DEL FORD TAUNUS A LA SOJA TRANSGÉNICA Reflexiones en ...

Prólogo
Carlos Felipe Martínez
Argentina ha sentado las bases para pensar su proyección en el mediano y largo
plazo. En estos últimos años, ha estabilizado su economía y generado las
condiciones para un crecimiento duradero. Paralelamente, normalizó el funcionamiento
de sus instituciones democráticas fundamentales, de su sistema
político y de su administración pública, reestableciendo marcos más estables
de interacción política e institucional, que alcanza también, la relación con las
provincias y los municipios.
Estas nuevas condiciones estructurales han alentado la creación de instancias
de debate sobre políticas públicas de largo plazo, algunas de las cuales
han contado con el apoyo del Sistema de las Naciones Unidas. Para nuestra
organización, y en particular para el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD), la posibilidad de delinear de una manera participativa,
proyecciones de desarrollo humano en el mediano y largo plazo, es una condición
necesaria para afirmar la democracia, los derechos humanos y el logro
de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
La perspectiva de largo plazo tiene la virtud adicional de ubicar en el centro
de las preocupaciones públicas, la necesidad de reconstruir las instituciones
de planificación, las cuales se vieron afectadas durante los años en los que
se confió exageradamente en la pertinencia del mercado como mecanismo
productor de desarrollo humano, gobernabilidad democrática e igualdad. El
Informe sobre la Democracia en América Latina del PNUD (2004) ha destacado
que no es posible asegurar mayor igualdad, democracia y desarrollo humano
sin una activa presencia estatal. Esta reconstrucción de las competencias
estatales debe incluir su capacidad para proyectar participativamente y
construir escenarios de desarrollo para todos los habitantes del país.