CAPÍTULO<br />

EL PROCESO DE<br />

DIAGNÓSTICO<br />

2


El método <strong>de</strong> diagnóstico en nuestra técnica presupone la utilización <strong>de</strong> algunos<br />

recursos, don<strong>de</strong> aliamos, a nuestra observación clínica, el conjunto <strong>de</strong> informaciones<br />

obtenidas a partir <strong>de</strong> la anamnesia, con énfasis para el estudio <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento,<br />

envolviendo:<br />

Introducción<br />

Las ten<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong>l mismo,<br />

El estado actual <strong>de</strong>l crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo, y principalmente,<br />

potencial <strong>de</strong> este mismo crecimiento, en la modificación <strong>de</strong> las características<br />

clínicas, ahora presentadas por el paciente.<br />

Así, bajo el esfuerzo crítico <strong>de</strong> observación clínica, durante el examen inicial <strong>de</strong><br />

nuestro paciente, avaluamos por medio <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong>l perfil <strong>de</strong> Arnett-Bergmann:<br />

Probables asimetrías faciales presentes;<br />

también observamos el comportamiento <strong>de</strong> los tercios faciales;<br />

la línea <strong>de</strong> sonrisa;<br />

así como los incisivos superiores e inferiores participan <strong>de</strong>l mismo;<br />

el ángulo nasolabial presente y la proyección nasal;<br />

el ángulo quijada - cuello;<br />

la Región Zigomática.<br />

También en el examen clínico, observaremos todas las cuestiones relacionadas con<br />

la función <strong>de</strong> los músculos envueltos en los ejercicios masticatorios, principalmente, la<br />

actuación <strong>de</strong> labios, lengua y musculatura <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> la mejilla, con especial atención,<br />

para las posibles disfunciones presentes y que puedan <strong>de</strong> alguna forma estar influenciando,<br />

bien sea en el crecimiento facial, y casos <strong>de</strong> pacientes adultos, creando condiciones <strong>de</strong><br />

cronicidad para problemas que pue<strong>de</strong>n llevar <strong>de</strong>terminados pacientes a las recidivas con<br />

los tratamientos ortodóncicos implementados.<br />

De la documentación ortodóncica, a partir <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los, evaluaremos las<br />

cuestiones relacionadas a las discrepancias <strong>de</strong> los mismos, don<strong>de</strong> podremos concluir si<br />

existe espacio presente para el correcto posicionamiento <strong>de</strong> todos los dientes en la arcada,<br />

73


74<br />

con paralelismo entre las raíces y con perpendicularidad <strong>de</strong> las mismas, en relación a su<br />

base apical al final <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, también será evaluada, la forma <strong>de</strong> las arcadas en sentido<br />

transversal, con la finalidad <strong>de</strong> distinguir una posible atresia <strong>de</strong> los arcos, o aun <strong>de</strong><br />

mordidas cruzadas.<br />

tales como:<br />

En los mo<strong>de</strong>los también podremos evaluar <strong>de</strong> forma más clara algunas cuestiones<br />

sobresaliencia (Figura 2.1, en punteado, en la región incisal),<br />

sobremordida (Figura 2.2, en punteado la avaluación <strong>de</strong> la sobremordida),<br />

relación <strong>de</strong> caninos (Figura 2.1, en trazado discontinuo, el local don<strong>de</strong> <strong>de</strong>bería estar<br />

ocluyendo la cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong>l canino superior),<br />

relacionamiento entre las líneas medias, superior e inferior (Figura 2.2, en trazado<br />

discontinuo),<br />

profundidad <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee.<br />

Figura 2.1 – Vista lateral<br />

<strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>lo articulado.<br />

A<strong>de</strong>más será realizado el análisis radiológico que consiste en la evaluación <strong>de</strong><br />

radiografías:<br />

PANORÁMICA (Figura 2.3), don<strong>de</strong> podremos evaluar una serie <strong>de</strong> datos relevantes<br />

para el tratamiento ortodóncico, principalmente <strong>de</strong> los elementos <strong>de</strong>ntarios, como<br />

grado <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> raíces, posibles ausencias, agenesias, lesiones peri apicales,<br />

altura <strong>de</strong>l hueso alveolar correspondiente a cada elemento <strong>de</strong>ntario, forma <strong>de</strong> las<br />

raíces, dirección <strong>de</strong> la erupción, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> evaluar, senos paranasales, forma <strong>de</strong>l<br />

condilo mandibular, entre otros factores.


75<br />

RADIOGRAFIA DE MANO Y MUÑECA (Figura 2.4), para los pacientes en fase<br />

<strong>de</strong> crecimiento activo, notablemente aquellos en que la edad cronológica no esté en<br />

sintonía con la edad <strong>de</strong>ntaria.<br />

TELERRADIOGRAFIA, pues por el análisis cefalométrico (Figura 2.5), podrá ser<br />

<strong>de</strong>terminado, el relacionamiento entre las bases apicales; la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> crecimiento<br />

mandibular; el tipo facial; la posición <strong>de</strong> la maxila en relación a la base <strong>de</strong>l cráneo;<br />

y también a la <strong>de</strong> la mandíbula; las inclinaciones <strong>de</strong>ntarias, tanto <strong>de</strong> los incisivos<br />

superiores, como <strong>de</strong> los inferiores; la posibilidad <strong>de</strong> distalización molar; la<br />

discrepancia cefalométrica; el grado <strong>de</strong> extrusión incisal; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l potencial <strong>de</strong><br />

crecimiento <strong>de</strong> la mandíbula.<br />

De esta forma, <strong>de</strong> pose <strong>de</strong> todas estas informaciones, en conjunto con la evaluación<br />

<strong>de</strong> las funciones y tipo muscular, tendremos condiciones <strong>de</strong> planear el tratamiento <strong>de</strong><br />

nuestros pacientes:<br />

Tanto en la fase <strong>de</strong> crecimiento,<br />

como en pacientes adultos,<br />

Con un protocolo <strong>de</strong> trabajo con base en:


76<br />

Evi<strong>de</strong>ncias clínicas y cefalométricas, con una margen mayor <strong>de</strong> acierto para<br />

los casos abordados.<br />

A seguir, con el fin <strong>de</strong> optimizar estas informaciones, estaremos presentando nuestro<br />

protocolo <strong>de</strong> formalización <strong>de</strong>l diagnóstico y <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong>l plano <strong>de</strong> tratamiento.<br />

Figura 2.3 - Radiografía panorámica <strong>de</strong> paciente<br />

adulto con indicación para tratamiento ortodóncico,<br />

don<strong>de</strong> se observa, el canino superior impactado <strong>de</strong>l<br />

lado izquierdo, y también una prótesis inferior fija<br />

<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho.<br />

Figura 2.4 - Radiografía <strong>de</strong> mano y muñeca,<br />

con la finalidad <strong>de</strong> evaluarse la edad esqueletal<br />

y principalmente, la fase en que se encuentra<br />

el proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Figura 2.5 -<br />

Telerradiografia <strong>de</strong><br />

paciente con<br />

indicación para<br />

tratamiento<br />

ortodóncico.


ELEMENTOS DEL DIAGNÓSTICO<br />

Son elementos que constituyen en el proceso <strong>de</strong> diagnóstico:<br />

Examen clínico y la anamnesia, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> serán recogidos los subsidios para<br />

realizar:<br />

1. El análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los,<br />

2. análisis facial,<br />

3. análisis radiológico.<br />

En el análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los evaluaremos:<br />

El índice Pont-Korkhaus,<br />

la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los,<br />

el análisis <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee.<br />

Con el análisis facial conseguiremos un conjunto <strong>de</strong> elementos aplicables tanto en la<br />

clínica ortodóncica interceptora, como en la Ortodoncia correctiva, y para esto utilizaremos<br />

un sistema <strong>de</strong> líneas que dividirán el rostro en tercios.<br />

Con los mismos, en el tercio inferior podremos ratificar con mayor precisión:<br />

La posición <strong>de</strong> los incisivos en relación a la estética,<br />

la forma <strong>de</strong> la sonrisa,<br />

la relación <strong>de</strong> los labios superior / inferior, entre otros factores.<br />

A<strong>de</strong>más al dividir el rostro en dos partes, tendremos condiciones <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la<br />

acción <strong>de</strong> las cuestiones ambientales en el crecimiento normal y genéticamente<br />

<strong>de</strong>terminado para el individuo.<br />

En el análisis radiológico, tanto la radiografía panorámica, como la telerradiografía<br />

serán utilizadas, siendo que para los pacientes adultos, las informaciones obtenidas con la<br />

panorámica tendrán mayor relevancia en la aplicación clínica, en cuanto que las<br />

informaciones recogidas con la telerradiografía tendrán mayor utilidad para los pacientes<br />

en crecimiento, aunque, ambas tendrán importancia y <strong>de</strong>berán ser indicadas para todos los<br />

pacientes, si los mismos preten<strong>de</strong>n realizar algún tipo <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico.<br />

77


78<br />

Es usado para evaluar la necesidad o no, <strong>de</strong> expandir transversalmente los arco<br />

s en la <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

PROTOCOLO A SEGUIR:<br />

ÍNDICE PONT-KORKHAUS<br />

I. SUMATÓRIA DE LOS INCISIVOS SUPERIORES<br />

Se Mi<strong>de</strong>n con el compás las dimensiones mesio dístales <strong>de</strong> los cuatro incisivos<br />

permanentes. Al final, se mi<strong>de</strong> con regla milimetrada (o escala), la distancia entre la<br />

primera y la última <strong>de</strong>marcación, realizando así la sumatoria <strong>de</strong> las dimensiones mayores<br />

mesio dístales <strong>de</strong> todos los incisivos superiores.<br />

II. ANCHO ENTRE IV – IV<br />

Se Mi<strong>de</strong> en milímetros, el ancho entre los primeros molares temporarios (o primeros<br />

premolares), directamente en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> estudio, con la regla ubicada en la <strong>de</strong>presión<br />

lineal central <strong>de</strong>l primer molar temporario izquierdo, midiéndose linealmente, hasta la<br />

<strong>de</strong>presión lineal central <strong>de</strong>l primer molar temporario <strong>de</strong>recho (Figura 2.6).<br />

Figura 2.6 – Vista<br />

oclusal <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

la arcada superior.


Se mi<strong>de</strong> el ancho entre los primeros molares permanentes, directamente en el<br />

mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> estudio; sirviéndose <strong>de</strong>l mismo procedimiento <strong>de</strong>l ítem anterior, con la regla en<br />

la <strong>de</strong>presión lineal central <strong>de</strong>l molar <strong>de</strong> un lado hasta la <strong>de</strong>presión lineal central <strong>de</strong>l otro<br />

molar (Figura 2.6).<br />

Recogidos todos los datos anteriores, tomamos entonces la sumatoria <strong>de</strong> los incisivos<br />

superiores, comparando con una tabla don<strong>de</strong> encontraremos los valores correspondientes<br />

para el ancho entre IV-IV, ancho entre 6-6.<br />

En la tabla tendremos para cada variable, tres valores que serán respectivamente<br />

aplicados para pacientes braquifaciales (rostro ancho), mesofaciales (rostro medio) y<br />

dolicofaciales (rostro estrecho).<br />

Para saber cual <strong>de</strong> estos valores utilizar; será necesario antes <strong>de</strong>finir el tipo facial <strong>de</strong>l<br />

paciente, y ya <strong>de</strong>terminado, comparar los valores obtenidos en la tabla, con aquellos<br />

presentados por el paciente, y entonces concluir, sobre la necesidad <strong>de</strong> expandir o no la<br />

arcada superior.<br />

III. ANCHO ENTRE 6 – 6<br />

IV. DETERMINACIÓN DE LAS DISCREPANCIAS<br />

79


80<br />

SUMA DE<br />

LOS<br />

INCISIVOS<br />

PREMOLARES<br />

SUPERIOR ESTRECHA MEDIA ANCHA<br />

27 30,0 32,0 34,0<br />

28 31,1 33,1 35,1<br />

29 32,3 34,4 36,4<br />

30 33,5 35,5 37,5<br />

31 34,7 36,7 38,7<br />

32 35,9 37,9 39,9<br />

33 37,0 39,0 41,0<br />

34 38,2 40,2 42,2<br />

35 39,4 41,4 43,4<br />

36 41,5 42,5 44.5<br />

SUMA DE<br />

LOS<br />

INCISIVOS<br />

Tabla <strong>de</strong> Pont -Korkhaus<br />

MOLARES<br />

SUPERIOR ESTRECHA MEDIA ANCHA<br />

27 39,5 41,5 43,5<br />

28 41,0 43,0 45,0<br />

29 42,6 44,6 46,6<br />

30 44,2 46,2 48,2<br />

31 45,7 47,7 49,7<br />

32 47,3 49,3 51,3<br />

33 48,9 50,9 52,9<br />

34 50,5 52,5 54,5<br />

35 52,0 54,0 56,0<br />

36 53,5 55,5 57,5


El análisis <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>ntarios se constituye en uno <strong>de</strong> los mejores métodos<br />

para evaluarse la oclusión <strong>de</strong>ntaria, pues po<strong>de</strong>mos, en una observación oclusal, analizar la<br />

forma <strong>de</strong>l arco <strong>de</strong>ntario, simetría, alineamiento <strong>de</strong>ntario, malas posiciones individuales y<br />

forma palatal.<br />

En una vista <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los en oclusión (en vista lateral y vista frontal por<br />

vestibular), se verifican:<br />

Las relaciones <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong> los dientes,<br />

inclinaciones axiales,<br />

curva <strong>de</strong> Spee,<br />

sobremordida,<br />

sobresaliencia,<br />

mordidas cruzadas,<br />

mordidas abiertas.<br />

En observación posterior <strong>de</strong> la oclusión <strong>de</strong>ntaria, analizaremos la oclusión <strong>de</strong>ntaria<br />

a través <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> estudio.<br />

Por medio <strong>de</strong> estos mismos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> estudio, llegamos a la discrepancia entre el<br />

volumen <strong>de</strong>ntario y la largura <strong>de</strong>l arco, para la posible acomodación <strong>de</strong> los dientes en las<br />

arcadas, y así realizar una segura previsión <strong>de</strong> espacio para el correcto alineamiento<br />

<strong>de</strong>ntario; caso esto no sea posible, asimismo nos darán base para indicar exodoncias, otra<br />

forma para obtener espacio suficiente para la acomodación <strong>de</strong> todos los dientes en la<br />

arcada.<br />

Es <strong>de</strong>terminada por la diferencia entre la largura <strong>de</strong>l segmento <strong>de</strong>l arco (Espacio<br />

Presente o EP), y la suma <strong>de</strong> los diámetros mesodístales <strong>de</strong> los dientes (Espacio Requerido<br />

o ER) <strong>de</strong> un mismo arco.<br />

ANÁLISIS DE MODELOS<br />

DISCREPANCIA DE MODELOS<br />

Con esta finalidad se aplica la siguiente fórmula:<br />

81


82<br />

Es la largura <strong>de</strong>l arco <strong>de</strong>ntario medido a través <strong>de</strong> un punto <strong>de</strong> referencia, situado en<br />

la face mesial <strong>de</strong>l primer molar <strong>de</strong> un lado, a la face mesial <strong>de</strong>l otro, acompañándose la<br />

forma <strong>de</strong>l arco, y midiéndose sobre la cresta ósea alveolar (Figura 2.7).<br />

En nuestra técnica para una mejor avaluación y localización <strong>de</strong> las posibles<br />

discrepancias, dividiremos el arco en tres segmentos:<br />

1. De tal forma que tendremos un primer segmento, que irá <strong>de</strong>l mesial <strong>de</strong>l primer molar<br />

Hasta el distal <strong>de</strong>l incisivo lateral,<br />

2. un segundo segmento, que será subdividido en dos, <strong>de</strong>bido a la curvatura<br />

Existente en la región incisal, que irá <strong>de</strong> la distal <strong>de</strong>l incisivo lateral hasta la<br />

Línea media <strong>de</strong>l paciente y <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong> la línea media hasta la distal <strong>de</strong>l incisivo<br />

lateral,<br />

3. Finalmente, un último segmento que irá <strong>de</strong> la distal <strong>de</strong>l incisivo lateral hasta la<br />

mesial <strong>de</strong>l primer molar.<br />

Será la suma <strong>de</strong> las dimensiones mesodístales <strong>de</strong> los premolares, caninos e incisivos<br />

<strong>de</strong> un mismo arco <strong>de</strong>ntario.<br />

El valor obtenido, nos informará la cantidad <strong>de</strong> espacio necesario a ser utilizado<br />

para el posicionamiento <strong>de</strong>ntario en el arco.<br />

DM = EP - ER<br />

ESPACIO PRESENTE<br />

ESPACIO REQUERIDO


Figura 2.7 – Vista oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo superior con los tres segmentos<br />

<strong>de</strong>marcados:<br />

1. segmento posterior izquierdo (en rojo);<br />

2. segmento posterior <strong>de</strong>recho (en azul)<br />

3. segmento incisal (en ver<strong>de</strong>).<br />

Figura 2.8 – Vista oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo superior, don<strong>de</strong> están <strong>de</strong>marcados los mayores<br />

diámetros mesiodístales <strong>de</strong> cada diente, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el segundo premolar <strong>de</strong>l lado izquierdo<br />

hasta su correspondiente <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, con el objetivo <strong>de</strong> calcular el espacio<br />

requerido.<br />

83


84<br />

MÉTODOS<br />

I. TWEED modificado<br />

Medimos directamente sobre el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> estudio, la mayor distancia mesiodístal <strong>de</strong><br />

cada diente (Figura 2.8), <strong>de</strong>l segundo premolar <strong>de</strong> un lado, hasta el segundo premolar <strong>de</strong>l<br />

otro lado, con un compás <strong>de</strong> punta seca o paquímetro.<br />

II. MOYERS<br />

Son medidos los diámetros mesiodístales <strong>de</strong> los incisivos inferiores, obteniéndose la<br />

sumatoria <strong>de</strong> los mismos; con el valor obtenido comparado a una tabla <strong>de</strong> Moyers para<br />

75%, y a partir <strong>de</strong> estos valores, <strong>de</strong>terminaremos la sumatoria <strong>de</strong> los diámetros mesodístales<br />

<strong>de</strong> los dientes posteriores (premolares y caninos).<br />

Utilizaremos datos estadísticos, <strong>de</strong> una tabla <strong>de</strong> previsión para los caninos y<br />

premolares, superiores e inferiores <strong>de</strong> ambos lados <strong>de</strong> la arcada.<br />

Esta técnica solamente es utilizada para la <strong>de</strong>ntición mixta, porque en esta fase la<br />

<strong>de</strong>ntición <strong>de</strong>l paciente es incompleta.<br />

Por tanto, jamás <strong>de</strong>berá ser utilizada para la <strong>de</strong>ntición permanente, pues en esta fase<br />

el paciente ya presenta la <strong>de</strong>ntición completa, siendo <strong>de</strong>snecesario y contraproducente la<br />

utilización <strong>de</strong> valores estadísticos.<br />

Figura 2.9 –<br />

Vista frontal<br />

<strong>de</strong> paciente<br />

con <strong>de</strong>ntición<br />

mixta.


Figura 2.10 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

Luego:<br />

paciente en <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

También en los casos <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, o aun en aquellos casos en que falta<br />

apenas un diente para completarse la <strong>de</strong>ntición permanente; cuando no se quiere utilizar el<br />

método <strong>de</strong> Moyers, que es estadístico, y con algún grado <strong>de</strong> error incorporado, podremos<br />

utilizar esta técnica que es bastante simple.<br />

Figura 2.11 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente en <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

Se mi<strong>de</strong>n las dimensiones mesiodístales <strong>de</strong> los cuatro incisivos permanentes<br />

inferiores.<br />

para se saber el tamaño <strong>de</strong> los premolares y caninos inferiores <strong>de</strong> ambos lados,<br />

se emplea la tabla <strong>de</strong> probabilidad I, con nivel <strong>de</strong> confianza <strong>de</strong> 75%,<br />

correspondiente a la sumatoria <strong>de</strong> los incisivos inferiores.<br />

Igualmente en el ítem 2, empleamos una tabla para <strong>de</strong>terminar el tamaño <strong>de</strong> los<br />

caninos y premolares superiores <strong>de</strong> ambos lados.<br />

HUCKABA<br />

Observación: Moyers en su última edición estableció<br />

valores diferentes para los sexos, que podrán ser<br />

utilizados.<br />

85


86<br />

Figura 2.12 – RX periapical <strong>de</strong> la<br />

región <strong>de</strong>l premolar y <strong>de</strong>l primer<br />

Mediremos el diámetro mesiodístal <strong>de</strong>l diente temporario y el <strong>de</strong> su sucedáneo<br />

permanente, con una radiografía periapical.<br />

A seguir mediremos el diámetro mesiodístal <strong>de</strong>l diente temporario no mo<strong>de</strong>lo<br />

directamente.<br />

molar, para avaluación <strong>de</strong>l<br />

diámetro mesiodístal, <strong>de</strong>l segundo<br />

Se calcula entonces, el diámetro mesiodístal <strong>de</strong>l diente permanente a través <strong>de</strong> una<br />

regla <strong>de</strong> tres simple.<br />

De esta forma quedaría:<br />

IV (MOD) ----- X (4 permanente aun no erupcionado)<br />

Don<strong>de</strong> queda:<br />

CONCLUSIONES<br />

premolar inferior.<br />

X = 4 ( RX ) por IV ( MOD ) y el resultado es dividido por IV ( RX ).<br />

La discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo podrá ser nula cuando o espacio presente sea igual al<br />

requerido, o sea, los dientes tendrán espacio suficiente <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l arco para su<br />

correcto alineamiento.<br />

La discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los podrá ser positiva, cuando el espacio requerido sea<br />

menor que el espacio presente, significando la posible presencia <strong>de</strong> diastemas en el<br />

arco <strong>de</strong>ntario.<br />

La discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los podrá ser negativa, cuando el espacio requerido sea<br />

mayor que el presente, significando que hay falta <strong>de</strong> espacio para la acomodación<br />

correcta <strong>de</strong> los dientes en el arco.


PROFUNDIDAD DE LA CURVA DE SPEE<br />

Figura 2.13 – Evaluación <strong>de</strong> la Curva <strong>de</strong> Spee, con la cual podremos<br />

concluir que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciado el nivelamiento, será esperada la extrusión<br />

<strong>de</strong> los dientes <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> los premolares, con la consecuente<br />

vestibularización incisal inferior.<br />

Será <strong>de</strong> extrema relevancia, evaluar el comportamiento <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee al inicio<br />

<strong>de</strong> un tratamiento ortodóncico fijo, pues se sabe que al iniciar la fase <strong>de</strong> nivelamiento, con<br />

la secuencia <strong>de</strong> los arcos utilizados, ten<strong>de</strong>remos a llevar el plano oclusal en dirección a un<br />

plano horizontal, lo que ciertamente acarreará, una necesidad <strong>de</strong> espacio para esta<br />

maniobra, principalmente si para el caso tratado no hay exodoncias planeadas.<br />

Así con el fin <strong>de</strong> no causar mayores problemas en la fase <strong>de</strong> nivelamiento, ya que<br />

siempre será esperada consecuencialmente, una discreta vestibularización <strong>de</strong> los dientes<br />

anteriores, tendremos que prever esta necesidad <strong>de</strong> espacio adicional para esta fase.<br />

Para esto utilizaremos el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> la arcada inferior (figura 2.7), y sobre el mismo<br />

trazaremos una línea virtual, en la oclusal <strong>de</strong> los dientes posteriores que comienza en la<br />

punta <strong>de</strong>l canino hasta llegar a la cúspi<strong>de</strong> mesial <strong>de</strong>l segundo molar.<br />

A seguir, mediremos la distancia existente entre esta misma línea, y la cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />

segundo premolar (el diente localizado en el centro <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee).<br />

87


88<br />

Para evaluar una posible discrepancia, utilizaremos el siguiente criterio, siendo<br />

plenamente posible que encontremos valores diferentes entre los dos lados <strong>de</strong> una misma<br />

arcada inferior <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado paciente.<br />

Estos valores entonces serán adicionados al análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l paciente, con el<br />

propósito <strong>de</strong> encontrar la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los.<br />

como un milímetro <strong>de</strong> profundidad en una curva <strong>de</strong> Spee es consi<strong>de</strong>rado<br />

normal, todos los valores que lo excedieren, serán consi<strong>de</strong>rados<br />

discrepantes;<br />

siendo así haremos la substracción, <strong>de</strong>l valor encontrado en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

trabajo <strong>de</strong>l paciente, por el valor consi<strong>de</strong>rado normal (1 mm);<br />

Sí el resultado <strong>de</strong> esta operación, da en valores negativos (porque están<br />

discrepantes, habrá entonces necesidad <strong>de</strong> provisión <strong>de</strong> espacio);<br />

este resultado entonces será incluido en el análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong>l paciente,<br />

en la arcada inferior, y en el lado don<strong>de</strong> fue verificada la discrepancia.<br />

A discrepancia total <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los será un factor <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> relevancia para el<br />

diagnóstico ortodóncico en pacientes adultos, pues nos permitirá saber con exactitud si hay<br />

necesidad <strong>de</strong> espacio o no, para el caso a ser tratado, con la ventaja <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r especificar en<br />

que sector <strong>de</strong> la arcada, este evento está ocurriendo.<br />

De esta forma <strong>de</strong>spués conseguiremos <strong>de</strong>terminar correctamente el espacio presente<br />

en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> trabajo, distribuyendo los valores en la tabla <strong>de</strong> acuerdo con la disposición<br />

que <strong>de</strong>finimos (Tabla I).<br />

DISCREPANCIA TOTAL DE MODELOS<br />

En el vació correspondiente, al espacio requerido, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la sumatoria <strong>de</strong> las<br />

medidas tomadas <strong>de</strong> los mayores diámetros mesiodístales, también incluiremos los valores<br />

encontrados en la discrepancia <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee.


89<br />

A seguir, <strong>de</strong>scribimos el montaje <strong>de</strong>l cuadro <strong>de</strong> discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los para la<br />

arcada inferior, no es que la <strong>de</strong> la arcada superior no sea importante, no obstante para<br />

efecto <strong>de</strong> diagnóstico, el resultado encontrado en la arcada inferior, tiene valor<br />

prepon<strong>de</strong>rante sobre el superior en los casos <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico en pacientes<br />

adultos.<br />

Tabla I – Determinación <strong>de</strong> la Discrepancia Total <strong>de</strong> Mo<strong>de</strong>los<br />

Espacio<br />

Presente<br />

Espacio<br />

Requerido<br />

Derecho Incisal Izquierdo<br />

Espacio entre el mesial <strong>de</strong>l<br />

primer molar y el mesial <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>recho, en la cresta ósea.<br />

Sumatoria <strong>de</strong> los mayores<br />

diámetros mesiodístales <strong>de</strong><br />

los premolares y <strong>de</strong>l canino<br />

<strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho.<br />

+<br />

Discrepancia <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong><br />

Spee<br />

Espacio entre el mesial <strong>de</strong>l<br />

canino <strong>de</strong>recho, hasta la línea<br />

media, y <strong>de</strong>spués hasta la<br />

mesial <strong>de</strong>l izquierdo.<br />

Sumatoria <strong>de</strong> los mayores<br />

diámetros mesiodístales <strong>de</strong> los<br />

incisivos inferiores.<br />

Espacio entre el mesial <strong>de</strong>l<br />

primer molar y el mesial <strong>de</strong>l<br />

canino izquierdo, en la<br />

cresta ósea.<br />

Sumatoria <strong>de</strong> los mayores<br />

diámetros mesiodístales <strong>de</strong><br />

los premolares y <strong>de</strong>l canino<br />

<strong>de</strong>l lado izquierdo.<br />

+<br />

Discrepancia <strong>de</strong> la curva<br />

<strong>de</strong> Spee<br />

TOTAL ? ? ?


90<br />

ANÁLISIS FACIAL<br />

Algunas veces por el entusiasmo <strong>de</strong> corregir "el problema <strong>de</strong> la mordida", podremos<br />

acarrear el <strong>de</strong>clive en el <strong>de</strong>sequilibrio facial.<br />

Siendo este problema, subsiguiente a la falta <strong>de</strong> atención estética, o simplemente,<br />

falta <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo con referencia a los objetivos estéticos.<br />

Para estudiar estas cuestiones, varias líneas y ángulos han sido propuestos, con el<br />

fin <strong>de</strong> evaluar la estética facial, y su relación con el tejido blando.<br />

La línea H, <strong>de</strong> Holdaway es un ejemplo, bien como la línea Y, <strong>de</strong> Ricketts, que parte<br />

<strong>de</strong>l principio <strong>de</strong> la proporción divina, usado por los griegos antiguos para <strong>de</strong>scribir una<br />

estética facial excelente.<br />

Se acepta generalmente que el movimiento <strong>de</strong>ntario ortodóncico pue<strong>de</strong> alterar la<br />

estética, harmonizando los tejidos blandos relacionados a la maxila y mandíbula,<br />

notablemente cuando se realizan tratamientos ortodóncicos, bien sea en la fase <strong>de</strong><br />

crecimiento activo (Figuras 2.14; 2.15), cuando los mismos lo realizan <strong>de</strong> forma mas<br />

estable, o aun, en la fase adulta utilizando exodoncias (Figuras 2.15; 2.16), siendo que los<br />

ortodoncistas han <strong>de</strong>scrito que la oclusión y belleza facial son factores inter<strong>de</strong>pendientes.<br />

Figura 2.14 – Vista <strong>de</strong> perfil extrabucal<br />

antes <strong>de</strong> iniciar el tratamiento<br />

ortodóncico.<br />

Figura 2.15 – Vista <strong>de</strong> perfil extrabucal<br />

cinco años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminar el<br />

tratamiento ortodóncico.


Figura 2.14 – Vista <strong>de</strong> perfil<br />

extrabucal antes <strong>de</strong> iniciar el<br />

tratamiento ortodóncico.<br />

Tenemos también, el análisis cefalométrico que podrá orientar normas, permitiendo<br />

fácilmente a través <strong>de</strong> ellas, medir y comparar estructuras <strong>de</strong>l tejido duro y blando, en<br />

relación al tratamiento ortodóncico implementado (Figuras 2.16; 2.17).<br />

Figura 2.16 – Trazado cefalométrico antes<br />

<strong>de</strong> iniciar el tratamiento ortodóncico.<br />

(27/03/2001)<br />

Figura 2.15 – Vista <strong>de</strong> perfil extrabucal<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

realizado con las cuatro exodoncias <strong>de</strong> los<br />

primeros premolares.<br />

Figura 2.17 – Trazado cefalométrico <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico en el cual fue utilizado<br />

una Placa modificada Retenedora <strong>de</strong> Lengua.<br />

(26/02/2004)<br />

91


92<br />

Para esto, algunos datos <strong>de</strong>ben ser consi<strong>de</strong>rados tales como, la base craneana; <strong>de</strong> la<br />

cual Michels concluye que:<br />

Otro factor importante tiene a ver con las normas, pudiendo ser imprecisas <strong>de</strong>bido a la<br />

posición <strong>de</strong>l tejido blando.<br />

medición.<br />

Las medidas que envuelven los puntos <strong>de</strong> la base craneana no son precisos en la<br />

<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l perfil clínico actual;<br />

las medidas que envuelven las relaciones intra maxilares eran ligeramente mas<br />

precisas al reflejar el perfil verda<strong>de</strong>ro;<br />

ninguna medida es 100% precisa, siendo que la espesura <strong>de</strong>l tejido blando, y la<br />

inclinación axial <strong>de</strong> los incisivos son las variables más importantes en este factor a<br />

ser evaluado.<br />

En algunos estudios, los tejidos blandos no estaban en reposo, cuando fue hecha la<br />

Las medidas cefalométricas y el análisis facial pue<strong>de</strong>n proveer, conjuntamente, los<br />

fundamentos <strong>de</strong> un diagnóstico bien sucedido.<br />

Los mo<strong>de</strong>los y el examen clínico <strong>de</strong>l paciente, indican al especialista que la<br />

corrección <strong>de</strong> la mordida pue<strong>de</strong> ser necesaria.<br />

Por otro lado, el análisis facial <strong>de</strong>berá ser utilizada para i<strong>de</strong>ntificar trazos faciales<br />

positivos y negativos, o sea, como la mordida <strong>de</strong>be ser corregida para alcanzar las<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mudanza facial.<br />

Si el problema esquelético es significante y suficiente para alterar el equilibrio <strong>de</strong> los<br />

tercios faciales, podrá ser muy difícil corregirlo apenas con movimiento <strong>de</strong>ntario<br />

ortodóncico (Figura 2.18).<br />

Figura 2.18 – Vista intrabucal<br />

izquierda, siendo observados diversos<br />

problemas a ser abordados en un mismo<br />

paciente adulto, cuyo tratamiento<br />

presenta un pronóstico <strong>de</strong>ficiente dada<br />

la extensa lista <strong>de</strong> problemas.


Con el análisis facial se busca alcanzar la harmonía oclusal i<strong>de</strong>al en todos los casos, y<br />

<strong>de</strong> esta forma evaluamos si los cambios <strong>de</strong>seados necesitarán procedimientos ortodóncicos<br />

o quirúrgicos, para alcanzar la oclusión i<strong>de</strong>al.<br />

Si no fue suficiente el movimiento <strong>de</strong>ntario ortodóncico, o aun contraindicado para<br />

producir las mudanzas faciales necesarias, entonces la cirugía podrá ser indicada.<br />

La precaución se <strong>de</strong>be basar en la premisa <strong>de</strong> no consi<strong>de</strong>rar, solamente los aspectos<br />

mecánicos <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico para la corrección <strong>de</strong> la mordida, el equilibrio facial<br />

podrá no mejorar y sí <strong>de</strong>teriorarse.<br />

El trabajo <strong>de</strong>l ortodoncista es equilibrar la oclusión, la función <strong>de</strong> la articulación<br />

(ATM), salud periodontal, estabilidad y equilibrio facial, en cuanto que los dientes se<br />

moverían con el objetivo <strong>de</strong> alcanzar una compensación <strong>de</strong> movimientos <strong>de</strong>ntarios sujetos a<br />

la estabilidad <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

La cabeza <strong>de</strong>be estar en posición natural, relación céntrica y postura labial,<br />

recordando que el paciente no presenta la cabeza, con el Plano <strong>de</strong> Frankfurt paralelo al<br />

suelo, y si bajamos mucho la cabeza, podremos inducir el paciente para una clase II, y si<br />

proce<strong>de</strong>mos al contrario, evi<strong>de</strong>nciaremos una clase III.<br />

Esta relación podrá ser conseguida con el paciente sentado en posición <strong>de</strong> cuarenta y<br />

cinco grados, utilizando un pedazo <strong>de</strong> cera rosa <strong>de</strong> doble espesura, calentado; dirigiendo la<br />

abertura y cierre para el primer contacto <strong>de</strong>ntario en posición <strong>de</strong> no <strong>de</strong>glución.<br />

A seguir, <strong>de</strong>sgastamos la mordida en cera en las superficies vestibulares <strong>de</strong> los dientes,<br />

repitiendo el procedimiento anterior, entonces se lava con agua la mordida en cera y<br />

nuevamente realizamos los procedimientos <strong>de</strong> abertura y cierre.<br />

Recor<strong>de</strong>mos que la <strong>de</strong>sarmonía vertical entre las longitu<strong>de</strong>s labiales y la altura<br />

esquelética (exceso maxilar vertical, <strong>de</strong>ficiencia maxilar vertical, protrusión mandibular,<br />

retrusión mandibular con mordida profunda) no podrán ser <strong>de</strong>terminados, si la posición<br />

labial está relajada.<br />

MÉTODO DE EVALUACIÓN<br />

93


94<br />

Con el paciente en la posición correcta, relación céntrica y posición labial relajada,<br />

el paciente es evaluado en la posición antero posterior, transversal y vertical.<br />

El plano <strong>de</strong> tratamiento i<strong>de</strong>al, <strong>de</strong>be ser formulado <strong>de</strong> tal forma que afecte los trazos<br />

faciales <strong>de</strong> la forma mas positiva en cuanto se corrige la mordida.<br />

Este plano, sea ortodóncico o quirúrgico, será <strong>de</strong>terminado por el examen facial.<br />

Así existen innumerables tratamientos posibles para cada paciente:<br />

apenas ortodóncico (Figuras 2.19; 2.20);<br />

ortodóncico + cirugía mandibular (Figuras 2.21; 2.22);<br />

ortodóncico + cirugía maxilar (Figuras 2.23; 2.24);<br />

ortodóncico + cirugía maxilomandibular (Figuras 2.25; 2.26).<br />

Figura 2.19 – vista frontal pretratamiento<br />

<strong>de</strong> paciente en la fase <strong>de</strong> crecimiento.<br />

2.21 – vista frontal pretratamiento<br />

Figura 2.20 – vista lateral pretratamiento<br />

<strong>de</strong> paciente en la fase <strong>de</strong> crecimiento.<br />

2.22 – vista lateral pretratamiento


2.23 – vista frontal pretratamiento<br />

2.25 – vista frontal pretratamiento<br />

o<br />

El tratamiento se justifica con la optimización <strong>de</strong> la oclusión, el equilibrio facial, la<br />

estabilidad y la salud periodontal; sí en la propuesta <strong>de</strong>l tratamiento no existen<br />

posibilida<strong>de</strong>s reales <strong>de</strong> suceso, el mismo no <strong>de</strong>berá ser realizado.<br />

Para examinar los problemas, utilizamos los análisis faciales en tres planos:<br />

Análisis frontal con labios relajados,<br />

análisis funcional con labios cerrados y sonriso,<br />

análisis <strong>de</strong> perfil con labios relajados.<br />

2.24 – vista lateral pretratamiento<br />

2.26 – vista lateral pretratamiento<br />

95


96<br />

VISTA FRONTAL<br />

Son observadas la forma general <strong>de</strong>l contorno y las asimetrías.<br />

La dimensión mas larga <strong>de</strong>l rostro es la línea bizigomática (note en la, que la región<br />

goníaca <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, se encuentra en posición diferente a la <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, cuando<br />

comparados).<br />

Los Rostros son anchos o estrechos, cortos o alargados, redondos u ovalados,<br />

cuadrados o rectangulares.<br />

La proporción <strong>de</strong> la altura para la anchura seria <strong>de</strong> 1,3:1, en las mujeres, y 1,35:1,<br />

en los hombres.<br />

A altura facial seria dada por la línea <strong>de</strong>l Cabello H, hasta el mentón y las anchuras<br />

faciales <strong>de</strong>l arco zigomático al arco zigomático y <strong>de</strong>l gonión al gonión (Figura 2.27).<br />

NIVEL FACIAL<br />

Figura 2.27 - Vista<br />

frontal – Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

asimetría facial<br />

Son usadas las pupilas <strong>de</strong>l paciente a nivel horizontal, si estuvieren niveladas como<br />

líneas <strong>de</strong> referencia, con las estructuras adyacentes siendo medidas en relación a esta línea.


Las estructuras comparadas son: El nivel <strong>de</strong> los incisivos superiores, la relación<br />

labio superior / inferior.<br />

Si las pupilas no estuvieren niveladas (observe en la figura 2.28 la ocurrencia <strong>de</strong> este<br />

hecho), se utiliza una línea <strong>de</strong> referencia frontal horizontal con el paciente siendo estimada<br />

la:<br />

posición natural frontal <strong>de</strong> la cabeza,<br />

Figura 2.28 - Foto frontal evi<strong>de</strong>nciando:<br />

La línea interpupilar que no se<br />

encuentra en un mismo nivel para<br />

ambos lados;<br />

línea <strong>de</strong> sonriso exhibiendo el total <strong>de</strong><br />

las coronas <strong>de</strong> los dientes anteros<br />

superiores.<br />

línea horizontal paralela al horizonte a través <strong>de</strong> la pupila,<br />

evaluación <strong>de</strong> otras estructuras en relación a esta línea.<br />

ALINEAMIENTO DE LA LÍNEA MEDIA<br />

Figura 2.29 - (Foto frontal – Evaluación <strong>de</strong>l alineamiento <strong>de</strong> la línea media)<br />

97


98<br />

Son usados como referencia a la posición <strong>de</strong>l tejido blando (puente nasal, punta <strong>de</strong> la<br />

nariz, filtrum y punta <strong>de</strong>l mentón).<br />

El filtrum es una estructura confiable <strong>de</strong> la línea media, pudiendo ser utilizada como<br />

base para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la misma.<br />

Figura 2.30 - (Foto <strong>de</strong> frente – evaluación <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>ntaria).<br />

Figura 2.31 - Foto intrabucal en vista frontal, evi<strong>de</strong>nciando la ausencia <strong>de</strong> espacio para el<br />

incisivo lateral superior izquierdo, con consecuente <strong>de</strong>svío <strong>de</strong>ntario para el lado izquierdo.<br />

Los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media (Figuras 2.30 y 2.31) <strong>de</strong>ntaria son resultado<br />

principalmente <strong>de</strong>:<br />

problemas <strong>de</strong> espacio,<br />

rotaciones <strong>de</strong>ntarias,<br />

ausencia <strong>de</strong> dientes,<br />

dientes puestos en vestibular o lingual,<br />

diferencias congénitas <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong>ntario <strong>de</strong> los dientes <strong>de</strong> izquierda para<br />

la <strong>de</strong>recha.


Los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>ntaria, serán corregidos<br />

ortodonticamente, (figura 2.31) y los esquelétales, en la fase <strong>de</strong> crecimiento, por terapia que<br />

Pueda influenciarlo <strong>de</strong> forma positiva (Figuras 2.32; 2.33), ya en la fase adulta<br />

solamente quirúrgicamente.<br />

Figura 2.32 - Vista frontal evi<strong>de</strong>nciando<br />

el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media.<br />

TERCIOS FACIALES<br />

Figura 2.33 – Vista frontal, con la línea media<br />

ya corregida.<br />

Figura 2.34 - Foto frontal evi<strong>de</strong>nciando los tercios faciales.<br />

99


100<br />

El rostro se divi<strong>de</strong> en tres tercios, con el primero, <strong>de</strong> la línea <strong>de</strong>l cabello al medio <strong>de</strong> la<br />

frente; el segundo, <strong>de</strong> la frente a la región subnasal, y el tercero, <strong>de</strong> la región subnasal<br />

hasta al tejido blando <strong>de</strong>l mentón (figura 2.34).<br />

La disminución <strong>de</strong>l tercio inferior está asociada a la <strong>de</strong>ficiencia maxilar vertical y a<br />

la posibilidad <strong>de</strong> mordidas clínicas profundas, y exactamente al contrario, cuando el tercio<br />

inferior esté aumentado; pues en este caso tendremos un exceso <strong>de</strong> crecimiento vertical en<br />

la maxila, con mayores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> instalación <strong>de</strong> mordidas abiertas anteriores.<br />

El equilibrio entre el tercio medio y el tercio inferior <strong>de</strong>l rostro significa un<br />

crecimiento <strong>de</strong> la face inferior en harmonía entre sus vectores <strong>de</strong> crecimiento vertical y<br />

horizontal, siendo mas comúnmente encontrados en individuos con tipo Mesofacial.<br />

EVALUACIÓN DEL TERCIO INFERIOR<br />

Figura 2.35- Foto frontal don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos visualizar:<br />

1. labio superior (limitado en rojo);<br />

2. Labio inferior (limitado en ver<strong>de</strong>);<br />

3. Comprobación <strong>de</strong> la sonrisa (limitado en amarillo).


La longitud labial superior va <strong>de</strong> la región subnasal hasta la porción mas inferior <strong>de</strong>l<br />

labio superior (limitado en rojo en la Figura 2.35), siendo consi<strong>de</strong>rados los valores como<br />

normales, <strong>de</strong> 19 a 22 mm; caso el labio esté disminuido, podremos tener exposición <strong>de</strong> los<br />

incisivos superiores, no <strong>de</strong>biendo ser confundido, por lo tanto, con exceso maxilar vertical,<br />

o aun, exceso <strong>de</strong> extrusión <strong>de</strong> los incisivos superiores (figura 2.35).<br />

El labio inferior es medido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su porción mas superior hasta el mentón con<br />

medidas mo<strong>de</strong>lo entre 38 y 44 mm (<strong>de</strong>limitado en azul en la Figura 2.35); habiendo una<br />

razón <strong>de</strong> labio superior a labio inferior <strong>de</strong> 1:2.<br />

Al ser alargado anatómicamente el labio inferior pue<strong>de</strong> estar asociado a la clase III.<br />

La relación normal <strong>de</strong> los dientes superiores con el labio superior <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong> 1,0 a<br />

5,0 mm, estos valores son <strong>de</strong> gran relevancia clínica, pues en el tratamiento <strong>de</strong> mordidas<br />

anteriores abiertas, o, <strong>de</strong> profundas en pacientes adultos, esta información <strong>de</strong>berá ser<br />

utilizada con la finalidad <strong>de</strong> relacionar una técnica <strong>de</strong> tratamiento para estas<br />

anormalida<strong>de</strong>s en Ortodoncia con el perfil <strong>de</strong>l paciente, pues así estaremos influenciando<br />

<strong>de</strong> forma mas favorable el resultado estético final <strong>de</strong>l caso.<br />

Las <strong>de</strong>sarmonías esquelétales son evi<strong>de</strong>nciadas por:<br />

longitud <strong>de</strong>l labio superior aumentado o reducido,<br />

longitud esquelético maxilar aumentado o reducido,<br />

labios superiores espesos exponiendo menos los incisivos que<br />

los labios superiores finos.<br />

El espacio labial con labios relajados varia entre 1,0 a 5,0 mm con las mujeres<br />

presentando espaciamiento mayor.<br />

Al sonreír la exposición i<strong>de</strong>al es <strong>de</strong> 3/4 <strong>de</strong> la corona clínica <strong>de</strong> la región incisal<br />

superior hasta 2,0 mm <strong>de</strong> encía, siendo que en las mujeres la exposición es mayor.<br />

Esto es importante, pues sí al sonreír, 1,0 a 2,0 mm <strong>de</strong> encía son evi<strong>de</strong>nciados, y sí el<br />

ortodoncista planea la extrusión incisal para el tratamiento <strong>de</strong> la mordida anterior abierta,<br />

la exposición gingival podrá ser excesiva.<br />

101


102<br />

Con una vista frontal analizaremos como se comporta la sonrisa <strong>de</strong> forma<br />

transversal (Figura 2.36; 2.37).<br />

Lo i<strong>de</strong>al es que la sonrisa <strong>de</strong>l paciente llene toda la abertura bucal, con la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

los dientes, hasta la región <strong>de</strong> los premolares.<br />

La incapacidad <strong>de</strong> llenar la abertura bucal, sería característica <strong>de</strong> pacientes que<br />

presentan <strong>de</strong>ficiencia transversal maxilar, siendo indicada la expansión o disyunción para<br />

los mismos.<br />

ASCENDENCIA LABIAL<br />

Será aun relevante observar la validad <strong>de</strong> esta variación, con la evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>ntaria<br />

durante la sonrisa, subrayando que también se relaciona con la edad, con la juventud <strong>de</strong><br />

los individuos que exhibe una apariencia mas protrusa, y una mayor exposición <strong>de</strong> los<br />

dientes superiores.<br />

Figura 2.36 - Foto frontal don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos<br />

ver la relación simétrica labio superior /<br />

inferior.<br />

En individuos adultos, al contrario, normalmente no será verificada esta apariencia<br />

protrusa, y a diferencia <strong>de</strong> los pacientes jóvenes, en estos tendremos mayor evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los<br />

dientes inferiores en la sonrisa normal.<br />

Figura 2.37 - Foto frontal don<strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>mos ver la abertura bucal colmada<br />

por la sonrisa.


EVALUACIÓN DEL PERFIL<br />

Figura 2.38 - Foto <strong>de</strong><br />

Perfil don<strong>de</strong> se<br />

observa:<br />

Ángulo nasolabial,<br />

proyección nasal,<br />

y tamaño efectivo da<br />

la mandíbula.<br />

ÁNGULO NASOLABIAL<br />

Po<strong>de</strong>mos alterar el ángulo nasolabial (Figura 2.38) con procedimientos ortodóncicos<br />

y quirúrgicos, que influencien la posición antero posterior, o, la inclinación <strong>de</strong> los dientes<br />

anteriores y superiores.<br />

Todos los procedimientos <strong>de</strong>berían colocar el ángulo próximo <strong>de</strong> ciento y diez<br />

grados, conforme McNamara preconiza, aunque para el perfil <strong>de</strong> los brasileños un ángulo<br />

al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> cien grados acarrearía un perfil levemente convexo.<br />

103


104<br />

el ángulo actual pues el tratamiento ortodóncico fijo, o aun el ortodóncico <strong>de</strong><br />

naturaleza ortopédica en la fase <strong>de</strong> crecimiento, podrá alterar en algún grado este<br />

ángulo que relaciona fuertemente el perfil.<br />

inclinación versus movimiento <strong>de</strong>l cuerpo <strong>de</strong> los dientes, pues sabemos que<br />

principalmente en pacientes adultos, el resultado final <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l labio superior<br />

estará directamente relacionado al hecho <strong>de</strong> realizar un tratamiento con o sin<br />

exodoncia.<br />

estimativa <strong>de</strong> la tensión labial presente, notablemente en individuos que presenten el<br />

tono muscular <strong>de</strong> la musculatura <strong>de</strong> la región en <strong>de</strong>scompaso, pues estaremos <strong>de</strong> esta<br />

forma <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> un ángulo que evi<strong>de</strong>ntemente estaría fuertemente influenciado por<br />

interposición, hábitos lesivos, o aun, respiración bucal.<br />

espesura labial antero posterior, ya que sabemos que el tratamiento ortodóncico fijo,<br />

normalmente acarreará un aumento en la espesura labial, siendo importante<br />

consi<strong>de</strong>rar este hecho principalmente si estuviéremos actuando con individuos jóvenes.<br />

magnitud <strong>de</strong> la retrusión mandibular, o, <strong>de</strong> la protrusión mandibular, o sea, si<br />

estuviéremos frente a una maloclusión <strong>de</strong> clase II con gran<strong>de</strong> retrusión mandibular<br />

<strong>de</strong>bido a la micrognatia, o, maloclusión <strong>de</strong> clase III, que presenta a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la<br />

protrusión mandibular, la retrusión maxilar.<br />

extracción versus no extracción, principalmente en los casos <strong>de</strong> exodoncia, si actuamos<br />

con un fuerte anclaje, y por cuanto tiempo el mismo estará presente en el tratamiento<br />

ortodóncico.<br />

En una evaluación <strong>de</strong> perfil <strong>de</strong>bemos consi<strong>de</strong>rar:<br />

tipo <strong>de</strong> la extracción, o sea, cual diente será removido para el trabajo <strong>de</strong> Ortodoncia<br />

fija, pues sabemos que las exodoncias <strong>de</strong> los primeros premolares actúan <strong>de</strong> manera<br />

mucho mas directa sobre el perfil final <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado individuo, si la comparamos<br />

a una Ortodoncia fija don<strong>de</strong> sean extraídos los segundos premolares.


Con el ángulo nasolabial abierto, se <strong>de</strong>ben evitar las retracciones ortodóncicas o<br />

quirúrgicas. Porque el apiñamiento pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la extracción; y porque el<br />

<strong>de</strong>sequilibrio facial pue<strong>de</strong> influenciar cuales dientes serán extraídos y como los espacios<br />

podrán ser cerrados.<br />

RETRUSIÓN MAXILAR<br />

Estaría indicada para evaluar un contorno reto o cóncavo, y /o la necesidad <strong>de</strong><br />

avanzo maxilar.<br />

Figura 2.39 - Foto <strong>de</strong> perfil mostrando retrusión maxilar, ángulo, y<br />

longitud quijada - cuello.<br />

105


106<br />

LONGITUD QUIJADA - CUELLO<br />

Aunque no tengamos un valor <strong>de</strong>finido sobre lo que podría ser normal para una<br />

<strong>de</strong>terminada edad, será siempre importante relacionar, la longitud quijada - cuello con el<br />

ángulo formado por las mismas estructuras anatómicas.<br />

De esta forma en casos en que tengamos una falta <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l ángulo quijada<br />

- cuello (Figura 2.38), cuando normalmente también observamos los tejidos blandos <strong>de</strong> la<br />

región <strong>de</strong> la quijada formando la “papadita”, esta característica será mas fácilmente<br />

encontrada en individuos con maloclusión <strong>de</strong> clase II y retrusión mandibular, muchas<br />

veces provocada por micrognatia.<br />

En la presencia <strong>de</strong> un ángulo vivo entre las estructuras anatómicas quijada - cuello,<br />

formando un ángulo agudo, podremos tener la maloclusión <strong>de</strong> clase III (Figura 2.39), con<br />

la misma asociada a una retrusión maxilar afectando el perfil, con falta <strong>de</strong> evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la<br />

Región Zigomática, haciendo que <strong>de</strong> esta forma el perfil pueda estar mas o menos<br />

influenciado por el conjunto <strong>de</strong> problemas advenidos <strong>de</strong> la maloclusión.<br />

PROYECCIÓN NASAL<br />

Medida horizontalmente <strong>de</strong> la punta <strong>de</strong>l nariz a la subnasal (figura 2.40), con<br />

valores tipificados <strong>de</strong> 16 a 20 mm.<br />

El avance maxilar es contra indicado si la proyección está nasalmente reducida.


Figura 2.40 - Foto <strong>de</strong> perfil – evaluación <strong>de</strong> la proyección nasal.<br />

CONCLUSIÓN<br />

A análisis facial pasa <strong>de</strong> esta forma al ser un auxiliar importante no diagnóstico y<br />

principalmente será un factor prepon<strong>de</strong>rante a ser levado en la aplicación <strong>de</strong> la terapia, sea<br />

ella quirúrgica u ortodóncica, o aun ambas.<br />

CEFALOMETRIA<br />

A partir <strong>de</strong> la publicación, no American Journal of Orthodontics, en 1960, bajo los<br />

títulos: "The foundation of cephalometric communication", y "The influence of<br />

orthodontic treatment on facial growth and <strong>de</strong>velopment"; Ricketts inició una nueva serie<br />

<strong>de</strong> investigaciones, resultando en la análisis actualmente utilizada.<br />

A análisis es realizada en norma lateral y en norma frontal.<br />

En norma lateral es compuesta <strong>de</strong> 32 factores distribuidos en:<br />

107


108<br />

El análisis frontal presenta 18 factores.<br />

No obstante en nuestro proceso <strong>de</strong> diagnóstico adoptamos 12 factores <strong>de</strong> la norma<br />

lateral, dividida en cuatro áreas.<br />

El análisis fue elaborado para pacientes con media <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> 9 años, don<strong>de</strong> el autor<br />

aun incluyó el <strong>de</strong>svío tipo y las alteraciones por la edad.<br />

Con estos datos es posible que hagamos un VTO (objetivo visual <strong>de</strong> tratamiento),<br />

permitiendo al ortodoncista visualizar las alteraciones que <strong>de</strong>berán ocurrir durante el<br />

crecimiento y el tratamiento.<br />

1. N: punto localizado en el límite anterior <strong>de</strong> la sutura fronto - nasal.<br />

2. Or: punto más inferior <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> externo <strong>de</strong> la cavidad orbital, tangente al Plano <strong>de</strong><br />

Frankfurt.<br />

3. Pt: en la intersección <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> inferior <strong>de</strong>l foramen redondo con la pared posterior <strong>de</strong> la<br />

fosa ptérigo - maxilar.<br />

4. Po: punto localizado en la porción más superior <strong>de</strong>l meato auditivo externo, tangente al<br />

Plano <strong>de</strong> Frankfurt.<br />

Campos <strong>de</strong>ntários,<br />

Esqueletal,<br />

Dentofacial,<br />

Estético,<br />

Cráneofacial,<br />

Y estructuras internas.<br />

PUNTOS CEFALOMÉTRICOS<br />

5. Ba: punto más inferior y posterior <strong>de</strong> la región anterior <strong>de</strong>l foramen mágnum <strong>de</strong>l occipital.<br />

6. P: punto más anterior <strong>de</strong> la sínfisis, tangente al Plano facial.<br />

7. Pm: punto seleccionado en el bor<strong>de</strong> anterior <strong>de</strong> la sínfisis, entre los puntos B y P, don<strong>de</strong> la<br />

curvatura pasa <strong>de</strong> cóncava a la convexa.


