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• Rev Cent Dermatol Pascua • Vol. 17, Núm. 2 • May-Ago 2008<br />
Jiménez HF y cols. <strong>Poroma</strong> <strong>ecrino</strong> <strong>atípico</strong><br />
Caso clínico<br />
<strong>Poroma</strong> <strong>ecrino</strong> <strong>atípico</strong><br />
Fabiola Jiménez Hernández,* Ana Martha Caballero Centeno,**<br />
Ana Maribel Champet,** Alberto Ramos Garibay***<br />
RESUMEN<br />
El poroma <strong>ecrino</strong> es un tumor benigno de la glándula sudorípara, constituido por células que se diferencian de la porción<br />
intradérmica y/o intraepidérmica del conducto excretor. Su localización más frecuente es en palmas y plantas, regiones con<br />
gran cantidad de glándulas sudoríparas ecrinas. Presentamos el caso de un paciente de 54 años de edad, con una presentación<br />
clínica poco habitual.<br />
Palabras clave: <strong>Poroma</strong> <strong>ecrino</strong>, glándula sudorípara ecrina, tumor de anexos.<br />
ABSTRACT<br />
Eccrine poroma is a benign neoplasm of the intraepidermal and/or intradermal portion of the eccrine sweat duct. The more<br />
frequent localization, are the areas with a high concentration of sweat glands. We present a case of patient of 54 years old with<br />
an unusual localization of eccrine poroma.<br />
Key words: Eccrine poroma, sweat glands, anexial neoplasm.<br />
INTRODUCCIÓN<br />
Pinkus, Rogin y Goldman en 1956 describieron al poroma<br />
<strong>ecrino</strong> (PE) como un tumor de anexos generalmente<br />
localizado en las plantas o palmas. 1 Akerman lo definió<br />
histológicamente dentro de un grupo de cuatro neoplasias<br />
epiteliales benignas, compuestas de células similares<br />
a las del conducto <strong>ecrino</strong> intradérmico y/o a su segmento<br />
intraepidérmico o acrosiringio. Estas neoplasias<br />
son: Hidroacantoma simple (HS), poroma <strong>ecrino</strong> (PE),<br />
tumor del conducto <strong>ecrino</strong> (TCE), y el hidradenoma poroide<br />
o <strong>ecrino</strong> (HP). Estos tumores pueden presentar diferenciación<br />
ecrina o apocrina; su evolución es benigna,<br />
aunque se han documentado porocarcinomas con diseminación<br />
metastásica visceral originados en poromas. 1,2<br />
El poroma <strong>ecrino</strong> representa el 10% de los tumores<br />
de glándulas sudoríparas. 3<br />
* Dermatooncóloga. Adscrita al Servicio de Cirugía Dermatológica,<br />
del Centro Dermatológico Pascua (CDP).<br />
** Residentes del Curso de Postgrado en Dermatología, CDP.<br />
*** Dermatopatólogo. Adscrito al Laboratorio de Dermatopatología,<br />
CDP.<br />
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Artemisa<br />
medigraphic en línea<br />
En cuanto a su etiopatogenia, deriva de células pluripotenciales<br />
de la zona de transición, entre los segmentos<br />
dérmico e intraepidérmico del conducto excretor <strong>ecrino</strong>.<br />
Sus formas pigmentadas se relacionan con la<br />
secreción de un factor de crecimiento de melanocitos a<br />
partir de células tumorales; en éstas se debe hacer diagnóstico<br />
diferencial con melanoma maligno. 4<br />
CASO CLÍNICO<br />
Mujer de 54 años de edad, la cual acude a consulta al<br />
Centro Dermatológico Pascua por presentar una tumoración<br />
en pierna derecha, de aproximadamente 5 años<br />
de evolución, dolorosa, con sangrado y crecimiento lento<br />
en los últimos cuatro meses. Presentaba una dermato-<br />
sis localizada a la región anterior de la pierna derecha<br />
en su tercio distal, constituida por una neoformación<br />
esférica de 3.2 cm de diámetro, pediculada, de superficie<br />
eritematosa e irregular, brillante, de la cual fluía<br />
líquido transparente. Por las características clínicas de<br />
la lesión se hizo el diagnóstico clínico de poroma <strong>ecrino</strong><br />
(Figuras 1 y 2).<br />
Se realizó exéresis de la lesión hasta tejido celular<br />
subcutáneo. En el estudio histopatológico se observó una
Figura 1. Aspecto clínico de neoformación exofítica de superficie<br />
húmeda.<br />
Figura 2. Detalle de la superficie de la neoformación.<br />
epidermis con paraqueratosis focal, algunas zonas cubiertas<br />
por fibrina y restos celulares; de la epidermis se<br />
desprenden cordones de células epiteliales basofílicas<br />
pequeñas; las cuales se anastomosan entre sí. Estos<br />
cordones forman estructuras ductales que contienen<br />
secreción glandular. El diagnóstico histológico corroboró<br />
la impresión clínica (Figuras 3 y 4).<br />
DISCUSIÓN<br />
El poroma <strong>ecrino</strong> se ha observado en pacientes de<br />
todas las edades, con predominio en la quinta década<br />
