1. VILARDELL (castell) - Sociedad Española de Patología Digestiva

REVISTA ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES DIGESTIVAS
Copyright © 2003 ARÁN EDICIONES, S. L.
La gastroenterología entre el segundo y el tercer milenio
F. Vilardell
Director Emérito de la Escuela de Patología Digestiva. Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Barcelona
INTRODUCCIÓN
El progreso de nuestra especialidad en los últimos decenios
ha sido tal, que queda muy poco, como ciencia o como
arte, de la gastroenterología que yo viví cuando terminé mis
estudios hace algo más de cincuenta años. Celebramos ahora
el 70 Aniversario de nuestra Sociedad, una de las más antiguas
de Europa y el 85 Aniversario de la fundación de esta
Revista. Me ha complacido mucho la invitación de su Director
para relatar brevemente las vicisitudes de nuestra especialidad
durante estos 70 años y la evolución de la gastroenterología
española desde sus comienzos oficiales en 1933.
EL NACIMIENTO DE LA
GASTROENTEROLOGÍA
Las especialidades médicas surgieron durante el siglo
XX de modo desordenado, como respuesta a necesidades
asistenciales pero sobre todo como consecuencia de la
creatividad de profesionales con personalidad y espíritu
emprendedor que les llevó a diferenciar unas patologías o
unas técnicas, a identificar tipos de enfermos y finalmente
al establecimiento de una nueva especialidad. La gastroenterología
y la hepatología crecieron alrededor del
estudio de los órganos del aparato digestivo; la endoscopia
digestiva a través de la invención de instrumentos
para explorar dichos órganos. Ello creó a veces situaciones
de competitividad entre diversos especialistas, médicos,
quirúrgicos o radiológicos para apropiarse de una
técnica exploratoria y de un campo de acción: así la esofagoscopia
estuvo en manos de los otolaringólogos hasta
que apareció la fibroscopia, la gastroscopia ha sido practicada
por médicos y cirujanos, la proctosigmoidoscopia
ha sido igualmente médica y quirúrgica, la ecografía es
utilizada por radiólogos y por gastroenterólogos y la laparoscopia
en estos últimos tiempos ha pasado claramente
de las manos de los clínicos a las de los cirujanos (1).
REV ESP ENFERM DIG (Madrid)
Vol. 95. N.° Extraordinario, pp. 1-9, 2003
LOS SERVICIOS ESPECIALIZADOS EN
ENFERMEDADES DIGESTIVAS
En los primeros años del siglo XX (1910-1930) había
muy pocos Servicios especializados de Gastroenterología.
En la mayoría de casos se trataba de Servicios de
Medicina Interna, donde el jefe del servicio, interesado
por el aparato digestivo, orientaba el trabajo de algunos
de sus subalternos hacia la especialidad y facilitaba el ingreso
en el servicio de enfermos con dolencias digestivas.
En otros casos se trataba de gastroenterólogos que trabajaban
como consultores en Servicios de Cirugía o incluso
de clínicos que practicaban independientemente tanto la
medicina como la cirugía digestivas.
Uno de los primeros gastroenterólogos españoles que se
dedicó de manera casi exclusiva a la especialidad, practicó
la enseñanza y creó una auténtica escuela fue Don Juan
Madinaveitia (1861-1938) que ejerció en el Hospital General
de Madrid y fue maestro de innumerables especialistas.
Otros maestros fueron Eduardo Moreno Zancudo
(1853-1908), que fundó una Escuela de Patología Digestiva
en el Instituto Rubio de Madrid, y su sucesor, Ramón
Luis y Yagüe. En 1919 un joven clínico, Fidel Fernández
Martínez, fue nombrado profesor de enfermedades del
aparato digestivo en la Universidad de Granada en donde
creó una escuela de gran influencia en Andalucía (2).
Debo destacar igualmente la gran personalidad de mi
antiguo maestro, el Dr. Francisco Gallart Monés (1880-
1960), fundador de la Escuela de Patología Digestiva del
Hospital de la Santa Cruz y San Pablo de Barcelona,
(Hospital de Sant Pau) que comenzó su andadura en
1913, con un curso sobre diagnóstico de las enfermedades
digestivas por el laboratorio (3). Este fue el primero
de una larga serie de Cursos sobre Patología Digestiva
que se han ido sucediendo a través de los años hasta la
actualidad, sin más interrupción que los de la guerra civil
(1936-1939), celebrándose el Cincuentenario de los mismos
en 1967 y el 75 Aniversario en 1992 (4).

2 F. VILARDELL REV ESP ENFERM DIG (Madrid)
LA GASTROENTEROLOGÍA MÉDICO-
QUIRÚRGICA
Hasta mediados del siglo XX, hubo una tendencia entre
ciertos especialistas a considerar la patología digestiva
como una especialidad global médico-quirúrgica. El
médico especialista diagnosticaba practicando a menudo
él mismo las exploraciones radiológicas y operando luego
a los enfermos. Este modo de hacer, fruto posiblemente
de la escasa eficacia en aquella época de la terapéutica
médica en la mayoría de enfermedades conocidas, fue
iniciado en nuestro país por Luis Urrutia de San Sebastián
donde ejerció su profesión como gastroenterólogo
médico-quirúrgico, siendo autor de libros en su día sumamente
populares, sobre enfermedades del estómago, de
los intestinos, del hígado y sobre litiasis biliar (2). Ejemplos
de esta doble actividad fueron relativamente frecuentes,
encabezados por el propio Georges Brohée, fundador
de la primera Sociedad Internacional de
Gastroenterología que era clínico, radiólogo y cirujano.
El ejemplo de Urrutia fue seguido más adelante por A.
García Barón en Valdecilla, M. García Morán en Oviedo
y por otros, como José Zaragosí y sus hijos en Valencia.
Las tendencias actuales favorecen de nuevo la creación
de institutos médico-quirúrgicos, como el Instituto de Enfermedades
Digestivas en el Hospital Clínico de Barcelona
o la Unidad Multidisciplinar de Gastroenterología que
concibió y desarrolló con gran éxito el malogrado Gonzalo
Miño en Córdoba. Este paso ha sido quizás forzado por
la necesidad de atender globalmente enfermos tan complejos
como los afectos de hemorragias digestivas, de
pancreatitis aguda y especialmente los candidatos a trasplantes.
