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Carlos Andrés Charry Joya - Instituto Int. de Estudios del Caribe

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

MOVILIZACIÓN SOCIAL E IDENTIDAD NACIONAL EN EL CARIBE INSULAR<br />

COLOMBIANO.<br />

UNA HISTORIA SOCIAL CONTADA DESDE EL DIARIO DE CAMPO 1<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Andrés</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Universidad <strong>de</strong> Antioquia<br />

Resumen: A partir <strong>de</strong> una comparación <strong>de</strong> dos registros etnográficos, se hace un<br />

análisis <strong>de</strong> las transformaciones socioculturales acaecidas en la isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong><br />

en los últimos 50 años, ejercicio <strong>de</strong>l cual se esgrimen elementos que permiten<br />

diversificar las interpretaciones que han tomado a las diferencias culturales entre los<br />

pobladores nativos y los <strong>de</strong> origen continental, como el principal referente para la<br />

explicación <strong>de</strong> los conflictos sociales ocurridos en el <strong>Caribe</strong> insular colombiano. En<br />

este sentido el argumento <strong>de</strong> este ensayo hace referencia a otra serie <strong>de</strong> procesos y<br />

dinámicas sociales ocurridas en esta región <strong>de</strong>l país, explorando los posibles<br />

impactos ejercidos en la isla a raíz <strong>de</strong> la conformación <strong>de</strong> un modo <strong>de</strong> organización<br />

social complejo. La perspectiva <strong>de</strong> análisis que se presenta se inspira en los<br />

<strong>de</strong>sarrollos que ofrece la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>nsa planteada por Clifford Geertz, la<br />

<strong>de</strong>nominada Historia <strong>de</strong>l tiempo presente propuesta por Pierre Nora y Pierre<br />

Sauvage, y <strong>de</strong>l análisis a los procesos <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong><br />

la Nación sugeridos por Norbert Elias y Ernest Gellner (entre otros),<br />

Palabras claves: San <strong>Andrés</strong> Islas, i<strong>de</strong>ntidad nacional, movilizaciones sociales,<br />

Historia <strong>de</strong>l tiempo presente, Sociología, Antropología.<br />

<strong>Int</strong>roducción<br />

En el tercer número <strong>de</strong> la Revista Colombiana <strong>de</strong> Antropología publicado en 1954,<br />

apareció un articulo que disonaba con la marcada vocación indigenista <strong>de</strong> las<br />

primeras etapas <strong>de</strong> la antropología colombiana; ten<strong>de</strong>ncia que, a pesar <strong>de</strong> los<br />

esfuerzos que ha experimentado esta disciplina por encontrar nuevos focos <strong>de</strong><br />

interés, sigue manteniéndose, en especial por preservar esa visión exótica y a la<br />

vez tradicionalista <strong>de</strong> los grupos humanos que estudia 2 .<br />

1 El siguiente trabajo es el resultado <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s a<strong>de</strong>lantadas por el autor en el marco <strong>de</strong> la<br />

conformación <strong>de</strong>l Grupo <strong>de</strong> <strong>Estudios</strong> e Investigaciones en Representaciones Sociales y Memoria<br />

Colectiva. Las primeras observaciones y parte <strong>de</strong>l material utilizado en la elaboración <strong>de</strong> esta versión<br />

hicieron parte <strong>de</strong> una investigación previa titulada: “Entre lo activo y lo reactivo. Antropología <strong>de</strong> la<br />

inserción <strong>de</strong> las Islas <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> al estado colombiano. (1880 -2000)”, realizada por el autor para<br />

obtener el titulo <strong>de</strong> grado.<br />

2 Sobre este <strong>de</strong>bate consultar entre otros: SANABRIA, Fabián. “El sin alivio <strong>de</strong> la Antropología”. En,<br />

Antípoda. Revista <strong>de</strong> Antropología y Arqueología #2. Bogotá, Universidad <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s,<br />

Departamento <strong>de</strong> Antropología, enero – junio <strong>de</strong> 2006. En el mismo número consultar: RESTREPO,<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

El artículo al que me refiero se titulaba Algunos aspectos <strong>de</strong> estabilidad y<br />

<strong>de</strong>sorganización cultural en una comunidad isleña <strong>de</strong>l <strong>Caribe</strong> colombiano, cuyo<br />

autor es el investigador norteamericano Thomas Price Jr. Un antropólogo <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Chicago, que había sido invitado por Gerardo Reichel-Dolmatoff a<br />

que publicara éste y otro artículo, que había aparecido con anterioridad en el<br />

segundo número <strong>de</strong> la revista. Se trataba <strong>de</strong> un ensayo programático en el que se<br />

planteaban las líneas generales <strong>de</strong> la investigación <strong>de</strong> los grupos afrocolombianos 3 ,<br />

texto en el cual se evi<strong>de</strong>nciaba un especial esfuerzo por dinamizar dicho campo <strong>de</strong><br />

estudios; intención que al parecer quedó subsumida hasta los albores <strong>de</strong> la década<br />

<strong>de</strong> 1970 con los trabajos comparativos iniciados por Nina De Frie<strong>de</strong>man y Jaime<br />

Arocha.<br />

En el articulo sobre la comunidad insular <strong>de</strong>l caribe colombiano Price, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong><br />

exponer un problema <strong>de</strong> investigación innovador para esos años, propuso a su vez<br />

una línea <strong>de</strong> interpretación igualmente progresista, esto si se tiene en cuenta que se<br />

trataba <strong>de</strong> una época en la que antropólogos y sociólogos indagaban sobre las<br />

formas <strong>de</strong> cohesión armónica y funcional <strong>de</strong> las estructuras sociales, <strong>de</strong> las partes<br />

con el todo. Por el contrario en su articulo se expresó una marcada intención por<br />

evi<strong>de</strong>nciar las contradicciones y conflictos que vivía la sociedad sanandresana <strong>de</strong><br />

mediados <strong>de</strong>l siglo XX, una sociedad que para aquel entonces comenzaba a<br />

convertirse en uno <strong>de</strong> los principales centros <strong>de</strong> atención <strong>de</strong>l gobierno nacional y <strong>de</strong><br />

su política <strong>de</strong> hacer <strong>de</strong> esa Colombia extracontinental una parte integral <strong>de</strong>l país, a<br />

partir <strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> la figura <strong>de</strong>l puerto libre que se había iniciado bajo el<br />

gobierno <strong>de</strong>l general Rojas Pinilla en 1953. Sin embargo y como se verá más<br />

a<strong>de</strong>lante, el informe presentado por Price Jr. plantea una serie <strong>de</strong> inquietu<strong>de</strong>s<br />

acerca <strong>de</strong>l funcionamiento <strong>de</strong> la estructura social sanandresana, así como <strong>de</strong> los<br />

cambios sufridos por ésta en las últimas décadas; inquietu<strong>de</strong>s que tratarán <strong>de</strong> ser<br />

resueltas a partir <strong>de</strong> un acercamiento a las actuales expresiones socioculturales <strong>de</strong><br />

esta región colombiana.<br />

1.0 La mirada <strong>de</strong> un etnógrafo <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XX en San <strong>Andrés</strong><br />

Islas.<br />

Las primeras impresiones <strong>de</strong> Price dan cuanta <strong>de</strong> la celotipia que marcaron esos<br />

años <strong>de</strong> la vida social sanandresana, en el que se expresa la generalizada<br />

insatisfacción <strong>de</strong> los pobladores isleños, en su esfuerzo por tener algún grado <strong>de</strong><br />

ingerencia sobre las <strong>de</strong>cisiones que se tomaban en Bogotá en relación con su<br />

territorio. Al respecto comentaba nuestro etnógrafo:<br />

Eduardo. “Naturalizando privilegios: Sobre la escritura y la formación antropológica”. Para una mirada<br />

<strong>de</strong> conjunto sobre los cambios acaecidos en esta disciplina consultar: LLOBERA, Joseph. La<br />

i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la Antropología. Barcelona, Anagrama, 1999.<br />

3 PRICE, Thomas Jr. “Estado y necesida<strong>de</strong>s actuales <strong>de</strong> las investigaciones afro-colombiana”. En,<br />

Revista Colombiana <strong>de</strong> Antropología, vol II .Bogotá, <strong>Instituto</strong> Colombiano <strong>de</strong> Antropología, 1954.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Debido a las tan limitadas oportunida<strong>de</strong>s que tiene el isleño para tomar<br />

parte en la administración <strong>de</strong> su tierra y también el hecho <strong>de</strong> que buena<br />

parte <strong>de</strong> las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la administración se interpretan como<br />

contrarias a sus propios intereses, se consi<strong>de</strong>ra como no suyo al gobierno<br />

local quien representa así más bien una entidad que <strong>de</strong>be ser<br />

antagonizada en lugar <strong>de</strong> apoyada. La escasez <strong>de</strong> empleos actualmente<br />

accesibles para los isleños, no importa cuál sea su filiación política, es un<br />

motivo <strong>de</strong> franco <strong>de</strong>scontento y a la gente le gusta acordarse <strong>de</strong> los<br />

tiempos pasados cuando algunos <strong>de</strong> ellos formaban una junta asesora <strong>de</strong>l<br />

<strong>Int</strong>en<strong>de</strong>nte. En la actualidad las activida<strong>de</strong>s políticas quedan pues en gran<br />

parte en una esfera particular <strong>de</strong>bido al miedo <strong>de</strong> represalias; el<br />

tradicional interés en las intrigas políticas actualmente se satisface sea en<br />

forma <strong>de</strong> memoriales contra la administración local, que se envían al<br />

Gobierno Nacional en Bogotá, sea en forma <strong>de</strong> no cooperar con las<br />

iniciativas que emanan <strong>de</strong> la <strong>Int</strong>en<strong>de</strong>ncia, o sea en argumentos acerca <strong>de</strong><br />

qué es lo que sí <strong>de</strong>bería hacerse, etc.<br />

Los isleños están <strong>de</strong> acuerdo en que sus problemas con el Gobierno<br />

Nacional son <strong>de</strong> origen relativamente reciente y que datan <strong>de</strong>l régimen <strong>de</strong><br />

Laureano Gómez. Así la necesidad <strong>de</strong> formar una propia organización ha<br />

surgido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace poco tiempo, <strong>de</strong>masiado poco como para formarse<br />

dirigentes a<strong>de</strong>cuados y objetivos claramente formulados. Muchos que <strong>de</strong><br />

otra manera hubieran podido haber alcanzado las funciones directivas, se<br />

han visto obligados a ir al continente en busca <strong>de</strong> empleos que estén más<br />

a la altura <strong>de</strong> su educación. A pesar <strong>de</strong> esto, todavía han quedado varias<br />

figuras a las cuales se dirige la gente en época <strong>de</strong> tensión y quienes<br />

organizan activida<strong>de</strong>s orientadas hacia una solución <strong>de</strong> los problemas <strong>de</strong>l<br />

momento. [...] Pero la opinión pública está dividida acerca <strong>de</strong>l rumbo que<br />

<strong>de</strong>bería tomarse para tener éxito. Hay indicios <strong>de</strong> que una <strong>de</strong>terminación<br />

concreta, para una acción efectiva, se está cristalizando en las mentes <strong>de</strong><br />

potenciales dirigentes <strong>de</strong> la generación joven, pero aún no han surgido<br />

personalida<strong>de</strong>s dominantes 4 .<br />

El antropólogo norteamericano realizó a su vez un <strong>de</strong>tallado informe sobre la<br />

organización social isleña, en don<strong>de</strong> se presenta la coexistencia <strong>de</strong> un amplio<br />

número <strong>de</strong> prácticas y creencias <strong>de</strong> diversa índole, que al ser contrastadas con la<br />

lógica <strong>de</strong>l discurso <strong>de</strong> la Iglesia Bautista, que negaba la conexión cultural <strong>de</strong> los<br />

nativos sanandresanos con África y cuyas tradiciones eran, por lo <strong>de</strong>más, juzgadas<br />

por esta iglesia como prácticas paganas, daban cuenta <strong>de</strong> un fuerte conflicto<br />

interno, configurado por la oposición <strong>de</strong> los principales sistemas representacionales<br />

a través <strong>de</strong> los cuales los isleños construían su versión <strong>de</strong> la realidad.<br />

4 PRICE, Thomas Jr. “Algunos aspectos <strong>de</strong> estabilidad y <strong>de</strong>sorganización cultural en una comunidad<br />

isleña <strong>de</strong>l <strong>Caribe</strong> Colombiano. En, Revista Colombiana <strong>de</strong> Antropología, vol III. Bogotá, <strong>Instituto</strong><br />