8. ENA: punta <strong>de</strong> la espina anterior nasal.<br />

9. A: punto más profundo <strong>de</strong> la curvatura <strong>de</strong> la maxila entre el ENA y el alvéolo <strong>de</strong>ntario.<br />

10. B: punto más interno en la curvatura anterior <strong>de</strong> la sínfisis mentoniana.<br />

11. Me: punto localizado en el límite más inferior <strong>de</strong> la sínfisis<br />

12. Gn: punto medio virtual en la curvatura anterior <strong>de</strong>l mentón, localizado por la bisectriz <strong>de</strong>l<br />

Ángulo formado por el Plano facial (línea NP) y por el Plano mandibular.<br />

13. Go: punto localizado en la posición más posterior e inferior en el ángulo <strong>de</strong> la mandíbula,<br />

Determinado a partir <strong>de</strong>l Me.<br />

Figura 2.41 – Trazado cefalométrico evi<strong>de</strong>nciando los puntos<br />

cefalométricos <strong>de</strong>marcados.<br />

109


LOCALIZACIÓN DE Xi<br />

La localización <strong>de</strong>l punto Xi (Figura 2.42) es realizada a partir <strong>de</strong> proyecciones<br />

ortogonales <strong>de</strong>l Plano <strong>de</strong> Frankfurt y <strong>de</strong> la vertical pterigoi<strong>de</strong>a.<br />

Construya Planos ortogonales a los Planos <strong>de</strong> Frankfurt y Vertical pterigoi<strong>de</strong>a<br />

respectivamente, basándose:<br />

en el extremo angular escotadura sigmoi<strong>de</strong>a (R1),<br />

bor<strong>de</strong> inferior <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte (R2),<br />

bor<strong>de</strong> anterior <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte (R3),<br />

y bor<strong>de</strong> posterior <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte (R4).<br />

107<br />

Figura 2.42 – Construcción <strong>de</strong> los planos<br />

ortogonales a los Planos <strong>de</strong> Frankfurt y<br />

vertical pterigoi<strong>de</strong>a.<br />

Figura 2.43 – Determinación <strong>de</strong> Xi


1. Esos Planos son tangentes a R1, R2, R3, R4.<br />

2. Los Planos forman un rectángulo incluyendo todo el ramo ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

1. Línea Ba - N: línea que va <strong>de</strong>l punto Ba hasta N, representando la base craneana <strong>de</strong><br />

Ricketts.<br />

mandíbula.<br />

3. El punto Xi (Figura 2.43), está localizado en la intersección <strong>de</strong> las diagonales<br />

internas <strong>de</strong>l rectángulo formado.<br />

PLANOS Y LÍNEAS DE REFERENCIA (Figura 2.44):<br />

2. Plano <strong>de</strong> Frankfurt (Po - Or): Plano que pasa por los puntos Porión y Orbital.<br />

3. Plano facial: pasa por los puntos Nasión y Pogonión.<br />

4. Plano mandibular: pasa por los puntos Gonión y Mentoniano.<br />

5. Línea facial superior: une el Nasión al punto A.<br />

6. Línea facial inferior: une el punto A al Pogonión.<br />

7. Línea ENA - Xi: va <strong>de</strong> la espina nasal anterior al punto Xi.<br />

8. Eje <strong>de</strong>l cuerpo: une el punto Xi al punto Pm.<br />

9. Línea Pterigoi<strong>de</strong>a: pasa por el punto Pt, siendo perpendicular al Plano <strong>de</strong> Frankfurt.<br />

10. Largo eje <strong>de</strong> los incisivos inferiores: pasando por un punto medio en la incisal y un<br />

punto medio en el ápice radicular.<br />

11. Largo eje <strong>de</strong>l incisivo superior: pasando por un punto medio en la incisal y otro<br />

punto medio en el ápice radicular.<br />

12. Línea Pt - Gn: pasa por los puntos Pterigoi<strong>de</strong>o terminando en Gnatión.<br />

13. Eje <strong>de</strong>l Condylión: pasa por el punto DC, partiendo <strong>de</strong> Xi.<br />

14. Línea Pterigoi<strong>de</strong>a Molar: <strong>de</strong> la porción mas distal <strong>de</strong>l primer molar permanente<br />

superior hasta la línea vertical pterigoi<strong>de</strong>a, siendo perpendicular a esta.<br />

15. Plano Oclusal Funcional: se utiliza como referencia, puntos medios obtenidos en las<br />

oclusales <strong>de</strong> molares y premolares.<br />

108


Es el ángulo formado a través <strong>de</strong>l Plano Básio-Nasion y la línea Pt - Gn.<br />

Norma clínica: 90,0 0<br />

Desvío tipo: 3,0<br />

Figura 2.44 –<br />

Trazado<br />

cefalométrico<br />

simplificado <strong>de</strong><br />

Ricketts<br />

TAMAÑOS CEFALOMÉTRICOS DE RICKETTS<br />

EJE FACIAL:<br />

Interpretación: Indica la dirección <strong>de</strong>l<br />

crecimiento mandibular, sin alteración<br />

con la edad. Pudiendo ser alterado por el<br />

tratamiento en 1,0 o 2,0 grados, en cuanto<br />

el tratamiento este en su fase activa.<br />

Figura 2.45 – Evaluación <strong>de</strong>l ángulo<br />

<strong>de</strong>l eje facial<br />

109<br />

F<br />

i<br />

g<br />

u<br />

r


PROFUNDIDAD FACIAL:<br />

Es el ángulo formado por la intersección <strong>de</strong>l Plano<br />

Facial y <strong>de</strong>l Plano <strong>de</strong> Frankfurt.<br />

Norma clínica: 87,0 0 hasta los 9 años aumentando<br />

1,0 grado a cada 3 años.<br />

Desvío tipo: 3,0<br />

Interpretación: <strong>de</strong>termina la posición mandibular<br />

En relación al cráneo.<br />

ALTURA FACIAL INFERIOR<br />

Es el ángulo formado entre las líneas ENA-Xi<br />

y Xi-Pm.<br />

Norma clínica: 47,0 0 , sin alteración con la<br />

edad.<br />

Desvío tipo: 4,0<br />

Interpretación: Altos valores indican ten<strong>de</strong>ncia a<br />

mordida abierta esqueletal y bajos valores indican<br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mordida profunda.<br />

Figura 2.46 – Evaluación <strong>de</strong>l ángulo <strong>de</strong> la<br />

profundidad facial<br />

Figura 2.47 – Ángulo <strong>de</strong> la altura facial<br />

anterior inferior<br />

110


PLANO MANDIBULAR<br />

Ángulo formado por los Planos <strong>de</strong> Frankfurt y<br />

Mandibular.<br />

Norma clínica: 26,0 0 , hasta los 9 años<br />

diminuyendo 1,0 grado a cada 3 años.<br />

Desvío tipo: 4,0<br />

Interpretación: valores altos indican que la<br />

mordida abierta esqueletal seria <strong>de</strong>bida a la<br />

posición mandibular.<br />

Figura 2.48 – Ángulo <strong>de</strong>l plano mandibular<br />

ARCO MANDIBULAR<br />

Es el ángulo formado a través <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong>l cuerpo y <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong>l cóndilo.<br />

Norma clínica: 26,0 0 , hasta los 9 años, aumentando 0,5 grados por año.<br />

Desvío tipo: 4,0<br />

Interpretación: El aumento <strong>de</strong>l valor angular indica<br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mordida profunda, y bajos valores<br />

angulares <strong>de</strong>finen la ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mordida abierta.<br />

Figura 2.49 – Ángulo <strong>de</strong>l arco<br />

mandibular<br />

111


CONVEXIDAD DEL PUNTO A<br />

Es la distancia entre el punto A, hasta el Plano facial.<br />

Norma clínica: 2,0 mm hasta los 9 años disminuyendo<br />

0,2 mm por año<br />

Desvío tipo: 2,0 mm<br />

Interpretación: Evi<strong>de</strong>ncia el grado <strong>de</strong> relacionamiento<br />

entre las bases apicales, maxila y mandíbula.<br />

Figura 2.50 – Evaluación <strong>de</strong> la distancia <strong>de</strong>l<br />

punto A, hasta el Plano Facial <strong>de</strong> Ricketts.<br />

PROFUNDIDAD MAXILAR<br />

Ángulo formado por los Planos <strong>de</strong> Frankfurt y la línea N - A.<br />

Norma clínica: 90,0 0<br />

Desvío tipo: 2,0<br />

Interpretación: Indica posición<br />

Maxilar en relación a la base <strong>de</strong>l cráneo.<br />

Figura 2.51 – Evaluación <strong>de</strong>l ángulo <strong>de</strong> la<br />

profundidad maxilar.<br />

POSICIÓN DEL INCISIVO INFERIOR<br />

112


Distancia entre la incisal <strong>de</strong>l incisivo inferior hasta la<br />

línea A - P.<br />

Norma clínica: 1,0 mm<br />

Desvío tipo: 1,0 mm<br />

Interpretación: <strong>de</strong>fine la discrepancia cefalométrica<br />

De Ricketts.<br />

Ángulo formado por el largo eje <strong>de</strong>l incisivo inferior<br />

y la línea A - P.<br />

Norma clínica: 22,0 0<br />

Desvío tipo: 4,0<br />

Interpretación: grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong> los incisivos<br />

Inferiores al interior <strong>de</strong> la sínfisis.<br />

Ángulo formado entre el largo eje <strong>de</strong>l incisivo<br />

superior y la línea A-Po.<br />

Norma clínica: 28,0 0 grados<br />

Desvio tipo: 4,0 grados<br />

Interpretación: Avalúa el grado <strong>de</strong> protrusión <strong>de</strong> los<br />

incisivos superiores.<br />

Figura 2.52 – Evaluación <strong>de</strong> la<br />

discrepancia cefalométrica<br />

INCLINACIÓN DEL INCISIVO INFERIOR<br />

Figura 2.53 – Ángulo <strong>de</strong> evaluación <strong>de</strong> los incisivos<br />

inferiores.<br />

POSICIÓN DEL INCISIVO SUPERIOR<br />

Figura 2.54 – Evaluación <strong>de</strong>l ángulo <strong>de</strong> vestibularización <strong>de</strong> los incisivos superiores.<br />

113


INCLINACIÓN DEL INCISIVO SUPERIOR<br />

Ángulo formado por el largo eje <strong>de</strong>l incisivo superior y la línea A – P (Figura 2.54).<br />

Norma clínica: 28,0<br />

Desvío tipo: 4,0<br />

Interpretación: avalúa el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong> los incisivos superiores en relación a su<br />

respectiva base apical<br />

ÁNGULO INTERINCISAL<br />

Ángulo formado por los largos<br />

ejes <strong>de</strong> los incisivos<br />

Norma clínica: 130,0º<br />

Desvío tipo: 6,0<br />

Interpretación: valores muy disminuidos<br />

indican biprotrusión <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntaria.<br />

Figura 2.55 – Evaluación <strong>de</strong>l ángulo entre los largos ejes <strong>de</strong> los incisivos.<br />

POSICIÓN DEL PRIMER MOLAR SUPERIOR (6 - PTV)<br />

Distancia linear <strong>de</strong>l primer molar hasta la línea<br />

Vertical pterigoi<strong>de</strong>a.<br />

Norma clínica: Edad <strong>de</strong>l paciente + 3,0 mm.<br />

Interpretación: Sirve como elemento auxiliar en<br />

la posibilidad <strong>de</strong> indicación o en el <strong>de</strong> movimiento<br />

molar superior.<br />

Figura 2.56 – Evaluación <strong>de</strong> la distancia molar<br />

superior a la línea vertical pterigoi<strong>de</strong>a.<br />

114


Distancia incisal <strong>de</strong>l incisivo inferior hasta el<br />

plano oclusal funcional.<br />

Norma clínica: 1,0 mm<br />

Interpretación: Define si la penetración vertical se <strong>de</strong>be<br />

a la supraerupción, o a la infraerupción <strong>de</strong>l incisivo<br />

inferior.<br />

EXTRUSIÓN INCISAL INFERIOR<br />

Figura 2.57 – Evaluación linear <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> extrusión incisal inferior.<br />

Análisis Cefalométrica <strong>de</strong> Jarabak<br />

En nuestra técnica <strong>de</strong> trabajo, estaremos utilizando algunos <strong>de</strong> los factores <strong>de</strong> la<br />

Cefalometria <strong>de</strong> Jarabak, con el intuito <strong>de</strong> completar las informaciones recogidas en la<br />

Cefalometria <strong>de</strong> Ricketts, siendo así, sobre la base <strong>de</strong> datos <strong>de</strong> Jarabak serán avaluadas<br />

apenas las informaciones a respecto <strong>de</strong>l potencial <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la mandíbula y<br />

también <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong> la misma en las maloclusiones verticales, sean ellas <strong>de</strong><br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> mordida anterior abierta, o <strong>de</strong> mordida profunda, pues <strong>de</strong> esta forma,<br />

estaremos distinguiendo mejor el grado <strong>de</strong> participación <strong>de</strong> sectores <strong>de</strong> la maxila y <strong>de</strong><br />

la mandíbula en estos problemas.<br />

El autor realizó sus experimentos, consi<strong>de</strong>rando pacientes jóvenes, en la época<br />

próxima al surto <strong>de</strong>l crecimiento, hecho relevante porque estudiando el potencial <strong>de</strong><br />

crecimiento <strong>de</strong> la mandíbula, y aun su dirección <strong>de</strong> crecimiento, podremos establecer un<br />

diagnóstico mas apurado y mas localizado <strong>de</strong>l problema a ser tratado.<br />

115


116<br />

Por tanto la participación <strong>de</strong> esta cefalometria en nuestro proceso <strong>de</strong> diagnóstico<br />

y planeamiento estará limitada a los pacientes jóvenes con potencial <strong>de</strong> crecimiento,<br />

notablemente aquellos tratados, aun en fases anteriores al surto <strong>de</strong>l crecimiento,<br />

utilizando-se <strong>de</strong> algunas medidas cefalométricas que juzgamos convenientes a nuestro<br />

proceso <strong>de</strong> diagnóstico.<br />

Puntos Cefalométricos<br />

NASION: punto localizado en el limite anterior <strong>de</strong> la sutura fronto nasal.<br />

SILLA: localizado en el centro <strong>de</strong> la silla turca.<br />

MENTONIANO: punto localizado en el límite más inferior <strong>de</strong> la sínfisis.<br />

ARTICULAR: en la intersección <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> posterior <strong>de</strong>l cóndilo con la base <strong>de</strong>l hueso<br />

esfenoidal.<br />

GoC (Gonión cefalométrico): punto <strong>de</strong> intersección <strong>de</strong> los planos <strong>de</strong>l ramo y <strong>de</strong>l cuerpo<br />

<strong>de</strong> la mandíbula.<br />

GnC (Gnatión cefalométrico): localizado en la intersección <strong>de</strong> la línea NP y el plano<br />

mandibular.<br />

ENA (Espina nasal anterior): localizada sobre la imagen <strong>de</strong>l proceso medio <strong>de</strong> la<br />

maxila, situado en la margen inferior <strong>de</strong> la cavidad nasal anterior.<br />

ENP (Espina nasal posterior): localizada sobre la imagen <strong>de</strong>l proceso formado por la<br />

unión <strong>de</strong> las proyecciones <strong>de</strong> los bor<strong>de</strong>s terminales posteriores <strong>de</strong> los huesos palatinos.<br />

Figura 2.58 - Puntos Cefalométricos <strong>de</strong><br />

Jarabak


Trazado Cefalométrico <strong>de</strong> Jarabak<br />

Aunque no sean utilizados en nuestro proceso <strong>de</strong> diagnóstico, todos los tamaños<br />

cefalométricos <strong>de</strong> Jarabak, será relevante conocer el trazado cefalométrico <strong>de</strong> Jarabak y <strong>de</strong><br />

como el mismo se compone.<br />

LÍNEA SN - Base anterior <strong>de</strong>l cráneo, comenzando en 0,5 mm mas allá <strong>de</strong> S y terminando<br />

en 0,5 mm mas allá <strong>de</strong> N.<br />

LÍNEA N-Me - Del NASION hasta el mentoniano, representa la altura facial anterior.<br />

LÍNEA S-GnC - Del punto silla hasta el Gnatión cefalométrico, representando la longitud<br />

facial.<br />

LÍNEA ENA-ENP - De la espina nasal anterior hasta la espina nasal posterior, representa<br />

el plano palatal.<br />

PLANO S-Ar - Del punto silla hasta el articular, representa la base posterior <strong>de</strong>l cráneo.<br />

PLANO Ar-GoC - Del punto articular hasta el Gonión cefalométrico, representa la altura<br />

<strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte.<br />

PLANO GoC-Me - Del Gonión cefalométrico hasta el Mentoniano, representa el plano<br />

mandibular.<br />

PLANO S-GoC - Del punto Silla hasta el Gonión cefalométrico, representa la altura facial<br />

posterior.<br />

PLANO N-GoC - Del NASIÓN hasta el Gonión cefalométrico, representa la profundidad<br />

facial.<br />

Figura 2.59 – Trazado cefalométrico <strong>de</strong> Jarabak<br />

117


TAMAÑOS CEFALOMÉTRICAS<br />

1 - ÁNGULO SILLA: N.S.Ar (Silla-Nasión con Silla-Articular)<br />

Media: 123,0 0 con d.p. <strong>de</strong> (+ o - 5 grados)<br />

Ángulo <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión craneana (base anterior y posterior), aumentando o disminuyendo con<br />

el crecimiento.<br />

Maloclusión - clase III con mordida abierta (ángulo disminuido)<br />

- clase II esqueletal (ángulo aumentado )<br />

El ángulo silla no sufre alteración con el tratamiento ortodóncico.<br />

2 - ÁNGULO ARTICULAR: (Silla y Articular)<br />

Media: 143, 0 0 con d.p. <strong>de</strong> (+ o - 6 grados)<br />

Sufre alteración con el tratamiento ortodóncico, aumentando con la extrusión o<br />

distalización <strong>de</strong> los molares.<br />

3 - ÁNGULO GONÍACO: (Plano mandibular y ramo ascen<strong>de</strong>nte)<br />

Media: 130, 0 0 con d.p. <strong>de</strong> (+ o - 7 grados)<br />

Dividido en: a) ángulo goníaco inferior<br />

b) ángulo goníaco superior<br />

Obtenidos por el Plano <strong>de</strong> Profundidad facial (N.GoC), que liga los puntos NASION<br />

y Gonión cefalométrico.<br />

I) superior: valor medio <strong>de</strong> 52,0 0 a 55, 0 0<br />

- i<strong>de</strong>ntifica el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la mandíbula.<br />

El aumento <strong>de</strong>l ramo haría la face inferior más prognata.<br />

II) inferior: valor medio <strong>de</strong> 70,0 0 a 75,0 0<br />

El ángulo goníaco inferior i<strong>de</strong>ntifica el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong>l cuerpo mandibular.<br />

118


Figura 2.60 – Determinación <strong>de</strong> los ángulos Silla (I); Articular (II);<br />

El ángulo goníaco superior, con valores <strong>de</strong> 430 0 a 48,0 0 indica que el crecimiento<br />

mandibular ocurre para abajo y para atrás (en sentido horario).<br />

Representada por la línea SN, siendo que para los pacientes <strong>de</strong> 11 años los valores<br />

medios son <strong>de</strong> 71,0 mm y d.p. <strong>de</strong> 3,0 mm.<br />

y Goníaco (III).<br />

4 - BASE ANTERIOR DEL CRANEO<br />

Aumenta 1,0 mm al año y continuará conforme el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los senos frontales.<br />

5 - BASE POSTERIOR DEL CRANEO (<strong>de</strong> la Silla hasta el Articular).<br />

Valores medios <strong>de</strong> 32,0 mm presentando d.p. + o - 3 mm.<br />

Aumenta en longitud durante el crecimiento.<br />

Proporción <strong>de</strong> ¾: relación <strong>de</strong> la base posterior con altura <strong>de</strong>l ramo<br />

119


posterior.<br />

120<br />

Eje <strong>de</strong> Jarabak (<strong>de</strong> la Silla hasta GoC) - factor importante en el crecimiento facial<br />

6 - ALTURA DEL RAMO - Björk (medida linear <strong>de</strong>l articular al GoC).<br />

Valor medio <strong>de</strong> 44,0 mm y d.p. <strong>de</strong> + o - 5 mm<br />

Aumenta en longitud durante el crecimiento en los casos en que:<br />

a) El incremento <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l ramo es substancial (consi<strong>de</strong>rable altura<br />

en la face posterior es adicionada).<br />

b) Longitud <strong>de</strong>l ramo corto, el crecimiento vertical es pequeño, a pesar <strong>de</strong><br />

aumentar la divergencia <strong>de</strong> la parte posterior <strong>de</strong> la face.<br />

c) Si la proporción fue <strong>de</strong> 1/1 y la porción superior <strong>de</strong>l ángulo goníaco fue<br />

mayor; la face posterior difícilmente alcanzará una altura posterior<br />

razonable, volviendo la face divergente para atrás o retrognata.<br />

Figura 2.61 – Representación <strong>de</strong> las líneas que simbolizan la Base craneana<br />

anterior (azul); Base craneana posterior (negro); Altura <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte<br />

(rojo); y la Longitud <strong>de</strong>l cuerpo mandibular (ver<strong>de</strong>).


7 - LONGITUD DEL CUERPO DE LA MANDÍBULA<br />

(BJÖRK)<br />

De GoC al mentoniano con valor medio <strong>de</strong> 71,0 mm y d.p. <strong>de</strong> 5 mm.<br />

Aumenta <strong>de</strong> 1,0 a 1,5 mm al año, en la proporción <strong>de</strong> 1/1 con la base <strong>de</strong>l cráneo.<br />

a) el crecimiento longitudinal <strong>de</strong>l cuerpo mandibular, es un factor importante<br />

en la evaluación <strong>de</strong>l pronóstico.<br />

b) Ángulo goníaco bajo (ángulo superior alto e inferior bajo), acarrea un<br />

ramo ascen<strong>de</strong>nte largo, resultando en un prognatismo mandibular.<br />

EVALUACIÓN CEFALOMÉTRICA DEL MOVIMIENTO DE LOS<br />

MOLARES SUPERIORES E INCLINACIÓN DE LOS CANINOS<br />

Con la finalidad <strong>de</strong> evaluar la posición <strong>de</strong> los molares superiores, <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores y <strong>de</strong> los incisivos superiores <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> distalización <strong>de</strong> los<br />

caninos superiores, <strong>de</strong>sarrollamos un análisis cefalométrico con el objetivo <strong>de</strong> constatar:<br />

Cual el grado <strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> los primeros molares superiores permanentes no<br />

sentido horizontal y vertical <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> retracción <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores.<br />

Cual el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong> los caninos superiores <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> la<br />

retracción <strong>de</strong> los mismos.<br />

Cual el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong> los incisivos superiores <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l término <strong>de</strong> la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos superiores.<br />

Siendo posible correlacionar <strong>de</strong> este análisis, la cantidad <strong>de</strong> perdida <strong>de</strong> anclaje<br />

molar, con las variables:<br />

SUPERIORES.<br />

121


1. tiempo <strong>de</strong> duración <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> retracción <strong>de</strong> los caninos,<br />

2. sobresaliencia presentada al inicio <strong>de</strong>l tratamiento,<br />

3. Grado <strong>de</strong> apiñamiento incisal inferior.<br />

Demarcación <strong>de</strong> los puntos cefalométricos <strong>de</strong><br />

referencia:<br />

N – Nasión – punto mas anterior <strong>de</strong> la sutura frontonasal;<br />

S – Silla Turca – punto <strong>de</strong>marcado en el centro <strong>de</strong> la Silla Turca <strong>de</strong>terminado por<br />

Inspección;<br />

P – Pogonión – punto más anterior <strong>de</strong> la sínfisis mandibular sobre la línea media;<br />

Po – Porión – punto superior <strong>de</strong>l conducto externo;<br />

Or – Orbital – punto localizado mas inferior <strong>de</strong> la órbita en la radiografía <strong>de</strong> perfil;<br />

ENA – Espina nasal anterior – punto más anterior <strong>de</strong> la maxila, punto localizado<br />

Más anterior en la base <strong>de</strong> las fosas nasales, en el plano sagital medio;<br />

M – Mentoniano – punto más inferior <strong>de</strong> la sínfisis mentoniana;<br />

Go – Gonión – punto más posterior e inferior <strong>de</strong> la mandíbula;<br />

ENP – Espina nasal posterior – punto más posterior sobre el palatino óseo;<br />

A – punto más posterior <strong>de</strong> la concavidad anterior <strong>de</strong> la maxila entre la espina<br />

Nasal anterior y los procesos alveolares;<br />

B – punto situado en la parte más profunda <strong>de</strong> la concavidad alveolar inferior;<br />

C – Punto C – punto situado en la cervical <strong>de</strong> los molares superiores.<br />

Pt – Punto Pt – punto <strong>de</strong> unión <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> inferior <strong>de</strong>l canal <strong>de</strong>l foramen redondo y<br />

Del bor<strong>de</strong> posterior <strong>de</strong> la fenda ptérigo – maxilar<br />

122


Trazado <strong>de</strong> las líneas y planos cefalométricos<br />

2.62 - Demarcación <strong>de</strong> los puntos cefalométricos<br />

Para los trazados <strong>de</strong> las líneas y planos cefalométricos <strong>de</strong> los casos examinados en este<br />

estudio, fueron utilizados algunos factores <strong>de</strong>l tipo cefalométrico <strong>de</strong> Ricketts, y otros<br />

factores complementares, que serán <strong>de</strong>scritos a seguir:<br />

Línea Vertical Pterigoi<strong>de</strong>a (Ricketts) – línea que pasa tangencialmente al punto Pt,<br />

siendo perpendicular al Plano <strong>de</strong> Frankfurt;<br />

123


Figura 2.63 – Trazado cefalométrico con algunas referencias <strong>de</strong><br />

Línea 6 – PTV (Ricketts) – línea que va <strong>de</strong>l punto mas distal <strong>de</strong>l primer molar superior<br />

perpendicularmente hasta la línea 6-PTV;<br />

Ricketts utilizadas en este estudio.<br />

1-APo – línea que va <strong>de</strong>l punto A en la maxila, hasta el punto Pogonión en la mandíbula.<br />

124


Trazado Cefalométrico <strong>de</strong> <strong>Werneck</strong><br />

Figura 2.64 – Trazado Cefalométrico <strong>de</strong> <strong>Werneck</strong><br />

Línea C - PP – Línea que va perpendicularmente <strong>de</strong>l punto (C), en la cervical <strong>de</strong>l<br />

primer molar hasta el plano palatal;<br />

C – Plano <strong>de</strong> Frankfurt – línea que va perpendicularmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C), en<br />

la cervical <strong>de</strong>l primer molar superior, hasta el Plano <strong>de</strong> Frankfurt;<br />

Línea C – N – Línea que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto Nasión (N), hasta el punto (C) en la<br />

cervical <strong>de</strong>l primer molar;<br />

Línea C – ENA – línea que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C), en la cervical <strong>de</strong>l primer molar,<br />

hasta la espina nasal anterior (ENA);<br />

125


126<br />

Línea C – A – línea que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C) en la cervical <strong>de</strong>l primer molar,<br />

hasta el punto A en la maxila;<br />

Eje largo <strong>de</strong>l canino superior – línea que parte <strong>de</strong>l plano <strong>de</strong> Frankfurt, teniendo<br />

como referencias dos puntos situados, en el ápice radicular y en la incisal <strong>de</strong>l<br />

canino superior;<br />

Línea 3 – PTV – línea que va perpendicularmente, <strong>de</strong>l punto mas distal <strong>de</strong>l<br />

canino superior, hasta la línea vertical pterigoi<strong>de</strong>a (PTV).<br />

Obtención <strong>de</strong> los Tamaños Cefalométricos<br />

A seguir están representados los tamaños cefalométricos utilizados en este estudio,<br />

para evaluar las estructuras craneofaciales, dando prioridad a las estructuras relacionadas<br />

al posicionamiento <strong>de</strong>l primer molar superior.<br />

As medidas lineares y angulares seguirán las normas clínicas y <strong>de</strong>svíos padrones<br />

<strong>de</strong>terminados en el análisis <strong>de</strong> Ricketts, incluyendo variables complementares.<br />

Con el propósito <strong>de</strong> un mejor entendimiento, obtuvimos los trazados componentes <strong>de</strong><br />

los cefalogramas separadamente, representando las variables según su tipo (norma).<br />

Todos los tamaños son presentados y <strong>de</strong>scritos a seguir:<br />

6 – PTV<br />

Medida linear, a partir <strong>de</strong> la distancia entre el punto más distal <strong>de</strong>l<br />

primer molar superior y la línea vertical<br />

Pterigoi<strong>de</strong>a, alterándose en el<br />

período <strong>de</strong> crecimiento, quedando<br />

estable en pacientes adultos,<br />

evaluando la posible mesialización<br />

<strong>de</strong>l primer molar durante la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos.<br />

Figura 2,65 – Línea 6 - PTV


1. APo (Ricketts)<br />

medida angular, formada por la intersección <strong>de</strong>l eje<br />

largo <strong>de</strong>l incisivo superior, y la línea A-Po, <strong>de</strong>terminando el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong>l<br />

incisivo superior en su base apical (maxila), con valor tipo <strong>de</strong> 28,0 grados y <strong>de</strong>svío padrón<br />

<strong>de</strong> +/- 4,0 grados.<br />

Figura 2.66 - 1 – APo<br />

127


Plano Mandibular (PM)<br />

128<br />

Medida angular, que mi<strong>de</strong> el grado <strong>de</strong><br />

rotación mandibular, a partir <strong>de</strong>l plano mandibular (Go – Me) y el Plano <strong>de</strong> Frankfurt (Po<br />

– Or), con valor padrón <strong>de</strong> 26,0 0 , y <strong>de</strong>svío padrón <strong>de</strong> +/- 4,0 grados, disminuyendo 1,0<br />

grado a cada tres años, quedando estable al final <strong>de</strong>l crecimiento.<br />

Figura 2.67 - Plano Mandibular (PM)


C – PP<br />

129<br />

medida linear que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C), en la cervical <strong>de</strong>l<br />

primer molar superior, hasta el Plano palatal, sin valor padrón, y que avalúa la<br />

posición vertical <strong>de</strong>l primer molar superior, <strong>de</strong>spués la retracción <strong>de</strong> los caninos, en<br />

relación al plano palatal;<br />

Figura 2.68 - C – PP


C – Plano <strong>de</strong> Frankfurt (PF)<br />

130<br />

medida linear que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<br />

(C), en la cervical <strong>de</strong>l primer molar superior, hasta el Plano <strong>de</strong> Frankfurt, sin valor<br />

padrón, y que avalúa la posición vertical <strong>de</strong>l primer molar superior, <strong>de</strong>spués la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos, en relación al Plano <strong>de</strong> Frankfurt;<br />

Figura – 2.69 – C – Plano <strong>de</strong> Frankfurt


C – A<br />

131<br />

medida linear que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C), en la cervical<br />

<strong>de</strong>l primer molar superior, hasta el punto A, sin valor padrón, y que avalúa la posición<br />

horizontal <strong>de</strong>l primer molar superior, <strong>de</strong>spués la retracción <strong>de</strong> los caninos;<br />

Figura 2.70 – C - A


C – ENA<br />

132<br />

medida linear que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto (C), en la cervical<br />

<strong>de</strong>l primer molar superior, hasta el punto ENA, sin valor padrón, y que avalúa la posición<br />

horizontal <strong>de</strong>l primer molar superior, <strong>de</strong>spués la retracción <strong>de</strong> los caninos;<br />

Figura 2.71 - C - ENA


CN – PF<br />

133<br />

Medida angular a partir <strong>de</strong> la intersección <strong>de</strong>l Plano <strong>de</strong><br />

Frankfurt y la línea C – N (<strong>de</strong> la cervical <strong>de</strong> primer molar superior, hasta el punto<br />

nasión), avalúa el grado <strong>de</strong> rotación <strong>de</strong>l primer molar, <strong>de</strong>spués la retracción <strong>de</strong> los<br />

caninos, y sin valor padrón;<br />

Figura 2.72 - CN - PF


3 – PTV<br />

134<br />

Medida linear, que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto más distal <strong>de</strong>l<br />

canino superior hasta la línea PTV, avalúa la alteración <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l canino<br />

superior, <strong>de</strong>spués la retracción <strong>de</strong>l mismo; no tiene valor padrón;<br />

Figura 2.73 - 3 - PTV


3 – C-PF<br />

135<br />

medida angular, a partir <strong>de</strong>l eje largo <strong>de</strong>l canino<br />

superior y la línea C – PF, y avalúa el grado <strong>de</strong> inclinación <strong>de</strong>l canino superior, <strong>de</strong>spués<br />

la retracción <strong>de</strong>l mismo, sin valor padrón, pero que <strong>de</strong>berán presentar valores próximos<br />

<strong>de</strong> cero, cuando la retracción <strong>de</strong>l canino sea realizada sin <strong>de</strong>flexión, y los valores<br />

negativos representen una posible <strong>de</strong>flexión.<br />

Figura 2.74 - 3@ - C-PF


EL PROCESO DE DIAGNÓSTICO<br />

Será extremamente relevante en estos casos <strong>de</strong>finir el tipo <strong>de</strong> paciente que estaremos<br />

tratando, si adulto (Figura 2.75; 2.76), o joven en fase <strong>de</strong> crecimiento.<br />

Consi<strong>de</strong>rando que tanto en la fase adulta, como en eda<strong>de</strong>s mas precoces, el examen<br />

clínico es un factor importantísimo; con esta etapa <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong>l diagnóstico<br />

<strong>de</strong>biendo tener papel fundamental, don<strong>de</strong> todas las informaciones recogidas en este<br />

momento, serán adicionadas a las informaciones que distinguiremos a seguir :<br />

Figura 2.75 – Vista frontal siendo<br />

contemplado:<br />

Face inferior aumentada<br />

Ausencia <strong>de</strong> vedamiento labial<br />

136<br />

Evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los incisivos superiores<br />

en reposo<br />

Falta <strong>de</strong> proporción entre los Labios<br />

superior/inferior<br />

Figura 2.76 – Vista lateral <strong>de</strong>:<br />

perfil convexo<br />

ángulo obtuso quijada - cuello<br />

ángulo naso - labial cerrado


El Paciente Adulto<br />

Básicamente en estos pacientes la atención estará mas vuelta a los aspectos <strong>de</strong>ntarios<br />

<strong>de</strong> nuestros análisis en general, así como también al análisis facial.<br />

Por tanto como protocolo, normalmente tratamos en primer lugar las cuestiones<br />

transversales (mordidas cruzadas o atresias maxilares – Figuras 2.77; 2.78; 2.79) por la<br />

implicación que existe <strong>de</strong> este procedimiento en la respuesta resultante sobre las otras<br />

posibles maloclusiones encontradas.<br />

Figura 2.78 – Vista intrabucal lateral<br />

<strong>de</strong>recha, siendo constatado el cruzamiento<br />

en la región <strong>de</strong> los molares (primeros y<br />

segundos), indicativo por tanto <strong>de</strong>l<br />

envolvimiento esquelético en la cuestión<br />

transversal.<br />

137<br />

Figura 2.77 – Vista intrabucal frontal,<br />

don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos observar un apiñamiento<br />

severo en la región anterior, con<br />

acentuado <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media.<br />

Figura 2.79 – Vista intrabucal lateral<br />

izquierda, con el cruzamiento en la<br />

región <strong>de</strong> los molares (primeros y<br />

segundos), indicativo <strong>de</strong> que el<br />

problema es bilateral.


El tratamiento podrá ser a través <strong>de</strong> las disyunciones cuando observamos relaciones<br />

esqueléticas <strong>de</strong>ficientes (mordidas posteriores cruzadas) (Figuras 2.80; 2.81).<br />

O aun, por medio <strong>de</strong> expansiones <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntó alveolar, cuando estemos<br />

frente a atresias maxilares sin cruzamiento posterior (Figuras 2.82; 2.83 y 2.84).<br />

Figura 2.83 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente tratado ortodoncicamente<br />

con cuadrihélix y posterior<br />

secuencia <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

Figura 2.80 – Mordida cruzada<br />

esquelética envolviendo la región <strong>de</strong><br />

los molares en paciente adulto joven.<br />

Figura 2.81 – Mordida cruzada<br />

esquelética <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento con disyuntor tipo<br />

hirax.<br />

Figura 2.82 – Expansión en<br />

paciente adulto realizada por<br />

medio <strong>de</strong> cuadrihélix<br />

138


Figura 2.85 – Vista oclusal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

superior, con apiñamiento mo<strong>de</strong>rado en<br />

esta arcada, sin embargo se observa que<br />

los dientes posteriores no pue<strong>de</strong>n ser<br />

expandidos, por estar ya perpendiculares<br />

a sus respectivas bases óseas.<br />

No obstante será relevante evaluar, la posibilidad <strong>de</strong> realizar disyunciones en<br />

pacientes adultos, pues <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> los dieciocho años <strong>de</strong> edad, difícilmente conseguiremos<br />

respuestas totalmente esqueléticas.<br />

Al contrario, serán esperadas muchas mas respuestas <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntó alveolar,<br />

con alto grado <strong>de</strong> recidiva, que las <strong>de</strong> naturaleza esquelética pues ciertamente darán mayor<br />

estabilidad al tratamiento ejecutado.<br />

Figura 2.84 – Visión frontal <strong>de</strong> paciente<br />

139<br />

tratado ortodonticamente con cuadrihélix<br />

y posterior secuencia <strong>de</strong> nivelamiento, 12<br />

meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l inicio <strong>de</strong>l mismo.<br />

Figura 2.86 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente adulto tratado ortodoncicamente,<br />

y que poseía mordida cruzada esquelética<br />

bilateral en la región <strong>de</strong> los molares,<br />

habiendo sido realizada la terapia<br />

manteniendo los caninos superiores en<br />

condiciones <strong>de</strong> realizar los movimientos<br />

mandibulares, aunque los molares<br />

permanezcan cruzados, <strong>de</strong>spués se hará<br />

un ajuste oclusal para este objetivo.


Así en pacientes adultos, don<strong>de</strong> no fue posible la realización <strong>de</strong> expansiones (Figura<br />

2.85), <strong>de</strong>bido a la posición <strong>de</strong> los dientes posteriores en condición excesivamente<br />

vestibularizada, mas que poseen una relación transversal esquelética (Figura 2.77),<br />

nosotros podremos llevar a termino el tratamiento ortodóncico sin que haya una<br />

intervención sobre la cuestión, no obstante la región <strong>de</strong> los caninos <strong>de</strong>berá estar<br />

<strong>de</strong>scruzada bilateralmente, y en condiciones <strong>de</strong> realizar los movimientos mandibulares sin<br />

que exista interferencia en el balanceo.<br />

En estos casos podrá ser necesario un ajuste oclusal en la región <strong>de</strong> los molares para<br />

que los mismos puedan permanecer cruzados (Figura 2.86).<br />

Después <strong>de</strong> abordar las relaciones transversales <strong>de</strong> nuestro paciente, será relevante<br />

preocuparnos en la solución <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l espacio existente en el mismo.<br />

Así al evaluar los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> nuestros pacientes, la primera preocupación <strong>de</strong>berá estar<br />

relacionada a la cuestión <strong>de</strong>l espacio presente en el arco inferior (Figura 2.87), para la<br />

acomodación <strong>de</strong> todos los dientes permanentes.<br />

Si la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los está <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un límite, <strong>de</strong> máximo tres a tres y medio<br />

milímetros negativos, habrá la posibilidad <strong>de</strong> tratar nuestros pacientes sin exodoncias<br />

inferiores.<br />

Figura 2.87 – Mo<strong>de</strong>lo inferior <strong>de</strong><br />

paciente con discrepancia <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los abajo <strong>de</strong> 3,5 mm.<br />

Ni siempre este hecho será verda<strong>de</strong>ro, pues en pacientes con maloclusión <strong>de</strong>l tipo<br />

biprotrusión <strong>de</strong>ntaria, normalmente tendremos una fuerte vestibularización <strong>de</strong> los dientes<br />

anteriores, en relación a sus respectivas bases óseas. En estos casos, aun <strong>de</strong>lante <strong>de</strong><br />

140


141<br />

apiñamientos relativamente suaves, nuestra mayor preocupación será observar en la<br />

vestibularización <strong>de</strong> los dientes anteriores, pues esto podrá promover problemas<br />

Periodontales, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> no dar condiciones <strong>de</strong> estabilidad en el período posterior al<br />

término <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico (Figura 2.88; 2.89).<br />

Figura 2.88 – Vista lateral intrabucal<br />

<strong>de</strong> paciente con biprotrusión<br />

<strong>de</strong>ntaria, don<strong>de</strong> se observa una fuerte<br />

vestibularización <strong>de</strong> los dientes<br />

inferiores en relación a sus<br />

respectivas bases óseas.<br />

Figura 2.89 – Observe la posición <strong>de</strong> los incisivos superiores e inferiores en sus<br />

respectivas bases óseas, formando entre sí un ángulo agudo, por la excesiva<br />

vestibularización que ambos presentan.


142<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, en pacientes con maloclusión <strong>de</strong> clase III, un apiñamiento<br />

aunque leve <strong>de</strong> hasta 3,5 mm podrá ser indicativo <strong>de</strong> necesidad <strong>de</strong> exodoncia por la<br />

posibilidad siempre presente, en la fase <strong>de</strong> nivelamiento <strong>de</strong> promover una<br />

vestibularización <strong>de</strong> los


De los dientes antero-inferiores, hecho que seria catastrófico (Figura 2.90; 2.91).<br />

Figura 2.90 – Vista oclusal <strong>de</strong> la arcada inferior, en la cual se observa un<br />

apiñamiento severo en la región anterior, <strong>de</strong> canino a canino inferior.<br />

Figura 2.91 – Vista lateral <strong>de</strong>recha intrabucal <strong>de</strong> paciente con maloclusión <strong>de</strong> clase III, ya<br />

pudiendo ser observado, aun con la relación <strong>de</strong> mordida abierta anterior asociada, una<br />

relación <strong>de</strong>sfavorable entre los incisivos superiores e inferiores.<br />

No obstante si al evaluar la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los inferiores, encontramos valores<br />

entre cuatro y cuatro y medio milímetros negativos, estaremos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> casos “bor<strong>de</strong>r<br />

line” (Figura 2.92), y en estas condiciones, otros datos <strong>de</strong>berán ser avaluados antes <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>finir la posibilidad <strong>de</strong> exodoncia en la arcada inferior, como:<br />

La discrepancia <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee (Figura 2.93);<br />

la discrepancia cefalométrica (Figuras 2.94; 2.95; 2.96; 2.97);<br />

el tipo facial <strong>de</strong> paciente (Figura 2.98);<br />

y el análisis <strong>de</strong> perfil (Figura 2.98).


142<br />

Figura 2.92 – Arcada inferior<br />

evi<strong>de</strong>nciando una suave discrepancia<br />

<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los.<br />

Figura 2.95 Figura 2.96<br />

Figura 2.93 – Evaluación <strong>de</strong> la<br />

discrepancia <strong>de</strong> la profundidad <strong>de</strong> la<br />

curva <strong>de</strong> Spee, con el cuidado <strong>de</strong><br />

realizarla en ambos lados <strong>de</strong> la arcada<br />

inferior, porque podremos obtener<br />

valores diferentes, para el lado<br />

izquierdo, en relación al lado <strong>de</strong>recho.<br />

Figuras 2.95 y 2.96 – Evaluación <strong>de</strong> la inclinación <strong>de</strong> los incisivos inferiores, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> su<br />

base ósea, constatando la posibilidad, o no, <strong>de</strong> vestibularización <strong>de</strong> los dientes. inferiores.<br />

Figura 2.97 – Evaluación<br />

cefalométrica <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> los<br />

incisivos inferiores en relación a sus<br />

respectivas bases óseas, con el<br />

objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>limitar la posibilidad <strong>de</strong><br />

vestibularización <strong>de</strong> los mismos<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sínfisis.


Si utilizamos con atención los recursos <strong>de</strong>l Análisis Facial <strong>de</strong> Arnett-Bergmann,<br />

diversas informaciones <strong>de</strong> gran aplicación clínica podrán ser recogidas en el montaje <strong>de</strong><br />

nuestra “lista <strong>de</strong> problemas” (Figura 2.98).<br />

De esta forma:<br />

1. Al evaluar el tipo facial <strong>de</strong> la paciente constatamos que la parte inferior <strong>de</strong>l rostro<br />

(llave en rojo, está discretamente mayor que la parte media, lo que evi<strong>de</strong>ncia un tipo<br />

fácil <strong>de</strong>l patrón DOLICOFACIAL,<br />

Figura 2.98 – Evaluación <strong>de</strong>l perfil.<br />

2. Al evaluar el ángulo nasolabial (trazado en negro) <strong>de</strong> la paciente se percibe que el<br />

mismo presenta un patrón <strong>de</strong> normalidad,<br />

143


144<br />

3. Con todo, cuando observamos la línea <strong>de</strong>l mentón - cuello (trazado en ver<strong>de</strong>)<br />

vemos que la misma no presenta un ángulo <strong>de</strong>finido, lo que sugiere una falta <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo mandibular,<br />

4. Estando en este hecho la causa <strong>de</strong> la excesiva convexidad facial (trazado en violeta).<br />

Por tanto en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> exodoncia en pacientes <strong>de</strong>l tipo “bor<strong>de</strong>r line” todo<br />

cuidado será poco, principalmente en razón <strong>de</strong>l tipo facial y <strong>de</strong>l perfil (Figuras 2.99 à<br />

2.103), motivo por el cual, podremos y <strong>de</strong>beremos postergar las indicaciones <strong>de</strong> exodoncias,<br />

porque ciertamente por el hecho <strong>de</strong> las mismas representar etapas <strong>de</strong> tratamiento<br />

irreversibles, una mala evaluación <strong>de</strong> los diversos factores relacionados podrá llevar el<br />

ortodoncista a un <strong>de</strong>sastroso plano <strong>de</strong> tratamiento con dificulta<strong>de</strong>s severas para el término<br />

<strong>de</strong>l mismo.<br />

Figura 2.99 – Foto <strong>de</strong> perfil <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l tratamiento realizado sin exodoncia.<br />

Figura 2.101 –<br />

Vista frontal<br />

intrabucal <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l tratamiento<br />

realizado sin<br />

extracción.<br />

Figura 2.100 – Vista frontal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento realizado sin exodoncia.


Figura 2.102 – Vista intrabucal <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> paciente tratado sin extracciónn.<br />

Con respecto a la evaluación <strong>de</strong>l espacio en la arcada inferior, en casos <strong>de</strong><br />

discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo inferior, muy encima <strong>de</strong> los valores anteriormente mencionados,<br />

indicaremos exodoncia en el arco inferior, con énfasis en los aspectos relativos al control<br />

<strong>de</strong>l anclaje <strong>de</strong>l segmento posterior, pues la evaluación <strong>de</strong> la misma será importante en el<br />

proceso <strong>de</strong> cierre <strong>de</strong> los espacios resultantes <strong>de</strong> las exodoncias.<br />

En tanto la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> exodoncia en la arcada inferior <strong>de</strong>berá ser realizada con el<br />

máximo <strong>de</strong> responsabilidad, pues a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> tratarse <strong>de</strong> un procedimiento irreversible,<br />

también traerá como consecuencia la necesidad <strong>de</strong> exodoncia en la arcada superior<br />

(Figura 2.104; 2.105; 2.106; 2.107; 2.108); aunque, exactamente por el conjunto <strong>de</strong><br />

exodoncias realizadas tendremos favorables condiciones <strong>de</strong> acierto sobre el perfil final.<br />

Figura 2.104 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente antes<br />

<strong>de</strong> iniciado el tratamiento ortodóncico.<br />

Figura 2.103 – Vista intrabucal izquierda<br />

<strong>de</strong> paciente tratado sin extracción.<br />

2.105 – Vista lateral <strong>de</strong> paciente antes<br />

<strong>de</strong> iniciado el tratamiento ortodóncico.<br />

145


146<br />

Observar en las Figuras 2.104 y 2.105, un conjunto <strong>de</strong> problemas que ciertamente a<br />

través <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico fijo tendremos condiciones <strong>de</strong> realizar una<br />

interceptación bastante favorable.<br />

De esta forma, por ejemplo, en la Figura 2.104, se percibe una ausencia <strong>de</strong><br />

vedamiento labial, y que al evaluar en la Figura 2.105, llegamos a la conclusión <strong>de</strong> que<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, estamos frente a una paciente joven con excesiva convexidad facial (trazado<br />

en rojo).<br />

Se suma a este hecho una ausencia <strong>de</strong> <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l ángulo quijada - cuello,<br />

aunque el mismo exhiba una acentuada abertura, <strong>de</strong>terminando un ángulo obtuso, muy<br />

común en pacientes con crecimiento mandibular fuera <strong>de</strong>l padrón <strong>de</strong> normalidad (trazado<br />

en azul).<br />

El paciente también exhibe un ángulo nasolabial cerrado (menos <strong>de</strong> 90,0 0 ),<br />

indicativo <strong>de</strong> protrusión labial superior <strong>de</strong> etiología <strong>de</strong>ntaria (trazado en negro).<br />

Figura 2.106 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente adulto joven con<br />

indicación para tratamiento<br />

ortodóncico con cuatro exodoncias<br />

<strong>de</strong> los primeros premolares por<br />

falta <strong>de</strong> espacio en la arcada<br />

inferior, acrecida <strong>de</strong> una<br />

discrepancia cefalométrica.<br />

Figura 2.107 – Vista lateral<br />

<strong>de</strong>recha intrabucal <strong>de</strong> paciente<br />

adulto joven con indicación para<br />

tratamiento ortodóncico con<br />

cuatro exodoncias <strong>de</strong> los primeros<br />

premolares, por falta <strong>de</strong> espacio<br />

en la arcada inferior, acrecida <strong>de</strong><br />

una discrepancia cefalométrica.


Figura 2.108 – Vista intrabucal izquierda <strong>de</strong> paciente adulto joven con<br />

indicación para tratamiento ortodóncico con cuatro exodoncias <strong>de</strong> los<br />

primeros premolares, por falta <strong>de</strong> espacio en la arcada inferior, acrecida <strong>de</strong><br />

En tanto, el hecho <strong>de</strong> no haber necesidad <strong>de</strong> exodoncia en la arcada inferior, no<br />

quiere <strong>de</strong>cir que el paciente esta libre <strong>de</strong> un tratamiento a base <strong>de</strong> exodoncias, al final las<br />

mismas solamente son realizadas con el objetivo <strong>de</strong> compensar aspectos <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

crecimiento facial que estarían fuera <strong>de</strong>l padrón <strong>de</strong> normalidad.<br />

Siendo así, en la actualidad una modalidad <strong>de</strong> tratamiento extensamente utilizada<br />

con el intuito <strong>de</strong> realizar un tratamiento más conservador, trata <strong>de</strong> los procedimientos<br />

ejecutados con exodoncias realizadas solamente en la arcada superior.<br />

En el protocolo <strong>de</strong> acción para que esta terapia pueda ser utilizada, se <strong>de</strong>ben llevar<br />

en consi<strong>de</strong>ración cuatro aspectos que son fundamentales, y al mismo tiempo esenciales<br />

para que este tipo <strong>de</strong> indicación tenga éxito.<br />

no <strong>de</strong>be existir una discrepancia <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los en la arcada inferior<br />

indicativa <strong>de</strong> exodoncia (Figura<br />

2.109);<br />

Figura 2.109 – Vista oclusal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

inferior, pudiendo ser observado<br />

acentuado apiñamiento <strong>de</strong>ntario.<br />

una discrepancia cefalométrica.<br />

147


148<br />

Al existir una relación <strong>de</strong> los caninos superiores con los inferiores, en<br />

situación <strong>de</strong> clase II, <strong>de</strong> mas <strong>de</strong> mella cúspi<strong>de</strong> (Figura 2.110);<br />

cuando esta situación <strong>de</strong>l canino superior en relación al canino inferior sea<br />

Figura 2.111 – vista intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha evi<strong>de</strong>nciando una<br />

relación bilateral <strong>de</strong> clase II.<br />

bilateral <strong>de</strong> clase II (Figura 2.111; 2112);<br />

Figura 2.112 – vista intrabucal<br />

izquierda evi<strong>de</strong>nciando una<br />

relación bilateral <strong>de</strong> clase II.<br />

Recuer<strong>de</strong>, si no hay en estos casos, una relación <strong>de</strong> atresia o <strong>de</strong> mordida esquelética<br />

cruzada, la primera cuestión a ser i<strong>de</strong>ntificada e interceptada <strong>de</strong>be ser SIEMPRE la<br />

relación transversal (Figura 2.113; 2.114 y 2.115).


Figura 2.113 – vista intrabucal <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente adulto con maloclusión <strong>de</strong> clase<br />

Definida la cuestión sobre las hipótesis a ser consi<strong>de</strong>radas en la evolución <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico en pacientes adultos, observe, si el tratamiento necesitará <strong>de</strong><br />

exodoncias que conduzcan a una acción compensatoria <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos presentados por el<br />

paciente, en relación al proceso <strong>de</strong> crecimiento normal; resta ahora <strong>de</strong>finir dos otras<br />

cuestiones.<br />

II bilateral <strong>de</strong> los caninos.<br />

Figura 2.115 – Vista oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo<br />

superior <strong>de</strong> paciente a ser tratado<br />

ortodoncicamente, don<strong>de</strong> se observa una severa<br />

atresia <strong>de</strong> esta arcada, razón por la cual, esta<br />

cuestión <strong>de</strong>bería ser abordada en primer lugar<br />

antes <strong>de</strong> se <strong>de</strong>finir un tratamiento ortodóncico<br />

con exodoncia <strong>de</strong> los premolares superiores.<br />

De esta forma, conforme veremos en capítulos posteriores, el abordaje <strong>de</strong> los diversos<br />

problemas presentados por nuestro paciente, ni siempre pue<strong>de</strong>n ser interceptados <strong>de</strong> la<br />

149<br />

Figura 2.114 - vista intrabucal izquierda <strong>de</strong><br />

paciente adulto con maloclusión <strong>de</strong> clase II<br />

bilateral <strong>de</strong> los caninos.<br />

¿Cómo tratar las relaciones verticales, ya sean <strong>de</strong> mordida abierta anterior o <strong>de</strong><br />

mordida profunda?<br />

¿Cómo tratar las relaciones antero posteriores, ya sean <strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong> clase II<br />

o <strong>de</strong> clase III?


150<br />

forma didáctica como estamos procurando <strong>de</strong>scribir, aunque, en <strong>de</strong>terminadas<br />

situaciones algunos problemas estarán interactuando <strong>de</strong> tal forma que la lista <strong>de</strong> problemas<br />

a ser tratada pue<strong>de</strong> volverse extremamente gran<strong>de</strong>.<br />

Lo cierto es que cuanto mayor la lista <strong>de</strong> problemas envueltos en una <strong>de</strong>terminada<br />

maloclusión, peor será el pronóstico <strong>de</strong>l caso a ser tratado.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, cuando tratamos <strong>de</strong>terminadas cuestiones será siempre relevante<br />

saber, si al final, el problema a ser enfrentado, presenta etiología <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntó<br />

alveolar o esqueletal.<br />

Pues si la maloclusión <strong>de</strong> mordida abierta anterior es <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntó alveolar,<br />

la mayoría <strong>de</strong> veces un tratamiento mio-funcional que consiga remover los estímulos<br />

<strong>de</strong>letéreos para un buen <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l complejo craneofacial, podrá llevar el caso inclusive<br />

para una autocorrección.<br />

Ya cuando tratamos cuestiones, bien sean las mordidas abiertas anteriores, o aun,<br />

las mordidas profundas con envolvimiento esqueletal, principalmente si hubiere un<br />

acompañamiento clínico <strong>de</strong> las cuestiones, el grado <strong>de</strong> dificultad estará muy potenciado, lo<br />

que implicará en una mayor dificultad para englobar totalmente el problema,<br />

principalmente en la fase adulta, habiendo muchas veces, la necesidad <strong>de</strong>l auxilio <strong>de</strong> la<br />

Cirugía Ortognática, <strong>de</strong> la Fonoaudiología.<br />

O sea; habrá necesidad <strong>de</strong>l envolvimiento <strong>de</strong> un mayor número <strong>de</strong> profesionales <strong>de</strong><br />

diversas áreas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un abordaje multidisciplinar para que la cuestión pueda ser<br />

suficientemente resuelta.<br />

Otro punto a ser recordado, si hubiere una interacción <strong>de</strong> varios problemas, con<br />

maloclusiones antero posteriores, las exodoncias ciertamente estarán indicadas, para que<br />

haya una compensación para la discrepancia <strong>de</strong> crecimiento encontrada entre las bases<br />

apicales maxila y mandíbula.<br />

De esta forma cuando se piensa en las exodoncias como parte <strong>de</strong> la solución para los<br />

problemas ortodóncicos a ser enfrentados se hace necesario recordar tres cuestiones<br />

extremamente relevantes:<br />

¿Al final, cuál el nivel <strong>de</strong> anclaje exigido para aquel caso tratado <strong>de</strong> forma individual?<br />

¿Cómo <strong>de</strong>berá quedar el perfil <strong>de</strong> nuestro paciente?<br />

¿Será que la Ortodoncia tendrá condiciones <strong>de</strong> acertar <strong>de</strong> forma favorable en esta<br />

cuestión?


Esta observación es <strong>de</strong> extrema relevancia porque ni siempre la solución <strong>de</strong> todas las<br />

cuestiones a ser abordadas en Ortodoncia, seria favorablemente tratada siempre <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

un mismo principio, al final , si para una maloclusión <strong>de</strong> clase II con gran<strong>de</strong><br />

sobresaliencia, lo i<strong>de</strong>al seria un anclaje bastante reforzado, si el mismo paciente presenta<br />

una mordida abierta clínica severa, este mismo anclaje reforzado no tendría tanta ventaja<br />

para la solución final <strong>de</strong>l caso a ser abordado.<br />

Aun así, buscaremos tratar las cuestiones verticales, principalmente cuando existe<br />

una relación <strong>de</strong> mordida profunda, por la importancia que existe <strong>de</strong> las mismas, en la<br />

continuidad <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, así el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas profundas será<br />

importante para inclusive posibilitar el inicio <strong>de</strong>l nivelamiento inferior.<br />

Cuanto al tratamiento <strong>de</strong> las mordidas anteriores abiertas, las mismas pue<strong>de</strong>n<br />

presentar fuertes reflejos sobre el perfil <strong>de</strong>l paciente, y sobre el proceso <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

Las cuestiones a ser efectivamente solucionadas son, las relaciones antero<br />

posteriores, pues las mismas muchas veces pue<strong>de</strong>n tener su condición atenuada por el<br />

tratamiento <strong>de</strong> las cuestiones anteriormente presentadas, y mucho mas que esto,<br />

ciertamente serán <strong>de</strong>finidas exodoncias para el tratamiento <strong>de</strong> estas condiciones, y como<br />

este es un proceso irreversible en el tratamiento ortodóncico, <strong>de</strong>be ser evaluado con mucho<br />

criterio.<br />

Cuanto al tipo <strong>de</strong> la exodoncia, si <strong>de</strong> incisivos inferiores, o <strong>de</strong> primeros premolares, o<br />

aun, <strong>de</strong> segundos premolares, o aun, <strong>de</strong> primeros molares, la <strong>de</strong>finición solamente será<br />

concretizada a partir <strong>de</strong>:<br />

Los diversos factores relacionados a la cuestión <strong>de</strong> espacio obtenidos a partir <strong>de</strong> la<br />

evaluación clínica<br />

Del conjunto <strong>de</strong> la evaluación cefalométrica;<br />

De la evaluación facial.<br />

Pues, como ya relatamos anteriormente, el tipo facial <strong>de</strong>l paciente pue<strong>de</strong> ser<br />

<strong>de</strong>finidor sobre las hipótesis para llevar a término <strong>de</strong>terminado plano <strong>de</strong> tratamiento.<br />

Sí el paciente presenta altura facial inferior aumentada, con mordida abierta<br />

anterior clínica, podremos trabajar con exodoncias <strong>de</strong> dientes <strong>de</strong> regiones mas posteriores<br />

<strong>de</strong> la arcada (generalmente los segundos premolares superiores), y al contrario, si no<br />

151


152<br />

encontrar la evi<strong>de</strong>ncia clínica <strong>de</strong> mordida anterior abierta, las exodoncias <strong>de</strong> los<br />

primeros premolares estarían bien indicadas.<br />

No olvidando nunca, sin embargo, <strong>de</strong>l anclaje, pues este factor en tratamientos<br />

ortodóncicos <strong>de</strong> pacientes adultos, don<strong>de</strong> están indicadas las exodoncias, la manutención<br />

<strong>de</strong> los dientes <strong>de</strong> los segmentos posteriores en posición, es fundamental para que podamos<br />

tratar las diversas discrepancias notadas en nuestros pacientes.<br />

No obstante una cuidadosa evaluación <strong>de</strong>l análisis facial podrá dar subsidios para la<br />

<strong>de</strong>finición y aplicación <strong>de</strong> los conceptos <strong>de</strong> anclaje.<br />

Todos estos cuidados <strong>de</strong>berán ser llevados en consi<strong>de</strong>ración porque en el paciente<br />

adulto, no existe la posibilidad <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento ser utilizado para el tratamiento<br />

<strong>de</strong> las <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s esquelétales, al contrario, estaremos, a partir <strong>de</strong> las exodoncias,<br />

utilizando los espacios remanecientes <strong>de</strong> estos procedimientos, para compensar situaciones<br />

con alteraciones cefalométricas, con padrones <strong>de</strong> tratamiento don<strong>de</strong> utilizaremos conceptos<br />

y normas <strong>de</strong> movimiento ortodóncico.<br />

Figura 2.116 – Radiografía<br />

Panorámica <strong>de</strong> paciente<br />

adulto, cuya evaluación es<br />

esencial para <strong>de</strong>finir las<br />

posibilida<strong>de</strong>s y la viabilidad<br />

<strong>de</strong> ejecución <strong>de</strong> un<br />

tratamiento ortodóncico.<br />

Las mismas estarán <strong>de</strong>finidas sobre su posibilidad, y sobre algo esencial, que pue<strong>de</strong><br />

parecer redundante, más que será incondicional para todo el movimiento ortodóncico en<br />

pacientes adultos; o sea, la “vieja” pregunta, que engloba al mismo tiempo buena parte <strong>de</strong><br />

nuestros problemas!<br />

¿Existe hueso alveolar en altura y espesura, para cualquier <strong>de</strong>splazamiento<br />

necesario, <strong>de</strong> acuerdo con su planeación <strong>de</strong> tratamiento? (Figura 2.106).


El Paciente Joven<br />

En estos casos, como existe la posibilidad <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo ser<br />

aprovechado, nuestra atención estará también orientada para los aspectos cefalométricos<br />

<strong>de</strong> las maloclusiones encontradas; y no solamente para los factores clínicos observados<br />

(Figuras 2.117; 2.118); porque ciertamente encontraremos las funciones básicas actuando<br />

<strong>de</strong> forma incorrecta sobre el <strong>de</strong>sarrollo normal (Figura 2.119), acarreando, en la sumatoria<br />

<strong>de</strong> las variables envueltas, los diversos tipos <strong>de</strong> maloclusiones, resultado <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos<br />

sobre los padrones normales <strong>de</strong> crecimiento con consecuencias nefastas para la cavidad<br />

bucal (Figura 2.120; 2.121).<br />

Figura 2.117 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente en la fase <strong>de</strong> crecimiento,<br />

en la cual se observa,<br />

incompetencia <strong>de</strong> la musculatura<br />

perioral, impidiendo vedamiento<br />

labial.<br />

Figura 2.118 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

misma paciente, en la cual se<br />

observa, incompetencia <strong>de</strong> la<br />

musculatura perioral, con aspecto<br />

<strong>de</strong> hipo tonicidad.<br />

153


154<br />

Figura 2.120 – Vista intrabucal frontal<br />

<strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta,<br />

evi<strong>de</strong>nciando mordida anterior abierta.<br />

Figura 2.119 – Trazado<br />

cefalométrico <strong>de</strong> paciente<br />

joven, en fase <strong>de</strong><br />

crecimiento, don<strong>de</strong> están<br />

i<strong>de</strong>ntificados los factores<br />

cefalométricos <strong>de</strong> Ricketts<br />

(trazado en negro), y<br />

Jarabak (trazado en rojo),<br />

que serán utilizados para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

diagnóstico.<br />

Figura 2.121 – Vista intrabucal lateral<br />

<strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta,<br />

evi<strong>de</strong>nciando la interposición lingual.<br />

Iniciaremos siempre el abordaje clínico por las cuestiones transversales, así como<br />

hacemos con los pacientes adultos, como protocolo básico <strong>de</strong> tratamiento. (Figura 2.122).


Figura 2.122 – El disyuntor <strong>de</strong>l tipo hirax, ha sido a lo largo <strong>de</strong> los años, nuestro aparato<br />

elegido, para los casos en los cuales este indicada la disyunción palatina, pudiendo ser<br />

adaptado a las bandas <strong>de</strong> los molares y premolares en pacientes jóvenes, o pegado sobre<br />

los dientes cuando se trate <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

Para que podamos realizar el diagnóstico correcto, es importante al evaluar el<br />

paciente clínicamente, recordar que la mayoría <strong>de</strong> veces, las relaciones esqueléticas aunque<br />

en la forma bilateral, podrán estar escondidas, apareciendo clínicamente <strong>de</strong> forma<br />

unilateral (Figuras 2.123; 2.124; 2.125; 2.126; 2.127; 2.128).<br />

Figura 2.124 – Mordida cruzada<br />

bilateral, en vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

don<strong>de</strong> no se observa, cruzamiento en<br />

la región posterior.<br />

PERO SOLAMENTE<br />

INDICAMOS DISYUNCIÓN<br />

CUANDO ENCONTRAMOS<br />

LAS MORDIDAS CRUZADAS<br />

ESQUELÉTICAS.<br />

Figura 2.123 – Mordida cruzada bilateral,<br />

aunque clínicamente <strong>de</strong> aspecto unilateral;<br />

para llegar a este diagnóstico será importante<br />

observar la presencia o ausencia, <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío<br />

<strong>de</strong> la línea media; pues la mordida cruzada<br />

unilateral verda<strong>de</strong>ra es rara.<br />

155


156<br />

Figura 2.127 – Mordida cruzada<br />

unilateral, en vista lateral intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha, en la cual se observa el<br />

cruzamiento total en la región posterior.<br />

Figura 2.125 – Mordida cruzada bilateral,<br />

en vista lateral intrabucal izquierda, en la<br />

cual se observa el cruzamiento en la región<br />

posterior.<br />

Figura 2.126 – Vista frontal intrabucal,<br />

en la cual vemos el cruzamiento en la<br />

región posterior, aunque con las líneas<br />

medias coincidiendo, hecho<br />

extremamente raro.<br />

Figura 2.128 – Mordida cruzada<br />

unilateral, en vista lateral intrabucal<br />

izquierda, en la que NO se observa el<br />

cruzamiento en la región posterior.


157<br />

En los casos <strong>de</strong> mordidas esqueléticas cruzadas, en pacientes en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

mixta, sin posibilidad <strong>de</strong> bandar los molares superiores, una alternativa para realizar el<br />

proceso <strong>de</strong> disyunción, sería a través <strong>de</strong> los disyuntores <strong>de</strong> tipo McNamara (Figura 2.129;<br />

2.130; 2.131).<br />

Figura 2.129 – Mordida esquelética<br />

posterior cruzada, en <strong>de</strong>ntición mixta,<br />

tratada con disyuntor <strong>de</strong> tipo McNamara.<br />

Figura 2.130 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

mordida esquelética posterior cruzada en<br />

<strong>de</strong>ntición mixta, tratada con disyuntor <strong>de</strong>l<br />

tipo McNamara.<br />

Figura 2.131 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

mordida esquelética posterior cruzada en<br />

<strong>de</strong>ntición mixta, tratada con disyuntor <strong>de</strong><br />

tipo McNamara.


