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Ania 5 - IPPPNAC

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SEA SEA SEA SEA TAKA'A TAKA'A TAKA'A TAKA'A TA TA TA TA JIT'TO JIT'TO JIT'TO JIT'TO BETCHI'IBO<br />

BETCHI'IBO<br />

BETCHI'IBO<br />

BETCHI'IBO<br />

Tratado Para La Cura Del Espíritu<br />

Diciembre 2011<br />

Aportes al Objeto del Psicoanálisis<br />

0<br />

“Por la salud a través de la palabra”<br />

5


<strong>Ania</strong><br />

Revista semestral No. 5, Diciembre 2011 Cd. Obregón, Sonora.<br />

1


Directorio<br />

Pst. Miguel A. Sitten Sotelo 6441- 03 06 09<br />

Dr. Javier Gavito de la Torre 6444- 61 75 93<br />

Dr. Marcos Miranda Morales 6441- 67 72 93<br />

Mtra. Etza B. Uriarte Sánchez 6441- 10 83 70<br />

Mtro. Ricardo Romero Cuen 6449- 98 27 87<br />

Psic. Gabriel Olea Castelo 6441- 42 66 87<br />

Psic. Sergio Anaya Ortiz 6441- 19 61 39<br />

Psic. Perla J. Valdenea Escalante 6441- 41 44 25<br />

Psic. Kenia Ma. Tozal Carrisoza 6441- 34 16 54<br />

Psic. Jorge Rosas Mendivil 6441- 37 80 33<br />

Psic. Sergio Saulo Félix Carlon 6441- 39 57 93<br />

Psic. Vinicio Guerrero Avendaño 6441- 24 71 83<br />

Revista ANIA<br />

Es editada por el<br />

Instituto de Psicología y Psicoterapia Psicoanalítica del Noroeste A.C.<br />

Quinta Publicación semestral, Diciembre 2011.<br />

Todos los derechos de reproducción<br />

de los textos aquí publicados están<br />

reservados a Revista <strong>Ania</strong><br />

Instituto de Psicología y Psicoterapia Psicoanalítica del Noroeste A.C.<br />

Calle 5 de febrero # 537 Norte. Col centro.<br />

Cd. Obregón, Sonora, México. C.P. 85010<br />

Teléfono: (644) 414 10 88; E-mail: ipppnac@live.com.mx<br />

Registro en trámite<br />

Cuadro “La Chimenea”<br />

Autor: Etza Betzabeth Uriarte Sánchez.<br />

2


INDICE<br />

- La enfermedad del cáncer cervico uterino<br />

María Celina Arredondo…………………………………...………………....….9<br />

- La interpretación de los sueños, el inconsciente y la sexualidad<br />

Antonio Santamaría Fernández……………………….……………….…….....19<br />

- Canibalismo entre generaciones<br />

Rafael Azuela de la Cueva……………………………………………………...35<br />

- Breves notas sobre pornografía.<br />

Abraham Godínez Aldrete…….…………………………..……………………43<br />

- El gobierno de Quebec, tenía el rostro de mi padre<br />

Francisco Javier Herrera Amavizca…………………………………………….57<br />

- Intento fallido al escapar del inconsciente.<br />

Madaleidy Ochoa Gómez…………………………………………....................61<br />

- La enfermedad del terapeuta.<br />

Miguel Romero Medina………………………………………………………...63<br />

- Psicosis y familia en una comunidad terapéutica psicodinamica<br />

Gloria Aurora Champion Castro…….………………………………………….75<br />

- Breves notas sobre sueños y drogas<br />

Miguel Ángel Sitten Sotelo....………………………………………………….83<br />

- Lecturas para reflexionar<br />

Javier Gavito de la Torre……………………………………………………….89<br />

3


A manera de editorial<br />

Análisis terminable e interminable, tercera interdicción en Freud… mostrando por un<br />

lado su aparente pesimismo sobre las perspectivas futuras del psicoanálisis, por otro<br />

lado, dejando ver la semilla que fecunda el proceso y hace que la reflexión perdure en el<br />

psiquismo analizado… trabajo que nunca termina, llama que nunca se apaga…<br />

Formación terminable e interminable, segunda interdicción en <strong>IPPPNAC</strong>… se cierra el<br />

primer ciclo de formación… como un puerto donde se atan cabos, para preparar la<br />

siguiente ruta de navegación… para los que tienen espíritu navegante.<br />

Sabemos que el ser humano se convierte en lo que sueña… y hay sueños que dejan de<br />

pertenecernos en lo particular, porque son cosas que nos pertenecen a todos… no se<br />

venden… así es este proyecto, no tiene boleto de regreso, es un pase al horizonte.<br />

Parafraseando a otros que ya pasaron por esto, se puede decir que la decisión en relación<br />

con los objetivos del análisis le pertenecen al paciente, pero en relación con la<br />

formación, sigue habiendo un compromiso con el paciente, poder lograr que cambie de<br />

lugar, que vea las mismas cosas desde otro lugar, que deje de repetir. Buscar que pase<br />

el tiempo que en el inconsciente no ha pasado, que rompa con la felicidad de la<br />

ignorancia.<br />

El análisis en sí es interminable, solo el paciente por las razones que fueren, decide<br />

cuando terminar. La formación también en sí es interminable, solo termina cuando no<br />

hay razones para seguir. El análisis termina cuando el paciente lo desea. La formación<br />

termina cuando se acaba el deseo, ya que el ideal de lo que desea le pertenece al<br />

candidato.<br />

Se cierra un ciclo… hay que salir de los consultorios para hacer trabajo afuera… sí…<br />

pero primero hay que entrar… y bien entrar… en verdad, esto apenas empieza, son<br />

oscilaciones del proceso…<br />

En esta época, en las que los cambios sociales son de tal magnitud, que es difícil<br />

establecer donde está la salud y donde está la enfermedad… pero bien localizada la<br />

ética… la ética que se fundamenta en nuestra herramienta… la herramienta<br />

psicoanalítica… esa que se asume por convicción, convicción que toma fuerza gracias<br />

al tiempo de ejercer la práctica, convicción que le da sentido a la ética, esa que nos<br />

compromete y nos muestra el camino… y nos da una identidad, y un referente y un<br />

sentido de vida… y una forma de trabajo… y un faro en el camino…y que sigan<br />

llegando los vientos… las tempestades y los tifones… los del sur y los del norte… hay<br />

navegante… hay buenos motivos para navegar.<br />

¡ Ehui !<br />

(sí)<br />

(así contestaban los capitanes Yaquis ante las autoridades tradicionales)<br />

5


Hace un siglo en 1911, Freud planteaba la diferenciación<br />

entre los dos principios reguladores (el principio del placer<br />

y el principio de realidad) que dominan, respectivamente,<br />

los procesos psíquicos primario y secundario.<br />

Hace 100 años, Freud reconfirmaba el siguiente postulado:<br />

las neurosis brotan en lo esencial de conflictos del yo con la<br />

pulsión sexual, y sus formas guardan las improntas de la<br />

historia de desarrollo de la libido… y del yo.<br />

Hace un centenio Freud nos regaló la siguiente reflexión:<br />

Queda para el futuro decidir si la teoría contiene más<br />

delirio del que yo quisiera, o el delirio, más verdad de lo<br />

que otros hallan hoy creíble.<br />

Las potencias mitopoyéticas de la humanidad no han<br />

caducado, sino que todavía hoy producen, en las neurosis,<br />

lo mismo que en los mas remotos tiempos.<br />

En el sueño y en la neurosis reencontramos al niño con las<br />

propiedades de sus modos de pensar y de su vida afectiva.<br />

También hallamos al hombre salvaje, primitivo, tal como él<br />

se nos muestra a la luz de la arqueología y de la etnología.<br />

Hoy 100 años después… la misma verdad<br />

7


La enfermedad del cáncer cérvico uterino<br />

Una aproximación desde la psicosomática<br />

En los últimos 30 años en México las<br />

enfermedades cancerosas en órganos<br />

sexuales (como las mamas y el cérvico<br />

uterino) han incrementado las causas de<br />

muerte en mujeres, pasando del 15º al<br />

2º lugar, siendo con ello un problema de<br />

salud pública. Esta población se<br />

encuentra comprendida en su mayoría<br />

de mujeres en edad fértil representando<br />

una proporción importante las jóvenes<br />

entre los 15 y 25 años, pero no siendo<br />

tampoco éste un único requisito.<br />

Es por ello que los estudios en los<br />

diferentes campos científicos que<br />

explican su etiología se encuentra la<br />

psicología y más profundamente el<br />

psicoanálisis, ya que éste reserva entre<br />

sus campos de acción la exclusividad de<br />

un área que da conocimiento llamada<br />

psicosomática. Campo de conocimiento<br />

que analiza la relación existente entre la<br />

psique y las enfermedades, pasando por<br />

el desarrollo psicosexual, las relaciones<br />

familiares tempranas así como la<br />

9<br />

María Celina Arredondo.<br />

formación de la estructura de<br />

personalidad, la cual incluye los<br />

mecanismos defensivos en el carácter<br />

de las personas y las huellas<br />

emocionales de las que en un discurso<br />

verbal no aparecen. Este espacio de lo<br />

psicosomático considera al cuerpo y la<br />

enfermedad como aquello que delata<br />

las experiencias no elaboradas por la<br />

psique.<br />

Planteamiento del problema<br />

¿Por qué son los órganos sexuales y no<br />

otro órgano del cuerpo? ¿Qué relación<br />

tiene en cuanto a interrelaciones con<br />

otros la adquisición de una enfermedad?<br />

¿Por qué la presencia de una<br />

enfermedad ligada al orden de lo sexual<br />

es invasora y mortífera? ¿Qué delata sus<br />

significados? ¿Qué posibilidades<br />

afectivas facultarán a las mujeres de<br />

esta muestra a limitar o detener la<br />

enfermedad o bien a contribuir en su<br />

deterioro?


Pregunta general de investigación<br />

Cuáles son los elementos influyentes e<br />

incluyentes en la conformación<br />

psicosomática en mujeres que padecen<br />

neoplasia cérvico - uterina<br />

¿Qué es la psicosomatica?<br />

• La psicosomática puede<br />

definirse como la disciplina que<br />

da razón de los fenómenos<br />

intrapsíquicos que se<br />

manifiestan a través del cuerpo,<br />

los cuales pueden explicarse<br />

metapsicológicamente<br />

respondiendo con ello y<br />

confirmando la respuesta en el<br />

inicio del desarrollo del<br />

individuo y sus posteriores<br />

expresiones incluyentes desde la<br />

relación con la madre y objetos<br />

significativos. Esta perspectiva<br />

explica fijaciones o detenciones<br />

en el desarrollo psicosexual y<br />

agresivo los cuales conforman la<br />

estructura de un individuo.<br />

• Sabemos que el síntoma<br />

somático da fe de un<br />

acontecimiento que se juega<br />

entre el sujeto y el otro, lo que<br />

lleva al psicoanálisis a buscar en<br />

el cuerpo aquello que en la<br />

“afección orgánica” da ocasión<br />

de prestarle atención del afecto<br />

por y para el otro, la eficacia<br />

esta en éste, cuando la causa está<br />

en el cuerpo.<br />

Hablar de psicosomática nos obligaría,<br />

entre otras cosas, a llevar a cabo una<br />

discusión filosófica, así como<br />

neurológica. La psicosomática es una<br />

problemática que hace frontera con el<br />

10<br />

campo del psicoanálisis. ¿Por qué? En<br />

la psicosomática se pone en juego, entre<br />

otras cosas, el cuerpo biológico. Aún<br />

cuando se ha dicho -y es una verdad a<br />

medias - que el cuerpo del psicoanálisis<br />

es el cuerpo erógeno, hay bastantes<br />

elementos en la obra freudiana para<br />

decir que también está contemplado el<br />

cuerpo biológico. Freud siempre se<br />

refirió a él como algo de lo cual no se<br />

podía decir nada, pero que, sin<br />

embargo, tiene efectos sobre el cuerpo.<br />

No se analizarán aquí los discursos<br />

filosóficos por cuestiones de espacio<br />

pero es importante no omitir la<br />

discusión monismo - dualismo mentecuerpo<br />

planteada.<br />

Por otro lado, sirva de entrada, hacer<br />

una distinción entre lo que es la<br />

problemática psicosomática en sentido<br />

estricto, lo que son los usos narcisistas<br />

del cuerpo y la multiplicidad de goces<br />

del cuerpo. Esta división es muy<br />

importante, porque es una de las<br />

confusiones más comunes en este<br />

campo.<br />

Voy a poner un ejemplo para aclarar<br />

esta intención: si yo sé que usar<br />

anticonceptivos durante muchos años y<br />

sin control médico es un factor que<br />

favorece el cáncer ,los uso con<br />

vigilancia médica ; pero si, sabiéndolo,<br />

me expongo y los tomo por muchos<br />

años , y después me da cáncer , ese<br />

cáncer no es psicosomático. Es un<br />

cáncer, resultado de una problemática<br />

narcisista y de un cierto goce narcisista.<br />

Se puede pensar, ¿qué se juega en ese<br />

cáncer? La respuesta es que el sujeto<br />

juega con los límites, se somete al<br />

riesgo y termina teniéndolo; eso no es


psicosomático. Me parece importante<br />

tener claro este deslinde.<br />

En el campo de la psicosomática, lo que<br />

está comprometiendo es la forma de<br />

estructura psicosomática, en donde por<br />

y a consecuencia de ello, se favorece la<br />

generación de una enfermedad. No es<br />

usar el cuerpo para que se produzca la<br />

enfermedad, sino que hay una estructura<br />

psíquica que va a favorecer, de suyo,<br />

que tenga una determinada enfermedad.<br />

Por lo tanto, hay que retomar una<br />

formulación griega, la cual Freud aplicó<br />

constantemente: no hay enfermedades,<br />

hay enfermos. Esto, en términos<br />

generales, es particularmente importante<br />

en la psicosomática. No deja de llamar<br />

mi atención que se diga, tal enfermedad<br />

es psicosomática, insisto, no hay<br />

enfermedades psicosomáticas, hay<br />

enfermos. Lo que estoy diciendo es, hay<br />

cánceres que tienen que ver con<br />

psicosomática y hay cánceres que no<br />

tienen que ver con psicosomática; y esto<br />

se refiere a cualquier enfermedad. No<br />

hay enfermedades psicosomáticas, hay<br />

enfermos psicosomáticos.<br />

Para pensar la psicosomática en<br />

psicoanálisis hay que revisar cuatro<br />

conceptos principales en Freud; asumo<br />

que, aún cuando no necesariamente<br />

compartamos la forma de entender en su<br />

fineza los conceptos, todos sabemos de<br />

lo que estamos hablando:<br />

• Pulsión<br />

• Fantasma<br />

• Cuerpo<br />

• Narcisismo<br />

11<br />

Si bien es cierto que no son los únicos,<br />

estos cuatro conceptos son claves, y en<br />

torno a ellos se articulan toda una serie<br />

de problemáticas.<br />

Freud habló poco de psicosomática, las<br />

cosas que dijo explícitamente son:<br />

Pulsión:<br />

Cuando se habla de neurosis se habla<br />

condiciones que favorecen<br />

manifestaciones somáticas, en donde el<br />

apronte angustioso no alcanza a<br />

funcionar como defensa o retén frente a<br />

un acontecimiento traumático y es muy<br />

probable derivación somática. Nos dice<br />

Freud que hay algo que no se puede<br />

simbolizar y genera esa descarga<br />

somática pero ¿Porqué hay fallas en la<br />

simbolización y qué condiciones<br />

favorecen esa derivación somática? .Si<br />

hablamos de descarga, hablamos de<br />

pulsión, pero ¿qué hace que la descarga<br />

sea hacia afuera o hacia adentro cuerpo<br />

o mejor dicho, que la energía quede<br />

estancada y derivada en el cuerpo?<br />

La pulsión es quién tramita la libido,<br />

cuando el yo se constituye realiza la<br />

acción de investir con esta libido a las<br />

figuras significativas de la vida, es<br />

como forma de descarga busca al inicio<br />

a madre pero descargar la angustia y en<br />

espera de obtener la calma, se realiza un<br />

intercambio entre lo depositado en ella<br />

y lo que ésta devuelve, pero muchas<br />

veces este intercambio no se lleva a<br />

cabo o bien, el bebe no despliega esta<br />

libido y se genera una acumulación en<br />

el yo. O bien, no hay una<br />

retroalimentación satisfactoria la cual se<br />

considera frustrante y el yo repliega su<br />

disposición al investimento del otro. En


un primer acercamiento a lo que causa<br />

la enfermedad diríamos que es el exceso<br />

de esta libido por demás narcisista. En<br />

la primera fase del desarrollo, etapa<br />

conocida como oral el bebe no<br />

discrimina y si antes esta quería<br />

descargarse en forma activa, ahora se<br />

convierte en acción pasiva que demanda<br />

amor, cuidado y tocamiento físico.<br />

Conocemos como narcisismo primario a<br />

la etapa en la que el yo retiene toda la<br />

energía libidinal en sí misma. Si la<br />

pulsión tiene una vía de derivación<br />

hacia otro, una alteridad no habrá<br />

psicosomática, habrá enfermedades<br />

genéticas, ambientales etc. Pero no lo<br />

que se llama enfermedades<br />

psicosomáticas, porque estas<br />

presuponen una estructura donde no hay<br />

la posibilidad de canalizar hacia afuera,<br />

solo de descargar hacia el cuerpo.<br />

Fantasma:<br />

Al inicio Freud planteó una forma de<br />

“traumatismo sexual infantil” cuando<br />

escuchaba la narración de sus neuróticas<br />

en relación a una forma de seducción<br />

iniciada por algún pariente cercano o<br />

familiar en la infancia, luego abandonó<br />

la idea al darse cuenta que en muchos<br />

casos no era un hecho real sino que lo<br />

que narraban eras solo escenas eróticas,<br />

lo que nos enseñó cómo el síntoma<br />

expresa un fantasma sexual<br />

inconsciente, relacionado con las<br />

primeras experiencias de<br />

descubrimiento del coito en los padres y<br />

también con el recubrimiento del<br />

trauma , se elabora en su psiquismo una<br />

representación inconsciente de esta<br />

relación sexual entre los hombre y<br />

mujeres y con el cual se construye el<br />

deseo, el cual es reprimido en la etapa<br />

12<br />

edípica. La realización del fantasma, la<br />

puesta en acto del mismo significa la<br />

ruptura de esta protección. Lacan lee a<br />

Freud de una manera precisa y en el<br />

artículo “pegan a un niño” pone de<br />

relieve el borramiento del sujeto en<br />

fantasma. En este artículo se observan<br />

tres tiempos "mi padre pega al niño que<br />

yo odio" “mi padre me pega” y “pegan<br />

a un niño” estos tiempos ponen en<br />

juego el lugar del otro y del mi, el<br />

fantasma se articula a partir de una<br />

pregunta, sobre el Otro, ese lugar del<br />

lenguaje en el cual el sujeto busca saber<br />

lo que concierne a su ser, lo cual sin<br />

duda es porqué el otro quiere de el, que<br />

el sujeto supone lo peor, lo que lo<br />

conduce a una posición masoquista. Sin<br />

embargo es en el tercer tiempo donde<br />

opera la represión porque es desde ahí<br />

que el niño puede reprimir el odio y<br />

dejarlo en el inconsciente. Capacidad<br />

que le permitirá simbolizar y tramitar la<br />

pulsión<br />

En psicosomática la represión no opera,<br />

está fallida y cuando esto sucede<br />

sabemos que entonces la persona no<br />

tiene capacidad de representar sus<br />

emociones y genera un tipo de<br />

alexitimia, es decir aplanamiento.<br />

Podemos decir entonces que el cuerpo<br />

conserva la experiencia de los estados<br />

afectivos que no se metabolizan en la<br />

psique.<br />

Cuerpo:<br />

En el Yo y el ello, Freud señala: el<br />

cuerpo antes que nada se le presenta a la<br />

psique como un objeto otro. Esta frase<br />

es fundamental, porque es escrita justo<br />

antes de que aparezca la otra famosa<br />

frase: “el yo es una superficie y la


proyección de una superficie”. Decir<br />

que el cuerpo se le presenta a la psique<br />

como un objeto otro significa que la<br />

psique, a través del yo, tiene que llevar<br />

a cabo un acto de apropiación, el yo<br />

tiene que convertir a ese cuerpo otro en<br />

el cuerpo propio. Eso que a cualquiera<br />

de nosotros le resulta obvio de “es mi<br />

cuerpo”, eso, en realidad, es el resultado<br />

de un enorme trabajo, basado en dos<br />

fuentes fundamentales:<br />

1) el deseo de la madre;<br />

2) la posibilidad estructural del yo<br />

de apropiarse de ese cuerpo.<br />

Para que el yo se apropie del cuerpo, es<br />

necesario que lo invista<br />

narcisísticamente: una investidura<br />

narcisista es una investidura de<br />

identidad, “ese soy yo”, requiere de una<br />

relación de identidad con el objeto. Lo<br />

que el yo hace con el cuerpo es una<br />

investidura narcisista, yo soy ese<br />

cuerpo, se apropia de ese cuerpo que se<br />

le presenta como ese objeto otro. Para<br />

que el yo pueda llevar a cabo esa<br />

identidad, para que pueda decir yo soy<br />

ese cuerpo, se tienen que dar por lo<br />

menos dos condiciones:<br />

1) que ese cuerpo sea<br />

fundamentalmente zona de placer;<br />

2) que la madre en acto y discurso<br />

actúe y le diga al niño “es tu cuerpo”,<br />

reconociendo ese cuerpo como de él.<br />

McDougall plantea que la<br />

psicosomática implicaba un cuerpo para<br />

dos. Para que alguien devenga con una<br />

problemática psicosomática, se requiere<br />

que su cuerpo le haya sido de alguna<br />

13<br />

manera expropiado desde el origen. Se<br />

requiere que la madre no haya visto ese<br />

cuerpo como de él, sino que hay algo en<br />

la mirada de la madre que desmiente<br />

todo el tiempo la pertenencia de ese<br />

cuerpo a ese bebé y, por lo tanto, lo que<br />

se vehiculiza es, ese cuerpo es de los<br />

dos. Para que se lleve a cabo este<br />

trabajo de apropiación del cuerpo se<br />

requiere investidura narcisista, una<br />

relación de identidad con el cuerpo, es<br />

decir yo soy ese cuerpo y generar<br />

condiciones para que el hijo o la hija<br />

logren apropiarse de él. Las<br />

consecuencias del fracaso de este<br />

proceso es lo psicosomático.<br />

Narcisismo<br />

El ser humano, desprovisto en un<br />

primer momento de capacidades<br />

específicas para enfrentarse tanto a su<br />

mundo externo como a su mundo<br />

interno, tiene que franquear obstáculos<br />

y desavenencias propias de estos dos<br />

mundos con la finalidad de cumplir y<br />

satisfacer sus necesidades. Frente a este<br />

desvalimiento; precisa la protección de<br />

objetos externos que contengan y<br />

suministren las condiciones necesarias.<br />

El estado Narcisista se construye en<br />

etapas preedípicas cuando el bebé siente<br />

que ha sido dejado a merced de sus<br />

embates instintivos, cuando han sufrido<br />

graves frustraciones orales, cuando<br />

permanece con él un gran resentimiento<br />

y conserva la agresión con la cual se<br />

defiende contra el exceso de envidia y<br />

odio nacido de la relación insatisfactoria<br />

con su objeto primario. Entonces el<br />

infante busca en sí mismo la cualidad<br />

que lo sobrevalora y distingue, con ello


intenta compensar sus sentimientos<br />

fuertemente frustrados. Esta cualidad se<br />

centra en fantasías de poder y grandeza<br />

asociados a la sensación de<br />

omnipotencia, alejándolo y de la<br />

posibilidad de establecer relaciones<br />

objétales amables y amorosas.<br />

Vamos ahora a hablar de la<br />

problemática psicosomática donde no<br />

hubo investidura narcisista sobre el<br />

cuerpo y, por lo tanto, todo el cuerpo es<br />

una especie de embajada en un país<br />

extraño; es decir, el otro está siempre<br />

presente y ocupando ese cuerpo<br />

colonizando, de ahí la importancia del<br />

cuerpo para dos de McDougall.<br />

Una cuestión muy importante en<br />

psicosomática es que ahí donde ha<br />

fallado la apropiación del cuerpo, el yo<br />

sólo cuenta con la única posibilidad de<br />

hablar de él en términos racionales,<br />

cognitivos. Esto implica que en el yo<br />

hay vivencia de vacío y depresión muy<br />

grande, porque lo que nos da firmeza en<br />

la tierra es el cuerpo libidinizado, si no<br />

tengo el cuerpo libidinizado, me voy a<br />

deprimir y por lo tanto, lo que yo pueda<br />

predicar sobre mi cuerpo ya no estará<br />

mediado por una investidura libidinal<br />

sino será objeto de representaciones<br />

cognitivas.<br />

Una de las pistas clínicas para ver si un<br />

paciente tiene una enfermedad<br />

psicosomática o no, es si el sujeto habla<br />

fría o afectivamente de su enfermedad.<br />

En general un paciente psicosomático<br />

trata su enfermedad de una manera muy<br />

racional poco afectivizada, esto es<br />

porque no está comprometido su<br />

14<br />

cuerpo, no tiene investidura narcisista<br />

sobre el cuerpo. En el discurso sobre su<br />

enfermedad, de lo que habla es de la no<br />

existencia de investidura sobre su<br />

cuerpo. Esto tiene que ver con que lo<br />

que se ha predicado sobre el cuerpo es<br />

muy poco, es decir, el complejo del<br />

prójimo no dio lugar a la constitución<br />

de un manto que diera cuenta de un<br />

cuerpo.<br />

Sin embargo no solo es suficiente<br />

explicar el constructo subjetivo de la<br />

enfermedad psicosomática, cuando se<br />

habla de una enfermedad que tiene<br />

relación directa con los órganos<br />

sexuales, aquí entra en juego también el<br />

constructo de la propia feminidad que<br />

no tiene menos importancia tratándose<br />

de una enfermedad como esta, veamos<br />

pues:<br />

FEMINIDAD<br />

De acuerdo con Doltó (1984) El<br />

esquema corporal es una realidad de<br />

hecho, en cierto modo es nuestro vivir<br />

carnal al contacto del mundo físico pero<br />

existe una diferencia entre el esquema<br />

corporal y la imagen corporal, esta<br />

última es aquella que proyecta la<br />

representación profunda e inconsciente<br />

de sus experiencias y es fuente del<br />

dinamismo psíquico de un individuo.<br />

La imagen corporal es inconsciente, es<br />

la síntesis de las experiencias<br />

emocionales obtenidas a través de<br />

sensaciones erógenas electivas.<br />

Las experiencias conservadas en la<br />

imagen corporal pueden considerarse la<br />

encarnación simbólica inconsciente del<br />

sujeto deseante.


En el desarrollo: La conformación de<br />

una identidad femenina proviene desde<br />

la formación del psiquismo corporal, la<br />

cual constituye una base para la<br />

representación de una imagen y<br />

esquema del cuerpo que coincidan y den<br />

forma al desarrollo de una mujer.<br />

Sin embargo también como dice Dolto<br />

(1982), existen actitudes inconscientes<br />

en ambos padres y acciones conscientes<br />

de estos que desde la primera infancia<br />

hasta la aparición de la palabra, en la<br />

medida que la niña los oye, producen su<br />

fruto simbólico en la manera en que<br />

construye una imagen de sí misma,<br />

narcisada o no en su persona y en su<br />

sexo. Es decir, la niña comienza a intuir<br />

su feminidad y su sexo en acuerdo o<br />

desacuerdo con el placer o displacer que<br />

provoca en su madre y como el que<br />

provoca en su padre respecto de ella; lo<br />

hace con el placer que le dan en su<br />

cuerpo las sensaciones de su sexo y las<br />

que la madre le provoca. Si la madre<br />

como mujer se siente feliz de serlo y de<br />

tener una hija todo está a favor de la<br />

feminidad que desarrollará ese bebé. Si<br />

no se da ésta premisa se infiere que la<br />

niña presentará la insatisfacción y el<br />

repudio en diversas expresiones<br />

somáticas que se muestran de manera<br />

exhibicionista en su cuerpo<br />

permanentemente, para provocar<br />

aceptación, ya que psiquismo conserva<br />

el rechazo. En la clínica observamos<br />

mujeres adultas que presentan<br />

afecciones en sus órganos sexuales y<br />

manifestaciones en el cuerpo del tipo de<br />

ronchas, llagas, hasta aquellas que sin<br />

quererlo padecen la menstruación como<br />

un acto de repudio y al mismo tiempo<br />

demanda.<br />

15<br />

Otros elementos que son que toman<br />

lugar en el desarrollo son:<br />

La introducción al desarrollo<br />

sexual femenino está marcado<br />

por la bisexualidad.<br />

Por la complejidad de la<br />

renuncia a la zona originalmente<br />

rectora: Clítoris.<br />

Por el cambio o trueque que<br />

debe realizarse del objeto madre<br />

al objeto padre, lo cual depende<br />

de la ligazón madre.<br />

La imagen del padre remite a la<br />

castración como persona que<br />

inflige al sujeto su ley: Ley de la<br />

Castración.<br />

Por lo tanto ser mujer implica:<br />

– Reconocer la inevitable<br />

falta,<br />

– Descubrir la castración,<br />

y<br />

– Concebir en el deseo esa<br />

completud.<br />

La niña descubre paralelamente a su<br />

desnudez el deseo que surge en la<br />

mirada de aquel que la ve como faltante<br />

por su parte, para arrebatar la mirada y<br />

sostener el deseo, ella se descubre a su<br />

vez como objeto del placer en doble<br />

relación para el otro y para sí<br />

Cuando una mujer ha optado<br />

conscientemente por el camino de la<br />

feminidad considera que la elección de<br />

una pareja heterosexual le confirma su<br />

sexualidad. El fracaso en la relación<br />

estará también marcado por las<br />

dificultades en torno a su pasado


CONCLUSIONES<br />

El término psicosomático sugiere para<br />

la enfermedad del cáncer cérvico<br />

uterino una forma de explicación más<br />

allá de las conceptualizaciones medicas,<br />

pone en evidencia una prolongación<br />

psiquista y se reduce a la no separación<br />

de cuerpo - psique sino que se habla de<br />

la formación de un psiquismo paralelo a<br />

la experiencia que se guarda también el<br />

cuerpo y posee su propio dinamismo y<br />

simbolismo.<br />

Su manifestación es enmarcada en el<br />

síntoma como algo en el que el cuerpo<br />

tiene falla y no se reduce a lo orgánico.<br />

El simbolismo se instaura como la<br />

relación vincular con el objeto. Son las<br />

relaciones arcaicas las conservadas en<br />

los registros psíquicos corporales las<br />

que determinan el órgano elegido para<br />

la manifestación del disimbolismo<br />

Las vivencias conservadas en el<br />

psicosomático son de orden primario:<br />

desamparo, frustración, rabia impotente,<br />

en donde el síntoma se vuelve un<br />

intento de autocuración, de<br />

autoregulación de las cargas del<br />

inconsciente, la energía y las fuerzas,<br />

las cuales el Yo no logra controlar.<br />

Sin embargo podemos decir que existen<br />

diversos funcionamientos psíquicos<br />

regresivos que se manifiestan con<br />

síntomas en tres niveles diferentes:<br />

Nivel Neurótico. La enfermedad es<br />

producida como una satisfacción<br />

sustitutiva como en el caso de la<br />

conversión histérica no es considerada<br />

psicosomátosis estructural.<br />

16<br />

Nivel Border. Se presentan como<br />

enfermedades constantes, corresponden<br />

a fijaciones primarias que cuentan con<br />

el recurso libidinal que las sosiega:<br />

desorganizaciones breves, pero<br />

limitadas en el tiempo y siempre ricas<br />

en cuanto al potencial libidinal<br />

reorganizado. El instinto de muerte<br />

actúa poco tiempo.<br />

Desorganización Múltiple. Cuando la<br />

desorganización es progresiva no hay<br />

detenciones, el instinto de muerte reina<br />

un tiempo prolongado... hasta la muerte.<br />

Son movimientos patológicos, aislados,<br />

parcelados, prolongados y<br />

frecuentemente definitivos.<br />

De acuerdo con nuestro objetivo<br />

General<br />

“Mostrar los elementos influyentes e<br />

incluyentes en la conformación<br />

psicosomática en mujeres que padecen<br />

neoplasia cérvico-uterina!<br />

Esta enfermedad le llamamos<br />

Psicosomática estructural.<br />

Porque existen elementos que se<br />

interinfluyen en la conformación<br />

psicosomática de mujeres que padecen<br />

en sus órganos sexuales neoplasia<br />

cérvico – uterina, entre los que se<br />

especifican: la percepción corporal, el<br />

desarrollo de su sexualidad y la<br />

conformación estructural psíquica de su<br />

personalidad.<br />

En esta estructura no opera la represión,<br />

las funciones defensivas fallan y el<br />

instinto de muerte se volca<br />

violentamente sobre el órgano.


