Impacto de la industria petrolera sobre el desarrollo equitativo en ...

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
Impacto de la industria petrolera sobre el
desarrollo equitativo en cuatro zonas de
Huimanguillo, Tabasco
Dinora Vázquez-Luna 1 , Pilar Alberti Manzanares 1 , Joel Zavala Cruz 2 ,
Elizabeth Hernández Acosta 3, Miguel Escalona Maurice 1 y Ruth de Celis Carrillo 4
1 Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo. Correo electrónico: dinovaz@colpos.mx
2 Colegio de Postgraduados, Campus Tabasco.
3 Universidad Autónoma Chapingo
4 Centro de Investigación Biomédica de Occidente,
Resumen
En México el desarrollo basado en la industria petrolera ha deteriorado los suelos y los
recursos naturales del sureste del país; sin embargo, no hay estudios que vinculen sus efectos
sobre el desarrollo equitativo de los habitantes en zonas contaminadas. Por ello, el objetivo
del trabajo fue analizar desde la perspectiva de género, los efectos sociales de la industria
petrolera sobre el desarrollo equitativo de las familias en cuatro zonas de los ejidos de
Huimanguillo, Tabasco (Rovirosa, El Paraíso, La Ceiba y Gurría), los cuales se ubican a una
distancia de 0.5, 2.5, 7 y 12 km al sur de la petroquímica La Venta. Se realizaron encuestas
con enfoque de género y salud, a las familias para investigar sobre los efectos de la
contaminación. Los resultados se compararon con la información obtenida de una entrevista
hecha a un médico de la zona. En general, la paternidad y la maternidad aún no se han
asumido en forma equitativa. Los indicadores socioeconómicos diferenciados por género en la
pareja y el nivel de escolaridad, no fueron afectados por la cercanía o lejanía de las principales
fuentes de contaminación, pero sí las actividades productivas e ingresos. Además, se encontró
evidencia estadística que refleja un aumento de las enfermedades de origen alérgico, lo que
disminuye la calidad de vida y la equidad de las familias al dejar a las personas afectadas en
desventaja fisiológica, intelectual, funcional y económica.
Palabras clave: Alergias, asma, contaminación ambiental, género, hidrocarburos.
Abstract
In Mexico, national development based on the oil industry has affected the soils and other
natural resources in the southwest of the country. There are, however, no studies linking these
effects with the equitable development of the inhabitants of the polluted zones. Therefore, the
objective of this study is to analyze, from a gender perspective, the social effects from the oil
industry on the equitable development of the families in four areas of the ejidos of
Huimanguillo, Tabasco (Rovirosa, El Paraiso, La Ceiba, and Gurria), located 0.5, 2.5, 7, and
12 kilometers to the south of the La Venta petrochemical plant. Surveys designed with a
gender- and health-based approach were applied to gather information on the effects of
pollution, using families as the units of analysis. The results were compared with an interview
given by a doctor from the area. Generally speaking, the responsibilities of fatherhood and
motherhood have still not been fairly assumed. Socioeconomic indicators differentiated by
gender in the couple, as well as the degree of schooling, were not affected by the distance
6

Vázquez-Luna et al.
from the main sources of pollution, whereas productive activities and income were. Moreover,
there was statistical evidence that reflected an increase in allergic diseases. This decreases
quality of life and equity within families puts affected individuals at a physiological,
intellectual, functional, and economic disadvantage.
Keywords: allergies, asthma, environmental pollution, gender, hydrocarbons.
Introducción
El desarrollo en México durante mucho
tiempo fue sinónimo de crecimiento
económico y financiero, esto propició el
incremento en la infraestructura de
transportes y las industrias energéticas y
de comunicaciones (Sunkel, 2006). Sin
embargo, este desarrollo económico y
financiero no se ha reflejado en el
mejoramiento del entorno social (Brown,
2005), humano (Max-Neef et al., 2010) y
medio ambiental (Rivera-Cruz y
Trujillo-Narcía, 2004).
En Tabasco la contaminación ambiental
y la generación de residuos son
provocados por la extracción,
conducción, transporte y depósito de
lodos de perforación por parte de la
industria petrolera, lo cual genera
impactos negativos en los recursos
naturales, principalmente el suelo
(Trujillo et al., 1995; Rivera-Cruz y
Trujillo-Narcía, 2004) y el agua (Adams
et al., 1999). Los niveles de
contaminación varían mucho, según la
fuente de hidrocarburos y la antigüedad
de las instalaciones petroleras, ya que los
suelos sufren procesos de degradación
física (Li et al., 1997; Martínez y López,
2001), química (Martínez y López, 2001)
y biológica (Rivera-Cruz et al., 2002);
por lo tanto, la disminución en la
capacidad actual (Rhodes y Hendricks,
1990) y potencial de dicho recurso para
producir bienes y servicios (FAO et al.,
1980), altera la sustentabilidad y
7
productividad de dicho recurso, lo que
resulta en conflictos sociales en las zonas
afectadas (Avellaneda, 2005).
