Significado de la carrera armamentista para el sistema de ...

Significado de la carrera
armamentista para el
sistema de relaciones ...
Pedro Juan Núñez Mosquera e Ileana Capote
Padrón

320-Núñ-S
Página legal
Significado de la carrera armamentista para el sistema de relaciones internacionales
a partir del comportamiento de sus principales actores / Pedro Juan Núñez
Mosquera e Ileana Capote Padrón. -- Tesis en opción al grado de Doctor en Ciencia
Política. --Ciudad de La Habana : Editorial Universitaria, 2009. -- ISBN
978-959-16-1098-0. -- 193 pág.
1. Núñez Mosquera, Pedro Juan (Autor)
2. Capote Padrón, Ileana (Tutor)
3. Ciencia Política
Digitalización: Dr. C. Raúl G. Torricella Morales (torri@reduniv.edu.cu)
Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba - Editorial
Universitaria del Ministerio de Educación Superior, 2009.
La Editorial Universitaria (Cuba) publica bajo licencia Creative
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A mis nietos y a todos los niños, que nacieron para ser felices y tienen
derecho a un mundo mejor.
ii

AGRADECIMIENTOS
Deseo expresar mi agradecimiento a la Revolución Cubana, que posibilitó la
obra de justicia social que hoy disfruta nuestro pueblo y que jóvenes del
interior del país, de familias pobres y humildes, hijos de obreros y campesinos,
tuviéramos la oportunidad de estudiar y superarnos, hacernos Licenciados e
incluso aspirar a un Grado Científico en nuestras Universidades. Mi
agradecimiento también a mi familia, que con su comprensión y aliento ha
significado un baluarte y un apoyo permanente a mis actividades.
A la Doctora Ileana Capote Padrón, mi Tutora, que de manera paciente y
abnegada me dirigió y orientó, particularmente, en la fase más importante de
la investigación y la redacción.
Al Doctor Alejandro Díaz Palacios, que me ayudó a revisar los varios
borradores del trabajo y me hizo sugerencias útiles y acertadas.
A la Doctora Thalia Fung Riverón, una modesta contribución a una Ciencia
Política desde el Sur y desde la Revolución Cubana.
iii

INDICE
INTRODUCCION .............................................................................................. 1
CAPITULO I 18
LA HISTORIA POLITICA DE LA CARRERA ARMAMENTISTA ..................... 18
1.1.- El estado del arte de la literatura sobre la carrera armamentista. ........... 18
1.2.- Esfuerzos iniciales para el control del armamentismo. Su dimensión
fundamentalmente humanitaria................................................................24
1.3.- El armamentismo entre la primera y la segunda guerras mundiales. Los
esfuerzos por su erradicación y razones para el fracaso de ese intento ......... 32
1.4.- Orígenes de la carrera armamentista. El período de la guerra fría..........37
1.5.- El gobierno de Ronald Reagan en los Estados Unidos y el impulso que
................................................................. 55
CAPITULO II64
LA BUSQUEDA DEL DESARME .................................................................... 64
2.1.- Los esfuerzos bilaterales a favor del desarme. La URSS y los Estados
Unidos......................................................................................................64
2.2.- Los esfuerzos multilaterales por detener la carrera armamentista. El
papel de la Organización de las Naciones Unidas .......................................... 69
CAPITULO III .................................................................................................. 88
EL TRANSITO HACIA UN MUNDO UNIPOLAR Y LA HEGEMONIA
IMPERIAL 88
3.1.- Del mundo bipolar a la hegemonía de los Estados Unidos. El
desconocimiento de la ONU y del Derecho Internacional........................88
3.2.- Persistencia de la obstrucción de Estados Unidos a las propuestas de
desarme en los foros internacionales....................................................122
3.3.- Consecuencias económicas y sociales de la carrera armamentista. .... 125
3.4.- Diseño de escenarios para las próximas dos décadas.. ....................... 144
CONCLUSIONES ......................................................................................... 151
RECOMENDACIONES ................................................................................. 158
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................. 160
BIOBIBLIOGRAFIA DEL AUTOR .................................................................. 171
ANEXOS .................................................................................... 174
iv

INTRODUCCION
La carrera armamentista, a pesar de la desaparición de la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas y del Pacto de Varsovia, continúa su
evolución, que el autor de esta tesis define como un fenómeno que surgió en
la segunda mitad del Siglo XX, es inherente al capitalismo en su fase
imperialista, y radica en la producción, desarrollo, diversificación,
modernización y acumulación de nuevos y cada vez más sofisticados
sistemas de armas de todo tipo, pero en particular de armas nucleares y otras
armas de destrucción masiva, que se encuentran concentradas en un selecto
grupo de Estados del actual sistema de relaciones internacionales 1 , las cuales
son suficientes para acabar varias veces con la vida sobre el planeta y toda la
obra de la civilización.
La investigación se desarrolla en el contexto de las espirales armamentistas,
conceptualizadas por el autor como las escaladas sucesivas que se
produjeron en la fabricación de armas por parte de los Estados Unidos de
América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas hasta 1991, en
función de la supremacía militar, dada su condición de actores principales en
la evolución de este fenómeno y en consideración a que estos dos Estados
por su poderío estatal 2 poseyeron la supremacía en el desarrollo, producción y
almacenamiento de armas de destrucción masiva.
La tesis de doctorado en Ciencia Política Significado de la Carrera
Armamentista para el Sistema de Relaciones Internacionales a partir del
1 Entendido como
González, Roberto: Teoría de las Relaciones Políticas Internacionales. Editorial Pueblo y Educación, La
Habana, 1990, p. 11.
2 Definido como
capacidad de un Estado o grupo de Estados, para influir o imponer su voluntad sobre otros Estados o
grupos de Estados, para determinar el comportamiento de otros. Así considerado, el poder estatal
puede ser activo o pasivo, ofensivo o defensivo. Es en tanto, la capacidad para influir o imponer la
propia voluntad como para impedir la influencia o imposición de la ajena. Ibidem, p. 41.
1

comportamiento de sus principales actores tiene como objeto de
investigación el estudio de la interrelación dialéctica de los factores
determinantes que han incidido en el origen y desarrollo de la carrera
armamentista, con la finalidad de determinar el comportamiento y los objetivos
planteados por los actores fundamentales que repercuten sobre la evolución
de este fenómeno, así como sus consecuencias para la humanidad y las
posibilidades que pudieran tener los pueblos, en los próximos años, de
detenerla.
En el análisis del objeto de investigación y la evaluación de sus antecedentes
históricos, así como el conocimiento de las tendencias, del pensamiento
estratégico y de la política militar de los actores determinantes que inciden en
el desarrollo del armamentismo, surgieron varias interrogantes que el autor
respondió en el curso de la indagación, tales como: ¿Cuál es el origen de
la carrera armamentista?; ¿Por qué no se le ha puesto fin a pesar de los
esfuerzos realizados en esa dirección?; ¿Cuál es la razón para que se
mantenga en la actualidad, si ya no existen la Unión Soviética ni el Pacto de
Varsovia?; ¿Cuáles son sus consecuencias económicas y sociales?; ¿Qué
posibilidades hay de que se detenga? Estas interrogantes, en el análisis de la
realidad, mediada por la complejidad científica de un problema multifacético
en el que siempre primó el comportamiento de dos principales potencias
político-militar, llevaron a la elaboración del problema científico: ¿Cómo ha
repercutido y repercute la carrera armamentista en el Sistema de Relaciones
Internacionales?
Para la delimitación específica de los límites de la investigación, el autor se
constriñe a la incidencia política que tuvo la carrera armamentista entre los
Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas soviéticas,
2

entre los años 1945 y 1991, sin incursionar en otras cuestiones que, aunque
importantes y significativas, tales como los comportamientos de los otros
actores responsables por la acumulación de armamentos, el problema de las
armas convencionales, o las implicaciones para la seguridad nacional de
Cuba constituyen, de hecho, puntos de partida para otras indagaciones que
poseen su propia complejidad e independencia.
En el intento de solución del problema científico, el autor de esta tesis se
propuso la demostración del siguiente objetivo general: Determinar el
significado de la carrera armamentista para el Sistema de Relaciones
Internacionales, a partir del comportamiento de sus principales actores,
Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas,
hasta 1991; y posteriormente, Estados Unidos de América y la Federación de
Rusia. 3
Asimismo, el autor se propuso alcanzar los siguientes objetivos específicos:
1. Demostrar la influencia de la carrera armamentista en el sistema de
relaciones internacionales.
2. Evaluar las consecuencias de la carrera armamentista para la
humanidad en todos sus aspectos, incluido el económico-social.
3. Definir las peculiaridades del desarrollo de los armamentos en el
mundo unipolar de inicios del Siglo XXI.
4. Definir los diferentes escenarios que podrían presentarse sobre esta
problemática.
3 Se ha calculado que en el mundo se llegaron a fabricar alrededor de 70 000 armas nucleares, con un
total de más de 128 000 ojivas; de ellas, el 55 por ciento por parte de Estados Unidos, y el 43 por ciento
por parte de la Unión Soviética. Ver Norris Robert S y Kristensen Hans M: Global Nuclear Stockpiles
1945-2006. http: thebulletin.metapress.com, 16 de diciembre del 2007
3

5. Abordar desde el prisma de una Ciencia Política desde el Sur 4 y desde
la Revolución cubana el fenómeno del armamentismo, con la finalidad
de ofrecer una visión alternativa al enfoque más difundido de la carrera
armamentista, profundamente influenciado por las lecturas impuestas
por los politólogos occidentales.
A los efectos de lograr la demostración, tanto del objetivo general, como de
los objetivos específicos necesarios, el autor de esta disertación se guió por
la siguiente hipótesis: La carrera armamentista repercute en crear las
condiciones dirigidas a alcanzar una superioridad político-militar incontestable
por parte de los Estados Unidos de América, que le permitiera derrotar
mediante el uso de la fuerza, de ser necesario, al socialismo; y en la
actualidad, es utilizada como instrumento del stablishment norteamericano
para imponer el comportamiento y el modelo 5 político que los restantes
Estados del sistema internacional deberán adoptar en función de los objetivos
prioritarios de la política exterior de la clase dominante estadounidense.
El marco teórico conceptual utilizado lo constituyó el sistema de categorías
de la Ciencia Política y de la Teoría de las Relaciones Políticas
Internacionales, en relación con la política exterior de los Estados, el poderío
4
Entendida la Ciencia Política como una ciencia que incluye dos dimensiones interactuantes, aunque
con autonomía relativa: Primera: La lógica propia de la ciencia que trata las relaciones políticas o
relaciones de poder de sus redes contextualizadas, los sistemas políticos, en tanto totalidades complejas
y en cambio, y la dinámica conflictual o estable de los actores nacionales e internacionales. Segunda: La
más concreta, constituida por la formación de la agenda de gobierno y la especificidad de la elaboración
, Thalia y otros: Una Ciencia Política desde el Sur, Editorial Felix Varela,
La Habana, 2004, p. 13.
5
Definido como una representación de la realidad, un conjunto de ideas o proposiciones mediante el
cual se representa la realidad objetiva. Es por lo tanto una abstracción que de la realidad asume las
características relevantes y esenciales. El modelo conceptual que se elabora sobre la base de una
teoría, es un modelo representativo de la realidad, esta realidad puede ser objetiva o puede ser
subjetiva, es representada una realidad empírica o una realidad hipotética. En tal sentido un modelo
político representa de manera idealizada las estructuras políticas, los comportamientos políticos, las
fuerzas políticas, que en una sociedad concreta explican su funcionamientoCapote, Ileana: Postgrado
de Soci
Relaciones Exteriores de la República de Cuba. La Habana, 2005, p.19.
4

estatal, sistema internacional, correlación de fuerzas, multipolaridad,
bipolaridad, y otros comportamientos políticos relacionados a los conceptos
de hegemonía y dominación, entre otros. La aplicación del marco teórico
conceptual precitado se ejecutó con un enfoque tercermundista desde la
Revolución cubana, que ha permitido la aparición de una nueva Ciencia
Política desde el Sur, que desarrolla el Grupo de Estudio de Ciencia Política
de la Universidad de La Habana.
En el examen del objeto de estudio se utilizó en lo fundamental, los métodos
de observación, histórico-lógico, causal, documental, hermenéutico,
comparativo y los resultados de técnicas de investigación. Las técnicas de
investigación empleadas en el curso de la investigación fueron las de fichaje
de contenido, elaboración del ordenador o clasificador de la información,
series estadísticas, análisis de contenido, crítica de la validez de las fuentes y
examen de documentos oficiales de la ONU, otros documentos públicos, y la
prensa.
El tema de investigación ha tenido en consideración que hasta el Siglo XIX,
los intentos que se hicieron para regular los armamentos se encaminaron
fundamentalmente a evitar daños innecesarios a los contendientes, en tanto
las armas no tenían el poder destructor que se les conoce hoy. Esos
esfuerzos dieron lugar a la dimensión humanitaria del problema, que se
extiende hasta nuestros días.
La investigación valida, igualmente, que el poder destructor de los
armamentos nucleares que llegó a acumularse, principalmente en el llamado
de los años cincuenta del pasado siglo hasta la actualidad, equivalieron en un
determinado momento a más de un millón del que tuvo las dos bombas
5

atómicas que Estados Unidos dejó caer sobre las ciudades japonesas de
Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
Sin embargo, esta situación no existió siempre. Este fenómeno se inició a
partir del momento en que el gobierno de Estados Unidos ensayó con éxito el
arma atómica, el 16 de julio de 1945, para utilizarla 21 días después; y para
dar inicio a una impresionante acumulación de armamentos con miras a lograr
la superioridad militar con el objetivo de derrotar a la URSS y los demás
países socialistas europeos, y contener el avance del socialismo en el mundo.
Es ahí donde radica la esencia de la génesis del fenómeno armamentista, y la
6 , que en el plano político encontró su
artículo publicado en el número de julio de 1947 de la revista Foreign Affairs
por George Kennan, entonces jefe de la planificación política en el
Departamento de Estado de los Estados Unidos, bajo el seudónimo de
señor X. 7
Esa realidad, analizada en su total dimensión, permite comprender que la
misma no sólo es resultante del antagonismo de dos sistemas políticos
diferentes; sino que en ella inciden, de una parte, la filosofía política de uno de
ellos, el socialista, enraizada en el principio de la coexistencia pacífica 8 ; y de
la otra, la del capitalista, dirigida al logro de la superioridad y la hegemonía en
6 sentido de general
González, Roberto: Estados Unidos: Doctrinas de la Guerra Fría 1947-1991. Orbe Nuevo, La Habana,
2003, p. 17.
7 En sus memorias, George Kennan refleja una postura diferente y moderada, contraria a la
8 Lenin fue el primero en formular la idea de la coexistencia de estados con distintos sistemas sociales, a
partir de la ley del desarrollo desigual, económico y político del capitalismo. En virtud de dicha ley, el
paso al socialismo no se efectúa simultáneamente en todos los países, sino que constituye una época
histórica que se inicia con la victoria del socialismo en uno o varios países. De ahí se desprende la
necesidad objetiva de una prolongada coexistencia entre estados socialistas y capitalistas. Presupone
la renuncia a la guerra como medio de resolver las disputas internacionales. Ver Diccionario Soviético
de Filosofía. Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1965
6

el sistema internacional. De no ser así, se arribará a una interpretación errada,
inconciente o intencionalmente, como ocurre con la mayor parte, y la más
difundida, de la literatura existente sobre el tema; en particular, la producida
en occidente y en el primer mundo.
Es importante tener en cuenta, además, que en el surgimiento y desarrollo de
la carrera armamentista un papel fundamental lo ha desempeñado el
Complejo Militar Industrial norteamericano, en el que se imbrican los intereses
de personas y corporaciones que se benefician de manera considerable con la
producción bélica, ya sea como promotores de los grandes pedidos que
realiza el Pentágono, ocupando altos cargos en el gobierno, o como directivos
de las grandes empresas proveedoras de armas. Ha habido un enraizamiento
de ese complejo en la economía que, de una parte, contribuye al desvío de
recursos para fines bélicos y, de la otra, ha hecho que el capital y el
militarismo sean dos aspectos importantes de la dominación imperialista.
La comunidad internacional no quedó pasiva ante el reto atómico
norteamericano. La Organización de las Naciones Unidas, que había sido
establecida pocos días antes, se dio de inmediato a la tarea de lograr
acuerdos que pusieran fin a la acumulación de armamentos. No obstante,
transcurridos más de sesenta años del fenómeno, los avances han sido
limitados. La razón principal ha sido, y continúa siendo, la política militar de
los sucesivos gobiernos norteamericanos posteriores a la segunda postguerra,
quienes han tenido entre sus objetivos prioritarios la promoción de la carrera
armamentista; y han actuado en el escenario internacional, a través de
acciones dirigidas a la búsqueda del ejercicio de su hegemonía mundial. Esos
mismos gobiernos se han opuesto, consciente e insistentemente, a la
adopción de medidas radicales y efectivas de desarme; y cuando han
7

aceptado algunas, no han ocultado la mala voluntad escondida detrás de sus
acciones.
Hoy, cuando una única superpotencia militar se arroga el derecho de lanzar lo
que califica como
lugar del mundo, sin consultar a la Organización de las Naciones Unidas y sin
respetar los preceptos del Derecho Internacional; y mediante la creación y
divulgación de doctrinas militares que no esconden su naturaleza agresiva; la
relevancia, pertinencia y urgencia del problema y su solución se acrecientan.
Este aspecto fundamental, desde el punto de vista ético e histórico, es lo que
pretende ignorar la historiografía burguesa; y que esta indagación científica
logra develar.
Al producirse la desaparición de la URSS y de la comunidad socialista
europea a inicios de la década de 1990, muchos llegaron a creer que en el
sistema internacional se pasaba del equilibrio bipolar 9 en que se había vivido
desde el fin de la segunda guerra mundial, a un mundo multipolar, donde
acabaría la carrera armamentista, se establecería una paz duradera y
universal y todos los Estados, incluidos los del llamado tercer mundo,
actuarían en igualdad de condiciones en el sistema internacional. Ese era el
escenario diseñado y difundido por la literatura burguesa sobre el tema.
Algunos académicos occidentales disertaron sobre la existencia de una
supuesta época de paz, de excelente convivencia y de desarrollo económico y
social para todos los miembros del actual sistema internacional. Sin embargo,
la realidad pronto se expresó de manera diferente. Algunos ejemplos
corroboran esta afirmación: La República Socialista Federativa de Yugoslavia
9 Entendido el equilibrio en el sentido de la relación de fuerzas que se manifiesta cuando en un sistema
internacional la fuerza o poderío de los Estados principales se equilibra aproximadamente, lo que puede
manifestarse de dos formas fundamentales: bipolar, cuando en un sistema internacional hay dos
Estados que superan a los otros en poderío y se equilibran mutuamente desde posiciones e intereses
8

fue desmembrada; Afganistán fue invadido y ocupado; Irak fue ocupado y
parte de su cultura milenaria destruida; y la paz y la seguridad internacional se
han visto permanentemente amenazadas. Estos hechos ocurrieron a pesar de
que, según las teorías políticas occidentales sobre la carrera armamentista 10 ,
Europa, debió habe
guerra 11 .
En la investigación realizada se identifica que la carrera armamentista, así
como sus orígenes, desarrollo y consecuencias, han sido objeto de estudio
por parte de la ciencia política, principalmente en los países del Norte
desarrollado. Existe una abundante bibliografía sobre el tema; y son varios los
organismos e instituciones, tanto gubernamentales como no
gubernamentales, que se ocupan del asunto. Esto permitió comprender la
importancia del tema, debido al peligro que encierra para la supervivencia de
la humanidad y por sus consecuencias económicas y sociales.
Asimismo, la tesis demuestra que, en el tema de la carrera armamentista, la
cultura política de la derecha y de los ideólogos de las clases dominantes de
las principales potencias del actual sistema internacional, se tornó
preponderante. Ello hizo que la literatura fundamental relacionada con este
antagónicos, y multipolar cuando los Estados más poderosos y en equilibrio relativo son más de dos. Ver
González, Roberto, Obra citada, 1990. p. 69.
10 Considerada por el autor de esta tesis como el estudio de la evolución de las ideas, doctrinas y
análisis de los acontecimientos más relevantes que han incidido en el surgimiento y desarrollo de la
carrera armamentista, recogidos en las obras publicadas por académicos (politólogos, historiadores,
sociólogos, militares y economistas), medios de prensa e instituciones y organismos internacionales en
un determinado periodo histórico.
11 Operacionalmente se utiliza el concepto de guerra, de Karl von Clausewitz, General alemán y uno de
los más influyentes teóricos de la guerra, destacado teórico militar e influyente pensador que empleo
doce años para sintetizar en una voluminosa obra, tanto por su extensión como por su trascendencia, su
pensamiento acerca de la guerra con el valor de haber sido el primer militar en advertir su carácter de
instrumento político. En consecuencia, Clausewitz definió a la guerra como la continuación de la política
por otros medios. Ver Clausewitz, Kart Von: De la Guerra. Ediciones del Ministerio de Defensa de
España, 1999.
9

fenómeno tan complejo, esté marcada mayoritariamente por un enfoque que
distorsiona la realidad, y que pretende dotarse de legitimidad conceptual.
Dicha bibliografía, en su esencia, se refiere al fenómeno de la carrera
armamentista como consecuencia de la necesidad de respuesta a la supuesta
que presentaba la Unión Soviética; o
Estados Unidos de América y la URSS principalmente, por las sucesivas
espirales en la producción armamentista, con lo que pretende ocultar su
verdadero significado. Es por ello que esa misma bibliografía no explica de
manera objetiva, en opinión del autor, cómo es que en el mundo de hoy,
cuando ya no existen la URSS ni el Pacto de Varsovia, se gasta en
armamentos una cifra similar a lo que se gast
Estados Unidos el responsable por casi la mitad de esos gastos.
El estado del arte de dicha literatura permitió identificar el nivel desde la
perspectiva académica en que se encuentra el tema objeto de investigación;
desde qué perspectivas filosóficas, políticas e ideológicas ha sido abordado;
y qué aspectos no han sido lo suficientemente esclarecidos desde la
academia, para acercarnos al descubrimiento de la lógica especial del
desarrollo del fenómeno político, objeto especial de examen.
En la investigación se demuestra también, cómo la Organización de las
Naciones Unidas ha sido ignorada y el Derecho Internacional se ha
desconocido. Se trata de imponer nuevos conceptos y doctrinas, tales como
lo
hegemónica y sus aliados en la OTAN de determinar cómo deben
10

comportarse los restantes Estados del sistema internacional, lo cual es muy
peligroso; sobre todo, cuando no existe una fuerza como la que representó la
URSS y el Pacto de Varsovia, con capacidad de contraponerse a las
aspiraciones hegemónicas de la potencia principal del actual sistema
internacional.
Por lo antes señalado, el tema de investigación tiene gran importancia para
Cuba, no sólo desde el punto de vista académico para la Ciencia Política y la
Teoría de las Relaciones Internacionales; sino para la política exterior cubana,
atendiendo al valor que tiene para el país la lucha por el desarme como
medio para asegurar la paz y la seguridad internacionales; así como para la
liberación de inmensos recursos que pudieran destinarse al desarrollo
socioeconómico de los países del Tercer Mundo, y para salvar la existencia de
la humanidad, en lo cual Cuba tiene una destacada participación, tanto en los
organismos internacionales como en los movimientos políticos y sociales que
se manifiestan a favor de la paz y el desarme.
Sin embargo, a pesar de la importancia teórico-práctica que tiene para Cuba
el estudio de los problemas vinculados a la carrera armamentista y el
desarme, no existen trabajos científicos realizados en nuestro país que
aborden esta temática en su integralidad, a partir del comportamiento político
de los principales actores vinculados a la misma. De manera que la novedad
científica de esta investigación radica en el abordaje del fenómeno
armamentista desde la óptica de una Ciencia Política desde el Sur, y desde la
Revolución cubana, en el marco del actual mundo unipolar, con vistas a
determinar el comportamiento político de los actores determinantes en el
desarrollo de la carrera armamentista y contrarrestar la visión de la teoría
política occidental, que ha logrado imponer la bibliografía burguesa del primer
11

mundo; y que el unicentrismo y pensamiento político únicos de Estados
Unidos y Europa, acerca de los sistemas políticos, pretenden convertir en
paradigma.
La disertación ha sido estructurada en tres capítulos. El primero está
dedicado a la historia política de la carrera armamentista; y en el mismo se
analiza el estado del arte de la literatura sobre el tema, así como se exponen
los pasos iniciales en el control del desarrollo de los armamentos y su
dimensión esencialmente humanitaria. En el capítulo también se analiza el
desarrollo del armamentismo entre la primera y segunda guerras mundiales, y
se valoran los esfuerzos fracasados por su erradicación. Se valoran también
los orígenes y desarrollo de la carrera armamentista, a partir de la explosión
atómica norteamericana de 1945 y de la explosión atómica soviética de 1949;
y las sucesivas espirales en la producción de armas de destrucción en masa
entre esos dos países, sobre todo nucleares, en el periódo de la guerra fría.
Se dedica un espacio al gobierno de Ronald Reagan en materia de
desarrollo armamentista, debido a su agresividad en la investigación,
desarrollo y producción bélica, a pesar de que ya se había comprobado la
existencia de una paridad militar aproximada entre la URSS y los Estados
Unidos. Todo ello permitió validar la parte de la hipótesis referida a los
orígenes de la carrera armamentista como fenómeno de la fase imperialista
del capitalismo, que comenzó a gestarse en el interés de Estados Unidos por
erradicar al socialismo desde su surgimiento; pero que se concretó en los
esfuerzos de los Estados Unidos por lograr la superioridad sobre la URSS.
En el segundo capítulo se enfoca la búsqueda del desarme mediante las
negociaciones bilaterales entre la URSS y los Estados Unidos, que se
sucedieron en la segunda mitad del Siglo XX; así como los esfuerzos
12

multilaterales que se realizaron en el seno de la Organización de las Naciones
Unidas en esa misma dirección. En el mismo se sintetiza la postura particular
de ambos Estados en los esfuerzos bilaterales que se realizaron en materia
de desarme, así como sus posiciones y actuación en los foros multilaterales
especializados, a la vez que se expone el papel de la Organización de las
Naciones Unidas en este empeño. En este capitulo se valida que es a partir
de 1945, con el ensayo atómico norteamericano, que se concreta e inician las
espirales armamentistas como componente del conflicto este-oeste, con una
significativa influencia en el Sistema de las Relaciones Internacionales de la
segunda post
división del mundo en dos grandes bloques político-militares antagónicos. Se
prueba también el interés y los esfuerzos de Estados Unidos por mantener a
toda costa su hegemonía.
El tercer capítulo se refiere al tránsito hacia un mundo unipolar y a la
hegemonía norteamericana, que se manifestaron a finales del Siglo XX e
inicios del XXI, y está dedicado a exponer y analizar lo acontecido en el
sistema de relaciones internacionales a partir de la desintegración de la URSS
razones de que los gastos mundiales en armamentos continúen a los niveles
de décadas anteriores y las doctrinas militares que los sustentan; a destacar
cómo la única superpotencia de la actualidad se empeña en la investigación,
producción y desarrollo de nuevos sistemas de armas cada vez más
sofisticadas; a exponer y analizar el carácter hegemónico de las últimas
doctrinas políticas de EEUU; y a demostrar cómo se mantienen las
aspiraciones de superioridad y hegemonía norteamericana, aún cuando ya no
13

En este capítulo el autor demuestra cómo Estados Unidos ha desconocido los
principales acuerdos de desarme firmados con la Unión Soviética, e incluso
con la propia Federación de Rusia; y cómo ha diseñado nuevas doctrinas de
superioridad y hegemonía, con las cuales ha tratado de justificar sus
intervenciones y agresiones militares a varios países. Se valida cómo el
constante incremento de los gastos militares de Estados Unidos, en función
de la investigación, producción y desarrollo de nuevos y sofisticados medios
de guerra, a pesar de la desintegración de la URSS y de la no existencia del
Pacto de Varsovia, tiene un significado negativo para el actual sistema de
relaciones internacionales.
En el capítulo se pone de manifiesto el despilfarro de recursos que la carrera
armamentista desvía de las necesidades del desarrollo económico y social; se
demuestra que la proclamada lucha contra el terrorismo por parte de Estados
Unidos es un pretexto para tratar de justificar su doctrina de guerra preventiva;
se destaca la importancia de la bioética en el tema de la carrera armamentista;
y se particulariza la labor que deben desempeñar los intelectuales, científicos,
otros actores no gubernamentales y los formadores de opinión en todo el
mundo, en la lucha por el desarme, la paz y el desarrollo.
El mundo, a diferencia de lo que vaticinaron los politólogos occidentales, no se
convirtió en un lugar más seguro, ni desapareció la carrera armamentista.
Tampoco se avanzó hacia un sistema multipolar de relaciones internacionales,
una vez eliminada la bipolaridad que lo había caracterizado en las cinco
décadas anteriores. Por el contrario, la superpotencia hegemónica recrudeció
sus acciones agresivas contra otros Estados.
En el capítulo también se abordan los diferentes escenarios: deseables,
alternativos y probables, que se proyectan en el desarrollo del objeto de
14

investigación en un futuro previsible 12 ; se hace un análisis, además, de las
consecuencias económicas y sociales que la carrera armamentista ha tenido
para la humanidad, en particular para los países del llamado Tercer Mundo; y
se pone de manifiesto el derroche de recursos que se destinan a los
armamentos, en detrimento de los programas sociales y del logro de las metas
del Milenio de la Organización de las Naciones Unidas.
A partir del análisis de diferentes variables que inciden sobre el objeto de
estudio, en el capítulo se valida la opinión del autor de esta tesis, de que este
de una política militarista y de neoliberalismo a ultranza, vislumbraron. En
primer lugar, la guerra de Irak, donde el gobierno de Estados Unidos se ha
empantanado, y en la que más de 4,000 jóvenes norteamericanos han perdido
sus vidas, ha demostrado que a ese país no le resulta fácil imponer sus
designios, a pesar de su fortaleza tecnológica, mediática, económica y militar.
Por otra parte, al interior de los propios Estados Unidos se pone de manifiesto
una creciente concentración de capitales en manos de una élite que actúa
para determinar el comportamiento político que deben tener los restantes
miembros del sistema internacional, y que ha implantado una política exterior,
agresiva en todos los órdenes, dirigida a la consecución de los intereses
prioritarios de la clase dominante norteamericana diseñada por su
stablishment, cuyas consecuencias inmediatas son el sostenimiento de una
economía fundamentalmente subsidiada, un desarrollo tecnológico
principalmente identificado con la esfera militar y dirigido hacia ella, una
12 En el diseño de los escenarios se utilizaron también los enfoques teóricos-metodológicos de la
prospectiva crítica y participativa, donde los escenarios se clasifican en probables, alternos y deseables.
Los primeros identifican las tendencias de los procesos que se estudian. Los segundos refieren otras
alternativas que podrían presentarse con independencia del grado de probabilidad que indiquen las
tendencias dominantes en un momento determinado; y los terceros definen las mejores opciones para
el cumplimiento de los objetivos de los actores sociales involucrados en esos procesos. Ver Mojica
Sastoque, Francisco J: La Prospectiva. Técnicas para Visualizar el Futuro. Colección Manuales
Prácticos para Gerentes, Legis Editores S.A, Bogotá, 1991
15

enorme deuda externa, y una mayor carga para el contribuyente. La política
exterior ha sido conceptuada operativamente por el autor de esta disertación,
como un grado determinado de las relaciones internacionales, que incluye la
labor diplomática, y que los Estados ejercen en función de los intereses de la
clase dominante, en relación con otros Estados o entidades internacionales,
en un período o momento determinado.
Asimismo, en el capítulo se analiza cómo en el escenario internacional actual
de post-guerra fría comienzan a manifestarse otras fuerzas y actores en el
plano económico, tecnológico, político y militar, cuyos intereses de seguridad y
desarrollo económico-social no son coincidentes con los planes de la política
exterior estadounidense; y cuyo peso específico deberá hacerse sentir de
manera determinante. Es el caso, principalmente, de la Federación de Rusia y
de la República Popular China.
La unipolaridad del actual sistema de relaciones internacionales y el
surgimiento de doctrinas claramente dirigidas a consolidar el comportamiento
hegemónico de la única superpotencia, hacen que la carrera armamentista y
sus consecuencias, tanto para la supervivencia del hombre como en el plano
económico y social, sean éticamente más inaceptables que en cualquier otro
momento anterior. Los intelectuales en todo el mundo, los hombres de ciencia,
los jóvenes, no pueden permanecer de brazos cruzados.
Por lo anteriormente expresado, el estudio de la carrera armamentista
constituye un interés prioritario para las instituciones científicas y los centros
de altos estudios cubanos, en atención al impacto que la política militar de los
Estados Unidos y sus aliados en la OTAN tiene para la seguridad, tanto
nacional como regional e internacional. En su introducción a la práctica
social, esta disertación puede ser utilizada como texto de consulta en el pre-
16

grado y como parte de la bibliografía del cuarto nivel en disciplinas como
Ciencia Política, Historia Política, Derecho Internacional, Relaciones
Internacionales y Sociología Política, entre otras.
17

CAPITULO I
LA HISTORIA POLITICA DE LA CARRERA ARMAMENTISTA
1.1.- El estado del arte de la literatura sobre la carrera armamentista.
Existe una profusa bibliografía sobre el tema de investigación de esta tesis, y
son varios los organismos e instituciones, tanto gubernamentales como no
gubernamentales, que se ocupan del tema, como aparece reflejado en la
parte bibliográfica de esta disertación. No obstante, es de hacer notar que en
lo fundamental, se trata de una bibliografía interesada y partidaria, según la
línea de pensamiento representada por los autores, en virtud de su
proveniencia de países miembros de la OTAN o del Pacto de Varsovia. Hay
autores originarios del Sur, pero en los que no puede desconocerse la
influencia de una de las dos tendencias anteriores; y el abordaje que hacen
del tema puede considerarse en general limitado y referido a aspectos
puntuales del problema, el cual no abarcan en toda su amplitud e integralidad.
Es de hacer notar, por otro lado, que las principales editoriales y los medios
masivos de comunicación en todo el mundo han estado, y continúan estando,
en manos de grandes empresas de occidente, lo que ha contribuido a la
conformación de una visión preponderantemente unilateral, con una matriz de
opinión impuesta por esos intereses. Esto ha dado como resultado que la
valoración crítica de las fuentes, realizada por el autor, confirma que la cultura
de la derecha y de los ideólogos del imperialismo 13 se tornó preponderante en
el tema de la carrera armamentista.
13 Por imperialismo se entiende la fase de parasitismo y de descomposición del capitalismo, inherentes a
su fase histórica superior, y que por su esencia económica es el capitalismo monopolista. Ver Lenin,
Vladimir Ilich: El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo, en Lenin: Obras Escogidas, Editorial
Progreso, Moscú 1976
18

De manera que la literatura fundamental y más divulgada relacionada con este
fenómeno complejo, está identificada mayoritariamente por un enfoque que
distorsiona la realidad, y que pretende dotarse de legitimidad conceptual. Esa
bibliografía, en su esencia, refiere el fenómeno como consecuencia de la
que presentaba la Unión Soviética, o cuando menos, como resultante de la
URSS, principalmente, con lo que se pretende ocultar su verdadero
significado.
Es por ello que esa misma bibliografía no explica de manera objetiva, en
opinión del autor, cómo es que en el mundo de hoy, cuando ya no existen la
URSS ni el Pacto de Varsovia, se gasta en armamentos una cifra similar a lo
Estados Unidos el
responsable por casi la mitad de esos gastos. Este es el caso, por ejemplo, de
Richard Reducciones de las Armas Nucleares
Ofensivas. 14 ; Colin Powell en su libro My American
Journey 15 ; Jonathan Alford en The impact of New Military Technology 16 ; y
del Brassey´s Defense Yearbook 1995 17 .
En el caso de los autores procedentes de países de la antigua comunidad
socialista europea, en particular la URSS, la literatura fundamental que
; y presentaban el tema con cierta objetividad,
14
Davis, Richard A:
www.usinfo.state.gov/journals, 24 de mayo del 2007
15
Powell, Colin: My American Journey. Random House, New York, 1995
16
Alford, Jonathan: The Impact of New Military Technology. Westmead, International Institute for
Strategic Studies, 1981
17
Centre for Defense Studies: Brassey´s Defense Yearbook 1995, Kings College London, 1995.
19

aunque sin mucha elaboración conceptual. Esa es la línea seguida por
autores como Boris Piadishev en su ensayo Quien impulsa la carrera de los
armamentos 18 ; G. Morozov en su libro Public opinión in world politics 19 ;
Josef Skála en Segunda Guerra Mundial, Tabúes y Falsificaciones 20 ; y del
libro El desarme Quién está en Contra, del Ministerio de Defensa de la
URSS 21 .
Esto hizo que el autor sustentara la investigación y el análisis,
fundamentalmente, en la documentación oficial de las diferentes conferencias
internacionales que han abordado el tema; en los documentos de los
organismos internacionales especializados, incluida la Organización de las
Naciones Unidas y sus diferentes órganos deliberativos y de negociación; y en
la experiencia y vivencia prácticas, a partir de su participación en diferentes
eventos sobre el tema por más de veinte años.
La indagación permitió al autor comprobar que la bibliografía consultada en
materia de control o regulación de los armamentos, que data del Siglo XIX, se
Declaración de San Petersburgo
Declaración de Bruselasagosto
de 1874. Se destacan también los documentos relacionados con las
Declaraciones elaboradas por la Conferencia de La Haya de 1899 que, en
opinión del autor de esta investigación, son los más significativos aprobados
por los Estados a fines del Siglo XIX. 22
18 Piadishev, Boris: .
19
Morozov, G: Public opinión in world politics, Academia de Ciencias, Moscú, 1976
20
Skala, Josef: Segunda Guerra Mundial, Tabues y Falcificaciones, en http://libros.virtuales.org, 3 de
mayo del 2006.
21 Ministerio de Defensa: El Desarme, quien está en contra, Editora Militar, Moscú, 1983
22 Ver Robert, Adams y Guelff Rochard:: Documents on the Laws of War. Oxford University Press, 2000
20

