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RAUL GOMEZ JATTIN.pdf - Fundación Cultura Vallenata

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<strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

UNO DE LOS POETAS EXTRA-<br />

ORDINARIOS DE FINALES DEL SIGLO XX<br />

BIOGRAFIA<br />

http://es.wikipedia.org/wiki/Ra%C3%BAl_G%C3%B3mez_Jattin<br />

http://www.antologiacriticadelapoesiacolombiana.com/gomez_jattin.html<br />

http://www.casadepoesiasilva.com/gomezjattin.htm<br />

Raúl Gómez Jattin (1945 - 1997) Colombia, Vivió su infancia en<br />

Cereté, un pequeño pueblo al norte de Colombia, fue profesor de<br />

bachillerato de las materias de Geografía e Historia. A los 21 años se<br />

trasladó a Bogotá donde comenzó a estudiar derecho en la<br />

Universidad Externado de Colombia. Allí, aparte de sus estudios se<br />

dedicó al teatro, participando como actor en varios montajes y<br />

haciendo adaptaciones de obras literarias que se dieron a conocer<br />

principalmente en la revista literaria Puesto de Combate. Después de<br />

vivir ocho años en Bogotá y sin terminar sus estudios de derecho<br />

regresó a Cereté. donde vivió deambulando en las calles, pasó varias<br />

temporadas en clínicas psiquiátricas y se dedicó a escribir poesía. En<br />

1989 se traslada a Cartagena donde vive en las calles y parques, pasa<br />

otras temporadas en clínicas psiquiátricas e ingresa varias veces en la<br />

cárcel de la ciudad. El 22 de mayo de 1997 muere<br />

en Cartagena atropellado por un bus sin que haya sido posible<br />

determinar si se trató de un accidente o un suicidio.


Es autor de los siguientes libros de poemas:<br />

Poemas (1980)<br />

Retratos (1980-1986)<br />

Amanecer en el valle del Sinú (1983-1986)<br />

Del Amor (1982-1987)<br />

Hijos del tiempo<br />

Esplendor de la mariposa (1993).<br />

Los poetas, amor mío... (1999) -Libro póstumo-.<br />

El libro de la locura (2000) -Libro póstumo-.<br />

"Si yo lo escribí", la poesía de Raúl Gómez Jattin (Testimonio)<br />

por Pedro Granados<br />

Durante el III Festival de Poesía en Medellín (Junio de 1993),<br />

escuchamos por primera vez a Raúl Gómez Jattin. Este fue de<br />

chanclas coloradas y sin libro alguno a su propio recital, lo<br />

acompañaban Javier Sologuren, Juan Manuel Roca, y otro poeta del<br />

que ahora no nos acordamos. El público --que adoraba a Raúl--<br />

abarrotaba el céntrico auditorio. Llegado su turno, y después de dar<br />

muchas puyas a Roca, advirtió que no podía leer sin espejuelos; de<br />

aquella sala tipo anfiteatro fueron descendiendo, entonces, anteojos<br />

de diferentes formas y colores. Con el abracadabra de sus pesadas<br />

manos Raúl fue probándose cada uno; desdeñó inmediatamente el<br />

primero, unos cristales de marco grueso y de aspecto muy intelectual;<br />

lo mismo hizo con el segundo y con el tercero, discretos lentes de<br />

empleado, de disciplinado y tímido ganapán; finalmente, eligió unos de<br />

formato más bien estrecho, pero que quedaban flameándole de modo<br />

muy vivo en cada cien. Con estos leyó, mejor dicho, este poeta de casi<br />

dos metros de alto y de supersticiosos lentes de gatúbela, quizo<br />

empezar a cantar, preguntó sobre las preferencias del público que en<br />

ese preciso momento ya lo observaba atónito. -"¿Qué canción de Joan<br />

Manuel Serrat querrían escuchar primero?", y ahí mismo empezó a<br />

tararear la primera cuando poco a poco todo el mundo advirtió --antes<br />

nosotros-- que no tenía entre sus manos texto alguno para leer.<br />

Seguidamente preguntó, ya habían pasado algunos desconcertantes<br />

minutos, si había alguien entre la concurrencia que tuviera un libro<br />

suyo. Silencio, risas, mayor perplejidad todavía. Por último, desde el


fondo del auditorio, fue descendiendo a tumbos un único ejemplar que<br />

llegó con éxito hasta su mesa.<br />

"Me dejaste en el momento en que más te necesitaba", leyó, o<br />

creemos que leyó, y con esto se instaló en la sala una incontenible<br />

gravitación que lo tenía a él como eje, exclusivamente a él..<br />

"Despreciable y peligroso/ Eso han hecho de mí la poesía y el amor",<br />

fueron otros versos ahora inolvidables. Sin embargo, todavía muy<br />

poco se conoce la poesía de Raúl Gómez Jattin (desaparecido<br />

trágicamente en 1997), apenas se ha difundido fuera de Colombia, y<br />

mucho menos se la ha estudiado. Extraordinario poeta celebrativo, con<br />

su Machado, Vallejo, Borges, Whitman, Paz y Lorca bajo el brazo,<br />

pero de catadura muy propia, su obra posee la frescura y vitalidad sólo<br />

comparable a la de otro de sus contemporáneos, el peruano Luis<br />

Hernández Camarero (Lima, 1941-1977). En ambos poetas, tan<br />

inteligentes y no menos cultivados, lo primero de lo primero es el gozo,<br />

esa ave rara hoy en día y a la que supo convocar siempre, por<br />

ejemplo, nuestro maestro Rubén Darío. Marginales y centrales a su<br />

modo --y tan latinoamericanos-- a sus obras no las coactó la<br />

racionalidad política, ni tampoco la cobijaron bajo oportunista teoría<br />

literaria alguna; fieles siempre a su corazón, entendieron la poesía<br />

ante todo como dignidad --propia y ajena-- que es, a la larga, la que<br />

nos pone a la altura de aquel chimpancé que aspira arrobado una<br />

pequeña flor del iluminado jardín (foto en la National Geographic en<br />

Washington).


"El putas", algunos en Colombia denominan así a nuestro poeta;<br />

nombre cariñoso que no lo define por entero, pero que quizá ayuda a<br />

entendernos, sobre todo si nos circunscribimos a aquellos poemas que<br />

más fácilmente (de facilismo, de comodidad) lo identifican; por<br />

ejemplo, el famosísimo:<br />

Sin embargo, Raúl Gómez Jattin, cuenta con un repertorio más vasto<br />

que el aludido, aunque igualmente concentrado (los suyos no son más<br />

de un centenar de poemas). A la vertiente, digamos, narcisista --al<br />

antes y después de la juventud y la belleza-- que ilustran también otros<br />

textos admirables:<br />

En el mismo año de 1993, cuando lo conocimos en Medellín, tuvimos<br />

la oportunidad de revisar --acompañando a la pintora Bibiana Vélez<br />

Cobo, persona excepcional y entrañable amiga del poeta de Cereté--<br />

lo que sería, no estamos seguros, su último libro de poemas,<br />

Esplendor de la mariposa; edición reducidísima de la que escribimos<br />

una reseña para un periódico de Barranquilla y detectamos, nos<br />

entristeció comprobarlo, cierta pérdida de rigor en la estructura de sus<br />

textos, ciertos versos de menos o de más, cierto exceso de lugar<br />

común en sus imágenes, pero jamás la ausencia, y esto harto nos<br />

alegraba, de auténtica poesía. Era el ramalazo lúcido --luz o sabiduría-<br />

- en medio de su tenaz adicción. De modo análogo a lo que señala<br />

Angel Rama respecto al maestro, en el Prólogo a su edición de la


poesía de Rubén Darío para la Biblioteca Ayacucho, el estilo, el<br />

vocabulario, los temas, la estética de Raúl Gómez Jattin podrá pasar<br />

de moda, pero su poesía y la pregunta por su poesía --y por la<br />

persona de Raúl-- tendrán vigencia permanente.<br />

No volverá a ver la Alhambra en su<br />

esplendor...<br />

Tantos siglos construyendo pueblos<br />

y ciudades<br />

irrigando llanuras<br />

cultivando frutales<br />

enseñando la Alquimia y el Algebra<br />

la Poética, la Astronomía y la Música<br />

Y todo se ha perdido en unos<br />

cuantos años<br />

En unas pocas batallas todo se<br />

esfumó<br />

como un espejismo en medio del<br />

Sahara<br />

El rey moro<br />

En este cuerpo<br />

en el cual la vida ya anochece<br />

vivo yo<br />

Vientre blando y cabeza calva<br />

Pocos dientes<br />

Y yo adentro<br />

como un condenado<br />

Estoy adentro y estoy enamorado<br />

y estoy viejo<br />

De lo que soy<br />

sucede una poesía histórica, recreación o diálogo que entabla el poeta<br />

con algunos personajes universales de la historia o de la fábula, Hijos<br />

del tiempo es el libro al que nos referimos:<br />

Volviendo a la anécdota. Luego de leernos tres o cuatro poemas, y<br />

todavía mientras su voz de ángel crecido en las calles --entre gritos y<br />

puñetazos-- resonaba en la platea, el poeta se despojó solemnemente<br />

de sus gafas celestes y las colocó abiertas sobre la mesa. De un<br />

momento a otro, sus espaldas alcanzaban ya la puerta más cercana<br />

mientras los otros poetas aún estaban en sus lugares respectivos y el<br />

público continuaba como hipnotizado, embebido. Mas, repentinamente<br />

hubo alguien que reaccionó, y después otro y otro, hasta que el<br />

reclamo, aunque cortés, se hizo general y unánime. ¡El libro, el libro!,<br />

comenzaron a vociferar en toda la sala. El poeta giró una sola vez la<br />

cabeza, efectivamente, entre sus manos enormes sostenía un<br />

pequeño y trajinado volumen, y antes de abandonar definitivamente el<br />

lugar respondió al coro: "Si yo lo escribí"<br />

HJCK: HOMENAJE 1/5: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=G5xns567uYI&feature=relmfu


HJCK: HOMENAJE 2/5: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=_l93OFBkfoM&feature=relmfu<br />

HJCK: HOMENAJE 3/5: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=TrsI7C2WowI&feature=relmfu<br />

HJCK: HOMENAJE 4/5: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=tICjSdoSyOg&feature=relmfu<br />

HJCK: HOMENAJE 5/5: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=Xmz8vYTKPfc&feature=relmfu<br />

PIEL: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=tyYNL4cq9rE&feature=relmfu<br />

CASI OBSCENO: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=Dgp1zKIAMbA<br />

SI LA NUBES: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=ax2v9HmkDiE&feature=relmfu<br />

http://www.youtube.com/watch?v=VdEriW7X-Y8&feature=related<br />

EL DIOS QUE ADORA: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=Fr7DYlUR2d4&feature=relmfu<br />

EL LEOPARDO: <strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=OEQFMjhoPYg&feature=relmfu<br />

EN ESTE CUERPO: <strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=_UgX6woUQis&feature=related<br />

PEQUEÑA ELEGIA: <strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=unzCkr3LrX4&feature=relmfu


http://www.youtube.com/watch?v=Gx_x9a7nzIE&feature=related<br />

CONJURO: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=NakMwSBlnzo&feature=relmfu<br />

RAÚL <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong>: PROBABLE CONSTATINO CAVAFIS A LOS<br />

19<br />

http://www.youtube.com/watch?v=335OGlTnbGM&feature=relmfu<br />

LOLA <strong>JATTIN</strong>: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=7yeutSEG1CM&feature=related<br />

OMBLIGO DE LA LUNA<br />

http://www.youtube.com/watch?v=jeCg2bnodQo&feature=related<br />

CANCION DEL AMOR SINCERO: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=7gEgwmg9qJY&feature=related<br />

HOMERO: <strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=HeCE7URe_H4&feature=relmfu<br />

INTENTAS SONREIR: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=fdhWWpBY8wc&feature=relmfu<br />

DESLUMBRAMIENTO: <strong>RAUL</strong> <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=vK8xPWZuGeA&feature=relmfu<br />

NI SIQUIERA UNA DULCE NOCHE: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=UVyDYO1vtQc&feature=relmfu<br />

DE LO QUE SOY: <strong>GOMEZ</strong> <strong>JATTIN</strong><br />

http://www.youtube.com/watch?v=WGuvroxsRKU&feature=relmfu


RAÚL GÓMEZ JATTIM<br />

EL ARTISTA TIENE SIEMPRE UN MORTAL ENEMIGO.