Por otro lado, el cambio climático y la
contaminación ambiental resultado del
flujo vehicular intenso y las emisiones
industriales, aumentan el riesgo de
enfermedades respiratorias (Gavidia, et
al., 2009) y pueden influir en el
incremento de las enfermedades
alérgicas (Terán, et al., 2009), como
asma, rinitis alérgica y bronquitis
crónica, las cuales tienen orígenes
comunes en la exposición a alérgenos y
la consecuente sensibilización alérgica
(Sacre-Hazouri, 2006). En el mundo
estas patologías afectan entre 15 y 30%
de la población; en México, constituyen
un problema de salud pública (Terán, et
al., 2009). Se ha pronosticado que para
el año 2012 el estado de Tabasco tendrá
el segundo lugar en incidencia de asma
bronquial (Roa-Castro et al., 2009). Por
lo que en este lugar, resulta importante
estudiar la salud como un proceso
complejo determinado por factores
biológicos, medio ambientales y sociales
(Nieves, 1998) cuya interrelación con
todos ellos, tiene un papel importante
desde la perspectiva de género
(Colombara, 2006) y el desarrollo
humano (PNUD, 2007; Max-Neef et al.,
2010).
El concepto de género no es sinónimo de
sexo (Castaño-López et al., 2006), sino
que se refiere al estudio del significado
social referido a las diferencias entre

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
hombres y mujeres, concretándose en la
división de roles, acceso, uso de los
recursos (PAHO, 2006), asignación de
responsabilidades y relaciones de poder
(Rohlfs et al., 2000). Alberti (2004)
define género como una categoría
teórica-metodología que analiza la
construcción social de la diferencia
sexual, cuestiona las relaciones
desiguales de poder entre hombres, entre
mujeres, y entre hombres y mujeres, y
propone el cambio hacia la equidad e
igualdad en la sociedad.
Lo anterior muestra la compleja
situación social y ecológica de la
contaminación, por ello el objetivo de
este estudio es analizar, desde la
perspectiva de género, los efectos
sociales que tiene la contaminación por
hidrocarburos de petróleo sobre el
desarrollo equitativo de cuatro ejidos en
Huimanguillo, Tabasco.
Materiales y Métodos
La zona de estudio se seleccionó
tomando como referencia la
petroquímica “La Venta”, al oeste de
Tabasco. Se eligieron cuatro zonas
rurales situadas en una planicie aluvial
sujeta a inundación dentro de los
siguientes ejidos: José N. Rovirosa, El
Paraíso, La Ceiba Sección Primera y
Francisco Trujillo Gurría, cuyas
comunidades se ubican al sur y guardan
una distancia de 0.5, 2.5, 7 y 12 km,
respecto a la industria. El primer ejido
presenta pozos petroleros, la
petroquímica y un derrame de petróleo
antiguo; el segundo y tercer ejido se
sitúan entre pozos petroleros, y el cuarto
carece de instalaciones petroleras. La
selección se realizó según los vientos
dominantes y las distancias de acuerdo a
8
lo reportado por San Sebastián et al.
(2001).
Fundamento teórico. La presente
investigación se fundamenta en la línea
de pensamiento "género, medio ambiente
y desarrollo sustentable", basada en el
enfoque conocido como "género en el
desarrollo" (GED), consolidado en la
década de los noventas (Nieves, 1998), y
que parte del principio de no tratar de
integrar a las mujeres en los procesos de
desarrollo existentes, sino de construir
alternativas para transformar las
relaciones sociales desiguales, hacia una
mayor autonomía y empoderamiento, y a
su vez, analiza las contribuciones de las
mujeres dentro y fuera del ámbito
doméstico, ya que ellas desarrollan de
manera simultánea roles productivos y
reproductivos (Colombara, 2006), por lo
que promueve y consolida cambios
profundos en las estructuras sociales,
económicas y políticas prevalecientes.
De tal forma que el enfoque de género es
un instrumento válido en el diseño,
ejecución y evaluación de políticas que
impulsan la equidad e igualdad entre
hombres y mujeres, y propician una
mejor distribución de los recursos
(Laguna et al., 2004).
Por otro lado, el estudio se basa en el
concepto de “desarrollo a escala
humana”, que se fundamenta en los
efectos sinérgicos de la auto dependencia
como condición, medio y valor para
alcanzar la satisfacción de las
necesidades humanas (Max-Neef et al.,
2010), un desarrollo humano que incluya
aspectos de salud, educación e ingresos
(PNUD, 2007) y que disminuya la
brecha de desigualdad entre géneros
(López-Calva et al., 2003).