A inicios del Siglo XX, en 1907, se celebró una segunda conferencia en La
Haya, que aprobó un número mayor de instrumentos; pero que tuvo la
peculiaridad de que en lugar de Declaraciones, esos instrumentos se
convirtieron en Convenciones. Las Convenciones de La Haya versaron sobre
diversos temas, pero el núcleo fundamental seguía siendo la protección de los
combatientes contra armamentos considerados particularmente crueles,
capaces de causar daños innecesarios en los contendientes. 23
Después de la segunda Conferencia de La Haya, existió la intención de
convocar una tercera conferencia en 1915; pero el estallido de la Primera
Guerra Mundial en 1914, que buscaba la redistribución del mundo entre las
principales potencias de la época, impidió esos planes, e incluso, la aplicación
de las reglas humanitarias existentes hasta entonces 24 . Una vez concluida
esa guerra, se celebró la Conferencia de París de 1919, que dio lugar a la
creación de la Sociedad de las Naciones con lo que, según el análisis de sus
documentos oficiales, quedaron sentadas las bases para que el tema relativo
al control o limitación de los armamentos no se viera solamente en su aspecto
humanitario, sino que se comenzó a hablar de planes para la prohibición y
reducción de los mismos, con un carácter más general.
En el período transcurrido entre las dos guerras mundiales, hubo algunos
intentos por regular o prohibir la utilización de ciertas armas. Según la
documentación analizada, se reportaron éxitos, como los del Protocolo de
Ginebra de 1925, y descalabros, como los de la Conferencia de Desarme de
1932. La causa fundamental que condujo al fallido de los intentos y esfuerzos
23 Ibidem.
24 Según Lenin, la guerra de 1914-1918 (la I Guerra Mundial) fue, de ambos lados beligerantes, una
guerra imperialista esto es, una guerra de conquista, de bandidaje y de robo; una guerra por el reparto
del mundo, por la partición y el nuevo reparto de las colonias. Lenin, Vladimir Ilich, Obra Citada. p. 3.
21

desplegados a favor del desarme en ese momento radicó, en última instancia,
en la intención que desde 1917 tuvieron las principales potencias capitalistas
del sistema internacional de la época, de recurrir a la guerra como la vía
adecuada para eliminar de la faz de la tierra al socialismo, representado
entonces por la solitaria y asediada Unión Soviética.
Ese comportamiento de las principales potencias capitalistas del sistema
internacional llevó directamente al surgimiento del fascismo 25 , a la segunda
guerra mundial y al ensayo atómico norteamericano el 16 de julio de 1945, es
decir, sólo 20 días después de firmada la carta de las Naciones Unidas. A
partir de ese momento, la espiral armamentista fue una constante; y de hecho,
con sus altas y sus bajas, con sus especificidades y variaciones, se mantiene
hasta hoy y sigue constituyendo una amenaza para la existencia de la
humanidad.
La bibliografía consultada permitió identificar a) en qué nivel desde la
perspectiva académica se encuentra el tema objeto de investigación; b)
desde qué perspectivas filosóficas, políticas e ideológicas ha sido abordado;
y c) qué aspectos no han sido lo suficientemente esclarecido desde la
academia, para acercarnos al descubrimiento de la lógica especial del
desarrollo del fenómeno político, objeto especial de examen.
En el análisis del tema debe destacarse, además, que con la desaparición de
la URSS y del Pacto de Varsovia, la visión interesada de occidente y del
primer mundo, a que se ha hecho referencia, casi se convirtió en hegemónica,
25 De acuerdo con Jorge Dimitrov, el fascismo es la dictadura terrorista de los elementos más
ictadura
fascista revisten en los distintos países formas diferentes, según las condiciones históricas, sociales y
económicas, las particularidades nacionales y la posición internacional de cada país. Dimitrov, Jorge:
Obras Escogidas, Editora Política, La Habana, 1966, p. 128.
22

portadora de una visión única que se logró imponer en los principales centros
académicos del mundo; y que sólo ha venido a ser contestada, aunque de
manera tímida todavía, una vez que la política de dominación imperial de
Estados Unidos en el actual mundo unipolar se ha hecho más evidente,
mediante acciones concretas de guerras de agresión, doctrinas hegemónicas,
y una mayor sofisticación armamentista.
Esto ha sido abordado por algunos autores, aunque de manera muy general,
en especial, mediante monografías, ensayos o artículos de prensa; y casi
siempre sin un razonamiento histórico-lógico. En unos casos, algunos autores
hacen sus análisis y emiten valoraciones generales con cierto pragmatismo,
sin profundizar en las causas del fenómeno, ni en su carácter histórico y
clasista, como es el caso de Sympsium on
Nuclear Doctrines 26 ; Peter Scowen en O Livro Negro dos Estados Unidos 27 ;
y Gary Gardner en su libro No Proliferación Nuclear. 28
Otros autores con una perspectiva desde el Sur, en un contexto más amplio y
general, abordan el tema de manera tangencial, como es el caso de Emir
Sader en su libro La Venganza de la Historia, Hegemonía y
Contrahegemonía 29 ; El Siglo XX: Su
Limitación y su Significado 30 ; y Newton Carlos en Bush e a Doctrina das
Guerras Sem Fim 31 . Pero esos autores no siempre profundizan en la
génesis, evolución y proyección futura de este fenómeno por su carácter
26 Marín Bosh, Miguel: Symposium on nuclear doctrines. New York. United Nations, 1999
27 Scowen, Peter: O Livro Negro dos Estados Unidos. Editora Record, Río de Janeiro-Sao Paulo, 2003
28 Gardner, Gary Y: No Proliferación Nuclear: Un Manual. Tijuana: IICLA, 1994.
29
Sader, Emir: La Venganza de la Historia, Hegemonía y Contra-Hegemonía en la Construcción de un
Nuevo Mundo Posible. CLACSO-Libros, 2004
30
Ribera, Ricardo: Novos Rumos. Año 21, No. 46, Brasil,
2006
31
Carlos, Newton: Bush e a Doutrina das Guerras Sem Fim. Editora Revan, Rio de Janeiro, 2002.
23

eminentemente técnico; y en lo fundamental, encuentran espacios en medios
alternativos.
Mas recientemente, cuando la preponderancia de Estados Unidos en el
sistema unipolar actual de relaciones internacionales se ha hecho más
evidente y amenazante, han aparecido publicaciones cuyos autores
cuestionan la hegemonía norteamericana, pero no necesariamente desde
posiciones marxistas. Ese es el caso de Philip Greenspan eThe
Declining Sole Superpower 32 ; y también de Rising
Powers have the US in their sights 33 .
No obstante, debe reconocerse la existencia en occidente de autores como
Jonathan Schell, que en su libro The Seven Decade: The New Shape of
Nuclear Danger 34 , enfoca los peligros de la carrera armamentista con un
elevado grado de objetividad; e incluso, alerta de que no sólo el
humanidad.
1.2.- Esfuerzos iniciales para el control del armamentismo. Su dimensión
fundamentalmente humanitaria.
La carrera armamentista, como fenómeno complejo, ha llevado a la
acumulación de enormes cantidades de armas de destrucción masiva,
capaces de suprimir varias veces la vida de la faz de la tierra y toda la obra de
la civilización. Este fenómeno es inherente al capitalismo en su fase
imperialista; y sus causas inmediatas surgen a partir del año 1917, cuando en
32
Greenspan, Philip: The Declining Sole Superpower, en www.swans.com/library. Septiembre del
2005
33
Hiro, Dilip: www.atimes.com. Agosto 2007
34
Schell, Jonathan: The Seven Decade: The New Shape of Nuclear Danger (American Empire Project).
Metropolitan Books, New York, 2007
24

Estados Unidos se iniciaron los planes para tratar de liquidar al socialismo,
representado entonces por la Rusia soviética. Sin embargo, es con la
explosión atómica en los Estados Unidos en el año 1945 que el fenómeno
comienza a concretarse; para cuatro años más tarde, con la primera explosión
atómica en la URSS en 1949, iniciar sus sucesivas espirales.
Son varios los países que, en mayor o menor medida, a partir de 1945, se han
involucrados en la carrera armamentista. No obstante, no es el objetivo de
esta investigación abarcar el armamentismo en todas sus aristas y
complejidades. Lo que se propone el autor es el estudio de la interrelación
dialéctica de los factores determinantes que han incidido en el origen y
desarrollo de la carrera armamentista, con la finalidad de determinar el
comportamiento y los objetivos planteados por los actores fundamentales,
Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
hasta 1991; y Estados Unidos de América y la Federación de Rusia después,
que repercuten sobre la evolución de este fenómeno 35 .
La carrera armamentista, concebida como la acumulación de nuevos y cada
vez más sofisticados sistemas de armas de todo tipo, pero en particular de
armas nucleares, es un fenómeno que se inicia en el Siglo XX, y más
concretamente, en la segunda mitad del siglo, y que se extiende hasta
nuestros días con una dimensión cualitativamente diferente. Hasta los
primeros años del Siglo XX, cuando los armamentos existentes no tenían el
enorme poder devastador que les conocemos hoy, los Estados se
35 Son varios los países que han realizado explosiones consideradas ensayos de armas nucleares:
Estados Unidos a partir de 1945; la Unión Soviética a partir de 1949; Reino Unido a partir de 1952;
Francia a partir de 1960; y la República Popular China a partir de 1964. La India realizó su primera
explosión en 1974 y Pakistán en 1998. Se ha planteado que la República Popular Democrática de Corea
realizó una en el 2006. También se ha planteado que África del Sur e Israel pueden haber realizado una
explosión cada uno. Sin embargo, hasta 1997, cuando se firmó el Tratado de Prohibición de Ensayos
Nucleares, en el mundo se habían realizado un total de 2047 de esos ensayos; de ellos, 1032 por parte
de los Estados Unidos; 715 por parte de la URSS; 210 por parte de Francia; y 45 por parte del Reino
Unido y la República Popular China. Eso incidió también en la cantidad y calidad de los arsenales
nucleares de esos países. Ver Anexo I.
25

preocuparon más por regular y limitar el uso de determinados tipos de armas
en las guerras que por su efectiva prohibición. Primaba, entonces, el elemento
humanitario y el interés en que los daños y sufrimientos causados a los
contendientes, y a la población en general, fueran lo menos inhumanos,
crueles y degradantes posible.
En la actualidad, el enorme poder devastador y de destrucción masiva de las
armas nucleares que se acumulan en los arsenales de algunos Estados,
hace que las mismas no sean un medio adecuado para resolver las
diferencias entre los Estados, pues una escalada en su utilización podría
significar la destrucción total de la humanidad.
En el siglo XIX, cuando la producción armamentista podía considerarse
moderada, comparada con sus niveles actuales; y todavía no había alcanzado
el poder devastador que ahora la caracteriza, ni representaba una carga y un
obstáculo para el desarrollo económico y social, los esfuerzos que los Estados
promovieron para su control estuvieron dirigidos fundamentalmente hacia el
aspecto humanitario del problema. La preocupación era entonces reglamentar
el uso en las guerras de determinados tipos de armas con el objetivo de evitar
a los combatientes sufrimientos innecesarios; pero sin que los gobernantes de
la época se plantearan el fin de la acumulación de los armamentos ni de la
promoción del desarme.
La fundación de la Cruz Roja Internacional, en 1860; así como el desarrollo
tecnológico que posibilitó la producción en masa y el perfeccionamiento de los
armamentos, con el consiguiente incremento de los peligros y las amenazas
de guerras en Europa, favorecieron la aparición de un fuerte movimiento
pacifista y la adopción de algunas medidas relativas al control del
26

armamentismo. 36 Los esfuerzos más serios en esa dirección comienzan a
materializarse en el año 1868 con la adopción de la Declaración de San
Petersburgo, que constituyó el primer acuerdo internacional de importancia
que prohíbe el uso de un tipo determinado de armamento en las guerras. 37
El objetivo de la Declaración era alcanzar el alivio de las calamidades que
causaban las guerras; por lo que para sus redactores, en un conflicto armado
era suficiente que se debilitara a la fuerza militar del enemigo y neutralizar así
el mayor número posible de soldados, pero sin ocasionarles la muerte.
Seis años después de adoptada la Declaración de San Petersburgo, en 1874,
se celebró la Conferencia Internacional de Bruselas, que el 27 de agosto de
ese año aprobó una Declaración dirigida a prohibir el uso de armas venenosas
en las guerras; y expresó que debía existir un límite entre los beligerantes, a la
hora de escoger los medios para causar daños al enemigo. Esta Declaración,
que en definitiva no fue ratificada, fue calificada por el Presidente del Comité
Internacional de la Cruz Roja, el primer intento de codificación del
derecho internacional humanitario 38
Es de hacer notar que los documentos más significativos respecto al control
de los armamentos, aprobados en el Siglo XIX, fueron las Declaraciones
elaboradas por la Conferencia de La Haya de 1899, convocada por iniciativa
del Zar de Rusia, Nicolás II 39 . Entre esas Declaraciones se destacaron las
36 Ver Eymar, Carlos: Primer centenario de la Conferencia de Paz de La Haya, Análisis, No. 4, Grupo
de Estudios Estratégicos (GEES), Madrid, 23 octubre de 1999.
37 Ver Robert Adams y Guelff Richard: Documents on the Laws of War. Oxford University Press, 2000
38 En CICR, www.icrc.org/web/spa/sitespa0.nsf, 1997.
39 Del 18 de mayo al 29 de julio de 1899, tuvo lugar en el Palais de Bois de la Haya la Primera
Conferencia Internacional de Paz, el primer gran intento codificador del Derecho Internacional público
contemporáneo. El final del siglo XIX es una época ambigua en la que coexiste el optimismo ilustrado,
que sigue confiando en el eterno progreso del género humano a través del desarrollo de las ciencias,
con unos ciertos presagios de guerra mundial. El siglo XIX fue en Europa un siglo relativamente pacífico
ya que desde 1815, en que tiene lugar el Congreso de Viena y la iniciativa del zar Alejandro I de la
creación de la Santa Alianza, no son reseñables grandes conflictos fuera de los movimientos
revolucionarios y nacionalistas. Las principales conflagraciones entre Estados: la guerra de Crimea entre
27

elativas a la prohibición del lanzamiento de proyectiles y explosivos desde
balones y a la utilización en las guerras de gases asfixiantes y de balas
explosivas. En cuanto a los gases asfixiantes, el compromiso que asumían los
Estados estaba vinculado a la prohibición de utilizar proyectiles que tuvieran
como objetivo expandir ese tipo de gases; mientras que en relación con las
balas explosivas, los firmantes se comprometían a no utilizar proyectiles que
explotaran con facilidad en el cuerpo humano.
En realidad, aunque fueron avances importantes, los mismos pueden
considerarse modestos para las expectativas que se crearon inicialmente, y el
autor de esta tesis coincide con Carlos Eymar, en que pueden calificarse
incluso de frustrantes, pues los aspectos fundamentales relacionados con
limitaciones profundas en las fuerzas armadas de tierra y mar, así como de los
presupuestos de guerra, fueron recogidos en el acta final como objetivos
generales y deseables, pero nada se hizo al respecto. 40
En 1907 se celebró en La Haya una segunda conferencia con la finalidad de
dar continuidad a la vertiente que el autor califica de humanitaria en el control
1854 y 1856, la guerra austro-prusiana de 1866 y la guerra franco-alemana de 1870-71, fueron bastante
limitadas en su duración e intensidad, si las comparamos con las de este siglo. Por otra parte, desde
mediados del XIX, se han ido creando los primeros instrumentos jurídicos internacionales de derecho
humanitario y de los conflictos armados. En 1860 tiene lugar la fundación de la Cruz Roja Internacional
reconocida por la Convención de Ginebra de 1864 para protección de heridos, enfermos y personal
sanitario en la guerra terrestre. En 1868 se reunió en San Petersburgo una Comisión internacional militar
que acordó la prohibición de utilizar en la guerra determinados explosivos como las balas dum-dum. En
1874, a iniciativa del zar Alejandro II, se desarrolló la Conferencia de Bruselas que si bien no desembocó
en ningún tratado, culminó con un proyecto de Declaración de 56 artículos que establecía una primera
definición de los usos de la guerra terrestre. Todos esos documentos de contenido humanitario,
coexistieron con la realidad inequívoca de un creciente desarrollo armamentístico. A partir de 1874, la
mayoría de los historiadores del armamento coincide en apreciar una revolución tecnológica que hizo
posible su producción en masa con el consiguiente compromiso de recursos industriales de los Estados.
La producción armamentista, su perfeccionamiento técnico y la amenaza de una guerra europea,
provocaron, en el último decenio del pasado siglo, un vasto movimiento de inspiración pacifista.
Nombres como los de Alfred Nobel que instaura el premio que lleva su nombre y Henry Dunant,
fundador de la Cruz Roja y primero que lo obtiene, muestran la relevancia de estas ideas que llegan
hasta el centro mismo de los ámbitos estatales. Ver Eymar, Carlos, Obra citada.
40 Ibidem.
28

de los armamentos 41 . En esta segunda conferencia de La Haya se aprobó un
mayor número de documentos que en la primera, y los mismos adquirieron el
formato de Convenciones, con lo que se elevó su nivel de compromiso .
Las Convenciones de La Haya de 1907 se refirieron a diversos temas, pero a
los efectos de esta investigación, interesan en particular las relativas a las
leyes y prácticas de la guerra terrestre y a la utilización de minas submarinas
de contacto. Hubo otra convención relacionada con el lanzamiento de
proyectiles y explosivos desde balones, que se limitó más bien a extender la
prohibición que se había decretado sobre el tema en la anterior conferencia de
La Haya; y que en la práctica tuvo una importancia relativa, pues se vio
afectada debido a que las grandes potencias 42 que desarrollaron
posteriormente la aviación de combate no la firmaron.
En el caso de la Convención sobre las leyes y costumbres de la guerra
terrestre, se reafirmó lo dicho treinta y tres años antes en Bruselas, en el
sentido de que tenía que existir un límite en el derecho de los beligerantes
para adoptar medidas contra el enemigo; y precisamente, esta Convención
prohibió la utilización en las guerras terrestres de proyectiles que causaran
41 La idea de celebrar una segunda reunión, bajo la denominación de Conferencia Internacional de Paz,
fue propuesta inicialmente por el secretario de Estado de los Estados Unidos, John Milton Hay, en 1904,
y fue convocada tres años después a petición directa del gobierno ruso. La reunión se desarrolló en La
Haya desde el 15 de junio hasta el 18 de octubre de 1907, y a ella acudieron representantes de 44
estados. Se acordaron trece convenciones que trataban principalmente sobre la clarificación y
ampliación de los términos establecidos en la primera Conferencia. Más concretamente, se estipularon
nuevos principios relacionados con distintos aspectos de la guerra, por ejemplo, los derechos y deberes
de los países neutrales, el bombardeo naval, la colocación de minas submarinas de contacto automático
y las condiciones en virtud de las cuales los navíos mercantes podían pasar a ser barcos de guerra. En
esta segunda reunión se recomendó la celebración de una tercera al cabo de ocho años. El gobierno de
los Países Bajos llegó a iniciar los preparativos de esta reunión, que habría de tener lugar en 1915 o
1916, pero el estallido de la I Guerra Mundial en julio de 1914 impidió su realización. Las funciones de
las conferencias de La Haya fueron asumidas por la Sociedad de Naciones desde 1920 hasta 1945, año
en el que se fundó la ONU. Ver Enciclopedia Encarta, 2007.
42 Entendido el concepto dentro de la definición de la correlación de fuerzas, como la relación recíproca
en que se encuentran las fuerzas en el escenario internacional. Es un concepto que atiende a cómo se
configura la distribución de fuerzas en el plano internacional, a través de la comparación entre los
poderíos respectivos de los Estados. Partiendo de este análisis, puede establecerse la jerarquía de los
Estados según su poderío efectivo, en potencias grandes, medianas, pequeñas, o si se prefiere,
atendiendo a la situación real actual, potencias mundiales, potencias regionales y Estados de
significación o influencia local. González, Roberto, Obra citada, 1990, p.68.
29

daños innecesarios, las amas venenosas, y herir o matar a traición,
fundamentalmente.
En cuanto a la Convención relativa a las minas submarinas automáticas de
contacto, las partes adoptaban el compromiso de no dejarlas sin fijar, a menos
que las mismas hubieran sido construidas en forma tal de que quedaran
desactivadas una hora después de que el encargado de su control dejara de
hacerlo. También se prohibieron las minas que no dejaran de ser dañinas
después de pérdidas las ataduras; así como la utilización de minas fuera de
los puertos enemigos con el propósito de interceptar buques comerciales.
Resulta importante destacar que esta segunda conferencia de La Haya
constituyó el momento en que los estados latinoamericanos se incorporaron,
junto a los europeos, al ordenamiento jurídico internacional; pues casi todas
las Repúblicas latinoamericanas, Cuba incluida, aparecen entre los signatarios
de varias de las Convenciones aprobadas en La Haya en 1907.
A partir de 1907 se habló de la posibilidad de convocar una tercera
Conferencia, también en La Haya en el año 1915; pero el estallido de la
Primera Guerra Mundial en 1914 impidió la ejecución de esos planes e ignoró
las leyes humanitarias existentes hasta entonces. Los horrores de esa guerra,
sin embargo, pusieron de manifiesto la necesidad de que se adoptaran
medidas más drásticas y concretas en relación con algunos tipos de armas, a
la vez que incentivaron la creación de un ordenamiento político-jurídico
permanente entre los estados de la época.
En el curso de la investigación, el autor pudo constatar que las Conferencias
de La Haya de 1899 y 1907, convocadas para tratar cuestiones relacionadas
con el mantenimiento de la paz mundial y legislar sobre los comportamientos
30

de las naciones en conflicto, constituyeron un esfuerzo importante por regular
los daños de las guerras; pero fracasaron en su empeño general como
resultado de la Primera Guerra Mundial, al prevalecer el comportamiento de
las clases dominantes de las potencias involucradas en el conflicto, que
demostraron su disposición a recurrir a la violencia en su máxima expresión, a
fin de conseguir sus objetivos externos, relacionados con un nuevo reparto
territorial del mundo, el control de las fuentes de materias primas y la
búsqueda de mercados para sus productos manufacturados.
La Conferencia de París de 1919 43 , celebrada al finalizar la Primera Guerra
Mundial, dio lugar al Tratado de Versalles y al surgimiento de la Sociedad de
las Naciones; y de esa forma se estableció por primera vez en la historia de
las relaciones internacionales, una institución con carácter permanente que,
en la consideración del autor de esta tesis, pudo haber servido para solucionar
las diferencias entre los Estados de la época y para el mantenimiento de la
paz y la seguridad internacionales. Sin embargo, la Sociedad de las Naciones
no pudo cumplir con sus postulados; pues las principales potencias europeas
de la época trataron de utilizarla para consagrar su poderío y hegemonía;
mientras que Estados Unidos no sólo no pasó a formar parte de la
organización, sino que se sumó con todo su poderío económico y militar a las
acciones que poco tiempo después se desataron contra la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas, que se estableció como nuevo actor en el
escenario internacional. Esta realidad dio al traste con la Sociedad de las
Naciones, condujo al mundo a la Segunda Guerra Mundial, y propició el inicio
de una fase superior en el desarrollo del armamentismo.
43 El principal resultado de la Conferencia fue el Tratado de Versalles, firmado el 28 de junio de 1919
entre los Países Aliados y Alemania, que puso fin oficialmente a la Primera Guerra Mundial. El tratado
estableció también la creación de la Sociedad de Naciones (SDN), un objetivo prioritario del presidente
de los Estados Unidos, Woodrow Wilson. Sin embargo, el Senado de ese país nunca aprobó su
documento constitutivo. Ver Diez de Velasco, M: Las Organizaciones Internacionales. Tecnos, Madrid,
2003, y Hobsbawm, E: A era dos extremos: o breve século XX. São Paulo: Companhia das Letras, 1995.
31

1.3.- El armamentismo entre la primera y la segunda guerras mundiales. Los
esfuerzos por su erradicación y razones para el fracaso de ese intento.
En el período comprendido entre la primera y la segunda guerras mundiales,
el autor considera que se pueden identificar tres vertientes fundamentales en
materia de control y limitación de armamentos, que son abordadas en la
investigación de manera general, pues son importantes en la configuración del
sistema de relaciones internacionales de la época. Una estuvo dirigida hacia
la prohibición de determinados tipos de armamentos por la importancia que
tenían en esa época, en particular armamentos navales; y en esa dirección se
destacaron las Conferencias Navales de Washington de 1922, de Ginebra de
1927 y de Londres de 1930 y 1935, que si bien arribaron a algunos acuerdos
limitados, fracasaron en su empeño general en los umbrales de la Segunda
Guerra Mundial 44 .
grandes barcos de guerra como acorazados y cruceros, con fuertes cascos y
potentes cañones. La intención era detener la producción de esos medios, y
destruir las existencias, pero no se arribó a ningún acuerdo concreto, en
particular, por las objeciones de Japón e Inglaterra, importantes potencias
navales de la época.
En las reuniones se establecieron límites a la capacidad de desplazamiento
de los buques; y se diseñó una distribución del poderío naval entre las
44 El Pacto de la Sociedad de Naciones de 1919 estableció el desarme de las potencias; y el Consejo de
Seguridad diseñó planes para eso, que los Estados debían aceptar. En ese contexto se enmarcaron las
conferencias navales que se celebraron en las décadas de 1920 y 1930. La primera de esas
conferencias, celebrada en Washington en 1922, fue convocada por el gobierno norteamericano, al
margen de la Liga de las Naciones. La iniciativa fue adoptada con el objeto de permitir a ese país
afianzar su nuevo papel como potencia marítima de primer orden; a la vez que rediseñar sus intereses
estratégicos en el Océano Pacífico frente a Japón, que había salido beneficiado de la Primera Guerra
Mundial. El gobierno norteamericano de la época atribuía prioridad a la contención de los apetitos
expansionistas japoneses, tanto en la esfera naval como en relación a China; y eso marcó el tenor de las
conferencias celebradas posteriormente en Ginebra y Londres.
32

principales potencias, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Francia e Italia, en
virtud de la cual se fijó una relación numérica que beneficiaba a los dos
primeros países respecto a los demás. Esta fue una de las causas que
provocó la retirada de Japón de las reuniones y el fracaso de las mismas. 45
También se incluyen en este enfoque particular las negociaciones que
tuvieron lugar en el marco de la Sociedad de las Naciones, y que concluyeron
con la adopción Protocolo para la prohibición del uso en las guerras de
gases asfixiantes, venenosos y sus similares, y de los métodos
, firmado en Ginebra el 17 de junio de 1925. La adopción de
esta prohibición, cuya importancia es de reconocer, se vio facilitada por las
preocupaciones que causó en los gobiernos de la época el uso masivo de
este tipo de sustancia en la Primera Guerra Mundial. 46
Este instrumento, conocido comúnmente co
a ratificar o asumir, según fuera el caso, los
compromisos adoptados en las conferencias celebradas en el Siglo XIX, ya
apuntadas con anterioridad, en relación con la prohibición en las guerras del
uso de ese tipo de gases; a la vez que los comprometió a extender dicha
prohibición a los métodos bacteriológicos de guerra. No obstante, a pesar de
su significado, el alcance práctico que tuvo el protocolo fue muy reducido,
debido a que no pudo incluir la prohibición de la fabricación y el desarrollo de
estas sustancias. 47
45
Ver Howarth, David: Sovereign of the Seas. The Story of British Sea Power, Book Club Associate,
Londres, 1974
46
Al término de la Primera Guerra Mundial se habían usado 124,000 toneladas de agentes químicos.
Ver Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW):
opcw.org/basic_facts/bf2k3_sp.html, 22 de noviembre del 2007
47
Aunque Estados Unidos firmó el protocolo el propio año 1925, el Senado de ese país no lo ratificó
hasta 1975, es decir, 50 años después.
33

En este mismo período se puso de manifiesto otra vertiente en materia de
control del armamentismo, también de carácter limitado, encaminada a
impulsar los esfuerzos de índole humanitaria que habían primado con
anterioridad; y que fueron retomados en 1923, en la propia ciudad de La
Haya. Aún cuando no forma parte del objeto de estudio de esta tesis
profundizar en los resultados que se obtuvieron mediante estos esfuerzos, es
oportuno señalar que el mismo se ha extendido en el tiempo, debido a la
particular atención que este enfoque representó para la protección y reducción
de los daños a los seres humanos involucrados en conflictos bélicos; y los
resultados de esos esfuerzos fueron recogidos posteriormente en los
Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativos al mejoramiento de
las condiciones de los heridos en los conflictos terrestres y navales, al
tratamiento a los prisioneros de guerra, y a la protección a las personas
civiles; así como se reflejaron también en la adopción de los dos Protocolos
Adicionales a esos convenios, que se adoptaron el 8 de junio de 1977, en
Ginebra, referidos a la protección a las víctimas de los conflictos internos e
internacionales 48 .
Además de estos enfoques particulares, en el período entre las dos guerras
mundiales se destaca con fuerza una visión de carácter más amplio, surgida a
partir de varias propuestas de paz que realizó la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas, y que se orientab
armamentos. En esta dirección se destaca la Conferencia Internacional sobre
los problemas económicos y financieros, conocida como Conferencia de
Génova de 1922, que se celebró en esa ciudad entre el 10 de abril y el 19 de
mayo de ese año.
48 Una compilación de instrumentos sobre el tema puede encontrarse en Comité Internacional de la Cruz
Roja (CICR): Derecho Internacional Relativo a la Conducción de las Hostilidades, 1996
34

Aún cuando el problema del armamentismo no era el tema de la reunión, la
delegación soviética propuso que se incluyera en el orden del día la cuestión
aliviar la pesada carga del armamentismo para los Estados. Con esa finalidad,
consideraban los soviéticos, se imponía la reducción de los ejércitos de todos
los países y el completamiento de las reglas de la guerra con la prohibición de
sus formas más bárbaras. Sin embargo, a pesar de lo oportuno de la
propuesta, si se tiene en cuenta la guerra mundial concluida pocos años
antes, la misma no fue aceptada por las principales potencias capitalistas de
entonces.
Josef Skála condujo una investigación sobre el tema, en la que abordó las
amenazas que sufría en esa época el joven Estado soviético, y donde se
evidencia a pesar de eso, el comportamiento de ese país en relación con los
temas del desarme:
El país destinatario de todas estas amenazas presentó un proyecto de tratado
internacional sobre desarme general ya en el año 1922 en la conferencia de
Génova, primer foro de esta clase en que pudo participar. Intentando dar el
ejemplo, redujo a mediados de los años veinte el número de sus fuerzas
armadas casi a la décima parte. `La república soviética - escribe el profesor
americano R. Garthoff en su libro La política militar soviética: un análisis
histórico (Soviet Military Policy: A Historical Análisis, 1966, New York), renunció
a los derechos económicos y políticos de Rusia en el extranjero, en Turquía,
Soviética no recurrió a la fuerza militar. Asumió el papel de protagonista en la
lucha por el desarme´. 49
En 1932, diez años más tarde, se celebró en Ginebra la Conferencia para la
Reducción y Limitación de los Armamentos, conocida como Conferencia de
Desarme de 1932; que constituyó la primera ocasión en que el tema del
desarme, como tal, se consideró en un foro internacional con un carácter
amplio para la época. La delegación soviética presentó un proyecto de
convención para el desarme inmediato, general y completo, que fue lo más
49 Skála, Josef: Obra citada, en http://libros.virtuales.org
35

amplio que se había presentado hasta el momento en unas negociaciones
sobre el tema y que, entre otras medidas, proponía llegar al desarme
mediante la destrucción de todos los medios de guerra en poder de los
Estados en un plazo de un año; y planteaba también la destrucción de las
fortificaciones militares en tres años; así como el desmantelamiento de los
ejércitos de todos los países en cuatro etapas sucesivas. Cuando el tema se
discutió la propuesta fue rechazada; por lo que la delegación soviética
presentó una versión revisada con planteamientos más modestos, en la que
se buscaba una reducción parcial y gradual de los armamentos, mediante
porcentajes, según los niveles de fuerzas militares de los diferentes Estados,
pero esta variante también fue rechazada, y tampoco prosperó.
A pesar de la intensa labor preparatoria y del esfuerzo negociador que se
realizó en el seno de la conferencia, como puede constatarse mediante el
análisis de sus documentos oficiales, la misma fracasó debido a las
expectativas de los representantes de las potencias imperialistas del sistema
internacional de la época, que acostumbrados a resolver sus diferencias por
medio de la guerra, consideraban que por esa vía podrían imponerse al
socialismo, representado entonces por la Unión Soviética. Las consecuencias
directas de ese comportamiento fueron el surgimiento y fortalecimiento del
fascismo y del nazismo; y el estallido de la Segunda Guerra Mundial. 50
El autor considera muy significativo, a los efectos de esta investigación, lo que
también relata Skála:
¿Por qué no fue seguido este ejemplo? Demos la palabra a Summer
Welles, durante la guerra adjunto del Secretario de Estado de EE.UU. En
su libro Tiempo de Decisión (Time of Decisión. Nueva York, 1944) escribió
al respecto: `En los años de preguerra los representantes de los altos
círculos financieros y comerciales de los países occidentales democráticos
. 50 Debido a las discrepancias con los demás países participantes, Alemania se retiró varias veces de
las negociaciones, hasta que las abandonó definitivamente el 14 de octubre de 1933
36

estaban firmemente convencidos de que una guerra entre la Unión
Soviética y la Alemania hitleriana resultaría en beneficio de sus propios
intereses. Por un lado afirmaban que Rusia quedaría derrotada,
exterminándose de este modo el comunismo, por otro Alemania saldría de
la contienda sumamente debilitada, dejando de ser un peligro real para el
resto del mundo´ 51
Ese comportamiento de las principales potencias capitalistas de la época, que
tenía al armamentismo como un medio fundamental en su política
anticomunista, caracterizó el sistema de relaciones internacionales entre la
década de 1920 y el estallido de la Segunda Guerra Mundial, aún cuando no
había surgido la comunidad socialista europea.
1.4.- Orígenes de la carrera armamentista. El período de la guerra fría.
Estados Unidos quedó como acreedor de Europa concluida la Primera Guerra
Mundial. El país llevaba la delantera en la producción de importantes rubros
económicos, y su producción armamentista no tenía aún la dimensión que
alcanzaría después, pues todavía no se habían fusionado los intereses de
militares y empresarios, que dieron lugar al surgimiento del llamado Complejo
Militar Industrial 52 . Sin embargo, el autor ha podido constatar que la política
anticomunista, que engendró la carrera armamentista en la segunda mitad del
Siglo XX, estuvo presente en los Estados Unidos desde el momento en que
triunfó la Revolución Socialista de Octubre en Rusia, lo que fue demostrado
por el historiador soviético Gueorgui Golikov, quien denunció todo el apoyo
material y financiero que el gobierno norteamericano dio a la contrarrevolución
51 Skàla. Josef: Obra citada.
52 En su discurso de despedida, el 17 de enero de 1961, el Presidente de Estados Unidos, Dwight
Eisenhower, alertó sobre el peligro de esta imbricación cuando señaló que en los diferentes consejos
gubernamentales había que protegerse contra la acción de lo que calificó como una influencia
injustificada por parte del complejo militar-industrial, y que no se debía permitir que la entrada de esa
agrupación pusiera en peligro las libertades y los procesos democráticos. Lopez Ibáñez, M:
militar- http://www.rebelion.org, 26 de junio de
2005.
37

interna en aquel país, que incluso llevó a que Estados Unidos desembarcara
tropas en el territorio soviético.
Golikov señala en un libro que los Estados Unidos de América fueron uno de
los principales organizadores y participantes activos en la intervención contra
Rusia soviética en 1918-1920; e incluso, plantea que aunque el pretexto
aludido fue el de contrarrestar al imperialismo alemán, el verdadero objetivo
era el joven Estado soviético. Es de destacar, que el propio Embajador
norteamericano en Rusia, escribió al Secretario de Estado de su país para
urgirlo sobre planes y medidas dirigidos a acabar con los bolcheviques. 53
El autor de esta investigación considera que eso es también lo que explica la
tenaz oposición de Estados Unidos a todas las propuestas de limitación y
control de los armamentos que se señaló con anterioridad; lo que evidencia
que estaban previstos los planes para evitar, por medio de la fuerza, la
consolidación del joven Estado soviético. Federico de Córdova condujo
también una amplia investigación sobre este período en un trabajo que tituló
El Fariseísmo en la Política Exterior Norteamericana en el que ofrece
argumentos contundentes al respecto. 54
Es de hacer notar también la influencia que la producción armamentista, como
elemento fundamental para el uso de la fuerza en las relaciones entre
Estados, tuvo en la reanimación de la economía norteamericana después de
la crisis económica de 1929 y la recesión de la década de 1930 55 . En 1934,
por ejemplo, el presupuesto militar de Estados Unidos ascendía a 540
millones de dólares, lo que equivalía al 8,1 por ciento del total del presupuesto
53
Golikov, Gueorgui: La Revolución Socialista de Octubre. Editorial Nacional de Cuba, 1963, p. 150.
54
De Cordova, Federico: El Fariseísmo en la Política Exterior Norteamericana. Ediciones Unión. La
Habana, 1966
55
Sobre la crisis ver Kindleberguer, Charles P: La Crisis Económica de 1929-1939. Grijalbo, Barcelona,
1985
38

federal; sin embargo, ya en 1938 esa cifra se había casi duplicado y
alcanzaba los 1030 millones de dólares. En el año 1940, a pesar de la
proclamada neutralidad norteamericana de inicios de la Segunda Guerra
Mundial, el presupuesto militar de Estados Unidos era de 1 498 millones de
dólares, y representaba el 16,5 por ciento del total del presupuesto federal;
pero ya a finales de la guerra, en 1945, los gastos militares norteamericanos
alcanzaban la cifra de 81 277 millones de dólares, y equivalían al 82,7 por
ciento del presupuesto federal. 56
Se pudo constatar que en todo este período, la estrategia del gobierno
norteamericano estuvo dirigida a propiciar el rearme de la Alemania hitleriana;
a la vez que esperaba que la Unión Soviética y la propia Alemania se
desangraran en la guerra. El Doctor Carlos Rafael Rodríguez señaló cómo las
dificultades iniciales en la construcción del socialismo no fueron capaces de
evitar el avance de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, que ya en
1932 adquiría más de la mitad de las exportaciones de maquinarias de todo el
mundo; por lo que la política anticomunista ganó fuerza, y:
que el capitalismo parecía desmoronarse, se convirtió en obsesión de los
dirigentes del sistema imperialista 57
Palme Dutt, en el libro en que recogió varias de las conferencias que dictó en
la Universidad de Moscú en 1962, realizó un minucioso análisis de este
período y no deja dudas en relación con el contexto en que la carrera
armamentista nuclear se inició en los Estados Unidos. Sitúa el origen de la
llamada guerra fría contra la Unión Soviética en 1942, cuando el entonces
Primer Ministro británico, Winston Churchill, señaló en un memorando secreto
56
Ver Julián, Claude: El Imperio Norteamericano. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1970
57
Rodríguez, Carlos R: El XL Aniversario de la Derrota del Fascismo. Revista Cuba Socialista, No. 15,
Mayo-Junio, 1985, p.30.
39

que había que luchar contra la barbarie rusa; y cuando en Estados Unidos se
Programa Manhatan
de la bomba atómica. Palme explica cómo Churchill admitió en su memorando
que su atención principal se dirigía:
modernas y de la civilización...sería un desastre inconmensurable que la
barbarie rusa se extendiera sobre la cultura y la independencia de los
antiguos E 58
Igualmente, resultan ilustrativas las declaraciones del propio General Groves
Programa Manhatan:
, pienso que es cosa bien sabida, que más
o menos dos semanas después de haberme hecho cargo del programa
no existía el menor engaño para mi de que Rusia era el enemigo y que
59
El autor de esta tesis considera que estas declaraciones, unidas al
comportamiento de los representantes de Estados Unidos en los foros
internacionales en que se intentó adoptar alguna medida en contra del
armamentismo, develan los verdaderos planes y las intenciones políticas del
stablishment estadounidense, que dieron lugar al surgimiento de la carrera
armamentista. 60
El primer ensayo atómico norteamericano tuvo lugar el 16 de julio de 1945, es
decir, sólo 20 días después de firmada la Carta de las Naciones Unidas; y la
primera bomba atómica fue lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima 21
días después, el 6 de agosto de 1945, lo que constituyó un mensaje y una
58
Palme Dutt, R: Problemas de la Historia Contemporánea. Editorial Platina, Buenos Aires, 1964, p. 49.
59
Ibidem, p.50.
60
El Doctor en Historia ruso, Valentin Falin, investigó en documentos hasta hace poco inéditos sobre la
segunda guerra mundial, que demuestran las verdaderas intenciones contra la Unión Soviética, en
particular por parte de Estados Unidos y el Reino Unido. Ver Litovkin, Victor a a Valentin
www.voltairenet.org/article.
40

demostración de su poderío militar hacia la Unión Soviética. El 9 de agosto,
tres días más tarde, una segunda bomba fue lanzada por Estados Unidos
sobre Nagasaki.
Resulta evidente, a juicio del autor de esta investigación, que la decisión del
Presidente Harry S. Truman de lanzar las bombas atómicas contra las dos
ciudades fue una acción innecesaria e injustificada, en cuanto al curso final de
la guerra. En su libro The Second World War, el propio Churchill lo reconoce:
bomba atómica; su fracaso era seguro antes de que estallara la primera
bomba, dada la abrumadora superioridad naval de los aliados 61
Lo cierto es que a partir de ese momento, sucesivos gobiernos
norteamericanos se empeñaron en la creación y el desarrollo de nuevos y
cada vez más sofisticados sistemas de armas nucleares y de otros tipos, con
el objetivo de lograr la superioridad militar sobre la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas y tratar de imponer el comportamiento que la comunidad
socialista debía adoptar, aparte de que dejaba clara su decisión de contener
primero, y derrotar después al socialismo, incluso a través del uso de la
fuerza. Esa política provocó la reacción de la Unión Soviética, y con ella, el
constante incremento y perfeccionamiento de los arsenales nucleares, que se
mantiene hasta la actualidad, a pesar de que la Unión Soviética se desintegró
como Estado desde 1991, y de que la comunidad socialista europea dejó de
existir.
El Presidente Fidel Castro develó la esencia del desarrollo de las espirales
armamentistas cuando señaló:
mundiales y que sus efectos negativos se hacen sentir tanto sobre las
61 Armenet, Pilar
DES. Vol.I, No. 1, Chile, diciembre 1984, en www.cipma.cl/RAD/1984-85/1_Armanet.pdf
41

economías capitalistas como en las socialistas. Pero tratar de deducir
de esto la similitud de responsabilidades por este fenómeno entre un
sistema y otro, constituye a nuestro juicio una flagrante injusticia. Si se
es absolutamente honesto y objetivo, es preciso reconocer que ni una
sola vez, en estos últimos 40 años, la iniciativa en la creación o
producción de los nuevos tipos de armas estratégicas ha partido de la
comunidad socialista. Lo que la historia demuestra es que los países
socialistas se han visto obligados a incurrir en cuantiosos gastos
militares para salvaguardar su integridad y su soberanía frente a la
62
Es una práctica en las relaciones internacionales, que el Estado busque
defender su soberanía, independencia, integridad territorial, población, e
instituciones en general; y el incremento del poderío militar se ha
convertido en uno de los medios más eficaces para preservar y conservar
la unidad política. En ese contexto, la seguridad o inseguridad de un
Estado, también puede ser considerada como una cuestión de percepción
política, y está íntimamente relacionada con la defensa nacional y el
poderío militar en un momento determinado.
Estados Unidos, sin embargo, mixtificó esa práctica en función de sus
aspiraciones hegemónicas, con el pretexto de enfrentar una supuesta
Kennan, quien aseguraba que no era posible coexistir de manera pacífica
con la URSS, pues ese país buscaba consolidar su poder militar e imponer
disminuir el poder soviético. 63
A juicio del autor de esta investigación, esa fue la óptica bajo la cual se
estableció la OTAN y surgió la llamada Doctrina Truman, en referencia al
62
Castro, Fidel: Discurso Inaugural ante el X Congreso Sindical Mundial. La Habana, 10 de febrero de
1982
63
Ver Kennan, George: ons,
July, 1947
42