Las enfermedades psicosomáticas no<br />

son carentes de significados simbólicos,<br />

sino que existe en ellas un simbolismo<br />

arcaico subyacente, un sentido de orden<br />

presimbólico.<br />

Cabe mencionar que no todas las<br />

mujeres que padecen esta enfermedad<br />

tienen una estructura psicosomática, ya<br />

que afortunadamente algunas logran<br />

controlar y mantener vigilada su<br />

condición, en cambio muchas mujeres<br />

desafortunadamente mueren, debido al<br />

descuido no solo físico, sino también<br />

emocional.<br />

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La interpretación de los sueños,<br />

el inconsciente y la sexualidad.<br />

A continuación se presentan las<br />

preguntas de la conferencia impartida<br />

por el Dr. Santamaría el 30 de abril de<br />

2011, que por motivos de espacio se ha<br />

presentado en dos partes.<br />

Pregunta del público (P):<br />

En esta forma de inconsciente<br />

relacionado como explicaba con los<br />

niños, cómo se va formando ese<br />

lenguaje que es simbólico? cómo se<br />

forma este inconsciente, estos símbolos<br />

sexuales en la personalidad futura de<br />

los niños?<br />

Doctor Antonio Santamaría (Dr. S.):<br />

Si ese inconsciente es implícito se va<br />

haciendo explícito en la medida de que,<br />

por ejemplo, a través de los sueños el<br />

niño expresa sus experiencias tempranas<br />

presimbólicas, lo que no pudo en aquel<br />

tiempo verbalizar ni comprender aunque<br />

sí lo vivió, sí lo lastimó, y se<br />

convirtieron en traumas, y lo<br />

desconcertó pero no lo pudo expresar.<br />

(segunda parte……)<br />

19<br />

Antonio Santamaría Fernández<br />

En los sueños van apareciendo esos<br />

traumas, y si estos sueños son<br />

trabajados e interpretados en<br />

psicoterapia, o aún en los casos en que<br />

no sea así, ya los sueños son lenguaje,<br />

ya las imágenes son nombrables, con<br />

eso empieza a ponerle palabras a lo que<br />

vivió.<br />

Por otro lado, si en el ambiente familiar,<br />

escolar o social encuentra dialogantes<br />

con quienes ejercitar el uso de la<br />

palabra, porque sí es básico que se vaya<br />

verbalizando lo que está latente, ya que<br />

como inconsciente implícito queda<br />

registrado y el niño sin saber qué es, no<br />

lo entiende pero si le afecta, es<br />

importante que todo esto se vaya<br />

simbolizando, para tener más control<br />

sobre esto y para aumentar la<br />

comunicación entre humanos, si no,<br />

todas esas emociones que quedan sin<br />

expresarse, sin verbalizarse, se van<br />

somatizando y vienen las enfermedades<br />

psicosomáticas como el cáncer, que


ahora es más frecuente en los niños y en<br />

los adolescentes igual que el uso de las<br />

drogas.<br />

La droga, como quiera, ayuda al niño a<br />

emocionarse y a imaginar y fantasear<br />

que él es importante, lo atienden, lo<br />

quieren y lo abrazan, pero sólo en sus<br />

fantasías que son efecto de la droga. En<br />

ese sentido se necesita mucho cuidado<br />

en los hogares, porque si el niño registra<br />

sin que hable y sin que se le pida su<br />

opinión y ve que sus papás solamente se<br />

alegran con el alcohol, que la fiesta se<br />

pone animada con el alcohol, que<br />

cuando llega una persona<br />

inmediatamente le ofrecen alcohol o<br />

cigarro o marihuana, o también café y<br />

coca-cola en exceso, o con la obesidad<br />

misma y el sobrepeso, si ven que es lo<br />

único que le da sentido a la vida, que es<br />

lo que se llama fiesta y estar contentos y<br />

estar alegres y bailar y disfrutar y<br />

comunicarse y mostrarse afectos, que<br />

sólo con las drogas y el alcohol, el niño<br />

estará muy influenciado por ese<br />

modelo, y si trae también elementos<br />

genéticos con mayor razón.<br />

También la madre adicta le transmite al<br />

niño los elementos que ella ingiere, no<br />

solamente por la leche, como la nicotina<br />

del cigarro y el alcohol, si no también el<br />

modelo. La madre está fumando con el<br />

niño a su lado, o está tomando o está<br />

comiendo papitas y gansitos y todo lo<br />

que hay, está mascando y el niño<br />

también está mascando, y luego<br />

empiezan a darle coca-cola desde chico,<br />

a darle gotas de algún analgésico para<br />

quitarle cualquier dolor, lo acostumbran<br />

al uso de tranquilizantes en lugar de que<br />

el niño se tranquilizara con la ternura<br />

afectuosa de los padres, con que los<br />

padres le platiquen cuentos, le canten,<br />

20<br />

bailen con él, jueguen con él, le<br />

dediquen tiempo, le compartan sus<br />

experiencias de vida, se enojen o se<br />

alegren o se pongan tristes.<br />

Habrá ocasiones de un duelo en que se<br />

vale que todos estén llorando en la casa,<br />

los niños y los abuelos y los tíos, hasta<br />

el perro, todos tiene que participar del<br />

duelo, no hay por qué evitarlo, ni<br />

suprimirlo, al niño no hay que sustraerlo<br />

de las emociones porque él las siente<br />

cuando las dejan de expresar.<br />

(P): Precisamente ahora que menciona<br />

esto de los duelos, últimamente me han<br />

llegado pacientes, niños, donde el<br />

padre es asesinado violentamente, lo<br />

sueñan mucho, a cada noche y los<br />

sueños que me refieren son, por<br />

ejemplo uno de ellos, de un niño de<br />

ocho años, al papá lo asesinan, lo<br />

encuentran en un canal, violentado,<br />

torturado como hemos visto en las<br />

noticias, y uno de los sueños que<br />

refiere al igual que otros niños es: se<br />

sueña con el papá, que llega y les<br />

habla, les da una orientación,<br />

obviamente en un contexto familiar<br />

donde de alguna u otra manera<br />

recibieron atención, realmente había<br />

contacto con el padre, con la madre,<br />

con la familia, en el contexto escolar,<br />

con los amigos.<br />

Lo que refieren estos niños es un<br />

sueño donde llega el padre, los abraza,<br />

les dice que todo está bien, se va, pero<br />

estos niños siguen teniendo en esa<br />

separación, en ese duelo, la dificultad<br />

de volver a relacionarse de una<br />

manera más funcional en su contexto<br />

cotidiano. El trabajo que hemos<br />

realizado entre los dos, y con los otros


niños, porque es muy similar, es como<br />

ellos pueden procesar ese duelo,<br />

trabajar ese duelo con la familia, con<br />

las personas que los rodean, ¿qué<br />

significaba para el niño que el papá<br />

haya sido violentado?<br />

En algunas de estas familias esto se<br />

oculta, pero es igual que el sexo,<br />

aunque se oculte los niños saben, los<br />

niños lo entienden aunque algunos de<br />

ellos no tengan el conocimiento verbal.<br />

¿Qué indicación pudiera tener para<br />

estos niños, específicamente para este<br />

niño de ocho años que sueña que el<br />

papá llega y le dice que todo va a estar<br />

bien, se despide, y el niño sigue en un<br />

conflicto cotidiano?<br />

(Dr. S.): ¿Se despide y ya no vuelve?,<br />

¿Cómo sucede?<br />

(P): Desaparece en el sueño y en la<br />

vida real.<br />

(Dr. S.): ¿Pero el sueño fue antes o<br />

después?<br />

(P): Después.<br />

(Dr. S.): Primero dices violentado y<br />

asesinado. ¿Y me dices que el sueño lo<br />

hizo un año y dos meses después?<br />

(P): Sí.<br />

(Dr. S.): Bueno, que los niños sueñen y<br />

sobre todo que sueñen las experiencias<br />

traumáticas que vivieron aunque tengan<br />

pesadillas, por muy terroríficas que<br />

sean, ¡bienvenido!, porque es a través<br />

de los sueños o esas pesadillas que los<br />

niños o los adultos derivamos las<br />

emociones reprimidas del trauma, en<br />

21<br />

este caso al saber de la muerte del<br />

padre. Ellos no vieron cuando lo<br />

asesinaron, pero si cuando se<br />

informaron, fue un trauma que no<br />

pudieron elaborar en ese momento, de<br />

hecho no podemos ni aún los adultos;<br />

negamos los primeros días casi el que la<br />

persona de verdad esté muerta o haya<br />

sido asesinada, pero entonces la mente<br />

registra todo el duelo, el dolor, el<br />

miedo y el coraje. Cuando a uno le<br />

dicen ¡oye a tu papá lo acaban de<br />

asesinar!, lo enterraron, lo maltrataron,<br />

lo amedrentaron, lo humillaron o lo<br />

destrozaron, como lamentablemente<br />

está sucediendo ahora, que les cortan la<br />

cabeza o los destajan primero, o los<br />

castran y luego los entierran en distintas<br />

partes; cuando se entera de esto la<br />

familia se siente un coraje enorme, de<br />

impotencia por no poder hacer nada y a<br />

la vez también un dolor por la sensación<br />

de pérdida, es un terror y un deseo de<br />

venganza, son emociones muy fuertes, y<br />

pánico de que también me puede pasar<br />

eso a mí en otro momento y además de<br />

que también puedo morir.<br />

Cada vez que muere un ser querido le<br />

recuerda a uno que también va a morir,<br />

entonces todo eso hace explosión y se<br />

tiene que redimir, y en los sueños hay la<br />

ventaja de que se representen esas<br />

experiencias, aunque sea en forma de<br />

imágenes, a veces tal y como fueron las<br />

cosas se las imagina uno y eso sirve de<br />

mucha ayuda a la angustia traumática,<br />

entonces entre más se sueñe y más<br />

pesadillas se tengan, sobre todo en los<br />

niños, es mejor. Pero también todo lo<br />

de este tipo debe elaborarse en papel, la<br />

familia tiene que reunirse, toda la<br />

familia, los que vivan ahí al menos e ir<br />

al panteón, el primer año cada ocho días


o cada mes, cada quince, como puedan,<br />

tener el retrato de la persona, hablar de<br />

esa persona que murió, estar como<br />

constantemente recordando la historia<br />

de esta persona, no se le puede echar<br />

tierra al duelo, si no el duelo va al<br />

cuerpo o por otras vías, no nada más<br />

seria el desarrollo de las adicciones que<br />

estaban latentes, vienen también la<br />

enfermedades psicosomáticas o la<br />

depresión. La depresión tiene la gran<br />

desventaja de ser una enfermedad en la<br />

que se pierde el estado de ánimo para<br />

todo y entonces todo lo que uno hace,<br />

aunque lo siga haciendo lo hace mal, de<br />

mala calidad, uno va cayendo y cayendo<br />

y cayendo y entre más va cayendo más<br />

lo va dejando y acaba uno<br />

desconectándose, va uno quedando<br />

negable y de ahí es el suicidio, ya sea<br />

que uno lo cometa directamente o se<br />

exponga a que lo maten, lo atropellen o<br />

lo asalten; es porque se tiene ya muy<br />

baja la autoestima, el auto cuidado.<br />

Resulta entonces básico, como<br />

prevención, que el duelo se viva como<br />

está oficialmente programado. La<br />

iglesia católica tiene un novenario, los<br />

judíos tiene siete días de duelo, de culto<br />

al muerto con su retrato y para hablar de<br />

él y seguir yendo a verlo cada mes, por<br />

un tiempo, para que el duelo sea<br />

mentalmente elaborado y no deje huella<br />

ni en el cuerpo ni en el alma, porque ya<br />

las cosas que quedaron, ya no quedarían<br />

en la situación que estamos viviendo,<br />

más que se vaya incubando una<br />

revolución o un movimiento armado o<br />

un movimiento social, porque cuando se<br />

habla de cincuenta mil muertos,<br />

incluyendo niños, adolescente e<br />

inocentes, porque todo viene cuando es<br />

una revolución de frente a frente así,<br />

pues tiene que haber muertos, o tú me<br />

22<br />

vas a matar o yo te voy a matar, pero es<br />

un enfrentamiento frontal, cuando uno<br />

va en la calle o vas saliendo de la<br />

escuela, la casa y te matan, pues eso da<br />

muchísimo coraje, eso queda entripado,<br />

como dice la gente, queda incrustado en<br />

tu cuerpo, pero no podemos hacer nada,<br />

de hecho se está haciendo, en<br />

Cuernavaca, en todos lados hay<br />

movimientos sociales, a raíz de los<br />

muertos que hay en la familia de uno,<br />

pero todavía se necesita más, más<br />

protesta, más apoyo al civil para<br />

protegernos de tantas cosas. Los sueños<br />

también advierten del peligro, hay<br />

ocasiones que por alguna razón se siente<br />

que va a pasar algo y los sueños lo<br />

expresan, también anuncian el futuro.<br />

(P): Mi pregunta es en relación a los<br />

sueños y el inconsciente, un caso de<br />

una mujer de 50 años que estoy<br />

atendiendo. Su motivo de consulta al<br />

llegar conmigo era el conflicto con el<br />

padre, todo el discurso inicial era en<br />

torno a esto. Tenía ideas de suicidio y<br />

una depresión muy fuerte. Va a<br />

terapia, ella así lo decía, como último<br />

recurso antes de suicidarse. Hace un<br />

año que la atiendo dos veces por<br />

semanas y a los seis meses empezó a<br />

hablar de sueños, mi duda es acerca<br />

del manejo del inconsciente, de las<br />

cosas que van apareciendo, qué cosas<br />

se pueden quedar en el inconsciente,<br />

qué puede aparecer y que cosas no.<br />

En el último mes ella narra un sueño<br />

que la desestabiliza mucho;<br />

prácticamente todo este año habló del<br />

conflicto hacia el padre y del amor<br />

hacia la madre. Es una mujer que fue<br />

violentada, fue abusada sexualmente<br />

desde niña, a los seis años por sus


hermanos, a los diez años por un<br />

empleado de su papá, a los doce por un<br />

amigo de su mamá, a los quince años<br />

por un psiquiatra, etc. Tiene una<br />

historia de abuso, ella nunca se casa y<br />

tiende a desarrollar una depresión y<br />

pensar en el suicidio, tiene un sueño<br />

en el cual le está gritando a su mamá,<br />

en el sueño le reclama el por qué no la<br />

ayudó, por qué no la escuchó, por qué<br />

no le puso atención. Narra con mucho<br />

valor el sueño. Cuando lo estábamos<br />

analizando ella sola lo interpreta, se da<br />

cuenta de que el coraje que ha tenido y<br />

que pensaba que era hacia su papá en<br />

realidad lo sentía hacia su madre ya<br />

que nunca la escuchó, ella le pidió<br />

ayuda a la mamá y la mamá no hizo<br />

nada, lo único que hizo con los<br />

hermanos fue mandarlos a vivir a otra<br />

ciudad por un tiempo y nunca la<br />

escuchó ante los abusos que ella vivió.<br />

A partir de este sueño la paciente se<br />

desestabiliza muchísimo, me dice que<br />

va a dejar la terapia y empieza de<br />

nuevo con la depresión suicida, de<br />

hecho deja una carta en la cual hace<br />

un testamento, de una sesión a otra y<br />

me dice ¿qué pasaría si yo te digo que<br />

me voy a suicidar tal día?, ¿lo<br />

platicarías con otros? Empieza a<br />

complicarme el encuadre, tiene dos<br />

sesiones muy conflictivas en las cuales<br />

yo la veo al borde de cometer suicidio,<br />

me doy cuenta hasta ese sueño. Se<br />

queja mucho de que sus sueños a<br />

partir de la terapia son del pasado y<br />

que ella nunca soñaba el pasado,<br />

soñaba el presente, así queda. En la<br />

última sesión narra un sueño muy<br />

diferente, dice que le sirvió narrar el<br />

sueño, sacar todo lo que traía y que<br />

23<br />

este último sueño narra el presente, lo<br />

cual tenia mucho tiempo sin suceder.<br />

Es un sueño muy interesante, sueña a<br />

un hombre y una mujer besándose, en<br />

una primera parte ella era el hombre,<br />

se soñaba como el hombre besando a<br />

una mujer y de repente el sueño se<br />

transforma, ella es la mujer y al<br />

cuestionarle al hombre el por qué de<br />

besarla, ya que es un hombre casado, y<br />

éste le responde que él está casado con<br />

una mujer que fue abusada de niña y<br />

que no quiere tener sexo y que no<br />

puede soportar eso, y cuando ella le<br />

pregunta por qué no quiere tener sexo,<br />

que pasó, le dice él que a ella de niña<br />

le llenaron la vagina con plastilina y<br />

entonces no puede tener sexo, que no<br />

aguanta más y que por eso la viene a<br />

buscar. Ese fue el sueño, ella lo narra<br />

y dice que esta muy contenta por que<br />

se vió como esa mujer que fue<br />

abusada, que se identificaba mucho<br />

con lo que narraba el sueño y el relato<br />

que me dió después de la sesión fue<br />

mucho más tranquilo a los anteriores.<br />

Pregunto, Si yo me aislara, hasta que<br />

punto el inconsciente a través de los<br />

sueños estaba siendo más perjudicial<br />

para ella que benéfico? aunque ya en<br />

la otra sesión lo vió como una<br />

mejoría, bueno, en ese punto estamos<br />

en el proceso.<br />

(P2): Una pregunta, al inicio de la<br />

conferencia se hablaba y siempre ha<br />

hablado de los sueños como una<br />

válvula de escape, como una manera<br />

poder expresarse, pero en este caso se<br />

presenta una situación en la que el<br />

sueño desestabiliza a la persona, o sea,<br />

el sueño en vez de funcionar como una


válvula de escape parece tener una<br />

función atípica.<br />

(Dr. S.): Aun cuando el sueño o la<br />

pesadilla en ese momento aterroricé a<br />

uno y lo despierte exaltado y sea<br />

molesto como en este caso, de todas<br />

maneras es válvula de escape porque<br />

sale esa angustia reprimida, el terror<br />

reprimido o la depresión reprimida<br />

también. En el caso de estos sueños se<br />

fue notando que iba aumentando la<br />

confianza en tí, porque su primer temor<br />

era que tú fueras a abusar de ella<br />

también, es decir, no había ningún<br />

hombre con el que hiciera una relación<br />

más o menos cercana, que no tratara de<br />

abusar de ella, fué comprobando que no<br />

veía el indicio de que fueras a abusar de<br />

ella, aun en el caso, como luego dicen,<br />

de que ella se te ofreciera o se te<br />

lanzara, que aún ni en ese caso violarías<br />

tus principios de ética o de respeto hacia<br />

ella, porque eso es lo que el paciente<br />

más necesita, confianza, porque de<br />

veras va a exponer y exponerse sin<br />

ninguna seguridad de lo que va a pasar;<br />

cuando llegan con nosotros es porque<br />

les ha ido mal en la vida, porque ya no<br />

confían en nadie, porque todos les han<br />

fallado, todos los han traicionado, todos<br />

les han jurado muchas cosas y la<br />

confianza se va anulando, al final sólo<br />

quedaba el terapeuta, que es lo único<br />

que todavía puede ser respetado y visto<br />

como la esperanza, pero cuando logra<br />

relatarte una de sus experiencias mas<br />

vergonzosas uno de los problemas con<br />

ello es sentir vergüenza o sentir que se<br />

hiere el pudor, casi es lo que más<br />

impide la comunicación, mostrar las<br />

vulnerabilidades de uno, las<br />

debilidades, aquello de lo que uno se<br />

avergüenza, se avergüenza en el sentido<br />

24<br />

de incapacidad de uno, de impotencia<br />

de uno, de no poder, no es que sea<br />

vergüenza de haber hecho las cosas mal,<br />

porque esto seria culpa y no vergüenza.<br />

Cuando te habla de suicidio, desde ahí,<br />

entre más te hable de suicidio y de<br />

testamento y de qué va a pasar cuando<br />

se muera, uno debe estar tranquilo<br />

porque entonces es cuando menos se<br />

pueden suicidar, porque ya están<br />

compartiendo con uno cuando es el<br />

caso. El riesgo más grande del suicida<br />

es esa soledad a la que nadie llega, a la<br />

que uno mismo no puede llegar muchas<br />

veces porque siente que se va, entre más<br />

se conecta uno con ese vacío abismo<br />

que tienen empieza a atraerlo y te vas<br />

hundiendo en esa soledad y uno se<br />

aterroriza, entonces huye del paciente o<br />

lo corre de alguna manera o cae. Si uno<br />

trata de mantenerse a flote a pesar de<br />

que se tiene que sumergir en el peligro,<br />

porque el suicida ya en realidad siente<br />

que se ha desconectado o que se está<br />

desconchado de que alguien lo<br />

comprenda, entonces el que entra ahí se<br />

expone, por ejemplo los que han<br />

abusado de ella, también muchas veces<br />

han querido conmoverla, habilitarla o<br />

dejarle una impresión. Eso de que en la<br />

vagina le hayan puesto sustancia y que<br />

le hayan dejado la huella, pero ella<br />

también interactúa, seguramente los<br />

hombre sienten que ella no se excitaba,<br />

que ella no reaccionaba, que no actuaba<br />

como ellos esperaban, no los complacía,<br />

entonces va buscando como excitarlos y<br />

los va lastimando y engañando más<br />

porque ella es la única muchacha que<br />

les queda ya, es como quedarse, es la<br />

rigidez, es la frialdad, al hombre le da<br />

mucho coraje eso, y es cuando ataca a la<br />

mujer. En esto hay que buscar la manera


de mantener y sostener la confianza, y<br />

una de las cosas es irle diciendo, sin<br />

salirse del tema, “la vez pasada me<br />

decías esto, y ahora veo que te sientes<br />

mejor, ya lo que me dices veo que hay<br />

más confianza entre los dos”, porque en<br />

todo caso ella podría esperar, según el<br />

sueño, que tú te le lanzaras sexualmente<br />

y afectivamente, pero no como se le han<br />

lanzado los demás hombres, sino en una<br />

experiencia verdaderamente amorosa y<br />

de ternura, aunque tampoco se puede<br />

porque ni el terapeuta está en<br />

condiciones de ser tierno y amoroso y<br />

de entregarse en esas condiciones, ni el<br />

paciente, aun cuando ella eso fantasea y<br />

eso sueña, porque no quiere que se<br />

repita como ha sido, por eso anda<br />

hombre tras hombre, haber si éste me<br />

hace sentir respetada y otra vez amada y<br />

deseada, pero no dañada.<br />

(P): Buenas noches, pues mi pregunta<br />

es si todos los sueños bajo cualquier<br />

contexto tiene algún significado<br />

sexual.<br />

(Dr. S.): No, no todos los sueños, por<br />

supuesto. El significado sexual los tiene<br />

las personas que tiene problemas con su<br />

propia sexualidad, quiere decir que no<br />

la subliman lo suficiente o que no la<br />

actúan también lo suficiente, o que aún<br />

actuándola, la experiencia sexual es<br />

insatisfactoria, porque no es fácil la<br />

sexualidad entre humanos, por mucho<br />

que se desee y se intente y que se<br />

practique, y por mucho que se compren<br />

y se den regalos y se hagan cantidad de<br />

cosas y se juren amor eterno, no es fácil,<br />

porque es un acto de dos; uno puede<br />

poner todo lo que esté de su parte y<br />

quererlo y desearlo, pero se necesita que<br />

el otro correspondientemente sienta lo<br />

25<br />

mismo y comparta con uno lo mismo,<br />

ahí es donde está el problema más serio,<br />

pues de lo contrario queda la<br />

experiencia sexual como una<br />

frustración, como algo que no<br />

corresponde a lo que se deseaba, no es<br />

un sexo de profundidad donde los dos<br />

hayan sentido que realmente se perdían<br />

el uno en el otro a base de un contacto<br />

intenso tanto erótico como espiritual,<br />

social y artístico si es posible. El ser<br />

humano es muy dedicado para el sexo<br />

porque tiene mucha riqueza neuronal,<br />

mucha imaginación, mucha fantasía,<br />

mucha necesidad también de relación<br />

intensa; cuando no se da el sexo en esas<br />

condiciones, que se da poco, repito,<br />

entonces ahí los hoyos aparecen, la<br />

insatisfacción del sexo y sobre todo si<br />

también en la infancia la experiencia<br />

con la madre no fué suficientemente<br />

intensa, afectivamente intensa,<br />

mutuamente, porque muchas veces<br />

tenemos la idea, nada más nos<br />

ocupamos por atender al bebé, para<br />

quererlo, apapacharlo, pero no le damos<br />

espacio para que él exprese su afecto, el<br />

niño necesita expresar su afecto, sus<br />

emociones, su ternura, su coraje y su<br />

tristeza, necesita uno darle espacio o<br />

estimularlo para que él también exprese;<br />

sin esa mentalidad el niño también<br />

queda a medias, a medias significa que<br />

no se desahogó, no se desfogó en la<br />

experiencia amorosa. Como les decía,<br />

es una experiencia mutua, bilateral,<br />

bipersonal, donde se tienen que<br />

comprometer por igual para que haya<br />

satisfacción, de lo contrario, en los<br />

sueños es donde uno realiza la actividad<br />

sexual de la que se carece o de la que se<br />

ha frustrado o que no ha sublimado,<br />

porque también las personas asexuales,<br />

aunque parezca mentira no son tan


pocas las persona que nunca hicieron el<br />

amor, como dicen “se llevaron el himen<br />

hasta la tumba”, las mujeres vírgenes,<br />

señoritas, que se les dice señoritas<br />

porque nunca tuvieron sexo con nadie,<br />

pero no quiere decir que estén locas ni<br />

enfermas, ni neurasténicas, simplemente<br />

transformaron su energía sexual en<br />

actividades oficiales, como tías, como<br />

maestras, como trabajadoras sociales,<br />

como políticas, como guías espirituales,<br />

hay muchas formas de transformar la<br />

libido, que a veces es más gratificante<br />

que la actividad física.<br />

(P2): Hace un momento hablaba de los<br />

sueños como premoniciones.<br />

Platíquenos más sobre eso, ¿con qué se<br />

relacionaría una premonición?, ¿cómo<br />

detectarlo o explicarlo más<br />

simplemente? Yo no lo asociaba,<br />

pensaba que esa era una explicación<br />

de los parapsicólogos. ¿Cómo lo<br />

explicaría el psicoanálisis?<br />

(Dr. S.): Entre los lacandones, aquí en<br />

México, acostumbran todas la mañanas<br />

al despertar que la familia se siente en<br />

rueda en el patio de su casa, y cada<br />

quien tiene que contar sus sueños antes<br />

de hacer cualquier cosa, antes de<br />

desayunar, claro, pueden ir a hacer pipí<br />

primero y ya después sientan para que<br />

cuenten sus sueños. Cada quien tiene<br />

que contar lo que soñó, o decir “no me<br />

acuerdo” o “no soñé”. También eso de<br />

que no se soñó es mentira, porque todos<br />

soñamos toda la noche, tenemos que<br />

soñar todas las noches para poder seguir<br />

vivos, a veces simplemente los sueños<br />

no se recuerdan.<br />

La finalidad de los lacandones es saber<br />

lo que en los sueños se anuncia como<br />

26<br />

desgracia para el soñante, qué<br />

premonición negativa tiene, por<br />

ejemplo, si en sus sueños aparecía que<br />

iba a tener yo un accidente mañana en el<br />

regreso a la ciudad de México todos<br />

decían que no fuera, buscaban la<br />

manera de que se evitara, de que no<br />

sucediera la desgracia que estaba en los<br />

sueños, que consensualmente concebían<br />

en los sueños, ya que no aparecen<br />

directamente en el sueño, pero los<br />

demás familiares opinaban y llegaban a<br />

un consenso y decían ¡no!, tú, tu forma<br />

no es a la fiesta, no es a la boda, porque<br />

según tu sueño te puede pasar esto, para<br />

qué te expones.<br />

En sus sueños uno sí hace cálculos para<br />

predecir qué es lo que va a hacer o lo<br />

que va a pasar, a que está uno expuesto.<br />

Sí en la mente uno logra una actividad<br />

intensa de imaginación, uno logra<br />

conectarse con las consecuencias de lo<br />

que está haciendo y por lo tanto<br />

predecirlas y representarlas, por<br />

ejemplo, está el caso de quien siendo<br />

presidente soñó su asesinato. Realmente<br />

él soñó que era asesinado y que era<br />

velado por sus hijos en la Casa Blanca,<br />

y soñaba a los cadetes que le hacían<br />

guardia y las coronas y todo el<br />

ceremonial fúnebre de su velatorio. Lo<br />

importante de este sueño es que él al<br />

otro día lo escribió en una hoja en su<br />

escritorio y lo dejó por ahí botado.<br />

Cuando de veras lo asesinaron en el<br />

teatro la señora encontró unos días<br />

después ese papel, donde él ya había<br />

descrito que iba a ser asesinado y como<br />

lo iban a matar; eso está comprobado<br />

porque él lo dejó escrito y porque el<br />

papel se encontró después de que lo<br />

habían matado.


¿Qué quiere decir entonces? Que uno,<br />

obviamente, cuando anda con alguna<br />

depresión, cuando la relaciones de uno -<br />

que uno también se da cuenta, aunque<br />

lo niegue-, se da cuenta de qué tan<br />

auténticas siguen siendo, qué tanto<br />

nuestras relaciones en realidad ya se<br />

están enfriando o distorsionando, o hay<br />

un tercero o tercera de por medio o algo<br />

anda ahí desbalanceándose, eso si lo<br />

percibimos. También una enfermedad,<br />

por mucho que uno lo niegue, tiene<br />

ciertos avisos, ya sean físicos o<br />

psíquicos, o corazonadas como le<br />

llaman, pero uno no les hace caso,<br />

porque anda así con la defensa de la<br />

omnipotencia infantil, de que a mi nada<br />

me va a pasar, les puede pasar a todos<br />

menos a mí, se pueden enfermar todos,<br />

yo no me voy a enfermar, yo soy de<br />

hierro, no me pasa nada, soy<br />

invulnerable, ese sentido de<br />

invulnerabilidad lo tiene uno<br />

inconscientemente, pero en la noche no,<br />

en la noche aparecen esas debilidades, y<br />

a lo que uno se está exponiendo,<br />

entonces, si tiene bases que se refieren a<br />

la imaginación, a la historia y a las<br />

personas que a uno lo rodean, -porque<br />

hasta podemos decir que uno es las<br />

personas con las que uno se relaciona-,<br />

aunque uno crea que nada más es uno,<br />

pero en realidad uno es según quiénes<br />

son, cuáles son sus relaciones y lo que<br />

está pasando en las relaciones, es lo que<br />

también está pasando en nosotros o va a<br />

pasar. Entonces si se puede en los<br />

sueños calcular, igual que los científicos<br />

que han hecho grandes descubrimientos<br />

como la fórmula del benceno de<br />

Kekulé, que soñó una serpiente<br />

contorsionándose y a la hora de<br />

levantarse la dibujó y obtuvo la fórmula<br />

química. Hay también muchos<br />

27<br />

esfuerzos psíquicos que se hacen en la<br />

noche, porque al soñar se ponen en<br />

juego todas nuestras funciones<br />

psíquicas de creatividad, de percepción,<br />

de emoción, de relaciones, de causa y<br />

efecto y de premoniciones; hay muchos<br />

elementos que se movilizan cuando uno<br />

esta dormido, que se movilizan<br />

psíquicamente, porque no hay suficiente<br />

control externo. La mente de noche se<br />

desatrampa y puede fabricar o rehacer<br />

un deseo y la forma de lograrlo, en la<br />

forma de cómo alcanzar una meta,<br />

cómo la proyecta en un sueño, qué<br />

tengo que hacer para lograr esto, en el<br />

mismo sueño uno lo puede aplicar, y<br />

aunque no sea exactamente igual, le da<br />

un avance; cómo resuelvo este<br />

problema, no le encuentro solución,<br />

consulto aquí, veo allá, veo acá, en el<br />

sueño la mente trabaja buscando la<br />

solución y uno despierta y más o menos<br />

la agarra. No sé si esa es la base de los<br />

sueños premonitores.<br />

(P): Volviendo a lo que son los sueños<br />

premonitorios, su explicación a mi me<br />

parece muy lógica, pero en el caso de<br />

la premonición acerca de catástrofes<br />

naturales, algo a lo que supuestamente<br />

no puede haber una conciencia,<br />

porque es algo natural. En una<br />

ocasión es una coincidencia, en dos<br />

ocasiones… ¡bueno, pasó!, pero ya en<br />

más de tres ocasiones… tener sueños<br />

con catástrofes naturales… ¿qué<br />

explicación podría tener?<br />

(Dr. S.): En ese caso hay dos actitudes,<br />

una es, que muchas personas dicen,<br />

bueno, yo soñé lo que pasó en Japón, el<br />

tsunami, yo lo soñé antes, lo soñé y no<br />

le hice caso, pero eso lo cuentan<br />

después. Muchas personas se lucen, se


adornan diciendo que tienen ese poder<br />

de predecir lo que va a pasar<br />

universalmente y nadie los contradice,<br />

pues quién va decir ¡oye, no es cierto!<br />

Yo soñé el temblor del 85, soñé quién<br />

va a ser el próximo presidente de la<br />

república para el siguiente sexenio, pero<br />

no lo dicen ahorita, lo dicen después de<br />

que ya seleccionaron, que alguien ganó<br />

las elecciones, ese es un movimiento<br />

muy frecuente. El otro es, que también<br />

como es el caso individual, el<br />

inconsciente de uno no esta reducido al<br />

circulo pequeño que se mueve, el<br />

inconsciente también está abierto a lo<br />

ecológico y no nada más a lo humano,<br />

si no también a las estructuras<br />

ecológicas, a los movimientos<br />

energéticos, a los balances y<br />

desbalances, a las temperaturas; la<br />

mente si registra también lo que nos<br />

rodea físicamente, aún lo que no está<br />

vivo, porque los humanos, las plantas y<br />

los animales es lo que está vivo y eso<br />

sería lo más cercano a uno; también se<br />

registra lo que no es vivo, los<br />

desbalances mínimos, las fracturas del<br />

universo, lo revisa y lo simboliza y<br />

luego, a veces, no es fácil interpretarlo,<br />

pero lo registra. Ahora, lo de la<br />

premonición de cuando alguien va a<br />

morir, dicen, yo soñé que iba a morir<br />

fulano, o que si en casa pasó una<br />

paloma negra es que va a morir alguien<br />

o cosas de ese orden. Sí, hay personas<br />

también muy sensibles, la paloma o la<br />

señal es el pretexto de que se valen para<br />

que les crean, pero en realidad están<br />

percibiendo que algo va a pasar en casa,<br />

que algo le sucederá a alguien, también<br />

porque es uno muy sensible al otro y lo<br />

conoce, sin conocerlo a la vez, sin<br />

verbalizarlo, simplemente lo conoce<br />

como el inconsciente implícito está muy<br />

28<br />

poblado de percepciones no<br />

verbalizables, no simbolizables, pero<br />

que en los sueños si aparecen, y ni<br />

cuenta uno se da de donde vinieron, por<br />

eso intrigan tanto los sueños, pero como<br />

en los sueños la mente se abre más para<br />

que uno pueda soñar entonces si<br />

influyen muchas experiencias, y en la<br />

noche hace uno los cálculos, qué pueda<br />

o no salir, si no es la cosa exacta. Sí, la<br />

mente también hace cálculos tomando<br />

en cuenta lo que nos rodea, lo físico y lo<br />

vivo y lo espiritual.<br />

(P): No quisiera dejar pasar la<br />

oportunidad de escuchar su opinión a<br />

cerca de unos sueños recurrentes que<br />

he tenido unas tres o cuatro ocasiones.<br />

No me considero una persona violenta<br />

pero he soñado mucho con violencia.<br />

Ahorita que está hablando de que algo<br />

intriga, me intriga mucho soñar que yo<br />

asesino a alguien pero con un objeto<br />

que no es para asesinar, o veo que<br />

alguien está matando a alguien más<br />

con un lápiz, por ejemplo, encajándole<br />

el lápiz por todo el cuerpo, o que yo<br />

golpeo a alguien al punto de asesinarlo<br />

con una gorra. Nunca he visto que los<br />

sueños concluyan en la muerte de esta<br />

persona que está siendo asesinada pero<br />

me intriga bastante la forma como veo<br />

que se está asesinado a alguien y a mi<br />

me duele, porque además de que es<br />

doloroso ver que se está muriendo<br />

alguien, el hecho de que no concluya<br />

en muerte, que provoque más<br />

sufrimiento a esa persona me intriga, y<br />

no se qué pudiera indicar el<br />

inconsciente a cerca de esos objetos<br />

que sueño con los que se intenta matar<br />

a alguien o algo.


