08.05.2013 Views

Dios habla a los hombres a través de esa belleza única llamada María

Dios habla a los hombres a través de esa belleza única llamada María

Dios habla a los hombres a través de esa belleza única llamada María

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Año 2. No.24 Mayo 2009<br />

“<strong>Dios</strong> <strong>habla</strong> a <strong>los</strong> <strong>hombres</strong> a <strong>través</strong> <strong>de</strong> <strong>esa</strong> <strong>belleza</strong><br />

<strong>única</strong> <strong>llamada</strong> <strong>María</strong>”, Madre <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> y Madre<br />

nuestra. SS. Juan Pablo II<br />

1


2<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

PARA PENSAR… O PARA<br />

PLATICARLO CON DIOS<br />

EL CUIDADO DE NUESTRO PRÓJIMO<br />

La epi<strong>de</strong>mia <strong>de</strong> influenza que se ha presentado en nuestro País y en<br />

buena parte <strong>de</strong>l mundo nos da la ocasión para pensar un poco acerca<br />

<strong>de</strong> nuestra preocupación por el prójimo. Es importante que pensemos<br />

en esto, pero probablemente es más importante que pensemos en la<br />

razón <strong>de</strong> fondo por la que nos ocupamos <strong>de</strong> él.<br />

¿Y quién es mi prójimo?, pregunta el doctor <strong>de</strong> la Ley. ¿Con quién <strong>de</strong>bo<br />

tener <strong>esa</strong>s muestras <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> misericordia?<br />

Jesús respon<strong>de</strong>rá con una bellísima parábola, que recogió San Lucas:<br />

Un hombre bajaba <strong>de</strong> Jerusalén a Jericó y cayó en manos <strong>de</strong> unos<br />

salteadores que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberle <strong>de</strong>spojado, le cubrieron <strong>de</strong><br />

heridas y se marcharon, <strong>de</strong>jándole medio muerto (Lc 10, 25-37). Éste<br />

es mi prójimo: un hombre, un hombre cualquiera, alguien que tiene<br />

necesidad <strong>de</strong> mí.<br />

No hace el Señor ninguna especificación <strong>de</strong> raza, amistad o parentesco.<br />

Nuestro prójimo es cualquiera que esté cerca <strong>de</strong> nosotros y tenga<br />

necesidad <strong>de</strong> ayuda. Nada se dice <strong>de</strong> su país, ni <strong>de</strong> su cultura, ni <strong>de</strong> su<br />

condición social: “un hombre”, un hombre cualquiera.


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Y continúa la parábola: Bajaba casualmente por el mismo camino un<br />

sacerdote, y viéndole pasó <strong>de</strong> largo. Asimismo, un levita, pasando cerca<br />

<strong>de</strong> aquel lugar, lo vio y pasó <strong>de</strong> largo.<br />

El Señor nos <strong>habla</strong> aquí <strong>de</strong> la omisión. Los que pasaron <strong>de</strong> largo no<br />

hicieron un nuevo daño al hombre malherido y abandonado, como<br />

terminar <strong>de</strong> quitarle lo que le quedaba, insultarle, etc. Iban a lo suyo<br />

–quizá cosas importantes– y no quisieron complicaciones. Dieron más<br />

importancia a sus asuntos que al hombre necesitado. Su pecado fue<br />

ése: pasaron <strong>de</strong> largo.<br />

Sin embargo, aquel servicio que no prestaron habría merecido <strong>de</strong>l Señor<br />

estas palabras: una buena obra ha hecho conmigo (Mc 14, 6), porque<br />

todo lo que hacemos por otros, por <strong>Dios</strong> lo hacemos. Cristo nos esperaba<br />

en <strong>esa</strong> persona necesitada. Él estaba allí. «No te digo: arréglame mi vida<br />

y sácame <strong>de</strong> la miseria, entrégame tus bienes aun cuando yo me vea<br />

pobre por tu amor. Sólo te imploro pan y vestido, y un poco <strong>de</strong> alivio<br />

para mi hambre. Estoy preso. No te ruego que me libres. Sólo quiero<br />

que, por tu propio bien, me hagas una visita. Con eso me bastará y por<br />

eso te regalaré el Cielo. Yo te libré a ti <strong>de</strong> una prisión mil veces más dura.<br />

Pero me contento con que me vengas a ver <strong>de</strong> cuando en cuando.<br />

»Pudiera, es verdad, darte tu corona sin nada <strong>de</strong> esto, pero quiero estarte<br />

agra<strong>de</strong>cido y que vengas <strong>de</strong>spués a recibir tu premio confiadamente.<br />

Por eso, yo, que puedo alimentarme por mí mismo, prefiero dar vueltas<br />

a tu alre<strong>de</strong>dor, pidiendo, y exten<strong>de</strong>r mi mano a tu puerta. Mi amor<br />

llegó a tanto, que quiero que tú me alimentes. Por eso prefiero, como<br />

amigo, tu m<strong>esa</strong>; <strong>de</strong> eso me glorío y te muestro ante todo el mundo<br />

como mi bienhechor» (S. Juan Crisóstomo, Hom. 15 sobre la Epístola a<br />

<strong>los</strong> Romanos).<br />

Éste es el secreto para estar por encima <strong>de</strong> diferencias <strong>de</strong> raza, cultura o,<br />

simplemente, <strong>de</strong> edad o <strong>de</strong> carácter: compren<strong>de</strong>r que Jesús es el objeto<br />

<strong>de</strong> nuestra caridad. En <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, le vemos a Él: «con razón pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cirse que es el propio Cristo quien en <strong>los</strong> pobres levanta su voz para<br />

<strong>de</strong>spertar la caridad <strong>de</strong> sus discípu<strong>los</strong>» (Gaudium et spes, 88).<br />

En el camino <strong>de</strong> nuestra vida vamos a encontrar gente herida, <strong>de</strong>spojada<br />

y medio muerta, <strong>de</strong>l alma y <strong>de</strong>l cuerpo. La preocupación por ayudar a<br />

otros, si estamos unidos al Señor, nos sacará <strong>de</strong> nuestro camino rutinario,<br />

<strong>de</strong> todo egoísmo, y nos ensanchará el corazón guardándonos <strong>de</strong> caer<br />

en la mezquindad.<br />

3


4<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Encontraremos a gentes doloridas<br />

por falta <strong>de</strong> comprensión y<br />

<strong>de</strong> cariño, o que carecen <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> medios materiales más<br />

indispensables; heridas por<br />

haber sufrido humillaciones que<br />

van contra la dignidad humana;<br />

<strong>de</strong>spojadas, quizá <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos<br />

más elementales: situaciones<br />

<strong>de</strong> miseria que claman al cielo.<br />

El cristiano nunca pue<strong>de</strong> pasar<br />

<strong>de</strong> largo, como hicieron algunos<br />

personajes <strong>de</strong> la parábola.<br />

También encontraremos cada día a ese hombre al que han <strong>de</strong>jado<br />

medio muerto porque no le enseñaron las verda<strong>de</strong>s más elementales<br />

<strong>de</strong> la fe, o se las han arrebatado mediante el mal ejemplo, o a <strong>través</strong> <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s medios mo<strong>de</strong>rnos <strong>de</strong> comunicación al servicio <strong>de</strong>l mal.<br />