158<br />

El cuidado en la interceptación <strong>de</strong> las maloclusiones transversales, será porque<br />

las mismas pue<strong>de</strong>n repercutir <strong>de</strong> alguna forma, sobre las otras cuestiones, que tal vez, el<br />

paciente pueda presentar<br />

Los objetivos en el tratamiento <strong>de</strong> las atresias, o <strong>de</strong> mordidas esqueléticas cruzadas<br />

<strong>de</strong>berán ser alcanzados antes <strong>de</strong> orientar nuestras acciones <strong>de</strong> procedimientos en<br />

Ortodoncia, con la finalidad <strong>de</strong> abordar las otras cuestiones presentes en el cuadro general<br />

<strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong>l paciente.<br />

De esta forma en el proceso <strong>de</strong> diagnóstico, la evaluación <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong>l arco<br />

superior, utilizando los criterios <strong>de</strong>l Índice Pont-Korkhaus podrán ser utilizados.<br />

Con la solución <strong>de</strong> los problemas transversales, podremos iniciar el tratamiento <strong>de</strong><br />

las mordidas abiertas o profundas, y <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase II o <strong>de</strong> clase III.<br />

Aunque cuando actuamos en relación a las maloclusiones verticales y antero-<br />

posteriores, normalmente las terapias utilizadas presentan formas <strong>de</strong> tratamiento don<strong>de</strong><br />

ambas son abordadas <strong>de</strong> forma concomitante (Figura 2.132; 2.133; 2.134; 2.135; 2.136;<br />

2.137; 2.138; 2.139).<br />

Figura 2.132 – Vista frontal<br />

intrabucal, <strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta: mordida anterior<br />

abierta, <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media y<br />

atresia <strong>de</strong> la arcada superior en la<br />

región <strong>de</strong>l canino (lado <strong>de</strong>recho).<br />

Figura 2.133 – Vista lateral<br />

intrabucal <strong>de</strong>recha, pudiendo ser<br />

observado en paciente en fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta: mordida anterior<br />

abierta y atresia <strong>de</strong> la arcada<br />

superior en la región <strong>de</strong>l canino.


Figura 2.134 – Vista lateral<br />

intrabucal izquierda, pudiendo ser<br />

observado en paciente en fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta: mordida anterior<br />

abierta, clase II <strong>de</strong> los caninos y<br />

atresia da arcada superior en la<br />

región <strong>de</strong> los molares.<br />

Figura 2.135 – Vista lateral<br />

intrabucal <strong>de</strong>recha.<br />

Figura 2.136– Vista lateral<br />

intrabucal izquierda.<br />

En las Figuras 2.135 y 2.136, po<strong>de</strong>mos ver en el paciente, una acentuada<br />

sobresaliencia, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los problemas observados anteriormente.<br />

Figura 2.137 – Vista frontal<br />

intrabucal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

intervención en la fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta, en la cual se<br />

observa un discreto <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la<br />

línea media.<br />

159


160<br />

Figura 2.138 – Vista lateral intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la intervención en<br />

la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, con una<br />

intercuspidación satisfactoria, aun en<br />

el área <strong>de</strong> los caninos, don<strong>de</strong> al inicio<br />

<strong>de</strong>l tratamiento ni siquiera había<br />

espacio para los mismos.<br />

Con el intuito <strong>de</strong> establecer un plano <strong>de</strong> tratamiento compatible con los problemas a<br />

ser abordados, serán evaluados cuatro factores a partir <strong>de</strong> la telerradiografía <strong>de</strong>l paciente a<br />

ser tratado aun en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, utilizando-se <strong>de</strong> la cefalometria <strong>de</strong> Ricketts<br />

(Figura 2.140):<br />

Figura 2.139 – Vista lateral<br />

intrabucal izquierda <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

intervención en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

mixta, una intercuspidación<br />

excelente, consi<strong>de</strong>rando que todo el<br />

tratamiento fue conducido utilizando<br />

solamente recursos <strong>de</strong> naturaleza<br />

ortodóncica ortopédica.


Figura 2.140 – Telerradiografia, en la cual fueron trazadas algunas líneas y<br />

planos, con el objetivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar algunos tamaños <strong>de</strong> la Cefalometria <strong>de</strong><br />

a Convexidad <strong>de</strong>l ponto A, pues <strong>de</strong> esta forma <strong>de</strong>finiremos si el paciente<br />

presenta una relación <strong>de</strong> clase I, II, o III, <strong>de</strong> naturaleza esquelética o no (en<br />

la Figura 2.240, trazado a partir <strong>de</strong>l ponto A en la maxila hasta la línea<br />

Nació-Oogonio);<br />

Ricketts.<br />

en segundo lugar, será evaluada la Profundidad Facial (en la Figura 2.140,<br />

<strong>de</strong>finida por una flecha blanca en el ángulo formado por el Plano <strong>de</strong><br />

Frankfurt, y la línea Nasión-Pogonión), con la intención <strong>de</strong> se observar la<br />

posición <strong>de</strong> la mandíbula en relación à base <strong>de</strong>l cráneo, pues la misma podrá<br />

estar bien posicionada, retruida, o, protruida;<br />

161


162<br />

a seguir, evaluamos la Profundidad Maxilar (en la Figura 2.140, <strong>de</strong>finida por<br />

una seta ver<strong>de</strong> entre el Plano <strong>de</strong> Frankfurt, y la línea Nasión-Ponto A)<br />

cuando se observa la posición maxilar en relación a la base <strong>de</strong>l cráneo, y que<br />

podrá estar bien puesta, protruida, o, retruida;<br />

y finalmente, el Plano Mandibular (en la Figura 2.140 <strong>de</strong>finida por una<br />

flecha amarilla entre los Planos <strong>de</strong> Frankfurt y Mandibular), cuando<br />

<strong>de</strong>finimos el grado <strong>de</strong> rotación mandibular, que podrá ser horario<br />

(dolicofacial), anta-horario (braquifacial), o normal (mesofacial).<br />

De esta forma cuando <strong>de</strong>finimos por la convexidad <strong>de</strong>l ponto A, que <strong>de</strong>terminado<br />

paciente presenta una relación cefalométrica <strong>de</strong> clase II, o <strong>de</strong> clase III, será importante<br />

estudiar esta relación esquelética, y dirigir nuestro raciocinio en el sentido <strong>de</strong> apurar si la<br />

relación <strong>de</strong> clase II o <strong>de</strong> clase III esquelética, con comprometimiento maxilar (Protrusión o<br />

Retrusión maxilar), mandibular (Protrusión o <strong>de</strong> Retrusión mandibular), o, si ambas las<br />

bases apicales presentan obstáculos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l su proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Siendo que en los casos <strong>de</strong> comprometimiento mandibular, utilizaremos <strong>de</strong>l Análisis<br />

<strong>de</strong> Jarabak, las informaciones à respecto <strong>de</strong> la relación existente entre:<br />

Figura 2.141 –<br />

Telerradiografia, en<br />

la cual fueron<br />

trazadas algunas<br />

líneas y planos, con<br />

el objetivo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminar diferentes<br />

tamaños <strong>de</strong> la<br />

Cefalometria <strong>de</strong><br />

Jarabak.


El comportamiento angular existente entre la base craneana anterior en relación a<br />

la base craneana posterior (en la Figura 2.141, <strong>de</strong>finida por una flecha roja a partir<br />

<strong>de</strong> las líneas Silla-Nasión, y Silla-Articular, y que <strong>de</strong>termina el grado <strong>de</strong> rotación <strong>de</strong><br />

la base craneana posterior, pudiendo tener influencia sobre las terapias<br />

implementadas en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II o III, aunque no sufra intervención<br />

directa <strong>de</strong> estas terapias, y tan solamente <strong>de</strong>l crecimiento genéticamente<br />

<strong>de</strong>terminado);<br />

La relación angular entre la base craneana posterior, y la altura <strong>de</strong>l ramo<br />

ascendiente (en la Figura 2.141, <strong>de</strong>finida por una flecha azul, en el ángulo formado<br />

por las líneas Silla-Articular y Articular-Gonión Cefalométrico, informando sobre<br />

el comportamiento <strong>de</strong> rotación <strong>de</strong> la mandíbula);<br />

La relación angular entre la altura <strong>de</strong>l ramo ascendiente, y el Plano mandibular (en<br />

la Figura 2.141, <strong>de</strong>finiendo, flecha blanca, el grado <strong>de</strong> <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l cuerpo<br />

mandibular);<br />

La longitud <strong>de</strong>l cuerpo mandibular y base craneana anterior (en la figura 2.141,<br />

comparamos el valor numérico <strong>de</strong> la línea Silla-Nasión, con Gonión Cefalométrico-<br />

Mentoniano), para <strong>de</strong> esta forma establecer el potencial <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la<br />

mandíbula, con la intención <strong>de</strong> implementar una terapia que vise el tratamiento <strong>de</strong>l<br />

problema relacionado;<br />

La razón altura <strong>de</strong>l ramo ascendiente y base craneana posterior (en la figura 2.141,<br />

comparamos la línea Silla-Articular, con Articular-Gonión Cefalométrico), para<br />

<strong>de</strong>finir mejor la etiología <strong>de</strong>l crecimiento vertical <strong>de</strong> nuestro paciente cuando<br />

alterada;<br />

Pero caso sea observada, una relación <strong>de</strong> clase II, don<strong>de</strong> la participación maxilar sea<br />

importante, será necesario agregar a nuestra evaluación, el tipo <strong>de</strong> rotación mandibular,<br />

pues en la interceptación <strong>de</strong> un problema cefalométrico maxilar, es relevante tener certeza<br />

<strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> fuerzas extrabucales, bien <strong>de</strong> tracción baja (braquifaciales),<br />

bien <strong>de</strong> tracción horizontal (mesofaciales), o <strong>de</strong> tracción alta (dolicofaciales).<br />

Aun, será relevante, constatar el momento <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> crecimiento en que se<br />

encuentra el paciente, para que <strong>de</strong>terminadas formas <strong>de</strong> tratamiento puedan tener suceso<br />

163


164<br />

en sus objetivos, siendo que nunca sobra resaltar, que los procedimientos <strong>de</strong> naturaleza<br />

funcional que visen abordar las alteraciones <strong>de</strong> crecimiento mandibular en el sentido<br />

antero posterior, tendrán mayores repercusiones si utilizadas durante el surto <strong>de</strong><br />

crecimiento pubertal.<br />

En cuanto que las manifestaciones <strong>de</strong> alteración <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> la maxila, podrán<br />

ser abordadas en cualquier fase <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo, habiendo en tanto, la necesidad <strong>de</strong> que los<br />

mismos procedimientos puedan ocurrir en una fase <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l paciente, cuando el<br />

mismo tenga sus molares superiores permanentes en condiciones clínicas <strong>de</strong> bandaje, y<br />

principalmente, con el término <strong>de</strong> la formación <strong>de</strong> sus raíces.<br />

El resultado <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> la convexidad <strong>de</strong>l punto A también nos pue<strong>de</strong> llevar<br />

a concluir, que existe una maloclusión <strong>de</strong> clase III esqueletal, y en estos casos, siempre<br />

será relevante observar si la maloclusión <strong>de</strong>scrita ya presenta manifestaciones clínicas,<br />

pues caso esto esté ocurriendo, todos los procedimientos <strong>de</strong> tratamiento tendrán como<br />

finalidad este <strong>de</strong>scruzamiento anterior; <strong>de</strong> esta forma, para el tratamiento <strong>de</strong> las<br />

maloclusiones <strong>de</strong> clase III instaladas clínicamente, coincidiendo con una clase III<br />

esquelética, nuestro abordaje será en el sentido <strong>de</strong> trabajar el avance maxilar.<br />

El avance <strong>de</strong>l punto A, normalmente es realizado con procedimientos <strong>de</strong> naturaleza<br />

ortodóncica en fuerza ortopédica, no obstante, previamente <strong>de</strong>berá ser realizada la<br />

disyunción palatina, o, no tendremos suceso con esta filosofía <strong>de</strong> trabajo.<br />

En los casos don<strong>de</strong> la clase III, aun no está instalada, aunque tengamos constatado<br />

la existencia <strong>de</strong> normas <strong>de</strong>sfavorables <strong>de</strong> crecimiento (según Ricketts, Convexidad negativa<br />

<strong>de</strong>l punto A y Plano mandibular disminuido; y por Jarabak, Longitud <strong>de</strong>l Cuerpo<br />

mandibular disminuido y sin proporción <strong>de</strong> 1/1 con la base craneana anterior, lo que<br />

<strong>de</strong>notaría un potencial <strong>de</strong> crecimiento mandibular <strong>de</strong>sfavorable en estos casos), será<br />

relevante una monitoración constante, y en algunos casos, procedimientos que puedan<br />

alterar el tipo <strong>de</strong> crecimiento mandibular, dirigiendo el crecimiento <strong>de</strong> la mandíbula para<br />

una rotación horaria.<br />

Estos pacientes con maloclusión <strong>de</strong> clase III, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la época <strong>de</strong> abordaje<br />

<strong>de</strong>berán tener una constante monitoración, principalmente durante la fase <strong>de</strong> surto <strong>de</strong><br />

crecimiento pubertal, acompañando cualquier posibilidad <strong>de</strong> manifestación clínica <strong>de</strong> la<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III para que la misma pueda tener una inmediata interceptación.


165<br />

Concluyendo, siempre es bueno recordar que el estudio cefalométrico también<br />

sirve para que podamos hacer un análisis comparativo, no solamente sobre el crecimiento<br />

facial, mas también, en el auxilio al ortodoncista para la correcta averiguación <strong>de</strong> como<br />

está evolucionando el cumplimiento <strong>de</strong>l plano <strong>de</strong> tratamiento.<br />

Para esto el estudio <strong>de</strong> sobreposición <strong>de</strong> trazados (Figuras 2.142; 2.143) es esencial<br />

para que podamos dar una base mas científica, menos empírica, para cualquier tipo <strong>de</strong><br />

intervenciones realizados, bien sea en la fase <strong>de</strong> crecimiento, o, en la fase adulta, aunque<br />

en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, este análisis nos pue<strong>de</strong> dar informaciones valiosas para un<br />

nuevo estudio, y una posterior reestructuración <strong>de</strong> la planeación pueda ser ejecutada, con<br />

la finalidad <strong>de</strong> alcanzar, nuestro objetivo <strong>de</strong> la mejor Ortodoncia, que esté a nuestro<br />

alcance, en beneficio <strong>de</strong> nuestros pacientes.<br />

Figura 2. 143 – Telerradiografia<br />

<strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

mixta, 2 años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico <strong>de</strong><br />

naturaleza interceptiva.<br />

Figura 2. 142 – Telerradiografia <strong>de</strong><br />

paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta,<br />

antes <strong>de</strong> iniciado el tratamiento<br />

ortodóncico <strong>de</strong> naturaleza<br />

interceptiva.


CAPÍTULO<br />

Las Maloclusiones<br />

Convencionales<br />

EL PROCESSO DE<br />

DIAGNÓSTICO<br />

3


Introducción<br />

Después <strong>de</strong> presentar los principios generales <strong>de</strong> la técnica <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r, con<br />

algunas modificaciones que enten<strong>de</strong>mos pertinentes, y posteriormente enunciar las bases<br />

<strong>de</strong> nuestro diagnóstico con la finalidad <strong>de</strong> estabelecer un plano <strong>de</strong> tratamiento, observamos<br />

que evi<strong>de</strong>ntemente <strong>de</strong>terminados problemas acaban por huir <strong>de</strong>l protocolo básico, al final<br />

ni todos los pacientes, no faltaba más, ni todas las maloclusiones, podrían tener el mismo<br />

tratamiento, pues las variables son innumerables, y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ellas po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>stacar:<br />

el padrón facial;<br />

la fase en que se encuentra el sujeto, y su potencial <strong>de</strong> crecimento;<br />

la condiciones <strong>de</strong> los pilares <strong>de</strong> sustentación <strong>de</strong> nuestro tratamiento,<br />

notablemente el periodonto <strong>de</strong> inserción,<br />

el número <strong>de</strong> dientes presentes en la arcada;<br />

y el grado <strong>de</strong> entendimento y cooperación <strong>de</strong>l paciente en relación al tratamiento<br />

ortodóncico.<br />

De esta forma queda bien claro que para la cantidad <strong>de</strong> problemas existentes,<br />

<strong>de</strong>beríamos tener un arsenal <strong>de</strong> dispositivos <strong>de</strong> tratamiento, y no queriendo ser<br />

reduccionista, pero <strong>de</strong> una forma didática para que podamos presentar para el iniciante en<br />

la prática <strong>de</strong> Ortodoncia un protocolo básico <strong>de</strong> tratamiento, dividiremos los problemas mas<br />

comumente encontrados en tópicos, y así para cada uno <strong>de</strong> ellos estabeleceremos un<br />

princípio común con el objetivo <strong>de</strong> nortear al clínico en el sentido <strong>de</strong> encontrar un<br />

protocolo <strong>de</strong> intenciones, cuando él mismo se <strong>de</strong>parar con <strong>de</strong>terminadas maloclusiones.<br />

Dejaremos fuera <strong>de</strong> cuestión los casos tratados con el recurso <strong>de</strong> la Cirugía<br />

Ortognática, no es que sea nuestro <strong>de</strong>seo, relegar a un papel secundário esta especialidad<br />

odontológica, con todo, los casos en que sea necesaria cirurgia, huyen a la regla, y a lo<br />

trivial <strong>de</strong> la mayoria <strong>de</strong> la casuística abordada, motivo por el cual procuraremos colocar<br />

nuestro foco <strong>de</strong> acción en las maloclusiones verticales (mordidas abiertas y mordidas<br />

profundas); maloclusiones anteroposteriores (clase II y clase III); maloclusiones<br />

transversales (mordidas cruzadas y atresias maxilares); y los problemas <strong>de</strong> espacio (caninos<br />

inclusos e impactados; diastemas; agenesias), que necesitan <strong>de</strong> un abordaje puramente<br />

ortodóncica (pacientes adultos) u ortodóncica-ortopédica (cuando estemos frente a<br />

pacientes que se encuentren en la fase <strong>de</strong> crecimento pleno).<br />

264


265<br />

Aun acrecentamos que todos los casos tratados son oriundos <strong>de</strong> nuestra clínica,<br />

algunos <strong>de</strong> ellos acojídos al inicio <strong>de</strong> nuestra especialidad como ortodoncista, cuando aun<br />

nos apoyabamos en algunos <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> la técnica <strong>de</strong> Tweed, en tanto, como<br />

consi<strong>de</strong>ramos algunos <strong>de</strong> estos casos bien tratados, a pesar <strong>de</strong> no haber utilizado brackets<br />

con programación <strong>de</strong> dobleces <strong>de</strong> 1 er , 2 do , o 3 er or<strong>de</strong>n, resolvímos inserirlos en nuestro libro,<br />

llamando la atención, ya que mas importante que un <strong>de</strong>terminado bracket, o una<br />

<strong>de</strong>terminada técnica, es saber diagnosticar, y tener el buen juício para <strong>de</strong>finir la mejor<br />

evolución para cada caso tratado.<br />

Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones Transversales<br />

La verdad <strong>de</strong>be ser la primera cuestión a ser abordada en Ortodoncia, pues el reflejo<br />

<strong>de</strong> su tratamiento sobre la otras cuestiones es realmente muy gran<strong>de</strong>:<br />

En las maloclusiones <strong>de</strong> clase II, su tratamiento pue<strong>de</strong> inclusive colaborar para un<br />

mejor posicionamiento mandibular;<br />

En cuanto en el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, principalmente en los<br />

casos tratados en período <strong>de</strong> crecimiento activo, la intervención en el <strong>de</strong>sarrollo<br />

transversal <strong>de</strong> la maxila generalmente será uno <strong>de</strong> los componentes <strong>de</strong>l protocolo para<br />

el tratamiento efectivo <strong>de</strong> la retrusión maxilar;<br />

Pudiendo aun interferir en los tratamientos <strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores,<br />

porque en las disyunciones, siempre serán esperadas rotaciones maxilares en sentido<br />

horário;<br />

También pudiendo mejorar las relaciones <strong>de</strong> espacio, en los casos <strong>de</strong> las disyunciones,<br />

por el aumento efectivo <strong>de</strong>l perímetro <strong>de</strong>l arco, en cuanto en las expansiones <strong>de</strong><br />

naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar, esta mejora sería <strong>de</strong> menor efectividad y mas sujeta a las<br />

recidivas;<br />

Siendo posible una mejora sensible <strong>de</strong> la capacidad respiratória, por el<br />

ensanchamiento <strong>de</strong>l paso superior <strong>de</strong>l aire.<br />

De esta forma, toda vez que trato una <strong>de</strong>terminada maloclusión, muy dificilmente<br />

<strong>de</strong>jo <strong>de</strong> actuar inicialmente en el <strong>de</strong>sarrollo transversal por los innumerables benefícios<br />

que esto pue<strong>de</strong> causar, con todo, no me olvido nunca, que existe una equivalencia <strong>de</strong>


266<br />

crecimiento entre la base <strong>de</strong>l craneo, la maxila y la mandíbula; por tanto, jamás actuo<br />

<strong>de</strong> forma que pueda permitir una recidiva mayor en el período <strong>de</strong>l post-tratamiento.<br />

Osea, al verificar una necesidad <strong>de</strong> expansión, o aun, <strong>de</strong> disyunción en <strong>de</strong>terminado<br />

paciente procuro asegurarme <strong>de</strong> que este tratamiento no sea invasivo, para no colocar<br />

"mi" voluntad <strong>de</strong> tratar <strong>de</strong>terminado problema ortodóncico por encima <strong>de</strong> las cuestiones<br />

biológicas individuales <strong>de</strong> cada paciente.<br />

Asi a una <strong>de</strong>terminada maloclusión solamente será indicada la disyunción, sí se<br />

constatar que este proceso será importante en el tratamiento <strong>de</strong> la mordida cruzada<br />

esquelética, clinicamente observada por el cruzamiento en la región <strong>de</strong> los molares; osea,<br />

jamás la utilizaré para mejorar el formato <strong>de</strong>l arco, o aun, para alcanzar la plenitud <strong>de</strong> la<br />

respiración nasal, pues al actuar <strong>de</strong> esta forma podré estar utilizando recursos<br />

<strong>de</strong>scabidamente, o <strong>de</strong> forma contraindicada.<br />

Sí se ha constatado que <strong>de</strong>terminado paciente pue<strong>de</strong>, y necesita <strong>de</strong> expansión<br />

ortodóncica, entonces administraré recursos <strong>de</strong> naturaleza ortodóncica con este objetivo,<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> la edad en que se encuentre mi paciente, aunque, si está indicada<br />

una disyunción por la naturaleza <strong>de</strong> la <strong>de</strong>formidad presentada, ahora, entonces<br />

indicaremos el disyuntor Hirax para esta finalidad.<br />

Pero nunca <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> tratar cualquier paciente, y si encuentro condiciones poco<br />

favorbles en pacientes adultos para una ortodoncia <strong>de</strong> excelente cualidad, procuraré al<br />

máximo, alcanzar el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> las seis llaves para una oclusión normal <strong>de</strong> Andrews, aunque<br />

sepa, y actue con esta filosofia, ni siempre en pacientes adultos, principalmente, conseguiré<br />

coronar este objetivo, y muchas veces, aun con indicaciones para la Cirugía Ortognática,<br />

en los pacientes adultos el objetivo <strong>de</strong>l tratamiento podrá <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> ser el i<strong>de</strong>al, para que<br />

podamos alcanzar lo posible.<br />

En las mordidas cruzadas esqueléticas, en pacientes adultos normalmente podremos,<br />

utilizar dos tipos <strong>de</strong> dispositivos durante los procesos <strong>de</strong> disyunción, los <strong>de</strong> apoyo<br />

muco<strong>de</strong>ntal, y los <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong>ntal propiamente dicho.<br />

Como en reiterados estudios no existen implicaciones sérias a respecto <strong>de</strong> mayores<br />

vantajas <strong>de</strong> unos sobre otros, personalmente prefiero los <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong>ntal, dadas las<br />

menores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> implicación para crear condiciones <strong>de</strong> iatrogenia, que pue<strong>de</strong>n<br />

ocurrir con la acción <strong>de</strong> los disyuntores <strong>de</strong> Haas.


Tratamiento <strong>de</strong> las Atresias Maxilares<br />

La atresia maxilar es una condición en la cual <strong>de</strong>terminado paciente, presenta un<br />

alargamiento <strong>de</strong> la porción anterior <strong>de</strong> la maxila, pudiendo estar conjugado a las<br />

maloclusiones <strong>de</strong> morfologia anteroposterior, o aun vertical, aunque lo que mas llama la<br />

atención, es el hecho <strong>de</strong> practicamente todos los dientes estan alineados, para construir un<br />

arco en forma <strong>de</strong> “V” (Figuras 3.1; 3.2; 3.3; 3.4), diferente <strong>de</strong>l arco post-tratamiento<br />

cuando alcanzamos el objetivo <strong>de</strong> mejorar el arco para una forma <strong>de</strong> “U” (Figura 3.5).<br />

3.2 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente<br />

adulto con atresia maxilar.<br />

3.4 – Vista oclusal <strong>de</strong> atresia<br />

maxilar.<br />

3.1 – Vista Frontal <strong>de</strong> paciente adulto<br />

con atresia maxilar.<br />

3.3 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente adulto con atresia maxilar.<br />

3.5 – Vista oclusal <strong>de</strong>pués <strong>de</strong>l<br />

uso <strong>de</strong>l cuadrihélix.<br />

267


268<br />

De hecho la longitud <strong>de</strong> la maxila, en la región anterior, se presenta <strong>de</strong> forma<br />

alargada, siendo generalmente esperado, en estos casos, una fuerte interposición labial<br />

inferior que ciertamente tendrá la característica <strong>de</strong> perpetuación <strong>de</strong>l problema, siendo<br />

necessário una intervención <strong>de</strong> forma mas firme sobre estas maloclusiones, permitiendo no<br />

solamente mejorar la forma <strong>de</strong> la arcada sino también, impidiendo la interposición labial<br />

que lleva normalmente los incisivos superiores a presentar una acentuada vestibularización<br />

actuando <strong>de</strong> forma antiestética sobre el perfil <strong>de</strong>l paciente.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, las atresias maxilares también hacen que la mandíbula se posicione<br />

<strong>de</strong> forma mas retraída, lo que en un paciente en la fase <strong>de</strong> crecimiento, pue<strong>de</strong> significar un<br />

agravamiento <strong>de</strong> la maloclusión <strong>de</strong> clase II, ante la possibilidad <strong>de</strong> una acción muscular<br />

interagir como matriz funcional.<br />

Este hecho ocurre <strong>de</strong> tal forma que el labio inferior se posiciona entre los dientes<br />

superiores e inferiores, como una cuña, apareciendo una <strong>de</strong>formidad.<br />

En los pacientes adultos, estas atresias podrán escon<strong>de</strong>r, o hasta inducir a un<br />

diagnóstico erroneo, pues estaríamos interviniendo sobre una maloclusión <strong>de</strong> clase II,<br />

estructurada mucho mas por relaciones musculares incorretas, y mucho menos, por<br />

<strong>de</strong>sharmonias existentes entre las bases apicales (Figuras 3.6; 3.7).<br />

Figura 3.6 – Vista lateral extrabucal <strong>de</strong> paciente<br />

joven en la fase <strong>de</strong> crecimiento con musculatura<br />

perioral hipotónica.<br />

Figura 3.7 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente joven en la fase <strong>de</strong> crecimiento,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el resultado <strong>de</strong> la acción<br />

muscular sobre los incisivos superiores.


269<br />

Esta falla <strong>de</strong> diagnóstico podrá inclusive llevar el ortodoncista a tratar estos<br />

pacientes ina<strong>de</strong>cuadamente con exodoncias superiores, pues los mismos estarían<br />

presentando una maloclusión <strong>de</strong> clase II <strong>de</strong> canino con mas <strong>de</strong> media cúspi<strong>de</strong>.<br />

En razán <strong>de</strong> esto, ante la presencia <strong>de</strong> atresia maxilar severa, habrá condiciones <strong>de</strong><br />

realizar este mismo tratamiento sin necesidad <strong>de</strong> las exodoncias <strong>de</strong> los premolares en las<br />

arcada superior (Figuras 3.8 y 3.9).<br />

El tratamiento <strong>de</strong> las atresias maxilares, tanto en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta (Figuras<br />

3.10; 3.11; 3.12; 3.13), como en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición permanente (Figuras 3.14; 3.15;<br />

3.16; 3.17; 3.18; 3.19 y 3.20) podrá ser ejecutado basicamente con los mismos aparatos,<br />

con la possibilidad <strong>de</strong> resultados mas dura<strong>de</strong>ros, siendo esperados en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

mixta.<br />

Figura 3.8 – Maloclusión <strong>de</strong> clase II<br />

con atresia <strong>de</strong> la maxila: observe la<br />

relación <strong>de</strong>l canino superior con el<br />

inferior.<br />

Figura 3.9 – Maloclusión <strong>de</strong> clase II con<br />

atresia <strong>de</strong> la maxila <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

expansión con cuadrihélix: observe la<br />

relación <strong>de</strong>l canino superior con el<br />

inferior.<br />

Al contrário, en la fase adulta las posibilida<strong>de</strong>s generalmente estarán mas unidas a<br />

las respuestas <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar, y exactamente por esto, con el consecuente<br />

aumento <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> recidiva, con pocas condiciones <strong>de</strong> manutención <strong>de</strong>l<br />

tratamiento a largo plazo, principalmente cuando exigimos <strong>de</strong> los dientes posteriores,<br />

fuertes vestibularizaciones, pues esta movimentación no presentará gran estabilidad, por<br />

la acción <strong>de</strong> los músculos <strong>de</strong> la región que ejecutan una fuerza <strong>de</strong> naturaleza centrípeta.


Figura 3.11 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta , tratado<br />

con cuadrihélix.<br />

Figura 3.13 – Cuadrihélix instalado en<br />

paciente en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

Figura 3.10 – Paciente en la fase <strong>de</strong><br />

270<br />

<strong>de</strong>ntición mixta tratado con cuadrihélix.<br />

Figura 3.12 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta,<br />

tratado con cuadrihélix .<br />

Figura 3.14 – Paciente adulto para el cual<br />

fue planeado el uso <strong>de</strong> cuadrihélix.<br />

Figura 3.15 – Vista lateral <strong>de</strong>recha: don<strong>de</strong><br />

constatamos la relación molar <strong>de</strong>l topo.


Figura 3.16 – Vista lateral izquierda:<br />

constando la constricción bilateral,<br />

resultando en acentuada sobresaliencia.<br />

Figura 3.17 – Vista oclusal <strong>de</strong> Cuadrihélix<br />

instalado .<br />

Figura 3.18 – Vista lateral <strong>de</strong><br />

Cuadrihélix , utilizado también como<br />

recurso <strong>de</strong> anclaje en caso tratado con<br />

exodontia unilateral.<br />

Figura 3.19 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

Cuadrihélix, actuando en conjunto con el<br />

tratamiento ortodóncico fijo en paciente<br />

adulto.<br />

Figura 3.20 – Vista frontal, constatando la<br />

mejoria <strong>de</strong> las inclinaciones, en la región <strong>de</strong><br />

los caninos superiores, por la acción <strong>de</strong>l<br />

cuadrihélix, en conjunto con la secuencia <strong>de</strong><br />

tratamiento ortodoncico fijo.<br />

271


Dos informaciones importantes con respecto al cuadrihélix:<br />

la primera, cuando usado en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta en pacientes jovenes, con<br />

acentuada activación, existen relatos en que el cuadrihélix pue<strong>de</strong> promover<br />

disyunción; hecho in<strong>de</strong>seado, pues al indicarlo en nuestra técnica <strong>de</strong> trabajo,<br />

buscamos con el mismo una resposta <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar.<br />

Con este intuito existe una activación própia que aplicamos siguiendo un protocolo,<br />

así, la activación correcta implicará:<br />

que la banda <strong>de</strong>l molar <strong>de</strong> forma bilateral <strong>de</strong>berá ocupar una posición en medio<br />

a las cúspi<strong>de</strong>s palatinas <strong>de</strong> ambos molares superiores (Figura 3.21),<br />

en cuanto la punta <strong>de</strong>l alambre <strong>de</strong>l cuadrihélix esté en contacto con la región<br />

premolar, <strong>de</strong>berá pasar por el sulco <strong>de</strong> los premolares (Figura 3.22).<br />

Figura 3.22 – Cuadrihélix activado en la<br />

región <strong>de</strong> premolares, por la abertura <strong>de</strong> las<br />

helicói<strong>de</strong>s posteriores (flechas rojas).<br />

272<br />

Figura 3.21 – Cuadrihélix activado en la región<br />

<strong>de</strong> molares superiores, por la abertura <strong>de</strong> los<br />

helicói<strong>de</strong>s anteriores (flechas azules).<br />

Figura 3.23 – Cuadrihélix con<br />

alambre en coloreamiento castaño,<br />

en un proceso <strong>de</strong>nominado <strong>de</strong><br />

“revenido”; en condiciones <strong>de</strong> ser<br />

colocado.


273<br />

La activación <strong>de</strong>be ser realizada en un espacio <strong>de</strong> 45 dias, NUNCA con el mismo<br />

instalado; al contrário, el cuadrihélix <strong>de</strong>berá ser removido al preten<strong>de</strong>r una activación<br />

adicional, con el cuidado <strong>de</strong> establecer una "impronta" para el alambre, por esto tal<br />

alambre <strong>de</strong> acero <strong>de</strong> 0,9 mm, siempre adquirá un coloreamiento castaño, proceso<br />

<strong>de</strong>nominado <strong>de</strong> “revenido” (la ductibilidad aumenta sin romperse, moldando el mo<strong>de</strong>lo<br />

planeado) (Figura 3.23).<br />

Una segunda información <strong>de</strong> relevancia, en pacientes adultos, el cuadrihélix a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> la indicación para la correción <strong>de</strong> atresias maxilares, también podrá ser utilizado<br />

como recurso <strong>de</strong> anclaje, principalmente en los casos don<strong>de</strong> haya necesida<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

exodoncias, mientras sea necesaria la indicación <strong>de</strong> corrección <strong>de</strong> las atresias<br />

presentes.<br />

Como procedimiento <strong>de</strong> contención, será importante, antes <strong>de</strong> respetarnos el límite<br />

<strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l cuadrihélix, principalmente cuando utilizado en pacientes adultos.<br />

En la clínica usual, normalmente la correción <strong>de</strong> las atresias, cuando en pacientes<br />

adultos, será seguida por la secuencia <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico fijo, con los arcos<br />

rutineramente empleados en la disciplina <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r, aunque en algunos casos podamos<br />

también utilizar el arco labial <strong>de</strong> alambre <strong>de</strong> acero <strong>de</strong> 1,2 mm (Figuras 3.24; 3.25; 3.26).<br />

Figura 3.25 – Vista lateral <strong>de</strong>recha con el<br />

arco labial puesto, concomitantemente al<br />

tratamiento ortodóncico fijo planeado.<br />

Figura 3.24 – Vista frontal <strong>de</strong>l arco labial,<br />

en paciente adulto, puesto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

terapia con cuadrihélix.<br />

Figura 3.26 – Vista lateral izquierda con el arco labial<br />

puesto, concomitantemente, pudiendo ser observado<br />

el amarrilho metálico (pasivo) en la región <strong>de</strong> los<br />

incisivos.


Siendo innegable su acción favorable en los tratamientos <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong><br />

clase II, pues como afirma McNamara, una expansión en la Maxila siempre favorecerá el<br />

dislocamiento en el sentido mesial <strong>de</strong> la mandíbula.<br />

Debiendo, <strong>de</strong> esta forma, intentar mejorar el formato <strong>de</strong>l arco superior, lo mas que<br />

sea posible, pues al realizarlo, permitiremos la disminuición <strong>de</strong>l alargamiento <strong>de</strong> la maxila,<br />

reduciendo consi<strong>de</strong>rablemente la distancia existente entre los incisivos superiores e<br />

inferiores en el plano horizontal (Figuras 3.27; 3.28; 3.29).<br />

Figura 3.27 – Vista oclusal <strong>de</strong><br />

Cuadrihélix en paciente adulto, en el<br />

momento <strong>de</strong> su instalación, con el mismo<br />

ya activado.<br />

Figura 3.28 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, en la<br />

274<br />

cual observamos la acentuada sobresaliencia<br />

existente, provocando una relación completa<br />

<strong>de</strong> los caninos <strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 3.29 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, al fin <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, realizado sin exodoncia, en que se<br />

observa la reducción <strong>de</strong> la sobresaliencia.


Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones Transversales Esqueléticas<br />

Asi como ocurre con las atresias maxilares, el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas cruzadas,<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l paciente, <strong>de</strong> la ida<strong>de</strong>, y aun <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> problemas a ser observado,<br />

<strong>de</strong>be ser implantado, antes <strong>de</strong>l abordaje <strong>de</strong> otras cuestiones, que por ventura esten<br />

presentes, pues pue<strong>de</strong>, en <strong>de</strong>terminados casos crear condiciones mucho mas favorables<br />

para el tratamiento <strong>de</strong> los outros problemas presentados (Figuras 3.30; 3.31; 3.132; 3.33).<br />

La mordida cruzada es una anomalía <strong>de</strong> la relación transversal entre los dientes <strong>de</strong><br />

la maxila y <strong>de</strong> la mandíbula, pudiendo ser unilateral o bilateral, anterior o posterior,<br />

siendo que en este tópico avaliaremos el comportamiento y el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas<br />

cruzadas posteriores, principalmente la <strong>de</strong> características bilaterais.<br />

La etiologia primária <strong>de</strong> estas maloclusiones podrían ser las interferencias <strong>de</strong>ntárias,<br />

con todo otros factores podrían estar asociados, siendo fundamental que las mismas sean<br />

eliminadas, lo mas temprano posible, por su capacida<strong>de</strong> <strong>de</strong> llevar a una <strong>de</strong>formidad facial<br />

estructural, al no ser tratadas.<br />

No habiendo possibilidad <strong>de</strong> autocorreción <strong>de</strong> las mordidas cruzadas posteriores, por<br />

las características presentadas en la cronologia <strong>de</strong> erupción <strong>de</strong> los dientes posteriores.<br />

3.31 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente con indicación<br />

para disyunción palatina antes <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

3.30 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con indicación<br />

275<br />

para disyunción palatina antes <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Figura 3.32 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

tratado solamente con disyunción palatina,<br />

12 meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.


Las normas y procedimentos basicamente serán los mismos, siendo que en nuestra<br />

experiencia clínica siempre utilizamos el disyuntor <strong>de</strong>l tipo Hirax, pudiendo ser soldado a<br />

las bandas <strong>de</strong> los molares y premolares, caso el paciente presente <strong>de</strong>ntición compatible con<br />

estos procedimentos (Figura 3.34; 3.35; 3.36; 3.37).<br />

Figura 3.35 – Vista lateral intrabucal <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> paciente con indicación para disyunción,<br />

con posibilidad <strong>de</strong> ban<strong>de</strong>amiento <strong>de</strong> lo molares<br />

y premolares superiores.<br />

Figura 3.37 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente,<br />

cinco años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la finalización <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico, don<strong>de</strong> fue necesaria también la<br />

exodontia <strong>de</strong> los primeros premolares superiores.<br />

Figura 3.33 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente<br />

tratado solamente con disyunción palatina, 12<br />

meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Figura 3.34 – Vista frontal intrabucal <strong>de</strong><br />

paciente con indicación para disyunción<br />

con el caracteristico <strong>de</strong>svio <strong>de</strong> la linea<br />

media, observado en las mordidas<br />

cruzadas esqueléticas.<br />

Figura 3.36 – Vista oclusal <strong>de</strong> disyuntor<br />

hirax soldado a las bandas <strong>de</strong> los molares y<br />

premolares.<br />

276


277<br />

Si esto no es posible, el disyuntor será soldado a las bandas <strong>de</strong> los molares,<br />

pegado en los dientes <strong>de</strong>cíduos (molares y caninos) para mejorar la estabilida<strong>de</strong> <strong>de</strong>l<br />

aparato, con el intuito <strong>de</strong> alcanzar el objetivo <strong>de</strong> la fractura <strong>de</strong> la sutura palatina media<br />

(Figura 3.38; 3.39; 3.40).<br />

Figura 3.38 – Paciente tratado con disyuntor hirax<br />

utilizado en <strong>de</strong>ntición mixta, estando soldado a las<br />

bandas <strong>de</strong> los molares y pegado a los dientes<br />

temporários (caninos y molares).<br />

Figura 3.40 – Paciente tratado con<br />

disyunción palatina, tres años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

finalización <strong>de</strong> la misma, antes <strong>de</strong>l início <strong>de</strong>l<br />

tratamiento con Ortodoncia fija.<br />

Figura 3.39 – Paciente con <strong>de</strong>ntición mixta, ya con<br />

el disyuntor hirax instalado, soldado a las bandas<br />

<strong>de</strong> los molares y pegado en los dientes temporarios<br />

(caninos y molares).<br />

In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la edad, el disyuntor traerá una série <strong>de</strong> benefícios en el tratamiento <strong>de</strong><br />

los pacientes con mordidas cruzadas esqueléticas, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>stacamos:<br />

Aumento <strong>de</strong> la longitud <strong>de</strong>l arco (Figura 3.41);<br />

Figura 3.41 – Abertura <strong>de</strong> diastema interincisal como<br />

consecuencia <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l disyuntor permitiendo<br />

ganancia en el perímetro <strong>de</strong> la arcada superior.<br />

Corrección <strong>de</strong> la maloclusión <strong>de</strong> clase II (Figura 3.42; 3.43; 3.44; 3.45);


Figura 3.43 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente con <strong>de</strong>ntición mixta y mordida<br />

abierta anterior clínica.<br />

Figura 3.45 – Vista lateral <strong>de</strong>recha intrabucal <strong>de</strong>l<br />

mismo, en que constatamos una mejora<br />

significativa, sin que aun hayamos iniciado el<br />

tratamiento ortodóncico correctivo.<br />

Figura 3.42 – Acción <strong>de</strong>l disyuntor con<br />

<strong>de</strong>slocamiento para abajo y para frente <strong>de</strong> la<br />

maxila conforme Haas.<br />

Con la expansión ortopédica <strong>de</strong> la misma,<br />

promoviendo un <strong>de</strong>slocamiento mandibular<br />

en sentido mesial, con autocorrección <strong>de</strong> la<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II, según McNamara.<br />

Figura 3.44 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente en fase<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, en la que se observa una acentuada<br />

sobresaliencia.<br />

Corrceción <strong>de</strong> las inclinaciones posteriores (Figura 3.46; 3.47; 3.48):<br />

Figura 3.46 – Vista frontal intrabucal, don<strong>de</strong><br />

se constata una fuerte inclinación <strong>de</strong> los<br />

dientes posteriores en sentido lingual.<br />

278


Figura 3.48 – Vista oclusal, con el disyuntor<br />

<strong>de</strong>l tipo Hirax instalado, <strong>de</strong>pués <strong>de</strong>l período<br />

activo <strong>de</strong>l processo <strong>de</strong> disyunción.<br />

Figura 3.47 – Vista frontal intrabucal,<br />

don<strong>de</strong> se constata una mejora significativa<br />

en la inclinación <strong>de</strong>ntária, notablemente<br />

<strong>de</strong> los caninos superiores.<br />

Alteración <strong>de</strong> la sutura maxilar, con diminución <strong>de</strong> la resistencia nasal (Figura<br />

3.49), sin embargo, ni siempre la disyunción resuelve las cuestiones respiratórias <strong>de</strong><br />

todos los pacientes, pues existen outras etiologias envolvidas en estas cuestiones, y<br />

esto <strong>de</strong>ve tener fuerte consi<strong>de</strong>ración (Figura 3.50);<br />

Figura 3.50 – Telerradiografia con<br />

evi<strong>de</strong>nciación <strong>de</strong> la región nasofaringea (flecha<br />

amarela) sugiriendo obliteración al paso <strong>de</strong>l<br />

aire, probablemente por hipertrofía a<strong>de</strong>noi<strong>de</strong>a.<br />

Figura 3.49 – RX oclusal <strong>de</strong> paciente con disyunción<br />

maxilar realizada con disyuntor hirax, don<strong>de</strong> se<br />

observa la fractura <strong>de</strong> la sutura palatina media.<br />

Ampliación <strong>de</strong> la sonrisa por el alargamiento <strong>de</strong> la base maxilar, y<br />

consecuente ocupación <strong>de</strong> la rima bucal (Figuras 3.51; 3.52).<br />

279


Figura 3.51 – Vista frontal intrabucal,<br />

antes <strong>de</strong> iniciado el processo <strong>de</strong><br />

disyunción.<br />

La gran diferencia <strong>de</strong> acción <strong>de</strong> los disyuntores cuando comparamos sus efectos<br />

entre pacientes jovenes y adultos, resi<strong>de</strong> en los resultados <strong>de</strong> naturaleza mas esqueléticos en<br />

los pacientes jovenes, en cuanto en pacientes adultos, tendremos efectos mas<br />

<strong>de</strong>ntoalveolares, aun así será posible su indicación, los disyuntores <strong>de</strong>berán ser instalados<br />

(Figura 3.53; 3.54; 3.55; 3.56; 3.57; 3.58; 3.59).<br />

Figura 3.53 – Paciente adulto a ser<br />

tratado con disyunción (observe el<br />

<strong>de</strong>svio <strong>de</strong> línea media superior).<br />

Figura 3.55 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong> paciente<br />

con indicación <strong>de</strong> disyunción.<br />

Figura 3.52 – Vista frontal intrabucal,<br />

<strong>de</strong>pués <strong>de</strong> la finalización <strong>de</strong>l período activo<br />

<strong>de</strong> la disyunción palatina, estando en sua<br />

fase <strong>de</strong> contención.<br />

Figura 3.54 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la oclusión <strong>de</strong><br />

paciente con indicación <strong>de</strong> disyunción.<br />

280


Figura 3.59 – Vista oclusal <strong>de</strong>l arco<br />

superior <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la disyunción.<br />

En los pacientes adultos, la cuestión estará centrada en la dificultad <strong>de</strong> conseguir<br />

este efecto, por el hecho <strong>de</strong> que la sutura palatina media está practicamente consolidada<br />

por vuelta <strong>de</strong> los 18 años, lo que inviabiliza el procedimiento, pues al ejecutarlo tendríamos<br />

una fuerte sensibilidad dolorosa, principalmente durante las activaciones, hecho verificado<br />

por la oposición encontrada en las otras suturas que realiza la maxila con otros huesos <strong>de</strong><br />

la región; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que muy dificilmente la sutura media palatina se romperia,<br />

causando como consecuencia una acentuada inclinación <strong>de</strong> las coronas <strong>de</strong> los dientes<br />

sobre los cuales el disyuntor estubiese apoyado.<br />

Figura 3.60 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente adulto<br />

con mordida cruzada bilateral.<br />

Figura 3.56 – Diastema verificado por el efecto <strong>de</strong> la<br />

disyunción palatina, que en los adultos normalmente<br />

es <strong>de</strong> menor magnitud.<br />

Figura 3.57 – Disyuntor hirax adaptado,<br />

y soldado sobre las bandas <strong>de</strong> los<br />

premolares y molares.<br />

Figura 3.58 – Disyunción 12 meses<br />

<strong>de</strong>spués, en tratamiento <strong>de</strong> las<br />

relaciones transversales, con el ajuste<br />

<strong>de</strong> la línea media.<br />

281


Figura 3.62 – Foto lateral izquierda <strong>de</strong><br />

mordida cruzada bilateral en paciente<br />

adulto.<br />

Figura 3.61 – Foto lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> mordida<br />

cruzada bilateral en paciente adulto.<br />

Figura 3.63 – Vista oclusal don<strong>de</strong> se observan<br />

los molares, ya vestibularizados, siendo<br />

contraindicada la expansión ortodóncica.<br />

282<br />

Figura 3.64 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente adulto,<br />

don<strong>de</strong> se observan los caninos <strong>de</strong>scruzados.<br />

Figura 3.65 – Foto lateral izquierda, don<strong>de</strong> se<br />

evi<strong>de</strong>ncia el <strong>de</strong>scruzamiento <strong>de</strong>l canino, en<br />

situación <strong>de</strong> clase I, al final <strong>de</strong>l tratamiento,<br />

con la región molar cruzada.


283<br />

De esta forma en pacientes adultos, don<strong>de</strong> no sea posible el procedimento <strong>de</strong> la<br />

disyunción palatina, con posibilidad restricta através <strong>de</strong> la disyunción quirúrgica, si<br />

hubiera la intención <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico <strong>de</strong> otras cuestiones, podremos actuar para<br />

mantener la mordida cruzada posterior en la región molar conforme afirmó Graber, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que haya tratamiento efectivo para este problema en la región anterior <strong>de</strong> la arcada,<br />

principalmente en la región <strong>de</strong> los caninos, con las mismas en condiciones <strong>de</strong> realizar los<br />

movimentos <strong>de</strong> lateralidad.<br />

Si hubiera necesidad <strong>de</strong> ajuste oclusal <strong>de</strong> los dientes posteriores, especialmente en el<br />

área <strong>de</strong> los molares, el mismo <strong>de</strong>berá ser realizado, con el objetivo <strong>de</strong> remoción <strong>de</strong> posibles<br />

contactos prematuros en esta región. (Figura 3.60; 3.61; 3.62; 3.63; 3.64; 3.65).<br />

Ya en pacientes jovenes (Figura 3.66; 3.67; 3.68), por los aspectos inherentes a la<br />

possibilidad <strong>de</strong> crecimiento, las disyunciones son mas efectivas clinicamente.<br />

Generalmente exhibiendo inclusive un diastema interincisal <strong>de</strong> mayor magnitud, con<br />

abertura <strong>de</strong> la sutura palatina media en tiempo menor, con menor necesidad <strong>de</strong> activación,<br />

pues en un plazo mas corto ya se evi<strong>de</strong>ncian señales <strong>de</strong> la efectividad <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

disyunción, con sus efectos mas dura<strong>de</strong>ros, exhibiendo menor potencial <strong>de</strong> recidiva, con la<br />

consecuente mayor estabilidad a largo plazo (Figuras 3.69; 3.70; 3.71).<br />

Cabe resaltar que in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l paciente estar en la fase <strong>de</strong> crecimiento, o<br />

en edad adulta, la activación <strong>de</strong> los disyuntores <strong>de</strong>be obligatoriamente ser diária, en dos<br />

cuartos <strong>de</strong> vuelta; sí no es realizado así, tendremos mayores respuestas <strong>de</strong>ntárias <strong>de</strong>lante<br />

<strong>de</strong> las ativaciones, lo que normalmente sería in<strong>de</strong>seyable.<br />

Figura 3.66 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

diagnóstico <strong>de</strong> mordida cruzada bilateral,<br />

por el aspecto <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svio <strong>de</strong> la línea media<br />

presentado.<br />

3.67 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente con<br />

mordida cruzada bilateral.


Figura 3.68 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente con mordida cruzada bilateral.<br />

284<br />

Figura 3.69 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente tratado<br />

con disyuntor, seis meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

disyunción.<br />

Figura 3.70 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente tratado con disyuntor, seis meses<br />

<strong>de</strong>pués <strong>de</strong> la disyunción.<br />

Figura 3.71 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente tratado con disyuntor, seis meses<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la disyunción.


Definidas como la ausencia <strong>de</strong> contacto incisal en sentido vertical, podrán <strong>de</strong>mostrar<br />

etiologia, tipologia y morfologia variadas, siendo relevante su estudio para que las mismas<br />

puedan tener tratamiento específico.<br />

Al tratar este tipo <strong>de</strong> maloclusión vertical, será importante <strong>de</strong>finir <strong>de</strong>terminadas<br />

cuestiones, principalmente las relacionadas a la tipologia, pues estas maloclusiones pue<strong>de</strong>n<br />

ser:<br />

MORDIDAS ABIERTAS ANTERIORES<br />

<strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar, cuando normalmente no son encontradas gran<strong>de</strong>s<br />

alteraciones en el proceso <strong>de</strong> crecimiento, y sí, hábitos lesivos que por variada<br />

etiologia acabaron por instalarse, y perpetuar estos problemas, pudiendo hacer con<br />

que el individuo llegue a la edad adulta con estas cuestiones.<br />

o también, por envolvimiento esqueletal, cuando una série <strong>de</strong> eventos<br />

cefalometricamente <strong>de</strong>mostrados, tanto por la cefalometria <strong>de</strong> Ricketts, o aun por la<br />

<strong>de</strong> Jarabak, cuando acrecidos <strong>de</strong> anormalida<strong>de</strong>s musculares, posibilitarian aun, la<br />

instalación <strong>de</strong> hábitos que irian no apenas a perpetuar estos problemas, sino<br />

también a acabar por agravarlos.<br />

Será interesante por tanto el tratamiento <strong>de</strong> estas maloclusiones aun en la fase <strong>de</strong><br />

crecimiento, aunque no siempre ocurra esto, intentaremos <strong>de</strong> la misma forma como lo<br />

hicímos con las mordidas abiertas anteriores <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar; un protocolo <strong>de</strong><br />

acción diferente para pacientes adultos, así como para pacientes en la fase <strong>de</strong> crecimiento.<br />

Mordidas Abiertas <strong>de</strong> Naturaleza Dentoalveolar<br />

Como ya relatamos anteriormente los pacientes que presentan estas<br />

maloclusiones no poseen alteraciones importantes en su proceso <strong>de</strong> crecimiento, siendo<br />

esta una cuestión relevante, pues su tratamiento generalmente es mas simple, con<br />

menores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> recidiva, más que esto, presentando una posibilidad <strong>de</strong><br />

autocorrección, cuando este abordaje acontece <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> crecimiento.<br />

285


286<br />

Para el tratamiento realizado en el período <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, por tanto con el<br />

proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo en plena actividad, utilizaremos como critério <strong>de</strong><br />

diagnóstico algunos factores <strong>de</strong> los análisis cefalométricos <strong>de</strong> Ricketts y también <strong>de</strong><br />

Jarabak.<br />

Através <strong>de</strong> la cefalometria, normalmente evaluamos para estos pacientes:<br />

la convexidad <strong>de</strong>l punto LA (<strong>de</strong>finiendo la maloclusión anteroposterior presentada);<br />

la profundidad facial (posición <strong>de</strong> la mandíbula <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la base craneana);<br />

profundidad maxilar (posición <strong>de</strong> la maxila);<br />

plano mandibular (ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> rotación mandibular);<br />

altura <strong>de</strong>l ramo acen<strong>de</strong>nte (<strong>de</strong> Jarabak);<br />

y ángulo goniaco (Jarabak).<br />

También será posible la presencia <strong>de</strong> otras maloclusiones asociadas, sean ellas<br />

anteroposteriores, o aun transversales, siendo relevante consi<strong>de</strong>rarlas en la<br />

implementación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>terminada terapia, y <strong>de</strong> esta forma, siempre trataremos las<br />

maloclusiones transversales en primer lugar, principalmente porque el reflejo <strong>de</strong> su<br />

respuesta podrá ser favorable para las mordidas abiertas anteriores, y aun, para la<br />

relaciones <strong>de</strong> maloclusiónes <strong>de</strong> clase II o clase III.<br />

Podremos tratar las maloclusiones <strong>de</strong> mordida abierta anterior <strong>de</strong> naturaleza<br />

<strong>de</strong>ntoalveolar, tanto en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, como en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

permanente, todavia las fórmulas serán muy diferentes, pues en la fase <strong>de</strong> crecimiento<br />

podremos utilizar la previsibilidad <strong>de</strong> la remo<strong>de</strong>lación ósea existente en este período con el<br />

objetivo <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> la mordida en la región anterior.<br />

Será necesário para este intento una fuerte actuación contra los hábitos lesivos que<br />

contribuyeron para esta <strong>de</strong>formación, ya que en la fase adulta, no teniendo mas la variable<br />

<strong>de</strong>l crecimiento, tendremos que utilizar la remo<strong>de</strong>lación ósea <strong>de</strong>rivada <strong>de</strong> la terapia con la<br />

Ortodoncia Fija, y con esta finalidad, exhibiremos las dos alternativas mas comunes <strong>de</strong><br />

tratamiento en nuestra técnica, bien sea en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, bien sea en la fase<br />

adulta.En este tipo <strong>de</strong> paciente abordaremos una maloclusión con plena capacidad <strong>de</strong><br />

autocorrección, siempre que existan condiciones propícias, pues estaremos actuando<br />

contra un problema cuyas cuestiones mas relevantes son:<br />

la interposición labial inferior;


287<br />

y la proyección lingual, que promoverá una vestibularización incisal superior<br />

(Figuras, 3.72; 3.73 y 3.74).<br />

Figura 3.74 – Mordida<br />

abierta anterior: vista<br />

intrabucal con perfiles<br />

<strong>de</strong>recho e izquierdo, don<strong>de</strong><br />

se observa la fuerte<br />

vestibularización <strong>de</strong> los<br />

incisivos superiores, como<br />

señal <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong> la<br />

interposición labial.<br />

Figura 3.72 – Vista extrabucal <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> mordida abierta anterior.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto, al evaluar los factores cefalométricos percibiremos que el resultado<br />

<strong>de</strong> la cefalometria, muchas veces estará acompañado <strong>de</strong> un cefalograma normal, con<br />

tamaños cefalométricos compatibles con padrones faciales representativos <strong>de</strong> pacientes<br />

mesofaciales, o aun braquifaciales (Figuras 3.75 y 3.76), don<strong>de</strong> la fuerza resultante <strong>de</strong><br />

crecimiento mandibular presenta valores normales, o en dirección horizontal (observe la<br />

ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la curva logarítmica <strong>de</strong> crecimiento en la Figura 3.75)<br />

Figura 3.73 – mordida abierta anterior :<br />

foto intrabucal.


Por tanto, al necesitar un abordaje frente a los hábitos fuertemente arraigados,<br />

será primordial utilizar una terapia que contenga un dispositivo, que pueda permanecer<br />

constante para reeducar la musculatura <strong>de</strong>l paciente, posibilitando una remo<strong>de</strong>lación<br />

en direción al tratamiento <strong>de</strong>finitivo para tal problema; por esto hemos utilizado la<br />

placa retenedora <strong>de</strong> lengua, modificada con esta finalidad (Figura 3.77; 3.78; 3.79;<br />

3.80).<br />

Figura 3.75 - Cefalograma<br />

evi<strong>de</strong>nciando la Curva<br />

logarítmica <strong>de</strong> Moss-Salentjn.<br />

Figura 3.76 – Cefalograma exhibindo<br />

excesiva vestibularización incisal<br />

superior.<br />

Figura 3.77 – Placa retenedora <strong>de</strong><br />

Lengua, modificada para reeducar<br />

la musculatura <strong>de</strong>l paciente.<br />

288


Figura 3.79 – Constatamos la acción <strong>de</strong>l<br />

aparato sobre la posición <strong>de</strong> los incisivos,<br />

que fue mais evi<strong>de</strong>nte, sobre los<br />

incisivos superiores, modificando el<br />

grado <strong>de</strong> vestibularización, trayendolo<br />

para un padrón mas compatible, con un<br />

toque incisal anterior.<br />

Este aparato se compone <strong>de</strong> diversos dispositivos que actuarán en benefício <strong>de</strong>l<br />

tratamiento; entre ellos <strong>de</strong>stacamos abajo:<br />

Figura 3.78 – Observar las alteraciones<br />

ortopédicas producidas en la maxila por<br />

la Placa modificada Retenedora <strong>de</strong><br />

Lengua, siendo constatada poca<br />

interferencia sobre el crecimiento <strong>de</strong> la<br />

maxila normalmente esperado.<br />

Rejilla retenedora <strong>de</strong> lengua – confeccionada con alambre <strong>de</strong> acero 0,9 mm,<br />

construída con los mo<strong>de</strong>los articulados en posición habitual, <strong>de</strong> tal forma, que la<br />

289


290<br />

misma <strong>de</strong>berá ser puesta lo mas anterior que sea posible, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> que no<br />

interfiera con la función normal <strong>de</strong>l paciente.<br />

Placa Labio-ativa – confeccionada con el intuito <strong>de</strong> no permitir la interposición<br />

labial inferior, principalmente cuando la mordidas abiertas anteriores esten<br />

relacionadas a una maloclusión <strong>de</strong> clase II, que genere una sobresaliencia<br />

aumentando mas aun esta interposición.<br />

Escudos laterales <strong>de</strong> resina acrílica que servirán también para unir la dos<br />

porciones <strong>de</strong>l aparato, la vestibular y la palatina.<br />

Arco labial superior – en alambre <strong>de</strong> acero 0,9 mm, tocando los incisivos<br />

superiores, creando una guía <strong>de</strong> vedamiento labial.<br />

Expansor – colocado y activado sí la maloclusión está asociada a una atresia,<br />

con activación quincenal.<br />

En condiciones normales, con la plena colaboración <strong>de</strong>l paciente, pues este<br />

aparato necesita ser usado por un número máximo <strong>de</strong> horas por dia, siendo inclusive<br />

necesario su uso durante la noche, con un tiempo aproximado <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> 20 a 22 horas<br />

diárias, permitida apenas la remoción para las gran<strong>de</strong>s refecciones. La modificada<br />

placa retenedora <strong>de</strong> lengua, podrá corregir la <strong>de</strong>formidad en un tempo variáble, entre<br />

seis y ocho meses en los casos en que este indicada como aparato único para el cierre <strong>de</strong><br />

las mordidas abiertas anteriores (Figura 3.7), no habiendo necesidad <strong>de</strong> un período <strong>de</strong><br />

contención, al final, sí es diagnosticada una mordida abierta anterior como <strong>de</strong>l tipo<br />

<strong>de</strong>ntoalveolar, no posee ni componentes <strong>de</strong> crecimiento fuertemente alterados, o mucho<br />

menos anormalida<strong>de</strong>s musculares severas.<br />

Figura 3.80 – Mordida abierta<br />

anterior tratada.