(Dr. S.): ¿Son sueños tuyos?, ¿Tú los<br />

has soñado?, ¿Las personas que<br />

aparecen medio muertas o medio<br />

asesinadas son personas ligadas a ti, o<br />

son desconocidas?<br />

(P): Una persona es conocida y la otra<br />

no.<br />

(Dr. S.): Lo que te intriga es el objeto<br />

que usas para matar y a la vez no matar,<br />

porque, por ejemplo, se muere con un<br />

lápiz. Me pregunto cómo es posible<br />

matar a alguien con un lápiz, es una<br />

muerte muy dolorosa, pero no los<br />

matas, es como decir, como si quisieras,<br />

es como cuando uno le dice a una<br />

persona “te voy a matar” o “me voy a<br />

ir” o “te voy a dejar morir” o “ojalá te<br />

mueras”, pero no, en el fondo no quiere<br />

uno que se muera, no llega a la muerte,<br />

pero si al tormento, porque con un lápiz<br />

sería como jugar a que te mato, porque<br />

es difícil que con un lápiz se pueda<br />

matar a una persona y en el caso<br />

particular a tu papá.<br />

Bueno, ¿cómo es posible que sueñe que<br />

le hacen eso o que se lo hago yo? Lo<br />

que pasa es que eso, universalmente<br />

hablando, a la edad de tres o cuatro años<br />

todos soñamos matar al padre o a la<br />

madre o que se van o que mueren, pero<br />

no se refiere a la muerte como el adulto,<br />

es la reacción que se tiene del deseo de<br />

que el otro desaparezca y que<br />

desaparezca por manos de uno o por<br />

manos de otras personas, pero nada más<br />

que desaparezca, que ya no tenga que<br />

ver conmigo por el momento, no quiere<br />

decir que uno lo esté deseando de<br />

verdad, que esa persona desaparezca<br />

para siempre. Ese sueño se da también<br />

en los niños y los adolescentes que<br />

29<br />

dicen ¡me voy de la casa!, y si se van,<br />

ahora se van con más frecuencia que<br />

antes, hacen su maletita y se van, y los<br />

papás los encuentran en un hotel o en<br />

donde se hayan ido, porque ahora por<br />

internet localizas a las personas o ellos<br />

mismos regresan, es como un jugar a la<br />

muerte, pero no porque verdaderamente<br />

haya instintos asesinos.<br />

(P) (continuación de la anterior):<br />

Casualmente soñaba, ahora que lo<br />

dice, que yo cuidaba a una niña de tres<br />

años, y se la edad porque es una<br />

sobrina, cuidaba a esta niña, o sea, la<br />

cuidaba y la corría, y entonces no se<br />

quería ir y yo trataba de matarla. Me<br />

pareció curioso que es un sueño<br />

recurrente de los tres o cuatro años,<br />

entonces puedo suponer que esa niña<br />

tal vez era yo.<br />

(Dr. S.): Sí, esa niña eres tú y es normal<br />

y sano, además, a esa edad, soñar que<br />

los padres se mueren o los mata uno o<br />

uno se va de la casa o los deja, pero con<br />

aquello del momento, para respirar, no<br />

está uno deseando que desaparezcan de<br />

de verdad y, repito, es normal y hasta<br />

necesario y sano que el niño tenga estos<br />

sueños porque no tiene otros medios<br />

para defenderse del control de los<br />

padres, porque a un niño ni a los adultos<br />

nos gusta que alguien nos controle.<br />

Parece mentira pero los niños son los<br />

que más quieren libertad, aun más que<br />

nosotros, porque nosotros como quiera<br />

ya aceptamos que no podemos ser tan<br />

libres como quisiéramos, pero el niño<br />

no tiene limites, el niño quiere ser libre<br />

como el ave, él no quiere detenerse ante<br />

nada, que el peligro, que está caliente,<br />

que te vas a quemar, que te vas a


golpear, le vale, es lo que él quiere, todo<br />

a la boca, todo a tocarlo, porque todo lo<br />

que prueba pasa de moda para él, él<br />

quiere lo nuevo y lo nuevo y lo nuevo, y<br />

todo el que le pone límites lo pone<br />

furiosísimo, y lo que le queda es desear<br />

que desaparezca, es la única solución<br />

que le encuentra.<br />

(P): Doctor, ¿cuál sería la diferencia<br />

entre un sueño directo que vivimos en<br />

el día, porque se sueña directo, a un<br />

sueño simbólico, más elaborado?<br />

(Dr. S.): Cuando el sueño se refiere a<br />

conflictos más candentes o espinosos, o<br />

que le causen a uno problemas, más los<br />

simboliza uno, más los distorsiona, pero<br />

cuando lo que uno sueña, lo que uno<br />

recuerda como sueño no lo pone en gran<br />

conflicto con los demás, con los propios<br />

valores o con la realidad, los sueños son<br />

más auténticos, más directos, no<br />

necesitan distorsionarse ni deformarse<br />

con los símbolos. Como quiera uno se<br />

autoengaña, cuando lo que uno está<br />

sintiendo es destructivo o puede hacerle<br />

daño a los demás eso se distorsiona,<br />

pero uno puede hacer también sueños<br />

genuinos, auténticos según las<br />

circunstancias que está viviendo, uno<br />

está bien, trabajando bien, amando y<br />

siendo amado, más o menos sin grandes<br />

conflictos, sin grandes riesgos, se sueña<br />

en forma natural, las imágenes no son<br />

distorsionadas. Es como en la pintura,<br />

hay quienes pintan lo auténtico, lo<br />

genuino, y hay quienes distorsionan<br />

mucho lo que pintan para no causar<br />

muchos problemas, pero no pintan lo<br />

que quieren, lo que quisieran pintar. El<br />

pintor busca la forma de que la pintura<br />

exprese y no destruya o perjudique.<br />

30<br />

Cuando se tiene un yo muy fuerte, se es<br />

seguro de uno mismo, uno puede<br />

expresar lo que siente, soñarlo y<br />

expresarlo, o sea que la actividad<br />

nocturna es un reflejo de la actividad<br />

diurna, según como uno se relaciona en<br />

la vida cotidiana, es como uno lo hace<br />

en la noche, nada más que en la noche<br />

con mayor libertad y soltura y mayor<br />

extensión y mayores alcances y mayor<br />

intensidad, porque en el sueño es donde<br />

las emociones salen a todo vapor,<br />

porque es lo que más se inhibe en el día.<br />

Si acaso se permiten más las emociones<br />

negativas, aunque uno se castiga de que<br />

habla mal y que ataca, se expresa más la<br />

agresión que la ternura, la ternura poco<br />

la vemos, ¿cuándo vemos que en las<br />

casas llegue el señor tiernamente a besar<br />

a los hijos, a la esposa y los hijos a ella<br />

y entre todos canten y platiquen bonito?<br />

No es muy común expresar la ternura y<br />

la dulzura y el afecto, y sabes que es<br />

necesario, que se necesita, que es muy<br />

halagüeño, que todos lo deseamos, pero<br />

es lo que más se oculta, como que<br />

sienten que no es necesario, por eso los<br />

señores a veces se quejan tanto de que<br />

la mujeres les dicen, “oye, ¿de verdad<br />

me quieres?”, “si, si te quiero”, “oye,<br />

pero, ¿de verdad me quieres?”, “claro<br />

que te quiero, ¿no te acabo de llevar a<br />

Cancún, y a los Mochis y te compré<br />

vestidos y joyas?”, “¿de verdad me<br />

quieres?” Es que sí se necesita la<br />

expresión afectiva, aparte de las pruebas<br />

de amor de los hechos, porque uno se<br />

queda que con los hechos es suficiente,<br />

igual diría él también “bueno ¿de<br />

verdad me quieres?”, si sintiera él lo<br />

mismo, “te atiendo, hago esto, hago lo<br />

otro y no descuido el dinero, cuido esto<br />

y lo otro”, y “¿de verdad me quieres?”,<br />

“¿qué mas pruebas quieres de que te


quiero?”, “no, ya son suficientes”. La<br />

expresión afectiva refresca la piel, la<br />

humedece, hace que los ojos brillen,<br />

que el corazón lata de emoción, no de<br />

enfermedad, de emoción, porque si no,<br />

va a latir de enfermedad, de patología.<br />

(P): Hace ya tiempo que yo leí un libro<br />

que se llamaba, si mal no recuerdo, la<br />

psicología del autoengaño de David<br />

Holfman, ahí mostraban los resultados<br />

de vario experimentos en los cuales se<br />

explicaba qué es el inconsciente y<br />

mencionaba varios tipos, no nada más<br />

los que dice usted, el que no era<br />

simbólico y el simbólico, si no que<br />

habían varios de ellos. Aquí mencionó<br />

usted como se crean esos dos tipos de<br />

inconscientes, la pregunta es ¿como se<br />

crean los otros? ¿Hay alguna manera<br />

de contactarlos que sea de forma<br />

consciente, que no sea por medio de<br />

hipnosis?<br />

(Dr. S.): El inconsciente implícito o<br />

memoria implícita, así se llama en la<br />

neuropatología, se crea a raíz de que el<br />

niño no puede responder a todos sus<br />

estímulos más que por vía sensorial y<br />

motriz, por vía del cuerpo, el niño<br />

contesta con el cuerpo a todo, ahí se va<br />

quedando el inconsciente implícito, no<br />

es de palabras, no es simbolizable, al<br />

niño no le queda más que el cuerpo para<br />

expresarse, o grita o llora o patalea, o<br />

muerde o se levanta, o ya cuando le<br />

urge, gatear, pararse o correr, todo es<br />

actividad motriz, queda registro en los<br />

órganos sensoriales y los músculos, ese<br />

es el origen, y en los afectos, el niño se<br />

expresa con afectos llorando, gritando o<br />

riendo, porque si nos quedamos con él<br />

dándole espacio para que se exprese<br />

tiene una sonrisa formidable de mucha<br />

31<br />

dulzura, pero también se sabe enojar<br />

feo. Ahí se va formando el inconsciente<br />

implícito.<br />

El inconsciente explícito se va<br />

formando a raíz de que se le va dando<br />

nombre a las experiencias, el niño<br />

empieza a nombrar todas las cosas<br />

porque sabe ya que no lo atienden<br />

cuando no habla ni se expresa<br />

claramente, con puro grito lo callan, con<br />

pura emoción lo callan, entonces le urge<br />

empezar, “ma”, “pa”. Pero antes de eso,<br />

sin decir “ma”, ni “pa”, ni eso, ahí<br />

estaba la madre y el padre y todos, pero<br />

llega un momento en que ya no, tiene<br />

que empezar a hablar, habla como<br />

quiero, es una medida narcisista, porque<br />

es tener que hacer un autoesfuerzo de<br />

aprender a comunicarse y empieza a<br />

simbolizar y así a formarse el<br />

inconsciente explicito, porque al<br />

nombrar las cosas uno las representa, y<br />

cuando uno las representa empiezan a<br />

dejar huellas psíquicas, ahí esta el<br />

inconsciente explícito y el acceso a eso<br />

hace que, cuando uno está con una<br />

persona, observándole el cuerpo y la<br />

tonalidad de la voz y la musicalidad,<br />

haciendo énfasis de la voz y del<br />

discurso, es cuando uno se da cuenta de<br />

qué nos está diciendo el otro, porque<br />

luego uno a veces también se pelea con<br />

una persona sin motivo, le digo “no, si<br />

no te estaba diciendo nada”, “oye, pues<br />

si yo te estoy atendiendo, qué te hice o<br />

qué”, “la verdad no me dijiste nada,<br />

pero la forma en que me hablaste, en<br />

que me viste, en que te sentaste, que me<br />

saludaste y me miraste… me la estabas<br />

rayando por todos lados”. Hay que<br />

fijarse en el cuerpo, la musicalidad, el<br />

niño registra desde antes de nacer la voz<br />

de la madre, pero es la musicalidad, no


el contenido de la palabra, la entonación<br />

de la voz. Cuando el niño nace, desde la<br />

semana 32 ya conoce la voz de la<br />

madre, la musicalidad de su voz, y de<br />

ahí en adelante se basará más en lo que<br />

se dice sin hablar que en lo que se dice<br />

hablando, por eso en la relaciones,<br />

como ya lo decía, uno se da cuenta de<br />

como está la relación, que tan estable se<br />

encuentra, que tanto está cambiando,<br />

que tanto está en peligro de desaparecer<br />

porque uno lo expresa con el cuerpo,<br />

uno lo expresa con actitudes, con un<br />

simple cambio de tono en la voz, se<br />

dicen cosas que no se querían decir, que<br />

uno no quería que se supieran.<br />

(P): Tengo dos preguntas, la primera<br />

es si los sueños recurrentes<br />

desaparecen cuando se resuelve el<br />

conflicto, y la segunda es qué tan<br />

efectivo sería que uno mismo se<br />

interpreta los sueños.<br />

(Dr. S.): Uno mismo nunca llega a<br />

interpretarse los sueños de manera<br />

suficiente, puede llegar a darle algún<br />

significado muy superficial, es porque a<br />

uno le da miedo encontrar el verdadero<br />

significado del sueño. Siempre se<br />

necesita tener diálogo con alguien,<br />

primero es compartir el sueño,<br />

expresarlo en palabras para que lo<br />

escuche alguien, no es suficiente con<br />

que uno mismo lo escuche, se necesita<br />

que alguien más lo haga, que ese<br />

alguien lo reciba y que ese alguien se<br />

emocione con el sueño de uno; entonces<br />

entre los dos, a base de comentarios,<br />

asociaciones y de análisis van sacando<br />

el significado del sueño, pero entre los<br />

dos, uno solo no llega muy lejos, podrá<br />

encontrar algún significado, pero nunca<br />

32<br />

ir tan profundo como cuando lo<br />

comparte y lo discute.<br />

El sueño es como el niño en relación<br />

con la madre, cuando el niño se está<br />

formando en el cuerpo de la madre éste<br />

es sólo de la madre, ella lo esta<br />

haciendo, es de ella únicamente, no hay<br />

más, pero una vez que el niño nace ya<br />

no es de la madre solamente, ya el niño<br />

es del padre, de los familiares y de la<br />

humanidad, ya el niño no es de uno.<br />

Para que el niño sobreviva se necesita<br />

que los demás intervengan, igual con el<br />

sueño, se necesita que los demás se<br />

inmiscuyan en el sueño y que de verdad<br />

lo compartan haciendo como que el<br />

sueño fuera propio de los dos, o de los<br />

tres o de todas las personas a quien se lo<br />

cuentan; entre más se comparta el sueño<br />

más significados profundos se le<br />

encuentran y uno se asusta menos, o lo<br />

tolera más y mejor.<br />

Sobre el sueño recurrente, si a este se le<br />

encuentra un resultado, cuando el sueño<br />

cumple sus funciones, si desaparece; no<br />

mientras a un sueño no se le encuentra<br />

algún significado que sirva, aunque se<br />

le puedan dar muchos y se acostumbre<br />

hacerlo. Uno tiene que sacar siempre<br />

algún provecho del sueño para la propia<br />

vida. Cuando uno encuentra que a la<br />

hora de analizar el sueño se queda con<br />

algo que no sabía de uno mismo, que no<br />

tenía claro, como que no había sido<br />

iluminado por su propio sueño, mientras<br />

uno no siente eso, el sueño puede<br />

seguirse repitiendo.<br />

(P): Me gustaría saber si los efectos de<br />

los sueños, como se ha estado<br />

mencionando, son los mismos para las<br />

personas que recuerdan los sueños<br />

como para las que no los recuerdan.


(Dr. S.): Los sueños los construye uno<br />

por la noche cuando se está<br />

profundamente dormido, cuando uno<br />

está más dormido es cuando la mente<br />

está trabajando más, cuando la mente<br />

está haciendo el sueño, como si<br />

estuviera uno pintando, porque los<br />

sueños son generalmente visuales. El<br />

sueño nunca llega completo a la<br />

memoria el día siguiente y sin algún<br />

poquito de distorsión, algo se<br />

distorsiona de menos, ¿por qué?, porque<br />

antes de que uno lo cuente la mente de<br />

uno mismo lo revisa y va seleccionando<br />

con qué se irá quedando del sueño; con<br />

eso que uno se queda del sueño tal vez<br />

sea lo que más le sirva y vaya<br />

eliminando las demás imágenes,<br />

entonces lo que uno dice recordar del<br />

sueño es lo que de día reconstruyó, y lo<br />

reconstruyó en términos del interlocutor<br />

o de la persona con la que uno está<br />

hablando, o de las personas y también<br />

del contexto sociocultural.<br />

La mayoría de las ocasiones no se<br />

recuerdan los sueños porque no se tiene<br />

con quien compartirlos. Tener con<br />

quien compartir un sueño y a quien<br />

contárselo es contar con alguien<br />

confiable, con quien uno puede<br />

realmente hablar de esta experiencia tan<br />

íntima como son los sueños, entonces,<br />

es obvio que si uno no los recuerda no<br />

hay manera de discutirlos, el sueño se<br />

vuelve a reprimir, las imágenes se<br />

reprimen y reaparecen en otro sueño,<br />

pero si uno logra compartir las<br />

experiencias que soñó estas salen de<br />

uno y quedan transformadas en alguna<br />

iluminación para si mismo, dan cuenta<br />

de algo, uno descubre algo que liga esto<br />

con algo otro, que encuentra solución a<br />

33<br />

un problema, que abre la mente para<br />

pensar cosas nuevas, que saca de donde<br />

se estaba atorado, esa es la función de<br />

los sueños, pero, repito, eso es siempre<br />

y cuando se puedan hablar en confianza,<br />

con personas dispuestas a compartir con<br />

uno el sueño; es como una película, si<br />

se la contamos a una persona que le<br />

gusta el tema uno mismo se enriquece<br />

cuando ambos pueden comentarla, pero<br />

si la contamos y la otra persona ni nos<br />

oye o está pensando en otra cosa, pues<br />

no, no le saca uno provecho a la<br />

película, porque también a la película le<br />

pasa lo mismo, y a la obra de teatro, si<br />

uno se queda con ella no le saca gran<br />

ventaja; uno se inclina más a la película<br />

cuando la discute, por eso es muy<br />

común que después del cine se diga<br />

“vamos a cenar, a tomar un café, a hacer<br />

algo para discutir la película”, pero<br />

resulta que no la discuten porque se les<br />

va y no sienten la confianza quizá, o el<br />

contexto es poco estimulante para poder<br />

discutir entre todos. Eso pasa con los<br />

sueños, uno tiene la oportunidad,<br />

porque son tesoros, de realmente<br />

abrirlos, disfrutarlos, de integrarlos a lo<br />

que uno está viviendo y lograr un<br />

cambio en la vida.<br />

Bueno, espero que hayamos soñado<br />

algo aquí, o ensoñado, o que nos<br />

hayamos puesto en otra dimensión<br />

mental mientras estamos compartiendo<br />

lo que hoy han dicho ustedes y lo que<br />

he dicho yo y han preguntado y hemos<br />

tratado de enlazarnos. Ojala que hoy<br />

soñemos algo de lo que aquí ocurrió y<br />

que lo aprovechemos en lo sucesivo,<br />

muchas gracias.


