37 - Universidad del Azuay
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1 rescatando el Qhapac Ñan<br />
Mario Jaramillo paredes /<br />
rECtor dE la Uda<br />
4 / Co l o qu i o • Re v i s ta d e la u.d.a. • ab R i l - Ju n i o 2008 Co l o qu i o • Re v i s ta d e la u.d.a. • ab R i l - Junio 2008 / 5<br />
t E M a C E N t r a l<br />
Qhapaq Ñan:<br />
camino de integración andina<br />
Así como en la el viejo mundo todos los caminos llevaban a<br />
Roma, en la América Andina de finales <strong>del</strong> siglo XV e inicios <strong>del</strong><br />
XVI, todos los caminos llevaban al Cusco. Hoy, quinientos después,<br />
esos caminos andinos vuelven a tener vida a través <strong>del</strong> proyecto de<br />
redescubrir el Qhapaq Nañ-el camino principal- llamado también el camino<br />
<strong>del</strong> Inca -el inga ñan- que impulsa la UNESCO y los países de la región.<br />
Desde el Cusco-el ombligo <strong>del</strong> mundo- partía una red de caminos que<br />
unía a la capital con todos los territorios <strong>del</strong> Tahuantinsuyo, desde Chile y<br />
Argentina en el sur hasta Colombia en el norte. Al parecer esas vías cubrían-<br />
según algunos cálculos- veinte y tres mil kilómetros y, según otros, llegaban<br />
a la increíble cifra de cuarenta mil. En realidad no era una sola vía sino varias<br />
que tenían unas el carácter de principales y junto a ellas, una red formando<br />
una verdadera ramificación que conectaba al ombligo <strong>del</strong> mundo con los<br />
más distintos puntos de una geografía variada y compleja como es la de las<br />
altas cumbres, las mesetas y las tierras bajas.<br />
Había dos vías principales que cubrían –una de ellas- cuatro mil kilómetros<br />
de norte a sur por la zona costanera junto al mar y –la otra- cinco mil<br />
kilómetros recorriendo las tierras altas. De trecho en trecho estaban edificados<br />
los tambos o construcciones bien equipadas para ofrecer descanso al<br />
caminante. En el trecho que atraviesa lo que hoy son las provincias de Cañar<br />
y <strong>Azuay</strong> -por ejemplo- subsisten todavía en buen estado algunos de esos<br />
descansos siendo uno de los más notables el Tambo de Paredones ubicado<br />
en el Nudo <strong>del</strong> <strong>Azuay</strong>, sobre la laguna de Culebrillas.<br />
El incario fue por sobre todo un imperio de altas tierras. Ese fue su<br />
ambiente y el territorio en el que mejor floreció su cultura. Las tierras bajas,<br />
tanto los valles calientes de la sierra así como las tierras costaneras, formaron<br />
parte <strong>del</strong> amplio dominio, pero sólo marginalmente. Por ello casi todas<br />
las grandes obras materiales fueron construidas en la Sierra, como son los<br />
ejemplos notables <strong>del</strong> Cusco, Tomebamba e Ingapirca de Cañar. Ello explica<br />
también en parte por qué las muestras mayores <strong>del</strong> Qhapaq Ñan están en<br />
tierras altas.<br />
Un correo tardaba diez días en llegar <strong>del</strong> Cusco a Quito y suele decirse<br />
que el Inca podía servirse en la Sierra pescados atrapados el mismo día en la<br />
Costa, dos ejemplos que muestran que sus correos demoraban menos que los<br />
correos estatales de hoy y que las vías que unían sierra y costa eran bastante<br />
más seguras que las que hoy unen al <strong>Azuay</strong>, Cañar o Loja con el litoral.<br />
Ese camino hoy empieza a redescubrirse a través de un gran proyecto<br />
andino liderado por la UNESCO. La <strong>Universidad</strong> <strong>del</strong> <strong>Azuay</strong> tiene a su cargo la<br />
parte sur <strong>del</strong> país y los primeros informes han merecido un reconocimiento<br />
por parte de la Unesco.