No po<strong>de</strong>mos dudar en ningún momento que el bien supremo <strong>de</strong>l<br />

hombre es la fe, que está por encima <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más bienes<br />

materiales y humanos. «Habrá ocasiones en que, antes <strong>de</strong> predicar la fe,<br />

haya que acercarse al herido que está al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l camino, para curar sus<br />

heridas. Ciertamente. Pero sin excluir nunca <strong>de</strong> nuestra preocupación<br />

<strong>de</strong> cristianos la comunicación <strong>de</strong> la fe, la educación <strong>de</strong> la misma y la<br />

propagación <strong>de</strong>l sentido cristiano <strong>de</strong> la vida» (M. González Martín,<br />

Libres en la caridad, Balmes, Barcelona 1970, p. 58). Y procuraremos<br />

dar, junto a <strong>los</strong> bienes <strong>de</strong> la fe, todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>más: <strong>los</strong> <strong>de</strong> la cultura, la<br />

educación, la formación <strong>de</strong>l carácter, el sentido <strong>de</strong>l trabajo, la honra<strong>de</strong>z<br />

en las relaciones humanas, la moralidad en las costumbres, el anhelo <strong>de</strong><br />

justicia social, expresiones vivas y concretas <strong>de</strong> una caridad rectamente<br />

entendida.<br />

Un cristiano no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>senten<strong>de</strong>rse <strong>de</strong>l bienestar humano y social <strong>de</strong><br />

tanta gente necesitada, «pero no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar en un segundo plano,<br />

nunca jamás, <strong>esa</strong> otra preocupación por iluminar las conciencias en el<br />

or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la vida religiosa» (M. González Martín, Libres en la<br />

caridad, Balmes, Barcelona 1970, p. 59).<br />

A Cristo le inter<strong>esa</strong> la persona entera: su cuerpo y su alma. Los discípu<strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>l Señor tenemos que actuar <strong>de</strong> la misma manera. En algunas ocasiones


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

—como ésta— pue<strong>de</strong> tener más urgencia uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> dos aspectos —la<br />

salud, por ejemplo—, pero no olvi<strong>de</strong>mos nunca que es a Cristo a quien<br />

servimos, y que es como Cristo como servimos.<br />

Sólo así podremos comportarnos como el samaritano. Se dio cuenta <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>sgracia, y se movió a compasión: quiso darse cuenta y se acercó;<br />

no le importó la separación entre judíos y samaritanos. Ayudó en lo que<br />

pudo: ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó. Resolvió la<br />

dificultad que representaban sus ocupaciones: al día siguiente sacó dos<br />

<strong>de</strong>narios, se <strong>los</strong> dio al dueño <strong>de</strong>l mesón y le dijo: ‘Cuida <strong>de</strong> él y lo que<br />

gastes <strong>de</strong> más, te lo pagaré a mi regreso’.<br />

No siempre son actos heroicos, difíciles lo que se nos pi<strong>de</strong>; con frecuencia<br />

son cosas sencillas, pequeñas muchas veces, «pues esta caridad no<br />

hay que buscarla <strong>única</strong>mente en <strong>los</strong> acontecimientos importantes,<br />

sino, ante todo, en la vida ordinaria» (Gaudium et spes, 38): en prestar<br />

un pequeño servicio, en dar un poco <strong>de</strong> aliento a quien <strong>esa</strong> mañana<br />

hemos encontrado más <strong>de</strong>salentado, en una palabra amable en la que<br />

mostramos nuestro aprecio, en una sonrisa, en indicar con amabilidad<br />

la dirección <strong>de</strong> una calle que nos han pedido, en escuchar con interés...<br />

En aten<strong>de</strong>r a una persona que sufrió un acci<strong>de</strong>nte.<br />

Los quehaceres <strong>de</strong> este buen samaritano pasaron por unos momentos<br />

a segundo término, y sus urgencias también; empleó su tiempo, sin<br />

regateos, en auxiliar a quien lo necesitaba. Y no sólo nuestro tiempo <strong>de</strong>be<br />

ce<strong>de</strong>r ante las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, también nuestras aficiones<br />

personales, nuestros gustos… no digamos ya nuestros caprichos.<br />

Jesús concluye la lección con una palabra cordial dirigida al doctor: Anda,<br />

le dice, y haz tú lo mismo. Sé el prójimo inteligente, activo y compasivo<br />

con todo el que te necesita. No te preocupes sólo <strong>de</strong> <strong>los</strong> cuerpos ni sólo<br />

<strong>de</strong> las almas. Haz como Jesús y ocúpate <strong>de</strong> tus hermanos en sus cuerpos<br />

y en sus almas. Son palabras que nos dirige también a nosotros, y para<br />

po<strong>de</strong>r vivirlas acudimos a la intercesión <strong>de</strong> la Santísima Virgen.<br />

5


6<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Director: P. Bernardo Cortina<br />

Vicario Episcopal: Mons. Car<strong>los</strong> Briseño Arch, OAR.<br />

II Vicaría Episcopal “ Cristo Rey”<br />

José Cebal<strong>los</strong> No.1 Col. San Miguel Chapultepec<br />

C.P. 11850, Del. Miguel HidalgoMéxico, D.F. Tel. 5515-8675<br />

www.2vicaria.org.mx<br />

NOTICIAS DE NUESTRA VICARÍA<br />

TOMA DE POSESIÓN P. SAMUEL RUBIO MORALES<br />

Lugar: Parroquia San Francisco <strong>de</strong> Asís<br />

Dirección: Camino Santa Fe Mz. C., L. 8, Col. Zenón Delgado.<br />

Fecha: Viernes 08 <strong>de</strong> Mayo, 19:00 hrs.<br />

TOMA DE POSESIÓN P. MARTÍN HERNÁNDEZ AGUILAR<br />

Lugar: Parroquia San Miguel Arcángel<br />

Dirección: José Morán No. 52,<br />

Col. San Miguel Chapultepec.<br />

Fecha: Domingo 10 <strong>de</strong> Mayo, 9:00 a.m.


DESDE EL VATICANO<br />

COMUNICADO DE LA SECRETARÍA DE ESTADO<br />

CIUDAD DEL VATICANO, 17 ABR 2009 (VIS)<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

“El embajador <strong>de</strong>l reino <strong>de</strong> Bélgica, siguiendo las instrucciones<br />

<strong>de</strong>l Ministro <strong>de</strong> Exteriores, ha comunicado al arzobispo secretario<br />

para las Relaciones con <strong>los</strong> Estados la resolución con que el<br />

parlamento <strong>de</strong> su país pi<strong>de</strong> al gobierno belga que “con<strong>de</strong>ne<br />

las <strong>de</strong>claraciones inaceptables <strong>de</strong>l Papa con motivo <strong>de</strong> su viaje<br />

a África y que eleve una protesta oficial ante la Santa Se<strong>de</strong>”. El<br />

encuentro tuvo lugar el 15 <strong>de</strong> abril.<br />

La Secretaría <strong>de</strong> Estado toma acto, con disgusto, <strong>de</strong> ese paso,<br />

extraño en las relaciones diplomáticas entre la Santa Se<strong>de</strong> y<br />

el reino <strong>de</strong> Bélgica. Deplora que una asamblea parlamentaria<br />

haya consi<strong>de</strong>rado oportuno criticar al Santo Padre basándose<br />

en un fragmento <strong>de</strong> entrevista <strong>de</strong>sgajado y aislado <strong>de</strong>l contexto,<br />

que ha sido utilizado por algunos grupos con claro intento <strong>de</strong><br />

intimidación, casi como para disuadir al Papa <strong>de</strong> expr<strong>esa</strong>rse sobre<br />