Mordida Abierta Dentoalveolar en la Fase Adulta<br />

Cuando tratamos las mordidas abiertas anteriores <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntoalveolar en la<br />

fase adulta, normalmente su morfologia presentará una <strong>de</strong>formidad <strong>de</strong> menor gravedad,<br />

generalmente con mordidas negativas <strong>de</strong> un máximo <strong>de</strong> tres milímetros, lo que ciertamente<br />

facilita su abordaje, con todo, siendo en adultos será necesário consi<strong>de</strong>rar dos cuestiones<br />

para su correcto cierre, que son:<br />

la evaluación <strong>de</strong> la condición periodontal presente, pues estaremos tratando pacientes<br />

con Ortodoncia Fija, don<strong>de</strong> será necesária una condición normal <strong>de</strong>l hueso alveolar en<br />

altura y espesura;<br />

y también, la evaluación <strong>de</strong> algunas preguntas <strong>de</strong>l análisis facial <strong>de</strong> Arnett-Bergmann,<br />

principalmente porque estaremos actuando en pacientes que no presentan mas las<br />

ventajas adicionales <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo, y cuja remo<strong>de</strong>lación ósea,<br />

podrá afectar la línea <strong>de</strong> sonrisa, lo que en pacientes adultos, se convierte en una <strong>de</strong> las<br />

cuestiones mas complicadas.<br />

Como preten<strong>de</strong>mos en alguns casos actuar con gran<strong>de</strong>s fuerzas elásticas luego al<br />

início <strong>de</strong>l tratamiento, la condición periodontal ótima es esencial, y sin la cual, todo el<br />

tratamiento estará comprometido y contraindicado con la técnica que presentaremos; por<br />

tanto la evaluación <strong>de</strong> la radiografia panorámica será el factor <strong>de</strong> mayor relevancia para<br />

estos abordajes (Figura 3.81).<br />

Figura 3.81 – Evaluación <strong>de</strong> la radiografia panorámica.<br />

291


Con referencia a la línea <strong>de</strong> sonrisa, cabe resaltar que en pacientes jovenes<br />

normalmente se ve una mayor participación <strong>de</strong> los incisivos superiores en ella, <strong>de</strong> tal forma<br />

que pue<strong>de</strong> ser esperada <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una evi<strong>de</strong>nciación <strong>de</strong> la mitad <strong>de</strong> la corona clínica <strong>de</strong> los<br />

dientes anteriores (Figura 3.82), hasta un <strong>de</strong>terminado punto, cuando será posible la<br />

visualización <strong>de</strong>l festón gingival, ósea, no se espera ni una sonrisa gingival muy evi<strong>de</strong>nte y,<br />

mucho menos, una línea <strong>de</strong> sonrisa, don<strong>de</strong> no se observen los incisivos superiores.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, en pacientes jovenes también no se espera una presencia muy<br />

marcante <strong>de</strong> los incisivos inferiores durante la sonrisa normal.<br />

De esta forma, a partir <strong>de</strong> estos dos critérios, estableceremos la mejor forma <strong>de</strong> cierre<br />

<strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores, que en nuestra técnica consistirán, en los casos <strong>de</strong><br />

mordidas abiertas anteriores <strong>de</strong> pequeña magnitud (<strong>de</strong> máximo tres milímetros), <strong>de</strong>l uso <strong>de</strong><br />

los elásticos verticales anteriores.<br />

El protocolo para el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores, cuando esté<br />

indicada la aplicación <strong>de</strong> los elásticos verticales <strong>de</strong>berá ser:<br />

Figura 3.82– Evaluación <strong>de</strong> la<br />

línea <strong>de</strong> sonrisa; en la cual<br />

po<strong>de</strong>mos observar las coronas<br />

<strong>de</strong> los incisivos superiores, no<br />

estando, contraindicada la<br />

extrusión superior en el<br />

proceso <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> la<br />

mordida abierta anterior<br />

presente neste caso.<br />

292


Pegar los brackets <strong>de</strong>l área envolvida en la mordida abierta anterior<br />

(generalmente los incisivos superiores e inferiores (Figura 3.83), pudiendo<br />

ocurrir el envolvimiento <strong>de</strong> los caninos también);<br />

Un cuidado adicional en este momento, <strong>de</strong>berá ser la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l punto “x”<br />

<strong>de</strong>l premolar (<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la altura para pegar), adicionando 0,5 mm, para<br />

todos los incisivos, <strong>de</strong> tal forma que la adhesión <strong>de</strong> los brackets <strong>de</strong> esta región,<br />

estará dislocada discretamente mas para la región cervical.<br />

Aplicar los elásticos <strong>de</strong> calibre 3/16 diente-a-diente, para uso por un período<br />

máximo <strong>de</strong> horas durante el dia, con la remoción permitida apenas para la gran<strong>de</strong>s<br />

refecciones, con uso nocturno (Figuras 3.84;3.85; 3.86);<br />

No se instalan los arcos <strong>de</strong> nivelamiento en esta fase, por lo menos, hasta que no<br />

haya la resolución <strong>de</strong>l problema;<br />

Las consultas serán semanales para observación <strong>de</strong> caso, esperando un<br />

movimiento <strong>de</strong> los dientes envolvidos en el tratamiento.<br />

Figura 3.83 – Colocación <strong>de</strong> los<br />

brackets en la región anterior, estando<br />

levemente <strong>de</strong>slocado para la región<br />

cervical, con el intuito <strong>de</strong> facilitar la<br />

extrusión incisal, al aplicar los<br />

alambres <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

293


Los elásticos serán utilizados sin el alambre <strong>de</strong> nivelamiento hasta el momento en que la<br />

mordida abierta anterior este plenamente tratada, con un traspaso vertical anterior <strong>de</strong><br />

un milímetro.<br />

Figura 3.84 – Mordida<br />

abierta anterior, <strong>de</strong> pequeña<br />

magnitud, con envolvimento<br />

<strong>de</strong> la región <strong>de</strong> incisivos.<br />

Figura 3.85 – Adaptación <strong>de</strong><br />

los elásticos 3/16, en los<br />

dientes <strong>de</strong>l área envolvida<br />

con la mordida abierta.<br />

anterior<br />

Figura 3.86 – Elásticos 3/16<br />

en acción.<br />

En este momento será completada la adhesión <strong>de</strong>l arco en que se pretenda el início <strong>de</strong>l<br />

nivelamiento, y que fue <strong>de</strong>finido a partir <strong>de</strong>l análisis facial, ósea, en pacientes adultos<br />

normalmente iniciaremos el nivelamiento en el arco superior, en cuanto en pacientes<br />

adultos jovenes, iniciaremos el nivelamiento en la arcada inferior.<br />

294


Serán adaptados frenillos metálicos <strong>de</strong>l tipo Kobayashi (Figura 3.87), en el arco<br />

don<strong>de</strong> se inició el nivelamiento para proseguir Figura con 3.87 el – tratamiento, Início <strong>de</strong>l no obstante a<br />

partir <strong>de</strong> este momento, el paciente será orientado nivelamiento a utilizarlos en la arcada apenas para dormir,<br />

con los elásticos actuando como contención. superior, por tratarse <strong>de</strong> paciente<br />

El nivelamiento será iniciado con el arco .016” <strong>de</strong> nitinol y posteriormente el arco<br />

antagónico también será nivelado, continuando aun con los elásticos 3/16, siendo<br />

necesaria, por tanto, la aplicación <strong>de</strong> frenillos <strong>de</strong>l tipo Kobayashi también en este<br />

arco (Figura 3.88).<br />

Figura 3.88 – Início <strong>de</strong>l<br />

nivelamiento en el arco<br />

inferior.<br />

En condiciones normales, esta terapia con los elásticos <strong>de</strong>berá durar en torno <strong>de</strong><br />

poucos meses, y solamente será interrumpida cuando los dos arcos (superior e<br />

inferior) estén con los alambres .016” x .022”.<br />

A partir <strong>de</strong> esta fase daremos secuencia al tratamiento, no siendo necesaria la continuidad<br />

<strong>de</strong> los elásticos (Figura 3.89).<br />

adulto con edad avanzada.<br />

Figura 3.89 – Secuencia <strong>de</strong><br />

tratamiento, 12 meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento iniciado, ya en la fase<br />

<strong>de</strong> los alambres retangulares 0,17”<br />

x 0,25” <strong>de</strong> nitinol.<br />

Por lo expuesto en los dos casos presentados, se percibe claramente que el tratamiento<br />

<strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong>ntoalveolar ciertamente presenta una<br />

295


296<br />

forma mas simple <strong>de</strong> intervención, siendo que en los casos <strong>de</strong> Ortodoncia Fija, estos<br />

problemas <strong>de</strong>ben tener una intervención apropiada, yá en la fase inicial <strong>de</strong>l tratamiento<br />

activo.<br />

Mordida Abierta <strong>de</strong> Naturaleza Esqueletal<br />

Tratandose <strong>de</strong> maloclusión con envolvimento esqueletal, <strong>de</strong>berá ser hecho el<br />

análisis <strong>de</strong> algunos factores relativos a diferentes medidas cefalométricas, como:<br />

De Ricketts De Jarabak<br />

1. Convexida<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Punto LA 1. Altura <strong>de</strong>l Ramo Ascen<strong>de</strong>nte<br />

2. Profundida<strong>de</strong> Facial 2. Ángulo Goníaco<br />

3. Profundida<strong>de</strong> Maxilar 3. Ángulo Articular<br />

4. Plano Mandibular<br />

Serán analizados en conjunto:<br />

Con el análisis transversal <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los,<br />

acrescidos <strong>de</strong> las informaciones <strong>de</strong> los exames clínicos, principalmente,<br />

si el paciente esta en la fase activa <strong>de</strong> crecimiento,<br />

y mais relevante aun, si el mismo está en el período <strong>de</strong> surto <strong>de</strong> crecimiento<br />

puberal.


297<br />

Las informaciones recojidas através <strong>de</strong>l análisis cefalométrico servirá inclusive<br />

para estabelecer el pronóstico, favorable o no, para el caso, pues en estas maloclusiones,<br />

aun serán esperadas implicaciones musculares, relacionadas al tono muscular <strong>de</strong> los<br />

mismos.<br />

También <strong>de</strong>ben ser evaluados los hábitos, primordialmente aquellos relacionados<br />

con las interposiciones musculares, ya sea por la proyección lingual, ya sea por las<br />

interposiciones labiais, pudiendo ser agravadas, si los mismos pacientes presentan otros<br />

problemas asociados, tales como atresias maxilares, maloclusión <strong>de</strong> clase II, y <strong>de</strong> forma<br />

extremamente fundamental, la respiración bucal.<br />

Naturalmente habrá una diferencia fundamental en el tratamiento <strong>de</strong> estas<br />

maloclusiones en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, y en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición permanente, siendo<br />

importante <strong>de</strong>clarar que en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta los aparatos que trabajan los hábitos<br />

no <strong>de</strong>berán ser los aparatos únicos <strong>de</strong> eleición para el tratamiento <strong>de</strong> estas <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s.<br />

Siendo fundamental el entendimento claro al respecto <strong>de</strong> los factores envolvidos en<br />

el proceso <strong>de</strong> crecimiento facial que esten discrepantes, para que los mismos puedan tener<br />

el <strong>de</strong>bido tratamiento.<br />

En cuanto en la fase adulta, procuraremos postergar la utilización <strong>de</strong> los elásticos<br />

verticales, al final en estas maloclusiones, las mordidas abiertas clínicas se presentan <strong>de</strong><br />

manera mas severa, pudiendo la sobremordida negativa, estar en patamares <strong>de</strong> mas <strong>de</strong><br />

cuatro milímetros, y muchas veces, incluyendo los caninos, los premolares, y aun los<br />

molares en sua morfologia, siendo <strong>de</strong> esta forma imperativo, el início <strong>de</strong>l tratamiento con<br />

exodoncias, con indicación para los dientes mas posteriores <strong>de</strong> la arcada, con el objetivo <strong>de</strong><br />

disminuir la rotación mandibular existente.


Mordida Abierta Esqueletal en la Fase <strong>de</strong> Dentición Mixta<br />

Un aspecto a ser consi<strong>de</strong>rado en el tratamiento <strong>de</strong> pacientes que presenten rotación<br />

mandibular severa, se refiere a la posibilidad <strong>de</strong> compensación (Figuras 3.90; 3.91; 3.92;<br />

3.93), pues en algunos casos podremos observar <strong>de</strong>terminadas medidas cefalométricas, que<br />

podrian ser conclusivas para la instalación <strong>de</strong> una mordida abierta anterior, pero esto<br />

pue<strong>de</strong> no ocurrir, ya que la morfologia <strong>de</strong> estos problemas se basa en una trilogia:<br />

siendo exactamente por esto, es que en la ausencia <strong>de</strong> uno o mas <strong>de</strong> estos factores,<br />

<strong>de</strong>terminados pacientes acaban por no presentar estas <strong>de</strong>formaciones.<br />

Figura 3.90 – Paciente que aunque<br />

presenta excesiva AFAI, por<br />

exhibir compensación<br />

<strong>de</strong>ntoalveolar, no tuvo instalada la<br />

maloclusión <strong>de</strong> mordida abierta<br />

anterior.<br />

298


Figura 3.93 – Vista lateral<br />

<strong>de</strong> un plano mandibular alto;<br />

altura <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte disminuido;<br />

ángulo goníaco abierto;<br />

excesiva extrusión <strong>de</strong> la región molar superior;<br />

rotación mandibular horaria;<br />

rotación antihoraria <strong>de</strong>l plano palatal;<br />

Figura 3.91 – Cefalograma <strong>de</strong> paciente con<br />

mordida abierta anterior, exhibindo:<br />

rotación mandibular horaria (flecha ver<strong>de</strong>);<br />

<strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l cuerpo mandibular (flecha roja);<br />

rotación maxilar antihoraria ( flecha negra);<br />

extrusión <strong>de</strong>ntoalveolar posterior (flecha<br />

rosada).<br />

<strong>de</strong> la paciente evi<strong>de</strong>nciando acentuada<br />

sobresaliencia.<br />

en adultos, será observada una curva <strong>de</strong> spee ausente, o aun negativa;<br />

Figura 3.92 – Vista frontal<br />

intrabucal <strong>de</strong> paciente,<br />

evi<strong>de</strong>nciando sobremordida<br />

aparentemente incompatible con la<br />

medidas cefalométricas, o mismo,<br />

con la situación clínica apresentada<br />

<strong>de</strong>notando la compensación<br />

<strong>de</strong>ntoalveolar.<br />

El proceso <strong>de</strong> crecimiento alterado normalmente se compone:<br />

299


300<br />

ósea, hay un <strong>de</strong>scompás evi<strong>de</strong>nte en el crecimiento vertical <strong>de</strong> las tres porciones <strong>de</strong> la<br />

face (Figura 3.94), y que didacticamente podrian ser divididas:<br />

1. en face anterior (comprendiendo la región incisal, que apresenta poca <strong>de</strong>monstración<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo con velocidad <strong>de</strong> erupción <strong>de</strong> los dientes anteriores disminuída);<br />

2. face media (relacionada a la región <strong>de</strong> los molares, presentando fuerte extrusión <strong>de</strong>l<br />

complejo <strong>de</strong>ntoalveolar relacionada a esta región superior, aumentando la posibilidad<br />

<strong>de</strong> rotación mandibular en el sentido horario);<br />

3. finalmente, la región posterior (<strong>de</strong>finida por la localización <strong>de</strong>l ramo ascen<strong>de</strong>nte, que<br />

en estos casos normalmente estará acortada)<br />

Figura 3.94 – Telerradiografia<br />

evi<strong>de</strong>nciando la tres regiones <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sarrollo facial inferior, según<br />

Bjork:<br />

en ver<strong>de</strong> - la región anterior<br />

(incisal);<br />

en amarillo – la región media<br />

(molares);<br />

en morado – la región posterior<br />

(ramo ascen<strong>de</strong>nte).<br />

El tratamiento <strong>de</strong>berá englobar estas cuestiones <strong>de</strong> tal forma que no tengamos una<br />

actuación vil, con atención apenas a los hábitos lesivos, pues los aspectos alterados <strong>de</strong>l<br />

proceso <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>ben ser llevados en consi<strong>de</strong>ración (Figuras 3.95; 3.96; 3.97; 3.98;<br />

3.99; 3.100; 3.101; 3.102; 3.103), por tanto una <strong>de</strong> las formas mas generalistas <strong>de</strong> tratarse<br />

estas maloclusiones son los aparatos extrabucales <strong>de</strong> alta tracción, don<strong>de</strong> aplicamos una<br />

fuerza <strong>de</strong> naturaleza ortopédica, con la finalidad <strong>de</strong> restringirse el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la maxila<br />

en el sentido vertical, y aun, promover la intrusión <strong>de</strong>l complejo <strong>de</strong>ntoalveolar De esta<br />

región, pues este tipo <strong>de</strong> actuación trae como respuesta adicional, la rotación antihoraria<br />

<strong>de</strong> la mandíbula que podria ajudar en el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas abiertas anteriores.


Figura 3.97 – Vista lateral<br />

izquierda <strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta con mordida<br />

abierta anterior <strong>de</strong> envolvimento<br />

esqueletal.<br />

Figura 3.98 – Aparato extrabucal<br />

<strong>de</strong> alta tracción, en Vista frontal.<br />

Figura 3.95 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta<br />

con mordida abierta anterior <strong>de</strong><br />

envolvimento esqueletal.<br />

Figura 3.96 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición<br />

mixta con mordida abierta anterior<br />

<strong>de</strong> envolvimento esqueletal.<br />

Figura 3.98 – Aparato extrabucal<br />

<strong>de</strong> alta tracción, en Vista lateral.<br />

301


Figura 3.99 – Cefalograma inicial,<br />

don<strong>de</strong> se ve la mordida abierta<br />

anterior, con fuerte <strong>de</strong>flexión entre<br />

cuerpo y ramo mandibular, y<br />

rotación <strong>de</strong>l plano palatal.<br />

Figura 3.100 – Cefalograma<br />

final, pudiendo ser vista la<br />

mordida abierta anterior<br />

tratada.<br />

Figura 3.101 – El estudio <strong>de</strong> la<br />

sobreposición <strong>de</strong> trazados nos permite<br />

constatar, el tratamiento <strong>de</strong> la mordida<br />

abierta anterior, con suceso en la obtención<br />

<strong>de</strong>l vedamiento labial, y cambio <strong>de</strong> posición<br />

maxilar, e incisal superior.<br />

302


En los casos mas severos juntamente con la actuación realizada por medio <strong>de</strong><br />

fuerzas extrabucales <strong>de</strong> formatación ortopédica, podremos en el tiempo restante, durante el<br />

cual el paciente no use este aparato, indicar la placa modificada retenedora <strong>de</strong> lengua,<br />

principalmente en los horarios nocturnos, con la finalidad <strong>de</strong> optimizar también el<br />

tratamiento ortodóncico-ortopédico, sobre las cuestiones musculares y funcionais<br />

incorretas, envueltas en la etiologia <strong>de</strong> estas maloclusiones.<br />

Tratandose <strong>de</strong> pacientes adultos, utilizaremos una mecanoterapia, y cuando en las<br />

mismas estén planeadas exodoncias, preferencialmente, los <strong>de</strong> elección, serán los dientes<br />

mas posteriores posibles, siendo que una série <strong>de</strong> autores han preconizado las exodoncias<br />

<strong>de</strong> molares con posterior perdida <strong>de</strong> anclaje, y aunque entendamos la filosofia que impulsa<br />

estas consi<strong>de</strong>raciones, en la práctica el movimiento <strong>de</strong> los segundos molares no es un<br />

trabajo tan simple, al contrário, <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rada fuertemente en la expectativa <strong>de</strong><br />

tratamiento la habilidad <strong>de</strong>l ortodontista en el tratamiento <strong>de</strong> estas cuestiones.<br />

La exodoncia <strong>de</strong> dientes localizados mas posteriormente en la arcada, como por<br />

exemplo, los segundos premolares, permiten una rápida migración mesial <strong>de</strong> los molares,<br />

promoviendo el cierre <strong>de</strong> los espacios, con la consecuente, perdida <strong>de</strong> anclaje, y alteración<br />

mínima en el perfil facial.<br />

Figura 3.102 –El estudio <strong>de</strong> la<br />

sobreposición <strong>de</strong> trazados, evi<strong>de</strong>ncia<br />

la alteración <strong>de</strong> la posición maxilar,<br />

y rotación <strong>de</strong>l plano palatal.<br />

Mordida Abierta Esqueletal en la Fase Adulta<br />

Asi en algunos casos <strong>de</strong> pacientes con mordida abierta anterior, y que también<br />

presentan problemas clínicos en estos molares, tales como cáries extensas, restauraciones<br />

303


304<br />

protéticas, endodoncia realizada o por realizar, podremos indicar este procedimento,<br />

con todo el trabajo <strong>de</strong> nivelamiento con perdida <strong>de</strong> anclaje <strong>de</strong>be ocurrir ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

primeros alambres, pues la intención es hacer con que la mordida abierta severa pueda ser<br />

abordada y lo que restar, podrá ser tratado al final <strong>de</strong>l nivelamiento con los elásticos<br />

verticales.<br />

Estas preocupaciones ocurren porque en estos casos generalmente, estamos frente a<br />

mordidas abiertas anteriores <strong>de</strong> gran magnitud (Figuras 3.103; 3.104; 3.105) y no habría<br />

ningún sentido racional si trabajasemos con extrusiones incisales ya en el início <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, pues estos procedimentos son finitos y limitados, no estando a<strong>de</strong>cuadamente<br />

indicados para todas la mordidas abiertas que estén pasibles <strong>de</strong> ser tratadas.<br />

Figura 3.103 - Mordida<br />

abierta anterior esqueletal en<br />

paciente adulto.<br />

Figura 3.105 – Mordida abierta<br />

anterior <strong>de</strong> naturaleza<br />

esqueletal en vista lateral<br />

izquierda.<br />

Figura 3.104 – Mordida<br />

abierta anterior <strong>de</strong> naturaleza<br />

esqueletal en vista lateral<br />

<strong>de</strong>recha.


Figura 3.107 – Mordida abierta<br />

anterior <strong>de</strong> naturaleza esqueletal, en<br />

la fase <strong>de</strong> nivelamiento, ya realizada<br />

la exodoncia <strong>de</strong> los primeros molares<br />

Sí caso al final <strong>de</strong>l nivelamiento la mordida abierta anterior esté suficientemente<br />

tratada (Figuras 3.106; 3.107; 3.108), adoptaremos a partir <strong>de</strong> este momento el protocolo<br />

básico <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r, con la intención <strong>de</strong> proseguir con el abordaje <strong>de</strong> los otros problemas<br />

existentes.. Aunque, una série <strong>de</strong> otros recursos <strong>de</strong>ben ser utilizados, principalmente<br />

cuando no se preten<strong>de</strong>n realizar exodoncias, o ellas no están indicadas.<br />

Dentro <strong>de</strong>l conjunto <strong>de</strong> princípios <strong>de</strong> nuestra técnica, que siempre busca el tratamiento mas<br />

simple, facilitando las otras etapas en la secuencia <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> tratamiento a ser<br />

implementado, normalmente utilizamos:<br />

La alteración en el padrón <strong>de</strong> adhesión <strong>de</strong> los bráques anteriores (Figuras 3.110; 3.111;<br />

3.112);<br />

el recurso <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> intercuspidación en la porción media <strong>de</strong> la arcad (Figuras<br />

3.113; 3.114; 3.115; 3.116);<br />

y los arcos especiales, con dobleces <strong>de</strong> extrusión (3.117; 3.118; 3.119; 3.120; 3.121;<br />

3.122; 3.123).<br />

.<br />

Figura 3.106 – Maloclusión abordada, aun en<br />

la fase <strong>de</strong> nivelamiento através <strong>de</strong> la<br />

exodoncia <strong>de</strong> los molares, y la posterior<br />

perdida <strong>de</strong>l anclaje.<br />

Figura 3.108 – Mordida abierta anterior<br />

<strong>de</strong> naturaleza esqueletal, en la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento, ya realizada la exodoncia<br />

<strong>de</strong> los primeros molares.<br />

305


Figura 3.109 – Mordida abierta anterior<br />

con envolvimento esqueletal <strong>de</strong> paciente<br />

joven, en quien fue realizada la<br />

disyunción antes <strong>de</strong> iniciar el<br />

tratamiento ortodóncico fijo.<br />

Figura 3.110 – Mordida abierta anterior<br />

en vista lateral <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong> paciente<br />

joven, en quien fue realizada la<br />

disyunción antes <strong>de</strong> iniciar el<br />

tratamiento ortodóncico fijo.<br />

Figura 3.111 – Mordida abierta anterior<br />

en vista lateral izquierda <strong>de</strong> paciente<br />

joven, en quien fue realizada la<br />

disyunción antes <strong>de</strong> iniciar el<br />

tratamiento ortodóncico fijo.<br />

Figura 3.112 – Mordida abierta anterior<br />

ya al início <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

implementado, con los brackets<br />

superiores <strong>de</strong> la región incisal adheridos<br />

0,5 mm en sentido gingival.<br />

Figura 3.113 – Mordida abierta anterior ya al<br />

início <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

implementado, con los bráques superiores e<br />

inferiores <strong>de</strong> la región incisal con idéntico<br />

306<br />

mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> alteración en el padrón <strong>de</strong> adhesión.


Figura 3.114 – Mordida abierta anterior ya al<br />

início <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

implementado, siendo también utilizados los<br />

elásticos triangulares, para ayudar en el cierre<br />

<strong>de</strong> la mordida.<br />

Figura 3.115 – Mordida abierta anterior ya al<br />

início <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico implementado,<br />

siendo también utilizados los elásticos<br />

triangulares, <strong>de</strong> forma bilateral, y simétrica, con<br />

calibre 3/16, sobre alambre .016” x .022”.<br />

Figura 3.116 – Mordida abierta anterior ya<br />

suficientemente tratada, con el paciente en fase<br />

<strong>de</strong> finalización <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico.<br />

Figura 3.117 – Otro recurso utilizado,<br />

el arco <strong>de</strong> extrusión, hecho con<br />

alambre <strong>de</strong> acero .016”, ó .018”.<br />

Figura 3.118 – El doblez <strong>de</strong> la extrusión<br />

<strong>de</strong>be ser puesto entre los incisivos<br />

laterales y los caninos.<br />

307


Figura 3.119 – Pue<strong>de</strong>n ser usados, ó<br />

no, en conjunto con elásticos <strong>de</strong><br />

intercuspidación.<br />

Figura 3.120 – La doble extrusión<br />

presenta extensión <strong>de</strong> 1,0 mm en el<br />

sentido vertical.<br />

308<br />

Figura 3.121 – En el segundo alambre<br />

<strong>de</strong> acero es importante realizar el<br />

revenido, con la finalidad <strong>de</strong> dar la<br />

“impronta”(ductibilidad) al mismo.<br />

Figura 3.122 – En caso <strong>de</strong> necesidad<br />

<strong>de</strong> dobleces adicionales, otro arco <strong>de</strong>be<br />

ser construído.


Ciertamente uno <strong>de</strong> los mas difíciles problemas a ser abordado en Ortodoncia,<br />

pues al tratar la mordida profunda, actuamos contra el movimento fisiológico <strong>de</strong> la<br />

evolución <strong>de</strong> todo ser humano, pues los mismos tien<strong>de</strong>n a una perdida <strong>de</strong> dimensión<br />

vertical <strong>de</strong> oclusión, bien sea por el dislocamiento rotacional <strong>de</strong> la mandíbula en sentido<br />

antihorario, bien sea por los <strong>de</strong>sgastes oclusales.<br />

Figura 3.123 – Con todo, recuer<strong>de</strong> que<br />

todo proceso <strong>de</strong> extrusión <strong>de</strong>ntário es<br />

FINITO, presentando indicaciones y<br />

contraindicaciones, y principalmente<br />

no interfiriendo sobre las cuestiones<br />

esqueléticas presentadas por el<br />

paciente.<br />

MORDIDAS PROFUNDAS<br />

Algunos factores contribuyen para la correción <strong>de</strong> las sobremordidas, entre ellos:<br />

La extrusión <strong>de</strong> los molares, (mas a<strong>de</strong>lante <strong>de</strong>scribiremos una posible forma <strong>de</strong><br />

realizarla, através <strong>de</strong> la Ortodoncia Fija);<br />

intrusión <strong>de</strong> los incisivos (que normalmente no realizamos, por el alto potencial<br />

<strong>de</strong> reabsorción radicular que estos movimentos pue<strong>de</strong>n producir);<br />

inclinación <strong>de</strong> los incisivos;<br />

y utilización <strong>de</strong>l crecimiento diferencial <strong>de</strong> las bases apicais, maxila y mandíbula.<br />

309


310<br />

El tratamiento <strong>de</strong>berá llevar en consi<strong>de</strong>ración el padrón facial <strong>de</strong>l indivíduo,<br />

a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las condiciones clínicas <strong>de</strong> la maloclusión presentada, con una diferencia<br />

fundamental, si el paciente está en la fase adulta, o se el mismo está en el período <strong>de</strong><br />

crecimiento.<br />

Con el paciente aun en el período <strong>de</strong> crecimiento, la tentativa <strong>de</strong>l ortodoncista,<br />

<strong>de</strong>berá ser la consecución <strong>de</strong> una extrusión <strong>de</strong>ntoalveolar <strong>de</strong> la región posterior <strong>de</strong> la<br />

maxila, pues este procedimiento facilitará la abertura <strong>de</strong> la mordida, por la rotación <strong>de</strong> la<br />

mandíbula en el sentido horário, que resultará en el aumento <strong>de</strong> la altura facial inferior, y<br />

también en la disminuición <strong>de</strong>l traspaso vertical anterior, tratando la sobremordida clinica<br />

presente.<br />

Ya con los pacientes adultos nuestra intención, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la tentativa <strong>de</strong> la extrusión<br />

molar, que es un procedimento mas difícil en este momento, también será el <strong>de</strong> obtener la<br />

vestibularización <strong>de</strong> los incisivos, compensando la sobremordida existente,<br />

transformandola en una biprotrusión.<br />

La estabilidad, muy estudiada en décadas pasadas, presenta factores <strong>de</strong> naturaleza<br />

<strong>de</strong>ntária, bien como esquelética para su alteración, con la recidiva estando directamente<br />

unida, a la gravedad <strong>de</strong> la cuestión a ser abordada, con los factores <strong>de</strong>ntários y musculares,<br />

ejerciendo fuerte contribución para la recidiva, y no solamente los factores esqueléticos.<br />

El plano <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong>berá llevar en cuenta las condiciones principales asociadas al<br />

<strong>de</strong>sarrollo e instalación <strong>de</strong> la sobremordida, que serían:<br />

extrusión excesiva <strong>de</strong> los incisivos superiores e inferiores en<br />

relación al plano oclusal;<br />

falta <strong>de</strong> extrusión <strong>de</strong> los dientes posteriores;<br />

padrón facial;<br />

combinación <strong>de</strong> las cuestiones anteriormente mencionadas.


Tratamiento <strong>de</strong> la Mordida Profunda en la Fase <strong>de</strong> Crecimiento<br />

Dos posibilida<strong>de</strong>s podrian ser utilizadas, una <strong>de</strong> intención y filosofia ortopédica<br />

funcional (Figuras 3.124; 3.125; 3.126; 3.127; 3.128; 3.129; 3.130; 3.131; 3.132), se refiere<br />

al avance mandibular con consecuente <strong>de</strong>soclusión posterior, através <strong>de</strong> aparatos<br />

ortopédicos funcionales, en la tentativa <strong>de</strong> promover una extrusión molar fisiológica en un<br />

tratamiento <strong>de</strong> período largo, y generalmente porque la mordida profunda normalmente<br />

podria estar asociada a otras maloclusiones, notablemente la clase II por retrusión<br />

mandibular.<br />

Figura 3.126 – Mordida<br />

profunda en Vista lateral<br />

izquierda.<br />

Figura 3.124 - Mordida profunda<br />

en <strong>de</strong>sarrollo en la fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta en Vista frontal.<br />

Figura 3.125 – Mordida profunda<br />

en Vista lateral <strong>de</strong>recha.<br />

311


Figura 3.128 – Paciente con el<br />

equiplan puesto en Vista lateral<br />

<strong>de</strong>recha.<br />

Figura 3.130 – Paciente<br />

tratado con el equiplan, seis<br />

meses <strong>de</strong>spués.<br />

Figura 3.127 – Mordida profunda<br />

en paciente joven, tratada con el<br />

equiplan.<br />

Figura 3.129 – Paciente con el<br />

equiplan puesto en Vista lateral<br />

izquierda.<br />

Figura 3.131 – Paciente<br />

tratado con el equiplan en<br />

Vista lateral <strong>de</strong>recha seis<br />

meses <strong>de</strong>spués.<br />

312


Una segunda hipótesis sería la utilización <strong>de</strong> los aparatos extrabucales con tracción<br />

baja (Figuras 3.133; 3.134; 3.135; 3.136) con fuerza ortopédica, con el intuito <strong>de</strong> promover<br />

através <strong>de</strong> un tratamiento <strong>de</strong> filosofia ortodóncica, la extrusión <strong>de</strong> la región <strong>de</strong>ntoalveolar<br />

posterior en conjunto con la retración maxilar.<br />

Figura 3.133 – Mordida<br />

profunda en paciente joven.<br />

Figura 3.135 – Mordida profunda<br />

asociada a una maloclusión <strong>de</strong> clase II<br />

esquelética – Vista lateral izquierda.<br />

Figura 3.132 – Paciente<br />

tratado con el equiplan en<br />

Vista lateral izquierda.<br />

Figura 3.134 – Mordida profunda<br />

asociada a una maloclusión <strong>de</strong><br />

clase II – Vista lateral <strong>de</strong>recha.<br />

Figura 3.136 – Aparato<br />

extrabucal <strong>de</strong> tracción<br />

baja.<br />

313


Tratamiento <strong>de</strong> la Mordida Profunda en Adultos<br />

Tratandose <strong>de</strong> mordida profunda, todo cuidado es poco.<br />

De esta forma, en el tratamiento <strong>de</strong> estas cuestiones será importante un primer<br />

abordaje, en el sentido <strong>de</strong> facilitar la evolución <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, que será<br />

realizado en secuencia.<br />

Con este objetivo, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l paciente presentar un padrón facial<br />

<strong>de</strong>sfavorable ó no, normalmente procuramos modificar la posición <strong>de</strong> adhesión <strong>de</strong> los<br />

accesórios <strong>de</strong> la región anterior, mas especificamente <strong>de</strong> los incisivos superiores (Figuras<br />

3.137; 3.138; 1.139).<br />

Figura 3.137 – Mordida profunda en<br />

paciente joven <strong>de</strong> padrón braquifacial.<br />

Figura 3.138 – Mordida<br />

profunda en paciente joven <strong>de</strong><br />

padrón braquifacial; en el<br />

que po<strong>de</strong>mos observar la<br />

imposibilidad <strong>de</strong> adhesión <strong>de</strong><br />

los brackets inferiores.<br />

Figura 3.139 – Paciente joven<br />

con padrón braquifacial.<br />

314


315<br />

La intención será, la <strong>de</strong> iniciar el nivelamiento aprovechando las ventajas <strong>de</strong> la<br />

angulación <strong>de</strong> los brackets <strong>de</strong> la disciplina <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r, que presentan torque en la región<br />

incisal <strong>de</strong> 14,0 0 para los incisivos centrales, y <strong>de</strong> 7,0 0 para los incisivos laterales (Figura<br />

1.140).<br />

En este momento aplicamos un arco <strong>de</strong> .016” x .022” para que el mismo pueda<br />

implementar el torque necesario en esta fase, favoreciendo asi la inclinación <strong>de</strong> estos<br />

mismos dientes, creando el espacio adicional necesario para las futuras adhesiones <strong>de</strong> los<br />

brackets en la región inferior y, el consecuente tratamiento en esta arcada (Figura 1.141;<br />

1.142).<br />

Figura 3.140 – Los brackets <strong>de</strong> la región<br />

incisal dislocados 0,5 mm para la región<br />

incisal + el arco .016” x .022 ya puesto.<br />

Figura 3.141 – Vista frontal <strong>de</strong>l paciente<br />

tratado, con la secuencia <strong>de</strong> nivelamiento<br />

ejecutada, permitiendo la adhesión <strong>de</strong> los<br />

brackets inferiores.<br />

Figura 3.142 – Vista frontal <strong>de</strong>l paciente<br />

con la secuencia <strong>de</strong> nivelamiento en el<br />

arco inferior ya iniciada, también con el<br />

alambre .016” x .022”.<br />

En los casos don<strong>de</strong> estaban programadas exodoncias, el cuidado <strong>de</strong>berá ser aun<br />

mayor, pues notablemente en pacientes con padrón braquifacial, hay perdida <strong>de</strong> anclaje<br />

normalmente ya verificada aun en la retracción <strong>de</strong> los caninos, si la misma es <strong>de</strong> gran


316<br />

magnitud, ciertamente tendremos gran<strong>de</strong>s problemas para la evolución <strong>de</strong>l<br />

tratamiento planeado (Figuras 1.143; 1.144; 1.145;1.146; 1.147; 1148).<br />

Figura 1.144 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente adulto<br />

con mordida profunda clínica severa.<br />

Figura 1.143 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

adulta con padrón braquifacial.<br />

Figura 1.145 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente adulto con mordida profunda<br />

clínica severa, con verticalización <strong>de</strong><br />

los incisivos centrales superiores.<br />

Figura 1.146 – Vista lateral izquierda,<br />

don<strong>de</strong> se observa la impossibilidad <strong>de</strong><br />

montaje <strong>de</strong>l aparato inferior, <strong>de</strong>bido a la<br />

verticalización <strong>de</strong> los incisivos centrales<br />

superiores.<br />

Figura 1.147 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

paciente adulto, don<strong>de</strong> ya fue posible<br />

montar el aparato inferior.


La aplicación <strong>de</strong> los alambres con curva <strong>de</strong> spee (Figura 3.150), pue<strong>de</strong> ser realizada aun en<br />

la fase <strong>de</strong> nivelamiento, aunque nunca en el primer alambre, osea, procuraremos tratar<br />

efectivamente la mordida profunda, con los alambres con curva <strong>de</strong> spee, a partir <strong>de</strong>l<br />

segundo arco <strong>de</strong> nivelamiento cuando podremos aplicar los alambres <strong>de</strong> acero <strong>de</strong> calibre<br />

0,16”, o aun el 0,18”.<br />

Figura 1.148 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

pudiendo ser visto el canino ya retraído,<br />

con ambas arcadas con alambre .017 x<br />

.025”.<br />

Figura 1.149 – Vista lateral, izquierda,<br />

con ambas arcadas con alambre .017 x<br />

.025” <strong>de</strong> acero, con el fin <strong>de</strong> aplicar la<br />

curva <strong>de</strong> Spee.<br />

Figura 3.150 – Curva <strong>de</strong> Spee en alambre <strong>de</strong> acero 0,17” x 0,25”.<br />

317


Figura 3.151 – Magnitud i<strong>de</strong>al<br />

<strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee a ser<br />

implementada, en punteado.<br />

El i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> profundida<strong>de</strong> <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> spee aplicada con alambre <strong>de</strong> acero, será<br />

una curva <strong>de</strong> magnitud, don<strong>de</strong>, la región anterior <strong>de</strong>l alambre, al ser encajado en el tubo <strong>de</strong><br />

los molares, pasará por la cervical <strong>de</strong> los incisivos (Figura 3.151).<br />

CUIDADO !<br />

Al aplicar los alambres con curva <strong>de</strong> Spee, con el objetivo <strong>de</strong> tratar la mordida<br />

profunda, no se olvi<strong>de</strong> <strong>de</strong> remover los frenillos metálicos anteriores (Figuras 3.152; 3.153).<br />

Figura 3.152 – Curva <strong>de</strong> Spee<br />

implementada, pudiendo constatar, el<br />

grado <strong>de</strong> activación <strong>de</strong> la misma.<br />

Figura 3.153 – Arco con curva <strong>de</strong> Spee<br />

implementada. Notese que en el área incisal, no<br />

hay frenillos metálicos conjugados.<br />

318


La estratégia a ser seguida en el tratamiento <strong>de</strong> las mordidas profundas también<br />

<strong>de</strong>berá llevar en consi<strong>de</strong>ración el grado <strong>de</strong> extrusión incisal (Figura 3.154) presentado<br />

al início <strong>de</strong>l caso, y verificado através <strong>de</strong> la evaluación <strong>de</strong> la gran<strong>de</strong>za cefalométrica<br />

indicada, según la cefalometria <strong>de</strong> Ricketts (extrusión incisal inferior), pues será<br />

importante consi<strong>de</strong>rar en el paciente adulto, que una actuación en una <strong>de</strong>terminada<br />

mordida profunda podrá resultar en alguna alteración <strong>de</strong>l perfil facial final.<br />

Otro cuidado a ser dispensado para los pacientes adultos se refiere a aquellos<br />

tratados con exodoncia, in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l padrón facial, pues en nuestra técnica,<br />

realizamos la retracción <strong>de</strong> los caninos superiores, aun en la fase <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

Por el protocolo básico esta retración normalmente podrá ser iniciada con el<br />

alambre <strong>de</strong> nitinol <strong>de</strong> calibre .016”, con todo, <strong>de</strong>bemos tener ahora una atención redoblada,<br />

pues durante la retracción <strong>de</strong> los caninos pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r una <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l alambre .016”<br />

<strong>de</strong> nitinol, si es aplicada una fuerzaa <strong>de</strong> retracción, más allá <strong>de</strong> lo necesario con<br />

activaciones poco espaciadas.<br />

Figura 3.154– Evaluación<br />

<strong>de</strong> la extrusión incisal<br />

inferior y superior.<br />

De esta forma, en mordidas profundas estará indicada una retracción <strong>de</strong> los caninos<br />

con alambre .016” x .022” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el início (Figuras 3.155; 3.156; 3.157; 3,158).<br />

319


Figura 3.156 – Retración <strong>de</strong> los caninos, dos<br />

meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada, hecho con elástico<br />

corriente sobre alambre .016” x .022.<br />

Figura 3.155 – Início <strong>de</strong> la retracción<br />

<strong>de</strong> los caninos, con elástico corriente,<br />

sobre alambre .016” x .022”.<br />

Figura 3.157 – Retracción <strong>de</strong> los caninos,<br />

realizada con elástico corriente sobre<br />

alambre .016” x .022” – a su término, cinco<br />

meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada.<br />

320<br />

Figura 3.158 - Finalización <strong>de</strong> la terapia,<br />

don<strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong> la sobremordida,<br />

anteriormente presentada, se encuentra<br />

ahora, al final <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodoncico suficientemente solucionada.


321<br />

Aunque, siempre es bueno recordar que, la aplicación <strong>de</strong> los arcos con curva <strong>de</strong><br />

Spee, será cautelosa, y ni siempre necesaria para todas las mordidas profundas tratadas;<br />

osea, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>sesperarnos, procuremos dar tiempo para que el tratamiento funcione...<br />

(Figuras 3.159; 3.160; 3.161; 3.162; 3.163).<br />

Figura 3.160 – Mordida profunda<br />

en paciente adulto: foto al início<br />

<strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Figura 3.162 – Mordida<br />

profunda en paciente adulto:<br />

dos meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l início.<br />

Figura 3.159 – Mordida<br />

profunda en paciente adulto: foto<br />

inicial pretratamiento.<br />

Figura 3.161 – Mordida profunda<br />

en paciente adulto: Treinta dias<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l início.


Figura 3.163 – Mordida profunda en paciente adulto, tratada con la mecánica<br />

convencional, en la cual hubo la necessida<strong>de</strong> <strong>de</strong>:<br />

alteración <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> los brackets;<br />

control <strong>de</strong>l anclaje con barra palatina, por tratarse <strong>de</strong> un caso con necesidad<br />

<strong>de</strong> exodoncia <strong>de</strong> los premolares superiores;<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos para la subdivisión <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> retracción, y<br />

posterior refuerzo <strong>de</strong>l anclaje;<br />

utilización <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II en la fase <strong>de</strong> retracción para auxiliar en<br />

la preservación <strong>de</strong>l anclaje;<br />

utilización <strong>de</strong> alambres rectangulares en la fase <strong>de</strong> retración por<br />

<strong>de</strong>slizamiento;<br />

y naturalmente... buen juício.<br />

322


Si un ortodoncista fuese notorio por tratar estas <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s, seguramente se haría<br />

muy famoso, al final, dos tercios <strong>de</strong> los problemas están relacionados a este tipo <strong>de</strong><br />

maloclusión.<br />

Normalmente, según McNamara, las relaciones con retrusión mandibular son<br />

mucho más comunes, aunque sepamos que estas mismas maloclusiones pue<strong>de</strong>n también<br />

asociarse:<br />

Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones <strong>de</strong> Clase II<br />

Exactamente, sabiendo que las maloclusiones <strong>de</strong> clase II, presentan gran relación<br />

con el <strong>de</strong>sarrollo transversal <strong>de</strong>l individuo, con el paciente en la fase <strong>de</strong> crecimiento, no hay<br />

hipótesis <strong>de</strong> tratamiento, o al menos una, que pueda ser administrada sin que la cuestión<br />

transversal no tenga algún papel en la terapia <strong>de</strong> estas maloclusiones.<br />

De esta forma, si un paciente presenta maloclusión <strong>de</strong> clase II asociada a una<br />

mordida cruzada, o aun a una atresia maxilar, siendo el paciente joven, (Figuras 3.164 y<br />

3.165) ó adulto (Figuras 3.166 y 3.167), la cuestión transversal <strong>de</strong>be tener primacía en el<br />

tratamiento <strong>de</strong> estas maloclusiones, pues ciertamente habrá algún reflejo <strong>de</strong>l tratamiento<br />

<strong>de</strong> las mordidas cruzadas o atresias maxilares en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 3.164 – Foto inicial <strong>de</strong><br />

Maloclusión <strong>de</strong> clase II.<br />

a las relaciones verticales,<br />

o, transversales,<br />

o aun, a las cuestiones <strong>de</strong> espacio,<br />

o, lo que pue<strong>de</strong> ser peor, relacionadas a las disfunciones musculares<br />

y hábitos <strong>de</strong>letéreos que, evi<strong>de</strong>ntemente sumadas, llevarían un individuo a una<br />

maloclusión mucho más severa, con indicaciones para las cirugías ortognáticas.<br />

165


Figura 3.165 – Maloclusión <strong>de</strong><br />

Clase II tratada: 12 meses <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> iniciado el tratamiento.<br />

Foto 3.167 – Maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase II en paciente<br />

adulto: 12 meses <strong>de</strong>spués el<br />

Inicio do tratamiento.<br />

La repercusión <strong>de</strong>l tratamiento transversal sobre las maloclusiones <strong>de</strong> clase II ocurre<br />

porque toda vez que ampliamos la base maxilar, la mandíbula respon<strong>de</strong> con un<br />

dislocamiento <strong>de</strong> sentido <strong>de</strong> rotación antíhoraria, mejorando <strong>de</strong> esta forma el<br />

relacionamiento antero posterior entre maxila y mandíbula.<br />

Figura 3.166 – Maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase II en paciente<br />

Adulto: foto inicial.<br />

Esto ocurre por la disminución <strong>de</strong>l traspaso horizontal, pudiendo en muchos casos<br />

tratar efectivamente la maloclusión <strong>de</strong> clase II, inicialmente presentada por el paciente<br />

(Figura 3.165), o aun, mejorar clínicamente suavizando el problema (Figura 3.167).<br />

De esta forma, la discrepancia esquelética antero posterior, frecuentemente está<br />

asociada a una <strong>de</strong>ficiencia maxilar transversal, y aun en la ausencia <strong>de</strong> mordida cruzada<br />

166


167<br />

posterior, una <strong>de</strong>ficiencia maxilar en el sentido transversal estará muy comúnmente<br />

relacionada.<br />

Esto <strong>de</strong>be ser consi<strong>de</strong>rado porque la expansión <strong>de</strong> la maxila podrá posibilitar una<br />

relación oclusiva normal entre los arcos maxilar y mandibular; mejorando el perfil facial<br />

<strong>de</strong>l paciente posibilitando a<strong>de</strong>más, el vedamiento labial sin esfuerzo.<br />

Las maloclusiones <strong>de</strong> clase II pue<strong>de</strong>n tener un abordaje precoz, don<strong>de</strong> dos<br />

alternativas podrían ser indicadas:<br />

la primera, si el paciente presenta una maloclusión <strong>de</strong> clase II <strong>de</strong> etiología maxilar, don<strong>de</strong><br />

sería utilizada una terapia con aparatos extrabucales con fuerza ortopédica que podría<br />

ser <strong>de</strong> tracción baja, media ó alta, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l padrón facial <strong>de</strong>l paciente;<br />

la segunda, si el paciente presenta una retrusión mandibular, será indicado un aparato <strong>de</strong><br />

naturaleza ortopédica funcional, que vise al avanzar la mandíbula, alejar los obstáculos<br />

para su <strong>de</strong>sarrollo pleno, haciendo con que el crecimiento genéticamente <strong>de</strong>terminado,<br />

pueda actuar tratando <strong>de</strong> hecho estas maloclusiones.<br />

Este raciocinio simplificado, <strong>de</strong>fine lo que la comunidad ortodóncica cree que<br />

ocurre, con respecto a la acción <strong>de</strong> los aparatos extrabucales que, en media, promoverían<br />

la retracción maxilar, y <strong>de</strong> los dientes superiores, en cuanto que los aparatos ortopédicos<br />

funcionales, estarían promoviendo una mayor proyección, <strong>de</strong> la mandíbula y <strong>de</strong> los dientes<br />

inferiores.<br />

Sin embargo si el paciente no se ha tratado en esta fase, el abordaje en la fase adulta<br />

<strong>de</strong>berá tener tres tipos <strong>de</strong> tratamiento:<br />

Con cuatro exodoncias (<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo inferior +<br />

discrepancia cefalométrica + discrepancia <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> Spee);<br />

con dos exodoncias (en los casos en que la discrepancia inferior <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los no este<br />

conclusiva por la exodoncia, pero la relación <strong>de</strong> canino superior con canino inferior esté<br />

en una relación <strong>de</strong> clase II <strong>de</strong> más <strong>de</strong> ½ cúspi<strong>de</strong>, lo que provoca clínicamente una gran<br />

sobresaliencia),<br />

y finalmente, sin exodoncia, cuando no existe discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los total, o aun, una<br />

relación <strong>de</strong> los caninos que justifique estas exodoncias.


Maloclusión <strong>de</strong> Clase II en Pacientes Jóvenes<br />

Existen algunas cuestiones que <strong>de</strong>ben llamar nuestra atención, cuando actuamos en<br />

una maloclusión <strong>de</strong> clase II en paciente joven:<br />

la primera, en que momento <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> crecimiento se encuentra nuestro paciente,<br />

pues si el mismo está en el período anterior al inicio <strong>de</strong>l surto <strong>de</strong> crecimiento<br />

puberal, nuestras posibilida<strong>de</strong>s serán mucho mayores, pero si el paciente está en una<br />

fase intermedia, o aun, al final <strong>de</strong>l surto <strong>de</strong> crecimiento, esta posibilidad disminuirá<br />

en algún grado.<br />

otro factor a ser consi<strong>de</strong>rado, es si la maloclusión <strong>de</strong> clase II envuelve la protrusión<br />

maxilar, porque si esto ocurre el tratamiento <strong>de</strong>berá tener un tipo <strong>de</strong> abordaje,<br />

generalmente con aparatos extrabucales, aunque el paciente pueda también<br />

presentar una maloclusión <strong>de</strong> clase II, don<strong>de</strong> predomine una retrusión mandibular,<br />

en este caso, será importante <strong>de</strong>terminar el grado <strong>de</strong> retrusión mandibular, si la<br />

misma está asociada a una atresia maxilar, o aun, será importante verificar a través<br />

<strong>de</strong> la cefalometria, el potencial <strong>de</strong> crecimiento existente, y esperado para la<br />

mandíbula, antes <strong>de</strong> iniciar cualquier terapia.<br />

En tanto, en la mayoría <strong>de</strong> los casos podremos tener asociados, una protrusión<br />

maxilar con una retrusión mandibular, lo que sin duda incluye un mayor grado <strong>de</strong><br />

dificultad, siendo importante en estos casos que sepamos diagnosticar correctamente,<br />

para <strong>de</strong>finir a partir <strong>de</strong> este hecho la mejor alternativa <strong>de</strong> tratamiento, según el<br />

mejor pronóstico esperado en el ámbito <strong>de</strong> nuestras intervenciones.<br />

Maloclusión <strong>de</strong> Clase II <strong>de</strong> Naturaleza Maxilar<br />

Cuando trato la maxila, siempre procuro asegurarme, a través <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> la<br />

radiografía panorámica, la condición <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> raíces <strong>de</strong> los primeros molares, y en<br />

168


169<br />

el análisis clínico <strong>de</strong> la condición <strong>de</strong> erupción <strong>de</strong> los mismos, verificar la cantidad <strong>de</strong><br />

corona visible, evaluando la posibilidad <strong>de</strong> confección <strong>de</strong> bandas en los mismos.<br />

También será importante analizar el padrón facial <strong>de</strong>l paciente, y a partir <strong>de</strong> ahí,<br />

<strong>de</strong>cidir la dirección <strong>de</strong> fuerzas impresas al aparato extrabucal.<br />

De esta forma, en los casos <strong>de</strong> pacientes dolicofaciales (Figura 3.168), don<strong>de</strong> se<br />

espera una ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> rotación mandibular, con un aumento <strong>de</strong> la altura facial anterior,<br />

normalmente indicamos los aparatos <strong>de</strong> alta tracción extrabucal, pues los mismos permiten<br />

una intrusión <strong>de</strong>ntó alveolar <strong>de</strong> la región posterior y al mismo tiempo la distalización <strong>de</strong> la<br />

maxila, lo que reflejaría favorablemente en el perfil <strong>de</strong> estos pacientes.<br />

En pacientes con padrón braquifacial, cuando se espera una ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> rotación<br />

mandibular antíhoraria, resultando en una disminución <strong>de</strong> la altura facial anterior, con<br />

consecuente mordida profunda, normalmente indicamos los aparatos extrabucales en baja<br />

tracción, pues conseguiríamos la distalización y extrusión <strong>de</strong>ntó alveolar posterior <strong>de</strong> la<br />

maxila.<br />

En este caso, porque las fuerzas alcanzan un punto abajo <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> resistencia<br />

<strong>de</strong> los dientes, tendríamos la extrusión <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong>ntó alveolar posterior, lo que sería<br />

altamente <strong>de</strong>seable en estos casos.<br />

En cuanto, en los pacientes mesofaciales, <strong>de</strong>bemos observar especialmente, las<br />

condiciones clínicas <strong>de</strong> una eventual sobre mordida clínica, antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir la dirección <strong>de</strong><br />

las fuerzas <strong>de</strong> nuestros aparatos extrabucales.<br />

Existe aun, una modalidad en la cual po<strong>de</strong>mos reunir las fuerzas extrabucales<br />

asociadas al activador, con esta combinación ortopédica utilizada, trataremos<br />

maloclusiones <strong>de</strong> clase II estructurada con protrusión maxilar y retrognatismo mandibular<br />

en pacientes con ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> crecimiento vertical.<br />

Figura 3.168 – AEB con tracción media alta,<br />

instalado con fuerza ortopédica.


Figura 3.171 – Tratamiento<br />

finalizado: vista frontal post-<br />

tratamiento.<br />

Figura 3.173 – Tratamiento<br />

finalizado: vista lateral izquierda.<br />

post-tratamiento<br />

Figura 3.16 – Foto inicial:<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II en<br />

vista lateral <strong>de</strong>recha.<br />

Figura 3.170 – Foto inicial:<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II en<br />

vista lateral izquierda.<br />

Figura 3.172 – Tratamiento<br />

finalizado: vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

post-tratamiento.<br />

170


Después <strong>de</strong> <strong>de</strong>finida la dirección <strong>de</strong> fuerzas ha ser empleada, indicamos el aparato<br />

extrabucal con fuerza ortopédica, siempre con el cuidado <strong>de</strong> evaluar la posición <strong>de</strong>l canino<br />

superior (Figuras 3.169; 3.170), que será nuestra referencia para la evolución <strong>de</strong><br />

tratamiento, para <strong>de</strong>terminar el mejor momento para la conclusión <strong>de</strong>l mismo (Figuras<br />

3.171; 3.172; 3.173).<br />

Existe aun la posibilidad <strong>de</strong> constatar, si las alteraciones implementadas por el<br />

aparato extrabucal, son <strong>de</strong> carácter permanente y plenamente observable a través <strong>de</strong> un<br />

acompañamiento cefalométrico comparativo por la técnica <strong>de</strong> sobre posición <strong>de</strong> trazados<br />

cefalométricos <strong>de</strong> Ricketts (Figura 3.174).<br />

En los casos don<strong>de</strong> haya diagnóstico <strong>de</strong> retrusión mandibular (Figuras 3.175; 3.176;<br />

3.177), también <strong>de</strong>be ser verificado la existencia <strong>de</strong> micrognatia, pues esta característica<br />

generalmente viene acompañada por una maxila expandida.<br />

Figura 3.174 – Sobre posición <strong>de</strong><br />

trazados don<strong>de</strong> observamos el<br />

cambio permanente evi<strong>de</strong>nciado<br />

por la acción <strong>de</strong>l aparato<br />

extrabucal a lo largo <strong>de</strong>l período<br />

<strong>de</strong> crecimiento.<br />

Maloclusión <strong>de</strong> Clase II <strong>de</strong> Etiología Mandibular<br />

171


Figura 3.176 – Maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase II: vista lateral<br />

<strong>de</strong>recha.<br />

La evaluación será realizada a través <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> Jarabak, con el que<br />

comparamos el valor <strong>de</strong> la base craneana anterior, con la longitud <strong>de</strong>l cuerpo mandibular.<br />

El resultado <strong>de</strong> esta evaluación, nos indica un potencial <strong>de</strong> crecimiento existente en<br />

la mandíbula que podrá ser utilizado en las terapias ortopédicas funcionales, cuando<br />

buscamos el avance mandibular (Figuras 3.178; 3.179).<br />

Figura 3.175 – Maloclusión <strong>de</strong><br />

clase II: vista frontal.<br />

Figura 3.177 – Maloclusión <strong>de</strong><br />

clase II: vista lateral izquierda.<br />

A partir <strong>de</strong> esto, un aparato <strong>de</strong> naturaleza ortopédico funcional que pueda ayudar en<br />

la maduración, entrenamiento y “reprogramación” <strong>de</strong>l sistema neuromuscular bucofacial,<br />

podrá corregir las maloclusiones <strong>de</strong> clase II; proyectando un crecimiento mandibular<br />

significativamente mayor que el observado hasta el momento <strong>de</strong>l abordaje clínico, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> apartar las interferencias <strong>de</strong>l crecimiento pleno, genéticamente programado<br />

172


Figura 3.178 – Vista lateral<br />

<strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> observamos la<br />

sobresaliencia existente.<br />

Constatada la posibilidad <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> naturaleza ortopédica en la mandíbula,<br />

tenemos que llevar en consi<strong>de</strong>ración que cualquier terapia a ser ejecutada necesitará <strong>de</strong><br />

avance mandibular, <strong>de</strong> tal forma que, será confeccionada la “mordida constructiva”, que<br />

tiene el intuito <strong>de</strong> establecer una norma funcional y un padrón <strong>de</strong> oclusión, compatible con<br />

una situación en que el condilo pueda al final <strong>de</strong>l tratamiento estar centrado en la cavidad<br />

glenoi<strong>de</strong>a y los caninos clínicamente en una situación <strong>de</strong> clase I.<br />

Este avance mandibular <strong>de</strong>be ser gradual, en sentido horizontal, <strong>de</strong> tal forma que<br />

normalmente realizamos un avance máximo <strong>de</strong> tres milímetros (Figura 3.180), posición en<br />

la cual será confeccionado el aparato, siendo necesario un tiempo, en torno <strong>de</strong> cuatro<br />

meses para la acomodación muscular en esta nueva posición.<br />

Figura 3.179 – Vista lateral<br />

izquierda intrabucal.<br />

173


Figura 3.180 – Activador<br />

instalado<br />

Figura 3.181 – Foto lateral<br />

antes <strong>de</strong>l avance mandibular.<br />

Figura 3.182 – Foto lateral<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l avance mandibular.<br />

174<br />

El paciente inicialmente utilizará este aparato<br />

por quince días, durante el día, pasando este<br />

período, lo utilizará <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> forma<br />

ininterrumpida, también por la noche, quitando el<br />

aparato apenas para las gran<strong>de</strong>s refecciones.<br />

Cabe resaltar que en ningún momento<br />

<strong>de</strong>bemos realizar el avance para la “mordida<br />

constructiva”, todo <strong>de</strong> una única vez, por la<br />

posibilidad que existe <strong>de</strong> alteraciones <strong>de</strong> las<br />

posiciones angulares <strong>de</strong> los incisivos, tanto<br />

superiores (hacia lingual) como inferiores (hacia<br />

vestibular), por cuenta <strong>de</strong> la sobresaliencia existente<br />

relacionada a la retrusión mandibular, que <strong>de</strong>jará <strong>de</strong><br />

existir con el aparato instalado (Figura 3.180).<br />

Así se hace necesario un avance restricto a los<br />

tres milímetros, <strong>de</strong>scrito anteriormente, para que en<br />

Otro <strong>de</strong>talle importante se refiere a la<br />

esta nueva posición mandibular, con el aparato<br />

adaptación muscular pues inicialmente se espera<br />

instalado (Figura 3.180), el paciente no tenga mas<br />

una discreta “<strong>de</strong>formación”, que será corregida por<br />

condiciones también <strong>de</strong> practicar las interposiciones,<br />

la utilización rutinera, y en la medida <strong>de</strong> la<br />

principalmente <strong>de</strong>l labio inferior, y <strong>de</strong> esta forma,<br />

indicación por el ortodoncista para el paciente<br />

esperaremos una remo<strong>de</strong>lación ósea en el arco<br />

(Figuras 3.181; 3.182).<br />

superior, con consecuente verticalización <strong>de</strong> los<br />

incisivos superiores, <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> este período inicial <strong>de</strong><br />

cuatro meses; solamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> este paso hay<br />

necesidad <strong>de</strong> confeccionar un nuevo aparato, con<br />

una nueva “mordida constructiva”.<br />

También será esperado un aumento en la<br />

salivación en los primeros días, principalmente por<br />

el material utilizado en la construcción <strong>de</strong> los<br />

activadores, con todo será nuevamente la utilización<br />

correcta que también hará con que el paciente<br />

pierda esta <strong>de</strong>sagradable sensación.


