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Augusto<br />
Hernández
HUMOR CON HUMOR SE PAGA<br />
CORREO DEL ORINOCO<br />
Alcabala a Urapal, Edificio Dimase, La Candelaria,<br />
Caracas-Venezuela<br />
www.correodelorinoco.gob.ve<br />
D i r e c t o r i o<br />
Hugo Rafael Chávez Frías<br />
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela<br />
Andrés Izarra<br />
Ministro del Poder Popular para la Comunicación y la Información<br />
Alejandro Boscán<br />
Viceministro de Estrategia Comunicacional<br />
Lídice Altuve<br />
Viceministra de Gestión Comunicacional<br />
Edición y corrección: Francisco Ávila, Michel Bonnefoy<br />
Diseño y diagramación: Ingrid Rodríguez<br />
Portada: Arturo Cazal<br />
Depósito legal: lfi26920113203523<br />
Rif: G-20009059-6<br />
Octubre, 2011.<br />
Impreso en la República Bolivariana de Venezuela en la Imprenta Nacional y Gaceta Oficial<br />
PRESENTACIÓN<br />
VOLVIERON. VOLVIERON. VOLVIERON.<br />
En el año 2002, cuando los empresarios de Fedecámaras,<br />
los dueños de los medios de comunicación,<br />
la Central de Trabajadores de Venezuela, la jerarquía<br />
de la Iglesia y un grupo de militares decidieron dar un<br />
golpe de estado, y una vez que el pueblo y las Fuerzas<br />
Armadas de lealtad al país y a la Constitución de la República<br />
Bolivariana de Venezuela decidieron retomar<br />
el poder y volver a colocar al Presidente <strong>con</strong>stitucional<br />
Hugo Chávez en Miraflores, un grupo de <strong>humor</strong>istas<br />
decidió publicar un libro: Contragolpe del Humor,<br />
donde <strong>con</strong> alegría y fe y <strong>con</strong>fianza en el proceso revolucionario<br />
que está viviendo el país dejaron allí su<br />
visión acerca lo que sucedió.<br />
En ese libro participaron: Luis Britto García, Augusto<br />
Hernández, Earle Herrera, Clodovaldo Hernández,<br />
Roberto Hernández Montoya, Régulo Pérez y Roberto<br />
Malaver.
Ahora vuelven, pero vuelven <strong>con</strong> nuevos compañeros<br />
de viaje; vuelven <strong>con</strong> Carola Chávez, <strong>con</strong> William Osuna,<br />
<strong>con</strong> Iván Lira y <strong>con</strong> Omar Cruz. Y vuelven a asumir la<br />
alegría. La fe. La vida. Y a punta de <strong>humor</strong>, porque sólo el<br />
<strong>humor</strong> salva, quieren brindarle sus textos y caricaturas a<br />
la gente que <strong>con</strong>fía y cree y lucha a favor de esta revolución,<br />
entre ellos, está Hugo Chávez Frías, quien ha sido<br />
el líder de este proceso.<br />
Constantemente el Presidente Hugo Chávez cita la frase<br />
del apóstol José Martí: “Amor <strong>con</strong> amor se paga”; por<br />
eso este libro también quiere recoger esas palabras, pero<br />
haciendo un juego más cercano, más jodedor, más alegre.<br />
Así, han dado en llamar esta recopilación de solidaridad<br />
<strong>con</strong> la vida: HUMOR CON HUMOR SE PAGA.<br />
Carola Chávez<br />
Earle Herrera<br />
Iván Lira<br />
Augusto Hernández<br />
Luis Britto García<br />
Omar Cruz<br />
Roberto Hernández Montoya<br />
Clodovaldo Hernández<br />
Régulo Pérez<br />
William Osuna<br />
Roberto Malaver
CAROlA CHávEz<br />
O sea, me choca<br />
el comunismo<br />
——————————————————<br />
Carola Chávez • Premio Aníbal Nazoa, 2011.<br />
Mención Especial del premio de periodismo<br />
Fabricio Ojeda, en la Alcaldía de Caracas,<br />
en 2007. Premio Oesterheld, en Argentina,<br />
2008. Autora del libro ¡Qué pena <strong>con</strong> ese señor!
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Chávez y Chávez y besos y besos<br />
Tenía que pasar: Chávez me voló un beso y yo le volé<br />
diez mil. Pero eso debe ir en el octavo o noveno párrafo<br />
de mi relato, así que empecemos por el principio,<br />
sabiendo, eso sí, que hubo besos, declaraciones de amor y<br />
rodillas temblorosas…<br />
Todo sucedió ayer, el día más psicodélico que recuerdo<br />
haber vivido. Nos citamos en la Calle del Hambre de<br />
Porlamar a las doce del mediodía. Yo, siempre ansiosa,<br />
llegué a las nueve y media de la mañana y sin haber desayunado.<br />
Allí debía hacer el <strong>con</strong>tacto <strong>con</strong> quien me acercaría<br />
a una distancia propicia para poder lanzar besos,<br />
de esos que llegan.<br />
Mi <strong>con</strong>tacto no podía imaginar que jugaba a la Celestina<br />
en esta historia de amor al viento; su misión ese día era<br />
otra: velar por la seguridad de mi Presi. Yo tampoco pensé<br />
que tendría la ocasión de que él se fijara en mis colitas<br />
moradas en medio de aquella multitud donde el rojo era<br />
el color de etiqueta.<br />
9
Carola Chávez<br />
Pero me tocó estar ahí, a menos de diez metros, tal vez<br />
cinco, ya no lo puedo precisar. Ahí, tan cerquita que los<br />
guardaespaldas de mi Presi me pedían que diera un pasito<br />
para atrás, por favor…<br />
Estaba donde suelen ir los periodistas. Tan cerca que<br />
mi barbilla se podía posar en la tarima.<br />
Pero eso pasó después, porque antes tuve que esperar<br />
varias horas bajo un sol achicharrante que aproveché para<br />
que mi piel pareciera la piel de quien en verdad vive en<br />
una isla.<br />
Mientras me bronceaba observé a toda una fauna de<br />
políticos de toda calaña: candidatos a alcaldes repitientes<br />
<strong>con</strong> estuchitos para celular Gucci, aspirantes a diputados<br />
regionales que no deberían aspirar a nada, modestos candidatos<br />
primerizos que si no ganan perdemos todos, y yo<br />
ahí, incomodando a algunos <strong>con</strong> mis miradas de escritora<br />
que quiere <strong>con</strong>tar una historia.<br />
Los alcaldes repitientes, acostumbrados a ser alcaldes y<br />
no pueblo, estaban molestos porque no los dejaban pasar<br />
de primeritos, les molestaba el sol de su isla, les quemaba<br />
su piel acostumbrada al aire a<strong>con</strong>dicionado, les fastidiaba<br />
no poder mandar porque allí mandaba una mujer que sí<br />
sabía mandar, y los mandó a callar, a quedarse donde les<br />
dijo, a riesgo de quedarse fuera si no obedecían.<br />
Molestos estuvieron hasta que pudieron pasar. Yo pasé<br />
un poco después y pude verlos ya ocupando sus lugares de<br />
honor. Su molestia se había tornado en sonrisa de candidato<br />
de afiche electoral.<br />
Ahora sí, ubiquémonos en el lugar donde mi barbilla<br />
puede posarse en la tarima. Apenas tuve tiempo de darme<br />
10<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
cuenta de cuán cerca estaba del lugar donde mi Presi hablaría<br />
cuando escuché un griterío que se hacía más fuerte<br />
en la medida en que el yip de mi Presi, milagrosamente,<br />
avanzaba entre la multitud sin despachurrar a nadie.<br />
Yo empecé a saltar a ver si lo veía y lo vi llegar entre<br />
saltos. Mis gritos se mezclaron <strong>con</strong> todos los gritos hasta<br />
que no pude gritar más, porque una cosa, como una papa<br />
o un nudo, se atoró en mi garganta.<br />
No vas a llorar aquí, Carola, me dije y casi que me respondo<br />
que sí, pero no tuve tiempo porque mi Presi precioso<br />
saltó, cual paracaidista, del yip y se dirigió hacia la tarima<br />
donde yo, desmayada de amor, posaría mi barbilla.<br />
Subió saludando a la gente que le gritaba. Saludaba<br />
a la gente en los bal<strong>con</strong>es cercanos, a los que estuvieron<br />
chamuscándose durante horas solo para poder verlo, a los<br />
discapacitados que, a diferencia de los aspirantes a burgomaestre,<br />
lo esperaban de pie y <strong>con</strong> muletas, sin quejarse<br />
ni un poquito.<br />
Yo lo miraba todo como en cámara lenta y en cámara<br />
lenta saltaba, mientras le volaba besos a mi Presi precioso.<br />
No recuerdo qué le decía, pero sé que le decía algo entre<br />
besos y besos que iban volando. Mis colitas al sol debieron<br />
encandilarlo, eso o mis gritos siempre estridentes, pero el<br />
hecho es que entre las miles de cabezas que le gritaban él<br />
se fijó en la mía. Claro, debemos tener en cuenta que yo<br />
estaba allí cerquita, donde entran solo algunos pocos que<br />
tienen mucha suerte y yo ayer la tuve y mucho.<br />
Como les iba <strong>con</strong>tando, mis colitas moradas capturaron<br />
la atención de mi Presi y yo, en ese segundo, le mandé<br />
doscientos besos. Él, atolondrado de tanto amor, me retri-<br />
11
Carola Chávez<br />
buyó <strong>con</strong> uno solo, pero lo acompañó de un golpecito en<br />
el corazón, de esos que se usan ahora para decir te quiero.<br />
Yo, cual King Kong enardecido, me golpeaba el pecho <strong>con</strong><br />
ambos puños y le gritaba, por si no entendía el gesto, que<br />
lo amaba, que lo amaba… que lo amo tanto...<br />
Mis rodillas parecían de majarete y ahí, majaretosa, se<br />
me cruzó por el frente el jovencísimo ministro Héctor Rodríguez.<br />
Yo era toda amor en esos momentos así que le<br />
dije: “¡Hola, Héctor!”. Y él me dijo: “¡Hola!”, <strong>con</strong> la misma<br />
sonrisa linda de su mamá Jazmín. Entonces, plasmé un<br />
beso en su cachete de pavo ministro y él me dio uno en mi<br />
cachete de cuarentona insolada.<br />
Y así, besu<strong>con</strong>a y al borde de un colapso de calor, me<br />
fui a buscar al ministro Izarra, Andrés de los ojos bonitos.<br />
Me acerqué a un soldado y le dije que le informara al ministro<br />
que lo buscaba Marifer Popof.<br />
Acudió presto el ministro ante tan glamoroso llamado.<br />
Le dije alguna cosilla, él me dijo otras a mí, y como fue tan<br />
amable, ¿qué más podía hacer sino darle un beso?<br />
Al ministro Ramírez no le di besos porque es muy alto y<br />
yo no alcanzo. Además, que si me quedaba un minuto más<br />
repartiendo besos, me iba a dar un yeyo porque el calor<br />
me estaba matando.<br />
Eran casi las cinco de la tarde cuando salí de la <strong>con</strong>centración;<br />
mientras escuchaba todavía a mi Presi, salí<br />
buscando una burbujeante y capitalista Coca-Cola que me<br />
diera un toque de frío y un poco de azúcar para mi cuerpo<br />
en ayunas.<br />
Caminé por la Calle del Hambre muerta de sed. Caminé<br />
entre mucha gente, muchos soldados, mucho ruido,<br />
12<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
hasta que llegué al Wendy’s y, ¡Oh, my God!, el sol ya me<br />
había ganado, estaba alucinando: en la puerta de tan gringo<br />
lugar, un gringo, como esos que salen en las películas;<br />
esos que fuman recostados de la pared de una bomba de<br />
gasolina de carretera. Así, <strong>con</strong> una bota de leñador en el<br />
suelo y la otra <strong>con</strong>tra la pared, <strong>con</strong> una gorra de béisbol<br />
gastada, unos lentes pasados de moda, un cowboy de<br />
nuestros tiempos en el medio de Porlamar. Rodeado de<br />
gente de rojo, mirando a la gente que no lo miraba, estaba<br />
Sean Penn.<br />
Yo no quise interrumpir el placer que podía estar sintiendo<br />
tan re<strong>con</strong>ocido personaje al no ser re<strong>con</strong>ocido, habría<br />
sido mezquina al tomarle una foto, habría sido imbécil<br />
al pedirle un autógrafo, así que solo atiné a pasarle por<br />
el lado, porque estaba en la puerta que me separaba de<br />
la vida, Coca-Cola is life, creo que decía un anuncio, y, al<br />
pasar, le dije, sin mirarlo y sin detener mi marcha: “Sean<br />
Penn, this is the weirdest day I’ve ever had”.<br />
¿Y dónde está la política?—, se preguntarán mis <strong>con</strong>fundidos<br />
lectores.<br />
En los días psicodélicos, la política pasa a un segundo<br />
plano.<br />
13
Carola Chávez<br />
Pancho no quiere chicle<br />
Los gringos son una especie de Rey Midas de los estereotipos.<br />
Todo lo que miran lo reinterpretan, lo sintetizan<br />
y luego lo escupen para que nosotros creamos que<br />
somos lo que ellos dicen y no lo que realmente somos.<br />
Para ellos un “latino” es un personaje morenito, bajito,<br />
que usa un sombrero grande <strong>con</strong> madroños en el ala,<br />
un poncho al hombro, pantalones blancos percudidos, alpargatas,<br />
chalequito de torero, bigotito que no termina de<br />
germinar, ojos invariablemente achinados, portador eterno<br />
de una sonrisa tonta, porque un tonto no sabe sonreír<br />
de otra manera. Es dormilón nuestro ‘‘latino’’, duerme<br />
porque es muy flojo y cuando no lo hace, además de sonreír<br />
como tonto, dice: “Sí, señor; sí, señor”, a todo lo que<br />
le pregunten.<br />
A veces baila Pancho, porque siempre se llama Pancho.<br />
Cuando Pancho baila, muerde obligatoriamente un clavel.<br />
Se para como un torero y da un ta<strong>con</strong>azo al piso <strong>con</strong> la suela<br />
de su alpargata. Toma a María en sus brazos y baila un<br />
jarabe tapatío dando largos pasos de un tango sintético,<br />
gringo, de brazos estirados. La música le llega al cuerpo<br />
de nuestro Pancho desalmado, y siente una urgencia de<br />
lanzar a María, de un empujón, al otro lado de una pista<br />
de tierra, donde por alguna razón siempre hay una gallina<br />
que huye aleteando alarmada. Zapatea Panchito emocionado,<br />
como lo haría un imaginario e imposible andaluz,<br />
mientras grita: “¡Ándale, ándale, ipa, ipa y olé!”.<br />
Pancho sufre de un mal común entre los Panchos: cada<br />
vez que aparece en escena un acorde de guitarra lo acom-<br />
14<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
paña. Su pueblo, siempre polvoroso, no <strong>con</strong>oce el silencio,<br />
cada Pancho un acorde cada acorde un tiroteo, un ay ay<br />
ay, un sí señor.<br />
Cuando Pancho duerme, María lava la ropa en el río,<br />
mientras miles de Pepitos corren medio desnudos por las<br />
calles de tierra del pueblo detrás de un perro flaco.<br />
En el pueblo hay una iglesia, una cantina, que siempre<br />
se llama Cantina, y un mercado que es destrozado cada día<br />
cuando Pancho pelea <strong>con</strong> Pancho, haciéndole más daño a<br />
los tomates y piñas —nunca faltan las piñas— que al bribón<br />
que se ganó la golpiza por decir no se qué cosa de la<br />
madrecita santa de Pancho que también se llama María.<br />
Siempre hay un gringo extraviado que aparece en el<br />
pueblo para remediar lo irremediable. Con su ingenio innato,<br />
inventa una bomba para sacar agua de un pozo que<br />
él mismo excava <strong>con</strong> el viril sudor de su frente. Cuando<br />
suda Jack, no suda, se pone más guapo, es como si se pusiera<br />
gomina, su pelo se despeina bonito, cae el mechón<br />
indómito justo sobre el ojo azul cielo del hombre que <strong>con</strong>oce<br />
la libertad.<br />
Como él usa Colgate, sus dientes son tan blancos que<br />
ya no parecen dientes, parecen chicles de menta. Y es eso<br />
lo que atrae a los Pepitos harapientos que en coro desafinado<br />
gritan: “¡Señor, señor chicle, por favor!”.<br />
Conocen el chicle de forma ancestral. En tiempos inmemorables,<br />
un Billy estuvo en el pueblo y dejó siete viudas,<br />
doce hijos, un Ford modelo T y una primitiva caja de<br />
chicles. El abuelo Pancho cuenta, en las noches de luna,<br />
las aventuras de aquel gringo valiente que salvó al pueblo<br />
de sí mismo cuando él sólo era un Pepito.<br />
15
Carola Chávez<br />
El pueblo de Pancho se llama, indistintamente, Tijuana,<br />
Río de Janeiro, Buenos Aires, Bogotá o Madrid. Tiene<br />
un aeropuerto donde aterrizan modernos aviones entre<br />
cochinos, ovejas, cabras y gallinas que viven en todas partes,<br />
menos en un corral. Custodian, a modo de pastorcitos,<br />
al rebaño y a la patria, Panchos vestidos de soldados<br />
represores, malvados, corruptos, dispuestos a desplumar<br />
tanto a las gallinas como a los gringos que pasen por su<br />
jurisdicción.<br />
Dentro de una oficina de paredes sucias, que no han<br />
visto una mano de pintura desde que Bobby pasó por ahí<br />
un día y las pintó, un bombillo intermitente y solitario<br />
cuelga del techo como un ahorcado que se niega a morir.<br />
Una mesa compartida por sellos, botellas de tequila vacías<br />
y María de la Mala Vida, quien le soba los pies al sargento<br />
Pancho que, sin botas, sin camisa, pero <strong>con</strong> la pistola al<br />
cinto, extiende la mano, sin levantar la mirada, y <strong>con</strong> voz<br />
pastosa dice: ‘‘Dólar, señor’’.<br />
El presidente Pancho, vestido de general <strong>con</strong>decoradísimo,<br />
habla inglés como Ricardo Montalbán. Recibe a<br />
Jimmy, un emisario del valiente George, <strong>con</strong> una sonrisa<br />
cínica, un buenos días burlón, y un desayuno ranchero en<br />
un patio andaluz opulento, pletórico de aves meridionales<br />
—según palabras rebuscadas de Pancho Presidente—<br />
y gallinas no tan exóticas que, como ya sabemos, son los<br />
únicos seres que gozan de libertad por estos lados.<br />
Pobres Panchos ricos en diamantes, oro, petróleo, madera,<br />
ríos, mares. Lo que la naturaleza tenía que repartir<br />
por todo el mundo cayó sobre ese pueblo polvoriento.<br />
Panchos brutos, incapaces de manejar sus recursos y sus<br />
destinos, Panchos que recién descubren los carros, la te-<br />
16<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
levisión, la Coca-Cola. Ignorantes personajes que deben<br />
ser educados a punta de Paris Hilton, Warner Brothers y<br />
American Express. “Cambiou espejitou por orou”—, dice<br />
Sam <strong>con</strong> sus dientes Oral B, su pelo Head & Shoulders y<br />
su actitud Monroe, América para los americanos, es decir,<br />
para ellos porque nosotros somos Panchos y Marías.<br />
En la medida que nos sintetizan, nos fragmentan en<br />
mil Tijuanas. Vaya paradoja, nos dicen que no somos hermanos,<br />
que tenemos fronteras, que el vecino es raro, no<br />
existe, o es una amenaza, pero a la vez somos todos Panchos<br />
y Marías, lo vi en el cine mientras comía cotufas, lo<br />
veo en la tele cada día. Señores, qué <strong>con</strong>fusión...<br />
No se salvan ni ellos mismos de esa manía reinvencionista.<br />
Se dibujan a sí mismos como musculosos salvadores<br />
irremediablemente guapos, capaces de dar la vida por<br />
defender su causa en lugares remotos y hostiles. Son hijos<br />
de la tierra de la libertad, the land of the free, the home of<br />
the brave. Son todos ricos y poderosos aun cuando Billy<br />
Bob viva en un trailer de latón. Tienen negros malos, Panchos<br />
flojos, pero siempre ganan ellos: los buenos, rubios,<br />
hombres tan templados que son capaces de besar a Jenny<br />
en medio de una cinematográfica explosión, y que no les<br />
tiembla la voz ante un cañón de Magnum apuntándole la<br />
nariz: “Go a head, make my day’’.<br />
Se pintan tan maravillosos, nos pintan tan imbéciles,<br />
que no les cuesta creerse su propia mentira. Dejan de verse<br />
mientras se miran en la pantalla gigante de su vanidad.<br />
Pero como yo me llamo Carola y no uso faldas de flores<br />
y faralaos, ni parí ocho pepitos, no me lo creo. Jamás esquivé<br />
a una gallina en un aeropuerto. Sí vi algún soldado<br />
<strong>con</strong> cara de maluco alguna vez, pero he visto otros <strong>con</strong><br />
17
Carola Chávez<br />
caras de Robertos normales y corrientes. Nunca he sido<br />
arrojada, por hombre alguno, al otro lado de la pista de<br />
baile de un apasionado empujón. Yo no me lo creí, ni yo,<br />
ni la mayoría de quienes vivimos al sur del Río Grande.<br />
Claro que siempre hay un desubicado que al ver que<br />
no se parece a Pancho ni María que, por el <strong>con</strong>trario, es<br />
blanco, tiene carro y habla inglés, se cree que es un gringo<br />
<strong>con</strong> mala suerte, que le tocó nacer en Caracas y no en la<br />
Mayami de sus anhelos.<br />
Se sienten como un Mike atrapado en el cuerpo de un<br />
Alberto, viven una vida limitada por un pasaporte que no<br />
los representa. Desean desesperadamente una intervención<br />
de esas que los militares llaman quirúrgicas, de esas<br />
que los civiles blancos creen que no los afectan. Se <strong>con</strong>sideran<br />
inmunes a las bombas inteligentes que no distinguen<br />
a un Pancho de un Alberto, porque fue un Andrew<br />
quien la inventó.<br />
“Mission accomplished”, dijo Georgie un día vestido de<br />
piloto de combate <strong>con</strong> un traje que le quedaba apretado y<br />
hacía que su andar fuera extraño porque se le quemaba el<br />
arroz. No solo calculó mal la talla de su disfraz de héroe, se<br />
equivocó, como solo lo puede hacer un idiota que se traga<br />
sus propias mentiras, al calcular la talla de su adversario.<br />
¿Misión cumplida, George? ¿Really?...<br />
Sobre esa montaña de mentiras definen sus estrategias<br />
y así no hay cálculo posible. No hay flecha que dé en el<br />
blanco si se apunta a un espejismo.<br />
Usando a sus Panchos útiles intentan en vano quebrantar<br />
nuestro espíritu <strong>con</strong> tarjetas Mi Negra, limosnas<br />
que no queremos, sueños que no soñamos. Como el flau-<br />
18<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
tista de los cuentos, pretenden atraernos <strong>con</strong> su música a<br />
ritmo de barras y estrellas, pero tenemos ojos grandes y<br />
vemos mas allá, y por muchas estrellas que nos ofrezcan,<br />
nosotros solo miramos las barras detrás de las cuales nos<br />
quieren encerrar.<br />
Entonces, se descolocan cuando les miramos a los ojos,<br />
sin sombreros <strong>con</strong> madroños de por medio, y les decimos decididos:<br />
“No, señor; no, señor; váyase a la mierda, señor...”.<br />
19
Exilio <strong>con</strong> “taima”<br />
Carola Chávez<br />
Extraña esta malvada dictadura que padecemos los<br />
venezolanos, extraña y des<strong>con</strong>certante. Imaginen un<br />
rrrégimen represivo de tal calibre que se gana, casi a diario,<br />
horrendos titulares en la prensa mundial. Un terrorífico<br />
gobierno que viola <strong>con</strong>stantemente los privilegios<br />
humanos, que expulsa a sus detractores a un raro, novedoso<br />
y voluntario tipo de exilio: uno que hace taima en<br />
vacaciones.<br />
“¡Taima, taima!”, dicen a los esbirros en Maiquetía<br />
medio millón de sonrientes y oprimidos viajeros que zarpan<br />
de vacaciones. ¡Taima, taima!, y regresan los exiliados<br />
trayendo modestos detallitos para sus parientes que<br />
viven como reyes en este cruel comunismo. Detallitos,<br />
nada muy rififí porque la cosa allá, tú sabes, los bancos, la<br />
burbuja inmobiliaria, el desempleo galopante, los recortes<br />
presupuestarios, pues como que la masa no está para<br />
empanada gallega.<br />
Pero regresan sin tapujos, y ahí está el meollo de esta<br />
historia, a la dictadura que los hizo huir a países <strong>con</strong> brillantes<br />
futuros de cartón piedra mojado. Vuelven para<br />
en<strong>con</strong>trar sopotocientos nuevos restaurantes súper cool<br />
que no te puedes perder, amigui, y no sé cuántos centros<br />
comerciales atiborrados de compradores imposibles, porque<br />
este país está quebrado.<br />
Vuelven y suben de La Guaira a Caracas por el mismo<br />
viaducto que juraron jamás transitar cuando vieron en<br />
Globovisión a los fallidos expertos de siempre afirmar<br />
sin pudor que alé limón, alé limón... Pero no: el rrrégi-<br />
20<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
men como que recurrió a la santería cubana para sostener<br />
una obra insostenible hecha por un gobierno que no<br />
ha hecho nada.<br />
Vuelven y miran el Metro Cable, sin verlo, porque eso<br />
no puede estar ahí. Como nunca vieron el Cardiológico Infantil,<br />
ni los CDI, ni el Salvador Allende que les queda en<br />
las narices, porque ver más allá de sus narices sería doloroso<br />
para unos ojos ciegos de mezquindad.<br />
Claro que no irán al bulevar de Sabana Grande y morirían<br />
antes de pisar la plaza Bolívar y el centro de Caracas,<br />
que no puede estar bien bonito, porque sólo los centros de<br />
las ciudades europeas tienen derecho a ser preservados.<br />
El de Caracas tiene que estar cundido de dudosos negocios,<br />
de edificios históricos ultrajados por la indolencia y<br />
la codicia, caos, suciedad, ruido… Caracas, para estos exiliados,<br />
no merece nada mejor.<br />
Pero vuelven por un rato al lugar donde su forma de<br />
hablar no levanta sospechas, donde el color de su piel<br />
no los acusa, donde no hay que disimular. Vuelven al comunismo<br />
a darse la vida que el primer mundo les niega,<br />
mientras calientan sus huesos fríos de ausencia.<br />
Y al final retornan al exilio, eso sí, <strong>con</strong> un bronceado<br />
envidiable, varias cajas de Toronto y dispuestos a luchar<br />
por el retorno de la democracia <strong>con</strong> sus vidas —perdón—,<br />
<strong>con</strong> sus twitters y a larga distancia.<br />
Au revoir<br />
21
Carola Chávez<br />
Cuento de Navidad<br />
que parece de Halloween<br />
En un apartamento atiborrado de hijos, tías, sobrinos,<br />
hermanos, abuelos y lucecitas titilantes, sentados junto<br />
a un frondoso y decorado cadáver de pino canadiense,<br />
campaneando un escocés <strong>con</strong> edad de merecer; envueltos<br />
por el aroma de hallacas, pan de jamón, turrones, y otras<br />
cosas deliciosas; entre los restos de papeles de regalos <strong>con</strong><br />
lazos dorados, verdes, azules, nunca rojos por más que<br />
Santa vista de aquel nefasto color; <strong>con</strong> la barriga llena y el<br />
corazón ausente; así celebran algunos la Navidad.<br />
Todos hablan a la vez y de lo mismo, como siempre. Les<br />
da sentido de pertenencia, les sirve para drenar la rabia y<br />
el miedo sembrado <strong>con</strong> esmero, día a día, como veneno<br />
en gotas, por Nitu, Carla y Kiko, Leopoldo Castillo, <strong>con</strong> su<br />
estridente y pavloviana “¡otra llamada másssss!”.<br />
Sí, niña, no te imaginas lo que es vivir en comunismo:<br />
cuando ya tenía el guiso de las hallacas listo, anunciaron<br />
un cacerolazo, así que lo boté, caceroleé, y tuve que empezar<br />
tooodo de nuevo. Horrible, tía, muérete que se agotaron<br />
los BB y de vaina pude comprarme un iPhone. ¡Qué<br />
bolas!, uno tiene que hacer colas y maromas para comprar<br />
un teléfono mientras que el rrrégimen regala, <strong>con</strong> el<br />
dinero de todos, unas compus súper cuchis a los chamos<br />
pobres como si ellos supieran cómo se maneja esa vaina.<br />
¿Navidad en Mayami? No, mi amor, si en agosto ya no<br />
quedaban cupos. Pásame un pedazo de pavo, Gorda, que<br />
ni de vaina como ese pernil, ¿Acaso crees que no vi las<br />
bolsas de PDVAL que es<strong>con</strong>diste bajo el asiento del carro?<br />
¡Guácalas, mamá! O sea, ¡qué niche!, <strong>con</strong> razón me sa-<br />
22<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
bía raro. ¡Mira, ahora tengo la lengua verde fosforescente!<br />
Help Lo que falta es que me enferme y me quieras llevar a<br />
Barrio Adentro.<br />
Ahí está: así nos envenena el tirano: lanza su anzuelo a<br />
ver quien pica y la idiota de tu madre sale a morder como<br />
un cachalote famélico, como si uno no tuviera real para<br />
comprarse su cochino, ¡carajo! Y lo peor es que me metí<br />
un atracón. Por ahí se empieza: primero, abrir una cuenta<br />
en el Banco de Venezuela para que nos devuelvan los reales<br />
del Federal, ahora el pernil… ¿Qué viene luego? ¿Recibir<br />
las llaves del apartamento de El Encantado de manos<br />
del tirano y en cadena nacional? ¡Deja de twittear <strong>con</strong> ese<br />
aparatico, muchacho pendejo! ¿No ves que Chávez prohibió<br />
el internet?<br />
¡Uh, ah!<br />
¿Qué, fue eso, Miguel Alfonso, un eructo en la mesa?<br />
Es lo que me faltaba, como si no hubiésemos pagado un<br />
realero en colegios privados, mijito...<br />
¡Uh, ah!<br />
¿Será que el pernil ese te cayó mal?<br />
¡Uh ah! ¡Feliz Chavidad! ¡Jajaja!<br />
Se dice: Ho, ho, ho, gafo… ¡Agárrenme, que me da un<br />
yeyo! Mi bebé adoctrinado... Te lo dije: ese pernil tiene<br />
burundanga. Ven acá, mi niño: Jingle bells, jingle bells…<br />
¡No funciona!… Corre, Ana Gabi: pon “Navidad <strong>con</strong> Nitu”,<br />
a ver si se le pasa…<br />
23
Carola Chávez<br />
Estornudus interruptus<br />
Esa terrible sensación de un estornudo que amenaza,<br />
y uno arruga la nariz, se aparta por si acaso, busca el<br />
sol para apurar lo que parece inevitable y ahhh… ahhh…<br />
ahhh… ¿Uh? Y no pasa nada: el estornudo no llegó.<br />
Eso es lo malo de los estornudos: que, a veces, uno está<br />
<strong>con</strong>vencido de que ya vienen, que ya están aquí, pero no,<br />
nos dejan <strong>con</strong> piel de gallina y una morisqueta en la cara,<br />
y, en cierta forma, haciendo el tonto ridículo de haber<br />
anunciado <strong>con</strong> certeza, y <strong>con</strong> mucha exageración, la inevitable<br />
llegada de algo que nunca llegó.<br />
Como esos estornudus interruptus son las angustias<br />
opositoras: que nos van a quitar a los niños, que ya vienen,<br />
que el año pasado no se atrevieron, pero, después de<br />
las elecciones, sé —y de muy buena fuente— que se los<br />
van a llevar... ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Que vienen por<br />
nuestra propiedad privada, que primero el apartamento<br />
en la playa y luego una familia cubana en cada cuarto de<br />
nuestra casa en la ciudad. Que los colegios privados se van<br />
a <strong>con</strong>vertir en centros de adoctrinamiento <strong>con</strong> burundanga.<br />
Que van a prohibir la minifalda, el rimmel y el botox.<br />
Que van a prohibir el internet, que lo dijo Julio Borges en<br />
2001 ahhh... ahhh... 2002... ahhh... 2006... ahhh... 2007,<br />
2008, 2009, 2010... ahhh… ahhh... ahhh… ¡twit! ¿Uh?<br />
Y como estornudus interruptus son también sus deseos:<br />
“Bush, help us. Chávez is a killer”, que vengan los<br />
marines y nos salven de este comunismo, que abajo la<br />
voluntad popular en nombre de nuestra democracia, que<br />
estrellen esos barcos petroleros <strong>con</strong>tra el puente, que<br />
24<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
viva el sabotaje, que viva el paro que <strong>con</strong> esto sí que cae…<br />
Que hubo fraude, que ya viene Ramos Allup <strong>con</strong> la pruebas<br />
ahhh... ahhh... ahhh… ¿Uh? Como no vienen los marines,<br />
que vengan los paracos o, en su defecto, que nos<br />
invada Colombia, que el supercomputador de Reyes dice<br />
de todo, que la ETA, las FARC, qué lástima que Uribe se<br />
fue. Que se hunda el país <strong>con</strong>migo a bordo, que no importa<br />
<strong>con</strong> tal de salir de esta pesadilla que nunca cuaja...<br />
ahhh... ahhh... ahhh...<br />
Lograr uno de esos imposibles estornudos nos produce<br />
el pequeño y extraño placer de una tonta certeza cumplida.<br />
Ese “te lo dije” que nos hace sentir sabios, importantes,<br />
capaces de ver lo que creemos que nadie supo ver<br />
—aunque todo el mundo lo haya visto—.<br />
Con esa ingenua arrogancia esperan nuestros opositores<br />
el terrible estornudo que antecede a una peste mortal.<br />
Lo desean porque creen que si sus miedos y deseos se cristalizan,<br />
si les quitaran a sus hijos, llegarían los marines<br />
que tanto han invocado y se acabaría Chávez y la revolución.<br />
Lo desean sin que sus cabecitas de gente pensante de<br />
este país les adviertan que si sus estornudos interruptus<br />
dejaran de serlo y estornudaran, no habría placer porque<br />
no quedaría un alma a quien decirle: “¿Viste? Te lo dije”.<br />
25
Carola Chávez<br />
La oscura vida de Clara<br />
Cada mañana, Clara se levanta y, antes de colar el café,<br />
antes de cepillarse los dientes y lavarse la cara, antes<br />
de besar a su pareja y a los niños, enciende el televisor<br />
para sintonizarse <strong>con</strong> el captor de sus ideas.<br />
En lugar de ver un sol radiante al despertar, Clara se<br />
desayuna <strong>con</strong> un buenos días que, más que un saludo,<br />
parece un escupitajo. Una locutora, como sacada de un<br />
casting para la novia de Drácula, se encarga de ensombrecer<br />
un día que podría ser precioso, <strong>con</strong> un panorama<br />
aterrador.<br />
Las noticias más que hechos son amenazas, los análisis<br />
son augurios apocalípticos, las tertulias, rosarios grotescos<br />
de mentiras y burlas. Veinticuatro horas de agresiones<br />
que Clara acepta como una realidad inevitable, sin darse<br />
cuenta que Globovisión y otros canales secuestraron su<br />
tranquilidad hace años.<br />
Con el desayuno atragantado, se despide de su marido<br />
para siempre, como cada mañana. Con los ojos maléficos<br />
de Aymara Lorenzo en la mente, no nota que su pequeña<br />
va al cole <strong>con</strong> los ojitos llenos de lagañas.<br />
Salen tempranito, porque a Clara le toca su “pico y placa”,<br />
como cada miércoles. Sube los niños al carro y sintoniza<br />
la radio en cualquier estación que le recuerde que su<br />
vida está a un paso de <strong>con</strong>vertirse en pesadilla. Los niños,<br />
atrás, escuchan cómo su futuro será negro, mientras matan<br />
bichitos en su gameboy.<br />
Clara llega al colegio y se dirige a la administración<br />
para pagar su donación obligatoria, es una manera muy<br />
26<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
ingeniosa que descubrió el colegio para <strong>con</strong>trarrestar la<br />
medida del gobierno, que tuvo el tupé de <strong>con</strong>gelar las matrículas<br />
escolares para que la educación de calidad que<br />
reciben sus niños, como todo en este país, termine de desmoronarse.<br />
Aunque tenga que comer mierda —piensa Clara <strong>con</strong> rebeldía,<br />
mientras paga en efectivo para no dejar rastros de<br />
su patriótico acto de desobediencia civil.<br />
Una vez en su oficina, Clara recibe una noticia que no<br />
esperaba, hoy no va a cobrar su sueldo de siempre, desde<br />
ahora será un poco más pobre por el bien de la empresa.<br />
“Este gobierno nos está ahorcando —explica el jefe—. Ya<br />
no es rentable hacer lo que hacemos, por lo que pido que<br />
nos apretemos los cinturones para que esta gran familia<br />
que somos pueda seguir de pie y unida”. Una vez dicho<br />
esto se sube el pez gordo en un avión rumbo a Saint Marteen,<br />
mientras Clara se pregunta cómo va a hacer <strong>con</strong> la<br />
donación obligatoria, <strong>con</strong> la póliza de salud, <strong>con</strong> la ropa de<br />
los niños y las piñatas que cuestan un ojo de la cara.<br />
Clara necesita despejarse, por lo que va al centro comercial<br />
a comprar cualquier tontería que, a modo de Alka<br />
Seltzer, le proporcione alivio instantáneo. Compra una<br />
pintura de labios igualita a una que compró hace tres meses<br />
en Mayami. Allá pago ocho dólares por ese tubito embellecedor.<br />
Aquí le cobran diez veces más por el mismo<br />
producto, pero ella lo paga, porque no es culpa del comerciante,<br />
sino de Chávez y su <strong>con</strong>trol de cambio.<br />
No hay leche. Aunque Clara tiene diez latas de leche en<br />
polvo en su despensa, trata de <strong>con</strong>seguir un poco más por<br />
si acaso. Es increíble —dice indignada a otra señora que<br />
busca lo mismo sin éxito— la regulación afecta el margen<br />
27
Carola Chávez<br />
de ganancia de los empresarios y comerciantes. ¿Cómo va<br />
a haber leche? ¿Es que acaso pretenden que esa gente trabaje<br />
como burros para ganar tres centavos?<br />
No hay leche, ni carne, ni huevos, ni pollo, ni arroz, ni<br />
azúcar, no hay ninguno de los productos que están sometidos<br />
al yugo caprichoso de Chávez. Pero hay productos<br />
lácteos que no están regulados, leche en polvo <strong>con</strong> sabor a<br />
vainilla, hay queso, yogur, hay ketchup picante y light, hay<br />
postres ricos en las panaderías, toditos llenos de huevo y<br />
azúcar, hay todo lo que no hay, pero disfrazado de otra<br />
cosa. Eso es culpa de Chávez.<br />
Al final de la tarde, Clara recoge a los niños en el cole.<br />
Al menor lo castigaron tres días sin recreo por gritarle a<br />
la maestra ‘’¿Por qué no te callas?’’. “Mami, no te pongas<br />
brava —dice el chico— si te vi aplaudiendo como loca<br />
cuando el rey le dijo así a Chávez”.<br />
Al llegar a casa, descubre que el vigilante no está.<br />
⎯ Lo botamos por chavista—, dice la presidenta del<br />
<strong>con</strong>dominio.<br />
⎯ Menos mal que se dieron cuenta—, respira aliviada<br />
nuestra oscura Clara, que esta noche no pegará un ojo<br />
pensando en esa puerta sin vigilancia y en ese ex vigilante<br />
chavista.<br />
Clara está aturdida porque no viene más la señora de<br />
servicio. Resulta que la muy traidora, después de todo<br />
lo que he hecho por ella, después de haberle abierto las<br />
puertas de mi casa para que la limpiara, le ha dado por<br />
meterse en la misión no sé qué cosa para luego trabajar en<br />
una cooperativa. A este ritmo no va a haber quien quiera<br />
trabajar de verdad verdad.<br />
28<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ya lo habían advertido en el “Aló, ciudadano”, ya nos<br />
avisaron cómo nos van a ir desangrando estos comunistas.<br />
Clara vive una vida oscura, es el jamón de un sandwich<br />
amargo. Se encuentra defendiendo intereses que atentan<br />
<strong>con</strong>tra los suyos sólo por evitar el peligro que se cierne<br />
sobre ella y su familia: la nube roja, violenta y devastadora<br />
del comunismo.<br />
“Que me rebajen el sueldo, que me vendan capuccinos<br />
<strong>con</strong> leche que no es leche porque tiene vainilla, que regresen<br />
los créditos indexados, que regrese Lusinchi <strong>con</strong><br />
todo y barragana, quiero que La Bicha me amargue mi<br />
café en señal abierta, quiero marchar y marchar hasta<br />
que se gasten mis zapatos, que se vaya Chávez, que lo<br />
saquen como sea…”.<br />
Hiperventila en la cama, Clara, pero no porque su marido<br />
la esté sobando. Ni ella ni él están para esas cosas, no<br />
vaya a ser que tengan otro niño que en cualquier momento<br />
les vayan a quitar.<br />
A través de sus ojos abiertos y secos por un sueño que<br />
nunca llega, entran nuevas amenazas, nuevas certezas de<br />
que el final está cerca. Recuerda aquella frase tan graciosa<br />
de su no lejana juventud: “A tirar, a tirar, que el mundo<br />
se va a acabar”. Pero nada, no se acaba el mundo, solo se<br />
acaba su país.<br />
Más allá, cruzando el pavoroso Caribe, pasando sobre<br />
la isla innombrable, allá arribita está la civilización. Allí<br />
todos tiran seguramente, pero no porque el mundo se<br />
vaya a acabar, sino porque son felices.<br />
Kiko y Carla se ríen y Clara llora. Viene el himno y Clara<br />
tiembla de pavor.<br />
29
Carola Chávez<br />
“Abajo cadenas”, grita Clara como el señor, cagándose<br />
en el pobre en su choza que libertad pidió.<br />
En la mañana la veo salir <strong>con</strong> sus ojeras oscuras como<br />
su vida. Clara —le digo— no crees que sería bueno que no<br />
vieras más Globovisión, que escuches a tus niños en el<br />
carro en lugar de oír a Marta Colomina, que no te sigan<br />
envenenando, que no dejes que sigan secuestrando tus<br />
ilusiones, tus ideas, tu alegría.<br />
Una mirada furiosa hizo que sus ojos cobraran vida por<br />
un momento. Fue entonces cuando supe que tanto tiempo<br />
en cautiverio solo podía dar paso al síndrome de Estocolmo.<br />
⎯ ¿Sabes qué es eso, Clara?<br />
No —respondió— pero, si viene de ti, es otra mentira<br />
chavista.<br />
Y se subió en su camioneta, la vi alejarse <strong>con</strong> sus dos<br />
NO pintados en los cristales, <strong>con</strong> su tortícolis crónica, <strong>con</strong><br />
esa vida de mierda por la que está dispuesta a morir, <strong>con</strong><br />
su terror aumentado porque los chavistas habíamos agregado<br />
un nuevo elemento a su lista de horrores: el síndrome<br />
de Estocolmo.<br />
¿Qué carajo será eso?...<br />
30<br />
En 140 gotas<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
En medio de otra crisis de delirio de superioridad, reforzada<br />
<strong>con</strong> una sobredosis de Globovisión intravenoso,<br />
Clara, la de la vida oscura, reafirma su glamour desde<br />
su Black Berry, destilando, sin pudor alguno, veneno en<br />
140 gotas —perdón— caracteres. Es que para Clara y sus<br />
amigas del Twitter, la mezquindad es chic y la solidaridad,<br />
así cruda y desinteresada, es un síntoma inequívoco<br />
de comunismo a la cubana.<br />
¡Me puedo morir! Ahí están metiéndose en hoteles a<br />
cuenta de que perdieron unos ranchos que ahora quieren<br />
hacernos creer que eran casas (tuít). Abusadores disfrutando<br />
comodidades cinco estrellas sin pagar un centavo,<br />
mientras que a nosotros, hacer lo mismo, nos cuesta un<br />
realero (tuít). Deberían ponerse a pasar coleto para ganarse<br />
su estadía. ¿Quién va a pagar por todo eso, la gente<br />
decente de este país? (tuít).<br />
Y qué decir de los colegios: los niños sin clases, aunque<br />
los míos iban a faltar porque nos vamos a Mayami<br />
mañana, pero esa es una causa mayor (tuít), no las del<br />
gobierno: que si las elecciones, que si una inundación<br />
que ni rozó al colegio de mis hijos, que bien caro que me<br />
cuesta (tuít). Si sus simulacros de escuelas públicas se les<br />
llenaron de gente porque, y que sus casas están mojadas,<br />
allá ellos (tuít)… O sea, que sus casas se mojan y pagamos<br />
justos por pecadores (tuít).<br />
Y hablando de pecadores: Bravo por el cardenal Urosa<br />
frente a los herejes que claman porque las iglesias den<br />
refugio a los damnificados (tuít), como si la Casa de Dios<br />
fuera para esas cosas (tuít). Pretenden estos comunistas<br />
31
Carola Chávez<br />
adoradores de Satán interrumpir la paz de nuestras bodas,<br />
bautizos y otros eventos sociales, <strong>con</strong> el llanto insoportable<br />
de sus mocosos marginales, portadores de horribles y<br />
extraños microbios que solo esa gente es capaz de portar,<br />
plenos de enfermedades tercermundistas <strong>con</strong>tra las cuales<br />
nuestros civilizados sistemas inmunológicos son incapaces<br />
de luchar (tuít) (tuít) (tuít) (atchísss).<br />
¿Y quién bombardeó cubanamente las nubes en enero?<br />
Que le salió mal y llovió después, claro, ¿acaso alguna vez<br />
le salió algo bien? (tuít). Estamos a merced de la demagogia<br />
del populista culpable de la lluvia que ahora quiere<br />
interferir <strong>con</strong> el libre curso de la selección natural (tuít).<br />
¡Ay!, tan bello Henrique, eso sí es un gobernador (tuít):<br />
<strong>con</strong> el agua a la cintura, una cinematográfica barba de<br />
dos días, y una foto para los medios, mientras defiende<br />
<strong>con</strong> valentía la propiedad privada y el sagrado derecho<br />
de admisión de nuestra industria hotelera. Hay que ver<br />
el espectáculo deprimente del comedor de un resort en<br />
Higuerote lleno de gente que come omelets creyendo que<br />
son huevos revueltos. De solo pensarlo se me atraganta el<br />
Special K (tuít) (tuít) (tuít) (tuít) (tuít)…<br />
32<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
O sea, me choca el comunismo<br />
Kiki pensaba en voz alta...<br />
Lo que más me choca del comunismo es la igualdad,<br />
o sea. Uno pasa años en un colegio de monjas súper<br />
nice, tu papá pagando un dineral para que <strong>con</strong>ozcas a chamas<br />
chic como tú, y a sus hermanos, of course, porque<br />
es <strong>con</strong> los hermanos de tus amigas súper chic <strong>con</strong> quien<br />
te vas a empatar y luego casar, si no te pones gordísima<br />
como la gorda Sofía que sería solterona si no fuera por los<br />
millones que tiene su papá en Mayami, o sea...<br />
Entonces mi papá, que no es el papá de la gorda Sofía,<br />
pero yo soy flaca y me operé las lolas, o sea, mi papá se<br />
mata toda la vida haciendo negocios para pagar el club de<br />
golf en Caracas, el club de playa en la playa, el colegio, o<br />
sea, ese ya lo dije, las clases de flamenco, modelaje y protocolo,<br />
el gimnasio y la universidad carísima, o sea, que<br />
cada semestre que raspo mi papá me mira <strong>con</strong> odio, o sea,<br />
como si fuera culpa mía que los profesores no quieran dar<br />
clases en el cafetín...<br />
O sea, todo eso que hace mi papi, más el esfuerzo que<br />
hago yo, o sea, porque hay estar al día, porque no me van<br />
a decir que uno puede llegar al cafetín <strong>con</strong> unos zapatos<br />
pasados de moda, o sea, y qué raya, o sea, que cada semana<br />
hay que ver como veinte revistas de moda y todas la<br />
series de Sony, o sea, y después comprar todo, o sea, y que<br />
sea de la marca original, si quieres ser alguien en la vida,<br />
o sea, que no es fácil porque si fuera fácil no sería difícil, o<br />
sea, porque si no todos serían iguales y entonces seríamos<br />
comunistas como ahora…<br />
33
Carola Chávez<br />
Porque uno va a la universidad para ser mejor que los<br />
demás, porque los demás no tienen plata para ir a la universidad,<br />
¿no? Pero ahora viene el comunismo, o sea, y<br />
hace universidades en todos lados, o sea, dicen que es el<br />
quinto país en el mundo <strong>con</strong> más estudiantes universitarios,<br />
o sea, que van a querer ser igual de mejores que yo,<br />
o sea, Kiki Aranguren somos todos, y yo que he dedicado<br />
mi vida a ser diferente… Embuste, o sea, diferente a<br />
los niches pero igual a Paris Hilton, o sea, porque todo el<br />
mundo quiere ser como Paris.<br />
O sea, que el comunismo es como un halloween que<br />
no se acaba, o sea, porque en cualquier momento vienen<br />
los comunistas y hacen esas cosas horribles que hacen los<br />
comunistas, o sea, tú entiendes, o sea y nos despertamos<br />
un día y toda la ropa está sin planchar porque la señora<br />
que plancha ya no plancha porque fue a la universidad<br />
y ahora es igual, o sea, ¡qué pesadilla! Arrugados todos<br />
por Caracas, o sea, a menos que las arrugas se pongan de<br />
moda, cosa que dudo… ¿Y quién va a cocinar en mi casa?<br />
Porque si la cocinera se <strong>con</strong>vierte en doctora y quiere ser<br />
igual a mi mamá no va a saber cocinar, nos vamos a morir<br />
de hambre, porque eso es el comunismo: ropa arrugada y<br />
hambre... O sea, qué horrible…<br />
34<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Coordenadas no es cool<br />
Otra emocionante aventura de Kiki Aranguren<br />
sea, fue horrible, o sea.<br />
O O sea, que yo estaba tan tranquila en Margarita y<br />
prendo la tele y zuas! Oh, my god! O sea, qué pena <strong>con</strong> el<br />
mundo después de lo que dijo ese señor en la tele sobre<br />
los guerrilleros comiendo cochino en mi bello y destruido<br />
país. O sea que no les basta <strong>con</strong> ser guerrilleros y venirse<br />
para acá <strong>con</strong> los chavistas, sino que también comen cosas<br />
súper guácatelas como ese cochino clavado en un palo<br />
como los que salen en los Picapiedras.<br />
O sea que apenas terminé de ver a ese señor tan nice,<br />
<strong>con</strong> ojos azules y todo, llamé a mis amiguis <strong>con</strong> mi BB<br />
y les dije: Amiguis, amiguis, no sé si morirme del susto<br />
de las guácatelas. Amiguis, tenemos que salvar a nuestro<br />
país porque estos FARCs van a querer que todos comamos<br />
cochino de ese en vez de mi combo de nuggets, o sea<br />
¡No es NO!<br />
Así fue como hicimos una marcha, bueno, marcha en<br />
rústicos para ese lugar superniche que dijo el señor que se<br />
llama Coordenadas.<br />
O sea, fue horrible porque el GPS de mi BB nos dijo que<br />
Coordenadas estaba, o sea, del otro lado de Venezuela, o<br />
sea. Never in my life, te lo juro, o sea. Pasamos por pueblos,<br />
o sea, que qué mal gusto, unas cosas <strong>con</strong> nombres<br />
súper, o sea, súper que no sé a quién se le ocurre: y que<br />
Tinaco, Barquisimeto, Coro Coro, Llaracui, y uno de lo último<br />
que se llama Bachaqueros, que yo ni me bajé de la camioneta<br />
de Lucho porque le tengo terror a los bachacos.<br />
35
Carola Chávez<br />
O sea que esa viajadera y nada que llegábamos a Coordenadas,<br />
o sea, y yo muerta de hambre porque hace forever<br />
que ni un Mc Donalds ni un Sambil, y las Oreos se nos<br />
acabaron apenas salimos de Puerto La Cruz.<br />
De repente, el GPS nos dice ¡bip bip! Como que estamos<br />
cerca, pero yo miré para todos lados y no vi ningún<br />
cochino ni nada. Lo que había era un peladero, y luego<br />
unos árboles y unos señores <strong>con</strong> motosierras que parece<br />
que eran leñadores o algo. O sea, y yo muerta del susto<br />
porque estábamos a punto de llegar a Coordenadas y yo<br />
me estaba reventando de ganas de hacer pipí, o sea, que<br />
qué horrible porque no había baños.<br />
De repente, salen unos terroristas y nos atrapan y nos<br />
llevan <strong>con</strong> todo y camionetas. O sea, que los terroristas<br />
son súper brutos o qué, porque ese que me agarró se empeñaba<br />
en decirme Veneca y Veneca. Y yo que no, que me<br />
llamo Kiki, y el tipo sordo, o sea.<br />
Nos llevaron presos porque y que estábamos en Colombia<br />
y ellos eran policías de allá, como si yo fuera gafa y me<br />
iba a creer ese cuento, si yo he visto las propagandas de<br />
Colombia en Sony Televisión y eso de que te vas a querer<br />
quedar y, te lo juro, chama, que eso no era Colombia porque<br />
era horrible y superniche y yo no me quería quedar.<br />
Además que el GPS de mi BB me dijo que eso era Coordenadas<br />
y Coordenadas queda en Venezuela como lo dijo el<br />
señor de la tele, o sea, a mí no me van a engañar.<br />
Entonces, ese policía horrible, nos dijo que nos iban<br />
a deportar, como si estuviéramos en Mayami, qué risa, o<br />
sea… y nos deportó, o sea, ¡qué raya!<br />
36<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Lo peor que lo deporten a uno es que nos entregaron,<br />
o sea, no sé cómo decirlo sin que me dé más guácatelas,<br />
o sea, a los soldados de la Guardia Nacional, o sea, esos<br />
soldados chavistas!!! Los del garrapiño, ¿se acuerdan? O<br />
sea, ¡me podía morir!<br />
O sea, que me puse a llorar como loca y a gritar EEEEES-<br />
TU-DIANTES!!!!! LI-BER-TAD!!!! Clap clap clap!!! Y yo,<br />
o sea, que me dolía la garganta de gritar por la democracia<br />
de mi país, o sea.<br />
Entonces, se asustaron porque, típico, que no tenían<br />
ni el camión que echa agua ni el garrapiño, o sea, porque<br />
en este gobierno nada funciona, así que nos llevaron a<br />
Caracas y, o sea, qué tristeza regresar y no ver la bola de<br />
Pepsi, o sea.<br />
37
Carola Chávez<br />
El proyecto está en proyecto<br />
Entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón<br />
Al entrar al despacho nos en<strong>con</strong>tramos <strong>con</strong> la flamante<br />
plurifuncionaria policambural, Escarlatina Rojas<br />
Bermellón, viceministra, directora, coordinadora, vocera,<br />
delegada y presidenta de <strong>con</strong>dominio, entre otras,<br />
pero a quien hoy entrevistaremos en calidad de asesora<br />
del asesor del subdespacho de <strong>con</strong>servación del agua y<br />
otros preciados líquidos. Escarlatina nos recibe <strong>con</strong> un<br />
cordial saludo, extendiendo sus dedos coronados por<br />
larguísimas uñas salpicadas de diminutas estrellitas rojas,<br />
por supuesto, a juego <strong>con</strong> su camisa, cuyo cocodrilo<br />
francés bordado en el pecho dio pie a nuestra primera y<br />
malintencionada pregunta:<br />
⎯ El cocodrilo que reposa sobre su sili<strong>con</strong>a izquierda,<br />
¿qué representa?<br />
⎯ Este no es un cocodrilo, se trata de una baba del<br />
Orinoco, en peligro de extinción, y que llevo en mi pecho<br />
como llevo a todos los seres cuya existencia esté amenazada<br />
por el capitalismo salvaje.<br />
⎯ Entiendo, pero vamos al grano: el bote de agua en la<br />
esquina del Mango hoy cumple un mes, mientras nuestro<br />
Presidente llama a ahorr...<br />
⎯ Nos reunimos <strong>con</strong> los <strong>con</strong>sejos comunales de la zona<br />
para atender esta problemática que atenta <strong>con</strong>tra la soberanía<br />
hidrológica y la nueva geometría del poder. A la<br />
espera de soluciones promovemos el fortalecimiento del<br />
Poder Popular a través del Primer Encuentro Comunal de<br />
Botes de Agua, en el cual se repartirá a los asistentes y<br />
38<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
asistentas, gorras, franelas y panfletos informativos acerca<br />
de la necesidad de ahorrar el preciado líquido, y cuyo<br />
objetivo principal será la formación del hombre nuevo: un<br />
hombre <strong>con</strong>servador de los recursos naturales, forjador<br />
de sueños, artífice de un mundo multipolar…<br />
⎯ ¿Y mientras, el agua corriendo?<br />
⎯ Ya veo venir tu actitud burguesa y <strong>con</strong>trarrevolucionaria.<br />
Ya te dije que el proyecto está en proyecto, que trabajamos<br />
en las áreas estratégicas del desarrollo endógeno<br />
y que, como dijo el Che: “Nunca es tarde cuando la dicha<br />
es buena”. Está claro como el agua.<br />
⎯ ¿Agua blanca o negra?<br />
(La entrevista terminó abruptamente cuando las<br />
uñas estrelladas intentaron clavarse en mis ojos a modo<br />
de despedida).<br />
39
Carola Chávez<br />
Yo soy la revolución<br />
Otra entrevista exclusiva a Escarlatina Rojas Bermellón<br />
La primera vez que entrevisté a Escarlatina Rojas Bermellón<br />
prometía ser la última, pero la vida es larga y<br />
las campañas electorales vuelven y <strong>con</strong> ellas, la imperiosa<br />
necesidad de figurar de nuestra <strong>con</strong>ocida multifuncionaria<br />
pluricambural, siempre optando a un nuevo cargo,<br />
esta vez uno de elección popular.<br />
Sin sorpresas, vestida de estricto rojo, nos recibió<br />
sentada, escudándose detrás de una solitaria pero <strong>con</strong>tundente<br />
foto que reposa sobre su escritorio, en la que<br />
nuestra entrevistada aparece, según sus propias palabras,<br />
“fundida en un abrazo revolucionario <strong>con</strong> el Comandante<br />
Presidente”, lo que dio pie a mi primera pregunta:<br />
⎯ Señora Rojas Bermellón<br />
⎯ Mis amigas me llaman Escarlatina—, dijo <strong>con</strong> sonrisa<br />
de afiche.<br />
⎯ Por eso digo: Señora Rojas Bermellón, en esta foto<br />
no parecen coincidir las sombras de su cara y la del Presidente,<br />
¿se trata de un foto montaje <strong>con</strong> photoshop?<br />
⎯ Usted siempre <strong>con</strong> sus preguntas tontas en momentos<br />
en los que nos estamos jugando el futuro de América<br />
Latina, ¡alerta, alerta, alerta que camina…! Cuando los<br />
verdaderos revolucionarios nos enfrentamos al demonio<br />
mismo del capitalismo, dando el todo por el todo en esta<br />
lucha por establecer la nueva geometría del poder y un<br />
mundo multipolar…<br />
⎯ Ya veo: photoshop. Pero hablemos de otra cosa, el<br />
poder popular…<br />
40<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
⎯ Poder popular, algo tan sencillo: míreme a mí, yo soy<br />
el ejemplo perfecto: he inundado esta región <strong>con</strong> mi cara y<br />
mi nombre, en vallas, afiches, franelas y hasta autobuses.<br />
Todo el mundo me <strong>con</strong>oce, si eso no es ser popular… y en<br />
cuanto al poder, ¿le parecen pocos dos viceministerios, la<br />
dirección de tres instituciones nacionales y regionales, la<br />
presidencia de cuatro comisiones del partido, más la vocería<br />
regional, además del reinado de Carnaval de 2010…?<br />
⎯ Clarísimo… y ¿qué me dice de la democracia participativa?<br />
⎯ Que participo en todo, que no hay cargo que no pelee y<br />
arrebate <strong>con</strong> uñas acrílicas y dientes blanqueados <strong>con</strong> láser.<br />
⎯ Recuerdo que hace poco, en el <strong>con</strong>greso extraordinario,<br />
el Presidente, clamando ver caras nuevas, la mandó<br />
de regresó a casa…<br />
⎯ ¡Calumnias! El Comandante Presidente <strong>con</strong>sideró<br />
que yo merecía un breve descanso porque re<strong>con</strong>oce mi invaluable<br />
labor en todos los ámbitos de la política nacional.<br />
⎯ Y esa compulsión participativa, ¿a qué se debe?<br />
⎯ A que soy, como dijo, por orden mía, aquel publicista<br />
que <strong>con</strong>traté para diseñar mis campañas institucionales,<br />
“la revolución hecha mujer”.<br />
⎯ Si usted es la revolución, ¿el pueblo qué es?<br />
⎯ El pueblo soy yo.<br />
⎯ ¿Y qué opina el pueblo al respecto?<br />
⎯ El pueblo necesita formación ideológica, tenemos<br />
un largo camino por recorrer…<br />
⎯ Por fin coincido <strong>con</strong> usted: tenemos un largo camino<br />
por recorrer…<br />
41
Connie de su Mack<br />
Carola Chávez<br />
Esta semana el <strong>con</strong>gresista republicano Connie Mack<br />
introdujo una petición para que el Congreso de su<br />
país incluyera a Venezuela en la lista de países que colaboran<br />
<strong>con</strong> el terrorismo; cosa que aplauden emocionados<br />
muchos de nuestros amigos opositores, cuyos cerebritos<br />
globotizados les dicen: “Nos declaran terroristas, nos<br />
bombardean, sacan a Chávez y ya… qué alivio”<br />
Cuando leí la noticia de Connie y sus viles intenciones,<br />
no pude evitar que brotara de mis labios un indignado<br />
‘‘Connie de su Mack’’. Porque hay que ser bien <strong>con</strong>nie e’<br />
mack para acusar de terrorista a un pueblo sólo porque<br />
pretenda ser libre y soberano. Pero a Connie lo <strong>con</strong>ocemos<br />
desde los tiempos del <strong>con</strong>nie mayor: el que invadió<br />
Afganistán buscando a Bin Laden para luego decir que<br />
no fue Osama sino Saddam, que al final es lo mismo, solo<br />
que hay que bombardear más allá, ahí mismito, donde no<br />
tienen las armas de destrucción masiva que no vamos a<br />
en<strong>con</strong>trar. Decía que cada año Connie Mack hace la misma<br />
solicitud cuyo único fin es generar titulares que hacen<br />
pensar al lector, acostumbrado a que piensen por él, que<br />
Venezuela es terrorista y ¡qué pena <strong>con</strong> ese señor!<br />
El problema no es Connie, pues ya sabemos quién es y<br />
qué hace. El problema es un simpático y prometedor presidente.<br />
Tan prometedor que ganó un Premio Nobel de la<br />
Paz por adelantado, sin haber movido un dedo, según los<br />
más optimistas, para arreglar los entuertos que su país ha<br />
ido regando y manteniendo por el mundo.<br />
Según los pesimistas, entre quienes me cuento, el<br />
Nobel, no es que no ha movido un dedo, sino que los<br />
42<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
mueve cual habilísimo prestidigitador y derroca gobiernos<br />
por allí, mientras envía tropas a países cansados de<br />
guerras eternas por allá, instala bases militares que violan<br />
y amenazan la soberanía de los pueblos más acá, promueve<br />
<strong>con</strong>flictos entre hermanos justo aquí, todo esto<br />
mientras encandila al espectador <strong>con</strong> su blanca sonrisa<br />
de esperanza negra.<br />
He ahí el verdadero <strong>con</strong>nie e’ mack: un vendedor de<br />
promesas falsas que aceptó un premio que no pretende<br />
merecer jamás.<br />
43
Carola Chávez<br />
Caminito que el tiempo<br />
ha borrado...<br />
Alerta del frente de damas indignadas<br />
por todo lo que haga el gobierno<br />
Hace unos días el rrrégimen celebraba a soto voce el<br />
primer aniversario de ese esperpento que ellos llaman<br />
viaducto.<br />
¿Y por qué a soto voce? Se preguntarán mis indignadas<br />
compañeras amantes de la haute couture. Pues, para eso<br />
estoy aquí, para responderles y denunciar el último atropello<br />
de este desgobierno tiránico y depravado.<br />
Resulta, mis <strong>con</strong>mocionadas amigas, que como resultado<br />
de esa obra de infraestructura mucha gente quedó<br />
viviendo en <strong>con</strong>diciones infrahumanas. Me refiero a los<br />
habitantes de la carretera vieja de La Guaira.<br />
Ya sé que nos importa un pepino esa gente de baja ralea,<br />
pero es que de algo tenemos que colgarnos si queremos derrocar<br />
al inquilino de Miraflores y su corte de aduladores.<br />
Durante los días de gloria, cuando se desplomó el viaducto,<br />
en medio del regocijo, aprovechamos para bombardear<br />
al desgobierno mientras cantábamos Alé limón.<br />
Recuerdo aún, <strong>con</strong> lágrimas en los ojos, aquella trocha<br />
que tanto nos dio de qué hablar. Aquella cámara fija de<br />
Globovisión que mandamos a instalar para transmitir, en<br />
vivo y directo, una tragedia que no llegó a suceder.<br />
Luego, la <strong>con</strong>strucción atropellada de ese puente de<br />
campaña que, dicen, será indestructible, aquel valiente<br />
reportero <strong>con</strong>tando tornillos faltantes, la gente ignorante<br />
44<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
arriesgando sus vidas, las de sus familias, lanzándose por<br />
el puente aún a sabiendas de que la muerte acechaba, porque<br />
si algo hicimos y <strong>con</strong> insistencia fue advertirles que no<br />
iba a durar más de dos meses en pie. Ese viaducto era una<br />
bomba de tiempo y el tiempo pasó y la bomba… Bueno, no<br />
les voy a <strong>con</strong>tar lo que ya saben.<br />
Un año ha pasado desde aquel nublado día, cuando<br />
cortando una cinta de bandera, una de esas a las que le<br />
sobra una estrella, se inauguró el viaducto dejándonos, a<br />
la gente decente de este país, sumidos en la más profunda<br />
indignación.<br />
Pero erraron en sus cálculos estos engendros castronarco-computador<br />
de Raúl Reyes avalado por la Interpolchavistas.<br />
Erraron como suelen errar quienes se creen sus<br />
propias mentiras y, otra vez, por tratar de engañar a muchos<br />
<strong>con</strong> esos espejismos de progreso, olvidaron al señor<br />
que vendía chicharrón (después les explico qué es eso)<br />
allá en la carretera vieja.<br />
Juan Gómez se llama el infortunado, un hombre que<br />
hoy ve cómo su sueño de pequeño empresario de la gastronomía<br />
criolla se le escapa de las manos. Nuestra cámara<br />
fija no fue capaz de filmar entonces esa tragedia en<br />
desarrollo, no fuimos capaces de adelantarnos al futuro<br />
ominoso que acechaba al chicharronero.<br />
Pero ahora lo tenemos enfocado <strong>con</strong> un gran angular.<br />
Por lo tanto, desde hoy, amigas mías, Juan Gómez somos<br />
todas, y yo digas ni pío, Ana Julia, porque estamos haciendo<br />
patria.<br />
Ya basta de ser cómodos, ya basta de querer llegar a<br />
La Guaira en veinticinco minutos; es hora de sacrificarnos<br />
como nunca antes lo hemos hecho. Marchad, mis admi-<br />
45
Carola Chávez<br />
rables y bien <strong>con</strong>servadas damas, comed chicharrones de<br />
Juan Gómez y cuanta fritura asquerosa vendan por esos<br />
lares, tomad, eso sí, sobredosis de Alka Selzer Ultra Plus;<br />
soportad <strong>con</strong> estoicismo los estragos de una indigestión<br />
segura que la patria pide a gritos nuestro máximo sacrificio.<br />
Gritad vuestras <strong>con</strong>signas a los cuatro vientos: ¡Con mi<br />
chicharrón no te metas! ¡Ni una autopista más! ¡Chávez,<br />
devuélveme mi trocha y mi país! Y no os preocupéis, mis<br />
esbeltas damas, por la ingesta excesiva de carbohidratos y<br />
grasas saturadas, que marcharemos tanto y tan arriba que<br />
no habrá chicharrón, ni celulitis, ni dictadorzuelo tropical<br />
que pueda <strong>con</strong> nosotras. Claro, que una vez logrado el objetivo<br />
nuestro primer decreto será prohibir el chicharrón.<br />
Atentamente,<br />
Marifer Popof<br />
Presidenta del frente de damas indignadas<br />
<strong>con</strong> todo lo que haga el gobierno.<br />
46<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¡(bip)! Chávez dijo mierda<br />
Que (bip) tiene el (bip) de su madre ese, decir semejante<br />
vulgaridad en televisión y en horario restringido.<br />
Yo soy madre de familia y tiemblo de la (bip) <strong>con</strong> la<br />
falta de respeto del (bip) que habita en Miraflores. Es que<br />
<strong>con</strong> las madres, solo se meten los (bip) de madres de su<br />
calaña.<br />
Un (bip), eso es lo que es, <strong>con</strong> el perdón de los (bip),<br />
claro. Justo ahorita que nos tragamos el asco que él y su<br />
séquito de (bip) nos producen y hablábamos de re<strong>con</strong>ciliación.<br />
Me (bip) en su alma y en su revolución de (bip).<br />
Es que no deja de recordarme al chiste graciosísimo que<br />
siempre cuenta Pipo sobre el negro que tenía diarrea y<br />
creyó que se estaba derritiendo.<br />
Miren como estaré de (bip) <strong>con</strong> ese (bip) que les acabo<br />
de <strong>con</strong>tar mi chiste favorito y ni siquiera pude sonreír.<br />
¡Convulsiono de la ira!<br />
Ya me imagino a la cuerda de (bip) que tiene por ministros<br />
tratando de justificar a su jefe a toda costa. Cuerda de<br />
lambe (bip) todos, lambe (bip) y jala (bip).<br />
Yo, como madre, exijo respeto a las familias decentes<br />
de este país, a nosotros, los ciudadanos honestos que somos<br />
incapaces de pronunciar semejantes (bip) sin que suframos<br />
una indigestión aguda.<br />
No vamos a tolerar que un (bip) de (bip) empañe nuestra<br />
dignidad patria, usando ese tipo de términos para referirse<br />
a nuestra victoria. Victoria, por demás, gloriosa y<br />
<strong>con</strong>tundente, de un pueblo que se niega a ser cubano, a<br />
47
Carola Chávez<br />
menos que nos den visas de residentes en Mayami. Un<br />
pueblo que no se va a calar más cada (bip) que le pase por<br />
la cabeza a ese gran (bip).<br />
NO, NO Y NO!!!<br />
Dijimos NO, ¿escuchaste cabeza de (bip)? O ¿es que<br />
te tenemos que patear el (bip) hasta dejártelo cuadrado?<br />
Agárrate las (bip), si es que las tienes, que la gente decente<br />
y educada de este país ya está hasta el (bip) de este (bip).<br />
Por nuestros hijos, te lo juro: si de tu boca sale otra<br />
palabra como esa, que mi boca se niega a pronunciar, me<br />
voy a (bip) en ti y en toda tu descendencia.<br />
Y que le dé gracias a Dios que estoy apurada porque<br />
tengo una misa de re<strong>con</strong>ciliación a las siete, porque de lo<br />
<strong>con</strong>trario me pasaría todo el día pegada a la computadora<br />
poniéndote en tu sitio. ¡(bip)!<br />
48<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Con mi rectoscopia no te metas<br />
Suenan todas las alarmas, se declara una emergencia sanitaria.<br />
No es la gripe del pollo, no es la fiebre amarilla, ni reuma,<br />
ni tos ferina. No hay epidemia alguna, pero la habrá, se los<br />
aseguro. Chávez esparció el virus del pánico al estornudar ayer<br />
y sin taparse la boca. Ahora pretende regular los precios de los<br />
servicios médicos privados. Con mi rectoscopia no te metas.<br />
¿Dónde están las libertades que tanto amamos? ¿Hacia<br />
dónde nos quiere llevar ese señor? ¿Es que acaso nos veremos<br />
obligados a enfermarnos sin tener que hipotecar el<br />
futuro de nuestros hijos? ¿Tendrán que aprender los más<br />
viejos, y loro viejo no aprende a hablar, a vivir sin el terror<br />
que les produce una muy posible y cercana enfermedad?<br />
La salud barata es una aberración, como todo lo barato.<br />
¿Qué médico que se <strong>con</strong>sidere honorable va a cobrar un precio<br />
razonable por una intervención? Y el caché de las clínicas,<br />
¿dónde queda? ¿Cómo vamos a diferenciar una clínica cinco<br />
estrellas de una de medio palo si todas cuestan lo mismo?<br />
Con las clínicas va a pasar como pasó <strong>con</strong> el Sambil, le<br />
pusieron el Metro al lado y se hizo accesible a las hordas<br />
de niches que ahora invaden sus pasillos, <strong>con</strong>virtiendo lo<br />
que debía ser el mall más popof de Caracas en una merienda<br />
de negros <strong>con</strong> tiendas caras.<br />
No quiero ni pensar en las lujosas y cómodas salas de<br />
espera de la Clínica Ávila, llenas de mujeres <strong>con</strong> bebés semidesnudos<br />
pegados a la teta, viejos sin dientes y <strong>con</strong> tos, gente<br />
vestida de poliéster <strong>con</strong> bollitos y hediondos a pachulí.<br />
No cualquiera puede ser doctor, eso hay que re<strong>con</strong>ocerlo<br />
y la mejor manera de hacerlo es pagándole lo que<br />
valen. Dedicaron su juventud a quemarse las pestañas,<br />
49
Carola Chávez<br />
trabajan como burros <strong>con</strong> aire a<strong>con</strong>dicionado, y al fin y al<br />
cabo tienen nuestras vidas en sus manos. ¿Acaso eso tiene<br />
un precio que pueda ser regulado?<br />
Y ¿qué será de la calidad del servicio? Porque esa gente<br />
tiene que comer, pagar la camioneta, el <strong>con</strong>dominio, las<br />
cuotas del club, el colegio de los chamos, el viaje a Disney<br />
World, comprar ropa que los represente, porque no pueden<br />
ir como unos percusios.<br />
Te imaginas que si ganando lo que ganan, de vez en<br />
cuando meten la pata, ¿cómo será cuando una operación<br />
no les dé para recorrer Europa?<br />
¿Qué va a pasar <strong>con</strong> todos esos doctorcitos recién graduados<br />
que aspiran a un futuro mejor? No me van a venir ahora<br />
<strong>con</strong> el cuento de que el capitalismo salvaje campea en esos<br />
sagrados templos de salud. Que si hay canibalismo gremial,<br />
que si el médico explota al médico. Hay quien dice, válgame<br />
Dios, que los doctores adinerados “apadrinan” a jóvenes y<br />
talentosos médicos pelabolas. Que les ponen frente a los ojos<br />
la zanahoria de una posible futura sociedad, el acceso imposible<br />
a un mundo que no se habían atrevido a soñar.<br />
El prestigio que les otorga curar a prestigiosos pacientes<br />
en prestigiosos quirófanos se paga <strong>con</strong> trabajo subpagado.<br />
Con domingos y madrugadas, <strong>con</strong> hijos que nunca ven a sus<br />
papás. ¿Qué mientras tanto el doctor en jefe toma piña colada<br />
<strong>con</strong> sombrillita en alguna playa del Caribe? Si, es él quien<br />
se vació el bolsillo para comprar la acción. No serán tan malagradecidos<br />
de pensar que esto es injusto, no irán a morder<br />
la mano del amo que los alimenta, aunque sea <strong>con</strong> sardinas.<br />
Yo propongo hacer clínicas clandestinas donde podamos<br />
ser desplumados en paz. Es nuestro derecho, es<br />
nuestro culo el que está siendo hurgado por el dedo de la<br />
especulación y en mi culo mando yo.<br />
50<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
EARlE HERRERA<br />
Al Presidente<br />
<strong>con</strong> <strong>humor</strong><br />
—————————————————<br />
Earle Herrera • Escritor. Poeta. Periodista.<br />
Premio Nacional de Periodismo, mención<br />
investigación, por su libro Ficción y realidad<br />
en el Caracazo, 2011. Otros libros publicados<br />
son: Hay líbidos que matan, Piedra derramada.<br />
A la muerte le gusta jugar a los espejos.<br />
51
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Oncólogos de otoño<br />
Ahora a todo el mundo le dio por la oncología. No<br />
existe país en el universo donde sus criaturas sepan<br />
más de tumores y sus derivados que en Venezuela.<br />
A raíz de la enfermedad que se encaprichó o ensañó <strong>con</strong><br />
nuestro Presidente, hasta el más corto de mente se hizo<br />
experto en cáncer. Y aquel que por pura falsa modestia<br />
re<strong>con</strong>oce que no sabe una papa de células malignas, de<br />
inmediato agrega que, no obstante, tiene una prima segunda<br />
cuya hermana es casada <strong>con</strong> un médico <strong>con</strong> postgrado<br />
en el Padre Machado, además del PhD (como lo<br />
leen) en el mismo Memorial Hospital for Cancer de New<br />
York… y así sucesivamente.<br />
Años atrás, entre 2002 y 2004, la nota era ser militarólogo,<br />
una especialidad <strong>con</strong> una sola especialista en Venezuela<br />
y cuidado si en América: la señora San Miguel, cuyo<br />
campo de <strong>con</strong>ocimiento últimamente se ha visto invadido<br />
por unos cuantos aficionados, asomados y diletantes que<br />
no saben nada de la cosa. Por los días de la Carmonada,<br />
todo el mundo tenía una cuñada que tenía una prima y<br />
53
Earle Herrera<br />
así hasta llegar a un nexo de <strong>con</strong>sanguinidad en segundo<br />
grado <strong>con</strong> algún mayor de Casa Militar o un sexagenario<br />
coronel de las milicias.<br />
Los militarólogos pertenecen a la etapa de la Coordinadora<br />
Democrática, pese a que enterrada esa difunta, cada<br />
cierta tarde alguno asoma por allí su cadáver insepulto de<br />
experto en cuestiones marciales, esto es, en golpes y asonadas<br />
o como diría la especialista citada supra: en coup<br />
d’État. Los oncólogos, en cambio, son de más acá, de esta<br />
etapa brumosa de la oposición denominada de la Mesa<br />
de la Unidad, abreviada por unos como MUD y por otros<br />
como MUS, o sea, Mesa de los United States, dicho así de<br />
lo más spanglish.<br />
La esquizofrenia mediática que hasta ayer no más pregonaba<br />
que nuestros hospitales no servían para nada, hoy<br />
informan que son los mejores del mundo en materia de<br />
cáncer, por lo que exigen al Presidente atenderse aquí en<br />
lugar de hacerlo en Cuba, donde arriesga su vida al ponerla<br />
en manos de la dogmática quimioterapia marxista leninista.<br />
¡Vean, pues, los medios preocupados por la salud<br />
(y sobre todo por la vida) del comandante Chávez! Cosas<br />
veredes, paramédico Sancho.<br />
Los columnistas de la gran prensa y los impenitentes<br />
opinadores de la televisión hacen pulso y gala de sus enciclopédicos<br />
<strong>con</strong>ocimientos oncológicos. El país ha podido<br />
leer y oír pasmado sus diagnósticos devastadores y pronósticos<br />
lapidarios. No se quedan allí, los tipos recetan.<br />
Los más impacientes hablaron incluso de un desenlace<br />
que el paciente, de puro terco, cada día <strong>con</strong>tradice. Y por<br />
los vientos que soplan, no parece dispuesto a complacerlos.<br />
Para estos oncólogos mediáticos, esa actitud del en-<br />
54<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
fermo en nada ayuda a la ciencia y es típica, rezongan en<br />
la MUD, del autoritarismo de Chávez. Una prueba más,<br />
pues, de que vivimos en una tiranía, por si a alguien le<br />
quedaba duda.<br />
Estos súbitos oncólogos, en su ejercicio ilegal de la profesión,<br />
leen la semiótica de la enfermedad en los gestos y<br />
paramensajes del paciente. Si Chávez habla <strong>con</strong> seriedad<br />
de su mal, gritan que eso evidencia la fase terminal, que<br />
se está muriendo, exigen un parte médico, le piden la renuncia<br />
ya, ahorita mismo y hasta le exigen a la MUD que<br />
prepare la hoja de ruta para la transición. En cambio, si<br />
el Presidente hace <strong>humor</strong> de su cáncer, chillan que es un<br />
mentiroso, que no tiene nada y todo es un montaje para<br />
recuperar la popularidad perdida porque apenas la tiene<br />
en un ridículo 60 por ciento. Si por el <strong>con</strong>trario el comandante<br />
ni habla ni ríe, entonces lo acusan de someterlos a<br />
la insufrible dictadura del silencio, una práctica propia de<br />
la más descarnada <strong>con</strong>valecencia totalitaria.<br />
55
Earle Herrera<br />
Al Presidente <strong>con</strong> <strong>humor</strong><br />
Estar enfermo no significa (ni es para) echarse a morir.<br />
Esto es lo más <strong>con</strong>traindicado desde el aceite de tártago<br />
y la emulsión de Scott hasta los antibióticos de última<br />
generación. Fue precisamente Hipócrates, el papá de la<br />
medicina, quien precisó que el cuerpo humano está formado<br />
por cuatro <strong>humor</strong>es en perfecto equilibrio. Si esa<br />
proporción se rompe, nos enfermamos y nos quiebra el<br />
mal <strong>humor</strong>. De allí que una vieja revista yanqui se copiara<br />
de los antiguos griegos para decirnos, <strong>con</strong> razón, que la<br />
risa es “remedio infalible”.<br />
Con base en la abundante bibliografía científica sobre<br />
la materia, les propuse a los Robertos, los mismos<br />
del programita ese titulado “Como ustedes pueden ver”,<br />
montar una obra <strong>con</strong> el nombre que encabeza esta deplorable<br />
crónica. Los tipos se asustaron. ¡A quién se le<br />
ocurre hacer <strong>humor</strong> <strong>con</strong> algo tan serio como el cáncer!<br />
Estos amigos, maestros en la materia <strong>con</strong> varios libros<br />
sobre el tema, saben la diferencia entre <strong>humor</strong>ismo y comicidad,<br />
pero no era hora de teorizar. Les pedí que lo<br />
pensaran y me respondieron que eso era muy difícil para<br />
ellos. Les creo.<br />
Recordé varios pacientes célebres que antes de la aplicación<br />
postmoderna y postraumática de la risoterapia,<br />
una práctica recomendada por la médica Ana Elisa Osorio,<br />
derrotaron la enfermedad que los aquejaba a punta de<br />