LAS PRIMERAS PUBLICACIONES SOBRE
PATOLOGÍA DIGESTIVA
Siendo las enfermedades digestivas dolencias que
abarcan una gran variedad de órganos y de gran extensión
anatómica, debían ser numerosos los médicos que se dedicaban
preferentemente a la patología digestiva ya desde
los inicios de la clínica moderna.
Los primeros libros sobre enfermedades de algún órgano
digestivo, en particular del estómago y la aparición
consiguiente de tratados sobre “Enfermedades de la Digestión”
se publicaron a partir de la segunda mitad del siglo
XIX, principalmente en Alemania y en Gran Bretaña.
Los clínicos fueron estimulados por fisiólogos como
Claude Bernard en Francia, Ivan Pavlov en Rusia y William
Bayliss y Ernest Starling en el Reino Unido. Muchos
de ellos se interesaron ya por la endoscopia, a raiz
de las observaciones de Kussmaul en Alemania. La cirugía
comenzó también su camino de la mano de grandes
maestros y jefes de escuela como Billroth, Kocher, Péan,
Hartmann, Mikulicz etc. El descubrimiento de los rayos
X por Roentgen representó un avance extraordinario que
permitió con el tiempo un diagnóstico preciso de gran
parte de las afecciones del tubo digestivo. La endoscopia
comienza a ser mencionada en los textos a fines del siglo
XIX (1).
El primer tratado español que se ocupó exclusivamente
de las enfermedades digestivas fue publicado en 1889.
Los autores fueron los Dres. Bartolomé Robert (1842-
1902) y Emerenciano Roig i Bofill, ambos de Barcelona
(5). Bartolomé Robert fue un individuo de gran personalidad,
un catedrático dotado de un gran poder de comunicación,
cualidad que le permitió dedicarse también a la
política, siendo un notable alcalde de Barcelona. El libro
incluía las afecciones del tubo digestivo, del hígado de
las vías biliares, del páncreas y del peritoneo. Dedicaba
un capítulo exclusivo a las parasitosis intestinales, probablemente
mucho más comunes en aquella época. Llama
ya la atención el enfoque médico-quirúrgico en el tratamiento
de diversas afecciones del tubo digestivo siendo
de este modo un precursor significativo de las tendencias
que dominarían la especialidad entre los años veinte y los
sesenta de nuestro siglo. Pero la endoscopia, incluyendo
la rectoscopia, está ausente de su obra.
LOS INICIOS DE LA GASTROENTEROLOGÍA
EN ESPAÑA
En 1918, Ramón Luis y Yagüe (1864-1939), Fidel Fernández
(1890-1942) y Luis Urrutia (1876-1930) fundaron
los “Archivos Españoles de Enfermedades del Aparato
Digestivo y de la Nutrición”, una de las revistas de
la especialidad más antiguas del mundo, siendo superada
solamente por los Archivos franceses y por los alemanes.
(6). En sus inicios, la revista incluía revisiones, algunos
originales y quizás lo más importante, resúmenes de tesis
doctorales relacionadas con las enfermedades digestivas
tanto de las leídas en España como traducciones de tesis
procedentes de Francia, en especial de las de París, constituyendo
una fuente valiosísima de información sobre el
estado de la especialidad en aquella época.
La publicación ha cambiado varias veces de nombre,
pasando a llamarse “Revista Española de Enfermedades
del Aparato Digestivo y de la Nutrición” en los años
treinta, al fundarse la Sociedad. En los años cincuenta,
apareció con el nombre de “Revista Española de Enfermedades
del Aparato Digestivo”, al perder por lo visto
interés los aspectos nutricionales de la especialidad. A
partir de 1990, la revista se publicó con su título actual,
“Revista Española de Enfermedades Digestivas”.
La revista dejó de editarse durante la Guerra Civil,
para reaparecer en 1944. Desde entonces han sido sucesivamente
directores de la misma los Dres. E. Oliver Pascual,
E. Arias Vallejo, F. Vilardell, M. Díaz-Rubio, J. M.
Herrerías y J. A. Solís Herruzo que lo es en la actualidad.
Desde 1997 los artículos originales de la revista se publican
en español y en inglés. La Revista aparece también
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9

Vol. 95. N.° Extraordinario, 2003 LA GASTROENTEROLOGÍA ENTRE EL SEGUNDO 3
Y EL TERCER MILENIO
en CD-ROM y tiene su lugar en Internet, estando citada
en todos los índices bibliográficos internacionales sin excepción.
FUNDACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE
PATOLOGÍA DIGESTIVA
En 1933, durante el II Congreso Nacional de Patología
Digestiva, el Dr. Francisco Gallart Monés propuso la creación
de una Sociedad Española de Gastroenterología, que
recibió finalmente el nombre de “Sociedad Española de
Patología Digestiva y de la Nutrición”, siendo elegido
como primer presidente de la misma el profesor Teófilo
Hernando, de Madrid, que ejerció sus funciones hasta la
Guerra Civil de 1936. La Sociedad (SEPD) es una de las
más antiguas, anterior tanto a la Sociedad Nacional Francesa,
a la Alemana o a la Británica (3).
Terminada la contienda, fue nombrado Presidente de la
Sociedad el Dr. Santiago Carro (1940-1944) seguido del
Dr. González Campo (1944-1948) y del Dr. Heliodoro G.
Mogena que ejerció la presidencia de la Sociedad durante
18 años seguidos, hasta 1967, fecha en la que se decidió
modificar los estatutos de la Sociedad, cambiando la presidencia
de la misma cada dos años: a partir de entonces,
por elección de la Asamblea General de la Sociedad, han
sido presidentes los Dres. A. Rocha, M. García Morán, E.
Arias Vallejo, M. Hidalgo Huerta, F. Martínez Pérez, E.
de Arzúa, J. Zaragosí, R. Alcalá-Santaella, T. Charlo, L.
Estrada, J.M. Pajares, J. Potel, J. Ferrando, J.I. Arenas, J.
Pérez Piqueras, J.M. Herrerías y M. Díaz-Rubio (2).
El primer Congreso de Patología Digestiva tuvo lugar en
1931 en Valencia, antes que la sociedad se hubiera organizado.
