14.04.2013 Views

¿Quieres conocer a los blues? Un cuento sobre el prejuicio y la ...

¿Quieres conocer a los blues? Un cuento sobre el prejuicio y la ...

¿Quieres conocer a los blues? Un cuento sobre el prejuicio y la ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La profesora puso en orden <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se y empezó a enseñar <strong>la</strong>s letras a <strong>los</strong> niños <strong>blues</strong>. Algunos<br />

niños de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se se bur<strong>la</strong>ban de <strong>el</strong><strong>los</strong> porque no sabían leer ni escribir nada.<br />

Al salir al recreo, Musi y Ramix se fueron con <strong>los</strong> niños de su c<strong>la</strong>se. Entonces, Perico, les dijo:<br />

Perico: —No podéis jugar con nosotros porque sois azules. Sólo queremos jugar con niños de<br />

nuestro mismo color.<br />

Musi: —¿Y que importa <strong>el</strong> color de <strong>la</strong> pi<strong>el</strong>? Si hubiérais nacido en nuestro p<strong>la</strong>neta seríais azules<br />

como nosotros. A <strong>los</strong> <strong>blues</strong> nos gusta ser azules. Nuestros padres y abue<strong>los</strong> son azules y queremos<br />

ser como <strong>el</strong><strong>los</strong>. El color de <strong>la</strong> pi<strong>el</strong> no debe importar para que seamos amigos.<br />

Perico: —A mí sí me importa. Mis padres no quieren que vaya con vosotros porque no sabéis<br />

nada, porque sois de color azul y <strong>los</strong> niños azules sois unos pegones.<br />

Ramix: —¡Sí que sabemos! No sabemos leer ni escribir todavía, pero sabemos hacer otras muchas<br />

cosas. ¡Y no somos unos pegones!<br />

Niños de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se: —¡Pegones, pegones!<br />

Perico no quería estar con <strong>los</strong> niños <strong>blues</strong> y se fue. Los otros niños le siguieron. Perico era <strong>el</strong><br />

jefe de <strong>la</strong> c<strong>la</strong>se y siempre hacían lo que él quería.<br />

<strong>Un</strong>a vez que <strong>el</strong> conflicto está p<strong>la</strong>nteado comienzan a ocurrir hechos -­‐puede ser uno o varios-­‐, que<br />

profundizan en <strong>el</strong> conflicto dándole mayor complejidad a su resolución.<br />

Seña<strong>la</strong> de manera escueta cada uno de esos hechos.<br />

De pronto, un niño pequeño jugando empujó a Perico sin querer. Ninguno de <strong>los</strong> niños de <strong>la</strong><br />

c<strong>la</strong>se vio quién había sido. Perico creyó que había sido Musi y le empujó fuertemente tirándole al<br />

su<strong>el</strong>o. Musi se levantó enfadado y...¡zas! Le pegó.<br />

Perico: —Veis, yo tenía razón: Los niños azules son unos pegones.<br />

<strong>Un</strong> día fueron de excursión al bosque para <strong>conocer</strong> de cerca lo que habían visto en <strong>los</strong> libros<br />

<strong>sobre</strong> <strong>la</strong> naturaleza.<br />

Al cabo de un rato Musi dijo a <strong>los</strong> demás:<br />

Musi: —Debemos irnos ya hacia <strong>el</strong> autobús. Mirad <strong>la</strong>s nubes: Tienen forma cuadrada y eso es<br />

señal de que va a haber una gran tormenta.<br />

Raúl: —Eso es mentira, <strong>los</strong> niños azules no sabéis nada.<br />

Musi: —¡Es verdad! Debemos irnos ya, antes de que sea demasiado tarde. Si vamos al autobús,<br />

podemos resguardarnos.<br />

Profesora: —No creo que hoy vaya a haber tormenta. Sigamos andando.<br />

Todos <strong>los</strong> niños seguían de cerca a <strong>la</strong> maestra, excepto Perico que iba distraído con <strong>la</strong>s<br />

mariposas y cogiendo setas. Así, sin darse cuenta, se fue quedando atrás.<br />

Anduvieron durante un rato. De pronto <strong>la</strong>s nubes se movieron de prisa y se formaron<br />

grandes nubarrones grises y... Broooommm sonó <strong>el</strong> primer trueno.<br />

Profesora (asustada): —¡Oh, Musi tenía razón! Y ya es demasiado tarde para volver al autobús. ¡Si<br />

te hubiéramos hecho caso! ¡Se nos echa encima <strong>la</strong> tormenta!<br />

Musi: —¡Profesora!, Perico no está con nosotros. Debe haberse perdido.<br />

Ramix: —No os preocupéis. En <strong>el</strong> sueño de anoche, <strong>el</strong> anciano genio me llevó a una enorme cueva<br />

en <strong>la</strong> que vi a Perico. Seguro que él ya está allí resguardándose de <strong>la</strong> lluvia. ¡Seguidme, venid<br />

conmigo!<br />

Luego d<strong>el</strong> crecimiento d<strong>el</strong> conflicto algo debe llegar a cambiar <strong>la</strong> dinámica. Algo que ponga en t<strong>el</strong>a<br />

de juicio <strong>la</strong>s ideas preconcebidas o centre <strong>la</strong> acción en <strong>la</strong>s cualidades positivas d<strong>el</strong> personaje<br />

cuestionado. De esta forma se establece <strong>la</strong> reflexión dentro de <strong>la</strong> historia narrada.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!