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Especial Corrupción - Zoróndoba de Arte y Literatura

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La Veleta<br />

Gacetilla <strong>de</strong> errática aparición y orientación dudosa<br />

Viernes, 01 <strong>de</strong> Febrero <strong>de</strong> 2013 Avisos, anuncios, noticias y chismes varios laveleta@zorondoba.com<br />

Editado por <strong>Zoróndoba</strong> <strong>de</strong> <strong>Arte</strong> y <strong>Literatura</strong> Número CVII Director: Sancho Viñetas<br />

<strong>Especial</strong> <strong>Corrupción</strong><br />

Los dibujos <strong>de</strong> hoy no son viñetas sensu stricto, pero es lo que nos largaron los compañeros <strong>de</strong>l SGV cuando les pedimos una colaboración especial<br />

para este número <strong>de</strong>dicado a la corrupción. Se trata, según, nos han contado, <strong>de</strong> un anticipo <strong>de</strong> los divertimentos en que andan metidos con algunos<br />

<strong>de</strong> los grabados <strong>de</strong> Goya. A nosotros nos han parecido excelentes retratos <strong>de</strong>l corrupto y <strong>de</strong>l corruptor y que venían muy a cuento para ilustrar,<br />

junto con los comentarios que les acompañan, el lamentable estado <strong>de</strong> cosas en que nos encontramos, no muy distinto, en el fondo, <strong>de</strong>l que <strong>de</strong>bía<br />

existir cuando don Francisco grabó sus geniales Caprichos. Completamos el número con un espeluznante relato <strong>de</strong> nuestro redactor, Equis <strong>de</strong><br />

Incógnito, y con una letrilla satírica <strong>de</strong> Paco Kebedo, ya publicada en estas mismas páginas en febrero <strong>de</strong> 2010 con ocasión <strong>de</strong> aquel famoso<br />

concurso <strong>de</strong> poesía convocado por La Veleta (por aquel entonces hebdomadario) y cuya pertinencia nos parece innegable. (La redacción)<br />

Copia Copia libre libre <strong>de</strong>l <strong>de</strong>l Capricho 67<br />

Aguarda Aguarda Aguarda que que que te te te unten unten<br />

unten<br />

“Le embian à un recado <strong>de</strong> importancia y quiere irse à medio<br />

untar. Entre los brujos los hay tanbien troneras, precipitados,<br />

botarates, sin pizca <strong>de</strong> Juicio: todo el mundo es país.”<br />

(Texto <strong>de</strong>l grabado original)<br />

Nuestra interpretación:<br />

Vemos aquí a una figura humana con gran<strong>de</strong>s orejas <strong>de</strong> bestia<br />

que sujeta a una figura <strong>de</strong> bestia con una <strong>de</strong> sus pezuñas en<br />

forma <strong>de</strong> pie humano. Se trata sin duda <strong>de</strong> la representación <strong>de</strong>l<br />

banquero monstruoso que con el po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su dinero unta y<br />

corrompe al político <strong>de</strong> turno, a quien transforma en el cabrón<br />

que vemos, ansioso por correr a ejecutar las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong>l amo<br />

contra los hombres a los que habría <strong>de</strong> servir. En el grabado <strong>de</strong><br />

Goya hay una figura más, <strong>de</strong> traza humana, quizá un asistente (o<br />

asistenta) <strong>de</strong> ese po<strong>de</strong>roso y orejudo señor que moja la brocha en<br />

el cuenco <strong>de</strong>l ungüento portentoso convirtiendo a los seres<br />

humanos en hi<strong>de</strong>putas y cabrones. No nos pareció <strong>de</strong>masiado<br />

relevante, aunque pue<strong>de</strong> que a esa figura, en nuestro dibujo<br />

<strong>de</strong>saparecida, quepa atribuir la frase que da título al Capricho y<br />

con la que se trata <strong>de</strong> calmar el ímpetu <strong>de</strong>l todavía incompleto<br />

cabrón: Aguarda [cabrón] que te unten [<strong>de</strong>l todo, que aún te<br />

falta un pie].<br />

Variación Variación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>l Capricho Capricho 67<br />