Presidente Harry S. Truman, quien en una sesión del Congreso de
Estados Unidos, el 12 de marzo de 1947, declaró:
e ser la de apoyar a
las personas que están resistiendo contra el intento de opresión por
64
El autor pudo determinar que el pretexto para la nueva doctrina del gobierno
norteamericano era la situación que se daba en esos momentos al interior de
Grecia, con una destacada actividad de los comunistas; y un diferendo
geográfico entre la URSS y Turquía; pero en el fondo, independientemente de
la ingerencia en los asuntos internos de otros países, Estados Unidos
consideraba esos acontecimientos como un asunto de su seguridad nacional, y
adoptaba posiciones que no pocas veces pondrían en peligro la paz y la
seguridad internacional
Se partía, a priori, de la concepción de que todos los países que no fueran
comunistas eran libres; y de que el comunismo, necesariamente, era
barbarie, dominación y totalitarismo. Con Estados Unidos como única
potencia en posesión del arma atómica, se consideraba llegado el momento
de alcanzar los objetivos perseguidos desde 1917, dominar definitivamente,
sino acabar, con la URSS; e imponer a los demás el comportamiento decidido
por los gobernantes norteamericanos. Había que aprovechar la correlación
mundial de fuerzas existente en ese momento; así como el dominio sobre los
medios masivos de comunicación, para imponer y diseminar esa línea de
Precisamente por eso, se planteaba que:
64
Truman Harry S: President Harry S. Truman´s Addres before a Joint Session of the Congress.
Biblioteca del Congreso, Marzo, 1947
43

la agresión directa o indirecta, afectan las bases de la paz
65
La esencia del discurso del Presidente norteamericano era clara, y en línea
con ella, había que fortalecer militarmente a los Estados Unidos y, a la vez,
reconstruir económicamente y fortalecer desde el punto de vista militar a los
aliados europeos. Para Estados Unidos, Europa era clave en su política de
seguridad nacional, por existir allí un elevado número de países con fuerte
potencial económico y militar pero, principalmente, cercanos a la frontera con
la URSS.
El propio Truman proclamó que, si Estados Unidos no ayudaba a Grecia y
Turquía, el efecto sería de gran alcance para el Oeste, e incluso para el Este,
por lo que había que mantener la amenaza lo más lejos posible, y crear
condiciones para combatirla sin que las consecuencias de esos combates
llegaran al territorio norteamericano. Ello es lo que explica la conclusión a que
han arribado investigadores como Richard K. Betts, quien considera que si los
americanos no hubieran alejado su perímetro defensivo y confrontado
situaciones como aquella en su fase inicial, las mismas se hubieran
trasladado al propio territorio de Estados Unidos 66 . Lo que Betts no
comprende es que, en el fondo, e independientemente de la postura
ingerencista en los asuntos internos de otros países que ese comportamiento
implicaba, de lo que se trataba no era de evitar que esas situaciones llegaran
al territorio norteamericano, sino de evitar que el socialismo se fortaleciera y
tratar de enclaustrarlo al interior de la Unión Soviética.
65
Ibidem.
66
Betts, Richard
Relations, Jan-Feb, 1998.
44

Ello explica también la adopción por parte del gobierno norteamericano de
varias decisiones en materia de seguridad, incluida la creación del Consejo
de Seguridad Nacional, en uno de cuyos documentos, el NSC-68, se
establecieron determinados lineamientos, entre los cuales se incluyó la
creación de grandes y vigorosas fuerzas militares, con el pretexto de
disuadir a la URSS contra cualquier ataque a Estados Unidos o sus
aliados. 67
Estados Unidos hacía más clara su postura armamentista y militarista, y era
evidente la esencia agresiva de la estrategia que se asumía, y que Nelson
Drew, ha pretendido justificar, con el argumento de que el incremento rápido y
sustancial de fuerzas en el mundo libre, era necesario para mantener una
política firme, dirigida a controlar y hacer retroceder lo que califica como
apetitos de dominación del Kremlin. 68
Fue en el marco de esas estrategias que surgió la doctrina de la llamada
ados
Unidos tenía el derecho de actuar con todos los medios a su alcance,
cualquier parte del mundo. Fue precisamente esa postura la que condujo a la
OTAN a oficializar y autorizar el uso de armas nucleares, mediante el
documento MC 14/2, el cual señaló que:
fuerzas nucleares y otras fuerzas, y la clara determinación de
reaccionar contra cualquier agresor con todos los medios a nuestro
69
67 NSC 68: United States Objectives and Programs for National Security, en www.fas.org/irp/offdocs/nsc.
68 Drew, Nelson-se University Press,
Sept. 1994
69 NATO Strategic Documents 1949-1969: North Atlantic Military Committee. MC 14/2, en
www.nato.int/archives/strategy.htm
45

La búsqueda de la supremacía militar sobre la Unión Soviética, asumida por
los Estados Unidos inmediatamente después de concluida la Segunda Guerra
Mundial, llevó a ese país a iniciar la producción de numerosos y poderosos
medios militares de carácter nuclear, sin contar los medios químicos y
bacteriológicos que también desarrolló en gran escala. Se destacan al
respecto la construcción de potentes bombarderos estratégicos
intercontinentales, submarinos nucleares, portaaviones nucleares, modernos
sistemas de misiles de reentrada múltiple contra objetivos independiente y el
arma nuclear de neutrones. También Estados Unidos inició el despliegue de
misiles de mediano alcance en Europa, e inició las investigaciones con miras
a desplegar nuevos y complejos sistemas de armas en el espacio. 70
En todo este proceso, la producción de armamentos devino un componente
importante de la economía norteamericana. Los monopolios norteamericanos
estrecharon sus vínculos con los militares, quienes en última instancia son los
defensores de sus intereses internos y externos, en una fusión que dio lugar a
la conformación del Complejo Militar Industrial, en el que un número cada vez
más reducido de poderosas empresas transnacionales obtienen los mayores
beneficios, tanto por las ganancias que reporta el lucrativo comercio de armas,
como por la obtención de importantes partidas del presupuesto federal
destinado al Pentágono para la fabricación y modernización de los
armamentos; así como por el ahorro de significativos recursos financieros para
el desarrollo de nuevas tecnologías, que primero se utilizan con fines militares
y una vez probada su eficacia, se destinan a la confección de nuevos
productos para el mercado local y mundial. 71
Según ha señalado Hans Morgenthau, un Estado puede mejorar su poder
70 Para todas las definiciones sobre los armamentos y las siglas, ver el Anexo II.
71 Ver García, Nestor: El Complejo Militar Industrial. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1984.
46

especto a los otros, mediante el aumento de su propio poder, es decir, con el
fortalecimiento de su desarrollo armamentista; añadiendo al poder propio el
poder de otros Estados, a través de la creación de alianzas militares; o
impidiendo que el adversario se aproveche del poder de otras naciones. 72
Esas tres cosas fueron, precisamente, las que hizo Estados Unidos.
Posterior al ensayo atómico y al lanzamiento de las bombas sobre Hiroshima y
Nagasaki, Estados Unidos diseñó y comenzó a ejecutar un plan para su
producción en gran escala, dirigido a asegurarse el monopolio de la misma
con el objetivo de devenir en la potencia hegemónica del sistema
internacional; pero esos planes no se concretaron, debido a que la Unión
Soviética ensayó con éxito el arma atómica en 1949. A partir de ese
momento, comenzó en los Estados Unidos una intensa campaña sobre una
el
país iba retrasado en relación con los soviéticos en materia nuclear; y se
utilizaron esos pretextos para comenzar la producción de los bombarderos
estratégicos intercontinentales, a mediados de la década de 1950.
También a mediados de esa década, los Estados Unidos comenzaron la
construcción de los submarinos nucleares; y a inicios de la década siguiente,
la construcción de los grandes portaaviones nucleares. En este aspecto es
importante considerar la influencia que en la fabricación temprana de estos
tipos de armamentos tuvo el factor geoestratégico predominante en ese
momento, relacionado con las facilidades que brindaban las bases militares de
que ya disponía Estados Unidos en otros países; en particular cerca del
territorio soviético y de los países socialistas del este europeo. 73
72 Ver Morgenthaus, Hans J: Politics Among Nations. Alfred A. Knopf, INC. New York, 1973
73 En 1947, Estados Unidos poseía 1139 bases militares en todo el mundo, y de ellas, 506 en Europa,
Canadá y el Atlántico Norte. Operacionalmente, se utiliza como definición de bases militares la ofrecida
por James R. Blaker, como una instalación utilizada asiduamente por fuerzas militares. Ver Blaker,
James R: United States Oversees Basing. Praeger, New York, 1990.
47

La Unión Soviética, por su parte, puso en órbita el primer satélite artificial de
la tierra el 4 de octubre de 1957; y de inmediato se desató en los Estados
favorable a los soviéticos. Fue con ese pretexto, y bajo el influjo de esa
campaña, incrementada después del vuelo de Yuri Gagarin el 12 de abril de
1961, que el gobierno norteamericano ensayó el arma antisatélite en el año
1959; y comenzó la producción y el despliegue de los misiles balísticos
intercontinentales, que incluso fueron instalados en submarinos. Los misiles
se perfeccionaron, y a finales de los años sesenta, Estados Unidos comenzó
la fabricación de los vehículos de reentrada múltiple contra objetivos
independientes, capaces de portar varias ojivas nucleares para atacar
diferentes blancos a la vez, con lo que condujo a un desarrollo cualitativo de la
carrera armamentista reflejada en la producción de sistemas más modernos y
eficaces.
Desde principios de la década de 1960, el gobierno norteamericano autorizó la
fabricación de los misiles crucero de largo alcance; y diseñó planes para
producirlos con un alcance menor, para su posterior emplazamiento en el
teatro de operaciones europeo. Este desarrollo armamentista fue consolidado
por todos los gobiernos norteamericanos durante las décadas de 1960 y 1970;
para posteriormente, en los años ochenta, logrado ya un fuerte desarrollo en
ta por
bombarderos, submarinos y misiles, comenzar la investigación y desarrollo de
nuevos y más sofisticados artefactos, como la bomba de neutrones, que
fueron acompañados de peligrosas doctrinas
48

proyectos como l
desarrollados por el gobierno de Ronald Reagan 74 .
norteamericanos emprendieron el camino de la búsqueda de la superioridad y
la hegemonía m
URSS y los demás países socialistas de Europa encontró temprana expresión
en los gobiernos de Harry S. Truman (1945 a 1953) y Dwight D. Eisenhower
(1953 a 1961), en particular mediante la producción bélica en gran escala y el
fomento y creación de bases y alianzas militares en otros países, incluso
cercanos a las fronteras de la URSS. 75
Estos planes, así como las doctrinas que los sustentaron y la producción
armamentista que los acompañó, generaron una fuerte respuesta por parte de
la Unión Soviética, que se sumó a la espiral armamentista y se vio obligada a
desviar cuantiosos recursos para esos fines. El mundo se dividió en dos
grandes bloques político-militares antagónicos; y se entró en el llamado
conflicto Este-Oeste , que marcó todo el
sistema de relaciones internacionales a partir de ese momento, hasta el
desmembramiento de la URSS en 1991 76 .
74
Bajo su gobierno, Estados Unidos desarrolló en forma masiva toda clase de armamentos, dio un impulso
enorme a la carrera armamentista; y acabó con el período de distensión de la década de 1970.
75 En 1967, el número de bases militares de Estados Unidos en Europa, Canadá y el Atlántico Norte, se
había incrementado considerablemente, y ascendía ya a 673; a las que se sumaban otras 271, sólo en
la región del Pacífico y el Sudeste asiático. Ver Blaker, James R, Obra citada.
76 El término Este-Oeste se explica a partir de que la literatura occidental asumió e impuso la concepción
de que existía una confrontación política e ideológic
; y estuvo
caracterizado por permanentes tensiones y rivalidades en cuestiones militares, políticas, ideológicas,
económicas y tecnológicas, pero sin que se llegara nunca a un enfrentamiento militar directo. El término
sirvió también para tratar de englobar a los Movimientos de Liberación Nacional dentro de ese esquema,
ocultando y desvirtuando de esa forma sus verdaderas causas y orígenes. Así, las luchas de los pueblos
de Asia, Africa y América Latina por su liberación y mejoras sociales, pretendió ser calificada como parte
del conflicto Este-Oeste, y del comportamiento y los intereses geopolíticos de las principales potencias.
49

El ensayo del arma atómica por parte de la URSS ocurrió en 1949, con cuatro
años de retraso respecto a Estados Unidos, y después de que los
norteamericanos rechazaran un plan presentado por los soviéticos a las
Naciones Unidas en 1946 contra la fabricación de ese tipo de armas. Los
bombarderos estratégicos fueron construidos por la Unión Soviética a fines de
la década de 1950, como reacción al inicio de la fabricación de esos medios
por parte de Estados Unidos; y lo mismo sucedió con los submarinos
nucleares. Los misiles balísticos intercontinentales de reentrada múltiple
también fueron construidos por los soviéticos como reacción al desarrollo de
los mismos por parte de Estados Unidos; y eso ocurrió a mediados de la
década del setenta. Los soviéticos no llegaron a desarrollar suficientemente
los portaaviones nucleares, ni produjeron bombas de neutrones; ni se les
conocieron planes de militarización del cosmos.
Sin embargo, este desarrollo armamentista de la URSS creó una situación
política y militar diferente, y posibilitó el inicio de un cambio en la correlación
mundial de fuerzas. Fue el aumento de ese poderío militar el que dio lugar al
77 del presidente John F.
Kennedy (1961 a 1963), que se convertiría en la antesala del proceso de
distensión.
A partir de ese avance armamentista de la URSS, fue posible lograr en la
década de 1970, una paridad militar aproximada entre ese país y los Estados
Unidos, que posibilitó el logro de algunos acuerdos bilaterales entre ambos
países en materia de limitación de las armas estratégicas, y que se conocieron
como Acuerdos SALT I y SALT II, firmados en 1972 y 1979, respectivamente.
77 Expuesta originalmente por el General Maxwell Taylor, fue asumida por el Presidente Kennedy y su
Secretario de Estado, Robert Mc Namara. Fue consecuencia del incremento en el poderío militar
soviético, y se basaba en el principio de que en caso de una agresión, la respuesta sería proporcional y
sólo contra objetivos militares.
50

Es debido a eso que el decenio de los años setenta del Siglo XX se conoce
disten
firma de importantes acuerdos de limitación de armamentos, sino que
posibilitó también la adopción de otros documentos vinculados a la realidad
política de la Europa de postguerra, que no son objetos de análisis en este
trabajo.
No obstante, desde los inicios del proceso de distensión, los sectores más
conservadores en Estados Unidos se empeñaron en detenerlo. Ese proceso
era presentado como un fracaso para Estados Unidos, en tanto había
permitido que la URSS se convirtiera en una superpotencia, a la vez que el
poderío militar relativo norteamericano había declinado. La distensión era vista
como algo negativo que había posibilitado, por ejemplo, la celebración en
1975 de la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Helsinki 78 ; el triunfo
de la lucha anticolonial en varios países africanos; la victoria sandinista en
Nicaragua, y la derrota definitiva de Estados Unidos en Viet Nam.
A ello se unía el surgimiento de algunos factores de crisis en la economía, que
comenzaron a afectar con fuerza a las principales potencias occidentales,
tales como el aumento del desempleo, el incremento de los precios del
petróleo, los problemas financieros, y la aparición en los organismos
internacionales de propuestas audaces, dirigidas al establecimiento de un
Nuevo Orden Económico Internacional 79 y a la adopción de una Carta de
78 La conferencia se inició el 3 de julio de 1973 en Helsinki con la participación de 35 Estados europeos
y Estados Unidos; y se clausuró en la misma ciudad el primero de agosto de 1975, luego de adoptar una
Declaración con varios principios para regir las relaciones entre los Estados participantes, con vistas al
fortalecimiento de la paz y la seguridad internacional. En www.historiasiglo20.org
79 En su Sexto Período Extraordinario de Sesiones, en mayo de 1974, la Asamblea General de la ONU
aprobó una Declaración y un Plan de Acción sobre el tema, mediante sus Resoluciones A/RES/3201 (S-
VI) y A/RES/3202 (S-VI), respectivamente.
51

Derechos y Deberes Económicos de los Estados 80 , que incidieron en las
percepciones contrarias al proceso de distensión, y fueron utilizados en el
gobierno de Ronald Reagan como pretexto para fortalecer el armamentismo
norteamericano.
Todo ello se constata claramente en los gastos militares de Estados Unidos
en ese período, a pesar de la adopción de los Acuerdos SALT. En 1970, el
gobierno norteamericano invirtió en armamentos, según cifras conservadoras,
77 mil 800 millones de dólares; pero ya en 1980, a pesar de la distensión, a
pesar de los acuerdos firmados, y de la reconocida paridad militar aproximada
con la Unión Soviética, esos gastos alcanzaban los 143 974 millones de
dólares. El gobierno norteamericano, además, logró imponer a sus aliados en
la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) un programa de
militarización a largo plazo, que incluyó el aumento del tres por ciento de los
gastos militares hasta finales del siglo, y creó las condiciones para un primer
golpe nuclear contra la Unión Soviética. La decisión que adoptó en aquel
momento el gobierno de Estados Unidos, dirigida a emplazar 572 misiles
nucleares de alc
parte de esa estrategia.
La política exterior de Estados Unidos, en manos de las fuerzas más
conservadoras, presentaba las relaciones Este-Oeste como su eje central; y
Unión Soviética a la que, según proclamaban, se habían hecho demasiadas
concesiones en el proceso de distensión. Coincido con la valoración de
Roberto González, cuando señala que:
80
Aprobada por la Asamblea General de la ONU, mediante Resolución 3281 (XXIX) del 12 de diciembre
de 1974.
52

Implícita en toda la concepción neoconservadora estaba una postura de
fuerte tono militarista, que exageraba con lenguaje apocalíptico la amenaza
soviética, clamando por la recuperación del poderío norteamericano y, en
esencia, por la búsqueda de la superioridad estratégica sobre el
adversario. 81
Para el gobierno norteamericano de Ronald Reagan, el Tercer Mundo no era
más que un escenario de su confrontación con la URSS; por lo que Estados
Unidos emprendió acciones dirigidas a intervenir en todos los lugares en que
considerara q
los casos de la regiones del Caribe, América Central, el Mar Mediterráneo, el
Medio Oriente, el Océano Indico y la Zona del Golfo. Bajo el primer mandato
de Ronald Reagan, Estados Unidos liquidó el proceso de distensión y sentó
las bases para arrancar concesiones a la URSS en las negociaciones de
desarme.
La
Crisis Económica y Social del Mundol referirse
a la política militarista de Estados Unidos, señaló que:
Esa política de creación de una impresionante fuerza militar para
tratar de resolver mediante el uso indiscriminado o la amenaza de la
fuerza los complejos problemas que afectan al mundo de hoy, ha sido
la que ha empeñado a la humanidad en una espiral armamentista que
pone muy seriamente en peligro la paz y la supervivencia misma del
hombre... La creciente presión ejercida por los Estados Unidos en esa
dirección sobre sus propios aliados con el consecuente aumento de
los gastos militares de estos, y la proporcional e inevitable respuesta
que toda esta política ha generado en los países socialistas, explican
que en el mundo de hoy, en medio de una de sus mayores crisis
económicas y en un momento en que miles de millones de personas
apenas cuentan con recursos mínimos para su más elemental
82
Pero incluso importantes figuras en Estados Unidos, que en el período de la
guerra fría fueron acérrimos defensores de esa política exterior de los
81 González, Roberto, Obra citada, 2003, p. 182.
82 Castro, Fidel. Obra citada, 1983. p.212
53

gobiernos norteamericanos, se han pronunciado posteriormente en contra de
la misma. Es muy significativo para el tema objeto de investigación, lo que
escribió Josef Skàla en su obra ya citada:
En vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses de 1984, el
había
escrito George Kennan, uno de los pocos seres vivientes que no conocen
los acontecimientos históricos más significantes de los últimos cincuenta
años sólo de la prensa y la pequeña pantalla. Fue durante largos años
Embajador de los Estados Unidos en la Unión Soviética. Cuando la guerra
fria entró en escena, dirigía la sección de planificación del Departamento de
Estados de EE.UU. En la primavera de 1947 publicó en Foreign Affaires un
artículo que todos los estudiantes de política internacional conocen. La firma
tención del comunismo, desde la necesidad de
Por ello resulta interesante escuchar la voz de George Kennan
reaccionando a las realidades de nuestro tiempo en
norteameri
`No dudo que este inesperado mensaje mío le sorprenda. Pero decidí
dirigirle esta carta a usted, quizá el único de cuantos se encuentran cerca
de la cúspide del poder en Washington que sabrá mantener su honradez y
su sinceridad a la hora de evitar una catástrofe universal. Sin consideración
del eventual triunfo electoral, los meses más inmediatos deben anunciar
una nueva etapa en las relaciones americano-soviéticas. Si bien en las
relaciones entre ambos países no vemos ningún problema político que
justifique la guerra, los preparativos de la misma pasaron a ser una tradición
profundamente arraigada tanto en nuestras fuerzas armadas como en una
entos redactados a diario en el
Pentágono. El potencial de las fuerzas americanas se compara
constantemente con lo que estas podrían lograr en un conflicto bélico con
las fuerzas soviéticas. ¿Hay acaso alguien realmente dispuesto a creer que
la fuerza motriz de esta fiebre belicista no impacta de modo decisivo en la
política?´ 83
Ronald Reagan asumió la presidencia de Estados Unidos en 1981, para su
primer mandato; y sólo cinco años después, en 1986, el Pentágono recibió
una asignación de 302 500 millones de dólares, es decir, la tercera parte de lo
que se gastaba en armamentos en todo el mundo. En opinión del autor, este
considerable incremento de los gastos militares en Estados Unidos durante el
gobierno de Ronald Reagan; así como el hecho de imponerlo a sus aliados en
la OTAN, persiguieron dos objetivos principales: De una parte, se respondía a
83 Skàla, Josef. Obra citada, 2006.
54

la decisión de acelerar la investigación, producción y desarrollo de nuevos
tipos de armamentos, incluso en el espacio ultraterrestre, en línea con las
aspiraciones de superioridad y hegemonía de Estados Unidos; y de la otra, se
buscaba obligar a la Unión Soviética a sumarse a las nuevas espirales
armamentistas, a fin de desgastarla desde el punto de vista económico y
financiero. Ambos objetivos fueron alcanzados.
1.5.- El gobierno de Ronald Reagan en los Estados Unidos y el impulso que
significó para el desarrollo de la carrera armamentista: los
La política exterior del gobierno de Ronald Reagan tuvo como objetivo
principal romper la paridad militar aproximada que se había alcanzado en la
década de 1970, restablecer la superioridad en armamento estratégico sobre
la Unión Soviética e introducir un cambio en la correlación mundial de fuerzas.
Para el logro de estos objetivos, había que acabar con el proceso de
distensión; por lo que los tradicionales sectores más reaccionarios del
Pentágono y del Complejo Militar Industrial aumentaron su papel e influencia
en la política exterior norteamericana. Se autorizaron grandes asignaciones de
recursos, tanto financieros como materiales, para el desarrollo de nuevos
sistemas y tipos de armamentos: nucleares, químicos, biológicos y
convencionales.
Coincido con Roberto González, cuando señala que esa fue la época en que:
exterior, retoma la línea de contención global del comunismo esgrimida
por la administración Truman, hilo conductor de la postura
en similares términos
agresivos e intervencionistas que caracterizaron el accionar de aquel
gobierno, apologizado ahora por su firmeza y coherencia al asumir las
responsabilidades mundiales que correspondían a Estados Unidos en la
nueva etapa histórica que se iniciaba con la postguerra. Contención que
debe basarse para ser efectiva en una recuperación del poderío
55

norteamericano sobre la base del rearme acelerado, que permita la
negociación con la URSS desde posiciones de fuerza. 84
Durante los ocho años del gobierno de Ronald Reagan, los gastos militares de
Estados Unidos se elevaron a niveles sin precedentes; y ese país se opuso de
manera sistemática y consistente a toda negociación seria y objetiva en
materia de desarme y limitación de armamentos en los foros multilaterales. El
gobierno norteamericano emprendió los primeros pasos para llevar la carrera
armamentista al espacio ultraterrestre, y convertirlo en nuevo escenario para
la confrontación militar.
El 6 de agosto de 1981, el mismo día en que se cumplían 36 años del
lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima, y cuando sólo llevaba
siete meses en el poder, Reagan autorizó la producción amplia de lo que su
gobierno calificó como arma nuclear de radiación aumentada, pero que la
opinión pública bautizó
desde los primeros momentos. Ese armamento fue ideado para su utilización
fuera del territorio norteamericano, y su aparición contribuyó al surgimiento y
promoción de una nueva doctrina militar de Estados Unidos y sus aliados en
85
peligrosamente los riesgos de una catástrofe nuclear, pues las características
técnicas de ese armamento, basada en que la radiación sería incrementada a
la vez que se reducían los efectos de la onda de choque; hacía que su
84 González, Roberto, Obra citada, 1990, p-145.
85 En octubre de 1985, el Presidente Reagan declarò que era concebible una guerra nuclear constreñida
sólo al escenario europeo. En realidad, la posibilidad de una guerra nuclear limitada comenzó a
perfilarse, como concepto, desde varios años antes, a la par que la sofisticación y reducción del tamaño
del armamento nuclear; y de la distinción entre los conflictos que podían ser vitales para la seguridad
nacional de Estados Unidos, y otros de carácter secundario o periférico. Ver al respecto para más
detalles Santamaría, Karlos: La amenaza de guerra nuclear, estrategia, política en
http://www.gipuzkoa.net/kultura/cultura/euskara/stmaria/liburuak/lguer14. htm y Torquemada, Jesús: Las
Armas Nucleares. Editorial Fundamentos, España, 1985
56

utilización fuese más concebible para los círculos militares norteamericanos.
De inmediato aparecieron interpretaciones sobre las supuestas virtudes y
bondades del nuevo armamento, que eliminaba a los seres humanos,
mientras dejaba intactos los edificios y otros bienes.
La prensa de la época se hizo eco de esta nueva arma; y el gobierno
norteamericano trató de ocultar sus verdaderos planes con la bomba de
neutrones. El Presidente Reagan declaró que no sería desplegada fuera del
territorio norteamericano; pero la opinión pública mundial comprendió que el
nuevo armamento había sido diseñado para su utilización en el escenario
europeo, y que tendría que ser trasladado a Europa para que pudiera
desempeñar alguna función. 86
El autor pudo constatar en el curso de la investigación, que los planes para la
fabricación de la bomba de neutrones no se concibieron para su aplicación
aislada. Formaron parte de un amplio programa para asestar el primer golpe
nuclear, que llevó al incremento de la producción armamentista en los
comenzó a modernizarse a ritmo acelerado; y los bombarderos estratégicos y
los submarinos ya existentes fueron dotados de nuevos misiles de mayor
alcance y precisión; a la vez que se inició la producción de nuevos y más
modernos submarinos.
Durante el gobierno de Ronald Reagan, en Estados Unidos se procedió
también a la instalación de nuevas ojivas nucleares de mayor potencia en los
misiles balísticos intercontinentales fabricados en años anteriores; y se
desarrollaron otras piezas con características de arma de primer golpe, como
86 Ver SIPRI, Anuario Estadístico, 1982.
57

los misiles crucero lanzados desde el aire; a la vez que se modernizó la
aviación estratégica, con nuevos medios de mayor autonomía de vuelo. 87
Se aumentó los recursos, además, para otros componentes de la carrera
armamentista, como son las armas químicas, que ya venían siendo
desarrolladas por anteriores gobiernos en Estados Unidos. El programa
químico norteamericano de los años ochenta, por ejemplo, preveía no sólo el
aumento de la producción de varios agentes y el surgimiento de nuevas
sustancias, sino que se planteó también el desarrollo de nuevas y avanzadas
tecnologías en la materia.
de una toxicidad relativamente baja, pero dispuestas en forma tal que se
pudieran unir luego del disparo, para dar lugar a una reacción química cuyo
resultado final sería una sustancia de máxima toxicidad. Este armamento, en
su momento, se convertiría en el más peligroso del programa de rearme
químico del gobierno norteamericano. Además, debido a la menor toxicidad
de cada sustancia por separado, su desarrollo haría innecesaria la existencia
de costosas y peligrosas fábricas de agentes químicos supertóxicos, por lo
que su producción se veía facilitada. Por otro lado, esa misma característica
de menor toxicidad de cada sustancia por separado, hacía posible que las
unidades portaran el armamento binario durante sus movimientos, lo que
complicó enormemente las negociaciones para la prohibición de las armas
químicas durante toda la década de 1980.
87 La política seguida por el gobierno de Ronald Reagan estuvo dirigida a cerrar lo que llamaron
considerable ventaja en el plano militar frente a Estados Unidos durante el proceso de distensión. Ver
Sohr, Raúl-Dic. 1982
58

El autor considera que lo expresado con anterioridad valida su tesis acerca del
impulso que se le dio a la carrera armamentista por parte de los Estados
Unidos en la década de 1980, bajo el gobierno de Ronald Reagan. Hay dos
decisiones de ese gobierno, sin embargo, que resultan significativas y no
pueden obviarse en la investigación: la del inicio del despliegue de los
.
Estados Unidos justificó el despliegue de los 572 nuevos misiles nucleares de
misiles de crucero y 108 misiles Pershing-2, con el pretexto de la instalación
de los misiles soviéticos SS-
comenzado a ser desarrollados desde mucho antes, cuando los SS-20 aún no
habían sido emplazados; y desde que Estados Unidos rechazó las propuestas
soviéticas, dirigidas a reducir el nivel de las armas nucleares en el continente
europeo a límites inferiores a los existentes en 1976.
Es importante tener en cuenta, al analizar este aspecto, que por esos años el
continente europeo estaba siendo sacudido por fuertes manifestaciones
pacifistas; por lo que la propaganda norteamericana trató de presentar el tema
-2, eran
calificados como un símbolo de la unidad trasatlántica en el campo de la
seguridad.
En Europa se celebraron, sobre el tema de los misiles, algunas negociaciones
entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, pero los contactos fueron
suspendidos en noviembre de 1983, cuando esos armamentos comenzaron a
ser emplazados. Durante el proceso de negociaciones, la estrategia
59

norteamericana estuvo dirigida al desmantelamiento de los sistemas de
misiles soviéticos en el área, sin que se afectaran los sistemas
norteamericanos de armamentos en emplazamientos avanzados, cercanos al
territorio de la Unión Soviética, incluidos los portaaviones, bombarderos y
que elaboró más tarde 88 .
-militar en el
continente cambió radicalmente; y se agregó una amenaza adicional al
territorio de la Unión Soviética con un armamento que, por sus características,
podía propiciar un primer golpe nuclear. Los soviéticos, incluso, para tratar de
alejar ese peligro, habían decidido congelar el despliegue de sus misiles de
mediano alcance y mostrar esa acción como una manifestación de buena
voluntad, hasta que se arribara a un acuerdo bilateral; pero esa estrategia no
dio resultados.
En marzo de 1985, se inició en Ginebra una nueva ronda de negociaciones
bilaterales entre la URSS y los Estados Unidos, que abarcarían de conjunto
cuestiones relativas a las armas nucleares y a las armas espaciales, con el
objetivo declarado por ambas partes de prevenir una carrera de armamentos
en el espacio ultraterrestre y de ponerle fin en la tierra; pero la insistencia
impidió su avance. 89 En virtud de esa iniciativa, el gobierno norteamericano
88 En realidad, las propuestas norteamericanas también excluían a los misiles franceses y británicos,
países cuyo poderío militar, como miembros de la OTAN, afectaba el equilibrio estratégico en detrimento
de la URSS, cuyos centros vitales, tanto político como económico, podían ser alcanzados por esos
misiles.
89
anunciada por el presidente Reagan en un discurso televisado el 23 de marzo de 1983. En esencia,
dirigidos hacia cualquier parte del territorio norteamericano; por lo que suponía un cambio radical de
estrategia, ya que acabaría con los fundamentos de la disuasión nuclear y la destrucción mutua
60

delineó un amplio programa para la militarización del cosmos; a pesar de que,
ya desde 1972, los Estados Unidos y la Unión Soviética se habían
no crear, ensayar ni desplegar sistemas de proyectiles antibalísticos o
sus componentes con base en el mar, en la atmósfera, en el espacio o en tierra 90
El programa se planteó el despliegue de varios sistemas de armas espaciales
de ataque, estructurados en forma escalonada, con los que se pretendería
interceptar los misiles adversarios durante toda su trayectoria, a partir del
momento de su lanzamiento. Sobre este tema debemos decir que desde el
año 1981, con Reagan en la Presidencia, Estados Unidos se había quedado
aislado en la Organización de las Naciones Unidas, cuando se opuso a una
propuesta de la Unión Soviética dirigida a prohibir el emplazamiento de armas
nucleares de cualquier tipo en el espacio exterior; y lo mismo ocurrió dos años
después, en 1983, cuando los soviéticos propusieron que se prohibiera el uso
de la fuerza en el espacio, y desde el espacio contra la tierra.
Más tarde, en 1985, se presentó la misma situación, cuando Estados Unidos
negó su apoyo a una resolución de las Naciones Unidas, que instaba a todos
los Estados para que contribuyeran al aprovechamiento pacífico del espacio
ultraterrestre, y para que adoptaran medidas a fin de evitar que la carrera
armamentista se extendiera al espacio. Todo formaba parte de la misma
estrategia; se trataba de involucrar a la URSS en la carrera armamentista
espacial, a la vez que se le obligaba a dedicar importantes recursos humanos,
materiales y financieros en nuevas espirales armamentistas, en detrimento de
su desarrollo económico y social.
asegurada, que habían prevalecido hasta ese momento en las relaciones soviético-norteamericanas. A
pesar de haber sido muy criticada en su momento por el enorme costo económico que tendría y por las
dudas que surgieron sobre su real viabilidad, la idea ha sido retomada más de veinte años después por
el actual gobierno de George W. Bush, con su propuesta de Sistema de Defensa Antimisil.
90 Artículo V del Tratado concertado entre los Estados Unidos de América y la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas sobre la limitación de los sistemas de proyectiles antibalísticos, 1972.
61