buen <strong>humor</strong>. Estaba en cama el brillante periodista Kotepa<br />
Delgado, fundador de Últimas Noticias y La Pava Macha,<br />
cuando la amiga que lo visitaba le dijo al observarlo:<br />
“Estás mejorando, Kotepa, se te ve mejor semblante”. A lo<br />
56<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
que el <strong>humor</strong>ista respondió: “Sí, lo que pasa es que yo no<br />
estoy enfermo del semblante”.<br />
Un compinche de Kotepa, Francisco Pimentel, <strong>con</strong>ocido<br />
en los altos fondos del <strong>humor</strong> como Job Pim (el Jobo),<br />
se vio todo maltrecho en su salud de tantos carcelazos que<br />
le metió la dictadura de Gómez. Los médicos de la UCV<br />
no le dieron esperanzas y, sin embargo, él empezó a recuperarse.<br />
Esto le preocupó pues, si no moría, quedarían<br />
muy mal los galenos de una institución que el Jobo quería<br />
mucho. El <strong>humor</strong>ista, de ninguna manera, iba a permitir<br />
este desprestigio universitario. Entonces escribió su soneto<br />
titulado “Desahuciado”, donde dice:<br />
Me han visto nueve médicos. Los nueve,<br />
de nuestra Facultad ornato y gala.<br />
Los nueve encuentran mi salud tan mala,<br />
que debo morir en plazo breve.<br />
Congestión en el hígado, y no leve;<br />
bronquitis, de la tisis antesala;<br />
un riñón de su puesto se resbala<br />
y el colon no funciona como debe.<br />
Yo morir no me siento… Pero ¿cómo<br />
nueve sabios así de tomo y lomo<br />
se van a equivocar sobre mi suerte?<br />
¿Que me debo morir? ¡Venga la muerte!<br />
¡Todo antes que dejar en la berlina<br />
a media Facultad de Medicina!<br />
Otro genio del <strong>humor</strong>, Aquiles Nazoa, se burla de su<br />
flaca figura en su “Retrato 1940”, y de sus futuras enfermedades<br />
en “Balada del pesimista”, que finaliza de lo más<br />
optimista cuando pide:<br />
57
Earle Herrera<br />
Más no lloréis la muerte mía<br />
porque, ¡quién quita!, a lo mejor<br />
yo resucito al tercer día<br />
sin ser ningún Nuestro Señor.<br />
El presidente Chávez ha asumido su muy seria enfermedad<br />
<strong>con</strong> gallardía y entereza. Al “show macabro” de la<br />
oposición ha respondido <strong>con</strong> <strong>humor</strong>: “pronto estaré calvo<br />
como Yul Brynner; seré Yul Chávez”, bromeó. Cuando los<br />
impacientes medios escuálidos empezaron a especular <strong>con</strong><br />
temas como la transición y los posibles sucesores, el comandante<br />
puso a su hermano en el blanco de su chanza:<br />
⎯ Adán, estás afeitadito, ¿te estás preparando para la<br />
sucesión?<br />
A la derecha mal <strong>humor</strong>ada y cejijunta le revienta que<br />
el Presidente no se eche a morir. Al <strong>con</strong>trario, frente a la<br />
gravedad de la situación, siempre ha tenido un chiste a<br />
flor de labio, una canción, un dicho popular. Es el ejemplo<br />
que deben seguir los Robertos, pero los tipos están tan<br />
asustados que, como ustedes pueden ver, el paciente no<br />
logra <strong>con</strong>tagiarles su buen ánimo.<br />
58<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Durísimo vivir sin Chávez<br />
Los antichavistas no pueden vivir sin Chávez. Es un<br />
fenómeno cada vez más preocupante que sobrepasa<br />
lo que pareciera un retruécano. En la medida en que el<br />
enfermo —porque se trata de una enfermedad— es más<br />
“culto” o tiene más estudios, aumenta la gravedad de la<br />
patología. Ansiedad, incertidumbre, sudoración, gastritis<br />
y extravíos mentales son algunos de los síntomas que acogotan<br />
a las pobres víctimas del antichavismo crónico.<br />
Cada vez que el comandante Chávez sale del país, la<br />
oposición entra en crisis. Lo mismo le pasa cuando es suspendido<br />
el programa “Aló, Presidente”. La azota algo así<br />
como un inmanejable síndrome de abstinencia, <strong>con</strong> unos<br />
medios de comunicación sin norte y sin pauta posible. Un<br />
viejo periodista de mis afectos, escuálido en ejercicio, me<br />
decía que cuando no hay “Aló”, el domingo es un infinito<br />
caliche y el lunes un refrito, cual insufrible bostezo de un<br />
retrato (Alberto Nolia dixit).<br />
El viaje que mantiene al presidente en Cuba ha generado<br />
una alharaca de señor y padre nuestro. Algunos nostálgicos<br />
de la carmonada, <strong>con</strong> la originalidad de la desmemoria,<br />
han vociferado que estamos frente a un “vacío de<br />
poder”. La frase les ha parado los pelos a los picados de<br />
culebra, que somos unos cuantos desde aquel 11-A. Gente<br />
que hasta ayer criticaba al vicepresidente Elías Jaua, hoy<br />
pide a gritos que lo juramentemos de una vez, ya, sin pérdida<br />
de tiempo, antes de que “el otro” regrese. Los más<br />
leguleyos exprimen el libro azul para demostrar lo que<br />
todos sabemos: que el “absceso pélvico” no aparece en la<br />
59
Earle Herrera<br />
Constitución de 1999. Para éstos, al “vacío de poder” se<br />
le agrega, para hacerlo más hondo, el vacío jurídico que<br />
dejó el <strong>con</strong>stituyente en materia de cáncer.<br />
Aunque preocupante, el asunto a veces se pone divertido.<br />
Aquellos que cuestionan las cadenas y la permanente<br />
presencia del Presidente en los medios, cuando éste se ausenta,<br />
arman un berrinche en torno a la figura presidencial<br />
y la mantienen en la palestra. Ahora somos nosotros, los<br />
chavistas, los que le decimos que no nos dejan descansar,<br />
ni a nosotros del comandante, ni a éste de sus seguidores.<br />
Los articulistas antichavistas no escriben sobre otra cosa.<br />
En los programas de opinión radioeléctricos el tema recurrente<br />
es el viaje presidencial. Los profesores de Derecho<br />
de las universidades de derecha copan la televisión para<br />
explicar, a la luz de escuálidos códigos, la in<strong>con</strong>stitucionalidad<br />
de operarse en el extranjero sin la autorización de<br />
los dos tercios de la Asamblea Nacional. Los historiadores<br />
godos de la Academia de la Historia transpiran haciendo<br />
sesudas comparaciones entre un furúnculo habanero y la<br />
inoportuna próstata del general Cipriano Castro.<br />
La llamada Mesa de la Unidad Democrática ha resultado<br />
el mejor y más eficiente comando de campaña del<br />
presidente Chávez. No se terminaba de marchar el jefe del<br />
Estado, cuando montaron una reunión de emergencia y<br />
<strong>con</strong>vocaron, <strong>con</strong> la misma urgencia, a una rueda de prensa.<br />
Todos los dirigentes antichavistas tenían en su bolsillo<br />
el librito azul. Allí subrayaban <strong>con</strong> resaltador amarillo los<br />
artículos que Chávez y su absceso pélvico violaban flagrantemente.<br />
Los líderes y lideresas antichavistas tenían cara<br />
del que se las sabe todas. Lucían presumidos y exultantes.<br />
“El drenaje en La Habana no se ajusta a derecho”, recitó<br />
magistral y perdido un abogado adeco de la nueva era.<br />
60<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Al parecer, la oposición no estará feliz y <strong>con</strong>forme hasta<br />
que Chávez regrese a Miraflores en forma definitiva. En<br />
una especie de Carmonada II, casi que gritan: “Te queremos,<br />
Hugo”. Algunos líderes de la MUD, <strong>con</strong> la petulancia<br />
que los caracteriza, han lanzado la amenaza de: ¡no nos<br />
calamos más ausencias!<br />
61
Earle Herrera<br />
Los vacíos del Aló, Presidente<br />
Las suspensiones por la causa que sea del programa<br />
“Aló, Presidente” provocan un vacío difícil de sobrellevar<br />
en los venezolanos, sobre todo en los de oposición.<br />
Chavistas y antichavistas se han vuelto adictos al espacio<br />
dominical y cuando el mismo no sale al aire, les sobreviene<br />
un devastador síndrome de abstinencia. A los bolivarianos<br />
la terrible resaca audiovisual les aminora y luego<br />
les pasa —o la resignan— al recibir una explicación del<br />
Minci, ya saben lo que pasó. Pero como los opositores no<br />
creen de ninguna manera en versiones oficiales, los síntomas<br />
del vacío espiritual y radioeléctrico se les prolonga<br />
hasta el siguiente domingo, cuando <strong>con</strong> seis u ocho horas<br />
del programa salen del guayabo, en su doble acepción de<br />
ratón televisivo y despecho <strong>con</strong>creto.<br />
Sé de chavistas a quienes el insufrible cuervo del insomnio<br />
se les instala en las retinas esos domingos de ausencia<br />
presidencial, pero también <strong>con</strong>ozco a escuálidos a<br />
dedicación exclusiva que, víctimas del mismo mal, han<br />
tenido que ser hospitalizados y sometidos a intensivos<br />
bombardeos de cócteles psicotrópicos porque sólo en la<br />
penumbra del embobamiento y sueño inducidos pueden<br />
superar la crisis. Para los pacientes crónicos únicamente<br />
queda el electroshock que, para ser efectivo, se les aplica<br />
cada cinco minutos. Es algo terrible. En el opositor integral<br />
la suspensión del programa provoca sentimientos<br />
<strong>con</strong>tradictorios: en primer lugar, no pueden satisfacer el<br />
masoquismo de ver y oír al “autócrata” y “tirano” que se<br />
han inventado y necesitan tener allí para creérselo; en segundo<br />
lugar, sienten la dulce y remota ilusión de que si<br />
62<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
no aparece en pantalla es porque “cayó ya”, “se fue ya”,<br />
“lo tumbaron ya”. El aberrante choque del masoquismo<br />
sin el placentero castigo radioeléctrico y la lejana ilusión<br />
que los anima llega a paralizarlos y los introduce en un<br />
tembloroso estado catatónico que alarma, <strong>con</strong> toda razón,<br />
a sus angustiadas familias.<br />
Los medios de comunicación también sufren lo suyo,<br />
no se crean. Los del Estado empiezan a dar brincos y a<br />
buscar tiras cómicas de los tiempos inmemoriales de “El<br />
pájaro loco” o micros antediluvianos de ciudades pérdidas<br />
para llenar el vacío. Los medios privados ingresan en<br />
el túnel ciego del más brutal des<strong>con</strong>cierto. Los programas<br />
de opinión de radio y TV se quedan sin tema desde la tarde<br />
del domingo hasta el mediodía del miércoles, cuando empiezan<br />
a coger aire <strong>con</strong> dificultad. Esos tres largos días los<br />
llenan <strong>con</strong> sesudas especulaciones, juegos de escenarios,<br />
teorías extravagantes, <strong>con</strong>jeturas fenomenológicas, hipótesis<br />
y aproximaciones acerca de las insondables causas<br />
de la suspensión de “Aló, Presidente”. Sometidos a semejantes<br />
esfuerzos, los cerebros se resienten, obviamente.<br />
En los medios impresos, un titular exageradamente<br />
bobo en primera página revela que lo metieron a última<br />
hora en el espacio reservado para alguna frase del jefe del<br />
Estado. Las columnistas disociadas, los opinadores de<br />
oficio pomposamente llamados “analistas”, los perdidos<br />
anclas de la tele, los insufribles leedores de titulares y los<br />
<strong>con</strong>ductores de programas de opinión que no dejan opinar<br />
son devastados por el vacío de “Aló, Presidente”. No<br />
pueden disimular la irritación <strong>con</strong> que hablan, vociferan o<br />
escriben. En las columnas de prensa el lector capta de inmediato<br />
ese tipo de textos incoloros, inodoros e insípidos<br />
63
Earle Herrera<br />
que salen de la computadora cuando se escribe sin tener<br />
tema y se insiste en decir cualquier cosa para sufrimiento<br />
nacional. Es terrible, se los digo.<br />
Es en la oposición irredenta donde hace más estragos<br />
el vacío que provoca en sus almas las suspensiones del<br />
programa presidencial. Cuentan los parroquianos que las<br />
mañanas del lunes han visto a escuálidos desorientados<br />
dando vueltas sin sentido frente a la embajada de Valle<br />
Alto. Otros han sido observados rumbo a plaza Francia,<br />
donde se paran horas frente al obelisco como si estuvieran<br />
clamando algo sin clamar nada. Algunos prefieren irse a la<br />
plaza de la ex meritocracia, donde les da por hablar solos y<br />
a veces insultan a algún transeúnte si lleva alguna prenda<br />
roja. Este cronista, de verdad, teme que el asunto pueda<br />
<strong>con</strong>vertirse en un problema de salud pública. Se le ocurre<br />
que cuando se den esas suspensiones se repita el programa<br />
de la semana anterior. Aunque no resuelva del todo el<br />
problema, pudiera funcionar como un eficaz placebo. Es<br />
un Chávez repetido, pero peor es nada.<br />
64<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El síndrome de la escoba<br />
Otra vez la oposición se autocomplace. Disfruta, por<br />
anticipado, una victoria virtual. Se acabó la sequía de<br />
poder que la acogotó durante doce largos años. El fenómeno<br />
del niño, electoralmente hablando, no le fue nada<br />
breve. Más de una década sin llover café ni prebendas es<br />
demasiado. La carmonada resultó una esperanza efímera,<br />
un golpe de dados que el pueblo anuló. Pero ahora sí es<br />
verdad, dicen.<br />
Tan segura está la MUD de su inminente destino luminoso,<br />
que se da tiempo hasta para el desprecio, sobre<br />
todo, hacia Hugo Chávez. “Está acabado”, gruñe el anémico<br />
panfleto de Petkoff. “Es pan comido”, profetiza Globovisión.<br />
“Vamos por ti”, fanfarronea la secta 2D.<br />
Vuelven los tiempos de la euforia autoinducida.<br />
Aquella época pletórica del “vete ya” y “ni un paso<br />
atrás”. ¡Oh, victoriosas horas del 11-A! ¡Oh, excitantes<br />
meses de la plaza Altamira y el insinuante obelisco!<br />
¡Oh, heroínas del caceroleo fashion! No hay nada más<br />
sabroso que sentirse sobrado. El secretario de la MUD<br />
se cree un Pep Guardiola, el del Barsa de España. Otra<br />
vez los medios anticipan y venden la victoria. El “complejo<br />
Carmona” nunca se superó. Volveremos, pero sin<br />
la frente marchita.<br />
Es el síndrome de la pedrada al piso o el complejo de la<br />
escoba. Todos los jefes de los partidos de la MUD aseguran<br />
que en las primarias no escogerán a un candidato, sino al<br />
Presidente de la República, cualquiera sea el abanderado.<br />
Los analistas y opinadores de la derecha y Washington<br />
65
Earle Herrera<br />
aseguran que si a Chávez le oponen una escoba, gana la<br />
escoba. El comandante está electoralmente muerto, es un<br />
fiambre, está trabajando preaviso, se burlan.<br />
El síndrome de la escoba es recurrente y, al parecer,<br />
insuperable. Es un complejo pernicioso, que se autoalimenta.<br />
Los medios son su correa de transmisión y, si nos<br />
apuran mucho, su agente patógeno. Aparece en cada proceso<br />
electoral y obnubila a sus portadores. Si se exacerba<br />
demasiado, no aguarda por los comicios y busca los atajos,<br />
como en 2002. Trece (13) derrotas electorales y un<br />
golpe revertido no han sido suficientes para inmunizar a<br />
la oposición de esa calamidad que siempre la lleva por la<br />
calle de la amargura desde 1998.<br />
Después de cada revés, la resaca dura poco. Empero,<br />
algunos re<strong>con</strong>ocen sus flaquezas y errores, aunque los<br />
olvidan rápido. Luego del 11-A, aquel cura que se declaró<br />
adeco en Miraflores, ¿De Viana?, aceptó que “luchamos<br />
<strong>con</strong>tra un adversario formidable”. Por estos días, el periodista<br />
Giusti, un antichavista endocrino, advertía que<br />
el escogido de la oposición enfrentará a un “candidato<br />
formidable”. Pero en el parnaso de la MUD nadie se<br />
acuerda del cura, ni le hace mucho caso a hormonales<br />
fablistanes aguafiestas.<br />
No sé por qué inextricables razones Chávez alimenta<br />
en los opositores ese síndrome de la escoba. Cuando ellos<br />
dicen que ganan <strong>con</strong> cualquiera, el Presidente les <strong>con</strong>testa<br />
que saquen su majunche. Entonces, se da en los adversarios<br />
una fatal atracción hacia la mediocridad, llámese<br />
escoba o majunche. Mientras más opaco sea el precandidato,<br />
más posibilidades tiene de quitarse el “pre” y <strong>con</strong>vertirse<br />
en el ungido de la mesa.<br />
66<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Poseída por el complejo supremacista de la escoba y<br />
segura de tener a Hugo Chávez en el bolsillo, la MUD recorre<br />
la misma ruta de la malograda Coordinadora Democrática.<br />
Después, bajo la pérfida luna de 2012, la escucharán<br />
sollozar: “nadie nos dijo que enfrentaríamos a un<br />
candidato formidable”.<br />
67
Earle Herrera<br />
El insufrible premio de Chávez<br />
Tremendo terremoto provocó en el mundo mediático<br />
y político el premio de periodismo que le otorgara al<br />
presidente Chávez una prestigiosa universidad argentina.<br />
Otra vez, gracias al comandante bolivariano, patronos y<br />
sindicalistas comulgaban <strong>con</strong> la misma rueda de molino.<br />
Desde la Sociedad Interamericana de Prensa en Washington,<br />
hasta el Sindicato Nacional de Trabajadores de la<br />
Prensa en el municipio Libertador, estaban de muerte. En<br />
el mundo ocurren otras cosas, como el desastre nuclear de<br />
Fukushima, pero a ellos sólo los atormenta Chávez.<br />
Los que aquí dicen defender la autonomía universitaria<br />
se precipitaron a cuestionar una autónoma decisión<br />
de la Universidad Nacional de La Plata. El berrinche armado<br />
recorrió la espina dorsal del <strong>con</strong>tinente. Semejante<br />
histeria mediática y sindicalera resultaba cómica y patética.<br />
El SNTP, incluso, escribió a la decana de la Facultad<br />
de la Comunicación pidiéndole que le quitara el premio a<br />
Chávez. La catedrática debe haberse <strong>con</strong>movido.<br />
El galardón del despecho se denomina Rodolfo Walsh.<br />
Es obvio que la SIP como nuestros sindicalistas de la<br />
prensa ignoran quién fue este camarada. Se trata de un<br />
revolucionario que murió combatiendo la dictadura fascista<br />
que ensangrentó a su país, suerte que también corrió<br />
su propia hija. Fue fundador de la agencia cubana de noticias,<br />
Prensa Latina, y creyó y militó en un periodismo revolucionario,<br />
clandestino, subterráneo y popular. Estaba,<br />
desde el punto de vista comunicacional, en la acera opuesta<br />
de las grandes agencias de noticias y de los sindicalistas<br />
vendidos al mejor postor. El uso que de su nombre hoy<br />
hacen la SIP, el SNTP y el CNP provoca náusea.<br />
68<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Rodolfo Walsh fue un intelectual orgánico, integral, en<br />
la mejor <strong>con</strong>cepción de Antonio Gramsci. Los fachos, después<br />
de asesinarlo, se llevaron su cadáver y lo desaparecieron<br />
hasta el sol de hoy. Walsh cultivó la narrativa, el ensayo<br />
y el periodismo. Fue un hombre de pensamiento y acción.<br />
Murió en 1977. Desde Venezuela, quienes militábamos en<br />
el periodismo revolucionario, elevamos nuestra denuncia al<br />
mundo y nuestra solidaridad a los camaradas montoneros<br />
que enfrentaban la dictadura apoyada por la SIP. El SNTP<br />
de entonces no era esta caricatura gremial que guardó cobarde<br />
silencio cuando, el 12 y el 13 de abril de 2002, el poder<br />
mediático le impuso a Venezuela la dictadura del silencio.<br />
La historia vomita los olvidos. A la hipocresía de la SIP,<br />
el SNTP y el CNP se sumó la de la gran prensa bonaerense.<br />
El último escrito de Rodolfo Walsh fue una valiente carta<br />
dirigida a la Junta Militar de su país. La envió a todos los<br />
periódicos. Ninguno la publicó. Hoy, La Nación de Buenos<br />
Aires, en su nombre, protesta el premio que se le otorgó<br />
a Chávez. Pero ese diario oculta que censuró a Rodolfo<br />
Walsh. Como también lo hizo el “desgarrado” Clarín.<br />
La revolución bolivariana, como ningún gobierno en<br />
Venezuela ni en América, le ha dado un impulso extraordinario<br />
a la comunicación alternativa y comunitaria. En<br />
el ámbito internacional, para romper el monopolio global<br />
de la información, hizo una realidad de Telesur, a <strong>con</strong>tracorriente<br />
del imperio. En este tipo de periodismo —ignorantes<br />
criaturas del SNTP— militaba Rodolfo Walsh. Pueden<br />
ustedes estar seguros de que si viviera, en persona le<br />
entregaría el premio que lleva su nombre a Hugo Chávez,<br />
militantes como son del mismo sueño.<br />
69
Earle Herrera<br />
Chávez, mineros,<br />
escuálidos y Kennedy<br />
Chávez es una fijación, una obsesión escuálida, invariable<br />
e insuperable después de once largos años. Si Vargas<br />
Llosa recibe el Nobel, en lugar de recordar La ciudad<br />
y los perros o La casa verde, los escuálidos en lo primero<br />
que piensan es en Hugo Chávez, los posee y aprisiona su<br />
imagen. Si 33 mineros atrapados 700 metros bajo tierra<br />
son rescatados, los articulistas opositores saltan a chillar<br />
que Chávez no habría logrado esa hazaña. Si Alejandro<br />
Sanz suspende un <strong>con</strong>cierto, la farándula derechista (valga<br />
el pleonasmo) se lanza <strong>con</strong>tra el comandante por no<br />
responder los llorones y publicitarios mensaje por twitter<br />
que a cada paso de luna le manda el hispano.<br />
Vayamos al desierto de Atacama. El rescate de los mineros<br />
chilenos fue un éxito y estos humildes y explotados<br />
trabajadores volvieron <strong>con</strong> su familia. El show mediático<br />
habló de todo, de futuros libros, novelas, documentales y<br />
películas en Hollywood. De las causas y culpables del derrumbe<br />
que casi cuesta la vida a esos 33 hombres, ni una<br />
palabra. Sólo un impertinente minero, al saludar al presidente<br />
Piñera, le dijo que eso nunca debe volver a ocurrir.<br />
Los medios obviaron al inoportuno denunciante para darle<br />
prensa y espacio al trabajador picaflor a quien esperaban,<br />
a boca de túnel, su esposa, su amante y una tercera<br />
que la segunda alejó a golpes, según propia <strong>con</strong>fesión.<br />
Las <strong>con</strong>diciones infrahumanas de las minas del Chile<br />
neoliberal, las describió un carismático representante del<br />
imperio. A mediados de los 60, Robert Kennedy visitó el<br />
70<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
país de Neruda. Lo llevaron a <strong>con</strong>ocer las entrañas de una<br />
mina. Al salir, sin quitarse el casco, declaró a los periodistas<br />
del mundo:<br />
⎯ Si yo trabajara allí, en esas <strong>con</strong>diciones, también<br />
fuera comunista.<br />
71
Earle Herrera<br />
El fin de Chávez, ahora sí<br />
La oposición amaneció el 27S anunciando el fin de<br />
Chávez. No es la primera vez que lo hace. El 11 y 12 de<br />
abril de 2002, bajo el influjo hipercarismático de Pedro<br />
Carmona Estanga, lanzó lecos parecidos que acariciaron<br />
los oídos de Washington, Madrid y Bogotá. El día 13 de<br />
aquel año despertó afónica, en medio de un vasto silencio<br />
mediático. Al que creía bien muerto, gozaba de buena salud<br />
y despachaba desde Miraflores.<br />
En 2004 volvería a cantar los funerales del supuesto<br />
difunto de sus tormentos. La recolección de firmas para el<br />
referéndum revocatorio le inyectó una euforia funeraria.<br />
Era cuestión de colocar los candelabros y prender el velorio.<br />
La derrota en las urnas la dejó como capilla sin santo.<br />
La oposición enterradora casi fue enterrada.<br />
El estribillo mortuorio —o sea, el fin de Chávez— se<br />
volvería a oír en 2007. Manuel Rosales, especie de viejo<br />
Caronte maracucho, sería el encargado de llevarse a los<br />
infiernos, en su lúgubre barco fantasma, el alma del odiado<br />
finado. La felpa que se llevó —<strong>con</strong> 7 millones 300 mil<br />
votos— todavía hace relampaguear al Catatumbo y no sólo<br />
por la noche.<br />
La reforma <strong>con</strong>stitucional, <strong>con</strong> una victoria pírrica,<br />
alborotaría otra vez a celadores de camposantos y plañideras.<br />
Ahora, sí era verdad, de ésta no lo salvaba nadie.<br />
Era el fin, en fin y por fin, manito. Sólo que en la reforma<br />
el cargo del Presidente de sus rencores no estaba en<br />
juego, como no lo estaba ningún otro poder. El muerto<br />
que ya creían despachar colocó sobre la mesa el as de la<br />
72<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
enmienda de la Carta Magna. La paliza impresionó hasta<br />
las almas en pena y a los cadáveres insepultos (Rómulo<br />
dixit) que hacen vida —o muerte— en eso que llaman la<br />
MUD.<br />
Así, entre funerales truncos y velorios in<strong>con</strong>clusos, llegamos<br />
al 2010 y su 26 de septiembre (26S). El chavismo<br />
obtuvo 98 diputados y la oposición 65. A pesar de esos<br />
resultados, volvieron a invocar al camposanto. “El fin está<br />
cerca”, repiten como esas letanías que algunos religiosos<br />
te lanzan en la puerta de tu casa un domingo por la mañana,<br />
sin todavía cepillarte. Es que no te dan tiempo porque,<br />
según ellos, el apocalipsis no espera.<br />
Apocalíptica amaneció la oposición el 27S. “Este es el<br />
fin, Chávez”, anunciaban algunos muertos resucitados y<br />
anclas de canales a los que les encanta un muerto. Los<br />
analistas sacaban todos sus guarismos, excepto aquellos<br />
que aparecen en forma abrumadora cuando el cargo de<br />
Chávez está en juego. En este caso, jamás Hugo Chávez<br />
ha perdido una elección, antes bien, todas las ha ganado<br />
<strong>con</strong> holgura.<br />
Otra vez, la oposición embestía <strong>con</strong>tra el recurrente espejismo<br />
que se fabrica. Los números del 26S le bailaban,<br />
saltaban, bajaban, subían. La emoción obnubilaba a los<br />
jerarcas de ese cotarro político. Y volvía, inapelable, la trillada<br />
sentencia: “Este es el fin, recoge tus cosas”.<br />
Se nos ocurre que a Chávez, para acercársele en votos<br />
presidenciales, hay que agarrarlo en frío, <strong>con</strong>fiado, sin<br />
ninguna elección previa cuyos resultados no le sean satisfactorios.<br />
Si el hombre viene picado de culebra, olvídense.<br />
73
Earle Herrera<br />
El 26S Hugo Chávez obtuvo la mayoría de la Asamblea<br />
Nacional, pero dejó una mapanare enrollada, en posición<br />
de ataque. Esos resultados activan todas las fibras del comandante<br />
y lo hacen un adversario formidable, como lo<br />
re<strong>con</strong>oció un cura que esperó la Carmonada para declararse<br />
adeco en Miraflores. A la MUD, más le habría valido<br />
no activarlo y tensar todos sus músculos. En 2012, si llega<br />
el fin, no será para Chávez. Más de un enterrador bajará<br />
a su sepulcro.<br />
74<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Idiolecto de Chávez<br />
Siguen apareciendo libros sobre Hugo Chávez Frías. El<br />
investigador Rafael Ramón Castellanos ha registrado<br />
unas 2.700 obras publicadas en el exterior acerca del presidente<br />
venezolano. No incluye tesis de pre y postgrado ni<br />
los volúmenes editados en el país.<br />
En Venezuela, el comandante ha inspirado o motivado<br />
a escritores bolivarianos y, en la misma o mayor medida,<br />
a los antichavistas. Algunos de estos últimos, gracias al<br />
indiscreto objeto de su odio, han <strong>con</strong>ocido el largo olor<br />
del éxito del bestseller. El sólo hecho de colocar el nombre<br />
de Hugo Chávez en la portada es garantía de venta.<br />
Si el presidente se refiere a la publicación que lo alude, el<br />
comercio de la obra se multiplica. ¡Chávez, nómbrame!,<br />
¡Chávez, insúltame!, ¡Chávez, di algo de mí!, gritan voz en<br />
cuello ansiosos autores escuálidos. Y si callan, el estado<br />
anhelante por la mención presidencial se les <strong>con</strong>vierte en<br />
un insufrible alarido in pectore.<br />
Ni Gómez ni Betancourt se aproximan al fenómeno<br />
editorial en que se ha <strong>con</strong>vertido Chávez. Ni siquiera porque<br />
están muertos, que es cuando más se escribe sobre<br />
los personajes históricos. La única investigación realizada<br />
sobre esta explosión bibliográfica generada por el comandante<br />
del 4-F es la ya citada de Rafael Ramón Castellanos.<br />
Pero luego, los libros sobre el líder bolivariano siguen<br />
apareciendo.<br />
Por estos días se anuncia una nueva obra que enfoca<br />
un aspecto poco explorado del liderazgo del presidente.<br />
Su título sería La lengua de Chávez y su autor es el lin-<br />
75
Earle Herrera<br />
güista Germán Flores. En declaraciones para El Universal<br />
(19/12/2009), el experto afirma que “el mandatario ha <strong>con</strong>vertido<br />
su idiolecto —rasgos propios de la forma de expresarse<br />
de un individuo— en lenguaje oficial de Venezuela”.<br />
Flores acota que “palabras como soberano, pueblo,<br />
socialismo, imperio, revolución, capitalismo o golpe de<br />
Estado, tienen un significado distinto en el idiolecto de<br />
Chávez, quien ha logrado imponer en el país el sentido<br />
que le da a esas expresiones”. También se refiere a términos<br />
como “escuálidos”, “vergatario” o “Goriletti”, este<br />
último para aludir a Micheletti, presidente golpista de<br />
Honduras.<br />
En verdad, parte del lenguaje político de un país no lo<br />
imponen los presidentes, sino su liderazgo. En un entorno<br />
más reducido, los jefes de partidos políticos, al menos<br />
en el ámbito de su militancia. Los activistas terminan hablando<br />
como su dirigente más carismático. En su tiempo,<br />
todos los masistas hablaban como Teodoro Petkoff. En<br />
AD, Rómulo Betancourt impuso su idiolecto de hallacas<br />
multisápidas, cadáveres insepultos, hampoductos y fenómenos<br />
obsoletos y periclitados. ¿Acaso no hablan como<br />
Caldera sus malqueridos delfines Eduardo Fernández y<br />
Oswaldo Álvarez Paz?<br />
Existen curiosidades arqueológicas. La lengua de Henry<br />
Ramos Allup y su entonación atiplada intenta resucitar<br />
el habla y el decir de Rómulo Betancourt. En el mismo<br />
bando, Antonio Ledezma no puede zafarse de la forma de<br />
discursear de Carlos Andrés Pérez. La Cuarta República,<br />
como los muertos en pena, sale por los caminos en boca<br />
de sus sobrevivientes. Sus estertores se agitan en esa lengua<br />
impenitente.<br />
76<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El liderazgo de Hugo Chávez y sus múltiples victorias<br />
electorales popularizan su idiolecto, no cabe duda alguna.<br />
Sus enemigos y adversarios han hecho esfuerzos lingüísticos<br />
por <strong>con</strong>trarrestar esa influencia. De allí que se inventaron<br />
expresiones como “rrrégimen”, ya casi en desuso;<br />
“autócrata”, “sociedad democrática”, “zambo”, “chusmas”,<br />
“hordas”, cuyos ecos languidecieron en la plaza Francia de<br />
Altamira.<br />
En un arrebato más filosófico que lingüístico, el líder<br />
opositor Manuel Rosales sorprendió al país <strong>con</strong> frases que<br />
rozaban la figura retórica del oxímoron. A saber: “si me<br />
matan y me muero, la culpa es de Hugo Chávez”; “me hallo<br />
en una isla rodeada de agua por todas partes”; “no se le<br />
pueden pedir peras al horno” y otros <strong>con</strong>structos verbales<br />
que divirtieron y asombraron al auditorio.<br />
El lingüista Flores asegura que “Chávez se apoderó del<br />
idioma y, en la medida en que él se apodera de la lengua,<br />
perdemos nuestra libertad”. ¿No ve? Aquí quería llegar el<br />
hombre. Una <strong>con</strong>clusión científicamente escuálida. Después<br />
dicen.<br />
77
Earle Herrera<br />
Los caza-viajes de Chávez<br />
Cada viaje de Hugo Chávez levanta una polvareda planetaria<br />
que ni te cuento. En lo interno, a la oposición<br />
le resultan insufribles las ausencias presidenciales. Le da<br />
tirria que su campaña del “tirano”, el “autócrata” y otras<br />
hipérboles desesperadas, a pesar de los lecos, encuentre<br />
poco eco en el escenario internacional. En lo externo, Estados<br />
Unidos y la derecha mundial ven quebrado el pregonado<br />
aislamiento global de Venezuela.<br />
Chávez nunca viaja solo. Siempre lo hace acompañado<br />
del escándalo que arman sus adversarios en cada periplo.<br />
En Venezuela existe un sufrido hombre que vive de sacar<br />
la cuenta de cuánto gasta el presidente en pañuelos, agua<br />
mineral, calcetines y calzoncillos por viaje. Los medios le<br />
dan primera página a semejante <strong>con</strong>tabilidad.<br />
La administración Bush tenía a mano los ingredientes<br />
específicos para intentar boicotear cada viaje de Hugo<br />
Chávez y gritar al mundo su “preocupación por Venezuela”.<br />
Si el destino era hacia el sur, desempolvaba el manoseado<br />
maletín de Antonini. Si la brújula apuntaba al norte, sacaba<br />
una carpeta de la inagotable computadora que le atribuyen<br />
al comandante Raúl Reyes, ya desechada por la Corte<br />
Suprema de Justicia de Colombia. El cambio de gobierno<br />
gringo no cambió las cosas: ahora, no bien anuncia Miraflores<br />
una gira por Europa, ya la señora Clinton —como antes<br />
lo hacía la Rice— está advirtiendo del peligro que para<br />
las democracias representa el mandatario venezolano.<br />
Cuando el imperio no encuentra un escándalo a mano<br />
para sabotear los viajes de Chávez, acuden en su apoyo los<br />
78<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
gobernantes de países-colonias. En otros casos, se suman<br />
al boicot la cancillera alemana o el primer ministro británico.<br />
El complot <strong>con</strong>tra las giras de nuestro Presidente no<br />
es cualquier cosa.<br />
Haga usted su propia investigación viajera. Cuando el<br />
comandante anuncie algún compromiso en el exterior,<br />
pronostique el escándalo que será desempolvado y colocado<br />
en primera plana y primer plano en los medios. Aunque<br />
el asunto es grave, la <strong>con</strong>statación del pronóstico pudiera<br />
resultarle tan divertida y agradable como llenar su<br />
crucigrama favorito. En las escuelas de ciencias políticas<br />
o estudios internacionales deberían poner este ejercicio<br />
como tarea o tesis de grado.<br />
En una de sus giras por Rusia, Portugal y España, inventaron<br />
que al aniversario de la revolución sandinista<br />
asistieron varios comandantes de las FARC, quienes se<br />
habrían trasladado en un avión venezolano, específicamente<br />
de Pdvsa. La “noticia” desapareció de la misma forma<br />
en que apareció, sin que los medios se preocuparan en<br />
dar alguna explicación. Las ollas periodísticas, como las<br />
mentiras, no se explican. Se montan y ya.<br />
En una oportunidad, Miraflores les hizo una jugada<br />
(trastada, chillaron ellos) a los caza-viajes de Chávez. El<br />
Presidente estaba en Colombia, en una cumbre antidroga<br />
que se realizaba en ese país. Los sabuesos de los pasos del<br />
comandante fueron sorprendidos porque el anuncio de<br />
su presencia en el evento lo hizo el jefe del Estado apenas<br />
la víspera. No les dio chance para montajes, potes de<br />
humo y otras formas de manipulación. Eso no quiere decir<br />
que no lo pudieran hacer sobre la marcha, pero estaban<br />
cogidos fuera de base.<br />
79
Earle Herrera<br />
El asunto es curioso, de siquiatra y brinco. Cuando el<br />
Presidente se va allende los mares, los medios montan<br />
ollas periodísticas para eclipsar los logros de los viajes y<br />
la proyección internacional del líder bolivariano. Al mismo<br />
tiempo, sin Chávez en el país, la oposición cae en un<br />
profundo vacío muy parecido a la depresión y hace un<br />
descubrimiento peligroso: el de ese odio latente, intestino,<br />
entre todos sus factores, ese odio entre ellos que sólo<br />
el odio a Chávez logra en unos casos eclipsar y, en otros,<br />
disimular y sobrellevar a duras penas.<br />
80<br />
El Chávez de Bush<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Cada quien tiene su Chávez y cada cual le saca rédito a<br />
su manera. El último fue el ex presidente del imperio,<br />
George Bush, quien para arrancar el apoyo del Congreso<br />
a su TLC <strong>con</strong> Colombia, ya sin argumentos, recurrió al<br />
trapo rojo del presidente venezolano para persuadir a los<br />
representantes estadounidenses. “Colombia enfrenta una<br />
posición hostil de Venezuela”, advirtió el jefe de la primera<br />
potencia del planeta.<br />
En México, para detener la candidatura de López Obrador,<br />
se desató una campaña de mentiras de su supuesta<br />
relación o identificación <strong>con</strong> Hugo Chávez. En Perú, el cadáver<br />
insepulto de Alan García cazó una pelea loca <strong>con</strong> el<br />
comandante bolivariano y resucitó en la presidencia. Después,<br />
se abrazó <strong>con</strong> el mandatario venezolano.<br />
El ex ministro de Defensa de Colombia, Juan Manuel<br />
Santos, buscaba polarizar <strong>con</strong> Chávez para mantenerse<br />
“a la pata” del presidente Uribe en la pugna por la Casa<br />
de Nariño. Cada disparate que Santos vomitaba <strong>con</strong>tra<br />
Venezuela o su Presidente, lo disparaba en las encuestas.<br />
Después de ganar las elecciones, se dejó de eso. Si Chávez<br />
no existiera, los personajes antes citados lo tendrían que<br />
inventar. O rectifico: ya cada uno de ellos se inventó su<br />
Chávez a la medida.<br />
Pero no sólo los políticos trepan sobre los hombros del<br />
Hugo Chávez que se inventan o al que toman de la feroz<br />
campaña propagandística mundial desatada en su <strong>con</strong>tra.<br />
Como diría Aníbal Nazoa, cualquier güelefrito que quiera<br />
hacerse célebre le basta <strong>con</strong> emprenderla <strong>con</strong>tra el mandatario<br />
venezolano.<br />
81
Earle Herrera<br />
Hace algún tiempo escribí un artículo titulado “Hágase<br />
famoso, demande a Chávez”. Todo aquel que se inventaba<br />
una querella <strong>con</strong>tra el Presidente se <strong>con</strong>vertía en el centro<br />
de la prensa, radio, televisión y cadenas internacionales.<br />
Solteronas desahuciadas se hicieron apetecibles, abogados<br />
anónimos se <strong>con</strong>virtieron en suerte de Licurgos de<br />
los medios, cadáveres políticos resucitaron sin pasar por<br />
las penurias de Lázaro, profesores des<strong>con</strong>ocidos se transformaron<br />
en académicos de número.<br />
La farándula olfateó el asunto y se amarró al largo<br />
olor del éxito. Alejandro Sanz se inventó persecuciones<br />
de Chávez cuando Chávez, al susodicho, ni siquiera<br />
lo ignoraba, que diría Mario Moreno. A esta pobre<br />
víctima de su propio “tirano” virtual se le multiplicaron<br />
los <strong>con</strong>tratos y premios. Engolosinados, se le sumaron<br />
Bosé, Juanes y, por su solidaridad <strong>con</strong> una paja<br />
mental, sus acciones, cartel y caché subieron como la<br />
espuma. También el grupo Maná metió a Chávez en<br />
su último video y los comentarios le dieron la vuelta<br />
al mundo. Los de Maná, por supuesto, ignoraban lo<br />
que es Barrio Adentro o la Operación Milagro. Su problema<br />
es mercantil y promocional, vender su recién<br />
estrenado antichavismo aunque no sepan, realmente,<br />
lo que es el chavismo.<br />
Pareciera una petulancia eso de que hasta Bush tenía<br />
su Chávez para ganar puntos internacionales, persuadir<br />
aquí, inquietar allá o presionar más allá. Pero basta <strong>con</strong><br />
leer sus discursos para tropezarnos, a salto de párrafos,<br />
<strong>con</strong> el comandante del 4-F en la inextricable oratoria busheana.<br />
Que el ex presidente de Estados Unidos tuviera<br />
que recurrir a la supuesta amenaza de Hugo Chávez para<br />
82<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
lograr, de parte del Congreso de su país, la aprobación<br />
de un tratado de libre comercio <strong>con</strong> Colombia, México o<br />
Centroamérica, pudiera dar la medida de la hora que vive<br />
el imperio. Pero también, de la proyección sobre esa hora<br />
de Hugo Chávez.<br />
83
Esto va pa’ largo<br />
Earle Herrera<br />
Dentro de 50 años, el chavismo comenzará a declinar.<br />
Esto, en caso de que el proceso político venezolano<br />
siga su cauce y desenvolvimiento en forma pacífica. Si ocurre<br />
lo <strong>con</strong>trario y la reacción se empeña en salidas y aventuras<br />
violentas, el movimiento bolivariano permanecerá en el<br />
poder hasta el ocaso del siglo XXI. No creo que su hegemonía<br />
se prolongue más allá de la centuria del XXII.<br />
La duración de los ciclos históricos venezolanos se extiende<br />
entre unos 40 y 50 años, más o menos. Los andinos<br />
que llegaron <strong>con</strong> Castro se quedaron en Miraflores hasta<br />
1945. Parecieron regresar <strong>con</strong> Pérez Jiménez en 1948, pero<br />
los sacaron en 1958. El puntofijismo proyectaría su sombra<br />
desde este año hasta 1998, cuando el victorioso candidato<br />
Hugo Chávez juró sobre “esta Constitución moribunda” y el<br />
ex presidente Luis Herrera, llanero y zamarro, advirtió: “A<br />
comprar alpargata que lo que viene es joropo”.<br />
La oposición, colaboracionista o extrema, no ha querido<br />
ver al proceso bolivariano desde la perspectiva histórica,<br />
como expresión dialéctica de una fractura estructural<br />
en el devenir sociopolítico del país (respiren). Por el <strong>con</strong>trario,<br />
jura y se empeña en <strong>con</strong>vencerse de que Chávez es<br />
un “inquilino de Miraflores” que se va mañana, luego de<br />
cancelar la noche de pensión en la posada. En eso lleva 12<br />
años de traumática espera.<br />
Los adversarios del fenómeno bolivariano reducen sus<br />
análisis políticos a la verruga del Presidente, su rango militar,<br />
origen campesino y rasgos de zambo. Este reduccionismo<br />
simplón los lleva a creer que pueden salir por la vía<br />
rápida del jefe del Estado. Ciertamente, en 2002 creyeron<br />
84<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
firmemente en sus <strong>con</strong>signas de “vete ya” y “renuncia ya”.<br />
La realidad los golpeó duro, pero no aprendieron la lección.<br />
No podían y, en el fondo, se negaban a aceptar la<br />
realidad, reducida también a sus deseos.<br />
No aprenden porque son tercos. Y son tercos porque son<br />
torpes. El fracaso de un golpe exitoso —11 de abril de 2002—<br />
debió enseñarles que no se trataba de un simple asunto de<br />
un hombre alzado <strong>con</strong> el poder. No aprendieron nada. La<br />
aplastante derrota del colosal sabotaje petrolero fue otra lección<br />
<strong>con</strong>tundente. Volvieron a racionalizar su aparatoso fracaso<br />
y a reducirlo a “las ambiciones del autócrata”.<br />
Los historiadores de la derecha, que pudieron orientar a<br />
sus correligionarios, se dejaron llevar por sus bajas pasiones<br />
políticas, envidias y odios personales. Así las cosas, no había<br />
diferencia en las reacciones del almidonado académico de la<br />
historia y el fanático de la plaza Altamira que le provocó la<br />
muerte a puntapié a la pintora Elsa Morales. La oposición,<br />
en una encrucijada histórica, estaba huérfana de luz.<br />
Lo que es peor, sigue a oscuras y dando tumbos, entre<br />
arrebatos abstencionistas y sueños explosivos de salidas<br />
terroristas o una acariciada invasión yanqui. En el supuesto<br />
de que se <strong>con</strong>cretara una de estas opciones violentas<br />
y trágicas, sólo interrumpirían al proceso bolivariano<br />
por uno o varios años, pero el mismo volvería <strong>con</strong> mayor<br />
fuerza, como el sandinismo en Nicaragua. O mejor, como<br />
Tupac Katari, vuelto millones.<br />
En cambio, de llegar a aceptar la in<strong>con</strong>testable realidad<br />
de que el chavismo llegó para quedarse un rato largo<br />
—mínimo, medio siglo— esta oposición podría trazar una<br />
estrategia <strong>con</strong> posibilidades de éxito. Sin embargo, frente<br />
al fanatismo que la posee y ofusca, esto es como pedirle<br />
peras al microondas.<br />
85
Obsesión<br />
Earle Herrera<br />
Cuando la oposición empiece a liberarse de Chávez, en<strong>con</strong>trará<br />
la senda de su propia realización. Mientras<br />
esto no ocurra, seguirá atrapada en el círculo vicioso de un<br />
patológico chavismo al revés. Después de los últimos aguaceros,<br />
se creyó que el infantilismo antichavista había tocado<br />
a su fin. Pues mira que no y, lo peor, <strong>con</strong>tinúa arraigado<br />
en las capas más ilustradas del oposicionismo lustrado.<br />
Aquella vieja <strong>con</strong>signa de que “Chávez los tiene loco”<br />
se creía y pensaba superada para siempre. No obstante,<br />
la misma parece cobrar inusitada vigencia de tiempo en<br />
tiempo, como las aves migratorias o los insectos cíclicos.<br />
Sucede que los intelectuales opositores arrancan cada<br />
nuevo año <strong>con</strong> una serie de artículos, algunos muy sesudos,<br />
pero todos absolutamente predecibles por su idéntico<br />
desenlace. Pueden tratar de las fases lunares, la comestología<br />
pura o la filosofía de la ciencia, sin embargo, todos<br />
<strong>con</strong>cluyen aludiendo al comandante Chávez. Es una cosa<br />
loca, extraña y <strong>con</strong>trastable.<br />
Toma tú el escrito de un pensador oposicionista —valga<br />
el oxímoron— y zambúllete en su lectura por interés<br />
temático o por lo que sea. El autor te llevará por el rosario<br />
de crímenes de los ayatolas de Irán durante la guerra <strong>con</strong><br />
Irak. Hará análisis, pescará teorías y arribará a <strong>con</strong>clusiones<br />
categóricas sobre las largas guerras del Medio Oriente.<br />
Cuando tu interés es mayor, en un giro mortal o una<br />
maroma dialéctica, el historiador oposicionista <strong>con</strong>cluirá,<br />
faltaba más, que la culpa de aquella guerra y aquellos crímenes<br />
recaen sobre Hugo Rafael Chávez Frías. Lanzo mis<br />
cartas sobre la mesa.<br />
86<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Otra intelectual, quien descubrió en Manuel Rosales<br />
una mezcla de Oscar Wilde <strong>con</strong> Bernard Shaw, se dispara<br />
un acucioso artículo sobre la ejecución en la horca de<br />
Saddam Hussein. Critica a la sociedad iraquí que, otrora,<br />
aplaudió al dictador. Recuerda sus crímenes, los enumera.<br />
Cuestiona a la misma sociedad que lo ahorca. Para<br />
nada habla del país que subvencionó la agresión de Saddam<br />
<strong>con</strong>tra Irán, misma potencia que proporcionó las<br />
armas químicas para que las lanzara <strong>con</strong>tra los kurdos.<br />
Saca a Saddam de sus manejadores y financistas gringos<br />
y lo termina colocando en Venezuela, ¿al lado de quién?<br />
Pues de Hugo Rafael Chávez Frías. Recojo el doble seis.<br />
Son historiadores, periodistas, profesores, e<strong>con</strong>omistas,<br />
en fin, eruditos de oposición cuyos artículos y ensayos, todos,<br />
luego de un encabezamiento impresionante y un desarrollo<br />
argumentativo impecable, se desbaratan en dicterios,<br />
comparaciones y alaridos <strong>con</strong>tra el presidente Chávez. Estos<br />
intelectuales, en el fondo, piensan que se la comen, que<br />
han logrado alimentar y aumentar el antichavismo. Subestiman<br />
o desprecian la inteligencia de sus propios lectores,<br />
excepto por supuesto, de los que ya están irreversiblemente<br />
disociados y son los que para nada necesitan que les inyecten<br />
más antichavismo sobre su ya saturado antichavismo.<br />
Estos pensadores oposicionistas —valga la <strong>con</strong>tradicción<br />
en el seno del pueblo— son personas inteligentes, algunos<br />
incluso han perpetrado uno que otro libro. Están <strong>con</strong>vencidos<br />
de que todo cuanto escriban se <strong>con</strong>vertirá en teoría,<br />
ley, axioma. Lanzan sobre las computadoras unas cuantas<br />
frases pedantescas y luego las revierten <strong>con</strong>tra su fijación<br />
mental, esto es, el presidente Chávez. Piensan que el resto<br />
de la sociedad comprará sus deslumbrantes genialidades y,<br />
sobre todo, su cotizada obsesión antichavista. Los medios<br />
de la oposición les alimentan esa fijación rojita.<br />
87
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
IváN lIRA<br />
——————————————————<br />
Pintor. Caricaturista: “Me dedico <strong>con</strong> igual empecinamiento a la pintura, al<br />
dibujo, a la caricatura, a la narración gráfica, al cartelismo, a la ilustración<br />
editorial y otros géneros de las artes visuales que comparten entre sí ciertas<br />
características, pero que tienen, también, grandes diferencias”.<br />
89
Iván Lira<br />
90<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
91
Iván Lira<br />
92<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
AUGUSTO HERNáNdEz<br />
Método<br />
para el aplauso<br />
opositor<br />
——————————————————<br />
Augusto Hernández • Premio Nacional de Periodismo, mención Opinión.<br />
Autor del libro Sólo para adúlteros. Participó también en el libro:<br />
Contragolpe del <strong>humor</strong>. Ha trabajado en programas de <strong>humor</strong> en la<br />
radio: "Kun fu de Noticias". "Juego de palabras".<br />
93
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Agitadores y propagandistas<br />
La tercera línea estratégica de acción política proclamada<br />
en fecha reciente por el líder máximo del proceso<br />
revolucionario, en el PSUV, <strong>con</strong>siste en “Convertir el<br />
Partido en un poderoso medio de propaganda, agitación y<br />
comunicación”.<br />
Según parece, la cosa es <strong>con</strong>migo. Desde mis tiempos<br />
juveniles muchas personas me tildan malintencionadamente<br />
como “agitador”. Por entonces el término “propaganda”<br />
se utilizaba para promover ideas políticas subversivas<br />
o actos reñidos <strong>con</strong> la moral y las preferencias electorales<br />
de gente políticamente moderada.<br />
La agitación era algo que hacían los encapuchados y la<br />
propaganda se <strong>con</strong>sideraba pecaminosa, pues la palabra<br />
estaba reservada para publicitar ideas comunistas o de<br />
sus compañeros de ruta.<br />
Por esas cosas de la vida, tras saborear actividades provechosas<br />
como iniciar estudios de Derecho o incursionar en<br />
el servicio exterior, terminé como propagandista. Eso comprueba<br />
que no se ha hecho la miel para la boca del asno.<br />
95
Augusto Hernández<br />
Naturalmente, la actividad del propagandista no solo<br />
debe ser gratuita, sino <strong>con</strong>lleva jornadas de labores voluntarias<br />
que jamás son compensadas ya que no se <strong>con</strong>sideran<br />
trabajo propiamente dicho y se supone que uno las desempeña<br />
por el mero placer de sembrar el caos y el terror.<br />
La versión neoliberal de quien hace propaganda se denomina<br />
publicista, acompañada por las menciones “gerente<br />
de publicidad”, “ejecutivo de cuenta”, “creativo” y<br />
otros títulos similares. El negocio publicitario implica el<br />
cobro de sueldos más comisiones de venta, regalías, bonos<br />
y tajadas del beneficio total. Además, incluye gastos de relaciones<br />
públicas y dinero para los sobornos de rigor.<br />
Desde la irrupción de Hugo Chávez en la política, el<br />
4/2/1992, he sido, junto <strong>con</strong> numerosos colegas, propagandista,<br />
agitador y comunicador de ideas revolucionarias<br />
a tiemplo completo. A veces he pensado que se podían<br />
organizar brigadas comunicacionales para unir esfuerzos,<br />
utilizar medios poco accesibles, homogeneizar los mensajes<br />
y llegar a quienes no <strong>con</strong>fían en la revolución, en vez de<br />
predicar solo para los creyentes.<br />
Por desgracia, aparte del propio Chávez, son pocos los<br />
comunicadores que disponen de espacios y patrocinio oficial<br />
para publicitar el proceso y, a la vez, <strong>con</strong>tar <strong>con</strong> un<br />
sustento mínimo.<br />
Tal parece que, ante una brigada de tanques, preferimos<br />
tener un gentío armado <strong>con</strong> piedras en vez de una<br />
batería de misiles <strong>con</strong> municiones verbales apropiadas.<br />
Junto a las pintas y repartición de volantes deberíamos<br />
<strong>con</strong>quistar cada espacio posible en prensa, radio y televisión,<br />
<strong>con</strong> el respaldo de organismos o anunciantes adeptos<br />
al proceso.<br />
96<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La talanquera al revés<br />
Los temores del Presidente Chávez de ser traicionado<br />
por alguno de sus adeptos recién electo a la Asamblea<br />
Nacional impulsaron una serie de medidas que, a la luz de<br />
las circunstancias actuales, pudieran lucir un pelín exageradas.<br />
De entrada, la nueva bancada oficialista <strong>con</strong>stituye una<br />
especie de “quién es quién” del alto perraje gubernamental<br />
y partidista. Lo de alto perraje lo menciono para no<br />
hacer uso de términos que pudiesen <strong>con</strong>siderarse peyorativos,<br />
tales como “aristocracia revolucionaria”. Consultados<br />
al respecto algunos <strong>con</strong>ocedores, el <strong>con</strong>senso es que<br />
la lista de diputados del PSUV representa lo más granado<br />
de los gabinetes anteriores, lo cual resulta curioso, pues es<br />
como si Chávez no quisiera reinsertarlos en sus antiguos<br />
ministerios, cosa tan natural que se <strong>con</strong>sideraba un pasatiempo<br />
presidencial.<br />
El asunto es tan notorio que hay quienes opinan que<br />
Chávez designó diputados a quienes debían ser ministros<br />
y, en cambio, llenó el Gabinete Ejecutivo <strong>con</strong> candidatos<br />
más adecuados para ser parlamentarios.<br />
Si a ver vamos, hay quienes no se explican cómo los ex<br />
ministros de Educación, Héctor Navarro y Aristóbulo Isturiz,<br />
quedaron fuera del mencionado despacho mientras<br />
una ministra reciente aparecía en entrevistas de televisión<br />
<strong>con</strong> aspecto de maestra preescolar dispuesta a dar sus primeras<br />
lecciones.<br />
Sin embargo, según los entendidos, el error más garrafal<br />
<strong>con</strong>siste en haber impulsado una Ley Contra el Salto de<br />
97
Augusto Hernández<br />
Talanquera que tiene el defecto de <strong>con</strong>siderar que la cosa<br />
solo puede ser de aquí para allá, o sea, del gobierno a la<br />
oposición, y no al revés.<br />
Al hacer <strong>con</strong>sultas se <strong>con</strong>sideró que Chávez no tomó en<br />
cuenta su poder de persuasión que, cuando le da la gana,<br />
lo capacita para que Juan Manuel Santos lo trate de pana<br />
burda.<br />
Así pues, durante su discurso en la Asamblea, en apenas<br />
siete horas de palabreo, se pudieron apreciar ciertas fisuras<br />
en el bloque de la MUD. Naturalmente, María Corina<br />
Machado no dejó escapar nada que pareciera una sonrisa<br />
y mantuvo los dientes apretados a lo largo del mensaje.<br />
Chávez, sin embargo, como buen estratega militar, se<br />
coló por la retaguardia y puso en tres y dos a Hiram Gaviria,<br />
quien mostró debilidad. Otro tanto ocurrió <strong>con</strong> el<br />
diputado Caldera, que aplaudió mientras sus compañeros<br />
se cruzaban de brazos. Por su parte, el sindicalista Alfredo<br />
Ramos también reveló flancos débiles, mientras su antiguo<br />
compinche, Andrés Velázquez, tuvo gestos titubeantes.<br />
Los expertos <strong>con</strong>sideran que algunos opositores no<br />
aguantarían dos pedidas si Chávez les echara encima toda<br />
la caballería.<br />
98<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La calentera mundial<br />
El cólera, por lo visto, llegó a los pueblos del norte de<br />
África y, comenzando por Túnez, saltó las fronteras<br />
hasta poner a los gobernantes más veteranos a pegar unas<br />
carreras que no se veían desde hace muchos años en la<br />
tierra de las pirámides y los países del vecindario.<br />
Por cierto, no se trata del cólera haitiano, metido de<br />
<strong>con</strong>trabando en la República Dominicana para infectar a<br />
los 400 venezolanos <strong>con</strong> más cachet (y <strong>con</strong> más cash), que<br />
asistieron a una boda de postín en el exclusivo sector de<br />
La Romana. A esa misma localidad, segregada y libre de<br />
nativos, <strong>con</strong>currieron poco después los Bush, padre e hijo,<br />
a dejarse adular por “hispánicos” de la calaña de Uribe<br />
Vélez y Chemaría Aznar, huéspedes de Gustavo Cisneros,<br />
que colecciona ex presidentes por si acaso les toca repetir<br />
o poner a sus retoños, lo que reporta buenos dividendos.<br />
El asunto es que las poblaciones árabes se cansaron de<br />
ver las mismas caras en gobiernos que quizás alguna vez<br />
fueron revolucionarios y antiimperialistas, pero que poco<br />
a poco saltaron la talanquera que los separaba de los compinches<br />
de Israel. Entonces, como en el cuento del rey desnudo,<br />
de repente los ciudadanos sintieron la necesidad de<br />
recobrar la soberanía <strong>con</strong>culcada, de salir del atraso que<br />
los afecta en diversos aspectos y grados, dependiendo de<br />
los ingresos per cápita y la forma como los monopolizan<br />
desde las esferas del poder.<br />
La ira popular islámica no se limitó al reclamo <strong>con</strong>tra<br />
los antiguos regímenes progresistas, pues tienen en salsa<br />
a Bahrein, cuyo emir hace poco se ascendió a rey, así como<br />
99
Augusto Hernández<br />
a Kuwait, otro emirato petrolero, lo mismo que el sultanato<br />
de Omán, donde tienen las barbas en remojo.<br />
Casi al unísono los pueblos árabes experimentan sed<br />
de cambios para mejorar su <strong>con</strong>dición, pero no son ellos<br />
nada más los involucrados en protestas multitudinarias.<br />
En Grecia, las manifestaciones y huelgas han sido de todos<br />
los tamaños. En países menos meridionales, como<br />
la apacible Islandia, los ciudadanos perdieron la frigidez<br />
frente a las autoridades e hicieron dimitir al gobierno,<br />
nacionalizaron los bancos y están redactando la nueva<br />
Constitución.<br />
Curiosamente, el repudio al FMI y sus políticas neoliberales<br />
es universal. Por otra parte, jamás se habían visto,<br />
simultáneamente, tantos gobernantes mediocres. Comenzando<br />
por Obama, le sigue el Premier británico, cuyo<br />
nombre casi nadie <strong>con</strong>oce. En Francia, Sarkozy luce como<br />
un enano mental al lado del legendario De Gaulle. Italia<br />
no puede estar peor <strong>con</strong> Berlus<strong>con</strong>i, tracalero y otras cosas<br />
que mejor no digo.<br />
En el mundo sobran traficantes de influencias y faltan<br />
estadistas.<br />
100<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El Premio Nobel de la Guerra<br />
“La guerra es la paz”.<br />
G. Orwell, 1984<br />
Como es bien sabido el premio Nobel lo instituyó un<br />
exitoso empresario escandinavo que desarrolló el explosivo<br />
más poderoso <strong>con</strong>ocido hasta la fecha y <strong>con</strong> variadas<br />
aplicaciones. Éstas incluyen usos tan prácticos como<br />
el de volar o <strong>con</strong>vertir en añicos las rocas inmensas que<br />
hasta entonces debían removerse <strong>con</strong> picos, palas y otras<br />
herramientas que implicaban enorme trabajo en la minería<br />
o la <strong>con</strong>strucción de carreteras y otras labores reservadas<br />
para esclavos, presos y demás enemigos del sistema.<br />
Sin embargo, como es natural, el uso más práctico para<br />
la dinamita fue como componente principal de las bombas<br />
y otros artefactos explosivos empleados por los militares<br />
para hacer trizas a las tropas enemigas y a cualquier<br />
persona que se atravesara en el camino, lo que pasó a <strong>con</strong>ocerse<br />
en la terminología castrense anglosajona como<br />
“daño colateral”.<br />
Así, pues, el señor Alfred Nobel fue un afortunado beneficiario<br />
de los <strong>con</strong>flictos bélicos, actividad que estuvo<br />
tan de moda poco después de sus años de labores como<br />
inventor, que estallaron dos de ellos casi seguidos y <strong>con</strong><br />
características de guerras mundiales.<br />
Como cosa curiosa el Premio Nobel, adjudicado por<br />
las academias suecas tras sesudas y minuciosas investigaciones<br />
a los científicos o investigadores más destacados<br />
en materias como Física, Química, Medicina, E<strong>con</strong>omía y<br />
Literatura, no incluyó una categoría donde figuraran los<br />
101
Augusto Hernández<br />
principales usuarios de la dinamita, es decir, los compradores<br />
del producto que servía para financiar los mencionados<br />
lauros.<br />
Esto resulta tan injusto como si en los acreditados premios<br />
del Festival de Viña del Mar no se mencionara a los<br />
autores de las canciones ganadoras, sino solo a los cantantes<br />
o intérpretes.<br />
Para colmo de injusticia se instituyó un Premio Nobel<br />
de la Paz, como si los pacifistas no fueran los más empedernidos<br />
oponentes al uso de la dinamita en su <strong>con</strong>dición<br />
de herramienta para exterminar seres humanos. Se trata<br />
de un atentado <strong>con</strong>tra la propia existencia del Premio<br />
Nobel, pues si se acabaran los motivos para emplear la dinamita<br />
como un pesticida global la fundación del premio<br />
se habría quedado sin fondos.<br />
Visto el asunto desde su justa perspectiva lo lógico sería<br />
que existiera un Premio Nobel de la Guerra como justa<br />
compensación para quien haya impulsado el empleo de<br />
mayor cantidad de explosivos, incluyendo la dinamita y<br />
otras variedades que seguramente forman parte del legado<br />
del señor Nobel.<br />
En caso tal, el premio a Barack Obama estaría plenamente<br />
justificado. Quizás por eso se lo hayan dado.<br />
102<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Por un puñado de dólares<br />
Según El País (España), “el vicepresidente de Acción<br />
Democrática, Víctor Bolívar, y otros directivos del<br />
partido pidieron financiación y favores a Estados Unidos<br />
en reuniones <strong>con</strong> funcionarios norteamericanos, según un<br />
cable de la embajada norteamericana en Caracas”. Cuando<br />
los funcionarios norteamericanos trataron de cambiar el<br />
tema de la <strong>con</strong>versación, los políticos venezolanos reiteraron<br />
la demanda en inglés (we want money, cash, dollars,<br />
green bills. – exigieron los adecos), según parece que informó<br />
el ex embajador William Brownfield en el 2006. “Si<br />
la petición fracasaba <strong>con</strong> un funcionario, era planteada a<br />
otro”.<br />
De acuerdo <strong>con</strong> un informe revelado por Wikileaks, el<br />
embajador Brownfield habría descalificado al secretario<br />
general de AD, Henry Ramos Allup, expresando que “no<br />
tiene imaginación, es fanfarrón e, incluso, repelente. En<br />
lugar de buscar la unidad (<strong>con</strong>tra Chávez), insulta a los<br />
representantes de los otros partidos”.<br />
Entre los insultos proferidos por el imprudente adeco<br />
figuran: “maripositas (little butterflies), ranas saltarinas<br />
(jumping frogs) y petimetres (gay dressers).”<br />
Además, como exclusiva periodística obtuvimos la grabación<br />
del siguiente diálogo en la recepción de la Embajada<br />
de los Estados Unidos en Caracas:<br />
“Buenos días, vengo a entrevistarme <strong>con</strong> el <strong>con</strong>sejero<br />
político”. “¿Usted tiene una cita?”. “No, pero soy su fan<br />
number one del Democratic Action Party de Venezuela,<br />
cien por cien obamaniático”.<br />
103
Augusto Hernández<br />
“Sin previa cita no lo va a recibir, de todas maneras dígame<br />
su nombre para preguntar”.<br />
“Soy el ex diputado Peter Paul Alcántara, miembro del<br />
Political Bureau, y comisionado del cogollo, o sea, de los<br />
king makers, para pasar la raqueta”.<br />
El funcionario de la embajada habla por un intercomunicador<br />
y, tras colgar, se dirige al visitante… “El <strong>con</strong>sejero<br />
político no lo puede recibir y le informa que saldrá de viaje<br />
por varios días sin fecha cierta de regreso”.<br />
“¿Usted le dijo que era su amigo Peter Paul, el ex diputado<br />
y encargado de la censorship de El Nacional newspaper?”<br />
“El <strong>con</strong>sejero dijo que lo <strong>con</strong>oce muy bien y por eso no<br />
lo puede recibir ahora.”<br />
“Y no le mencionó nada sobre las becas, las fellowships,<br />
que le solicité y acerca de las visas que me ofreció<br />
tramitar?”<br />
“No, nada de eso. Me informó que las ayudas para adecos<br />
se acabaron por este año y no puede <strong>con</strong>seguirle visas<br />
para el agente especial Mazuco, y el licenciado Nixon Moreno<br />
deberá solicitar la visa como cónyuge o prometido<br />
de la señorita Poleo, que ya posee la green card como residente”.<br />
“ Impossible!… We will come back. … I want to be in<br />
America… Yes we can!!!”<br />
“Sorry, no can do”.<br />
104<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Revelaciones<br />
de la computadora de Reyes<br />
La computadora del comandante guerrillero Raúl<br />
Reyes, certificada por los militares de Colombia y por<br />
un funcionario de la Interpol, ha sido la fuente de datos<br />
<strong>con</strong>fidenciales más productiva de la historia.<br />
En realidad no se sabe si se trata de varias “laptops”<br />
portátiles dotadas de memorias ampliadas. Por el momento<br />
diversas empresas ofrecen jugosos <strong>con</strong>tratos al<br />
Secretariado de las FARC si se mencionan sus marcas; el<br />
asunto se está analizando <strong>con</strong> cuidado.<br />
Otros dicen que Raúl Reyes operaba un enlace satelital<br />
que le permitía <strong>con</strong>ectarse a una supercomputadora<br />
de alta tecnología, como la que emplea la Agencia Nacional<br />
de Seguridad gringa (NSA), que se encarga de encriptar<br />
y/o descifrar las comunicaciones en clave, tanto de<br />
sus adversarios como de sus aliados y cualquier mensaje<br />
sospechoso que venga del más allá. Señalan que, además,<br />
estaba <strong>con</strong>ectada <strong>con</strong> el telescopio orbital Hubble y algunos<br />
satélites no identificados.<br />
Las “compus” del comandante guerrillero han suministrado<br />
material para las más variadas especulaciones.<br />
Ni siquiera los centenares de miles de informes de Wikileaks<br />
se le comparan y eso que apenas <strong>con</strong>ocemos la punta<br />
del iceberg.<br />
El volumen de dicha información es tan prodigioso que<br />
tras varios años sigue dando “tubazos” de importancia<br />
para la defensa del modo de vida neoliberal. En estos días<br />
un instituto inglés, que como tal merece credibilidad, rev-<br />
105
Augusto Hernández<br />
eló la promesa de Hugo Chávez de proporcionarle $300<br />
millones a las FARC a cambio de diversas barrabasadas.<br />
Lo mejor del caso es que la dichosa computadora también<br />
formula predicciones cabalísticas al estilo de las profecías<br />
de Nostradamus.<br />
Hasta el momento se ha determinado que <strong>con</strong>tiene en<br />
alguna parte la fórmula para curar el sida y los secretos de<br />
la expansión o <strong>con</strong>tracción del universo (teorías del Big<br />
Bang y la Gran Chupada). El Código Da Vinci figura entre<br />
sus archivos, así como lo relativo al asesinato de J. F.<br />
Kennedy.<br />
Hay quienes <strong>con</strong>sideran que no es una computadora,<br />
sino un Aleph, como el descrito por Jorge Luis Borges.<br />
Otros mencionan un hueco negro que <strong>con</strong>ecta <strong>con</strong> un universo<br />
paralelo, de donde Gabriel García Márquez sacó los<br />
datos para Cien años de soledad, pues el brujo Melquíades<br />
le <strong>con</strong>tó dicha historia en un viaje que hizo a Barranquilla<br />
viniendo del otro lado.<br />
Dícese que en la computadora aparece la hora en que<br />
mataron a Lola y revela quién fue que mató a Consuelo.<br />
Naturalmente, se <strong>con</strong>sidera que Cervantes extrajo de ahí<br />
El Quijote, lo mismo que los cuentos de Las mil y una noches<br />
que le <strong>con</strong>tó Sherezada al Sultán engorilado.<br />
Lo que sí se sabe a ciencia cierta es que no mienten ni<br />
exageran.<br />
106<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los chulos sistémicos<br />
emigran a Bogotá<br />
El intercambio poblacional está funcionando como<br />
nunca lo soñó la aristocracia cachaca. Los pobres de<br />
Colombia, los desplazados, hambrientos y desarraigados<br />
transitan por los caminos verdes y trochas que se adentran<br />
en Venezuela; mientras tanto nuestra alta sociedad<br />
civil despega de Maiquetía en vuelos comerciales o privados,<br />
surcando las nubes rumbo a Bogotá.<br />
Ambos <strong>con</strong>tingentes huyen de sus sitios de origen. Se<br />
calcula que como mínimo cuatro millones de colombianos,<br />
quizás cinco, algo así como el 10% del total de la población<br />
de la “hermana república”, abandonan sus poblaciones<br />
campesinas o costeras, acosados por la guerra intestina,<br />
el hampa, el narcotráfico y la falta de trabajos.<br />
Los emigrantes venezolanos son los sifrinos criollos, la<br />
clase media alta que teme la expropiación de los campos<br />
de golf cercanos a sus residencias, en especial la méritocracia<br />
de la industria petrolera, o lo que quedó de ella<br />
luego del golpe de Estado y la huelga insurreccional entre<br />
el 2002 y el 2003. Además, figuran profesionales jóvenes<br />
y gerentes que no soportan la exclusión de las esferas del<br />
poder político y las nuevas trabas para acceder al tráfico<br />
de influencias.<br />
La emigración de los colombianos pobres se inició hace<br />
varias décadas y acarrea múltiples beneficios para aquel<br />
gobierno. 1) Se libran de los marginados a quienes no<br />
pueden alimentar, educar y garantizarles la salud adecuada.<br />
2) Se los endosan al Gobierno venezolano para que los<br />
107
Augusto Hernández<br />
atienda a sus expensas. 3) Reciben las remesas en divisas<br />
extranjeras que éstos envían para auxiliar a sus familias.<br />
La cosa parecía una jugada maestra para menoscabar<br />
la prosperidad venezolana, sin posibles respuestas o <strong>con</strong>tragolpes<br />
del otro lado hasta que se inició el éxodo de la<br />
alta clase media nacional. Parece mentira y hasta da lástima<br />
que sean tan inocentes y <strong>con</strong>fiados.<br />
Los colombianos reciben a los emigrantes como si en<br />
realidad hubieran creado alguna riqueza en este país, sin<br />
recurrir a sobornos, negocios chimbos y al derroche de los<br />
recursos del Estado.<br />
La oligarquía cachaca supone, por ejemplo, que Luis<br />
Giusti y Humberto Calderón Berti fueron eficientes gerentes<br />
petroleros, capaces de dirigir las empresas del ramo.<br />
Nadie les ha dicho que regalaron el petróleo a $ 7 el barril<br />
y terminaron como asesores gringos.<br />
Con expertos así podrían quedar en la carraplana.<br />
En cuanto a los demás, cómo serán sus niveles de inteligencia<br />
que se van a Bogotá a comprar las obras de Cruz<br />
Diez que pudieron adquirir a menor precio en Caracas, sin<br />
pagarle comisiones a un intermediario.<br />
108<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Si se inicia el remate gringo<br />
Una cesación de pagos o “default” es como el “forfeit”<br />
que se aplica cuando en el terreno deportivo un equipo<br />
no se presenta a cumplir sus compromisos. El “default”<br />
implica que los acreedores se quedarán esperando en vano<br />
que se presente el deudor <strong>con</strong> un cheque de gerencia o <strong>con</strong><br />
varios camiones blindados repletos de barras de oro o, en<br />
su defecto, de platino.<br />
En los Estados Unidos los expertos en cobros al brinco<br />
rabioso determinaron que el 2 de agosto de 2011 era la fecha<br />
límite para que el gobierno que preside Barack Obama se<br />
bajara de la mula <strong>con</strong> los pagos del gasto público. En tales<br />
casos los gringos no tienen piedad <strong>con</strong> la miseria y, sea quien<br />
sea el deudor, no puede salir <strong>con</strong> excusas babosas como alegar<br />
que se le murió la abuela o que tiene una hijita enferma.<br />
La estructura financiera del sistema se basa en la inflexibilidad<br />
del cobro, pues negocios son negocios y lo demás es<br />
pupú de perro. El meollo del modo de vida norteamericano<br />
estriba en que la avaricia no solo no <strong>con</strong>stituye un pecado<br />
capital, sino que es la <strong>con</strong>ducta más apropiada para<br />
reunir el capital destinado a iniciar cualquier empresa.<br />
Durante los prósperos y dinámicos gobiernos de los Bush,<br />
padre e hijo, cuando las amenazas de guerras estaban en<br />
pleno apogeo y se podía anticipar que la armada, los marines<br />
y la fuerza aérea gringa iban a desguazar a cualquier<br />
país que se pusiera flamenco, el Congreso <strong>con</strong>trolado por<br />
los republicanos no lo pensaba dos veces para subir los<br />
niveles del endeudamiento gubernamental. Total, ¿qué<br />
negocio más seguro que una guerra <strong>con</strong>tra un país tercermundista<br />
y <strong>con</strong> petróleo de sobra en el subsuelo?<br />
109
Augusto Hernández<br />
Por su parte, los militares estadounidenses tenían la<br />
delicadeza de no bombardear demasiado las instalaciones<br />
industriales, para que la Halliburton o la empresa<br />
designada pudiera reiniciar operaciones <strong>con</strong> el mínimo<br />
de gastos.<br />
Naturalmente, no se podían evitar ciertos daños como<br />
la destrucción de la Biblioteca de Bagdad, repleta de objetos<br />
de valor sentimental como fragmentos del Código de<br />
Hammurabi y demás peroles de la época de Matusalén u<br />
otro vejestorio parecido.<br />
Lo que debe entender Obama es que resulta necesario<br />
iniciar una guerra productiva a la brevedad posible.<br />
De lo <strong>con</strong>trario tendrían que empezar a subastar la parafernalia<br />
militar. En tal caso, sería <strong>con</strong>veniente que el<br />
Presidente Chávez intente comprar varios portaaviones<br />
que emplearíamos para subsanar las fallas eléctricas.<br />
Con uno en el lago de Maracaibo, otro en Pampatar y uno<br />
más en el Orinoco, se le daría luz a media Venezuela. Además,<br />
servirían para instalar canchas de fútbol o <strong>con</strong>sultorios<br />
de Barrio Adentro.<br />
110<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El país de la libertad<br />
Érase una vez un poderoso imperio obcecado por la libertad.<br />
La estatua de la Libertad flameaba su antorcha<br />
frente a la Bolsa de Valores, admirada por especuladores<br />
de todo el mundo.<br />
Sus órganos de gobierno eran libres, sus empresas respetaban<br />
el libre mercado y los ciudadanos tenían libertad<br />
para hacer cuanto quisieran, siempre que no empañaran<br />
el ambiente libertario.<br />
Cualquier persona estaba en libertad de portar armas,<br />
exceptuando artefactos <strong>con</strong> posibles usos subversivos,<br />
como celulares y computadores portátiles, restringidos<br />
por normas antiterroristas.<br />
Por lógica, el principal producto de exportación era la<br />
libertad. Sus gobernantes y las agencias de inteligencia<br />
a su servicio vigilaban el planeta para determinar dónde<br />
debían instalar gobiernos libres y amistosos, basados en<br />
los principios de la <strong>con</strong>ducta libérrima, suponiendo que<br />
estuvieran preparados para ello.<br />
Al efecto, los libertadores arrasaban al país beneficiado<br />
<strong>con</strong> un apabullante despliegue militar, utilizando humanitarias<br />
bombas solo-mata-gente. Éstas no destruían las<br />
instalaciones industriales necesarias para implantar un<br />
Tratado de Libre Comercio.<br />
En algunos casos era innecesario recurrir a la invasión,<br />
pues los gobernantes del país a ser liberado se apresuraban<br />
a colaborar, cediéndoles bases militares donde podían<br />
operar a su capricho, poniendo bajo su mando a los soldados<br />
aborígenes.<br />
111
Augusto Hernández<br />
Éstos se ocupaban de reprimir la resistencia local, generalmente<br />
impulsada por un sedicente Frente para la Liberación<br />
Nacional no autorizado por los libertadores.<br />
Tales movimientos anárquicos eran terroristas opuestos<br />
al libre mercado, a la libertad de prensa y otras libertades<br />
esenciales.<br />
Naturalmente, el mandatario del imperio de la libertad<br />
recibía por tradición el premio Nobel de la Paz y lo celebraba<br />
invadiendo algún país para impedir que <strong>con</strong>struyera<br />
armas de destrucción masiva de fabricación doméstica,<br />
que no fueran vendidas por el <strong>con</strong>glomerado industrial<br />
militar que aportaba artefactos para la libertad.<br />
Así operaba la liberación del mercado.<br />
112<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Espías, soplones y traidores<br />
Espías gringos, lo que se llama espías, <strong>con</strong> cargo oficial<br />
y licencia para matar, hay muy pocos. Claro que algunos<br />