Las técnicas que se aplicaron fueron
cualitativas (Taylor y Bogdan, 1996;
Tarrés, 2001) y cuantitativas (Ibarrarán y
Robles, 2003). Se hicieron encuestas
(Rojas, 2008) y una entrevista a
profundidad (Vela-Peón, 2001; Álvarez-
Gayou, 2003), para obtener la
información.
La unidad de análisis en las encuestas
fueron las familias (Hernández et al.,
2004). La perspectiva de género fue
importante en todos sus apartados, bajo
un enfoque analítico e integrador (Rohlfs
et al., 2000). El cuestionario consistió de
tres apartados (socioeconómicos,
relaciones de género y efectos por la
contaminación). Por lo tanto, la primera
sección se centró en indicadores
socioeconómicos (escolaridad, ocupación,
ingreso y tiempo de esparcimiento)
diferenciados por género en la pareja. El
segundo apartado se basó en las
relaciones de equidad de género dentro
de la familia, donde se evaluó la
colaboración en las actividades del
hogar, la contribución económica en el
interior de la familia y la participación en
el cuidado de hijas e hijos enfermos(as).
En la tercera parte de la encuesta se
recabó información sobre la
contaminación ambiental, las enfermedades
alérgicas diagnosticadas por
especialistas médicos y sus efectos sobre
la salud de las personas afectadas. Todas
las preguntas fueron de opción múltiple
y se encuestó a más del 75% de las
familias por zona.
Se realizó una entrevista con el médico
cercano a la petroquímica, para conocer
su percepción acerca de la
contaminación y sus posibles efectos
sobre el desarrollo equitativo de las
personas.
Vázquez-Luna et al.
9
Análisis de los resultados. La presente
investigación es de tipo mixto (Sampieri
et al., 2008), debido a que se utilizaron
herramientas de análisis cuantitativo
(encuestas) y cualitativo (entrevista),
pues el empleo de ambos enfoques y
herramientas ayudan a corregir los
sesgos propios de cada metodología
(Fernández y Pértegas, 2002). El
razonamiento cuantitativo se basó en el
análisis estadístico no paramétrico, en
donde los resultados se procesaron
mediante el software estadístico
DYANE versión 3.0, mediante la prueba
de chi cuadrada en tabulación cruzada
con un nivel de significancia de 95% y
una probabilidad ≤ 0.05, y se realizaron
las correlaciones correspondientes. Los
aspectos sociales fueron analizados
cualitativamente desde el enfoque GED
(Alberti, 2004; Colombara, 2006), salud
(Gómez, 2002) y desarrollo sustentable
con equidad de género (Nieves, 1998).
Resultados y Discusión
1. Familias afectadas por la
contaminación por petróleo
Se encontraron diferencias significativas
(p ≤ 0.05) en los eventos de riesgo
ambiental derivados de la actividad
petrolera. Según los datos, en Rovirosa
el 100% de las familias han sufrido
eventos de riesgo ambiental producto de
ruptura de ductos, 87.5% en Paraíso,
16.67% en la Ceiba y 57.14% en Gurría.
Esto es importante, debido a que el suelo
y el agua podrían estar contaminados, y
afectar su producción agrícola y
pecuaria.
2. Efectos sobre indicadores
socioeconómicos diferenciados por
género en la pareja. Escolaridad. No se
hallaron efectos de la contaminación

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
sobre el grado de escolaridad de hombres
y mujeres. Sin embargo, en todos los
ejidos se encontró una mayor escolaridad
en ellos, que en ellas. Ante esto,
Hernández-Sánchez (2004) señala que
las mujeres tabasqueñas del medio rural
tienen menor oportunidad de educación,
y no cuentan con las condiciones viables
para acceder a un trabajo calificado, ya
que el grado de formación es uno de los
agentes determinantes de la posición
laboral, la independencia económica y la
autonomía (Martínez-Benlloch, 2004).
En Tabasco, el promedio de escolaridad
de la población mayor de 15 años es de
7.8 para las mujeres y 8.3 para los
hombres; además, existen rezagos
educativos mayores en mujeres (10.3%)
que en hombres (6.7%) (INEGI, 2008).
Cabe mencionar que el valor de la
educación en las relaciones de género es
importante porque cambia la percepción
de la maternidad y la paternidad; a
mayor educación, mayor criterio para
disminuir el número de embarazos y
mayor posibilidad de compartir en la
pareja tareas vinculadas con el cuidado y
la socialización con hijos e hijas (Ariza y
De Oliveira, 2001). Por otra parte, la
educación media es señalada como factor
clave para incidir sobre la equidad, el
desarrollo integral y el ejercicio de
ciudadanía plena (Stacki y Monkman,
2003).
