repaso estereotipos y prejuicios - Revista española de política ...
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REPASO número 6, domingo 1 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 2007<br />
ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS RACIALES<br />
EN TRES BARRIOS HABANEROS<br />
Juan Antonio Alvarado Ramos<br />
Etnólogo, Departamento <strong>de</strong> Etnología<br />
Centro <strong>de</strong> Antropología <strong>de</strong> Cuba<br />
La Habana<br />
En socieda<strong>de</strong>s multirraciales como la cubana, la problemática<br />
relativa a las relaciones raciales reviste una particular connotación.<br />
La formación <strong>de</strong>l pueblo cubano es el resultado <strong>de</strong> la confluencia e<br />
interacción <strong>de</strong> diversos conglomerados étnicos, los que a su vez<br />
eran portadores <strong>de</strong> distinta filiación racial. Entre ellos los<br />
fundamentales resultaron ser los blancos <strong>de</strong> origen hispánico y los<br />
negros africanos. La forma en que tuvo lugar la inserción <strong>de</strong> estos<br />
grupos en los nuevos contextos naturales, económicos y<br />
socioculturales, <strong>de</strong>finió el lugar que cada uno ocuparía en la<br />
estructura socioclasista <strong>de</strong> la nueva sociedad que se gestaba.<br />
Los españoles como conquistadores-colonizadores, ocuparon<br />
los estratos dominantes y controladores <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r económico,<br />
político y social. En esas circunstancias su <strong>política</strong> estuvo<br />
encaminada a imponer su lengua, sus costumbres, sus tradiciones<br />
y formas <strong>de</strong> organización social. Los negros africanos traídos<br />
como esclavos, fueron privados <strong>de</strong> sus más elementales <strong>de</strong>rechos<br />
como seres humanos (Ortiz 1940a, 1940b, 1987 ; López Valdés<br />
1985, Guanche 1996).<br />
La interacción <strong>de</strong> componentes étnicos <strong>de</strong> distinta filiación<br />
racial, en la que a unos les correspondió la función <strong>de</strong><br />
dominadores y a otros la <strong>de</strong> dominados, llevó a que la sociedad<br />
cubana fuera esencialmente racista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> su<br />
formación. El racismo, durante el período colonial, constituyó la
i<strong>de</strong>ología que sustentó y justificó al régimen esclavista. Su<br />
permanencia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la abolición <strong>de</strong> la esclavitud y<br />
posteriormente en la república neocolonial (1902-1958), se<br />
expresó a través <strong>de</strong> un complejo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as y prácticas<br />
discriminatorias que garantizaron la explotación y segregación<br />
racial <strong>de</strong> los sectores no blancos <strong>de</strong> la población (Helg 1995 ;<br />
Fernán<strong>de</strong>z Robaina 1994). En los últimos 30 años la sociedad<br />
cubana ha sido objeto <strong>de</strong> un profundo proceso <strong>de</strong> transformaciones<br />
socio-económicas. Uno <strong>de</strong> los objetivos fundamentales <strong>de</strong> la<br />
Revolución, fue la erradicación <strong>de</strong> la discriminación racial. Para<br />
ello eliminó las trabas existentes en ese sentido y creó condiciones<br />
objetivas que posibilitaron el acceso <strong>de</strong> todos los cubanos al pleno<br />
ejercicio <strong>de</strong> la igualdad racial, contribuyendo <strong>de</strong> esa manera a la<br />
trasformación <strong>de</strong> la estructura socioclasista en sus expresiones<br />
raciales (<strong>de</strong> la Fuente 1995).<br />
Sin embargo, la eliminación <strong>de</strong>l racismo institucionalizado y<br />
la supresión <strong>de</strong> los mecanismos que impedían el disfrute <strong>de</strong><br />
iguales <strong>de</strong>rechos, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong>l color <strong>de</strong> la piel, no<br />
significó la erradicación <strong>de</strong>l racismo y sus más diversas<br />
expresiones, como inicialmente llegó a pensarse que suce<strong>de</strong>ría<br />
(Carneado 1962 ; Serviat 1986).<br />
El trabajo que ahora se presenta forma parte <strong>de</strong> los estudios<br />
que se realizan en el Departamento <strong>de</strong> Etnología <strong>de</strong>l Centro <strong>de</strong><br />
Antropología <strong>de</strong> Cuba, en el campo <strong>de</strong> las relaciones raciales. En<br />
este caso la atención se ha centrado específicamente en el estudio<br />
<strong>de</strong> los <strong>estereotipos</strong>, los <strong>prejuicios</strong> y las imágenes mutuas sobre la<br />
base <strong>de</strong> los cuales se sustentan conductas y actitu<strong>de</strong>s racistas. Del<br />
mismo modo, se ha incursionado en las principales<br />
transformaciones <strong>de</strong> que han sido objeto en las últimas décadas.<br />
El estudio se basa en 116 entrevistas realizadas en tres barrios<br />
<strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> La Habana, entre cuyas características está la<br />
composición multirracial <strong>de</strong> su población. Uno <strong>de</strong> ellos<br />
correspon<strong>de</strong> a un barrio popular en el cual los negros y mestizos
han sido históricamente mayoritarios. Otro forma parte <strong>de</strong> las<br />
zonas resi<strong>de</strong>nciales construidas para sectores <strong>de</strong> la pequeña y<br />