Te quiero burrita<br />

Te quiero burrita<br />

Porque no hablas<br />

ni te quejas<br />

ni pides plata<br />

ni lloras<br />

ni me quitas un lugar en la hamaca<br />

ni te enterneces<br />

ni suspiras cuando me vengo<br />

ni te frunces<br />

ni me agarrras<br />

Te quiero<br />

ahí sola<br />

como yo


sin pretender estar conmigo<br />

compartiendo tu crica<br />

con mis amigos<br />

sin hacerme quedar mal con ellos<br />

y sin pedirme un beso".<br />

Ellos y mi ser anónimo<br />

Es Raúl Gómez Jattin todos sus amigos<br />

Y es Raúl Gómez ninguno cuando pasa<br />

Cuando pasa todos son todos<br />

Nadie soy yo Nadie soy yo<br />

Por qué querrá esa gente mi persona<br />

Si Raúl no es nadie pienso yo<br />

Si es mi vida una reunión de ellos<br />

que pasan por su centro y se llevan mi dolor<br />

Será porque los amo<br />

Porque está repartido en ellos mi corazón<br />

Así vive en ellos Raúl Gómez<br />

Llorando riendo y en veces sonriendo<br />

Siendo ellos y siendo a veces también yo blanco papel<br />

A que gentes de otros ámbitos conocieran sus noches estrelladas<br />

de espermas de fandangos cuando la Candelaria<br />

y esa alma gentil y bondadosa de ustedes mis amigos<br />

que saben con una botella de ron blanco<br />

entre pecho y espalda<br />

prometer este cielo y el otro Los amo más en el exilio<br />

Los recuerdo con un sollozo a punto de estallar<br />

en mi loca garganta He aquí la prueba


El Dios que adora<br />

Soy un Dios en mi pueblo y mi valle<br />

no porque me adoren sino porque yo lo hago<br />

porque me inclino ante quien me regala<br />

unas granadillas o una sonrisa de su heredad.<br />

O porque voy donde sus habitantes recios<br />

a mendigar una moneda o una camisa y me la dan.<br />

Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán<br />

y lo nombro en mis versos.<br />

Porque soy solo.<br />

Porque dormí siete meses en una mecedora<br />

y cinco en las aceras de una ciudad.<br />

Porque a la riqueza miro de perfil<br />

mas no con odio.<br />

Porque tengo un compadre<br />

A quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio.<br />

Porque nací en mayo.<br />

Porque mi madre me abandonó<br />

Cuando precisamente más la necesitaba.<br />

Porque cuando estoy enfermo<br />

Voy al hospital de caridad.<br />

Desencuentros<br />

Ah desdichados padres<br />

Cuánto desengaño trajo a su noble vejez<br />

el hijo menor<br />

el más inteligente<br />

En vez de abogado respetable


marihuano conocido<br />

En vez del esposo amante<br />

un solterón precavido<br />

En vez de hijos<br />

unos menesterosos poemas<br />

¿Qué pecado tremendo está purgando<br />

ese honrado par de viejos? ¿Innombrable?<br />

Lo cierto es que el padre le habló en su niñez de libertad<br />

De que Honoré de Balzac era un hombre notable<br />

De la Canción de la vida profunda<br />

Sin darse cuenta de lo que estaba cometiendo<br />

Sin querer ofender<br />

Por qué va a entristecerte el no ser poeta<br />

Terrible sufrimiento el serlo<br />

Sagrado -es verdad-<br />

pero terrible<br />

Tú eres un hombre bello<br />

como no he conocido<br />

porque vives lo bello<br />

No te amedrante el no tener<br />

una belleza más<br />

entre las que posees<br />

Ser poeta es más que un destino literario<br />

Tú lo sabbés<br />

Entonces por qué -me pregunto-<br />

esas flores de papel descolorido y sin gracia<br />

a la salida de tu barrio de ensueño<br />

Conjuro<br />

Los habitantes de mi aldea<br />

dicen que soy un hombre<br />

despreciable y peligroso


Y no andan muy equivocados<br />

Despreciable y Peligroso<br />

Eso ha hecho de mí la poesía y el amor<br />

Señores habitantes<br />

Tranquilos<br />

que sólo a mí<br />

suelo hacer daño<br />

La gran metafísica es el amor<br />

Nos íbamos a culear burras después del almuerzo<br />

Con esas arrecheras eternas de los nueve años<br />

Ante los mayores nos disfrazábamos de cazadores<br />

de pájaros La trampa con su canario De colectores<br />

de helechos y frutas Pero íbamos a gozar el orgasmo<br />

más virgen El orgasmo milagroso de cuatro niños<br />

y una burra Es hermosísimo ver a un amigo culear<br />

Verlo tan viril meterle su órgano niño<br />

en la hendidura estrecha del noble animal Pero<br />

profunda como una tinaja Y el resto del<br />

grupo se prepara gozoso Gozando del placer del otro<br />

La gran religión es la metafísica del sexo<br />

La arbitrariedad perfecta de su amor El amor<br />

que la origina La gran metafísica es el Amor<br />

creador de Amistad y de Arte<br />

Eso no me preparó para someter a la mujer<br />

sino para andar con un amigo<br />

Scherezada<br />

Está enamorada del asesino que la obliga<br />

noche tras noche a exprimir su memoria<br />

de la ancestral leyenda multiforme y extensa<br />

para salvar por un momento su indefensa vida


Y mientras cuenta y cuenta Scherezada<br />

el Califa la besa y acaricia lujurioso<br />

y ella tiene que seguir entreteniéndolo contando<br />

porque el verdugo espera en cada madrugada<br />

Está a merced de quien la oye emocionado<br />

pero no levanta la sentencia a muerte<br />

El artista tiene siempre un mortal enemigo<br />

que lo extenúa en su trabajo interminable<br />

y que cada noche lo perdona y lo ama: él mismo<br />

De lo que soy<br />

En este cuerpo<br />

en el cual la vida ya anochece<br />

vivo yo<br />

Vientre blando y cabeza calva<br />

Pocos dientes<br />

y yo adentro<br />

como un condenado<br />

Estoy adentro y estoy enamorado<br />

y estoy viejo<br />

Descifro mi dolor con la poesía<br />

y el resultado es especialmente doloroso<br />

Voces que anuncian: ahí vienen tus angustias<br />

Voces quebradas: pasaron ya tus días<br />

La poesía es la única compañera<br />

acostúmbrate a tus cuchillos<br />

que es la única<br />

Qué te vas a acordar Isabel<br />

de la rayuela bajo el mamoncillo de tu patio<br />

de las muñecas de trapo que eran nuestros hijos<br />

de la baranda donde llegaban los barcos de La<br />

Habana cargados de...


Cuando tenías los ojos dorados<br />

como pluma de pavo real<br />

y las faldas manchadas de mango<br />

Qué va<br />

tú no te acuerdas<br />

En cambio yo no lo notaste hoy<br />

no te han contado<br />

Sigo tirándole piedrecillas al cielo<br />

buscando un lugar donde posar sin mucha fatiga<br />

el pie<br />

Haciendo y deshaciendo figuras en la piel de la<br />

tierra<br />

y mis hijos son de trapo y mis sueños de trapo<br />

y sigo jugando a las muñecas bajo los reflectores<br />

del escenario<br />

Isabel ojos de pavo real<br />

ahora que tienes cinco hijos con el alcalde<br />

y te pasea por el pueblo un chofer endomingado<br />

ahora que usas anteojos<br />

cuando nos vemos me tiras un "qué hay de tu vida"<br />

frío e impersonal<br />

Como si yo tuviera de eso<br />

http://www.youtube.com/watch?v=lh3qqVc_GiY&feature=related<br />

http://www.youtube.com/watch?v=Dgp1zKIAMbA&feature=relmfu<br />

http://www.youtube.com/watch?v=7yeutSEG1CM&feature=endscreen&NR=1<br />

http://www.youtube.com/watch?v=TrsI7C2WowI&feature=fvwrel<br />

http://www.youtube.com/watch?v=OEQFMjhoPYg&feature=relmfu


http://www.youtube.com/watch?v=ax2v9HmkDiE&feature=relmfu<br />

http://www.youtube.com/watch?v=tyYNL4cq9rE&feature=relmfu<br />

http://www.youtube.com/watch?v=G5xns567uYI&feature=relmfu<br />

Raúl del Cristo Gómez Jattin nació en Cartagena el 31 de mayo de<br />

1945, pero vivió su infancia en Cereté, en el valle del río Sinú. En sus<br />

años de juventud decide trasladarse a la ciudad de Bogotá para<br />

estudiar Derecho en la Universidad Externado de Colombia. En 1970<br />

terminó la carrera pero nunca ejerció, la apasionaba el teatro, y al arte<br />

se dedico mientras realizaba sus estudios. De regreso a Cereté se<br />

encierra en una finca de su padre, donde se dedica a escribir poesía y<br />

empieza a observar la vida desde los lazos irracionales cortando con<br />

la coherencia que había tenido ante el arte y la vida. Pasa dos años<br />

encerrado cultivando calabazas y berenjenas y entra en estados de<br />

locura, además empieza a consumir bastantes sustancias<br />

psicoactivas, ahí comienza su paso por hospitales psiquiátricos en los<br />

que pasaría encerrado gran parte de su vida, .Su primer libro llamado<br />

Poemas, fue publicado en 1980, pasó casi desapercibido en Colombia<br />

y las antologías de la poesía colombiana de la época no lo registran.<br />

Su segundo libro de poesía fue el Tríptico Cereteano, compuesto por<br />

los libros Retratos (1980-1986), Amanecer en el Valle del Sinú (1983-<br />

1986) y Del Amor (1982-1987), libro publicado por la <strong>Fundación</strong> Simón<br />

y Lola Guberek en Bogotá en 1988.<br />

Los últimos diez años de su vida los vivió en Cartagena, allí ejerció su<br />

vocación de maestro no sólo en el teatro, sino en los talleres de poesía<br />

en el Museo de Arte Moderno y en la Universidad de Cartagena.<br />

Enseñaba la hermenéutica de la palabra, la poesia en toda su<br />

extensión.<br />

El creía que la marihuana y otros alucinógenos eran lo que inspiraban<br />

su poesía,. Se dice que desde hace años, inclusive en Bogotá, vivia en<br />

las calles, fue atropellado por un automóvil en Cartagena el 22 de<br />

mayo de 1997, nueve días antes de cumplir 52 años.


Domingo 1 de junio de 1997<br />

Soad Louis Lakah en los caprichos de Raúl<br />

¿Qué tendrán las cárceles o los hospitales<br />

con nuestra amistad? ¿No son<br />

casualidades, verdad que no? A lo mejor la<br />

libertad y la salud nos están tendiendo<br />

trampas para no continuar<br />

desconociéndonos. Tal vez sus precarios<br />

caminos nos entrecruzan una próxima<br />

cercanía, alejada de túneles o socavones.<br />

Recibe mis mejores deseos en la nueva<br />

independencia.<br />

Raúl. Cereté. Mayo 13 de 1977.<br />

Esta carta fue la primera señal que recibiría la<br />

escritora Soad Louis Lakah de que en su vida también el poeta Raúl<br />

Gómez Jattin dejaría una huella profunda. Aún no se conocían<br />

personalmente, lo hacen tres meses después de que ella recibiera la<br />

carta.<br />

"Yo formaba parte del grupo literario El Túnel. Yo sabía de su poesía, de<br />

su trabajo literario, sabía que era una persona inteligente. Pues<br />

teníamos amigos en común y cuando hay amigos en común, hay cariños<br />

en común".<br />

"A raíz de eso siempre me llamaban para que lo ayudara a sacarlo de la<br />

cárcel o del hospital, porque desde ese momento, Raúl comenzaba a<br />

tener problemas. Me envió esa carta".<br />

"Después, a los dos o tres meses nos conocimos personalmente. El fue a<br />

mi casa, conversamos, me leyó sus poemas, me hizo unos poemas. Raúl<br />

era una persona muy inteligente, muy leída, muy preparada, muy<br />

intelectual. Había devorado esa literatura que no todos tenemos la<br />

capacidad de asimilar al leerla. Raúl se alimenta de eso y comienza a<br />

través de su entorno y vivencias a producir la poesía con la gran


vitalidad y fuerza, de manera clara, con nombres propios de llamar las<br />

cosas. Sin temores, sin rubores ni verguenzas".<br />

"Cuando veo que señalan a Raúl y lo comparan con los Poetas Malditos y<br />

creen que su locura lo hizo importante, yo pienso que su locura no fue<br />

importante dentro de su poesía".<br />

"Su poesía estuvo primero y fue lo más importante, no su locura ni su<br />

momento de exhibición y actitud distinta ante la vida y esa otra<br />

personalidad que tomaba a veces. A Raúl lo hizo la poesía. Le dio fuerza<br />

a la poesía y tenía identidad con ella. Pero no es la excusa - como<br />

quieren decir ahora - que Raúl era loco y que, porque se vestía así, era<br />

buen poeta o que eso lo hizo famoso. Eso es otra cosa".<br />

"El fue un tipo muy inteligente, estudioso, preparado, como ningún otro,<br />

sabía exactamente cuál era la medida de la inteligencia, el desarrollo<br />

intelectual que tenía cada persona. Medía a uno con la mirada y sabía<br />

hasta dónde era uno capaz. Raúl era su poesía buena y lo hizo su<br />

poesía, no la locura".<br />

"El utilizaba la excusa de la droga para que nadie le dijera nada, para<br />

que nadie le señalara cómo debía ser su comportamiento. No era loco,<br />

sino vicioso. Y eso la gente lo señaló como locura".<br />

"Pero Raúl Gómez sin droga era otra persona. La droga fue<br />

desmejorando su cuerpo, su estado físico se descompuso. Pero mientras<br />

no estaba bajo los efectos de la droga, su mente le sirvió para ser vital,<br />

para ser inmortal en la poesía, para seguir viviendo, para a veces<br />

arrancarnos un dejo de nostalgia o una sonrisa".<br />

"Siempre que hablaba con él era una sorpresa"<br />

"Siempre que hablaba con él era una sorpresa porque siempre tenía<br />

algo nuevo. Algo importante, algo inteligente de qué hablar o qué<br />

decirle a uno. Era una caja de sorpresas que siempre venía con él. Los<br />

temas que trataba, por lo general eran nuevos, te aportaban, te<br />

enseñaban, te ponían a pensar, porque Raúl era de una profundidad".<br />

"Con una sola frase o una sola palabra te ponía a pensar, o te<br />

ruborizaba o te cuestionaba, te llevaba a pensar en que de verdad era<br />

un creador. No era necesario que dijera que era poeta para saber uno<br />

que estaba haciendo poesía".<br />

"De Raúl guardo mucho"


"Su sabiduría, su manera de ver la vida como si la estuviera soñando,<br />

como si cada día se levantara de un sueño. Que su poesía era vital,<br />

determinante, llegaba como la flecha al punto blanco. No comenzaba a<br />

malgastar palabras.<br />

Al sufrir los estragos de la droga, hace que en él se dieran algunos<br />

baches en lo que hacía. La droga era la culpable de eso".<br />

"Era querendón"<br />

"Era una persona querendona y definitiva para querer a alguien. Con<br />

Raúl se hablaba, se discutía, se peleaba, como sucede en todo ser<br />

humano y en toda amistad, a golpes, a trompadas, a cariños, a afectos<br />

y él sabía la medida".<br />

"Después tomó una actitud de ponerse una máscara, y como decía<br />

Oscar Wilde, "todos tenemos una máscara y terminamos pareciéndonos<br />

a ella".<br />

"Raúl también tomó esa máscara como buena persona que le gustaba el<br />

teatro, que sabía lo que era el teatro. Y se vestía de pordiosero, de<br />

mendigo para que se le facilitaran, que nadie truncara su libertad".<br />

Raúl hacía temblar a muchos<br />

"Cuando yo estaba en la Casa de la <strong>Cultura</strong>, hizo desastres. Una vez<br />

para un recital, peleamos porque me dijo que iba a hacer un recital y<br />

entonces cogió y nos encerró a todos los que estábamos en el acto. Le<br />

puso candado a las puertas y se había guardado las llaves en el bolsillo<br />

de su pantalón y no nos dejaba salir de allí".<br />

"Cogió unas velas, las prendió, tomó el bombo de la Banda<br />

Departamental, se rompió toda la ropa. El me había dicho que le hiciera<br />

una corona , flores, pero resulta que no encontramos flores y le hicieron<br />

una de flor del verano. Raúl llegó y se enterró esa corona de flor de<br />

verano en la cabeza y todo el mundo sufriendo en sus butacas al ver<br />

correrle la sangre por su frente y su rostro".<br />

"Tocó el bombo durante unos diez minutos y todo el mundo permanecía<br />

en silencio absoluto. Después fue él quien lo rompió con una risotada,<br />

burlándose de nuestro miedo dibujado en nuestras caras. Y es que Raúl<br />

era un híbrido, era teatro y era hombre".