Colombiano <strong>de</strong> Antropología, 1954, p.16.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Siguiendo la prestación <strong>de</strong> Price, una buena parte <strong>de</strong> las pautas socioculturales <strong>de</strong>l<br />

pueblo raizal <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong>l siglo XX, estaban fundamentadas en la creencia a un<br />

conjunto <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s espirituales, totalmente alejadas <strong>de</strong> la lógica y <strong>de</strong> las<br />

prácticas cristianas, como lo son las creencias en los duppies 5 y la comunicación<br />

que con éstos hacia el obiaman 6 . Sobre la figura <strong>de</strong>l obiaman recaían los conflictos<br />

<strong>de</strong> las relaciones sexuales, la traición y la mentira eran encubiertas por los servicios<br />

<strong>de</strong> este personaje, quien a través <strong>de</strong> un conjuro lograba diluir matrimonios, enredar<br />

negociaciones, provocar enfermeda<strong>de</strong>s (como la <strong>de</strong>l mal <strong>de</strong> ojo) e incluso, causar la<br />

muerte <strong>de</strong> un enemigo si así lo <strong>de</strong>seaba la persona que acudía a él; obviamente,<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber transado una amplia suma económica, lo cual daba cuenta <strong>de</strong><br />

pautas <strong>de</strong> comportamiento que se alejan <strong>de</strong> lo que convencionalmente la<br />

antropología ha registrado sobre las <strong>de</strong>nominadas socieda<strong>de</strong>s tradicionales. En<br />

relación a estas prácticas comentaba el acucioso investigador <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Chicago:<br />

Como ocurre en todas las socieda<strong>de</strong>s, existen naturalmente individuos<br />

para los cuales estas sanciones no son lo suficientemente coercitivas y<br />

las circunstancias pue<strong>de</strong>n llevar a una persona a cometer infracciones.<br />

Sin embargo, en muchos casos el acatamiento está fomentado por una<br />

categoría <strong>de</strong> creencias llamadas obia o negromansi (nigromancia) que<br />

constituye la variable isleña <strong>de</strong> la brujería, conectada también con el<br />

espiritualismo. Acerca <strong>de</strong> las creencias específicas pertenecientes al<br />

campo <strong>de</strong> la brujería, hay consi<strong>de</strong>rable variación pero, por lo general,<br />

existe la convicción <strong>de</strong> que tal fuerza mágica existe y que se pue<strong>de</strong><br />

aprovechar para ciertos fines como la venganza, el amor o la adquisición<br />

<strong>de</strong> bienes por la lotería y otras maneras <strong>de</strong> juego; su ejercicio, sin<br />

embargo, es más bien limitado y generalmente restringido a las familias<br />

<strong>de</strong> clase baja. En la actualidad se dice que no existen especialistas y<br />

obiamen en la isla, limitándose así las prácticas a los conocimientos<br />

generales respecto a tricks (truco) que posen la mayoría <strong>de</strong> las personas;<br />

en casos especiales se pue<strong>de</strong> apelar al consejo <strong>de</strong> personas mayores o,<br />

cuando las condiciones son muy graves, a la ayuda <strong>de</strong>l obiaman u<br />

obiawomen en Colón. Varios isleños han tratado <strong>de</strong> establecerse como<br />

especialistas en la materia, pero eventualmente han tenido que<br />

abandonar esta vocación... 7<br />

En otro aparte <strong>de</strong> su artículo, Price realizó una excelente <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> las<br />

relaciones <strong>de</strong> pareja que establecían los isleños, en don<strong>de</strong> se afirmaba que eran<br />

5 Equivalente a los espíritus burlones <strong>de</strong> la cultura popular afrocubana.<br />

6 Hechicero <strong>de</strong> la cultura popular sanandresana.<br />

7 PRICE, op. cit., pp. 44-45. En 1999 tuve la oportunidad <strong>de</strong> entrevistar a un reconocido obiaman <strong>de</strong><br />

la isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> que vivía en el sector <strong>de</strong> San Luís. Según su testimonio, aprendió los<br />

quehaceres <strong>de</strong> este oficio en Colón, Panamá y en Haití en la década <strong>de</strong> 1950, le llaman<br />

popularmente como El Pepa y en ese entonces promediaba los 90 años.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

muy abiertas a pesar <strong>de</strong> la presión que ejercía el discurso <strong>de</strong> la Iglesia Bautista,<br />

institución que tien<strong>de</strong> a promover las relaciones estables y “la vida en familia”. Las<br />

siguientes son las observaciones <strong>de</strong>l etnógrafo, quien hace referencia a uno <strong>de</strong> las<br />

cinco categorías <strong>de</strong> mujeres que existían en la isla para ese entonces:<br />

La segunda categoría, la <strong>de</strong> las sweethearts, está formada por mujeres<br />

que viven en relaciones ilegítimas semi-permanentes o permanentes con<br />

un solo hombre, lo que análogamente correspon<strong>de</strong> a la institución <strong>de</strong> la<br />

„querida‟ o „amante‟ en los pueblos <strong>de</strong> área <strong>de</strong> Cartagena. Públicamente<br />

no se les discrimina, a pesar <strong>de</strong> que ocupan una posición social inferior a<br />

las legalmente casadas. Como regla general un hombre no vive<br />

abiertamente en la misma casa con su sweethert, aunque tenemos<br />

noticias <strong>de</strong> varios casos en que sí ocurre así. Si un hombre ya es casado,<br />

rara vez pasa la noche entera con su sweethart, pues sólo convive con<br />

ella algunas horas <strong>de</strong> la noche, esperando que oscurezca para regresar<br />

secretamente a su casa. No obstante, es inevitable que la sociedad y la<br />

esposa se enteren <strong>de</strong> ello, lo que lleva naturalmente a las consecuentes<br />

tensiones en el matrimonio así como a las agresiones entre las mujeres.<br />

Ocasionalmente cuando un hombre recibe <strong>de</strong> su sweetheart un mejor<br />

trato <strong>de</strong>l que le da su esposa legitima, ocurre que se va a vivir con ella<br />

permanentemente. También hay casos en que un hombre se casa<br />

civilmente con su sweetheart, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haber vivido con ella durante<br />

años y tenido varios niños. Pero en todo caso la sociedad pi<strong>de</strong> que asuma<br />

cierto grado <strong>de</strong> responsabilidad por los niños que resultan <strong>de</strong> estas<br />

uniones 8 .<br />

Estos comentarios y observaciones <strong>de</strong> Price contrastan con el renovado interés que<br />

los científicos sociales colombianos expresaron por la situación social y cultural <strong>de</strong><br />

la Isla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los años 80 y que continúa hasta al presente, con la<br />

elaboración <strong>de</strong> un sin número <strong>de</strong> trabajos <strong>de</strong> grado y la publicación <strong>de</strong> artículos y<br />

ponencias en congresos especializados 9 .<br />

8 PRICE, op. cit., p.25.<br />

9 Al respecto consultar: CLEMENTE, Isabel. “Educación y cultura Isleña 1847- 1930”. En, San <strong>Andrés</strong><br />

y Provi<strong>de</strong>ncia. Tradiciones Culturales y Coyuntura Política. Bogotá, Universidad <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, 1988.<br />

“Las Islas <strong>de</strong>l azúcar en el periodo <strong>de</strong> prepon<strong>de</strong>rancia británica”. En, op cit. “Educación, política<br />

educativa y conflicto político-cultural”. En, San <strong>Andrés</strong> Islas. 1886- 1980. Bogotá, FPIT, 1991.<br />

“Regeneración y educación”. En, Texto y Contexto # 9, Bogotá, Universidad <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, 1987.<br />

CONTRERAS, Juan V. Roots and Culture. Bogotá, Universidad <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, Tesis <strong>de</strong> Grado, 1995.<br />

DE FRIEDEMANN, Nina S. “Ceremonial religioso funebrico representativo <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> cambio<br />

en un grupo negro <strong>de</strong> la Isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>. En, Revista Colombiana <strong>de</strong> Antropología XIII. Bogotá,<br />

<strong>Instituto</strong> Colombiano <strong>de</strong> Antropología, 1964. “Religión y tradición oral en San <strong>Andrés</strong> Islas”. En, San<br />

<strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia, tradiciones culturales y coyuntura política. En, op. cit.; “San <strong>Andrés</strong> y<br />

Provi<strong>de</strong>ncia: sus <strong>de</strong>rechos étnicos y culturales”. En, América Negra # 12. Bogotá, Pontificia<br />

Universidad Javeriana,1996. PEDRAZA, Zandra. “Soberanía y <strong>de</strong>terioro cultural en el Archipiélago <strong>de</strong><br />

San <strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia. En, Sotavento vol1 #2. Bogotá, Universidad Jorge Ta<strong>de</strong>o Lozano, 1988.<br />

PETERSEN, Walwin. “Cultura y tradición <strong>de</strong> los habitantes <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia”. En, San<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Este grupo <strong>de</strong> estudios se inclinan a afirmar que el <strong>de</strong>sarrollo social <strong>de</strong>l pueblo<br />

nativo sanandresano es consecuente con un proceso <strong>de</strong> formación semejante al <strong>de</strong><br />

una comunidad. Sin embargo, la etnografía <strong>de</strong> Price resulta <strong>de</strong> nuevo provocadora<br />

en este sentido, pues proporciona información que enriquece y diversifica el<br />

complejo análisis social <strong>de</strong>l pueblo raizal, permitiendo enten<strong>de</strong>r que sobre el<br />

concepto <strong>de</strong> comunidad (el cual tien<strong>de</strong> a i<strong>de</strong>alizar el <strong>de</strong>sarrollo, muchas veces<br />

traumático y complejo, <strong>de</strong> las relaciones sociales) se ciernen otro tipo <strong>de</strong><br />

instituciones y procesos sociales 10 .<br />

En relación con este asunto Price <strong>de</strong>sarrollo un <strong>de</strong>tallado informe sobre la<br />

composición <strong>de</strong> clases sociales en la isla mayor <strong>de</strong>l archipiélago, el cual resulta<br />

pertinente para adoptar como mo<strong>de</strong>lo interpretativo que explique las profundas<br />

transformaciones sufridas por la sociedad insular, pues como lo ha referenciado la<br />

teoría sociológica posestructuralista, los procesos <strong>de</strong> formación <strong>de</strong> las clases<br />

sociales se ensamblan en esferas mentales tan profundas e íntimas <strong>de</strong>l individuo<br />

como lo hace la cultura, teniendo la habilidad <strong>de</strong> permear la vida cotidiana a través<br />

<strong>de</strong>l prestigio. En este sentido, los conceptos <strong>de</strong> habitus y enclasamiento<br />

implementados por Pierre Bourdieu 11 son ampliamente funcionales para hacernos<br />

una i<strong>de</strong>a contemporánea <strong>de</strong> los fenómenos a los que se refirió Price hace más <strong>de</strong><br />

medio siglo, sobre los cuales afirmaba que:<br />

Hay dos pautas <strong>de</strong> pensamiento y <strong>de</strong> conducta contradictorias en lo que<br />

se refiere al puesto que correspon<strong>de</strong> jerárquicamente a un individuo<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la sociedad isleña, es <strong>de</strong>cir, a una clase social. Por un lado se<br />

pone mucho énfasis en la igualdad, afirmándose que nadie es „mejor‟ que<br />

los <strong>de</strong>más, pero por otro lado, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un análisis <strong>de</strong> las relaciones<br />

interpersonales y <strong>de</strong> grupo, se <strong>de</strong>scubre lo que en realidad es un sistema<br />

<strong>de</strong> dos clases, aunque la gente generalmente niega su existencia. Los<br />

dos grupos, en la tradición europea, se <strong>de</strong>signan como „clase alta‟ y „clase<br />

baja‟, o más frecuentemente con las palabras: „familias que no tratan o se<br />

preocupan por mejorar‟ en oposición a familias que „tratan <strong>de</strong> guardar<br />

apariencias‟. Los dos criterios principales: situación económica y conducta<br />

<strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia, tradiciones culturales y coyuntura política, op. cit.; RUIZ, Maria. Isleños y<br />

pañamans: la apropiación <strong>de</strong>l espacio para la vivienda en la Isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>. Bogota, Universidad<br />

<strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, 1986.<br />

10 Convendría recordar aquí algunos <strong>de</strong> los conceptos fundamentales <strong>de</strong> la sociología comprensiva<br />

