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Trastornos facticios

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© MASSON, S.A. Fotocopiar sin autorización es un delito.<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong><br />

Los trastornos <strong>facticios</strong> se caracterizan por síntomas físicos o psicológicos fingidos o producidos<br />

intencionadamente, con el fin de asumir el papel de enfermo. La apreciación de que un síntoma<br />

se ha producido de manera intencionada es posible tanto por comprobación directa como por<br />

la exclusión de otras causas. Por ejemplo, un individuo que acude por hematuria y se descubre que<br />

tiene anticoagulantes y niega haberlos tomado, mientras los análisis de sangre demuestran lo contrario.<br />

Cabe pensar, pues, que si no existe prueba alguna de ingestión accidental, el paciente ha ingerido<br />

intencionadamente este tipo de fármacos. Debe reseñarse que la presencia de síntomas <strong>facticios</strong><br />

no excluye la coexistencia de síntomas físicos o psicológicos verdaderos.<br />

Los trastornos <strong>facticios</strong> son distinguibles de los actos de simulación. En la simulación el «paciente»<br />

también produce los síntomas de modo intencionado, pero su objetivo es fácilmente reconocible<br />

cuando se conocen sus circunstancias. Por ejemplo, la producción de síntomas de manera<br />

intencionada para evitar una vista judicial o la incorporación al Servicio Militar. De manera semejante,<br />

un enfermo mental hospitalizado puede simular la agravación de su enfermedad para evitar<br />

su traslado a otra institución menos deseable, produciendo así un acto de simulación. En cambio,<br />

en el trastorno facticio existe una necesidad psicológica de asumir el papel de enfermo, tal<br />

como se pone de manifiesto por la ausencia de incentivos externos para tal comportamiento. Mientras<br />

que un acto de simulación puede considerarse adaptativo bajo ciertas circunstancias (p. ej., en<br />

situaciones hostiles), por definición, el diagnóstico de trastorno facticio implica siempre un determinado<br />

grado de psicopatología.<br />

F68.1 Trastorno facticio [300.xx]<br />

La característica esencial de este trastorno es la producción intencionada de signos o síntomas<br />

físicos o psicológicos (Criterio A). La sintomatología puede ser inventada (p. ej., cuando el paciente<br />

se queja de dolor abdominal sin padecerlo), autoinfligida (p. ej., en el caso de abscesos producidos<br />

por la inyección de saliva debajo de la piel), puede ser una exageración o exacerbación<br />

de un trastorno físico preexistente (p. ej., la simulación de un ataque de grand mal cuando se poseen<br />

antecedentes de crisis epilépticas), o puede ser una combinación o variación de todas las anteriores.<br />

Para que se produzca este trastorno, el paciente debe asumir totalmente el papel de enfermo<br />

(Criterio B). Además, no hay incentivos externos que justifiquen los síntomas (p. ej., una<br />

ganancia económica, evitar la responsabilidad legal o mejorar el bienestar físico, como en los actos<br />

de simulación) (Criterio C).<br />

Las personas que presentan este trastorno por lo general explican su historia con un aire extraordinariamente<br />

dramático, pero en cambio son sumamente vagas e inconsistentes cuando se les<br />

pregunta con más detalle. El paciente suele dejarse llevar por una tendencia a mentir incontrola-<br />

483


484 <strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong><br />

ble y patológica, que llama la atención del entrevistador y que se refiere a cualquier aspecto de su<br />

historia o síntomas (p. ej., seudología fantástica). A menudo, estos pacientes tienen un amplio conocimiento<br />

de la terminología médica y de las rutinas hospitalarias. Son muy frecuentes las quejas<br />

de dolor y las demandas de analgésicos. Después de que una intensa exploración de sus principales<br />

molestias haya resultado negativa, a menudo empiezan a quejarse de otros problemas físicos<br />

y producen más síntomas <strong>facticios</strong>. Las personas que padecen este trastorno suelen ser objeto<br />

de múltiples exploraciones e intervenciones quirúrgicas. Cuando se encuentran en el hospital tienen<br />

por lo general muy pocos visitantes. En ocasiones, es posible sorprender al individuo en el<br />

momento en que produce sus síntomas <strong>facticios</strong> (p. ej., el individuo es reconocido por otra persona<br />

que coincidió con él en una anterior visita al médico; o se confirma la presencia del mismo individuo<br />

en diferentes hospitales por sintomatología facticia). Cuando se les confronta con la evidencia<br />

de sus síntomas <strong>facticios</strong>, estos pacientes o bien los niegan, o abandonan rápidamente el<br />

hospital, incluso en contra de la prescripción médica. Con mucha frecuencia suelen ser admitidos<br />

en otro hospital el mismo día. El curso de sus hospitalizaciones a menudo les lleva a numerosas<br />

ciudades, estados y países.<br />

Subtipos<br />

El trastorno facticio se codifica según el subtipo que mejor refleja los síntomas predominantes.<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas psicológicos [300.16]. Este<br />

subtipo consiste en un cuadro clínico en el que predominan los signos y síntomas psicológicos.<br />