67<br />

¡Trágala ¡Trágala ya!<br />

ya!<br />

Nuestro texto para esta Variación:<br />

Aquí el político, ya bien untado, transfigurado en su totalidad y<br />

coronado con dos cuernos retorcidos que por ser cabrón le han<br />

salido, patalea panza arriba mientras el satánico banquero le hace<br />

1


tragar una pócima compuesta <strong>de</strong> las escurrajas <strong>de</strong>l ungüento, hiel<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>sahuciado, esencia <strong>de</strong> sudor <strong>de</strong> esclavo, pellejo <strong>de</strong> obrero<br />

triturado, sangre <strong>de</strong> niño <strong>de</strong>snutrido, sesos <strong>de</strong> muerto <strong>de</strong> hambre,<br />

pelos <strong>de</strong> rata y otros mil humores y secretos ingredientes que con<br />

celo guarda en su recóndita botica. Y mientras con la cuchara le<br />

embute hasta el fondo <strong>de</strong>l gañote el apestoso mejunje, le agarra<br />

bien con la otra mano por sus partes, cojones por mejor y más<br />

sonoro nombre conocidas, para que no escape y para que<br />

comprenda cuál es la naturaleza <strong>de</strong>l vínculo que han establecido.<br />

Sobrevuela la escena la figura <strong>de</strong> su ayudante, una mujer,<br />

parece, que sostiene entre las manos el tazón don<strong>de</strong> su amo ha<br />

preparado el horroroso lenitivo. Ella es quien jalea el espectáculo<br />

in<strong>de</strong>cente y grita ¡Trágala ya!, esperando ver cómo el cabrón,<br />

luego que lo suelten, echará hacia el salón <strong>de</strong> plenos <strong>de</strong>l concejo,<br />

Hay que acabar con la<br />

corrupción<br />

Equis <strong>de</strong> Incógnito<br />

En un amplio habitáculo abierto a ambos<br />

lados <strong>de</strong> la apestosa alcantarilla cuyo<br />

caudal fluye bajo el salón <strong>de</strong> plenos <strong>de</strong>l<br />

Congreso <strong>de</strong> los Diputados, tuvo lugar<br />

ayer una reunión <strong>de</strong> todos los partidos con<br />

representación en la Cámara para tratar, a<br />

cara <strong>de</strong>scubierta, el doloroso tema <strong>de</strong> la<br />

corrupción. Nada diré <strong>de</strong> las mordidas que<br />

me fueron exigidas para penetrar en el<br />

sacrosanto lugar; el caso es que allí estuve<br />

y como lo vi lo cuento. Me sorprendió<br />

primero no reconocer a ninguna <strong>de</strong> sus<br />

señorías, pero por lo que me contó mi<br />

enlace, los rostros con los que <strong>de</strong><br />

ordinario los vemos son meros disfraces,<br />

máscaras tras las que ocultan su verda<strong>de</strong>ra<br />

faz y que en este lugar y ocasión <strong>de</strong>bían<br />

mostrar sin remilgos, pues todos sabían<br />

<strong>de</strong> verdad quién era cada cual y nada<br />

tenían que temer porque estaban unidos<br />

en la fratría común <strong>de</strong> los selectos electos.<br />

Pese a la mala iluminación, podía<br />

distinguirse con cierta niti<strong>de</strong>z lo<br />

espantoso <strong>de</strong> aquellos rasgos en<br />

<strong>de</strong>scomposición. Al primero en tomar la<br />

palabra, un hombre <strong>de</strong> elevada estatura,<br />

pero contrahecho, se le escaparon varios<br />

dientes <strong>de</strong> la boca nada más empezar a<br />

hablar. Los recogió <strong>de</strong>l atril con gesto<br />

avaro, los guardó en un bolsillo y empezó<br />

su parlamento babeando y escupiendo<br />

espumarajos rojizos por la boca y<br />

<strong>de</strong>stilando mocos ver<strong>de</strong>s por la nariz. Dijo<br />