"Esa vez en vez de leernos sus poesías comenzó a cantar vallenato,<br />

recuerdo ese que se llamaba "La Golondrina". El tenía muy buena voz<br />

para el canto"<br />

¿Cómo era la reconciliación?<br />

"Otra cosa que él tenía era que cuando peleábamos, llegaba después a<br />

mi casa y se sentaba en el piso y recostaba su cabeza sobre mis rodillas<br />

y comenzaba a cantarme canciones de Serrat, o vallenatos, era como un<br />

niño. Tenía alma de niño. Y de esa forma pedía que lo perdonara. Yo lo<br />

entendía".<br />

"Mis diferencias con Raúl<br />

"Fue cuando él quiso hacerme un comentario de mi libro "Los Caprichos<br />

de Dios". Pero cuando él me lo entregó, me pareció que era demasiada<br />

generosidad por parte de él, porque en el comentario me comparaba<br />

con Borges, García Márquez y no lo publiqué en el libro, ni en ninguna<br />

otra parte, porque de pronto la gente iba a decir que me aprovechaba<br />

de su locura para decirme esas cosas. Pero en el momento en que lo<br />

escribió, él me pidió que ese escrito apareciera en el libro. Yo le dije que<br />

sí pero nunca lo incluí y vino con violencia a reclamarme. Tuvimos una<br />

pelea, nos enfrentamos, pero yo sabía que esas peleas, pasaban y así<br />

fue".<br />

¿Qué le preocupaba?<br />

"Le preocupaba la insensibilidad de la gente, la juventud, la gente que<br />

no sabía nada, la gente que vivía de apariencias, con posturas falsas.<br />

Cuando se vive intensamente en la vida, esa frivolidad molesta mucho y<br />

eso le molestaba a él".<br />

El amor para Raúl<br />

"El no definía sus amores. Entre hombre y mujer, para él no había<br />

diferencias. El era una persona que amaba a las personas de ambos<br />

sexos, así como amaba a una mujer, también amaba a un hombre. No<br />

le interesaba el cuerpo del hombre o de la mujer, le interesaba era el<br />

espíritu del ser humano, él buscaba a Dios en cada persona y él se<br />

volvía Dios creando.<br />

"No fue un suicida"


"Toda muerte produce desconsuelo y lamento pero es un camino de<br />

obligación para todos, como dice Pablito Flórez. Yo creo que Raúl no fue<br />

un suicida, fue atropellado por un carro. Quizá él estaba esperando un<br />

taxi y quizás los que pasaban no le paraban y el que finalmente se<br />

decidió a llevarlo paró en otra acera, y cuando atravesó, se lo llevó otro<br />

carro que venía a mucha velocidad". Pero suicidio, no fue. Se lamenta<br />

su muerte porque se acaba su producción pero queda su trabajo".<br />

Miércoles 28 de mayo de 1997<br />

Un santo que reía a las puertas del<br />

infierno<br />

Wenceslao Triana<br />

Cuando alguien muere, los humanos solemos revisar los<br />

recuerdos que nos quedan de ese alguien, encontrarles<br />

sentidos adicionales y pasarles una imaginaria capa de<br />

fijador para que el tiempo no consiga borrarlos.<br />

Eso ha sucedido en estos días con todos los que fuimos<br />

testigos conscientes de la vida tortuosa que eligió ese<br />

poeta al que un carro fantasma dio muerte cuando apenas<br />

clareaba el jueves pasado.<br />

Muchos tuvimos que ver de cerca o de lejos con ese hombre que dolía y<br />

aterraba como una enfermedad.<br />

Para muchos su aspecto sucio, su sonrisa desdentada, sus cabellos<br />

amarillos de los últimos días, su amabilidad o su agresividad<br />

imprevisibles, la terrible y dolorosa libertad que había conquistado a<br />

través de la indigencia, serán difíciles de olvidar.<br />

Personalmente, no podré dejar de recordar esa mezcla de vértigo y<br />

vergüenza, ese pavor primitivo que sentía cada vez que lo veía.<br />

Nunca me golpeo. Nunca me persiguió. Nunca apagó cigarrillos sobre<br />

mí.<br />

Nunca me arrojó agua o café para poner en evidencia el servilismo y la<br />

vulnerabilidad que nos ponemos con nuestro vestuario.


La única vez que me crucé ineludiblemente con él me saludó con una<br />

sonriente reverencia.<br />

Pero siempre me inquietó el mensaje que - quizá a pesar suyo -<br />

dibujaba con sus actos, la denuncia a ese andamiaje de mentiras que<br />

somos los ciudadanos compuestos y responsables.<br />

Puesto a repasar los recuerdos que me quedan de ese hombre, ahora sé<br />

que jamás olvidaré un<br />

par de veces que lo vi y me estremeció hasta una locura pasajera pero<br />

próxima a su perenne lucidez.<br />

Una de ellas ocurrió en un lugar propenso a lo sobrenatural: la<br />

encrucijada donde están el Hotel Santa Clara, la muralla y la casa de<br />

Gabriel García Márquez.<br />

El poeta cruzaba la calle en dirección a la muralla en un estado<br />

lamentable: sucio, temblando de frío bajo un sol ardiente, delirando y<br />

hablando consigo mismo.<br />

Era la única persona en el lugar, salvo aquel que lo miraba desde lejos.<br />

Me pregunté y me pregunto muchas cosas al recordar la imagen de ese<br />

escritor cuando subía la rampa de la muralla, descalzo, frenético,<br />

perdido, frente a la mansión fortificada de otro escritor.<br />

Me pregunté, entre otras cosas, y sigo preguntándomelo, cuál de los dos<br />

destinos es peor, cuál se encuentra más lejos de la vida.<br />

La otra vez que lo vi y me conmovió fue hace cerca de dos meses.<br />

También estaba en ruinas, también deliraba, reía, hablaba con un grupo<br />

de fantasmas.<br />

Pero lo más aterrador de aquella imagen es que estaba sentado justo<br />

encima de una enorme cañería repleta de basuras encendidas.<br />

Era un domingo.<br />

Las calles estaban también vacías.


Martes 12 de agosto de 1997<br />

Raúl Gómez Jattin con Edipo<br />

alucinándolo<br />

Melanio Porto Ariza<br />

Cuando uno llegaba a Cereté y se detenía a conversar con<br />

la gente más allegada a la Cartagena que era como punto<br />

final de las ilusiones sinuanas, siempre oía hablar de un<br />

jovencito, de gentilicio incierto, al que simplemente<br />

llamaban Raúl, "el hijo de Lola". Ya en Monteria mi amigo<br />

el doctor Lenin Haydar, abogado, solía decirme que de las<br />

entrañas del río había saltado un poeta de lenguaje criollo y<br />

exaltación homérica. También era voz general en la Cartagena del<br />

colegio de La Esperanza, debajo de donde se hacía en Emisoras Fuentes<br />

el programa la Ronda del Verso de Femando Velázquez y los poetas que<br />

recitaba, que un jovencito discutía con Claret de J. Imbett sobre los<br />

poetas de la antigüedad y que adoraba a Papini, por su libro El Diablo.<br />

En Montería lo oí hablar de las plumas de los gallos finos, tan<br />

líricamente que me sentí transportado a un mundo de matices que sólo<br />

puede lograr una máquina fotográfica capaz de captar el alma de las<br />

cosas ... Y desde entonces presentí su poema al gallo fino y su<br />

enajenación cívico familiar. Porque Raúl hablaba de Juan Pablo en<br />

tercera persona indeterminada y de Lola su madre como Agustín Lara<br />

"raspando en su pecho la queja de su alma". Me tenía como miedo, y<br />

me lo tuvo hasta la última vez que lo vi sobre los advenedizos adoquines<br />

de la plaza de los Coches, porque no me aceptó ir al Portal a darle unos<br />

dulces que le ofrecí. Siempre nos decía que era un auténtico<br />

cartagenero, más sufrido que Luis Carlos López y Sobrino Caro, pero,<br />

que el Sinú y Cereté eran para él, como en la parábola de Jesús, la<br />

fuente del bautismo de su angustia y su tragedia. Sin pensar en la<br />

profundidad de su poesía, en su cultura humanística, me llamó la<br />

atención su problema no sicológico, sino de desubicación empática. Él se<br />

creía no querido...


Tengo entendido que un Marín de Lcenay, el psiquiatra que nunca dejó<br />

en claro su identidad, de imitación en Cartagena, descubrió la clave de<br />

su turbulencia interior, que estallara en sus versos y fantasías como<br />

cualquier Borges o como Luis Carlos López, y murió cuando fue<br />

atropellado por H.P. 57 queriendo coger una gentil violeta en extraña<br />

eutanasia auto elaborada.<br />

El poeta de Cereté vivía de su madre a la que a la vez llevaba en sí,<br />

para socorrerla, cuando sus fuerzas flaquearan. Y en esa imagen<br />

biológica de ser de su vientre y llevarla en su vientre está la clave de la<br />

tragedia.<br />

Como todos, cuál más cuál menos, enamorado de su mamá se convertía<br />

en su propio padre, y sufría un complejo de culpa que se acentuaba,<br />

porque como la suya crean cierta fertilidad erótica que no podría<br />

satisfacer y optaba por eso que llaman "ser mujer de sí mismo", la<br />

vulgar masturbación. Sus compañeros de colegio, los que andaban con<br />

el enigmático poeta y escritor, con el huraño indigente, lo veían<br />

extasiarse en las piemas de las niñas y los encantos de la señora, sin<br />

poder ejercer la fución práctica de un amante sin estridencias<br />

psicológicas. Conflicto que lo habría hecho un hombre pacífico, como a<br />

tantos indigentes si su cerebro no hubiera seguido siendo como quería<br />

Machado, una fábrica de caminos abiertos con el paso del poeta.<br />

Por eso dijo una vez y después lo convirtió en poesía que las nubes no<br />

anticipan el camino de los hombres. Como una renuncia a buscar la vía<br />

correcta. Y por eso en una de sus últimas composiciones sobre "el<br />

tímido sexo", dijo que "bajo la mano a tocar... como un río que teme al<br />

mar, pero muere en él".