Es muy significativo, al respecto, lo que escribió en sus memorias una
estrecha aliada del gobierno norteamericano en esa época, la ex Primera
Ministra británica Margaret Thatcher, cuando en referencia al año 1983,
señaló:
Crucero y
Pershing. En el mes de marzo, el presidente Reagan anunció los planes
de Estados Unidos para una Iniciativa de Defensa estratégica (IDE),
cuyas consecuencias tecnológicas y financieras para la URSS serían
91
Igual situación se presenta en la actualidad, veinticinco años después, a pesar
de que ya no existe la Unión Soviética. El gobierno de Estados Unidos se
opone de manera persistente a las resoluciones de las Naciones Unidas que
buscan prevenir una carrera armamentista en el espacio ultraterrestre y da
Federación de Rusia a nuevas y sofisticadas espirales armamentistas y lograr
su desgaste económico, con el objetivo de consolidar la superioridad y
hegemonía militar norteamericana.
Consideraciones generales:
En este capítulo se exponen los esfuerzos de la comunidad internacional
desde mediados del Siglo XIX en el control del desarrollo de los
armamentos; y en particular su dimensión fundamentalmente humanitaria. Se
aborda el desarrollo del armamentismo entre la primera y la segunda guerras
mundiales; y se señalan los intentos que, aunque fracasados, se hicieron
para su erradicación.
91
Citada por el Presidente Fidel Castro en su Reflexión publicada en Granma el 19 de septiembre del
2007.
62

También se expone los orígenes y desarrollo de la carrera armamentista, a
partir de la explosión atómica norteamericana de 1945 y de la explosión
atómica soviética de 1949; así como las sucesivas espirales en la producción
de armas de destrucción en masa, sobre todo nucleares, en el periodo de la
guerra fría. Finalmente, se analizan los gobiernos de Ronald Reagan en
materia de desarrollo armamentista, y lo que representó sus dos mandatos
presidenciales, en término de agresividad, desarrollo y producción bélica, a
pesar de que ya se había comprobado la existencia de una paridad militar
aproximada entre la URSS y los Estados Unidos.
Todo lo anterior valida la parte de la hipótesis referida a los orígenes de la
carrera armamentista, concebida como un fenómeno inherente al capitalismo
en su fase imperialista; y encaminada a lograr la superioridad y hegemonía
político-militar de Estados Unidos y sus aliados en la OTAN, que comenzó a
gestarse con el interés por erradicar al socialismo desde su surgimiento. Este
hecho incidió de manera directa en el sistema de relaciones internacionales:
de una parte, se encuentra el surgimiento y desarrollo de las armas de
destrucción en masa, y la correspondiente amenaza que eso significó para la
supervivencia de la humanidad y para el desarrollo económico y social; y de la
otra, la instauración del llamado conflicto Este-Oeste y el período de guerra
fría, con sus consecuentes tensiones y amenazas para la paz y la seguridad
internacional.
63

CAPITULO II
LA BUSQUEDA DEL DESARME
2.1.- Los esfuerzos bilaterales a favor del desarme. La URSS y los
Estados Unidos.
En el año 1969, la URSS y los Estados Unidos iniciaron un proceso de
conversaciones, encaminado a limitar las armas estratégicas ofensivas, que
se registró en sus relaciones bilaterales con el nombre de Conversaciones
SALT. La primera fase de las negociaciones se inició en Viena, Austria, el 16
de abril de 1970, y se extendió hasta el año 1972, cuando fueron firmados un
tratado para la limitación de los proyectiles antibalísticos, conocido como
provisional sobre ciertas medidas relativas a la limitación de las armas
estratégicas ofensivas, que es conoci
una duración de cinco años. En relación con el Acuerdo SALT I, se aprobó
también un Protocolo, considerado parte integrante del acuerdo, por el que se
establecieron topes numéricos para los lanzadores de proyectiles balísticos de
ambos países. 92
limitar sus respectivos sistemas de proyectiles antibalísticos; y quedaban
autorizadas a desplegar dichos medios solamente en una zona de 150
kilómetros de radio, que tuviera como centro la capital del país; y en una
zona de las mismas dimensiones, dentro de un área de despliegue de
proyectiles balísticos intercontinentales. El tratado también comprometía a las
partes a no crear, ensayar ni desplegar sistemas de proyectiles antibalísticos
en cualquier medio, incluido el espacio; y reconocía que la adopción de
sería un
92
Todos los textos están reproducidos en el documento de la Conferencia del Comité de Desarme,
CCD/394 del 20 de febrero de 1973.
64

factor importante para refrenar la carrera de armamentos ofensivos estratégicos y reduciría el
riesgo de una guerra con armas nucleares el convencimiento
de que si una de ellas mejoraba sus sistemas antimisiles, automáticamente
provocaría en la otra una respuesta dirigida a desarrollar sus misiles
ofensivos para tratar de neutralizar la defensa del adversario. Era evidente la
filosofía contenida en el tratado, en el sentido de que si un país se
consideraba suficientemente fuerte con sus sistemas antimisiles, y creía que
tenía la capacidad de evitar los misiles del adversario, podría sentirse
inclinado a recurrir al primer golpe nuclear; o visto a la inversa, si ambas
partes se limitaban en sus sistemas antimisiles, el peligro de guerra nuclear
disminuiría, pues la vulnerabilidad de ambos les aseguraría la destrucción
mutua.
El Acuerdo SALT I, por su parte, obligó a ambos países a no iniciar la
construcción de lanzadores terrestres fijos de proyectiles balísticos
intercontinentales, a partir del primero de julio de 1972; así como a limitar el
número de lanzadores instalados en submarinos, y el número de submarinos
para proyectiles modernos, a topes numéricos debidamente establecidos. La
comunidad internacional acogió de manera favorable los acuerdos firmados; y
tanto la Unión Soviética como los Estados Unidos, señalaron que los mismos
constituían un paso significativo hacia el cese de la carrera armamentista 93 .
Estados Unidos y la Unión Soviética, entre los meses de mayo y junio de
1973, firmaron nuevos documentos, entre los que destacaron: a) el acuerdo
93 Aún cuando no representó una tendencia universal, el proceso de distensión se concentró en dos
áreas muy significativas del sistema de relaciones internacionales: las relaciones bilaterales
entre la URSS y los Estados Unidos de una parte, y el escenario europeo de la otra. En el
primer caso, tuvo como resultado la firmas de los Acuerdos SALT y el incremento de las
relaciones comerciales y los intercambios tecnológicos, científicos, y culturales. En el caso de
Europa, la celebración en 1975 de la Conferencia de Seguridad y Cooperación de Helsinki,
fue el momento culminante de un proceso de renovación de las relaciones Este-Oeste.
65

para la prevención de la guerra nuclear; b) un protocolo al acuerdo para evitar
incidentes en alta mar, adoptado el año anterior; y c) el acuerdo relativo a los
principios básicos para las negociaciones sobre nuevas limitaciones de las
armas estratégicas ofensivas. En virtud de estos acuerdos, ambos países se
trazaron el objetivo de evitar el peligro de una guerra nuclear y el uso de
armas nucleares; y se comprometieron a no amenazar con el uso de la fuerza,
en circunstancias que pudieran poner en peligro la paz y la seguridad
internacionales. Además, los dos países se comprometieron a continuar
activas negociaciones para lograr un acuerdo permanente de desarme
nuclear; y reiteraron que en ese proceso, la búsqueda de ventajas unilaterales
quedaría excluida. Sin embargo, pocos años después, Estados Unidos adoptó
al primer uso de las armas nucleares e incluso, todavía hoy, se opone a dar
garantías claras, incondicionales y seguras a los Estados no poseedores de
esas armas de que las mismas no serán utilizadas contra ellos.
Las conversaciones bilaterales continuaron, y en el mes de julio de 1974 se
firmaron otros acuerdos: un protocolo al tratado sobre limitación de los
sistemas de proyectiles antibalísticos, que se había firmado en 1972; y un
tratado sobre la limitación de los ensayos nucleares subterráneos. En virtud
de esos acuerdos, ambos países renunciaron a una de las dos áreas a las
que tenían derecho para el despliegue de sus sistemas antimisiles; y se
comprometieron a prohibir la realización de ensayos de armas nucleares con
una potencia superior a 150 kilotones, a partir del 31 de marzo de 1976.
No obstante, el desarrollo posterior de los acontecimientos demostró que
Estados Unidos hizo caso omiso de esos acuerdos. A pesar de los
compromisos asumidos, el gobierno norteamericano continuó con sus planes
66

acuerdo para la limitación de los ensayos nucleares subterráneos no fue
ratificado. Aún cuando las conversaciones bilaterales continuaron, y tanto la
URSS como los Estados Unidos reiteraron en más de una ocasión su
compromiso con el desarme nuclear; el Acuerdo SALT II sólo pudo firmarse en
el año1979 y no fue ratificado por el gobierno de los Estados Unidos.
Es de hacer notar que, en mayo de 1976, la Unión Soviética y los Estados
Unidos firmaron un tratado sobre las explosiones nucleares subterráneas con
fines pacíficos, y un protocolo al mismo. En esos acuerdos, se aceptaba la
realización de explosiones nucleares subterráneas sencillas con fines
pacíficos, con una potencia inferior a 150 kilotones; y se asumía el
compromiso de no realizar grupos de explosiones, a menos que pudiera
identificarse la potencia de cada una de ellas por separado. El autor de esta
disertación considera que esto es importante, porque de esa manera se
aceptaba la posibilidad de facilitar la verificación mediante los medios técnicos
nacionales de cada país, y se evadía el pretexto de la verificación in situ; pero
como sucedió con el tratado de 1974, estos acuerdos tampoco fueron
ratificados por el gobierno de Estados Unidos, con el argumento de que no era
posible establecer diferencia entre una explosión nuclear con fines pacíficos y
una de tipo militar. En realidad, detrás de esa postura estaba el interés por
desconocer las soluciones técnicas a que se había arribado para solucionar
En cuanto al Acuerdo SALT II, es importante señalar que en virtud del mismo
los Estados Unidos y la Unión Soviética se comprometieron a limitar sus
armas estratégicas ofensivas, tanto en cantidad como en calidad; y acordaron
topes numéricos concretos para todos los sistemas de armas de ese tipo, ya
estuvieran basados en tierra, en bombarderos o en submarinos. Este acuerdo,
en opinión del autor, posibilitó que se encontrara una solución al problema de
67

la diferente composición de los armamentos estratégicos entre la Unión
Soviética y los Estados Unidos; y se estableció un límite según el cual cada
país no podría tener más de un determinado número de portadores con
cabezas múltiples, que se distribuía entre misiles intercontinentales,
bombarderos y submarinos. En el acuerdo se puso restricciones, además, a
la fabricación y despliegue de armamentos de nuevo tipo.
Pero el Acuerdo SALT II tampoco fue ratificado por el gobierno
norteamericano, pues se acercaban las elecciones presidenciales, y los
llamados de la guerra se escuchaban nuevamente. En ese escenario era
previsible, como ocurrió efectivamente, que a partir de los planes guerreristas
que ya se venían diseñando, el ejecutivo norteamericano tuviera que
empeñarse a fondo para lograr la aprobación del Congreso, tarea que en las
circunstancias prevalecientes en aquel momento, era difícil de prever cuánto
tiempo tomaría ni cuáles serían sus resultados, sobre todo analizada a la luz
de los albores de una nueva campaña electoral.
Sin embargo, es opinión del autor que, aún cuando no fue ratificado, la
relevancia del Acuerdo SALT II radicó también en que valoró de manera
objetiva las características particulares de las fuerzas estratégicas de Estados
Unidos y la Unión Soviética; y fijo con claridad la existencia de una paridad
militar aproximada entre ambos países. Esto lo comprendieron de inmediato
los sectores más conservadores en Estados Unidos, quienes obstaculizaron
su ratificación, en línea con sus planes militaristas. En su Informe Central al
Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, el Presidente Fidel Castro
se refirió a la situación imperante en el momento; y denunció que el
despliegue militar norteamericano y el lenguaje amenazante, se habían dado
la mano con la decisión de posponer la ratificación del Acuerdo SALT II:
68

n internacional por los sectores más reaccionarios
del imperialismo, denunciada por el I Congreso, se ha hecho cada vez más
visible y posibilitó que el incipiente y difícil proceso de distensión, que
constatáramos en 1975, y en el cual tenía influencia decisiva la política exterior
de paz de la Unión Soviética, elaborada en los XXIV y XXV Congresos del
94
Se fomentaron también en ese período varias doctrinas militares agresivas por
parte del gobierno de los Estados Unidos, que aumentaron considerablemente
las tensiones internacionales, y que sólo se comparan con las de la actual
administración de George W. Bush. Eso influyó de manera negativa en las
negociaciones multilaterales de desarme; pues las presiones y los obstáculos
de Estados Unidos también se presentaron en el Comité de Desarme, que
comenzó sus labores en Ginebra en 1979, pero que no pudo negociar porque
se lo impidió la cerrada postura de Estados Unidos. No obstante, es de
señalar que en el plano bilateral entre la Unión Soviética y los Estados Unidos,
se emprendieron nuevas negociaciones sobre armas estratégicas; y se
produjeron algunos acontecimientos de relevancia que serán abordados más
adelante en la investigación, y que dieron lugar a una situación totalmente
diferente, tanto en el plano político como en relación con las negociaciones en
materia de desarme y el desarrollo de los armamentos.
2.2.- Los esfuerzos multilaterales por detener la carrera armamentista. El
papel de la Organización de las Naciones Unidas.
La Organización de las Naciones Unidas fue creada en los finales de la
Segunda Guerra Mundial. Su antecedente inmediato puede ubicarse en la
Estados Unidos e Inglaterra, celebraron en Moscú entre el 19 y el 30 de
octubre de 1943, en la que se reconoció la necesidad de que se estableciera
94
Castro, Fidel: Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba. Documentos y Discursos. Editora
Política. La Habana, 1981a, p.142.
69

una organización internacional con autoridad suficiente para mantener la paz y
la seguridad entre las naciones, y abierta a la participación de todos los
Estados en pié de igualdad. 95
La qDeclaración de Moscú
lo que sería posteriormente la ONU, y señaló como uno de sus objetivos el
logro de acuerdos prácticos en relación con los armamentos en el período de
postguerra. Al año siguiente, en 1944, tuvieron lugar conversaciones sobre el
tema en Dumbarton Oaks, Estados Unidos 96 ; las cuales fueron continuadas en
la Conferencia de Crimea, celebrada en febrero de 1945 con participación de
los aliados 97 .
Finalmente, el documento constitutivo de la Organización de las Naciones
Unidas, conocido como Carta de las Naciones Unidas, fue elaborado
definitivamente en la Conferencia de San Francisco, Estados Unidos,
celebrada entre el 25 de abril y el 26 de junio de 1945; y la Carta fue firmada
el propio 26 de junio de ese año, y entró en vigor el día 24 de octubre.
98
95 En esa reunión se sentaron las bases para el surgimiento de la ONU. En ella participaron los
representantes de la URSS, Estados Unidos, Reino Unido, y China; quienes plantearon en la
organización general internacional, basada en el principio de la igualdad soberana de todos los estados
amantes de la paz, y a la cual puedan asociarse tales estados, grandes y pequeños, para mantener la
Ver Ocaña, Juan Carlos: Historia de las Relaciones Internacionales
durante el Siglo XX, Centro Nacional de Información y Comunicación Educativa, Madrid, 2003
96 La Conferencia Dumbarton Oaks (o Conversaciones de Washington de la Organización de Paz
Internacional y Seguridad) tuvo lugar en agosto de 1944 en la mansión Dumbarton Oaks de Washington
DC. A la conferencia asistieron representantes de Estados Unidos, la Unión Soviética, el Reino Unido, y
la República de China. Las conversaciones también incluyeron la formación del Consejo de Seguridad y
el derecho al veto para los miembros permanentes. Ibidem.
97 La Conferencia de Yalta en Crimera, URSS, se celebró entre el 4 y el 11 de febrero de 1945. Finalizó
con la firma de dos Protocolos de Procedimientos. El primero relacionado con Alemania y los demás
países europeos y el segundo sobre un acuerdo relacionado con Japón. Ahí se decidió la celebración de
una conferencia para el establecimiento de la ONU, en abril de ese año en los Estados Unidos. Ibidem.
98 Cuba es uno de los 51 Estados fundadores de la ONU.
70

Según se recoge en el texto de la Carta 99 , los países firmantes se mostraron
a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra
mantener la paz y la
seguridad internacionalesabstenerse en sus relaciones internacionales de recurrir a la
amenaza o al uso de la fuerza
firmó la Carta de las Naciones Unidas, todavía Estados Unidos no había
ensayado con éxito la bomba atómica, por lo que tal vez por eso la Carta no
enfocamos el mismo a la luz de los grandes arsenales de armas de
destrucción en masa, sobre todo armas nucleares, que se acumularían poco
tiempo después, y de la existencia de doctrinas militares que se basan
claramente en el primer uso de esas armas.
Las referencias que se hacen en la Carta de la ONU al tema del desarme,
aunque pocas, son suficientemente claras. El Artículo número 1 señala entre
mantener la paz y la seguridad
internacionales
con la menor desviación posible de recursos humanos y económicos del mundo
hacia los armamentos
los principios generales para la cooperación en el mantenimiento de la paz y
principios que rigen el desarme y la
; a la vez que en el Artículo número 47, se habla de
regulación de los armamentos desarme
de la Carta de las Naciones Unidas en relación con los temas del desarme y la
seguridad internacional; y el engranaje que allí se prevé, en apariencia
sencillo, tuvo un marcado carácter positivo para su época.
99 www.cinu.org.mx/onu/documentos/carta
71

Esa fue la respuesta que la comunidad internacional dio en aquel momento a
los horrores de la segunda guerra mundial; y desde entonces ha servido de
base para el establecimiento de diferentes órganos deliberativos y de
negociación en materia de desarme, los cuales se fueron perfeccionando y
tuvieron funciones cada vez más específicas, en la medida en que los
peligros de la era nuclear fueron aumentando con el desarrollo de la carrera
armamentista. Si los propósitos de las Naciones Unidas en esta esfera no se
han podido lograr hasta ahora, no ha sido por la forma en que el tema del
desarme se ha considerado, sino por la falta de disposición y voluntad política,
en particular por parte de los Estados Unidos de América.
Los sucesivos gobiernos norteamericanos, unas veces aprovechando la
correlación mundial de fuerzas a su favor, antes de que se iniciara el proceso
de descolonización; y en otras ocasiones mediante la simple oposición, a
pesar de su aislamiento, han actuado de manera persistente contra las
principales iniciativas de paz que se han presentado ante la Organización de
Naciones las Unidas, desde su fundación, con el objetivo de garantizar su
superioridad y hegemonía. La primera manifestación de esa política fue el
ensayo de la bomba atómica, sólo 20 días después de firmada la Carta de la
ONU, para utilizarla tres semanas más tarde.
No fue casualidad que la Resolución número 1 del primer período ordinario de
sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, adoptada el 24 de
enero de 1946, decidió establecer una Comisión de Energía Atómica, con el
objetivo de estudiar cómo se podría eliminar el armamento atómico de los
arsenales de los Estados; como tampoco fue casualidad que Estados Unidos,
ya en poder de la bomba, dio pasos inmediatos para monopolizarla. Ese fue el
objetivo de la principal propuesta norteamericana de la época, dirigida al
Autoridad Internacional de Desarrollo de la Energía
72

Atómica 100 . En esencia, la propuesta
norteamericana planteaba el establecimiento de una autoridad internacional
para administrar la explotación de la energía atómica, la regulación e
inspección de su utilización, y la realización de estudios e investigaciones
sobre la materia; pero su verdadero objetivo era la legalización del monopolio
norteamericano en esa esfera, si se tiene en cuenta que en esos momentos
Estados Unidos era quien único poseía el armamento atómico, y contaba ya
con suficientes conocimientos, instalaciones y recursos humanos, que
garantizaban el control de cualquier autoridad que se estableciera. 101
Eso es lo que explica, a juicio del autor de esta tesis, que sólo cinco días
una contrapropuesta, dirigida a la adopción de una convención para prohibir la
producción y el uso de armas atómicas, y a la destrucción de las existentes en
un plazo de tres meses 102 . Eran dos posiciones diametralmente opuestas. La
propuesta norteamericana, dirigida a la regulación y el control de la energía
atómica; y la propuesta soviética, encaminada a la prohibición de ese tipo de
armamento. Eso obstaculizó los debates en la Comisión de Energía Atómica,
que celebró su última reunión en 1949; y ese mismo año, la Unión Soviética
100 Toma el nombre de su presentador, Bernard Baruch (Agosto de 1879 a Junio de 1965), banquero
norteamericano vinculado al Partido Demócrata. De ascendencia judía, después de los éxitos que logró
en su carrera financiera se dedicó a la política. Fue Asesor de Defensa del Presidente Woodrow Wilson.
En 1946 el Presidente Harry S. Truman lo nombró representante de su país ante la Comisión de Energía
Atómica.
101 En su libro Has Man A Future?, Bertrand Russell hace una detallada definición del Plan Baruch, y lo
monopolio nuclear. Sin embargo, en el mismo libro, Russell se refiere a las sospechas que califica como
102 El Plan Baruch provino en parte de las opiniones de Robert Oppenheimer (físico estadounidense y
director científico del proyecto Manhattan), aunque incluyó muchos elementos adicionales que mostraron
claramente que su meta fue simplemente impedir a la Unión Soviética conseguir una bomba propia, en
vez de fomentar un mecanismo internacional de control duradero. La Unión Soviética rechazó el plan,
sin sorprender a los observadores, y Oppenheimer se dio cuenta de que una carrera de armamentos era
inevitable debido a la desconfianza entre los EE. UU y la URSS. Ver Strathern, Paul: Oppenheimer y la
bomba atómica. Siglo XXI, Madrid, 1999
73

ealizó con éxito un ensayo atómico, con lo que desapareció el monopolio
norteamericano y se completó la primera espiral en la carrera armamentista 103 .
En lo adelante, la actuación de Estados Unidos dentro de las Naciones Unidas
en materia de desarme se orientó hacia el logro de la superioridad militar
sobre la Unión Soviética y los demás países socialistas de Europa. De ahí el
surgimiento de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, el
propio año 1949, como alianza militar enfilada hacia el naciente sistema
socialista mundial; y la creación por parte de Estados Unidos de un fuerte
cinturón de bases militares terrestres y navales alrededor de los países
socialistas. Las tensiones se dispararon. Estados Unidos actuaba en contra de
la posibilidad de que se llegara a algún acuerdo de desarme, cuando apenas
se intentaba dar los primeros pasos en esa dirección. Fue la época que el
Secretario General de las Naciones Unidas, el noruego Trygve Lee, calificó
momentos en que la paz del mundo y la existencia de la organización corrían graves
peligros. 104
Los esfuerzos por detener la carrera armamentista, a partir de 1952, pasaron
a ser considerados en un nuevo órgano creado en el marco de las Naciones
Unidas, la Comisión de Desarme, con el objetivo de hacer propuestas para
reglamentar, limitar y reducir las fuerzas armadas y los armamentos de todos
los Estados 105 . Es interesante constatar, a los efectos de esta investigación,
que Estados Unidos se dedicó, en ese contexto, a realizar propuestas
dirigidas a fijar límites numéricos a los efectivos de las fuerzas armadas y a
promover principalmente la reducción de los llamados armamentos
103 El ensayo soviético tuvo lugar el 29 de agosto de 1949; y fue posible por el trabajo de un equipo de
científicos, dirigidos por Igor Kurchátov. Se ha planteado que el ensayo sorprendió a Estados Unidos,
que esperaba que eso sólo fuera posible después de 1954.
104 Naciones Unidas: Las Naciones Unidas y el Desarme, 1945-1970. Nueva York, 1970, p. 37.
105 Ibidem.
74

convencionales, con el propósito de desviar la atención del armamento
nuclear.
Debe tenerse en cuenta al respecto que por esa época, como vimos
anteriormente en la investigación, la doctrina anticomunista había cobrado
mucha fuerza, tanto en los Estados Unidos como en Europa; y se hablaba de
ese país, por lo que los esfuerzos norteamericanos por limitar o controlar el
armamento convencional perseguían más de un objetivo: Por un lado, estaba
el interés por restar importancia al peligro que significaba la acumulación de
armas nucleares, en momentos en que también el Reino Unido, aliado en la
OTAN, estaba a punto de realizar su primer ensayo atómico, lo que ocurrió el
propio año 1952; y por el otro lado, se buscaba limitar al máximo la capacidad
defensiva de los países socialistas, en momentos en que el desarrollo nuclear
de la Unión Soviética era aún incipiente.
En el año 1955, la URSS propuso un nuevo plan de desarme, dirigido a poner
topes numéricos para las fuerzas armadas, como también había hecho una
anterior propuesta norteamericana; pero que planteaba, como elemento
indispensable, la búsqueda del desarme nuclear por etapas. Sin embargo,
tampoco fue posible avanzar en esa dirección, pues ya en Estados Unidos se
habían concretado los planes para comenzar la producción de los
bombarderos estratégicos en gran escala, portadores del armamento nuclear,
y capaces de alcanzar el territorio soviético. Eso es lo que explica la aparición
de una nueva propuesta norteamericana sobre la mesa de negociaciones, que
en la
autorización del reconocimiento aéreo mutuo entre la Unión Soviética y los
Estados Unidos, así como en el intercambio de informaciones sobre fábricas
de armas e instalaciones militares. Lo que se buscaba en realidad, era el
75

acceso a informaciones de importancia dentro del territorio soviético, con el
objetivo de identificar instalaciones que pudieran ser bombardeadas cuando
así se decidiera 106 .
De manera que, en la práctica, nada se hizo en el marco de las Naciones
Unidas en materia de desarme durante la década de 1950. Fue en ese
escenario que en el año 1959, cuando se celebraba el Decimocuarto Período
Ordinario de Sesiones de la Asamblea General, la Unión Soviética solicitó
implementado en tres etapas, y que estaba dirigido a la eliminación de las
fuerzas armadas y de los armamentos en un período de cuatro años, bajo
control internacional. Ese mismo año, fue establecido un órgano específico
su consideración; pero que sólo sesionó durante tres meses, y cerró sus
puertas en medio de enconadas disputas.
En la década de 1960 la realidad internacional comenzó a cambiar. El proceso
de descolonización cobraba fuerza; y surgieron nuevos Estados
independientes, para los cuales el desarme, la paz y la seguridad no era sólo
una cuestión de supervivencia, sino que era también una necesidad imperiosa
para su desarrollo económico y social. En el escenario de negociaciones, se
identifica un nuevo elemento y con él, las primeras señales de una
correlación de fuerzas diferente, que dio un nuevo impulso a las
negociaciones de desarme en el seno de la ONU. En el año 1961 se creó en
106 La propuesta fue realizada por el propio Presidente de Estados Unidos, Dwight D. Eisenhower, en
una reunión con los líderes de la URSS, Francia y el Reino Unido, celebrada en Ginebra en julio de
1955. La bibliografía occidental ha presentado como pretexto para la propuesta el lanzamiento del
primer Sputnik por parte de la URSS.
76

Belgrado, capital de la República Socialista Federativa de Yugoslavia, el
Movimiento de Países No Alineados; y al año siguiente, comenzó sus labores
un nuevo órgano de negociaciones multilaterales, el llamado Comité de
Desarme de Dieciocho Naciones.
La Unión Soviética, el propio año 1962, presentó ante el nuevo órgano
estric
y en varias fases sucesivas. Entre sus principales elementos, el proyecto
recogía la prohibición de la producción de todas las armas de exterminio en
masa y la destrucción de las existentes; así como el desmantelamiento de
todas las bases militares extranjeras y la retirada de todas las tropas
extranjeras del territorio de otros Estados; el documento planteaba también la
prohibición de todas las armas convencionales. Era lo más completo que se
había presentado hasta entonces en contra del armamentismo.
Un mes después de que la URSS realizara su propuesta, Estados Unidos
de las disposiciones básicas de un tratado de desarme general y completo en
desarme debería ser general y completo; y se descartaba a la guerra como
medio de solución de las diferencias entre los Estados. Para lograr el desarme
general y completo, el texto norteamericano señalaba tres fases sucesivas; la
avanzaría en el camino de la eliminación de los armamentos y el logro del
desarme; pero los hechos posteriores demostraron lo contrario, a pesar de
que la presencia de países no alineados en el órgano negociador, y la
77

existencia de propuestas concretas y con plazos determinados, favorecieron
el alcance inicial de algunos resultados limitados.
Es en ese escenario donde debe entenderse una propuesta hecha por
Estados Unidos y algunos de sus aliados en la OTAN, que junto a otra
propuesta similar presentada por la Unión Soviética, dio lugar a la adopción en
1963 de un tratado que prohibió la realización de ensayos de armas nucleares
en la atmósfera, debajo del agua y en el espacio ultraterrestre, conocido como
tratado parcial de prohibición de ensayos nucleares. Era evidente que las
presiones internacionales comenzaban a rendir frutos.
La prohibición de los ensayos nucleares venía siendo exigida desde mucho
antes por la opinión pública; y se había convertido en un objetivo prioritario del
Movimiento de Países No Alienados, por lo que los miembros del movimiento
que participaban en los trabajos del Comité de Desarme de Dieciocho
Naciones habían presentado ante ese órgano en 1962 un documento en que
se reconocía, de manera abierta, la posibilidad de establecer un sistema de
puestos nacionales de observación para el control y la verificación
permanente de los ensayos nucleares, teniendo en cuenta el desarrollo
alcanzado en los métodos sísmicos. En la práctica, eso significaba dejar a
Estados Unidos sin argumentos para continuar oponiéndose a la prohibición
de los ensayos, por lo menos de manera parcial, por lo que a ese país no le
quedó otra alternativa que aceptar que los mismos se prohibieran en la
atmósfera, debajo del agua y en el espacio ultraterrestre; pero asegurándose
que podía continuar realizándolos de manera subterránea, con lo que
mantenía así la capacidad de producir nuevos y cada vez más sofisticados
armamentos, como efectivamente sucedió.
78

Cuando se analiza la política norteamericana de la época en materia de
armamentos, se concluye que Estados Unidos no tenía interés en la
prohibición total y completa de los ensayos nucleares en todos los medios.
Cabe recordar la campaña que desplegó Estados Unidos sobre una supuesta
s, cuando la URSS puso en
una moratoria en la realización de ensayos nucleares que Estados Unidos
había observado junto a la URSS, a partir de 1958, que había sido muy
criticada por la Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos. Era la
época, además, en que los sectores más conservadores del gobierno
norteamericano presionaban constantemente para fomentar el armamentismo.
El principal pretexto del gobierno norteamericano para oponerse a la
ciencia y la técnica. El Secretario General de las Naciones Unidas se refirió a
este tema en 1972:
métodos sísmicos o de otra índole, y las posibilidades que brindan los
procedimientos internacionales de verificación tales como las consultas,
encuestas y lo que ha venido a llamarse `verificación mediante reto´ o
`inspección por invitación, es difícil comprender cualquier nueva demora en
107
En realidad, lo único que se necesitaba era una decisión política y voluntad
negociadora; pero el gobierno norteamericano no daba muestra de ellas, por
lo que hubo que esperar hasta la década de 1990 para poder lograr un
acuerdo amplio que prohibiera los ensayos nucleares 108 .
107 Conferencia del Comité de Desarme. Acta No. 545 del 29 de febrero de 1972.
108 Un acuerdo de ese tipo se abrió a la firma en New York el 24 de septiembre de 1996, y fue firmado
inicialmente por 71 países. Ver Center for Nonproliferation Studies: Inventory of Internacional
Nonproliferation Organizations and Regimes, 2002
79

El autor de esta tesis considera que, cuando se examina el comportamiento
de los diferentes países en las negociaciones de desarme en el marco de las
Naciones Unidas; o cuando se analiza la actualidad política internacional hay
que concluir, necesariamente, que los gobiernos norteamericanos han estado
y continúan estando más interesados en la confrontación que en la
negociación, en el logro de la hegemonía que en la eliminación del
armamentismo.
El gobierno de Estados Unidos siempre se ha opuesto a la voluntad de la
comunidad internacional de que se inicien negociaciones multilaterales para
poner fin a la carrera armamentista nuclear. Nada han podido hacer en ese
sentido, los sucesivos órganos multilaterales de negociaciones de desarme
que se han establecido en Ginebra, incluida la actual Conferencia de
Desarme. El gobierno norteamericano se ha negado también a renunciar, de
manera clara e indudable, al primer uso del arma nuclear, con lo que
obstaculiza los esfuerzos que se realizan en ese sentido en el seno de las
Naciones Unidas.
A lo largo de la década de 1990, y en lo que va del Siglo XXI, las acciones de
fuerzas e intervenciones norteamericanas contra otros países han sido una
constante. El Derecho Internacional ha sido irrespetado; la Organización de
las Naciones Unidas se ha visto desconocida; y han aparecido en Washington
conceptos y doctrinas peligrosas que han aumentado considerablemente las
amenazas a la paz y la seguridad internacionales.
En el año 1969, el órgano de negociaciones multilaterales entonces existente,
el Comité de Desarme de Dieciocho Naciones, fue ampliado con el ingreso de
ocho nuevos miembros, y pasó a llamarse Conferencia del Comité de
Desarme, conocida por sus siglas CCD. Dos años más tarde, en 1971, el
80

nuevo órgano negociador elaboró su primer instrumento de desarme, el
109 .
La propuesta original del tratado, presentada por la Unión Soviética, planteaba
la desmilitarización total de los fondos marinos, pero Estados Unidos se opuso
a esa posibilidad y sólo se mostró dispuesto a aceptar una desmilitarización
parcial de dicho medio. Eso es lo que explica, que el tratado no prohíba la
presencia de submarinos en los fondos marinos y oceánicos, pues Estados
Unidos no lo hubiera aceptado, debido a que se había comenzado en ese país
la modernización de sus medios navales de guerra, y los submarinos estaban
siendo dotados con vehículos de reentrada múltiples. Eso explica también
que, aún cuando el tratado de los fondos marinos comprometió a las partes a
do ni ha podido
hacerse en esa dirección.
La Conferencia del Comité de Desarme, en el año 1972, aprobó la
almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y sobre su
destr 110 . Aquí
la situación se presentó de manera similar. La Unión Soviética preparó un
proyecto de convención original según el cual, se eliminarían todas las armas
químicas y biológicas, pero Estados Unidos se opuso, y sólo se mostró
dispuesto a aceptar la prohibición del armamento biológico.
109
Ver Center for Nonproliferation Studies: Inventory of Internacional Nonproliferation Organizations and
Regimes, 2002
110
Ver Internacional Comité of the Red Cross (ICRC): International Humanitarian Low, 2005
81