La sintomatología esencial de este trastorno consiste en la producción intencionada o el<br />

fingimiento de síntomas psicológicos (a menudo psicóticos), sugerentes de enfermedad mental.<br />

El objetivo aparente del individuo es el de asumir el papel de «paciente» y, por otro lado,<br />

no es comprensible a la luz de sus circunstancias ambientales (a diferencia de lo que ocurre<br />

en el caso de la simulación). El trastorno se reconoce a menudo por un amplio cortejo de síntomas<br />

que muy frecuentemente no se corresponden con un patrón sindrómico típico, que tienen<br />

un curso clínico y una respuesta terapéutica inusual, y que empeoran cuando el individuo<br />

es consciente de que es observado. Este tipo de pacientes suelen quejarse de depresión y de<br />

ideación suicida debido a la muerte del cónyuge (muerte que no es confirmada por los familiares),<br />

pérdida de memoria (reciente y remota), alucinaciones (auditivas y visuales) y síntomas<br />

de disociación. Estas personas suelen ser extremadamente sugestionables y admiten tener<br />

la mayor parte de los síntomas que el entrevistador cita. Por el contrario, también puede ser<br />

que se trate de individuos extremadamente negativistas y poco colaboradores con la entrevista.<br />

La sintomatología psicológica revela, por lo general, el concepto que el paciente tiene de<br />

enfermedad mental y, por tanto, puede ser que no coincida con ninguna de las categorías diagnósticas<br />

conocidas.<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas físicos [300.19]. Este subtipo<br />

consiste en un cuadro clínico en el que predominan los signos y síntomas de una aparente enfermedad<br />

física. Casi la vida entera del sujeto consiste en intentar ingresar o permanecer en<br />

los hospitales (síndrome de Munchausen). Los cuadros clínicos más frecuentes suponen, por<br />

ejemplo, intenso dolor en el cuadrante inferior derecho, asociado a náuseas y vómitos, mareos<br />

y pérdidas de conciencia, hemoptisis masivas, erupciones generalizadas y abscesos, fiebres de<br />

origen indeterminado, hemorragias secundarias a la ingestión de anticoagulantes y síndromes<br />

parecidos al lupus. Todos los sistemas orgánicos son blancos potenciales, y la presentación de<br />

los síntomas sólo está delimitada por los conocimientos médicos, la sofisticación y la imaginación<br />

del individuo.


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<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con combinación de signos y síntomas psicológicos y físicos [300.19].<br />

Este subtipo consiste en un cuadro clínico en el que aparece una combinación de signos y síntomas<br />

psicológicos y físicos, pero ninguno de ellos predomina sobre los otros.<br />

Sintomas y trastornos asociados<br />

En los trastornos <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas psicológicos los sujetos tienden<br />

a contestar a las preguntas con respuestas aproximadas (p. ej., si al individuo se le pide que<br />

multiplique 8 por 8, la respuesta puede ser 65). El individuo puede utilizar en secreto sustancias<br />

psicoactivas con el propósito de producir síntomas que sugieran un trastorno mental. Así, puede<br />

utilizar estimulantes para producir inquietud o insomnio, alucinógenos para producir alteraciones<br />

de la percepción, analgésicos para producir euforia e hipnóticos para provocar letargia). Las combinaciones<br />

de todas estas sustancias pueden producir cuadros muy extravagantes.<br />

Los individuos que padecen trastornos <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas físicos<br />

pueden consumir sustancias de manera abusiva, como, por ejemplo, analgésicos y sedantes. Las<br />

hospitalizaciones múltiples conducen frecuentemente a trastornos físicos yatrogénicos como la<br />

formación de tejidos cicatrizales debidos a intervenciones quirúrgicas innecesarias o reacciones<br />

adversas a fármacos. Los individuos que presentan la forma crónica del trastorno pueden llegar a<br />

tener un abdomen prácticamente en forma de «reja» debido a las múltiples intervenciones quirúrgicas.<br />