Trabajando con este aparato (Figura 3.183), <strong>de</strong> preferencia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l período <strong>de</strong><br />

surto <strong>de</strong> crecimiento puberal, normalmente será necesaria una utilización por un período<br />

<strong>de</strong> alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 24 meses, para un tratamiento completo, con la posterior estabilidad <strong>de</strong> las<br />

posiciones clínicas y cefalometricamente alcanzadas.<br />

Figura 3.183 – Activador utilizado no<br />

tratamiento <strong>de</strong> las retrusiones<br />

mandibulares<br />

Estos aparatos podrán también ser utilizados en otras fases <strong>de</strong>l crecimiento, aunque su<br />

mejor respuesta <strong>de</strong> tejido será encontrada en el período <strong>de</strong> crecimiento, representado por<br />

el surto puberal, principalmente en su fase inicial, cuando existe una curva ascen<strong>de</strong>nte<br />

en la tasa <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo.<br />

Resaltamos que en la construcción <strong>de</strong> este activador, utilizamos un expansor en el<br />

palato, que tiene la función <strong>de</strong> ser activado lentamente, pues como los escudos laterales,<br />

son construidos en media en la maxila, alejados alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> tres milímetros, se espera-,<br />

por tanto una expansión lenta <strong>de</strong> la misma, así aquel expansor tendrá la función <strong>de</strong><br />

acompañar la remo<strong>de</strong>lación presente, promovida por la acción <strong>de</strong> la musculatura lingual.<br />

Esta acción se <strong>de</strong>sarrolla porque la maxila quedará libre <strong>de</strong> la fuerza centrípeta<br />

causada por la musculatura <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> la mejilla, siendo que los escudos labiales<br />

anteriores, alejaron cualquier posibilidad <strong>de</strong> interposición <strong>de</strong>l labio inferior y como el<br />

aparato fue construido con avance mandibular en “mordida constructiva”, será observada,<br />

una expansión maxilar, que facilitará el dislocamiento mandibular en la dirección<br />

anterior, <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l crecimiento mandibular propiamente dicho.<br />

175


El conjunto <strong>de</strong> estas ocurrencias traerá, como respuesta una maxila expandida, con<br />

Relacionamiento cefalométrico en relación a la<br />

mandíbula, en una situación <strong>de</strong> clase I esquelética,<br />

con ausencia <strong>de</strong> traspaso horizontal, o aun vertical,<br />

tratando efectivamente la maloclusión <strong>de</strong> clase II,<br />

pues este será el objetivo <strong>de</strong> nuestro procedimiento<br />

(Figuras 3.184; 3.185; 3.186).<br />

Figura 3.184 – Vista frontal: maloclusión <strong>de</strong> clase II tratada con activador dos años <strong>de</strong>spués.<br />

Será también observada una mejora sensible en el<br />

tono muscular (Figuras 3.187; 3.188), en los<br />

procesos fisiológicos <strong>de</strong>sarrollados por la<br />

musculatura <strong>de</strong> la región, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> una acentuada<br />

mejora en el padrón <strong>de</strong> respiración, que llevará al<br />

vedamiento labial con la musculatura en tono<br />

normal.<br />

Figura 3.185 – Vista lateral: maloclusión <strong>de</strong><br />

clase II tratada con activador.<br />

Figura 3.186 - Vista lateral:<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II tratada.<br />

176


Figura 3.187 – Vista frontal:<br />

antes <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

No teniendo más el crecimiento como factor prepon<strong>de</strong>rante para la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong><br />

la mejor alternativa <strong>de</strong> tratamiento, en pacientes adultos, utilizaremos otras fuentes <strong>de</strong><br />

información para escoger la mejor estrategia <strong>de</strong> abordaje <strong>de</strong> los mismos.<br />

Aunque sepamos que a partir <strong>de</strong> este momento, estaremos tratando la convexidad<br />

facial a costa <strong>de</strong> exodoncias, o sea, el tratamiento pasa a tener un carácter <strong>de</strong><br />

compensación <strong>de</strong>ntaria para las discrepancias <strong>de</strong> crecimiento existentes entre las bases<br />

apicales, maxila y mandíbula.<br />

Figura 3.188 - Vista frontal:<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

con activador.<br />

Maloclusión <strong>de</strong> Clase II en Pacientes Adultos<br />

Figura 3.189<br />

– Vista<br />

extrabucal <strong>de</strong><br />

perfil antes<br />

<strong>de</strong>l<br />

tratamiento.<br />

Figura 3.190 – Vista extrabucal <strong>de</strong><br />

perfil <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

177


178<br />

Si observamos con atención <strong>de</strong> forma comparativa, las Figuras 3.189 y 3.190,<br />

po<strong>de</strong>mos verificar que la línea <strong>de</strong> convexidad facial aumentó aun más, siendo que este<br />

hecho podría ser atribuido a la rotación mandibular en sentido horario que ocurrió, a<br />

costa <strong>de</strong>l crecimiento normalmente esperado para la mandíbula, tratándose <strong>de</strong> paciente <strong>de</strong><br />

padrón dolicofacial severo.<br />

Siendo por tanto <strong>de</strong> extrema relevancia estudiar la posibilidad <strong>de</strong> realizar el<br />

tratamiento, con o sin el auxilio <strong>de</strong> Cirugía Ortognática, escogiendo compartidamente con<br />

el paciente, principalmente si el mismo está fuertemente preocupado con el perfil final.<br />

Las formas <strong>de</strong> tratamiento con la Ortodoncia fija, harán con que nuestro trabajo esté<br />

dirigido para una tentativa <strong>de</strong> compensación <strong>de</strong> las cuestiones presentes, <strong>de</strong> tal forma que<br />

cefalometricamente, nuestro caso terminará muy próximo <strong>de</strong> aquello que existía antes <strong>de</strong>l<br />

tratamiento cuando evaluamos las variables relacionadas a las posiciones <strong>de</strong> las bases<br />

apicales, y caso haya una acentuada displasia esquelética tal vez no sea posible la<br />

compensación <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong>ntó alveolar.<br />

Si hubiere una <strong>de</strong>finición por un tratamiento ortodóncico exclusivo, sin la alternativa <strong>de</strong> la<br />

Cirugía Ortognática, a partir <strong>de</strong> ahora, nuestra atención estará dirigida para la siguiente<br />

cuestión:<br />

El tratamiento <strong>de</strong>berá ser llevado con o sin exodoncias, y aun,<br />

las mismas serán realizadas en ambos arcos, ó tan solamente en el arco superior.<br />

Con el propósito <strong>de</strong> evaluar las reales necesida<strong>de</strong>s con o sin exodoncia, para la<br />

solución <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong> naturaleza clínica, generados por las maloclusiones <strong>de</strong> clase<br />

II, serán observados:<br />

la evaluación <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo inferior <strong>de</strong> nuestro paciente, don<strong>de</strong> procuraremos observar la<br />

cuestión <strong>de</strong>l espacio presente, pudiendo encontrar tres respuestas a nuestras dudas;<br />

1. el paciente pue<strong>de</strong> presentar una discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los con valores<br />

negativos pequeños (Figura 3.191) (valores <strong>de</strong> hasta tres milímetros negativos), y<br />

en estos casos, tendremos condiciones a través <strong>de</strong>l nivelamiento, con pequeña<br />

vestibularización, aliada al stripping antero inferior (canino-a-canino), <strong>de</strong> hacer<br />

un tratamiento ortodóncico fijo sin exodoncia en el arco inferior.


Figura 3.191 – Vista oclusal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo<br />

inferior, don<strong>de</strong> vemos discreto apiñamiento<br />

restricto a la área antero inferior.<br />

2. Podremos aun encontrar valores medios y negativos, para el análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los<br />

(consi<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> 3,5 a 4,5 mm), que normalmente es <strong>de</strong>nominada como “bor<strong>de</strong>r line”, si esto<br />

ocurre, otros factores <strong>de</strong>berán ser consi<strong>de</strong>rados para la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> exodoncia en la<br />

arcada inferior (Figura 3.192). De esta forma, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l padrón facial, a la edad <strong>de</strong>l<br />

paciente y <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> vestibularización <strong>de</strong> los incisivos inferiores, podremos indicar las<br />

exodoncias para los arcos inferiores, en que todo cuidado, en este caso, <strong>de</strong>be ser redoblado<br />

porque una selección <strong>de</strong> alternativa <strong>de</strong> tratamiento con exodoncias inferiores<br />

inexorablemente acabará siendo la mayoría <strong>de</strong> los casos con exodoncias a ser realizadas<br />

también en los arcos superiores.<br />

Figura 3.192 – Vista oclusal<br />

<strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo inferior con<br />

discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />

caso “bor<strong>de</strong>r Line”.<br />

3. Finalmente, podremos encontrar valores mayores <strong>de</strong> 5,0 mm (Figura 3.193),<br />

<strong>de</strong> discrepancia en la arcada inferior, casos consi<strong>de</strong>rados con imposibilidad <strong>de</strong><br />

tratamiento ortodóncico, en pacientes adultos, sin el recurso <strong>de</strong> las exodoncias,<br />

razón por la cual las mismas <strong>de</strong>ben ser indicadas.<br />

179


Figura<br />

1.193 – Vista oclusal inferior <strong>de</strong><br />

paciente con apiñamiento severo,<br />

unido a una acentuada<br />

vestibularización.<br />

Pero el paciente pue<strong>de</strong> no tener problemas <strong>de</strong> discrepancia <strong>de</strong> espacio en el<br />

arco inferior, y aun así encontrar una maloclusión <strong>de</strong> clase II, con una<br />

relación <strong>de</strong> caninos <strong>de</strong> clase II. Normalmente será encontrada en los casos <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II división 1, con sobresaliencia instalada en la región<br />

anterior, pudiendo dificultar la posición <strong>de</strong> los caninos superiores para una<br />

relación <strong>de</strong> clase I, en relación al canino inferior (Figura 3.194).<br />

En estas condiciones, conforme Andrews ya <strong>de</strong>scribió, el tratamiento ortodóncico<br />

pue<strong>de</strong> ser posible solamente con la exodoncia <strong>de</strong> los premolares superiores, aun así, los<br />

primeros molares permanentes superiores terminarán en posición <strong>de</strong> clase II, siendo<br />

primordial la atención para la posición final <strong>de</strong> los caninos que, <strong>de</strong>berán relacionarse <strong>de</strong><br />

tal forma que el canino superior se encaje entre el canino y el primer premolar inferior,<br />

realizando una llave <strong>de</strong> clase I.<br />

Figura 3.194 – Vista lateral <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II, con acentuada<br />

sobresaliencia, y posición <strong>de</strong>l canino<br />

superior en relación al canino inferior<br />

en plena situación <strong>de</strong> clase II.<br />

En el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase II con cuatro exodoncias, algunos<br />

factores son <strong>de</strong>finidores, según nuestro principio <strong>de</strong> actuación, teniendo como base la<br />

disciplina <strong>de</strong> Alexan<strong>de</strong>r.<br />

180


181<br />

El Primer factor que juzgamos <strong>de</strong> la mayor relevancia posible, es el Anclaje,<br />

a<strong>de</strong>más, un factor <strong>de</strong> extrema relevancia en cualquier técnica <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico<br />

fijo, pues en ninguna hipótesis sería <strong>de</strong>seable la mesialización <strong>de</strong> los dientes posteriores,<br />

bien sea en la fase <strong>de</strong> nivelamiento, bien sea, durante la fase <strong>de</strong> retracción incisal <strong>de</strong> forma<br />

ina<strong>de</strong>cuada, principalmente cuando la perdida <strong>de</strong> anclaje no está planeada.<br />

incluidos:<br />

Nuestro concepto <strong>de</strong> anclaje se reviste <strong>de</strong> un conjunto <strong>de</strong> principios, don<strong>de</strong> estarían<br />

la barra palatina (Figura 3.195), con la misma instalada antes <strong>de</strong> las<br />

exodoncias <strong>de</strong> los premolares superiores ser realizadas, y solamente removida<br />

se tuviéramos absoluta certeza que una perdida <strong>de</strong> anclaje no comprometerá el<br />

nuestro objetivo <strong>de</strong> terminar el tratamiento con una relación <strong>de</strong> caninos<br />

estable en situación <strong>de</strong> clase I.<br />

Otro aspecto <strong>de</strong> gran relevancia se refiere a la retracción <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores. La retracción <strong>de</strong> los caninos superiores en nuestra técnica hace parte<br />

<strong>de</strong> nuestro concepto <strong>de</strong> preservación <strong>de</strong> anclaje posterior. Este pensamiento se<br />

fundamenta sobre una amplia revisión <strong>de</strong> literatura científica, que según Proffit,<br />

podría:<br />

a. Subdividir el movimiento <strong>de</strong> retracción, disminuyendo la fuerza durante los<br />

movimientos <strong>de</strong> distalización, repercutiendo <strong>de</strong> forma muy favorable, preservando<br />

la posición <strong>de</strong>l primer molar superior.<br />

b. A<strong>de</strong>más, según Alexan<strong>de</strong>r, colocaremos el diente <strong>de</strong> raíz más larga y base <strong>de</strong><br />

referencia <strong>de</strong> nuestro tratamiento, en su posición final, luego al inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento.<br />

Figura 3.195 – Barra<br />

palatina instalada<br />

Para la retracción <strong>de</strong> los caninos superiores, serán utilizados elásticos corrientes,<br />

que van a promover un movimiento <strong>de</strong> <strong>de</strong>slizamiento, pudiendo en algunos casos ser


182<br />

inicialmente, aquellos distalizados a través <strong>de</strong>l alambre redondo <strong>de</strong> nitinol <strong>de</strong> calibre<br />

.016” (Figura 3.196).<br />

Figura 3.196 – Vista lateral <strong>de</strong><br />

retracción <strong>de</strong> canino superior,<br />

realizada inicialmente con alambre<br />

En tanto, no po<strong>de</strong>mos olvidar <strong>de</strong> un principio <strong>de</strong> la Física, relacionado a un viejo<br />

concepto; o sea:<br />

0,16 <strong>de</strong> nitinol.<br />

Momento = Fuerza x Distancia<br />

De don<strong>de</strong> concluimos que la fuerza necesaria para mover un diente, será menor cuanto<br />

más distante <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> resistencia, la misma esté siendo aplicada (Figura 3.197).<br />

Como sabemos, el alambre .016” es extremamente flexible, con la fuerza <strong>de</strong><br />

retracción, siendo aplicada en un punto lejos <strong>de</strong>l centro <strong>de</strong> resistencia, <strong>de</strong>l diente en<br />

cuestión (en este momento los caninos superiores), que se localiza en una posición en la<br />

región radicular, así será imperativo que esta fuerza aplicada sea <strong>de</strong> pequeña magnitud, y<br />

con intervalos <strong>de</strong> activación entre 3 y 4 semanas, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la siguiente cuestión, si<br />

el paciente es ó no, adulto joven, y aun, cual sería el padrón facial <strong>de</strong>l mismo.<br />

Figura 3.197 – Consi<strong>de</strong>rando en el<br />

diseño, el bloque <strong>de</strong> piedra como la parte<br />

visible <strong>de</strong> un diente (la corona), cuanto<br />

mas sea aplicada la fuerza para el ápice<br />

<strong>de</strong>l bloque <strong>de</strong> piedra (incisal <strong>de</strong> un<br />

diente), mayor será la posibilidad <strong>de</strong><br />

dislocamiento <strong>de</strong>l bloque <strong>de</strong> piedra<br />

(corona <strong>de</strong>ntaria); con todo, si la fuerza<br />

es exagerada, también habrá una mayor<br />

posibilidad <strong>de</strong> rodar la piedra<br />

(inclinación <strong>de</strong> la corona <strong>de</strong> un diente).


183<br />

El cuidado está calcado sobre nuestros resultados <strong>de</strong> investigación clínica, don<strong>de</strong><br />

se comprueba que en media, los caninos superiores, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su trayecto <strong>de</strong> distalización,<br />

normalmente presentan una inclinación en relación al largo eje <strong>de</strong> los primero molares,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 13,9 0 , siendo que esta inclinación ocurre en mayor magnitud en los pacientes<br />

<strong>de</strong> padrón braquifacial (media <strong>de</strong> 15,6 0 ), en relación a los pacientes <strong>de</strong> padrón dolicofacial<br />

(media <strong>de</strong> 13,8 0 ).<br />

También fue observado que como consecuencia <strong>de</strong> la distalización <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores, los incisivos superiores podrán sufrir alteración <strong>de</strong> inclinación, pudiendo<br />

per<strong>de</strong>r en media, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 4,0 0 en relación a la inclinación que presentaban al inicio<br />

<strong>de</strong>l tratamiento; y cuando los resultados eran individualizados, conforme el padrón facial,<br />

se observó que los pacientes <strong>de</strong> padrón braquifacial, presentaron medias <strong>de</strong> perdida <strong>de</strong><br />

inclinación, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 2,1 0 , en cuanto los dolicofaciales, presentaron medias <strong>de</strong> 5,1 0 .<br />

De acuerdo con estos resultados será importante resaltar, que en la distalización <strong>de</strong><br />

los caninos superiores, si la misma no ha sido realizada con alambres que presenten un<br />

mayor calibre, ciertamente estos resultados podrán traer trastornos altamente in<strong>de</strong>seables<br />

para la evolución <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico; con la <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong>l arco superior<br />

constituyéndose en el peor <strong>de</strong> los resultados, pues ciertamente inviabilizará la progresión<br />

<strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico (Figura 3.198).<br />

Figura 3.198 – Retracción <strong>de</strong> canino<br />

superior, con elástico en ca<strong>de</strong>na, don<strong>de</strong> ya<br />

se ve la divergencia <strong>de</strong> raíces entre canino y<br />

premolar superior.<br />

Se <strong>de</strong>be tener este cuidado, pues una pequeña inclinación <strong>de</strong> la corona <strong>de</strong>l canino es<br />

esperada en una fase intermediaria <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, aunque la fuerza sea <strong>de</strong><br />

pequeña magnitud, con intervalo razonable <strong>de</strong> activación para que el organismo pueda<br />

disiparlo, sino correremos el riesgo <strong>de</strong> producir una fuerte <strong>de</strong>flexión, con consecuente


184<br />

abertura <strong>de</strong>l arco en la región canino-premolar y aumento <strong>de</strong> la sobre mordida en la<br />

región anterior <strong>de</strong>l arco.<br />

aplicado.<br />

Para controlar esta ten<strong>de</strong>ncia el alambre .016” x .022” (Figura 3.199), <strong>de</strong>berá ser<br />

Seria pru<strong>de</strong>nte iniciar la retracción <strong>de</strong> los caninos ya con los alambres <strong>de</strong> calibre<br />

.016” x .022” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio (Figuras 3.200; 3.201; 3.202), cuando constatada una sobre<br />

mordida inicial <strong>de</strong> gran magnitud en pacientes con padrón facial <strong>de</strong> rotación antíhoraria<br />

(braquifacial); con el fin <strong>de</strong> prevenir la ocurrencia <strong>de</strong> un probable agravamiento <strong>de</strong>l<br />

cuadro <strong>de</strong> sobre mordida, lo que podría imposibilitar, inclusive el montaje <strong>de</strong>l aparato en el<br />

arco inferior.<br />

Figura 3.199 – Vista lateral<br />

<strong>de</strong> la retracción <strong>de</strong> los<br />

caninos con el alambre<br />

.016” x .022”.<br />

Figura 3.200 – Vista lateral <strong>de</strong>l inicio<br />

<strong>de</strong> la retracción <strong>de</strong> los caninos,<br />

utilizando el alambre .016” x .022”.<br />

Figura 3.201 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos con el<br />

alambre 0,16” x 0,22”.


un tercer cuidado <strong>de</strong> relevancia, es el momento en que se <strong>de</strong>be iniciar el<br />

nivelamiento <strong>de</strong>l arco inferior, pues en la mayoría <strong>de</strong> las maloclusiones<br />

tratadas encontramos alguna sobre mordida inicial (Figura 3.203), lo que<br />

podrá inviabilizar el montaje <strong>de</strong>l aparato en la arcada inferior, <strong>de</strong> esta forma<br />

en los casos en que realizamos cuatro exodoncias para corrección <strong>de</strong> la<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase II, solo tratamos el arco inferior cuando haya espacio.<br />

Figura 3.203 – Mordida<br />

profunda anterior<br />

impidiendo el montaje <strong>de</strong>l<br />

arco inferior.<br />

Por tanto, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> realizadas las exodoncias necesarias, el montaje <strong>de</strong> la arcada<br />

inferior, estará en directa <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia con la posibilidad <strong>de</strong> esta cuestión, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso,<br />

el inicio <strong>de</strong>l montaje <strong>de</strong>l arco inferior, no <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong> gran preocupación, pues:<br />

a. el tratamiento en este caso generalmente es mas simple;<br />

b. normalmente, la intensidad <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong>ntário implementado es<br />

menor que el ocurrido en el arco superior;<br />

Figura 3.202 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

retracción <strong>de</strong> los caninos terminada, con<br />

el alambre 0,16” x 0,22”.<br />

c. y principalmente, en la arcada inferior, aplicaremos uno <strong>de</strong> los<br />

conceptos más importantes <strong>de</strong> nuestra técnica, el Driftodontics.<br />

185


186<br />

El cuarto punto <strong>de</strong> nuestra técnica, trata <strong>de</strong>l driftodontics, que es uno <strong>de</strong><br />

los conceptos mas arrojados, con que tuve contacto en el ejercicio <strong>de</strong> la<br />

Ortodoncia y creo que el mismo no <strong>de</strong>be ser experimentado, sin que el<br />

ortodoncista tenga absoluta confianza en su capacidad técnica, pues el<br />

profesional ciertamente será cuestionado por el mismo; aunque a mi modo<br />

<strong>de</strong> ver, el Driftodontics a pesar <strong>de</strong> arrojado, es un precepto que respeta la<br />

biología y como todo aquello que utilizamos en el ámbito <strong>de</strong> la Ortodoncia,<br />

presenta sus indicaciones y contraindicaciones.<br />

En los casos <strong>de</strong> gran apiñamiento en la región antero-inferior (Figura 3.204),<br />

estando los mismos, acompañados <strong>de</strong> sobre mordida inicial, en pacientes con el tono <strong>de</strong> la<br />

musculatura labial y lingual en condiciones normales, podremos utilizar el principio <strong>de</strong>l<br />

Driftodontics.<br />

Figura 3.204 – Vista oclusal <strong>de</strong><br />

la arcada inferior, presentando<br />

apiñamiento compatible con la<br />

necesidad <strong>de</strong> exodoncia <strong>de</strong> los<br />

El montaje <strong>de</strong>l arco inferior, <strong>de</strong>berá ser realizado siempre que sea posible (Figura<br />

3.205), utilizando los mismo criterios y protocolos para cambiar los arcos siguientes al arco<br />

superior, con una diferencia fundamental, en la arcada inferior, cuanto antes podamos<br />

aplicar el alambre .016” x .022”, tanto mejor para que tengamos el control <strong>de</strong> la<br />

inclinación <strong>de</strong> los dientes inferiores hacia vestibular, siempre esperada en la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento.<br />

premolares.<br />

Figura 3.205 – Vista lateral con el<br />

nivelamiento inferior ya siendo realizado<br />

con el alambre .016” x .022”.


187<br />

Luego <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l nivelamiento, observado el concepto <strong>de</strong>l Driftodontics, lo que se<br />

constata, es que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la exodoncia <strong>de</strong> los primeros premolares, el cierre <strong>de</strong> estos<br />

espacios resultantes en la arcada inferior, acontecerá por un mayor y más rápido<br />

movimiento hacia distal, <strong>de</strong> los dientes antero-inferiores, y no, por la perdida <strong>de</strong> anclaje<br />

posterior. Este fenómeno ocurrirá <strong>de</strong>bido a dos cuestiones:<br />

a. por la solución <strong>de</strong>l apiñamiento encontrado al inicio <strong>de</strong>l tratamiento, a<br />

través <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> todos los dientes <strong>de</strong> la región anterior <strong>de</strong> la<br />

arcada, que ahora ocuparán una mejor posición <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l perímetro <strong>de</strong> la<br />

misma.<br />

b. Por la mejora significativa <strong>de</strong> la angulación <strong>de</strong> todos los dientes anteriores,<br />

especialmente <strong>de</strong> los caninos inferiores (Figura 3.206; 3.207; 3.208).<br />

Figura 3.206 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

arcada inferior, don<strong>de</strong> constatamos<br />

la gran inclinación <strong>de</strong> los caninos<br />

inferiores para mesial, antes <strong>de</strong><br />

iniciado el tratamiento ortodóncico.<br />

Figura 3.208 – Vista lateral da arcada<br />

inferior, 4 meses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l inicio, con<br />

la gran alteración <strong>de</strong> la inclinación <strong>de</strong>l<br />

canino inferior, ocupando el espacio <strong>de</strong>l<br />

primer premolar.<br />

Figura 3.207 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

arcada inferior, pudiendo ser<br />

observado el movimiento distalizante<br />

<strong>de</strong>l canino inferior hacia distal.


188<br />

Este procedimiento no <strong>de</strong>be ser empleado en ninguna hipótesis para pacientes<br />

biprotrusos que posean anormalida<strong>de</strong>s musculares (Figura 3.209).<br />

Figura 3.209 – Foto lateral<br />

evi<strong>de</strong>nciando la musculatura<br />

labial con tono alterado.<br />

El quinto factor es la fase <strong>de</strong> cierre <strong>de</strong> los espacios, bien sea en la arcada superior,<br />

bien sea en la arcada inferior; el mismo no <strong>de</strong>berá ocurrir, en cuanto una serie <strong>de</strong><br />

condiciones no sean alcanzadas, que son:<br />

a. Nivelamiento perfecto (Figura 3.210; 3.211; 3.212; 3.213; 3.214; 3.215), con la<br />

<strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l canino inferior al final <strong>de</strong>l mismo, con el objetivo<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>cidir la fórmula exacta <strong>de</strong> movimiento: <strong>de</strong> los segmentos incisal superior, y<br />

<strong>de</strong>l segmento antero inferior (canino a canino).<br />

Figura 3.210 – Vista oclusal<br />

inferior, observando el<br />

alineamiento <strong>de</strong> la región anterior.<br />

Figura 3.211 – Vista oclusal inferior,<br />

observando la mesialización <strong>de</strong> los<br />

segundos premolares inferiores.


Figura 3.213 – Vista lateral izquierda,<br />

observando la mesialización <strong>de</strong>l canino<br />

inferior para establecer una situación<br />

<strong>de</strong> clase I.<br />

Figura 3.215 – Vista lateral izquierda,<br />

observando la mesialización <strong>de</strong>l<br />

segundo premolar inferior con el<br />

alambre .017” x .025”.<br />

Figura 3.212 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

observando el conjugado metálico<br />

unido al segmento postero superior.<br />

Figura 3.214 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

observando el cierre inferior <strong>de</strong> espacios,<br />

ya con el alambre .017” x .025”<br />

instalado.<br />

189


190<br />

b. El inicio <strong>de</strong> la retracción incisal solamente <strong>de</strong>berá ocurrir cuando en<br />

ambas<br />

Arcadas estén puestos los alambres rectangulares .017” x .025”.<br />

c. El exacto momento en que podremos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> utilizar el anclaje posterior con<br />

la barra palatina, llevando en consi<strong>de</strong>ración, la posición <strong>de</strong> los caninos, pues<br />

solo podremos permitir una mesialización <strong>de</strong>l segmento posterior <strong>de</strong> la arcada<br />

superior, sí los caninos superiores están en posición <strong>de</strong> clase III con los<br />

inferiores.<br />

d. Durante la retracción incisal también será importante revisar constantemente<br />

la coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las líneas medias, superior e inferior, pues caso esto no<br />

ocurra, <strong>de</strong>beremos utilizar un sistema <strong>de</strong> fuerzas intermaxilares asimétricas<br />

durante la retracción incisal con la finalidad <strong>de</strong> tratar algún <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media por ventura promovido.<br />

e. Uno <strong>de</strong> los principios mas importantes y que <strong>de</strong>be aten<strong>de</strong>r a un pleno<br />

conocimiento, es la utilización <strong>de</strong> las fuerzas intermaxilares, para que podamos<br />

administrar <strong>de</strong> la mejor forma posible el conjunto <strong>de</strong> fuerzas esperadas en la<br />

disipación <strong>de</strong> los vectores <strong>de</strong> las cargas <strong>de</strong> estas fuerzas elásticas, será<br />

extremamente importante aplicar los elásticos solamente en la presencia <strong>de</strong><br />

alambres rectangulares, al final estaremos en la presencia <strong>de</strong> algunos vectores<br />

que en muchos casos, podrán ser in<strong>de</strong>seables; estos efectos no <strong>de</strong>berán<br />

establecerse en las arcadas en tratamiento.<br />

f. En la utilización <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II, con la finalidad <strong>de</strong> retracción<br />

anterior, y al mismo tiempo <strong>de</strong> preservación <strong>de</strong>l anclaje, en nuestra técnica<br />

siempre utilizaremos los elásticos apoyados sobre los incisivos laterales<br />

superiores.<br />

Todo este cuidado será, para que in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> tratar las maloclusiones <strong>de</strong><br />

clase II, en pacientes adultos, con exodoncias solamente <strong>de</strong> los premolares superiores<br />

(Figuras 3.316; 3.217; 3.218), o con las cuatro exodoncias <strong>de</strong> los premolares (Figuras


191<br />

3.219; 3.220; 3.221; 3.222; 3.223; 3.224), siempre proyectemos concluir el tratamiento<br />

con los caninos en situación <strong>de</strong> clase I.<br />

Figura 3.217 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

caso tratado con la exodoncia <strong>de</strong> los<br />

premolares superiores.<br />

Figura 3.219 – Vista frontal <strong>de</strong> caso<br />

tratado con la exodoncia <strong>de</strong> los cuatro<br />

premolares.<br />

Figura 3.216 – Vista frontal <strong>de</strong> caso tratado<br />

con la exodoncia <strong>de</strong> los premolares superiores.<br />

Figura 3.218 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

caso tratado con la exodoncia <strong>de</strong> los<br />

premolares superiores.<br />

Figura 3.220 – Vista lateral <strong>de</strong>recha<br />

<strong>de</strong> caso tratado con la exodoncia <strong>de</strong><br />

los cuatro premolares.


Figura 3.223 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong><br />

final <strong>de</strong> caso tratado con la exodoncia<br />

<strong>de</strong> los cuatro premolares.<br />

Figura 3.221 – Vista lateral izquierda<br />

<strong>de</strong> caso tratado con la exodoncia <strong>de</strong><br />

los cuatro premolares.<br />

Figura 3.222 – Vista frontal <strong>de</strong> caso<br />

tratado con la exodoncia <strong>de</strong> los cuatro<br />

premolares, ya concluido.<br />

Figura 3.224 – Vista lateral izquierda,<br />

<strong>de</strong> final <strong>de</strong> caso tratado con la<br />

exodoncia <strong>de</strong> los cuatro premolares.<br />

192


Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones <strong>de</strong> Clase I<br />

En el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase I, tendremos cuidado, para<br />

conseguir mejorar las condiciones generales <strong>de</strong> nuestro paciente, abordando las otras<br />

Cuestiones que estén asociadas, sin en tanto, alterar la posición <strong>de</strong> clase I <strong>de</strong> los caninos<br />

que el paciente por ventura pueda presentar.<br />

Figura 3.225 – Vista <strong>de</strong> perfil <strong>de</strong> paciente con<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase I.<br />

Estos pacientes presentan un perfil ligeramente convexo (Figura 3.225)<br />

Normalmente las maloclusiones <strong>de</strong> clase I, estarán acompañadas <strong>de</strong> biprotrusiones<br />

(Figura 3.226), pudiendo estar también asociadas, a las mordidas abiertas anteriores, a las<br />

mordidas cruzadas, mordidas profundas, y a las cuestiones <strong>de</strong> espacio, entre otros<br />

problemas normalmente abordados en Ortodoncia.<br />

Figura 3.226 – Vista lateral intrabucal <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> una<br />

relación <strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong> clase I con biprotrusión.<br />

Exactamente por el hecho <strong>de</strong> estar los<br />

pacientes en situación <strong>de</strong> llave <strong>de</strong> oclusión<br />

normal, el plano <strong>de</strong> tratamiento a ser<br />

implementado, llevará en cuenta la necesidad <strong>de</strong><br />

espacio para el alineamiento <strong>de</strong> la arcada inferior<br />

(Figura 3.227).<br />

Figura 3.227 – Vista oclusal <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo inferior.<br />

193


Habiendo una discrepancia severa <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los, las exodoncias tendrán que ser<br />

obligatoriamente realizadas en ambos arcadas, con la posterior secuencia <strong>de</strong> tratamiento<br />

normalmente implementada en nuestra técnica; con una única diferencia, generalmente<br />

también habrá la necesidad <strong>de</strong> realizar la distalización no tan solamente <strong>de</strong> los caninos<br />

superiores, sino también <strong>de</strong> los inferiores (Figuras 3.228; 3.229).<br />

En los casos don<strong>de</strong> haya una fuerte inclinación <strong>de</strong> los caninos inferiores al inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, será importante aguardar la mejoría <strong>de</strong> esta inclinación por la secuencia <strong>de</strong>l<br />

tratamiento normal, antes <strong>de</strong> retraer los caninos inferiores (Figuras 3.230; 3.231; 3.232;<br />

3.233; 3.234; 3.235).<br />

Figura 3.230 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> clase I.<br />

Figura 3.228 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> clase I, con<br />

tratamiento ejecutado con la exodoncia<br />

194<br />

<strong>de</strong> los premolares superiores e inferiores.<br />

Figura 3.229 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente con maloclusión <strong>de</strong> clase I, don<strong>de</strong><br />

ambos caninos, superior e inferior están<br />

siendo distalizados <strong>de</strong> forma simultanea.


Figura 3.232 – Vista lateral izquierda,<br />

don<strong>de</strong> observamos una inclinación <strong>de</strong>l<br />

canino inferior hacia mesial.<br />

Figura 3.235 – Vista lateral izquierda, con<br />

la distalización <strong>de</strong>l canino inferior, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> mejorar su inclinación inicial.<br />

Figura 3.231 – Vista intrabucal lateral<br />

<strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente con maloclusión <strong>de</strong><br />

clase I.<br />

Figura 3.233 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> clase I, ya con el<br />

tratamiento iniciado.<br />

Figura 3.234 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

pudiendo observar la distalización <strong>de</strong> los<br />

caninos superior e inferior.<br />

195


196<br />

Al término <strong>de</strong> los casos tratados <strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong> clase I, <strong>de</strong>berá ser observada<br />

una situación <strong>de</strong> clase I <strong>de</strong> caninos y molares, por el hecho <strong>de</strong> haber sido realizadas<br />

exodoncias en ambas arcadas.<br />

Figura 3.236 – Vista frontal, <strong>de</strong> caso<br />

tratado con las cuatro exodoncias <strong>de</strong><br />

los premolares, manteniendo la<br />

coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la línea media.<br />

Figura 3.238 – Vista lateral izquierda,<br />

don<strong>de</strong> observamos una maloclusión<br />

bilateral <strong>de</strong> clase I.<br />

En el abordaje <strong>de</strong> los pacientes con maloclusión <strong>de</strong> clase I, será importante también<br />

consi<strong>de</strong>rar, en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> la exodoncia, no solamente la resolución <strong>de</strong> espacio<br />

(discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los) (Figura 3.239), sino también la cuestión <strong>de</strong> la discrepancia<br />

cefalométrica presente (Figuras 3.240; 3.241; 3.242).<br />

Figura 3.239 – Vista oclusal inferior, <strong>de</strong><br />

paciente presentando pequeña discrepancia <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los.<br />

Figura 3.237 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong><br />

caso concluido, con los caninos y molares<br />

en situación <strong>de</strong> clase I.


Figura 3.241 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong><br />

paciente con maloclusión <strong>de</strong> clase I, con<br />

biprotrusión.<br />

El tratamiento ortodóncico tendrá la evolución necesaria hasta alcanzar el cierre<br />

i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> las exodoncias, <strong>de</strong> forma convencionalmente realizada en nuestra<br />

técnica; o sea, promoviendo el cierre <strong>de</strong> espacios por <strong>de</strong>slizamiento, con el anclaje realizado<br />

a través <strong>de</strong> la barra palatina y su control por el auxilio <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase II (Figuras<br />

3.243; 3.244; 3.245; 3.246; 3.247).<br />

Figura 3.243 – Retracción incisal superior,<br />

con elásticos en ca<strong>de</strong>na + elásticos <strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 3.240 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> clase I, con<br />

discrepancia cefalométrica severa.<br />

Figura 3.242 – Vista lateral izquierda,<br />

evi<strong>de</strong>nciando la bilateralidad.<br />

197


Figura 3.245 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

exhibiendo la retracción incisal<br />

superior, con el auxilio <strong>de</strong> los elásticos<br />

<strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 3.247 – Vista frontal con la<br />

finalización <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> los espacios.<br />

De esta forma partiendo <strong>de</strong> la planeación inicial, don<strong>de</strong> fueron indicadas las<br />

exodoncias a fin <strong>de</strong> resolver el problema <strong>de</strong> espacio, principalmente <strong>de</strong> la cuestión<br />

cefalométrica presentada al comienzo, con fuertes evi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> vestibularización excesiva<br />

<strong>de</strong> los incisivos inferiores; el caso fue conducido, hasta alcanzar el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> clase I <strong>de</strong><br />

caninos y molares (Figuras 3.248; 3.249; 3.250).<br />

Figura 3.244 – Vista frontal en abertura<br />

máxima, evi<strong>de</strong>nciando la acción <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase II.<br />

Figura 3.246 – Vista lateral izquierda,<br />

en acción bilateral con el intuito <strong>de</strong><br />

preservar el anclaje.<br />

198


Figura 3.249 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

exhibiendo la condición <strong>de</strong> clase I <strong>de</strong><br />

molares y canino.<br />

En el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, nuevamente <strong>de</strong>berá ser evaluada<br />

la posibilidad, y la oportunidad, <strong>de</strong> abordar <strong>de</strong> forma precoz, aun en la fase <strong>de</strong> crecimiento<br />

activo, ó en la fase adulta, siendo que la intervención en estas maloclusiones presenta<br />

algunas características peculiares.<br />

Figura 3.248 – Vista frontal <strong>de</strong> caso<br />

concluido, evi<strong>de</strong>nciando la coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

la línea media.<br />

Figura 3.250 – Vista lateral izquierda,<br />

observando la condición <strong>de</strong> bilateralidad.<br />

Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones <strong>de</strong> Clase III<br />

199


200<br />

Normalmente el proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una maloclusión <strong>de</strong> clase<br />

III, influye <strong>de</strong> forma acentuadamente negativa, sobre el perfil <strong>de</strong>l paciente (Figuras 3.251;<br />

3.252).<br />

Figura 3.252 – Vista <strong>de</strong> perfil <strong>de</strong> paciente<br />

muy joven con maloclusión <strong>de</strong> clase III.<br />

En el período <strong>de</strong> crecimiento será relevante <strong>de</strong>finir la participación <strong>de</strong> las bases<br />

apicales en el cuadro general <strong>de</strong> la maloclusión, pues una retrusión maxilar normalmente<br />

se presenta, aunque en la evaluación <strong>de</strong>l perfil, principalmente por parte <strong>de</strong> los legos,<br />

aquello que mas se ve es la protuberancia mandibular.<br />

También en la fase <strong>de</strong> crecimiento se torna relevante evaluar la condición clínica en<br />

que la maloclusión <strong>de</strong> clase III se presenta, pues si observamos un cruzamiento <strong>de</strong>ntario<br />

anterior ya al inicio <strong>de</strong>l abordaje, este hecho dificultará en algún grado nuestro plano <strong>de</strong><br />

tratamiento, <strong>de</strong>biendo inclusive, ser el preámbulo <strong>de</strong> nuestra terapia.<br />

La maloclusión <strong>de</strong> clase III no posee características <strong>de</strong> auto corrección, que puedan<br />

ser encontradas en las maloclusiones <strong>de</strong> clase II, o <strong>de</strong> mordida abierta anterior, al<br />

contrario su manifestación es siempre precoz y con características <strong>de</strong> perpetuación <strong>de</strong>l<br />

problema, habiendo visto que en la fase <strong>de</strong> surto <strong>de</strong> crecimiento puberal, será exactamente<br />

la mandíbula que se <strong>de</strong>senvolverá más, aumentando las características clínicas <strong>de</strong>l<br />

problema ahora presentado.<br />

Figura 3.251 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

muy joven con maloclusión <strong>de</strong> clase III.


El Tratamiento en la Fase <strong>de</strong> Crecimiento<br />

¿Dos importantes alternativas se presentan en este momento, que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán <strong>de</strong>l<br />

siguiente cuestionamiento? ¿La maloclusión <strong>de</strong> clase III ahora verificada, también posee<br />

manifestación clínica al final? (Figuras 3.253; 3.254; 3.255).<br />

Figura 3.254 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> se<br />

observan las mismas cuestiones<br />

anteriormente <strong>de</strong>stacadas.<br />

Este cuestionamiento es relevante al final, en la fase <strong>de</strong> crecimiento, normalmente<br />

verificamos en los análisis cefalométricos <strong>de</strong> Ricketts, las siguientes características:<br />

(Convexidad <strong>de</strong>l punto LA, generalmente nula o negativa);<br />

(Profundidad maxilar, generalmente retraída);<br />

Figura 3.253 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente en fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición <strong>de</strong>finitiva, en la región anterior, con<br />

(Profundidad Mandibular, pudiendo ser normal o protruída)<br />

201<br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, don<strong>de</strong> se observa también<br />

la presencia <strong>de</strong> mordida cruzada posterior.<br />

Figura 3.255 – Vista lateral izquierda, don<strong>de</strong><br />

se observan las cuestiones anteriormente<br />

<strong>de</strong>stacadas <strong>de</strong> forma bilateral.


Y por la cefalometria <strong>de</strong> Jarabak:<br />

(Relación <strong>de</strong> la Base Craneana Anterior / longitud <strong>de</strong>l Cuerpo mandibular alterado,<br />

con potencial <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong>l cuerpo mandibular presente);<br />

Y acompañadas, ó no, <strong>de</strong> cruzamiento <strong>de</strong>ntario anterior y posterior, que podrá ten<strong>de</strong>r para<br />

la manifestación clínica <strong>de</strong> la clase III.<br />

Sí clínicamente no es observada la maloclusión <strong>de</strong> clase III, sino una relación tendiendo <strong>de</strong><br />

topo - a - topo <strong>de</strong> los incisivos, podremos valernos <strong>de</strong> alternativas para tratar<br />

Especialmente la mandíbula a<br />

través <strong>de</strong> la mentonera, siempre con<br />

el cuidado <strong>de</strong> que este tratamiento<br />

no pue<strong>de</strong> ser in<strong>de</strong>finidamente<br />

prolongado, pues podrá haber<br />

repercusiones negativas a nivel <strong>de</strong>l<br />

condilo mandibular, inclusive<br />

habiendo relatos <strong>de</strong> bajo<br />

crecimiento mandibular (Figura<br />

3.256).<br />

Así pacientes tratados con Mentonera (Figuras 3.257; 3.258; 3.259; 3.260; 3.261), lo<br />

serán por período no superior a nueve meses, y <strong>de</strong>spués, <strong>de</strong>berá haber una constante<br />

monitoración <strong>de</strong> estos pacientes hasta que el mismo llegue a la fase final <strong>de</strong> crecimiento,<br />

sabiendo que el surto <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> los mismos, pue<strong>de</strong> presentarse en período<br />

ligeramente mayor que la media, y por tanto con atención redoblada para sus efectos<br />

clínicos y cefalométricos.<br />

Figura 3.256 – Maloclusión <strong>de</strong> Clase III<br />

202


Figura 3.257 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

Maloclusión <strong>de</strong> Clase III, en<br />

paciente joven, aun no instalada<br />

clínicamente por completo.<br />

Figura 3.259 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> Clase III, ya con el<br />

cruzamiento en el área <strong>de</strong> los incisivos<br />

laterales, <strong>de</strong> tipo bilateral.<br />

Figura 3.258 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

Maloclusión <strong>de</strong> Clase III, don<strong>de</strong> se ve el<br />

apiñamiento antero inferior.<br />

Figura 3.260 – Mentonera como<br />

tratamiento adjunto <strong>de</strong> la maloclusión<br />

<strong>de</strong> Clase III establecida.<br />

203


El tratamiento ortodóncico fijo solamente será implementado cuando no haya mas<br />

indicios <strong>de</strong> crecimiento, visando la corrección <strong>de</strong> un posible apiñamiento muy común en<br />

estos pacientes.<br />

Aun cabría resaltar que las mentoneras no restringen el crecimiento mandibular, y<br />

mucho menos diminuyen la longitud efectiva mandibular, por tanto, <strong>de</strong> acción limitada,<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, clínicamente establecidas.<br />

Su tiempo <strong>de</strong> utilización <strong>de</strong>be ser <strong>de</strong> 14 horas en media, con una fuerza aplicada en<br />

torno <strong>de</strong> 500 a 600 gramos, nunca ultrapasando el período propuesto para su tratamiento<br />

porque sus <strong>de</strong>sventajas, a partir <strong>de</strong> este momento, se sobrepujarán las ventajas ó beneficios<br />

alcanzados.<br />

Con el uso en el período <strong>de</strong> crecimiento, se espera que pueda modificar la dirección<br />

<strong>de</strong>l crecimiento mandibular dos grados <strong>de</strong> un lado en sentido horario, lo que podría<br />

disimular el excesivo crecimiento mandibular, resultando en un aumento <strong>de</strong> la AFAI<br />

(Figura 3.262; 3.263), hecho positivo, principalmente si consi<strong>de</strong>ramos que en la mayoría <strong>de</strong><br />

las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, los pacientes presentan una disminución <strong>de</strong> la altura facial<br />

anterior.<br />

Figura 3.261 – Vista lateral <strong>de</strong> la<br />

Mentonera.<br />

204


Figura 3.262 – Vista frontal: <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

ocho años, con el tratamiento terminado.<br />

Debe quedar bien claro que las alteraciones <strong>de</strong> perfil, no son tan fuertemente<br />

influenciadas por esta terapia (Figuras 3.262 y 3.263), ciertamente con el tratamiento<br />

pudiendo traer resultados positivos en el ámbito <strong>de</strong> la oclusión (Figura 3.264; 3.265), pero<br />

<strong>de</strong>biendo llevar en cuenta, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lo informado a los padres <strong>de</strong>l paciente,<br />

principalmente con la finalidad <strong>de</strong> atenuar gran<strong>de</strong>s esperanzas <strong>de</strong> intensas modificaciones<br />

en el perfil.<br />

Figura 3.264 – Vista frontal<br />

intrabucal, ocho años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento.<br />

Figura 3.263 – Vista lateral:<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ocho años, con el<br />

tratamiento terminado.<br />

205


Figura 3.265 – Vista lateral intrabucal,<br />

seis años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Y como siempre ocurre en el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, pue<strong>de</strong> ser<br />

necesaria una nueva terapia, principalmente si el tratamiento se está haciendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes<br />

<strong>de</strong>l aparecimiento <strong>de</strong> las manifestaciones esperadas al surto <strong>de</strong> crecimiento (Figura 3.266).<br />

Las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, también<br />

pue<strong>de</strong>n presentar una u otra cuestión, que sería<br />

el cruzamiento anterior <strong>de</strong> la mordida (Figura<br />

3.267; 3.268; 3.269).<br />

Son casos clínicos <strong>de</strong> la mayor gravedad,<br />

pues a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los factores cefalométricos<br />

envueltos; también encontraremos la<br />

manifestación clínica <strong>de</strong> la maloclusión.<br />

La mentonera en estos casos tendrá su<br />

actuación altamente limitada, y muchas veces<br />

aun inexpresiva, con poco o ningún efecto<br />

clínico apreciable.<br />

En estos casos la Máscara Facial sería la<br />

conducta clínica mas indicada.<br />

Figura 3.266 – Mentonera<br />

con su vector <strong>de</strong> acción<br />

esperado, en paciente joven.<br />

206


Figura 3.267 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

Maloclusión <strong>de</strong> clase III en<br />

paciente en la fase inicial <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta.<br />

Previamente a su implementación, realizaremos la disyunción, que tendrá la<br />

responsabilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconectar los huesos ínter ligados a la maxila, facilitando el<br />

movimiento <strong>de</strong> la misma en sentido <strong>de</strong> su dislocamiento <strong>de</strong> crecimiento (Figuras 3.270;<br />

3.271; 3.272; 3.273; 3.274; 3.275).<br />

Figura 3.268 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

Maloclusión <strong>de</strong> clase III, don<strong>de</strong> también se<br />

observa la mordida cruzada posterior,<br />

normalmente presente en conjunto con las<br />

maloclusiones <strong>de</strong> clase III.<br />

Figura 3.269 – Maloclusión <strong>de</strong> clase III, en vista<br />

lateral izquierda.<br />

Esta terapia tiene el propósito <strong>de</strong> protrair la maxila,<br />

por el avance <strong>de</strong>l punto LA, en tanto este<br />

procedimiento solamente será posible si<br />

207


Figura 3.2670– Vista frontal<br />

extrabucal <strong>de</strong> la máscara facial<br />

<strong>de</strong> Petit, con el objetivo <strong>de</strong><br />

protración <strong>de</strong> la maxila.<br />

208


.<br />

Figura 3.271 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> la máscara facial ortopédica, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos<br />

observar:<br />

Con máscara una fuerza en la región <strong>de</strong> naturaleza <strong>de</strong> los caninos.<br />

ortopédica, generalmente en torno <strong>de</strong> 450 a 500<br />

gramos, el aparato <strong>de</strong>be ser utilizado por lo menos 12 horas, por un período medio <strong>de</strong> 9 a<br />

10 meses.<br />

el apoyo frontal (flecha azul),<br />

el apoyo mentoniano (flecha roja)<br />

los elásticos <strong>de</strong> calibre 5/16 que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la máscara hasta el apoyo intrabucal<br />

en la región <strong>de</strong> los caninos, cuya dirección es hacia abajo y en frente (flecha<br />

ver<strong>de</strong>).<br />

Figura 3.273 – Vista lateral <strong>de</strong>recha intrabucal,<br />

pudiendo ser observado, la mejoría <strong>de</strong> la<br />

relación incisal, con los ganchos <strong>de</strong> apoyo <strong>de</strong> la<br />

Figura 3.272 – Vista frontal intrabucal,<br />

pudiendo ser observado, una mejoría <strong>de</strong><br />

la relación incisal, con los ganchos <strong>de</strong><br />

apoyo <strong>de</strong> la máscara en la región <strong>de</strong> los<br />

caninos.<br />

La fuerza <strong>de</strong>l aparato, en la región intrabucal <strong>de</strong>berá ser aplicada siempre en la<br />

región anterior <strong>de</strong> la arcada, y normalmente en la región <strong>de</strong> los caninos, y si por ventura la<br />

fuerza es inadvertidamente aplicada en la región posterior <strong>de</strong> la arcada podremos tener un<br />

209


210<br />

reflejo negativo <strong>de</strong> esta fuerza elástica, con mayor rotación antíhoraria <strong>de</strong> la maxila, lo<br />

que evi<strong>de</strong>ntemente no traerá gran<strong>de</strong>s beneficios para los tratamientos <strong>de</strong> las maloclusiones<br />

<strong>de</strong> clase III.<br />

Un movimiento esperado <strong>de</strong> protrusión maxilar, tratará el cruzamiento anterior en<br />

las arcadas, siendo bien indicado, por tanto en las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, don<strong>de</strong> esto<br />

ocurra, cefalometricamente in<strong>de</strong>pendiente, la maloclusión <strong>de</strong> clase III <strong>de</strong>muestra una<br />

posible etiología por retrusión maxilar, o aun por protrusión mandibular verda<strong>de</strong>ra.<br />

Así como ocurre en el tratamiento con las Mentoneras, en que pue<strong>de</strong> ser necesaria<br />

una nueva terapia, si la misma es implementada precozmente en los pacientes,<br />

principalmente en aquellos en los cuales el surto <strong>de</strong> crecimiento está muy lejos <strong>de</strong> su<br />

ocurrencia.<br />

Figura 3.275 –<br />

Telerradiografia <strong>de</strong> paciente<br />

con maloclusión <strong>de</strong> clase III,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> iniciada la terapia<br />

con Disyunción + Máscara<br />

Facial.


Tratamiento <strong>de</strong> las Maloclusiones <strong>de</strong> Clase III en la Fase Adulta<br />

Terminada la fase <strong>de</strong> crecimiento, el grado <strong>de</strong> dificultad quedará exacerbado, lo que<br />

muchas veces podrá inviabilizar el tratamiento <strong>de</strong> naturaleza puramente ortodóncica,<br />

siendo entonces necesarias las Cirugías Ortognáticas.<br />

La primera cuestión <strong>de</strong> relevancia en el tratamiento <strong>de</strong> estas maloclusiones es<br />

diagnosticar correctamente, pues podremos tratar una maloclusión <strong>de</strong> clase III severa con<br />

envolvimiento esqueletal, o aun, una maloclusión <strong>de</strong> clase III con envolvimiento <strong>de</strong>ntó<br />

alveolar.<br />

En el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones <strong>de</strong> clase III, el pronóstico siempre será mejor,<br />

con el tratamiento efectivo exigiendo menor grado <strong>de</strong> dificultad, cuando la intervención sea<br />

precoz; aunque, en ortodoncia correctiva el protocolo siempre será el mismo, o sea,<br />

solamente abordaremos la arcada superior, cuando el tratamiento <strong>de</strong> la arcada inferior esté<br />

en fase a<strong>de</strong>lantada <strong>de</strong> nivelamiento (Figuras 3.276; 3.277; 3.278; 3.279; 3.280; 3.281;<br />

3.282; 3.283).<br />

Figura 3.276 – Vista <strong>de</strong> perfil <strong>de</strong><br />

paciente joven, a ser tratado con el<br />

protocolo <strong>de</strong> maloclusión <strong>de</strong> clase III.<br />

211


Figura 3.277 – Telerradiografia <strong>de</strong><br />

paciente con cruzamiento incisal<br />

anterior.<br />

Figura 3.278 – Vista frontal,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el cruzamiento incisal.<br />

Figura 3.279 – Vista lateral<br />

intrabucal <strong>de</strong>recha, evi<strong>de</strong>nciando el<br />

cruzamiento en la región incisal.<br />

Figura 3.280 – Vista lateral<br />

intrabucal izquierda, evi<strong>de</strong>nciando el<br />

cruzamiento en la región incisal.<br />

212


Si el paciente presenta una maloclusión <strong>de</strong> clase III, con norma clínica <strong>de</strong>sfavorable,<br />

ó aun, si la alteración <strong>de</strong>l perfil es su mayor objetivo, el tratamiento en hipótesis alguna<br />

podrá ser ejecutado apenas con la Ortodoncia Fija, pues la misma apenas podrá<br />

compensar algunas normas <strong>de</strong>sfavorables <strong>de</strong> estas maloclusiones.<br />

Figura 3.281 – Vista frontal intrabucal,<br />

ya con el cruzamiento anterior tratado.<br />

Figura 3.282 – Vista lateral intrabucal<br />

<strong>de</strong>recha, exhibiendo el arco <strong>de</strong><br />

vestibularización para el tratamiento <strong>de</strong><br />

la clase III.<br />

Figura 3.283 – Vista lateral intrabucal<br />

izquierda, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos ver un<br />

"Omega" (vuelta vertical, flecha azul) y el<br />

doblez vertical (flecha amarilla) .<br />

213<br />

Figura 3.284 – Vista frontal <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, en paciente adulto.


Figura 3.285 – Vista lateral <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III en<br />

paciente adulto.<br />

Si la mayor preocupación es realizar una Ortodoncia fija, con el objetivo <strong>de</strong><br />

organizar mejor la oclusión e intercuspidación <strong>de</strong>ntaria, (Figuras 3.284; 3.285) tendremos<br />

que alterar el protocolo normal <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico.<br />

De esta forma, el inicio <strong>de</strong>l tratamiento efectivo <strong>de</strong>be ocurrir a partir <strong>de</strong> la arcada<br />

inferior, siguiendo toda la secuencia <strong>de</strong> nivelamiento planeado, y solamente iniciamos el<br />

tratamiento ortodóncico en la arcada superior, cuando el nivelamiento inferior esté<br />

plenamente alcanzado (Figuras 3.286; 3.287).<br />

Deberá, cuanto antes, controlar la vestibularización, problema serio <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento, comenzando este, por la arcada inferior con los brackets <strong>de</strong> la técnica <strong>de</strong><br />

Alexan<strong>de</strong>r, porque los mismos presentan un torque lingual en toda la región anterior,,<br />

usando el arco .016” x .022”, porque el mismo es un arco rectangular.<br />

Figura 3.286 – Maloclusión <strong>de</strong> clase III al<br />

final <strong>de</strong>l nivelamiento con el alambre<br />

.016” x .022” instalado y aplicado el<br />

elástico corriente para el cierre <strong>de</strong><br />

diastemas.<br />

Figura 3.287 – Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, al final <strong>de</strong>l nivelamiento con<br />

elástico corriente aplicado y frenillos<br />

metálicos individuales.<br />

214


215<br />

Será <strong>de</strong> extrema relevancia el control <strong>de</strong> la vestibularización <strong>de</strong> los dientes<br />

inferiores, notablemente si estamos trabajando en maloclusiones <strong>de</strong> clase III que presenten<br />

discrepancia negativa <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los, pues como normalmente existe una discrepancia<br />

cefalométrica positiva en estas maloclusiones, será esperado durante la fase <strong>de</strong><br />

nivelamiento una vestibularización aun mayor.<br />

Por tanto, el diagnóstico a respecto <strong>de</strong> la discrepancia <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los, <strong>de</strong>be ser correcto<br />

y solucionado luego al inicio <strong>de</strong>l tratamiento, principalmente en la arcada inferior, bien sea<br />

con exodoncia en la región <strong>de</strong> los incisivos, bien sea en la región <strong>de</strong> los premolares.<br />

En los casos don<strong>de</strong> no haya severa discrepancia, podrá ser realizado el stripping, en<br />

la fase <strong>de</strong> nivelamiento, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los primeros arcos, atentos para no realizar, en ninguna<br />

hipótesis, un largo período <strong>de</strong> nivelamiento con alambres redondos, ya que no tendrían<br />

condiciones <strong>de</strong> controlar la vestibularización <strong>de</strong> los dientes antero-inferiores.<br />

Utilizamos mucho dos cuestiones en pacientes con maloclusión <strong>de</strong> clase III:<br />

la aplicación <strong>de</strong> los elásticos corrientes con el objetivo <strong>de</strong> controlar la<br />

vestibularización anterior (Figuras 3.288; 3.289; 3.290);<br />

Figura 3.288 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, al final <strong>de</strong>l<br />

nivelamiento con elástico corriente<br />

aplicado en la arcada inferior.<br />

Figura 3.289 – Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, al final <strong>de</strong>l nivelamiento con<br />

elástico corriente aplicado con alambre<br />

.017” x .025”en la arcada inferior.<br />

Figura 3.290– Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, al final <strong>de</strong>l nivelamiento con<br />

elástico corriente, aplicado en la arcada<br />

inferior con alambre .017” x .025”.


aplicación <strong>de</strong> los elásticos <strong>de</strong> clase III, en las fases iniciales <strong>de</strong> nivelamiento para<br />

anclar los incisivos inferiores en sus respectivas bases óseas (figuras 3291; 3.292;<br />

3.293).<br />

El tratamiento <strong>de</strong>l arco superior, seguirá una secuencia <strong>de</strong> alambres un poco<br />

diferente <strong>de</strong> lo habitual, pues será necesario realizar el traspaso horizontal que se<br />

encuentra negativo al inicio <strong>de</strong>l nivelamiento superior (Figuras 3.294; 3.295; 3.296).<br />

Con este intuito, aplicamos un alambre <strong>de</strong> acero (.016”o .018”) (Figura 3.291), y en<br />

él adaptaremos un Omega, <strong>de</strong> tal forma que en la región anterior <strong>de</strong>l arco <strong>de</strong> acero, que<strong>de</strong><br />

un milímetro a más para los “slots” <strong>de</strong> los brackets <strong>de</strong> los incisivos, con estos dientes siendo<br />

vestibularizados en algún grado, posibilitando el tratamiento <strong>de</strong>l traspaso horizontal<br />

anterior.<br />

También en este momento, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>l caso, podrán ser instalados elásticos <strong>de</strong><br />

clase III (Figura 3.293), apoyados en los molares superiores, contra los incisivos laterales<br />

inferiores con la finalidad <strong>de</strong> atingir nuestro objetivo.<br />

Figura 3.291 – Vista frontal <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, exhibiendo la aplicación <strong>de</strong> los<br />

elásticos <strong>de</strong> clase III.<br />

Figura 3.292 – Vista frontal <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, exhibiendo el<br />

momento en que se interviene en la<br />

arcada superior con el arco <strong>de</strong><br />

vestibularización.<br />

Figura 3.293 – Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, con el arco <strong>de</strong><br />

vestibularización superior expuesto, con las<br />

características <strong>de</strong>l mismo en <strong>de</strong>staque.<br />

216


217<br />

Este recurso <strong>de</strong> compensación <strong>de</strong>ntó alveolar <strong>de</strong> la maloclusión <strong>de</strong> clase III, con<br />

todo, no <strong>de</strong>be ser indiscriminadamente utilizado, pues existe un limite al cual el periodonto<br />

<strong>de</strong> la región soportaría tal disposición, así en las maloclusiones más severas podremos<br />

indicar la exodoncia <strong>de</strong>l incisivo inferior, en los casos don<strong>de</strong> haya una discrepancia <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>los en la región que soporte esta alternativa.<br />

Caso ninguna <strong>de</strong> estas posibilida<strong>de</strong>s sea viable para el tratamiento <strong>de</strong> las<br />

maloclusiones <strong>de</strong> clase III, uno <strong>de</strong> los últimos recursos será la cirugía Ortognática.<br />

Figura 3.294 – Vista frontal <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento en<br />

paciente adulto.<br />

Figura 3.295 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

maloclusión <strong>de</strong> clase III, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento en paciente adulto.<br />

Figura 3.296 – Vista lateral <strong>de</strong> maloclusión<br />

<strong>de</strong> clase III, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento en<br />

paciente adulto, evi<strong>de</strong>nciando el traspaso<br />

horizontal alcanzado.