tercios de la oposición, pecando de parejeros y para<br />
impresionar a los más crédulos, de repente anuncian:<br />
“Luis Giusti es agente de la CIA”.<br />
Lamentablemente, para ser agente de la CIA hay que<br />
ser gringo, WASP (blanco, anglosajón, protestante) y <strong>con</strong><br />
pedrigrí de ultraderechista. Por lo general, los reclutan en<br />
ciertas instituciones donde el anticomunismo es proverbial,<br />
como la universidad católica de Notre Dame, pues<br />
los jesuitas o los miembros del Opus Dei califican como si<br />
fueran protestantes.<br />
Luis Giusti, el ex presidente de Pdvsa, podría figurar<br />
como traidor a su patria o, dicho en gringo, “turncoat”,<br />
que son los tercios que cambian de bando. Lo difícil es<br />
determinar cuándo comenzó la traición, pues todo indica<br />
que ya en Pdvsa era un empleado de las transnacionales<br />
extranjeras.<br />
Para ser espía colombiano la cosa es más sencilla, como<br />
lo vimos en ciertos documentos que divulgó el titular del<br />
MPP para Interior y Justicia. Basta <strong>con</strong> pertenecer a la<br />
Dirección de Contrainteligencia del DAS y tener un número<br />
asignado. En Venezuela hay espías colombianos como<br />
arroz saborizado. Algunos son “topos”, incrustados en el<br />
gobierno en cargos importantes, donde actúan <strong>con</strong> gran<br />
sigilo. Otros son agentes reclutadores, que andan <strong>con</strong><br />
pacas de dólares sobornando funcionarios criollos que se<br />
prestan para brindarles informaciones delicadas. Tam-<br />
113
Augusto Hernández<br />
bién tenemos narcoparamilitares reubicados de los barrios<br />
colombianos de nuestras metrópolis, <strong>con</strong> el encargo<br />
de <strong>con</strong>trolar el narcotráfico e imponerse sobre los azotes<br />
de barrio. En este sentido, los sicarios cumplen una labor<br />
extraordinaria, sembrando el pánico en todas partes.<br />
Finalmente, están los soplones. Los de mayor jerarquía<br />
crean organizaciones como Venamchamb o diversas<br />
ONG al estilo de Súmate y la mayoría de las empresas<br />
encuestadoras que investigan tendencias del electorado,<br />
la situación del abastecimiento y otros aspectos que interesan<br />
a quienes desean que Venezuela quede en la carraplana.<br />
Algunos pagan por venderse y otros cobran lo<br />
que pueden.<br />
114<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Nuevos inventos venezolanos<br />
Como se sabe, estamos en el umbral de una década de<br />
avances para la humanidad, si es que logramos sobrevivir<br />
el recalentamiento global y demás catástrofes atmosféricas.<br />
En otros países experimentan <strong>con</strong> células madres<br />
para regenerar órganos o partes del cuerpo que se hayan<br />
dañado por accidentes o demasiado uso, lo que reducirá<br />
bastante los gastos médicos.<br />
En cuanto a los ingenieros aeronáuticos, éstos desarrollan<br />
un avión de superchorro que volará a 6 ó 7 veces<br />
la velocidad del sonido, acortando todas las distancias.<br />
En Venezuela no nos quedamos atrás. Mientras una<br />
parte de la ciudadanía se divertía en la Navidad o fin de<br />
año y ahora se prepara para disfrutar la Serie del Caribe<br />
seguida del Carnaval, otro sector investiga sin cesar los<br />
inventos más útiles para mejorar nuestra calidad de vida.<br />
Los científicos entrevistados por este columnista indicaron<br />
que en poco tiempo estarán listos los siguientes<br />
inventos:<br />
- Un grupo de estudio integrado por ingenieros en telecomunicaciones<br />
se encuentra a punto de descubrir la<br />
fórmula para que no se caigan las llamadas que hacen al<br />
programa “Aló Ciudadano”, la persona que llama tendrá<br />
tres segundos para decir su nombre e indicar en dónde<br />
se encuentra o le pegarán un corrientazo. Igualmente, la<br />
llamada se cortará de manera automática si el llamador<br />
intenta hablar bien del gobierno.<br />
115
Augusto Hernández<br />
- En ningún banco venezolano suspenderán la atención<br />
al público <strong>con</strong> la <strong>con</strong>sabida excusa de que “no hay<br />
línea”. Cada sucursal dispondrá de un novedoso aparato<br />
de emergencia que suministrará una línea de reserva en<br />
caso de que falle la principal.<br />
- Los científicos de cierto instituto están a punto de<br />
patentar un adminículo que permitirá a cualquier revolucionario<br />
escuchar “Aló, Presidente” mientras duerme. El<br />
mismo aparato permitirá oír una versión que resumirá<br />
todas los segmentos de interés para el oyente; a la vez,<br />
los hinchas de la música llanera o de las citas bolivarianas<br />
podrán escuchar los fragmentos dedicados a tales temas,<br />
sin necesidad de estar atentos durante 5 ó 7 hora.<br />
Son avances de la ciencia criolla.<br />
116<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los síntomas presidenciales<br />
Modestamente, creo que el presidente Chávez debería<br />
dejar el libro Así hablaba Zaratustra a un lado y estudiar<br />
el Kamasutra, si es que no la ha hecho todavía. Le<br />
garantizo que obtendría resultados en extremo positivos,<br />
sobre todo en lo que se relaciona <strong>con</strong> su <strong>con</strong>dición actual.<br />
De acuerdo a lo que me han dicho, el escritor Federico<br />
Nietzsche fue un filósofo alemán de esos que había que<br />
leer después de obtener un postgrado en lavativas tan<br />
complejas que solo otros investigadores de su mismo nivel<br />
podían apreciar, si es que alguno sufría de una <strong>con</strong>fusión<br />
cósmica o algo parecido. Inclusive hay quienes señalan<br />
que las lecturas de Nietzsche dieron origen a teorías que<br />
luego sirvieron de respaldo para alegar la supuesta superioridad<br />
racial pregonada por el nazismo.<br />
En todo caso, no hay <strong>con</strong>ocimientos inútiles, pues de alguna<br />
forma son utilizables, sobre todo en el caso de un estadista<br />
como el Presidente Chávez. Lo que pasa es que a Nietzsche y<br />
otros caballeros del mismo combo hay que leerlos preferiblemente<br />
antes de embarcarse en una lucha de carácter ideológico<br />
y no después, ya que pueden hacer que el capitán extravíe<br />
el rumbo por andar oyendo cantos de ballenas, como diría el<br />
filósofo que quiere regresar al Zulia, pero no se anima.<br />
En cambio, el Kamasutra <strong>con</strong>viene leerlo en plena<br />
juventud, aunque a cualquier edad resulta práctico para<br />
aprender ciertas posturas que fortalecen la circulación<br />
sanguínea y mejoran la respiración, entre otros beneficios.<br />
Dicen que se parece al yoga, pero en pareja.<br />
Por cierto, la enfermedad del presidente Chávez ha<br />
desatado un frenesí entre los hipo<strong>con</strong>dríacos, que andan<br />
117
Augusto Hernández<br />
recorriendo farmacias y hospitales como desesperados.<br />
De alguna, manera el malestar presidencial afecta a todos,<br />
revolucionarios u opositores, en particular a los mayores<br />
de 50 años, pero también a los más jóvenes que empiezan<br />
a sentir síntomas extraños.<br />
Quizás los médicos, o sea, el gremio en general, no esté<br />
muy <strong>con</strong>tento <strong>con</strong> el Primer Mandatario por el asunto de<br />
los aumentos salariales, pero ahorita le deben agradecer<br />
<strong>con</strong> toda el alma la epidemia de sustos que se ha desatado<br />
desde que anunció que le extrajeron un tumor encapsulado.<br />
Les puedo garantizar que en los <strong>con</strong>sultorios oncológicos<br />
hay colas como las de los bancos en día de pago,<br />
o al menos las secretarias tienen el cupo de <strong>con</strong>sultas agotado<br />
hasta el próximo mes, lo que significa que muchos<br />
médicos hicieron su agosto gracias a las preocupaciones<br />
provocadas por el malestar del líder revolucionario.<br />
Ya que estoy de entrometido me atreveré a opinar sobre<br />
otra cuestión que <strong>con</strong>sidero in<strong>con</strong>veniente para la recuperación<br />
del paciente presidencial, si es que se le puede<br />
llamar así. Considero que Hugo Rafael Chávez Frías debería<br />
olvidarse de la campaña electoral, al menos mientras<br />
no termine <strong>con</strong> la quimioterapia, que muchos definen<br />
como un remedio casi tan grave como la enfermedad.<br />
El comandante revolucionario tiene cierta tendencia a<br />
“coger casquillo” <strong>con</strong> algunas actitudes deliberadamente<br />
agresivas de ciertos opositores, lo cual no le hace ningún<br />
bien, pues cada disgusto se <strong>con</strong>vierte en un obstáculo que<br />
demora su curación.<br />
Por favor, Presidente, no caiga en provocaciones y permítanos<br />
responder adecuadamente los insultos, que para<br />
eso estamos.<br />
118<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El desamor por los banqueros<br />
Un banquero decente es algo así como una prostituta<br />
virgen. Teóricamente, la existencia del uno o la otra<br />
es posible aunque, en la práctica, alguien será despojado<br />
del dinero o del himen a las primeras de cambio.<br />
En todo caso, aún si no se produce el despojo, la imagen<br />
de una doncella virginal refocilándose <strong>con</strong> pericia<br />
impúdica resulta más procaz que la de una bicha fané y<br />
descangallada, términos que no mastico, pero tienen tufo<br />
a burdel.<br />
Por lo mismo un banquero que se diga decente resulta<br />
grotesco e hipócrita, al punto que sus colegas del hampa<br />
lo verán <strong>con</strong> gran des<strong>con</strong>fianza.<br />
La demostración de este aserto ocurrió hace pocos días<br />
cuando el presidente Chávez cruzó algunos epítetos <strong>con</strong><br />
el presidente del Banco Provincial en Venezuela, el cual,<br />
como se sabe, es una entidad financiera cuyas inversiones<br />
en España incluyen al gobierno y a la oposición.<br />
No bien terminó Chávez de jamaquear verbalmente<br />
al banquero hispánico cuando la televisión mundial y las<br />
agencias noticiosas se aprestaban a manipular una ola de<br />
airadas protestas de parte de los súbditos del rey Juan<br />
Carlos, <strong>con</strong>ocido por su grito destemplado <strong>con</strong>tra el mandatario<br />
revolucionario.<br />
Pero, hete aquí que pasaron los primeros minutos de la<br />
publicación noticiosa en los medios de comunicación de<br />
masas ibéricos sin que se materializara alguna reacción<br />
digna de ser comentada a favor del BBVA, siglas que corresponden<br />
al mentado banco en su lugar de origen.<br />
119
Augusto Hernández<br />
Por el <strong>con</strong>trario, casi de inmediato una avalancha de<br />
comentarios bien sazonados <strong>con</strong> términos iracundos<br />
apareció en las páginas de Internet, dándole gracias a<br />
Dios o a Chávez, por haber puesto en su lugar al banquero<br />
de marras.<br />
Buena parte de los mensajes hacía votos porque a Zapatero<br />
le fluyera testosterona como para darles el mismo<br />
trato a los banqueros de su terruño.<br />
La reacción de las transnacionales de la información<br />
<strong>con</strong>sistió en sacar del juego la noticia del incidente Chávez<br />
-Banco Provincial y hacerse los locos al estilo de “aquí no<br />
ha pasado nada”.<br />
Ni siquiera los de CNN, expertos en noticias <strong>con</strong>tra<br />
Chávez, le dieron cabida al incidente.<br />
Por lo visto, la fobia <strong>con</strong>tra los bancos rebasa hasta las<br />
fronteras ideológicas.<br />
120<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Con mis curdas no te metas<br />
De entrada, advierto a quienes se las dan de ingenuos<br />
que no me refiero a las nativas del Curdistán, región<br />
que está de moda por abarcar países como Siria, Turquía,<br />
Iraq e Irán.<br />
El atropello en cuestión se refiere a la incautación,<br />
en días pasados, de mil cajas de cerveza por parte de la<br />
Policía Nacional Bolivariana, localizadas y destruidas sin<br />
la menor <strong>con</strong>sideración.<br />
Tras ser comprobado, el trágico suceso será elevado a<br />
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por<br />
una sobria comisión de diputados. Se intentará mostrar el<br />
flagrante desprecio que sienten algunos funcionarios por<br />
los inermes ciudadanos, la propiedad privada y el derecho<br />
a ingerir una fría para sudarla en una rumba, un partido<br />
de pelota o jugando dominó.<br />
Para colmo, además destruyeron otros 1.100 litros de<br />
diversos licores en su afán por implantar una ley seca que,<br />
ni está vigente en Venezuela, ni se incluye entre las habilitantes,<br />
pues agarrar una curda es un derecho inalienable.<br />
Debo advertir que estos actos <strong>con</strong>tribuyen a empañar<br />
la imagen de la PNB, organismo de seguridad que debería<br />
comenzar sus actividades persiguiendo a los malandros y<br />
no a los inocentes mochos que se juntan para auxiliarse<br />
ante la arremetida del hampa.<br />
Por otra parte… ¿para qué destruir una caña que pudiera<br />
servir como desinfectante en caso de terremotos y<br />
deslaves? Asimismo, debería <strong>con</strong>siderarse la posibilidad<br />
121
Augusto Hernández<br />
de rematarla en eventos públicos <strong>con</strong> fines benéficos, pues<br />
destruir bebidas añejadas en barricas de roble no se justifica<br />
en ningún país civilizado.<br />
La arremetida <strong>con</strong>tra los licores podría costarle al gobierno<br />
revolucionario la animadversión de personajes<br />
populares que actúan inspirados por el Viejo Parr, Johnny<br />
Walter, (a) El Caminador, y otros de la misma especie.<br />
En ciertas barras donde todavía se puede libar a discreción,<br />
se dice que se trata de una componenda para<br />
debilitar a los sectores más obnubilados por los vapores<br />
alcohólicos.<br />
Al ser <strong>con</strong>sultada al respecto, una re<strong>con</strong>ocida vocera<br />
parlamentaria señaló: “El gobierno intenta polarizarnos,<br />
lo cual es innecesario, pues a nosotros nos atrae el<br />
Norte, de donde viene Santa Claus <strong>con</strong> regalos para los<br />
niños buenos”.<br />
122<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Método para el aplauso opositor<br />
Sin prejuicios de ninguna especie debo manifestar<br />
que la bancada de oposición en la AN no ha llenado<br />
las expectativas. Aún re<strong>con</strong>ociendo la inexperiencia<br />
parlamentaria de algunos, lo que se nos había vendido<br />
(en sentido publicitario), era un equipo superior en<br />
cuanto a la capacidad para el drama, la oratoria y la dialéctica<br />
en varios idiomas, amén del porte distinguido,<br />
la ropa clásica y un ‘savoir faire’ que no se compra en<br />
la botica.<br />
Sin embargo han decepcionado a sus electores de la<br />
alta sociedad civil a causa de la falta de coordinación, un<br />
detalle que deben intentar corregir en menos de lo que<br />
canta un faisán.<br />
Si bien se ha mencionado que algunos asesores de<br />
imagen acompañan a ciertos diputados oficialistas, no es<br />
un secreto que la bancada derechista dispone de expertos<br />
en la materia capaces de hacer creer que George W. Bush<br />
mantiene una coherente sobriedad y que Hillary Clinton<br />
parezca simpática y hasta un pelín sensual.<br />
Actualmente, los diputados de la MUD se caracterizan<br />
por el gesto adusto, los brazos cruzados y una hostilidad<br />
pasiva que raya en la calentera. De vez en cuando alguno<br />
de ellos, como el diputado Caldera, aplaude <strong>con</strong> cierta<br />
timidez, y, de inmediato, la acción es transmitida en vivo y<br />
en cadena a miles de espectadores. Sin embargo predominan<br />
las señas de rechazo, bostezos, siestas en pleno debate,<br />
cartelones de protesta y hasta espaldarazos, al estilo<br />
alrevesado del diputado García.<br />
123
Augusto Hernández<br />
A veces también ocurre que cunde la <strong>con</strong>fusión. Si el<br />
gobierno lleva un grupo de cantantes folclóricos, algunos<br />
opositores se enfurruñan mientras otros los corean para<br />
no lucir poco patrióticos o pitiyanquis.<br />
A estas alturas está claro que requieren ayuda de un<br />
experto en aplausos que, mediante carteles o señales, indique<br />
si deben abuchear al orador, permanecer silentes,<br />
aplaudir <strong>con</strong> desgano o vitorearlo como a un héroe.<br />
Esto evitará que la diputada Machado funja de porrista,<br />
lo cual le restaría cartel presidencial.<br />
Podrán aplaudir al unísono, como los “eeeeeestudiaantes”,<br />
hacer la ola de los estadios y usar otros recursos<br />
dignos de una barra bien fogueada. Tal vez así<br />
logren emocionarse ellos mismos y, de paso, quitarse la<br />
chapa de sosos.<br />
124<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ciudadanos de mala vida<br />
El gobierno bolivariano y revolucionario está ofreciendo<br />
algo que el presidente Chávez, principal y, según<br />
parece, único creativo publicitario del régimen, denomina<br />
“el buen vivir”. Por cierto, en estos días acuñó una denominación<br />
para algo relacionado <strong>con</strong> las estafas inmobiliarias,<br />
cuyo nombre simplificado será “movida” ante lo<br />
cual, y como no entiendo el acróstico, solo puedo preguntar<br />
¿cómo es esa movida?<br />
Sin embargo, para no incurrir en las desviaciones discursivas<br />
que <strong>con</strong> tanto éxito (y <strong>con</strong> uno que otro ataque<br />
de nervios por parte de los oyentes) utiliza el primer magistrado,<br />
no me iré por las ramas, para quedarme en el<br />
tema principal de esta disquisición, el cual, como señalé,<br />
se refiere al buen vivir.<br />
Comienzo por decir que en mi vida he sido relativamente<br />
afortunado, pues tuve acceso a diversos planteles<br />
educativos y nunca debí dormir en descampado, como le<br />
sucede a diario a miles de <strong>con</strong>ciudadanos. En la familia<br />
experimentamos persecuciones, carcelazos y exilios que<br />
eran gajes del quehacer político, sin que entonces hubiera<br />
Comisiones Interamericanas (o de cualquier otro lado) de<br />
Derechos Humanos adonde patalear. Tampoco existían<br />
medios de comunicación que <strong>con</strong>virtieran a los adversarios<br />
del gobierno en héroes de la democracia u otras causas<br />
igualmente sacrosantas y benditas.<br />
Aparte de tales detalles debo señalar que me correspondió<br />
integrar esa clase media venezolana que no fue<br />
chicha ni limonada, pues jamás calificamos como ricos,<br />
pero, en cambio, fuimos vistos como tales por los más po-<br />
125
Augusto Hernández<br />
bres y, sobre todo, por innumerables funcionarios de distintos<br />
gobiernos que hacían su agosto cuando nos tocaba<br />
cumplir algún trámite burocrático.<br />
En pocas palabras, no éramos lo suficientemente pobres<br />
para no pagar impuestos, carecer de cuentas bancarias<br />
o ser presa favorita de malandros y matraqueros.<br />
Por otra parte, tampoco teníamos tanto dinero como para<br />
no pagar impuestos (mediante mordidas o fundaciones de<br />
beneficencia), librarnos de hacer colas en cualquier sitio y<br />
pagar más caro por todo.<br />
A estas alturas debo decir que no hay nadie más botarate<br />
que un limpio venezolano cuando por casualidad<br />
gana algún dinero. Las propinas son magníficas y siempre<br />
le cobran demás en los establecimientos de postín, pues<br />
los auténticos ricos regatean <strong>con</strong> furor y encima les dan<br />
muestras gratis, cosa que jamás ocurre <strong>con</strong> los que vienen<br />
de abajo.<br />
En fin, el presidente Chávez ofrece un buen vivir para<br />
todos los venezolanos que yo acepto de mil amores, sobre<br />
todo si nuestro líder logra algunos portentos como los<br />
siguientes:<br />
•<br />
•<br />
Elimine trámites burocráticos e innecesarios en la<br />
mayoría de los despachos oficiales (el escritor Luis<br />
Britto García tiene una lista).<br />
Redúzcanos las colas. Por lógica me refiero a los<br />
<strong>con</strong>gestionamientos del tránsito que ocurren en<br />
diversas partes del país <strong>con</strong> pérdida de miles de<br />
horas hombre (y horas mujer), amén del hastío de<br />
los niños. Para ello no es necesario gastar una millonada,<br />
sino aplicar fórmulas que de seguro ya están<br />
inventadas.<br />
126<br />
•<br />
•<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Obligue a los banqueros a emplear más personal<br />
para que sus clientes no deban pasar horas esperando<br />
que les permitan movilizar su dinero.<br />
Decrete la obligación del buen trato al público so<br />
pena de la suspensión del cargo en los despachos<br />
oficiales.<br />
Con esto comenzaríamos a vivir mejor.<br />
127
Vivir sin Coca-Cola<br />
Augusto Hernández<br />
Al decir que “uno puede vivir sin Coca-Cola” el presidente<br />
Chávez produjo un ataque des<strong>con</strong>siderado<br />
<strong>con</strong>tra el imperio estadounidense y su institución más<br />
venerable.<br />
Por menos que eso han caído gobiernos en Centroamérica<br />
o han llegado los “marines” a instalar dictadores<br />
que sí saben apreciar bebidas vivificantes.<br />
Aunque las comparaciones son odiosas, por vía de<br />
ejemplo diremos que la Coca-Cola es al capitalismo lo que<br />
es el vino del cáliz para los católicos. Se trata de la ambrosía<br />
que tomaban los dioses del Olimpo, un producto<br />
bendecido y afamado.<br />
Más que eso, es una de las principales oferentes de<br />
acciones en la bolsa de Wall Street, base fundacional del<br />
capitalismo, adalid del libre mercado, símbolo del exquisito<br />
toma y dame de la oferta y la demanda.<br />
Pero nunca faltan detractores gratuitos u otros que,<br />
como en el caso de la Pepsi-Cola, son archirrivales históricos,<br />
practicando la competencia desleal durante lustros,<br />
aunque casi siempre bien disimulada.<br />
No es oportuno ni cortés expresar que una Coca Cola<br />
que no esté gélida, sino medianamente tibia, es un menjurje<br />
intragable <strong>con</strong> sabor a orine de algún bicho horripilante<br />
y los mismos efectos mortíferos.<br />
La Coca-Cola debe su nombre a la sustancia que empleó<br />
originalmente para hacerse adictiva y crear una dependencia<br />
enfermiza entre millones de <strong>con</strong>sumidores. Luego,<br />
128<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
por alguna razón privaron criterios sanitarios sobre el afán<br />
de lucro y retiraron la cocaína como componente principal.<br />
Entonces recurrió al aspartame como edulcorante,<br />
identificado como creador de hábito y causante de efectos<br />
nefastos para la salud.<br />
Tampoco <strong>con</strong>viene añadir que la Coca-Cola figura entre<br />
las empresas más agresivas del capitalismo salvaje, sin<br />
respeto por normas elementales para el resguardo de la<br />
salud de sus <strong>con</strong>sumidores o por el medio ambiente que<br />
depreda sin <strong>con</strong>sideraciones.<br />
Coca-Cola tiene plantas en Caracas, Valencia, Maracaibo<br />
y Barcelona. Según sus cifras, en 2009 registró<br />
ventas totales por 255 millones de cajas unitarias. Cada<br />
caja tiene 24 botellas de 237 mililitros. La empresa<br />
mexicana Coca-Cola Femsa compró en 2003 la <strong>con</strong>cesión<br />
de Coca-Cola a la venezolana Hit, del empresario<br />
Oswaldo Cisneros.<br />
En la Convención de Basilea (1994) se prohibió el<br />
comercio de residuos tóxicos y peligrosos. La campaña<br />
“Coca y Pepsi fuera de la India” (2006) intensificó su<br />
actividad <strong>con</strong> un día de acciones para la prohibición de<br />
los dos refrescos. En el estado de Kerala ya ha prohibido<br />
las colas. Karnataka, Madhya Pradesh, Gujarat y Rajastán<br />
han prohibido los refrescos en centros educativos<br />
y en cafeterías de instituciones oficiales, los espacios<br />
libres de Coca-Cola y Pepsi se están extendiendo por<br />
todo el país.<br />
En India cada fábrica de Coca o Pepsi extrae 1-2 millones<br />
de litros de agua diarios. Hay 90 fábricas por lo<br />
que la extracción diaria se encuentra entre 90-180 millones<br />
de litros que cubrirían las necesidades de agua<br />
129
Augusto Hernández<br />
potable de millones de personas. Cada litro de refrescos<br />
destruye y <strong>con</strong>tamina 10 litros de agua y en los lodos<br />
tóxicos producidos se han en<strong>con</strong>trado altos niveles de<br />
cadmio y plomo.<br />
El Presidente Chávez fue demasiado gentil. No es que<br />
“uno puede vivir sin Coca Cola”. Para vivir más y mejor<br />
resultaría indispensable que la fabricación de la fatídica<br />
bebida y sus similares fuera eliminada por completo.<br />
130<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
lUIS bRITTO GARCíA<br />
Los matavotos<br />
——————————————————<br />
luis britto García • Premio Nacional de Literatura. Premio Casa de las<br />
Américas <strong>con</strong> su libro de cuentos Rajatabla. Después ganó otra vez<br />
el Premio Casa de las Américas <strong>con</strong> su novela Abrapalabra. Ganó el<br />
premio de literatura <strong>humor</strong>ística Pedro León Zapata <strong>con</strong> su libro: Me<br />
río del mundo. Tiene más de 60 libros publicados.<br />
131
Los matavotos<br />
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Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ahora todo año es electoral, y en año electoral, político<br />
sólo entiende la palabra voto.<br />
Le hablas de revolución y pregunta que si trae voto.<br />
Le hablas de soberanía y retruca que si eso trae voto.<br />
Le <strong>con</strong>versas de principios y responde que eso no trae<br />
voto.<br />
No sé si revolución, soberanía o principios traen votos,<br />
pero sí sé lo que los espanta.<br />
Acta mata votos, era la varita mágica de la Cuarta<br />
República para ganar elecciones. Sabotaje espanta<br />
votantes, es su <strong>con</strong>signa para volver al poder.<br />
Así como hay prendas matapasiones, hay funcionarios,<br />
personajes, medidas matavotos capaces de darle<br />
la extremaunción a la candidatura o el proyecto más<br />
pintados.<br />
Las puertas del cielo las abre San Pedro, y las de las<br />
urnas electorales las cierra el portero de los despachos.<br />
Portero que no escucha ni atiende ni mira,<br />
133
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Luis Britto García<br />
hace al elector sordo, mudo y ciego. A portero que<br />
dice vuelva otro día, elector que más nunca regresa.<br />
La madre de todos los matavoto es el autoelecto, que<br />
pretende acaparar los sufragios del país sin molestarse<br />
en <strong>con</strong>sultar <strong>con</strong> sus bases.<br />
Matavoto autoelecto se autoreelige automáticamente,<br />
y automata cuando voto quedaba vivo.<br />
Autoelegidos y autoreelegidos provocan ausencia de<br />
electores en proporción directa de su ausencia de<br />
trayectoria, de ideología y de obra.<br />
Dupleta para repeler votantes es la coalición entre<br />
quienes Manuel Vicente Romero García llamaba mediocridades<br />
<strong>con</strong>sagradas y nulidades engreídas.<br />
El tono grisáceo, aburrido, pavoso, que la mediocridad<br />
<strong>con</strong>sagrada imparte a cuanto toca pone en fuga<br />
electores que le metieron el pecho a las balas.<br />
La nulidad engreída es el único frigorífico que <strong>con</strong>gela<br />
el guarapo a masas, muchedumbres, movimientos<br />
sociales.<br />
El 27 de febrero de 1989 no hubiera ocurrido si lo<br />
<strong>con</strong>voca una mediocridad <strong>con</strong>sagrada.<br />
El 13 de abril no hubiera sucedido si el pueblo espera<br />
a que lo promueva una nulidad engreída.<br />
Pero el campeonato de exterminio de sufragios lo<br />
ganan aquellos a quienes Pedro Emilio Coll llamó<br />
Dientes Rotos, que ascienden de cargo en cargo sin<br />
hacer otra cosa que acariciarse <strong>con</strong> la lengua un colmillo<br />
astillado –sin pensar.<br />
134<br />
•<br />
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•<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Provoca ponerle el dedito en la boca al Diente Roto<br />
a ver si muerde, hasta que se compara la gordura de<br />
sus cuentas bancarias <strong>con</strong> el peladero en que deja las<br />
instituciones por las que pasa –sin pensar.<br />
Con cada mordida el Diente Roto espanta tantos electores<br />
como bolívares robados. Un número suficiente<br />
de dientes rotos basta para que se le caiga la plancha<br />
al proyecto más dinámico.<br />
Recurso patentado para poner electores en fuga es<br />
el Diente Roto de pasarela, que pide sacrificios a las<br />
masas mientras desfila luciendo prendas de marca<br />
<strong>con</strong> etiquetas que suenan a caja registradora.<br />
Arma de destrucción masiva sólo-mata-votantes<br />
es el inventor de requisitos o de renovaciones.<br />
Cada trámite que inventa resta a su fuerza política<br />
un número de votos que equivale al de obligados a<br />
cumplir <strong>con</strong> la nueva diligencia, multiplicado por las<br />
veces que requiere renovación.<br />
Sida de los votos es el inventor de requisitos informatizado,<br />
que para cumplir el trámite más nimio fuerza<br />
al ciudadano a comprarse computador de última<br />
generación e impresora de un millón de colores, para<br />
luego obligarlo a levantarse varios meses a las tres de<br />
la madrugada a fin de intentar abrir una página web<br />
tras un cupo que nunca sale.<br />
La pérdida de votos se multiplica por las megas de<br />
la computadora cuando el inventor de requisitos informatizado,<br />
después de obligarte a pagarle a un gestor<br />
para abrir la bendita página web, te fuerza a que<br />
vayas personalmente <strong>con</strong> el papel en la mano para<br />
135
•<br />
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•<br />
•<br />
Luis Britto García<br />
entregarlo en una taquilla, que es como montarte en<br />
jet para decirte a mitad de viaje que tienes que tirarte<br />
por la puerta para seguir a pie y en alpargatas.<br />
Funcionario que inventa un trámite irrealizable fabrica<br />
un voto imposible.<br />
Los sufragios que no hayan sido dispersados por los<br />
matavotos anteriores los aleja el espantavotos escandaloso,<br />
que sin tener la menor relevancia para el país<br />
diariamente lo recorre en caravana de prepotentes<br />
Hummer, multiplicando la pérdida de votos por el<br />
número de motorizados, camionetas, guardaespaldas<br />
y asistentes de la comitiva.<br />
Holocausto de votos que difícilmente resucitan organiza<br />
el funcionario a quien se le ocurren medidas<br />
insensatas, como cerrar la avenida Bolívar y La Carlota<br />
durante el Foro Social Mundial, para hacerle imposible<br />
a los delegados <strong>con</strong>currir a las sesiones y a los<br />
ciudadanos llegar a sus trabajos.<br />
Asesino serial de sufragios es todo político, representante<br />
o candidato que promueva, legitime, promocione,<br />
encubra o tolere bingos, casinos, timbas, garitos,<br />
ruletas, matutes, mabiles y maquinitas. El local<br />
de un casino es dedo acusador de varios pisos que<br />
señala funcionarios a quienes sólo debe elegir o reelegir<br />
quien quiera ser gobernado por legitimadores<br />
de capital, chulos, tahúres, rufianes, extorsionistas<br />
y paracos.<br />
Espantavotos de marca mayor es el potentado que a<br />
paso de vencedores embolsilla empresas, haciendas,<br />
residencias, corporaciones, <strong>con</strong>glomerados, fábricas<br />
136<br />
•<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
sin que se sepa si negocia <strong>con</strong> la política o politiquea<br />
para hacer negocios.<br />
Matavotos camaleón salido del Opus Dei habla tan<br />
revolucionario y actúa tan Fedecámaras que para<br />
complacer a todos termina no gustando a nadie.<br />
• Espantavotos estilo Mi pasado me <strong>con</strong>dena anuncia<br />
que No hay futuro.<br />
•<br />
•<br />
Funeral infalible de cualquier elección es el matavotos<br />
alcahueto, capaz de sepultar en las urnas a las<br />
más gigantescas mayorías electorales. ¿Qué votante<br />
respaldará al fiscal que no fiscaliza, al procurador<br />
que no procura, al <strong>con</strong>tralor que no <strong>con</strong>trola, al defensor<br />
que no defiende, al legislador que no legisla, al<br />
juez que no juzga, al Conatel que no aplica la ley a las<br />
comunicaciones?<br />
Matavotos hay de todos los sexos, edades y tendencias,<br />
pero en realidad forman un solo partido político<br />
que como plaga de langosta acaba <strong>con</strong> cuanta organización<br />
los admite o postula sin exigirles ideología,<br />
trayectoria ni obra.<br />
137
¿Éramos felices,<br />
y no lo sabíamos?<br />
Luis Britto García<br />
1<br />
¿Están las utopías de la derecha siempre en el pasado?<br />
¿Por eso dice un historiador que Venezuela colonial era rica<br />
y unida? ¿En el pasado era unión la esclavitud y riqueza<br />
la miseria? ¿Será que se <strong>con</strong>funde nostalgia <strong>con</strong> amnesia?<br />
¿Habrá que salir a la búsqueda de esa utopía perdida?<br />
2<br />
¿En<strong>con</strong>traremos la dicha en las últimas décadas del siglo<br />
pasado? ¿Se puede imaginar mayor felicidad que la de un<br />
país donde 80% de los venezolanos vivía en pobreza y<br />
43,35% en pobreza crítica? ¿Donde 40% habitaba en<br />
ranchos u otras viviendas insalubres? ¿Era posible mayor<br />
ventura que una tasa de mortalidad por desnutrición<br />
que creció de 1,6 por cien mil habitantes en 1983, a 3,1 en<br />
1987 y a 4,6 en 1990, que las muertes por desnutrición en<br />
menores de un año aumentaran de 13,8 por cien mil nacidos<br />
vivos en 1983, a 40 en 1989 y a 60 en 1990? ¿Cómo<br />
no disfrutar de un alza del índice general de precios al<br />
<strong>con</strong>sumidor de 1.262,9% entre 1984 y 1993; acompañado<br />
de un dispararse del costo de los bienes más necesarios,<br />
como alimentos y bebidas, en un 2.240,5%? ¿Hubo alguna<br />
vez mayor ventura que morir de mengua porque no<br />
existían módulos de Barrio Adentro? ¿Mayor beatitud que<br />
ver morir niños como moscas por ausencia de un Cardiológico<br />
Infantil? ¿Que vivir en tiniebla eterna por falta de<br />
una Misión Milagro?<br />
138<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
3<br />
¿Concibió alguien mayor alborozo que levantarse el Viernes<br />
Negro del 18 de febrero de 1983, y enterarse de que el<br />
bipartidismo había quebrado al país más rico de América<br />
Latina? ¿Que, tras haberse cuadruplicado el ingreso petrolero,<br />
el gobierno había <strong>con</strong>traído a es<strong>con</strong>didas una deuda<br />
de 27.000 millones de dólares, que <strong>con</strong>sumía el 40% del<br />
gasto público y debíamos pagar los ciudadanos que no habíamos<br />
robado nada? ¿Podemos imaginar mayor jolgorio<br />
que ver pasar el dólar de 4,30 bolívares a más de mil<br />
bolívares? ¿Que el de entregar todas las industrias básicas<br />
en pago de deudas ilegalmente <strong>con</strong>traídas? ¿Cómo<br />
olvidar la euforia de la inflación anual de tres dígitos y la<br />
beatitud de los intereses bancarios de otro tanto, financiados<br />
<strong>con</strong> bonos cero cupón del Tesoro que pagábamos<br />
todos? ¿Cómo echar al olvido los infartos de gozo y los<br />
suicidios de felicidad al saber en 1994 que los banqueros<br />
habían huido llevándose la mitad del circulante del país,<br />
después de que Caldera le otorgara auxilios financieros<br />
por 700.000 millones de bolívares?<br />
4<br />
¿Cómo explicar a las nuevas generaciones el éxtasis de<br />
suspensiones de garantías <strong>con</strong>stitucionales que duraban<br />
más de tres años? ¿O el método jubiloso de recuperar la<br />
mayoría parlamentaria ilegalizando a la oposición? ¿O la<br />
delicia de sufragar bajo el principio de “acta mata Voto”?<br />
¿Hubo mayor gozadera que manifestar cuando Betancourt<br />
ordenaba: “Disparen primero y averigüen después”?<br />
¿Que escribir para la prensa cuando clausuraban periódicos<br />
y el hijo de Andrés Eloy Blanco los censuraba? ¿Que<br />
saber a Venezuela sembrada de Teatros de Operaciones,<br />
139
Luis Britto García<br />
campos de <strong>con</strong>centración donde se torturaba y desaparecía<br />
a cuanto ciudadano exigiera un cambio? ¿Donde diez<br />
mil compatriotas fueron asesinados en dos décadas por<br />
los cuerpos represivos? ¿Donde varios millares fueron inmolados<br />
el 27 de febrero de 1987 por protestar <strong>con</strong>tra el<br />
Fondo Monetario Internacional? ¿Donde hasta el Presidente<br />
tuvo que ser encarcelado por ratero?<br />
5<br />
¿Será que la memoria es ingrata? ¿Pasará que no evocamos<br />
lo bueno? ¿Olvidamos el goce de cuando nos negaban<br />
el acceso a un club, un restaurante o una discoteca por<br />
ser morenos? ¿Añoraremos los buenos tiempos, cuando<br />
en los medios sólo se aceptaban mulatos en papeles de<br />
cachifos, brujos, policías o malandros? ¿Cómo describir<br />
el júbilo en un país <strong>con</strong> más de millón y medio de analfabetos,<br />
donde sólo tres de cada cien niños ingresados a<br />
primaria llegaba a educación superior? ¿Hubo regodeo<br />
mayor que el de una deserción escolar que entre 1990<br />
y 1992 alcanzaba a 1.173.058 estudiantes, <strong>con</strong> repitencia<br />
acumulada que llegaba a 997.853? ¿Brillaron más la moral<br />
y las luces que cuando Caldera allanó a la Universidad<br />
Central <strong>con</strong> tanquetas, le quitó la autonomía y la ocupó<br />
por años? ¿Que cuando retiró la historia, la geografía y la<br />
educación cívica de los programas de Primaria por mandato<br />
de Estados Unidos? ¿Es imaginable mayor dicha que<br />
saber que a fines de los noventa se iba a aplicar un proyecto<br />
del Banco Mundial para acabar <strong>con</strong> la gratuidad de la<br />
educación universitaria?<br />
140<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
6<br />
¿Quienes añoran esos tiempos, merecen vivirlos de nuevo?<br />
¿Eran felices, y no lo sabían? ¿O eran felices, porque<br />
no sabían?<br />
141
Luis Britto García<br />
Normas para aplicar<br />
la Ley Antitalanquera<br />
1<br />
Para montar talanquera, necesitas ante todo saber dónde.<br />
Los estatutos partidistas precisan sin excepción que persiguen<br />
la felicidad del pueblo. Algunos se atreven a añadir<br />
que <strong>con</strong>seguirán que todos tengan, pero sin quitarle a<br />
nadie. Otros llegan al extremo de proclamar que ni lo uno<br />
ni lo otro, sino todo lo <strong>con</strong>trario. Los que osan sugerir medidas<br />
<strong>con</strong>cretas por lo general son ilegalizados. Para saltar<br />
una talanquera hay que estar en alguno de sus lados.<br />
Pero, <strong>con</strong> límites <strong>con</strong>ceptuales tan definidos, las talanqueras<br />
tendrían que ser de goma. Una barrera debe separar<br />
zonas distintas. La talanquera mixta no existe.<br />
2<br />
Talanquera debería tener firmeza. Vale decir, si<br />
piensas retener militantes saltarines, debieras<br />
evitar talanqueras brin<strong>con</strong>as. Organizaciones que<br />
se bautizaron revolucionarias terminaron imponiendo<br />
paquetes neoliberales. Movimientos que<br />
se definieron ultras acabaron de tropa de choque<br />
de Fedecámaras. Equilibristas y parapetos por<br />
lo regular brincan hacia la derecha, e intentan<br />
exterminar a quienes no saltan <strong>con</strong> ellos. En los<br />
años sesenta y setenta fosas colectivas y teatros de<br />
operaciones terminaron llenos de adecos que creyeron<br />
que su partido era antiimperialista. Antes<br />
que ponerle barreras a los compañeritos, habría<br />
142<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
que fijar semáforos, policías acostados y límites<br />
de velocidad a talanqueras imprudentes que aceleran<br />
por las calles ciegas de la falta de ideología.<br />
3<br />
Fijar la altura de la barrera es estimar la del militante.<br />
A los bolcheviques se les exigía ideología,<br />
disciplina, compromiso, firmeza ante la persecución.<br />
Pocos se inscribieron, pero bastaron 15.000<br />
para tomar el poder en Rusia. Cuando lo perdieron,<br />
casi todo el partido estaba formado por jubilados<br />
y amas de casa. Talanquera que deja pasar a<br />
todo el mundo también deja salir a todos.<br />
4<br />
Encerrar a alguien es sospechar que cambiará. Quien<br />
monta talanquera teme la voltereta. La duda ofende. En<br />
la última década legiones completas cambiaron de camiseta.<br />
Intente el lector recordar uno solo remarcable por sí<br />
mismo. Judas no es notorio por lo que es, sino por lo que<br />
deja de ser. Quien desea la traición, eleva al que carece de<br />
ideología, de obra y de trayectoria. Diente roto y bate quebrado<br />
son los perfectos saltarines. Bate quebrado y diente<br />
roto se pasaron desde la derecha sin dejar nunca de estar<br />
en ella. Son responsables de la promoción de casinos, las<br />
leyes para privatizar las aguas y las sentencias para someter<br />
a Venezuela a tribunales extranjeros. Al venderse nada<br />
pierden, quien los compra nada gana. Su único compás es<br />
el son que les toquen. Su eterna posición es donde haiga.<br />
La culpa no es del saltarín, sino de quien le da la garrocha.<br />
Nombra nulidades, cosecharás traiciones.<br />
143
Luis Britto García<br />
5<br />
No hay que <strong>con</strong>fundir posición ideológica <strong>con</strong> disfunción<br />
hormonal. Se tiende a perder la próstata y los ideales al<br />
mismo tiempo. La ideología y la líbido bajan acompasadamente.<br />
Un programa de computadora proyecta a partir<br />
de la foto de un joven el aspecto de carcamal que tendrá<br />
en cuarenta años. Ninguno predice desde un cuadro ideológico<br />
actual el Retrato de Dorian Grey que podría devenir<br />
<strong>con</strong> la andropausia. La experiencia enseña que el más gritón<br />
será el primero en pasarse al enemigo. Al perder ideología<br />
nada queda de él, salvo el aspaviento. Ninguno de<br />
los que brincaron desde el radicalismo ha llegado a nada.<br />
Ni la izquierda los siguió, ni la derecha los aceptó. Si necesitas<br />
encerrar a alguien para que te acompañe, es que<br />
nunca estuvo <strong>con</strong>tigo. El salto de altura reviste por ello<br />
una función sanitaria. Una talanquera no debe estar<br />
hecha para retener nulidades.<br />
144<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los funerales<br />
de la computadora mágica<br />
La Corte Suprema de Justicia de Colombia sentencia<br />
que no tienen validez jurídica las pruebas de la computadora<br />
mágica supuestamente hallada en el campamento<br />
de Reyes durante la invasión de Ecuador por Colombia.<br />
Rogad por ella (por la computadora).<br />
Encabezan el cortejo fúnebre los siguientes deudos,<br />
familiares y dolientes: Pinocho, <strong>con</strong> nariz que abarca desde<br />
el Palacio de Nariño hasta el río Putumayo en Ecuador.<br />
El narco número 82. El cuento del Gallo Pelón. El<br />
entonces vicepresidente, cuyos periódicos difundieron el<br />
infundio como verdad revelada. El cuentista Calleja. Los<br />
encantadores de culebras. Los vendedores de curalotodo.<br />
Los propagandistas de crecepelo. Los promotores de ensalmos<br />
para la buena suerte. Los comercializadores de la<br />
lotería de animalitos. Los ilusionistas y malabaristas de<br />
circo. Los helicópteros militares disfrazados de unidades<br />
de la Cruz Roja. Los paramilitares travestidos de organizaciones<br />
humanitarias. La plana mayor y menor de Interpol.<br />
El Mosad. Los marines del Plan Colombia. Los <strong>con</strong>tratistas<br />
de las bases militares en la Hermana República.<br />
La parapolítica. La narcopolítica. Los paradiputados. Los<br />
narcoministros. Las parapolicías. La narcocultura. Los<br />
paramilitares. Las narcoempresas. Los narcocasinos. El<br />
narcoEstado. Rogad por ellos.<br />
Al acto del sepelio se precipitan para manifestar su dolor<br />
numerosas delegaciones y personalidades extranjeras,<br />
entre las que destacan: el hermano de Bush que arregló<br />
145
Luis Britto García<br />
las elecciones en Florida para que ganara su hermanito.<br />
La Corte Suprema de Estados Unidos, que proclamó<br />
Presidente a George W. Bush para evitar el recuento de<br />
votos. La hija del ex diplomático iraquí residente en Washington,<br />
que disfrazada de enfermera mintió haber visto<br />
soldados iraquíes sacando bebés de sus incubadoras en<br />
Kuwait. Los funcionarios del Departamento de Estado<br />
que financiaron, armaron, entrenaron y satanizaron a Al<br />
Qaeda. Los <strong>con</strong>tratistas de la demolición <strong>con</strong>trolada del<br />
tercer edificio, que se cayó sin que chocara <strong>con</strong>tra él ni<br />
un mosquito. Los que desaparecieron el jet que se estrelló<br />
<strong>con</strong>tra el ala desocupada del Pentágono y lo <strong>con</strong>virtieron<br />
en restos de un cohete. Las autoridades de ocupación de<br />
Afganistán que para luchar <strong>con</strong>tra la droga legalizaron<br />
el cultivo de la amapola, materia prima del opio y de la<br />
heroína. Los inventores de las nunca en<strong>con</strong>tradas armas<br />
de destrucción masiva de Sadam Hussein. Los invasores<br />
que para salvar a Irak destruyeron el museo de Bagdad<br />
y asesinaron millón y medio de iraquíes. Los asesores<br />
que recomendaron las hipotecas subprime. Los asesores<br />
que urgieron a invertir en Connie Mac. Los asesores que<br />
proclamaron que no había mejor negocio que invertir en<br />
Fannie Mae. Los asesores que recomendaron premiar <strong>con</strong><br />
auxilios financieros a los banqueros que estafaron a todo<br />
el mundo. Los marines que ocuparon Haití. Los marines<br />
que ocupan Costa Rica. Los marines que instalan bases en<br />
Panamá. Los instalados en las bases en Colombia. Los de<br />
la base de Palma Sola, que derrocaron a Zelaya. Los de la<br />
base Reina Cristina en Curazao. Los académicos suecos<br />
que otorgaron a Obama el Nobel de la Paz. Los Navy Seals<br />
que asesinaron al hombre más buscado del mundo y como<br />
prueba de que en efecto lo habían matado hicieron desaparecer<br />
su cuerpo en el mar.<br />
146<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Cubren el luctuoso cortejo multitudinarias delegaciones<br />
de comunicadores, entre los cuales destellan: los<br />
medios que incitaron el genocidio de Ruanda. El locutor<br />
del canal 4 que proclamó que los defensores de puente<br />
Llaguno disparaban <strong>con</strong>tra una manifestación que nunca<br />
estuvo allí. El general que difundió la noticia según la<br />
cual a Chávez le habría sido presentada su renuncia, “que<br />
él aceptó”. Los noventa diarios, sesenta televisoras y mil<br />
radiodifusoras que siguen repitiéndolo, sin presentar el<br />
documento. El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela,<br />
que sentenció que el 11 de abril no hubo golpe de<br />
Estado sino “vacío de poder”. Carlos Fernández, denunciando<br />
la muerte en accidente laboral de un trabajador<br />
petrolero que luego apareció vivo en “Aló, Presidente”.<br />
Ramos Allup, jurando que le tiraron un traquitraqui y<br />
que mañana mismo presentará las pruebas del fraude<br />
en el referendo del 2006. Los fabuladores que soñaron<br />
bases de Al Qaeda en la península de Macanao. Los camarógrafos<br />
del video borroso donde supuestamente el<br />
alcalde Martino caletea armas para las FARC. El director<br />
de arte del video nebuloso donde supuestamente un<br />
guerrillero de las FARC come parrilla en el Country Club.<br />
Los cuentacuentos de Die Welt y del Nuevo Herald que<br />
alucinaron bases de cohetes iraníes en la península de<br />
Coro desde escritorios en Alemania y Miami. Los reporteros<br />
que soñaron un bombardeo de Khadafi <strong>con</strong>tra manifestantes<br />
libios desmentido posteriormente por Telesur,<br />
por la vigilancia satelital rusa y por el propio Departamento<br />
de Estado. Los comunicadores que informaron<br />
que Khadafi se había exiliado en Venezuela. El experto<br />
en guerra sucia Rendones, pensando en nuevas patrañas<br />
para <strong>con</strong>sumo de la gente pensante.<br />
147
Luis Britto García<br />
El multitudinario cortejo arriba a las fosas comunes de<br />
La Macarena, donde se entierran todos en el basurero de<br />
la historia.<br />
Al acto del sepelio de la computadora mágica no pueden<br />
asistir, por razones de fuerza mayor: Los 3.000 falsos<br />
positivos cuyos casos han sido documentados. Los 7.500<br />
presos políticos colombianos. Los 5.000 militantes del<br />
partido Unión Patriótica asesinados. Los 38.255 desaparecidos<br />
en tres años. Los cinco millones de desplazados<br />
de sus tierras por operaciones militares. Los seis millones<br />
de colombianos que han dejado su país. Los entregados y<br />
encarcelados gracias a las pruebas salidas de la computadora<br />
mágica.<br />
Rogad por todos nosotros.<br />
148<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El diputado<br />
que promueve los casinos<br />
1<br />
Un viento de podredumbre sopla sobre la ciudad. El mal<br />
se extiende como lepra en las noches atormentadas de disparos<br />
que no <strong>con</strong>descienden a la hipocresía de los silenciadores.<br />
Barrio por barrio y casa por casa y <strong>con</strong>ciencia por<br />
<strong>con</strong>ciencia se libra la batalla del crimen organizado transnacional<br />
por las ricas industrias de la miseria: el préstamo<br />
usurario, el tráfico de drogas, la trata de personas, las casas<br />
de juego. Capitales sin nombre se legitiman comprando<br />
<strong>con</strong>ciencias sin apellido. Los portones de la mansión<br />
erigida <strong>con</strong> fondos des<strong>con</strong>ocidos se abren vomitando la<br />
caravana de autos blindados de procedencia problemática.<br />
Repletos de sicarios, guardaespaldas, tahúres, embaucadores,<br />
traficantes y esbirros, cruzan violentamente las<br />
esquinas entre el pánico y el desprecio de los ciudadanos.<br />
Uno tras otro frenan ante al gran edificio. Hacia las puertas<br />
ornamentales corren las escuadras de pistoleros. Con<br />
gestos <strong>con</strong>venidos se comunican cuando cada sector está<br />
tomado. La operación es perfecta. Nadie ha resistido. El<br />
mal siempre gana porque sus cómplices son la codicia o el<br />
miedo. En medio de la sala levanta la mano para legalizar<br />
el delito el diputado que promueve los casinos.<br />
2<br />
El diputado que promueve los casinos discursea sobre la<br />
ética, la honradez, la moral, las luces, la ideología, el sacrificio,<br />
el esfuerzo, el trabajo, los valores, la patria. Una<br />
149
Luis Britto García<br />
ficha de juego salta del bolsillo del diputado que promueve<br />
los casinos, rebota en la tribuna de los poderes, salta<br />
por las ofrendas florales, trastrabilla ante la lápida del soldado<br />
des<strong>con</strong>ocido, rueda ante el ostentoso pabellón <strong>con</strong><br />
los colores patrios, resbala ante la sotana del arzobispo,<br />
corre ante jueces y diputados y oficiales y coros de escolares,<br />
tiembla, gira como un trompo sobre sí misma, relumbrante.<br />
“Hagan su juego”, grita un pordiosero que hace<br />
sus necesidades tras un matorral. Una sonrisa despectiva<br />
desgarra el rostro del honorable embajador de los Estados<br />
Unidos. El jefe de la banda marcial alza la batuta y mientras<br />
todos pretenden que no pasa lo que pasa la ficha se<br />
acuesta ante la estatua del prócer al compás de las gloriosas<br />
notas del Himno Nacional de la República.<br />
3<br />
En la ciudad del diputado que promueve los casinos, el<br />
correo nunca llega pero, si llega, trae un único mensaje.<br />
Cuando el sobre está sellado el cartero pone cara de circunstancias<br />
y lo coloca en el gran saco en el cual ya no<br />
viajan mensajes de amor ni de esperanza. Con reluctancia<br />
toca la puerta y cuando le abren se quita la gorra estropeada<br />
y pone cara de pésame y ya no es necesario abrir el<br />
sobre que <strong>con</strong>tiene el único mensaje: la ficha del soborno<br />
o la bala del funeral. A veces el sobre trae también una<br />
foto de grupo familiar y el destinatario debe salir a buscar<br />
prestado un revólver del calibre adecuado para descerrajarse<br />
la bala que le obsequian y comprarle unos días de<br />
vida más a los fotografiados. Se dice que pronto en la ciudad<br />
sólo quedarán sobornados o muertos. Nadie ignora<br />
en cuál grupo está el diputado que promueve los casinos.<br />
150<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
4<br />
El diputado que promueve los casinos chupa un canapé de<br />
caviar mientras a su lado el embajador <strong>con</strong>fía en inglés a<br />
su recién llegado Agregado Militar: —No hay que dejarse<br />
engañar por rumores de revolución. Para evitar una revolución<br />
no es necesario invadir un país: basta <strong>con</strong>vertirlo<br />
en cloaca. El diputado que promueve los casinos asiente<br />
sin comprender mientras devora un canapé de hígado de<br />
ganso. — Ya no tienen sentido los espías: nuestra mejor<br />
Quinta Columna es el Crimen Organizado. — El diputado<br />
que promueve los casinos sonríe mientras deglute un<br />
canapé de ketchup. — Estados Unidos pudo invadir Italia<br />
porque hizo un pacto <strong>con</strong> la mafia y ahora la mafia domina<br />
Italia y Estados Unidos. La mejor cadena es el vicio.<br />
Calcule usted si puede haber revolución en un país que se<br />
entrega a la mafia. — El diputado que promueve los casinos<br />
se atraganta <strong>con</strong> un canapé de cangrejo. A lo mejor<br />
comprende.<br />
5<br />
Tras la muralla de vidrio iluminado de los casinos se extiende<br />
el hedor a lenocinio de las salas de juego donde la<br />
trata de personas inventa paraísos blandos que se pagan<br />
en moneda dura. El diputado que promueve los casinos<br />
acude ante la <strong>con</strong>vocatorio de los capos de todos los capos<br />
que discuten lo único a discutir en el país, que es su reparto.<br />
Extranjeros <strong>con</strong> trajes caros que parecen baratos reclinados<br />
en moblajes baratos que parecen caros lo <strong>con</strong>templan<br />
tras sus lentes oscuros. El diputado que promueve<br />
los casinos se <strong>con</strong>templa gesticulando multiplicado en los<br />
cristales negros, sin arrancar una sonrisa mientras explica<br />
151
Luis Britto García<br />
la comisión que espera recibir por diputados dóciles y la<br />
renta por jueces complacientes y la propina por funcionarios<br />
plegadizos. En los cristales negros de los lentes oscuros<br />
que lo multiplican ve el reflejo de los sicarios que se le<br />
acercan por la espalda, y un líquido le corre por la pierna<br />
hasta empozarse en la alfombra que parece y es barata. El<br />
diputado que promueve los casinos comprende que lo han<br />
sustituido por alguien más barato en el momento en que<br />
revientan los disparos.<br />
6<br />
En el momento en que revientan los disparos estallan los<br />
cohetes de Año Nuevo que cubren la fusilería de los revolucionarios<br />
que tapan los rugidos de los automóviles que<br />
arrancan hacia los aeropuertos donde asalta los aviones<br />
una turba de tahúres, sicarios, embaucadores, sayones,<br />
fulleros, gusanos y diputados que huyen <strong>con</strong> el dictador<br />
que acaba de anunciar su renuncia por la radio. El pueblo<br />
destruye casinos, garitos y salas de juego, rompe vitrinas<br />
<strong>con</strong> mesas de bacará, revienta ruletas <strong>con</strong>tra las aceras,<br />
desventra traganíqueles a mandarriazos. Es el primero<br />
de enero de 1959 en La Habana. El pueblo acaba <strong>con</strong> los<br />
casinos porque comienza una revolución. En una cuneta,<br />
bajo un montón de fichas de juego termina de pudrirse el<br />
diputado que promueve los casinos.<br />
152<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El extraño caso<br />
de la doctora chimba<br />
Nunca pensé que el fin de Malena Sosias fuera un tanto<br />
más triste que el de cualquiera otra. Yo la veía pasar<br />
por los pasillos de la Universidad, seriecita pero pícara,<br />
pícara pero tímida. Vestía siempre la misma faldita y<br />
hacía la interminable cola del comedor gratuito. Cuando<br />
en los pasillos los pájaros negros arrancaban cabellos a<br />
las muchachas para hacer nidos, Malena era la única que<br />
no se defendía. Un día le rechazaron un trabajo en una<br />
materia porque lo entregó un día después. Alguna vez la<br />
acompañé <strong>con</strong>versando hasta uno de esos edificios que alquilan<br />
cuartos <strong>con</strong> camas literas para alumnas al borde<br />
de la indigencia. Cuando le pregunté qué había hecho <strong>con</strong><br />
el trabajo rechazado, se encogió de hombros y dijo que se<br />
lo regaló a un profesor para que ascendiera. Malena era<br />
esa muchacha que cuando se trabaja en equipo siempre<br />
termina redactando íntegro el ensayo que le regalará la<br />
calificación a los demás. Antes de dejarla, su único cortejante<br />
resultó promovido <strong>con</strong> notables textos de investigación<br />
que parecían exceder de sus facultades. Deberías<br />
cobrar, le dije bromeando. Me <strong>con</strong>testó <strong>con</strong> una media<br />
sonrisa. Ese semestre se graduaba y no tenía para pagarse<br />
el postgrado. Supe que había hecho inútiles intentos<br />
para infiltrarse en la docencia como preparadora o como<br />
transcriptora ad honorem de <strong>con</strong>ferencias aburridas, pero<br />
nada prosperó. Pensé que no la vería más, pero cada vez<br />
que yo iba a la biblioteca la atisbaba tomando notas hundida<br />
en montañas de volúmenes. Quizá sólo mataba el<br />
tiempo antes de la cada vez más interminable cola del co-<br />
153
Luis Britto García<br />
medor gratuito. Intercedí para que le renovaran el carnet<br />
de lectora a pesar de que oficialmente ya no era alumna.<br />
Me acostumbré tanto a verla en la biblioteca que sospeché<br />
que disimuladamente dormía en ella para ahorrar alquiler.<br />
Me acostumbré tanto a verla que dejó de llamarme la<br />
atención que los libros siempre trataran sobre temas disímiles.<br />
Me acostumbré tanto a verla que dejé de notarla y<br />
sólo me llamó la atención el día en que décadas después<br />
no la vi. Cuando advirtió que yo miraba el sitio vacío de<br />
Malena, una secretaria a punto de jubilarse me dijo que<br />
le hacían un velorio de caridad en la capilla del Hospital<br />
Universitario. No quise verle el rostro a la difunta pues<br />
prefiero evocar a quienes se van como eran cuando vivían,<br />
pero tampoco podía recordar su cara. En la capillita había<br />
una solitaria doliente <strong>con</strong> aspecto de <strong>con</strong>serje. Cuando<br />
me le presenté, dijo: “El único que viene a despedirla es<br />
el único que no le debe nada”. Hablaba para picarme la<br />
curiosidad; no necesité tentarla para que me <strong>con</strong>tara el<br />
resto. Malena, que nunca pudo seguir el postgrado porque<br />
no tenía dinero para la matrícula, sobrevivió escribiéndole<br />
trabajos de ascenso y tesis de grado a las eminencias que<br />
no tenían tiempo para pensar. Más de un pomposo decano<br />
o de un candidato a rector sin doctorado salieron de apuros<br />
gracias a su discreta intervención. Cuando las Ediciones<br />
de la Universidad funcionaban, Malena las alimentó<br />
<strong>con</strong> un sinfín de títulos firmados por otros que abordaban<br />
desde el análisis del discurso hasta la estadística agrícola.<br />
Con vehemencia no exenta de rencor la <strong>con</strong>serje detalló<br />
la lista de quienes visitaban a Malena <strong>con</strong> la cabeza vacía<br />
y salían pletóricos de becas, sabáticos y academias bajo<br />
el brazo. Con rencor no exento de rabia acusó a quienes<br />
además le quedaron debiendo honorarios. La <strong>con</strong>serje me<br />
154<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
exigió que le <strong>con</strong>siguiera entrevista en el Rectorado (sí, el<br />
rector re<strong>con</strong>ocería el nombre de Malena) para tramitar el<br />
doctorado póstumo que Malena nunca <strong>con</strong>siguió por no<br />
tener dinero para la matrícula del postgrado, y el entierro<br />
que salvara su cuerpecito de las mesas de disección. O eso,<br />
añadió rechinando los dientes, o anular la mitad de los<br />
trabajos de ascenso y tesis de grado aprobadas <strong>con</strong> mención<br />
honorífica, cuyos borradores originales <strong>con</strong> la letra<br />
de Malena <strong>con</strong>servaba, ella sabía dónde. En ese momento<br />
rompió en llanto. El dolor nubla el raciocinio y <strong>con</strong>funde<br />
recuerdos. No comprendo cómo aquella madura señora<br />
evidentemente perturbada pudo mencionarme una tan<br />
precisa e interminable lista de nombres y de títulos. Busqué<br />
el rostro que yo no había querido ver de Malena. Desde<br />
la indiferencia de la eternidad, me <strong>con</strong>testó <strong>con</strong> una<br />
media sonrisa.<br />
155
Luis Britto García<br />
La <strong>con</strong>spiración<br />
de las interrogantes<br />
L a tranquilidad y la paz del mundo, o sea, de las naciones<br />
hegemónicas es nuevamente perturbada por intentona<br />
terrorista. Nadie identifica al autor, pero se teme<br />
que sean demasiados los cómplices en la <strong>con</strong>spiración desestabilizadora.<br />
Amanece y el sol revela que han plantado<br />
interrogantes en el rótulo del Tribunal de ¿Justicia? Los<br />
signos pueden ser fácilmente removidos, pero nadie borra<br />
una duda. Apenas amaina el alboroto cuando en los automercados<br />
aparecen interrogadas las mercancías adulteradas<br />
o sea la mayoría: ¿Café? ¿Leche? ¿Harina? Se propone<br />
declarar la ley marcial cuando las interrogantes aparecen<br />
en la mugre de vallas que cubre las ciudades: ¿Calidad?<br />
¿Duración? ¿E<strong>con</strong>ómico? Las interrogantes no afirman<br />
nada, pero la duda ofende. Imposible lanzar en paz una<br />
guerra ¿defensiva? Ningún ¿político? puede descalificar a<br />
cualquiera como ¿terrorista? Las interrogantes surgen en<br />
mensajes de ¿amor? o en una ¿verdad? declarada por la<br />
¿religión? o la ¿ciencia? El pánico cunde cuando se sugiere<br />
que los interrogantes aparecen de manera espontánea.<br />
El presidente del Imperio aparece en todas las pantallas<br />
declarando la Guerra a la Duda, creando policías que en<br />
nombre de la ¿libertad? eliminan los signos peligrosos de<br />
los teclados y, sobre todo, erradican las interrogantes que<br />
surgen junto a los botones rojos cuestionando si ¿disparar?<br />
En el curso del discurso el presidente y el Imperio<br />
caen atravesados por una ?<br />
156<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Aquí viene míster dólar<br />
Aquí viene míster Dólar. Allá pasó mister CIA. Ahí llega<br />
míster Base. Allá cae míster Bomba. Ahí perfora<br />
míster Bala. Aquí llega míster Muerte. Hoy te mata míster<br />
Yanki ¡Go home!<br />
Ya se instala míster Narco. Ya se elige don Cipayo. Se<br />
infiltra míster Espía. Ya grita mister Mentira. Ya adultera<br />
míster Media. Se instala míster Paraco. Ya llega míster<br />
Casino. Allá Motosierra viene. Ya funciona mister Bingo.<br />
Se acomoda míster Mafia. Mister Cartel ya se impone.<br />
Luego arrasa míster Deuda. Después pasa míster Tanque.<br />
Ya interviene míster ONG. Go. ¡Go home!<br />
Aquí roba Wall Street. Ahí cobra míster Usura. Allá saqueó<br />
míster Banca. Regresa míster Soborno. Ya irrumpe<br />
míster Subprime. Luego estafa míster Bolsa. Ahí engorda<br />
míster Fraude. Aquí estalla míster Quiebra. Ya sentencia<br />
míster CIADI. Ahí se exporta míster Crisis. Go. Go ¡Go<br />
home!<br />
Ya hiere míster Uranio. Ya mata míster Marine. Allá<br />
llega Pitiyanki. Viene míster Mercenario. Ahí navega Portaaviones.<br />
Alza el vuelo míster Buitre. Ya se cierne míster<br />
Blachawk. Allá cae míster Napalm. Llegó míster Genocidio.<br />
Go Go Go. ¡Go home!<br />
Aquí corre míster Sangre. Allá estalla míster Hueso.<br />
Allá muere míster Muerto. Ahí se pudre míster Sam. Aquí<br />
yace míster Tumba. Aquí se va míster Dólar. GoGoGoGo-<br />
GoGoGoGo ¡Go home!<br />
157
Luis Britto García<br />
Parábolas de la traición<br />
Y en aquellos tiempos sucedió que Judas, <strong>con</strong> las treinta<br />
monedas tintineándole en el bolso, vio pasar un tumulto<br />
y en medio de él al Hijo del Hombre cargando la cruz<br />
que su delación le había acarreado. Y he aquí que habló el<br />
Iscariote: “Señor, ¿cómo puedes decir que te he traicionado?<br />
Tú me sentaste a tu lado sabiendo que soy publicano,<br />
un hombre cuya vida es <strong>con</strong>tar dinero. Me buscaste<br />
durante tus juntillas <strong>con</strong> publicanos y gentiles y mujeres<br />
públicas. Hiciste posible mi infamia encomendándome<br />
garantizar tu seguridad y la de tus fieles. Tú lavaste mis<br />
pies y ungiste mi frente, recomendando a tus creyentes<br />
que tuvieran en mí la misma <strong>con</strong>fianza que en ti. Tú protegiste<br />
mi acto declarando que uno de los discípulos traicionaría,<br />
pero negándote a dar mi nombre. Tú mismo recibiste<br />
ante todos mi beso, el beso de quien todo lo tasa en<br />
dinero”. Y preguntóle uno de los sayones: “¿Qué harás <strong>con</strong><br />
tus treinta monedas?”. Y <strong>con</strong>testóle el Iscariote: “Comprar<br />
una cuerda, pues ya nadie podrá <strong>con</strong>fiar en un hombre<br />
que ha apagado la Luz del Mundo”.<br />
Parábola del corrupto pródigo<br />
Y vivían los primeros cristianos mil estrecheces, pues<br />
todo lo habían dado por la causa. Y el Iscariote los exhortó<br />
a hacer gran fiesta para recibir entre sus filas y favorecer<br />
<strong>con</strong> sus votos a un corrupto, delator, traficante de influencias,<br />
cuartorrepublicano, neoliberal, promotor de casinos<br />
y saltador de talanqueras. Y ante el escándalo de los fieles,<br />
los apostrofó el Iscariote: “¿Mas no sabéis que habrá<br />
más alegría por un corrupto pródigo que <strong>con</strong>desciende a<br />
unírsenos, que por los veintisiete millones de honrados a<br />
quienes robó?”.<br />
158<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Parábola de la doble religión<br />
Y he aquí que Judas Iscariote propuso la doctrina de la<br />
Doble Religión. Y he aquí que los romanos podían hacerse<br />
cristianos sin perder su fidelidad, obediencia y deberes<br />
de lealtad y defensa militar hacia el Imperio Romano. Y<br />
he aquí que los fariseos podían sacar pasaporte cristiano<br />
manteniendo su fe, su fidelidad, su obediencia y sus deberes<br />
de lealtad y defensa militar hacia sus autoridades fariseas.<br />
Y he aquí que los filisteos podían tener ciudadanía<br />
cristiana <strong>con</strong>servando ciudadanía, fidelidad, obediencia y<br />
deberes de servicio militar hacia el filisteismo. Y hete aquí<br />
que entre todos encerraron a los que sólo eran cristianos,<br />
y los echaron a los leones.<br />
Parábola del buen samaritano<br />
Y sucedió que el Buen Samaritano quiso votar. Y se le<br />
presentó el publicano para enumerarle los nuevos requisitos<br />
para el ejercicio del sufragio: “Y para votar deberás<br />
tener computadora e impresora y módem y <strong>con</strong>exión a la<br />
web y abrir una página de informática reposera que nunca<br />
abre y cierra fuera de horario laboral y en feriados. Y<br />
llenarás en pantalla un formulario redactado por fariseos<br />
de una manera tan complicada que no la descifrarán ni los<br />
sabios del sanedrín a menos que <strong>con</strong>trates un publicano<br />
gestor, a tus órdenes. Y una vez lleno e impreso el formulario<br />
indescifrable de informática peatonal peregrinarás a<br />
pie para hacer cola desde las cuatro de la madrugada ante<br />
oficinas que sólo atienden el día del número de tu cédula<br />
según la fase de la luna dentro de cinco o seis meses. Y en<br />
cuanto llegues a la taquilla te informará el publicano que<br />
debes llevar partida de nacimiento nueva, nuevo certificado<br />
del Seniat y nuevo registro de Sencamer, a ser todos<br />
159
Luis Britto García<br />
renovados periódicamente. Y te añadirán que debes presentar<br />
certificado del Ince de que no tienes más de seis<br />
empleados. Y te preguntarán que dónde está la <strong>con</strong>stancia<br />
de residencia que sólo puede expedir el Consejo Comunal,<br />
más el recibo del Seniat que cuesta medio salario mínimo,<br />
para lo cual se requiere antes el cumplimiento de los requisitos<br />
mencionados, más otros mil de los que sólo podrás<br />
informarte abriendo la página web que nunca abre”.<br />
Parábola de la venta del rebaño<br />
Y el Buen Samaritano sintió hiel en su corazón, pues<br />
vivía pastoreando un rebaño, y de ocuparse en tantas diligencias<br />
morirían sus ovejas, de modo que decidió venderlas<br />
todas para pagar al gestor a fin de que cumpliera<br />
tan implacables trámites. Mas, he aquí que dijo el gestor:<br />
“Para vender cada oveja necesitas certificado del veterinario<br />
de que no tiene brucelosis, tuberculosis ni triquinosis,<br />
para movilizarlas ante el veterinario necesitas permiso de<br />
la Guardia, para venderlas requieres autorizaciones del<br />
Ministerio de Agricultura y Tierra, y el costo de realizar<br />
todos esos trámites es igual al precio del rebaño”.<br />
Parábola del gestor del sufragio<br />
Y sobrecogió al Buen Samaritano un sudor de sangre,<br />
pues veía que no podía ejercer ningún derecho sin <strong>con</strong>tratar<br />
un gestor, y no podía <strong>con</strong>tratar un gestor sin perder<br />
todos sus derechos. “Me venderé como esclavo, y <strong>con</strong> el<br />
precio te <strong>con</strong>trataré como gestor para que votes en mi lugar”,<br />
dijo <strong>con</strong> amargura en su corazón. “¿Y cómo quieres<br />
que vote en tu nombre?”, preguntó el publicano. “<strong>con</strong>tra<br />
quienes me han reducido a la miseria <strong>con</strong> su Calvario de<br />
160<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
trámites. Pero, ¿cómo sabré que cumplirás mi voluntad?”,<br />
preguntó el Buen Samaritano. Y <strong>con</strong>testó el gestor<br />
publicano : “¿Cómo dudas de que para complacerte acabaré<br />
<strong>con</strong> el infierno que me alimenta?”.<br />
Parábola del paramilitar<br />
Y en aquellos tiempos los imperialistas romanos habían<br />
establecido siete bases militares en Tierra Santa, y<br />
dos más allí mismo en las Islas Bienaventuradas, y todavía<br />
dos más en el Istmo, y la IV Flota Imperial de galeras<br />
hería <strong>con</strong> sus espolones las aguas, y amenazaba Herodes<br />
<strong>con</strong> seguir la matanza de los falsos positivos inocentes. Y<br />
por aquellos días los paramilitares filisteos entraban como<br />
Pedro por su casa por las fronteras, y cobraban vacuna, y<br />
establecían alcabalas, y legitimaban capitales <strong>con</strong> bingos,<br />
garitos y casinos, y sicariaban a los luchadores sociales<br />
palestinos. Y el Buen Samaritano, a quien los paracos habían<br />
incendiado su casa y matado a su familia, acudió ante<br />
el Hijo del Hombre a preguntarle qué había de hacer. “Si<br />
alguien golpea en una mejilla, hay que poner la otra para<br />
ser golpeado”, <strong>con</strong>testó el Elegido. “Sí”, respondió el Buen<br />
Samaritano, “pero en lugar de tu mejilla, la que recibe el<br />
golpe es la mía”.<br />
161
Luis Britto García<br />
Guerras del imperio<br />
A hora el Imperio refina la perfidia de sus guerras hasta<br />
avanzar más allá de la aniquilación. Guerras mnemónicas,<br />
<strong>con</strong> rayos que quitan al pueblo invadido su memoria<br />
como pueblo y lo dejan <strong>con</strong> la mente en blanco. Guerras disociativas<br />
que anulan la fuerza de atracción entre las moléculas<br />
y <strong>con</strong>vierten a la nación víctima en torbellino de micropartículas.<br />
Guerras sólo mata gente que pulverizan la carne y dejan<br />
al país como una colmena vacía. Guerras sólo mata cosas<br />
que dejan intacta la gente, pero en el inmenso agujero que una<br />
vez fue su patria. Guerras asociativas que obligan a los cerebros<br />
a invertir sus respuestas y en vez de correr para salvarse<br />
avanzar hacia la muerte. Guerras mutágenas que obligan<br />
a cada organismo a <strong>con</strong>vertirse en la especie a la cual preda.<br />
Guerras geriátricas que activan el gen del envejecimiento y en<br />
pocas horas vuelven al enemigo decrépito. Guerras recesivas<br />
que invierten el curso del tiempo y devuelven los combatientes<br />
al vientre materno. Guerras cronológicas que eternizan la<br />
duración del tiempo y logran que la respuesta de los invadidos<br />
demore siglos. Guerras comunicacionales que <strong>con</strong>funden<br />
aleatoriamente las comunicaciones de manera que nadie sabe<br />
qué pasa. Guerras sicológicas que <strong>con</strong>vencen al enemigo de<br />
que ya está muerto. Guerras tectónicas que hacen permeable<br />
la superficie al magma candente de las entrañas de la tierra.<br />
Guerras desertificantes que evaporan toda el agua hacia el espacio<br />
exterior. Guerras <strong>con</strong>causales que disocian la causa del<br />
efecto de manera que todo puede ocurrir sin ningún motivo.<br />
Guerras energéticas que cuestan más energía que las reservas<br />
que <strong>con</strong>quistan. Guerras de <strong>con</strong>fusión que impiden al ser humano<br />
atacante distinguirse del ser humano atacado y lo llevan<br />
a agredirse a sí mismo <strong>con</strong> estas armas y todas las restantes.<br />
162<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Crea trámites,<br />
cosecharás corrupción<br />
Burocracia mata Revolución<br />
Contra la Unión Soviética no pudieron 14 potencias<br />
que le declararon la guerra al nacer, ni el ejército blanco<br />
de la oligarquía, ni la invasión nazifascista, ni el imperio<br />
de Estados Unidos. A la Revolución Soviética la aniquiló<br />
desde dentro la Nomenklatura, inepta burocracia que<br />
ahogó al proletariado en trámites.<br />
Corrupción privatiza lo público<br />
Lo público, que pertenece a todos, deja de serlo en la medida<br />
en que se lo apropian uno o algunos. Lo público comprende<br />
bienes y derechos. Los bienes públicos pueden ser apropiados<br />
mediante el robo. Ejemplo: la privatización de Pdvsa. Los derechos<br />
son <strong>con</strong>fiscados cerrando el paso a ellos <strong>con</strong> trámites.<br />
O inventamos, o tramitamos<br />
Las personas se dividen entre quienes crean bienes y<br />
quienes crean trámites. Quien cosecha tomates, cura enfermedades<br />
o escribe libros, crea un bien. Quien instaura<br />
trámites estorba el acceso a un bien. Un trámite es el candado<br />
que nos <strong>con</strong>fisca un derecho.<br />
Siembra trámites, cosecharás corrupción<br />
El objeto de todo trámite es hacer inaccesible un derecho<br />
vital. Entre el ciudadano y su supervivencia tiene que<br />
estar atravesado un burócrata, de modo que el ciudadano<br />
deba sobornarlo o eliminarlo. Lo primero se llama <strong>con</strong>trarrevolución.<br />
Lo segundo, Revolución.<br />
163
Luis Britto García<br />
El trámite debe estar fuera<br />
del alcance del ciudadano<br />
Ejemplo: a ningún ciudadano se le paga un céntimo<br />
si no presenta una factura del Seniat que sólo puede ser<br />
impresa en cinco tipografías de Caracas y que cuesta<br />
más de medio salario mínimo. Ejemplo: en Venezuela,<br />
donde habrá poco más de 800.000 usuarios de Internet,<br />
todo trámite que requiera ese medio niega sus derechos<br />
a 27 millones de ciudadanos que no disponen de él. Un<br />
computador <strong>con</strong> impresora y módem cuesta más de medio<br />
año de salarios mínimos, sin <strong>con</strong>tar la inaccesible<br />
<strong>con</strong>exión a la red. Pero se impone al infeliz venezolano<br />
usar equipos y redes fuera de su alcance para iniciar el<br />
proceso de pagar impuestos, denunciar delitos, denunciar<br />
infracciones de los derechos del <strong>con</strong>sumidor, validar<br />
títulos de secundaria y pare usted de <strong>con</strong>tar. Parece que<br />
en lugar de Estado tuviéramos una corporación de vendedores<br />
de hardware.<br />
Quien incomunica se incomunica<br />
Así, el ciudadano infeliz no puede <strong>con</strong>tactar <strong>con</strong> los<br />
órganos del poder popular que lo expresan, sino a través<br />
de una incosteable pantalla que nunca tiene línea, o de<br />
una informática reposera, que interrumpe el acceso fuera<br />
de horas de oficina y en feriados y vacaciones, de una<br />
