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TromPeTa

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deL vivir<br />

A través de los ojos de su hija<br />

nota para papi”, dice el<br />

papelito sobre mi almohada.<br />

“Papi, ¿me llevarías en una<br />

“Una<br />

cita conmigo el jueves, por<br />

favor? Con amor, Zoe [zouii]”.<br />

El corazón se me derritió.<br />

Esta nota reforzó algo que aprendí<br />

recientemente, algo que creía que ya<br />

sabía, pero la verdad plena de eso es más<br />

poderosa y emocionante de lo que me<br />

había dado cuenta. Sencillamente es: ¡qué<br />

potente es la influencia de una padre!<br />

Esto me impacta con gran fuerza<br />

gracias a un libro que sinceramente recomiendo<br />

para que lo lea todo hombre que<br />

tenga una hija: Padres fuertes, hijas<br />

felices, por Meg Meeker (Este libro está<br />

disponible en español en librerías).<br />

Las décadas de experiencia de Meeker<br />

practicando la pediatría y medicina adolescente,<br />

como también aconsejando a<br />

adolescentes y padres, están claramente<br />

arraigadas en un respeto básico por el<br />

modelo de familia bíblico centrado en el<br />

padre. Con lenguaje franco y claro, ella<br />

nos da una nueva e impresionante perspectiva:<br />

vernos a nosotros mismos a través<br />

de los ojos de nuestras hijas.<br />

“Padres, ustedes son mucho más poderosos<br />

de lo que creen”, escribe. Ustedes<br />

son nada menos que el epicentro de ese<br />

pequeño mundo de niña.<br />

“A las hijas nunca les falta entusiasmo<br />

en la presencia de sus padres”, añade.<br />

“Ellas los observan intensamente. Están<br />

pendientes de sus palabras. Tienen<br />

esperanza de su atención, la cual<br />

añoran con frustración—o con desesperación.<br />

Ellas necesitan un gesto<br />

de aprobación, una muestra de<br />

aliento, o incluso un simple contacto<br />

visual que les haga saber que<br />

papi se preocupa, y que está dispuesto<br />

a ayudar”.<br />

“Cuando está en su compañía,<br />

su hija se esfuerza por sobresalir.<br />

Cuando usted le enseña,<br />

ella aprende más rápidamente.<br />

Cuando usted la guía, ella<br />

gana confianza. Si usted<br />

entiende completamente<br />

cuán profundamente puede<br />

influenciar la vida de su hija,<br />

debería aterrorizarse, abrumarse,<br />

o ambas cosas”.<br />

He sopesado estas<br />

20 ABRIL 2008 troMpeta De filaDelfia<br />

Una nota a los padres. por Joel HilliKer<br />

palabras contra mis propios tratos con<br />

mis hijas y descubrí que son verdad. Simplemente<br />

no estaba lo suficientemente<br />

conciente de cuán enfocadas están ellas<br />

en tratar de ganar mi atención, y de obtener<br />

mis afectos. No veía cuán sensitivas<br />

son a mis palabras, a mis acciones, a mi<br />

contacto.<br />

Usted es el héroe de su hija. Ella<br />

anhela su atención, su amor; necesita su<br />

protección, su seguridad; ella valora sus<br />

convicciones, su estabilidad. Mucho más<br />

de lo que usted piensa.<br />

Incluso su hija adolescente que está<br />

poniendo mala cara o gritando y apartándolo,<br />

realmente solo está comprobando el<br />

compromiso que papi tiene con ella. Un<br />

padre debe ser lo suficientemente hombre<br />

–su amor debe ser suficientemente fuerte–<br />

como para derribar esos obstáculos y<br />

comprobar que sí se preocupa.<br />

Nuestras hijas necesitan nuestra<br />

masculinidad, nuestra habilidad para<br />

confrontar y resolver los problemas, nuestra<br />

lógica, nuestra firmeza. “Permítame<br />

contarle un secreto acerca de las hijas de<br />

todos los tiempos”, escribe Meeker. “Ellas<br />

aman alardear sobre qué tan fuertes son<br />

sus padres, no sólo físicamente, sino cuán<br />

estrictos y exigentes son. ¿Por qué? Porque<br />

esto permite a las hijas ‘presumir’ de<br />

cuánto las aman sus padres. Si usted sólo<br />

estuviera al tanto de las conversaciones<br />

privadas entre amigas”.<br />

De usted viene lo que su hija aprende con<br />

respecto al significado de ser amada; cómo<br />

es y cómo se siente la apropiada y respetuosa<br />

atención masculina. Es de las interacciones<br />

con usted que ella adquiere el sentido de<br />

amor propio tan necesario para resistir las<br />

insinuaciones masculinas inapropiadas.<br />

Nuestro mundo está lleno de influencias<br />

tóxicas. Presiona a nuestras hijas<br />

a lucir y a actuar de maneras atroces.<br />

Ataca el pudor, la decencia, la virtud. Este<br />

mundo trata de hacerlas egoístas, obsesionadas<br />

con la belleza y el materialismo.<br />

Meeker hace un súper trabajo al darle al<br />

lector un vistazo sin rodeos de esa fea realidad,<br />

exponiendo los mensajes sexuales<br />

que se cuelan en las escuelas públicas, en<br />

los tratos entre adolescentes e incluso prepúberes,<br />

y a través de todos los medios de<br />

comunicación. “Mientras que usted quiere<br />

que el mundo sea prudente y amable con<br />

ella”, escribe, “es cruel más allá de la imaginación,<br />

incluso antes de que sea una<br />

adolescente”. La verdad es brutal, entristece<br />

y enfurece, pero fallar en reconocerla<br />

hace que un padre esté mal equipado para<br />

combatirla con suficiente potencia.<br />

Usted, con la ayuda de Dios, es la protección<br />

número uno de su hija. Usted<br />

necesita ser escudo de ella contra esos<br />

venenos satánicos, dándole una oportunidad<br />

para crecer con su inocencia<br />

preservada y su dignidad intacta. Sea<br />

un brillante caballero con un corazón<br />

de león, llevando el estandarte<br />

de Dios en su vida.<br />

Este libro avivó las flamas de mi<br />

devoción por mis hijas. Aumentó<br />

mi aprecio por cómo Dios diseñó la<br />

mente femenina para aceptar la<br />

autoridad paternal. Incrementó<br />

mi deseo de tomar ventaja del<br />

tiempo limitado que tengo<br />

en su fugaz infancia para<br />

ejercitar esa inf luencia<br />

para bien.<br />

Ahora, si usted me disculpa,<br />

tengo una cita a la<br />

cual asistir. n<br />

istock photo

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