7


8<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

algunos temas, cuya relevancia moral es obvia, y <strong>de</strong> enseñar la<br />

doctrina <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

Como es sabido, el Santo Padre respondiendo a una pregunta<br />

sobre la eficacia y el carácter realista <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong> la Iglesia<br />

en materia <strong>de</strong> la lucha al SIDA, <strong>de</strong>claró que la solución había que<br />

buscarla en dos direcciones: por una parte la humanización <strong>de</strong> la<br />

sexualidad y por otra, en la amistad y la disponibilidad auténticas<br />

hacia las personas afectadas, subrayando a<strong>de</strong>más el compromiso<br />

<strong>de</strong> la Iglesia en <strong>los</strong> dos ámbitos. Sin <strong>esa</strong> dimensión moral y<br />

educativa no se ganará la batalla contra el SIDA.<br />

Mientras en algunos países <strong>de</strong> Europa se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>naba una<br />

campaña sin prece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación<br />

sobre el valor dominante, por no <strong>de</strong>cir exclusivo, <strong>de</strong>l profiláctico<br />

en la lucha contra el SIDA, es <strong>de</strong> consuelo constatar que las<br />

consi<strong>de</strong>raciones <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n moral efectuadas por el Santo Padre<br />

han sido entendidas y apreciadas, en particular por <strong>los</strong> africanos<br />

y por <strong>los</strong> verda<strong>de</strong>ros amigos <strong>de</strong> África, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> por algunos<br />

miembros <strong>de</strong> la comunidad científica. Una reciente <strong>de</strong>claración <strong>de</strong><br />

la Conferencia Episcopal Regional <strong>de</strong> África Occi<strong>de</strong>ntal (CERAO)<br />

dice. “Agra<strong>de</strong>cemos el mensaje <strong>de</strong> esperanza que (el Santo Padre)<br />

vino a confiarnos en Camerún y Angola. Vino a animarnos a vivir<br />

unidos, reconciliados en la justicia y la paz para que la Iglesia en<br />

África sea ella misma llama ardiente <strong>de</strong> esperanza para la vida <strong>de</strong><br />

todo el continente. Y le damos las gracias por haber replanteado<br />

a todos, con <strong>de</strong>lica<strong>de</strong>za, claridad y agu<strong>de</strong>za, la enseñanza común<br />

<strong>de</strong> la iglesia en materia <strong>de</strong> pastoral <strong>de</strong> <strong>los</strong> enfermos <strong>de</strong> SIDA”.


EVENTOS DE LA IGLESIA<br />

TODOS LOS MIEMBROS DEL PUEBLO DE DIOS QUE<br />

PEREGRINA EN MEXICO<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

“El Espíritu Santo les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo<br />

que yo les he enseñado”<br />

(Jn 14,26). “Los llenará <strong>de</strong> fortaleza y serán mis testigos” (cfr Hch 1,8).<br />

Queridos hermanos:<br />

1.- Alentados y fortalecidos por el acontecimiento histórico que<br />

vivimos a <strong>los</strong> pies <strong>de</strong> la Morenita <strong>de</strong>l Tepeyac al renovar la Consagración<br />

<strong>de</strong> nuestra Patria al Espíritu Santo, consagración que, por primera<br />

vez, hicieron nuestros hermanos Obispos el 12 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1924,<br />

iniciamos nuestra LXXXVII Asamblea Ordinaria con la ilusión <strong>de</strong> discernir<br />

el camino <strong>de</strong> renovación pastoral <strong>de</strong> nuestras parroquias, a la luz <strong>de</strong>l<br />

documento conclusivo <strong>de</strong> la Quinta Asamblea General <strong>de</strong>l Episcopado<br />

Latinoamericano, celebrada en Aparecida y en el impulso <strong>de</strong> la Misión<br />

Continental en México, a fin <strong>de</strong> ofrecer pautas <strong>de</strong> acción susceptibles <strong>de</strong><br />

ser utilizadas en las Provincias Eclesiásticas y en las Diócesis.<br />

2.- En esta tarea contamos con la valiosísima participación <strong>de</strong> la<br />

mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> Vicarios <strong>de</strong> Pastoral <strong>de</strong> nuestras Diócesis, quienes, con<br />

su experiencia en la operatividad <strong>de</strong> <strong>los</strong> Planes Dioc<strong>esa</strong>nos <strong>de</strong> Pastoral,<br />

9


10<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

enriquecieron nuestra reflexión en torno a la realidad actual <strong>de</strong> nuestras<br />

Parroquias y a las perspectivas futuras para que, esta institución clave<br />

en la vida <strong>de</strong> toda Diócesis, se convierta cada vez más en un centro<br />

po<strong>de</strong>roso <strong>de</strong> irradiación <strong>de</strong> la vida en Cristo, don<strong>de</strong> se formen con<br />

mayor eficiencia <strong>los</strong> auténticos discípu<strong>los</strong> <strong>de</strong> Cristo y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se<br />

impulse una misión permanente que llegue al corazón <strong>de</strong> todos <strong>los</strong><br />

<strong>hombres</strong> y mujeres y <strong>los</strong> transforme, que busque a <strong>los</strong> alejados y <strong>los</strong><br />

anime a <strong>de</strong>jarse conquistar por el Cristo vivo que, amorosamente, les<br />

sale al encuentro.<br />

3.- No ignoramos, ni mucho menos pasamos por alto, las luces y las<br />

sombras que caracterizan a esta institución tan importante en la vida<br />

pastoral <strong>de</strong> la Iglesia. Ya en nuestra Carta Pastoral <strong>de</strong>l año 2000, “Del<br />

encuentro con Jesucristo a la solidaridad con todos”, anotábamos la<br />

urgencia <strong>de</strong> llevar a cabo una reflexión sobre la situación que viven las<br />

parroquias en nuestra nación e invitábamos a todos a una verda<strong>de</strong>ra<br />

renovación partiendo <strong>de</strong>l principio fundamental <strong>de</strong> que las parroquias<br />

tienen que seguir siendo primariamente comunida<strong>de</strong>s eucarísticas,<br />

células vivas <strong>de</strong> la Iglesia, casa y escuela <strong>de</strong> la comunión.<br />

4.- Al mismo tiempo constatábamos <strong>los</strong> retos particulares que entonces,<br />

como ahora, poseen las parroquias insertas en comunida<strong>de</strong>s rurales e<br />

indígenas que, entre otras cosas, no pue<strong>de</strong>n quedarse al margen <strong>de</strong>l<br />

sufrimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> pobres; retos que siguen exigiendo una respuesta<br />

pastoral inculturada. Insistíamos también, y ahora lo reiteramos, en <strong>los</strong><br />

gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>safíos que presentan las parroquias en las zonas urbanas con<br />

sus estructuras pastorales que ya resultan ina<strong>de</strong>cuadas y en las cuales<br />

la eficacia <strong>de</strong> la acción pastoral se ve notablemente reducida. ¿Qué<br />

hacer para que estas parroquias sean más sensibles a las condiciones<br />

históricas, culturales y sociales <strong>de</strong> su entorno e irradien <strong>los</strong> principios <strong>de</strong><br />

la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia?<br />

5.- Hacemos nuestra la invitación <strong>de</strong>l Documento <strong>de</strong> Aparecida a<br />

empren<strong>de</strong>r una valiente acción renovadora <strong>de</strong> nuestras Parroquias para<br />

que sean <strong>de</strong> verdad espacios <strong>de</strong> una auténtica iniciación cristiana, <strong>de</strong> la<br />

educación y celebración <strong>de</strong> la fe, en las que <strong>los</strong> laicos tengan parte activa<br />

y creativa en la elaboración y ejecución <strong>de</strong> proyectos pastorales en favor<br />