informática peatonal, que lo obliga a llevar a pie la planilla<br />
impresa <strong>con</strong> tantos sacrificios, o de una informática<br />
enzanjonadora, que sólo informa del error o del requisito<br />
que falta después que has perdido el viaje. Añadamos que<br />
ninguna de ellas se hace en software libre, <strong>con</strong> lo cual el<br />
Estado falta a la Ley y resulta vulnerable a la interferencia<br />
transnacional, y que los registros informatizados se bo-<br />
164<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
rran al cabo de tres años, y en discos especiales, de doce.<br />
Sumemos que la <strong>con</strong>exión de Internet aparece y desaparece<br />
como un espejismo.<br />
Multiplica trámites, multiplicarás corrupción<br />
Si trámite genera soborno, proliferación de trámites<br />
multiplica corrupción. Nuevos trámites generan corrupción<br />
nueva. Trámites prolongados prolongan corrupción.<br />
Trámites complejos complican corrupción. Trámites innecesarios<br />
revelan que no hace falta quien los impone.<br />
Trámite serial serializa corrupción<br />
Así como hay asesinos seriales, hay trámites seriales,<br />
que reinciden en su fechoría periódicamente. El más evidente<br />
síntoma de esquizofrenia es la compulsiva repetición<br />
de un acto inútil. Nadie sabe por qué tiene que ser<br />
renovado el RIF de persona natural, cuyo número de la<br />
cédula no cambia, ni para qué debe ser reciclado el innecesario<br />
registro en Sencamer, salvo para recordar periódicamente<br />
al ciudadano que no puede seguir siendo<br />
gobernado por ociosos que le hacen perder su tiempo. Un<br />
gobierno que en verdad necesitara que los ciudadanos le<br />
entregaran un papelito igual cada año, podría venderles<br />
de una vez cincuenta papelitos idénticos, para que sus víctimas<br />
salieran de eso para toda la vida. Como eso no sucede,<br />
son los ciudadanos quienes salen de los gobernantes.<br />
Ciudadano que repite trámite no repite gobierno.<br />
Quien corrompe se corrompe<br />
Así el aparato del Estado se <strong>con</strong>tamina progresivamente<br />
en todos sus niveles, hasta que el ciudadano deja<br />
de creer en él. Abandoné el ejercicio profesional cuando<br />
165
Luis Britto García<br />
ya sólo quedaban en la capital unos diez jueces incorruptibles.<br />
La mayoría social es empujada fuera del sistema<br />
mediante la denegación de derechos que implica la imposición<br />
de trámites inútiles, complicados, de obligatoria repetición,<br />
demorados y, en general, imposibles de cumplir.<br />
A falta de Estado operativo, el ciudadano cae en manos de<br />
seudoautoridades, como los gestores, o de Paraestados,<br />
como los paramilitares. La ciudadanía se hace impracticable.<br />
Sólo encuentra justicia quien la hace por sus propias<br />
manos. Un Estado y una batería que no arrancan piden a<br />
gritos ser sustituidos. Corrupción aísla poder hasta que<br />
éste deja de serlo.<br />
Desdichado pájaro que tramita su nido<br />
Auxilio, Presidente. Usted puede amnistiar a 27 millones<br />
de votantes, perdón, de ciudadanos, y permitirles<br />
llegar al proceso electoral exentos de odio, resentimiento,<br />
exasperación e instinto asesino hacia todo lo que signifique<br />
autoridad gubernamental. Pregúntese si alguien<br />
votaría si para hacerlo debiera pasar por todas las humillaciones,<br />
maltratos y retrasos que cotidianamente se le<br />
imponen sin otro propósito que complacer la ineptitud<br />
burocrática. Se supone que el votante olvida, pero las colas<br />
electorales avivan la memoria. Si se pierde la Asamblea<br />
Nacional, vienen el golpe legislativo y judicial que he<br />
largamente anunciado, y se pierden el proceso y América<br />
Latina. Elimine por decreto ley todo trámite inútil, aplique<br />
drásticamente la Ley de Simplificación de Trámites<br />
y dedique a los burócratas a atormentarse unos a otros.<br />
Crear trámites empava. O tramitamos o votamos.<br />
166<br />
Grafito City<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Se cansa la ciudad de que la tapen los mezquinos reclames<br />
de la publicidad y al pie de una valla amanece<br />
el primer grafito, anárquico como una meada de colores,<br />
propiciando que cerca aparezcan otro y otro y otro <strong>con</strong> ilegibles<br />
letras fulgurantes que expresan mensajes ilegibles<br />
como expresión de una ciudad donde ya nada tiene sentido.<br />
La mugre de vallas publicitarias es cubierta por una<br />
primavera de flores caligráficas de las cuales nadie sabe<br />
si son escritura sin mensaje o mensaje sin escritura hasta<br />
que otra mañana aparece el primer letrero legible: DIGO<br />
QUE DIGO. La batalla de quienes piensan <strong>con</strong> colores y<br />
quienes cromatizan <strong>con</strong> pensamientos queda así entablada<br />
hasta que aparece en la calle la primera cara pintada.<br />
Sobre la piel desnuda los ciudadanos se dibujan las ropas<br />
que han dejado de ponerse, luego la imagen de lo que<br />
quieren ser y, por fin, la de lo que son. Contra superficies<br />
<strong>con</strong>steladas de estrellas caligráficas vagan los violentos<br />
planetas cromáticos del cuerpo, a veces <strong>con</strong>fundiéndose,<br />
a veces destacándose. Ni un centímetro de la ciudad deja<br />
de ser imagen o idea. Y entonces el proyector de colorear<br />
las nubes comienza a escribir la meteorología y germina<br />
por la noche la selva de neón que cambia de posición y de<br />
forma según la orientación de los luceros. En Grafito City<br />
ya no hay noticias: cada color es el suceso y la novedad<br />
cada forma y la actualidad es el <strong>con</strong>traste. En Grafito City<br />
todos sueñan en colores, o pasearse por ella es soñar. Ser<br />
a la vez el sueño y el soñante y el soñado.<br />
167
Egocell<br />
Luis Britto García<br />
A nte la plaga de los celulares que cada vez más <strong>con</strong>vierten<br />
a las personas en ausentes, pues, estén donde<br />
estén, siguen comunicados <strong>con</strong> persona o realidad remota,<br />
la organización terrorista lanza Egocell, equipo clandestino<br />
que permite comunicarse <strong>con</strong> uno mismo. Así,<br />
en una reunión, una clase, una misa el usuario de Egocell<br />
fingiendo comunicarse <strong>con</strong> una tía para <strong>con</strong>tarle banalidades<br />
puede en realidad <strong>con</strong>ectar <strong>con</strong>sigo mismo para<br />
cuestionar el sentido de lo que hace o lo que le hacen. No<br />
puede nadie sospechar que en lugar de oír a su mujer que<br />
le cuenta lo que compra en el automercado, el usuario de<br />
Egocell escucha mientras su monólogo interior se vuelve<br />
monólogo ulterior que lo <strong>con</strong>duce a abismos.<br />
168<br />
Traducell<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
En el último modelo de celular portátil viene Traducell,<br />
el traductor universal. No se sorprenda si expresa una<br />
sinfonía en colores, pero por lo menos pásmese cuando<br />
interprete una sonata como ensayo matemático. Traducell<br />
pongamos por caso <strong>con</strong>vierte el Aula Magna de la Universidad<br />
Central en fuga <strong>con</strong> variaciones, pero lo peor o lo<br />
mejor es aplicarlo a la mujer amada o deseada y experimentarla<br />
versionada en sabores. Traducell, diseñado para<br />
una civilización de autistas, alcanza su pináculo cuando el<br />
usuario se lo autoaplica. El otro día me en<strong>con</strong>tré un amigo<br />
en un museo, <strong>con</strong>vertido en cuadro abstracto, y aquí estoy<br />
yo, reducido a letras de tinta.<br />
169
Luis Britto García<br />
El extraño caso del movimiento<br />
Jekyll y el funcionario Hyde<br />
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A los ojos de sus familiares y de su novia Masa, resulta<br />
cada vez más des<strong>con</strong>certante la <strong>con</strong>ducta del movimiento<br />
Jekyll.<br />
Ampliamente admirado por su solidario trato <strong>con</strong> los<br />
necesitados y su afán de resolverle los problemas, por<br />
períodos el movimiento Jekyll se encierra y resulta imposible<br />
localizarlo.<br />
Al mismo tiempo, por la puerta trasera de su casa<br />
irrumpe el detestable funcionario Hyde atropellando<br />
personas y derechos <strong>con</strong> la invención de trámites estrafalarios.<br />
¿Quién no <strong>con</strong>oce al movimiento Jekyll, su ideología<br />
progresista, su obra innegable, su trayectoria sin desvíos<br />
e insobornable?<br />
Pero del funcionario Hyde apenas se divisa su prontuario<br />
politiquero de saltaperico, su alijo de pasaportes<br />
y de carnés partidistas, sus pasantías en el Opus y<br />
camarillas neofascistas, su monstruosa capacidad de<br />
cambiar de colores y apariencias.<br />
Estimulante es <strong>con</strong>versar <strong>con</strong> el movimiento Jekyll<br />
sobre tantos temas hermosos: Marxismo, Revolución,<br />
Socialismo, Solidaridad.<br />
Mas la dicha se va al pozo cuando lo suplanta el funcionario<br />
Hyde y trata de vendernos como ideas un revoltillo<br />
de Sai Baba <strong>con</strong> cuánto hay pa eso y cómo voy<br />
yo ahí.<br />
170<br />
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Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
En pleno día el movimiento Jekyll predica desinterés y<br />
moral revolucionaria.<br />
Mas esa noche se divisa al funcionario Hyde en dispendiosos<br />
restoranes diciendo que no es malo ser rico y<br />
alcahueteando bingos y casinos prohibidos en el Código<br />
Penal.<br />
La austeridad es tarjeta de recomendación del movimiento<br />
Jekyll quien a pleno sol exhibe medios de vida<br />
modestos y sencillez franciscana.<br />
Pero al caer las sombras ya el funcionario Hyde ostenta<br />
prendas de marca, vehículos de lujo, bandas de guardaespaldas,<br />
cargamaletines y cargacelulares, involucrado<br />
en saraos fastuosos, francachelas miliunanochescas y<br />
derroches multimillonarios.<br />
Des<strong>con</strong>certada sigue su novia Masa por las desapariciones<br />
frecuentes de su fiel enamorado el movimiento<br />
Jekyll, modelo de fidelidad y amor <strong>con</strong>stante más allá<br />
de la muerte.<br />
Escandalizado está el vecindario por <strong>con</strong>tubernios escandalosos<br />
del funcionario Hyde, por turbias promiscuidades<br />
<strong>con</strong> barraganas, financistas, inversionistas,<br />
especuladores, boligarcas y neoliberales.<br />
Irreprochable es el movimiento Hyde cuando predica<br />
cancelar los impuestos, arrancar del vacío bolsillo de la<br />
madre marginal hasta el último solitario centavo para<br />
pagar por la compra del artículo de primera necesidad<br />
el impuesto neoliberal y recesivo del IVA.<br />
Mas cuando canta el gallo de la pasión el funcionario<br />
Hyde <strong>con</strong> suicida prodigalidad exonera de impuestos<br />
a transnacionales y ciudadanos extranjeros hasta por<br />
171
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Luis Britto García<br />
17.875 millones de dólares anuales, que en jubilosa<br />
comitiva engordan los paraísos fiscales o financian las<br />
bases militares <strong>con</strong> las cuales espera aniquilarnos el<br />
imperialismo.<br />
Masa aprendió de su adorado movimiento Jekyll el<br />
<strong>con</strong>cepto de soberanía, el principio <strong>con</strong>stitucional por<br />
el cual mientras Venezuela siga siendo independiente<br />
no puede ni debe obedecer a funcionarios, leyes ni jueces<br />
o árbitros extranjeros.<br />
Pero en la tiniebla el funcionario Hyde perpetra sentencias<br />
donde dice que por “manifestación de voluntad”<br />
cualquier burócrata puede anular Constitución y<br />
soberanía y someter a Venezuela a tribunales y árbitros<br />
extranjeros para que la <strong>con</strong>denen según leyes foráneas<br />
y le embarguen bienes y reservas internacionales.<br />
Lírico y ecologista, el movimiento Jekyll exalta a su novia<br />
Masa las bellezas del paisaje venezolano, la necesidad<br />
de protegerlo y apreciarlo mediante un turismo<br />
interno <strong>con</strong>servacionista.<br />
Mas el <strong>con</strong>taminante funcionario Hyde ampara a quienes<br />
tapan ciudades, paisajes, bellezas naturales y monumentos<br />
<strong>con</strong> una costra de mugrientas vallas que no<br />
dejan ver nada de nada, y <strong>con</strong>funden recreación <strong>con</strong><br />
tarifas prohibitivas para los nacionales, turismo sexual<br />
para gringos, descanso <strong>con</strong> privatización de las playas<br />
y esparcimiento <strong>con</strong> casinos que lavan dinero del crimen<br />
organizado.<br />
A trompadas se fajó el movimiento Jekyll en defensa<br />
de su novia Masa para sancionar normas <strong>con</strong>tra el abuso<br />
de los medios audiovisuales.<br />
172<br />
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Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Mas noche y día el funcionario Hyde tolera que medios<br />
de señal abierta y por suscripción sean letrina audiovisual<br />
que viola toda norma, cloaca de prohibida publicidad<br />
por emplazamiento e inserción, basurero de<br />
interrupciones y cuñas que sobrepasan la extensión<br />
permitida, en desmoralizadora lección de que ni las leyes<br />
se cumplen ni las autoridades las hacen cumplir.<br />
Masa se enamoró del movimiento Jekyll mientras éste<br />
le cantaba canciones de Silvio Rodríguez al mismo<br />
tiempo que el funcionario Hyde vendía costosísimas<br />
entradas para <strong>con</strong>ciertos de Soledad Bravo, pero ahora<br />
que Soledad Bravo canta a Silvio Rodríguez, Masa<br />
siente que su brújula no trabaja a tiempo completo.<br />
Cada vez <strong>con</strong> mayor frecuencia cuando la novia Masa<br />
busca a su idolatrado movimiento Jekyll lo único que<br />
encuentra es una página web que nunca abre puesta<br />
allí por el mugriento funcionario Hyde.<br />
A veces siente Masa que su amado movimiento Jekyll<br />
se debilita, pues a pesar de sus esfuerzos no puede<br />
poner coto a las tropelías del cochambroso funcionario<br />
Hyde.<br />
Miles de veces Masa le ha dado fuerzas a su idolatrado<br />
movimiento Jekyll <strong>con</strong> el poder del amor y del<br />
voto, pero ahora teme leer postulaciones no sea que<br />
sólo esté candidateado en ellas el gangrenoso funcionario<br />
Hyde.<br />
Masa extrema su vigilancia aterrada por las versiones<br />
que sostienen que el movimiento Jekyll y el funcionario<br />
Hyde son la misma persona; por los días goza como<br />
transportes gloriosos los escasos instantes en que pue-<br />
173
•<br />
Luis Britto García<br />
de hacer <strong>con</strong>tacto <strong>con</strong> el movimiento Jekyll y por las<br />
noches se es<strong>con</strong>de temiendo la irrupción necrofílica<br />
del monstruoso funcionario Hyde.<br />
Pero Masa, el movimiento Jekyll y el funcionario Hyde<br />
son una sola y única persona, y Masa la única que <strong>con</strong><br />
su amor, su vigilancia y su exigencia puede decidir el<br />
triunfo del uno o del otro, y sobre todo el triunfo de<br />
ella misma.<br />
174<br />
Oficios de difuntos<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
1<br />
Puntual como la muerte llega el Día de Difuntos. Los gringos<br />
lo <strong>con</strong>memoran vistiéndose de monstruos para demandar<br />
regalos, como si estuvieran invadiendo un país.<br />
Los españoles montan el Don Juan Tenorio de Zorrilla<br />
para requebrar al sueño eterno de la siesta. Los picantes<br />
mexicanos van a los cementerios para asegurarse de que<br />
sus muertitos no han salido a hacer diabluras. Sólo nosotros<br />
tratamos a los muertos haciéndonos los locos, vale<br />
decir, dejándolos que gobiernen a los vivos.<br />
2<br />
Nuestra relación <strong>con</strong> la muerte define nuestro vínculo <strong>con</strong><br />
la vida. Los difuntos están allí para superarlos. Muerto es<br />
buen antepasado pero mal camarada. Entregársele es falta<br />
de autoestima. Por ejemplo, no debería un movimiento<br />
vital, palpitante y mayoritario <strong>con</strong>vidar a que le redactara<br />
su Constitución una legión de cadáveres políticos, porque<br />
la sembrará de lápidas y artículos de protección a la propiedad<br />
privada y al capital extranjero, y de allí saldrán a<br />
asaltar al Estado.<br />
3<br />
No invites a los muertos a tu casa: la volverán camposanto.<br />
Quien no presenta signos vitales ni se comunica <strong>con</strong><br />
los vivientes, o pasó a mejor vida o es el Estado. El nuestro<br />
yace en cripta de leyes caducas y catafalco de requisitos<br />
175
Luis Britto García<br />
inútiles tras infranqueable sarcófago de páginas web que<br />
nunca abren. Legión de osamentas de la Cuarta República<br />
lo devora y nos devora.<br />
4<br />
A los inmortales los tenemos en la memoria, pero nuestros<br />
difuntos quieren que la perdamos. Bolívar impuso el<br />
principio soberano de que las <strong>con</strong>troversias sobre el interés<br />
público de Venezuela deben ser resueltas <strong>con</strong> nuestras<br />
leyes y tribunales. Desde fines del siglo XIX nuestras<br />
<strong>con</strong>stituciones <strong>con</strong>sagran tal principio, que debe <strong>con</strong>siderarse<br />
escrito en todos los <strong>con</strong>tratos. Para violarlo, en<br />
1902 las flotas de acorazados de tres imperios se agavillaron,<br />
nos bloquearon, nos bombardearon, nos robaron<br />
hasta las campanas. Un siglo más tarde cadáveres insepultos<br />
redactan sentencias que entregan a Venezuela a<br />
los árbitros de las transnacionales. Dales, Señor, el descanso<br />
eterno.<br />
5<br />
Dominan los extintos a los vivos mediante la palabra difunta.<br />
Cadáveres insepultos borraron de los programas<br />
educativos de Primaria la Historia, la Geografía, la Educación<br />
Cívica de Venezuela. Todavía no regresaron al pénsum:<br />
pero sí han vuelto al poder quienes las erradicaron.<br />
Les bastó <strong>con</strong> cambiarse de mortaja. Desde panteones administrativos<br />
presiden el Réquiem solemne a la amnesia,<br />
preámbulo del Sueño Eterno. Rogad por ellos.<br />
176<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
6<br />
La muerte es <strong>con</strong>tagiosa, y en todos los pueblos aflige al<br />
genocida la muerte moral, aunque los tribunales olviden o<br />
los cómplices absuelvan. Donde vaya lo sigue la mirada de<br />
madres sin hijos e hijos sin padres. Donde penetra <strong>con</strong>tamina<br />
la peste de la tumba. Sólo entre nosotros siguen in<strong>con</strong>stitucionalmente<br />
sellados los archivos de los cuerpos<br />
represivos. Sólo entre nosotros puede un masacrador ser<br />
representativo. Luzca para él la oscuridad perpetua.<br />
7<br />
En la novela de Mary Shelley, Víctor Frankenstein crea<br />
su Prometeo <strong>con</strong> materiales nuevos y desata un genio de<br />
fuerza incomparable. En la versión fílmica, le injertaron<br />
un cerebro de cretino a un cosido de cadáveres dispares y<br />
surgió un ideólogo de la colaboración de clases. Entre la<br />
vida y la muerte no hay sistema mixto. Presente y futuro<br />
nacen de la incesante aniquilación del pasado. Sin extinción<br />
de lo caduco no hay vida.<br />
8<br />
Dejad a los muertos enterrar a los muertos. Si estamos<br />
vivos, actuemos como tales, no nos dejemos arrebatar<br />
nuestro instante por quienes se fueron. No nos vayamos<br />
<strong>con</strong> ellos; tampoco dejemos que se vengan <strong>con</strong> nosotros.<br />
No les hagamos compañía antes de que suene nuestra<br />
hora; menos permitamos que nos fastidien después que<br />
sonó la de ellos.<br />
177
Luis Britto García<br />
El hit parade de los matavotos<br />
www.matavotosinformaticos.com<br />
Perder elecciones es una pasión.<br />
Por eso no me inquieta que los matavotos de Hidrocapital<br />
sigan enviando a los usuarios facturas después de vencidas,<br />
para que tengan, además, que pagar el corte del servicio. Así<br />
sólo matan los votos de quienes necesitan beber agua.<br />
Menos me intranquiliza que Hidrocapital invite al usuario<br />
a habilitar una cuenta bancaria para el pago, y después de<br />
habilitada le corte el agua en lugar de cobrársela. Con eso no<br />
más asesinan los votos de quienes caen por inocentes.<br />
Tampoco me alarma que <strong>con</strong>tinúen inventando requisitos<br />
inútiles como el RIF o el registro en Sencamer. Así<br />
sólo masacran votos de quienes necesitan tiempo para<br />
trabajar.<br />
Menos me perturba que para todo requisito inútil exijan<br />
renovación periódica, como pasa <strong>con</strong> los anteriores y<br />
<strong>con</strong> los exámenes de salud, siquiátrico y de foniatría que<br />
hay que repetir semestralmente para dar clases en el Cevac.<br />
Con eso apenas degüellan los sufragios de los que<br />
odian ser tratados como imbéciles.<br />
Ni me quita el sueño que dividan todo trámite en cien requisitos<br />
distintos a ser resueltos en mil sitios diferentes. En<br />
tal forma sólo exterminan los votos de la gente ocupada.<br />
Tampoco me sobresalta la práctica de atender al usuario<br />
sólo días pares o impares, o el del último número de la cédula,<br />
o el del signo astrológico. Así apenas guillotinan votos<br />
de quienes esperaban algo de aquellos a quienes eligieron.<br />
178<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Después de todo, <strong>con</strong> esos métodos ya probados apenas<br />
asesinan unos cuantos millones de votos por comicio.<br />
Para que el exterminio sea total, hay que informatizarlo:<br />
exigir que todo <strong>con</strong>tacto <strong>con</strong> el gobierno, desde declarar<br />
impuesto hasta denunciar un arrebatón, requiera bajar un<br />
formulario de Internet.<br />
Para existir ante las autoridades hay que disponer de<br />
computadora, impresora último modelo y <strong>con</strong>exión a la<br />
red. Si en Venezuela sólo hay 800.000 usuarios de Internet,<br />
eso anula a los 29 millones de venezolanos restantes.<br />
Conatel dice que son más, pero también miente que<br />
se ocupa de hacer cumplir la ley Resorte: seguramente,<br />
está intentando hacer pasar como número de usuarios de<br />
Internet la cifra de violaciones de la Ley Resorte que ha<br />
permitido y dejado sin sancionar.<br />
Mientras escribo, llevo cuatro horas intentando <strong>con</strong>ectar<br />
el ABA de Cantv, y cuatro semanas tratando de abrir<br />
su correo web, que colapsó masivamente. Un generoso<br />
estimado <strong>con</strong>cedería que funcionan el diez por ciento del<br />
tiempo. Eso reduce cualquier cifra de supuestos usuarios<br />
en un noventa por ciento.<br />
Con razón me preguntaba una amiga: ¿Qué democracia<br />
participativa es ésta, que sólo funciona <strong>con</strong> una página<br />
web que no abre nunca?<br />
En cuanto a los suscriptores de redes privadas que<br />
sí funcionan, sus votos son fusilados por la informática<br />
reposera, <strong>con</strong> páginas que jamás abren o sólo abren en<br />
días hábiles y horario de oficina. Perdí seis horas intentando<br />
bajar una planilla para renovar mi licencia de<br />
<strong>con</strong>ducir.<br />
179
Luis Britto García<br />
Si a estas alturas sobrevive algún voto, lo desahucian los<br />
redactores de planillas, imbéciles asesorados por saboteadores<br />
que <strong>con</strong>feccionan sartas de galimatías, ambigüedades,<br />
<strong>con</strong>tradicciones y acertijos imposibles de <strong>con</strong>testar y<br />
las <strong>con</strong>signan en formato PDF, que es imposible archivar.<br />
Tras lo cual ayuda a bien morir al sufragio la informática<br />
peatonal, que obliga al mísero votante a llevar a pie el<br />
formulario bajado de Internet para que le suceda como a<br />
mí, que cuando entregué la planilla de renovación se les<br />
cayó el sistema.<br />
Siembra trámites, cosecharás corrupción. Exige planillas<br />
inasequibles, y junto al Estado Formal, al Estado de<br />
las Misiones y al Paraestado de Paramilitares y Casinos<br />
tendrás la Gestorcracia, el Cuarto Estado de la Mafia de<br />
Intermediarios entre el infeliz votante y sus autoridades.<br />
¿En qué artículo de la Constitución dice que para ejercer<br />
un derecho hay que tener computadora, impresora,<br />
<strong>con</strong>exión a Internet que funcione y diplomado en informática?<br />
¿Si se exigieran esos requisitos para votar, quién votaría?<br />
Para obtener respuesta a estas preguntas, <strong>con</strong> el ABA<br />
que jamás <strong>con</strong>ecta baje una planilla que no se puede llenar<br />
de la página que nunca abre www.matavotosinformaticos.<br />
com, y llévela a pie a las próximas elecciones, esperando<br />
que ese día no se caiga el sistema.<br />
180<br />
Arte y crimen<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
1<br />
Proclamó Honorato de Balzac que en el comienzo de toda<br />
gran fortuna hay un crimen. También en el inicio de toda<br />
estética. Pillos y camorristas han sido los sujetos por excelencia<br />
de las artes. Mientras más prójimos despachaban<br />
Sansón o Aquiles, más bonitos quedaban en las estatuas.<br />
Las mitologías son un prontuario de todos los delitos que<br />
se podían cometer <strong>con</strong> las armas de la Edad de Bronce. No<br />
hablo de los Libros Sagrados, porque superan el promedio<br />
de hecho punible por página. La única manera de que los<br />
asesinos no traten al arte como un delito es elevar el delito<br />
a la categoría de arte.<br />
2<br />
Mientras mayor el genocidio, más <strong>con</strong>movedor el arte que<br />
lo celebra. En materia de crimen, cantidad es calidad. Mediante<br />
el derroche proclama el rufián que no le ha costado<br />
trabajo lo que dilapida. Las pirámides, la Muralla China,<br />
son exposiciones perpetuas de trabajo robado. El Coliseo,<br />
fosa común donde millares de infelices se degollaban<br />
para regocijo de millones de parásitos. La argamasa de<br />
las grandes arquitecturas es la sangre de quienes las erigieron.<br />
Para recordarlo se hacían <strong>con</strong> tanta frecuencia en<br />
ellas sacrificios humanos. Concluido el Taj Mahal, al arquitecto<br />
le arrancaron los ojos para que no pudiera crear<br />
obra equiparable. Quizá fue piadoso, teniendo en cuenta<br />
las muertes que hubiera costado la réplica. Más de cinco<br />
millones de indígenas perecieron en los socavones del<br />
Potosí para costear el esplendor de Europa. Ni siquiera la<br />
181
Luis Britto García<br />
utilidad dispensa de la hecatombe. El Canal de Suez es sepultura<br />
de centenares de miles de siervos; el de Panamá,<br />
de millones de peones y coolíes. Los grandes museos son<br />
exhibiciones de botines pillados a otras culturas.<br />
3<br />
Pedo filosofante, alcahueta de mandriles, llamó Aldous<br />
Huxley a la Razón. Si cupiera duda del carácter racional<br />
de la estética, bastaría <strong>con</strong>templar su adulatoria adhesión<br />
al poder instituido. Petroglifos y pinturas rupestres representan<br />
humanidades anónimas. El asesinato en masa y el<br />
retrato de su autor son inventados al mismo tiempo, y el<br />
tamaño de ambos es por lo regular equivalente. Prueba de<br />
ello, la glorificación del forajido como <strong>con</strong>quistador en La<br />
Araucana, la eufemización del pirata como pícaro en La<br />
Isla del Tesoro y como bufón en Peter Pan. En tiempos de<br />
las bárbaras naciones acostumbraba el pillo echarse todo<br />
el botín encima, por si tenía que salir corriendo. De allí<br />
la sobrecarga decorativa de las indumentarias de linajes<br />
y noblezas. La quincalla de los trajes de las oligarquías<br />
apenas claudicó ante la detestable sobriedad a mediados<br />
del siglo XIX, cuando ante el pillaje generalizado resultó<br />
prudente es<strong>con</strong>der los activos en el banco, de donde no<br />
tardaban en desaparecer en manos del más peligroso rufián<br />
<strong>con</strong>ocido, el banquero.<br />
4<br />
Postuló Proudhon que la propiedad es el robo. Toda irresistible<br />
ascensión e<strong>con</strong>ómica es sospechosa. Ni el dinero<br />
ni el pus aparecen solos: ambos brotan de la infección. Por<br />
tanto, el pandillero pasa a ser el héroe de una sociedad de<br />
salteadores. Las supuestas hazañas de Jesse James, Billy<br />
182<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
The Kid, Doc Holiday, Billy Wild Hickock y Pat Garret son<br />
celebradas por la misma prensa que exalta el saqueo de<br />
la mitad del territorio mexicano, la invasión de Cuba, la<br />
anexión de Puerto Rico y las Filipinas y la ocupación de<br />
Panamá y Colombia. Scott Fitzgerald sublima en El Gran<br />
Gatsby la tragedia del gangster que después de extorsionar<br />
el dinero a los infelices es interrumpido por un balazo<br />
mientras trata de usarlo para comprar status. Este sueño<br />
literario se hace realidad <strong>con</strong> la <strong>con</strong>sagración del glamour<br />
Kennedy, cuando el pistolerismo asalta públicamente<br />
la Casa Blanca y la ocupa hasta que los certeros balazos<br />
de uno o más colegas imponen el orden del disimulo. El<br />
viejo Joe Kennedy, padrino de la pandilla, fue un notorio<br />
gángster enriquecido por el <strong>con</strong>trabando de licor, honorable<br />
industria cuyos réditos libres de impuestos lavó en la<br />
segunda industria menos honorable del mundo, el negociado<br />
cinematográfico, e invirtió en la compra de un cargo<br />
de embajador en Inglaterra, desde donde promover <strong>con</strong><br />
mayor libertad su ideología fascista y la carrera política de<br />
su hijo John.<br />
5<br />
La campaña electoral de John Kennedy es motorizada por<br />
el Rat Pack: Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis<br />
Jr. y Jerry Lewis, combo de protegidos de Las Vegas (la<br />
Disneylandia del Mafioso) que coronan el golpe de reducir<br />
una <strong>con</strong>tienda electoral a la ideología del night club. Ya en<br />
el poder, Jack rompe récord de pandillerismo a gran escala<br />
intentando asaltar Cuba <strong>con</strong> un gang de mercenarios<br />
y rufianes a sueldo. Derrotados éstos, bajo la pedagogía<br />
casinera de Las Vegas se juega a una sola carta la aniquilación<br />
de la humanidad en la llamada Crisis de los Cohetes.<br />
183
Luis Britto García<br />
Derrotado también en ella, como legado imperecedero al<br />
país que lo toleró le deja la guerra de Vietnam, en la cual<br />
no sale derrotado él sino Estados Unidos. Esta historia de<br />
amor y dolor queda previsiblemente interrumpida cuando<br />
un certero balazo acaba <strong>con</strong> el protagonista y otro más<br />
certero todavía disparado por el mafioso Jack Ruby sella<br />
los labios del testigo clave: drama representativo de un<br />
país donde los pandilleros ponen y quitan presidentes y<br />
estilos estéticos.<br />
6<br />
Pues así como David Rockefeller destruyó un mural de<br />
Diego Rivera por su exceso de ideología y promovió el expresionismo<br />
abstracto por su falta de ella, los más notorios<br />
malhechores de Estados Unidos elevan el Las Vegas Look<br />
a razón de Estado. Así como el cowboy de utilería Reagan<br />
negocia drogas para atacar Irán y Nicaragua, Clinton <strong>con</strong>vierte<br />
la Casa Blanca en gimnasio del sexual harassment y<br />
Bush padre e hijo en guarida de banqueros salteadores de<br />
países. Ni el amor ni la delincuencia pueden ocultarse. Así<br />
como el enamorado clama por comunicar su dicha, perece<br />
el amigo de lo ajeno por restregarle a todos en la cara su<br />
botín. El Estilo Casino, el deslumbramiento por los Cadillacs<br />
negros, las lentejuelas, la mostacilla, los anuncios<br />
luminosos, el cromo, el desayuno y las rubias platinadas<br />
enviadas a la habitación, los casinos manejados como Bolsas<br />
de Valores y las Bolsas de Valores manejadas como<br />
garitos, los centros comerciales, los gobiernos comerciales,<br />
el sicariato chic, el falso mármol, los falsos positivos,<br />
ciudades <strong>con</strong> más casinos que universidades, donde cada<br />
centímetro de las calles y de las pantallas de televisión es-<br />
184<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
tán interferidas por publicidad, gobiernos <strong>con</strong>vertidos en<br />
garitos y garitos elevados a gobierno son el mostrador evidente<br />
de la dictadura del crimen organizado. A diferencia<br />
del arte legítimo, el arte narco no atrae la atención por sí<br />
mismo, sino interfiriendo <strong>con</strong> la percepción de otra cosa<br />
agradable. La legitimación de capitales es paralela <strong>con</strong> la<br />
legitimación estética en su empecinamiento por ocultar la<br />
procedencia de los signos que exhibe. Es esto lo que deben<br />
destruir una Revolución y un Arte Revolucionario. Contra<br />
estética del Poder, el poder de la Estética.<br />
185
Luis Britto García<br />
Parábolas del tercer milenio<br />
Parábola del diálogo<br />
Dialogaron el fariseo, que sólo sabe decir Dame, y la<br />
buena samaritana, que sólo sabe decir Toma, y después de<br />
diez minutos de diálogo el fariseo le había arrancado los<br />
ojos y pedía que le diera las gracias.<br />
Parábola de la <strong>con</strong>versación<br />
Dialogaron el pueblo, a quien no dejan hablar, y el fariseo,<br />
que no quiere oír, y cada cual salió <strong>con</strong>vencido de que<br />
el otro había quedado vencido.<br />
Parábola de la unidad<br />
Actuando como padrino San William Blake se celebró<br />
el matrimonio del Cielo y el Infierno abrazándose tan estrechamente<br />
ambos que quedaron reducidos a un limbo.<br />
Parábola de los inocentes<br />
Y bajaron de los cerros los pastores para anunciar <strong>con</strong><br />
sus cantos el advenimiento del Elegido.<br />
— Eso se arregla <strong>con</strong> diez mil difuntos—, dialogó el publicano.<br />
— La muerte de treinta mil inocentes bastará para estabilizar<br />
la dictadura—, dialogó el rey Herodes.<br />
Pero la multitud de los inocentes puso a salvo al Elegido<br />
y pasó aquella jornada terrible sin una venganza.<br />
Desde entonces los publicanos y los Herodes afilan sus<br />
cuchillos.<br />
186<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Parábola de la esclava presumida<br />
En aquellos tiempos los fariseos extremaban el rigor<br />
para <strong>con</strong> sus esclavos, haciéndolos trabajar sin prestaciones,<br />
mezquinándoles el pan, sicariando <strong>con</strong> sus sayones a<br />
los que hacían sindicatos, y de vez en cuando acosándolos<br />
sexualmente, como el fariseo que mientras su esclava le<br />
barría la sala, le pellizcó una nalga.<br />
— El señor me pellizcó una nalga, el señor me pellizcó<br />
una nalga- salió diciendo toda oronda por la plaza la esclava<br />
presumida, en lugar de partirle la escoba en la cabeza.<br />
Parábola de los puentes<br />
Y sucedió en aquellos días que el Elegido y sus seguidores<br />
acamparon a la orilla del Jordán, y en la otra orilla<br />
vieron el festín de Baltasar, <strong>con</strong> una muchedumbre de fariseos<br />
entregados al vicio, a la depravación y a las abominaciones.<br />
Y he aquí que predicó el Elegido: —Tendámosles puentes,<br />
para que puedan venir a compartir nuestro sacrificio,<br />
nuestra pobreza, nuestra austeridad.<br />
Y he aquí que los discípulos desmantelaron sus humildes<br />
chozas para disponer de madera para los puentes y<br />
dejaron de cosechar para trabajar en los puentes y dejaron<br />
de descansar hasta que no estuvieron <strong>con</strong>struidos los<br />
puentes, mientras en la otra orilla los fariseos se entregaban<br />
a la vagancia, el derroche y el latrocinio.<br />
Y predicó el Elegido: —Todo lo hemos sacrificado, todo,<br />
mas al fin tendimos los puentes para que los codiciosos fariseos<br />
dejen sus prevaricaciones, su avaricia y su soberbia<br />
y vengan a compartir nuestra humildad.<br />
187
Luis Britto García<br />
Mas hete aquí que por los puentes no pasó ningún fariseo<br />
a sacrificarse, y sí se pasaron los discípulos de mala entraña<br />
a ver si les tocaba alguna sobra en el festín de Baltasar.<br />
Parábola de los milagros<br />
Y ocurrió en aquellos tiempos que el Elegido y sus discípulos<br />
iban entre los pobres, y enseñaban a los que no<br />
sabían, y curaban a los enfermos, y hacían ver a los ciegos,<br />
y multiplicaban el pan y los peces.<br />
Mas: los escribas y fariseos predicaban en todas las<br />
plazas y los templos que el Maestro hacía ignorantes a los<br />
sabios y enfermaba a los sanos y cegaba a los videntes y<br />
hacía desaparecer el pan y escasear los peces.<br />
Y sucedió que el Elegido fue donde los escribas y fariseos,<br />
y <strong>con</strong> sendos milagros evitó que los expulsaran de<br />
sus mansiones en virtud de las hipotecas debidas y los alquileres<br />
exorbitantes, y les facilitó carrozas para que pasearan<br />
ostentosamente, y casas de estudio gratuitas para<br />
que sus mancebos se graduaran de doctores de la Ley, y<br />
les suministró negociados para que se refocilaran.<br />
Mas, los fariseos y escribas y sus mancebos predicaron<br />
<strong>con</strong> lenguas de víboras en templos y plazas que el Elegido<br />
les impedía tener mil mansiones y les vetaba poseer mil<br />
carrozas y les impedía manifestar en <strong>con</strong>tra de los favores<br />
que recibían y no obedecía a los procónsules del Imperio<br />
y no les suministraba negociados suficientes para que se<br />
llenara el pozo sin fondo de su codicia.<br />
Y el Elegido siguió beneficiándolos <strong>con</strong> milagros para<br />
que vivieran hasta que sucedió que los pobres vivieron de<br />
milagro.<br />
188<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Parábola del cortejo triunfal<br />
Y pasó en aquellos días que el Elegido entró en Jerusalén<br />
seguido por el cortejo de los inocentes que le habían<br />
salvado la vida en la encerrona tendida por los legionarios.<br />
Mas, pasando el cortejo frente a los palacios de los filisteos,<br />
dijo el Elegido: —Dejad que los filisteos vengan a<br />
mí.<br />
Y allí se unió al cortejo la turbamulta de los filisteos <strong>con</strong><br />
sus máscaras de hipócritas y sus lenguas de víbora y sus<br />
mortajas de sepulcros blanqueados y sus joyas arrancadas<br />
a los pueblos y sus perfumes <strong>con</strong> los que trataban de disimular<br />
la pestilencia.<br />
Mas, pasando el cortejo frente a las mansiones de los<br />
fariseos, dijo el Elegido: —Dejad que los fariseos vengan<br />
a mí.<br />
Y allí engrosó el cortejo la pandilla de los fariseos <strong>con</strong><br />
sus libros de falsas leyes y sus rollos de compilaciones de<br />
trampas y sus documentos de genealogías trucadas y sus<br />
sermones <strong>con</strong>tra los pobres.<br />
Mas, pasando el cortejo frente al templo donde los<br />
mercaderes estafaban, engañaban, y especulaban, dijo el<br />
Elegido: -Dejad que los mercaderes vengan a mí.<br />
Y se incorporó al cortejo la pandilla de los mercaderes<br />
<strong>con</strong> sus pesas trucadas y sus medidas faltantes y sus cofres<br />
repletos, y los usureros siempre regateando y los prestamistas<br />
siempre especulando y los agiotistas sacando provecho<br />
de los discípulos, y traficantes y los tahúres y los fulleros<br />
<strong>con</strong> sus barajas y sus ruletas y sus dados trucados.<br />
189
Luis Britto García<br />
— ¿Para dónde va ese cortejo?—, preguntó, desde la<br />
vera del camino, María.<br />
— Al Calvario—, <strong>con</strong>testó el sumo sacerdote Caifás, alzando<br />
el brazo para mostrar en la mano los cuatro clavos.<br />
Parábola del Apocalipsis<br />
Sobre los cielos aparecieron los jinetes del Apocalipsis<br />
y el Elegido preguntó a fariseos y escribas y mercaderes<br />
qué merecían:<br />
— El Cielo y la Tierra para nosotros y para más nadie—,<br />
<strong>con</strong>testaron.<br />
Y bajo ellos se abrieron las fauces del abismo de la<br />
crisis, donde se hundieron empujados por el peso de sus<br />
maldades, que habían acabado al mundo.<br />
190<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Capitalismo piramidal<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
En noviembre de 2008 sesionó en Bolivia el<br />
Primer Seminario de Estafas Piramidales, reunión<br />
tardía para estudiar un fraude tan viejo<br />
como la codicia.<br />
Se llama pirámide al sistema que atrae inversiones prometiendo<br />
intereses o beneficios tan exorbitantes que<br />
sólo pueden ser pagados atrayendo nuevas inversiones,<br />
y así sucesivamente hasta que se acaban los bobos.<br />
Pero los bobos son inagotables, como lo demostraron<br />
en Venezuela nuestras múltiples Pirámides,<br />
el Jeque, la Crisis Bancaria de 1994 y la<br />
Vuelta zuliana; y en Estados Unidos el sistema<br />
Fonzi y el honesto capitalista Bernard Madoff al<br />
desaparecer 50.000 millones de dólares que le<br />
prestó la astuta oligarquía financiera hebrea.<br />
Hace cinco años formulé los Diez Mandamientos de la<br />
Vuelta: 1) Nadie resiste la tentación de recibir todo a<br />
cambio de nada. 2) La estafa es del tamaño de la prepotencia<br />
del estafado. 3) Lo mal habido, fácilmente<br />
perdido. 4) Mientras menos <strong>con</strong>fianza inspira el oferente,<br />
más fe infunden sus promesas de hacernos ricos<br />
sin trabajar. 5) Los fondos de los primeros estafados se<br />
usan para atraer a los siguientes, y cuando el pez cree<br />
tragarse el gusano, resulta tragado él. 6) Mientras más<br />
gordo parece el gusano, más rápido se traga el anzuelo.<br />
7) Pagar deuda <strong>con</strong>trayendo nueva deuda en definitiva<br />
resulta impagable. 8) En la Vuelta los únicos castigados<br />
son las víctimas. 9)La Vuelta sólo termina cuando<br />
termina <strong>con</strong> sus presas. 10) La Vuelta rompe el saco.<br />
191
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•<br />
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•<br />
•<br />
Luis Britto García<br />
Cinco años más tarde, me doy cuenta de que los<br />
Mandamientos de la Pirámide son también los<br />
del capitalismo y de su crisis.<br />
Al igual que la estafa piramidal, el capitalismo es un<br />
juego suma cero, en el cual la ventaja de uno sale de la<br />
pérdida de otros.<br />
Como el capitalismo, la pirámide tiene por<br />
meta la ganancia, desechando cualquier otra<br />
<strong>con</strong>sideración ética, jurídica, ecológica, social,<br />
política o estética.<br />
Los promotores de la pirámide, como los del capitalismo,<br />
sostienen que su sistema no debe ser regulado ni<br />
limitado por nadie salvo por él mismo.<br />
El capitalismo, como la pirámide, sigue devorando<br />
hasta que no le quedan más víctimas.<br />
En lo tocante a la ecología, el capitalismo saquea, dilapida<br />
y <strong>con</strong>sume toda la naturaleza presumiendo que<br />
así como la pirámide siempre encuentra más bobos que<br />
estafar, el capitalismo hallará siempre nuevos recursos<br />
que devorar.<br />
En realidad, la predación capitalista redujo<br />
selvas y bosques tropicales al 2% de la superficie<br />
de la tierra; liquidó más de 50.000 especies<br />
vivientes entre 1990 y 2000; asesina cada año<br />
tres millones de personas que mueren por <strong>con</strong>taminación<br />
del aire y cinco millones que fallecen<br />
por <strong>con</strong>taminación del agua, elevó la <strong>con</strong>centración<br />
de dióxido de carbono de 220 a 550<br />
partes por millón, creando un efecto invernadero<br />
que derrite los casquetes polares, derro-<br />
192<br />
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Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
cha a paso acelerado las reservas de combustible<br />
fósil y las saquea <strong>con</strong> espantosas guerras.<br />
Si la pirámide capitalista espera en<strong>con</strong>trar nuevos planetas<br />
después de destruir éste, el capitalismo piramidal<br />
intenta lo mismo <strong>con</strong> la población. Toda la riqueza de la<br />
Tierra es producida por sus 6.000 millones de habitantes;<br />
la explotación capitalista logra que 2.600 millones<br />
vivan en pobreza media y 1.500 millones en pobreza<br />
absoluta; que según la Cepal, para 2005, el 44,6% de<br />
los latinoamericanos sean pobres y 19,4% indigentes;<br />
que según la Unicef cada año en la región muera medio<br />
millón de niños por causas evitables.<br />
Para arrancar todavía más riqueza destruyendo<br />
a quienes la producen, la pirámide capitalista<br />
niega los derechos sociales <strong>con</strong>quistados por siglos;<br />
reinstaura la esclavitud <strong>con</strong> las maquilas,<br />
planea la semana laboral de 64 horas <strong>con</strong> trabajo<br />
dominical, “flexibiliza” la relación laboral<br />
y echa a la calle millones de desempleados.<br />
Como la pirámide capitalista no provee a los más <strong>con</strong><br />
lo que necesitan, el capitalismo piramidal inventa el<br />
<strong>con</strong>sumismo para forzar a los menos a comprar lo que<br />
no necesitan, asumiendo que siempre habrá quien se<br />
endeude para fingir el status que no tiene: el resultado<br />
son las crisis de sobreproducción cuando se copa la<br />
demanda de la ínfima minoría que puede <strong>con</strong>sumir, y<br />
la quiebra masiva cuando personas o países no pueden<br />
pagar los intereses de los intereses de los intereses.<br />
El capitalismo, como la pirámide, tiene por base<br />
el dinero, y la pirámide más colosal es la que<br />
desde 1971 imprime más y más dólares sin nin-<br />
193
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
Luis Britto García<br />
gún respaldo, <strong>con</strong> la pretensión de que las demás<br />
divisas se cubran <strong>con</strong> ellos y de que siempre<br />
habrá quien <strong>con</strong>funda <strong>con</strong> moneda un papel <strong>con</strong><br />
un sistema de Reserva Federal que sólo garantiza<br />
un dólar por cada 83 que circulan.<br />
Sobre ellos se monta una pirámide especulativa que<br />
supera setenta u ochenta veces la producción de bienes<br />
reales bajo el supuesto de que cada vez más tontos<br />
comprarán valores sin valor alguno, hasta que más de<br />
700.000.000.000 $ se disipan en el aire y hay que sacar<br />
de la nada otra suma igual para sustituirla.<br />
La pirámide, como el capitalismo, se sustenta<br />
en el crédito, y el capitalismo, como la pirámide,<br />
se funda en la pretensión de que es posible<br />
pagar lo que se debe endeudándose indefinidamente.<br />
Por ese camino Estados Unidos acumula<br />
una deuda pública de $59.000.000 millones,<br />
que asciende a un desastroso 65,5% de su PIB y<br />
una impagable carga de $516.348 por familia.<br />
El capitalismo, como la pirámide, sólo <strong>con</strong>struye destruyendo:<br />
si fabricar armas es negocio, su producción<br />
debe seguir hasta exceder las necesidades reales de<br />
la defensa, y después de la desaparición de todos los<br />
enemigos significativos, hasta arrasar niños <strong>con</strong> bombas<br />
de fósforo, hasta <strong>con</strong>sumir en 2007 un monto de<br />
623.000.000.000 dólares anuales, superior al gasto<br />
militar del resto del planeta.<br />
Alain Greenspan, el ex presidente de la Reserva<br />
Federal que desreguló la banca de inversiones,<br />
re<strong>con</strong>oció haberse equivocado, y sobre lo que<br />
había que hacer declaró: “No sé”.<br />
194<br />
•<br />
•<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
También se parece el capitalismo a la pirámide en que<br />
para <strong>con</strong>struirla se despojaba de su trabajo a todo un<br />
pueblo esclavizado para preservar la memoria de la<br />
momia de un parásito.<br />
Pero sabemos que no hay más planetas, más<br />
humanidad, más víctimas que sacrificar ni a la<br />
pirámide ni al capitalismo.<br />
195
Luis Britto García<br />
Costumbres caraqueñas<br />
Entierro de un motorizado<br />
Sólo dos eventos <strong>con</strong>gregan motorizados como moscas:<br />
cuando uno de ellos choca <strong>con</strong> un carro o cuando otro<br />
choca <strong>con</strong> la muerte. Para colisionar <strong>con</strong> la Pelona debe<br />
el motorizado, según la tradición, ir sin frenos, sin casco,<br />
sin placa y comiéndose la flecha y la luz perpetua. Nadie<br />
puede impedirlo porque nadie evita que un motorizado<br />
haga lo que le dé la gana. Todos a uno le caen de a montón<br />
los motorizados al automovilista, y a la muerte también.<br />
El entierro de un motorizado ocupa la autopista completa,<br />
de canal rápido a hombrillo y de trébol a viaducto. Delante<br />
va la pickup <strong>con</strong> altoparlantes más grandes que ella tocando<br />
Réquiem de changa, De Profundis de regetón y la salsa<br />
de “Los Entierros de mi Gente Pobre”, de Ismael Rivera.<br />
Siguen el ritmo motorizados de honor pirueteando en una<br />
sola rueda, rifando que el difunto no se vaya solo camino<br />
del cielo que tiene tantos semáforos. Detrás ruge la tropa<br />
en formación compacta rodilla <strong>con</strong> rodilla, prendiendo y<br />
apagando luces y pitando bocinas de mil tonos. La comitiva<br />
para en todos los cruces donde el homenajeado le mentó<br />
la madre a una Hummer o abolló parachoques antes de<br />
quedar abollado él. Los fiscales de tránsito huyen ante el<br />
entierro de un motorizado, y policía que no corre queda<br />
acostado y los automovilistas escaparían, pero no pueden<br />
evadirse del calabozo del automóvil ni siquiera agotada<br />
la <strong>con</strong>dena de la paciencia. La tranca es de pronóstico reservado<br />
y en cada estación del víacrucis se descargan los<br />
hierros al aire o al que pase. Todo se acaba en la vida, pero<br />
lo que parece que nunca acaba es el entierro de un moto-<br />
196<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
rizado, porque cuando <strong>con</strong>cluye uno ya empieza otro y su<br />
tumulto nos recuerda que en la dura autopista de la existencia<br />
el modo de vida es también un modo de muerte.<br />
Grafitos<br />
Alguna vez los aerosoles nebulosos pretendían cuajar<br />
en <strong>con</strong>signas <strong>con</strong>cretas. En cierto momento renunciaron<br />
voluntariamente al gran error de decir. Después del enunciado<br />
qué me miras pendejo no ves que soy un letrero, no<br />
hay escritura posible. Desde entonces tenemos la invasión<br />
de los grafitos ininteligibles. Que levante la mano quien no<br />
se los haya quedado mirando tratando de descifrar formas<br />
que parecen letras disfrazadas de terremotos que parecen<br />
explosiones disfrazadas de gestos. Como el universo, parecen<br />
tener un sentido, pero pudieran no tenerlo y, como<br />
él, podrían haber tenido un propósito igual que nunca lo<br />
han tenido. En qué momento el vándalo prefirió en lugar de<br />
apedrear ventanas o cortar gargantas asperjar los muros de<br />
formas que no dicen más que sí mismas. Mirando los grafitos<br />
se alcanza la iluminación aunque lo más probable es<br />
que nos lleve por delante un camión o un motorizado que<br />
persigue a un automovilista. Cómo querríamos ver cubiertas<br />
de grafitos las horribles vallas comerciales, las fachadas<br />
escarapeladas, las tristes caras de los ciudadanos <strong>con</strong> expresión<br />
de intemperie o ceño de relleno sanitario de sentimientos.<br />
Piensan lanzar el grafito gaseoso para iluminar las<br />
nubes. Con el grafito sin sentido amanecen los muros.<br />
La invasión de las vallas rodantes<br />
Todas las miserias de Caracas se nos atraviesan en el<br />
camión doble ancho y doble largo que quema inútilmente<br />
combustible sólo para pasear el horror más horroroso de<br />
197
Luis Britto García<br />
la ciudad que es la valla publicitaria. En verdadero triple<br />
play de la irresponsabilidad urbana se <strong>con</strong>sigue a la vez<br />
empeorar la <strong>con</strong>gestión de tráfico, derrochar gasolina y<br />
hacer circular el engendro publicitario que no debió escapar<br />
nunca del galpón donde lo <strong>con</strong>feccionaron. Parece que<br />
la valla rodante deambula buscando domicilio y no lo <strong>con</strong>sigue<br />
en una ciudad ya totalmente tapiada de cartelones<br />
ilegales. Una valla rodante es imposible de leer, y quien lo<br />
intenta choca o muere bajo sus aplastantes ruedas de gandola.<br />
Yo me puse a seguir una valla rodante para disfrutar<br />
del hecho de que su parte trasera sin mensaje tapara el<br />
paisaje de la ciudad totalmente enmascarada por anuncios<br />
mugrientos. Entonces advertí que todas las vallas<br />
ilegales también echaban ruedas de camión y tomaban la<br />
calle, desplazando todos los vehículos excepto el mío, al<br />
cual seguramente <strong>con</strong>fundían <strong>con</strong> una chatarra. La infinita<br />
procesión de las vallas rodantes, como una escuela<br />
de samba en los carnavales del mal gusto, fue de oficina<br />
pública en oficina pública secuestrando en sus cajas huecas<br />
a los burócratas que permitieron mediante soborno<br />
que la ciudad quedara sepultada bajo sus anuncios espantosos.<br />
Sin dejarse detener por semáforos ni peajes, como<br />
una división blindada la procesión de las vallas rodantes<br />
irrumpió hacia el litoral y hasta el precipicio de Tarma<br />
desde donde, como rebaño de lemmings suicidas, empezó<br />
a precipitarse al mar <strong>con</strong> todo y burócratas prisioneros,<br />
para restablecer el equilibrio ecológico de la naturaleza<br />
agredida. En toda la ciudad se oyó un suspiro de alivio<br />
y en todo el mar una remoción de horror ante el abismo<br />
donde por fin dejaban de hacer daño burócratas corruptos,<br />
camiones derrochadores de combustible y vallas <strong>con</strong><br />
mensajes horripilantes.<br />
198<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los hombrecitos del semáforo<br />
Nadie sabe cómo quedaron prisioneros dentro del semáforo<br />
esos hombrecitos luminosos que indican que<br />
se puede avanzar o hay que detenerse. Dentro de cada<br />
semáforo se desangra el hombrecito rojo, que para mayor<br />
irrisión ordena a todo el mundo detenerse, como queriendo<br />
<strong>con</strong>solarse de su encierro al tener a los peatones<br />
prisioneros en las aceras. El hombrecito rojo se desangra<br />
porque lo asesina el hombrecito verde que camina. Pero<br />
el gesto del hombrecito verde deja dudas, porque por más<br />
que aparezca en actitud de huir no va a ninguna parte. Los<br />
más lastimosos son los hombrecitos verdes de los semáforos<br />
de Estambul, que están animados y tratan de correr<br />
sin salir jamás de su oscuro redondel, y que al igual que<br />
nosotros corren cada vez más rápidamente sin avanzar a<br />
medida que su tiempo efímero se agota. A medianoche<br />
suena el canto de un almuecín que los libera, y todos los<br />
laberintos de las callejuelas relampaguean de hombrecitos<br />
verdes que corren y corren queriendo ser césped antes<br />
de que llegue el sol y de nuevo los encierre.<br />
199
Luis Britto García<br />
Las tareas revolucionarias<br />
de la mano invisible del mercado<br />
Ni el más radical revolucionario se propuso jamás<br />
destruir Estados Unidos. Esa tarea la cumple ahora<br />
la mano invisible del mercado, que desmantela desde<br />
adentro la primera e<strong>con</strong>omía del mundo. Para 2007 los<br />
trabajadores crean para Estados Unidos un Producto Interno<br />
Bruto (PIB) de US$ 13.810.000.000.000. El 0,9%<br />
es generado por la agricultura; el 20,6% por la industria,<br />
el 78,5% por servicios de comunicaciones, comercio y<br />
banca. Cerca de la mitad de estas ganancias provienen del<br />
exterior, de las maquilas y de la finanza especulativa cuyo<br />
desplome afecta más de las tres cuartas partes del PIB estadounidense.<br />
La mano visible del déficit<br />
Sin resultados alertamos los progresistas <strong>con</strong>tra el déficit<br />
fiscal y la balanza comercial desfavorable. La mano<br />
invisible del mercado impone que en 2007 Estados Unidos<br />
exporte bienes por US$ 1.149.000.000.000.000<br />
e importe por valor de $1.985 trillones (el trillion anglosajón<br />
es un millón de millones), <strong>con</strong> un déficit en su<br />
balanza comercial de $836.000.000 millones. Su presupuesto<br />
cierra en septiembre de 2007 <strong>con</strong> gastos de<br />
$2.896 trillones e ingresos de $2.568 trillones, lo que<br />
suma otro déficit de $328.000.000.000.000, al cual la<br />
mano visible del Tesoro acumula otro faltante de más de<br />
$ 700.000 millones para premiar a los banqueros que<br />
arruinaron su sistema financiero.<br />
200<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El puño de la Deuda Pública<br />
En vano advertimos los revolucionarios que la deuda<br />
pública es una trampa mortal. La mano invisible del mercado<br />
acumula <strong>con</strong>tra Estados Unidos el 30 de septiembre<br />
de 2008 una deuda pública impagable de más de $<br />
10.000.000.000.000, a la cual se le suman obligaciones<br />
como seguridad social, médica y pensiones, que la elevan<br />
a $59.000.000 millones: una incosteable carga de<br />
$516.348 por familia, que entonces llegaba a un ruinoso<br />
65,5% de su PIB, y para 2011 sobrepasa el 102% de esa<br />
magnitud.<br />
La mano peluda del Tesoro<br />
Inútilmente descalificamos los utopistas la e<strong>con</strong>omía<br />
imperialista. La mano invisible de los especuladores financieros<br />
desapareció en dos semanas entre $ 700.000<br />
millones y $ 1.000.000 de millones, y para reponérselos,<br />
la mano peluda del Tesoro de Estados Unidos 1) Creará<br />
más impuestos. 2) Contraerá más deuda pública. 3) Imprimirá<br />
más dólares inorgánicos. Los impuestos golpearán<br />
al trabajador estafado y no al banquero desfalcador;<br />
la nueva deuda devaluará la anterior, el dinero inorgánico<br />
desplomará todavía más el signo monetario y <strong>con</strong> él la hegemonía<br />
del Imperio.<br />
La garra afilada del endeudamiento<br />
De nada sirvió que denunciáramos los izquierdistas<br />
la tiranía financiera de Wall Street. La mano invisible<br />
del Tesoro de Estados Unidos anuncia el 5 de octubre de<br />
2007 que iniciará la emisión de títulos de deuda por un<br />
monto de $ 30.000 millones, a ser negociados por bancos<br />
privados de la Reserva Federal. Por ese camino inundará<br />
un sistema financiero ya atestado de títulos invendibles<br />
201
Luis Britto García<br />
<strong>con</strong> nuevos papeles por $ 1.000.000.000.000, que nadie<br />
comprará por no envenenarse <strong>con</strong> valores en devaluación<br />
de un gobierno endeudado, cuya e<strong>con</strong>omía está quebrada,<br />
acostumbrado a alterar unilateralmente intereses o plazos<br />
de pago y a quien nadie puede cobrar ni por las buenas ni<br />
por las malas.<br />
La zarpa cortante de la Deuda Externa<br />
Nos fatigamos los tercermundistas advirtiendo <strong>con</strong>tra<br />
el peligro de la Deuda Externa. Pero la mano invisible del<br />
mercado logró que, para abril de 2008, cerca de un cuarto<br />
del total de la Deuda Pública de Estados Unidos fuera<br />
Externa. Sus principales acreedores son: Japón, <strong>con</strong> un<br />
22,76%, ($ 592.200 millones), China <strong>con</strong>tinental, <strong>con</strong> un<br />
20,29% ($ 502.000 millones), el Reino Unido <strong>con</strong> 9,06%<br />
($ 251,400 millones); varios países exportadores de petróleo,<br />
<strong>con</strong> 5,92% ($ 153.900 millones); Brasil, <strong>con</strong> un 5,75%<br />
que representa $ 149.500.000.000. Sólo por esa vía, Estados<br />
Unidos debe el 16,24 % de su PIB a extranjeros.<br />
El tentáculo asfixiante de la devaluación<br />
Poco pudimos los internacionalistas <strong>con</strong>tra la unipolaridad.<br />
El ex secretario del Tesoro Larry Summers y Paul<br />
Krugman acusan a China de haber comprado, movida<br />
por la mano invisible del mercado, inmensas cantidades<br />
de deuda pública de Estados Unidos, coadyuvando así a<br />
que los intereses internos yankis permanecieran bajos y<br />
la avidez especulativa se redirigiera hacia la burbuja especulativa<br />
hipotecaria que acaba de reventar. La crisis y su<br />
<strong>con</strong>siguiente emisión de nuevos títulos de deuda devaluará<br />
los ya existentes, reducirá su demanda y revestirá a los<br />
acreedores del poder estratégico de aniquilar la e<strong>con</strong>omía<br />
202<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
de Estados Unidos vendiendo los que poseen, y de disuadir<br />
así a la superpotencia de su plan de acaparar los hidrocarburos<br />
del mundo para estrangular energéticamente a<br />
China, al resto de Asia y a la Unión Europea.<br />
Las uñas filudas de la inflación<br />
Sin resultados predicamos los radicales <strong>con</strong>tra el uso<br />
obligatorio del dólar como respaldo de las monedas occidentales,<br />
que Estados Unidos impuso cañón en mano en<br />
Breton Woods en 1944. La mano invisible del mercado lo<br />
destrona hoy definitivamente. La liberación de colosales<br />
cantidades de dólares de los depósitos <strong>con</strong>stituidos como<br />
reservas y el reingreso de ellas a la circulación irrestricta<br />
global desplomarán todavía más el signo monetario.<br />
Estados Unidos ya no podrá cubrir indefinidamente sus<br />
compromisos en el exterior imprimiendo papel verde. Su<br />
mayor herramienta de hegemonía e<strong>con</strong>ómica se clausura.<br />
Deberemos crear nuevos sistemas financieros y monetarios<br />
para sustituirla.<br />
La pezuña lacerante de la crisis<br />
Fatigados quedamos los ñángaras de advertir sobre los<br />
riesgos de una e<strong>con</strong>omía especulativa ficticia que superaba<br />
sesenta o setenta veces la productora de bienes reales.<br />
En pocas semanas la mano invisible del mercado elimina<br />
800.000 puestos de trabajo estadounidenses, arroja millones<br />
de deudores hipotecarios a la calle y barre <strong>con</strong> los<br />
bancos y las bolsas del mundo. Cada crisis global prepara<br />
la revolución mundial. El capitalismo Chacumbele, fase<br />
superior del imperialismo, al dar el salto dialéctico él mismito<br />
se mató.<br />
203
Moral y luces<br />
Luis Britto García<br />
E l diputado que promueve los casinos instaló casinos<br />
en los cuarteles y ya no hay cuarteles sino casinos.<br />
El diputado que promueve los casinos instaló casinos en<br />
las leyes y ya no hay leyes sino apuestas. El diputado que<br />
promueve los casinos instaló casinos en los tribunales y<br />
ya no hay sentencias sino jugadas. El diputado que promueve<br />
los casinos instaló casinos en Palacio y ya no hay<br />
Palacio sino dados. El diputado que promueve los casinos<br />
colocó traganíqueles en los abastos y ya no hay alimentos<br />
sino apuestas. El diputado que promueve los casinos instaló<br />
maquinitas en las escuelas y ya no hay escuelas sino<br />
prostíbulos. El diputado que promueve los casinos metió<br />
ruletas en los partidos y ya no hay partidos sino fichas. El<br />
diputado que promueve los casinos instaló timbas en los<br />
hoteles para turistas y desde entonces no hay turismo sino<br />
crimen organizado. El diputado que promueve los casinos<br />
instaló bingos en los hogares y ya no hay ciudadanos sino<br />
tahúres. El diputado que promueve los casinos instaló casinos<br />
en la revolución y ya no hay revolución sino cuanto<br />
hay pa eso. El diputado que promueve los casinos <strong>con</strong>virtió<br />
al país en un casino y ya no hay país sino mugre. El<br />
diputado que promueve los casinos instaló traganíqueles<br />
en los barrios de los paramilitares y ya no hay diputados<br />
sino paramilitares.<br />
204<br />
Fuga de cerebros<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Últimamente parece haberse intensificado la fuga de<br />
cerebros. Detrás de muchas caras eminentes, bajo<br />
demasiadas frentes epónimas, empieza uno a sospechar la<br />
ausencia de un cerebro fugado o que nunca estuvo. Parecen<br />
irse, dejando tras de sí sólo rostros grises y arrugados<br />
como sus circunvoluciones. Después de su partida deshabitan<br />
tantos seres que como cascarones vacíos pululan en<br />
las instituciones, en las academias, en las asociaciones. A<br />
veces la fuga se produce masivamente, a veces huyen amenazados<br />
por la vaciedad de quienes han perdido su propia<br />
masa encefálica y no toleran que otros la <strong>con</strong>serven, o la<br />
exorcizan <strong>con</strong> vacuas fórmulas y repeticiones. Como para<br />
advertir la ausencia de cerebro hay que tener uno, parece<br />
que cuando el último se haya dado a la fuga, se volverá a<br />
la normalidad.<br />
205
Luis Britto García<br />
Fábrica de cadáveres<br />
L as inquietudes sobre el propósito del cosmos se han<br />
apaciguado ante la evidencia de que no es otro que<br />
la apropiada fabricación de cadáveres. Desacertadamente<br />
especulan algunos que su finalidad, es la vida, pero en la<br />
medida en que toda vida tiende a su extinción, el perfeccionamiento<br />
sólo se logra cuando sus estructuras orgánicas<br />
quedan inmovilizadas, como una obra de arte que sólo<br />
en su inutilidad culmina. Todo sigue en el universo en una<br />
febril agitación; más allá del cadáver no hay nada. Podría<br />
ser el mundo entero un vasto cadáver, pues hay más materia<br />
muerta que viva. Con el último suspiro de los suspiros<br />
su finalidad por fin se habrá cumplido.<br />
206<br />
Único<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Sólo un ser existió, existe, existirá y es el que en este<br />
momento lee estas líneas. Muchos aparentes seres<br />
pululan a tu lado, te molestan o favorecen, pero de ellos<br />
sólo <strong>con</strong>oces la torpe multitud de los actos y nunca la interioridad<br />
que te permita establecer si en verdad existen<br />
o si son sólo autómatas <strong>con</strong> apariencias de pensamiento.<br />
También un fonógrafo habla y una calculadora razona,<br />
una animación de computador gesticula y un muñeco de<br />
cera aparenta facciones. Pero imposible es saber qué hay<br />
en el fondo de tantas miradas sin fondo. Hasta un animal<br />
huye o amenaza sin que eso que dentro de él fulgura demuestre<br />
la palpitación del existir. No tienes <strong>con</strong>ciencia de<br />
que haya otras <strong>con</strong>ciencias ni de que existan otras existencias.<br />
Los discursos <strong>con</strong> los que los otros te atormentan<br />
son tus propias y <strong>con</strong>tradictorias voces, por descansar de<br />
las cuales las atribuyes a bocas externas. En el sueño pero<br />
en la vigilia también estás rodeado de sombras en las que<br />
crees y que creas. La pobreza del universo es de tu propio<br />
tamaño. Este párrafo ha sido escrito por ti mismo; la<br />
prueba es que has dispuesto todo para que te llegue en<br />
medio del diluvio de los infinitos mensajes del mundo, y<br />
por el mismo hecho de que era inevitable que te llegara, te<br />
sorprendes al leerlo.<br />
207
La palabra justa<br />
Luis Britto García<br />
O freció Jehová que si se en<strong>con</strong>traban diez justos en<br />
Sodoma y Gomorra, suspendería la lluvia de fuego<br />
dispuesta para incinerarlas. Presiento que diez palabras<br />
justas pueden salvar un texto de sus depravaciones, pero a<br />
veces no localizo ni una. En cada oración me salen al paso<br />
las sobrantes, las redundantes, las cacofónicas, las incoloras,<br />
las ambiguas, y las peores de todas, las de relleno. En<br />
la cárcel del diccionario busco la palabra justa, pero me<br />
elude como el grano de arena disimulado en el desierto.<br />
Igual que todo justo, teme pagar por los pecadores. Parece<br />
que todas las palabras justas las gastó Nietzsche en<br />
defensa de la injusticia. Una palabra justa puede expresar<br />
justamente algo que no lo sea.<br />
208<br />
Mundo gris<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Hay un <strong>con</strong>curso entre los funcionarios para ver quién<br />
alcanza el más perfecto tono de gris. Una gris policía<br />
del pensamiento intenta borrar a todo el que no es incoloro.<br />
Todo lo que destaca, todo lo que originaliza debe ser<br />
desleído. El color o la forma vivas impiden que lo grisáceo<br />
pueda destacar en su plomizo esplendor al cual sólo el poder<br />
coloca en el tope de la escala cromática. Sin ideas se<br />
está mejor aunque mejor no se está. No hay madrugada<br />
gris; sólo el crepúsculo apesadumbra. Todo puede ser reducido<br />
a ceniza, y la ceniza a nada.<br />
209
Advertencia<br />
Luis Britto García<br />
S e ha determinado que a la oportunidad la pintan calva<br />
y que no se repite. La ocasión del amor perfecto y la de<br />
la obra maestra y la de la revolución no deben ser postergadas<br />
porque son una sola y porque sin ellas la vida transcurrida<br />
se hace abominable y la por transcurrir asimismo.<br />
Quizá sólo valen porque a su vez te dan la oportunidad de<br />
saber que estás vivo. Hay un museo de las oportunidades<br />
perdidas en donde cada una de ellas se va haciendo progresivamente<br />
más pesada hasta aplastarse y aplastarnos<br />
y por más que hagamos no podemos quitárnoslo de encima.<br />
El infierno es estar encerrado en él, y la única salida<br />
aprovecharlas.<br />
210<br />
Vienen<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Vienen aquí los de siempre. Vienen aquí los de nunca.<br />
Vienen acá los de nada. Vienen aquí los de jamás. Vienen<br />
aquí los de quiénes. Vienen acá los de cuáles. Vienen<br />
allá los de cuántos. Vienen acá sólo los solos. Vienen allí<br />
los ningunos. Vienen todos los idos.<br />
211
Biografía<br />
Luis Britto García<br />
Ninguna otra cosa más ha hecho que firmar claudicaciones<br />
y llamarlas victorias.<br />
212<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Crisis en la bolsa de valores<br />
Obligada por la perenne crisis la Bolsa se vuelve verdadera<br />
Bolsa de Valores donde se compran y venden,<br />
según cotizaciones, lealtad, fidelidad, ética, honor, estética,<br />
patriotismo, religión, amor. Con la apertura de la rueda<br />
esta mañana mostraron tendencia alcista las acciones<br />
de amor representadas en bonos afectivos respaldados<br />
por la transnacional Amorco que paga salarios mínimos<br />
en las maquilas sentimentales de América Central y el<br />
sureste asiático. Hay rebatiña por la compra de acciones<br />
preferidas de patriotismo subastadas por oficiales de varios<br />
ejércitos de la OTAN. Abren más temprano las usinas<br />
donde los trabajadores venden su fuerza de sentimientos<br />
aunque se prevén las huelgas para acortar la jornada de<br />
trabajo y permitir la reposición de la fuerza emocional. A<br />
la tarde se inicia el desequilibrio cuando el Vaticano lanza<br />
los títulos que permiten adquirir porcentajes de propiedad<br />
sobre Dios, pero al tratar de redimirlos se encuentran<br />
cerradas las taquillas del Paraíso. La Reserva Federal<br />
lanza una nueva moneda, el Invalorable, para cuantificar<br />
todo lo que no tenía valor pero ahora tiene precio. Cada<br />
vez son menos los artesanos que, en las aceras, bajo los<br />
puentes, en las más devastadas áreas de los suburbios o<br />
en las tierras inhóspitas insisten en producir <strong>con</strong> gastadas<br />
herramientas emocionales sus propios sentimientos, que<br />
ya nadie demanda.<br />
213
Luis Britto García<br />
Alza en el mercado de los sueños<br />
E n la medida en que no hay tecnología maligna que no<br />
termine por ser inventada se pone a punto la máquina<br />
que permite a quienes trabajan en ella transferirle sus<br />
sueños. Es necesario marcar tarjeta y cumplir minuciosamente<br />
ocho horas traspasando laboriosamente delirios<br />
oníricos para que puedan comercializarlos los patronos.<br />
Poco a poco los trabajadores de la tierra nos vamos quedando<br />
sin sueños y extrañamos incluso las pesadillas. La<br />
falta de sueño desnutre nuestro imaginario y terminamos<br />
en la inanición por carencia de insumos oníricos. En los<br />
grandes resorts de las elites se pasean los <strong>con</strong>sumistas de<br />
sueños, siempre atormentados por la necesidad de ponerse<br />
en dieta de ensoñaciones o de hacer ejercicio para disminuir<br />
el sobreensueño que cada vez los aleja más de la<br />
realidad ilocalizable. El sueño de los monstruos produce<br />
la Razón.<br />
214<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El efecto corruptor de las cuñas<br />
La sociedad no sabe realmente qué hacer ante las mil<br />
cincuenta jóvenes violadas por usar el jabón cuya fragancia<br />
enloquece a los hombres, ante los muchachos desvestidos<br />
en las calles por las mujeres atraídas por el cigarrillo<br />
de los hombres de mundo; ante el desmantelamiento<br />
de un automercado que ofrecía el detergente por el cual<br />
se pelean las amas de casa, ante los adolescentes que se<br />
apoderan de los autos deportivos sin los cuales no se sabe<br />
lo que es propiamente la vida, ante los bancos quebrados<br />
por los créditos impagables <strong>con</strong> los cuales todas las amas<br />
de casa del mundo <strong>con</strong> todas las tarjetas de débito del planeta<br />
se sobregiraron, al fin sin distancia alguna entre el<br />
deseo de los objetos y los objetos del deseo.<br />
215
Ideas patentadas<br />
Luis Britto García<br />
S egún lo temió Winsor MCay, alguien patenta las palabras<br />
de manera que tenemos que pagar por usarlas y<br />
algún otro encuentra cómo repatentar todas las invenciones<br />
que son ya del dominio público como el alfabeto, la ley<br />
de gravitación universal, los números y el sistema métrico<br />
decimal. Como nada nuevo hay bajo el sol toda idea no es<br />
más que variación de otra, de manera que ya no podemos<br />
pensar sin pagar copyright ni imaginar sin cancelar derechos<br />
por la ocurrencia. Para pagar esta idea he tenido que<br />
venderme como esclavo.<br />
216<br />
Una que otra voz<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Voz, qué quieres decirme. Ahora que las voces se liberaron<br />
de los cuerpos y andan solas por los mundos es<br />
la gran vaina, una pared de repente puede decirte te amo<br />
y al responderle no tendrás tu voz, que en este instante recita<br />
listas de aduana en Colombo o sólo refunfuñará desde<br />
un árbol, una tos, una carraspera, un atención firm, de<br />
frente march y es la libertad ahora de no hacerle caso más<br />
a las voces, de, al dejar de prestarles atención, no temer<br />
más sus engaños, al disociarlas de sus fuentes, escucharlas<br />
por primera vez y ahora que no dicen saber qué dicen<br />
o que nunca dijeron.<br />
217
Grafito mode<br />
Luis Britto García<br />
H a visto usted esos grafitos que se niegan a ser propaganda<br />
y rechazan venderse porque aparecen gratuitamente<br />
en los sitios menos esperados y ni siquiera tratan<br />
de <strong>con</strong>vencer de nada porque no tienen otro mensaje que<br />
ellos mismos y no les importa desaparecer en la intemperie.<br />
Ayer me desnudé y <strong>con</strong> aerosoles me cubrí de mil<br />
signos estrafalarios que atraen las miradas que de todos<br />
modos no pueden escrutarme. Creía ser el único: ahora<br />
casi todos los habitantes de la ciudad del país del mundo<br />
son fiesta de colores que se apuñalan.<br />
218<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La asociación de funcionarios<br />
Los miembros de la Asociación de Funcionarios corren<br />
por plazas, veredas, calles y autopistas dando brincos<br />
y saltos para tratar de tapar el sol <strong>con</strong> un dedo, pues temen<br />
que el sol les haga sombra. Encandilados en sus intentos<br />
de tapar al que los alumbra, no advierten que ellos<br />
mismos no arrojan sombra, pues no tienen materia y en<br />
sus esfuerzos de que los demás no adviertan al sol nadie<br />
los advierte.<br />
219
Luis Britto García<br />
Huelga de guionistas<br />
C ansados de las ratas incapaces de escribir una sola<br />
página pero que toman las páginas de los demás, las<br />
cambian, las cortan, las censuran, las adaptan, las desadaptan,<br />
las roban, las tergiversan, las falsifican, las vuelven<br />
mierda, las hacen firmar por otros, los guionistas hacen<br />
huelga. Paralizada queda de improviso la fábrica de<br />
alucinaciones <strong>con</strong> la que pretendemos suplantar la realidad.<br />
Vacías quedan las pantallas que sólo transmitieron<br />
vacío. Se acaban las parejas ya que remedaban tan sólo<br />
libretos urdidos en tantas telenovelas abominables. De<br />
