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<strong>Fossati</strong>, <strong>historia</strong> <strong>de</strong> <strong>una</strong> <strong>pasio</strong> n<br />
Un tipo con suerte, un trabajador, un calentón, amante <strong>de</strong>l<br />
sacrificio y <strong>de</strong> carácter fuerte, recorrió un camino <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
anonimato hasta el Mundial <strong>de</strong> clubes <strong>de</strong> Japón.<br />
Apenas tenía 40 años en el verano <strong>de</strong> 1993 cuando llegó <strong>una</strong> tar<strong>de</strong> al<br />
entrenamiento <strong>de</strong> River Plate en el Prado. Era muy diferente a lo que<br />
suce<strong>de</strong> dos décadas <strong>de</strong>spués, ya no solo por la experiencia que<br />
acumuló, el camino que recorrió, los éxitos que recogió y el cabello<br />
blanco que marca, inexorablemente, el paso <strong>de</strong> los años. Esa primera<br />
vez fue sin periodistas que lo esperaran, ni flashes que le apuntaran.<br />
Por entonces, el foco estaba puesto en Sergio Markarian, el técnico<br />
que comenzaba su segundo ciclo en los darseneros mientras<br />
esperaba <strong>una</strong> oferta para continuar su carrera en el exterior. Así, en<br />
el más absoluto anonimato, Jorge <strong>Fossati</strong> empezó a escribir su<br />
<strong>historia</strong> en la dirección técnica, que en la actualidad lo tiene cerca <strong>de</strong>l<br />
pe<strong>de</strong>stal y bajo todas las miradas.<br />
Para algunos fue un tipo con suerte. Y hay argumentos que sostienen<br />
esa tesis. El asistente técnico <strong>de</strong> River en 1993 iba a ser Nelson<br />
Agresta, según confirmó el actual presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> River, Miguel
Grisoglio, quien <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1980 es dirigente <strong>de</strong>l club, pero no llegaron a<br />
un acuerdo económico con el ex zaguero, entonces Markiarian sugirió<br />
la contratación <strong>de</strong> un joven que recién se iniciaba en la dirección<br />
técnica y que había realizado sus primeros pasos en las divisiones<br />
juveniles <strong>de</strong> Peñarol. No hubo diferencias económicas que alejaran a<br />
<strong>Fossati</strong> <strong>de</strong> su primer trabajo en un plantel principal <strong>de</strong> la A, así fuera<br />
como asistente. Unas semanas <strong>de</strong>spués, Markarian emigró a Perú,<br />
para asumir en Universitario <strong>de</strong> Lima, y el DT saliente le <strong>de</strong>jó a los<br />
dirigentes buenas recomendaciones sobre el novato entrenador.<br />
Apoyados en las sugerencias <strong>de</strong> Markarian, en la necesidad <strong>de</strong> buscar<br />
un cambio y <strong>de</strong> apostar en alguien joven, los presididos por Raúl<br />
Inzaurral<strong>de</strong> tomaron la opción <strong>de</strong> <strong>Fossati</strong>, que se quedó tres<br />
temporadas en el Prado y llevó a los albirrojos a su primer torneo<br />
internacional, la Copa Conmebol.<br />
Otros lo <strong>de</strong>stacan como un gran trabajador. “Le gustaba trabajar<br />
mucho en la cancha, era muy perfeccionista, hacía mucho hincapié en<br />
los aspectos tácticos, porque le daba bronca el <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>n táctico y no<br />
<strong>de</strong>jaba nada librado al azar. Siempre jugó con línea <strong>de</strong> tres. Tenía<br />
mucha personalidad, siempre fue frontal y nos <strong>de</strong>cía lo que pensaba<br />
aunque no nos gustara. Recuerdo que en aquellos años en River era<br />
el que nos orientaba cuando había que pelear por los premios, y<br />
siempre se ponía <strong>de</strong>l lado <strong>de</strong>l jugador”, explicó Raúl Omar Otero, ex<br />