Durante el segundo Congreso celebrado en Barcelona
en 1933, se creó la Sociedad. Después de la Guerra Civil se
sucedieron los Congresos en Madrid (1941), Sevilla (1944),
Zaragoza (1947), Sevilla (1951), Santiago (1954), Granada
(1957), Valencia (1961), Oviedo (1965), Barcelona (1968),
Bilbao (1972), Sevilla (1976), Zaragoza (1980), La Coruña
(1984), Madrid (1988), Oviedo (1990), Valladolid (1991),
Sevilla (1992), Barcelona (1993), Zaragoza (1994), Madrid
(1995), Sevilla (1996), Madrid, (1997), Oviedo (1998),
Madrid (1999), La Coruña (2000), Madrid (2001), San Sebastián
(2002) y Marbella (2003). En años anteriores, por
imperativos legales vigentes en aquella época que no permitían
que se celebrasen congresos con frecuencia inferior
a cada cuatro años, tuvieron lugar las llamadas “reuniones”
(en realidad congresos), en diversas capitales españolas. A
partir de 1988 se suprimieron las reuniones y se celebraron
los congresos anualmente.
EL PRIMER CONGRESO INTERNACIONAL DE
GASTROENTEROLOGÍA
La primera sociedad de gastroenterología de la que se
tiene noticia fue la American Gastroenterological Asso-
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9
ciation (AGA) que continúa siendo la más prestigiosa y
que fue fundada en 1897. La Sociedad Alemana tuvo su
origen en 1911 con la aparición de la que sería durante
años la revista más importante de la especialidad el “Archiv
für Verdauungskrankheiten” y que sigue teniendo
gran interés desde el punto de vista histórico. La Sociedad
de Gastroenterología de los Países Bajos nació en 1913 y
la Sociedad Francesa, que tendría igualmente gran prestigio,
fue fundada en 1922 como “Societé de Gastroentérologie
de Paris”, aunque desde hacía ya bastantes años sus
miembros publicaban los prestigiosos “Archives Français
des Maladies de l’Appareil Digestif” (1).
Los orígenes internacionales de la gastroenterología
van unidos indisolublemente a la personalidad de Georges
Brohée (1887-1957) cirujano y radiólogo belga. Era un
individuo incansable, dotado de un entusiasmo extraordinario
y cuya personalidad autoritaria fue capaz de imponerse
en una Europa dividida. En 1935 Brohée y un equipo
de entusiastas organizó el primer Congreso
Internacional de Gastroenterología que tuvo lugar en
Bruselas (8-11 agosto 1935) bajo la presidencia del famoso
cirujano holandés Ian Schoemaker de La Haya, asistieron
más de 600 delegados de 35 distintos países, entre
ellos numerosos españoles. Los idiomas oficiales fueron
el francés, el inglés y el alemán (7). Los dos temas principales
del Congreso fueron las gastritis y la colitis ulcerosa
no amebiana, dos enfermedades que casi 70 años más
tarde siguen siendo estudiadas sin que se aclaren todavía
muchos de sus aspectos etiopatogénicos. Cabe destacar la
documentada ponencia que presentaron los Dres. F. Gallart-Monés
y P. Domingo Sanjuán sobre etiología de la
colitis ulcerosa, en la que propugnaban la etiología viral
de la enfermedad, basándose en sus experiencias en conejos
a los que la inyección parenteral de filtrados de heces
de pacientes con colitis producía una reacción inflamatoria
en el colon (7).
EL PRIMER CONGRESO MUNDIAL DE
GASTROENTEROLOGÍA (1958)
Tras el parentesis de la Segunda Guerra Mundial, la
gastroenterología internacional siguió desarrollándose. En
1958, bajo la presidencia del Dr. Henry L. Bockus de Filadelfia,
autor de un famoso tratado de gastroenterología,
tuvo lugar en Washington el primer Congreso Mundial de
Gastroenterología al que acudió una amplia representación
española, y que reunió a más de 1.500 especialistas
de 51 países. El congreso causó gran impacto tanto por la
organización como por el elevado nivel científico de los
trabajos que por primera vez fueron previamente seleccionados.
El Congreso fue un modelo que aportó numerosas
innovaciones: hubo mesas redondas y simposios seguidos
de discusión, sesiones póster, demostraciones audiovisuales,
distribución de los resúmenes de los trabajos antes de
las sesiones y visitas a centros de investigación y a hospitales.
El Congreso de Washington en 1958 estableció unas

4 F. VILARDELL REV ESP ENFERM DIG (Madrid)
normas de trabajo que se han ido siguiendo y perfeccionando
en todos los congresos internacionales que se han
sucedido (8). El Dr. Francisco Gallart-Monés que fue el
último presidente de la Sociedad Internacional de Gastroenterología,
predecesora de la Organización Mundial de
Gastroenterología (OMGE), dictó la conferencia inaugural
sobre “Úlcera péptica” y fueron aceptadas para presentación,
comunicaciones de los Dres. E. Oliver Pascual, C.
Jiménez Díaz y C. Marina Fiol, J. Pi Figueras, H. G. Mogena
y V. Cabré-Fiol y F. Vilardell. Los acontecimientos
científicos más importantes, entre ellos la conferencia del
Dr. Gallart Monés, fueron grabados por la casa RCA y publicados
en varios discos L. P. Un ejemplar de los mismos
está depositado en el Wellcome Institute for the History of
Medicine en Londres.
CREACIÓN DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL
DE GASTROENTEROLOGÍA (OMGE)
Al final del Congreso (29 de mayo 1958) se decidió la
creación de la Organización Mundial de Gastroenterología,
cuyo primer presidente fue el Dr. Henry Bockus.
Desde entonces se han desarrollado los Congresos Mundiales
cada 4 años, el último en Bangkok en 2002. Dos
españoles, los Dres. H.G. Mogena y Francisco Vilardell
han sido presidentes de la Organización Mundial de Gastroenterología.
El crecimiento de la especialidad ha sido
espectacular y la asistencia a los Congresos supera ampliamente
la cifra de 5.000 inscritos. Dado que la revista
“World Gastroenterology News” órgano oficial de la
OMGE hace tiradas de más de 50.000 ejemplares, podemos
afirmar que con toda probabilidad hay en el mundo
por lo menos este número de especialistas de Aparato Digestivo.
PRIMER CONGRESO MUNDIAL DE
ENDOSCOPIA DIGESTIVA (1966)
Durante el 2º Congreso Mundial de Gastroenterología
(Munich 1962), tuvo lugar una sesión sobre temas
de endoscopia digestiva al cabo de la cual se propuso
la creación de una Sociedad Internacional de Endoscopia
Digestiva y la organización de un Congreso en
Tokyo conjuntamente co el 3 er Congreso Mundial de
Gastroenterología a celebrar en 1966. A partir de este
congreso se sentaron las bases de la Organización
Mundial de Endoscopia Digestiva (OMED) cuyas actividades
son paralelas a las de OMGE y en estrecho
contacto con la misma (9,10). En 1966 se creó la Sociedad
Europea de Endoscopia Digestiva (ESGE) de la
que han sido presidentes los Dres. F. Vilardell y J. R.