<strong>de</strong> Max Weber: “Llamamos comunidad a una relación social cuando y en la medida en que la actitud<br />

en la acción social –en caso particular, por término medio o en el tipo puro- se inspira en el<br />

sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) <strong>de</strong> los participantes <strong>de</strong> constituir un todo. Llamamos<br />

sociedad a una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción social se inspira<br />

en una compensación <strong>de</strong> intereses por motivos racionales (<strong>de</strong> fines o <strong>de</strong> valores) o también en una<br />

unión <strong>de</strong> intereses con igual motivación.”. WEBER, Max. Economía y sociedad, México, Fondo <strong>de</strong><br />

Cultura Económica, 1964, p.33.<br />

11 Cfr, BOURDIEU, Pierre. Razones prácticas. Sobre la teoría <strong>de</strong> la acción. Barcelona, Anagrama,<br />

1997. Respuestas por una antropología reflexiva. México, Grijalbo, 1995 y en particular: La distinción.<br />

Criterios y bases sociales <strong>de</strong>l gusto. Madrid, Taurus, 2001.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

social, son inter<strong>de</strong>pendientes. Uno solo no es suficiente para<br />

discriminaciones y raras veces el avance se efectúa en un solo aspecto<br />

sin que se operen cambios notorios también <strong>de</strong>l otro. El criterio más<br />

evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la participación en una clase social es el meramente físico <strong>de</strong>l<br />

modo <strong>de</strong> vida, <strong>de</strong>finido por la calidad <strong>de</strong> la casa, su localización, la clase<br />

<strong>de</strong> vestido y <strong>de</strong> los bienes. Este criterio tiene su máxima aplicación en el<br />

caso <strong>de</strong> una familia pobre que súbitamente tiene un periodo <strong>de</strong> bienestar<br />

económico. Las familias <strong>de</strong> la clase alta viven en casa <strong>de</strong> tabla <strong>de</strong> dos<br />

pisos, con varias construcciones anexas: cocina, ocasionalmente inodoro<br />

cementado y baño, mientras que las familias <strong>de</strong> la clase baja ocupan<br />

construcciones que varían entre ranchos <strong>de</strong> paja y reproducciones o<br />

copias pobres <strong>de</strong> los hogares <strong>de</strong> la clase alta, con cocinas en<br />

construcciones <strong>de</strong> techo <strong>de</strong> paja, cisternas y a veces baños e inodoros.<br />

Ya que la construcción <strong>de</strong> la casa tiene tan alto valor <strong>de</strong> prestigio, las<br />

familias pobres frecuentemente prefieren hacer sus ranchos en el monte,<br />

a cierta distancia <strong>de</strong>l camino [...] la gente <strong>de</strong> clase baja, dueña <strong>de</strong><br />

pequeñas posesiones, se ve generalmente obligada a trabajar a jornal o<br />

para las familias <strong>de</strong> la clase alta o para compañías <strong>de</strong> construcción, etc.,<br />

en Panamá o en tierra firme colombiana. Los hombres <strong>de</strong> clase alta sólo<br />

salen <strong>de</strong> la isla para apren<strong>de</strong>r una carrera profesional. Las mujeres <strong>de</strong> la<br />

clase baja a veces se ven obligadas a buscar empleo como cocineras en<br />

el continente o como lavan<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> la clase alta isleña 12 .<br />

Para finalizar este recorrido por la etnografía <strong>de</strong> Price, es necesario <strong>de</strong>stacar las<br />

apreciaciones que efectuó este investigador sobre las características <strong>de</strong>l conflicto<br />

social configurado por el pueblo nativo raizal y los agentes sociales continentales,<br />

esto con la finalidad <strong>de</strong> tener una apreciación panorámica acerca <strong>de</strong> los resultados y<br />

las valoraciones que atravesaba el proceso <strong>de</strong> integración <strong>de</strong> la isla al Estado<br />

colombiano en esa época:<br />

Frecuentemente se oye la expresión: “Nosotros no somos colombianos<br />

sino isleños”, afirmación basada más bien en la diferente herencia cultural<br />

y en las costumbres actuales <strong>de</strong> vida diaria y no tanto en no querer<br />

reconocer su nacionalidad. Los que vienen <strong>de</strong>l continente a la isla se<br />

mira y se tratan como extranjeros que anhelan inmiscuirse en el terruño y<br />

en el modo <strong>de</strong> vida que tradicionalmente ha sido suyo, consi<strong>de</strong>rándoselos<br />

como amenaza <strong>de</strong> un sistema <strong>de</strong> seguridad, profundamente arraigado en<br />

el pasado. En la común ansiedad causada por posibles disposiciones<br />

nuevas e impopulares <strong>de</strong>l gobierno, temporalmente se olvidan entonces<br />

las pequeñas diferencias y enemista<strong>de</strong>s, creándose una cohesión que <strong>de</strong><br />

ordinario no existiría.<br />

[…]Los colombianos (se refiere a la gente <strong>de</strong>l continente) tien<strong>de</strong>n a<br />

atribuir a los sanandresanos una posición en la escala humana algo más<br />

12 PRICE, op. cit., pp.31-32.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

baja que la que dan a los chocoanos rurales, hecho que conocen bien los<br />

isleños y por lo que se resienten profundamente. La raza refuerza, pues<br />

los sentimientos <strong>de</strong> solidaridad, originada en un complejo <strong>de</strong> costumbres<br />

comunes y en una <strong>de</strong>terminación creciente <strong>de</strong> resistir a la intrusión en su<br />

modo <strong>de</strong> vida, intrusión que se cree ser el objetivo final <strong>de</strong>l gobierno<br />

colombiano. El forastero que viene a la isla no es realmente acogido por<br />

los isleños, excepto el que <strong>de</strong>muestre por sus relaciones diarias y sus<br />

acciones, su falta <strong>de</strong> prejuicios respecto a diferencias <strong>de</strong> color y<br />

<strong>de</strong>muestre a<strong>de</strong>más su disposición a aceptar las costumbres tales como<br />

son 13 .<br />

De manera evi<strong>de</strong>nte Thomas Price Jr mostró en su informe etnográfico <strong>de</strong> 1954 a<br />

una sociedad franqueada por discursos diversos y lógicas sociales contradictorias,<br />

en el que intervenían tanto el papel conservador <strong>de</strong> la Iglesia Bautista como la<br />

presión latente <strong>de</strong>l gobierno colombiano <strong>de</strong> acercar esta región extracontinental <strong>de</strong>l<br />

país a la vida nacional. A la vez, en la etnografía <strong>de</strong> Price se percibe una sociedad<br />

marcada por profundos rasgos afrocaribeños, en el marco <strong>de</strong> una estructura social<br />

aún acostumbrada a la poca movilidad, pero que a pesar <strong>de</strong> todo, se encontraba<br />

organizada en clases sociales. Sin embargo el análisis presentado por Price Jr.<br />

<strong>de</strong>sconoció que la celotipia entre la población isleña y los administradores públicos<br />

venidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el continente era <strong>de</strong> vieja data, que dicho conflicto tenía sus origines<br />

en el siglo XIX, y que, en buena medida, esta celotipia encubría el hecho <strong>de</strong> que<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las primeras décadas <strong>de</strong>l siglo XX, se habían configurado en el archipiélago<br />

complejas re<strong>de</strong>s clientelitas, organizadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tradicionales partidos políticos<br />

continentales, que luchaban por el control burocrático y electoral <strong>de</strong> la isla 14 .<br />

Al mismo es indispensable reconocer que para la época <strong>de</strong> las observaciones <strong>de</strong><br />

Price buena parte <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> jóvenes <strong>de</strong> buena familia, hijos <strong>de</strong> reconocidos<br />

comerciantes, educados en las escuelas bautistas, que lograron acce<strong>de</strong>r a estudios<br />

universitarios en los Estados Unidos, tuvieron contacto con el movimiento afroamericano<br />

que se gestaba en ese país a través <strong>de</strong> figuras como Malcolm X y Martin<br />

Luther King; personajes que empezaron a ser reverenciados, y que con el paso <strong>de</strong>l<br />

tiempo se convirtieron en símbolos <strong>de</strong> resistencia, que comúnmente se encuentran<br />

representados <strong>de</strong> manera pintoresca en la iconografía hogareña <strong>de</strong> varias familias<br />

<strong>de</strong> clase media y alta (lo que contrasta con la representación <strong>de</strong>l sagrado corazón o<br />

<strong>de</strong> la ultima cena en sus contrapartes continentales), como muestra <strong>de</strong> un activismo<br />

social que no tiene semejanza con ninguna otra expresión <strong>de</strong> los grupos<br />

afrocolombianos <strong>de</strong>l continente.<br />

13 PRICE, op. cit., p.22. El subrayado es mío.<br />

14 Cfr, CHARRY, <strong>Carlos</strong>. “En el trasfondo <strong>de</strong> la colombianización. El archipiélago <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> visto<br />

por funcionarios <strong>de</strong>l Estado colombiano, 1888-1924”. En, Revista Sociedad y Economía. Cali,<br />

Universidad <strong>de</strong>l Valle, Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales y Económicas, abril <strong>de</strong> 2002.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Como lo narra la memoria oral <strong>de</strong> algunos nativos sanandresanos, muchos <strong>de</strong> los<br />

jóvenes <strong>de</strong> buena familia que regresaron a San <strong>Andrés</strong> con el objetivo <strong>de</strong> ejercer<br />

importantes cargos públicos, vieron frustradas sus intenciones, <strong>de</strong>bido a la compleja<br />

red clientelar fraguada entre los funcionarios públicos y un cerrado grupo <strong>de</strong><br />

políticos <strong>de</strong> origen cartagenero que llevaban más <strong>de</strong> dos generaciones viviendo en<br />

la isla. Debido a esta situación, muchos <strong>de</strong> esos jóvenes <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los años<br />

50 <strong>de</strong>cidieron or<strong>de</strong>narse como pastores <strong>de</strong> la Iglesia Bautista, alcanzando las más<br />

altas posiciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructura organizativa <strong>de</strong> esa importante<br />

institución religiosa y social.<br />

Por último, es importante recordar que para la época <strong>de</strong> las observaciones <strong>de</strong> Price,<br />

la isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> fue visitada por el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, el general Rojas<br />

Pinilla. El objetivo <strong>de</strong> su visita era bastante claro: dar inicio a las obras que se<br />

necesitaban para implantar allí el <strong>de</strong>seado puerto libre, <strong>de</strong>terminación sobre la que<br />

venían presionando <strong>de</strong> manera angustiosa distintos personajes <strong>de</strong> la vida política<br />

isleña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1940 15 . Rojas Pinilla <strong>de</strong>jó encargado en todo lo<br />

concerniente a la instalación <strong>de</strong>l puerto libre al capitán <strong>de</strong> corbeta Maximiliano<br />

Rodríguez, quien dio inicio a la construcción <strong>de</strong> la pista <strong>de</strong>l aeropuerto internacional<br />

y la finalización <strong>de</strong> la avenida circunvalación.<br />

Sin embargo, también es necesario reconocer que el extraordinario <strong>de</strong>spliegue<br />

emprendido por el Estado colombiano fue producto <strong>de</strong>l interés <strong>de</strong> los agentes<br />

sociales <strong>de</strong> la Colombia continental, interés que estaba cambiando radicalmente la<br />

representación que se tenía <strong>de</strong> esta región insular <strong>de</strong> la geografía nacional.<br />

Avianca, por ejemplo, aumentó el número <strong>de</strong> vuelos semanales a San <strong>Andrés</strong>,<br />

mientras que las otras compañías <strong>de</strong> aviación hacían lo posible por tomar un<br />

puesto <strong>de</strong> prepon<strong>de</strong>rancia en el mercado, impulsando los conocidos paquetes<br />

turísticos, que se vendieron a partir <strong>de</strong> módicos créditos a las familias <strong>de</strong> clase<br />

media <strong>de</strong> los principales centros urbanos <strong>de</strong>l continente, familias que comenzaron a<br />

aprovechar las ventajas <strong>de</strong>l puerto libre para adquirir bienes <strong>de</strong> consumo como<br />

electrodomésticos y ropa, productos que eran importados por un creciente número<br />

<strong>de</strong> comerciantes <strong>de</strong> origen siro-libanés que se instaló <strong>de</strong> manera permanente en la<br />

isla. Entre tanto, en el centro urbano y comercial, antiguamente <strong>de</strong>nominado como<br />