En la década de 1980 se pusieron de manifiesto los motivos para esa postura
norteamericana, cuando se conocieron las medidas de rearme químico del
gobierno de los Estados Unidos, señaladas con anterioridad en la
investigación. De todas formas, es importante apuntar que la convención
sobre las armas biológicas, según se señala en su preámbulo, se consideró
primer paso posible hacia el logro de un acuerdo sobre medidas efectivas que
también prohíban ;
pero hubo que esperar más de 20 años para poder lograr ese objetivo.
La Conferencia del Comité de Desarme, en el año 1977, adoptó la
111
obstáculos impuestos por Estados Unidos. El proyecto original de convención
había sido presentado a la Asamblea General de las Naciones Unidas en el
año 1974; y preveía la prohibición de todas las técnicas de modificación del
medio ambiente con fines militares; pero ello no fue posible debido a que
Estados Unidos se mostró dispuesto a aceptar únicamente la prohibición de
convención, a pesar de que limita su alcance, para que la misma pudiera ser
adoptada. 112
En el año 1978 tuvo lugar en New York el Décimo Período Extraordinario de
Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que fue a su vez
el primero de esa organización dedicado íntegramente a los temas del
111
Ver Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR): Derecho Internacional Relativo a la Conducción de
las Hostilidades, 1996.
112
Cuba aparece entre los países coautores de la propuesta soviética a la Asamblea General de las
Naciones Unidas en 1974.
82

desarme. En esa ocasión, se decidió ampliar la composición de la Conferencia
del Comité de Desarme; y se reiteró que el órgano negociador estaba abierto
a la participación de todos los Estados poseedores de armas nucleares. 113 A
la luz de ese acuerdo, y luego de las consultas pertinentes, otros diez
Estados, Cuba incluida, se incorporaron al órgano negociador, que pasó a
llamarse Comité de Desarme. 114 Sin embargo, el Comité de Desarme no
pudo, como tampoco ha podido su sucesora, la Conferencia de Desarme,
iniciar negociaciones serias y sustantivas sobre los principales temas de su
orden del día, debido en lo fundamental a que ha faltado el consenso de
Estados Unidos.
En opinión del autor, se pueden identificar tres etapas muy bien definidas
respecto a las negociaciones multilaterales de desarme y la actitud de
Estados Unidos hacia ellas, que marcaron todo el sistema de relaciones
incidiendo sobre él en la actualidad. La primera de esas etapas la tenemos en
el Comité de Desarme de Dieciocho Naciones, y va desde 1962 hasta 1969.
Durante esos años, el gobierno norteamericano se cuidó de que los acuerdos
de desarme que pudieran adoptarse no obstaculizaran su propio desarrollo
armamentista; a la vez que asumió compromisos que luego no ha cesado de
violar.
La segunda etapa se enmarca entre los años 1969 y 1978, ya dentro de la
Conferencia del Comité de Desarme, en la que Estados Unidos limitó
considerablemente el alcance de los acuerdos de desarme que pudieron
adoptarse. Esos eran los años en que el gobierno norteamericano se
enfrascaba en los nuevos programas militares que desarrollaría en la década
113
Francia y China, Estados poseedores de armas nucleares, se incorporaron en 1979 y 1980,
respectivamente.
114
A partir de 1984 el órgano negociador comenzó a llamarse Conferencia de Desarme.
83

de 1980; y enmascaraba su postura obstruccionista con las negociaciones
La tercera etapa, que se extiende hasta hoy, se presenta en lo que fue el
Comité de Desarme y ahora es la Conferencia de Desarme, y comenzó en
1979. En esta etapa, que este trabajo de tesis abordará más en detalle
posteriormente, cuando se analice la situación actual en que se encuentran
los esfuerzos internacionales en contra del armamentismo, Estados Unidos no
ha dejado de obstruir el inicio de negociaciones sobre los temas más urgente
que debe considerar el órgano negociador, incluido el desarme nuclear.
Para una mejor comprensión de este aspecto, es importante precisar que el
Décimo Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, que como se señaló anteriormente fue el primero que la
organización dedicó de manera íntegra a los temas del desarme, aprobó un
Documento Final que mereció el consenso de todos sus miembros; y que
estableció los objetivos, principios y prioridades que tenía la comunidad
internacional en materia de desarme 115 . La adopción de ese documento fue un
paso muy importante dado por las Naciones Unidas en materia de desarme,
por lo que el mismo se convirtió en el texto rector de lo que deben ser las
negociaciones sobre el tema. Resulta interesante ver algunos aspectos de ese
documento, y compararlos con la actuación del gobierno norteamericano en la
esfera del desarme.
En el documento, por ejemplo, la Asamblea General de las Naciones Unidas
si bien la meta final de los esfuerzos de todos los Estados debería seguir
siendo el desarme general y completo bajo un control internacional eficaz, el objetivo
115 Resolución S-10/2 de la ONU, del 30 de junio de 1978.
84

inmediato consiste en eliminar el peligro de una guerra nuclear
el factor decisivo para la realización de auténticas medidas de desarme es la voluntad
política de lo Estados
las prioridades en las negociaciones de desarme serán las
siguientes: armas nucleares; otras armas de destrucción en masa, incluso armas químicas;
armas convencionales, incluso las que se pueden considerar excesivamente nocivas o de
. En relación con la
prohibición de los ensayos de armas nucleares, se instó a los Estados Unidos,
la Unión Soviética y el Reino Unido, que por entonces estaban enfrascados en
una serie de negociaciones trilaterales para la prohibición de los ensayos, a
con resultados positivos.
En la lógica de la exposición cabe preguntarse: ¿Pero qué ocurrió en
realidad? A la idea de que el objetivo inmediato consistía en eliminar el peligro
de una guerra nuclear, Estados Unidos respondió con su política de guerra
nuclear limitada y con planes que le permitirían asestar un primer golpe
nuclear; a la prioridad que se otorgó al desarme nuclear en las negociaciones
de desarme, Estados Unidos respondió con una intransigente oposición al
inicio de negociaciones sobre el tema; y al requerimiento de que se
concluyeran de manera positiva las negociaciones trilaterales para prohibir los
ensayos nucleares, Estados Unidos respondió con la decisión unilateral de
suspender esas negociaciones e incrementar su programa de ensayos.
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1982, dedicó íntegramente
otro período extraordinario de sesiones al tema del desarme, pero nada se
85

logró. En esa ocasión, el gobierno norteamericano trató incluso de revisar las
prioridades, los objetivos y los principios que había aceptado en el Documento
Final de 1978; y trató de eliminar las formulaciones más positivas logradas en
aquel entonces, lo que no fue aceptado por la mayoría de los Estados
miembros, por lo que la reunión concluyó sin un documento final.
Posteriormente, en el año 1988, la Asamblea General de las Naciones Unidas
dedicó un tercer período extraordinario de sesiones íntegramente a estos
temas, de cuyo Comité Preparatorio el autor de este trabajo de tesis tuvo el
honor de ser electo Relator; pero ese período extraordinario de sesiones
también fracasó a pesar de que, como se verá más adelante, ese año se
habían producido algunos avances en las negociaciones bilaterales entre la
Unión Soviética y los Estados Unidos. Las sesiones concluyeron sin que se
pudiera aprobar un documento final, simplemente, porque Estados Unidos se
opuso a que así fuera.
Consideraciones Generales:
Este capítulo sintetiza los esfuerzos a favor del desarme promovidos por la
URSS, tanto en el plano bilateral con Estados Unidos, como en el ámbito
multilateral en los diferentes órganos de negociación, con la exposición del
papel de la Organización de las Naciones Unidas en este empeño y de los
obstáculos impuestos por Estados Unidos, dirigidos a evitar su concreción.
Esto permite validar la parte de la hipótesis referida a que es a partir de
1945, con el ensayo atómico norteamericano, que se concretan e inician las
espirales de la carrera armamentista, como componente del llamado conflicto
Este-Oeste; en el que fue un factor relevante, con marcada significación para
el Sistema de las Relaciones Internacionales. Ese fue el llamado período de
86

s grandes bloques
político-militares antagónicos: la OTAN establecida en 1949, y el Pacto de
Varsovia creado en 1955.
En el capítulo se demuestran también los esfuerzos y las acciones de Estados
Unidos por lograr su superioridad y hegemonía sobre la Unión Soviética, a
partir de los planes y las diferentes doctrinas político-militares que se
establecieron en el período, para lo que se valió de la obstrucción de las
negociaciones de desarme, tanto bilaterales como multilaterales, con miras a
garantizar sus planes militarista y su desarrollo armamentista.
87

CAPITULO III
EL TRANSITO HACIA UN MUNDO UNIPOLAR Y LA HEGEMONIA IMPERIAL
3.1.- Del mundo bipolar a la hegemonía de los Estados Unidos. El
desconocimiento de la ONU y del Derecho Internacional.
El desmembramiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la
desaparición del Sistema Socialista Mundial, a principios de la década de
1990, fueron presentados por los ideólogos y la prensa occidentales como
resultado del triunfo de los Estados Unidos en la guerra fría contra la URSS y
la proclamación de una nueva era. Uno de los exponentes de esa ideología de
la nueva era fue Francis Fukuyama quien llegó a proclamar el fin de la
historia, en un marco en que se divulgó hasta la saciedad que habíamos
entrado en la era post-moderna, con lo que se pretendía, en realidad,
promover el mensaje de que se habían acabado las contradicciones
sociales 116 .
Se generaron algunas expectativas en la comunidad internacional, sobre todo
entre muchos países del Tercer Mundo, que creyeron ver en esos
acontecimientos la posibilidad de que se pasara del mundo bipolar que se
había establecido después de la Segunda Guerra Mundial, encabezado por la
Unión Soviética y los Estados Unidos, a un mundo multipolar, en el que los
países en desarrollo tendrían un mayor protagonismo; y se haría realidad el
respeto a la igualdad soberana entre los Estados y los demás principios del
Derecho Internacional, a la cooperación para el desarrollo económico y social
de todos los países por igual, a los preceptos de paz y seguridad para todos
y al fortalecimiento del multilateralismo en las relaciones internacionales. Se
pensaba que la Organización de las Naciones Unidas vería fortalecida su
116 Fukuyama, Francis: O Fim da Historia e O Ultimo Homen. Rocco, Rio de Janeiro, 1992
88

autoridad y, con ella, la participación de los países más pequeños en el
proceso de toma de decisiones.
En las postrimerías de la década de 1980, era evidente en el seno de las
Naciones Unidas un interés común entre Estados Unidos y la Unión Soviética
por promover el consenso en las votaciones, sobre todo en los temas del
desarme y la seguridad internacional. Se buscaba eludir la adopción de
decisiones por votación dividida, con el argumento de que el consenso
constituía el camino idóneo para garantizar el cumplimiento de las decisiones
s
en la URSS, y las Naciones Unidas no escapaban a esa política 117 .
Sin embargo, aún cuando no puede ignorarse la importancia del consenso en
las negociaciones internacionales, su búsqueda a toda costa, muchas veces
en temas en que las posiciones eran diametralmente opuestas, traía como
resultado el debilitamiento en el lenguaje de los documentos. El consenso
evitaba el ya prácticamente habitual aislamiento de Estados Unidos en las
votaciones en materia de desarme; pero entrañaba concesiones en las
posiciones de los demás y creaba la ilusión de que las cosas marchaban bien.
Esas concesiones a los Estados Unidos se pusieron de manifiesto también en
las negociaciones bilaterales de los acuerdos de desarme que ese país
sostuvo con la URSS, lo que fue muy bien aprovechado por el gobierno
norteamericano y sus aliados en la OTAN, que lo comprendieron de
inmediato. En su libro de memorias, la ex Primera Ministra británica Margaret
Thatcher lo señala con bastante precisión, al hacer referencia a la reunión
Cumbre entre Mijail Gorvachov y Ronald Reagan, que tuvo lugar en la ciudad
117
La Glasnost y la Perestroika fueron políticas introducidas por Mijail Gorvachov en la URSS en 1985,
con miras a las llamadas apertura, transparencia y reconstrucción.
89

de Reykiavik los días 11 y 12 de octubre de 1986, y en la que el Presidente de
los Estados Unidos se negó a renunciar a su propuesta de Iniciativa de
Defensa Estratégica:
convinieron por primera vez en que los elementos de disuasión británicos y
franceses se excluyeran de las negociaciones sobre las fuerzas nucleares de
alcance intermedio; y que las reducciones en las armas nucleares
estratégicas debían dejar a cada bando con cantidades iguales y no sólo una
reducción porcentual, que habría dejado a los soviéticos con clara ventaja.
También hicieron concesiones significativas en cuanto a las cifras relativas a
118
Esto tuvo un impacto considerable en el curso posterior de los
acontecimientos sobre el tema; así como en la realidad político-militar que ha
caracterizado el sistema de relaciones internacionales a partir de finales de la
década de 1980.
En su informe anual a la Asamblea General en 1990, el Secretario General de
las Naciones Unidas abordó la nueva situación que se creaba en el mundo; y
expresó el criterio de que las doctrinas y los planes que habían prevalecido
durante décadas, después de la Segunda Guerra Mundial, habían perdido su
relevancia y pertinencia como resultado de los acontecimientos políticos
ocurridos en 1989 y 1990, en evidente referencia a lo que sucedía en Europa
Oriental y al interior de la Unión Soviética:
durante los años de la guerra fría, había dado lugar a sospechas y miedo,
reducido el diálogo político, limitado el progreso económico y social, generado la
perpetuación de la carrera armamentista y agravado el sentimiento de
119
También la Conferencia de Desarme se expresó en 1990 en términos
optimistas:
118
Citado en la Reflexión del Presidente Fidel Castro, publicada en Granma el 19 de septiembre del
2007.
119
The United Nations Disarmament Yearbokk, Volumen 15, Año 1990, p. 9.
90

los Estados Unidos, así como la creciente transformación de las alianzas
militares y sus doctrinas, habían creado condiciones propicias para medidas
de desarme y 120
Es importante tener en cuenta en este aspecto algunos hechos que son
relevantes en el análisis. En el año 1981, con el Acuerdo SALT II sin ratificar,
la Unión Soviética y los Estados Unidos comenzaron una serie de
negociaciones sobre los misiles de corto y mediano alcance, que dieron lugar
a la firma de un acuerdo sobre el tema el 8 de diciembre de 1987. En virtud de
ese acuerdo, ambos países renunciaban a la posesión de medios de
lanzamiento de armas nucleares basados en tierra, que tuvieran un alcance
entre 500 y 5,500 kilómetros; y se comprometían a destruir las existencias de
los misiles de esa categoría en un plazo de tres años después que el acuerdo
entrara en vigor.
Un año después de iniciadas estas negociaciones, en 1982, la Unión Soviética
y los Estados Unidos iniciaron otras, relacionadas con la reducción de las
armas estratégicas, que se conocieron como conversaciones START; pero
que fueron detenidas al año siguiente, cuando el gobierno norteamericano
, según se expresó anteriormente
en la investigación. Ese mismo año, la Unión Soviética propuso que todos los
Estados poseedores de armas nucleares congelaran de manera simultanea el
desarrollo cualitativo y cuantitativo de su armamento nuclear; pero la
propuesta fue rechazada por Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, con el
pretexto de que sería muy difícil su verificación, y porque aumentaría los
desequilibrios entre esos Estados.
En realidad, lo que Estados Unidos pretendía era negociar desde posiciones
de fuerza, y eso es lo que explica la no ratificación del Acuerdo SALT II y la
120 Ibidem, p. 18.
91

llegada de los misiles de crucero y Pershing II de alcance intermedio a
Europa, en medio de las negociaciones START. A pesar de estos
inconvenientes, sin embargo, los dos países retomaron las negociaciones
bilaterales, y acordaron que las mismas serían ampliadas, y abarcarían en su
interrelación a las armas nucleares estratégicas, al espacio ultraterrestre, y a
los misiles de alcance intermedio. Se hizo evidente que en esa decisión se
ponía de manifiesto la preocupación de la Unión Soviética con la iniciativa
norteamericana de defensa estratégica, que ya había sido proclamada por el
Presidente Reagan; así como con la llegada a Eu
partir del mes de noviembre de 1983.
Paradójicamente, mientras estos contactos bilaterales entre la Unión Soviética
y los Estados Unidos se sucedían, el órgano multilateral de negociaciones de
Ginebra permanecía paralizado. Esa situación llevó a un grupo de países no
alineados, Cuba incluida, a presentar en 1985 a las Naciones Unidas un
proyecto de resolución 121 en el que señalaban que la comunidad internacional
saludaba el inicio de las negociaciones bilaterales; pero insistía en la
necesidad de que se iniciaran las negociaciones multilaterales sobre el tema,
en tanto el mismo era de interés para todos los pueblos. Ese proyecto de
resolución no fue apoyado por Estados Unidos, cuyos representantes
señalaron que sólo un texto que mereciera el consenso de todos tendría algún
valor. Otra vez se puso de manifiesto la posición de fuerza y el
desconocimiento a las Naciones Unidas por parte de Estados Unidos, cosa
que en la década posterior sería una constante en el seno de la organización.
Sin embargo, independientemente de las concesiones que implicó para la
Unión Soviética la firma del acuerdo bilateral sobre los misiles de alcance
intermedio en diciembre de 1987, y su entrada en vigor un año después; se
121 Aprobado como Resolución 40/18 del 18 de noviembre de 1985.
92

celebraron también negociaciones bilaterales para la reducción de las armas
estratégicas, lo que permitió que el 31 de julio de 1991 la Unión Soviética y los
Estados Unidos firmaran el Acuerdo START I, que entró en vigor el 5 de
diciembre de 1994, con una duración de 15 años. En virtud de este acuerdo,
ambos países se comprometieron a hacer importantes reducciones en sus
respectivos arsenales de armas nucleares estratégicas. Según el documento,
cada una de las partes podría poseer no más de 1,600 misiles balísticos
intercontinentales, y un total de 6,000 ojivas nucleares, distribuidas entre los
misiles basados en tierras y en submarinos. El acuerdo contó con
especificaciones claras en materia de verificación, tanto por medios técnicos
nacionales, como telemétricos e inspecciones en el lugar, entre otros; y según
122
En opinión del autor, si bien este fue un acuerdo significativo en las
negociaciones bilaterales en materia de armas nucleares estratégicas en
particular, porque planteó una reducción importante en los arsenales de las
mismas, que disminuyó considerablemente el peligro de estallido de un
conflicto nuclear y alentó los esfuerzos a favor del desarme que se promovían
en las Naciones Unidas; cuando se analiza de conjunto con las reducciones
que habían sido pactadas pocos años antes en materia de armas nucleares
de alcance intermedio, resulta evidente que la Unión Soviética quedaba en
una clara situación de desventaja y vulnerabilidad, desde el punto de vista
estratégico-militar.
Posterior a la firma del acuerdo START I se produjo el desmembramiento de
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y se creó una situación nueva
en cuanto a los Estados poseedores de armas nucleares. Se dio la
122 The United Nations Disarmament Yearbook, volumen 29, 2004, p. 2
93

circunstancia de que las armas nucleares que antes pertenecían a la Unión
Soviética, estaban ahora en los territorios de Rusia, Bielorrusia, Kazajstán y
Ucrania, por lo que se planteaba el problema de qué ocurriría con el acuerdo.
Esta situación se resolvió, después de intensas negociaciones, cuando el 23
de mayo de 1992 se firmó en Lisboa, Portugal, un Protocolo al acuerdo
Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania asumieron las obligaciones inherentes a la
Unión Soviética; y particularmente los tres últimos se comprometieron a
deshacerse de esos armamentos y a convertirse en Estados partes en el
Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares, cosa que finalmente
ocurrió.
A partir de ese momento, los dos actores en las negociaciones bilaterales
serían la Federación de Rusia y los Estados Unidos, que el 3 de enero de
1993 firmaron un nuevo acuerdo para la reducción de las armas estratégicas,
el acuerdo START II, cuyo texto especificaba que sólo entraría en vigor
cuando hubiera sido ratificado el acuerdo START I. Según este nuevo
acuerdo, siete años después de su entrada en vigor, cada parte tendría en
total entre 3,800 y 4,250 ojivas nucleares para las armas estratégicas
ofensivas, según topes numéricos acordados para cada uno de ellos; y para
los años posteriores se preveían nuevas reducciones.
Se cerraba un ciclo importante en la carrera armamentista y se abrían nuevas
expectativas, incluso entre los aliados de Estados Unidos en la OTAN:
El fin de la confrontación de la guerra fría ha significado que la principal
justificación de las armas nucleares de los Estados Unidos, es decir, disuadir a
la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas de un ataque contra los Estados
123
123 Brassey´s Defense Yearbook. Centre for Defense Studies, King´s College London, 1995, p. 173.
94

Sin embargo, a pesar de que ya no existe más el pretexto de la supuesta
amenaza soviética y de que el Pacto de Varsovia se ha desintegrado, el
gobierno de Estados Unidos continúa promoviendo actualmente la carrera
armamentista y la confrontación, a niveles comparables a los del período de la
guerra fría.
Aún cuando el acuerdo START II fue ratificado por el Senado norteamericano
el 26 de septiembre de 1997 y por el Consejo de la Federación de Rusia el 19
de abril del 2000; algún tiempo después, el 13 de junio del 2002, el gobierno
de Estados Unidos dio un paso peligroso para el sistema de relaciones
internacionales, cuando decidió retirarse de manera unilateral del Acuerdo de
Defensa Antimisil, ABM, lo que motivó que la Federación de Rusia declarara,
al día siguiente, que no se consideraba más obligada por las estipulaciones
del acuerdo START II 124 . Cabe recordar que el acuerdo ABM de 1972 entre la
Unión Soviética y los Estados Unidos tuvo el propósito fundamental de
prohibir el despliegue de un sistema amplio de defensa antimisil por parte de
esos países, con el objetivo de evitar la tentación de un primer golpe nuclear;
por lo que la decisión unilateral del gobierno norteamericano de retirarse de
ese acuerdo, no sólo constituyó una violación del espíritu que guiaba las
negociaciones bilaterales, sino que atentó también contra uno de los acuerdos
fundamentales logrados en la esfera del desarme, y significó un nuevo
estímulo a la carrera armamentista nuclear.
Es de hacer notar que, en el escenario de entendimiento que hasta ese
momento había logrado imponerse entre la Federación de Rusia y los Estados
Unidos, el 24 de mayo del 2002 se había firmado en Moscú el Tratado sobre
la Reducción de las Armas Estratégicas Ofensivas, SORT, según sus siglas
en inglés, que entró en vigor el primero de junio del 2003, y cuya duración fue
124 Documento de la Conferencia de Desarme, CD/1677 del 24 de junio del 2002.
95

prevista hasta el 31 de diciembre del 2012 125 . Este tratado establece que para
el año 2012, Estados Unidos y la Federación de Rusia tengan en sus
arsenales de armas estratégicas operacionales, sólo entre 1,700 y 2,200
ojivas nucleares, con una distribución entre sus diferentes componentes que
sería decidida por cada parte. En el contexto de estas negociaciones
bilaterales se habló también de negociar un tratado START III, que impondría
reducciones aún mayores de armas nucleares estratégicas para ambos
países, pero acontecimientos posteriores relacionados con el paso al actual
mundo unipolar de hegemonía norteamericana en el sistema de relaciones
internacionales, han dado al traste con esa posibilidad, como se analiza más
adelante en la investigación.
En la disertación se ha puesto énfasis en el aspecto político del tema que se
investiga, al considerar el autor que el mismo es determinante para explicar el
significado que ha tenido la carrera armamentista en el sistema de relaciones
internacionales; sin embargo, e independientemente de otros aspectos de
orden interior que se presentaron en la Unión Soviética, y que no son objeto
de examen en esta tesis, no puede obviarse que las diferencias en el
desarrollo tecnológico entre la URSS y los Estados Unidos, favorables al
segundo, tuvieron una incidencia importante en el carácter de los acuerdos
logrados e influyeron considerablemente en la postura de flexibilidad, y hasta
concesiones, que se manifestaron por parte de la URSS.
Un balance de lo señalado en el marco de las negociaciones bilaterales podría
parecer favorable en el camino hacia la promoción del desarme y la paz; pero
es necesario apuntar que Estados Unidos no ha actuado con la voluntad
requerida y, por el contrario, ha seguido dando pasos que atentan contra la
125
Putin.
96

eficacia de lo alcanzado. En un artículo del Director de la Oficina de
Negociaciones Estratégicas del Departamento de Estado de los Estados
Unidos, Richard A. Davis, se hace una valoración del acuerdo SORT:
el tratado de Moscú no es simplemente un nuevo tratado, sino una nueva clase
de tratado. Al reflejar la confianza y cooperación mutuas en la nueva relación
estratégica estadounidense-rusa, el tratado de Moscú permite un alto grado de
flexibilidad para que cada parte encare contingencias futuras imprevistas 126 .
habían desaparecido la Unión Soviética y el Pacto de Varsovia; y cuando los
propios voceros norteamericanos y sus aliados, habían reconocido que ya no
onocer poco tiempo después, cinco
meses antes de que Estados Unidos decidiera abandonar sus compromisos
con el Tratado ABM, en enero del 2002, ese país completó el llamado
Nuclear Posture Review
siglas en inglés, cuyo contenido se mantuvo en secreto hasta que se filtró a la
prensa en marzo de ese mismo año. En ese documento quedaba clara la
decisión de Estados Unidos dirigida a ampliar el papel de sus armas
entonces; a la vez que se reconocía el verdadero carácter agresivo de las
armas nucleares norteamericanas, e incluso, la posibilidad de utilizarlas en
diferentes circunstancias, aún contra países no poseedores de esas armas.
Según se planteó en la NPR, las armas nucleares desempeñan un papel
; y
ofrecen una opción militar creíble para disuadir una amplia gama de amenazas, incluidas
armas de destru. En relación con
126
Davis, Richard A: Reducciones de las Armas Nucleares Ofensivas.
www.usinfo.state.gov/journals.
97

los sistemas de defensa antimisil, el documento señala comienzan a surgir
como sistemas que pueden tener un efecto sobre los cálculos estratégicos y operacionales de
adversarios potenciales. Ellos son capaces ahora de asegurar una defensa activa contra
amenazas de corto a mediano alcance.
fabricación de armas nucleares cada vez más sofisticadas, como respuesta a
los acuerdos bilaterales de desarme que se habían logrado hasta el momento;
una infraestructura de armas nucleares moderna y capaz es
indispensable, especialmente cuando se reduce el tamaño de los arsenales nucleares en
operación 127
En opinión del autor en la Revisión de la Postura Nuclear está la explicación,
por lo menos en parte, de la decisión del gobierno norteamericano de retirarse
del acuerdo ABM; de comenzar el despliegue de un sistema de defensa
antimisil; y de perfeccionar sus armas nucleares, independientemente del
tamaño de sus arsenales. Todo esto, por otro lado, pone en duda la eficacia
de lo logrado en las negociaciones bilaterales entre los Estados Unidos y la
Federación de Rusia; a la vez que el gobierno norteamericano mantiene su
férrea oposición al inicio de negociaciones multilaterales de desarme nuclear
por parte de la Conferencia de Desarme.
El Centro de Información para la Defensa de los Estados Unidos ha estimado
que el costo total de un sistema de defensa antimisil podría alcanzar la cifra
de 200 mil millones de dólares 128 ; sin embargo, el costo real estimado por los
especialistas es muy superior debido a las complejidades técnicas del
sistema, y se considera que sobrepasa el millón de millones de dólares. La
peligrosidad de esta realidad, además, se acrecienta porque es sustentada en
127
Nuclear Posture Review, www.globalsecurity.org.
128
Moore, Michel: Stupid White Men. W11 Editores LTDA. Brasil, 2003.
98

medio de doctrinas que desconocen los principios generalmente reconocidos
del Derecho Internacional, que rigen el sistema de relaciones internacionales.
En ese sentido, coincido con Newton Carlos en que a los Estados Unidos no
les preocupa mucho los intereses colectivos; y sólo les importan sus intereses
nacionales. Precisamente por ello, asumen claramente su condición de única
superpotencia en el actual sistema de relaciones internacionales y no dudan
en proclamar que usarán sus armas incluso ante una mera suposición de
amenaza. 129
Eso es, precisamente, lo que se pretende con la NPR, la cual encontró desde
el inicio un rechazo amplio. Es de hacer notar al respecto, por su importancia y
claridad, lo que dijo la Organización Internacional de Médicos por la
Prevención de una Guerra Nuclear, en un documento que sus copresidentes
firmaron el 13 de marzo del 2002:
objeciones a la política nuclear de Estados Unidos como está articulada en la
NPR tiene un elevado sentido de urgencia dada la expansión de las actividades
militares de Estados Unidos alrededor del mundo, el enorme incremento de los
gastos militares que no pueden justificarse con ninguna preocupación legítima
en materia de terrorismo, y una tendencia perturbadora hacia la adopción de
decisiones unilaterales. En lugar de liderar el camino hacia un mundo en el que
la seguridad común esté garantizada, tanto como sea posible, por las normas y
la estructura del derecho internacional y por políticas que apunten y alivien las
causas de los conflictos, los Estados Unidos están poniendo en peligro no sólo
las vidas de los americanos, sino también las vidas de personas en todo el
mundo que, a menos que esta política sea revertida, tendrán que continuar
viviendo bajo la sombra de las armas de destrucción en masa por
130
En este mismo contexto, algunos pasos se daban en la esfera de las armas
químicas incluido, aquí sí, el órgano multilateral de negociaciones sobre
desarme. El primero de junio de 1990, la Unión Soviética y los Estados Unidos
129
Carlos, Newton: Bush e a Doutrina das Guerras Sem Fim. Editora Revan, Rio de Janeiro, 2002
130
International Physicians for the Prevention of Nuclear War (IPPNW): Letter from the Co-Presidents.
www.wagingpeace.org
99

llegaron a un acuerdo sobre la destrucción y la no producción de armas
químicas; así como sobre las medidas para facilitar el logro de una
convención multilateral para prohibir esas armas, que fue circulado en la
Conferencia de Desarme. 131 En virtud de ese acuerdo, ambos países se
comprometieron, entre otras cosas, a cooperar en relación con los métodos y
las tecnologías para la destrucción segura y eficiente de las armas químicas, a
reducir sus arsenales de esas armas, a no producirlas, y a cooperar en el
tema de las inspecciones.
Al año siguiente, en medio de la agresión norteamericana a Irak, iniciada el 17
de enero de 1991, con la que Estados Unidos buscaba, en realidad,
apoderarse de importantes fuentes suministradoras de petróleo 132 ; y teniendo
como antecedente el acuerdo firmado el año anterior, el gobierno
norteamericano se comprometió a destruir sus arsenales de armas químicas y
las fábricas para producirlas, compromiso que también fue asumido por la
Unión Soviética. De esa manera, finalmente se pudo aprobar una
Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, Producción, Almacenamiento
y Uso de Armas Químicas y sobre su Destrucción que se abrió a la firma en
el 13 de enero de 1993 en París, y entró en vigor en 1997. 133
También resulta de interés destacar como parte de este nuevo escenario, lo
que ocurrió con la prohibición de los ensayos de armas nucleares. A pesar del
acuerdo de prohibición parcial de esos ensayos, que se había firmado en
1963, los Estados poseedores de armas nucleares continuaron efectuándolos
de manera subterránea. En 1985, la Unión Soviética decidió unilateralmente
131 Conferencia de Desarme, Documento CD/1000.
132
tropas de más de 600 mil hombres de 34 países, pero en realidad, más del 70 por ciento de ellos eran
norteamericanos.
133 Organización para la Prohibición de las Armas Qumicas (OPCW):
100

declarar una moratoria en la realización de todo tipo de explosiones nucleares,
e invitó a Estados Unidos a hacer lo mismo, pero ese país no aceptó. Los
soviéticos mantuvieron su moratoria durante 18 meses; y posteriormente, en
1991, volvieron a declarar otra moratoria, que en esa ocasión sí fue seguida
por Estados Unidos.
Sin embargo, las negociaciones multilaterales sobre el tema permanecían
estancadas. Durante la década de 1980, tampoco fue posible para el órgano
de negociaciones multilaterales, abordar la prohibición de los ensayos
nucleares con un mínimo de seriedad. No obstante, las moratorias sucesivas
en la realización de ensayos nucleares que tuvieron lugar a partir de 1991, a
las que se sumaron otros países poseedores de armas nucleares; así como
las presiones de la comunidad internacional, incluidos los países no alineados,
a favor de la prohibición de los ensayos de armas nucleares, crearon un clima
favorable para que el tema ganara impulso, y finalmente, la Asamblea General
Tratado de Prohibición Completa de
Ensayos de Armas Nucleares
1996; pero que no ha entrado en vigor debido a que varios de los Estados
cuya ratificación es necesaria para que el tratado entre en vigor, incluido
Estados Unidos, no lo han hecho. 134
Estos acontecimientos propiciaron que la prensa occidental diera gran
paso a la tan ansiada paz, a la cooperación entre las naciones, y a la
estabilidad en todo el mundo. Lo que ocurrió fue todo lo contrario. El Ministro
134 El tratado tiene un anexo con el listado de 44 países, cuya ratificación es necesaria para su entrada
en vigor: Argelia, Argentina, Australia, Austria, Bangladesh, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Chile,
República Popular China, Colombia, República Popular Democrática de Corea, República Democrática
del Congo, Egipto, Finlandia, Francia, Alemania, Hungría, India, Indonesia, República Islámica de Irán,
Israel, Italia, Japón, México, Países Bajos, Noruega, Pakistán, Perú, Polonia, Rumania, República de
Corea, Federación de Rusia, Eslovaquia, Sudáfrica, España, Suecia, Suiza, Turquía, Ucrania, Reino
Unido, Estados Unidos y Viet Nam. Comprehensive Nuclear Test Ban Treaty (CTBT),
http://disarmament.un.org/treatystatus.nsf
101

de Relaciones Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, resumió esta
situación en su discurso ante el 55 período ordinario de sesiones de la
Asamblea General de las Naciones Unidas:
o de un mundo unipolar, en el que una sola superpotencia
mantiene la capacidad militar de dominar la escena internacional, lejos de
haber significado mayor seguridad para nuestros pueblos ha instaurado una
etapa en la que prevalece el hegemonismo de esa única superpotencia, el
intervensionismo directo o encubierto bajo el manto de acciones
multilaterales, la inseguridad para los países pequeños, el egoísmo como
norma de conducta en las relaciones internacionales; y el intento de
desconocer los principios de la igualdad entre los Estados, la soberanía
nacional, la autodeterminación, la no intervención, la no amenaza ni el uso de
la fuerza y la solución de controversias por medios pacíficos, principios que
han constituido el fundamento de existencia de las Nac 135 .
Es importante tener en cuenta que concluida la Segunda Guerra Mundial, con
el surgimiento de la comunidad de países socialistas europeos, el proceso de
descolonización se aceleró en todo el mundo, y nuevos países alcanzaron su
independencia y pasaron a formar parte de la Organización de las Naciones
Unidas. En 1961 se fundó en Belgrado, como se señaló anteriormente, el
Movimiento de los Países No Alineados, como una importante agrupación de
Estados que hicieron de la lucha por el desarme, el desarrollo económico y
social, la paz y la seguridad internacional, un importante objetivo de su
quehacer en todos los foros internacionales 136 .
Por otro lado, luego de las sucesivas espirales armamentistas a las cuales se
hizo referencia anteriormente en esta investigación; y en particular, a partir de
la década de 1970, en que la Unión Soviética logró alcanzar una paridad
militar aproximada con los Estados Unidos, se conformó en el mundo un
ordenamiento político-militar que se basaba en el equilibrio logrado entre esas
135
Perez Roque, F: Discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Documento
A/55/PV.16, 2001
136
El Movimiento de Países No Alineados cuenta actualmente con 118 países miembros; celebró su
última Conferencia Cumbre en septiembre del 2006 en La Habana, por lo que Cuba lo preside hasta el
año 2009.
102

dos potencias nucleares, y en el convencimiento de que ambas habían
acumulado una enorme cantidad de armas de destrucción en masa, nucleares
y de otros tipos, que no sólo aseguraba su destrucción mutua sino que era
capaz también de hacer desaparecer la vida de la faz de la tierra y toda la
obra de la civilización. Esa destrucción mutua asegurada, MAD según sus
siglas en inglés, que también dio lugar al surgimiento del calificativo popular
aseguró una paz que, aunque precaria, evitó una
los Estados Unidos; y posibilitó la llamada década de la distensión, en los
años setenta del pasado siglo; y con ella, el logro de importantes acuerdos de
desarme y el triunfo de varios Movimientos de Liberación Nacional en
diferentes países del mundo.
El mundo bipolar de la llamada época de la guerra fría no estuvo exento de
tensiones y enfrentamientos; pero el multilateralismo funcionaba mejor dentro
del sistema de relaciones internacionales existente, y junto con el poderío
militar de la URSS, la Carta de las Naciones Unidas y los principios del
Derecho Internacional, aunque muchas veces violados y desconocidos por
Estados Unidos, eran un valladar para las aspiraciones hegemónicas de ese
país. Ahora la situación se tornaba diferente.
Lo que ha acontecido en el sistema de relaciones internacionales, incluso
desde que aparecieron las primeras señales de desintegración de la URSS, lo
demuestra. En enero de 1991, el gobierno norteamericano invadió Irak, donde
utilizó modernas y sofisticadas armas que causaron enorme destrucción y
muerte en ese país; utilizó el territorio iraquí como polígono de ensayos para
sus nuevos tipos de armamentos; y desconoció a las Naciones Unidas,
aprovechando la nueva situación político-militar que se conformaba en el
sistema de relaciones internacionales.
103

En abril de 1999, Estados Unidos lideró una nueva agresión, esta vez contra
la República Federativa de Yugoslavia, que incluyó ataques aéreos masivos
durante 79 días consecutivos, los cuales causaron enormes daños materiales
al país y cuantiosas pérdidas de vidas humanas. Una vez más, el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas fue desconocido y las Naciones Unidas
manipuladas. En una reunión que el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas sostuvo para analizar el tema, el Embajador de Cuba ante la ONU,
Bruno Rodríguez Parrilla, señaló:
personas de medios de sustento, de calefacción, agua potable y servicios
médicos, los ataques deliberados y cotidianos a blancos no militares donde se
conocía se encontraban civiles, y el uso de armas internacionalmente
prohibidas como las bombas recubiertas con uranio y las de racimo (cluster), o
el empleo indiscriminado de las bombas sísmicas en áreas urbanas y de las de
grafito contra las redes eléctricas que paralizan todos los servicios vitales, no
pueden calificarse de otra manera. Esos actos son violatorios de los Convenios
de Ginebra, del Derecho Internacional Humanitario y de las Prácticas y
137
En octubre del 2001, el gobierno norteamericano lanzó una nueva agresión,
ahora contra Afganistán, con el pretexto de apresar a los responsables de los
ataques terroristas ocurridos el 11 de septiembre de ese mismo año en las
ciudades de New York y Washington. Pero casi inmediatamente después, en
marzo del 2003, cuando apenas habían transcurrido 17 meses de la invasión
a Afganistán; Estados Unidos lanzó otra agresión contra Irak, con el pretexto
de buscar armas de destrucción en masa que en realidad no existían, por lo
que nadie las encontró y nunca aparecieron. 138
Según ha señalado Immanuel Wallerstein, toda fuerza hegemónica pretende
hablar en nombre de la universalidad; y en opinión del autor de esta tesis,
137
Rodríguez Parrila, B: Discurso ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Sesión 4011
del Consejo de Seguridad. 10 de junio de 1999
138
Según reportó la prensa de la época, el propio Presidente norteamericano aseguró la existencia de
armas de destrucción en masa en Irak, afirmación que no pudo sustentar ni demostrar, y que le valió
considerables críticas en todo el mundo.
104