Armengol-Miró (1).
LA EVOLUCIÓN DE LA
GASTROENTEROLOGÍA A PARTIR DE 1930
Antes que la fibroscopia revolucionara el diagnóstico
digestivo, los clínicos no tenían más armas que la radiología
alta que a menudo practicaban ellos mismos y que
llegó a veces a una gran sofisticación en manos de clínicos
como R. A. Gutmann de París que identificó una serie
de signos diagnósticos del cáncer precoz de estómago
que todavía son válidos 70 años más tarde (11). Más adelante,
las técnicas de doble contraste que perfeccionaron
los radiólogos japoneses tanto para la radiología gástrica
como la colónica refinaron todavía más estos signos
diagnósticos. La endoscopia rígida iniciada por A. Kussmaul
en Alemania servía para visualizar el esófago y el
rectosigma. En menor grado y con mayor peligro, diagnosticaba
lesiones del estómago. La invención del gastroscopio
semi-flexible de Schindler provisto de más de
treinta lentes en el interior de la parte flexible del aparato,
permitió visualizar adecuadamente las paredes gástricas
y parte del antro con una visión de buena calidad, pero
sin posibilidades reales de biopsia (1). El estudio de la secreción
gástrica que podía confirmar un diagnóstico de
úlcera duodenal si se hallaba hiperacidez y de gastritis
atrófica en el caso de hallar aclorhidria, aportaba entonces
una ayuda diagnóstica considerable. Los estudios secretorios
han pasado prácticamente a la historia aunque
en su momento gracias a ellos, se pudieron comprobar los
efectos de las potentes fármacos antisecretores actuales.
Hasta los años 1970 las publicaciones sobre secreción
gástrica ocuparon el lugar predominante en las revistas
de la especialidad.
En España los primeros endoscopistas digestivos fueron
los otolaringólogos. Destacan los nombres de Antonio
García Tapia (1875-1950) y de Ricardo Botey (1855-
1927) quienes en el mismo año 1907 presentaron sendos
trabajos sobre extracción endoscópica de cuerpos extraños
del esófago (12,13). Merece la pena destacar que en
su famoso libro sobre esofagoscopia de 1914, Starck cita
que Botey utilizaba un mandril de cristal transparente que
insertaba en el esofagoscopio metálico para introducir el
aparato en la parte alta del esófago bajo visión directa.
Uno de los primeros clínicos que practicó exploraciones
endoscópicas fue el Dr. Fidel Fernández de Granada (14).
Fernández en su libro describe detalladamente varias técnicas
endoscópicas, así como los procedimientos para dilatación
de las estenosis esofágicas.
En el campo de la proctología, la rectoscopia pronto
fue utilizada con instrumental alemán tipo Strauss o los
rectoscopios de la casa Collin-Gentile especialmente los
diseñados por Raoul Bensaude que tuvo muchos alumnos
españoles. Merece destacarse el dilatador de ano diseñado
por Fermín Martínez cuya imagen se publicó en el primer
número de los Archivos Españoles de Enfermedades
del Aparato Digestivo (15).
Como ya hemos mencionado, la primera revolución en
endoscopia alta la protagonizó Rudolf Schindler que ideó el
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9

Vol. 95. N.° Extraordinario, 2003 LA GASTROENTEROLOGÍA ENTRE EL SEGUNDO 5
Y EL TERCER MILENIO
gastroscopio semiflexible que se popularizó rapidamente
pocos años antes de la Segunda Guerra Mundial. Schindler
tuvo un discípulo directo español al que menciona en su libro,
el Dr. L. Morales Noriega, de Santander, que publicó
en 1933 un artículo sobre sus experiencias y en el que describe
con gran detalle el modo de hacer de Schindler (16).
Desgraciadamente no he conseguido averiguar más datos
sobre el autor. Otro pionero de la endoscopia semiflexible
fue Ángel Rodríguez Olleros, discípulo de D. Teófilo Hernando,
en Madrid, que haría una carrera distinguida en
Puerto Rico al exiliarse tras la Guerra Civil (17). En Barcelona
utilizaron rutinariamente el instrumento de Schindler
E. Vidal Colomer y J. Badosa Gaspar en el Hospital de Sant
Pau, adquiriendo con él una notable experiencia. En Madrid
destacaría Laureano de la Gándara que trabajó durante largos
años en la Clínica de la Concepción.
El problema mayor que tenían los clínicos era la imposibilidad
de obtener una confirmación anatomopatológica
de los diagnósticos radiológicos y endoscópicos que hacían.
La biopsia endoscópica preconizada por pioneros
como Chevalier Jackson (18) usando instrumentos rígidos,
tuvo pocos seguidores y la biopsia con gastroscopios
de Schindler modificados no tuvo nunca aceptación.
Hacia 1949 se desarrolló simultáneamente una nueva técnica
de biopsia gástrica a ciegas por aspiración en Suecia
por J. Tomenius (19) y en Australia por I. Wood (20). La
biopsia a ciegas fue sobre todo útil para el estudio de las
lesiones difusas como las gastritis, aunque el hecho que
la biopsia sólo obtenía muestras del cuerpo gástrico creó
una impresión falsa de la topografía real de la inflamación
gástrica. Fue muy utilizada en el Hospital de Sant
Pau en Barcelona y especialmente en Valencia por el Dr.
J. Ferrando que ideó su propia sonda de biopsia.
A parte de la imprecisa biopsia a ciegas, la citología diagnóstica
que había nacido a principios del siglo XX y cuyos
comienzos habían sido prometedores, pero que los rayos X
habían relegado al olvido, volvió a renacer a mediados de
los años 1950 gracias a Cyrus Rubin (21) en la Universidad
de Chicago, del equipo de Norbert Henning (22) en Erlangen
(Alemania) y de Vicente Cabré Fiol (23) en Barcelona.
El Dr. Cabré tuvo muchos discípulos como J. Monés, X.
Cussó, A. Pérez Mota y R. Moreno Otero, entre otros. La
toma de muestras citológicas sigue practicándose en muchos
centros con distintos métodos y distintas indicaciones, aunque
el advenimiento de las ópticas de fibra haya alterado radicalmente
la manera de hacer del gastroenterólogo.