Introducción<br />

Canibalismo entre generaciones<br />

Pensemos en una jovencita que al<br />

iniciar los estudios de teatro escucha de<br />

su abuelo, hijo de reconocido novelista,<br />

la recomendación, quizá un poco más a<br />

manera de instrucción, de que lea lo que<br />

su bisabuelo escribió sobre su<br />

experiencia en el teatro. Este inocuo<br />

episodio, aparece como asociación<br />

repentina de una paciente hablando del<br />

desagrado que le causa una compañera<br />

que, al decir de ella, “se come el mundo<br />

a puños”, es decir que hace ostentación<br />

de la seguridad de sí misma o en sus<br />

propias palabras “es muy creída”.<br />

En lo que viene haremos un breve<br />

ejercicio para mostrar cómo<br />

sustentamos nuestra escucha en una<br />

comprensión que tiene a su vez<br />

referentes teóricos de tan amplio<br />

alcance capaz de focalizar una<br />

verbalización atendida en el entorno<br />

transferencial de la “libre asociación”.<br />

Aquí se propone la revisión de los<br />

componentes de la escucha analítica,<br />

consecuentes con la comprensión de la<br />

transmisión Icc como acontecer<br />

psíquico observable en el fenómeno de<br />

35<br />

Rafael Azuela de la Cueva<br />

la transferencia y de su singular<br />

interpretación en la terapéutica<br />

psicoanalítica, a partir de que en ese<br />

contexto de escucha el paciente no solo<br />

dice algo sino también lo dice para algo,<br />

cumpliendo con algo. De ahí que<br />

nuestros señalamientos son acentos en<br />

la escucha que el paciente hace de su<br />

propio discurso para llamarle la<br />

atención sobre el mismo.<br />

Temo que este pequeño trabajo no<br />

alcance a la divulgación general pues ha<br />

sido concebido pensando en los<br />

estudiantes en formación en<br />

psicoanálisis y atendiendo la necesidad<br />

de clarificación de lo que se ha de<br />

entender por transferencia e<br />

interpretación según los conceptos antes<br />

referidos.<br />

Componentes de la escucha<br />

La teoría de la transferencia y la<br />

observación sistemática del fenómeno al<br />

que se refiere enmarcan la frecuencia en<br />

la que sintonizamos la escucha del<br />

paciente dentro de cuya verbalización<br />

aparecen destellos de configuraciones<br />

transferenciales complejas, es decir,<br />

acumulados semánticos que incluyen


sujetos en interacción con parlamentos<br />

construidos bajo determinados patrones<br />

motivacionales formando discursos<br />

vinculares completos. Cuando esta<br />

chica recuerda espontáneamente, es<br />

decir asocia, a la compañera que tan mal<br />

le cae con lo dicho por el abuelo, lo<br />

hace habiendo identificado elementos<br />

comunes en ambas situaciones y eso se<br />

realiza en virtud de eso que llamamos<br />

asociación que no es sino la expresión<br />

de una transferencia. La asociación<br />

señala el sentido que en la transferencia<br />

se realiza a través de una red semántica<br />

en la que se conjugan los contenidos<br />

psíquicos. He aquí los componentes de<br />

la escucha analítica que basados en el<br />

fenómeno de la transferencia revelada<br />

en la libre asociación de ideas, abren<br />

frente a nosotros la frecuencia<br />

específica en la que se hacen escuchar<br />

las claves inconscientes en las que está<br />

cifrado nuestro acontecer psíquico que<br />

es en sí dicha transmisión y sobre lo que<br />

habrá que insistir frente a aquella otra<br />

idea que al suponer que lo alcanzable es<br />

la revelación de ciertos sentidos dados<br />

por la interpretación, deja abierta la<br />

presunción de que el Icc es una especie<br />

de almacén.<br />

Tal vez nunca se insista lo suficiente en<br />

la especificidad de la noción<br />

psicoanalítica sobre el acontecer del Icc<br />

como transmisión y de la que se derivan<br />

el concepto de transferencia y la<br />

necesaria herramienta de la<br />

interpretación para su acceso, frente a<br />

aquella otra noción que proviene de un<br />

circuito de aseveraciones que<br />

comienzan por la sospecha freudiana de<br />

la existencia de sentidos ocultos en los<br />

actos y los dichos del paciente; que<br />

continua en el supuesto de lo Icc, que<br />

36<br />

por asares de la resistencia positivista se<br />

redujo a la noción del inconsciente a<br />

manera de localización confundiendo el<br />

sentido topográfico propuesto por<br />

Freud; De lo cual deviene la presunción<br />

de que interpretar es revelar al paciente<br />

el sentido inconsciente de sus actos.<br />

Ambas nociones suponen teorías de la<br />

técnica y de la cura divergentes.<br />

Aquel entendimiento del acontecer se<br />

refiere a un enlazamiento, o<br />

transferencia, revelado en la libre<br />

asociación, parecido al que se establece<br />

entre el sujeto y el complemento que le<br />

da sentido. La primera idea que se<br />

refiere a la compañera sangrona revela<br />

su sentido, en otras palabras su<br />

pertinencia psicológica, en el segundo<br />

elemento referido al abuelo. Tenemos<br />

entonces una oración. La compañera<br />

ilustra la representación revelada en la<br />

sentencia del abuelo “tú no eres hasta<br />

que el bisabuelo te mire”. Esa<br />

compañera es sangrona por que necesita<br />

ser mirada, tal como la paciente se<br />

concibe sin saberlo.<br />

En un nivel concreto nos<br />

conformaríamos con sospechar, y<br />

malamente asegurar, que la paciente se<br />

está viendo en lo que más gordo le cae<br />

de la compañera, se está proyectando,<br />

aseveración que no nos lleva más allá.<br />

Pero con el segundo elemento que<br />

singularmente señala la escucha<br />

psicoanalítica podemos seguir el rastro<br />

de un discurso vincular desde el cual<br />

operaremos terapéuticamente. Así, la<br />

pertinencia psicológica es iluminada por<br />

el psicoanálisis en la identificación de la<br />

naturaleza del acontecer psíquico que es<br />

posible reconstruir por la semiótica que<br />

establece relación entre significantes (lo


molesta que le es la compañera y el<br />

decir del abuelo) y significados (la<br />

sentencia de pertenecer en la mirada del<br />

bisabuelo para ser).<br />

La transferencia revela los enlaces, la<br />

interpretación los decodifica para<br />

hacerlos audibles a la pareja que así se<br />

torna terapéutica. Decía Winnicott no<br />

hay madre, sin bebé, que nosotros<br />

parafraseamos: no hay terapeuta sin<br />

paciente. Es la pareja terapéutica el<br />

objeto de la transferencia y no una<br />

operación unidireccional del paciente<br />

hacia la persona del terapeuta, lo que ha<br />

de ser el campo en el que operemos. No<br />

es un error de apreciación del paciente,<br />

me parece, respecto al otro<br />

entendimiento que aquí estamos<br />

confrontando, que del reducir la<br />

transferencia a mero desplazamiento se<br />

sigue el error de apreciación, común<br />

entre los principiantes, y otros no tanto,<br />

que les hace adjudicar intenciones<br />

volitivas a los mecanismos<br />

pretendiendo como suficiente<br />

explicación el que la paciente no quiere<br />

aceptar en sí misma el deseo de ser<br />

mirada que proyecta en su compañera.<br />

Lo que peor aún que dejar la<br />

explicación a medio camino, sujeto sin<br />

complemento, limita el trabajo<br />

asociativo pues tal adjudicación es<br />

escuchada por el paciente, que ante todo<br />

se sabe observado, como un juicio<br />

cerrado ante el que ya no habrá más<br />

asociación, sino aquello que supone que<br />

el terapeuta quiere escuchar.<br />

Al concebir el sentido amplio del<br />

fenómeno transferencial materia misma<br />

del acontecer psíquico, que se hace ver,<br />

entre otras formas, en la adjudicación de<br />

atributos e intenciones en la persona del<br />

37<br />

terapeuta, estamos en mejor posición<br />

para abrir la escucha y permitir la<br />

asociación que no se reduce, por cierto,<br />

a la indicación al paciente de que diga<br />

todo lo que se le ocurra. Una cosa es la<br />

energía eléctrica que mueve al carrusel<br />

y otra es el fantasear de los niños que en<br />

él se trepan. No se trata de invocar la<br />

asociación sino de escuchar la<br />

frecuencia transferencial abierta en tal<br />

asociación.<br />

La interpretación (necesariamente<br />

transferencial)<br />

En la escucha analítica de la pareja<br />

terapéutica la transferencia tiene dos<br />

tiempos: El del resultado asociativo de<br />

los elementos revelados en la escucha<br />

que el paciente hace expresado en su<br />

asociación, del que hasta ahora hemos<br />

hablado, y el aprovechamiento de este<br />

fenómeno en la conducción, en la<br />

escucha del terapeuta, del proceso según<br />

el cual el mejor camino es el que corre<br />

sobre la huella dejada, basándonos en el<br />

principio metapsicológico del desarrollo<br />

bajo el que se construye la vida mental.<br />

No he de decir más sobre la paciente<br />

porque no se trata de una historia clínica<br />

sino de tomar una viñeta aparentemente<br />

simple, pero con los elementos mínimos<br />

suficientes para ilustrar estos puntos.<br />

Ahora reconstruiré el dialogo para<br />

señalar lo que se desprende de esta<br />

escucha además de explicar porque se<br />

escucha así.<br />

La paciente inicia la sesión hablando de<br />

lo mal que le cae una compañera: Pac:<br />

“…esa carita de buenita que pone<br />

cuando recibe indicaciones, no más le<br />

falta llevarle manzanas a las maestras o<br />

darles otra cosa a los maestros”…<br />

En mi silencio asocio esta imagen con


aquella otra que remite a su enojo con<br />

quienes llama esquiroles, como se<br />

refirió en otra sesión al más pequeño de<br />

los cochinitos de la canción “mamón! se<br />

llevaba todos los besos de mamá”.<br />

Rompe entonces el silencio para decir<br />

“el domingo comimos en casa de mi<br />

abuelo es muy cariñoso y todo pero no<br />

sé, sentí como raro cuando me dijo que<br />

me iba a buscar en las obras completas<br />

de mi bisabuelo unos pasajes en los que<br />

habla de su experiencia en el teatro”<br />

Tp: “Dicen que lo raro es pariente de lo<br />

feo, cual crees que haya sido su<br />

intención?” Pac: “Se la pasa tirando<br />

línea, mi papá no discute pero mis tíos<br />

siempre se enganchan”<br />

Mi intervención tiene dos partes<br />

primero empatizo con el afecto que<br />

tímidamente asoma en una atmósfera<br />

que de resultar receptiva le permitirá<br />

entrar en contacto con el registro de<br />

atrevimiento que percibe en su deseo de<br />

ser actriz y al que me refiero en la<br />

segunda parte al darle pie para decir su<br />

línea, que según entiendo, dado el contexto<br />

asociativo, es el eco que en ella<br />

tiene el pensar que su interés por el<br />

teatro ha de ser consentido por ese<br />

bisabuelo que manda sobre las<br />

generaciones que le siguen. El abuelo<br />

dictamina que el interés de ella por el<br />

teatro y su futuro han de ser vistos<br />

desde los ojos de su padre. Solo él<br />

puede; no se trata de la iniciativa de<br />

ella, sino de la graciosa aspiración a<br />

seguir los pasos del prócer. Aquí podría<br />

pensarse que se trata, quizá, de la única<br />

forma en que el abuelo puede confirmar<br />

los deseos de la nieta.<br />

No se trata de absolver ni de culpar sino<br />

de entender la gramática en que se<br />

38<br />

construye la novela familiar, lo que nos<br />

muestra a la vez el alto costo de la<br />

pertenencia, pues la paciente está<br />

movida a responder al llamado de la<br />

herencia en el dilema de si podrá ser<br />

suficiente con tener sus propios deseos<br />

para que estos se cumplan o responder a<br />

la sentencia que consiste en que solo a<br />

través de la mirada del bisabuelo, a la<br />

que le rinde el abuelo pleitesía, la nieta<br />

hará lo suyo. Así, al decir la paciente<br />

“sentí como raro” al referirse a lo dicho<br />

por el abuelo, se asoma a su sospecha<br />

de estar atrapada en la idea matriz, de<br />

que el bisabuelo más que fundador, es<br />

poseedor eterno del deseo. Solo<br />

siguiendo sus pasos, leyendo las notas<br />

sobre su experiencia en el teatro, ella<br />

podrá ganarse la aspiración, no de su<br />

deseo, por cierto, sino de ser digna<br />

participe de la égida del bisabuelo cuya<br />

estela se extiende más allá de su propia<br />

vida a través de la inscripción que hace<br />

el abuelo a manera de tributo. Es él<br />

quien cree que no se puede ser más allá<br />

de su padre en los terrenos del arte. Es<br />

así que al ofrecerla, cual Ifigenia, evoca<br />

la necesidad señalada por Freud y por<br />

Nitche de la pretensión del hijo de<br />

compensar frente a su padre la osadía de<br />

tener su propia progenie.<br />

Historiadores y antropólogos nos hablan<br />

de una preocupación del hombre a<br />

través de las culturas y las religiones<br />

por des-hacer el festín totémico en que<br />

la horda primitiva devoro al padre,<br />

entregando a los descendientes para que<br />

sean ellos los tragados por este en sus<br />

mandatos. Pero dejemos al oráculo en el<br />

que Freud encontró los orígenes de<br />

nuestro malestar para pensar en el<br />

acontecer psíquico o transmisión del<br />

inconsciente a través de las


generaciones, lo que se desprende de<br />

esta escucha que nos muestra a la<br />

paciente reaccionando a esa transmisión<br />

en el enojo con su compañera.<br />

Aquí me quiero detener para discutir<br />

sobre la “interpretación” alternativa que<br />

pretende iluminar el deseo que yace en<br />

el inconsciente y que se revela en la<br />

proyección, para sustentar la distinción<br />

entre esta y la operación interpretativa a<br />

la que este apartado se dedica y que<br />

entiendo como específica del<br />

psicoanálisis en su sentido<br />

transferencial y que se distingue de la<br />

primera que acaso podemos llamar<br />

inferencial. Aclaro que no estoy<br />

señalando a esta por equivocada, puede<br />

incluso ser acertada si es capaz de<br />

generar las asociaciones subsiguientes<br />

que lleven a la paciente a nombrar<br />

aquello en lo que está atrapada. Pero<br />

quiero mostrar los componentes que las<br />

hacen diferentes.<br />

La interpretación sobre la proyección<br />

tiene como punto de partida el montante<br />

afectivo que al no ser justificado en un<br />

acto de la compañera en contra de la<br />

paciente, ha de ser explicado en una<br />

motivación de la paciente misma.<br />

Atrevemos entonces la idea de la<br />

envidia que viene seguida por la del<br />

deseo de ser mirada, mismo que es<br />

desconocido por la propia paciente a<br />

quien le es mostrado con menor costo<br />

de energía en lo que ella considera el<br />

exhibicionismo de la compañera. Esta<br />

interpretación supondría el siguiente<br />

dialogo: Pac: “…esa carita de buenita<br />

que pone cuando recibe indicaciones, no<br />

más le falta llevarle manzanas a las<br />

maestras o darles otra cosa a los<br />

39<br />

maestros”. Tp: crees que tu enojo te<br />

quiera decir algo?<br />

La respuesta es improbable como lo es<br />

la posibilidad de que su curso asociativo<br />

la lleve a hablar de su propio afecto<br />

pues es más probable que se quede en la<br />

descripción de la compañera para<br />

encubrir el sentirse confrontada al haber<br />

puesto yo su enojo en el centro de mi<br />

señalamiento. Esta interpretación tiene<br />

las siguientes implicaciones:<br />

a. El montante afectivo es motivo<br />

suficiente para salir a la caza de<br />

sentido.<br />

b. Tal caza buscará soporte para<br />

parecer pertinente procurando<br />

encontrarla en una adjudicación<br />

de sentido.<br />

La distancia que recorre esta<br />

adjudicación de sentido entre el enojo,<br />

como registro emocional y el deseo de<br />

admiración, intenta obviar la diferencia<br />

entre el hecho de que el enojo es visible,<br />

aunque podría representar otro afecto<br />

distinto, como no lo es el supuesto<br />

deseo de admiración, que por lo demás<br />

es difícil de rebatir pues ¿quién no<br />

desea ser mirado? Pero más importante<br />

aún es la implicación que tiene esta<br />

interpretación en la escucha de la<br />

paciente, que sabemos, en el estado<br />

regresivo que provoca el encuadre, la<br />

adjudicación es atraída al ámbito del<br />

juicio que alertará una admonición o<br />

sentencia sobre el hacerse cargo de lo<br />

inconfesado, activada por la siguiente<br />

implicación.<br />

c. La proyección adjudicada<br />

requiere del componente no<br />

aceptación del deseo,


componente cuya explicación<br />

parece innecesaria en la<br />

sentencia emitida, pues las<br />

sentencias afirman no explican.<br />

La aplicación clínica de la noción<br />

mecanismo de defensa puede<br />

inadvertidamente convertir una<br />

dinámica en una intención. La noción<br />

recibe el atributo de la intención. En<br />

este caso hablaríamos de proyección de<br />

los contenidos que la paciente no puede<br />

asumir en sí misma. Para lo cual<br />

suponemos como cierto que la<br />

compañera hace gala de aquello que ella<br />

envidia. Damos por cierta esta envidia<br />

para sostener la intención del<br />

mecanismo cuando este como tal carece<br />

de intención, lo que sería tanto como<br />

decir que la gravedad tiene el propósito<br />

de mantenernos sometidos a su fuerza.<br />

Y de ahí la última implicación que<br />

opera en el modelo terapéutico en el que<br />

la teoría desemboca y se comprueba.<br />

d. Esta interpretación mutila la<br />

noción misma de proyección al<br />

suponer un solo sujeto en su<br />

devenir. La noción difundida<br />

por M. Klein despliega su<br />

sentido en un entorno<br />

necesariamente vincular.<br />

Cuando hablamos con<br />

propiedad de proyección<br />

entendemos una interacción<br />

basada en un modelo vincular<br />

previo a la diferenciación y que<br />

por lo tanto prescinde de la<br />

conciencia de la misma. Señalar<br />

la proyección de modo unilineal<br />

mutila también la comprensión<br />

del paciente haciendo perdurar<br />

su habilidad desarrollada para<br />

40<br />

hablar en el lenguaje de las<br />

verdades a medias.<br />

Cuando hablamos de transferencia nos<br />

referimos, parafraseando a Bleichmar, a<br />

una gramática del Icc en una realidad<br />

vincular que la niega, la desmiente o la<br />

reafirma pero que es matriz en la que se<br />

jugara aquello que entendemos como<br />

conciencia individual.<br />

De ahí que sobre los supuestos<br />

psicoanalíticos del desarrollo que<br />

iluminan el fenómeno de la<br />

transferencia, la interpretación<br />

psicoanalítica es necesariamente<br />

transferencial. Y no referida, como de<br />

manera reducida lo entienden algunos, a<br />

la persona del terapeuta, sino en el<br />

sentido amplio referida a la naturaleza<br />

del acontecer psíquico del Icc como<br />

transmisión. Así escuchada a la<br />

paciente, el enojo con la compañera nos<br />

hace pensar, al adquirir cuerpo<br />

completo en lo referido respecto al<br />

abuelo, en una voz de alerta que llama<br />

su atención por ser “demasiado ruidosa,<br />

no vaya a ser que despierte al bisabuelo<br />

y la cache pretendiendo ser por sí<br />

misma” diríamos nosotros para señalar<br />

el delicado punto de la vergüenza de la<br />

paciente tratando de acompañarla en la<br />

tarea de re-frasear la posesión de sus<br />

propios deseos a propósito de la meta<br />

terapéutica de destrabar su inhibición en<br />

la creatividad y salir del escondite en<br />

que se ha puesto a salvo del hambre de<br />

miradas de sus antepasados.<br />

Es erróneo preguntarse por qué es la<br />

vergüenza y no la envidia el centro de la<br />

interpretación, pues aquí no se discute<br />

entre ambas, sino la forma de la<br />

argumentación que las hace parecer


pertinentes. Lo que tenemos en primer<br />

plano es lo que la paciente hace con lo<br />

que intuye. Se enoja como alerta a una<br />

escena que le resulta conocida aunque<br />

no sabe porqué. Ese enojo no es el final<br />

de una frase que comienza por un deseo<br />

no admitido, es el principio que al<br />

asociarse con su complemento, la<br />

indicación del abuelo, revela la<br />

vergüenza que deviene como lo no<br />

admitido capaz de generar enojo. La<br />

compañera es ese “cochinito lindo y<br />

cortes que sueña con trabajar para<br />

ayudar a su pobre mamá” y que señala a<br />

aquellos en su osadía de querer ser<br />

vistos. Recordemos su aspiración es<br />

eclipsada por el mandato de ser un<br />

digno miembro de la corte del<br />

bisabuelo. La envidia a la compañera<br />

está, en todo caso, en el camino de<br />

oscurecer la vergüenza frente a sí<br />

misma, tan difícil de admitir.<br />

Decimos que señalar ese punto<br />

específico de la vergüenza es una<br />

interpretación transferencial porqué<br />

entiende al propio discurso de la<br />

paciente como campo en el que<br />

transfiere, y dramatiza, el dilema entre<br />

obedecer las indicaciones del abuelo,<br />

confirmando que ella es solo un agente<br />

de los deseos del bisabuelo y que el<br />

teatro solo se ve desde la butaca de este,<br />

o, por el contrario, re-nombrar su propio<br />

deseo dejando las palabras de aquel<br />

como prescindible recomendación. No<br />

creemos en la solución de la<br />

transferencia, puesto que esta es una<br />

representación, sino en la reapropiación<br />

de la capacidad de desear de la paciente.<br />

Del mismo modo que no entendemos a<br />

la transferencia únicamente como el<br />

desplazamiento neurótico de los<br />

avatares vinculares del paciente en la<br />

41<br />

persona del terapeuta. Claro que<br />

entendemos que nuestro espacio es<br />

terapéutico en virtud de la transferencia,<br />

pero esta no se reduce a nuestra<br />

persona, no es en ese sentido en el que<br />

somos importantes. Una interpretación<br />

no es una explicación a la paciente<br />

sobre la transmisión de la vida psíquica<br />

entre generaciones, una exposición<br />

sobre la sentencia del oráculo, ni el<br />

señalamiento de su error de apreciación<br />

o de su incapacidad para reconocer su<br />

propio deseo, muy por el contrario, es la<br />

puntuación de la vergüenza como su<br />

propio tributo para apaciguar los<br />

temores del abuelo ante su padre.<br />

No pretendemos que nuestro paciente<br />

haga un doctorado sobre su propia vida<br />

eso terapéuticamente no sirve para nada.<br />

Entonces se preguntaran a qué viene<br />

todo eso del oráculo y los encargos<br />

generacionales.<br />

Esto que he dicho líneas arriba es una<br />

hipótesis psico dinámica desprendida de<br />

la noción sobre el acontecer psíquico<br />

del Icc como transmisión observable en<br />

esta paciente que al ser escuchada del<br />

modo implicado en tal comprensión<br />

mostrará la fuerza emocional de una<br />

historia de encargos por revelarse. En<br />

las asociaciones subsiguientes<br />

corroborará esa fuerza tejiendo por sí<br />

misma el hilo asociativo que dará<br />

palabra e historia a su vago temor al<br />

fracaso, preocupación que difícilmente<br />

procura disimular. No se piense “¿así<br />

nomás?” porque mi intención es mostrar<br />

el modo no lo simple. Le puedo decir,<br />

por ejemplo, que su dedicación al teatro<br />

es el intento de poner en evidencia un<br />

argumento de intenciones que vinculan<br />

a las personas entre sí. Esa idea juega


con la noción de representar y procura<br />

darle palabra a aquello que solo ha sido<br />

insinuado, mostrando además que el<br />

problema está las más de las veces en el<br />

tono casi inaudible y no en lo que se<br />

quiere ocultar.<br />

No olvidemos que es la propia<br />

asociación de la paciente entre lo gorda<br />

que le cae la compañera<br />

“exhibicionista” y la indicación del<br />

abuelo, la que nos coloca en el terreno<br />

del ser vistos que en ella ocupa una<br />

preocupación especial. Insisto, la idea<br />

de que vea amplificado en la compañera<br />

la ambivalencia frente a su propio deseo<br />

de ser vista, nos lleva a señalarla como<br />

incapaz de encararlo. Luego la chica<br />

dirá, muy probablemente para nuestro<br />

regocijo, “bueno sí quiero ser vista, y?”.<br />

Esa lectura coincide punto por punto<br />

con una pauta transferencial en la que<br />

ahora es el terapeuta quien emite una<br />

sentencia frente a la cual no hay más<br />

que la rendición, confesándose culpable<br />

de desear. Será ahora, el terapeuta –<br />

abuelo quien dicte que la chica ha de<br />

sumarse a su propia versión so pena de<br />

ser expulsada del paraíso transferencial.<br />

Esto es a partir de que se acentúa el<br />

desagrado por la compañera como<br />

prueba suficiente, cuando solo es el<br />

anzuelo desde el que hay que buscar al<br />

pez que está invocando. El silencio<br />

como respuesta a la primera<br />

intervención de la paciente en la que<br />

habla de lo gorda que le cae la<br />

compañera, tiene el efecto de los puntos<br />

suspensivos que invitan a terminar la<br />

oración y así la termino la paciente, otro<br />

cantar sería si la hubiera llevado en<br />

dirección distinta.<br />

42<br />

La idea es entonces, que de la<br />

comprensión de la transferencia como<br />

evidencia del acontecer psíquico y no<br />

como un fenómeno exclusivo al<br />

consultorio, se sigue la posición de<br />

escucha atenta que espera oraciones con<br />

sujeto y complemento o dicho en<br />

nuestros términos, configuraciones<br />

vinculares que han de ser reproducidas<br />

en nuestra presencia siempre que no las<br />

interrumpamos o las reduzcamos a<br />

interpretaciones mecánicas en las que<br />

asoma la obscura intención de parecer<br />

omnisapiente ante la paciente utilizando<br />

su discurso como campo de prueba de<br />

nuestro conocimiento. Lo que creo cae<br />

en aquello que Aulingier ha llamado la<br />

violencia de la interpretación. Señalar<br />

un deseo es escuchado como una<br />

imputación, y quizá lo sea, a diferencia<br />

de frasear el dialogo vincular que este<br />

evoca, lo cual es por lo general mejor<br />

camino para la re-construcción de la<br />

semántica con la que el paciente<br />

establece sus relaciones buscando reelaborar<br />

las redes vinculares que lo<br />

constituyen. Hacer consciente lo<br />

inconsciente es un corolario y no una<br />

consigna que posiblemente proviene de<br />

la equivocada lectura de la frase de<br />

Freud que reza “donde hubo ello,<br />

devendrá yo” y que traslada<br />

mecánicamente un corolario<br />

metapsicológico a una afirmación<br />

clínica.<br />

Estarán de acuerdo los lectores en lo<br />

provechoso que puede ser el dialogo<br />

que derive de las observaciones, dudas<br />

o críticas que estas reflexiones<br />

despierten y que espero recibir en<br />

rafazuela@yahoo.com.mx y que la<br />

misma <strong>Ania</strong> nos de lugar para discutir<br />

en números subsiguientes.


Breves notas sobre la Pornografía<br />

Foucault (2002) dijo que había dos modos en<br />

que se ha transmitido la verdad sobre el sexo<br />

en Occidente: el ars erótica y la confesión. El<br />

primer modo se fundamenta en el arte y en la<br />

iniciación del maestro al discípulo 1 ; el<br />

segundo, en la confesión y en la búsqueda de<br />

un secreto en el discurso 2 . En la actualidad,<br />

1 En Grecia, los ritos de iniciación social incluían actividades<br />

de pederastia: mediante la sodomización ritual, el esperma<br />

del adulto transmitía la virilidad al adolescente. Con este<br />

acto, se esperaba liberar al jovencito de la sexualidad pasiva<br />

en los brazos de la madre y convertirlo en un padre (hombre<br />

reproductor) y en un ciudadano (amantes activo, guerrerocazador).<br />

2 En la confesión, el dispositivo de poder se instaura en un<br />

silencio que funciona como una exigencia de producir un<br />

discurso sobre la sexualidad cuyo vector es de la palabra del<br />

discípulo hacia el iniciador; en el ars erótica, el dispositivo<br />

de poder se instaura como una guía que funciona en una<br />

transmisión de un saber y una severidad sin fallas (en el acto<br />

de despabilar, abrir los ojos, desflorar) cuyo vector es del<br />

maestro hacia el discípulo. Bajo esta perspectiva, Foucault<br />

destaca las diferencias de la transmisión sobre el sexo entre la<br />

antigua cultura griega y la cultura occidental-cristiana: en<br />

Grecia, el sexo se goza y se transmite de modo silencioso<br />

43<br />

Abraham Godínez Aldrete<br />

Nada es más deseable que lo que desaparecerá<br />

enseguida, pero al mismo tiempo la frialdad del<br />

desnudamiento hace temblar a aquel que siente que<br />

lo amado se le escapa y se agotan los vanos<br />

esfuerzos por crear vías mediante las cuales sería<br />

posible recuperar infinitamente lo que huye.<br />

Georges Bataille<br />

En cuanto me presentan a alguien siento un deseo<br />

furioso de verlo reír a carcajadas y de verle el sexo<br />

(sea hombre o mujer).<br />

Alejandra Pizarnik<br />

me parece que cada vez se impone un nuevo<br />

modo de iniciar la práctica sexual puberal: la<br />

pornografía. En este trabajo, nos proponemos<br />

explorar (al modo de notas y fragmentos)<br />

algunas hipótesis que pueden servir como<br />

programa para una investigación más amplia<br />

sobre el efecto de la pornografía como medio<br />

de iniciación sexual en el tiempo de la tecnociencia.<br />

La pornografía: la reproductibilidad de lo<br />

obsceno que ya no es sagrado.<br />

Literalmente, la palabra pornografía<br />

significa retrato o descripción (grafía) de<br />

prostituta (porno). Pascal Quignard (2005)<br />

(cuerpo a cuerpo) mientras que la verdad se halla y se busca<br />

en la Filosofía y las artes; en Occidente, el sexo se hace<br />

discurso y se indaga en el secreto individual porque la verdad<br />

y el sexo están en el acto de confesar (en el cristianismo, al<br />

confesar, se buscan efectos de reconversión espiritual y<br />

retorno a la deidad).


dice que el inicio de la pornografía se puede<br />

situar en las pinturas de Parrasio de Éfeso<br />

(alrededor del año 410 a.C., en Atenas).<br />

Parrasio fue uno de los principales pintores de<br />

la Grecia antigua. La mayoría de sus obras no<br />

las conocemos; sin embargo, se sabe que<br />

ensayó la pintura de temas obscenos. Sobre<br />

este pintor, Séneca Padre (Controversias X,<br />

5) cuenta esto: en una ocasión, Parrasio<br />

compró un esclavo viejo para pintar un<br />

Prometeo clavado que se le había encargado<br />

para el templo de Atenea. Colocó su caballete,<br />

sus colores y sus aglutinantes. Mandó<br />

torturar al prisionero. Cuando se lo llevaron,<br />

le pareció poco triste; el modelo necesitaba<br />

más tortura. El verdugo le clavó las manos al<br />

anciano. Además, le hirió y le quemó el<br />

cuerpo. El viejo lanzó un insoportable grito de<br />

dolor. Parrasio exigió que continuaran.<br />

Quignard (2005: 33) traduce el diálogo de<br />

este modo:<br />

Parrasio le gritó al verdugo:<br />

—¡Tortúralo más, más! Perfecto;<br />

mantenlo así; ¡así es el rostro de<br />

Prometeo cruelmente desgarrado,<br />

de Prometeo agonizante!<br />

El viejo tuvo un acceso de<br />

debilidad. Lloró.<br />

Parrasio le gritó:<br />

—Tus sollozos no son todavía<br />

los de un hombre perseguido por<br />

la furia de Júpiter.<br />

El anciano empezó a morirse.<br />

Con voz débil, el viejo de Olinto<br />

dijo al pintor de Atenas:<br />

—Parrasio, me muero.<br />

—Quédate así.<br />

Quignard (2005: 33) explica que en este<br />

pasaje se puede observar el esfuerzo por<br />

capturar a través de la pintura la expresión del<br />

alma: toda pintura es ese instante. Lo que le<br />

interesa a Parrasio no es torturar, sino mostrar<br />

—en la pintura— el acontecer entre la vida y<br />

la muerte. Capturar ese instante: el grito de<br />

44<br />

dolor, el gemido violento, la voz sin lenguaje.<br />

Sin poder morir aún, el sonido de la muerte<br />

resuena. Parrasio quiere pintar lo invisible, lo<br />

irrepresentable. Aún así, Parrasio busca a un<br />

hombre mítico: Prometeo encadenado con el<br />

hígado destrozado, siempre devorado, por<br />

haber entregado el fuego a los mortales.<br />

Parrasio quiere pintar el fuego robado. Cuanto<br />

más se acerca, más se aproxima a la muerte;<br />

la cúspide del dolor se le escapa.<br />

En la obra de Sade, podemos encontrar relatos<br />

de este tipo. En La Filosofía del Tocador,<br />

después de una intensa tortura, en el momento<br />

en que Eugenia (con un miembro artificial<br />

sujeto a la cintura) viola a su madre (a la Sra.<br />

Mistival), arranca la carne de sus pechos y<br />

masturba a Agustin y a Dolmancé (mientras<br />

que el Caballero la penetra y Saint Ange le<br />

mete la mano en el culo), se arriba al mismo<br />

impase:<br />

El Caballero: La señora no se<br />

mueve, Dolmancé. Creo que ya<br />

murió.<br />

Dolmancé: ¿Muerta? ¡No lo creo!<br />

Sólo desmayada. Pero no le durará<br />

mucho. ¡Látigos! ¡Que me den<br />

unos cuantos látigos! La<br />

despertaremos a latigazos.<br />

[…] (Se lleva a cabo el proyecto.<br />

Mientras lo realizan, Mistival se<br />

mueve).<br />

Dolmancé: ahí tienen, amigos.<br />

¿Lo ven? El tratamiento es<br />

eficaz. Ya revive.<br />

Mestival: Bribones. (Abre los<br />

ojos). Me traen de nuevo a este<br />

mundo. ¿Por qué no pueden<br />

dejarme morir? (Sade, 2005:<br />

155-156)<br />

Podemos establecer una coincidencia entre la<br />

obra de Sade y Parrasio: se esfuerzan por<br />

escribir el goce final, pintar el dolor último,<br />

mostrar lo irrepresentable. En su insistencia,


Sade crea una prosa repetitiva y absurda. Se<br />

enfrenta siempre al mismo problema: la<br />

muerte de las víctimas. Cuando las revive,<br />

aparece siempre el mismo monótono guión:<br />

tortura, gritos, exclamaciones, vergas<br />

gigantes, cubetas de semen, vaginas<br />

desgarradas, anos abiertos…<br />

Alejandra Pizarnik (2003 a) dijo que Sade le<br />

hacía morir de tristeza. En muchas ocasiones<br />

la poesía de Alejandra se encuentra frente a la<br />

exigencia de escribir con el poema lo que hay<br />

detrás del lenguaje: el silencio, la muerte, la<br />

nada...<br />

La muerte siempre al lado Escucho su decir.<br />

Sólo me oigo.<br />

Poema Silencios, Alejandra Pizarnik (2003b:<br />

188)<br />

Alejandra muere de tristeza: en su poesía,<br />

enfrenta el carácter mudo y repetitivo de la<br />

pulsión. Sin sentido y sin objeto, sin deseo y<br />

sin erotismo, la pulsión es idiota 3 . Frente a<br />

este sin-sentido, el único horizonte es la<br />

muerte. Camus (2008) ya lo había dicho:<br />

cuando nos encontramos en una existencia<br />

absurda, el suicidio se convierte en el único<br />

problema filosófico que hay que resolver.<br />

Sándor Márai (2010: 107) dice que uno<br />

siempre responde con su vida entera a las<br />

preguntas más importantes. Tristemente, así<br />

sucedió con Alejandra: sus Diarios son el<br />

relato de la aprehensión de la muerte a través<br />

del poema y el suicidio. Este fragmento<br />

muestra la otra cara del poema que hemos<br />

citado arriba:<br />

3 Incesante, azarosa, carente de motivo y de objeto, la pulsión<br />

es idiota porque está desprovista de sentido, de razón, de<br />

significado. Si el objeto de la pulsión es azaroso, entonces la<br />

pulsión es idiota e incurable: el azar jamás será modificado<br />

por el azar, describe muy bien Rosset (2004, 34). En esta<br />

perspectiva, en la cual Freud insistió, el único modo de<br />

terminar con la pulsión (y con su sin-sentido) es la muerte. El<br />

deseo hace posible temporizar la pulsión y proveerla de<br />

sentido.<br />

Hablo de morir. Si no puedo<br />

suicidarme, si no me animo a<br />

complacerme, a entrar en donde<br />

quiero… La solución, esta vez, es<br />

clara, definitiva. No quiero vivir.<br />

No espero nada. Quiero no existir.<br />

Es simple. No hay explicación que<br />

dar. Quiero morir. Ni siquiera lo<br />

quiero apasionadamente. Lo digo<br />

como si pidiera agua. Quisiera<br />

dejar de ser yo, quiero abandonar<br />

mi cuerpo y mi sufrimiento: no es<br />

demasiado pronto. (Pizarnik,<br />

2003a: 278)<br />

45<br />

¿Podemos juzgar de pornográficos a Parrasio,<br />

a Sade e, incluso, a Alejandra? Pienso que no.<br />

La pornografía no reside en mostrar lo<br />

obscenidad del dolor, el sexo, la muerte. Los<br />

tres son artistas porque el arte siempre tiene<br />

como horizonte (ya sea para cubrirlo o<br />

develarlo abruptamente) lo real. El carácter<br />

pornográfico no está en mostrar cuerpos<br />

desnudos. Por ejemplo, el Origen del mundo<br />

de Courbet (1866) puede ser una pintura<br />

realista, pero nunca pornográfica:<br />

Courbet, G. L'origine du monde (1866). Óleo<br />

sobre lienzo. Alt. 46; Anch. 55 cm. París,<br />

museo de Orsay.<br />

La pornografía no es el objeto invisible que el<br />

artista hace visible; la muerte, el goce, la<br />

diferencia de los sexos no son pornográficos,<br />

sino acontecimientos humanos. Mostrarlos<br />

puede ser obsceno (obsceno como fuera de la<br />

escena, obscēnus, ajena a la fantasía), pero no<br />

pornográfico. La pornografía no es mostrar lo


eal. En la actualidad, la esencia de la<br />

pornografía habría que comprenderla de otro<br />

modo.<br />

La pornografía moderna comienza<br />

con la fotografía; se extiende con el video y se<br />

hace masiva con el internet. Podemos decir<br />

que la pornografía es la reproductibilidad<br />

técnica de lo obsceno; no es lo obsceno, sino<br />

su reproducción, su comercio, su destrucción.<br />

Esta reproductibilidad abole el carácter<br />

sagrado de lo obsceno. Freud (AE XIII: 27)<br />

definió lo sagrado a través del tabú: lo<br />

sagrado es aquello irrepresentable que causa<br />

horror y deseo; por eso, la angustia exige<br />

cubrir lo incomprensible. El tabú es un modo<br />

de resguardar lo sagrado. Para que algo<br />

obsceno acontezca de modo sagrado se<br />

necesita de espacios, seres y tiempos<br />

sacralizados que hoy en día (tiempo de la<br />

llamada muerte de dios) ya no existen. Lo<br />

obsceno ya no tiene asidero posible en lo<br />

sagrado: ese es el momento en que surge la<br />

pornografía tal como la conocemos hoy en<br />

día.<br />

En La obra de arte en la época de su<br />

reproductibilidad técnica, Walter Benjamin<br />

había advertido cambios importantes en el<br />

arte a propósito de la inclusión del cine y la<br />

fotografía. La técnica en el arte generaba<br />

estos efectos: la abolición del aura, el fin de<br />

la bella apariencia, la indistinción entre autor<br />

y público, la inversión entre realidad y<br />

artificio, la captación por la imagen, la vida<br />

en estado de shock y el reclamo de la técnica<br />

de material humano. Con estos elementos<br />

proporcionados por Benjamin, podríamos<br />

avanzar y comprender la pornografía como la<br />

reproductibilidad técnica de lo obsceno. En<br />

este ensayo, exploraremos algunos de los<br />

efectos de la pornografía en tiempos del<br />

internet.<br />

La abolición del aura.<br />

46<br />

Benjamin definió el aura como la aparición<br />

irrepetible de una lejanía por cercana que<br />

ésta pueda hallarse. El aura es el<br />

acontecimiento de lo próximo imposible de<br />

poseer. En el campo del erotismo, el aura es la<br />

experiencia de la alteridad y la singularidad:<br />

no desnudos sino a través del velo son<br />

deseables los senos, dice Octavio Paz. En el<br />

erotismo, el aura es el deseo; el velo, la<br />

fantasía. El aura es la síncopa en los ritmos de<br />

la cercanía y de la lejanía: presencia y<br />

ausencia que Freud articuló en el Fort-da.<br />

Este carácter de alteridad puede ser doloroso<br />

y desesperante; sin embargo, es el aura del<br />

sexo. Cuando hay experiencia de alteridad,<br />

hay placer; también dolor. El otro está cerca,<br />

pero también está lejos: se puede tocar, pero<br />

no se puede poseer; se puede besar, pero no se<br />

puede incorporar. Sin síncopa, no hay música;<br />

hay ruido o silencio.<br />

Sabemos que la singularidad del otro puede<br />

ser angustiante porque nos hace comprender<br />

que es insustituible: nadie nos puede mirar<br />

como aquella persona que nos desea. Este<br />

carácter singular puede conllevar una<br />

experiencia similar a la muerte: así como<br />

nadie puede sustituirme en mi muerte,<br />

tampoco nadie puede sustituir a la mujer<br />

amada: su cuerpo se puede cambiar por otro,<br />

pero no se puede sustituir su mirada, su voz,<br />

su deseo…<br />

El aura del erotismo es un fondo de angustia<br />

caracterizado por la imposible posesión de un<br />

ser no reproducible. Roland Barhtes (2004:<br />

27) le llama enamoramiento: encuentro en mi<br />

vida millones de cuerpos; de esos millones<br />

puedo desear centenares; pero, de esos<br />

centenares, no amo sino uno. El otro del que<br />

estoy enamorado me designa la especificidad<br />

de mi deseo.<br />

En el campo de la pornografía, el sexo<br />

aparece sin posibilidad de ausencia; los<br />

videos surgen velozmente con el clíck del


mouse. No hay espera; no hay aura. El<br />

producto porno está tan disponible que es<br />

imposible desearlo o fantasearlo. Cada video<br />

es igual a otro; crear singularidad es<br />

imposible. La pornografía funciona como un<br />

modo de evitar el fondo de angustia que<br />

suscita la relación con el otro y de<br />

proporcionar modos de satisfacción siempre<br />

disponibles. No lo hace para mostrar algo<br />

sagrado, sino para denegar la alteridad sexual,<br />

el dolor, la muerte: a diferencia del poema o<br />

la pintura de lo obsceno, la reproducción de<br />

videos y de fotografías destruye el aura del<br />

erotismo; nos otorga un sexo reproducible y<br />

homogéneo.<br />

El fin de la bella apariencia.<br />

Según Top ten reviews, la cantidad de videos<br />

hardcore realizados en Estados Unidos creció<br />

de 1,300 títulos en 1988 a 13,588 en 2005.<br />

Estos videos (a diferencia de los softcore) se<br />

caracterizan por mostrar escenas violentas o<br />

duras; se trata de pornografía fuerte que<br />

puede incluir toda una gama de filias (por<br />

ejemplo, escenas sado-masoquistas,<br />

zoofílicas, necrofílicas, exhibición de órganos<br />

internos, etc.). La pornografía se escapa cada<br />

vez más del espacio de la bella apariencia,<br />

tema que por mucho tiempo reinó en el arte y<br />

en el erotismo. Sobre las diferencias entre la<br />

fotografía pornográfica y la fotografía erótica,<br />

Roland Barthes (2009: 74) apunta esto:<br />

La pornografía representa<br />

ordinariamente el sexo, hace de él<br />

un objeto inmóvil (un fetiche),<br />

incensado como un dios que no<br />

sale de su hornacina; a mi parecer,<br />

no hay punctum en la imagen<br />

pornográfica, a lo sumo me<br />

divierte (y aun: el tedio aparece<br />

pronto). La foto erótica, por el<br />

contrario (ésta es su condición<br />

propia), no hace del sexo un objeto<br />

central, puede perfectamente no<br />

mostrarlo; arrastra al espectador<br />

fuera de su marco, y es así como<br />

animo la foto y ella me anima a<br />

mí.<br />

47<br />

El objeto central de la fotografía erótica no<br />

son los genitales. La buena forma del<br />

erotismo está precisamente en lo que propone<br />

y vela, sugiere y esconde. El punctum (lo que<br />

punza) en la fotografía erótica es el deseo; no,<br />

el genital. El erotismo es un juego con el<br />

deseo. Aludiendo a una fotografía de Robert<br />

Mapplethorpe, Roland Barthes (2009: 74-76)<br />

describe la fotografía erótica de este modo:<br />

Este muchacho del brazo<br />

extendido y sonrisa radiante,<br />

aunque su belleza no sea en<br />

modo alguno académica y esté<br />

medio salido de la foto,<br />

deportado hacia un lado del<br />

marco, encarna una especie de<br />

erotismo alegre […] la fotografía<br />

ha captado la mano del<br />

muchacho (el mismo<br />

Mapplethorpe, creo) en su grado<br />

óptimo de abertura, en su<br />

densidad de abandono: algunos<br />

milímetros de más o de menos y<br />

el cuerpo intuido no se hubiese<br />

ofrecido de forma tan<br />

condescendiente (el cuerpo<br />

pornográfico, compacto, se<br />

muestra, no se da, no hay<br />

ninguna generosidad en él): la<br />

Fotografía ha encontrado el buen<br />

momento, el kairós del deseo.


