Descarga Torbellino de Sombras
Descarga Torbellino de Sombras
Descarga Torbellino de Sombras
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
26<br />
XI<br />
CONTESTANDO AL SARCASMO<br />
Poco me visitan los amigos, y menos los doctores; así, pues, sólo <strong>de</strong><br />
vez en vez se me acerca algún curioso que preten<strong>de</strong> conocer los secretos<br />
<strong>de</strong>l Universo, porque alguna vez haya asomado al microscopio, o quizá por<br />
morbo haya examinado un esqueleto. Y si tal suce<strong>de</strong> es porque en el<br />
barrio ya va haciendo fama mi pieza, que han empezado a llamar: la casa<br />
<strong>de</strong> los espantos.<br />
Prácticamente a nadie importan mis dolencias, ni nadie se preocupa<br />
por saber si paso hambre; <strong>de</strong> manera que, cuando no es un necio que se<br />
juzga sabio, es otro necio que, por ser rico, siente placer <strong>de</strong> ostentar su<br />
riqueza frente a la miseria.<br />
Si estas personas han sido científicos o no, quién sabe, jamás los he<br />
juzgado por el título, sino por su YO etéreo, para ellos invisible.<br />
Cuando la luz y condiciones ambiente lo favorecen, veo claramente<br />
alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> los cuerpos humanos las auras más o menos luminosas,<br />
siempre <strong>de</strong>l color <strong>de</strong> las pasiones que a esas personas dominan.<br />
Más aún, he podido ver con frecuencia y facilidad relativa: el alma<br />
que, <strong>de</strong>sprendiéndose un tanto <strong>de</strong>l cuerpo, actúa por aparte <strong>de</strong> éste; a<br />
veces, hasta opuestamente. ¿Qué cómo pue<strong>de</strong> ser esto? ¡Contéstele<br />
quien sepa hacerlo! Yo solo hago relatar lo que me consta.<br />
Ya con estos antece<strong>de</strong>ntes sepa el amable lector, que<br />
recientemente me visitó uno <strong>de</strong> esos individuos que se ríen <strong>de</strong> todo lo que<br />
no compren<strong>de</strong>n, que se suponen inteligentes porque gozan <strong>de</strong> fantástica<br />
memoria, que se han aprendido algunas frases hechas y que recitan <strong>de</strong><br />
corrido los nombres <strong>de</strong> muchos sabios lo mismo antiguos que <strong>de</strong> la época,<br />
claro, sin haberlos entendido.<br />
El pretexto <strong>de</strong> la visita fue recetarme. ¿Era médico? ¡Sólo Dios lo<br />
sabe, pues no curó ninguno <strong>de</strong> mis males! Sospecho que, en realidad, sólo