Ocupación. Según los resultados, las
mujeres tienen más ocupaciones que los
hombres, siendo las labores del hogar el
rol preestablecido (Cuadro 1). En el caso
de los hombres, sus actividades son
diferentes en cada ejido.
Las mujeres tienen ocupaciones
múltiples e incluyen actividades dentro
del hogar, como rol preestablecido. Por
10
su parte, los hombres sólo realizan una
actividad, ya sea como empleado,
obrero, transportista, pescador u otra. En
principio, esto se explica debido a la
división tradicional del trabajo en las
actividades productivas, basada en una
construcción social de diferenciación
entre sexos, en donde a la mujer se le
caracteriza como reproductora,
encargada de la esfera doméstica
(Hernández-Sánchez, 2004) y en su rol
de madre (Ciselli, 2002). Asimismo, esta
división entre hombres y mujeres
provoca la desigualdad social para las
mujeres, disminuye el bienestar personal,
y desequilibra las relaciones de pareja
(Martínez-Benlloch, 2004). En la
actualidad, las mujeres se han ido
incorporando al mercado laboral de
forma creciente (Meler, 2008), aunque
siguen realizando la mayor parte del
trabajo no remunerado, como el que
comprende las actividades domésticas
(INEGI, 2008). Esta incorporación
laboral ha traído mayor carga de trabajo
para las mujeres, debido a que sus
responsabilidades laborales se suman a
las tareas domésticas e incrementan la
carga de trabajo y el riesgo de perder la
salud (Hernández-Sánchez, 2004).
Ingreso.
Estadísticamente el tipo de ingreso de los
hombres fue diferente en las zonas
cercanas a la petroquímica que el de las
zonas alejadas; en el caso de las mujeres,
éstos fueron similares (Cuadro 2), ya que
el trabajo generador de ingresos
monetarios realizado por mujeres a cargo
de "tareas domésticas", se define
socialmente como secundario y
complementario del ingreso de los
hombres (Ciselli, 2002), de manera que
no se contabiliza en el producto interior
bruto, y se crea la idea equivocada de

Vázquez-Luna et al.
Cuadro 1. Ocupación de mujeres y hombres en los ejidos del área de estudio
Ocupación Sexo
(%)
Rovirosa Paraíso La Ceiba Gurría
Hogar Mujer ‡ 50 100 100 100
Hombre † - - - -
Empleado (a)
Mujer
Hombre
-
-
-
25.0
16.7
-
-
-
Autoempleado (a)
Mujer
Hombre
-
-
12.5
-
-
-
-
-
Campesino (a)
Mujer
Hombre
50.0
-
-
25.0
-
16.7
-
-
Estudiante
Mujer
Hombre
-
50.0
12.5
-
-
-
-
-
Obrero (a)
Mujer
Hombre
-
50.0
-
12.5
-
16.7
-
-
Limpieza de suelos
Mujer
Hombre
-
50.0
-
-
-
-
-
-
Transportista
Mujer
Hombre
-
-
-
-
-
16.7
-
-
Comerciante
Mujer
Hombre
-
-
-
25.0
-
-
-
-
Pescador (a)
Mujer
Hombre
-
-
-
-
-
-
-
100.0
Otro
Mujer
Hombre
50.0
-
-
12.5
-
50.0
14.3
-
‡ Chi cuadrado con 27 grados de libertad = 20.2606 (p = 0.8196)
† Chi cuadrado con 36 grados de libertad = 52.0833 (p = 0.0404)
Indican valor numérico igual a 0
Cuadro 2. Tipo de ingreso de mujeres y hombres en los ejidos del área de estudio
Tipo de
ingreso
Salario fijo
Pensión fija
Salario variable
Ingresos por ventas
Ninguno
Sexo
‡ Chi cuadrada con 12 grados de libertad (4.5255, p 0.9720)
† Chi cuadrada con 12 grados de libertad (26.0741, p 0.0105)
- Indican valor numérico igual a 0
Rovirosa
11
Paraíso
La Ceiba
Mujer
(%)
‡ - 12.5 16.7 -
Hombre † 50.0 25.0 66.7 -
Mujer - - - -
Hombre 50.0 - - -
Mujer - - - -
Hombre - 12.5 16.7 -
Mujer 50.0 12.5 - 14.3
Hombre - 50.0 - 100.0
Mujer 50.0 75.0 83.3 85.7
Hombre - 12.5 16.7 -
Gurría

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
que las mujeres no son productivas. Por
otro lado, según cifras de INEGI (2008),
en Tabasco las mujeres profesionistas
ganan en promedio $10 pesos menos por
hora que los hombres, y tienen una sobre
jornada de trabajo mayor a 11.7 horas,
cifra mayor que el promedio nacional
(10.4 hrs.), por lo que el ingreso de ellas
en la mayoría de los casos será menor y
representará una mayor carga de trabajo
(Tuñón et al., 2007).