Estados Unidos no sólo ha pretendido hablar en nombre de la universalidad,
sino que ha actuado con un claro comportamiento hegemónico en el actual
sistema de relaciones internacionales, desde que quedó como única
superpotencia, después de la desintegración de la URSS, en 1991. 139
El objetivo del gobierno norteamericano con la invasión a Irak en 1991 fue
apoderarse de los yacimientos petrolíferos de la región y asegurar sus fuentes
de abastecimiento. Los ataques contra Yugoslavia sirvieron para pretender
Internacional. La invasión a Afganistán, con la que se pretendió combatir el
terrorismo con acciones terroristas, sirvió para hacer abortar una posible
cooperación internacional en esa esfera. La invasión y ocupación de Irak
desde el 2003, fue la manifestación militar más reciente de la hegemonía
norteamericana. Todas esas agresiones juntas, fueron utilizadas para probar
nuevos y sofisticados medios de guerra.
Emir Sader resumió parte de esta situación de manera precisa y elocuente:
poderío
norteamericano, haciendo que los Estados Unidos pasaran a tener la posibilidad
de intervenir prácticamente donde quisieran, con la proliferación de
intervenciones: la invasión de Panamá en 1989, la guerra del Golfo en 1991, la
intervención en Somalia en 1992, seguidas por las intervenciones en Haití,
Bosnia y Kosovo, valiéndose de nuevas tecnologías militares y de
comunicación, que marcaron un salto cualitativo de su capacidad de acción
140
El autor de esta disertación considera que esa es la expresión de la
hegemonía de Estados Unidos en el actual sistema de relaciones
internacionales, que pretende imponerse a todo el mundo al amparo de un
139 Wallerstein, Immanuel: El Universalismo Europeo. Editorial Boitempo. Brasil, 2007
140 Sader, Emir: La Venganza de la Historia, Hegemonía y Contra-Hegemonía en la Construcción de un
Nuevo Mundo Posible. CLACSO-Libros, 2004. p. 36
105

enorme poderío militar, económico, tecnológico y mediático. Es el
comportamiento de la única superpotencia mundial, que se arroga el derecho
de atacar a cualquier país, en cualquier lugar del mundo, sólo porque no esté
dispuesto a aceptar su hegemonía. Es la proclamación de un supuesto
derecho de lanzar ataques preventivos contra cualquier país que el gobierno
norteamericano considere que es una amenaza para sus intereses. Es, en fin,
la doctrina de la imposición de la fuerza, cuando no existe una Unión Soviética
que sirva de contrapartida a sus planes de dominio mundial. Es la doctrina del
unilateralismo y de la manipulación y el desconocimiento a las Naciones
Unidas.
Esa postura hegemónica fue claramente plasmada en un artículo del
negociador de control de armas del Departamento de Estado norteamericano,
Kerry M. Kartchner. Al comparar la situación del momento con el período de la
seguridad, incluidos tanto los desafíos como las oportunidades, no se parecen
en nada a las del pasado. La capacidad estratégica rusa acusa los efectos de
diez años de decadencia y las formidables fuerzas armadas soviéticas se han
deteriorado gravemente en todas las categorías. Por primera vez en
cincuenta años es difícil imaginar una situación en la que nuestras relaciones
con Rusia pudieran deteriorarse hasta llegar a un conflicto armado. De hecho,
los antiguos miembros del Pacto de Varsovia son ahora miembros de la
OTAN, Rusia participa en las operaciones de mantenimiento de la paz en los
Balcanes y es miembro del Programa de Asociación para la Paz de la
141
El autor de esta tesis considera que ese posicionamiento de la superpotencia
hegemónica que señala Kartchner; y que implica un marcado comportamiento
hegemónico, puede conducir al mundo a una guerra de consecuencias
impredecibles. Esas posiciones de gendarme mundial y esas aspiraciones de
dominio global, a contrapelo de los intereses del sistema de relaciones
141
Kartchner, Kerry M: Defensa contra misiles y Nuevos Métodos de Disuasión.
http//usinfo.state.gov/journals
106

internacionales y en flagrante violación de la Carta de las Naciones Unidas y
del Derecho Internacional, son también las que explican, precisamente, que
los gastos militares de Estados Unidos continúen siendo enormes y sigan
creciendo, en comparación con los gastos de los demás países del mundo, a
pesar de que ya no existe la Unión Soviética; a pesar de que se han reducido
los arsenales de armas nucleares estratégicas; y a pesar de que dejó de
existir el Pacto de Varsovia 142 .
En este contexto, son muy peligrosos los enfoques de algunos ideólogos de
esa política, como la superficialidad que pone de manifiesto Samuel P.
Huntington, de la Universidad de Harvard, cuando considera que Occidente,
en la cima de su poder, tiene que enfrentar un no Occidente que desea formar
el mundo a la manera no occidental, para lo que cuenta con voluntad y
recursos suficientes. 143 Ese posicionamiento político-filosófico, que pretende
justificar las nuevas doctrinas de Estados Unidos y su desarrollo
armamentista, cuando ya han desaparecido los pretextos utilizados durante la
guerra fría, distorsiona la realidad y estimula la confrontación, sobre todo
cuando es recibido y diseminado por las grandes transnacionales de la
información.
3.2.- Surgimiento de nuevos tipos de armas cada vez más sofisticadas.
Un despacho de ARGENPRESS publicado on line, hace referencia a una
propuesta de dos ex Secretarios de Defensa de los Estados Unidos, dirigida a
la instalación de ojivas no nucleares contra objetivos independientes en
misiles estratégicos norteamericanos, sobre todo los lanzados desde
submarinos, con el objetivo de eliminar terroristas pues, según ellos, ese
142 Ver Anexo III.
143 Ver CHomsky, Noam y Dietriech, Heinz: La Sociedad Global. Casa Editora Abril, Cuba, 1997
107

método sería más efectivo que hacerlo mediante misiles de crucero o bombas
lanzadas desde aviones. Según el despacho, la idea gustó tanto, que el
congreso norteamericano comenzó a debatir sobre la asignación de recursos
para dichas ojivas.
Sin embargo, en opinión del autor, lo que se busca con esa iniciativa es
afianzar la capacidad para un primer golpe nuclear. En el propio despacho se
plantea la opinión de especialistas rusos, a quienes preocupa la posibilidad de
que esas ojivas puedan ser utilizadas para disimular la carga nuclear que
llevarían esos misiles:
es capaz de discriminar si las
ojivas en vuelo son nucleares o convencionales... las ojivas contra objetivos
independientes son costosas y por esta razón simplemente no pueden llevar
¨incomodidad¨ de las ojivas no nucleares estriba en
que son susceptibles del control sobre los armamentos estratégicos ofensivos.
Estados Unidos podría anunciar que en una determinada cantidad de sus
submarinos atómicos están instalados misiles con ojivas convencionales, sin
que sea posible comprobar si es así en realidad. Rusia no tendría ninguna
seguridad de que hacia el 31 de diciembre del 2012, fecha en que las partes
contratantes deben tener cada 1,700 - 2,200 cabezas nucleares operacionales,
Estados Unidos realmente disponga de la cantidad estipulada de tales ojivas y
no esconda en misiles decenas o centenares de otras camufladas como no
nucleares 144 .
En consecuencia, el problema no es sólo que este pueda ser otro artificio del
gobierno de Estados Unidos, como los que utilizó en plena guerra fría, para
asegurar su superioridad militar y violar los acuerdos alcanzados; el problema,
además, es que con esta maniobra del gobierno norteamericano, Estados
Unidos podría estarse dotando de un armamento con capacidad para un
primer golpe nuclear, cuya utilización desataría una reacción en cadena de
imprevisibles consecuencias. Baste señalar al respecto el mensaje anual del
144 Argenpress: ¿Para qué necesita el Pentágono ojivas nucleares?, www.argenpress.info
108

Presidente de la Federación de Rusia a la Asamblea Federal de ese país,
citado en el mismo despacho, y en el que en relación con estos temas señaló:
de las potencias nucleares, incluyendo un golpe de represalia a gran escala con
145
A juicio del autor, esta es otra demostración de que persisten en Estados
Unidos fuerzas políticas importantes e influyentes, que renuncian solo en el
discurso político a la carrera armamentista; y sustentan un comportamiento en
el gobierno de ese país con posturas hegemónicas a escala global. De ahí el
permanente incremento de los gastos militares en ese país.
En 1990, cuando todavía existía la Unión Soviética, los gastos militares
mundiales ascendían a poco más de un millón de millones de dólares; y
Estados Unidos y la Unión Soviética eran responsables por más de la mitad
de esos gastos. Hubo un período en la década de 1990, en que los gastos
militares se redujeron por algunos años. En 1995, por ejemplo, los gastos
militares mundiales eran cercanos a los 770 mil millones de dólares; pero ya
en el año 1998 comienza a verse un notable incremento de los mismos, con
Estados Unidos a la cabeza. En el año 2000, esos gastos se calculaban en
alrededor de 785 mil millones de dólares; y en el año 2005 sobrepasaron
nuevamente la cifra del millón de millones de dólares, alcanzando niveles
comparables a los de la época de la guerra fría.
En una investigación realizada por el Instituto de Estocolmo de
Investigaciones para la Paz, se lee:
145 Ibidem.
-98, los gastos
principales tuvieron lugar en Rusia y los antiguos miembros del Pacto de
109

Varsovia. En 1998 los gastos militares de Rusia y las antiguas repúblicas
soviéticas habían caído al 6 por ciento del que tenía la Unión Soviética en
1989 a
146
De manera que la caída que se reflejó en los gastos militares mundiales en la
primera mitad de la década de 1990; estuvo determinada, principalmente, por
la reducción de los gastos militares de los antiguos integrantes de la URSS y
sus ex aliados en el Pacto de Varsovia. En el caso de los Estados Unidos y
sus aliados en la OTAN, la reducción fue mucho menos significativa. 147
Es de hacer notar, por su importancia en la promoción de la carrera
armamentista, y el significado de esta en el sistema de relaciones
internacionales, que en el año 2006 Estados Unidos fue responsable por más
del 46 por ciento de los gastos militares mundiales. Esos gastos alcanzaron
ese año los 1,2 millones de millones de dólares, cifra similar a la del período
de la guerra fría; y los 15 países que más gastaron fueron responsables por el
83 por ciento de esos gastos. El per cápita mundial, que en el 2005 había sido
de 173 dólares, subió a 184. 148 En el año 2006, Estados Unidos invertía en
gastos militares 15 veces más que la Federación de Rusia; y 2,18 veces más
que sus cinco más cercanos seguidores, varios de ellos aliados en la OTAN.
La literatura y la prensa occidentales han tratado de explicar ese fenómeno,
así como la creciente sofisticación de la producción armamentista en los
Estados Unidos, a partir de los ataques terroristas del 11 de septiembre del
2001 en New York y Washington, que por su dimensión e impacto ocuparon
los primeros espacios en todos los medios de prensa y causaron una enorme
ola de condena en todo el mundo; pero un análisis detenido de los
acontecimientos ocurridos por esos años en materia de doctrinas militares,
146
SIPRI, Anuario Estadístico, 2006, p. 286
147
Ver Anexo IV
148
Ver SIPRI, Anuario Estadístico, 2007.
110

demuestra que esos ataques fueron utilizados como pretexto por el gobierno
de Estados Unidos para tratar de justificar sus crecientes gastos militares;
para perfeccionar e implementar sus doctrinas de dominación mundial y sus
armamentos; y para emprender las acciones militares que ha emprendido
contra Afganistán e Irak. 149
Desde principios de la década de 1990, apenas desaparecida la Unión
Soviética, y a pesar de las negociaciones bilaterales de desarme que se
sostenían, el gobierno norteamericano se dio cuenta de que se había
producido un cambio significativo en el equilibrio de poder y en la correlación
mundial de fuerza, por lo que dio una nueva dimensión a sus planes de
dominación. Un artículo de Peter Phillips arroja luz sobre el tema:
Lewis Libby y Paul Wolfowitz en la preparación del informe Guía de
Planificación de la Defensa, que abogó por la dominación militar
estadounidense alrededor del globo para establecer un ¨nuevo ordenEl
informe llamó a incrementar la superioridad militar norteamericana y
prevenir que se levanten nuevos rivales para desafiarnos en el estatus del
150
En efecto, en marzo de 1992 se filtró a la prensa un documento confidencial
Defense Planning Guidance-1999, algunas de
cuyas partes fueron publicadas y tuvieron amplia difusión; y que dejó claro
cual era el objetivo principal del gobierno norteamericano para el período de
post-guerra fría que recién se iniciaba:
una amenaza como la que representaba la antigua Unión Soviéti 151
Para eso, la nueva potencia hegemónica daba a conocer cual sería su postura
149
Ver Tenet, George: At the Center of the Storm. My Years at the CIA. HarperCollins, 2007.
150
Phillips, Peter: ¿Es buena idea que Estados Unidos Domine Militarmente el Mundo?. Diario Granma,
1 de marzo del 2006
151
Publicado en The New York Times el 8 de marzo de 1992.
111

en los diferentes escenarios regionales:
evitar que cualquier potencia hostil domine una región cuyos recursos sean
suficientes, bajo su control, para generar un poder global. Estas regiones
incluyen Europa Occidental, el Este de Asia, el territorio de la antigua Unión
152
En el documento quedó establecido que todo lo que no fuera del agrado de
Estados Unidos estaba errado, por lo que el gobierno de ese país actuaría en
consecuencia:
la responsabilidad de arreglar todo lo que esté mal, mantendremos la
responsabilidad primordial de identificar de manera selectiva todo lo que amenace
no sólo nuestros intereses, sino también los de nuestros aliados o amigos, o que
153
En relación con las posibilidades futuras de recuperación de la antigua Unión
Soviética, el documento era claro en la evaluación del Pentágono y no dejaba
dudas sobre sus aspiraciones y planes a largo plazo:
ro en la
antigua Unión Soviética adopte una estrategia dirigida a recobrar el imperio
perdido o de alguna otra forma amenace intereses globales, la pérdida de los
aliados en el Pacto de Varsovia y la consecuente y continua disolución de la
capacidad militar hará que cualquier expectativa de éxito requiera de varios
años de reorientación estratégica y doctrinal y regeneración y redespliegue de
fuerzas, lo que en cambio sólo podría ocurrir después de una larga
reorientación hacia un control político y económic 154
Cabe recordar que desde el año 1947, a lo largo de todo el período de guerra
otra forma, en todos los gobiernos que se sucedieron en los Estados Unidos
durante esos años. El enemigo principal y declarado era la Unión Soviética; y
la carrera armamentista era el instrumento que garantizaba el poderío militar
suficiente para alcanzar la superioridad sobre ese enemigo.
152 Ibidem
153 Ibidem.
154 Ibidem.
112

Con la desaparición de la URSS en 1991, sin embargo, se presentaba una
situación cualitativamente diferente. Estados Unidos quedaba como única
superpotencia en el plano militar; y la prioridad era ahora mantener esa
condición de actor hegemónico, por lo que se imponía elaborar una nueva
estrategia de seguridad, más abarcadora y que contemplara otras posibles
amenazas. 155
La producción, investigación y el desarrollo en materia de armamentos, seguía
desempeñando el papel para el que había sido concebido. Se requería de
nuevos, poderosos y sofisticados medios de guerra; y desde el principio
quedó claro que el Complejo Militar Industrial accionaba sus tentáculos, como
lo pone de manifiesto Phillips, quien recuerda también en el artículo
mencionado anteriormente, que ya desde finales del gobierno de William
Clinton, se había creado en los Estados Unidos el Proyecto para una Nueva
Centuria Americana (PNAC); y que entre sus fundadores:
hubo ocho personas vinculadas al contratista de defensa número uno, la
Lockheed-Martin, y otras siete asociadas al contratista de defensa número tres,
Northrop Grumman. De los 25 fundadores del PNAC, 12 fueron designados más tarde
156
El Proyecto para una Nueva Centuria Americana fue firmado el 3 de junio de
1997, durante el segundo mandato de William Clinton en los Estados Unidos,
y sus autores no escondieron la nostalgia por el incremento armamentista de
la época de Ronald Reagan:.
Parece que hemos olvidado los elementos esenciales de los éxitos de la
Administración Reagan: fuerzas militares fuertes y listas para enfrentar los
desafíos presentes y futuros; una política externa que promueva claramente
los principios americanos en el exterior; y un liderazgo nacional que acepte
las responsabilidades globales de los Estados Unidos. 157
155
Ver Huntington, Samuel: A Mudanza nos intereses estrategicos americanos. Politica Externa, Paz e
Terra, Sao Paulo, Junio 1992
156
Phillips, Obra citada, 2006.
157
Project for the New American Century (PNAC), www.newamericancentury.org
113

A continuación, ofrecen el procedimiento de lo que debe hacerse para
garantizar esos objetivos:
necesitamos incrementar los gastos de defensa de manera significativa
si queremos llevar adelante nuestras actuales responsabilidades y
modernizar nuestras fuerzas armadas para el futuro
necesitamos fortalecer los nexos con nuestros aliados democráticos y
desafiar a los regímenes que sean hostiles a nuestros intereses y
valores
necesitamos promover en el exterior la causa de la libertad política y
principal en la preservación y extensión de un orden internacional afín a
nuestra seguridad, prosperidad y principios
Esa política reaganista de fortaleza militar y claridad moral puede que no
esté de moda hoy; pero es necesaria si los Estados Unidos quieren
continuar los éxitos del pasado siglo y afianzar nuestra seguridad y
158
En opinión del autor, esto demuestra que mucho antes de los ataques
terroristas del 11 de septiembre del 2001; y en particular, después del
desmembramiento de la Unión Soviética, cuando Estados Unidos emergía
como potencia hegemónica en el sistema de relaciones internacionales, en
ese país se hicieron cálculos y se adoptaron medidas para garantizar la
posibilidad de desarrollar varias guerras simultáneas en diferentes escenarios,
y de diferentes intensidades; y el gobierno norteamericano se arrogó y
proclamó el derecho de actuar como gendarme mundial en cualquier lugar del
planeta. Los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 fueron el
pretexto que se utilizó para tratar de justificar y dar validez a ese
comportamiento.
Toda esa política agresiva ha sido acompañada sobre el terreno con acciones
concretas en contra de la independencia, soberanía e integridad territorial de
otros países. Se han proclamado posturas políticas que han desconocido la
158 Ibidem.
114

elevancia en el plano político internacional de conceptos tales como
; y de principios tales como
, ; y el
gobierno norteamericano ha incrementado su comportamiento agresivo a
escala mundial, aprovechando su condición de única superpotencia.
Es en este contexto que, sin tener que enfrentar un poderío militar como el
que tenía la Unión Soviética, el gobierno norteamericano expuso su Estrategia
de Seguridad Nacional del 2002; así como su más reciente edición, firmada
por el presidente Bush el 16 de marzo del 2006, en las que la lucha contra el
terrorismo pasa a ser el eje central y el pretexto para su política armamentista
y sus acciones agresivas contra otros Estados. Como ha señalado Boris Pérez
Abin:
istración Bush, en sus dos
versiones de 2002 y 2006, son los documentos doctrinales para la proyección
de la política exterior de Estados Unidos en las relaciones internacionales. En
ambos se expone la necesidad de lanzar ataques preventivos, con el pretexto
de combatir el terrorismo, contra aquellos que tengan la capacidad para
convertirse en una amenaza en el futuro, preponderándose así el papel de
instrumento militar en la ejecución de la política exterior, y con ello el incremento
y desarrollo de las fu 159
Es evidente la continuidad de esa línea de pensamiento de gendarme
mundial, como potencia hegemónica actual, para imponer el comportamiento
político que deben asumir los demás gobiernos; y que en su esencia
Estados
Unidos cuando lo considere necesario. Si bien el pretexto de
el terrorismo es ahora el eje central de esa política; se han creado nuevos
tales como el narcotráfico, las migraciones, la falta de
democracia, el populismo, y la narcoguerrilla, entre otros.
159 Pérez Abin, Boris: Las Estratregias de Seguridad Nacional en la Administración de George W. Bush:
La Validación del Poder Militar como Instrumento Fundamental de Política Exterior. ISRI. La Habana,
2007, p. 7
115

Con el amparo de un formidable poderío militar; y con sus armas emplazadas
en submarinos y bombarderos de posiciones avanzadas en sus bases
militares en otros países, incluidos sus aliados en la OTAN, con cuya
capacidad militar también cuenta; el gobierno norteamericano ha decidido
emprender una cruzada contra todo el que se le oponga. Esto trata de ser
justificado, en parte, con las apreciaciones de la Agencia Central de
Inteligencia, que ha previsto para los próximos catorce años el desarrollo de
programas de armas nucleares, químicas y biológicas en varios países; así
como el desarrollo y la mejoría de los arsenales ya existentes. 160
Podría argumentarse que esta es una política coyuntural y transitoria, que
cesará cuando cumpla determinados objetivos puntuales en ciertos países
para los cuales ha sido diseñada; pero sucede que, paralelamente, el
gobierno de Estados Unidos ha comenzado a cuestionar y a restar validez a
algunos de los principales acuerdos de desarme logrados en el proceso de
negociaciones bilaterales, incluso los que sostuvo con la Unión Soviética. El
gobierno norteamericano, por ejemplo, no ha ratificado el tratado de
prohibición completa de los ensayos de armas nucleares, con lo que no sólo
pone en tela de juicio su compromiso de respetar el acuerdo, sino que deja al
desnudo sus verdaderas intenciones.
Por otro lado, en junio del 2002, Estados Unidos se retiró del tratado de
defensa antimisil, que ha sido considerado un instrumento clave para
desestimular la carrera armamentista y para una mayor seguridad y
estabilidad en el mundo; pero lo que es aún más grave y preocupante, es que
vinculado con su rechazo al tratado de defensa antimisil, el gobierno de
160 CIA: O Relatorio da CIA. Cómo será o Mundo em 2020?, Ediouro Publicaciones, LTDA: 2006
116

George W. Bush decidió comenzar a desplegar lo que calificó como un
limitado sistema nacional de defensa antimisiles, que no sólo se aparta de los
compromisos asumidos anteriormente, sino que constituye un estímulo para
nuevas espirales armamentistas, y puede echar por tierra los limitados
avances que se han logrado en la materia. 161
espacio, y la utilización de sensores espaciales capaces de detectar
tempranamente un ataque con misiles, así como el desarrollo de un sistema
desprende de su propia concepción, es un incentivo para que quien lo posea
se sienta tentado a dar el primer golpe nuclear; y no deja de ser sintomática la
postura favorable hacia el mismo que han adoptado algunos miembros de la
OTAN, así como el fuerte rechazo que ha generado por parte de los gobiernos
de la Federación de Rusia y la República Popular China.
En un despacho noticioso desde la ciudad de Ginebra, Rusia quiere
prohibir armas espaciales. En colaboración con Pequín, Moscú presenta
propuesta para intentar contener poder militar de los Estados Unidos en el
, se arroja luz sobre el tema:
En un encuentro ayer en la sede de la ONU en Ginebra, el Ministro de
Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, hizo una alerta sobre la utilización
militar del espacio, que puede llevar a una nueva guerra fría y a una carrera
armamentista.
161 La Directiva Presidencial de Seguridad Nacional No. 23, firmada por el Presidente Bush el 16 de
diciembre del 2002, delineó un plan dirigido al despliegue de un sistema de defensa antimisil para el año
2004. El gobierno de Estados Unidos invitó a algunos gobiernos europeos, incluidos los del Reino Unido,
Dinamarca y Polonia a participar en el proyecto, y a poner algunas de sus instalaciones en función del
mismo. En el año 2004, Estados Unidos realizó algunas pruebas técnicas en relación con el mencionado
sistema que, según se reportó en su momento, no tuvieron éxito. El 24 de febrero del 2005, sin
embargo, Estados Unidos realizó con éxito su primera prueba de lanzamiento; y lo mismo ocurrió el 10
de noviembre de ese año. En febrero del 2007, Estados Unidos comenzó negociaciones formales con
Polonia y la República Checa en relación con la participación de esos países en el sistema. El gobierno
norteamericano ha seguido adelante con sus planes, a pesar del rechazo que el sistema ha encontrado
en varios países, incluida la Federación de Rusia. Ver Enciclopedia Wikipendia, 2008.
117

En una crítica velada a la Casa Blanca, Lavrov dijo que ¨instalar armas en el
espacio resultaría inevitablemente en una reacción en cadena (por parte de
otros gobiernos)¨ Para él, tal actitud causaría una espiral en la carrera
armamentista tanto en el espacio como en la tie
señales de que puede retomar sus planes de un programa de misiles
espaciales. Las actuales iniciativas americanas en el sector militar están
dejando a Rusia en estado de al
de recursos. Será que vale la pena repetir esa historia?¨, preguntó Lavrov. ¨No
vamos a olvidar que la guerra fría comenzó con la meta de preservar el
monopolio de un tip
-china.
Para Washington, la prohibición podría frenar su tentativa de garantizar la
llevar años, principalmente ante el impasse que ya dura una década en la
162
En este contexto, resulta significativo que el gobierno norteamericano haya
decidido incrementar los recursos para la investigación y el desarrollo de
nuevos programas de armamentos, que:
Estados Unidos generaciones adelante
tratados de limitación de armamentos no deben comprometer la seguridad de
los Estados Unidos
solemne (es) proteger al pueblo de los Estados Unidos y a nuestros aliados, no
proteger los acuerdos de limitación de armamentos suscritos hace casi 30
163
Esta actitud demuestra que Estados Unidos continúa desconociendo la
prioridad del desarme nuclear y niega la necesidad urgente de que las armas
nucleares sean prohibidas. Eso es lo que explica la permanente oposición que
el gobierno de ese país mantiene en la Conferencia de Desarme a que se
inicien negociaciones sobre el tema. En lugar de eso, y en línea con la última
doctrina del gobierno de George W. Bush que analizamos anteriormente en la
162
Publicado en O Estado de Sao Paulo, el 13 de febrero del 2008.
163
The White House: Revitalización de la Defensa Nacional.
www.crispexi.net/infocus/defense/index.es.html
118

investigación, ese país y sus aliados en la OTAN insisten en que se fortalezca
el régimen de no proliferación del armamento nuclear y en la necesidad de
que no surjan nuevos Estados poseedores de esos armamentos, mientras que
ellos continúan liderando el selecto club de países poseedores de esas armas.
Defienden su postura, además, con el pretexto de evitar que el armamento
nuclear caiga en manos de terroristas, con lo que pretenden desconocer que
la mejor manera de combatir el terrorismo nuclear es mediante la total
prohibición de las armas nucleares.
Estados Unidos continúa incrementando sus arsenales, ahora con armas tal
vez de menor poder devastador, pero más sofisticadas y adecuadas a su
doctrina de guerra preventiva; con el agravante de que proclaman
explícitamente la posibilidad de un primer golpe nuclear:
os Unidos de la era de la guerra fría fue
reemplazado por planes de ataque más pequeños y flexibles conocidos en su
conjunto como Planes de Operaciones 8044. Entre ellos figura el Plan del
Concepto 8022 que vislumbra el uso rápido de las fuerzas nucleares y
convencionales, de manera preventiva si es necesario, para destruir
164
Esta postura incrementa considerablemente las amenazas y los peligros para
el actual sistema de relaciones internacionales; en el que la paz y la seguridad
se ven cada vez más afectadas. Es interesante constatar al respecto lo que
escribieron el año 2006 Robert S. Norris y Hans M. Kristensen en el Bulletin of
Atomic Scientists:
está poniendo al día sus planes de ataque
nuclear para reflejar la nueva orientación presidencial y una transición en la
planificación de la guerra del burocratizado Plan de Operaciones Único
Integrado de la Guerra Fría a una familia de planes más pequeños y más
flexibles de ataque, hechos para derrotar a los adversarios de la actualidad.
El nuevo plan estratégico central de guerra es conocido como OPLAN (Plan
flexibles para reasegurar a los aliados, y disuadir y hacer desistir, y si es
164 SIPRI, Anuario Estadístico 2006, Resumen en español, p. 21
119

necesario, derrotar a los adversarios en una gama más amplia de
conceptual para el uso rápido de capacidades bélicas nucleares,
convencionales, o informativas para destruir preventivamente si es necesario
urgentes en el 165
Como parte de este comportamiento de la actual élite gobernante en los
Estados Unidos, es de hacer notar también que en la misma existe una clara
determinación a desconocer lo que se ha negociado, en su política de
superioridad y hegemonía, que es lo que explica el considerable incremento
que ha tenido el presupuesto militar norteamericano en los últimos años. Esos
enormes desembolsos se dirigen fundamentalmente a la adquisición de
nuevas tecnologías que modernicen y refuercen el poderío del arsenal militar
de Estados Unidos; y entre ellas se incluyen, entre otros, los aviones espías
no tripulados; las llamadas armas inteligentes; sofisticados aviones de
combate, incluso no tripulados; el ya mencionado despliegue de un sistema
antimisil, contrario al espíritu del tratado ABM de 1972; las llamadas mini-
bombas; el arma de grafito; la llamada bomba de racimo, utilizada desde la
agresión a Viet Nam, pero perfeccionada para las aventuras militares
actuales; el armamento de uranio empobrecido; y el arma de microondas.
La viabilidad de lo antes expuesto radica en el potencial científico y en la
capacidad tecnológica de Estados Unidos, puestos y utilizados en función de
sus aspiraciones hegemónicas; así como en su concepción de que, con la
utilización de este tipo de armamento, que podrían considerarse
para su uso, el estallido de un conflicto nuclear sería menos probable.
Coincido con Zuleide Faria de Mello, en lo peligroso que resulta el hecho de
que todo esto ocurre en medio de una enorme acumulación de capital en
165
En Chossudovsky, Michel: Los peligros de una guerra nuclear en el Medio Oriente. www.
Rebelión.org
120

manos de unas pocas empresas y personas que constituyen una élite que se
considera dotada de todos los atributos y con competencia excepcional. 166
La actualidad e importancia de este fenómeno ha sido expresada con gran
claridad por Claude Serfati:
lismo se vuelven a
nuevo programa político lanzado por la Administración Bush, marca un cambio
de escala en el militarismo del capitalismo americano y advierte: hoy más que
nunca mundialización del capital y militarismo aparecen como dos aspectos
el corazón de trayectorias tecnológicas esenciales para el modo de producción
(aeronáutica y espacio, electrónica, nuclear). En las siguientes cinco décadas,
los gastos militares de Estados Unidos, y de los otros países imperialistas, se
han mantenido a unos niveles extraordinariamente elevados, en nombre de la
amenaza que suponía la URSS. Las gigantescas sumas consagradas en este
país a la defensa consolidaron a la casta dirigente y su existencia parasitaria,
al tiempo que contribuyeron a la sangría de recursos productivos y financieros.
El hecho más destacado después de la segunda guerra mundial es el
enraizamiento del sistema militar-industrial en la economía y en la sociedad de
Estados Unidos, que no se ha debilitado con la desaparición de la URSS, sino
todo lo contrario, y aborda, en este comienzo de siglo, una nueva etapa de
167
La globalización monopolista de la industria y el capital, van de la mano con la
producción armamentista y forman parte de la estrategia de dominación del
actual gobierno norteamericano, en el sistema de relaciones internacionales.
Es de señalar al respecto que de las 25 principales empresas del mundo
productoras de armas, 15 son norteamericanas, y las 10 restantes son de
países aliados. 168
166
Faria de Mello, Zuleide: A falacia do discurso neoliberalª. Revista de Educacao, No. 100, Brasilia,
AEC.1996
167
Sserfati, Claude: Militarismo e Imperialismo: Su Actualidad en el Siglo XXI. Viento Sur, No. 88,
Septiembre del 2006. p. 74.
168 Ver Anexo V
121

3.2.- Persistencia de la obstrucción de Estados Unidos a las propuestas de
desarme en los foros internacionales.
En línea con los planes armamentistas y las doctrinas belicistas que se
exponen en el acápite anterior, el gobierno de los Estados Unidos continúa
adoptando en los foros internacionales una postura obstruccionista, contraria
a las negociaciones y a la adopción de nuevos acuerdos de desarme. Por otro
lado, la promoción del terror y el pánico entre los ciudadanos de Estados
Unidos, a través de las transnacionales de la información, también forma parte
de esa estrategia, con el objetivo de crear una mentalidad en la población
norteamericana que acepte, o cuando menos no cuestione, la irracionalidad
de la postura armamentista y agresiva que su gobierno proclama, mantiene y
promueve. Es lo que ocurre, por ejemplo, cada vez que nos acercamos a un
11 de septiembre con las noticias que se diseminan sobre Al Qaeda y con las
interna.
El periodista Bill Berkowitz hace una interesante valoración sobre la actitud y
la actividad publicitaria de los neoconservadores norteamericanos, en el
sentido de tratar de convencer al público estadounidense sobre la posibilidad
de una nueva guerra mundial. En referencias a declaraciones del ex
congresista republicano New Gingrich, plantea que:
también admitió que hablar de una inminente tercera guerra mundial es
algo que le podría dar nuevas energías a la base del gobernante Partido
Republicano y formar la opinión públicasi la guerra contra el terrorismo no
causa el suficiente miedo entre los votantes, ¿por qué no estimularlo
169 .
Una breve revisión del resultado de las votaciones de algunas de las
169
Berkowitz, Bill: Estados Unidos: Promoviendo la Tercera Guerra Mundial, noticia de la Agencia IPS
del 27 de julio del 2006
122

Resoluciones que, en materia de desarme, se presentan cada año en las
Naciones Unidas, pone de manifiesto cómo Estados Unidos no vacila en
marcar su distancia con los deseos y las aspiraciones de la comunidad
internacional. Unas veces en línea con la doctrina militar hegemónica que
sustenta, y con la que pretende dar cuerpo de teoría a su comportamiento
agresivo; y en otras ocasiones para defender los intereses de sus principales
aliados, el gobierno norteamericano no vacila en aislarse del resto de la
comunidad internacional, como en la época de la guerra fría 170 .
Esa persistente obstrucción norteamericana en el camino del desarme, es lo
que explica también por qué desde hace varios años la comunidad
internacional no ha logrado alcanzar un nuevo acuerdo en la materia; y ni
siquiera ha podido comenzar negociaciones concretas sobre el desarme
nuclear y la eliminación de las armas nucleares. Muchos gobiernos, y la
opinión pública en general, han expresado en varias ocasiones sus
preocupaciones por esta situación, y por los peligros que acarrea el desarrollo
de nuevas generaciones de armas nucleares. También se han hecho fuertes
llamamientos para que las reducciones previstas en los últimos acuerdos de
desarme bilateral, firmados entre Estados Unidos y la Federación de Rusia,
sean irreversibles y verificables; y para que las ojivas nucleares que se
desmantelen en virtud de esos acuerdos, sean destruidas y no almacenadas.
El Movimiento de Países No Alineados, que agrupa en su seno a 118 países,
con las dos terceras partes de la población mundial, ha sido particularmente
claro y sistemático en estas demandas. En su última Conferencia Cumbre,
celebrada en La Habana los días 15 y 16 de septiembre del 2006, los Jefes de
170 Ver Anexo VI.
123

Estado o de Gobierno de los países que integran el movimiento expresaron
que:
seguían profundamente preocupados por las doctrinas de defensa
estratégica de los Estados poseedores de armas nucleares, incluido el
Concepto de Alianza Estratégica de la OTAN, que no sólo establece
justificaciones para el uso o la amenaza del uso de las armas nucleares, sino
que sostiene conceptos injustificables sobre la seguridad internacional
basados en la promoción y el desarrollo de alianzas militares y políticas de
disuasión nuclear.
eiteraron que el perfeccionamiento de las armas nucleares existentes y el
desarrollo de nuevos tipos de armas nucleares previstos en la Revisión de la
Postura Nuclear de los Estados Unidos contravienen las garantías de
seguridad proporcionadas por los Estados
eafirmaron además que ese perfeccionamiento, así como el desarrollo de
nuevos tipos de esas armas violan los compromisos contraídos por los
Estados poseedores de armas nucleares al momento de concertar el Tratado
.
presaron su preocupación por las consecuencias negativas del
desarrollo y el despliegue de los sistemas de defensa contra proyectiles
antibalísticos y la búsqueda de tecnologías militares avanzadas que pueden
nciar de
de proyectiles antibalísticos supone nuevos retos para la estabilidad
estratégica y la prevención de la carrera de armamentos en el espacio
ultraterrestre 171
Los señalamientos de los Jefes de Estado y de Gobierno son precisos, y no
dejan lugar a dudas. ¿Para qué esas alianzas de disuasión nuclear, cuando
ya no existe el pretexto de la amenaza soviética ni existe el Pacto de
Varsovia? ¿Cómo justificar la revisión de la postura nuclear de Estados
Unidos, para abandonar las bases del concepto de disuasión nuclear e
incorporar el posible uso de armas nucleares, incluso contra países no
poseedores de esas armas? ¿Por qué el perfeccionamiento, desarrollo y
sofisticación de las armas nucleares, si los acuerdos de desarme firmados
hasta ahora abogan todos por el desarme nuclear? ¿Cómo justificar la
militarización del espacio ultraterrestre, si el mismo debe ser visto como un
patrimonio común de la humanidad?
171
Documento Final de la 14 Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL): Documento
NAM 2006/Doc.1/Ver.3, La Habana, 2006,
124

Estas preguntas no han sido respondidas, ni pueden ser respondidas por la
ciencia política norteamericana y eurocentrista que prevalece en el actual
sistema de relaciones internacionales, simplemente, porque han abordado el
tema de la carrera armamentista, desde su surgimiento, a partir del falso
Para un acercamiento más justo y amplio
al problema, se requiere de un enfoque académico desde el Sur, que es lo
que pretende este trabajo de investigación.
Para el año 2008, los gastos militares de Estados Unidos excederán los 600
mil millones de dólares, cifra superior al presupuesto que declara oficialmente
el Pentágono; pues existen otras instituciones en ese país, como por ejemplo
el Departamento de Energía, que tienen asignaciones relacionadas con las
armas nucleares de decenas de miles de millones de dólares, que no se
reflejan en el presupuesto militar.
Ese derroche de recursos materiales, humanos y financieros, tiene un costo
económico y social muy alto no sólo para Estados Unidos, sino para todo el
mundo; lo que resulta éticamente inaceptable ante el cuadro sombrío que
representan los cientos de millones de hambrientos, analfabetos, enfermos, y
desvalidos que existen en el mundo.
3.3.- Consecuencias económicas y sociales de la carrera armamentista.
Las consecuencias económicas y sociales de la carrera armamentista,
adversas desde todos los puntos de vista para el sistema de relaciones
internacionales, también son utilizadas por Estados Unidos en su afán de
superioridad y hegemonía. Esta afirmación puede analizarse desde varios
ángulos; incluidas las dificultades que el gobierno norteamericano logró
imponer a la Unión Soviética en el plano económico y social, al obligar a dicho
125

país a desviar cuantiosos recursos de su desarrollo pacífico para poder dar
seguimiento a las espirales armamentistas, según se analiza en los acápites
anteriores, aún después de alcanzada la paridad militar aproximada en la
década de 1970.
Podrían agregarse al análisis las limitaciones que son impuestas a los propios
aliados norteamericanos para un desarrollo más independiente, al obligarlos a
incrementar sus gastos militares en detrimento del aumento del empleo, la
mejora de los sistemas de salud y educación, el crecimiento económico, la
mejora en las condiciones de vida de los trabajadores inmigrantes y sus
descendientes, y el desarrollo de la ciencia y la técnica con fines pacíficos. Sin
embargo, donde más se sienten las consecuencias negativas del derroche de
recursos financieros, materiales y humanos en el desarrollo armamentista, es
en los países en desarrollo; y es ese precisamente, el aspecto que Estados
Unidos insiste en ocultar, al negar la relación que existe entre el desarme y el
desarrollo.
Sucesivos gobiernos norteamericanos se han opuesto, tanto en las Naciones
Unidas como en otros foros internacionales, a reconocer que existe un
vínculo muy estrecho entre el millón de millones de dólares que el mundo
invierte cada año en armamentos; y los millones de hambrientos, enfermos,
desnutridos, analfabetos, y víctimas de otros muchos males sociales y
problemas como la deuda externa que enfrentan los países en desarrollo, que
podrían resolverse con apenas una parte de esos recursos. El tema ha sido
abordado desde hace varios años por las Naciones Unidas. 172
172
Ver Naciones Unidas: Relación entre Desarme y Desarrollo en el Contexto Internacional
Contemporáneo, 2005.
126