15 Así lo expresaba el ex-inten<strong>de</strong>nte Guillermo Ruiz Rivas en sus crónicas sobre las islas: “No<br />

dudamos que todos los colombianos se harán preguntado muchas veces: ¿Que hacer con el<br />

Archipiélago? Y no vacilamos un momento en replicar: -¡Conservarlo!- -¡Conservarlo a todo trance y<br />

convertirlo en el más bello jardín <strong>de</strong>l planeta! Declararlo puerto libre o rebajar sus tarifas aduaneras<br />

hasta lo inverosímil. Llevar a los isleños los elementos necesarios para enriquecer su <strong>de</strong>smirrida<br />

economía [..] Ah!... Si se estableciera una navegación permanente con dos motoveleros que<br />

consultaran las necesida<strong>de</strong>s comerciales <strong>de</strong> las islas, con camarotes apropiados para el turismo; si<br />

se construyesen bellos hoteles confortables, si se permitiesen todos lo juegos <strong>de</strong> un verda<strong>de</strong>ro<br />

casino; si se pavimentaran todas las carreteras y se <strong>de</strong>secaran los pantanos, todo lo cual se pue<strong>de</strong><br />

hacer con unos tres millones <strong>de</strong> pesos, las islas serían el lugar más apropiado para que colombianos<br />

y extranjeros pasaran allí sus vacaciones”. RUIZ, Guillermo, El Archipiélago lejano. Barranquilla,<br />

Ediciones Arte, 1948, p.18.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

North End, muchas familias tradicionales <strong>de</strong>l archipiélago compraron tierras con el<br />

objetivo <strong>de</strong> arrendarlas o <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>rlas directamente a las ca<strong>de</strong>nas hoteleras<br />

nacionales e internacionales, las cuales comenzaron a construir en ellas complejos<br />

hoteleros <strong>de</strong> gran envergadura.<br />

Un caso específico <strong>de</strong> tal dinámica fue el <strong>de</strong> la familia Gallardo, que para ese<br />

entonces arrendaron a la ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> hoteles El Dorado los terrenos que había<br />

adquirido unos cuantos años atrás. Este arrendamiento duró 40 años y en la<br />

actualidad esta familia no sólo es la propietaria <strong>de</strong>l hotel, sino que es la más<br />

influyente <strong>de</strong> esta región <strong>de</strong>l país, gracias a las gestiones políticas a<strong>de</strong>lantadas por<br />

algunos <strong>de</strong> sus miembros, que <strong>de</strong> manera recurrente han fungido como voceros <strong>de</strong><br />

distintos gobiernos nacionales o han participado en las gran<strong>de</strong>s esferas <strong>de</strong> la vida<br />

política nacional, oficiando como congresistas <strong>de</strong> la República.<br />

La pugna por el control y administración <strong>de</strong> la tierra estuvo ligada a las tensiones<br />

existentes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> décadas atrás entre las clases sociales, pues como lo permite<br />

entrever la misiva enviada por el Ministro Protestante Gonsalves en 1928 al<br />

<strong>Int</strong>en<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> aquel entonces, el bogotano Jorge Ta<strong>de</strong>o Lozano, muchos<br />

apo<strong>de</strong>rados ofrecían prestamos a las pequeñas familias <strong>de</strong> clase baja, <strong>de</strong>jando<br />

hipotecadas sus propieda<strong>de</strong>s a un interés promedio anual exageradamente<br />

elevado 16 . Con la llegada <strong>de</strong>l puerto libre, que trajo consigo una fortísima inyección<br />

16 Sobre éste y otros temas se expreso el reverendo Gonsalves: “Sin duda alguna hay una<br />

aclamante necesidad para el mejoramiento <strong>de</strong> condiciones en esta posesión insular <strong>de</strong> la Gran<br />

República <strong>de</strong> Colombia, en el sentido Física, Moral e <strong>Int</strong>electual. Para mejorar las condiciones<br />

morales <strong>de</strong> la isla me permito hacer las siguientes insinuaciones: 1)Aplicación <strong>de</strong> las leyes precisas<br />

contra el concubinato. 2) Leyes para el mantenimiento <strong>de</strong> niños fuera <strong>de</strong>l matrimonio. 3) La<br />

parcialidad que se <strong>de</strong>muestra por el Gobierno en el reconocimiento <strong>de</strong>l matrimonio celebrado por la<br />

Iglesia Católica, y el no reconocimiento <strong>de</strong>l celebrado por la Iglesia Protestante, no solamente<br />

constituye una penalidad tremenda para esta comunidad –que se siente tener el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> casarse<br />

por su propio ministro- sino que esta parcialidad fomenta la inmoralidad hasta un grado alarmante,<br />

colocando a muchas madres no solo en po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> sus maridos <strong>de</strong> mala ley sino también ala merced<br />

<strong>de</strong> sus parientes quienes a menudo les arrebatan a ellas y a sus hijos propieda<strong>de</strong>s que <strong>de</strong>bidamente<br />

les correspon<strong>de</strong>n. Y también muchos <strong>de</strong> estos hombres se casan por la Iglesia Protestante para<br />

satisfacer sus bajas pasiones, repudiando luego sus esposas que moralmente les correspon<strong>de</strong>n, sin<br />

recompensa alguna, y contratando matrimonio con alguna otra mujer en su misa presencia, con la<br />

aprobación <strong>de</strong> la ley. Esta ley está casando mucha disputa, injusta, imparcial y contrario a los i<strong>de</strong>ales<br />

<strong>de</strong> un gobierno progresista. Y nuestras autorida<strong>de</strong>s locales –y en especial el señor <strong>Int</strong>en<strong>de</strong>nte- había<br />

un servicio público haciendo representaciones propias al Senado Colombiano con la mira que sea<br />

<strong>de</strong>rogada, y poniendo por consiguiente al clero reconocido <strong>de</strong> todas las <strong>de</strong>nominaciones religiosas<br />

sobre base igual como oficiadores <strong>de</strong>l matrimonio. [...]La corriente educacional <strong>de</strong> la isla está muy<br />

baja. Un grado superior <strong>de</strong> instrucción es cosa absolutamente esencial para estar al corriente <strong>de</strong> las<br />

exigencias <strong>de</strong>l tiempo, y así habilitar a la generación presente para medirse más inteligentemente<br />

con la norma actual <strong>de</strong> ciudadanía responsable. Hay necesidad <strong>de</strong> mejoramiento en el sistema <strong>de</strong><br />

escuelas públicas, tanto en el personal como en el pénsum. Hay una creencia corriente entre gran<br />

número <strong>de</strong> los ciudadanos isleños <strong>de</strong> que se está haciendo un esfuerzo muy serio por medio <strong>de</strong> las<br />

escuelas públicas por catolizar a los niños <strong>de</strong> padres protestantes enseñando ciertas oraciones;<br />

como resultado, las escuelas públicas están perdiendo su popularidad, y la mayoría <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> la<br />

isla manda sus hijos a una u otra <strong>de</strong> las dos escuelas dirigidas por la junta <strong>de</strong> las escuelas<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

<strong>de</strong> capital foráneo que buscaba invertir tanto en el sector comercial como en el<br />

turístico, estas personas utilizaron su primacía legal en los negocios <strong>de</strong> finca raíz<br />

para socavar el mayor provecho. Los conflictos al interior y entre familias por la<br />

posesión <strong>de</strong> tierras fueron numerosos, peleas entre hermanos, envenenamientos y<br />

asesinatos marcaron el final <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> los 50 y casi toda la década <strong>de</strong> 1960 17 .<br />

Según la memoria oral <strong>de</strong> algunos nativos, las fortunas emergentes <strong>de</strong>l alza en la<br />

finca raíz fueron <strong>de</strong>spilfarradas, o, en el mejor <strong>de</strong> los casos, fueron usadas para<br />

pagar la educación en el extranjero <strong>de</strong> varios isleños o para mejorar las casas <strong>de</strong><br />

algunas familias <strong>de</strong> clase baja que lograron transar directamente sus predios a los<br />

nuevos compradores continentales. Sin embargo, dicho proceso intensificó <strong>de</strong> forma<br />

inigualable el progresivo acercamiento y las inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncias entre los<br />

colombianos <strong>de</strong>l continente con los <strong>de</strong> la isla y viceversa. Un acercamiento <strong>de</strong>l que<br />

surgieron toda clase <strong>de</strong> relaciones sociales: uniones matrimoniales, alianzas<br />

políticas, comerciales y <strong>de</strong> un nivel aún más difuso, como lo fueron las relaciones<br />

resultantes <strong>de</strong>l turismo masivo, dinámicas que dieron paso a un nuevo y complejo<br />

or<strong>de</strong>n social, el cual <strong>de</strong>sbordó ampliamente las diferencias culturales entre insulares<br />

y continentales, diferencias que si bien fueron la pauta <strong>de</strong>l conflicto previo y que <strong>de</strong><br />

alguna manera constituyeron los elementos básicos para erigir un discurso <strong>de</strong><br />

reivindicación étnico-cultural durante los años 90, encubre las dinámicas <strong>de</strong><br />

protestantes <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> –un cuerpo constituido por nueve <strong>de</strong> los ciudadanos más respetables-.<br />

Sería un acto <strong>de</strong> gracia y justicia si se facilitara algún auxilio a esta junta por muestras autorida<strong>de</strong>s<br />

locales, ya que están haciendo un gran servicio en al educación <strong>de</strong> jóvenes colombianos a ser<br />

ciudadanos <strong>de</strong> responsabilidad; siempre que las escuelas dirigidas por esta junta continúen<br />

enseñando la legua nacional e inculcando principios <strong>de</strong> patriotismo en los niños que asisten a ellas.<br />

[…]Que haya legislación a<strong>de</strong>cuada para proteger al pueblo <strong>de</strong>samparado <strong>de</strong> las durezas <strong>de</strong><br />

capitalistas rapaces en la isla, muchos <strong>de</strong> los cuales tienen hipotecadas las propieda<strong>de</strong>s raíces <strong>de</strong> la<br />

gente pobre a causa <strong>de</strong>l excesivo interés <strong>de</strong> 36% anual que se cobra a gente <strong>de</strong>samparada sobre<br />

préstamos dados….”. Para una ampliación sobre la situación sociopolítica <strong>de</strong>l archipiélago en la<br />

década <strong>de</strong> 1920 consúltese: EASTMAN, Juan <strong>Carlos</strong>. “Colombia y el Archipiélago <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> y<br />

Provi<strong>de</strong>ncia, 1910-1920: Un encuentro <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los Estados Unidos”. En, Boletín <strong>de</strong> Historia, vol 8<br />

#15-16. Bogotá, Universidad Javeriana.1991; y: “Las Amenazas a la Arcadia Feliz y Deseada: El<br />

Archipiélago <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia en 1927. Visiones <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las Islas”. En, Sotavento vol1#2.<br />

Bogotá, Universidad Jorge Ta<strong>de</strong>o Lozano, 1988.<br />

17 Marco Fi<strong>de</strong>l Archbold Britton, traductor al español <strong>de</strong>l libro que el geógrafo e historiador James<br />

Parson hizo sobre San <strong>Andrés</strong>, reseñó <strong>de</strong> esta manera lo ocurrido con el manejo territorial <strong>de</strong> la Isla.<br />

Testimonio que da cuenta <strong>de</strong> los cambios acaecidos en la estructura social <strong>de</strong> esta región<br />

colombiana: “Recientemente, con el extraordinario auge y alza <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s, <strong>de</strong>bido a<br />

la floreciente industria <strong>de</strong>l turismo, especialmente en San <strong>Andrés</strong>, el capital foráneo y <strong>de</strong>l continente<br />

colombiano ha constituido un factor principal e importante en la localidad. Entida<strong>de</strong>s financieras<br />

po<strong>de</strong>rosas con recursos ilimitados, han hecho propuestas para la compra <strong>de</strong> terrenos y la<br />

construcción <strong>de</strong> hoteles y moteles con el funcionamiento <strong>de</strong> Casino <strong>de</strong> juego, hecho que ha<br />

estimulado el alza en el valor <strong>de</strong> las propieda<strong>de</strong>s a límites casi increíbles en ciertos casos”. En,<br />

PARSONS, James. San <strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia. Una geografía histórica <strong>de</strong> las islas colombianas <strong>de</strong>l<br />

caribe. Bogotá, El Ancora editores, 1985, pp.105-106.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

hibridación social y cultural ocurridas en las últimas cinco décadas <strong>de</strong> la vida social<br />

sanandresana 18 .<br />

2.0 Protestas y <strong>de</strong>sfiles. Las transformaciones socioculturales <strong>de</strong> San<br />

<strong>Andrés</strong><br />

Islas vistas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong> un diario <strong>de</strong> campo.<br />