repente se desmorona el aparato político, pues los políticos<br />
sólo seguían guiones inscritos en los teleprompter.<br />
Se desploma la e<strong>con</strong>omía que era una fábula alimentada<br />
por ficciones <strong>con</strong>sumistas. Cae sobre la tierra el pavor de<br />
la libertad. Ahora nos corresponde por primera vez a cada<br />
uno escribir nuestro propio guión. Al pavor de la página<br />
en blanco sigue el de las vidas en blanco.<br />
220<br />
Alto octanaje<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Así comenzó el reino de los automóviles. Nuestros sirvientes<br />
los hombres se alimentaban de vegetales o<br />
de animales que comían vegetales. Entonces dedicaron<br />
todos los vegetales para fabricar nuestro combustible.<br />
En el proceso murieron todos de hambre. Entretanto habíamos<br />
aprendido a cultivar, y por eso todas las mañanas<br />
nos agolpamos en las calles de las ciudades desiertas, derrochando<br />
combustible vegetal en enormes <strong>con</strong>gestiones<br />
que no llevan a ninguna parte y cuyo sentido ninguno de<br />
nosotros comprende.<br />
221
Bases de datos<br />
Luis Britto García<br />
S e filtró la información y en las esquinas los buhoneros<br />
venden en discos compactos las bases de datos de la<br />
compañía de teléfonos, de la administración tributaria,<br />
del registro automotriz, de los bancos, por lo que nadie<br />
tiene seguros sus datos. Una amiga me envía un correo<br />
electrónico y en el mensaje el servidor junto al nombre de<br />
la remitente revela también su clave secreta de usuaria,<br />
y ya no es segura tampoco la correspondencia. Se revela<br />
ahora que cada persona tiene una clave secreta para sus<br />
pensamientos y otra para sus sentimientos, y ambas aparecen<br />
en las bases de datos que en las esquinas venden los<br />
buhoneros en discos compactos. Queda así transfigurado<br />
en público lo privado y es inútil cambiar la clave porque<br />
los rastreadores la colocan en Internet y la retransmiten<br />
mediante actualizaciones. Podemos así abrir los archivos<br />
de la mujer amada y verificar que nunca nos destinó un<br />
pensamiento. Quién sabe quién apertura mi mente y la<br />
encuentra desierta. Lo peor era cierto y lo banal demasiado.<br />
En el mundo se separan todas las parejas y las asociaciones<br />
todas. Es inútil perseguir los crímenes porque<br />
nadie resulta inocente.<br />
222<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Re<strong>con</strong>versión sentimental<br />
El superior gobierno manda quitarle tres ceros a la<br />
moneda para que las cuentas no se compliquen <strong>con</strong><br />
tantos ceros inútiles y allí los ociosos empiezan a soñar<br />
un sistema donde les paguen sueldos <strong>con</strong> monedas de<br />
tres ceros y les cobren en precios sin ceros. Por la <strong>con</strong>tabilidad<br />
<strong>con</strong> tres ceros de menos parece como si se desinflaran<br />
libretas de ahorros que nos hacían millonarios,<br />
pero se vuelven justas facturas de servicios que nos exigían<br />
fortunas. Nadie sabe qué hacer <strong>con</strong> los ceros que<br />
quedan sin empleo. Se dice que hacen cola en los estadios<br />
esperando una plaza para marcar el score en partidos<br />
sin hits ni carreras. Otros llenan los periódicos de artículos<br />
sin sentido y las librerías de poemarios insípidos.<br />
La mayoría se refugian en las pantallas de los televisores.<br />
En las academias no encuentran puesto, porque ya están<br />
atestadas. Hay un período de transición en el cual en la<br />
cartera <strong>con</strong>viven billetes <strong>con</strong> exceso y <strong>con</strong> falta de ceros,<br />
y parece que los primeros miran a los segundos <strong>con</strong> ínfulas<br />
de oligarcas caducos que blasonan de viejos títulos<br />
que no son más que papel, y los otros les <strong>con</strong>testan la<br />
mirada como muchachos orgullosos de todavía no tener<br />
arrugas. Todos están de acuerdo en tacharle tres y hasta<br />
a veces diez ceros a los prepotentes, a los que estuvieron<br />
de moda, a los pantalleros. El clásico se revalúa cada minuto<br />
y cada segundo se desvanece el bestseller. El problema<br />
aparece al <strong>con</strong>tabilizar los recuerdos. Al evocar un<br />
libro, una película, un amor, no estamos seguros de si<br />
quitarles o añadirles tres ceros. El sufrir, por ejemplo, se<br />
revalúa si le escribimos música y lo volvemos bolero. Los<br />
223
Luis Britto García<br />
deseos cumplidos se desinflan y a veces hasta pierden<br />
los dígitos. Acaso nuestras esperanzas, nuestros logros,<br />
nuestros actos eran víctimas de la inflación y ameritan<br />
una poda que los reduzca. Quizá nunca apreciamos en su<br />
valía la sombra de un árbol, la grieta de una esquina, la<br />
mirada de un gato. Todo lo cuantificable se disuelve en<br />
la duda.<br />
224<br />
Mariposa<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Entre el torbellino de peatones de la calle me detengo<br />
un instante ante la vidriera para ver las camisas, pero,<br />
en lugar de camisas, miro el reflejo de un hombre <strong>con</strong> pinta<br />
de recogelatas que me hace un gesto y, al voltear, encuentro<br />
su desdentada sonrisa y su mano que señala hacia<br />
el extremo de la vidriera donde una mariposa del tamaño<br />
de una uña, de negro listado <strong>con</strong> reverberante naranja,<br />
se posa sobre su propia imagen y permanece absorta. Le<br />
doy las gracias al recogelatas que ya ha desaparecido aleteando<br />
<strong>con</strong> sus harapos hacia Catedral y cuando volteo la<br />
mariposa ya no está, o miento, cada vez que paso frente a<br />
la tienda y por siempre está posada la mariposa en la vitrina<br />
de la memoria mientras lentamente nos disolvemos<br />
la turba de peatones, el recogelatas, el hombre que mira<br />
la mariposa.<br />
225
Luis Britto García<br />
Informe sobre la cuarta dimensión<br />
Caí en la Cuarta Dimensión a través de un vórtice de<br />
tiempo nulo. Había un cielo anubarrado y una llanura<br />
cubierta casi totalmente de gallinas. Sus <strong>con</strong>vulsiones formaban<br />
un oleaje de plumas en medio del cual me dieron<br />
cacería hombres <strong>con</strong> cabeza de pájaro. Caí en sus garras<br />
cuando empezaron a chispear estrellas calidoscópicas.<br />
Querían matarme por haberlos soñado.<br />
Deseé la muerte por evitar que siguieran soñándonos.<br />
Nos puso en fuga un sol cuadrado. De la Cuarta Dimensión<br />
no se regresa, y de la Tercera menos.<br />
226<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
OMAR CRUz<br />
——————————————————<br />
Pintor. Caricaturista. Participó en el semanario <strong>humor</strong>ístico El Camaleón.<br />
Creador de El Patriota, personaje de un comic. Premio Nacional de Periodismo,<br />
mención caricatura, <strong>con</strong> el semanario <strong>humor</strong>ístico El Coyote.<br />
227
Omar Cruz<br />
228<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
229
Omar Cruz<br />
230<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
RObERTO HERNáNdEz<br />
MONTOyA<br />
Nuestra<br />
izquierda<br />
caviar<br />
————————————<br />
Roberto Hernández Montoya<br />
• Licenciado en Letras.<br />
Autor de los libros: La enseñanza<br />
de la literatura y otras historias,<br />
El libro del mal <strong>humor</strong>,<br />
La ciencia ha muerto,<br />
¡Vivan las humanidades!<br />
Todo lo <strong>con</strong>trario.<br />
231
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿Solo ahora hay pederastas?<br />
¿Es solo ahora que la Iglesia acoge y encubre pederastas?<br />
Me lo pregunté también cuando Richard Nixon, presidente<br />
de EUA en los años 70. Siempre fue un bellaco, pero<br />
de repente la prensa mundial la cogió <strong>con</strong> él, porque descubrió,<br />
a raíz de Watergate, que era abellacado, abyecto,<br />
aleve, artero, bajamano, belitre, bribón, canalla, cínico, criminal,<br />
felón, fementido, fullero, indigno, infame, insidioso,<br />
intrigante, ladino, ladrón, lagarto, malandro, mañoso,<br />
marrullero, matrero, miserable, pérfido, perjuro, perverso,<br />
pícaro, pillo, renegado, rufián, ruin, sinvergüenza, socaliñero,<br />
taimado, tracalero, traidor, tramposo, truhán, tuno,<br />
vil, villano, zafio, zascandil... Todo muy cierto y bien sabido,<br />
pero ¿por qué la prensa lo descubrió de repente? ¿No lo<br />
llamaban ya “tricky Dick” (‘Ricardito el tramposo’)? Decía<br />
Joselo: «¿Y qué será de la vida de Nixon? Porque todo el<br />
mundo decía que tenía mucha <strong>con</strong>dición».<br />
Ahora me pregunto lo mismo de la Iglesia, organización<br />
de historial bastante turbulento y dirigida por una tropa<br />
por lo menos extraña, porque decidir pasar la vida sin una<br />
revolcadita es una <strong>con</strong>ducta por lo menos bien pintoresca.<br />
233
Roberto Hernández Montoya<br />
Y si no hay castidad entonces deleita sus hormonas <strong>con</strong><br />
malicia y ahora sabemos que muchos <strong>con</strong> los más indefensos,<br />
preferiblemente niños, pues aún no son viriles y<br />
para una mente encorvada pueden pasar por mujeres. Por<br />
eso uno de los depravados obligaba a un niño a vestirse de<br />
mujer. Y si el niño no puede denunciar el abuso porque<br />
es sordomudo y el futuro papa lo encubre, mejor. Sí, es<br />
repulsivo, pero ¿por qué se «descubre» ahora?<br />
Con Nixon sería porque restableció relaciones de los<br />
EUA <strong>con</strong> la China Popular y se retiró del Vietnam. Pero<br />
Herr Joseph Ratzinger comenzó su vida pública en las<br />
Juventudes Hitlerianas y luego en el ejército nazi, dicen<br />
que a regañadientes, pero me reservo el juicio porque detesto<br />
que me tengan por bolsa. Es que luego promovió el<br />
Opus Dei (www.ewtn.com/library/curia/cdfjosma.htm),<br />
fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe,<br />
nuevo nombre eufemístico de la Inquisición Santa y resultó<br />
un papa bien retrógrado. El ideal del totalitarismo<br />
mediático de la ultraderecha.<br />
¿Por qué lo lincha entonces? ¿Qué nos ocultan los medios<br />
y hasta el Papa?<br />
234<br />
11.000.000<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El discurso de oposición no es refutable sino ridiculizable,<br />
pero igual hace daño porque plantea falsos<br />
problemas que, lo explicó Jorge Luis Borges, <strong>con</strong>ducen a<br />
falsas soluciones. Borges ponía como ejemplo la frase «el<br />
problema judío», que impone la premisa falsa de que los<br />
judíos son un problema, lo que <strong>con</strong>duce a los pogromos y<br />
a la nazi Solución Final del Problema Judío.<br />
Pasó <strong>con</strong> el «problema» de las brujas en Europa, lo que<br />
<strong>con</strong>dujo al misógino sacrificio de no se sabe ya cuántas<br />
mujeres asadas por la Religión de Amor.<br />
Ahora vuelven <strong>con</strong> el engaño de que el rrrÉgimen eliminará<br />
la patria potestad y de que los niños serán llevados<br />
a Cuba. Una de las estrategias siquiátricas ante el discurso<br />
maníaco-delirante es un mínimo de racionalidad. Introduzcamos<br />
una dosis homeopática de lógica: en Cuba hay<br />
poco más de 11 millones de habitantes. En Venezuela, redondeando<br />
sin pretensión científica, podría haber alrededor<br />
de 11 millones de menores de edad. ¿Imaginas, amigo<br />
opositor, la de problemas, esos sí reales, que crearían once<br />
millones de niños que no se sustentan a sí mismos? ¿Imaginas<br />
la logística, transporte, alimentación, alojamiento,<br />
salud y la gritería de un parvulario víctima de los desórdenes<br />
emocionales de niños separados de sus padres por<br />
la fuerza?<br />
Esta ridiculez la profirieron ya cuando la Revolución<br />
Rusa, la República Española y la Revolución Cubana.<br />
Ella <strong>con</strong>dujo en Cuba a una solución no solo falsa sino<br />
monstruosa: una operación masiva, dirigida por la CIA,<br />
para sacar de la isla y de sus familias a más de catorce<br />
235
Roberto Hernández Montoya<br />
mil niños, que hoy son adultos sumidos en un limbo de<br />
identidad, porque no son ni cubanos ni gringos ni tienen<br />
familia ni nada y <strong>con</strong> un trauma emocional irreversible.<br />
Para no perder a sus hijos perdieron a sus hijos… El pánico<br />
embrutece.<br />
Es lo que pasaría si derrocan a este gobierno para no<br />
perder sus propiedades: las perderían gracias a la reimposición<br />
del crédito mexicano, la cuota balón y el IPC.<br />
El capitalismo tiene, entre tantos defectos, hacer creer<br />
que la sociedad se reduce a la experiencia de cada individuo.<br />
La patria potestad de todos es mi patria potestad.<br />
Yo soy el universo. Si es bueno para la General Motors es<br />
bueno para los Estados Unidos. Pero divago...<br />
236<br />
Aborto de la ética<br />
Al Dr. F. Carrera Michelli<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Vaya por delante que no recomiendo el aborto. Es una<br />
acción en la que no hay amor y que <strong>con</strong>lleva resacas<br />
emocionales impredecibles.<br />
Pero no acepto que nadie imponga esa decisión ni su<br />
<strong>con</strong>traria. Abortar, o no, debe ser una decisión soberana<br />
del individuo según su <strong>con</strong>ciencia. Es hipócrita <strong>con</strong>trabandear<br />
cualquier religión en esto porque es modo perverso de<br />
estatizar, es decir, <strong>con</strong>vertir en asunto de Estado lo que pertenece<br />
a la vida individual. Religiones hay que prohíben la<br />
perforación de los lóbulos y cualquier otra modificación del<br />
cuerpo. Respeto y exijo respeto para quienes siguen cualquier<br />
religión, pero no acepto que se utilice ninguna para la<br />
expropiación patriarcal del cuerpo de la mujer, sobre todo<br />
las que dicen defender la vida y bendicen y respaldan a los<br />
explotadores que provocan la muerte.<br />
Es cínico obligar a hacer algo que se impide hacer. Anatole<br />
France lo declaró ilustremente: «La ley es igual para<br />
todos: prohíbe a ricos y pobres dormir bajo los puentes».<br />
¿Cómo imponer a todos cumplir una ley que unos pueden<br />
observar y otros no? ¿Cómo prohibir el trabajo infantil si<br />
no creamos las <strong>con</strong>diciones para que ningún pequeño tenga<br />
que dejar su niñez para volverse minero o narcotraficante?<br />
La ley tiene que partir de la vida real y la vida real es<br />
que en Venezuela hay diez abortos por día, que solo las<br />
mujeres <strong>con</strong> recursos pueden practicarlo en circunstancias<br />
médicas favorables. La prohibición absoluta del aborto<br />
es cínica porque <strong>con</strong>dena a las pobres a practicarlo en<br />
<strong>con</strong>textos en que su vida y su salud corren peligro.<br />
237
Roberto Hernández Montoya<br />
Declarar que la vida comienza <strong>con</strong> la <strong>con</strong>cepción es permitir<br />
que la naturaleza se inmiscuya en la existencia del<br />
ser humano, ese ser extranatural. Si fuésemos naturales<br />
no cocinaríamos nuestra comida ni regularíamos nuestra<br />
vida sexual. ¿Obedecen a la naturaleza los que practican la<br />
castidad? No tengo nada <strong>con</strong>tra ese voto, allá cada quien<br />
<strong>con</strong> su salud, pero no acepto que se lo impongan a quien<br />
no desea observarlo.<br />
A comienzos de los años 70 un grupo de valientes francesas<br />
se declaró «culpable» de haber abortado. En muchos<br />
casos no era cierto, pero fue un modo de reafirmar el<br />
derecho laico por encima del despótico derecho canónico,<br />
al que respeto incluso cuando no respeta.<br />
238<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Alquilo revolucionómetro<br />
Marca Acme. Es un coroto sumamente útil para zanjar<br />
discusiones entre seudorrevolucionarios, sobre<br />
todo de esos que andan cazándote si tienes un BlackBerry<br />
o si hablas inglés o cualquier otra supuesta in<strong>con</strong>sistencia<br />
para caerte encima porque son más revolucionarios que<br />
todo el mundo pero no han hecho ni hacen ninguna revolución<br />
sino que, más bien, estorban a los que sí trabajan<br />
en una.<br />
La izquierda caviar tiene <strong>con</strong>trapeso en la izquierda purista,<br />
que tampoco soporta la complejidad. Y como también<br />
es embuste, vive solo de las galas revolucionarias.<br />
Por ejemplo, la ausencia de BlackBerry. Conozco chiquilicuatros<br />
para quienes es suficiente no tener BlackBerry<br />
para ser revolucionario, facilito, pero no les parece malo<br />
usar Macintosh, que son más caras, por ejemplo.<br />
Yo debo ser tremendo revolucionario porque no tengo<br />
BlackBerry ni pienso tener, pero no por ningún prejuicio<br />
purista, sino porque no me gustaría estar tecleando cosas<br />
en las narices de la mucha gente <strong>con</strong> quien <strong>con</strong>verso.<br />
Cuestión de urbanidad y porque hay alternativas menos<br />
costosas y más seguras.<br />
Pero al grano. Este revolucionómetro mide las solemnidades<br />
y nada más. De allí su utilidad.<br />
Tiene un delator de BlackBerrys. Si capta uno en la vecindad,<br />
inmediatamente dispara una alarma que alerta<br />
sobre la presencia de un escuálido.<br />
Tiene asimismo un sensor retrotimpánico que percibe<br />
las huellas acústicas que han dejado en el oído en las últi-<br />
239
Roberto Hernández Montoya<br />
mas horas una canción cantada en inglés, unos acordes de<br />
Mozart y sobre todo de un <strong>con</strong>ocido compositor de música<br />
de derecha como Mahler.<br />
También tiene un captador de reflujo retiniano que detecta<br />
si has visto recientemente alguna película ganadora<br />
de un Oscar, así se trate de Sean Penn o de Oliver Stone.<br />
Está dotado igualmente de un analizador nanomolecular<br />
de textiles que capta si te has puesto ropa nueva en los<br />
últimos tres meses.<br />
Un escrutador de procesos gástricos permite percibir<br />
la ingestión de una BigMac o de una Pizza Hut o de una<br />
Coca-Cola en los últimos cinco años.<br />
Si has viajado al extranjero a algún país de una lista<br />
negra que viene inscrita en los lóbulos perceptores, inmediatamente<br />
eres capturado y denunciado por el revolucionómetro.<br />
Sí, hay mucho embustero por todos lados.<br />
240<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Breve manual para mentir<br />
Evito mentir, pero no solo por virtud sino por torpe.<br />
Temo que un día finja cojear de la pierna izquierda y<br />
al día siguiente se me olvide y me cimbre de la derecha. Lo<br />
leí niño en una de vaqueros.<br />
No me creo más inteligente que nadie, pero es que ante<br />
la oposición cualquier lucidez promedio luce ilustre.<br />
Destaco algunos embustes tan mal metidos que hasta<br />
yo me di cuenta: Delsa Solórzano alegó que le arrancaron<br />
un mechón cuando intentó colearse en el simulacro<br />
del CNE. Desplegó la supuesta guedeja, cuya textura era<br />
evidentemente más rizada que su lacia melena. En su descargo<br />
diré que no precisó de qué parte le arrancaron la<br />
pelusilla. Tampoco dijo cómo recuperó la esponjosa mechita<br />
de las manos arrancantes. ¿Se fajó a pescozadas a<br />
rescatarla o persuadió de que le retornasen dulcemente<br />
algo ganado <strong>con</strong> violencia?<br />
El improvocable Henry Ramos Allup dijo una vez que<br />
le lanzaron una granada y esgrimió la espoleta. Extraño<br />
caso de terrorista que lanza la espoleta y se queda <strong>con</strong> la<br />
granada.<br />
Inmediatamente después de inaugurarse varias plantas<br />
eléctricas y aliviarse el Guri, brotan como hongos fallas<br />
a repetición, <strong>con</strong> Globovisión ubicada <strong>con</strong> sugestiva<br />
anticipación. Porque se les cayó el desabastecimiento, y<br />
sobreexpusieron “Pudreval” y la inseguridad.<br />
Yo jamás diría que esto es dictadura. Es que no hay evidencias.<br />
La dictadura es como el orgasmo: si dudas que lo<br />
has sentido es porque no.<br />
241
Roberto Hernández Montoya<br />
Una amiga me <strong>con</strong>taba una visita a unas amistades en<br />
la Argentina, bajo dictadura. De repente oyeron una sirena<br />
y tuvieron que fajarse a derramar papeles arriesgados<br />
en la poceta y quemar otros, aterrados de que un vecino<br />
soplón advirtiese el inusitado y repetitivo murmullo del<br />
inodoro y oliese el humo. Eso sí es dictadura, que a la<br />
dueña de la empresa Papel Prensa la torturan para que la<br />
venda a los periódicos de la dictadura, cónyuges políticos<br />
de los medios que aquí dan golpes. La Mano Peluda del<br />
Mercado.<br />
Respétense y no sean brutales, que se les ve el bojote<br />
y la gente que no han desquiciado se mosquea. ¿Ven por<br />
qué pierden? Se puede y debe criticar todo lo humano,<br />
pero no les diré qué reprobar seriamente de este gobierno<br />
porque no les haré el trabajo que no cumplen ni porque se<br />
lo pagan en dólares.<br />
242<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Capitalismo sin gente<br />
El capitalismo no solo es bárbaro sino imbécil. Si sigue<br />
como va, destruirá el planeta <strong>con</strong> la gente adentro,<br />
tú, tus hijos. Según su método infernal, para saciar su sed<br />
ciega de balances positivos, el capital va regando muerte<br />
en guerras; <strong>con</strong>taminación; intervención ilegal en todo el<br />
mundo; ruina a través de las políticas neoliberales de sus<br />
aparatos sicariales internacionales: FMI, Banco Mundial,<br />
OMC, OMS, etc.<br />
¿Falta algo? Falta mucho. Represión de obreros; imposición<br />
de gobiernos títeres para reprimir por procuración,<br />
¿verdad, Uribe?; exacción de capitales mediante la deuda<br />
externa, como nunca se vio ni <strong>con</strong> la Compañía Guipuzcoana<br />
de Guillermo Zuloaga.<br />
Invasiones y amenazas a todo el mundo; maquinaciones<br />
<strong>con</strong>tra las iniciativas ecologistas; devastación de culturas<br />
que no sean la del centro comercial; imposición de<br />
una industria agroalimentaria bandolera; crímenes de la<br />
industria farmacéutica y de sistemas de salud forajidos.<br />
Opresión de los débiles, mujeres, niños, razas “inferiores”.<br />
Militarización del planeta...<br />
Lo más loco es que no se salvarán ni los capitalistas. Si<br />
el recalentamiento alza el nivel del mar, Manhattan naufraga<br />
peor que el Titanic. Y literalmente medio mundo.<br />
¿Cuál es la sensatez de todo esto? No hay. Nunca hubo,<br />
pero hasta ahora el planeta tuvo paciencia suficiente para<br />
reír las cosquillas del capitalismo. Ya no. Ya comenzaron<br />
los desastres, El Niño, que nuestra oposición amaestrada<br />
y embrutecida dice que es culpechave, como toda cosa<br />
243
Roberto Hernández Montoya<br />
mala que pase de este lado de la Galaxia. Inundaciones,<br />
sequías, frío invernal, calor infernal, extremos que se tocan<br />
en el efecto invernadero, sin <strong>con</strong>tar los <strong>con</strong>tinentes de<br />
basura no biodegradable que flotan en los océanos y un<br />
largo etcétera.<br />
Con los medios imperiales hablando de las profecías de<br />
Nostradamus y del calendario maya <strong>con</strong> sus predicciones<br />
tan apocalípticas como ficticias, para distraer de las verdaderas.<br />
A los tontos.<br />
Capitalismo sin gente será el final de esta película de<br />
terror, si querías saberlo. Tal vez en computadoras que<br />
perpetuarán obstinadas sus transacciones bursátiles, sostenidas<br />
por sistemas automáticos de mantenimiento eterno.<br />
A eso <strong>con</strong>duce su lógica.<br />
Todavía estamos a tiempo para derrotarlo y sobrevivir.<br />
244<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Capitalismo sin modales<br />
Hace algo describí los modales sublimes de la oligarquía<br />
forajida de Colombia. ¡Qué vigencia la del sacacorchos<br />
en el vino de Burdeos, qué mohín para preferir<br />
aquella pastita o aquel canapé, qué donaire para deambular<br />
por jardines y alfombras, qué esbeltez para enhebrar<br />
frases de gramática impecable que ni Andrés Bello, qué<br />
desenvoltura <strong>con</strong> la motosierra, que da gusto que lo descuarticen<br />
a uno!<br />
Por más que sea, la urbanidad de la oligarquía venezolana<br />
es también alisada. Hasta más grata, porque no es<br />
untuosa. La venezolana te hace sentir tu distancia de ella,<br />
pero <strong>con</strong> una cordialidad que anestesia.<br />
Todo eso se pierde en los espacios del capitalismo sin<br />
modales. En una manifestación opositora. O en una cárcel,<br />
“donde toda incomodidad tiene su asiento y donde todo<br />
triste ruido hace su habitación” (prólogo de El Quijote).<br />
Apenas llegas, te proporcionan un chuzo. Si no lo aceptas,<br />
eres una mariquita que todos pueden usar como mujer en<br />
más de un sentido: el sexual, claro está, pero también en<br />
labores que muchos todavía creen femeninas, como fregar<br />
ropa. División del trabajo.<br />
Pero si aceptas que eres machito, tienes que demostrarlo<br />
a cada instante. Si peleas y caes en cierto espacio<br />
previsto para el derrotado, te matan los demás. Si es tu<br />
<strong>con</strong>trincante el que sucumbe, muere. De modo atroz, porque<br />
eso divierte en tal capitalismo.<br />
Hay presos privilegiados a punta de masacres, que<br />
venden el derecho al baño, si hay baño y no meras bol-<br />
245
Roberto Hernández Montoya<br />
sas plásticas que se hacinan en el techo. Ese Preso Mayor<br />
tiene su almacén de cuanto tiene valor de cambio: pan,<br />
jabón, droga, revólveres, mujeres. Y en su celda hay pantalla<br />
plana, aire a<strong>con</strong>dicionado y no se racionan ni agua ni<br />
electricidad.<br />
Porque la cárcel es un microclima del capitalismo sin<br />
modales, cuando pierde la compostura y se muestra en su<br />
desnudez esencial, como pasó durante la Conquista, cuando<br />
aperreaban indios por miles, es decir, les azuzaban perros<br />
furiosos esmeradamente amaestrados para secundar<br />
aquel capitalismo en fase de acumulación primitiva.<br />
Así se vive en nuestras cárceles. ¿Hasta cuándo? ¿Tendrá<br />
que exigirlo el presidente Chávez para que se haga<br />
algo o mucho? ¿No puede el socialismo <strong>con</strong> el capitalismo<br />
carcelario si puede <strong>con</strong> el Imperio?<br />
246<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Charreteras despechadas<br />
La criminología enseña que un asesinato de, ponle,<br />
veinte o más puñaladas es un rollo pasional. Los agentes<br />
ni siquiera <strong>con</strong>sideran de entrada otras hipótesis. A un<br />
atracador, en cambio, le alcanza una puñalada o tal vez<br />
dos, pues la primera lo pasa y la segunda lo repasa. A menudo<br />
ni una porque le basta arrancar el botín. E<strong>con</strong>omía<br />
de medios.<br />
Del amor al odio solo hay un tris, ya se sabe. Por eso<br />
los despechos son tan intratables. Todos los hombres son<br />
iguales. Las mujeres también. Fue un juego y yo perdí, esa<br />
es mi suerte y pago porque soy buen jugador. Se me olvidó<br />
tu nombre. Se me olvidó que te olvidé. Te fuiste sin dejar<br />
un beso ni un adiós siquiera. ¿Quién iba a imaginar que<br />
una mentira tuviera cabida en un madrigal? Angustia de no<br />
tenerte a ti, tormento de no tener tu amor, nostalgia de no<br />
escuchar tu voz. Hoy recuerdo aquellos besos, aquellos besos<br />
que nos dimos junto al mar. Yo no he visto a Lindaooo.<br />
En fin. Ron, Rock-Ola y alguna amistad tan fiel que te<br />
escolte en el barranco.<br />
El despecho político se parece. Algunos que tomaron<br />
el lado izquierdo de la vía al poder ya habían comenzado<br />
a mercadear su salto de talanquera. Los recibían en casas<br />
patricias; CAP y Caldera los arrellanaban en sus gabinetes;<br />
se apareaban <strong>con</strong> sus antiguos torturadores, que<br />
ni en la película Portero de noche, en que una prisionera<br />
vuelve <strong>con</strong> su guardia SS. Habían subido el nivel de vida<br />
sin perder el glamour de la izquierda. ¿Conoces al novio<br />
nuevo de la Tuti? Parece que fue guerrillero pero lo invité<br />
247
Roberto Hernández Montoya<br />
a la fiesta para que divierta porque es ocurrentísimo, chama,<br />
viajado, aprendió a preparar mojitos en Cuba y caitepatrás<br />
que aún es de izquierda. Ya adquirían modales y<br />
distinguían vinos. Habían comprado un humidificador de<br />
tabacos. No podían mudarse a La Lagunita, pero sí fumar<br />
un Cohíba de medio metro para creer que se igualaban.<br />
Claro, nunca les importaron las burlas de los burgueses<br />
porque no tienen autoestima.<br />
Y en eso llegó Chávez y no les re<strong>con</strong>oció las charreteras<br />
ni los llamó para que le explicaran cómo es la revolución<br />
que ellos no supieron o no quisieron hacer. El colmo fue<br />
que los <strong>con</strong>vocó a trabajar en serio por los pobres. Por eso<br />
se ensañan. Míralos. Te darán risa porque casi seguro no<br />
eres como ellos si leíste hasta aquí.<br />
248<br />
Chicken<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los gringos tienen un juego diabólico llamado chicken.<br />
Como en Venezuela no tenemos ese jueguito, no le tenemos<br />
nombre. Sencillito: dos locos de perinola se lanzan<br />
uno <strong>con</strong>tra otro en sendos autos y el primero que se desvía<br />
es llamado gallina.<br />
Así estamos el capitalismo, el planeta y los que sabemos<br />
a qué desastre <strong>con</strong>duce el capitalismo. Hasta ahora<br />
uno de los remedios a sus crisis ha sido la guerra y por<br />
eso la vive creando por doquier que pasa. Ahora decretó<br />
que Yemen y Somalia son sus nuevos enemigos. ¿Quién<br />
mañana? Nosotros, ¿por qué no?<br />
Estamos jugando al chicken <strong>con</strong> dos desventajas. La primera<br />
porque nos impuso el juego la primera potencia militar<br />
de la Historia, capaz de destruir el planeta siete veces y<br />
media (como si esa sola mitad no bastara). Porque está dirigido<br />
por los que técnicamente son unos pedazos de locos,<br />
a quienes ahora les dio por prohibir libros en los aviones.<br />
¿Para qué tantas bases militares alrededor de Venezuela? Si<br />
fuera, como dicen, para combatir narcotráfico, terrorismo y<br />
guerrillas, esos tres sectores estarían aniquilados luego de<br />
tanta violencia. Más bien están más duros. No solo el narcotráfico<br />
es más fuerte, sino que las FARC matan gobernadores<br />
y ha habido intentonas recientes <strong>con</strong>tra aviones gringos,<br />
si es que no son un engaño más para justificar habituar<br />
a la gente gringa a renunciar a su libertad para preservar su<br />
libertad. ¿Dije que son unos pedazos de locos?<br />
En este año electoral el Imperio tiene planes, como<br />
siempre, devastadores como el golpe y el paro de 2002,<br />
ponle. Van a perder, pero ya sabes lo costoso que resulta<br />
249
Roberto Hernández Montoya<br />
derrotarlos. Aún no sabemos exactamente cuánto costaron<br />
el Golpe y el Paro. Afortunadamente ya tenemos experiencia<br />
venciendo imperios.<br />
El otro juego de chicken es <strong>con</strong> fenómenos como El<br />
Niño y demás desastres ecológicos que crecerán en los<br />
próximos años.<br />
Entretanto, a punta de ideología fundada en la estupidez<br />
humana, disgregarán este problema estructural en<br />
eventos representados como in<strong>con</strong>exos, para que cada<br />
accidente ecológico sea percibido como una inundación<br />
aquí, un incendio forestal allá, una sequía acullá.<br />
Y el capitalismo nos embiste en medio de una crisis que<br />
pudiera matarlo si no nos mata.<br />
Mientras, los autos están cada vez más cerca.<br />
250<br />
Culpechave<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Un fanático no cambia ni de opinión ni de tema.<br />
Winston Churchill<br />
Todo es culpechave. «El cólera en Massachusetts es culpechave»,<br />
«las inundaciones en Australia son culpechave».<br />
La palabra culpechave es, pues, generalmente un<br />
predicado nominal. ¿O será un adverbio de modo? Bromeo,<br />
claro. Sea lo que sea, es uno de los nombres de la locura.<br />
Porque es locura sostener, sin pestañear ni titubear, que<br />
Carlos Andrés Pérez no pudo divorciarse porque Chávez<br />
lo tenía “bloqueado”. No voy a ofender la inteligencia de<br />
quien me hace el honor de leerme refutando furores, porque<br />
además tampoco soy siquiatra.<br />
¿Será sociatra que intento ser? Ofrezco ese neologismo<br />
de sociatría para el estudio de los trastornos mentales<br />
en su <strong>con</strong>texto social, como se proponía la siquiatría social<br />
de los años 60. Como ya hablé en is.gd/IBcex5 de las hipérboles<br />
acatarradas, no me preocupo.<br />
La gente que trata <strong>con</strong> perturbados mentales llama a<br />
esto trastorno obsesivo-compulsivo (T.O.C.). Les dices,<br />
por ejemplo:<br />
—Me acabo de comer un arroz <strong>con</strong> pollo bien sabroso.<br />
Y te responden:<br />
—Ah, sí… por cierto, hablando del arroz <strong>con</strong> pollo:<br />
¡Maldito sea Chávez!<br />
Es como quienes se creen bajo la persecución de platillos<br />
voladores <strong>con</strong> enanitos verdes y todo. No olvides las<br />
antenitas.<br />
251
Roberto Hernández Montoya<br />
Continúo este ejercicio ilegal de la siquiatría: se sabe<br />
que hay un porcentaje de personas susceptibles a esta endemia<br />
tanto como las hay propensas al asma o a la jaqueca.<br />
Y basta un medio de comunicación obsesivo-compulsivo<br />
para precipitar el mal. La cosa es gradual, desde quienes a<br />
veces piensan en temas recurrentes hasta quienes no pueden<br />
rumiar otra cosa y terminan en el hospital. En serio.<br />
O participando en acciones descabelladas <strong>con</strong>tra el rrrÉgimen.<br />
Sí, el T.O.C. a menudo se combina <strong>con</strong> paranoia.<br />
Una vez hallé por sexto día <strong>con</strong>secutivo a un tipo hablando<br />
pestes de Chávez. Como nunca lo vi hablando de<br />
otro tema, le dije:<br />
—Usted debe estar pagado por Chávez. Llevo ya seis<br />
horas que me levanté y no lo había recordado y probablemente<br />
si usted no me lo nombra hubiera pasado otras seis<br />
horas sin él en mente.<br />
No sé qué me respondió porque en ese momento se<br />
abrió el ascensor y me escabullí, riéndome de mi maldad<br />
del día.<br />
Hasta aquí llega mi siquiatría porque no sé cómo se<br />
cura el T.O.C., lo siento.<br />
252<br />
Dies dominicus<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿<br />
Alguna vez la Iglesia desistió del carácter sagrado del<br />
domingo? Sí, en Venezuela, al menos, cuando se instauró<br />
el Sambil. ¿Por qué? ¿Qué le pasó a la Iglesia?<br />
Así como los judíos tenían su sábado y los musulmanes<br />
su viernes, el primer emperador cristiano, Constantino,<br />
instauró el domingo como ‘día del señor’, dies dominicus.<br />
Antes fue para los antiguos dies solis, ‘día del Sol’, como<br />
en las hablas germánicas, en donde el domingo se llama<br />
Sunday, entre otras variantes que se remontan hasta el<br />
sánscrito.<br />
El domingo se universalizó. Claro, la cristiana se volvió<br />
la religión dominante junto <strong>con</strong> Occidente, a sangre y<br />
fuego, ya sabemos. Se ha determinado que la catequesis<br />
rinde mucho más cuando es a cañonazos.<br />
Ahora estamos ante una nueva herejía que impone el domingo<br />
como día cualquiera. En Venezuela pasó como si tal<br />
cosa, más bien celebramos ingenuamente la comodidad de<br />
poder hacer compras el domingo, en esa deshumanización<br />
en que el dependiente no tiene rostro, ni individualidad, ni<br />
personalidad, como una cosa, como decía Marx.<br />
La Iglesia se asoció demasiado feo <strong>con</strong> el nazifascismo.<br />
Su papel en el Holocausto fue de silencio y complacencia;<br />
total, mataban paganos. Como nuncio papal en la Alemania<br />
nazi, el cardenal Eugenio Pacelli, luego papa Pío XII,<br />
<strong>con</strong>cluyó el Concordato imperial (el Reichskonkordat).<br />
Una de sus primeras disposiciones como eso que llaman<br />
ser papa fue borrar del Index (las obras que los cristianos<br />
tenían prohibido leer) los libros del francés Charles Mau-<br />
253
Roberto Hernández Montoya<br />
rras, famoso fascista y por tanto antijudío. Por ejemplo.<br />
Por ahí puedes ir sacando la cuenta, como que también<br />
<strong>con</strong>tó para su ascenso a papa <strong>con</strong> la aquiescencia de Benito<br />
Mussolini.<br />
Pero perdió la guerra y quedó <strong>con</strong> esa mancha. ¿Cómo<br />
quitársela? No <strong>con</strong>ozco muchos documentos secretos, ni<br />
los míos porque no los tengo, pero parece ostensible esta<br />
posibilidad: el Vaticano negoció su supervivencia <strong>con</strong> el<br />
Imperio gringo. No tenía otra. Me imagino que se la entregaron<br />
en Yalta. Y eso la hizo ponerse a su zaga en todas sus<br />
aventuras capitalistas, entre ellas el neoliberalismo, <strong>con</strong><br />
su abolición del domingo como día sagrado, como pasa<br />
en Francia ahora. Eso explica tanta <strong>con</strong>ferencia episcopal<br />
pitiyanqui. Así ha sobrevivido dos mil años.<br />
254<br />
Dios<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Alguien le preguntó al señor K. si Dios existía. El<br />
señor K. le dijo: “Te a<strong>con</strong>sejo que reflexiones sobre<br />
si la respuesta a esa pregunta afectaría tu comportamiento.<br />
Si no lo hiciera, podemos olvidarnos<br />
de la pregunta. Si lo hiciera, puedo ayudarte<br />
como mínimo diciéndote que ya has decidido: tú<br />
necesitas creer en un Dios”.<br />
Bertolt Brecht,<br />
Historias del Señor Keuner<br />
Vaya por delante que soy volteriano. No como Luis Buñuel,<br />
que decía que era “ateo gracias a Dios”. No, yo soy<br />
volteriano volteriano. Para mí Dios no es relevante aunque<br />
respeto que lo sea para un gentío. Me fastidian las<br />
discusiones de religión. Pero la Suma teológica de Tomás<br />
de Aquino está entre mis lecturas recreativas. Me deleita<br />
la inteligencia, sobre todo la prodigiosa del “Doctor Angélico”.<br />
Como la de sor Teresa Forcades.<br />
Decir que Dios no existe es postular la posibilidad de<br />
su existencia para luego negarla. Como aquel judío ateo<br />
que negaba la Trinidad diciendo: “¡Falso! Dios es uno solo<br />
¡y no existe!”. Ni como el ateo español aquel que dijo ante<br />
un rito musulmán: “Hombre, que no creo en la Religión<br />
Católica Apostólica y Romana, que es la verdadera, ¡mucho<br />
menos voy a creer en esta patraña!”. Son más creyentes<br />
que la mayoría de los feligreses, para quienes Dios es<br />
un chivudo iracundo a quien se puede acudir cuando la<br />
medicina no da lo que debiera. ¿Herejía del Dios Rescar-<br />
255
Roberto Hernández Montoya<br />
ven? Llegar a la <strong>con</strong>clusión rotunda de que Dios no existe<br />
exige un proceso espiritual que no me siento obligado a<br />
cumplir. Mis asuntos son otros.<br />
Si Dios es esencial para tanta gente, pues es una entidad<br />
social notable. Por eso escribo esto. Y ya.<br />
Saul Landau hizo un documental insigne que comenzaba<br />
<strong>con</strong> Fidel <strong>con</strong>tando que la noche anterior había estado<br />
leyendo la biografía de Bolívar de Waldo Frank. Contó<br />
entonces lo que pasó cuando ciertos curas la cogieron <strong>con</strong><br />
que el terremoto de 1812 era castigo de Dios por la Independencia.<br />
No cambian, ¿leíste a Pat Robertson? Entonces<br />
Fidel, <strong>con</strong> ojos brillantes, dijo:<br />
—Porque el problema de aquellas revoluciones es que<br />
había que hacerlas <strong>con</strong>tra Dios.<br />
No necesito a Dios para luchar porque todos tengamos<br />
lo que tenemos que tener, pero es una gran ventaja<br />
no necesitar hacer esta ni ninguna otra revolución<br />
<strong>con</strong>tra Dios e, incluso, más bien <strong>con</strong> su apoyo, aunque<br />
no exista. Los que sí existen son algunos, más revolucionarios<br />
que todo el mundo pero que nunca han hecho,<br />
hacen ni harán una revolución, que no pueden<br />
oler incienso porque se ponen peores que Torquemada.<br />
Ciertamente yo tampoco puedo pensar a Cristo, digo, a<br />
la imagen de él que se nos ha dado, mandando a remarcar<br />
precios en un supermercado.<br />
256<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Dos batallas de ideas<br />
Cuentan ciertos anales que una vez pidieron a un periodista<br />
sinvergüenza un artículo sobre Dios. El muy<br />
cínico preguntó:<br />
— ¿En favor o en <strong>con</strong>tra?<br />
La batalla de las ideas tiene, al menos, dos vertientes.<br />
Va una.<br />
La otra es el leal enfrentamiento de ideas, argumentos,<br />
pensamientos, nociones, principios, incisos, acotaciones,<br />
silogismos, entimemas, reducciones al absurdo, demostraciones,<br />
razonamientos, inferencias, deducciones, corolarios.<br />
Hablo, no estás de acuerdo, respondes. Hablas,<br />
no estoy de acuerdo, respondo. Llegamos a un acuerdo o<br />
puede pasar algo igualmente deseable: descubrimos que<br />
ni tú ni yo tenemos razón y que la verdad es otra. Tal vez<br />
me <strong>con</strong>vences; tal vez te <strong>con</strong>venzo. O tal vez nos ponemos<br />
en desacuerdo, como decía Julio Cortázar.<br />
Desde 1952 la Encyclopaedia Britannica publica una<br />
colección que va por 60 tomos que reúnen 517 obras que<br />
nutren, dice su compilador Mortimer Adler, la “gran <strong>con</strong>versación”<br />
occidental. Es posible rastrear allí cualquiera<br />
de las 102 grandes ideas de lo que estos enciclopedistas<br />
llaman el “canon occidental”, desde Homero hasta Beckett.<br />
Se ha reprochado a la selección de esos “grandes<br />
libros” (Great Books) su predominio masculino, blanco,<br />
occidental y anglosajón. Todo está, pues, en discusión,<br />
hasta la discusión misma.<br />
Pero hay la otra vertiente, deleznable, la referida en los<br />
dos primeros párrafos. Ya no es enfrentamiento de <strong>con</strong>-<br />
257
Roberto Hernández Montoya<br />
ceptos sino de capitales. No enarbolo un discernimiento<br />
sino un cheque. No te refuto sino intento sobornarte, amenazarte,<br />
extorsionarte. Violencia simbólica, le decía Bourdieu.<br />
Un periodista pregunta a otro por radio si dicen o no<br />
la verdad y abiertamente eligen callarla. ¡Lo <strong>con</strong>fesaron al<br />
aire! No es que sepan necesariamente la verdad, sino que<br />
aun en el caso de <strong>con</strong>ocerla decidieron descaradamente<br />
ocultarla. Así no se puede. Así solo se avanza hacia este<br />
totalitarismo mediático en que los imperios nos matan<br />
mentalmente primero, físicamente después.<br />
Es así como operan cada día más y más medios corporativizados,<br />
que se someten al gran capital imperial y<br />
usan los instrumentos de manipulación mental más depravados<br />
y toscos. Ten cuidado, pues, <strong>con</strong> lo que oyes por<br />
radio, ves por televisión y lees en la prensa, incluyendo<br />
este artículo.<br />
258<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El Imperio se volvió loco<br />
Perpetran masacres en Libia para evitar masacres. Nueva<br />
locura: bombardeos humanitarios. Los de la OTAN<br />
no violan los derechos humanos como sí los de Gadafi;<br />
bombardeos sin pruebas, por cierto. El ataque a Libia se<br />
improvisó, precisamente, a la loca. Los únicos ataques exitosos<br />
de la OTAN en Libia son <strong>con</strong>tra sus aliados dizque<br />
«rebeldes», que por lo que ellos mismos muestran por televisión<br />
son otro hatajo de desquiciados que disparan a<br />
la loca. “L’Armata Brancaleone”, dice Walter Martínez1 .<br />
Aunque Brancaleone como que era más cuerdo. Si no fuera<br />
trágico, me reiría recordando a Los Tres Chiflados.<br />
Imperios en fragilidad e<strong>con</strong>ómica invaden a trompi<strong>con</strong>es<br />
países petroleros, pero lo que <strong>con</strong>siguen es un encarecimiento<br />
brutal. Y saltan ahora <strong>con</strong> unas sanciones a Venezuela,<br />
vagas pero bien amenazantes viniendo de quien<br />
tiene encendidas tres guerras locas y amenaza <strong>con</strong> más.<br />
Puede ser la acostumbrada escalada, hacia una tragedia<br />
iraquí, libia, balcánica o de donde sea. No hay calamidad<br />
en donde no esté el infaltable Imperio: General Electric<br />
<strong>con</strong>struyó las centrales de Fukushima. Pero el Japón insiste<br />
en montar más plantas. ¿Con General Electric?<br />
Lo de Dominique Strauss-Kahn parece otra locura. Primero<br />
suya: es un violador <strong>con</strong>tumaz, según cuentan ahora.<br />
Y habría por cierto que examinar la <strong>con</strong>ducta sexual de<br />
los grandes, al menos los varones, porque las mujeres poderosas<br />
se han mostrado comedidas, que uno sepa. Pero<br />
mi punto es cómo es que ahora de repente se «descubre»<br />
la depravación de Strauss-Kahn, como cuando la prensa<br />
1. http://j.mp/iBLCcx<br />
259
Roberto Hernández Montoya<br />
gringa detectó repentinamente por los años 70 lo que todo<br />
el mundo sabía: que Richard Nixon era un bribón. Esos<br />
súbitos hallazgos de lo obvio me lucen sospechosos. ¿Por<br />
qué no defienden a Strauss-Kahn los poderes que lo llevaron<br />
a presidir el FMI? ¿El sionismo, la burguesía francesa,<br />
el Partido Socialista Francés? Sabemos que esos deslices<br />
se tapan <strong>con</strong> dos metales: plata y plomo. No será la primera<br />
vez ni la última, lamentablemente. Por eso me suena<br />
loco también lo de Strauss-Kahn.<br />
Signos, síntomas, síndromes, podría citar mil ejemplos,<br />
como las restricciones del G8 sobre Internet, pero<br />
según Hilaria es Venezuela quien restringe. Estamos enjaulados,<br />
aunque no inermes, <strong>con</strong> un perro rabioso.<br />
260<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El neoanalfabetismo<br />
Tanta dirigencia de oposición dice cada disparate… No<br />
la calificaré porque se descalifica sola. La que se nos<br />
presenta como «la gente pensante de este país», dice:<br />
— Ojalá haya paz entre la China del Norte y la China<br />
del Sur.<br />
Una actriz dice que no tiene que leer la novela La trepadora<br />
de Rómulo Gallegos para representar a la protagonista,<br />
porque «leer libros es anticuado». No tengo nada<br />
<strong>con</strong>tra los Blackberries ni los 140 caracteres de Twitter,<br />
pero decir por ello que los libros son anticuados es aproximadamente<br />
ridículo.<br />
Omar Barboza denuncia que el rrrÉgimen planea entregar<br />
las tierras del Sur del Lago a la Unión Soviética.<br />
Eveling Trejo promete un servicio de ginecología «especialmente<br />
para las mujeres», «echar una mano a las<br />
inundaciones» y «ser la voz de los que no tienen oídos».<br />
Guillermo Zuloaga solicita «asilamiento» en los Estados<br />
Unidos, aparte de que «puede ser que especulemos<br />
pero creamos fuentes de empleo».<br />
El señor Presidente de Copei respondió el 22/12/2010<br />
(Últimas Noticias, p. 25) a mi artículo «Esta oposición copeyana»,<br />
del 18/12/10 en el mismo diario y en bit.ly/hrm3mJ.<br />
Conmueve su ignorancia hasta de su propia doctrina.<br />
Caritativo, le aclaro: la encíclica Rerum Novarum<br />
(1891) es muy posterior al Manifiesto Comunista (1848).<br />
Jacques Maritain llegó tarde para la firma de la Declaración<br />
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano del<br />
261
Roberto Hernández Montoya<br />
26 de agosto de 1789 porque nació el 18 de noviembre de<br />
1882. No sabe ni lo básico de la cosa esa que preside.<br />
La Rectora Magnífica de la UCV avaló esta disgráfica<br />
pancarta de la APUCV: «POR RESPETO A LA CONSTI-<br />
TUCIÓN NO ACATEREMOS (sic) LA LEY». Pero la Rectora<br />
Magnífica de la universidad de Bello y Rosenblat no<br />
se arrepiente y dice <strong>con</strong> desparpajo que no importa porque<br />
se entiende. Es la Casa Vencida por las Sombras.<br />
Pero el más apoteósico es Manuel Rosales. ¡Lo postularon<br />
nada menos que para Presidente! ¿No tenían nadie<br />
mejor? No. Más bien lo exaltaron porque no hallaron a<br />
nadie peor.<br />
No puede ser que no perciban tanta estupidez porque<br />
son la actual barbarie capitalista: brutalidad e ignorancia<br />
como las de Homero Simpson, Berlus<strong>con</strong>i, Bush, Sarkozy,<br />
Paris Hilton... Sus intelectuales no les sirven para mucho.<br />
Y ya verás también la clase de chalequeador que postularán<br />
para 2012.<br />
262<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El síndrome de 15 días<br />
Billy Wilder realizó <strong>con</strong> Marilyn Monroe una película<br />
llamada La piquiña de los siete años. Algo parecido<br />
podríamos intentar en Venezuela: una opereta menor llamada<br />
La piquiña de los quince días. Si pretendemos más<br />
elegancia podríamos hablar del síndrome, que suena más<br />
galano que piquiña. Pero no vale la pena despilfarrar donosura<br />
para tema tan palurdo como la oposición venezolana,<br />
capaz de la bufonada de deponer a Luis Alfaro, me<br />
refiero al Ucero, y a Irene Sáez como candidatos.<br />
Se ha discutido mucho y la oposición misma ha <strong>con</strong>fesado<br />
sus prodigiosos errores. ¿Errores? Sí, en la medida<br />
en que yerra, que se equivoca, que fracasa, etc. Pero me lo<br />
pregunto porque no sé si la palabra error no gime como<br />
eufemismo ante tamañas catástrofes.<br />
La oposición lo ha tenido todo: medios, dólares, apoyo<br />
de la primera potencia, Harvard, MIT, Chicago. Arsenales,<br />
policías, gobernaciones y alcaldías, plana mayor de una de<br />
las empresas más poderosas del mundo, Pdvsa. Devoción<br />
del capitalismo mundial. Respaldo del ejército más potente<br />
de la historia, en su etapa más enardecida. De una agencia<br />
de espionaje <strong>con</strong> experiencia heredada y acumulada desde<br />
la invasión a Cuba en 1898, pasando por el derrocamiento<br />
de Mossadegh en Irán en 1953, invasión a no sé cuántos<br />
países, derrocamiento y asesinato de no sé cuántos mandatarios<br />
populares. Y paremos aquí porque solo tengo 2.300<br />
caracteres. La debacle, pues, no tiene excusas.<br />
Pero sí explicación. Dos estribos resplandecen en<br />
estos ineptos y los expongo sin prevención porque no<br />
saben que son brutos y sé que persistirán en su torpeza,<br />
263
Roberto Hernández Montoya<br />
que es lo que <strong>con</strong>viene a esta gran humanidad. Lo primero<br />
es la arrogancia, que <strong>con</strong>duce a la debilidad, porque<br />
el engreído, por inteligente que sea, es incapaz de<br />
apreciar sus debilidades, precisamente, y se cree omnipotente.<br />
Y eso nos acompaña hasta mi punto: como este<br />
gobierno cae en 15 días ¿Qué importa cometer delante<br />
de millones de personas las mayores burradas, como el<br />
Decreto Inmortal de Carmona, y dejar una reguera de<br />
pruebas de culpabilidad? Las cubren <strong>con</strong> una cortina de<br />
estridencia mediática y listo. Los cogen <strong>con</strong> la bomba<br />
en la mano y chillan cualquier despropósito, seguros de<br />
que tienen gente embrutecida suficiente para creerles.<br />
Lo mejor es que siguen como si nada. Míralos.<br />
264<br />
El sueño de Bush<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
No veo viable el proyecto imperial de dominio militar<br />
de todo el planeta. Exige al menos tres <strong>con</strong>diciones<br />
imposibles de llevar hasta sus últimas <strong>con</strong>secuencias:<br />
En primer lugar. Un Estado policial planetario que<br />
ríete de Stalin y de Hitler juntos. No veo cómo eso sea posible<br />
si esos dos no pudieron perdurar. ¿Es factible ese<br />
Estado en las favelas de Río de Janeiro? ¿Cómo se logra<br />
eso <strong>con</strong> Internet y <strong>con</strong> celulares?<br />
En segundo lugar. Un genocidio que ríete de Hitler.<br />
Habría que aniquilar a miles de millones de pobres, residuos<br />
demográficos del neoliberalismo. Es una masa enorme<br />
y creciente, parte de ella incrustada en los propios Estados<br />
Unidos. Hay allí, en pleno crecimiento, unos 30 millones<br />
de pobres, cada vez más pobres, «basura blanca» incluida.<br />
¿Van aniquilar a esta gran humanidad que produce la riqueza<br />
de los ricos? ¿A quién cobrar la Deuda Eterna?<br />
En tercer lugar. Un núcleo suntuoso en los Estados<br />
Unidos, poblado solo de suburbios, rascacielos y centros<br />
comerciales (como sueña Leopoldo López en Chacao). Ese<br />
paraíso neoliberal deberá rodearse de fortificaciones, que<br />
ríete de la Gran Muralla China. Allende esa barrera viviría<br />
una población de seis mil millones como tú, repelida por<br />
un ejército de tamaño in<strong>con</strong>cebible. Como la frontera de<br />
México <strong>con</strong> los Estados Unidos y las dificultades que padece<br />
hasta la cancillera colombiana para entrar a Florida<br />
a apoyar a los Estados Unidos en la OEA. Esos excluidos<br />
no están desprovistos ni de tecnología ni de élites <strong>con</strong> vergüenza:<br />
bombas atómicas en Corea del Norte y avances<br />
tecnológicos en Irán. A Iraq le están destrozando delibe-<br />
265
Roberto Hernández Montoya<br />
radamente su élite, pero hay muchos países capaces de<br />
igualar y superar a los Estados Unidos. La antigua Unión<br />
Soviética, los Tigres Asiáticos, la China, la India, el Brasil,<br />
la Argentina, México, ¿Venezuela? ¿Qué hacer <strong>con</strong> la<br />
«Vieja Europa» que está votando «no»? ¿Y Oceanía?<br />
Soy optimista pero <strong>con</strong> un dejo pesimista: en su fracaso<br />
Bush está dispuesto a exterminar a millones. Ya lleva cien<br />
mil en Iraq. Tal vez tendrá que matar a los no pocos gringos<br />
que no se la van a calar. Y hay que recordar siempre la<br />
aniquilación no bélica, pero no menos violenta: hambre,<br />
enfermedades, catástrofes «naturales», etc. Millones.<br />
Si miles de millones lo permitimos.<br />
266<br />
Historia del futuro<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La invasión de Libia por los EUA provocará la siguiente<br />
cadena de a<strong>con</strong>tecimientos: el petróleo subirá a no<br />
menos de $ 200. ¿$ 500? Creo que más. Esto activa catástrofes<br />
de un capitalismo que Emeterio Gómez dice que<br />
está en crisis muy grave o algo peor que dijo que no lo recuerdo.<br />
Esto generará, adivinaste, mayor desempleo que<br />
el actual, que agilizará los motines que ya empezaron por<br />
casi todo el planeta capitalista. Y tocará las regiones que<br />
aún no han sido tocadas.<br />
El <strong>con</strong>trol sobre el petróleo y el agua libios que a Europa<br />
le urgen, la harán pasar de ser un protectorado gringo<br />
ocupado militarmente, a ser colonia. Rusia jugará su papel<br />
<strong>con</strong> su petróleo, lo que presagia una nueva guerra fría.<br />
Ah, Venezuela también. Pero divago.<br />
Se extendería a toda Libia lo que ya la intriga imperial<br />
está iniciando: el zurriburri macabro que hay en Afganistán,<br />
Iraq y Paquistán. Ah, en Colombia y México. Claro,<br />
en México hay más seguridad que en Venezuela; allá solo<br />
decapitan personas y las guindan en puentes <strong>con</strong> puñales<br />
clavados y amenazas a los que quedan vivos. Ya no doy<br />
más detalles. Pero has de saber, amigo Sancho, que a la<br />
ultraderecha esos churriburris patibularios le causan orgasmos<br />
múltiples. Como lo que quieren aquí los que hacen<br />
huelgas de hambre en favor de violadores, asesinos y<br />
ladrones. Los mismos que se quejan de la delincuencia.<br />
Pero divago.<br />
Se desatará una inmigración africana masiva hacia<br />
el Sur de Europa, en primer lugar, al Norte llegará luego<br />
porque los trenes tardan. ¿Cómo se detiene un suna-<br />
267
Roberto Hernández Montoya<br />
mi humano? La violencia militar que aplicarán, <strong>con</strong> sus<br />
masacres, emergencia humanitaria, etc., no servirá, salvo<br />
para complacer a los electores de Marine Le Pen, la candidata<br />
ultraderechista francesa que se pasea de primera en<br />
los sondeos. Esa gente no se va a dejar matar así nomás.<br />
Y sus compatriotas de nacionalidad europea no se quedarán<br />
inertes. Muchos de esos africanos del Norte armaron<br />
en Francia una zaragata en 2005. Quemaban más de 100<br />
carros por noche. Aparecerá una sans culotterie suficiente<br />
para tomar la Bastilla.<br />
Mejor es que no invadan, pero pedir racionalidad al<br />
complejo industrial militar gringo es como pedir peras al<br />
horno, como dice el héroe intelectual de la oposición, que<br />
llaman, creo, Manuel Rosales.<br />
Pero divago.<br />
268<br />
Ideas transgénicas<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Uno oye hablar a cierta oposición y se halla <strong>con</strong> ideas<br />
1) ajenas, pues quienes las profesan son incapaces<br />
de pensar <strong>con</strong> autonomía, 2) iguales a las de la manada,<br />
3) incapaces de <strong>con</strong>vivir <strong>con</strong> otras y 4) adictivas, pues<br />
prescindir de ellas desencadena síndrome de abstinencia.<br />
Son, pues, como las especies transgénicas, que mantienen<br />
una relación hostil <strong>con</strong> las naturales y luego el agricultor<br />
depende de un solo proveedor de semillas, insecticidas,<br />
fertilizantes, etc.<br />
Toda persona que padece de estas ideas, emponzoñadas<br />
por un complejo comercial y mediático, es radicalmente<br />
incapaz de asimilar ideas no solo opuestas sino<br />
meramente distintas.<br />
Todo lo que no gire en torno a centros comerciales y<br />
medios de comunicación privados, es radicalmente excluido<br />
como «niche», «campuruso», «capocho», «chimbo»,<br />
«chaborro» y otros calificativos igualmente inclementes.<br />
El rechazo es generalmente iracundo, ¡yo no como hallaquitas!<br />
Todo alimento que no sea comida rápida es rechazado<br />
<strong>con</strong> bascas y arcadas. Cualquier indumento que<br />
no sea «de marca» y fashionable es excluido <strong>con</strong> burlas y<br />
rudezas.<br />
El problema no solo está en el carácter exiguo y bárbaro,<br />
sino en su violencia hacia las demás ideas. No <strong>con</strong>sienten<br />
soberanía, sino subordinación in<strong>con</strong>dicional, ofuscada y<br />
agresiva al sistema de ideas imperiales y transgénicas. Ni<br />
hay solidaridad, pues son radicalmente incapaces de fraternidad<br />
<strong>con</strong> cualquier necesitado. Si una persona padece<br />
269
Roberto Hernández Montoya<br />
la influenza AH1N1 es rudamente execrada y los vecinos le<br />
descargan hasta animales muertos en el jardín, como sucede<br />
en estos días <strong>con</strong> una señora en un barrio jactancioso<br />
del Táchira. En lugar de brindársele amistad y socorro, se<br />
la hostiga. A la enfermedad se añade el microclima infernal<br />
de un vecindario cuyas ideas transgénicas <strong>con</strong>ducen<br />
a excluir toda noción de altruismo. Son las mismas ideas<br />
neoliberales, precarias, brutales.<br />
Todo lo patrimonial, casabe, frijoles, joropo, es <strong>con</strong>denado<br />
a la aniquilación <strong>con</strong>vulsiva. Solo la Coca-Cola les<br />
sacia la sed, preferiblemente Zero. Tan radicales son que<br />
se aniquilan a sí mismos, liquidando sus propios bienes,<br />
como intentaron arrasar la industria petrolera y el Premio<br />
Internacional de Novela Rómulo Gallegos.<br />
270<br />
Invadir el mundo<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La <strong>con</strong>ducta de los Estados Unidos ante la tragedia de<br />
Haití es horripilante. No solo porque es una fechoría<br />
ocupar militarmente a un país que está sufriendo un<br />
terremoto que aún no cesa, sino porque sabemos que el<br />
capitalismo suele resolver sus crisis mediante la guerra.<br />
Esas evidencias alimentan un presagio atroz.<br />
Los portaviones, destructores, bombarderos que Washington<br />
decidió despachar, <strong>con</strong>trastan radicalmente <strong>con</strong><br />
los equipos de rescate, víveres, ropa, agua potable, médicos,<br />
medicinas, carpas, amor y aliento enviados por los<br />
demás países. Da escalofrío saber que de ahora en adelante<br />
los Estados Unidos entrarán así en cualquier lugar del<br />
mundo en donde estimen que pueden irrumpir como río<br />
en <strong>con</strong>uco, sin permiso de nadie, ante la mirada atónita de<br />
la humanidad.<br />
En el último año este atorrante Nobel de la Paz ha intensificado<br />
la guerra perdida de Afganistán, respaldado<br />
el genocidio de Gaza, creado bases de guerra en Colombia<br />
y Panamá, bombardeado y amenazado de invasión a<br />
Yemen, promovido desórdenes insurreccionales en Irán<br />
(¡qué parecido a nuestros chicos nalgas libres!). Y ahora<br />
esto de Haití, que añade insulto a la tragedia, porque no<br />
sé en qué puede ayudar un destructor <strong>con</strong> misiles a una<br />
persona tapiada.<br />
Como no sea agravar su situación. A Haití le ha salido<br />
carísima su valentía de ser la primera república negra del<br />
<strong>con</strong>tinente. La señal es clara: ser musulmán, indio o negro<br />
en este mundo invadido es en sí mismo una tragedia.<br />
Cualquier pretexto sirve para recibir bombas, tanques, ser<br />
271
Roberto Hernández Montoya<br />
llevado a una cárcel clandestina, torturado, humillado,<br />
denigrado, invadido, exterminado.<br />
Basta que un nigeriano denunciado como terrorista<br />
haya pasado una temporada en Yemen para que se bombardee<br />
a ese país. Y basta sufrir un terremoto para ser elegible<br />
para una invasión.<br />
No se cumplieron las normas internacionales elementales<br />
de solicitar el permiso del gobierno del país invadido,<br />
porque imperio no pide permiso.<br />
La humanidad no solo debe temer el recalentamiento<br />
global, el <strong>con</strong>sumismo que lo provoca, la dislocación ética<br />
capitalista, sino que ahora cualquier pequeña perturbación<br />
puede provocar la instalación de bases militares y<br />
una invasión.<br />
Estamos encerrados <strong>con</strong> una fiera herida y enloquecida.<br />
272<br />
La cómica<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Venezuela ha alfabetizado más de un millón de personas<br />
en un año. Recuperó su industria petrolera.<br />
Derrotó el imperio más poderoso de la historia en cuatro<br />
ocasiones: golpe, paro, guarimba, Referendo, para no<br />
<strong>con</strong>tar la del siglo XIX. Lo ha comenzado a derrotar fuera<br />
de Venezuela: en la OEA y descalabrando el ALCA. Ha tejido<br />
una robusta red petrolera. Su Presidente es aclamado<br />
por multitudes por doquiera que pisa. Hasta el Miami<br />
Herald re<strong>con</strong>oce el miércoles pasado que Venezuela está<br />
unificando la América Latina. Rompió el bloqueo a Cuba.<br />
Mantiene trato de igualdad <strong>con</strong> varias potencias mundiales.<br />
Reparte un millón de Quijotes ante la admiración del<br />
mundo. Distribuye otros siete millones de libros y aún hay,<br />
ya impresos, dieciocho millones por entregar y el infinito<br />
por imprimir. Devuelve la vista a miles de personas. Salva<br />
la vida a cientos de miles barrio adentro. Revive la idea de<br />
socialismo que avergonzaba aun a partidos que la deslucen<br />
en su nombre. Derrota los medios golpistas sin tocar<br />
una pieza de su denso plumaje, dejándolos freírse en su<br />
propia salsa. El inclemente Álvaro Uribe le pide perdón.<br />
Vuelve a oír su música en su momento más estelar, tanto<br />
que no sé de otro país que goce de una explosión sonora<br />
de esta calidad incalculable. Escúchala. Ha recomenzado<br />
a discutir los grandes temas que se arrin<strong>con</strong>aron durante<br />
décadas y que habían desvelado a generaciones. Ha vuelto<br />
a leer a Rómulo Gallegos, a Andrés Eloy Blanco y a Juan<br />
Pablo Pérez Alfonso, que los suyos habían desamparado.<br />
Ha vuelto a ser alguien en el universo mundo. Tuvo en<br />
2004 el que tal vez sea el récord de crecimiento e<strong>con</strong>ó-<br />
273
Roberto Hernández Montoya<br />
mico mundial. Ha multiplicado los propietarios privados<br />
al hacer justicia en la tierra urbana y rural y esparcir créditos.<br />
Ha enfrentado al fin su régimen feudal al tomarse<br />
en serio el capitalismo precisamente para vencerlo, ese<br />
que Cabrujas llamó «capitalismo guasón». En fin, cambió,<br />
como decía Juan Parao en Cantaclaro, sí, el de Gallegos,<br />
«el menudo por la morocota». Me falta tanto, pero no<br />
debo pasar de 2.300 caracteres.<br />
Y aún hay gente dando cómicas por una alcaldía, una<br />
<strong>con</strong>cejalía, un puestico, una quimérica candidatura presidencial<br />
en 2012. Menos mal que ya vamos distinguiendo a<br />
los grandes de los ridículos que pronto olvidaremos.<br />
274<br />
La era Wikileaks<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
De lo que no se puede hablar, lo mejor es callar.<br />
Ludwig Wittgenstein, Tractatus logico-philosophicus<br />
Para asegurar datos digitales secretos hay que ponerlos<br />
en un archivo cifrado, en un disco duro formateado<br />
y dañado, encerrado en una caja fuerte enterrada bajo<br />
varios metros de hormigón, custodiado todo por guardias<br />
insobornables. O sea, no hay manera porque todo<br />
eso se puede resolver: violar la <strong>con</strong>traseña, el disco se<br />
puede reparar y aun formateado se puede recuperar la<br />
información, la caja fuerte se puede abrir. Y... ¿hay guardias<br />
insobornables?<br />
Es solo cuestión de tiempo que todo se devele. Antes<br />
los archivos del Departamento de Estado estaban solo<br />
en toneladas de papel en miles de metros cúbicos. Ahora<br />
basta una llave USB, arrastrar un í<strong>con</strong>o de un volumen a<br />
otro, anexarlo en un correo electrónico y zuas a las primeras<br />
planas.<br />
El documento <strong>con</strong>fidencial es una especie en extinción.<br />
Y mientras más sensible e importante, más expuesto a<br />
una infidencia. Vivimos en una pecera.<br />
Cualquier celular tiene micrófono y cámara. Están en<br />
todas partes. Algunos se pueden activar remotamente y<br />
delatar una <strong>con</strong>versación secreta, porque ya no hay <strong>con</strong>versaciones<br />
secretas. Hay impúberes que divulgan y comercian<br />
sus ajetreos sexuales. Nada lo impide. Antes la<br />
pornografía <strong>con</strong> infantes era privativa de adultos incalificables.<br />
Ya no. Solo será secreto lo que carezca de interés.<br />
275
Roberto Hernández Montoya<br />
Fernando Savater dijo que la televisión lo reveló todo.<br />
Falso. Aclaro que Internet estaba empezando cuando Savater<br />
dijo eso. Ahora sí todo se puede saber. La industria de<br />
propiedad intelectual (sonido, cine, programación) está<br />
empecinada en reprimir la «piratería». Pero no puede poner<br />
a miles de millones de personas presas por copiar unas<br />
canciones. ¿Quién no ha copiado algo sin pagar? ¿Tú?<br />
De modo que iremos sabiendo todo. La fórmula de la<br />
Coca-Cola o el código fuente de Windows, ponle. Y por fin<br />
sabremos quién gritó «¡te queremos, Pedro!».<br />
Aprenderemos a vivir sin secretos. Siempre hubo el requiebro<br />
furtivo, la <strong>con</strong>fidencia entre amigos, el informe<br />
recóndito, el hallazgo enorme de un laboratorio, cosas<br />
que unos humanos hacen para ocultarlas a otros humanos.<br />
Ya no. Todos tus secretos se podrán saber. Cuestión<br />
de tiempo.<br />
Hay una fantasía magnífica de Luis Britto García en<br />
que un corrupto llama a otro: «Se supo todo». El corrupto<br />
alerta a otros y estos a todos, que huyen del país. Pues<br />
bien, gracias a Julian Assange et al. se supo todo. O casi,<br />
porque aún falta. Cuestión de tiempo.<br />
Nunca se vio esto. Franquear secretos podía llevar al<br />
paredón, no a la ajorca electrónica que lleva Assange por<br />
seguir copulando luego de roto el <strong>con</strong>dón. Un chisme balurdo<br />
así. Ni Assange puede guardar secretos.<br />
276<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La izquierda delicada<br />
Para verificar que su futura nuera fuese princesa de<br />
verdad, cierta reina puso a una niña una lenteja bajo<br />
veinte colchones. Al día siguiente la sifrina se quejó de un<br />
tuyuyo en la real cama, que no la dejó dormir.<br />
Así, cierta izquierda ansiosa de perfección se espanta<br />
de que Chávez brinca y brinca en un estadio argentino,<br />
que canta mal, que «no se da su puesto de presidente».<br />
Otros objetan su pasado militar, haciendo esta brillante<br />
ecuación: militar + latinoamericano = dictador. ¿Y San<br />
Martín, Bolívar, Sucre, Miranda, Torrijos (padre, claro),<br />
Sandino, Seregni y Francisco Caamaño Deñó?<br />
A otros incomoda que la calidad estética del vídeo cubano<br />
de la Misión Robinson no estaba a la altura del Indio<br />
Fernández o de Ingmar Bergman. Millón y medio de<br />
alfabetizados bien <strong>con</strong>cretos invalidados por esta lenteja.<br />
Cuidado <strong>con</strong> negarlos, que ahora leen.<br />
En Contrapunto, la novela maestra de Aldous Huxley,<br />
cierto burgués socialista lee en el metro un periódico <strong>con</strong> denuncias<br />
<strong>con</strong>tra la burguesía. Se le acerca un obrero <strong>con</strong> todo<br />
el sudor de la jornada, mientras el perfumado se dirige a una<br />
fiesta de elegantes. El olor del trabajador ofende su fino olfato<br />
de abstraccionista y se aleja mientras lee indignado cómo<br />
le chupan la sangre. El proletario <strong>con</strong>creto se acerca de nuevo.<br />
Y así transcurre el pasaje. ¿Dónde estás, Almodóvar?<br />
Otros vienen del remoto espaciotiempo a enseñarnos,<br />
luego de décadas de no pegar una, cómo es que se hace<br />
una revolución de verdad. Se agradece, pero más se agradecería<br />
modestia.<br />
277
Roberto Hernández Montoya<br />
En Francia la llaman Izquierda Caviar. En otro tiempo<br />
fue la Izquierda Divina, de que tanto se burló Vicente Ibarra.<br />
Uno la ve «tan leve, a veces, tan que no pisa y toma<br />
café y enjuaga la taza», decía Cabrujas.<br />
De abstracción en abstracción no entienden lo que pasa<br />
aquí abajo. Esperan al dirigente ideal, al «centauro puesto<br />
en limpio», como alguna vez esbozó Milagros Socorro. Esa<br />
izquierda celebra a Lagos, a Lula y hasta a Kirchner. ¿Será<br />
porque son blancos? ¿Será porque no mandan aquí? Es<br />
una izquierda que se quiere diferenciar de la borbónica,<br />
tan niche.<br />
Otros encuentran en esas y otras lentejas razones de<br />
sobra para trabajar para la CIA, oh yeah. Y mira tú que<br />
siguen diciéndose de izquierda. ¡Ah, la mente humana y<br />
sus racionalizaciones!<br />
278<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Las aldeas Coleman<br />
En estos meses han florecido en algunos países del<br />
G-20 numerosos campamentos de tiendas. Son personas<br />
que han perdido su vivienda y compran una tela<br />
Coleman para medio sobrevivir.<br />
No están acostumbradas a tal vida. ¿Cómo eliminan las<br />
aguas servidas y las excretas? No hay agua potable ni electricidad<br />
ni recolección de basura ni correo ni vialidad ni<br />
telefonía alámbrica ni servicios de nada. ¿Cómo cocinan?<br />
¿Cocinan?<br />
Imagina la irritabilidad, los <strong>con</strong>flictos, agravados si se<br />
trata de desempleados en ocio, en desesperanza, en depresión,<br />
en penuria, los niños peleándose solares míseros,<br />
chismes, malos olores, basura acumulada, hasta que comienzan<br />
a perderse los buenos modales, si los había, y se<br />
desencadena la agresividad, la anomia, es decir, la depreciación<br />
de las normas de <strong>con</strong>vivencia, en un país de gente<br />
armada y que en los últimos meses ha adquirido millones<br />
de revólveres, pistolas y rifles, que los loquitos de siempre<br />
han accionado varias veces en menos de un mes.<br />
Con razón la dictadura mediática no nos deja ver esos<br />
caseríos. No están solo en los Estados Unidos. En Europa<br />
han proliferado las personas sin domicilio fijo (SDF), eufemismo<br />
que designa a vagabundos, mendigos, clochards,<br />
bums, hobos, nómadas, cortes de los milagros, sans-culotterie,<br />
es decir, la masa crítica de descamisados que avivó<br />
y protagonizó la Toma de la Bastilla, donde comenzó<br />
esta vida moderna.<br />
Un sondeo de la emisora France 3 dice que más del<br />
90% no se traga los acuerdos del G-20, a pesar de que la<br />
279
Roberto Hernández Montoya<br />
dictadura mediática canta loas a ese G-20, calificando sus<br />
acuerdos de nuevo Bretton Woods, de nuevo Consenso de<br />
Washington y me da flojera resumir lo demás. Es la misma<br />
dictadura mediática que <strong>con</strong>dena el gobierno del único<br />
país, Venezuela, que ha logrado vadear lo peor de la crisis<br />
e<strong>con</strong>ómica globalizada. Como ves, la dictadura mediática<br />
comienza a fallar allá, tal como ha fallado en Venezuela,<br />
en donde Chávez ha subido al 71,2% de aceptación, <strong>con</strong>tra<br />
un 25,3% al que ha descendido la oposición promovida<br />
obsesivamente por esa dictadura mediática.<br />
Viene pronto la crisis política, que ya ha comenzado en<br />
la forma de disturbios callejeros. Pronto se alargará los<br />
pantalones, ojalá que no sea como en la Alemania de los<br />
años 30.<br />
280<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Latifundismo cultural<br />
Los pobres desaparecieron de la perspectiva de pintores,<br />
músicos, literatos, escultores, sabios de la IV República.<br />
Mencionar siquiera esos temas era el camino más<br />
corto hacia la descalificación. Te decían <strong>con</strong> voz lánguida<br />
que eso era panfletario o no sé qué.<br />
Ni siquiera era una opción tolerada, como se acepta cualquier<br />
corriente estética. La exclusión fue radical, nadie dejaba<br />
ver tus cuadros, tus textos o te dejaba entrar en la academia.<br />
O casi nadie, pues quedaron pilotos encendidos.<br />
Fernando Báez nos cuenta en su libro La destrucción<br />
cultural de Iraq (en varias editoriales, en 14 idiomas)<br />
cómo la devastación de la Biblioteca de Bagdad no fue<br />
un «daño colateral», sino una acción deliberada, pues la<br />
cultura es estratégica. La destrucción sistemática de la<br />
cultura indígena fue uno de los principales instrumentos<br />
del <strong>con</strong>quistador, para mantener su dominio sobre el <strong>con</strong>tinente<br />
durante más de 300 años. Si incas y aztecas hubieran<br />
<strong>con</strong>servado su vida intelectual, Pizarro y Cortés no<br />
hubieran triunfado tan rápido.<br />
En Iraq son 55 siglos de cultura occidental aniquiladas<br />
en pocas horas. La cultura precisamente en nombre de la<br />
cual se desarrolla esta guerra. Se llama barbarie.<br />
Funciona a veces, pero en otras provoca resistencias<br />
espectaculares, como en Iraq. La profanación del Corán<br />
y la ruina de ciudades y bibliotecas ha resultado <strong>con</strong>traproducente.<br />
¿Podría Venezuela soportar pasivamente la<br />
destrucción de Miranda en la Carraca o del techo del Salón<br />
Elíptico?<br />
281
Roberto Hernández Montoya<br />
Sí. Algunos no solo la aceptan sino que la aplauden. Intelectuales<br />
y académicos. De esos que han recibido becas<br />
para estudiar en los Estados Unidos, por ejemplo. Cualquier<br />
representación de nuestra identidad es expresión de<br />
atraso. Venezuela ha sido expulsada no solo de los centros<br />
comerciales, sino de las aulas.<br />
Nos asesinan ocupando el espíritu, sin tocar los cuerpos.<br />
Apenas se abren las puertas del Teresa Carreño a todo el<br />
mundo, gritan que hay que desinfectarlo y acusan, a quienes<br />
osan abrir las instituciones culturales, de perseguirlos,<br />
como si alguien les hubiera cerrado alguna puerta, aunque<br />
hayan sido formados para esta barbarie de baja intensidad.<br />
Tranquilos, nadie les hará lo que ustedes nos hicieron, nadie<br />
les prohibirá seguir creando para el olvido.<br />
282<br />
Libya delenda est<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Siempre pensé que el Imperio era insaciable, traidor y<br />
cuerdo. Pero a Libia le están cayendo a la loca los EUA,<br />
Francia y algunos hijos de la Gran Bretaña. Cada chiflado<br />
bombardea lo que le da la gana, sin <strong>con</strong>sultar <strong>con</strong> los panas<br />
porque no se entienden entre sí, como en piñata, sin<br />
mando único (ver http://j.mp/hGERLk). El Nobel de la<br />
Paz tiene una puntada de pasar el mando a la OTAN, que<br />
finalmente aceptó el mando <strong>con</strong> reticencia, especialmente<br />
de Turquía, luego de largas negociaciones. Los que <strong>con</strong>sintieron<br />
el desastre, por no usar el veto en la ONU (Rusia<br />