Existe una disminución de las
actividades primarias (agricultura y
ganadería), como posible efecto de la
contaminación de suelos o la
disminución de su fertilidad, lo que
favorece el desarrollo de las actividades
secundarias (comercio, empleos y
autoempleos), y propicia la
diversificación de actividades e ingresos,
esto se debe a que la explotación de
hidrocarburos organiza la vida social
alrededor del trabajo industrial (Moreno,
2003).
Tiempo de esparcimiento. En general, el
tiempo de esparcimiento de mujeres y
hombres mostró una tendencia a
reducirse en los ejidos más alejados de la
petroquímica, y se observó que las
mujeres tienen el doble de tiempo de
esparcimiento que los hombres (Figura
1). Sin embargo, es necesario aclarar que
las mujeres consideran tiempo libre
aquél que pasan con sus hijos e hijas,
jugando con ellos(as) y atendiéndoles, de
manera que el tiempo dedicado a ellas
mismas y a sus intereses personales es
mucho más limitado que el que utilizan
los hombres. Por otro lado, el tiempo de
12
esparcimiento y diversión se percibe de
manera similar por hombres y mujeres,
ya que las actividades más comunes son
ver televisión, dormir y platicar con
amistades. Aunque los hombres suelen
realizar mayor variedad de actividades
fuera del hogar.
Otro punto importante es que el ejido El
Paraíso fue el único en donde los
encuestados y las encuestadas
expresaron dedicar parte del tiempo libre
a sus hijos e hijas (25% de los hombres y
12.5% de las mujeres).
En México, los roles de esposo o esposa
pueden abarcar hasta 40 años de la vida
de las personas (Ariza y De Oliveira,
2001). La relación excluyente entre los
espacios público y privado/doméstico
limita el desarrollo psicosocial
(Martínez-Benlloch, 2004). Por otra
parte, las tareas consideradas como
femeninas (tejido, costura, etc.), en el
interior del hogar, se asocian a las
actividades que se realizan en el tiempo
de “ocio” (Ciselli, 2002). En este
sentido, las mujeres tienen menos tiempo
de ocio que los hombres.
3. Efectos sobre las relaciones de
equidad en la familia
Se consideró la colaboración en las
actividades del hogar, contribución
económica en el interior de la familia y
participación en cuidado de los hijos y
las hijas enfermos(as). Estadísticamente,
los resultados mostraron que las
relaciones de género dentro de la familia
son las mismas, independientemente si
se encuentra contaminado o no.

Tiempo (horas/ día)
8
6
4
2
0
Vázquez-Luna et al.
y m = -1.125x 2 + 4.4179x + 2.0179
R 2 = 0.8648
13
y h = -0.4821x 2 + 2.275x + 0.5893
R 2 = 0.7863
Rovirosa Paraíso La Ceiba Gurría
Ejido
Mujer
Hombre
Polinómica
(Mujer)
Polinómica
(Hombre)
Figura 1.Tiempo de esparcimiento (horas/día) de mujeres y hombres y tendencia en
tiempo de esparcimiento en mujeres (ym) y hombres (yh) en los ejidos de
Rovirosa, El Paraíso, La Ceiba y Gurría.
Colaboración en las actividades del
hogar. En tres de los cuatro ejidos, el
100% de las madres se dedican a las
labores del hogar, lo que coincide con las
ocupaciones antes descritas y los roles
preestablecidos. Sin embargo, no sucede
así en Gurría, la zona más alejada e
inaccesible. Una posible explicación se
derivaría de la mayor participación de las
mujeres y hombres pescadores, pues
comparten las labores de pesca y venta
del pescado. Por lo tanto, las labores
dentro del hogar son compartidas con el
padre en forma de ayuda esporádica, en
28.5% de los casos; pese a ello, 14.2%
de las personas encuestadas indicaron
que sólo la madre e hijas deben realizar
dichas tareas y 57.3% señalan que lo
realicen únicamente las madres. Estos
resultados concuerdan con Meler (2008),
quien afirma que aunque los cambios
han reasignado poco a poco las nociones
de masculinidad y las ideas de
paternidad tradicionales (Ariza y De
Oliveira, 2001), el ejercicio de la
paternidad y la maternidad aún no se han
asumido en forma equitativa.