<strong>de</strong> toda la comunidad, en las que <strong>los</strong> movimientos y organizaciones<br />

apostólicas no sólo encuentren el espacio propicio para enriquecer a


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

<strong>los</strong> <strong>de</strong>más con sus carismas propios y con el testimonio <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> sus<br />

miembros, sino que también sean parte integral <strong>de</strong>l dinamismo <strong>de</strong> la<br />

vida parroquial.<br />

6.- Teniendo en cuenta el papel primordial que <strong>de</strong>sempeña el párroco<br />

en la institución parroquial, como representante personal <strong>de</strong>l Obispo,<br />

al mismo tiempo que valoramos el esfuerzo, la <strong>de</strong>dicación, la entrega<br />

generosa y el valioso testimonio <strong>de</strong> santidad <strong>de</strong> tantos sacerdotes que<br />

gastan su vida en el variado mosaico <strong>de</strong> parroquias <strong>de</strong> nuestra Patria, <strong>los</strong><br />

invitamos a todos, a <strong>los</strong> Párrocos <strong>de</strong> ahora y a <strong>los</strong> Párrocos <strong>de</strong>l mañana,<br />

a empren<strong>de</strong>r la renovación <strong>de</strong> nuestras Parroquias con entusiasmo,<br />

con alegría, con un corazón nuevo que se asemeje al corazón <strong>de</strong>l Buen<br />

Pastor, conscientes <strong>de</strong> que la renovación <strong>de</strong> la parroquia exige actitu<strong>de</strong>s<br />

nuevas en <strong>los</strong> párrocos y en <strong>los</strong> sacerdotes que están al servicio <strong>de</strong><br />

ella, que <strong>los</strong> convierta en promotores y animadores <strong>de</strong> una auténtica<br />

conversión pastoral <strong>de</strong> todos sus miembros.<br />

7.- Esta hermosa empr<strong>esa</strong>, que es <strong>de</strong> todos, nunca la podremos llevar a<br />

término con nuestras solas fuerzas. Para ello, contamos con la garantía<br />

con la que Cristo alienta a sus discípu<strong>los</strong> enviados en misión: “Yo estaré<br />

con uste<strong>de</strong>s todos <strong>los</strong> días hasta el fin <strong>de</strong>l mundo” (Mt 28,20).<br />

Al concluir <strong>los</strong> trabajos <strong>de</strong> nuestra LXXXVII Asamblea Plenaria, reiteramos<br />

nuestra adhesión al Santo Padre Benedicto XVI, asegurándole nuestra<br />

cercanía espiritual en esta hora difícil <strong>de</strong> su pontificado y agra<strong>de</strong>ciéndole<br />

la convocatoria al Año Sacerdotal. Al mismo tiempo, encomendamos el<br />

presente y el futuro <strong>de</strong> nuestras parroquias a Santa <strong>María</strong> <strong>de</strong> Guadalupe.<br />

Con la confianza puesta en su maternal protección estamos seguros <strong>de</strong><br />

lograr transformarlas en verda<strong>de</strong>ras escuelas <strong>de</strong> discípu<strong>los</strong> y misioneros<br />

<strong>de</strong> la vida en Cristo.<br />

Por <strong>los</strong> Obispos <strong>de</strong> México<br />

+ Car<strong>los</strong> Aguilar- Retes + José Leopoldo González González<br />

Arzobispo <strong>de</strong> Tlalnepantla Obispo Auxiliar <strong>de</strong> Guadalajara<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la CEM Secretario General <strong>de</strong> la CEM<br />

11


12<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO<br />

Arzobispado <strong>de</strong> México reprueba discriminación<br />

La indignante e injustificada discriminación que han pa<strong>de</strong>cido<br />

muchos mexicanos en el extranjero, por parte <strong>de</strong> países y<br />

personas que siempre se han consi<strong>de</strong>rado como hermanos <strong>de</strong><br />

nuestra patria, es reprobada enérgicamente por el Arzobispado<br />

Primado <strong>de</strong> México, convencido <strong>de</strong> que <strong>esa</strong>s actitu<strong>de</strong>s son poco<br />

humanas, menos aun cristianas, y sobre todo violatorias <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>rechos humanos y, en la mayor parte <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos, producto <strong>de</strong><br />

la ignorancia, <strong>de</strong>l prejuicio y <strong>de</strong>l racismo.<br />

Atinadamente lo han dicho varias autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l gobierno<br />

<strong>de</strong> México y aún prestigiados científicos e instituciones<br />

internacionales: <strong>los</strong> virus no tienen nacionalidad y lo mismos<br />

pue<strong>de</strong>n crear epi<strong>de</strong>mias aquí que allá, por ello, México, en<br />

estos momentos, está librando con gran<strong>de</strong>s sacrificios -que han<br />

arrojado alentadores resultados- una batalla que no sólo beneficia<br />

a <strong>los</strong> mexicanos sino a toda la humanidad, lo que amerita voces<br />

<strong>de</strong> reconocimiento, agra<strong>de</strong>cimiento y el aplauso global, lejos <strong>de</strong><br />

adoptar políticas excluyentes y abiertamente discriminatorias e<br />

hirientes.<br />

Actitu<strong>de</strong>s como la <strong>de</strong>l gobierno chino, que actúa con hipocresía<br />

enviando por un lado recursos y por otro aísla injustificadamente


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

a <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> mexicanos y extranjeros por la simple sospecha<br />

<strong>de</strong> estar enfermos, sólo confirman las constantes <strong>de</strong>nuncias<br />

internacionales en el sentido <strong>de</strong> que en China es uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> países<br />

que a nivel internacional se distingue por la consecutiva violación<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos humanos, entre otros la persecución sistemática<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> católicos y su jerarquía, actuando así con el más abierto<br />

<strong>de</strong>specho <strong>de</strong> la comunidad internacional.<br />

Resultan dolorosas también las actitu<strong>de</strong>s asumidas por Cuba,<br />

Argentina, Ecuador y otros países latinoamericanos a <strong>los</strong><br />

que innumerables veces México <strong>de</strong> manera humanitaria y<br />

<strong>de</strong>sinter<strong>esa</strong>da les ha tendido fraternalmente la mano en tiempos<br />

<strong>de</strong> adversidad.<br />

Sin embargo, lo más doloroso y reprobable, en don<strong>de</strong> no pue<strong>de</strong><br />

haber justificación alguna, es la discriminación que muchos<br />

ciudadanos han pa<strong>de</strong>cido en su propia patria –producto <strong>de</strong> la<br />

ignorancia-, lo que constituye una lamentable falta <strong>de</strong> humanidad<br />

y solidaridad y por supuesto, una flagrante violación a las garantías<br />

individuales <strong>de</strong> todos <strong>los</strong> mexicanos.<br />

En todo momento, la Iglesia llama a la responsabilidad y la<br />

solidaridad, a no per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista que más allá <strong>de</strong> las fronteras<br />

existe una sola familia que se llama humanidad, en la que nos<br />

<strong>de</strong>bemos ver y ayudar como lo que somos: hermanos.<br />

13


14<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Por la salud y la vida<br />