Durante los años 1998 a 2000 tuve la oportunidad <strong>de</strong> establecer contactos <strong>de</strong><br />

diferente tipo con un diverso número <strong>de</strong> agentes sociales sanandresanos. Los<br />

primeros acercamientos se hicieron a un grupo <strong>de</strong> jóvenes que se reunía con cierta<br />

frecuencia a jugar basketball en la cancha <strong>de</strong>l barrio en don<strong>de</strong> vivía en la ciudad <strong>de</strong><br />

Bogotá; jóvenes que habían <strong>de</strong>cidido instalarse en esa ciudad para a<strong>de</strong>lantar allí<br />

estudios universitarios y que aprovechaban los fines <strong>de</strong> semana para reunirse.<br />

Posteriormente se realizaron tres visitas etnográficas a la isla mayor <strong>de</strong>l<br />

archipiélago, cada una <strong>de</strong> ellas con el fin <strong>de</strong> abordar una problemática en particular.<br />

A continuación se presentan dos apartes <strong>de</strong>l diario <strong>de</strong> campo resultado <strong>de</strong> dicha<br />

experiencia. El primero correspon<strong>de</strong> a la temporada etnográfica <strong>de</strong> 1999, cuyo<br />

objetivo era explorar las apreciaciones que los isleños raizales tenían acerca <strong>de</strong> sus<br />

relaciones con los pañas (o personas <strong>de</strong>l continente), el segundo fragmento que se<br />

presenta correspon<strong>de</strong> con la temporada <strong>de</strong> campo <strong>de</strong>l año 2000, que tenía como<br />

objetivo <strong>de</strong>scribir las formas <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong>l sentimiento <strong>de</strong> nacionalidad en esta<br />

región colombiana. De estas observaciones y contactos etnográficos se registraron<br />

formas <strong>de</strong> movilización social, a través <strong>de</strong> las cuales se podrán establecer<br />

continuida<strong>de</strong>s y diferencias frente a las apreciaciones hechas por Thomas Price Jr.<br />

en 1954.<br />

2.1 Una protesta muy peculiar<br />

Isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>, 8 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1999:<br />

Después <strong>de</strong>l almuerzo con Taga, mi amigo y anfitrión, me senté con él a hablar<br />

sobre los problemas sociales y políticos <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>. Fue un momento bastante<br />

especial, pues allí emitió un conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as sobre las cuales lo había interpelado<br />

antes, pero que <strong>de</strong>cidía evadir con bromas y comentarios sarcásticos. Esta vez sus<br />

i<strong>de</strong>as fueron claras y directas, lo cual me causó un profundo interés. Una <strong>de</strong> ellas la<br />

expresó <strong>de</strong> la siguiente manera: “¿es que en Colombia uno tiene que volverse<br />

guerrillero y violento para lo que tengan en cuenta y lo escuchen?, vea <strong>Carlos</strong>, en el<br />

18 Para algunas referencias generales sobre las dinámicas sociales contemporáneas véase:<br />

GONZÁLES, Gabriel. “Los nuevos Pañamanes en la Isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>”. En, Maguare #18. Bogotá,<br />

Universidad Nacional <strong>de</strong> Colombia, Departamento <strong>de</strong> Antropología, 2004 y TRUJILLO, Orlando<br />

Javier, “<strong>Int</strong>egración nacional y pluralismo cultural en la radio y la televisión <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> isla: la<br />

configuración histórica <strong>de</strong>l campo periodístico”. En, Revista Historia Crítica #28. Bogotá, Universidad<br />

<strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s, Departamento <strong>de</strong> Historia, junio-diciembre <strong>de</strong> 2004.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

interior los guerrilleros lograron un <strong>de</strong>speje porque tomaron el camino <strong>de</strong> las armas,<br />

y al parecer aquí nos va a tocar hacer algo parecido: volvernos <strong>de</strong>sobedientes para<br />

que nos escuchen”. En otro momento <strong>de</strong>l diálogo salió otra i<strong>de</strong>a impactante: “La<br />

verdad yo no se –me <strong>de</strong>cía con cierto <strong>de</strong>sconsuelo- ¿somos o no colombianos?, la<br />

gente <strong>de</strong>l interior quiere a San <strong>Andrés</strong>, pero yo no sé si la quiere por lo que tiene<br />

a<strong>de</strong>ntro. Aquí solo vienen por lo lindo y paradisíaco <strong>de</strong>l lugar, pero ¿vendrán<br />

porque aprecian a los sanandresanos?”. También mencionó problemas que yo ya<br />

había escuchado cuando entreviste a algunos jóvenes raizales que contacté en<br />

Bogotá el año pasado. Problemas como que la gente <strong>de</strong> origen siro-libanés estaba<br />

consolidando con fuerza un círculo monopólico sobre los cargos públicos y la<br />

discriminación que la gente blanca <strong>de</strong>l interior suele hacer sobre el sanandresano,<br />

tratándolo <strong>de</strong> <strong>de</strong>shonesto y ordinario.<br />

Luego <strong>de</strong> este diálogo que se extendió hasta las tres <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>, salimos a<br />

encontrarnos con el resto <strong>de</strong>l grupo en la Iglesia Bautista <strong>de</strong> La Loma. En la entrada<br />

<strong>de</strong> este recinto y por toda la cuadra había gente dispersa que vestía <strong>de</strong> blanco y<br />

portaba ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>l mismo color, en señal <strong>de</strong> que su manifestación sería, ante<br />

todo, pacífica. Entramos a la iglesia en don<strong>de</strong> se encontraba uno <strong>de</strong> los reverendos<br />

bautistas dando un sendo discurso, luego paso un hombre <strong>de</strong> entrada edad al que<br />

no pu<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificar, quien habló sobre la territorialidad y la soberanía <strong>de</strong> los<br />

sanandresanos sobre su isla, para finalizar esta introducción a la marcha pasó al<br />

estrado otro reverendo bautista, que leyó un aparte <strong>de</strong> La Biblia que relataba la<br />

forma como Jesucristo luchó por la purificación <strong>de</strong> la tierra prometida. Al finalizar la<br />

lectura el pastor expresó la siguiente frase: “Ha llegado la hora hermanos míos <strong>de</strong><br />

hacer lo que Jesucristo había realizado: purificar nuestra tierra”. Se me hizo<br />

particular que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> leer en ingles, el reverendo se expresara <strong>de</strong> esa manera<br />

y en español, lo cual me hizo suponer que el mensaje no sólo iba dirigido a los<br />

pobladores raizales presentes.<br />

La asistencia <strong>de</strong>l pueblo raizal a esta movilización fue masiva, eran casi cinco<br />

cuadras <strong>de</strong> personas. Calculo que eran alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 3000 a 4000 los asistentes a la<br />

marcha. La movilización comenzó con el grito <strong>de</strong> un joven que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una camioneta<br />

y con megáfono a mano <strong>de</strong>cía: “What do we want?”, mientras que la gente<br />

respondía: “RESPECT!”, y volvía el joven a preguntar: “What do we get?”,<br />

“UNRESPECT!” respondía la gente. En la marcha había personas que portaban<br />

pancartas alegando por el respeto a los <strong>de</strong>rechos humanos, sobre el respeto a la<br />

territorialidad <strong>de</strong>l isleño en su isla. Una <strong>de</strong> tales pancartas traducía algo así “Podrás<br />

matar nuestros cuerpos, pero nunca podrás eliminar nuestras i<strong>de</strong>as”. Especialmente<br />

me llamo la atención una que invitaba a recordar que los sanandresanos se<br />

adhirieron libremente a la Nueva Granada en contra <strong>de</strong> la opresión <strong>de</strong> la corona<br />

española, como una señal <strong>de</strong> protesta a la falta <strong>de</strong> libertad y también, <strong>de</strong> alguna<br />

forma, la frase tenía la connotación <strong>de</strong> que como libres llegaron, libres se podrían<br />

separar.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Luego <strong>de</strong> los gritos, la gente empezó a cantar coros en los que se <strong>de</strong>cía que la isla<br />

es un lugar <strong>de</strong> paz y <strong>de</strong> libertad. Estos coros tenían una acentuada influencia <strong>de</strong> los<br />

cantos que se usan en las iglesias bautistas, sin embargo a éstos se le acoplaron<br />

las palabras <strong>de</strong> tal manera que rimaran y no trastornara la melodía característica.<br />

Me sentí conmocionado, tanto por lo que <strong>de</strong>cían los coros, como también por la<br />

fuerza y la buena afinación que el público expresaba.<br />

Posteriormente apareció en escena un grupo <strong>de</strong> jóvenes disfrazados con máscaras<br />

<strong>de</strong> bandidos, gafas oscuras y pistolas <strong>de</strong> juguete. Representaban el atropello a una<br />

persona que no había cometido infracción alguna, para lo cual tomaron<br />

arbitrariamente a una persona <strong>de</strong>l público que no tenía nada que ver con la<br />

representación. De manera jocosa simulaban que esta persona era atropellada por<br />

los supuestos y graciosos agentes <strong>de</strong>l D.A.S, que eran caricaturizados por los<br />

muchachos disfrazados. Después <strong>de</strong> esta representación siguieron los coros y el<br />

lema <strong>de</strong> la marcha, el cual era expresado cada vez con mayor fuerza por los<br />

participantes.<br />

Decidí a<strong>de</strong>lantarme hasta la cabeza <strong>de</strong> la marcha, en don<strong>de</strong> se encontraba el grupo<br />

<strong>de</strong> personajes <strong>de</strong>stacados que li<strong>de</strong>raban la movilización. Allí se encontraban un<br />

reverendo <strong>de</strong> la Iglesia Bautista con un megáfono invitando a la gente a que se<br />

adhiriera a la marcha, los invitaba diciendo: “sigan la luz <strong>de</strong>l Señor, pues ha llegado<br />

la hora <strong>de</strong> hacernos respetar”. A un lado <strong>de</strong>l reverendo estaban los personajes más<br />

distinguidos <strong>de</strong>l pueblo raizal, un grupo <strong>de</strong> damas y los ministros <strong>de</strong> las otras<br />

iglesias protestantes, lo cual indicaba un alto grado <strong>de</strong> integración y coordinación<br />

entre éstas, que por años han entablado fuertes disputas por la integración <strong>de</strong> fieles<br />

a sus respectivas instituciones. Hoy marchaban todas juntas. Todos llevaban<br />

entrelazados sus brazos mientras marchaban. Al frente <strong>de</strong> ellos iban unos jóvenes<br />

que hon<strong>de</strong>aban la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento y otros, aunque parezca extraño,<br />

portaban con orgullo el tricolor nacional.<br />

Al llegar a la Gobernación, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cruzar el edificio <strong>de</strong> la Procuraduría<br />

Departamental, uno <strong>de</strong> los reverendos <strong>de</strong> la Iglesia Bautista se levantó sobre el<br />

techo <strong>de</strong> la camioneta que transportaba el sonido, tomo el micrófono y se dirigió al<br />

pueblo que seguía la marcha, también lo hizo a la gobernación y con especial<br />

énfasis al gobernador.<br />

Su discurso reclamó respecto por parte <strong>de</strong>l gobernador nombrado como encargado<br />

en este cargo, tras el arresto <strong>de</strong>l gobernador anterior al que se le sindica <strong>de</strong> haber<br />

prestado su nombre para el lavado <strong>de</strong> activos <strong>de</strong>l narcotráfico. Hace unos pocos<br />

días el gobernador encargado citó a una reunión con los dirigentes políticos <strong>de</strong> la<br />

isla y los ministros <strong>de</strong> las diferentes iglesias. En dicha reunión el gobernador<br />

encargado no estuvo <strong>de</strong> acuerdo con las peticiones hechas por este grupo <strong>de</strong><br />

dignatarios (muchos <strong>de</strong> los cuales estaban presentes en la marcha), por lo cual se<br />

levantó <strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong> conversación y se fue sin dar explicación alguna. Este<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong>n, que irritó <strong>de</strong> tal manera a este grupo <strong>de</strong> dignatarios locales, se sumo a los<br />

presuntos atropellos que hace unos días miembros <strong>de</strong>l D.A.S había realizado en la<br />

zona <strong>de</strong> Barrack a un par <strong>de</strong> niños, a lo que habría que agregar la amenaza <strong>de</strong><br />

posibles <strong>de</strong>spidos masivos en la gobernación –el principal empleador <strong>de</strong> esta<br />

región-. Según el relato <strong>de</strong>l pastor, el tratamiento dado por el gobernador a estas<br />

quejas fue “soez”, llegado incluso a tratar a algunos <strong>de</strong> sus empleados isleños <strong>de</strong><br />

corruptos e incapaces.<br />

El discurso <strong>de</strong>l pastor mostró a un gobernador tirano con sus empleados, que<br />

a<strong>de</strong>más tenía la arrogante actitud <strong>de</strong> limpiar la isla <strong>de</strong>l manto <strong>de</strong> corrupción que<br />

había invadido a estas tierras. Sin embargo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la óptica <strong>de</strong>l pastor tales<br />

adjetivos eran una influencia <strong>de</strong> los colombianos continentales, y afirmaba <strong>de</strong><br />

manera categórica que si éstos estaban presentes era por el contacto <strong>de</strong> los<br />

isleños con los pañas 19 . Por otro lado el pastor protestante se dirigió al Gobierno <strong>de</strong><br />