Locura y Muerte ....<br />

En las clínicas mentales los peor son las monjas<br />

mas violentas que agujas hipodérmicas<br />

que la fiebre y la locura<br />

la monja es una energúmena quieta.<br />

He recorrido hospitales mitigando la locura<br />

Una locura que durante muchos años ayudó a mi<br />

imaginación en mi poesía pero<br />

que después se volvió amenazante<br />

y puso en peligro mi vida<br />

Ahora - sin ella - escribo estos<br />

versos y no sé si he ganado o he perdido<br />

No se si tú – lector - notarás este cambio<br />

y lamentarás que mi verso<br />

se halla vuelto reposado y tranquilo<br />

Ojalá que natura de mí se haya<br />

apiadado y no eches de menos<br />

el fervor de otros días.<br />

Siento esclofríos de tí,<br />

hermana muerte<br />

de verme en esta sala<br />

mirando un cuadro de David


y súbitamente entrar en la vejez<br />

sin ningún diente<br />

y todas las arrugas<br />

y los vientos negros<br />

esparciendo mis cabellos<br />

Yo te conozco hermana<br />

se que eres una nube<br />

de ojos yertos<br />

que busca otra luz<br />

hasta convertirse en una<br />

Te conozco y sin embargo<br />

encontrarte en la sala del David<br />

frente a frente<br />

fue un gran susto<br />

hermana mia.<br />

Intentas sonreir<br />

y un soplo amargo asoma<br />

quieres decir amor y dices lejos<br />

ternura y aparecen dientes<br />

cansancio y saltan los tendones<br />

Alguien dentro del pecho erige soledades<br />

clavos<br />

engaños<br />

fosos


Alguien<br />

hermano de tu muerte<br />

te arrebata te apresa te desquicia<br />

y tú indefenso<br />

estas cartas escribes<br />

Si se quiere llegar a ser una buena víctima<br />

es necesario saber de toda la dulzura<br />

que entrelaza al verdugo con la muerte<br />

de la paciencia con que afila su hacha<br />

de la soledad que ilumina su vida<br />

y de la de sus inocentes hijos<br />

del esfuerzo que implica portar y levantar el arma<br />

de la sangre que pringa sus pantalones<br />

Todas esas consideraciones deben estar presentes<br />

en el momento de recoger nuestro pelo sobre la nuca<br />

poner en sus manos el pescuezo<br />

Gracias Señor<br />

por hacerme débil<br />

loco<br />

infantil<br />

Gracias por estas cárceles<br />

que me liberan<br />

Por el dolor que conmigo empezó


y no cesa<br />

Gracias por toda mi fragilidad tan flexible<br />

Como tu arco<br />

Señor Amor<br />

Donde te fuiste hermana muerte<br />

ayer sólo rondabas por mi cama<br />

con tu pertrecho de ojos yertos<br />

y nubes luminosas<br />

Me tendías tu círculo<br />

y de cerca me llamabas<br />

como desesperada<br />

Hoy el trasnocho en tu compañía<br />

me ha dejado exhausto<br />

qué más quieres si mi alma enamorada<br />

te reclama


A sus amigos ....<br />

De contrabando<br />

Casi no conozco a mi mejor amigo<br />

Nos vemos por la calle<br />

Un cómo estás cálido y sentido<br />

Casi no lo he tratado<br />

pero presiento en él<br />

a un hombre de valor<br />

No me importa que no me reconozca<br />

Es mi mejor amigo<br />

Son los suyos los ojos más sinceros<br />

que jamás me han mirado<br />

Mi mejor amigo vive en mí<br />

y yo aspiro a vivir en él<br />

Sencillamente<br />

sin estorbarnos<br />

Que ellas perdonen a Rafael Salcedo<br />

Soy de la mujer y del hombre Me doblega<br />

una tierna virilidad Subyuga mi corazón


una feminidad fortalecida en el arte<br />

Aunque siempre he amado más al amigo<br />

He tenido junto a mí a las mujeres que he querido<br />

A Tania le di mi corazón en el escenario<br />

Y en las calles de Bogotá y bajo la noche de Cali<br />

hablamos<br />

Ante la transparencia de los ojos de uvas color miel<br />

de Margarita Bermúdez tintineaban mis huesos<br />

Mis poemas en la voz y en la música de Beatriz Castaño<br />

son la emoción de un corazón que se parece al mío<br />

Pero el amigo es el amigo y ellas perdonen<br />

No aguantan tanta parranda como Rafael Salcedo<br />

Como Rafa Salcedo Castañeda de mi corazón<br />

Armonía en la masculinidad de un alma<br />

como la brisa inmensa y fresca del Universo<br />

No aguantan tanta guitarra como el gran<br />

amigo de mi vida entera el viejo Rafa<br />

El cienaguero ilustre Bello y trágico<br />

como un pájaro en medio de la tormenta<br />

Entre primos<br />

En el aire un ocre olor de mariposas<br />

como un perfume que vuela de la infancia a este instante


atrae milagrosamente aquel jardin de luna<br />

donde nuestra niñez se mostraba el sexo con malicia<br />

y con ese sometimiento irresistible que sentimos<br />

por el primer cuerpo desnudo que adoramos<br />

Tú remendando la cometa destrozada por la brisa<br />

Yo escribiéndole a la novia compartida<br />

aquellas urgentes cartas de amor mentido<br />

para que nos prestara su bicicleta<br />

Hay una tristeza en el perfume que me hiere<br />

como si tú caballero escarlata Me hubieras olvidado<br />

Como si tú primo enamorado y tierno<br />

de repente hayas decidido abandonar donde te encuentres<br />

todo aquello sentido y ocultado<br />

[Tal un corazón dentro de otro]<br />

bajo el limonero que aniquiló un invierno<br />

y que recuerdo tan vívido comotus besos<br />

Casi de las adolescencia<br />

Hernán Gómez Hernández mi primo...<br />

Qué será de esa esperanza vestida de muchacho<br />

A los dieciséis me quería<br />

y doña Lina nos hacía la tarde como una primavera<br />

Bellos días con mi primo menor<br />

en una casa donde entraban el sol el aire y el cielo


Donde unas hermanas lindas y vaporosas<br />

sonambulaban<br />

Yo te quiero bien primo literato y tú lo sabes<br />

Pero los dos somos tímidos y no nos atrevemos<br />

a buscarnos de viejo<br />

Como a ti - me gustan los indígenas -<br />

si hay una esperanza<br />

ellos tienen una gran parte<br />

Vuelve un día a casa<br />

Golpea en la ventana de la izquierda<br />

que te estaré esperando<br />

Gerónimo Miranda Mestra<br />

Es un hombre como yo Venido del río<br />

Huyendo de esa emoción maravillosa de que<br />

su inmensidad y movimiento son hermanos<br />

nuestros Como él Hincado en lo profundo de mi pecho<br />

Es más sagrada vivencia de hombres<br />

De paisajes De animales flores y árboles<br />

Del verano Sobre todo del verano Es un hombre<br />

llegado a mi vida en su mejor momento<br />

Le diré de mi comercio fatigado con el arte<br />

La locura Y la muerte


Lo dejaré en la casa de mi espíritu como propia<br />

Que descanse en ella Que se acueste si quiere<br />

en la hamaca Que mire de dónde vienen<br />

mis palabras Y si es posible me consuele un poco<br />

Es un hombre en quien se pueden confiar<br />

las llaves de la casa y el gato que la adorna<br />

Se le puede confiar toda la yerba que tenga uno<br />

Es un hombre que siempre es mejor que uno


Amor ....<br />

Ella se lamenta<br />

Me hubiera gustado ser varón<br />

para poseerte<br />

Para darnos trompadas en señal de ternura<br />

y de fidelidad<br />

Para ponerme las botas de capataz<br />

y cabalgarte desnudo<br />

Para amenazarle con un revólver<br />

Pero yo<br />

Una mujer<br />

Una simple mujer<br />

¿Qué puede hacer de memorable<br />

en la prosecución de un amor?<br />

Casi obsceno<br />

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada<br />

el rubor de tu rostro sería la recompensa<br />

Son palabras tan íntimas como mi propia carne<br />

que padece el dolor de tu implacable recuerdo<br />

Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:


Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja<br />

Y en tu sexo el milagro de una mano que baja<br />

en el momento más inesperado y como por azar<br />

lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado<br />

No soy malvado trato de enamorarte<br />

intento ser sincero con lo enfermo que estoy<br />

y entrar en el maleficio de tu cuerpo<br />

como un río que teme al mar,<br />

pero siempre muere en él.<br />

Canción del Amor Sincero<br />

Prometo no amarte eternamente,<br />

ni serte fiel hasta la muerte,<br />

ni caminar tomados de la mano,<br />

ni colmarte de rosas,<br />

ni besarte apasionadamente siempre.<br />

Juro que habrá tristezas,<br />

habrá problemas y discusiones<br />

y miraré a otras mujeres<br />

vos mirarás a otros hombres<br />

juro que no eres mi todo<br />

ni mi cielo, ni mi única razón de vivir,<br />

aunque te extraño a veces.


Prometo no desearte siempre<br />

a veces me cansaré de tu sexo<br />

vos te cansarás del mío<br />

y tu cabello en algunas ocasiones<br />

se hará fastidioso en mi cara<br />

Juro que habrá momentos<br />

en que sentiremos un odio mutuo,<br />

desearemos terminar todo y<br />

quizás lo terminaremos,<br />

mas te digo que nos amaremos<br />

construiremos, compartiremos.<br />

¿Ahora si podrás creerme que te amo?<br />

El amor brujo<br />

He robado parte de tu cuerpo y de tu alma<br />

Le he tendido una celada a los recuerdos<br />

que aquí te recuerdo ¿Recuerdas amor?<br />

El cielo de la noche casi azul se asoma<br />

entre tus pestañas Noche vibrátil<br />

Una vez me fui hasta tu regió de monte<br />

enfermo de hongos y tristezas muy tristes<br />

Y aluciné con tu imagen alta y flexible<br />

galopando un caballo de nube Luego


Venías por la tarde desde el Retiro de los Indios<br />

en tu carruaje blanco y yo iba a pie<br />

por la carretera Como un sonámbulo<br />

Sonríes desde lejos como si masticaras<br />

mi corazó entre tus colmillos<br />

Mis palabras le quitan a tu vida muerte<br />

Vives en este libro aunque te tengo miedo<br />

Aunque apenas si hemos hablado<br />

Pero te amo tanto como siempre<br />

Tanto como puedas imaginar<br />

Y estamos lejos<br />

Como el sol del mar<br />

Serenata<br />

Asómate amor mío<br />

que el cielo ha encendido un fandango<br />

en su comba lejana<br />

Y no hace frío<br />

El viento música entre árboles un gemido<br />

que parece tú sintiéndome el placer<br />

que parece tú inclinado en mi rostro<br />

secreteándome señales en el camino<br />

"Todavía no" o "Aprisa que me muero"<br />

Asómate y no temas a tu padre con su Colt 45


que yo traje el mío<br />

¿Me oyes? ¿No deseas que nuestro amor<br />

realice bajo los astros otra jornada? Como dioses<br />

¿No le echaste al viejo en el cafe la valeriana<br />

para que duerma y nos deje hacer lo nuestro?<br />

Así te supliqué y no respondiste Después supe<br />

que días antes te habían mandado de vacaciones<br />

a París Para que te olvidaras de mí El poeta<br />

del pueblo Ese que se ha ganado una triste<br />

fama de marica por tu cuerpo adorado<br />

No olvides que a mi ese asunto me tiene sin cuidado<br />

Que es pura envidia Puta tontería de tu viejo<br />

y sus aburridos compadres verdugos de la vagina<br />

y de tus amigos falsos que les gusta mi falo<br />

No olvides que el amor es más valioso<br />

que todos esos juntos Que hemos luchado<br />

aún contra nosotros mismos Que nuestro placer<br />

tiene toda la belleza viril que ellos nunca han tenido<br />

Ni siquiera una dulce noche<br />

Aquel amor de fiebre y de tormento Aquel estar<br />

pendiente de la luna entre los cocoteros Por si ella<br />

me traía presagios de tu cuerpo Pero en vano


Pero estaba demasiado enfermo para soportar<br />

la intimidad de tus caricias No hubieras conocido<br />

en mí sino el temblor de un poeta y de su muerte<br />

Aquel temor de mirarnos a los ojos no era vano<br />

Estabas revestido de otro mundo Estabas lejos<br />

Sobre todo cuando yo te amaba Cuando era<br />

de ti como la nube en el reflejo del agua<br />

Dentro pero lejos Dentro en el vientre<br />

de una realidad inventada y fugaz<br />

Era íntegramente bello porque no toqu6eacute;<br />

tu cuerpo aunque tú lo querías y yo también<br />

Pero antes de mi deseo estaba mi futuro<br />

Estabas tú antes de mi deseo de ti<br />

antes que el deseo estaba el amor<br />

Antes que el amor estaba la vida y la maldad<br />

Aquel amor que no tuvo una noche<br />

Ni siquiera una dulce noche amor mío


Angustia ....<br />

El ambiguo y tormentoso sexo de mi ángel<br />

El ángel tiene en la diestra un airado cuchillo<br />

con que destroza nubes de mal entendimiento<br />

No quiere que me acerque a sus nerviosas alas<br />

Ni quiere que me escape de su fiero poder<br />

El ángel me somete como a un dios derrocado<br />

por su rostro más bello que un sol en el otoño<br />

por su terrible sexo ambiguo y tormentoso<br />

que el mismo ángel de fuego no quisiera tener<br />

Era oscuro y pálido y polvoriento el día<br />

cuando la maldad de su amor me sepultó en su pecho<br />

cuando su mirada negra resquebrajó mis huesos<br />

y enterró en mis sentidos el filo de su voz<br />

Ay bestia negligente estúpida y cegada<br />

de vuelo de paloma y vozarrón de trueno<br />

vanidad hecha carne y plumas de placer<br />

y con alma de hembra débil de dulzura mentida<br />

te escribo este poema de temor y fastidio<br />

con el resentimiento de no poder tenerte


Un probable Constantino Cavafis a los 19<br />

Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas<br />

El amor entre hombres<br />

Fumar marihuana<br />

Y escribir poemas<br />

Mañana se levantará pasado el mediodía<br />

Tendrá rotos los labios<br />

Rojos los ojos<br />

Y otro papel enemigo<br />

Le dolerán los labios de haber besado tanto<br />

Y le arderán los ojos como colillas encendidas<br />

Y ese poema tampoco expresará su llanto.<br />

El agresor oculto<br />

Me envenenó la vida<br />

Me sustrajo de mi movimiento natural<br />

y me entregó a las sombras<br />

de los amores no correspondido<br />

Me trastocó los sueños<br />

metiéndose como un conspirador entre sus grietas<br />

Desempolvó recuerdos<br />

que hablaban de partidas y de adioses<br />

Mientras tanto mi alma


acostumbrada a la desgracia<br />

lo veía hacer<br />

como un condenado que presencia<br />

el levantamiento del patíbulo<br />

El Suicida<br />

Airoso en su galope<br />

levanto la mano armada<br />

hasta su sien<br />

y disparó:<br />

suave derrumbe<br />

del caballo al suelo<br />

Doblado sobre un muslo<br />

cayó<br />

y sin un solo gemido<br />

se fue a galopar<br />

a las praderas del cielo.


Viernes 23 de mayo de 1997<br />

Muere poeta Gómez Jattin en accidente<br />

El reconocido poeta Raúl Gómez Jattin murió a<br />

consecuencia de los golpes recibidos al ser<br />

atropellado por un vehículo fantasma.<br />

Gómez Jattin fue encontrado gravemente herido y<br />

tirado en una de las calzadas de la avenida Pedro<br />

de Heredia, en cercanías de la Primera Estación de<br />

Policía, en el sector de Chambacú.<br />

El poeta fue arrollado por un automotor que se dio<br />

a la fuga y del cual no se tiene ninguna<br />

característica.<br />

Gómez Jattin fue auxiliado por una patrulla de la<br />

Policía que lo trasladó de urgencias a la clínica Club<br />

de Leones, aproximadamente a las 6.30 de la<br />

mańana.<br />

Sus recitales en la Casa Silva, en el Festival<br />

Internacional de la Poesía, en Medellín y en el<br />

evento La Poesía tiene la palabra, atrajeron y<br />

estremecieron al público<br />

"Él llegó al centro asistencias botando sangre e inconsciente", dijo un<br />

uniformado de la Policía que atendió el caso.<br />

Anotó que por la gravedad de su estado de salud, los médicos<br />

determinaron remitirlo al Hospital Universitario.<br />

Según el reporte de entrada del centro asistencias, el reconocido poeta<br />

ingresó aproximadamente a las 7.40 de la mañana, pero falleció dos<br />

horas después, cuando recibía atención de los facultativos en turno.<br />

Hace aproximadamente un año Gómez Jattin fue atacado por un<br />

desconocido, quien le propinó una herida en uno de los glúteos.<br />

Ese hecho sucedió en el sector de San Diego, en el centro de la ciudad.<br />

En esa ocasión la lesión no tuvo mayores consecuencias.<br />

Hasta el momento no se tiene ningún testigo del accidente donde perdió<br />

la vida el poeta, amphamente reconocido en todo el país por la<br />

profundidad y la calidad de su obra poética.