jugador darsenero dirigido por <strong>Fossati</strong> entre 1993 y 1995.<br />
Para otros, a <strong>Fossati</strong> le gustó tomar riesgos. Lejos <strong>de</strong> apostar a la<br />
tradición, <strong>de</strong>butó en River en 1993 con ese sistema táctico 3-5-2 que<br />
lo acompaña hasta la actualidad. O en 2004, cuando <strong>de</strong>jó el confort<br />
<strong>de</strong> Liga <strong>de</strong> Quito, en don<strong>de</strong> estaba muy bien en todos los aspectos,<br />
<strong>de</strong>portivos y económicos, y abandonó todo para dirigir a la selección<br />
uruguaya porque era su sueño. Finalmente no completó su obra,<br />
porque perdió el repechaje en Sídney y el regreso <strong>de</strong> Australia fue el<br />
viaje más largo <strong>de</strong> su vida. O en diciembre <strong>de</strong> 2005, cuando el
presi<strong>de</strong>nte Eugenio Figueredo coqueteaba con el proyecto <strong>de</strong> Tabárez,<br />
se fue por cinco meses a probar suerte a Catar y se quedó tres años<br />
en la primera etapa, en la que incluyó dirigir a la selección. Y volvió<br />
en 2009.<br />
Para muchos es un calentón. Eso sucedió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su etapa <strong>de</strong> jugador.<br />
Recuerda Eduardo Del Capellán, compañero <strong>de</strong> trabajo durante<br />
muchos años: “Después <strong>de</strong> un clásico en el que le hicieron un gol,<br />
fuimos a cenar con unos amigos, y el mozo le dijo: ‘¡Qué gol le<br />
hicieron!’, y el Flaco lo quería matar al mozo”. O el propio <strong>Fossati</strong><br />
recordó en 2008 en Montevi<strong>de</strong>o a El Observador cuando culminó su<br />
primer ciclo en Qatar: “Se fueron sumando <strong>de</strong>talles que <strong>de</strong>rivaron en<br />
mi salida y evité que todo lo que había logrado terminara a las<br />
trompadas”.<br />
Para algunos fue un visionario que siempre se ro<strong>de</strong>ó bien. “Fue un<br />
excelente entrenador, con personalidad. Su trabajo se lució en base a<br />
la gran influencia <strong>de</strong> Valenzuela (Alejandro, su preparador físico<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer día), el principal artífice <strong>de</strong> su carrera, un gran<br />
motivador, que une grupos y siempre busca las soluciones a los<br />
problemas”.“Se ro<strong>de</strong>ó siempre bien. Fui amigo antes que asistente”,<br />
explicó Del Capellán, que se distanció <strong>de</strong> <strong>Fossati</strong> por un problema que<br />
surgió en la concentración en Liga <strong>de</strong> Quito en 2009.<br />
El primer asistente que tuvo fue Mario “Bombón” González, su profe<br />
siempre fue Valenzuela y con Del Capellán trabajó durante 16 años<br />
(1993-2009), cuando diferencias insalvables los separaron. También<br />
tuvo como compañeros <strong>de</strong> ruta a Nilo Acuña, al médico Gustavo<br />
Chiara, Juan Jacinto Rodríguez. En la actualidad lo acompañan en<br />
Qatar Valenzuela, Omar Garate (entrenador <strong>de</strong> goleros), y la Pocha<br />
Martins (asistente).<br />
"Se fueron sumando <strong>de</strong>talles que <strong>de</strong>rivaron en mi salida y evité que<br />
todo lo que había logrado no fuera a terminar a las trompadas” (Jorge
<strong>Fossati</strong>, tras regresar <strong>de</strong> Catar, a El Observador el 8 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong><br />
2008)<br />
Le asignan <strong>una</strong> inteligencia superior. “Es un estudioso <strong>de</strong>l rival y<br />
cuando llega a lugares como Catar, porque lo vi en carne propia,<br />
don<strong>de</strong> no conoce a los equipos rivales, va a todos los partidos y<br />