de la vida, con mayor incidencia en mujeres, sin<br />
predominio de raza. Se presenta como tumoración<br />
solitaria; en raras ocasiones puede manifestarse como<br />
una «poromatosis ecrina», caracterizada por numerosas<br />
lesiones en palmas y plantas (más de 100); 3<br />
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Figura 3. Imagen histológica. Se observan cordones de células<br />
epiteliales que se desprenden de la epidermis y se anastomosan<br />
entre sí alcanzando la dermis reticular (H&E 4x).<br />
Figura 4. Obsérvese la transición de las células espinosas de<br />
la epidermis con las típicas células del poroma (H&E 40x).<br />
existe otra variedad rara, el nevo acrosiríngeo, que<br />
se localiza en las extremidades inferiores como una<br />
lesión lineal, 5 predominantemente en palmas y plan-<br />
tas (60%); sin embargo, puede afectar otros sitios<br />
como tronco, cuello, extremidades superiores (antebrazo),<br />
extremidades inferiores (pierna, muslo), piel<br />
cabelluda y cara. 2<br />
Morfológicamente es una neoformación bien circunscrita,<br />
de forma variada, exofítica o vegetante, sésil o<br />
pediculada de 1 a 3 cm de diámetro; de consistencia<br />
blanda o firme, del color de la piel, hasta rojo o negro,<br />
con superficie lisa o rugosa, escamosa o queratósica,
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con telangiectasias, rodeada de un collarete; en ocasiones<br />
puede exulcerarse y formar costras melicéricas o<br />
serohemáticas.<br />
ESTE DOCUMENTO ES ELABORADO POR MEDI-<br />
GRAPHIC<br />
2 Las lesiones pigmentadas se presentan<br />
en un 25% de todos los poromas. 4-6 El tiempo de<br />
evolución es variable; se han documentado hasta 10 años<br />
de evolución; por lo general son asintomáticos; el sangrado,<br />
el dolor y el prurito habitualmente son secundarios<br />
a traumatismos.<br />
Histopatológicamente, la forma típica se origina en la<br />
epidermis, de donde se extiende hacia la dermis como<br />
masas tumorales que suelen anastomosarse. El límite<br />
entre la epidermis y la lesión se distingue con facilidad,<br />
por el aspecto característico de las células tumorales,<br />
que son más pequeñas que las espinosas; su núcleo es<br />
redondo, muy basofílico, unidas por puentes intercelulares<br />
y distribuidas al azar. Se localiza en epidermis y<br />
dermis. Las células del poroma <strong>ecrino</strong> contienen glucógeno;<br />
se puede encontrar pigmento melánico dentro de<br />
estos cordones.<br />
En ocasiones forman luces ductales estrechas y espacios<br />
quísticos revestidos por células PAS positivas,<br />
diastasa-resistentes, similares a la de los conductos<br />
sudoríparos <strong>ecrino</strong>s. 7<br />
Cuando el poroma se localiza en su totalidad en la<br />
epidermis se denomina hidroacantoma simple; cuando<br />
tiene localización predominante en dermis y consiste<br />
de islotes tumorales de configuración variable y luces<br />
ductales se denomina Tumor del conducto dérmico; el<br />
Siringoacantoma es otra variante del poroma <strong>ecrino</strong> en<br />
el cual se observan nidos de células ductales sudoríparas<br />
ovoides o cuboides, muy basofílicas, inmersos en<br />
una epidermis acantósica. 7<br />
Los diagnósticos diferenciales que se deben tener en<br />
cuenta son queratosis seborreica, granuloma piógeno,<br />
quiste epidérmico, carcinoma basocelular, melanoma<br />
nodular, melanoma amelánico, tumor glómico, etc. 2-8<br />
El tratamiento es la extirpación quirúrgica completa,<br />
con pronóstico favorable, sin recurrencia. 9<br />
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COMENTARIO<br />
Este caso nos sirve para ilustrar una presentación clínica<br />
atípica en una localización habitual, por lo que debemos<br />
estar alertas ante la presencia de neoformaciones<br />
como ésta, con topografía común, pero cuya morfología<br />
es poco característica, así como de las variedades pigmentadas<br />
en las que se debe hacer en forma obligada<br />
diagnóstico diferencial con melanoma.<br />
El diagnóstico definitivo lo establece el estudio histopatológico,<br />
con el cual podemos realizar el diagnóstico<br />
diferencial del porocarcinoma <strong>ecrino</strong> con carcinoma basocelular<br />
y melanoma amelánico, de lo cual dependerá<br />
el tratamiento y pronóstico.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
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General Medicine. 6 th ed. McGraw-Hill, 2005: 893-94.<br />
Correspondencia:<br />
Dra. Fabiola Jiménez Hernández.<br />
Centro Dermatológico Pascua.<br />
Av. Vértiz, Núm. 464,<br />
Colonia Buenos Aires, 06780, México, D.F.