mediana burguesía, don<strong>de</strong> fue siempre prepon<strong>de</strong>rante la población<br />
blanca don<strong>de</strong> en los últimos tiempos en virtud <strong>de</strong> nuevas<br />
construcciones y reparticiones <strong>de</strong> viviendas, hechas por el Estado,<br />
migraciones internas y otros factores, presentan una composición<br />
multirracial. Por último, se trabajo en un barrio construido <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> 1979, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio ha estado habitado por personas <strong>de</strong><br />
distinta filiación racial. Por lo tanto, las consi<strong>de</strong>raciones que aquí<br />
se establecen ostentan un carácter preliminar y en ningún modo<br />
<strong>de</strong>ben ser tomadas como concluyentes y abarcadoras <strong>de</strong> toda esta<br />
problemática en la sociedad cubana.<br />
Para la obtención <strong>de</strong> la información empírica que sirvió <strong>de</strong><br />
base a este trabajo, se preparó un cuestionario <strong>de</strong> preguntas<br />
cerradas que abordan diversas esferas <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> un individuo y<br />
por medio <strong>de</strong> las cuales pue<strong>de</strong>n valorarse las peculiarida<strong>de</strong>s que<br />
presentan las relaciones raciales. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer<br />
momento estuvo claro que con el uso exclusivo <strong>de</strong> esta técnica<br />
sería imposible valorar en toda su dimensión un fenómeno <strong>de</strong> esta<br />
naturaleza. Fue así que simultáneamente con la aplicación <strong>de</strong>l<br />
cuestionario, se establecía un intercambio más amplio con el<br />
entrevistado, <strong>de</strong> manera tal que pudieran obtenerse los matices que<br />
presenta la cuestión. Se trabajó con personas portadoras <strong>de</strong> distinta<br />
filiación racial, tratando <strong>de</strong> que en ellas estuvieran representados<br />
los componentes fundamentales <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong> clases y los<br />
distintos grupos etéreos y <strong>de</strong> género. De suma importancia resultó<br />
la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las categorías raciales a partir <strong>de</strong> las cuales<br />
quedaría estructurada la muestra. Para ello se tuvo en cuenta que<br />
la intensidad <strong>de</strong> los procesos <strong>de</strong> interacción biológica y cultural,<br />
en Cuba, creó tempranamente una capa <strong>de</strong> mestizos, fruto <strong>de</strong> las<br />
más diversas combinaciones etnorraciales, que progresivamente<br />
iría distinguiéndose en el panorama social cubano (Guanche<br />
1996).
Nuestros resultados toman en consi<strong>de</strong>ración tanto a blancos<br />
como a negros y mestizos (…). Son varias las clasificaciones<br />
raciales <strong>de</strong> origen popular que pue<strong>de</strong>n encontrarse en la sociedad.<br />
Ellas se basan en las características fenotípicas <strong>de</strong> la persona, con<br />
especial énfasis en el color <strong>de</strong> la piel, la forma y el color <strong>de</strong>l<br />
cabello y los ojos y otros rasgos físicos como la boca y la nariz.<br />
En Cuba la noción <strong>de</strong> parentesco no <strong>de</strong>sempeña una función<br />
importante para <strong>de</strong>finir filiación racial. Es particularmente amplia<br />
la cantidad <strong>de</strong> fenotipos populares usados para clasificar a los<br />
mestizos (Guanche 1997). Tal variedad haría imposible utilizarlos<br />
en un estudio <strong>de</strong> esta naturaleza, porque a<strong>de</strong>más no poseen una<br />
significación estructural en la sociedad. De ellos el más usado para<br />
dominar al grupo más amplio es el <strong>de</strong> mulato, anexándole muchas<br />
veces calificativos para indicar su grado <strong>de</strong> pigmentación epitelial<br />
y la presencia <strong>de</strong> otros rasgos físicos que le imprimen cierta<br />
distinción <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l grupo (Rodríguez 1995).<br />
Aunque la "raza" es una construcción sociocultural, tiene<br />
importantes connotaciones sociales en la forla en que se<br />
autoi<strong>de</strong>ntifica el individuo y como es concebido por la sociedad en<br />
su conjunto (Ortiz 1975). En este trabajo, la filiación racial <strong>de</strong> los<br />
encuestados fue <strong>de</strong>terminada por ellos mismos; en trabajos futuros<br />
será necesario establecer la correlación que existe entre la filiación<br />
racial y otros indicadores sociales como género, edad y<br />
pertenencia clasista.<br />
Las relaciones raciales como parte <strong>de</strong>l sistema más amplio <strong>de</strong><br />
las relaciones sociales, en un país don<strong>de</strong> resulta prácticamente<br />
imposible encontrar un lugar en el cual no coincidan personas <strong>de</strong><br />
distinta filiación racial, pue<strong>de</strong>n ser valoradas a través <strong>de</strong>l estudio<br />
<strong>de</strong> las más diversas esferas <strong>de</strong> la vida. La confluencia racial es<br />
palpable en los barrios <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia, los centros laborales y <strong>de</strong><br />
asistencia médica, las escuelas, los lugares <strong>de</strong> distracción y<br />
espacimiento. En ellas es muy frecuente que se establezcan<br />
vínculos interraciales <strong>de</strong> muy variada naturaleza.