y la China), ahora culipandean. Italia se podría rajar porque<br />
teme el tsunami de inmigrantes y porque la última<br />
guerra que ganó fue la de las Galias.<br />
Cuentan que Catón el Viejo terminaba siempre sus discursos<br />
en el Senado Romano <strong>con</strong> esta <strong>con</strong>signa: Carthago<br />
delenda est ‘Cartago debe ser destruida’. No importa qué<br />
tema tratase, <strong>con</strong>cluía siempre <strong>con</strong> una referencia zalamera<br />
a Cartago, de la que no quedó piedra sobre piedra.<br />
Cartago estaba en la actual Túnez, pero extendía su dominio<br />
hasta la presente Libia. El rey San Luis de Francia<br />
fracasó en su octava Cruzada. ¿La de Nicolas Sarkozy será<br />
la novena? L’armata Brancaleone. Tragedia aquella vez,<br />
farsa ahora, ¿verdad, Marx?<br />
No se sabe qué pasa en Libia porque pertenece a esos<br />
fenómenos desgreñados que no cogen <strong>con</strong>ocimiento. Me<br />
reiría como en una película de Los Tres Chiflados si no<br />
fuese por la tragedia. Es <strong>con</strong>ducta del Complejo Industrial<br />
Militar desde hace años. Solo me explico tanta torpeza<br />
porque el juego es dilapidar, literalmente hablando<br />
283
Roberto Hernández Montoya<br />
y volando, cuanto armamento se pueda en un potlatch<br />
diabólico para reactivar la e<strong>con</strong>omía y saquear petróleo,<br />
sobre toda otra riqueza, incluyendo la vida. Recuerda el<br />
1˚ mandamiento: Amad el Capital sobre todas las cosas.<br />
¿Qué guerra ganaron los EUA después de la Segunda? Y<br />
esa guerra no la ganaron solos…<br />
Eso ¿planifican? para Venezuela los chicos opositores:<br />
huelga de hambre > masaje de nalgas > cierre de calles ><br />
violencia mediática > Consejo de Seguridad > invasión ><br />
zurriburri tipo Iraq y Afganistán, clima que causa orgasmos<br />
múltiples a la ultraderecha. No por simplón este plan<br />
de Cerebro (el amigo de Pinky) es menos genocida (ver<br />
http://j.mp/g2eK8Y). Ya lo ensayaron en abril de 2002.<br />
¿Paranoia? Tal vez, pero como dice Andy Grove, dueño<br />
de Intel: «Solo los paranoicos sobreviven».<br />
284<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los malcriaditos arrugaron<br />
Piden la máxima tribuna de la nación, la Asamblea Nacional,<br />
se les <strong>con</strong>cede cadena nacional y entonces dicen<br />
que ese no es el lugar y que ellos no fueron a hablar de<br />
política en un espacio político por excelencia.<br />
Uno creía que ya no había asombros. Esta oposición no<br />
hace sino superar su propia estupidez, afortunadamente<br />
no es capaz de entender el abismo inmensurable de su<br />
incapacidad porque está <strong>con</strong>vencida de que es la gente<br />
educada porque sabe unas cuantas marcas de ropa y oye<br />
cancioncitas en inglés.<br />
¿Qué dirán ahora? Que esto <strong>con</strong>firma que no hay libertad<br />
de expresión. O sea, que la máxima libertad de expresión<br />
posible: la más alta tribuna nacional y cadena nacional<br />
de radio y televisión, <strong>con</strong> toda la prensa y los medios<br />
internacionales, no es libertad de expresión. O sea.<br />
Con razón su líder es Manuel Rosales. Tenían la gran<br />
oportunidad histórica y no tuvieron nada que decir, que es<br />
en realidad la única razón para el arrugue más vergonzoso<br />
de la historia de Venezuela y uno de los más asombrosos<br />
del mundo en todos los tiempos.<br />
Si la Asamblea Nacional no es el lugar adecuado, ¿por<br />
qué lo pidieron? Los malcriados piden algo <strong>con</strong> insistencia y<br />
cuando por fin se lo dan lo baten <strong>con</strong>tra el suelo <strong>con</strong> cualquier<br />
pretexto, porque, como en el cuento, solo se trataba de joder.<br />
Hay que ser bien bolsas claras para seguir creyendo en<br />
esa dirigencia opositora. Hay que tener bien reblandecido<br />
el cerebro, hay que tener un discurso bien ralo y deshabitado<br />
para seguir sosteniendo a esa oposición. Sorry.<br />
285
Roberto Hernández Montoya<br />
La comparación entre lo mejor que tenían como estudiantes<br />
opositores y los bolivarianos fue una pelea de<br />
burro <strong>con</strong> tigre. Lo vimos todos. El orador que eligieron<br />
ellos mismos no hizo sino leer un discurso escrito que solo<br />
<strong>con</strong>tenía la Vulgata mediática, la cartilla suministrada por<br />
la CIA. Luego vinieron los estudiantes bolivarianos, cultos<br />
y elocuentes, y terminaron bellamente de <strong>con</strong>firmar el ridículo<br />
opositor. Lo vimos todos.<br />
No tienen razón ni en el modo de atarse las trenzas de<br />
los zapatos ni en el modo de caminar porque no tienen<br />
autonomía. ¿Quién les ordenó retirarse? El mismo que ordenó<br />
a los candidatos de oposición apartarse de las elecciones<br />
del 5 de diciembre de 2005. ¿Cómo no pensarlo?<br />
286<br />
Mengele hoy<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿<br />
Para qué sirve el horror? La tortura obtiene información,<br />
por ejemplo, pero a juzgar por ciertos resultados<br />
inútiles, cabe preguntarse si ese es el único fin. El Doktor<br />
Josef Mengele, por ejemplo, sometía a sus «pacientes» a<br />
experimentos tan despiadados como inservibles. ¿Por qué<br />
lo hacía entonces?<br />
Thierry Meyssan, en un aterrador artículo reciente<br />
(voltairenet.org/article162810.html), expone que Barack<br />
Obama no puede cerrar Guantánamo porque destaparía<br />
la vasta red de centros de tortura afincados en mil lugares<br />
en aviones, en barcos, en tierra, en donde se experimentan<br />
«tratamientos» que refinan la tortura china, la Inquisición<br />
y los ensayos de Mengele, es decir, lo narrado en<br />
la película El huevo de la serpiente, de Ingmar Bergman.<br />
Puede ser.<br />
Pero también puede ser algo más perverso.<br />
El terrorismo de Estado cumple varias funciones <strong>con</strong>statables<br />
sin mayor esfuerzo. Una es el papel de choque:<br />
la tortura para obtener información, para intimidar. Es la<br />
figura visible. Pero hay otro aspecto aún más aterrador.<br />
El exterminio de grupos humanos, gitanos, testigos de<br />
Jehová, comunistas, homosexuales, socialistas, judíos,<br />
etc., sirvió para «justificar» la supuesta superioridad aria.<br />
Pero también para otro horror que me vengo maliciando.<br />
Cuando en Guantánamo se tira un ejemplar del Corán<br />
en una cloaca, delante de un musulmán, se está ciertamente<br />
profanando un libro sagrado, pero también se está<br />
humillando una religión, una cultura, un grupo humano.<br />
287
Roberto Hernández Montoya<br />
Los experimentos en curso por parte del Pentágono en<br />
diversos lugares del mundo, dice Meyssan, se proponen<br />
la degradación de la víctima, que termina colaborando<br />
en lo que sea. Se practicó <strong>con</strong> prisioneros estadounidenses<br />
durante la Guerra Fría, durante los Juicios stalinistas<br />
de Moscú, de Rudolf Slánský et al, en Praga, en que los<br />
acusados terminaban «<strong>con</strong>fesando» públicamente cualquier<br />
«crimen».<br />
Pero el horror más atroz es la degradación del victimario,<br />
del torturador, de la soldadesca invasora, de la<br />
población entera del país ocupante, pues si quieres deshumanizar<br />
a alguien tienes antes que deshumanizarte tú.<br />
Las sociedades imperiales necesitan agentes así, como los<br />
«hermanos inquisidores», los sicarios mediáticos, los SS,<br />
que eran paramilitares, como Mengele.<br />
288<br />
Mírate, MariCori<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La gente ha visto a Lupita Ferrer y, no es por desmerecer<br />
tu esfuerzo, María, pero Lupita lo hace mejor.<br />
Y además las nuevas actrices son más naturales, aunque<br />
últimamente han degradado el verismo que les enseñó<br />
José Ignacio. Ese melodramatismo de Eloísa se presta<br />
para mofas. Te lo dice uno que tiene años tratando de<br />
cultivar la befa. Estás aprendiendo apresuradamente tu<br />
papel de preocupada por los pobres, estás coleándote en<br />
los barrios, ya no te limpias públicamente el beso popular,<br />
haces tu esfuerzo en la Asamblea Nacional, luces bien. Te<br />
están enseñando a flexibilizar la voz, a realzar gestos, a<br />
apretar los ojos para expresar desvelo. Pero mírate.<br />
Rafael Caldera también recibió sus clases de impostación<br />
de voz, de matización. Algún jesuita histriónico sería<br />
o un maestro de arte dramático, no sé, pero se parece<br />
mucho a tus instructores. Lo malo es que la telenovela<br />
funciona solo en su <strong>con</strong>texto. Carlos Monsiváis dijo que<br />
la radionovela y la telenovela nos enseñaron a los latinoamericanos<br />
el habla solemne: «Si sales por esa puerta, olvídate<br />
de que tienes padre».<br />
Se te ven costuras de telenovela, metes mucho embuste<br />
sin medir que la mayoría de tu audiencia no es idiota,<br />
como que la pobreza aumenta mientras a los pobres <strong>con</strong>sta<br />
que disminuye y para las demás clases, salvo quienes no<br />
son egoístas, más bien alarma que haya menos pobres.<br />
¿Cómo lograrás ese país que pintas tan bonito <strong>con</strong> tu<br />
suplente Ricardo Sánchez? ¿Será tu vicepresidente?<br />
Si tus visitas a los barrios no son oportunismo de ahora,<br />
habrás notado el aumento del nivel educativo y, por<br />
289
Roberto Hernández Montoya<br />
tanto, de la <strong>con</strong>ciencia y el hilván esbelto de las palabras.<br />
La gente lee, María. Ya no es como en la IV República,<br />
cuando bastaban <strong>con</strong>signas hueras: <strong>con</strong>tra el miedo vota<br />
blanco, ese hombre sí camina, vamos a echarle pichón,<br />
Arturo es el hombre, palante.<br />
Tu expresionismo de sifrina de otrora no es del barrio y<br />
se nota que simulas y simulas mal. Te adoctrinaron como<br />
a Manuel Rosales en no responder preguntas comprometedoras<br />
sino en llevarte el tema para donde quieres. Está<br />
bien, pero no es suficiente. Mira que Rosales perdió. Feo.<br />
Pero no te desmoralices. Tienes ímpetu, dólares de la<br />
NED, la mano de George W. Bush y bonita figura. Reúnes<br />
las <strong>con</strong>diciones ideales para un lucido segundo lugar.<br />
290<br />
Muerte provisional<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
El juez mayamero Arthur Rothenberg propone el entierro<br />
«provisional» de los restos de Carlos Andrés Pérez.<br />
La muerte, entre otras exigencias, tiene la de prescindir<br />
del cadáver, apartarlo para siempre. El ser humano,<br />
observó Miguel de Unamuno, es el único animal que entierra<br />
sus muertos. Es un deber, pues, inexcusable.<br />
Porque es escándalo cuando se excusa. Como aquella<br />
novela formidable de William Faulkner, de las grandes<br />
del siglo XX, Mientras agonizo (As I Lay Dying),<br />
en donde el cuerpo de Addie Bundren se va descomponiendo<br />
durante la sudorosa marcha hacia su sepulcro.<br />
Cada personaje que la lleva y la muerta misma monologan<br />
un pedazo de la historia, que se entreteje admirablemente,<br />
que por algo está en las enciclopedias.<br />
El título lo tomó Faulkner del Canto XI de la Odisea,<br />
cuando Agamenón ya muerto cuenta cómo lo asesinó<br />
su esposa: «Mientras yacía muerto, la mujer de ojos de<br />
perro no cerró los míos en mi descenso al Hades», el<br />
paraje griego de los muertos.<br />
No sabemos lo que hay más allá, por eso dice el poeta<br />
ruso-francés Claude Aveline, «la muerte es un misterio<br />
que nos pertenecerá a todos». Es escalofriante <strong>con</strong>templar,<br />
bajo la luz negra de esa frase, a la gente afanosa y<br />
distraída: ¡van a morir! Por eso nos sobrecoge la muerte.<br />
Malraux decía que ella hace que la vida se vuelva un destino.<br />
«Un golpe de ataúd en tierra es algo/perfectamente<br />
serio», dijo Antonio Machado. La muerte no sirve para<br />
nada, decía Heidegger, y añadía que somos un ser para la<br />
muerte. Los mexicanos le rinden un culto cordial porque<br />
291
Roberto Hernández Montoya<br />
la inmortalidad también tiene sus in<strong>con</strong>venientes, como<br />
traté de mostrar en http://j.mp/e8g7Qt.<br />
Venezuela tiene tradición de cadáveres insepultos. Otro<br />
que anduvo deambulando después de muerto fue Joaquín<br />
Crespo luego de la Mata Carmelera, trasladado su cadáver<br />
tal cual como en la novela de Faulkner. Simón Bolívar<br />
anduvo sin sepultura pasando las vicisitudes de la superficie.<br />
También le ocurrió a Rafael de Nogales Méndez, cuyos<br />
despojos nadie reclamó durante años, arrin<strong>con</strong>ado en<br />
un almacén portuario. A Tomás Lander, el Dr. Gottfried<br />
Knoche lo sentó muerto ante su escritorio, donde estuvo<br />
años, <strong>con</strong> la pluma levantada, <strong>con</strong> las ventanas abiertas,<br />
hasta que Antonio Guzmán Blanco impuso a su familia el<br />
Panteón Nacional.<br />
Todos han sido fatalmente enterrados, pero ninguno<br />
«por un tiempo», figura del derecho nueva para mí, que<br />
movió a este juez gringo proponer un sepelio «provisional».<br />
Aunque mirado <strong>con</strong> ojos cristianos, toda sepultura<br />
es transitoria, mientras llega el Juicio Final, razón para<br />
que mucha gente no acepte donar órganos ni que la cremen,<br />
para estar entera el gran día de la última rendición<br />
de cuentas. A otras personas les va peor, rindiendo cuentas<br />
a poco de morir porque, por mucho bien o mucho mal,<br />
son cadáveres incómodos.<br />
No es decente burlarse de la muerte de nadie, como<br />
hace alguna gente que no calificaré <strong>con</strong> la muerte de los<br />
revolucionarios, incluso de infantes. A eso ha descendido<br />
alguna gente de la oposición. Espero que no toda. Nadie<br />
se ha burlado de CAP desde el lado revolucionario, primero<br />
porque eso no se hace y también porque no hay peor<br />
burla que la que le están haciendo sus deudos.<br />
292<br />
Obama no puede<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Invadir el mundo. Y no es solo cuestión de ética.<br />
Antes y después de Maquiavelo se ha estipulado que la<br />
política debe ser ética. Esta posición tiene dos vertientes:<br />
la verdadera y la farisaica.<br />
La encrucijada en la que se encuentran los Estados<br />
Unidos puede iluminar la vieja discusión, porque aun<br />
aceptando una desintegración entre ética y política, no<br />
pueden seguir la dirección bushista. Así y todo, Obama<br />
ha <strong>con</strong>sentido que la burocracia del Departamento de<br />
Estado, que heredó, siga declarando la guerra al Planeta<br />
<strong>con</strong> una arrogancia peligrosa. Nadie sirve salvo los Estados<br />
Unidos, Colombia e Israel. Veamos: son indeseables,<br />
a saber: Afganistán, la Argentina, Bielorrusia, Bolivia, la<br />
China, el Ecuador, Irán, Iraq, México, Paquistán, Rusia,<br />
Sudán y Venezuela. Casi nada. Otros imperios declararon<br />
la guerra al mundo: Persia, Roma, Arabia, China, España,<br />
Inglaterra. Macedonia, Francia y Alemania fracasaron.<br />
Francia pudo <strong>con</strong> algo del África y <strong>con</strong> escasas posesiones<br />
en América, que aún le duran.<br />
Los que pudieron lo lograron a lo largo de siglos, pero<br />
Alejandro murió antes de <strong>con</strong>solidar su fulgurante imperio.<br />
A Francia y Alemania los atascó el general Invierno en<br />
Rusia. Calcularon mal porque calcularon <strong>con</strong> soberbia.<br />
Los Estados Unidos también. El imperio les funcionó<br />
luego de 1945 en la América Latina y en Europa. Solo les<br />
queda la Europa ocupada y parte del Sudeste Asiático. Su<br />
dominio sobre el Medio Oriente opera tan trágicamente<br />
como en Afganistán e Iraq. Su auxiliar Israel ha recibido<br />
dos palizas recientes y seguidas: en el Líbano y en Gaza y<br />
293
Roberto Hernández Montoya<br />
en esta última sin recibir un tiro. Es alarmante. Solo causa<br />
muerte y destrucción sin ganancia alguna y crea para sí un<br />
pésimo ambiente internacional.<br />
¿Qué se trae Obama? O el complejo industrial-militar<br />
histérico que <strong>con</strong>trola los hilos del verdadero poder. ¿Se<br />
propone invadir la América Latina desde el Río Grande<br />
hasta la Patagonia? ¿Conquistar a Rusia y a la China?<br />
¿Seguir <strong>con</strong> los “golpes suaves”? ¿Restablecer la recluta?<br />
¿Todo al mismo tiempo y en medio de esta debacle e<strong>con</strong>ómica<br />
desmoralizante?<br />
Esto demuestra que la ética sí paga, pues solo queda<br />
subordinar política a cordura y decencia para ganar todos,<br />
empezando por sus precarios guiñoles de aquí.<br />
294<br />
¿Nos damos?<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Al final de la Segunda Guerra la Iglesia quedó bien mal<br />
parada porque Hitler y Mussolini ascendieron a Pío<br />
XII a papa, quien por eso calló el Holocausto. ¿Qué pasó<br />
al terminar la Guerra? No hace falta fatigar archivos secretos,<br />
pues por sus obras los <strong>con</strong>oceréis: desde entonces<br />
la Iglesia ha cooperado en cuanta trastada el Imperio la ha<br />
metido, como el acoso y derribo de la Revolución Bolivariana.<br />
Y también los trogloditas sudamericanos, la ultraderecha<br />
centroamericana, <strong>con</strong> inmolación de religiosos de<br />
base, ¿verdad, Leopoldo Castillo? Y justificación de todo<br />
despotismo en Venezuela, incluyendo torturas y asesinatos.<br />
La Iglesia tiene sobrados techos de vidrio: sus tropelías<br />
cuando tenía poder absoluto que era cuando hubiera sido<br />
bonito cuadrar <strong>con</strong> los débiles. Cruzadas para usurpar<br />
rutas comerciales; represión de la ciencia; legitimación<br />
criminal de todo rey, rico o tirano. Justificó la esclavitud<br />
en América y se opuso a nuestra Independencia argumentando<br />
que el terremoto de 1812 era castigo de Dios por<br />
rebelarnos <strong>con</strong>tra el Imperio Español. Igual dijeron del<br />
deslave de 1999.<br />
Nicolás Aymerich, autor del Directorium inquisitorum,<br />
‘manual de inquisidores’, clavaba la lengua de los<br />
blasfemos mientras les decía: “¿Por qué no te callas?”. Según<br />
ese manual, la Inquisición no debía oír a familiares y<br />
sirvientes del acusado, porque atestiguarían en favor de<br />
él. O de ella, que la mayoría eran mujeres. La Iglesia es<br />
misógina. Pero si la acusaban, entonces sí se les oía. Acusar<br />
era <strong>con</strong>denar. La reo era “relajada al brazo seglar”, o<br />
295
Roberto Hernández Montoya<br />
sea, entregada a un tribunal laico <strong>con</strong> el “ruego” de tener<br />
piedad por ella. Ah, pero si este tribunal no la quemaba<br />
amorosamente, viva, entonces era ese tribunal seglar el<br />
juzgado por el tribunal de excepción de la Inquisición. La<br />
Iglesia, pues, no quemó a nadie.<br />
¿Hablamos del Banco Ambrosiano y de la Logia P2 de<br />
los que tanto sabía Rosalio Cardenal Castillo Lara?<br />
La Iglesia ha acumulado, pues, una imagen atroz. Le<br />
<strong>con</strong>vendría prudencia en esta cartilla <strong>con</strong>tra el “comunismo”<br />
que el Imperio ordenó a sus loritos, ahora que ese<br />
mismo Imperio protestante la asedia por su esencia pederasta.<br />
Pero si quieren nos damos. Será otra pisada hacia<br />
su debilitamiento, iniciado en el siglo XVIII.<br />
296<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Nuestra izquierda caviar<br />
Llámase en Francia así a una que nunca halla la revolución<br />
químicamente pura y sí encuentra mil pretextos<br />
para no hacerla. Le aterra que una impureza manche su<br />
blanca túnica. Sufre desazón por lo real, especialmente si<br />
es heterogéneo. En su ensueño de vestal cualquier compromiso<br />
<strong>con</strong> lo complejo le hace chillar.<br />
Son burgueses (o suplicantes de tales) que exigen saciar<br />
sus refinados apetitos por el lado izquierdo del espectro<br />
social. Hay una memorable situación en la magistral<br />
novela Contrapunto de Aldous Huxley, en que Walter Bidlake,<br />
izquierdista caviar si los hay, va en el metro a una<br />
fiesta suntuosa. Lee un periódico socialista que denuncia<br />
en abstracto la explotación del proletariado. Aparece un<br />
proletario <strong>con</strong>creto <strong>con</strong> su braga sucia y su olor complejo.<br />
Bidlake se aparta asqueado, pero el obrero se le vuelve a<br />
arrimar empujado por la multitud, que a esa hora regresa<br />
fatigada a casa mientras otros empiezan el bonche. Walter<br />
cometerá adulterio <strong>con</strong> Rita Tantamount (‘tanto monta’),<br />
otra burguesa embustera. Huxley dedicó su primera, cínica<br />
y mejor etapa literaria a reírse del fashionable London<br />
de los años 20, en que había fascistas, izquierda patrañera,<br />
feminismo machista y otras fealdades.<br />
Durante el Directorio de la Revolución Francesa hubo<br />
unos jóvenes llamados increíbles ellos y maravillosas<br />
ellas. Su vestuario era estrafalario y su hablar sifrino: no<br />
pronunciaban las erres porque les recordaban la de la palabra<br />
revolución. Fue durante la Reacción Termidoriana,<br />
a la muerte de Robespierre, cuando se volvieron boga el<br />
sifrinismo y la restauración de los privilegios. Se pusieron<br />
297
Roberto Hernández Montoya<br />
de moda los “bailes de víctimas”, en que se danzaba de<br />
luto, pues solo se admitía a parientes de guillotinados durante<br />
el Terror. Se saludaban <strong>con</strong> una seca inclinación de<br />
cabeza para evocar la guillotina. Pero aquellos al menos se<br />
tomaban lo trágico <strong>con</strong> risa, pues total, dijo Nietzsche, el<br />
humano sufre tanto que tiene que reír.<br />
Aquí aburren y se <strong>con</strong>sagran a denostar de todo lo<br />
que haga la Revolución Bolivariana, bueno o malo, pero<br />
especialmente bueno. Les horroriza todo lo popular. Se<br />
aglomeran <strong>con</strong> la burguesía desabrida que llamó “sambódromo<br />
chimbo” el desfile del 19 de Abril. Por fortuna no<br />
dañan; solo fastidian y hacen reír, a veces y poco.<br />
298<br />
Oposición y vileza<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
No hace falta envilecerse para oponerse a un gobierno.<br />
Es más, Leo, Andrés Eloy, Gallegos, tantos en nuestra<br />
historia, han ganado dignidad oponiéndose a diversos<br />
gobiernos. Mandela, Gramsci, Julius Fucík.<br />
Pero aquí se dedican a deshonrarse <strong>con</strong> un brío autoinmolatorio,<br />
como TalCual, por ejemplo, dirigido por un<br />
tipo inteligente y culto, que no hace sino degradarse cada<br />
día más. Leído el editorial, no hay más nada que valga la<br />
pena siquiera hojear ahí. Si es que vale la pena leer el editorial,<br />
esa colección de afrentas sin fundamento.<br />
No se entiende. Inventan mentiras garrafales, que rápidamente<br />
se les caen. La última fue la del “garrapiño”,<br />
una herramienta usada por la Guardia Nacional para retirar<br />
barreras. Pues El Nacional inventó que se trataba de<br />
la “araña española”, instrumento de tortura que no tiene<br />
nada que ver <strong>con</strong> el garrapiño, pues se trata de una tenaza<br />
hecha para arrancar las carnes por parte de la Santa Inquisición<br />
de la Religión de Amor que profesa Nitu Pérez<br />
Osuna, que fue la más apasionada denunciante del garrapiño.<br />
Se les refuta ampliamente la información y se quedan<br />
como si nada, listos para la próxima vileza.<br />
El director de TalCual tiene además liderazgo en la<br />
mayor parte de la intelectualidad de oposición. ¿Por qué<br />
no organiza a esos letrados a fin de que pongan a sudar<br />
al gobierno para defenderse de argumentos serios y bien<br />
pensados, que los hay? No. Ellos prefieren la calumnia,<br />
el engaño brutal, estúpido, mientras más imbécil mejor.<br />
Odio en estado puro. Órdenes de la Embajada, claro.<br />
299
Roberto Hernández Montoya<br />
Otro heredó El Nacional, que fue <strong>con</strong> mucho el mejor<br />
periódico de la América Latina y de los mejores del<br />
mundo, que uno echaba de menos cuando estaba fuera<br />
de Venezuela. Una vez Cabrujas interrumpió un festival<br />
de teatro shakespereano en Inglaterra para adelantar<br />
su regreso a Venezuela. Le hacía falta El Nacional, dijo.<br />
Pocas veces fue tan certero un lema publicitario como<br />
este: “Si el domingo no existiera, El Nacional lo hubiera<br />
inventado”. No había domingo sin él. Era eso que llaman<br />
un periódico de referencia. Uno lo usaba para verificar<br />
las informaciones. Ahora es al revés. La única verdad<br />
que publica es la fecha y a veces la pongo en duda. Si un<br />
día me informa que el Ávila queda al norte de Caracas,<br />
me busco un mapa y una brújula para verificarlo, porque<br />
hasta cuando dice la verdad me pregunto por qué perversa<br />
razón le <strong>con</strong>vino decirla.<br />
Son sadomasoquistas, pero más masos que sados. Sobre<br />
todo los que les creen.<br />
300<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ortografía neurótica<br />
La ortografía es una histeria colectiva. Un error y pierdes<br />
empleo, carrera, prestigio. Todavía se recuerda<br />
que un candidato extravió la Presidencia de Venezuela<br />
en 1945 porque escribió *entuciasmo (pondré asterisco *<br />
ante los casos <strong>con</strong>siderados “incorrectos”).<br />
En la recientemente anunciada ortografía de la Real<br />
Academia Española hay poquísimas innovaciones, algunas<br />
ni siquiera son tales, pues datan de 1952, la última vez<br />
en que la Real hizo algo útil. Pero no le obedeció la gente,<br />
incluso joven, que aún escribe *fué y acentúa los demostrativos<br />
éste, ése, aquél, muchas veces donde y cuando no<br />
corresponde. Lo mismo ocurre <strong>con</strong> sólo. Pocos entienden<br />
bien ciertos instrumentos de la escritura como el acento<br />
ortográfico o las mayúsculas. Los prodiga a granel sin entender<br />
lo que va escribiendo. Es culpa de la Real, que, insisto,<br />
tiene mala ortografía http://bit.ly/ao72Zm.<br />
Hay una interesante renuencia malcriada, acertada y<br />
política a seguir los anunciados mandatos de la Real. Ahora<br />
vienen <strong>con</strong> que sí se pueden ciertas cosas por las que<br />
tanto nos escarnecieron. Otra autocracia elimina Limbo,<br />
Reyes Magos, mula y buey, después de quemar tanta gente<br />
por eso. Sí, es irritante.<br />
Dos lenguas tienen academia: la francesa, la original,<br />
y la española. Son instituciones innecesarias, monárquicas,<br />
es decir, totalitarias, por republicana que ahora sea<br />
la francesa. Disponen del idioma despóticamente y nos<br />
mantienen en estado de indefensión.<br />
El caso de la ortografía española parece más burla que<br />
dictamen serio. Como señaló Andrés Bello http://bit.ly/<br />
301
Roberto Hernández Montoya<br />
bN1NW0, hay tres criterios aplicados caóticamente: etimología,<br />
pronunciación y uso.<br />
La Real no sistematiza cuál criterio seguir y entonces hay<br />
que decidir caso por caso. Debemos poner h muda porque<br />
así escribieron los romanos. Podemos escribir armonía y<br />
arpa sin h, pero no sé por qué no se puede suprimir h en<br />
haber. Y la Real debiera explicar el porqué de la ortografía<br />
caótica de la serie <strong>con</strong>ciencia, in<strong>con</strong>sciencia, <strong>con</strong>sciente e<br />
in<strong>con</strong>sciente. ¿Quién será tan in<strong>con</strong>sciente que mantiene<br />
este caos de una s que ahora ves y ahora no ves?<br />
302<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Problemas de Cuarta<br />
Según los noticieros suizos hay numerosos problemas<br />
en ese país: hay un alga indeseable en los lagos, combatida<br />
por medios electrónicos; un helicóptero cae, sin<br />
víctimas; la canícula amenaza a los ancianos; la lotería se<br />
desvela porque piensan eliminar las vende-paga.<br />
En un artículo que escribí hace años, titulado “Este cantón<br />
canadiense”, hablaba del tacto que tenía el segundo<br />
gobierno de Caldera ante los problemas. Como si fueran a<br />
lo sumo el color del uniforme escolar; que un transeúnte<br />
borracho atraviesa la calle sin atender el semáforo, por lo<br />
cual casi lo atropella un ciclista distraído; autobuses que<br />
llegan <strong>con</strong> minutos de retraso.<br />
La Cuarta República tenía flema de alcalde suizo.<br />
Siempre había una ley, un reglamento, una resolución,<br />
una pragmática, un edicto que impedía <strong>con</strong>tentar a la mayoría,<br />
curar enfermos, educar niños, alfabetizar adultos.<br />
La prisa es plebeya, claro. Aún se obstinan: no es posible<br />
salvar miles de vidas ni restituir la vista a nadie porque un<br />
médico extranjero no debe laborar en Venezuela. «¡Que<br />
se mueran!», gritaron una vez ciertos eminentes médicos<br />
venezolanos de Cuarta, durante una huelga que implicaba<br />
el cierre de las emergencias.<br />
Pero ahora, cuando los problemas se enfrentan, tomando<br />
atajos <strong>con</strong>tra la burocracia de Cuarta, los gobernantes<br />
de aquella época, entonces sí, se enardecen y se apresuran<br />
<strong>con</strong> acciones de emergencia: golpes, paros, sabotajes,<br />
guarimbas, paramilitares, bombas.<br />
¿Qué agresiones han recibido? ¿Quién les ha quitado o<br />
amenazado <strong>con</strong> quitarles qué? ¿Qué privilegios han per-<br />
303
Roberto Hernández Montoya<br />
dido? ¿A cuántos de ellos han caceroleado en su casa durante<br />
seis altas horas de la noche? ¿A cuántos moribundos<br />
suyos les han gritado «¡vete pa Cuba, vieja cancerosa!»?<br />
Pregunticas nada más, porque hay reacciones que no entiendo.<br />
Durante la dictadura carmoníaca, la TV instigaba<br />
a delatar chavistas; no así <strong>con</strong> los carmoníacos cuando su<br />
dictadura cayó.<br />
De lo único de que pueden quejarse es del trabajo que<br />
perdió su gente porque lo abandonó, instigada por sus dirigentes.<br />
¿En qué país se abandona y sabotea un trabajo<br />
sin <strong>con</strong>secuencias? ¿En Suiza?<br />
Claro, están derrotados una y otra vez, algo insufrible<br />
y exasperante para los engreídos. Debe ser horrible ser un<br />
engreído.<br />
304<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿Qué es un terrorista?<br />
Julian Assange de WikiLeaks lo juzgan por terrorista<br />
A y a Luis Posada Carriles por embustero. Como enjuiciar<br />
a Al Capone por malas notas en la escuela.<br />
Así opera la Inquisición. Esa santa y paranoica institución<br />
desató su furor persecutorio mediante la estigmatización<br />
de la víctima, al elevar la herejía a Mal Absoluto.<br />
Quemar vivo a un hereje, preferiblemente a una hereje,<br />
porque la Inquisición era misógina, era un mal menor al<br />
Absoluto.<br />
Uno supone que calificar a alguien de Mal Supremo<br />
debe hacerse <strong>con</strong> solemnidad, <strong>con</strong> miramiento, luego de<br />
escrutar las minucias, etc., porque es algo que merece la<br />
hoguera; pena, me parece, bastante molesta.<br />
Pero no, la Inquisición Santa prodigaba el calificativo<br />
de hereje sin cortesía y le raspaba un fósforo en cualquier<br />
plaza vacante. No se sabe cuántas “brujas” mandó a achicharrar<br />
vivas. Una señora se mostraba algo danzante y los<br />
santos frailes la torturaban y hacían tostar por hechicera.<br />
Imagina los alaridos desesperados, sus hijos e hijas incluidos,<br />
el olor a carne quemada. ¿Imaginas a Cristo en eso?<br />
El método no ha cambiado mucho allá que se diga. Al<br />
soldado Bradley Manning, acusado de filtraciones a Wiki-<br />
Leaks, lo tienen en <strong>con</strong>diciones no mucho mejores: no lo<br />
dejan dormir, lo hacen caminar en su celda horas y horas<br />
y demás tratos, como los de Abu Ghraib y Guantánamo,<br />
propios de una verdadera democracia; no esta dictadura<br />
venezolana en que los asesinos de oposición gozan de Internet,<br />
Blackberry y otras torturas despiadadas, que eso<br />
parte el alma francamente.<br />
305
Roberto Hernández Montoya<br />
Ya no te motejan de hereje porque la Iglesia perdió el<br />
poder exhaustivo que otrora le causó tanta fruición. Hoy<br />
eres terrorista. A los trancazos. No te tomas la sopa, miras<br />
a quien sea <strong>con</strong> lujuria, se te rompe el <strong>con</strong>dón y no paras<br />
el coito, como Assange, y la Gran Democracia te puede<br />
llamar terrorista y prepárate a morir.<br />
El gobierno venezolano, elegido y relegitimado como<br />
en 15 elecciones, ocupa unos hoteles vacíos para que la<br />
gente <strong>con</strong> el agua infecciosa a la cintura no pase la noche<br />
de pie, en total oscuridad, aterrorizada por otra posible<br />
creciente, <strong>con</strong> críos en brazos, y cualquier personal menor<br />
del Departamento de Estado lo puede intitular terrorista.<br />
Es más, este artículo es terrorista. Y tú que lo lees también.<br />
¡Corre!<br />
306<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿Qué i<strong>con</strong>o prevalecerá?<br />
Hay i<strong>con</strong>os poderosos: la Creación del Hombre de Miguel<br />
Ángel en la Capilla Sixtina o los bisontes de la<br />
Cueva de Altamira.<br />
Los hechos históricos están marcados por i<strong>con</strong>os, como<br />
el soldado soviético clavando su bandera en Berlín para<br />
marcar la derrota del nazismo. O la niña que corre gritando<br />
rociada de napalm en el Vietnam.<br />
Son imágenes que resumen períodos históricos, Carlos<br />
Andrés Pérez saltando el charco; Lusinchi imponiendo<br />
la Orden del Libertador a Blanca Ibáñez, bajo la mirada<br />
complacida de Simón Alberto Consalvi.<br />
Los i<strong>con</strong>os pueden ser verbales: «No renuncio ni me<br />
renuncian», dijo Rómulo Betancourt ante el pedido de<br />
que dimitiese. «Por ahora», dijo Hugo Chávez el 4 de febrero<br />
de 1992.<br />
O musicales, como la canción Lili Marleen, que evoca<br />
la Segunda Guerra Mundial para todos los bandos. La<br />
Marsellesa, que evoca la rebeldía francesa tanto como<br />
el cuadro de Eugène Delacroix La Libertad <strong>con</strong>duce al<br />
pueblo.<br />
¿Qué imagen prevalecerá de la Venezuela de hoy? Cito<br />
solo algunas sin orden cronológico. ¿Los partes de guerra<br />
de Carmona y Ortega durante el Paro? ¿Daniel Romero<br />
triunfal leyendo su decreto? ¿Su imagen abatida al día<br />
siguiente en el sótano de Miraflores? ¿Isaías Rodríguez<br />
declarando a aquellos rezagados aterrorizados que se garantizaban<br />
sus derechos humanos? ¿Aristóbulo Istúriz<br />
entrando a Miraflores? ¿Hugo Chávez bajando del heli-<br />
307
Roberto Hernández Montoya<br />
cóptero aquella madrugada del domingo 14? ¿Los soldados<br />
golpeando la palma <strong>con</strong> el puño en gesto bolivariano<br />
en la cornisa del palacio? ¿El fax de Chávez del 13 de abril<br />
de 2002? ¿El lego de Juan Fernández? ¿Las colas para esperar<br />
gas o gasolina? ¿El Pilín León zarpando? ¿Los patoteros<br />
de alta cilindrada obligando negocios a cerrar? ¿Los<br />
dirigentes llamando «¡A Miraflores!» en Chuao el 11 de<br />
abril de 2002? ¿Ortega <strong>con</strong> bigote de charro? ¿Las imágenes<br />
de Llaguno? ¿El tipo no identificado que le dice a Héctor<br />
Navarro la noche del 11 para el 12 de abril: «La gente<br />
no se la va a calar», quizás la mente más lúcida en aquella<br />
oscuridad? ¿La imagen distante y borrosa de Chávez llegando<br />
a Frente Tiuna esa misma noche?<br />
No sé, pero más vale andarse <strong>con</strong> cuidado porque esas<br />
imágenes, originalmente accidentales, se fijan luego y<br />
puede uno quedar para siempre como héroe o como bellaco.<br />
Tú decides.<br />
308<br />
Quiebro bancos<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Me ofrezco para quebrar bancos. Si algún banquero es<br />
tan inepto que no logra quebrar su banco, me ofrezco<br />
para quebrárselo rápido, en una operación fast track,<br />
como dicen los IESA boys. Es más, garantizo ser mejor<br />
quebrador de empresas que los mejores IESA boys.<br />
Antes tener un banco próspero era sinónimo de triunfo<br />
capitalista. Pues no. Los tiempos han cambiado, the times<br />
they are a-changin’. Esos eran los dinosaurios, que es el<br />
término favorito de los neoliberales para calificar todo lo<br />
que no sea mano invisible y fundamentalismo capitalista.<br />
Ahora ni siquiera hay que proclamar que no debe haber<br />
intromisión del Estado, ahora se exige que el Estado intervenga,<br />
siempre que sea para auxiliar a los banqueros y<br />
demás ineptos. Si Obama propone ayudar a los pobres, se<br />
lo tilda de socialista y si es posible de chavista.<br />
Ahora lo chic, lo que se está llevando en la temporada,<br />
es ser dueño de un banco quebrado, Lehman Brothers,<br />
J.P. Morgan, etc. La enumeración es larga. Lo que es<br />
moda no incomoda. Bertolt Brecht preguntaba al final de<br />
su Ópera de tres centavos: “¿Qué es un asalto a un banco<br />
comparado <strong>con</strong> la fundación de un banco?”. Ahora habría<br />
que decir: “¿Qué son un asalto y la fundación de un banco<br />
comparados <strong>con</strong> la quiebra de un banco?”.<br />
Porque de acuerdo <strong>con</strong> la nueva doctrina e<strong>con</strong>ómica,<br />
quebrar un banco es lo ideal, por dos razones, por lo<br />
menos: porque te quedas <strong>con</strong> los fondos de los ahorristas<br />
y demás cretinos que creyeron en ti. Y porque encima<br />
el Estado te premia <strong>con</strong> más billete. Redondo. ¿Hay<br />
mejor negocio?<br />
309
Roberto Hernández Montoya<br />
El único país en donde no entienden esa maravilla es<br />
en Venezuela. Fíjese si Venezuela es un dinosaurio que ni<br />
siquiera está siendo afectada directamente por la crisis,<br />
sino si acaso indirectamente. ¡Qué atraso! Si el último grito<br />
es hundirse <strong>con</strong> Wall Street. ¡Pero si Venezuela se adelantó<br />
a esto en 1994!<br />
Los chiquilicuatros del neoliberalismo andan sosteniendo<br />
que el Sacro Mercado era tan débil que un país<br />
bananero como Venezuela pudo arruinarlo alzando los<br />
precios del petróleo. Otrosí dicen que Venezuela se va a<br />
hundir junto <strong>con</strong> Wall Street y la caída de la bolsa es la del<br />
Socialismo del Siglo XXI.<br />
Yo también soy bruto, amigo banquero, tranquilo, y te<br />
garantizo una quiebra bien bonita.<br />
310<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Utilidad de la religión<br />
Uno puede usarla para enfrentar a los bárbaros, sea en<br />
nombre de Júpiter o de Jehová, precisamente el Dios<br />
de los Ejércitos. Por eso no ha de extrañarte que ese dios<br />
hable a la gente de la Casa Blanca, en persona, ordenando<br />
invasiones, matanzas, destrucción de bibliotecas y torturas<br />
inéditas. Esto de las torturas no es la primera vez que<br />
pasa, desde las autoflagelaciones hasta los interrogatorios<br />
“bajo capítulo de tormento” de la Inquisición, la inventora<br />
de la justicia de excepción que se está llevando tanto en<br />
estos tiempos.<br />
También Juana de Arco escuchó a Dios, quien le ordenó<br />
vestirse de hombre y liberar a Francia de una invasión,<br />
casualidades, inglesa.<br />
A pesar de ser todopoderoso, a Dios lo llevan y lo traen<br />
para fines inauditos. Hay organizaciones financieras sostenidas<br />
sobre Dios, como el Opus Dei de José Rodríguez<br />
Iturbe, el canciller de Carmona, que, casualidades, uno no<br />
lo ve nunca vinculado a un hospital para desvalidos, sino<br />
invariablemente en algún escándalo financiero o un golpe<br />
de Estado. No, no es raro. Los Caballeros Templarios también<br />
eran banqueros.<br />
Igualmente justifica inmolaciones como las de los que<br />
<strong>con</strong>ducen jets <strong>con</strong>tra torres gemelas. Esta vez ya no se llama<br />
Jehová sino Alá. Porque sirve para <strong>con</strong>vertir en guerra<br />
de religión una guerra petrolera cuando tiran a la poceta<br />
un Corán, para desmoralizar a un prisionero musulmán.<br />
No cabe en la Enciclopedia Espasa la historia de las<br />
guerras de religión, así que las paso por alto. Baste decir<br />
311
Roberto Hernández Montoya<br />
que esa invocación de Dios es una de las causas de muerte<br />
más productivas, que ríete de las enfermedades coronarias<br />
o los accidentes de tránsito. Cualquiera invoca a Dios<br />
para matar, torturar o despojar a su vecino.<br />
Llámese Guerra de los Cien Años, <strong>con</strong> la Doncella de<br />
Orleáns, también nombrada Juana de Arco; llámese Operación<br />
Púrpura invocada por la oposición extrema, para<br />
que se vaya el Tirano, apoyada por un cardenal que augura<br />
sangre y muerte masivas. No es la primera vez que un<br />
cardenal promueve cosas así.<br />
La religión es un instrumento formidable y sirve para<br />
cubrir cualquier desmán que se le ocurra a cualquier ávido.<br />
¿Será eso a lo que se refieren los que hablan del Dios Vivo?<br />
Otros la usan para salvar su alma o promover la solidaridad,<br />
pero <strong>con</strong>ozco pocos.<br />
312<br />
Whisky 18 años<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Nunca he entendido la mediocridad. Se me da más fácil<br />
comprender la maldad o la incompetencia. Pero<br />
¿qué hago <strong>con</strong> el cineasta que, pudiendo <strong>con</strong> la gran película,<br />
se <strong>con</strong>sagra a la cuña intrascendente y lucrativa, solo<br />
para beber güisqui 18 años? ¿Cómo hace uno <strong>con</strong> el gobernador<br />
que en vez de gloria busca sobornos? ¿Qué hacer<br />
<strong>con</strong> el artista visionario que termina pintando monas<br />
para un mercachifle de la estética?<br />
Culpa del whisky 18 años. El Ministerio de Salud debiera<br />
<strong>con</strong>centrar sus esfuerzos en la inspección de este<br />
menjurje porque causa ruinas aparatosas. La mayoría de<br />
las mediocridades que <strong>con</strong>ozco se emprenden bajo la influencia<br />
de este brebaje.<br />
¡Cuántos escritores dejan el teclado, movidos por esta<br />
pócima! ¡Cuántas vocaciones de lucha popular terminan<br />
allende las talanqueras, en la peor sordidez, solo por este<br />
bebistrajo!<br />
Evito este tósigo. Si voy a ser mediocre que sea por esfuerzo<br />
propio o por medios naturales y no por esta nefasta<br />
poción. ¿Terminaría trabajando para una televisora, entrevistando<br />
gente <strong>con</strong> un guión enviado o inspirado por<br />
la Embajada de ya sabes dónde? ¿Pondríame a redactar<br />
palangres? ¿Terminaría vociferando: “¡Primero muerto<br />
que igual!”, disfrazado de bandera? ¿Terminaría en esta<br />
oposición, guiado por una dirigencia de una mediocridad<br />
rayana en la locura? ¿Terminaría de adeco de boina roja?<br />
Porque la mediocridad que más me estorba no es la opositora,<br />
sino la otra. Allá aquella, que más bien ha causado<br />
efectos muy benéficos, cual ha señalado Luis Britto Gar-<br />
313
Roberto Hernández Montoya<br />
cía, como el rescate de la Fuerza Armada y de Petróleos de<br />
Venezuela, entre tantas liberaciones.<br />
Veo <strong>con</strong> más impaciencia que <strong>con</strong>goja cómo demasiada<br />
gente de talento y hasta genio termina su vida irrepetible<br />
en una tasca <strong>con</strong>sumiendo tapas <strong>con</strong> 18 años, sin horizonte,<br />
sin perspectiva, sin norte, cambiando la morocota por<br />
el menudo, a diferencia de lo que proponía Juan Parao, el<br />
inmortal personaje de Cantaclaro, la novela de Rómulo<br />
Gallegos.<br />
Prefiero a los malvados. Los amenazas y puede que se<br />
porten bien. Pero ¿cómo obligar al tonto a ser inteligente?<br />
Ni siquiera al que aprendió a ser tonto para ser mediocre,<br />
pues es proceso irreversible. No <strong>con</strong>ozco recuperaciones.<br />
Esto es, pues, una solicitud formal a las autoridades sanitarias.<br />
Es urgente.<br />
314<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Yo sí soy pitiyanqui<br />
Admiro a los Estados Unidos porque, como dice Eduardo<br />
Galeano, “¿cómo va uno a odiar a los Estados Unidos<br />
después de leer a Mark Twain?”.<br />
Es demasiado fácil, porque es tonto, odiar a un pueblo.<br />
Odiar a los judíos por los horrores del sionismo, a los alemanes<br />
por el nazismo, a los gringos por la CIA.<br />
Como el chiste del venezolano que le entró a trompadas<br />
a un español porque los antepasados de este mataron<br />
a Guaicaipuro. El agredido replicó que de eso hacía siglos<br />
y el tonto respondió:<br />
— ¡Pero yo me enteré hace diez minutos!<br />
Es lo que están haciendo los sionistas, pero no <strong>con</strong> alemanes,<br />
<strong>con</strong> quienes no se atreven, sino <strong>con</strong> palestinos, por<br />
el Holocausto. No que sería bueno hacer a los germanos lo<br />
que a los palestinos, ni a nadie más, sino que esa crueldad<br />
genocida cumple <strong>con</strong> la misma lógica estúpida del chiste<br />
(sí, puede haber lógica estúpida).<br />
Uno lee a Ambrose Bierce y de inmediato salta a la<br />
vista la complicidad <strong>con</strong> esa inteligencia maravillosa, esa<br />
ironía <strong>con</strong>tra cuanta estupidez puede el ser humano. Y si a<br />
escritores vamos, podríamos llenar enciclopedias que, en<br />
efecto, llenas están de estos y miles más. William Faulkner,<br />
Ernest Hemingway, Emily Dickinson, Harper Lee no<br />
pueden haber salido de la nada sino de una cultura profunda,<br />
profusa, riquísima. ¿Cómo no admirar al país que<br />
nos brindó a Louis Armstrong, a Paul Robeson, a Carla<br />
Bley, a Ella Fitzgerald?<br />
315
Roberto Hernández Montoya<br />
Ah, porque también está la tecnología maravillosa que<br />
nos aportan todos los días. La computadora personal y la<br />
Internet. Para no hablar del viaje a la Luna o del montón<br />
de enfermedades que se curan o ya no dan, por su ciencia.<br />
O a Orson Welles o a Andy Warhol. O el ejemplo de Angela<br />
Davis, Martin Luther King y los Mártires de Chicago. Y<br />
hablando de mártires, está Rachel Corrie, que dio su vida<br />
tratando de impedir la demolición de un hogar palestino.<br />
Esos son los Estados Unidos que admiro; no McDonald’s.<br />
Cuando un tonto, creyendo ser irónico e inteligente,<br />
me reclama que uso alguna tecnología gringa, le respondo<br />
que ojalá usaran su maestría exclusivamente para la paz.<br />
Si la usaran solo personas como las dichas y los neoyorquinos<br />
que vinieron <strong>con</strong> Miranda a luchar y a morir por<br />
nuestra Independencia, sería yo más pitiyanqui todavía.<br />
316<br />
Machismo feliz<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ese fracaso que llaman oposición nos instruye. Nos llevó<br />
a entender las estafas del arroz «saborizado», de<br />
las inmobiliarias, el oro, etc. Y ahora este fotomontaje de<br />
6˚ Poder de las mujeres que encabezan poderes públicos<br />
en atuendo de cabaré.<br />
¿Qué quiso decir? Ha sido arduo para la semiótica determinar<br />
qué se intenta decir, sin caer en el juicio de intención<br />
de la Inquisición. Hay que estudiar su <strong>con</strong>texto:<br />
los ataques sistemáticos a las instituciones, esta vez empaquetados<br />
en cultura misógina: una mujer independiente<br />
no es digna de ocupar poderes públicos sino un cabaré,<br />
pues la mujer es solo sexo y cuando es independiente la<br />
propia misoginia degrada su sexualidad. Se llama argumento<br />
circular.<br />
María Corina Machado no avanzará mucho en su carrera<br />
si sigue desviando el tema. ¿Qué dicen las demás<br />
opositoras? Carla Angola opina que «más bonitas las pusieron»<br />
y denuncia que la llamaron «putica» en el «canal<br />
del Estado», sin dar pruebas. Así anda nuestro lenguaje<br />
político.<br />
Pierre Bourdieu, cada día más fundamental, decía que<br />
«somos hablados por el lenguaje», que nos dejamos llevar<br />
sin reflexión por lo que sus reglas nos hacen decir. No<br />
debemos descuidar el machismo del discurso occidental,<br />
inspirado en las tres religiones monoteístas y misóginas de<br />
raíz semítica, aunque la misoginia se da igualita en otras<br />
culturas y religiones. La mujer ha <strong>con</strong>quistado espacios<br />
y más respeto, pero ya ves que todavía falta porque alguna<br />
prensa sigue en la era del Apartheid misógino, que he<br />
317
Roberto Hernández Montoya<br />
llamado la Era del Machismo Feliz, cuando nadie, ni las<br />
mujeres, <strong>con</strong> excepciones, le llevaba la <strong>con</strong>traria. 6˚ Poder<br />
instaló su fotomontaje en la misoginia reinante: «La<br />
mujer la pata quebrada y en casa» y, si no, es una «cualquiera».<br />
¿Les azora que cuatro de los cinco poderes estén<br />
presididos por mujeres? Es por una duda que tengo.<br />
¿Se denigra a una mujer pintándola como cabaretera?<br />
Es por otra duda que tengo. Grave. Porque ahí está el<br />
punto. Si nos dejamos hablar por el lenguaje, execramos<br />
a las mujeres emancipadas. La vida sexual judeocristiana<br />
tiene esos accidentes y hasta hubo quien inventó la tradición<br />
de que María Magdalena fue lo que la misoginia<br />
llama «prostituta», <strong>con</strong>seja que los Evangelios no mencionan<br />
pero que es muy útil ideológicamente. Ni me va<br />
ni me viene esta viruta teológica, solo la señalo porque es<br />
síntoma de la siguiente perversión: la mujer o es Santa<br />
María o es cabaretera. Sumisa en ambos casos. Esa bifurcación<br />
alimenta la <strong>con</strong>tundencia de la mentada de madre,<br />
la <strong>con</strong>descendencia paternalista y la difamación de las<br />
trabajadoras sexuales.<br />
Hace años un pintor que se hacía llamar Juana representó<br />
a Simón Bolívar vestido de mujer, lo que se <strong>con</strong>sideró<br />
una afrenta. Pero ¿el traje femenino es afrentoso?<br />
¿Y si una mujer hubiera liderado la Independencia? ¿Por<br />
qué ocultaron a las que pelearon en esa gesta? A las heroínas<br />
de hoy el machismo las tapa pretendiendo degradarlas.<br />
¿Ves por dónde va el designio del pasquín misógino?<br />
¿Será menos machista 6˚ Poder dirigido ahora por una<br />
mujer? Y no me diga ningún revolucionario que a la mujer<br />
hay que protegerla como si fuese una chiquilla, porque<br />
ahora hay militares <strong>con</strong> las faldas bien puestas.<br />
318<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
ClOdOvAldO HERNáNdEz<br />
La profecía<br />
del cadáver<br />
insepulto<br />
——————————————————<br />
Clodovaldo Hernández • Periodista. Premio Nacional de Periodismo,<br />
mención Opinión. Premio Aníbal Nazoa. Participó en el libro Contragolpe<br />
del <strong>humor</strong>.<br />
319
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ocurrencias de la hora loca<br />
Episodios como la reciente presentación del mensaje<br />
anual del Presidente a la Asamblea Nacional hacen<br />
pensar en la hora loca. Cada quien agarra su cotillón, se<br />
pone su antifaz de plumas, toca su vuvuzela, gira su matraca<br />
y algunos —los más osados— hasta hacen su striptease<br />
<strong>con</strong> vueltica. Que se la quite, que se la quite.<br />
Lo más impactante son las caretas. Guerreros que se<br />
pasean por el salón <strong>con</strong> rostro de pacifistas, chicas alegres<br />
que hacen de payasitas tristes y gente apocada que se<br />
pone máscara de Hulk, el hombre increíble cuando está<br />
bien bravo. Es divertido, no se puede negar.<br />
Por supuesto que en fiestas como la del mensaje presidencial,<br />
el comandante es el DJ, el animador, el que canta<br />
<strong>con</strong> el karaoke, el arlequín, el malabarista y el zanquero.<br />
Todo en uno. Hay que tener talento.<br />
Entre todos esos papeles, el pasado sábado se esmeró<br />
mucho en el de DJ. Puso a todos los asistentes a la verbena<br />
—amigos y adversarios— a practicar ese jueguito de<br />
bailar y parar la música a ver quién se queda sin silla.<br />
321
Clodovaldo Hernández<br />
La chismosa parlamentaria Elba Quiroz me dice que<br />
cuando montó la pachanga del diálogo y la <strong>con</strong>ciliación<br />
quedaron fuera de base bailarines de ambos bandos. Los<br />
rojos-rojitos no entendían qué música era esa. “Les habían<br />
dicho que lo que venía era joropo y el pinchadiscos<br />
de Sabaneta salió <strong>con</strong> un minué... No es fácil bailar minué<br />
<strong>con</strong> alpargatas”, comentó Elba.<br />
Algo parecido les ocurrió a los opositores. Iban preparados<br />
para un <strong>con</strong>trapunteo tipo Florentino y el Diablo y<br />
el Presidente Diyei les puso primero una musiquita para<br />
bailar pegaos y luego se lanzó <strong>con</strong> una abierta invitación<br />
al “perreo” reagetonero. La cosa no le salió del todo bien<br />
porque doña María Corina ni siquiera descruzó las piernas.<br />
“A ella en las horas locas le gusta hacer de muñe<strong>con</strong>a<br />
o estatua viviente de la Libertad”, susurra Elba, que ya ha<br />
empezado a <strong>con</strong>ocerla.<br />
La que no sólo se quedó sin silla sino que también se<br />
cayó de platanazo en la pista de baile fue la poco festiva<br />
Iris Varela. La diputada tachirense había propuesto darle<br />
a la Ley Habilitante una vigencia de dos años, en lugar<br />
de uno. En cambio, el comandante, en su rol de mago, se<br />
sacó de la manga un recorte a cinco meses. “A Iris le pasó<br />
como a Teresita —dice Elba—, que se quedó plantada porque<br />
el novio fue a la despedida de soltero y se enamoró de<br />
la estriper”.<br />
Al final de la hora (siete horas locas, en rigor casi una<br />
fiesta rave), lo más impactante fue ver cómo algunos de<br />
los simpatizantes del Presidente, a pesar del des<strong>con</strong>cierto<br />
que los sobrecogía, querían hacerle un trencito. Otros, en<br />
cambio, están que se mueren de miedo. Temen que todo,<br />
en el fondo, sea un vacilón, una mamadera de gallo, una<br />
hora loca, pues.<br />
322<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Parlamentarismo de street<br />
Los nuevos diputados opositores han comenzado su<br />
gestión haciendo parlamentarismo de calle. ¡Bravo<br />
por ellos! Claro, no lo han hecho precisamente en las calles<br />
de Caracas, Maracaibo, Valle de la Pascua o Sanare.<br />
Fueron a la 17th Street y Constitution Avenue y a quién<br />
sabe qué otras streets y avenues de Washington DC.<br />
Dicen las malas lenguas que algunos de ellos querían<br />
pasarse también por el 1600 de Pennsylvania Avenue,<br />
pero todavía no están para jugar en esa liga, salvo la diputada<br />
Machado que ya lo hizo alguna vez.<br />
Sí, así son estos parlamentarios recién juramentados:<br />
no han calentado la curul <strong>con</strong> sus diestros traseros (los del<br />
chavismo son siniestros, pues) y ya se piraron para Estados<br />
Unidos, buscando respaldo de la Organización de Estados<br />
Americanos y, lanzándose la parada de un encuentro<br />
en la Casa Blanca, aunque sea <strong>con</strong> el ama de llaves.<br />
Debe ser la ignorancia que se lo come a uno, pero esa<br />
estrategia de volcarse a la escena exterior parecía mejor<br />
para la época del Parlamento rojo-rojito. Hoy en día, tras<br />
haber llenado un espacio interno muy significativo, eso de<br />
ir —a los tres días de ejercicio del mandato— a quejarse<br />
<strong>con</strong> la OEA y hacer lobby <strong>con</strong> Obama suena un poco fuera<br />
de lugar, para no decir que decididamente necio.<br />
Antes, cuando el remilgado Timoteo iba por el mundo<br />
entero diciendo que en Venezuela el Poder Legislativo<br />
era netamente oficialista, al margen de cuáles hubiesen<br />
sido la causas de ese fenómeno, a muchos líderes democráticos<br />
del mundo les provocaba al menos oír el cuento.<br />
323
Clodovaldo Hernández<br />
Hoy, en cambio, debe surgir la pregunta natural: Bueno,<br />
damas y caballeros, y si ustedes ganaron las elecciones de<br />
septiembre, como lo proclaman los medios nacionales e<br />
internacionales; si son mayoría, como juran todos y cada<br />
uno, ¿por qué se dejan meter el dedo en el ojo? ¿Si tienen<br />
el favor del colectivo, y el Gobierno ya no tiene respaldo<br />
popular, por qué ir a buscar el auxilio de ese Chapulín Anticolorado<br />
que es el señor Insulza? ¿No sería más efectivo<br />
un verdadero acto de masas, una protesta como en los<br />
buenos tiempos?<br />
Mi amiga Elba Quiroz dice que buena parte de los dirigentes<br />
de la oposición han hecho del antichavismo una<br />
exitosa y rentable franquicia internacional, que requiere<br />
—para perpetuar su éxito y, sobre todo, su rentabilidad,<br />
que se les siga viendo como víctimas oprimidas de un<br />
rrrégimen y no como opositores políticos comunes y corrientes<br />
de un Gobierno—. Eso explica por qué, a pesar de<br />
haber llegado a la Asamblea Nacional <strong>con</strong> una <strong>con</strong>tundente<br />
fracción parlamentaria, algunos prefieren irse de peregrinos<br />
a las streets y las avenues del gran Imperio a denunciar<br />
déficit de democracia. Parlamentarismo de avión,<br />
le dicen. ¡Qué monería!<br />
324<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La estupefacta carta del SNTP<br />
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa<br />
mandó una carta a la Universidad de La Plata, en Argentina,<br />
para protestar por la entrega al presidente Chávez<br />
de nada menos que un premio de periodismo.<br />
La directiva del SNTP se declaró estupefacta por el galardón<br />
otorgado a quien describen como un notable enemigo<br />
de la libertad de prensa. La carta, a su vez, abunda<br />
en estupefacciones.<br />
Comencemos por lo más simple. EL SNTP pinta un<br />
cuadro tan desolador de las empresas periodísticas acorraladas<br />
por el rrrrégimen que, ¡válgame el cielo!, no sé<br />
<strong>con</strong> qué cara podrá ahora un delegado sindical reclamar<br />
ni tan siquiera el pago del cesta-tique. Uno lee la cosa y le<br />
provoca —luego de enjugarse las lágrimas— hacer asambleas<br />
en las redacciones para proponer 50% de rebaja salarial<br />
voluntaria.<br />
Esa parte de la carta parece un remitido de la patronal,<br />
aunque tengo la impresión de que ni siquiera los señores<br />
dueños de medios se atreven a lloriquear de una manera<br />
tan mocosa. La burguesía -aunque, en general, es muy<br />
desvergonzada- gusta de guardar ciertas apariencias.<br />
Otro aspecto para quedarse <strong>con</strong> la boca abierta es el<br />
manejo ligero que nuestros gremialistas hacen de la clara<br />
y filosófica diferencia entre expresar una opinión y hacer<br />
una grave acusación. Los líderes sindicales afirman que<br />
don Guillermo Zuloaga fue enjuiciado por “opinar”, cuando<br />
bien se sabe que el reputado caballero acusó al Presidente<br />
de ordenar asesinatos en masa el 11 de abril. Si estos<br />
325
Clodovaldo Hernández<br />
colegas creen que se puede decir “Esta es mi opinión: usted<br />
mató a 19 personas”, debe ser que faltaron a demasiadas<br />
clases universitarias, especialmente a las de Ética y<br />
Legislación de Medios.<br />
En el punto más “estupefaciente”, para repudiar el<br />
lauro a Chávez, presentan una lista de agravios <strong>con</strong>tra la<br />
prensa: que si Jaua da empujones; que si el tirano trata<br />
mal a las muchachas; que si no nos invitan a las ruedas de<br />
prensa; que si unos enloquecidos patearon nuestros indefensos<br />
pompis de reporteros y —la peor— que no les dan<br />
publicidad oficial a nuestros empobrecidos jefes... ¡vea<br />
usted qué abuso! Y así intentan cuestionar la asignación<br />
de un premio que rinde tributo a Rodolfo Walsh, un periodista<br />
que se enfrentó a una dictadura de verdad; que<br />
denunció torturas de verdad y desapariciones de verdad<br />
y terminó él mismo desaparecido de verdad. Un hombre<br />
que no tuvo apoyo de grandes medios (estaban en otra<br />
onda, ¿por qué sería?), sino que trabajó a punta de multígrafo<br />
y radiobemba.<br />
Si Walsh —allá donde habitan los desaparecidos— lee<br />
la carta del SNTP, podrá agregarle un episodio a su Antología<br />
del cuento extraño o -mejor todavía- ponerle un<br />
epílogo a sus Cuentos para truhanes. Honor y gloria a su<br />
memoria.<br />
326<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Antimilitaristas locos por la “guerra”<br />
La oposición venezolana es antimilitarista. Sus líderes<br />
y militantes se pasan la vida denunciando al rrrégimen<br />
del teniente-coronel (favor pronunciar este rango<br />
<strong>con</strong> sumo desprecio) y usan metáforas del estilo “la bota<br />
opresora del tirano”. Pero, basta que se arme una invasión<br />
<strong>con</strong>tra algún país aterrorizado (perdón, quise decir<br />
“terrorista”) para que quede demostrado que el antimilitarismo<br />
opositor se desvanece si las botas en cuestión son<br />
estadounidenses, “otánicas” o israelíes.<br />
En estos casos, el opositor promedio se torna idólatra<br />
de las artes <strong>con</strong>sumadamente mortíferas de las potencias<br />
bélicas. Cual integrantes del club de fan de un cantante,<br />
varones y hembras caen postrados ante la supremacía tecnológica<br />
de “los aliados” —un nombre que tiene muy buena<br />
prensa— y su sobresaliente capacidad para asesinar y<br />
destruir en nombre de la paz, desde luego.<br />
Las <strong>con</strong>versaciones más raras son las de los antimilitaristas<br />
del subgénero gerencial yuppie. Desde el gym<br />
en la mañanita del lunes hasta los tragos de la rumba<br />
del viernes, los diálogos giran en torno a las alucinantes<br />
prestaciones del submarino nuclear Providence; el poder<br />
de fuego de los aviones ingleses Tornado y Tifón y la precisión<br />
quirúrgica de los misiles Crucero, lanzados desde<br />
el Mediterráneo, sin peligro alguno para los muchachos<br />
buenos de la película.<br />
El síndrome del antimilitarista trocado en filomilitarista<br />
también afecta a renombrados analistas internacionales.<br />
Los mismos que hace nada criticaban al rrrrégimen<br />
327
Clodovaldo Hernández<br />
tenientecoronelesco por comprar cazas y helicópteros rusos<br />
(carrera armamentista, dijeron), ahora se anotan en<br />
una de adoración a los símbolos del poderío castrense.<br />
Algunos hasta hacen trivias del tipo: ¿Se puede comparar<br />
el portaaviones francés Charles De Gaulle <strong>con</strong> cualquiera<br />
de sus equivalentes de la clase Nimitz de EEUU o los galos<br />
tienen que <strong>con</strong>formarse <strong>con</strong> ser equiparados a los de la<br />
obsoleta clase Midway?<br />
En los medios de comunicación opositores —muy antimilitaristas<br />
ellos— se ha producido un brote de furor<br />
por lo marcial. La veneración por las fuerzas armadas del<br />
Eje del Bien los lleva a la apología de la llamada “guerra”.<br />
Algunos colegas, regularmente muy críticos de la bota<br />
opresora, se sienten fascinados incluso por el nombre de<br />
la operación. “Odisea del amanecer... ¡qué poético!”, exclamó<br />
una doña... aunque, a decir verdad, a ella también<br />
le gustó el muy zafio “Plomo fundido”.<br />
¿Retornarán nuestros radicales civilistas a sus ideas<br />
de antes? Claro que sí, que nadie se angustie. Esperen<br />
a que vean el desfile de los tanques rusos sobre el pavimento<br />
reforzado de Los Próceres y ¡zas! volverán a ser<br />
tan antimilitaristas que tal vez hasta se declaren en huelga<br />
de hambre.<br />
328<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿Por qué en la AN ganan los brutos?<br />
Quién es el culpable de que los diputados opositores,<br />
supuesta flor y nata de la inteligencia y presuntamente<br />
casi todos bilingües y <strong>con</strong> posgrado, vayan por lana y<br />
salgan trasquilados de la interpelación de unos ministros<br />
que -también supuesta y presuntamente- son obtusos, ignorantes<br />
y necios? Pa’mi, como solía decir un personaje<br />
del gran Joselo, pa’mí que la culpa es de los medios.<br />
Me explico: los medios han malcriado al liderazgo político<br />
opositor. A ciertos personajes impresentables y opacos<br />
les han hecho creer que, en realidad, son unas luminarias<br />
simpáticas; a unos mocosos que todavía no saben<br />
amarrarse los zapatos (políticamente, digamos) los han<br />
inducido a <strong>con</strong>siderarse unos tribunos jovitovillalbescos;<br />
a ciertas doñitas fashion las han ensalzado <strong>con</strong> adjetivos<br />
tan rimbombantes que cuando se miran al espejo ven herederas<br />
tropicales de Margaret Thatcher.<br />
En fin, han creado un mundo artificial en sus sets de<br />
entrevistas y estos tipos y estas tipas han terminado por<br />
creer que la AN es una sucursal de Globovisión. Muchos<br />
de los neodiputados opositores llegaron al hemiciclo<br />
pensando que resultaría tan fácil brillar allí como lo<br />
era en sus propios programas de radio o TV, o en esos<br />
espacios patéticos donde los moderadores están de tu<br />
parte y te lanzan suavecito para que montes un festival<br />
del jonrón.<br />
Es un problema de realización de expectativas, diría un<br />
tecnócrata. Imbuidos en tantos años de telepolítica, luego<br />
de protagonizar tantos pseudoa<strong>con</strong>tecimientos planifica-<br />
329
Clodovaldo Hernández<br />
dos en agencias de publicidad, ahora no se hallan a sí mismos<br />
en la arena de la política real, <strong>con</strong> a<strong>con</strong>tecimientos de<br />
verdad verdad.<br />
Los medios han asegurado <strong>con</strong> gran <strong>con</strong>vicción que en<br />
la fracción opositora abunda la gente calificada, estudiosa,<br />
brillante, mientras en la bancada gubernamental pululan<br />
aplaudidores dominicales, saurios decrépitos, jovencitos<br />
chupamedias y mujeres oportunistas. Con semejante cuadro,<br />
los opositores, naturalmente, se <strong>con</strong>fiaron, dijeron<br />
que ese pan ya estaba comido. Se imaginaron sesiones<br />
bochornosamente desiguales, unos tigres peleando, literalmente,<br />
<strong>con</strong>tra unos burros. Por eso cunde el des<strong>con</strong>cierto<br />
en estos primeros tramos de la carrera. Los militantes<br />
opositores se preguntan: ¿Por qué están ganando<br />
los brutos, los ignorantes, los tapados? ¿Por qué estamos<br />
perdiendo nosotros, la gente pensante de este país?<br />
“El problema de los diputados opositores es que no<br />
han entendido todavía que esta es la política, no un episodio<br />
de Laura de América, acá no hay libreto”, dice la<br />
chismosa parlamentaria de la IV y de la V, Elba Quiroz.<br />
“En este reality show no siempre se gana dando gritos ni<br />
lanzando pescozadas”. Tributo al reportero Jesús Romero<br />
Anselmi.<br />
330<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La profecía del cadáver insepulto<br />
Quién hubiera dicho que cuando Rómulo Betancourt<br />
habló de cadáveres insepultos estaría profetizando,<br />
<strong>con</strong> varias décadas de anticipación, la deplorable situación<br />
de uno de sus epígonos, el ex presidente Carlos Andrés<br />
Pérez?<br />
El mítico “Gocho” lleva más de un mes muerto y aún<br />
no <strong>con</strong>oce el descanso que se atribuye desde tiempos inmemoriales<br />
a estar dos metros bajo tierra. Seguramente<br />
ya puede incorporarse al libro Guiness como el ex jefe de<br />
Estado <strong>con</strong> el velorio más prolongado en la historia de la<br />
humanidad.<br />
Y, según las informaciones provenientes de Estados<br />
Unidos, seguirá así al menos hasta marzo, mientras sus<br />
dos viudas se querellan (por el cuerpo y vaya usted a saber<br />
por qué más) en una corte de allá. Es bueno aclararlo, porque<br />
si el asunto estuviese pasando acá, si fuese culpa del<br />
atávico retardo procesal y de la proverbial indolencia de<br />
los tribunales locales, ya Diego Arria hubiese denunciado<br />
al rrrrrégimen ante organismos interplanetarios por tan<br />
<strong>con</strong>denable violación de los derechos humanos de un célebre<br />
cadáver.<br />
¿Alguien puede alcanzar a imaginar la magnitud del<br />
escándalo que estaría armado si la falta de sepultura de<br />
Pérez se debiera, por decir algo, a un trámite <strong>con</strong> el Seniat<br />
o a una demanda de las víctimas del 27 de febrero? Me<br />
permito hacer un aporte a ese ejercicio imaginario: el alcalde<br />
Ledezma en huelga de hambre y los monseñores de<br />
la Conferencia Episcopal, ataviados <strong>con</strong> sus ropajes mo-<br />
331
Clodovaldo Hernández<br />
rados de exequias, pronunciando sermones de desagravio<br />
por la profanación de los despojos de un infeliz cristiano.<br />
Pero, como la cosa es en EEUU, nuestros obispos y los<br />
siempre ácidos comentaristas mediáticos han demostrado<br />
que pueden llegar a ser decentes y discretos. “Es un<br />
asunto de familia”, dicen y se muestran tranquilos porque<br />
todo está en manos de la justicia gringa, que sí funciona.<br />
Desde mucho antes de que aparecieran los ritos cristianos<br />
de sepultura, ya griegos y romanos <strong>con</strong>sideraban<br />
necesario enterrar a los fallecidos pues no hacerlo los<br />
<strong>con</strong>vertía en espíritus que vagaban por el mundo y esparcían<br />
maleficios. ¡Guillo! Los herméticos, por su parte, dicen<br />
que “como es arriba es abajo y viceversa”, de modo<br />
que si el cuerpo del líder político, <strong>con</strong>vertido en momia,<br />
está guardado en una funeraria de Florida como si fuera<br />
un coroto en <strong>con</strong>signación, lo más seguro es que su alma<br />
también esté en pena, deambulando entre pailas de diverso<br />
número. Mucho cuidado como le hala las sábanas a<br />
algunos por estos lares.<br />
Cuando CAP fue suspendido en el ejercicio de la Presidencia<br />
para ser enjuiciado, dijo: “Hubiera preferido otra<br />
muerte”. Ahora, su atormentada ánima debe estar diciendo:<br />
“Hubiera preferido otro infierno”.<br />
Por favor, ¡entierren a ese hombre!<br />
332<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Los pedigüeños bilingües<br />
Ha revelado Wikileaks que los dirigentes adecos son<br />
pedigüeños en dos idiomas. Cuando era embajador<br />
de Estados Unidos en Caracas, el viperino William<br />
Brownfield mandó informes al Departamento de Estado<br />
para advertir que algunos líderes de Acción Democrática<br />
habían adoptado la bochornosa costumbre de pasar<br />
por allá a cada rato a pedir platica. Y si el funcionario que<br />
los recibía intentaba hacerse el “willy” y les decía “sorry,<br />
yo no comprender”, los sablistas bilingües empezaban a<br />
martillarlo en perfecto inglés.<br />
¡Ah, los adecos, qué raza de supervivientes! No en balde<br />
se les atribuye aquello de que no me den, sino que me<br />
pongan donde “haiga”. ¿Qué de extraño tiene, entonces,<br />
que merodearan -y tal vez sigan merodeando- la embajada<br />
de los United States of America, si allí es precisamente<br />
donde hay?<br />
Se está cumpliendo la profecía de mi politóloga predilecta,<br />
Prodigio Pérez, quien dijo que Wikileaks demostrará de<br />
manera fehaciente que la oposición venezolana es un sufrido<br />
apostolado para sus militantes y un negocio muy lucrativo<br />
para muchos de sus dirigentes. “Calcula tú —me dijo Prodigio—:<br />
si los adecos andaban (o andan) chuleando en inglés,<br />
cosa que no es su estilo, qué no habrán hecho los copeyanos,<br />
que hablan hasta lenguas muertas; y los lechuguinos y petimetres,<br />
que estudian el english desde la guardería”.<br />
Por revelaciones previamente filtradas, nos habíamos<br />
enterado de que también pasaron (¿o será “pasan”?) por<br />
allá a estirar la mano ciertos empresarios de la prensa.<br />
333
Clodovaldo Hernández<br />
¿Quién lo habría dicho?, después de tanto criticar a los<br />
pobres que supuestamente cobran en especie por asistir a<br />
marchas... Es que algunos se <strong>con</strong>forman <strong>con</strong> un bollo de<br />
pan y una carterita de ron y otros se alquilan “un poquito”<br />
más caros, ¡oh, my God!<br />
En verdad los gringos tienen bien merecida esa especie<br />
de plaga de aprovechadores, esa marabunta de pedilones,<br />
ese flagelo de parásitos, esa nube de mangantes.<br />
Se ponen a ofrecer financiamiento a cualquier ONG que<br />
se manifieste <strong>con</strong>tra el rrrégimen (tarea insólitamente<br />
fácil, pese a tratarse de una tiranía feroz) y luego tienen<br />
que calarse que toda clase de oportunistas pretendan<br />
<strong>con</strong>vertir el búnker de la embajada en un centro de beneficencia<br />
en dólares.<br />
Ahora bien, los cables filtrados evidencian que los funcionarios<br />
diplomáticos gringos no sólo estaban (¿están?)<br />
hartos de los adecos vividores, sino también del secretario<br />
general, Henry Ramos Allup, a quien le lanzaron una sarta<br />
de insultos que ni a él mismo le hubiesen salido tan en ristra.<br />
Prodigio, como siempre, me alerta: “No te extrañe que<br />
sea una jugada para decir que la derecha también puede<br />
tener un candidato antiimperialista”... Ah, los adecos, qué<br />
raza de supervivientes.<br />
334<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Se ve, se siente, Absceso presidente!<br />
Qué cosas tan raras pasan en la política: en la última<br />
semana no se lanzó ninguna celebridad opositora<br />
de la lista Billboard de la MUD. Eso, de por sí, era bastante<br />
sorprendente, pero lo extraordinario fue que, en<br />
<strong>con</strong>trapartida, surgió una postulación por completo inesperada:<br />
Absceso es el nombre y Pélvico el apellido del<br />
nuevo candidato.<br />
Este personaje, hasta ahora un perfecto des<strong>con</strong>ocido, ha<br />
ascendido meteóricamente en las encuestas, dejando atrás<br />
a la extensa ristra de los que ya llevan semanas, meses, años<br />
o décadas en campaña. En este recién llegado —hay que<br />
decirlo aunque a muchos les lacere tanta purulencia— se<br />
están centrando todas las esperanzas del país antichavista.<br />
“Con Absceso no nos gana”, es uno de los lemas que ya manejan<br />
los expertos en campañas de incordio.<br />
“¡Este tal Absceso no es nada majunche!”, exclamó<br />
eufórico un asesor médico de la Mesa de la Unidad, tras<br />
<strong>con</strong>ocer algunos datos acerca de la dimensión del líder<br />
que podría malograr los planes reeleccionistas del rrrégimen.<br />
“Lo mejor es que este sujeto está muy bien ubicado:<br />
se afinca donde más le duele al autócrata”, agregó.<br />
Con el candidato Absceso, muchos ya echaron las primarias<br />
al olvido. “¿Pa`qué?”, dicen desafiantes. Algunos<br />
se atoraron tanto que se dejaron llevar por viejas emociones.<br />
No habían pasado 48 horas del fulgurante surgimiento<br />
del señor Pélvico y ya ellos estaban —en una onda<br />
de deja vu— buscando generales preñados de buenas intenciones<br />
para formar un gobierno de salvación nacional.<br />
335
Clodovaldo Hernández<br />
“Buenos días, Venezuela: tenemos nuevo forúnculo”, se<br />
apresuraron a ensayar en la casa de Napo.<br />
Varios diputados opositores <strong>con</strong>sideraron que don Absceso<br />
les estaba dando la gran oportunidad de demostrar<br />
—por fin— para qué diablos los eligieron. Así que se lanzaron<br />
en tono de legalismo a reclamar la sucesión inmediata<br />
del mandatario aquejado de postemas. “Considerando: la<br />
jurisprudencia sobre vacíos de poder; <strong>con</strong>siderando: que<br />
al Presidente lo operaron en un país castrocomunista... se<br />
decreta su ausencia y se ordena reemplazarlo de inmediato”,<br />
dijeron los muy jurisperitos. Sin embargo, el debate<br />
dio unas vueltas extrañas y varios de ellos y ellas terminaron<br />
exigiendo el retorno del comandante <strong>con</strong>valeciente.<br />
“¡Chávez, vente ya!”, dijo una doñita.<br />
Los más emocionados <strong>con</strong> la aparición del candidato<br />
Absceso son esos que dicen que la historia siempre se repite<br />
y, por tanto, fantasean <strong>con</strong> un escenario en el que el<br />
mozo Jaua le hace al presidente Chávez lo mismo que el<br />
general Gómez le hizo a Cipriano Castro. “No te olvides<br />
que ese muchacho fue de Bandera Roja —me dice un antiguo<br />
encapuchado de Las Tres Gracias— y esos bichitos<br />
cuando no la hacen a la entrada, la ponen a la salida”.<br />
336<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La Triple A reza por el autócrata<br />
La Alianza de Articulistas Antichavistas (la venerable<br />
Triple A) ha tenido que hilar fino en estos días,<br />
cosa que a muchos de sus integrantes les cuesta bastante.<br />
Sus esfuerzos de escritura diplomática —en algunos casos<br />
abiertamente hipócrita— han tenido el objetivo de no<br />
quedar ante el universo como un hatajo de seres viles y<br />
desalmados que le desean la muerte al adversario; pero, al<br />
mismo tiempo, tampoco aparecer ante sus fanáticos como<br />