Este trastorno es incompatible con el hecho de que el individuo mantenga un empleo fijo,<br />

lazos familiares o que pueda establecer relaciones interpersonales duraderas. Entre los factores<br />

predisponentes se encuentran los trastornos físicos verdaderos durante la infancia o la adolescencia<br />

que conducen a un tratamiento médico extenso o a hospitalizaciones repetidas; la animadversión<br />

hacia la clase médica; hacia las profesiones relacionadas con la medicina; la presencia de un<br />

trastorno de la personalidad grave, y alguna relación importante con algún médico en el pasado.<br />

Prevalencia<br />

Existen pocos datos sobre la prevalencia de este trastorno. A pesar de que se trata de una alteración<br />

que raras veces se diagnostica, es posible que muchas veces no se identifique. Por otra<br />

parte, los casos que presentan la forma crónica pueden ser sobrevalorados debido a que son tratados<br />

por médicos diferentes en hospitales también diferentes e incluso bajo nombres diferentes. El<br />

trastorno es en apariencia más frecuente en los varones.<br />

Curso<br />

El curso de los trastornos <strong>facticios</strong> puede ser de uno o más episodios, pero generalmente es<br />

crónico. El comienzo de la enfermedad tiene lugar en los primeros años de la vida adulta y a menudo<br />

coincide con una hospitalización por una enfermedad física identificable o algún trastorno<br />

mental. En la forma crónica del trastorno las sucesivas hospitalizaciones se transforman casi en un<br />

verdadero estilo de vida.<br />

Diagnóstico diferencial<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> 485<br />

El trastorno facticio debe distinguirse de la enfermedad física verdadera y del trastorno<br />

mental verdadero. Las sospechas deben despertarse en seguida cuando se produzca cualquier


486 <strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong><br />

combinación de los síntomas siguientes en una persona hospitalizada: un cuadro clínico dramático<br />

o atípico que no pertenece a una enfermedad física o mental identificable, síntomas o comportamientos<br />

que aparecen cuando el individuo es observado, seudología fantástica, comportamiento<br />

antisocial en la sala de hospitalización (p. ej., falta de cumplimiento de las reglas y normas hospitalarias,<br />

discusiones excesivas con las enfermeras y médicos), conocimiento excesivo de la terminología<br />

médica y rutinas hospitalarias, consumo encubierto de fármacos, múltiples intervenciones<br />

terapéuticas (p. ej., cirugía, electroshock), historia intensa de viajes, pocos o ningún visitante<br />

durante la hospitalización y curso clínico fluctuante con producción rápida de «complicaciones» o<br />

de nueva «patología» una vez las exploraciones iniciales resultan negativas.<br />

En los trastornos somatomorfos existen también molestias físicas no debidas a un trastorno<br />

físico verdadero, pero los síntomas no se han producido intencionadamente. La simulación se diferencia<br />

del trastorno facticio en que existe un incentivo externo. Los simuladores pueden buscar<br />

la hospitalización produciéndose síntomas en un intento por obtener compensaciones, escapar<br />

de la policía o simplemente tener una cama para dormir. Sin embargo, en este caso, los objetivos<br />

son generalmente aparentes y los pacientes pueden «detener» los síntomas cuando ya no les son<br />

útiles.<br />

Relación de los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10<br />

El DSM-IV y CIE-10 proponen criterios diagnósticos prácticamente iguales para el trastorno<br />

facticio.<br />

■ Criterios para el diagnóstico de F68.1 Trastorno facticio [300.xx]<br />

A. Fingimiento o producción intencionada de signos o síntomas físicos o psicológicos.<br />

B. El sujeto busca asumir el papel de enfermo.<br />

C. Ausencia de incentivos externos para el comportamiento (p. ej., una ganancia económica,<br />

evitar la responsabilidad legal o mejorar el bienestar físico, como ocurre<br />

en el caso de la simulación).<br />

Especificar el tipo:<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas psicológicos<br />

[300.16]: si los signos y síntomas que predominan en el cuadro clínico son los<br />

psicológicos<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con predominio de signos y síntomas físicos [300.19]: si<br />

los signos y síntomas que predominan en el cuadro clínico son los físicos<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> con signos y síntomas psicológicos y físicos [300.19]: si<br />

existe una combinación de signos y síntoma psicológicos y físicos sin que en el<br />

cuadro clínico predominen unos sobre otros


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F68.1 Trastorno facticio no especificado [300.19]<br />

<strong>Trastornos</strong> <strong>facticios</strong> 487<br />

En este subtipo deben constar los trastornos <strong>facticios</strong> que no pueden clasificarse en ninguna<br />

de las categorías específicas anteriores. Por ejemplo, el individuo que simula o produce signos o<br />

síntomas físicos o psicológicos a otra persona que se encuentra bajo su custodia, con el propósito<br />

de asumir indirectamente el papel de enfermo (v. pág. 741 para los criterios sugeridos).

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