En el año 1958 apareció en la revista Lancet un artículo
firmado en primer lugar por Basil Hirschowitz (24)
presentando el primer fibroscopio. El progreso fue rápido
y diez años más tarde la fibroscopia había substituido
tanto al esofagoscopio rígido como al gastroscopio de
Schindler y habían comenzado a fabricarse los primeros
colonoscopios que lograban examinar el intestino más
allá del asa sigmoidea. El extraordinario progreso técnico
de la fibroscopia por parte de las casas japonesas fue paralelo
al éxito de los endoscopistas japoneses en detectar
cánceres precoces del estómago mediante la endoscopia
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9
de la que establecieron la semiología hoy en uso y su habilidad
en obtener biopsias múltiples, ayudados también
por la gran prevalencia del cancer gástrico en Japón (25).
Hoy día la biopsia gástrica y esofágica han alcanzado un
grado tal de precisión que hacen innecesario el estudio citológico
en la mayoría de casos aunque la combinación
de ambas técnicas da resultados superiores a los de la
biopsia sola.
El colonoscopio representó otro progreso que el tiempo
ha demostrado que es quizás todavía más importante,
al permitir la extirpación endoscópica de pólipos en todo
el colon sin tener que recurrir a la laparotomía.
La laparoscopia clínica que tuvo como principal protagonista
en sus comienzos al alemán Heinz Kalk, tuvo
pronto sus adeptos en España. El primero en publicar un
trabajo sobre laparoscopia fue Luis de la Serna (26), que
como Rodríguez Olleros pertenecía al servicio del profesor
Teófilo Hernando en Madrid y que había realizado
prácticas en el servicio de Kalk en Berlín. Mi maestro,
Tomás A. Pinós, se interesó tempranamente por esta exploración.
En 1932 había hecho laparoscopias en perros y
en 1943 publicó un extenso trabajo sobre laparoscopia y
biopsia hepática para la que ideó su propia aguja (27).
En 1945 Lorenzo Gironés, catedrático de patología general
en Barcelona y que había hecho largas estancias en
Alemania, publicó los resultados de sus laparoscopias en la
Revista de nuestra Sociedad (28). La laparoscopia adquirió
gran auge en nuestro país. Han sido laparoscopistas destacados
C. Hernández Guío, J. A. Ramírez Armengol, A. Casanova,
J. A. Solís Herruzo, A. del Pozo Camarón, C.
Chantar (Madrid), R. Mora Soler (Alicante) J. Zaragosí, J.
Berenguer y R. Bataller (Valencia), F. Andreu Kern (Sevilla),
J. Bosch Hernández y P. de las Casas (Tenerife), I. Serés
y A. Martí Vicente (Barcelona). El Dr. P. Alcalde, igualmente
de Barcelona, introdujo la cinelaparoscopia (29).
Prueba del auge que pronto adquirió la endoscopia digestiva
en nuestro país es el hecho que en el Congreso
Mundial de Endoscopia Digestiva celebrado en Ciudad
de Méjico en 1974 los endoscopistas españoles presentaron
un estudio multicéntrico sobre endoscopia en la hemorragia
digestiva alta que comprendía 6.010 casos y
que coordinaron los Dres. Armengol Miró, Miño Fugarolas
y Ramírez Armengol. Otro estudio multicéntrico versó
sobre diagnóstico laparoscópico del cáncer primitivo
de hígado que fue presentado por los Dres. Hernández
Guío, Martí Vicente, Berenguer Lapuerta, Mora Soler,
Bordas Alsina y Alcalde González (1).
FUNDACIÓN DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA
DE ENDOSCOPIA DIGESTIVA
La decisión tomada en 1966 de constituir la Sociedad
Europea de Endoscopia Digestiva (ESGE) como una federación
de sociedades nacionales, aceleró la creación de
asociaciones, clubes o grupos de trabajo que pudieran ser
representativos de la endoscopia digestiva en sus países

6 F. VILARDELL REV ESP ENFERM DIG (Madrid)
respectivos. El Dr. Heliodoro González Mogena que era
entonces Presidente de la OMGE, creyó oportuno que España
estuviera representada oficialmente tanto en la Sociedad
Europea como en los Congresos Mundiales. Previas
consultas con las personas más destacadas del país
en el campo de la endoscopia digestiva el 15 de febrero
de 1969 tuvo lugar en Madrid la Constitución Oficial de
la Asociación, aprobándose unos Estatutos y eligiéndose
una Junta Directiva formada por: Francisco Vilardell
como Presidente; Laureano Gándara, José Sánchez-San
Julián, José Zaragosí como Vicepresidentes; Armando
Martí Vicente, Secretario; Carlos Hernández Guío, Tesorero;
Luis Díaz Hevia, Vicesecretario, y V. Cabré Fiol,
Álvaro Gilmas, Victor Ruiz Ochoa y A. Amo Galán, vocales.
El primer Boletín de la Asociación (AEED) se editó en
1974, siendo entonces Presidente de la Sociedad el Dr. L.
Gándara y Secretario el Dr. Carlos González Campos.
Han sido presidentes de la AEED los Dres. Francisco Vilardell,
Laureano Gándara Mazpule, Armando Martí-Vicente,
Carlos González Campos, José R. Armengol Miró,
J. Andrés Ramírez Armengol, José Luis Vázquez-Iglesias,
Agustín Velloso Jiménez, José M. Bordas Alsina,
Vicente Tejedo Grafía, Juan M. Montero Vázquez y Juan
M. Pou (30). A fines de 2003 se celebrará la XXV Jornada
Nacional de la Asociación.
LA ACTUALIDAD ENDOSCÓPICA A PARTIR
DEL AÑO 2000
El invento por parte de George Smith y Willard Boyle,
ingenieros de los Laboratorios Bell, del dispositivo de
carga acoplada CCD o chip (1), ha revolucionado de nuevo
la endoscopia a partir de 1983 al permitir la transmisión
en pantalla de las imágenes endoscópicas suprimiendo
la visión directa a través de fibras ópticas y
consiguiendo reducir notablemente el diámetro de los
instrumentos. Una encuesta reciente organizada por la
American Gastroenterological Association (31), revela
que al comenzar el tercer milenio, los problemas más importantes
a los que se enfrenta el gastroenterólogo endoscopista
son los siguientes:
1. El uso de endoscopios de calibre muy fino para evitar
la sedación del enfermo y las complicaciones que conlleva.