Contribución económica en el interior
de la familia
Como se mencionó las mujeres se
dedican a labores domésticas, actividad
no remunerada económica-mente, pero
que supone un importante ahorro a la
economía familiar (si se considera el
gasto que supondría pagar a una o varias
personas externas por el trabajo
doméstico y el cuidado de hijos e hijas).
Por otra parte, en los ejidos más
afectados por la contaminación, se
observó una mayor aportación de las
mujeres al ingreso familiar por
remuneración de actividades
diversificadas. Sin embargo, desde el

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
punto de vista social, esto no cambia los
roles preestablecidos, pero sí aumenta la
carga de trabajo de las mujeres, al no
compartirse equitativamente con la
pareja. Las transformaciones sociales
han provocado una mayor participación
de las mujeres en la esfera laboral,
política, cultural y económica (Martínez-
Benlloch, 2004). El conjunto de estos
cambios ha modificado el valor y
significado de la familia, así como el
papel social que actualmente representa
en México (Montes de Oca y Hebrero,
2008). Asimismo, ha quedado
cuestionado el papel tradicional de la
mujer y su función reproductiva, como
únicos destinos posibles (Ariza y De
Oliveira, 2001).
Participación en el cuidado de hijas e
hijos enfermos(as). Las madres
encuestadas se ocupan en gran medida
del cuidado de los(as) hijos(as) sanos(as)
y enfermos(as), aunque se observa una
ligera tendencia a compartir dicha labor
con los padres en las zonas más alejadas
de la petroquímica, de tal forma que la
colaboración igualitaria de ambos padres
fue nula en el ejido Rovirosa, mientras
que en Paraíso fue de 25%, en La Ceiba
de 16.67% y en Gurría de 42.86%. La
familia patriarcal, es el modelo presente
en las representaciones de las mujeres
residentes en las empresas petroleras
(Ciselli, 2002). La participación de los
varones se asume con frecuencia en
forma de ayuda esporádica, durante los
fines de semana, las vacaciones, en casos
de enfermedad y con mayor regularidad,
cuando las cónyuges desempeñan
14
actividades extra-domésticas
remuneradas (Ariza y De Oliveira,
2001).
4. Efectos de las enfermedades alérgicas
diagnosticadas
De acuerdo con las encuestas, las
enfermedades respiratorias crónicas que
se registraron, alergias, asma y
bronquitis crónica. Al respecto, se
encontraron diferencias significativas (p
≤ 0.05) entre las familias afectadas por
enfermedades respiratorias crónicas en
los cuatro ejidos, lo cual significa que la
mayor frecuencia de casos de asma y de
alergias se correlaciona con la cercanía a
la carretera. En el ejido Rovirosa se
encontró bronquitis crónica; en Paraíso,
las familias sufrieron de asma y alergias
en 12.5% y 25%, respectivamente;
mientras que el ejido La Ceiba fue donde
se registraron más casos de asma
(33.33%) y alergias (66.67%). El alto
índice de familias afectadas por
padecimientos alérgicos y asmáticos
posiblemente se deba a su cercanía con
la carretera. Por último, en el ejido
Gurría sólo se halló 14.29% de familias
afectadas por problemas asmáticos, sin
presentarse otro padecimiento
respiratorio crónico (Figura 2). Los tres
ejidos con pozos petroleros y próximos a
la petroquímica La Venta presentaron
más enfermedades, en tanto que Gurría
mostró menor incidencia de éstas, al
encontrarse en un ambiente más sano, sin
instalaciones petroleras, ni flujo
vehicular intenso.

Vázquez-Luna et al.
Figura 2.Frecuencia y tendencia de enfermedades respiratorias crónicas alergias (ya),
asma (yas) y bronquitis crónica (yb) en los ejidos de Rovirosa, El Paraíso, La
Ceiba y Gurría.
La alergia es la reacción de
hipersensibilidad que presenta una
persona sensible frente a una sustancia
extraña, llamada alérgeno, el contacto
repetido con éste estimula el sistema
inmune para inducir la producción de
inmunoglobulina (IgE) (Terán et al.,
2009). Por otro lado, el asma es un
trastorno inflamatorio crónico asociado
con la híper reactividad de la vía aérea,
que conduce a episodios recurrentes de
sibilancias, disnea, opresión torácica y
tos, particularmente en la noche o
temprano por la mañana (Lombardi et
al., 2005).