consigue mucho material en dvd, los estudia y luego se los pasa a sus<br />
asistentes para que lo vean. Les manda <strong>de</strong>beres y luego intercambia<br />
i<strong>de</strong>as para buscar lo mejor”, explicó el médico Gustavo Chiara, que<br />
trabajó con <strong>Fossati</strong> durante <strong>una</strong> década, en Danubio y en Catar.<br />
Y aprendieron a sacrificarse él y su entorno. “En Catar era fácil,<br />
porque levantabas un <strong>de</strong>do y te construían un gimnasio <strong>de</strong> 10<br />
estrellas. Lo difícil era en los comienzos en River, cuando se hacía<br />
todo a pulmón. Recuerdo que Valenzuela traía en su autito Aleko las<br />
pesas <strong>de</strong>l Gimnasio Ema, en el que trabajaba. Eso era sacrificio”,<br />
recordó Del Capellán.<br />
O el mismo <strong>Fossati</strong> lo <strong>de</strong>scribió en 2008 a El Observador: “Cuando fui<br />
futbolista jugaba por montos que hasta vergüenza te da <strong>de</strong>cirlos. Se<br />
pagaba lo que se podía. Entonces <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 20 años <strong>de</strong> carrera,<br />
terminabas con <strong>una</strong> casita, un auto y 10 mangos más para abrirte<br />
camino. Yo no fui la excepción <strong>de</strong> esa generación. A<strong>de</strong>más, nunca lo<br />
dije, ni salí públicamente, porque no se planteó, pero fui uno <strong>de</strong> los<br />
afectados <strong>de</strong>l corralito <strong>de</strong> Argentina porque estaba trabajando en<br />
Colón <strong>de</strong> Santa Fe cuando la crisis <strong>de</strong> 2002 y también en Uruguay<br />
porque tenía mis ahorros en el Banco <strong>de</strong> Crédito, en el Banco<br />
Comercial y alg<strong>una</strong>s cosas en papeles que nunca más pu<strong>de</strong><br />
recuperar. Entonces acá (Catar entre fines <strong>de</strong> 2005 y 2008) se me<br />
presentó la oportunidad <strong>de</strong> hacer <strong>una</strong> diferencia que no la tenía”.<br />
Un tipo <strong>de</strong> mucho carácter. “Ha sido muy importante tener al<br />
entrenador (<strong>Fossati</strong>), tiene un peso importante en lo que hemos
venido consiguiendo en los últimos meses. Es un hombre con mucho<br />
temperamento y nos ha transmitido eso. Eso es muy importante”,<br />
<strong>de</strong>stacó Abdulla Koni, capitán <strong>de</strong> Al Saad.<br />
Esa es la <strong>historia</strong> llena <strong>de</strong> pasión <strong>de</strong> <strong>Fossati</strong>, <strong>de</strong>l creyente, <strong>de</strong>l<br />
agra<strong>de</strong>cido –el que iba a la Gruta <strong>de</strong> Lour<strong>de</strong>s <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cada<br />
momento especial en su vida–, <strong>de</strong>l que se persigna en la cancha y<br />
evoca a Dios cada vez que pue<strong>de</strong>. Del uruguayo que mañana buscará<br />
hacer <strong>historia</strong> contra el histórico Barcelona <strong>de</strong> Guardiola.<br />
Lo más <strong>de</strong>stacado<br />
En 1996<br />
Campeón Uruguayo<br />
Ganó el título <strong>de</strong>l Campeonato Uruguayo (el cuatrienio mirasol) en el<br />
único año que dirigió al carbonero.<br />
En 2002<br />
Campeón con Danubio<br />
En su segunda etapa en Danubio ganó el Clausura en noviembre <strong>de</strong><br />
2002.<br />
En 2005<br />
En la puerta<br />
Fue tercero en la Copa América <strong>de</strong> 2004 y en noviembre <strong>de</strong> 2005<br />
perdió ante Australia el repechaje para llegar al Mundial <strong>de</strong> Alemania.<br />
En 2011<br />
Campeón con Al Saad (Catar)<br />
Ganó por primera vez la Liga <strong>de</strong> Campeones <strong>de</strong> Asia y disputa en<br />
estos días el Mundial <strong>de</strong> Clubes.