La Carta de la Organización lo recoge de alguna manera, cuando en su
establecimiento y mantenimiento de
la paz y la seguridad internacionales con la menor desviación posible de recursos humanos y
173 ; y en varias ocasiones los Estados
miembros han presentado propuestas dirigidas en esa dirección.
Francia propuso, en 1955, buscar una reducción progresiva de los gastos
militares y utilizar los recursos que se ahorraran para el desarrollo, en
particular de los países en desarrollo. Al año siguiente, la Unión Soviética
propuso el establecimiento de un Fondo para dar asistencia a los países en
desarrollo, que se nutriría de los recursos que pudieran ahorrarse con las
restricciones en los gastos militares. En 1958, la Unión Soviética realizó una
propuesta más precisa, en el sentido de que Estados Unidos, Francia, el
Reino Unido, y la propia Unión Soviética, redujeran sus gastos militares entre
un 10 y un 15 por ciento, con el objetivo de nutrir el fondo propuesto dos años
antes; pero ninguna de estas propuestas evolucionó ni dio lugar a acuerdos
concretos sobre el tema.
En las décadas de 1960 y 1970 se hicieron nuevas propuestas sobre el tema,
entre las que destaca una de Brasil realizada en 1964 a la Conferencia del
Comité de Desarme de Ginebra, dirigida al establecimiento de un fondo para
el desarrollo económico, que se nutriría con el 20 por ciento de los gastos
militares mundiales; y otra realizada en 1973 por la Unión Soviética,
encaminada a que los cinco miembros permanentes del Consejo de
Seguridad de la ONU redujeran el 10 por ciento de sus gastos militares, para
asistir a los países en desarrollo. Otros países también realizaron propuestas
173 Carta de las Naciones Unidas, www.cinu.org.mx/onu/documentos.
127

e hicieron sugerencias sobre el tema, pero no se produjeron avances
significativos, y en la práctica nada se logró.
Un análisis de las Actas de esas reuniones y de los Documentos Oficiales de
la ONU demuestra que Estados Unidos y sus más cercanos aliados hicieron
abortar todas estas propuestas, al introducir elementos dilatorios tales como la
necesidad de definir qué es un presupuesto militar; la de elaborar mecanismos
más precisos para la presentación de datos sobre las particularidades de los
presupuestos militares de los Estados; la de establecer normas de
de los compromisos asumidos; aparte de recurrir a otros tecnicismos, con lo
que intentaban justificar su falta de voluntad política en estos temas.
Sin embargo, el Primer Período Extraordinario de Sesiones que la Asamblea
General de las Naciones Unidas dedicó al desarme, celebrado en 1978, 174
abordó la vinculación entre el desarme y el desarrollo, con un mayor nivel de
detalles. En el párrafo 16 del Documento Final de ese período extraordinario
de sesiones se lee que:
los cientos de miles de millones de dólares gastados anualmente en la
fabricación o el perfeccionamiento de armas ofrecen un contraste sombrío y
dramático con la escasez y la miseria en que viven las dos terceras partes de
armamentos son así tan perjudiciales que su continuación es de una
incompatibilidad evidente con el establecimiento de un nuevo orden
económico internacional, basado en la justicia, la equidad y la
175
Es de hacer notar al respecto que, a pesar de la importancia del tema y de la
clara postura adoptada por las Naciones Unidas, no se dio ningún paso
174 Fue el Décimo Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General.
175 Documento Final del Décimo Período Extraordinario de Sesiones de la Asamblea General de las
Naciones Unidas, Resolución S-10/2, del 30 de junio de 1978
128

concreto en relación con el mismo hasta el año 1987, cuando se celebró en la
sede de la organización una Conferencia Internacional sobre la Relación entre
el Desarme y el Desarrollo, que aprobó un Documento Final y un Programa de
Acción, en los que se reconoció la vinculación e interrelación existente entre
ambos temas con la paz y la seguridad internacionales, y se promovió un
compromiso mayor de los Estados con los mismos 176 ; pero Estados Unidos,
que en esos momentos era ya el principal responsable por los gastos militares
en todo el mundo, no sólo se negó a participar en la conferencia, sino que
rechazó y ha continuado rechazando desde entonces, cualquier vinculación
entre el desarme y el desarrollo, y entre estos temas y el fortalecimiento de la
paz y la seguridad internacional.
La realidad demuestra, sin embargo, que los principales recursos para
promover el desarrollo están en los crecientes gastos que se derrochan en
armamentos, fundamentalmente por parte de las principales potencias
nucleares, por lo que el vínculo entre el desarme y el desarrollo no puede
negarse. Según cálculos conservadores, existen en el mundo 815 millones de
personas que pasan hambre; 854 millones de adultos analfabetos; 120
millones de personas que viven en la extrema pobreza; y 40 millones de
enfermos o contagiados con el virus VIH/SIDA. ¿De dónde podrían salir los
recursos para eliminar esa realidad, si no es del millón de millones de dólares
que el mundo gasta cada año en armamentos? ¿Cómo puede la comunidad
internacional alcanzar los llamadoobjetivos
Naciones Unidas, si no se liberan suficientes recursos provenientes de los
gastos militares de las principales potencias y se dedican al desarrollo
176 La Conferencia se celebró entre el 24 de agosto y el 11 de septiembre de 1987, con la participación
de 150 Estados, 40 de ellos representados a nivel ministerial. Asistieron también 150 Organizaciones No
Gubernamentales, y 40 de ellas hicieron declaraciones. Para ampliar ver Documento Final de la
Conferencia Internacional sobre la Relación entre el Desarme y el Desarrollo, Publicaciones de la ONU,
Número de venta E.87.IX.8
129

económico y social de los países más necesitados en Africa, Asia y América
Latina? 177
En un artículo del investigador cubano José R. Menéndez Hernández, se
expresan cifras e ideas que son muy elocuentes para abordar el tema.
Aproximadamente el 25 por ciento de los científicos del mundo se dedican a
la investigación militar; adiestrar a un soldado para la guerra cuesta
anualmente 64 veces más que educar a un niño en edad escolar; un caza
supersónico equivale al gasto de implementar 40 mil consultorios de salud; el
precio de un destructor representa el gasto para la electrificación de 13
ciudades y de 19 zonas rurales con una población de 9 millones de personas;
y en dos días el mundo gasta en armamentos el equivalente al presupuesto
de un año de las Naciones Unidas y sus organismos especializados.
Coincido con Menéndez en que solo una pequeña parte de lo que se gasta
hoy en armamentos en todo el mundo:
hoy enfrenta la humanidad; apoyar los programas de erradicación del hambre
y el analfabetismo e incluso, apoyar esfuerzos oficiales para la cancelación
total de la deuda externa que hoy ahoga los procesos de desarrollo de los
178
A juicio del autor de esta investigación, cuando se analiza la documentación de
las Naciones Unidas sobre el tema, a la luz de la actual situación económica y
social por la que atraviesa el mundo, se evidencia la irracionalidad de la postura
del gobierno de los Estados Unidos al desconocer y rechazar el vínculo
existente entre el desarme y el desarrollo y, de esa forma, la necesidad de que
177 Ver Anexo VII
178 Menéndez, Josè R: La Carrera de Armamentos, Desarme y Desarrollo. www.pircenter.org
130

se adopten medidas concretas y efectivas de desarme, en particular de
desarme nuclear, para liberar recursos en beneficio del desarrollo económico y
social, principalmente de los países del Tercer Mundo. En la investigación se
singulariza a Estados Unidos, a pesar de que hay otros países que también
derrochan muchos recursos en el desarrollo armamentista, porque como se
analiza anteriormente en la investigación, en el año 2006 ese país fue
responsable por el 46 por ciento del 1,2 millón de millones de dólares que el
mundo gastó en armamentos, lo que significó que mientras en todo el mundo el
per cápita que se gastó en actividades militares fue de 184 dólares por
habitante; en el caso de Estados Unidos ese gasto fue de 1756 dólares; es
decir, casi diez veces más que el del resto del mundo.
Si se comparan esos gastos con los recursos que son necesarios para
alcanzar los objetivos del milenio, bastarían 760 mil millones de dólares; de
ellos, 210 mil millones para garantizar el acceso universal al agua, 250 mil
millones para reducir la mortalidad infantil en dos tercios, y 300 mil millones
para garantizar la educación primaria universal. 179
En la investigación se hizo también una comparación para establecer la
relación entre los gastos militares de Estados Unidos y la Unión Europea, por
ser los mayores; y la ayuda para el desarrollo que brindan esos países. 180 En
el caso de Estados Unidos, se pudo comprobar que lo que ese país dedica
para la ayuda al desarrollo por habitante en el mundo es 16 veces menos que
lo que dedica a actividades militares por habitante; mientras que en el caso de
la Unión Europea, esa relación es 6 veces menor.
179 Ver Anexo VIII.
180 Ver Anexos IX y X.
131

La Organización de las Naciones Unidas también ha reflejado con datos muy
simples e ilustrativos, algunas de las actividades que podrían realizarse con
parte de los recursos que se derrochan en la producción armamentista:
- Con 100 dólares se puede comprar un rifle; pero también se pueden adquirir
suficientes tabletas de vitamina A para prevenir la ceguera de 3000 niños de un
año de edad.
- Con 100 millones de dólares se pueden comprar 10 millones de minas
terrestres; pero también se pueden adquirir vacunas para inmunizar a 8 millones
de niños contra seis enfermedades mortales en la infancia.
- Con 800 millones de dólares se pueden comprar 23 aviones de combate F-16;
pero también se podría adquirir sal yodada durante 10 años para ayudar a 1600
millones de personas a evitar trastornos por déficit de yodo.
- Con 2400 millones de dólares se podría comprar un submarino nuclear; pero
también se podría fabricar instalaciones para el suministro de agua potable y
saneamiento a bajo costo para 48 millones de personas.
- Con 24000 millones de dólares se podrían comprar 11 bombarderos a prueba
de radar; pero también se podría garantizar educación primaria para 135
millones de niños que no están escolarizados. 181 :
El autor de esta disertación considera que estos datos ilustran, de manera
precisa, cómo en la actualidad, cuando apenas comenzamos el Siglo XXI y ya
no existe el pretexto de una supuesta amenaza soviética, el mundo se sigue
enfrentando a dos grandes desafíos: el peligro de un holocausto nuclear y una
terrible crisis económica y social, que afecta a las dos terceras partes de la
población mundial. Ambas cosas, el peligro de guerra nuclear y la crisis, son
en lo fundamental producto de una misma política hegemónica, desarrollada
por el gobierno de los Estados Unidos de América, con el apoyo de algunos
de sus aliados en la OTAN, con el objetivo de mantener su superioridad en
todos los órdenes.
Es precisamente por eso que, en la lucha contra esa política, lograr el cese de
la carrera armamentista es una necesidad tan imperiosa para evitar el estallido
de un conflicto nuclear, como lo es para fomentar el desarrollo económico y
181 Centro de Información de las Naciones Unidas para México, Cuba y República Dominicana CINU): Lo
que se puede comprar con el dinero que se invierte en armas, www.cinu.org.mx/ninos/html/ficha9.htm
132

social. La Crisis Económica y Social del Mundo
Fidel Castro preguntaba:
¿Qué sentido tiene hablar de equilibrio nuclear estratégico, de seguridad
militar, de participación en la vida política de su comunidad, al hambriento,
al desposeído, al enfermo, al ignorante, a aquel carente de oportunidad o
siquiera de esperanza? No olvidemos que la paz, motivo central de
preocupación de los pueblos no se logrará en el mundo en tanto no se
resuelva la dramática situación de miles de millones de seres humanos
cuyas vidas, en el mejor de los casos, se reduce a una lucha diaria por la
182
En reiteradas ocasiones el Presidente Fidel Castro insistió en este tema, por
su urgencia y relevancia. En su mensaje a la XI Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Comercio y el Desarrollo, UNCTAD según sus siglas en
inglés, que tuvo lugar en la ciudad de Sao Paulo, Brasil, en junio del 2004,
señaló:
padecen más de 800 millones. En los países pobres 150 millones de niños
tienen bajo peso al nacer, lo que aumenta el riesgo de muerte y el
subdesarrollo mental y físico. Hay 325 millones de niños que no asisten a la
escuela. La mortalidad infantil en menores de un año, de los países pobres,
es 12 veces superior a la de los países ricos. 33 mil niños mueren cada día en
el tercer mundo por enfermedades curables. Dos millones de niñas son
forzadas a ejercer la prostitución. El 85 por ciento de la población mundial
constituida por países pobres consume sólo el 30 por ciento de la energía, el
25 por ciento de los metales y el 15 por ciento de la madera. Son miles de
millones los analfabetos totales o func
Pronto se cumplirán 60 años del día en que estalló sobre Hiroshima la
primera bomba nuclear. Hoy en el mundo existen decenas de miles de esas
armas, que son decenas de veces más poderosas y precisas. Se siguen
produciendo y perfeccionando. Hasta en el espacio se programan bases de
proyectiles nucleares. Nuevos sistemas de mortíferos y sofisticados
armamentos surgen. Por primera vez en la historia el hombre habría creado la
capacidad técnica para su total autodestrucción. No ha sido en cambio capaz
de crear un mínimo de garantías para la seguridad e integridad de todos los
países por igual. Se elaboran, e incluso se aplican teorías relativas al uso
barbarie
183
182
Castro, Fidel: La Crisis Económica y Social del Mundo. Oficina de Publicaciones del Consejo de
Estado. La habana, 1983. p. 222
183
Publicado en Granma el 14 de julio del 2004.
133

Es de destacar que en ese mensaje a la UNCTAD, el Presidente Fidel Castro
analiza los principales problemas que han afectado a la humanidad en los
últimos 40 años, entre ellos, la enorme desigualdad en la distribución de la
renta; el galopante problema de la deuda externa; la raquítica ayuda oficial al
desarrollo que se destina a los países del tercer mundo; y la situación de
pobreza, hambre, enfermedades y miseria que se vive en el mundo
subdesarrollado; en medio de un sostenido escenario que se caracteriza por
el derroche de recursos para la producción armamentista y por la promoción
de doctrinas de dominación y hegemonía, con un significado nefasto para el
sistema de relaciones internacionales. En la valoración de ese escenario, el
Presidente Fidel Castro señala, una vez más, que es en el fin de la carrera
armamentista donde deben buscarse los recursos principales para la
promoción del desarrollo económico y social en todo el mundo.
Ahora bien, en medio de este marco sombrío, cómo se presenta el escenario
geopolítico que caracteriza al sistema de relaciones internacionales de inicios
del Siglo XXI, en el que el gobierno de Estados Unidos lleva a cabo una
política militarista y agresiva que abarca a todas las regiones del mundo. No
se trata sólo de que la única superpotencia de inicios del siglo haya
renunciado a los compromisos asumidos en virtud del Tratado de Defensa
Antimisil de 1972; de que haya hecho pública su decisión y determinación de
crear un nuevo Sistema de Defensa Antimisiles, para lo que ya emprendió
acciones específicas; y de que continúe desarrollando nuevos y cada vez más
sofisticados medios de guerra, que acompaña con el diseño y proclamación
de peligrosas y agresivas doctrinas de seguridad; en las que la intención,
aunque velada, de garantizar el abastecimiento de energía y controlar sus
fuentes, está en el sustrato de ese comportamiento político-militar.
134

A mediados del año 2007, se conocieron unas declaraciones del Jefe del
Comando Estratégico de los Estados Unidos, James Cartwright, quien opinó
que Estados Unidos debería renunciar a que se prorrogue el tratado START I,
para la reducción de las armas estratégicas ofensivas, que como se señaló
anteriormente en la investigación estará en vigor hasta el año 2009; porque:
184
Estos pronunciamientos no se producen de manera aislada, son la
consecuencia de una política organizada, y de la aplicación de las doctrinas
hegemónicas, ya mencionadas en la investigación, que desarrolla el actual
gobierno de Estados Unidos. La reacción de otros países ante este
comportamiento, en particular la Federación de Rusia, es un indicador claro
del significado que semejante política tiene para el sistema de relaciones
internacionales. Es de hacer notar al respecto las declaraciones del Coronel
Leonid Ivashov, un experto en materias militares, quien había señalado
claramente que el dictado económico, financiero, tecnológico y militar, se ha
convertido en la herramienta principal de la política de Estados Unidos, con la
cual ese país procura asegurarse la hegemonía mundial:
"Washington se empeña en construir un sistema capaz de neutralizar el
potencial nuclear de sus rivales estratégicos, Moscú y Pekín, para lograr un
monopolio en el terreno militar. Estados Unidos quiere desplegar su escudo
antimisil no solamente en Europa sino también en otras partes del mundo,
para ver cuanto está pasando en Rusia y China. Asimismo, procura
incrementar su arsenal ofensivo a un ritmo que supera incluso al del periodo
de la Guerra Fría.
Después del colapso de la Unión Soviética, la OTAN perdió el carácter
defensivo que había tenido a la hora de su fundación, en 1949, para
transformarse en una herramienta poderosa y agresiva al servicio de la
oligarquía mundial, afanosa de establecer su dominio a escala planetaria. El
nuevo concepto estratégico de la Alianza, aprobado en abril de 1999 gracias
al esfuerzo de Estados Unidos, contempla funciones novedosas y amplía su
184 Publicadas en Granma el 14 de agosto del 2007.
135

ámbito de responsabilidades al mundo entero, sin limitarse al Atlántico
185
En las mismas declaraciones, el experto ruso alertaba también sobre la
necesidad de levantar un valladar a esa política hegemónica:
es preciso construir un
polo alternativo, y ya existe un fundamento para hacerlo: la Organización de
Cooperación de Shangai (OCSH) 186
Debe recordarse algo ya referido anteriormente en la disertación, que a juicio
de su autor tiene mucha relevancia en este contexto, e ilustra de manera
elocuente el significado del desarrollo armamentista por parte de Estados
Unidos en el sistema de relaciones internacionales. A partir del año 1991,
cuando se desintegró la URSS, Estados Unidos llevó a cabo varias
agresiones a otros países, por encima de las Naciones Unidas y del Derecho
Internacional, en virtud de su condición de única superpotencia. Sin embargo,
desde finales del primer lustro del presente siglo, comienza a manifestarse en
el sistema de relaciones internacionales un creciente clima de inquietud, y se
presentan señales claras que se oponen a la hegemonía unipolar
norteamericana. Es de destacar lo que plantea al respecto Dilip Hiro:
so de la Unión Soviética en 1991 los Estados Unidos quedaron
arriba, invencible en lo militar, sin rival en lo económico, incontestable
diplomáticamente, y como fuerza dominante en los canales de información en
todo el mundo. El próximo siglo sería el ver
embargo pasada menos de una década de este siglo, estamos observando la
aparición de un mundo multipolar en el cual nuevas potencias están
desafiando di 187
En particular la Federación de Rusia, heredera principal de la antigua Unión
Soviética, que incluso mantiene un asiento permanente en el Consejo de
185 Citado por el Presidente Fidel Castro en su Reflexión publicada en Granma el 4 de agosto del 2007.
186 Fundada el 14 de junio del 2001, es una organización intergubernamental formada por la República
Popular china, la Federación de Rusia, Kazajistan, Kirguistan, Tayikistan y Uzbekistan.
187 Hiro, Dilipwww.atimes.com
136

Seguridad de las Naciones Unidas, y que aunque de lejos, sigue siendo la
segunda potencia militar mundial, emite cada vez más señales claras en
cuanto a su determinación de aumentar su participación y prestigio en el
actual sistema de relaciones internacionales; y no permitir que Estados Unidos
imponga su superioridad de manera incontestada en la esfera militar. En un
análisis del Instituto de Estocolmo de Investigaciones para la Paz se señala:
en países de la ex Unión Soviética y maximizar su poder geopolítico. El uso
de su reserva energética como herramienta estratégica en el 2006 y
principios del 2007, alteró el paradigma de la seguridad internacional e
indujo a los Estados Unidos a estrechar la cooperación.
La conducta de Rusia respecto a gran parte de la comunidad euroatlántica
en 2006 alentó el surgimiento de una división ¨tenue¨ -aún no delimitada
geográficamente- entre la nueva y ampliada Europa Occidental y la menos
188
El gobierno ruso ha realizado algunas propuestas que pudieran considerarse
conciliatorias ante el reto armamentista norteamericano, por ejemplo en el
tema del escudo antimisil; pero no ha vacilado en adoptar medidas que
demuestran su determinación de no quedarse a la saga en ese y otros
aspectos del armamentismo. También la Federación de Rusia, e incluso la
República Popular China, han aumentado sus gastos militares en los últimos
años, ante lo que perciben claramente como amenazas para su seguridad, por
parte de Estados Unidos. 189
En el contexto de estas valoraciones, el autor considera muy significativo que
los Presidentes de Rusia y China hayan asistido personalmente, el 17 de
agosto del 2007, en Moscú, al desfile de clausura de las maniobras
188 SIPRI, Anuario Estadístico 2007, Resumen en español, p. 3
189 En el caso de China, se estima que ha habido un crecimiento en los gastos militares de un 165 por
ciento desde 1996; mientras que en el caso de Rusia, se plantea que esos gastos se han más que
duplicado desde 1998, aunque los niveles de gastos del 2005 fueron todavía inferiores que los de finales
de la guerra fría. Ver SIPRI, Anuario Estadístico 2006
137

Shangai, cuya reunión Cumbre se celebró en Bishkek, capital de Kirguistán.
Según noticias publicadas en la fecha por el diario Granma, en esa ocasión el
presidente ruso exhortó a incrementar el potencial de la agrupación en
materia de seguridad y a la creación de un sistema colectivo de respuesta
ante las amenazas contra la estabilidad regional; mientras que el presidente
chino se refirió al hecho de que los miembros de la organización estén
activando su colaboración en materia de seguridad.
En cuanto a la postura de la Federación de Rusia en particular, se destaca lo
señalado por el Presidente Vladimir Putin, en el discurso que pronunció para
conmemorar sus ocho años en el poder:
lizados, apoyándose en su supremacía tecnológica,
características que las más sofisticadas de que disponen varios Estados
Cuba, en Viet Nam. Qué obtuvimos a cambio? Nuevas bases americanas en
Rumania, en Bulgaria. Elementos del escudo antimisil serán movilizados en
Polonia y en la República Checa
No
vemos ninguna medida concreta (de parte de Occidente) para llegar a un
190
En el mensaje del Presidente ruso está implícita la disposición de ese país a
llegar a un compromiso con Estados Unidos y sus aliados en la OTAN para
evitar que la carrera armamentista se acelere pero; a la vez, queda clara la
determinación rusa de no aceptar la hegemonía unipolar actual. Esta reacción,
a juicio del autor, se ve favorecida por el incremento de los precios del
petróleo, en momentos en que el país exporta siete millones de barriles
diarios, lo que le ha permitido una recuperación económica considerable, con
reservas acumuladas de cerca de 470 mil millones de dólares. Esto ha
permitido también a la Federación de Rusia una rápida recuperación de las
190 Noticia de AFP desde Moscú del 8 de febrero del 2008, http://www.afp.com.
138

fuerzas armadas y la adopción de algunas medidas desde el punto de vista
militar, que los medios de prensa y los ideólogos occidentales han calificado
una terminología que causa rechazo en la
opinión pública, y que el autor de esta tesis interpreta como un intento por
preservar el actual status quo.
Incluso autores bien intencionados y con una formación marxista, como
Ricardo Ribera, yerran al valorar el período de guerra fría, lo que puede
contribuir a que la recuperación militar rusa sea mal interpretada, y hasta mal
recibida. Para Ribera, la guerra fría pasó por las etapas de la contención o
expansionismo, distensión, coexistencia pacífica y perestroika o cooperación
entre sistemas; y esta última puso fin a la guerra fría y tuvo tal credibilidad,
que el Presidente Reagan renunció al programa de defensa espacial que
amenazaba acelerar la carrera armamentista. 191
Hay dos cosas que es necesario tener presente en el análisis, para poder
hacer una valoración objetiva de cómo se proyecta el sistema de relaciones
internacionales en el Siglo XXI, a partir del comportamiento de Estados
Unidos y la Federación de Rusia; y cómo es afectado por la carrera
armamentista. A juicio del autor, la política leninista de coexistencia pacífica,
que en el período de guerra fría podría significar coexistencia entre el sistema
socialista y capitalista, pero sin que eso significara renuncia a la lucha de
clases ni conciliación de ideologías, no llegó a concretarse. Si algo parecido
existió, aunque incluso podría cuestionarse a partir de los planes
armamentistas que siempre estuvieron presentes en los sucesivos gobiernos
de Estados Unidos, fue de manera efímera en los años de la distensión de la
década de 1970, que Ronald Reagan se encargaría de liquidar, a partir de
191
Ver Ribera, Ricardo: El Siglo XX: su limitación y su significado. Novos Rumos. Año 21, No. 46, Brasil,
2006
139

1981. Tampoco hubo cooperación entre sistemas; sino, en la práctica,
imposiciones de una parte y concesiones de la otra en las negociaciones
bilaterales, como se ha puesto de manifiesto en esta investigación.
Ahora la situación se presenta de forma similar. Vencida casi la primera
década del Siglo XXI, seguimos asistiendo, de una parte, a los intentos de
imposición y falta de cooperación de una única superpotencia hegemónica; y
de la otra, a la incipiente manifestación de inconformidad por parte de
determinados Estados con suficiente capacidad militar. No se trata sólo de la
Federación de Rusia, la República Popular China, y los demás miembros de la
Organización de Cooperación de Shangai. Otro tanto podría ocurrir con países
que tienen un cierto poder y capacidad militar, como son la India, Pakistán e
Irán, entre otros, que aún cuando tienen un desarrollo económico y científico
técnico muy inferior al de Estados Unidos y sus principales aliados de la
OTAN; y presentan grandes dificultades internas en el aspecto social, podrían
no estar dispuestos a aceptar por mucho más tiempo la hegemonía militar
norteamericana. De hecho, como se ha puesto de manifiesto en esta
investigación, algunos de esos países ya han dado señales de que podrían
comenzar a actuar en el escenario internacional con mayor determinación e
independencia; y son cada vez más fuertes las voces que se levantan para
rechazar las últimas acciones de Estados Unidos en la esfera armamentista.
Existe, también, un elemento que no puede obviarse en la investigación y que
está relacionado con la situación al interior de los propios Estados Unidos.
Philip Greenspan lo abordó de manera clara:
afectado los beneficios sociales y la infraestructura. Préstamos externos han
dado apoyo esencial al dólar, pero el dólar declina y lo mismo hace ese
considerables dolores de cabeza. Al principio de la lista está la creciente
140

oposición anti
192
A partir de la observación, investigación y análisis de los hechos expuestos en
esta
han proclamado algunos representantes del pensamiento hegemónico del
Norte, que prevalece en el actual sistema de relaciones internacionales. En
estos momentos se está conformando un escenario nuevo en el sistema de
relaciones internacionales del Siglo XXI, que se diferencia sustancialmente del
que prevaleció en la década de 1990. En ese contexto, e independientemente
de los pasos que emprendan otros países, es previsible que la Federación de
Rusia, en particular, fortalezca su capacidad militar y enrumbe por un camino
que la lleve a la recuperación, por lo menos en parte, del peso geopolítico que
anteriormente correspondió a la Unión Soviética.
Eso es lo que explica, en opinión del autor de esta tesis, afirmaciones como
las del Vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos de Rusia:
nsolide sus posiciones y recupere su potencial
geopolítico. A principios de la década del 70, cuando Moscú había logrado la
paridad nuclear con Washington, este acabó por darse cuenta de que no
podía ganarle en el ámbito militar y aceptó negociar de igual a igual. Como
resultado, fueron firmados el Tratado de Defensa Antimisil (DAM), en 1972, y
los posteriores Acuerdos sobre la Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas
(SALT). Lo único que respeta Estados Unidos es la fuerza. Si se siente en
una posición m
en el Medio Oriente, los Balcanes, la Península de Corea u otras regiones del
planeta. Lo anterior se aplica en igual grado a China, que es capaz de hacer
frente a la presión por parte de Estados Unidos. China goza de gran prestigio
193
En opinión del autor de esta investigación, estas valoraciones son muy
relevantes en relación con el tema objeto de investigación y validan los
192 GThe Declining Sole Superpowerwww.swans.com/library.
193 Citado en la Reflexión del Presidente Fidel Castro, publicada en Granma el 4 de agosto del 2007.
141

criterios expresados con anterioridad en el desarrollo de esta disertación.
Independientemente de algunos éxitos puntuales, a Estados Unidos no le será
posible consolidar e imponer por mucho tiempo su política militarista y
agresiva, pues ya se hacen presentes señales de su decadencia, incluso
moral. Aún no está claro si la oposición más efectiva y firme vendrá de países
separados, como por ejemplo la Federación de Rusia y la República Popular
China; o si surgirá de una agrupación de países que pueda conformarse y
fortalecerse lo suficiente, como ya parece vislumbrarse en el caso de la
Organización de Cooperación de Shangai.
Es innegable que debido al enorme potencial militar, económico, científico y
tecnológico de Estados Unidos, al que se suma el de sus aliados en la OTAN,
no será fácil para un sólo país, en el futuro previsible, disputarle su
hegemonía. Es preciso recordar, por ejemplo, que el proyecto socialista surgió
y se desarrollo en los marcos globales del capitalismo, con todo su desarrollo
tecnológico de avanzada de mediados del Siglo XX. En ese contexto, la Unión
Soviética tuvo que hacer un considerable esfuerzo en el plano económico
para poder alcanzar la paridad militar aproximada de la década de 1970, que
permitió la aparición de la distensión en el sistema de relaciones
internacionales, en detrimento de su desarrollo socio-económico.
Sin embargo, tampoco será posible para los Estados Unidos afianzar esa
hegemonía en las condiciones que comienzan a darse en el sistema de
relaciones internacionales. Es un proceso que tomará tiempo, tal vez entre
una o dos décadas, y puede no estar exento de dificultades y peligros. Como
señalara Jorge Gómez Barata:
e proyectan tantas y tan complejas
alternativas, los riesgos se multiplican. Si bien en los 62 años transcurridos
142

desde la II Guerra Mundial, las grandes potencias nunca se han enfrentado,
ello no significa que no pueda ocurrir 194
Es precisamente por eso, a juicio del autor de esta investigación, que se
impone fortalecer las denuncias sobre los planes armamentistas del gobierno
norteamericano, el significado nefasto que sus políticas y doctrinas militares
tienen para el actual sistema de relaciones internacionales, y los peligros que
encierran como elemento principal en la prolongación y fortalecimiento de las
tensiones internacionales. Una postura activa y comprometida en este tema,
estaría en línea, también, con la consideración y promoción de la bioética,
mediante la construcción y el fomento de una conciencia general que
contribuya al rechazo de ese intento de destrucción de la especie humana, su
cultura y toda la obra de la civilización. 195
Es de destacar al respecto que ya comienzan a aparecer y ganar publicidad
valoraciones muy serias sobre este tema que, más que una denuncia,
constituyen una alerta que la comunidad, tanto política como científica, no
puede desconocer. Es lo que hace Jonathan Schell cuando aborda lo que
considera los dos mayores problemas de índole global, la catástrofe
ecológica y la catástrofe nuclear:
global es familiar, como lo es el peligro del sida o la amenaza a la capa de
ozono por productos químicos. Primero aparece el peligro, y es informado
global, eso ha incluido veranos más calientes, huracanes más fuertes y
aparecen y el problema puede mostrarse en la televisión.
194 Gómez Barata, J: Cuando de Hegemonia se Tratawww.radiohc.cu
195 Entendida la bioética como la define Talía Fung, en tanto saber comprensivo de la subjetividad
humana en su expresión de comportamiento y pensamiento éticos en relación con la vida y su papel
integrativo de la continuidad de las generaciones que vinieron hasta las actuales, así como las futuras.
Ver Fung Talía: Bioética, Metabioética y Ciencia Política. Conferencia en un Taller sobre Ciencia y
Conciencia convocado por la Oficina del Programa Martiano, el Centro de Estudios Martianos y el
Instituto Superior de Ciencias Médicas el 31 de octubre del 2007.
143

Esas consecuencias no han sido evidentes en la evolución del peligro
nuclear. La razón más importante es que la transición de la alerta a la
experiencia 196
En opinión del autor de esta tesis, el momento es propicio para que se
movilice a la opinión pública, tanto en los países industrializados como en los
del Tercer Mundo. Es preciso revitalizar la batalla por el desarme, la paz y el
desarrollo que movilizó a millones de personas en años anteriores y hacer que
vuelva a alcanzar los niveles que tuvo. El peligro es real y se acrecienta; y una
Ciencia Política desde el Sur tiene un papel fundamental que desempeñar al
respecto.
3.4.- Diseño de escenarios para las próximas dos décadas.
A partir de los argumentos expuestos en la investigación, que demuestran
cómo Estados Unidos ha sido, y continúa siendo, el principal responsable y
promotor de la carrera armamentista que enfrenta la humanidad; y el
significado de la misma para el sistema de relaciones internacionales, tanto
por la seria amenaza que representa para su supervivencia, como por el
desvío de enormes recursos humanos, materiales y financieros de las
actividades del desarrollo, es posible diseñar los escenarios que son
previsibles en el sistema de relaciones internacionales del Siglo XXI. En el
diseño de estos escenarios, el autor ha centrado el análisis y la investigación
en los Estados Unidos y la Federación de Rusia, por ser esos dos países los
principales actores del desarrollo armamentista actual, como lo fueron Estados
Unidos y la URSS en el período de guerra fría. Pueden diseñarse varios
posibles escenarios, en dependencia de las tendencias que se desarrollen a
partir del comportamiento de los principales actores.
196 Schell, Jonathan: The Seven Decade: The New Shape of Nuclear Danger (American Empire Project).
Metropolitan Books, New York, 2007, p. 7-8
144

Los escenarios deseables definen las que, a juicio del autor de esta
disertación, constituyen las mejores opciones, según se desprende de la
investigación, independientemente de su viabilidad. Los escenarios alternos
se refieren a otras alternativas que podrían presentarse, según el grado de
probabilidad que indiquen las tendencias dominantes en un momento
determinado. Los escenarios probables, por su parte, están referidos a las
tendencias más viables de los procesos que se presentan, de acuerdo con la
realidad práctica concreta del momento.
Es de destacar que, en opinión del autor de esta tesis, en las actuales
circunstancias y a la luz de las limitaciones objetivas existentes, el escenario
probable deviene también en escenario deseable, aunque resulte paradójico.
Esto se explica como consecuencia de las limitaciones y del fracaso del
enfoque burgués que prevaleció en la consideración de este objeto de
investigación durante la segunda mitad del Siglo XX, que no fue capaz de
explicar cómo, después de desaparecida la URSS y sin el pretexto de la
principios de la década de 1990, que hubiera sido el escenario deseable del
momento y, por el contrario, se pasó a un sistema de relaciones
internacionales unipolar, de hegemonía norteamericana. En ese contexto,
transcurrida casi una década del Siglo XXI, lo que resulta probable ahora es lo
más deseable para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacional.
A. Escenario Deseable:
Este sería un escenario en que Estados Unidos desista de su política
armamentista, respete la letra y el espíritu de los acuerdos de desarme que
firmó tanto con la Unión Soviética como los que ha firmado con la Federación
de Rusia, y desmantele y destruya sus arsenales de armas nucleares. Este
145

escenario significaría liberar enormes recursos para fines de desarrollo; y con
su concreción, la paz y la seguridad internacional estarían garantizada.
Sin embargo, en opinión del autor, no es posible que este escenario se
concrete en las actuales circunstancias, a partir de que la carrera
armamentista es inherente al capitalismo en su fase imperialista; y forma parte
de los intereses de la clase dominante en ese país.
B. Escenarios Alternos:
1. Un escenario alterno podría ser que Estados Unidos siga adelante con su
política armamentista; y que otros países, en particular la Federación de
Rusia, se resistan a ser arrastrados a esa carrera armamentista, a fin de
no afectar su desarrollo económico y social y sus aspiraciones de
consolidarse como potencia en lo económico y en lo político. Este
escenario significaría que se mantiene la actual situación política
internacional, y se consolidaría el mundo unipolar en que vivimos. Aún
cuando la Federación de Rusia podría fortalecerse en lo económico y lo
militar, esa fortaleza no sería suficiente para contrarrestar y poner un
obstáculo serio a los planes hegemónicos de Estados Unidos.
2. Otro escenario alterno podría ser que, ante la concreción de los planes
armamentistas de Estados Unidos, la Federación de Rusia decida
aumentar de manera considerable sus gastos militares, realice grandes
inversiones en la investigación, producción y desarrollo de nuevos
sistemas de armamentos, y se meta de lleno en la carrera armamentista,
aún a costo de su desarrollo económico y social. Por este camino, Rusia
podría convertirse en una superpotencia nuclear a niveles cercanos a los
de Estados Unidos, como era la URSS hasta 1991; pero como sucedió con
aquel país, podría quedarse retrasada en el desarrollo científico y
146

tecnológico para fines pacíficos, pues el drenaje de recursos materiales,
financieros y humanos en que tendría que incurrir sería enorme. Este
escenario podría llevarnos nuevamente al sistema de relaciones
internacionales bipolar de la época de la guerra fría; y aunque Estados
Unidos vería limitada sus posibilidades de actuar como gendarme mundial,
volverían a acumularse grandes arsenales nucleares, a través de
interminables espirales armamentistas, con las consecuentes amenazas y
peligros para la paz y la seguridad internacional, incluso a partir de un
simple error humano.
C. Escenario Probable:
A juicio del autor, en el futuro previsible, tal vez en una o dos décadas, el
escenario probable que cabe prever para el sistema de relaciones
internacionales, es que Estados Unidos continúe diseñando y ejecutando
sus planes dirigidos a la producción de armas cada vez más sofisticadas,
en línea con los intereses monopolistas que prevalecen en ese país; con el
comportamiento político que esos interese generan; y con las doctrinas
político-militares que ha diseñado, propias de su condición de única
superpotencia. En ese contexto, la Federación de Rusia, ya sea por si sola
o en alianza con otros Estados, acortará la diferencia que la separa de
Estados Unidos en el plano militar, pero sin llegar a los niveles que alcanzó
la Unión Soviética en el período de la guerra fría.
Rusia incrementará sus gastos militares a niveles superiores que los
actuales, e invertirá en la investigación, producción y desarrollo de
armamentos más modernos, que le permitan afianzarse como un actor
internacional con suficiente poderío y credibilidad como para obstaculizar
la consolidación del actual sistema de relaciones internacionales unipolar,
147

pero hasta un límite en que no afecte seriamente su desarrollo económico
y social. Este escenario significará que el sistema de relaciones
internacionales dejará de basarse en la unipolaridad actual; pero con un
aumento de los arsenales nucleares de las dos principales potencias. En
opinión del autor de esta tesis, en las actuales circunstancias, y teniendo
en cuenta el comportamiento agresivo de la potencia hegemónica en el
actual sistema de relaciones internacionales, este escenario probable
deviene también en escenario deseable, enfocado a partir de una Ciencia
Política desde el Sur.
Como puede apreciarse de estos escenarios, en cualquiera de ellos la paz
y la seguridad internacional seguirán amenazadas; y el derroche de
recursos para la producción de armamentos continuará, con sus
afectaciones para el desarrollo económico y social de todos los países,
pero en particular de los países en desarrollo, que sufren doblemente las
consecuencias de la carrera armamentista. Precisamente por eso, la
opinión pública mundial y los movimientos pacifistas en todo el mundo,
pero en particular en Europa y dentro de los propios Estados Unidos, están
llamados a desempeñar un papel más activo.
Después de la desaparición de la Unión Soviética, esos movimientos
pacifistas se desmovilizaron, a partir de la propaganda y de la bibliografía
occidental, promovida por las grandes transnacionales de la información,
que lograron imponer una visión distorsionada de la realidad. Se creyó por
varios años, y se continúa creyendo aún en muchos lugares, que la
carrera armamentista era cosa de la guerra fría; y cambiar ese modo de
pensar puede conllevar mucho esfuerzo de convencimiento y divulgación.
148