CAPÍTULO 4<br />

Las Cuestiones<br />

Especiales<br />

As Maloclusiones<br />

Convencionais<br />

O PROCESSO DE<br />

4


Al abordar algunos <strong>de</strong> los factores etiológicos especiales que darían una mayor<br />

complejidad a las maloclusiones tratadas, podremos obe<strong>de</strong>cer a dos cuestionamientos:<br />

Estaremos frente a problemas como el <strong>de</strong> dientes retenidos impactados, don<strong>de</strong><br />

tendremos que resolver el problema <strong>de</strong> espacio necesario para el mismo, en una<br />

primera etapa. Para <strong>de</strong>spués, realizar el traccionamiento, muchas veces en un<br />

paciente adulto, con los dientes ya fuera <strong>de</strong>l período <strong>de</strong> erupción normal.<br />

Aun podremos, tratar cuestiones como la ausencia congénita <strong>de</strong> uno o más<br />

dientes en las arcadas, y <strong>de</strong> esta forma tendremos que buscar una solución, pues<br />

estaremos con dos hipótesis para escoger:<br />

1. Optar por el cierre <strong>de</strong> estos espacios resultantes <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> estos dientes,<br />

2. O entonces, mantener el espacio para la posterior rehabilitación protética, lo<br />

que particularmente nunca indicamos, aun más cuando constatamos la<br />

ausencia congénita en pacientes muy jóvenes.<br />

Estas ausencias aun podrán provocar diastemas generalizados siendo más común en<br />

la región superior, lo que ciertamente podrá influir en la estética <strong>de</strong>l paciente.<br />

Y a partir <strong>de</strong> este hecho será relevante colocar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta discusión, una variable<br />

muy importante:<br />

Introducción<br />

Al final, ¿el paciente aceptará una terapia que apenas mantenga el espacio para<br />

una posterior solución protética, o con implantes, muchos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> terminada la<br />

terapia ortodóncica?<br />

Obviamente no será el tipo <strong>de</strong> cuestionamiento que podremos resolver solo, a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> eso, como en todas las otras maloclusiones tratadas, estos problemas pue<strong>de</strong>n estar<br />

relacionadas otras cuestiones, lo que agravaría aun más, dificultando la posibilidad <strong>de</strong> una<br />

solución simplista para cualquier un <strong>de</strong> estos eventos.<br />

212


Por este motivo estaremos <strong>de</strong>scribiendo en este capítulo, como abordar la cuestión<br />

<strong>de</strong> los dientes impactados, principalmente, los caninos superiores, cuando los mismos estén<br />

dislocados por el palatino.<br />

También discutiremos las cuestiones <strong>de</strong> las agenesias, en conjunto con la producción<br />

o no <strong>de</strong> diastemas, para que podamos elaborar a partir <strong>de</strong> este hecho un plano <strong>de</strong><br />

tratamiento sin olvidar que para este grupo <strong>de</strong> problemas será importantísimo un abordaje<br />

multi - profesional, para que tengamos condiciones <strong>de</strong> resolver estas cuestiones.<br />

Finalmente, en un tópico especial presentaremos nuestra posición frente a los casos<br />

<strong>de</strong> tratamiento ortodóncico no convencional en pacientes adultos, don<strong>de</strong> podremos realizar<br />

un abordaje fuera <strong>de</strong> la ortodoxia comúnmente envuelta en el protocolo <strong>de</strong> Ortodoncia,<br />

principalmente en aquellos casos don<strong>de</strong> esta será parte <strong>de</strong>l protocolo <strong>de</strong> atendimiento <strong>de</strong><br />

estos pacientes visando una futura rehabilitación protética.<br />

O en un abordaje convencional, don<strong>de</strong> el i<strong>de</strong>al ortodóncico para la mejor filosofía<br />

posible a respecto <strong>de</strong> la oclusión, será emprendido en lenguaje simple y directo.<br />

Dientes Impactados e Retenidos<br />

El tratamiento <strong>de</strong> dientes impactados, cuando se requiere el traccionamiento,<br />

notablemente en los casos <strong>de</strong> los caninos <strong>de</strong>berá obe<strong>de</strong>cer algunos pasos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> aquello<br />

que sería nuestro protocolo <strong>de</strong> atendimiento <strong>de</strong> estos eventos.<br />

Este cuidado <strong>de</strong>be ocurrir, pues estaremos normalmente realizando un movimiento<br />

ortodóncica <strong>de</strong> gran<strong>de</strong> dificultad con enormes posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> insuceso, si algunos<br />

preceptos no son respetados, más aun, porque este abordaje normalmente ocurre en<br />

pacientes ya fuera <strong>de</strong> la época <strong>de</strong> la erupción fisiológica <strong>de</strong> los caninos.<br />

En relación al pronóstico, cuanto más temprano sea <strong>de</strong>tectado el problema, mayor<br />

será la oportunidad <strong>de</strong> corregir la curva <strong>de</strong> erupción interrumpida, evitando cirugías,<br />

riesgos <strong>de</strong> retracción gingival y perdida ósea <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> otros problemas.<br />

A primera vista, la conducta a ser empleada, en los casos <strong>de</strong> caninos superiores mal<br />

localizados, <strong>de</strong>bería partir <strong>de</strong> un análisis clínico realizado por un ortodoncista, i<strong>de</strong>ntificar<br />

el problema precozmente y <strong>de</strong> acuerdo con este análisis, tratar la impactación <strong>de</strong> estos<br />

caninos <strong>de</strong> forma apropiada.<br />

213


problema:<br />

Con este objetivo, tres aspectos normalmente serán consi<strong>de</strong>rados, frente a este tipo <strong>de</strong><br />

Evaluación por medio <strong>de</strong> la radiografía panorámica <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l eje <strong>de</strong><br />

inclinación <strong>de</strong>l canino en relación al plano oclusal (Figuras 4.1; 4.2).<br />

Figura 4.1 – Radiografía Panorámica, pudiendo observar que el eje <strong>de</strong>l canino<br />

superior impactado (ver<strong>de</strong>), en relación al plano oclusal (amarillo), presenta un<br />

ángulo poco agudo, tendiendo a la verticalización.<br />

Figura 4.2 – Radiografía panorámica<br />

evi<strong>de</strong>nciando los caninos superiores<br />

retenidos, aunque, el canino superior<br />

<strong>de</strong>l lado izquierdo (retenido e<br />

impactado) se encuentra en situación<br />

favorable al traccionamiento<br />

quirúrgico - ortodóncico.<br />

Evaluación <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l canino en relación a la línea media con radiografía<br />

panorámica (Figuras 4.3; 4.4);<br />

Figura 4.3 – Radiografía<br />

Panorámica, evi<strong>de</strong>nciando el<br />

canino superior izquierdo retenido<br />

e impactado, aunque alejado <strong>de</strong> la<br />

línea media.<br />

214


Figura 4.4 – Radiografía Panorámica, evi<strong>de</strong>nciando el canino superior izquierdo<br />

cruzando la línea media, en la región <strong>de</strong> los incisivos superiores.<br />

Edad <strong>de</strong>l paciente (Figuras 4.5; 4.6; 4.7).<br />

Figura 4.6 - Vista intrabucal lateral<br />

izquierda <strong>de</strong> paciente joven,<br />

evi<strong>de</strong>nciando la ausencia <strong>de</strong>l<br />

canino superior.<br />

Figura 4.5 - Vista frontal<br />

extrabucal <strong>de</strong> paciente joven.<br />

215


Figura 4.7 – Radiografía panorámica evi<strong>de</strong>nciando el canino superior retenido e<br />

El cuidado para verificar la radiografía panorámica resi<strong>de</strong> en la comprobación <strong>de</strong>l<br />

grado <strong>de</strong> rotación, ya que cuanto más verticalizado esté el canino en la radiografía<br />

panorámica (Figura 4.2), mayor será la posibilidad <strong>de</strong> alcanzar su traccionamiento.<br />

Este hecho podrá también estar relacionado a su proximidad con la línea media,<br />

pues tanto más esta condición se esté cumpliendo (Figura 4.4), y verificando<br />

radiograficamente, ciertamente tendremos una posición en que el canino estará<br />

distanciado <strong>de</strong> su posición en la arcada, acarreando un mayor grado <strong>de</strong> dificultad para este<br />

movimiento porque tendremos que mover este canino, a gran<strong>de</strong> distancia con muchas<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> anquilosis, inclusive.<br />

impactado .<br />

La edad también será un factor fundamental (Figura 4.5), y directamente<br />

relacionado a la posibilidad <strong>de</strong> suceso, pues tanto más precozmente sea verificado este<br />

hecho y tanto más temprano abordada, mayor será la posibilidad <strong>de</strong> suceso.<br />

Y no podremos olvidar <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> cooperación por parte <strong>de</strong>l paciente, y aun <strong>de</strong> sus<br />

padres o responsables en el caso <strong>de</strong> paciente joven, porque el traccionamiento <strong>de</strong> los<br />

caninos impactados es una maniobra Ortodóncica, <strong>de</strong> difícil y <strong>de</strong>morada ejecución,<br />

necesitando paciencia por parte <strong>de</strong> todos los comprometidos en el proceso. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso,<br />

porque el mismo se constituye en un procedimiento que normalmente acarrea algún grado<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sconforto para el paciente, principalmente en sus momentos iniciales.<br />

216


Por tanto estos movimientos estarán altamente <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> factores,<br />

sin embargo lo que utilizamos como recurso <strong>de</strong> pronóstico para nuestras intervenciones se<br />

fundamenta sobre estas afirmaciones, al final, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> constatado el problema, <strong>de</strong> poco<br />

o nada a<strong>de</strong>lantará, <strong>de</strong>finir correctamente la etiología, sino supimos establecer un<br />

pronóstico próximo <strong>de</strong> la realidad, y más aun, un diagnóstico con un plano <strong>de</strong> tratamiento<br />

practicable clínicamente para que sea abordado.<br />

El protocolo básico para el traccionamiento <strong>de</strong> un canino impactado generalmente<br />

es realizado <strong>de</strong> la siguiente forma:<br />

Iniciar el tratamiento ortodóncico (Figura 4.8), siendo que la cirugía solamente<br />

será realizada cuando observamos las condiciones <strong>de</strong>scritas en los protocolos<br />

enumerados a seguir, don<strong>de</strong> inicialmente habríamos puesto un alambre <strong>de</strong> grueso<br />

calibre, que podría ser el .016” x .022”, o aun el .017” x .025;<br />

En los casos don<strong>de</strong> no haya espacio, aplicaremos un muelle abierto entre el<br />

incisivo lateral y el primer premolar, <strong>de</strong>l lado don<strong>de</strong> se localiza el canino<br />

impactado, con la finalidad <strong>de</strong> abrir un diastema mínimo (Figura 4.9);<br />

Después, si conseguir una pequeña abertura <strong>de</strong> diastema entre los dientes 12 y 14,<br />

y ya con el alambre .016” x .022” o, el .017” x .025” instalado, se agenda el<br />

paciente para la cirugía con la finalidad <strong>de</strong> “adherirse” un dispositivo accesorio,<br />

que podrá ser un botón o un bracket, con el fin <strong>de</strong> se traccionar el canino<br />

impactado (Figura 4.10).<br />

Figura 4.8 – Paciente adulto con canino<br />

retenido e impactado (constatado pela<br />

radiografía panorámica) y dislocado por el<br />

palatino (por el método <strong>de</strong> Clarck), en vista<br />

lateral <strong>de</strong>recha, antes <strong>de</strong> iniciado el<br />

tratamiento ortodóncico.<br />

217


La calidad <strong>de</strong>l acto quirúrgico es <strong>de</strong> extrema importancia, pues tendrá<br />

consecuencias, no solamente sobre la posibilidad <strong>de</strong> traccionamiento o no, y más<br />

que esto, pudiendo influir en el resultado <strong>de</strong> este mismo traccionamiento. De esta<br />

forma la calidad y la forma <strong>de</strong> la misma, podrá resultar en una fuerte recesión<br />

gingival al final <strong>de</strong>l traccionamiento. Por tanto, en nuestro tipo <strong>de</strong> trabajo<br />

adoptamos un protocolo quirúrgico don<strong>de</strong>:<br />

1. habrá exposición quirúrgica <strong>de</strong>l canino impactado (Figura 4.11),<br />

2. Adhesión <strong>de</strong>l accesorio en la misma sesión (Figura 4.12; 4.13),<br />

3. Con remoción mínima <strong>de</strong> tejido óseo,<br />

Figura 4.9 – Muelle abierto, aplicado<br />

entre el diente 12 y el 14, realizando en<br />

este momento una radiografía periapical<br />

<strong>de</strong> la región <strong>de</strong>l canino superior, que<br />

servirá <strong>de</strong> comparación con la etapa más<br />

posterior <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

4. Reubicación posterior <strong>de</strong>l remanente (Figura 4.11);<br />

Figura 4.10 – Después <strong>de</strong> conseguir el<br />

espacio entre el diente 12 y el 14, será<br />

adaptado un muelle cerrado entre los<br />

mismos y realizada una nueva<br />

radiografía periapical <strong>de</strong> la región, a<br />

fin <strong>de</strong> comparar.<br />

Figura 4.11 – Exposición quirúrgica<br />

<strong>de</strong>l canino superior en otro caso<br />

tratado (diente 13 en cuestión), con<br />

osteotomía mínima y suficiente para<br />

la adhesión <strong>de</strong> un accesorio.<br />

218


Con mucho cuidado y trabajando <strong>de</strong> forma rápida <strong>de</strong>be ser realizada la adhesión<br />

<strong>de</strong>l accesorio según la técnica <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> las resinas en la forma fotopolimerizable<br />

(Figura 4.13);<br />

Figura 4.13 – Fotopolimerización <strong>de</strong> la resina,<br />

con mucho criterio, y <strong>de</strong> forma rápida, para<br />

que no haya invasión <strong>de</strong> este espacio <strong>de</strong> trabajo<br />

por el sangramiento oriundo <strong>de</strong> la cirugía, lo<br />

que llevaría al fracaso <strong>de</strong> esta adhesión.<br />

En este momento <strong>de</strong>be ser realizada una radiografía periapical con el fin <strong>de</strong><br />

verificar el resultado <strong>de</strong> la intervención (Figura 4.14).<br />

Realizada la sutura con reubicación <strong>de</strong>l remanente quirúrgico, quedando en<br />

evi<strong>de</strong>ncia clínica, apenas el alambre <strong>de</strong> traccionamiento (0,25 <strong>de</strong> amarre) (Figuras<br />

4.12; 4.13);<br />

Figura 4.12 – Vista intrabucal evi<strong>de</strong>nciando<br />

la adhesión <strong>de</strong>l accesorio, y posición <strong>de</strong>l<br />

alambre <strong>de</strong> amarre, para el posterior<br />

traccionamiento.<br />

Figura 4.14 – Radiografía periapical <strong>de</strong> la<br />

región, realizada durante el acto quirúrgico<br />

que, servirá como factor <strong>de</strong> comparación<br />

para evaluar la efectividad <strong>de</strong> las fuerzas<br />

ortodóncicas más a<strong>de</strong>lante.<br />

219


El uso <strong>de</strong> un muelle abierto y/o cerrado <strong>de</strong> nitinol, anteriormente citado, se vuelve<br />

necesario, conforme las figuras 4.10 y 4.12. Pues normalmente actuamos en pacientes<br />

adultos y, en casos don<strong>de</strong> no existe el espacio inicial para la posición <strong>de</strong> los caninos<br />

impactados. De esta forma tendremos que tener certeza <strong>de</strong> que el canino pueda iniciar su<br />

movimiento sin que haya ocurrido la anquilosis <strong>de</strong>l mismo.<br />

Figura 4.12 – Reubicación <strong>de</strong>l<br />

remanente y posterior sutura <strong>de</strong> la<br />

región, quedando en evi<strong>de</strong>ncia apenas el<br />

alambre <strong>de</strong> amarre, que será la base<br />

para el posterior traccionamiento <strong>de</strong>l<br />

canino retenido.<br />

Figura 4.13 – Destaque para la sutura<br />

realizada para la reubicación y fijación<br />

<strong>de</strong>l remanente.<br />

De esta forma, instalado el muelle cerrado, iniciamos las fuerzas ortodóncicas <strong>de</strong><br />

traccionamiento (Figura 4.14), comparando las radiografías periapicales que fueron<br />

realizadas anteriormente, siendo posible evaluar el inicio <strong>de</strong>l movimiento.<br />

Figura 4.14 – Inicio <strong>de</strong>l traccionamiento<br />

<strong>de</strong>l canino, con el muelle cerrado entre los<br />

dientes 12 y 14 y evaluación radiográfica<br />

<strong>de</strong>l suceso o insuceso <strong>de</strong>l procedimiento.<br />

220


Constatado por el examen radiográfico que el canino efectivamente está moviéndose,<br />

a través <strong>de</strong> las fuerzas ortodóncicas implementadas, será indicada la exodoncia <strong>de</strong>l primer<br />

premolar, relacionado al espacio necesario para el canino que está siendo traccionado,<br />

dando seguimiento a la maniobra <strong>de</strong> movimiento ortodóncico (Figuras 4.15; 4.16).<br />

Continuamos el traccionamiento <strong>de</strong>l canino superior aplicando fuerzas leves, y<br />

espaciando las consultas entre 3 y 4 semanas, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la edad <strong>de</strong>l paciente (en los<br />

adultos el tiempo entre las activaciones <strong>de</strong>be ser mayor, a fin <strong>de</strong> trabajar con fuerzas leves<br />

todo el tiempo) (Figura 4.17).<br />

Cuando el canino alcanzar una posición en la que sea posible incluirlo en el<br />

tratamiento ortodóncico convencional, entonces daremos secuencia al tratamiento<br />

ortodóncico convencional con el objetivo <strong>de</strong> buscar la oclusión i<strong>de</strong>al (Figuras 4.18; 4.19).<br />

Figura 4.16 – Vista lateral intrabucal,<br />

<strong>de</strong>l traccionamiento <strong>de</strong>l canino retenido<br />

e impactado hacia el palatino <strong>de</strong>l lado<br />

<strong>de</strong>recho, realizado por medio <strong>de</strong> elástico<br />

corriente aplicando al segundo<br />

premolar, mantenido el espacio para el<br />

canino a través <strong>de</strong>l muelle cerrado <strong>de</strong><br />

nitinol.<br />

221<br />

Figura 4.15 – Ya realizada la exodoncia <strong>de</strong>l<br />

primer premolar, seguimos con el<br />

traccionamiento <strong>de</strong>l canino, con el espacio<br />

existente entre los dientes 12 y 15 siendo<br />

ahora mantenido con la colocación <strong>de</strong>l<br />

muelle cerrado, con el cuidado <strong>de</strong> conjugar el<br />

diente 25 al 26, a fin <strong>de</strong> preservar el anclaje.


Figura 4.18 – Inclusión <strong>de</strong>l canino retenido<br />

e impactado hacia el palatino con<br />

nivelamiento normal. El tiempo medio para<br />

que esto ocurra, podrá ser un período<br />

variable entre 6 y 9 meses.<br />

Realizado este procedimiento, damos por encerrado el traccionamiento <strong>de</strong>l canino<br />

retenido e impactado, siendo que el tiempo necesario para este intento es variable, pero<br />

nunca será posible en períodos <strong>de</strong> corto espacio <strong>de</strong> tiempo, llevando en media <strong>de</strong> seis a<br />

nueve meses para alcanzar el objetivo final <strong>de</strong> colocar el canino en condiciones <strong>de</strong> incluirlo<br />

en el tratamiento ortodóncico normal (Figura 4.20).<br />

Figura 4.20 – Fin <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong><br />

traccionamiento, iniciando el tratamiento<br />

ortodóncico convencional, con la inclusión <strong>de</strong>l<br />

canino en estos procedimientos.<br />

Figura 4.17 – Continuación <strong>de</strong>l<br />

traccionamiento <strong>de</strong>l canino superior<br />

222<br />

<strong>de</strong>recho, vista intrabucal, en norma oclusal.<br />

Figura 4.19 – Adhesión <strong>de</strong>l nuevo accesorio<br />

a fin <strong>de</strong> seguir con el tratamiento<br />

ortodóncico.


Una serie <strong>de</strong> eventos son normalmente relacionados a los caninos impactados, y<br />

entre ellos <strong>de</strong>stacamos (Figura 4.21):<br />

Una mayor recesión gingival comparado con los dientes adyacentes;<br />

También una diferencia <strong>de</strong> coloración <strong>de</strong>l mismo;<br />

Un formato, ni siempre característico <strong>de</strong> los caninos, presentándose con<br />

ligeras alteraciones;<br />

finalmente, existe una condición muy esperada para que estos caninos sufran<br />

pequeños movimientos <strong>de</strong> recidiva, principalmente aquellos relacionados con<br />

rotación horizontal.<br />

Figura 4.21 – Canino superior ya localizado,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la maniobra <strong>de</strong> traccionamiento. El<br />

mismo presenta con ligera recesión gingival,<br />

con coloración diferenciada en relación a los<br />

Los caninos pue<strong>de</strong>n presentarse retenidos <strong>de</strong> forma bilateral (Figuras 4.22; 4.23;<br />

4.24; 4.25; 4.26; 4.27; 4.28; 4.29), en estos casos, preferimos iniciar el traccionamiento<br />

unilateralmente, en especial <strong>de</strong>l canino mejor dispuesto, según nuestros criterios <strong>de</strong><br />

diagnóstico y pronóstico.<br />

dientes adyacentes.<br />

Figura 4.22 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente adulto<br />

joven presentando los caninos superiores<br />

retenidos e impactados bilateralmente hacia el<br />

palatino.<br />

Figura 4.23 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong><br />

paciente con canino superior retenido e<br />

impactado.<br />

223


Figura 4.25 – Vista oclusal, evi<strong>de</strong>nciando<br />

la cirugía <strong>de</strong> exposición <strong>de</strong>l canino<br />

retenido.<br />

Figura 4.24 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong><br />

paciente con canino retenido e impactado<br />

<strong>de</strong>l lado izquierdo.<br />

Figura 4.26 – Vista oclusal, evi<strong>de</strong>nciando el<br />

inicio <strong>de</strong>l traccionamiento <strong>de</strong>l canino<br />

superior <strong>de</strong>recho.<br />

Figura 4.27 – Vista oclusal, evi<strong>de</strong>nciando el<br />

canino superior traccionado, ya en el medio<br />

bucal.<br />

224


Figura 4.28 – Vista oclusal, evi<strong>de</strong>nciando<br />

el canino superior <strong>de</strong>recho ya traccionado,<br />

e iniciando la cirugía <strong>de</strong>l traccionamiento<br />

<strong>de</strong>l canino superior izquierdo.<br />

El atraso en la erupción <strong>de</strong> los dientes permanentes, <strong>de</strong>be ser una preocupación<br />

siempre presente, una vez constatada la ausencia <strong>de</strong>l órgano <strong>de</strong>ntal, la primera cuestión a<br />

ser analizada, es el hecho <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado diente ausente existir y cual el grado <strong>de</strong><br />

formación <strong>de</strong> raíces <strong>de</strong>l mismo.<br />

Así no bastará la evi<strong>de</strong>ncia clínica <strong>de</strong> la ausencia <strong>de</strong> estos dientes (Figuras 4.30;<br />

4.31; 4.32), siendo también relevante la observación por medio <strong>de</strong> la radiografía<br />

panorámica (Figura 4.33).<br />

Figura 4.30 – Vista frontal intrabucal, <strong>de</strong> paciente<br />

al final <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ntición mixta, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos<br />

observar la presencia <strong>de</strong>l canino permanente en el<br />

arco inferior, antes <strong>de</strong> la erupción <strong>de</strong>l incisivo<br />

lateral; hecho este incomún.<br />

225<br />

Figura 4.29 – Vista oclusal, evi<strong>de</strong>nciando<br />

el canino superior izquierdo siendo<br />

traccionado.<br />

Figura 4.31 – Vista lateral <strong>de</strong>recha intrabucal,<br />

<strong>de</strong> paciente al final <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ntición mixta, don<strong>de</strong><br />

constatamos, la presencia <strong>de</strong>l incisivo lateral<br />

<strong>de</strong>cíduo, ya con el primer premolar inferior<br />

presente en la arcada.


Figura 4.32 – Radiografía panorámica,<br />

don<strong>de</strong> se ven todos los dientes permanentes<br />

aunque con atraso en el proceso <strong>de</strong><br />

erupción.<br />

El tratamiento ortodóncico, en estos casos <strong>de</strong>be ser realizado con extrema paciencia,<br />

pues antes habrá necesidad, <strong>de</strong> proveer espacio suficiente para el proceso <strong>de</strong> erupción y<br />

posterior erupción <strong>de</strong> los dientes permanentes.<br />

También será importante consi<strong>de</strong>rar el nivel <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> las raíces <strong>de</strong> los<br />

dientes que por ventura estén aun intraóseos.<br />

Debiendo por tanto, ser postergado el inicio <strong>de</strong>l montaje <strong>de</strong>l aparato fijo en los<br />

elementos <strong>de</strong>ntales aun en formación, pues la inclusión <strong>de</strong> los mismos, traerá para la<br />

futura <strong>de</strong>ntición permanente <strong>de</strong>l paciente a ser tratado, muchos más problemas que<br />

ventajas (Figuras 4.33; 4.34; 4.35; 4.36; 4.37; 4.38).<br />

Figura 4.33 – Vista frontal al início <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico, en paciente adulto joven, con la<br />

ausencia verificada <strong>de</strong> vários elementos <strong>de</strong>ntales en<br />

la arcada inferior.<br />

Figura 4.32 – Vista lateral izquierda intrabucal,<br />

226<br />

<strong>de</strong> paciente al final <strong>de</strong> la <strong>de</strong>ntición mixta, siendo<br />

constatada la presencia <strong>de</strong>l canino y <strong>de</strong>l primer<br />

premolar inferior en la arcada.<br />

Figura 4.34 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, al inicio <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico, en paciente adulto<br />

joven, con la ausencia <strong>de</strong> los dientes 42 e 43.


Figura 4.35 – Vista lateral izquierda al inicio<br />

Con la presencia <strong>de</strong> todos los elementos <strong>de</strong>ntales en la arcada inferior, con espacio<br />

suficiente para la adhesión <strong>de</strong> los accesorios e inclusión <strong>de</strong> los mismos en el proceso <strong>de</strong><br />

nivelamiento; el tratamiento ortodóncico <strong>de</strong>be ser iniciado (Figuras 4.39; 4.40; 4.41; 4.42;<br />

4.43)<br />

<strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, en paciente<br />

adulto joven, ya con el 32 en erupción en su<br />

local.<br />

Figura 4.37 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, ya<br />

observando la presencia <strong>de</strong> los dientes 42 y<br />

43 en la arcada inferior.<br />

Figura 4.39 – Vista frontal, don<strong>de</strong><br />

observamos el início <strong>de</strong>l nivelamiento en la<br />

arcada inferior.<br />

Figura 4.36 – Vista frontal, en paciente<br />

227<br />

adulto joven, con el tratamiento ortodóncico<br />

en andamiento y la inclusión <strong>de</strong>l diente 13<br />

en el nivelamiento.<br />

Figura 4.38 – Vista lateral izquierda, ya<br />

observando la presencia <strong>de</strong> todos los dientes<br />

inferiores erupcionados en sus respectivas<br />

posiciones.


Figura 4.41 – Vista frontal, con el diente 42,<br />

más próximo <strong>de</strong>l alineamiento.<br />

De esta forma po<strong>de</strong>mos concluir que en la constatación <strong>de</strong> falta <strong>de</strong> elementos<br />

<strong>de</strong>ntales en la arcada, podremos tener dos tipos <strong>de</strong> procedimientos:<br />

El primero, más conservador, don<strong>de</strong> la paciencia, para saber el momento exacto <strong>de</strong><br />

inicio <strong>de</strong> un tratamiento ortodóncico, <strong>de</strong>berá estar aliada, a la ciencia, imbuidos en un<br />

conjunto <strong>de</strong> procedimientos don<strong>de</strong> el acompañamiento radiográfico será extremamente<br />

importante para <strong>de</strong>terminar, en que condiciones <strong>de</strong>beremos iniciar el tratamiento<br />

ortodóncico y así buscar los elementos ausentes en la arcada, al mismo tiempo que, es<br />

provi<strong>de</strong>nciado el<br />

Figura 4.40 – Vista oclusal, con mayor<br />

atención para el segmento Antero - inferior,<br />

dirigiendo el diente 42 para su alineamiento,<br />

con un muelle cerrado <strong>de</strong> nitinol puesto con el<br />

objetivo <strong>de</strong> preservar el espacio necesario.<br />

Figura 4.42 – Vista oclusal, don<strong>de</strong> constatamos<br />

que el diente 42, ya se aproximó <strong>de</strong>l arco <strong>de</strong><br />

nivelamiento, siendo <strong>de</strong>snecesario a partir <strong>de</strong><br />

ahora, el uso <strong>de</strong>l muelle cerrado <strong>de</strong> nitinol.<br />

228<br />

Figura 4.43 – Vista oclusal, con el arco .016”<br />

x .022” puesto con la finalidad <strong>de</strong> concluir el<br />

nivelamiento <strong>de</strong> la arcada inferior.


229<br />

espacio necesario para que todos puedan hacer parte <strong>de</strong> la oclusión final (Figuras<br />

4.44; 4.45; 4.46).<br />

Figura 4.44 – Vista frontal, al final <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico.<br />

Figura 4.46 – Vista lateral izquierda al<br />

final, observando la misma condición <strong>de</strong><br />

forma bilateral.<br />

Figura 4.45 – Vista lateral <strong>de</strong>recha al final,<br />

pudiendo observar la situación <strong>de</strong> los<br />

caninos en clase I.<br />

el segundo, ya en una fase don<strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> utilizar la fuerza <strong>de</strong> la erupción <strong>de</strong>l<br />

diente ausente inexiste, estando muchas veces retenido/impactado, necesitará <strong>de</strong> un<br />

traccionamiento quirúrgico - ortodóncico, con el objetivo <strong>de</strong> inserirlo en el alineamiento<br />

<strong>de</strong> la arcada, buscando la oclusión final (Figuras 4.47; 4.48; 4.49; 4.50; 4.51).<br />

Figura 4.48 – Radiografía panorámica,<br />

evi<strong>de</strong>nciando que el canino no está en<br />

situación favorable para su<br />

traccionamiento.<br />

Figura 4.47 – Vista lateral intrabucal<br />

izquierda, observando la ausencia <strong>de</strong>l canino<br />

permanente superior en paciente adulto.


Figura 4.50 – Vista lateral izquierda, con el<br />

canino superior erupcionando en la cavidad bucal<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l traccionamiento ortodóncico.<br />

Figura 4.52 – Vista lateral izquierda, con el<br />

canino superior erupcionado, ya en<br />

condiciones <strong>de</strong> ser inserido en el proceso<br />

normal <strong>de</strong> nivelamiento.<br />

230<br />

Figura 4.49– Vista lateral izquierda <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

la cirugía, ya habiendo iniciado el<br />

traccionamiento ortodóncico <strong>de</strong>l canino<br />

superior.<br />

Figura 4.51 – Vista lateral izquierda, con el<br />

canino superior erupcionado, ya muy<br />

próximo <strong>de</strong> la fase <strong>de</strong> su inclusión en el<br />

proceso <strong>de</strong> nivelamiento superior.<br />

Figura 4.53 – Vista lateral izquierda, con el<br />

canino superior próximo a su posición,<br />

dando inicio al proceso <strong>de</strong> su inclusión en el<br />

nivelamiento, aunque con el alambre .016”<strong>de</strong><br />

nitinol seccionado.


Y mucho cuidado con las técnicas quirúrgicas <strong>de</strong>l pasado, tales como el<br />

enlazamiento <strong>de</strong> caninos (Figura 4.54); perforaciones <strong>de</strong> los caninos; y aun, técnicas<br />

quirúrgicas que expongan <strong>de</strong>masiado el paciente, más específicamente aquellas realizadas<br />

con dos tiempos quirúrgicos.<br />

O aun, con gran<strong>de</strong>s remociones <strong>de</strong> tejido óseo, o <strong>de</strong> tejido gingival porque implicarán<br />

en una consecuencia estética mucho más <strong>de</strong>sfavorable.<br />

Siendo <strong>de</strong>finidas como la ausencia <strong>de</strong> uno o más elementos <strong>de</strong>ntarios, y observadas<br />

normalmente en parcelas mínimas <strong>de</strong>l universo <strong>de</strong> pacientes tratados ortodoncicamente, sin<br />

embargo existiendo y verificada, exige un abordaje específico para su tratamiento,<br />

<strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong>:<br />

Figura 4.54 – Radiografía panorámica <strong>de</strong> paciente presentando un<br />

canino impactado en que fue realizada una cirugía <strong>de</strong> amarre.<br />

Las Agenesias y Anodoncias, su Abordaje Clínico<br />

La edad en que se observa la cuestión, y principalmente,<br />

El número <strong>de</strong> elementos <strong>de</strong>ntários ausentes em las arcadas.<br />

Las agenesias y anodoncias son eventos <strong>de</strong> etiología variable que acometen<br />

principalmente los premolares y los incisivos laterales superiores.<br />

231


agenesia:<br />

Tres grupos <strong>de</strong> dientes normalmente son responsables por 95% <strong>de</strong> los casos <strong>de</strong><br />

Siendo que un número variable <strong>de</strong> personas, entre 9,0 y 20,0%, presentan uno o<br />

más terceros molares, mientras que la ausencia <strong>de</strong> los incisivos laterales ocurre entre 1,0 y<br />

2,0% <strong>de</strong> la población.<br />

1. Los terceros molares superiores e inferiores,<br />

Normalmente están relacionados a esta cuestión:<br />

Caninos retenidos;<br />

Como están asociadas a una serie <strong>de</strong> otras cuestiones, su diagnóstico precoz, facilita<br />

un abordaje terapéutico.<br />

Por esto la documentación ortodóncica, notablemente, la radiografía panorámica,<br />

será un auxiliar valioso no solo para el diagnóstico, mas también para establecer la mejor<br />

forma <strong>de</strong> intervención, inclusive en relación a la época en que la misma <strong>de</strong>ba acontecer<br />

(Figuras 4.52; 4.53; 4.54; 4.55).<br />

2. Los incisivos laterales y,<br />

3. Los segundos premolares inferiores.<br />

Problemas congénitos en andamiento en la cavidad bucal;<br />

Fuerte correlación entre el número <strong>de</strong> dientes ausentes, y reducción <strong>de</strong>l tamaño<br />

mesodístal <strong>de</strong> los dientes remanecientes, implicando mayor gravedad en el<br />

tratamiento ortodóncico ejecutado.<br />

Figura 4.52 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

agenesia <strong>de</strong> los incisivos laterales superiores.<br />

232<br />

Figura 4.53 – Vista lateral intrabucal <strong>de</strong><br />

paciente con agenesia <strong>de</strong>l incisivo lateral<br />

superior <strong>de</strong>recho.


Figura 4.55 – Radiografía panorámica<br />

evi<strong>de</strong>nciando la ausencia congénita <strong>de</strong> los<br />

incisivos laterales superiores.<br />

Las opciones <strong>de</strong>l tratamiento <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rán siempre <strong>de</strong> la gravedad <strong>de</strong>l problema, y<br />

también <strong>de</strong> la edad en que sea constatado el mismo.<br />

Con las opciones restringiéndose en:<br />

Preservación <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo correspondiente;<br />

o, el cierre <strong>de</strong> los espacios oriundos <strong>de</strong> las agenesias;<br />

o aun, la preservación <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo, con el objetivo <strong>de</strong> mantener el espacio para<br />

un tratamiento rehabilitador protético posterior.<br />

Para la preservación <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo <strong>de</strong>be ser llevado en consi<strong>de</strong>ración<br />

(Figuras 4.56; 4.57; 4.58):<br />

La condición <strong>de</strong> la raíz <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo (Figura 4.56);<br />

El estado general <strong>de</strong>l diente en cuestión (Figura 4.57; 4.58);<br />

La edad <strong>de</strong>l paciente;<br />

Figura 4.54 – Vista lateral intrabucal <strong>de</strong><br />

paciente con agenesia <strong>de</strong> incisivo lateral<br />

superior izquierdo.<br />

Evaluación <strong>de</strong> la participación <strong>de</strong>l diente con las arcadas en oclusión.<br />

Figura 4.56 – Radiografía panorámica,<br />

evi<strong>de</strong>nciando la buena formación <strong>de</strong> las<br />

raíces <strong>de</strong> los caninos <strong>de</strong>cíduos a ser<br />

preservados.<br />

233


condiciones:<br />

La <strong>de</strong>cisión para mantener los dientes <strong>de</strong>cíduos, ocurrirá por las siguientes<br />

Presentan un estado general clínico óptimo,<br />

Pue<strong>de</strong>n participar normalmente <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> masticación,<br />

Debiendo no obstante ser sometidos a fuerzas ortodóncicas.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, también serán mantenidos porque ya se encuentran en una fase<br />

en que el paciente presenta la erupción <strong>de</strong> los segundos molares permanentes<br />

prácticamente <strong>de</strong>finida, cuando los dientes <strong>de</strong>cíduos citados están muy lejos <strong>de</strong> su época <strong>de</strong><br />

escoriación.<br />

Este factor se constituye en un punto altamente positivo en favor <strong>de</strong> la<br />

manutención <strong>de</strong> este diente, pues no existe más el peligro <strong>de</strong> sufrir los mismos un proceso<br />

<strong>de</strong> rizólisis, <strong>de</strong> otro parte, caso esté aconteciendo no <strong>de</strong>berían ser mantenidos en posición<br />

bajo ninguna hipótesis.<br />

Figura 4.57 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

pudiendo ser observado el canino<br />

permanente ya ocupando la posición <strong>de</strong>l<br />

incisivo lateral superior, con el canino<br />

<strong>de</strong>cíduo en posición.<br />

Figura 4.58 – Vista lateral izquierda,<br />

siendo observada, una buena<br />

intercuspidación <strong>de</strong>l segmento posterior,<br />

razón por la cual también se optó por la<br />

preservación <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo 63.<br />

Un último factor a ser consi<strong>de</strong>rado sería su participación en la oclusión<br />

dinámica, especialmente en los movimientos masticatorios plenos, pues si esto no está<br />

sucediendo, con el diente en cuestión con aspecto <strong>de</strong> “diente submerso”, el ortodoncista<br />

<strong>de</strong>berá trabajar en el sentido <strong>de</strong> recuperar la altura <strong>de</strong> estos dientes.<br />

234


Esta maniobra que normalmente ocurre por el acrecimiento <strong>de</strong> resina, <strong>de</strong>berá ser<br />

criteriosa, en el sentido <strong>de</strong> no promover contactos oclusales prematuros, cuando los mismos<br />

participen <strong>de</strong>l esfuerzo masticatorio, porque podrá comprometer tal iniciativa provocando<br />

una rizólisis tardía, que en este caso sería altamente in<strong>de</strong>seable.<br />

través:<br />

Una segunda hipótesis <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> las agenesias sería el cierre <strong>de</strong> espacios.<br />

Este abordaje podrá ser realizado en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición permanente completa, a<br />

En el abordaje más precoz, en la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta, serán criados<br />

corredores <strong>de</strong> erupción para los dientes permanentes presentes, aunque los mismos ocupen<br />

posiciones intraóseas.<br />

De la mecanoterapia con Ortodoncia fija,<br />

o em la fase <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntición mixta.<br />

Con este intuito, la cronología <strong>de</strong> erupción <strong>de</strong> los dientes permanentes será<br />

alterada, con el objetivo <strong>de</strong> promover el cierre <strong>de</strong> los espacios remanecientes <strong>de</strong> las<br />

agenesias, con los propios dientes permanentes restantes <strong>de</strong>l paciente.<br />

Para esto será necesario realizar una radiografía panorámica (Figura 4.59), para<br />

la evaluación más criteriosa <strong>de</strong> las condiciones <strong>de</strong> todos los dientes permanentes.<br />

También será evaluado, el grado <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> raíces para los dientes aun en<br />

proceso <strong>de</strong> erupción, pues en nuestra teoría, el objetivo será favorecer una erupción <strong>de</strong><br />

ten<strong>de</strong>ncia mesializante para todos los dientes buscando la perdida <strong>de</strong> anclaje posterior.<br />

Así en los casos <strong>de</strong> agenesia en las posiciones <strong>de</strong> los incisivos laterales,<br />

indicaremos las exodoncias <strong>de</strong> incisivos laterales <strong>de</strong>cíduos, con el intuito <strong>de</strong> favorecer el<br />

encaminamiento <strong>de</strong>l canino para esta posición.<br />

Figura 4.59 – Radiografía panorámica<br />

235<br />

<strong>de</strong> paciente evi<strong>de</strong>nciando la agenesia <strong>de</strong><br />

todos los incisivos laterales permanentes.


236<br />

Contrariando Nolla, permitiríamos la exodoncia <strong>de</strong> dientes <strong>de</strong>cíduos con sus<br />

correspondientes permanentes aun con mitad <strong>de</strong> la raíz formada, pues <strong>de</strong> esta forma<br />

tendríamos perdida <strong>de</strong> anclaje por mesialización <strong>de</strong> los dientes permanentes remanecientes.<br />

Como estamos trabajando con un paciente que posee espacio a ser perdido<br />

(Figura 4.60), y necesitando <strong>de</strong> tal perdida para concluir la fase <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong>ntarias, con<br />

los dientes erupcionando en sentido mesial, la indicación <strong>de</strong> exodoncia <strong>de</strong>berá ocurrir,<br />

aunque los dientes permanentes tengan mitad <strong>de</strong> la raíz formada.<br />

Nuestra intención será concluir la fase <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong>ntarios, en la <strong>de</strong>ntición<br />

mixta, <strong>de</strong> modo que nos permitan el mínimo <strong>de</strong> diastemas presentes entre los mismos, caso<br />

ocurra, será <strong>de</strong> menor magnitud, con el posterior cierre ocurriendo <strong>de</strong> forma más simple<br />

con la Ortodoncia fija (Figura 4.61; 4.62; 4.63).<br />

Figura 4.61 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

ausencia congénita <strong>de</strong> los incisivos laterales, en la<br />

fase <strong>de</strong> Ortodoncia fija, observando los caninos en<br />

las posiciones <strong>de</strong> los incisivos laterales.<br />

Figura 4.62 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> paciente con<br />

ausencia congénita <strong>de</strong> los incisivos laterales, don<strong>de</strong><br />

constatamos el formato poco estético <strong>de</strong> los caninos<br />

en las posiciones <strong>de</strong> los incisivos laterales.<br />

Figura 4.60 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

ausencia congénita <strong>de</strong> los incisivos laterales,<br />

notándose en este caso la presencia <strong>de</strong> un<br />

incisivo inferior <strong>de</strong>cíduo (radiograficamente<br />

ya con rizólisis constatada) entre los incisivos<br />

centrales permanentes en erupción.<br />

Figura 4.63 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong> paciente con<br />

ausencia congénita <strong>de</strong> los incisivos laterales, con la<br />

condición bilateral <strong>de</strong>l problema relatado anteriormente.


Después <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> los diastemas existentes, <strong>de</strong>bido a las agenesias <strong>de</strong> los incisivos<br />

laterales, con el posterior movimiento <strong>de</strong> los caninos para este local, será observada una<br />

situación clínica que estéticamente pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>sfavorable, causado por el formato <strong>de</strong><br />

cúspi<strong>de</strong> <strong>de</strong> los caninos (Figuras 4.62; 4.63).<br />

Será necesaria <strong>de</strong> esta forma, la reconstitución estética <strong>de</strong> los caninos<br />

transformándolos en incisivos laterales (Figura 4.64) y posteriormente, los primeros<br />

premolares, también <strong>de</strong>berán sufrir una remo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong> tal forma que se obtenga, un<br />

aspecto más próximo <strong>de</strong>l que sería a los <strong>de</strong> las coronas <strong>de</strong> los caninos permanentes<br />

(Figuras 4.65; 4.66; 4.67).<br />

Sin embargo, un cuidado <strong>de</strong>be ser seguido, ya que a pesar <strong>de</strong> los primeros<br />

premolares ocupar una nueva posición, que sería la <strong>de</strong> los caninos, los mismos no están<br />

preparados para funcionar y participar <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> lateralidad, <strong>de</strong> la misma<br />

forma que los caninos la <strong>de</strong>sarrollaban.<br />

No seguir este cuidado, ciertamente acarreará serios problemas funcionales, con<br />

<strong>de</strong>sagradables consecuencias para el periodonto <strong>de</strong> los premolares.<br />

Figura 4.65 – Vista frontal <strong>de</strong>l mismo paciente,<br />

durante la finalización <strong>de</strong>l tratamiento<br />

Ortodóncico, con la finalidad <strong>de</strong> se buscar una<br />

mejora en la estética <strong>de</strong> los dientes superiores.<br />

237<br />

Figura 4.64 – Vista frontal <strong>de</strong>l mismo paciente,<br />

en la fase en que se aplicaba el tratamiento<br />

ortodóncico, con los caninos superiores e<br />

inferiores transformados estéticamente en<br />

incisivos laterales.<br />

Figura 4.66 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos<br />

observar la reconstitución estética conseguida.


Figura 4.67 – Vista lateral izquierda, don<strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>mos constatar que en el canino inferior, fue<br />

adaptado un bracket <strong>de</strong> incisivo lateral (flecha<br />

azul). En el primer premolar fue puesto un<br />

bracket <strong>de</strong> canino (flecha roja).<br />

Ya en los casos <strong>de</strong> agenesias <strong>de</strong> los premolares, bien sean superiores, o bien sean<br />

inferiores, también procuraremos trabajar <strong>de</strong> forma semejante al realizado en la región <strong>de</strong><br />

los incisivos laterales. De tal forma que, al constatar radiograficamente que los dientes<br />

adyacentes están con mitad <strong>de</strong> la raíz formada, iniciaremos la indicación <strong>de</strong> las exodoncias<br />

con el fin <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r el perímetro <strong>de</strong> arco, facilitando el posterior cierre <strong>de</strong> espacios.<br />

Esto contraría nuevamente a Nolla, para quien los dientes permanentes <strong>de</strong>berían<br />

erupcionar cuando estuviesen con dos tercios <strong>de</strong> la raíz formada, pues en esta condición no<br />

habría necesidad <strong>de</strong> manutención <strong>de</strong> espacio para el mismo, pues los dientes permanentes<br />

en cuestión ya estarían ocupando posición próxima a la región cervical <strong>de</strong> los dientes<br />

adyacentes, siendo dificultada la perdida <strong>de</strong> anclaje por este motivo.<br />

El cierre <strong>de</strong> espacios con los recursos <strong>de</strong> la Ortodoncia fija, podrá o no, ser<br />

dificultada, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> espacios remanecientes.<br />

Obviamente este hecho estará directamente relacionado a la cantidad <strong>de</strong> dientes<br />

ausentes congénitamente y, a la posibilidad <strong>de</strong> que algún abordaje haya sido realizado<br />

anteriormente para facilitar el cierre <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong> forma natural (Figuras 4.68; 4.69; 4.70).<br />

Figura 4.69 – Vista oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo inferior <strong>de</strong><br />

paciente con agenesia <strong>de</strong> los segundos premolares.<br />

238<br />

Figura 4.68 – Vista oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> paciente con<br />

agenesia <strong>de</strong> los segundos premolares, habiendo sido<br />

intentado en la fase anterior, la manutención <strong>de</strong><br />

espacio para prótesis, resultando en gran<strong>de</strong> fracaso.


Figura 4.70 – Radiografía panorámica <strong>de</strong><br />

paciente en el momento en que iniciamos<br />

el tratamiento ortodóncico.<br />

En busca <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico para los casos <strong>de</strong> agenesias graves, es<br />

siempre relevante utilizar los arcos rectangulares para realizar el cierre <strong>de</strong> estos espacios,<br />

sin actuar, por ejemplo, con un elástico corriente por toda la arcada, lo que podría tener<br />

como consecuencia una atresia acentuada y también una inclinación lingual <strong>de</strong> los<br />

incisivos que, sería altamente in<strong>de</strong>seable.<br />

Así el cierre se conseguirá <strong>de</strong> forma segmentada, con el objetivo <strong>de</strong> hacer con que<br />

ocurra un movimiento en sentido mesial <strong>de</strong> todos los dientes.<br />

Siempre <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> los diastemas, conjugar los locales trabajados con<br />

amarres metálicos, <strong>de</strong> forma a mantener los segmentos unidos (Figuras 4.71).<br />

El procedimiento <strong>de</strong> cierre <strong>de</strong> diastemas será conducido con alambres <strong>de</strong> sección<br />

rectangular, <strong>de</strong> calibre .016” x .022”, o el .017” x .025”, con el intuito <strong>de</strong> controlar el<br />

torque en el momento <strong>de</strong>l movimiento ortodóncico (Figuras 4.72; 473; 4.74).<br />

Figura 4.73 – Vista oclusal <strong>de</strong> paciente con agenesia <strong>de</strong><br />

los premolares superiores, tratados ortodoncicamente<br />

para cerrar espacios.<br />

Figura 4.71 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

agenesia <strong>de</strong> los premolares superiores e<br />

inferiores, don<strong>de</strong> los segmentos trabajados se<br />

presentan con amarres conjugados metálicos.<br />

239<br />

Figura 4.72 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente tratado por<br />

agenesia <strong>de</strong> los premolares, dos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

terminado el tratamiento ortodóncico.


Esta filosofía <strong>de</strong> trabajo nos facilita un abordaje futuro, el tratamiento <strong>de</strong> estas<br />

cuestiones con ortodoncia fija, pues procuramos orientar el cierre <strong>de</strong> los espacios<br />

advenidos <strong>de</strong> las agenesias, a través <strong>de</strong> la anticipación <strong>de</strong> las exodoncias <strong>de</strong> los dientes<br />

<strong>de</strong>cíduos.<br />

Los correspondientes permanentes, aun con mitad <strong>de</strong> la corona formada,<br />

tendrán su trayecto <strong>de</strong> erupción alterado por la perdida <strong>de</strong> anclaje que ocurrirá<br />

principalmente, por la mesialización <strong>de</strong> los molares, haciendo con que los premolares y los<br />

caninos sean dislocados en sentido mesial.<br />

Figura 4.74 – Vista oclusal <strong>de</strong> paciente con<br />

agenesia <strong>de</strong> los premolares inferiores tratados con<br />

movimiento ortodóncico para cerrar espacios.<br />

Esta forma <strong>de</strong> trabajo también será primordial, especialmente en los casos <strong>de</strong><br />

agenesias más graves cuando tendremos el envolvimiento <strong>de</strong> los incisivos laterales, los<br />

premolares, principalmente porque en estos casos, los dientes remanecientes normalmente<br />

presentarán sus coronas clínicas disminuidas (Figuras 4.75; 4.76; 4.77; 4.78; 4.79).<br />

Figura 4.75 – Radiografía panorámica <strong>de</strong> paciente con agenesia grave, don<strong>de</strong> se<br />

observa la ausencia <strong>de</strong> los incisivos laterales superiores y segundos premolares <strong>de</strong>l<br />

lado izquierdo <strong>de</strong> ambas arcadas.<br />

240


Figura 4.77 – RX periapical <strong>de</strong> acompañamiento,<br />

con el diente <strong>de</strong>cíduo removido, siendo observada<br />

discreta alteración en el corredor <strong>de</strong> la erupción <strong>de</strong>l<br />

diente correspondiente.<br />

Figura 4.76 – RX periapical <strong>de</strong> acompañamiento,<br />

evaluando la erupción <strong>de</strong> los restantes dientes<br />

permanentes, en este caso <strong>de</strong> un segundo premolar<br />

inferior <strong>de</strong>recho, con atraso en su <strong>de</strong>sarrollo y en<br />

erupción ectópica.<br />

Figura 4.78 – RX periapical <strong>de</strong> acompañamiento,<br />

com. el diente permanente ya con la dirección <strong>de</strong> la<br />

241<br />

erupción completamente alterada, aunque atrasado<br />

en su <strong>de</strong>sarrollo radicular.<br />

Figura 4.79 – RX panorámico al inicio <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, don<strong>de</strong> se observa<br />

una mejora en la condición general <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> espacios, realizado naturalmente por<br />

la perdida <strong>de</strong> anclaje permitida y monitoreada a lo largo <strong>de</strong> los años.


Así procuraremos tratar las agenesias, inclusive las más graves, utilizando el<br />

movimiento mesializante <strong>de</strong> los propios dientes remanecientes <strong>de</strong>l paciente, y a costa <strong>de</strong><br />

estos procedimientos, los diastemas serán cerrados posteriormente a través <strong>de</strong> una<br />

alternativa <strong>de</strong> tratamiento ortodóncico correctivo (Figuras 4.80; 4.81; 4.92; 4.83; 4.84; 4.85).<br />

Figura 4.81 – Vista frontal <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

realizado, en la fase <strong>de</strong> recontorno estético <strong>de</strong> los dientes<br />

presentes.<br />

Figura 4.83 – Visão lateral direita do tratamento<br />

ortodôntico realizado, na fase <strong>de</strong> recontorno estético<br />

<strong>de</strong> canino e pré-molares superiores.<br />

Figura 4.85 – Vista oclusal inferior <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico realizado en la arcada inferior, con el cierre<br />

<strong>de</strong>l diastema resultante <strong>de</strong> la agenesia <strong>de</strong>l diente 34.<br />

Figura 4.80 – Vista frontal <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico realizado, en la fase <strong>de</strong> cierre <strong>de</strong><br />

los diastemas.<br />

Figura 4.82 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico realizado, en la fase <strong>de</strong> recontorno<br />

estético <strong>de</strong>l canino y <strong>de</strong>l premolar superior.<br />

Figura 4.84 – Vista oclusal superior <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico realizado, en la fase <strong>de</strong> recontorno<br />

estético <strong>de</strong>l canino y los premolares superiores.<br />

242


Actuamos <strong>de</strong> esta forma porque al escoger la preservación <strong>de</strong>l espacio, ciertamente<br />

estaremos <strong>de</strong>cidiendo por nuestros pacientes, imponiéndoles una terapia que exigirá<br />

sobremanera <strong>de</strong> la estética, empobreciendo fuertemente el pronóstico a medio plazo,<br />

<strong>de</strong>finiendo para los pacientes generalmente muy jóvenes, una propuesta <strong>de</strong> trabajo que<br />

acabará por llevarlos para una prótesis provisoria por algunos años.<br />

Sin duda, este procedimiento influirá muy negativamente en el perfil,<br />

comprometiendo la cooperación <strong>de</strong>l paciente en relación al entendimiento <strong>de</strong> los objetivos<br />

<strong>de</strong> este tratamiento ortodóncico.<br />

Aun más, presentando una alternativa en tiempo razonable, ciertamente estaremos<br />

dificultando el proceso <strong>de</strong> tratamiento en algún grado, perjudicando el resultado final.<br />

Trabajaremos muchas veces en condiciones con mayores posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> recidiva,<br />

exactamente por esto, se hace imperativa la adopción <strong>de</strong> alternativas <strong>de</strong> contención que<br />

obligatoriamente <strong>de</strong>berán ser permanentes.<br />

Finalmente, vale <strong>de</strong>stacar que en nuestra filosofía <strong>de</strong> tratamiento se restringe<br />

básicamente a:<br />

La preservación <strong>de</strong>l diente <strong>de</strong>cíduo en posición, respetadas las condiciones <strong>de</strong> este<br />

intento,<br />

El movimiento <strong>de</strong> los dientes remanecientes en sentido mesial, con el fin <strong>de</strong><br />

obtener el cierre <strong>de</strong> los espacios <strong>de</strong>jados por las agenesias, bien sea en la fase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntición mixta, con las exodoncias indicadas antes <strong>de</strong>l tiempo normal en que<br />

serían hechas, bien sea, por el movimiento ortodóncico propiamente dicho, en<br />

que será necesario, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> los trabajos <strong>de</strong> naturaleza estética, en la<br />

transformación <strong>de</strong> caninos en incisivos laterales, o <strong>de</strong> premolares en caninos.<br />

De esta forma a los caninos localizados en la región <strong>de</strong> los incisivos, cuidado para<br />

que ellos participen:<br />

De los movimientos protrusivos,<br />

De los que participen <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> lateralidad,<br />

O aun, que no realicen contactos prematuros <strong>de</strong> céntrica, porque en este caso<br />

estaríamos colocando un canino contra un incisivo inferior, lo que sería<br />

altamente lastimable sobre el aspecto <strong>de</strong> la oclusión funcional.<br />

243


El mismo pensamiento <strong>de</strong>berá nortear la posición <strong>de</strong> los premolares cuando<br />

usurpan la posición <strong>de</strong> los caninos, pues allí <strong>de</strong>berán funcionar como guía canina en el<br />

movimiento <strong>de</strong> lateralidad, al final poseen un volumen radicular que sustenta esta<br />

condición, lo que será altamente dañino para este elemento <strong>de</strong>ntario.<br />

El Tratamiento Ortodóncico <strong>de</strong>l Paciente Adulto<br />

Cuando se piensa en el tratamiento ortodóncico en adultos, normalmente se imagina<br />

una mayor dificultad, inclusive porque culturalmente aun no se tienen noticias <strong>de</strong> este tipo<br />

<strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong> forma rutinera, ni mucho menos <strong>de</strong> forma participativa en un proceso<br />

multidisciplinar, con la finalidad <strong>de</strong> conseguir a través <strong>de</strong> los movimientos ortodóncicos,<br />

condiciones mejores para el trabajo <strong>de</strong> otras especialida<strong>de</strong>s odontológicas.<br />

Aun así las mayores preocupaciones concernientes a los pacientes adultos se<br />

restringen a dos aspectos:<br />

El primero <strong>de</strong> ellos, la condición <strong>de</strong> los pilares <strong>de</strong> sustentación <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico, porque en los pacientes adultos normalmente estaremos frente a una<br />

serie <strong>de</strong> problemas locales, como:<br />

1. La ausencia <strong>de</strong> elementos <strong>de</strong>ntarios, sea por exodoncias realizadas a lo largo <strong>de</strong>l<br />

Tiempo, por caries o problemas periodontales,<br />

2. Y aun, la condición periodontal <strong>de</strong> los elementos restantes, pues si hay una<br />

satisfactoria condición <strong>de</strong>l periodonto, muy difícilmente tendremos condiciones<br />

<strong>de</strong> realizar gran<strong>de</strong>s movimientos ortodóncicas.<br />

Otro hecho que merece nuestra atención, se refiere a la condición en que<br />

pacientes adultos, tendrán que ser tratados con movimientos <strong>de</strong>ntarios, para<br />

corregir sus <strong>de</strong>terminadas maloclusiones, creadas a partir <strong>de</strong> discrepancias en los<br />

procesos <strong>de</strong> crecimiento <strong>de</strong> las bases apicales, muchas veces con gran <strong>de</strong>sarmonia,<br />

exhibiendo mal relacionamiento entre ellas. Y a costa <strong>de</strong> las exodoncias y <strong>de</strong> los<br />

244


245<br />

Movimientos <strong>de</strong>ntarias <strong>de</strong>currentes, crearemos condiciones para que en términos<br />

funcionáis, el paciente pueda presentar una oclusión estable, lo más próximo posible<br />

<strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al.<br />

Por tanto, a través <strong>de</strong> las compensaciones <strong>de</strong>ntarias, estaremos tratando<br />

<strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s esquelétales, utilizando el recurso <strong>de</strong> las exodoncias, para que el paciente<br />

pueda tener al menos una fisiología <strong>de</strong>l sistema estomatognático próxima <strong>de</strong> lo normal, con<br />

el conjunto <strong>de</strong> la articulación temporo - mandibular sin ser <strong>de</strong>masiado sacrificada.<br />

O sea, muchas veces tendremos que abdicar <strong>de</strong> aquello que sería i<strong>de</strong>al, en<br />

términos <strong>de</strong> función, para aproximarnos <strong>de</strong> lo posible, dadas las circunstancias en que se<br />

presenten las <strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s a ser tratadas. Con la Ortodoncia, en este caso, presentando<br />

dos formas distintas <strong>de</strong> trabajo:<br />

La primera, don<strong>de</strong> el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> oclusión funcional sería buscado incesantemente,<br />

Y la segunda, don<strong>de</strong> tendríamos una Ortodoncia no convencional, funcionando<br />

mucho más como Ortodoncia participante <strong>de</strong> un contexto multidisciplinar, en que<br />

nuestro trabajo, en estos casos, contribuiría <strong>de</strong> forma rápida. El objetivo será<br />

posicionar mejor los elementos <strong>de</strong>ntarios, para que posteriormente la planeación<br />

rehabilitadora protética presente mejores condiciones <strong>de</strong> ejecución.<br />

El Tratamiento Ortodóncico no convencional<br />

En este tipo <strong>de</strong> abordaje, nuestro objetivo será realizar un tratamiento que pueda<br />

en un tiempo, el más corto posible, dar condiciones para la mejor ejecución <strong>de</strong> otros<br />

procedimientos odontológicos, principalmente aquellos rehabilitadores para alcanzar una<br />

mejor estética.<br />

Sin el prejuicio <strong>de</strong> los conocimientos y <strong>de</strong> las informaciones fundamentales al<br />

entendimiento y a la evolución <strong>de</strong> la práctica ortodóncica, en estos pacientes, normalmente<br />

estaremos trabajando situaciones clínicas don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sea tratar pacientes que necesitan,<br />

por ejemplo:


De una extrusión ortodóncica forzada con el objetivo <strong>de</strong> exponer áreas careadas,<br />

trepanadas, o aun, fracturas <strong>de</strong> raíces;<br />

O, para una Ortodoncia preprotética don<strong>de</strong> se verticalicen <strong>de</strong>terminados grupos<br />

<strong>de</strong>ntarios, propiciando un mejor diseño <strong>de</strong>l aparato rehabilitador que esté planeado;<br />

O aun, para el cierre <strong>de</strong> los diastemas.<br />

Utilizaremos las extrusiones ortodóncicas forzadas, con la finalidad <strong>de</strong> aprovechar el<br />

potencial <strong>de</strong> la extrusión existente, manteniendo el nivel óseo alveolar mínimo necesario a<br />

una buena implantación <strong>de</strong>ntó alveolar, como auxilio en el tratamiento periodontal.<br />

Este recurso será aprovechado en los casos don<strong>de</strong>:<br />

al proce<strong>de</strong>r a la restauración <strong>de</strong> algún diente, la margen gingival <strong>de</strong>l preparo, se<br />

localiza subgingivalmente con algunos cuidados necesarios.<br />

Para que podamos <strong>de</strong>scribir mejor nuestra técnica, el protocolo <strong>de</strong> trabajo será el<br />

siguiente:<br />

Figura 4.86 – Incisivo central superior <strong>de</strong>recho en<br />

Constatado un trazo <strong>de</strong> fractura, caries o trepanación, en el tercio cervical <strong>de</strong> un<br />

elemento <strong>de</strong>ntario (Figura 4.86), podremos realizar el movimiento ortodóncico <strong>de</strong><br />

dientes preferencialmente <strong>de</strong>svitalizados, en el sentido <strong>de</strong> exponer la porción lesada.<br />

La finalidad será la rehabilitación posterior en la que el preparo, en no tenga<br />

terminación subgingival, y / o mucho menos que sea necesaria una osteotomía <strong>de</strong> la<br />

región, pues estos procedimientos son altamente invasivos, y estéticamente<br />

<strong>de</strong>bilitadores, muchas veces creando condiciones insatisfactorias para el periodonto<br />

a largo plazo.<br />

proceso <strong>de</strong> extrusión.<br />

Luego, diagnosticado el problema, iniciaremos el proceso <strong>de</strong> adhesión que obe<strong>de</strong>cerá<br />

a los protocolos convencionales <strong>de</strong> manoseo <strong>de</strong> las resinas, no obstante, la posición<br />

<strong>de</strong> los brackets será realizado <strong>de</strong> tal forma, que en primer lugar tengamos dos dientes<br />

<strong>de</strong> cada lado <strong>de</strong>l diente a ser extraído, incluidos en las adhesiones. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, a<br />

partir <strong>de</strong>l momento que <strong>de</strong>terminamos cuales dientes participarán <strong>de</strong>l proceso,<br />

246


247<br />

pondremos los brackets en todos con excepción <strong>de</strong> aquel en que se preten<strong>de</strong> la<br />

extrusión.<br />

Puestos los brackets, con un alambre <strong>de</strong> calibre .016” x .022”, <strong>de</strong>terminaremos la<br />

altura <strong>de</strong> adhesión (el “X”), <strong>de</strong> tal forma que todos los brackets estén alineados,<br />

durante la adhesión realizada con este alambre guía (en azul en la Figura 4.87),<br />

Pues los mismos <strong>de</strong>berán presentar posiciones idénticas, al final no <strong>de</strong>seamos<br />

Alterar <strong>de</strong>masiado las posiciones individuales <strong>de</strong> cada elemento <strong>de</strong>ntario.<br />

Enseguida, será adherido el bracket <strong>de</strong>l diente a ser extruído, cuidando para que en<br />

este elemento <strong>de</strong>ntario, el accesorio esté puesto lo más cervical posible (Figura 4.87).<br />

Realizadas las adherencias, iniciamos el nivelamiento con un alambre .016” <strong>de</strong><br />

nitinol, pasando por los slots <strong>de</strong> todos los brackets adheridos, observando el paciente<br />

en consultas semanales para los ajustes obligatorios y necesarios, <strong>de</strong>bido a la<br />

extrusión forzada que será evi<strong>de</strong>nte, ocurriendo en un corto espacio <strong>de</strong> tiempo (Figuras<br />

4.88; 4.89).<br />

Figura 4.88 – Extrusión verificada <strong>de</strong>l elemento<br />

<strong>de</strong>ntario 11, siendo necesario, en este momento, un<br />

ajuste <strong>de</strong> la parte incisal <strong>de</strong>l mismo.<br />

La secuencia <strong>de</strong>l nivelamiento será la misma <strong>de</strong> nuestra técnica, terminando el<br />

tratamiento al poner el alambre 0,16” x 0,22”.<br />

Figura 4.87 - Vista frontal anterior<br />

intrabucal, don<strong>de</strong> se preten<strong>de</strong> la extrusión<br />

<strong>de</strong>l diente 11, que está con el bracket<br />

colado más gingivalmente.<br />

Figura 4.89 – Extrusión <strong>de</strong>l diente 11 en evolución,<br />

con el aumento <strong>de</strong> la misma, al compararla con la<br />

foto anterior.