LA IGLESIA OPINA…<br />

Crisis estructurales y dignidad humana<br />

VER<br />

El país está atrav<strong>esa</strong>ndo un <strong>de</strong>licado momento, por la influenza<br />

porcina que ha afectado a mucha gente, con lamentables casos <strong>de</strong><br />

fallecimientos. Se paralizan las activida<strong>de</strong>s escolares y se suspen<strong>de</strong>n<br />

reuniones multitudinarias, para evitar contagios. Los servicios<br />

pastorales y religiosos sufren modificaciones. Es encomiable la actitud<br />

responsable <strong>de</strong> la mayoría <strong>de</strong> la población, atendiendo las indicaciones<br />

<strong>de</strong> la autoridad. Hay muchos signos <strong>de</strong> solidaridad y fraternidad,<br />

características <strong>de</strong> nuestro pueblo en situaciones <strong>de</strong> emergencia.<br />

Sin embargo, no faltan <strong>los</strong> que sistemáticamente <strong>de</strong>sconfían <strong>de</strong> todo<br />

lo que diga o haga el gobierno. Sostienen que es una trama, urdida<br />

para apuntalar la economía <strong>de</strong> la industria farmacéutica. A p<strong>esa</strong>r <strong>de</strong><br />

que instancias tan serias como la Organización Mundial <strong>de</strong> la Salud y<br />

varios países han confirmado la existencia <strong>de</strong>l problema, <strong>los</strong> críticos <strong>de</strong><br />

siempre se niegan a aceptarlo y lo califican como una farsa distractiva.<br />

¡Cada quien está en su <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> pensar lo que quiera! Hasta que<br />

les toque en carne propia, para que se convenzan… Como el apóstol<br />

Tomás, que se resistía a creer hasta que comprobara con sus ojos y sus


manos la existencia <strong>de</strong>l Resucitado.<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

JUZGAR<br />

El Señor Jesús atendió con un corazón misericordioso a muchos<br />

enfermos, sin retraerse por el peligro <strong>de</strong> posibles contagios. No se alejó<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> leprosos y tocaba a <strong>los</strong> aquejados por diversos males. Hasta con su<br />

saliva les procuraba la salud. Muchas veces les daba indicaciones <strong>de</strong> lo<br />

que <strong>de</strong>bían hacer, como lavarse en la piscina <strong>de</strong> Siloé, o presentarse ante<br />

<strong>los</strong> sacerdotes, como marcaba la ley <strong>de</strong> Moisés. Nos encargó cuidar a <strong>los</strong><br />

enfermos y procurar su salud. Lo mismo hicieron <strong>los</strong> apóstoles y es lo que<br />

hemos hecho en la Iglesia, a <strong>través</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> sig<strong>los</strong>. ¡Tantos hospitales, asi<strong>los</strong>,<br />

albergues, dispensarios y tantas congregaciones religiosas al servicio <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> enfermos, son una prueba evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad al mandato central<br />

<strong>de</strong> Jesús! Seremos juzgados al fin <strong>de</strong> la vida, por lo que hayamos hecho<br />

o <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> hacer por <strong>los</strong> enfermos (cf Mt 25, 37-40).<br />

En Aparecida, <strong>de</strong>cimos que a Jesucristo “también lo encontramos <strong>de</strong> un<br />

modo especial en <strong>los</strong> pobres, afligidos y enfermos, que reclaman nuestro<br />

compromiso y nos dan testimonio <strong>de</strong> fe, paciencia en el sufrimiento y<br />

constante lucha para seguir viviendo… En el reconocimiento <strong>de</strong> esta<br />

presencia y cercanía, y en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> <strong>los</strong> excluidos se<br />

juega la fi<strong>de</strong>lidad <strong>de</strong> la Iglesia a Jesucristo. El encuentro con Jesucristo en<br />

<strong>los</strong> pobres es una dimensión constitutiva <strong>de</strong> nuestra fe en Jesucristo…<br />

La misma adhesión a Jesucristo es la que nos hace amigos <strong>de</strong> <strong>los</strong> pobres<br />

y solidarios con su <strong>de</strong>stino” (257).<br />

Los enfermos son <strong>los</strong> rostros vivientes y permanentes <strong>de</strong> Jesús entre<br />

nosotros. Ojalá esta contemplación <strong>de</strong> fe, nos lleve a un servicio amoroso,<br />

paciente y sostenido con el<strong>los</strong>.<br />

ACTUAR<br />

Ante la emergencia actual que vive el país, hay muchas cosas que hacer.<br />

Ante todo, seguir las indicaciones <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> salud y no ser<br />

irresponsables. El no tomarlas en cuenta, pue<strong>de</strong> ser una falta <strong>de</strong> justicia<br />

y <strong>de</strong> solidaridad con <strong>los</strong> <strong>de</strong>más. La <strong>de</strong>sconfianza no ha <strong>de</strong> ser causa <strong>de</strong><br />

irresponsabilidad social. No pue<strong>de</strong> faltar la oración intensiva, para pedir<br />

al <strong>Dios</strong> <strong>de</strong> la vida que nos la conserve y nos ayu<strong>de</strong> a recobrar la salud,<br />

15


16<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

para seguir sirviendo en la familia, en la sociedad y en la Iglesia.<br />

Los enfermos no están obligados a la Misa dominical, ni tampoco<br />

quienes les cuidan. Des<strong>de</strong> su casa, pue<strong>de</strong>n unirse a la Pascua <strong>de</strong>l Señor.<br />

“En las visitas a <strong>los</strong> enfermos en <strong>los</strong> Centros <strong>de</strong> salud, en la compañía<br />

silenciosa al enfermo, en el cariñoso trato, en la <strong>de</strong>licada atención<br />

a <strong>los</strong> requerimientos <strong>de</strong> la enfermedad, se manifiesta, a <strong>través</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

profesionales y voluntarios discípu<strong>los</strong> <strong>de</strong>l Señor, la maternidad <strong>de</strong> la<br />

Iglesia que arropa con su ternura, fortalece el corazón y, en el caso <strong>de</strong>l<br />

moribundo, lo acompaña en el tránsito <strong>de</strong>finitivo. El enfermo recibe con<br />

amor la Palabra, el perdón, el sacramento <strong>de</strong> la Unción y <strong>los</strong> gestos <strong>de</strong><br />

caridad <strong>de</strong> <strong>los</strong> hermanos. El sufrimiento humano es una experiencia<br />

especial <strong>de</strong> la cruz y <strong>de</strong> la resurrección <strong>de</strong>l Señor” (Aparecida 420).<br />

+ Felipe Arizmendi Esquivel<br />

Obispo <strong>de</strong> San Cristóbal<br />

http://www.diocesisancristobal.com.mx


TECNOLOGÍA E INTERNET<br />

LLEVAR LA fE AL CIbERESPACIO<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

En la actualidad, Internet, es una parte fundamental en la<br />

comunicación mundial.<br />

Nosotros como parte <strong>de</strong> la Iglesia es nuestro <strong>de</strong>ber estar presente<br />

en cada medio para evangelizar acor<strong>de</strong> a nuestra actualidad. Por<br />

esta razón proporcionamos material católico en la web <strong>de</strong> gran<br />

utilidad.<br />

Dentro <strong>de</strong> la Arquidiócesis <strong>de</strong> México, <strong>los</strong> Vicarios Episcopales,<br />

se han dado a la tarea <strong>de</strong> proporcionar a sacerdotes y feligreses<br />

información oportuna e importante material para la evangelización,<br />

haciendo uso <strong>de</strong> la tecnología como una herramienta más a esta<br />

labor tan importante que tenemos <strong>los</strong> católicos.<br />

Las Vicarías que cuentan con el servicio <strong>de</strong> página web son:<br />