15
En estudios realizados en zonas
petroleras, los habitantes expuestos a
hidrocarburos han presentado más
enfermedades respiratorias e infecciones
de la piel que los residentes de las
comunidades no expuestas (San
Sebastián et al., 2001). Por otro lado,
Gavidia et al. (2009) señalan que existe
una contribución ambiental a las
infecciones respiratorias altas y otitis
media, estimada en 24%, en países en
desarrollo, y 12%, en países
industrializados; mientras que en
infecciones respiratorias bajas es de
40%, en países en desarrollo, y 20%, en
los industrializados. Lo anterior se debe
a las partículas de combustión del diesel

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
que actúa de manera sinérgica con los
alérgenos (como el polen); incrementan
la producción de IgE específica en
pacientes atópicos (Feo et al., 2003;
Terán, et al., 2009), y aumentan la
severidad de los episodios, lo que podría
explicar la alta frecuencia de familias
afectadas en el ejido La Ceiba, debido a
su cercanía con la carretera y la
petroquímica.
En entrevista con el médico de la
comunidad, a la pregunta ¿qué
proporción de la población es asmática?
respondió que “de 100 personas
enfermas, 10 tienen rinitis alérgica”;
¿cómo afectan los procesos asmáticos a
los pacientes?, afirmó que “tienen
limitaciones en desarrollarse en todas las
actividades en su vida diaria o donde
trabajan” y ¿quiénes serían las personas
más afectadas y en qué formas?, señaló
“todos son afectados. En el caso de los
niños se presentan enfermedades
respiratorias más frecuentemente, los
adultos jóvenes presentan rinitis alérgica
o cuadros de asma y los adultos mayores
presentan datos de bronquitis aguda o
crónica”.
La rinitis se asocia con el doble de riesgo
de padecer asma y es importante destacar
que éste ocurre en todas las edades, pero
predomina en etapas tempranas de la
vida. En la niñez existe una razón
hombre-mujer de 2:1. La mayoría de la
información proviene de estudios
realizados en niños y niñas de edad
escolar; pero las investigaciones
recientes sugieren un cambio en el
comportamiento epidemiológico durante
esta etapa, con mayor afectación en el
sexo femenino (Roa et al., 2009).
16
Es importante la información sobre la
rinitis porque en casos de asma materna,
sus efectos sobre el feto en desarrollo
también dependen del sexo de éste.
Clifton (2006) afirma que los fetos
femeninos son propensos a depresión del
eje hipofiso-tálamo adrenal, con
reducción de crecimiento, menor función
adrenal y metabolismo glucocorticoideo
placentario reducido. En contraste, los
fetos masculinos no presentan dichas
alteraciones. Sin embargo, ante un
segundo factor estresante, como una
exacerbación del asma materna el feto
masculino está en riesgo de una
desaceleración aguda del crecimiento y
muerte súbita.
Si bien las personas encuestadas no
identificaron efectos en la vida de los
infantes, existen estudios que muestran
que el asma es una de las enfermedades
crónicas infantiles más frecuentes y
constituye una causa importante de
ausentismo escolar y limitación
funcional (Carter y Gergen, 1993). Por
otro lado, existen estudios donde niños y
niñas con rinitis alérgica crónica suelen
tener lenguaje hipernasal, fatiga,
disminución de apetito, crecimiento
pobre y limitaciones funcionales (Baeza
y Albertos, 1993). Sacre (2006)
encontró una relación entre rinitis
alérgica y otras enfermedades coexistentes
(asma, sinusitis, otitis media con
derrame) que pueden ocasionar pérdida o
disminución de la audición y lenguaje,
apnea obstructiva del sueño y
alteraciones en el dormir, fatiga y alteraciones
en el aprendizaje, alteraciones en
el sentido del olfato, trastornos laríngeos,
disfunción de las cuerdas vocales, dolor
facial de origen nasal, rinitis alérgica y
mala oclusión dental. Los infantes con

sinusitis crónica regularmente sufren tos
crónica, infección recurrente de la vía
aérea superior, disminución del apetito,
baja ganancia de peso, letargia, halitosis,
vómito e infecciones recurrentes del
oído; por lo que disminuye la calidad de
vida. De igual manera, el tratamiento de
rinitis alérgica con antihistamínicos
sedantes de vida corta, disminuye la
capacidad de aprendizaje, y éste se
mejora sólo parcialmente con el uso de
antihistamínicos no sedantes (Vuurman,
etal., 1993).
Los padecimientos agravados por la
contaminación tienen consecuencias
negativas, pues disminuye la calidad de
vida de las personas afectadas por las
enfermedades coexistentes (Polo, 2003),
y su tratamiento, además, deja a la
persona en desventaja fisiológica,
intelectual, funcional y económica. Con
estos datos, se estima que los infantes
son los más afectados por la
contaminación ambiental por
hidrocarburos, debido a sus condiciones
anatómico fisiológicas, además de que la
contaminación limita su desarrollo
equitativo, por el hecho de nacer en
zonas contaminadas.