Sin embargo, su estudio choca con gran<strong>de</strong>s inconvenientes.<br />
Uno <strong>de</strong> ellos lo constituye el hecho <strong>de</strong> que una parte consi<strong>de</strong>rable<br />
<strong>de</strong> la población al abordar este fenómeno, fuera <strong>de</strong>l marco <strong>de</strong> la<br />
familia y <strong>de</strong> sus amista<strong>de</strong>s más inmediatas, tien<strong>de</strong> a manifestarse<br />
como no racista. Pero lo cierto es que en el transcurso <strong>de</strong> varios<br />
siglos <strong>de</strong> sistema esclavista primero y durante la república<br />
neocolonial <strong>de</strong>spués se crearon <strong>estereotipos</strong>, sustentadores <strong>de</strong>l<br />
prejuicio racial y justificadores <strong>de</strong> la discriminación, que echaron<br />
profundas raíces en los distintos sectores <strong>de</strong> la población.<br />
Las expresiones <strong>de</strong> estos <strong>prejuicios</strong> y la adopción <strong>de</strong> actitu<strong>de</strong>s<br />
y conductas <strong>de</strong> profundo contenido racista, que en otras épocas se<br />
habían mostrado <strong>de</strong> forma abierta, chocaron, a partir <strong>de</strong> 1959, con<br />
la <strong>política</strong> <strong>de</strong> la Revolución. La i<strong>de</strong>ntificación con los nuevos<br />
principios <strong>de</strong> igualdad y soberanía sin distinción <strong>de</strong> razas, no pudo<br />
menos que provocar cambios en las manifestaciones públicas <strong>de</strong><br />
esas i<strong>de</strong>as y prácticas, pero fue imposible borrarlas <strong>de</strong> la<br />
conciencia social. Fue así que el prejuicio racial tomó formas más<br />
solapadas, y más solapadas fueron también las conductas y<br />
actitu<strong>de</strong>s portadoras <strong>de</strong>l mismo.<br />
De todas formas, la <strong>política</strong> revolucionaria ha venido<br />
ejerciendo un fuerte impacto en las relaciones raciales y pue<strong>de</strong><br />
haber contribuido a conformar en la conciencia social un mo<strong>de</strong>lo<br />
i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> sociedad multirracial cuya imagen cada persona trata <strong>de</strong><br />
reflejar. Tal fenómeno no se presenta <strong>de</strong> manera homogénea y las<br />
respuestas individuales y colectivas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n en gran medida <strong>de</strong><br />
las experiencias <strong>de</strong> cada persona, familia o grupo social.<br />
Sobre todo la familia, como institución básica <strong>de</strong> la sociedad,<br />
ha constituido un elemento importante en ese sentido. Su<br />
estructura y funcionamiento no cambian al ritmo que lo pue<strong>de</strong>n<br />
hacer las disposiciones <strong>de</strong> carácter jurídico. Por lo tanto, continuó<br />
siendo junto al medio social inmediato al individuo, un factor<br />
<strong>de</strong>cisivo en el mantenimiento y reproducción <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología <strong>de</strong>l<br />
racismo.
Lo señalado hasta aquí, unido al alto grado <strong>de</strong> mestizaje, los<br />
estrechos vínculos interraciales que tienen lugar en Cuba y el<br />
progresivo incremento <strong>de</strong> los matrimonios entre personas <strong>de</strong><br />
distinta filiación racial, pue<strong>de</strong> llevar a un observador extraño y<br />
poco familiarizado con nuestras realida<strong>de</strong>s a pensar en la<br />
inexistencia <strong>de</strong> problemas raciales.[…]