Año 1, t. 1, nº 3 - PUBLICACIONES PERIÓDICAS DEL URUGUAY

Entóneos, el altruismo do los padres, quo se había limitado á
los hijos en virtud del instinto, desaparece para dar lugar á un
egoísmo claro y definido.
En la satisfacción de los placeres individuales, en la procuración
de los alimentos, en el momento del poligro, la totalidad de los
animales inferiores "trabajan para conservar su propia vida," trabajo
que, según el mismo Spencer, debe imponerse antes quo todos.
— páj. 1G1.—
Los animales quo viven en comunidad, no lo hacen en virtud de
una idea de protección y auxilios recíprocos, como lo pretendo Darwin,
sino porque sienten placer en esa vida común. Y os digno do
observarse quo estos animales, áun viviendo en sociedad, son indisputablemente
egoístas, puesto quo cada uno busca su placer sin
cuidarse de los demás y áun on perjuicio do todos.
Los casos de protección mutua entro los animales son accidentales
y rarísimos, para quo puedan dar base á un hábito que se
trasmita por herencia.
El caso del mono viejo de Bremli, del pelícano del capitan
Stansbury y do los cuervos indios de M. Blyth referidos por Darwin,
suponiéndolos verdaderos, son completamente excepcionales-
Lo general y por consiguiente, lo quo puedo dar origen á un carácter
predominante trasmisiblo por herencia, es, que los monos
no pongan en peligro su vida para defender á sus compañeros y
quo los pelícanos se mueran do hambre, cuando por sí mismos
so encuentran imposibilitados do procurarse los alimentos.
Los perros, que pueden considerarse entre los animales más inteligentes
y afectuosos, lo primero quo hacen cuando so encuentran
es atacarse, y áun aquéllos quo viviendo juntos, suelen dar muestras
do singular cariño, son egoístas cuando so trata do la alimentación
y áun del peligro.
Tcnomos un amigo quo poseo dos canarios, que, como las palomas,
las águilas y otras especies, viven por lo general en parejas
ó en casal. Cuando so les da á estos canarios un alimento
agradable, áun en la época de los celos, el macho como primero, sin
dejar aproximar á la hembra; pero así quo ha saciado su apetito
llega hasta la galantería, brindándolo él mismo con su delicado
pico el manjar á su consorte.
Podríamos presentar multiplicados ejemplos como los quo preceden
y por los cuales podríamos llegar á comprender quo el egoísmo
del placer individual, es lo que reina sin disputa en todas las
especies inferiores.
Ahora bien: si es verdad quo los hábitos y los caractércs prodominantes
do las especies producen modificaciones nerviosas correspondientes,
que se fortifican y vigorizan por selección y por herencia
, una do esas modificaciones nerviosas quo más doboría
acentuarse por trasmisión hereditaria sería la concordante al egoísmo.
El. altruismo, que es un fenómeno hasta cierto punto antitético ,
y quo sólo so produce do una manera completamente accidental,
tendría que desaparecer forzosamente, no sólo por la consideración
expresada, sino en virtud do la ley de quo los caractéres más
permanentes y duraderos predominan y so sustituyen á los ménos
persistentes.
Sin embargo, á todo esto podría objetarse quo la adaptación
y áun la herencia progresiva, pueden modificar los caractéres
constantes que la herencia conservadora tiendo á fortalecer y perpetuar.
Pero esta solucion no sería satisfactoria. Ya hemos visto, y so
demuestra con multitud de ejemplos, quo tratándoso de la herencia,
de dos caractéres opuestos vonco el más fuerte.
La adaptación, que consisto en las modificaciones que sufro el
individuo en razón dol medio en que se desarrolla, no puedo, como
se comprendo, dar origen á los sentimientos desinteresados. Los fenómenos
do la herencia, dico Schmidt, son por lo general más pronunciados
quo los do la adoptación (1).
La selección natural es todavía un problema.
Por otra parte, la doctrina, hasta cierto punto exacta, de la concurrencia
vital, favorece do una manera admirable la permanencia
do las tendencias y do los sentimientos egoístas. En virtud do la
lucha por la existencia, cada individualidad busca la satisfacción do
sus placeres áun con perjuicio evidente do las otras.
"Todo organismo, dico Haeckel, desdo el origen de su existencia,
lucha con una serie do influencias enemigas, lucha con los animales
quo viven á sus espensas y do los cuales es él el alimento natural,
con los animales do presa y los parásitos; lucha con las influencias
orgánicas de diversa naturaleza, con la temperatura, con
las intemperies y otras circunstancias; lucha—y esto sobre todo os
importante—con los organismos que más so le asemejan ó que son
de la misma especie" (2).
(1) 0. Schmidt—Descendance et darwiuisine, pág. 115, 2? edi.
(2) Haeckel, Histoire de la création, trad. fran. 2f edi. pág. 145.