2. El control endoscópico del sangrado por varices
esofágicas y por úlceras y erosiones gástricas.
3. La resección endoscópica de la mucosa del tubo digestivo
y la terapéutica fotodinámica, especialmente en
lesiones precancerosas como el esófago de Barrett.
4. El empleo de colorantes vitales para detectar lesiones
inaparentes.
5. La espectroscopia endoscópica por fluorescencia de
los tejidos y la tomografía de coherencia optica, técnicas
prometedoras y que parecen tener un futuro importante.
6. La endoscopia biliar terapéutica y sus complicaciones.
LA EVOLUCIÓN DE LAS TÉCNICAS DE
IMAGEN Y LA ENDOSCOPIA
La ecografía clínica se desarrolló después de la Segunda
Guerra Mundial a partir del SONAR, utilizado para
detectar submarinos mediante ecos acústicos. A partir de
los años 1950, gracias a tres pioneros, John Wild, un cirujano
inglés emigrado a los Estados Unidos que hacia
1956 había diagnosticado cánceres de mama por ecografía
y había ideado un ecógrafo rectal (32), así como a los
americanos J. H. Holmes y D. H. Howry (33), se comenzó
a valorar la importancia potencial de la ecografía. Los
primeros instrumentos, que obligaban a colocar al enfermo
en una bañera llena de agua, no tardaron en ser sustituidos
por los ecógrafos a tiempo real que proporcionaban
imágenes que podían ser almacenadas y estudiadas
en detalle.
Hasta 1984 no se demostró en estudios controlados
que la ecografía era superior a la colecistografía oral para
diagnosticar litiasis biliar. En 1988, el American College
of Physicians (34) sancionó que la ecografía a tiempo
real era la técnica de elección para diagnosticar colelitiasis.
La ecografía se expandió rapidamente por España de
manos tanto de los radiólogos como de los gastroenterólogos.
La enseñanza de la ecografía es obligatoria en los
programas MIR de la especialidad y la Asociación de
Ecografía Digestiva, cuyo promotor ha sido el Dr. J. M.
Segura Cabral, celebra desde hace ya varios años reuniones
periódicas. En este año 2003 tendrá lugar la número
XIV.
La ultrasonografía endoscópica tardó algo más en llegar.
En 1976 H. Lutz y W. Rösch del equipo de L. Demling
(35) en Erlangen, realizaron las primeras ecografías
esofagogástricas. Pero la ecografía endoscópica a tiempo
real se inició simultáneamente en los Estados Unidos por
Eugene DiMagno (36) en la Clínica Mayo y por Meinhard
Classen (37) en Alemania. Desde entonces la ecoendoscopia
es empleada cada vez más para el estadiaje de
tumores para ayuda en laparoscopia, con el análisis de
Doppler en color, para la punción de pseudoquistes pancreáticos
y para la detección de cálculos coledocales así
como para el diagnóstico precoz del cáncer de páncreas.
Hoy día es de uso habitual en la mayoría de centros españoles
de la especialidad.
LOS GRANDES PROBLEMAS TERAPÉUTICOS
EN EL TERCER MILENIO
En una encuesta realizada recientemente (38) sobre
cuál ha sido el avance más importante en gastroenterología
la mayoría de encuestados contestaron que era el
descubrimiento del Helicobacter pylori y su papel en la
etiología de las enfermedades gástricas. Como ocurre
tan frecuentemente en medicina, su hallazgo fue recibido
con escepticismo por la mayoría de académicos pero
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9

Vol. 95. N.° Extraordinario, 2003 LA GASTROENTEROLOGÍA ENTRE EL SEGUNDO 7
Y EL TERCER MILENIO
no hay duda que los que supieron asociarse a los descubridores
consiguieron en pocos años pruebas incontrovertibles
del papel del Helicobacter en la génesis de la
enfermedad ulcerosa y la eficacia de su erradicación.
No olvidemos sin embargo, que las lesiones de la mayoría
de enfermos con úlcera péptica se curaban con el
uso de los potentes fármacos antisecretores que hicieron
su aparición en los años 1970 gracias a Black, uno
de los fármacólogos más eminentes, sino el más eminente,
del siglo XX. En 1978, una encuesta realizada
durante el Congreso Mundial de Gastroenterología que
tuvo lugar en Madrid, ya una gran mayoría de clínicos
utilizaban los antihistamínicos antiH2 (cimetidina) y
que el Congreso de Estocolmo celebrado 4 años más
tarde vio la desparicion práctica de los demás métodos
de tratamiento empleados hasta entonces (39). En diciembre
de 1993 se fundó en Barcelona el Club Español
para el Estudio del Helicobacter pylori y Patología
Gastroduodenal que prosigue sus actividades hasta el
día de hoy y de las que fueron promotores los Dres. J.
M. Pajares, J. Monés, R. Sainz Samitier, J. I. Arenas y
J.M. Herrerías (40).
Un suplemento de febrero de 2000 de la revista
“Gastroenterology” dedicado a la terapéutica gastroenterológica
(41) hace el siguiente listado de temas prioritarios:
a) tratamiento del Helicobacter pylori; b) terapéutica
antisecretora en la curación de la úlcera, el
reflujo gastroesofágico y las erosiones relacionadas con
el estrés; c) terapéutica de los trastornos de la motilidad
gastrointestinal; d) tratamiento de las infecciones intestinales;
e) tratamiento de las enfermedades inflamatorias
intestinales crónicas; f) tratamiento antiviral de las
hepatitis B y C; g) profilaxis y tratamiento del cáncer
colorectal; h) tratamientos endoscópicos; e i) cirugía laparoscópica.
Llama la atención la coincidencia de temas con los
del programa del último Congreso Mundial de Gastroenterología
celebrado en Bangkok en febrero 2002 en
el cual aparecen estos mismos sujetos a los que se añaden
además la esteatosis hepática no alcohólica, el tratamiento
de la pancreatitis aguda y el carcinoma hepatocelular
(42). Si analizamos estos temas en relación a
los que se presentaron durante el primer Congreso
Mundial de Gastroenterología de 1958 (8), podemos
darnos cuenta que tan sólo estaban presentes en el programa
el tratamiento de las infecciones intestinales,
que sigue siendo prioritario en los países en vías de desarrollo,
las enfermedades inflamatorias intestinales de
las que entonces se empezaba a distinguir entre enfermedad
de Crohn y colitis ulcerosa, la pancreatitis aguda
y el cáncer colorrectal. La identificación de las
hepatitis virales, su relación con el carcinoma hepatocelular,
el empleo de antisecretores, antihistamínicos o
inhibidores de la bomba de protones, se fechan en los
años 1970, el Helicobacter pylori en 1980, los tratamientos
endoscópicos y la cirugía laparoscópica en los
años 1990.