Nacional, al que pidió tomar prontas y drásticas medidas, en particular en lo relativo<br />

con problema <strong>de</strong> la territorialidad, pues para él: “nosotros los isleños estamos<br />

siendo unos <strong>de</strong>splazados en nuestra propia tierra”. En este aspecto hizo un<br />

marcado énfasis sobre los cientos <strong>de</strong> inmigrantes ilegales que habitaban en San<br />

<strong>Andrés</strong>, a quienes se les asocia con la formación <strong>de</strong> barrios subnormales (como el<br />

Cliff y Natanias), lugares que según las apreciaciones <strong>de</strong>l pastor son “un antro <strong>de</strong><br />

ilegales y <strong>de</strong>lincuentes”. Seguidamente dijo el pastor que la isla no necesitaba <strong>de</strong><br />

extranjeros que tenían inundada <strong>de</strong> comercio a San <strong>Andrés</strong> y quienes no invertían<br />

en ella los beneficios resultantes <strong>de</strong> ese comercio, a lo cual agregó que el<br />

archipiélago <strong>de</strong>bería estar gobernado por un isleño, pues argumentaba que en la<br />

población raizal existen personas suficientemente preparadas para cumplir a<br />

cabalidad con las responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese cargo; por lo que no se necesitaba que<br />

una persona <strong>de</strong>l interior <strong>de</strong>l país “viniera a irrespetar a un pueblo con el lema <strong>de</strong><br />

venir a limpiarlo <strong>de</strong> la corrupción, que por lo <strong>de</strong>más ronda por todo el país”.<br />

Entretanto la gente que participaba <strong>de</strong> la marcha afirmaba con comentarios y<br />

chistes las <strong>de</strong>nuncias que el reverendo hacía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los micrófonos. No obstante la<br />

actitud <strong>de</strong> la gente era mucho más afable, casi carnavalesca, siempre sonrientes,<br />

cantando y repitiendo el lema <strong>de</strong> la marcha, que luego <strong>de</strong> la intervención <strong>de</strong>l<br />

reverendo al frente <strong>de</strong> la gobernación pasaron a ser <strong>de</strong> “AFUERA, AFUERA,<br />

AFUERA!!!”, gritos que se exclamaban cada vez que el pastor necesitaba hacer una<br />

pausa.<br />

El pastor terminó su arenga con la siguiente frase: “¿Colombia quiere a San <strong>Andrés</strong><br />

con sanandresanos o sólo quiere a San <strong>Andrés</strong>?. Nuestra Colombia tiene que<br />

enten<strong>de</strong>r y que aceptar la diferencia y esto tiene que hacerse ver en nuestra isla,<br />

porque San <strong>Andrés</strong> ha sido y será para los sanandresanos.” La gente, eufórica,<br />

aplaudió y festejo por un periodo <strong>de</strong> 5 minutos seguidos, tal y como se había<br />

sugerido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio <strong>de</strong> la manifestación en la Iglesia Bautista <strong>de</strong> La Loma.<br />

19 Forma reducida <strong>de</strong> <strong>de</strong>cir pañaman, <strong>de</strong>formación lingüística <strong>de</strong> spanish man.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

2.2 Desfile y carnaval. La celebración <strong>de</strong> las fiestas nacionales<br />

Isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>, 8 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 2000:<br />

Como lo pu<strong>de</strong> constatar el pasado 20 <strong>de</strong> julio, las afirmaciones <strong>de</strong> varios<br />

informantes sobre la celebración <strong>de</strong> las fiestas patrias son ciertas. Estas tienen un<br />

amplio <strong>de</strong>spliegue en la isla <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>, y si bien es cierto también que éstas<br />

obe<strong>de</strong>cen a la antigua pretensión <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> integrar a los habitantes <strong>de</strong>l<br />

archipiélago, muchos <strong>de</strong> los informantes han afirmado que con el tiempo éstas<br />

festivida<strong>de</strong>s se han quedado en la memoria <strong>de</strong>l pueblo sanandresano, llegando<br />

incluso a <strong>de</strong>cirse que éstas ya hacen parte <strong>de</strong> la tradición cultural isleña. En la isla<br />

son celebradas cada una <strong>de</strong> las fechas importantes a nivel nacional. A cada sector<br />

le correspon<strong>de</strong> la conmemoración <strong>de</strong> una <strong>de</strong> las fiestas. Es así como la pasada<br />

fiesta <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> julio se realizó en el sector <strong>de</strong>l centro, don<strong>de</strong> a la par <strong>de</strong> la mayor<br />

concentración hotelera se encuentran también los edificios <strong>de</strong> las más importantes<br />

instituciones públicas. La fiesta <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> agosto por su parte, se celebró en el sector<br />

<strong>de</strong> San Luís y la fiesta <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> octubre (muy poco celebrada en el resto <strong>de</strong>l país)<br />

es celebrada en el sector <strong>de</strong> La Loma.<br />

Según se pue<strong>de</strong> entrever, los <strong>de</strong>sfiles expresan la integración <strong>de</strong>l pueblo raizal a las<br />

dinámicas nacionales, pues al re<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> éste se genera una amplia expectativa.<br />

Los jóvenes que orgullosamente participan en las bandas musicales <strong>de</strong> los<br />

principales colegios <strong>de</strong> la Isla, comienzan a practicar sus esmeradas presentaciones<br />

una vez entran al periodo <strong>de</strong> vacaciones <strong>de</strong> mitad <strong>de</strong> año. Como pu<strong>de</strong> observar<br />

hace unos días para el <strong>de</strong>sfile <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> julio, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tempranas horas, mujeres y<br />

hombres salen con su mejor traje con el fin <strong>de</strong> ajustar todos los preparativos <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>sfile, adornan sus casas con las ban<strong>de</strong>ras <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento y <strong>de</strong> Colombia, para<br />

luego salir a las calles en búsqueda <strong>de</strong>l mejor puesto para observar el<br />

conmemorativo <strong>de</strong>sfile. Los colegios preparan bailes, juegos y comidas típicas para<br />

estos días. Los niños se disfrazan con atuendos tradicionales y es muy común ver<br />

que cada uno <strong>de</strong> los colegios escoja la mejor pareja vestida, llegándose incluso a<br />

realizar un concurso sobre el mejor traje típico entre los colegios más<br />

representativos. Este <strong>de</strong>sfile comenzó en la Avenida 20 <strong>de</strong> julio, más<br />

específicamente en el parque Simón Bolívar. Allí se reúnen todas las bandas que<br />

van a <strong>de</strong>sfilar, iniciando con la <strong>de</strong> la policía y la <strong>de</strong> la naval, <strong>de</strong>spués iba un grupo <strong>de</strong><br />

bandas <strong>de</strong> colegios y <strong>de</strong> instituciones como el SENA y la Cámara Junior,<br />

terminando con la banda <strong>de</strong>l batallón que tiene instalado aquí él ejercito Nacional.<br />

El <strong>de</strong>sfile continuaba por toda la Av. 20 <strong>de</strong> julio hasta conectar con la Av. <strong>de</strong> las<br />

Américas para luego caer al edificio <strong>de</strong> la gobernación. Allí los más altos dignatarios<br />

esperaban el <strong>de</strong>sfile bajo unas improvisadas carpas. Se encontraban allí el<br />

Gobernador, el comandante <strong>de</strong>l ejército, <strong>de</strong> la naval y <strong>de</strong> policía, los <strong>de</strong>fensores <strong>de</strong>l<br />

pueblo y la secretaria <strong>de</strong> gobierno. Al frente <strong>de</strong> estas autorida<strong>de</strong>s se había<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

dispuesto un callejón dividido por una cinta <strong>de</strong> precaución, que apartaba al público<br />

particular. En este lugar se encontraban algunas <strong>de</strong> las novias <strong>de</strong> los policías y <strong>de</strong><br />

los soldados rasos, que esperaban con ansiedad que pasara su enamorado para<br />

saludarlo y enviarle besos. Entre tanto el resto <strong>de</strong>l público buscaba refugio en la<br />

sombra <strong>de</strong> un árbol, pues el día fue caluroso y <strong>de</strong> poca brisa. Recuerdo que cada<br />

vez que pasaba un personaje especial, que lucia bien vestido, el publico aplaudía<br />

con entusiasmo y emitía elogios, era un día para festejar y compartir en familia.<br />

Al re<strong>de</strong>dor ese <strong>de</strong>sfile existió mucha incertidumbre, pues la gobernación no había<br />

autorizado su realización, argumentaba que no tenía presupuesto para <strong>de</strong>sarrollarlo.<br />

Sin embargo, cuatro días antes, la secretaria <strong>de</strong> gobierno autorizó su realización, lo<br />

cual generó muchos comentarios, a favor y en contra. Por un lado las emisoras<br />

locales que cumplieron la función <strong>de</strong> difundir la noticia, expresaban lo bueno que era<br />

mantener esta institución tan tradicional y necesaria para los habitantes isleños, un<br />

caso específico <strong>de</strong> esto fue el programa <strong>de</strong> opinión <strong>de</strong> Daniel Newball en la emisora<br />

La Voz <strong>de</strong> las Islas, en don<strong>de</strong> él mismo recordaba que cuando era niño la fiesta <strong>de</strong>l<br />

20 <strong>de</strong> julio era tan ansiada por los niños como la misma fiesta <strong>de</strong> navidad.<br />

De otra parte, algunos directores <strong>de</strong> los colegios tradicionales, especialmente <strong>de</strong>l<br />

colegio bautista <strong>de</strong> La loma, llamaron la atención sobre la realización <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sfile,<br />

pues consi<strong>de</strong>raban que era un gasto ina<strong>de</strong>cuado para la situación fiscal <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>partamento, aun más si se consi<strong>de</strong>raba que la economía <strong>de</strong> los padres <strong>de</strong> familia<br />

no era la mejor, teniendo en cuenta que muchos funcionarios públicos no recibían<br />

pago <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía varios meses. Por esta razón se generó un <strong>de</strong>bate en la misma<br />

emisora, pues la mayoría <strong>de</strong> padres <strong>de</strong> familia raizales que se comunicaron para<br />

expresar su opinión, llegaron a <strong>de</strong>cir que aunque fuera haciendo un esfuerzo o<br />

pidiendo prestado, el <strong>de</strong>sfile <strong>de</strong>bería realizarse, pues “no se podía dañar la<br />

tradición”.<br />

Para una <strong>de</strong> las más importantes promotoras culturales <strong>de</strong> la isla que logré<br />

entrevistar unos días <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l 20 <strong>de</strong> julio, los <strong>de</strong>sfiles son vistos como días <strong>de</strong><br />

carnaval y más haya <strong>de</strong> representar el amor patrio, constituyen un día <strong>de</strong> fiesta y <strong>de</strong><br />

integración; es el día en el que las muchachas sacan sus mejores y más seductoras<br />

prendas <strong>de</strong> vestir, para <strong>de</strong>slumbrar a su enamorado o para conseguir uno. El día en<br />

el que los jovencitos salen orgullosos con los instrumentos <strong>de</strong> la banda, luciendo<br />

uniformes impecables y elegantemente <strong>de</strong>corados. Es el día para estrenar, para<br />

lucir lo nuevo, la moda, para escuchar música en los “picots” (pick-up), mientras que<br />

las madres afanadas y cautelosas cuidan los disfraces <strong>de</strong> sus pequeños, para que<br />

nada extraordinario ocurra y lograr así que al final <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sfile todo este en or<strong>de</strong>n,<br />

con el fin <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r tomarse una foto con algún soldado o policía, amigo o familiar,<br />

que que<strong>de</strong> como recuerdo para la posteridad.<br />

Entre tanto y a diferencia <strong>de</strong> lo que observé para el 20 <strong>de</strong> julio, el <strong>de</strong>sfile <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong><br />

agosto, que es celebrado en el tradicional sector <strong>de</strong> San Luís, fue muy distinto.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