escuetamente: “Esto es intolerable. Hay<br />

que acabar con la corrupción”. Algunos<br />

aplaudieron con <strong>de</strong>sgana y otros gruñeron<br />

con <strong>de</strong>sesperación. Des<strong>de</strong> el fondo, un<br />

individuo con media cara carcomida y<br />

llena <strong>de</strong> gusanos vociferó: “¡Pero la<br />

corrupción es la grasa <strong>de</strong> la maquinaria<br />

política!” De nuevo se escucharon<br />

gruñidos, unas pocas palmas y unos<br />

débiles silbidos, como <strong>de</strong> serpiente. Mi<br />

enlace (el diputado a quien yo había<br />

sobornado para entrar en el lugar) habló<br />

entonces. Ni cuenta me había dado, pero<br />

casi tuve que vomitar al percatarme <strong>de</strong> su<br />

verda<strong>de</strong>ro aspecto, pues como todos los<br />

presentes, ya se había quitado el disfraz:<br />

un ojo le colgaba hasta más abajo <strong>de</strong> la<br />

nariz, sujeto sólo por unos débiles<br />

filamentos sarmentosos que salían <strong>de</strong> la<br />

oscura y tenebrosa cuenca que <strong>de</strong>bía<br />

albergarlo. Alzó la mano (un muñón<br />

<strong>de</strong>shilachado, como rematado por<br />

innumerables lombrices que entre sí se<br />

retorcían) y dijo: “Algunos ciudadanos<br />

piensan que la maquinaria está obsoleta y<br />

andan tramando sustituir la mecánica por<br />

la electrónica, don<strong>de</strong> al parecer no se<br />

necesitan lubricantes”. Aquí no hubo<br />

aplausos, sino furiosos aullidos <strong>de</strong> dolor.<br />

Dos individuos <strong>de</strong> los que tenía más cerca<br />

comenzaron a arrancarse los cabellos con<br />

airados movimientos y vi cómo no sólo el<br />

pelo, sino el cuero cabelludo era lo que a<br />

jirones se arrancaban.<br />

El tipo alto y contrahecho que había<br />

hablado en primer lugar, y que parecía<br />

ejercer <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rador <strong>de</strong> aquella repulsiva<br />