Tan pronto se produjo la noticia del accidente y de su muerte, las<br />

distintas autoridades desplegaron acciones para dar con el vehículo.<br />

"Personal de inteligencia estuvo durante gran parte del día en el sitio del<br />

accidente hablando con la gente, pero fue muy poco lo que se obtuvo.<br />

Por esta razón hacemos un llamado para que nos hagan llegar alguna<br />

información con relación a este caso que nos interesa resolver", indicó<br />

un funcionario consultado.<br />

Reseña del poeta<br />

Raúl Gómez Jattin, nació en Cartagena de Indias en 1945, y pasó su<br />

infancia en Cereté, Córdoba, ciudad que alude en sus poemas y libros.<br />

Su obra literaria empezó a ser conocida y celebrada dentro y fuera del<br />

país, después de 1980.<br />

Sus recitales en la Casa Silva, en el Festival Internacional de la Poesía,<br />

en Medellín, y en el evento La Poesía tiene la palabra. atrajeron y<br />

estremecieron al público.<br />

Era considerado por la crítica literaria, como uno de los mejores poetas<br />

de Colombia, cuya obra aparece en las más destacadas antologías<br />

poéticas.<br />

Sábado 24 de mayo de 1997<br />

Sentido adiós a Raúl Gómez Jattin<br />

Cereté<br />

La naturaleza también se hizo partícipe en el sepelio del poeta Raúl<br />

Gómez Jattin. Un fuerte aguacero acompañado de truenos y<br />

relámpagos, además de la multitud, lo acompañaron hasta su última<br />

morada en un funeral nocturno.<br />

El féretro del bardo arribó a las 4.30 de la tarde desde la ciudad de<br />

Cartagena. Ante el ataúd, en el Centro Docente de Varones intervinieron<br />

el poeta Jorge Rhenals Ayala, el siquiatra José Luis Calume, quien fue su<br />

médico y su amigo, y Lena Reza García. Allí la Alcaldía dio a conocer un<br />

decreto de honor.


De la parroquia San Antonio de Padua, donde fue oficiada una misa, fue<br />

trasladado a las 6.30 hasta el cementerio.<br />

Una vez en el campo santo, fueron leídos varios poemas de su autoría,<br />

entre ellos, El Dios que adora, De que te vas a acordar Isabel, Cielo y<br />

varios del libro "El esplendor de la mariposa". Los asistentes repetían<br />

cada uno de los poemas escritos en fotocopias repartidas previamente.<br />

La lectura la hizo Lena Reza.<br />

Algunos llegaron a comentar que Raúl debía estar riéndose porque había<br />

hecho mojar a la gente y además porqué en Cereté nunca habían hecho<br />

un entierro en las horas de la noche.<br />

Viernes 23 de mayo de 1997<br />

A sus 52 años murió ayer en Cartagena, en un accidente de tránsito, el poeta cordobés Raúl<br />

Gómez Jattin. Con su muerte, la región y el país perdieron a un de los mejores poetas de este final<br />

de siglo.<br />

Los habitantes de<br />

mi aldea dicen que<br />

soy un hombre<br />

despreciable y<br />

peligroso y no<br />

andan muy<br />

equivocados.<br />

Despreciable y<br />

peligroso eso han<br />

hecho de mi la<br />

poesía y el amor.<br />

Señores<br />

habitantes,<br />

tranquilos, que<br />

sólo a mi suelo<br />

hacer daño.<br />

Raúl Gómez Jattin<br />

ÚLTIMO VERSO<br />

Cereté. A pesar de su soledad, el escritor Raúl Gómez Jattin siempre estuvo rodeado de su<br />

mejores amigos. En esta ciudad su muerte causó profunda conmoción. Sus despojos mortales<br />

son esperados hoy por toda la población, encabezada por un grupo de escritores de todo el país.


VIERNES, 14 DE MARZO DE 2008<br />

"Los últimos pasos del poeta Raúl Gómez Jattin"<br />

Prólogo:<br />

“Cuando murió, el 22 de mayo de 1997, la virtudes de Raúl Gómez Jattin<br />

comenzaron a correr en la Escuela de Bellas Artes y Música de Cartagena de<br />

Indias: genio, extraordinario poeta, dominaba cinco idiomas: inglés, francés,<br />

español, latín y griego… alguien intentó convencerme de lo contrario… agresivo,<br />

drogadicto, homosexual”.<br />

Contenido:<br />

Primera impresión.<br />

Droga, mal de cada día.<br />

En el alma del poeta.<br />

Brotes episódico.<br />

―Maestro, me están secuestrando‖.<br />

El parque de Raúl.<br />

Sentimientos de gratitud.<br />

―Estoy enamorado, Mara‖.<br />

Concierto navideño.<br />

En la muerte.<br />

Epílogo<br />

En el alma del poeta<br />

… al tiempo que el poeta quería regalar varias copias de Los poetas, amor<br />

mío… a sus amigos, a quienes les pedía, sin embargo, veinte mil pesos por la<br />

copia, nos sentamos en el computador para transcribirlo de nuevo, pues el archivo<br />

se había perdido en el mismo. Durante el dictado surgió una entrañaba relación<br />

amistosa entre nosotros que me permitió percibir la respiración de su alma. Le<br />

había preguntado si quería hacerle algunas correcciones o cambios de estilo a la<br />

copia que teníamos en mano, porque advertí en algunos de los poemas ciertos<br />

errores ortográficos y una mala presentación, pero él me respondió que no, que lo<br />

íbamos a pasar igual como se lo habían transcrito en la Escuela de Bellas Artes y<br />

Música de Cartagena de Indias.<br />

―¿Cómo quieres el título?‖<br />

No me entendía. Lo ayudé:<br />

―En letra grande y en negrita. Bonito y centrado entre los márgenes laterales de la<br />

hoja‖, y él abrió más los ojos al monitor, hacia aquel profundo azul del programa<br />

WordPerfect 6.0 que apenas empezaba a revolucionar la producción de textos por<br />

computador.<br />

Me preguntó:<br />

―¿Y el computador hace todas esas cosas?‖<br />

Le respondí que sí, pero me apuró diciéndome que lo hiciera con el tipo de letra<br />

como yo quisiera, pero me interrumpió, y me dijo que mejor lo dejara con la misma


letra con que ya estaba escrita, Roman 10 cpi, la misma que empleaba la<br />

impresora matriz de punto. Luego lo detuve:<br />

―Y el título, Los poetas, amor mío…, ¿lo encerramos entre comillas?‖<br />

Él dudó por un rato, como recordando no sé qué reglas de ortografía. Me puso la<br />

mano en el hombro y me respondió: ―No, sin comillas‖.<br />

Centré el cursor y en negrilla titulé el poemario, Los poetas, amor mío…, y pasé a<br />

transcribir el primer poema. Pero me detuvo:<br />

―Debajo del título, a la derecha, ponme estas palabras entre paréntesis: Hacemos<br />

con lo imposible de la vida una belleza posible‖, y me lo repitió varias veces, con<br />

voz in crescendo.<br />

Ya para comenzar, entonces comenzaron a surgir una serie de preguntas sobre su<br />

existencia: ¿Quién es él? ¿Qué de su locura? ¿De dónde viene? ¿Adónde va?<br />

Yo broté de un muchacho atormentado y febril<br />

que soñaba diurnos sueños de ser quien no era.<br />

Sin proponérselo, respondía a una de mis maliciosas preguntas. Me lo dijo con voz<br />

reposada, melancólica. El título de esa primera página de Los poetas, amor mío…,<br />

fue ―Aparición y crimen‖, que de inmediato lo asocié al mundo en que él vivía, con<br />

una escena en el que aparecían, junto al cadáver, un delincuente, una prostituta,<br />

un expendedor de droga, quién sabe quién más, en un andén de la calle de la<br />

Media Luna, mientras los concurrentes eran acusados por las preguntas de la<br />

policía y la fiscalía y barridos por las luces de las patrullas. Pero no era así, era<br />

otro diferente, el que había cometido quién cuándo, no sé si desde su infancia, no<br />

sé si desde sus primeras fiebres de poesía, no sé desde sus primeros síntomas de<br />

locura, pero que irrumpía en mí con este poema:<br />

Durante muchos años intenté construir un poema y no pude<br />

me confundí con sus pensamientos y él enloqueció<br />

y dentro de esa borrasca que desquicio su vida<br />

fue apareciendo —purificado y lúcido— el poeta que soy<br />

en la memoria hilé palabras que crearon sentido<br />

y la locura cedió paso a paso —palabra a palabra—<br />

poema a poema<br />

¿Habría leído mis pensamientos? …<br />

PUBLICADO POR VLADIMIR MARINOVICH EN 08:07<br />

ETIQUETAS: ESCLAVO DEL DOLOR


El disparo final en la Vía Láctea<br />

En el cielo profundo de mis masturbaciones<br />

ocupas ese ámbito de deseo irrefrenable y voraz<br />

Inagotable y tierno que te devora el sexo<br />

aunque tú no lo sepas Tu cuerpo habita el mío<br />

Y es tan mío como no pudo serlo allá<br />

en la realidad Es mío cuando yo te deseo<br />

De esa misma manera impalpable y eterna<br />

como este libro es tuyo Como yo soy de ti<br />

Habitamos el ocho Doble infinito<br />

de los dos universos El 8 de los círculos<br />

El que parece dos astros hermanos y gemelos<br />

El que parece dos ojos Dos culos cercanos<br />

El que parece dos testículos besándose<br />

Cuando llegas a mi cielo estoy desnudo<br />

y te gustan las columnas de mis piernas<br />

para reposar en ellas Y te asombra<br />

mi centro con su ímpetu y su flor erecta<br />

y mi caverna de Platón carnal y gnóstica<br />

por donde te escapas hacia la otra vida<br />

Y en ese cielo te entregas a ser lo que verdaderamente<br />

eres Agresión de besos Colisión de espadas<br />

Jadeo que se estrella como un mar contra mi pecho<br />

Locura de tus ojos orientales alumbrando<br />

la aurora del orgasmo mientras tus manos<br />

se aferran a mi cuerpo Y me dices<br />

lo que yo quiero y respiras tan hondo<br />

como si estuvieras naciendo o muriendo<br />

Mientras nuestros ríos de semen crecen<br />

y nuestra carne tiembla y engatilla su placer<br />

hacia el disparo final en la Vía Láctea<br />

En las sábanas de nuestro cielo hay nubes<br />

perfumadas de axilas y delicados residuos<br />

el amor En la almohada el hueco<br />

que tu cabeza ha dejado oloroso a jazmines<br />

Y en mi alma y mi cuerpo el inmenso dolor<br />

de saber que desprecias mi amor<br />

Oh tú por quien mi vida renació<br />

dentro la lumbre de la muerte


El suicida<br />

Airoso en su galope<br />

levantó la mano armada<br />

hasta su sien<br />

y disparó:<br />

suave derrumbe<br />

del caballo al suelo<br />

Doblado sobre un muslo<br />

cayó<br />

y sin un solo gemido<br />

se fue a galopar<br />

a las praderas del cielo.<br />

Deslumbramiento por el deseo<br />

Instantáneo relámpago<br />

tu aparición<br />

Te asomas súbitamente<br />

en un vértigo de fuego y música<br />

por donde desapareces<br />

Deslumbras mis ojos<br />

y quedas en el aire<br />

Amanecer en el valle del Sinú<br />

Del Amor<br />

Retratos<br />

El que no entendió nunca<br />

Fuiste un testigo indolente<br />

ni comprendiste<br />

Ni a ayudaste a la víctima<br />

Fuiste un cómplice de la perfidia y la ignorancia<br />

Tácitamente aceptaste<br />

que aquel hombre no valía la pena<br />

Cuando lo llevaban al matadero<br />

estabas cerca de él<br />

y sólo miradas de rencor le prodigaste


Cuando te preguntaron<br />

si aquel amigo que aparecía en sus poemas eras tú<br />

lo negaste airado<br />

¿Hoy que vives entre cosas cotidianas<br />

te olvidas de aquella época ilustre<br />

cuando a tus pies tuviste la poesía?<br />

En este cuerpo<br />

En este cuerpo<br />

en el cual la vida ya anochece<br />

vivo yo<br />

Vientre blando y cabeza calva<br />

Pocos dientes<br />

Y yo adentro<br />

como un condenado<br />

Estoy adentro y estoy enamorado<br />

y estoy viejo<br />

Descifro mi dolor con la poesía<br />

y el resultado es especialmente doloroso<br />

Voces que anuncian: ahí vienen tus angustias<br />

voces quebradas: pasaron ya tus días<br />

La poesía es la única compañera<br />

acostúmbrate a sus cuchillos<br />

que es la única<br />

Si se quiere llegar a ser una buena víctima<br />

Si se quiere llegar a ser una buena víctima<br />

es necesario saber de toda la dulzura<br />

que entrelaza al verdugo con la muerte<br />

de la paciencia con que afila su hacha<br />

de la soledad que ilumina su vida<br />

y la de sus inocentes hijos<br />

del esfuerzo que implica portar y levantar el arma<br />

de la sangre que pringa sus pantalones<br />

Todas esas consideraciones deben estar presentes<br />

en el momento de recoger nuestro pelo sobre la nuca<br />

y poner en sus manos el pescuezo


EL DIOS QUE ADORA<br />

Son un dios en mi pueblo y mi valle<br />

No porque me adoren Sino porque yo lo hago<br />

Porque me inclino ante quien me regala<br />

unas granadillas o una sonrisa de su heredad<br />

O porque voy donde sus habitantes recios<br />

a mendigar una moneda o una camisa y me la dan<br />

Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán<br />

y lo nombro en mis versos Porque soy solo<br />

Porque dormí siete meses en una mecedora<br />

y cinco en las aceras de una ciudad<br />

Porque a la riqueza miro de perfil<br />

mas no con odio Porque amo a quien ama<br />

Porque sé cultivar naranjos y vegetales<br />

aún en la canícula Porque tengo un compadre<br />

a quien le bauticé todos los hijos y el matrimonio<br />

Porque no soy bueno de una manera conocida<br />

Porque amo los pájaros y la lluvia y su intemperie<br />

que me lava el alma Porque nací en mayo<br />

Porque mi madre me abandonó cuando<br />

precisamente<br />

más la necesitaba Porque cuando estoy enfermo<br />

voy al hospital de caridad Porque sobre todo<br />

respeto solo al que lo hace conmigo Al que trabaja<br />

cada día un pan amargo y solitario y disputado<br />

como estos versos míos que le robo a la muerte.<br />

CASI OBSCENO<br />

Si quisieras oír lo que me digo en la almohada<br />

el rubor de tu rostro sería la recompensa<br />

Son palabras tan íntimas como mi propia carne<br />

que padece el dolor de tu implacable recuerdo


Te cuento ¿Sí? ¿No te vengarás un día? Me digo:<br />

Besaría esa boca lentamente hasta volverla roja<br />

Y en tu sexo el milagro de una mano que baja<br />

en el momento más inesperado y como por azar<br />

lo toca con ese fervor que inspira lo sagrado<br />

No soy malvado Trato de enamorarte<br />

Intento ser sincero con lo enfermo que estoy<br />

y entrar en el maleficio de tu cuerpo<br />

como un río que teme al mar pero siempre muere en él<br />

Raúl Gómez Jattin (Cartagena, 1945-1997)<br />

Libros publicados: Poemas (1980); Retratos (1986); Amanecer en el valle del Sinú<br />