Mapplethorpe, R. (1975), Self<br />

Portraits<br />

En esta fotografía, Barthes ha encontrado el<br />

kairós del deseo porque Mapplethorpe juega<br />

con el diferimiento. Su temporización es la de<br />

un futuro que se espera, pero no llaga: el<br />

cuerpo intuido. La pornografía presenta; el<br />

erotismo, sugiere. La buena forma del<br />

erotismo no está en los cánones de belleza<br />

impuestos por Hollywood, la Alta costura y<br />

los mass media, sino en el juego del deseo. La<br />

buena forma es un modo de temporización.<br />

La buena forma del erotismo es el tiempo<br />

postergado que vela el horror y suscita el<br />

deseo: el placer previo de la espera.<br />

Podemos decir que en Occidente ya no hay<br />

tiempo para el kairós del deseo: todo debe ser<br />

más rápido: no mejor ni agradable, no<br />

pausado y deleitoso, mucho menos sosegado,<br />

bello, acogedor (Muñiz-Huberman, 2002: 31-<br />

32). Ya no hay tiempo para el erotismo. La<br />

pornografía sigue el tiempo veloz de nuestras<br />

ciudades. Los genitales se muestran sin<br />

diferimiento. El cuerpo ha dejado de ser<br />

sagrado; el desnudo, de ser estético. En la era<br />

de la pornografía, el tiempo del erotismo nos<br />

ha abandonado.<br />

La indistinción entre autor y público<br />

Con la masificación de la industria<br />

cinematográfica, a Benjamin (2008: 70) le<br />

sorprendía la creciente indistinción entre autor<br />

y público: todo hombre puede actualmente<br />

defender la pretensión de ser filmado. En la<br />

48<br />

pornografía, sucede lo mismo. Con<br />

frecuencia, en algunas parejas, surge el<br />

impulso de filmar su actividad sexual. A<br />

veces, las filmaciones acontecen en mutuo<br />

acuerdo. Ambos se observan en la pantalla<br />

chica; les excita parecerse a aquellos cuerpos<br />

que miran en lo solitario. En otras ocasiones,<br />

las filmaciones ocurren sin el consentimiento<br />

de la pareja. Luego, se suben a la web.<br />

En internet, se valoran más las escenas de<br />

sexo real, en vez de las escenas eróticas<br />

montadas en los andamiajes de la fantasía.<br />

Esto genera una indistinción entre autor y<br />

público: por un lado, los actores porno<br />

simulan ser gente cotidiana y filman escenas<br />

que se supone a cualquiera le pueden suceder;<br />

por otro, las personas comunes se filman, se<br />

miran y se publican en la web como si fueran<br />

estrellas porno.<br />

Lo que más llama la atención en estas<br />

inversiones entre autor y público es el<br />

creciente derrumbamiento de los espacios de<br />

intimidad. Roland Barthes (2009: 110) ya<br />

había destacado las modificaciones entre el<br />

espacio público y privado con el<br />

advenimiento de la fotografía: lo privado es<br />

consumido como tal, públicamente. Lo más<br />

íntimo, se ha convertido en espacio público.<br />

Cuando la escena sexual irrumpe en internet,<br />

en la televisión, en el teléfono móvil, es como<br />

si ya no hubiera espacio para lo que se<br />

llamaba hogar 4 . El cuerpo ha dejado de ser<br />

íntimo y propio. Siendo como un relámpago<br />

que se exhibe, se circula en la web y se<br />

reproduce en el I-phone, el cuerpo se<br />

convierte en un producto anónimo del<br />

consumo público. El cuerpo es tratado como<br />

un ente dispuesto a ser fotografiado,<br />

4 En la era del Internet, la idea de hogar (un espacio en el<br />

cual se puede hospedar al extranjero o impedirle la entrada<br />

porque es necesario tocar la puerta) está cada vez más<br />

abandonada: hay disrupción ubicuitaria, eliminación de la<br />

frontera entre lo público y lo privado, desarraigo del lugar,<br />

dislocación de la casa, efracción en el propio-hogar. Cf.<br />

Derrida, J. Dufourmantelle, A. La hospitalidad. Trad. y<br />

prólogo de Mirta Segoviano. Buenos Aires: Ediciones de la<br />

flor, 2000


eproducido, sin singularidad y sin aura. Este<br />

modo de ser del cuerpo recuerda al homo<br />

sacer 5 descrito por Agamben como nuda vida<br />

(vida desnuda).<br />

Podemos decir que la vida desnuda es aquella<br />

vida imposible de desnudar: ya está desnuda.<br />

Se piensa que la desnudez (posibilidad de ser<br />

desnudado) es propio de lo humano. En ese<br />

sentido, la nuda vida deja de ser humana<br />

porque ya no está cubierta: no es desnudable.<br />

Ser desnudable es estar vestido por el pudor,<br />

por la cultura, por la sociedad. En esta<br />

perspectiva, se piensa que el animal no tiene<br />

pudor: no puede desnudarse porque siempre<br />

está desnudo. El ser humano podría<br />

desnudarse porque no está desnudo: está<br />

vestido por la vergüenza, por eso se cubre los<br />

genitales. En esta perspectiva, el animal sería<br />

aquella vida desnuda imposible de desnudar<br />

porque de por sí ya está desnuda; el hombre,<br />

aquel ser que le sería imposible desnudarse<br />

del todo. Sin embargo, dentro de este<br />

planteamiento, Derrida incluye un problema<br />

filosófico: cuando él se pasea desnudo por su<br />

departamento, encuentra que su gato lo está<br />

viendo; entonces, ¿él está desnudo como su<br />

gato o hay algo de su desnudez que es<br />

diferente a la de su gato? ¿Qué es la desnudez<br />

cuando se mira a través de los ojos del<br />

5 Con el término homo sacer, Agamben (2006) hace<br />

referencia al ser que se puede privar de la vida sin cometer<br />

asesinato o sin hacer un sacrificio sagrado. El homo sacer es<br />

una vida totalmente disponible que se encuentra entre el<br />

espacio del humano y el animal. El paradigma del homo<br />

sacer es el judío en carácter de Muselmann en el estado de<br />

excepción establecido en el campo de concentración: espacio<br />

biopolítico en el que el poder no tiene otro referente que la<br />

nuda vida. Los griegos tenían dos términos para expresar lo<br />

que nosotros entendemos por vida: zoe y bios. Zoe es un<br />

término que expresa el derecho de vivir común a todos los<br />

seres vivos y bios es un término que indica el modo de vivir<br />

de un individuo o un grupo de personas. Zoe es un término<br />

que se refiere a la vida como tal; bios, a la vida humana,<br />

política y social. La nuda vida corresponde al zoe sin bios<br />

Cuando un ser se presenta como nuda vida está en un espacio<br />

en el que la vida desnuda no tiene las atribuciones de la vida<br />

humana. La pregunta que aquí planteamos es la siguiente:<br />

¿Cuándo un cuerpo ya no es desnudable porque está<br />

completamente desnudo (sin pudor, sin deseo, sin carácter<br />

sagrado, sin erotismo) está dentro del horizonte de la nuda<br />

vida?<br />

49<br />

animal? Sobre ello, Derrida (2008: 18-19)<br />

dice: Ante el gato que me mira desnudo,<br />

¿tendría yo vergüenza como un animal que ya<br />

no tiene sentido de su desnudez? ¿O al<br />

contrario tendría vergüenza como un hombre<br />

que conserva el sentido de la desnudez?<br />

¿Quién soy yo entonces?<br />

En este horizonte, la pregunta sobre el ser está<br />

planteada en el horizonte de la desnudez:<br />

¿cuando el ser humano pierde el pudor erótico<br />

o el carácter sagrado sobre su cuerpo,<br />

entonces su desnudez sigue siendo humana o<br />

pasa a un espacio intermedio que comparte<br />

con la desnudez del animal? Las fotografías<br />

de Spencer Tunick plantean un problema<br />

similar: ¿muestran cuerpos desnudos o<br />

cuerpos abandonados del pudor y el erotismo<br />

humano?<br />

Tunick, S. México City 4 (Zócalo<br />

Muca/UNAM Campus) ,2007<br />

Agamben describía los campos de<br />

concentración como el espacio donde el<br />

cuerpo, el ser, han dejado de ser humanos sin<br />

por ello pasar a ser sagrados: ¿Las fotografías<br />

de Tunick nos muestran los cuerpos del homo<br />

sacer? ¿Las fotografías de Tunick nos<br />

muestran las ciudades de la modernidad tardía<br />

como cuerpos anónimos reducidos al<br />

concepto de población 6 ? ¿Las fotografías de<br />

6 En el Siglo XIX, cuando el Estado toma a la población<br />

como bien de la nación (la población-riqueza, la poblaciónmano<br />

de obra, la población en equilibrio entre su propio<br />

crecimiento y los recursos con los que dispone), entonces se<br />

instaura el biopoder: el poder se reduce a la administración<br />

de la nuda vida. Aunque a veces se quiere decir que la<br />

democracia es un gobierno del pueblo para el pueblo, la<br />

fórmula hace evidente el surgimiento de dos vidas: una clase<br />

política (bios) que administra al pueblo (zoe). Este término,


Tunick son pornográficas o muestran el modo<br />

de ser del cuerpo postmoderno en el cual ya<br />

no hay frontera entre lo público y lo privado?<br />

¿Qué sucede con la desnudez en el tiempo del<br />

internet y el biopoder después de las<br />

experiencias del campo de concentración?<br />

¿De qué modo la reproducción técnica de lo<br />

obsceno ha desnudado al ser humano? ¿Si<br />

cualquiera puede ser grabado o fotografiado<br />

sin su consentimiento y luego ser exhibido —<br />

ser subido a la web, publicado y<br />

reproducido— entonces hay posibilidad de<br />

seguir pensando el cuerpo como desnudable o<br />

arribamos a un espacio en el que los cuerpos<br />

humanos circulan sin erotismo, sin intimidad,<br />

sin privacidad, sin pudor, sin vergüenza y sin<br />

deseo en un espacio anónimo?<br />

La inversión entre realidad y artificio<br />

Benjamin (2008: 72) decía que había una gran<br />

diferencia entre el teatro y el cine: el teatro<br />

conoce por principio el emplazamiento desde<br />

el cual lo que ocurre no puede verse si más<br />

como ilusorio, pero en el cine no se da este<br />

emplazamiento respecto de la escena que se<br />

filma. La ausencia de la aparición de los<br />

aparatos del montaje hace que en el cine se<br />

pierdan las diferencias entre la realidad y el<br />

artificio. El cine ha dejado de ser un modo<br />

para representar al mundo y se ha convertido<br />

en el mundo entero. Si consideramos esta<br />

observación para el propósito de nuestro<br />

ensayo, podemos decir que la pornografía<br />

comienza a dictar el modo en que se debe<br />

pueblo, sirve para denominar la nuda vida que se administra.<br />

El pueblo (zoe) es concebido como un bien a administrar: hay<br />

que regular los nacimientos, las defunciones, las edades<br />

promedio, la capacidad de trabajo, de consumo. En este<br />

horizonte, las vidas inutilizables son desechadas (sin cometer<br />

asesinato o acto sagrado) tal como sucede hoy en México a<br />

propósito de esta maquinaria biopolítica de las fosas<br />

clandestinas y los miles de muertos anónimos. Con el<br />

anuncio de la guerra contra el narcotráfico Felipe Calderón<br />

levantó un estado de excepción que ha convertido al país en<br />

un extenso campo de concentración. En el 2007, en el Zócalo<br />

de la Ciudad de México, Tunick fotografiaba cuerpos en una<br />

desnudez deserotizada y desacralizada: ¿este tipo de<br />

fotografía es un modo de mostrar el estatuto que tiene el<br />

cuerpo para la biopolítica?<br />

50<br />

tener sexo: las caricias, los actos de placer,<br />

etc. En algunas ocasiones, sin importar que<br />

haya cámara o no, el acto sexual se practica<br />

como si estuviera aconteciendo para ser<br />

grabado.<br />

Estas inversiones entre realidad y artificio<br />

comienzan a introducir una importante<br />

paradoja a propósito de los modos de ser del<br />

cuerpo: mientras que en el campo de la<br />

pornografía los videos hardcore tienen mayor<br />

predominio, en el mundo cotidiano hay una<br />

exigencia de homogenización de los cuerpos<br />

por la imposición de la buena forma según los<br />

cánones dictados por las imágenes del<br />

mercado (Calvin Klein, Victoria’s Secret,<br />

etc.)<br />

La publicidad sugiere cuerpos completamente<br />

descontextualizados: las figuras tersas,<br />

esbeltas y aterciopeladas de los espectaculares<br />

dictan como imperativo categórico los moldes<br />

que debe cumplir la imagen del cuerpo. En la<br />

práctica clínica, nos encontramos con más<br />

hombres y mujeres que prefieren ver<br />

pornografía en vez de mirar la desnudez<br />

propia y del partenaire. Les genera mayor<br />

excitación las imágenes pornográficas que el<br />

acto sexual. Todo parece suceder como si el<br />

cuerpo real (aquel que tiene grasa, celulitis,<br />

cicatrices, estrías, vello púbico, genitales, ano,<br />

secreciones, dolor) sólo fuera soportable en la<br />

pantalla del hardcore. Esto genera una gran<br />

contradicción: la vida sexual transcurre cada<br />

vez más frente al monitor que en la vida<br />

llamada real.<br />

La captación por la imagen.<br />

En primera instancia, en comparación con los<br />

discursos y las prohibiciones, parece que la<br />

imagen otorga un mayor espacio de libertad;<br />

sin embargo, aliena de otro modo: la imagen<br />

captura en una lógica del todo o nada. La<br />

imagen tiene un modo distinto de atar: el<br />

discurso enajena en el ámbito del ideal del yo


y la creencia, la imagen en el campo del yo<br />

ideal y el narcisismo. La imagen no permite<br />

los matices del discurso y las creaciones<br />

poéticas de la palabra: sí, pero no… La<br />

imagen es un bebedor de absoluto: no hay<br />

duda, no hay historia, no hay interrogación.<br />

Lo que está allí, parece que así es. Por ello, la<br />

experiencia de pensar queda abolida cuando<br />

el humano queda capturado por las imágenes<br />

del televisor o del cine: ya no puedo pensar lo<br />

que yo quiero. Y es que las imágenes en<br />

movimiento sustituyen a mis propios<br />

pensamientos, describe Georges Duhamel 7 .<br />

Los efectos de la pornografía recaen sobre la<br />

constitución del cuerpo sexuado. La actividad<br />

pornográfica proporciona una descarga de<br />

imágenes carentes de sentido que enajena al<br />

internauta en una sucesión de genitales<br />

anónimos sin referentes discursivos que le<br />

abran la posibilidad de elaborarlos y<br />

erotizarlos: ¿cómo elaborar el propio cuerpo<br />

erótico frente a un video pornográfico?<br />

Freud dice que el cuerpo erógeno es un<br />

cuerpo apuntalado, elevado, elaborado por el<br />

deseo y el discurso del otro; la pornografía es<br />

muda y carente de deseo. La pornografía<br />

funciona como un nuevo modo de sujeción<br />

sexual —de administrar el placer— que se le<br />

impone al sujeto como un acontecimiento de<br />

la des-erotización de su cuerpo a favor de la<br />

sobrexcitación puesta en la imagen.<br />

La pornografía funciona como un dispositivo<br />

de placer que tiene el modo de ser del<br />

mercado: rompe lazos sociales y exige tiempo<br />

de trabajo mal pagado para saldar la cuenta<br />

del consumo de estas imágenes fetiches. El<br />

hombre contemporáneo se regodea de su<br />

libertad, sin darse cuenta que está sujeto a<br />

dispositivos de poder muchos más anónimos<br />

y complejos: el poder es tolerable sólo con la<br />

condición de enmascarar una parte<br />

importante de sí mismo. Su éxito está en<br />

7 Citado por Benjamin (2008: 80)<br />

51<br />

proporción directa con lo que logra esconder<br />

de sus mecanismos, decía Foucault (2002:<br />

105).<br />

Cuando la sexualidad está captada por el<br />

material pornográfico, las fantasías eróticas se<br />

alienan a las imágenes que periódicamente se<br />

observan. Sin referencias simbólicas, la<br />

pulsión se solidariza a estas imágenes: las<br />

imágenes pornográficas se le escapan al<br />

espectador y le prefijan un camino rápido<br />

para la descarga de la tensión sexual. La<br />

excitación queda emplazada en unas fantasías<br />

de omnipotencia dentro de una experiencia de<br />

impotencia absoluta: mientras mira el<br />

monitor, el sujeto fantasea su participación en<br />

tremendas cogidas; sin embargo, en realidad<br />

está solitario frente a una serie de dificultades<br />

para establecer una relación erótica con otro.<br />

Estas imágenes y esta ausencia de elementos<br />

discursivos enajenan al aparato psíquico en<br />

fantasías repetitivas que quedan reducidas al<br />

acto genital. Ya no estamos en el tiempo de<br />

las prohibiciones tajantes, sino en la era de la<br />

sujeción a imágenes y a modos de satisfacción<br />

que hacen un olvido del encuentro erótico con<br />

el otro. Esto genera un nuevo sufrimiento: el<br />

de la soledad y el de la disminución o<br />

ausencia de actividad sexual; libres para ver,<br />

incitados a ver, pero solos.<br />

La vida en estado de shock.<br />

Nunca se ahondará demasiado sobre la<br />

modificación de la vida cotidiana a través de<br />

la tecnociencia: la modernidad es una vida<br />

cada vez más inquieta. La electricidad ha<br />

retirado horas de sueño; los altoparlantes,<br />

espacios de silencio. Vivimos en un mundo<br />

sobre-estimulado que Angelina Muñiz-<br />

Huberman (2002: 30) describe de este modo:<br />

Luego nos invadió la luz. Se<br />

quiso volver día la noche. Acabar<br />

con la oscuridad, ese gran<br />

remanso. Las luces de la ciudad,


ya lo advertía Chaplin, se refleja<br />

en el cielo. Se le impone al<br />

hombre la vigilia, la inquietud, el<br />

dormitar en la penumbra.<br />

Siempre hay una luz que<br />

persigue, que se hace presente,<br />

que atosiga. Pero, sobre todo, el<br />

sonido. La imposibilidad de<br />

escapar al ruido. El volumen ha<br />

sido subido también hasta el<br />

cielo. No nos es dado concebir el<br />

silencio. Tan alto temor el<br />

nuestro de estar a solas, a<br />

oscuras, en silencio. Y, claro, el<br />

caos. Todo ello son muestras del<br />

caos.<br />

Además de estar hiperestimulados, vivimos<br />

entre insultos, gritos, empujones, choques,<br />

atropellados… Benjamin decía que en las<br />

ciudades modernas se vive en un constante<br />

peligro de muerte. En este horizonte, sitúa al<br />

cine como la forma artística correspondiente a<br />

esta vida en estado de shock: sonidos<br />

estridentes, imágenes volátiles, luces<br />

brillantes, pantallas gigantes… Si tomamos<br />

esta observación y la pensamos a propósito de<br />

la pornografía, podemos des-cubrir una<br />

hipersexualización de nuestras ciudades: los<br />

cuerpos desnudos y semidesnudos se<br />

multiplican en espectaculares, videos y<br />

comerciales; las frases con contenido sexual<br />

avasallan la radio, la televisión, el internet…<br />

Mayor estimulación sexual no significa<br />

necesariamente mayor placer o mayor<br />

satisfacción. La vida en la ciudad es una<br />

existencia hiper-estimulada e hiper-excitada<br />

que busca una satisfacción rápida, pero vacía.<br />

La pornografía corresponde a las<br />

transformaciones en el modo en que<br />

existimos: unas transformaciones que<br />

podemos resumir como un proceso de<br />

individualización, una dificultad para<br />

establecer lazos sociales, un retraimiento del<br />

discurso, una sobresaturación de imágenes,<br />

52<br />

una falta de vínculos afectivos, un cuerpo<br />

sobre-excitado…<br />

La pornografía es un componente más<br />

de un modo de existir que transcurre en un<br />

constante estado de shock. El consumo de<br />

material pornográfico tiene un efecto<br />

paradójico: cuanto más se consume<br />

pornografía, mayor excitación y mayor<br />

necesidad de seguir consumiendo. Esto hace<br />

que la pornografía sea un espacio de grandes<br />

ganancias económicas 8 . A través de la<br />

pornografía, el mercado se vuelve a colocar<br />

como objeto privilegiado de la pulsión: la<br />

economía libidinal se sustituye por economía<br />

de mercado 9<br />

8 La pornografía es un negocio: según Top Ten Reviews, los<br />

ingresos de la industria pornográfica en internet fueron —al<br />

menos— de 97.06 billones de dólares en 2006 (mayor a<br />

todas las grandes compañías de tecnología<br />

juntas, como Microsoft, Google, Amazon, eBay,<br />

Yahoo!, Apple, Netflix y Earthlink). China, Corea<br />

del Sur, Japón y Estados Unidos son los países<br />

que mayores ganancias obtienen. La llamada<br />

industria porno tiene su mayor mercado en<br />

internet; los formatos en DVD están en declive<br />

(las ventas de video en Estados Unidos en 2005<br />

fueron de 4.28 billones de dólares y en el 2006<br />

sólo de 3.62 billones, mientras la venta por web<br />

aumentó 0.34 billones de dólares de un año a<br />

otro). Se estima que el 42% de usuarios de<br />

internet ven pornografía y que el 12% de los<br />

sitios web son pornográficos. Hay páginas web que<br />

ofrecen escenas nuevas cada día. Internet parece una gran<br />

maquinaria de producción de mercancía pornográfica.<br />

Solamente Estados Unidos, en el 2006, contaba con 244<br />

millones de páginas web de pornografía. Según el informe de<br />

Top Ten Reviews, México es el 7º país en el top ten en<br />

búsquedas en la Web con la palabra clave XXX. La edad<br />

promedio en que una persona comienza a mirar páginas<br />

pornográficas es de 11 años. El mayor consumidor de<br />

pornografía son hombres y mujeres entre los 35 y 49 años. La<br />

industria porno cada vez avanza más y se comienza a incluir<br />

teléfonos celulares, I-Pod y consolas de video. El informe<br />

Top Ten Reviews fue consultado, el 31 de octubre de 2011, en<br />

esta página web: http://internet-filterreview.toptenreviews.com/internet-pornographystatistics.html<br />

9 Que la mercancía se proponga como objeto privilegiado de<br />

la pulsión en la era del capitalismo total ha sido una<br />

observación desarrollada por varios filósofos; por ejemplo:<br />

Lyotard y Dufour. Sobre este tema, citamos a Dany-Robert<br />

Dufour (2009: 87-88): esta conexión de las dos economías<br />

(comercial y pulsional) es, al fin de cuentas, lo que explica la<br />

fuerza y la influencia actual del relato de la mercancía. Se


El reclamo de la técnica de material<br />

humano<br />

En La pregunta por la técnica, Heidegger<br />

dice que su esencia está en el peligro que<br />

esconde: la técnica puede escapar al dominio<br />

del hombre sin que este se dé cuenta.<br />

Benjamin decía que la guerra era el único<br />

acontecimiento humano que podía poner a<br />

funcionar en todo su esplendor a todos sus<br />

aparatos sin perder la plusvalía puesta sobre<br />

ellos. La técnica reclama sangre humana para<br />

seguir funcionando: en lugar de canalizar los<br />

ríos, ella desvía la corriente humana para<br />

colmar el lecho de sus trincheras; en lugar de<br />

esparcir semillas desde la altura de sus<br />

aeroplanos, va arrojando sobre las ciudades<br />

sus racimos de bombas incendiarias<br />

(Benjamin, 2008: 85). Si consideramos a la<br />

pornografía como la reproductibilidad técnica<br />

de lo obsceno, entonces podemos decir que la<br />

pornografía se ha escapado del dominio del<br />

hombre. El mercado pornográfico comienza a<br />

reclamar vida humana.<br />

Desde el psicoanálisis, sabemos que el<br />

acto sexual es el placer de placeres: además<br />

de producir sentido, aumentar el sentimiento<br />

de sí y hacer vínculo social, otorga una<br />

elevada satisfacción corporal. En El banquete,<br />

el acto sexual fue descrito por Aristófanes<br />

como el consuelo que los dioses les otorgaban<br />

a hombres y mujeres: Zeus trasladó los<br />

trata, en resumen, de poner frente a cada deseo (por<br />

definición, “sin objeto”), de todo deseo, sea el que fuere (de<br />

orden cultura, práctico, estético, de distinción social, real o<br />

falsamente médico, de prestancia, de adorno, sexual…), un<br />

objeto fabricado disponible en el mercado de los bienes de<br />

consumo. En el relato de la mercancía, cada deseo debe<br />

encontrar su objeto. […] el sujeto, al haber buscado la<br />

satisfacción de su deseo en el objeto, descubre, dada la<br />

naturaleza de la pulsión “que tampoco era eso”, que falta<br />

que había suscitado el deseo aún persiste. Esta decepción<br />

consecutiva a la obtención de cada objeto es la mejor aliada<br />

de la extensión ampliada de la mercancía, en la medida en<br />

que lo que hace se relanza el ciclo de la demanda de objetos.<br />

Si “tampoco era eso”, uno se siente impulsado a volver a<br />

demandar. La decepción por la obtención del objeto es el<br />

resorte más potente del poder del relato de la mercancía.<br />

53<br />

órganos genitales hacia la parte delantera para<br />

que los humanos encontraran satisfacción en<br />

el abrazo; así, podían descansar y volver a sus<br />

trabajos. ¿Qué podría hacer el humano sin el<br />

consuelo que le otorga la cúpula amorosa?<br />

Morir de inanición, dice Aristófanes. Sin<br />

embargo, el hombre de nuestra cultura<br />

renuncia a este consuelo por la banal<br />

satisfacción de las imágenes reproducidas en<br />

el monitor. Mientras crece la industria porno,<br />

disminuye la actividad sexual. Nos<br />

encontramos en la época de un deseo frío,<br />

según Michel Tort (1994), en donde hombres<br />

y mujeres se reproducen en laboratorio<br />

(fecundación en vitro) y se reservan sus<br />

impulsos sexuales para descargarlos frente a<br />

un televisor. Arribamos a un espacio social en<br />

donde cada vez se promulga con mayor fuerza<br />

y desconsuelo la opción de una vida<br />

asexuada:<br />

Las cuestiones de la emancipación<br />

sexual y del goce erótico ya no<br />

constituyen el centro de los<br />

debates colectivos; aparecen<br />

nuevas tendencias, como el “no<br />

sex”, la rehabilitación de la<br />

castidad y la templanza. Mientras<br />

que en Estados Unidos evocan el<br />

fenómeno del “low sexual desire”,<br />

en Alemania la prensa cita<br />

diversos testimonios de jóvenes<br />

que estiman que “con una vez por<br />

semana basta” (según la OMS,<br />

entre el 15% o 20% de los<br />

hombres y de las mujeres<br />

carecerían de todo deseo sexual);<br />

somos testigos de una<br />

despasionalización y una<br />

desideologización de las<br />

cuestiones libidinales.<br />

Aprehendido cada vez más como<br />

una esfera deslastrada de toda<br />

fuerza transgresiva y de todo nexo<br />

con la falta religiosa, el sexo ha<br />

perdido su antigua preeminencia y


es objeto de menor implicación<br />

tanto colectiva como individual.<br />

(Lipovetsky, 2007: 54)<br />

Para cumplir con esta existencia fundada en el<br />

no-sex, los hombres y las mujeres miran en<br />

secreto 10 material pornográfico finamente<br />

clasificado. Hoy en día, el sexo se vive con<br />

menos deseo y más pornografía. En varias<br />

ocasiones, Freud ya había llamado la atención<br />

sobre la mojigatería estadounidense. Aquí,<br />

podemos apuntar otro rasgo: mientras que<br />

crece un juicio cada vez más cruel contra la<br />

alteridad sexual (mal nombrada infidelidad),<br />

en Norteamérica se coloca la pornografía<br />

como un espacio posible de goce exento de<br />

dolor y desengaño.<br />

Se sabe que la gran mayoría de la actividad<br />

pornográfica está asociada a la masturbación;<br />

¿la masturbación pornográfica será el modo<br />

prioritario de satisfacción sexual en las<br />

sociedades cibernéticas? Frente a este<br />

panorama, nosotros no podemos dejar de<br />

recordar que la masturbación está ligada a<br />

fantasías incestuosas. Podemos decir que la<br />

pornografía entrona al niño maravilloso que<br />

la madre pudo haber esperado asexuado 11 : lo<br />

resguarda del otro y lo mantiene en la<br />

endogamia.<br />

A modo de conclusión.<br />

Si al inicio de este trabajo proponíamos una<br />

hipótesis (en la sociedad contemporánea la<br />

pornografía comienza a ser un dispositivo<br />

frecuente en los modos de la iniciación<br />

10 Según el informe de Top Ten Reviews, el 70% de las<br />

mujeres que ven pornografía en internet, lo hacen en secreto<br />

y de buena gana lo niegan.<br />

11 En Introducción del narcisismo, Freud ligó el yo ideal al<br />

narcisismo de los padres a través de la imagen del niño<br />

maravilloso (His Majesty the Baby) que lo suponen<br />

asexuado: así prevalece una compulsión a atribuir al niño<br />

toda clase de perfecciones y a encubrir (para lo cual un<br />

observador desapasionado no descubriría motivo alguno) y<br />

olvidar todos sus defectos (lo cual mantiene estrecha<br />

relación con la desmentida de la sexualidad infantil) (Freud,<br />

AE XIV: 88).<br />

54<br />

sexual), ahora podemos suponer este peligro:<br />

la pornografía puede mostrar y aleccionar en<br />

el quehacer sexual, pero no puede transmitir<br />

nada sobre el deseo y el erotismo. La<br />

pornografía funciona como un objeto fetiche<br />

que deniega el deseo. La pornografía hace<br />

imposible la actividad sexual con el otro.<br />

Considerando que los jóvenes inician a ver<br />

pornografía alrededor de los 11 años,<br />

podemos decir que la generación del 2,000<br />

serán aquellos hombres y mujeres que<br />

primero miraron la oferta sexual por internet y<br />

luego la ensayaron. ¿Qué sucede con este<br />

modo de iniciación sexual pornográfico?<br />

Aquí, de pasada, sólo destacaré una<br />

posibilidad hipotética: cuando un adolescente<br />

mira material pornográfico no sólo observa<br />

genitales, sino que intenta elaborar su cuerpo<br />

sexuado. Sin embargo, el chico y la chica<br />

quedan completamente alienados a estas<br />

imágenes: el adolescente comienza a<br />

descubrir su pene demasiado chico, sus<br />

pectorales poco musculosos, sus nalgas<br />

planas, la joven mira sus senos muy<br />

pequeños, su panza demasiado voluminosa,<br />

sus piernas muy delgadas… En la<br />

pornografía, el cuerpo queda deserotizado<br />

frente aquellas imágenes del sexo semejante<br />

que funcionan como bebedoras de absoluto.<br />

Así, el psiquismo se aliena a los modos del<br />

goce de una fantasía enajenada. El<br />

adolescente comienza la pubertad en el acto<br />

de mirar imágenes magnificadas de un otrosemejante-omnipotente:<br />

goza imaginando que<br />

obtiene el placer de aquel hombre o de<br />

aquella mujer del video. Las preguntas por el<br />

propio cuerpo y el otro sexo quedan soldadas<br />

a la reproducción de las imágenes obscenas<br />

sin estética, sin discurso y sin carácter<br />

sagrado. Se despliega así un modo de goce<br />

alienado al narcisismo de la época: un<br />

narcisismo que se nutre de la melancolía, del<br />

desierto y del odio al Yo y que despliega su<br />

admiración a las imágenes propuestas por la<br />

publicidad y el mercado.


Podemos decir que la pornografía es un<br />

espacio narcisista clásico de nuestra época 12 :<br />

la pornografía satisface aislando y no ofrece<br />

ninguna respuesta sobre la castración como<br />

verdad del sexo. En la era de la pornografía,<br />

las relaciones con el otro son cada vez menos<br />

posibles. Cada quien se resguarda en las<br />

páginas web de su preferencia. Los hombres y<br />

las mujeres cada vez se sienten más<br />

angustiados para afrontar las preguntas sobre<br />

la castración como causa del deseo: ¿Cómo<br />

hacer frente al deseo del otro? ¿Qué hacer con<br />

el cuerpo en falta? ¿Cómo hacer de la<br />

castración el fundamento del encuentro con el<br />

otro? ¿Cómo hacer lazo erótico con el otro en<br />

la excitación de las faltas mutuas? He allí las<br />

preguntas que los penes y las vulvas del<br />

internet no pueden responder, pero sí pueden<br />

denegar y generar muchas ganancias<br />

económicas. El problema más grave de la<br />

pornografía es la creciente deserotización del<br />

cuerpo propio a favor de la carga libidinal de<br />

la imagen porno. Un cuerpo no erotizado es<br />

un cuerpo que pierde cada vez más el aura<br />

que lo hace humano. Con los cuerpos no<br />

desnudables y no sacralizados de la<br />

pornografía estamos frente a problemas que<br />

se pueden discutir en el paradigma de la nuda<br />

vida. Por lo pronto, el mercado ha atrapado<br />

dentro de sus redes aquellos placeres que<br />

hombres y mujeres se podrían donar<br />

gratuitamente. En la era del capitalismo total,<br />

entre el clik y clik del mouse, la vida sexual se<br />

empobrece y el internet se satura…<br />

11 de noviembre de 2011;<br />

Guadalajara, Jal.<br />

12 Varios autores ven en Narciso (no en Edipo) el héroe<br />

trágico de la postmodernidad. Según estos planteamientos, el<br />

narcisismo se ha convertido en el modo de ser común en una<br />

cultura en la cual el Yo de cada individuo es pivote y figura<br />

central de los anhelos y quehaceres cotidianos. Entre estos<br />

autores, se puede destacar a G. Lipovetsky, R. Senett, Chr.<br />

Lasch, J. Hougan, P. Marin.<br />

Referencias:<br />

55<br />

Agamben, G. (2006) Hom sacer. El poder<br />

soberano y la nuda vida. Trad. y notas:<br />

Antonio Gimeno Cuspinera. Valencia: Pretextos,<br />

2006.<br />

Barthes, R. (2004). Fragmentos de un<br />

discurso amoroso. Trad. Eduardo Molina. 17º<br />

ed. México: Siglo veintiuno, 2004.<br />

Barthes, R. (2009) La cámara lúcida. Notas<br />

sobre la fotografía. Trad. Joaquim Sala-<br />

Sanahuja. Barcelona: Ediciones Paidós<br />

Ibérica, 2009.<br />

Bataille, G. (2008) Lo sagrado en La<br />

conjuración sagrada, ensayos 1929-1939.<br />

Trad. Silvio Mattoni. Buenos Aires: Adriana<br />

Hidalgo editora, 2008.<br />

Benjamin, W. (2008) La obra de arte en la<br />

época de su reproductibilidad técnica en<br />

Obras, libro 1, vol. 2. Edición de Rolf<br />

Tiedemann y Hermann Schweppenhäuser.<br />

Trad. Alfredo Brotons Muñoz. Madrid: Abada<br />

editores, 2008.<br />

Camus, A. (2008) El mito de Sísifo. Trad.<br />

Esther Benítez. Madrid: Alianza editorial,<br />

2008.<br />

Derrida, J. (2008) El animal que luego estoy<br />

si(gui)endo. Trad. Cristina de Peretti y<br />

Cristina Rodríguez Marciel. Madrid: Trotta,<br />

2008.<br />

Derrida, J. Dufourmantelle, A. La<br />

hospitalidad. Trad. y prólogo de Mirta<br />

Segoviano. Buenos Aires: Ediciones de la<br />

flor, 2000<br />

Dufour, Dany-Robert. (2009) El arte de<br />

reducir cabezas. Sobre la nueva servidumbre<br />

del hombre liberado en la era del capitalismo


total. Trad. Alcira Bixio. Buenos Aires:<br />

Paidós, 2009.<br />

Freud, S. Obras completas. Ordenamiento,<br />

comentarios y notas de James Strachey, con<br />

la colaboración de Anna Freud. 2ª ed. Buenos<br />

Aires: 2000. Todas las citas de esta obra están<br />

indicadas con las iniciales AE y precedidas<br />

del número de volumen consultado.<br />

Foucault, M. (2002). Historia de la<br />

sexualidad. Vol. 1: la voluntad de saber.<br />

Trad. Ulises Guiñazú. 29ª edición. México:<br />

Siglo veintiuno, 2002.<br />

Heidegger, M. (2001) La pregunta por la<br />

técnica, en Conferencias y artículos. Trad.<br />

Eustaquio Barjau. 2ª ed. revisada. Barcelona:<br />

Ediciones del Serbal, 2001<br />

Lipovetsky, G. (2007) La tercera mujer.<br />

Permanencia y revolución de lo femenino.<br />

Trad. Rosa Alapont. 6ª ed. Barcelona:<br />

Anagrama, 2007.<br />

Márai, S. El último encuentro. Trad. Judit<br />

Xantus Szarvas. 2ª ed. Barcelona: Ediciones<br />

salamandra, 2010.<br />

Muñiz-Huberman, A. (2002). El siglo del<br />

desencanto. México: FCE, 2002.<br />

Pizarnik, A. (2003a) Diarios, edición a cargo<br />

de Ana Becciú. Buenos Aires: Lumen, 2003<br />

Pizarnik, A. (2003b). Poesía Completa (1955-<br />

1972). 5ª edición. Edición a cargo de Ana<br />

Becciú. Buenos Aires: Lumen, 2003.<br />

56<br />

Quignard, P. (2005) El sexo y el espanto.<br />

Trad. Ana Becciú. Barcelona: Editorial<br />

Minúscula, 2005.<br />

Platón. Banquete en Diálogos. III.<br />

Traducciones, introducciones y notas por<br />

C.García Gual, M. Martínez Hernández, E.<br />

Lledó Íñigo. Madrid: Editorial Gredos, 2008.<br />

Rosset, C. (2004) Lo real. Tratado de la<br />

idiotez. Trad. e introducción de Rafael del<br />

Hierro. Valencia: Pre-Textos, 2004.<br />

Sade, M. (2005) Filosofía del tocador. Trad.<br />

Rafael Rutiaga. 2ª ed. México: Grupo<br />

Editorial Tomo, 2005.<br />

Tort, M. (1994). El deseo frío. Procreación<br />

artificial y crisis de las referencias<br />

simbólicas. Trad. Laura Lambert. Buenos<br />

Aires: Nueva visión, 1994.<br />

http://internet-filterreview.toptenreviews.com/internetpornography-statistics.html<br />