unos sujetos blandos, que se <strong>con</strong>mueven ante las operaciones<br />
emocionales del rrrrégimen.<br />
Uno de los recursos retóricos más socorridos de los tripleases<br />
ha sido el afirmar que ruegan por la recuperación<br />
del jefe del Estado para poder derrotarlo <strong>con</strong> votos, planteamiento<br />
que da mucho caché entre los propulsores de<br />
las salidas democráticas y <strong>con</strong>stitucionales, pues demuestra<br />
que se oponen a toda forma de magnicidio, incluso la<br />
oncológica.<br />
En una línea parecida están los AAA que manifiestan<br />
su deseo de que el Presidente se restablezca plenamente,<br />
pero no sólo para ganarle las elecciones de 2012 —cosa<br />
que ya dan por des<strong>con</strong>tada— sino para meterlo preso. Dicen<br />
que no sería justo que la justicia divina se adelante a<br />
la terrenal.<br />
Los opinadores de tendencia santurrona han adoptado<br />
la táctica clásica de los monseñores. Juntan las manos y señalan<br />
que están orando por la vida del mandatario en un encomiable<br />
ejercicio de misericordia cristiana. “Es que somos<br />
taaaan buenos”, entonan, en forma de canto gregoriano.<br />
337
Clodovaldo Hernández<br />
Algunos venerables, hay que decirlo, han demostrado<br />
ser incapaces de hilar fino y lo que han hecho entonces<br />
es buscar la manera de que su estridente manera de oponerse<br />
no parezca algo tan ruin. La principal estrategia de<br />
este grupo ha sido negar que el comandante esté enfermo.<br />
“Todo es una gran farsa destinada a <strong>con</strong>vertir al autócrata<br />
en una especie de Cid Campeador”, argumentan estos<br />
articulistas. Por supuesto, como la posibilidad de <strong>con</strong>cebir<br />
tamaña maniobra no <strong>con</strong>cilia <strong>con</strong> el coeficiente de un<br />
individuo presuntamente brutísimo, estos comentaristas<br />
atribuyen su autoría ¿a qué no adivinan a quién?... exactamente,<br />
a Fidel y el G2.<br />
Luego del retorno a Caracas del presidente Chávez,<br />
miembros de la Alianza han en<strong>con</strong>trado otra variante<br />
para golpear al <strong>con</strong>valeciente sin recibir un merecido regaño<br />
de sus abuelitas. Afirman que el hombre sí está enfermo,<br />
pero nada tan grave como lo han pintado (...Fidel y<br />
el G2, ¿quién más, pues?) y ahora está en marcha la mayor<br />
campaña de culto a la personalidad que hayamos vivido<br />
en este país de caudillos carismáticos. “No puede negarse<br />
que tiene visos de genialidad —sentenció un tripleas<br />
experto en politología etílica—: si es capaz de derrotar al<br />
cáncer ¿qué no hará <strong>con</strong> un pobre majunche?”.<br />
338<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Esas verdades que no duran nada<br />
Creerle a ciertos medios es una tarea titánica. No porque<br />
digan mentiras, sino porque cambian demasiado<br />
a menudo sus verdades.<br />
El pobre usuario se <strong>con</strong>vence de algo que le dicen sus<br />
medios libres y democráticos y cuando anda por ahí batiendo<br />
lanzas por esa verdad, los mismos medios le dicen<br />
lo <strong>con</strong>trario. Así no se puede.<br />
El caso del Presidente enfermo ha sido demostrativo de<br />
este embarazoso cambio de verdades. Primero hicieron esfuerzos<br />
tremendos para <strong>con</strong>vencernos de que el problema<br />
de salud del comandante era más grave de lo que admitía<br />
el rrrrégimen. “Está agonizando”, regaron los periodistas<br />
basándose en sus fuentes dignas de todo crédito. De repente,<br />
cuando ya muchos lectores, oyentes y televidentes<br />
del antichavismo rabioso estaban montando sus fiestones<br />
tantas veces aplazados, cambiaron la frecuencia. Empezaron<br />
a decir que el Presidente nunca tuvo nada, ni siquiera<br />
una uña encajada. “Todo ha sido una patraña para medir<br />
la fidelidad de los lugartenientes”, es la nueva verdad oficial<br />
de los medios. Por ahora.<br />
Durante varios días, compitieron por dar el parte médico<br />
más sombrío, cada uno en su estilo, claro: “Es un<br />
cáncer masivo y fulminante”, deslizó uno, <strong>con</strong> fama de<br />
chismoso-serio; “Está en tercera, sin out y bateando Miguel<br />
Cabrera”, expresó otro, del género socarrón. “Es una<br />
infección generalizada por una bacteria ultrarresistente”,<br />
aseguró otro, muy científico. Luego, sin luz de cruce,<br />
dieron la vuelta en U y comenzaron a competir para ver<br />
339
Clodovaldo Hernández<br />
quien daba la explicación más frívola acerca de la pernocta<br />
del comandante en Cuba. “Se está haciendo una lipo y<br />
quitándose arrugas para la campaña del 2012”, escribió<br />
un reportero. “Está de vacaciones en Varadero, el muy<br />
zángano”, acotó una comentarista siempre indignada. El<br />
usuario, en tanto, quedó lelo, preguntándose: por fin ¿qué<br />
creo: la primera versión o la segunda?<br />
En cuanto a las interpretaciones políticas, primero dijeron<br />
que Chávez hizo una movida fundamentalmente interna<br />
para ver quién dentro del partido lo traicionaba primero.<br />
“Quiso quitarle la máscara al chavismo sin Chávez”,<br />
indicaron <strong>con</strong> mucha seguridad. Otra vuelta en U y dijeron<br />
que, en realidad, los grandes jefes del partido están<br />
montados en la maquiavélica operación para que el líder<br />
regrese repotenciado y victorioso ante la misma muerte,<br />
gritando venceremos.<br />
Lo más significativo de estas variaciones drásticas sobre<br />
un mismo tema es que nunca ameritan una aclaratoria,<br />
una excusa, una disculpa <strong>con</strong> los lectores, oyentes, televidentes.<br />
Matan al Presidente hoy, lo resucitan mañana<br />
y no dedican una línea a decir siquiera: Perdonen, señoras<br />
y señores, cometimos un pequeño error sin importancia,<br />
ahora sí les vamos a decir lo que pasó.<br />
340<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Un Machurucuto digital<br />
Latero Ilustrado presume mucho de ser un tipo moderno,<br />
un miembro de la sociedad de la información, un<br />
ser high tech del siglo XXI, hasta el punto de que se burla<br />
de las personas que aún hacen trámites en el banco o<br />
pagan <strong>con</strong> cheque en el supermercado. “Pitecantropus”,<br />
les dice. Pero ha bastado que el rrrrégimen haya decidido<br />
valerse de la firma electrónica del Presidente para que<br />
el Latero se <strong>con</strong>vierta en un militante de lo tradicional,<br />
de las epístolas escritas al estilo del apóstol san Pablo, de<br />
volver a los pergaminos lacrados y a los documentos obligatoriamente<br />
elaborados en caligrafía clásica y firmados<br />
<strong>con</strong> estilográficas.<br />
Es simpático este Latero. Hasta no hace nada acusaba<br />
al rrrrégimen de atrasado y anacrónico, pues supuestamente<br />
se proponía prohibir el uso de Internet y de toda<br />
forma de comercio o intercambio electrónico <strong>con</strong> el mundo<br />
civilizado. “La meta de esta dictadura es que seamos<br />
igualitos a esa isla dirigida por un par de dinosaurios, el<br />
país más rezagado del planeta, por cuyas calles aún circulan<br />
los Ford Victoria y los Chevrolet Bel Air de los años<br />
50”, argumentaba.<br />
Ahora, luego de un plumazo (digitalizado) del comandante<br />
Chávez, ha variado diametralmente su discurso y<br />
resulta ser que existe una especie de Sili<strong>con</strong> Valley habanero,<br />
un Bangalore antillano, un búnker de tecnología<br />
avanzada donde Fidel y Raúl (que ya no son dos hombres<br />
de las cavernas sino dos geniecillos de la informática, dos<br />
nerd pasaditos de edad) están dirigiendo a Venezuela<br />
electrónicamente.<br />
341
Clodovaldo Hernández<br />
Ah, es que nuestra pequeña burguesía (a la que Latero<br />
jura pertenecer) tiene grabado en el ADN el miedo a Cuba.<br />
Los que saben de historia <strong>con</strong>temporánea dicen que se lo<br />
sembró Betancourt, que era un tipo opaco en casi todo,<br />
pero brillante en su anticomunismo.<br />
En los años 60, en plena guerra Fría, la estrategia de<br />
asustar <strong>con</strong> el peligro rojo fue tan efectiva que hasta la<br />
gente que apenas tenía dos chancletas (una para cada pie,<br />
digo) votaba <strong>con</strong>tra los partidos de izquierda para que no<br />
le fueran a expropiar una. Al susto ayudaron ciertos episodios<br />
que <strong>con</strong>firmaron la tesis de que los barbudos iban a<br />
llegar de un momento a otro. El principal de esos sucesos<br />
fue el desembarco de ocho individuos cubanos por una ignota<br />
playa mirandina, peripecia ostentosamente llamada<br />
“la invasión de Machurucuto”.<br />
Hoy, 44 años después, la clase media sigue erizándose<br />
<strong>con</strong> solo ver a Fidel o a cualquier cubano —salvo los de<br />
Miami, por razones obvias—. Con el Presidente dotado de<br />
firma electrónica y <strong>con</strong>valeciente en La Habana, la histeria<br />
anticomunista genética ha aflorado una vez más. “Aquí<br />
los que están mandando son los Castro —dice el Latero<br />
muy <strong>con</strong>vencido—. Esto es un Machurucuto digital”.<br />
342<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Y ahora ¿quién podrá financiarnos?<br />
Lo que les faltaba, caramba, a los defensores de la causa<br />
escuálida: Estados Unidos está en quiebra. “¡Oh!, y<br />
ahora ¿quién podrá financiarnos?”, exclaman por los lados<br />
de la Mesa. Y, encima, no pueden llamar al Chapulín<br />
porque le tienen alergia a todo lo que sea colorado.<br />
Algunos dirigentes opositores son partidarios de declararse<br />
en emergencia, pues si la Administración Obama,<br />
estando así, <strong>con</strong> el agua al cuello, asume un plan de<br />
austeridad y recorta sus gastos <strong>con</strong>spirativos en el exterior,<br />
muchos de los precandidatos presidenciales, como<br />
diría una revista hípica, “no tienen nada que buscar en<br />
esta carrera”.<br />
Un asiduo visitante de la embajada, <strong>con</strong>ocido en los bajos<br />
fondos como “el Rey del martillo bilingüe”, ha dicho<br />
entre amigos que sin el impulso gringo es mejor perder<br />
por forfeit y cantar fraude. El viejo truco.<br />
Otros, <strong>con</strong> un poco más de fe en los procederes imperiales,<br />
piensan que —muy por el <strong>con</strong>trario— estando así,<br />
arruinado, es cuando en verdad a EEUU más le <strong>con</strong>viene<br />
darle dólares a manos llenas a la oposición venezolana,<br />
pues por caro que salga seguir cargando <strong>con</strong> esta gran<br />
variedad de pedigüeños y vividores, los negocios que<br />
piensan hacer <strong>con</strong> ellos en su hipotético retorno al poder<br />
son tan, pero que taaaan buenos, que pagarles las facturas<br />
sigue siendo una alternativa rentable. “Si le ponen<br />
las manos a la Faja, salen del default de un solo jalón”,<br />
advierte el Estrangulador de Urupal, gran <strong>con</strong>ocedor de<br />
temas e<strong>con</strong>ómicos.<br />
343
Clodovaldo Hernández<br />
Opositores de vena politológica prevén problemas<br />
adicionales a la falta de churupos. Anticipan que la oferta<br />
electoral opositora enfrentará una grave disonancia:<br />
“¿Con qué cara puede ponerse un candidato a jurar en sus<br />
discursos que el capitalismo es el remedio a los males de<br />
este rrrrégimen castrocomunista, si el principal paradigma<br />
del mercado abierto y la libre empresa se está derrumbando?”,<br />
se preguntan los asesores.<br />
Los expertos, meritócratas e Iesa boy’s hacen <strong>con</strong>torsiones<br />
para no admitir que la crisis es estructural. La e<strong>con</strong>omía<br />
de su país preferido, el que le da lecciones y certifica<br />
al resto del planeta, se está hundiendo como un viejo<br />
galeón asaltado a cañonazos, pero optan por el eufemismo<br />
tecnocrático. “Obama negocia una elevación del techo”,<br />
dicen y <strong>con</strong>vierten así la bancarrota del neoliberalismo en<br />
un problema de decoración de la Casa Blanca. Si aplicaran<br />
al tema los mismos parámetros de análisis que usan para<br />
juzgar la política de endeudamiento de Venezuela, ya habrían<br />
dicho que ese país está al borde de la hambruna, la<br />
inestabilidad social y el caos político. Pero, como se trata<br />
de Estados Unidos muestran gran cautela y delicadeza.<br />
“Que no panda el cúnico”, recomiendan estos chapulines<br />
alérgicos a lo colorado.<br />
344<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La rara “humanidad” del capitalismo<br />
Al capitalismo se le acusa de ignorar al ser humano y su<br />
circunstancia para preocuparse sólo por las finanzas.<br />
En una estrategia muy astuta para compensar esta falta<br />
de humanidad, el lenguaje e<strong>con</strong>ómico internacional “humaniza”<br />
a los mercados y a las mercancías.<br />
“El mercado amaneció nervioso, fruto de sus angustias<br />
por una eventual subida de los impuestos”, dice una nota en<br />
alguna prestigiosa agencia especializada en temas e<strong>con</strong>ómicos<br />
y uno se imagina al compungido señor Mercado (que ya<br />
merece hasta una mayúscula) tomando lexotanil y Tilo.<br />
“El Petróleo se deprime”, titula otro análisis. “El Oro<br />
toma el liderazgo frente a la pérdida de prestigio del Dólar”...<br />
en fin, que en ese escenario tan tecnocrático, gentelo-que-se-llama-gente<br />
no aparece ni importa mucho, pero<br />
las cosas inanimadas y las abstracciones <strong>con</strong>ceptuales cobran<br />
vida, piensan, se preocupan, sufren ataques de nervios<br />
o se tranquilizan.<br />
El receptor de esa información sufre tal chantaje emocional<br />
que llega a experimentar ternura y solidaridad <strong>con</strong><br />
respecto a esos superseres humanos, que son alguien pero<br />
no son nadie en particular, y que caen abatidos, se desploman,<br />
se infartan. Nos alegramos cuando esas señoronas<br />
de nombre Bolsa (y diferentes apellidos: Nueva York,<br />
Tokio, etc.), luego de sufrir las <strong>con</strong>gojas propias de una<br />
madre, toman un respiro, muestran síntomas de recuperación,<br />
se reaniman y hasta, algunas veces, se muestran<br />
jubilosas. ¿Quién puede dudar que son unas mujeres de<br />
carne y hueso?<br />
345
Clodovaldo Hernández<br />
Claro que estas noticias tropiezan <strong>con</strong> algunas dificultades.<br />
Por ejemplo, los superseres humanos no tienen cabeza,<br />
tronco ni extremidades y, por tanto, es difícil representarlos<br />
gráficamente. Un viejo truco es tomar prestado<br />
el cuerpo de un operario bursátil que tenga las manos en<br />
la cabeza y cara de estar viendo a Godzilla. “Wall Street<br />
presa del pánico”, le ponen a la nota y asunto resuelto.<br />
La humanización de las cosas permite restarle humanidad<br />
a los verdaderos humanos. La gente que protesta<br />
en Londres provoca —malucamente— la histeria familiar<br />
de los atribulados Derivados Financieros. El poderoso caballero<br />
Don Dinero no es la causa del problema, sino que<br />
sufre las <strong>con</strong>secuencias de esos desalmados protestones.<br />
Los camiones de cadáveres sin nombre que deja la<br />
hambruna en África pasan a ser un asunto sin mucha importancia<br />
comparado <strong>con</strong> las <strong>con</strong>gojas de la señora Crisis<br />
E<strong>con</strong>ómica Mundial. Ningún mercado de commodities<br />
tendrá que ir al psiquiatra para tratarse un trauma por<br />
haber visto morir niños famélicos (¿cuáles niños?). Pero<br />
que la Standard & Poors le haya bajado la clasificación a<br />
EEUU obliga a que la matrona E<strong>con</strong>omía Planetaria entre<br />
en terapia intensiva. ¡Qué humanidad!<br />
346<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La moda es el ruido de sables<br />
La Alianza de Articulistas Antichavistas (la venerable<br />
Triple A) emprendió una de sus clásicas operaciones<br />
de “digamos todos lo mismo”, esta vez destinada a <strong>con</strong>vencer<br />
a la opinión pública —o tal vez, <strong>con</strong>vencerse a sí<br />
mismos— de que están sonando los sables.<br />
Los tripleases son así: una suerte de modistos de las<br />
ideas. Los más <strong>con</strong>spicuos van al Norte, se reúnen <strong>con</strong> los<br />
grandes diseñadores de la moda política y mediática mundial<br />
y luego regresan a dictar línea acerca de qué temas<br />
se van a usar este verano o en el próximo otoño (aunque<br />
aquí no haya estaciones). De inmediato todos comienzan<br />
a coser más o menos los mismos modelitos. Lo fashion<br />
para estas vacaciones, ya está claro, es pronosticar una rebelión<br />
militar.<br />
Como es natural, la voz cantante la llevaron primero los<br />
militarólogos, unos señores y unas señoras que ven mucho<br />
History Channel y se ufanan de saber lo que está pasando<br />
en los cuarteles, a pesar de que sus mejores fuentes se secaron<br />
en la plaza Altamira hace ya varias guerras.<br />
De seguidas se incorporaron los analistas políticos genéricos,<br />
quienes también creen saber mucho de temas<br />
castrenses, sobre todo porque sostienen frecuentes tertulias<br />
aguardentosas <strong>con</strong> oficiales retirados de prominentes<br />
panzas y no menos prominentes re<strong>con</strong>comios.<br />
Luego, en una típica maniobra envolvente de la Triple<br />
A (¡uff!, apréciese la jerga especializada), han opinado del<br />
asunto hasta los cronistas de farándula, cuya experiencia<br />
militar se limita a haber visto varias veces esos filmes<br />
347
Clodovaldo Hernández<br />
donde los oficiales —de la US Navy, claro— son muñecos<br />
como Tom Cruise y muchachas buenotas (en los dos sentidos)<br />
como Demi Moore en sus años mozos.<br />
Des<strong>con</strong>certante es que algunas señoras y algunos gays<br />
de la venerable Alianza pisen los terrenos minados de la<br />
misoginia y de la homofobia más trogloditas al plantear<br />
que ser mujer u homosexual y ser cobarde es más o menos<br />
lo mismo. ¿De qué otro modo puede interpretarse que (figuradamente,<br />
en sus artículos) les arrojen ropa íntima femenina<br />
a los generales o dibujen tropas poco viriles para<br />
significar que no tienen coraje?<br />
Lo significativo es que el arsenal dispuesto para el fuego<br />
de hostigamiento <strong>con</strong>tra la Fuerza Armada es el mismo de<br />
las anteriores maniobras envolventes: que si esos generales<br />
de cuatro soles son mujercitas y gallinas; que si pónganse<br />
pilas porque los comunistas llegaron ya y llegaron bailando<br />
chachachá; que si al teniente coronel se le acabaron sus<br />
ex alumnos y, en <strong>con</strong>secuencia, las lealtades. Es sorprendente<br />
que <strong>con</strong> todo el insondable talento de los tripleases<br />
puesto al servicio de la Operación Casquillo, a nadie se le<br />
ocurra un argumento novedoso. Revise usted la vitrina y<br />
verá que son los mismos trapos del año pasado.<br />
348<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La catajarra de candidatos<br />
los tiene locos<br />
Las <strong>con</strong>sultas de los militantes opositores a sus psiquiatras<br />
y psicólogos se están incrementando en forma<br />
exponencial. Y ya no es —al menos no directamente—<br />
Chávez quien los tiene locos.<br />
Algunos de los pacientes acuden ante estos especialistas<br />
por lo que podríamos llamar un exceso de excelencia. Su<br />
problema es que todos los precandidatos presidenciales les<br />
parecen demasiado buenos y no encuentran por cuál decidirse.<br />
“Tanta calidad junta me abruma, doctor”, le dice una<br />
doñita a su psiquiatra de la escuela freudiana clásica, quien<br />
le recomienda un tratamiento de electrochoque.<br />
Otras personas han ido a buscar <strong>con</strong>sejo por la razón<br />
<strong>con</strong>traria: sienten que a pesar de la abundancia de aspirantes,<br />
todavía no aparece ninguno capaz de aguantarle<br />
quince rounds al jefe del rrrrégimen. “Lamentablemente,<br />
hay que darle la razón al autócrata: son puros majunches”,<br />
admite ante su sexólogo un opositor, cuya frustración ha<br />
comenzado a reflejarse en la alcoba. El médico, de la escuela<br />
<strong>con</strong>ductista más simplona, le receta Viagra.<br />
Un tercer grupo de antichavistas declara ante sus asesores<br />
psiquiátricos que esto de las precandidaturas les genera<br />
demasiada angustia y temen no poder soportar hasta<br />
febrero, sobre todo porque los aspirantes se están lanzando<br />
a razón de dos por semana. “De aquí a diciembre van a<br />
ser como cuarenta, eso no lo aguanta nadie”, resuenan las<br />
quejas en los divanes. Los récipes morados de tranquilizantes<br />
salen también como churros.<br />
349
Clodovaldo Hernández<br />
Con graves problemas de personalidad han llegado<br />
ante sus terapeutas varios militantes opositores tras enterarse<br />
de la creación del Frente Progresista por el Cambio,<br />
pues todo lo que proponen es idéntico a los programas y<br />
misiones del rrrrégimen. “¿Para qué cambiar, entonces?”,<br />
preguntan los <strong>con</strong>fundidos a sus doctores.<br />
Ciertos enfermos mentales opositores ya crónicos han<br />
sufrido episodios de crisis o recaídas severas en los últimos<br />
días. Un caballero de Altamira hubo de ser hospitalizado<br />
cuando supo del lanzamiento del Tigre Fernández.<br />
Ataque agudo de histeria por traumas severos del pasado,<br />
le diagnosticaron.<br />
350<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Cartelito en la embajada:<br />
“Sorry, we are default”<br />
Chúo es un amigo de lo más inocente. Lee la prensa,<br />
oye la radio, ve la TV y cree que todo es aplicable a<br />
su modesta vidita. Esta semana, por ejemplo, fue a hablar<br />
<strong>con</strong> el gerente del banco donde tiene su tarjeta de<br />
crédito. “Súbame el techo de la deuda o todos sufriremos<br />
<strong>con</strong>secuencias catastróficas”, dijo, siguiendo el ejemplo de<br />
Obama, quien, de acuerdo a lo que él pudo comprender,<br />
no es más que otro afrodescendiente que anda pelandini.<br />
“¡Seguridad, seguridad!”, fue la respuesta del gerente y al<br />
pobre Chúo lo arrojaron a la acera como en aquellas películas<br />
del Lejano Oeste, cuando botaban a un borrachín<br />
del saloom.<br />
No ha entendido todavía el Chúo que en este mundo<br />
si uno es pobre y dice que no tiene para pagar, primero<br />
le embargan hasta las cholas y luego lo meten descalzo a<br />
la cárcel; en cambio, si es rico, basta <strong>con</strong> que diga: “¡Qué<br />
<strong>con</strong>trariedad, estoy default!” y enseguidita le dan un auxilio<br />
financiero <strong>con</strong> el cual hasta se puede comprar un nuevo<br />
Mercedes y una avioneta.<br />
Lo mismo que pasa <strong>con</strong> los individuos sucede <strong>con</strong> los<br />
países. Si la nación en vías de quiebra es del Tercer Mundo<br />
o más abajo, el Fondo Monetario Internacional le ofrece<br />
una platica (en varios tramos, para que no se la gasten<br />
toda de un golpe) a cambio de que se baje los pantalones<br />
de la soberanía y se coloque en la mitad del patio mediático<br />
mundial para que lo abofeteen y lo escupan todos<br />
los que quieran. Pero si el país que se acerca a la ruina es<br />
una potencia capitalista le ofrecen una reingeniería para<br />
351
Clodovaldo Hernández<br />
agrandarle el techo. Y, quien quita, que a los responsables<br />
de la bancarrota les den el premio Nobel de E<strong>con</strong>omía.<br />
Nuestros medios opositores aplican el mismo parámetro<br />
del FMI. Para ellos, Grecia es un antro de corrupción<br />
y políticas e<strong>con</strong>ómicas populistas, y es por eso que está<br />
<strong>con</strong> el agua al nivel de la Acrópolis. Estados Unidos, en<br />
cambio, lo que sufre es un malestar e<strong>con</strong>ómico por desequilibrio<br />
fiscal.<br />
La oposición local, en tanto, sufre la crisis gringa como<br />
propia. No es para menos porque ahora, cuando vayan a<br />
la embajada a estirar la mano, los funcionarios diplomáticos<br />
tendrán la excusa perfecta para sacarles el cuerpo… o<br />
una parte de él. “Sorry, we are default”.<br />
De todos modos, la mayoría sigue teniendo intacta su<br />
fe en el american way of life. Dicen que ese gran país va a<br />
solucionar sus dificultades tomando las medidas técnicas<br />
más apropiadas, como reducir los programas sanitarios<br />
para niños, ancianos y pobres en general, y aumentar las<br />
restricciones para los inmigrantes. “¡Así, así, así es que se<br />
gobierna!”, corearon en la Mesa.<br />
352<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
¿Qué pasaría en Venezuela si…?<br />
1) ¿Qué pasaría si el rrrrégimen que gobierna Venezuela<br />
decidiera cortar el acceso de sus opositores a las redes<br />
sociales?<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
La CIDH abriría un expediente por flagrante violación<br />
de la libertad de expresión.<br />
Los medios de comunicación privados armarían<br />
uno de sus tradicionales berrinches.<br />
La SIP <strong>con</strong>vocaría una asamblea extraordinaria y<br />
pluscuamperfecta.<br />
Cientos de periodistas quedarían en la indigencia<br />
informativa por falta de fuentes.<br />
La MUD <strong>con</strong>vocaría una manifestación ante la embajada<br />
de EEUU: “¡Marines, vengan ya!”.<br />
Hilary Clinton se declararía preocupada.<br />
Uff, menos mal que no fue acá, sino en Gran Bretaña,<br />
donde gobierna un demócrata de derecha.<br />
2) ¿Qué pasaría si la Guardia Nacional hubiese detenido<br />
a niños de once años por participar en manifestaciones<br />
estudiantiles?<br />
•<br />
•<br />
•<br />
La Unicef hubiese mandado una delegación de observadores.<br />
Amnistía Internacional hubiese dado una rueda de<br />
prensa.<br />
Estudiantes manos blancas se hubiesen declarado<br />
en huelga de cachitos.<br />
353
•<br />
•<br />
Clodovaldo Hernández<br />
Hilary Clinton hubiese dicho que está “muy preocupada”.<br />
El secretario de Atención a los Más Pequeños de<br />
la MUD, Andrés Velásquez, se habría declarado en<br />
emergencia.<br />
Gracias a Dios no fue acá, sino en Chile, donde gobierna<br />
un empresario.<br />
3) ¿Qué pasaría si la Policía Nacional Bolivariana le hubiese<br />
dado una rumba e’ palo a los camioneteros que<br />
hicieron paro-guarimbas?<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas hubiese<br />
decretado sanciones e<strong>con</strong>ómicas <strong>con</strong>tra Venezuela.<br />
Hilary Clinton se habría declarado “preocupadísima”.<br />
Human Right Watch habría pedido la renuncia del<br />
rrrrégimen.<br />
Los medios de comunicación privados habrían exigido<br />
el envío inmediato de una fuerza multinacional<br />
para rescatar a los presos políticos.<br />
Felizmente, no fue acá, sino en Londres y Santiago,<br />
donde funcionan dos democracias ejemplares y<br />
neoliberales.<br />
4) ¿Qué pasaría si, frente a unos disturbios, el autócrata<br />
de acá hubiese dicho que aplacaría a los manifestantes<br />
cueste lo que cueste?<br />
•<br />
Hilary Clinton se habría declarado “muy preocupadísima”.<br />
354<br />
•<br />
•<br />
•<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
La Unión Europea nos habría dado un ultimátum.<br />
CNN hubiese entrevistado a Carlos Alberto Montaner<br />
para que explicara cómo la represión es preparada<br />
por el G-2 cubano.<br />
Antonio Ledezma hubiese anunciado una huelga<br />
de hambre.<br />
Por fortuna, no lo dijo el dictador Chávez sino el primer<br />
ministro Cameron, que es tremendo amante de<br />
la libertad.<br />
5) ¿Qué hubiese pasado si, al hacer frente a las guarimbas<br />
de 2004, nuestro rrrrégimen hubiese detenido a<br />
1 mil 600 personas, más de la mitad de ellas, menores<br />
de edad?<br />
•<br />
•<br />
•<br />
•<br />
Nos hubiese tocado un bombardeo humanitario,<br />
<strong>con</strong> aviones británicos incluidos.<br />
Los periódicos europeos habrían dicho que estamos<br />
frente a la más inhumana violación de los derechos<br />
infantiles desde Herodes para acá.<br />
Las madres de los criaturos hubiesen montado una<br />
llorona internacional en la plaza Altamira.<br />
Hilary Clinton se habría declarado “extremadamente<br />
superpreocupadísima”.<br />
Por ventura eso no fue aquí, sino en Londres, donde<br />
impera el orden y la justicia.<br />
Visto este panorama, cabría decir como cierto experto<br />
que hace sus análisis en inglés porque se los pagan mejor:<br />
“Just as well that God don’t give horn to donkey”, que traducido<br />
liberalmente quiere decir: “Menos mal que Dios<br />
no le da cacho a burro”.<br />
355
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
RÉGUlO PÉREz<br />
——————————————————<br />
Pintor y caricaturista. Premio Nacional de Dibujo. Y Premio Nacional de Artes<br />
Plásticas. Con exposiciones en: Museo de Arte Contemporáneo, Museo de<br />
Bellas Artes, Galería de Arte Nacional, Museo Alejandro Otero y Museo de la<br />
Estampa y del Diseño Carlos Cruz-Diez y Fundación Celarg.<br />
357
Régulo Pérez<br />
358<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
359
Régulo Pérez<br />
360<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
WIllIAM OSUNA<br />
Presidente amigo<br />
——————————————————<br />
William Osuna • Poeta. Premio Nacional de Literatura. Autor de los<br />
libros: Estos 81; Mas si yo fuese poeta, un buen poeta; Antología de la<br />
mala calle; San José Blues + Epopeya del Guaire y otros poemas; y la<br />
antología Miré los muros de la patria mía.<br />
361
Presidente amigo<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
L e abro cancha por las palabras, las que dan <strong>con</strong>fianza,<br />
las de mi gusto. Con usted, prefiero el trato de<br />
amigo que permiten las causas comunes; compartir los<br />
recuerdos que <strong>con</strong>cluyen en el patrullero, caimán de 20<br />
metros de colmillos de oro y ojos de piedra pómez, o el<br />
de la cometa que se fue a la isla y regresó <strong>con</strong> un saco<br />
de naranjas atado a la cola. Lo sé, son cosas de niño veguero<br />
que cruza en paralelo <strong>con</strong> el muchacho que fui. No<br />
vendí dulces arañas ni tuve como calzado las alpargatas<br />
número 3; <strong>con</strong>ocí el zapato roto reparado <strong>con</strong> cartón,<br />
agujeros mayores que una locha y un tanto menores que<br />
un fuerte. Me <strong>con</strong>tagié <strong>con</strong> la gripe asiática, me la curaron<br />
<strong>con</strong> sopa de pollo, donde el pollo se ausentaba; a<br />
la hora del almuerzo, volaba la tapia <strong>con</strong> los huevos de<br />
mamá piroca. Sufrí el sarampión, la lechina, la papera,<br />
el atropello de bicicleta sin freno, la mordida de perro<br />
callejero; necesité de medio real para ir al cine, acompañé<br />
a Sandokan en la casa del tigre de la Malasia, fui<br />
el chico más guapo de mi generación, montado en una<br />
tabla, sentado en una silla de barbero. Lloré <strong>con</strong>tra la al-<br />
363
William Osuna<br />
mohada. Dolor de muela, tapones de guayacol. Hambre<br />
tuve, pero en mi mesa siempre hubo pan. Le cuento.<br />
Tarde soleada, rostro sudoroso. Las caimaneras me regresan<br />
como pitcher zurdo, especie de Sandy Koufax, un<br />
verdugo, dicen en jerga beisbolera. Todavía me recuerdan<br />
en Los Castaños, El Cementerio. En aquellos baldíos, no<br />
traspasé a una tortolita ni a un azulejo, utilizaba la china<br />
para atravesar latas de refresco, aceite y romper botellas<br />
de cerveza. Le <strong>con</strong>fieso: si alguien me hubiese puesto el<br />
sobrenombre de Tribilín, le hubiese pedido cancha al amigo.<br />
Estoy en mi fase de recuerdos, Presidente. Por eso me<br />
nombro en demasía y me da por suponer que usted es de<br />
una generación que corre en paralelo <strong>con</strong> los míos. Episodios<br />
comunes, digo. Comparto. Discoteca de los 70. No<br />
más Miriam Makeba, adiós Maletica verde, Nino Bravo,<br />
guateque sabatino. Dispense, Comandante, el surco rayado<br />
de mi infancia me viene para entrar en <strong>con</strong>fianza.<br />
Como las canciones y anécdotas en su programa dominical.<br />
Aquí le cambio el disco.<br />
Le escuché una vez que en el espejo de sus sueños se<br />
veía ponchando a los Ruiz Tirado, <strong>con</strong> la curva invisible<br />
del látigo Chávez. Leonardo, Federico y Wladimir nunca<br />
tropezaron una. La bola venía lisa, vuelta un trapo, sin<br />
costura, como lanzada desde un cuarto oscuro; el teipe se<br />
desprendía ante sus ojos, la bola se <strong>con</strong>vertía en cintas de<br />
colores, imposible de batear. El cuento es largo, resumo.<br />
Al instante nombró a Tom Jones y cantó Delilah. Habló<br />
de su salud y del país que usted metió en la cabeza de la<br />
pobrecía, <strong>con</strong> voz propia, mañana y porvenir. Luego <strong>con</strong>dujo<br />
un yip, se metió por polvorientos caminos, repartió<br />
tierras a los desheredados y casas a los sin casas. Al fin de<br />
364<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
la jornada, decía usted que en algún momento del año 21<br />
se marcharía al bosque, lejos de la ciudad. No hablaba de<br />
cine ni de carros llenos de mermeladas, galletas de trigo<br />
que se acompañan <strong>con</strong> queso. Mencionaba como utensilio<br />
necesario una caña de pescar, una navaja turca, seguramente<br />
por si al patrullero se le ocurría buscarlo fuera<br />
del río en su rancho en la selva. Le bastaban el fuego, las<br />
sardinas asadas, libros y lápices. A mí no me gustó su vida<br />
en el bosque ni la imagen del sable pegado en la pared, al<br />
lado del daguerrotipo del cuartel de la montaña; tampoco<br />
la barajita donde aparece el látigo Chávez y usted de<br />
guatón, pasado de peso, recordando en la mecedora aquel<br />
abril de puñales y traiciones.<br />
Nadie se atrevió a <strong>con</strong>tradecirlo. Presidente, usted no<br />
es ese simbólico Henry David Thoreau frente a la laguna<br />
de Walden, en Concord, Massachussets, camorreao <strong>con</strong><br />
el capitalismo en su retiro de desobediente civil; ni el hippie<br />
anacrónico que fundó comuna en California para<br />
detener los metales de la guerra. Demasiado tarde para<br />
hacer dedos en la carretera. Usted no puede retirarse. La<br />
multitud lo señala como el culpable de este sueño, el primero<br />
de la fila <strong>con</strong>tra este mundo de chacales. Si abril lo<br />
trajo del laberinto, no fue para que diga las frases del infortunio;<br />
cristianos, musulmanes, judíos, sacerdotes de<br />
nuestras religiones ancestrales, ateos, lo reclaman. Las<br />
lilas traerán su perfume primaveral, la alegría necesaria<br />
de volver a la calle.<br />
Lo visible es que todo <strong>con</strong>tinúa en Revolución. No soy<br />
un poeta áulico ni usted un presidente para la cortesanía.<br />
En sus planes se <strong>con</strong>templa desalambrar las tierras ociosas<br />
y otros asuntos por los que me anima a acompañarlo.<br />
365
En los míos urgen libretas, cantos, ríos, personajes y calles<br />
de mi zona. Es mi manera de desalambrar las palabras, el<br />
poema, la poesía.<br />
Hoy es 16 de julio. Desde Maiquetía, sin aviso alguno,<br />
partió para La Habana por asunto de quimioterapia, pasillos<br />
de hospital, tubos y máquinas donde el acero entristece.<br />
Encima del Waraira, el cielo se encorva como piel de<br />
asno. Mi casa invoca al cristo de los milagros, al de los templos<br />
y mercaderes; alguien pide por su salud. Los ancestrales<br />
<strong>con</strong>sultan los caracoles, piden a Elegguá, ache pa ti.<br />
Por la tarde, en Miraflores, cantó, le cantaron; el arpa<br />
sonó recia, animosa, traía un camino de flores. La melodía<br />
lo llevó al corneta del batallón Farfán, muchacho de pie<br />
virado que no servía para el trote severo, <strong>con</strong>decoraciones<br />
y soles que <strong>con</strong>cede la armada. Describió un pueblo selvático,<br />
megáfonos, plaza y retreta dominguera, propicia<br />
para invitar al softbol. Habló de su escalada al Chimborazo.<br />
Nos <strong>con</strong>movió. Lo sabemos, esta no es la razón por la<br />
que se hizo soldado.<br />
Desde su ventana se mira el verdor de un país digno.<br />
Amigo, el manojo de llaves está encima de su escritorio,<br />
vuelva pronto para que las entregue a los sin casa de la tierra.<br />
Ellos lo esperan. Nosotros lo esperamos. Entre usted<br />
y nosotros crece una llama de optimismo. Tierra yerma<br />
que va del polvo al fruto.<br />
¡VIVIREMOS Y VENCEREMOS!<br />
W.O.<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
RObERTO MAlAvER<br />
Échame a mí<br />
la culpa<br />
——————————————————<br />
Roberto Malaver • Periodista y licenciado en Estudios Internacionales.<br />
Premio Nacional de Periodismo, mención Opinión. Autor de los libros:<br />
El discurso más claro de la historia, Sin corazón en el pecho. Participó<br />
en el libro Contragolpe del <strong>humor</strong>.<br />
367
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Kathy Mendoza, después de asomarse al<br />
balcón de la quinta Prohibido Olvidar,<br />
en Alto Prado, caminó lentamente hasta el<br />
estudio, donde su joven esposo, Jean Brillembourg,<br />
se en<strong>con</strong>traba escuchando la cuarta sinfonía de<br />
Beethoven. Esperó que terminara la sinfonía y luego le dijo a<br />
Jean:<br />
— Quiero <strong>con</strong>ocer la ciudad.<br />
Él aceptó y se pusieron de acuerdo para salir a recorrer<br />
Caracas.<br />
Antes de salir, Jean preparó todo un equipo de seguridad.<br />
Su pistola, spray, chaleco, se quitó el reloj Rolex, y le dijo a su<br />
esposa que se quitara todas las joyas y se vistiera como una<br />
marginal porque “prácticamente vamos para la guerra, mi<br />
amor”. Subieron al viejo Neón que estaba estacionado detrás<br />
del Mercedes y salieron rumbo a El Silencio.<br />
A medida que avanzaban por la autopista, Jean le iba<br />
diciendo a Kathy que se fuera dando cuenta de los mensajes<br />
y de lo deteriorada que estaba la ciudad por culpa de<br />
los marginales estos, que cada vez que hacen una vaina<br />
salen a poner afiches y pendones por todas partes, para<br />
369
Roberto Malaver<br />
que nosotros sepamos que se están robando los reales.<br />
Kathy sonreía y veía a Jean <strong>con</strong> admiración.<br />
— Pronto vas a ver un montón de afiches <strong>con</strong> caras de<br />
personas que no <strong>con</strong>oce nadie, pero que invitan a votar por<br />
ellos porque nos van a defender desde la Asamblea, como<br />
si uno no supiera que en este país manda una sola persona<br />
y que nadie es capaz de decirle que no siga cometiendo<br />
errores.<br />
Llegaron a la avenida Bolívar. Y avanzaban lentamente.<br />
Jean aprovechó para ver detenidamente todo lo que<br />
estaba a su alrededor.<br />
— Este país está en guerra desde hace once años, y los<br />
pobres la están ganando, porque son mayoría. Mira cómo<br />
están por todas partes. Mira aquel. Y aquel. Es increíble<br />
cómo puede salir adelante un país <strong>con</strong> tanta pobreza.<br />
Entraron a los túneles y salieron a la plaza O’Leary, y<br />
decidieron dar la vuelta para devolverse.<br />
— Prende la radio para ver qué está pasando en este<br />
país, mi amor.<br />
Kathy encendió la radio y apareció la voz de Chávez hablando<br />
de “Uribe es un hombre que está dispuesto a todo,<br />
incluso a montar un campamento en nuestro territorio y<br />
bombardearnos. Ese es Uribe, un enfermo, un hombre que<br />
se va fracasado, que entró a la historia por la puerta de atrás.<br />
Por eso, <strong>con</strong> una lágrima en mi corazón, he decidido romper<br />
relaciones <strong>con</strong> Colombia”.<br />
— Apaga, mi amor, apaga, que si sigo escuchando a ese<br />
hombre puedo chocar.<br />
Kathy apagó la radio y Jean siguió diciendo:<br />
370<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Ahora resulta que el culpable del desastre que estamos<br />
viviendo es Uribe, qué manera de es<strong>con</strong>der el fracaso.<br />
Kathy iba feliz. Era la primera vez que visitaba la ciudad<br />
y le parecía un encanto.<br />
— Tenemos que venir más a menudo, mi amor, estacionamos<br />
y nos bajamos por aquí, a mí me gustaría <strong>con</strong>ocer<br />
la Casa Natal del Libertador y el edificio de la Asamblea<br />
Nacional, yo no <strong>con</strong>ozco nada del centro de Caracas.<br />
Jean la vio <strong>con</strong> lástima.<br />
— Aquí no hay nada que <strong>con</strong>ocer. Esto es perder el<br />
tiempo. Ya estás hablando como una chavista. No ves que<br />
el Presidente acaba de romper relaciones <strong>con</strong> Colombia y<br />
esto está lleno de colombianos. Vámonos a hacer el amor<br />
y ellos que hagan la guerra.<br />
Y felices volvieron a la quinta Prohibido Olvidar. Una<br />
vez en la casa, Kathy decidió encender el televisor en Globovisión<br />
y allí estaba Leopoldo Castillo diciendo: “Venezolanos,<br />
accionistas todos de Globovisión”.<br />
— ¿Quéeeeeeeeeeeee?<br />
Cuando Jean Mendoza y su esposa Kathy<br />
Brillenbourg escucharon a Leopoldo<br />
Castillo leer el comunicado de Globovisión,<br />
donde decía: “Venezolanos, accionistas todos<br />
de Globovisión”, el grito que la pareja de jóvenes de la alta<br />
sociedad civil dejó oír en todo Alto Prado, no dejó lugar a<br />
dudas de que estaban en desacuerdo <strong>con</strong> esa locura. Los<br />
dos se fueron de bruces <strong>con</strong>tra la alfombra persa que estaba<br />
en la sala y, desde allá abajo, Jean le dijo a Kathy:<br />
371
Roberto Malaver<br />
— Nos jodimos, nos igualaron <strong>con</strong> la chusma.<br />
Justo en ese instante comenzaron a repicar los seis<br />
Black Berry de la pareja, y los teléfonos fijos también entraron<br />
en <strong>con</strong>cierto. Toda la alta sociedad civil se estaba<br />
comunicando para ver qué hacían <strong>con</strong> aquella locura que<br />
había leído en Globovisión el loco ese de Leopoldo Castillo.<br />
Y Jean y Kathy hablaron <strong>con</strong> todos sus amigos al mismo<br />
tiempo, como si estuvieran en una sala de <strong>con</strong>ferencia,<br />
y llegaron a una <strong>con</strong>clusión: “vénganse todos para la quinta<br />
Prohibido Olvidar y aquí tomamos una decisión”.<br />
Al momento comenzaron a llegar a la quinta Prohibido<br />
Olvidar diferentes vehículos, Mercedes, Audi, 4Runner,<br />
Hommer, y uno que otro chofer que traía al niño<br />
Kenny y la niña Pathy. En menos que canta un gallo, todos<br />
estaba allí.<br />
Jean tomó la palabra.<br />
— Esa vaina no se puede tolerar. A quién se le ocurre<br />
comenzar a leer un comunicado donde le dan poder a toda<br />
esa cuerda de locos, ojalá que no se presenten al canal a<br />
reclamar sus acciones, porque eso sería la locura, y todo<br />
por culpa de los abogados internacionales que tenemos<br />
que parecen chavistas <strong>con</strong> esa vaina de darle a todos los<br />
venezolanos acciones en el canal.<br />
Pathy también tomó la palabra.<br />
— Ladys and gentleman…<br />
Pero fue interrumpida por Harold Vollmer, quien le dijo:<br />
— Déjate de vainas ridículas, Pathy, y habla en español,<br />
que estamos en esta porquería de país, o ¿tú crees que estamos<br />
en Miami?<br />
372<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Y entonces Pathy tuvo que rebajarse y hablar en español:<br />
— Decía, pues, que debemos esperar la reacción del<br />
Gremly, hay que esperar, pero eso sí, debemos crear un<br />
plan B para defendernos en caso de que la chusma chavista<br />
se tome eso literalmente. Aunque viéndolo bien, yo<br />
les <strong>con</strong>fieso que tenemos todas las de perder, porque los<br />
dueños de nuestra casa de familia, es decir Globovisión,<br />
se fueron huyendo, y esa excusa jurídica de decir que<br />
no hay dueños sino instituciones, esa cosa no se la cree<br />
nadie.<br />
Kathy destapó una botella de champaña y llamó al mayordomo<br />
para que sirviera las copas y luego dijo:<br />
— Sólo la embajada de EE UU salva.<br />
En el barrio El Observatorio, arriba,<br />
muy arriba del 23 de Enero, en la calle<br />
El Rincón, Juancho Pérez, <strong>con</strong>ocido en los<br />
altos fondos como Rancho Caído, <strong>con</strong>versaba <strong>con</strong><br />
su compadre Pedro Piñate, y le decía.<br />
— Estoy saliendo <strong>con</strong> una burguesita que está podrida<br />
de buena, compadre, usted se imagina esa culebra, una<br />
chama haig saliendo <strong>con</strong> este cuerpo chavista, y yo no tengo<br />
la culpa, compadre, yo soy un hombre de carne y huesos,<br />
pero qué carne y qué huesos, compadre.<br />
Mientras tanto, en la quinta Prohibido Olvidar, Kathy<br />
Mendoza y Jean Brillembourg escuchan una de las suite de<br />
Johann Sebastian Bach y preparaban algunos pasapalos para<br />
la reunión que iban a tener <strong>con</strong> sus compañeros de la alta<br />
373
Roberto Malaver<br />
sociedad civil, el tema que tratarían sería el asalto a mano<br />
armada que la Casa de Bolsa E<strong>con</strong>oinvest le había hecho no<br />
sólo a los pobres bolsas que les habían duplicado las cédulas<br />
para cobrar por ellos, sino que también estaban muchos de<br />
ellos implicados y <strong>con</strong> dinero por cobrar que ahora parece<br />
que el gobierno chavista —¿chavista?— les iba a pagar.<br />
Y la primera en llegar fue Cinthya Machado, saludó <strong>con</strong><br />
un besito a Kathy y otro a Jean y, después del saludo, Kathy<br />
no esperó y le dijo: “¿y es verdad, Cinthya, que estás<br />
saliendo <strong>con</strong> un chavista marginal?, bueno, perdona la redundancia”.<br />
Y Cinthya dijo que era verdad, y que estaba<br />
viviendo intensamente una pasión desaforada y eso debe<br />
ser porque Juancho no pensaba nunca tener en sus brazos<br />
una persona como yo, pero te cuento Kathy que ese chavista<br />
es lo máximo que me ha pasado.<br />
Entonces intervino Jean y le dijo que “ese Juancho González<br />
es uno de los que le duplicaron la cédula en E<strong>con</strong>oinvest<br />
y, gracias a él, esa gente cobró y vendió unos buenos dólares.<br />
Y te <strong>con</strong>fieso, Cinthya, que esa era la única manera de que<br />
ese marginal iba a ver unos dólares, porque <strong>con</strong> esa cara que<br />
tiene, no creo que alguna vez mirara un dólar, a menos que<br />
se lo robara”. Cinthya se enfadó y le dijo a Jean que “eso es lo<br />
que pasa <strong>con</strong> los de nuestra clase, que siempre ofendemos a<br />
los pobres y por eso ahora esos pobres nos tienen agarrados<br />
<strong>con</strong> el Teniente Coronel que instalaron en Miraflores, y si no<br />
me pides disculpas por lo que has dicho de Juancho, me voy<br />
en este mismo momento”.<br />
Y Jean le pidió disculpas y le dijo que “no te enfades,<br />
que lo último que me puede pasar es que tenga <strong>con</strong>tradicciones<br />
de clase <strong>con</strong>tigo, Catherine, lo que sí me parece es<br />
que si te sigues acostando <strong>con</strong> ese chavista vas a terminar<br />
374<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
regalándonos franelas y gorras rojas para que vayamos a<br />
las marchas de la avenida Bolívar”.<br />
En ese momento, sonó el Black Berry de Cinthya.<br />
Cuando sonó el celular de Cinthya Machado,<br />
Jean Brillembourg la estaba viendo<br />
detenidamente. Detenía su mirada en los robustos<br />
y bien plantados senos de Cinthya y,<br />
luego, haciendo un paneo, bajaba a sus dos torneadas<br />
piernas y pensaba para sí: “Esta mujer sí está buena, dios<br />
mío, y pensar que está saliendo <strong>con</strong> un marginal”.<br />
Cinthya <strong>con</strong>testó y dijo: Hola, mi revolucionario: Patria,<br />
amor y éxtasis. Venceremos”. Jean vio a Kathy sonriendo<br />
y la tomó del brazo: “Ven, mi amor, esas <strong>con</strong>versaciones<br />
entre chavistas no llevan a nada importante sino al<br />
robo y la traición”. Llegaron hasta la sala y Jean colocó en<br />
su aparato de música la sinfonía número 40 de Mozart. Al<br />
comenzar a sonar, dijo: “Si los chavistas supieran lo bueno<br />
que es esta música, seguro que expropiarían el sonido”,<br />
y sonrió <strong>con</strong> Kathy mientras la abrazaba.<br />
Cinthya terminó de hablar <strong>con</strong> Juancho Pérez y se dirigió<br />
a la sala donde Jean y Kathy escuchaban a Mozart. “Es<br />
maravilloso, Juancho, tan sutil, tan bello, tan sensual”—,<br />
dijo Cinthya. Y Jean le <strong>con</strong>testó: “Me perdonas, amiga,<br />
pero esas no son las cualidades de ningún chavista, esos<br />
son hordas, patas en el suelo y marginales”.<br />
Cinthya sonrío y movió sensualmente su cuerpo, de manera<br />
que su par de piernas puso de nuevo a pensar a Jean:<br />
375
Roberto Malaver<br />
“Cómo envidio a ese chavista marginal que se está montando<br />
en ese cuerpo tan exquisito”. “¿En qué piensas, mi amor?—,<br />
le preguntó Kathy, y Jean <strong>con</strong>testó: “En ti, mi amor, en ti”.<br />
Cinthya se despidió porque “me voy a en<strong>con</strong>trar <strong>con</strong><br />
Juancho y ya siento su palpitar, su revolución, su belleza”.<br />
Salió de la quinta Prohibido Olvidar y al rato se escuchó<br />
el timbre de la casa.<br />
— Sinforosa, Sinforosa. Ve a ver quién es, y si es Julio<br />
Borges le dices que espere en el lobby.<br />
Al momento volvió la señora y dijo: “No es el señor<br />
Borges, es un señor que dice llamarse Gabriel Puerta, de<br />
una tal Bandera Roja.<br />
— ¿Cómo es la cosa?<br />
En la quinta Prohibido Olvidar, en Alto<br />
Prado, suena la Quinta Sinfonía de<br />
Beethoven dirigida por Gustavo Dudamel.<br />
En la cocina, Kathy Mendoza <strong>con</strong>versa <strong>con</strong> la<br />
señora de servicio.<br />
— No te olvides que esa gente son unos marginales. No<br />
sé cómo se le ocurrió a Jean invitarlos a cenar.<br />
Jean Brillembourg se había en<strong>con</strong>trado <strong>con</strong> Julio Borges<br />
y aprovechó para invitarlo a su casa a cenar y hablar de la<br />
unidad perfecta, “eso de que tanto habla el ñángara de Petkoff”.<br />
A Borges le pareció propicio el momento para realizar<br />
allí, en casa de Jean, una reunión de la Mesa de la Unidad.<br />
376<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Tú sabes que estamos haciendo reuniones itinerantes,<br />
no tenemos un lugar específico, si quieres le digo a<br />
todos los compañeros y nos vemos en tu casa y también<br />
escuchamos tu aporte, tus planteamientos, porque estamos<br />
escuchando al pueblo.<br />
A Jean no le gustó ese calificativo de pueblo.<br />
— Eso no es <strong>con</strong>migo, Julio, pueblo es esa cantidad de<br />
marginales y hordas que andan detrás del Teniente Coronel.<br />
Borges le pidió disculpas por <strong>con</strong>fundirlo y estuvieron<br />
de acuerdo en reunirse el viernes de la próxima semana<br />
en horas de la tarde.<br />
— Ya sabes que vamos todos, incluso Omar Barboza,<br />
que no le gusta a nadie pero hay que cargar <strong>con</strong> esa pena.<br />
Y llegó el viernes en la tarde y todo estaba listo. Y el primer<br />
timbrazo lo dio Gabriel Puerta, y la señora de servicio le dijo<br />
que esperara un momento, y fue a decirle a los señores que<br />
allá afuera estaba el señor Gabriel Puerta, y Jean preguntó:<br />
— ¿Quién es ese?<br />
— Dijo que era de la Mesa de la Unidad.<br />
Después llegó Andrés Velásquez y la señora lo dejó esperando<br />
en un salón al lado del señor Puerta y le avisó a<br />
los señores, y Jean dijo:<br />
— Los primeros en llegar son siempre los que traicionan.<br />
Después llegaron Henry Ramos Allup, Omar Barboza,<br />
Enrique Mendoza, Julio Borges, Ramón Guillermo Aveledo<br />
y cuando todos ellos entraron a la sala, antes de llamarlos a<br />
sentarse a la mesa, Jean le dijo a la señora que le avisara a<br />
los otros dos que estaban esperando afuera que pasaran. Así<br />
377
Roberto Malaver<br />
entraron Gabriel Puerta y Andrés Velásquez, y todos se sentaron<br />
en la mesa. Entonces Jean levantó su copa y les dijo:<br />
— Esta mesa Luis XV, herencia de mi padre, será hoy<br />
testigo histórico de los acuerdos a los que podamos llegar.<br />
Y brindaron.<br />
Después del segundo trago Gabriel Puerta dijo:<br />
— Lo importante no es la mesa donde nos sentamos, lo<br />
importante es la unidad.<br />
Y Jean Brillembourg no toleró que un comunista despreciara<br />
su mesa Luis XV, y dio por terminada la reunión.<br />
Al día siguiente, en la tarde, en la quinta<br />
Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
abraza fuertemente a su esposa Kathy<br />
Mendoza y le dice:<br />
— Al fin ganamos una, mi amor, le hemos dado en la<br />
madre, mira qué lindo quedaron esas portadas montadas<br />
como obras de arte.<br />
La pareja se encuentra en la sala de la quinta Prohibido<br />
Olvidar viendo las dos portadas de El Nacional que Jean<br />
mandó a montar. Está la portada <strong>con</strong> la fosa común que<br />
Miguel Henrique Otero publicó y está la otra donde aparece<br />
censurado.<br />
Jean está esperando a sus amigos que ya empiezan a<br />
llegar. El primero es Harold Salvatierra, que entra y se<br />
queda admirado y le dice:<br />
378<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Llama a Miguel Henrique que mande a montar unas<br />
50 portadas de esa y se las envíe a todos los periódicos<br />
para que las pongan en la entrada de sus oficinas y que<br />
sepa el mundo que aquí se está violando la libertad de expresión.<br />
Jean le dice a Kathy que ponga el CD de Juan Gabriel<br />
“porque vamos a celebrar en grande”. Destapan una botella<br />
de champaña y brindan y “esto le ha dado la vuelta al<br />
mundo”.<br />
Sigue llegando gente a la quinta Prohibido Olvidar y<br />
Jean Brillembourg está feliz. Todos los visitantes lo felicitan<br />
y Carolina Phells le dice:<br />
— Qué bueno está eso, Jean, y además también está<br />
la portada de Teodoro, el ñángara ese que después que<br />
llamó Bobolongo a Miguelito, ahora, por fin, entendió que<br />
Miguelito es un tipo inteligente y entonces lo copió, y ahora<br />
digo yo, si copias a la persona que llamas Bobolongo<br />
luego tú eres más Bobolongo que la persona a la que llamaste<br />
Bobolongo.<br />
Todos celebraron las palabras de Carolina y levantaron<br />
sus copas y llamen a Miguelito para felicitarlo.<br />
Destapaban botellas de champaña y whisky y en ese<br />
momento entró Cinthya Machado, la que todo el mundo<br />
sabe que está saliendo <strong>con</strong> un chavista, y en cuanto Jean<br />
la vio se le fue encima.<br />
— Dile a tu chavista, a tu marginal, que están violando la<br />
<strong>con</strong>stitución, y la libertad de expresión, y los derechos humanos,<br />
y que siga apoyando a su tirano, y ahora dime: ¿qué te parecen<br />
las dos portadas que tenemos aquí en exposición? Y todo<br />
porque tu Presidente no da las cifras de la mortandad que vivi-<br />
379
Roberto Malaver<br />
mos en el país. Busca, pues, a tu marginal, a tu chavólogo, que<br />
sabe de todo, y dile por qué tienen miedo a la prensa y…<br />
En ese momento Kathy se acercó y abrazó a Jean y le dijo:<br />
— Cálmate, mi amor, la bebida se te está subiendo a la<br />
cabeza.<br />
— No me digas que tú estás a favor de la chavista, ahora<br />
sí me jodí yo, <strong>con</strong> una esposa apoyando a una mujer que<br />
se acuesta <strong>con</strong> un chavista, o sea, <strong>con</strong> un marginal, no me<br />
voy a calmar un carajo, chica.<br />
Y los amigos llevaron a Jean a la cama.<br />
Se levanta la puerta del estacionamiento<br />
de la quinta Ni un Paso Atrás, y el Mercedes<br />
de Harold Salvatierra sale lentamente.<br />
Va junto <strong>con</strong> su esposa, Jenny Alcok, rumbo a<br />
la quinta Prohibido Olvidar, donde Jean Brillembourg y Kathy<br />
Mendoza los esperan para cenar. Van comentando la última<br />
rasca de Jean en la exposición de las portadas de El Nacional.<br />
— La verdad es que Jean se pasó <strong>con</strong> la pobre Cinthya.<br />
Si a ella le gusta acostarse <strong>con</strong> su chavista por qué él tiene<br />
que meterse en eso, dice Jenny.<br />
— No sé mi amor, pero te digo una vaina, eso de que<br />
entre nuestras amistades esté una mujer acostándose <strong>con</strong><br />
un chavista marginal, habla muy mal de una. Una lo que<br />
tiene que hacer es mandar a esa gente pal carajo.<br />
Mientras tanto, Jean Brillembourg escucha la Sinfonía<br />
Número 40 de Mozart. Está allí extasiado haciendo las veces<br />
de director de la Filarmónica de Londres. Y piensa:<br />
380<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Menos mal que los chavistas marginales no saben<br />
quién es Mozart, y ojalá que no lo descubran nunca.<br />
En la cocina, Kathy Mendoza habla <strong>con</strong> la señora del servicio.<br />
Preparan langostas y enfrían la champaña. Y dice Kathy:<br />
— No sé qué le está pasando a Jean que últimamente<br />
está de mal <strong>humor</strong>. Basta que le hablen del señor Chávez<br />
y se enferma y comienza a gritar.<br />
La señora de servicio escucha atentamente mientras<br />
pone el aceite extravirgen en la ensalada.<br />
Se escucha un pito y Jean baja la música y ve la pantalla<br />
que tiene al lado del aparato reproductor donde vigila<br />
a todo el que entra y sale de la casa. Allí puede ver que es<br />
el Mercedes de Harold. Harold levanta su mano izquierda<br />
y hace la señal de la victoria, esa es la clave para saber que<br />
es una persona <strong>con</strong>ocida. Jean aprieta un botón y se abre<br />
el estacionamiento de la quinta Prohibido Olvidar.<br />
La señora de servicio traslada los platos a la mesa y luego<br />
sirve la comida. En el estudio, Harold y Jean se abrazan<br />
y luego viene el besito a Jenny.<br />
— ¿Cómo está todo? ¿Qué se dice?<br />
Destapan una botella de vino chileno Don Melchor, y<br />
brindan por la vida, por la alegría y dijo Jean:<br />
— Y porque este tirano se vaya algún día.<br />
Se fueron a la mesa y los platos estaban servidos. Comenzaron<br />
a degustar las langostas y a <strong>con</strong>versar.<br />
— Pásame la salsa, Kathy.<br />
— Sí, mi amor.<br />
381
Roberto Malaver<br />
Y así iba transcurriendo la velada hasta que Jean preguntó:<br />
— ¿Y ustedes no han visto a Cinthya?<br />
— Sí, yo la vi ayer, y me presentó a su novio—, dijo Harold,<br />
y Jean gritó:<br />
— La puta esa ¿sigue saliendo <strong>con</strong> el chavista marginal ese?<br />
Y allí se terminó la cena.<br />
Jean Brillembourg toma el CD de Gustav<br />
Mahler y lo coloca en el aparato reproductor.<br />
Comienza a sonar la Sinfonía Número<br />
1, “Titán”, y Jean suspira un momento<br />
mientras ve por la ventana cómo pasa volando una<br />
graciosa guacharaca. “Es eterno, coño, es eterno” — , dice<br />
En su cuarto, Kathy Mendoza está ensimismada. Hoy<br />
vendrán nuevamente sus amigos a hablar de las elecciones,<br />
de los candidatos, de qué vamos a hacer después que<br />
votemos, en fin, Kathy decide ir al estudio a <strong>con</strong>versar <strong>con</strong><br />
Jean. Cuando llega, Jean está en el medio del estudio dirigiendo<br />
la Sinfonía Número 1 de Mahler, ve a Kathy y camina<br />
hacia ella, le da un beso y le dice:<br />
— Tenemos que hablar de nuestros candidatos a la<br />
Asamblea Nacional, porque yo no sé quiénes son ni quién<br />
los puso allí.<br />
Jean le sirve un trago y brinda por Kathy.<br />
— Vamos a celebrar desde ya el triunfo de unos tipos<br />
que a lo mejor son los mismos de toda la vida.<br />
382<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Levantan sus copas de bacará, y Kathy aprovecha para<br />
cambiar el CD de Mahler y coloca uno de José Alfredo Jiménez.<br />
Cuando Jean comienza a escuchar “que me sirvan<br />
de una vez pa’ todo el año”, le dice:<br />
— Caramba, Kathy, pero tú te mexicanizaste.<br />
Los dos ríen.<br />
— De lo que sí estoy seguro es de que los candidatos de<br />
Cinthya son mejores que los nuestros, porque los nuestros<br />
tienen unas caras de bandidos, pero son nuestros bandidos<br />
de siempre, en cambio los de Cinthya, los chavistas<br />
marginales esos, son profesionales y son gente nueva y<br />
eso es una gran ventaja, hay que re<strong>con</strong>ocerlo— dice Jean.<br />
Kathy es ahora la que está sirviendo. Y recuerda que dentro<br />
de poco se van a presentar los amigos que vienen a hablar<br />
de los planes para el domingo después de las elecciones.<br />
— Mi padre comenta, Jean, que antes nosotros ni votábamos,<br />
porque ya sabíamos quiénes iban a ganar y era<br />
la gente que mi padre había puesto allí en una cosa que se<br />
llamaba Congreso.<br />
— Es cierto, habíamos comprado una democracia representativa<br />
por kilos, ahora llegaron los chavistas estos y<br />
se llevaron nuestra democracia. Ahí está Cinthya, gozando<br />
su empate <strong>con</strong> el chavista ese.<br />
Fue entonces cuando Kathy gritó:<br />
— ¿Hasta cuándo vas a seguir hablando de Cinthya Machado?<br />
¿Crees que no me he dado cuenta de que cada vez<br />
que Cinthya viene a la casa te babeas viéndole las piernas?<br />
Lo que tienes es celos del chavista que está saliendo <strong>con</strong><br />
ella. Echa tu cuento bien, dime la verdad y salgo por esa<br />
puerta a buscar a mi familia y esto se acabó.<br />
383
Roberto Malaver<br />
En ese momento sonó el timbre y al rato la señora del<br />
servicio se acercó al estudio y dijo:<br />
— La señorita Cinthya Machado acaba de llegar.<br />
Kathy Mendoza está en el bar de la quinta<br />
Prohibido Olvidar. Pensativa, sentada<br />
en una silla Luis XV, piensa que algo raro<br />
le está pasando a su esposo Jean Brillembourg. Se<br />
levanta y toma una botella de coñac Remy Martín, se sirve<br />
un trago y va a la cditeca y busca allí las obras completas de<br />
José Alfredo Jiménez, coloca el CD en el novedoso aparato<br />
reproductor y, <strong>con</strong> el <strong>con</strong>trol remoto, va directo a la canción<br />
que le gusta. Y comienza a sonar “Paloma querida”, y Kathy<br />
comienza a cantar <strong>con</strong> José Alfredo.<br />
— Yo no sé lo que valga mi vida, paloma querida, yo no<br />
sé si tu amor la reciba, pero yo te la quiero dejar.<br />
En el estudio, mientras escucha la segunda sinfonía de Mahler,<br />
Jean Brillembourg habla por uno de sus tres blackberrys.<br />
Su amigo Heinz Machado lo acaba de llamar preocupado.<br />
— Vendimos unos edificios, en planos, claro, a un montón<br />
de gente de clase media, y ahora mi socio se fue del<br />
país y yo no sé quién va a correr <strong>con</strong> ese muerto, amigo<br />
Jean, te <strong>con</strong>fieso que estoy asustado.<br />
Jean baja el volumen de la música y le dice a su amigo Heinz:<br />
— No te preocupes, ahora la vaina es más fácil. La <strong>con</strong>signa<br />
entre nosotros es: estafa a la clase media y échale la culpa al<br />
384<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
gobierno, es decir, al tirano. Después que los estafas, el dictador<br />
que corra <strong>con</strong> los gastos, y tú te fugas <strong>con</strong> el dinero de esos<br />
miserables que después no te van a denunciar, sino por el <strong>con</strong>trario,<br />
te van a defender, para eso tenemos nuestros medios,<br />
allí está Miguelito que te defiende.<br />
Heinz le agradece el <strong>con</strong>sejo a su amigo Jean y se despide,<br />
ahora alegre.<br />
— Es cierto esa vaina; Jean, yo los he visto defendiendo a<br />
Mezherane después que los estafó y a Zuloaga después que<br />
les acaparó los vehículos y a la gente de E<strong>con</strong>oinvest después<br />
que los utilizaron como les dio la gana, gracias, amigo, voy a<br />
celebrar.<br />
Jean deja el celular en la mesita y escucha <strong>con</strong> atención que<br />
algo mexicano está sonando en el bar. Afina su oído musical<br />
y se dice:<br />
— Kathy no se olvida del José Alfredo, qué le pasará, mejor<br />
me acerco para averiguar.<br />
Cuando Jean entra al bar, ve a Kathy abrazando al aparato<br />
de sonido y cantando a coro <strong>con</strong> José Alfredo Jiménez:<br />
— Yo no sé lo que valga mi vida, pero yo te la quiera dejar.<br />
Jean se acerca y apaga el aparato de sonido. Abraza a Kathy<br />
y le quita el vaso donde todavía quedan restos de coñac. Ve<br />
la botella de Remy Martín que está casi vacía y se asombra. Y<br />
Kathy le dice:<br />
— Lo sé todo, Jean, estás enamorado de Cinthya Machado,<br />
y por eso te arrecha que se acueste <strong>con</strong> un chavista.<br />
Y Jean la llevó a dormir.<br />
385
Roberto Malaver<br />
En la quinta Prohibido Olvidar hay fiesta.<br />
Jean Brillembourg y Kathy Mendoza<br />
comparten <strong>con</strong> los líderes de la Mesa de la<br />
Unidad. Varios mesoneros se mueven de un<br />
lado a otro llevando whisky y vino y todo tipo de pasapalos.<br />
En un rincón están <strong>con</strong>versando Gabriel Puerta y Andrés<br />
Velásquez, y más allá, Jean <strong>con</strong>versa <strong>con</strong> Teodoro Petkoff y<br />
Pompeyo Márquez, Jean dice:<br />
— Te <strong>con</strong>fieso una vaina, Petkoff, en otro tiempo tú nunca<br />
hubieses pisado esta casa, pero menos mal que dejaste esa<br />
vaina del socialismo, porque así por lo menos te podemos invitar<br />
a compartir <strong>con</strong> nosotros los ricos.<br />
Teodoro se ríe y Pompeyo dice:<br />
— Esas fueran vainas juveniles que se le ocurren a todo el<br />
mundo, ahora nosotros sabemos cómo es la cosa.<br />
Y aprovecha y le quita un vaso de whisky a un mesonero y<br />
le dice:<br />
— Quédate aquí, amigo, para no tener que perseguirte por<br />
toda la sala.<br />
Ramón Guillermo Aveledo y Ramos Allup están discutiendo.<br />
Dice Ramos Allup:<br />
— La estrategia esa de Enrique Mendoza de llamar Operación<br />
Amarre a la campaña es bien pendeja, esa vaina no<br />
nos va a llevar a ninguna parte, si nos amarramos nos van<br />
a demoler los chavistas, eso es lo que están esperando.<br />
Y dice Ramón Guillermo:<br />
386<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Lo importante, Ramos Allup, es que llegamos unidos<br />
a esta vaina, cosa que, te <strong>con</strong>fieso, yo nunca creí, pero<br />
aquí estamos esperando el 26 para tratar de joder una vez<br />
a la gente.<br />
Omar Barboza <strong>con</strong>versa <strong>con</strong> Miguel Henrique Otero.<br />
— Esa foto que sacaste en el periódico fue del carajo,<br />
Miguelacho, nos ganamos unos cuantos puntos, qué idea<br />
tan buena, claro, tenías que ser hijo de Miguel Otero, eso<br />
se nota.<br />
Y Miguel Henrique sonríe y se toca la yunta de oro que<br />
tiene en la manga derecha y dice:<br />
— Cada vez que me pongo a pensar se me ocurren vainas<br />
geniales, lo que pasa es que no tengo tiempo para pensar.<br />
Los mesoneros sonríen entre ellos. A cada momento<br />
los miembros de la MUD están pidiendo más y más.<br />
— Y menos mal que no vino Álvarez Paz.<br />
— Y eso que no están en el poder, y cómo bebe esta<br />
gente.<br />
Y desde el lado derecho de la sala se escucha una voz<br />
que dice:<br />
— Esos mesoneros, que se acerque uno por aquí que<br />
quiero echarme un palo para celebrar el triunfo.<br />
Es Ricardo Sánchez quien está apostando <strong>con</strong> Stalin<br />
González para ver quién sale primero de la UCV. Un mesonero<br />
se acerca y les pregunta:<br />
— Perdonen mi ignorancia, pero ¿cómo se llaman ustedes?<br />
387
Roberto Malaver<br />
Los dos eternos estudiantes celebran la pregunta y siguen<br />
discutiendo.<br />
Entonces llegó Cinthya Machado y Jean Brillembourg<br />
corrió a darle la bienvenida y le dijo:<br />
— Ya estamos celebrando el triunfo, camarada chavista.<br />
Los ricos volvemos al poder.<br />
Jean Brillembourg y Kathy Mendoza<br />
terminan de hacer el amor. En el patio<br />
de la quinta Prohibido Olvidar cantan los<br />
pájaros. Un rayo de sol pasa por la ventana<br />
y le da en la cara a Kathy, Jean la ve y le da un beso:<br />
— Desde la naturaleza te están filmando, mi amor—, le<br />
dice. El cuadro está que ni pintado por Rembrandt.<br />
Es una mañana del septiembre electoral venezolano.<br />
Jean le comenta a Kathy:<br />
— Es raro que el chavista marginal que pasa todas las<br />
mañanas tocando su Diana no ha pasado. Ella sonríe.<br />
— Ya vendrá, esos chavistas son perversos, a lo mejor<br />
está esperando una mejor oportunidad.<br />
Los dos se abrazan fuertemente. Jean le susurra al oído<br />
a Kathy que tiene ganas de volver a hacer el amor, ella le<br />
dice que sí, y de repente se escucha a lo lejos que viene<br />
como metiéndose en la quinta un sonido: Tataratatatarata.<br />
Y Jean da un salto, se viste y toma una pistola .<br />
— Yo mato a ese desgraciado, ya no lo soporto, ese lo<br />
mandó el tirano para que joda a la burguesía caraqueña,<br />
yo no me calo más esta vaina.<br />
388<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Kathy también se levanta y su cuerpo desnudo es el<br />
Nacimiento de Venus en el cuarto de la quinta Prohibido<br />
Olvidar. Se viste y toma del brazo a su esposo.<br />
— Cálmate, mi amor, él también tiene derecho a tocar<br />
su diana.<br />
— No lo quiero escuchar más, Kathy, se acabó esta diana<br />
mañanera.<br />
De repente, la diana se calló por un momento. Jean y<br />
Kathy esperaron un rato. Hubo un silencio largo que fue<br />
interrumpido por Jean:<br />
— Algo le pasó al músico chavista ese.<br />
Y fue en ese instante cuando el taaaaaaaaatatataratatara,<br />
se escuchó como si estuviera en el cuarto. Jean dio un<br />
salto y se montó sobre la cama. Kathy lo bajó y dijo:<br />
— Parece que está en la puerta de la casa.<br />
Jean bajó de la cama, tomó nuevamente la pistola y<br />
se dirigió a la puerta. En eso se escuchó el timbre y otra<br />
vez vibró toda la casa <strong>con</strong> el tataratarataratata. Kathy<br />
corrió detrás de Jean, quien <strong>con</strong> la pistola en la mano,<br />
abrió la puerta, y estaba a punto de disparar cuando<br />
descubrió que detrás de la trompeta estaba la cara de<br />
Cinthya Machado.<br />
Cinthya pasó directo a la mesa del comedor y tomó una<br />
manzana, <strong>con</strong> ella en la mano se dirigió a Jean y a Kathy,<br />
quienes la veían <strong>con</strong> la boca abierta, y dijo:<br />
— La manzana se pasea de la mesa de la unidad al comedor,<br />
no me piques <strong>con</strong> cuchillo, pícame <strong>con</strong> tenedor.<br />
Cinthya estaba linda. Su cuerpo era una provocación<br />
en el medio de la sala. Sus piernas sostenían el tesoro más<br />
389
Roberto Malaver<br />
preciado. Jean la vio <strong>con</strong> deseos, dejó la pistola sobre la<br />
mesa y se acercó a ella, se le puso de rodillas y le dijo:<br />
— Tócame la diana otra vez.<br />
Los padres de Cinthya Machado habían<br />
salido en una caravana a celebrar<br />
que “los oligarcas estamos volviendo<br />
al poder”. Y cuando Cinthya se en<strong>con</strong>tró<br />
sola en la quinta El Paro se nos Fue de las<br />
Manos, decidió llamar a su novio Juancho Pérez, quien<br />
era un patrullero del PSUV y vivía en el barrio El Observatorio,<br />
en el 23 de Enero.<br />
— Vente pronto, Juancho, que mis padres salieron a<br />
celebrar una derrota que quieren <strong>con</strong>vertir en triunfo.<br />
Juancho se presentó en la quinta y en el mismo momento<br />
en que entró, Cinthya Machado se le fue encima y<br />
le dijo:<br />
— Exprópiame, Juancho. Invádeme. Saquéame.<br />
Juancho la abrazó y después la cargó en sus brazos y<br />
la llevó hasta el cuarto y la fue desvistiendo lentamente<br />
mientras Cinthya sudaba ansiosa.<br />
— Viola mi soberanía, Juancho, que es toda tuya.<br />
Mientra tanto, en la quinta Prohibido Olvidar, Jean<br />
Brillembourg <strong>con</strong>versaba por teléfono <strong>con</strong> su amigo Harold<br />
Salvatierra.<br />
— Te digo una vaina, Harold, yo no sé por qué tengo la<br />
sensación de que nos volvieron a joder, sobre todo Ramos<br />
390<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Allup, que anda hecho unas pascuas <strong>con</strong> sus 23 analfabetos<br />
que metió en la Asamblea.<br />
— Lo importante es que tenemos gente allí, amigo Jean,<br />
son unos delincuentes pero son nuestros delincuentes, y<br />
ahora hay que salir adelante, por cierto, yo creo que ya Kathy<br />
se ha dado cuenta de que cada vez que ves a Cinthya te<br />
babeas, y la verdad es que la tipa está que yo también soy<br />
capaz de pegarle cachos a mi esposa, porque esa Cinthya<br />
tiene un cuerpazo de desfile.<br />
— Te <strong>con</strong>fieso, Harold, que una vez me cansé de rogarle<br />
que se acostará <strong>con</strong>migo, pero ¿sabes qué me dijo?, que<br />
ahora le era fiel a su chavista del 23 de Enero y estaba en<br />
una de <strong>con</strong>ciliación de clase, y que me olvidara, y eso me<br />
tiene más empepao ahora, sobre todo envidiando al marginal<br />
ese que seguro se está acostando <strong>con</strong> ella y se lo está<br />
<strong>con</strong>tando a todo el barrio, porque así son los marginales,<br />
cuando se acuestan <strong>con</strong> una de las nuestras, salen corriendo<br />
a decirlo a todo el mundo.<br />
Y tenía razón Jean, Cinthya Machado gemía de placer<br />
debajo del cuerpo de Juancho Pérez, el chavista más envidiado<br />
en el barrio El Observatorio. Se estremecía Cinthya,<br />
aullaba Cinthya.<br />
— Así, Juancho, así, mátame, Juancho.<br />
En la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
termina de hablar <strong>con</strong> su amigo Harold Salvatierra, y se<br />
sienta a pensar, entonces decide llamar a Cinthya. Ella<br />
<strong>con</strong>testa, todavía jadeando, y él le pregunta:<br />
— ¿Qué te pasa?<br />
391
Roberto Malaver<br />
— Que por primera vez sé lo que es hacer el amor. Dile<br />
a Kathy que no pierda el tiempo <strong>con</strong>tigo y se entregue a un<br />
chavista marginal para que sepa lo que es bueno.<br />
En el cuarto vecino, Kathy escuchaba la <strong>con</strong>versación.<br />
Jean Brillembourg está escuchando The<br />
String Quartets, que interpreta a Antonin<br />
Dvorak. Toma un trago de coñac Remy<br />
Martín. Ve a través de la ventana del estudio<br />
cómo se estremecen los árboles <strong>con</strong> la fuerte brisa<br />
que sopla, y dice: “La vida es dura”.<br />
Jean estaba solo porque su esposa Kathy Mendoza había<br />
decidido salir a visitar a sus padres. “Tendré que hablar<br />
<strong>con</strong> mis padres”—, le dijo. Y salió en su Porsche. Jean<br />
trató de decirle que esperara, que “no es bueno que tus<br />
padres comiencen a vivir este <strong>con</strong>flicto sin ninguna necesidad,<br />
no podemos vivir como si fuéramos Ramos Allup y<br />
María Corina Machado”. Sin embargo, ella decidió salir<br />
a visitar a sus padres. Al final, cuando estaba dentro del<br />
carro, él le gritó:<br />
— Si quieres yo daré la media vuelta.<br />
Pero ella encendió el vehículo y salió del jardín de la<br />
quinta Prohibido Olvidar.<br />
Ahora Jean disfrutaba la música de Dvorak y pensaba<br />
que su vida estaba siendo expropiada por el chavismo.<br />
— Esa chavista, Cinthya, me tiene loco—, decía.<br />
392<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Y era que no se cansaba de pensar en Cinthya Machado,<br />
en su escultural cuerpo, su linda cara, su maravilloso par<br />
de senos y ese tumbao que tienen las guapas al caminar.<br />
— Sí, el chavismo me tiene loco—, pensaba.<br />
— Y seguro que ahora está <strong>con</strong> su chavista en el barrio<br />
El Observatorio, ¿dónde quedará eso? Ahora le dio por<br />
defender el socialismo del siglo XXI, una cosa que nadie<br />
sabe qué es, ni siquiera el fracasado de Teodoro Petkoff<br />
que habla paja hasta los domingos.<br />
Mientras tanto, Kathy lo pensó mejor y decidió ir hasta<br />
el Parque del Este, antes llamado Rómulo Betancourt y<br />
ahora Francisco de Miranda.<br />
— Y a lo mejor mañana le ponen el nombre del chavista<br />
que está saliendo <strong>con</strong> Cinthya—, pensó Kathy.<br />
Entró al estacionamiento y detuvo el Porsche debajo de<br />
uno de los frondosos árboles que estaban por allí. Entonces<br />
decidió salir a caminar y se acercó al auditorio donde<br />
había un espectáculo y estaba tocando un grupo.<br />
— ¿Cómo me dijo que se llama?, preguntó.<br />
— Dame pa’matala, mi bomboncito divino.<br />
Así le habló un tipo y la sacó a bailar. Ella no pudo <strong>con</strong>tenerse<br />
y se dejó llevar por el cuerpo joven y atractivo que<br />
la colocó en el centro de la pista. Entonces se adaptó como<br />
pudo y recordó sus días en el colegio Emil Friedman, y<br />
cuando él la soltó, ella hizo una figura que puso al público<br />
a aplaudir y comenzaron a hacerle una rueda, y el tipo entonces<br />