No tuvo tanta etiqueta ni estuvo envestido <strong>de</strong> tanta institucionalidad. Los disfraces<br />

evocando el vestuario tradicional <strong>de</strong> una pareja isleña aparecieron en mayor<br />

cantidad y las bandas tenían más soltura para fusionar ritmos afros con las notas<br />

marciales, al igual que sus vestimentas que lucían mucho más coloridas. Fue un<br />

<strong>de</strong>sfile mucho más alegre en su recorrido, pues <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> presentar los honores a<br />

los altos dignatarios, los jóvenes <strong>de</strong> las bandas cambiaron su atuendo y se<br />

<strong>de</strong>splazaron -como es tradición- al bar Yellow Moon, que queda a un par <strong>de</strong><br />

cuadras <strong>de</strong>l poli<strong>de</strong>portivo <strong>de</strong> San Luís, lugar en el que se da por terminado este<br />

evento. Este bar se encuentra ubicado en el vecindario <strong>de</strong> Jenny Bay. Precisamente<br />

fue el dueño <strong>de</strong> ese establecimiento quien me ha hospedado en uno <strong>de</strong> los<br />

apartamentos que tiene especialmente organizado para turistas, con esta persona<br />

he construido una fuerte amistad, lo cual me permitió estar presente en la<br />

“celebración” que se armó <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sfile.<br />

Todos, tanto hombres como mujeres, sacaron su mejor atuendo para ir al bar <strong>de</strong><br />

“Taga”. Con las notas <strong>de</strong> la champeta y el vallenato se mezclaron las botellas <strong>de</strong> ron<br />

y cerveza. El baile sensual <strong>de</strong> las mujeres incitaba a los hombres a gastar y gastar<br />

cada vez más, yo estuve incluso sirviendo por ratos <strong>de</strong> barman en la barra, pues ni<br />

mi amigo ni sus empleados daban abasto.<br />

Lo cierto es que las muchachas lucían muy atractivas, mucho más <strong>de</strong> lo normal. La<br />

mayoría <strong>de</strong> ellas trató <strong>de</strong> ponerse lo mas apretado y corto que tuvieran en su<br />

armario. Los hombres también traían sus mejores atuendos, pero para ese<br />

momento <strong>de</strong> la noche la mayoría ya lucían <strong>de</strong>sarreglados por el efecto <strong>de</strong>l alcohol.<br />

Cuando empezó el baile <strong>de</strong> champeta, terapia y vallenato, se habilitó un cuarto<br />

oscuro como pista especial para las parejas que quisieran más privacidad. Allí se<br />

reunieron muchas parejas <strong>de</strong> jóvenes y adultos para bailar el apretado baile <strong>de</strong> la<br />

terapia, que consiste en que el hombre abre sus piernas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> un metro para<br />

que la mujer instale enfrente suyo su ca<strong>de</strong>ra y <strong>de</strong> esa forma empieza el movimiento,<br />

que consiste en rítmicos meneos circulares por parte <strong>de</strong> la mujer y <strong>de</strong> a<strong>de</strong>lante a<br />

atrás por parte <strong>de</strong>l hombre. Al frente <strong>de</strong> la barra llegaron otras parejas y gente que<br />

buscaba compañía para bailar, mientras que los niños que llegaron con sus padres<br />

divagaban por todo el lugar, <strong>de</strong> un lado a otro, fugando en la arena <strong>de</strong> la playa o en<br />

los columpios <strong>de</strong>l pequeño parquecito improvisado por Taga a un lado <strong>de</strong> su casa.<br />

La gente se ponía muy eufórica con la música <strong>de</strong>l Sayayin, popular cantante<br />

cartagenero <strong>de</strong> champeta, que estuvo dando unos conciertos en la isla hace unos<br />

pocos días, también disfrutan mucho <strong>de</strong> la terapia palenquera, que a mi concepto<br />

suena más aquí que en el mismo San Basilio. Hace unos años estuve en ese<br />

pintoresco lugar y no había escuchado tanta champeta como aquí en San <strong>Andrés</strong>.<br />

Creo que hoy el Yellow Moon triplicó la usual asistencia <strong>de</strong> un día agitado y así<br />

como fue <strong>de</strong> numerosa la asistencia, también lo fueron los problemas como las<br />

peleas con picoebotellas entre isleños y los costeños <strong>de</strong>l interior, que son<br />

<strong>de</strong>spectivamente llamados como champetuos. Las griterías y las jaladas <strong>de</strong> pelo<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

entre las mujeres por la traición <strong>de</strong> un hombre, el consumo <strong>de</strong> alcohol, los abusos a<br />

las muchachas por parte <strong>de</strong> los hombres adultos que tien<strong>de</strong>n a buscar jovencitas<br />

para tener terapia toda la noche; en <strong>de</strong>finitiva, la champeta sonó más fuerte que<br />

otras noches. El ambiente se puso muy pesado, verda<strong>de</strong>ramente pesado, por eso<br />

no baile con nadie para evitar problemas con los posibles ebrios pretendientes <strong>de</strong><br />

las muchachas, quienes no ponen ningún problema para bailar, mientras que uno lo<br />

sepa hacer.<br />

Luego <strong>de</strong> haber cumplido el objetivo <strong>de</strong> participar en dos <strong>de</strong> las más importantes<br />

festivida<strong>de</strong>s nacionales que se celebran en San <strong>Andrés</strong>, creo que las expresiones<br />

<strong>de</strong> la nacionalidad están insertas en una dinámica que <strong>de</strong>muestra un mo<strong>de</strong>lo<br />

integracionista al tratar <strong>de</strong> festejar cada una <strong>de</strong> las tres fiestas patrias en cada uno<br />

<strong>de</strong> los sectores <strong>de</strong> la isla, lo cual evi<strong>de</strong>ncia la institucionalización <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sfiles<br />

como una forma <strong>de</strong> expresión <strong>de</strong> la soberanía nacional. Sin embargo, las<br />

expresiones locales, fuera <strong>de</strong> la parte institucional asociada al <strong>de</strong>sfile, toma más<br />

este día como un día <strong>de</strong> festejo. La adaptación y resignificación <strong>de</strong> las fiestas<br />

patrias es evi<strong>de</strong>nte, la rumba llena <strong>de</strong> sexualidad, <strong>de</strong> ritmo, <strong>de</strong> hedonismos por<br />

doquier.<br />

Esa es la forma en como se expresa la nacionalidad, es una tensión entre discursos<br />

y practicas. El institucional con la participación masiva <strong>de</strong> las principales entida<strong>de</strong>s<br />

publicas y <strong>de</strong> los colegios, que con sus bandas tratan <strong>de</strong> hacer ameno lo que sería<br />

un aburrido homenaje, fusionando ritmos y danzando alegremente. Después, la<br />

rumba, la bacanal, la terapia extranjera y la palenquera se toman el ambiente<br />

patriótico, lo llena <strong>de</strong> sexualidad, <strong>de</strong> calor, <strong>de</strong> sudor, <strong>de</strong> licor y <strong>de</strong> excesos; así se<br />

expresa y modifica también el sentimiento nacional en San <strong>Andrés</strong>.<br />

Estas expresiones socioculturales son utilizadas en discursos y arengas por muchos<br />

lí<strong>de</strong>res locales para afirmar que este es un pueblo fiel a Colombia, sin embargo el<br />

hecho <strong>de</strong> que sus hijos salgan a <strong>de</strong>sfilar, <strong>de</strong> que exista una fuerte imposición<br />

institucional en los <strong>de</strong>sfiles, no logra opacar el hecho <strong>de</strong> que su amable y apacible<br />

sociedad ha cambiado profundamente. La extravagancia y el hedonismo que<br />

imperan luego <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sfiles, en particular el <strong>de</strong>l 7 <strong>de</strong> agosto, muestran que<br />

muchos isleños salen a hacer lo que posiblemente les prohíben <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los púlpitos<br />

<strong>de</strong> las iglesias protestantes y católicas. La traición, los excesos, la lujuria se<br />

combinan con el ambiente familiar <strong>de</strong> estas festivida<strong>de</strong>s, se apropian <strong>de</strong> las<br />

conciencias y logran impregnar toda la celebración. Esta es la situación sociocultural<br />

<strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong>, la tensión, la exacerbación <strong>de</strong> los sentimientos y <strong>de</strong> las emociones,<br />

el choque entre dos posturas, entre dos formas <strong>de</strong> ver la vida, una <strong>de</strong> ellas<br />

institucionalizada por las iglesias y por el Estado, la otra clan<strong>de</strong>stina, heterogénea,<br />

híbrida...<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Consi<strong>de</strong>raciones finales<br />

Después <strong>de</strong> haber hecho un recorrido por las apreciaciones <strong>de</strong> varios pobladores<br />

isleños, <strong>de</strong> enriquecedores diálogos y, en algunos casos, <strong>de</strong> prolongadas<br />

entrevistas, es posible concluir que existe un fuerte y aferrado sentimiento <strong>de</strong><br />

nacionalidad y <strong>de</strong> pertenencia a lo colombiano. Este sentimiento se ve reforzado<br />

entre otras, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las expresiones propias <strong>de</strong> la simbología patriótica, pues existe<br />

una marcada ten<strong>de</strong>ncia a i<strong>de</strong>ntificar el sentimiento <strong>de</strong> pertenencia a la nación a<br />

través <strong>de</strong> la ban<strong>de</strong>ra. La frase: “cuando yo nací, nací bajo la égida <strong>de</strong> la ban<strong>de</strong>ra<br />

colombiana” fue muy repetida durante los <strong>de</strong>sfiles y entrevistas realizadas a varios<br />

informantes, en especial, por los adultos mayores.<br />

Este conjunto <strong>de</strong> expresiones tienen un origen bien <strong>de</strong>finido: respon<strong>de</strong> como reflejo<br />

a las políticas educativas que <strong>de</strong>sarrolló el Estado colombiano <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segunda<br />

mitad <strong>de</strong> la década <strong>de</strong> 1920 y <strong>de</strong> toda su política <strong>de</strong> colombianizar al archipiélago,<br />

que incluía la catolización y la hispanización <strong>de</strong> los habitantes nativos o raizales,<br />

política que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios lució por su inoperancia 20 . Sin embargo el problema<br />

no es que se haya ejecutado un mo<strong>de</strong>lo educativo tendiente a integrar a los<br />

habitantes <strong>de</strong>l archipiélago al sentimiento <strong>de</strong> nación que emanaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

constitución <strong>de</strong> 1886 21 . El problema real y concreto es que el efecto <strong>de</strong> esa política<br />

fue, <strong>de</strong> alguna manera, eficaz; no por que los isleños raizales se hayan vuelto más<br />

católicos o porque hayan abandonado sus tradiciones afrocaribeñas y el uso <strong>de</strong>l<br />

ingles criollo como lengua materna, cosas que en la práctica no han ocurrido, sino<br />

porque existe una apropiación <strong>de</strong> tal sentimiento que se expresa a través <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>sfiles, protestas, arengas y toda clase <strong>de</strong> reclamaciones y adhesiones a la figura<br />

que representa lo nacional, todo lo cual evi<strong>de</strong>ncia más bien un proceso marcado por<br />

resistencias concientes e inconcientes, en el que han intervenido complejas formas<br />

<strong>de</strong> cohesión social.<br />

También es posible apreciar que la inserción <strong>de</strong> las islas a las dinámicas sociales<br />

nacionales no fue tan traumática como lo quiso representar un grupo <strong>de</strong><br />

académicos, tipificando dicho proceso como una especie <strong>de</strong> etnocidio 22 , pues varios<br />

representantes <strong>de</strong>l pueblo raizal tien<strong>de</strong>n a afirmar que las acciones a<strong>de</strong>lantadas por<br />

el Estado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XX, como la implantación <strong>de</strong>l puerto libre<br />

y <strong>de</strong> un sistema educativo diferente al protestante, permitió el acceso a nuevas<br />

pautas económicas y sociales, medidas que tien<strong>de</strong>n a ser asociadas por los<br />

entrevistados con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l progreso. En este sentido una conclusión preliminar<br />

que nos sugiere el caso estudiado es que la incursión <strong>de</strong>l Estado colombiano y <strong>de</strong><br />

los agentes sociales continentales en el archipiélago trajo consigo una fuerte<br />

movilidad en la estructura social, hecho que significó el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> algunos<br />