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9
LA HEPATOLOGÍA Y LOS TRASPLANTES
HEPÁTICOS
El progreso científico creciente de la hepatología culminó
con la fundación en 1958 por Hans Popper y Sheila
Sherlock de la Asociación Internacional para Estudios
del Hígado I.A.S.L. de la que ha sido presidente en 1992-
1994 el Dr. J. Rodés de Barcelona, creador de una Unidad
de Hepatología en el Hospital Clínico cuyo prestigio en
el mundo científico internacional está firmemente establecido.
Posiblemente sean los trasplantes de órganos el paradigma
de lo que puede conseguir hoy día la tecnología
médica ayudada por los progresos incesantes de la inmunología,
de la biología y de la genética. Los trasplantes
hepáticos tienen ya una historia brillante que se remonta
a más de 20 años. En 1978 se realizó el primer trasplante
hepático en el hospital de Bellvitge (Barcelona) y desde
entonce el incremento ha sido constante en toda España
hecho que se puede confirmar facilmente por el número
de programas de trasplante hepático autorizados y que en
el año 2001 era de 23, reflejando entre otras cosas no sólo
la preparación técnica de muchos equipos sino también el
nivel de organización y de donaciones en España que es
el mayor del mundo, con una tasa de donantes de 32,5
por millón de habitantes en 2001. En 2001 se realizaron
972 trasplantes hepáticos con una supervivencia global
(1984-1999) de 79% al año y de 87% a los cinco años
(43,44).
LA CIRUGÍA LAPAROSCÓPICA
El tercer avance importante de estos últimos veinticinco
años ha sido la cirugía laparoscópica que ha transformado
totalmente la técnica quirúrgica, tras la primera colecistectomía
realizada por Mühe en 1985 (45) y que fue
muy mal acogida en sus inicios (1). En la década de los
90 se generalizó el empleo de la cirugía laparoscópica en
España, como demuestra cumplidamente la obra del Dr.
E. Laporte que coordinó en sus inicios las actividades de
la Sección de Cirugía Endoscópica de la Asociación Española
de Cirujanos (46).
LA ENSEÑANZA DE LA PATOLOGÍA
DIGESTIVA EN ESPAÑA
Por último merece la pena comentar brevemente el
estado de la enseñanza de la patología digestiva en
nuestro país. Hasta 1978 la enseñanza se caracterizaba
por la gran diversidad de los programas de formación,
la mayoría de ellos básicamente teóricos. La titulación
como especialista podía conseguirse por la simple asistencia
más o menos continuada a un servicio especializado,
o simplemente por el diploma acreditativo de la

8 F. VILARDELL REV ESP ENFERM DIG (Madrid)
asistencia a cursos teóricos. Solamente en algunos centros
se establecieron programas de formación completos
que incluían la posibilidad de residir en el propio
hospital. El primer centro en donde se estableció un
programa residencial de dos años de duración, fue la
Escuela de Patología Digestiva del Hospital de San Pablo,
dirigida entonces por el Dr. T. A. Pinós, a mediados
de la década 1950-1960, seguido por la Clínica de
la Concepción en Madrid. Pero no fue hasta 1978 en
que se dio estado oficial al programa MIR que obligaba
a la formación como residente remunerado en los hospitales
acreditados para la docencia postgraduada. En
este mismo año se crearon comisiones de especialidades.
La de Digestivo constaba en un principio de representantes
de los Ministerios de Educación y de Sanidad,
del Consejo de Colegios Médicos y de la Sociedad
Española de Patología Digestiva. El primer presidente
fue el Dr. Francisco Vilardell (Barcelona) y el Secretario
el Dr. Miguel Moreno (Granada). Se consiguieron
extender los beneficios del programa MIR a unos 50
servicios de la especialidad en las diversas capitales españolas.
En la última convocatoria MIR de noviembre
de 2002, se han convocado 85 plazas de residente de la
especialidad por parte de 61 centros acreditados para la
enseñanza de digestivo. (47).
A pesar de ciertos inconvenientes, el programa MIR
ha contribuido mucho a desarrollar la calidad asistencial
y los programas de investigación en nuestra especialidad,
como lo demuestra el volumen y la progresiva
calidad de las publicaciones españolas cuyo ritmo de
aceptación en revistas extranjeras sigue una trayectoria
casi exponencial. La inquietud científica de los gastroenterólogos
españoles ha sido manifiesta, como lo demuestran
las numerosas asociaciones que agrupan a especialistas
con intereses específicos: Estudios del
Hígado, Coloproctología, Endoscopia Digestiva, Ecografía
Digestiva, Estudio del páncreas, Club español de
Holter Digestivo, Club Español para el Estudio del Helicobacter
Pylori, Grupo para el Estudio de Enfermedad
de Crohn y Colitis Ulcerosa, Grupo para el Estudio de
la Motilidad Digestiva (48). En este 70 Aniversario de
nuestra Sociedad, podemos pues apostar por un futuro
científico cada vez más brillante de la patología digestiva
en España.
BIBLIOGRAFÍA
1. Vilardell F. Historia de la Endoscopia Digestiva. Madrid, Aula Médica,
2002.
2. Martínez Pérez F, Neira-Reina F, Ortega-García JL. Historia de la Sociedad
Española de Patología Digestiva y de la Nutrición, Madrid,
Editores Médicos S.A., 1997.
3. Gallart-Esquerdo A. Historia de la Gastroenterología Española. Discurso
de Ingreso en la Real Academia de Medicina de Barcelona
1955.
4. Escuela de Patología Digestiva del Hospital de la Santa Cruz y S. Pablo.
LXXV Aniversario. Madrid, Editorial C.E.A. (grupo Aula Médica),
1992.
5. Robert B, Roig i Bofill E. Enfermedades del Aparato Digestivo, Madrid,
Administración de la Revista de Medicina y Cirugía Prácticas,
1889.
6. Archivos Españoles de Enfermedades del Aparato Digestivo y de la
Nutrición. R.Luis y Yagüe, Fidel F.Martinez, Luis Urrutia editores,
Tomo 1, Madrid, 1918.
7. 1er Congrès International de Gastroenterologie. Rapports. G. Brohée
editeur, Bruxelles, 1935.