(página web<br />

consultada el 31 de octubre de 2011)<br />

Imágenes:<br />

Courbet, G. L'origine du monde (1866):<br />

http://www.musee-orsay.fr<br />

Mapplethorpe, R (1975), Self Portraits:<br />

http://www.mapplethorpe.org/<br />

Tunick, S. México City 4 (Zócalo<br />

Muca/UNAM Campus),2007:<br />

http://www.spencertunick.com


“El Gobierno de Quebec tenía el rostro de mi<br />

padre”<br />

La puesta en acto del parricidio en el crimen del cabo Lortie<br />

Importancia otorgada al padre en la<br />

estructuración psíquica del sujeto es de vital<br />

interés dentro del psicoanálisis ya que cumple<br />

dos funciones que son: la función protectora y<br />

la función prohibitiva, que se hacen patentes<br />

dentro del complejo de Edipo. En 1938<br />

Jaques Lacan en su artículo sobre la familia<br />

destaca estás dos funciones y como la<br />

declinación social contemporánea de la imago<br />

paterna es causante de las psicopatologías. El<br />

papel del padre aparece dentro del complejo<br />

de Edipo como tercer termino que, al mediar<br />

la relación dual imaginaria entre el niño y la<br />

madre este lo salva de la psicosis y le hace<br />

posible el acceso a través de la prohibición<br />

del incesto a la existencia social. De tal forma<br />

el padre es algo más que un mero rival con el<br />

cual se compite por alcanzar el amor de la<br />

madre; es el representante del orden social<br />

como tal y sólo identificándose con él se logra<br />

devenir sujeto. Es importante señalar que el<br />

padre puede ser: real, simbólico o imaginario,<br />

siguiendo el ternario propuesto por Lacan en<br />

el seminario XXII, RSI, de 1974-1975, en<br />

donde el padre real es en su origen mítico, es<br />

contingente, no es necesario, sólo existe como<br />

espermatozoide, la ciencia se ha encargado de<br />

destituirlo con la inseminación artificial, la<br />

clonación y el estudio del ADN, es el Urvater,<br />

padre primordial de la horda primitiva<br />

57<br />

Francisco Javier Herrera Amavizca<br />

¿Qué es ser un padre? Este fue para Freud el problema central,<br />

el punto fecundo que oriento verdaderamente su enseñanza.<br />

Jacques Lacan<br />

propuesto por Freud en Tótem y tabú;el padre<br />

simbólico es el nombre del padre<br />

construcción recreada por la madre en donde<br />

la cultura, la civilización y la Ley hacen<br />

semblante y por último el padre imaginario<br />

que parte de los costructos imaginarios: el<br />

padre protector y benefactor que a su vez es el<br />

agente de la privación. Entonces al hablar de<br />

padre vemos que no se trata tan solo de una<br />

función simbólica, es un nombre implica algo<br />

más que la realidad biológica. Puede surgir la<br />

pregunta, ¿Qué ocurre en las familias en las<br />

que sólo queda la madre como progenitor?, lo<br />

que importa destacar aquí con respecto a la<br />

pregunta, es hacer notar el como la madre<br />

indica la existencia de una red simbólica con<br />

la que ambos están ligados y a la cual<br />

pertenecen, el lenguaje; o por el contrario<br />

ocurre que en ausencia de ello el nombre del<br />

padre queda ausente del universo psíquico<br />

favoreciendo a un devenir psicótico.<br />

Jaques Lacan toma el término Verwerfung, de<br />

Sigmund Freud que tradujo al francés como<br />

forclusión para designar el rechazo radical del<br />

nombre del padre es decir del campo de lo<br />

simbólico. Si este elemento es forcluido no<br />

puede retornar en lo simbólico más que en<br />

forma de retorno desde lo real como<br />

alucinaciones. En la psicosis hay una


forclusión del Nombre del padre, no se lo<br />

reprime como en la neurosis, se lo anula<br />

totalmente y en el desencadenamiento de la<br />

psicosis, en los delirios psicóticos aparecen<br />

temas vinculados a la idea de paternidad, por<br />

ejemplo: en el caso del hombre ser padre o en<br />

la mujer el que le entreguen a su bebé después<br />

del parto, también el tratarse de una<br />

promoción laboral o de un cambio de status<br />

simbólico que el sujeto experimenta en el<br />

mundo. Para ilustrar dichas apreciaciones<br />

veamos lo ocurrido el 08 de Mayo de 1984 en<br />

Quebec Canadá y el estudio de los<br />

acontecimientos que llevaron a Denis Lortie<br />

un militar en activo a irrumpir violentamente<br />

en la asamblea general del gobierno de<br />

Quebec con la intención de dar muerte al<br />

gobierno y en su camino a dicho recinto mata<br />

a 3 personas y hiere a 8 más que se encontró a<br />

su paso, pero el impasse vino al darse cuenta<br />

que la asamblea no sesionaba ese día, la sala<br />

estaba vacía y su plan de culminar su obra en<br />

un momento de esplendor sellando su p-acto<br />

con el suicidio se vieron frustrados. Sentado<br />

en el sillón principal de la sala cuelga su<br />

gorra, se quitá su prótesis dental lanzandola<br />

lejos, dispara ráfagas en diferentes<br />

direcciones esperando que las fuerzas<br />

policíacas hicieran el intento de aprehenderlo.<br />

René Jalbert, antiguo oficial convertido en<br />

sargento de armas de la Asamblea llega a<br />

negociar con Lortie su rendimiento:<br />

Jalbert: Quisiera que me explicaras por qué<br />

se ha hecho esto, por qué semejante<br />

experiencia?<br />

“ Lortie: No puedo decírtelo. No es mi<br />

corazón, es mi cabeza.<br />

J.: Entonces, ¿tú no sabías lo que<br />

hacías?<br />

L: ¡Ah! En un sentido sí.<br />

[…]<br />

J.: Esto va a detener el impulso de tu<br />

carrera.<br />

L:Sí lo sé. Pero sobre esto yo no<br />

puedo hacer nada.<br />

J.: Bien, sí, tú puedes hacer algo.<br />

58<br />

L.: ¿Qué es lo que quieres que<br />

haga?¿Que me haga arrestar?<br />

J.: Escucha.<br />

L.: Me van a acusar de setenta y cinco<br />

muertes, tal vez de cuarenta y cinco, no sé.<br />

J.: No has matado a nadie.<br />

L.: He herido a un mundo; eso si<br />

puedo decirlo.<br />

J.: Has herido, pero escucha.<br />

L.: Tentativa de homicidio, si eso, lo<br />

sé […] ¿Qué es lo que acabo de hacer?<br />

No me lo preguntes a mí, no soy<br />

yo, es mi cabeza”. (Pierre Legendre, El<br />

crimen del cabo Lortie. Tratado sobre el<br />

padre). 1<br />

“El gobierno de Quebec tenía el rostro de mi<br />

padre”<br />

Denis Lortie<br />

El crimen del cabo Lortie se articula con una<br />

situación familiar en la cual lo prohibido es<br />

trastocado por el terror infringido por el padre<br />

a manera de urvater padre gozador de las<br />

mujeres de la horda-familia, ley en donde el<br />

no-límite (es decir ser un padre sin<br />

restricciones, ni prohibiciones culturales,<br />

totalitario y abusivo), equivale a la anulación<br />

de él mismo como figura de identificación e<br />

ideal del yo. ¿Por qué el cabo Lortie dirige<br />

como blanco de su ataque al gobierno de<br />

Quebec y no contra su padre?. Porque Lortie<br />

padre es el gran ausente de la escena trágica,<br />

aunque es hacia él quién va dirigido dicho<br />

act-o premeditado de manera delirante.<br />

¿Donde estaba el padre?, esté se encontraba<br />

fuera del espectro familiar debido a un<br />

proceso y condena de 3 años de cárcel, por la<br />

denuncia de su comportamiento violento en<br />

contra de sus hijos y por violar a una de sus<br />

hijas la cual engendra un hijo producto de<br />

dicho acto. Con ello la confusión de los<br />

integrantes de dicha familia con respecto a la<br />

subjetividad y los actos posteriores a ello: una<br />

de sus hermana se suicida, en el año de 1975<br />

después de haber ahogado a un hijo adoptivo<br />

de 4 años de edad, otro de sus hermanos tras


una discusión familiar se lanza al vacío por la<br />

ventana y Denis Lortie pone en acto su deseo<br />

de dar muerte al padre como intento de<br />

librarse de su presencia angustiante desde lo<br />

real.<br />

El incesto para dicho padre no esta prohibido<br />

o dicho de otra manera reinaba como dueño<br />

absoluto de los cuerpos y del destino de los<br />

integrantes de la familia.<br />

En año de 1969 Denis Lortie y sus 3<br />

hermanos mayores concibieron un plan el<br />

cual consistía en dar muerte a su padre con el<br />

uso de cuerdas, garrotes y herramientas que<br />

ocultaron dentro de la casa para hacer uso de<br />

ellas en el atentado contra su padre, fantasía<br />

que 15 años después iba a ser representada<br />

como acto loco.<br />

¿Qué representa éste padre para sus<br />

hijos?¿cómo se viene a presentar el vínculo<br />

para con el padre?; como una renuncia a no<br />

ser aquel padre a no querer identificarse con<br />

él y en lugar de sostener la deuda de símbolos<br />

con la Ley, la rechaza.<br />

“La ley que prohíbe y dice: “no todo<br />

puedes”, pierde eficacia y el sujeto<br />

queda a merced a la locura del “todo<br />

puedes”:al homicidio planteado<br />

en términos de destrucción o autodestrucción<br />

al incesto”.<br />

(Marta Gerez Ambertín, Culpa<br />

responsabilidad y castigo<br />

en el discurso jurídico y Psicoanalítico).<br />

“...asistimos a las llamadas “patologías del<br />

acto, en las<br />

cuales el hacer reemplaza al decir”.<br />

(José E. Milmaniene, El goce y la Ley).<br />

Utilizando la palabra herencia en el sentido<br />

del latín hereditas, concepto jurídico romano,<br />

nos remite al elemento de lo heredado a saber<br />

la transmisión genealógica, el linaje y el<br />

nombre.”Heredamos del padre los bienes,<br />

59<br />

pero también los males”.(Néstor Braunstein).<br />

La identidad para el sujeto surge de un<br />

proceso forzado, en el cual nadie puede<br />

escoger a sus progenitores, ni la familia en<br />

que advendrá. Nacer posibilita el movimiento<br />

en la cadena generacional dentro de una<br />

familia que da cuenta de la filiación de sus<br />

generaciones, de su linaje de su heráldica.<br />

Etimológicamente la palabra filiación<br />

proviene del latín filus: hijo, que es de la<br />

misma familia que afiliar y que a su vez<br />

afiliar deriva del latín medieval affiliare, que<br />

contiene dos acepciones, asociar, unir y tomar<br />

como hijo. Por ello un hijo es un hijo de las<br />

instituciones: familia, iglesia y estado en tanto<br />

se es afiliado, asociado a ellas en palabras en<br />

símbolos transmisibles es por ello que Lortie<br />

no puede escapar del proceso identificatorio<br />

ya que en el nombre y apellido lleva la marca<br />

de lo que su padre fue para consigo y su<br />

familia. La violencia de su padre, la<br />

transgresión, la locura de crimen y la<br />

preparación movilizan la renuncia al padre,<br />

mas sin embargo lo que busca es matar<br />

aquello que lo mantiene presa de la angustia y<br />

el miedo de llegar a ser como su padre y lo<br />

muerde en lo más profundo de su alma: el<br />

acceso a la paternidad de sus dos hijos.<br />

El enrolarse en el ejército le permitió<br />

estabilizarse pero a su vez fue también el<br />

motivo de la irrupción alucinatoria, la<br />

aparición de la cara de su padre en el rostro de<br />

uno de sus superiores, el sargento Chénier,<br />

quien ante la negativa o rechazo de un<br />

permiso vacacional se enfrenta con él en una<br />

disputa...”y...sucedió algo, vi como una cara,<br />

el semblante de mi padre me vino a la mente”,<br />

relata Denis lortie ante los tribunales. El padre<br />

forcluido no puede retornar en lo simbólico,<br />

ya que fue excluido retorna en lo real bajo la<br />

forma de alucinación ante la negativa de su<br />

superior se enfrenta en el terreno de lo<br />

absoluto en que se ha convertido el gobierno<br />

de Quebec. Las contradicciones delirantes<br />

por conquistar al padre convirtiéndose en un


homicida consumado por intentar zanjar el<br />

camino a la metáfora del padre muerto y<br />

ocupar su lugar y trasmitir su legado: “Lo que<br />

he hecho, no ha sido para mí, sino para el<br />

mundo futuro”. Fue juzgado en el mes de<br />

Enero del año 1985,2 como culpable por<br />

homicidio en primer grado, la sentencia que<br />

se le dictó fue la de permanecer en prisión de<br />

por vida, con la imposibilidad de pedir su<br />

libertad a la comisión de libertades<br />

condicionales hasta cumplir 25 años de<br />

encarcelamiento.<br />

Notas:<br />

1. Para el psiquiatra Pierre Mailloux, quien<br />

fuera asignado al caso, Lortie sufría de<br />

esquizofrenia paranoide y organizó el crimen<br />

durante un episodio psicótico creyendo<br />

recibir instrucciones de Dios.<br />

2. En 1995, diez años después, fue puesto en<br />

libertad condicional bajo palabra por el<br />

gobierno de Quebec.<br />

Referencias bibliográficas:<br />

Freud, Sigmund (1913/1979). Tótem y Tabú,<br />

OC, tomo XIII, Argentina: Amorrortu<br />

Editores.<br />

Gerez Ambertín, Marta (1999). Culpa<br />

responsabilidad y castigo en el discurso<br />

jurídico y Psicoanalítico (La cuestión de la<br />

imputabilidad e inimputabilidad), Argentina:<br />

Facultad de psicología Universidad Nacional<br />

del Tucumán U.N.T.<br />

Lacan, Jacques (1938/2003).La Familia,<br />

Buenos Aires: Editorial Argonauta.<br />

Legendre, Pierre (1994).El crimen del cabo<br />

Lortie. Tratado sobre el padre, México: Siglo<br />

XXI Editores.<br />

Milmaniene José E. (1995). El goce y la Ley,<br />

Argentina: Editorial Paidós.<br />

fcojavier_herrera@hotmail.com<br />

Fe de erratas:<br />

La primer nota va seguida del diálogo entre<br />

Jalbert Y Lortie:<br />

60<br />

No me lo preguntes a mí, no soy yo, es mi<br />

cabeza”. (Pierre Legendre, El crimen del cabo<br />

Lortie. Tratado sobre el padre). 1<br />

La segunda nota va en el último párrafo<br />

seguida de la fecha 1985:<br />

Fue juzgado en el mes de Enero del año<br />

1985, 2 como culpable por homicidio en<br />

primer grado, la sentencia que se le dictó fue<br />

la de permanecer en prisión de por vida, con<br />

la imposibilidad de pedir su libertad a la<br />

comisión de libertades condicionales hasta<br />

cumplir 25 años de encarcelamien


Intento fallido de escapar del inconsciente<br />

El sentir de una estudiante del psicoanálisis<br />

Cuando se inicia la formación en<br />

psicoterapia psicoanalítica es porque se<br />

tiene inquietudes y se percibe que hay<br />

algo más allá de lo aparente, más allá de<br />

lo común; es decir el inconsciente. Nos<br />

adentramos en el camino siguiendo la<br />

línea de pensamiento que nos sugiere<br />

Freud, creando en nosotros mismos un<br />

pensamiento que nos lleva a la<br />

comprensión de la maravilla humana, se<br />

busca el esclarecer síntomas, actitudes,<br />

personalidades, problemas; nos<br />

enfrascamos en la búsqueda del saber,<br />

pero ¿es solo por saber o por<br />

entendernos? Somos nosotros mismos<br />

61<br />

Madaleidy Guadalupe. Ochoa Gómez.<br />

los que buscamos la comprensión de<br />

nuestro ser.<br />

Nada es coincidencia ni casualidad,<br />

todo está regido por un inconsciente, ya<br />

sea colectivo o individual.<br />

Esto nos lleva a la creencia o anhelo de<br />

la libertad de pensar, de sentir, y de<br />

actuar. Sin embargo, a través del<br />

proceso de vivir notamos que todos<br />

somos presa del inconsciente; esto no<br />

quiere decir que sea malo o bueno<br />

simplemente es, no decidimos si no es<br />

porque hay una relación con nuestro<br />

pasado; no nos enamoramos u odiamos


sino es por la transferencia con nuestros<br />

primeros objetos; la historia de la otra<br />

persona se engancha a la nuestra como<br />

dos botes que al estar pegados no<br />

pueden navegar o se equilibra y<br />

caminan juntos conforme sea la<br />

transferencia. Nuestra vida social,<br />

personal e incluso profesional tiene que<br />

ver con lo que se encuentra en nuestra<br />

mente.<br />

La transferencia es el sentimiento que<br />

deposita una persona en otra con base a<br />

sus primeros objetos o primeros<br />

vínculos, ya sea la relación con la madre<br />

o el padre, incluso los hermano y como<br />

es de pensarse esta puede ser una<br />

relación amorosa, pasional, negativa,<br />

positiva, etc.; que se repite con nuestros<br />

nuevos vínculos.<br />

Al saber esto el estudiante de<br />

psicoanálisis cree poder controlar dichas<br />

circunstancias y librarse de la batalla<br />

que otros, los de afuera, libran cada día,<br />

¿Es esto un deseo? ¿Es un ruego? ¿Es<br />

una esperanza?<br />

Más que libertad, se encuentra con el<br />

conocimiento de su prisión; como un<br />

arquitecto encerrado en la casa que el<br />

creo, de la cual conoce su<br />

funcionamiento; pero de nada sirve, ya<br />

que aún se encuentra dentro.<br />

El psicoanálisis le brinda la herramienta<br />

para entender su actuar, no para<br />

cambiarlo; porque seguirá odiando a<br />

aquellos con los que se engancha,<br />

seguirá amando a esa persona que<br />

provoca cierta transferencia, y sabrá por<br />

qué ha elegido la profesión que eligió,<br />

ser un psicoanalista loco.<br />

62<br />

Y llegamos a la cuestión… El<br />

psicoanalista.<br />

Ese ser que puede ser soberbio, altivo,<br />

comprensivo, compasivo, alegre, rígido,<br />

ético, desparpajado; o al menos eso me<br />

han demostrado los psicoanalistas que<br />

conozco. Aparentemente están siempre<br />

a la defensiva ya que, al estar en medio<br />

de psicoanalistas, podrían ser<br />

descubiertos y se caería esa imagen.<br />

Advierto que conforme pasa el tiempo<br />

van dejando eso de lado, ya no importa<br />

tanto. Quizás es porque han alcanzado,<br />

con la experiencia, el entendimiento del<br />

funcionamiento de su mente y su<br />

manera de dirigirse conforme sus<br />

experiencias de vida y no es tan<br />

importante que te descubran, ya que la<br />

experiencia te da una lupa más grande<br />

con la cual defenderte y descubrir al que<br />

quiera descubrirte.<br />

Es factible responder a la pregunta ¿El<br />

psicoanalista busca entenderse a el<br />

mismo o a los demás? Entendiendo a<br />

los demás es como llegas a entenderte a<br />

ti mismo, ya que entiendes lo humano y<br />

de lo humano formas parte, compartir la<br />

locura del otro con tu propia locura.<br />

Entenderte a ti mismo da la facilidad<br />

para entender al otro y para entenderte<br />

necesitas conocerte y esto se da<br />

mediante el propio análisis ¿Cómo<br />

conocer el inconsciente solo en teoría o<br />

solo siendo el analista y jamás el<br />

analizado?, tratando de entender al otro<br />

por lo que mueve en tí, sabiendo utilizar<br />

la empatía y tratar de estar en el lugar<br />

del otro, es como se llegar a un circulo,<br />

entenderme me hace entender al otro y<br />

el entender al otro ayuda a entenderme.


