Un Concepto Sistémico de Innovación Educativa - División de ...

UN CONCEPTO SISTÉMICO DE INNOVACIÓN
EDUCATIVA
Eduardo de la Fuente Rocha y Germán Sergio Monroy Alvarado
Publicado en Cuadernos de Reencuentro, No. 14, pp. 6-10, UAM-X, México,
Junio 1995.
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, casi todas las actividades humanas y sociales han sido
influidas por los avances alcanzados por la tecnología y sus instrumentos,
entre estos destacan los relacionados con la comunicación y en especial la
computación y la informática.
Las actividades educativas no han permanecido ajenas a dichas
influencias y tanto en la educación formal, como en la informal se han venido
introduciendo dichos instrumentos como bases de innovación y modernidad
educativas, produciendo en la mayoría de los casos espejismos y falsos
avances ya que muchas veces se enfatizan mas los medios y se soslayan
los fines; se enfatizan mas las necesidades y habilidades en el empleo de
herramientas e instrumentos, que en el cuestionamiento y planteamiento de
lo que se quiere lograr.
Se ha propiciado así una educación que por un lado, se engolosina
con el almacenamiento, recuperación y manejo de grandes cantidades de
datos e información, con gran fluidez y supuestamente alta confiabilidad y
que, por otro lado, no prepara para cuestionar si está resolviendo el
problema que se debería resolver y el modo de hacerlo; así, generalmente
se propicia que en la realidad se resuelvan los problemas equivocados de la
manera no apropiada.
De ningún modo hay que dejar de reconocer las ventajas aportadas
por esos instrumentos, pero estas serán mayores y mejores si se les ubica
apropiadamente en el concierto de una perspectiva más amplia de la
realidad y de la educación. Sólo así con una nueva visión del todo y las
partes, podrá innovarse eficiente y eficazmente la educación.
LA ERA SISTÉMICA
Hace casi alrededor de medio siglo comenzó a conformarse la gestación de
lo que algunos han llamado la era sistémica, la era de los sistemas; pero
estos, no refiriéndose sólo a los sistemas computacionales, sino a conceptos
más vastos, a una nueva visión, una nueva perspectiva, una nueva filosofía,
un nuevo paradigma. Por sus características, los conceptos de sistemas,
métodos, técnicas y herramientas, han tenido un gran desarrollo en las
actividades académicas y profesionales y hasta las cotidianas. Las
características de la era sistémica son las que han abierto la posibilidad de
avanzar por caminos de evolución y desarrollo mas eficientes y eficaces,

mas “verdaderos”.
Las características de la era de los sistemas se pueden agrupar
fundamentalmente en tres rubros que a continuación de manera breve se
presentarán: el enfoque de sistemas, la inter-trans disciplina y la metodología
sistémica.
Enfoque de sistemas
La realidad tangible e intangible puede percibirse, enfrentarse y manejarse
como sistema. Tomar la decisión consciente de hacerlo así, nos posibilita,
conjuntamente con las otras características sistémicas, de cometer menos
errores, aprender de estos y aumentar los aciertos.
Ver la realidad como sistema enfatiza el balance del conocimiento de
las propiedades de las partes y del “todo” al que pertenecen, así como las
interrelaciones entre ellas y el todo (el sistema). Surge así también la
importancia del contexto, el medio ambiente, el supra sistema al que
pertenece el sistema.
Se conforma así una visión holísitca-gestalt que expande, que integra.
Una visión de macroscopio que trata de balancear la de microscopio que ha
predominado; una visión que al integrar busca una nueva síntesis dándole su
propia dimensión al análisis; que trata de integrar, también las sabidurías y
conocimientos de occidente y oriente generadas a través de los siglos.
Ver la realidad y la educación como sistemas resulta indispensable.
Solo así se integrarán: tangible y lo intangible, lo formal e informal, pero
sobre todo integrarán al individuo y su contexto. A nivel de individuo se
sintetiza el cuerpo y la mente, lo somático y lo psíquico, lo psicológico y lo
espiritual. A nivel de contexto o medio ambiente se integrarán lo natural, lo
construido, lo cultural, lo social, lo eco-social y lo sociotécnico.
Se construye así un enfoque mas humanístico para trascender mas
significativamente, transponiendo lo personal, lo espiritual, lo social y lo
natural.
Ver la realidad y la educación como sistemas nos lleva fácilmente a
verlos como sistemas que buscan un propósito, un fin, sistemas teleológicos
y aunque si bien es cierto que la búsqueda de la humanidad integra los fines
llamados ideales como son: la verdad, el bien, la belleza y la plenitud; la
determinación de lo que se necesita o desea alcanzar, no es tarea fácil, pero
sí indispensable para definir estos sistemas. Así el enfoque de sistemas
comprende también la determinación de ese que buscado de manera
integral.
Además de esa dificultad, la educación como todo sistema teleológico
debe enfrentar y buscar modos de:

a) ante el cambio y su dinámica que acontece tanto en su contexto como en
él mismo, permanentemente debe desarrollar sus capacidades de control, de
auto-control para alcanzar ese que buscado. Capacidades que le permitan
apropiadamente detectar y contestar preguntas, resolver problemas y
enfrentar sistemas de problemas, propiciando la participación de los actores
del contexto y del sistema, la coordinación e integración de acciones y
hacerlo todo esto permanentemente como un proceso continuo.
b) ante la calidad de los elementos que conforman el todo (el sistema), en
especial en la educación, permanentemente se deben desarrollar sus
capacidades para que se les proporcione la orientación apropiada a dichos
elementos; buscar el balance entre el todo y las partes, humanizar el
sistema. Que no sean sólo intereses o propósitos del sistema los que
predominen, sino reconocer y dimensionar la importancia de las partes, en
especial las humanas, cuyos propósitos requieren consideración apropiada,
para poderlos satisfacer y lograr una participación efectiva.
c) al reconocer que en el contexto del sistema también existen elementos
con propósitos propios, teleológicos, se deben desarrollar los actores en el
contexto y sus responsabilidades, con ellos mismos, con el contexto y con el
sistema, y al mismo tiempo reconocer las responsabilidades de todos con el
medio ambiente, con la ecología.
Inter-Trans Disciplina
Otra de las características de la era de los sistemas es el de reconocer que
la realidad tangible e intangible y la espiritualidad no están divididas, ni
ordenadas, ni organizadas como casi siempre se suele considerar divididas
en disciplinas, sectas o religiones. La realidad y la espiritualidad no están
divididas en las clases que el hombre ha ido estableciendo en base al
crecimiento del conocimiento, las experiencias y características culturales
propias.
La era de los sistemas reconoce que si bien esa división ha facilitado
ciertos desarrollos, también ha propiciado errores y equivocaciones
significativos, por lo que al tratar de eliminar o reducir estos, es necesario
reconocer que las disciplinas sólo representan diferentes puntos de partida
para aproximarse y abordar la realidad, la espiritualidad y que estos puntos
de vista deben considerarse interrelacionados íntegramente.
Por lo que la era de los sistemas y la educación como sistema
promueven la inter y la trans disciplina para sintetizar esos diversos puntos
de partida desde los cuales abordamos la realidad y la espiritualidad.
Metodología Sistémica
La tercer característica de la era de los sistemas representa su preocupación
por la búsqueda del como. Como buscar, como encontrar, como integrar. Del
como integrar enfoque e inter-trans disciplina. La búsqueda del camino, del

método.
La metodología sistémica si bien reconoce la importancia del como
aportado por la búsqueda científica, del “método científico”, también remarca
la necesidad de complementarla y enriquecerla con diferentes paradigmas y
posiciones filosóficas. Sólo así se encontrará el como para poder también
integrar el cambio y su dinámica, evolución y desarrollo, lo objetivo y lo
subjetivo, lo real, lo mental y lo espiritual.
La era de los sistemas y la educación como sistema, en esta
búsqueda del cómo, integran diversos modos de indagar, incorporando
diferentes paradigmas, posiciones filosóficas y epistemológicas. Se busca el
cómo que integra en su camino lo racional, lo empírico, lo crítico, lo
especulativo, lo experimental y lo pragmático.
La era de los sistemas con estas tres características, que como se ha
podido ver, se interrelacionan entre ellas estrechamente, también lo hacen
intensamente con la educación vista como sistema.
Diversos sistemas formales de la educación superior implantados con
la denominación de sistemas modulares incorporan buena parte de estas
características sistémicas, así se han estructurado como sistemas abiertos
en los que interactúan alumnos, académicos y contenidos, promoviendo la
continuidad de la interacción como un sistema que permanentemente a
través de la retroalimentación positiva y negativa, buscando la equifinalidad y
desarrollo. Se descubre así algunos de los porqués de la eficiencia y eficacia
que han mostrado estos sistemas.
La era de los sistemas también se interrelaciona con lo que algunas
orientaciones y autores denominan la Nueva Era y/o la Era de Acuario.
Todo ello refuerza la necesidad de ver la educación como sistema
mas intensamente y que con ello se busque una nueva educación
verdaderamente innovadora, la cual debe integrar primordialmente esas tres
características antes descritas.
Una educación innovadora verdaderamente que no solo se base en
desarrollo tecnológicos, sino que a estos les otorgue su dimensión apropiada
en esta visión sistémica, en un nuevo concierto de modo de percibir, pensar
y actuar.
INNOVACIÓN EDUCATIVA SISTÉMICA
La educación innovadora de la era de los sistemas, además de las
características antes descritas debe enfatizar primordialmente:
a) el aprendizaje, en vez de enfatizar la enseñanza, como solo hacen
buena parte de los sistemas educativos formales. Enfatizar desde la
motivación al aprendizaje, desarrollando el deseo de aprender y las

habilidades para satisfacer ese deseo. Enfatizar el aprendizaje y sobre
todo el aprender a aprender y aprender a través de la acción,
promoviendo así la interacción del estímulo, la respuesta y el esfuerzo
como elementos indispensables para la conducta.
b) la adaptación, para integrar percepción, pensamiento y acción en la
transformación de uno mismo y de su circunstancia. Adaptación activa
en vez de enfatizar la adaptación pasiva, en la que uno sólo se
modifica para adecuarse a los cambios impuestos por el contexto,
como solo hacen buena parte de los sistemas sociales, incluidos la
mayoría de los sistemas educativos formales e informales. Adaptación
activa que requiere de desarrollar mas capacidades de flexibilidad que
de rigidez.
c) la adopción de un concepto de educación continua, permanente a lo
largo de la vida, buscando integrar la preservación, el fomento y el
desarrollo de lo individual y lo colectivo, en el contexto
correspondiente.
Enfatizar el aprendizaje involucra la búsqueda y la determinación de lo
que se quiere, desea o necesita aprender, permitiendo aprender como
aprender mas eficientemente y al mismo tiempo motivar el deseo de
aprender, en especial aprender aquello que se necesita para satisfacer las
necesidades y deseos propios y para ser socialmente útil.
Un fin primordial del aprendizaje debe ser facilitar la selección y
persecución de fines individuales y sociales, aprender para escoger que
aprender, como aprender y cuando hacerlo.
Así, la búsqueda y construcción de sistemas educativos formales o
informales innovadores involucra el esfuerzo para que ellos mismos
desarrollen sus capacidades para aprender y adaptarse permanentemente.
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