19.04.2013 Views

Descartes Meditaciones Metaf Objeciones y Respuestas

Descartes Meditaciones Metaf Objeciones y Respuestas

Descartes Meditaciones Metaf Objeciones y Respuestas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

106 MEDITACIONES/DESCARTES<br />

de a.cuerdo, dado que vos mismo reconocéis la imperfección<br />

de vuestro conocimiento del infinito; y lo mismo cabe<br />

decir de todos los atributos divinos, pues siendo absolutamente<br />

infinito todo lo que hay en Dios, ¿qué espíritu podrá<br />

conocer de Ella más mínima cosa, si no es de un modo muy<br />

imperfecto? ¿Cómo, entonces, habéis podido observar con<br />

claridad y distinción lo que Dios es?<br />

En séptimo lugar, no hallamos en vuestras meditaciones<br />

ni una palabra que se refiera a la inmortalidad<br />

del alma humana, asunto que, sin embargo, debía haber sido<br />

objeto principal de vuestra demostración"', y que debíais<br />

haber probado con la mayor exactitud, para confundir a<br />

esas gentes indignas de la inmortalidad, pues que la niegan,<br />

y acaso la detestan. Además, tememos que no hayáis probado<br />

suficientemente la distinción que media entre el alma<br />

y e1 cuerpo del hombre, según hemos notado ya en la<br />

primera de estas observaciones, añadiendo ahora que no<br />

parece seguirse, de esa distinción entre cuerpo y alma, que<br />

ésta sea incorruptible e inmortal; pues ¿guién sabe si su<br />

naturaleza no está limitada por la duración de la vida del<br />

cuerpb; o si Dios no ha querido otorgarle tan sólo unas<br />

fuerzas y una existencia tales, que acabe cuando el cuerpo<br />

acaba?<br />

Estas son, señor, las cuestiones a ]as que deseamos<br />

que aportéis mayores luces, a fin de que la lectura de vuestras<br />

muy sutiles -y, según estimamos, tambíén muy verdaderas-<br />

meditaciones redunde en provecho de todos. Sería<br />

muy útil, por ello, que, al final de vuestras soluciones,<br />

después de haber establecido algunas definiciones, postulados<br />

y axiomas, dispusierais todo según el método de los<br />

geómetras, en el que tan versado os halláis, a fin de que,<br />

ordenadamente y como de una ojeada, vuestros lectores encontrasen<br />

satisfacción y vos infundierais en su espÍritu el<br />

conocimiento de la divinidad.<br />

RESPUESTAS DEL AUTOR<br />

A LAS SEGUNDAS OBJECIONES<br />

recogidas por el R. P. Mersenne, de diversos<br />

teólogos y filósofos .<br />

Señores:<br />

He leido con gran satisfacción las observaciones que<br />

habéis hecho acerca de mi breve tratado de filosofía primera,<br />

pues ellas me han revelada la benevolencia que conmigo<br />

usáis, vuestra piedad hacia Dios y el cuidado que ponéis en<br />

promover su gloria; y na puedo por menos de congratularme,<br />

no ya sólo porque hayáis juzgado mis razones dignas<br />

de examen *, sino porque, según me parece, nada les oponéis<br />

que yo no pueda responder con bastante comodidad.<br />

En primer lugarJ me advertís que recuerde que no<br />

real y verdaderamente, sino sólo a modo de ficción, he rechazado<br />

las ideas o fantasmas de los cuerpos, para concluir<br />

que soy una cosa que piensa, por temor a que pudiera in­<br />

Jerirse que no soy más que una cosa que piensa. Mas ya lo<br />

había recordado yo, según se desprende de estas palabras<br />

que puse en mi segunda meditación: acaso suceda que esas<br />

mismas cosas que supongo no existen, puesto que no las<br />

conozco, no sean en efecto diferentes de mí, a quien conozco.<br />

Nada sé del caso: de eso no disputo ahora, etc. Al decir eso,<br />

quise advertir expresamente al lector de que aún no indagaba<br />

en ese lugar si el espíritu era diferente del cuerpo,<br />

sino que sólo examinaba aquellas propiedades suyas de que<br />

podía tener claro y seguro conocimiento. Y, precisamente<br />

por haber dícho bastante sobre ello, no puedo admitir sin<br />

* Seguimos má bien d texto latino ( «Vestro examine dignas»)<br />

que el francés («dignes de vostre censure'»), pues aunque «tensura}><br />

vale tanto como «examen», en la. época, es palabra que podría inducir<br />

a equívoco. (N. del T.)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!