la tomó de la mano mientras ella seguía haciendo<br />
figuras sensuales y atractivas, y en uno de esos giros descubrió<br />
que una de las personas que la veía sonriendo era<br />
Cinthya Machado.<br />
393
Roberto Malaver<br />
Kathy Mendoza viene en su Porsche<br />
pensando en lo que le había sucedido<br />
en la fiesta chavista en la que se en<strong>con</strong>tró<br />
de repente en el Parque del Este. Mientras bailaba<br />
<strong>con</strong> Gregorio —así le dijo que se llamaba— descubrió<br />
entre el público a Cinthya Machado. Después se le olvidó y<br />
se entregó <strong>con</strong> frenesí al baile, tanto, que al final, cuando<br />
Gregorio la llevó hasta el carro, se dejó abrazar y besar por<br />
él. Y en un descuido, Gregorio abrió la puerta de atrás del<br />
Porsche y sin pensarlo dos veces le hizo el amor de una manera<br />
bestial, como nunca lo había hecho Jean.<br />
— Ha sido el orgasmo más espectacular que he tenido<br />
en mi vida—, pensó Kathy.<br />
Mientras tanto, en la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
estaba nervioso porque eran las once de la noche<br />
y Kathy no había llegado. No quería llamarla al teléfono para<br />
darle a entender que no le preocupaba su salida. Sin embargo,<br />
temía que Kathy le hubiese <strong>con</strong>tado a sus padres lo que<br />
estaba pasando <strong>con</strong> su relación <strong>con</strong> Cinthya Machado.<br />
— Esto es lo que se puede llamar una verdadera <strong>con</strong>ciliación<br />
de clase—, pensó Jean.<br />
Subió un poco el volumen para escuchar el Triple Concierto<br />
de Beethoven, y de repente sintió que se estaba abriendo<br />
la puerta del estacionamiento. Vio que el Porsche de Kathy<br />
entraba lentamente. Entonces se decidió a esperarla.<br />
Kathy Mendoza apretó el botón del <strong>con</strong>trol remoto y<br />
cerró la puerta del estacionamiento. Detuvo el carro y,<br />
se arregló un poco porque la pasión que había vivido <strong>con</strong><br />
Gregorio la había despeinado. Bajó del vehículo y entró a<br />
la casa. Jean corrió a abrazarla.<br />
394<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— ¿Qué pasó? ¿Dónde estuviste?<br />
Ella sonrío.<br />
— Decidí ir al Parque del Este, perdón al Parque Rómulo<br />
Betancourt, o mejor dicho al parque Francisco de<br />
Miranda.<br />
Y Jean la interrumpió:<br />
— Así son las cosas ahora <strong>con</strong> estos chavistas, los parques<br />
y plazas y calles tienen dos y tres nombres, y por allí<br />
me dijeron que a la Cota Mil le van a poner el nombre de<br />
un tal Néstor Francia, que sabrá Dios qué cosas importantes<br />
habrá hecho.<br />
Kathy sonrió y le dijo que iba a darse una ducha.<br />
— Sí, mi amor, después nos vamos a la cama a vivir<br />
intensamente, y deja que salga la luna y deja que se meta<br />
el sol— dijo Jean.<br />
Él sabía que a Kathy le gustaban las canciones de José<br />
Alfredo Jiménez. Y mientras Kathy iba a darse una ducha,<br />
le dijo a Jean:<br />
— Por favor, búscame la cartera que la dejé en el carro.<br />
Cuando Jean abrió la puerta del Porsche para tomar<br />
la cartera de Kathy, descubrió que en el asiento de atrás<br />
estaba una gorra roja <strong>con</strong> las letras del PSUV.<br />
En la Universidad Bolivariana hay una<br />
asamblea, y Gregorio González toma<br />
la palabra:<br />
395
Roberto Malaver<br />
— Compañeros, tenemos que salir a marchar para pedir<br />
una nueva Ley de Universidades, tenemos que democratizar<br />
las universidades.<br />
Su amigo, Juancho Pérez, lo está escuchando y espera<br />
que termine. Los dos, Gregorio y Juancho, son estudiantes<br />
de Comunicación Social y militantes del PSUV.<br />
Después de la asamblea, Gregorio habló <strong>con</strong> Ramón:<br />
— Te <strong>con</strong>fieso que no me atrevo a llamar a Kathy, compañero<br />
Juancho, porque yo sé bien que estoy afuera.<br />
— Tranquilo, compatriota, vine a decirte que Cinthya<br />
me invitó para una reunión en la casa de Kathy, y me dijo<br />
que te invitara, porque ella te vio en el Parque del Este<br />
bailando <strong>con</strong> Kathy.<br />
Y en la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
<strong>con</strong>versaba por teléfono <strong>con</strong> su amigo Harold Salvatierra.<br />
— Te cuento una vaina, amigo, en<strong>con</strong>tré una gorra<br />
del PSUV en el asiento de atrás del Porsche de Kathy,<br />
y no me atrevo a preguntarle por esa vaina, para<br />
evitar que se arme un lío, de todas maneras te estoy<br />
llamando para que vengas esta tarde que vamos a hacer<br />
una reunioncita aquí, un brindis para seguir celebrando<br />
el triunfo de la Asamblea Nacional, tú sabes,<br />
para arrechar más a los chavistas. Y claro, Cinthya de<br />
repente se presenta, porque parece que Kathy la invitó.<br />
Nos vemos.<br />
Kathy Mendoza está en la cocina <strong>con</strong>versando <strong>con</strong> la<br />
señora Tomasa.<br />
— Camarada, Tomasa.<br />
Y ella le <strong>con</strong>testa:<br />
396<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Caramba, señorita, y ese lenguaje chavista, a qué viene.<br />
— Te estoy echando broma, Tomasa. Lo que pasa es<br />
que <strong>con</strong>ocí un chavista en el Parque del Este que me pareció<br />
muy simpático, se llama Gregorio”.<br />
— Yo tengo un compadre que tiene un hijo que también<br />
se llama Gregorio, Gregorio González, que estudia en la<br />
Universidad Bolivariana y es chavista.<br />
— No me dijo su apellido, Tomasa, ni hubo tiempo<br />
para saber dónde estudiaba, sólo le dejé mi número de<br />
teléfono y si me llama en algún momento le diré que me<br />
cuente dónde estudia.<br />
Los primeros en llegar a la quinta Prohibido Olvidar<br />
fueron Harold Salvatierra y su esposa Jenny Alcok. Después<br />
entraron los Phells, los Machado, los Zuloaga, y<br />
cuando todos reían celebrando un chiste de Harold que le<br />
preguntaba a Armando Zuloaga:<br />
— ¿Cuántos Toyotas tienes acaparados, Armando?<br />
Se escuchó el timbre y la señora Tomasa fue a abrir. De<br />
repente, en la sala se escuchó cuando Tomasa dijo:<br />
— Gregorio, ¿qué haces tú por aquí?<br />
Gregorio había llegado <strong>con</strong> Ramón y Cinthya Machado,<br />
que venía vestida espectacularmente. Las miradas de<br />
Kathy y Gregorio se en<strong>con</strong>traron ardientes de deseos.<br />
Jean Brillembourg le sirve un trago de<br />
la botella de whisky 18 años a su amigo<br />
Harold Salvatierra, mientras de fondo<br />
397
Roberto Malaver<br />
se escucha la Sinfonía Número 40 de Mozart.<br />
Harold toma el trago, lo agita y dice:<br />
— Ahora sí es verdad que la dictadura nos tiene bien<br />
agarrados. Esto de las <strong>con</strong>structoras y de Sivensa tiene a<br />
mi familia muy mal. Lo peor es que durante más de 40<br />
años nuestros familiares estuvieron viviendo de las estafas,<br />
apoyados por los gobiernos adecos y copeyanos, y<br />
ahora llegó la dictadura, y mandó a parar.<br />
Los dos, Jean y Harold, tienen rato <strong>con</strong>versando de lo que<br />
está pasando en el país. De las expropiaciones a los <strong>con</strong>structores<br />
que estafaron a más de 52 mil familias, porque todavía<br />
no le han entregado el apartamento que le prometieron. A<br />
pesar de que esas familias han pagado y pagado más dinero<br />
del que en un principio costaba la vivienda.<br />
La sinfonía de Mozart recorre los rin<strong>con</strong>es de la quinta<br />
Prohibido Olvidar. Jean levanta su vaso:<br />
— Yo, a pesar de que era muy chamo, me cansé de decirle<br />
a mi padre, cuando la crisis bancaria <strong>con</strong> el presidente<br />
Caldera, que estaban abusando, y que ese abuso podría<br />
traer un gobierno como este, porque como diría el difunto<br />
Luis Herrera, bueno es el cilantro, pero no tanto.<br />
En su cuarto, Kathy Mendoza está en la cama. Vive <strong>con</strong><br />
el recuerdo de Gregorio en la cabeza. No puede olvidar<br />
que, por un momento, sintió lo que no había sentido nunca.<br />
Y que la noche anterior, cuando lo vio llegar <strong>con</strong> Cinthya<br />
Machado, tembló de emoción.<br />
— Lo malo es que es chavista, y este gobierno chavista<br />
está acabando <strong>con</strong> nosotros, los <strong>con</strong>structores del país—,<br />
piensa Kathy.<br />
398<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Kathy sabe que Jean y Harold están en la sala discutiendo<br />
de política. Tumbando al gobierno del dictador<br />
Chávez. Se levanta de la cama y en ese momento suena su<br />
celular. Mira en la pantalla el nombre de la persona que<br />
la llama, y ve que es Teodora, el nombre falso que le dio<br />
Gregorio para que su marido no la descubra por si acaso<br />
se le ocurre revisar su celular. Kathy tiembla. Se lleva el<br />
celular al oído y no dice nada, y escucha la voz de Gregorio<br />
que le pregunta:<br />
— ¿Eres tú, Kathy?<br />
— Sí.<br />
— ¿Qué te pasa? Si quieres cuelgo.<br />
— No, no, no.<br />
— Entonces, ponle alegría a la vida.<br />
— Dime, Gregorio, ¿por qué me llamas?<br />
— Porque quiero verte una vez más.<br />
— No puedo, tú sabes que soy una mujer casada y antichavista.<br />
— Si, pero podemos negociar.<br />
— Los chavistas no negocian, según dijo tu presidente.<br />
— No negociamos en política, pero negociamos en el<br />
amor.<br />
— Te llamo después, dijo Kathy y colgó.<br />
Cuando vio hacia atrás, su esposo, Jean, estaba parado<br />
en la puerta.<br />
399
Roberto Malaver<br />
Cae la tarde en Alto Prado. En la quinta<br />
Prohibido Olvidar se escucha la música<br />
de George Gershwin. Jean Brillembourg<br />
está al frente de su nuevo aparato de sonido y de<br />
sus cornetas BW que le acaban de montar en su estudio. Se<br />
sirve un trago de coñac y levanta su mano derecha.<br />
— Brindo porque el régimen de Chávez se vaya y Cinthya<br />
Machado abandone al chavista marginal que tiene<br />
ahora y vuelva a mí.<br />
Mientras tanto, en la quinta Ni un Paso Atrás, Harold<br />
Salvatierra y Jenny Alcok tienen una <strong>con</strong>versación.<br />
— Esa relación entre Jean y Kathy parece que no va<br />
bien, mi amor—, dice Harold.<br />
— El problema antes era Chávez, pero ahora el problema<br />
que tiene Jean es Cinthya—, dice Jenny.<br />
— Sigue siendo Chávez, mi amor, no te olvides que Cinthya<br />
anda detrás de un chavista que la tiene loca.<br />
En el barrio El Observatorio, en la calle Andrés Eloy<br />
Blanco, al frente del rancho donde vive, Gregorio González<br />
mira su celular, un vergatario que compró en Cantv, busca<br />
el número de Kathy y está tentado a llamarla, pero se <strong>con</strong>tiene,<br />
sospecha que ella puede estar al lado de su esposo “el<br />
oligarca ese que tiene cara de no haber trabajado nunca”.Y<br />
entonces decide acercarse al <strong>con</strong>sultorio de Barrio Adentro<br />
que está en su calle para hacerse un chequeo.<br />
Jean Brillembourg sube el volumen a su nuevo aparato<br />
de sonido y la voz de Judy Garlan en I Got Rhythm invade<br />
el ambiente. Kathy Mendoza, en su cuarto, buscó en su<br />
Black Berry el nombre de Teodora. Decide marcarlo y al<br />
momento escuchó la voz de Gregorio que le preguntaba:<br />
400<br />
— ¿Eres tú, mi amor?<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Si, Gregorio, quiero escucharte una vez más.<br />
— Yo quiero verte, Kathy.<br />
— ¿Y dónde estás, Gregorio?<br />
— Ahorita, en el <strong>con</strong>sultorio de Barrio Adentro, viéndome<br />
<strong>con</strong> un médico cubano porque tengo asma.<br />
— ¿Quéeeee?<br />
— ¿Te preocupa que tenga asma, mi amor?<br />
— No, me preocupa que te estés viendo <strong>con</strong> un médico<br />
cubano, ese te va matar, Gregorio.<br />
— Kathy, tengo que hablar <strong>con</strong>tigo. Mañana estaré en<br />
el parque Francisco de Miranda en una jornada de trabajo<br />
voluntario y quiero verte allí.<br />
— Trataré de ir, Gregorio, chao. Nos vemos.<br />
— Chao, mi cielo entero.<br />
Mientras tanto, Jenny Alcok le dijo a Harold que iría un<br />
momento al Centro San Ignacio a comprar unas cosas de<br />
Navidad. Una vez en el San Ignacio, y mientras caminaba<br />
cerca del café Habana, escuchó una voz que la saludaba:<br />
— ¿Qué tal?, Jenny.<br />
Se volvió y descubrió a Juancho Pérez, lo saludó y le<br />
preguntó por Cinthya Machado.<br />
— Está por allí. Te ves linda, Jenny, provoca darte un<br />
beso, ¿puedo?<br />
Jenny no dijo nada, entonces Ramón la abrazó y le dio<br />
un beso bien fuerte.<br />
Muy cerca de allí, Cinthya los veía.<br />
401
Roberto Malaver<br />
Cuando Jenny Alcok llegó a la quinta El<br />
Paro se nos Fue de las Manos, su cabeza<br />
era un <strong>con</strong>cierto de pensamientos eróticos.<br />
Estacionó su Mercedes Benz, entró a la casa y se<br />
sentó en el mueble Luis XV que tenía destinado para meditar.<br />
— Confieso que si Juancho hubiese seguido besándome<br />
por más tiempo, yo no sé qué hubiese sido de mi—,<br />
pensó Jenny.<br />
Nunca imaginó que al llegar al Centro San Ignacio le<br />
iba a suceder lo que le pasó. Juancho Pérez, el chavista y<br />
compañero de Cinthya Machado, le dio un beso tan apasionado<br />
que se estremeció. Después, recordó que Juancho<br />
había metido algo en su cartera Prada. Buscó, y era un papelito,<br />
allí estaba el número de teléfono de Ramón y una<br />
invitación: “Llámame”.<br />
Mientras tanto, en el estudio, Harold Salvatierra <strong>con</strong>versaba<br />
por teléfono <strong>con</strong> su amigo Jean Brillembourg:<br />
— Estamos haciendo un papelón del carajo, amigo Jean.<br />
Ahora todo el mundo sabe que somos ladrones, estafadores y<br />
habladores de pendejadas, fíjate el papelito que está haciendo<br />
Guillermo Zuloaga en Estados Unidos, damos lástima, amigo.<br />
Y viste que el diario El Mundo de Madrid, le dio un premio a<br />
Miguel Henrique Otero, por eso es que el viejo Petkoff lo llama<br />
Bobolongo cada vez que le da la gana. También la Sociedad<br />
Interamericana de Prensa le dio un premio a Guillermo Zuloaga<br />
en México, una vaina que todo el mundo sabe por qué<br />
lo hacen, amigo. Ahora sí es verdad que los chavistas están<br />
gozando una bola. Por cierto, ¿qué sabes de Cinthya?<br />
Cuando Jean Brillembourg escuchó el nombre de Kiki<br />
Aranguren dijo:<br />
402<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— No me la recuerdes, Harold, que la otra vez la vi en el<br />
canal ocho dando declaraciones <strong>con</strong>tra las inmobiliarias<br />
que estafaron a un gentío, y por poco me da una vaina.<br />
— ¿En el canal ocho?<br />
— Sí, hermano, ahora si nos jodimos de verdad. Y estaba<br />
<strong>con</strong> su chavista marginal, Juancho Pérez, que tiene una<br />
cara de ladrón insuperable.<br />
En otro lado de la ciudad, en el Café Venezuela, cerca<br />
de la plaza Bolívar, Juancho Pérez y Gregorio González<br />
están sentados disfrutando de un café.<br />
— Compañero, yo creo que cuando Julio Borges le dijo<br />
a su gente que salieran a enamorar chavistas, estas mujeres<br />
como que se lo tomaron al pie de la letra.<br />
— Y eso por qué compañero?—, preguntó Gregorio.<br />
— Porque ayer me en<strong>con</strong>tré <strong>con</strong> Jenny, la esposa de<br />
Harold, y le di un beso, y la chama casi se me desmaya<br />
encima de la excitación.<br />
En Alto Prado, en su casa, Jenny sigue sentada en el<br />
mueble Luis XV y tiene en las manos el papelito que Juancho<br />
Pérez le dejó en la cartera. Está suspirando. De repente,<br />
entra una mano y le quita el papelito, es Harold, su<br />
esposo, que toma el papelito y le pregunta:<br />
— Mi amor, de ¿quién es este número de teléfono?<br />
Desde el barrio El Observatorio, en<br />
el 23 de Enero, Gregorio González<br />
y Juancho Pérez se reúnen <strong>con</strong> los otros<br />
403
Roberto Malaver<br />
compañeros de la patrulla Felipe Malaver<br />
y salen a darle solidaridad a la gente de Antímano. Llegan<br />
al bloque 7 y allí está un camión cargado de pañales,<br />
agua potable, compotas, y otros bienes de primera necesidad<br />
que lograron reunir en el barrio para apoyar a los<br />
compañeros que lo perdieron todo por las lluvias.<br />
En otro lado de la ciudad, en Alto Prado, Jenny Alcok<br />
toma el celular y decide llamar a Kathy Mendoza.<br />
— ¿Qué tal, Kathy?, ¿cómo estás?<br />
— ¿Qué hubo, Jenny?, ¿qué me cuentas?<br />
— Estas lluvias, amiga, que son un fastidio.<br />
— Es verdad, amiga, es terrible todo lo que veo por el<br />
canal ocho.<br />
— ¿Tú ves el canal ocho?<br />
— Sí, de vez en cuando, pero, ¿por qué no nos vemos y<br />
<strong>con</strong>versamos personalmente?<br />
— Está bien, si quieres nos vemos en el Concresa esta<br />
tarde.<br />
— Ok.<br />
Mientras van en el camión, Gregorio escucha Radio<br />
Nacional y se entera que el estado Falcón prácticamente<br />
está bajo las aguas. El ministro Tarek informa que el<br />
gobierno está haciendo todo lo que tiene que hacer para<br />
ayudar a los damnificados. El camión se detiene y la gente<br />
comienza a bajar toda la ayuda.<br />
Son las tres de la tarde y Jenny Alcok camina por el Centro<br />
Comercial Concresa a en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> Kathy. Mientras camina<br />
piensa en el beso tan apasionado que le dio Juancho. To-<br />
404<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
davía Jenny se estremece de placer <strong>con</strong> sólo recordar ese beso.<br />
Levanta la vista y ve que Kathy está sentada, esperándola.<br />
Kathy sabe que algo le pasa a Jenny.<br />
— Cuéntame, Jenny. ¿Qué te pasa?<br />
— Nada, que quería <strong>con</strong>versar <strong>con</strong>tigo, y preguntarte<br />
por qué estás viendo el canal ocho<br />
— Te cuento, Jenny, una vez me en<strong>con</strong>tré <strong>con</strong> Jean<br />
viendo ese canal, y allí estaba Cinthya, y a su lado estaba<br />
Juancho.<br />
— ¿Juancho?<br />
— Sí, el novio que tiene ahora Cinthya. Y de repente, un<br />
poco más allá, estaba Gregorio, el amigo de Juancho, ese<br />
que una vez estuvo en la casa.<br />
— Ah, ya entiendo. Y ¿qué hacían en ese canal?<br />
— Estaban denunciando a los estafadores, tú sabes, eso<br />
de las <strong>con</strong>structoras que estafaron a un gentío, y allí estaba<br />
Cinthya, Juancho y Gregorio, pidiendo justicia.<br />
Más tarde, en la noche, Harold Salvatierra llega a su<br />
casa después de discutir <strong>con</strong> su amigo, Heinz Machado,<br />
acerca de la posibilidad de trasladar más dinero a Panamá.<br />
Cuando va hacia su cuarto escucha una voz que está<br />
denunciando a Globovisión por “manipuladores y mentirosos<br />
y por traidores a la patria”. Es Mario Silva, quien<br />
está hablando en su programa La Hojilla. Harold se detiene<br />
y viendo a su esposa Jenny le pregunta:<br />
— ¿Qué haces tú viendo el Canal Ocho?<br />
405
Roberto Malaver<br />
Jean Brillembourg está viendo en su pantalla<br />
de plasma el Triple Concierto de<br />
Beethoven interpretado por Yo-Yo Ma, Daniel<br />
Beremboim e Isaac Perlman. Está <strong>con</strong> la<br />
boca abierta, no puede creer que la felicidad esté allí en ese<br />
<strong>con</strong>cierto, está tan metido en el <strong>con</strong>cierto que no escucha las<br />
palabras de su esposa Kathy Mendoza que le dice:<br />
— Voy a salir, mi amor, necesito dar una vuelta.<br />
Kathy sube al Porsche y ve que todavía está allí la gorra<br />
del PSUV que dejó Gregorio González cuando le hizo el<br />
amor en el parque Generalísimo Francisco de Miranda.<br />
Tomó la gorra y la acarició. Encendió el vehículo y salió de<br />
la quinta Prohibido Olvidar, sonriendo.<br />
Gregorio González y Juancho Pérez habían terminado de<br />
apoyar a los damnificados en Antímano. Cansados, pero siempre<br />
dispuestos a seguir trabajando para ayudar a sus compañeros,<br />
decidieron tomarse un café. Cuando tomaron asiento<br />
en un cafetín, casi al mismo tiempo, los dos Vergatarios, el de<br />
Juancho y el de Gregorio, sonaron dando la señal de que cada<br />
uno había recibido un mensaje. Juancho leyó en su pantalla:<br />
“Voy saliendo al Centro San Ignacio”. Y supo que era Jenny<br />
Alcok, la esposa de Harold Salvatierra, entonces le respondió:<br />
“Allá nos vemos”. Gregorio leyó en su Vergatario: “Voy al Parque<br />
del Este, qué tal si nos vemos”. Y Gregorio sonrió y envió<br />
su mensaje: “Allá estaré”.<br />
Mientras tanto, Jean Brillembourg escucha que su<br />
Black Berry está repicando, lo toma y ve que es su amigo,<br />
Harold Salvatierra:<br />
— ¿Qué tal, Harold?<br />
406<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Te llamo, Jean, para ver si quieres participar <strong>con</strong> nosotros<br />
en un negocio que nos salió en Panamá.<br />
— ¿De qué se trata?<br />
— La cosa inmobiliaria, tú sabes, todo el mundo está<br />
comprando en Panamá, porque allí se encuentran cosas<br />
más baratas y tenemos una gran oportunidad de invertir.<br />
— Pero no hay ninguna posibilidad de que nos pase lo<br />
que le pasó a nuestros compañeros, a quienes les han dicho<br />
de todo.<br />
— Seguro que no, allí son otras las <strong>con</strong>diciones, allí no<br />
se habla de socialismo del siglo XXI.<br />
— No me hables del socialismo del siglo XXI, que me<br />
acuerdo de Cinthya Machado.<br />
— Y ¿por dónde anda esa tipa?<br />
— Por todas partes, menos cerca de mí.<br />
— Ok, pero ¿te animas a participar en el negocio?<br />
— Está bien, si quieres hacemos una reunioncita y nosotros<br />
hablamos antes y después celebramos <strong>con</strong> una cena.<br />
— Ok.<br />
Kathy llega al estacionamiento del Parque Generalísimo<br />
Francisco de Miranda y, cuando termina de estacionar<br />
su Porsche último modelo, en el mismo lugar donde lo<br />
hizo la última vez, escucha una voz que le dice:<br />
— No te muevas, ricura, quédate tranquilita y déjame<br />
entrar.<br />
407
Roberto Malaver<br />
El avión de la línea aérea Copa aterriza<br />
en el Aeropuerto Internacional de Tocumen,<br />
en Panamá. Y ya en los salones del<br />
aeropuerto, Harold Salvatierra y Heinz Machado<br />
caminan en busca de la persona que los iba a buscar para<br />
trasladarlos al hotel Sheraton. De repente, Heinz grita:<br />
— Jhonny, Jhonny.<br />
Jhonny se acerca y le da un beso a Heinz. Se abrazan<br />
fuertemente.<br />
— Te esperaba <strong>con</strong> paciencia—, le dice Jhonny. Y Heinz<br />
lo presenta:<br />
— Mira Harold, este es mi compañero, Jhonny.<br />
Harold le estrecha la mano y siguen caminando hasta<br />
salir al estacionamiento.<br />
— Me esperan aquí mientras busco el vehículo—, dijo<br />
Jhonny.<br />
Cuando quedan solos, Harold le comenta a su amigo.<br />
— Heinz, yo sé que eres gay, y lo respeto, pero trata de<br />
disimular un poco.<br />
Mientras tanto, en la quinta Prohibido Olvidar, Jean<br />
Brillembourg está viendo el canal ocho.<br />
— Estos chavistas se están quedando <strong>con</strong> todo. Ahora,<br />
<strong>con</strong> la aprobación de la Ley Habilitante, seguro que vienen<br />
por las casas nuestras, y Cinthya defendiendo a estos<br />
delincuentes.<br />
En ese momento, la periodista Lucía Córdoba está informando<br />
desde el refugio que se creó en la Casa Amarilla.<br />
408<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
— Ahora los marginales se pusieron a valer. Unos en la<br />
Cancillería. Otros en Miraflores. Otros en el Banco Central,<br />
en fin, esto de ponerse a ayudar a los pobres no <strong>con</strong>duce<br />
a nada bueno—, dice Jean.<br />
Y entonces ve que la periodista está entrevistando a<br />
una mujer despampanante, sí, es Cinthya Machado que<br />
llegó <strong>con</strong> unos damnificados y dice que “hemos creado<br />
el comando Guardianes de los Damnificados y estamos<br />
recorriendo todos los refugios para dar nuestra ayuda.<br />
Pedimos a todos que colaboren, que traigan alimentos, y<br />
colchonetas y sábanas”.<br />
— Lo que falta es que la dejen en el canal ocho como<br />
periodista—, pensó Jean.<br />
En otro lugar, Jenny Alcok estaciona su Mercedes Benz<br />
en el Centro San Ignacio y sube al nivel Jardín. Una vez allí,<br />
mira para todos lados y sigue avanzando por el pasillo.<br />
— No sé qué me está pasando <strong>con</strong> este chavista. Necesito<br />
verlo. Tenerlo cerca, porque el beso que me dio todavía<br />
lo estoy sintiendo muy adentro—, va pensando.<br />
Se detiene frente a una tienda y se mira en el espejo. Se<br />
alarga un poco la falda y se acomoda el pelo. Y sigue caminando.<br />
Cuando va a dar la vuelta al final del pasillo, siente<br />
que la abrazan y grita “Auxi...”, pero una mano le impide<br />
seguir gritando. Entonces se ríe, cuando descubre que es<br />
Juancho Pérez. Este no espera que se reponga de la sorpresa<br />
y le da un beso apasionado. Después, Jenny le dice al oído.<br />
— Suéltame, chavista marginal.<br />
— No te suelto, mi preciosa oligarca.<br />
En ese momento, se escucha una voz de mujer que grita:<br />
— Jenny. Jenny.<br />
409
Roberto Malaver<br />
En Panamá, Harold Salvatierra está reunido<br />
<strong>con</strong> su amigo Heinz Machado y<br />
sus nuevos socios panameños. Mientras<br />
escuchaba al que presumía ser el socio mayor<br />
en el negocio de las inmobiliarias que van a montar en<br />
el país, Harold piensa en su esposa Jenny Alcok. Entonces<br />
pide permiso y sale a llamarla desde su celular.<br />
En el Centro San Ignacio, Jenny escuchó la voz de su<br />
amiga Keyla Vollmer y rápidamente se soltó de los brazos<br />
de Juancho Pérez. Se acercó a su amiga y la saludó y se<br />
despidió de ella y volvió al lugar donde Juancho la esperaba.<br />
Juancho caminó <strong>con</strong> ella hacia un rincón del pasillo<br />
donde nadie los veía y, nuevamente, le dio un beso. En<br />
ese momento repicó el celular de Jenny. Ella se soltó de<br />
los brazos de Juancho y buscó en su cartera Luis Vuiton el<br />
celular. Vio que era su marido.<br />
- Hola, papi.<br />
- ¿Qué tal? ¿Cómo estás sin mí, Jenny?<br />
- Mal, papi. Extrañándote.<br />
- ¿Y qué te pasa que estás jadeando? ¿Tienes asma?<br />
- No, papi, es que estoy pensando en ti.<br />
- Okey, mami, mañana nos vemos, y mañana no te salvas.<br />
- Okey, papi.<br />
Lejos de allí, Kathy Mendoza se estremecía de placer<br />
en los brazos de Gregorio González. Había llegado puntual<br />
al Parque del Este y Gregorio la sorprendió cuando<br />
estacionaba. Se metió en el Porsche y allí estaban entregados<br />
a una pasión desenfrenada.<br />
410<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Gregorio, quiero verte más a menudo.<br />
- Cuando quieras me llamas.<br />
- Abandona el chavismo y dedícame más tiempo.<br />
En la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg seguía<br />
por el canal ocho y por su canal Globovisión todo lo<br />
que estaba pasando en el Sur del Lago. El gobierno chavista<br />
había decidido expropiar 47 fundos y ponerlos al servicio<br />
de la nación. En uno de esos fundos estaba el señor<br />
Chucho Melean, quien decía que no salía de su finca.<br />
- Vamos, Melean, defiende tu vaina <strong>con</strong> valentía. Pórtate<br />
como un macho, Melean. Tú nos estás representando.<br />
Que estos comunistas no te quiten tu vaina.<br />
Así decía Jean Brillembourg mientras veía los sucesos<br />
por Globovisión. Mientras tomaba coñac, <strong>con</strong> el <strong>con</strong>trol<br />
remoto iba al canal ocho y luego volvía a Globovisión.<br />
Jean Brillembourg se detuvo en el canal ocho por un<br />
tiempo y vio que el vicepresidente Elías Jaua y el ministro<br />
Loyo estaban sentados en la cocina de Chucho Melean.<br />
- Que no te jodan, Melean. No te dejes engañar por esos<br />
comunistas.<br />
Gritaba Jean frente al televisor. Y entonces escuchó las<br />
declaraciones de Melean.<br />
- Yo estoy dispuesto a negociar.<br />
- Nos jodimos -dijo Jean.<br />
En ese momento sonó el timbre y Jean se acercó a abrir<br />
la puerta y, sorpresa, se en<strong>con</strong>tró de frente <strong>con</strong> el cuerpo<br />
más deseado por él.<br />
411
Roberto Malaver<br />
Jean Brillembourg sigue tomando coñac<br />
y viendo el canal ocho. Ahora se entera<br />
que murió el expresidente Carlos Andrés<br />
Pérez y que tanto Cecilia Matos como Blanca<br />
Rodríguez de Pérez quieren hacer valer sus derechos sobre<br />
el cadáver. Cecilia Matos quiere enterrarlo en Miami y<br />
Blanca de Pérez quiere traerlo a Venezuela. Al final, Blanca<br />
de Pérez impone su estado de esposa legal y Pérez parece<br />
que viene a Venezuela.<br />
- Ya sé, si quiero vivir <strong>con</strong> otra mujer, primero tengo<br />
que divorciarme de la mujer <strong>con</strong> la que vivo, para que no<br />
me pase una cosa así -dijo Jean.<br />
En el Centro San Ignacio, Juancho Pérez <strong>con</strong>vence a<br />
Jenny Alcock para ir al Parque del Este.<br />
- Allí la pasaremos, mejor, Jenny.<br />
- Está bien, mi chavista marginal. Vámonos al parque.<br />
Los dos bajan hasta el estacionamiento. Jenny le abre<br />
la puerta de su Mercedes Benz a Juancho y él le dice:<br />
- Es la primera vez que me subo a un Mercedes.<br />
- Deja ese chavismo, y <strong>con</strong>ocerás mejores cosas, Juancho.<br />
Mientras van hacia el Parque del Este, Juancho le pregunta<br />
a Jenny:<br />
- ¿Dónde está Harold?<br />
- Está en Panamá haciendo negocios.<br />
- Ahora los ricos del país van a Panamá, antes iban a<br />
Miami, a comprar todo tipo de baratijas y decían ta barato,<br />
dame dos.<br />
Entran al estacionamiento del Parque del Este y Jenny dice.<br />
412<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
-Ese Porsche que está allí parece el de Kathy.<br />
- Estaciónate aquí y luego averiguamos si es el de Kathy<br />
-dijo Juancho, y le dio un beso.<br />
Ella apagó el carro y se entregó a los brazos de Juacho.<br />
Mientras tanto, Keyla Vollmer, en su casa, en el Country,<br />
comentaba:<br />
- Vi a Jenny en el Centro San Ignacio, y estaba <strong>con</strong> un<br />
marginal de lo más embobada. Yo creo que se está aprovechando<br />
de que Harold está en Panamá para salir <strong>con</strong> ese<br />
tipo, quien por cierto tiene una pinta de chavista terrible.<br />
- No creo que Jenny vaya a meter la pata de esa manera y,<br />
<strong>con</strong> un chavista, ni pensarlo -dijo su prima, Karol Vollmer...<br />
- No sé, Karol, pero para mí que el tipo la estaba besando,<br />
y ella se veía disfrutando su cosa ahí, de lo más happy.<br />
- No inventes Keyla, no estás segura y estás inventando.<br />
Yo creo que estás viendo chavistas por todas partes.<br />
- Eso es verdad, esos marginales brotan por todos lados.<br />
Nos quitaron el país.<br />
En el Mercedes de Jenny, Juancho Pérez está exhausto,<br />
abrazado a Jenny, quien jadea mientras sonríe de felicidad.<br />
Es la primera vez que hace el amor de esa manera,<br />
tan improvisada, tan original.<br />
- Por fin sé para qué me sirve este Mercedes, Juancho.<br />
Jenny decide salir del carro para caminar un momento<br />
su felicidad y justo en ese instante se abre la puerta del<br />
Porsche y aparece Kathy. Y se oyen dos nombres.<br />
- Jenny.<br />
- Kathy.<br />
413
Roberto Malaver<br />
La tarde languidece y renacen las sombras<br />
en Alto Prado. En la Quinta Prohibido<br />
Olvidar está Jean Brillembourg <strong>con</strong>versando<br />
por su blacberry <strong>con</strong> Keyla Vollmer.<br />
-Tengo que hablar <strong>con</strong>tigo, familia.<br />
- Claro, Keyla. Si quieres te vienes para la casa ahora<br />
mismo y <strong>con</strong>versamos.<br />
- Okey, familia, voy <strong>con</strong> María Cecilia.<br />
- ¿La María Cecilia Velutini?<br />
- Esa misma, familia.<br />
- Las espero entonces.<br />
Jean seguía viendo el canal ocho. Allí vio cómo el diputado<br />
Richard Blanco propuso a Mazuco para la segunda<br />
vice-presidencia de la Asamblea Nacional y se atragantó.<br />
- Pero este tipo está loco, hay que ser bien bruto par<br />
hacer una propuesta así. Por eso nos va como nos va.<br />
Apaga el televisor y se sirve un poco más de coñac y<br />
va al aparato de sonido y coloca las Cuatro Estaciones de<br />
Vivaldi.<br />
Comienza a sonar la música y Jean Brillembourg se<br />
pregunta:<br />
- Y ¿qué me querrá decir Keyla?’. Y ¿cómo se le ocurre<br />
venir <strong>con</strong> la María Cecilia que siempre metió en líos<br />
a todo el mundo? Mejor las espero escuchando las cuatro<br />
estaciones.<br />
Mientras tanto, Juancho Pérez y Gregorio González se<br />
en<strong>con</strong>traban en la Plaza Catia dispuestos a marchar hasta<br />
la Plaza Oleary donde se iban a <strong>con</strong>centrar para esperar a<br />
414<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
los 98 diputados que ese día se juramentaban en la Asamblea<br />
Nacional.<br />
- Camarada, Juancho, usted tiene que cuidarse mucho,<br />
porque los ricos tienen todo el dinero suficiente para <strong>con</strong>tratar<br />
sicarios y matar a la gente que les quiere quitar las<br />
mujeres. Y eso que usted tiene <strong>con</strong> Jenny Alcock y <strong>con</strong><br />
Cinthya Machado le puede traer problemas<br />
- Usted también, camarada, está enrollado <strong>con</strong> una<br />
dama espectacular de la burguesía, porque esa Kathy<br />
Mendoza está bien potable.<br />
- Son pasiones momentáneas, camarada, yo trato de no<br />
caer en <strong>con</strong>ciliaciones de clase.<br />
En el country, Keyla Vollmer llama a su chofer y le<br />
dice:<br />
- Prepara el Mercedes que vamos a salir para Alto Prado<br />
donde Jean Brillembourg<br />
Y mientras tanto, <strong>con</strong>versa <strong>con</strong> María Cecilia, a la que<br />
llamó para <strong>con</strong>tarle que vio a Jenny Alcock abrazada <strong>con</strong><br />
un marginal en el centro San Ignacio.<br />
- La Jenny estaba gozando en brazos de un marginal,<br />
y quiero <strong>con</strong>társelo a Jean para que hable <strong>con</strong> su amigo<br />
Harold, quien está en Panamá, mientras Jenny le pega cachos<br />
<strong>con</strong> un marginal.<br />
- ¿Tienes pruebas? ¿Tú estás segura de lo que estás diciendo,<br />
Keila?<br />
- Claro, si yo la llamé y después que me saludó volvió a<br />
en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> el marginal y se fueron al estacionamiento.<br />
En ese momento suena el teléfono de Keyla Vollmer y<br />
atiende:<br />
415
Roberto Malaver<br />
- Jenny, ¿cómo estás? ¿Vas para la casa de Jean? Entonces<br />
nos vemos ahí.<br />
Suena la salsa en el Barrio el Observatorio.<br />
Se escucha a todo volumen al Gran<br />
Combo en su mejor tiempo cantando “Van<br />
a eliminar los feos”. Y Gregorio González le pregunta<br />
a Mario. “¿De dónde sacaste esa joya, camarada?<br />
- Eso es lo mejor que sonaba aquí hace veinte años-<br />
dice el viejo Mario, mejor <strong>con</strong>ocido en el barrio como El<br />
Camarada Mario.<br />
- Estamos alegres, camarada Gregorio, porque tenemos<br />
un gobierno que nos escucha y tenemos la ley habilitante<br />
para salir de este problema de los compañeros damnificados,<br />
y que suene el Gran Cambo, que la vida es ya y ahora.<br />
Y ahora se escuchan “Los Zapatos de Manacho” y Martín<br />
– El popular Bujía- viene cantando: “Y los zapatos de<br />
Manacho son de cartón, son de cartón, de cartón”. Y saluda<br />
al camarada Mario y al camarada Gregorio.<br />
- Se nota que están disfrutando del score. Y preocúpense<br />
que la gente de la oposición salió corriendo a Washington<br />
a denunciar la dictadura y la ley habilitante y el hambre<br />
y los presos políticos, en fin, camaradas, que estamos<br />
viviendo en una dictadura y no nos hemos dado cuenta.-<br />
Dice Martín.<br />
. Mario y Gregorio se ríen.<br />
- Lo peor es que llegan allá y se presentan como diputados<br />
y entonces les preguntan y cómo es eso, entonces<br />
416<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
allá hay democracia, y ellos dicen que no, es una dictadura,<br />
y de allí no los saca nadie.-dice Gregorio.<br />
Y en ese momento le suena el vergatario y ve que es<br />
Kathy Mendoza.<br />
- Conteste, camarada, que usted como que tiene un<br />
trompo enrollado <strong>con</strong> la burguesía nacional.- Le dice el<br />
camarada Mario.<br />
Gregorio se aparta y atiende la llamada.<br />
- ¿Qué pasa, mamita?<br />
- No es mamita, marginal, es Jean Brillembourg y te la<br />
voy a cobrar, marginal de mierda. Ya lo sé todo.<br />
- Espere un momento, amigo, déjeme decirle algo.<br />
- No quiero saber nada de ti, marginal.<br />
- Echeme a mi la culpa, señor Brillembourg.<br />
- No pronuncies mi apellido, marginal, que te queda<br />
demasiado grande en la boca. Te voy a mandar a joder por<br />
querer secuestrar a mi esposa. Es que ustedes los chavistas<br />
son unos delincuentes, se la pasan robando todo lo que<br />
nunca trabajaron, y hasta a las esposas nos las quieren<br />
expropiar, qué bolas tienes tú, marginalito, meterte <strong>con</strong><br />
un Brillemburg. Vete al carajo, chico.<br />
Gregorio se queda viendo su vergatario sin saber qué<br />
hacer. Desde la esquina, donde se sigue escuchando al<br />
Gran Combo,el camarada Mario que lo llama:<br />
- ¿Qué pasó, camarada Gregorio?<br />
Gregorio se acerca y dice:<br />
- Nada, nada, alguien que tiene un problema y quiere<br />
ver cómo se lo resuelvo.<br />
417
Roberto Malaver<br />
-Echa tu cuento cómo es, camarada.<br />
Y en ese momento repica otra vez el vergatario y Gregorio<br />
ve en la ventana el nombre de Kathy.<br />
Cuando Gregorio González vio en su<br />
vergatario el nombre de Kathy, pensó<br />
que seguramente era Jean Brillembourg<br />
otra vez, entonces <strong>con</strong>testó <strong>con</strong> cierta timidez:<br />
- Si.<br />
- Soy yo, Gregorio, Kathy, y quiero verte lo más rápido<br />
posible.<br />
- ¿En el parque?<br />
- Okey, voy saliendo.<br />
Juancho Pérez estaba discutiendo el mensaje del Presidente<br />
Chávez en la Asamblea Nacional. Todos sus compañeros<br />
hablaban de lo bueno que fue el discurso.<br />
- La oposición tiene que dialogar y dejar el odio y<br />
apartarse del golpe de estado y el magnicidio, en fin, que<br />
la oposición tiene que meterse en el juego democrático.-<br />
Dijo Pedro Mata.<br />
Y Cinthya Machado, que estaba abrazada a Juancho,<br />
dijo:<br />
- Nosotros también tenemos que cambiar el lenguaje,<br />
todo no puede ser <strong>con</strong>signas y <strong>con</strong>signas, hay que argumentar,<br />
hay que leer para defendernos mejor, basta de<br />
calificativos y burlas <strong>con</strong> los tipos de la oposición.<br />
418<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Tú como que estás reculando, Cinthya, déjate de vainas,<br />
amiga, nosotros tenemos que ser irreverentes siempre-<br />
dijo Moisés Gil.<br />
- Yo creo que ese discurso estuvo muy largo, pudo ser<br />
más corto, esos anécdotas del arañero y de Ernesto Samper<br />
y la cocaína del avión, ya los <strong>con</strong>ocemos de memoria.<br />
En fin, el mensaje estuvo bueno, pero pudo ser más corto.-<br />
Dijo Martín Núñez.<br />
Juancho Pérez tomó la palabra:<br />
- Lo importante, compañeros, es que tenemos que<br />
llevar esta discusión a la calle, no podemos permitir que<br />
pase lo que pasó <strong>con</strong> el parlamentarismo de calle, que no<br />
lo vimos, ahora tenemos que hacer verdad esa <strong>con</strong>signa:<br />
El pueblo legislador. Y empezamos <strong>con</strong> el mensaje del comandante.<br />
Y en eso sonó su vergatario. Vio que era Jenny Alcok, y<br />
se apartó para que Cinthya Machado no lo viera.<br />
Juancho Pérez se fue a un rincón mientras <strong>con</strong>tinuaba<br />
la discusión entre los militantes del PSUV, entonces <strong>con</strong>testó<br />
el teléfono.<br />
- Dime, mamita rica.<br />
- Mamita rica un carajo, pendejo, es Harold Salvatierra,<br />
el esposo de Jenny. Y te quiero decir una vaina, esta<br />
me la pagas, chavista marginal. Te aprovechaste de que<br />
estaba en Panamá para salir <strong>con</strong> mi esposa, cabrón.<br />
- Espere, amigo Salvatierra.<br />
- Amigo Salvatierra un carajo, yo no soy amigo de marginales<br />
como tú, de expropiadores de mujeres, vete al carajo,<br />
pero esta me la pagas.- Y cortó.<br />
419
Roberto Malaver<br />
Antes de salir para el Parque del Este a en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong><br />
Kathy Mendoza, Gregorio llamó a Juancho para <strong>con</strong>tarle<br />
lo que estaba pasando. Juancho se había acercado nuevamente<br />
al grupo para seguir discutiendo el mensaje presidencial,<br />
abrazó a Cinthya Machado y en ese momento le<br />
sonó el vergatario.<br />
- Caramba, mi amor, ese vergatario parece el del presidente.-<br />
Le dijo Cinthya y se lo quitó para responder ella.<br />
Cinthya Machado toma el teléfono de<br />
Juancho Pérez y atiende:<br />
- ¿Sí?<br />
- ¿Cinthya?<br />
- Si.<br />
- Es Gregorio, ¿qué tal?<br />
- Aquí, discutiendo el mensaje del Presidente <strong>con</strong> los<br />
compañeros, y ya Teodoro Petkoff se enteró de lo que discutimos,<br />
te paso a Juancho.<br />
Le entrega el vergatario a Juancho y le dice:<br />
- Es el compatriota, Gregorio.<br />
Juancho toma el celular y se aleja, porque presiente<br />
que su compañero Gregorio le va a comentar algo de<br />
la llamada que recibió hace un momento del esposo de<br />
Jenny Alcok, Harold Salvatierra. Se aleja un momento de<br />
Cinthya y pregunta<br />
- ¿Qué pasa, Gregorio?<br />
420<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Que hubo, hermano, estoy pasando por un problema<br />
serio, me llamó Jean Brillembourg formándome un peo<br />
porque ya lo sabe todo, y después me llamó Kathy diciéndome<br />
que quiere hablar <strong>con</strong>migo, yo prefiero antes hablar<br />
<strong>con</strong>tigo por si acaso me pasa una vaina, tú sabes cómo son<br />
los ricos de este país, por cualquier vaina <strong>con</strong>tratan a un<br />
sicario y te sacan del juego.<br />
- A mi también me está pasando casi lo mismo, me<br />
acaba de llamar Harold Salvatierra, el esposo de Jenny,<br />
y me dijo de todo. Pero ¿cómo se enteraron esos carajos<br />
de esa vaina?<br />
- Tú sabes que los ricos pagan gente para que vigilen a<br />
su gente, de alguna manera lo supieron.<br />
- Y ¿qué piensas hacer, Gregorio?<br />
- Por ahora, me voy a en<strong>con</strong>trar <strong>con</strong> Kathy en el Parque<br />
del Este.<br />
- Cuídate, hermano. Nos vemos.<br />
En Alto Prado, en la Quinta Prohibido Olvidar, Jean<br />
Brillembourg despide a su prima Keila Vollmer y a su<br />
amiga María Cecilia Salvatierra. Después que se van, se<br />
encierra en su estudio y busca el Triple Concierto de Beethoven.<br />
Coloca el CD en su el aparato reproductor y luego<br />
busca una botella de coñac, se sirve un trago y comienza a<br />
escuchar la música y piensa en Cinthya Machado. A pesar<br />
de que su esposa Kathy le ha dado lo mejor de sí, Jean sigue<br />
pensando en el cuerpo excitante de Cinthya. Toma un<br />
sorbo de coñac y piensa en voz alta:<br />
- ¿Por qué tuvo que meterse a chavista? Y ahora anda<br />
<strong>con</strong> esos chavistas para arriba y para abajo. Cómo se le<br />
ocurre traicionar a su clase social. Ella que lo tiene todo.<br />
421
Roberto Malaver<br />
Mientras Jean Brillembourg sigue <strong>con</strong> el cuerpo de<br />
Cinthya Machado en la cabeza, en otro lado de Alto Prado,<br />
en la Quinta El Paro se nos fue de las Manos, Harold Salvatierra<br />
está todavía <strong>con</strong> el celular en la mano. Había hablado<br />
<strong>con</strong> Juancho Pérez, por teléfono, porque su amiga<br />
María Cecilia Salvatierra le había dicho que su esposa estaba<br />
en el Centro San Ignacio <strong>con</strong> él.. Jenny estaba afuera<br />
y él la estaba esperando para que le <strong>con</strong>tara si era cierto<br />
lo que le habían dicho. Entonces, escuchó que la puerta<br />
del estacionamiento se abría, el Mercedes Benz de Jenny<br />
asomó en el garaje, Harold tomó una pistola y se fue acercando<br />
lentamente al carro.<br />
Son las diez de la noche y el grupo de<br />
chavistas que está reunido en la Calle<br />
Andrés Eloy Blanco, en el Barrio El<br />
Observatorio, del 23 Enero, decide marcharse<br />
a sus casas. Juancho Pérez invita a Cinthya<br />
Machado a quedarse en el rancho. Ella al principio lo<br />
duda, pero después le dice:<br />
- Está bien, Juancho, si una es revolucionaria, tiene que<br />
vivir aquí, como lo hizo Eduardo Fernández en su campaña<br />
electoral cuando lo llamaban el Tigre.<br />
Juancho entra al rancho y dice a sus viejos:<br />
- Cinthya se va a quedar esta noche <strong>con</strong> nosotros.<br />
La madre de Juancho, <strong>con</strong>testa.<br />
- Está bien, mijo, y perdone lo poco, señorita.<br />
- No se preocupe, señora Matea, yo también soy como<br />
ustedes.<br />
422<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Y junto <strong>con</strong> Juancho entra al cuarto.<br />
- Bueno, camarada, solo hay una cama y tenemos que<br />
compartirla.<br />
Cinthya sonríe y le dice.<br />
- ¿Te imaginas lo que diría mi amigo Jean Brillembourg<br />
si supiera que me estoy quedando en un rancho en<br />
el 23 de Enero?<br />
Ambos se desvisten.<br />
- Es mejor hacer el amor de una vez. Te <strong>con</strong>fieso Cinthya,<br />
que es la primera vez que en El Observatorio se ve un<br />
cuerpo tan maravilloso como el tuyo.<br />
Mientras tanto, en la quinta Prohibido Olvidar, Jean<br />
Brillembourg está escuchando el Concierto Número 2 de<br />
Brandenburg, de Bach. Está dirigiendo la orquesta imaginariamente,<br />
entonces se detiene y pone pausa en el aparato<br />
de sonido y prende la televisión, va directo al canal<br />
ocho y allí está el Presidente Chávez.<br />
- Aquí vamos a firmar un punto de cuenta por tres mil<br />
millones de bolívares para el poder Popular, para hacer<br />
viviendas.<br />
- Coño, este hombre nos está quitando los reales para<br />
dárselos a los pobres. Nos quiere igualar <strong>con</strong> esa chusma<br />
que no hace más que vivirse al gobierno. Así no vamos a<br />
ninguna parte. Y dígame esa vaina, Cinthya defendiendo<br />
este robo público, ¿qué dirá el señor Machado?<br />
Jean termina su discurso y se toma un coñac.<br />
En otro lado, en la quinta El Paro se nos fue de las Manos,<br />
Harold Salvatierra se acerca a su esposa Jenny Alcok<br />
que acaba de bajarse de su Mercedes Benz.<br />
423
Roberto Malaver<br />
- ¿Es cierto que te vieron <strong>con</strong> Ramón Pérez en el Centro<br />
San Ignacio?<br />
- Seguro que te lo dijo Keyla Vollmer, ella me vio allí<br />
saludando al novio de Cinthya, al chavista ese, Juancho,<br />
creo que se llama, o si no fue ella seguro que ella se lo dijo<br />
a María Cecilia y ella te llamó para meter cizaña.<br />
- Es verdad, mi amor, fue María Cecilia la que me llamó.<br />
Jenny le da un beso a Harold y sigue caminando hacia<br />
la casa. Harold guarda en un bolsillo el revólver que llevaba<br />
es<strong>con</strong>dido.<br />
Gregorio González está llegando al estacionamiento<br />
del Parque del Este para en<strong>con</strong>trarse <strong>con</strong> Kathy Mendoza<br />
y escucha una voz que le dice.<br />
- No te muevas, chavista marginal.<br />
Gregorio González siente en la espalda<br />
que le están clavando la punta de una<br />
pistola, entonces decide caminar hacia el<br />
Aveo <strong>con</strong> vidrios ahumados que está estacionado<br />
debajo de un apamate. Cuando llega, el delincuente<br />
que lo lleva a punta de pistola, abre la puerta de<br />
atrás y le dice.<br />
- Entra, chavista marginal, que ya te voy a echar el<br />
cuento<br />
Cuando Gregorio entra al vehículo, ve que allí está sentada<br />
Kathy Mendoza, <strong>con</strong> una venda en los ojos y un tirro<br />
en la boca, y adelante, está otro delincuente que lo apunta<br />
y le dice:<br />
424<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Levanta las manos y estíralas hasta aquí, para ponerte<br />
las esposas, pajarito.<br />
Gregorio hace lo que le indica el delincuente y rápidamente<br />
es esposado. El otro delincuente entra y cierra la<br />
puerta delantera.<br />
- Ahora te cuento, pajarito, los estábamos cazando, y ya<br />
hemos visto que han venido dos veces al Parque del Este<br />
y también sabemos que han hecho el amor en el carro. Tú<br />
eres vivo, chavista marginal, cómo te encanta una carajita<br />
burguesa, no. También sabemos que ella se llama Kathy y<br />
su esposo se llama Jean Brillembourg, y no sabe la cantidad<br />
de cachos que le está montando su esposita. Así que<br />
agarramos a Kathy en el estacionamiento del Centro Comercial<br />
San Ignacio, y te llamamos por el celular haciéndonos<br />
pasar por su esposo Jean, y seguro que te asustaste,<br />
pajarito, y después, una vez que llegamos aquí, obligamos<br />
a tu mujercita a que te llamara para que vinieras, y aquí te<br />
tenemos, ahora vamos a ver cómo hacen para pagarnos lo<br />
que vamos a pedir.<br />
En la quinta El paro se nos fue de las manos, Harold<br />
Salvatierra y Jenny Alkoc <strong>con</strong>versan mientras escuchan<br />
de fondo el Nocturno Numero 2 de Chopin.<br />
- Si mi amor, fue María Cecilia la que me llamó para<br />
decirme que te vieron <strong>con</strong> ese chavista que está saliendo<br />
<strong>con</strong> Cinthya Machado. Y entonces lo llamé y le dije un<br />
montón de cosas.<br />
- ¿Llamaste al chavista ese?<br />
- Si mi amor.<br />
- Y ¿cómo en<strong>con</strong>traste su teléfono?<br />
425
Roberto Malaver<br />
- Muy fácil, llamé a Cinthya Machado y le dije que me<br />
diera el teléfono del tal Juancho porque quería llamarlo<br />
para que me hiciera un trabajo. Y ella me lo dio, así que lo<br />
llamé y le formé un peo.<br />
- Entonces mi amor, toma mi celular y vuelve a llamarlo,<br />
y le pides disculpas al chavista ese.<br />
Mientras tanto, en el Barrio El Observatorio, Juancho<br />
Pérez y Cinthya Machado se despiden de la señora Matea.<br />
- Bueno, mamá, vengo mas tarde para llevarte al CDI y<br />
paso por Mercal y traigo la papa.<br />
- Bueno, hijo, ve <strong>con</strong> Dios.<br />
- Hasta luego, señora Matea, y gracias por todo.<br />
En ese momento repica el vergatario de Juancho y Cinthya,<br />
lo toma<br />
- Si<br />
- ¿Cinthya?<br />
- Si.<br />
- Es Jenny, Cinthy<br />
- Y ¿qué haces tú llamando a Juancho?<br />
Saliendo del Barrio El Observatorio,<br />
en el 23 de Enero, Cinthya Machado<br />
atiende el vergatario de Juancho Pérez y<br />
es Jenny Alcok quien le cuenta que su esposo Harold<br />
Salvatierra quiere pedirle disculpas a Juancho, porque<br />
le metieron un chisme y lo creyó. Cinthya le pasa el<br />
426<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
vergatario a Juancho y Harold le dice:<br />
- Discúlpeme, amigo, me equivoqué y creí lo que me<br />
dijeron, por eso lo llamé.<br />
- Tranquilo, señor Salvatierra, anoche, en el rancho le comentaba<br />
a Cinthya que seguro había sido una <strong>con</strong>fusión.<br />
- Y ¿Cinthya se quedó <strong>con</strong>tigo anoche en tu rancho?.<br />
- Bueno, señor Salvatierra ese no es su problema, hasta<br />
luego y está disculpado.<br />
Después que Juancho des<strong>con</strong>ectó su vergatario, Harold<br />
le dice a Jenny.<br />
- Anoche Cinthya se quedó <strong>con</strong> ese marginal en su rancho<br />
en el 23 de Enero, ahora sí se jodió el capitalismo, la<br />
burguesía nacional se va a vivir a los ranchos.<br />
Jenny se ríe del chiste de su marido, pero al mismo<br />
tiempo sabe que envidia a Cinthya porque está <strong>con</strong><br />
Juancho, y ella, piensa para sus adentros: “Yo también,<br />
<strong>con</strong> bastante gusto, pasaría la noche <strong>con</strong> Juancho en su<br />
rancho”.<br />
Mientras tanto, en el Parque del Este, Gregorio González<br />
y Kathy Mendoza están secuestrados por dos delincuentes<br />
que los tienen dentro de un Aveo que está estacionado<br />
cerca de un apamate.<br />
- Tengo sed. Dice Gregorio, y uno de los delincuentes<br />
dice:<br />
- Te busco un refresco y ya vuelvo, pero vete pensando<br />
en cómo nos van a pagar este rescate sin que se entere el<br />
señor Brillembourg, porque si se entera, ay chavista marginal,<br />
no lo vas a <strong>con</strong>tar.<br />
427
Roberto Malaver<br />
- El delincuente sale del Aveo y deja al otro cuidando<br />
a la pareja, y mientras camina hacia el kiosco donde venden<br />
los refrescos, no se percata de que un hombre lo está<br />
siguiendo. Antes de que llegue al kiosco, el delincuente escucha<br />
una voz que le dice.<br />
- Te paras ahí, carajito, y no te muevas que te descargo<br />
la pistola.<br />
Es un policía que le quita el arma y le dice que lo acompañe.<br />
En el Aveo, el otro delincuente baja el vidrio para<br />
respirar mejor, y al rato se escucha un disparo que llega<br />
directo a la cabeza del delincuente. Es un francotirador<br />
que lo estaba cazando. La policía llega al vehiculo y saca<br />
al delincuente muerto y libera a Kathy y a Gregorio. Un<br />
cuidador del parque había pasado el dato y gracias a eso<br />
la policía pudo hacer su trabajo.<br />
En la quinta prohibido Olvidar, Jean Brillembourg está<br />
escuchando la sinfonía número 40 de Mozart. La señora<br />
de servicio se acerca y le dice.<br />
- Está tomando mucho, señor Brillembourg, y usted es<br />
un hombre joven.<br />
Jean la ve y le pregunta.<br />
- ¿Tú también eres chavista, Tomasa?<br />
Jean Bruillembourg escucha cuando la<br />
señora de servicio le dice:<br />
- Si, señor Brillembourg, yo soy chavista, y si quiere le<br />
explico por qué.<br />
428<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- No me digas más nada, Tomasa. Y no te preocupes.<br />
No creas que ahora te voy a botar. Estás en tu derecho y se<br />
te respeta.- Dice Jean.<br />
- Y por favor, acércame el CD de Beethoven que quiero<br />
escuchar el Opus 61.<br />
Mientras tanto, en la quinta El paro se nos fue de las<br />
manos, Harold Salvatierra y Jenny Alcok están viendo por<br />
el canal ocho el debate en la Asamblea Nacional.<br />
- Tiene la palabra el diputado Ricardo Sánchez.<br />
Harold se acerca por detrás, la abraza y le dice.<br />
- ¿Esos son los tipos que nos representan a nosotros?<br />
¿Ese no es el que se graduaba en noviembre y todavía no<br />
ha salido del primer semestre en la Escuela de Estudios<br />
Internacionales?<br />
- Si, mi amor, ese es. Te digo una cosa, los chavistas nos<br />
están dejando en ridículo.<br />
- Es verdad, Jenny, pero no te olvides que eso es lo que<br />
tenemos, serán mediocres nuestros diputados, pero son<br />
nuestros.<br />
- Es que no tienen nada que ofrecer sino lo que ya <strong>con</strong>ocemos.<br />
- Y eso es lo mejor que tenemos, mi amor, lo que ya<br />
<strong>con</strong>ocemos.<br />
- Por ahora ese diputado Sánchez lo primero que debe<br />
hacer es ir a un gimnasio y ponerse a dieta.<br />
Harold va al bar y toma una botella de Buchannas de<br />
18 años. Toma dos vasos y le coloca hielo y sirve dos tragos.<br />
Después se acerca a Jenny y le dice.<br />
429
- Brindemos.<br />
Roberto Malaver<br />
- Sí, brindemos por el ridículo nacional que estamos<br />
haciendo en la Asamblea.<br />
Harold sonríe y toma un trago, y Jenny le dice.<br />
- ¿Y qué hablaste <strong>con</strong> Juancho?<br />
- ¿Qué Juancho?<br />
- El chavista que llamaste por teléfono<br />
- Ah, el compañero de Cinthya Machado, la capitalista<br />
metida a socialista que ahora nos quiere expropiar las<br />
tierras<br />
- Ese mismo<br />
- Bueno, mi amor le pedí disculpas, y él me dijo que se había<br />
quedado <strong>con</strong> Cinthya en su rancho comentando el caso.<br />
En ese momento sonó el blacbklerry de Jenny y vio que<br />
era Teodora, el nombre clave que le había dado Juancho<br />
Pérez. Entonces lo apagó rápidamente.<br />
- ¿Quien era, mi amor?<br />
- Ni me di cuenta, prefiero seguir hablando <strong>con</strong>tigo que<br />
ponerme a hablar por celular<br />
Harold se acercó y le dio un beso.<br />
- Te quiero, Jenny.<br />
- Y yo también, Harold.<br />
Mientras tanto, la policía había traslado a Kathy Mendoza<br />
y a Gregorio González a su sede. Después, la policía<br />
decidió que se marcharan y que no se divulgara el caso.<br />
Kathy le pidió a Gregorio que la acompañara al Centro San<br />
430<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Ignacio a buscar su vehículo, y subieron a un taxi. Cuando<br />
el chofer del taxi los vio, lo re<strong>con</strong>oció.<br />
- Gregorio, ¿qué es de tu vida?<br />
El chofer del taxi, Mauricio Rodríguez,<br />
re<strong>con</strong>oció a Gregorio y hablaron acerca<br />
del PSUV.<br />
- ¿Qué te parecen las nuevas directivas? - Le dijo Mauricio,<br />
y Gregorio primero le presentó a Kathy Mendoza, y<br />
ella le sonrío y le dio la mano, y después Gregorio dijo:<br />
- Es una nueva oportunidad que nos está dando el partido<br />
para ver si lo relanzamos.<br />
- Si, pero otra vez entraron muchos coleados, gente que<br />
uno <strong>con</strong>oce que está ahí por otra cosa<br />
- Hay que asumirlo, Mauricio, hay que asumirlo, porque<br />
eso después se va decantando y al final quedamos los<br />
que somos, los verdaderos revolucionarios<br />
- Si, Gregorio, lo malo es que cuando quedemos los revolucionarios,<br />
a lo mejor no queda la revolución.<br />
El taxi de Mauricio se estacionó al frente del Centro<br />
San Ignacio y allí, cuando Gregorio le quiso pagar, Mauricio<br />
le dijo:<br />
- No, camarada, tranquilo, y hasta luego señorita, espero<br />
verla en una reunión del PSUV.<br />
Kathy sonrío y se despidió.<br />
- Hasta luego, amigo.<br />
431
Roberto Malaver<br />
Cuando Gregorio y Kathy caminaban hacia la escalera<br />
para ir al estacionamiento, Kathy vio que Gregorio estaba<br />
viendo asombrado a una pava que estaba sentada en la<br />
mesa de un cafetín.<br />
- Esa es Cinthya Zuloaga, Gregorio, seguro está esperando<br />
al marginal que siempre la acompaña, si la quieres<br />
<strong>con</strong>ocer te la presento.<br />
- Nunca creí que fuera tan bella. Creía que era pura imaginación<br />
del compañero que siempre toma café <strong>con</strong> ella.<br />
Kathy se acercó a la mesa y, cuando Cinthya la vio, se<br />
puso de pie y le dio un beso.<br />
- Mira, Cinthya, <strong>con</strong>oce a este chavista.<br />
- Mucho gusto.<br />
- El gusto es mío, señorita<br />
- ¿Tú también andas como yo, <strong>con</strong> tu chavista encima,<br />
Kathy?<br />
Las dos sonrieron y Kathy dijo.<br />
- Parece que a nuestra gente en la oposición le falta lo<br />
que estos marginales tienen.- Otra vez sonrieron y Gregorio<br />
intervino...<br />
-Y su amigo, ¿ya está por llegar?<br />
- Seguro, por ahí debe venir subiendo, porque él llega hasta<br />
aquí en el metro, se baja en la estación de Chacao y sube.<br />
En ese momento se acercó el mesonero <strong>con</strong> la botellita<br />
de agua Evian, y viendo a Kathy dijo.<br />
- Se escaparan los ángeles, y perdone señorita, en dónde<br />
las hacen a ustedes así, tan bellas y buenotas.<br />
432<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
Y cuando vio a Gregorio, el mesonero dijo:<br />
- Y usted se en<strong>con</strong>tró también <strong>con</strong> su chavista, porque<br />
esa cara de marginal que tiene este muchacho no se la quita<br />
nadie.<br />
En la quinta El paro se nos fue de las manos, Jenny Alcok<br />
ha quedado sola porque Harold, después de tomarse<br />
unos tragos, decidió dormir un poco para levantarme más<br />
tarde. Entonces, ella, que también había tomado, sintió la<br />
necesidad de llamar a Juancho Pérez. Y en ese momento<br />
tocaron la puerta.<br />
- Toc. Toc. Toc.<br />
Jenny Alcok se acercó a la puerta y vio<br />
por el ojo de seguridad. Vio detenidamente<br />
y se dijo:<br />
- Será que estoy borracha y no lo sé.<br />
Era Leopoldo López. Abrió la puerta.<br />
- Qué tal, Leopoldo, ¿ya te habilitaron o sigues inhabilitado?<br />
- ¿Qué tal, Jenny?, vengo a buscar tu firma y la de Harold<br />
para que me apoyen en la Corte Interamericana. Tú<br />
sabes, aquí no hay justicia.<br />
- Harold no puede, porque está durmiendo, pero dime<br />
dónde firmo, aunque te <strong>con</strong>fieso que <strong>con</strong> eso no llegas a ninguna<br />
parte, <strong>con</strong> Ramos Allup allí no hay para más nadie.<br />
Leopoldo López sonrío y le dio la planilla a Jenny. Ella<br />
firmó y luego Leopoldo se marchó.<br />
433
Roberto Malaver<br />
Mientras tanto Juancho Pérez y Cinthya Machado estaban<br />
en la esquina el Conde, pendientes de la sesión de la<br />
Asamblea Nacional. Allí se <strong>con</strong>memoraban los 200 años<br />
del Primer Congreso.<br />
- ¿Qué fue lo que pasó aquí, mi amor?- le dijo Cinthya<br />
a Ramón y él le explicó:<br />
- El 2 de marzo de 1811 se instaló el primer <strong>con</strong>greso, y<br />
después, el 5 de julio, fue la declaración de independencia.<br />
Estamos de Bicentenario, Cinthya.<br />
Y en la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
enciende la televisión y mientras disfruta de un coñac, comienza<br />
a pasar por todos los canales y se detiene en el canal<br />
ocho. Está el poeta Gustavo Pereira dando el discurso<br />
de orden, dice el poeta:<br />
- Para mí, el olvido es la verdadera muerte.<br />
- Lo que viene es pura historia, seguro, estos chavistas<br />
la tienen cogida <strong>con</strong> la historia, menos mal que mi amigo<br />
el bodeguero Julio Borges, no cree en esa vaina.- Dijo<br />
Jean.<br />
La cámara hizo un paneo y Jean descubrió en el público<br />
a Cinthya Machado. Con una franela roja y una cinta<br />
roja en su pelirroja cabellera, lucía deslumbrante. A su<br />
lado estaba Juancho.<br />
- El marginal ese no la desampara, ese chavista sabe<br />
que esa mujer es lo máximo.- Se dijo Jean y terminó de<br />
tomarse el trago.<br />
Jean fue al bar y se preparó otro trago. Afuera se escuchaban<br />
los cantos de las guacharacas. Jean se asomó a la<br />
ventana y respiró profundo.<br />
434<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Se está acabando el país. Los chavistas nos están expropiando<br />
hasta las mujeres.<br />
Volvió al televisor y pensó en Kathy Mendoza.<br />
- Y ¿dónde estará Kathy? .- Se dijo y tomó su blackBerry<br />
y la llamó. Esperó un rato mientras oía el repicar del<br />
teléfono y luego escuchó la voz de Kathy que decía. “En<br />
este momento no puedo atenderlo, deje su mensaje y <strong>con</strong><br />
toda seguridad lo atenderé más tarde”.<br />
En el Centro San Ignacio, Kathy y Gregorio se despidieron<br />
de Cinthya Zuloaga y ya estaban sentados en el<br />
Porsche. En el momento en que Gregorio le iba dar un<br />
beso, repicó el celular de Kathy, ella vio que era Jean y lo<br />
dejó repicar. Gregorio la besó y de repente se escuchó toc.<br />
toc. toc. Alguien estaba tocando el vidrio.<br />
Una vez que entraron al vehículo, Kathy<br />
Mendoza y Gregorio González se<br />
abrazan fuertemente y comienzan a besarse.<br />
Están en el estacionamiento del<br />
Centro San Ignacio. De repente sienten que tocan<br />
el vidrio. Toc. Toc. Toc. Se separan y Kathy baja el vidrio y<br />
descubre a Leopoldo López.<br />
- ¿Qué tal, Kathy?.<br />
- Hola, Leopoldo.<br />
- Te ví bajar y decidí seguirte hasta aquí para pedirte<br />
que me des tu firma para ver si me habilitan..<br />
En ese momento interviene Gregorio y dice.<br />
435
Roberto Malaver<br />
- No firmes, Kathy. Aquí se ésta haciendo justicia y ese<br />
hombre debería estar preso por corrupto y por golpista.<br />
- ¿Quién es este chavista que te acompaña, Kathy?<br />
- Es un amigo.<br />
- Los chavistas no son amigos de nadie, Kathy.<br />
- Mejor acércate a la casa, Leopoldo, y hablamos allá.<br />
- Okey, Kathy, así aprovecho y le dijo a Jean que me<br />
firme también la planilla.<br />
- Nos vemos, Leopoldo.<br />
Mientras tanto, Jenny Alcok en la quinta El paro se nos<br />
fue de las manos, está tentada a llamar a Juancho Pérez.<br />
- Debe estar <strong>con</strong> la Cinthya, esa mujer tiene loco a Jean<br />
y a mi Juancho no lo desampara.<br />
Jenny piensa en el momento en que se en<strong>con</strong>tró <strong>con</strong><br />
Juancho y no olvida el placer que vivió, entonces decide<br />
llamar a su amiga Kathy.<br />
- Hola, Kathy, ¿cómo estás?<br />
- Bien, acabo de dejar a Gregorio en la UCV, parece que<br />
allí se va a armar la de Dios es Cristo.<br />
- Y ¿estaba Juancho?<br />
- A Juancho no lo he visto. Al que ví fue a Leopoldo<br />
López, que en el mejor momento que estaba viviendo <strong>con</strong><br />
Gregorio, llegó y me pidió la firma.<br />
- Por aquí también estuvo, amiga, buscando la firma.<br />
Así no se llega a ninguna parte.<br />
- Estoy llegando a la casa, Jenny, si quieres te llamo<br />
luego.<br />
436<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Okey, Kathy, nos vemos.<br />
Jean está viendo Globovisión y allí escucha a la rectora<br />
Cecilia García Arocha que dice:<br />
- Un grupo de estudiantes nos ha secuestrado. Con la<br />
violencia no se puede dialogar. Quemaron un vehículo.<br />
Jean decide ver ahora el canal ocho y está un estudiante<br />
diciendo.<br />
- Es mentira lo que dicen las autoridades universitarias.<br />
No hemos secuestrado a nadie, ni hemos quemado<br />
ningún vehículo.<br />
La cámara hace un paneo y Jean descubre a Juancho<br />
Pérez que está al lado del estudiante que habla y a su lado<br />
está la despampanante Cinthya Machado.<br />
- Dios mío, ésta mujer se <strong>con</strong>virtió en una Rosa de<br />
Luxemburgo. Y ¿a quién creerle? En este país pasan cosas<br />
increíbles todos los días. Con AD y Copei no pasaba esto.<br />
Jean Brillembourg sigue viendo el canal ocho mientras<br />
se sirve un coñac Remy Martín. En la pantalla se escucha<br />
la voz en off del estudiante del M28 que desmiente<br />
a la rectora, y la cámara muestra el cuerpo de Cinthya.<br />
Jean piensa:<br />
- El camarógrafo debe estar, como yo, asombrado por<br />
ese cuerpo.<br />
Y unos golpes en la puerta, interrumpen su pensamiento.<br />
437
Roberto Malaver<br />
Jean Brillembourg escucha que están<br />
tocando la puerta de su casa. Mira la<br />
pantalla y ve que es Leopoldo López. Se<br />
acerca. Abre la puerta y lo ve y le dice:<br />
- Puedes pasar <strong>con</strong> <strong>con</strong>fianza para verme limpiecito<br />
como un sol.<br />
Leopoldo sonríe y le muestra la planilla.<br />
- Quiero que me firmes la planilla para pedir en la Corte<br />
Interamericana que me habiliten.<br />
Jean lo invita a tomarse un coñac, pero Leopoldo le<br />
dice:<br />
- Estoy apurado, tengo que buscar miles de firmas para<br />
ver si me quito esta deshabilitación que me echaron encima.<br />
- Te la echaron encima porque te la mereces, Leopoldo.<br />
No sólo te quedaste <strong>con</strong> unos reales sino que todos te vimos<br />
participando en el golpe de abril.<br />
- ¿No me digas que ahora te metiste a chavista?”.<br />
- No, lo que pasa es que soy sincero, y creo que debemos<br />
ser decentes.<br />
- ¿Ser decentes? Te volviste loco, Jean.<br />
- Dame la planilla que te la firmo, por solidaridad, pero<br />
quiero que sepas que estoy de acuerdo <strong>con</strong> la medida.<br />
Leopoldo escucha que está hablando Alberto Nolia en<br />
la casa, lo busca y ve que está en el canal ocho, la televisión<br />
está prendida.<br />
- Y ahora estás viendo el canal ocho, Jean.<br />
- Si, trato de saber lo que informan los dos lados.<br />
438<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Allí no informan, amigo, allí te adoctrinan y eso fue lo<br />
que te hicieron.<br />
Leopoldo López se va <strong>con</strong> la planilla firmada y Jean Brillembourg<br />
se sienta frente al televisor. Desde la Feria del<br />
Libro están trasmitiendo el programa Dando y Dando.<br />
- También hacen ferias del libro. Definitivamente nos<br />
descuidamos. Nos pusimos a creer en la gente de E<strong>con</strong>oinvest<br />
y nos estafaron. Porque creemos que tenemos<br />
la gente más inteligente y miren ese montón de chavistas<br />
entre libros y escuchando foros y haciendo ese programa<br />
<strong>con</strong> ese malandro de Alberto Nolia.<br />
Mientras está viendo lo que pasa en la Feria del Libro<br />
a través del canal ocho, Jean escucha el ruido del Porsche<br />
de Kathy Mendoza, su esposa, que se acerca. En verdad no<br />
sabe cuándo fue la última vez que la vio. Kathy entra y le<br />
da un beso. Y luego ve que está viendo el canal ocho.<br />
- Ahora por lo visto te encanta ver el canal ocho.<br />
- Si, mi amor, estoy viendo que están celebrando una<br />
feria del libro y están entrevistando a escritores.<br />
- No creas que van a entrevistar a tu admirada Cinthya<br />
Machado, porque esa no escribe.<br />
- No escribe, pero lee, y cada día lee más, la última vez<br />
que la ví estaba leyendo El Capital, de Carlos Marx.<br />
- Es verdad, ahora es chavista, porque desde que está<br />
saliendo <strong>con</strong> Juancho, está adoctrinada.<br />
Kathy le vuelve a dar un beso a Jean y en ese momento<br />
repica su blackberry. Jean lo toma y ve en la pantalla que<br />
dice Teodora, y le pregunta:<br />
- ¿Quién es Teodora, mi amor?<br />
439
Roberto Malaver<br />
El blackberry de Kathy Mendoza repicó,<br />
y su esposo, Jean Brillembourg vio<br />
que en la pantalla decía Teodora.<br />
- ¿Quién es Teodora? - Le preguntó Jean.<br />
- Esa es una señora que <strong>con</strong>ocí en el San Ignacio, dijo<br />
que quería <strong>con</strong>tarme muchas cosas y me dio su número de<br />
teléfono para que la llamara, pero mejor la atiendo después.<br />
Vamos a ver qué dice nuestro canal Globovisión.<br />
Kathy tomó el <strong>con</strong>trol y cambió el canal ocho y se fue<br />
directo a Globovisión. Allí estaban Eduardo Fernández y<br />
Oswaldo Álvarez Paz hablando de sus candidaturas. Jean<br />
se llevó las manos a la cabeza.<br />
- No es posible, <strong>con</strong> estos tipos no se va a ninguna parte.<br />
Lo que falta es que Teodoro Petkoff también se lance.<br />
Kathy sonrió y le dijo:<br />
- Voy al bar a buscar una botella de coñac.<br />
- Gracias, mi amor, así es la única manera de soportar<br />
a estos miembros de Inager.<br />
Mientras caminaba al bar, Kathy le iba escribiendo un<br />
mensaje a Teodora, que como todos saben, es el nombre que<br />
Gregorio González le dio para que lo colocara en el celular.<br />
Kathy escribió: “Mi amor, no me llames a la casa, es mejor<br />
que me pongas mensajes, hoy por poco Jean me descubre.<br />
Mañana te llamo y nos vemos. Besos”.Después que lo envió,<br />
borró el mensaje y llegó <strong>con</strong> dos copas y la botella.<br />
- ¿Qué hay de nuevo, viejo?.- Le dijo a Jean. Este sonrío.<br />
- Todavía te acuerdas del Conejo de la Suerte, Kathy,<br />
esos sí son valores, los que vimos en Disney, no estos ti-<br />
440<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
pos que nos quieren llevar a las Cuevas de Altamira, puro<br />
pasado, mi amor, puro epicantropus Erectus.<br />
Brindaron y siguieron viendo el debate.<br />
Mucho más allá de la quinta Prohibido Olvidar, de la<br />
familia Brillembourg-Mendoza, en el Barrio El Observatorio,<br />
en el 23 de Enero, Juancho Pérez discutía <strong>con</strong> sus<br />
compañeros las cinco líneas Estratégicas de Acción Política<br />
del Partido Socialista Unido de Venezuela. Estaban<br />
discutiendo el tercer punto: Convertir el partido en un poderoso<br />
medio de propaganda y comunicación. Allí tenia la<br />
palabra el “viejo Marx”, como popularmente <strong>con</strong>ocían al<br />
señor Marcos. Y en eso, repicó el vergatario de Juancho,<br />
se alejó a <strong>con</strong>testar y era Jenny Alcok.<br />
- Tú no me quieres llamar más nunca, Juancho.<br />
- Claro, Jenny, lo que pasa es que tengo un compromiso<br />
<strong>con</strong> el partido.<br />
- Olvídate del partido, el partido no te va a dar lo que<br />
yo te estoy dando.<br />
- No se trata de eso, Jenny, se trata de otra cosa, es la<br />
política, entiendes.<br />
- Yo sólo quiero volver a verte, Juancho. Dime cuando, si<br />
quieres me voy ahorita para tu rancho en el barrio ese que<br />
llaman El Observatorio, y me quedo de una vez <strong>con</strong>tigo.<br />
- Jenny, Jenny, ¿<strong>con</strong> quién hablas, mi amor?.<br />
En ese momento entró al cuarto Harold Salvatierra y<br />
sorprendió a Jenny hablando por celular.<br />
441
Roberto Malaver<br />
Harold Salvatierra comprendió que su<br />
esposa Jenny ALcok le estaba mintiendo.<br />
Esa Teodora que aparecía en la<br />
pantalla del teléfono no era una mujer,<br />
era un hombre. Jenny también supo en la<br />
mirada de su esposo que él lo sabía todo. Entonces<br />
Harold le dijo:<br />
- Seamos sinceros, Jenny, este régimen chavista no<br />
solo ha acabado <strong>con</strong> el país, sino que también quiere acabar<br />
<strong>con</strong> nuestras vidas.<br />
Jenny lo abrazo.<br />
- Es cierto, Harold, lo mejor sería irnos del país por un<br />
tiempo, hasta que caiga esta dictadura.<br />
- Eso te quería decir, Jenny, podemos irnos a Panamá,<br />
donde está mi socio Heinz, y allá nos olvidamos por un<br />
tiempo del tirano que gobierna lo que queda de país.<br />
- De acuerdo. -dijo Jenny, y los dos se abrazaron fuertemente.<br />
También en la quinta Prohibido Olvidar, Jean Brillembourg<br />
y Kathy Mendoza <strong>con</strong>versaban.<br />
- Mejor nos vamos de este campamento, mi amor, No<br />
soporto más la dictadura.<br />
Kathy pensó por un instante en Gregorio González, y<br />
supo que su vida no podía depender de un marginal chavista,<br />
que eso no tenia sentido, que una Mendoza que se<br />
respete tiene que andar <strong>con</strong> gente de su clase, y entonces<br />
le dijo a Jean:<br />
- Tienes razón, Jean, perdámonos. Huyamos de este<br />
país que ya no es nuestro, es de los chavistas.<br />
442<br />
Humor <strong>con</strong> <strong>humor</strong> se paga<br />
- Por ahora, mi amor, por ahora.<br />
Y los dos se besaron apasionadamente.<br />
Juancho Pérez y Gregorio González estaban en una reunión<br />
en el <strong>con</strong>sejo comunal del Barrio el Observatorio.<br />
Allí <strong>con</strong>tinuaban discutiendo las cinco líneas estratégicas<br />
del partido. Juancho, viendo a Gregorio, le dijo:<br />
- Compañero, vamos a tener que abandonar a la burguesía,<br />
porque lo que nos viene por delante es la campaña<br />
presidencial.<br />
- Es verdad, compatriota, Ramón, la oposición que siga<br />
buscando su candidato, nosotros buscamos al pueblo<br />
- Si, compatriota, lo que nos queda por delante es trabajo<br />
y trabajo y más trabajo.<br />
En la tarde, cuando Jenny y Harold estaban en el aeropuerto<br />
internacional esperando el vuelo de Copa que los<br />
llevaría a Panamá, de repente Jenny escucha que la llaman.<br />
Es Kathy.<br />
- ¿Qué tal, Jenny?<br />
Se saludan, y Harold y Jean se estrechan las manos.<br />
- ¿También abandonan la dictadura? . - Preguntó<br />
Jean.<br />
- Si, nos vamos a Panamá, Jean, a trabajar <strong>con</strong> mi socio<br />
Heinz.<br />
- Nosotros también vamos a Panamá, y es bueno que<br />
nos en<strong>con</strong>tremos allá, para celebrar alguna cosa que haya<br />
que celebrar.<br />
443
Roberto Malaver<br />
Por los parlantes se escucha que la línea Copa está llamando<br />
a los pasajeros para el embarque por la puerta 15.<br />
Jenny, Kathy, Harold y Jean, toman sus equipajes y avanzan<br />
<strong>con</strong> sus pasaportes en las manos.<br />
Mientras tanto, en el Consejo Comunal, en El Observatorio,<br />
en el 23 de Enero, Juancho y Gregorio escuchan al<br />
compatriota Mario que dice:<br />
- Lo importante es alcanzar la mayor suma de felicidad,<br />
compañeros.<br />
De fondo se escucha a José Alfredo Jiménez cantando<br />
el Rey.<br />
444<br />
índice<br />
CAROlA CHávEz<br />
O sea, me choca el comunismo _____________ 7<br />
EARlE HERRERA<br />
Al Presidente <strong>con</strong> <strong>humor</strong> ____________________ 51<br />
IváN lIRA _______________________________________________________________ 89<br />
AUGUSTO HERNáNdEz<br />
Método para el aplauso opositor ____________ 93<br />
lUIS bRITTO GARCíA<br />
Los matavotos ______________________________ 131<br />
OMAR CRUz __________________________________ 227<br />
RObERTO HERNáNdEz MONTOyA<br />
Nuestra izquierda caviar ____________________ 231<br />
ClOdOvAldO HERNáNdEz<br />
La profecía del cadáver insepulto ___________ 319<br />
RÉGUlO PÉREz _______________________________ 357<br />
WIllIAM OSUNA<br />
Presidente amigo ___________________________ 361<br />
RObERTO MAlAvER<br />
Échame a mí la culpa _______________________ 367