II Vicaría Cristo Rey<br />

www.2vicaria.org.mx<br />

17


18<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

IV Vicaría San Miguel Arcángel<br />

www.vicariasanmiguel.org<br />

V Vicaría San Pedro Apóstol<br />

www.vicariav.org<br />

VI Vicaría San José<br />

www.vicariasanjose.com<br />

VII Vicaría San Pablo Apóstol<br />

www.arquidiocesismexico.org.mx/vicaria7/vicaria7.htm<br />

VIII Vicaría San Juan Bautista<br />

vicaria8.arquidiocesismexico.org.mx<br />

Hacemos una invitación especial a visitar estos sitios y en especial<br />

difundir<strong>los</strong> en nuestra comunidad para <strong>de</strong> esta forma proporcionar<br />

a nuestros conocidos y seres queridos material inter<strong>esa</strong>nte y <strong>de</strong><br />

gran utilidad.


CONOCER A JESUCRISTO<br />

Y A LA IGLESIA<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Con frecuencia aparecen en <strong>los</strong> medios <strong>de</strong> comunicación, en novelas, en<br />

películas, etc., algunas afirmaciones sobre Jesucristo y sobre la Iglesia que<br />

son equivocadas. A veces nos gustaría tener a la mano respuestas claras,<br />

fundamentadas y, al mismo tiempo, sencillas para estas cuestiones.<br />

Un equipo <strong>de</strong> profesores <strong>de</strong> Historia y Teología <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Navarra, respon<strong>de</strong> a las 54 preguntas más frecuentes sobre Jesucristo<br />

y la Iglesia. En nuestros siguientes boletines iremos publicando estos<br />

temas.<br />

1. ¿Qué sabemos realmente <strong>de</strong> Jesús?<br />

Juan Chapa<br />

De Jesús <strong>de</strong> Nazaret tenemos más y mejor información que <strong>de</strong> la<br />

mayoría <strong>de</strong> <strong>los</strong> personajes <strong>de</strong> su tiempo. Disponemos <strong>de</strong> todo lo que<br />

<strong>los</strong> testigos <strong>de</strong> su vida y <strong>de</strong> su muerte nos han transmitido: tradiciones<br />

orales y escritas sobre su persona, entre las que <strong>de</strong>stacan <strong>los</strong> cuatro<br />

evangelios, que han sido transmitidas en la realidad <strong>de</strong> la comunidad <strong>de</strong><br />

fe viva que él estableció y que continúa hasta hoy. Esta comunidad es<br />

la Iglesia, compuesta por millones <strong>de</strong> seguidores <strong>de</strong> Jesús a lo largo <strong>de</strong><br />

la historia, que le han conocido por <strong>los</strong> datos que ininterrumpidamente<br />

19


20<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

les trasmitieron <strong>los</strong> primeros<br />

discípu<strong>los</strong>. Los datos que hay<br />

en <strong>los</strong> evangelios apócrifos y<br />

otras referencias extrabíblicas<br />

no aportan nada sustancial a la<br />

información que nos ofrecen<br />

<strong>los</strong> evangelios canónicos, tal<br />

como han sido trasmitidos por la<br />

Iglesia.<br />

Hasta la Ilustración, creyentes y no<br />

creyentes estaban persuadidos<br />

<strong>de</strong> que lo que podíamos conocer<br />

sobre Jesús se contenía en <strong>los</strong><br />

evangelios. Sin embargo, por<br />

ser relatos escritos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe,<br />

algunos historiadores <strong>de</strong>l siglo<br />

XIX cuestionaron la objetividad<br />

<strong>de</strong> sus contenidos. Para estos<br />

estudiosos, <strong>los</strong> relatos evangélicos<br />

eran poco creíbles porque no contenían lo que Jesús hizo y dijo, sino<br />

lo que creían <strong>los</strong> seguidores <strong>de</strong> Jesús unos años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte.<br />

Como consecuencia, durante las décadas siguientes y hasta mediados<br />

<strong>de</strong>l siglo XX se cuestionó la veracidad <strong>de</strong> <strong>los</strong> evangelios y se llegó a<br />

afirmar que <strong>de</strong> Jesús “no po<strong>de</strong>mos saber casi nada” (Bultmann).<br />

Hoy en día, con el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia histórica, <strong>los</strong> avances<br />

arqueológicos, y nuestro mayor y mejor conocimiento <strong>de</strong> las fuentes<br />

antiguas, se pue<strong>de</strong> afirmar con palabras <strong>de</strong> un conocido especialista <strong>de</strong>l<br />

mundo judío <strong>de</strong>l siglo I d.C. —a quien no se pue<strong>de</strong> tachar precisamente<br />

<strong>de</strong> conservador— que “po<strong>de</strong>mos saber mucho <strong>de</strong> Jesús” (San<strong>de</strong>rs).<br />

Por ejemplo, este mismo autor señala “ocho hechos incuestionables”,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista histórico, sobre la vida <strong>de</strong> Jesús y <strong>los</strong> orígenes<br />

cristianos: 1) Jesús fue bautizado por Juan Bautista; 2) era un Galileo<br />

que predicó y realizó curaciones; 3) llamó a discípu<strong>los</strong> y habló <strong>de</strong> que<br />

eran doce; 4) limitó su actividad a Israel; 5) mantuvo una controversia<br />

sobre el papel <strong>de</strong>l templo; 6) fue crucificado fuera <strong>de</strong> Jerusalén por<br />

las autorida<strong>de</strong>s romanas; 7) tras la muerte <strong>de</strong> Jesús, sus seguidores<br />

continuaron formando un movimiento i<strong>de</strong>ntificable; 8) al menos


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

algunos judíos persiguieron a ciertos grupos <strong>de</strong>l nuevo movimiento (Ga<br />

1,13.22; Flp 3,6) y, al parecer, esta persecución duró como mínimo hasta<br />

un tiempo cercano al final <strong>de</strong>l ministerio <strong>de</strong> Pablo (2 Co 11,24; Ga 5,11;<br />

6,12; cf. Mt 23,34; 10,17).<br />

Sobre esta base mínima en la que <strong>los</strong> historiadores están <strong>de</strong> acuerdo se<br />

pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>terminar como fi<strong>de</strong>dignos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista histórico<br />

<strong>los</strong> otros datos contenidos en <strong>los</strong> evangelios. La aplicación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

criterios <strong>de</strong> historicidad sobre estos datos permite establecer el grado<br />

<strong>de</strong> coherencia y probabilidad <strong>de</strong> las afirmaciones evangélicas, y que lo<br />

que se contiene en esos relatos es sustancialmente cierto.<br />

Por último, conviene recordar que lo que sabemos <strong>de</strong> Jesús es fiable<br />

y creíble porque <strong>los</strong> testigos son dignos <strong>de</strong> credibilidad y porque la<br />

tradición es crítica consigo misma. A<strong>de</strong>más, lo que la tradición nos<br />

trasmite resiste el análisis <strong>de</strong> la crítica histórica. Es cierto que <strong>de</strong> las<br />

muchas cosas que se nos han trasmitido sólo algunas pue<strong>de</strong>n ser<br />