La enfermedad del terapeuta<br />

Conferencia en CIFA Cd. Obregón Septiembre 2011<br />

Lamento empezar con una desilusión:<br />

no vamos a hablar del terapeuta que está<br />

enfermo, o sea, del terapeuta que tiene<br />

un trastorno nervioso, que tiene un<br />

trastorno perverso o un trastorno border.<br />

No sé qué piensen ustedes, si esos<br />

terapeutas existen, si estamos malitos de<br />

algo o somos como ángeles divinos que<br />

no tenemos mancha, que estamos<br />

impolutos, que no nos pasa nada. No<br />

vamos a hablar de esos terapeutas, se<br />

supone que esos terapeutas de alguna<br />

manera hemos pasado por algún<br />

proceso de análisis o de psicoterapia<br />

como para pulirnos, puede haber<br />

resultado o no, o todavía puede no haber<br />

sucedido; no voy a hablar de esa<br />

enfermedad que nos puede caracterizar<br />

como cualquier otro ser humano, si no<br />

63<br />

Miguel Romero Medina<br />

de la enfermedad en la que participamos<br />

con los pacientes, esta enfermedad es la<br />

contratransferencia.<br />

El plan es hacer una introducción<br />

platicándoles de qué se trata el tema en<br />

su extensión, luego discutir la lectura de<br />

un artículo sobre la contratransferencia,<br />

y luego que ustedes comiencen a hablar<br />

y preguntar, y si alguien se atreve que<br />

empiece a poner ejemplos de qué le<br />

pasa con sus pacientes.<br />

Al artículo que leeremos después le<br />

puse un epígrafe que dice: “Oiga Dr.<br />

¿usted que siente por mi?” (pregunta<br />

hecha por un paciente en sesión). No sé<br />

si ya les pasó que un paciente les<br />

pregunte: “oiga Dr. ¿usted qué siente<br />

por mí?”, u, “oiga Dr. ¿usted qué<br />

piensa de Íi?” o, se pueden ir más allá,


más acelerados, “oiga Dr., no me<br />

importa lo que usted siente por mi pero,<br />

Dr., yo le amo” o, puede decir el<br />

paciente: “oiga Dr. a usted yo lo odio y<br />

lo odio bastante”. O sea que el paciente<br />

lo que pone en juego en la relación con<br />

nosotros son emociones, afectos,<br />

necesidades afectivas y uno que otro<br />

pensamiento más organizado. Yo no sé,<br />

cuando les preguntan a ustedes: “Dr.<br />

¿usted que siente por mi”?, ustedes qué<br />

les contestan?… no importa, no lo<br />

tienen que decir en este momento. Esa<br />

pregunta hace que nosotros<br />

reaccionemos de una forma, ya sea<br />

tartamudeando, ya sea acordándonos de<br />

algún texto o ya sea acordándonos de<br />

alguna conferencia que nos dieron, etc.,<br />

y tratamos de sacar una respuesta a<br />

dicha pregunta del paciente de qué es lo<br />

que sentimos con él.<br />

Me regreso un poco, estoy diciendo que<br />

no hablaremos de la enfermedad del<br />

terapeuta, sino de cómo el paciente<br />

supuestamente nos propone “vamos a<br />

relacionarnos y vamos a relacionarnos<br />

de acuerdo a cómo yo me relaciono con<br />

los demás; te propongo terapeuta que<br />

nos relacionemos de ésta forma”. ¿De<br />

qué forma vamos a relacionarnos?,<br />

“pues fíjate que yo en mi vida tengo<br />

amores imposibles, entonces te<br />

propongo terapeuta -sin que esto sea<br />

explícito- que me voy a enamorar de ti y<br />

tú vas a ser mi amor imposible” o<br />

“fíjate terapeuta que yo lo que hago<br />

con la gente es que siempre me siento<br />

criticado y lo que te propongo es que tú<br />

me empieces a criticar”, y entonces<br />

llega y te pregunta: “¿está bien o no<br />

está bien Dr.? Ya veremos qué se puede<br />

contestar a esto, pero te propongo una<br />

relación, o dice “fíjate que yo he sufrido<br />

64<br />

toda mi vida porque nunca he estado<br />

satisfecho, porque siempre me han<br />

pasado cosas donde yo he sido<br />

abandonado, en donde quedo sin amor,<br />

en donde quedo sin pareja, en donde<br />

quedo sin nada, etc., y te voy a<br />

proponer que tú también me des lo<br />

mismo”, ose nada.<br />

El paciente empieza a proponer desde<br />

su lugar cosas que le duelen, parte de la<br />

enfermedad que los trae con nosotros y<br />

nosotros tenemos que contestar con<br />

algo. Si pensamos que esta enfermedad<br />

del terapeuta no existe podemos a<br />

empezar a decir: bueno, vamos a<br />

contestarle a este tipo de pacientes lo<br />

que diga tal libro etc.; si es un paciente<br />

que no tiene nada entonces debe tener<br />

un vacío, ese vacío, que nunca lo llenó y<br />

que su madre no estuvo a tiempo para<br />

llenarle con algo, darle cosas, ya sea<br />

risitas ya sea palabritas, sea lo que sea y<br />

empezar a conformarlo como ser<br />

humano, entonces vemos que tiene un<br />

vacío y ¿con qué lo llenamos? No se los<br />

voy a contestar ahora, vamos a hablar<br />

de ese paciente que de todo se siente<br />

culpable, que desde que era chiquito dos<br />

o tres amiguitos de él le levantaron la<br />

falda a la niñita de junto y la<br />

muchachita se puso histérica y la<br />

maestra les dijo: haber, ¿quién fué? y se<br />

levantaron los tres que habían sido y les<br />

dicen que están castigados, y el otro<br />

muchachito que estaba sentado se<br />

levanta y dice ¡yo también!, aunque no<br />

haya sido, y después cuenta: “yo<br />

siempre me culpo de todo, si me dice mi<br />

mujer que yo estoy mal pues también<br />

me culpo aunque no este estoy mal”.<br />

¿Qué quiere decir lo anterior? Que el<br />

paciente tiene baja autoestima. ¿Qué


vamos a hacer con este paciente? Lo<br />

podemos hacer desde la teoría, pero si<br />

lo hacemos desde otro lugar por el cual<br />

forzosamente tenemos que pasar, que es<br />

nuestro sentimiento, que es lo que el<br />

paciente nos provoca, ese paciente que<br />

es una mosca insignificante en nuestra<br />

vida diaria, si no es despectivo, si no es<br />

destructivo, a veces con lo que te hace<br />

sentir un paciente te puedes dormir con<br />

él, no dormir en su cama, sino dormir<br />

con él en su sesión, empieza a darte<br />

mucho sueño y comienzas a responderle<br />

como lo hacen todos los demás allá<br />

afuera; si nosotros tenemos además<br />

algún núcleo, como, por ejemplo,<br />

cuando nos pide algún paciente un<br />

cambio de sesión podríamos pensar:<br />

éste paciente está muy aburrido, a éste<br />

lo voy a mover para acá y a éste otro si<br />

le voy a dar su lugar… al paciente que<br />

no nos aburre, a éste que me paga mal,<br />

o éste que me paga menos”, y<br />

estaríamos ya repitiéndole de nuevo la<br />

historia.<br />

Ahora voy a poner otro ejemplo que<br />

implica más de la enfermedad que se va<br />

tejiendo poco a poco en el terapeuta. El<br />

paciente que se enamora de su terapeuta<br />

hombre o mujer, el paciente que<br />

necesita amor, el paciente que traslada<br />

toda la parte de ideales a la persona que<br />

cree que lo va a colmar, al terapeuta que<br />

tiene enfrente y le dice, por ejemplo:<br />

“Dr., es usted maravilloso, estoy<br />

enamorada de usted”. Una de las cosas<br />

que podía haber contestado era: “pero,<br />

¿sabe qué?, mi pareja me hace lavar los<br />

trastes” y entonces me diría: “eso es<br />

una maravilla Dr., que su pareja lo<br />

haga lavar los trastes”. “Pero fíjese que<br />

tengo yo un Volkswagen 1971”, y<br />

contesta: “que modesto Dr., que<br />

65<br />

maravilloso”, y sigue siendo uno<br />

maravilloso, o sea que su<br />

enamoramiento no le hace caso a la<br />

realidad. Fíjense que ese terapeuta que<br />

le dijo que lava los trastes -y que<br />

efectivamente los lava-, y que su mujer<br />

no le dice que es maravilloso, se<br />

empieza a sentir maravilloso porque es<br />

lo que le hace falta al él también. Hay<br />

allí una respuesta inicial pero desde dos<br />

lugares, una es lo que nos hace sentir el<br />

paciente a nosotros desde su<br />

enfermedad, ese paciente va a hacer<br />

sentir lo mismo casi a cualquier<br />

terapeuta, por ejemplo: llega un<br />

paciente que es agresivo, llega con<br />

Jorge y le dice: “Jorge, eres un maricón<br />

y me caes gordo”. Que paciente tan<br />

agresivo. O llega con Kenia y le dice:<br />

“Kenia, ¿tú a qué te dedicas en<br />

realidad? A mi se me hace que te<br />

dedicas a otra cosa”. A ese paciente lo<br />

siente agresivo Kenia, ese paciente va a<br />

hacer sentir lo mismo a varios<br />

terapeutas. Llega un paciente que dice:<br />

“fíjate que estuve con Gabriel”. “¿A<br />

sí?, ¿cuánto tiempo estuviste con<br />

Gabriel?”. “Pues como tres meses, pero<br />

me cayó gordo Gabriel”. Y ahora está<br />

con Carlos. ¿Cuánto crees que va a estar<br />

contigo Carlos? Pues tres meses, sí,<br />

aproximadamente tres meses también,<br />

porque hace lo mismo con todos.<br />

Podemos diferenciar cómo se relacionan<br />

estos pacientes con todos los demás,<br />

incluyendo los que están afuera y los<br />

que están dentro del consultorio. Pero<br />

volvemos con el otro terapeuta, aquel<br />

del cual se enamoró la paciente. Esta<br />

paciente se iba a enamorar con quien<br />

fuera, con el hombre más atractivo<br />

físicamente o con el hombre menos<br />

atractivo físicamente, siempre y cuando


pudiera ocupar un lugar para ella que<br />

fuera prometedor, como lo es el de<br />

terapeuta. “Fíjate que yo te voy a<br />

curar”. “¿De qué?” “No se, pero yo te<br />

voy a curar de algo que traes”. Esta<br />

paciente se iba a enamora de cualquier<br />

terapeuta, y si fuera mujer también se<br />

iba a enamorar de la mujer, sí, pero el<br />

terapeuta le iba a contestar desde el<br />

conocimiento de la historia. Si el<br />

terapeuta está malito, enfermito, y en su<br />

casa le patean todo los días como pobre<br />

perro, el terapeuta se va a sentir bien<br />

con la paciente. Puede ser que el<br />

terapeuta diga aun conscientemente: “es<br />

mi paciente”. No quiere decir que va a<br />

andar con ella, que van a ser novios, que<br />

se va a casar, pero aun con la conciencia<br />

de que algo está pasando, que se de<br />

cuenta de esto, el terapeuta puede<br />

enfermar con la paciente; el terapeuta se<br />

puede enfermar por sus necesidades.<br />

Cuando un paciente llega con sus<br />

necesidades, nos las va a proponer, pero<br />

también nos va a tocar las nuestras, se<br />

van a mezclar con nuestras propias<br />

necesidades, esas necesidades nos van a<br />

hacer que actuemos de alguna manera.<br />

Algunas de estas actuaciones, podemos<br />

reconocerlas desde la orientación<br />

técnica que manejamos, que se tiene<br />

que hacer técnicamente? como se tiene<br />

que hacer para ayudar al paciente?,<br />

nosotros somos humanos, otra<br />

desilusión, saber que el Olimpo no<br />

existe, el terapeuta perfecto tampoco<br />

existe, entonces como no existe el<br />

Olimpo, cualquier terapeuta puede caer<br />

en que el paciente puede ser una fuente<br />

de retribución para algunas de sus<br />

enfermedades normales, amén de la<br />

enfermedad que propone el paciente con<br />

el vínculo de la enfermedad del<br />

terapeuta.<br />

66<br />

Vamos entonces a distinguir la<br />

enfermedad personal del terapeuta con<br />

la enfermedad que es la<br />

contratransferencia, la que nos propone<br />

el paciente. Si hacemos la mezcla, el<br />

paciente viene con una transferencia, -<br />

¿saben que es eso de transferencia?, que<br />

actúa frente a nosotros como si<br />

fuéramos una imagen del pasado muy<br />

importante y reinicia esa relación-, pero<br />

no lo sabe, actúa como si nosotros<br />

fuéramos una madre buena o una madre<br />

abandonadora, no importando el sexo, o<br />

como si fuéramos el mejor padre del<br />

mundo del cual se puede enamorar, o el<br />

padre que le da el mayor temor del<br />

mundo, esa es la transferencia. Si yo<br />

actúo frente a alguien así como si fuera<br />

mi mamá ¿qué pensarían ustedes?, que<br />

estoy locatario de la merced, ¿no?<br />

Ustedes han oído, allá en México, creo<br />

que allá esta situación de genero ha sido<br />

más callada, pero todavía allá eran<br />

clásicos los piropos de los albañiles y<br />

uno de los piropos era ¡mamacita!, -<br />

transferencia materna o transferencia<br />

erótica-.<br />

En todo tipo de transferencia del<br />

paciente hacia el terapeuta se ignora de<br />

qué se está tratando, y eso es psicótico,<br />

es de locos, la transferencia siempre es<br />

psicótica aunque digan que hay<br />

transferencia neurótica, aunque digan<br />

que hay trasferencia perversa. El<br />

paciente empieza a actuar con nosotros<br />

como si fuéramos otra persona, otra<br />

persona que va a llenar un hoyo que<br />

tiene, otra persona a la que temen etc.,<br />

de acuerdo a su historia, y esa parte de<br />

la enfermedad, digamos, es la<br />

enfermedad de transferencia –<br />

contratransferencia. De acuerdo, esa es


la enfermedad que propone al terapeuta<br />

y si le aunamos que el terapeuta está<br />

malito, si a la enfermedad de la<br />

transferencia que nos propone el<br />

paciente le aunamos “La Enfermedad<br />

Del Terapeuta”, le sumamos la<br />

enfermedad de la transferencia –<br />

contratransferencia, que es la propuesta<br />

-siempre nos la tiene que proponer<br />

porque de eso está malito y de eso lo<br />

tenemos que curar, de sus relaciones,<br />

digamos-, ¿nos da igual a qué?, ¿la<br />

suma da igual a dos o a tres?, ¿qué se<br />

les ocurre? A mi se e ocurre que eso da<br />

igual a una actuación psicótica, aunque<br />

no perezca, entre el paciente y el<br />

terapeuta, o sea, el terapeuta tiene<br />

inconsciente, si pensamos que existe el<br />

inconsciente ¿tiene inconsciente el<br />

paciente? Sí, los dos tienen<br />

inconsciente, los dos necesitan algo<br />

inconscientemente, los dos pueden<br />

encontrarse en ese espacio, en ese día<br />

con sus propias necesidades y pueden<br />

ser una pareja maravillosa o una pareja<br />

fatal.<br />

A la actuación psicótica le podemos<br />

sumar algo para que nos de otra cosa, si<br />

a la actuación psicótica le sumamos la<br />

realidad esta va a ir decreciendo, o sea,<br />

¿cómo le podemos quitar la psicosis a la<br />

pareja terapéutica?, ¿cómo le podemos<br />

bajar la psicosis?... ¡Va el antídoto para<br />

la actuación psicótica! Una cosas es la<br />

teoría acerca de la enfermedad, acerca<br />

de la psicopatología, la teoría desde el<br />

lugar que quieran, desde el<br />

conductismo, desde la psicopatología<br />

psiquiátrica, desde la psicopatología<br />

analítica, o sea, tener un punto de<br />

referencia para poder quitarnos la<br />

conducta del paciente, entonces es como<br />

podemos sumar la realidad por medio<br />

67<br />

de la teoría. Otra forma en que podemos<br />

ir bajando nuestra actuación psicótica<br />

con los pacientes es la técnica, también<br />

desde cualquier teoría, desde cualquier<br />

corriente podemos ir bajando nuestra<br />

actuación psicótica, le vamos ir<br />

sumando esto y esto y esto y puede ir<br />

bajando, porque lo podemos reconocer.<br />

Los pacientes deprimidos nos van a<br />

demandar mucho, hay diferentes tipos<br />

de pacientes deprimidos, aquellos que<br />

quieren quedar bien, “si doctor,<br />

cámbieme de horario cuando usted<br />

pueda”. “Pues fíjese que yo puedo a las<br />

tres de la mañana”. “No importa Dr.,<br />

usted a de estar muy ocupado y yo<br />

vengo a las tres de la mañana”. Ese es<br />

el paciente que se va sometiendo al otro<br />

dominante, se va sometiendo para que<br />

lo quieran, es un paciente pre-depresivo<br />

y de él decimos: que bonito paciente,<br />

que a todo dar, esta paciente va atener<br />

éxito en la vida, etc. Ahí está actuando<br />

nuestra parte contratransferencial. Hay<br />

otro depresivo: “Dr. yo quiero que me<br />

vea mañana”. “Pero fíjese que mañana<br />

no hay horarios, además en este CIFA<br />

los vemos cada dos días o cada<br />

semana”. “No Dr., pero, ¿le puedo<br />

hablar?”. “Sí, hábleme”… y les habla<br />

a las tres de la mañana. “Por favor<br />

quiérame Dr.”… y ustedes hacen lo<br />

contrario, lo empiezan a odiar, porque<br />

este paciente siempre hace que lo odien<br />

y el otro paciente siempre logra que lo<br />

exploten, y los dos tratan de no<br />

destruirse, tratan de no estar solos, uno<br />

con una acción sumisa y otro con una<br />

acción demandante, suplicante.<br />

Un ejemplo que quizá ya conocen todos<br />

es que antes iban a la villa, creo que ya<br />

no los dejan pero antes se iban a la villa


de rodillas, hasta con corcholatas en la<br />

rodillas, hasta el altar, y ya después de<br />

eso: “ahora te friegas, me cumples el<br />

milagrito, o qué más quieres”, y si<br />

quería más empiezan a latigarse, y lo<br />

hacen de nuevo. Ojo, era para obligar a<br />

Dios, el depresivo quería obligara Dios,<br />

y si nosotros sabemos eso, que es parte<br />

de la teoría de la depresión, nos dicen<br />

que hay una técnica para responder a<br />

eso, entonces no nos vamos a enojar con<br />

el paciente, a lo mejor sentimos que nos<br />

enojamos y entonces decimos: “a caray,<br />

¿por qué nos enojamos” Lo que<br />

haremos entonces es analizar nuestra<br />

contratransferencial.<br />

Cada vez que el paciente nos hace sentir<br />

algo es porque nos está moviendo un<br />

objeto interno a nosotros, pero también<br />

nos está proyectando un objeto interno<br />

de ellos, está repitiendo con nosotros<br />

una historia muy vieja y que se<br />

actualiza constantemente; nos da por ahí<br />

una indicación de qué tipo de paciente<br />

es y se lo vamos restando a la actuación<br />

psicótica, porque aquel paciente que<br />

dice que puede venir con nosotros a las<br />

tres de la mañana, pues bueno, ver un<br />

paciente de doce a una de la mañana y<br />

otro de una a tres y así gano más dinero,<br />

entonces lo estamos haciendo por<br />

nuestra comodidad y estamos también,<br />

de nuevo, repitiendo la historia, estamos<br />

haciendo lo mismo que le pasa toda la<br />

vida, estamos haciendo una actuación<br />

psicótica como el paciente, estamos<br />

locos como el paciente, le estamos<br />

repitiendo su historia por no conocer<br />

cuál es el enfoque, cuál es el perfil de la<br />

depresión y por qué estamos<br />

reaccionando así. Si sabemos eso, si<br />

sabemos la teoría y vamos a nuestro<br />

análisis de la contratransferencia, nos va<br />

68<br />

a decir que técnica vamos a utilizar con<br />

él, lo vamos a sacar de esta relación<br />

psicótica para que esta se convierta en<br />

una relación analizada.<br />

El paciente, junto con nosotros, puede<br />

ver cómo se relaciona con los demás,<br />

por qué se siente así y cómo nos esta<br />

haciendo sentir; no le vamos a echar la<br />

culpa al pobre, porque entonces también<br />

le repetiríamos esta parte de su historia,<br />

como nos está haciendo hacer lo que<br />

hace que hagan todos con él, o sea, que<br />

lo maltraten, que no le hagan caso.<br />

Vamos a hacer un alto hasta ahí,<br />

estamos hablando entonces de la<br />

enfermedad de la transferencia -<br />

contratransferencia, estamos hablando<br />

entonces de la enfermedad del<br />

terapeuta, y pongo “Enfermedad del<br />

Terapeuta” porque podemos ser<br />

terapeutas muy sanos.<br />

Yo hago una clasificación de las<br />

enfermedades de acuerdo a su<br />

estructura, ya algunos se la saben: abajo<br />

está la psicosis, que son los más<br />

desorganizados, los que no saben dónde<br />

están, como yo o como cualquiera lo<br />

sabe, los psicóticos están hasta abajo,<br />

esos son los para-estructurales, los que<br />

no tiene una estructura; luego sigue otra<br />

franja, los pre-estructurales, los que<br />

explotan, los que de repente parece que<br />

pierden la realidad, los que son<br />

irascibles o los que son muy narcisos,<br />

los borderline, los fronterizos, toda esta<br />

franja, los narcisistas; luego están los<br />

estructurales, son los neuróticos,<br />

perdón. Los pre-estructurales son los<br />

que le pegaron a la mujer y al otro día la<br />

aman mucho, le dicen: “perdóname<br />

pero te lo merecías” y la mujer les


esponde “si ya no lo vuelvo a hacer,<br />

pero ya no me vuelvas a pegar”, y a la<br />

semana siguiente le vuelven a pegar y<br />

vuelven con ustedes “ya, de nuevo”,<br />

esos son pre-estructurales, tiene<br />

conflictos interrelaciónales porque no<br />

tiene algo les detenga los impulsos, es<br />

una enfermedad del yo digamos, no<br />

controlan ni lo agresivo ni lo lógico.<br />

Luego siguen los estructurales, en ellos<br />

el conflicto es adentro, “fíjese Dr. que<br />

me siento culpable”. “¿Por qué?”<br />

“Porque pensé en la secretaria. Soy un<br />

malo, un maldito” y pues ya no les<br />

dicen que pensó, pero el conflicto es<br />

adentro, tiene problemas en sus<br />

relaciones, son los culposos, los que<br />

tienen problemas con el superyó, los<br />

que empiezan a tener síntomas, ¿qué<br />

tipo de síntomas?, obsesivos, ¿qué otro<br />

tipo de síntomas se les ocurre?, los<br />

conversivo, los de angustia, los que se<br />

angustian mucho porque sienten que va<br />

a pasar algo, pero todo esta dentro de su<br />

cabeza, esos son los estructurales; están<br />

también los normales… que somos<br />

todos nosotros. Los normales que<br />

distinguimos entre lo de adentro y lo de<br />

afuera y que sabemos que ustedes están<br />

oyendo una plática y no están esperando<br />

la palabra de Dios y que no es misa<br />

esto. Ustedes saben que yo no lo se todo<br />

y que ustedes van sintiendo cosas,<br />

nosotros somos los normales,<br />

supuestamente nosotros estamos arriba,<br />

si no, hay que preocuparnos y empezar<br />

a trabajar con lo mismo.<br />

Esta “Enfermedad del Terapeuta”<br />

también puede disminuir por medio de<br />

algunas formas, que son análisis o<br />

psicoterapia o, como quieran llamarle,<br />

propios del terapeuta; también los<br />

seminarios de estudio de su formación,<br />

69<br />

desde que son psicólogos hasta que van<br />

aprendiendo más y más cosas, y algo<br />

más que nos puede ayudar con la<br />

Enfermedad del Terapeuta es, en<br />

determinado momento, la supervisión<br />

de sus casos… que venga alguien<br />

supuestamente más experimentado, con<br />

más cancha y observar como están<br />

trabajando ustedes y decirles: “ fíjense<br />

que están trabajando así, que tú estás<br />

trabajando de esta forma y esto te está<br />

haciendo tu paciente, que tú les estas<br />

respondiendo así y esto te está haciendo<br />

que hagas y tú le estas repitiendo la<br />

historia”.<br />

Una supervisión no les van a decir qué<br />

van a hacer, les está diciendo qué están<br />

haciendo ustedes, una supervisión no les<br />

va a perseguir, “fíjate que tú le estás<br />

dando mucha chichi a tu paciente o<br />

fíjate que tú te estas portando como un<br />

papá castrante con tu paciente”; les<br />

puede ayudar a decir cómo se están<br />

portando con su paciente y de ahí<br />

empezar a descubrir cuál es el lazo que<br />

tienen con él, les va ayudar a descubrir<br />

cuál es la enfermedad de su paciente y<br />

rescatarlos a ustedes -de las greñas- de<br />

la enfermedad que es la<br />

contratransferencia.<br />

Hasta allí me he explicado, voy a seguir<br />

hablando otro rato, sí, porque quiero<br />

explicarles cómo se llega a todo esto,<br />

cómo se ha llegado a todo esto en<br />

muchos años. Mi marco teórico es el<br />

psicoanálisis, y el psicoanálisis lo que<br />

ofrece son modelos para explicar la<br />

conducta, para explicar como funciona<br />

la cabeza y que pasa en la cabeza, te<br />

dice: “fíjate que tú tienes una parte<br />

funcional que te dice qué está mal, pero<br />

cuando te falla esta parte funcional


pierdes la realidad y piensas que te<br />

están persiguiendo; tú crees que se están<br />

durmiendo todos en esta plática, pero no<br />

es cierto, tu Yo te está fallando”. Hay un<br />

modelo en alguna parte donde el Yo no<br />

existe, ni el Ello ni el Superyó, esos no<br />

existen, no son homúnculos -como<br />

hombrecitos chiquitos-, no son<br />

homúnculos que nos habitan adentro, es<br />

un modelo de una de ciertas funciones<br />

que nos dice como se procesan las<br />

cosas. El Yo es una de esas funciones, el<br />

Superyó otra, son modelos, le podemos<br />

poner en lugar de Yo cualquier nombre,<br />

como se lo podemos poner al Superyó,<br />

sólo que Freud le puso Yo. Es un<br />

modelo que explica cómo se relacionan<br />

las cosas y la mente, y que las trata de<br />

comprobar después en su relación con el<br />

paciente. Esos modelos explicativos<br />

surgieron de la relación con el paciente,<br />

creo que ha eso iba, a mi marco<br />

referencial que es el psicoanálisis, pero<br />

lo podemos transpolar a muchas otras<br />

corrientes que no son propiamente el<br />

psicoanálisis, y al final va a resultar un<br />

buen acuerdo, si quieren eso lo hacemos<br />

después.<br />

Freud, ahí por el año de 1895, saca un<br />

libro que se llama “Estudios sobre la<br />

histeria” con un señor que se llamaba<br />

Joseph Breuer, y lo llamativo de este<br />

libro para nuestro tema es que hay una<br />

paciente a la que le pusieron “Ana O”.<br />

Esa paciente le dio miedo a Breuer y<br />

éste salió corriendo. En ese entonces el<br />

médico iba a casa y esa paciente, “Ana<br />

O”, le decía a Breuer que iba a tener un<br />

hijo con él, con su doctor; tenia un<br />

montón de síntomas extraños, parálisis,<br />

tics, no se podía mover, de repente<br />

hablaba en otra lengua, en fin. Brauer le<br />

daba masajes, en ese entonces creían<br />

70<br />

que los masajes curaban la cabeza, le<br />

recetaba que fuera a retiros, que<br />

estuviera tranquila, tenía parálisis en las<br />

piernas y le daba también masajes en la<br />

piernas, pero de repente le dijo que<br />

quería tener un hijo con él y que odiaba<br />

a su mujer, entonces Breuer salió<br />

corriendo con su mujer porque además<br />

esta se puso celosa; se lo platicó a Freud<br />

y empezaron a escribir la historia de<br />

“Ana O”, y descubrieron que “Ana O”<br />

se enamoró de Breuer por alguna razón<br />

que no pertenecía a Breuer. Si ustedes<br />

ven una fotografía de Breuer en aquel<br />

entonces, 1895, y una de Ana O, van a<br />

decir: “¿cómo es posible?”; seamos del<br />

sexo que seamos, van a decir “¿cómo es<br />

posible que esta mujer se enamorara de<br />

Breuer?, es increíble”, aunque algunos<br />

lo describen como muy atractivo.<br />

Hubo otro caso que Freud escribió en<br />

1904, el caso Dora. Dora llegó porque<br />

tenía muchos síntomas, el papá la llevó<br />

con Freud, tenía entre otras cosas una<br />

garraspera y le decía a Freud que estaba<br />

enamorada de la señora K, la señora K<br />

era la amante del papá, tenia sueños,<br />

inquietudes, y entonces se empezó a<br />

enamorar de Freud. Freud se espantó, le<br />

dijo “que mala eres, ¿¿por qué no<br />

trabajas conmigo en lugar de<br />

enamorarte?”. Se espantó Freud y Dora<br />

se fue también de análisis, muy enojada<br />

porque Freud la rechazó. Así empezaron<br />

a haber casos como el de Dora y otros<br />

que siguieron después, tal fue el hombre<br />

de los lobos, que era un señor muy<br />

psicótico; su sueño más famoso era<br />

muchos lobos subidos en un pino y<br />

luego lo relacionó Freud, con la<br />

imaginación de él, que así tenían<br />

relaciones sexuales sus padres. Fue el<br />

paciente más famoso, murió en 1979 y


era el paciente favorito de todos los<br />

analistas; vio como a quince analistas en<br />

su vida, todos lo querían porque había<br />

sido paciente de Freud. Con el hombre<br />

de los lobos Freud hizo una colecta<br />

porque éste se quedó sin dinero, hizo<br />

una colecta entre sus amigos para<br />

mantenerlo.<br />

Voy a esto, cómo el terapeuta empieza a<br />

hacer cosas o le pasan cosas con el<br />

paciente, eso es lo que tiene que<br />

analizar el terapeuta porque si no se<br />

enferma con el paciente, aun Freud,<br />

aunque obviamente no tenía todo este<br />

respaldo teórico, se enfermaba con los<br />

pacientes, le pasaban cosas con los<br />

pacientes. Les voy a mencionar algunos<br />

más:<br />

En 1918 hubo un señor que se llamaba<br />

Víktor Tausk, un admirador de Freud<br />

que le dijo a éste: “analízame, yo quiero<br />

ser analista”. Era muy inteligente, pero<br />

a Freud no le caía bien y le dijo: “no, yo<br />

a ti no te analizo”. No sé si lo hizo por<br />

salud mental pero lo mandó con otra<br />

analista, Helene Deutsch, creo. Víktor<br />

Tausk se sintió rechazado, empezó a<br />

deprimirse y escribió algunos artículos<br />

muy buenos –se los recomiendo-, se<br />

subió a una silla, se puso una cuerda, se<br />

tiró un balazo y se mató; además le dijo<br />

a su hijo que quemara todos sus<br />

trabajos, le echó la culpa indirectamente<br />

a Freud porque no lo quiso.<br />

Freud analizó a su hija, le dijo<br />

“platícame qué fantasías tienes con tu<br />

padre” y Anna le platicaba las fantasías<br />

que tenía con su padre. No sé cómo le<br />

hizo Freud para poder separar a la hija<br />

de la analizada.<br />

71<br />

Los hijos de Melanie Klein se<br />

analizaron con ella. En su primer<br />

artículo, en 1921, sobre el caso Frit, Frit<br />

no era Frit, era su hijo Eric y escribió<br />

sobre el desarrollo de su desarrollo;<br />

luego lo mando a Winicot y le dijo:<br />

“mira, analízame tú a mi hijo porque no<br />

me está saliendo, pero yo te superviso,<br />

yo superviso cómo analizas a mi hijo”.<br />

Winicot, después, adoptó a uno de sus<br />

pacientes, se lo llevó a vivir a su casa<br />

porque lo abandonaron sus padres, lo<br />

adoptó.<br />

Lo que quiero dar a entender es cómo<br />

puede enfermar el vínculo al terapeuta,<br />

si el terapeuta no se da cuenta de esto el<br />

vínculo lo puede enfermar en la relación<br />

con su paciente y lo que va a suceder es<br />

una iatrogenia. Ahora voy a esto: una<br />

vez me llegó un señor que trabajaba en<br />

una fundidora, llegó con punto,<br />

cicatrices pues. “¿Qué te pasó?” “un<br />

accidente en la fundidora, me salpicó el<br />

acero hirviendo y me quemó”; luego<br />

llegó un médico al que se le murió un<br />

paciente porque él había tomado, era un<br />

anestesiólogo, le falleció su paciente y<br />

estaba muy deprimido porque había<br />

perdido la vida; luego llegó un<br />

psicólogo y estaba muy deprimido<br />

porque se le había suicidado un<br />

paciente. Entonces, al de la fundidora le<br />

había sucedido un accidente de trabajo,<br />

al médico le había sucedido un<br />

accidente con su trabajo, al psicólogo le<br />

había sucedido una frustración con su<br />

trabajo. Digamos, si cada profesión<br />

tiene accidentes de trabajo o sus<br />

accidentes con el trabajo, ¿cuáles serian<br />

los accidentes del terapeuta? Los<br />

accidentes de trabajo, vamos a las<br />

enfermedades de trabajo, o sea, el<br />

psicólogo está propenso a los accidentes


de trabajo o a los accidentes con el<br />

trabajo, de tal manera que puede<br />

enfermar, puede ponerse bien locatario<br />

de la merced o puede tener acciones<br />

bien destructivas con su trabajo, con su<br />

paciente, con su familia, los accidentes<br />

de trabajo existen.<br />

Siguiendo en el mismo tenor, esta<br />

relación que en psicoanálisis se le llama<br />

transferencial - contratransferencial, es<br />

la más valiosa porque nos puede<br />

enseñar cómo se lleva el paciente con<br />

los demás, pero también puede<br />

enfermarnos a nosotros mismos con el<br />

paciente. Ahora, pasa algo curioso<br />

también, ustedes trabajan en una<br />

institución en donde llegan pacientes y<br />

pagan una cuota y, me imagino, les<br />

asignan un terapeuta; en esta institución<br />

debe de haber algún protocolo de qué<br />

hacen con sus pacientes; el paciente<br />

debe pasar con la secretaria a hacer una<br />

cita, etc., etc.; el terapeuta tiene que<br />

recibir y entrevistar al paciente y<br />

entonces hace un diagnóstico; después<br />

de hacer un diagnostico el terapeuta va<br />

a decidir si lo remite a otra parte de la<br />

institución; el paciente viene aquí a<br />

sesión, ¿a qué?... a que lo curen igual<br />

que con un terapeuta particular pero en<br />

la institución, en esta institución<br />

maravillosa; luego pasa por el pasillo y<br />

dice “uy, que grande”, y además los ve<br />

a ustedes uniformados y ve a Vinicio y<br />

dice: “que guapo está”, y ve a las<br />

mujeres y dice “que guapas”, y<br />

entonces empieza a hacer una<br />

transferencia con la institución, primero<br />

con la institución, el paciente que llega<br />

con ustedes hace una transferencia<br />

institucional. La institución, a esta<br />

transferencia, le propone un encuadre:<br />

“fíjate que para que te cure tienes que<br />

72<br />

hacer esto”, porque cree el paciente que<br />

ustedes son buenos -me imagino que sí<br />

lo son-, cree que así va a recibir lo que<br />

le hace falta, pero la institución que es<br />

donde ustedes trabajan, que es donde<br />

ustedes están contenidos, les pone un<br />

encuadre a ellos y a ustedes; entonces<br />

ya pasó por todo esto, llega con su<br />

terapeuta -el que le asignaron- y ese<br />

terapeuta es parte de la institución y<br />

también va a desarrollar una<br />

transferencia según lo que hemos visto<br />

hasta ahorita. Con cualquiera de ustedes<br />

el paciente va a desarrollar una<br />

transferencia, porque ustedes son como<br />

una chichita de la institución, mira que<br />

institución, cuántas chichis tiene -en el<br />

sentido metafórico-.<br />

El paciente viene a alimentarse de<br />

ustedes, de lo que le hace falta, con<br />

Ricardo o con quien sea y desarrolla<br />

una transferencia, pero cada uno de<br />

ustedes son diferentes y gracias a su<br />

técnica y su preparación van tratando al<br />

paciente, entonces el paciente dice: que<br />

buena institución y que bueno el<br />

terapeuta, y hace una buena alianza con<br />

ustedes; comienza a escucharse a<br />

comprenderse y a hacer lo que ustedes<br />

le encarguen y a progresar con ustedes,<br />

claro, ustedes le van a responder con su<br />

contratransferencia y la van a analizar y<br />

le van a dar la técnica necesaria para<br />

poder responder al paciente.<br />

Por ahí hay algo que estorba. Los que<br />

trabajan en una institución también son<br />

personas, y ustedes como terapeutas<br />

también son personas que están<br />

contenidas en una institución, ustedes<br />

tiene su contratransferencia con el<br />

paciente, ¿qué les dice la institución?,<br />

este es el encuadre… entonces ustedes<br />

tiene que aceptar el encuadre, el


encuadre es institucional, el encuadre no<br />

es individual, según este encuadre no se<br />

puede hacer esto, mi rey, estás en una<br />

institución, no estás en tu consultorio, y<br />

se van fastidiando por el gran pasillo<br />

que tienen ahí atrás, se van fastidiando,<br />

¿por qué?, porque la institución también<br />

les está poniendo un encuadre a ustedes<br />

y ustedes comienzan a desarrollar una<br />

transferencia con la institución, no se<br />

les paga bien o les pagan mal, es<br />

relativo, los pueden coartar porque les<br />

ponen ciertas reglas y empiezan a<br />

desarrollar una transferencia con la<br />

institución, en donde dicen que mala<br />

institución es, ojo, no me trajeron para<br />

decir eso.<br />

Nosotros como terapeutas en las<br />

instituciones, lo que podemos hacer,<br />

porque el paciente nos va a demandar<br />

mucho o se va a enojar con nosotros,<br />

para defendernos, podemos desviar la<br />

transferencia negativa hacia la<br />

institución, ¿cómo es esto? Yo he<br />

trabajado en instituciones, en<br />

universidades y una que otra institución<br />

también de la atención a la salud<br />

mental; los terapeutas se enojan con la<br />

institución, los pacientes de esa<br />

institución se enojan con la institución,<br />

¿por qué? Porque entre los dos desvían<br />

la frustración que tienen hacia la<br />

institución, esto es: ¿a ustedes les gusta<br />

más que los quieran y que los admiren o<br />

que les exijan más, -el paciente, estoy<br />

hablando ahorita del paciente-, o que se<br />

enojen con ustedes? A cualquiera le<br />

gusta que lo admiren y que lo quieran,<br />

no le gusta lo contrario. El paciente que<br />

viene con su transferencia está tocado<br />

porque nunca le dieron lo que quiso,<br />

viene pre-enojado, “a ver si aquí me lo<br />

dan”, y a las primeras frustraciones<br />

“oye paciente tienes que llenar todo<br />

73<br />

esto” “chin…..a bueno, lo voy a llenar”<br />

“oye tienes que traer este comprobante<br />

de que y no se que” y todos los tramites<br />

que pueda hacer… el paciente se va<br />

enojando, pero el que se enoja pierde,<br />

porque si se enoja pierde de nuevo la<br />

chichi que quiere buscar en la<br />

institución, entonces hay una resistencia<br />

a mostrar el enojo. En la institución le<br />

dicen al paciente: “¿estas enojado?”<br />

“No yo se que así son las cosas que<br />

tiene muchos pacientes y que no me<br />

pueden atender cuando yo quiera”,<br />

niega su enojo, hay una resistencia a<br />

mostrar la transferencia que está<br />

guardada ya sea consiente o<br />

inconscientemente.<br />

El paciente tiene resistencia y se supone<br />

que nosotros también, si somos<br />

humanos nosotros vamos a tener contra<br />

resistencias, cuando captemos el enojo<br />

del paciente le vamos a decir: “es la<br />

institución, es esta maldita institución<br />

que no da, tú y yo somos buena pareja,<br />

somos buenos trabajando en terapia”.<br />

Hay muchos movimientos dentro de la<br />

transferencia – contratransferencia que<br />

afectan el tratamiento y que hay que<br />

estar analizando. Sigamos con el<br />

análisis no de la contratransferencia<br />

pero si de la transferencia porque afecta<br />

la contratransferencia. Si el paciente<br />

tiene resistencias y el terapeuta también<br />

puede tener resistencias con el paciente,<br />

o sea, puede tener resistencias a resistir<br />

el enojo del paciente y negarlo siempre,<br />

portarse chistoso o portarse bien<br />

amable, o cuando le dice el paciente<br />

“fíjate que todos me han fallado”, y<br />

porque tuvo una relación triangular,<br />

porque cuando su mamá conoció a su<br />

papá le dijo “tú eres mi pareja” y nació<br />

él y dejo de ser pareja del papá, pero<br />

después le dijo de nuevo a la mamá


“no, tú vente para acá ya, el chiquito<br />

está chiquito, tú no debes oírlo”<br />

entonces tuvo una relación triangular<br />

que se designa como edípica, el<br />

terapeuta también tuvo una relación<br />

edípica, el terapeuta tuvo madre, aunque<br />

a veces no parezca, también tuvo padre<br />

y de acuerdo a esa relación con a la<br />

madre establece vínculos con otras<br />

personas, igual que el paciente. Cuando<br />

llega el paciente… una mujer le dice al<br />

terapeuta varón “fíjate que mi marido es<br />

flojo, mi marido no hace bien el amor,<br />

mi marido me da poco dinero”, está<br />

frustrada con el marido, que además es<br />

agresivo, el terapeuta se puede ofrecer<br />

como salvador de esta mujer, ojo no le<br />

va a decir “yo soy mas bueno”, pero<br />

entonces, sin querer, puede empezar a<br />

trabajar el odio con el marido y<br />

acentuarlo. ¿Entonces qué pasa en esa<br />

relación triangular? Él se queda con la<br />

mujer, tú y yo somos buena pareja<br />

terapéutica y tu marido es una<br />

porquería.<br />

Las relaciones triangulares son donde<br />

nosotros podemos tomar como rival a<br />

las parejas de nuestros pacientes,<br />

suceden en terapia, son también las que<br />

74<br />

nos puede mover y enfermarnos a<br />

nosotros y no al paciente, porque<br />

podemos alimentarnos de la admiración<br />

de la pareja del otro que no está en el<br />

setting; puede mover también nuestro<br />

narcisismo y desplegar todas nuestras<br />

bondades, nuestra inteligencia, nuestra<br />

belleza etc., y seducir al paciente. En el<br />

terapeuta también se repiten las<br />

situaciones edípicas, las relaciones con<br />

la madre, el miedo al abandono. Algún<br />

día un supervisando me decía: “estaba<br />

esperando a mi paciente, y me asomaba<br />

en la ventana para ver si ya llegaba o<br />

estaba pendiente del coche”. Era de sus<br />

primeros paciente, lo que tenia era<br />

temor al abandono terapéutico, se le<br />

revive y es normal, no es que esté<br />

malito si no que con el paciente también<br />

se nos reviven cosas que tenemos que<br />

estar revisando constantemente… Hasta<br />

ahí, ¿Qué les parece si trabajamos con<br />

las preguntas que se les hayan ocurrido?<br />

Por límites de espacio, el<br />

diálogo consecuencia de<br />

las preguntas se<br />

publicará en <strong>Ania</strong> 6.


Psicosis y Familia en una Comunidad<br />

Terapéutica Psicodinámica<br />

______________________________________________________________________<br />

75<br />

Gloria Aurora Champion Castro<br />

Este artículo forma parte del libro Una Comunidad Terapéutica<br />

con pensamiento psicodinámico en proceso de publicación.<br />

En este artículo intentaré transmitir una<br />

introducción a las estrategias e<br />

intervenciones terapéuticas que<br />

utilizábamos con los pacientes y sus<br />

familias en lo que fue la Comunidad<br />

Terapéutica de Michoacán (CTM) de<br />

1981 a 1987.<br />

Antes de iniciar deseo hacer un<br />

reconocimiento al Dr. Rafael Lonngi<br />

como coautor de muchas de las ideas y<br />

experiencias que aquí se presentan.<br />

Desafortunadamente él no puede<br />

firmarlas debido a que ya no se<br />

encuentra físicamente entre nosotros.<br />

Algunas filosofías profundas de la vida<br />

plantean que “los pensamientos se<br />

materializan en realidades” y a mí me<br />

gustaría aplicar este profundo<br />

conocimiento aparentemente simple y<br />

sencillo a la realidad de la creación de<br />

una comunidad terapéutica.<br />

Haciendo una analogía podríamos decir<br />

que si la mayoría de los individuos que<br />

conforman una institución educativa<br />

piensan que los estudiantes no<br />

privilegiados económica y socialmente<br />

no podrán aprender y asimilar el<br />

conocimiento de manera similar a los<br />

estudiantes que pertenecen a las clases<br />

sociales privilegiadas, seguramente esto<br />

será una realidad.<br />

No es mi intención negar las diferencias<br />

que existen entre las dificultades<br />

inherentes al trabajar con diferentes<br />

grupos sociales ya sea en educación o<br />

en salud mental, pero sí afirmar que<br />

nuestra manera de pensar acerca del<br />

objeto que abordamos, como individuos<br />

y como equipo técnico, va a tener un<br />

impacto muy importante en nuestra<br />

manera de crear las estrategias<br />

educativas o de tratamiento y los<br />

resultados finales.


En la CTM estábamos convencidos que<br />

los pronósticos de nuestros pacientes en<br />

todos los casos podían ser favorables y<br />

buscábamos permanentemente que eso<br />

se hiciera una realidad. Para acercarnos<br />

a esa meta entendíamos y abordábamos<br />

las barreras intelectuales con las que<br />

algunos de nuestros colegas habían sido<br />

formados, -como el considerar la<br />

psicosis como un estado mental debido<br />

a una condición física o metabólica-,<br />

informando y habilitando al equipo<br />

técnico en propuestas teóricas y técnicas<br />

diferentes a esas posturas y a través de<br />

la cotidiana experiencia clínica con los<br />

pacientes.<br />

Sabíamos que no era fácil lograr un<br />

cambio en médicos y enfermeras en<br />

cuanto a su manera de comprender los -<br />

síntomas y su lenguaje- en los<br />

pacientes, debido a que ya tenían una<br />

experiencia previa, incluso algunas<br />

veces en hospitales psiquiátricos en<br />

donde habían aprendido que la psicosis<br />

es una enfermedad prácticamente<br />

irremediable, sin embargo, la<br />

conjunción de la experiencia diaria al<br />

presenciar la evolución positiva hacia la<br />

realidad y la disminución de los<br />

síntomas de los pacientes, con el estudio<br />

y análisis de otras posturas teóricas<br />

diferentes a las que previamente<br />

conocían, se lograba que la mayoría de<br />

ellos pudiera flexibilizarse en sus<br />

posturas y concepciones teóricas y<br />

lograr ver una realidad diferente en<br />

cuanto a los desórdenes mentales.<br />

El Dr. Javier Gavito de la Torre jugó un<br />

papel sumamente importante en este<br />

proceso ya que como médico psiquiatra<br />

y psicoterapeuta psicoanalítico sus<br />

conocimientos influían de manera<br />

determinante en la apertura de los<br />

76<br />

demás colegas de la medicina que<br />

trabajaban con nosotros.<br />

La anti-psiquiatría representada por<br />

David Cooper, en términos muy<br />

generales y simplificadores de mi parte,<br />

propone no etiquetar, no medicar o<br />

sobre medicar y entender la psicosis y<br />

su síntomas desde una perspectiva<br />

social y la propuesta de R. D. Laing de<br />

comprender la psicosis como una<br />

representación de experiencias ajustadas<br />

a la realidad fueron una constante en el<br />

estudio y análisis de los fenómenos que<br />

encontrábamos cotidianamente en<br />

nuestro trabajo diario.<br />

En nuestra concepción teórica de la<br />

psicosis reconocíamos que en sí misma<br />

incluye múltiples representaciones, para<br />

muchas personas especialmente poco o<br />

mal informadas acerca de salud<br />

psicosocial y mental es temida. Estar<br />

loco, especialmente si se piensa que uno<br />

puede simplemente adquirir esa<br />

enfermedad si algo en el cuerpo físico<br />

falla, es aterrorizador.<br />

Si nos remontamos a los orígenes<br />

griegos de la palabra su significado está<br />

directamente relacionado con el alma,<br />

con los sentimientos y las emociones,<br />

con la pasión, ya que la locura era<br />

comprendida en el mundo griego como<br />

una enfermedad del alma que atacaba la<br />

razón.<br />

La palabra psicosis ha tendido a ser<br />

apropiada por la ciencia, especialmente<br />

las ciencias médicas positivista cuyos<br />

representantes médico-farmacéuticos,<br />

pretenden que su manera de comprender<br />

este fenómeno humano sea el único<br />

establecido y aceptado socialmente por<br />

ser convenientemente científico y muy<br />

remunerativo, la psicología conductista,


ehaviorista y sus derivados en este<br />

sentido se ha convertido en una<br />

servidora de la psiquiatría.<br />

La CTM se enfrentaba de manera<br />

cotidiana a comentarios o afirmaciones<br />

que pretendían invalidar nuestras<br />

posturas y estrategias terapéuticas por<br />

parte de organizaciones o personas del<br />

campo de la psiquiatría o de la<br />

psicología. Las posturas en contra de<br />

una nueva filosofía e intervenciones<br />

diferentes de concebir los desórdenes<br />

mentales finalmente lograron<br />

apoderarse del edificio que albergaba<br />

una forma esperanzadora de<br />

recuperación para cientos de familias no<br />

privilegiadas.<br />

Mi intención al mencionar que la CTM<br />

se veía asediada o criticada no pretende<br />

ser una denuncia sino ofrecer una visión<br />

holística tomando en cuenta el contexto<br />

en el que se encontraba inmersa. La<br />

comunidad reproducía en sus<br />

dinámicas internas las dinámicas que se<br />

pueden observar en una familia aunque<br />

obviamente magnificadas. En otra parte<br />

del libro abordaremos este tema con<br />

mayor profundidad, por ahora sola cabe<br />

mencionar que así como entendíamos a<br />

las familias como sistemas también<br />

entendíamos la comunidad como un<br />

sistema con subsistemas en permanente<br />

interacción entre sí mismas y con el<br />

mundo social externo a ella.<br />

Deseo aprovechar en este momento la<br />

oportunidad para aclarar -si alguien que<br />

conociónuestro proceso está leyendo<br />

este artículo-, que los miembros<br />

originales de la CTM de ninguna<br />

manera tuvimos la intención de<br />

abandonar la comunidad, sino que las<br />

condiciones que nos sostenían como<br />

técnicos para desarrollar nuestras<br />

77<br />

concepciones teóricas y técnicas ya no<br />

se encontraban presentes por lo que fue<br />

imposible continuar trabajando con la<br />

filosofía y estrategias terapéuticas<br />

originales, y está de más decir que de<br />

ninguna manera aceptaríamos<br />

psiquiatrizar la comunidad.<br />

Al apropiarse de las psicosis las ciencias<br />

médicas positivistas también desean<br />

tener en sus manos a las personas que<br />

presentan los síntomas, negando<br />

cualquier contenido emocional,<br />

afectivo, familiar o psicodinámico en la<br />

emergencia de la sintomatología y<br />

convirtiendo a la persona en un enfermo<br />

cuya único posible tratamiento es el<br />

medicamento y sin garantía de una<br />

verdadera recuperación. Esto justifica a<br />

su vez el internar a personas con<br />

delirios y alucinaciones o incapacitadas<br />

para desarrollar una vida normal, en<br />

contra de su voluntad en una institución<br />

psiquiátrica.<br />

Recibíamos en la comunidad familias<br />

que estaban convencidas de que la<br />

persona que nos presentaban como el<br />

enfermo tenía un problema de<br />

naturaleza física o biológica, y en<br />

algunas ocasiones la primera intención<br />

al acudir a la comunidad era la de<br />

encontrar un lugar donde depositar a su<br />

“enfermo” durante parte importante del<br />

día en un ambiente más flexible y<br />

tolerante que el de un hospital<br />

psiquiátrico.<br />

Cuando las familias se tenían que<br />

enfrentar a la realidad de que su<br />

paciente no iba a participar en el<br />

programa si no era su voluntad y lo<br />

decidía libremente y además como<br />

familia iban a tener que exponerse a una<br />

intervención terapéutica que incluía a<br />

todos sus miembros en el tratamiento,


en el momento que esto se aceptaba por<br />

parte de las familias se daba el primer<br />

paso para un tratamiento exitoso.<br />

En un principio los miembros de la<br />

familia pensaban que en las sesiones<br />

familiares grupales se les<br />

proporcionarían algunos consejos de<br />

cómo tratar a su paciente enfermo, pero<br />

cuando se enfrentaban a la realidad de<br />

que para los técnicos de la comunidad<br />

ellos también, o su sistema familiar y su<br />

dinámica eran parte del problema del<br />

paciente identificado, las reacciones de<br />

resistencia y temor al cambio no<br />

tardaban en aparecer.<br />

El verse incluídos en un grupo familiar<br />

terapéutico era de gran ayuda pues<br />

como dice el dicho “se puede ver mejor<br />

la paja en el ojo ajeno” y al poder<br />

observar claramente las dinámicas de<br />

otras familias en situaciones similares<br />

daba de manera importante lugar que a<br />

un insight colectivo acerca de los<br />

síntomas de los pacientes y su relación<br />

con los sistemas familiares.<br />

Vivimos en una cultura en que la<br />

propuesta positivista médico<br />

farmacéutica obviamente ha ganado<br />

ante cualquier otra posibilidad. Es triste<br />

ver la sobre medicación de niños<br />

ansiosos y carentes de comprensión a<br />

sus necesidades y deseos vitales,<br />

medicados por supuestos desordenes de<br />

atención, o de adolescentes frustrados<br />

con un mundo que ofrece pocos valores<br />

y perspectivas de un presente y un<br />

futuro emocional y socialmente<br />

gratificante, diagnosticados y<br />

medicados por supuestas depresiones<br />

endógenas, así como adultos sobre<br />

medicados con cualquier excusa:<br />

ansiedad, depresión, hay personas que<br />

toman medicamentos hasta para “no<br />

78<br />

llorar” en una situación personal que lo<br />

amerita.<br />

Si estudiamos la línea histórica de la<br />

psicosis esta se estableció como<br />

concepto médico en el siglo XIX<br />

definiéndose desde entonces como una<br />

enfermedad de la mente ya no del<br />

espíritu como era en sus orígenes. Está<br />

de más pero es interesante observar que<br />

el concepto de espíritu ha tenido que ser<br />

eliminado de la ciencia, debido a que no<br />

puede ser hasta ahora puesto a prueba<br />

de ningún tipo de investigación<br />

científica, por lo tanto ni las emociones<br />

ni los afectos pueden ser rigurosamente<br />

estudiados por la ciencia.<br />

La psiquiatría y la psicología estudian<br />

las patologías de la mente pero debemos<br />

tomar en cuenta que mente y cerebro no<br />

son la misma cosa desde una<br />

perspectiva psicodinámica. El cerebro<br />

es una entidad concreta mientras que<br />

mente es un concepto amplio y<br />

abstracto más cercano al mundo<br />

afectivo y espiritual que al cuerpo<br />

físico.<br />

En la comunidad conceptualizábamos<br />

incluso el cerebro como una entidad<br />

flexible con enormes posibilidades de<br />

cambio y regeneración como ha sido<br />

probado por múltiples investigaciones<br />

científicas.<br />

En la CTM incluíamos no solo<br />

pacientes que alucinaban y deliraban<br />

quienes claramente podían portar un<br />

diagnóstico de psicóticos, también<br />

tratábamos niños y adolescente así<br />

como algunos adultos con otro tipo de<br />

desórdenes mentales o psicosociales que<br />

los inhabilitaban para llevar una vida<br />

emocional y socialmente productiva.


