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Hace tiempo que me llamó la atención ese resumen de la predicación
de Jesús que hace S. Marcos, y voy a comentarlo en los días de
reflexión de Cuaresma, como tiempo litúrgico de preparación a la
Pascua, y de preparación a la vivencia, mientras llega el paso
definitivo, de Jesús resucitado en su Iglesia, y en la comunidad
concreta donde vivo.
En clave de oración, podría expresarlo así:
¿Cómo entender tu Noticia, sin conocerte ti, sin entenderte a ti, Jesús
de Nazaret, Cristo de Dios?
Y la misma pregunta es válida cambiando los términos. ¿Cómo
entenderte a ti, o cómo conocerte, sin entender ni conocer tu
Evangelio de Dios, tu Noticia de la Luz?
El Principio vital de tu Noticia, de tu Evangelio, eres Tú mismo, hecho
Palabra de Apóstol. Tú eres el Principio, el ‘Arje’, de la buena noticia,
su esencia y su médula; y de ti, empalabrado en la Iglesia, y justo
cuando eres proclamado, chorrea la plenitud de gracia que alimenta al
que quiere convertirse, al que se atreve a cambiar su mente, su forma
de pensar, y utilizando el instrumento de la fe, pasa al encuentro
personal y directo contigo, Jesús de Nazaret, el Mesías, el Cristo, el
Ungido de la presencia, a la que se abre la plenitud del hombre, como
finalidad total de su existencia.
Es por eso que ‘buscarte’, en el sentido íntimo de la Escritura, se
convierte en la ‘tierra que mana leche y miel’, la tierra de la promesa, o
prometida, la tierra de la verdad y la alegría, en el lugar de encuentro,
donde se te puede hallar resucitado, y ‘verte’ con los ojos de la fe. Esa
es la GALILEA, o GALILUIA, donde nace, crece y llega a plenitud la
“alegría” del pueblo que grita su alabanza, sus vítores. Porque aunque
parezca una contradicción, alabarte para que vengas, es tenerte ya
dentro, como buscarte, es ya encontrarte hecho camino.
Y ese estado de relación contigo, o lo que es lo mismo, ese estado de
amor, es el que proclaman y engendran los Evangelios.
A Marcos le diste proclamarte como Señor del cielo y de la tierra, del
sábado y del hombre, de la enfermedad y de la salud, de la gracia y
del pecado, de los santos y de los diablos….