248<br />

Las consultas serán semanales para los ajustes oclusales necesarios, siendo que<br />

estos procedimientos <strong>de</strong> extrusión <strong>de</strong>berán servir para los casos en que tengamos que<br />

hacer un movimiento vertical máximo <strong>de</strong> tres milímetros (Figura 4.90).<br />

Finalmente, será necesaria una gingivoplastia, con el objetivo <strong>de</strong> remover el exceso <strong>de</strong><br />

tejido.<br />

Figura 4.91 – Gingivoplastia realizada <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

la extrusión ortodóncica concluída.<br />

Figura 4.90 – Extrusión concluida, don<strong>de</strong><br />

observamos la raíz completa, expuesta <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> concluir el proceso.<br />

ERUPCIÓN FORZADA DE DIENTE CON VITALIDAD<br />

El procedimiento <strong>de</strong> extrusión dirigida, o erupción forzada, también pue<strong>de</strong>, en<br />

<strong>de</strong>terminadas condiciones, ser ejecutado en dientes con vitalidad pulpar, aunque, en estos<br />

casos tendremos cuidado porque los ajustes no podrán ser realizados en los dientes<br />

permanentes que por ventura presenten vitalidad positiva (Figuras 4.92 hasta 4.103).<br />

Figura 4.92 – Vista frontal intrabucal <strong>de</strong> paciente<br />

años antes <strong>de</strong> sufrir un acci<strong>de</strong>nte.<br />

Figura 4.93 – El mismo paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un<br />

acci<strong>de</strong>nte, don<strong>de</strong> hubo intrusión <strong>de</strong>l incisivo lateral<br />

superior izquierdo.


Figura 4.96 – Foto lateral izquierda don<strong>de</strong> es<br />

evi<strong>de</strong>nte la extrusión ortodóncica <strong>de</strong>l diente 12.<br />

Figura 4.98– Conclusión <strong>de</strong> la extrusión <strong>de</strong>l<br />

diente 12 con un “<strong>de</strong>fecto” gingival, <strong>de</strong>bido a<br />

la falta <strong>de</strong> hueso alveolar en la región<br />

proximal.<br />

Figura 4.94 – Vista lateral don<strong>de</strong> es evi<strong>de</strong>nte el<br />

grado <strong>de</strong> intrusión <strong>de</strong>l diente 12, <strong>de</strong>bido al<br />

acci<strong>de</strong>nte.<br />

Figura 4.95 – Vista oclusal mostrando la posición<br />

en que quedo el diente 12, en la dirección vestíbulo -<br />

lingual.<br />

Figura 4.97 – Foto lateral izquierda con la<br />

secuencia <strong>de</strong> la extrusión <strong>de</strong>l diente 12.<br />

Figura 4.99 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la extrusión ortodóncica.<br />

249


Figura 4.100 – Vista lateral izquierda,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la extrusión ortodóncica.<br />

Figura 4.101 – Radiografía periapical <strong>de</strong> la región <strong>de</strong><br />

los dientes 12-13, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la extrusión<br />

ortodóncica, don<strong>de</strong> fue necesario el tratamiento<br />

endodóncico <strong>de</strong>l diente 12.<br />

Figura 4.102 – Radiografía periapical <strong>de</strong> la región<br />

<strong>de</strong> los dientes 11-21, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la extrusión<br />

ortodóncica, don<strong>de</strong> fueron necesarios los<br />

tratamientos endodóncicos <strong>de</strong> los dientes 11 y 21.<br />

Figura 4.103– Radiografía periapical <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> los<br />

dientes 22-23, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la extrusión ortodóncica,<br />

pudiendo ser observado que justamente el diente traccionado<br />

no necesitó <strong>de</strong> tratamiento endodóncico.<br />

Normalmente son movimientos verticales, realizados en torno <strong>de</strong> 2 a 3 meses, siendo<br />

necesario un tiempo semejante como contención <strong>de</strong>l tratamiento activo, con una<br />

constante monitoración por medio <strong>de</strong> la radiografía periapical, y en contacto frecuente<br />

250


251<br />

con el clínico, para que pueda ser <strong>de</strong>finido el exacto momento para el fin <strong>de</strong>l<br />

tratamiento.<br />

Después <strong>de</strong> finalizar el movimiento, será realizada una cirugía gingival para restaurar<br />

la anatomía <strong>de</strong> la misma que, ciertamente estará presentando hiperplasia al fin <strong>de</strong>l<br />

período <strong>de</strong> extrusión.<br />

Ortodoncia PreProtética<br />

Con relación al paciente adulto, otra posibilidad <strong>de</strong> intervención en Ortodoncia, refierese a<br />

los esfuerzos para una mejor condición <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>ntaria relativa al hueso alveolar,<br />

visando las futuras rehabilitaciones protéticas más extensas.<br />

En estos casos, la Ortodoncia podrá ser utilizada como auxilio <strong>de</strong> estas<br />

intenciones, con la finalidad <strong>de</strong> colocar perpendicularmente los pilares <strong>de</strong>ntarios <strong>de</strong> las<br />

futuras prótesis, en relación al hueso alveolar.<br />

Las ventajas <strong>de</strong> estos procedimientos son innumerables, pues las prótesis podrán<br />

proveer fuerzas más axiales sobre los dientes que las sustentan trayendo beneficios para<br />

una oclusión dinámica más eficaz, don<strong>de</strong> los esfuerzos masticatorios exigidos serán más<br />

fisiológicos para dientes y periodonto.<br />

De esta forma el periodonto <strong>de</strong> sustentación será menos exigido, facilitando<br />

inclusive, la disipación <strong>de</strong> las fuerzas masticatorias y <strong>de</strong> distribución <strong>de</strong>l bolo alimentar al<br />

interior <strong>de</strong> la cavidad bucal, creando condiciones más favorables, dificultando la<br />

instalación, o aun, la progresión <strong>de</strong> problemas periodontales, con especial atención para<br />

las gingivitis y periodontitis.<br />

Por esto cuando se preten<strong>de</strong> realizar un tratamiento ortodóncico <strong>de</strong> paciente adulto,<br />

será necesario establecer los objetivos <strong>de</strong>l mismo, <strong>de</strong>terminando en la planeación, la<br />

relación <strong>de</strong> las verticalizaciones <strong>de</strong>ntarias (Figura 4.104), siendo relevante <strong>de</strong>finir si existe<br />

espacio suficiente en la arcada para este intento


.<br />

4.104 – Foto intrabucal izquierda <strong>de</strong> paciente<br />

adulto, don<strong>de</strong> se observa la inclinación para<br />

mesial e para lingual <strong>de</strong> los molares (segundo y<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l espacio, cabe resaltar que muchas veces un lego espera que el<br />

ortodoncista realice movimientos <strong>de</strong> tal or<strong>de</strong>n que, al final <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico,<br />

todos los espacios remanecientes y oriundos muchas veces, <strong>de</strong> exodoncias realizadas<br />

muchos años antes, pue<strong>de</strong>n ser cerrados simplemente a costa <strong>de</strong> movimientos ortodóncicos.<br />

Este hecho muchas veces se torna contraproducente, pues un movimiento<br />

ortodóncico solamente ocurrirá si hubiere hueso alveolar en altura y en espesura<br />

suficiente.<br />

tercero molares inferiores).<br />

Por tanto antes <strong>de</strong> anticipar cualquier posibilidad a nuestros pacientes, <strong>de</strong>bemos<br />

evaluar, la condición <strong>de</strong>l hueso alveolar, a través <strong>de</strong> la radiografía panorámica (Figura<br />

4.105), y enseguida evaluar también las condiciones clínicas <strong>de</strong> la región don<strong>de</strong> se preten<strong>de</strong><br />

tratar (Figuras 4.106; 4.107), para que podamos establecer correctamente la posibilidad <strong>de</strong><br />

suceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados movimientos (Figuras 4.108; 4.109; 4.110).<br />

Figura 4.105 – RX panorámico <strong>de</strong>l mismo paciente, anteriormente presentado, don<strong>de</strong> se<br />

observa gran<strong>de</strong> perdida ósea a la altura <strong>de</strong> la región mesial <strong>de</strong> los molares (línea<br />

amarilla entrecortada) y aun, la presencia <strong>de</strong> un segundo premolar retenido en<br />

posición ectópica, línea puntillada blanca.<br />

252


Figura 4.107 – Foto lateral <strong>de</strong> la misma<br />

región, exhibiendo la condición clínica <strong>de</strong> la<br />

altura <strong>de</strong> la región mesial ósea, <strong>de</strong> los<br />

molares infeiores, y la inclinación <strong>de</strong>l<br />

segundo molar.<br />

Figura 4.109 – Vista lateral <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l muelle<br />

abierto, con la finalidad <strong>de</strong> verticalizarse un<br />

segundo molar inferior, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la remoción <strong>de</strong>l<br />

tercer molar.<br />

Figura 4.106 – Foto oclusal <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>lo<br />

inferior, don<strong>de</strong> se observa, la tenue<br />

espesura, en la región mesial <strong>de</strong>l primer<br />

molar, indicando la posibilidad <strong>de</strong><br />

existencia <strong>de</strong> un cortical óseo, pero no más<br />

hueso alveolar.<br />

Figura 4.108 – Vista lateral, don<strong>de</strong> se observa el inicio<br />

<strong>de</strong> la verticalización <strong>de</strong>l segundo molar inferior, por<br />

medio <strong>de</strong> un muelle abierto <strong>de</strong> nitinol, con alambre <strong>de</strong><br />

0,16” <strong>de</strong> nitinol, habiendo sido previamente realizada<br />

la exodoncia <strong>de</strong>l tercer molar <strong>de</strong> la región.<br />

Figura 4.110 – Final <strong>de</strong> la fase activa <strong>de</strong>l<br />

procedimiento <strong>de</strong> verticalización <strong>de</strong>l segundo molar<br />

inferior, siendo posible ver el espacio conseguido<br />

con el procedimiento <strong>de</strong> verticalización <strong>de</strong>l segundo<br />

molar inferior.<br />

253


254<br />

Los procedimientos realizados servirán para innumerables posibilida<strong>de</strong>s,<br />

siendo necesario para los ortodoncistas estar atentos y dispuestos, pues en variados casos<br />

estaremos trabajando <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> padrones poco convencionales en relación a los protocolos<br />

<strong>de</strong> tratamiento comúnmente utilizados en los procesos <strong>de</strong> Ortodoncia fija (Figuras 4.111;<br />

4.112; 4.113; 4.114; 4.115; 4.116; 4.117; 4.118; 4.119; 4.120).<br />

Figura 4.112 – RX panorámico, don<strong>de</strong> se<br />

observan los caninos con inclinación mesial.<br />

Figura 4.114 – Vista oclusal, don<strong>de</strong> se observa la<br />

adaptación <strong>de</strong> un cuadrihélix, con recorte <strong>de</strong> la<br />

parte anterior <strong>de</strong> la antigua prótesis <strong>de</strong>l paciente.<br />

Figura 4.116– Vista lateral izquierda, con el<br />

conjunto activado y cementado.<br />

Figura 4.111 – Vista frontal evi<strong>de</strong>nciando<br />

paciente con aparato removible superior.<br />

Figura 4.113 – Foto intrabucal en vista frontal<br />

exhibiendo la mordida cruzada bilateral, en la<br />

región <strong>de</strong> los premolares y estrechamiento <strong>de</strong> la<br />

región incisal superior, con ausencia <strong>de</strong> los<br />

incisivos superiores.<br />

Figura 4.115 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, con el<br />

conjunto (cuadrihélix adaptado a la parte anterior<br />

<strong>de</strong> la prótesis) activado y cementado.


Figura 4.118 – Vista frontal, ocho meses<br />

<strong>de</strong>spués, evi<strong>de</strong>nciando la abertura <strong>de</strong>l espacio en<br />

la región anterior.<br />

Finalmente otra condición muy común en pacientes adultos con tratamientos no<br />

convencionales, es respecto a la cuestión <strong>de</strong> los diastemas.<br />

Figura 4.117 – Vista oclusal, <strong>de</strong>l conjunto,<br />

don<strong>de</strong> se observa la adaptación <strong>de</strong>l cuadrihélix,<br />

Los mismos pue<strong>de</strong>n o no, estar asociados a otros problemas, principalmente:<br />

255<br />

con las helicoi<strong>de</strong>s anteriores inutilizadas, ante su<br />

inserción en la resina <strong>de</strong>l aparato.<br />

Figura 4.119 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el <strong>de</strong>scruzamiento posterior <strong>de</strong><br />

esta região.<br />

Figura 4.120 – Vista lateral izquierda,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el tratamiento <strong>de</strong> la cuestión <strong>de</strong><br />

forma bilateral.<br />

Frenos labiales <strong>de</strong> inserción en la región <strong>de</strong>l hueso alveolar,<br />

Problemas periodontales.


256<br />

Estas condiciones podrán llevar los pacientes adultos, en presencia <strong>de</strong><br />

exodoncias anteriormente realizadas, a exhibir un conjunto <strong>de</strong> diastemas, que perjudicarán<br />

la estética, hecho que lleva estos mismos pacientes a buscar tratamiento ortodóncico<br />

(Figuras 4.121; 4.122; 4.123; 4.124).<br />

Figura 4.121 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente adulto<br />

con diastema anterior y la presencia <strong>de</strong> freno<br />

labial superior.<br />

Figura 4.123 – Vista lateral izquierda,<br />

don<strong>de</strong> se observa la perdida <strong>de</strong> vários<br />

elementos <strong>de</strong>ntários.<br />

Figura 4.122 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

mostrando la presencia <strong>de</strong> diastemas<br />

generalizados <strong>de</strong>bido a problemas<br />

periodontales.<br />

Figura 4.124 – Vista lateral, constatando severa<br />

sobresaliencia en conjunto com los diastemas, como<br />

consecuencia <strong>de</strong> extenso problema periodontal.<br />

En estos casos nuevamente será importante la<br />

evaluación periodontal, antes <strong>de</strong> iniciar el tratamiento<br />

ortodóncico (Figuras 4.125; 4.126; 4.127; 4.128; 4.129;<br />

4.130; 4.131; 4.132; 4.133), con la finalidad <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>finir mejor las posibilida<strong>de</strong>s para el tratamiento <strong>de</strong><br />

este caso.<br />

Figura 4.125 – Inicio <strong>de</strong>l nivelamiento en el arco<br />

superior, con alambre .016” <strong>de</strong> nitinol.


Figura 4.127 – Cierre <strong>de</strong>l diastema superior, ya<br />

siendo conseguido con el alambre .016” x .022”.<br />

Tratandose <strong>de</strong> pacientes adultos y trabajando <strong>de</strong> forma no convencional, ni siempre<br />

ambas arcadas serán tratadas ortodoncicamente, pues el planeamiento estará direccionado<br />

para una acción multidisciplinar.<br />

Figura 4.126 – Inicio <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> diastema<br />

superior con el alambre .016” x .022”.<br />

Figura 4.128 – Cierre <strong>de</strong> diastema superior próximo <strong>de</strong><br />

su finalización con el alambre .016” x .022”.<br />

Figura 4.129 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> los<br />

diastemas superiores con el alambre .017” x .025”.<br />

Figura 4.130 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong>l cierre <strong>de</strong> los<br />

diastemas superiores con el alambre .017” x .025”.<br />

257


258<br />

Por tanto, ya alcanzado el objetivo <strong>de</strong>l tratamiento, con la posición <strong>de</strong> los<br />

dientes pilares para una futura rehabilitación protética, o con prótesis + implantes, el<br />

tratamiento ortodóncico será suspenso (Figura 4.131; 4.132; 4.133; 4.134).<br />

Figura 4.132 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> la finalización <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico,<br />

constatando el cierre <strong>de</strong> los diastemas.<br />

Figura 4.131 – Vista frontal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico concluido, cuando el<br />

paciente será encaminado para la finalización<br />

<strong>de</strong>l tratamiento odontológico rehabilitador.<br />

Figura 4.133 – Vista lateral izquierda,<br />

evi<strong>de</strong>nciando el resultado <strong>de</strong> la ocurrencia<br />

propuesta para el tratamiento ortodóncico <strong>de</strong><br />

forma bilateral.<br />

Figura 4.134 – Vista oclusal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

conclusión <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

preprotético.<br />

La contención <strong>de</strong>l tratamiento <strong>de</strong> los diastemas en los pacientes adultos, y cuando<br />

los mismos ocurran en la región <strong>de</strong> los incisivos centrales superiores y sean <strong>de</strong> gran<br />

magnitud, podrán tener una filosofía <strong>de</strong> contención fija. Este pensamiento se basa en el<br />

hecho <strong>de</strong> que el factor etiológico <strong>de</strong>terminante <strong>de</strong> esta cuestión podrá tener gran dificultad<br />

para ser resuelto (Figuras 4.135; 4.136; 4.137; 4.138; 4.139; 4.140).


Figura 4.137 – Vista frontal <strong>de</strong>l paciente<br />

postratamiento con diastema interincisal cerrado, con<br />

los caninos superiores, transformados estéticamente en<br />

incisivos laterales.<br />

Figura 4.138 – Vista lateral <strong>de</strong> paciente con agenesia<br />

<strong>de</strong> los incisivos laterales, don<strong>de</strong> se observa la posición<br />

dos los caninos en la posición <strong>de</strong> los incisivos<br />

laterales y los mismos estéticamente transformados<br />

en incisivos laterales.<br />

Figura 4.140 – Diastema interincisal <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l<br />

tratamiento ortodóncico concluido, con la contención<br />

fija colada por palatino, en los incisivos centrales<br />

superiores.<br />

Figura 4.135 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente con<br />

agenesia <strong>de</strong> los incisivos laterales superiores, que<br />

nunca tuvo cualquier intervención, con el diastema<br />

<strong>de</strong> la región agravado por la inserción <strong>de</strong> un freno<br />

labial superior en el espacio interincisal.<br />

Figura 4.136 – RX panorámico <strong>de</strong> la paciente<br />

evi<strong>de</strong>nciando la ausencia <strong>de</strong> los incisivos laterales<br />

superiores.<br />

Figura 4.139 – Vista lateral izquierda <strong>de</strong> pacientes<br />

con agenesia <strong>de</strong> los incisivos laterales, con los<br />

caninos puestos en este local y transformados<br />

estéticamente en incisivos laterales.<br />

259


TRATAMIENTO ORTODÓNCICO CONVENCIONAL<br />

Cuando estudiamos las seis llaves para una colusión normal <strong>de</strong> Andrews, llegamos a<br />

la conclusión, <strong>de</strong> que la mejor forma para el suceso <strong>de</strong> nuestras terapias con estabilidad,<br />

será examinar con atención los postulados <strong>de</strong> este autor.<br />

Aunque sepamos que en pacientes adultos, muchas <strong>de</strong> las condiciones necesarias<br />

para un tratamiento ortodóncico, pue<strong>de</strong>n simplemente no existir, pues los pacientes adultos<br />

pue<strong>de</strong>n presentar entre otras cosas, ausencias <strong>de</strong> uno o más elementos <strong>de</strong>ntarios, sean las<br />

razones que sean, causantes <strong>de</strong> este hecho.<br />

También no po<strong>de</strong>mos olvidar, que la condición periodontal es esencial para<br />

cualquier planeamiento ortodóncico, al final la base <strong>de</strong> nuestra filosofía se levanta sobre el<br />

principio <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong>ntario.<br />

Y en pacientes adultos tendremos que compensar posibles discrepancias<br />

<strong>de</strong>ntoesqueléticas, resultantes <strong>de</strong> crecimiento alterado <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las bases apicales, muchas<br />

veces agravadas por cuestiones ambientales, por medio <strong>de</strong> las compensaciones <strong>de</strong>ntarias.<br />

Así:<br />

Muy difícilmente conseguiremos un tratamiento ortodóncico con el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> las seis llaves<br />

para una oclusión normal.<br />

EN PACIENTE ADULTO<br />

1. Si el número <strong>de</strong> pilares restantes para el movimiento ortodóncico, no están en<br />

Condiciones satisfactorias en términos periodontales;<br />

2. Si las relaciones musculares relacionadas a la cavidad bucal están en <strong>de</strong>sequilibrio;<br />

3. Si el hueso alveolar, relacionado a las posiciones <strong>de</strong>ntarias, don<strong>de</strong> se preten<strong>de</strong> el<br />

movimiento ortodóncico, no está con la altura y espesura suficiente;<br />

4. Si el relacionamiento maxilo - mandibular no está lo más próximo <strong>de</strong> una relación<br />

<strong>de</strong> normalidad;<br />

260


261<br />

Será importante también resaltar que estos mismos pacientes pue<strong>de</strong>n<br />

presentar la ATM, con daños permanentes e irreversibles, que dificultarán aun más una<br />

probable terapia con chances <strong>de</strong> suceso.<br />

De esta forma muchas veces el tratamiento <strong>de</strong> pacientes adultos, pasa a tener un<br />

objetivo menos arrojado y más <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong> las condiciones presentes.<br />

Entre tanto en algunos casos, podremos encontrar pacientes con perdidas<br />

<strong>de</strong>ntarias, que no comprometen <strong>de</strong> forma severa el pronóstico y ni el plano <strong>de</strong> tratamiento<br />

indicado para el caso.<br />

En estos casos la única dificultad en relación a un paciente joven, será la<br />

ausencia <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong> crecimiento, por tanto si po<strong>de</strong>mos enten<strong>de</strong>r que nuestras<br />

metas en estos casos tienen obligatoriamente que ser más realistas y menos i<strong>de</strong>alistas,<br />

entonces será posible aplicar una terapia que <strong>de</strong>jará la oclusión <strong>de</strong> un paciente adulto en<br />

condiciones muy satisfactorias, bien sea en una evaluación estática, o aun en una<br />

evaluación dinámica funcional (Figuras 4.141; 4.142).<br />

Figura 4.141 – Vista frontal <strong>de</strong> paciente<br />

adulto, antes <strong>de</strong> iniciado el tratamiento<br />

ortodóncico, don<strong>de</strong> se evi<strong>de</strong>ncia un<br />

apiñamiento severo superior e inferior,<br />

interfiriendo <strong>de</strong> forma negativa en la estética<br />

<strong>de</strong> la sonrisa.<br />

Figura 4.134 – Vista frontal, <strong>de</strong>l mismo<br />

paciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico<br />

fijo, don<strong>de</strong> observamos la sensible mejora en<br />

la calidad <strong>de</strong>l alineamiento <strong>de</strong>ntario.


262<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> eso, nuestra terapia aun <strong>de</strong>berá, en algún grado, promover la<br />

mejora en el aspecto estético, pues <strong>de</strong> esta forma estaremos ganando la cooperación <strong>de</strong>l<br />

paciente para el tratamiento, alertando que en pacientes adultos este grado <strong>de</strong> cooperación<br />

normalmente estará aumentado cuando comparados a los pacientes jóvenes,<br />

principalmente los adolescentes.<br />

Sin olvidar <strong>de</strong> los protocolos básicos que siempre <strong>de</strong>beremos utilizar en la<br />

construcción <strong>de</strong> los principios <strong>de</strong>l diagnóstico, el plano <strong>de</strong> tratamiento será realizado,<br />

llevando en consi<strong>de</strong>ración la queja principal <strong>de</strong>l paciente. O sea, conforme la queja<br />

principal <strong>de</strong>l paciente (Figura 4.135), este mismo plano <strong>de</strong> tratamiento sólo podrá ser<br />

realizado con el auxilio <strong>de</strong> la Cirugía Ortognática.<br />

Motivo por el cual <strong>de</strong>berá quedar bien <strong>de</strong>finido, aquello que el paciente <strong>de</strong>sea, pues<br />

a partir <strong>de</strong> este hecho, estaremos evaluando, bajo las condiciones clínicas encontradas en<br />

nuestros pacientes, la posibilidad <strong>de</strong> seguir, o no, el tratamiento ortodóncico fijo.<br />

En este momento, el análisis facial <strong>de</strong> Arnett-Bergmann se realizará <strong>de</strong> forma<br />

criteriosa, <strong>de</strong>finiendo los límites y el grado <strong>de</strong> influencia favorable <strong>de</strong> este tratamiento<br />

sobre el perfil. Adicionado a esta información evaluaremos también, el análisis <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los,<br />

para mensurar, el espacio presente para poner todos los dientes <strong>de</strong> forma correcta en las<br />

arcadas. La existencia, o no, <strong>de</strong> mordidas profundas; o aun, la presencia, o no, <strong>de</strong><br />

mordidas abiertas severas, también <strong>de</strong>berá ser evaluada.<br />

Y finalmente, el análisis radiográfico (Figuras 4.137; 4.138), principalmente el<br />

panorámico, a fin <strong>de</strong> observar la existencia, o no, <strong>de</strong> una base ósea sólida, condición esta<br />

necesaria y esencial a un movimiento ortodóncico convencional (Figuras 4.131 hasta<br />

4.148).<br />

Figura 4.135 – Vista frontal <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong><br />

paciente adulto, con gran <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> línea<br />

media presente que, era la queja principal<br />

<strong>de</strong>l mismo.


Figura 4.137 – RX periapical <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> los<br />

premolares inferiores <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>recho, don<strong>de</strong> se observa<br />

la presencia <strong>de</strong> un único premolar.<br />

Figura 4.139 – Inicio <strong>de</strong>l nivelamiento en el arco<br />

inferior don<strong>de</strong> se observa, un fuerte <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media, y también una gran<br />

<strong>de</strong> abrasión <strong>de</strong> los dientes anteriores inferiores.<br />

Figura 4.141 – Vista lateral <strong>de</strong>recha,<br />

observando la utilización <strong>de</strong>l muelle abierto <strong>de</strong><br />

nitinol, con la finalidad <strong>de</strong> abrir espacio para<br />

la adhesión <strong>de</strong>l canino.<br />

Figura 4.138 – RX periapical <strong>de</strong> la región <strong>de</strong> los<br />

263<br />

premolares <strong>de</strong>l lado izquierdo, don<strong>de</strong> se observa la<br />

presencia <strong>de</strong> los dos premolares, con esta<br />

diferencia, habiendo producido un <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la<br />

línea media en la arcada inferior <strong>de</strong>l paciente.<br />

Figura 4.140 – Vista frontal, inicio <strong>de</strong><br />

nivelamiento con alambre .016” <strong>de</strong> nitinol.


Figura 4.143 – Secuencia <strong>de</strong> nivelamiento, ya<br />

observándose la mejora sensible en relación al <strong>de</strong>svío<br />

<strong>de</strong> la línea media.<br />

Figura 4.145 – Vista lateral izquierda, ya con<br />

el movimiento <strong>de</strong>ntario realizado, con la<br />

finalidad <strong>de</strong> corregir el <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea<br />

media.<br />

Figura 4.142 – Vista lateral izquierda, don<strong>de</strong><br />

se observa el inicio <strong>de</strong>l movimiento diente – a –<br />

diente, realizado con el objetivo <strong>de</strong> tratar el<br />

<strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media inferior.<br />

Figura 4.144 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, con el<br />

muelle abierto localizado.<br />

Figura 4.146 – Vista frontal al fin <strong>de</strong>l<br />

tratamiento, don<strong>de</strong> po<strong>de</strong>mos constatar la<br />

coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> las líneas medias superior e<br />

inferior (la mayor queja <strong>de</strong>l paciente).<br />

264


Figura 4.147 – Vista lateral <strong>de</strong>recha al fin <strong>de</strong>l<br />

Todos estos cuidados <strong>de</strong>berán existir porque el tratamiento <strong>de</strong> un paciente adulto,<br />

generalmente carga entre sus motivos principales, una velada cuestión estética (Figura<br />

4.149 hasta 4.152).<br />

tratamiento.<br />

Figura 4.149 – Vista frontal antes <strong>de</strong> iniciar el<br />

tratamiento ortodóncico, en paciente adulto,<br />

habiendo presentandose con 03 exodoncias <strong>de</strong> los<br />

premolares (24, 34, 44) y <strong>de</strong> un canino (13).<br />

Figura 4.151 – Vista frontal, ya observando<br />

un nivelamiento bastante satisfactorio, con la<br />

corrección <strong>de</strong>l <strong>de</strong>svío <strong>de</strong> la línea media.<br />

Figura 4.148 – Vista lateral izquierda al<br />

término <strong>de</strong>l tratamiento.<br />

Figura 4.150 – Vista lateral <strong>de</strong>recha <strong>de</strong>l mismo<br />

paciente.<br />

265


No habiendo más en estos pacientes, nos apoyaremos en<br />

el proceso <strong>de</strong> crecimiento y <strong>de</strong>sarrollo, como factor adjunto para el tratamiento <strong>de</strong> las<br />

<strong>de</strong>formida<strong>de</strong>s esquelétales existentes <strong>de</strong> las bases apicales, maxila y mandíbula.<br />

Y ya sabiendo que las discrepancias encontradas, podrán ser los gran<strong>de</strong>s<br />

responsables, <strong>de</strong>terminando las gran<strong>de</strong>s convexida<strong>de</strong>s, o concavida<strong>de</strong>s faciales limitando<br />

sobremanera el tratamiento compensatorio ortodóncico.<br />

Figura 4.152 – Vista lateral <strong>de</strong>recha, con la<br />

aplicación <strong>de</strong>l arco con doblez <strong>de</strong> extrusión,<br />

entre los dientes 12-13.<br />

266


5<br />

CAPÍTULO<br />

LOS PROBLEMAS<br />

5


Normalmente estamos acostumbrados a discutir aspectos relativos a la técnica<br />

ortodóncica, pero difícilmente estamos preparados para enfrentar dos cuestiones tan antiguas,<br />

como problemáticas y que son:<br />

Las reabsorciones radiculares y,<br />

Los problemas periodontales relacionados a la utilización <strong>de</strong> aparatos ortodóncicos, ya<br />

sean, apoyados sobre dispositivos fijos, o aun, con la técnica que utiliza aparatos<br />

removibles.<br />

De esta forma, con el intuito <strong>de</strong> llamar la atención sobre el problema, principalmente en<br />

los días <strong>de</strong> hoy, en que un número expresivo <strong>de</strong> profesionales se <strong>de</strong>dica a la Ortodoncia, con<br />

sus pacientes cada vez mas conscientes <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres, a<strong>de</strong>más, especialmente en<br />

relación a sus <strong>de</strong>rechos, si no tenemos el <strong>de</strong>bido cuidado con el conocimiento y prevención <strong>de</strong><br />

estos problemas, ciertamente estaremos pre<strong>de</strong>stinados a innúmeros contratiempos en el<br />

ejercicio <strong>de</strong> nuestra especialidad.<br />

Sabemos aun, que en algunas situaciones podrán ocurrir por cuenta <strong>de</strong> la conducta<br />

incorrectamente adoptada durante el tratamiento ortodóncico:<br />

necrosis pulpar,<br />

perdida permanente <strong>de</strong> estructura radicular,<br />

reducción <strong>de</strong> la cresta ósea alveolar,<br />

movilidad,<br />

dolor excesivo,<br />

caries,<br />

Introducción<br />

mancha blanca,<br />

<strong>de</strong>scontando las cuestiones ligadas a las ATM.<br />

267


Reabsorciones radiculares<br />

De hecho las reabsorciones radiculares son efectos previsibles y unidos a la actuación<br />

<strong>de</strong> las fuerzas ortodóncicas, en cuanto este mismo tratamiento esté activo.<br />

Algunos autores afirman que una serie <strong>de</strong> variables podrían estar implicadas, y entre<br />

ellas <strong>de</strong>stacamos:<br />

Los niveles <strong>de</strong> fuerzas aplicadas,<br />

Los movimientos ortodóncicos realizados,<br />

Los dientes mas susceptibles,<br />

Tiempo <strong>de</strong> tratamiento,<br />

Sexo,<br />

Predisposición individual.<br />

Las reabsorciones radiculares se caracterizan por lesiones micro o macroscópicas, y<br />

subsiguientes como reacción adversa <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los pacientes tratados se espera un leve arredondamiento radicular<br />

apical que no causará cualquier tipo <strong>de</strong> problema, tal como:<br />

perdida <strong>de</strong> la función, o perdida <strong>de</strong> la estabilidad <strong>de</strong> las posiciones alcanzadas por el<br />

Tratamiento,<br />

alteración <strong>de</strong> color,<br />

o aun, sintomatología dolorosa.<br />

Figura 5.1 – RX periapical <strong>de</strong> la región <strong>de</strong><br />

los incisivos centrales don<strong>de</strong> se observa<br />

fuerte reabsorción radicular en el tercio <strong>de</strong>l<br />

ápice, teniendo como etiología el<br />

tratamiento ortodóncico.<br />

268


De otro modo, este normalmente es el gran problema <strong>de</strong> las reabsorciones radiculares,<br />

pues su constatación solamente ocurrirá a través <strong>de</strong> un examen radiológico, porque<br />

difícilmente podremos diagnosticarla <strong>de</strong> otra forma.<br />

Con todo estudios radiológicos han mostrado que lagunas <strong>de</strong> reabsorción menores en la<br />

superficie radicular pue<strong>de</strong>n permanecer sin que podamos observarla radiologicamente.<br />

En la mayoría <strong>de</strong> los pacientes encontraremos las reabsorciones radiculares en formas<br />

menos comprometedoras, todavía en algunos casos, normalmente en un porcentaje en torno<br />

<strong>de</strong> 10%, serán observadas reabsorciones radiculares envolviendo <strong>de</strong> dos a cuatro milímetros<br />

(Figura 5.1).<br />

Cuanto mayor la reabsorción, mayores las dificulta<strong>de</strong>s para el tratamiento ortodóncico,<br />

al final el diagnóstico por examen radiológico, nos sugiere apenas una visión propia en<br />

sentido vestibular lingual (Figura 5.2) y jamás <strong>de</strong> forma tridimensional, siendo relevante<br />

consi<strong>de</strong>rar este hecho pues, la presencia <strong>de</strong> micro reabsorciones en variadas posiciones en el<br />

tercio radicular <strong>de</strong> los dientes movidos podrán acarrear problemas bien mas serios, porque<br />

estarán influyendo en la capacidad <strong>de</strong> resistencia <strong>de</strong> estos dientes en la masticación.<br />

Figura 5.2 – Radiografía Panorámica al inicio <strong>de</strong>l tratamiento don<strong>de</strong><br />

evi<strong>de</strong>nciamos la condición radicular <strong>de</strong> todos los dientes en excelentes<br />

condiciones, sin contraindicaciones para un posible tratamiento ortodóncico.<br />

269


Las medias <strong>de</strong> las reabsorciones suce<strong>de</strong>n en torno <strong>de</strong> uno a dos milímetros para los<br />

incisivos centrales, <strong>de</strong> 2,5 milímetros para los incisivos laterales, <strong>de</strong> 1,0 a 1,5 milímetros<br />

para caninos e <strong>de</strong> 1,5 milímetros para los premolares, don<strong>de</strong> concluimos que los dientes<br />

mas susceptibles a estos eventos son los incisivos laterales.<br />

Como en nuestra técnica <strong>de</strong> trabajo en las fases <strong>de</strong> retracción incisal, o<br />

aun, para el tratamiento <strong>de</strong> los <strong>de</strong>svíos <strong>de</strong> la línea media, generalmente nuestros elásticos<br />

intermaxilares<br />

Serán aplicados sobre los incisivos laterales superiores, <strong>de</strong>bemos tener un<br />

acompañamiento cuidadoso para esa cuestión.<br />

La reabsorción radicular parece tener una relación importante con el factor edad, esto<br />

evi<strong>de</strong>ntemente no quiere <strong>de</strong>cir que iremos a contraindicar el tratamiento ortodóncico para<br />

<strong>de</strong>terminados pacientes, al contrario, lo que <strong>de</strong>beremos tener es una atención, y<br />

principalmente, un diagnóstico mas apurado en el sentido <strong>de</strong> una mayor monitoración <strong>de</strong><br />

estos problemas en los pacientes adultos.<br />

Será lícito también consi<strong>de</strong>rar que pacientes que ya presentan histórico <strong>de</strong> reabsorción<br />

anteriormente al inicio <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, ciertamente estos pacientes estarán<br />

exhibiendo un mayor potencial para estas ocurrencias.<br />

Figura 5.3 – Fractura radicular<br />

en el tercio apical, ya con reabsorción,<br />

en diente sometido a las fuerzas<br />

ortodóncicas.<br />

270


En tanto hay una fuerte correlación entre las lagunas <strong>de</strong> reabsorción, y la continuación<br />

<strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, lo que nos lleva a reflexionar, que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> constatadas, las<br />

fuerzas activas <strong>de</strong>l tratamiento implementado <strong>de</strong>berán ser suspensas inmediatamente, para<br />

que el tratamiento pueda ser reevaluado en sus objetivos (Figuras 5.3.; 5.4; 5.5; 5.6; 5.7).<br />

Figura 5.4 – Seis meses <strong>de</strong>spués la<br />

remoción <strong>de</strong> las fuerzas y acompañamiento<br />

<strong>de</strong>l caso, sin que ningún tratamiento tenga<br />

sido realizado en este período.<br />

Figura 5.6 – Vista lateral<br />

izquierda antes <strong>de</strong> comenzar el<br />

tratamiento.<br />

Figura 5.5 – 12 meses <strong>de</strong>spués, cuando ya no se<br />

observa, el trazo <strong>de</strong> la fractura inicialmente<br />

visualizado, con el paciente no presentando ningún<br />

tipo <strong>de</strong> síntoma, cuando entonces fue <strong>de</strong>cidido el<br />

reinicio <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, pues ya habían<br />

sido realizados cuatro exodoncias, con consecuente<br />

espacio remaneciente a ser cerrado.<br />

271


Esta acción tiene base en el hecho, <strong>de</strong> que toda vez que interrumpimos el tratamiento<br />

ortodóncico también cesa la ocurrencia <strong>de</strong> las reabsorciones radiculares.<br />

La atención en estos casos <strong>de</strong>be ser redoblada con referencia a posibles traumas<br />

oclusales por contacto prematuro porque los mismos llevarán al <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>namiento <strong>de</strong> nuevo<br />

proceso <strong>de</strong> reabsorción radicular.<br />

Otro factor estaría relacionado al género, siendo que normalmente pacientes <strong>de</strong>l género<br />

femenino estarían más propensos; bien como los dientes con raíces finas o aun dilaceradas.<br />

Aunque aquello que mas normalmente afecta las raíces <strong>de</strong> estos dientes es el<br />

tratamiento activo por tiempo in<strong>de</strong>terminado, don<strong>de</strong> no haya una evolución planeada, que<br />

unido a una serie <strong>de</strong> factores intrínsecos o extrínsecos, llevarían al surgimiento <strong>de</strong> las<br />

reabsorciones.<br />

Figura 5.7 – Vista lateral cinco años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l tratamiento<br />

terminado, con los dientes <strong>de</strong> la región con reabsorción radicular<br />

+ fractura radicular señalados.<br />

272


Así en estos mismos pacientes aun, si fuesen necesarios procedimientos <strong>de</strong> intrusión<br />

<strong>de</strong>ntaria, múltiplas torsiones en varios dientes, tratamiento <strong>de</strong> rotaciones, o, el uso <strong>de</strong> elásticos<br />

intermaxilares, el tratamiento tendría que ser reevaluado.<br />

La reabsorción radicular por tanto, ocurre porque en el tratamiento ortodóncico<br />

normalmente una fuerza implicará en un movimiento <strong>de</strong>ntario que en conjunto se caracteriza<br />

por movimientos no fisiológicos para los dientes en cuestión.<br />

De esta forma la etiología <strong>de</strong> las reabsorciones radiculares está unida a una compleja<br />

coligación <strong>de</strong> efectos biológicos individuales directamente relacionados con fuerzas<br />

mecánicas.<br />

Figura 5.8 – RX panorámico, don<strong>de</strong> se observa al final <strong>de</strong>l tratamiento<br />

ortodóncico, el arredondamiento radicular en el tercio apical <strong>de</strong> todos los<br />

dientes, con el nivel <strong>de</strong> reabsorción radicular encontrado en el diente 21 (con<br />

tratamiento endodóncico poco satisfactorio), semejante al diente 11 (sen<br />

tratamiento endodóncico).<br />

Exactamente por no presentar un carácter sintomatológico en su diagnóstico, será<br />

importantísimo el acompañamiento radiológico periódico <strong>de</strong> los dientes mas susceptibles a<br />

estos problemas, notoriamente los incisivos laterales, principalmente en las fases iniciales <strong>de</strong><br />

tratamiento ortodóncico, pues en este periodo las tasas <strong>de</strong> reabsorción radicular acostumbran<br />

273


274<br />

presentar mayores valores, y obviamente aquello que sea encontrado, en términos <strong>de</strong><br />

reabsorción radicular para los incisivos laterales tendrá una fuerte relación con los otros<br />

grupos <strong>de</strong>ntarios.<br />

Siendo así, luego que constatado el problema, la mejor solución inicial será parar<br />

completamente las fuerzas aplicadas en el tratamiento para que nuevos objetivos puedan ser<br />

<strong>de</strong>limitados, y quien sabe una nueva orientación para el tratamiento ortodóncico ejecutado.<br />

Los pacientes adultos <strong>de</strong>ben tener una consi<strong>de</strong>ración especial, sin que esto signifique la<br />

contraindicación <strong>de</strong> los mismos.<br />

Lo que importa es que criterios, objetivos y protocolos <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong>berán tener<br />

especificidad para el tratamiento <strong>de</strong> las maloclusiones en pacientes adultos, principalmente si<br />

hubiéremos proyectado un tratamiento que implique en un conjunto <strong>de</strong> movimientos mas<br />

susceptibles a la ocurrencia <strong>de</strong> estos problemas, en un planeamiento que exija un mayor<br />

tiempo para su ejecución, y principalmente, si los mismos adultos fueren <strong>de</strong>l género femenino.<br />

No obstante, no habiendo relación, en el hecho <strong>de</strong> encontrar dientes tratados<br />

endodoncicamente y sí, en el hecho <strong>de</strong> los dientes tratados endodoncicamente que no estén<br />

cumpliendo los puntos básicos para que podamos enunciarlos como satisfactorios.<br />

Con el mejor tratamiento ortodóncico disponible aconteciendo con fuerzas leves y<br />

periodos para la disipación <strong>de</strong> fuerzas, exactamente como se caracteriza nuestra técnica <strong>de</strong><br />

Trabajo; <strong>de</strong>biendo estar abolidas terapias que lleven a producir fuerzas pesadas con<br />

activaciones intensas.<br />

El pronóstico podrá ser altamente favorable, sí el diagnóstico se hace en la fase inicial,<br />

cuando los dientes en cuestión, aun sin perdida <strong>de</strong> vitalidad pulpar (muy rara), sin alteración<br />

<strong>de</strong>l color, o con poca movilidad, porque sabemos que para una buena estabilidad en el hueso<br />

alveolar, los dientes necesitan, por lo menos <strong>de</strong> dos tercios <strong>de</strong> su raíz implantada, lo que no<br />

comprometerá, bien sea las funciones normales, o aun la estabilidad <strong>de</strong> los movimientos<br />

producidos por el tratamiento ortodóncico (Figura 5.8).


La cavidad bucal es un ecosistema por excelencia <strong>de</strong>bido a la interacción <strong>de</strong> diversos<br />

factores como temperatura, humedad, substrato y diferentes tensiones <strong>de</strong> oxigeno, con la<br />

microflora bacteriana presente en este medio alcanzando una <strong>de</strong> las mayores concentraciones<br />

<strong>de</strong> microorganismos en relación a otras partes <strong>de</strong>l cuerpo humano, con esta variedad siendo<br />

principalmente encontrada en el lomo <strong>de</strong> la lengua, surco gingivo <strong>de</strong>ntal, placa <strong>de</strong> la corona y<br />

saliva.<br />

HIGIENIZACIÓN EN ORTODONCIA<br />

Introducción<br />

Esta reunión <strong>de</strong> microorganismos alcanza la cavidad bucal a través <strong>de</strong>l aire, alimentos,<br />

agua, siendo compuesta por hongos, bacterias, microplasmas, virus y protozoarios.<br />

Los microorganismos mas conocidos son los Streptococcus Mutans, Lactobacillus.; S.<br />

Sallivaris; Veilonellas; Neisseriaes; Actinomicetos; Fusobacterium; Vibriones; Bacteroi<strong>de</strong>s<br />

Gengivallis; Bacteroi<strong>de</strong>s Forsythis; Treponema Denticola y Espiroquetas, o sea, un universo<br />

constituido <strong>de</strong> anaerobios e micro aerobios.<br />

Estas informaciones iniciales se vuelven extremamente relevantes si enten<strong>de</strong>mos que el<br />

tratamiento ortodóncico por la cantidad <strong>de</strong> accesorios empleados, y en la presencia <strong>de</strong><br />

microorganismos, sin una cuidadosa atención a los aspectos <strong>de</strong> prevención, podrá implicar en<br />

un aumento <strong>de</strong> la cantidad <strong>de</strong> microorganismos presentes en la cavidad bucal, y también en<br />

una alteración <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la misma.<br />

Probablemente este hecho se <strong>de</strong>be a la alteración <strong>de</strong> PH, volviendo el medio más ácido,<br />

y así, propiciando la elevación <strong>de</strong>l tenor <strong>de</strong> carbohidratos en la placa bacteriana.<br />

Clínicamente, la remoción <strong>de</strong> la placa bacteriana será el factor fundamental para el<br />

suceso <strong>de</strong> cualquiera <strong>de</strong> los tratamientos, aunque si esto no ocurre, habrá aparecimiento <strong>de</strong> la<br />

275


276<br />

Cándida Albicans, bien como una acentuada elevación en el número <strong>de</strong> Streptococcus<br />

Mutans e Lactobacillus.<br />

Otra cuestión importante es la ventaja al realizar el tratamiento ortodóncico sobre<br />

accesorios pegados, en comparación a los accesorios removibles, con especial atención en las<br />

sobresaliencias <strong>de</strong> cola, pues las colas <strong>de</strong> resinas pue<strong>de</strong>n hospedar y permitir el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

microorganismos aeróbicos y anaeróbicos, que podrían enflaquecer los pegamentos y en una<br />

respuesta mas a medio y largo plazo, <strong>de</strong>jar estos mismos dientes mas susceptibles a las caries,<br />

manchas blancas, hiperplasia gingival con sangramiento, y gingivitis, con las mismas<br />

pudiendo evolucionar para periodoncitis.<br />

En diversos trabajos se observa una correlación significativa entre la acumulación <strong>de</strong><br />

placa bacteriana e inflamación gingival, principalmente si comparamos las regiones próximas<br />

<strong>de</strong> los molares bandados o <strong>de</strong> molares pegados, bien sea en pacientes adultos o adolescentes,<br />

con un incremento mayor en los dientes superiores en relación a los dientes inferiores.<br />

Obviamente, aunque sepamos <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> todos estos componentes que podrían<br />

llevar un individuo a presentar secuelas irreversibles, será importante recordar las ventajas<br />

evi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l tratamiento ortodóncico, como alternativa no apenas para la estética<br />

Pues el mismo creará condiciones para un mejor relacionamiento funcional <strong>de</strong> las<br />

estructuras unidas a la cavidad bucal, siendo la manutención <strong>de</strong> una buena higiene oral un<br />

<strong>de</strong>safío para cualquier paciente, principalmente a los pacientes <strong>de</strong> Ortodoncia,<br />

in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> ser tratados, con aparatos fijos o removibles.<br />

El papel <strong>de</strong>l ortodoncista <strong>de</strong>berá ser el <strong>de</strong> educar, motivar los pacientes durante todo el<br />

proceso, <strong>de</strong> tal forma, que aunque tengamos la presencia <strong>de</strong> microorganismos en la cavidad<br />

bucal, los mismos tendrán un control para que no provoquen ningún tipo <strong>de</strong> manifestación<br />

que pueda alterar el cuadro <strong>de</strong> salud bucal.<br />

Formas <strong>de</strong> Prevención<br />

Con la finalidad <strong>de</strong> enfrentar la acumulación <strong>de</strong> placa bacteriana, que podría resultar<br />

en gingivitis, o manchas blancas y caries, <strong>de</strong>beremos administrar mecanismos que puedan


277<br />

prevenir estas cuestiones, como pue<strong>de</strong>n ser los medios mecánicos, que normalmente son<br />

mas eficaces, y / o los métodos químicos, que podrían ser auxiliares eficaces <strong>de</strong>l proceso.<br />

Mas conocidos y muy eficaces en la prevención <strong>de</strong> las caries y problemas periodontales,<br />

siendo relevante como primer paso, la selección <strong>de</strong>l cepillo correcto, que <strong>de</strong>bería tener un<br />

arredondamiento en la punta <strong>de</strong> las cerdas, cambiando los mismos a menudo, siendo<br />

necesaria la enseñanza <strong>de</strong> una correcta técnica <strong>de</strong> cepillado y principalmente, la motivación<br />

<strong>de</strong> los pacientes.<br />

Métodos mecánicos<br />

Los cepillos especiales podrán ser utilizados, como anexos, aunque una correcta técnica<br />

con cepillos convencionales, pue<strong>de</strong> efectuar una higienización bastante satisfactoria.<br />

En cuanto a los cepillos eléctricos, cabe resaltar, que normalmente son caros, quedando<br />

mas allá <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> las personas, no <strong>de</strong>biendo ser, por tanto<br />

cotizadas como esenciales, a no ser que el paciente pueda presentar dificulta<strong>de</strong>s motoras, que<br />

lo vuelvan un impedimento para la realización <strong>de</strong>l cepillado habitual.<br />

En el mercado consumidor, existe una enorme variedad <strong>de</strong> tipos <strong>de</strong> cepillos<br />

(Orthodontic, Unitufo, Bitufo, Inter<strong>de</strong>ntal, convencional), <strong>de</strong>biendo, con todo siempre<br />

prevalecer el buen censo, y mas que esto, recor<strong>de</strong>mos que toda vez que indicamos un conjunto<br />

<strong>de</strong> procedimientos que ultrapase la media, <strong>de</strong> lo que la mayoría <strong>de</strong> las personas realiza,<br />

fatalmente correremos riesgos, para la falta <strong>de</strong> cooperación por parte <strong>de</strong> los pacientes.<br />

En tanto una condición que los investigadores siempre colocan como <strong>de</strong>sventaja se<br />

refiere al adicional extra <strong>de</strong> tiempo, o sea, al acrecimiento <strong>de</strong> un tiempo auxiliar, prolongando<br />

el acto <strong>de</strong>l cepillado. Con este aumento <strong>de</strong>l tiempo medio dispensado para este evento,<br />

pudiendo interferir en el grado <strong>de</strong> colaboración por parte <strong>de</strong>l paciente, convirtiendo entonces<br />

una necesidad primordial en un tedio horrible, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l factor <strong>de</strong> costo envuelto en la<br />

utilización <strong>de</strong>l tiempo adicional.


278<br />

Así el ortodoncista <strong>de</strong>be ser más cauteloso, removiendo dimensiones y bor<strong>de</strong>s agudos<br />

para minimizar hipertrofias gingivales e irritación <strong>de</strong> la mucosa, con especial atención a los<br />

brackets, tubos u otros accesorios tales como los separadores.<br />

La técnica corriente mas empleada para cepillar normalmente es la <strong>de</strong> Bass, aunque<br />

también podamos aceptar la técnica <strong>de</strong> Charters, o aun, la <strong>de</strong> Stillman modificada.<br />

Figura 5.9 – Hilo <strong>de</strong>ntal<br />

adaptado a un porta hilo.<br />

Figura 5.10 – El conjunto <strong>de</strong><br />

porta hilo + hilo <strong>de</strong>ntal<br />

siendo colocado.<br />

Figura 5.11 – Hilo <strong>de</strong>ntal<br />

ya en condiciones <strong>de</strong> ser<br />

utilizado.<br />

Figura 5.12 – Hilo <strong>de</strong>ntal<br />

siendo utilizado por el paciente<br />

en el momento <strong>de</strong> su higiene.


Figura 5.13 – Inicio <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong><br />

higiene, comenzando por la superficie<br />

oclusal dos dientes superiores.<br />

Figura 5.15 – La continuación <strong>de</strong>l<br />

proceso <strong>de</strong> higiene, ahora con el cepillo<br />

en la superficie vestibular <strong>de</strong> los dientes<br />

posteriores.<br />

Figura 5.14 – Higiene <strong>de</strong> los<br />

dientes anteriores en su<br />

superficie vestibular con la<br />

técnica propuesta por Bass.<br />

Figura 5.16 – En este momento higiene en<br />

la región posterior superior en su<br />

superficie palatina.<br />

279


Figura 5.17 – El mismo procedimiento<br />

ejecutado en la arcada superior <strong>de</strong>berá<br />

ser implementado en la arcada inferior<br />

tanto por vestibular...<br />

Figura 5.19 – Un chorro <strong>de</strong><br />

bicarbonato podrá ser utilizado<br />

esporádicamente, aunque <strong>de</strong>berá<br />

seguir las normas <strong>de</strong> utilización<br />

cuanto a la inclinación y periodicidad<br />

correctas.<br />

Los pacientes serán orientados a higienizar los dientes en toda su extensión (Figuras<br />

5.9 até 5.19), principalmente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las refecciones, valiendo recordar que la placa<br />

bacteriana se forma aunque el paciente no se alimente.<br />

Figura 5.18 – ...así como por<br />

lingual.<br />

280


281<br />

Los hilos e cintas <strong>de</strong>ntales también serán auxiliares valiosos para la correcta<br />

higiene, principalmente porque la carie y la enfermedad periodontal frecuentemente ocurren<br />

inicialmente en áreas ínter proximales.<br />

Casi todos los <strong>de</strong>ntífricos tanto en forma <strong>de</strong> pasta, como en forma <strong>de</strong> polvo, son<br />

constituidos <strong>de</strong>:<br />

Los mismos actúan como coadyuvantes en la remoción <strong>de</strong> bacterias, siendo importante<br />

la presencia <strong>de</strong>l flúor en su constitución.<br />

Será consi<strong>de</strong>rada también, la capacidad abrasiva <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>ntífrico, porque un<br />

medio con estas características, asociadas a una técnica incorrecta, tipos <strong>de</strong> cerdas <strong>de</strong> los<br />

cepillos y factores generales o locales, podrán resultar en daños permanentes a los dientes y el<br />

periodonto.<br />

Métodos químicos<br />

El flúor será relevante porque los pacientes tratados ortodonticamente presentan una<br />

concentración <strong>de</strong> Streptococcus Mutans en el medio bucal, con la consecuente aci<strong>de</strong>z por<br />

parte <strong>de</strong> las bacterias, lo que sumado a la presencia <strong>de</strong> los brackets pegados, podrán traer<br />

<strong>de</strong>scalcificación por el acentuado aumento <strong>de</strong> esos microorganismos en el esmalte adyacente.<br />

Así este elemento podrá tener papel relevante en relación a la prevención <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terminadas cuestiones, siendo que el flúor podrá ser administrado en la condición <strong>de</strong><br />

enjuague bucal con concentración <strong>de</strong> 0,05%, pudiendo resultar en disminución en hasta 60%<br />

<strong>de</strong>l riesgo <strong>de</strong> posibles problemas.<br />

un <strong>de</strong>tergente,<br />

un excipiente,<br />

un abrasivo,<br />

un perfumante.