(1986); Del amor (1987); Hijos del tiempo; El esplendor de la mariposa.<br />

UN PROBABLE CONSTANTINO CAVAFIS A LOS<br />

19<br />

Esta noche asistirá a tres ceremonias peligrosas<br />

El amor entre hombres<br />

Fumar marihuana<br />

Y escribir poemas<br />

Mañana se levantará pasado el mediodía<br />

Tendrá rotos los labios<br />

Rojos los ojos<br />

Y otro papel enemigo<br />

Le dolerán los labios<br />

Y le arderán los ojos como colillas encendidas<br />

Y ese poema tampoco expresará su llanto<br />

DE LO QUE SOY


En este cuerpo<br />

en el cual la vida ya anochece<br />

vivo yo<br />

Vientre blando y cabeza calva<br />

Pocos dientes<br />

Y yo adentro<br />

como un condenado<br />

Estoy adentro y estoy enamorado<br />

y estoy viejo<br />

Descifro mi dolor con la poesía<br />

y el resultado es especialmente doloroso<br />

voces que anuncian: ahí vienen tus angustias<br />

voces quebradas: pasaron ya tus días<br />

La poesía es la única compañera<br />

acostúmbrate a sus cuchillos<br />

que es la única<br />

ME DEFIENDO<br />

Antes de devorarle su entraña pensativa<br />

Antes de ofenderlo de gesto y palabra<br />

Antes de derribarlo<br />

Valorad al loco<br />

Su indiscutible propensión a la poesía<br />

Su árbol que le crece por la boca<br />

con raíces enredadas en el cielo<br />

Él nos representa ante el mundo<br />

con su sensibilidad dolorosa como un parto<br />

Raúl Gómez Jattin su voz lírica<br />

Por PAUL BRITO RAMOS


Raúl Gómez Jattin es ese poeta colombiano que se fue volviendo loco y terminó bajo<br />

las llantas de un autobús en Cartagena de Indias el 22 de mayo de 1997. Esto de<br />

‗poeta‘, de ‗loco‘ y de ‗muerte‘ o ‗suicidio‘ no sería una combinación sorprendente si no<br />

fuera porque es uno de los poetas más talentosos y logrados que ha dado Colombia<br />

en las últimas décadas.<br />

Nacido el 31 de mayo de 1945 en Cereté, en el norteño departamento de Córdoba, en<br />

medio del Valle del Sinú, Gómez Jattin, hijo de padre español y madre árabe, recibió<br />

de parte del primero una gran influencia cultural e intelectual, y de su madre, un<br />

cargado influjo emocional y psicológico. El señor Joaquín Gómez, como se llamaba su<br />

padre, quería verlo convertido en un gran abogado; Raúl cedió y se fue a estudiar a<br />

Bogotá, pero terminó enganchado en el teatro y, de paso, en la marihuana.<br />

La larga tensión edípica con su madre tampoco resultó muy beneficiosa. Su profesor<br />

de teatro de esa época cuenta la vez que fue con su esposa de luna de miel a Cereté<br />

y se hospedó en la casa de la Niña Lola (como le decían a la madre de Raúl): ―Mi<br />

esposa entró al cuarto a preguntarle algo a la Niña Lola y la encontró dándole el<br />

pecho a Raúl, que era ya un hombre de 25 años. Y cuando ya nos volvíamos a<br />

Bogotá, ella me dijo, ‗Cuida a Raúl, que es un niño grande‘‖.<br />

Cuando su padre murió, a finales de 1976, Raúl comenzó a dar muestras de<br />

demencia. Gabriel Chadid, su medio hermano, recuerda aquellos días: ―Mientras el<br />

viejo estuvo enfermo, Raúl permaneció muy drogado y no toleró la idea de la muerte.<br />

Una vez fallecido nuestro padre, se enloqueció. Se quitó la ropa, se desnudó. Se<br />

había quemado, sacado los dientes, se afeitó el cabello y las cejas. Siempre había<br />

sido un neurótico como nosotros. Desde entonces se volvió sicótico‖.<br />

Comenzaría así un largo recorrido por hospitales siquiátricos y cárceles. Raúl prefería<br />

las cárceles porque ―en los manicomios hay mucho loco‖, decía. Al mismo tiempo, sin<br />

embargo, iba escribiendo con mucha sobriedad y lucidez maravillosos libros de poesía<br />

como Tríptico cereteano, Hijos del tiempo y El esplendor de la mariposa, siempre<br />

debatiéndose entre sus dos personalidades: el loco agresivo que la emprende contra<br />

sus amigos y seres queridos, y el que se muestra amoroso, sensible y exquisito.<br />

―Tengo un corazón de mango, pero no te encuentres conmigo‖, advierte en un poema.<br />

Y en otro, con el nombre de ‗Conjuro‘...<br />

―Los habitantes de mi aldea/ dicen que soy un hombre/ despreciable y peligroso/ y no


andan muy equivocados/ Despreciable y peligroso/ eso han hecho de mí la poesía y el<br />

amor/ Señores habitantes/ Tranquilos/ que sólo a mí/ suelo hacer daño”.<br />

―Gómez Jattin —dice una vieja reseña de 1984 en el periódico El Universal— surgió<br />

como auténtica revelación de la poesía en el norte del país, recreando temas que van<br />

desde las bellezas naturales, a orillas del río Sinú, hasta sus propios conflictos<br />

existenciales, que el poeta escruta con ironía y desencanto. Gómez Jattin ha hecho a<br />

través de sus trabajos una revisión cruda de su vida en distintas fases, mirándose en<br />

ocasiones a través de personajes. Su observación, plena de categórica lucidez,<br />

acostumbra a oscilar entre un sarcasmo frontal, a veces abatido, y una rémora de<br />

ternura protectora‖.<br />

―Era el único poeta maldito que se acostaba temprano‖, dice su amiga, la artista<br />

plástica Bibiana Vélez. ―Pasaba días enteros colgado en una hamaca. Ahí hacía de<br />

todo: comía, leía, escribía. Decía que la hamaca es un instrumento de una cuerda<br />

suspendido en el vacío desde el cielo. Tenía un vozarrón de acero y una carcajada<br />

espectacular, comilón y agradablemente obsceno‖.<br />

En los últimos años, Raúl acepta su homosexualidad, ―pero cuando yo lo conocí —


afirma Bibiana Vélez— sentí que el amor ya no le interesaba. Antes sí, se enamoraba,<br />

pero ahora me parecía que había dejado a un lado eso o había reprimido sus<br />

impulsos, o estaba en otras cosas. No sé. Vivía repitiéndome: Bibiana, como decía<br />

Stendhal, el amor es una enfermedad; ¡lo importante es la amistad!‖.<br />

En una ocasión se presentó en un recital en Medellín vestido totalmente de rojo, hasta<br />

las sandalias, y sin libro alguno, y además sin los lentes que necesitaba para leer.<br />

Había lleno total en el auditorio y el público lo aclamaba. ―¿Por cuál canción quieren<br />

que comience?‖, preguntó con total seriedad, refiriéndose a las canciones de Joan<br />

Manuel Serrat al que idolatraba. Cuando le dijeron que lo que tenía que hacer era leer<br />

sus poemas, se probó varios lentes que le prestó el público, despreció los que le<br />

parecían muy comunes y se quedó con uno de esos que parecen de gato. También<br />

un libro suyo tuvo que proceder del público.<br />

Su lectura conmovió. La gente lo aplaudió con euforia. Al ver que Raúl se ponía de pie<br />

para irse, el dueño del libro se lo pidió amablemente. Raúl se lo metió bajo el brazo y<br />

le dijo: ―¡Pero si lo escribí yo!‖, y acto seguido se marchó.<br />

El escritor inglés Gerald Martin relata así otra de sus intervenciones en público: ―En el<br />

Centro de Convenciones de la ciudad de Cartagena, durante el Festival Internacional<br />

de Poesía de 1991, tres mil personas ovacionaron por varios minutos a un poeta más<br />

bien desconocido que casi descalzo y con la voz un poco cansada leyó sus poemas.<br />

Nadie como ese personaje desgarbado logró conmover así a la multitud‖. ―La lectura<br />

de Raúl fue una especie de ceremonia sagrada‖, asegura el poeta y editor Mauricio<br />

Contreras. ―Cuando él descendió —escribe Ricardo Vélez— todos se pusieron de pie<br />

para saludarlo, y él, sin darse cuenta, dejó al presidente Gaviria con la mano<br />

extendida. Era un poeta de masas‖.<br />

Aunque Raúl completó su proceso de autodestrucción: drogadicto, loco, mendigo y<br />

finalmente muerto trágicamente, su poesía siguió un proceso más elevado y sutil.<br />

Trascendió, se libró de las ataduras que le imponen a los perturbados. ―Mi poesía es<br />

metafísica‖, decía él mismo. Por eso su voz lírica podía descender a los niveles más<br />

ordinarios y conservar su equilibrio, su lucidez y su belleza:<br />

―La cocinera hace de todo / Se levanta la falda/ y lo trepa a uno a su pubis / Te pone<br />

las manos/ en las nalgas y te culea en esa ciénaga insondable/ de su torpe lujuria de


ancha boca”.<br />

Como advertencia sobre su propia condición, nos dejó una sabia recomendación:<br />

―Antes de devorarle su entraña pensativa/ Antes de ofenderlo de gesto y palabra/<br />

Antes de derribarlo/ Valorad al loco/ Su indiscutible propensión a la poesía/ Su árbol<br />

que le crece por la boca/ con raíces enredadas en el cielo./ Él nos representa ante el<br />

mundo/ con su sensibilidad dolorosa como un parto”.


CARNAVAL Y LITERATURA EN LA OBRA DE RAÚL GÓMEZ <strong>JATTIN</strong><br />

Jahir Pérez García<br />

Maestría en Literatura. Pontificia Universidad Javeriana<br />

Introducción<br />

Podemos situar el trabajo de la poesía del autor contemporáneo Raúl<br />

Gómez Jattin, a<br />

partir de esa otra soledad<br />

1<br />

de la que habla Gabriel García Márquez, la que hemos pasado por<br />

alto a lo largo de la escritura del siglo XX; la soledad del escritor<br />

Caribe que metaforiza el acto<br />

de la pesca, disfrutando de arrojar y recoger en el mar las palabras<br />

escabullidas y prolapsadas<br />

por las olas, mientras encarna el bullicio del carnaval en la<br />

trasfiguración de la máscara, las<br />

penas consagradas al silencio de un ser que grita cuando nace y<br />

muere en el jolgorio de la fiesta.<br />

Esta doble ambivalencia del poeta habita en el autor; ya que el<br />

imaginario, mercadería de<br />

palabras que hemos alquilado al mundo del lenguaje, se halla en el<br />

camino de la construcción<br />

simbólica del mundo y la naturaleza de la escritura que inscribe<br />

mundos paralelos de realidad.<br />

De esta manera podemos decir que en Gómez Jattin habita esa doble<br />

soledad, la de los recursos<br />

convencionales y la de la locura del poeta.