<strong>de</strong>mostrables por <strong>los</strong> métodos empleados por <strong>los</strong> historiadores. Sin<br />

embargo, esto no significa que las no <strong>de</strong>mostrables por estos métodos<br />

no sucedieran, sino que sólo po<strong>de</strong>mos aportar datos sobre su mayor o<br />

menor probabilidad. Y no olvi<strong>de</strong>mos, por otra parte, que la probabilidad<br />

no es <strong>de</strong>terminante. Hay sucesos muy poco probables que han sucedido<br />

históricamente. Lo que sin duda es verdad es que <strong>los</strong> datos evangélicos<br />

son razonables y coherentes con <strong>los</strong> datos <strong>de</strong>mostrables. En cualquier<br />

caso, es la tradición <strong>de</strong> la Iglesia, en la que estos escritos nacieron, la que<br />

nos da garantías <strong>de</strong> su fiabilidad y la que nos dice cómo interpretar<strong>los</strong>.<br />

Bibliografía: A. Vargas Machuca, El Jesús histórico. Un recorrido por la<br />

investigación mo<strong>de</strong>rna, Universidad Pontifica <strong>de</strong> Comillas, Madrid 2004;<br />

J. Gnilka, Jesús von Nazareth. Botschaft und Geschichte, Her<strong>de</strong>r, Freiburg<br />

1990 (ed. esp. Jesús <strong>de</strong> Nazaret, Her<strong>de</strong>r, Barcelona 1993); R. Latourelle,<br />

A Jesús el Cristo por <strong>los</strong> Evangelios. Historia y hermenéutica, Sígueme,<br />

Salamanca 21986; F. Lambiasi, L’autenticità storica <strong>de</strong>i vangeli. Studio di<br />

criteriologia,: EDB, Bologna 21986.<br />

2. ¿Qué fue la estrella <strong>de</strong> Oriente?<br />

Vicente Balaguer<br />

La estrella <strong>de</strong> Oriente se menciona en el evangelio <strong>de</strong> San Mateo. Unos<br />

magos preguntan en Jerusalén: “Dón<strong>de</strong> está el Rey <strong>de</strong> <strong>los</strong> Judíos que<br />

21


22<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

ha nacido? Porque vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a<br />

adorarle” (Mt 2,2).<br />

Los dos capítu<strong>los</strong> iniciales <strong>de</strong> <strong>los</strong> evangelios <strong>de</strong> San Mateo y San<br />

Lucas narran algunas escenas <strong>de</strong> la infancia <strong>de</strong> Jesús, por lo que se<br />

suelen <strong>de</strong>nominar “evangelios <strong>de</strong> la infancia”. La estrella aparece en el<br />

“evangelio <strong>de</strong> la infancia” San Mateo. Los evangelios <strong>de</strong> la infancia tienen<br />

un carácter ligeramente distinto al resto <strong>de</strong>l evangelio. Por eso están<br />

llenos <strong>de</strong> evocaciones a textos <strong>de</strong>l Antiguo Testamento que hacen <strong>los</strong><br />

gestos enormemente significativos. En este sentido, su historicidad no<br />

se pue<strong>de</strong> examinar <strong>de</strong> la misma manera que la <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> <strong>los</strong> episodios<br />

evangélicos. Dentro <strong>de</strong> <strong>los</strong> evangelios <strong>de</strong> la infancia, hay diferencias: el<br />

<strong>de</strong> San Lucas es el primer capítulo <strong>de</strong>l evangelio, pero en San Mateo<br />

es como un resumen <strong>de</strong> <strong>los</strong> contenidos <strong>de</strong>l texto entero. El pasaje <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> Magos (Mt 2,1-12) muestra que unos gentiles, que no pertenecen al<br />

pueblo <strong>de</strong> Israel: <strong>de</strong>scubren la revelación <strong>de</strong> <strong>Dios</strong> a <strong>través</strong> <strong>de</strong> su estudio<br />

y sus conocimientos humanos (las estrellas), pero no llegan a la plenitud<br />

<strong>de</strong> la verdad más que a <strong>través</strong> <strong>de</strong> las Escrituras <strong>de</strong> Israel.<br />

En tiempos <strong>de</strong> la composición <strong>de</strong>l evangelio era relativamente normal<br />

la creencia <strong>de</strong> que el nacimiento <strong>de</strong> alguien importante o algún<br />

acontecimiento relevante se anunciaba con un prodigio en el firmamento.<br />

De <strong>esa</strong> creencia participaban el mundo pagano (cfr Suetonio, Vida<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> Césares, Augusto, 94; Cicerón, De Divinatione 1,23,47; etc.) y el


judío (Flavio Josefo, La Guerra <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> Judíos, 5,3,310-312; 6,3,289).<br />

A<strong>de</strong>más, el libro <strong>de</strong> <strong>los</strong> Números<br />

(caps. 22-24) recogía un oráculo<br />

en el que se <strong>de</strong>cía: “De Jacob<br />

viene una estrella, en Israel se ha<br />

levantado un cetro” (Nm 24,17).<br />

Este pasaje se interpretaba como<br />

un oráculo <strong>de</strong> salvación, sobre<br />

el Mesías. En estas condiciones,<br />

ofrecen el contexto a<strong>de</strong>cuado<br />

para enten<strong>de</strong>r el signo <strong>de</strong> la<br />

estrella.<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

La exégesis mo<strong>de</strong>rna se ha<br />

preguntado qué fenómeno<br />

natural pudo ocurrir en<br />

el firmamento que fuera<br />

interpretado por <strong>los</strong> <strong>hombres</strong> <strong>de</strong><br />

aquel tiempo como extraordinario.<br />

Las hipótesis que se han dado son sobre todo tres: 1) ya Kepler (s. XVII)<br />

habló <strong>de</strong> una estrella nueva, una supernova: se trata <strong>de</strong> una estrella muy<br />

distante en la que tiene lugar una exp<strong>los</strong>ión <strong>de</strong> modo que, durante unas<br />

semanas, tiene más luz y es perceptible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la tierra; 2) un cometa,<br />

pues <strong>los</strong> cometas siguen un recorrido regular, pero elíptico, alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong>l sol: en la parte más distante <strong>de</strong> su órbita no son perceptibles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la<br />

tierra, pero si están cercanos pue<strong>de</strong>n verse durante un tiempo. También<br />

esta <strong>de</strong>scripción coinci<strong>de</strong> con lo que se señala en el relato <strong>de</strong> Mateo,<br />

pero la aparición <strong>de</strong> <strong>los</strong> cometas conocidos que se ven <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la tierra<br />

no encaja en las fechas con la estrella; 3) Una conjunción planetaria<br />

<strong>de</strong> Júpiter y Saturno. También Kepler llamó la atención sobre este<br />

fenómeno periódico, que, si no estamos equivocados en <strong>los</strong> cálcu<strong>los</strong>,<br />

pudo muy bien darse en <strong>los</strong> años 6/7 antes <strong>de</strong> nuestra era, es <strong>de</strong>cir, en<br />

<strong>los</strong> que la investigación muestra que nació Jesús.<br />

Bibliografía: A. Puig, Jesús. Una biografía, Destino, Barcelona 2005; S.<br />

Muñoz Iglesias, Los evangelios <strong>de</strong> la infancia. IV, BAC, Madrid 1990; J.<br />

Danielou, Los evangelios <strong>de</strong> la infancia, Her<strong>de</strong>r, Barcelona 1969.<br />