reunión, hizo sonar entonces una carraca<br />

y cortó <strong>de</strong> raíz los quejidos y lamentos.<br />

Tras el silencio posterior se oyó el<br />

característico repiqueteo <strong>de</strong> unas tablillas<br />

<strong>de</strong> San Lázaro y una figura aparentemente<br />

<strong>de</strong> mujer, en cuyo rostro faltaban la nariz,<br />

las orejas y más <strong>de</strong> medio mentón, avanzó<br />

arrastrándose hasta el tosco atril que hacía<br />

<strong>de</strong> tribuna y, a modo <strong>de</strong> resumen, dijo:<br />

“Es cierto que los ciudadanos andan<br />

mosqueados y que <strong>de</strong>bemos hacer algo<br />

para que no tengan que soportar esta lacra<br />

— aquí una rata le salió por entre el<br />

escote y quiso subir para mor<strong>de</strong>rle la<br />

lengua, morada y gruesa, que se le había<br />

quedado colgando por el hueco <strong>de</strong>l medio<br />

mentón que le faltaba, pero la dama la<br />

apartó <strong>de</strong> sí con un violento manotazo y<br />

prosiguió—, por ello propongo que<br />

legislemos”. Una salva <strong>de</strong> aplausos y<br />

gruñidos, esta vez <strong>de</strong> satisfacción, saludó<br />

su breve parlamento. Envalentonada por<br />

las muestras <strong>de</strong> apoyo, propuso:<br />

“Definamos primero qué es la corrupción<br />

y apartemos <strong>de</strong> este concepto todos<br />

aquellos comportamientos que son<br />

estrictamente necesarios, tanto para el<br />

enriquecimiento personal <strong>de</strong> quienes con<br />

<strong>de</strong>dicación y entrega servimos al pueblo,<br />

como para la financiación a<strong>de</strong>cuada <strong>de</strong><br />

nuestros partidos y <strong>de</strong> sus fastos<br />

imprescindibles. La verda<strong>de</strong>ra corrupción<br />

es, como bien enten<strong>de</strong>mos todos los<br />

presentes, que los funcionarios, los<br />

medios <strong>de</strong> comunicación o los ciudadanos<br />

en general, animados por el espíritu<br />

hacia la cámara territorial don<strong>de</strong> su culo tenga asiento, hacia el<br />

parlamentario escaño que ganó con embustero gesto o hacia el<br />

<strong>de</strong>spacho <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> inventará daños y perjuicios para los<br />

hombres bajo su tutela que harán las <strong>de</strong>licias <strong>de</strong> su maléfico<br />

señor.<br />

También disfrutarán, y mucho, pues son <strong>de</strong>generados seres, el<br />

orejudo y la dama volan<strong>de</strong>ra, viendo al cabrón cagarse por las<br />

patas y vomitar las tripas por efecto <strong>de</strong>l brebaje.<br />

<strong>Zoróndoba</strong> <strong>de</strong> <strong>Arte</strong> y <strong>Literatura</strong><br />

www.zorondoba.com<br />

malsano <strong>de</strong> su corrupta forma <strong>de</strong> mirar la<br />

realidad, <strong>de</strong>nuncien a los políticos<br />

elegidos por el pueblo. Por su culpa<br />

nuestra <strong>de</strong>mocracia está en peligro.<br />

¡Endurezcamos, pues, las penas para estos<br />

verda<strong>de</strong>ros corruptos que todo lo<br />

ensucian; y que cada palo aguante su<br />

vela!” ¡Jo<strong>de</strong>r —y disculpen la palabra<br />

malsonante— la que se lio! Todos<br />

estallaron en vítores, aplausos y alaridos<br />

aprobatorios y luego, atropelladamente,<br />

en medio <strong>de</strong> una algarabía infernal,<br />

iniciaron la estampida hacia la superficie.<br />

Mi enlace <strong>de</strong>sapareció mezclándose ente<br />

ellos sin darme tiempo a que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mi<br />

horror y estupefacción pudiera<br />

preguntarle nada. Cuando por fin yo<br />

también me reintegré a la tribuna <strong>de</strong><br />

prensa <strong>de</strong> la cámara, pu<strong>de</strong> ver a los<br />

diputados, con el rostro y la facha con que<br />

habitualmente los vemos, <strong>de</strong>batiendo<br />

sobre las iniciativas legislativas que en<br />

secreto acababan <strong>de</strong> acordar.<br />

Y no les falta razón<br />

(Letrilla satírica)<br />

Sostienen los corruptores<br />

que todos tenemos precio,<br />

y juzgan como hombre necio<br />

a quien alega pudores<br />

y rechaza sus favores.<br />

Y armados <strong>de</strong> esta opinión<br />

jamás pier<strong>de</strong>n la ocasión.<br />

Botones y funcionarios<br />

se cuentan entre sus presas;<br />

aunque hay también alcal<strong>de</strong>sas,<br />

concejales, secretarios<br />

y otros muchos dignatarios.<br />

Trabajando con tesón<br />

casi todos presas son.<br />

El truco está en acertar<br />

con la dádiva a<strong>de</strong>cuada:<br />

un traje caro, una entrada,<br />

un bolso para fardar<br />

o una villa junto al mar.<br />

Descubierta la pasión,<br />

lograda es la rendición.<br />

Y si alguien les echa en cara<br />

su proce<strong>de</strong>r reprobable,<br />

replican que más culpable<br />

en el trato, es cosa clara,<br />

el corrupto se <strong>de</strong>clara.<br />

Y no les falta razón:<br />

el corrupto es más felón.<br />

Paco Kebedo (Febrero 2010)<br />

2

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