Un poeta que se carnavaliza dentro de la obra literaria y que es<br />

palabra a la medida que<br />

también puede ser la expresión festiva de lo colectivo, encarnación de<br />

la memoria del pueblo<br />

que muere para vivir a través de la poesía carnavalizada. Sin<br />

embargo, el lenguaje del carnaval<br />

no es una manifestación literaria que podamos trasladar de manera<br />

directa a la poesía del autor,<br />

sino más bien a través del tránsito que va desde de las convenciones<br />

sociales hasta la estructura<br />

carnavalesca donde pervive el poeta.<br />

De esta manera, podemos analizar la poesía del autor desde la teoría<br />

del carnaval<br />

bajtiniano, desde la simbología de lo carnavalesco y a partir de la<br />

subversión de una sociedad<br />

que también se despoja de su carne para investirse de su otra<br />

soledad, es decir, para ser objeto<br />

de lo carnavalesco. Gómez Jattin representa el bufón dentro del<br />

carnaval, figura que lo convierte<br />

en el poeta de la tribu, de una tribu que lo percibe como su palabra<br />

viva y su expresión de vida.<br />

Sin embargo, esta investigación literaria no responde a una lectura<br />

únicamente del texto<br />

literario, sino que ubica el texto en su contexto. Así Gómez Jattin surge<br />

literariamente dentro del<br />

1


La Soledad a la que hace referencia el escrito es la planteada por<br />

García Márquez en su discurso del<br />

Premio Nobel donde nos dice que: ―Una realidad que no es la del<br />

papel, sino que vive con nosotros y<br />

determina cada instante de nuestras incontables muertes cotidianas, y<br />

que sustenta un manantial de<br />

creación insaciable, pleno de desdicha y de belleza, del cual este<br />

colombiano errante y nostálgico no es<br />

más que una cifra más señalada por la suerte. Poetas y mendigos,<br />

músicos y profetas, guerreros y<br />

malandrines, todas las criaturas de aquella realidad desaforada hemos<br />

tenido que pedirle muy poco<br />

a la imaginación, porque el desafío mayor para nosotros ha sido la<br />

insuficiencia de los recursos<br />

convencionales para hacer creíble nuestra vida. Este es, amigos, el<br />

nudo de nuestra soledad.‖ García<br />

Márquez, Gabriel. La soledad de América latina: escritos sobre arte y<br />

literatura. 1948-1984. (Discurso<br />

de recepción del premio Nobel. Diario el país. (Madrid). 9 de Dic. 1982;<br />

Ediciones Originales, Barcelona,<br />

1982. mapa geo-histórico colombiano, en la sabana costera<br />

colombiana como un lugar fronterizo entre<br />

la costa periférica y el centro hegemónico del país.<br />

La ubicación de la sabana costera podemos definirla como un lugar<br />

anfibio entre el acá<br />

y el allá del de la ribera del rio Sinú; un territorio adyacente al Caribe<br />

colombiano que difiere


diametralmente de las características del centro hegemónico del país;<br />

un lugar que ha construido<br />

su propia norma y del que surge una cultura subalterna<br />

2<br />

e hibrida<br />

3<br />

resignificada por su postura<br />

en el discurso nacional y en su relación con el Caribe colombiano.<br />

La crítica sobre la obra poética de Raúl Gómez Jattin es escasa<br />

4<br />

y el análisis de los aspectos del<br />

carnaval desde la perspectiva bajtiniana no ha sido considerado como<br />

un concepto para estudiar<br />

al autor desde la perspectiva del lenguaje popular y su manifestación<br />

en la cultura del Caribe. Es<br />

por este motivo que la presente investigación constituye un aporte<br />

académico para leer la obra<br />

de los autores del Caribe colombiano desde una perspectiva diferente,<br />

que conecta los aspectos<br />

del contexto en relación con el texto.<br />

Por tal razón, se hace necesario un estudio sociológico que analice los<br />

valores literarios<br />

del autor y que dialogue con el contexto de la cultura popular, el<br />

vocablo vulgar y el lenguaje<br />

literario, evitando al máximo caer en interpretaciones anecdóticas y<br />

biográficas que aludan al


autor y se alejen del lenguaje, origen y extensión de sus fuentes<br />

culturales e históricas.<br />

En este sentido, la obra poética de Raúl Gómez Jattin es una obra que<br />

se debe abarcar<br />

desde el contexto del discurso de la sabana y el discurso del Caribe<br />

contemporáneo como un<br />

lenguaje surgido desde la carnavalización literaria y originado desde la<br />

cultura anfibia del autor.<br />

2<br />

Según Mabel Moraña en su ensayo El boom del subalterno el<br />

concepto del subalterno ha abandonado<br />

una anterior formulación denigrante de los desposeídos y<br />

marginalizados en la colonia y se ha potenciado<br />

en la actualidad para la teorización del latinoamericano: ―La<br />

elaboración actual del concepto violenta, de<br />

algún modo, esa disgregación, convirtiendo la subalternidad en una<br />

narrativa globalizante, sustituyendo el<br />

activismo político que fundamentaba los textos incluidos en los<br />

Cuadernos de la cárcel por un ejercicio<br />

intelectual desde el que puede leerse, más que el relato de las<br />

estrategias de resistencia de los dominados<br />

del Sur, la historia de la hegemonía representacional del Norte, en su<br />

nueva etapa de rearticulación<br />

postcolonial.‖ Texto obtenido en<br />

http://www.ensayistas.org/critica/teoria/castro/Mabel.htm. Pág. 6-7.<br />

3


Cfr. García Canclíni, Néstor. <strong>Cultura</strong>s híbridas. México, Editorial<br />

Grijalbo. 1990. Pág. 15. El autor<br />

afirma que no funciona la oposición abrupta entre lo tradicional y lo<br />

moderno, tampoco entre lo culto, lo<br />

popular y lo masivo y que es necesario averiguar si su hibridación<br />

puede leerse con las herramientas que<br />

las han estudiado por separado. ―Se encontrarán ocasionales<br />

menciones de los términos sincretismo,<br />

mestizaje y otros empleados para designar el proceso de hibridación.<br />

Prefiero este último porque abarca<br />

diversas mezclas interculturales –no sólo las raciales a las que suele<br />

limitarse ―mestizaje‖ – y porque<br />

permite incluir las formas modernas de hibridación mejor que<br />

―sincretismo‖, fórmula referida casi<br />

siempre a fusiones religiosas o de movimientos simbólicos<br />

tradicionales.‖<br />

4<br />

Tres estudios fundamentales marcan el inicio de esta investigación en<br />

la esfera académica. El primero de<br />

ellos, es el estudio de Roberto L. Sim que fue publicado en marzo de<br />

1988 en la Revista Hispania, con el<br />

titulo de: ―Periodismo, Ficción, espacio carnavalesco y oposiciones<br />

binarias: la creación de la<br />

infraestructura novelística de Gabriel García Márquez‖. Más reciente,<br />

del año 2005, es el artículo de<br />

Silvia Ragusa en la Revista Especulo de la Universidad Complutense<br />

de Madrid: "Carnaval: el disfraz


como cadena de sustituciones en La vida breve de Juan Carlos<br />

Onetti". Y por último, un factor importante<br />

en esta investigación se encuentra en el trabajo de maestría de Rubén<br />

Otálvaro Sepúlveda: "Sujeto lírico,<br />

espacio poético e intertextualidad en la poesía de Raúl Gómez Jattin",<br />

del año 2006, que explica en uno<br />

de sus capítulo el carnaval dentro de la obra poética de Gómez Jattin,<br />

pero que no termina por ser un<br />

laboratorio de análisis en su obra poética. Analizando la obra poética<br />

de Gómez Jattin alrededor de los fundamentos de lo popular en la<br />

teoría sociológica de Bajtin y a partir de la construcción de los<br />

conceptos de ―campo de poder y<br />

literario‖ y ―habitus‖ del crítico Pierre Bourdieu.<br />

La poesía pone en juego su método y el hombre se ve reducido a su<br />

voluntad<br />

La poesía crea su propio método, el hombre es el instrumento de sus<br />

propias creaciones<br />

y el lenguaje es la potencia infinita de toda ficción, en otras palabras,<br />

toda función del lenguaje<br />

hecha método nos permite dar cuenta de lo esencial en el corpus<br />

poético del autor. Es así como<br />

la poesía siempre se vuelve relevante en la puesta en escena de la<br />

segunda escritura, en el<br />

metalenguaje y la fundamentación de un método; la poesía crea tantas<br />

lecturas posibles como<br />

potencias de significado en su interior. Es este descubrimiento que nos<br />

permite enunciar al


poema no como una simple y encadenada suma de versos, sino una<br />

memoria viva del lirismo<br />

subjetivo entre el sujeto biográfico y el sujeto poético. Mallarmé parte<br />

del universo poético para<br />

determinar una metodología que nos permite entender lo literario y lo<br />

ficcional, así: ―El<br />

lenguaje se le apareció como el instrumento de la ficción: seguirá el<br />

método del lenguaje<br />

(determinarla). El lenguaje reflejándose. Finalmente la ficción le parece<br />

ser el procedimiento<br />

mismo del espíritu humano, es ella quien pone en juego todo método y<br />

el hombre se ve reducido<br />

a la voluntad‖. (Mallarme, Obras completas, 851). Es así que este<br />

poema de Gómez Jattin es<br />

una introducción de su poesía, nos delimita y nos amplia el rango de la<br />

lectura de su poética:<br />

(…) si Raúl no es nadie Pienso yo… /Llorando riendo y en veces<br />

sonriendo<br />

Siendo ellos y siendo a veces también yo blanco papel / (…)<br />

(Gómez Jattin, 2004, 40)<br />

El discurso poético: el autor se re-inventa a sí mismo<br />

El discurso poético de Raúl Gómez Jattin representa no sólo una<br />

forma de resistencia<br />

cultural de la periferia hacia el centro hegemónico del país, sino<br />

también una reivindicación de<br />

su discurso a través de la negación del sujeto, es decir, no existe<br />

como individuo dentro de la


colectividad, pero sí en la figura del loco en su manera de reinventarse<br />

a sí mismo poéticamente.<br />

Es por medio de esta expresión, en la construcción de una figura<br />

literaria (la metonimia) cuando<br />

se toma la garganta como el todo del artista, en una configuración del<br />

discurso del loco en la<br />

representación del autor ―Los amo en el exilio/ Los recuerdo con un<br />

sollozo a punto de<br />

estallar /en mi loca garganta He aquí la prueba‖ (Gómez Jattin, 2004,<br />

45)<br />

Según Foucault, en su libro El orden del discurso, este discurso del<br />

loco ha ido variando<br />

históricamente: ―Se me puede objetar que todo esto actualmente ya<br />

está acabado o está<br />

acabándose; que la palabra del loco ya no está del otro lado de la<br />

línea de separación; que ya no<br />

es considerada como algo nulo y sin valor; que más bien al contrario,<br />

nos pone en disposición<br />

vigilante; que buscamos en ellas un sentido, o el esbozo o las ruinas<br />

de una obra; y que hemosllegado a sorprender, esta palabra del loco,<br />

incluso en lo que nosotros mismos articulamos, en<br />

ese minúsculo desgarrón por donde se nos escapa lo que decimos.‖<br />

(Foucault, 1970, 3). Sin<br />

embargo, es necesario mencionar los apuntes que están escritos en el<br />

libro Quien es quien en la<br />

poesía Colombiana de Rogelio Echavarría que mencionan a Carlos<br />

Jauregui sobre esta posición


doble del discurso de Gómez Jattin, que se niega y se afirma en su<br />

poesía:<br />

Quien al morir el poeta terminaba una investigación de dos años sobre<br />

la obra de<br />

Gómez Jattin, en la Universidad de Pittsburgh, escribió: «Un lugar<br />

común de la<br />

crítica ha sido la mención, sin mayor análisis, de la locura del poeta<br />

dando por<br />

hecho que hay una relación entre ésta y la creación poética. Se alaba<br />

no la lucidez,<br />

que a otros pudiera parecer locura, sino la afición por las drogas, los<br />

síntomas de<br />

esquizofrenia y la agresividad sin razón aparente. Sólo Darío Jaramillo<br />

ha criticado<br />

esta visión limitada, superficial y monocromática. Sin embargo la nota<br />

predominante es la asociación de su obra con el desvarío y la droga.<br />

El poeta en<br />

medio del incienso de sus aduladores contribuía a confirmar este<br />

cliché con una<br />

actitud marginal que lo erigió en el poeta maldito de la clase media<br />

intelectual. Se<br />

etiquetó y valoró su obra desde la observación biográfica, descuidando<br />

los temas<br />

raizales, la lengua popular, el rescate del valor poético de lo vulgar y<br />

sobre todo, la<br />

frescura del lenguaje directo y sin pudor que nos obsequian sus<br />

versos. Los


mejores poemas de Gómez corresponden a momentos de<br />

extraordinaria lucidez y<br />

en ellos están los rastros de su lucha contra la enfermedad y la<br />

muerte; una lid que<br />

a nivel personal el poeta probablemente perdió pero que en la obra<br />

sigue dando con<br />

denuedo». (Echavarría, 1998: G)<br />

Es así como su discurso se vuelve subliminal en el canon de la poesía,<br />

fundamentándose a<br />

través del prestigio de su nominalización, como una poética<br />

desmesurada, desmedida, atrevida y<br />

desbordadamente líricamente. Sin embargo, su poesía desarrolla el<br />

cultivo de una brevedad que<br />

regenera las fibras del ser, que intensifica la expresividad del poema y<br />

que adquiere sentido en<br />

la cultura popular. Lenguaje místico del autor, descarnado, que se<br />

carnavaliza en el sentido<br />

etimológico de despojarse de su carne y se ve reducido a un exiguo<br />

número de palabras<br />

verdaderas y esenciales y por último a una ―simbología forjada en la<br />

exploración individual,<br />

poesía depurada en la vigilia y en el poeta que sueña‖.<br />

5<br />

La obra poética de Gómez Jattin crea una atmósfera carnavalesca<br />

La obra poética de Gómez Jattin es una respuesta al objetivo<br />

primordial de la relación


entre el carnaval como forma cultural y el Caribe como discurso<br />

poético-histórico. Una<br />

literatura que traspone los elementos literarios, culturales y lo popular,<br />

generando una crisis en<br />

la investigación del sujeto literario representado en las expresiones<br />

culturales de lo<br />

carnavalesco; cuando hablamos de una literatura límite hablamos de<br />

una literatura entre la costa<br />

atlántica y el centro andino.<br />

5<br />

Cadavid, Jorge. Boletín <strong>Cultura</strong>l y Bibliográfico. Número 45. Volumen<br />

XXXIV - 1997 - editado en<br />

1998. Los poetas —amor mío— son unos hombres horribles.Por una<br />

parte, la lírica del poeta manifiesta recursos que rompen con los<br />

procedimientos<br />

tradicionales de la poesía -el lirismo de la tradición poética y los<br />

movimientos de los 90 años de<br />

historia de la poesía del siglo XX - y que subvierten nociones<br />

establecidas con respecto a la voz<br />

poética de nuestro siglo. Por otro lado, posee una escritura<br />

carnavalesca, consciente o<br />

inconscientemente, en la cual busca subvertir las formas<br />

contemporáneas de la sociedad. Su<br />

poesía se ilumina desde la teoría del carnaval de Mijail Bajtin, desde<br />

donde podríamos decir que<br />

su poética sufre una Carnavalización literaria.