La realidad que se expone en esta investigación demuestra que no queda
otra alternativa que luchar; y en esa lucha el papel principal tiene que ser
desempeñado por los países amantes de la paz con el apoyo de la opinión
pública. En este contexto, el Movimiento de Países No Alineados puede
desplegar innumerables acciones en los organismos internacionales, y
promover iniciativas que ayuden a crear conciencia y puedan dar al traste
con la acumulación de armamentos nucleares.
Consideraciones Generales:
En este capítulo el autor demuestra cómo Estados Unidos ha desconocido
o violado los principales acuerdos de desarme firmados con la ex Unión
Soviética, e incluso con la propia Federación de Rusia, y cómo ha
diseñado y promovido nuevas doctrinas de superioridad y hegemonía, con
las cuales ha tratado de justificar sus intervenciones y agresiones militares
a varios países. Se valida cómo el constante incremento de los gastos
militares de Estados Unidos, en función de la investigación, producción y
desarrollo de nuevos y cada vez más sofisticados medios de guerra, a
pesar de la desintegración de la URSS y de la no existencia del Pacto de
Varsovia, tiene un significado negativo para el actual sistema de relaciones
internacionales.
Es analizada la llamada Revisión de la Postura Nuclear emprendida por el
gobierno norteamericano; y queda demostrado cómo ha constituido un
elemento esencial en la búsqueda de la hegemonía por parte de Estados
Unidos, a fin de afianzar su política de dominio mundial. También se
demuestra el despilfarro de recursos que la carrera armamentista desvía
de las necesidades del desarrollo económico y social, y que podrían servir
149

para resolver los acuciantes problemas del mundo actual en materia de
salud, educación, erradicación de la pobreza y el hambre, entre otros.
En el capítulo se demuestra que la proclamada lucha contra el terrorismo
por parte de Estados Unidos, es un pretexto para tratar de justificar su
actual doctrina militar de guerra preventiva, así como sus acciones
dirigidas a desarrollar nuevos y cada vez más sofisticados armamentos,
cuyos planes ya habían sido concebidos desde mucho antes del 11 de
septiembre del 2001.
También se pone de manifiesto la importancia de la bioética en el tema de
la carrera armamentista, y la importancia de la labor que deben
desempeñar los intelectuales, científicos y formadores de opinión en los
esfuerzos por su eliminación. Esto lleva al autor a diseñar los diferentes
escenarios que cabe prever en el futuro previsible, tal vez en una o dos
décadas, en los cuales, invariablemente, cabe un papel decisivo a la
opinión pública y a una Ciencia Política desde el Sur.
150

CONCLUSIONES
En el curso de la disertación, el doctorante conceptuó determinados
términos, tales como: carrera armamentista, política exterior y espiral
armamentista, que le permitieron una reproducción más precisa de los
fenómenos abordados.
La carrera armamentista es un fenómeno inherente al capitalismo en
su fase imperialista, y tiene sus antecedentes inmediatos en las
acciones desarrolladas por el gobierno de los Estados Unidos de
América contra el joven Estado soviético, nacido de la Revolución
Socialista de 1917 en Rusia, con el objetivo de tratar de liquidar al
socialismo desde su surgimiento.
El ensayo atómico norteamericano del 16 de julio de 1945 fue el primer
acto concreto de la carrera armamentista, y el ensayo atómico soviético
del 29 de agosto de 1949, completó la primera espiral de esa carrera
que, además, tuvo el efecto de liquidar los planes de Estados Unidos
para controlar la energía nuclear y mantener el dominio sobre ese tipo
de armamento.
La esencia de la carrera armamentista, desde la segunda mitad de la
década de 1940 hasta la desintegración de la Unión de Repúblicas
Socialistas Soviéticas en 1991, estuvo íntimamente relacionada con la
profunda división que se presentó en el sistema de relaciones
internacionales, tanto en lo político como en lo económico y lo militar,
que llevó a la separación conceptual del mundo entre el Este
comunista, propio del Sistema Socialista Mundial y el Oeste
democrático-liberal, correspondiente al Sistema Capitalista.
151

A través de la indagación se evidenció el logro de una paridad
militar aproximada entre Estados Unidos y la Unión Soviética, en la
década de 1970, que permitió la firma de algunos acuerdos bilaterales
de desarme y regulación de armamentos, con lo cual se desaceleró la
carrera armamentista y cuyo significado fue muy importante para el
sistema de relaciones internacionales.
Se constató que la distensión, sin embargo, no pudo consolidarse
porque los sectores más conservadores en el gobierno de Estados
Unidos, que llegaron al poder con el Presidente Ronald Reagan en
1981, dieron un impulso considerable a la producción armamentista, y
entraron en la modernización de los sistemas de armas existentes, en
el desarrollo de nuevos y sofisticados medios de destrucción en masa,
co
además de otras acciones concretas dirigidas a la militarización del
La lógica investigativa permitió determinar que los objetivos del
gobierno norteamericano con esa postura, estaban dirigidos a negociar
desde posiciones de fuerza a fin de obtener concesiones de parte de la
Unión Soviética, mantener sobre ese país la pesada carga de la
producción armamentista para afectar su desarrollo económico y social,
y retomar la superioridad militar norteamericana, todos los cuales
fueron alcanzados.
La carrera armamentista ha llevado a la acumulación de armas de
destrucción en masa, en cantidades suficientes para acabar varias
veces con la vida sobre la tierra y toda la obra de la civilización, y ha
significado un considerable derroche de recursos financieros,
152

materiales y humanos, en detrimento del desarrollo económico y social,
en particular de los países del Tercer Mundo.
Al autor de la investigación aprecia que con sólo una pequeña parte de
los gastos militares mundiales, de los cuales el gobierno
norteamericano es responsable por casi el 50 por ciento, podrían
costearse los Objetivos del Milenio de las Naciones Unidas, incluidos la
erradicación de la pobreza y el hambre en el mundo, el logro de la
enseñanza primaria universal, el combate a las enfermedades, la
garantía de la sustentabilidad del medio ambiente, y la reducción de la
mortalidad infantil y materna.
En la investigación se demostró que el punto de partida de cada espiral
en la carrera armamentista fue iniciativa de Estados Unidos, lo que
obligó a la Unión Soviética a reaccionar en cada caso, a fin de
salvaguardar sus intereses y su soberanía, así como la de los países
del Pacto de Varsovia, frente a la política agresiva y las amenazas de
Estados Unidos y sus aliados en la OTAN.
En la exposición se prueba como las principales doctrinas político-
militares de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos, desde el de
Harry S. Truman hasta el actual de George W. Bush, fueron elaboradas
y estuvieron dirigidas a justificar la producción armamentista en ese
país, y encontraron entidad en la teoría de la Ciencia Política
occidental, tanto europea como norteamericana.
En la tesis se identificó que las doctrinas norteamericanas de la
153

la necesidad de luchar contra una supuesta amenaza soviética a la
democracia occidental; a la vez que fueron utilizadas como marco
teórico para justificar la aparición de la OTAN en el año 1949, así como
el establecimiento de un fuerte cinturón de bases militares cercanas al
territorio de la Unión Soviética.
La investigación demostró que la actual doctrina de la
y la sofisticación de la producción armamentista del
gobierno de George W. Bush en los Estados Unidos, constituye un
pretexto para continuar la carrera armamentista cuando ya no existen la
URSS ni el Pacto de Varsovia.
En el curso de la validación de la hipótesis se identificó que, con el
desmembramiento de la Unión Soviética en 1991, desapareció la
justificación que según la Ciencia Política Occidental explicaba la
carrera armamentista, se pasó del sistema de relaciones
internacionales bipolar a un sistema de relaciones internacionales
unipolar de hegemonía norteamericana, y se dio nuevo impulso a la
carrera armamentista.
Los planes para afianzar la actual hegemonía unilateral de Estados
Unidos fueron concebidos desde mucho antes de que ocurrieran los
ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en ese país, e
inmediatamente después del desmembramiento de la URSS, lo que ha
quedado validado en el trabajo de investigación mediante el análisis de
documentación relevante del propio gobierno norteamericano.
La disertación validó que el contexto en que se enmarcó el período de
154

se llegara a una confrontación militar directa entre los dos sistemas
socio-políticos prevalecientes, estuvo caracterizado por la función
disuasiva que se otorgaba a las armas nucleares, a fin de evitar un
ataque nuclear de una de las partes, lo que tipificó la mayor parte de
ese período, con excepción del gobierno de Ronald Reagan en Estados
Unidos, entre 1981 y 1989.
En la investigación pudo constatarse que las directivas y planes
militares puestos en práctica por el actual gobierno norteamericano,
sobrepasan el carácter disuasivo de las armas nucleares y confieren a
las mismas un evidente y proclamado carácter de armas de primer
golpe, para lanzar ataques preventivos contra cualquier Estado que el
gobierno norteamericano considere que apoya el terrorismo, o que
posee armas de destrucción en masa, independientemente de su
comprobación.
El autor constató que el cambio en la tecnología y en las características
de los armamentos que se presentan a inicios del Siglo XXI, propician
también un cambio en el enfoque de su tratamiento y en su significado
para la política exterior y el sistema de relaciones internacionales.
En la investigación quedó evidenciado que la carrera armamentista ha
afectado los trabajos y la credibilidad de la Organización de las
Naciones Unidas, al polarizar las posiciones de los países en las
consideraciones de las propuestas de desarme y, en particular, por la
postura asumida por los Estados Unidos y sus aliados en la OTAN,
contraria a los aspectos prioritarios determinados por la ONU.
155

En la investigación queda validada la necesidad de poner fin a la
hegemonía unipolar de Estados Unidos y, en ese contexto, comienzan
a aparecer señales en esa dirección. Se destaca al respecto que la
agresión y ocupación de Irak, donde han fallecido más de 4,000
jóvenes norteamericanos, ha demostrado que a Estados Unidos no le
resulta fácil imponer sus designios, a pesar de su fortaleza tecnológica,
mediática, económica y militar. Igualmente, se constata una creciente
acumulación de capitales al interior de Estados Unidos, en manos de
una elite que se considera superdotada y poseedora de la verdad
absoluta, y que ha impuesto una política externa basada en doctrinas
hegemónicas, cuyas consecuencias inmediatas son el sostenimiento de
una economía fundamentalmente subsidiada, un desarrollo tecnológico
principalmente identificado con la esfera militar y dirigido hacia ella,
una enorme deuda externa, una gran concentración de la riqueza, y
una mayor carga para el contribuyente.
Del mismo modo que la competencia militar llevó a la URSS a una
crisis económica, que afectó su desarrollo socioeconómico, los
problemas que se presentan en los Estados Unidos en esa esfera
podrían desacelerar su crecimiento armamentista y su hegemonía
militar.
Se evidenció en la investigación que en el escenario internacional
actual de post-guerra fría, comienzan a manifestarse con fuerza otros
actores en el plano económico, tecnológico, político y militar, cuyos
intereses de seguridad y desarrollo económico y social no son
coincidentes con los planes y designios de Estados Unidos,
principalmente, los casos de la Federación de Rusia y de la República
Popular China, aunque pueden no ser los únicos.
156

La investigación validó que en el futuro previsible, tal vez en dos
décadas, es probable que la Federación de Rusia, por sí sola o junto a
otros países, alcance un desarrollo armamentista suficiente como para
eliminar la actual unipolaridad norteamericana en el sistema de
relaciones internacionales. Esa probabilidad, debido a lo que puede
representar para el fortalecimiento de la paz y la seguridad
internacional, junto a la reducción de los arsenales de armas de
destrucción en masa, deviene en un escenario deseable en las
actuales circunstancias, analizadas a partir de los intereses de la
Humanidad, como paso previo posible hacia el logro del Desarme
General y Completo.
Se demostró que resulta impostergable, en consecuencia, redoblar los
esfuerzos en la lucha por el desarme, la paz y el desarrollo. Los
peligros que representa la carrera armamentista han sido minimizados
por la literatura y la Ciencia Política Occidental, pues no son capaces
de explicar cómo es que la misma se mantiene cuando ya no existe la
años.
La investigación consideró la necesidad de explicar el significado de
la carrera armamentista y movilizar a los intelectuales, a los jóvenes y a
los formadores de opinión, con el objetivo de desacelerarla y excluirla.
Esa explicación sólo puede darse en su justa dimensión, a partir de la
elaboración de un cuerpo de teoría que resulte de una Ciencia Política
desde el Sur, única capaz, en las actuales circunstancias, de interpretar
los verdaderos intereses de la mayor parte de la Humanidad, a lo cual
contribuyó la investigación.
157

RECOMENDACIONES
En línea con las valoraciones anteriores, el autor considera que las siguientes
recomendaciones, podrían ser de utilidad:
1. Dar mayor prioridad por parte del Movimiento de Países No Alineados a la
proposición de Resoluciones sobre temas del desarme en las Naciones
Unidas, en particular, las relativas al desarme nuclear.
2. Retomar los temas relativos a la seguridad internacional, donde se
desenmascaren algunas de las acciones agresivas de Estados Unidos,
violatorias del Derecho Internacional y diseminarla tanto en la sociedad
política como en la sociedad civil.
3.
revitalizar al movimiento pacifista internacional y movilizar a la opinión pública
mundial.
4. Auspiciar las iniciativas dirigidas a la presentación en las Naciones Unidas
de proyectos de resoluciones sobre el desmantelamiento de bases militares y
la retirada de tropas extranjeras en terceros países, que podrían ser
coauspiciadas por el Movimiento de Países No Alineados, a fin de presionar,
aumentar y evidenciar el aislamiento de Estados Unidos y sus principales
aliados.
5. Profundizar en el estudio y análisis del desarrollo de la ciencia y la técnica
con fines militares, y su vinculación con la política, como elementos cada vez
más significativos en el sistema de relaciones internacionales.
158

6. Fortalecer la labor dirigida a que se convoque un cuarto período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
dedicado íntegramente a los temas del desarme, en el que los países no
alineados reforzarían y actualizarían sus posiciones.
7. Valorar la posibilidad de que el Movimiento Cubano por la Paz y la
Soberanía de los Pueblos, o la Asociación Cubana de las Naciones Unidas,
organicen un Seminario Internacional sobre el tema, que permita mover al
mundo académico y retomar sus acciones en pro del desarme y la paz.
8. Organizar en el ISRI, y/o en las Facultades que se entienda convenientes,
cursos de post grado sobre los temas del desarme y la seguridad
internacional, con un programa amplio sobre todos los aspectos del
fenómeno, incluida su relación con el desarrollo económico y social.
9. Propiciar la declaración del decenio 2011-2020 como un nuevo Decenio de
las Naciones Unidas para el Desarme.
10. Dar mayor divulgación mediante los medios de difusión masiva a los
peligros de la carrera armamentista y a los planes de los Estados Unidos
de América para darle nuevos impulsos.
11. Propiciar la elaboración de tesis generales sobre la repercusión de la
carrera armamentista en el Sistema de Relaciones Internacionales, a
través de disciplinas como la Filosofía Política, la Metapolitología y la
Ciencia Política.
159

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Nombre: Pedro Núñez Mosquera.
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Fecha y lugar Nacimiento: 23 de febrero de 1951. Santiago de Cuba.
Nivel Educacional: Universitario
Especialidad:
- Licenciatura en Relaciones Internacionales (1974).
- Licenciatura en Derecho (1981).
Centro de Estudios:
-
(ISRI).
- Universidad de La Habana.
- Es graduado del Programa Interno de Estudiantes de las Naciones
Unidas. Nueva York, 1975.
- Graduado del Programa de Becas sobre Desarme de las Naciones
Unidas. Ginebra, Viena, Nueva York, 1979.
- Graduado del Colegio de Defensa Nacional de la República de Cuba.
La Habana, 1991.
Datos Laborales:
1974 1981 Especialista del Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de
los temas del Desarme en la Dirección de Organismos Internacionales.
1981-1985- Segundo y Primer Secretario en la Misión Permanente de Cuba
en Ginebra, a cargo de los temas de desarme en la Conferencia de Desarme.
1985-1988- Consejero en la Misión Permanente de Cuba en la ONU, a cargo
de los temas del desarme.
1988-1991- Subdirector de Países No Alineados en el MINREX.
1992 1994- Director de Asuntos Multilaterales en el MINREX.
1994 1995- Embajador en Zimbabwe; y Embajador Concurrente en
Botswana y Mauricio.
1995 1998- Embajador, Representante Permanente Alterno en la ONU.
171

1998 2000- Director de América Latina y Caribe en el MINREX.
2000 2004- Viceministro de Relaciones Exteriores. Coordinador de Cuba
para las Cumbres Iberoamericanas, y las Cumbres Unión Europea-América
Latina y Caribe.
2004 - Embajador en la República Federativa de Brasil.
Eventos Internacionales sobre Desarme en que ha participado:
Entre 1975 y 1998 participó en varias reuniones de las Naciones Unidas y del
Movimiento de Países No Alineados como miembro de las delegaciones de
Cuba; y ha presidido varios Comités, Comisiones y Grupos de Redacción
sobre los temas del desarme y la seguridad internacional.
Entre 1982 y 1983, fue designado por el Secretario General de las Naciones
Unidas para integrar el Grupo de Experto Gubernamentales para actualizar el
Estudio Amplio sobre las Zonas Libres de Armas Nucleares de 1975.
Fue Relator del Comité Preparatorio del Tercer Período Extraordinario de
Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas dedicado al
desarme, celebrado en 1987.
Datos Académicos:
Entre 1985 y 2007, ha impartido varias conferencias sobre temas del desarme
y la seguridad internacional; y ha participado como Experto y Ponente en
varios Seminarios, tanto en Cuba como en México, Brasil, Zimbabwe, Ginebra
y Nueva York.
Ha sido Tutor de Tesis de Diplomas sobre temas de Desarme en el ISRI.
Publicaciones:
Ha publicado varios artículos en periodicos y revistas cubanas y extranjeras,
sobre diversos temas, entre ellos:
-
Revista Verde Olivo. 1979.
- Revista Verde Olivo. 1979.
-
Boletín de la ACNU. 1981.
172

- 1983.
- Diario Granma. 1983.
- 1989.
- -Estados Unidos: necesidad de un diálogo amplio y en pié de
Revista Southern Africa Political Economics (SAPEM). 1994.
- dico Patria latina. Brasil. 2005.
-
- Carta Maior, Brasil. 2006.
- Sitio
cubaminrex. 2007.
Ciencias Sociales. La Habana, 2007
Condecoraciones:
.
-
-
- -
- M
-
-
173

ANEXOS
ANEXO I
FUERZAS NUCLEARES EN EL MUNDO EN ENERO DEL 2007
PAIS NUMERO DE CABEZAS NUCLEARES DESPLEGADAS
Estados Unidos*..................... .........................................5045
Rusia**.............................................................................5614
Reino Unido.......................................................................160
Francia...............................................................................348
China..................................................................................145
India***.............................................................................. 50
Pakistán***........................................................................ 60
Israel***............................................................................. 100
TOTAL...........................................................................11 530
* El arsenal total de Estados Unidos, incluyendo repuestos y reservas consta de 10 000
cabezas nucleares.
** El arsenal total de Rusia contiene 15 000 cabezas nucleares, de las cuales 9 300 están
almacenadas o esperan ser desmanteladas.
*** Los arsenales nucleares de India, Israel y Pakistán se piensa que están parcialmente
desplegados.
El total de cabezas nucleares que tenían estos países a principios del 2007 llegaba a 26 000.
En el mundo existen 1700 toneladas de uranio altamente enriquecido y 500 toneladas de
plutonio separado, material fisionable suficiente para fabricar mas de 100 000 armas
nucleares.
Fuente: Con datos de SIPRI 2007
174

I. ARMAMENTOS:
ANEXO II
GLOSARIO DE ARMAMENTOS Y SIGLAS
1. Arma nuclear: Artefacto nuclear explosivo para ser empleado con fines
bélicos. Se llama explosión nuclear a la que se basa en el empleo de la
energía que se desprende durante las transformaciones nucleares. Los
medios portadores pueden ser misiles o aviones. Los misiles pueden ser
lanzados desde tierra, aviones o submarinos.
a. Intercontinentales: Las que tienen un alcance superior a 5500
kilómetros.
b. De alcance medio: Las que tienen un alcance entre 1000 y 5500
kilómetros.
c. Tácticas: Las que tienen un alcance de hasta 1000 kilómetros.
2. Arma biológica: La que utiliza organismos vivos o sustancias infecciosas
derivadas de ellos, cuyo empleo causa enfermedad o muerte en las personas,
los animales y las plantas. Se le llama indistintamente arma bacteriológica.
3. Arma convencional: Que no provoca destrucción masiva.
4. Arma de destrucción masiva: Armas nucleares u otras de efectos
comparables, tales como las biológicas y las químicas.
5. Arma química: La que emplea sustancias químicas gaseosas, líquidas o
sólidas que causan efectos tóxicos directos en las personas, los animales y
las plantas.
a. Arma química binaria: La que utiliza municiones que contienen dos
sustancias químicas de relativamente baja toxicidad, pero que se
mezclan luego del disparo para dar lugar a una reacción que
produce una sustancia química supertóxica.
b. Agente azul: Mezcla de herbicidas utilizada por el ejército
norteamericano con fines militares en su agresión a Viet Nam.
(ácido dimetilarsínico o cacodílico)
c. Agente blanco: Mezcla de herbicidas utilizada por el ejército
norteamericano con fines militares en su agresión a Viet Nam.
(mezcla 2, 4-d y picloram)
d. Agente naranja: Mezcla de herbicidas utilizada por el ejército
norteamericano con fines militares en su agresión a Viet Nam. (la
más tóxica de todas por contener la dioxina)
e. Dioxina: (2, 3, 7, 8 tetrachlorodibenzino-p-dioxina). Considerada
como una de las sustancias químicas más venenosa que se haya
sintetizado hasta ahora.
f. Sustancias tóxicas nerviosas: Las que actúan sobre el sistema
nervioso central.
6. Bomba de neutrones: Artefacto nuclear explosivo que eleva los efectos de la
radiación, a la vez que disminuye los de la onda de choque y los térmicos.
175

7. Capacidad de primer golpe nuclear: La que permitiría destruir en un período
de tiempo breve el total o una parte importante de las fuerzas nucleares del
adversario.
8. Kilotón: Potencia equivalente a 1000 toneladas métricas de trinitrotolueno,
TNT. (Para calcular el efecto destructor de un arma nuclear, baste señalar
que la bomba atómica que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima tenía una
potencia aproximada de 13 kilotones.)
9. Misil balístico: El que sigue una trayectoria balística cuando cesa el impulso.
10. Misil de crucero: Es un misil guiado, que puede volar a muy baja altura, y
puede ser programado para seguir el relieve del terreno y escapar a la
detección de radares.
11. Ojiva nuclear: Es la parte del misil que contiene el explosivo nuclear.
12. Sistema Antimisiles Balísticos, ABM: El que se utiliza para interceptar y
destruir los misiles balísticos.
13. Sistema antisatélite: Que sirve para destruir o interferir en el funcionamiento
de los satélites artificiales.
14. Vehículos de reentrada múltiple, MIRV: Son dos o más vehículos con cargas
nucleares, transportados por un mismo misil, que pueden ser dirigidos de
forma independiente hacia distintos blancos.
II. SIGLAS:
1. ASBM: (Air to Surface Ballistic Missile). Misil balístico aire-superficie, lanzable
desde un avión.
2. ABM: (Antiballistic Missile). Sistema de misiles antibalísticos.
3. ICBM: (Intercontinental Ballistic Missile). Misil balístico intercontinental.
4. MIRV: (Multiple Independently Targetable Vehicle). Vehículo de reentrada
multiple contra objetivos independientes.
5. ONU: Organización de las Naciones Unidas. El documento constitutivo de la
Organización, la Carta de las Naciones Unidas, fue firmado el 26 de junio de
1945, y entró en vigor el 24 de octubre del mismo año.
6. OTAN: Organización del Tratado del Atlántico del Norte. Alianza políticomilitar
establecida por Estados Unidos en abril de 1949.
7. SALT: (Strategic Arms Limitation Talks). Conversaciones para la limitación de
las armas estratégicas, desarrolladas entre la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas y los Estados unidos de América, en la década de 1970. Estas
conversaciones dieron lugar a dos tratados, el SALT I firmado en 1972; y el
SALT II firmado en 1979.
8. SORT: (Strategic Offensive Reduction Treaty). Tratado sobre la reducción de
las armas estratégicas ofensivas, firmado entre la Federación de Rusia y los
Estados Unidos de América en el 2002.
9. SLBM: (Submarine Launched Ballistic Missile). Misil balístico transportado y
lanz de las armas estratégicas ofensivas iniciadas entre la Unión de
176

Repúblicas Socialistas Soviéticas y los Estados Unidos de América, en la
década de 1980; y continuadas posteriormente entre la Federación de Rusia y
los Estados Unidos de América. Estas conversaciones dieron lugar a dos
tratados, el START I firmado en 1991; y el START II firmado en 1993.
177

ANEXO III
GASTOS MILITARES DE LOS 15 PAÍSES QUE MAS GASTARON EN EL 2006
(EN DOLARES).
PAIS GASTOS (miles de millones) PERCAPITA
Estados Unidos 528.7 1756
Reino Unido 59.2 990
Francia 53.1 875
R.P.CH. 49.5 37
Japón 43.7 341
Alemania 37 447
Federación de Rusia 34.7 244
Italia 29.9 514
Arabia Saudita 29 1152
India 23.9 21
Corea del Sur 21.9 455
Australia 13.8 676
Canadá 13.5 414
Brasil 13.4 71
España 12.3 284
Fuente: SIPRI, 2007.
178

ANEXO IV
COMPARACION DE LOS GASTOS MILITARES POR REGIONES
EN 1990 Y 2006 (EN MILES DE MILLONES DE DOLARES)
REGION AÑO 1990 AÑO 2006
América del Norte 473 542
Europa Occidental 282 255
Europa Oriental 171 38.3
Fuente: SIPRI 2007
179

ANEXO V
LAS 25 PRINCIPALES EMPRESAS PRODUCTORAS DE ARMAS EN LA
ACTUALIDAD
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9. L-
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17. Ge
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
Fuente: Con datos de SIPRI 2007
180

ANEXO VI
POSTURA DEL GOBIERNO DE LOS ESTADOS UNIDOS EN LAS
VOTACIONES DE ALGUNAS DE LAS RESOLUCIONES SOBRE TEMAS DEL
DESARME QUE SE PRESENTAN EN LAS NACIONES UNIDAS.
a. Resolución sobre el papel de la ciencia y la tecnología en el contexto de la seguridad
internacional y el desarme: Expresa preocupación porque la aplicación del desarrollo
científico y tecnológico a la esfera militar puede contribuir al mejoramiento de los
sistemas de armas, sobre todo de armas de destrucción en masa; y afirma que ese
desarrollo debe ser utilizado en beneficio de la humanidad, y para promover el avance
económico y social de todos los Estados; a la vez que pide a todos los Estados que
inicien negociaciones multilaterales a fin de establecer lineamientos no
discriminatorios para la transferencia internacional de alta tecnología que pueda tener
doble propósito. Estados Unidos no apoya esta Resolución.
b. Resolución sobre la adopción de acuerdos internacionales eficaces que protejan a
los Estados no poseedores de armas nucleares contra la amenaza o el uso de esas
armas: Reafirma la necesidad de que se logre un acuerdo internacional sobre esta
materia; y recomienda a la Conferencia de Desarme que realice negociaciones
intensas sobre el tema. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
c. Resolución sobre la prevención de una carrera armamentista en el espacio
ultraterrestre: Considera que es de mucha importancia que se respeten de manera
estricta los acuerdos de desarme existentes relativos al espacio; y reafirma la
urgencia e importancia de evitar una carrera armamentista en ese medio. Estados
Unidos tampoco apoya esta Resolución.
d. Resolución sobre misiles: Expresa apoyo a los esfuerzos internacionales contra el
desarrollo y la proliferación de las armas de destrucción en masa; y solicita al
Secretario General de las Naciones Unidas que establezca un grupo de expertos para
analizar el tema. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
e. Resolución sobre la observancia de las normas medioambientales en la
implementación de los acuerdos de desarme: Enfatiza la importancia de que se
observen las normas de protección del medio ambiente en los acuerdos de desarme y
limitación de armamentos; y pide a los Estados que adopten medidas para contribuir a
que los progresos científicos y técnicos no vayan en detrimento del medio ambiente o
del desarrollo sostenible. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
f. Resolución sobre la promoción del multilateralismo en la esfera del desarme y la no
proliferación: Expresa que en la era de la globalización y de la revolución informática,
los problemas de la regulación en los armamentos, la no proliferación y el desarme
son más que nunca preocupación de todos los Estados del mundo; y subraya la
necesidad de que se preserven los acuerdos internacionales de desarme existentes;
181

a la vez que pide a los Estados que reafirmen su compromiso con la cooperación
multilateral en esta materia. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
g. Resolución dirigida a fortalecer la relevancia del Protocolo de Ginebra de 1925:
Recuerda la determinación de la comunidad internacional en relación con la
prohibición efectiva del desarrollo, la producción, el almacenamiento y el uso de
armas químicas y bacteriológicas; y pide a los Estados que hicieron reservas al
Protocolo de Ginebra de 1925, que retiren dichas reservas. Estados Unidos tampoco
apoya esta Resolución.
h. Resolución dirigida a acelerar la implementación de los compromisos con el desarme
nuclear: Expresa preocupación por los peligros que presenta para la humanidad el
posible uso de las armas nucleares; y solicita a los Estados que respeten sus
compromisos con el desarme nuclear y con la no proliferación; a la vez que los insta a
no emprender acciones que puedan ir en detrimento del desarme nuclear. Estados
Unidos tampoco apoya esta Resolución.
i. Resolución sobre la total eliminación de las armas nucleares: Saluda el hecho de que
se ha observado una moratoria en la realización de explosiones y ensayos de armas
nucleares desde el año 1998; reafirma la importancia de que los Estados cumplan con
las obligaciones que asumieron en virtud del Tratado de No Proliferación de Armas
Nucleares; y establece una serie de medidas prácticas para garantizar la
implementación del Artículo VI de dicho tratado, incluido el inicio de negociaciones
sobre desarme nuclear en la Conferencia de Desarme. Estados unidos tampoco
apoya esta Resolución.
j. Resolución sobre el desarme nuclear: Reitera la alta prioridad que tiene el desarme
nuclear; reafirma que los Estados deben evitar el uso o la amenaza del uso de las
armas nucleares en sus diferendos internacionales; y urge a los Estados poseedores
de armas nucleares a que desactiven de inmediato dichas armas; a la vez que aboga
por la elaboración de un acuerdo internacional obligatorio, que prohiba el uso o la
amenaza del uso de armas nucleares contra los Estados que no poseen esos
artefactos. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
k. Resolución sobre la relación entre el desarme y el desarrollo: Urge a la comunidad
internacional a que dedique parte de los recursos provenientes de las medidas de
desarme al desarrollo económico y social, a fin de contribuir a reducir la brecha que
separa a los países desarrollados de los subdesarrollados; y llama a que se otorgue
mayor relevancia a este tema. Estados Unidos tampoco apoya esa Resolución.
l. Resolución sobre la reducción del peligro nuclear: Enfatiza la imperiosa necesidad de
que se adopten medidas que eviten los accidentes en esta materia; solicita que se
revisen las doctrinas nucleares; y pide a todos los Estados que promuevan el
desarme nuclear con el objetivo de eliminar esas armas. Estados Unidos tampoco
apoya esta Resolución.
182

m. Resolución encaminada a que la Conferencia de Desarme inicie negociaciones sobre
el cese de la carrera de armas nucleares y sobre el desarme nuclear: Urge al órgano
multilateral de negociaciones a que inicie sus trabajos sobre el tema. Estados Unidos
tampoco apoya esta Resolución.
n. Resolución para dar seguimiento a la opinión de la Corte Internacional de Justicia
sobre la legalidad del uso o la amenaza del uso de las armas nucleares: Expresa la
convicción de que la existencia de armas nucleares es una amenaza para la
humanidad; reafirma el compromiso con la total eliminación de las armas nucleares; y
subraya la conclusión adoptada por la Corte Internacional de Justicia, en el sentido de
que existe la obligación de proceder de buena fe y de concluir las negociaciones que
permitan alcanzar el desarme nuclear. Estados Unidos tampoco apoya esta
resolución.
o. Resolución sobre la creación de una zona libre de armas nucleares en el hemisferio
sur y sus áreas adyacentes: Expresa la determinación de eliminar totalmente las
armas nucleares; pide a todos los Estados que apoyen el proceso de desarme
nuclear; y aboga por la creación de una zona libre de armas nucleares en el
hemisferio sur y sus áreas adyacentes. Estados Unidos tampoco apoya esta
Resolución.
p. Resolución sobre una convención que prohiba el uso de armas nucleares: Reconoce
que algunos pasos dados por la Federación de Rusia y los Estados Unidos para
reducir sus arsenales de armas nucleares pueden contribuir al objetivo de eliminar
esas armas; y pide una vez más a la Conferencia de Desarme que inicie
negociaciones con miras a elaborar una convención que prohiba el uso de las armas
nucleares. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
q. Resolución sobre el riesgo de que proliferen las armas nucleares en el Medio Oriente:
Señala que Israel se mantiene como el único Estado en la región que no es parte en
el Tratado de No Proliferación de las Armas Nucleares; expresa preocupación por la
amenaza que la proliferación de ese tipo de armas presenta para la región; y pide que
Israel se adhiera al tratado. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
r. Resolución sobre el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos de Armas
Nucleares: Pide a los Estados que mantengan la moratoria en la realización de
ensayos de armas nucleares; y solicita a quienes lo han firmado pero no lo han
ratificado, en particular aquellos cuya ratificación es imprescindible para que el tratado
entre en vigor, que aceleren sus procesos de ratificación para que el tratado tenga
éxitos. Estados Unidos tampoco apoya esta Resolución.
s. Resolución sobre la convocación de una Conferencia de las Naciones Unidas para
identificar vías que permitan la eliminación del peligro nuclear, en el contexto del
desarme: Se limita a incluir el tema en la agenda de la Asamblea General; pero
Estados Unidos no la apoya.
183

t. Resolución sobre los avances de la información y las telecomunicaciones en el
contexto de la seguridad internacional: Los Estados Unidos no apoyan esta
Resolución.
u. Resolución dirigida a que se convoque a un cuarto período extraordinario de sesiones
de la Asamblea General de la ONU, dedicado a los temas del desarme. Los Estados
Unidos no apoyan esta Resolución.
184

ANEXO VII
Los ocho objetivos de desarrollo del Milenio, que abarcan desde la reducción
a la mitad de la pobreza extrema hasta la detención de la propagación del
VIH/SIDA y la consecución de la enseñanza primaria universal para el año
2015, constituyen un plan convenido por todas las naciones del mundo y
todas las instituciones de desarrollo más importantes a nivel mundial. Los
objetivos han galvanizado esfuerzos sin precedentes para ayudar a los más
pobres del mundo.
Fuente: www.un.org/spanish/milleniumgoals/
185

Miles de millones de dólares
1200
1000
800
600
400
200
0
Gasto
Militar
Mundial
(2005)
Gasto
Militar
USA
(2005)
ANEXO VIII
Gasto Militar 2005 Objetivos de Desarrollo del
Milenio
$ 760
mil
millones
Costos
totales
de los
objetivos
de
desarrollo
del
Milenio
Acceso
universal
al agua $210
mil millones
Reducir la
mortalidad
infantil en
dos tercios
$250
mil millones
Educación
primaria
universal
$300
Fuentes: Jornal Brasil de Fato.
junio del 2006.(con datos tomados de SIPRI).
res vs Gastos Sociales. Guerra o Bienestar Humano.
Copyright Economist Allied for Arms Resolution, 2004.
186

Dólares per cápita
1800
1600
1400
1200
1000
800
600
400
200
0
ANEXO IX
Estados Unidos
Ayuda al desarrollo Gasto Militar
Humano. Copyright Economist Allied for Arms Resolution, 2004.
187

Dólares per cápita
400
350
300
250
200
150
100
50
0
ANEXO X
Unión Europea
Ayuda al desarrollo Gasto Militar
os Sociales. Guerra o
Bienestar Humano. Copyright Economist Allied for Arms Resolution, 2004
188