Boletín 2009 - Hermandad del Gran Poder de Montellano

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“CRUZ QUE NOS CONVIERTE.”
Cuando este articulo llegue a vuestras manos a través del boletín anual de nuestra Hermandad, ya
estaremos en Cuaresma. No solo una palabra, sino un tiempo que nos insta a volvernos por entero
hacia el Señor y contemplar su Rostro y contemplándolo solo a Él, nos daremos cuenta de quien
somos realmente nosotros. Efectivamente Cuaresma es conversión, revisión, cambio de vida y actitudes,
es profundizar de verdad en que consiste el misterio cristiano, el misterio que nos salva y
que nos llama a ser de otra manera, de que no todo está perdido, sino que Cristo a través de su Cruz
nos da como una nueva oportunidad para que descubramos el sentido de ese Amor que se entrega
hasta el fin. En palabras del gran apóstol Pablo; “Se entregó por mí porque me amó. ¿Cómo descubrir
en la cruz de Jesús, sobre sus hombros, un signo de su misericordia, de su entrega, un signo
de injusticia humana que se convierte en justicia divina? ¿No será que hemos hecho la cruz del
Señor demasiado preciosa, de oro, plata, carey, de piedras preciosas, que ya no significa nada? La
Cruz del Señor no puede perder su significado para aquellos que le siguen, para aquellos que le rinden
culto, desde un grupo cristiano como es nuestra hermandad. Por eso, para no ir perdiendo el
sentido de la Cruz que lleva el dulce Nazareno de Jesús del Gran Poder sobre sus hombros, necesitamos
adentrarnos a través del camino de la conversión en su misterio.
En este Año Santo Paulino, nadie nos podría hablar mas claro de la conversión, que el gran Apóstol
de los Gentiles; Pablo de Tarso; el hombre que se convirtió a Cristo. Es su conversión el quicio
donde se asienta su vida. Su conversión fue al mismo tiempo llamada y confirmación de su gran
apostolado que durante 30 años y a través de 150.000 Km. recorridos, supo llevar el nombre de
Cristo a todo el mundo conocido. El relato de su conversión queda recogido por dos veces en los
Hechos de los Apóstoles y después como dato autobiográfico en sus cartas. Fue un hecho tan profundamente
fuerte, que él fue como “absorbido”, como “apresado” (katalambano) por el gran Amor
de Jesucristo, hasta tal punto que él llega a decir: “Ya no soy yo, sino que es Cristo quien vive en
mi” y “ya no sé otra cosa, que Jesucristo está cruxificado”. De esta manera, démosle pues la mano
a San Pablo, imploremos su intercesión para que él nos lleve, a través del camino cuaresmal, hacia
ese Cristo con el que él se encontró. Nuestra Cuaresma este año será como ese Camino de Damasco
que desemboca y tiene su meta en esa conversión profunda de encuentro con Jesucristo.
Y del sentido de la conversión, nunca podremos eliminar la palabra AMOR, porque cruz es AMOR;
quien no carga con su cruz, no ama, porque el amor exige la Cruz y pretender llevar la cruz sin amor
nos fatiga y fastidia como nos dice el Papa Benedicto XVI: “El amor exige el sacrificio, más aún
lo busca” (D.C.E).
Que nuestra Hermandad que se dice Sacramental, no deje nunca de lado el amor fraternal, al cual
todos estamos llamados, que sea fina y exquisita en todos sus proyectos; que el AMOR es lo primero,
solo de esta manera estaremos dando sentido y culto verdadero a esa Cruz que por su AMOR
lleva sobre sus hombros Jesús del Gran Poder; ¡Ojalá nos convirtiéramos todos al AMOR de Dios!
Os bendice afectuosamente
Vuestro Párroco y Director Espiritual
Antonio Ceballos Capote, Pbro.