El primer rastro de la era estatuaria - La Nueva Provincia

Domingo 17 de mayo de 2009
MONUMENTO A SAN MARTIN
El primer rastro de la era estatuaria
El 25 de mayo de 1910, como parte de los festejos por el año del centenario, se abrió la era estatuaria de
nuestra ciudad con el descubrimiento del monumento al Libertador General San Martín. Su emplazamiento fue
en el paseo que, en la misma fecha, cambió su nombre de "Parque Municipal" a "Parque de Mayo".
La iniciativa, originada por el Comité de la Juventud Pro Centenario, se concretó en un lapso de tres meses,
tiempo récord en que abundaron dudas sobre las posibilidades de su concreción y lugar de emplazamiento.
La comisión presidida por José María de Oro había recibido por entonces 10 mil pesos en moneda nacional
por parte del Concejo Deliberante. El dinero restante se obtuvo mediante una colecta pública de la que
participaron los casi 40 mil habitantes locales.
Una vez obtenidos los recursos, la obra comenzó a ser fundida en bronce por el escultor Garzia, quien vivía
en Buenos Aires y se había inspirado en el monumento ubicado en una de las plazas de su ciudad, que lleva el
nombre del prócer.
A sólo seis días de la inauguración, la estatua arribó a la estación del Ferrocarril Sud. Allí la recibió el
arquitecto Gregorio Salamandecov, encargado de realizar el basamento.
En cuanto al lugar apropiado para erigir este imponente homenaje al Gran General, la propuesta del señor
Gabriel Ganuza Lizarraga fue la que se concretó: fue en el Parque de Mayo, a pocos metros del canal
Maldonado, con su dedo índice señalando al oeste, como símbolo de la Campaña de los Andes.
Así, la figura en bronce del Libertador fue descubierta en la mañana soleada y ventosa del 25, durante un
acontecimiento que reunió a gran cantidad de autoridades locales y vecinos, que maravillados contemplaron uno
de los monumentos más renombrados en la historia bahiense.
Trasladar al Gran General. Las polémicas en torno al lugar en que se debía disponer el monumento nacieron
antes de fundirse el bronce y prosperaron durante décadas.
Respecto a su ubicación en el Parque de Mayo, los inconformistas argumentaban que se encontraba
demasiado alejado del centro de la ciudad, a lo que se respondió: "San Martín caminó mucho más".
Pese a esto, y de acuerdo con una investigación realizada por el periodista Mario Minervino, las intenciones
de mudar la figura comenzaron a tener más fuerza cuando en mayo de 1943 el intendente Jorge Aguilar dispuso
su traslado a la rotonda de avenida Alem esquina Paraguay.
Un año después, el nuevo comisionado municipal, teniente coronel Rómulo Betnaza, solicitó y fue autorizado
para designar a la Plaza Rivadavia con el nombre de Plaza General José de San Martín. Sin embargo, las
manifestaciones de distintos sectores incidieron para que la resolución quedara nula.
Transcurridos 30 años, las inquietudes volvieron: el intendente Víctor Puente consideró, tanto en 1973 como
en 1976, trasladarlo a los terrenos comunales entre el canal Maldonado y calle Florida, idea que se prolongó
hasta iniciados los años '80.
Hoy, la escultura se luce en el interior del Parque de Mayo.
Cofre patriótico. A tres días de la inauguración, se depositó dentro de la cripta ubicada en el sector norte del

A tres días de la inauguración, se depositó dentro de la cripta ubicada en el sector norte del
basamento, un cofre de plomo. En su interior, se introdujo la breve historia de esta obra, materializada en
medallas, una moneda de la época colonial española, periódicos y las diferentes tintas utilizadas para la firma del
acta.