En la entrevista con el médico, se indagó
sobre cuánto gasta una familia promedio
por cada episodio correspondiente a cada
enfermedad respiratoria crónica éste
respondió “si es rinitis: de $200 a $300
pesos en medicamentos, más $200 pesos
de la consulta, que también depende del
médico; pero si es asma se gasta de
$1000 a $1500 pesos, sólo en
medicamentos”. Cabe mencionar que
expresó que “durante todo el año se
presenta rinitis alérgica y conjuntivitis”,
lo cual supone que los gastos por dichos
padecimientos son muy elevados y
Vázquez-Luna et al.
17
varían de acuerdo con el número de
episodios.
Las enfermedades alérgicas son
padecimientos de alto valor económico
(Terán et al., 2009), ya que algunos,
como la rinitis y el asma, son
enfermedades comunes que con
frecuencia coexisten (Roa et al., 2009).
Por esto, es necesaria la atención con un
especialista, que resulta en más
inequidades en zonas rurales afectadas
sin servicios médicos especializados en
alergias.
Los padecimientos crónicos son de alto
costo económico y constituyen otro
factor que también afecta la equidad
entre las familias con respecto a zonas no
afectadas, ya que en la mayoría de los
casos, el costo de medicamentos para el
tratamiento de los padecimientos es alto.
Una manifestación común de la rinitis
alérgica en infantes es la faringitis
recurrente y las infecciones de la vía
aérea superior. En ocasiones, el
diagnóstico de rinitis alérgica se pasa por
alto, y estos padecimientos se tratan de
manera inapropiada con múltiples dosis
de antibióticos (Sacre, 2006), lo cual
puede derivar en complicaciones, gasto
inadecuado de medicamentos y uso de
los servicios médicos. Desde el análisis
de la perspectiva de género, esto acentúa
los efectos económicos de las familias
rurales y reduce las condiciones
equitativas entre éstas, pese a la
protección inmunológica que
proporciona el medio rural libre de
contaminación (Bäcker, et al., 2009).
Conclusiones
Los indicadores socioeconómicos
diferenciados por género en la pareja no
mostraron evidencia estadística de que el

Naturaleza y Desarrollo 8 (2), 2010
nivel de escolaridad fuera afectado por la
cercanía o lejanía de las principales
fuentes de contaminación, pero sí se
encontró de manera general mayor nivel
educativo en los hombres que en las
mujeres.
Hombres y mujeres sufren de manera
diferenciada los efectos de las
actividades petroleras, por un lado, ellos
han sido afectados por el cambio de
actividades productivas e ingresos, de
acuerdo con la zona; mientras que ellas
siguen trabajando en el ámbito
doméstico y su contribución no se valora
en el ingreso familiar. Además, ellas
realizan múltiples actividades como
parte de su inserción en el ámbito
productivo, mientras que ellos son más
vulnerables a las fluctuaciones del
mercado laboral industrial.
En todas las zonas existe la idea
generalizada de que las mujeres tienen
más tiempo de esparcimiento que los
hombres, debido a que hay tareas
femeninas que se realizan en el interior
del hogar y se consideran culturalmente
como ociosidades, incluso por ellas
mismas.
En general, el ejercicio de la paternidad
y la maternidad aún no se ha asumido en
forma equitativa, pues la participación de
los hombres es de ayuda esporádica y no
como verdadera colaboración.
Se halló evidencia de la existencia
diferenciada de enfermedades de origen
alérgico, con respecto a la distancia de
las principales fuentes de contaminación
(petroquímica y carretera). Por lo que,
desde la perspectiva de género y su
fundamento en la equidad, estas
enfermedades y la amplia gama de
18
trastornos coexistentes afecta la equidad
y el desarrollo a escala humana entre las
familias, con respecto a zonas no
afectadas, pues por un lado las mujeres
se ocupan de atender a los(as)
enfermos(as), lo cual aumentan su carga
de trabajo; y por otro lado, los hombres
pueden ver afectados sus ingresos.
La literatura muestra que existe una
disminución en la calidad de vida
derivada de las enfermedades
coexistentes y su tratamiento, lo cual
deja a las personas en desventaja
fisiológica, intelectual, funcional y
económica. Sin embargo, el presente
estudio evidencia que las familias
afectadas ven limitado su desarrollo
equitativo por el solo hecho de nacer,
crecer y desarrollarse en zonas cercanas
a las principales fuentes de
contaminación (petroquímica y
carretera).
Finalmente, la contaminación afecta la
equidad social, económica y de salud
(desarrollo equitativo), tanto en hombres
como en mujeres, de acuerdo a sus
respectivos roles preestablecidos. Sin
embargo, sí existen condiciones
culturales que desafortunadamente
afectan en mayor grado a las mujeres,
por el hecho de serlo, por ejemplo: la
menor educación, la reclusión en el
hogar, la desigualdad salarial y la mayor
carga de trabajo.
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