23


24<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

EN EL AÑO PAULINO<br />

SAN PAbLO Y LOS PRIMEROS<br />

CRISTIANOS<br />

Fr. John Wauck<br />

Facultad <strong>de</strong> Comunicación Social Institucional<br />

Pontificia Universidad <strong>de</strong> la Santa Cruz<br />

“Que vuestra comprensión sea patente a todos <strong>los</strong> <strong>hombres</strong>. El Señor<br />

está cerca. No os preocupéis por nada; al contrario: en toda oración y<br />

súplica, presentad a <strong>Dios</strong> vuestras peticiones, con acciones <strong>de</strong> gracias”<br />

(Filipenses 4, 5-6).<br />

En <strong>los</strong> Hechos <strong>de</strong> <strong>los</strong> Apóstoles y en las Cartas <strong>de</strong> San Pablo vemos<br />

la relación entre el Apóstol y <strong>los</strong> primeros cristianos. Esas primeras<br />

comunida<strong>de</strong>s eran como el Apóstol las <strong>de</strong>seaba. En especial, se ve el<br />

cariño que San Pablo tenía por el<strong>los</strong>. En su Carta a <strong>los</strong> Filipenses, se<br />

<strong>de</strong>spi<strong>de</strong> llamándoles: “Hermanos míos muy queridos, mi gozo y mi<br />

corona”. Con frecuencia <strong>habla</strong> <strong>de</strong> sí mismo como su padre, como uno que<br />

se sacrifica por sus hijos. O dice que es como una niñera, que protege a<br />

sus niños <strong>de</strong> las herejías y las divisiones.<br />

Este amor era correspondido por <strong>los</strong> primeros cristianos. En <strong>los</strong> Hechos <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> Apóstoles se lee que San Pablo se <strong>de</strong>spedía <strong>de</strong> <strong>los</strong> cristianos <strong>de</strong> Éfeso,


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

y el<strong>los</strong> le abrazaban, le b<strong>esa</strong>ban y lloraban mientras le acompañaban al<br />

barco, sabiendo que no le verían nunca más.<br />

También conocemos el retrato <strong>de</strong> las primeras comunida<strong>de</strong>s cristianas<br />

tal y como Pablo las <strong>de</strong>seaba: el Apóstol es muy claro cuando les señala<br />

que <strong>de</strong>ben permanecer en la situación en que se encontraban cuando<br />

se bautizaron: es <strong>de</strong>cir, como <strong>hombres</strong> libres, esclavos, circuncidados<br />

o no… San Pablo dice: “permaneced don<strong>de</strong> estáis, vivid vuestra vida<br />

como cristianos, don<strong>de</strong> quiera que estéis.<br />

Cuando les da normas morales, <strong>habla</strong> <strong>de</strong> las situaciones en que <strong>los</strong><br />

cristianos pue<strong>de</strong>n encontrarse: como ciudadanos o esclavos; como<br />

padres que cuidan <strong>de</strong> sus hijos, como maridos o como esposas, como<br />

patrones o como siervos. En estas situaciones, San Pablo les anima a<br />

respetar la autoridad. Pero al mismo tiempo les invita a transformar <strong>esa</strong>s<br />

situaciones en, podríamos <strong>de</strong>cir, “escuelas” <strong>de</strong> virtu<strong>de</strong>s cristianas, don<strong>de</strong><br />

apren<strong>de</strong>r a vivir con humildad y espíritu <strong>de</strong> servicio. Habla también a <strong>los</strong><br />

cristianos <strong>de</strong> la obligación <strong>de</strong> trabajar; no pue<strong>de</strong>n ser “holgazanes”, dice;<br />

“quien no trabaje, que no coma”, señala.<br />

Pero el término clave para enten<strong>de</strong>r qué esperaba San Pablo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

primeros cristianos, es la palabra “santos”. San Pablo llama “santos”<br />

a esos primeros cristianos; y esto para recordarles que, estén don<strong>de</strong><br />

estén, sean señores o esclavos, maridos o esposas, patrones o siervos,<br />

están llamados a ser santos, a ser verda<strong>de</strong>ramente felices: santos, en <strong>esa</strong><br />

sociedad greco romana.<br />

Este es el mensaje que San Pablo transmite a <strong>los</strong> cristianos <strong>de</strong> hoy.<br />

25


26<br />

II VICARÍA EPISCOPAL<br />

CUMPLEAÑOS Y<br />

ANIVERSARIOS<br />

DE ORDENACIÓN<br />

CUMPLEAÑOS<br />

Nombre Decanato Fecha<br />

Manfredo López Cabrera 1 01<br />

José Cruz Bailón Briones 5 03<br />

Daniel Castro Medina 4 06<br />

Guillermo Castillo Delgadillo 4 06<br />

Gregorio Silva Velasco 5 09<br />

José Antonio Arias Pérez 2 13<br />

Jorge Luis Pancich López 6 14<br />

Horacio Aguilar Alvarez <strong>de</strong> Alba 2 15<br />

Víctor Torres Rivera 1 16<br />

Gerardo Antonio López Bonilla 1 18<br />

Constantino Xicoténcatl Vázquez 2 21<br />

José Mendoza Castillo 2 25<br />

Pedro Herrasti Ortíz <strong>de</strong> Montellano 5 25<br />

César Omar Hernán<strong>de</strong>z García 4 26<br />

Douglas Sidney Barry Wilkins 2 28<br />

Francisco Javier Aguilera Martínez 2 28<br />

Germán Vázquez Sánchez 1 28<br />

ANIVERSARIOS<br />

Nombre Decanato Fecha<br />

Manfredo López Cabrera 01 1<br />

Rafael Pérez Rojas 03 1<br />

Salvador López Mora 03 6


II VICARÍA EPISCOPAL<br />

Francisco Crisanto Quintero Reyes 03 6<br />

Felipe <strong>de</strong> Jesús Ramos Rodríguez 05 1<br />

Héctor Peña García 05 2<br />

Jorge Acuña Herrera 05 3<br />

Andrés Felipe Angulo Borja 05 5<br />

Víctor Altamirano Sánchez 05 5<br />

Clemente Santana Anaya 05 5<br />

Ignacio Montes Biosca 06 2<br />

Jesús Martín Riaño Delgado 09 1<br />

Oscar Arias Bravo 13 6<br />

Oscar Avelino Paez 14 1<br />

Agustín Gerardo <strong>de</strong> Diego Acuña 17 1<br />

Daniel Castro Medina 17 4<br />

Efraín Larrauri Rodríguez 17 4<br />

José Luis Rivera Patiño 18 2<br />

Ascención Plaza Miguel 18 6<br />

José Antonio Arias Pérez 21 2<br />

Marco Antonio Montalvo Villaseñor 22 1<br />

Daniel Pando Legarreta 22 1<br />

Víctor Torres Rivera 22 1<br />

Guillermo Vázquez Pérez 22 4<br />

Arturo Elliot <strong>de</strong> la Vega 22 5<br />

Cuauhtémoc Castro Girón 22 5<br />

Felipe Monroy Chávez 22 6<br />

Mario Contreras Martínez 22 6<br />

Miguel <strong>de</strong> Manuel Camín Garnica 25 1<br />

José Pedro Velázquez Figueroa 26 3<br />

Paulo Oswaldo Hernán<strong>de</strong>z Barrera 29 1<br />

Israel Bucio Gómez 29 4<br />

Roberto Romero Herrera 30 4<br />

27

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!