20 Cfr, CHARRY, op. cit.<br />

21 Cfr, CLEMENTE, Isabel, op. cit.,<br />

22 Cfr, DE FRIEDEMANN, Nina S. “San <strong>Andrés</strong> y Provi<strong>de</strong>ncia, sus <strong>de</strong>rechos étnicos y culturales”, op.<br />

cit.,<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

sectores elitistas <strong>de</strong> la sociedad sanandresana, como el sector <strong>de</strong> los comerciantes<br />

y el <strong>de</strong> los pastores <strong>de</strong> la Iglesia Bautista, quienes habían configurado por varias<br />

décadas una fuerte dominación política y económica en esta región <strong>de</strong>l país.<br />

Por otra parte po<strong>de</strong>mos concluir a su vez que el origen <strong>de</strong> las fricciones<br />

configuradas entre los diferentes sectores sociales inmiscuidos en la isla <strong>de</strong> San<br />

<strong>Andrés</strong>, tiene un punto <strong>de</strong> referencia bien <strong>de</strong>finido, el cual está relacionado con el<br />

manejo y control <strong>de</strong>l territorio. La apertura económica consecuente con la<br />

implantación <strong>de</strong>l puerto libre, permitió una severa fluctuación en el mercado <strong>de</strong><br />

tierras, que rápidamente paso a ser controlado por la industria hotelera y, años más<br />

tar<strong>de</strong>, por el narcotráfico. Sin embargo y como lo permiten entrever las<br />

apreciaciones <strong>de</strong> los informantes, la venta indiscriminada <strong>de</strong> terrenos a nuevos<br />

compradores continentales, se convirtió en un método <strong>de</strong> ascenso social para<br />

muchos habitantes nativos. Este mecanismo permitió financiar las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

consumo <strong>de</strong> las clases sociales emergentes, entre ellos, el mejoramiento <strong>de</strong><br />

viviendas, viajes y educación especializada en la parte continental <strong>de</strong> Colombia<br />

(principalmente en Bogotá y Cartagena) <strong>de</strong> por lo menos dos generaciones <strong>de</strong><br />

isleños raizales, que no necesariamente eran los más “ricos” <strong>de</strong> la isla. Pese a todo,<br />

estas inversiones resultaron efímeras, pues fueron pocos los que lograron ascen<strong>de</strong>r<br />

a través <strong>de</strong> la educación y casi nadie pudo recuperar las tierras vendidas,<br />

generándose un ensanchamiento <strong>de</strong> las brechas existentes entre las clases<br />

sociales, dinámica que ya había sido advertida por Price en 1954.<br />

Este conjunto <strong>de</strong> factores hacen parte <strong>de</strong> las relaciones que la comunidad raizal<br />

establece con la sociedad continental (que incluye obviamente al Estado), y<br />

permiten asegurar que el origen traumático <strong>de</strong> dicha relación contiene un<br />

componente mucho más sociológico <strong>de</strong>l que tradicionalmente se ha pensado. Los<br />

testimonios recopilados para la elaboración <strong>de</strong> este análisis, se encuentran<br />

salpicados por otras pautas socioculturales como el prestigio, la posición o la clase<br />

social; variables que se han sobrepuesto a las diferencias culturales <strong>de</strong> origen<br />

étnico entre isleños y pañas, diferencias que han sido presentadas como las<br />

variables <strong>de</strong>terminantes en el proceso <strong>de</strong> inserción <strong>de</strong> los nativos isleños a las<br />

dinámicas sociales <strong>de</strong>l estado-nacional. Esto no quiere <strong>de</strong>cir que tales diferencias<br />

hayan <strong>de</strong>saparecido, sino que, sumadas con las otras, dan cuenta <strong>de</strong> esa realidad<br />

viscosa -si se quiere <strong>de</strong>nsa- que es en la actualidad la estructura social<br />

sanandresana 23 .<br />

23 Así por lo menos lo <strong>de</strong>ja entrever las <strong>de</strong>claraciones hechas por uno <strong>de</strong> los entrevistados, que <strong>de</strong><br />

manera airada afirmaba en una entrevista: “Cuando el isleño ve que por <strong>de</strong>cir algo, el policía vive<br />

mejor que el isleño, que el policía vive con todas las <strong>de</strong> la ley y ellos no, entonces el isleño se siente<br />

mal, siente envidia en cierta manera, y ese sentimiento pue<strong>de</strong> llegar a ser en contra <strong>de</strong> todo lo<br />

colombiano, porque muchos han llegado acá a la isla a crear fortuna. Entonces, cada vez que hay<br />

una <strong>de</strong>mostración, cada vez que hay una... digamos. Le voy a poner un ejemplo muy sencillo: un<br />

policía llega y me dice a mi como raizal que una requisa, entonces se arma un alboroto y se arma<br />

una manifestación en contra <strong>de</strong> eso y es ese un momento que refleja el resentimiento que el isleño<br />

tiene contra el continental, pues el isleño tien<strong>de</strong> a ser orgulloso, y el continental muchas veces le<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

Por último el caso <strong>de</strong> la inserción <strong>de</strong> las islas <strong>de</strong> San <strong>Andrés</strong> a las dinámicas<br />

sociales <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n nacional, parcialmente abordado aquí a partir <strong>de</strong> una<br />

comparación etnográfica, da pie para hacer algunos comentarios adicionales. Estos<br />

tienen que ver con los <strong>de</strong>sarrollos ocurridos en las Ciencias Sociales entre la época<br />

en que la isla fue visitada por Thomas Price Jr. y la situación actual <strong>de</strong> este grupo<br />

<strong>de</strong> ciencias. Estos <strong>de</strong>sarrollos nos permiten saber que los procesos <strong>de</strong> formación<br />

<strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la Nación atraviesan conflictos y tensiones <strong>de</strong><br />

integración social, en el que cada esfuerzo por generar una mayor inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

funcional entre las partes, se encuentra minado por los conflictos y la celotipia<br />

constituida por los grupos sociales implicados en esta dinámica, en don<strong>de</strong> uno <strong>de</strong><br />

ellos pue<strong>de</strong> verse dominado o <strong>de</strong>splazado por el otro. Como lo expuso Norbert<br />

Elias en una conferencia ofrecida en el séptimo congreso internacional <strong>de</strong><br />

Sociología, las luchas <strong>de</strong> integración y resistencia que marcan los procesos <strong>de</strong><br />

formación <strong>de</strong>l Estado y la Nación, se inscriben en una figuración entre grupos<br />

establecidos y marginados, <strong>de</strong> la que pue<strong>de</strong> resultar una fusión o un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong><br />

integración social dominada por uno <strong>de</strong> ellos, aunque esté compuesto por varios<br />

grupos social y culturalmente disímiles 24 .<br />

Al mismo tiempo sabemos que los nacionalismos son la expresión <strong>de</strong> un cambio<br />

estructural en la forma <strong>de</strong> organización <strong>de</strong> las socieda<strong>de</strong>s complejas, un cambio en<br />

el que, en palabras <strong>de</strong> Ernest Gellner, hace anónimas, internamente fluidas,<br />

altamente diferenciadas y, paradójicamente, culturalmente homogéneas, a las<br />

comunida<strong>de</strong>s y grupos sociales que participan <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> construcción <strong>de</strong> la<br />

i<strong>de</strong>ntidad nacional. Lo cual se <strong>de</strong>be a que la nueva estructura <strong>de</strong> significación que<br />

se suma a las preexistentes (el nacionalismo), es reverenciada directamente a<br />

través <strong>de</strong> la imaginería nacionalista, inducida a través <strong>de</strong> un especializado sistema<br />

<strong>de</strong> educación, <strong>de</strong> la propaganda y <strong>de</strong> artefactos <strong>de</strong> tipo i<strong>de</strong>ológico complejos, que<br />

hacen que los agentes sociales paulatinamente se i<strong>de</strong>ntifiquen, <strong>de</strong> manera<br />

conciente, con una cultura difusa y etérea, que preten<strong>de</strong> encubrir las profundas<br />

diferencias que se mantienen latentes en la estructura social; bien sea por la<br />

altísima movilidad suscitada por la propensión al <strong>de</strong>sarrollo por la vía <strong>de</strong> la división<br />

<strong>de</strong>l trabajo, bien sea por las diferencias étnicas y/o culturales <strong>de</strong> las comunida<strong>de</strong>s<br />

quitó el terreno o se lo compró a un precio injusto, o mejor dicho, le compró el terreno, pero al mismo<br />

tiempo lo <strong>de</strong>jó sin terreno, el hecho no es el <strong>de</strong> haber vendido el terreno y ganarse una plata, pero<br />

<strong>de</strong>spués el isleño se da cuenta que se quedó sin tierra para cultivar para po<strong>de</strong>r trabajar, entonces<br />

eso crea un resentimiento, eso crea un resentimiento y eso hace que si por ejemplo un raizal va por<br />

la calle y un policía le pi<strong>de</strong> una requisa, entonces el raizal dice: no, a mi nadie me requisa, a mi<br />

ningún paña, ningún policía, ningún tombo, me va a requisar”.<br />

24 Para una ampliación consúltese: ELIAS, Norbert, “Los procesos <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong><br />

construcción <strong>de</strong> la nación” . En, Historia y Sociedad #5, Me<strong>de</strong>llín, Universidad <strong>de</strong> Nacional <strong>de</strong><br />

Me<strong>de</strong>llín, 1998; y: “Ensayo teórico sobre la relación entre establecidos y marginados”.En, La<br />

civilización <strong>de</strong> los padres y otros ensayos, Bogotá, Norma Ediciones Vitral, 1998.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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Movilización social e i<strong>de</strong>ntidad nacional…<br />

<strong>Carlos</strong> <strong>Charry</strong> <strong>Joya</strong><br />

que históricamente han sufrido <strong>de</strong>l proceso <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> un estado-nacional, o<br />

bien, por el encuentro simultáneo <strong>de</strong> estas dos situaciones 25 .<br />

Hoy sabemos que el po<strong>de</strong>r en las organizaciones sociales mo<strong>de</strong>rnas se pone en<br />

escena, se ritualiza y sacraliza teatralmente 26 ; sabemos que a través <strong>de</strong> rituales<br />

ordinarios como <strong>de</strong>sfiles, discursos, la propaganda, el arte, la celebración y la<br />

conmemoración, se emiten i<strong>de</strong>ologías e imaginarios que preten<strong>de</strong>n instituir un or<strong>de</strong>n<br />

social que le <strong>de</strong> sentido a la vida <strong>de</strong> los individuos 27 , y sabemos que la complejidad<br />

inherente <strong>de</strong> tales modos <strong>de</strong> organización social hace que, <strong>de</strong> manera inevitable,<br />

estas dinámicas se inscriban en luchas por la representación <strong>de</strong> lo social 28 .<br />

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25 Cfr, GELLNER, Ernest, “El nacionalismo y las dos formas <strong>de</strong> cohesión en socieda<strong>de</strong>s complejas”.<br />

En, Cultura, i<strong>de</strong>ntidad y política. El nacionalismo y los nuevos cambios sociales, Barcelona, Gedisa,<br />

1998; y: Naciones y nacionalismos. Madrid, Alianza Editorial, 1988.<br />

26 Cfr, BALANDIER, George. El po<strong>de</strong>r en escenas. De la representación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> la<br />

representación. Barcelona, Paidos, 1994; GEERTZ, Clifford. “La i<strong>de</strong>ología como sistemas cultural”.<br />

En, La <strong>Int</strong>erpretación <strong>de</strong> las culturas. Barcelona, Gedisa. 2000.<br />

27 Cfr, GEERTZ, Clifford. “La i<strong>de</strong>ología como sistemas cultural”. En, La <strong>Int</strong>erpretación <strong>de</strong> las culturas.<br />

Barcelona, Gedisa. 2000 y BACZKO, Bronislav, Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas<br />

colectivas, Buenos Aires, Nueva Visión, 1991.<br />

28 En relación con la noción <strong>de</strong> luchas <strong>de</strong> representación consultar: CHARTIER, Roger. El mundo<br />

como representación. Barcelona, Gedisa, 2002.<br />

ISBN 978-958-9230-40-4<br />

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