8. Proceedings First World Congress of Gastroenterology, Vols I y II,
Washington 1958. Baltimore, Williams & Wilkins, 1959.
9. Proceedings of the First Congress of the International Society of
Endoscopy, Y.Yoshitoshi (editor), Tokyo, Hitachi Printing Co,
1966.
10. OMED. Organisation Mondiale d’Endoscopie Digestive, World Organization
of Digestive Endoscopy, Organización Mundial de Endoscopia
Digestiva. First Bulletin, 1977.
11. Gutmann RA, Bertrand I, Peristiany ThJ. Le cancer de l’estomac au
début. Paris, G. Doin, 1939.
12. Botey R. La esofagoscopia directa en los cuerpos extraños del esófago.
Anals de Medecina.1907; 1 (n. 4, 25 Abril) 288-99.
13. García Tapia A. Espina de pescado clavada en el esófago. Esofagoscopia.
extracción.Clínica Moderna 1907; 61: 151-2.
14. Fernández Martínez F. Tratado de exploración del Aparato Digestivo.
Madrid, Javier Morata editor, 1930.
15. Martínez F. Nuevo dilatador de ano. Arch Españ Enferm Apar Dig
1918; 1: 107-13.
16. Morales Noriega L. Sobre una nueva era de la gastrología (el nuevo
gastroscopio de Schindler). Arch Med Cir Espec 1933; 36: 648-51.
17. Rodríguez Olleros A, De la Viesca J.M. La gastroscopia, resultados
de algunas observaciones. Medicina Latina 1933; 6: 238-51.
18. Jackson Ch. Gastroscopy. Med Record 1907; 71: 549-55.
19. Tomenius J. An instrument for gastrobiopsies. Gastroenterology
1950; 15: 498-504.
20. Wood IJ. Taft LI. Diffuse lesions of the stomach. London, Edward
Arnold, 1958.
21. Rubin CE, Massey BW, Kirsner JB, Palmer WL. Stonecypher D.D.
The clinical value of gastrointestinal cytologic diagnosis. Gastroenterology
1953; 25: 119-38.
22. Henning N, Witte S. Eine neue Methode zur Diagnostik der Magenkrankheiten.
Deutsch Med Wschr 1952; 77: 1-4.
23. Cabré-Fiol V. Procedimiento para la obtención de muestras para citología
endogástrica. Rev Esp. Enferm Apar Dig. 1953; 12: 186-9.
24. Hirschowitz BI. A personal history of the fiberscope. Gastroenterology
1970; 76: 864-9.
25. Vilardell F. Gastrobiopsy and cytology. Results of a European survey.
in Advances in Gastrointestinal Endoscopy. Proceedings 3nd.
World Congress of Gastrointestinal Endoscopy, Padua, Piccin 1971:
767-772.
26. Laserna y Espina L de. Laparoscopia . Un método para la visión directa
de los órganos del abdomen en el vivo. Rev Esp Enf Apar Dig
1936; 11: 11-21.
27. Pinós Marsell T.A. Neumoperitoneo y laparoscopia. en Patología Abdominal
Clínica F.Gallart Monés (ed) Barcelona, Salvat, 1943: 580-
620.
28. Gironés Navarro L, Sánchez-Lucas J Sobre laparoscopia. Rev Esp
Enferm Apar Dig 1945; 11: 165-81.
29. Martí-Vicente A. La laparoscopia en España. Datos pendientes de publicación.
30. Asociación Española de Endoscopia Digestiva. Website:
www.aeed.org.
31. Mallory S, Van Dam J. Endoscopic practice at the start of the new millenium
Gastroenterology 2000; 118: S-129-47.
32. Wild J.J, Reid J.M. Diagnostic use of ultrasound. Brit J Phys Med.
1956; 19: 248-57.
33. Howry D.H. Brief atlas of diagnostic ultrasound radiologic results.
Radiol Clin North Am. 1965; 3: 433-52.
34. Health and Policy Committee, American College of Physicians. to
study the gallbladder. Position paper. Ann Intern Med 1988; 109:
752-754.
35. Lutz H, Rösch W. Transgastroscopic ultrasonography. Endoscopy
1976; 8: 203-5.
36. DiMagno E.P. Buxton J.L. Regan P.T,Hattery R.R, Wilson D.A,Suarez
J.T, Green P.S. The ultrasonic endoscope. Lancet 1980; i: 629.631.
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9

Vol. 95. N.° Extraordinario, 2003 LA GASTROENTEROLOGÍA ENTRE EL SEGUNDO 9
Y EL TERCER MILENIO
37. Strohm W.D, Phillip J, Hagenmüller F, Classen M. Ultrasonic tomography
by means of an ultrasonic fiberendoscope. Endoscopy 1980;
12: 241-4.
38. Janowitz H.D, Abittan C.S, Fiedler I.M. A gastroenterological list for
the Millenium. J Clin Gastroenterol 1999; 29: 336-8.
39. Proceedings of the OMGE Reserch Committee, VII World Congress
of Gastroenterology, Stockholm, Scand J Gastroenterol (Supl) 1982.
40. Monés J, ed. Patología gastroduodenal y su relación con el Helicobacter
pylori. Barcelona, Edika-Med, 1995.
41. G.I. Therapeutics 2000. Supplement, Gastroenterology 2000; 118:
S1-S165.
42. Quadriennal Reviews and Working Party Reports from the World
Congress of Gastroenterology. (Bangkok 2002) J Gastroenterol He-
REV ESP ENFERM DIG 2003; 95 (Nº Extra.): 1-9
patol (Supl) 2002.
43. Memoria de actividades ONT 2001. Rev Esp Trasp 2002; 11; 37-9.
44. Prieto M, Clemente G, Casafont F, Cuende N, Cuervas-Mons V, Figueras
J, Grande L, Herrero J.I. , Jara P, Mas A, de la Mata M, Navasa
M. Documento de consenso de indicaciones de trasplante hepático.
Gastroenterol Hepatol 2003; 26: 355-75.
45. Mühe E. Die erste Cholecystectomie durch das Laparoskop. Langenbecks
Arch Chir 1986; 369: 804.
46. E. Laporte Roselló. Cirugía Laparoscópica. Barcelona, Pulso Ediciones,
1993.
47. Boletín Oficial del Estado n. 263 (sábado 2 de noviembre), 2002.
48. Anuario de la Sociedad Española de Patología Digestiva. Madrid,
Meditex, 1999.