Sin embargo, el lenguaje del carnaval no es una manifestación literaria<br />

que podamos<br />

trasladar de manera directa al lenguaje de la poesía, es por esta razón<br />

que debemos<br />

concentrarnos en la obra del autor para así desentrañar la trasposición<br />

que sufre tanto lo<br />

carnavalesco como lo literario dentro de la cultura popular del Caribe<br />

colombiano. Los<br />

elementos carnavalescos dentro de la obra del autor nos permiten<br />

encontrar dentro del lenguaje<br />

literario a la ironía, a la paradoja y a la máscara y al disfraz<br />

superpuesto en un mismo nivel de<br />

expresión.<br />

Aunque proviene de una esfera temporal distinta, la teoría lingüística<br />

de Bajtin ofrece<br />

algunas claves para entender la obra poética de nuestro autor. El<br />

principio carnavalesco realza la<br />

relación entre la literatura y el espíritu desjerarquizador del carnaval<br />

que se halla en Gómez<br />

Jattin. Del mismo modo que la práctica social del carnaval es un<br />

vehículo de liberación popular,<br />

lo carnavalesco en su poesía se manifiesta como una inclinación hacia<br />

la censura, la burla y la<br />

subversión.<br />

Así este enfoque en la lectura de Gómez Jattin pertenece al nivel del<br />

texto y a la óptica


interpretativa de la ciencia del lenguaje, que no puede llegar a ser la<br />

lectura definitiva para su<br />

obra, sino una aproximación literaria del complejo cultural en la que se<br />

produce. La resolución<br />

del análisis del corpus se da a partir de la lingüística, en el estudio<br />

científico de la producción<br />

discursiva del sujeto, en los actos lingüísticos, que no son nunca<br />

enteramente idénticos, sino que<br />

varían de individuo a individuo, e incluso en el mismo individuo, según<br />

las circunstancias, tanto<br />

en lo que concierne a su forma material como por lo que atañe a su<br />

significado.<br />

Es a través de ella que los niveles del lenguaje funcionan para<br />

desentrañar la poética<br />

(marcas que nos permiten navegar por el universo de la palabra) no<br />

como imposiciones<br />

discursivas de la poesía, sino como una lupa discursiva que parte del<br />

texto mismo y considera<br />

al acto poético como una experiencia estética de un ―siendo‖ dentro de<br />

la comunidad.<br />

Un laboratorio de exploración en el lenguaje de Raúl Gómez Jattin<br />

Una lectura científica de lo social nos permite replantear dentro de los<br />

niveles del<br />

lenguaje, las posibilidades de lectura del autor y la re-escritura del<br />

discurso poético, como una<br />

unidad global portadora de significado, que comprende diversos<br />

procesos semióticos ylingüísticos. Dentro del nivel de la cohesión<br />

vamos a distinguir los siguientes subniveles: Nivel


gráfico-tipográfico, el morfológico y el sintáctico-semántico.<br />

El primer nivel que vamos a analizar es el gráfico-tipográfico donde se<br />

puede analizar la<br />

forma como se escribe y el material conceptual de lo que se escribe.<br />

Así el estudio de la<br />

melodía, el ritmo y la consonancia entre los versos está manifiesto en<br />

la disposición lírica de un<br />

papel en blanco. Según Stephane Mallarmé, el libro es una:<br />

―expansión total de la letra, ha de<br />

extraer de ella, directamente, una movilidad y, espacioso, por<br />

correspondencias, instituir un<br />

juego, insabido, que con‐firme la ficción.‖<br />

6<br />

Así podemos ver en la poesía de Gómez Jattin cómo se da la<br />

disposición organizativa y<br />

gráfica de los versos dentro de una estructura total de un poema, que<br />

danza como un juego al<br />

ritmo del pensamiento, ritmo que estimula las pasiones del espíritu y<br />

produce el hastío del<br />

lector:<br />

Porque no hablas/<br />

ni te quejas/<br />

ni pides plata/<br />

ni lloras/<br />

ni me quitas un lugar en la hamaca/<br />

ni te enterneces/


ni suspiras cuando me vengo/<br />

ni te frunces/ni me agarras/<br />

Te quiero/<br />

ahí sola/<br />

como yo/<br />

sin pretender estar conmigo /<br />

compartiendo tu crica con mis amigos/<br />

sin hacerme quedar mal con ellos y sin pedirme un beso/.<br />

Te quiero Burrita. Raúl Gómez Jattin (Gómez Jattin, 1995)<br />

Esta composición breve de los versos en el poeta no reduce la<br />

expresión poética a la forma<br />

elíptica de la realidad, sino que la disposición gráfica asume efectos<br />

prosódicos en el sentido<br />

que producen un ritmo abrupto, sincopado en los grupos fónicos que<br />

se podría relacionar con el<br />

ritmo de la copula anfibia. Este efecto gráfico podría representar la<br />

consumación del amor no<br />

recíproco, la idealización de la satisfacción personal con el animal.<br />

Irreverencia poética que elimina la moral y construye a través de los<br />

deseos humanosmitificados, esa desacralización del amor sabanero<br />

que escinde la relación entre los deseos<br />

prohibidos y los deseos obtenidos, entre lo sagrado y lo profano, entre<br />

la lujuria y las<br />

prohibiciones carnales.<br />

Gómez Jattin introduce en el universo de la poesía la representación<br />

obscena del cuerpo,


particularidades del complejo cultural que se manifiestan en la<br />

mentalidad de una cultura que<br />

entiende sin complejos ni reglas las esferas del cuerpo, como<br />

exploración de la desnudez y la<br />

6<br />

Mallarmé, Stéphane. Poesía completa. Edición Bilingüe. Barcelona:<br />

ediciones 29. 1979. 441p. sensualidad. En este sentido la relación<br />

entre el centro y la periferia es muy clara, ya que la<br />

capital, como la representación de un lugar de establecimiento y<br />

reglas, ha relegado el ejercicio<br />

de la sexualidad a lugares marginales, a lugares ocultos y<br />

desmembrados de lo público. Una<br />

incisiva influencia de la iglesia, de las instituciones y la política, de la<br />

norma establecida entre la<br />

sociedad y el individuo han hecho que se ignore desde la mentalidad<br />

del centro la fuerza<br />

innegable del deseo. En este sentido, la enunciación de este poema<br />

constituye por una parte un<br />

escándalo público y en lo privado el desarrollo del deseo individual<br />

ante la fría elite urbana.<br />

Por otra parte desde el lenguaje coloquial, la expresividad del artista<br />

pone en escena el<br />

ámbito popular, ya que se realiza una reconversión del estilo adaptado<br />

a los saberes y hábitos<br />

tradicionales del lenguaje literario. Esta particularidad se construye a<br />

partir del locus de<br />

enunciación, ya que es desde el espacio carnavalesco (lugar donde en<br />

el carnaval se eliminan;


cesan las formas del miedo y las jerarquías) donde se aniquila la<br />

distancia entre las personas,<br />

dándose el contacto libre y familiar. Esta reconversión sucede en la<br />

plaza carnavalesca, lugar<br />

del argumento ambivalente del acto poético y del acto del habla.<br />

Según Alfonso Reyes el espacio de lo festivo es una atmósfera<br />

musical donde las voces<br />

se confunden con las voces y el sentido de la palabra tiene un donaire<br />

de ritmo y poesía. De esta<br />

manera, el canto termina en el lugar simbólico y continúa a través de<br />

los espacios cíclicos que<br />

nos propone la vida religiosa y la metáfora con la vida en la sabana<br />

cereteana, en cuanto, al<br />

cambio de estado y de lugar, del poeta que canta evocando la<br />

distancia de su pueblo. Miremos<br />

el poema donde se re-construye la patria del poeta, Cerete de<br />

Córdoba, La parranda verraca es<br />

la del sol con la vida.<br />

(…) que es mi Valle y sobre todo mi Cereté del cielo/Un pueblo lindo<br />

con un<br />

cabellera tenue de nubes/ blancas Una gente de muchas razas y<br />

colores/ con un<br />

Español adelgazado por la voz del río…/ Hay gente esforzada y<br />

alegre/ Hay<br />

música en su viento Y no muy lejos/ está el mar Turquesa líquida y<br />

amorosa/Hay


una iglesia de hermosura medioeval/ Y un campo verde con flores de<br />

ilán ilán/ En<br />

primavera y cocuyos en el follaje/Una semana santa de parranda y<br />

comidas<br />

esplendidas/Y juegos de poker y arrancón y domino/Pero la parranda<br />

verraca es<br />

la del sol con la vida. (Gómez Jattin, 2004, 71)<br />

Estos versos construyen el oxímoron de Semana Santa de Parranda,<br />

que desde el lenguaje<br />

popular comprende a la totalidad del poema como un ente de<br />

significado, como un ente que se<br />

configura desde el nivel retórico del lenguaje. Es decir, es el lenguaje<br />

el que produce una<br />

definición de la vida total del hombre religioso de la sabana cereteana,<br />

cuando cíclicamente se<br />

mezcla lo sacro y lo festivo en una reconciliación de dos términos que<br />

naturalmente aparecen<br />

como opuestos, pero que en la estructura de un verso se resinifican<br />

culturalmente como un<br />

profanación del lugar sagrado y una sacralización de lo profano,<br />

porque en sí ninguno de los dostérminos secularmente o<br />

humanamente constituyen el contraste, sino más bien en el acto<br />

poético<br />

de lo humano es donde se resuelve el universo creado con la<br />

divinidad.<br />

En este poema también se da la construcción de lo popular cuando<br />

nos acercamos a la


imagen del idioma del autor en referencia al habla del pueblo, El<br />

Español de Cereté…es un<br />

español adelgazado,… que se expresa en la voz del rio,… mezcla de<br />

muchas razas y colores.<br />

Es aquí donde el habla se vuelve una comunión y una construcción de<br />

lo popular que se exilia<br />

de lo individual, donde la naturaleza del habla, como exposición<br />

hibrida de culturas, llega a<br />

convertirse en algo que muchas veces se vuelve Una parranda<br />

verraca del sol con la vida, en<br />

el sentido, de eclosión de luces y de nebulosas que se conjugan en la<br />

estrella celeste.<br />

Laberinto de adioses que vieron una lágrima Sol /Tanto sol que a<br />

veces he olvidado<br />

sus noches /Sol sobre los tejados y los transeúntes presurosos/ Pero<br />

también<br />

sombra bajo el sombrero del cielo/Sombra en las higueras del parque<br />

Y a veces/<br />

Dulce sombra en las palabras de un amigo. (Gómez Jattin, 2004, 44)<br />

Siguiendo la interrelación de los niveles del lenguaje acontece en este<br />

laboratorio de<br />

experimentación, una dicotomía entre Sol y Sombra, entre oscuridadclaridad<br />

y luz-sombra, que<br />

nos pone ante la fundamentación semántica de una nueva aliteración<br />

de sentido y un oxímoron<br />

de construcción poética, produciendo palabras que en la vida misma<br />

se repiten hasta el


cansancio en la llegada de la noche y al despertar del día; que logran<br />

subyugar la palabra a la<br />

realidad y nombrar el sentimiento de la nostalgia, como un sentirse<br />

extraño hasta en la propia<br />

naturaleza del mundo, en una paradoja de la vida y una armonización<br />

entre contrarios que se<br />

unen cada noche y cada mañana en el pináculo del crepúsculo.<br />

En este sentido, la memoria poética es una configuración de ese no<br />

lugar es Cereté de<br />

Córdoba. El autor sufre un descubrimiento mítico del cronotopo a<br />

través de la escritura, ya que<br />

el acto de la escritura del tiempo del alma se mezcla con el espacio de<br />

lo que fuera la patria del<br />

poeta.<br />

Comprender un poema en la escritura de Gómez Jattin no es sólo<br />

desentrañarlo de las<br />

circunstancias históricas, sociales y culturales en que ha sido<br />

producido, y del cual hace parte a<br />

través de la experiencia estética, sino también reconocer las<br />

dimensiones y niveles del lenguaje<br />

poético; proyectando una lectura en el nivel horizontal y vertical del<br />

discurso, dándole la vuelta<br />

a los versos, a cada palabra inscrita como un acto poético y como una<br />

expiración de júbilo<br />

trascendental.<br />

En la primera lectura poética estamos ante la presencia, en el nivel<br />

morfológico, de una


anáfora, que consiste en la repetición de la misma palabra al<br />

comenzar los versos, cuya<br />

referencia tiene siempre relación con un nivel anterior. (…) Soy un<br />

Dios en mi pueblo y mi valle/ no porque me adoren Sino porque yo lo<br />

hago…/‖ ―…porque me inclino ante quien me regala/ unas granadillas<br />

o una<br />

sonrisa de su heredad./ O porque voy donde sus habitantes recios /a<br />

mendigar una<br />

moneda o una camisa y me la dan./Porque vigilo el cielo con ojos de<br />

gavilán/ y lo<br />

nombro en mis versos./ Porque soy solo. /Porque dormí siete meses<br />

en una<br />

mecedora/ y cinco en las aceras de una ciudad./ Porque a la riqueza<br />

miro de perfil/<br />

mas no con odio. (Gómez Jattin, 2004, 3)<br />

En este análisis lingüístico de la poesía de Gómez Jattin no es sólo<br />

pasar de una palabra a otra,<br />

es también pasar de un nivel a otro. Estos primeros versos de su<br />

escritura reflejan también una<br />

re-lectura del poema en el nivel sintáctico (reciprocidad entre los<br />

niveles del lenguaje) y<br />

correspondencia entre las conjugaciones de los versos. Donde se<br />

prefigura una repetición de los<br />

versos, en la razón explicativa, que genera la poesía. El /porque/<br />

aparece en una reafirmación de<br />

la creación de un Dios, que genera un sentido de relación con lo<br />

anterior, en una intensidad en el


nivel estructural de la oración que refiere al sentido. Es decir, las<br />

palabras corresponden con el<br />

acto del Dios-mendigo que se arrodilla ante su pueblo. Del mismo<br />

modo, la «reciprocidad»<br />

realizada sobre un conjunto horizontal de relaciones poéticas en el<br />

nivel microtextual, genera un<br />

sentido que no está «el inicio o final del poema», sino que lo atraviesa;<br />

siendo tan evidente<br />

como las palabras tácitas de ―Un Dios que adora‖, y no escapando<br />

menos que ella a toda<br />

exploración unilateral.<br />

El sentido se descubre en la expresión que este vacío ha dejado, cuya<br />

singularidad se<br />

llena en estos versos; que se escriben en cada lectura en esos<br />

espacios carnavalizados en que el<br />

poeta se transforma en el rey de su pueblo y al mismo tiempo<br />

desciende sus suplicas a los que<br />

les pide su ayuda, es decir, como en el carnaval el rey es destronado<br />

para convertirse en súbdito.<br />

Así esta forma de poesía se materializa en la divinización de lo<br />

poético, un forma celestial<br />

dispuesta en un gran cosmos de palabras que se distribuyen en la<br />

esfera de lo cultural y que nos<br />

aparecen como dotadas de significación.<br />

La palabra poetizada de Gómez Jattin adquiere sentido dentro del<br />

mundo del carnaval,


en una constelación que supone un orden sagrado en el espacio, pero<br />

que se desvanecen desde la<br />

perspectiva de quien observa. Es así, como su poesía descubre a<br />

través de los signos de las<br />

palabras varias posibilidades de lecturas que, sostienen el universo<br />

paralelo que nombra la<br />

realidad.<br />

Para concluir, la obra de Gómez Jattin se presenta desde lo<br />

carnavalesco en la huella<br />

que nos va dejando su imaginario poético, en el método que construye<br />

un lenguaje<br />

carnavalizado y su expresión en los niveles del lenguaje. Esta<br />

compresión de lo literario<br />

comprende que los elementos carnavalescos se trasladan a la poesía<br />

a través de las figuras<br />

retóricas, dadas en la relación entre el nivel retórico, el nivel sintácticosemántico,<br />

el nivel y el<br />

nivel morfológico. Es decir, la poesía es una forma de ver a través de<br />

la carne en el mundo, dedisfrazarse en las palabras y olvidarse de su<br />

naturaleza escrita. De perpetuarse en el tiempo y de<br />

ser el olvido de las eras.<br />

Bibliografía<br />

Bibliografía del autor<br />

Gómez Jattin, Raúl. Poesía 1980-1989. Bogotá: Norma, 1995.<br />

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