Volviendo a la historia de los conceptos<br />

de salud mental, parece que fue a finales<br />

del siglo XIX cuando se definió la<br />

diferencia entre neurosis y psicosis.<br />

Entonces la psicosis empezaron a<br />

definirse con criterios tales como la<br />

incapacidad de adaptación al mundo<br />

social y familiar, perturbaciones en las<br />

habilidades de comunicación, ausencia<br />

de conciencia de enfermedad, perdida<br />

de contacto con la realidad, síntomas<br />

incoherentes e incongruentes con la<br />

vida familiar y social real del paciente y<br />

finalmente un determinismo orgánico o<br />

psicogenético con alteraciones<br />

profundas e irreversibles del yo o de la<br />

personalidad.<br />

En la CTM estábamos convencidos por<br />

diferentes razones tantos relacionadas<br />

con la experiencia terapéutica como con<br />

el conocimiento teórico, de que existe<br />

una relación profunda e inevitable entre<br />

la psicopatología de una persona que<br />

padece síntomas de psicosis, u otro tipo<br />

de síntomas no psicóticos y su dinámica<br />

familiar.<br />

La CTM estaba destinada desde su<br />

conceptualización inicial al tratamiento<br />

psicosocial de personas con<br />

padecimientos psicóticos o<br />

psicosociales que los incapacitaban para<br />

llevar una vida social y familiar<br />

productiva. En los momentos iniciales<br />

de su creación intelectual se había<br />

pensado que la CTM podría reemplazar<br />

al hospital psiquiátrico de la ciudad de<br />

Morelia, idea que fue descartada desde<br />

el principio basándonos en<br />

investigaciones institucionales que<br />

afirmaban que una institución ya<br />

institucionalizada es decir, establecida<br />

y con individuos que la conformaban de<br />

79<br />

mucho tiempo atrás es prácticamente<br />

imposible de cambiar o innovar.<br />

Nuestra conceptualización de la relación<br />

entre la familia y el individuo que<br />

padece síntomas psicosociales<br />

incapacitantes fue siempre<br />

psicodinámica, con este término quiero<br />

decir que le dábamos un peso<br />

importante al concepto del inconsciente.<br />

Al aceptar el inconsciente en nuestros<br />

marcos teóricos automáticamente nos<br />

ponemos del lado del psicoanálisis sin<br />

necesariamente casarnos o hacernos<br />

exclusivos de una de sus tantas escuelas<br />

y corrientes.<br />

Debo aclarar que en la CTM no<br />

practicábamos lo que se conoce como el<br />

psicoanálisis tradicional en donde el<br />

paciente tiene que asistir tres o cuatro<br />

veces por semana a sus sesiones y<br />

acostarse en el diván. No aplicábamos<br />

una estrategia psicoanalítica dirigida a<br />

ciertas clases sociales privilegiadas no<br />

porque no creyéramos en ella, -a mí<br />

personalmente me fascina acostarme en<br />

un diván y dejar manifestar mi<br />

inconsciente en diferentes dimensiones-,<br />

sino porque no era ni práctico ni<br />

aplicable para la población que<br />

atendíamos.<br />

En la CTM ofrecíamos un conocimiento<br />

privilegiado a las clases sociales más<br />

marginadas de nuestra sociedad, a las<br />

clases sociales desprotegidas es decir<br />

con escasos recursos económicos,<br />

educativos y laborales.<br />

Deseo señalar que no es mi intención<br />

entrar en la polémica popular que han<br />

manejado algunas corrientes<br />

psicológicas y psiquiátricas antipsicoanalíticas<br />

de que al relacionar al<br />

individuo con los síntomas


incapacitantes sociales, intelectuales y<br />

emocionales y su familia, estamos<br />

culpando injustamente a la madre, al<br />

padre o al resto de la familia de haber<br />

enfermado al individuo por una falta de<br />

amor o atenciones. Nuestra concepción<br />

teórica va mucho más allá de eso y es<br />

por cierto mucho más compleja y no se<br />

reduce a una afirmación tan superficial<br />

como esa.<br />

No intentábamos de ninguna manera<br />

realizar señalamientos de culpa a<br />

ningún miembro de la familia sino<br />

lograr una comprensión de los síntomas<br />

no como una deficiencia del cuerpo<br />

físico ya fuera biológica, genética o<br />

bioquímica, sino como un entrelazado<br />

de mensajes, comunicaciones, afectos,<br />

fantasías, y acciones que daban por<br />

resultado una dinámica familiar que<br />

promovía la inhabilitación o<br />

discapacitación de uno o unos de sus<br />

miembros expresada a través de los<br />

síntomas de la psicosis o neurosis grave<br />

o en términos más alineados con los<br />

diagnósticos modernos de los<br />

desórdenes mentales que padecían las<br />

personas que acudían a la CTM.<br />

La primera estrategia que<br />

considerábamos clave para el éxito<br />

terapéutico del paciente era el proceso<br />

diagnóstico. La primera entrevista<br />

diagnóstica debía constituirse como un<br />

encuentro terapéutico entre el<br />

entrevistador y la familia. Un parte<br />

importante de la población de pacientes<br />

eran adolescentes y jóvenes adultos con<br />

todo tipo de síntomas psicológicos e<br />

incapacidades psicosociales. La<br />

entrevista era cuidadosamente elaborada<br />

no solamente para obtener toda la<br />

información necesaria para lograr una<br />

primera aproximación a la comprensión<br />

80<br />

de la dinámica emocional y<br />

psicodinámica de la familia que se<br />

presentaba, de los síntomas del paciente<br />

identificado y su relación con la<br />

dinámica de la familia sino establecer<br />

una relación terapéutica entre la familia,<br />

el paciente y la comunidad.<br />

Después de esa primera entrevista se<br />

daban dos procesos fundamentales uno<br />

era la introducción del paciente y su<br />

familia a la comunidad terapéutica y el<br />

otro era la introducción del paciente al<br />

equipo técnico. Ambos procesos eran<br />

fundamentales y prácticamente<br />

simultáneos, en la primera entrevista<br />

diagnóstica se elaboraba una historia<br />

clínica que se presentaba en una junta<br />

clínica en la que participaba todo el<br />

equipo técnico, es decir todas la<br />

personas que trabajaban en la<br />

comunidad.<br />

Todos los miembros de la comunidad<br />

conocían a las historias, síntomas,<br />

dinámicas emocionales y<br />

psicodinámicas de todos y cada uno de<br />

los pacientes que ingresaban al<br />

programa terapéutico. Esta estrategia de<br />

compartir la historia familiar de cada<br />

paciente con todo el equipo técnico<br />

tenía la intención de sensibilizar y<br />

ayudar a los miembros del equipo<br />

técnico, independientemente de su<br />

función técnica, a comprender y valorar<br />

las reacciones, sentimientos, conductas,<br />

pensamientos que los pacientes iban<br />

produciendo y reproduciendo en cada<br />

uno de los contextos de la comunidad.<br />

Debo aclarar que estoy hablando de un<br />

programa de día de seis horas diarias al<br />

que los pacientes acudían a su<br />

tratamiento terapéutico. El día se<br />

distribuía alrededor de diversas<br />

actividades sociales y terapéuticas entre


las que se encontraban las terapias<br />

familiares.<br />

El proceso diagnostico definiría a que<br />

grupo terapéutico el paciente se iba a<br />

integrar, había grupos terapéuticos<br />

definidos de acuerdo a la gravedad de<br />

los síntomas y las capacidades o<br />

habilidades funcionales de los<br />

pacientes. Si los chicos o las chicas<br />

estaban más o menos sumergidos en un<br />

mundo delirante o alucinatorio serian<br />

asignados al grupo de pacientes con<br />

síntomas similares.<br />

Una vez definido el grupo<br />

automáticamente estaba definido el<br />

grupo terapéutico familiar pues a cada<br />

grupo de pacientes había un grupo de<br />

familias que acudían a terapia familiar<br />

grupal una vez a la semana. La técnica<br />

de manejo del grupo familiar variaba de<br />

acuerdo a los coordinadores o<br />

terapeutas de cada grupo.<br />

Los directivos técnicos tratábamos de<br />

estar permanentemente alertas para<br />

poder observar la reproducción de las<br />

psicodinámicas familiares en las<br />

dinámicas de la comunidad logrando<br />

comprenderlas, asimilarlas y cambiarlas<br />

para beneficio de nuestros pacientes,<br />

dando lugar a encuentros de<br />

experiencias, pensamientos, afectos y<br />

muchas veces conflictos que se<br />

representaban en las reuniones<br />

comunitarias diarias del equipo técnico.<br />

Para terminar señalaré en la CTM<br />

entendíamos las diversas patologías<br />

incluidas las psicosis como una<br />

manifestación de dolor emocional, a<br />

partir del cual la persona –niño,<br />

adolescente o adulto- se ve en la<br />

necesidad de crear síntomas que<br />

81<br />

expresen lo que no puede decir con<br />

palabras.<br />

Con fines psicoterapéuticos<br />

abordábamos la psicosis como un<br />

trastorno del desarrollo emocional, que<br />

se podía hacer comprensible si<br />

lográbamos una comprensión<br />

psicodinámica y psicosocial profunda<br />

de sus significados consientes e<br />

inconscientes. Algunas preguntas<br />

pertinentes podían ser por ejemplo ¿De<br />

qué se defiende la persona con sus<br />

síntomas?, ¿Qué situación familiar tiene<br />

la necesidad de sostener a uno de sus<br />

miembros como el portador de los<br />

síntomas? ¿Cuáles son las ganancias<br />

secundarias de este sufrimiento llamado<br />

enfermedad?<br />

En la medida en que podíamos observar<br />

a tantos adolescentes liberarse de los<br />

síntomas en los que se encontraban<br />

atrapados, una vez que aminoraban o<br />

desaparecían los delirios y las<br />

alucinaciones o que el adolescente<br />

empezaba a hacer contacto con la<br />

realidad, nos encontrábamos con una<br />

persona indefensa, frágil<br />

emocionalmente, y con un desarrollo<br />

afectivo que muestra una inmadurez<br />

propia de una persona que detuvo su<br />

desarrollo emocional en un momento<br />

temprano de su vida.<br />

La estrategia terapéutica entonces era<br />

proporcionarles al individuo y a su<br />

familia a través de estrategias<br />

terapéuticas diversas a encontrar el<br />

camino que debieran andar juntos para<br />

encontrar el camino hacia una vida<br />

satisfactoria emocionalmente y<br />

socialmente productiva.


Breves notas sobre sueños y drogas<br />

En 1895, en un manuscrito no publicado<br />

sino hasta 1950, Proyecto de psicología<br />

paraneurólogos, Freud define por<br />

primera vez al sueño como una<br />

realización alucinatoria de un deseo<br />

inconsciente reprimido. Concepto que<br />

desarrolla ampliamente en suesencial<br />

obra La interpretación de los sueños<br />

publicado en 1900.<br />

Con motivo de la celebración el pasado<br />

verano en la Cd. de México del 47<br />

Congreso de la Asociación<br />

Psicoanalítica Internacional en la que se<br />

retoma la función de los sueños como<br />

uno de sus ejes de trabajo, se recogen<br />

algunas ideas que podrían servir como<br />

ilustrativas al tema que ocupa este<br />

breviario.<br />

Como es el caso de Luis J. Martín<br />

Cabré (2011) que plantea que el sueño<br />

reactiva y es capaz de simbolizar<br />

emociones antiguas, derivadas de<br />

experiencias, en ocasiones traumaticas,<br />

que se retrotraen a los primerisimos<br />

períodos de la vida relacional y a una<br />

83<br />

Miguel Ángel Sitten Sotelo<br />

Nadie tiene que ocultar que ella no puede ser feliz<br />

hasta que al fin se da cuenta, de que es como las demás<br />

con su niebla, sus anfetaminas y sus perlas.<br />

Just like a woman- Bob Dylan<br />

Cuantos años puede vivir alguna gente,<br />

antes de que se les permita ser libres?…<br />

la respuesta está flotando en el viento<br />

Blowing in the wind<br />

Bob Dylan<br />

fase del funcionamiento mental<br />

presimbólico y preverbal, que quedan<br />

depositadas en la memoria implícita.<br />

Este autor se basa en la propuesta que<br />

hace Sandor Ferenczi de atribuir al<br />

sueño una segunda función, además de<br />

la inicialmente propuesta por Freud en<br />

cuanto realización alucinatoria de<br />

deseos. Función que está relacionada<br />

con las vivencias traumáticas en<br />

especial las experiencias precoces que<br />

ponían al descubierto mecanismos de<br />

defensa anteriores a la represión, como<br />

es el caso de las escisiones del yo.<br />

Función que Ferenczi llamó<br />

traumatolítica porque buscan disolver y<br />

deshacer las experiencias y vivencias<br />

traumáticas.<br />

El sueño, desde esta perspectiva,<br />

además de la función de realización de<br />

deseos, tendría el papel de recuperar, a<br />

través de estas vivencias sensoriales y<br />

corporales, las huellas mnémicas de un<br />

lenguaje enmudecido. Lenguaje que<br />

puede ser recuperado según plantea<br />

David Rosenfeld (2011) en su libro El


alma, la mente y el psicoanalista, en el<br />

que a través de la herramienta de la<br />

contratransferencia se puede entender<br />

eso que el paciente no puede expresar<br />

en palabras porque nunca existieron<br />

para expresar su mundo infantil caótico.<br />

Esto se logra si el terapueta descubre<br />

que es lo que el paciente le hace sentir.<br />

Elias Machet da Rocha (2011) en su<br />

participación en el congreso 47 de IPA<br />

propone el funcionamiento de los<br />

sueños como forma de pensamiento<br />

inconsciente, ya que mientras la persona<br />

duerme y sus defensas no operan<br />

cabalmente, se opera y transforma el<br />

significado, hay una función de<br />

elaboración psíquica que transforma los<br />

afectos en recuerdos y estructuras<br />

mentales y también abarca el proceso<br />

merced al cual se aprehende, construye<br />

y transforma el significado en un nivel<br />

expresivo no discursivo, basado en la<br />

representación mediante imágenes<br />

figurativas.<br />

Como hace notar Luis Martín Cabré<br />

(2011) se está hablando de posibilidades<br />

elaborativas, que el mismo Freud ya<br />

había anticipado en algunos escritos<br />

como es el caso de Más allá del<br />

principio del placer (1920) donde Freud<br />

dice que “podría haber llegado el<br />

momento de admitir por primera vez<br />

una excepción a la regla de que el sueño<br />

sea una realización de un deseo… los<br />

sueños que se reproducen durante el<br />

tratamiento psicoanalítico y que<br />

reproducen los traumas psíquicos de la<br />

infancia no pueden ser entendidos como<br />

realización de deseos”. A este respecto<br />

el mismo Luis Martín Cabré (2011)<br />

relata como Ferenczi se vió en la<br />

necesidad de distinguir dos momentos<br />

84<br />

en la función del sueño, el primario, que<br />

está constituido por impresiones<br />

sensoriales violentas, intramitables,<br />

inaccesibles a la menoria, a la<br />

consciencia y al recuerdo y que nunca<br />

fueron objeto de represión. Y el sueño<br />

secundario que consiste en un intento de<br />

superar el trauma, introduciendo una<br />

distorsión de la experiencia traumática a<br />

través de una escisión narcisista, que<br />

permita recuperar conscientemente la<br />

experiencia traumática.<br />

Entonces, sigue argumentando L.<br />

Martín Cabré (2011) que bajo la<br />

hipótesis propuesta por Ferenczi se abre<br />

la posibiidad de interpretar estas<br />

imágenes y representaciones simbólicas,<br />

lo que favorecería el proceso<br />

reconstructivo necesario al psiquismo<br />

para mejorar las propias capacidades de<br />

mentalización y transformar en<br />

pensables, aunque no recordables,<br />

experiencias inicialmente ni pensables<br />

ni representables. Sobre este tema A.<br />

Santamaría (2011) explica que el sueño<br />

integra la memoria larga a la memoria<br />

reciente y favorece la mente actual, en<br />

ese trabajo donde la imagen central es<br />

un pictograma que parte de una<br />

emoción.<br />

A este respecto Harold Blum (2011)<br />

plantea que la verbalización de los<br />

sueños equivale a una ampliación de su<br />

elaboración secundaria. Aunque el<br />

sueño inevitablemente se modifica al<br />

ser verbalizado, contiene<br />

representaciones de las relaciones<br />

objetales infantiles revividas en la<br />

transferencia, lo que permite tener<br />

acceso a esas etapas.


Siguiendo con este tema, Elias Mallet<br />

de Rocha (2011) conjetura, dice él, que<br />

la función de reelaboración propia de<br />

los sueños se cumple merced a un<br />

proceso de progresión de las<br />

características formales de las<br />

representaciones que el soñar torna<br />

accesibles en la forma que él ha<br />

llamado pictogramas afectivos, que<br />

aumentan su nivel de complejidad,<br />

abstracción y sofisticación<br />

principalmente como reacción a las<br />

interpretaciones. Lo anterior pudiese<br />

servir para reconocer si las<br />

interpretaciones que se manejan en el<br />

proceso están teniendo algún impacto.<br />

Continúa diciendo Elias Machet de<br />

Rocha (2011) que si se compara con la<br />

vigilia el estado onírico permite mejor<br />

la reelaboración ya que le da expresión<br />

figurativa a las emociones en ellos<br />

involucradas y éste es el primer paso<br />

hacia la pensabilidad, además de que al<br />

interpretar sueños por parte del analista<br />

sucede lo que los lingüistas denominan<br />

“transmudación de la base simbólica”,<br />

proceso indispensable para que la gente<br />

mejore sus capacidad de pensar.<br />

Y desde otra posición, un aspecto<br />

importante que menciona Harold Blum,<br />

(2011) es que en la actualidad ya no se<br />

considera al contenido manifiesto como<br />

simple envoltorio del contenido latente<br />

oculto, ya que hay fantasias<br />

inconscientes que eluden la censura y<br />

salen a la superficie en el contenido<br />

manifiesto. Para la comprensión del<br />

sueño y del soñante es importante la<br />

secuencia de asociaciones anteriores y<br />

posteriores al relato del sueño, la<br />

secuencia que se da en el mismo sueño,<br />

los sueños profusos, los afectos o<br />

85<br />

estados de ánimo presentes en los<br />

sueños, la historia del paciente o la fase<br />

de análisis en que se produce el sueño,<br />

Harold Blum, (2011).<br />

Por otra parte, dice Luis Martín Cabré<br />

(2011) que las neurociencias han<br />

desarrollado la idea de la memoria<br />

como construcción y no como archivo y<br />

han confirmado los planteamientos de<br />

que no solo existe una memoria a largo<br />

plazo, autobiográfica, explícita,<br />

accesible a la consciencia y al recuerdo<br />

y derivada del mecanismo psíquico de<br />

la represión, sino también una memoria<br />

implícita, no reprimible, no susceptible<br />

de ser recordada y no verbalizable.<br />

Y en alusión a las pesadillas Harold<br />

Blum, (2011) escribe que tanto para los<br />

pacientes como para las personas que no<br />

están en análisis, pueden constituir<br />

intentos de reparación y superación de<br />

un trauma y con la ayuda de la<br />

interpretación pueden impulsar el<br />

dominio yoico y la sublimación.<br />

Sobre el otro tema que ocupa este<br />

pequeño artículo, David Rosenfeld<br />

(2011) propone una clasificación de<br />

diferentes tipos de adictos que será útil<br />

para evaluar el estado clínico y el<br />

pronóstico de los pacientes, así como el<br />

abordaje terapéutico.<br />

Un primer grupo son aquellos pacientes<br />

que necesitan sentirse envueltos por las<br />

sensaciones que la droga les produce;<br />

están en busca de una envoltura o<br />

sustituto de la piel. Presentan menos<br />

duelo patológico y tren sueños<br />

relacionados con sustitutos de la piel:<br />

ropa abrigos, pieles, etc.


Un segundo grupo se refiere a pacientes<br />

con un duelo patológico, porque se<br />

identifican con un objeto muerto de<br />

quien no se pueden diferenciar. No<br />

tienen noción del peligro ni percepción<br />

del riesgo, se sienten muertos. En<br />

ocasiones con un superyó cruel y<br />

persecutorio, que genera intensos<br />

sentimientos de culpa y usan la droga<br />

para eludirse del superyó y para<br />

proveerse de sensaciones intensas.<br />

Intensos en la vida grupal.<br />

Un tercer grupo se refiere a pacientes<br />

que cuando niños tuvieron rasgos<br />

autistas y sobrevivieron creando su<br />

propio mundo de sensaciones y<br />

sentimientos. Viven en la paradoja de<br />

que si no logran estas sensaciones<br />

autistas, van a morir y esa búsqueda en<br />

las drogas puede llevar a la sobredosis.<br />

Muestran poca violencia y vivacidad.<br />

Generalmente usan vía intravenosa, lo<br />

que habla de un funcionamiento mental<br />

basado en una imagen corporal<br />

psicótica.<br />

“Veo mucha droga, agarro mi patineta y<br />

me voy”, sueño hecho por una paciente<br />

de 25 años que lleva varios meses sin<br />

consumir. Paciente que refiere tener que<br />

alejarse en los primeros meses de<br />

lugares y relaciones donde hay droga,<br />

porque se le antoja.<br />

Si se viera el sueño anterior desde la<br />

óptica de Bryan Johnson (2009), en la<br />

que afirma que podemos encontrar<br />

pacientes que sueñan poco con drogas<br />

porque su adicción es psicológica, por<br />

lo tanto, la abstinencia pasa a ser una<br />

búsqueda terapéutica secundaria, a<br />

diferencia de pacientes que sueñan<br />

frecuentemente con drogas, y esto es<br />

debido a las modificaciones que ha<br />

86<br />

sufrido el área tegmentaria ventral que<br />

se encuentra justo debajo del<br />

hipotálamo y es la encargada de<br />

procesar los sueños y las expresiones de<br />

los impulsos instintivos. Estos han<br />

desarrollado una adicción física por lo<br />

que lograr<br />

la abstinencia se convierte en una<br />

prioridad terapéutica.<br />

Entonces el ejemplo del sueño anterior<br />

sería del primer caso según Bryan<br />

Johnson y del primer tipo según David<br />

Rosenfeld. Pacientes con buen<br />

pronóstico, capacidad de adaptación a la<br />

realidad más funcional y generalmente<br />

aceptan el tratamiento analítico.<br />

A diferencia del siguiente sueño: “como<br />

una cueva, así como un bajo de una<br />

tubería… y había muchos zapatos y<br />

zapatillas y también mucha mierda<br />

embarrada en los zapatos y en todos<br />

lados, pero ninguno de los zapatos<br />

tenían par”, la paciente de 18 años lo<br />

relaciona con que siempre se ha sentido<br />

sola y que nadie la entiende, quisiera<br />

tener compañia, nunca la ha tenido<br />

porque siempre ha estado entre la<br />

mierda, dice. Desde esa óptica sería del<br />

segundo grupo según Rosenfeld (2011)<br />

y del primer tipo según Johnson (2009).<br />

En el caso del siguiente sueño<br />

recurrente de un paciente de 56 años:<br />

“andaba de vago y de repente me caía<br />

de un edificio, era una caída<br />

interminable”, lo asocial con su vida,<br />

una caída que tiene que ver con todo,<br />

caída económica, familiar, consumidor<br />

de heroína.Este sería del tercer grupo<br />

según Rosenfeld (2011) y del segundo<br />

tipo, es decir de adicción física según<br />

Johnson (2009).


Ejemplos como estos permiten hacer<br />

ajustes en las estrategias de tratamiento,<br />

para enfocar el nivel de intervención<br />

psicoanalítica, de apoyo o psiquiátrica.<br />

Una pequeña disgregación, como bien<br />

plantea Rosenfeld (2011) la<br />

hospitalización provee un holding,<br />

significa contensión a sus culpas,<br />

tristezas, dolor o angustia catastrófica,<br />

lo que lo protege de la faceta psicótica y<br />

adicta a la droga que lo esclaviza. En el<br />

caso de la intervención psicoanalítica la<br />

fortaleza la proporciona un encuadre<br />

fijo de horario riguroso, mucha<br />

paciencia, porque se requiren meses<br />

para que el paciente adicto reconozca la<br />

contención estable que le ofrece el<br />

terapeuta y en el caso particular de los<br />

sueños, interpretar detalladamente las<br />

diferentes partes del yo en el sueño,<br />

Rosenfeld (2001).<br />

Sin olvidar que el eje del trabajo<br />

psicoanalítico se hace en transferencia,<br />

como se ha mencionado en otros<br />

trabajos como Sitten (2010). Y el<br />

trabajo de reconstrucción apoyado en la<br />

recuperación de fechas, años, épocas y<br />

espacios que le permiten al paciente<br />

enfrentar el hecho de que el tiempo ha<br />

pasado y eso significa reconocer la<br />

desaparición o muerte de los objetos,<br />

Rosenfeld (2011).<br />

En el complejo territorio de las<br />

adicciones, los factores sociales no<br />

pueden desestimarse, como bien plantea<br />

Ana Lía Kornblit (2004) cuando<br />

reflexiona: La agudización de las<br />

diferencias en la distribucion de la<br />

riqueza, fué un factor que incidió en la<br />

multiplicación de jóvenes urbanos con<br />

87<br />

alto nivel de fracaso escolar y dificultad<br />

de inserción familiar y social en lo que<br />

el consumo de drogas por vía<br />

endovenosa se difundió rapidamente a<br />

partir de una subcultura que privilegia<br />

fugaces momentos de placer al<br />

embarcarse en esfuerzos con alta<br />

probabilidad de conducir a fracasos. El<br />

consumo de drogas se convirtió así en<br />

un factor constructor de identidades en<br />

las subculturas juveniles marginales, al<br />

tiempo que surgía un perfil de<br />

consumidores de drogas, que lo hacen<br />

con fines recreativos y que mantienen<br />

claras diferencias con los consumidores<br />

de los barrios pobres.<br />

Las respuestas sociales frente a estos<br />

fueron, por un lado, la criminalización<br />

progresiva del consumo, que creó la<br />

imagen de la asociación drogadelincuencia.<br />

A partir de ella, el modelo<br />

penal tuvo vía libre para sancionar a los<br />

consumidores, recluyéndolos. Por otro<br />

lado el modelo médico ofreció a la<br />

sociedad la imagen de la adicción como<br />

enfermedad, con lo que se abrió la<br />

alternativa de recluir en instituciones<br />

totales, para su “recuperación” a los<br />

adictos-enfermos. El resquebrajamiento<br />

de este modelo terapéutico-psicológico<br />

ofrecido como única alternativa a los<br />

drogadictos, condujo a la progresiva<br />

aceptación de la política de reducción<br />

de daños, resultado de la puesta en<br />

juego,de metas menos ambiciosas que el<br />

cese del consumo y del reconocimiento<br />

de necesidades y derechos de los<br />

consumidores, obviados muchas veces<br />

previamente, Ana Lía Kornblit (2004).<br />

El amplio y creciente abanico<br />

conceptual psicoanalítico permite<br />

preparar el terreno para nuevas líneas de


investigación en el tema de las<br />

adicciones, es el caso de los conceptos<br />

de Elisabeth Roudinesco que en su libro<br />

Nuestro lado obscuro (2009), plantea<br />

que la sociedad tiende a devenir<br />

perversa por la fetichización<br />

pornográfica de los cuerpos. En ese<br />

congelamiento narcisista quedan<br />

entrampadas las personalidades<br />

adictivas.<br />

O como el caso del concepto El vacío<br />

mental de Jaime Lutenberg (2007) que<br />

argumenta basado en procesos<br />

neurobiológicos que la estructura<br />

psíquica tiene la capacidad de quedar<br />

escindida en sectores completamente<br />

desvinculados entre sí y por ende, que el<br />

vacío mental no implica el yo total del<br />

paciente, sino a un sector escindido de<br />

este. Esto podría explicar los casos de<br />

adictos que tienen áreas de óptimo<br />

funcionamiento yoico.<br />

En el caso del tema sueños-adicciones,<br />

el camino es largo y promisorio, porque<br />

permite trabajar con los factores<br />

intrapsíquicos y relacionales que<br />

predisponen al joven a engancharse ante<br />

la fuerza social identificatoria.<br />

Referencias bibliográficas<br />

Blum, H. (2011) Sexualidad, sueños,<br />

inconsciente. Revista de Psicoanálisis,<br />

No. 1, tomo 68, A.P.A., B.A.<br />

Freud, S. (1895)(1950) Proyecto de<br />

psicología para neurólogos. Amorrortu<br />

editores, tomo I, 1979, Buenos Aires.<br />

Freud, S. (1920) Más allá del<br />

principio del placer. Amorrortu<br />

88<br />

editores, tomo XVII, 1979. Buenos<br />

Aires.<br />

Johnson, B.(2009) A<br />

“neuropsychoanalytic” treatment of a<br />

patient with cocaine dependence.<br />

Neuropsychoanalysis, 11, 181-196.<br />

Kornblit, A.L. (2004) Nuevas<br />

estudios sobre drogadicción. Editorial<br />

Biblos, Buenos Aires, 2004<br />

Lutenberg, J. (2007) El vacío<br />

mental. Editorial Lumen Humanitas,<br />

B.A. 2007<br />

Mallet de Rocha, E. (2011) Sexualidad,<br />

sueños, inconsciente. Revista de<br />

Psicoanálisis, No. 1, tomo 68, A.P.A.,<br />

B.A.<br />

Martín Cabré, L.J. (2011) Sexualidad,<br />

sueños , inconsciente. Revista de<br />

Psicoanálisis, No. 1, tomo 68, A.P.A,<br />

B.A.<br />

Rosenfeld, D. (2011) El alma, la<br />

mente y el psicoanalista. Paraíso<br />

editores. México, 2011.<br />

Roudinesco, E. (2009) Nuestro lado<br />

obscuro. Editorial Anagrama, B.A.,<br />

2009.<br />

Santamaría, A. (2011) Cuando….<br />

duermes, velas, piensas, sueñas,<br />

ensueñas, fantaseas e intersueñas.<br />

Conferencia en Ipppnac, Obregón.<br />

Sitten, M. (2010) Apuntes<br />

sobrenarcisismo, drogadicción y el<br />

vínculo transferencial. Revista <strong>Ania</strong>,<br />

No. 2, México.


Sugiriendo lecturas para reflexionar<br />

El pensamiento Clínico, André Green<br />

Amorrortu Editores 2002<br />

El autor hace en esta obra una revisión<br />

critica de la historia y el origen del<br />

concepto y lenguaje utilizado por Freud<br />

a través de la misma historia del<br />

pensamiento comienza reflexionando<br />

acerca del mismo de su obra<br />

“pensamiento” “Clínico” palabras que<br />

difícilmente se asocian. Hablando de<br />

clínica cuyo origen esta estrechamente<br />

ligado a la medicina. La clínica percibe,<br />

persigue, adivina. Resultaría dificultoso<br />

encontrar en ella la sombra de un<br />

pensamiento, su coherencia es más de<br />

una vez problemática. La mayoría de las<br />

veces el ideal recibe en un sensato<br />

equilibrio entre teoría y clínica: la teoría<br />

debe conservar una estrecha relación<br />

entre sus teoremas y lo que enseña la<br />

clínica, la cual no siempre coincide con<br />

las explicaciones que se dan respecto de<br />

sus signos y síntomas; a demás, la<br />

clínica debería superar sus intenciones<br />

descriptivas y el elevarse al nivel de<br />

abstracción necesario para promover la<br />

reflexión.<br />

Ahora bien André Green sostiene que<br />

en psicoanálisis no solo una teoría de<br />

la clínica, sino también un<br />

pensamiento clínico, es decir un modo<br />

89<br />

Javier Gavito de la Torre<br />

original y específico de racionalidad<br />

surgido de la experiencia practica.<br />

No diría que se trata, hablando con<br />

propiedad, de una lógica, aunque nos<br />

esforcemos en considerar los fenómenos<br />

psíquicos propios del campo del<br />

psicoanálisis desde el ángulo de una<br />

causalidad especifica que da sentido a<br />

los movimientos, desarrollos y<br />

transformaciones ofrecidos a la escucha<br />

del psicoanalista; la elaboración puede<br />

llevarse a cabo a un nivel de reflexión<br />

que ha tomado distancia de la clínica;<br />

pero aunque no haga referencia a los<br />

pacientes, el pensamiento clínico hace<br />

pensar siempre en ellos. Sin duda se<br />

reconoce el pensamiento clínico cuando<br />

la elaboración teórica despierta<br />

asociaciones que se refieren a tal o cual<br />

aspecto de la experiencia clínica del<br />

lector. Es decir que el pensamiento<br />

clínico, aun cuando no hable<br />

expresamente de la clínica, suscita la<br />

evocación de un paciente o de un grupo<br />

de paciente, y trae a la memoria tal o<br />

cual momento de un análisis. Estas<br />

asociaciones integran el modo de<br />

articulación del pensamiento clínico. Al<br />

tratarse del psiquismo no puede faltar en<br />

ninguna de sus manifestaciones, ya sea<br />

normales y patológicas.


Información curricular.<br />

ψ Pst. María Celina Arredondo. Psicoterapeuta Psicoanalítica. Egresada de la<br />

UNAM, con posgrado de IIPCS, Catedrática Universitaria de IPN, IIPCS y de la<br />

UVAC. Miembro fundador de la Comunidad Ágape Psicoanalítica, C.S., y de la<br />

IFPE de Nueva York, docente <strong>IPPPNAC</strong> Y Catedratica Universitaria.<br />

ψ Dr. Antonio Santamaría Fernández. Medico y Psiquiatra egresado de UNAM.<br />

Psicoanalista titular, didáctico y expresidente de APM. Doctorado en Psicología<br />

Clínica UIC. Catedrático universitario y docente <strong>IPPPNAC</strong>.<br />

ψ Pst. Rafael Azuela de la Cueva. Psicoterapeuta psicoanalítico. Práctica clínica<br />

privada en Cd. de México, egresado de IMPPA, catedrático universitario y<br />

docente de <strong>IPPPNAC</strong>.<br />

ψ Mtro. Abraham Godínez Aldrete. Psicoanalista, práctica privada editor de la<br />

revista de psicoanálisis NON NOMINUS, maestría en psicología clínica U de G,<br />

doctorante en filosofía UG, catedrático universitario y docente <strong>IPPPNAC</strong><br />

ψ Mtro. Francisco Javier Herrera Amavizca. Catedrático de posgrado de psicología<br />

clínica de UAS, Docente en los diplomados: "Psicoanálisis, clínica y cultura", y<br />

"Psicología Criminal". Docente <strong>IPPPNAC</strong><br />

ψ Lic. Madaleidy Guadalupe Ochoa Gómez. Psicóloga clínica. Consulta privada,<br />

egresada de ITSON, candidato en formación de <strong>IPPPNAC</strong>.<br />

ψ Pst. Miguel Romero Medina, Psicoterapeuta psicoanalítico. Práctica clínica<br />

privada en Cd. de México. Egresado de IMPPA. Docente <strong>IPPPNAC</strong>. y catedrático<br />

universitario.<br />

ψ Pst. Gloria Aurora Champion Castro. Psicoanalista. Practica clínica privada en<br />

Houston, Texas, Consejera Escolar. Egresada UAQ, IMPPA, UMSNH, y de la<br />

Universidad de Texas en Brownsville, TX. USA. Colaboradora <strong>IPPPNAC</strong><br />

ψ Pst. Miguel Ángel Sitten Sotelo. Psicólogo clínico. Práctica clínica privada,<br />

posgrado de la UIA, catedrático universitario, Director, docente y miembro<br />

fundador de <strong>IPPPNAC</strong>. Candidato en formación.<br />

ψ Dr. Javier Gavito de la Torre. Psiquiatra, psicoterapeuta psicoanalítico egresado<br />

de IMPPA, practica clínica privada, Docente y miembro fundador de <strong>IPPPNAC</strong>.<br />

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