En tanto, la aplicación <strong>de</strong> flúor a través <strong>de</strong> enjuague bucal no substituye el cepillado,<br />

porque este es realizado un mayor número <strong>de</strong> veces al día (generalmente <strong>de</strong> 2 a 4 cepilladas)<br />

en comparación al enjuague bucal (una vez al día), a<strong>de</strong>más con el cepillado, se conseguirá la<br />

<strong>de</strong>sorganización o aun la remoción <strong>de</strong> la placa bacteriana.<br />

Como cualquier otro medicamento requiere acompañamiento cuidadoso, aunque en la<br />

literatura los relatos <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes tengan sido muy poco frecuentes.<br />

Un segundo recurso, el Clorexedine, en la proporción <strong>de</strong> 0,12%, en relación al<br />

porcentaje <strong>de</strong> 0,2%, estará mas indicada por la disminución <strong>de</strong> sus efectos adversos, aunque<br />

mantenga su eficacia.<br />

Normalmente reduce la placa bacteriana y la gingivitis <strong>de</strong>rivada en 60% en media, no<br />

permitiendo la formación <strong>de</strong> película adquirida, modificando la absorción bacteriana,<br />

enflaqueciendo la inserción en los dientes, alterando la pared celular <strong>de</strong> la misma, y<br />

consecuentemente, alisándolas.<br />

Posee alta tasa <strong>de</strong> substantividad (propiedad <strong>de</strong> la misma en ser retenida en el medio<br />

bucal, para lentamente ser liberada), aunque no tenga efectos subgingivales en la forma <strong>de</strong><br />

enjuague bucal.<br />

Presentan efectos adversos como la mancha oscura en los dientes y ligera <strong>de</strong>scamación<br />

y jóvenes, siendo, en tanto procesos reversibles, alterando aun el paladar, con un pequeño<br />

aumento en las <strong>de</strong>posiciones <strong>de</strong> calcio supra -gingivales, <strong>de</strong> don<strong>de</strong> concluimos que no<br />

<strong>de</strong>bemos utilizarla in<strong>de</strong>finidamente, mas apenas en condiciones bien indicadas.<br />

También podremos utilizar los aceites esenciales, que tienen como ejemplo único el<br />

Listerine, reduce la placa bacteriana y la gingivitis establecida, aunque su actuación sea<br />

menos efectiva que el Clorexedine.<br />

Posee aun efectos colaterales semejantes al Clorexedine.<br />

Existen aun otros medicamentos como los enjuagues bucales previos al cepillado<br />

(Plax), Sanguinarina, Compuestos cuaternarios <strong>de</strong> amonio (Cepacol) y Enzimas, aunque estos<br />

medicamentos presentan ventajas clínicas incipientes, y algunas <strong>de</strong> ellas aun en fase inicial <strong>de</strong><br />

investigación, necesitando mayores estudios para su correcta indicación o aun comprobación<br />

científica, no <strong>de</strong>biendo por tanto ser utilizados.<br />

282


La atención para la higiene con nuestros pacientes <strong>de</strong>be ser redoblada, y ser por lo menos<br />

mas sensibles a la formación <strong>de</strong> placa bacteriana, caries, manchas blancas, hiperplasia<br />

gingival con sangramiento, <strong>de</strong>bidos a los innúmeros accesorios utilizados durante el<br />

tratamiento ortodóncico, volviéndolos pacientes <strong>de</strong> riesgo.<br />

Existe un aumento generalizado en la microflora bucal y también una alteración en la<br />

cualidad <strong>de</strong> la misma, con el aparecimiento <strong>de</strong> los oportunistas, tales como la Candida<br />

Albicans;<br />

El ortodoncista <strong>de</strong>be tener atención para los colages, prefiriéndolos a los bandages, porque<br />

los mayores problemas ocurren en los tercios cervicales y en la interfase <strong>de</strong> esmalte y<br />

colage <strong>de</strong> resina <strong>de</strong>ntaria;<br />

Los métodos mecánicos son esenciales y <strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong> un buen cepillo, elogiando<br />

aquellos con cerdas arredon<strong>de</strong>adas. Aun acompañadas <strong>de</strong> una buena técnica <strong>de</strong> cepillado,<br />

pudiendo ser manuales, no habiendo obligatoriedad para los eléctricos,<br />

Los medios químicos, tales como <strong>de</strong>ntífricos con flúor, el propio flúor en enjuagues<br />

bucales o aun en aplicaciones tópicas, podrán optimizar <strong>de</strong> forma acentuada el proceso <strong>de</strong><br />

prevención;<br />

Conclusiones:<br />

Los <strong>de</strong>más medicamentos podrán ser indicados, aunque <strong>de</strong> todos ellos, aquel <strong>de</strong> más<br />

resultados clínicos y <strong>de</strong> comprobación científica irrefutable sea el clorexedine, con todo,<br />

existe un conjunto <strong>de</strong> secuelas en su utilización, a pesar <strong>de</strong> ser por períodos cortos. Así no<br />

<strong>de</strong>beríamos confiar tanto en estos medios hasta porque daríamos a nuestros pacientes la<br />

falsa impresión <strong>de</strong> que estos medios son mas eficaces y substitutos <strong>de</strong> los medios<br />

mecánicos, lo que ciertamente no es verdad;<br />

Finalmente, cabe al ortodoncista el papel primordial <strong>de</strong> educador, motivador,<br />

monitoreando técnicas correctas <strong>de</strong> higiene bucal para nuestros pacientes, siempre<br />

alertándolos sobre los peligros <strong>de</strong> su realización incorrecta.<br />

283


CAPÍTULO<br />

REFERENCIA<br />

BIBLIOGRÁFICA<br />

6


REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA<br />

ABELL P.J. - A study of the force <strong>de</strong>gradation of periodically stretched and fixed distance stretched orthodontic elastics.<br />

AJO. 65(6): 649-50, 1974.<br />

ALBA, J.A.; CHACONAS, S.J.; CAPUTO, A.A. - Orthopedic effect of the extra-oral chin cup appliance on the<br />

mandible. Am. J. Ortho. and <strong>de</strong>ntofac. Orthop. 69(1):29-41, 1976.<br />

ALBA, J.A.; CHACONAS, S.J.; CAPUTO, A.A.; EMISO, W. - Stress distribution un<strong>de</strong>r high-pull extra-oral chin cup<br />

praction. The Angle Orthod. 52:69-78, 1982.<br />

ALEXANDER, R.G, - Ortodontia : Conceitos Contemporâneos e Filosóficos, Livraria Editora Santos 1ª ed., 444 p.,<br />

1997.<br />

ALEXANDER, R. G. A Disciplina Alexan<strong>de</strong>r – Filosofia e Conceitos Contemporâneos. Livraria Editora Santos. 2003;<br />

1 a Ed. 443 p.<br />

ALMEIDA, G.A. et al. Reabsorção radicular: consi<strong>de</strong>rações preliminares e apresentação <strong>de</strong> um caso clínico. Rev.<br />

Odont. USP 3(l): 305-11, 1989.<br />

ALMEIDA, R.R. at al - A inter-relação Ortodontia e Prótese : apresentação <strong>de</strong> um caso clinico. Rev. Dental Press <strong>de</strong><br />

Ortodontia e Ortopedia Maxilar.,2(4): 13-9, 1997.<br />

ANIC S, SLAJ M, MURETIC Z. Computer anchorage analysis of digitized picture of modified typodont. Coll Antropol<br />

1998. Dec; 22 Suppl:15-24.<br />

ANDREWS, L. F. STRAIGHT WIRE – O Conceito e o Aparelho. 1989 1 0 edição, 407 p.<br />

ARAT, M.; ISERI, H. - Orthodontic and orthopedic approach in the treatment of skeletal open bite. European J.<br />

Orthod. 14:207 - 15, 1992.<br />

ARBUCKLE, J; SONDHI, A. Canine root movement: an evaluation of root springs. American Journal of Orthodontics.<br />

77(6): 626-635, 1980.<br />

ARNETT, W ; BERGMAN, R.T. - Facial keys to orthodontic diagnosis and treatment planning. Part I. American<br />

Journal of Orthodontics. 1993;103:299-312.<br />

ARNETT, W ; BERGMAN, R.T. - Facial keys to orthodontic diagnosis and treatment planning. Part II. American<br />

Journal of Orthodontics. 1993;103:395-411.<br />

ARVYSTAS, M.C. - Treatment of anterior skeletal open bite <strong>de</strong>formity. AJO. 72(2):147-64, 1977.<br />

ATKINSON, S. - Open bite. AJO. 52(12)877-86, 1966.<br />

BAETEN, L. R. Canine retraction: a photoelastic study. American Journal of Orthodontics. 67 (1):11-23, 1975.<br />

BARBRE, R.E.; SINCLAIR, P.M. - A cephalometric evaluation of anterior open bite correction with the magnetic active<br />

vertical corrector. The Angle Orthod. 61(2):93-101, 1991.<br />

284


BARROS, O.G. - O uso dos elásticos <strong>de</strong> classe II. Ortodontia. 4(3): 201-d, 1971.<br />

BATES, H Apud: CANSAÇÃO, J.M. & MARTINS, D.R. 5<br />

BAUMRIND, S.; BEN-BASSAT, Y.; BRAVO, L. A.; CURRY, S.; KORN, E.L. Partitioning the components of<br />

maxillary tooth displacement by the comparison of data from three cephalometric superimpositions. Angle Orthodontist.<br />

66(2): 111-124, 1996.<br />

BECKER, A.; SHPACK, N.; SHTEYER, A. - Attachment bonding to impacted teeth at the time of surgical exposure.<br />

Eur. J. Orthod., 18(5): 457-63, 1996.<br />

BECKS & MARSHALL - Apud; BREZNIAK, N & WASSERSTEIN, A Root resoption after orthodontic treatment: part<br />

l. Literature review. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 103(1): 62-66, 1993.<br />

BELL W.H.; DANN, J.J. - Correction of <strong>de</strong>nt facial <strong>de</strong>formities by surgery in the anterior part of the jaws.<br />

BENNETT, J.C.; McLAUGHLIN, R.P. – As Mecânicas do Tratamento Ortodôntico e o Aparelho Pré-Ajustado. Editora<br />

Artes Médicas. 1994, 1 0 edição. 265 p.<br />

BENGLUND, L.J.; SMALL, C.L. - Effective oral hygiene for orthodontic patients. - JCO, 18(5):315-20, 1990.<br />

BERGLUND, B. at al. Orthodontic pre-treatment prior to auto transplantation of a palatably impacted maxillary<br />

canines: case reports on a new approach. Eur. J. Orthod., 18(5): 449-56, 1996.<br />

BERNARD, C.L.P.; SIMOND-SAVOIE, S. - Self-correction of anterior open bite after glossectomy - In a young rhesus<br />

monkey. The Angle Orthod. Apr, 137:43, 1987.<br />

BIMLER; A.B. - Mordidas abiertas, Journal of Orthopedics- Orthodontics and Pediatric Dentistry. 3(2): 45-59, 1998.<br />

BISHARA et al. - Manafesment of an impacted canine. Am. J. Orthod., 69(4): 371-87, 1976.<br />

BLOCK, M. S.; HOFFMAN, D. R. A new <strong>de</strong>vice for absolute anchorage for orthodontics. Am. J. Orthod. Dentofac.<br />

Orthop. 107 (3): 251-258, 1995.<br />

BOBAK, V.; CHRISTIANSEN, R. L.; HOLLISTER, S. J.; KOHN, D. H. Stress-related molar responses to the<br />

transpalatal arch finite element analysis. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 112(5): 512-518, 1997.<br />

BONA, Ad - A importância do flúor na Ortodontopediátria <strong>de</strong> âmbito comunitário. Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno, 17 (1/2): 17-<br />

22, 1990.<br />

BONDEMARK, L.; at al - Attractive magnets for orthodontic extrusion of crown-root fractured teeth. Am. J. Orthod,<br />

Dentofac. Orthop., 112, n. 2, p. 187-93, 1997.<br />

BOWDEN, B.D. - A longitudinal study of the effects of a digital - and - dummy sucking. AJO. 52(12):887-901, 1966.<br />

BOYD, R; L.; BAUMRIND, S. - Periodontal consi<strong>de</strong>rations in the use of bonds or bands on molar in adolescents and<br />

adults. - The Angle orthod., 62(2): 117-26, 1992.<br />

BRANDT, R.E.; SAFIRSTEIN, G.R. - Different extraction for different malocclusion. AJO. 68(1):15-41, 1975.<br />

BRIGHTMAN, L.J. - The affects or a 0, 12% Chlorexidine gluconate mouthrinse on orthodontics patients aged 11<br />

285


trough 17 with established gingivitis. - Am. J. Othod. Dentofac. Orthop. 100 (4): 324-29, 1991.<br />

BRODIE, A.G. - On the growth pattern of the human head from the third mouth to the eight year of life. Am. J. Anat.<br />

68:209-62, 1941.<br />

BRODlE. Apud: ALMEIDA. G.A. et al. Reabsorção radicular: consi<strong>de</strong>rações preliminares e apresentação <strong>de</strong> um caso<br />

clínico, Rev. Odont. USP, 3(1): 305-1 l, 1989 1 .<br />

BURSTONE, C.J.; KÖENIG, H.A. Optimizing anterior and canine retraction. Am. J. Orthod. 70(1): 1-19, 1976<br />

BURSTONE, C.J.; KOENIG, C.B. Precision adjustment of the transpalatal lingual arch: computer arch form<br />

pre<strong>de</strong>termination. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 79(22): 115-133, 1981.<br />

BYORK, A. Prediction of mandibular of growth rotation. AJO. 55:585-99, 1969.<br />

CANSANÇÃO, J.M. & MARTINS, D.R. Avaliação radiográfica da reabsorção radicular, consecutiva ao tratamento<br />

ortodôntico, pela técnica do arco <strong>de</strong> canto, relacionada com sexo, a ida<strong>de</strong>, a duração do tratamento, o período <strong>de</strong> uso do<br />

arco retangular e do aparelho extrabucal. Ortodontia, 14(2): 84-96, 1981.<br />

CANGIALOSI, T.J. - Skeletal morphologic features of anterior open bite. AJO. 85(1): 28-36, 1984.<br />

CARVALHO, L.S. - Seção orientando o paciente - Tratamento ortodôntico. Rev. da APCD, 50(5): 447, 1996<br />

CARVALHO, L.P.R. - Seção atualida<strong>de</strong>s, Rev. da APCD, 51(4): 376-7, 1997.<br />

CHACONAS, S. J.; CAPUTO, A. A.; HAYASHI, R. K. Effects of wire size, loop configuration, and gabling on canineretraction<br />

springs. American Journal of Orthodontics. 65(1): 58-66, 1974.<br />

CHAN, M.D. - An adult malocclusion requiring a combination of orthodontic and prosthodontic treatment. Am, J.<br />

Orthod, Dentofac. Orthop., 111(1): 100-5, 1997.<br />

CHARLES, C. L.; JONES, C. R. Canine retraction with the edgewise appliance-some problems and solutions. Br. J.<br />

Orthod. 9(4):194-202,1982.<br />

CLARK, D - The management of impacted canines: Free Physiologic Eruption. J.A.D.A., 82 : 836,1975.<br />

COPELAND, S & GREN, L.J. Root resoption in maxillary central incisors following active orthodontic treatment.<br />

Amer. J. Orthodont., 89(1): 51-5, 1986.<br />

CORDEIRO, G.A;BRITO,R.L.;SILVA,S.C.; MOREIRA,T.A - índice <strong>de</strong> placa em crianças <strong>de</strong> ida<strong>de</strong> escolar - 6 a 10<br />

anos. Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno, 12(4): 23-31, 1985.<br />

CUCCI, A,L.M. - Diagnóstico e plano <strong>de</strong> tratamento em reabilitação oral com próteses parciais remateis. Odonto 2000,<br />

1(1): 14-9, 1997.<br />

CUNHA,T.C.; CARVALHO, L.S. - Avaliação da efetivida<strong>de</strong> <strong>de</strong> uma escova <strong>de</strong>ntal modificada em comparação a uma<br />

tradicional no controle <strong>de</strong> placa bacteriana e índice gengival em pacientes com aparatologia Ortodôntica fixa.<br />

Ortodontia, 26(1): 58 – 69, 1993.<br />

DAAUNGAARD-JENSEN, I. - Extraction of first molars in discrepancy cases. AJO. 64(2): 115-36, 1977.<br />

286


DARENDELILER, M. A.; DARENDELILER, H.; ÜNER, O. The drum spring (DS) retractor: constant and continuous<br />

force for canine retraction. Eur. J. Orthod. 19(2):115-130, 1997.<br />

DASKALOGIANNAKIS, J.; MACLACHLAN, K. R. Canine retraction with rare earth magnets: An investigation into<br />

the validity of the constance force hypotesis. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 109(5): 489-495, 1997.<br />

DAVIES, T.M.; SHAW, W.C.; WORTHINGTON, H.V. DUMMER, AP.; KENGDON, A-The effect of orthodontic<br />

treatment on plaque and gingivitis.-Am. J. Ortho. Dentofac. Rothop., 99(2): 155-62, 1991.<br />

DAVIS, H.D. Retraction of canines using bon<strong>de</strong>d tube-brackets. Br. J. Orthod. 10(4):187-197, 1983.<br />

DAVIS, W.H.; SUCKIL, J.M.; PATAKAS, N.E. - Post operative stabilization and intrusion of midface osteotomies with<br />

high-pull head-gear. AJO. 72(5):287-93, 1977.<br />

DE MICHELI, G.;SARION, R.- Placa Bacteriana - Controle Químico. Revista da APCD, 44(6): 133-36, 1990.<br />

DE SHIELDS, R.W. A study of root resoption in treated Class II, division I malocclusion. Angle Orthodont. 39: 231-45,<br />

l969.<br />

DELLlNGER, E. - A clinical assessment of the active vertical corrector - A no surgical alternative for skeletal open bite<br />

treatment. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop. 89(5):428-36, 1986.<br />

DEMARCHI, R.F. Estudo in vitro da <strong>de</strong>gradação <strong>de</strong> forças das ca<strong>de</strong>ias elastoméricas. Tese <strong>de</strong> Mestrado. 2002; 82p.<br />

Faculda<strong>de</strong> <strong>de</strong> Odontologia, UNICID, São Paulo.<br />

DERMAUT, L.R. & DE MUNCK, A. Apical root resoption of upper incisor caused by intrusive toot movement. A<br />

radiographic study. Amer. J. Orthodont., 90 (4): 321-6, 1986.<br />

DINCER, M.; ISCAN, H.N. The effects of different sectional arches in canine retraction. Eur. J. Orthod. 16(4): 317-<br />

323, 1994.<br />

DUNG, D.J.; SMITH, R.J. - Cephalometric and clinical diagnose of open bite ten<strong>de</strong>ncy. Am. J. Orthod. and Dentofac.<br />

Orthop. 94(6):484-90, 1988.<br />

ELLlS, E.; McNAMARA, J. - Companents of adults class 111 open bite malocclusion. Am. J. Orthod. and Dentofac.<br />

Orthop. 86(4):278-90, 1984.<br />

ENGESTRÖEM, C. et al. Effect of orthodontic force on periodontal tissue metabolism. A histologic biochemical study<br />

in normal and hypocalcemic young rats. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop., 93(6):486-95, 1988.<br />

ENLOW, D. – Crescimento Facial. Editora Artes Medicas. 3 0 edição, 551p.<br />

EPKER, B.N.; FISH, L.C. - Surgical orthodontic correction of open bite <strong>de</strong>formity. AJO. 71(7):278-99, 1977.<br />

ERICSON, S & KUROL, J. Incisor resoption caused by maxillary cuspids: a radiographic study. Angle Orthodont., 57:<br />

332-46, 1987.<br />

EWANS, D. – Rapid orthodontic extrusion of roots after cervical fracture. Dental World, 1(2):19-20, 1992,<br />

287


FARRET. M.M.B.; JURACH, E,M,; TOME, M.C.-Analise do comportamento da <strong>de</strong>glutição -em crianças submetidas a<br />

tratamento mioterapico associado ao uso <strong>de</strong> placas reeducadoras e impedidoras. Revista Dental Press <strong>de</strong> Ortodontia e<br />

Ortopedia Maxilar, 12(5): 91-7, 1997.<br />

FERES, M.A.L. - Tratamento ortodôntico com extrações <strong>de</strong> primeiros molares, Ortodontia. 19(1-2):34-43,1986.<br />

FERRARI,A.P.; PEÇANHA,E.M.; KORBER, J;AO.L.;MISTURA,N.Q.;JONHN,R.S. Sanguinarina como agente<br />

antiplaca, Revista da APCD, 47(1): 977-79, 1993.<br />

FERREIRA, F.V. – Ortodontia: Diagnóstico e Planejamento Clínico. Editora Artes Médicas. 1996, 1 0 edição, 495p.<br />

FIGLILI, M.P.;CASTRO;J.R.F.;PORTO,F.A- Curso para aten<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> consultório <strong>de</strong>ntário- Métodos <strong>de</strong> higienização.<br />

Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno 18(1): 30-34, 1991.<br />

FOLLIN, M. et al. Orthodontic tooth movement through the midpalatal suture area after surgical removal of the suture.<br />

An experimental study in dogs Europ. J. Orthodont., 7(1): 17-24, 1985.<br />

FRANKEL, R.; FRANKEL, C. - A functional approach to treatment of skeletal open bites. Am. J. Orthod. and<br />

Dentofac. Orthop. 84(1 ):54-68, 1983.<br />

FREEMAN, J.E. ; at al - Frequency of Bolton tooth-size discrepancies among orthodontic patient. Am. J. Orthod.<br />

Dentofac. Orthop. 110(1): 24-7, 1996.<br />

FREITAS, M. R. et al. Movimentação ortodôntica - Revisão da literatura, consi<strong>de</strong>rações clínicas e apresentação <strong>de</strong> um<br />

caso clínico. Ortodontia., 18(2): 53-6l, 1985.<br />

GARGIULO, A.W.; at al - Dimension and relationship of the <strong>de</strong>nto-gingival junction in humans. J. Periodontol. 32:<br />

261-7, 1961.<br />

GARNER, L.D.; AlLLAI, W.W.; MOORE, B.K. A comparison of frictional forces during simulated canine retraction of<br />

a continuous edgewise arch wire. Am. J. Orthod. Dent facial. Orthop. 90(3): 199-203, 1986.<br />

GEIGER, AM. et al - White spot reduction with fluori<strong>de</strong> rinsing. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop., 101(5): 400-7, 1992.<br />

GERON, S.; SHPACK, N.; KANDOS, S.; DAVIDOVITCH, M.; VARDIMON, A. Anchorage loss – A multifactorial<br />

response. Angle Orthodontist. 73(6): 730-737.<br />

GIANELLY, A.A.; PAUL, I.A. - A procedure for midline correction. AJO, 58(3): 264-67, 1970.<br />

GIORGIO,S.M.; DE MICHELI,G.- Agentes químicos no controle da placa bacteriana- Resumo das conclusões do<br />

Congresso da American Aca<strong>de</strong>my of Periodontology. Revista da APCD, 46(5):857-59, 1992.<br />

GJESSING, P. Biomechanical <strong>de</strong>sign and clinical evaluation of a new canine-retraction spring. Am. J. Orthod.<br />

Dentofac. Orthop. 87(5): 353-362, 1985.<br />

GOLDlE, R.S. & KING, G. J. Root resoption and tooth movement in orthodontic ally treated, calcium-<strong>de</strong>ficient, and<br />

lactating rats. Amer. J Orthodont., 85(5): 424-30, 1984.<br />

GOLDOSN, L & HENRIKSON, C. O. Root resoption during Begg treatment a longitudinal Roentgenolic study. Amer.<br />

J. Orthodont., 68: 55-66, 1975.<br />

288


GOSHGARIAN, R.A. Orthodontic palatal arche wires. United States: Government Patent Office, 1972.<br />

GRABER, T.M. - The three M's - Muscles, malformation and malocclusion. AJO. 49:418-50,1963,<br />

GRABER, T. M.; VANARSDALL JR., R. L. Ortodontia – Princípios e Técnicas Atuais. Editora Guanabara-Koogan.<br />

1994; 2 a ed. 897 p.<br />

GRANGEIRO,J.M. ; CARVALHO,L.E.P. ; BASTOS.J.R.M. ; HENRIQUES,J.F.C.; TARZIA,O.- O Cloreto <strong>de</strong><br />

Cetilpiridinio e placa bacteriana- Revista da APCD, 47(2): 1019-21, 1993.<br />

GRISI,M.F.;ITO,L.Y.;NOVAES,AB. - Teste <strong>de</strong> BANA-Periodontia- Revista da APCD, 45(1):393-96, 1991.<br />

GROSS, A.M.; KELLUM, G.D.; MICHA, F.D.; WALKER, M.; FOSTER, M.; BISHOP, F.W. - Uma avaliação<br />

longitudinal da postura da boca aberta e largura do arco maxilar em crianças. The Angle Orthod. 64(6):419-24, 1994.<br />

GUNDÜZ, E.; ZACHRISSON, B. U.; HÖNIGL, K.D.; CRISMANI, A.G., BANTLEON, H.P. An improved transpalatal<br />

bar <strong>de</strong>sign. Part I. Comparison of moments and forces <strong>de</strong>livered by two bar <strong>de</strong>signs for symmetrical molar <strong>de</strong>rotation.<br />

Angle Orthodontist. 73(3): 239-243, 2003.<br />

GUNDÜZ, E.; CRISMANI, A. G., BANTLEON, H.P.; HÖNIGL, K.D.; ZACHRISSON, B. U. An improved transpalatal<br />

bar <strong>de</strong>sign. Part II. Clinical upper molar <strong>de</strong>rotation. 73(3): 244-248, 2003.<br />

HANDELMAN, C.S. - The anterior alveolus: its importance in limiting orthodontic treatment and its Influence on the<br />

occurrence of iatrogenic sequelae. The Angle Orthod., 66(2): 95-110, 1996.<br />

HARALABAKIS, N.B.; TOUTOUNTZAKIS, N.M.; YIAZTZIS, S.C. - The hyoid bane position in adults individuals with<br />

open bite and normal occlusion. European J. Orthod. 15:265-71, 1993.<br />

HARRIS, E.F. & BAKER, W. Loss of root length and crestal bone height before and during treatment in adolescent and<br />

adult orthodontic patients Am. J. Orthod. Deontofac. Orthop., 98(5): 463-69, 1990.<br />

HART, A.; TAFT,L.; GREEENBERG, S. N. The effectiveness of differential moments in establishing and maintaining<br />

anchorage. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 102(5): 434-442, 1992.<br />

HASKELL. B. S.; SPENCER, W. A.; DAY, M. Auxiliary springs in continuous arch treatment: Part 2. Appliance use<br />

and case reports. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 98(5): 488-498, 1990.<br />

HASKELL. B. S.; SPENCER, W. A.; DAY, M. Auxiliary springs in continuous arch treatment: Part 1. An analytical<br />

study employing the finite-element method. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 98(8):387-397, 1992.<br />

HASLER, R.; SCHIMIDT,G.; INGERVALL, B.; GEBAUER, U. A clinical comparison of the rate of maxillary canine<br />

retraction into healed and recent extraction sites - a pilot study. Eur. J. Orthod., Dec. 19(6):711-719, 1997.<br />

HELLMAN, M. - Open bite. Int. J. Orthod. 8:421, 1931.<br />

HIGLEY, L.B. Anchorage in orthodontics. American Journal of Orthodontics. 55(6):791-794, 1969.<br />

HIXON, E. H.; ATIKIAN, H.; CALLOW, G. E.; MCDONALD, H. W.; TACY, R. J. Optimal force, differential force,<br />

and anchorage. American Journal of Orthodontics. 73(1): 437-457, 1969.<br />

289


HIXON, E. H.; AASEN, T.O;ARANGO, J.; CLARCK, R.A.; KLOSTERMAN, R.; MILLER, S.S.; ODON, W.M. On<br />

force a tooth movement. American Journal of Orthodontics. 74(4): 476-489, 1970.<br />

HOCEVAR, R.A. Un<strong>de</strong>rstanding, planning, and managing tooth movement: Orthodontic force system theory.<br />

American Journal of Orthodontics. Nov. 457-477, 1981.<br />

HOLLENDER, L. et al. Root resoption, marginal bane support and clinical crown length in orthodontic ally treated<br />

patientes. Europ. J. Orthodont., 24(4): 197-205, l980.<br />

HONG, R.K.; HEO, J.M.; HA, Y.K. Lever-arm and mini-implant system for anterior torque control during retraction in<br />

lingual orthodontic treatment. Angle Orthodontist. 75(1):129-141, 2004.<br />

INTERLANDI, S. – Ortodontia – Bases para a Iniciação. Editora artes Médicas, 2002, 5 0 edição, 615p.<br />

Initial tissue behavior during apical root resoption. Angle Orthodont., 44: 68-82, 1974.<br />

IWASAKI, L. R.; HAACK, J. E.; NICKEL, J. C.; MORTON, J. Human tooth movement in response to continuous<br />

stress of low magnitu<strong>de</strong>. Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop. 117(2):175-183, 2000.<br />

JACKSON,C.L.- Comparison between aletric toothbrush and manual tooth brushing, with and without oral irrigation,<br />

for oral hygiene of orthodontics patients. Am. J. Orthod. Dentofac.Orthop 99(1)15-20, 1991.<br />

JACOBSON, O. Clinical significance of root resoption. Am. J. Orthodont., 38: 687-96, 1952.<br />

JANSON, G.B.P. ; at al - A assimetria <strong>de</strong>ntária e suas implicações no tratamento ortodôntico : apresentação <strong>de</strong> um caso<br />

clinico. Ortodontia. 28(3):68-73, 1995.<br />

JANSON, G.R.P. ; at al - Extrusão <strong>de</strong>ntária com finalida<strong>de</strong> profética. Ortodontia, 28(3): 41-9, 1995.<br />

JARABACK, L.R.; THOMPSON, J.R. - Cephalometric appraisal of the cranium and mandible of the roll following<br />

condylon resection. J. Dent. Res. 28:655, 1959.<br />

JOHNSON, W. D.: Treatment of palatably canine teeth Am. J. Orthod., 56:589,1961<br />

JONES, O.G. – A cephalometric study of 32 north american black patients with anterior open bite. AJO. 95(4):367-<br />

74,1992.<br />

KETCHAM, A. H. A radiographic study of orthodontic tooth movement: a preliminary report. J. Amer. Dent. Ass. 14:<br />

1577-98, 1927. Apud: CANSANÇÃO, J. M. & MARTINS, D. R.<br />

KHULBERG, A. J.; PRIEBE, D. Testing force systems and biomechanical – measured tooth movements from<br />

differential moment closing loops. Angle Orthodontist. 73(3): 270-280, 2003.<br />

KILIARIDIS, S.; EGERMARK, I.; THILANDER, B. - Anterior open bite treatment with magnets. European J. Orthod.<br />

12:447-57, 1990.<br />

KIM, Y.H. –Anterior open bites and its treatment with multiloop edgewise arch wire. The Angle Orthod. October.:290-<br />

321 , 1987.<br />

KISNISCI, R.S.; ISERI, H.; TUZ, H.H.; ALTUG, A.T. Dento-alveolar distraction orthogenesis for rapid orthodontic<br />

canine retraction. J. Oral Maxillofac. Surg. 60(4): 389-394, 2002.<br />

290


KORNHAUSER et al. - The resolution of palatably impacted canines using palatal - occlusal force from a buccal<br />

auxiliary. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop., 110(5): 528-34, 1996.<br />

KUSTER, R.; INGERVALL, B. – The effect of treatment of skeletal open bite with two types of bite blocks. European J.<br />

Ortho. 14:489-99, 1992.<br />

LANGLADE, M. – Cefalometria Ortodôntica. Livraria Editora Santos. 1 a Ed., 269 p., 1993.<br />

LANGLADE, M. Diagnóstico Ortodôntico. Livraria Editora Santos., 1 a Ed., 742 p., 1993.<br />

LANGLADE, M. - Terapêutica Ortodôntica, Livraria Editora Santos. 3ª ed., 843 p., 1993.<br />

LEMON, R.R. - Simplified esthetic root extrusion techniques. Oral Surg. 54: 93-9, 1982.<br />

LEVANDER, E. & MALMGREN, O. Evoluation of the risk of root resoption during orthodontic treatment: a study of<br />

upper incisors Europ. J. Orthodont., 10: 30-8, 1988.<br />

LEWIS, P. D. - Pre orthodontic surgery the treatment of impacted canines. AM. J. Orthod., 60:382,1971<br />

LEWIS, P.D. – The <strong>de</strong>viated midline. AJO, 70(6): 601-16, 1976.<br />

LIMA, A. P. A.; TODESCAN, J.H.;VILLA,N.-Escovação -Lesões do Epitélio Técnica da Bass. Revista da APCD, 45(2):<br />

81-4, 1990.<br />

LIMA,AC.P.- Entrevista-Revista da APCD, 44(6): 302-4, 1990.<br />

LINCE, B. O. & LINGE, L. Apical root resoption in upper anterior teeth. Europ. J. Orthodont., 5(3): 173-83, 1983.<br />

LIOU, E.J.; HUANG, C.S. Rapid canine retraction through distraction of the periodontal ligament. Am. J. Orthod.<br />

Dentofacial Orthop. 114(4): 372-382, 1998.<br />

LIOU, E.J.W.; PAI, B.C.J.; LIN, J.C.Y. Do minis crews remain stationary un<strong>de</strong>r orthodontic forces ? Am. J. Orthod.<br />

Dentofac. Orthop. 126(1): 42-47, 2004.<br />

LOPEZ-GAVITO, G.; WALLEN, T.R.; LITTLE, W.R.; JANDOOLPH, D.R. - Anterior open bite malocclusion<br />

longitudinal 10 - year post retention evaluation orthodontic ally treated patients. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop.<br />

87(3), 1985.<br />

LOTZOF, L. P.; FINE, H. A.; CISNEROS, G. J. Canine retraction: A comparison of two preadjusted bracket systems.<br />

Am. J. Orthod. Dentofac. Orthop.110(2):191-196, 1996.<br />

LUTHER, F. - An unerupted canine - An unusual diagnostic problem? - British J. of Orthod., 20(2): 149-50, 1993.<br />

MARCOTTE, M.R. - Prediction of orthodontic tooth movement. AJO. 69(5): 511-23, 1976.<br />

MARKOSTAMOS, K.; AKLI, K. The i<strong>de</strong>al forces for canine retraction. Orthod Epitheorese.1(4):191-201, 1989.<br />

MARTINS, D.R. Contribuição ao estudo da “força ótima”, “força diferencial”, e preparo <strong>de</strong> ancoragem na<br />

movimentação ortodôntica. 1972, Tese – Faculda<strong>de</strong> <strong>de</strong> Odontologia <strong>de</strong> Bauru, USP<br />

291


MARTINS, D.R.; JANSON, G. R. P.; ALMEIDA, R. R.; PINZAN, R.; HENRIQUES, J. F. C.; FREITAS, M. R. Atlas<br />

<strong>de</strong> Crescimento Facial. Livraria Editora Santos. 1998; 1 a Ed. 280 p.<br />

MATTISON, G.D. et al. Orthodontic root resoption of vital and endodontically treated teeth. J. Endodont., 10 (8): 354.8,<br />

1984.<br />

MCCOLLUM, A. E. H.; PRESTON, C. B. Maxillary canine retraction, periodontal surgery, and relapse. American<br />

Journal of Orthodontics. 78(6): 610-622, 1980.<br />

McNAMARA Jr., J; BRUDON, W.L.- Orthodontics and Dentofacial Orthpedics. Needham Press, inc. 2001, 1 edição,<br />

555p.<br />

MEDEIROS,U.V.; CARVALHO,J.C.C.-Estudos sobre as condições <strong>de</strong> saú<strong>de</strong> bucal da população. Revista da<br />

APCD,44(3): 165-70, 1990.<br />

MEINKLE, M.C. - The effect of a class II intermaxillary force and <strong>de</strong>nt facial : complex in the adult macaca mulatta<br />

monkey. AJO, 54(4): 323-40, 1970.<br />

MELSEN, B., KLEMT, B. - Adjunctive orthodontic as part of interdisciplinary treatment : a case report. Int. J. Adult.<br />

Orthod. Orthognath. Surg. 12(3): 233-42, 1997.<br />

MELSEN, B.; BOSCH, A. Different approaches to anchorage: a survey and an avaliation. The Angle Orthodontist.<br />

67(1): 23-30, 1997.<br />

MICHELL, A.; JORDAN, J.F.; RICKETTS, R.M. - Arcial growth with metallic implants in mandibular growth<br />

prediction. AJO. 68(6):55-9, 1975.<br />

MILANEZI,L.A;BOSCO,A.F.;KINA,L.R.;SALIBA,O.;Pedrini.D. -Fios e Fitas <strong>de</strong>ntais- Primeira parte estudo da<br />

resistência à ruptura e da elasticida<strong>de</strong>. -Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno, 17(9): 18-22, 1990.<br />

MILANEZI,L.A;BOSCO,A.F.;KINA,J.R.;PEDRINI,D.; SALIBA,O.-Fios e Fitas <strong>de</strong>ntais - Segunda parte estudos sobre<br />

absorção - Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno,17(10):16-19, 1990.<br />

MOIN - A treatment for unilateral ectopic canines. Am. J. Orthod., 70(5): 572-6, 1976.<br />

MORO, A.; URJAS, D. – Crescimento condilar: alterações frente à propulsão mandibular. Ortodontia. 27(2):78-<br />

97,1992.<br />

MORROW,D. WOOD,D.P. SPEECHLY, M.- Clinical effect of subgengival Chlorexidina irrigation on gingivitis in<br />

adolescents orthodontics patients. Am.J.Orthod.Dentofac.Orthop.,101(5): 408-413, 1992.<br />

MOSS, M.; SALENTIJN, L. - Differences between functional matrix in anterior open bite and <strong>de</strong>ep bite. AJO.<br />

60(3):264-79, 1971.<br />

MOTA, M.E.S.F.M.; et al - Avaliação clinica do emprego <strong>de</strong> duas soluções para bochechas após cirurgias periodontais.<br />

Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno 12(1): 8-16, 1985.<br />

MOYERS, R. Ortodontia: Biomecânica dos movimentos <strong>de</strong>ntários. Rio <strong>de</strong> Janeiro, Guanabara Koogan, 375-91,1984.<br />

NAHOUM, H.I. - Vertical proportions and the palatal plane in anterior open bite. AJO. 59(3):273-82, 1971.<br />

292


NAHOUM, H.I.; HOROWITZ, S.L.; BENEDICTO, E.A. - Varieties of anterior open bite. AJO. 61 (5):486-92, 1972.<br />

NAHOUM, H.I. - Anterior open bite: A cephalometric analysis and suggested treatment procedures. AJO. 67(5):513-21,<br />

1975.<br />

NAHOUM, H.I. - Vertical proportions: A gui<strong>de</strong> for prognosis and treatment in anterior open bite. AJO. 68(1): 15-41,<br />

1975.<br />

NANDA, R. & SACHDEVA, R. Bases biomecânicas do arco <strong>de</strong> canto. in: Petrelli, E. Ortodontia Contemporânea.São<br />

Paulo, Savier, 1988. p. 268-9<br />

NATRASS, C.; at al - The effect of environment an elastomeric chain and nickel titanium coil springs. Eur. J. Orthod.<br />

20(2): 169, 176, 1998.<br />

NEMETH, R.B.; ISACSSON, R.I. - Vertical anterior relapse. AJO. 65:565-85. 1974.<br />

NEY, T.; G0Z, G. Force-moment measurements on the passive palatal arch un<strong>de</strong>r the influence of the tongue. Fortschr<br />

Kieferorthop. 54(6): 249-254, 1993.<br />

NIELSEN, L - Vertical malocclusions: etiology, <strong>de</strong>velopment, diagnosis and some aspects of treatment. The Angle<br />

Orthod. 61(4):247-60, 1991.<br />

NIKOLAI, R. J. On optimum orthodontic force theory as applied to canine retraction. American Journal of<br />

Orthodontics. 68(3): 290-302.<br />

NISHIOKA, R.S. - Extrusão ortodôntica induzida como auxiliar no restabelecimento do espaço biológico. Rev. da<br />

APCD, 50(3): 233-39, 1996.<br />

NOGUEIRA, A. S. at al.; - Principais transtornos ocasionados por <strong>de</strong>ntes inclusos. Rev. da APCD, 51 (3): 247-49, 1997.<br />

NOGUEIRA, A.S. at al.; - Condutas cirúrgico-ortodônticas relacionadas aos caninos superiores inclusos. Ortodontia.<br />

30(1): 84-91, 1997.<br />

NOROOZI, H. A formula to <strong>de</strong>termine the amount of retraction of mandibular canines. Angle Orthodontist. 70(2): 154-<br />

156, 2000.<br />

ONG, H.B.; WOODS, M.G. An occlusal and a cephalometric analysis of maxillary first and a second premolar<br />

extraction effects. Angle Orthodontist. 71(2): 90-102, 2001.<br />

OPPENHEIM, A.A possibility for physiologic orthodontic movement. Amer. J. Orthodont., 30: 345-68, 1944. Apud:<br />

FREITAS, M. R. et. al..<br />

ORTON, H. S.; GARVEY, M. T.; PEARSON, M. H. - Extrusion of the ectopic maxillary canine using a lower<br />

removable appliance. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop., 107(4): 349-59, 1995.<br />

PARK, H.S.; KWON, T.G. Sliding mechanics with micro screw implant anchorage. Angle Orthodontist. 74 (5): 703-710,<br />

2004.<br />

PARSONS, R. - Comment on validity of surgical luxation to facilite eruption and canine extractions to correct a<br />

bimaxillary malocclusion. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop., 108(3):18A a 20A, 1995.<br />

293


PAULSON, R.C.; SPEIDEL, T.M.; ISAACSON, R.J. A laminographic study of cuspid retraction versus molar<br />

anchorage loss. Angle Orthodontist. 40(1): 20-27, 1970.<br />

PAYNE, G.S. – The effect of intermaxillary elastics force a temporomandibular,-articulation in the growing macaque<br />

monkey. AJO, 60(5): 491-504, 1971.<br />

PAZ, M.E.; SUBTELNY, D.; IRAMPOUR, B. - A combined face masks: orthognatic surgical approach in the treatment<br />

of skeletal open bite and maxillary <strong>de</strong>ficiency. AJO. 95(1):1-11, 1989.<br />

PEARSON, L.E. - Vertical contral in fully-ban<strong>de</strong>d orthodontic treatment. The Angle Orthod. July:205-24, 1986.<br />

PECK, S.; PECK, L. ; KATAJA, M. - The palatably displaced canine as a <strong>de</strong>ntal anomaly of genetic origin. Am. J.<br />

Orthod. and Dentofac. Orthop., 110(4): 441-3, 1996<br />

PEREIRA, J. F. & MONTEIRO, J. L. Reabsorção radicular externa em <strong>de</strong>ntes submetidos a movimentos ortodônticos;<br />

contribuição ao estudo. Rev. Gaúcha Odont., 29(3): 159-6 l, 198 l.<br />

PEREZ, C. A.; ALBA, J. A.; CAPUTO, A. A.; CHACONAS, S. J. Canine retraction with J hooks headgear. American<br />

Journal of Orthodontics. 78(5): 538-547, 1980.<br />

PEARSSON, M. - Mandibular asymmetry of hereditary origin. AJO, 63(1): 1-11, 1973.<br />

PINTO, A.S. et al.; - Comparação entre duas técnicas cirúrgicas <strong>de</strong> tracionamento <strong>de</strong>ntário. Rev. da APCD, 50(5): 415-<br />

17, 1996.<br />

PINTO, F.M.; SILVA, F.R.A; SILVA, S.C.; MACIEL, S.M.L. - Doença Periodontal :Uma orientação preventiva para o<br />

clinico geral- Revista APCD,48(1): 1127.30, 1994.<br />

PIZAN., A; OTSUKA, AM.; MITSUNAGA.M.A; MALTAGLIATI, L.A; SAILA, M. - estudo comparativo <strong>de</strong> cerdas<br />

<strong>de</strong>ntais (convencionais e especiais) em pacientes com aparelho ortodôntico. Ortodontia,25(3): 39-43, 1992.<br />

PONCE, A. L Q.; JUNQUEIRA, A. L. F. Comparação entre a mola fechada <strong>de</strong> nitinol e a mola <strong>de</strong> retração <strong>de</strong> Ricketts<br />

na retração <strong>de</strong> canino. JBO Jornal Brasileiro <strong>de</strong> Ortodontia & Ortopedia Facial. 3(15):35-39, 1998.<br />

PONCE, A. L. Q. Sistema <strong>de</strong> retração <strong>de</strong> canino com força baixa. JBO Jornal Brasileiro <strong>de</strong> Ortodontia & Ortopedia<br />

Facial. 5(2): 80-87, 2000.<br />

PROFFIT, W.R. - Ortodontia Contemporânea. Pancast Editora, 1ª ed., 590p., 1991.<br />

PROFFIT, W.R.; FIELDS, H.W. Ortodontia Contemporânea. 3 a ed. Guanábana-Koogan, 2002, 675 p.<br />

PROSTERMAN, B.; PROSTERMAN, L.; FISCHER, R.; MERVYN, G. - O uso <strong>de</strong> implantes para a correção<br />

ortodôntica <strong>de</strong> uma mordida aberta. AJO. 107(3): 245-50, 1995.<br />

QUINTANILHA, L.E.;LIMA, A.L.P.; CARVALHO, E.S.R.A. et al - Evi<strong>de</strong>nciador <strong>de</strong> placa bacteriana veiculada por<br />

<strong>de</strong>ntifrício. - Quintenssence Internacional,18: 499-508, 1988.<br />

RAIJIC; MURETIC; PERCAC - Impacted canine in a prehistoric skull. The Angle Orthod., 66(6): 477-80, 1996<br />

294


RAJCICH, M. M.; SADOWSKY, C. Eficácia <strong>de</strong> las mecánicas intra-arco usando momentos diferenciales para alcanzar<br />

el control <strong>de</strong> anclaje en casos <strong>de</strong> extracción. Journal of Orthopedics-Orthodontics and Pediatric Dentistry. 4(2):53-64,<br />

1999.<br />

RAMOS, A.L, ; at al - Consi<strong>de</strong>rações sobre análise da discrepância <strong>de</strong>ntária <strong>de</strong>. Bolton e a finalização ortodôntica. Rev.<br />

Dental Press Ortodontia e Ortopedia Maxilar 1(2): 86-106, 1996.<br />

RAMOS, A. L.; SAKIMA, M. T.; PINTO, A. S.; MARTINS, L. P.; RAVELI, D. B. Barra Palatina. Rev. Dental Press<br />

Ortodon. Ortop. Facial. 5(1): 75-100 – jan./fev. 2000.<br />

RAWLS,H.R;.GELDER, R.;VAN;CARDINAS,L. YAN,C. - Arredondamentos <strong>de</strong> cerdas das escovas. Revista da APCD,<br />

45(1): 379-80, 1991.<br />

REITAN, K. Effects of force magnitu<strong>de</strong> and direction of tooth movement and alveolar bones types. Angle Orthodont.,<br />

34:244-55, 1964.<br />

REN, Y.; MALTHA, J. C.; KUIJPERS-JAGTMAN, A.M. Optimum force magnitu<strong>de</strong> for orthodontic tooth movement: A<br />

systematic literature review. 73 (1): 86-92, 2003.<br />

RICHARDSON, A. An investigation into the reprodubility of some points, planes, and lines used in cephalometric<br />

analysis. American Journal of Orthodontics. 52(9):637-651, 1966.<br />

RICHARDSON, A.R., - Dento-alveolar factors in anterior open bite and <strong>de</strong>ep bite. Dent. Pract. Rest. Rec. 21 :53-7,1970.<br />

RICKETTS, R.M. A foundation for cephalometric communication. American Journal of Orthodontics. 46 (5): 330-357,<br />

1960.<br />

RISINGER, R.J.; GIANELLY, A.A. - Effects of vertical forces a mandible and total face height. AJO, 58(2): 151-5,<br />

1970.<br />

ROBERTS-HARRY, D.P.; HARRADINE, N.W.T. - A sectional approach to the alignment of ectopic maxillary canines.<br />

British J. of Orthod., 22(1): 67–70, 1195.<br />

RODRIGUES, C.B.F.; TAVANO, O. - Tracionamento <strong>de</strong> caninos não irrompidos : uma controvérsia. Rev. da APCD,<br />

45(4): 529-34, 1991.<br />

ROSSATO, C.; MARTINS, D. R.; ALVES, M. E. A. F. Distalização do canino pelos métodos convencional e com<br />

“power arm” – Estudo fotoelástico das áreas <strong>de</strong> pressão. Ortodontia.; 16 (2): 5-11. 1983<br />

ROWLEY, R.; HILL, F.J.; ORTH, D.; WINTERS, G.B. - An investigation of the association between anterior open bite<br />

and amelogenesis imperfect. Am. J. Orthod. and Dentofac. Orthop. 88(1): 229-33,1982.<br />

SANDER, C.; GEIGER, M.; SANDER, F.G. Contact less measurement of canine retraction by digital<br />

macrophotogrammetry during hybrid retractor application. J. Ortofac. Orthop. 63(6): 472-82, 2002.<br />

SANDER, F.G. Biomechanical investigation of the hybrid retraction spring. J. Ortofac. Orthop. 61(5): 341-351, 2000.<br />

SANTOS,R.L.; SANTOS,M.R.C.L. - Ação abrasiva do Bicarbonato <strong>de</strong> Sódio. Observação microscópica - Odontólogo<br />

Mo<strong>de</strong>rno, 18(5): 5-9, 1991.<br />

295


SASSOUNI, V. - A classification of skeletal facial types. AJO. 55(2): 109-24, 1969.<br />

SAYIN, S.; BENGI, A.O.; GÜRTON, U.; ORTAKOGLU, K. Rapid canine distalization using distraction of the<br />

periodontal ligament: A preliminary clinical validation of the original technique. Angle Orthodontist. 74(3): 304-315.<br />

SCHLEIN, R.A; KEDLICK,E.M.; REINDORF, C. A.; GREGORY, J. ROYAL,G. C. - Tooth brushing and transient<br />

bacteremia in patients un<strong>de</strong>rgoing orthodontics treatment. Am. J. Ortho. Dentofac, Orthop., 99(5): 466-72, 1991.<br />

SCHUDY - Vertical growth vs. antero-posterior growth as related to function and treatment. The Angle Orthod. 34: 75-<br />

93, 1964.<br />

SCHUMACHER, H.A.; BOURAEL, C.; DRESCHER, D. Arch-gui<strong>de</strong>d tooth movement--its dynamics, efficacy and si<strong>de</strong><br />

effects. Fortschr Kieferorthop. 52(3): 141-152, 1991.<br />

SCHWARZ, M. D. Tissue changes indi<strong>de</strong>ntal to orthodontic tooth movement. Int. J. Orthodont., Oral Surg.<br />

Radiography, 18: 331-52, 1932. Apud: FREITAS, M. F. et al..<br />

SERRA,M.C.; CURY, J.A. - Cinética do flúor na saliva após o uso <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntifrício e bochecho fluorados. Revista da<br />

APCD,46(5): 875-78, 1991.<br />

SHIMIZU, R.H. Fechamento <strong>de</strong> espaços após as exodontias <strong>de</strong> primeiros pré-molares. 1995. 99f. Dissertação (Mestrado<br />

em Odontologia) – Faculda<strong>de</strong> <strong>de</strong> Odontologia, Universida<strong>de</strong> Estadual Paulista, São Paulo.<br />

SHIMIZU, R.H.; SAKIMA, T.; SANTOS-PINTO, A.; SHIMIZU; I.S. Desempenho biomecânico da alça “T”,<br />

construída com fio <strong>de</strong> aço inoxidável, durante o fechamento <strong>de</strong> espaços no tratamento ortodôntico. Rev. Dental Press.<br />

Ortodon. Ortop. Facial. 7:(6): 49-61, 2002.<br />

SHIMIZU, R.H.; STASZAK, K.R.; SHIMIZU, I.A.; AMBROSIO, A.R. Retração dos <strong>de</strong>ntes caninos com alças:<br />

Aspectos biomecânicos indispensáveis para o sucesso <strong>de</strong>ste procedimento. J. Bras. Ortodon. Ortop. Facial. 9(50): 178-<br />

186, 2004.<br />

SHROFF, B.; YOON, W.M.; LINDAUER, S.J.; BURSTONE, C.J. Simultaneous intrusion and retraction using a threepiece<br />

base arch. The Angle Orthodontist 67(6): 455-461, 1997.<br />

SILVA FILHO at al - Irrupção ectópica dos caninos permanentes superiores: soluções terapêuticas. Ortodontia, 27(3):<br />

50-66, 1994.<br />

SILVA FILHO, O. G. et al. Estimativa da reabsorção radicular em 50 casos ortodônticos bem finalizados. Ortodontia,<br />

26(1): 24-37, 1993.<br />

SILVA, F.O.O.; PINHEIRO,C.F.; PINHEIRO,C.E. POLETO,M.l.P. - Placa bacteriana. Ortodontia, 43(3): 128-32,<br />

1989.<br />

SJOLIEN, T. & REITAN, K. Tissue changes following rotation of tooth length in orthodontic ally treated and untreated<br />

persons. Amer. J. Orthodont., 64: 28-37, 1973.<br />

SKILLEN, W.G. & RElTAN, K. Tissue changes following rotation of teeth in the dog. Angle Orthodont., 10: 140-7,<br />

1940. Apud: FREITAS, M. R. et al.<br />

SODRE, A.S.; PRANCO, K.A.; MONTEIRO, D.F. - Mordida Aberta Anterior. JBO, 3(17): 50-94. 1998<br />

296


STEINHAUSER, E.W.; LlNES, P.A. - Correction of severe open bite associated with disease. Oral Surg. 39:509-26,<br />

1975.<br />

STORINO,S.R. - Princípios <strong>de</strong> cariologia - 1989 EPUME<br />

SUBTELNY, J.D.; SAKUDA, J.D. - Oral habits: studies in form, function, therapy. The Angle Orthod. 43:347-83, 1973.<br />

TANNE, K.; MATSUBARA, S.; SHIBAGUCHI, T.; SAKUDA; M. Wire friction from ceramic brackets during<br />

simulated canine retraction. Angle Orthod. 61(4): 285-290, 1991.<br />

TEN HOEVE, A & MULIE, M. R. The effect of anteroposterior incisor repositioning on the palatal cortex as studied<br />

with laminography. J. Clín. Orthodont., 10: 804-22, 1976.<br />

TEN HOEVE, A. - Treatment of mandibulo facial dysostosis: A case report. AJO, 69(5):540-54, 1974.<br />

THOMPSON, W. J. Combination anchorage technique: An update of current mechanics. Am. J. Orthod. Dentofac.<br />

Orthop., 93(6): 363-379, 1988.<br />

TODESCAN,J.H - Uso e Costume da higiene bucal.Revista da APCD, 45(5): 593-96, 1991.<br />

TODESCAN,J.H.;TODESCAN,C.O. - Compliance - Cooperação consciente. Revista da APCD. 43(3): 125-26, 1989.<br />

TOUTOUNTZAKIS, N.E.; HARALABAKIS, N.B. - A postero-anterior cephalometric evaluation of adults open bite<br />

subjects as related to normals. European J, Orthod. 13:410-15, 1991.<br />

TROUTEN, J.C.; ENLOW, D.H.; RABINE, M.; PHELPS, A.E.; SWELDON, D. - Morphologic factors in open bite and<br />

<strong>de</strong>ep bite. The Angle Orthod. 53(3): 192-211, 1983.<br />

TURPIN, D. L. - New findings expose the palatably displaced canine. The Angle Orthod., 64(4): 243 e 246, 1994.<br />

TURPIN, D.L.; Woloshyn, H. - Two patients with severely displaced maxillary canines respond differently to treatment.<br />

The Angle Orthod. 65(1): 13-22, 1995.<br />

VAN DER LINDEN, F,P.G.M. - Ortopedia Dentofacial Prática. Quintessence Editora Ltda. 1ª Ed., 693 p.,1998.<br />

VAN DER LINDEN, F.P.G.M. Changes in the position of posterior teeth in relation to rugs points. Am. J. Orthod.<br />

Dentofacial. Orthop. 74(2):142-161, 1978.<br />

VÁSQUEZ, M.; CALAO, E.; BECERRA, F.; OSSA, J.; ENRIQUEZ, C.; FRESNEDA, E. Initial stress differences<br />

between sliding and sectional mechanics with an endogenous implant as anchorage: A 3-dimensional finite element<br />

analysis. Angle Orthodontist. 71(4): 247-256, 2001.<br />

VERMETTE, M.E.; KOKICH, V.G.; KENNEDY, D.B. - Uncovering labially impacted teeth : apically positioned flap<br />

and closed-erption techniques. The Angle Orthod., 65(1): 23-34, 1995.<br />

VIASIS, A. - Cephalometric evaluation of skeletal open and <strong>de</strong>ep bite ten<strong>de</strong>ncies. Journal of Clin. Orthod., 26(6), 1992.<br />

VIGORITO, J.W. - Ortodontia Clínica Preventiva, 2 ed., 1986.<br />

WEINBACH, J.R.; SMITH, R.J. - Cephalometric changes during treatment with the open bite bionator, Am. J. Ortho,<br />

and Dentofac. Orthop., 101(4):367-74, 1992.<br />

297


WERNECK, E. C. S. - Mordida aberta anterior : características morfológicas, tendência <strong>de</strong> crescimento, tipologia,<br />

alternativas <strong>de</strong> tratamento e normas <strong>de</strong> predição. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>., 1(1) : 10-15, 1996. PARTE I.<br />

WERNECK, E. C. S. - Mordida aberta anterior : características morfológicas, tendência <strong>de</strong> crescimento, tipologia,<br />

alternativas <strong>de</strong> tratamento e normas <strong>de</strong> predição. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>., 2 (1) : 22-3 l, 1997. PARTE II.<br />

WERNECK, E.C.S. - Mordida aberta anterior.: características morfológicas, tendência <strong>de</strong> crescimento, tipologia,<br />

alternativas <strong>de</strong> tratamento e normas <strong>de</strong> predição. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>. 2(2): 24-33, 1997. Parte III.<br />

WERNECK, E.C.S.; CAVALIERI, I. – Tracionamento cirúrgico–ortodôntico dos caninos inclusos impactados e<br />

<strong>de</strong>slocados por palatino – Alguns aspectos a serem consi<strong>de</strong>rados na execução dos mesmos.. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e<br />

<strong>Pesquisa</strong>. 2 (3): 8-17, 1997.<br />

WERNECK, E.C.S. – Apinhamento <strong>de</strong>ntário tardio antero-posterior: uma avaliação sobre os fatores causais .<br />

Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>. 3 (1): 7-12, 1998.<br />

WERNECK, E.C.S.; – Extrusão Ortodôntica Dirigida: Uma visão multidisciplinar. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>. 3<br />

(2): 8-13, 1998.<br />

WERNECK, E.C.S. – Desvio da linha mediana: Possíveis causas e alternativas <strong>de</strong> tratamento. Relato <strong>de</strong> caso.<br />

Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>. 3 (3): 13-20, 1998<br />

WERNECK, E.C.S. – Placa impedidora <strong>de</strong> língua modificada – Placa W. Odontologia - <strong>Ensino</strong> e <strong>Pesquisa</strong>. 4 (1): 8-12,<br />

1999.<br />

WERNECK, E.C.S. – Avaliação cefalométrica do posicionamento <strong>de</strong>ntal superior após a distalização dos caninos,<br />

empregando a barra palatina fixa como elemento <strong>de</strong> ancoragem posterior. Tese. 2004. UNICID – SP, 100 p.<br />

WILCOXON, D.B.; .ACKENNAN JR, R.; KILLOOY, W.J.; LOVE, J.W.; SAKUMURA, I.S. Tira, D.E. - The toothbrush<br />

on plaque control in orthodontics patients. Am. J. Orthod. Dentafac. Orthop. 99(1): 7-14, 1991.<br />

WILLIANS, J.K. ; at al - Aparelhos ortodônticos fixos – Princípios e Prática., Livraria Santos Editora. 1ª Ed., p. 62-3,<br />

1997.<br />

WILSON, A.N.; MIDDLETON, J.; McGUINESS, N.; JONES, M. A finite element study of canine retraction with a<br />

palatal spring. Br. J. Orthod., 18(3): 211-218, 1991.<br />

WOLFORD, L.M.; COTRELL, D. - Diagnosis of macroglossia and indications for reduction glossectomy. Am. J.<br />

Orthod. Dentofac. Orthop. 110(2): 170-TI 1996.<br />

WOLOSHYN, H.; at al - Pulpal and periodontal reactions to orthodontic alignment of palatably impacted canines. The<br />

Angle Orthod., 64(4): 257-64, 1994.<br />

WOODS, M.G.; NANDA, R, - Intrusion of posterior teeth with magnets: an experiment in no growing baboons. Am. J.<br />

Orthod. and Dentofac. Orthop., 100(5):393-400, 1991.<br />

WOODSIDE, D.G.; LlNDER-ARONSON, S. - The channelization of upper and lower anterior face heights compared to<br />

population standards in males between ages 6 to 20 years. European J.Orthod., 1:25-40, 1974.<br />

298


YAMADA, T„TANNE, K. ; MIYAMOTO, K. : YAMAUCHI. K. - Influences of nasal (espiratay obsfructian and<br />

craniofacial growth in young macaca fuscata monkeys. Am. J. Orfhod. Dentofac. Orthop. 111(1): 38-43, 1997.<br />

YOON, Y-J.; KIM, K-S.; HWANG, M-S.; KIM, H-J.; CHOL, E-H; KIM, K-W. – Effect of head rotation on lateral<br />

cephalometric radiographs. Angle Orthodontist: 71(5):396-403, 2001.<br />

YOSHIDA, N.; KOGA, Y.; MIMAKI, N.; KOBAYASHI, K. In vivo <strong>de</strong>termination of the centers of resistance of<br />

maxillary anterior teeth subjected to retraction forces. Eur. J. Orthod. 23(5):529-534, 2001.<br />

ZANETTI, A.L; LAGANA, D.C. - Correção do alinhamento oclusal em pacientes parcialmente en<strong>de</strong>ntados. Rev. da<br />

APCD, 50(4): 321-4, 1996.<br />

ZEBRAL,AA; ESTHER,S.S. - Contribuição ao estudo da flora bacteriana anaeróbica da flora escrita nos processos<br />

inflamatórios periodontais. Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno 18(6): 12-17, 1991.<br />

ZIEGLER, P.; INGERVALL, B. A clinical study maxillary canine retraction with a retraction spring and with sliding<br />

mechanics. American Journal of Orthodontics., 95(2): 99-106, 1989.<br />

ZINGANO,E.L. - Higienização bucal- Motivação dos pacientes. Odontólogo Mo<strong>de</strong>rno,12(10): 13-20 , 1985.<br />

ZUCCATI, G. - Bilaterally impacted maxillary canines : a case report in an adult. Eur. J. of Orthod., 16: 325-28, 1994<br />

299

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!